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Progresa Programa de Educación, Salud y Alimentación Más oportunidades para las familias pobres Evaluación de Resultados del Programa de Educación, Salud y Alimentación ) PRIMEROS AVANCES ) 1999

1999 Libro Evaluacion Programa Progresa

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Evaluación del Programa PROGRESA 1999, SEDESOL

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ProgresaPrograma de Educación, Salud y Alimentación

Másoportunidades

para lasfamilias pobres

Evaluación de Resultados delPrograma de Educación, Salud y Alimentación

( PRIMEROS AVANCES (

1999

Secretaría de Desarrollo SocialMás oportunidades para las familias pobresEvaluación de Resultados del Programa de Educación, Salud y AlimentaciónPrimeros Avances, 1999Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa)ISBN:968-838-484-4

Se permite la reproducción total o parcialSin fines comerciales, citando la fuente.

IMPRESO EN MÉXICO/PRINTED IN MEXICO

Índice

Página

Introducción......................................................................................................... i

El Programa de Educación, Salud y Alimentación:orientaciones y componentes ............................................................................... 1

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa ...................................... 33

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa ............................... 57

Evaluación del sistema de selección de familias beneficiariasen Progresa......................................................................................................... 81Características de los beneficiarios de Progresa............................................... 105

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas ..................... 123

La situación escolar en las localidades rurales marginadas de México............. 137

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a laescuela en 1997 y 1998 .................................................................................... 155Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo......... 181

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar .......................... 211

Las características individuales, familiares y estacionales relacionadascon el ausentismo escolar de los beneficiarios de Progresa ............................. 229Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas ................... 239

Resultados de la operación de Progresa en la demanda deservicios de salud.............................................................................................. 267

Efecto de la introducción de suplementos alimenticios en las prácticasde la lactancia materna en localidades beneficiarias de Progresa .................... 289

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias ................ 301

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidadesrurales pobres................................................................................................... 321

Mujeres en pobreza extrema y participación en las decisionesde sus hogares .................................................................................................. 347

Conocimiento de Progresa por parte de las mujeres beneficiariasy opinión sobre sus apoyos ............................................................................... 365Anexos .............................................................................................................. 379

Introducción

s ampliamente reconocida la conveniencia de evaluar el impacto decualquier programa social. En ello es importante precisar los propósitos dela evaluación y los criterios metodológicos que debe perseguir pues, en la

práctica, es complejo identificar con precisión los cambios que efectivamentepueden atribuirse a las acciones de un programa y no a efectos concomitantesajenos. A ello se suma la variabilidad natural de las respuestas humanas y socialesante un mismo factor, lo cual complica los aspectos de medición y decomparabilidad. El centro de la cuestión es determinar, en ausencia de unprograma, cual es el estado que guarda cierta condición social particular en ungrupo de población, y, tras la intervención del programa, cuales son los cambiosque pueden atribuirse a sus acciones.

En este documento se reúnen diversos análisis sobre los resultados e impactos delPrograma de Educación, Salud y Alimentación, Progresa, que dan cuenta de suimpacto tras 18 meses de operación. Los análisis versan sobre los trescomponentes del Programa (Educación, Salud y Alimentación), así como sobreaspectos relacionados con su operación. Se trata en todos los casos de resultadosparciales que apuntan a ciertas tendencias pero que no expresan su pleno alcance.Como es comprensible, por la naturaleza misma del programa y de sus acciones,sus beneficios se desdoblan progresivamente cobrando distintas formas deexpresión en el corto, mediano y largo plazos, dependiendo ello también de lasinterrelaciones que vinculan a sus distintas esferas (educación, salud y nutrición).Aquí reportamos algunos resultados sobresalientes de corto plazo.

La evaluación se basa fundamentalmente en establecer algunos contrastesrelevantes. En términos generales, se busca comparar la situación que guardabanlas familias beneficiarias antes de la puesta en marcha del programa (lo quedenominamos su condición de base en un momento inicial t0 ) y los cambios quedichas familias muestran y que son atribuibles a los beneficios del Programa(medidos en un momento posterior t1). Por otro lado, para ganar especificidad enesta comparación, los resultados anteriores se contrastan con otras medicionessimilares (hechas también en los momentos t0 ty t1t) pero realizadas en una

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población de familias que, siendo en todo similares a las familias beneficiarias, noreciben las acciones del programa. A esta segunda población de contraste se ledenomina población de control en el lenguaje de las evaluaciones. Así, para unindicador particular B medido entre la población beneficiaria, el impacto delprograma esta dado por la diferencia de las dos mediciones

01 tt BB − . Por otro lado,

si se designa como C el mismo indicador pero ahora medido en la población decontrol, la diferencia

01 tt CC − indica los cambios que pueden haber ocurrido en tal

indicador por razones ajenas a las acciones del programa. Así pues, para obtenerel efecto neto del programa usualmente se resta esta última diferencia de laprimera, con lo que se obtiene )()(

0101 tttt CCBB −−− , índice al que se le denomina

como doble diferencia. Obviamente, al sustraer los cambios que no son atribuiblesal programa de los que se observan en la población beneficiaria se obtiene unamedida razonable de su impacto específico. El hecho de sustraer la diferencia

01 tt CC − ajusta o corrige el efecto observado del programa 01 tt BB − removiendo los

posibles cambios que otros factores pueden haber inducido en el indicador B y queno son atribuibles al programa. Los detalles técnicos del cálculo y de lainterpretación de las dobles diferencias se hacen en los capítulos correspondientesdonde se evalúan los impactos en educación, salud y alimentación.

Es importante resaltar que para la cabal validez del índice de doble diferencias,puesto que los dos componentes se miden en poblaciones distintas (la beneficiariay la de control), es necesario asegurar que ambas poblaciones se asemejen lo másposible. En la práctica se recomienda que la población de control sea una selecciónaleatoria de entre las familias potencialmente beneficiarias del programa. En elcaso de Progresa, dada la complejidad del Programa y de la preocupación por noexcluir a poblaciones con condiciones equiparables a las de las familiasbeneficiarias, la selección de la población de control se hizo seleccionandosemialeatoriamente una muestra de localidades, atendiendo a consideracionesprogramáticas de su incorporación al programa en el tiempo. En total, losresultados de agunos de los trabajos de la evaluación que aquí se presentan reflejanla experiencia de aproximadamente 24 mil familias distribuidas en 506 localidades;186 de control y 320 beneficiarias del programa durante al menos18 meses.

Para llevar a cabo estas comparaciones, Progresa ha venido recogiendoperiódicamente información a nivel individual, familiar y del contexto comunitariocon el fin de precisar los cambios atribuibles al programa en sus distintas esferas.Para ello se dispone de la Encuesta de Evaluación de Hogares (conocida comoENCEL). La línea basal de la ENCEL (el momento t0 de las comparaciones) seobtuvo en marzo de 1998 y el primer punto de seguimiento (el momento t1) sellevó a cabo en octubre y noviembre de 1998. En 1999 se han realizado otros dos

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levantamientos.

La ENCEL se aplica recolectando observaciones repetidas sobre un mismoconjunto de hogares, a fin de comparar los cambios que se registran en lapoblación beneficiaria y en el grupo de control. Se trata de lo que se denominadatos longitudinales o de panel, es decir, mediciones repetidas en el tiempo deciertos indicadores para una misma población. La encuesta se levanta en sieteestados del país y permite obtener datos representativos para hacer inferenciasestadísticamente significativas sobre los impactos del programa. En el Anexo 1 deeste documento se detallan los aspectos metodológicos del diseño de la evaluación.Es útil señalar que la muestra de la ENCEL considera la importancia de realizaranálisis sobre los efectos anidados de factores individuales, familiares ycomunitarios, esto es, para poder descomponer los factores que son específicos anivel de la comunidad, de la familia o individual; para ello, la ENCEL se levanta entodos los hogares de cada localidad seleccionada.

Con respecto al componente de educación, además de los aspectos de inscripcióny asistencia a la escuela, la ENCEL indaga sobre las causas de inasistencia a laescuela así como las expectativas de los padres de familia sobre el logro escolar desus hijos.

En materia de salud se identifican los patrones de la utilización de los servicios desalud, con particular énfasis en los orientados al cuidado preventivo de la saludfamiliar. Se incluyen también preguntas sobre los costos directos e indirectos delos servicios de salud. Con relación al componente del apoyo alimentario, seanaliza el patrón del gasto familiar, obteniendo información sobre la frecuencia enel consumo de productos básicos, así como sobre los gastos realizados paradiversos bienes, distinguiendo los que son consumidos por los adultos y por losniños. Se pone particular atención al estudio de la distribución intrafamiliar delgasto y del consumo, y del papel que en la toma de decisiones al interior del hogarjuegan las madres de familia. Además, se recoge información sobre los cambios enla composición y estructura de los hogares, así como la relativa a las condicionesde la vivienda y la posesión de enseres domésticos, tierra y animales. Por otro lado,entre las familias beneficiarias se recaba información sobre la operación delPrograma, las dificultades del uso de los servicios, los cambios que se perciben anivel individual, familiar y comunitario, así como sobre el conocimiento y opiniónsobre el Programa.

Junto con la ENCEL, la evaluación de Progresa utiliza también información de losregistros administrativos de los servicios de salud y educativos, y encuestasespecializadas, como la que se lleva a cabo en colaboración con el InstitutoNacional de Salud Pública sobre la condición nutricional de los niños, o como los

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exámenes escolares que aplica la Secretaría de Educación Pública para contar conmediciones del cambio en el aprovechamiento escolar, utilizando comomarcadores las pruebas de español y matemáticas. Por último, para profundizar envarios aspectos sustantivos de la evaluación se llevan a cabo entrevistas aprofundidad de tipo cualitativo que complementan la información recogidamediante encuestas.

De este conjunto de información es del que se nutren los resultados de laevaluación que aquí se presentan. La primera parte del documento se refiere a losaspectos más generales del Programa, incluyendo una descripción de susprincipales orientaciones, sus componentes y sus características operativas. Unode los aspectos que caracteriza al Programa es asegurar que sus beneficiosfavorezcan a las familias más pobres. Así, se presentan los criterios yprocedimientos de focalización geográfica que utiliza (con base en índices demarginación a nivel de localidad), y los correspondientes a la identificación dehogares beneficiarios al interior de cada una de las localidades seleccionadas. Laevaluación de los criterios de focalización se hace utilizando metodologíasalternativas de medición de la condición de pobreza extrema, encontrándose quelos procedimientos de Progresa son efectivos para la identificación de las familiasmás pobres, quienes más necesitan los apoyos del programa. Por otro lado, paradestacar las características de los hogares pobres se contrastan los perfilessocioeconómicos de los hogares beneficiarios con los de los no beneficiarios, dedonde resalta el complejo arreglo de factores que se vinculan a la condición depobreza extrema en los contextos rurales marginados del país.

La segunda parte del documento analiza los aspectos relacionados con elcomponente educativo de Progresa. Primero se describe la asistencia escolar delos niños y niñas que prevalecía antes del inicio de la operación del Programa,destacando la conjunción del ingreso tardío al sistema escolar, la acumulación derezago escolar y el abandono temprano de los estudios entre los niños y jóvenes delas familias pobres. Posteriormente otros capítulos analizan (medianteprocedimientos estadísticos multivariados) los determinantes individuales yfamiliares de la asistencia y del logro escolar, y, después de ello, el impacto delPrograma sobre la matrícula de secundaria en el medio rural, en especial en lastelesecundarias. Posteriormente se analizan los factores asociados al retorno alsistema escolar de los hijos de los hogares beneficiarios que habían dejado susestudios y los asociados a la asistencia irregular a la escuela.

En la tercera parte se abordan los aspectos relativos al componente de salud deProgresa, analizando la atención a la salud en las localidades rurales marginadasy el incremento de la demanda de servicios de salud atribuible al programa. Estosanálisis utilizan tanto datos de la ENCEL como otros derivados de los registros

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administrativos de las unidades de salud. Se presenta también un análisis sobre elefecto de los suplementos alimenticios para los niños pequeños y la práctica de lalactancia infantil al seno materno.

En la cuarta parte, se describen resultados sobre el cambio en los patrones deconsumo entre las familias beneficiarias y su distribución intrafamiliar. Por otrolado se analiza el impacto del Programa en cuanto a la participación de la fuerzalaboral en las comunidades rurales marginadas, con énfasis en la actividadeconómica de los niños y de las mujeres. Por último, dos trabajos más analizan losprocesos de toma de decisiones dentro de los hogares y el papel que en ello jueganlas madres de familia, y la opinión de la población beneficiaria sobre aspectosoperativos del Programa y los méritos y beneficios que identifican las familias.

Los resultados que aquí presentamos son necesariamente parciales. Hay en cursootros aspectos de la evaluación de Progresa que están siendo analizados y quepresentaremos en futuros reportes como éste. La recolección y análisis de losdatos de la evaluación del programa son procesos que requieren de un naturalperiodo de preparación y estudio. Están en proceso otros análisis tocantesprincipalmente a las interrelaciones entre las distintas acciones del Programa, yotros que dan cuenta de un mayor grado de maduración y profundización de losefectos de Progresa, incluídos los que destacan sus beneficios comunitariosdirectos e indirectos.

La evaluación de Progresa persigue varios propósitos, entre los que destacancuantificar y medir el grado y la orientación de sus impactos, las distintas fases deconsolidación de los mismos, las interrelaciones que vinculan y potencian entre sílas acciones en alimentación, salud y educación, y cómo todo ello redunda engenuinas oportunidades para que las familias pobres afronten y puedan superar sucondición, con miras a que esta superación sea sostenida (estructural, diríamos)y con frutos tanto de corto plazo como intergeneracionales. El diseño deevaluación de Progresa fue concebido como un elemento consustancial del mismoa fin de que proporcione los elementos para verificar cómo se cumplen suspropósitos y estar también en condiciones de informar y dar cabal cuenta de estos.Por otro lado, muchos resultados parciales de la evaluación están siendo utilizadospara mejorar varios aspectos operativos y del funcionamiento del Programa. Al dara conocer los resultados que aquí se presentan nos anima el interés de que losencuentren de utilidad todos quienes se interesan en conocer los alcances deProgresa.

l Programa de Educación, Salud y Alimentación —Progresa— es unesfuerzo del Gobierno Federal para ampliar las oportunidades ycomplementar el ingreso de millones de familias mexicanas que viven en

condiciones de pobreza extrema. Progresa busca remover los obstáculos queimpiden a las familias pobres acceder a niveles suficientes de nutrición ycuidado de su salud, así como beneficiarse de la formación y capacidades que seadquieren a través de una educación básica adecuada. En esencia, se buscaasegurar que estas familias tengan a su alcance oportunidades genuinas desatisfacer las necesidades básicas que representan la educación, la salud y laalimentación para el desarrollo de sus miembros y el bienestar familiar.

Dentro de la estrategia para la superación de la pobreza dirigida al desarrollo delas capacidades y potencialidades de las personas, Progresa persigue lossiguientes objetivos:

w Mejorar sustancialmente las condiciones de educación, salud y alimentaciónde las familias pobres, particularmente de los niños, niñas y de sus madres,brindando suficientes servicios escolares y de cuidado de la salud de calidad,así como ayudas alimentarias.

w Integrar estas acciones para que el aprovechamiento escolar no se veaafectado por la falta de salud o la desnutrición de los niños y jóvenes, niporque realicen labores que dificulten su asistencia escolar.

w Procurar que los hogares dispongan de medios y de recursos suficientes paraque sus hijos completen la educación básica.

*Documento preparado por Daniel Hernández, José Gómez de León y Gabriela Vázquez

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w Inducir la responsabilidad y la participación activa de los padres y de todoslos miembros de las familias en favor del beneficio que significa para losniños y los jóvenes mejorar su educación, salud y alimentación.

w Promover la participación y el respaldo comunitario en las acciones deProgresa para que los servicios educativos y de salud beneficien al conjuntode las familias de las localidades donde opera, así como sumar los esfuerzose iniciativas comunitarias en acciones similares o complementarias alPrograma.

El Programa inició sus actividades el 8 de agosto de 1997 y ha ido ampliando sucobertura por etapas. A fines de 1997, se habían incorporado a Progresa 400mil familias de más de 10 mil localidades, de 466 municipios en 12 estados. Unaño después, atendía a 1.9 millones de familias beneficiarias de 30 estados. Hoyen día el Programa continúa ampliándose y al finalizar el mes de septiembre de1999, el número de familias que reciben sus apoyos ascienden a 2.3 millones,operando así en 31 estados de la República y abarcando aproximadamente 49mil localidades altamente marginadas, en casi 2 mil municipios.

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Localidades PROGRESA, 1997-1999

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Familias Beneficiarias Progresa(a septiembre de 1999)

Estado Municipios Localidades Familias BeneficiariasAguascalientes 11 79 861Baja California 4 100 1,917Baja California Sur 5 73 1,988Campeche 11 466 29,114Coahuila 28 461 20,982Colima 10 98 4,000Chiapas 110 4,706 248,124Chihuahua 40 1,072 17,518Durango 39 874 24,389Guanajuato 46 2,570 101,769Guerrero 76 3,350 185,768Hidalgo 76 2,569 106,056Jalisco 116 2,085 40,990México 65 2,123 152,852Michoacán 111 3,379 140,064Morelos 33 305 18,413Nayarit 20 739 38,016Nuevo León 24 695 16,139Oaxaca 394 3,206 178,645Puebla 207 3,277 206,965Querétaro 18 966 38,093Quintana Roo 6 301 19,075San Luis Potosí 58 2,992 105,945Sinaloa 18 1,871 68,719Sonora 33 612 27,162Tabasco 17 1,109 66,893Tamaulipas 35 1,142 37,276Tlaxcala 29 201 11,168Veracruz 189 4,970 254,112Yucatán 99 651 63,657Zacatecas 56 1,692 74,518Total 1,984 48,734 2,301,188

1. Orientaciones estratégicas de Progresa

La persistencia de la pobreza constituye una de las principales limitaciones parafincar el desarrollo sobre bases firmes y poder garantizar el principio de equidadentre las personas. Este fenómeno de profundas raíces, se manifiesta tanto enlas asimetrías de acceso a los bienes y servicios como en la frágil inserción de lapoblación en el sistema productivo.

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La pobreza es una condición que impide que se satisfagan las necesidadesbásicas de las personas y que participen plenamente en la sociedad. La pobrezalesiona a las personas no sólo por las carencias materiales que implica, sinoporque limita las posibilidades de desarrollo de sus capacidades humanasbásicas. Muchas familias que experimentan condiciones de pobreza apenaslogran subsistir y los esfuerzos que realizan para superar esta situación no danel fruto que corresponde a su empeño. Un factor crítico que mantiene y hacepersistir la condición de pobreza es que estos hogares no cuentan con losmedios y las oportunidades de hacer más productivo su esfuerzo.

Así, la pobreza engendra un círculo vicioso que impide el adecuado desarrollode quienes la padecen. Por lo general, los niños que nacen en una familia pobreson presa de enfermedades infecciosas recurrentes que merman suscapacidades para un desarrollo normal, situación que se complica condeficiencias nutricionales. A esto se suma el hecho de que el apremioeconómico de la familia conduce frecuentemente a que los niños y niñas deestos hogares abandonen tempranamente sus estudios y se incorporen a lafuerza laboral para contribuir al mantenimiento del hogar; y ya de jóvenes, suescasa educación y capacitación los orilla a realizar tareas de reducidaproductividad y baja remuneración. De esta forma, se van entretejiendo así lascondiciones que perpetúan la pobreza entre generaciones.

Si los hombres y las mujeres carecen de los elementos para desplegar suscapacidades, experimentarán un daño irreversible que les impedirá superar lascondiciones de precariedad en que se desarrollan. Asimismo, la imposibilidadde ejercer sus capacidades repercute sobre su dignidad y autonomía.

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Un modo de revertir este proceso es mediante la entrega de apoyos a lasfamilias pobres. Progresa se enfoca en tres aspectos relativos al funcionamientode las personas, que si bien no cubren en su totalidad los requerimientos parael desarrollo humano integral, resultan ser centralmente importantes: laadecuada nutrición, la posibilidad de escapar de las enfermedades evitables y dela mortalidad prematura, y el acceso a la educación. Estos aspectos constituyenpara Progresa los pilares sobre los cuales se fundamenta el esfuerzo contra lapobreza.

Progresa sustenta sus acciones en las siguientes orientaciones estratégicas:

1. Se concentra en la familia

Las familias que viven en condiciones de pobreza extrema son la poblaciónobjetivo de Progresa, independientemente de su composición, estructurafamiliar y lugar de residencia. Se reconoce que la familia es el espacioprivilegiado para hacer frente a las adversidades económicas y sociales, a la vezque en ocasiones es el lugar donde residen los factores que tienden a perpetuarde generación en generación la pobreza extrema.

Es primordial remover los obstáculos que impiden a estas familias beneficiarsede la educación básica y acceder a niveles suficientes de nutrición y cuidado desu salud. La tarea de Progresa consiste en la procuración de oportunidadesgenuinas para satisfacer las necesidades básicas de educación, salud yalimentación de las familias que viven en condiciones de pobreza extrema, parael desarrollo de sus miembros y el bienestar familiar.

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La concepción de los agentes receptores de los beneficios representa un cambioestructural en la política social, al implementar acciones cuyos beneficiariosson, no tanto los individuos o las comunidades, sino las familias. Esto se debe aque el desarrollo de las capacidades de cada uno de sus miembros sólo se lograsi los recursos se comparten. En última instancia, la integración familiar es labase de la integración comunitaria, social y nacional. La prioridad que se da alas familias como unidad primaria refleja el reconocimiento de la importanciaque tiene la educación de todos y cada uno de sus integrantes, y de la unión y laintegración necesaria para poder enfrentar con más fuerza los retos de la vida.Las familias deben compartir la responsabilidad de utilizar adecuadamente losrecursos. En la medida en que las personas participen del bienestar familiar,participarán en el desarrollo de la comunidad.

2. Tiene un enfoque de género

Progresa busca mejorar la condición de la mujer y potenciar el papel decisivoque desempeña en favor del desarrollo familiar y comunitario. Al promover laigualdad de género, el Programa pretende coadyuvar a la reducción de lasdisparidades sociales que prevalecen entre hombres y mujeres, las cuales casisiempre se han traducido en mayores desventajas para ellas.

Los componentes de Progresa contribuyen a satisfacer varias de las necesidadespara el cuidado de la salud y la situación nutricional de las mujeres, así como apromover su desarrollo personal a través de la transmisión de información yconocimientos. En todos los casos se busca que la madre de familia sea ladepositaria y titular de los beneficios económicos dirigidos a su hogar. Estotiene un doble cariz; por un lado, el Programa se apoya en el hecho de quehabitualmente las mujeres hacen un uso juicioso, responsable y provechoso delos recursos que tienen a su alcance en pro de todos los miembros del hogar,pero particularmente de los niños y niñas. Por el otro, Progresa reconoce queaún persisten desigualdades sociales que derivan en desventajas para lasmujeres que las vuelven más vulnerables a las condiciones de la pobreza, yminan sus esfuerzos por mejorar su situación y la de sus hijos.

Por lo general, en las familias con ingresos muy bajos, el nivel de escolaridad dela madre tiene un peso relativo más importante en la determinación del estadonutricional y de salud de sus hijos que en el caso de hogares con mayoresingresos. Esto subraya la importancia del vínculo entre la educación y la saluden el contexto de las familias en pobreza extrema.

Apoyar a las niñas para que asistan y permanezcan en la escuela tiene unbeneficio doble: por una parte, mejorar su situación personal, social y

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económica al interior de sus familias y ante la comunidad; por otra, aportarbeneficios a la sociedad en su conjunto, ya que les proporcionará lasherramientas para mejorar el bienestar de sus familias y en especial, de los hijosque tendrán al llegar a la vida adulta.

3. Fomenta la corresponsabilidad de los padres

La corresponsabilidad de los beneficiarios de Progresa es esencial para el logrode sus objetivos y es requisito indispensable para que las familias puedan recibirlos beneficios de Progresa. La participación activa de los padres de familia esinsustituible para alcanzar una buena educación de los hijos; también lo es paramejorar su salud y su nutrición. Los esfuerzos gubernamentales en estas áreassólo pueden rendir frutos con la participación activa de las familias. En estesentido, los apoyos son un complemento, y nunca un sustituto del esfuerzocotidiano que realizan las propias familias para superar la pobreza. Así, lasbecas se proporcionan sólo con la acreditación de la asistencia regular de losniños a la escuela, y la ayuda para alimentación se proporciona una vez que seregistra a la asistencia periódica de todos los miembros de la familia a losservicios de salud.

Es responsabilidad de los padres de familia dar un buen uso a las ayudaseconómicas que reciban y destinarlas a mejorar la alimentación y la educaciónde sus hijos, así como asegurar condiciones adecuadas de higiene familiar eindividual.

Fomentar una actitud de corresponsabilidad requiere pleno respeto a lasdecisiones de las familias. Los apoyos deben ampliar sus opciones yoportunidades y dotarlas de elementos de información suficientes para quetodos puedan hacer una elección informada y responsable. Las familias son lasque deciden sobre el uso de los apoyos brindados por la política social paracomplementar su consumo alimentario y perseverar en la asistencia de susniños a la escuela y en el cuidado de su salud. Elegir es optar entre alternativas;es, igualmente, asumir responsabilidad por los resultados de sus acciones sobresus condiciones de vida presentes y futuras.

El reto de un programa social que intenta atender las necesidades básicas esbrindar apoyos y servicios sin fomentar conductas pasivas. Esto significa que laayuda proporcionada por el Programa no debe minar la capacidad de elecciónde los receptores. Por ello, Progresa propicia que el consumo de los bienes yservicios que promueven el funcionamiento adecuado de las personas seconvierta en una práctica habitual. Un medio para impulsar el poder dedecisión de los beneficiarios consiste en brindar, además de los apoyos en

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especie —como complementos alimenticios y los servicios de atención primariaa la salud— un apoyo monetario que les permite ejercer sus preferencias en elconsumo de alimentos. Dicho ejercicio será exitoso si va acompañado de uncompromiso sobre la utilización adecuada de los recursos y sobre todo de unaeducación sobre las características de los alimentos y sobre ciertas medidas dehigiene. De esta manera, Progresa atiende a un hecho objetivo de las personas:sus necesidades básicas; y a uno subjetivo: el ejercicio de las preferencias. Lacapacidad de elegir y de constatar los resultados de la elección fortalece laseguridad que tienen las personas sobre sí mismas. Así, al confiar en lasdecisiones de las y los beneficiarios, se evitan actitudes paternalistas queprescinden de las preferencias de las personas. Una actitud no paternalista, encambio, apela a las preferencias de los hombres y de las mujeres aceptandomodificaciones en éstas exclusivamente por la vía de la persuasión a través de laeducación. Ejemplo de ello es el cambio gradual en las prácticas alimenticias yde higiene que se han experimentado entre las beneficiarias asistentes a laspláticas sobre la prevención de enfermedades.

La orientación básica consiste en ayudar a las familias a pensar en la posibilidadde llevar a cabo sus propias aspiraciones y a utilizar sus capacidades de lamanera que crean más conveniente, pero de manera simultánea, debe asegurarque aquellos que se encuentran en una situación de marginación no se quedenaislados y sin protección. La capacidad de elegir fomenta la participación activade las familias, a través del cumplimiento de las corresponsabilidades, para laconsecución exitosa de los fines que Progresa persigue.

Por esta razón, es importante destacar que Progresa propicia la participaciónde los miembros de la familia mediante la asistencia de las titularesbeneficiarias a las pláticas de salud e higiene, la asistencia de la familia a laclínica o al centro de salud, la asistencia de los niños a la escuela y el uso de losapoyos monetarios para la compra de alimentos. También es necesario señalarque Progresa promueve y fomenta la participación comunitaria y respeta lasprácticas culturales de las entidades a las cuales llegan los beneficios.

4. Tiene un enfoque integral: educación, salud y alimentación

Educación, salud y alimentación constituyen una triada estratégica de accionespara el combate a la pobreza extrema. Además de los beneficios sociales yprivados que representa la inversión en cada uno de esos componentes, susefectos se multiplican y potencian recíprocamente por las interrelacionespositivas que los vinculan.

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Existe consenso acerca de la importancia de la complementariedad entre estastres esferas y sobre el hecho de que para potenciar su efectividad es necesarioque confluyan al nivel individual. Los esfuerzos que se empleen en la educaciónno rendirán los mismos frutos si no van acompañados del combate a ladesnutrición que garantice el adecuado desempeño físico de los individuos.Tampoco se aprovecharán de manera óptima los intentos para mejorar la saludsi no van a la par de una educación integral que promueva el combate y laprevención de las enfermedades.

La educación es un factor fundamental para que los individuos se incorporenplenamente a la vida social, política y económica del país. También responde auna necesidad básica cuya satisfacción contribuye al desarrollo de lascapacidades que se requieren para la realización de actividades productivas ybien remuneradas. Además, la educación tiene un impacto sustancial sobre elbienestar de las familias toda vez que por esta vía acceden a la información y alos conocimientos necesarios para aprovechar los recursos y servicios a sualcance y para cuidar mejor su salud y su alimentación.

La educación facilita a las personas aliviar la situación de pobreza extrema en laque se encuentran a través de dos factores; uno de ellos es el conocimientomediante el cual pueden tener más y mejores oportunidades en la vida; el otroestá integrado por las técnicas de aprendizaje que pueden utilizar en diversascircunstancias. Entre más posibilidades tiene un hombre o una mujer de "tomardistancia", mediante el conocimiento, de su situación inmediata, másoportunidades tendrá de cambiarla.

Un mayor nivel de educación permite aprovechar mejor los servicios de salud ylos beneficios que éstos brindan, porque favorece la comprensión de laimportancia de las medidas preventivas de salud e higiene. A mayor escolaridad,las familias desarrollan una mayor iniciativa para valerse de la información yservicios a su alcance. Asimismo, la salud en los niños propicia un mejorrendimiento en la escuela por una asistencia escolar continua y un mayor nivelde atención en el aula.

Desde el punto de vista de la alimentación, un estado nutricional adecuado esfundamental para el desarrollo y el ejercicio de las capacidades de aprendizajede las personas. En correspondencia, un mayor nivel de escolaridad repercutesobre el estado nutricional, ya que se favorece la adopción de patronesalimentarios adecuados, así como el acceso a más y mejores alimentos, toda vezque los individuos con mayores niveles educativos tienen, por lo general,trabajos de mejor remuneración.

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5. La ayuda que brinda es estructural

Progresa busca de manera primordial aumentar las capacidades básicas de laspersonas que viven en pobreza extrema, facilitando su acceso a los bienes yservicios sociales que les permitan adquirir las habilidades y aptitudesnecesarias para que, mediante su esfuerzo personal, alcancen una vida plena yautosuficiente.

Para las familias en condición de pobreza, el trabajo es el principal recurso (ymuchas veces el único) con el que cuentan para hacerse de un ingreso, por loque la inversión en el desarrollo de sus capacidades básicas es una víaestratégica para mejorar su condición y que accedan a mejores oportunidadesde bienestar. La educación (acompañada de buena alimentación y salud) es unfactor clave, ya que provee las aptitudes para aumentar la productividad en lasactividades que desempeñan esas familias, a la vez que propicia la movilidadsocial. De ahí que Progresa impulse oportunidades educativas para las familiasen condiciones de pobreza, ya que la educación básica provee a los niños yjóvenes de los valores, actitudes y conocimientos que les permiten laoportunidad de lograr su desarrollo individual y social y, en consecuencia,mejorar su condición socioeconómica y la de sus familias.

Los recursos monetarios y en especie que otorga el Programa a las familiasconstituyen un apoyo que pretende coadyuvar a reforzar sus iniciativas paramejorar sus ingresos y sus condiciones de vida. Por ello, estos apoyosrepresentan una inversión temporal en las familias, ya que los componentes delPrograma toman en consideración las condiciones variantes de estascondiciones en el tiempo. La suma de los apoyos aumenta con la incorporaciónde los hijos a la escuela y se mantiene sólo mientras estén en edad escolar yasistan a clases. En el caso de las familias pobres extremas sin hijos, o cuyoshijos han concluido su educación básica, los apoyos consisten solamente en laayuda alimentaria. Así, el Programa tiene integrado un mecanismo mediante elcual se da un ajuste gradual de los apoyos a nivel de cada familia, dependiendode las necesidades y características de sus miembros.

6. Es un programa focalizado

Progresa busca asegurar que sus beneficios favorezcan a las familias máspobres. Las acciones del Programa buscan contrarrestar las causas críticas quegeneran las condiciones en las que viven las familias en pobreza extrema, por loque es primordial que estas acciones lleguen efectivamente a quienes más lasnecesitan y que se articulen de forma integral para que logren el beneficio

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pleno que persiguen, siguiendo con ello no sólo un principio de eficiencia, sinode manera primordial un principio de equidad.

En virtud de que los recursos, por abundantes que sean, siempre seránnecesariamente escasos para combatir la pobreza, es imprescindible asegurarseque beneficien a quienes más lo necesitan, no destinarlos a quienes recibenotras ayudas o cuya situación económica no sea apremiante. Así la focalizaciónpretende concentrar los recursos disponibles en la población identificadamediante criterios objetivos.

7. La selección de beneficiarios se realiza con transparencia y objetividad

La selección de las localidades en donde opera Progresa y de las familias enpobreza extrema se lleva a cabo mediante criterios objetivos y procedimientosrigurosos que aseguran una misma base de comparabilidad a nivel nacional.Con ello se busca asegurar la transparencia y eficacia en la focalización de lasacciones hacia la población en condiciones de pobreza extrema.

La identificación de las familias beneficiarias de Progresa consta de tres etapas:en primer lugar hay una focalización geográfica, a través de la cual sedeterminan las localidades con mayor marginación y se verifica su acceso aservicios de educación básica y salud; en segundo lugar, en todas las localidadesseleccionadas se recolecta, a modo de censo, información socioeconómica decada hogar, con la cual es posible identificar las familias beneficiarias;finalmente, una vez hecha la identificación, la relación de las familias resultantese presenta a las comunidades en asamblea para que, en su caso, emitanopiniones para su depuración o sugerencias de inclusiones.

Con el fin de aproximarse en forma multidimensional a la pobreza, laidentificación que el Programa hace de los hogares pobres extremos descansaen la utilización de una metodología que incorpora, junto con el ingreso de lasfamilias, otros indicadores que reflejan la compleja relación entre los factoresque la determinan.

8. Fomenta el apoyo comunitario y de las autoridades locales

El compromiso y la corresponsabilidad que establece el Programa con lasfamilias beneficiarias se acuerdan individualmente con cada una de ellas; sinembargo, Progresa reconoce que la participación comunitaria es un elementofundamental para el buen desarrollo del Programa y el logro de sus objetivos.Progresa impulsa la participación corresponsable de la sociedad con plenorespeto a la pluralidad y particularidades sociales y culturales de las

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comunidades en donde opera, apoyando y promoviendo la participacióncomunitaria organizada en el seguimiento y evaluación de las acciones. Lapromoción de las acciones comunitarias siempre guarda un carácter voluntarioy en ningún momento la participación en dichas acciones es un requisito pararecibir los apoyos de Progresa.

Un valioso apoyo para asegurar la adecuada operación de Progresa loconstituyen las promotoras voluntarias (elegidas por las propias beneficiarias),quienes colaboran en prácticamente todas las localidades donde opera elPrograma y que, junto con las autoridades locales, municipales y estatales, danseguimiento a las acciones y son un importante vínculo para exponer dudas ycomentarios de las familias que participan en el Programa.

9. Se basa en una estrecha coordinación entre los tres ordenes de gobierno:federal, estatal y municipal

Para el despliegue de sus acciones y para asegurar la eficiente operación deProgresa, ha sido indispensable el concurso de las autoridades y lasinstituciones estatales. Progresa se finca en el compromiso conjunto de lasautoridades federales, estatales y municipales, para promover las medidas yestablecer la coordinación necesaria para alcanzar sus objetivos.

La Secretaría de Desarrollo Social es responsable de la coordinación general delPrograma, a través de la Coordinación Nacional de Progresa, Conprogresa,órgano desconcentrado de esta Secretaría, creado con el objeto de formular,coordinar y evaluar la ejecución de Progresa. Conprogresa cuenta con unConsejo, integrado por los titulares de las Secretarías de Desarrollo Social,quien lo preside, de Educación Pública, de Salud y de Hacienda y CréditoPúblico.

En la operación de Progresa participan, a nivel federal, las Secretarías deDesarrollo Social, de Educación Pública y de Salud. Bajo la coordinación de estaúltima, en la que recae la articulación de acciones del Sector Salud, participatambién el Instituto Mexicano del Seguro Social, a través del Programa IMSS-Solidaridad.

A nivel estatal, los gobiernos de las entidades federativas son los responsablesde los servicios de educación básica y de la atención a la salud de la poblaciónabierta, así como de la operación de los componentes respectivos de Progresa.

Progresa cuenta también con el apoyo de las autoridades municipales para eldesarrollo de sus acciones: participan en la revisión de las localidades a

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incorporar al Programa, con el fin de apoyar en la verificación de que cuentencon acceso adecuado a los servicios de educación y salud; promueven y apoyanla ampliación de la cobertura de servicios de educación y salud a localidades sinacceso a estos beneficios; impulsan la oferta de productos básicos y el abasto encomunidades de difícil acceso; disponen de personal que sirve de apoyo y enlacea nivel municipal para las acciones de Progresa; y facilitan los operativos deentrega de los apoyos a las familias beneficiarias.

10. Propicia la complementariedad con otros programas

El Programa busca complementarse con otros programas sociales para eldesarrollo de infraestructura social básica en beneficio de las localidades yregiones en que opera, como son las acciones de mejoramiento de la vivienda,acceso a agua potable, electrificación, así como ampliación de caminos ytelecomunicaciones, entre otros. En este sentido, al ir desarrollando susacciones, Progresa aspira a atraer este tipo de inversión precisamente en laslocalidades que experimentan la mayor marginación, para así maximizar losefectos positivos de diversos programas, a fin de que la población que habita enesas localidades disponga de una sólida infraestructura básica y cobertura socialque le permita acceder a nuevas oportunidades de desarrollo.

11. Sus impactos se evalúan periódicamente

La evaluación es una pieza fundamental de Progresa, ya que permite no sólomedir los resultados e impactos del Programa, sino proponer medidas decorrección o reorientación de las acciones, mejorar la funcionalidad de losprocesos y, en general, aumentar la efectividad y eficiencia del uso de losrecursos asignados para el logro de los objetivos planteados.

Una evaluación rigurosa de los impactos y resultados del Programa sobre lapoblación beneficiaria permite verificar el cumplimiento de sus objetivos, suslogros, y sus metas, así como aportar elementos para el diseño de actividades depolítica social. El esquema de evaluación para identificar resultados e impactoscontempla el análisis de los efectos de corto, mediano y largo plazo delPrograma sobre la población beneficiaria, usando diversas aproximacionesmetodológicas, que incluyen instrumentos cuantitativos y cualitativos, así comoestudios repetidos en el tiempo.

