EL AMOR EN LA POESIA DE RUBEN DARíO.

El tema a tratar en el presente trabajo es el amor, en la poesia de Rubén Dario. Es un tema relevante, ya que se observa en la mayor parte de su producción literaria y en Azul están presentes los poemas donde Rubén insiste en resaltar ese modo amoroso que no necesita más que los sentidos para gozar el placer.

Este amor es contemplado como un sentimiento que se debe experimentar y gozar, de tal manera, que Darío concibe el amor como una vivencia, y está consciente del transcurso del tiempo y de la vida, y de la inevitable llegada de la muerte. Ante esta situación asume una manera de pensar, que lo lleva como ser humano y como poeta en su que hacer creador, a concebir el amor como una experiencia vital.

Esta concepción del amor Dario lo plasmó en su poesía, Azul, su primer libro que contiene ya el tema amoroso, constante, además en su obra poética. La primera edición apareció en Valparaíso en 1888, con una dedicatoria a don Federico Várela; y un prólogo de Eduardo de la Barra.

La segunda edición se realizó en la ciudad de Guatemala en 1890, donde se incluyen tres cuentos y once poemas más; en esta edición aparece el elogiosos comentario que hace Don Juan Valera, y dice al respecto: “impregnado de espiritu cosmopolita y saturado de la más flamante literatura francesa”. En esta edición, Darío siguió utilizando las formas clásicas en su poesia, pero las combinó con todo lo asimilado; logrando un cambio hasta obtener nuevas técnicas de versiJicación.

Iniciaré este trabajo hablando del poeta Rubén Dario en el momento más relevante de su participación en el

Modernismo; movimiento al que participó, no como iniciador, sino como la critica actual lo menciona, como un propagador de este movimiento americano.

Proseguiré hablando brevemente de la diversidad de temas que trabajó Darío y que fueron relevantes en el modernismo, y uno de ellos fue el amor. Ese amor que se mamfiesta en los sonetos a estudiar aqui “Venus” y “De invierno”; sobre todo cuál es la visión del amor que tiene el poeta respecto a este sentimiento.

Esto lo podemos observar en el cómo presenta su poesia, las situaciones que crea, los escenarios para recrear los diferentes estados amorosos; en ese anhelo de amar y evocar a la mujer.

En los sonetos “Venus” y “De invierno” el amor será el eje que mueva todas las acciones, ya que en ellos se manljiesta en su expresión más profunda. El poeta enfatiza este sentimiento entre hombre y mujer, y manijiesta su visión en cuanto el vivir el amor como una actividad total.

Especllficamente en los sonetos ya mencionados; ver de qué manera, el poeta los presenta, cuáles son los escenarios y las situaciones para dar lugar a la manifestación de este sentimiento como tema, que ha sido trabajado en todas las épocas y movimientos literarios como lo más esencial en la poesia.

En este caso cómo el poeta lo sugiere; cómo va construyendo el escenario; las evocaciones, descr@ciones, transformaciones e imágenes etc.

En fin, cómo Dario configura ese amor, observarlo como una visión interna del poeta.

Respecto al análisis de los sonetos, determinaré qué tipo de composiciones, que rima y que métrica, y ademas cómo ordena los versos para configurar su poesía. Observaré

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también la influencia de los poetas parnasianos y simbolistas; de qué manera está presente en la poesía de Rubén Darío.

En Azul, tanto en la poesía del “Año lírico” como los sonetos, la expresicin del amor es mas profunda y predominante. Así lo señala Pedro Salinas “En los dos primeros libros de su historia de poeta Azul y Prosas -profanas, lo amoroso predomina sin disputa”. (1)

1 Pedro Salinas, La poesía de Rubén Darío; (Seix Banal, Barcelona, 1975), p. 53

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I. DE LA MANERA QUE LA CRíTICA LITERARIA YA LO APUNTA.

Con el debilitamiento del movimiento romántico, algunos poetas hispanoamericanos se dieron a la tarea de rescate y renovación de la lengua literaria, que en esos momentos se encontraba agobiada por el exceso de cursilería y subjetivismo romántico, de lugares comunes de frase hechas y de imágenes desprovistas de brillo e imaginación poética.

En estas condiciones surge el Modernismo, movimiento de revolución artística que sintetiza el anhelo de renovación de la literatura americana.

