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FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO Julio IRAZUSTA. Vida política de Juan Manuel de Rosas a través de su correspondencia. Buenos Aires, Trivium, Tomo I, 1970, pp. 181-188. (Cartas extraídas de la obra de Ángel Justiniano Carranza, Lavalle ante la justicia póstuma, Buenos Aires, 1941). (...) Entregado por Acha al día siguiente de su derrota, Dorrego fue encaminado hacia Buenos Aires por su entregador. Antes de llegar a la ciudad escribió al gobernador delegado, Brown, y al ministro general Díaz Vélez, pidiendo se lo dejase salir al extranjero, bajo fianza. Pasado el primer instante de malhumor ante la resistencia de Dorrego, Brown volvió a sentimientos humanitarios de que se apartara momentáneamente e intercedió por el prisionero, lo mismo que Díaz Vélez. Pero los extremistas velaban. No bien enterados de la aproximación de Dorrego a la ciudad maniobraron para que se lo mandase al campamento de Lavalle, y para que éste no retrocediera ante el compromiso de fusilarlo, como ellos decían tenerlo convenido con el general. El Tiempo propuso que el vencido de Navarro fuese llevado a ver los cadáveres de aquellos que había hecho morir dando “intervención a los salvajes del desierto y acogiéndose a la sombra de un caudillo feroz (Rosas)”. El ex ministro de Rivadavia, Salvador María del Carril, actuó más eficazmente, como se desprende de la siguiente carta: Buenos Aires, 12 de diciembre de 1828 Señor General Don Juan Lavalle Querido General: Dorrego preso en poder de Escribano, escribe a Díaz Vélez lo que sigue: “Al fin estoy prisionero en manos del jefe de este regimiento. Marcho a Buenos Aires y suplico a Vd. tenga la bondad (...) de verme antes de entrar allí. Haré a Vd., indicaciones que podrán” contentar y cortar las cuestiones del dí a y a los que las sostienen. No olvide Vd., la lenidad que he usado en todo el curso de mi administración, etc. Ha escrito también a Brown; no sé qué le dirá. La noticia de la prisión de Dorrego y su aproximación a la ciudad, ha causado una fuerte emoción; por una parte, se emplean todos los manejos acostumbrados para que se excuse un escarmiento y las víctimas de Navarro queden (...) sin venganza. No se sabe bien cuánto puede hacer el partido de Dorrego en este lance; él se compone de la canalla más desesperada. Sin embargo, puede anticiparse, que si sus esfuerzos son impotentes para turbar la tranquilidad pública, son suficientes por lo que he visto, para intimidar o enternecer a las almas débiles de su

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FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO Julio IRAZUSTA. VidapolticadeJuanManueldeRosasatravsdesu correspondencia. Buenos Aires, Trivium, Tomo I, 1970, pp. 181-188. (CartasextradasdelaobradengelJustinianoCarranza,Lavalleantela justicia pstuma, Buenos Aires, 1941). (...) Entregado porAcha alda siguiente de su derrota, Dorrego fue encaminado haciaBuenosAiresporsuentregador.Antesdellegaralaciudadescribial gobernadordelegado,Brown,yalministrogeneralDazVlez,pidiendoselo dejasesaliralextranjero,bajofianza.Pasadoelprimerinstantedemalhumor ante la resistencia de Dorrego, Brown volvi a sentimientos humanitarios de que se apartara momentneamente e intercedi por el prisionero, lo mismo que Daz Vlez.Perolosextremistasvelaban.Nobienenteradosdelaaproximacinde Dorregoalaciudadmaniobraronparaqueselomandasealcampamentode Lavalle,yparaquestenoretrocedieraanteelcompromisodefusilarlo,como