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Opción, Año 27, No. 64 (2011): 13 - 45 ISSN 1012-1587 Plutocracia, nueva derecha y securitización de los recursos naturales estratégicos en América Latina: una reflexión necesaria Robinson Salazar P. Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa, México www.insumisos.com [email protected] Resumen La Securitización es un concepto novedoso que ha incursionado en el área económica para dar certidumbre a las transferencias o bonos de inversión a corto, mediano o largo plazo; en el ámbito castrense, a partir de la década de los 80 con la instrumentación de la denominada Guerra de Baja Intensidad, las tareas preventivas de los organismos y cuerpos policiales fueron confiscadas, por decreto o estado de excepción, y pues- tas bajo vigilancia y control de los cuerpos armados. Actualmente la plu- tocracia ha exigido a los Estados y gobiernos a introducir la variable se- curitización en la seguridad pública y de paso incorpora los delitos de te- rrorismo, crimen organizado, narcotráfico y protestas populares a la agenda pública interna, re-direcciona el rol de los militares hacia asuntos y temas de seguridad pública, criminaliza los actos que atentan contra los inversores y explotadores de nuestros recursos naturales estratégicos. Palabras clave: militarización, securitización, policía, plutocracia y re- cursos naturales estratégicos. Recibido: 21 de marzo de 2011 Aceptado: 09 de junio de 2011

08.Plutocracia

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Salazar, Robinson P. “Plutocracia, nueva derecha y securitización de los recursos naturales estratégicos en América Latina: una reflexión necesaria.” Opción. No. 64 (2011): 13-45.

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Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45ISSN 1012-1587Plutocracia, nueva derechay securitizacin de los recursosnaturales estratgicos en AmricaLatina: una reflexin necesariaRobinsonSalazarP.Investigador de la Universidad Autnoma de Sinaloa, [email protected] Securitizacin es un concepto novedoso que ha incursionado enel rea econmica para dar certidumbre a las transferencias o bonos deinversin a corto, mediano o largo plazo; en el mbito castrense, a partirde la dcada de los 80 con la instrumentacin de la denominada Guerrade Baja Intensidad, las tareas preventivas de los organismos y cuerpospoliciales fueron confiscadas, por decreto o estado de excepcin, y pues-tas bajo vigilancia y control de los cuerpos armados. Actualmente la plu-tocracia ha exigido a los Estados y gobiernos a introducir la variable se-curitizacin en la seguridad pblica y de paso incorpora los delitos de te-rrorismo, crimenorganizado, narcotrficoyprotestaspopularesalaagenda pblica interna, re-direcciona el rol de los militares hacia asuntosy temas de seguridad pblica, criminaliza los actos que atentan contra losinversores y explotadores de nuestros recursos naturales estratgicos.Palabras clave: militarizacin, securitizacin, polica, plutocracia y re-cursos naturales estratgicos.Recibido: 21 de marzo de 2011 Aceptado: 09 de junio de 2011Plutocracy, the new right and securitizationof natural strategic resources in LatinAmerica: a necessary reflectionAbstractSecuritizationisanovelconceptthathasenteredtheeconomicfield and refers to giving certainty to transfers or investment bonds in theshort, medium or long term. In the military field, starting in the 1980swith implementation of so-called low intensity warfare, the preventivetasks of lawenforcement agencies were confiscated by decree or state ofemergencyandplacedunder surveillanceandcontrol of thearmedforces.Currently,theplutocracyhasrequiredthatstatesandgovern-ments introduce the securitization variable in public safety, incorporat-ing crimes of terrorism, organized crime, drug trafficking and mass pro-tests on the domestic public agenda, re-directing the militarys role topublic security affairs and issues, and criminalizing acts that threaten in-vestors and exploiters of our strategic natural resources.Keywords: militarization, securitization, police, plutocracy, strategicnatural resources.INTRODUCCINLos partidos y gobiernos de la nueva derecha en Amrica Latina apartir de 1982 iniciaron una etapa de reestructuracin con tres fases im-portantes, A) la de incorporar a los empresarios a la poltica, amoldar elEstado acorde a los intereses de sus negocios y obtener canonjas enexencin de impuestos y controlar las obras gubernamentales licitadas,B) crear una alianza estratgica entre propietarios de medios de comuni-cacin, capital financiero y empresarios ligados a negocios internacio-nales para cerrar el crculo y construir un dominio cultural, econmico ypoltico de proporciones hegemnicas que pudiesen romper, contener yexterminar los brotes de voces y acciones opositoras al modelo neolibe-ral,criminalizarlasprotestasymovimientossociales,ylegislarparadesconocer derechos polticos y laborales hasta dejar a los trabajadores yfuerzas opositoras en un estado de indefensin absoluta y, C) desmontarpoco a poco la poltica, anular la capacidad procuradora del Estado y enRobinson Salazar P.14 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45un futuro remplazar a los partidos polticos por asociaciones legislativasy funcionarios al servicio de las empresas para crear leyes, privatizar laasistencia social y eliminar las reivindicaciones que gozan los trabajado-res y empleados hasta dar forma a un tipo de nueva organicidad sin ante-cedentes en la historia ni capacidad de explicar la reproduccin social dela sociedad en el Siglo XXI.El panorama descrito aun no tiene un mapa de configuracin, sonvetas y tendencias que avizoramos por los acontecimientos de nuestravida cotidiana, donde 20 pases controlan el 80% de la produccin y co-mercio mundial, lucran con las crisis financieras, se niegan a pagar im-puestos y seguros de liquidez, provocan volatilidad al trasladar sus fortu-nas e imponen gobernantes y condicionan a gobiernos para generar em-pleos a cambio de legislaciones antipopulares.Lafuerzadesusexigenciasylaorganicidadconstruidaanivelmundial, los caracteriza como fuerza hegemnica, con firmes alianzascon agentes y actores estratgicos en el ramo meditico, militar, finan-ciero y poltico quienes vinculados con los organismos internacionaleshan creado una plutocracia que domina varias estructuras del sistema ca-pitalista postindustrial.Las grandes compaas imponen criterios en la Organizacin deNaciones Unidas desde 1978, las corporaciones ligadas a los negociosdel petrleo, industria farmacutica y otras ms que suman 44 en totalparticipan en Global Compact desde el 2002 como representantes de laSociedad Civil; los magnates de la industria de armas son los mismos delas cadenas mediticas y a partir de 1995 los consorcios econmicos im-ponen las poltica educativas, reformas laborales, cambios estructuralesy de comercio a travs de la Organizacin Mundial de Comercio-OMC-,lo que arroja un bosquejo nuevo mapa del gran poder que han construidolas sociedades trasnacionales en el mundo contemporneo.Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 15ELCUADRO CONCENTRAELPODER DE LAPLUTOCRACIALa voracidad para extraer riquezas a travs de minas, cultivos ex-tensivos e intensivos, la depredacin del medio ambiente, el control so-bre los recursos naturales estratgicos, la sencilla movilizacin de recur-sos y dinero, los boicot que provocan a gobiernos opositores y la insensi-bilidad portada al tener conocimiento de la existencia de 1.500 millonesde pobres, mil millones de nuevos pobres, tasas de desempleo sobre el12% y la pauperizacin cada da mayor de los salarios y pensiones, losorilla a confrontar y tensionar la relacin con la derecha poltica organi-zada en partidos gobernantes, porque la alianza construida ayer, es noci-va hoy al interior de los partidos neoconservadores en la medida que aco-ta sus espacios de maniobra, los someten a los intereses empresariales yla construccin de legitimidad est en riesgo , debido al desfalque en lasarcas pblicas de los pases latinoamericanos a causa de los rescates fi-Robinson Salazar P.16 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45Poblacin mundial: 6.800 millones, de los cuales1.020 millones son desnutridos crnicos (FAO, 2009)2.000 millones no tienen acceso a medicamentos (www.fic.nih.gov)884 millones no tienen acceso a agua potable (OMS/UNICEF 2008)924 millones sin techo o en viviendas precarias (UN Habitat 2003)1.600 millones no tienen electricidad (UN Habitat, Urban Energy)2.500 millones sin sistemas de drenajes o cloacas (OMS/UNICEF 2008)774 millones de adultos son analfabetos (www.uis.unesco.org)18 millones de muertes por ao debido a la pobreza, la mayora de nios menores de 5aos. (OMS)218 millones de nios, entre 5 y 17 aos, trabajan a menudo en condiciones de escla-vitud y en tareas peligrosas o humillantes como soldados, prostitutas, sirvientes, en laagricultura, la construccin o en la industria textil (OIT: La eliminacin del trabajo in-fantil: un objetivo a nuestro alcance, 2006)Entre 1988 y 2002, el 25%ms pobre de la poblacin mundial redujo su participacinen el