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    Primera parte. Sobre la metodologade las ciencias sociales

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    l . El sentido comn y la interpretacincientfica de la accin humana

    l. Introduccin. Contenido de la experiencia y objetosde pensamientol. Las construccio1tes del sentido comny del pemamimto cientfico Ni el sentido comn ni la ciencia pueden avanzar sin apa rtarse delexamen estricto de lo que es real en la experiencia. Esta formulacinde A. N. Whitehead fundamenta su anlisis de la organizacin delpensamiento. 1 Hasta la cosa percibida en la vida cotidiana es algoms que una simple presentacin sensorial.2 Es un objeto de pensa-miento, una construccin de ndole sumamente compleja, que no 'Soloincluye formas particulares de sucesiones en el tiempo, que la constituyen como objeto de un solo sentido - p . ej., la vista-,3 y de relaciones espaciales, que la constituyen como objeto sensorial de variossentidos -1 p . ej., la vista y el tacto- , 4 sino tambin presentacionessensoriales hipotticas, imaginadas, que la completan.5 Segn Whitehead, precisamente el ltimo factor nombrado - la imaginacin depresentaciones sensoriales hipotticas- es la roca sobre la cual selevanta toda la estructura del pensamiento de sentido comn,6 ycorresponde a la crtica reflexiva interpretar nuestras presentacionessensoriales como realizacin efectiva del objeto de pensamiento hipottico de las percepciones. 7 En otras palabras, os presuntos hechosconcretos de la percepcin de ~ S e n t i d o comn no lo son tanto comoparecen, pues ya exigen abstracciones de ndole muy complicada,situacin que debemos tomar en cuenta para no caer en la falacia dela materializacin inadecuada.81 Alfred North \"V'hitehead, The Organization of Thought,*"* Londres, 1917 reimpreso parcialmente en The Aims of Education, Nueva York, 1929, y tambincomo

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    De acuerdo con Whitehcad, la ciencia tiene siempre un doble objetivo: primero, elaborar una teora que concuerde con la experiencia;segundo, explica1, al menos en lneas generales, los conceptos desentido comn acerca de la naturaleza, y para ello conservarlos enuna teora cientfica de pensamiento armnico. 11 Con este fin, la ciencia fsica (nica que interesa a Whitehead en este contexto) debeelaborar recursos que permitan reemplazar los objetos de pensamientode la percepcin de sentido comn por los objetos de pensamiento dela ciencia.10 Estos ltimos -- .p. ej., las molculas, tomos y electrones - no poseen ninguna de las cualidades que detel'lninan unapresentacin sensorial directa en nuestra conciencia, y solo nos sonconocidos mediante la 'Serie de sucesos en que se hallan involucrados,y que, por supuesto, estn representados en nuestra conciencia porpresentaciones sensoriales. Este recurso permite establecer un puenteentre la fluida vaguedad de los sentidos y la definicin exacta delpensamiento.11No nos proponemos seguir aqu paso po r ,paso el ingenioso mtodomediante el cual \Xlhitehead utiliza el principio que acabamos deesbozar para analizar la organizacin del pensamiento, comenzandocon la anatoma de las ideas cientficas y terminando con las teo~ a s matemticamente formuladas de la fsica moderna y las reglasde procedimiento de la lgica simblica.12 En cambio, s nos interesala concepcin bsica que Whitehea

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    cuya conducta el investigador observa y procura ,explicar de acuer-do con las reglas de procedimiento de su ciencia.17Las ciencias sociales modernas enfrentan un grave dilema. Ciertaescuela de pensamiento considera que existe una diferencia bsicaentre 1a estructura del mundo social y la. del mundo de la natura-leza. Esta concepcin, sin erobatgo, conduce a la errnea conclusinde que las ciencias sociales difieren toto coelo de las ciencias na-turales, con lo que desdea el hecho de que ciertas reglas de pro-cedimiento relacionadas con la organizacin co rrecta del pensamientoson comunes a todas las ciencias empricas. La otra escuela procuracontemplar la conducta del hombre tal como el especialista en cien-cias naturales contempla la conducta)> de sus objetos de pensa-miento, dando por sentado que los nicos mtodos cientficos sonlos de las ciencias naturales (sobre todo los de la fsica matem-tica), que han redituado tan magnficos resultados. Presupone, adems, que basta con adoptar los mtodos de las ciencias naturalesen cuanto a construcciones tericas para lograr un conocimiento se-guro de la realidad social. Sin embargo, estos dos supuestos sonincompatibles. Un sistema conductista idealmente perfeccionado ytotalmente elaborado, por ejemplo, nos alejada mucho de las cons-trucciones en cuyos trminos los hombres experimentan su propiaconducta y la de sus semejantes en la realidad de la vida cotidiana.Para superar esa dificultad, se requieren recursos metodolgicosespecficos, entre ellos la construccin de pautas de accin racional.Con el fin de analizar ms a fondo Ia ndole especfica de los ob jetosde pensamiento de las ciencias sociales, debemos caracterizar algu-nas de 'las construcciones de sentido comn empleadas por los hom-bres en la vida cotidiana, y en las cuales se basan aquellos.

    II. Construcciones de objetos de pensamiento propiasdel sentido comnl . El conocimiento de sentido comn que tiene del mundoel individuo es 1111 sistema de construcciones de s1t tipi.cidadTratemos de caracterizar el modo en que el adulto alerta 18 contem-pla el mu ndo intersubjetiva de la vida cotidiana, en cuyo interior17 Sobre el concepto de reglas de procedimiento, vase Felix Kaufmann, Me -thodology of the Social ScieJtces,.,** Nueva York, 1944, esp. caps. IIHV; sobrelas opiniones divergentes acerca de la relacin entre las ciencias de la natura-leza y las ciencias sociales, ibid., cap. x.18 En cuanto al significado preciso de esta expresin, vase Sobre las realidadcs mltiples, pg. 201. [Cuando se citen artculos sin otras indicacionesacerca de las fuentes, como en este caso, la referencia corresponde al presentevolumen. (N. de M. Natanson.) ] T a m b i ~ n se dan en cas tellano las nfl'rtnciasque corresponden al segundo volumen de ensayos de S c h u l : ~ , , R.rtudios sobre/('Orfn social, ed. po1 Arvin Broderscn, Buenos Aires, AmoiTOI'I\1 l"dilnrcs, 1974.(N dl'l E.)l

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    y sobre el cual acta como un hombre entre sus semejantes. Esemundo exista antes de nacer nosotros, y era experimentado e in-terpretado por otros, nuestros predecesores, como un mundo organizado. Ahora es ofrecido a nuestra experiencia e interpretacin.Toda intel'pretacin de este mundo se basa en un acervo de ext>eriencias previas sobre l, que son nuestras o nos han sido transmi-tidas por padres o maestros; esas experiencias funcionan como unesquema de referencia en forma de conocimiento a mano.A este acervo de conocimiento a mano pertenece nuestro conoci-miento de que el mundo en que vivimos es un mundo de ob jetosms o menos bien determinados, con cualidades ms o menos defi-nidas, entre los cuales nos movemos, que se nos resisten y sobrelos cuales podemos actuar. Sin embargo, ninguno de esos objetos espercibido como si estuviera aislado, sino como situado desde unprimer momento dentro de un horizonte de familiaridad y tratoprevio, que, como tal, se presupone hasta nuevo aviso como elacervo incuestionado -aunque cuestionable en cualquier momento-de conocimiento inmediato. Sin embargo, tambin las experienciasprevias indiscutidas estn a mano desde un primer momento comotpicas, o sea que presentan horizontes abiertos de ex.periencias si-milares anticipadas. Por ejemplo, el mundo exterior no es experimen-tado como un ordenamiento de objetos individuales nicos, disper-sos en el espacio y en el tiempo, sino como montaas, rboles)>,animales, hombres)>, etc. Aunque nunca haya visto un perdi-guero irlands, cuando vea uno !:abr que es un animal y, en .par-ticu'lar, un perro, que manifiesta todas las caractersticas habitualesy la conducta tpica de un perro, y no de un gato, ,por ejemplo.Podr preguntar razonablemente: Qu tipo de perro es este?.Esta pregunta da por sentado que la diferencia de este perro enparticular con respecto a todos os dems tipos de perros que conozcoresalta y se hace cuestionable nicamente por referencia a su seme-janza con mis experiencias incuestionadas de perros tpicos. Comodice con lenguaje ms tcnico Husserl -cuyo anlisis de la tipici-dad del mundo de la vida cotidiana hemos tratado de resumir-/

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    lo que se experimenta en la percepci6n real de un objeto es trans-ferido aperceptivamente a cualquier otro objeto similar, que es .per-cibido simplemente como del mismo tipo. La experiencia real con-firmar o no mi anticipacin de la conformidad tpica con otrosobjetos. Si la confirma, el contenido del tipo previsto se ampliar;al mismo tiempo, el tipo se dividir en subtipos; por otra parte, elobjeto real concreto presentar ca ractersticas individuales que, sinembargo, tienen tambin una forma de tipicidad.Ahora bien -Y esto parece tener especial importancia-: yo puedotomar el objeto tpicamente apercibido como un e;emplm del tipog, mi perdiguero irlandsRowr !11\.1Cstra todas las caractersticas incluidas en el tipo perro,1'> tl.tlumncl c r l , Et/cdmmg tmd Urteil, sccs. 18-21 y 82-85 ; vase tambin111 lrn)t1111it' , nnstornos del lenguaje y 1:1 1cxwra de la conciencia, esp .p.ltl ,'IJ '11

