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La teoria del intercambio (1): Los conceptos de George Romans La ruptura entre la teoria del confllctoy el funclonallsmo de Parsons Indica que los carobios teorlcos tlenen causas no solo cientlftcp.ssino socia- les. La creciente decepclon con el desempeno de las socledades occidentales despues de la Segunda Guerra Mundial brindo motivos ideologicos para el disenso propio de la teoria del conflicto,y el desacuerdo presuposlclonal con la inc!inacion multidimensional, a veces normativa, de Parsons, brindo la justificacion teorica para un cuestionamiento intelectual. Desde luego, los contrastantes "hallazgos"empiricos tambien desempenaron un papel, aun- que tiendo aver estos haliazgosmas comoproducto de virajes ideologicos y presuposicionales que como factores independientes. A fin de cuentas, Parsons estaba expuesto al mismo ambito emplrico, y liego a descripciones empiricas muy distintas. Detras de esos factores inmediatos estaban las tradiciones teoricas que la teoria estructural-funcionalista de Parsons habia negado, tradiciones que por su caracter claslco podian ser recursos crucia- les de legitlmaci6n para la construccion de teorias antiparsonianas. En el caso de Rex, las tradiciones significativas fueron el marxismo y una forma Instrumentalizada de la teoria weberiana. Poco despues que la teoria del confllcto cuestion6 la hegemonia de Parsons. surgl6 otro movimiento critico igualmente emprendedor que enfa- tiz6 el intercarobio racional. La "teoria del intercambio", al principio obra de un solo hombre, George Homans, y el libro que el public6 en 1961, Conducta social: sus formas elementales,l pronto se transform6 en un mo- vimiento difundido en todas las ciencias sociales. No 8610conquist6 adhe- rentes sino revisores influyentes - estudiaremos a algunos durante este curso- y afect6 profundamente el trabaJo socio16gicoen casi todos los campos empiricos. Una raz6n de este exito, ami entender, es que la teoria del intercarobio se parece mucho a la perspectiva del sentido comun acer- ca de la vida cotidiana en la sociedad occidental. Pero tambien hay otros factores, y hoy nos ocuparemos de estas cuestiones intelectuales y sociol6- gicas. Cuando Homans presento la teoria del Intercarobio en un articulo del 1 George Caspar Hornans. Social Behavior: Its Elementary Forms (Nueva York: Harcourt, Brace, and World. 1961).

12-13. Alexander (1989) Teoría del intercambio

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La teoria del intercambio (1):Los conceptos de George Romans

La ruptura entre la teoria del confllctoy el funclonallsmo de ParsonsIndica que los carobios teorlcos tlenen causas no solo cientlftcp.ssino socia-les. La creciente decepclon con el desempeno de las socledades occidentalesdespues de la Segunda Guerra Mundial brindo motivos ideologicospara eldisenso propio de la teoria del conflicto,y el desacuerdo presuposlclonal conla inc!inacion multidimensional, a veces normativa, de Parsons, brindo lajustificacion teorica para un cuestionamiento intelectual. Desde luego, loscontrastantes "hallazgos"empiricos tambien desempenaron un papel, aun-que tiendo aver estos haliazgos mas como producto de virajes ideologicos ypresuposicionales que como factores independientes. A fin de cuentas,Parsons estaba expuesto al mismo ambito emplrico, y liego a descripcionesempiricas muy distintas. Detras de esos factores inmediatos estaban lastradiciones teoricas que la teoria estructural-funcionalista de Parsons habianegado, tradiciones que por su caracter claslco podian ser recursos crucia-les de legitlmaci6n para la construccion de teorias antiparsonianas. En elcaso de Rex, las tradiciones significativas fueron el marxismo y una formaInstrumentalizada de la teoria weberiana.

Poco despues que la teoria del confllcto cuestion6 la hegemonia deParsons. surgl6 otro movimiento critico igualmente emprendedor que enfa-tiz6 el intercarobio racional. La "teoria del intercambio", al principio obrade un solo hombre, George Homans, y el libro que el public6 en 1961,Conducta social: sus formas elementales,l pronto se transform6 en un mo-vimiento difundido en todas las ciencias sociales. No 8610conquist6 adhe-rentes sino revisores influyentes - estudiaremos a algunos durante estecurso- y afect6 profundamente el trabaJo socio16gicoen casi todos loscampos empiricos. Una raz6n de este exito, ami entender, es que la teoriadel intercarobio se parece mucho a la perspectiva del sentido comun acer-ca de la vida cotidiana en la sociedad occidental. Pero tambien hay otrosfactores, y hoy nos ocuparemos de estas cuestiones intelectuales y sociol6-gicas.

Cuando Homans presento la teoria del Intercarobio en un articulo del

1 George Caspar Hornans. Social Behavior: Its Elementary Forms (Nueva York:Harcourt, Brace, and World. 1961).

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American Journal oj Sociology, en 1958,2 10hizo en el contexto de un nume-ro especial dedicado a uno de los decanos de la sociologia clasica, GeorgSimmel. Aunque Homans invocaba el patrocinio de Slmmel. y aunque seinspiraba mucho en la mas contemporanea trad1cion de la psicologia con-ductista de Skinner, la tradicion que Homans realmente reclamaba para lasociologiaposparsoniana era la economia clasica. La teoria economica clasi-ca nacio en el siglo diecisiete en la obra de John Lockey fue formalizada porel trabajo de mosofos morales escoceses, especialmente Adam Smith, quienformulo la famosa idea del laissezjaire. Alcanzo una cumbre en la obra delos utilitaristas del siglodiecinueve, Bentham, Ricardo y Mill.

Ustedes recordaran que en mis charlas introductorias hable del papelcritico desempeflado por la economia clasica en la teorizacion racionalista eindividualista del siglo diecinueve. La teoria describia la vida social como elintercambio de mercancias mas 0 menos iguales entre individuos mas 0 me-nos racionales. EI surglmiento de esta modalidad analitlca, pues, esta estre-chamente ligado a los desarrollos progresistas de la historia cultural y socialde Occidente. Encaraba las instltuciones como construldas sobre los intere-ses conscientes de individuos Inherentemente racionales. No solo la econo-mia sino la politica se puede ver baJo esta luz, pues en el coraz6n de la teo-ria economica clasica se encuentra la nocion de contrato. Asi como la vidaeconomica se concibe como basada en contratos entre indlviduos, la vidapolitlca se ve como un gran contrato entre los ciudadanos y el gobierno.Esta teoria del contrato politico constituyo una de las mayores justificacio-nes intelectuales para el desarrollo de las sociedades democraticas.Argumentaba que, como la sociedad esta compuesta por individuos libres yno constreflidos, las formas politlcas vigentes deben respetar esta libertad"natural".

Pero la teoria economica claslca no era simplemente una mosofia, unaformulacian de presuposlciones generales acerca de la accion y el orden.Era tambien una teoria empirica expl1catlva,muy especifica. ProduJo el pri-mer cuerpo de teoria clentifica social que se podia articular matematica-mente, desarrollando ecuaciones que predecian cosas como los preclos, elvalor, la ganancia y los costes. Esta especificldad Ie permltlo surtir un granefecto practico, y ejercer gran influencia en los exitos y fracasos de las eco-nomias capitallstas del siglo diecinueve. Detras de sus proposiciones expli-cativas habia un importante modele de las relaciones de intereses en elmundo empirico. Segim este modelo, los actores eran racionales, por cierto.pero 8610podian actuar como individuos. "Como se podian coordinar, pues.sus acciones? Esto ocurre, segun el modelo clasico, mediante la "mano invi-sible" del mercado. Los individuos optan de acuerdo con sus 'propios intere-ses, pero el mercado dispone el contexte de cada decisl6n de tal modo quebenefiCiael interes de todos. EI mercado garantiza que los precios baJen. poreJemplo, cuando hay excesiva oferta de bienes. Como un precio mas baJo

vuelve atractlva la compra de un bien, el potencial superavit de ese bien,que erearia problemas para el vendedor, pronto queda superado. De estemodo el intercambio individual racional conduce inevitablemente al equili-brio y la armonia. El modele plantea 10que un gran comentarista de estatradicion. El1eHalevy,llamola identidad natural de los intereses.3

Pero para muchos participes y observadores de este sistema capitalis-ta temprano, la idea de que hubiera una identidad natural de intereses pa-recia ideologicay absurda. Enfrentados con la inestabilidad y el conflictodelcapitalismo temprano. criticaron severamente el individuallsmo de la teoriadel intercambio economico. Se opusieron al modelo clasico diciendo que lasfuentes del orden social estaban mas alIa del control individual, que talesfuerzas colectivas habltualmente volvian desiguales a los particlpes del in-tercambio, y que esta desigualdad explicaba el conflictoy la inestabilidad dela epoca. Los reformistas utilitaristas como Bentham arguyeron que unfuerte Estado Ingles tenia que redistribuir el poder para que se pudiera for-mar una "identldad artificial de intereses" (de nuevo el termino de Halevy)entre grupos econ6mica y politicamente antagonicos. Marx. aunqu(: mas ra-dical, estaba de acuerdo con el ataque de Bentham contra el teorema de laidentldad natural de la economia clasica. La dlferencia era que para el talidentldad artificial de intereses solo podia alcanzarse mediante la revolucionsocialista.

Estlmulados por preocupaciones politicas e ideologicas, pues. estoscriticos de la teoria econ6mica clasica del intercambio plantearon profundosproblemas teoricos (en mis terminos: presuposiclonales). Sin embargo, se-flalemos que aunque criticaban la concepci6n predomlnante del orden porexcesivamente individuallsta, no cuestionaban su percepci6n de la acci6n.Tanto Bentham como Marx entendian que las personas se comportaban demanera racional y eficiente. Las restricciones culturales, buenas 0 malas,no constituian para ellos fuentes de inestabilldad. ni podian transformarseen fundamento para renovar la cooperaci6n.De hecho, tanto los utilitaristasreformlstas como los socialistas marxistas asoclaban la influencia de lasnormas y los ideales con las fuerzas conservadoras a que ellos se oponian.Para el utllitarista. se asociaban con las costumbres y honores de la aristo-cracia y las superstlciones de la Iglesia; para los marxistas, lmplicaban losfalsos ideales liberales de la burguesia. En otras palabras, los factores nor-mativos lmplicaban accion irracional y antlrracionaI. no meramente no ra-cional. Cerraban el paso a la igualdad que estos critlcos del Intercamblolaissezjaire deseaban crear.

Si en este desafio declmononico a la economia clasica ustedes ven elbosqueJo de la "teoria del conflicto", tienen razones para ello. Bentham yMarx echaron 108clmientos de la obra de Rex, quien parti6 de estas tradi-ciones para equiparar la deslgualdad material con el confllcto,y la reformacon cambios en las condiciones externas. Mas aun, asi como las bien lnten-

2 Homans, "Social Behavior as Exchange", American Journal oj Sociology (1958),62:597-606.

3 Vease Halevy, The Growth of Philosophic Radicalism (1901-1904; Nueva York:Kelley, 1972).

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cionadas teorias de Marx a menudo llevaron a la imposici6n coerc1tivade la"igualdad desde arriba", tambien la teona del confllctotermin6. como hemosvisto, respaldando una comprensi6n coerc1tivade la naturaleza del controlsocial.

<!,Dondequeda pues Homans. el hombre que reviviola teorizaci6n eco-nomica clasica a fines del siglo veinte? Entiendo que al revivir la teoria delintercambio Homans procuraba invertir este proceso hist6rico. A pesar desus elegantes y a menudo penetrantes conceptos. el trabajo de Homans sedebe ver como un esfuerzo para hacer retroceder el reloj. te6rica e ideologi-camente. Meexplayare un poco sobre esto partiendo de las afirmaciones delpropio Homans.