A través de estos mecanismos, se busca identificar con precisión los resultadose impactos que efectivamente son atribuibles al Programa, distinguiendo losefectos correspondientes de otros factores, tanto en la esfera individual, comoen la familiar o en el contexto comunitario, lo que permite conocer los

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impactos reales del Programa en sus áreas de atención, las sinergias queocurren entre sus componentes y las repercusiones en la dinámica familiar y enla condición de la mujer.

2. Componentes de Progresa

Progresa está integrado por tres componentes estrechamente vinculados entresí:

w Apoyos educativos para facilitar que los niños y jóvenes cursen la educaciónbásica completa, fomentar su matriculación y asistencia regular a la escuela,así como que los padres participen en su mejor aprovechamiento escolar.

w Atención básica a la salud de todos los miembros de la familia, fomentandoun cambio en la orientación y utilización de los servicios de salud, con laparticipación, tanto de las familias como de las instituciones proveedoras deservicios, que derive en una actitud preventiva mediante el fomento alautocuidado de la salud y la adecuada vigilancia de la nutrición familiar.

w Apoyos para mejorar el consumo alimenticio y el estado nutricional de lasfamilias pobres, haciendo hincapié en que ésto tiene como propósitomejorar la ingesta familiar de alimentos, principalmente de niños y niñas,así como de las mujeres, quienes por lo general son los miembros de loshogares que más sufren carencias nutricionales.

Estos componentes constituyen una respuesta integral para revertir lasprincipales carencias que disminuyen las posibilidades de la población encondición de pobreza extrema de contar con oportunidades y de superar lasituación de escasez en que se encuentran. La conveniencia de proporcionar demanera conjunta estas tres acciones se desprende de las interacciones einfluencias mutuas que existen entre ellas, por lo que el apoyo a cada una enforma aislada o parcial puede ser insuficiente para lograr el objetivo defomentar el desarrollo de las capacidades y potencialidades de los individuos.

Componente de Educación

En el área educativa, el Programa orienta sus acciones para favorecer lainscripción, permanencia y aprovechamiento escolar de los niños y los jóvenes,enfatizando la equidad de género, para que un mayor número de niñas y jóvenespuedan concluir el ciclo de educación básica.

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Para alentar la asistencia y el rendimiento escolar, el Programa proporciona lossiguientes apoyos:

w Becas educativas para cada uno de los miembros del hogar menores de 18años que cursen grados escolares entre el tercero de primaria y el tercero desecundaria.

Las becas se otorgan bimestralmente a lo largo de los meses que abarca el cicloescolar. Éstas tienen dos particularidades: su monto es creciente a medida queel grado a cursar es más alto; y, en el nivel de secundaria, las becas para lasmujeres son relativamente superiores a las de los hombres.

Las becas educativas buscan alentar la permanencia en la escuela de los niños ylos jóvenes de ambos sexos. Conforme mayor es el nivel escolar, el aumento deestos apoyos educativos tiene el propósito de estimular el que los jóvenes siganestudiando hasta concluir el ciclo de educación básica, y con ello evitar ladeserción prematura causada por las necesidades de incorporarse a un empleo atemprana edad o de realizar las labores domésticas en el caso de las niñas.Asimismo, los montos de las becas educativas para las mujeres (ligeramentesuperiores que las de los hombres a partir del primero de secundaria) buscanreducir la segregación educativa que afecta a las niñas y las jóvenes.

w Útiles escolares o apoyos para su adquisición para los hijos inscritos entretercero de primaria y tercero de secundaria.

El apoyo para útiles es proporcionado en especie o en recursos monetarios. Alinicio del ciclo escolar se otorga un apoyo monetario a todos los alumnosbeneficiarios del Programa inscritos entre tercer y sexto grado de primaria paraadquirir útiles escolares; sin embargo, en algunas localidades se hace entrega

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de un paquete de dichos útiles (de acuerdo con las normas del ConsejoNacional de Fomento Educativo). Al inicio del segundo semestre del cicloescolar, a los becarios de Progresa en la primaria se les otorga un apoyomonetario adicional para la reposición de útiles escolares.

A su vez, los alumnos de familias beneficiarias menores de 18 años que estáninscritos entre el primer y tercer grado de secundaria reciben un único apoyomonetario anual para la adquisición de útiles escolares al inicio del cicloescolar.

Componente de Salud

El componente de salud ofrece atención primaria a fin de reducir la incidenciade enfermedades en los miembros de las familias, y mejorar los niveles de saludentre sus integrantes, así como contribuir a elevar los indicadores de saludentre la población, además de propiciar un cambio sustancial y perdurable en laconducta de las familias que derive en una actitud preventiva para el cuidado dela salud. Si bien las acciones se destinan a todos los miembros de las familiasbeneficiarias, se tiene especial cuidado en las mujeres embarazadas y enlactancia, así como los niños menores de cinco años.

Para el logro de estos propósitos se establecen las siguientes estrategiasespecíficas:

w Proporcionar de manera gratuita un Paquete Básico de Servicios de Salud.

El Paquete Básico de Servicios de Salud está compuesto por un conjunto deestrategias que se caracterizan por su alta efectividad y su carácterprincipalmente preventivo, sin descuidar aspectos curativos y de control de losprincipales padecimientos. Desde el punto de vista de la eficacia en el impactosobre el estado de salud general de la población, resalta la importancia de teneruna orientación que se anticipe a la presencia de enfermedades.

Todas las acciones del Paquete Básico constituyen un conjunto irreductible deservicios que guardan correspondencia con las normas oficiales mexicanas, loque permite asegurar su aplicación homogénea bajo principios científico-técnicos plenamente validados. El Paquete Básico se proporciona en el primernivel de atención de los servicios de salud. En caso de requerirse atencióncurativa especializada, se realiza la referencia correspondiente de los miembrosde las familias beneficiarias.

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Las instituciones de salud participantes en el Programa proporcionan estepaquete. Con tal fin, se ha previsto la capacitación y actualización del personal,la necesaria adaptación de aspectos operativos de las unidades médicas,buscando una atención integral familiar expedita, debidamente calendarizada através de citas programadas, a efecto de que las familias reciban las acciones desalud y las madres y padres la capacitación y educación para la saludcorrespondiente. Se cuenta con un protocolo de la frecuencia de atención,según la edad y la condición de vulnerabilidad de los miembros de cada familia.

PAQUETE BÁSICO DE SERVICIOS DE SALUD

q SANEAMIENTO BASICO A NIVEL FAMILIAR

q PLANIFICACION FAMILIAR

q ATENCION PRENATAL, DEL PARTO Y PUERPERIO, Y DEL RECIEN NACIDO

q VIGILANCIA DE LA NUTRICION Y EL CRECIMIENTO INFANTIL

q INMUNIZACIONES

q MANEJO DE CASOS DE DIARREA EN EL HOGAR

q TRATAMIENTO ANTIPARASITARIO A LAS FAMILIAS

q MANEJO DE INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS

q PREVENCION Y CONTROL DE LA TUBERCULOSIS PULMONAR

q PREVENCION Y CONTROL DE LA HIPERTENSION ARTERIAL Y LA DIABETES MELLITUS

q PREVENCION DE ACCIDENTES Y MANEJO INICIAL DE LESIONES

q CAPACITACION COMUNITARIA PARA EL AUTOCUIDADO A LA SALUD

q DETECCION Y CONTROL DEL CANCER CERVICO UTERINO

w Prevenir y atender la desnutrición de los niños menores de 5 años de edad.

Dentro de las acciones preventivas destaca la evaluación del estado nutricionalde los niños y niñas menores de 5 años. En ella, se realiza una vigilanciasistemática de la evolución de su condición nutricional en el tiempo, a través dela cual se identifica si están recibiendo una alimentación suficiente y adecuadapara su crecimiento y desarrollo físico y cognoscitivo.

La evaluación del estado nutricional de los menores se realiza conforme a losprocedimientos establecidos en las normas oficiales mexicanascorrespondientes.

w Fomentar y mejorar el autocuidado de la salud de las familias y de lacomunidad mediante información y capacitación en materia de salud,nutrición e higiene.

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FRECUENCIA DE ATENCION DE SALUD Y ACCIONES PRIORITARIAS

GRUPO DE EDAD FRECUENCIA DE REVISION ACCIONES

NIÑOSMENORES DE 4 MESES 3 REVISIONES:

A LOS 7 Y 28 DIAS, Y A LOS 2 MESESINMUNIZACIONESCONTROL DEL CRECIMIENTO, PESO Y TALLA

DE 4 MESES A 24 MESES 8 REVISIONES:A LOS 4, 6, 9, 12, 15, 18, 21 Y 24 MESESADICIONALMENTE, 1 REVISION MENSUALDEPESO Y TALLA

INMUNIZACIONESCONTROL DE PESO, TALLA Y DESARROLLOVIGILANCIA DE LA ALIMENTACIONDETECCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES

DE 2 A 4 AÑOS 3 REVISIONES AL AÑO:1 CADA 4 MESES

INMUNIZACIONESCONTROL DE CRECIMIENTO, PESO Y TALLADESPARASITACIONDETECCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES

DE 5 A 16 AÑOS 2 REVISIONES AL AÑO:1 CADA 6 MESES

INMUNIZACIONESVALORACION DEL CRECIMIENTO Y DESARROLLODETECCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES

MUJERESEMBARAZADAS 5 REVISIONES PRENATALES ORIENTACION NUTRICIONAL

VIGILANCIA DEL DESARROLLO DEL EMBARAZOADMINISTRACION DE HIERRO Y TOXOIDE TETANICO

EN PERIODO DE PUERPERIO YLACTANCIA

2 REVISIONES:1 EN EL PUERPERIO INMEDIATO Y1 EN EL PERIODO DE LACTANCIA

PLANIFICACION FAMILIARORIENTACION NUTRICIONALCUIDADOS DEL RECIEN NACIDOFOMENTO DE LA LACTANCIA MATERNA

JOVENES Y ADULTOSPERSONAS DE 17 A 60 AÑOS 1 REVISION AL AÑO SALUD REPRODUCTIVA Y PLANIFICACION FAMILIAR

DETECCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES

PERSONAS MAYORES DE 60 AÑOS 1 REVISION AL AÑO DETECCION TEMPRANA DE ENFERMEDADES CRONICAS YNEOPLASIAS

Nota: En los menores de 5 años detectados con algún grado de desnutrición la revisión debe ser mensual

Para un efectivo cuidado de la salud se requiere de la participación activa de lacomunidad y de una cultura de autocuidado. Con ello se favorece también quela atención preventiva sea oportuna y tenga continuidad. Asimismo, se propiciaque las familias y las personas tengan conductas que reduzcan los riesgos parala salud, reconozcan signos o síntomas de daño y puedan seguir adecuadamenteprocedimientos de atención primaria, como el tratamiento de diarreasmediante rehidratación oral.

Así, una estrategia más del Programa es la de proporcionar capacitaciónadecuada y sistemática a las madres y los padres de familia. El propósito deestas acciones es instruir a las familias y generar las capacidades para quetengan una mejor nutrición y adopten conductas que ayuden a preservar unabuena salud mediante hábitos preventivos y de higiene, como la atenciónprenatal o la vacunación de los menores. Asimismo, se busca ampliar la

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información para los adolescentes y jóvenes, especialmente las mujeres, quefavorezca la adopción de conductas adecuadas para proteger su salud desdeedades tempranas.

Se busca arraigar una actitud preventiva, ofreciendo a la población informaciónsuficiente y accesible, sustentada en una comunicación y promociónsistemáticas, que considere sus particularidades étnicas y culturales, así comolos valores, usos y costumbres de la población.

w Reforzar la oferta de servicios de salud para satisfacer la demanda adicional

Las instituciones estatales de salud, a través de los programas regulares delsector con la participación que corresponda al Gobierno Federal, aplican unaestrategia de fortalecimiento de la infraestructura de salud disponible en lasregiones donde opera el Programa. Se busca que las unidades médicas cuentencon el personal y el equipamiento, así como con los medicamentos y materialessuficientes y necesarios para dar respuesta, con una atención de calidad, a lademanda que genera el Programa.

Componente de Alimentación

Progresa otorga dos tipos de apoyos para mejorar la alimentación de las familiasen condición de pobreza extrema. Una parte sustancial de las acciones en favorde una mejor alimentación consiste en la prevención de la desnutrición infantil.Con tal propósito, el Programa otorga suplementos alimenticios a aquellosintegrantes del núcleo familiar con mayores condiciones de riesgo de sufrirdeterioros en su estado nutricio.

El consumo diario de una dosis de suplemento alimenticio ayuda a prevenir ladesnutrición desde el periodo de gestación y a evitarla en las primeras etapas devida del niño, cuando es determinante para su futuro desarrollo. Estossuplementos, desarrollados por un Grupo Consultivo compuesto por expertosde cinco institutos nacionales, fueron diseñados para dos grupos de riesgo:niños menores de 5 años y mujeres embarazadas y en lactancia. Ambos aportan100 por ciento de los micronutrientes diarios requeridos y 20 por ciento de lasnecesidades calóricas. Cada uno de ellos se presenta en tres sabores diferentes,con el objetivo de incrementar su aceptabilidad.

El suplemento alimenticio debe ser ingerido diariamente en dosis de 44gramos, preparado en forma de papilla para el caso de los niños; y de 52gramos, preparado en forma de bebida para las mujeres. El procedimiento parasu preparación es explicado por el personal de salud; adicionalmente, las

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instrucciones están impresas en el empaque. El personal de los servicios desalud es el encargado de entregar mensualmente los suplementos alimenticios alas familias beneficiarias.

El uso adecuado de los suplementos se ve reforzado por la vigilancia sistemáticadel crecimiento y del desarrollo infantil en las unidades de salud, lo que permiteidentificar tempranamente desviaciones en los niveles nutricionales de losmenores.

El segundo tipo de ayuda que otorga Progresa consiste en un apoyo monetario alas familias beneficiarias para contribuir a que mejoren la cantidad y ladiversidad de su consumo de alimentos y, por esta vía, elevar su estadonutricional. El monto de este apoyo es el mismo para todo el país sin importarla ubicación, tamaño y composición del hogar. Este monto es actualizadoperiódicamente para mantener su valor de compra y se entrega directamente alas familias beneficiarias.

Para poder recibir este apoyo monetario, las familias beneficiarias debencompletar sus visitas periódicas de cuidados a la salud, y las madres de familiaasistir a las sesiones de educación para la salud. Así, el apoyo se vincula con laatención preventiva y favorece el contacto de las familias beneficiarias con losagentes de salud.

3. Incorporación de familias beneficiarias a Progresa

La cobertura de Progresa se extiende por fases en localidades marginadas,seleccionadas de acuerdo con criterios y procedimientos establecidos. Lasfamilias beneficiarias del Programa son única y exclusivamente las que seidentifican en las localidades seleccionadas y que hayan sido incorporadas alPadrón de Beneficiarios.

Titulares beneficiarias de Progresa

Para cada familia beneficiaria de Progresa, se identifica a una titular, que es lapersona que recibe directamente los apoyos monetarios para su familia. Latitular beneficiaria es, por lo general, la madre de familia. En caso de que en unhogar no esté presente la madre de familia o esté incapacitada para actuarcomo tal, se identifica como titular a la persona responsable del cuidado de losniños. Cuando en un hogar beneficiario se encuentran dos o más madres defamilia o no hay menores de edad, se siguen criterios jerárquicos paraidentificar a la titular. Cuando en un hogar no hay mujeres, el jefe del hogar esel titular beneficiario.

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Relación Base de Familias Beneficiarias

A partir del resultado del proceso de identificación de las familias beneficiariasdel Programa, se integra una Relación Base de Familias Beneficiarias. Estainformación es el punto de partida para el proceso de incorporación de lasfamilias a Progresa y contiene datos de la familia beneficiaria: clave de la cédulade identificación, nombre de la titular y nombre, edad, fecha de nacimiento ysexo de cada uno de los integrantes de la familia.

Proceso de incorporación inicial al Programa

En la incorporación de las familias se establece el contacto formal de Progresacon sus titulares, para informar de su identificación como beneficiarias delPrograma, explicar el funcionamiento del mismo y distribuir materialinformativo impreso, hacer entrega de la cédula de identificación que lasacredita como beneficiarias, así como de los formatos para su registro en losservicios de educación y salud. Cada titular beneficiaria incorporada firma opone su huella en el Acuse de Recibo de estos documentos, que forma parte dela identificación.

La incorporación de las familias se realiza en asamblea comunitaria, medianteconvocatoria a las titulares de las familias que fueron identificadas comobeneficiarias del Programa. A esta asamblea pueden asistir otros integrantes dela comunidad. En la asamblea se explica a los participantes los objetivos yapoyos de Progresa, así como las responsabilidades que adquieren las familiasbeneficiarias para recibir los apoyos.

A las beneficiarias se les informa que deben acudir a la unidad de salud delsector público más próxima para establecer su registro y se les explica que allíse programarán citas para atender a su familia. De forma similar, se les solicitaque realicen la certificación de la inscripción de los niños en la escuela a la queasiste cada uno de ellos, conforme a formatos específicos.

Asimismo, se presenta a la comunidad el listado de familias beneficiariasidentificadas para que, en caso de haber observaciones, se revisen los casos deacuerdo con los criterios establecidos para la identificación de familiasbeneficiarias, realizando inclusive una nueva visita a los hogares para obtener lainformación requerida para la revisión, cuando sea necesario. También sepresentan en la asamblea los casos de familias cuya información no se obtuvodurante la visita a los hogares para el levantamiento de la cédula deinformación socioeconómica, para que Conprogresa atienda su solicitud deincorporación al Programa. Todo hogar identificado como beneficiario en los

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procesos de revisión es notificado y se lleva a cabo su incorporación alPrograma.

Al final de cada asamblea, se levanta un Acta de Acuerdo de AsambleaComunitaria, en donde las autoridades municipales dan fe de su realización. Encasos particulares y de excepción, en las localidades donde no es posible larealización de la asamblea comunitaria, la incorporación se lleva a cabomediante visita domiciliaria a cada familia beneficiaria incluida en la RelaciónBase.

Las titulares de las familias beneficiarias que no asistan a la asambleacomunitaria, pueden acudir posteriormente a un Módulo de Atención Progresa(MAP) para ser incorporadas cuando se hace la entrega del primer apoyomonetario a las familias beneficiarias de la comunidad.

Cada MAP se establece temporalmente en un sitio próximo a las localidadesatendidas por el Programa, para efectuar la entrega de los apoyos monetarios,en un lugar que reúna condiciones básicas de seguridad. En el momento de laentrega de los primeros apoyos monetarios a las familias, se ofrece atenciónpara aclarar dudas y realizar la incorporación de familias que no asistieron a laasamblea de su comunidad. Actualmente entregan los apoyos de Progresa en2,903 MAP (de los cuáles 75 por ciento son moviles).

Promotoras comunitarias voluntarias de Progresa

En la asamblea, las titulares beneficiarias eligen a una de ellas como promotoracomunitaria, que es el enlace entre las familias beneficiarias y el Programa.Estas promotoras son voluntarias, no reciben ninguna remuneración por suactividad, y se reúnen periódicamente para recibir capacitación y externarcomentarios sobre la operación del Programa. En la asamblea se les extiendeuna constancia que las acredita como promotoras comunitarias.

Las promotoras comunitarias se eligen en localidades con un mínimo de 10familias beneficiarias. En las localidades de mayor tamaño, se elige a unapromotora por cada 100 familias, aproximadamente.

Las promotoras ayudan en la orientación a las titulares beneficiarias para quecuenten con la información para cumplir su corresponsabilidad dentro deProgresa y para el buen uso de los apoyos del Programa en el mejoramiento dela salud y educación de la familia.

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Se busca que la promotora comunitaria establezca una adecuada relación conlas titulares beneficiarias de su comunidad, pues es electa por ellas, compartesus características culturales y realiza una labor en beneficio de las familias encondición de pobreza de su comunidad. Asimismo, contribuye a establecer unamejor vinculación entre las titulares beneficiarias de Progresa y el personal delos servicios de salud y educación, para canalizar solicitudes y sugerencias de lasfamilias.

Padrón activo de familias

A partir de la información proveniente de los acuses de recibo obtenidos en elproceso de incorporación de familias beneficiarias se define el Padrón Activo deBeneficiarios de Progresa, que contiene la información de las familias cuyastitulares aceptaron incorporarse al Programa y recibieron su identificacióncomo beneficiarias. Cada familia beneficiaria tiene dentro del padrón unnúmero de folio, en que se incorpora información de su localidad de residencia;este folio permite la vinculación de toda la información de la familia, así comola de cada uno de sus miembros, incluida la relativa a la información de lacédula de información socioeconómica y la de certificación de lascorresponsabilidades y de la entrega de apoyos.

En este Padrón se integra la información del cumplimiento de lacorresponsabilidad por parte de las familias en los distintos componentes,haciéndose un resguardo secuencial del registro en las unidades de salud, lainscripción de los niños en las escuelas, la asistencia a la atención médicaprogramada, la asistencia mensual de cada alumno beneficiario a la escuela, asícomo la información sobre la suspensión temporal o definitiva de los apoyos alas familias y los alumnos beneficiarios.

Con ello, se cuenta en el Padrón no sólo con información sobre los beneficiariosde Progresa, sino que también se dispone de un Padrón Histórico de losmismos. Asimismo, en el padrón se registran los cambios en la titularbeneficiaria, correcciones, obtenidas en el proceso de incorporación o en losformatos de certificación de corresponsabilidades, en el nombre y sexo de losmiembros de los hogares beneficiarios con respecto a los datos recolectados enla entrevista a los hogares; así como adecuaciones del grado escolar de susintegrantes conforme a la información que se obtiene de la certificación decorresponsabilidades.

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4. Integración de los apoyos monetarios del Programa

Como ya se ha hecho mención, Progresa proporciona apoyos que se expresan deforma monetaria y en especie. En los primeros se encuentran el apoyoalimentario y los apoyos educativos; en los segundos, se ubican los suplementosalimenticios, así como el apoyo para útiles escolares en localidades aisladas.

Los apoyos monetarios de Progresa tienen como objetivo complementar elingreso de las familias y mejorar su nivel de consumo, así como propiciar quesean ellas mismas quienes decidan la mejor manera de ejercer ese poder decompra adicional. Estos apoyos guardan congruencia con la concepción,principios, objetivos y esquema de operación de Progresa, ya que losbeneficiarios asumen un papel activo al decidir su utilización. De esta forma, latransferencia monetaria tiene un impacto directo en el comercio y actividadesproductivas locales.

Estos apoyos se canalizan a través de la madre o de aquella persona que tengacomo responsabilidad las decisiones de compra y preparación de los alimentos,del cuidado de la salud de los menores, así como de la vigilancia de suasistencia a la escuela. Con ello se reconoce la importancia, responsabilidad ycompromiso de las mujeres como agentes para el desarrollo de las familias ypara hacer el mejor uso a los apoyos del Programa.

La liquidación del valor monetario total, que incluye el apoyo alimentario, lasbecas y, en su caso, el apoyo para útiles escolares, se realiza bimestralmente,considerando la validación mensual de la certificación de asistencia a lasunidades de salud y a los planteles educativos. La entrega de los apoyosmonetarios se realiza a través de las instituciones liquidadoras especializadas,en sus instalaciones o mediante módulos móviles. Estos apoyos monetarios seentregan en una sola exhibición en dinero en efectivo. La titular de la familiabeneficiaria acude al MAP a recibir el apoyo monetario que le corresponde, paralo cual debe presentar la identificación de Progresa, así como alguna otraidentificación.

El apoyo económico para alimentación vigente para el semestre enero-junio de1999 fue de 115 pesos mensuales por familia, y para el periodo de julio adiciembre de 125 pesos. Este apoyo se determina tomando como base laacreditación del cumplimiento de asistencia a los servicios de salud quecorresponda a los integrantes de cada familia.

Las becas educativas que recibe una familia varían dependiendo del número demenores inscritos en la escuela, así como del grado escolar y el sexo de los

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menores. Sin embargo, el monto máximo que puede recibir una familia por esteconcepto es de 625 pesos mensuales1. Al estimar el primer apoyo mensualcorrespondiente a las becas por familia, se verifica que no rebase el montomáximo de becas. Si éste se rebasa, se ajustan proporcionalmente los montosde las becas que recibe la familia, para que la suma de las mismas no rebase elmonto máximo. El ajuste correspondiente implica reducir los montos de cadabeca en la proporción que representan de la suma total de los apoyos en becasdel hogar hasta que esta suma no rebase el monto máximo.

Si en alguna de las familias beneficiarias que rebasan el monto máximo porbecas, se suspende por todo el ciclo escolar el apoyo a un alumno por no asistirregularmente a la escuela de acuerdo con los criterios establecidos, el ajusterealizado al monto de los demás estudiantes de la familia se mantiene hasta elsiguiente ciclo escolar. En cuanto al apoyo monetario para útiles escolares, elmonto correspondiente al inicio del ciclo escolar 1999-2000 para cada uno delos alumnos de primaria fue de 110 pesos por niño entre tercero y sexto gradode primaria y por concepto de reposición de útiles es de 55 pesos por cada niño.Para los alumnos beneficiarios en secundaria, el apoyo para útiles escolares esde 205 para cada niño y se entrega una vez al año.

El límite de apoyos económicos que puede recibir una familia, al sumar losapoyos por becas educativas y para alimentación, no puede exceder la cantidadde 750 pesos al mes. En el cálculo de este monto máximo no se incluye elcorrespondiente al apoyo de útiles escolares.

El monto máximo de los apoyos monetarios del Programa se fijó con la finalidadde no inhibir el empeño de las familias por superar su condición de pobrezamediante esfuerzos personales de superación. En este sentido, los apoyosbuscan facilitar a las familias en pobreza extrema una base a partir de la cualpuedan desarrollar iniciativas para su autosuficiencia económica. Asimismo, sibien los apoyos se dirigen a mejorar las condiciones de la familia en suconjunto, las becas escolares se otorgan sólo a niños que asisten a grados detercero de primaria en adelante, evitando con ello fomentar las familiasextensas, al limitar los apoyos a ciertos grados escolares y determinando unmáximo de becas por hogar.

1 Todos los montos que se presentan corresponden al periodo julio-diciembre de 1999.

Programa de Educación, Salud y Alimentación: orientaciones y componentes

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Monto mensual de los apoyos monetarios(pesos)

Concepto 1997 1998(1er. Semestre)

1988(2do. Semestre)

1999 (1er. Semestre)

1999(2do. semestre)

Apoyo alimentario 90 95 100 115 125Becas primaria3 60 65 70 75 804 70 75 80 90 955 90 95 100 115 1256 120 130 135 150 165Becas secundariaPrimeroHombres 175 190 200 220 240Mujeres 185 200 210 235 250SegundoHombres 185 200 210 235 250Mujeres 205 220 235 260 280TerceroHombres 195 210 220 245 265Mujeres 225 240 255 285 305Monto máximo 550 585 625 695 750

Apoyos bimestrales por familia*

Julio-diciembre, 1999

Apoyo mínimo 250Apoyo promedio por familia 504

Apoyo promedio para familias con escolares 750

Apoyo máximo 1500(*) Apoyos monetarios en pesos

Actualización de los montos de los apoyos monetarios

Los apoyos monetarios se ajustan cada seis meses, en enero y julio de cada año,tomando en consideración el incremento acumulado a partir de julio de 1997hasta el mes inmediato anterior al de la actualización del Indice Nacional dePrecios de la Canasta Básica, que publica quincenalmente el Banco de Méxicoen el Diario Oficial. Este incremento se aplica a los montos que fueronasignados al arranque del Programa. El monto resultante, se redondea amúltiplos de 5 pesos, a la alta a partir de 2.51 pesos y a la baja de 2.50 pesos omenos.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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La revisión de los montos considerados en los apoyos aplica para el apoyoalimentario, las becas educativas, la ayuda para la adquisición de útilesescolares y el tope máximo por familia.

5. La corresponsabilidad como principio básico de Progresa

La entrega de los apoyos del Programa a las familias participantes se basa endos aspectos fundamentales para lograr la aceptación, enraizamiento social ypotenciación de los beneficios del Programa: la corresponsabilidad de losbeneficiarios y la participación de las comunidades.

Al incorporarse a Progresa, las familias se comprometen con las siguientescorresponsabilidades:

w Inscribir a los niños menores de 18 años en las escuelas de educaciónprimaria o secundaria y apoyarlos para que asistan en forma regular a clasesy mejoren su aprovechamiento.

w Registrarse en la unidad de salud que les corresponda y cumplir con las citasperiódicas que les indique el personal de salud para seguir las acciones delPaquete Básico de Servicios de Salud.

w Asistir a las pláticas mensuales de educación para la salud, convocadas porla unidad de salud.

w Destinar los apoyos monetarios para el mejoramiento del bienestar familiar,en especial la alimentación de los hijos y para su aprovechamiento escolar.

El incumplimiento de las familias en materia de los compromisos de asistenciaa los servicios de educación y salud lleva a la suspensión de los apoyos, deacuerdo con los criterios señalados en los Lineamientos Generales para laOperación de Progresa.

Para recibir los apoyos en el componente educativo, los padres deben inscribir asus hijos a la escuela y vigilar que asistan con regularidad. Se espera que estaacción, aunado a los apoyos escolares, garantice la asistencia a clases, yfavorezca el mejor aprovechamiento y rendimiento escolar de los estudiantesbeneficiarios. Para que los estudiantes de las familias participantes de Progresareciban la beca educativa, deben contar con al menos 85 por ciento de lasasistencias sobre el número de días que conforman el calendario escolar. Elincumplimiento de esta responsabilidad conduce a la pérdida del beneficio,primero en forma temporal y eventualmente en forma definitiva. Por ello,Progresa hace hincapié en la asistencia regular de los alumnos y en el adecuadofuncionamiento de los mecanismos de acreditación de la misma. El registronominal de asistencias y la justificación de las inasistencias, es verificado por las

Programa de Educación, Salud y Alimentación: orientaciones y componentes

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autoridades escolares con la cooperación de las asociaciones de padres defamilia y se analiza para la emisión de los apoyos.

El apoyo para reposición de útiles escolares a mitad del ciclo escolar sólo seentrega a los alumnos de primaria beneficiarios de Progresa que estén inscritosen la escuela y asista regularmente, conforme a la certificación acumuladahasta el bimestre de emisión del apoyo.

Para recibir las acciones del componente de salud, las titulares beneficiarias seregistran en la unidad de salud de primer nivel del sector público que atiende ala población de su localidad o bien con el equipo de campo o unidad itineranteque visita la localidad, la auxiliar o la promotora de salud. Al registrar a sufamilia en la unidad de salud, la titular beneficiaria recibe una Cartilla Familiar.Este es el instrumento para registrar la programación de las citas y pláticas alas que deben acudir los integrantes de la familia beneficiaria.

La entrega del apoyo alimentario mensual tiene como acción decorresponsabilidad por parte de las familias beneficiarias, la asistencia a losservicios de salud de todos los miembros de la familia, de acuerdo con laperiodicidad establecida, así como la asistencia a la plática mensual deeducación para la salud. Sólo una vez que se ha certificado la asistencia de losmiembros del hogar, de conformidad con los parámetros señalados, se emite elapoyo correspondiente.

Para recibir los suplementos alimenticios para los niños y las mujeresembarazadas y en lactancia, las familias beneficiarias acuden mensualmente alas unidades de salud. Toda la información relativa a la certificación de estascorresponsabilidades se integra al registro específico de cada familia en elPadrón Activo de Familias Beneficiarias.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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6. Consideraciones finales

La pobreza es un problema sumamente crítico y complejo; para superarla serequiere una atención desde varios ámbitos. Es claro que la sola adquisición dehabilidades y aptitudes no es suficiente para que las familias marginadassuperen su condición de pobreza. Es imprescindible generar tambiénoportunidades productivas y bien remuneradas, así como medios que alienten yfaciliten la integración de las familias pobres a los procesos sociales yeconómicos.

Progresa ayuda a las familias más pobres para que puedan superargradualmente su condición de marginación mediante la formación de capitalhumano. La parte medular de sus apoyos fomenta el desarrollo de lascapacidades y potencialidades de todos los miembros de las familias pobres, conénfasis en los niños y los jóvenes. Pero Progresa no es un programa aislado deotras acciones dentro de la política social. Se suma a otros programas dedesarrollo social orientados a mejorar el nivel de vida de las familias y de lascomunidades mediante proyectos productivos y de infraestructura social básica.

Ejemplo de lo anterior es que Progresa opera actualmente en 1,290 municipios,de los 1,418 que conforman las 91 regiones prioritarias en las que seconcentran los programas de desarrollo social. Ello significa que el Programaactúa en más del 90 por ciento de los municipios que conforman las regionesprioritarias, trabajando en forma coordinada con otros programas socialesproductivos.

Desde su inicio, Progresa se ha empeñado en establecer mecanismos quegaranticen transparencia en todos los aspectos relacionados con su actuación.Esto queda plasmado en sus Lineamientos Generales de Operación, que son delconocimiento público y que fueron publicados el 26 de febrero de 1999 en elDiario Oficial de la Federación. Estos Lineamientos sirven de base para laauditabilidad del Programa y en ellos se establecen varios aspectos que buscanasegurar la transparencia e imparcialidad de Progresa: tanto el método deselección de las localidades como los mecanismos de identificación de lasfamilias beneficiarias siguen criterios objetivos y procedimientos rigurosos;además, los apoyos monetarios se entregan directamente a las madres defamilia sin ninguna intermediación de personas que pudieran pretender pediralgo a cambio de los recursos entregados o distraerlos de sus destinatarios.

Sin transparencia en su operación, el Programa sería inviable, por lo menos enalgún municipio que dudara de sus procedimientos. Para su funcionamiento,

Programa de Educación, Salud y Alimentación: orientaciones y componentes

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Progresa requiere y se sustenta en el trabajo coordinado de los tres niveles delGobierno (Federal, Estatal y Municipal), sin distingo de filiaciones políticas.

Progresa opera en cerca de 50 mil localidades. En promedio, tres cuartas partesde las familias de esas localidades reciben los beneficios del Programa. Losrecursos de estos apoyos representan una derrama de aproximadamente 11 milpesos por mes en promedio, que alientan la dinámica económica de lacomunidad, no sólo de las familias que los reciben directamente.

De hecho, los apoyos de Progresa pueden impulsar a las economías locales ypropician el surgimiento de iniciativas productivas en las familias de lascomunidades en las que tiene presencia. Así, los apoyos que Progresa entregadirectamente a las familias beneficiarias representan, además, una "derrama" debeneficios para toda la comunidad. En este sentido, puede hablarse de un"multiplicador comunitario de los beneficios" de Progresa, en tanto unafracción importante de los apoyos monetarios del Programa se ejercen en elcontexto inmediato de las mismas comunidades.

Por otra parte, debe considerarse que se han reforzado los servicios deeducación y salud, lo que tiene beneficios para toda la población de lascomunidades, sean o no beneficiarios de Progresa.

Progresa continua ampliando su cobertura y con ello ha buscado responder alas solicitudes de verificación y revisión de algunos hogares para su posibleincorporación al Programa. De hecho, en todos los esfuerzos de ampliación dela cobertura de familias beneficiarias se incluye un componente dedensificación, que implica tanto la inclusión de nuevas localidades marginadasen regiones en las que ya opera Progresa, como la realización de entrevistas afamilias en comunidades que ya están incorporadas, con la finalidad deresponder a las solicitudes de nuevos hogares para recibir los apoyos delPrograma.

IIGeografía de la marginación ydesarrollo de Progresa

Introducción

a identificación de las familias beneficiarias del Programa de Educación,Salud y Alimentación (Progresa) consta de tres etapas: en primer lugarhay una focalización geográfica, a través de la cual se determinan las

localidades con mayor marginación y se verifica su acceso a servicios deeducación básica y salud; en segundo lugar, en todas las localidadesseleccionadas se recolecta, a modo de censo, información socioeconómica decada hogar, con la cual se identifica a las familias beneficiarias; finalmente, unavez hecha la identificación, la relación de las familias resultante se presenta alas comunidades en asamblea para que, en su caso, emitan opiniones para sudepuración o sugerencias de inclusiones.

En este documento se presenta la información que sirve de base para la primerade estas tres etapas y se describe el procedimiento específico que se ha seguidopara la identificación de las localidades en que entrará en operación Progresa.Las tareas de planeación para el desarrollo se han visto favorecidas en el pasadoreciente por contar con nuevas herramientas informáticas. Una de las que másse han utilizado es el índice de marginación a nivel municipal, que ha sido muyvalioso para la definición de prioridades y la asignación del gasto público.

Progresa, sin embargo, basa su planeación en un estimador de marginaciónelaborado para el ámbito de las localidades, esto es, calculado a un nivel másdesagregado desde el punto de vista de conjuntos espaciales/poblacionales.Este índice permite captar la gran diversidad de situaciones microrregionalesque prevalecen en el interior de los municipios y apreciar las diferenciasintramunicipales, que anteriormente no se había logrado.

*Documento preparado por Edith Cruz, Raúl Pérez y Sergio de la Vega

L

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Los criterios para la selección de localidades en las que opera el Programaconsisten, en primera instancia, en el nivel de marginación, dando prioridad a laselección y atención de localidades con la más elevada marginación, queindique una alta presencia de hogares en condición de pobreza extrema. Encasos específicos, se identifican zonas determinadas que se caracterizan por suscondiciones de alta marginación dentro de localidades con bajos niveles demarginación.

Conjuntamente con el análisis de marginación por localidad, se comparan datosgeográficos y estadísticos que permiten definir zonas en las que se concentranlocalidades con mayor marginación, tanto en términos de número delocalidades, como de densidad poblacional. El propósito de este proceso esidentificar agrupamientos geográficos de comunidades en los cuales se puedanalcanzar mayores beneficios con la puesta en marcha de Progresa para loshogares que experimentan pobreza extrema. Así, al establecer la distribuciónterritorial de las localidades marginadas, se pueden delimitar regiones cuyoscontornos no necesariamente coinciden con límites estatales o municipales.

Para estos procesos, se ha conformado un Sistema de InformaciónGeoreferenciada (SIG), en que se conjuntan sistemas cartográficosautomatizados con los de información estadística; su articulación permite lareferencia geográfica para los datos y provee la unión de la cartografía con lainformación socioeconómica.

1. Indice de marginación

La selección de las localidades según su grado de marginación se basa enelementos homogéneos a nivel nacional, siguiendo un procedimientoestandarizado, que se obtiene mediante la construcción de un Indice Básico deMarginación para cada una de las localidades en el territorio nacional para lasque se cuenta con información censal sociodemográfica. Este índice seconstruye mediante indicadores sociales sobre los que se aplica la técnica decomponentes principales para obtener una variable resumen que concentra lamayor variación de la información entre las localidades. Los valores del índiceadquieren su interpretación mediante el análisis comparativo entre laslocalidades.

La base de información para la identificación de las características demarginación de las localidades son los datos del XI Censo General de Poblacióny Vivienda 1990, el Conteo de Población y Vivienda 1995 y el Catálogo de

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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Integración Territorial 1995, realizados por el Instituto Nacional de Estadística,Geografía e Informática (INEGI).

El análisis se centra en las localidades con información completa de lapoblación y viviendas particulares. De acuerdo con los resultados del Conteo dePoblación de1995, en México hay aproximadamente 200 mil comunidades, perose excluyen de las estimaciones aquéllas de sólo una o dos viviendas, ya que porrazones de confidencialidad no se publica su información socioeconómica ydemográfica. Asimismo, no se consideran 113 localidades que sólo tienenviviendas colectivas, por lo que sólo se dispone de la información de lapoblación pero no de las viviendas.