ellos decan tenerlo convenido con el general. El Tiempo propuso que el vencido deNavarrofuesellevadoaverloscadveresdeaquellosquehabahechomorir dando intervencin a los salvajes del desierto y acogindose a la sombra de un caudilloferoz(Rosas).ElexministrodeRivadavia,SalvadorMaradelCarril, actu ms eficazmente, como se desprende de la siguiente carta: Buenos Aires, 12 de diciembre de 1828 Seor General Don Juan Lavalle Querido General: DorregopresoenpoderdeEscribano,escribeaDazVlezloquesigue:Alfin estoy prisionero en manos del jefe de este regimiento. Marcho a Buenos Aires y suplicoaVd.tengalabondad(...)devermeantesdeentrarall.HaraVd., indicaciones que podrn contentar y cortar las cuestiones del da y a los que las sostienen.NoolvideVd.,lalenidadqueheusadoentodoelcursodemi administracin, etc. Ha escrito tambin a Brown; no s qu le dir. La noticia de la prisin de Dorrego y su aproximacin a la ciudad, ha causado una fuerte emocin; por una parte, se emplean todos losmanejos acostumbrados paraque se excuse unescarmientoy las vctimas de Navarro queden(...) sin venganza. NosesabebiencuntopuedehacerelpartidodeDorregoenestelance;lse compone de la canalla ms desesperada. Sin embargo, puede anticiparse, que si sus esfuerzos son impotentes para turbar la tranquilidad pblica, son suficientes porloquehevisto,paraintimidaroenterneceralasalmasdbilesdesu ministro y sustituto. El seor Daz Vlez haba determinado que Dorrego entrase a la ciudad; pero yo, de acuerdo con el Sr. A. le hemos dicho, que dando ese paso labusaradesusfacultades,porqueesindudablequelanaturalezamismade tal medida coartaba la facultad de obrar en el caso, al nico hombre que debiera disponer de los destinos de Dorrego, es decir, al que haba cargado sobre s con la responsabilidad de la revolucin; por consiguiente, que el M.[ministro] deba mandarqueloencaminasendondeestVd.Estosehadeterminadoysehace, supongo, en este momento. Ahora bien, General, prescindamos del corazn en este caso. Un hombre valiente no puede ser vengativo ni cruel. Yo estoy seguro, que Vd., no es ni lo primero ni lo ltimo. Creo,que Vd., es, adems,un hombrede genio y entoncesnopuedo figurrmelosinlafirmezanecesariaparaprescindirdelossentimientosy considerarobrandoenpoltica,todoslosactosdecualesquieranaturalezaque sean, como medios que conducen o desvan de un fin. As, considere Vd. la suerte de Dorrego. Mire Vd., que este pas se fatiga, 18 aos hace, en revoluciones, sin que una sola haya producido un escarmiento. Considere Vd., el origen innoble de estaimpurezadenuestravidahistricayloencontrarenlosmiserables intereses que han movido a los que las han ejecutado. El general Lavalle no debe parecerse a ninguno de ellos; porque de l esperamos ms. En tal caso, la ley es queunarevolucinesunjuegodeazar,enelqueseganahastalavidadelos vencidoscuandosecreenecesariodisponerdeella.Haciendolaaplicacinde esteprincipiodeunaevidenciaprcticalacuestinmeparecedefcil resolucin. Si Vd., general, la aborda as, a sangre fra, la decide; sino, yo habr importunadoaVd.;habrescritointilmente,yloqueesmssensible,habr Vd., perdido la ocasin de cortar la primera cabeza a la hidra y no cortar Vd., las restantes. Entonces, qu gloria puede recogerse en este campo desolado por estas fieras?... Nada queda en la Repblica para un hombre de corazn. Salvador Mara del Carril Eselhipnotizadorasesinoanteelsujetoquelevaaservirdeinstrumento criminal. Nada falta en la escena. Las bocanadas de incienso envuelven a la pobre vctimadestinadaaconvertirseenverdugo.Elarteroembaucadorechaelresto