ingreso mundial desde el 1,16% al 0,92%, mientras que el opulento 10% msrico acrecent sus fortunas pasando de disponer del 64,7 al 71,1%de la riqueza mun-dial. El enriquecimiento de unos pocos tiene como su reverso el empobrecimiento demuchos.Slo ese 6,4 %de aumento de la riqueza de los ms ricos sera suficiente para duplicarlos ingresos del 70% de la poblacin mundial, salvando innumerables vidas y redu-ciendo las penurias y sufrimientos de los ms pobres.Si tan slo se pudiera redistribuir el enriquecimiento adicional producido entre 1988 y2002 del 10%ms rico de la poblacin mundial, dejando intactas sus exorbitantes for-tunas.Fuente: Boron, Atilio. Sepa lo que es el capitalismo en http://www.rebelion.org/noti-cia.php?id=105848nancieros al carecer de recursos pblicos para instrumentar polticas p-blicas y reproducirse como partido poltico.La implosin que registra la alianza neoconservadora con los em-presarios est acompaada de los escenarios de riesgo vislumbrados envarias espacialidades latinoamericanas, donde las medidas econmi-cas y flexibilidad laboral abonan el terreno en direccin de conflictivi-dades a mediano plazo, aun ms, los cambios en el rgimen de jubila-ciones posponen el ingreso de contingentes de jvenes al mercado la-boral sin ofrecer una vlvula de escape a la presin ejercida por actoresexcluidos, sin trabajo, sin derechos e invisibilizados por los medios decomunicacin.El monto de la deuda externa (pblica y privada), su respectiva de-manda de pago de servicios, los intereses onerosos, la venta de los acti-vos pblicos y la poltica fiscal que exime a los grandes empresarios acontribuir en la cuenta pblica, dirige al Estado a la bancarrota y lo re-caudado no alcanza para cumplir los compromisos mnimos, de persistirla tendencia descrita la crisis puede tener mayores proporciones y de es-tragos maysculos adems de aproximaciones a desembocar en escena-rios de violencia poltica.ESTRATEGIADE LANUEVADERECHALa nueva derecha plutocrtica ha diseado y puesto en operacinun sistema de dominio que atiende varios frentes de control frreo, cuyascaractersticas son tramas, redes y alianzas entre corporativos para anu-lar la capacidad de reaccin de los grandes segmentos dominados.En el rea de la comunicacin de masas, electrnica y de entreteni-miento han concentrado grandes centros y empresas oligoplicas en unsolo frente para desestructurar pensamientos, ideologas, desimbolizarlenguaje de guerra, simular confrontaciones blicas, estigmatizar gruposypueblos, construirideolgicamenteenemigoseimponerunpensa-miento unidireccional y nico con la intencin de uniformar a escala pla-netaria el ensimismamiento humano.Participan en este frente de batalla Genaral Electric (NBC, VivendiUniversal), AOL-Time Warner, At&T Corp, Viacom Inc.,Walt Disney,News Corp, Bertelsmann, Sony y Liberty Media Corp.Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 17La produccin de artculos, pelculas, equipo electrnicos, progra-mas de ocio no es slo lo que producen estas empresas, sino que sus inte-reses y ligas estn vinculadas con empresas productoras de equipo de ar-mas de guerra, recoleccin de residuos txicos y distribucin de agua po-table (Teitelbaum, 2010) toda esta red con una clara intencin de domi-nar la vida planetaria.Asimismo, General Electric produce piezas para la industria blica,es propietaria de National Broadcasting Company y obtuvo acciones deVivendi Universal que controla el 80% del grupo media en EE.UUU.Lo mismo ocurre en Italia y Francia donde personajes como SilvioBerlusconi y los galos el Grupo Matra que es el mismo Grupo Lagardrerene en su seno la aeronutica militar con Hachette, Vivendi UniversalPublishing, Larousse entre otras, dedicados a la industria editorial.El otro circulo de embate son las empresas farmacuticas y mono-polios de laboratorios que vinculados con la multinacional Monsanto,han trabado la alianza estratgica para controlar el mundo de los nego-cios de produccin y comercializacin de alimentos, la creacin de nue-vos medicamentos, control de patentes de uso poltico-militar de bacteri-cidas. Indudablemente que el eje alimentos-medicamentos y bacteriastiene que ver con el factor territorio, elementos indispensables para lle-var a cabo una guerra.En el territorio se encuentran los recursos naturales estratgicos,aun cuando la minera es tan agresiva y peligrosa como los transgnicos,ya sea por afectaciones de comunidades, contaminacin, enfermedadesemergentes,acaparamientodetierras,desplazamientosdecomunida-des, incumplimientos de compromisos por las empresas extranjeras ysistema de despojo de recursos, los dos mundos de negocios estn nti-mamente ligados bajo la estrategia de dominacin planetaria.De las 500 empresas industriales norteamericanas ms grandes, lasfarmacuticas son unas de ellas y los beneficios que reciben del erario sonexcepcionales, las inversiones, gastos en investigaciones y marketing sondeducibles de impuestos, el impuesto sobre las ganancias es de 16.3%, de-bajo de la media de otras empresas que flucta en un 27.3%. Tienen ganan-cias arriba de los 65 mil millones de dlares anuales, sus inversiones sonmayores en marketing que en investigacin, a pesar de que el Estado en2008 en Estados Unidos erog el 85%de los fondos para la investigacin yRobinson Salazar P.18 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45las empresas farmacuticas slo el 14%, lo que nos dice que es una in-dustria que funciona con perfil paraestatal pero apropiacin privada.La minera es otro frente de saqueo, ms de 200 proyectos minerosen ejecucin a lo largo y ancho de Amrica latina en el 2010, las comuni-dades afectadas por las irresponsabilidades de los inversores de las minas,de ah que existan200conflictos sinque avistemos la orilla de la solucin.CONFLICTOS MINEROS EN AMRICALATINALas regalas que entregan al Estado no sobrepasa el 1%, el dao a latierra es incuantificable, dado que contaminan ros, tierras de riego, afec-tan a comunidades enteras con malformaciones genticas el uso del cia-nuro sigue siendo el factor principal que lastima la vida de la naturaleza yhumana en la medida que altera el sistema de salud.Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 19Pas Conflicto Proyecto Empresas ComunidadesArgentina 30 43 37Bolivia 6 7 21Brasil 21 37 34Chile 28 42 34Colombia 32 21 20Costa Rica 3 4 3Ecuador 5 4 5El Salvador 2 3 4Guatemala 4 7 4Honduras 2 4 2Mxico 13 17 15Nicaragua 3 6 7Panam 5 7 5Per 26 42 28R. Dominicana 3 2 2Trinidad y Tobago 1 1 1Conflictos registrados: 154Proyectos implicados: 184Comunidades afectadas: 222Tomado de : http://www.olca.cl/ocmal/index.php Observatorio de Conflictos Minerosde Amrica Latina, OCMAL, 12/10/2010Mineras y siembra extensiva de Soja, maz, legumbres, trigo, sorgo,girasol, arroz, avena y frijol, se experimenta ahora con la papa entre otroscultivos que acaparan47millones de hectreas enel sur de Amrica latina,y slo la soya representa el 50% de la superficie mundial sembrada.En produccin de soja, Brasil produce el 27%, Argentina 17%, Para-guay 2% y Bolivia 1%., la derrama de pesticidas y agroqumicos utiliza-dos para obtener mayor rendimiento de las plantaciones de soja provocaenfermedades, malformaciones congnitas y abortos espontneos en laspoblaciones que quedan bajo las fumigaciones y el panorama es dantescoen la regin del Chaco argentino y paraguayo, donde la poblacin mani-fiesta en su cuerpo los estragos del Glifosato que inhibe la sntesis de losaminocidos aromticos (fenilalanina, tirosina y triptfano), a travs deinterferir enla ruta metablica del cidochiqumico. Apartir del cidochi-qumico se producen adems otros productos aromticos como ligninas,alcaloides, flavonoides, cidos benzoicos y fitohormonas propias del me-tabolismo secundario como los aleloqumicos. De hecho, un 20%del car-bono que es fijado en la fotosntesis es utilizado en esta ruta metablica.El glifosato es un cido, pero se usa comnmente como sal, siendola forma ms utilizada la sal isopropilamina (IPA) de N-(fosfonometil)glicina, adems, es altamente soluble en agua y prcticamente insolubleen solventes orgnicos.Su presencia en los suelos cultivables puede llegar a 360 das, conun impacto en ltimos das de 20%.Las minas de igual forma contaminan con plomo, con cadmio, ar-snico, bixido de sulfuro y as sucesivamente; sufre una contaminacingenocida. Impactan dramticamente las cuencas hidrolgicas, fauna yflora, altera el paisaje y coloracin de la tierra por la oxidacin de los sue-los. La salud es afectada con problemas pulmonares, de piel, cada delcabello,cegueraprecoz,pocaabsorcindenutrientesenelcuerpoyafectaciones en el hgado.SECURITIZADALAS INVERSIONES E INDUSTRIAEXTRACTIVALa intencionalidad de mantener el control sobre las riquezas con t-tulos de perpetuidad irrenunciable y sin obstculo alguno ni crtica quedesnude el lenguaje lmpido de la prosperidad, los inversores extranje-ros, la generacin de empleos y el desarrollo del sur, llev a la plutocra-Robinson Salazar P.20 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45cia planetaria a instrumentar la securitizacin como medida de control,represin y limpieza social en todos aquellos lugares donde las inversio-nes