Así, el número de localidades con más de dos viviendas particulares habitadas esde 104,029, más 1,720 comunidades de 15 municipios del estado de Chiapascuya información se estimó con datos del Censo de 1990; adicionalmente sesuman otras 189 para las que se utiliza información de 1990, dado que no estánreportadas en el catálogo del Conteo de Población de 1995. De esta manera,para la construcción del índice de marginación a nivel de las localidades seutilizaron los datos de 105,938 localidades con información completa depoblación y viviendas particulares.

Debido a que la enumeración intercensal solamente incluyó un reducidonúmero de variables con las que se puede construir el índice de marginación, setomaron algunos indicadores del Censo de Población de 1990, que se supone novariaron significativamente en el lustro en cuestión. Además, el surgimiento y ladesaparición de localidades entre 1990 y 1995 implicó el uso de modelosestadísticos para estimar indicadores, así como del SIG para identificarlocalidades y adscripción a algunos municipios (Conapo-Progresa, 1998).

Los indicadores utilizados para construir el índice de marginación son datosagregados de las características de las viviendas y población que habita en laslocalidades, y son los siguientes:

w porcentaje de población analfabeta de 15 años o másw porcentaje de viviendas sin aguaw porcentaje de viviendas sin drenajew porcentaje de viviendas sin electricidadw número promedio de ocupantes por cuartow porcentaje de viviendas con piso de tierraw porcentaje de población ocupada en el sector primario

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Los primeros cuatro indicadores se conforman con datos del Conteo dePoblación de 1995, mientras que los tres últimos se derivan del Censo dePoblación de 1990.

El índice de marginación para cada localidad se calcula mediante la siguienteexpresión:

∑ ==

n

1i ri,ki,

r

kXWI

En donde:

Ir

k es el índice de marginación obtenido a partir del componente k,

correspondiente a la localidad r (nueva variable que resume la información delos siete indicadores);

Xi, r es el indicador estandarizado i (uno de los siete señalados arriba) que seobservó en la localidad r; y

Wi, k es la ponderación del indicador estandarizado Xi obtenida a partir de lacomponente k.

El índice de marginación permite normar un criterio en el que se clasifica a laslocalidades en cinco categorías: muy alta, alta, media, baja y muy bajamarginación, obteniéndose así una variable categórica. Para la determinaciónde estos grados de marginación, se aplica el método de estratificación óptima,el cual permite agrupar a las localidades basándose en la función de densidadf(x) definida a partir del índice de marginación.

2. Distribución de la marginación por localidad

De acuerdo con su grado de marginación, la mayoría de las localidades en elpaís (78,097) se encuentran en los grupos de alta y muy alta marginación; esdecir, 7 de cada 10 centros de población presentan un perfil de severascarencias sociales, medidas de manera agregada a nivel de comunidad (cuadro1 y mapa 1). Sin embargo, es necesario considerar que se trata de localidadescon relativamente pocos hogares, y sólo se concentran en ellas 2 de cada 10unidades domésticas (gráfica 1). Por el contrario, en las categorías de baja ymuy baja marginación, que concentran únicamente 11.7 por ciento de lascomunidades, viven 74.2 por ciento de los hogares (mapa 2).

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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Cuadro 1México: Localidades y hogares por grado de marginación

Localidades HogaresGrado deMarginación Abs. % Abs. %

Muy bajo 5,406 5.1 10,848,605 65.9Bajo 6,959 6.6 1,370,994 8.3Medio 15,476 14.6 1,474,481 9.0Alto 23,898 22.6 1,310,567 8.0Muy alto 54,199 51.2 1,469,586 8.9Total 105,938 100.0 16,474,233 100.0Fuente: INEGI, Conteo de Población y Vivienda, 1995 (Conteo’95) y Progresa.

Gráfica 1México: Proporción de localidades marginadas

y población, respecto al total del país.

73.8

16.9

Localidades marginadas Población que reside enlocalidades marginadas

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

porcentaje

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Mapa 2México: Localidades no marginadas de 50 a 2,500 habitantes

Mapa 1México: Localidades marginadas de 50 a 2,500 habitantes

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Una característica de estos asentamientos de alta y muy alta marginación esque se trata principalmente de localidades menores de mil quinientoshabitantes, aunque la gran mayoría son localidades con menos de 100habitantes. En términos de hogares la mayor marginación se concentra enpoblados en donde habitan entre cien y mil quinientas personas. Por elcontrario, destaca que la mayor parte de los asentamientos mayores de 15 milhabitantes se ubican en los estratos de baja y muy baja marginación, y sóloexista una localidad en la categoría de alta marginación (cuadro 2).

Se evidencia que existe una alta concentración de hogares (51.5 por ciento) enpocas ciudades (mayores de 50 mil habitantes) que sólo representan 0.2 porciento del total de comunidades en el país; y una menor proporción de hogaresdistribuidos en una gran cantidad de comunidades, principalmente ruralesmarginadas.

Cuadro 2México: Distribución de las localidades por tamaño, según grado de marginación y hogares

Grado de marginaciónMuy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

TotalTamaño delocalidad Hogares

Abs. % Abs. % Abs. % Abs. % Abs. % Abs. %Hasta 99 378,719 35,025 64.6 10,793 45.2 5,835 37.7 2,476 35.6 1,985 36.7 56,114 53.0100 a 499 1,446,439 15,833 29.2 9,177 38.4 5,488 35.5 1,954 28.1 939 17.4 33,391 31.5500 a 1,499 1,731,395 2,938 5.4 3,229 13.5 2,997 19.4 1,465 21.1 855 15.8 11,484 10.81,500 a 2,499 736,514 279 0.5 421 1.8 610 3.9 450 6.5 367 6.8 2,127 2.02,500 a 4,999 905,386 110 0.2 227 0.9 371 2.4 337 4.8 406 7.5 1,451 1.45,000 a 9,999 844,022 14 0.0 46 0.2 134 0.9 162 2.3 309 5.7 665 0.610,000 a 14,999 495,413 4 0.0 31 0.2 51 0.7 138 2.6 224 0.215,000 a 49,999 1,458,556 1 0.0 10 0.1 60 0.9 242 4.5 313 0.350,000 a 99,999 789,184 3 0.0 58 1.1 61 0.1100,000 a 499,999 3,454,594 1 0.0 79 1.5 80 0.1500,000 a 999,999 2,502,772 21 0.4 21 0.01,000,000 o más 1,731,239 7 0.1 7 0.0Total 16,474,233 54,199 100.0 23,898 100.0 15,476 100.0 6,959 100.0 5,406 100.0 105,938 100.0Fuente: INEGI, Conteo de Población y Vivienda, 1995 y Progresa.

Aunque no existe una relación lineal entre el grado de marginación y el númerode habitantes de la localidad, puede señalarse que mientras que el tamaño de lalocalidad es mayor, existe una tendencia gradual a disminuir del índice demarginación (gráfica 2).

Uno de los factores que dificulta alcanzar la igualdad de oportunidades socialeses la concentración y dispersión que caracteriza a los asentamientos

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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poblacionales en México. Mientras que en los centros urbanos se concentra lapoblación, los servicios, la infraestructura y los recursos económicos, en ungran número de comunidades se encuentra una relativamente pequeñaproporción de los mexicanos en condiciones socioeconómicas que reflejanseveros rezagos.

Así, la política social debe enfrentar, entre otros serios retos que dificultan laatención de las demandas sociales (entre los que se subraya la complejidad ydiversidad de los rezagos sociales), que éstas se despliegan en un universo denecesidades de atención caracterizado por una gran dispersión en el territorio,y una relativamente baja densidad poblacional que obstaculizan la viabilidad delos proyectos de atención.

El aislamiento al que se hace referencia se evidencia en que, de acuerdo con losdatos disponibles, 43.1 por ciento de las 105 mil localidades del país nocuentan con acceso a una carretera pavimentada en un radio de 5 kilómetros omenos (cuadro 3). Este gran número de centros de población apartados secaracterizan por ser de tamaño reducido, de manera que la concentraciónpoblacional en este elevado volumen de comunidades es relativamente escasa, ysolamente 9.4 por ciento de la población del país habita en estas localidades.

Gráfica 2México: Localidades según número de habitantes e índice

de marginación por localidad

Pobla

ción

Fuente: Inegi, Conteo de Población y Vivienda, 1995 y Progresa.Nota: La escala de población se graduó hasta 10 mil habitantes sólo para ejemplificar.

Indice de marginaciónMuy bajo Muy alto

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

41

Estas dos condiciones establecen desafíos para las acciones de política socialque deben solucionar el acceso regular a satisfactores esenciales.

Cuadro 3México: Localidades y población sin acceso a carretera

pavimentada a 5 kms. o menos

Tamaño de localidad Localidades PoblaciónHasta 99 27,378 1,017,676100 a 499 14,215 3,274,308500 a 1,499 3,488 2,787,5151,500 a 2,499 407 763,2372,500 a 4,999 173 579,8405,000 y más 8 66,510Total 45,669 8,489,086Porcentajes respecto al país 43.1 9.4Fuente: Instituto Mexicano del Transporte (1994) y Progresa.

3. Determinación de las condiciones de acceso a los servicios de salud yeducación

Una segunda dimensión que se considera adicionalmente en la selección de laslocalidades para la puesta en operación de Progresa, es la relativa a lascondiciones de accesibilidad a servicios de educación básica y de salud,ponderando la aguda dispersión que caracteriza a muchas de las localidadesaltamente marginadas. En este sentido, la operación del Programa es más eficazal establecerse zonas de acción prioritaria en donde la población beneficiariatiene acceso a servicios de salud y educación básica, en cualquiera de lasmodalidades utilizadas por los sectores para la prestación de los mismos. Elacceso a los servicios es una condición necesaria en el proceso de selección delas localidades, sin el cual no es posible que entre en operación el Programa.

En este procedimiento se utiliza el SIG, al cual se ha integrado informacióndigital sobre los límites de las entidades federativas y municipios, localidades,vías de comunicación, escuelas primarias y secundarias, así como de lasunidades de salud del sector público, utilizando para ello la clave oficial delocalidad del INEGI. De esta forma, se dispone de información consistente enun despliegue de los recursos educativos y de salud en el territorio nacional.Esta tarea ha representado un gran esfuerzo de coordinación interinstitucionalpara contar con la homologación de identificadores de localidad, que enmuchos casos eran heterogéneos.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Para la selección de las localidades, determinando las condiciones de acceso alos servicios de salud y educación, todas ellas se clasifican de acuerdo con áreasde influencia de la red de carreteras, considerando que la distancia respecto alas carreteras genera una comunicación diferenciada entre localidades. Sedistingue entre carreteras “federales” y “estatales”, en tanto se atribuye a lasprimeras zonas de influencia mayores que a las estatales, asociadas al tamaño yel aforo de las vías de comunicación. A una localidad en la proximidad de unacarretera federal se le asigna un radio de influencia más amplio que el de unalocalidad que se encuentra cerca de una carretera estatal, y, a su vez, mayorque el de una localidad que se encuentra lejana de cualquiera de estos tipos decarretera.

A partir de los radios de influencia de las localidades según la proximidad a losdiferentes tipos de carreteras, se establecen a su vez áreas de influencia de losservicios educativos y/o de salud públicos. Así, para aquellas localidades que nodisponen de centro de educación y/o salud públicos dentro de ellas mismas, seestima la accesibilidad a estos servicios de acuerdo con su ubicación geográficadentro del radio de influencia de alguna localidad con dichos centros,utilizando los siguientes criterios:

• para las escuelas ubicadas en localidades vecinas de una carretera federal,cinco y diez kilómetros para primaria y secundaria, respectivamente

• para las escuelas ubicadas en localidades vecinas de una carretera estatal,tres y seis kilómetros para primaria y secundaria, respectivamente

• para las escuelas ubicadas en localidades rurales (sin vecindad de carreteraspavimentadas), dos y medio kilómetros y cinco para primaria y secundaria,respectivamente

• para los centros de salud ubicados en localidades cercanas a una carreterafederal, a una carretera estatal o en localidades rurales, quince, diez y cincokilómetros respectivamente.

Estas áreas de influencia han sido calculadas y ajustadas conforme se ha tenidodisponibilidad de información del uso de los servicios por parte de la poblaciónde las localidades más marginadas del país, de acuerdo con la distancia quereportan a los servicios de salud y educación más próximos a sus comunidades.Así, por ejemplo, se establece un radio de influencia más grande cuando seanaliza el acceso a las escuelas secundarias en comparación con las escuelasprimarias, en tanto la proporción de asistencia al nivel de secundaria empieza avariar sustancialmente a una distancia mayor que en el caso de las primarias(gráfica 3).

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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En el mapa 3 se ejemplifica la distribución de las áreas de influencia por centrode servicio educativo de primaria o de secundaria. En él se pueden observarcomunidades señaladas con un símbolo de bandera, que a su vez no cuentancon una zona de influencia a escuela primaria (marcada con líneas), ni deescuela secundaria (marcada con gris); estas son las comunidades que por notener acceso a los servicios no es posible incorporarlas al Programa. Cabeaclarar que el mapa no contiene la representación del tercer requisito,accesibilidad o influencia de una clínica o centro de salud, dado que ellocomplica la exposición gráfica, pero en el análisis geoestadístico se incluyen lostres criterios de accesibilidad.

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

Kilómetros a la escuela más cercana

0

20

40

60

80

100porcentaje

Gráfica 3Porcentaje de asistencia escolar a educación primaria y secundaria

(niños en edades de 6-11 y 12-16, respectivamente)As

isten

cia es

colar Primaria

Secundaria

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Este ejercicio de determinación de la accesibilidad por área de influencia, serealizó para todas las localidades del país con información sobre su marginacióny se establecieron ocho posibles condiciones de acceso a los servicios. Así, seobserva que aproximadamente 70 por ciento de las localidades tienen acceso alos tres servicios, y en ellas residen 95.6 por ciento de la población del país(cuadro 4). Sin embargo, también se debe subrayar que existe una altaproporción de localidades sin acceso a alguno de los tres servicios de acuerdocon los criterios señalados.

Cuadro 4Acceso a los servicios de salud y educación en las localidades del país

Servicio que recibeOpción Localidades

Primaria Secundaria ClínicaPoblación

1 73,562 69.4 x x x 86,612,961 95.62 5,524 5.2 x x 1,001,698 1.13 7,279 6.9 x x 1,167,749 1.34 2,560 2.4 x x 630,748 0.75 8,720 8.2 x 724,342 0.86 758 0.7 x 39,844 0.07 2,014 1.9 x 189,508 0.28 5,521 5.2 256,407 0.3

Total 105,938 100.0 90,623,257 100.0Fuente: Secretaría de Salud, Secretaría de Educación Pública, Conteo’95 y Progresa.

Mapa 3Áreas de influencia de centros de servicios de educación primaria y secundaria

(El ejemplo se aplica sobre la parte oriente del estado de Guanajuato)

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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Todas las localidades marginadas con servicios en sitio o con acceso a losmismos dentro de los rangos propuestos, son consideradas en primera instanciacomo de posible incorporación a Progresa. Mediante el análisis de laconfluencia y cercanía de este grupo de localidades, se delinean zonas de mayordensidad de marginación y se identifican y seleccionan aquellas localidades quese encuentran dentro de los conglomerados para ser incorporadas al Programaen sus distintas fases de ampliación gradual de cobertura.

El listado de localidades propuesto a partir del proceso descrito para cadaampliación del Programa, se analiza para definir el listado definitivo delocalidades para ser incorporadas en la fase específica. En este análisis se poneespecial énfasis en confirmar la accesibilidad de servicios de educación y saludpara las familias beneficiarias con la participación de las autoridades sectorialesestatales, considerando la regionalización operativa existente en cada entidadfederativa, lo que garantiza el acceso para la atención de las familias.

4. Cobertura de Progresa

El Programa inició sus actividades en agosto de 1997 y para el mes de octubrese habían incorporado 139,886 familias de 3,358 localidades en 187 municipiosde 8 estados del país. Antes de que finalizara el año, se realizó una ampliaciónde la cobertura, incorporándose 264,354 familias adicionales en 6,879localidades de más de 444 municipios en 12 estados (a los primeros 8 estadosse añadieron Guerrero, Michoacán y Oaxaca). Así, en este año se teníanincorporadas a más de 400 mil familias beneficiarias (cuadro 5 y mapa 4).

A lo largo de 1998 se continuó con la incorporación de nuevas localidades alPrograma. Para el mes de septiembre, Progresa atendía 1,505,706 hogaresbeneficiarios adicionales de 38,441 localidades en 1,681 municipios de todoslos estados de la república, salvo Aguascalientes y Distrito Federal (cuadro 5 ymapa 5). En términos agregados, al concluir 1998 el número de hogaresbeneficiarios ascendía a 1,909,946.

Para 1999, las fases de ampliación se concentraron en los meses de mayo aagosto, incorporándose casi 400 mil familias en más de siete mil localidades(cuadro 5 y mapa 6). De esta manera, al concluir el mes de septiembre de 1999,el Programa otorga sus apoyos a 2.3 millones de familias en 48,734 localidades,de 1,984 municipios de 31 estados de la república (cuadro 5 y mapa 7).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Cuadro 5Cobertura anual de Progresa

1997 1998 1999 TotalEntidad

Mpio. Localidad Hogaresbeneficiarios

Mpio. Localidad Hogaresbeneficiarios

Mpio. Localidad Hogaresbeneficiarios

Mpio. Localidad Hogaresbeneficiarios

Aguascalientes 11 79 861 11 79 861Baja California 3 40 1,378 3 56 539 4 100 1,917Baja California Sur 3 23 1,249 5 43 739 5 73 1,988Campeche 7 108 4,934 10 359 20,677 10 58 3,503 11 466 29,114Coahuila 13 247 11,955 24 396 8,040 8 21 987 28 461 20,982Colima 10 87 3,827 6 10 173 10 98 4,000Chiapas 108 3,575 184,497 93 1,078 63,627 110 4,706 248,124Chihuahua 19 893 15,605 32 89 1,913 40 1,072 17,518Durango 32 600 15,045 36 269 9,344 39 874 24,389Guanajuato 23 545 10,086 46 2,338 79,974 28 186 11,709 46 2,570 101,769Guerrero 37 1,005 66,731 76 2,506 106,242 50 294 12,795 76 3,350 185,768Hidalgo 49 1,425 49,944 76 2,172 49,858 56 227 6,254 76 2,569 106,056Jalisco 105 1,626 34,572 85 418 6,418 116 2,085 40,990México 64 1,931 142,640 37 120 10,212 65 2,123 152,852Michoacán 34 714 14,655 71 2,389 91,754 95 832 33,655 111 3,379 140,064Morelos 33 274 14,383 17 30 4,030 33 305 18,413Nayarit 20 603 34,296 17 124 3,720 20 739 38,016Nuevo León 1 12 465 24 571 14,408 15 108 1,266 24 695 16,139Oaxaca 88 1,047 52,510 232 2,063 86,112 207 339 40,023 394 3,206 178,645Puebla 91 1,587 72,921 191 2,596 91,624 141 526 42,420 207 3,277 206,965Querétaro 11 478 9,762 18 789 24,611 14 88 3,720 18 966 38,093Quintana Roo 6 262 14,276 6 39 4,799 6 301 19,075San Luis Potosí 33 1,430 42,900 58 2,296 51,768 51 388 11,277 58 2,992 105,945Sinaloa 18 1,580 60,145 18 255 8,574 18 1,871 68,719Sonora 21 515 24,457 22 97 2,705 33 612 27,162Tabasco 17 1,003 59,760 15 97 7,133 17 1,109 66,893Tamaulipas 35 997 33,458 30 143 3,818 35 1,142 37,276Tlaxcala 24 162 9,289 21 40 1,879 29 201 11,168Veracruz 79 1,634 67,377 183 3,994 127,162 89 797 59,573 189 4,970 254,112Yucatán 99 545 59,118 19 102 4,539 99 651 63,657Zacatecas 55 1,256 45,481 56 430 29,037 56 1,692 74,518Total 466 10,232 404,240 1,681 38,441 1,505,706 1,293 7,383 391,242 1,984 48,734 2,301,188

Las sumas horizontales para los municipios y localidades no concuerdan con el total por los procesos en que se incorporaron nuevas familias beneficiarias en localidades en que ya operabaProgresa.

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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Del total de comunidades que atiende Progresa, la mayoría (96.6 por ciento)son menores a 1,500 habitantes, pero concentrándose principalmente entre100 y 499 habitantes (cuadro 6). Según su grado de marginación, 86.8 porciento de estas comunidades son altamente marginadas y 12.5 por ciento seclasifican como de media marginación. De hecho, tres cuartas partes de lascomunidades en el Programa se caracterizan por ser altamente marginadas ymenores a 500 habitantes.

Cabe señalar que el grupo de media marginación al que se hace referencia secompone de las localidades que dentro del grado de marginación medio tienen

Mapa 5. Cobertura en 1998Mapa 4. Cobertura en 1997

Mapa 6. Cobertura en 1999 Mapa 7. Cobertura de 1997 a 1999

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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un índice de marginación muy similar al que integra el grupo de altamarginación. Esto es, en lugar de seguir la clasificación agrupada por grado demarginación, al utilizar el valor específico de la variable continua del índice demarginación, se pueden identificar para su incorporación al Programa a laslocalidades cuya marginación está próxima al punto de corte del grupo de altamarginación. Por otro lado, entre las localidades incorporadas a Progresa seencuentra un muy pequeño conjunto (que representa apenas un poco más demedio punto porcentual del total) que se clasifica como de baja y muy bajamarginación; en este caso, su inclusión en el Programa responde a que hanexperimentado situaciones que han deteriorado su condición de marginación.

Cuadro 6Distribución porcentual de las localidades por grado de marginación,

según tamaño de localidad(porcentajes)

Grado de marginaciónTotalTamaño de

localidad Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo% Abs.

Menos de 100 22.3 7.5 1.5 0.0 0.0 31.3 15,252100 a 499 27.3 16.1 6.1 0.2 0.0 49.8 24,269500 a 1,499 5.4 6.0 3.8 0.2 0.1 15.5 7,5451,500 a 2,499 0.5 0.8 0.7 0.0 0.0 2.1 1,0332,500 a 4,999 0.2 0.4 0.4 0.0 0.0 1.1 5465,000 a 9,999 0.0 0.1 0.0 0.0 0.0 0.1 7210,000 y más 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 17Total 55.8 31.0 12.5 0.5 0.2 100.0 48,734

En cuanto a la distribución de las familias beneficiarias de Progresa, la granmayoría se concentra en las localidades entre 100 y 1,499 habitantes, lo querefleja las complejas condiciones de dispersión en las que se realiza la operacióndel Programa (cuadro 7). Asimismo, a esta dispersión se suma un marcadoaislamiento, como se refleja en la alta proporción de localidades cuya poblaciónrecibe los apoyos del Programa y que no se encuentran próximas a algunacarretera (cuadro 8).

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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Cuadro 7Distribución porcentual de familias beneficiarias de Progresa por tamaño de localidad

(porcentajes)

Grado de marginaciónTotalTamaño de

localidad Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo% Abs.

Menos de 100 4.8 1.5 0.3 0.0 0.0 6.6 151,767100 a 499 19.8 11.9 4.4 0.1 0.0 36.3 834,724500 a 1,499 12.9 14.2 8.0 0.4 0.1 35.6 819,1731,500 a 2,499 2.9 4.1 3.1 0.2 0.1 10.4 239,3052,500 a 4,999 2.0 3.7 3.0 0.1 0.1 8.9 205,4435,000 a 9,999 0.3 1.1 0.2 0.1 0.1 1.8 40,65310,000 o más 0.0 0.1 0.0 0.1 0.2 0.4 10,123Total 42.7 36.5 19.1 1.1 0.6 100.0 2,301,188

Cuadro 8Localidades y población en Progresa sin acceso a carretera

pavimentada a 5 km o menos

Tamaño de localidad Localidades FamiliasHasta 99 8,436 72,650100 a 499 11,340 384,411500 a 1,499 2,943 319,4541,500 a 2,499 307 73,3472,500 a 4,999 118 47,9455,000 y más 3 579Total 23,147 898,386Porcentajes respecto al total de localidades yfamilias beneficiarias

44.7 39.0

Fuente: Instituto Mexicano del Transporte (1994) y Progresa.

Estas características dan lugar a que solamente una de cada tres localidadescuente con comunicación telefónica en sitio, (gráfica 4). Por su parte, laslocalidades que tienen oficina de correos son también muy pocas (4.2 porciento)1

1 Esta información corresponde a la Encuesta de Localidad, que fue diseñada para recabar información de las

características de las localidades en las que se realiza la recolección de datos para la identificación de las familiasbeneficiarias del Programa. Entre los aspectos de los que se obtienen datos de informantes comunitarios(autoridades, representantes, personal institucional) se incluyen: servicios públicos, educativos, de salud, abasto demercancías y actividades económicas, entre otras. En cuanto al acceso a los servicios, en la cédula no sólo se levantainformación sobre la disponibilidad en la localidad, sino la distancia, medio de transporte, y costo de los traslados alas distintas localidades a las que se puede acceder para los mismos.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Con respecto a los servicios educativos, se evidencia una elevada presencia deescuelas primarias en las comunidades (81.5 por ciento). Esto implica que unaalta proporción de los estudiantes no tienen que trasladarse a otros lugares porel servicio de educación primaria. En los cuestionarios de la localidadrecolectados se señala que en 92 por ciento de los casos los alumnos asisten aplanteles a no más de 5 kilómetros de distancia2 (cuadro 9).

Las escuelas secundarias se ubican en una de cada cinco comunidades enProgresa. De ellas, la mayoría son telesecundarias (gráfica 5), que se ubican en16.8 por ciento de las comunidades incorporadas. En lo que respecta a lostraslados, más de 60 por ciento de las localidades tienen a menos de 5kilómetros alguna telesecundaria, lo que en el caso de las secundarias generaleso técnicas ocurre en sólo una tercera parte de las localidades consideradas(cuadro 9).

2 Los datos del cuadro reflejan que aunque la población tiene el centro escolar en su lugar de residencia, parte de la

población de la comunidad opta por acudir a otras localidades aún teniendo el servicio en la suya.

69.0%

31.0%

Gráfica 4 Servicio telefónico

Sin servicio telefónico

Con acceso a teléfono público o privado

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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Por su parte, en cuanto al acceso a los servicios de salud, destaca quesolamente para 30 por ciento de las comunidades se indicó que la poblacióndebía trasladarse cinco o menos kilómetros para visitar la unidad o centro desalud. Aunque en aproximadamente otro 29 por ciento de las localidades seseñaló que debían desplazarse más de 16 kilómetros, al declararse el tiempo detraslado correspondiente para este grupo de comunidades resultó deaproximadamente una hora; esto indica que, si bien se trata de traslados que enparte se realizan sobre caminos revestidos, en los procesos de verificación de lascondiciones de accesibilidad llevada a cabo con los grupos locales sectoriales,se determinó que las condiciones de acceso eran adecuadas en términos detiempo y condiciones de transporte para los traslados (cuadro 9).

80.0%

3.0%

17.0%

Gráfica 5Educación secundaria

Telesecundaria

Secundaria

Sin educación secundaria

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Cuadro 9Distancia de traslado a los servicios educativos y de salud de

localidades incorporadas a Progresa

Porcentaje de localidades que declaran acudir por servicios de…Distanciasen rangos

(Kms) Primaria Telesecundaria Secundaria Salud

0-1 72.0 24.4 4.3 1.01-2 7.8 9.1 5.6 5.62-3 6.3 12.2 7.9 7.93-4 4.1 11.4 8.8 8.44-5 2.0 7.9 7.5 6.75-6 1.7 7.0 7.6 7.06-9 2.4 11.9 16.8 15.69-11 1.0 4.1 7.8 7.611-16 1.0 4.9 10.9 11.6

16 y más 1.9 7.2 23.0 28.5Total 100.0 100.0 100.0 100.0

Un aspecto adicional que es relevante con relación a las condiciones de accesoprevalecientes en las localidades analizadas, en el contexto de Progresa, es elrelativo al abasto, en tanto las familias reciben apoyos monetarios para adquirirbienes básicos. En 71 por ciento de las comunidades incorporadas al Programa,en las que viven 88 por ciento de las familias beneficiarias se dispone en sitio deal menos una fuente de abasto de productos básicos (cuadro 10). Para 29 porciento de las localidades en Progresa se reporta, sin embargo, que no se tieneen sitio una fuente de abastecimiento de tales artículos, por lo que las familiasresidentes tienen que trasladarse a otros lugares para conseguirlos. Estas áreassin abasto en su propia comunidad son poblaciones pequeñas, con un promediode 127 habitantes por localidad, y representan 12 por ciento de los hogaresbeneficiarios de Progresa. Cabe señalar que la proporción de localidades sinabasto en sitio tiende a disminuir conforme se incrementa el número dehabitantes. En este sentido, 98 por ciento de las comunidades que declararonno tener abasto en su propia comunidad son menores de 500 habitantes.

En las localidades incorporadas al Programa, en general no existe gran variedadde fuentes de abastecimiento de productos básicos; éstas se concentranprincipalmente en el comercio casero (presente en 36.6 por ciento de estascomunidades), tiendas de abarrotes (en 36.2 por ciento de los asentamientos),tiendas Diconsa3 (en 26.8 por ciento) y los vendedores ambulantes (en 17.9 por

3 Diconsa, creada en 1972, es una red de tiendas del sistema social de abasto del país. Tiene como propósitos asegurar

el abasto oportuno y suficiente de productos básicos, así como regular su mercado mediante la oferta de preciosaccesibles que beneficien en igualdad de condiciones a la población rural y urbana marginada.

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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ciento de las localidades) (cuadro 10). De estas opciones, dos de ellas puedenconsiderarse como establecimientos de carácter permanente –Diconsa y lastiendas de abarrotes-, en tanto que puede esperarse que los otros dos tipos defuente de abasto se caractericen por su poca variedad de productos.

Tres de estas cuatro modalidades brindan sus servicios más de seis días a lasemana en promedio, y en las localidades en que operan se concentraaproximadamente 50 por ciento de la población en las localidades incorporadasal Programa (cuadro 10). De hecho, para el conjunto de las comunidades, uno uotra de estas cuatro modalidades de abasto están presentes en 68 por ciento delas localidades, en las que residen 87 por ciento de los hogares beneficiarios.

En las localidades de menor tamaño (entre 100 y 499 habitantes) destacan enimportancia estas cuatro modalidades de abasto, en tanto que en laslocalidades con mayor número de habitantes se tiene una mayor presencia delos tianguis, las farmacias y los mercados públicos y regionales.

Cuadro 10Modalidades de abasto y población

Modalidad de abastoPorcentaje delocalidades

Porcentaje de hogaresbeneficiarios respecto

al total

Promediode días que abre

a la semana

1. Comercio casero 36.6 48.7 6.72. Tienda de abarrotes 36.2 55.7 6.83. Tienda DICONSA 26.8 48.5 6.44. Vendedor ambulante 17.9 25.7 3.75. Mercado sobre ruedas 3.4 5.1 3.26. Farmacia 2.0 9.0 6.57. Tianguis 1.5 5.1 2.28. Mercado ambulante 2.0 4.3 3.29. Mercados públicos 0.8 3.5 5.610. Almacén o bodega de abastos 0.6 1.1 5.911. Mercado regional 0.2 0.6 3.5Total de localidades y beneficiarios conalgún tipo de abasto en sitio

70.9 88.2 -

Como se desprende de la información presentada, para algunas de laslocalidades en el Programa existe una necesidad de trasladarse para poderhacer uso de servicios en otras comunidades. El cuadro 11 resume lainformación de los medios que se reporta son utilizados para los traslados a losdistintos servicios. Debe subrayarse que para todos los servicios, las mayoresproporciones de traslados son a pie, principalmente en los servicios educativos

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de primaria y telesecundaria.La distancia promedio a los servicios de salud y a las secundarias generales ytécnicas son mayores que las relativas a las primarias, por lo que enproporciones similares los desplazamientos se realizan a pie, autobús, ovehículo de motor. Cabe señalar, sin embargo, que en el caso de los servicios desalud se asiste menos frecuentemente que a las escuelas.

Cuadro 11Medios de transporte utilizados para trasladarse por servicios de las

localidades incorporadas a Progresa(Porcentajes)

Tipo de servicioMedio de transporte

Primaria Telesecundaria Secundaria SaludAutobús interurbano 10.9 14.4 22.1 23.2A pie 57.1 46.1 29.4 27.9Vehículo de tracción animal 8.7 10.8 7.4 8.1Vehículo de motor 11.7 15.2 23.4 24.3Ferrocarril 0.1 0.1 0.1 0.1Avioneta 0.1 0.0 0.1 0.1Panga o lancha 0.3 0.4 0.4 0.5Taxi 2.5 2.6 4.7 4.3Colectivo 4.8 5.6 8.6 8.0Otro 3.8 4.8 4.0 3.4Total (traslados) 100.0 100.0 100.0 100.0Distancia promedio de traslado(rango en kms)

0-1 3-4 6-9 6-9

Geografía de la marginación y desarrollo de Progresa

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5. Conclusiones

Se ha señalado que Progresa emplea una serie de mecanismos rigurosos defocalización para concentrar los recursos y esfuerzos y buscar alcanzar mayorequidad y eficiencia en el uso de dichos recursos. Este proceso parte de unprimer análisis que utiliza metodología sustentada en información estadística ygeográfica. Aún con la estricta aplicación de los procedimientos descritos, laidentificación de posibles localidades para ser incorporadas al Programa no estálibre de imprecisiones, por lo que se insiste en una permanente y continuaevaluación del método de focalización geográfico, en una consulta para validar yverificar el acceso a los servicios de educación y salud que son indispensablespara la adecuada operación de Progresa. En la determinación de dicho accesose considera tanto la presencia en sitio de los servicios como la posibilidad deacudir a ellos en localidades vecinas.

El Programa dirige sus acciones a las comunidades rurales con mayormarginación, las que se caracterizan por su aislamiento, al que contribuyesustancialmente el fenómeno de la dispersión geográfica. Si bien es cierto queen mayor grado padecen la ausencia en sitio de los servicios públicos,comunicación, transporte y abasto, las condiciones de acceso mínimo a losservicios de educación y salud ha permitido su incorporación a Progresa.

No obstante, todavía una gran cantidad de localidades no cuentan con el accesoa dichos servicios y, por tanto, no han podido ser incluidas en la planeación delas etapas de ampliación del Programa. Aunque la cobertura de Progresa hamantenido un acelerado crecimiento, y actualmente otorga beneficios a más de80 por ciento de los hogares rurales en condición de pobreza extrema, existentodavía en el país hogares en localidades marginadas que no reciben losbeneficios del Programa, dado que las acciones de éste dependen de los límitesen la accesibilidad a los servicios para que se puedan concretar sus apoyos enmateria de educación y salud. En términos absolutos, se está haciendoreferencia a 18,220 localidades altamente marginadas, en las que se estima seencuentran 127,048 hogares pobres extremos.

Progresa representa, a pesar de esta limitación, un esfuerzo por ofrecer apoyosa las familias que habitan en las localidades con mayores carencias del país. Eneste sentido, intenta dar una respuesta a la necesidad de acciones de políticasocial que operen en un complejo contexto caracterizado por una grandispersión y aislamiento. Ejemplo de ello es que las casi 50 mil localidades queatiende el Programa tienen, en promedio, 60 hogares, de los cualesaproximadamente 50 son beneficiarios.

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Los criterios para la focalización geográfica que se siguen en el Programautilizan la información con el nivel de análisis más desagregado disponible, loque permite avanzar hacia la definición de acciones en un marco que permitacaptar la diversidad de situaciones microrregionales, que no siempre se puedenconsiderar al tomar en cuenta datos a nivel estatal o municipal.

Bibliografía

Consejo Nacional de Población (CONAPO) y Programa de Educación, Salud yAlimentación (Progresa) (1998). Índices de marginación, 1995. México.

Introducción

a necesidad de proveer con recursos a los miembros más vulnerables dela sociedad es una tarea formidable dentro de los retos de la políticasocial. En la búsqueda por acercar los recursos a quienes más los

necesitan, la focalización hace referencia a una metodología de planeación quepermita llevar estos recursos con equidad y eficiencia.

La política social siempre establece prioridades, dando preferencia a algunosproblemas o a ciertos grupos de población, conviertiéndolos en grupos focales opoblaciones desiguales como objetivo de la política social. En este sentido,focalizar significa orientar o dirigir. Aunque no siempre se reconozca,comúnmente se realiza, en algún grado, cierta focalización (de Walle, 1995).

La focalización es un instrumento para el objetivo de alcanzar a la población encondición de pobreza con los beneficios de alguna acción determinada.Paralelamente, se favorece la credibilidad y transparencia de las acciones depolítica social al cumplir con el principio de apoyar a quienes más lo requieren,en contraste con orientaciones clientelistas (Cepal, 1995).

También resulta de especial importancia este instrumento dentro de unaperspectiva que toma en consideración la gravedad o la severidad de losproblemas sociales. Este criterio es básico ante el hecho de que los recursospara las demandas sociales siempre son escasos1.

* Documento preparado por Mónica Orozco, José Gómez de León y Daniel Hernández

1 Esta escasez depende muchas veces del uso alternativo de los recursos, debido a que no existen recursos suficientespara todos los usos posibles.

L

ΙII La identificación de los hogaresbeneficiarios de Progresa

Programa de Educación, Salud y Alimentación

58

En términos generales existen dos tipos de focalización. Una primeraaproximación supone que la inversión en ciertas categorías del gasto públicobeneficia más a los pobres comparado con los beneficios que tendrían si losrecursos se destinaran a otras categorías2. El segundo enfoque consiste endirigir deliberadamente los recursos a los individuos más pobres. Dentro de estesegundo tipo de aproximación, la orientación de los beneficios se hacemediante un criterio o indicador que permite evaluar la condición de pobrezaque prevalece entre la población. Para ello, existen alternativas a distintosniveles. Por una parte, puede considerarse la focalización geográfica, en la cualse busca identificar regiones con alta concentración de población encondiciones de pobreza, bajo la premisa de que dirigir los recursos adeterminadas zonas beneficiará a un mayor número de personas. Por otraparte, el indicador puede referirse al nivel de los individuos o sus hogares,buscando identificar aquéllos que viven en condiciones de pobreza.

El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), utiliza un procesode focalización en dos niveles. En una primera etapa se hace una seleccióngeográfica en la que se identifican localidades altamente marginadas, utilizandocomo criterio de selección el índice de marginación de las localidades.

Dicho indicador se construye a partir de siete indicadores de carencias a nivelde localidad y permite determinar el grado de marginación de las localidades.La caracterización obtenida de esta forma da la pauta para dirigir hacia laslocalidades con mayor marginación los esfuerzos del Programa, bajo la premisade que en estas localidades se concentra la mayor proporción de hogares encondición de pobreza.

