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ORIGINAL PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-100 13 87 Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas Ankle injuries: differences between sport and non sport injuries Área de Urgencias Traumatológicas Garrido Chamorro R. P. del Hospital General de Alicante González Lorenzo M. Garnés Ros A. F. Pérez San Roque J. Llorens Soriano P. Correspondencia: Raúl Pablo Garrido Chamorro Paseito de Ramiro nº 12, 8º derecha 03002 Alicante Teléfono: 600 715 946 e-mail: [email protected] RESUMEN Objetivos: El objetivo de nuestro estudio es evaluar las diferencias epidemiológicas existentes entre las lesiones de tobillo producidas en la práctica deportiva y fuera de dicha práctica. Método: En el Servicio de Urgencias Traumatológicas del Hospital General de Alicante; hemos sometido a estudio 256 lesiones de tobillo (178 deportivas y 178 no deporti- vas), que han sido valoradas durante nueve meses. Resultados: La edad media de la muestra es de 32,03±16,43 años. Aunque para las lesiones deportivas re- sultó una edad media menor que para las lesiones no de- portivas (de 22,82±6,91 años frente a 40,76±19,19 años). En general el sexo predominante fue el varón (65%). Aun- que mayoritariamente las lesiones deportivas se producen en varones (93%), mientras que en las lesiones no deporti- vas se producen en mujeres (63%). El deporte más lesivo resultó ser el fútbol. En todos los grupos la lesión más fre- cuente fue la ligamentosa, predominando el alta hospitala- ria desde urgencias, con tratamiento ortopédico. Conclusiones: Las lesiones deportivas ocurren en varones de 22 años de edad, que juegan al fútbol, produciéndose una lesión ligamentosa que recibe tratamiento ortopédico y es dada de alta desde el Servicio de Urgencias. Las lesiones no deportivas ocurren en mujeres de 40 años, ingresando con mayor frecuencia en el Servicio de Traumatología. Palabras clave: Tobillo, lesiones deportivas, lesiones causales, Traumatología. Garrido Chamorro R. P., González Lorenzo M., Garnés Ros A. F., Pérez San Roque J., Llorens Soriano P. Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas Patología del Aparato Locomotor, 2005; 3 (2): 87-100 ABSTRACT Objective: The objective of our study is to evaluate the differences epidemiological existing between the injuries of ankle produced in the sports practice and out of this practice. Method: In the Service of Urgencies Traumatology of the General Hospital of Alicante; we have submitted to study 256 injuries of ankle (178 sports and 178 not sports), that have been valued for nine months. Result: The middle ages of the sample are of 32,03±16,43 years. Though for the sports injuries it turned out a minor middle ages that for the not sports injuries (of 22,82±6,91 years opposite to 40,76±19,19 years). In gen- eral the predominant sex was the male (65%). Though for the most part the sports injuries take place in males (93%), where as in the not sports injuries they take place in women (63%). The most harmful sport turned out to be the football. In all the groups the most frequent injury was ligaments injuries, predominating over the hospital dis- charge from emergencies, with orthopaedic treatment. Conclusions: The sports injuries happen in males of 22 years of age, that they play football, producing an injury to him ligaments injuries that receive orthopaedic treatment and is given of discharge from the Service of Urgencies. The not sports injuries happen in women of 40 years, join- ing with bigger frequency Traumatology Service. Key words: Ankle, sports injuries, causal injuries, Trau- matology. Garrido Chamorro R. P., González Lorenzo M., Garnés Ros A. F., Pérez San Roque J., Llorens Soriano P. Ankle injuries: differences between sport and non sport injuries Patología del Aparato Locomotor, 2005; 3 (2): 87-100

05 Lesiones de tobillo - sld.cu · La aparición de dolor en la sindesmosis su-giere lesión de la misma (hasta un 11% de los esguinces afectan a la sindesmosis (7), con el consiguiente

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ORIGINAL

PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-10013 87

Lesiones de tobillo: diferencias entre lesionesdeportivas y no deportivas

Ankle injuries: differences between sport and non sport injuriesÁrea de Urgencias Traumatológicas Garrido Chamorro R. P. del Hospital General de Alicante González Lorenzo M.

Garnés Ros A. F.Pérez San Roque J.Llorens Soriano P.

Correspondencia:Raúl Pablo Garrido ChamorroPaseito de Ramiro nº 12, 8º derecha03002 Alicante Teléfono: 600 715 946e-mail: [email protected]

RESUMENObjetivos: El objetivo de nuestro estudio es evaluar las

diferencias epidemiológicas existentes entre las lesiones detobillo producidas en la práctica deportiva y fuera de dichapráctica.

Método: En el Servicio de Urgencias Traumatológicas delHospital General de Alicante; hemos sometido a estudio256 lesiones de tobillo (178 deportivas y 178 no deporti-vas), que han sido valoradas durante nueve meses.

Resultados: La edad media de la muestra es de32,03±16,43 años. Aunque para las lesiones deportivas re-sultó una edad media menor que para las lesiones no de-portivas (de 22,82±6,91 años frente a 40,76±19,19 años).En general el sexo predominante fue el varón (65%). Aun-que mayoritariamente las lesiones deportivas se producenen varones (93%), mientras que en las lesiones no deporti-vas se producen en mujeres (63%). El deporte más lesivoresultó ser el fútbol. En todos los grupos la lesión más fre-cuente fue la ligamentosa, predominando el alta hospitala-ria desde urgencias, con tratamiento ortopédico.