La teoria de Homans. a peSar de su busqueda positivista de una expll-cacion. constituye todavia una forma de autorreflejo. Como Parsons y Rex.Homans reaccionaba ante 10que el veia como la crisis de la sociedad occi-dental. Homans tuvo su formacion. como Parsons. en los afios de laDepresion de la decada de 1930. La madurez y popularizaci6n de su teorladel intercambio coincidieron con el derrumbe del consenso de posguerra afines de la decada de 1950 y principios de la de 1960. Antes sugeri que larenovacion del pesimismo ideologicode este penodo signific6una rupturacon el optimismo de la fe liberal de Parsons. Solo ahora. euando volvemosaHomans. es claro que la alternativa ante esta fe optimista no tenia que venirnecesariamente de la izquierda. Homans es un hombre de la derecha norte-americana. Presento un cuestionamiento conservador de una comprensionliberal y reformista del sistema social de nuestra epoca.

Homans se propone restaurar la noc1onde que existe una identidadnatural de Intereses entre los hombres. Cree que pocos impedimentos exter-nos obstaculizan el camino de la igualdad y la cooperacion,y que no es ne-cesaria una complicada teona de la motivacion humana para explicar c6moactuan los hombres para lograr esto. El sentido comun prevalecera. contralas percepc10nesy aun los intereses de grupos insatisfechos. El desarrollode la teona del intercambio implicaba pues motivos ideo16gicosy te6ricos.un dato claramente reconocido en un notable pasaje autobiografico queaparece en la introducci6n que Homans redact6 para la compllaci6nde susensayos. Homans comienza sus evocaciones estableciendo un lazo entre laexperiencia de la Depresi6n y su busca de una teona sociologicanueva ymas viable.

Estaba dispuesto a creer en Pareto porque me brindaba una defensa.La suya era una respuesta a Marx porque era una amplificaci6n deMarx. Marx habia ensefiado que las teonas econ6micas y po11ticasdela burguesia - yo era sin duda un burgues- eran racionalizaciones desus intereses. Pareto amplific6 a Marx demostrando que esto ocurriacon la mayona de las teorias de la conducta humana .... AI menos elproletariado no tenia mas justificacion intelectual para exigir mi dine-ro 0 mi vida - y al parecer exigia ambas cosas. y para colmo mis liber-tades- que la que yo tenia para defenderme. La justificac16n emocio-nal era otra cosa ... Si tan s6lo pudieramos reunirnos como hombreshonestos - 0 como "racionalizadores" honestos- podriamos dividir elbotin sin pelear. Los dislates intelectuales que decian los presuntos 11-deres del proletariado eran los que causaban tensiones e impedianuna concertaci6n.4

AIguienha dicho que buena parte de la sociologiamoderna constituyeun esfuerzo para responder a los argumentos de los revolucionarios.Siendo un republicano de Boston que no habia rechazado a su relati-vamente acaudalada familia. durante la decada de 1930 me sentiblanco de un ataque personal. sobre todo por parte de los marxistas.

En esta afirmaci6n directa vemos que la renovaci6n de la teona racio-nalista e individualista emprendida por Homans brindaba simultaneamenteuna comprensi6n y una soluci6n de la inestabilidad de la epoca. y i..made-fensa contra ella. Brindaba una comprension porque reconocia con franque-za el choque de intereses que estaban en juego en la guerra de clases. Talreconocimiento se podia hacer con la conciencia limpia, pues los supuestosde la teona del intercambio sostenian que ninguna parte de una negocia-ci6n es mas racional 0 mas poderosa que otra. Aqui radica la defensa deHomans. pues esta teoria no puede atribuir a ninguna de ambas partes elacceso a una "raz6n" mas elevada ni legitima; tales asertos se pueden deni-grar como irracionales. como racionalizaciones emocionales del interes.Como escribi6 Homans en su presentacion sistematica de la teoria del inter-cambio: "Sabemos que algunos de los que obtienen mas ganancias son al-truistas".5 <!,Quesoluci6n ofrece. pues. semejante teoria del intercambio?Como sus supuestos individualistas no reconocen diferencias fundamenta-les de poder. se dice que las partes enfrentadas en el conflicto se puedenreunir "comohombres honestos". Loshombres honestos admiten sin rodeosque estan motivados por la codicia,y la armonia se restaura una vez que sedividen los despojos.

La ideologia de la teona del intercambio de Homans, pues. se apartadrasticamente de la visi6n liberal y esencialmente humanista de Parsons.No reconoce la posibilidad de que una raz6n mas elevada 0 un bien Ultimose pueda realizar en la vida social. que los actores puedan trascender suspropios intereses por el bienestar mas general, que la sociedad pueda insti-tucionalizar la justicia colectiva. Desde la perspectiva de la teona del inter-cambio de Homans. la idea de una comunidad fraternal es una llusi6n. Elmodelo es la cooperaci6n. no la comunidad, algo que se puede alcanzar a

Homans pasa a describir su encuentro con Pareto, un te6rico que seoponia a la economia marxista aunque convenia con Marxen que los intere-ses determinaban la acci6n.

4 George C. Homans, Sentiments and Activities (Nueva York: Free Press, 1962),pag.4.

5 George C. Homans, Social Behavior, pag. 79.

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traves de individuos que actuan segun el principio "Rasco tu espalda sl ras-cas la mia". Ante la explotaci6n y el JX>dersin freno que a menudo han leg!-timado los sistemas inspirados en esta filosofia. podnamos condenar aHomans como un conservador irresponsable. Pero debemos tener en cuentaun detalle: Homans esta tenazmente comprometido con la libertad politica yla autonomia de la conciencia individual. AI introducir su teona sistematica,comenta que si las personas son yanquis - protestantes blancos y anglosa-jones que residen en Nueva Inglaterra- tienen cierto gusto por los frutos dela conclencia tan entraftablemente formado como el gusto por las olivas".6Homans es la quintaesencia del yanqui, asi que aqui habla por conoclmlen-to directo. Homans, pues, no desea justlflcar la elimlnaclon de los idealeshumanos. y mucho menos el compromiso con el voluntarlsmo y la voluntadIndividual. Como la mayona de los te6ricos Individualistas y racionalistas,sin embargo, parece incapaz de apreciar cuan dificiles realizar tales liberta-des en el mundo moderno.

Aun asi. la Ideologiano es el determinante excluslvode la teoria socio-16gica.La ideologia inclina a un teorico hacia una posicion u otra. pero ladireccion de la teorizaci6n esta en ultima Instancia determinada por un con-junto de compromisos. Examinemos ahora el proceso de razonamiento es-peciflcamente te6rico por el cual Homans llega a su reflexi6n posparsonianaacerca del intercambio.

Ante todo. recordemos que cada teoria cuestionadora del penodo deposguerra tuvo que crear a su proplo Parsons. Cada cual tuvo que crear unblanco negativo que justiflcara sus propias aflrmaciones teoricas. Pero esteblanco imaginario no era solo imaginario. El cuestionador solo podia tenerexito sl su polemica iba dirigida contra flaquezas genulnas del pensamlentode Parsons. cuya resoluci6n fuera bien reclbida por miembros signiflcativosde la comunidad sociologlca. Para Homans. la construcci6n de este blancoimaginario fue algo mas que un mere ejerciclo academico. Estaba cargadade signiflcados personales. El y Parsons habian side colegas en el departa-mento de Harvard durante muchos aftos. El habia side estudlante cuandoParsons era unjoven profesor en la decada de 1930. Parsons siempre prece-dio a Homans por poca distancia en su carrera cientiflca.

El ·Parsons" de Homans se parece al Parsons de la teoria del confllcto.Como ambas teonas insisten en que la aceion tiene un matiz exclusivamen-te instrumental, encuentran en Parsons a un teorico exclusivamente nor-mativo. Pero el Parsons de Homans tambien dlflere cruclalmente delParsons de la teona del conflicto. Primero. como Homans inslste en la supe-rioridad de las teonas individualistas, debe pintar a Parsons como muchomas antllndividualista. Segundo. como Homans esta comprdmetido con unaforma de teorizacl6n clentiflca muy dlferente. debe introducir una cuestionque nunca existl6 en la teona del confllcto. la cuestion metodologicadel mo-do adecuado de explicacl6n.

Aunque las objeciones de Homans al modo de expl!caclon de Parsons

no son. a m! entender, centrales para sus afirmaciones te6ricas sustantlvas.resultaron cruciales para posterlores desarrollos de la teoria posparsoniana.Homans sostenia que la teoria estructural-funcionalista no es verdadera-mente cientiflca. Es demaslado general y abstracta. esta demaslado intere-sada en produclr conceptos y definiciones. demasiado focallzada en la for-mulacion de modelos generales. En consecuencia, sugiere Homans, la teoriafuncionalista no puede ser realmente explicativa. Como hay una gran dls-tan cia entre este nlvel general y los procesos de toda sociedad especiflca. elfunclonalismo no puede nombrar la causa precisa de nlngun efecto especifi-co. Asi 10expreso Homans en su dlscurso presidencial ante la AsociaclonSociologica de los Estados Unldos en 1964, un dlscurso que se convlrtio enelemento central de los desarrollos posparsonianos: "Entiendo que la soclo-logia debe explicar los rasgos reales de las sociedades reales y no solo losrasgos generalizados de una sociedad generalizada".7 Para alcanzar esta de-seable especiflcldad, insiste Homans, los teoricos deben trabaJar en el nlvelproposicional. Las proposlciones son enunclados si/entonces que no deJandudas acerca de predicclones preclsas 0 acerca de la causa s!Jgerida deefectos predichos. '

Entlendo que Homans esta errado en esta disputa acerca de las expli-caciones, aunque no necesariamente errado en su critlca mas general deParsons. En una charla anterior mencione que la teoria de Parsons tiene uncaraeter Incomodamente abstracto y que, especialmente en la obra tardia. Iecosto mucho pasar de los modelos generales alas proposlciones acerca desocledades especiflcas. Mas aun. las proposlciones son centrales para lateorizacion sociologica, que en definltlva solo tiene sentido en su "retrlbu-cion empirlca" (en contraste. por eJemplo.con la mosofia).Dicho esto. la teo-ria que cree conslstir solo en proposlclones se engafta a si mlsma. y en lamedida en que Homans ayudo a conducir la soclologiapor este camino con-tribuyo a dlfundlr una Huslon esterillzante. Un cuerpo de proposlclonessimples puede dar la impresion de ergulrse a solas. pero de hecho solo pue-de surgir de esquemas conceptuales mas compleJos.Las proposlclones de-penden de modelos generales que se ramlfican, y siempre se sostienen sobrepresuposiclones acerca de la accion y el orden. Es irrelevante que un teorlcoadvlerta 0 no que estos otros nlveles informan su trabaJo proposicional, 0 s!esos niveles estan latentes 0 explicltos. Aunque Homans Insiste en que suteoria es simplemente proposiclonal. en el slgwente anallsls veremos quesus enunciados. aparentemente simples, comportan un bagqje te6rico maspesado y mucho mas general.

De hecho, tales consideraclones generales son las que subyacen alParsons que construye Homans. AI igual que la teona del confllcto. la teoriadel intercambio insiste en que la caracteristtca principal del funclonalismoes su concentraclon en las normas. que las normas constltuyen los prlnc!-pales recursos para la definicionde los roles sociales, y que los roles constl-tuyen el fundamento de una vision funcionalista de la socledad. AIcontrarlo

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de un teortco del confllcto,en cambio, Homans no objeta que este foconor-mativo ellmine el conflletosocial. A fin de cuentas, Homans esta comprome-tido con la identidad natural les decir, armoniosa) de intereses. Homans ob-jeta algo muy distinto, algo que esta mucho mas estrechamente conectadocon la naturaleza de la teoria que desea proponer. Las normas y roles, obje-ta, se refieren solo al marco colectivo,institucional de la accion, no a la ac-cion misma. Para explicar la accion se requiere una teoria de la conducta"subinstitucional".8Como los funcionalistas se concentraban en normas yroles, insiste Homans, "dieron por sentada la conformidad alas normas".9En cambio, Homans sugiere que las reglas no pueden definirlotodo de ante-mano, que la realidad concreta de la interaccion significaque las casas es-tan cambiando siempre. Como escrtbe en su introduccion a Conducta so-cial: "Serequiere tiempo para formular reglas, y una vez formuladas tiendena permanecer en los libros por pertodos relativamente largos. En elintertnla conducta real de los individuos continua, cambiando con las cambiantescircunstancias". Par 10tanto, si la sociologiadesea dar explicacionesde ve-ras, se debe concentrar en estas circunstancias cambiantes. Dichas cir-cunstancias cambiantes, los elementos nuevos 0 cambiantes de la accion,son los elementos "contlngentes". Como "ninguna regIa puede descrtbir contodo detalle como se deberian comportar las personas en cada contlngen-cia",lOla sociologiadeberia describir la conducta y no las reglas. La sociolo-gia de Homans, en palabras de su discurso presidencial, "vuelvea introdu-cir a los hombres" en eljuego te6rtco.