consusjuegosdemanos,susbolasdecristal,suspalabrasprestigiosas.Su conocimientodelsujetoesmaravilloso.Paramatarlosltimosreflejosdela salud,enelorganismomoralcuyosreplieguesnotienensecretoparal,no confaenuntrabajosencillodeembaucamiento.Continaejerciendosusmalas artes hasta saber a ciencia cierta que su instrumento le ha obedecido. Buenos Aires, 14 de diciembre de 1828 Seor Don Juan Lavalle Mi querido general: He escrito a Vd., dos cartas y siempre en el ltimo minuto de la despedida de los conductores...LaprisindeDorrego,esunacircunstanciadesagradable,lo conozco; ella lo pone a Vd., en un conflicto difcil. Cualquiera que sea el partido queVd.,tome,lodejaenunaposicinespinosaydelicada;noquiero ocultrselo.Ladisimulacinenestecasodespusdeserinjuriosa,sera perfectamenteintilalobjetoquemepropongo.Hablodelafusilacinde Dorrego:hemosestadodeacuerdoenellaantesdeahora.Hallegadoel momento de ejecutarla, y Vd., que vaa hacerse responsable de la sangre de un hombre, puede sin inconsecuencia, variar un acuerdo que le impone obligaciones, que a nadie debe Vd., ceder la facultad de pesar y distinguir. Dejando a Vd., pues, general, toda la integridad de su libre albedro... Hecho el prolijo examen de su posicin, estoy seguro, que sin otro consejero que su genio, no fluctuar mucho tiempo sin decidirse por los deberes que ella le impone a mi modo de ver... Siempre,siemprelosestorbosqueinterrumpenlacarreradelosqueaspirana distinguirse,sonobstculosqueunavezquitados,todossientenquecadauno podrahacerloyqueunosolosinembargoadivin.Siempre,siempresonoel nudogordianoqueAlejandrodesataconelalfanje,oelhuevoqueColnpara por la punta, quebrndolo. Esta es una consideracin muy triste, que aflige por elhonordelahumanidad;pero,quintienelaculpasiloshombresson generalmente imbciles... Hace 18 aos que estamos en revolucin y en anarqua. Si estos diez y ocho aos se dividen en tantos perodos, cuantas revoluciones sucesivas han tenido lugar en ellos,noverVd.,encadaunadeesaspocassinolainfluenciamsomenos prolongada segn haya sido su duracin, del partido o del hombre que ejecut la ltima revolucin para subir al poder. Cul ha sido el objeto de todos, hombres o partidos de los que han figurado en este certamen? Mantenerse en el poder que habanconquistado.Buendeseo:porqueunpoderpermanente,slidoy respetableporlargotiempo,esloqueentodoeluniversosellama,sinoun perfectoordensocial,segnlostericos,almenosunbuenordensocial,segn loshombressensatosdetodoelmundo.Culessonlosmediosdequesehan valido nuestros hombres o nuestros partidos, para llegar a aquel fin bueno en si mismo? Exclusivamente, unos, de la novedad de las ideas y de las formas; otros, de la capitulacin con los vicios dominantes, o ms propiamente de la reparticin y de la dependencia del poder. Si una carta permitiera los detalles, que me veo forzadoaevitar,yoharaver,quedesdeelpactosocialhastalaideadela federacin de 1827,hay una serie de ideas que a su vez han tenido la novedad de su lado y han sido empleadas como medios de gobierno por los mismos; hasta lapalabraprincipioshatenidosupoca,ynolamenoslarganilamenos brillante; pero hoy empieza o ha concluido con la secta, la apostasa que se haca de ella. Asimismo hara ver que todas las logias desde la de D. Carlos Alvear; que todoslosgobiernospersonales,partiendoollegandorpidamentehastaelde Pueyrredn que fue el ms bien organizado de esta clase, detenindonos en el de Dorrego y pasando en revista los de todos los caciques, han sido y son el sistema