En la segunda etapa del proceso de focalización, que se desarrolla a lo largo deeste documento, el interés se centra en evaluar la condición de pobreza de loshogares que conforman las localidades seleccionadas en la primera etapa. Eneste caso, el criterio de focalización se aplica hacia el interior de laslocalidades, y se construye a partir de indicadores medidos a nivel de loshogares que permiten evaluar las características que se asocian a la condiciónde pobreza extrema.

El procedimiento de focalización de Progresa dentro de las localidades se basaen una evaluación de la condición de pobreza a partir de la informacióndisponible acerca de los hogares. La metodología que se presenta permiteestablecer los criterios que relacionan la información de los hogares con lacondición de pobreza, siguiendo un eje que permite poner en correspondencia

2 van de Walle denomina este tipo de enfoque "focalización amplia" (1998).

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

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una métrica del ingreso de las familias y una métrica de las característicassocioeconómicas de sus miembros, las características de sus viviendas y losbienes que poseen, entre otros factores, a fin de incorporar aspectos de todasestas esferas en la determinación de la condición de pobreza (Sen, 1995).La propia conceptualización de la pobreza y su medición son sumamentecomplejas. En su definición existen consideraciones múltiples acerca deconceptos relacionados con esta condición, y dichos conceptos varían de unenfoque a otro. La respuesta sobre quiénes son los pobres depende de laconcepción de privación subyacente, así como de los indicadores que se elijanpara su representación (United Nations, 1998).

Aunque la pobreza y la desigualdad no son conceptos asimilables, definir ymedir la pobreza presupone un marco de referencia que precise ciertos criteriosde desigualdad. Un enfoque predominantemente utilizado ha sido el enfoquebienestarista, que permite convertir ciertas medidas de desigualdad enfunciones de bienestar, y viceversa (Atkinson, 1970). En la forma más sencillade esta relación, la función de bienestar social se concibe como el resultado dela maximización de la suma de utilidades individuales de todas las personas enconjunto, y, para satisfacer ciertas propiedades, se asume que todas tienen lamisma función de utilidad (dependiente del ingreso, con utilidades marginalesdecrecientes), y que, sin consideración de los niveles de utilidad, todas lasutilidades marginales tienen el mismo peso dentro de la función objetivo amaximizar.

Uno de los problemas de este enfoque es que deja completamente de lado ladistribución interpersonal de las utilidades y el marco de la libertad de elecciónde las personas. Por el contrario, para caracterizar la desigualdad es necesarioconsiderar la heterogeneidad de las personas en los distintos aspectos en losque se les busca comparar, así como los distintos contextos sociales y naturalesen los que se insertan (Sen, 1992). Para describir la desigualdad se tienen queconsiderar simultáneamente la diversidad de espacios en los que la desigualdadpuede ser evaluada, así como la heterogeneidad de los individuos.

El enfoque utilitarista asume que cualquier nivel de bienestar alcanzado reflejala objetivización plena (como resultado de una maximización) de lasoportunidades para lograrlo. De ahí que varios enfoques se concentran sólo enobservar logros particulares como el consumo o el ingreso para caracterizar ladesigualdad. Sin embargo, este enfoque no reconoce que en tal conversión hayvarias mediaciones que deben tomarse en cuenta para representar ladesigualdad. En particular, se pueden distinguir dos esferas de mediaciones: losfuncionamientos y las capacidades, que tienen también una connotación de

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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potencialidades en el sentido de que predisponen el desarrollo de las personaspara lograr su bienestar (Sen, 1997).

Los funcionamientos van desde aspectos elementales, como el acceso a unaalimentación adecuada y suficiente, o a un apropiado cobijo y vestido, hastaaspectos más complejos, como vivir integrado a la sociedad y tener acceso a losbeneficios del desarrollo. El punto central es que los funcionamientos sonaspectos constitutivos del ser y de la condición de las personas, y, enconsecuencia, cualquier evaluación del bienestar y de la desigualdad debetomarlos en cuenta como aspectos fundamentales en los que las personasdifieren. Así, muchos de los contrastes que se aprecian en materializacionescomo el ingreso o el consumo, se desprenden en realidad de diferencias en losfuncionamientos, vistos como medios para alcanzar niveles suficientes de estasmaterializaciones.

Por su parte, las capacidades tienen que ver con las oportunidades reales de quedisponen las personas para llevar a cabo lo que efectivamente valoran, y puedenser definidas como un espacio de posibles realizaciones alternativas, puesproporcionan el marco dentro del que se expresa la libertad de elección de unapersona. Así, las capacidades reflejan el espacio de combinaciones defuncionamientos entre los que una persona tiene oportunidades reales de elegir(Sen,1992).

Bajo esta perspectiva, la pobreza es esencialmente el resultado de capacidadesindividuales y familiares mínimas inadecuadas, que se traducen en nivelesinaceptables de funcionamiento social, en contraste con las concepcioneshabituales que definen a la pobreza sólo como la carencia de ingreso o como lainadecuada satisfacción de ciertas necesidades básicas.

El enfoque comúnmente utilizado para definir la pobreza a partir del ingreso (odel consumo, cuando se hace referencia al ingreso permanente), consiste endeterminar cierto nivel mínimo de ingreso por debajo del cual las personas seconsideran pobres. Este nivel mínimo de ingreso se establece habitualmente apartir de la determinación de una línea de pobreza definida, comúnmente, porel costo de una canasta básica de consumo indispensable para satisfacer lasnecesidades primordiales de las personas. Distintas canastas pueden serobtenidas dependiendo de los tipos de productos o bienes considerados comoindispensables. Pero incluso una vez establecida una línea de pobreza a travésde dicha canasta, existen otras debilidades en la definición, si se considera quebajo el enfoque de las capacidades mínimas, la pobreza no es sólo asunto decarencias y de un bajo nivel de ingresos, sino de la imposibilidad de alcanzar

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

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dicho bienestar justamente por la falta de oportunidades para alcanzarfuncionamientos mínimamente aceptados.

Metodología para la identificación de los hogares en condición de pobreza

La estrategia de focalización de Progresa para identificar a la población encondiciones de pobreza extrema busca aproximarse al enfoque que pone derelieve las relaciones que vinculan, por un lado, a los ingresos y, por el otro, alas capacidades y sus correspondientes funcionamientos (Sen, 1992). Paraespecificar tal vinculación entre espacios de distinta naturaleza es necesariodeterminar un marco que permita compaginarlos. La herramientametodológica que se utiliza (el análisis discriminante) permite hacercomparaciones multivariadas, y al mismo tiempo proporciona un marcoprobabilístico que considera las variaciones interpersonales entre el ingreso ydistintas variables que se refieren a las esferas de los funcionamientos y lascapacidades.

El énfasis metodológico consiste en identificar los espacios que definen doscondiciones, la de ser pobre y la de no serlo, a partir de arreglosmultidimensionales que caracterizan a cada una de estas condiciones, mediantevalores típicos de las variables utilizadas. La primera aproximación para poderespecificar estos espacios es la información que se desprende del ingreso alcompararlo con una línea de pobreza, y a partir de ella se establece la base paracaracterizar los perfiles que distinguen a los pobres y a los no pobres, medianteun arreglo que incluye indicadores de diversas esferas. Éste arreglo serepresenta por un modelo estadístico que reconociendo que uno de los factoresque más predisponen para la pobreza son los ingresos, pero que tambiénsubraya que éstos son insuficientes como único factor explicativo responde a losseñalamientos de que: 1) la pobreza puede ser adecuadamente definida comoprivación de capacidades; 2) hay otras influencias más allá del ingreso queafectan la privación de capacidades; y 3) la relación instrumental entre escasosingresos y pocas capacidades es paramétricamente variable entre distintascomunidades, familias e individuos, según la edad de las personas, el genero olos roles sociales, o el tipo de localidad (Sen, 1997).

La información sobre las características socioeconómicas de los hogares,obtenida de las Encuestas de Características Socioeconómicas de los Hogares(ENCASEH),3 es la base para el proceso de identificación de los hogaresbeneficiarios de Progresa. La ENCASEH se aplica a manera de censo dentro delas localidades seleccionadas por sus altos niveles de marginación en la primera

3 Para mayor información de esta fuente de datos, véase el Anexo 1.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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fase de la focalización. Esta encuesta proporciona información sobre lascaracterísticas socioeconómicas y demográficas de cada uno de los miembrosdel hogar así como otras diversas características que se relacionan con suscondiciones de vida, el equipamiento de sus viviendas y los bienes que poseen.La unidad de análisis considerada para la focalización en esta etapa es el hogary no sus miembros de manera aislada, bajo la consideración de que la familia esla unidad fundamental para el desarrollo de los individuos.

El primer acercamiento consiste en la comparación del ingreso per cápita conel costo de una canasta básica alimentaria.4 La línea de pobreza que seestablece es el costo de dicha canasta básica, con la que se identifican aquelloshogares cuyos ingresos no son suficientes para la satisfacción de susnecesidades mínimas.

Sin embrago, utilizar sólo el ingreso per cápita para el proceso deidentificación, a pesar de que lleva implícito el concepto de cuántos recursos sedisponen para cada miembro del hogar, al considerar el ingreso total repartidoentre sus integrantes, no incluye otras influencias que inciden la privación delas capacidades de las personas.5

Una vez establecida la condición inicial de pobreza respecto al ingreso, elsegundo paso consiste en la aplicación de una técnica estadística multivariada,el análisis discriminante, que permite la evaluación de las condiciones de vidade los hogares y la caracterización de los grupos pobre y no pobre, que sirvepara la clasificación de los hogares. Este procedimiento incorpora, además delingreso, la información disponible sobre las características de los miembros delhogar, del hogar como una unidad, y de su vivienda, permitiendo un proceso deidentificación más completo y confiable, al evaluar simultáneamente múltiplesindicadores que reflejan las condiciones sociales y económicas de las familias.Estos comprenden, entre otros: la composición y tamaño de los hogares; edad,uso de lengua indígena, alfabetismo, escolaridad, participación laboral y tipo deocupación de los miembros del hogar; presencia de personas discapacitadas;equipamiento de las viviendas y posesión de bienes y enseres domésticos; accesoy uso de superficie agrícola, así como posesión de animales de trabajo y/o cría.

4 El costo corresponde al de la Canasta Normativa Alimentaria definida por la Coordinación General del PlanNacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (COPLAMAR), más un factor de expansión. Véase la NotaTécnica al final de este documento.5 Incluso en la esfera de los ingresos, se puede subestimar la pobreza en tanto algunas familias que, justamente por suprecaria condición socioeconómica, incorporan a las tareas generadoras de ingresos a un mayor número de miembrosdel hogar, a menudo niños y jóvenes, elevan su nivel de ingreso. Esto tiene importantes repercusiones en lasoportunidades de desarrollo de los miembros de la familia. El considerar solamente el ingreso de los hogares nopermite reconocer este tipo de situaciones, y por ello es necesaria una aproximación multidimensional a la pobreza.

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

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Análisis discriminante

Los procedimientos de discriminación y clasificación dentro del análisisestadístico, están relacionados con la separación de grupos de observaciones yla asignación de nuevas observaciones a grupos previamente definidos. Lafinalidad del análisis discriminante es encontrar una función matemática queclasifique a los hogares de cada grupo de acuerdo al perfil que los identifica.Conceptualmente existen dos tipos de análisis vinculados a las palabras clave:separación (cuando se trata de separar las observaciones en grupos) yclasificación (cuando lo que se desea es determinar la clase a la que pertenecennuevas observaciones, a través de su similitud con las observaciones de losgrupos previamente establecidos). Generalmente estos dos objetivos estánestrechamente relacionados. En principio, el análisis discriminante se refiere ala separación o asignación de observaciones en dos o más grupos; en el caso dela identificación de hogares beneficiarios de Progresa, el problema consiste enla clasificación en dos grupos: hogares pobres y hogares no pobres.

Si se tiene una población � de N individuos (hogares), que está compuesta pordos grupos o clases a los que se hace referencia como �1 y �2, (que representana los hogares pobres y a los hogares no pobres, respectivamente), la pertenenciaa cada grupo define el estado inicial de los individuos (clasificación inicial apartir del ingreso). De esta consideración se deriva el concepto de distribucióna priori, definida como la probabilidad inicial de pertenecer a cada grupo, y quese denota como p1 y p2 para las clases 1 y 2 respectivamente (p2=1-p1). Sinembargo, la información acerca del valor de p1 no siempre es conocida. Cuandoesto sucede, lo común es utilizar una distribución uniforme, es decir, un valorp1=0.5.

Se cuenta además con un número q de mediciones o variables asociadas a lascaracterísticas de cada uno de los individuos de la población, representadas porel vector de mediciones X1 = [ X1, X2, . . . , Xq ], de manera que para toda lapoblación existe una matriz de dimensión N * q, que contiene la información decada uno de los individuos y de cada una de las características. Si los grupos �1

y �2 son distintos, se espera que los valores de X difieran de un grupo a otro, yentonces cada una de las dos sub-poblaciones puede ser descrita por unafunción de densidad de probabilidades f1(x) y f2(x) que la caracteriza, es decir,que la distribución multivariada de las variables de X es distinta para cadagrupo.

Con base en la información disponible se define, dentro del espacio generadopor X, a partir de un criterio de decisión establecido, las regiónes R1 y R2 paracada clase correspondiente a cada una de las sub-poblaciones �1 y �2,

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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respectivamente. De esta forma, si una observación se coloca dentro de laregión 1, es decir, tiene mayor probabilidad de provenir de la función deprobabilidades f1(x), se clasifica en la clase 1. De igual manera se hace paraobservaciones en la clase 2, aunque siempre está presente la posibilidad decasos inciertos que tengan probabilidades iguales de pertenecer a una u otrasub-población o clase, en cuyo caso la clasificación se hace de manera aleatoria.Sin embargo, es deseable obtener una regla de decisión que minimice lasposibilidades de fallar en la clasificación. A este criterio de decisión se le llamaregla de clasificación.

La figura 1 ilustra las regiones de clasificación para el caso de dos variablesexplicativas X1 y X2, que se utilizan para separar dos grupos o clases. En esteejemplo las regiones están claramente definidas hacia el lado izquierdo yderecho de la curva, que en este caso es la regla de decisión, y que divide unaregión de la otra dentro del espacio generado por las observaciones de lasvariables explicativas x1 y x2. Los casos inciertos a clasificar son los puntos quese colocan sobre la curva que representa la regla de decisión, mientras que lasobservaciones que se sitúan sobre la región sombreada serán clasificadas comopertenecientes a �1.

Figura 1. Regiones de clasificación para dos sub-poblaciones.

La construcción de una regla de clasificación que permita definir las regionesR1 y R2, utiliza la definición de probabilidad condicional y el Teorema de Bayespara obtener la probabilidad de que cada individuo de la población pertenezca auna u otra clase, con el objetivo de minimizar, al mismo tiempo, la probabilidadde clasificar erróneamente a los individuos. La probabilidad de clasificar unaobservación en el grupo 2 cuando en realidad pertenece al grupo 1 es laprobabilidad condicional,

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

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∫=∈=2

)()|()1|2( 112R

dxxfRXPP π

donde la integral representa el volumen formado por la función de densidadf1(x) dentro de R2. De igual manera, la probabilidad de clasificar unaobservación en el grupo 1 cuando en realidad pertenece al grupo 2 está dadapor,

∫=∈=1

)()|()2|1( 221R

dxxfRXPP π

Usando el Teorema de Bayes, es posible obtener las probabilidades finales declasificación mediante el producto de las condicionales y las probabilidades apriori, denotadas como p1 y p2, para el grupo correspondiente. Lasprobabilidades finales de clasificación se conocen también con el nombre deprobabilidades a posteriori. Así, la probabilidad de que una observación seaclasificada correctamente en el grupo 2 es,

2)2|2()2( pPenntecorrectameP =

y la probabilidad de que esa observación sea clasificada incorrectamente dentrodel grupo 1 es,

1)2|1()1( pPenmenteincorrectaP =

Las observaciones se clasifican en el grupo para el cual la probabilidad aposteriori es mayor.

La figura 2 ilustra gráficamente el concepto de probabilidad condicional para elcaso univariado. Las integrales representan el área bajo la curva dentro de cadaregión, es decir, la probabilidad condicional.

Figura 2. Clasificación para dos regiones en un caso univariado.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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La mejor manera de definir las regiones R1 y R2 es utilizar un criterio queminimice el valor esperado de la proporción de observaciones clasificadasincorrectamente, que se denota como TPM y está dado por,

dxxfpdxxfpTMPRR∫∫ +=

12

)()( 2211

Así, la definición de las regiones que minimiza este valor esperado es,

211

2

2

11 1

)()(

: ppsip

p

xf

xfR ==≥

211

2

2

12 1

)(

)(: ppsi

p

p

xf

xfR ==<

Es decir, la regla clasifica en la región 1 cuando la probabilidad de que laobservación provenga de �1 es mayor o igual que la correspondienteprobabilidad para �2. De manera que la probabilidad a posteriori para unaobservación x0 y que cumple con estos criterios se define para cada clase como,

)()(

)()|(

022011

01101

xfpxfp

xfpxP

+=π

)()(

)(1)|(

022011

01102

xfpxfp

xfpxP

+−=π

Evidentemente, la probabilidad final de pertenencia a un grupo estádeterminada por la función de distribución conjunta de X, así como por laprobabilidad a priori.

Hasta este momento, se ha hablado del problema de clasificación de unapoblación en grupos de manera general, sin establecer ningún tipo dedistribución para las sub-poblaciones. Sin embargo, es posible obtener lasexpresiones exactas para f1(x) y f2(x) si se especifica una forma funcional. Enparticular, cuando la distribución poblacional de X se especifica como unanormal multivariada dentro de cada grupo, se obtiene la regla de clasificaciónpara el caso particular en el que la función para la clase i es,

[ ] 2,1,)()(exp)2(

1)|( 1

21 =−Σ−−= − iif i

Tiqi µµµµ

ΣΣXXX

π

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

67

y la regla de clasificación para cualquier observación x0 puede ser expresada enfunción de esta distribución como,

211

221

1212

11211 0ln)()()(: ppsi

p

pxR TT ==

≥+Σ−−Σ− −− µµµµµµµµµµµµ o

Cuando la distribución poblacional de los datos es normal multivariada y lasmatrices de varianzas-covarianzas de ambos grupos son iguales, la regla declasificación es óptima en el sentido de que minimiza el valor esperado de lasobservaciones clasificadas incorrectamente respecto a la categorización inicialutilizada. En la práctica no se dispone de las distribuciones poblacionales de losdatos, sino más bien son estas distribuciones las que se quiere aproximar, y paraello se utiliza la información disponible para calcular los estimadoresmuestrales de los parámetros poblacionales que especifican la distribución.Este procedimiento es más preciso a medida que los tamaños de muestra seincrementan.

Así, el análisis discriminante es robusto a desviaciones moderadas de lanormalidad multivariada cuando las muestras son suficientemente grandes. Unadiferencia moderada en kurtosis o en el sesgo no afecta el desempeño delanálisis discriminante lineal, especialmente cuando las distribuciones de los dosgrupos son similares en la forma (Ashikaga, 1981). Por otro lado, las pruebasrealizadas por Hand (1983) y Titterington (1981) después de analizar variosconjuntos de datos, concluyen que no hay grandes diferencias entre el análisisdiscriminante lineal y otros métodos alternativos no paramétricos desde unpunto de vista práctico.

Cuando se verifica la normalidad multivariada pero las matrices de varianzas-covarianzas de las dos sub-poblaciones son distintas, la regla de clasificación sehace más compleja, debido a que la definición de las regiones de clasificación,que se construyen a partir de la razón de las distribuciones de ambos grupos,resulta ser una forma cuadrática. En este caso, el valor esperado de lasobservaciones clasificadas incorrectamente se minimiza cuando x0 se clasificaen la región 1, cuando se cumple la condición.

0)()(21

01

2'2

11

'10

12

11

'0 ≥−−+−− −−−− kxxx ΣΣΣΣΣΣΣΣ µµµµ ,

con,

)(|)|/|ln(| 21

2211

1121

2121 µµΣΣµµµµΣΣµµΣΣΣΣ −− −+= TTk

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y en la región 2 cuando no cumple. Sin embargo, las reglas de clasificacióncuadráticas en más de dos dimensiones son inestables cuando no se cumple lanormalidad multivariada y su utilización debe ser evaluada con respecto a unaregla lineal para determinar en cuál de las dos reglas se observa mayorestabilidad.

Otra manera de abordar el problema de la clasificación es la utilizada por Fisher(1938), en que el análisis se basa en la creación de combinaciones lineales delas variables explicativas X, que permiten transformar las observacionesmultivariadas x, en observaciones univariadas y, de tal forma que lascombinaciones y provenientes de �1 sean lo más distinto posible de lascombinaciones obtenidas de las observaciones de �2 (máxima separación entregrupos). La aproximación de Fisher tampoco utiliza ningún supuestodistribucional, aunque supone que las matrices de varianzas-covarianzaspoblacionales de X son iguales en ambos grupos.

Para una combinación lineal específica de las variables de X, existen n1 valoresy11, y12,…, y1n1 de esa combinación correspondientes a las observaciones de �1 yn2 valores y21, y22,…, y2n2 que se asocian a las observaciones de �2. La separaciónmáxima entre los grupos se obtiene a partir de la diferencia entre los promediosde las combinaciones lineales en cada clase 1y y 2y , y se expresa en unidades dela desviación estándar,

yS

yyseparación

|| 21 −=

con Sy igual a la desviación estándar calculada a partir del estimador conjuntode la varianza poblacional. Se elige entonces la combinación lineal quemaximice esta separación. Una separación significativa entre ambos grupos nonecesariamente significa que se tiene una buena regla de clasificación, pero sinuna separación suficiente, difícilmente se logra una buena clasificación de lasobservaciones. A los promedios de las combinaciones lineales se les conocetambién con el nombre de centroides. Así, la combinación lineal elegida esaquella que maximiza la separación entre los centroides de los grupos y almismo tiempo minimiza las distancias entre los elementos asignados dentro decada grupo respecto a su centroide. A esta combinación se le llama funcióndiscriminante y se expresa como,

xSxxxay y1

_

2

_

1 ')( −∧∧

−==

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

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en donde 1−yS es la inversa de la matriz conjunta de varianzas-covarianzas. Como

medida de la dispersión de los datos con respecto a la media de cada grupo, seutiliza la varianza, que debe ser minimizada dentro de cada clase. Una vezobtenida la estimación de los parámetros de las combinaciones lineales, esposible clasificar a nuevos individuos. Esto se hace aplicándole a cada nuevoindividuo la función discriminante y a partir de ese resultado se decideasignarlo al grupo cuyo centroide se encuentra más cerca.

Se conocen diversos criterios para evaluar la regla de decisión del análisisdiscriminante. En términos de las probabilidades de clasificación se utiliza elcriterio de minimizar la probabilidad de clasificación errónea (TMP); en estecaso se compara la predicción del modelo con la clasificación inicial.

Al crear una regla de clasificación se debe estimar su precisión para clasificarobservaciones de futuras muestras. El utilizar la misma muestra para construiry validar la regla de clasificación lleva a estimadores segados optimistas de latasa de clasificados correctamente (Hand, 1983). Para evitar estos sesgos sedebe construir la regla de clasificación con un conjunto de datos y despuésutilizarla para clasificar un conjunto de datos independiente y poder estimar latasa de clasificación correcta. A esto se le conoce como validación cruzada yexisten dos formas de llevar a cabo este tipo de validación. El primero consisteen dividir la información en dos submuestras generadas de manera aleatoria,una de aprendizaje y otra de validación, donde la primera se utiliza paraconstruir la regla de clasificación y después esta regla se aplica a la submuestrade validación. La segunda forma de validación cruzada es el métododesarrollado y publicado por Lachenbrunch en 1967. Este método involucra unproceso de dos pasos. Primero, una observación se elimina y las funcioneslineales se determinan utilizando las restantes N-1 observaciones, y éstas seutilizan después para clasificar a la observación eliminada. Este proceso se llevaacabo N veces y la proporción de observaciones “eliminadas” que se clasificaroncorrectamente se utiliza como estimador de la tasa de clasificación correcta.Este segundo método se emplea, por lo general, para muestras de tamañopequeño en donde la restricción en el número de casos para dividir la muestraes muy limitada.

Por otro lado, la estimación de los coeficientes para la combinación lineal aelegir, brinda información adicional para la verificación del desempeño de laregla de clasificación. En especial, cuando la clasificación se hace utilizandopoblaciones con distribución distinta a la normal, es de interés comparar loscoeficientes estimados de la muestra de aprendizaje con los resultadosobtenidos a partir de utilizar la información completa. Si los resultados son

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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consistentes en magnitud y signo esperado, una regla de clasificación deficientepresenta variaciones sustanciales en ambos coeficientes estimados, inclusocambios de signo de un modelo a otro (Goldstein, 1978).

Cuando las variables que van a servir para hacer la clasificación de lasobservaciones son tanto continuas como categóricas (como ocurre en el casodel proceso empleado en Progresa), son necesarios algunos ajustes antes deproceder a la estimación de una regla de clasificación. Las variablesdicotómicas que señalan la presencia o ausencia de una característica, talescomo el sexo del jefe del hogar o la posesión de algún bien, se escalanóptimamente utilizando los valores 0 y 1 (Bryan, 1961). Para las variablescategóricas nominales, se requiere una medición cuantitativa que indique laposesión y el grado de posesión a cada categoría; para ello se utiliza el métodode Fisher-Lancaster,6 en donde se asignan valores de escala a las categorías decada una de las variables discretas por separado.

El procedimiento de Fisher-Lancaster, consiste en asociar valores a cadacategoría de la variable, con dos finalidades: maximizar el poder discriminatoriode la variable, y que la correlación canónica entre ella y la variable deagrupamiento inicial sea máxima. De esta forma, los valores iniciales asociadosa cada categoría de las variables explicativas, son los obtenidos a partir de lainformación misma, evitando así asignar valores a discreción que por su mismanaturaleza pueden crear falsas asociaciones de las variables. La forma deencontrar la escala consiste en obtener los valores característicos para unamatriz M cuyas entradas son

( ) 2/1..

..

1 .

=

−= ∑ ki

kiG

g g

kgig

ik nnN

nn

n

nnm

donde ign es la frecuencia de la categoría i dentro del grupo g. El valor de la

escala para la categoría i de la variable está dado por,

.i

ii

n

vw =

con vi igual a la i-ésima componente del vector característico generado por elvalor característico más grande de M. Este procedimiento se realiza porseparado para cada una de las variables nominales que se desea escalar, y de 6 Método desarrollado por Fisher en 1940 y Lancaster en 1957. Para una información más detallada véase Huberty(1994).

La identificación de los hogares beneficiarios de Progresa

71

esta forma se obtiene una representación de la escala que proviene de los datosmismos.

En el caso de Progresa, la regla de clasificación utilizada es el análisisdiscriminante lineal. Debido a que la información disponible proviene de uncenso de las localidades en donde opera el Programa, la distribución de lapoblación es conocida, por lo que se puede medir el desempeño del análisistanto en una muestra como en la población. Al dividir la población en muestraspara calcular la regla de clasificación, se encontró que los estimadores asíobtenidos son estables respecto a los estimados a partir de la población, y latasa de clasificación obtenida coincidente con la original es superior a 80 porciento. Es decir, que comparado con la clasificación inicial obtenida a partir dela aplicación de la línea de pobreza sobre el ingreso mensual per cápita, laclasificación del análisis discriminante coincide en aproximadamente 80 casosde cada 100 evaluados.

Esto, además de ser consistente con las tasas esperadas de clasificacióncorrecta, refleja las consideraciones expresadas en la primera parte de estetexto, a saber, que a pesar de que el ingreso es una variable muy importantepara la determinación de las condiciones de pobreza de los hogares, no es elúnico factor que interviene para evaluar las condiciones de vida de los mismos.En particular, la aplicación de una cierta línea de pobreza divide a los hogaresen pobres y no pobres con respecto a su ingreso. Sin embargo, debeconsiderarse que en un caso extremo de esta división los hogares que reportaningresos un peso por arriba de la línea de pobreza son clasificados como nopobres, cuando en realidad el resto de sus características indican condicionesde vida precarias. Precisamente el análisis discriminante permite recuperarestos casos, y es por ello que en el resultado final aparecen como"incorrectamente clasificados" con respecto a la clasificación inicial.

Por último, los coeficientes estimados del modelo, cuando se estandarizan, daninformación acerca de cuáles variables son las más importantes para laclasificación y permiten obtener una calificación o puntaje con el cual seordena y clasifica a cada hogar.

El análisis se lleva a cabo dentro de cada región geográfica definida para laoperación del Programa. Esto permite capturar las diferencias que existen deuna región del país a otra, sobre la base de una misma línea de pobreza paratodos, pero a la vez permitiendo que las características regionales de loshogares proporcionen información particular acerca de sus condiciones de vida.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Posterior a la clasificación hecha con las herramientas estadísticas, se lleva acabo una asamblea comunitaria en cada una de las localidades en donde elPrograma opera, con el fin de dar validación a los resultados del análisis con laayuda de los miembros de la comunidad. En este proceso se presenta a lacomunidad el listado de beneficiarios y se recogen las recomendacionespertinentes para realizar nuevos análisis que permitan una mayor seguridad deque quienes necesitan el apoyo del Programa lo reciban. Estos nuevos análisisse llevan a cabo bajo estrictas normas de revisión de cada caso.

Conclusiones

Dado que prácticamente en toda sociedad existe una apreciación de la que sepuede desprender a grandes rasgos quiénes son pobres y quiénes no lo son, yque esto conduce por lo general a criterios relativos y en muchas ocasionessubjetivos, es necesario establecer una conceptualización integral de lapobreza.

Progresa utiliza un indicador multidimensional que pretende reducir lasimperfecciones intrínsecas al uso de una medición que considera una soladimensión, como es el caso del ingreso o el gasto, cuyas variaciones a lo largodel tiempo presentan fluctuaciones de gran sensibilidad, relacionadas conacontecimientos que no necesariamente reflejan un cambio en el nivel de vidade las personas. Además, debe considerarse que la intensidad de estos cambiosno es siempre estrictamente de la magnitud observada en el cambio delindicador. Estas circunstancias resultan particularmente ciertas en laseconomías rurales, en donde la población está expuesta a variaciones queincluyen cambios climáticos y estacionalidad de las actividades económicas.

Hay varias características del análisis discriminante que son convenientes paraidentificar a las familias en condición de pobreza. En primer lugar, destaca suconexión con el hecho de que se evita una determinación unidimensional de lapobreza (habitualmente en función del ingreso) a favor de un criteriomultidimensional. Sin embargo, al mismo tiempo el ingreso sigue siendo parteconstitutiva del modelo en tanto que caracteriza, a priori, a las familias pobresy a las no pobres.

A lo anterior se añade la lógica misma del procedimiento, que parte de estimaruna probabilidad a priori por ingresos insuficientes, para estimar de ahí unaprobabilidad posterior, es decir, la probabilidad de ser pobre (o no pobre) apartir de la caracterización por un arreglo particular de capacidades. Esprecisamente a partir de las probabilidades posteriores que se establece la reglade clasificación del análisis discriminante. En esta regla tienen un papel las

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probabilidades a priori pj de membresía en un grupo, pero dada laincertidumbre que atribuimos al ingreso para predecir por sí solo la pobreza, seprefiere hacer p1 igual a p2, permitiendo que sea la información acerca de loshogares la que determine sus condiciones de pobreza.

Otro aspecto relevante es que la regla de clasificación del análisis discriminantees en gran medida endógena al procedimiento, es decir, depende de los datos.En otros procedimientos, esta regla es por lo general exógena, como lo es fijaruna línea de pobreza o un conjunto de necesidades básicas. Ello facilitacaracterizar distintas parametrizaciones entre los espacios de ingreso y decapacidades según distintos contextos. Así, el peso que puede tener en lafunción discriminante una característica particular, por ejemplo el nivel deescolaridad del jefe del hogar, no es el mismo en un contexto de altaescolaridad generalizada frente a otro de escasa escolaridad.

Por último, el análisis discriminante se presta a un aspecto práctico de sumaimportancia en la estimación de la pobreza. Por lo general, captaradecuadamente el ingreso o el consumo requiere de trabajos de camposumamente meticulosos y muchas veces con elevados costos. Es bastante mássencillo recabar información sobre aspectos como la escolaridad, lascondiciones de la vivienda, o la posesión de bienes y enseres domésticos (o bienotros funcionamientos, como sufrir alguna discapacidad física o algunaenfermedad).

Finalmente, es importante considerar que la focalización busca dirigir losbeneficios a quienes más los necesitan. En este sentido, es una herramienta quepretende favorecer una mayor equidad y eficiencia en las acciones de políticasocial, empleando criterios rigurosos y no discrecionales. Se ha discutidoampliamente en la literatura cuándo se debe y es posible focalizar. Obviamente,programas como el de inmunización requiere para tener éxito cubrir a "toda" lapoblación (si bien se focaliza en grupos de edad específicos). Pero lafocalización puede resultar conveniente cuando destina los recursos a un grupoadecuadamente delimitado e identificado propicia un mayor impacto en lasolución de los problemas (Cepal, 1995). Es indispensable subrayar quecualquier tipo de focalización que se adopte es imperfecto e implica costos: losrelacionados a la obtención de la información para realizar la focalización(administrativos),7 los que surgen como resultado en cambios en las actitudesde las personas beneficiarias, ya sea para ser elegibles o para mantener sus

7 van de Walle suma a estos los costos en que se incurre para llevar los beneficios al grupo identificado sin entregarloa otros (van de Walle, 1995) Véase también los argumentos de Stewart, 1998.

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beneficios (incentivos), y los costos que resulten de dirigir los beneficios de unprograma a cierto sector de la población en vez de a otro (políticos y sociales).En este orden de ideas, los esquemas de focalización deben estar diseñados demanera que no desestimulen los incentivos para el esfuerzo propio por salir dela condición de pobreza. Por ello, es importante señalar que el diseño deprogramas efectivos para superar la pobreza, requiere de la recolección dedatos apropiados que permitan entender esta condición y monitorear lacondición de los beneficiarios y el impacto que tiene el programa sobre lamisma.

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Nota técnica: Determinación de la línea de pobreza extrema

1. Selección de la Canasta Básica Alimentaria.

La línea de pobreza extrema se define con base al precio de una canasta básicaalimentaria, que satisfaga los requerimientos mínimos para evitar ladesnutrición, enfermedades y deficiencias antropométricas, aplicando al montoque resulte un margen adicional para cubrir otras necesidades básicas noalimentarias.

Para tal efecto, se seleccionó la Canasta Normativa Alimentaria (CNA),elaborada por la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas yGrupos Marginados (COPLAMAR)1, integrada por 34 productos alimentariosbásicos, que satisfacen un requerimiento mínimo diario de 2,082 calorías y 35.1gramos de proteínas por adulto.

COPLAMAR utilizó una canasta única para el medio rural y urbano, en la que seponderaron los rubros de gasto rural y urbano con la participación de cadagrupo en la población. Se partió del criterio de que los satisfactores mínimos,aunque austeros, deben ser de igual calidad para toda la población.

2. Actualización de la Canasta Normativa Alimentaria.

La Canasta Normativa Alimentaria seleccionada, tenía un costo anual de$41,863.43 a precios de marzo de 1982, para una familia promedio nacionalcompuesta por 4.9 miembros, de los cuales 2.77 serían adultos, 1.66 niños de 3a 14 años y 0.47 bebés.

La CNA fue actualizada a diciembre de 1996 con el Rubro de Alimentos,Bebidas y Tabaco del Indice Nacional de Precios al Consumidor (ABT_INPC). LaLínea de Pobreza Extrema (LPE) estimada fue de $7.04 per cápita diarios

3. Cálculo del Factor de Expansión.

No todo el gasto total de los hogares se efectúa en productos alimentarios.Existe un mínimo irreductible de gastos que se dirigen a la compra deproductos no alimentarios. Por lo tanto, es necesario incrementar el costo dela CNA con un factor de expansión para reflejar esta situación. De no hacerloasí, se subestimaría la línea de pobreza extrema.

1 Reportada en el libro Macroeconomía de las Necesidades Esenciales en México. Situación actual y perspectivas al

año 2000, 2a. edición, México, SigloVeintiuno editores, 1989 (c 1983), pag. 134-145. Esta canasta es la que más seajustaría a la estructura de las disponibilidades alimentarias del país y a los hábitos alimentarios de la poblaciónmexicana.

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Para tal efecto, se tomó en cuenta tanto el Gasto como el Ingreso Corrientecaptados por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 1994(ENIGH-94). El Gasto Corriente incluye el gasto corriente monetario, elautoconsumo y el pago en especie. Dado que la mayor parte del autoconsumo ylos pagos en especie están constituidos por alimentos, se estimó laparticipación del gasto en alimentos como la suma del gasto corrientemonetario en alimentos, el autoconsumo y los pagos en especie. Para laestimación del factor de expansión se excluyó del Gasto y del Ingreso CorrienteTotal la renta imputada de vivienda propia y recibida como prestación2.

La estimación del factor de expansión aplicable al costo de la CNA, debebasarse en evidencia empírica sobre la asignación del gasto en alimentos de lasfamilias más pobres del país. Por tal motivo, se ha seleccionado el primer decilde hogares rurales de la ENIGH-94, al que pertenecen 471,852 hogares.

El porcentaje promedio del gasto corriente monetario en alimentos,autoconsumo y pago en especie, respecto al gasto corriente para el primer decilde hogares de las zonas rurales, es 59.85 por ciento Esto significa que de cada100 pesos mensuales que gastan en total estas familias rurales, alrededor de 60pesos se gastan exclusivamente en alimentos. Esto llevaría a un factor deexpansión del 1.673 .

El mayor factor de expansión para el caso de México se debe, en parte, a unamejor medición del ingreso y del gasto de los hogares, que toma en cuenta lasimputaciones por concepto de autoconsumo y pagos en especie. Sin embargo,el factor explicativo más importante de la diferencia es, sin lugar a dudas, elhecho de que aún el primer decil rural en México afronta condiciones depobreza menos severas que las prevalecientes en otros países, como Etiopía oBangladesh, por ejemplo.

2 El concepto de ingreso corriente utilizado difiere del ingreso corriente total por la exclusión de la renta imputada de

la vivienda propia o recibida como prestación. El motivo de tal exclusión es que la renta imputada de vivienda norepresenta un ingreso fácilmente transferible a la adquisición de otros bienes (particularmente alimentos). En el casode la vivienda propia, ello se debe a los elevados costos de transacción concomitantes a alquilarla a un tercero yconseguir, en el mercado de alquiler de viviendas, otra de características más modestas a la cual mudarse, para deesta forma liberar ingresos con los cuales consumir otros bienes (si la familia vende su casa para comprar otra, existela complicación adicional de encontrar activos financieros atractivos en que depositar la diferencia de precios entreambas viviendas, para consumirla gradualmente a través del tiempo). Ambos conceptos (Ingreso Corriente e IngresoCorriente Total) excluyen el valor económico de los servicios de los bienes duraderos (vehículos y ajuar doméstico),así como el costo económico del tiempo dedicado por los miembros del hogar a los quehaceres domésticos.

3Santiago Levy, en su libro “La Pobreza en México”, propuso un factor de expansión de 1.25, argumentando que elmínimo irreductible de gastos que se invierten en productos no alimentarios es de alrededor del 20 por ciento delgasto total. Pero su estimación estuvo basada en experiencias internacionales distintas a las que han imperado enMéxico. Véase Michael Lipton (1988), “The Poor and the Poorest. Some Interim Findings”, World Bank DiscussionPapers núm. 25, y la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 1994.

