E POSSIBILE UNA METAFISICA?COME SI PONE "OGGI"

IL PROBLEMA DE LA METAFISICA?

I. La posibilidad de la pregunta sobre la metafsica envuelve la posi-bilidad de la metafsica misma. El problema revierte pues al siguiente:qu es metafsica?

Pero la metafsica misma es originariamente una pregunta: el acto porel que la mente se pone radicalmente en camino. En busca de qu?

Sucede que el "qu" de la bsqueda slo nos es dado, aqu, en la bs-queda misma: la mente no se pone radicalmente en marcha en funcin deun objeto o de un fin definidos previamente, de un primum cognitum o unprimum volitum.

Pero tampoco es, contrariamente, un objeto o fin "mediatos", algo alo que se accedera "despus" y "a parte" de lo inmediatamente dado; esdecir, del mundo. Porque, en realidad, este mundo no puede ser apartadode enmedio por la mente, para "trasladarse" a otro: es definitivo para ella,a modo de lmite ontolgico.

El fondo radical de la mente, en que el interrogar metafsico se originase revela en la conciencia (le este lmite. Cmo ocurre esto?

El mundo no aparece como lmite mientras la mente est instalada enl como "conforme" con l. Hace falta que surja una disconformidad de lamente con el mundo (el "no ser del mundo", evanglico) para que se lemuestre como lmite.

El movimiento que conduce a esta nueva situacin frente al mundo esun "entrar en s" de la mente, un retirarse del mundo y recogerse en s.este es el acto fundamental de libertad, y por l puede la mente accedera lo trascendente. Qu es este transcender?

Es despojar al mundo de su "mundanidad", es decir, revelar en l un or-den de significaciones ltimas. Seguiremos llamando "abstraccin" a esteconsiderar el mundo bajo una nueva luz: sub ratione entis. Esto equivale,empero, a considerarlo en aquel nivel en que la referencia a Dios es intrn-secamente exigida. Quin es Dios?

En trminos puramente formales, Dios es el polo absoluto opuesto a

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este fondo absoluto de la mente en que la interrogacin metafsica se plan-tea, condicionando todo su "devenir". En razn de ello, el hombre se veconducido inevitablemente, un momento y otro, a enfrentarse con el mundocomo lmite, y, entrando en s, invitado a trascenderse. En razn de esto, elproblema de Dios es inevitable para el hombre.

El hombre, sin embargo, huye este momento, se refugia en la extrover-sin, instalndose en el mundo. ste es el gran misterio: la posibilidad parael hombre de vivir en la pura provisionalidad. Porque el Deum etde San Agustn (que expresa, no un dato psicolgico subjetivo, sino elmodo de ser radical de la mente) resulta frustrado. Por esto es posiblehacer cuestin de la posibilidad de la metafsica.

II. Cmo salir "hoy" de esta situacin? Cmo el "hoy" califica es-pecficamente el modo de proponer la interrogacin metafsica?

Sin duda, el "hoy" expresa la inflacin de los valores mundanos.Pero esta situacin no es indefinidamente sostenible: es, o desemboca

en, una situacin-lmite.Pero una situacin-lmite provoca, de suyo, la entrada del hombre en

s, y ste es el camino de una posible trascendencia. No, sin embargo, nece-sariamente: recordemos como en el ltimo discurso de Navidad el RomanoPontfice nos advierte de un falso entrar en s; nadie puede negar la realidadde este segundo peligro.

Qu entrar en s conducir en definitiva al hombre, del "hoy" en queest instalado a trascender el mundo y a s mismo y a centrarse en Dios?A preguntar de tal modo por Dios que la pregunta tenga realmente sentido,que merezca realmente una respuesta?

La cuestin fundamental es sta...

JAIME BOFILL

Publicat a Giornale di Metafisica, II, 1956, pgs. 508-509.

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