Para lograr sus propósitos de renovación, estos poetas hispanoamericanos acudieron a fuentes culturales ajenas a la tradición española. Enfocaron su atención en el estudio de la literatura francesa, y especialmente en la lectura de los poetas parnasianos y simbolistas, que les ofreció la oportunidad de unir los elementos fundamentales para trabajar su propia síntesis poética y al mismo tiempo colaborar en el desarrollo de una nueva manera de expresar y renovar la literatura en que todos ellos estaban empeñados, y que gracias a los modelos que presentaban los pamasianos; asimilaron un conocimientos profundo y amplio de las técnicas de vers@ación y el gusto por la perfección formal del poema.

Se debe tomar en cuenta además, que estos dos movimientos literarios franceses; parnasianismo y simbolismo, no fueron los ainicos que influyeron en la formación de los poetas modernistas hispanoamericanos.

Incorporaron en su poesía, numerosos recursos: impresionismo lingiiistico, musicalidad, ritmo, correspondencia de las artes o sinestesias. También renuevan o hacen resurgir

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técnicas olvidadas, tanto en los metros, como en la rima. Buscaron originalidad en la imágenes y metáforas y el uso intensljkado del adjetivo. Como Io menciona Rafael Ferreres en Los límites del modernismo y del 98: “Rubén colma a la mujer de adjetivos inéditos y desusados: tigresa, faulina, sensitiva, histérica, Venus, ideal, lujuriosa, frívola, etc. Mujer divina es lo más frecuente en los modernistas. También la carne será divina para ellos”. (2)

Se contempla, pues, el derroche de adjetivos que será constante y novedoso en Darío.

También inventaron nuevas armonías variando los acentos de las palabras en los versos; prefiriendo las rimas no usuales y ambicionaban que su poesía fuera la prolongación de la música.

Cabe mencionar que el Modernismo hispanoamericano, es tan vasto y tan complejo, que es d@il una definición clara y precisa. Ya que como se ha podido observar, cada poeta tiene sus propias características y mantienen unos rasgos especllfcos que los determinan. Schulman menciona al respecto:

El modernismo no es una escuela pues no tiene reglas ni cbnones-fijos, sino una época regene- radora. c..). El modernismo en el arte es sim-

plemente una rnan[@stación de un estado de es- píritu contemporáneo, de una tendencia univer-

sal, cuyos orígenes se hallan profundamente arraigados en lajlosqfia trascendental que va conmoviendo losjimdamentos de la vasta-fbbri- ca social que llamamos el mundo moderno. (3)

Rafael Ferreres, Los límites del Modernismo y del 98; (Madrid, Taurus, 2a, ed. con. y aum., 1981). p. 55 Ivan Schulman. Génesis del modernismo; (México. el Colegio de México, 1968) . p. 9

También los define el estilo que crean, un estilo proteico, dinámico, de muchos aspectos y diversas manifestaciones; que de alguna manera expresa esta concepción modernista y el espíritu confuso y contradictorio de la época.

Dentro de este grupo de poetas que sobresalieron en la corriente modernista hispanoamericana, destaca como uno de los propagadores, una de las figuras más importantes sin duda alguna; Rubén Darío. Al respecto Darío Herrera observa lo siguzente:

Para mí Dario y Casal han sido propagadores del modernismo, pero no los iniciadores. Es- te titulo corresponde mas propiamente a Jo-

sé Martí olvidado por Palma en las citas que hace de los modernistas americanos. Y a Manuel Gutiérrez Najera. Ambos vinieron a

la vida literaria mucho antes que Darío y Cusal, y eran modernistas cuando todavía no habia escrito Dario su A x 1 ni Casal su N 2

- ve. (4)

Sin embargo su valor como poeta estriba en su visión de búsqueda de modos literarios, búsqueda poe'tica que lo llevó a encontrar su voz auténtica y su verdadera poesía.

Las influencias que tuvo Rubén Darío, son muchas; entre ellas como ya se mencionó, a los poetas franceses, los poetas románticos; como Victor Hugo, así como las fuentes españolas. Además pone la atención en las literaturas de Whitman, Poe, en la Edad Media y el Siglo de Oro, de igual manera la literatura latina con Virgilio. Se observa, pues, que Darío no se

- Ibíd., p. p. 11- 12

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queda dnicamente con la influencia francesa, pero sí centra sus intereses culturales en la ciudad luz.