Can la afirmacion de que la teoria parsoniana ignora la conducta realde los individuos reales, Homans abrto una veta que los teoricos explota-rian durante aflOs. Reve16 una genuina flaqueza de la teorlzacion deParsons, y par cierto apelaba a un arraigado descontento teorlco. El con-tlicto entre conducta y normas -en el nombre de)a interaccion, la indi'vi-dualidad, la intencionalidad 0 la microsociologia- ha sido una de las dis-putas centrales de la especialidad desde tiempos de Homans. Sin embar-go, tambien es una disputa que no se puede llevar a cabo s6lo en nombredel individuo. Mientras la disputa entre individuo y colectividad remite alproblema del orden, queda el otro problema presuposicional, el problemade la accion. La conducta "subinstitucional" de Homans es inevitablemen-te conducta de un tipo especifico, y los hombres que el vuelve a introducirson hombres con aptitudes particulares (a mi juicio muy limitadas). Lateoria delintercambio no es s610individualismo, sino individualismo racio-nalista. Los individuos de Homans son personas que economlzan, inter-cambian, actuan en nombre de la eficiencia. Esta insistencia en cierto tipode accion queda camul1ada por la objecion individualista de Homans alasnormas, pero tambien es responsable de las caracterlsticas mas notablesde su trabajo.

El modelo que propone Homans para la conducta subinstitucional de-riva de la economia. Segu.nesta tradicion, la interaccion individual consisteen sanciones y recompensas, y la respuesta de cada individuo ante el otroes .acorde can la "retrlbucion" que cada cual recibe. Lo que hacemos, ycuanto hagamos, depende de la cantidad y calidad de la recompensa queobtenemos. Comoesto es igualmente cierto de la persona can quien interac-tuamos, la interaccion equivale simplemente a un intercambio de recom-pensas. Cuanto mas frecuentemente se recompense una accion, y cuantomas valiosa sea la recompensa, can mas frecuencia la repetiremos, El valorde una recompensa esta determinado por la provision: (,cuanto hemos reci-bido ultlmamente y cuanto necesitamos? Nuestra provision determina si larecompensa sera valiosa para nosotros, la de nuestro interlocutor determinacuanto esta dispuesto a dar. La cantidad y naturaleza de la recompensa, sinembargo, no son los unicos factores que determinan el provecho de nuestrainteraccion. Tambien esta el elemento del costa. Para reallzar una accionhay que gastar ciertos recursos: mas aun, hay que renunciar a otros aetaspotencialmente fructiferos. La ganancia es recompensa menos casto. La ac-cion debe ser mutuamente provechosa paraser llevada a cabo. Homansma a esto "el secreto a voces delintercambio humano".l1 El secreta consisteen dar alga que es mas valioso para la otra persona que costoso para noso-tros, y encontrar un modo de persuadirla de que nos de casas que son masvaliosas para nosotros que costosas para ella.

Esta percepci6n de la conducta como lntercambio calibrado conducea una visi6n del orden social comodependiente de la negociaci6n continua.Si no obtenemos la respuesta que esperamos, tratamos de aumentar la re-compensa que ofrecemos. Par ejemplo, las personas "pueden transformarcada unidad de aprobaci6n que dan a otros en una mas calida clase deaprobaci6n".12 Tambien podemos tratar de incrementar el valor de cada"unidad de recompensa" volviendolamas escasa. Homans cree que el pro-vecho continuo a partir de la interaccion requiere un calculo e ingenioconstantes, pues no ve estrueturas exiraindividuales, tratese de normas acondiciones, que tengan un efecto vinculante. Mas aun, la actividad conti-nua lleva a una continua comparaci6n can otros. ,',Otra persona obtendramas por su actividad destinada a mi de 10que yo obtengo par esta m1smaactividad destinada a ella? Dados sus bajos costas, (,recibemas? Este es elproblema de la justicia distributlva. Homans dice que tambien es vital paracada lntercamblo, pues determ1na que cantidad de recompensa es en ver-dad suflciente.

Homans presenta un simple yelegante modelo de la acci6n y el orden.Exam1nemos algunos de sus logros antes de explorar los problemas queplantea.

La teoria delintercambio cuestiona el funcionalismo tanto en cuanto ala accion como en cuanto al orden. Como antes sugeri que la posicion de

8 Homans, Social Behavior, pags. 391-398.9 "Bringing Men Back In", pag. 814.

10 Social Behavior, pag. 3.11 Ibid., pag. 62.12 Ibid., pag. 66.

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Parsons en ambas cuestlones tlene aspectos problematlcos, no deben uste-des sorprenderse si digo que hay zonas importantes donde la teoria del in-tercambio hace aportes relevantes y beneficos. En mis clases sobre teoliadel conflictome explaye sobre el problema de la acci6n, pues Rex tambj(~ncuestionaba este pun to, y ya he hablado sobre la ambigiiedad de Parsonsacerca de la acci6n. Formalmente, Parsons produjo un enfoque multidimen-sional de la acci6n; sustantivamente, a menudo enfatlzo las formas norma-tivas sobre las instrumentales. Su concepcion del acto unidad incluye fines,medios y normas, y su analisis del sistema social incluye la asignaci6n y laintegracion (en el periodo intermedio) y AGIL (en eI periodo tardio). PeroParsons opt6 por identlflcar su temprana teorlzacion sobre eI acto unidadcomo "voluntarista", y a menudo 10uso para negar perspectivas instrumen-tales de manera abstracta. En su obra tardia, la centralidad de la asigna-cion de recompensas y la aplicaci6n despareja del modeloAGlLde intercam-bio a menudo qUit6 imparcialidad a los modelos sistematicos de Parsons.En ocasiones Parsons presento a la sociedad como si bastara con una fuertesocializacionpara que se siguieran las normas y se garantizara eI orden so-cial. Sin embargo, los aspectos mas multidimensionales de su teolia condu-cen a una conclusion muy distinta, a saber, que las condiciones extemas,los calculos de eficiencia y elinteres propio siempre mediatlzan las expecta-tivas subjetivas. AIsubestlmar la dimension cognitivade la acci6n y sobres-timar 10 moral y emocional, Parsons quita enfasis a los calculos demedios/fines acerca de la eficiencia que Homans situa en el centro de suobra.

La clitlca presuposicional de Homans tambh':n se relaciona con el or-den. Parsons abraza obviamente una versi6n colectivista. Sostiene que lasteolias individualistas implican elementos aleatorios y por ello no pueden"resolver"el problema del orden. (,Significaesto que Parsons creia que la so-ciologiano debelia hablar acerca de la accion individual ni el proceso de in-teraccion entre individuos? En principio no significa nada de esto. Parsonsmismo dedico buena parte de La estructura de la accibn social a detallar loscomponentes de los actos individuales. Enfatlzo que cada acto involucra une!emento de "esfuerzo", una cualldad contingente y temporal que remite alllbre albe.drio.En su periodo intermedio Parsons esboz6 un paradigma de lainteraccion que denomin6 "diada", en la cual el yo y el "otro"se sancionan yrecompensan reciprocamente dentro del contexte de normas y condicionesestablecidas. Como ustedes recordaran, esta diada era crucial para el inten-to parsoniano de explicar c6mo la insatlsfacci6n con las normas puede con-ducir al desvio. Parsons enfatizaba la "doble contingencia" de la interaccion.Podemos hallar varios pasajes donde Parsons enfatlza la significaci6nde lasrespuestas individuales y contingentes y la importancia de la manipulacionde medios instrumentales. En su anallsis de I~ sociallzacion, por ejemplo,refiere que el retiro de la recompensa parental induce a los ninos a alterarlos medios que usan para ganar sus fines: los gritos, los sonidos, las expre-siones faciales, la modalidad de conducta de busqueda de placer. La crea-cion de nuevos medios, insiste Parsons, permite que se desarrollen nuevasnormas en la interacci6n padres-hljos y solo entonces se intemallzan diver-

sas comprensiones y se completa la transicion hacia diversas fases de la so-ciallzacion.13

Una teolia colectivista, pues, e incluso una teolia funcionalista, puedereco.nocery aun destacar el papel de la actividad individual, contingente.AqUlse debe establecer un distingo entre el nivel empirico del analisis y elenfoque presuposicional del orden. En estos examenes de la interacci6n in-dividual, Parsons se concentr6 en un proceso empirico particular, un niveldel analisis. Sin embargo, 10 hacia dentro de un contexto presuposicionalque era resueltamente colectivista, pues enfatizaba que tal acci6n contin-gente se produce en relacl6n con restricciones socialmente estructuradas(lnterna y externamente). Una cosa es concentrarse en el individuo como fo-co del analisis empirico y muy otra es adoptar, como propone Homans, unaposicion individualista en las presuposiciones acerca de las fuentes de laaccion pautada en general. Un te6rico colectivista puede concentrarse empi-ricamente en el nivel de la interaccion individual e incluso en el de la perso-nalidad. Asimismo, una teolia individualista puede tratar de explicar no alindividuo aislado sino a un grupo 0 una naclon. Loque esta en cuestion sonlos supuestos analiticos mas generales que se hacen acerca de'tales proce-S?S.empiricos, es d~cir, cuan relativamente importantes son actitudes aprio-nstlcamente soclallZadas 0 estructuras coercitivas comparadas con senalesy respuestas individuales, contingentes, hist6ricamente especillcas.

Sin embargo, una vez mas, aunque es verdad que la teoria funclonalis-ta de Parsons puede, en prlncipio, incluir el elemento que Homans transfor-mo en blanco de su critica, tambien es cierto que la aplicaci6n que haceParsons de su teolia otorga fundamento al cuestionamiento de Homans. Lateolia colectivista no tiene por que ignorar el nivel individual del anallsis, yParsons no 10 hace siempre, pero 10hace habitualmente. La suya es unateoria de sistemas. Se concentra casi exclusivamente en niveles mas am-plios que el individuo, en grupos, instituciones, subsistemas, patrones devalor. Para conceptuallzar estas grandes unidades, Parsons da por sentadoque existe un nivel de interaccion individual. Sin embargo, aunque no niegael hecho de la contingencia, entiende que hay una probabilidad de que laaceion contingente se conforme a pautas normativas yal equilibrio institu-cional de castigos y recompensas. Parsons nunca explica como los procesossistemlcos se articulan con las aptitudes e interacciones individuales, ni pa-rece interesado en ello. Esto deja un boquete empiricoen la teoria funciona-lista, pues el individuo y la diada constituyen un nive!critico de la vida em-pirica. No son mas importantes que un grupo, una instltucion 0 un sistema,pero tampoco son menos importantes. Los procesos grandes siempre invo-lucran unidades menores, microunidades; si no explicamos el funciona-miento de las unidades mas pequenas no podemos dar cuenta del equilibrioni del cambio en los sistemas sociales.