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    segn mi experiencia previa . Sin embargo, no me interesa saber precisamente qu tiene en comn con otros per.ros. Veo en l a miamigo y compaero Rover, distiaguindolo como tal de todos losdems perdigueros irlandeses, con los que comparte ciertas caracters ticas tpicas de apariencia y conducta . Sin un motivo especial,no me siento inducido a ver en Rover un mamfero, un animal, unobjeto del mundo externo, etc., aunque s que tambin es todo esto .De tal modo, en la actitud natural de la vida cotid iana, nos interesannicamente determinados objetos, que se destacan contra el campocuestionado de otros experimentados previamente, y el resultadode la actividad selectiva de nuestra mente es determinar cules delas caractersticas particulares de tal objeto son individuales y culeslas tpicas. Ms en general , solamente nos interesan algunos aspectosde este objeto particular tipificado. Afirmar que este objeto 5 tienela propiedad caracterstica p, en la forma S es P, es un enunciado elptico, porque S, aceptado sin cuestionamiento tal como seme aparece, no es solamente p, sino tambin q y r, y muchas otrascosas. E l enunciado completo debera ser: S .es, entre muchas ot rascosas, tales como q y ,., tambin p. Si, con referencia a un elementodel mundo presupuesto, afirmo: S es p, lo hago porque, en lascircunstancias vigentes, me intere3a el hecho de que S es p, mientrasno considero significativo que sea tambin q y r.20No obstante, los trminos i n t e ~ y sign ificatividad, que acabamos de emplear, apenas designan una serie de complejos problemas que es imposible exponer en el marco de este examen, por locual debemos limitarnos a unas pocas observaciones.En cualquier momento de su vida diaria, el hombre se encuentraen una situacin biogrficamente de terminada, vale decir, en unmedio fsico y sociocultural que l define 21 y dentro del cual ocupauna posicin, no solo en trminos de espacio fsico y tiempo exterior, o de su status y ,gu rol dentro del sistema social, sino tambinuna posicin moral e ideolgica.22 Decir que esta de finicin de 'lasituacin est biogrfcamente determinad a equivale a decir que tiene su his toria; es Ja sedimentacin de todas las experiencias previasdel hombre, organizada en el patrimonio corriente de su acervode conocimiento a mano, y, como tal, es su posesin exclusiva, dadaa l y solo a l. ,., Es ta situacin biogrficamente determinada incluyeciertas posibilidades de actividades prcticas o ter icas futuras a lasque, para resumir, denominaremos propsito a mano ( purposeat hand). Este propsito es el que define aquellos elementos, entretodos los dems contenidos en tal situacin, que son significativoscon respecto a l. Este sistema de significatividades determina, a su20 Vansc las referencias de la nota 19.21 En cuanto al concepto de definir la situacin, vanse los diversos artculossobre el tema de W. l. Thomas, ahora reunidos en Edmund H. Volknrt, cd.,Social Behavior and Pe rsonality, Contributions of W. I. Tbomas to T heory f l t l t lSocial Research, Nueva York, 1951, con nd ice analtico y valioso ensayo ln ti'Oductorio por el recopilador.22 Vase Mauricc Mcrleau-Pont.y, Phnomnologie de la pcrrcplion,., Pn . b,1945, p ~ g . 158.

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    el principio. Para nuestros fines, debemos tener en cuenta brevemente tres aspectos del problema de la socializacin del conocimiento:a. La 1eoiprocidad de perspectivas o la socializacin estructural delconocimiento.b. El origen social del conocimiento o la socializacin gentica delconocimiento.c. La distribucin social del conocimiento.a . Ul reciprocidad ele perspectivasEn la actitud natural del pensamiento de sentido comn de la vidacotidiana, presupongo la existencia de ~ S e m e j a n t e s inteligentes. Estoimplica que los objetos del mundo son, en principio, accesibles a suconocimiento, o sea que so n conocidos o conocibles po r ellos. Esalgo qu e s y presupongo fuera de toda duda. Pero tambin s ypresupongo que, en trminos estrictos, el mismo objeto debesignificar algo diferente para m y para cualquiera de mis semejantes.Esto es as po r los s i g : : ~ i e n t e s motivos:i. Yo, po r hallarme aqu, estoy a una distancia diferente de losobjetos y experimento como tpicos otros aspectos de ellos qu e l,quien est all. Po r la misma razn, ciertos objetos estn fuerade mi alcance (de mi vista, mi odo, mi esfera manipulatoria, etc.),pero dentro del suyo, y viceversa.i. Mi situacin biogrficamente determinada y .Ja de mi semejante,y por ende nuestros 1espectivos propsitos a mano y nuestros sistemas de significatividades originadas en ellos, deben diferir, almenos en cierta medida.El pensamien to de sentido comn supera las diferencias en las perspectivas individuales que resultan de esos factores mediante dos idealizaciones bsicas:i. La idealizacin de la intercambiaHHdad de los puntos de vista:presupongo -y presumo que mi semejante hace lo mismo- que .

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    social, y esto nos conduce al segundo aspecto del problema de lasocializacin del conocimiento, el de su es tructura gentica.

    b. El origen social del conocimz'entoSolo una parte muy pequea de mi conocm11ento del mundo seorigina dentro de mi experiencia personal. En su mayor parte esde origen social, me ha sido tra nsmitido po r mis amigos, padres,maestros y los maestros de mis maestros. Se me ensea no solo adefinir el ambiente (es decir, las caractersticas ttpicas del aspectonatural relativo del mundo que predomina en el .endogrupo comola suma total incuestion ada, pe!o siempre cuestionable , de cosasque .se presuponen hasta nuevo aviso) sino tambin a elaborar construcciones tpicas de acuerdo con el sistema de significatividadesaceptado por el punto de vista :nnimo unificado del endogrupo.Es to incluye modos de vida, mtodos para abordar el ambien te,recetas eficaces para el uso. de medios tpicos tendientes a lograrfines tpicos en situaciones tpicas. El medio tipificador po r excelencia que permite transmitir el conocimiento de od gen social esel vocabulario y la sintaxis del lenguaje cotidiano. La jerga de lavida cotidiana es principalmente un lenguaje de cosas y sucesosnombrados, y cualquie1 nombre incluye una tipificacin y genemlizacin que se refiere al sistema de significatividades predominanteen el endogrupo lingstico que atribuy a Ia cosa nombrada importancia suficiente como para establecer un trmino especfico paraella. El lenguaje habitual prccientfico puede ser comparado con undepsito de tipos y caractersticas ya hechos y preconstituidos, todosellos de origen social y que llevan consigo un horizonte abierto decontenido inexplorado. 27

    c. La d i s t r i b u c i social del conocimientoEl conocimiento est socialmente distribuido . La tesis general de lasperspectivas reciprocas supera, sin duda, la dificultad de que miconocimiento real sea meramente el conocimiento potencial de missemejantes y viceversa. Pero el acervo de conocimiento real a manodifiere de un individuo a otro, y el pensamiento de sentido comntoma en cuenta este hecho. No solamente difiere lo que un individuoconoce de lo que conoce su semejante, sino tambin el modo comoconocen ambos los mismos hechos. El conocimiento tiene muchosgrados de daridad, nitidez, precisin y familiaridad . Para tomarcomo ejemplo la conocida distincin de WHliarn James 28 en tre conocimiento po r Lrato directo (knowledge of acquaitztance) y conocimiento acerca de (knowledge.about), es obvio que conozco mu-chas cosas a la manera silenciosa del mero trato directo ( acquain-tance), mientras que usted tiene conocimiento acerca de)> lo que27 Vase El lenguaje, los trastomos del lenguaje y la textm a de la conciencia, pg. 239 y sig.28 WUliam James, op. cit., vol. L pg 221 y sig.

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    les hace ser lo que son, y viceversa. Yo .soy experto en un campolimitado y lego en muchos ot ros, igual que usted. 20 Todo acervode conocimiento que un individuo tiene a mano en un momentocualquiera de su vida est estructurado en zonas de diversos gradosde claridad, ni tidez y precisin. Esta estructura se origina en elsistema de significatividades vigente y, po r ende, est biogrficamente determinado. El conocimiento de esas diferencias individualesconstituye en s mismo un elemento de la experiencia de sentidocomn: yo s a qu mdico o abogado competente debo consultary en qu circunstancias tpicas he de hacerlo. En otras palabras, enla vida diaria construyo tipos acerca del campo de trato directo delOt-ro y del alcance y textu ra de su conocimiento. Al hacerlo, presumo que l se guiar por determinadas es tructuras de signHicatividades, que se expresan en un conjunto de motivos constantes queconducen a una pauta particular de accin y hasta codeterminan supersonalidad. Pero esta afirmacin anticipa el anlisis de las cons-trucciones del sentido comn relacionadas con la comprensin denuestros semejan tes, que constituye nuestra prxima tarea. 80

    3. La estructura del1mmdo social y su tipificaci1'tjJor pa,.te de las construcciones del sentido comnYo, ser humano, nacido en el mundo social y que vivo mi existenciacotidiana en l, lo experimento como construido alrededor del lugarque ocupo en l , como abier to n mi in terpretacin y accin, perosiempre con re ferencia a mi situacin real biogrficamente determinada. Solo con referencia a m logra cierto tipo de mis relaciones cono l ros el significado especfico que designo con la palabr a Nosotros;solo con referencia a Nosotros, cuyo centro soy yo, aparecen otrosromo

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    abiertos a mi interpretacin, y pueden influir sobre mis acciones; ysucesores, de quienes ninguna experiencia es posible, pero hacia loscuales puedo orientar mis acciones en una anticipacin ms o menosvaca. Todas estas relaciones muestran las mltiples formas de intimidad y anonimia, familiaridad y ajenidad, intensidad y extensin. 81En el presente contexto, nos limitamos a la relacin que se estableceentre contemporneos. Refirindonos todava a la experiencia desentido comn, podemos presuponer que el hombre es capaz de comprender a su rsemejante y sus acciones, y que puede comunicarse conotros porque presume que ellos comprenden las acciones de l; ytambin que, aunque esta mutua comprensin tiene ciertos lmites,basta para muchos fines prcticos.Entre mis contemporneos hay algunos con quienes, mientras durala relacin, comparto una comunidad no solo temporal sino tambinespacial. Por conveniencia terminolgica, denominaremos a tales contemporneos asociados, y a la relacin establecida entre ellos unarelacin cara a cara, entendiendo esta expresin en un sentidodistinto del utilizado por Cooley82 y sus sucesores; con ella solodesignamos un aspecto puramente formal de relacin social, aplicable por igual a una charla ntima entre amigos y a la copresenciade extraos en un vagn de ferrocarril.Compartir una comunidad de espacio implica que cierto sector delmundo externo est por igual a'l alcance de cada copartcipe, y contiene objetos de inters y significatividad que les son comunes. Paracada copartcipe, el cuerpo del otro, sus ges tos, su porte y sus expresiones faciales son inmediatamente observables, no solo comocosas o sucesos del mundo externo, sino en su significacin fisonmica, vale decir, como sntomas de los .pensamientos del otro. Compartir una comunidad de tiempo -y esto se refiere no solo altiempo exterior (cronolgico) sino tambin al tiempo interiorimplica que cada copartcipe intexviene en la vida en curso delotro, puede captar en un presente vivido los pensamientos del otrotal como es te los construye, paso a paso. As, cada uno de elloscomparte las anticipaciones del futuro del otro -planes, esperanzas oansiedades-. En resumen, cada uno de los asociados se halla implicado en la biografa del otro; envejecen juntos; viven, po r dectasi, en una pura relacin Nosotros.En tal relacin, por fugitiva y superficial que sea, el Otro es captadocomo una individualidad nica (aunque solo un aspecto de su personalidad !Se ponga de manifiesto) en su situacin biogrfica nica(aunque revelada de manera solamente fragmentaria). En todas lasotras formas de relacin social (hasta en la relacin entre asociados,en la medida en que concierne a los aspectos no revelados del s-mismo del Otro), el s-,mismo del semejante slo puede ser captado31 Alfred Schutz, Der sinnhafte Aufbatt der sozialen \'(1elt,*"'* Viena, 1932;ed., 1960. Vase tambin Alfred Stonier y Karl Bode, A New Approach to theMethodology of the Social Scienccs, Economica, vol. 5, noviembre de 1937,pgs. 406-24, esp. pg. 416 y sigs.32 Charles H. Cooley, Social Organization, Nueva York, 1909, caps. m-v, yAUred Schutz, The Homecomcr, America11 Joumal o/ Sociology, vol. 50, 1945,pg. 371. [La vuelta al hogar, en Estudios sobre teorfa social, op. cit., cap. 5.)lfo