peligren, las comunidades campesinas se opongan a la extraccin deminerales o represas de ros y los movimientos populares cierren cami-nos para evitar la explotacin.La Securitizacin es un concepto novedoso que ha incursionado enel rea econmica para dar certidumbre a las transferencias o bonos deinversin a corto, mediano o largo plazo, de ah que es recurrente escu-char o leer sobre una inversin securitizable o instrumentos de inversinque sonsecuritizados para brindar mayor confianza enel inversionista.En el mbito militar, a partir de la dcada de los 80 con la instru-mentacin de la denominada Guerra de Baja Intensidad, las tareas pre-ventivas de los organismos y cuerpos policiales fueron confiscadas, pordecreto o estado de excepcin, y puestas bajo vigilancia y control de loscuerpos armados castrenses, la seguridad pblica pas a incorporarse ala franja del dominio militar. De ah la existencia de un apartado GuerraPreventiva de la conocida Doctrina de Seguridad Nacional, donde la ac-tuacin militar, adems de combatir el crimen, disuade e impone el terrory la angustia en las colectividades humanas mediante acciones ideolgi-cas de presin, miedo discursivo, operativos sorpresas o sbitos, allana-mientos domiciliarios sin orden de cateo, propaganda meditica, promo-cin de actos de delacin y ejercicio militar.Otros autores la describen como la versin extrema de carcter polti-co aplicada en asuntos considerados amenazas y que vulneran la integridade intereses de los actores implicados. La securitizacin, en un cuadro comoel descrito, activa dispositivos de control para identificar riesgos, seleccio-nar medidas de emergencias, objetivar el enemigo y aplicar medidas justifi-cadas por encima del tratamiento poltico, permitiendo as al Estado a recu-rrir a medios extraordinarios, en un marco de legitimidad y garantizar la de-fensa de los ciudadanos, el blindaje de las instituciones oevitar la guerra oelimpacto desfavorable que la amenaza trae consigo (Weaver Ole, 1995).En ambos casos la securitizacin est vinculada con la seguridad,certidumbre y defensa de un objeto o bien que tiene un valor asignadodentro de la sociedad y el valor justifica la medida y los actos que puedanaplicarse o en defensa de ese bien econmico, poltico o social. Sin em-bargo el sesgo de la defensa al involucrar la palabra amenaza, enemigo odestruccin, obliga al lector a involucrarse velozmente en el mbito de laPlutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 21guerra, porque la decodificacin del lenguaje de guerra en los argumen-tos de la securitizacin nos lleva a ligar la seguridad con la vida o perdu-rabilidad de la misma.Ahora bien, la localizacin de las inversiones estratgicas y de ma-yor rentabilidad estn en los recursos naturales, represas de ros, siembradeproductostransgnicos,minera,litorales,biodiversidad,petrleo,gas y litio. Muchos de estos nichos rentables y de grandes negocios estnconflictuadospormovilizacionescomunales,defensadelosrecursosnaturales,resistenciaadesplazamientosdecomunidades,contamina-cin de mantos acuferos y lechos de ros, brote de enfermedades emer-gentes y resistencia campesina e indgenas y el acompaamiento de or-ganizaciones civiles que cada da crecen de manera exponencial para de-fender la naturaleza, la propiedad social y detener la embestida del mo-delo extractivo primario depredador.Ante los obstculos existentes y los nacientes, la plutocracia ha exi-gido a los Estados y gobiernos a introducir la variable securitizacin enla seguridad pblica y de paso incorpora los delitos de terrorismo, cri-men organizado, narcotrfico y protestas populares a la agenda pblicainterna, re-direcciona el rol de los militares hacia asuntos y temas de se-guridad pblica, criminaliza los actos que atentan contra los inversores yexplotadores de nuestros recursos naturales estratgicos y securitiza losrecursos naturales y los blinda de cualquier accin que lleve el sello de lopopular, comunitario y de apropiacin nacional.LASECURITIZACIN EN LOS RECURSOS NATURALESESTRATGICOS PREV LAS SIGUIENTES MEDIDAS:Robinson Salazar P.22 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45Los empresarios cuentan con seguridad privadaNo son auditables por Aduana ni por el CongresoCriminalizan por su percepcinEstablecen puertos internos areos, fluviales y caminos y/o carreteras exclusivasCuentan con inmunidad ante la polica y el ejrcitoAplican la ley de la empresa sobre las existentes en el pasNo se rigen por regulacin laboral nacionalNo son responsables de contaminacin de aguas, brotes de nuevas enfermedades o de-sequilibrios emocionalesExtraen otros recursos que no estn dentro del contratoTrasladan ganancias al extranjeroGozan de inmunidad por crmenes y represiones llevadas a cabo al interior de los cam-pamentos.Por lo anterior hay constituido ejrcitos en zonas de mineras, cam-pos de soja, represas de ros, selvas y reservas naturales, para construirfortaleza impenetrables y blindadas de toda accin reclamante o reivin-dicativa de los defensores de los lugares afectados.Para cercar los movimientos que reivindican la defensa de los re-cursos naturales estratgicos y las consecuencias que arrojan las indus-trias extractivas, han aperturado un canal entre la securitizacin y la se-guridad pblica, como un eje vinculante que une la seguridad ciudadanacon la guerra, dado que el tema de la atencin poltica del Estado parabrindar seguridad a los ciudadanos contra todo acto intimidatorio o ca-paz de poner en riesgo su integridad fsica o moral, est bajo jurisdiccinpolicial, cuerpo de seguridad que tiene el carcter preventivo y a su vezbrinda custodia sin atentar contra la vida del agente o actor que comete eldelito o agravante contra los dems miembros de una colectividad quevive bajo normas y leyes previamente establecidas.Indudablemente que la incorporacin de la securitizacin en las ta-reas preventivas de la polica, desnaturaliza el cuerpo de normas que jus-tifica y legitima los actos policiales, pero an ms, orilla a la sociedad aun estado de guerra dado que el componente de eliminacin del factor deriesgo o amenaza pasa por la muerte o privacin de la vida del agente oactor ofensor.LASOMBRA DE LASECURITIZACINEn los ltimos 20 aos, en varios pases del rea latinoamericana,el lenguaje y las acciones de la securitizacin son ms comunes, en Chiledesde los aos 70 y posteriormente en Centroamrica en la dcada de los80, Colombia de 1997 a la fecha y ltimamente en Per y Mxico, losanalistas de temas ligados al trfico de estupefacientes, trata de blanca,flujos migratorios, apropiacin de tierras, pornografa, crimen organiza-do y terrorismo han anexado la securitizacin como subtema de la agen-da y parte importante de la nueva estrategia de defensa y seguridad quelos gobernantes de los pases mencionados han instrumentado en susprogramas de gobierno, adoptando distintos nombres como Plan Cua-drante, Seguridad Democrtica, Plan AntiMaras entre otros, pero todosellos con la incorporacin de los militares o cuerpos castrenses en la lu-cha contra la inseguridad pblica, y arroja a la poblacin la sensacin dePlutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 23vivir en un estado de guerra, a su vez provoca la metamorfosis en los mi-litares dado que policializan las actividades propias del ejrcito.La policializacin del ejrcito no es una desnaturalizacin en loscuerpos castrenses, sino un desdoblamiento de sus actividades que ex-plora de qu manera puede diseminar los asuntos de guerra en el imagi-nario o subjetividad colectiva de los ciudadano, para obtener apoyo y le-gitimar las acciones castrenses en los espacios pblicos, tambin dotarde mayores facultades a los militares para que amplen su presencia en lasociedad e incluso con tareas prolijas en otros casos atendidas por la poli-ca preventiva y hoy son entregadas a los cuerpos armados del ejrcitonacional.Ese perfil implica agregar a la agenda de gobierno temas de narco-trfico, crimen organizado y terrorismo como eje del mal, coordenadapeligrosa capaz de alterar el cuadro de cosas en la sociedad y el gobiernohasta alojar en la subjetividad colectiva la percepcin del miedo, terror yangustia, premisas necesarias para respaldar y/o avalar la instrumenta-cin de la securitizacin o en otros casos, que la ciudadana opte por re-nunciar a sus derechos polticos y sociales a cambio de obtener seguridady defensa de la vida por parte del ejrcito y el Estado.El uso del lenguaje con la figura discursiva sobre la existencia deun enemigo impredecible, invisible y sbito, posiciona en el subcons-ciente colectivo algo que desconocemos, que jams lo vamos a controlary que est siempre presente en nosotros, y provoca un clima persecutoriopermanente en muchas vidas. Ya no controla el agente o actor el espacioparticular privado, necesita de la proteccin de un salvador, un guerreroo un Estado que tenga la habilidad y certeza para usar la fuerza, la autori-dad y los recursos necesarios para eliminar al enemigo imaginario, a cos-ta de perder o permitir la invasin en la vida privada (Salazar, 2006).SIGNOS DE LASECURITIZACINVinculada la securitizacin con la seguridad en un espacio, sea