Conclusiones: Las lesiones deportivas ocurren en varonesde 22 años de edad, que juegan al fútbol, produciéndose unalesión ligamentosa que recibe tratamiento ortopédico y esdada de alta desde el Servicio de Urgencias. Las lesiones nodeportivas ocurren en mujeres de 40 años, ingresando conmayor frecuencia en el Servicio de Traumatología.

Palabras clave: Tobillo, lesiones deportivas, lesionescausales, Traumatología.

Garrido Chamorro R. P., González Lorenzo M., Garnés Ros A. F., Pérez San Roque J., Llorens Soriano P.Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivasPatología del Aparato Locomotor, 2005; 3 (2): 87-100

ABSTRACTObjective: The objective of our study is to evaluate the

differences epidemiological existing between the injuriesof ankle produced in the sports practice and out of thispractice.

Method: In the Service of Urgencies Traumatology ofthe General Hospital of Alicante; we have submitted tostudy 256 injuries of ankle (178 sports and 178 not sports),that have been valued for nine months.

Result: The middle ages of the sample are of32,03±16,43 years. Though for the sports injuries it turnedout a minor middle ages that for the not sports injuries (of22,82±6,91 years opposite to 40,76±19,19 years). In gen-eral the predominant sex was the male (65%). Though forthe most part the sports injuries take place in males (93%),where as in the not sports injuries they take place inwomen (63%). The most harmful sport turned out to bethe football. In all the groups the most frequent injury wasligaments injuries, predominating over the hospital dis-charge from emergencies, with orthopaedic treatment.

Conclusions: The sports injuries happen in males of 22years of age, that they play football, producing an injury tohim ligaments injuries that receive orthopaedic treatmentand is given of discharge from the Service of Urgencies.The not sports injuries happen in women of 40 years, join-ing with bigger frequency Traumatology Service.

Key words: Ankle, sports injuries, causal injuries, Trau-matology.

Garrido Chamorro R. P., González Lorenzo M., Garnés Ros A. F., Pérez San Roque J., Llorens Soriano P.Ankle injuries: differences between sport and non sport injuriesPatología del Aparato Locomotor, 2005; 3 (2): 87-100

INTRODUCCIÓN

El tobillo es la localización más frecuente delas lesiones deportivas (1). Dentro de éstas el es-guince de tobillo es la entidad más frecuente (1,2, 3, 4), mientras que las fracturas por trauma detobillo representan de un 12 a un 15% (5). Asíen el baloncesto masculino el 53,7% (6) de laslesiones deportivas corresponden al tobillo.Además se trata de la lesión que más común-mente acude a los Servicios de Urgencias Hos-pitalarios (7, 8, 9), llegando a suponer el 12% detodas las lesiones atendidas en los Servicios deUrgencias, y hasta el 20-30% de todas las lesio-nes deportivas, sobre todo si la actividad depor-tiva, recreativa o de competición, supone el usodel tren inferior (baloncesto, fútbol, etc.) (7, 10,11, 12). A estos datos hay que añadir que puedeconstituir la lesión peor tratada, salvo que seproduzca en el ámbito deportivo, donde es eva-luada y tratada por especialistas específicos.Hasta un 44% de los seguimientos en una con-sulta de atención primaria, presenta algún tiposecuela un año después del esguince de tobillo(en forma de dolor, inestabilidad mecánica o in-estabilidad funcional) (7). Yeung (13) ha detecta-do que el 73% de los atletas con esquince de to-billo presentó esguince recurrente y el 59% deellos tiene síntomas residuales. Esto le confiere aesta lesión unas características específicas, quecondicionan terapéuticas especiales en depor-tistas (14, 3) para lograr mejorar secuelas y reci-divas; las cuales resultan totalmente inacepta-bles en un deportista de élite. Las técnicas paraprevenir lesiones de tobillo, que han resultadoefectivas, son el entrenamiento técnico, consi-derado el más efectivo (4), y el entrenamientopropioceptivo (15); mientras que los vendajessólo han resultado ser efectivos en las personascon cuatro o más esquinces previos (4).

Cuando se comparan con otras lesiones arti-culares, el tobillo se distingue porque en su ma-yor parte afecta a las mismas estructuras. En el85% (21) son esguinces por inversión (rotacióninterna del pie), que afectan los ligamentos late-rales del tobillo, un 5% (21) afectan al ligamen-to lateral interno o deltoideo y un 10% (21) co-rresponde al resto de la patología articular. Sontres los ligamentos laterales, que ofrecen apoyoa la articulación del tobillo: los ligamentos pe-roneo-astragalino anterior y posterior, y el liga-

mento peroneo-calcáneo. Las lesiones de estostres ligamentos se producen por etapas: El pri-mero en lesionarse es el peroneoastragalino an-terior (66%) (7). Se trata de un ligamento apla-nado, cuadrangular y débil, que refuerza lacápsula, a la que se une anteriormente. Si con-tinúa la fuerza de inversión, el segundo en le-sionarse es el peroneo-calcáneo anterior (22%)(7). Es un ligamento cordonal, plano, más pode-roso y considerado el estabilizador de la articu-lación subastragalina. Por último, se desgarra elligamento peroneo-astragalino posterior (12%)(7), ligamento acintado que estabiliza el despla-zamiento posterior del astrágalo, su lesión aisla-da es muy poco frecuente, y cuando se producesuele ir asociada a fracturas de maléolo poste-rior (22). Otro mecanismo del esguince de tobi-llo es la eversión (rotación externa del antepié).Con una frecuencia del 15% y mayor gravedadque las lesiones de inversión, porque se acom-pañan de una tasa más elevada de fracturas ma-leolales (22). Este mecanismo daña el ligamentodeltoideo, constituido por dos planos, uno su-perficial de cuatro haces y un haz profundo,fuerte, que une el maleolo tibial al astrágalo.