prcticodelascapitulacionesconlosviciosdominantes;oconmsclaridad,el sistemadehacerdependerelpoder,dividindoloentretodosaquellosquelo explotan y ayudan a conservarlo... Ladebilidadeselfondodecualesquieradelosdosarbitrios,quesehan practicadohastaaquyquedanindicados.El1recibiendosufuerzadelas ilusionesydelengao,esesencialmenteflaco.El2esdebilsimodesuyo,y absurdo tambin porque degrada la autoridad. El poder es necesario para apartar los obstculos que los hombres encontraran en vivir juntos y no podr llenar sus funcionessinlaindependenciaconveniente(...)Elpodervienedelanecesidad enlassociedadeshumanas;esestablecidoydivinizadosegnlamodadelos tiemposporlacostumbredesometrseleyporlavoluntadfuertedelquelo ejerce,encaminandoaloshombresasubienestar,queeslatranquilidad pblica, y a su prosperidad que es el libre ejercicio de sus facultades inocentes. Laenergaesnecesariaenlaocasin,ocomoelensayodeconformidadde nuestroscaracterescomoporeste,yasesqueunnuevomododegobierno,o comouninstrumentoabsolutamentenecesariosiempre.Entrelosquehan combatidoporelpoderningunohasidosacrificadohastaahoraentrenosotros; no por esto han dejado de morir muchos. El campo de Navarro est sembrado de cadveres; pero as un loco y un poltrn pueden ser perturbadores impunemente. Los Anchorena desde su casa y Dorrego exponindose en una batalla a una suerte entre 99. As ha acontecido durante el fatigante perodo de nuestra revolucin... Aslasdebilidadesdelosquegobiernan,quedejndonosdeteoras,causanla ruinadenuestrapatria,porellargoperodode18aos,quesefatigaenlas convulsiones de una anarqua estacionaria. Este hecho desagradable no tiene otra causaasignable.Quinejercilaautoridaddignamente?Quinsacrificel momentoalporvenir?Culdelosinnumerablesconpretensionesdehroes, sinti en su corazn la noble osada de vivir acabando el trabajo comenzado y de morir a la heroica siendo necesario?... Queridogeneral:yosmuybienquenonecesitaconsejeroselquehasabido llegar a necesitarlos o al puesto en donde parece que se necesitan; no escribo a Vd. por convencerlo ni por disuadirlo, porque en tal situacin todo lo que no se haceporinspiracionesfelices,nosehace.Elgeniodelascircunstancias,vey ejecuta... Enotracarta,hedichoaVd.quetodaslascuestionessedecidieronel9de diciembre. Crame Vd., todo est decidido. Pero al mismo tiempo, como le dir aV.elseorGelly,quetodosesperamosdeVd.unaobracompleta;loque quieredecir,quetodosesperamosqueVd.,fijelacuestin,ynosdconel poderdesubrazo,unaRepblicadecuyaexistencianosedisputems.Detal maneraloesperoyo,especialmentecuantoqueestoyconvencido,quesieste resultado no nos viene de la omnipotencia de la espada, la omnipotencia de Dios mismo, no se dignar hacerlo. Salvador Mara del Carril. Imposiblecomentardebidamente,enelespaciodequesedisponeenuna publicacin de esta especie, las dos cartas de Carril. Dejemos de lado la habilidad queenambasseexhibeparaconvertirlaadulacinenunaobradearte;para instigarelcrimendesligndosedetodaresponsabilidad;paradespertarenel instrumentoinstigadolaambicindeserelnicoresponsable.Elobjetodelas extensastranscripcionesesmostrarelpensamientopolticodelosautoresdela revolucindediciembre,subrutalconcepcindelafuerzacomonicabase posible de un gobierno estable, su maquiavelismo inculto y trasnochado. Tngase en cuenta que don Salvador Mara del Carril preconizaba iniciar la era de la violencia, mientras Rosas la empleara poco despus para responder a las que habancometidolosdecembrinosporpersuasindeaqul;sloassepodr deslindarresponsabilidadesenlosexcesosdenuestrahistoria.En1828,un