Nota técnica

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Cabe destacar que la LPE así calculada se sitúa en un nivel tal que minimiza loserrores de exclusión de familias necesitadas dentro del Programa.

Sin embargo, la aplicación práctica de la LPE arriba definida requeriría lamedición del Ingreso Corriente Total, lo cual a su vez implicaría la valuación delautoconsumo y de las prestaciones en especie. Se definió una LPE monetaria(LPEM), contrastable con el ingreso corriente monetario. Para tal efecto, secalculó la proporción promedio que representa el gasto monetario dentro delingreso corriente de un hogar y se aplicó ésta a la LPE. Específicamente, para elcaso de México, la proporción del gasto monetario dentro del gasto corriente,para el primer. decil de hogares rurales, fue del 79.96 por ciento,4 con el cual seobtuvo el factor de expansión ajustado de 1.34.

4. Costo de la Canasta Normativa Alimentaria (CNA) de marzo de 1982,actualizada a diciembre de 1996 con el Indice de la Canasta Básica deConsumo, añadiéndole el factor de expansión 1.34

Al aplicar el factor 1.34 al costo de la CNA, actualizado a diciembre de 1996, seobtiene la cantidad de 1,400.76 pesos.

En el siguiente cuadro se ilustra lo anterior:

Factor de expansiónajustado

Costo Mensual de la CNA parauna familia de 4.9 miembros

Costo mensual percápita

Costo diario percápita

(LPEM)

1.34 $1,400.76 $285.87 $9.40

Comparando la LPEM con los ingresos monetarios, es posible identificar enprimera instancia a las familias cuyos ingresos no son suficientes para satisfacerel consumo respecto de la Canasta Básica, siendo éstas todas aquellas quetienen ingresos monetarios inferiores a la LPEM de 9.40 pesos per cápitadiarios.

4Existe otra manera alternativa para efectuar el ajuste del factor de expansión. A niveles bajos de ingreso, los hogares

reportan consistentemente ingresos corrientes inferiores a sus respectivos gastos corrientes, lo cual debe atribuirseprincipalmente a la subdeclaración de ingresos. En la ENIGH-94 se observa este fenómeno. Por lo tanto, se puedeajustar el factor de expansión por la brecha existente entre gastos e ingresos corrientes

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El cuadro siguiente resume los cálculos efectuados:

GASTO CORRIENTE TOTAL ALIMENTARIO TRIMESTRAL PARA EL PRIMER DECIL DE HOGARES ENEL MEDIO RURAL Y SU FACTOR DE EXPANSION, ENIGH-94, ( Cifras en miles de pesos)

1er. decil

Gasto Corriente Total

(Renta imputada de la vivienda)

Nuevo Gasto Corriente (A)

$584,963.

(92,261)

$492,702.

Gasto Corriente Monetario Alimentario

Autoconsumo

Pago en Especie

235,109

56,244

3,518

Subtotal (B) $294,871

Total (B) / (A) 59.85%

Factor de expansión (C) 1.67

Ajuste del Factor de Expansión

Gasto Corriente Monetario (E) $393,961

Porcentaje del GCM (E) / (A) 79.96%

Factor de Expansión Ajustado (F)* (E) / (A) 1.34

FUENTE: Cuadro 4, pag. 131-132, y Cuadro 12, pag. 51, ENIGH-94.

La línea de pobreza extrema debe ser actualizada sistemáticamente con elIndice de Precios de la Canasta Básica de Consumo.

IVEvaluación del sistema de selección defamilias beneficiarias en Progresa

1. Introducción

l objetivo de este apartado es evaluar el método de focalización utilizadopor Progresa para identificar a los hogares beneficiarios. La metodologíade selección de Progresa se realiza en tres etapas: (1) la identificación

de localidades; (2) la identificación de familias beneficiarias dentro de laslocalidades seleccionadas, y (3) la lista final de beneficiarios que es corroboradacon la asamblea comunitaria, donde se corrigen los casos en que las familiashayan sido incluidas o excluidas incorrectamente. En este trabajo, se analiza lasegunda etapa del proceso de focalización1. El principal objetivo es evaluar quétan exitoso es el mecanismo de focalización de Progresa en identificar a loshogares en condición de pobreza extrema y qué tanto contribuye este sistemade selección a disminuir la pobreza entre las familias.

El marco conceptual de esta evaluación está centrado en tres elementos clave :(i) un objetivo social, (ii) un conjunto de restricciones económicas, políticas ysociales bajo las cuales debe operar la política social, y (iii) la serie deinstrumentos disponibles para alcanzar estos objetivos. Aunque los objetivos deProgresa en el área de salud, educación y alimentación se encuentranvinculados entre sí y representen no sólo en el corto sino en el largo plazo, sólose evaluarán los beneficios del proceso de focalización en términos del posibleimpacto del Programa en abatir la pobreza.

*Resumen del documento preparado por E. Skoufias, B. Davis y J. Behrman, "An Evaluation ofthe Selection of Beneficiary Households in the Education, Health and Nutrition Program(Progresa) of Mexico", preparado como parte del Proyecto de Asesoría para la Evaluación deProgresa por el International Food Policy Research Institute. La traducción fue realizada porMaría del Carmen Huerta.

1 La primera etapa es evaluada en E. Skoufias, B. Davis, y J. Behrman, 1999. No se ha presentado ningunaevaluación sobre la tercera etapa de selección ya que el número de hogares cuya incorporación ha sido objetada enesta etapa del proceso de selección ha sido mínimo (0.1 por ciento del total de hogares seleccionados).

E

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Aun cuando el análisis se limite a evaluar los objetivos de Progresa en disminuirla pobreza, en el estudio se destaca que la eficiencia relativa del esquema detransferencias depende de si se está priorizando la reducción en el número dehogares pobres con respecto al total de la población (la tasa de pobreza) o ladisminución en la profundidad y severidad del grado de pobreza existente entrelos hogares pobres.

Las políticas de combate a la pobreza utilizan medidas que van desde latrasferencia uniforme de recursos, las cuales no utilizan ningún criterio deselección, hasta las medidas que incluyen diferentes criterios en la selección. Acada una de estas medidas se encuentran asociados diferentes costos ybeneficios. El principal beneficio que se deriva de la selección a nivel del hogares clasificar a los hogares en elegibles y no elegibles para recibir los beneficiosde Progresa, esta es una manera más efectiva de utilizar recursos limitados paraalcanzar el objetivo social de reducir la pobreza (Besley y Kanbur, 1993). Sinembargo, esta alternativa involucra una serie de costos, incluyendo costosadministrativos (focalización y entrega del servicio), costos de motivación, asícomo costos socio-políticos. Por ejemplo, el mecanismo utilizado paraidentificar a los pobres y poderles hacer entrega de los beneficios incurre encostos, cómo más adelante se discutirá, en el caso de Progresa el mecanismo defocalización incluye el levantamiento de una encuesta de los hogares en todaslas localidades seleccionadas como marginadas ( en donde hay mayoresprobabilides de concentración de hogares pobres ). Dichos costos implican unareducción del presupuesto fijo asignado a la superación de la pobreza.

Dentro de este marco, la evaluación sobre la focalización de Progresa consisteen poder dar una respuesta a la pregunta: ¿qué tan bueno es el desempeño delproceso de focalización de Progresa en términos de su objetivo, si se toman encuenta los costos y las restricciones (financieras y políticas) asociadas al logrode estos objetivos?

Esta pregunta se responde en dos etapas: primero, se evalúa la precisión de lafocalización en Progresa comparando la selección del Programa con un métodoalterno de selección de hogares basado en su consumo. En segundo lugar, y demayor importancia, es la evaluación del desempeño de la focalización deProgresa en términos de su impacto en reducir la pobreza con relación a otrosesquemas de selección y de transferencia, suponiendo un mismo presupuesto.La lista de posibles alternativas incluye transferencias uniformes, las cuales noutilizan sistema de focalización alguno, focalización basada en el consumo (ofocalización “perfecta”), y focalización geográfica (esto es, focalización a nivelde localidad en lugar de focalización a nivel del hogar). Cabe mencionar que los

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costos de focalización asociados con algunos de estos esquemas, reducen elpresupuesto disponible para el combate a la pobreza.

2. Conceptos y medidas

Antes de responder la pregunta sobre el buen desempeño de la focalización enProgresa, se necesitan introducir algunas fórmulas y conceptos que seránutilizados a lo largo de este reporte. Estos incluyen mediciones sobre lascondiciones de vida de los hogares, medidas de pobreza, medidas de precisiónen la focalización (esto es, errores de inclusión y exclusión en la selección) y elestablecimiento de una línea de pobreza.

2. 1 Bienestar del hogar

En la literatura existe una preferencia generalizada por las medidas sobrecondiciones de vida basadas en gasto y consumo con respecto a las medidasbasadas en ingreso. Esto se debe tanto a razones teóricas como prácticas(Deaton y Zaidi, 1999). La principal razón teórica de este argumento consisteen que de acuerdo a la teoría del consumo, es más probable que lasestimaciones basadas en el consumo corriente proporcionen estimadores másconfiables sobre el ingreso permanente del hogar (estándar de vida sostenible)que las estimaciones provenientes del ingreso corriente. Éste último puede sermucho más volátil y estar sujeto a impactos de corto plazo entre un período yotro, especialmente si la principal actividad del hogar es la agricultura oactividades por cuenta propia. En contraste, para del caso del consumo hayevidencia de que presenta mayor estabilidad, al menos hasta cierto punto,debido a la presencia del ahorro o de préstamos. Si este argumento es válido,entonces una estimación del ingreso corriente, aún cuando la medida sobre elmismo haya sido levantada en un momento preciso en el tiempo, no es unamedida particularmente buena sobre las condiciones de vida en general delhogar, ni tampoco sobre las condiciones a largo plazo. El consumo mide aquélloque las personas reciben, por lo que si se está interesado en medir lascondiciones de vida de los individuos, entonces ésta puede ser una mejormedida que el ingreso. Por estas razones, se utilizan indicadores de consumo(en lugar de ingreso) en el siguiente análisis como la medida sobre el bienestardel hogar.

2.2 Medidas de pobreza

Existen distintos criterios para definir la pobreza. El enfoque que considera las“necesidades básicas” enfatiza que existen “... necesidades humanas entérminos de salud, alimentos, educación, agua, hospedaje, transporte”

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(Streeten et al. (1981)). Dos argumentos han sustentado que el seguimientode la reducción de la pobreza sea a través de las necesidades básicas, en lugarde hacerlo a través del ingreso o consumo. Primeramente, los incrementos en elingreso real, especialmente en el área rural o en áreas donde está muy dispersala población, pueden ser insuficientes para tener mejor cuidado de la salud,educación, agua potable, sistema de drenaje, u otros bienes de carácter público.En segundo lugar, la capacidad de los hogares en transformar el ingreso enbienestar es muy variable.

Existen otros argumentos estrechamente vinculados con la motivación delenfoque de “necesidades básicas”, pero con una definición más fundamental depobreza y de su reducción, como el enfoque de “capacidades” de Sen (1985,1987). Las raíces de este enfoque se encuentran en el rechazo al modeloestándar de bienestar, en donde la única medida de bienestar es la utilidad delindividuo. Desde esta perspectiva, los bienes son importantes como undeterminante de las capacidades del individuo para funcionar más que como unmedio de utilidad. La fortaleza de este argumento radica en su énfasis en losbienes no como fines sino como medios para realizar actividades. Lo que losbienes hacen por el bienestar depende de una serie de factores, incluyendo lascircunstancias personales y del medio ambiente del individuo. Así, elconcentrarse en los bienes y las utilidades (pero no en las capacidades) puedellevar a un enfoque erróneo.

El enfocarse en las capacidades genera toda una nueva serie de problemas demedición. Rara vez se observan las capacidades de los individuos, más bien seobservan algunos logros. Sin embargo, la relación entre capacidades y logros noes única, sino que depende de las preferencias de los individuos paraalcanzarlos. El rol atribuido a las preferencias en el enfoque de necesidadesbásicas y capacidades no es del todo convincente: una cosa es rechazar laperspectiva de que sólo las utilidades importan y otra muy diferente esargumentar que la utilidad ni siquiera es parte del objetivo. El enfoque decapacidades no ha establecido por qué mayor consumo (especialmente entre lospobres) no debe continuar siendo un objetivo de la política social, aún cuandono afecte las capacidades. De igual forma, existe otro aspecto aún no resueltode cómo se deben agregar las necesidades básicas o las capacidades. Muchos delos índices construidos con base en estas dos perspectivas, como el Índice deDesarrollo Humano del PNUD, son arbitrarios en cuánto a los términosincluidos y a los pesos asignados a dichos términos. 2

2 Véase, por ejemplo, Kanbur (1990) y Anand (1991). Para una discusión más detallada de las diferentes propuestassobre como medir la pobreza, véase Lipton y Ravallion’s (1995).

Evaluación del sistema de selección de familias beneficiarias en Progresa

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Como economistas tendemos, a poner énfasis en las medidas de pobrezabasadas en consumo (o ingreso)3. El método de medición de pobreza Foster-Greer-Thorbecke (1984) o medidas FGT de pobreza es altamente valorado yaque cumple con todos los axiomas deseados en las medidas de pobreza basadasen consumo y contiene un parámetro α que puede establecerse, de acuerdo conla sensibilidad de la sociedad hacia la distribución del ingreso entre los pobres.Específicamente, las medidas de pobreza FGT se resumen en la siguientefórmula:

( )∑=

−=

q

i

i

z

czN

P1

1)(α

α ,

en donde N es el número total de hogares en la población, ci es el consumo (oingreso) per cápita del i-esimo hogar, z es la línea de pobreza, q es el número dehogares pobres, y α es el peso asignado a la severidad de la pobreza en el hogar(o la distancia desde la línea de pobreza). Cuando α = 0, la medida FGT seconvierte en la proporción de hogares de la población que se encuentra pordebajo de la línea de pobreza (tasa de pobreza). Aunque este índice es útil paracomparaciones generales sobre pobreza, no es sensible a diferencias en laprofundidad de la misma

Supongamos que la línea de pobreza es 100 pesos. Hay 10 personas en laeconomía y 2 de ellas son pobres. El porcentaje de la población por debajo dela línea de pobreza (tasa de pobreza) daría el mismo resultado (P(0) = 0.20),tanto para el caso con dos personas pobres con niveles de consumo de 90 pesos,como para el caso con dos personas pobres cada una con consumo de 10 pesos.Sin embargo, en el último caso el grado de pobreza es claramente más severo.Cuando α = 1, el índice FGT se traduce en la Brecha de Pobreza, una medidasobre la profundidad de la pobreza en términos de la distancia del consumo deuna persona a la línea de pobreza. De ahí que, en el caso de dos personaspobres con niveles de consumo de 90 pesos, P(1) = 0.020, pero con dospersonas pobres cada una consumiendo 10 pesos, P(1) = 0.18.

La desventaja de la medida sobre la brecha de Pobreza es que estimará que lapobreza es la misma para un caso en el que una persona pobre consume $90 yla otra $10, así como para el caso en que ambas consumen $50. Sin embargo,la mayoría de las personas estarían de acuerdo en que la situación de la personaen pobreza extrema con sólo $10 de consumo es mucho más precaria que la delas personas pobres con $50 o $90 de consumo. Esto se resuelve con α > 1. 3 Las medidas monetarias utilizadas para representar la utilidad pueden considerarse como medidas de bienestar quetoman en cuenta de manera implícita las capacidades del individuo ( Ravallion, 1998).

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Cuando α = 2, por ejemplo, el índice FGT se transforma en el Índice deSeveridad de la Pobreza. La medida P(2) asigna mayor peso a los individuos quese encuentran más alejados de la línea de pobreza y que, por tanto, tienen ungrado de pobreza más severo. En síntesis, al utilizar esta medida, un beneficiode un peso para una persona que se encuentra a una mayor distancia de la líneade pobreza, tendrá un mayor impacto o será más importante que para unindividuo menos pobre (aquéllos cercanos a la línea de pobreza). Entonces, paralos propósitos de esta evaluación, dada la preocupación en el diseño de laspolíticas sociales sobre el porcentaje de pobres por debajo de la línea de lapobreza o sobre la profundidad o severidad de la pobreza (esto es, para unavalor dado de α), el objetivo social puede ser establecido como una reduccióndel índice de pobreza FGT.

2.3 Errores de exclusión e inclusión (“subcobertura” y “fuga”)

Para evaluar la precisión de la focalización de los programas, comúnmente seutilizan dos tipos de medidas. La tasa de “subcobertura” (denotada por U) esel porcentaje de aquéllos que se debería cubrir con el programa, pero que no secubren. U se calcula dividiendo el número de hogares que deberían recibirbeneficios pero que no los reciben (error de exclusión) entre el número dehogares que deberían de recibir los beneficios (población objetivo).

La tasa de “fuga” (L) es el porcentaje de hogares que reciben beneficios peroque no deberían estar recibiéndolos. Se calcula dividiendo el error de inclusiónentre el número de hogares atendidos por el programa. El cuadro 1 muestra unejemplo del cálculo de estas medidas.

Cuadro 1Ejemplo de tasas de “fuga” y “subcobertura”

Diferentes criterios para seleccionar hogaresSin beneficios Pobres Total

Hogares sin los beneficios de Progresa 40 10(U=25%)

(error de exclusión)

50

Hogares identificados para obtener losbeneficios de Progresa

20(L=40%)

(error de inclusión)

30 50

Total 60 40 100

En el cuadro 1 hay cuatro grupos de hogares, los hogares pobres que sonbeneficiarios de Progresa y los hogares no pobres (que no reciben beneficios del

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programa). Los hogares no pobres que participan en el programa, querepresentan el 20 por ciento del total, son contabilizados como un error deinclusión (fuga). Los hogares identificados como pobres que no reciben losbeneficios del Programa, y que representan el 10 por ciento del total de hogaresen la población, son considerados como un error de exclusión (subcobertura).Dadas las cifras del cuadro, U = 25 por ciento (10/40) y L = 40 por ciento(20/50).

En general, entre mayor sea la prioridad por incrementar el bienestar de lospobres, la reducción de la tasa de subcobertura (error de exclusión) cobrarámayor importancia. Por el contrario, entre mayor sea la prioridad de hacer unuso eficiente de un presupuesto limitado, será más importante reducir la tasade fuga que minimizar la tasa de subcobertura. Hay una inclinación por partede los administradores de proyectos en pensar en los aspectos de selección entérminos de un balance entre las tasas de subcobertura y de fuga. Esto llevaría ala idea de asumir que el objetivo es minimizar la suma de L y U. Esto esincorrecto, ya que de manera implícita este objetivo no evalúa el método deselección en función del impacto que puede tener en la pobreza, sino enfunción de la identificación de los beneficiarios. Como se mencionó desde unprincipio, aunque los administradores de proyectos deben estar atentos a losvalores de U y L, la evaluación del sistema de focalización de Progresa debebasarse en su impacto potencial en abatir la pobreza y no en qué tan altas obajas deban ser U y L. En términos de nuestro marco de referencia, los erroresde inclusión o fuga contribuyen a los costos del programa pero no a losbeneficios. Por otro lado, desde el punto de vista del objetivo social de Progresapor aliviar la pobreza, errores de exclusión o tasas altas de subcoberturareducen tanto los costos como los beneficios.

2.4 Selección de la línea de pobreza

Dado que se prefiere utilizar el indicador de bienestar basado en el consumo, sedebe precisar un método a través del cual se clasifique un hogar como pobre ono pobre (o beneficiario y no beneficiario). La determinación de la línea depobreza se establece siguiendo la recomendación de Ravallion (1998) de que“la línea de pobreza debe ser siempre absoluta en el espacio de bienestar,” (queen nuestro caso es el consumo). Dicha línea de pobreza garantiza que lascomparaciones de pobreza sean consistentes en el sentido que dos individuos uhogares con el mismo nivel de consumo sean tratados de la misma manera,independientemente de la región o del estado donde se encuentren localizados.Dada la sensibilidad que presentan las tasas de fuga y subcobertura estimadasante variaciones en la línea de pobreza, o el valor del punto de corte utilizadopara determinar la condición de pobreza de un hogar y, por tanto, el éxito o

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fracaso de la focalización de Progresa, se ha decidido adoptar un enfoque dual ybasar el análisis en dos líneas de pobreza diferentes:

1. Una línea de pobreza estricta, basada en el percentil 25 del consumo poradulto equivalente.4 Esta línea de pobreza implica que 25 por ciento de loshogares son pobres y 75 por ciento no lo son, en un intento por responder alobjetivo de Progresa, de atender a hogares en pobreza extrema. Se subrayaque con esta línea estricta de pobreza, la tasa de subcobertura es la medidamás importante para la evaluación de la focalización de Progresa: dados susobjetivos, la pregunta fundamental es si la clasificación de Progresa haexcluido a alguno de los hogares que de acuerdo a nuestro indicador sonextremadamente pobres.

2. Una línea de pobreza basada en el percentil 52 del consumo por adultoequivalente. Esto es igual a suponer que 52 por ciento de los hogares sonpobres y corresponde a la tasa de pobreza promedio de la muestra analizada,obtenida por el método de clasificación de Progresa, el cual se discutirá conmayor detalle más adelante. Esta línea de pobreza proporciona al método defocalización de Progresa la mayor probabilidad de alcanzar tasas desubcobertura y fuga cercanas a cero, si la focalización fuera completamentecertera (esto es, idéntica al método de selección basado en consumo). Porestas razones, esta es la línea de pobreza que preferimos utilizar y por tantoserá la línea que se incluye en las simulaciones de la última parte de estereporte.

A lo largo del análisis, se utiliza una línea de pobreza para evaluar el método deselección de Progresa. No se proporciona sugerencia alguna sobre cuál es odebería ser la línea de pobreza para México.

3. Evaluación sobre la precisión en la focalización

3.1 Evaluación de la identificación de familias de Progresa

En esta sección se hace una síntesis, en primer lugar de la evaluación sobre eluso de una medida per cápita de bienestar como lo hace Progresa. Enseguida,se discute la construcción de una medida basada en consumo, la medida “ideal”utilizada para evaluar la precisión en la focalización de Progresa. Se concluyecomparando la precisión de la focalización de Progresa, a través de las tasas desubcobertura y fuga con respecto a la selección basada en consumo.

4 El tamaño de familia en unidades de adulto equivalente se construyó basado en los ponderadores por edad y sexoobtenidos por el Instituto Nacional de la Nutrición (1987).

Evaluación del sistema de selección de familias beneficiarias en Progresa

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En las etapas iniciales del proceso de selección, Progresa utiliza una medida debienestar a nivel de individuo, o per cápita, dividendo el ingreso del hogar entreel número de integrantes del mismo. Esta medida de bienestar requiere de lossiguientes supuestos: (a) todos los integrantes del hogar reciben la mismafracción del ingreso; (b) todas las personas en el hogar tienen las mismasnecesidades; y (c) el incremento en el costo mínimo o en el nivel de ingreso porun miembro adicional es el mismo independientemente del tamaño del hogar.El primer supuesto se justifica dada la falta de información a nivel individual.Las necesidades individuales, sin embargo, por lo general varían de acuerdo alsexo y la edad y pueden existir economías de escala entre las personas que vivenen un mismo lugar.

Estos supuestos pueden tener consecuencias importantes en la condición depobreza de familias de gran tamaño. Por ejemplo, el uso de medidas debienestar per cápita, por lo general, dan como resultado que las familiasgrandes sean clasificadas como pobres. El rol preponderante que ejercen eltamaño de la familia y la razón de dependencia en el proceso de selección deProgresa son discutidos en mayor detalle en Skoufias, Davis, Behrman, 1999. Lamedida en que esto último es válido depende en si el incremento marginal delgasto familiar asociado con una persona adicional en el hogar es igual a omenor que el incremento en el gasto familiar supuesto por la medida percápita.

Por estas razones, se experimenta con diferentes medidas de bienestar a nivelindividual. Primero, se construye una escala de equivalencias que consideradiferentes necesidades nutricionales de acuerdo a sexo y edad. La selección debeneficiarios no presenta cambios importantes entre la selección por medio dela medida del bienestar por adulto equivalente en comparación con la medidaper cápita. Dadas estas ventajas conceptuales, en gran parte del presentetrabajo se utiliza esta medida de adulto equivalente.5

Para construir esta medida de bienestar basada en consumo, se utiliza laEncuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 1996, la cualcontiene información confiable sobre consumo para estimar los parámetros querelacionan el consumo y las características del hogar. Esta estimación se utilizapara obtener una predicción sobre el consumo de los 24,077 hogares de la

5 También se examinó el impacto de tomar en cuenta economías de escala. Mientras que los resultados demuestranque las economías de escala están presentes y son significativas, las estimaciones puntuales están fuera de los rangosaceptables en el cálculo de otros países. Los resultados de la simulación, sin embargo, con valores típicos de losparámetros de las economías de escala, resultan en elevadas tasas de fuga, sugiriendo que muchas familias de tamañogrande no serían seleccionadas como beneficiarias si las economías de escala fueran tomadas en consideración.

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ENCASEH 19976. Finalmente, se utiliza la predicción de consumo por adultoequivalente para comparar la focalización de Progresa contra este métodoalterno de selección.

El método consiste, específicamente, en:1) Restringir la muestra de la ENIGH a localidades rurales para cumplir con los

requisitos de inclusión del programa (sólo localidades con menos de 2,500habitantes).

2) Construir una medida de consumo total y utilizar una escala deequivalencias para obtener el consumo por adulto equivalente.

3) Estimar una regresión para el logaritmo del consumo total por adultoequivalente con respecto a las características del hogar (tamaño,composición, bienes, etc.). Esto es, εβα ++= 9696ln ENIGHENIGH XC , donde lnC

es el logaritmo de consumo por adulto equivalente, α y β son los parámetrosa estimar, X es el vector de características del hogar y las variables “sordas”de estado y ε es el error aleatorio).

4) Obtener la predicción de consumo por adulto equivalente (PlnC) para loshogares de la ENCASEH 1997, utilizando las mismas características delhogar que utiliza Progresa (por ejemplo, tamaño, composición, bienes, etc.)y los coeficientes estimados del paso tres, esto es,

9797ˆˆln ENCASEHENCASEH XCP βα +=

5) Obtener las dos líneas de pobreza para los percentiles 25 y 52, a partir de ladistribución de la predicción de medidas de consumo en la muestra dehogares.

En los cuadros 2 y 3 se presentan las matrices de clasificación utilizando las doslíneas de pobreza.

6 Para mayor información sobre esta fuente de datos, véanse los anexos 1 y 3.

Evaluación del sistema de selección de familias beneficiarias en Progresa

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Cuadro 2Comparación en la selección de Progresa y la selección basada en consumo

Línea de Pobreza = percentil 25 de consumo por adulto equivalente

Criterio de selección de hogares basado en consumo

Sin beneficios Pobres TotalHogares sin los beneficios de

Progresa 104051153

(U=19.15%)11558(48%)

Hogares seleccionados para obtenerlos beneficios de Progresa 7652

(L=61.12%)4867

12519(52%)

Total 18067(75%)

6020(25%)

24077(100%)

Cuadro 3 Comparación en la selección de Progresa y la selección basada en consumo

Línea de Pobreza=Percentil 52 de consumo por adulto equivalente

Criterio de selección de hogares basado en consumo

Sin beneficios Pobre TotalHogares sin los beneficios de

Progresa8246 3312

(U=26.45%)11558(48%)

Hogares seleccionados para obtenerlos beneficios de Progresa

3310(L=26.44%)

9209 12519(52%)

Total 11556(48%)

12521(52%)

24077(100%)

El cuadro 2 muestra que la tasa de subcobertura es 19.15 por ciento cuando lalínea de pobreza extrema es utilizada.7 En otras palabras, aproximadamente 2de cada 10 hogares clasificados como pobres extremos por el método deselección ideal basado en consumo no fueron clasificados como pobres porProgresa. Como Progresa utiliza una línea de pobreza que da en promedio unatasa de pobreza del 52 por ciento, esto significa que estos hogares obtienen unapuntuación discriminante lo suficientemente elevada para no ser calificadospara los beneficios de Progresa (esto es, los ubica en la mitad superior de la 7 Es interesante observar cómo con los mismos métodos se obtuvieron tasas de subcobertura y fuga muy similares,utilizando coeficientes obtenidos de los hogares rurales de la ENIGH de 1994.

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distribución de puntajes). Esto es evidencia de una diferencia sustancial entreel método de selección de Progresa y el método basado en consumo. Estoserrores de exclusión probablemente reflejan la tendencia del análisisdiscriminante de clasificar como beneficiarios a aquellos hogares con más niñosy de excluir los hogares pequeños o los hogares más viejos que no tienen niñospequeños. Recientemente Progresa realizó algunos ajustes al procedimientoutilizado para seleccionar a los hogares beneficiarios por medio de un procesodenominado “densificación”. Los ajustes están orientados principalmente avalorar hogares que originalmente no habían sido incluidos. De acuerdo aalgunos cálculos que hemos efectuado en algunas localidades donde operaProgresa, el proceso de densificación ha clasificado como beneficiarios aaproximadamente el 38 por ciento de los hogares en extrema pobreza queoriginalmente habían sido excluidos.

De igual forma, la tasa de subcobertura de Progresa de 26.45 por ciento cuandola línea de pobreza es mayor o igual a la tasa promedio de pobreza utilizada porProgresa, sugiere que la precisión de focalización de Progresa es menor para loshogares que son moderadamente pobres, esto es, el grupo de hogares ubicadosentre el percentil de consumo 25 y 508. Puesto de otra forma, la focalización deProgresa funciona mejor en identificar a los hogares que son pobres extremos.

Como se mencionó anteriormente, cuando se utiliza una línea de pobrezamenor, la tasa de fuga es alta por definición. Esto explica el 61 por ciento de latasa de fuga obtenida con una línea de pobreza inferior. Esta tasa se reduce a26.4 por ciento cuando la línea de pobreza que se utiliza es mayor. Como lalínea de pobreza utilizada por Progresa es aproximadamente igual a la mediana,las tasas de subcobertura resultan ser iguales a las de fuga.

3. 2 Las tasas de fuga y de subcobertura de Progresa en relación con otrosmétodos de focalización y otros esquemas de transferencia

Ahora se analiza la pregunta sobre si las tasas de subcobertura y fuga de 26 porciento son un motivo de preocupación o no. Por ejemplo, si la mayoría de loshogares pobres excluidos por el método de focalización de Progresa estáncercanos a la línea de pobreza, entonces, la preocupación sería menor,comparada con el caso en que los hogares estuvieran muy por debajo de la líneade pobreza. Por esta razón, se aplica un esquema de ponderación en la línea de

8 La tasa de subcobertura de 26.45 por ciento con la línea de pobreza para consumo establecida en el percentil 52puede ser expresada como un promedio ponderado de las tasas de subcobertura de los pobres extremos y los pobresmoderados. Como sus pesos relativos son aproximadamente iguales, entre mayor sea la tasa de subcobertura con lalínea de pobreza más elevada, implica que la tasa de subcobertura de los pobres moderados es mayor que la de lospobres extremos.

Evaluación del sistema de selección de familias beneficiarias en Progresa

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las medidas de pobreza FGT. De manera específica, calculamos las tasas desubcobertura utilizando la siguiente fórmula:

∑=

=

q

i

i

PC z

czN

U1

1)(α

α ,

donde NPC es el total de hogares clasificados como pobres de acuerdo al criteriobasado en consumo y q es el número total de hogares clasificados como nopobres por Progresa. Cuando α = 0, esta expresión se convierte en la tasa desubcobertura (ver, por ejemplo, la tasa de subcobertura calculada en el cuadro3). Cuando α = 2 se le asigna mayor peso a los hogares que se encuentran másalejados de la línea de pobreza.

Siguiendo el mismo criterio, la tasa de fuga está definida como,

α

α ∑=

=

q

i

i

PRO z

zcN

L1

1)(

donde NPRO es el total de hogares cubiertos por el programa de transferenciasbajo estudio (por ejemplo, Progresa), y q es el número total de hogaresclasificados como no pobres por el esquema de selección basado en consumo.

Sin embargo, las tasas de subcobertura (o de fuga) para diferentes valores de αno son comparables dentro de un esquema de transferencias o de focalizacióndado. Para tener una idea de cuán altas o bajas son las tasas de fuga deProgresa, necesitamos compararlas con las tasas obtenidas mediante otrosesquemas de transferencia o focalización. Se compara la precisión en lafocalización de Progresa con otros dos esquemas.

El primer esquema es de transferencias uniformes. El total de la muestra de24,077 hogares es considerado como pobre. En este esquema de transferenciastodos los hogares son atendidos y como resultado de ello la tasa desubcobertura es igual a cero. De hecho, un argumento que en muchas ocasionesha sido utilizado a favor de las transferencias uniformes es el deseo implícito deminimizar la tasa de subcobertura. El mayor problema con este esquema es latasa de fuga L. El segundo esquema analizado es focalización a nivel delocalidad9. Este es un esquema de focalización geográfico del mismo tipo que elestudiado por Baker y Grosh (1994). Actualmente, el método que utiliza

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Progresa para la selección de beneficiarios selecciona, en primer lugar, a laslocalidades por cubrir, utilizando el índice de marginación y, en segundo lugar,se construyen líneas o puntos de corte en el ámbito regional con base en losresultados obtenidos del análisis discriminante a partir de la información de loshogares de dichas localidades. Estos puntos de corte, específicos para cadaregión, pueden dar como resultado el que en ciertas localidades algunoshogares queden excluidos del Programa y una fracción importante de hogaresen la misma localidad sea incorporada al Programa. Por otro lado, habrálocalidades en dónde solamente algunos hogares sean cubiertos por elPrograma mientras que la gran mayoría quede excluido.

Dentro del subconjunto de localidades seleccionadas por Progresa comomarginadas, es aún posible, con el uso del índice de marginación continuoutilizado por Progresa, clasificar a las localidades de acuerdo a su grado demarginación específico (y no sólo como nivel de marginación alto o muy alto).Comenzando con la localidad más marginada, se clasifican como pobres (obeneficiarios) a todos los hogares que habitan en dicha localidad, repitiendoeste paso para los hogares de la localidad con el siguiente grado demarginación, y continuando este procedimiento hasta que el total de hogarespobres sea igual al 52 por ciento de total de la muestra. Como se discutióanteriormente, cuando se compararon las tasas de fuga y subcoberturacalculadas con la focalización basada en consumo o con la focalización deProgresa, es necesario tener una línea de pobreza que proporcione a través detodos los esquemas la misma medida de pobreza.

En todos los cálculos, la focalización basada en el consumo al aplicar una líneade pobreza que corresponde al percentil 52 es considerada como el esquema defocalización ideal. Esto significa que tanto las tasas de subcobertura como latasa de fuga son iguales a cero. En este punto no se hace referencia a laslimitaciones de presupuesto ni a los costos de focalización, aunque másadelante serán considerados.

Los cuadros 4 y 5 contienen las tasas de subcobertura y fuga, respectivamente,estimadas para varios esquemas de focalización.

9 Todas nuestras simulaciones se hicieron con localidades que en el primer paso del método de selección de Progresahabían sido seleccionadas como marginadas. En principio, sin embargo, el mismo método podría aplicarse a todo elconjunto de localidades en México.

Evaluación del sistema de selección de familias beneficiarias en Progresa

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Cuadro 4Tasas de subcobertura utilizando el esquema de ponderación FGT

(cambio porcentual en índice con relación a las transferenciascon focalización de Progresa )

U(0) U(1) U(2)Transferencia uniforme (sin focalización) 0 0 0Transferencias con focalización de Progresa 0.264 0.063 0.022Focalización a nivel de localidad (basada eníndice de marginación)

0.383(44.96)

0.101(60.00)

0.037(69.59)

El cuadro 4 muestra que la tasa de subcobertura de Progresa es mucho menorque la tasa de subcobertura obtenida si la focalización fuera a nivel de localidadbasada en el índice de marginación. Además la tasa de subcobertura deProgresa es aún menor si nos concentramos en la severidad de la pobreza deaquellos que fueron excluidos del programa (U(2)). De otra forma, lafocalización basada en la marginación por localidad habría dejado fuera delprograma muchos más pobres extremos en comparación con el esquemautilizado por Progresa.

Cuadro 5Tasas de fuga utilizando el esquema de ponderación FGT

(cambio porcentual de las transferencias con relación a transferencias uniformes)

L(0) L(1) L(2)Transferencia uniforme (sin focalización) 0.4799 0.239 0.228

Transferencias con focalización de Progresa0.264

-(44.99)0.066

-(72.22)0.033

-(85.70)Focalización a nivel de localidad (basada eníndice de marginación)

0.383-(20.19)

0.152-(36.28)

0.115-(49.47)

El cuadro 5 muestra también un panorama en general favorable para Progresa.Con la focalización que utiliza el Programa, la tasa de fuga es generalmentemucho menor que la obtenida con una transferencia uniforme, como tambiénes menor que la obtenida con la focalización a nivel de localidad10. Los hogaresque son incorporados al Programa siendo no pobres bajo el criterio delconsumo, con el esquema de focalización de Progresa están mucho máscercanos a la línea de pobreza en comparación con los hogares que sonincorporados con la focalización uniforme o basada en la marginación de lalocalidad.

10 Cabe destacar que las tasas de fuga y de subcobertura L(0) y U(0) para la focalización a nivel de localidad sonprácticamente iguales a las tasas de focalización a nivel de localidad para México obtenidas de las simulaciones deBayer y Grosh (1994).

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4. Evaluación del impacto de progresa en el combate a la pobreza encomparación con otros métodos de focalización y con esquemasalternativos de transferencia

El análisis previo sugiere que el método de focalización de Progresa tiene unbuen desempeño. Hasta el momento, sin embargo, hemos ignorado los costosde focalización. En esta sección se establece el presupuesto del Programa en unmonto fijo y se simula el impacto en los índices de pobreza de diferentesesquemas de focalización y transferencia incluyendo los costos de focalización.No se proporciona una evaluación para determinar si el monto del presupuestoes adecuado o si es muy elevado o muy bajo. Dichos aspectos sólo podrán serabordados más adelante, cuando esté disponible información más detalladasobre las restricciones, los incentivos y los costos de oportunidad enfrentadospor las familias rurales y los diseñadores de políticas sociales.

El impacto de los métodos de focalización de Progresa en las diferentesmedidas de pobreza es comparado contra una serie de alternativas.Comenzamos con el caso donde no hay un programa de transferenciasmonetarias y existe un presupuesto fijo, y examinamos el decremento en la tasade pobreza si las transferencias monetarias fueran uniformes, en el sentido deque todo el presupuesto disponible fuera asignado a todos los hogares, sindistinguir entre los hogares pobres y no pobres. Después, investigamos cómo elimpacto de Progresa, dado su método de selección de beneficiarios, se comparacon el impacto de un programa de transferencias monetarias que tiene lamisma estructura de beneficios (esto es, basado en sexo y edad) y distribuye losmismos recursos pero seleccionando a los beneficiarios con base en unindicador alternativo.