13 Vease, par ejemplo, Talcott Parsons, "Family Structure and the Socialization ofthe. Chil~", pags. 35-132, en Parsons y Robert F. Bales, (camps.). Family,SocIalIZation, and Interaction Process (Nueva York: Free Press, 1955).

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La teoria delintercambio. pues, brinda un correctivopara la tarea fun-cionalista. AI concentrarse en la contlngencia. llumina un nuevo nivel delanalisis, y su enfasis en la acc16nracional compensa una peligrosa propen-si6n presuposicional. AI adrn1tir el intercambio, el vocabulario de la teoriafuncionalista se puede expandir de manera significativa. Asi, mientras lasnormas institucionalizadas brindan pautas para escoger medios apropia-dos, aim se deben escoger medios especificos. Ailll se deben aplicar pautasnormatlvas, y dentro del contexte de estas pautas normatlvas. la reflex16nacerca de la eficienc1ade los medios es un lrnportante criterio de elecci6n.Como las normas son mas generales que cualquier caso particular. habi-tualrnente escogemos entre varios medias legitlrnos. Un modo de hacer unaelecci6n consiste en poner a prueba una linea de acci6n para verificar sucosto y recompensa. Comparamos las recompensas que nos deparan diver-sas acciones y la ganancia y relativa justlcia de cada una.

Pero los "usos de la contlngencia" son mucho mas profundos. lC6mosabemos que es un "medio"y que es una "condic16n"?En otras palabras,lc6mo sabemos que es posible cambiar y hacer nuestro en nuestra situa-ci6n material les dec1r,un medio)y que debemos tomar como inalterable lesdecir, "comocondici6n)? La sola forrnulaci6n del asunto en estos terminosdemuestra el entrelazamiento entre contingencia y calculo. Mientras lascondiciones de la acci6n aparecen en los analisis de sistemas comoparame-tros inalterables. en la tnteracci6n individual se llega en forma contingentea esta apariencia. Son los individuos quienes separan. en el curso de cadaacci6n. 10que es inalterable de 10que se puede usar, 10que se debe recono-cer como condici6nde 10que se puede usar comomedio. Lahacen sondean-do el ambito que los rodea. Deciden. de acuerdo con sus prioridades y re-cursos, que parte de ese ambito les costaria demaslado alterar. SI es dema-siado costosa, la conslderan fuera de su alcance: una "condlcI6n"para eseacto en particular. A traves de este mismo proceso de ensayo y error. los In-dlviduos se fijan nuevas metas en respuesta a sus camblantes ambitos ex-ternos. Establecemos nuevas metas segun 10que conceblmos como poslbleen cada contlngencia. no s6lo segun 10 que es coherente con metas previas ycon norrnas generales. La eflc1encladepende de los otros medios disponi-bles para nosotros. de las recompensas que nos ofrecen. de nuestros costos,y de nuestra comparaci6n con 10que esta dlsponible para otros aetores.

La teoria delintercambio demuestra ademas que tales conslderacionescontingentes acerca de la eficiencia afectan aun la operaci6n de las normas.Por ejemplo, en el curso de la interaccl6n dentro de un rol. lc6mo sabemossi las deflniciones de! rol -Ias relevantes normas institucionalizadas- es-tan bien repartidas, sila persona con quien actuamos se comporta en formacoherente 0 en forma contraria a nuestras expectatlvas de rol? En parte. sa-bemos esto con s6lo interpretar su acci6n en relac16ncon nuestras expecta-tlvas intemallzadas. Pero hay algo mas. Tarnbien tenemos en cuenta si lasrecompensas que nos ofrece son demasiado costosas para nuestra accl6nreciproca. lPodemos damos el lUjo de cooperar, dados nuestros gastos yprovisiones? lPodemos costear los medios para responder"efectlvamente alos actos de nuestro interlocutor? lEntendemos que las recompensas que

damos son moralmente apropiadas. respeeto de las recompensas que el nosda a la vez? Por Ultimo,si decidimos que los actos de nuestro interlocutorno corresponden a nuestras expectativas. lc6mo llevamos a cabo las sancio-nes involucradas en el control social? Comenzamos a retirar nuestras re-compensas. Para ello. sin embargo. debemos calibrar cuidadosamente sueficacia para e!evar el costo de los actos del otro.

Acabo de insertar el vocabulario conceptual de!intercambio en el mar-co mas amplio del funcionalismo. Sugiero que esta teoria neofuncionalistarevisada puede ser preferible al original de Parsons. Por cierto, tarnbien esdlferente de la de Homans. Homans no trataba de "rellenar" la teona funcio-nalista, de afladir un nuevo nivel de analisis. ni de impedir que se inclinarahacia un lado u otro. Homans procuraba reemplazar el funcionalismo poruna teoria que no tuviera en cuenta marcos mas amplios ni nada salvo losaetos individuales racionales. Para Homans, la acci6n es simplemente inter-cambio. y la negociaci6n individual no es un nive! empirico de analisis sinola presupos1ci6n del orden mismo. La teoria delintercambio se concentra enelementos contlngentes en cuanto opuestos a elementos estructurados y enmotivos cuantltativos y calculables en vez de motivos subjetlvos e interpre-tables. Aunque podamos reconocer la mas amplia signiflcaci6n de la teoriade Hornans, y los fundamentales correctivos que ofrece para el trabajo deParsons, ello no equivale a una evaluaci6n de la teoria de Homans en cuan-to tal. Mededicare a ello en la pr6xima charla.

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La teoria del intercambio (2):Romans y el dilema individualista

Terminamos la ultima charla con un problema. Una vez admitido quela teoria del intercambio genera fuertes percepciones de aspectos particula-res de la conducta social y la construcci6n del orden social, (,constituye dehecho una teoria general de la acci6n y el orden en cuanto tales? (,C6mopo-driamos responder a esta pregunta? Bien, una cosa que podriamos hacer esvolveralas aflrmaciones empiricas de la teoria. Si encontramos alIi descrlp-ciones 0 proposiclones que no parezcan empiricamente validas, la universa-lidad de la teoria es dudosa. Esta critlca tendria la misma categoria que misobservaciones acerca de la aflrmaci6n de Rex segun la cualla sociedad ca-pitalista de posguerra seguia siendo un sistema biclasista.

Aceptemos pues, por razones de argumentaci6n, las presuposiciones ymodelos de Homans y observemos algunas de sus predicciones especiflcas.Evaluando el costo de una acci6n tipica, Homans suglere que pedir ayudaes "costoso' porque es humillante.

[Alguien]puede desempeilarse solo u obtener ayuda de (y dar aproba-ci6n a) Otro. Si se desempeila solo prescinde del valor de obtener ayu-da. Pero sl escoge reciblr ayuda, (,de que valor prescinde? Creemosque en estas circunstanclas el, como muchos hombres, prescinde delvalor que comunmente llamamos respeto por si mismo, la sensaci6nde que puede desempeilarse sin ayuda.1

(,Peropedir ayuda es inherentemente un costo? (,Elrespeto a sf mismose basa siempre en mantener la independencia absoluta que implica estaproposicl6n? Ante todo, (,c6mo puede entrar un concepto subJetivo como"respeto a sf mlsmo" en una teoria del intercambio? Otra proposici6n deHomans plantea preguntas empiricas slmilares. Esta vez se trata del inter-camblo de castigos. Declara: ·Cuanto mas golpea uno, mas golpea el otro,pues resulta satlsfactorfo lastimar a quien nos lastima" (pag. 57). Tal vez,pcro no clertamente en las 6rdenes religiosas ni en las sociedades utoplstas.Como su proposicI6n acerca de la ayuda, este enunciado tiene ciertamente

I IlollIIIIlH, Soda! Behavior: Its Elementary Forms (Nueva York: Harcourt, Brace,IInd WlItld, Illli 11. Pfl/.(. 61. A partir de aqui, el nurnero de pagina de las referenclas a,,,,~·t,,llj.'I"lPt,,, f1f.'.lIrar.m cnlre parentesis en el texto.

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sus limites culturales. En terminos estrictamente emplricos, tenemos qw'preguntarnos si Homans no ha basado sus generallzacionesen datos demusiado estrechoss. Esta sospecha parece justificada por el sincero aparte, alprincipio de su libro. donde confiesa que se ha basado casi exclusivamenteen fuentes norteamericanas: "Aunque creo que los rasgos generales de laconducta social elemental son compartidos por toda la humanidad, 10creesolo como articulo de fe. y las pruebas que presentare son casi totalmentenorteamerlcanas" (pag. 7).

Sin embargo, aunque tales cuestlones empiricas plante en interro-gantes acerca de la generalidad de la obra de Homans, no bastan en slmismas para minar su teoria. se pueden encontrar otros datos y. dado elpoder teorlco de Homans, sin duda el padrla interpretarlos de tal maneraque Ie dieran respaldo. Este tipa de operacion de "limpleza" es precisa-mente la que ocupa a los seguidores de un maestro teortco. Lo que debe-mos hacer. pues. es examinar el marco general de Homans. Este marcogeneral es el que presupane la percepclon de Homans de los datos empirl-cos y restringe todo intento de reconstruccion empirlca. Si crltico !"ololosenunciados empiricos de Homans. es mi palabra contra la suya. 'Pero siencuentro contradicciones y tensiones en su teorlzacion. puedo ganar elrespaldo de Homans. como quien dice. contra si mismo. Si Homans debeintroduclr categorias residuales signiflcativas en su pensamiento, elioequivale a un reconoclrniento implicito de que existen flaquezas significa-tivas y seftala el camino hacla otras posibilidades teorlcas.2 Si los enun-ciados ad hoc del propl0 Homans contradlcen el impulso sistematico desu teorla. tendremos fundamentos mas solidos para cuestionarla.Exarnlnemos. pues. las presupasiciones de Homans acerca de la accion yel orden. y veamos si puede mantener los principios de la teoria del inter-cambio de manera coherente.

Homans insiste en la total racionalidad de la accion. Su actor solo seinteresa en la eficienciay el provecho.Los sentlmientos y los valores subje-tivos nunca interfleren con estos calculos objetivos,o. por expresarlo en ter-minos del intercambio. los sentimlentos y las lnclinaciones subjetivas si-guen a los calculos sobre el provechoy estan formados por ellos. La aptituddel actor para calcular. su capacidad para la racionalidad. nunca es proble-matlca: no es algo que haya que aprender. Como es una capacidad innata,la atenclon del teorico (y la del actor) siempre esta dirtgida fuera de la perso-nalidad. hacia cosas visibles y concretas. La ganancia. como ustedes recor-daran. es la recompensa menos el costo. y la recompensa se basa en el est!-mulo externo que se recibe. La prlmera pregunta que debemos hacernosacerca de la recompensa es cuantitatlva: "cuanto se recibe? La segunda escualltativa: mue clase de estimulo es, cuanto se 10valora? El valor tamblenes calculable objetivamente, pues es una cuestion de provision externa:"cuanto de este estimulo se ha reclbldoen el pasado? EI costo, por su park,

2 Comente esta estrategia interpretativa de buscar categoriaH reHltlllll!'''' ,." I"pIimera conferencia.

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se reftere a los recursos perdidos, sea mediante gastos dlrectos 0 medianteoportunidades obJetivas desperdicladas.

Si conocemos la sltuaci6n externa del actor, tenemos que saber c6moactuani. Como la racionalidad de su accl6n se da por sentada, el ambito desu acci6n determinara el curso de esta. Como 1a ganancia esta determinadapor un calculo racional de factores materiales vlslbles - basicamente, decantldad y provisi6n-. el cientiftco-observador tlene tanta facllidad como elactor para determlnar el curso de la accl6n. Dicha conducta es prevlslblepara el cientillco social, y. segun Romans, en teona soclol6glca buscamosprevisibilldad y una explicacl6n precisa. Esta prevlslbllidad sena Imposiblesl Incluyeramos en el Juego teorico estados mentales Internos y subJetlvqs,pues en este caso los calculos del actor (y 10s del cientiftco) acerca de 1ascondiciones externas estarian mediatizados por datos no racionales, menosvlslb1es.

