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13. Jesús nos anuncia la Buena Noticia, el Evangelio Dios Padre nos comunica la Buena Noticia de la Salvación por medio de Jesús, su Hijo. El centro de la Buena Noticia es el anuncio de que Dios es nuestro Padre. Él nos ama y quiere hacer un mundo nuevo: su Reino. Quien cree esa Buena Noticia sabe que está en manos de Dios Padre y trata a todos los hombres como hermanos. Piensa en tus compañeros de clase, en cómo te portas con ellos y en si puedes mejorar tu trato con algu- no que te cae peor, te parece tonto, o chu- lo, o malo: también de- bes quererlo como a un hermano. Pide al ca- tequista que te enseñe el Misal donde están los Evangelios que lee el sa- cerdote durante la Misa. Besa el Misal, como hace el sacerdote después de leer el Santo Evangelio. También podéis leer en el Evangelio de San Mateo el sermón de las bieanventu- ranzas (Mt 5, 3-11). Rezad en casa, en familia, la oración del tema: “Jesús, escuchando el Evangelio te escuchamos a ti. Te damos gracias porque en los Evangelios encontramos tus palabras y tus obras. La Buena Noticia nos llena de alegría y nos ilumina para que también nosotros pase- mos por la vida haciendo el bien”. Sería una estu- penda costumbre que leyeras cada día un trocito de los Evange- lios y que te imagines que estás ahí, junto a Jesús y sus discí- pulos, como un personaje más.

13. Jesús nos anuncia la Buena Noticia, el Evangelio · mejorar tu trato con algu-no que te cae peor, te parece tonto, o chu-lo, o malo: también de-bes quererlo como a un hermano

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13. Jesús nos anuncia la Buena Noticia, el Evangelio

• Dios Padre nos comunica la Buena Noticia de la Salvación por medio de Jesús, su Hijo.

• El centro de la Buena Noticia es el anuncio de que Dios es nuestro Padre. Él nos ama y quiere hacer un mundo nuevo: su Reino.

• Quien cree esa Buena Noticia sabe que está en manos de Dios Padre y trata a todos los hombres como hermanos.

Piensa en tus compañeros de

clase, en cómo te portas con ellos y en si puedes

mejorar tu trato con algu-no que te cae peor, te parece tonto, o chu-lo, o malo: también de-bes quererlo como a un hermano.

Pide al ca-tequista que te enseñe

el Misal donde están los Evangelios que lee el sa-

cerdote durante la Misa. Besa el Misal, como hace el sacerdote después de leer el Santo Evangelio.También podéis leer en el Evangelio de San Mateo el sermón de las bieanventu-ranzas (Mt 5,

3-11).

Rezad en casa, en familia, la oración del tema:

“Jesús, escuchando el Evangelio te escuchamos a ti. Te damos

gracias porque en los Evangelios encontramos tus palabras y tus

obras. La Buena Noticia nos llena de alegría y nos ilumina para

que también nosotros pase-mos por la vida haciendo

el bien”.

Sería una estu-penda costumbre que

leyeras cada día un trocito de los Evange-

lios y que te imagines que estás ahí, junto

a Jesús y sus discí-pulos, como un personaje más.

peor, te parece leer el Santo Evangelio.También podéis

sermón de las

ranzas (Mt 5,

penda costumbre que leyeras cada día un

trocito de los Evange-lios y que te imagines

13. Jesús nos anuncia la Buena Noticia, el Evangelio

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13. Jesús nos anuncia la Buena Noticia, el Evangelio