Cabe mencionar lo importante y relevante que fue el contacto con algunos de los poetas modernistas hispanoamericanos como: Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón y José Martí entre otros. Ya que José Martí dio coherencia a una generación americana, independiente, y estas características fundamentales que presentó en su obra se observan en la obra de Rubén Darío; el espíritu renovador y la elegancia verbal, el exotismo, buen gusto; así como los problemas hispanoamericanos. Logró la transformación de la poesía y de la prosa en lengua espagola.

El Modernismo s e g ~ n la critica, pasa por tres etapas, una de iniciación, en donde se ubican Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Miron y José Martí. La siguiente es la realización, en la cual encontramos a este excepcional poeta que nos interesa sobremanera en este momento, Rubén Darío. Y la tercera etapa, la de los continuadores: Leopoldo Lugones, Julio Herrera y Reissig, Jaime Freyre, etc. Octavio Paz lo observa de la siguiente manera en su libro Cuadrivio:

Por su edad, Rubén Darío-fie el puente entre entre los iniciadores y la segunda generación modernista; por sus viajes y su actividad generosa, el enlace

entre tantos poetas y grupos dispersos en dos continentes; animador y capitán de la batalla, &e también su espectador y su critico: su con-

ciencia; y la evolución de su poesía, desde A& ... (1888) hasta Poema de OtoAo (1910), co- rresponde a la del movimiento: con él principia y con kl acaba. Pero su obra no termina con e1

modernismo: Eo sobrepasa. va m& allá del lengua- j e de esta escuela 4). en verdad, de toda la es-

cuela. (5)

5 ~~

Octavio Paz. “El caracol y la sirena”, en Cuadnvio; (Joaquín Mortiz, México, 1989), p. 29

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Por lo tanto, se palede obsewar, que l a poesicr de Darío es una manifestación ainica, y que su creador es Linico.

De las composiciones a nnalizar en este trabajo, son dos sonetos que pertenecen al libro Azul -7 que como señala Luciana Possnmay en el prólogo:

L L Venus” aparece en la segunda edición de ‘4zul. Es una composición poética con versos de 17 sílabas; rima cruzada consonante, del tipo ABAB en los cuartetos y CDC DCD en los terceros en los terceros con rima encadenada.

Rubén Darío introdujo el soneto alejandrino a la fiances, con “Cnupolicád’ y , en esa misma línea continuó con ‘‘ Venus ” y “De invierno ’’ como lo menciona Juan Valera en La vida de Rubén Darío escrita por el mismo:

’’ Rubén Darío. m: (México. Editores Mexicanos Unidos. -la. reimp. 1992) p. 13 Rubén Darío. La vida de Rubdn Darío contada p o r el mismo: (Maucci. Barcelona, 1915). p. I 1 0

x

Este soneto no aparece de la manera tradicional en que es conocido: que cohsta de 14 versos, 2 cuartetos y 2 tercetos, rima consonante, pero los versos son endecasílabos; este tipo de composición file utilizada en la poesía italiana; Juan Boscún fue el primero que introduce al español las formas propias de la literatura renacentista.

“De invierno” es también un soneto, versos alejandrinos, rima cruzada consonante ABL4B en los cuartetos, y en los tercetos se presenta rima encadenada del tipo C C CDC.

Pero, lo importante no es sólo la estructura externa de esto sonetos, sino también su contenido, la esencia; la expresión profunda del amor que el poeta manljiesta y su visión en cuanto al vivirlo intensamente. Pedro Salinas sefiala, en La poesía de Rubén Darío:

Y en los sonetos “Venus” y “De Invierno” se observa un deseo de vivir el amor en el momento justo en el que se presenta; gozar en el instante mismo ese amor erótico sin pensar en ayer o el mañana, sino el momento presente de la vida: Julio Ycaza Tigerino lo señala de la siguiente manera:

Salinas, Op. Cit.. p. GO

Este poeta hedonista es Darío, dueño del placer ,y la poesía, he ahí la importancia en los sonetos; lo vital es vivir el amor en las circunstancias que se presenten, incluso evocando a la mujer amada o teniéndole presente, ya que en los modernistas, el sentimiento manifestado a veces como sueño o evocación, está presente en su poesía.

En el soneto “Venus”, a partir del título se encuentra la concepción del amor. Porque Venus-Afrodita es la Diosa del amor.