El diagnóstico (7) de las lesiones de tobillo esprincipalmente clínico, basándose en una preci-sa anamnesis y en una exploración reglada, fia-ble y realizada lo más precoz posible, puestoque en pocas horas aparece un importante ede-ma y una contractura antiálgica que dificulta suexploración. Debemos prestar especial atenciónsi existe antecedente de esguinces, si fueron tra-tados correctamente y si existía un tobillo ines-table previamente, porque existe el doble deprobabilidades de tener un segundo esguince enun tobillo con un esguince previo (7, 13).La ex-ploración tiene dos fases diferenciadas: En lainspección prestaremos especial atención a laintensidad de la equímosis y a un edema impor-tante, relacionados con una mayor gravedad; asícomo a la deformidad o aumento del perímetro,un aumento mayor de 4 cm. de perímetro conrespecto al tobillo sano indica rotura ligamento-sa en el 70% (7) de las ocasiones. Maniobras«dinámicas»: Prueba del cajón anterior. Con elpie en posición neutra, la rodilla en flexión de90°, se tracciona con una mano desde la parteposterior del calcáneo, en sentido posteroante-rior, mientras se mantiene fija la tibia en su ter-cio distal, y realizaremos una comparación con

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el tobillo sano. Buscamos laxitud: percepciónde que el recorrido realizado por el tobillo en-fermo es mayor, esto sugiere lesión capsular ydel ligamento peroneo-astragalino anterior. Estamaniobra es explorador dependiente, requirien-do entrenamiento previo a su correcta valora-ción. Prueba de la inversión forzada. Con el pieen flexión de 20° y la rodilla flexionada 90°, re-alizaremos muy lentamente la inversión del to-billo, sujetando el medio pie por la región plan-tar, y fijando el tercio distal de la tibia.Observaremos la existencia o no de «tope» almovimiento y la posible aparición de un surcobajo el talón, como si la piel quedase succiona-da por la región infraperonea («prueba de lasucción»); la existencia de estos signos sugierenuna lesión en el ligamento peroneo-astragalinoanterior y en el peroneo calcáneo. Clunk test oprueba de la rotación externa forzada; explorala sindesmosis: Con la rodilla flexionada 90° yla tibia fija en su tercio distal, el mediopié semueve en sentido medial y lateral, evitandocualquier movimiento de inversión o de ever-sión. La aparición de dolor en la sindesmosis su-giere lesión de la misma (hasta un 11% de losesguinces afectan a la sindesmosis (7), con elconsiguiente riesgo de apertura de la mortaja).Squeeze test o prueba de la presión. Se realizapresionando en el tercio medio de la pierna latibia y el peroné, lo cual provoca dolor distal, anivel de la sindesmosis, sugiriendo también unaposible lesión de la misma. La radiología puedeser de gran ayuda a la hora de descartar la exis-tencia de lesiones óseas asociadas (reglas de Ot-tawa) (23, 24, 25 y 26) o roturas completas liga-mentosas. Actualmente están perfectamentevigentes las «reglas de tobillo de Ottawa» (23,24), y son una guía válida para determinar cuán-do debemos solicitar una radiografía de tobilloo del antepié tras haber sufrido un traumatismo.Dado que sólo un 15% de los traumatismos detobillo y antepié presentan fracturas significati-vas, al realizar la aplicación de dichas reglas,obtendremos una sensibilidad del 100% (f 8, 9)y una especificidad del 50% para las fracturasdel tobillo y del 77% para las fracturas del pie(7). Otros autores no han encontrado esta distri-bución con sensibilidades inferiores (98-95%según los estudios) en las fracturas de tobillo(13, 27, 28). Es decir nos estamos equivocandohasta en 1 de cada 20 tobillos que valoramos.

(¿Es esta una cifra aceptable médico-legalmen-te?) Estas reglas (23, 24) nos indican solicitar ra-diografías del tobillo tras un traumatismo si: Elenfermo no puede mantener la bipedestaciónpor dolor, tras producirse la lesión o en el mo-mento de la exploración en urgencias. El enfer-mo debe poder caminar al menos cuatro pasos(dos con el pie enfermo y dos con el pie sano),aunque sienta dolor o lo haga cojeando. Si exis-te dolor a la palpación, en la mitad posterior delos últimos 6 cms de cualquiera de ambos ma-léolos tibial y/o peroneo. Si existe dolor a lapalpación sobre el hueso escafoides o sobre labase del quinto metatarsiano, solicitaremos unaradiografía del pie. Estas reglas no son igual desensibles, ni de específicas si han pasado másde diez días tras la lesión, es decir, debe tratar-se de traumatismos agudos o si se han autome-dicado con AINES previos a la realización de laprueba. Tampoco son válidas, si se trata de pa-cientes gestantes (papel teratogénico de la ra-diografía en estos casos), si el enfermo es menorde 18 años (aún no se ha producido el cierre delas epífisis, y las epifisiolisis son más frecuentes),o existen lesiones cutáneas o deformidad evi-dente del pie (29, 30, 31). Estas normas han in-crementado la satisfacción en los servicios deurgencias (32). Durante 1996, En Estados Uni-dos se ahorro entre 614.000 y 3.145.00 dólarespor cada 100.000 pacientes, aplicando dichasnormas.(33) Algunos estudios han reducido un5,4% (8) el número de radiografías en niñosusando estas reglas.