Por todas estas razones, tanto presuposiclonales como metodol6gicas,Romans tlene que hacer la radical aftrmacl6n de que los estados internosen realldad no existen, al menos no Independlentemente de datos externa-mente observables.

Los sentlmlentos no son estados internos de un indlvlduo, as! como no10 son las palabras. Se Infteren a partir de 1a conducta manifiesta:ellos son conducta maniftesta y por ello son dlrectamente observables.En consecuencla, son actlvldades y no necesitamos proposiciones es-peciales para describlr sus efectos (pag. 34).

En teona, pues, los actores de Romans no tlenen conciencla internadiferenciada de su actlvldad externa. L1evado a su conclusl6n 16gica, estoslgniftca que no tlenen memoria, pues la memoria permltlna que los sentl-mientos asociados con actos pasados se acumularan Independientemente einterftrieran con los actuales. Como Romans asocia los sentlmientos con lasactlVidades presentes, se slente obllgado a elimlnar los recuerdos sobre 'op-clones desechadas' de sus formulaclones acerca del costo. Las oportunlda-des s610 se pueden referir a opciones presentes, opclones obJetivamente ob-servables: 'Para que una actlvldad tenga costo, es preclso desechar una ac-tlvldad compensatorla alternatlva.·

Conslderaremos como costos s610 1as recompensas desechadas quepermanecen dlsponlbles durante el penodo en que se realiza una actl-vldad particular, como 1a recompensa de escapar de la fatlga estaabierta a 1a paloma durante el tlempo en que plcotea. Si me ofrecendos empleos, de los cUales s610 puedo aceptar uno, sin duda me costa-ra tomar una declsl6n; pero en cuanto haya aceptado uno y rechazadoel otro, que entonces ya no estara dlsponible para m! porque algulenmas 10 ha tornado, las recompensas del empleo que acepte ya no sonun costo al hacer el trabajo que acepte (pag. 59).

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Homans puede tener razon cuando compara a los hombres con palomas.Sin embargo. si existe la memoria esta analogia carece de validez Dues aun-que las palomas respondan solo alas oportunidades presentes. 10- hombrescon sensibilidad por cierto no 10hacen.

Homans ha presentado una perspectiva sistematica y coherentementeracionalista. aunque al costo de empobrecer su perspectlva de los seres hu-manos. Sin embargo. el signo de los teoricos realmente distinguidos es queintuyen aun las limitaciones de su trabaJo mas sistematico. Saben dande esvulnerable, y consciente 0 inconscientemente procuran compensar sus de-fectos. Pero esta compensacian solo se puede hacer de manera ad hoc; ha-cer otra cosa equivaldria a minar la integridad sistematica de la teoria. Y esmuy obvio que Homans capta muy bien el caracter limitativo del intercam-bio. Abundan las contradicciones y las categonas residuales.

En su primera proposicion general acerca del intercambio, por eJem-plo. Homans suglere que la capacidad subJetiva para la discriminacion esvital para calcular las ganancias. "Cuanto mas similar sea la presente situa-cion de estimulo a la pasada". escribe ace rea de su actor prototipico. "masprobabilidades hay de que emita la actividad. 0 una actividad similar. aho-ra" (pag. 53). Homans esta diciendo que los actores deben comparar los esti-mulos extern os que reciben actualmente con sus experiencias de estimulosen el pasado. Pero si esto es verdad. se pierde la analogia entre hombres ypalomas. En efecto, Homans sugiere que "10 que establece las similltudes ydiferencias en cuestian -10 que hace a los hombres discriminar entre esti-mulos- puede ser complicado en exceso. Es mucho mas complicado paralos hombres que para las palomas" (pag. 53). Es tan complicado precisa-mente porque la capacidad para discriminar depende de la capacidadsubjetiva para evocar el pasado, de la "memoria" que Homans insiste en ex-cluir. "En un hombre la discriminacion puede ser no solo el resultado de suexperiencia cotidiana sino tambien de su educacian formal, sus lecturas ylos argumentos verbales que haya escuchado. Puede ser inconsciente 0 pro-ducto de un razonamiento consciente" (pag. 53). Como los sentimientos sonportadores del pasado, el estrecho lazo entre los sentimientos de una perso-na y sus actlvidades contemporaneas se ha perdido. Mas aun, es muchomas dificil predecir - objetivamente- la conducta de una persona si debe-mos comparar el estimulo que esta recibiendo ahora con el que 10precediohace tiempo. Tendriamos que saber si el actor mismo siente que existe esasimilitud. Los recuerdos y sentimientos difieren de una persona a la otra.Pasamos de una teoria de las realidades observables a una teona interpre-tativa acerca de los estados mentales.

La discriminacian tambien implica pautas. Comparamos las cosas en-tre si comparando ambas con una pauta mas general de como debenan sertales cosas. Una vez mas, esto nos conduce al pasado. un hecho queHomans parece admitir cuando escribe que los patrones de estimulos con-temporaneos surien los efeetos que surten a traves de "procesos de aprendi-zaje del pasado" (pag. 74). c:',Perotales pautas de discriminaci6n se diferen-cian en algo de las normas de Parsons? c:',Lareferencia a la discriminacianno ha Ilevado a Parsons a reconocer Implicitamente - a seflalar de manera

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ad hoc- la realldad de la accl6n no racional y de las restricciones extraindi-viduales sobre la experiencla?

Estas reservas acerca de una perspectiva puramente instrumental so-bre la accl6n tambien afloran en las definlciones contradictorias queHomans da para "valor".El valor es vital para cualquier teoria delintercam-bio: es el elemento cualitativo que, junto con 10cuantltativo. determina larecompensa. La segunda proposicion general de ·Homans acerca del inter-camblo tiene dos partes. La primera es cuantltativa, y se refiere simplemen-te al mimero: "Cuanta mayor sea la frecuencla, dentro de un periodo, enque la actividad de un hombre recompense la actividad de otro, con mayorfrecuencia el otro emitin'i.la actividad" (pag. 54). La segunda es cualitativa yse centra en el valor: "Cuanto mas vallosa sea para un hombre la unidad deactividad que otro Ie da, con mayor frecuencia emitira actividad recompen-sada por la actividad del otro" (pag. 55). Pero en la obra de Homans tambienhallamos un enfoque diferente del valor. "El valor de la unidad [que unactor] recibe es el grado de refuerzo 0 castigo que obtiene de esa unidad"(pag. 40). "Por que esto es diferente? Mientras que en la primera proposi-cion se describe el valor como un mediador independiente de estimulos, enel segundo es visto como determinado por los estimulos. En el segundo casoes la conducta del actor la que indica el valor de los estimulos; en el prime-ro, la evaluacion independlente del valor predlce cuaI sera la conducta delactor, es declr, sl el estimulo 10reforzara 0 castigara.

(,por que Homans es tan amblguo con este concepto central? Hemosvisto que es totalmente capaz de desarrollar una definicion objetivista delvalor, a saber. que el valor es determlnado por la previa provision que el re-ceptor tuvo del objeto. Como esta definicion logra transformar la calidad encantidad, "por que Homans desea evitar poner el valor en una posicion in-dependlente? Porque, creo, Homans tiene reservas acerca de la capacidaddel actor para calcular objetivamente el significado de "provision previa".Hemos visto que se slente obligado a reconocer el papel de la discrimina-cion, y que asocia la dlscrimlnaclon con el papel de los recuerdos de recom-pensas del pasado. EI problema, pues, es que sl el valor esta determinadopor provlsiones pasadas, sin duda depende de la discriminacion. Permitirque el valor sea un medlador independiente de estimulos es pues ligar elln-tercamblo con cosas internas, irraclonales. EIvalor se transformaria en algoimputado a los estimulos por reservas acumuladas de sentimiento y sensl-bilidad. Es mejor reducir el valor a epifenomeno del estimulo, obligando alobservador a examinar el curso especillco de la acclon observable sl ha depreclsarse el valor. Ami entender, se trata de un planteD totalmente erro-neo.

MI comentario acerca de los problemas de Homans con la acclon sebasa en ml convicclon de que las presuposlciones establecen una "loglcateorica" que llmita agudamente las poslbilidades de descripclon empirica del"mundo real". Homans desea hablar acerca de la dlscrlmlnaclon y la memo-ria acumulada, pero su compromlso con las presuposlciones Instrumentalesacerea de la acclon se 10 dificulta. Puede Introducir ciertas re[erencias decontrabando, pero para que su teoria continue slendo una reconocible "teo-

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ria del intercambio", todo analisis que vincule la discrlmlnacl611COli C'HllldoHmentales, y el valor con ambos, tiene que ser ocasional y ad hoc HOlllallHdebe contradecir tales analisis en su trabajo sistematico.

En este sentido, podemos decir que la l6gica te6rica choca contra larealidad empirica. Entiendo que la "realidad" es multidimensional: hay nor-mas e intereses, negociaciones individuales y fuerza colectiva. Un te6rlcopuede ignorar partes significativas de esta compleja realidad, pero no puedehacerlas desaparecer, y una caracteristica del te6rico cabal es que capta quetodavia estan alii. Pensando tanto "dentro" como "fuera" de su marco con-ceptual, se esfuerza para hallar un lugar en el conjunto te6rico para estoselementos omitidos. Si un te6rico percibe otras variables es porque ha cap-tado - y tal vez adoptado- otras presuposlciones.

Describi esta clase de problema en mis comentarios anteriores. La ten-dencia idealista de Parsons 10indujo a introducir reducciones normativasunilaterales que amenazaban con negar el modelo multidimensional quetanto lucho por producir. Rex, por su parte, enfrent6 10que denomine el di-lema del conflicto. Su compromiso con el racionalismo y el orden colectivo10oblig6a escoger entre la coerci6n y la categoria residual. Para evitar' ambastendria que haber salido de su marco racionalista y admitir que la fuerzacolectiva, y el conflictoy el orden, se podian construir sobre cimientos nor-mativos. Asi, aunque Rex escogi6 la coerci6n, inslnua ideas normativasacerca del consenso supraclasista en su teoria de la tregua de posguerra en-tre capital y trabajo. Sin embargo, continuar teorizando acerca de valoressupraclasistas habria significadoabordar el orden desde supuestos sobre laacci6n muy distintos de sus supuestos instrumentalistas. Esta posibilidades precisamente la que crea el dilema para las teorias del conflicto. Ahoraregresare a mi critica de la teoria del intercambio, pasando de mi analisis dela accion a un comentario acerca de su tratamiento del orden.

La racionalidad instrumental es central para la teoria dellntercambio,tal como para la teoria del contlicto. La teoria del intercambio se distinguede la teoria del contlicto (en el nivel presuposicional) por su posici6n forzo-samente individualista acerca del problema del Qrden. Homans declara quela "conducta elemental" es conducta recompensada por otra persona vivien-te y concreta. Aunque reconoce la existencia de "terceros silenciosos", no es-cribe directamente sobre enos. Teoriza s610acerca de relaciones diadicas.No solo trata de iluminar un nivel del analisis empirico sino que insiste enuna posicion teorlca -mas precisamente presuposicional- fundamental.3Homans insiste en que el orden colectivo (el nivel de las instituciones, enterminos empiricos) deriva de la conducta "subinstltucional". Las pautas co-lectivas derivan de la interaccion entre individuos. La interaccion individuales el intercambio.