Por lo tanto, el tema predominante es el amor. Parte de una situación circunstancial; el poeta se traslada al jardín a librarse de esa nostalgia y sufrimiento que lo agobia, el yo lírico se hace presente, lo cual se observa en las expresiones y los verbos en primera persona que utiliza:

En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufria. En busca de quietud bajé alfresco y callade,jardín.

En el obscuro cielo ?enus Sella temblando lucía, como incrustado en éhano un dorado y divino jazmín.

(“Venus ”. p. 159)

Julio Icaza Tigerino, Estudio de la poética de Ruben Darío; (Managua, Comisión Nacional del Centenario, 1967), p. 59

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'" Ricardo Gullon, Simbolismo y Modernismo: (Madrid, Grcdos. 1975). p. 43 " Thrio ch-, Cit. p 42 ..

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Por tanto, en IC! mente del poeta, ya estaba presente la idea de la diosa del amor. Todas las mujeres representadas en Venus. Porque en él la filerza y el valor del amor lo proclama en casi toda su poesía.

Respecto a los colores? empiezan a configurar la descripción. El blanco, negro y dorado sobresalen, éste ailtimo símbolo de lo divino, lo real; aplicado a una “reina oriental” para resaltar lo bello y noble y para evocar una situación lejana. Gradualmente los colores van conformando un estado de éxtasis.

La tranquilidad del poeta lo representa el color blanco, pero paulatinamente se va perdiendo, su imaginación desbordada lo transporta a otra dimensión, tal que, mira a la estrella como una mujer enamorada, que espera a su amante, que espera el amor. Ese amor, que se percibe en el deseo de cercanía, de unión y de besar esa boca roja.

En esta estrofa, el poeta se ofrece a la Diosa, le declara su amor, y el deseo de poseerla, de amarla; esa reina rubia que menciona, pudo ser negra o de color dijerente. Ya que Dario nunca encarnó a una sola mujer, sino que hubo en él un panerotismo, lo sensual y el amor como una totalidad, como un absoluto.

Y si en él, no hztbo mujer definida, jyi un hombre concreto. Ramón de Gurcíu Sol se hace esa pregunta en Rub& Dario 1’ sus versos: “jNo conoció Rubén, esa mujer tan d@il de encontrar y se confomó con la mujer sin rostro conocido?”

Quizú por eso, el amor que buscó el poeta, estuvo representado por múltiples mujeres, con nombres distintos y raza tam bién distinta.

Todas las mujeres representada por una sola; reales o imaginadus como en este soneto. De tal manera, que en la poesía de Darío, la mujer fue cosmopolita * , y exótica.

Y en esa evocación dejar volar su espíritu perdido en la distancia del espacio y del tiempo, anhela sulir del capullo, para alcanzar a su amadu Venus; con esa vehemencia y emoción, de acercarse a la estrella; que sólo puede ser alcanzadu por los sentidos.

De esta manera, el poeta llega a contemplar el amor pasional erótico en su máxima expresión, cuando dice: “y llegar hacia ti y tus labios de fuego besar”. Estu manera de mencionar los labios de la mujer, fue constunte en la poesía de Darío. Rafael Ferreres, lo sefiala en Los límites del modernismo y el 98:

(1 3)

1 7 Ramón de Garcia Sol. R~bi.11 Darío y sus versos: (Madrid. ed. Cultura Hispnnica dcl Ccnlro

Fcrreres. 0p.Cit.. p. 55 Iberoarncricano Coop.. 1978). p. 188 1 . I

En la Jltima estrofa, refuerza su unidad de éxtasis, para regresar a su realidad de manera indirecta oblicua, poniendo de maniJiesto su impotencia de realización del amor. Ante esta imposibilidad, el poeta siente la mirada triste de la Diosa; pero es el reflejo de su pensamiento triste, ya que Darío concibió siempre el amor como una actividad total. Pedro Salinas menciona al respecto: “Nada dice la dual amada, Venus- estrella, pero mucho expresa, no con palabras, sí con su triste mirar. Es presagio de imposibilidad, augurio de que jamás podrá ser poseída”. (I 5)

Por lo tanto, se percibe cierta ambigüedad en el desenlace, no hay un final definido, pero si se observa la desesperanza del poeta.