Según la gravedad, clasificamos los esguin-ces de tobillo en: Tipo I: Se produce un «estira-miento», una distensión del ligamento afecto,habitualmente es el peroneo-astragalino ante-rior y no existe laxitud articular asociada. El pa-ciente puede caminar, existe dolor leve y en ge-neral los síntomas son escasos. Se produce larotura de menos del 5% de las fibras (7). Tipo II:Se produce la rotura parcial del ligamento. Apa-rece dolor moderado acompañado de una ines-tabilidad articular leve, existe hinchazón y difi-cultad para la deambulación «de puntillas». Elsujeto camina en posición antiálgica, y los sig-nos y síntomas son más evidentes. Se ha produ-cido la rotura del 40%-50% de las fibras. La ex-ploración puede revelar un cajón anterior y/ouna inversión forzada positivos (7). Tipo III: Exis-te una laxitud articular manifiesta con rotura

Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

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completa del ligamento. Aparece dolor intenso,deformidad e hinchazón francas. El sujeto nopuede caminar ni apoyar el pie en el suelo. Lasmaniobras exploratorias son positivas (7).

Según los estudios (33) la incidencia de frac-turas de tobillo ha aumentado claramente des-de principios de los años setenta. Según un es-tudio (34) basado en el Registro de AltasHospitalarias el Hospital nacional de Finlandia,la incidencia de fracturas e tobillo en personasmayores e 60 años se incrementó del 57% en1970, al 130 por mil en 1994. La incidenciaedad-modificada de estas fracturas se incre-mentó también en mujeres desde 66 por mil en1970 a 162 por mil en 1994 y en hombres de38 por mil en 1972 a 82 por mil en 1994. Entrelos factores de riesgo para las facturas de tobi-llo (35) destacan: Un índice de masa corporalaumentado y una historia de tabaquismo, ade-más son factores que contribuyen de forma in-dependiente y por separado en la incidencia deestas fracturas. Ni la menopausia ni otros tras-tornos generales de salud se asociaron con frac-turas de tobillo (35). La mayoría de las fracturasde tobillo (36) son fracturas maleolares (2/3) delas fracturas bimaleolares (1/4) y trimaleolaressólo en un 7%. Las fracturas abiertas son raras,con un porcentaje del 2%.

MATERIAL Y MÉTODOS

En nuestro servicio; hemos valorado las le-siones de tobillo, atendidas en nuestro Serviciode urgencias. Pretendemos conocer las diferen-cias existentes entre las lesiones de tobillo pro-ducidas en la práctica deportiva y la fuera dedicha práctica en cuanto a su distribución porsexo y edad, tipo de lesión, así como el trata-miento. Las variables recogidas para estudiofueron: el sexo, la edad, el tipo de deporte, eltratamiento indicado en urgencias y su destinoposterior. Diseñando un estudio descriptivo, ob-servacional y prospectivo. Sometiendo a estudio256 lesiones de tobillo (178 deportivas y 178 nodeportivas), que han sido valorados por nuestroServicio, durante nueve meses, entre diciembredel 2003 y septiembre del 2004. La recogida dedatos ha incluido a los pacientes mayores de 14años, puesto que los de edad inferior son aten-didos por el Servicio de Urgencias Pediátricas.

La muestra a estudio está constituida exclusiva-mente por pacientes que acuden a nuestro hos-pital, concretamente al Servicio de Urgenciasde Traumatología del Hospital General de Ali-cante, que es un hospital de nivel III. La pobla-ción a la que da cobertura nuestro área de salud(área 18) según el Sistema de Información Po-blacional de la Generalitat Valenciana, abarca a228.905 personas, de las cuales 111.642(48,76%) son hombres y 117.245 (51,24%) sonmujeres. La distribución de esta población poredades y sexo se muestra en el Gráfico 1. Paraatender las patologías urgentes del Área de Ur-gencias del Hospital General Universitario deAlicante, disponemos de una Subárea de Ur-gencias Médicas y una Subárea de UrgenciasTraumatológicas. Donde son atendidos los pa-cientes mayores de 14 años (excluyendo las ur-gencias toco-ginecológicas, atendidas en otroservicio especializado de nuestro hospital). LaSubárea de Urgencias Traumatológicas, estáconstituida por un médico de plantilla, en ser-vicio de 24 horas de presencia física, turnos deun enfermero y un auxiliar de clínica. Por la tar-de y noche, se suma un médico residente, deprimer año de cualquier especialidad. Los pa-cientes, que precisan de ingreso o atención es-pecializada son valorados además por un médi-co especialista adjunto y un médico residentedel Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopé-dica, localizados mediante teléfono móvil.Nuestros datos han sido recogidos en una basede datos, realizada expresamente para el estu-dio, en Office Access Xp y analizados con el pa-quete estadístico Spss 11.01.