partidoentero,quesepretendehabersidofundadordeunEstadodederecho, estableci la teora del imperio absoluto de la fuerza, y desat en el pas una ola de violencia que arrebat de entre sus filas el mayor nmero de vctimas. Se ha debidoolvidaresacircunstanciadecisivaparaarrojarunacondenacinsin atenuantessobreelhombrequesevioobligadoamanejaraquellaviolencia,y que en ningn momento teoriz su empleo con la crudeza y el cinismo del prcer unitario. Pero volvamos a los antecedentes de la ejecucin de Dorrego. Carril no fue su nico instigador, Juan Cruz Varela se haba en ese sentido adelantado a su correligionario, como se ver por la siguiente carta: Diciembre 12 de 1828 - 10 de la noche Seor Don Juan Lavalle Mi general: PorsupuestoqueyasabeVd.,queDorregohacadopreso:enestemomento estn en consulta el Ministro y Brown sobre si lo harn venir o no a Buenos Aires. Vd. sabe si yo y mil otros estn comprometidos en un asunto de que va la suerte del pas; en un movimiento que puede importar mucho o nada, segn se manejan los resultados. Despus de la sangre que se ha derramado en Navarro, el proceso del que la ha hecho correr, est formado: sta es la opinin de todos sus amigos deVd.;estoserloquedecidadelarevolucin;sobretodo,siandamosa medias...Enfin,Vd.,pienseque200ymsmuertosy500heridosdebenhacer entender a Vd. cul es su deber. Se ha resuelto en este momento, que el coronel Dorrego sea remitido al cuartel general de Vd. Estar all de maana a pasado: este pueblo espera todo de Vd., y Vd., debe darle todo. Cartascomostasserompen,yencircunstanciascomolaspresentesse dispensan estas confianzas a los que Vd., sabe que no lo engaan, como su atento amigo y servidor - Q. S. M. B. Juan Cruz Varela. Entretanto, Brown y Daz Vlez haban escrito a Lavalle intercediendo por la vida del prisionero que le remitan. El primero dice ser de opinin que se le acepte la fianzaofrecida;elsegundo:Yoestoypersuadido,miamigo,queDorregono debemorir.Envano.Laopinindelosextremistasdebaprevalecer.Lavalle contestara a Brown hasta con palabras de Carril: Yo, mi respetado General, en laposicinenqueestoycolocado,nodebotenercorazn.Desdichado!Se privabadelonicoquetena,ycuyosimpulsosnobleslehabranimpedido cometer el acto imperdonable, para hacer el poltico de cabeza fra con las ideas sugeridas por irresponsables presuntuosos. Estos no haban dado toda su medida en la instigacin al crimen. Se superaran en el comentario de la ejecucin. ElperiodistaVarelaacometiensuhojaElTiempo,latareadejustificarla ejecucindeDorregoconrazonesdeducidasdeloshechosposterioresala revolucindediciembre,peseatenerlaconcienciadequelaejecucinse decret antes de aquella. El poltico Del Carril fue ms lejos. Escribi esta carta: Buenos Aires, 15 de diciembre de 1828 Seor General Don Juan Lavalle Mi querido general: HemossabidolafusilacindeDorrego.Estehechoabreenelpasunanueva era... Me tomo la libertad de prevenirle, que es conveniente recoja Vd., una acta del consejo verbal que debe haber precedido a la fusilacin. Un instrumento de esta clase, redactado con destreza, ser un documento histrico muy importante para su vida pstuma. El seor Gelly se portar bien en esto: qu lo firmen todos los jefes y que aparezca Vd., confirmndolo... Todolodemsquesepiensaaqu,es,quesincuidarsedelaJuntadeR-R-se disponga de todo para marchar sobre Crdoba y Santa Fe a un tiempo, El Sr. D. J. A.(JulinAgero?)yDonB.R.