En general en este soneto “Venus”, se observa de principio a Jin, una dualidad, Venus y la mujer amada y una asociación analógica en la transformación que sufre en la mente del poeta. Menciona García Sol:

Relación mágica doble. Por una parte, la relación del mito en sí que es analógica del personaje mí- tico con las fuerzas de la naturaleza que simboli-

za: la relacicin Venus-amor, Diana-muerte, Pan-ero- tismo y mzisica universal; y de los ritos en honor de estos personajes con la actividad natural que se pretende controlar con ellas, como el sacr$-

cio de palomas a Venus para obtener triunjbs amo- rosos. (16)

l i Salinas, @.Cit., p. 55 16 Garcia Sol, &.Cit., p. 189

Unido a todo lo anterior. se presenta una situación asociativa y múgica, que lo configuran las imúgenes exóticas de misterio y lejanía en ana mangestación de las distancias, características muy marcadus en lu poesía de Darío.

“De Invierno”, es un soneto a la francesa y de asunto parisiense ”. Así lo menciona el propio poeta en La vidu de Rubén Durío contada por el mismo.

En este soneto, el poeta representa un cuadro parnasista de belleza, eleguncia, lujo suavidad, armonía y buen gusto; ya que en parnasismo crea y presenta la belleza de esta manera. Construye junto a ello un cromatismo que conforma el ambiente propicio para el escenario del amor,

Dario empieza el soneto como pidiendo la atencion del lector, describiendo el ambiente y a la mujer, a Carolina; que no es una mujer en especinl, como señala Pedro Salinas:

Lo que importa al poeta en este caso, es vivir el goce del amor sensual, con la figura femenina, la musa de sus suefios; real o evocada, pero presente en la poesía. Así lo considera lcaza y Tigerino: ”Lo curnal y sensorial en Rubén Dario dieron a su poesía un carhcter de poesía presente. En este sentido Rubén cantó primero la sensacilin vital ,v no su recuerdo”.

En el segundo verso, describe lu posición en que se encuentra Carolina en el sillón, en un tono tranquilo, como sintiendo una invitación al disfiatte, y ademas preparando el escenario amoroso, tranquilo, tibio y cúlido.

El sillón, el abrigo y el fuego; van conformando el clima propicio para el encuentro amoroso. Los colores empiezun u conformar el ltgo aunado a la textura de suavidad. Ya que la “marta cibelina ” es una piel blanca, el gato de angora es blanco y Carolina también es blanca, porque menciona “rostro Rosado”. que contrasta con el b h c 0 y el rojo mencionado mús adelante. Por la imistencia que se nombra el color blanco, es necesario ver qué simboliza en el diccionario de los símbolos de Chevalier, el color blunco es considerado:

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1 - Salinas. 0p.Cii.. p. 57 ’’ I c a u Tigerino. @.Cit.. p. 60

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Así sucede en el soneto “De invierno”, la insistencia con la que aparece el color blunco, opaca a los demás colores. Unicamente el que va a conservar su sentido, para dar énfasis en el amor, sera el rojo de Ia rosa y el fuego, que también aparece rojo a nuestro sentido visual:

Todo se va conformado, como un ritual, al cual la protagonistu pronunciara delicadamente una invitación a la sensualidud, a la intimidad. La presencia del gato le da un tono de misterio, que además es una catmteristica muy marcada de la influencia de los poetas franceses: el misterio y la sugerencia. Junto a esto, la textura y suavidad que se percibe en el acercamiento del gato hacia la mujer. Darío continzia preparando sutilmente la union de los amantes. h70 bay que olvidar que Darío introduce a la poesía un erotismo, lleno de sexualidad; lo qzle no es extrazo, ya que la vida para él solo tiene sentido cuando se ama.

I 3 Jcan Cheulier, Diccionario de los símbolos; (Barcelona, Herder. 1986). p. 190

En estos versos, el poeta empieza a mencionar las porcelunas, el biombo que se consideran características de la poesiu modernista, así como la evocación de países orientules dando m toque de buen gusto, exotismo y elegunciu. Geovuni Allegru, en El reino interior, dice:

Todas estas descripciones de objetos y colores, contribuyen a la evocución del ambiente de lujo y sensualidad, que se va conformundo, a través de la situación que construye el poeta, coyizo si nos llevara de lu mano a penetrar en lu intimidad, que se consumarb ul$nul del soneto.

- Geovani Allcgra, El rcino interior; “Premisas I; sembla~~zas del nlodcrnismo en Espafia”. trad. dc Viccntc Martin Pintado; (Madrid. Encuentro Ediciones España. 1986), p.p 164- 165

71,

En este terceto, se presenta un ambiente misterioso, Carolina aparece como una mujer embrujadora, los ‘Pltros” que menciona el poeta, no pueden ser de otra indole, sino los del amor.