En la simulación con un esquema de transferencia uniforme, cada hogar recibeel mismo monto monetario independientemente de su condición de pobreza. Latransferencia monetaria recibida por hogar es igual a la razón del presupuestototal entre el número total de hogares en la muestra. El consumo del hogarposterior a la transferencia (que equivale al nivel de consumo previo a latransferencia más el monto recibido) es entonces dividido entre el número deunidades de adulto equivalente en el hogar.

Para el caso de la focalización basada en el consumo, primero se identifica a loshogares pobres basados en la comparación entre el consumo del hogar poradulto equivalente y el percentil 52 de la distribución del consumo por adultoequivalente en la muestra total de hogares. Por construcción, el número totalde hogares pobres clasificados con la línea de pobreza utilizada equivale alnúmero obtenido con el criterio de Progresa. Esto facilita la comparación entre

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el método de focalización de Progresa y el método basado en consumo alexaminar si los mismos hogares son clasificados como pobres o no.

Los hogares clasificados como no pobres por el método basado en consumo noreciben beneficios, mientras que se supone que los hogares clasificados comopobres reciben beneficios conforme a la estructura de beneficios del Programa.Como en el caso de transferencias uniformes, el consumo del hogar posterior alas transferencias (el cual equivale al nivel de consumo previo a lastransferencias y al monto recibido) se transforma en unidades por adultoequivalente. Sin embargo, se debe establecer una regla con respecto a lamanera de asignar el limitado presupuesto a los hogares que han sidoseleccionados para participar en el programa. De manera sencilla, la reglaadoptada consiste en dar los beneficios primero a los hogares más necesitados ydespués moverse ascendentemente en un ordenamiento de hogares hasta que elpresupuesto haya sido agotado. Entre más alejado esté el nivel de consumo poradulto equivalente de un hogar, éste se clasifica como un hogar con mayoresnecesidades.

Como el presupuesto es inferior a la brecha total de pobreza, esto implica queun determinado número de hogares pobres se quedará sin beneficios. El niveldel presupuesto y la regla de asignación adoptada implican que 24.5 por cientode los hogares pobres no recibirán beneficios. Asimismo, si se comparan loshogares pobres que no reciben beneficios con aquellos que sí reciben, losprimeros se encuentran más próximos a la línea de pobreza.

Es muy importante aclarar las implicaciones que puede tener esta regla sobre ladistribución del presupuesto que aquí se ejemplifica. Por construcción, es muyprobable que tenga un reducido impacto (o un impacto nulo) en la tasa depobreza que la mayoría de las personas están acostumbradas a referir, esto es,la medida de la tasa de pobreza P(0). Si los beneficios de Progresa sonotorgados en primer lugar a aquellos hogares que se encuentran más alejadosde la línea de pobreza y no a los que están más cercanos a la misma, esimprobable que la tasa de pobreza cambie, a menos que el beneficio otorgado alas familias muy pobres sea lo suficientemente alto para cubrir la profundidadde la pobreza. Obsérvese también que si la regla sobre la distribución delpresupuesto fuera en el sentido contrario, es decir, que los beneficios fueranotorgados primero a los hogares que se encuentran más próximos a la línea depobreza y de ahí se fueran repartiendo los beneficios hasta llegar a los hogaresque están más alejados de dicha línea, entonces el impacto en la tasa depobreza sería probablemente mucho mayor. Nosotros somos de la opinión quela regla anterior sobre el reparto del presupuesto no refleja correctamente los

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objetivos de Progresa y por esto adoptamos la regla de otorgar el dinero a losmás necesitados en primera instancia.

La discusión previa también implica que al comparar el éxito o el fracaso de lafocalización de Progresa con otros métodos de selección, es necesario enfocarseen las medidas de pobreza de mayor orden, como P(1) y P(2). Unicamente lasmedidas de pobreza de mayor orden pueden proporcionar una estimaciónrelativa de la efectividad de los métodos de Progresa en identificar a los hogaresmás pobres entre los pobres, en comparación con otros métodos defocalización, como es el método basado en consumo presentado en estereporte.

El método de focalización de Progresa sigue pasos similares en la distribuciónde beneficios entre los hogares seleccionados como pobres. La diferencia radicaen que por el método de selección de Progresa no hay hogares pobres que noreciban beneficios, ya que el presupuesto (por construcción) es igual al montototal de beneficios que serán distribuidos entre el total de hogares pobresseleccionados.

La focalización necesita de la recolección de información sobre una serie devariables a nivel del hogar que sean útiles para identificar a los hogares pobres ya los no pobres. Dichas variables incluyen la fuente de ingresos de cada hogar, oel gasto en consumo dentro del período de referencia, los bienes en el hogar,etc. De acuerdo a la información otorgada por los funcionarios de Progresa, elcosto promedio observado en la encuesta-censo de hogares (ENCASEH) es iguala 170 pesos por hogar. A pesar de que gran parte de la información recopiladaen la ENCASEH es realmente indispensable para la administración y evaluacióndel programa más que para la focalización, se realizaron tres simulaciones porseparado para el costo de focalización, utilizando estimaciones con costo cero,un bajo costo y un costo elevado. El costo bajo está basado en la estimación quenos proporcionaron los funcionarios de Progresa sobre el costo dellevantamiento de la información equivalente a 60 pesos del total de 170 pesospor hogar. Para el costo elevado de focalización utilizamos el costo total de laencuesta ENCASEH.

Con base en estas estimaciones sobre el costo de focalización por hogar, seajustó el presupuesto original utilizado en la simulación para obtener las tasasde subcobertura y de fuga. Este ajuste se realizó sustrayendo al presupuestototal el costo de encuestar todos los hogares en la muestra, deflactado con losprecios de junio de 1994. Dado que los costos de la encuesta se realizan unasola vez, en el sentido en que incurre en ellos solo al principio de Programa, ycomo Progresa planea revisar la condición de los hogares al tercer año a partir

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de su incorporación se distribuyeron los costos equitativamente en el tiempoen 36 meses. Los costos administrativos de focalizar resultaron hacer muy pocadiferencia en las estimaciones obtenidas sobre el impacto de Progresa en lapobreza. Por lo tanto, se presentan las estimaciones obtenidas suponiendocostos elevados en la focalización.

Para el caso de focalización a nivel de localidad, se utilizó un método análogo yse simuló un escenario donde Progresa utiliza su presupuesto fijado en proveerbeneficios a todos los hogares, comenzando por las localidades más marginadas,y después en las localidades menos marginadas, hasta que el presupuesto hayasido agotado. De esta manera, se tiene una idea del impacto en los diferentesindicadores de pobreza sin tener que focalizar a nivel del hogar y, por tanto, sinincurrir en costos administrativos o en costos no económicos asociados a lafocalización. Los costos no económicos incluyen los conflictos potenciales y losproblemas que pueden surgir en comunidades pequeñas, donde los hogaresexcluidos del programa son en muchos sentidos muy similares a los hogaresseleccionados. Adicionalmente, el posible surgimiento de conflicto dentro delas comunidades puede dar lugar a críticas sobre el método de focalización delprograma, que pueden estar acompañadas a su vez de peticiones por unacobertura universal o por la eliminación de inequidades. Si el impacto delsegundo paso de Progresa en los índices de pobreza fuera aproximadamenteigual al de la focalización a nivel de localidades, entonces podríamos concluirque la focalización a nivel del hogar no es un esfuerzo que valga la pena dado elobjetivo de maximizar la reducción de la pobreza.

En el cuadro 6 se presentan los resultados de las simulaciones sobre el impactoen los índices de pobreza. Es importante subrayar que para todo esquema detransferencias los índices de pobreza alternativos no son comparables. Lascomparaciones sólo tiene sentido para un índice de pobreza dado (esto es, unvalor dado de α ) a través de los diferentes esquemas de focalización ytransferencia.

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Cuadro 6Índice de pobreza bajo varios esquemas de transferencia/focalización con un

presupuesto fijo e incluyendo costos administrativos y de focalización(cambio porcentual en el índice de pobreza del caso sin transferencia

P(0) P(1) P(2)Sin transferencia uniforme (sinprograma contra la pobreza)

0.5200 0.1514 0.0588

Transferencia uniforme(sin focalización)

0.4682-(9.95)

0.1273-(15.94)

0.0470-(20.11)

Transferencia con focalizaciónbasada en consumo

0.5188-(0.23)

0.1114-(26.42)

0.0340-(42.22)

Transferencia con focalización deProgresa

0.4776-(8.16)

0.1157-(23.61)

0.0385-(34.52)

Focalización en las localidades(basada en índice de marginación)

0.4757-(8.51)

0.1187-(21.61)

0.0406-(30.99)

Por las razones discutidas anteriormente, la focalización “ideal” basada en elconsumo del hogar, parece no tener impacto en la pobreza medida a través dela tasa de pobreza. Estos resultados subrayan que el objetivo social supuesto esesencialmente determinar qué esquema de focalización y transferencia es elmás eficiente. Si el objetivo es disminuir el número de hogares pobres como unporcentaje de la población total (esto es, la tasa de pobreza), entonces, deacuerdo con nuestras simulaciones, una transferencia uniforme sería la maneramás efectiva. La focalización de localidades quedaría en segundo lugar, lafocalización de Progresa en un cercano tercer lugar y la focalización “ideal” enúltimo. La razón de ello radica en que con transferencias uniformes máshogares cercanos a la línea de pobreza reciben beneficios que son losuficientemente cuantiosos para ayudarlos a cruzar la línea de pobreza. Comola tasa de pobreza simplemente indica la proporción de hogares por debajo dela línea de pobreza después de las transferencias sin considerar el grado depobreza de estos hogares antes de las transferencias, el esquema detransferencias uniformes resulta ser el método más eficiente en disminuir latasa de pobreza. Estos resultados claramente indican los límites de usar unatasa de pobreza como una manera con la cual evaluar el éxito de la focalizaciónen reducir la pobreza.

Si el objetivo social estuviera concentrado en disminuir la profundidad de lapobreza, el escenario como se mide por la Brecha de la Pobreza (P1), o laintensidad de la pobreza medida por el índice de Severidad P(2) cambiaríadramáticamente. Con cualquiera de estos objetivos sociales, podemos observarque la focalización de Progresa es el segundo esquema más efectivo después dela focalización “ideal” basada en consumo. En este caso, las transferencias

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uniformes terminan siendo el esquema menos efectivo en reducir la severidad ola profundidad de la pobreza en México. Asimismo, como hemos contempladolos costos administrativos y de focalización, dado que el impacto de lafocalización de Progresa en la profundidad e intensidad de la pobreza es mayorque el de la focalización basada en localidades, implica que la focalización deProgresa tiene beneficios asociados a ello; esto es, que los beneficios de lafocalización sobrepasan a los costos de llevarla a cabo.

Finalmente, observamos que la reducción de la pobreza asociada a Progresa esmucho mayor bajo las medidas de profundidad y severidad de la pobreza. Estosresultados indican que Progresa está reduciendo en un 25 por ciento laprofundidad y en aproximadamente 35 por ciento la severidad de la pobreza delas comunidades donde opera. Estos resultados confirman que Progresa pareceser la focalización más efectiva para los más pobres de la población pobre y aúnmás, parece estar reduciendo la pobreza de manera significativa en los hogares.Aún cuando los resultados no son tan elevados como los que se podrían tenerbajo la focalización basada en consumo, la recopilación de la información deconsumo para fines de focalización para un programa de la magnitud ycobertura de Progresa es prohibitivamente costoso y por tanto impracticable.Por lo tanto, de las opciones posibles de focalización analizadas, el método deProgresa parece ser la mejor.

5. Observaciones finales

Nuestra principal conclusión es que Progresa utiliza un método efectivo para laselección de hogares. La precisión del método de focalización de Progresa esbueno tanto en términos de selección de localidades donde es más probableencontrar hogares pobres, como en términos de seleccionar hogares pobresdentro de las localidades. La focalización de Progresa no es perfecta, peroparece ser bastante efectiva en identificar a los hogares más pobres dentro delas localidades seleccionadas. Sin embargo, es menos efectiva cuando se tratade seleccionar hogares que son moderadamente pobres.

No obstante, de acuerdo a nuestras simulaciones, es muy probable que lafocalización de Progresa, como se practica en la segunda fase del programa, seadentro de todo el conjunto de posibles esquemas de transferencia la másefectiva en reducir la profundidad y la intensidad de la pobreza en México. Eldesempeño de Progresa fue el más cercano al ideal de focalización quecualquier otra alternativa de transferencia o esquema de focalización analizadoen nuestro reporte. Así, la focalización de Progresa parece estar cumpliendo lameta de identificar los hogares en pobreza extrema en México.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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VCaracterísticas de los beneficiarios deProgresa

Introducción

ste apartado ofrece un panorama general de las características de lapoblación que se identifica como beneficiaria de Progresa de acuerdo ala evaluación de su situación socioeconómica. Para ello, se utiliza una

metodología basada en un sistema de puntajes en que se incorporan, junto coninformación sobre los ingresos del hogar y la participación económica de susmiembros, factores de carácter estructural que caracterizan a las familias,como el número de integrantes y sus edades, aspectos de capital humano, asícomo otros indicadores relativos al acceso a servicios básicos, equipamiento delas viviendas y posesión de bienes. Con este procedimiento se evita depender desolamente un indicador, como es el ingreso, para determinar la condición socialde los hogares, y en su lugar se emplea un enfoque multidimensional.

En este análisis de las características de los hogares en pobreza extrema, secontrastan sus condiciones con las de aquéllos que no experimentan esasituación (resto de los hogares) en las localidades rurales marginadas en las quese ha concentrado la atención de Progresa. Los temas presentados en estedocumento abarcan la composición demográfica de los hogares, lascaracterísticas de los jefes de hogar, las características económicas de lasunidades domésticas, la presencia de hogares indígenas, el equipamiento de lasviviendas, así como la condición de escolaridad de los miembros de los hogares.

* Documento preparado por Daniel Hernández y Hadid Vera

E

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Los datos empleados provienen de la cédula utilizada para recolectar lainformación de cada hogar de las localidades seleccionadas para serincorporadas a Progresa (Encuesta de Característica Socioeconómica de losHogares, ENCASEH) y mediante la cual se realiza la identificación de lasfamilias beneficiarias. En este trabajo se analiza una muestra probabilística deaproximadamente cien mil hogares, obtenida de los registros de más de 2millones que se han entrevistado para recabar la información socioeconómicareferida. La recolección de información se realizó en distintas fases durante1996, 1997 y 1998. Esta muestra provee información que ofrece un fiel reflejode la condición de los hogares en las localidades rurales marginadas de México1.

1. Características demográficas de los hogares

Mediante el sistema de puntajes desarrollado por Progresa, para el análisis delos hogares en las localidades rurales marginadas del país se ha identificado a76 por ciento de los hogares analizados como en condición de pobreza extrema,lo que en promedio representa que en cada comunidad incorporada alPrograma se tienen 46 hogares beneficiarios. En términos poblacionales, 80.5por ciento de las personas que viven en dichas localidades presentan talcondición, sin que se observen diferencias de acuerdo con su sexo (80.1 porciento de los hombres y 80.9 por ciento de las mujeres viven en hogares quetienen condiciones de pobreza extrema).

Los hogares pobres tienen un mayor número de miembros que los no pobresextremos (5.4 y 4.2 personas, respectivamente). Esta condición es más evidenteal observar la presencia de una elevada proporción de hogares con 7 miembroso más entre las familias en condición de pobreza, que asciende a 30 por ciento,prácticamente el doble de lo observado en el resto de los hogares de lasmismas comunidades (gráfica 1).

El mayor tamaño de estos hogares resulta de la presencia de niños. Enpromedio, se reportan 0.3 niños de 0 y 1 años de edad, 1.05 niños de 2 a 7 añosy 1.5 niños y jóvenes de 8 a 17 años, en tanto que en los hogares no pobres lospromedios respectivos de niños de esas edades son menores (0.1, 0.4 y 0.9,respectivamente) (cuadro 1).

1 Para mayor información de estas fuentes de datos véanse los Anexos 1 y 2.

Características de los beneficiarios de Progresa

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Gráfica 1Distribución de hogares por total de personas según

condición de pobreza

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 24

total de personas

0

5

10

15

20

25porcentaje

Hogares pobres

Resto de los hogares

Cuadro 1Promedio de niños por hogar y distribución de la población

según grupos de edad

Pobre Resto de los hogares0 a 1 años 0.30 0.112 a 7 años 1.05 0.368 a 17 años 1.52 0.91

Así, en 27.7 por ciento del total de los hogares beneficiarios de Progresa hay almenos un niño de 0 ó 1 años, proporción que apenas corresponde a 10.3 porciento en el caso del resto de los hogares. De manera adicional, en 59.6 porciento de las unidades en condición de pobreza hay al menos un miembro entre2 y 7 años de edad y en 63 por ciento se integran personas de 8 a 17 años; encomparación, en los hogares no pobres extremos estos porcentajes sonsubstantivamente menores (26.6 y 47.2, respectivamente).

En cuanto a la estructura de edades de los integrantes de los hogares,predominan entre las unidades que viven en condición de pobreza, aquéllas conmiembros de 18 a 59 años (definidos como adultos) y niños de 2 a 17 años:éstas concentran prácticamente una cuarta parte del total. Otras doscomposiciones de edades que se presentan frecuentemente entre los hogaresbeneficiarios son aquéllas con adultos y niños menores de dos años y entre 8 y

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17 años (13.7 por ciento), así como con adultos y niños de 0 a 17 años de edad(11.1 por ciento) (cuadro 2).

Cuadro 2Proporción de grupos de estructura de los hogares por

condición de pobreza

Pobre Resto de loshogares

Adultos entre 18 y 59 años 4.5 17.3Adultos entre 18 y 59 años con niños entre 8 y 17 años 13.7 22.1Adultos entre 18 y 59 años con niños entre 2 y 17 años 24.9 10.6Adultos entre 18 y 59 años con niños menores de 17 años 11.1 1.9Personas mayores de 60 años 4.5 14.1Otros componentes 41.3 34

Por su parte, entre el resto de los hogares no pobres extremos, la presencia dehogares con estas estructuras de edades asciende a 10.6, 22.1 y 1.9 por cientodel total, respectivamente. Por el contrario, entre éstos destacan las unidadesen que viven sólo miembros adultos (que representan 17.3 por ciento del total)o adultos y personas mayores de 60 años (14.1 por ciento), conformaciones quese presentan escasamente entre los hogares en condición de pobreza,representando solamente 4.5 por ciento del total en cada caso.

De estos resultados se desprende que, en términos agregados, la pobrezaextrema en las localidades rurales con mayor marginación afecta en mayormedida a la población infantil. Así, del conjunto de niños y adolescentes de 0 a17 años de edad, 86.9 por ciento viven en esta condición, proporción quecomparativamente asciende a 75.3 por ciento para la población de 18 a 59 añosy 68.2 por ciento para las personas de 60 años y más.

2. Jefatura del hogar

La jefatura del hogar hace referencia a la persona que los integrantes de launidad doméstica reconocen como quien la encabeza. En términos generales,esta persona es el principal aportante de ingresos (en nueve de cada diez casos)y quién toma las decisiones más importantes (en 97 por ciento del total de loshogares). En este sentido, las características del jefe imprimen en muchasocasiones condiciones específicas a las estructuras hogareñas.

Los jefes de los hogares en condición de pobreza extrema tienden a ser másjóvenes que en los no pobres extremos: la edad promedio de los primeros es de44.3 años y de los segundos de 50.4 años (cuadro 3). Asimismo, los jefes de

Características de los beneficiarios de Progresa

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hogares beneficiarios de Progresa tienen en promedio 2.9 años de escolaridad,en tanto que los jefes del resto de los hogares presentan 3.7 años de estudios2.

La proporción de unidades encabezadas por mujeres en las áreas ruralesmarginadas asciende a 10.4 por ciento entre los hogares en pobreza extrema y a14.1 por ciento en los hogares no beneficiarios de Progresa. De hecho, laproporción de hogares identificados en situación de mayores carencias esrelativamente menor en los hogares con jefatura femenina que entre loshogares con jefe hombre (70.2 y 76.9 por ciento, respectivamente).

Cuadro 3Características de la jefatura del hogar

Pobre Resto de los hogaresSexo mujer (1) 10.4 14.1Edad (2) 44.3 50.4Años de escolaridad (2) 2.9 3.7Habla lengua indígena (1) 35 22.9(1) Porcentaje(2) Promedio

Esta situación responde a que, entre otros factores, en la identificación de loshogares beneficiarios se incorporan aspectos de tamaño y estructura de edadesde los miembros de las unidades, que en el caso de las unidades con jefaturafemenina tienen un efecto de reducción de los índices de dependencia. Esteaspecto se tratará con mayor amplitud más adelante.

Sin embargo, es importante señalar que diversos estudios a nivel internacionalofrecen resultados similares en cuanto a la relativamente baja fracción de loshogares dirigidos por mujeres que se identifican como pobres. Estudiosrecientes señalan que no es sino hasta que se incluyen entre los indicadores dela pobreza aspectos "carenciales" relativos a la subordinación social, las cargasde trabajo, o las oportunidades de vida, que aumenta la probabilidad deidentificar que las mujeres se encuentran en condiciones más desfavorables quelos hombres (United Nations, 1998).

Mediante el análisis de la ocupación del jefe del hogar, quién, como se dijoanteriormente, es por lo general el más importante aportante de los ingresosfamiliares, se puede delinear un perfil de las actividades desarrolladas por los

2 Este último dato refleja en parte las condiciones de oferta de servicios educativos en el pasado en los contextos másdispersos y aislados, que afectó especialmente a los jefes de los hogares no pobres, que tienen mayor edad que los delas familias beneficiarias.

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dos grupos de hogares considerados. Así, los informantes declaran queprácticamente la mitad de los jefes de los hogares beneficiarios tiene comoocupación principal ser jornaleros agrícolas, mientras que esta condición lapresenta una tercera parte de los jefes de los hogares no beneficiarios.

Aunque se señala como principal ocupación de los jefes de los hogaresbeneficiarios el trabajo por un jornal, 47 por ciento de estos hogares poseentierras para cultivo. De hecho, más de la mitad de los hogares en condición depobreza poseen tierras dedicadas a la agricultura. No obstante, puedesuponerse que éstas se caracterizan por una baja productividad, en tanto elprincipal aportante de ingreso se emplea principalmente por un salario.

Por su parte, uno de cada cinco jefes de los hogares pobres trabaja por sucuenta, proporción ligeramente menor a la que se presenta entre los que no sonbeneficiarios (casi 25 por ciento). Mientras que, una fracción más elevada de losjefes de los hogares no pobres extremos se ocupan como obreros noagropecuarios (cuadro 4).

Cuadro 4Distribución proporcional de la ocupación del jefe del hogar

Pobre Resto de los hogaresJornalero rural o peón de campo 48.2 34.5Obrero o empleado no agropecuario 15.1 20.6Trabajador por cuenta propia 19.3 24.1Patrón o empleador, trabajador en negocio sin retribución(familiar o no) o cooperativa

6.2 6.9

Otros 11.2 13.9

3. Características económicas de los hogares

En promedio, los hogares en condición de pobreza tienen 1.6 trabajadores encomparación con 2.5 trabajadores en el resto de los hogares. Esta circunstanciase presenta incluso al considerar que la proporción de niños y jóvenes de 8 a 15años que trabajan es un poco más elevada en los hogares en situación depobreza que en el resto de las unidades domésticas (12 y 8 por ciento,respectivamente).

Con respecto al ingreso que mensualmente recibe cada perceptor (pesos deagosto de 1998) es en promedio de 1,044 pesos para los miembros de loshogares en condición de pobreza extrema, cantidad 23 por ciento menor a la de

Características de los beneficiarios de Progresa

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cada perceptor en los hogares no pobres extremos. Así, además de que loshogares beneficiarios tienen un número menor de trabajadores en cada hogar,éstos reciben por lo general un ingreso inferior al de cada trabajador de loshogares no pobres.

Los más elevados índices de dependencia que se presentan en los hogaresbeneficiarios corresponden en promedio a 3.3 personas que no trabajan conrespecto a cada trabajador en el hogar. Este índice es el doble que el calculadopara el resto de los hogares, en los cuáles se observa un promedio de 1.7personas que no trabajan por cada trabajador.

Por lo tanto, no sólo los trabajadores de los hogares pobres reciben ingresossubstancialmente inferiores a los que obtienen aquéllos que pertenecen ahogares no pobres extremos, sino que además los ingresos que aporta cadatrabajador se tienen que distribuir entre un mayor número de personas en loshogares pobres (cuadro 5).

Cuadro 5 Características económicas de los hogares

Pobre Resto de los hogares

Proporción de niños entre 8 y 17 años que trabajan por un ingreso (1) 0.12 0.08

Indice de dependencia (2) * 3.3 1.7

Trabajadores por hogar (2) 1.6 2.6

Ingreso mensual por perceptor (2) 1044 1361

(1) Porcentaje(2) Promedio* Índice de dependencia: promedio de personas que no trabajan por cada trabajador

4. Condiciones económicas de los hogares con jefatura de una mujer

En los hogares dirigidos por mujeres, algunos de estos indicadores económicospresentan condiciones particulares frente a los hogares dirigidos por un jefehombre. Como se indicó anteriormente, se observa que en las comunidadesrurales marginadas la proporción de hogares identificados como en condiciónde pobreza extrema es relativamente menor entre las unidades encabezadas por

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mujeres en comparación con las encabezadas por hombres. Una de lasexplicaciones sobre esta situación se deriva de los menores índices dedependencia que presentan los hogares con jefatura femenina, que es de 1.9personas por cada trabajador, un tercio menor que en el caso de los hogarescon jefatura masculina, en los que en promedio hay 3 personas por trabajador.

Es necesario analizar dos aspectos principales para explicar esta diferencia. Enprimer lugar, los hogares dirigidos por mujeres son de menor tamaño que losencabezados por un hombre: tienen 3.7 miembros en promedio en comparacióncon 5.3 de las unidades de jefatura masculina. Este tamaño del hogar sedesprende principalmente de una alta presencia de hogares donde solamentevive una persona (19 por ciento del total) o conformados por la madre con sushijos (sin cónyuge o estando este ausente de la vivienda) (58.5 por ciento).

No obstante, incluso una vez que se excluyen los hogares con una sola persona,para evitar el efecto de unidades muy pequeñas en el sentido de reducir elíndice de dependencia, los hogares con jefatura femenina continúanpresentando un menor índice, lo que indica una relativa mayor participacióneconómica de sus miembros con respecto a las familias con un jefe hombre. Así,las unidades con jefas tienen en promedio 1.2 personas que trabajan, cifraligeramente menor que los 1.5 trabajadores en promedio en los hogares conjefes hombres. Esta diferencia es, por supuesto, menor que la existente encuanto al número total de miembros que se presentó anteriormente (y queasciende a 1.4 personas).

La presencia de la mayor inserción laboral en las familias encabezadas por unamujer está asociada, a su vez, con determinadas condiciones de la estructura deedades de los integrantes de estas unidades domésticas en las localidadesrurales marginadas, en cuya conformación predominan hogares sólo conadultos (38.5 por ciento del total, proporción superior a la de los hogares dejefatura masculina, que asciende a 18 por ciento).

Adicionalmente, debe considerarse que en el caso de las personas jóvenes, elmayor uso de la fuerza de trabajo en los hogares de jefatura femenina, puedellegar a implicar un riesgo de abandono del sistema escolar, con efectosnegativos para su desarrollo personal. De hecho, analizando sólo hogares queentre sus integrantes tienen alguna persona entre 12 y 15 años de edad, setiene evidencia de lo anterior, en tanto se aprecia una proporción mayor deniños y niñas de estas edades que trabajan, en comparación con el datoobservado para hogares con jefes hombres (17 y 12 por ciento,respectivamente).

Características de los beneficiarios de Progresa

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5. Los hogares indígenas en Progresa

Entre las localidades incorporadas al Programa, una tercera parte tiene almenos un hogar cuyo jefe habla una lengua indígena. Los estados de Campeche,Chiapas, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo y Yucatán tienen 50 por ciento o másde las localidades incorporadas a Progresa con habitantes indígenas. Destacaque, a su vez, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí yVeracruz, tienen más de 30 por ciento de sus localidades con familias quereciben apoyos del Programa con una alta proporción de hogares indígenas(mayor a 80 por ciento), mientras que Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo yYucatán, tienen aproximadamente 50 por ciento de las localidades atendidastambién con una proporción mayor a 80 por ciento de población indígena(cuadro 6).

Cabe destacar que en las entidades con mayor presencia de grupos indígenas, elporcentaje de hogares beneficiarios con esta característica es más elevada,como es el caso de Chiapas (79 por ciento), Hidalgo (56 por ciento), Oaxaca(79 por ciento), Puebla (53 por ciento), Quintana Roo (74 por ciento), San LuisPotosí (44 por ciento), Veracruz (41 por ciento) y Yucatán (94 por ciento).

De esta manera, más de una tercera parte de los hogares beneficiarios deProgresa están encabezados por una persona que habla una lengua indígena (35por ciento) en comparación con los hogares no pobres, para los cuales estaproporción es de 22.9 por ciento.

Mientras que 83 por ciento de los hogares con un jefe indígena se identificancomo en condición de pobreza, en el caso de los hogares con un jefe quesolamente habla español, la proporción de familias beneficiarias es de 64.5 porciento. Es evidente que los hogares indígenas experimentan en mayor medida lapobreza. Inclusive, cuando se distingue entre hogares con jefe monolingüe ocon jefe que habla una lengua indígena y español (que dentro de los hogaresindígenas representan 12.7 y 87.3 por ciento, respectivamente), en los primerosla proporción de hogares clasificados como pobres se eleva hasta 88 por ciento.Un ejemplo de las severas carencias que experimentan los hogares con jefesindígenas es que si bien presentan un tamaño y un índice de dependenciasimilares a los de los hogares no indígenas (cuadro 7), su ingreso per cápitarepresenta apenas 63 por ciento respecto a éstos últimos.

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Cuadro 6Proporción de localidades por entidad respecto al porcentaje de

familias indígenas

Entidades Localidades sinhogares

indígenas(1)

Localidades con hogares indígenas (Porcentajerespecto al total de la localidad)

Menor al 50(1) Entre 50 y 80(1) Con más del 80(1)

4 Campeche 50 23 7 205 Coahuila 99 1 0 06 Colima 98 0 0 27 Chiapas 27 5 3 658 Chihuahua 56 10 2 3210 Durango 91 1 0 811 Guanajuato 99 1 0 012 Guerrero 63 5 2 3113 Hidalgo 51 7 4 3814 Jalisco 99 0 0 115 México 76 11 6 616 Michoacán 95 2 1 317 Morelos 92 7 0 118 Nayarit 80 7 2 1119 Nuevo León 99 1 0 020 Oaxaca 19 6 5 6921 Puebla 45 13 6 3722 Querétaro 87 6 1 623 Quintana Roo 18 12 5 6624 San Luis Potosí 62 5 3 3025 Sinaloa 94 4 0 126 Sonora 58 22 7 1327 Tabasco 87 7 2 428 Tamaulipas 98 2 0 029 Tlaxcala 96 4 0 030 Veracruz 60 7 4 3031 Yucatán 1 3 6 9132 Zacatecas 100 0 0 0

Total 67 3 6 24(1)PorcentajeFuente: Progresa.

Características de los beneficiarios de Progresa

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Cuadro 7Características económicas de los hogares según presencia de

habitantes de lengua indígenaIndígena No indígena

Condición de pobreza extrema (1) 83 73Personas por hogar (2) 5.3 5Indice de dependencia (2) * 2.9 2.9Ingreso mensual per cápita (2) 227 362Ingreso mensual por perceptor (2) 1051 1560(1) Porcentaje(2) Promedio* Índice de dependencia: promedio de personas que no trabajan por cada trabajador

6. Características de las viviendas

Las características de las viviendas, que influyen en la calidad de vida de losmiembros de los hogares, presentan mayores deficiencias en las familias queviven en condición de pobreza. Así, solamente 10.8 por ciento de los hogaresbeneficiarios de Progresa disponen de agua entubada en sus viviendas o dentrode sus terrenos y 58 por ciento tienen piso de tierra, características que, por suparte, se observan para 20.9 y 28.6 por ciento del resto de los hogares,respectivamente (cuadro 8).

Cuadro 8Características de las viviendas

Pobre Resto de loshogares

Indice de hacinamiento (2) * 3.7 2.3Agua entubada dentro de la vivienda o en el terreno (1) 10.8 20.9Luz eléctrica (1) 72.4 90.1Piso de tierra (1) 58 28.6Estufa de gas (1) 30.7 64.9Licuadora (1) 27.9 60.5Radio (1) 55.4 74.4Refrigerador (1) 15.4 44.2Televisión (1) 41.7 71.4(1) Porcentaje(2) Promedio* Índice de hacinamiento: promedio de personas por cuarto

En cuanto a la disponibilidad de energía eléctrica, más del 90 por ciento de loshogares no pobres extremos en las áreas rurales de mayor marginación cuentan

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con este servicio, en tanto 72 por ciento de los hogares pobres disponen delservicio de electricidad en sus viviendas3.

En cuanto a la posesión de diversos bienes, la proporción de las unidadesdomésticas en condición de pobreza extrema que cuentan con enseres comouna estufa de gas, una licuadora o un refrigerador ascienden a 30.7, 27.9 y 15.4por ciento, respectivamente, porcentajes que representa sólo la mitad de losobservados para las viviendas de familias no beneficiarias.

Asimismo, únicamente 55 por ciento de los hogares pobres poseen un radio ypoco más del 40 por ciento cuentan con una televisión, situación más frecuenteen el otro grupo de familias, donde en tres de cada cuatro viviendas se disponede estos bienes básicos para recibir información y entretenimiento.

Las familias pobres presentan un promedio de residentes por cuarto 60 porciento más alto que las no pobres (3.7 personas en comparación con 2.3), loque refleja un mayor hacinamiento de las personas en las viviendas pobres,situación que en general se asocia a mayores riesgos para la salud y para unasana convivencia de los individuos en el hogar (cuadro 8).

7. Características de alfabetismo y escolaridad

La educación es un factor cardinal para el desarrollo de toda sociedad. Laeducación propicia la ampliación de oportunidades efectivas de incorporaciónde las personas a la actividad económica, y por ello resulta un insumoindispensable para el desarrollo del capital humano; contribuye también atransformar los ideales y las conductas de los individuos, favoreciendo laadopción de valores y nuevas actitudes y comportamientos.

Los hogares en condición de pobreza extrema enfrentan serios obstáculos parasu desenvolvimiento, dadas las profundas deficiencias que experimentan en estamateria educativa. Como ejemplo, 29 por ciento de los hombres y 43.5 porciento de las mujeres pobres de 15 y más años no saben leer o escribir, encomparación con 18 y 31.4 por ciento, respectivamente, de las personas deestas edades en los hogares no pobres extremos que presentan dicha condición(cuadro 9).

Incluso entre personas de generaciones más jóvenes (con edades entre 16 y 24años actualmente), se aprecia una relativamente alta proporción de personas enlos hogares en condición de pobreza extrema que no saben leer o escribir: 14.6

3 Sin embargo, éste es un efecto que depende principalmente de las condiciones del contexto comunitario.

Características de los beneficiarios de Progresa

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por ciento de los hombres y 20.7 por ciento de las mujeres (los datoscorrespondientes a las personas del resto de los de hogares son muchomenores: 6.2 y 7.3 por ciento).

Cuadro 9Porcentaje de analfabetas de acuerdo al sexo y

condición de pobreza

Pobre Resto de los hogaresHombre 29.0 18.0Mujer 43.5 31.4

Los hombres mayores de 15 años que viven en localidades rurales marginadastienen en promedio 4.3 años de estudios, observándose una diferencia de másde un año entre los miembros de hogares en pobreza extrema y los hogares queexperimentan esta condición. Las mujeres de ambos grupos muestran unpromedio de años de escolaridad menor, presentándose una diferencia similar ala de los hombres de acuerdo con su condición socioeconómica (cuadro 10).

Cuadro 10Escolaridad promedio de personas mayores de

15 años de acuerdo al sexo

Pobre Resto de los hogaresHombre 4.0 5.1Mujer 3.4 4.4

El nivel de escolaridad alcanzado por las personas adultas refleja en granmedida la oferta educativa existente en el contexto rural de México en elpasado. Centrando la atención en las personas de 16 a 24 años, 25 a 39 años y40 a 59 años, se observa que una mayor proporción de las personas de lasgeneraciones más jóvenes ha asistido a la escuela, aunque son marcadas lasdiferencias entre hombres y mujeres y entre personas que viven en pobreza y lasque no tienen esta condición (señalando la menor oportunidad de escolaridadde las mujeres y de los miembros de hogares pobres) (cuadro 11).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

118

Cuadro 11 Proporción de analfabetismo por grupos de edad según sexo,

condición de escolaridad y condición de pobreza

PobreGrupo de edad Sexo no estudio no termino

primariaTermino

primaria mas nosecundaria

mas desecundaria

16 a 24 Hombre 12.1 40.9 10.8 36.2Mujer 18.2 43 8.1 30.7

25 a 39 Hombre 20.8 57.4 4 17.8Mujer 32.6 53.6 2.6 11.2

40 a 59 Hombre 38 58.6 0.8 2.6Mujer 55.4 43.1 0.4 1.1

Resto de los hogaresGrupo de edad Sexo no estudio no termino

primariaTermino

primaria mas nosecundaria

mas desecundaria

16 a 24 Hombre 4.9 24.8 9.9 60.4Mujer 6.3 25.1 9.4 59.3

25 a 39 Hombre 8.1 36.3 6.7 48.9Mujer 15 42.7 4.4 37.9

40 a 59 Hombre 24.7 64.7 1.8 8.8Mujer 40.7 54 0.8 4.5

Asimismo, incluso entre el grupo de 16 a 24 años de edad, entre los hombres nopobres extremos sólo 70 por ciento concluyó la primaria, proporción que entrelos miembros de hogares pobres, sin embargo, asciende apenas a 47 por ciento,y en el caso de las mujeres es menor a 40 por ciento.

8. Asistencia escolar y actividad laboral de niños y jóvenes

Aún cuando hoy en día la gran mayoría de los niños ingresa a la primaria, seobserva una mayor deserción escolar entre los miembros de los hogares encondición de pobreza extrema. Uno de los factores que pueden estar influyendoen esta situación es la necesidad que tiene sus hogares por contar con su apoyolaboral para aportar ingresos para la subsistencia de la unidad doméstica(gráfica 2).

Características de los beneficiarios de Progresa

119

6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

Edad

0.2

0.4

0.6

0.8

1

Hombre beneficiario Hombre no beneficiario

Mujer beneficiaria Mujer no beneficiaria

Gráfica 2Asistencia escolar por edad

Rezago y deserción son fenómenos estrechamente vinculados. El abandonoescolar se asocia con frecuencia a una historia de repeticiones sucesivas:cuando un niño empieza a rezagarse en sus estudios y no recibe el apoyonecesario de sus padres y maestros, le resulta cada vez más difícil asimilar elaprendizaje y termina por desistir. Si a ello se añade que su trabajoremunerado fuera del hogar, al igual que las labores domésticas noremuneradas en el caso de las niñas, es necesario para completar el ingresofamiliar, difícilmente esos niños y jóvenes terminarán su ciclo educativo básico.