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    mediante una contribucin de la imaginacin de presentacioneshipotticas de sentido (para aludir a la frase de Whitehead antescitada), o sea elaborando una construccin de una forma tpica deconducta, una pauta tpica de motivos subyacentes, de actitudes tpicas de un tipo de personalidad, de las cuales no son sino casos oejemplos el Otro y -la conducta suya que se examina, ambas fueradel alcance de mi observacin. No podemos elaborar aqu38 unataxonoma completa de la estructuracin del mundo social y de lasdiversas formas de construcciones de tipos de cursos de accin ytipos de pel'Sona'lidad necesarios para captar al Otro y su conducta.M pensar en mi amigo ausente A, elaboro un tipo ideal de su personalidad y su conducta basado en mi experiencia pasada de A comomi asociado. Al colocar una carta en el buzn, preveo que personasa quienes no conozco, llamadas empleados del correo, actuarn deuna manera tpica no totalmente inteligible para m, con d resultadode que mi carta llegar al destinatario en un tiempo tpicamenterazonable. Aun sin haber conocido nunca a un francs o un alemn,comprendo por qu teme Francia el tearme de Alemania. Al cumplir con una regla de la gramtica inglesa, sigo una pauta de conductasocialmente aprobada de mis semejantes contemporneos de hablainglesa, a la cual debo ajustar mi propia conducta para hacermecomprender. Finalmente, todo artefacto o utensilio se refiere a lossemejantes annimos que lo elaboraron para ser usado por otros semejantes annimos con el fin de alcanzar fines tpicos por mediostpicos."'Estos no 'son ms que unos pocos ejemplos, pero ordenados segnel grado de creciente anonimia de la relacin entre contemporneosinvolucrada y, por consiguiente, de la construccin necesaria paraaprehender al Otro y su conducta. Se hace evidente que un aumentoen Ia anonimia supone una disminucin de la .plenitud del contenido. Cuanto ms annima es la construccin tipificadota, tanto msolejada est de ia singularidad del semejante individual implicadoy tanto menores son los aspectos de su personalidad y pautas deconducta que entran en la tipificaci . como significativos respectodel propsito a mano para el cual ha sido construido el tipo. Sidistinguimos entre tipos personales (subjetivos) y tipos de cursosde accin (objetivos), podemos decir que la creciente anonimia deIn construccin conduce al reemplazo de los .primeros por los segundos. En la anonimia completa, se :supone que los individuos sonintercambiables, y el tipo de curso de accin se refiere a la conductael que acte de la manera definida como tpica porIn construccin.Resumiendo, podemos decir que, excepto en la pura relacin Nosottos en tre asociados, nunca aprehendemos la singularidad individuale!

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    sumo, como un s-mismo parcial, forma parte incluso de la purarelacin Nosotros slo con una parte de su personalidad. Esta ideaparece importante en varios aspectos. Ayud a Simmel34 a superar eldilema entre la conciencia individual y h colectiva, que Durkheim35advirti con tanta claridad; est en la base de la teora de Cooley 36acerca del origen de l s-mismo en un efecto de espejo; permitia George H. Mead 37 elaborar su ingenioso concepto del otro generalizado; por ltimo, es decisiva para la clarificacin de conceptostales como los de funciones sociales, rol social y, finalmente,aunque no menos importante, accin r a c i o n a l . ~ 'Pero es to no es ms que la mi tad de la historia. Cuando construyoel O tro como un si-mismo parcial, como el que desempea roles ofunciones tpicos, el corolario es el proceso de autotipficacin quese produce si yo entro en relacin oon l. Yo no estoy implicado ental relacin con mi personalidad total, sino solo con algunas capasde ella. Al definir el rol d el Otro, yo mismo asumo un rol. Al tipificar la conducta del Otro, estoy tipificando mi propia conducta,que se interrelaciona con la .suya, transformndome en pasajero, consumidor, contribuyente, lector, etc. Esta autotipificacin cons tituyeel fondo de la distincin de William James

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    y ampliado mi acervo de experiencia. As, la accin repetida seralgo ms que una mera re-efectuacin. La primera accin, A', comenz dentro de un conjunto de circunstancias C' y produjo elestado de cosas S'; la accin repetida, A", comienza en un conjuntode circunstancias C" y se espera que .produzca el estado de cosas S".Es inevitable que C" difiera de C' porque la experiencia de que A'logr producir S' pertenece a mi acervo de conocimiento que formaparte de C", mientras que a mi ace rvo de conocimiento que forma parte de C' perteneca solamente la anticipacin vaca de que talcosa sucededa. De modo similar, S" diferir de S' como A" de A' .Esto es as porque todos los trminos -C' , C", A', A", S' y S"-son sucesos nicos e irreversibles. Sin embargo, exactamente aquellas caractersticas que 1os hacen nicos e irreversibles en sentidoestricto quedan eliminadas - para mi pensamiento de sentido comn- por no ser significativas para mi propsito. Cuando efectola idealizacin del puedo volver a hacerlo, solo me interesa latipicidad de A, C y S, sin apstrofo s. La constmccin consiste,hablando en trminos figurados, en suprimir los apstrofos por noser abarca dos conjuntos diferentes deconceptos, que es necesario distinguir.a. Podemos decir que el motivo de un asesinato fue robar dineroa la vctima. Aqu, motivo significa el es tado de cosas, el objetivo que se quiere lograr mediante la accin emprendida. Denominaremos a este tipo de motivo el motivo para. Desde el .puntode vista del actor, esta clase de motivos se refiere al futu ro. El estado de cosas que ser creado por la accin futura, previamenteimaginada en su proyecto, es el motivo para llevar a cabo laaccin.b. Podemos decir qu e el asesino ha sido motivado a cometer elhecho porque creci en tal o cual ambiente, tuvo tales o cua-les experiencias infantiles, etc. Desde el punto de vista del actor, estaclase de motivos, a los que llamaremos motivos porque ( genuinos),41 se refiere a sus experiencias pasadas, que lo han Hevado41 Lingsticamente, los motivos para tambin pueden ser expresados, enlas lenguas modernas, mediante oraciot1es porque. En cambio, los genuinosmotivos porque no pueden ser expresados mediante oraciottes para. Estndiferencia entre las dos posibilidades de las expresiones lingsticas concernien-'}()

    1a actuar como lo hizo. Lo que en una accin est motivado en formadel porque es el proyecto de la accin mism a (p. ej., satisfacer lanecesidad de dinero matando a un hombre).Aunque aqu no podemos detenemos en un anlisis ms detalladode la teora de los motivos, 42 debemos 5ealar que el actor quevive en su proceso de actuacin

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    Es obvio que esta idealizacin depende de la tesis general de lareciprocidad de perspectivas, puesto que implica que los motivosimputados al Otro son tpicamente los mismos que los mos o quelos de otros en circunstancias tpicamente similares; todo esto confotme a mi conocimiento a mano, genuino o de origen social.Supongamos ahora que deseo hallar un poco de tinta para Henar miestilogrfica, a fin de redactar una solicitud al comit de becas que, sies aprobada, modificar todo mi modo de vida. Yo, .el actor ( interrogador), y slo yo, conozco ese plan mo de obtener la beca, queconstituye el motivo final de mi accin actual , el es tado de cosasque deseo producir. Esto, claro est, solo puede lograrse medianteun a serie de pasos (r edactar una solicitud, poner a mi alcance ma-teriales para escribir, etc.), ceda uno de 1os cuales se materializaren una acc.in con su particular proyecto y su particuhr motivo qu me proponacon mi accin yo, el actor, l tendra que comenzar con el hechoobservado y construir a partir de este mi motivo para subyacente,que me indujo a hacer lo que l observ.Ahora est claro que el sentido de una accin difiere inevitablementea ) para el actor; b ) pa ra su asociado, que participa con l en unainteraccin y por consiguiente comparte con l un conjunto de significatividades y propsitos, y e) para e l observado r q Le no toma parteen taltelacin. Este hecho tiene dos consecuencias importantes: primero, que en el pensamiento de sentido comn slo tenemos la posi-bilidad de comprender Ia accin del O tro de manera c i e n paranuestro propsito a mano; segundo, que, para aumentar esta posibilidad, debemos investigar el sentido que tiene la accin .para elactor. As, el postulado de la interpretacin subjetiva del sentido,

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    segn reza la infortunada expresin, no es una particularidad de lasociologa de Max Weber43 ni de la metodologa de las ciencias SOciales en geneml, sino un principio de la construccin de tipos decursos de accin en la experiencia de sentido comn.*Pero la interpretacin subjetiva del .sentido solamente es posible reve-lando los motivos que determinan cierto curso de accin. Al referirun tipo de curso de accin a los motivos tpicos subyacentes delactor, llegamos a la construccin de un tipo personal. Este puede serms o menos annimo y, por consiguiente, ms o menos vaco decontenido. En la relacin Nosotros entre asociados, el curso d e accindel Otro, sus motivos (en la medida en que sean manifiestos) ysu persona (en la medida en que est implicada en la accin man i-fiesta) pueden ser compartidos inmediatamente, y los tipos construidos, que se acaban de describir, mostrarn un grado mU)I bajo deanonimia y un alto grado de complecin. Al construir tipos de cursosde accin de contemporneos que no son nuestros asociados, imputamos a los actores ms o menos annimos un conjunto de motivossupuestamente invariables que gobiernan sus acciones. Ese conjuntoes en s mismo una construccin de previsiones tpicas con respecto?. la conducta del Otro y ha sido investigado con frecuencia en trminos de roles, o funciones sociales, o conducta ins titucional. En elpensami ento de sentido comn, tal construccin tiene particular im-portancia para proyectar acciones orientadas segn la conducta demis contemporneos (no la de mis asociados) . Sus funciones puedenser descriptas del siguientes modo:1) Presupongo que mi accin ( v. gr., colocar en un buzn un sobteestampillado y con la direccin correcta) inducir a semejantes,annimos (empleados del correo) a efectuar acciones tpicas (manejar l a correspondencia) de acuerdo con motivos pann> tpicos ( cum-plir sus obligaciones ocupacionales), con el resultado de que sealcanzar el estado de cosas proyectado por m (que el destinatarioreciba la carta en un lapso razonable). 2) Presupongo asimismo quemi construccin del tipo de curso de accin del O tro correspondesustancialmente a su propia autotipificacin, y que forma parte deesta una construccin tipificada de ml manera tpica de conducta - lade su asociado annimo- basada en motivos tpicos y supuestamenteinvariables. (Cuando alguien pone en el buzn un sobre debidamente dirigido y estampillado, se le atribuye el propsito de quesea entregado al destinatatio en 'Jn lapso adecuado.) 3) Ms an;en mi propia autotipificacin - e s decir, al asumir el papel de uncliente del correo- tengo que proyectar mi accin de la manera tpicaen que, segn supongo, el empleado de correos tpico espera que secomporte un cliente tpico. Tal construccin de pau tas de conducta43 Max Weber, op . cit., pgs. 9, 18, 22, 90 y esp. 88: El trmino "acc in"abarca toda conducta humana cuando y en la medida en que el individuo ac-tuante le Hsignn UJl sentido subjetivo ( .. .) La accin es social en la medida enqu