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Gráfico 1. Distribución de las edades atendidas en nues-tro centro.

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RESULTADOS

La muestra está compuesta por 256 lesionesde tobillo en mayores de 14 años, que acudie-ron al Servicio de Urgencias Traumatológicas,durante mueve meses. Divididas en dos grupos:1) las lesiones deportivas (178 lesiones). 2) laslesiones no deportivas (178 lesiones)

Distribución por sexo: Si analizamos la mues-tra en función del sexo (Gráfico 2), observamosque la mayoría de las lesiones de tobillo se pro-ducen en varones 231 (65%) y sólo 125 (35%) seproducen mujeres. En las lesiones deportivas, lamayoría se producen en varones: 166 (93%);mientras que las mujeres sólo representan un 7%(12). Si nos fijamos en las lesiones no deportivas,la mayoría de las lesiones se producen en muje-res: 113 (63%), lesionándose los varones en me-nor proporción: 65 (37%).

Si distribuimos los datos en función del sexoen función de la edad. Observando como pre-domina el sexo masculino por debajo de los 35años; se iguala ese predominio en la franja de los36 a 45 años, y predomina el sexo femenino porencima de los 46 años, pero con una tendenciaascendente del sexo masculino (Gráfico 3).

Distribución por edad: La edad media de lamuestra es de 32,03±16.43 años. En las mujeresla edad media es de 39,88±18,85 años, mien-tras que para los varones la edad media fue me-nor (27,68±13,07 años). Para las lesiones depor-tivas la edad media global fue de 22,82±6,91años, para en los varones con lesiones deporti-vas la edad media es de 23,47±6,82 años, sien-do en el grupo femenino de 21,07±7 años. Ana-lizando las lesiones no deportivas; la edadmedia fue de 40,76±19,19 años; siendo los va-

rones con lesiones de tobillo no deportivas laedad media es de 38,30±18,16 años, mientrasque para las mujeres fue de 42,22±18,55 años.

En el Gráfico 4, exponemos como se distri-buyen las lesiones de tobillo en función de laedad. Observando que la mayoría de las lesio-nes se producen por debajo de los 30 años.También debemos destacar que no existen le-siones deportivas por encima de los 50 años.

El grafico 5 recoge la distribución del tipo delesiones en función de los subgrupos de edad.Observando como conforme aumenta la edadva disminuyendo el porcentaje de lesiones de-portivas y aumenta el de lesiones no deportivas.Solamente es superior el número de lesiones de-portivas por debajo de los 25 años; se igualanambos tipos de lesiones en la franja de edad en-tre 26 y 35 años. Momento a partir del cual dis-minuye drásticamente la patología deportiva.Para destacar que por encima de los 56 años noexisten lesiones deportivas.

Gráfico 2. Distribución por sexo y grupos. Gráfico 4. Distribución de las edades en los subgrupos.

Gráfico 3. Distribución del sexo en función de la edad.

Esta distribución es muy diferente a la denuestra población de referencia por los que enla Tabla I observamos la distribución por sexo,edad y tipo de lesión de nuestra muestra. En lascolumnas 2, 3 y 4 observamos la distribución dela población a la que damos cobertura. Desta-cando que la mayoría de la población se distri-buye entre los 15 y los 44 años, estando bastan-te equilibrada la distribución en función delsexo, predominando el sexo masculino por de-bajo de los 34 años momento a partir del cualva aumentando la proporción de mujeres. En lascolumna 5, 6 y 7 observamos la distribución deltotal de nuestra muestra. Observando como sibien globalmente predomina el sexo masculinoy las lesiones por debajo de los 34 años, encon-

tramos dos zonas muy distintas: Al igual que enla población general por debajo de los 34 añospredomina el sexo masculino; entre los 35 y los44 años se iguala la proporción de hombres ymujeres, y por encima de los 45 predomina cla-ramente el sexo femenino. En las columnas 8,9y 10: exponemos la distribución de las lesionesen deportistas: Observamos que no hay lesionespor encima de los 54 años y que su distribuciónes prácticamente anecdótica por encima de los34 años. Otro dato que debemos destacar el cla-rísimo predominio en todas las franjas de edaddel sexo masculino. Por ultimo en las columnas11, 12 y 13 exponemos la distribución en las le-siones no deportivas. Observamos una distribu-ción más homogénea de las lesiones en funciónde la edad, con un claro predominio global-mente del sexo femenino. Encontrando comopredomina en todas las franjas de edad; menosentre los 25 y 34 años donde predomina leve-mente es sexo masculino.

Distribución por tipo de lesión: Hemos agru-pado las lesiones en seis subcategorías: 1) Liga-mentosas: Lesiones que afectan a los ligamentosindependientemente de si son del complejo in-terno o externo. 2) Fracturas: Objetivadas en laradiografía de tobillo con dos proyecciones, sinluxación articular. 3) Contusión: Dolor sin afec-tación interna a la exploración y en la radiogra-fía de tobillo. 4) Tendinitis: Afectación de la vai-na tendinosa a la exploración física (tanto del

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18PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-10092

Tabla I. Distribución por edad, sexo y grupo.

Gráfico 5. Distribución lesión en función de la edad.

tendón de Aquiles como de los peroneos). 5)Herida cuando se objetiva solución de continui-dad en la piel y sin afectación de fractura o lu-xación. 6) Luxación: Luxación de la articulacióndel tobillo asociada o no a fractura.