Pero Homans enfrenta un problema. Es el problema del orden. Comorechaza la posici6n colectivista, (,no esta atado a la infinita compleJidadde

3 Para el dlstlngo entre n1vel ernpirlco del analisls y posicion presuposlclonal,vease el capitulo anterior.

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la negoclacl6n Individual? La complejldad Infinita es simplemente otro modode nombrar 10aleatorio. Desde luego, Homans parece aceptar 10aleatorlo.(,Deque otro modo se explica que para ella accion individual solo este guia-da por calculos acerca de las posibles ganancias del intercamblo? Pero tam-bien qulere relacionar estas acciones con el orden supraindividual. cuyaexlstencla el jamas niega. En consecuencia, Homans enfrenta 10que Hamareel "dllema individualista". Para mantener un enfoque del orden que sea indi-vidualista de modo claro, coherente y honesto, un teorico debe introducir ensu construccion un nivel de apertura ante la contingencia que haga que suexplicacion del orden se aproxlme al azar y la imprevisibilidad. Pero seacual fuere el compromiso formal del teorico, y Heve0 no tal contingencia alorden colectivo, pocos teoricos individualistas quedan plenamente satisfe-chos con tal azar. Su Insatisfaccion puede derivar de "la presion de la reali-dad" 0 de la presion de las teorias sociales mas colectlvistas. A fin de cuen-tas, aun el teorico mas individualista es un sociologo,no un psicologoni unfJ.1osofoexistenclalista. Pero, sea como fuere, esta insatlsfaccion impulsa alos teoricos individualistas hacla ideas mas colectlvas, pues a pesar de suscompromlsos formales intentan abrazar algun aspecto del orden supralndl-vidual.

El dilema indlvidualista es una opcion entre el azar y la categoria resi-dual. Nace porque este "teoricovacilante" no qulere - en verdad, no puede-abandonar su compromlso formal con un Indlvldualismo pieno. Por esta ra-zon, el "momento colectlvista" que introduce tlene que estar oculto dentrode categorias residuales. Como no puede formar parte del argumento siste-matico de la teoria misma, esta referencia colectivista sera vaga e indefinida.Para resolver este problema habria que trascender el dllema mismo. Estosolo ocurriria si se abandonara la adhesion formal al Individualismo, puessolo entonces la autonomia sui generis del orden social se podria formularclaramente en vez de camuflarla con la ambiguedad. EI elemento contlngen-te e indivldualista del orden social se podria luego insertar en una teoria co-lectivista como un nivel signlficativo del analisis empirico, y no como unapresuposicion teorica.

En principio Homans tenia dos carninos para introducir categorias re-siduales que aflrmaran el orden colectlvo. Podia describir esta fuerza su-praindividual de forma racionalista, sefialando esos controles materiales so-bre la conducta individual que preocupan a teoricos del conflictocomo Rex.Como Homans comparte la perspectlva de Rex acerca de la accion, esta es-trategia tendria sentido. Es significativo, pues, que Homans no aprovechetal oportunidad. Aunque esta atrapado en el dilema Individualista, no recu-rre a categorias residuales de manera racionalista. "Por que no? Ami enten-der, porque Homans esta comprometido con el individualismo no solo en unsentido presuposicional sino ideologico.Ustedes recordaran que este bosto-niano conservador insistia en el "gusto por los frutos de la conclencia tanentrafiablemente formado como el gusto por las olivas". En algunos nivelesHomans debe haber advertldo que todo movimiento hacla el colectivismomaterial Implica coercion, y esta demaslado comprometldo con la libertadindividual para permitlr que esto ocurra. Pero esta reslstencia ideologicatie-

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ne otm aspecto. El llberalismo de Homans es conservador. laissez-faire.Desplazarse hacia el colectivismodentro de una modalidad instrumental re-conoceria apremios materiales para el actor protoeconomico. Con ello, talvez no existiera una "identidad natural de intereses" y. ante un colapso delorden social. la solucion podria estar en la reforma de instituclones politico-economlcas. El laissezjaire conservador cederia el paso al reformlsmo pro-gresista. incluso al soclallsmoy el marxismo que inspiran a Rex.

Sin embargo. la negatlva Ideologica y presuposicional que induce aHomans a no reconocer restricciones m:ateriales.tiene consecuencias empi-ricas debilltadoras. aunque Ie permita evitar los problemas que presenta eltrabajo de Rex. Homans sostiene. por ejemplo. que uno debe "suponer. porcualquier proceso de ensayo y error que nos plazca. Ique] los dos [participesde un intercarobio] han lIegadoa un trato acerca de la clase de servicio quecada cual proveera. y que por el momenta ninguno de ambos proveera otraclase" (pag. 54). lPero la clase de servicio que prestan dlversos actores sedecide mediante ensayo y error Individual? (,Es el resultado de negoclacio-nes decldidas por las contingencias de la situaclon Inmedlata? Por, ciertoque no. La clase de serviclo se refiere a la aslgnaci6n de disponibilldades. ytanto Rex como Parsons han mostrado que tal aslgnaci6n esta estructuradapor demandas colectlvas. Para Parsons es una cuestion de definlclones derol y las exigenclas creadas por disponibilidades escasas. Para Rex esta de-termlnada por la diferencla de poder de los grupos dominantes, que a la vezesta relacionada con factores supraindlviduales como las condiciones tecno-loglcas y la organizaclon partidaria. Homans, en cambio, Insiste en que elpader de regateo de las partes es basicamente equlvalente. Reconoce la po-sibilldad de que el monopollopueda afectar la oferta y la demanda. pero In-slste en que "cualqulera de ambas partes puede lnterrurnpir ellntercambio"en cualquler momento (pag. 67). Cree que el castigo. ellntercamblo desven-tajoso. continuara "s610si por alguna razon nlnguno de los dos hombrespuede evitar las hostllldades. 0 silos demas aspectos del intercambio cons-tltuyen una recompensa en si mlsmos y las poslbilldades de que una parteu otra tenga suceslvas victorias son mas 0 menos slmllares" (pag. 57). Estome parece una excentrica dlstorsl6n de la realldad empirlca. SI el poder deregateo es desigual, sl una parte tiene el monopollo de blenes que la otraparte necesita. la parte mas debll no puede interrumplr el intercamblocuando este se transforma en castlgo 0 no ofrece recompensas. Sugerir quela igualdad garantiza el castigo continuo es extravagante. Tambien debemostener en cuenta la deslgualdad y la incapacldad para tratar ventaJosamentecon los demas.

No nos sorprende. pues, que al final Homans lnslsta en que el Inter-camblo acontece en 10que los economistas lIaman un mercado perfecto. "Lac1asede mercado de que hablamos en este libro no tiene monopolios abso-lutos. pues nuestro pueblo slempre es libre de no enlrar en el Intercamblo."Este mercado. afiade, tampoco "ofrecemuchas otras fuentes de recompen-sa". Por esta raz6n. "los intercambios entre dos personas tienden a contl-nuar" (pag. 78). Estamos de vuelta en la Ideologiapremarxista de Lork(~yAdam Smith, en la inslstencla de que existe una Identidad natural e Inllr'

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rente de Intereses entre los individuos que vuelve innecesario el control co-I(~ctlvo.La teoria del intercambio de Homans es ut6pica al estllo conservadordel laissezjaire. Las disponibilidades desiguales, la opresi6n y explotaci6nde otros. no existen. Los supuestos empiricos de Homans refuerzan su posi-cion ideologica. En conjunto. Ie permiten ignorar todo un complejode pro-blemas engendrados por la posici6n individual-raclonalista.

Pero aunque Homans elude. por buenas y malas razones. los proble-mas de la teoria racionalista del conflicto. evita enfrentar el problema del or-den colectivos610en una de sus formas. no el orden colectivoen cuanto tal.El problema del orden ao.n cuelga sobre su cabeza como la proverbial espa-da de Damocles. Para Locke. el inventor de la teona econ6mica clasica, laidentidad natural de intereses se podia mantener mediante ciertos supues-tos empincos acerca del estado de la naturaleza. a saber, que los hombresson naturalmente amigables y potencialmente cooperativosy que tlenen encuenta los derechos de los demas. Pero aunque Homans acepta el enfasisideol6glcode Locke sobre la identidad natural y la libertad de conciencia,como sOci610godel slglo veinte no puede aceptar las Ideas de Locke acercade la soclabllidad inherente y el respeto individual. Contra su voluntad,pues, Homans tiene que salir del marco puramente indlvidualista que haestablecido sistematicamente. Como desecha la posibilidad de hacerlo den-tro de un marco instrumentalista. Ie queda una sola posibllidad. Para des-plazarse hacia el colectivismo manteniendo el voluntarismo debe alterar sucomprension de la acci6n. De este modo puede introducir categonas resi-duales acerca del orden colectivode manera no racional. Antes observamosque Homans a veces duda de la instrumentalidad total de la accl6n, comoen sus referencias a la discriminaci6n y sus vinculos con el pasado subJetl-YO.AI final de ese comentario. sin embargo, Homans se impacientaba anteesta Indeseada complejidad, asi como Rex se impaclentaba ante la perspec-tiva deexplicar la conducta ritual.4 ·Obviamente el problema entre estimu-los, actividades pasadas y actividades presentes es de suma importancia".escribe Homans, "pero no formularemos mas proposiciones generales acer-ca de ello. y en consecuencia este libro no logra ser una pslcologiacomple-tan (pag. 53). Pero a fin de cuentas Homans tiene pocas opciones.Ineluctablemente. en virtud de la inestabilidad de su limitada postura pre-suposicional, esta obligado a buscar las ralces de los valores y la discriml-naci6n en fuentes colectivas. no contingentes y normatlvas de recompensa.

Comencemos con su tratamlento del espinoso problema de los valores.Antes hable acerca del equivoco central en la definici6n de valor dada porHomans. Por una parte, ve el valor como un medlador Independiente del es-timulo, el elemento que decide la clase cualitatlva de estimulo que, juntocon la cantidad de estimulo, determina la "recompensa". Por otra parte.Ilomans se abstiene de dar demasiada relevancia al valor, sugiriendo quepodclllos definlr el valor de un estimulo s610despues de saber que se ha

·1 I'alll la expresi6n de impotencia te6rica de Rex ante el problema del ritual, vea-~,. ,,1 ("1'111110 !I.

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producido un refuerzo. Suger! que este equ!vococentral se relaciona con laadmision de Homans, potencialmente embarazosa, de que la percepcion derecompensas involucra discriminacion, y que la discriminacion, lejos de es-tar relacionada solo con actos externos, objetivamente observables. estaarraigada en recuerdos de asociaciones y sentimientos pasados. Este pro-blema se magnifica cuando Homans pasa de la aceion al orden, de la discri-minacion a los valores en cuanto tales. "Valorescomo el orgullo. el altruis-mo, la agresion, son los que nos causan mas problemas para predecir y ex-plicar la conducta de los hombres." Causan problemas porque el valor quebrindan al actor no se puede asociar directamente con actos observables:son "valores que constituyen, como a veces decimos, su propia recompensa"(pag.45).

"Que quiere decir Homans con esto? Quiere decir que los valores gene-rales como el orgullo. el altruismo y la agresion siguen constituyendo fuen-tes de compromiso aunque no esten reforzados por las reacclones de otros.Las gentes orgullosas 0 agreslvas se slenten recompensadas slmplementeporque han actuado de acuerdo con estos valores, no importa comoreaccio-nen los demas. "De donde viene entonces la recompensa? Obviarnente solopuede venir desde elinterior de ellas mlsmas. Sl hemos lnternalizado a "re-compensadores" anterlores. las acclones que eUosvaloraban se conviertenen nuestros valores. Actuar de acuerdo con estos valores se convierte puesen una recompensa en s! misma. Tal acclon es independiente de sancionespresentes, observables y externas. las sanciones que definen la accion comointercambio.