steterritorial, espacial, martimo, virtual, pblico, privado, religioso, cultu-ral entre otros, la construccin de sus caractersticas transita por la defi-nicin de la Seguridad, sin embargo la conceptualizacin en su proce-so de edificacin ha transitado por diversas etapas reflexivas y tericasque desafan a los investigadores, pero alimenta el debate en torno a uneje tan importante en la vida pblica de nuestros pases.Robinson Salazar P.24 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45En un inicio la seguridad era un mbito exclusivo del Estado, con laconcepcin de Thomas Hobbes que desarroll en el Leviatn, no obstan-te Juan Bodino y Nicols Maquiavelo haban derramado tinta sobre la se-guridad, el primero al centrar su pensamiento en la Soberana entendi-da como un poder absoluto y perpetuo. Por absoluto dedujo que el prnci-pe (Estado) tena la potestad de dictar y derogar las leyes, aclarando quelos prncipes estn sujetos a las leyes comunes de todos los pueblos. Elprncipe tiene el poder de dictar leyes civiles, nunca las divinas perpe-tuas, el poder es irrevocable por tanto es por tiempo ilimitado.Indudablemente la doctrina de Bodino no afirma que el soberanopueda constituirse en un ente irresponsable, desvinculado de un conjuntode reglas y normas y con talante arbitrario; l asegur que el prncipe estsujeto al Derecho, no slo al que l hace, sino tambin a la ley divina, alderecho Natural, y a las leyes fundamentales del reino.Por otra parte Nicols Maquiavelo revel la figura de la autori-dad en un momento de transformacin donde una sociedad nueva nega-ba un orden que no daba respuesta a las innovaciones y necesidades de lasociedad, de ah que el Renacimiento tuvo en l un pensador nato paraentender la modernidad.El Prncipe denota la importancia del poder pero no absoluto, sino ala defensa de las libertades, por ello lo piensa como un cuerpo articuladorde las relaciones sociales y con la tarea primordial de colocar al hombreen el centro de la era moderna y defender a toda costa la necesidad quehay a su alrededor factores que amenacen la libertad.Sucintamente en Hobbes la Soberana de Bodino y la Autoridad deMaquiavelo es condensada en el Estado, cuya explicacin redactada lodeja ver como el dios mortal que lo contrapone al dios inmortal de la igle-sia y preciso garante de la paz, el orden social y de la seguridad absolutade todos los que conforman la sociedad.Un Estado, en el pensamiento de Hobbes, nace a partir del pacto so-cial que formalizan todos los individuos de la sociedad, fundamental-mente por el miedo que todos poseen y perciben, dado que viven en per-manente y natural estado de guerra entre los individuos y como productode su naturaleza humana.En la modernidad hasta hoy, la Seguridad no remite directamente alEstado, sino que implica una compleja gama de relaciones y vnculosPlutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 25con otras esferas no gubernamentales, las cuales son la ciudadana, sec-tores empresariales, econmicos y de colaboracin con otras naciones.ANTECEDENTES DE LAPOLTICADE SEGURIDADCON SESGO PLUTOCRTICOLaSeguridadcomosistematradicionalyconstruidohistrica-mente ha evolucionado como concepto, sin embargo en los ltimos 40aos, a partir de la crisis de 1973, por el conflicto del petrleo y la pos-tura de la Organizacin de Pases Exportadores de Petrleo -OPEP-para incrementar los precios del oro negro, un grupo de intelectualesnorteamericanos, todos ellos devenidos de la ideologa trotskistas ( co-rriente del marxismo que es parte de la IVInternacional) reflexionaronsobre la crisis como un asunto de ingobernabilidad, conceptualiza-cininnovadaperoconunaclaratendenciapolticadominantequediagnosticaba a la crisis de los pases del Tercer Mundo, en especial loslatinoamericanos, como consecuencia de la sobrecarga de demandasque recaan sobre el Estado y el ente poltico inexcusablemente no po-da responder, ms an cuando la deuda externa presionaba las finanzaspblicas y limitaba poco a poco el intervencionismo en reas donde laciudadana exiga atencin.En respuesta a la crisis, un grupo de neoconservadores, frustradosde sus ideales radicales y con claro desprecio del liberalismo, decidieronde manera orquestada asaltar ideolgicamente el poder, entre ellos secontaban Nathan Glazer, M. Lipset, Robert Nisbet, ZbigniewBrzezinski, Jeane Kirkpatrick, Robert Tucker, Edward Berger, WalterLaqueur, Ithiel de Sola Pool, Peter Kahn, Samuel Huntington entre otrascaras ms, redificados con agentes econmicos de gran envergadura dela industria meditica, publicistas, editoriales, universidades y crculosde economistas de la Escuela de Milton Friedman, Arnold Haberger yDavid Stockman armaron la estrategia neoliberal con su antecedente laTrilateral (Salazar, 2009; Boron, 1984).Mstarde, elinformeelaboradoparalaComisinTrilateralen1975 por el francs Michel Crozier, el estadounidense Samuel J. Hun-tington y el japons Joji Watanuki, los tres intelectuales diagnosticaronuna situacin cuasi catica y explicaron que existan cuatro coordenadasque alteraban el orden en las naciones y consubstancialmente producto-ras de flujos disfuncionales en los sistemas democrticos.Robinson Salazar P.26 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45Un primer flujo lo denominaron deslegitimizacin de la autoridady la prdida de confianza en el liderazgo, refirindose al Estado y parti-dos polticos de largo periodo en el poder, como consecuencia de la per-secucin de la igualdad y del individualismo, virtudes preciadas del cre-do democrtico que porta el neoliberalismo, entendida la libertad comodespliegue de capacidades de consumo y desapego de la comunidad.Las comunidades atrapan, construyen urdimbres sentimentales ytradiciones que dificultan ver el futuro, dado que en el ncleo comunita-rio la competencia est descartada como fin. En un escenario donde to-dos son iguales y entre todos construyen el horizonte del futuro, la din-mica social es lenta y los cambios sociales tambin, porque el consenso,los acuerdos, las decisiones colectivas, el disenso incmodo y/o la impo-sicin de las mayoras del centralismo democrtico no son funcionalespara la sociedad que los neoconservadores queran implantar, de ah quelibertad de consumo, movilidad, de pensar y de votar fue y sigui pormuchos aos verbalizndose hasta legitimarse dentro de las distintas co-munidades que integran el mundo capitalista.Apareceel hombreindividual, competitivo, consumista, libre,pero criado y vigilado en una sociedad disciplinada que pauta y norma alos ciudadanos en la mente y sus cuerpos a travs de controles insertos enel propio genoma de las relaciones sociales (Berardi, 2007) de ah que sucomportamiento es similar al automatismo, homogneo, informatizadoy con cdigos lingsticos y patrones de consumo que son factores de au-tocontrol o auto represinla sociedad garantiza el mximo de libertada sus componentes porque ella domina el sistema que lo rige.Un segundo flujo lo registraron en la sobrecarga que tiene el Es-tado para gobernar, custodiar la seguridad, emitir leyes, administrar losfondos y empresas estratgicas, los recursos pblicos e incluso los terri-torios y espacialidades martimas, espacial y cultural.Esta afirmacin se construy bajo slidas argumentaciones que nodieron a conocer los especialistas del documento, pero los flujos de capi-tal ya para finales de los aos 70 y principio de los 80 contaran con lasavenidas expeditas para vaciar las arcas de cualquier pas, la inflacin seconvirti en un instrumento poltico para desarmar gobiernos, provocargolpes de estados y derrocar presidentes, as que el deterioro de la capa-cidad del Estado fue un asunto planeado, organizado y activado para va-lidar las tesis de los globalizadores; la capacidad gestora y autonoma delPlutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 27ente pblico era inexistente por las imposiciones de los organismos fi-nancieros internacionales que funcionaban como poder de facto que locondicionaron, arrinconaron y le redujeron las capacidades para obtenerrecursos, sin poder reproducir funciones de gobierno ni dotar a la socie-dad de seguridad. Ese Estado se convirti en fuente de ingobernabilidad,incapaz de responder a las demandas sociales y puso como dice Guiller-mo ODonnell a la democracia en la frontera del autoritarismo.Todo apuntaba a una reestructuracin del Estado que bien describeel modelo de Jones Thompson, Un modelo para la nueva gerencia, ca-racterizado con 5 R. Reestructuracin, Reingeniera, Reinvencin, Rea-lineacin y Reconceptualizacin. La primera R es bsica, reestructurarsignifica eliminar de la organizacin todo aquello que no contribuye oaporta valor al servicio o producto suministrado al pblico, cliente o con-sumidor. As, un problema de la reestructuracin es la determinacin dequ se elimina o qu se retiene en funcin de los objetivos e intereses po-lticos de los gobiernos (Zuleta, 2003; Svampa, 2005).en la mayorparte de los pases latinoamericanos la reestructuracin estuvo sometidaa los designios del Banco Mundial yel Fondo MonetarioInternacional.Elentepblicoestabasobrecargadoyeraimperiosodesregularasuntos de competencia del mercado, de ah la lgica de inducir las pri-vatizaciones