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    entrelazadas se revela como una construccin de motivos para yporque entrelazados que son supuestamente invariables. Cuandoms institucionalizada o estandarizada se halla tal pau ta de conducta,es decir, cuanto ms tipificada est de una manera socialmente aprobada po r leyes, reglas, regulaciones, costumbres, hbitos, etc., tantomayor es la probabilidad de que mi propia conducta autotipificadoraproduzca el estado de cosas al que apunta.

    c. Et observadorTodava nos falta caracterizar el caso especial del observador que noparticipa de las pautas de interaccin. Sus motivos no estn entrelazados con los de 'la persona o las personas observadas; l est sintonizado con ellas, per o no ellas con l. En otra s palabras, el observador no participa en los complicados reflejos especulares que en lapauta de interaccin entre contemporneos permi ten que los motivospara del ac tor se hagan co mprensibles para el asociado como suspropios motivos porque y viceversa. Precisamente este hecho constituye el llamado desinters o distanciamiento del observador. Esteno comparte las esperanzas y temores del actor acerca de .si se comprendern uno al otro y lograrn su objetivo mediante el entrelazamiento de motivos. As, su sistema de significatividades difiere del de laspartes interesadas y le permite ver al mismo tiempo ms y menosde lo que estas ven . Pero en todas las circunstancias, lo accesiblea su observacin son solamen te los fragmentos manifiestos de lasacciones de ambos asociados. Para comprenderlos, el observador tieneque valerse de su conocimiento de pautas tpicamente similares deinteraccin en encuadres si tuacionales tpicamente similares, y tieneque construir los motivos de los actores a partir de ese fragmentodel curso de accin que est abierto a su observacin. Las construcciones del observador difieren, po r lo tanto, de las que utilizan losparticipantes en la interaccin, aunque solo sea por el hecho de queel propsito del observador es diferente del propsito de los nteractuantes, por lo cual difieren tambin los sistemas de significatividades asignados a tales propsitos . Que el observador pueda, en lavida cotidiana, captar cJ ,sentido subjetivo de los actos del ac tor esuna mera probabilidad -aunque esta probabilidad basta para muchosfines prcticos-. Esa probabilidad aumenta con el grado de anonimiay estandarizacin de la conducta observada. Para que sus construcciones sean aplicables a la in terpretacin del sentido subjetivo quelos actos observados tienen para os actores, el observador cientficode los sistemas de interrelacin humana, el especialista en cienciassociales, necesita elaborar mtodos especficos para lograrlas. Entreesos recursos, nos interesan aqu especialmente las construcciones demodelos de -las llamadas acciones racionales. Examinemos primero elposible significado de la expresin accin racional dentro de iaexperiencia de sentido comn de la vida cotidiana.

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    III. La accin racional dentro de la experienciade sentido comnEl lenguaje comn no establece una distincin marcada entre modosde conducta sensatos, razonables, y modos racionales. Podemos decirque un hombre actu con sensatez si el motivo y el curso de su accinson comprensibles para nosotros, sus asociados u observadores. Talser el caso si 5u accin se ajusta a un conjunto de reglas y recetassocialmente aprobadas para enfrentar problemas tpicos aplicando medios tpicos para lograr fines tpicos. Si yo, si Nosotros, si cualquieraque es uno de nosotros se encuentra en circunstancias tpicamentesimilares, actuar de manera similar. La conducta sensata, sin embargo, no presupone que el ac tor est guiado por la visin de sus motivosy el contexto de medios y fines. Una intensa reaccin emocional contra un ofensor podra ser sensata, y abstenerse de ella podra serabsurdo. Si una accin parece sensata al observador y, adems, sep.r.esume que surge de una eleccin meditada entre diferentes cursosde accin, podemos llamarla razonable, aunque tal accin siga pautastradicionales o habituales que simplemente se presuponen. Una accinracional, en cambio, implica que el actor tiene una clara y ntidapercepcinH de los fines, medios y resultados secundarios que entraa la consideracin racional de medios alternativos para alcanzarel fin, de las relaciones del fin con otros posibles resultados delempleo de cualquier medio determinado y, por ltimo, de la importancia relativa de diferentes fines posibles. La determinacin de laaccin, en trminos afectivos o en trminos tradicionales, es, porende, incompatible con este tipo. 45* Vase The Pl'oblem of Rationality. . . , op. cit. (N. de .M. Natanson.)44 Como es obvio, este postulado de Leibniz subyace en el concepto de racionalidad que emplean muchos estudiosos de esta cuestin. Pareto, al distinguirentre acciones lgicas y no lgicas, exige que las primeras vinculen lgicamentemedios y fines, no solo desde el punto de vista del sujeto que realiza la accin,sino tambin desde el de otras personas que tengan un conocimiento ms omenos amplio, es decir, de los cientficos. (Vilfredo Pareto, Trattato de Sociolo-fl.ia Gcncrale, trad. al ingls con el ttulo The Mittd and Society, Arthur Livingston, cd., Nueva York, 1935 y 1942; vase esp. el vol. 1, sec. 150 y sigs.) El prop6silo objetivo y el subjetivo deben ser idnticos. El pro fesor Talcott Parsons(op. cil., pg. 58) elabora una teora similar . Pareto admite, sin embargo, quedesde el punto de vista subjetivo casi todas las acciones humanas pertenecen ala clase lgica (op. cit., sec. 150) . El profesor Howard Becker (Through Valt1esto Social Intcrpretation, Durham, 1950, pgs. 23-27) opina que Ja accin puedeser considerada (convenientemente) racional cuando est cntrada de modototal en medios juzgados por el actor como adecuados para el logro de finesque concibe sin ambigedades.45 Max Weber, op. cit., pg. 117. La caracterizacin de la accin racionalsigue a la definicin de Max Weber de uno de los dos tipos de acciones racionales que QStingue (op. cit., pg . 115) , a saber, la llamada zweckrationalesHa11dcl11 (que Parsons traduce por Orientacin racional hacia un sistema defines discretos). Dejamos aqu de lado el segundo tipo de accin racional deWeber, el wertrationales Handeln (traducido por orientacin racional haciaun volol' absoluto ) porque, en los trminos de nuestro examen, la distincinentre ambos tipos puede reducirse a una distincin entre dos tipos de motivosporque que conducen al proyecto de una accin como tal. ZweckrationalesHandeln implica que dentro del sistema de proyectos jerrquicos que hemosdenominado plllnl'S se of tctn a In eleccin varios cursos de accin y esta';')

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    Estas definiciones, muy provisionales, de las acciones rsensatas, razo-nables y racionales estn formuladas en trminos de las in terpretacio-nes de sentido comn de las acciones de otras personas en la vidacotid iana, pero es caracterstico de ellas que no se refieran solo alacervo de conocimiento presupuesto en el endogrupo al cual perte-nece el obse.rvador de ese curso de acc in, sino tambin al punto devista subjetivo del actor, es to es, al acervo de conocimiento que tienea mano en el momento de llevar a cabo la accin. Esto implica variasdificultades. En p rimer lugar, como hemos visto, es nuestra situacinbiogrfica la que determina el problema a mano y, por ende, los siste-mas de significatividades en los cuales los diversos aspectos del mundoson construidos en forma de tipos . Es, por consiguiente, inevitableque la reserva de conocimiento del actor difiera de la del observador.Ni siquiera la tesis general de la reciprocidad de perspectivas bastapara eliminar esta dificultad, porque presupone que el observadory el observado comparten un sistema de significatividades cuya homo-geneidad de est ructura y contenido basta para d fin p rctico en vista.Si no es as, un curso de accin perfectamente racional desde elpunto de vista del actor puede no parecerlo para el asociado oel observador, y viceversa. Los intentos de hacer llover ejecu ta ndo ladanza de la lluvia o creando nubes de yoduro de plata son, consi-derados subjetivamente, acciones racionales, desde los respectivospuntos de vista de los indios hopi o del me teorlogo moderno, peroun meteorlogo de hace veinte aos habra juzgado como no racionalesa uno y otro.En segundo lugar, aunque restrinjamos nuestra investigacin al puntode vista subjetivo, debemos discernir si existe una diferencia en elsignificado del trmino

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    de otros fines potenciales y la compatibilidad de los medios elegidoscon otros medios necesarios para la materializacin de otros proyectos.La complicacin aumenta en gran medida si el proyecto de accinracional del actor supone la accin o reaccin racional de un semejante; por ejemplo, de un asociado . La proyeccin racional de ta ltipo de accin .supone conocer con claridad y nitidez suficientes lasituacin inicial, no solo definida por m, sino tambin definida po r elOtro. Adems, debe haber suficiente probabilidad de que el O trosintonice conmigo y considere mi 2.ccin bastante significativa comopara ser mo tivada del modo porque por mi motivo para. Si esas, debe baber suficiente probabilidad de que el Otro me comprenda,lo cual significa, en el caso de una relacin racional, que interpretarmi accin racionalmen te como accin racional y que reaccionar deuna manera racional. Sin embargo, presumir que el Otro obrar asimplica, po r una parte, que tendr un conocimiento suficientementeclaro y ntido de mi proyecto y de su lugar en la jerarqua de misplanes (a l menos, en la medida en que mis acciones manifiestas lohagan evidente para l ) y del sistema de significatividades que leasigno; y, por otra parte, que la estructura y el alcance de su acervode conocimiento a mano sern, en sus aspectos significativos, sustancialmente !Simila res a los mos, y que su sistema de significatividadesy d mo, si no se supe.rponen, sern congruentes por lo menos enparte. Adems, si supongo en mi proyecto que la reaccin del Otroa mi accin proyectada ser racional, supongo qu e l, al proyectar su.respuesta, conoce todos los elementos ya mencionados (a, b y e) desu reaccin, de manera clara y ntida. Po r consiguiente, si proyectouna accin racional que exija un ent relazamiento de mis motivos y losdel Otro, con respecto a la accin que debe llevarse a cabo (p . ej.,quiero que el O tro haga algo para m), debo tener, por un curiosoefecto especular, suficiente conocimiento de lo que l, el Otro, sabe{y sabe que es significativo con respecto a mi .propsito), y se suponeque este conocimiento suyo incluye suficiente familiaridad con lo queyo s. Esta es una condicin de la in teraccin idealmente racional,porque sin tal conocimiento mutuo yo no podra proyectar racionalmente el logro de mi objetivo por medio de la cooperacin oreaccin de l Otro. Adems, ta l conocimiento mutuo debe ser claro yntido; no basta una mera anticipacin, ms o menos vaca, de la conducta del Otro.En estas circunstancias, la interaccin social racional parecera imprac-ticable, aun entre asociados. Sin embargo, recibimos respuestas razonables a preguntas razonables, se cumplen nuestras rdenes, realizamos actividades mu y racionalizadas en fbricas, laboratorios yoficinas, jugamos al ajedrez y, en tesumen, nos entendemos de modoconvenien te con nuestros semejantes . Cmo es posible esto ?AJ parecer, hay dos respuestas diferentes. Primero, si existe de pormedio una interaccin en tre asociados, podemos suponer que la participacin mutua en la vida en curso del asociado, el hecho de compartir sus anticipaciones tan caracterstico de la pura relacin Nosotros,establece los requ1sitos para la interaccin racional que acabamos deH

    l l l o d i : ~ . a r . Sin embargo, precisamente esta pura relacin Nosotros esIn qnc constituye el elemento irracional de toda relacin entre aso'tildos. La .segunda respuesta no solo se refiere a la relacin entre";odados sino entre contemporneos en general. Podemos explicar la' "donaliclad de la interaccin humana por el hecho de que ambosu tnrcs orientan sus acciones segn ciertos patrones socialmente aproh11dos como reglas de conducta por el endogrupo al que ellos perteIH 'l'