Sugerir la poslbllidad de dicha lnternalizaclon se convlerte paraHomans en un serio problema. Si el valor involucra internalizacion pasada.el observador cientifico no se puede centrar solo en el intercarobio. ComoHomans admite que en este sentido "debemos mirar el pasado de un hom-bre en busca de esclarecimiento", suglere que "en principio el pasado ofrecela informacion que necesitamos para evaluar valores independlentementede la cantidad de actlvidad que un hombre desarroUe para obtener valoresen el presente" (pag. 45). Para explicar la respuesta, que involucra el calculode ganancia del actor. el analisis de la interaccion presente se debe comple-mentar con el estudio del pasado, pues no son las meras recompensas sino"los mismos gustos especlales" para las recompensas los que deciden si losaetores reacclonaran analogamente ante la misma cantldad de estimulo(pag. 45). Pero el pasado induce a Homans a bus car ayuda en las mismastradiciones teoricas que deplora. Primero acude a Freud, la roca sobre lacual Parsons edifico su ultima teor!a del orden cultural. "Si algo hemosaprendido de Freud. es que la hlstoria pasada de un hombre. a veces tanpasada que Ie cuesta hablar de ella. es un poderoso determinante de suconducta actual" (pag: 45). Freud escribia acerca de la accion no raclonal;Parsons relaclona esta conceptuallzacion de la accion con las fuentes no ra-cionales del orden. Homans parece segulr en esto a Parsons. "Losmlembrosde una socledad pueden haber adquirido para las recompensas los mismosgustos especiales que recibieron de sus madres, padres y o1.rosmiembros dela comunidad" (pag. 45). Comenta los diversos efec1.osde las comunidades

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naclonales y las subculturas regionales. Por Ultimo. debe reconocer que elcoraz6n del valor es la confonnldad con las normas.

Cuando exam1namosgrupos particulares de personas. una clase espe-cial de recompensa. la recompensa obtenlda por la conformldad a unanorma. cobra lmportancla. Una norma es una fonnulacl6n hecha porvartos mlembros de un grupo [segun la cual] los mlembros deben com-portarse de tal manera en tales clrcunstancias. Los miembros hallanuna recompensa en que su conducta y la de otros se conformeen cler-ta medida con la conducta Ideal descrlta por la norma (pag.46).

Pero era Homans qulen se oponia a este razonamiento normativo de lasoclologiafunclonallsta. Su teorla sistematica se basa en la proposlcl6n deque la conformldad con las normas es una ilusl6n. de que los actores res-ponden s610alas contingenclas lnmediatas de las recompensas y los casti-gos.

A nadle Ie gusta admltir que se contradice. y menos a un teorlco de lasoclologia. Ustedes recordaran con que rapldez Rex desandaba el caminodespues de Introduclr categorlas reslduales en su anaIisls de la tregua.5Homans hace 10mlsmo. Despues de Introduclr una categorla residual trasotra. retrocede lntroduclendo una segunda linea de razonamientos ad hoc.El valor. sugiere ahora. esta divldido en dos partes. constante y varlable.Escrlbe: "[Una]persona valora mucho la ayuda (1) si es la clase de hombreque neceslta ayuda y (2) sl ha reclbido poca ayuda en el pasado reclente"(pag. 48). La "clase de hombre" que es una persona nos remite al elementoconstante del valor. y esto. suglere Homans. cambia muy despacio. En otraspalabras. el lntercambio 10afecta poco. El hecho de que una persona hayareclbldo 0 no mucha ayuda "en el pasado reclente" nos remlte al segundoelemento del valor. la parte variable. EI valor vartable es cuantitativo y estarelacionado con el aqui y ahora vlslbles. SOloel puede estar dlrectamenterelaclonado con el Intercamblo.

lC6mo Interpretar este nuevo razonamlento? Por una parte. Homansparece haber admitido que un determlnante slgnlficatlvode la ganancla estafuera dellntercamblo. que esta llgado mediante el proceso de discriminacl6nalas normas. las comunidades y la sociallzaci6n. Sin embargo. al mlsmotiempo Introduce un dlstingo conceptual que permlte que su teotia no en-frente esta admlsl6n. "Este llbro aborda la conducta presente. cara a cara. ysus camblos dentro de petiodos breves" (pag. 48). En otro pasaje Homansdeclara que su t6pico es la "conducta elemental". que en sus terminos essiempre "cara a cara". Sin embargo. aqui ha Introducldo una 'caracteristlcacrucial. "perlodosbreves". Pero sl acaba de admltlr que los factores constan-tes. de largo plazo. constltuyen un componente relevante de la valoraci6n.lno debetian tambien formar parte de la conducta elemental? L6gicamentela respuesta es si, estrateglcamente la respuesta es no. Homans ha introdu-

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cido el distingo constantejvariable para evitar el anaIisis cultural. no paraabordarlo. Con ello puede declarar que solo Ie interesa la conducta quecambia en periodos breves. "Comonos proponemos explicar la vanacion. nola constancia. tratamos el primer componente [constante] como dado ... yno nos sentimos en la obligacionde explicarlo siempre. Dentro de los Ilmitesque nos fijamos, explicamos 10que varia y consideramos como dado aquelloque permanece constante" (pag. 48). iTal vez Homans debio modificar elsubtitulo de su libro y ponerle "Conducta elemental en periodos breves"!

He intentado convencerlos de que los comentarios de Homans acercadel valor revisten una extraordinaria importancia. pues creo que revelan lasIimitaciones de una teona que conceptualiza la sociedad como intercambio.Sin embargo, aunque yo haya tenido exito, ustedes podrian responder quemi comentario solo abarca algunos pasajes del Iibro de Homans. Tendrianrazon. Sin embargo. cree que puedo encontrar en el trabajo de Homans unaseccion mucho mas sustancial que es igualmente reveladora y ad hoc. Merefiero al capitulo doce. titulado "Justicia".

Para comprender que se propone Homans en este capitulo crucial. de-bemos recordar que a el Ie gustana presentar el intercambio como sl estu-viera regido por ia pauta puramente contingente y pragmatica de "equiva-lencia aproximada". Si debo devolveralgo que tenga valor aproximadamenteequivalente a 10 que me han dado. mi respuesta se puede predecirexaminando el estlmulo del otro (y. desde luego. mi provision relativa de ell.Pero esta equivalencia objetiva resulta dificilde establecer. Como los blenes(Iosestimulos) que yo doy tienen que diferir de los bienes (la respuesta) querecibo, no se los puede comparar con exactitud. Mas aun, mientras quenuestras provisiones relativas parecen bastante facHesde establecer. nues-tros costos relativos -10 que cada uno de nosotros cede en ellntercambio-involucran. analogamente. comparaciones entre diversas especies de bienes.lComo decidir. pues. si el estimulo y la respuesta son 19uales? Debemosrealizar una comparacion entre los blenes del otro y los mios, las expectati-vas del otro y las mias, las posibilidades del otro y las mias. Pero sin dudatarnbien hemos de comparar nuestra situacion con la de otros en la socie-dad para ver como manejan situaciones simHares.

Homans sabe todo esto. En realldad, el trae a colaclon el tema de lacomparaclon y ve de lnmediato sus implicaciones.AIestablecer comparaclo-nes. escribe. nos involucramos en la cuestion de la justicla, y la justicla delintercambio plantea el problema de la justlcia distrlbutiva. Pero si el inter-cambio lmplica justlcia distributiva. y la justicia distIibutiva depende de lacomparacion. lno volvemos ineluctablemente al problema de la Interpreta-cion y a la existencia de pautas de interacci6n que estan fuera de todo actoparticular? Homans queda nuevamente apresado en el dllema del indivldua-lista. AI enfrentar el problema de 10 a1eatorlo(pura contingencia individual),se desplaza hacla la categoria residual.

La primera frase del capitulo doce Indica que Homans advierte que es-ta entrando en el brumoso mundo del ad hoc: "Debemosahora resolver al-gunos cabos sueltos que quedaron colgando en capitulos anterlores" (pag.232). El cabo suelto que intenta resolver es la justlcia distributlva. Para

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abordarlo - recordemos su estrategia ante el valor- introduce un distingoentre dos principlos dlferentes. EI prlmero es que el valor que una personarcclbe de un grupo en un campo de actividades debe ser coherente con susrecompensas en otros campos. Este principlo de coherencia suena sensato,pues parece ser cuantitativo e instrumental. Pero el problema es que paraexplicarlo Homans debe volver a una comprensi6n normativa del orden co-lectlvo,10cual evoca las propuestas de Durkhelm y Parsons.

Para ejemplificar este principio el escoge el caso de Alex. Alex eramiembro de un grupo juvenil de adolescentes que andaban juntos y hacianmuchas cosas. Una de elias era jugar a los bolos. Alexjugaba bien y asi sa-tisfacia las expectatlvas del grupo. Este buen desempeno constituia un esti-mulo y, segun la teorta del intercambio, Alex tendria que haber recibido porelio una recompensa equivalente. Pero el grupo no Ie daba tal recompensa.La raz6n. segUn Homans. era que en otros campos de la actlvidad grupal"violaba importantes normas grupales" (pag. 234). Al ofrecer esta explica-ci6n, Homans insinua que la solidaridad grupal es decisiva para la aslgna-ci6n de recompensas. Pero Parsons insiste en 10mlsmo cuando dice que laintegraci6n social tlene la misma importancia que la asignaci6n social.Como los miembros del grupo de Alex adherian a valores grupales. otorga-ban cierto valor a la conformidad. Como Homans 10expresa anteriormente,los valores grupales constltuian fines en si mismos. Pero si las recompensasse distribuyen no s610en respuesta a una actividad especifica sino tambienen relaci6n con el desempeno general de una persona en cuanto miembrodel grupo. parece que los intereses de la Justlcia distributlva subordinan elintercambio ala solidaridad moral.

En su segundo principio de justicia distributiva, Homans introduce lacategoria residual de moralidad de otra manera. La recompensa que unapersona obtiene por su actividad, sugiere, tlene que ser equivalente a sus"inversiones" (pag. 237). Una vez mas. esta referencia parece ser de ordencuantitativo y econ6mico. 10cual serta coherente con una perspectiva ins-trumentalista del intercambio. Pero Homans no define la inversi6n en termi-nos econ6micos. La usa para aludir a elementos soCio16gicamenterelevantesen el caracter de una persona. Las inversiones remiten a cosas comola apti-tud. la edad. la raza, el sexo y la familia de origen. En otras palabras, las In-versiones no se relacionan directamente con el estimulo al que estamos ex-puestos ni con el costo inmediato. Son residuos de actividades anterioresque nos han dado nuestro "status". Este status define culturalmente en quemedlda se nos considera una persona "buena" 0 "merecedora". La recom-pensa que recibimos por el estimulo que brindamos esta mediatizada pornuestro status fuera de esta transacci6n particular.

Todo calculo que un observador extemo haga sobre la ganancia. pues,t1eneque estar decisivamente mediatizado por conslderaciones acerca de lasIllversiones que una sociedad dada considera importantes. Pues la sensa-cl(mde haber obtenido una ganancia no depende de la equivalencia obJetivade n,(,(lIllpensasy costos sino del calculo de estas cualidades objetivas enrclacloll con 10 que un actor cree merecer. La satisfacci6n mutua depende.IHWH, de Ull(,O!1sensocultural acerca de las inversiones. (,Laalta cuna debe

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contar como una inversi6n valida? En tal caso, recortar cupones se conslde·rara un estimulo suficiente para ser recompensado con la riqueza. "La razao el sexo cuentan como inversiones? En tal caso, el trabajo similar realizadopor personas de sexo 0 raza diferentes puede resultar legitimamente en unapaga desigual. Este es el sistema de recompensas de una sociedad conser-vadora 0 aristocratica. Si, en cambio, se considera que la principal inversi6nes el mere caracter de "persona" 0 "ciudadano", las recompensas se puedenigualar aun en el caso de trabajos desiguales. Esta es la definici6n de la in-versi6n, la norma de la justicia dlstributiva, en el socialismo ut6pico.

Se trata, por clerto, de los proble~as normativos que la teoria del con-flicto procuraba reducir a una cuesti6n de mera lucha de poder, pues la teo-ria del conflicto depende del intercambio utilitarista. En la teoria del inter-cambio de Homans, en cambio, estas expectativas normativas determlnanpercepciones acerca de la dlstribucl6n de recompensas. Cuando Homansobserva que la cooperaci6nentre actores sociales siempre parece estar dete-riorandose, senala desacuerdos objetivos, no desigualdades objetivas. "Elproblema es que [las gentes] difieren en sus ideas acerca de 10que legitima-mente constituye inversi6n, recompensa y costo, y c6mo se deben jerarqui-zar estas cosas. Difieren de una sociedad a otra, de un grupo al otro, y deuna epoca a otra en cualquier sociedad 0 grupo· (pag. 246).