y desincorporar los activos pblicos estratgicos del Esta-do, aguas, mineras, petrleo, gas, litorales y reservas ecolgicas. Hubomodificaciones Constitucionales, apretura del mercado a travs de lostratados y acuerdos de libre comercio, afiliaciones a organismos interna-cionales bajo la condicin obligatoria de que slo as podran obtener losbeneficios del mundo global.Finalmente fue aplicado en los Estados la reestructuracin que sig-nific desincorporar entidades paraestatales no estratgicas, ni priorita-rias para el desarrollo nacional, que eran todos los activos pblicos inclu-yendo los recursos estratgicos hoy en demanda por la fase industrializa-dora del capitalismo pero que usufructan los capitalistas quienes loscompraron.El tercer flujo lo sealaron en la fragmentacin de los partidos pol-ticos y una suerte de prdida de identidad de los mismos, de ah que cadapas debera iniciar una reforma en lo concerniente a leyes electorales,desincorporadas del Estado, pero asistidas por los medios de comunica-cin con competencias electorales abreviadas, todo ello posibilitaba queRobinson Salazar P.28 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45en las oquedades de las nuevas reformas electorales pudiesen entrar pre-siones polticas de sectores ligados al mercado o negocios, medios de co-municacin e incluso gobiernos ajenos.Finalmente convocaban a renunciar a posiciones de defensa localis-tas, abran el comps a la globalizacin, poltica integracionista que deste-rritorializaba los problemas, las empresas, la violencia, el crimen organi-zado y las acciones provenientes de la economa y los grandes negocios delos bancos, comercio internacional y bolsa de valores. Haba llegado la erade pases sin fronteras, no exista enemigo que enfrentar, todo era absolu-tamente capitalista y entre pases hermanos la colaboracin atiende lasnecesidades del pas desfavorecido en las relaciones asimtricas a travsde tasa cero para sus exportaciones o precios preferenciales.SEGURIDAD MODERNACON INGREDIENTESDE SECURITIZACINEntonceslaseguridadtradicionalmodernaquehabatransitadodesde el Siglo XVhasta los aos setenta entraba en una etapa de disgre-gacin, nace en cambio una nocin ampliada de la seguridad, que no sloreside en el Estado, sino que se amplia y disemina hasta involucrar al ciu-dadano en tareas de denuncia y delacin, al desarrollo poltico, esto es,nuevas tecnologas, modernizacin, nuevas instituciones, participacinde empresarios, medios de comunicacin, universidades y organismosparaestatales para custodiar los asuntos y temas derivados de los conflic-tos fronterizos desatados por los flujos migratorios, terrorismo de fuer-zas polticas en desacuerdo con el nuevo orden y que proponen reglasdistintas a las vigentes para que funcione la sociedad en su conjunto, asi-mismo frenar las ideas, representaciones y discursos que son retrgra-dos y buscan a toda costa fortalecer al Estado (neopopulismo) dado quesegn ellos fue una etapa terrorfica que endeud y desde la libertad detodos los latinoamericanos.Adems de lo anterior, en un segundo plano, estn aspectos coad-yuvantes de la seguridad como son la delincuencia, narcotrfico, la ten-dencia incremental de la desintegracin social atendida con nuevo orde-namiento territorial de las ciudades y la falta de empleo que al no podersatisfacer el Estado, ser canalizada a los empresarios que reclaman faci-lidades en el otorgamiento de los espacios y garanta en la inversin conexoneraciones y plazos laxos en la recuperacin de los impuestos para laPlutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 29apertura de ms empleos an con la prebenda de que puede ser bajo figu-ra de trabajo en negro.Por ltimo, los recursos de enramados pblico de saneamientos,agua potable, educacin, vivienda y sistemas de seguridad que el Estadodebe desregular para que sean atendidos con eficiencia por la iniciati-va privada e inversionistas forneos, porque el ente pblico debe dedi-carse a administrar, a cuidar de la seguridad y todo aquello que puede sergenerador de riquezas pasar a manos del mercado, principalmente aempresas trasnacionales previamente constituidas para atrapar el botnde privatizaciones que estn en proceso en Amrica Latina.Como podemos observar, la hoy llamada sociedad postmodernapor algunos tericos al igual que posindustrial, global o la otra moderni-dad, vive una etapa de vulnerabilidad absoluta, dado que no existe unente regulador que garantice la seguridad, hay tantos factores intervi-nientes pero ninguno asume la responsabilidad de los actos y accionesque estn desestructurndose en la sociedad contempornea. Los gran-des problemas que golpean a las colectividades humanas no son nuevos,sino que adquieren nuevas formas de actuacin porque el tablero de laseguridad brinda muchos intersticios por donde cabe el delito, el despojoy la muerte.Uno de estos consiste en la articulacin, que no significa ni evoca ala interlocucin permanente ni actuaciones conjuntas, pues los asuntosque atienden cada uno demandan tiempo que impide la concertacin.Expliquemos en unas lneas este asunto de la articulacin que es propiode la seguridad.La articulacin literalmente es un campo de enlace de dos o msfuerzas, corporaciones, entes o sujetos para crear un desplazamiento omovimiento, cuyas caractersticas las denota el asunto que atender elejeorientadordelaarticulacin,seadecarcterideolgico,poltico,econmico, cultural o delictivo.En el mbito de la Seguridad, las articulaciones dependen de trans-formaciones histricas y debe entenderse como una prctica que esta-blece relaciones entre elementos de tal manera que la identidad de losmismos es modificada como resultado de las prcticas articulatorias. Laarticulacin dentro de un discurso hegemnico (Seguridad) tiene lugaren el conflictivo terreno del poder, y la contingencia, e incluir siempremomentos de fuerza y represin (Giacaglia, 2002).Robinson Salazar P.30 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45Estas voluntades asociadas requieren de un espacio dialgico parainteractuar e intercambiar argumentos, cuyo eje es dar respuesta firme alquiebre de la idea seguridad como est construida desde 1973. Asimis-mo articula ideales, posturas polticas, intereses compartidos y formasque garanticen el poder por largo tiempo. Es una articulacin complejapor la pluralidad de ideas, sujetos e intereses pero devela una nueva lgi-ca de seguridad provista de dispositivos para atender las contingencias.Hay en ella factores propios del mercado, tambin hay de pasesamigos que mediante la colaboracin poltica transfieren datos, rastreos,tecnologas, trayectorias y equipo hasta humano para detener los facto-res de riesgo o generadores de inseguridad. Lo anterior traduce que la se-guridad no es absolutamente materia de un pas, los ejemplos son evi-dentes para researlos, pero a diario leemos temas en que dos o ms pa-ses estn involucrados en asuntos de seguridad de un pas o sistema de-terminado.Entonces la seguridad tiene varias dimensiones, una de ellas es loconcerniente a los Derechos Humanos, el otro segmento es la delincuen-cia que atiende la seguridad pblica, desempeo importante para el ejer-cicio de los derechos ciudadanos, cuya responsabilidad est en el Estado,nico titular del uso de la coercin y de la violencia en algunos pases.El cuarto flujo es de la seguridad y la Justicia Social, que vela porreducir la brecha de la desigualdad para no dejar un acceso libre al cri-men organizado y lucre con las necesidades de la poblacin. Ypor ltimolos partidos polticos y fuerzas ciudadanas coadyuvantes por democrati-zar los espacios que corresponden a la ciudadana (Escobar, 2005).Estasnuevasdimensionessondefectuosasensudesempeo,larealidad nos arroja cifras que desarticulan el discurso, en materia de de-rechos humanos las asignaturas pendientes en derechos sexuales, de lamujer, los nios, los discapacitados, los jubilados, los de la tercera edad,entre otros estn vigentes. El hecho de compartir el monopolio de la vio-lencia con cuerpos policiales privados, la existencia de paramilitarismoy narcotraficantes, pone en duda el ejercicio absoluto de la violencia. Porparte del Estado. Es la renuncia al control absoluto y el fin del Leviatn,estamos ante el nacimiento de un Estado atado a los grandes consorcioscapitalistas y empresarios poco pulcros.Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 31USO YABUSO DE LASECURITIZACINLa operatividad es la mecnica de desenvolvimiento que el sistemade seguridad tiene para impedir que factores externos al sistema vulne-ren la estabilidad interna de un pas, asimismo detectar e impedir la vio-lencia, el delito y la muerte.Todo sistema de seguridad tiene un modus operandi que lo institu-ye el eje gobernante, en algunos pases es el Estado y en otros un sistemainternacional que opera con andamiaje de tecnologa, ejrcitos, base dedatos, incorporacin de vuelos de espionaje y hasta de infiltrados o poli-ca secreta para dotar de estabilidad al territorio donde est anclado.La Seguridad con sesgos de Securitizacin incorpora algunos ele-mentos que son parte del arsenal de guerra y en el pasado inmediato, ladcada de los aos 70 del Siglo XX, fue parte vital en la estabilidad degran parte de los pases que estaban en guerra como es el caso de Nicara-gua, El Salvador y Guatemala; no descartemos las dictaduras en el conosur y el presente vivo de Colombia en la era de lvaro Uribe y la doctrinade Seguridad democrtica.El primer principio de la operatividad es la inteligencia como armaletal para involucrase o penetrar las organizaciones criminales, movi-mientos populares, gremios sindicales, organizaciones estudiantiles ocrimen organizado para conocer el entramado de su estructura interna ydescubrir los puntos dbiles de la organizacin, esto es, los cuadros pol-ticos o lderes, los desplazamientos, las trayectorias, territorios que visi-tan, casas de seguridad, nexos con otras organizaciones, arsenal de equi-pamiento de la organizacin, mtodos de lucha, capacidad logstica, es-trategias comunicacionales, rutas de trabajo y lugares donde reside la fa-milia de los principales agentes de la organizacin.Otra fase es la de psicologa del terror, cuyo fines sembrar el miedoComo una estrategia que construye contextos de riesgos insertadosen la conciencia y la vida cotidiana de los grupos sociales; busca antetodo alterar los estados de nimo en los ciudadanos con la firme inten-cin de crear un desarreglo en los ejes que dan estabilidad a la vida en to-dos los sentidos, puesto que el miedo y la angustia desatan una sensacinde vivir en peligro y orilla a los ciudadanos a tener una vida permanenteen estados de angustia y depresiones continuas.Robinson Salazar P.32 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45El miedo es un factor poltico efectivo al ser utilizado como herra-mienta poltica de control social por regmenes autoritarios, para ame-drentar las voluntades colectivas predispuestas a la protesta, asimismosirve para neutralizar al adversario, confinar a los habitantes de un terri-torio al ambiente de la vida privada y desalojar los foros pblicos de vo-ces opositoras; de ah que este recurso amedrentador es importante por-que lo sitan en un discurso espeluznante y apocalptico, invisible y s-bito, lo describen como algo que desconocemos pero debemos confiar enla seguridad que nos ofrecen para detenerlo, porque solos jams lo va-mos a detener. Es un enemigo violento y siempre estar presente en nues-tras vidas, estimulando un clima persecutorio permanente en nuestrasformas de pensar. Imposible ser sentirnos seguros en el espacio priva-do, de manera expedita requeriremos de la seguridad de un ente, sistemao Estado que haciendo uso de las armas, la fuerza, la autoridad y los re-cursos necesarios para eliminar al enemigo imaginario, los ciudadanosestaran dispuesto a ceder o permitir la invasin en sus vidas privadas.Con el miedo los gobiernos de derecha y neoliberales tienen la in-tencin de re direccionar la mirada y las vidas de los seres humanos, prin-cipalmente los desposedos, hacia un solo sentido, donde el camino seairreversible y no haya la oportunidad de ser re-pensado porque ya esttrazado y no hay alternativa paralela.Inculcan en las subjetividades la inexistencia del futuro, porque elmaana est ligado a la duracin de la vida y no trasciende despus de lamuerte en el individuo, de ah que el presente se perpeta en la agona, seprolonga en las necesidades y se contrae al pensarlo. Es una estrategiapara que el presente sea encapsulado y el futuro corto e insignificante(Salazar, 2010).La herramienta del miedo es un componente del biopoder, donde elcontrol desde el Estado es tal que debilita la psique humana y lo encierraen un cuerpo sin nimo ni disposicin de libertad; la angustia aparececomo sntomas del auto-encierro e imposibilita a las personas a otear elescenario primario que da tras da a l concurre para obtener sus satis-factores cotidianos.Auto-encierroesunacondicindeenfermedadpsquicaqueesatendida por una serie de drogas surgidas en las ltimas dcadas, congran xito publicitario, mercadotcnico, teraputico y subjetivamente entodo el mundo, constituyen buenos ejemplosProzac, Rivotril, Citro-Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 33pran y Ritalinaes la nueva farmacologa (Sibila Paula, 2009) que esparte del biopoder que busca controlar a los hombres desde la mente.El lado oscuro del miedo reside en la perorata que dibuja un enemi-go impredecible, invisibilizado y repentino posicionado en el subcons-ciente colectivo como algo que desconocemos, que jams lo vamos acontrolar y que est siempre vigilante de nuestros pasos, provocando unestado de esquizofrenia aguda en todos nosotros. En esta etapa ser dif-cil controlar el espacio ntimo, privado e incluso el del entorno inmedia-to, requerimos, para vivir funcionalmente en sociedad de la proteccinde un salvador, un guerrero o un Estado autoritario que haga uso de lafuerza envuelto en un discurso que seduce al ciudadano para introducirseensuvida yhaga uso de todas las herramientas de control psico-social.Entonces, si el sistema de seguridad es admitido en los mbitos dela privacidad, y el miedo persiste en la persona y ella tiene como refugioel espacio privado, ah se esconde, rumia, duerme con esa pesadilla quelo encierra en s mismo, pero si colapsa el espacio privado y la fronteraporosa entre lo pblico y privado es diluida, el terror hace presa a la per-sona, queda expuesta ante los ojos escrutadores de la autoridad pblica,es controlada en todos los desplazamientos y llega a un estado de ostra-cismo enfermizo hasta la autodestruccin (Salazar, 2010).As es el modus operandi de la seguridad con sesgo de Securitiza-cin o militar, dado que en ella est presente la pretensin de encierra,paralizar todo acto colectivo transgresor de las reglas del juego y del mis-mo juego, con la intencionalidad de confinarla a los espacios privadosalimentador de conductas individuales, disociadoras y con cuadro de es-quizofrenia, en la medida que el excesivo encierro les impone una con-ducta de temor de todos los semejantes, desconfianza absoluta, ve al otrocomo potencial agresor, vive con la incertidumbre pegada en la planta delos pies y alejada de toda posibilidad de convivir en grupos o comunida-des de intereses.La esquizofrenia aguda es un estado depresivo que empuja a losciudadanos que la padecen a contratar un seguro, vigilante, empresas deseguridad privada para que le ayuden a custodiar el fantasma del miedo,de ah que una sociedad miedosa es sntoma de una gran comunidad deintereses enferma que poco a poco dej entrar en su interior el virus delmiedo y no sabe cmo desalojarlo de su mente y de su vida cotidiana.Robinson Salazar P.34 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45Finalmente, el uso excesivo de discursos y recursos cargados demiedo, desconfianza, sospecha y pnico trae consigo estados depresivosque van orillando al ciudadano a sembrar en su subconsciente disturbiosmentales y/o psicolgicos que incrementen los suicidios, homicidios,violaciones, secuestros y ultrajes; tambin, el confinamiento prolongadoatrofia el revestimiento cognitivo, postrndolo en un cuadro de indefen-sin absoluta e incapacitado para enfrentar contextos complejos y even-tuales, disminuyen las habilidades para desvanecer dificultades que sonparte de la vida cotidiana.El miedo, temor y terror va acompaado de tecnologa de puntapara construir bases de datos y bancos de informacin biomtrica queson las nuevas identificaciones que controlan los accesos a espacios vi-gilados en los primeros 20 aos de la sociedad del siglo XXI.Los primeros pasos que han dado los ejercitadores de la securitiza-cin es la instrumentacin de bases de datos regionales entre gobiernos ycuerpos policiales, con el objeto de ir agregando componentes tecnolgi-cos y electrnicos a la persecucin del delito y los enemigos del sistemaimpuesto, de ah que las reuniones que antecedieron El Plan Mrida quetransit por el largo camino de 10 aos con reuniones con gobiernos cen-troamericanos y Mxico para acordar agendas previas, sincronizar tra-bajos, incorporar instancias gubernamentales y policiales, transferir tec-nologas, compartir gastos, capacitar policas, ordenar las prioridadescon trabajos de empresas transnacionales en temas de privatizaciones,represas, interconexin elctrica, uso de software comn para almacenary compartir datos y aceptar dcilmente que la Escuela de Interpol quefunciona en El Salvador era parte del plan regional, culmin finalmenteen tres temas vitales para la Securitizacin de la seguridad pblica decada pas involucrado: Migracin, Terrorismo y Crimen Organizado, te-mas de agenda nacional inculcados en polica interna.Los planes que llevan a cabo los denominados Plan Mano Dura,Plan Vigilante, Plan Antimaras, Plan Antiterroristas, etc., todos estn li-gados a la iniciativa Mrida, las fronteras entre la seguridad nacional y lainterna es porosa y las agudas se trasminan.Agregamos a todo lo ya escrito la incorporacin de la empresa pri-vada en acciones de seguridad pblica donde la mayora de los pases la-tinoamericanos cuentan con ms agentes de seguridad privada que ele-mentos que son parte de las corporaciones policiales del Estado, los da-Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 35tos que obtuvimos