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    ciencias sociales de acuerdo con ciertos requisitos particulares, defi-nidos por los mtodos de su ciencia, adquiere el concepto de raciona-lidad .su plena significacin. Con el fin de aclarar esto, debemos pri-mero examinar el carcter bsico de tales construcciones cientficasy su relacin con la realidad del mundo social, tal como esa realidadse presenta al pensamiento de sen tido com{m de la vida cotidiana .

    IV. Las const rucciones de objetos de pensamientoen las ciencias socialesl . El postulado de la interpretacin s u b j e t i v f ~La afirmacin de que el objeto de hts ciencias sociales es la conductahumana, sus formas, su organizacin y sus productos no provocarcon troversias entre los especlaHstas. Sin embargo, habr opinionesdiferentes acerca de si esa conducta debe se r estudiada de la mismamanera que el especialista en ciencias naturales es tudia su objeto, osi la finalidad de las ciencias sociales es la explicacin de la realidadsocial tal como la experimen ta el hombre que vive cotid ianamentedentro del mundo social. En la Secdn introductoria de este ensayointentamos demostrar que estos principios son incompatibles. En laspginas siguientes sostenemos que las ciencias sociales deben abordarla conducta humana y su interpretacin de sentido comn en Ja reali-dad social, lo cual requiere el anlisis de todo el 6istema de proyectosy motivos, de significatividades y construcciones considerado en lassecciones precedentes. Ta l anlisis remite necesariamente al punto devista subjetivo; es decir, a la inter}>retacin de la accin y su encuadreen trminos del actor. Puesto que este postulado de la interpretacinsubjetiva es, como hemos visto, un principio general de construccinde tipos de cu rsos de accin en la experiencia de sentido comn, todaciencia social que !lspire a captar la

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    tener para los tipos personales de actores que presumiblemente lacrearon.Debemos responder a la segunda cuestin. En verdad, el problemaparticular de las ciencias sociales consiste en elabomr recursos metodolgicos para alcanzar un conocimiento objetivo y verificable deuna estructura subjetiva de sentido. Para aclarar es to, debemos considerar muy brevemente la actitud particular del cientfico ante elmundo .sociaL

    2. El especialista en ciencias sociales comoobse rvador 11eutralEsa actitud del especialista en ciencias sociales es la de un meroobsexvador neutral del mundo social. No toma parte en la situacinobservada, que no tiene para l inters prctico, sino solamente cognoscitivo. Aquella no es el teatro de sUJs actividades, sino solo elobjeto de su contemplacin; no acta dentro de ella, vi talmenteintere.sado en el resultado de sus acciones, con esperanza o temorfrente a sus consecuencias, sino que la contempla con la misma dis

    t ~ n t e ecuanimidad con que el especialista en ciencias naturales observalos sucesos de su laboratorio.En este punto se hacen necesarias algunas palabras de advertencia,para evitar posibles malentendidos. Po t supuesto, en la vida cotidianael especialista en ciencias sociales es un ser humano, un ser que viveentre sus semejantes, con quienes .se relaciona de muchas maneras. Yla misma actividad cientfica se produce, claro est, dentro de la ttadicin de un conocimiento de origen social, se basa en la cooperacincon otros especialistas, exige mu tua confirmacin y cr tica, y solopuede ser comunicada mediante la interaccin social. Pero en lamedida en que la actividad cientfica tiene fundamento social, esuna ms entre las otras actividades que se llevan a cabo dentro delmundo social. Una cosa es abordar la ciencia y los asuntos cientficosdentro del mundo social, otra la actitud cientfica especfica que debeadoptar el especialista hacia su objeto de conocimiento. Esta ltimaes la que nos proponemos estudiar en las pginas tsiguientes.Nuestro anlisis de Ja interpretacin de sentido comn del mundosocial de la vida cotidiana ha most rado que la .situacin biogrfica delhombre en la actitud natural determina, en un momento dado, supropsito a mano. El respectivo sistema de significatlvidades eligedeterminados objetos y determinados aspectos tpicos de tales objetos, destacndolos contra un fondo incuestionado de cosas presupuestas. En la vida cotidiana el hombre se considera como el centrodel mundo social, que agrupa a .su alrededor en capas de diversosgrados de intimidad y anonimia. Al resolverse a adoptar la actitudneutral de un observador cientfico - e n nuestro lenguaje, al establecerun plan de vida de labor cientfica- el especialista en ciencias socialesse separa de su situacin biogrfica dentro del mundo social. Lo quese presupone en la 6ituaci6n biogrfica de la vida cotidiana puedehacerse discutible pata el cientfico, y viceversa; lo que en un .nivelt

    JLtrece muy significativo puede no serlo en absoluto en el otro. El' 1Hro de ol'ientacin cambia radicalmente, y con l la jerarqua deplmcs y proyectos. Al decidirse a llevar a cabo un plan de labor cien-1fica. regido por la bsqueda desinteresada de la verdad de acuerdo lll reglas preestablecidas, que reciben el nombre de mtodo cien-1fico, el hombre de ciencia penetra en un Cilmpo de conocimientoJll'l'Organizado, que recibe el nombre de corpus de su ciencia.us Tieneq11c aceptar lo que otros hombres de ciencia consideran un conocillliento establecido o explicar por qu no lo hace. Unicamente dentr o,ll' este marco puede elegir su problema cientfico particular y adoptar, ltdsiones cientficas. Este marco constituye su estar en una situa' cientfica, que reemplaza a su situacin biogrfica como serl11 1 11!lno dentro del mundo. En adelante, solo el problema cientfico,1111:1 vez establecido, determina lo que es significativo para su soluc 1011 y lo que no lo es, y por ende lo que debe se r investigado y loq11e debe presuponerse como dato; y, finalmente, el nivel de inves-1 g:tcin en el ms amplio sentido, vale decir, las abstracciones, genelnlizaciones, formalizaciones e idealizaciones, en sntesis : las conslrllcciones necesarias y admisibles para considerar el problemall ,IJdto. En otras palabras, el problema cientfico es el centrm> detodns las construcciones posibles atinentes a su solucin, y cadatomtruccin lleva consigo, para usar una expresin matemtica, un111hfndice que se refiere al problema po r el cual ha sido creada. De 111 se desprende que todo cambio del problema en examen y deluiwl de investigacin supone una modificacin de las estructuras delnificatividades y de las constru-:ciones elaboradas para la solucinlk otro problema o en otro nivel; la omisin de este hecho ha ocasio-1111do muchos malentendidos y controversias, sobre todo en las cien:;ociales.

    1. /)ifcrencias entre las construcciones del sentido comn\' las construcciones cientficas concernientes at,,,. lautas de accin

    C o n ~ i d c r c m o s muy brevemente (y de manera muy incompleta ) algnllil'. de las diferencias ms importantes entre las construccionestl,l r;ent ido comn y las construcciones cientficas referentes a pautasdr intcrnccin que se originan en la transicin de la situacin bioB!Ifinuncnte determinada a la situacin cientfica. Las co nstruccionesdel Mntido comn se forman a partir de un Aqu dentro del mundotite dctc:lmina la supuesta reciprocidad de perspectivas . Ellas presu-1 '111'11 un acervo de conocimiento de origen social y socialmenteJtl o hado. La dist ribucin 6ocial del conocimiento determina la es-1111 1111 '11 particular de la constmccin tipificadora, por ejemplo, el11. illuto grado de anonimia en los roles personales, la estandarizacinde lu'. Jllttllfll\ ck cursos de accin y la presunta constancia de motivos.\l11 ' u t h a q ~ o , c ~ t a clistribt1cin social misma depende de la compo-

    \ /l>t,/, l'lifiMo 12 Y 2'1:!,

    ftl

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    sicin heterognea del acervo de co nocimiento a mano, que es en smismo un elemento de la experiencia de sentido comn. Los conceptos de Nosotros, Vosotros, Ellos, endogrupo y exogrupo, de asociados, contemporneos, predecesores y sucesores, todos con su estructuracin particular de familiaridad y anonimia,estn por lo menos implcitos en las tipificaciones de 1sentido comne incluso las constituyen. Todo no solo es vlido para quienesparticipan en una pauta de interaccin social, sino tambin parael mero observador de tal inte raccin que an hace sus observaciones desde su situacin biogrfica den tro del mundo -social. La diferencia entre unos y otros es simplemente que el participante en lapauta de interaccin, guiado por la idealizacin de la reciprocidadde motivos, supone que sus p rop ios motivos estn entrelazados conlos de sus asociados, mientras que para el observador slo son accesibles los fragmentos manifiestos de las acciones de los actores. Sinembargo, participantes y observador forman sus construcciones desen tido comn con re lacin a 'su situ acin biogrfica. En amboscasos, esas construcciones ocupan un lugar particular dentro de lacadena de motivos itciada en la jerarqua biogrficamente determinada de los planes del constructor.En cambio, las construcciones de pautas de interaccin humana elaboradas por el especialista en ciencias sociales son de un tipo completamente diferente . Este no tiene ningn Aqu dentro del mundosocial; ms precisamente, considera su posicin den tro de l y eicorrespondiente sistema de significatividades como ajenos a su empresa cientfica. Su acervo de conocimiento a mano es el corpus desu ciencia, y l debe presuponerlo -o sea, en este con texto, considerarlo cientficamente -establecido- , a menos que explique sus razones para no hacerlo . A este corpus de ciencia pertenecen tambinlas reglas de procedimiento aprobadas, es decir, los mtodos de suciencia, incluso los mtodos para elaborar construcciones de unamanera cientficamente correcta . Este acervo de conocimiento tieneuna estructura muy diferente del acervo que tiene a mano el hombreen la vida cot idiana . Sin duda, tambin manifiesta diversos gradosde claridad y nitidez. Pero esta estructuracin depender del conocimiento de los problemas resueltos, de sus implicaciones an ocultas yde sus horizontes abiertos 'sobre ottos problemas todava no formulados. El hombre de ciencia presupone lo que l def ine como un dato,y eso es independiente de las creencias aceptadas por cualquierendogrupo en el mundo de la vida cotidiana.54 Una vez establecido,solamente el problema cientfico de termina la estructura de significatividades.Al no tener ningn Aqu dentro del mundo social, el especialista enciencias sociales no organi za este mundo en capas que lo tienen comocen tro . Nunca puede entrar , como asociado, en una pauta de interaccin con uno de los actores de la escena social, sin abandonar, almenos temporariamente, su actitud cientfica. El observador participante o trabajador de campo establece contacto con el grupo estu-54 De jamos de lado intencionalmente los problemas de la llamada sociolog!n delconocimiento que de aqu se desprenden.