A mt entender, en estos comentartos sobre el segundo principioHomans ha iluminado procesos en el nivel de la interacci6n indlvldual quese corresponden con problemas dectsivosque Parsons abord6 en el nivel delsistema social. Para ambos te6ricos el problema es c6mo se pueden mediati-zar las recompensas entre valores institucionalizados y la asignaci6n de dis-ponibilidades y personal. Homans explica que el deseo indlvldual de justiciadistributiva relaclona las ganancias objetlvas delintercambio con expectati-vas grupales acerca de la valia de las cualidades individuales. La respueStade Parsons, en cambio, aludia alas preslones del equilibrlo sobre los siste-mas de asignacl6n e lntegracion. Las expllcaciones son complementarias. AIcontributr a este "progreso· te6rico, Homans se ha alejado de su teoria siste-matica dellntercambio.

En el cornienzo de Conducta social Homans admite que puede haberslgnificativos elementos de conducta social que son determinados por re-querimientos de rol y no por exigencias interaccionales del intercambio."Pera mi estudioso de la conducta social elemental dejaria a otras clentificossociales la tarea de explicar por que el rol lleg6 a ser 10 que es, y s610emprenderia la tarea de expllcar las variaciones en la conducta real una vezque el rol esta dado· (pag. 5). La idea de dejar la expllcaci6n de ciertas di-mensiones clave de la aceion y el orden a otros es una indudable senal depeligro. Es una alarma que suena cuando algulen desea deshacerse de su-puestos te6ricos objetivamente restrictivos. Vimos que Parsons anunclabauna dlvlsi6n del trabajo analitico dentro de las cienclas sociales - donclelasociologia asumia el papel de expllcar las normas- justo clespues de lnlro-ducir un estrechamiento drasticamente ldealista de su enfoque multidimen-sional. De la misma manera, ciertos te6ricos del conilicto, como Dahrenclorf.proponian que los elementos normatlvos y armoniosos (en cuanlo opueslos

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a los conflictivoslde la socledad fueran maneJados por otros teoricos espe-clalizados en la "Integracl6n".Pero tal diplomacia entre te6ricos generales esun truco de presdlgltacl6n. Las propuestas de una dlvlsl6n analitica del tra-baJoson sefiales obllcuas de que una teona no puede maneJar aspectos fun-damentales de la vida social. Desues de esas sefiales aparecen confusas ca-tegorias residuales, no un reconoclmlento dlplomatico.

Entiendo que la amblci6n parsonlana de crear una teoria multidimen-sional y sintetlca era encomlable. Primero Intente demostrar que Parsons noalcanz6 esa meta, pues IntroduJo una reduccl6n Ideallsta. mezclocuestlonespresuposicionales y empirlcas, y no separ6 las apllcaclones Ideologlcas deintereses mas generales. Tamblen Intente demostrar que la teoria del con-flicto abord6 estas fallas de modo slgnlficatlvo,y nos permltl6 trascender laestrecha apllcacl6n de Parsons para abordar una exploracl6n mas plena dela multldlmenslonalldad de la vida social. AI mlsmo t1empo, sugeri que lateona del conflleto tenia sus proplas fallas conceptuales; sus reducclonesinstrumentales conducian a razonamlentos ad hoc que a menudo refleJabanlos de Parsons. Espero que ustedes hayan comprendldo que he tratado lateona delintercamblo de la mlsma manera. Homans Inlelalmente coneep-tualiza un ambito te6rico que Parsons apenas toea, el nlvel de la Interacclonconcreta que cobra una forma raelonallsta. Sin embargo, al tomar estos en-fasis analitlcos para la teoria general, Homans restringe su teona de un mo-do que Ie Imposlbillta abrazar slstematlcamente toda la gama de la vida so-cial. En vez de demostrar que su leona es superior a la de Parsons, las cate-gorias residuales que introduce revelan una convergencla entre su teoriza-ci6ny la vena multidimensional del trabaJo funcionalista.

He comentado la teona de Homans no s610como la obra de un Indlvi-duo talentoso - aunque su sabor Individual es manlflesto- sino como pro-totlpo de la "teona del Intercambio". Ami Juielo, la 16glcate6rlca que eJem-plifica, y las restrlcciones que esta 16gicaImplica, afectan a todo Intento dedesarrollar una perspectlva estrictamente Indlvlduallsta y raclonallsta de lavida social. Todo te6rico que aborde el Intereamblo como forma primordialde la soclalidad se topara con los problemas que afectan la obra de Homans.La perspectlva del intercamblo plantea a los te6rieos un dllema: deben eseo-ger entre 10aleatorlo y la categona residual. SI no estan satlsfechos con nln-guna de ambas cosas, deben sallr de las fronteras de su trabaJo. Este dlle-ma tlene una categona "estructural": exIste al margen de las Intenelonespersonales, las amblelones Ideol6gicasy los compromlsos empiricos de cadate6rico.

En un Importante trabaJo temprano en teona del Intercamblo, poreJemplo,James Coleman manlfestaba una gran senslbllidad hacla los pro-blemas conservadores e Indivldualistas de las formulaclones originales deHomans.6 Declaraba que todos los Intercamblos acontecen dentro de mar-cos colectlvosque establecen dlstribuclones de poder, y que estos marcos fie

6 Coleman, "Foundations for a Theory of Collective Decisions", AmericanJoumaloJSociology (1966). 71:615-627.

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sostienen mediante sistemas eonstitucionales que limitan normativamenteel abuso de poder desigual. Pero Coleman nunea ofreeio un modo de teori-zar aeerea de las reglas eonstitueionales, normativas. Aunque su teoria pre-tendia representar una "enmienda" del intereambio individualista, tal en-mienda 10indujo a introdueir las mismas eategorias residuales que se pro-ponia superar. Peter Blau intento enmendar a Homans de la misma mane-ra.7 Insistia sobre la distrlbucion despareja de poder supraindividual. y re-conoeia la mediaeIon independlente de las normas para un reparto Justo.Sin embargo, al abordar los origenes de 'dichas normas, Blau tuvo que des-cribirlas como "emergentes dellntereamblo", una descripcion que no ofreciamuchas mas explicaclones que la teoria Indlvidualista que Blau se proponiasuperar. Tal vez fue a causa de esta incongruencia que mas adelante Blauabandono el anaIlsls de Intercamblo, aduclendo que era irremlslblementeindividualista. Abordo una teoIia "estructural" que enfocaba las restriccio-nes extralndlvlduales de manera totalmente materialista.8 Alvin Gouldner,en un celebre articulo que se publico en la misma epoca que los trabajostempranos de Blau y Coleman, realizo una critica de la teoria funclon,alistadesde la optica del intercambio, recurrlendo al eoneepto de "norma de recl-procldad".9 Pero esta nueva revision de la teoria del intercambio tambienadolecia de defectos residuales en tal concepto de "norma". (,Dedonde pro-cedia dlcha norma? (,Era generada par el intercambio, en cuyo caso era re-dundante, 0 provenia del intercambio externc. en cuyo caso esta revisionconverge con el funcionalismo que Intentaba reemplazar?

En mi opinion, los trabajos mas recientes de la tradicion del intercam-bio solo vuelven mas manlfiestas tales contradicciones Implicitas. En 1974Peter Ekeh emprendlo un ataque frontal y sistematico contra el trabajo deHomans.lO Segun Ekeh, era preciso complementar la idea de un intercam-bio directo, cara a cara, con Ideas de Intercambio indlrecto, segun las cualestodo intercamblo es afectado por las necesidades 0 costos de un tercero "sl-lencioso". Este tercero indirecto, sin embargo, no parece diferente del gruposolidario que Homans senalaba en su primer principlo de justicia distrlbutl-va. Transformar el intercamblo en normativo volviendolo "lndlrecto" es19ualmente ad hoc. Se viola el principia de frugalidad - por no mencionarun fundamental criterio de coherencia- al tratar de insertar cuestiones co-mo la solidaridad y la integracion de sistemas en el lenguaje restrictivo yteoricamente discordante del Intercambio social. Los trabajos de CharlesKadushin sobre el intercamblo indirecto adolecen de esta misma complejl-dad excesiva, y 10 mismo sucede can el intento de WilliamGoode de trans-formar la teoria del lntercambio en fundamento de su explicacion sistemati-

7 Blau, Exchange and Power in Social Life (Nueva York: Free Press, 1964).8 Blau, Inequality and Heterogeneity (Nueva York: Free Press, 1977).9 Alvin W. GouJdner, "The Norm of Reciprocity: A Preliminary Statement",

American Sociological Review (1960). 25: 161-178.10 Ekeh, Social Exchange Theory: The Two Traditions (Cambridge, Massachusetts:

Harvard University Press, 1974).

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ca de la dlstrlbucl6n de prestlglo en la vida socIal.I I Goode "corrige"la teo-ria del intercambio recordando a sus lectores que el intercambio de disponi-bilidades simb611cas- un subconjunto de las "recompensas" menclonadasen la obra de Homans y Parsons- debe ser regulado por 10que Durkhelmllamaba los elementos no contractuales del contrato, y que por esta raz6ntodo analisis. del prestiglo debe abordar bases culturales que estim fuera delintercambio mismo. "Pero por que partir de una teoria de la primordialidaddel intercamblo? "Por que no declarar desde el princlplo que el lntercambloes una dimensl6n analitica de la accl6n pero que no puede expllcar la ac-ci6n misma? Quiza porque hacerlo equlvaldria a abandonar la tradlcl6n dela teoria del intercambio.

Los supuestos racionallstas e indlvlduallstas abundan en el estudloempirico de la vida socIal; no se limltan a anallsls que se anunclan formal-mente como parte de la "teoria del intercamblo". Los estudlos de la conduc-ta colectiva como movilizacl6nde recursos a menudo enfatizan la opcl6n ra-clonal, tal como las discuslones acerca de la revolucl6n. La soclologiapoliti-ca utiliza tales supuestos rutinariamente. Muchas teorias de las relacionesraciales y etnicas dependen de ellos. Las expl1cacionesde las relaciones in-ternacionales utilizan teorias de protointercambio para describir la conduc-ta de las naciones, los socl610gosfamlliares las usan para explicar el desa-rrollo de las patologias emocionales. Las teorias del confl1ctose valen del in-tercambio para expllcar los actos de partes individuales de sistemas com-plejos. Los marxistas usan el intercambio para expllcar la 16glcade los indi-viduos y grupos allenados de la socledad capitallsta.12

Aunque pocos de estos esfuerzos abusan sistematicamente de sus su-puestos te6ricos. los limites de sus explicaciones empiricas adolecen de losdefectos que hemos descubierto en la 16gicamas expliclta y generalizada dela obra de Homans. A fin de cuentas, tal es la justlficacl6n de la teoria gene-ral. Es un microcosmos de la soclologia. Ai abordar problemas te6r1cosge-nerales, emprendemos un examen abstracto y concentrado de la sociologiamisma.

I J Charles Kadushin, "Cast Thy Bread Upon the Waters for Thou Shalt Find ItAftrr Many Days: Notes on Motivation in Network Behavior" (trabajo inedito, 1978),WllllulIl Goode, The Celebration oj Heroes: Prestige as a Social Control SystemIllrrkrl"Y 11Ild Los Angeles: University of California Press, 1979).

I~ ,Johll EIHtcr formaliza esta tendencia en el "marxismo de opci6n racional" quehll I'I('N"lIluclo rr('t,'ntcmcnte en nombre de Marx: "Marxism, Functionalism, and(illill" Throry", T/If!OIY and Society (1982), 11:453-482.