son apenas una muestra significativa en una reginque vive la securitizacin en el ejercicio de la seguridad pblica, Cen-troamrica, con la observacin de que las agencias privadas cuentan conun gran nmero de militares retirados y policas que han dado de baja enel Estado por antecedentes delictivos.Apartir del ao 2010 los pases latinoamericanos acordaron, con-juntamenteconorganizacionesinternacionalesligadasagobiernosyempresarios que dominan las esferas de la globalizacin, que todos losdatos de identificacin personal sern parte de un banco internacional deseguridad, de ah que estn empeados a introducir cambios electrnicosy con chips informativos, algunos en cdulas de identidad, pasaportes,registros de propiedad, domicilios y documentos emitidos para ejercerprofesional alguna, con el propsito de redificar informacin, cotejar da-tos, tener lectores comunes e interpretaciones en lo que compete a leyes,delitos y condenas, en sntesis es la homogenizacin de la percepcin deldelito por parte de las autoridades, la imposicin de penas y linkear labase de un pas con otro en asunto de segundos para detener a los enemi-gos del sistema y todo aquel que atente contra la estabilidad instituciona-lizada.Todo el arsenal de biometra de la mano, los ojos, antecedentes la-borales, trayectorias domiciliarias, redes de amistades, gustos, consu-mos y preferencias, rutas de traslado y asociaciones comunitarias conpertenencia del ciudadano, sern datos y datos que engrosarn los perfi-les de cada quien, indudablemente que todo esto requiere de una capaci-dad inmensa en los servidores y manejos puntuales para obtener el perfilo informacin deseada, sin embargo el exceso de informacin conlleva aexceso y equivocaciones que seguramente sern parte de las arbitrarie-dades de la securitizacin y que sern solventadas con mentiras, imputa-ciones y argumentos que arropen la ineficiencia y vanaglorien las accio-nes militares o victorias inventadas.SECURITIZACIN YTERRORISMOLa poltica de Seguridad Democrtica (SD) que instrument el expresidente lvaro Uribe en Colombia y an est vigente en el gobiernode Juan Manuel Santos, cuya parte manifiesta es la defensa del EstadoComunitario, cuya esencia oculta es la de un Estado fuerte, militarizadoque busca el control absoluto del territorio, con patrullajes, operativos,Robinson Salazar P.36 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45limpieza social o persecucin del delito como la instalacin de bases mi-litares con apoyo de gobiernos que suministran el arsenal logstico-mili-tar para incorporar los adelantos satelitales que monitoreen el pas.El tema de lo comunitario es un volatizador de fronteras entre lopblico y lo privado, porque el fin es involucrar a las ciudadanas en ta-reas propias de la poltica estatal de seguridad pblica y nacional.Discursivamente la SD protege los derechos de los ciudadanos ylos valores e instituciones democrticas, fomenta la solidaridad y la coo-peracin civil en la defensa de la democracia, coadyuvando, denuncian-do, sealando a los Narco-terroristas, que amenazan al pas, unido al se-cuestro, la extorsin y el homicidio. Hace nfasis en la cooperacin entrelas instituciones civiles-militares con las comunidades en asuntos rela-cionados con la seguridad.Hay una transferencia de competencia y asociacin impune de lasdistintas comunidades con el asunto del delito, narcoterrorismo y se-cuestros. Es impune porque slo se asocia para que vigile, denuncie e in-culpe al supuesto delincuente, sin mediar una investigacin ni acto puni-tivo del inculpado, la palabra del denunciante basta para que la fiscala li-bere accin represiva o detencin del ciudadano vulnerado.Borra la frontera de lo Estatal y la sociedad civil, funde en un solotema la Seguridad Nacional y la Seguridad Pblica, lo pblico estatal y loprivado queda disuelto y transita por el zagun que da libertad a la impru-dencia, arbitrariedad y aumento de la criminalidad en pases como Co-lombia, de ah el caso de las fosas comunes descubierta en la Macarenacon ms de 2000 muertes sin mediar juicio alguno, slo la delacin con-dena muchos a morir yson ms de 300 mil los que sufrenla villana.En Honduras sucede algo similar, el Consejo de Seguridad Internay la de Estrategia de Reduccin de la Pobreza, es un documento con ses-go estratgico, dado que trata de poner a la vista del gobierno sobre la so-ciedad en dos colores: blanco y negro, los buenos y los malos, cuyo apo-yo obtenido de un sector de empresarios/ejrcito/partidos unido en elgolpismo buscan garantizar la sobrevivencia del bipartidismo, continuarlas dinmicas de explotacin econmica y exclusin poltica refrescan-do al modelo de democracia nacional (Bhr, 2010).En Panam, el Plan Nacional de Seguridad que impulsa el gobiernode Ricardo Martinelli tambin trae la misma retrica, lucha contra el nar-cotrfico, el crimen violento, la corrupcin y el pandillerismo, donde cri-Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 37men violento y pandillerismo es el aderezo del rea centroamericana y elistmo. Precisamente esos dos ingredientes son la base para impulsar elprograma Barrio Seguro cuya direccionalidad es: remover cercas y recu-perar espacios pblicos, incrementar a ms del doble el nmero de poli-cas en las calles y alumbrar todos los rincones donde se registran crme-nes. No es nada preventivo, su intencionalidad es confrontativa y exter-minar a los delincuentes.Qu es un Barrio Seguro? Que los jefes de hogar cuenten con em-pleo, los nios asistan a escuelas o colegios y en las calles no transitenvagos. Los barrios populares o marginales donde el desempleo es noto-rio y las escuelas estn distantes y con cupo limitado, el nmero de poli-cas ser mayor para combatir a todos los vagos y delincuentes, que pudeser la mayora que no est empleada, segn el criteriode Barrio Seguro.La rehabilitacin de los militares, fue extinguido el ejrcito con lainvasin norteamericana el 20 de diciembre de 1989, se pretende con lainstalacin de 11 estaciones de aeronaves para interceptar la droga queproviene de Colombia y utiliza el trnsito de Panam, y el Plan nacionalde Seguridad tiene contemplado la lucha contra el narcotrfico, habilitarun sector castrense para la intercepcin de la droga, vincula a militarescon la polica y as militariza la seguridad pblica.Otro frente interesante que habilita panam es Escudo Citadino(Gandasegui, 2010) que incluye retenes alrededor de la ciudad de Pana-m, Colon y provincia de Chiriqu, un amurallamiento policial que buscareordenar el territorio, segmentar los espacios seguros, transitables e in-seguros, bajo un Centro de Anlisis de Informacin con el fin de centrali-zar y analizar la informacin procedente de los estamentos de seguridadque sern utilizados estratgicamente para la planificacin operativa.Son varios los pases del mosaico latinoamericano que han incor-porado la securitizacin en la seguridad pblica e incluso en conflictosinternos como el escenificado en Colombia, que goza de todas las carac-tersticas de guerra convencional, el discurso gubernamental niega laguerra y la reduce a un conflicto interno entre Terroristas y el Estado peroeste ltimo le agrega la sociedad.El asunto del terrorismo tiene un velo que an no han podido diluci-dar los especialistas y los promotores de la violencia securitizada, por-que no hay una definicin ni tipologizacin sobre el terrorista, slo la im-putacin es suficiente para detener a cualquier persona porque tiene per-Robinson Salazar P.38 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45fil, pesa sobre l la sospecha o simplemente la fiscala decide que es te-rrorista y hay que abrir proceso judicial pero detenido el susceptible de-lincuente.En la anterior Seguridad que naci en el Siglo XVI y fenece en losaos 70, da paso a la trilateral con su discurso fundamentalista que fueengrosando lemas, temas y consignas hasta obnubilar las mentes e impo-ner el concepto de terrorista. Lleg la poca del enemigo indispensable,real, imaginario que trae a colacin el comunismo, el narcotrfico y a losguerrilleros de aos atrs. Surge el eje del mal que pretende atacar brutal-mente a las sociedades, con armas mortferas, con golpes devastadores ycon el nimo de destruir moralmente una nacin.As fue construyendo el concepto de terrorista, los guerrilleros, lasvoces y prcticas excluidas que escogan la va armada para cambiar unestado de cosas que ya no eran posible porque caan en el terreno de lapersecucin y cerraban el camino que abrieron dcadas atrs, donde de-mostraba en la prctica que por la accin de fuerza era posible constituir-se una fuerza poltica dialogante, un actor nacional para reformar el sis-tema. La gobernabilidad y la nueva securitizacin de la seguridad cance-l esa zagun y todo aquel que ose por tomar las armas para cambiar lasreglas del juego y el juego mismo en un sistema capitalista ser honradocon la tipologa de terrorista.Al terrorista necesariamente le agregan un plus de peligrosidad y esel narcotrfico, aunque no tengan ligas es necesario inventarla, tejerla enel imaginario de los ciudadanos y afirmar permanentemente que todo te-rrorista persigue dinero y muerte porque el eje de terror y drogas