    clindo como un hombre entre sus semejantes; solo su sistema de sigJificatividades, que le sirve como esquema para seleccionar e in terJIIC tar, est determinado por la ac titud cientfica, que abandonattmporariamente para reasumirla luego.A f, al adoptar la actitud cientfica, el especialista en ciencias socialesobserva las pautas de inter accin humana o sus resultados en la medida en que .son acces1bles a sus observaciones y estn abiertos a susin lcrpretaciones. Pero debe interpretar estas pautas de interaccin entt1minos de su estructura subjetiva de sentido, para no tener que11handonar toda esperanza de captar la realidad social.l' uiH sa tisfacer este postulado, el observador cientfico acta de unaJll;mcra simlar a la del observador de una pauta de interaccin social1 11 el mundo de la vida cotidiana, aunque guiado por un .sistema tol.dlnCr}te diferente de significatividades.

    l. mmodelo cientfico del mundo social 55El ~ s p e c a en ciencias 'sociales comienza po r construir pautas tpk.ls ele cu rsos de accin correspondientes a los sucesos observados.1 twgo coordina estas pautas con un tipo personal, un modelo de actor11 tpdln imagina dotado ele conciencia. Sin embargo, es un.a conciencialfllt 'l ' limita a contener todos los elementos significativos para la efec

    l l l i l l ' i < ~ n de las pautas de cursos de accin observadas y, po r lo tanto,f\11111 l'l pl'oblema que tiene en -estudio. Asf, atribuye a esta concienciallrtlt iot un conjunto de motivos para tpicos, correspondientes a los

    1 1 1 1 1 dt: las pautas de curso-s de accin observadas y a los motivosqu ll t pH tpicos sobre los que se fundan los motivos para. Sel l l l l t l l ~ que ambos tipos de motivos son invariables en la mente deltl'tttl modelo imaginario.

    l11 '111hal'go, esos modelos de ac tores no son seres humanos que1'''111 dtnlro de su situacin biogrfica en el mundo social de la vida (' ' f ltliuna. En trminos estrictos , no tienen biografa ni historia, y la"11 u 1on en la -que son colocados no est definida por ellos, -sino por11 t 11 .tdm, el especialista en ciencias sociales, que ha creado esos t- 1 " 111H>mncLllos para manipulados con vis ta-s a lograr su prop-,,, 11 tspccialista les atribuye una conciencia solo aparente, consl!lild 1 dl lal modo que el acervo de conocimiento a mano que sell'olf\lhl ( incluyendo el conjunto adscrip to de motivos invariables)hr1tL1 .u l,jctivamente comprensibles las acciones originadas en l,tnn nc q 11e fu eran llevadas a cabo por actores r-eales dentro delllinlldn ~ o c i n Pero el there y Su conciencia artificial no es tn sorne,. , . . L" n111dicioncs ontolgicas de los seres humanos. El homnculo 1111 IIIH'c\ 110 crece ni morir. No tiene esperanzas ni temores; no"1", h1 ;tll'.itdad como principal motivo de todos .sus actos. No esllhw c11 d de que su accin pueda transgredir los lmites que

    111111 e . ~ t . o ''t't i(on, n d l ' l l H ~ de la hihliografin mencionada en las notas 31)!',, \ ' ~ " ~ ' l l ~ t Sd n11z, 'l'hc Pl'()blcm of Rnl"ionalily .. ., op. cit., pgs.(I'\l

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    ha establecido su creador, el cientfico social. Por lo tanto, no puedetener ot ros conflictos de intereses y motivos que los que aquel le haatribuido. No puede errar, si errar no es su destino tpico. No puedeelegir, salvo entre las alternativas que -el cientfico social ha colocadoante l como abiertas a su eleccin. Mien tras que -el hombre, comoha visto con claridad Simmel,50 entra en toda relacin social simplemente con una parte de su yo y est, al mismo tiempo, siempredentro y fuera de tal relacin, el homnculo, colocado en una relacin social, participn en e lla en su totalidad. No es ms que el creado r de su funcin tpica, porque la conciencia artificial qu e se le ha:mibudo no contiene otros elementos que los necesarios para dotarde sentido subjetivo a tales funciones.Examinemos brevemente algunas de las implicaciones de esta caracterizacin general. El hom{mculo est do tado de un sistema de signficatividades que se origina en el pro blema cientfico de su constructor, y no en la situacin particular biogrficamente determi nada deun actor dentro del mundo. Es el hombre de ciencia quien definelo que es para su t te re un Aqu y un All, lo que est dentro de sualcance, lo que es para l un Nosotros, un Vosotros o un Ellos. Elespecialista determina el acervo de conocimiento a mano que atribuye a su modelo. Este acervo de conocimiento no es de origensocial, y, a menos que sea especialment-e diseado de tal modo, noremite a la aprobacin social. El sistema de significatividades correspondiente al problema cientfico en estudio es lo {mico que determina la estructura intrnseca de este, o sea, los elementos acerca de los cuales se atribuye al homnculo conocimiento, los que conoce portrato dil'ecto y los que simplemente presupone. Con esto queda determinado lo que se presume que es famlia.r y lo gue es annimopara l, y en qu nivel se produce la tipificacin de las experienciasdel mundo que se le atribuyen.Si se concibe tal modelo de actor como re lacionado y en interaccincon otros actores -tambin ellos .hom{mculos- , entonces la tesisgeneral de las perspectivas recprocas, de su entrelazamiento y, porconsiguiente, de la correspondencia de motivos, est det etminada porel constructor. Los tipos de curso de accl6n y los tipos personales presuntamente elaborados por el ttere acerca de sus asociados, inclusola definicin de su sistema de significatividades, roles y motivos, notienen el carcter de una mera posibilidad que ser cumplida o no porlos acontecimientos f uturos. El homnculo no tiene anticipaciones vacas de las reacciones de los Otros ante sus propias acciones, y tampocom1 totipificaciones. No asume otro ro l que el que le asigne el directordel espectculo de tteres al cual denomina modelo del mundo social. Es l, el cientfico social, qucn monta el escenario, distribuye losroles, hace de apuntador, define cundo comienza un a accin>> ycundo termina, y as determina la

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    c. El postulado de adecuacinCada trmino de un modelo cientfico de accin humana debe serconst ruido de tal manera que un acto humano efectuado dentro delmu ndo vivo por un actor individual de la manera indicada por laconstruccin tpica sea comprensible tanto para el actor mismo comopa ra sus semejan tes -en trmi nos de las in terpretaciones de :sentidocomn de la vida cotidiana. El cumplimiento de este postulado garan tiza la compa tibilidad de las construcciones del cientfico socialcon las de la experiencia de sentido comn de la realidad social.

    V. Construcciones de los modelos cien tficos de pautasde accin racionalTodas las construcciones de modelos del mundo social, para ser cienl.ficas, deben cumplir con los requisitos que es tablecen esos tres poslulados. Pero, acaso toda construccin que cumpla con el postuladode compatibilidad lgica no es racional por definicin, como lo estoda actividad cien tfica?Esto es exacto, sin duda, pero debemos evitar un peligroso malentendido. Deben distinguirse las construcciones raciona les de modelosde acciones humanas, por un lado, y las construcciones de modelos de, en Marvin Farbcr, ed., Philosophictll Essaysl r/11 111 )' o/ l :rlmlllltl llt!I.tl'rl, C.unh ridgc, 19-W, p:gs. 106-24, y Ludwignt l ,l!'h ' 111 l 'cllillllld l ltl!scd, lir/abmiiJ!. tmd Urtril, sccs. 8-10. ~ r . po1 1Jl 'lnpln, m m n r i c ~ n dt conctplm y teoras en las ciencias socin~ 1 1 ' ! ~ ~ ~ (N ,,,, M N,,,,,ll!llll )

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    atribuye conocimientos, sus presuntos motivos entrelazados, el gradode familiaridad o anonimia en que se supone que interactan, etc. Porejemplo: si como economista me interesa la teora del oligopolio,G8puedo construir modelos de una !-:Ola empresa, de una industria o delsistem-a econmico en su totalidad. S me limito a la teora de laempresa individual analizando, por ejemplo, los efectos de un acuerdo entre crteles sobre la produccin de la respectiva mercadera,puedo construir un modelo de un ptoductor que acta en condicionesde competencia no regulada, otro de un productor con las mismascondiciones de costos que acta bajo las restricciones que le impot-;en los crteles y con el conocimiento de restricciones similares impuestas a otros productores de la misma mercadera. Podemos entonces comparar la produccin de la empresa en los dos modelos.Todos es tos son modelos de acciones racionales, pero no de accionesefectivadas por seres humanos vivos en situaciones definidas por ellos.Se las supone practicables por los tipos personales que el economistaconstruye dentro del medio artificial en que ha situado a sus homncu los.

    VI. Observaciones finalesLa relacin entre el especialista en ciencias sociales y el ttere queha creado refleja, en cierta medida, un viejo problema de la teologay la metafsica: el de la relacin en tre Dios y sus craturas. El ttereexiste y acta nicamente por gracia del especialista; no puede ac tuarsino de acuerdo con el propsito que le determina la sabidura deaquel. Se supone, sin embargo, que acta no como si estuviera determinado, sino como si pudiera determinarse a s mismo . Ha .sido preestablecida una armona total entre la condencia determinada que seasigna al ttere y el medio preconstituido dentro del cual se supone

    acta libremente y lleva a cabo elecciones y decisiones racionales.Esta armona solo es posible porque ambos, d ttere y su medioreducido, son creacin del hombre de ciencia, que atenindose a losprincipios que lo han guiado, logra en verdad descubr ir dentro deluniv.erso as creado la perfecta armona que l mismo ha establecido.

    58 Agradezco a mi am igo el profesor Fritz Machlup su autol'izacin para toma los ejemplos siguientes de su libro The Economics of Selter's Competition: .Mo-del Analysis of Seller's Conduct, Baltimore, 1952, pg. 4 y sigs.