(BernardinoRivadavia?)sondeestaopininy creen, que lo que se ha hecho, no se completa sino se hace triunfar en todas las partes la causa de la civilizacin contra el salvajismo. Esta es la opinin uniforme de Buenos Aires. El general Lavalle, dicen todos, con todo el valor, la constancia yelcarcternecesario,organizandolaRepblica,estdestinadoasersu primera reputacin, su primer hroe... Salvador Mara del Carril Aquvemosaparecerlaanttesissobrecivilizacinybarbarieensuforma prstina, de la civilizacin contra el salvajismo. Y es el momento oportuno para comprenderlaensuverdaderosignificado,quenotienenadaqueverconun criteriofilosficoacercadelosconceptosopuestosenlaantitticafrmula.En efecto, en esta carta, como en las anteriores, vemos a del Carril razonar como un salvaje que no respeta ninguna ley divina ni humana, queno cree en el derecho ni por asomo, sino en la fuerza bruta aplicada sin discriminacin de oportunidad ni de justicia, que aconseja framente falsificar una sentencia de muerte que no ha precedido la ejecucin; que despus de precipitar al crimen a otro, rehuyendo lmismotodaresponsabilidad,quieresalvarladesuinstrumentoyleinsina imitarlo, arrojar todo el peso de la culpa sobre nuevos inocentes. Y sin embargo lovemostambininvocarladefensadelacivilizacin.Comonocreaennada tena que llegar a identificar la civilizacin con su persona. En otra carta sobre el mismo asunto, Carril deca: Buenos Aires, 20 de diciembre de 1828 Seor General Don Juan Lavalle Mi querido General: AleccionadomuyespecialmenteaVd.,ysinperderdevistalautilidaddel momento,nomehasidoposibledejardeinsistir,conalgunatenacidadsobre estepunto,dequesehaprescindidoyageneralyfcilmente.Porlodems, queridoGeneral,incrdulocomosoydelaimparcialidadqueseatribuyeala Posteridad;persuadidocomoestoy,dequeestagratuitaatribucinnoesms queunconsueloengaosodelainocencia,ounalisonjaquesehacenuestro amor propio, o nuestro miedo; cierto como estoy, por ltimo, por el testimonio quemedatodalahistoria,dequelaposteridadconsagrayrecibelas disposiciones del fuerte o del impostor que venci, sedujo y sobrevinieron, y que sofoca los reclamos y las protestas del dbil que sucumbi y del hombre sincero que no fue credo; juro y protesto que colocado en un puesto elevado como Vd., no dejara de hacer nada de til por vanos temores. Al objeto: y si para llevar siendo digno de un alma noble, es necesario envolver laimposturaconlospasaportesdelaverdad,seembrolla;ysiesnecesario mentir a la posteridad, se miente y seengaa a los vivos y a los muertos segn dice Maquiavelo verdad es, que as se puede hacer el bien y el mal; pero es por lomismoquehaytanpocograndeentrelasdoslneas.Loshombresson generalmentegobernadosporlasilusiones,comolasllamasdelosindios,por hiloscolorados.General,aVd.nolegustafingir,niamtampoco,ycreopor ningn punto se aproxima tanto la conformidad de nuestros caracteres como por ste, y as es que Ud. fusilando a Dorrego y yo escribiendo, decimos verdades que aunquenospuedenacreditardeverdicos,noquerramosquesenosaplicasen voto a Dios de ninguna manera... Si Vd. pudiera en un instante volar al Salto, Areco, Rojas, San Nicols y Lujn dar la mano a todos los paisanos y rascarles la espalda con el lomo del cuchillo, hara Vd. una gran cosa; pero si Vd. pudiera multiplicndose, estar en la capital, hara unacosasoberana.Esnecesarioquevuele,quequieraVd.queselehagauna entradabulliciosaymilitar;porquelaimaginacinmvildeestepueblo, necesitaserdistradadelamuertedeDorrego,yparaestobastabulla,ruido, cohetes,msicaycaonazos.Porotraparteelgobiernonecesitayams regularidad y las ranas empiezan atreparse sobre el Reyde palo o elfrasco de esencia popular, como dice el Ministro (por Brown), empieza a disiparse... Mucha gentuza a las honras de Dorrego; litografas de sus cartas y retratos; luego setrovarlacartadelDesgraciadoenlaspulperas,comolasdetodoslos desgraciadosquesecantanenlastabernas.Estoesbueno;porqueaselpadre de los pobres ser payado con el capitn Juan Quiroga y los dems forajidos de su calaa. Qu suerte! vivir y morir indignamente y siempre con la canalla Salvador Mara del Carril Esaschocarrerasmacabrasarrojansuficienteluzsobreeltemperamento profundamenteantipopularyanticristianodelosunitarios.Eltriunfohaba mareado de tal manera a esas lamentables cabezas que no advertan siquiera los peligros revelados por las expresiones de su torpe insolencia. Bailaban una danza macabra... sobre un volcn. Y se crean dueos del porvenir. EntretantoRosassehallabaenRosario,dondellegaradelmodoquenosrefiere esta carta: Hacienda de Rodrguez, diciembre 12 de 1828 Amigo querido don Estanislao Lpez SolosaldeBuenosAireseldadelasublevacin,yaloscuatrodastuve conmigodosmilhombres;peroesosmismosgruposdehombres,quepor instantessemereunanllenosdeentusiasmo,causabanuncompletodesorden, que se aumentaba porque estando conmigo Dorrego yo no poda obrar conforme con mis deseos y con mis opiniones, en el todo o en la parte principal. Porotraparte,comoelseorgobernadorapesardeloquetrabajabanlos enemigostenaenmanosdestostodoslosprincipalesrecursos,quesonlas armas y el Banco, y la gente que se me reuna toda, era sin armas y sin moneda, cuandonuestrosenemigostenan,estasdospoderosasarmasenabundancia.En fin,losenemigosnosestrecharonyobligaronapresentarleaccin,yporcausa que dir a usted a la vista, la perdimos. Pude haberreunidola gente toda, perocansado de sufrir disparates, quise ms bienvenirmeasaberlavoluntaddelgobiernodeestaprovinciaydela Convencin. Por esto no quise traer la gente, ni decirles que vena, y a pesar de estoydequeheprocuradovenirescondido,sehanvenidovariosjefesdelos regimientos,algunatropayoficiales,yvendrncuantossequieran,siseles llama.Enestavez,sehauniformadoelsistemafederal,amiver,deunmodo slidoabsolutamente.Todaslasclasespobresdelaciudadycampaaestnen contradelossublevados,ymuchapartedeloshombresdeposibles.Slocreo queestnconelloslosquebradosyagiotistasqueformanestaaristocracia mercantil. Al gobernador le prendieron los Hsares, siendo el autor de ello el oficial Acha, queesunmalvadopero,param,latropadelosHsaressernuestra.Los sublevadosnocuentanmsquecon800hombres,queeslacaballeraquevino delaprovinciaoriental.Nadams,ynadams,porque,repitoquetodaslas clasespobresdelaciudadycampaaestncontralossublevadosydispuestas conentusiasmoacastigarelatentadoysostenerlasleyes.Loqueinteresa sobremaneraeselqueustedvengaparaquehablemos,puesyo,sinsaberla voluntaddelaprovinciadeSantaFeyConvencin,repitoquenadaquiero resolver,puesrespectodelaprovinciadeBuenosAires,yahiceanmsdelo que era posible. Digo que interesa y urge, porque decida la provincia de Santa Fe y Convencin; yo empezar a trabajar activamente, antes que desarmen toda la milicia, lo que han de hacer precipitadamente, luego que sepan que yo he pasado a. esta provincia. Hoy mismo hay en el Pergamino 240 milicianos bien armados y 2 piezas de artillera.Y como no puedo deliberar, resultar que la desarmarn. Enfin,amigo,pornodemorarelchasque,nosoymslargo,yvanendesorden estas ideas, pero como nos hemos de ver, dio para entonces decirle lo mucho que es preciso sepa. Salud desea a usted su amigo, Juan Manuel de Rosas. (Tomada de Manuel Bilbao, Historia de Rosas, Buenos Aires, 1934, p. 229) * **