En la tabla II mostramos la distribución deltipo de lesiones antes descrito en función de losdistintos grupos sometidos a estudio. Observa-mos como en todos los grupos de nuestro estu-dio, la lesión más frecuente es la ligamentosa;encontrando su mayor impacto en las mujeresdeportistas (92,86%). La fractura de tobillo es lasegunda lesión en frecuencia; siendo más fre-cuente en el grupo de no deportistas. Las contu-siones son más frecuentes en las mujeres no de-portistas, Destacamos respecto a las tendinitis,que a pesar de distribuirse muy homogénea-mente en función de la etiología, no se hayanregistrado casos de tendinitis en mujeres. Otralesión que no hemos encontrado en las mujeresson las heridas, que predominan en las lesionesdeportivas, pero siempre en el subgrupo mascu-lino. Frente a estos datos las luxaciones de tobi-llo solo las hemos encontrado en las mujeres nodeportistas.

Si analizamos horizontalmente la tabla II.Observamos como globalmente las lesiones detobillo son predominantemente ligamentosas,seguidas a mucha distancia por las fracturas, y elresto de los tipos lesivos son prácticamente mar-ginales. Los varones siguen la misma distribu-

ción global salvo por no aparecer luxaciones ensu subgrupo. Mientas que las mujeres carecende lesiones tendinosas o heridas. En el subgrupode los deportistas destaca la ausencia de luxa-ciones. Mientras que los no deportistas destacael aumento de fracturas con respecto a los de-portistas.

Distribución por tratamiento y destino: Lospacientes recogidos se han dividido en dos gru-pos los que han ingresado en el hospital (siem-pre en traumatología) y los dados de alta desdeurgencias. Estos a su vez se han dividido en fun-ción del tratamiento recibido previo al alta hos-pitalaria desde nuestro servicio. Los tratamien-tos recibidos en urgencias los hemos agrupadoen tres categorías: a) Los pacientes que necesi-tan sutura en nuestro servicio por parte del staffdel servicio de urgencias, se han consideradotratamiento quirúrgico. b) Los pacientes quehan necesitado una inmovilización (indepen-diente de tratarse de una férula o un vendaje) sehan considerado ortopédico. c) Y los pacientesque sólo han precisado tratamiento médico sehan agrupado dentro de la categoría de sinto-mático.

Exponeos la distribución de los tratamientosen urgencias en los distintos grupos de nuestroestudio, así como la necesidad de ingreso entraumatología. Observando como en todos lossubgrupos predominan las altas desde urgen-cias con tratamiento ortopédico. El tratamiento

Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

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Tabla II. Tipo de lesión en función del subgrupo.

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sintomático predomina en las mujeres no de-portistas (grupo donde también predominan lascontusiones). El tratamiento quirúrgico predo-mina en los varones no deportistas. Y los ingre-sos en traumatología predominan en las muje-res no deportistas. Si nos fijamos en el sexo losvarones reciben más tratamiento sintomático yquirúrgico; mientras que las mujeres necesitanmás ingresos en traumatología. Igualmente losdeportistas reciben más tratamiento sintomáticoy quirúrgico; mientras que los no deportistasnecesitan más ingresos en traumatología (Grafi-co 6).

Observamos la distribución del tratamiento-destino en función de la edad y la etiología dela lesión. Observamos como la mayoría de lostratamientos son ortopédicos. Siendo inclusodel 100% en los deportistas de 46-55 años y enlos no deportistas entre los 56-65 años. El menornúmero de tratamientos ortopédicos se registraen los deportistas entre los 36-45 años. En cuan-to al tratamiento quirúrgico se localizan en ma-yor número en los deportistas entre los 36-45años. El tratamiento sintomático se encuentra enjóvenes, principalmente en menores de 35 años,predominando en los deportistas de 26-35 años.En cuanto a los ingresos predominan en los nodeportistas de 26-35 años (Grafico 7).

Mostramos la distribución de los ingresos.Globalmente los ingresos predominan en lasmujeres (62%). Al igual que en el global perocon mayor proporción, la mujeres son las quepresentan mayor número de ingresos (80%) enlas lesiones no deportivas. Mientras que en las

lesiones deportivas el 100% corresponden a losvarones (Grafico 8).

En la tabla III observamos como se distribuyeel tratamiento-destino en los distintos subgruposde nuestro estudio. Si analizamos la tabla 3 ver-ticalmente en las columnas 2 y 3, observamoscomo el principal tratamiento de nuestro estu-dio es el ortopédico (89%). Predominando cla-ramente en todos los subgrupos analizados, pe-ro con un leve predominio en los subgruposfemeninos (92,12%). En las columnas 4 y 5: Ob-servamos la distribución del tratamiento sinto-mático. Predominado globalmente en los varo-nes (4,38%) sobre las mujeres (0,78%); peroalcanzando sus mayores registros en las mujeresdeportistas (Subgrupo donde predominan lascontusiones). El tratamiento quirúrgico (colum-nas 6 y 7), también predomina en los varonescon respecto a las mujeres, logrando sus mayo-res registros en el subgrupo de los varones no

Gráfico 6. Distribución de destino en función del trata-miento subgrupo. Gráfico 8. Distribución por ingresos y grupos.

Gráfico 7. Distribución de destino en función de la edaddel subgrupo.

Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-10021 95

deportistas (4,87%). Si nos fijamos en las co-lumnas 8 y 9, observamos como la mayoría delos ingresos se dan en las mujeres, con un claropredominio en las mujeres no deportistas (sub-grupo donde predominan las luxfracturas de to-billo).

Si analizamos horizontalmente esta mismatabla. Observamos como en la fila número 3,la distribución global de los tratamientos tieneun claro predominio hacia el tratamiento orto-pédico, siento los otros tres subgrupos bastan-te homogéneos en cuanto a su proporción. Sinos fijamos en los varones destaca el aumentode los tratamientos quirúrgicos y la disminu-ción de los ingresos con respecto al global. Enel grupo femenino, destacamos la alta propor-ción de tratamiento ortopédico, así como el al-tísimo índice de ingresos con respecto al glo-bal y al sexo masculino. En el subgrupo de losdeportistas destaca el aumento del tratamientosintomático, y la baja incidencia de ingresos.Si nos fijamos en el subgrupo de los varonesdeportistas, destaca que existen ingresos y tra-tamiento quirúrgico por lesiones deportivas, enrelación al subgrupo de mujeres deportistas. Eneste último grupo además de la ausencia de in-gresos y tratamiento quirúrgico, destaca el ele-vado número de tratamiento sintomático asícomo la alta cifra de tratamiento ortopédico. Sinos centramos en los no deportistas destaca elbajo número de tratamiento sintomático y elalto índice de ingresos de este subgrupo. Para

los varones no deportistas debemos destacarque es el grupo con menor tratamiento ortopé-dico y más alto tratamiento quirúrgico. Ademásdebemos destacar la gran diferencia de la pro-porción de ingresos con respecto a las mujeresno deportistas. Si nos fijamos por último en elsubgrupo de mujeres no deportistas, destaca laalta incidencia de tratamiento ortopédico so-bre todo en relación a los varones de su sub-grupo, la ausencia de tratamiento sintomáticoy la alta incidencia de ingresos, coincidiendocon el grupo donde más frecuentemente seproducen luxofracturas.

Distribución por deporte y sexo: En la tablaIV, analizamos la distribución del sexo por de-porte, Globalmente observamos como el 92%son varones, predominado el sexo masculino encasi todos los deportes registrados menos en elaeróbic, la gimnasia y la equitación. El deporteque mas frecuentemente lesiona el tobillo es elfútbol (60,6%), seguido del baloncesto (12,3%)y el atletismo (6,1%).

Distribución por deporte y lesión: En la tablaV observamos la distribución del tipo de lesionesen función del deporte practicado. Destacamosque las lesiones ligamentosas son las más fre-cuentes en casi todos los deportes analizados.Con respeto a las fracturas destaca el alpinismoy el monopatín como los deportes que más frac-turas producen, las contusiones se producen engimnasia y equitación, en menor medida en eltenis y aún menos en el fútbol, no existiendo en

Tabla III. Distribución del tratamiento-destino.

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22PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR, 2005; 3 (2): 87-10096

tistas que se lesionan jugando al fútbol, ningunoprecise ingreso.

DISCUSIÓN

Las lesiones de tobillo se producen en varo-nes por debajo de los 35 años, mientras que porencima de esta edad predominan las lesiones enel sexo femenino. Las lesiones deportivas ocu-rren principalmente en los varones, tanto glo-balmente, como en las distintas franjas de edad.En el grupo de las lesiones no deportivas predo-

el resto de los deportes analizados. Las tendinitissólo se han registrado en el futbito y el tenis. Lasheridas únicamente se registran en el ciclismo.

Distribución por deporte y tratamiento-desti-no: En la tabla VI observamos el tratamiento-des-tino en función del deporte. Encontrando queglobalmente la mayoría de los deportes recibentratamiento ortopédico (89,3%). El tratamientosintomático se recibe en el fútbol (5,5%), bulbi-to (25%) y equitación (100%). El quirúrgico seda en el fútbol, baloncesto y atletismo. Y los in-gresos en traumatología se dan en tenis, gimna-sia y alpinismo. Destaca que de los 108 depor-

Tabla IV. Deporte y sexo.

Tabla V. Deporte y lesión.

Lesiones de tobillo: diferencias entre lesiones deportivas y no deportivas

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minan las lesiones en las mujeres en todas lasfranjas de edad, menos en las de 25-34 años.Según algunos estudios, en las edades compren-didas entre los 15 y los 45 años, la frecuencia delesiones aumenta con la edad (37). Estos datosno concuerdan con nuestra serie donde las ma-yoría de las lesiones se producen en edades in-feriores a 35 años.

La incidencia más alta de fracturas de tobillo(33) se produce en mujeres mayores. Datos quese corroboran completamente en nuestro estu-dio. Donde con la edad aumenta el número defracturas y luxofracuras sobre todo en el sexo fe-menino. Las luxofracturas (lesión más grave detobillo) sólo se producen en mujeres mayores yno deportistas.

La frecuencia de fractura en el paciente queacude por trauma en la región del tobillo es deun 12 a un 15% (5,9). En nuestro estudio esta ci-fra se sitúa en el 14,33% oscilando entre el11,79% de los deportistas y el 16,8% en los nodeportistas.

Se lesionan más los hombres (83,49 por100), que las mujeres (16,51 por 100) (37). Ennuestro estudio globalmente las lesiones en va-rones son un 65% frente a las femeninas querepresentan un 35%. Estos datos no se corres-ponden al subgrupo de los no deportistas don-de las lesiones son más frecuentes en mujeres(63%).