En verso décimo el “yo lírico” está presente, y lo observamos en los siguientes verbos: “entro ”, “dejo”, ~ J O ~ V ” ;

todas estas acciones, manejadas con mucha sutileza, como para no interrumpir el placentero descanso de la amada.

Aquí aparecen adjetivos como para enfatizar las descr@ciones que hace de Carolina y los objetos. Pero sobre todo los colores, sobresalen, y el blanco en el primer plano, que unido al rojo contrasta con el rostro de Carolina.

Existen varias asepciones acerca del significado de la rosa roja, según los griegos era una flor blanca, pero una vez Adonis protegido de Afrodita lu diosa del amor, .file herido de muerte, la diosa corrió hacia él, y se pinchó con una espina; y su sangre tiñó a las rosas que estaban destinadas a ella. Entonces la rosa sigmficó el amor.

En la India la rosa simboliza la copa de la vida, el alma, el corazón y el amor. Y si además es roja; es amor, pasión y erotismo.

Presente en esta poesía, llena de color y belleza. Quizá por eso Rub& Darío, conocedor del mundo y las

culturas, quiso comparar a la mujer, en eta poesía a Carolina

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con una rosa roja y una flor de lis, para dar más expresión al amor.

La blancura de la flor de lis también es importunte, en primer fugar, es simbolo modernista, lo usa para expresar la belleza y sus sentimientos. Después porque entre el rojo y el blanco enmarca el rostro de Carolina, para enfatizar la juventud, la fosania y la belleza de la amada.

En el verso treceavo ha-v una exhortación a ser correspondido, como una sziplica expresa “rnirame ’’ y tal parece que es escuchado, la vehemencia con la que el poeta habla, conmueve a la amada Carolina.

En el ultimo verso:

La expresión ‘j? en tanto ”, es condicional, dentro del contexto hay promesas y placeres; también es sugerente y misterioso, se puede pensar en una comunión de cuerpos y almas, pero también cierta ambigtiedad.

Ante este desenlace sugerente, se percibe también cierto tono melancólico. El propio Darío dice que: “fa melancolía habita en él. Cuando la poesia nace, cuando le nace el poema, éste no puede ser otra cosa que un verter melancólico de su alma ’’ (21)

Continuando con el final del ultimo verso, menciona b b h

nieve del cielo de París ”. El poeta Rubin Darío en esa época no habia viajado a ese país: pero el evocar la ciudad luz fue

Darío. @.Cit.. p. 52

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para él plasmat. un deseo de su nifiez. Y el mismo lo menciona en La vida de Rubén Darío contada por el mismo:

Porque es claro, que la ztbicación del lugar del asunto del soneto “De invierno”, jue Paris. Además por el cuadro parnasiano que el poeta hizo de él.

No sólo nombra esa ciudad, sino China, Japón: paises lejanos, ya que Darío también quiso ser ciudadano del mundo. Por lo tanto se presenta el cosmopolitismo, como un conocer y acercarse a otras culturas,

Para Rubén Dario, y para todos los hombres, el amor es vital, ya que sin éI, el ser humano no tendría razón de ser.

Por eso el poeta se proponía vivir y gozar el instante mismo del amor, porque la vida tiene un final, no es eterna, sino fugaz y efimera, y hay que vivirla con la intensidad antes que la muerte nos sorprenda. Por lo tanto el amor es visto como la unidad del hombre y reconciliación con el mundo.

Comparando un poco los Sonetos, ‘‘ Venus ‘’ y “De invierno”: se encuentra cierta similitud respecto tl Ia descripción que hace de Venus y Carolina.

-- Darío. @.cit.. p. 63 3 7

Penus es descrita C G ; ~ todo S L ~ t.sple~~!o;. y bclleza, enmwrcuda en el cielo obsczlro, como ztn divino jazmin; esa blancura hace resaltar la luminosidad de la estrella. La posición en que espera a su amante, es similar a la posición en que se encuentra Carolina en el sillón. En ambos sonetos el poeta crea un cuadro, una pintura: donde la belleza de la mujer y el amor e inspiración es Io uti& relevante, así como la manfestación del amor. En ese comtruir la belleza como un ser creador, buscó la armonía y la estética a través de la visión de cómo Darío percibió el mundo.

BIBLIOGRAFíA

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