es elprincipal mal de las naciones.Visto as, el terrorista parece un acontecimiento aislado, fortuito eimprevisible, aunque brutal y devastador. Con l se crea un estado deaprehensin, miedo, pnico, pero siempre tiende a predominar la impre-sin de que se trata de algo excepcional. Parece un rayo que cae un da delcielo azul, algo inexplicable, injustificable, debido a la crueldad, a la in-sania (Ianni, 2003).Ahora bien, el carcter difuso del enemigo, sumado a la imprevisi-bilidad de sus acciones y de la localizacin en que emergern para des-cargar su carga letal, obliga a los gobiernos a permanecer alertas a la ma-nifestacin nacional de terrorismo, delimitando de ese modo la fronterainterna de la guerra. Detrs de cada pacato connacional puede esconder-Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 39se un terrorista, detrs de cada hombre y mujer est una eventual amena-za que obliga a desconfiar de todo ciudadano, nacionalizando la enemis-tad internacional del terror (Saint Pierre, 2003).Entonces estamos ante una poltica de profilaxis social que buscaincesantemente eliminar a todo opositor bajo el estigma de terrorista, cu-yos parmetros son asimtricos para que encaje a todos los imputados,tambin es aleatorio para que sea til una captura en momentos difcilesde un gobierno y con la noticia ganar adeptos o simpatas y/o revertir unatendencia de rechazo por la gestin de gobierno, es terrorfico porque na-die quiere ser tipificado como terrorista por las consecuencias que trae ylo evita enmudeciendo sus crticas, evitando las reuniones, cancela lasopiniones y vive un ensimismamiento que libera a los gobiernos y repre-sores de toda oposicin y crtica. Es el silencio de la muerte.No deja de ser indiscriminada de ah la asimetra, todos son terro-ristas potencialmente en una sociedad reprimida y quien se atreva a lu-char contra el orden impuesto, est imputado por esa actividad que nadieconoce pero todos comentan dado que los medios la disean con pala-bras de miedo.En conclusin, el terrorismo es un fenmeno sembrado deliberada-mente para poner espectacularidad en la vida criminal del Estado Poli-cial con prctica de seguridad securitizada, que visibiliza las capturaspara sembrar el terror y la angustia, deja en zozobra a la sociedad porquetodos pueden ser indilgados de terrorista, institucionaliza el crimen, laviolencia, la impunidad y el terror de Estado con la figura del terroristaindefinida jurdicamente y carente de significado en las leyes pero muyimportante para desmantelar derechos en ciudadanas reprimidas y eli-minar con lujo de violencia e instrumentos de guerra a grupos y comuni-dades que estn en resistencia y desean cambiar su situacin de explota-cin inmisericorde.La lucha que desarrolla Colombia contra el Terrorismo es un fan-tasma para evitar el dialogo con la oposicin civil y grupos armados quehan mantenido una lucha frontal contra el Estado desde hace ms de 60aos y no ha existido una mesa seria donde las partes expongan sus de-mandas y abran un flujo comunicacional que desactive una guerra quelleva ms de 300 mil muertos en los ltimos 20 aos, 4 millones de des-plazados de sus territorios, ejrcito de sicarios que ofertan sus serviciosal mejor postor y cuerpos paramilitares que bajo la impunidad y colabo-Robinson Salazar P.40 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45racin del gobierno y los militares desarrollan tareas de arrasamiento ycrmenes colectivos como se han evidenciado en las fosas comunes re-cin descubiertas.Un pas en guerra que en una gesta antiterrorista gasta municio-nes para atacar un enemigo de magnitud proporcional a un ejrcito regu-lar de 20 mil soldados no es una poltica de seguridad interior, es una gue-rra que va ms all de lo convencional.CENTROAMRICABAJO FUEGOPara en caso de Centroamrica y el Istmo de Panam, la guirnaldade bases estn situada en territorios no slo estratgicos sino ricos en re-cursos de ah que la primera base aeronaval se ubicar en la Isla Cha-pera, en el Archipilago de las Perlas, cerca de la Isla Contadora, la se-gunda base se ubicar en Rambala, en la provincia de Bocas del Toro,rea que promueven para el turismo internacional, la tercera en PuntaCoco, provincia de Veraguas y la cuarta -y ltima- en Baha Pia, provin-cia de Darin, a pocos kilmetros de la frontera con Colombia.Guardan vnculos cercarnos con los programas de La Agencia delos Estados Unidos para el Desarrollo Internacional -USAID- de CostaRica y El Salvador, con soporte de la base de Interpol y sede de la base dedatos del Triangulo del Norte y del sistema de comunicacin y terminaldel denominado I-24/7 que concentra y distribuye mensajes expeditoscon bases militares y naves areas.Todo esto aderezado con la Ley de proscripcin de maras, pandi-llas, agrupaciones y organizaciones de naturaleza criminal aprobada enagosto pasado, y las reformas al Cdigo Penal para imponer penas decuatro a diez aos a quienes integren estructuras, organizaciones o aso-ciacionesconfinesdelictivos. Locuriosoesqueestasreformasnoabordan el problema del narcotrfico.El Salvador se encuentra activas actualmente 23 licencias para laexploracin de posibles minas de oro y otros metales, repartidas en laszonas montaosas de los departamentos de Santa Ana, Chalatenango,Morazn, San Miguel, La Unin y Cabaas.Es en este ltimo departamento, situado al norte de la capital, operala empresa canadiense Pacific Rim, y sus propietarios solicitaron licen-cias para la explotacin de las minas El Dorado Sur y El Dorado Norte,Plutocracia, nueva derecha y securitizacin de los recursos naturalesestratgicos en Amrica Latina: una reflexin necesaria 41del municipio de San Isidro. Hasta la fecha, solo hay una empresa, la es-tadounidense Comerce Group Corporation, con licencia para explota-cin de la mina San Sebastin, en La Unin.En Honduras, aproximadamente el 31%del territorio hondureo,de 112.492 km2, est en poder de transnacionales mineras, mediante unsistema de concesina compaas extranjeras dedicadas a la minera me-tlica y no metlica", concluye el Estudio Industrias Extractivas: Mine-ra y Petrleo elaborado por la Asociacin de Organismos no Guberna-mentales (ASONOG). Las minas localizadas en el valle de Siria, Fran-cisco Morazn (100 km al norte de Tegucigalpa), y de San Andrs, Co-pn (400 km al noroeste de la capital), las poblaciones circundantes aunno reciben regalas.Asimismo, en el pas existen 35 cuencas hidrogrficas primarias ysus ros se agrupan en dos vertientes costeras: la del Caribe y la del Golfode Fonseca. Slo las cuencas de los ros Patuca y Ula cubren una exten-sin de 25 mil y 22 mil km respectivamente. Una riqueza hidrogrficaque ahora est en serio peligro, conforme denunciaron a Opera Mundidiferentes organizaciones hondureas que estn movilizadas para con-trarrestar los proyectos en marcha.En agosto de 2009, en medio de un escenario de crisis e interrup-cin institucional provocado por el golpe de Estado que derroc al presi-dente Manuel Zelaya, el Congreso Nacional de Honduras aprob la LeyGeneral de Aguas, que prev la posibilidad de concesionar a terceros losrecursos hdricos del pas.Un mes despus, la Empresa Nacional de Energa Elctrica(ENEE) anunci la licitacin internacional 100-1293-2009, para la con-tratacin de 250 MWde energa renovable. En diciembre del mismo ao,la empresa concluy el proceso con la apertura de 50 ofertas.Fue hasta en abril de 2010, durante el actual gobierno de PorfirioLobo, que el Ministerio de Recursos Naturales procedi a adjudicar la li-citacin a 47 empresas nacionales, cuyos contratos con la ENEE fueronaprobados por el Congreso Nacional en octubre del ao en curso.De los 47 proyectos aprobados, ms del 70 por ciento fueron adju-dicados a los miembros de la Asociacin Hondurea de Pequeos Pro-ductores de Energa Renovable (AHPPER), es decir a los mismos gruposeconmicos que ya controlan casi la totalidad de la generacin trmicaen el pas, dijo Juliette Handal, presidenta de la CPN(Coalicin Patri-Robinson Salazar P.42 Opcin, Ao 27, No. 64 (2011): 13 - 45tica Nacional). Segn Handal, la licitacin, que conlleva la concesin dedecenas de ros en manos de empresas privadas, habra sido turbia y ama-ada. Eso les va a garantizar ganancias millonarias a los grupos econ-micosyvaadejaralaENEEenunestadodequiebrafinanciera(Trucchi,Giorgio, 2010).Estamos ante un escenario de liquidacin total de la sociedad, pre-tenden disear un modelo sin crtica ni oposicin, le apuestan a la seguri-dad nacional y pblica como instrumento del silencio, el exterminio es laamenaza, la muerte es el destino de todo aquel que asome su pensamien-to censor, que enjuicie la injusticia, que revele las atrocidades y levanteel brazo de la dignidad humana. Rompamos el silencio y abramos el sen-dero de la libertad, justicia y un estado de derecho, con apego a los dere-chos humanos es la tarea pendiente y la accin que espera a todos los quemiramos un horizonte de sangre y depredacin humana.Referencias documentalesBHR, Sergio. 2010. Honduras empeora por la remilitarizacin de la polica yla politizacin del Ministerio Pblico entrevista realizada por MarioCasass al Socilogo S. 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