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    2. Forn1acin de conceptos y teorasen las ciencias sociales 1

    En el ttulo de mi artculo, h ago referencia deliberada al de un simposio que se llev a cabo en diciembre de 1952, en la reunin anual dela Asociacin Filosfica Norteamericana.2 Ernest Nagel y Carl G.Hempel aportaron comentarios sumamente es timulan tes sobre el problema en d iscusin, formulados de la manera minuciosa y lcida tancaracterstica de estos investigadores, y referidos a una controvet'siaque desde hace ms de medio siglo divide en dos tendencias no solon lgicos y metodlogos sino tambin a los especialistas en cienciassociales.Segn sostiene una de aquellas, los nicos mtodos cientficos son losde las ciencias naturales, que han rendido tan magnficos resultados,y, por consiguiente, solo ellos deben ser aplicados en su totalidadni estudio de los asuntos humanos. Se afirma que es el no haber actuado as lo que ha impedido a las ciencias 11ociales elaborar sistemas de1

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    diversas razones. Algunos defensores de los argumentos antes caracterizados abrigaban un concepto bastante errneo de los mtodos de lasciencias naturales; otros tendan a identificar la situacin metodolgica de una ciencia social particnlar con el mtodo de las cienciassociales en general. Se sostuvo que, como la historia aborda sucesosnicos, no recurrentes, todas las ciencias sociales 'se limitan a proposiciones singulares asertivas. Como en antropologa cultural es casiimposible experimentar, se ignor el hecho de que los psiclogossociales pueden llevar a cabo experimentos de laboratotio, al menosen cierta medida. Por ltimo -y este es el punto ms importante-,tales argumentos no toman en cuenta que un conjunto de reglas deprocedimiento cientfico tiene igual validez para todas las cienciasempricas, ya se refiera a objetos de la naturaleza o a problemas humanos. Tanto en unos como en otros rigen los principios del controlde las inferencias y la verificacin por parte de otros investigadores,as como los ideales tericos de unidad, simplicidad y universalidad.Este insatisfactorio estado de cosas tiene por principal origen el hechode que las ciencias sociales modernas se desarrollaron dura nte un perodo en el cual la ciencia lgica se ocupaba principalmente ele lalgica de las ciencias naturales. En una especie de imperialismo monoplico, los m todos de estas ltimas fueron declarados con frecuencialos nicos cientficos, mientras se descuidaban los problemas especficos que hallaban en su labor los especialistas en ciencias sociales.Sin ayuda ni guia en su rebelin contra este dogmatismo, quienesestudiaban los problemas humanos tuvieron que elaborar sus propiasconcepciones acerca de lo que consideraban metodologa de las ciencias sociales. Lo hicieron sin un conocimiento filosfico suficiente yabandonaron sus intentos una vez :clcanzado un nivel de generalizacinque pareca justificar su profunda conviccin de que no era posiblelograr lo que buscaban adoptando los mtodos de las ciencias naturales sin modificarlos ni complementarlos. No es de extraarse que nmenudo sus argumentos sean infundados, sus formulaciones insuficientes, y que abundantes malentendidos dificulten la controversia. Espor ello que, en las pginas siguientes, nos interesaremos sobre todoen lo que quisieron decir y no en lo que dijeron los especialistas enciencias sociales. El desaparecido Felix Kaufmann, .J en sus escritos,como Nagel 4 y Hempel 0 en contribuciones ms recientes, han sometido a crtica muchas falacias de los argumentos expuestos por losespecialistas en ciencias sociales y preparado el terreno para otroenfoque del problema. Aqu me concentrar en la crtica efectuadapor el profesor Nagel de la afirmacin hecha por Max Weber y suescuela. Segn estos, las ciencias sociales procuran comprender los.fenmenos sociales en trminos de categoras provistas de sentido>>de la experiencia humana, y por lo tanto el enfoque causal funcional>> de las ciencias naturales no es aplicable a la investigacin social.De acuerdo con el criterio del doctor Nagel, esta escuela sosene quetoda conducta humana socialmente significativa es una expresin deJ Especialmente su Methodology o/ the Social S c i e ~ t c c s , , * Nueva York, 1941.. SLH, pgs. 43 -64.5 SL/1, p1gs. 65-68.7'2

    estados psquicos motivados; que en consecuencia, el experto en ciencias sociales no puede contentarse con ver, en los procesos sociales,simples concatenaciones de sucesos externamente relacionados; yque establecer correlaciones o incluso relaciones universales de conromitancia no puede s-er su objetivo final. Por el contrario, dichoc ~ > p c c i a l i s t a debe construir tipos ideales o modelos de motivaciones en cuyos trminos procura comprender la conducta socialmanifiesta atribuyendo fuentes de accin a los actor.es que tomanparte en ella . Si entiendo correctamente su crtica, el profesor Nageltiene:1 Que estas fuentes de accin no son accesibles a la observacin sen

    ~ o r i a l . De esto se desprende, como se ba enunciado con frecuencia,que el especialista en ciencias sociales debe identificarse imaginativamente con los participantes, y contemplar la situacin que estos en(,cntan tal como lo hacen los actores mismos. Sin embargo, est claroqnc no necesitamos pasar por las experiencias psquicas de otros homlncs para saber que las tienen o para predecir su conducta manifiesta.1, Que la imputacin de emociones, actitudes y propsitos comotxp licacin de la conducta manifiesta es una hiptesis doble: presupone qLle los agentes participantes en algn fenmeno social se en' lll'nlnn en determinados estados psicolgicos; presupone tambin rel.wiones definidas de concomitancia entre dichos estados y entre estos,, In conducta manifiesta. Pero ninguno de los estados psicolgicosruyn posesin imaginamos para los sujetos de nuestro estudio puedeneren realidad suyos, y aunque nuestras imputaciones fueran correctas,111ngunn de las acciones manifiestas presuntamente derivadas de esos' '"'dos puede pr.esentrsenos como comprensible o razonable.1 Oue no comprendemos .la ndole y funcionamiento de los moti' 1h humanos y su expresin en h1 conducta manifiesta, ms adecua.lttlllt'lllc que las relaciones causales externas>> . Si mediante unar pikflcin provista de sentido nos limitamos a afirmar que detel'mili!tdlt nccin es un caso de una pauta de conducta manifestada por los

    ' 1 humanos en diversas circunstancias, y que, al concretarse en laollllllt'in dada algunas de las circunstancias pertinentes, es previsilolo que una persona manifieste ciertas formas de la mencionada pauta,! 11tnnrcs no existe ninguna separacin ntida entre esas explicacioneslt . que solo se refieren a un conocimiento externo de conexionesn ..tlcs. Es tan posible obtener conocimiento sobre las acciones de1. lu11nbres basndose en los indicios proporcionados por su conductaiii,II!ficsta, como lo es descubrir y conocer la constitucin atmica del'"'"' hnsndose en los indicios suministrados por la conducta ffsica y>jldmicfl de esa sustancia. No se justifica, por lo tanto, que quienes

    111111HlllCn las conexiones provistas de sentido como objetivo de las.-!1 11dns socia les rechacen una dencia social puramente objetiva>> ofOI!d ii CI istfl>>.

    1 ""'o t t ' I H i r ~ que discrepar de las conclusiones a que llegaron Nagel y11. lllpt'l ;ln'rcn de varias cuestiones fundamentales, quiz me sea perllltthlo onH'nznr rt'sumicndo brevemente los puntos, no menos impor' '"' '" ,.,, lo, qtH' mt sntisfnn n>incidir con ellos. Concuerdo con el/'\

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    profesor Nagel en que todo conocimiento emprico supone descubr imientos logrados mediante procesos de inferencia cont wlada, y quedebe poder ser enunciado en forma proposicional y verificado porcualquier persona dispuesta a t om.me el trabajo de hacerlo mediantela observacin. 6 En cambio, discrepo de su opinin en cuanto a queesta observacin deba ser sensorial en el significado preciso de estetrmino. Por otro lado, opino como l que

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    b. La misma conducta manifiesta {p . ej ., una ceremonia tribal talcomo la puede captar el cinematgrafo) puede tener para los actoresun significado muy diferente. Lo nico que interesa al especialista enciencias sociales es si se trata de una danza guenera, la realizacinde un trueque, la recepcin de un embajador amigo o algo semejante.c. Adems, el concepto de accin humana en t rminos del pensamiento de sentido comn y de las ciencias sociales incluye lo que podrallamarse acciones negativas, es decir, la abstencin intencional deactuar, 13 lo cual, por supuesto, escapa a la observacin sensorial. Sinduda alguna, el no vender determinada mercadera a un precio dadoconstituye una accin econmica tanto como venderla.d. Agreguemos que, como ha ,sealado W. l. Thomas,u la realidadsocial contiene elementos de creencias y convicciones que son realesporque as los definen los participantes, y que escapan a la observacinsensorial. Para los habitantes de Salem del siglo XVII, la hechicerano er a una ilusin, 'Sino un elemento de su realidad social, que comotal puede ser investigada por el especialista en ciencias sociales.e. Por l timo - y este es el punto ms importante-, el postuladode la observacin sensorial de la conducta humana manifiesta adoptacomo modelo un sector particular y relativamente pequeo del mundosocial : las ,situaciones en las que d individuo actuante se presenta alobservador en lo que suele denominarse una relacin cara a cara. Peroen muchas otras dimensiones del mundo social no predominan Ja.ssituaciones de este tipo. Cuando echamos una carta en el buzn, presuponemos que semejantes annimos, llamados empleados de correo,llevarn a cabo una serie de manipulaciones, desconocidas e inobservables para noso tros, cuyo efecto ser que el destinatario , quiztambin desconocido para nosotros, recibir el mensaje y teaccionarde una manera que igualmente escapa a nuestra observacin sensorial;el resultado de todo esto es que recibimos el libro que hemos encargado. Si leo un editorial en el cual se afirma que Francia teme ell'earme de Alemania, s perfectamente bien lo que esta declaracinsi.gnifica sin conocer al editotialista y hasta sin conocer ningn francsni alemn, y mucho menos observar su conducta manifiesta.En trminos del pensamiento de sentido comn, en su vida cotidianalos hombres tienen conocimiento de esas diversas dimensiones delmundo social en que viven. Es te conocimiento, por cierto, no solo esfragmentario, ya que se limita principalmente a ciertos sectores deeste mundo; tambin es con frecuencia contradic torio en s mismo ypresenta todos los grados de clariJad y nitidez, desde la compenetracin plena o