La prevalencia de lesiones directamente rela-cionadas con la edad determina un 67,85% de

lesionados entre los menores de 25 años frenteal 100% de los mayores de 36 años; en el seg-mento intermedio, un 80,55 por 100 (37).

Al igual que en nuestro estudio Marante (37)afirma que los hombres deportistas se lesionanmás que las mujeres (93% frente al 7% en nues-tro estudio). Estos datos concuerdan con nues-tros datos, aunque también habría que tener encuenta los factores sociales que hacen que lasmujeres practiquen menos deporte que los va-rones. En cuanto a la edad de la muestra pode-mos afirmar que al igual que en otros estudioses una lesión que se produce con mayor fre-cuencia entre los 21-30 (7) años de edad (15-35años en nuestro estudio), posiblemente relacio-nado con un mayor incremento de la actividaddeportiva en estas edades. Cuando el esguinceaparece en sujetos más jóvenes o más mayoressuele evolucionar peor, es decir la lesión sueleser más grave (7); esto concuerda con nuestrosdatos donde observamos que cuando aumentala edad aumenta la incidencia de solucionesquirúrgicas.

Al igual que nuestro estudio, hemos encon-trado otros estudios en que las mujeres quepractican baloncesto sufren una mayor inciden-cia de lesiones de tobillo (la lesión más frecuen-te en las mujeres deportistas de nuestro estudio).Concretamente en el estudio de Vázquez Villa(14) las lesiones del ligamento lateral interno su-ponen un 70,58% de las lesiones en un equipode baloncesto. En este mismo estudio nos refie-

Tabla VI. Deporte y tratamiento.

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re que la lesión mas frecuente en las lesiones delas jugadoras de baloncesto es las lesiones liga-mentosas con un 80,39% de los lesiones (El100% en nuestro estudio).

La tipología de las lesiones y su frecuenciaestá muy relacionada con las características in-trínsecas de la sociedad que estudiemos ya queestas características condicionan sus hábitos yestos hábitos sus deportes. Por ejemplo en Ca-nadá se práctica el esquí y los estudios demues-tran que en este deporte el 25,6% de las lesio-nes se localizan en el tobillo (38) mientras queen nuestro ámbito (donde las nevadas son unacontecimiento digno de primera plana en lasperiódicos locales) no tenemos ningún caso delesión de tobillo asociada al esquí. El fútbol es eldeporte por excelencia en nuestro país y esopropicia que la mayoría de las lesiones (de nues-tro estudio) se produzcan en este deporte ade-más observamos como este deporte tiene mayortendencia a lesiones en las partes dístales delcuerpo (1) como el tobillo y el pie.

La razón por la que el fútbol es un deportecon un alto contenido de lesiones en la zonadistal del miembro inferior se debe tanto a lascaracterísticas intrínsecas del propio deporte co-mo a el contacto jugador a jugador (39) que pro-ducen contusiones con malos apoyos y la con-siguiente eversión, inversión o rotación quecondiciona la lesión. Otro de los factores quecondicionan las lesiones son las condiciones dela cancha deportiva así en competiciones al ai-re libre las condiciones meteorológicas condi-cionarían el estado de terreno de juego y las le-siones. Así las condiciones de lluvia o hielo (40)aumentan el número de lesiones de rodilla y to-billo debido a los problemas de agarre del cal-zado al suelo. Dicha inestabilidad condiciona lamayor generación de esguinces bajo lluvia. Encuanto al tratamiento de las lesiones hemos en-contrado (41) valores similares a los nuestrossiendo la mayoría del tratamiento ortopédicosiendo el tratamiento quirúrgico prácticamenteanecdótico (41). En nuestro estudio en los de-portistas el tratamiento quirúrgico representa el3,9%. Mientras que globalmente representan el3,6% de la muestra.

Es natural que el fútbol sea el deporte quemás lesiones deportivas aporte a nuestro estu-dio dado la alta participación de este deporteen nuestro país, a pesar de que las lesiones en

forma de esguince de tobillo en varones profe-sionales oscilan según los estudios entre el11% (42), 14% (43), llegando a un 16% (44);esta cifra aumenta hasta un 22,8% (45) en lasmujeres aficionadas. Diversos estudios han re-lacionado este aumento de la frecuencia enmujeres a hiperlaxitudes (46) ligamentosas de-rivadas de las hormonas propias de su género.Los ligamentos del tobillo son los más afecta-dos de acuerdo con la literatura (47). Estos da-tos explicarían la lata frecuencia de lesiones li-gamentosa en las mujeres deportistas (casi un93% de las lesiones son ligamentosas). El fac-tor sexo (femenino) obra en contra de la mayorfragilidad lesional de la mujer, considerándosetres factores negativos para la práctica del de-porte: fisiológicamente presenta una menormasa muscular (un 15 por 100 menos), unamayor laxitud articular y una circulación peri-férica más deficitaria (37).

CONCLUSIONES

Las lesiones deportivas ocurren en varonesde 22 años de edad, que juegan al fútbol predo-minando la lesión ligamentosa que recibe trata-miento ortopédico y es dada de alta desde elServicio de Urgencias.

Las lesiones no deportivas ocurren en mujeresde 40 años. Este grupo precisa con mayor fre-cuencia ingreso en el Servicio de Traumatología.

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