Así, se aprecia que alrededor de 32.7 por ciento de los adolescentes hombresentre 13 y 15 años de edad ya trabajan en el caso de los hogares en condiciónde pobreza extrema, en tanto que para los varones de estas edades en el restode los hogares esta proporción es de 21 por ciento. Esto sin duda comprometesu aprovechamiento académico en caso de que combinen ello con sus estudios,lo que se observa en uno de cada siete jóvenes pobres que asisten a la escuela,situación más frecuente que en el caso de los jóvenes con menores carenciaseconómicas (uno de cada doce estudiantes trabaja) (cuadro 12).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

120

Cuadro 12Proporción de niños de 13 a 15 años respecto a su situación

escolar y de trabajo según sexo y condición de pobreza

PobreSexo asisten a la escuela

y no trabajanno asisten a la

escuela y trabajanasisten a la escuela

y trabajanno asisten a laescuela y no

trabajanHombre 52.02 24.60 8.17 15.22Mujer 48.69 11.21 3.03 37.07

Resto de los hogaresSexo asisten a la escuela

y no trabajanno asisten a la

escuela y trabajanasisten a la escuela

y trabajanno asisten a laescuela y no

trabajanHombre 68.75 14.42 6.65 10.18Mujer 64.22 6.53 2.41 26.83

Así, no sólo una proporción menor de hombres adolescentes de 13 a 15 años deedad de los hogares pobres asiste a la escuela en comparación con los jóvenesde los hogares no pobres extremos (59.7 y 74.8 por ciento, respectivamente),sino que además aquellos que asisten tienen mayor probabilidad de presentarun menor rendimiento escolar debido a que además desarrollan algunaactividad laboral.

Sobresale el hecho que, entre las niñas de las mismas edades, dos terceraspartes de las integrantes de hogares no pobres extremos continúan estudiando,en tanto que solamente la mitad de las adolescentes de los hogares encondición de pobreza extrema de las localidades rurales marginadas siguendentro del sistema educativo.

Dejar la escuela obedece, en ambos grupos, a la necesidad de brindar ayuda enla casa, bien sea en las labores domésticas o cuidando a hermanos menores,enfermos y otras personas que requieren de atención especial. Con frecuenciaésto permite que otros miembros de la familia puedan salir a trabajar. Dehecho, 36.7 por ciento de las adolescentes beneficiarias de Progresa habíandejado la escuela para permanecer en su casa. En el otro grupo, este porcentajeasciende a 26.7 por ciento, lo que indica que prevalecen pautas culturales entodos los niveles socioeconómicos que contribuyen a arraigar a las mujeres aactividades domésticas desde edades muy tempranas, lo que tiende a asociarsecon uniones maritales a edades tempranas y una conducta reproductivacaracterizada por una alta fecundidad.

Características de los beneficiarios de Progresa

121

9. Consideraciones finales

Este documento ha intentado mostrar las condiciones generales de los hogaresbeneficiarios de Progresa. Entre los aspectos que se han querido subrayar estánlas diferencias con respecto al resto de los hogares. Pero también se hanintentado señalar otras dimensiones de desigualdad que prevalecen agudamenteen el medio rural más marginado, como son las de género y de etnicidad (contodo y las severas limitaciones que pueden señalarse con respecto al criterio dedefinición utilizado a partir de la lengua del jefe del hogar) (véase INEGI-INI,1999).

Aunque no se ha identificado que la fracción de hogares pobres sea más elevadaentre los hogares dirigidos por mujeres, lo que se deriva, como se señalóanteriormente, de que no se han podido incorporar indicadores que aúnresultan de muy difícil captación con instrumentos de aplicación a nivel de grannúmero de hogares, como son los relativos a la subordinación social o lasexcesivas cargas de trabajo (incluidas las actividades domésticas), se hanpresentado resultados específicos que indican las limitaciones a lasoportunidades de vida de las mujeres rurales más pobres (por ejemplo, enmateria de escolaridad).

Es claro el complejo mosaico en que se refleja la condición carencial de lapobreza extrema que aqueja a una gran proporción de los hogares de loscontextos rurales de mayor marginación. Quizás uno de los temas más críticosse relaciona a la baja escolaridad de las personas; no obstante los cambiospositivos que se aprecian entre distintas generaciones, se definen grandesrezagos que en el corto plazo representan un obstáculo para elevar los nivelesde vida, agravado por altos índices de dependencia y falta de equipamiento yservicios en las viviendas.

Esta situación es una de las bases para la orientación de los apoyos de Progresahacia el fortalecimiento de las capacidades de las personas, y en especial de lasmujeres. No se sigue solamente lograr que las familias cuenten con un ingresomayor, como resultado de los apoyos monetarios que se entregan a los hogaresbeneficiarios, sino que se busca fomentar las vías para que las personas tenganla posibilidad de considerar un futuro diferente y una nueva situación para loshijos, en que se posibilite su educación junto con una mejor salud y un mejorestado nutricional.

BibliografíaINI, INEGI.(1999). Encuesta Nacional de Empleo en Zonas Indígenas 1997.México.

VILos hogares y las familias en laslocalidades rurales marginadas

Introducción

n general, suele asumirse que el término de "hogar" es sinónimo de"familia", sin llegar por ello a explorar las diferencias o similitudes que cadauno puede plantear con respecto al otro 1. En la mayor parte de los

instrumentos de recolección de información de las encuestas nacionales o de loscensos de población en nuestro país, el "hogar" generalmente se define en términossimilares a los siguientes: "es el conjunto de personas que hacen vida en comúndentro de una vivienda, unidos o no por parentesco, comparten los gastos demanutención y preparan los alimentos en la misma cocina". Es decir, el hogar sedefine por criterios de convivencia, manutención y gasto compartido, haciendocomúnmente referencia al concepto de "olla común", y dejando de lado laimportancia que pueden tener las relaciones de parentesco entre sus integrantes.

En cambio, una familia se define por los lazos de consanguinidad y afinidad entresus miembros, sin importar si comparten gasto u olla común. Así, se tienen dosconceptos que hacen referencia a cuestiones diferentes pero que son asimiladosen un uso común.

Distinguir entre hogares y familias adquiere una gran relevancia para el Programade Educación, Salud y Alimentación (Progresa), que busca focalizar sus accionesen las familias y, dentro de ellas, principalmente en los niños. Un enfoque del tipodel que se propone aquí ofrece un análisis sobre las características de los hogaresen condiciones de extrema pobreza identificados como beneficiarios de Progresacon relación a sus unidades familiares, definidas a partir de relaciones deparentesco, que puede ayudar a identificar algunas situaciones que deben tenerseen cuenta dada la orientación de entregar los apoyos del Programa directamentea una titular beneficiaria en cada hogar.

* Documento preparado por Patricia E. Muñiz

1 Lo mismo sucede con lo que respecta al concepto de "unidad doméstica" que en general se asume con el mismosignificado, que sin embargo, dejaremos de lado por el momento.

E

Programa de Educación, Salud y Alimentación

124

En el presente trabajo el interés se centra en presentar los datos correspondientesa unidades básicas de parentesco (UBP), organizadas a partir de informaciónrecolectada en hogares, con la finalidad de exponer la metodología seguida paraanalizar las unidades domésticas empleando un criterio basado en los vínculos deparentesco entre los integrantes y comparar los resultados con aquéllos que seobtienen del análisis siguiendo la definición de los hogares descrita antes.

1. Metodología

Los datos que se utilizan corresponden a una muestra aleatoria de alrededor de100 mil hogares de los aproximadamente 1.95 millones censados por Progresaentre diciembre de 1996 y mayo de 1998 en cerca de 37,000 localidades ruralesde alta y muy alta marginación de 30 estados de la República Mexicana. Estaslocalidades representan 35.4 por ciento de las localidades de menos de 5,000habitantes y 47.5 por ciento del total de las de mayor marginación, siendo unaproporción de 76.5 por ciento del total los 15.3 millones de personas que residenen las localidades de alta y muy alta marginación en el país. En dichas localidades,el instrumento utilizado para la recolección de la información fue la Encuesta delas Características Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH), a través de la cualse obtienen los datos básicos para la identificación de las familias beneficiarias deProgresa2.

El cuestionario aplicado consta de dos secciones; la primera hace referencia a lascaracterísticas sociodemográficas de todos los miembros que conforman el hogar(parentesco, sexo, edad, analfabetismo, escolaridad, asistencia escolar, condiciónde actividad, ingresos y migración temporal y definitiva). En esta sección serecolecta precisamente la información de las preguntas acerca de la presencia depadre, madre o cónyuge de cada persona en el hogar. La segunda parte delcuestionario, por su parte, recoge información de las características de lasviviendas, posesión de enseres, tierras y animales.

La composición de parentesco de los hogares3 se construye a partir de la preguntaacerca del parentesco de los miembros de los hogares con respecto al jefedeclarado y el estado civil en el caso de los hijos4. Estas variables permitenorganizar dos grandes grupos, denominados hogares familiares (nucleares,extensos, compuestos) y aquellos que se suelen englobar bajo el término de no

2 Para mayor información véanse los anexos 1 y 2.3 A la composición de parentesco en los hogares se le suele reconocer como "tipos de hogares" o "tipologías de hogares".4 En el instrumento de recolección de datos empleado, la pregunta acerca del parentesco cuenta con 18 categorías deparentesco definidas, una categoría para "otro parentesco" y además registra a los sirvientes y a las personas sinparentesco.

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas

125

familiares, que a su vez se pueden desagregar en los hogares unipersonales y losde corresidentes. Una mayor desagregación permite obtener una caracterizaciónde 13 diferentes "tipos de hogares", que responden a diferentes composiciones deparentesco de los integrantes del hogar con respecto al jefe.

Los tipos comunmente utilizados parten de identificar a los hogares familiaresnucleares y, en caso de que se encuentre residiendo en el hogar alguna otrapersona pariente del jefe, además de las que componen el núcleo, el hogar sedefine como extenso. Si este otro residente no es pariente del jefe, el hogar seclasifica como compuesto. De esta forma, la tipología de los hogares según sucomposición de parentesco queda organizada como:

Familiares Nucleares:1) estrictos: aquéllos en donde habita una pareja sin hijos solteros2) conyugales: corresponde a la presencia de una pareja con hijos solteros3) monoparentales: aquéllos en que el (la) jefe del hogar vive con sus hijos solteros

Familiares Extensos4) extensos estrictos: aquéllos en que habita una pareja sin hijos solteros y algúnotro pariente (como puede ser uno de los padres de alguno de los dos integrantesde la pareja)5) extensos conyugales: corresponde a la presencia de una pareja con hijos solterosy otro pariente6) extensos monoparentales: son aquéllos en que el (la) jefe del hogar vive con sushijos solteros además de otro pariente, pero no el cónyuge del jefe7) extensos con otras combinaciones de parentesco (bien pueden ser el jefe delhogar con hijos casados, sólo con nietos, etc.)

Familiares Compuestos8) compuestos estrictos: aquéllos en donde habita una pareja sin hijos y algúnotra persona que no es pariente del jefe del hogar9) compuestos conyugales: corresponde a la presencia de una pareja con hijossolteros y otro miembro del hogar sin relación de parentesco10) compuestos monoparentales: son aquéllos en que el (la) jefe del hogar vive consus hijos solteros además de otro no pariente11) compuestos con otras combinaciones de parentesco (bien pueden ser el jefedel hogar con hijos casados, sólo con nietos, etc. y además otro no pariente)

Hogares no familiares12) Hogares unipersonales: como su nombre lo indica, son aquéllos en donde vivesolamente una persona

Programa de Educación, Salud y Alimentación

126

13) Hogares de corresidentes: estos hogares están formados por dos o máspersonas sin vínculos de parentesco con el jefe del hogar

Como se puede observar, en esta clasificación el estado civil se toma en cuentasólo en el caso de la presencia de hijos del jefe en el hogar: cuando ellos sonsolteros, el hogar se define como un hogar nuclear, y en el caso de que alguno seacasado, divorciado o viudo, el hogar se clasifica como extenso o compuesto. Alrespecto, vale la pena retomar algunas de las aclaraciones expuestas. Dado que elparentesco analizado se refiere sólo al jefe del hogar, se supone que aquellosintegrantes que aparecen como hijos del jefe son también hijos de la (o del)cónyuge del jefe. Por otro lado, en el caso de que algún miembro del hogar seadeclarado como hijastro del jefe, su presencia implica que el hogar sea clasificadocomo extenso, de la misma manera que resulta de la presencia de un hijo casado,tenga o no esposa o hijos residentes en el hogar.

La aproximación que se sigue en este trabajo para la formación de las UBP partede considerar la composición de parentesco de los hogares conjuntamente con lainformación derivada de otras tres preguntas incluidas en el instrumento derecolección de datos, que se refieren a la presencia del padre, la madre y elcónyuge de cada uno de los miembros5. Por la forma en que están planteadasdichas preguntas, se puede ubicar en el listado de miembros del hogar al padre, ala madre o al cónyuge de cada uno de los otros miembros, de tal suerte que sepuede interrelacionar a los miembros del hogar por sus lazos de consanguinidady por los lazos de afinidad entre ellos6.

Dada la forma en que se organiza la composición de parentesco de los hogares, esclaro que los hogares nucleares que están formados por parejas sin hijos, por unode los padres solo con sus hijos o por cónyuges con sus hijos solteros, es decir, quetodos sus integrantes guardan lazos de consanguinidad o afinidad, solamente cuentan con una UBP de acuerdo con los criterios que se indican más adelante. Asimismo, los hogares no familiares (de corresidentes y unipersonales) sonhogares en los cuales no existen relaciones de parentesco, al menos con el jefe, yno es posible establecer una UBP en los mismos. Por estos motivos, para laformación de las UBP se consideran sólo aquellos hogares denominados comoextensos y compuestos .

5 Las preguntas son del tipo: ¿Vive el padre de (nombre) en este hogar? Si la respuesta es positiva se pregunta: ¿me podríadar su nombre? y el entrevistador anota el renglón dentro del listado de miembros del hogar en el cual se encuentra dichapersona.6 Por consanguinidad se hace referencia a las relaciones de padres e hijos y por las de afinidad a la relación conyugal.

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas

127

Para la construcción de las familias, se definen las UBP a partir de los lazos deconsanguinidad y afinidad, es decir, de la presencia de padres con sus hijos, o biende parejas, siguiendo el procedimiento que se lista a continuación:

1. El primer acercamiento a una UBP buscó relacionar a las parejas, es decir, seidentificó el(la) cónyuge de cada uno de los miembros en el hogar entre las personas que habitan en el mismo hogar.

2. Una vez establecida la pareja, se procedió a buscar entre los miembros delhogar a aquellos registrados como hijos, integrándolos a la pareja en la formaciónde una UBP.

3. Aún en el caso de no existir una pareja, se procede a buscar a los hijos. Coneste segundo paso se completa la búsqueda de los dos tipos de relaciones básicaspara la organización de las unidades. Así, se puede decir que el procedimientoconsidera además del tipo de relación de parentesco (consanguíneas y de afinidad),el número de relaciones presentes en las unidades.

4. Cuando dentro del hogar existía alguna persona que podría ser parte de dosunidades básicas de parentesco diferentes, por ejemplo un varón hijo del jefe delhogar que contaba con una cónyuge e hijos en el mismo hogar, se priorizó larelación conyugal.

5. Posteriormente se procedió a relacionar a los demás miembros del hogar conlos siguientes criterios: a las personas que no habían sido incluidas en una unidad,pues no existía un cónyuge, ni padre, ni madre, y su única relación de parentescoera la establecida con el jefe del hogar, y se les incluyó con éste como parte de suunidad, ya fuera que el jefe hubiera organizado una UBP por contar con uncónyuge o con hijos, o que se hubiera integrado a una UBP. Cabe aclarar que lascategorías que contempla la pregunta acerca del parentesco con el jefe presentaalgunas limitaciones que también repercuten para la organización de las UBP,pues no es posible identificar los lazos de consanguinidad de aquellas personas queson hermanos cuando en el hogar no vive el padre o la madre, o no son hermanosdel jefe.

6. En el caso de que hubiera quedado el jefe solo, éste se anexa a alguna de lasUBP de su hogar. Con base a estos criterios fue posible definir la mayor parte delas relaciones de parentesco y afinidad para la formación de las UBP dentro de loshogares. Sin embargo, en algunas de ellas no fue posible hacerlo, pues el únicovínculo de parentesco con el que se contó fue el que mantiene algún integrante delhogar con la persona originalmente identificada como el jefe del hogar. Para estos

Programa de Educación, Salud y Alimentación

128

casos, se procedió a agrupar a dichas personas en la misma unidad básica deparentesco que el jefe del hogar.

7. Por último, cuando en el hogar se encontraban personas no emparentadas conel jefe y que no mantenían relaciones de afinidad o consanguinidad con ningúnotro de los miembros del hogar, dichas personas quedaron en una unidad separada.De esta forma se organizaron 7 tipos de UBP (cuadro 1), de las cuales los cincoprimeros tipos estarían organizados conforme a los criterios descritos, y los dosúltimos son aquéllos en los cuales las relaciones de parentesco no se pudierondefinir o no existen.

Cuadro 1Tipos de unidades básicas de parentesco

w Tipo A una pareja una relación de afinidad (conyugal)w Tipo B padre o madre con hijo(s) una relación de consanguinidadw Tipo AB una pareja con hijo(s) una relación de afinidad y una de consanguinidadw Tipo A ó B ó AB + B una pareja con hijo(s) y un

padre de alguno de la parejauna relación de afinidad y dos de consanguinidad

w Tipo C (A ó B ó AB +otra relación de parentesco)

cualquiera de las definiciones yotra(s) relaciones de parentesco

una relación de afinidad y/o consanguinidad y otrasrelaciones de parentesco

w Tipo D una persona sola no hay relacionesw Tipo E dos o más personas sin relaciones de parentesco o afinidad

Es necesario aclarar que aquellas UBP que aparecen como “tipo C” contemplangran diversidad de otras relaciones de parentesco, que al ser tipificadas uorganizadas permitirán un mayor detalle en el análisis, aún cuando exista lalimitación de que estas relaciones sólo aparecen con respecto al jefe del hogar.

2. Composición de parentesco de los hogares

Con respecto a la composición de parentesco de los hogares, resulta importantehacer notar que en la distribución de tipos de hogar se observa una situación singrandes variaciones en nuestro país, al menos en las últimas tres décadas, periodoen el que el grupo de hogares a los cuales se ha denominado como "familiares" hanconformado la mayor parte. Entre ellos, los hogares familiares nucleares hanconstituido la proporción mayoritaria, con alrededor de 70 por ciento del total, yen los que las diferencias encontradas por tipo de localidad de residencia resultanpoco significativas. En las localidades rurales marginadas que se representan enlos datos aquí analizados, la distribución del tipo de hogar es similar: 71 por cientode hogares familiares nucleares, 24.7 por ciento de extensos y compuestos y elresto, 4.6 por ciento, son hogares no familiares (cuadro 2).

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas

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Cuadro 2Composición de parentesco en los hogares

Composición deparentesco

Porcentajeacumulado

Porcentaje

FAMILIARESNucleares 70.8

Estricto 8.8Monoparental 5.7Conyugal 56.3

Extensos 24.2Extensos Estricto 5.0Extensos Conyugal 12.9Extensos Monoparental 2.9Extensos Otro 3.4

Compuestos 0.5Compuesto Estricto 0.2Compuesto Conyugal .2Compuesto Monoparental .0Compuesto Otro .1

NO FAMILIARES 4.6Unipersonales 4.6CorresidentesTotal 100.0 100.0

La proporción de los hogares nucleares es mayor entre los hogares en condiciónde pobreza que los que no se encuentran en dicha situación (72.3 y 66 por ciento,respectivamente). Entre los hogares pobres, 59.5 por ciento se caracterizan comoconyugales, en tanto que en los hogares no pobres este tipo de composición seobserva en 46.2 por ciento del total de las unidades familiares. Por el contrario, elresto de los hogares presentan una proporción más elevada de hogares nuclearesestrictos, esto es, de parejas sin hijos. Asimismo, entre estos hogares la presenciade hogares unipersonales es de prácticamente el doble que en los hogares quereciben los beneficios de Progresa (7.7 y 3.6 por ciento, respectivamente).

La presencia y las características de las unidades extensas, son parecidas entre loshogares en pobreza extrema y los que no experimentan esta condición. Noobstante, cabe destacar, que la mayoría de las unidades de este tipo se clasificancomo hogares conyugales extensos, esto es, en que hay la presencia de un núcleofamiliar de padre, madre e hijos solteros, así como otro(s) pariente(s) del jefe delhogar, que inclusive pueden conformar un núcleo familiar adicional.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

130

3. Conformación de las Unidades Básicas de Parentesco

Como se señaló anteriormente, la definición de UBP se realiza exclusivamente enhogares clasificados como extensos y compuestos, esto es, con respecto a unacuarta parte del total de las unidades en la muestra. Entre estos hogares definidoscomo extensos y compuestos, se observa que 58.2 por ciento cuentan sólo conuna UBP, 37.1 por ciento con dos y el resto, 4.8 por ciento tienen entre 3 y 5unidades. Ello da por resultado que al pasar de los hogares a las UBP, las unidadesde análisis se incrementan en 47.1 por ciento. Cabe señalar que las diferencias enel número de UBP en los hogares de acuerdo con la condición de pobreza son muypequeñas, como se puede apreciar en el cuadro 37.

Cuadro 3Número de UBP en los hogares extensos por condición

de pobreza de los hogares

Número de UBP No pobre Pobres Total1 unidad 60.8 57.3 58.22 unidades 35.6 37.6 37.13 unidades 3.33 4.6 4.34 unidades 0.33 0.5 0.45 unidades 0 0 0

(100.0) (100.0) (100.0)

El cuadro 4 muestra la relación que existe entre la tipología de hogares y elnúmero de UBP en que se desagregaron. En el caso de los hogares extensosestrictos, conyugales y monoparentales, más de la mitad se componen de una solaUBP y otro 40 por ciento de dos. Sólo uno de cada veinte hogares tiene tres o másUBP. Entre los hogares extensos de otro tipo 86 por ciento sólo tienen una UBP.Aunque la proporción de los hogares compuestos es pequeña, es necesariosubrayar que varía fuertemente el número de UBP que los conforman: alrededorde la mitad de los estrictos tienen dos unidades; en cambio, los hogarescompuestos conyugales en su mayoría tienen una sola UBP.

7 Nótese que se hace referencia a la condición de pobreza de los hogares y no a la de las UBP.

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas

131

Cuadro 4Número de UBP por tipo de hogar extenso o compuesto

Número de UBPTipo de hogar 1 2 3 4 5 % Total

Extensos estrictos 53.4 41.8 4.4 0.3 - 20.3 (100)Extensos conyugales 53.7 40.9 4.8 0.5 - 52.4 (100)Extensos monoparentales 55.1 39.8 4.5 0.5 11.7 (100)Extensos otros 86.0 12.5 1.3 0.1 0.1 13.7 (100)Compuestos estrictos 37.1 51.6 10.1 1.3 0.6 (100)Compuestos conyugales 68.1 27.3 3.2 0.9 0.5 0.9 (100)Compuestos monoparentales 52.6 36.8 10.5 0.1 (100)Compuestos otros 42.4 50.0 6.1 1.5 0.3 (100)Total 58.2 37.1 4.3 0.4 - 100.0

4. Hogares y UBP

Resulta importante dar una visión de las UBP considerando no sólo a los hogaresextensos y compuestos, sino a todos los tipos definidos anteriormente.

Así, tomando en cuenta a todos los hogares de la muestra, las unidades domésticasde análisis originales (hogares) se incrementan en 11.6 por ciento al consideraren su lugar a las UBP. Cabe señalar que la gran mayoría de los hogares (89.7 porciento) se clasifican con una sola UBP. De hecho, solamente en poco más del 10por ciento de los hogares se establecieron dos o más UBP (cuadro 5). Asimismo,no se encuentran diferencias de acuerdo con la condición de pobreza identificadaa nivel de los hogares.

Cuadro 5UBP en la muestra por condición de pobreza

(porcentajes).

Número de unidades derivadas de los

hogares

Pobre Resto de loshogares

Total

1 89.7 89.7 89.72 9.0 9.3 9.13 1.1 0.9 1.14 0.1 0.1 0.15 0 0 0Total 100.0 100.0 100.0

Con respecto a la distribución de las UBP en todos los hogares, se observa que 11.4por ciento corresponden a unidades conformadas sólo por una pareja de cónyuges.Una proporción similar (10.3 por ciento), son UBP en las cuales se encuentransólo personas con lazos de consanguinidad del tipo descrito (padre/madre e hijos).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

132

La mayor proporción (62 por ciento) se ubica entre aquellas unidades que estánconformadas por dos tipos de relaciones: de pareja y de padre/madre e hijos (tipoAB). Aquellas unidades de tipo C, que están conformadas por una relación deparentesco adicional a las ya mencionadas, constituyen 9 por ciento de lasunidades. De las UBP restantes, que cuentan con el padre de alguno de loscónyuges, las de personas solas, y aquéllas en las que las personas no tienenrelación de parentesco, son menos del 5 por ciento en cada caso (cuadro 6).

Al distinguir estos resultados por condición de pobreza extrema de los hogares delos cuales provienen estas UBP, se observan diferencias que deben subrayarse. Conrespecto a las unidades Tipo A (sólo relación de pareja), la proporción es mayorentre los hogares no pobres extremos que entre los que se caracterizan por sucondición de pobreza extrema (16 y 10 por ciento, respectivamente). Algo similarsucede con las unidades tipo D, que entre los no pobres son más del doble queentre la población pobre. La diferencia más sustantiva se encuentra entre aquellasunidades de tipo AB (pareja e hijos), que entre población en pobreza son 65 porciento, mientras que para el resto de los hogares esta proporción asciende a 52 porciento.

Cuadro 6Tipos de UBP de la muestra de hogares por

condición de pobreza de los hogares

Pobre Resto de loshogares

Total

Tipo A 9.9 16.1 11.4Tipo B 9.9 11.5 10.3Tipo AB 65.0 52.3 62.0Tipo AB+B 3.3 2.7 3.1Tipo C 8.3 9.8 8.7Tipo D 3.2 6.9 4.0Tipo E 0.4 0.7 0.5Total 100.0 100.0 100.0

Con el fin de retomar algunos indicadores a nivel de las UBP que desde laperspectiva del análisis de los hogares han sido muy importantes como pueden serel sexo, edad y ocupación del jefe, tamaño y estructura de edades de la unidad, eneste documento se parte de asignar el papel del jefe de la UBP prioritariamente alhombre, cuando éste estaba presente. En el caso de que el jefe del hogar declaradooriginalmente fuera un integrante de la UBP, se le conservó su jerarquíadesignándolo como jefe de la unidad. Cuando no había presencia de un varónadulto en la UBP, la jefatura se asignó a una mujer adulta (madre de los menores)8. 8 Según se ha podido constatar, parte de las jefaturas se asignan por un criterio de jerarquía asociado a la edad y sexo.

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas

133

En los hogares analizados, 11.3 por ciento son encabezados por mujeres, siendoesta proporción ligeramente más alta entre los hogares que no se encuentran encondiciones de pobreza extrema. La proporción de jefaturas femeninas tiende aaumentar en los hogares extensos, hasta representar 16.6 por ciento. Al observarla distribución del sexo del jefe de las UBP, se tiene un aumento en la proporciónde mujeres que encabezan la unidad de análisis (20.7 por ciento), sin que seaprecien ya diferencias de acuerdo con la condición de pobreza originalmenteasignada a los hogares (cuadro 7).

Cuadro 7Características seleccionadas en los hogares y las UBP por condición de pobreza extrema

HOGARES EXTENSOS UBPPobre Resto de los

hogaresTotal Pobres Resto de los

hogaressTotal

Sexo del jefeHombre 83.8 82.5 83.4 79.1 80.0 79.3Mujer 16.2 17.5 16.6 20.9 20.0 20.7Edad promedio del jefe 51.9 55.0 52.7 44.5 47.4 45.2Estado civil del jefeNo responde 5.2 7.8 5.9 7.3 8.5 7.6Casado o unido 75.4 72.1 74.6 73.6 72.7 73.4Separado(a) 3.1 4.0 3.3 6.7 6.3 6.6Viudo(a) 16.3 16.1 16.2 12.4 12.5 12.4Ocupación del jefeNo trabaja 19.7 18.8 19.4 21.6 18.3 20.8Jornalero rural 37.2 27.0 34.6 35.9 28.1 34.0Obrero no agropecuario 8.4 11.9 9.3 11.3 15.6 12.4Trabaja por su cuenta 17.5 22.2 18.7 14.8 19.7 16Otro 17.3 20.0 17.9 16.4 18.4 16.9Tamaño promedio 6.6 5.4 6.3 4.4 3.8 4.3Promedio de niños de 0 a 5 años 1.0 0.5 0.9 0.7 0.4 0.6Promedio de niños de 13 a 15 años 0.5 0.3 0.5 0.4 0.2 0.3Promedio de niños de 6 a 12 años 1.2 0.6 1.0 0.8 0.4 0.7Promedio de trabajadores 2.2 2.4 2.2 1.5 1.7 1.5Ingreso per cápita 228.1 467.8 288.9 224.8 460.9 283.2Indice de dependencia 3.7 2.6 3.4 3.3 2.4 3.1Promedio de aportantes de ingreso 2.1 2.4 2.2 1.4 1.7 1.5

Con respecto a otros de los indicadores acerca del las características de la jefaturade los hogares y de las unidades básicas, se observa que mientras la edad promedio Por ello, se ha conservado prioritariamente al jefe asignado en el hogar como jefe en las unidades básicas y en el resto delos casos se ha asignado este papel prioritariamente a un varón. Sin embargo, es importante señalar que el instrumentode recolección de datos empleado incluye información que permitiría explorar la asignación de la jefatura a través devarios criterios, como sería seleccionar a la persona que aporta el mayor ingreso, la que toma las decisiones importantesen el hogar, la que administra el gasto familiar y, por último, también sería posible seleccionar a la persona con mayorjerarquía por sexo y edad (Muñiz y Hernández, 1999).

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de los jefes de hogar es de 52.7 años, siendo ligeramente más jóvenes aquéllos dehogares en condición de pobreza extrema, los jefes asignados a las UBP son 7 añosmenores en promedio (cuadro 7). En cuanto al estado civil de los jefes de loshogares y de las UBP, no se aprecian diferencias marcadas. Asimismo, no sepresentan cambios en la ocupación de los jefes entre los designados en los hogaresy los correspondientes a las unidades básicas.

Como era de esperar, al conformar las UBP el tamaño o número promedio demiembros del núcleo doméstico es menor al que se registra a nivel de los hogares;así, se observa que mientras los hogares tiene un tamaño promedio de 6.3miembros, con una diferencia de una persona entre los hogares pobres extremosy el resto (6.6 y 5.4 personas, respectivamente), en las UBP el tamaño promediose reduce a 4.3 integrantes por unidad, conservándose las diferencias porcondición de pobreza (4.4 en los pobres y 3.8 en los no pobres extremos).

Con respecto al número promedio de niños de diferentes grupos de edad, tambiénse observa una reducción al cambiar de unidad de análisis, sobre todo al hacerreferencia a aquellos hogares en condición de pobreza extrema y en relación conlos menores de 6 a 12 años de edad: en los hogares se contaba en promedio con1.2 niños, pasando a ser 0.8 en las UBP. En el resto de los grupos, aunque elnúmero de niños disminuye, este cambio es menos marcado.

Al revisar la información que se refiere a los índices de dependencia, el númerode aportantes y el ingreso per cápita, se observa que mientras el número promediode personas que aportan ingresos disminuye en las unidades básicas con respectoa los hogares, tanto el índice de dependencia como el ingreso per cápita semantienen prácticamente iguales entre las dos unidades de análisis.

5. Consideraciones finales

Se ha realizado la conformación de unidades básicas de parentesco, basadas encriterios de consanguinidad y afinidad, que permite una aproximación a una"familia" a partir de la información determinada para los hogares. En laslocalidades rurales marginadas de las cuáles se recolectó la información analizada,se logró identificar que en aproximadamente 9 de cada 10 hogares, la constituciónde UBP no implica un cambio en la unidad de trabajo, esto es, que el grupodoméstico es el mismo ya sea que se analice como "hogar" o como "UBP".

En el 10 por ciento de los hogares restantes, el uso de una aproximación a losnúcleos domésticos basado en los criterios de conformación de UBP da comoresultado que se identifiquen principalmente dos unidades. En estos casos, destaca

Los hogares y las familias en las localidades rurales marginadas

135

en la reconformación de los grupos domésticos la presencia de unidades conimportante presencia de mujeres a la cabeza.

La aproximación metodológica empleada abre vías de análisis detallado para estegrupo de unidades; aunque corresponden a un 10 por ciento de los hogaresoriginales, conforman 17 por ciento de las UBP. Este grupo de familias representaun sector de la población rural que debe ser estudiado con mayor profundidad, alestablecer estructuras domésticas más "complejas" en tanto la presencia conjuntade dos unidades de parentesco en un mismo hogar.

Bibliográfia

Hernández, D. y P. Muñiz, (1996). Qué es un jefe de Hogar? Sociológica, año 11,número 32. Universidad Autónoma Metropolitana- Azcapotzalco, México.

Muñiz, P. y D. Hernández, (1999). Los atributos de la jefatura del hogar,Estudios Demográficos y Urbanos, vol 14, número 2. Centro de EstudiosDemográficos y de Desarrollo Urbanos, El Colegio de México, México.

VIILa situación escolar en las localidadesrurales marginadas de México

Introducción

n materia educativa, una de las características más importantes de lasúltimas décadas ha sido el continuado esfuerzo para ampliar la coberturadel sistema educativo en México. Cuando menos desde 1990, datos

derivados de encuestas nacionales muestran que la proporción de niños en edadescolar (6 a 16 años) que nunca asistió a la escuela ha descendidosistemáticamente, estimándose en 2.5 por ciento para 1995. Según la opinión delos expertos, estos niveles resultan muy difíciles de superar, ya que la inasistenciaobservada responde fundamentalmente a la situación de una parte de la poblaciónrural que reside en localidades muy pequeñas y con poca comunicación, en las queno existen escuelas y donde difícilmente podrían establecerse, pero que tampococuentan con acceso cercano en otras comunidades.

A pesar de los avances en la oferta de servicios, subsisten, sin embargo, problemasen diferentes contextos, caracterizados por una alta proporción de niños que noasisten a la escuela, que adolecen de rezago o atraso en su trayectoria escolar, oque abandonaron la escuela sin haber terminado el ciclo elemental de la educaciónbásica. A este respecto, se ha señalado la fuerte caída en la asistencia escolar deun ciclo a otro, y el continuo adelgazamiento de la población escolar a medida quese asciende por la escalera educativa.

En particular, ha llamado la atención la fuerte proporción de niños que dejan laescuela después de cuatro o cinco años de asistir a ella y el pausado aumento delos años de escolaridad promedio de la población. Asimismo, se ha señalado ladiferencia creciente por sexo, sobre todo a partir del paso de la educación primariaa la secundaria, que se traduce en menores oportunidades educativas para lasniñas.

* Documento preparado por Patricia E. Muñiz M.

E

Programa de Educación, Salud y Alimentación

138

Con el propósito de mostrar la situación escolar de los niños entre 6 y 16 años delas localidades altamente marginadas del país, se realizó un análisis sobreasistencia a la escuela, el abandono de los estudios y el rezago de los niños queviven en las localidades más marginadas del país; asimismo, se presenta un primeranálisis de los factores que se asocian con la falta de asistencia a la escuela,distinguiendo entre los niños de 6 a 10 años y los de 11 a 16 años. Entre lasvariables que se exploran se destacan las referentes a las características de losniños y de sus hogares.

La información utilizada en este trabajo proviene de la Encuesta de lasCaracterísticas Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH). La primera seccióndel cuestionario pregunta sobre todos los miembros de los hogares en lo querespecta a sus características sociodemográficas incluidas (sexo, parentesco, edad,analfabetismo, escolaridad, asistencia escolar, condición de actividad e ingresos)y la segunda recopila la información de las características de los hogares,(características de la vivienda, posesión de enseres, tierras y animales).

La información empleada para este trabajo corresponde a una muestra aleatoriade 100,000 hogares de los aproximadamente 1.95 millones censados por Progresaentre diciembre de 1996 y mayo de 1998 en casi 37 mil localidades rurales de altay muy alta marginalidad de 30 estados de la República Mexicana1. Es importantehacer notar que los datos empleados corresponden a localidades altamentemarginadas que cuentan con acceso a servicios de educación, dado que lascaracterísticas de los apoyos que entrega Progresa a las familias, hacenindispensable asegurar la oferta de servicios de educación básica, si no en la mismalocalidad, por lo menos a una distancia que permita un acceso relativamente fácila dichos servicios. Por lo tanto, en este análisis el problema de la existencia de unaoferta de servicios educativos, que es un factor que afecta la asistencia escolar dela población infantil y joven, así como la permanencia y el rezago escolar, queda“controlado” en la misma selección de localidades. No obstante, esto no implicaque no deban considerarse posibles efectos derivados de las diferencias en lasdistancias y los costos del transporte para acudir a estos servicios.

1. La situación escolar de los niños

1.1 Asistencia escolar

Al considerar a los niños en edad escolar entre 6 y 16 años, se observa que el porcentaje de los que nunca asistieron a la escuela es de 7.2 por ciento. Unamirada global al cuadro 1 permite identificar cómo la proporción de niños de

1 Para mayor información sobre ENCASEH y la muestra utilizada, véanse los anexos 1 y 2.

Situación escolar en las localidades rurales marginadas de México

139

hogares en condición de pobreza extrema que nunca asistieron a la escuela es másdel doble que la relativa a los niños del resto de los hogares en todas las edades ypara ambos sexos.

Al revisar la información por edad simple, se observa que los porcentajes de niñosque nunca han asistido a la escuela son muy altos para los niños de las primerasedades, sobre todo para los de 6 años, siendo aún mayores entre los hijos defamilias beneficiarias de Progresa: una quinta parte tanto de los niños como de lasniñas nunca han asistido a la escuela. Entre los niños no beneficiarios, laproporción de los que nunca ha asistido a la escuela es relativamente pequeña apartir de los 8 años y presenta diferencias no sistemáticas por sexo (en algunasedades la proporción de niños es mayor y en otras la de las niñas es más elevada).En cuanto a los niños en condiciones de pobreza, la proporción que no asiste a laescuela es todavía alta a los 8 años y se mantiene elevada prácticamente para todaslas edades. Para los hijos de hogares pobres extremos, se presentan diferenciassistemáticas por sexo: en casi todas las edades, la proporción de niñas que nuncahan asistido a la escuela es superior a la de los hombres.

Cuadro 1Proporción de niños y jóvenes que nunca asistieron a la escuela por

edad y sexo en localidades marginadas rurales.