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    segn ellos, comprender los motivos de la accin de otro hombredepende de la intuicin privada, incontrolable e inverificable del observador, o se remite a su sistema privado de valores. En cambio, losespecialistas en ciencias sociales como Max Weber llaman subjetivoa la V erstehen porque se propone descubrir el sentido de su accinpara el actor, en contraste con el sentido que esa accin tienepara su copartcipe o para un observador neutral. De aqu surge elfamoso postulado weberiano de la interpretacin subjetiva, al cualvolveremos a refedrnos ms adelante. Toda la discusin es perjudicada po r la falta de una clara distincin entre Verstehm 1) comoforma experimental del conocimiento de sentido comn de los asuntoshumanos, 2) como problema epistemolgico y 3) como mtodo espeCfico de las ciencias sociales .Hasta ahora nos hemos concentrado en la V erstehen como el mtodoutilizado por el pensamiento de sentido comn para orientarse dentrodel mundo social y entenderse con l. El interrogante epistemolgico:cmo es posible tal comprensin o V erstehen? se refiere a unenunciado expues to por Kant en otro contexto . A este respecto, sugiero que constituye un

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    objetos de pensamiento que el especialista en ciencias sociales construye para comprender esta realidad social deben basarse en losobjetos de pensamiento construidos por el pensamiento de sentidocomn de hombres que viven su existencia cotidiana dentro de sumundo social. Las construcciones de las ciencias sociales son, pues, poras decir, construcciones de segundo grado, o sea, construcciones delas construcciones elaboradas por quienes actan en la escena social,cuya conducta debe observar y explicar el especialista en ciencias sociales de acuerdo con las reglas de procedimiento de su ciencia.De este modo, la indagacin

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    al menos en parte -a qu se refiere el especialista en ciencias sociales,cuando habla del enfoque esttuctural-funcionalista del estudio de losproblemas humanos. Por lo menos en las ciencias sociales modernas,concepto de funcionalismo no deriva del concepto biolgico defuncionamiento de un organismo, como sostiene Nagel. Se refiere a lasconstrucciones socialmente distribuidas de pautas de motivos, fines,actitudes y personalidades, a las que se presupone invariables y seinterpreta entonces como la funcin o estructura del sistema socialmismo. Cuanto ms estandarizadas e institucionalizadas estn estaspautas entrelazadas de conducta, es decir, cuanto ms aprobacinsocial tiene su tipicidad por medio de leyes, usos, costumbres y hbitos, tanto mayor es su utilidad en el pensamiento de sentido comny en el pensamiento cientfico como esquema de interpretacin de laconducta humana.Tales son, muy en general, los contornos que presentan algunas ca-ractersticas importantes de las construcciones que participan en laexperiencia de sentido comn del mundo intersubjetiva de la vidacotidiana, experiencia a la cual llamamos Vetstehen. Como ya se haexplicado, son las construcciones del primer nivel, sobre las cualesdeben ser erigidas las construcciones del segundo nivel de las cienciassociales. Pero aqu se presenta un problema fundamental. Por una parte, se ha demostrado que las construcciones del primer nivel, lasconstrucciones del sentido comn, se rdieren a elementos subjetivos:la Verstehen de la accin del actor desde su punto ele vista. Por consigu iente, si. en verdad las ciencias sociales aspiran a explicar la realidad social, tambin las construcciones cientficas del segundo niveldeben incluir una referencia al sentido subjetivo que ti ene una accinpara el actor. Esto, segn creo, es lo que Max Weber entenda por suf2moso postulado de la interpretacin subjetiva, que por cierto hasido aceptado hasta ahora en la formacin terica de todas las cienciassociales. El postulado de la interpretacin subjetiva debe ser entend.do as(: todas las explicaciones cientficas del mundo social pueden,y para ciertos f ines deben, referirse al sentido subjetivo de las acciones de los seres hum anos en los que se origina la realidad social.Por otra parte, coincido con el profesor Nagel cuando afirma quelas ciencias sociales, como todas las ciencias empricas, deben serobjetivas en el sentido de que sus proposiciones estn ; u j e t a s a laverificacin controlada y no deben referirse a experiencias privadasincontrolables.Cmo es posible reconciliar estos principios aparentemente contradictorios? La pregunta ms scl'la a la que debe responder la metodologa de las ciencias sociales es, .sin dud a, la siguiente: cmo esposible elaborar conceptos objetivos y una teora objetivamente verificable de las estructuras subjetivas de sentido? La respuesta se hallaen la idea bsica segn la cual los conceptos elaborados por el cientfico social son construcciones de las construcciones elaboradas en elpensamiento de sentido comn por los actores de la escena social. Lasconstrucciones cientficas elaboradas en el segundo nivel, de acuerdocon las reglas de procedimiento vlidas para todas las ciencias empricas, son construcciones objetivas de tipos ideales y, como tales, pertenecen a una especie diferente de las elaboradas en el primer nivel,R?

    el del pensamiento de sentido comn, que deben superar. Son sistemas tel'icos que contienen hiptesis generales susceptibles de serpuestas a pr ueba en el sentido de la definicin del profesor Hempel,l 0Este recurso ha sido usado por los cientficos sociales interesados porla teora mucho antes de que este concepto fuera formulado por MaxWeber y desarrollado por su escuela.Antes de pasar a describir algunas caractersticas de estas construcciones cientficas, examinaremos brevemente la actitud particular delterico en ciencias sociales an te el mundo social, en contraposicincon la del actor de la escena social. Como hombre de ciencia, y nocomo ser humano (que tambin lo es), aquel no toma parte en lasituacin observada, que no ofrece para l un inters prctico, sinosolamente cognoscitivo. El sistema de significatividades que gobiernala interpretacin de sentido comn en la vida cotidiana se origina enla situacin biogrfica del observador. Al decidirse a ser un cientfico,el experto en ciencias sociales ha reemplazado su s ituacin biogrfica,Per.sonal por lo que llamar, siguiendo a Fel.ix Kaufmann,20 una si-tuacin cientfica. Los problemas que se le presentan pueden no serproblemas para el ser humano que est en el mundo, y viceversa.Todo problema cientfico est determinado por el estado actual de laciencia respectiva, y su solucin debe ser lograda de acuerdo con lasreglas de procedimiento que gobiernan esta ciencia, reglas que garantizan, entre otras cosas, el control y la verificacin de la solucinofrecida. Solamente el problema dentfico, una vez es tablecido, determilla lo que es significativo para el cientfico, as como el marcoconceptual de xeferencia que deber utilizar. Esto y nada ms, a miparecer, es lo que quiere decir Max Weber cuando postula la objetividad de las ciencias sociales, su alejamiento de pautas valorativasque gobiernan o puedan gobernar la conducta de quienes actan en laescena social.Cmo procede el experto en ciencias sociales? Observa ciertos hechosy sucesos de la realidad social que se refieren a la accin humana yconstmye pautas tpicas de conductas o de cursos de accin a p ~ u t i rde lo que ha observado. A continuacin cootdina, con estas pautastpicas de cursos de accin, modelos de un actor o actores ideales, aquienes imagina dotados de conciencia . Esta conciencia, sin embargo,

    e ~ t restringida de tal modo que no contiene ms que los elementossignificativos para aplicar las pautas de cursos de accin observadas.As, atribuye a esta conciencia ficticia un conjunto de nociones, ptoJsitos y fines tpicos, a los que se presupone invari-ables en la conc[encia especiosa del actor-modelo imaginario. Se supone que estehomnculo o ttere est relacionado en sistemas de interaccin, conotros homnculos o tteres construidos de manera similar. Entre estoshomnculos con los que el especialista en ciencias sociales puebla sumodelo del mundo social de la vida cotidiana se distribuyen conjuntosde motivos, fines y roles (en general, sistemas de significatvidades)de la manera requerida por los problemas cientficos investigados. Sint:mhal'go - y este es el punto pl'J:?.cipal- tales construcciones no son1.1 ST.I f, prln. 77 y sigs.JO\' / / / , prlns. 'i2 y 2'il.n

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    en modo alguno arbitrarias, sino que estn sujetas a los postuladosde coherencia lgica y de adecuacin. Este ltimo significa que cadatrmino de tal modelo cientfico de accin humana debe ser construido de modo que un acto humano efectuado dentr o del mundo real porun actor determinado, segn lo indica la construccin tpica, seracomprensible para el actor mismo as como para sus semejantes entrminos de interpretaciones de sentido comn de la vida cotidiana.El cumplimiento del postulado de coherencia lgica garantiza la validez objetiva de los objetos de pensamiento construidos por el cientfico social; el cumplimiento del postulado de adecuacin garantizasu compatibilidad con las construcciones de la vida cotidiana.*Como paso siguiente, pueden variarse las circunstancias en que funciona tal modelo ; es decir, se puede imaginar modificada la situacinque deben encarar los homnculos, pero no el conjunto de motivos ysgnificatividades presupuestos como nico contenido de su conciencia. Por ejemplo, puedo construir un modelo de un productor queacta en condiciones de competencia no regulada y otro de un productor que acta bajo restricciones impuestas por crteles, y luegocomparar la produccin de la misma mercadera por la misma firmaen los dos modelos.21 De este modo, es posible predecir cmo podrfacomportarse tal ttere o sistema de tteres en ciertas condiciones, ydescubrir ciertas relaciones determinadas entre un conjunto de variables, en trminos de las cuales ( . . . ) pueden explicarse ( . . . regularidades empricamente discernibles. Pero as es como define unateora el profesor Nagel.22 Es fcil advertir que cada paso requeridopara construir y utilizar el modelo cientfico puede ser verificado porla observacin emprica, siempre que no limitemos este trmino a laspercepciones sensoriales de objetos y sucesos del mundo externo, sinoque incluyamos tambin la forma experiencia} por la cual el pensamiento de sentido comn comprende, en la vida cotidiana, las acciones humanas y su resultado en trminos de los motivos y fines subyacentes.Se me permitirn dos breves conclu5iones finales. Primero: un concepto bsico de la posicin filosfica fundamental del naturalismoes el denominado principio de continuidad, aunque se discute si esteprincipio significa continuidad de ex:stencia, o de anlisis, o de uncri terio intelectual para controlar de modo adecuado Jos mtodos empleados.23 En mi opinin, este principio de continuidad, en cada unade estas diversas interpretaciones, se satisface mediante el recursocaracterstico de las ciencias sociales, que establece la continuidad aun entre la prctica de la vida cotidiana y la conceptualizacin delas ciencias sociales.En segundo lugar, digamos algo acerca del problema de la unidad me-* Vase El sentido comn y In interpretacin cientfica de la a

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    3. La eleccin entre diversos proyectosde accin

    I. El concepto de accinNos proponemos analizar aqu el proceso por el cual un actor, en lavida cotidiana, determina su conducta futura despus de haber considerado vados cursos de accin posibles . Con el trmino accin designaremos la conducta humana como proceso en curso que es ideadopor el actor de antemano, es decir, que se basa en un proyecto preconcebido. Con el trmino acto designaremos el resultado de esteproceso en curso, es decir, la accin cumplida. As, la accin puede serlatente - p. ej., el intento de resolver mentalmente un problema cientfico-- o manifiesta, inserta en el mundo externo. Pero no toda laconducta proyectada es t ~ u n b conducta dotada de un propsito.Con el fin de transformar lo pre-meditado en un objetivo yel proyectoen un propsito, debe existir la intencin de llevar a cabo el proyecto, de lograr el estado de c