Nunca han asistidoPobre Resto de los hogares

Edad Hombre Mujer Hombre Mujer6 21.18 21.23 9.04 10.787 9.91 10.21 4.10 4.978 6.01 6.14 1.68 1.799 4.66 4.73 2.34 1.0210 4.65 4.85 1.01 2.1611 4.28 4.23 1.73 1.5812 4.40 5.53 2.24 1.4113 4.53 5.05 1.42 1.9414 5.47 6.18 2.49 3.1115 5.75 7.31 1.88 2.0816 6.89 7.94 2.92 3.91total 7.22 7.75 2.64 2.94

Aunque estos datos constituyen una aproximación muy general al estudio delsistema escolar, y requieren ser complementados con otra información, apuntana otro problema de interés, a saber, el seguimiento del supuesto normativorespecto a la edad en que los niños ingresan a la escuela: en las escuelas sólo sepueden inscribir niños que tienen cuando menos seis años cumplidos. Asimismo,

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debe considerarse que desde el punto de vista del tiempo requerido por laescolarización, en principio el niño será estudiante durante nueve años. Con estosdos elementos se puede establecer una norma o criterio bajo el supuesto deregularidad en la trayectoria escolar de los niños, y que permite analizar aspectos del desempeño de los niños en el sistema escolar: se esperaría que un niñoinscrito en una escuela al cumplir seis años, adelantará cada año un grado; latrayectoria educativa de primaria tendría una duración de seis años, y la desecundaria, otros tres. Así, un niño inscrito en la escuela al cumplir seis años yque cursa regularmente sus estudios, tendría 12 años al terminar la primaria y 15años al terminar la secundaria. Sin embargo, y puesto que no siempre coincidenla fecha de inicio del período escolar con el momento en que un niño cumple losseis años, cabe esperar cierta fluctuación en la edad en que ingresa a la escuela y,en consecuencia, en la que termina cada ciclo. Si la carencia de trayectoria sedefine por la falta de asistencia a la escuela, la trayectoria regular o normal (deacuerdo con los parámetros descritos) permite definir otros dos tipos desituaciones: el atraso o rezago y la deserción. La primera consiste en que el niñoque ha ingresado al sistema escolar no mantiene la relación esperada entre la edadalcanzada y el grado terminado, y la segunda en que el niño en algún momentoabandona los estudios.

Entre la población de localidades rurales marginadas - y en especial en condiciónde extrema pobreza -, los altos porcentajes de niños de seis a ocho años que nuncahan asistido a la escuela coloca a una parte importante de los niños en situaciónde “atraso” escolar de principio. Se ha establecido suficientemente que el atrasoen que incurre un niño en su trayectoria puede ser un elemento de primeraimportancia para explicar la posterior deserción del sistema escolar. (MuñozIzquierdo, 1994).

1.2 Abandono escolar

Otro aspecto que llama la atención al examinar la situación de los niños en loscontextos rurales con mayor marginación es la tendencia a dejar de asistir a laescuela desde edades tempranas. Para los hijos de hogares no pobres extremos laproporción de niños que asisten a la escuela es igual o superior a 95 por ciento. Sinembargo, a partir de los 11 años de edad el porcentaje de los niños que asisten ala escuela empieza a decrecer de forma marcada hasta que la asistencia escolarse reduce a sólo a la tercera parte de las personas de 16 años, con un decrementomayor para las mujeres que para los hombres a partir de los 12 años.

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Cuadro 2Proporción de niños que asisten a la escuela por edad y sexo, en localidad

marginadas rurales, según condición de pobreza

Asistencia escolarPobre Resto de los hogares

Edad Hombre Mujer Hombre Mujer6 76.77 77.04 90.11 87.977 88.23 87.50 94.71 93.378 91.47 91.35 97.59 97.079 92.41 92.13 95.83 96.9310 91.50 91.30 96.85 96.0411 90.05 90.02 94.20 95.5012 84.88 79.65 91.47 88.3513 74.62 65.52 87.03 78.3214 59.73 51.66 77.62 67.8815 44.75 36.14 63.94 53.3916 33.76 25.12 37.13 33.98total 76.96 73.67 81.17 77.24

Entre los hogares pobres, si bien la tendencia es similar, los porcentajes deasistencia escolar son mucho menores en las primeras edades: entre la poblaciónde seis años, sólo tres de cada cuatro niños (o niñas) asisten a la escuela y laproporción de los que asisten a los 7 años es muy similar a la que presentan losniños de 6 años del resto de las familias. Entre los 8 y 11 años, asisten alrededor de 91 por ciento de los niños de hogares pobres. Si bien es cierto que en todas lasedades la asistencia de los niños de hogares en condición de pobreza extrema esalrededor de 5 puntos porcentuales menor que la del resto de los hogares de lasmismas localidades, a partir de los once años, además del decremento paulatinode la asistencia escolar, la diferencia entre niños pobres y no pobres extremos seincrementa. Mientras entre los niños de 15 años no pobres, 64 por ciento de losvarones y 54 por ciento de las mujeres asisten a la escuela, entre los niños pobresestas proporciones representan 44.8 y 36.1 por ciento, respectivamente. Es decir,existe una diferencia de 19 puntos porcentuales entre los hombres y 17 puntosentre las mujeres con respecto a este indicador según las condiciones de pobrezade sus hogares.

Así, dentro de las zonas rurales marginadas, son precisamente los niños de loshogares más desfavorecidos socioeconómicamente los que muestran las más bajasproporciones de asistencia escolar, sobre todo el caso de las niñas que empiezana reducir su asistencia más tempranamente que los varones. El caráctersistemático de la falta de asistencia a partir de los 10 u 11 años permite sostenerque se está frente a una tendencia al abandono escolar.

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Si se considera en su conjunto la información hasta aquí revisada, surge la imagende una trayectoria escolar diferente de la que supone el criterio normativoexpresado anteriormente. Una proporción importante de niños en las localidadesrurales marginadas ingresa tardíamente al sistema escolar y deja de asistir aedades tempranas. Para ellos, la trayectoria educativa de hecho se reduce a uncorto número de años, con el agravante que desde el principio parecen encontrarseen situación de atraso. Esto plantea el problema de la relación entre edad y gradoescolar aprobado. Para ello, se considera que existe rezago siempre que la edad delniño en determinado grado escolar sea mayor que la que debería tener si hubierainiciado la primaria a los 6 años y hubiera aprobado todos los grados hasta el quese estudia.

1.3 Edad al ingreso a la educación básica

Con el fin de revisar el retraso que presentan los niños de localidades marginadasrurales con respecto a la edad normativa que marca el sistema escolar, se analizala edad promedio que tienen las niñas y niños, así como la edad mediana al haberaprobado el grado escolar. Dado que la información procede de encuestasaplicadas a los hogares y que el nivel de escolaridad que se presenta correspondea preguntas referidas al “último grado aprobado en la escuela”, los datos que sepresentan hacen referencia a la edad que la persona tenía al momento de laencuesta y el último grado que ya había aprobado. Así, se esperaría que los niñosestuvieran cursando el grado siguiente a la edad promedio indicada.

La edad promedio en cada grado escolar entre aquellos menores, niños y niñas, queasistían a la escuela al momento de la entrevista y aquellos que ya no lo hacían, sepresenta en el cuadro 3. Al revisar la información de los recuadros del ladoizquierdo se puede constatar primeramente el retraso de los niños al ingresar ala primaria. Tanto hombres y mujeres de hogares pobres como aquéllos en el restode los hogares cuentan con 7.8 años en promedio en el primer grado de primaria.De tercer año de primaria a sexto, se observa un avance de un año de edad porcada año escolar, sin diferencias por sexo en cuanto a las medianas y conservándose las edades promedio ligeramente más bajas para las niñas. A partirdel primero de secundaria, se conserva la similitud en las edades promedio entrehombres y mujeres en cada grado; sin embargo, no debe olvidarse que a partir delos 12 años de edad la proporción de niñas que continúa asistiendo a la escueladisminuye drásticamente.

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Cuadro 3Edad promedio de los menores por grado escolar alcanzado según sexo, condición de

pobreza y asistencia a la escuela en localidades marginadas rurales

Pobres que asisten Pobres que no asistenHombres Mujeres Hombres Mujeres

Grado escolar media mediana media mediana media mediana media mediana1 primaria 7.85 7 7.75 7 8.26 7 8.65 72 primaria 9.06 9 8.86 9 11.57 12 11.08 113 primaria 10.12 10 9.94 10 12.75 13 12.74 134 primaria 11.12 11 10.92 11 13.45 14 13.45 145 primaria 12.12 12 11.95 12 13.81 14 13.92 146 primaria 13.06 13 12.89 13 14.12 15 14.13 141 secundaria 13.80 14 13.63 14 14.54 15 14.42 152 secundaria 14.62 15 14.44 14 14.62 15 14.53 153 secundaria 15.16 15 15.10 15 15.08 15 14.97 15

Resto de los hogares que asisten Resto de los hogares que no asistenHombres Mujeres Hombres Mujeres

Grado escolar media mediana media mediana media mediana media mediana1 primaria 7.84 7 7.85 7 9.36 8.5 7.78 72 primaria 8.86 9 8.81 8 12.79 14 11.75 123 primaria 9.99 10 9.81 10 14.05 14 13.50 154 primaria 11.04 11 10.83 11 14.12 15 14.20 155 primaria 12.10 12 11.87 12 14.27 15 14.44 156 primaria 12.99 13 12.78 13 14.44 15 14.16 141 secundaria 13.78 14 13.60 13 14.86 15 14.66 152 secundaria 14.53 15 14.43 14 15.07 15 14.70 153 secundaria 15.07 15 15.13 15 15.17 16 15.04 15

1.4 Rezago escolar

Para complementar el análisis anterior es conveniente analizar los años promediode escolaridad alcanzados por niñas y niños en cada una de las edades (cuadro 4).Bajo el supuesto de “normatividad” de una trayectoria escolar, con cada año quelos niños avancen de edad deberían acumular un grado escolar más, por lo que seesperaría que a la edad de 8 años los menores hubieran acumulado 2 añosescolares y estuvieran cursando un tercer grado.

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Cuadro 4 Años promedio de escolaridad por edad en localidades marginadas rurales según

condición de pobreza extrema y sexo, México, 1996-98.

Pobres que asisten Pobres que no asistenHombres Mujeres Hombres Mujeres

EDAD media mediana media mediana media mediana media mediana6 0.28 0 0.28 0 0.02 0 0.03 07 0.89 1 0.95 1 0.13 0 0.18 08 1.62 2 1.64 2 0.46 0 0.46 09 2.37 2 2.42 2 0.83 0 0.83 010 3.07 3 3.18 3 1.28 0 1.14 011 3.76 4 3.87 4 1.66 1 1.59 112 4.16 4 4.33 5 1.88 2 2.05 213 5.02 5 5.27 5 2.43 2 2.59 314 6.09 7 6.30 7 3.12 3 3.16 315 6.91 8 7.06 8 4.19 4 4.00 416 7.17 8 7.28 8 4.75 4 4.55 4

Resto de los hogares que asisten Resto de los hogares que no asistenHombres Mujeres Hombres Mujeres

EDAD media mediana media mediana media mediana media mediana6 0.27 0 0.25 0 0.00 0 0.03 07 0.90 1 0.90 1 0.20 0 0.20 08 1.74 2 1.71 2 0.35 0 0.57 09 2.60 3 2.64 3 0.91 0 1.68 210 3.34 3 3.41 4 1.92 2 1.00 011 4.04 4 4.20 4 2.18 2 2.09 212 4.54 5 4.73 5 2.17 2 2.94 413 5.74 5 5.94 7 3.08 3 3.67 414 6.84 7 6.97 8 3.75 4 3.86 415 7.47 8 7.56 8 5.73 5 5.83 716 7.66 8 7.76 8 6.44 9 6.08 8

Se observa que entre aquellos niños que asisten a la escuela, los pertenecientesa hogares no pobres extremos que cuentan con 10 años tienen en promedio 3.3años de escolaridad. Tanto para los niños como para las niñas de 15 y 16 años dehogares no pobres, el promedio de años de estudio acumulados presenta un rezagomayor, en tanto la mitad de ellos cuenta con sólo 8 años de escolaridad. Conrespecto a los niños de hogares en condiciones de pobreza extrema, este fenómenose observa desde edades más tempranas. A los 9 años tanto niños como niñas hanacumulado sólo dos años de escolaridad, y al llegar a los 12 años tienen unpromedio de 4.16 y 4.33 años de escolaridad.

La información correspondiente a los niños que no asisten a la escuela presentauna situación más aguda y que bien podría sugerir que el nivel de escolaridad

Situación escolar en las localidades rurales marginadas de México

145

alcanzado puede ser definitivo, en particular para los niños de más edad. La mitadde niños y niñas de los hogares en condición de pobreza extrema no han concluidoningún año escolar y a los 12 años sólo cuentan en promedio con dos años deescolaridad.

Otra forma de aproximación al rezago escolar es analizando la proporción de niñosde cada una de las edades con relación al último año que han aprobado en laescuela. Tomando nuevamente criterios de normatividad como parámetro deanálisis y considerando que la información con la que se cuenta en relación conla edad se refiere a años cumplidos y no a la edad exacta, se estableció un criterio“amplio”, que toma en consideración que un niño a cierta edad cumplida podríahaber aprobado cualquiera de tres grados cercanos a lo que se tendría de acuerdoa los criterios establecidos. Así, un niño de 8 años bien podría haber aprobadoprimero, segundo o tercer grado de primaria (cuadro 5).

En términos generales, conforme avanza la edad, el rezago escolar suele ser mayor,tanto en la proporción de niños rezagados como en el número de años que seacumulan dentro de este rezago. Esta es una situación que se presenta tanto parahombres como para mujeres, independientemente de su condición de pobreza. Sinembargo, la proporción de niños y niñas con rezago escolar en condiciones depobreza extrema es superior a la del resto de los hogares.

Al analizar la situación de estos últimos niños, se observa que entre aquellos quecuentan con 10 y 11 años de edad, la proporción de rezagados que asisten a laescuela es de 18.4 y 23.3 por ciento, respectivamente. Dentro de estos últimos, lagran mayoría (14.4 por ciento para los de 10 años y 13.7 por ciento para los de 11años) corresponde a un año de atraso.

Con respecto a los menores de los hogares en condición de pobreza extrema, losniños muestran un rezago mayor que el de sus pares no pobres. Entre los 9 y los12 años de edad la proporción de niños pobres rezagados es superior en alrededorde 10 puntos porcentuales. En esta última edad, mientras entre los niños pobresque cuentan con 2 y 3 años de rezago tienen proporciones superiores al 10 porciento, (12.7 y 10.1 por ciento, respectivamente), entre los menores de hogaresno pobres, estos porcentajes ascienden a 7 y 4.5 por ciento.

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Cuadro 5Proporción de niños rezagados de los niños que asisten a la escuela

por edad, sexo y condición de pobreza

Hombres pobres Mujeres pobresEDAD Total 1 año 2 años 3 y más Total 1 año 2 años 3 y más

8 7.02 7.02 0 0 6.56 6.56 0 09 18.16 15.91 2.24 0 16.31 14.23 2.08 010 28.29 19.21 7.83 1.26 24.11 16.39 6.86 0.8511 33.26 19.36 9.25 4.66 29.56 18.04 7.60 3.9212 43.15 20.35 12.67 10.12 36.76 18.58 11.01 7.1713 52.83 24.72 14.46 13.65 47.12 25.01 11.32 10.7914 53.12 18.79 16.96 17.38 48.57 17.67 15.87 15.0315 54.15 18.15 15.38 20.63 49.15 16.53 14.46 18.1716 67.15 26.62 13.72 26.81 58.72 22.54 11.23 24.96

Hombres del resto de los hogaress Mujeres del resto de los hogaressEDAD Total 1 año 2 años 3 y más Total 1 año 2 años 3 y más

8 5.67 5.67 0 0 4.86 4.86 0 09 9.10 7.61 1.49 0 8.17 6.72 1.45 010 18.35 14.40 3.02 0.93 15.63 11.13 4.13 0.3811 23.30 13.74 6.81 7.75 17.07 10.96 4.71 1.4012 30.43 18.84 7.07 4.53 20.85 11.81 5.32 3.7213 35.47 19.59 8.81 7.07 31.21 18.14 7.07 6.0114 36.46 16.57 11.05 8.84 30.93 14.42 8.39 8.1315 39.33 17.73 10.00 11.60 33.39 14.41 8.31 10.6816 49.61 24.80 9.25 15.55 45.52 22.53 10.11 12.87

En contextos de alta marginación rural, una alta proporción de niños, sobre todode hogares en condición de pobreza extrema, ingresan tardíamente a la escuela.En estudios sobre la situación escolar de niñas y niños en edad de estudiar laeducación básica, se ha encontrado que hay una fuerte proporción de niños quedejan de asistir a la escuela a partir de los 11 años. Como una aproximación a losposibles vínculos entre estos dos fenómenos, se analizó la edad promedio de losniños y niñas en cada grado escolar aprobado y el número de años promedioaprobado a cada edad. El análisis mostró que entre los niños de las localidadesmarginadas que asisten a la escuela el rezago con respecto a la edad normativa eselevado. Entre los niños que ya no asisten, este rezago es aún mayor,particularmente después de los 11 años de edad, de tal suerte que se puede plantear que en muchos de estos casos la distancia entre la edad y el último gradoalcanzado hace suponer que estos niños no reingresarán a la escuela. En otraspalabras, surge la idea de que en las condiciones de las localidades ruralesmarginadas existe una estrecha relación entre edad al ingreso, rezago escolar ydeserción.

Situación escolar en las localidades rurales marginadas de México

147

2. Factores asociados con la asistencia escolar

A continuación, se aborda la pregunta relativa a si en un contexto en el cual sedispone de acceso a servicios educativos y en el cual la calidad de la educaciónpodría suponerse similar en todas las escuelas, ¿qué otros factores pueden ayudara explicar la situación educativa de los niños? En esta sección se examina laasociación de algunas características de los menores y de sus hogares con laasistencia a la escuela.

2.1 Características de la población en estudio

Del total de niños en edad escolar en la muestra analizada, 86.1 por ciento sonniños y niñas que viven en hogares en condición de pobreza extrema. En relacióncon el sexo, la distribución es prácticamente igual entre niños y niñas (51.3 y 48.7por ciento, respectivamente), y los porcentajes por sexo en las dos categorías decondición de pobreza son similares.

Cuadro 6Condición de pobreza extrema por sexo en localidades marginadas rurales,

México, 1996-98.

Sexo TotalHombre Mujer

Pobre 85.9 86.2 86.1Resto de los hogares 14.1 13.8 13.9

Total 100.0 100.0 100.0

Con respecto a la edad, se destaca una mayor proporción de niñas y niños demenores edades entre la población en condiciones de pobreza extrema: mientrasentre los hogares no pobres los niños de entre 6 y 10 años tienen proporciones dealrededor de 7 por ciento, entre los pobres éstas ascienden a 10 por ciento.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Cuadro 7Distribución por edad, sexo y condición de pobreza en localidades marginadas rurales,

México, 1996-98

Edad Pobre Resto de los hogaresHombre Mujer Total Hombre Mujer Total

6 9.98 10.26 10.12 6.54 6.17 6.367 9.82 10.17 9.99 7.06 6.46 6.768 10.06 10.01 10.04 7.70 7.72 7.719 9.17 9.35 9.26 7.05 7.62 7.3310 10.19 9.83 10.01 8.24 8.25 8.2511 8.99 8.88 8.93 7.54 8.03 7.7812 9.41 9.42 9.42 11.20 10.58 10.9013 8.55 8.64 8.60 9.95 10.68 10.3014 8.50 8.33 8.42 10.87 11.01 10.9415 8.24 7.91 8.08 10.97 10.90 10.9416 7.09 7.19 7.14 12.89 12.57 12.74Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Los hogares en pobreza extrema son nucleares en mayor proporción, tienen untamaño de aproximadamente un miembro más y el número de personas quetrabajan es en promedio mayor que para el resto de los hogares. Poco más de 9 decada 10 hogares cuentan con un jefe varón.2

Los jefes de los hogares presentan diferencias en los niveles de escolaridad y en laocupación al distinguir según su condición de pobreza. Mientras entre los jefes nopobres extremos alrededor de 17 por ciento no tienen ningún nivel de escolaridady los que cuentan con estudios de primaria o de secundaria y más, son 45 y 36 porciento, respectivamente, entre los jefes de hogares pobres los que no cuentan conescolaridad son 29 por ciento, la mitad de ellos tienen hasta primaria y sólo 21 porciento cuentan con algún grado de secundaria o más.

Con respecto a la ocupación de los jefes de los hogares se observan tambiéndiferencias importantes. Entre los jefes de los hogares no pobres, son jornaleroscerca de 29 por ciento, 21 por ciento son obreros y 22 por ciento trabajadores porsu cuenta. Los jefes jornaleros entre los hogares pobres representan 45 por cientodel total, mientras que los obreros comprenden 12 por ciento y los que trabajanpor cuenta propia 18 por ciento. Por último, la proporción de los hogares encondición de extrema pobreza que tienen niños entre 0 y 5 años, es deprácticamente el doble que en el resto de los hogares.

2 En este caso, se trata de los atributos de los hogares de cada uno de los niños analizados.

Situación escolar en las localidades rurales marginadas de México

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Cuadro 8Características de los hogares y de los niños en localidades marginadas rurales por sexo y

condición de pobreza, México, 1996-97-98Pobre Resto de los hogares

Características de los hogaresHombre Mujer Hombre Mujer

Composición de parentesco en el hogarNuclear 74.6 73.7 70.2 69.7Extenso 24.9 25.7 28.8 29.3Otro 0.5 0.6 1.0 1.0Tamaño promedio del hogar 7.24 7.27 6.19 6.23Sexo del jefe del hogarHombre 92.3 92.1 90.6 90.4Mujer 7.7 7.9 9.4 9.6Número promedio de trabajadores 3.79 3.80 3.44 3.44Edad promedio del jefe 43.46 43.31 46.52 46.62Escolaridad del jefeSin escolaridad 29.2 28.7 17.8 17.4Primaria 49.7 49.7 45.5 45.8Secundaria y más 21.1 21.5 36.6 36.8Ocupación jefeNo trabaja 9.8 9.7 10.5 10.5Jornalero 45.1 44.6 29.2 28.7Obrero 12.2 12.9 20.6 20.6Cuenta propia 18.1 17.8 22.0 22.4Otro 14.8 15.0 17.7 17.9Niños de 0 a 5 añosNo hay 36.4 35.2 67.7 66.9Hay 63.6 64.8 32.3 33.1Características de niños entre 6 y 16 añosHabla lengua indígenaSi 27.9 28.0 14.1 14.4No 72.1 72.0 85.9 85.6Estado civilCasado 0.2 1.7 0.2 2.0Soltero 99.7 98.2 99.7 97.9Otro 0.1 0.2 0.1 0.1TrabajaSi 16.2 7.4 16.9 7.7No 83.8 92.6 83.1 92.3Asistencia escolarSi 77.0 73.7 80.6 77.2No 15.9 18.6 16.8 19.9Nunca 7.1 7.6 2.6 2.9Asistencia escolar y trabajoTrabaja-asiste 5.3 2.5 5.0 2.1Solo trabaja 10.9 4.9 11.9 5.5Solo asiste 71.6 71.2 75.6 75.0No trabaja-no asiste 12.2 21.4 7.5 17.3Orden que ocupa el menor entre los hermanosMayor 38.8 38.4 52.0 51.1Otro 50.5 51.6 28.6 30.3Menor 10.7 10.0 19.4 18.5

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Ahora bien, con respecto a las características de los niños entre 6 y 16 años, seobserva que mientras entre los pobres los hablantes de lengua indígenarepresentan poco más de una cuarta parte, entre el resto de los hogares estaproporción asciende a 14 por ciento de los niños, sin diferencias por sexo. En uncontexto donde prácticamente la mayoría de los menores son solteros, caberesaltar que existe una pequeña proporción de niñas que a estas edades seencuentran ya unidas o casadas (2 por ciento).

La participación en los mercados de trabajo de los menores muestra diferenciaspor sexo, independientemente de la condición de pobreza; los hombres tienen másdel doble de participación laboral que las niñas2. Al combinar la participaciónlaboral y la asistencia escolar alrededor de 5 por ciento de los varones, tantopobres como el resto, realizan ambas actividades. El porcentaje de niñas conambas actividades es menor que la de los niños. Las mayores diferencias por sexose encuentran en la categoría que corresponde a aquellos que no trabajan y noasisten a la escuela, con porcentajes superiores entre las niñas.

2.2 Factores asociados a la asistencia escolar de los niños

Hasta aquí se han mostrado algunas de las características de los menores y sushogares que se consideran relevantes para entender su situación escolar. Ahorase revisa cuáles son las variables que se asocian con la asistencia escolar.Consideramos que de los problemas revisados hasta ahora, éste resultaría el másrelevante, dado que mientras los niños continúen asistiendo a la escuela, losniveles de escolaridad continuarán incrementándose y el rezago pasaría a unsegundo término, lo mismo que una tardía incorporación al sistema escolar.

Para revisar estos factores se utiliza un modelo de regresión logística que permiteanalizar todos los elementos en forma conjunta, con la asistencia escolar3 comovariable dependiente.

En el cuadro se presentan las razones de momios ajustadas estimadas, resultadode los modelos de regresión. Estas razones de momios pueden interpretarse comouna medida de “riesgo incrementado” de que ocurra el evento, en este caso el quelos niños asistan a la escuela, cuando el niño tiene una característica específica,en comparación con los que no la tienen (que se definen como de "referencia"). Siel riesgo de que ocurra el evento no se incrementa o se reduce, la razón de momios 2 La participación laboral de los menores se preguntó solamente para aquellas personas de 8 años y más, por lo que paraeste análisis se consideró que los niños de 6 y 7 años no trabajan.3 La elección de modelos de este tipo responde a que la variable de interés es de tipo dicotómica y la regresión permitetener un estimador de que ocurra o no el evento en cuestión: en este caso que un niño asista a la escuela. El estimador quese obtiene mediante la regresión logística permite calcular razones de momios, que es un indicador del riesgo relativo deun evento (Hosmer y Lemeshow, 1989).

Situación escolar en las localidades rurales marginadas de México

151

es cercana a la unidad. Para este modelo se incorporan 13 variables, 5 de ellasrelacionadas con las características de los hogares en los cuales viven los niñosanalizados: condición de pobreza extrema del hogar, sexo, escolaridad y ocupacióndel jefe del hogar, así como presencia de niños menores de 5 años. Se incluyerondos tipos de variables que se refieren a las características individuales de los niños;otras respecto a la relación del niño con los miembros del hogar, como son elvínculo de parentesco con el jefe del hogar y el orden y lugar que ocupa entre sushermanos u otros miembros menores de su hogar. Por otro lado, se incorporanalgunas de sus características más relevantes: sexo, edad, si es hablante de unalengua indígena, participación laboral, ingreso por trabajo, y los años deescolaridad aprobados.

El cuadro 9 muestra los resultados de tres diferentes modelos, incluyendo elconjunto de variables utilizadas y las razones de momios ajustadas estimadas paraaquellas que resultaron significativas (p<0.05). Se revisará primero la informacióncorrespondiente al modelo de los niños de 6 a 16 años, que se presenta en laprimera columna.

Inicialmente hay que hacer notar la influencia sobre la asistencia escolar de 3factores asociados a los atributos de los hogares de los niños: aquellos niños queprovienen de hogares no pobres extremos, cuyos jefes cuentan con mayores nivelesde escolaridad que tienen un trabajo remunerado tienen mayores probabilidadesde asistir a la escuela en comparación con los que pertenecen a hogares cuyacondición es de pobreza extrema y en los cuales el jefe cuenta con más bajosniveles de escolaridad y una posición de desventaja en el mercado laboral.

De las dos variables que vinculan a los niños con los diferentes miembros de sushogares encontramos que la presencia de menores de 5 años disminuye lasprobabilidades de que el niño asista a la escuela; asimismo, ser uno de los hijos enedades intermedias dentro del grupo de niños las incrementa ligeramente. Laasistencia escolar es independiente del hecho de que el niño sea hijo del jefe o no.

La asistencia escolar se favorece cuando los niños tienen menor edad, son varones,hablantes de lengua indígena, solteros y no tienen una participación laboral en elmercado de trabajo,

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Cuadro 9Factores asociados a la asistencia escolar de los niños entre 6 y 16 años de las localidades

marginadas rurales, México, 1996-98.Factores asociados Razón de momios

6 a 16 años 6 a 10 años 11 a16 añosCONDICIÓN DE POBREZA

Pobre 0.6123 0.6058 0.6444Resto de los hogares 1.00 1.00 1.00

ESCOLARIDAD DEL JEFE DEL HOGARSin escolaridad 0.3752 0.4362 0.4095Hasta Primaria 0.5502 0.6538 0.5768Secundaria o más 1.00 1.00 1.00

AÑOS DE ESCOLARIDAD DEL NIÑO 0.7114 0.6501 0.9461ORDEN QUE OCUPA ENTRE LOS NIÑOS

Mayor - - -Mediano 1.2442 -- --Menor 1.00 1.00 1.00

INGRESO TOTAL DEL NIÑO 0.9952 -- 0.9963HABLANTE DE LENGUA INDÍGENA

Si 1.1727 -- 1.2546No 1.00 1.00 1.00

SEXOHombre 1.6301 -- 2.0948Mujer 1.00 1.00 1.00

EDAD DEL NIÑO 0.8531 0.8731 0.6086PARTICIPACIÓN LABORAL DEL NIÑO

Si 0.1653 1.0735 0.1694No 1.00 1.00 1.00

OCUPACIÓN DEL JEFENo trabaja 0.8561 0.8598 0.8294Jornalero 0.8397 0.8066 0.8320Obrero -- 0.8487 --Cuenta propia - 0.8761 --Otro 1.00 1.00 1.00

MENORES DE 5 AÑOS EN EL HOGARNo 1.3017 1.1547 1.2402Si 1.00 1.00 1.00

PARENTESCO CON EL JEFEHijo -- -- --Otro 1.00 1.00 1.00

Ahora bien dada la importancia que registra la edad como determinante de laasistencia escolar y teniendo presente el atraso con el que los niños se incorporanal sistema escolar y la edad a la que comienza a decrecer la asistencia, se consideróimportante explorar los factores para dos diferentes grupos de niños: de 6 a 10años y de 11 a 16 años. Los resultados se presentan en el cuadro 9. Nótese que enel modelo correspondiente a los niños de 6 a 10 años se reduce el número devariables significativas. El pertenecer a una familia en condición de pobrezaextrema reduce en alrededor de 40 por ciento las probabilidades de que el niño

Situación escolar en las localidades rurales marginadas de México

153

asista a la escuela. Algo similar sucede con un bajo nivel de escolaridad del jefe ycon su posición en la ocupación. Los años de escolaridad acumulados y la edadjuegan también un papel relevante entre los factores asociados a la asistencia a laescuela. A mayor número de años de estudio se ve disminuida la probabilidad deque el niño asista a la escuela cuando se han controlado el resto de los factores.En este grupo, la edad del niño presenta una probabilidad ligeramente menor deabandono, sobre todo si se compara con el grupo de 11 a 16 años.

Por otro lado, al revisar el modelo que corresponde a los niños de 11 a 16 años,se vuelven a encontrar prácticamente todas aquellas variables que se presentaronen el modelo general de la primera columna, con ligeras variaciones en los momiospero que apuntan en el mismo sentido. Esta situación indica que el primer modelopresentado refleja con mayor claridad los factores familiares y personales de laasistencia escolar de los niños de 11 a 16 años. Llama la atención el menor pesoque tiene en el modelo el número de años de escolaridad acumulados, así como elincremento en el riesgo de asistir a la escuela que adquiere la edad del niño.

3. Comentarios finales

En este trabajo se ha presentado una revisión de la asistencia escolar de los niñosentre 6 y 16 años que viven en localidades altamente marginadas. Se ha presentadouna aproximación a problemas de ingreso tardío al sistema escolar, atraso en latrayectoria normativa y abandono temprano de los estudios. Este análisis permitióidentificar una situación en la edad al ingreso a la escuela que define unacondición de atraso “escolar” para un gran número de niños, y sobre todo deniñas, en condición de pobreza. Los datos sobre asistencia escolar tambiénmuestran irregularidades en la trayectoria que afectan a esos mismos grupos.Tomado en conjunto, lo anterior lleva a sugerir que existe una trayectoria escolardiferente de la normativa y que parece asociarse con variaciones en los cursos devida de los niños pobres que afectan negativamente sus posibilidades deescolarización. La investigación ha mostrado que el rezago escolar es un factor deprimera importancia para explicar la deserción.

En este trabajo se ha tratado de recuperar una visión que supone la vinculaciónentre los distintos aspectos de la problemática, mostrando que el rezago escolarno se asocia exclusivamente con las capacidades del niño ni con efectos del medioescolar, sino que deben considerarse las condiciones de vida existentes en distintossectores de la población. Entre los residentes de localidades rurales marginadas,ellas influyen sobre la edad en la que el niño ingresa al sistema escolar, situándolodesde entonces en una situación de atraso. Además, estas condiciones dificultanla asistencia regular y presionan por una salida temprana del sistema educativo.El curso de vida define los rangos de edad en la que el niño debe de estudiar más

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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que los grados que debe aprobar. Por ello, mientras los niños están en ese rangode edad asisten a la escuela y sólo dificulta su asistencia un ingreso tardío o lanecesidad de trabajar. En cambio, cuando han excedido esas edades, la asistenciaa la escuela se dificulta por factores tales como el número de grados que haaprobado, el número de miembros en su hogar, su estado civil, su participaciónlaboral y el monto de sus ingresos. Todo ello enmarcado en una clara distribuciónde roles y diferencias de género que ponen en notable desventaja a las niñas encondición de pobreza.

Bibliográfia

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VIIIEvidencia preliminar del impacto deProgresa en la inscripción a la escuelaen 1997 y 1998

Introducción

xiste un acuerdo general de que el acceso a la educación constituye unode los aspectos más importantes hacia la equidad en las oportunidadesde desarrollo. Un factor fundamental para el desarrollo de la economía

de un país es la educación, de manera tal que niveles bajos de educación secorrelacionan fuertemente con la pobreza. En este sentido, los bajos niveles deeducación entre la población han sido uno de los factores más importantes quehan contribuido a la persistencia de altos niveles de pobreza en México.

Una de las metas principales del Programa de Educación, Salud y Alimentación(Progresa) es aumentar la inversión en la educación de niños y niñas condesventajas económicas y sociales. Una de las variables de mayor importanciapara anticipar si los niños de familias en condición de pobreza extremasuperarán su condición en el futuro es el logro escolar, dado que éstedetermina en gran medida las oportunidades de acceso a mejores empleos,promociones y mejores salarios. Adicionalmente invertir en la educación tieneotros impactos adicionales en el largo plazo, como son la reducción de lafecundidad, de la mortalidad infantil, así como el mejoramiento de la salud engeneral.

El propósito de este apartado es analizar como Progresa influye en la educaciónde los niños de familias en condición de pobreza extrema.

* Resumen del documento preparado por Paul Schultz como parte del Proyecto de Asesoría parala Evaluación de Progresa por el International Food Policy Research Institute. La traducción fuepreparada por Susan Parker y Beatriz Straffon.

E

Programa de Educación, Salud y Alimentación

156

Se utiliza la información de una muestra de familias beneficiarias de Progresaantes y después de la puesta en marcha del Programa, así como de un grupo“control” para examinar hasta qué punto Progresa incrementa la inscripción enla escuela. El trabajo inicia con una discusión de cómo Progresa puede afectarla inversión de las familias en capital humano. Después se da una descripción dela información y de la estrategia de análisis. La sección de resultados comienzacon una descripción general del logro escolar de los niños de familias encondición de pobreza extrema. El impacto de Progresa en la inscripción de losniños y en la asistencia se analiza primeramente a través de comparaciones dedatos agregados y después a través de modelos de regresión. Dado que uno delos énfasis de Progresa está en el mejoramiento de las condiciones de vida de lasniñas y de las mujeres, se analiza el impacto observado por género.

Progresa tiene dos estrategias principales para el combate de la pobreza. Laprimera es proveer una ayuda inmediata al bienestar de las familias a través deapoyos monetarios y en especie. La segunda estrategia es la de estimular lainversión de las familias en el capital humano de sus miembros, para quepuedan ser más productivos y tener mejores ingresos, y así reducir laprobabilidad de que en el futuro continúen experimentando condiciones depobreza.

Progresa busca incidir en las inversiones en educación presentes y a futuro através del impacto de sus apoyos. Si el ingreso se relaciona positivamente conlas inversiones en educación de los niños y de las niñas, entonces Progresaincrementará las inversiones en escolaridad al incrementar el ingreso de lasfamilias pobres. Sin embargo, un impacto adicional en las decisiones sobre laeducación, distinto al incremento del ingreso, se puede lograr a través delvínculo de los apoyos monetarios a una asistencia escolar regular, reduciendode esta manera los costos de oportunidad de la asistencia escolar de los hijospara los padres. Esto supone que se alcanzará una mayor inversión en laeducación de los niños y niñas mediante esta corresponsabilidad establecida porel Programa en su diseño, comporado con los resultados que se obtendrían siProgresa otorgara este apoyo sin importar la asistencia de los niños a laescuela.

1. Marco teórico para el análisis de las decisiones de inscripción a la escuela

Considerando el número de hijos que las familias tienen, la probabilidad para eli-ésimo hijo de estar inscrito en la escuela en el tiempo t se denota como Sit.

Esta probabilidad está determinada por varias características del niño y de sufamilia, entre las que se incluyen si es o no beneficiario de la beca Progresa, elmonto de la beca, las características de la comunidad y de la escuela, así como

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

157

los rendimientos de una mayor educación en el mercado laboral. Se estima unmodelo probit de la inscripción a la escuela introduciendo las siguientesvariables; una ordenada para al origen α 0; el efecto α1 de residir en unalocalidad atendida por Progresa Pi ; el efecto α2 de ser identificado comobeneficiario de Progresa Ei; y un efecto de la interacción entre vivir en unalocalidad Progresa y el ser identificado beneficiario Pi Ei ; los efectos βj de unaserie de j variables de control Xji para las características de los niños, de lospadres, de la comunidad (incluyendo la accesibilidad y la calidad de lasescuelas), la distancia de la localidad a la ciudad más cercana; y finalmente,para el efecto γk de una variable "sorda" Cki que es igual a uno si el niño aprobóel grado k ven la escuela. Esta variable determina si un niño es elegible pararecibir la beca de Progresa para el siguiente año (k representa los gradosescolares entre segundo de primaria y segundo de secundaria).

Así, el impacto de la interacción mutua entre C, P y E es δk, lo cual aisla elimpacto del Programa entre los niños que podrían y los que no podrían recibirla beca educativa de Progresa:

Si los impactos de las variables de control sobre la inscripción fueranconstantes en el tiempo, de forma tal que los cambios fueran capturados através de la ordenada al origen, se podría unir la información de cortetransversal de las encuestas y estimar los efectos conjuntamente. Sin embargo,como la población beneficiaria empezó a recibir las becas educativas deProgresa en septiembre de 1998, el impacto de Progresa se identifica a partirde los datos recolectados en noviembre de ese mismo año (o sea en la terceraronda de recolección de datos, t=3). Ello desplaza la ordenada al origen α03 ylas interacciones del Programa en t=3, los cuales se distinguen con unasterisco.

Para este trabajo se utiliza la información de tres encuestas de corte transversalrealizadas en octubre de 1997, marzo de 1998, y noviembre de 1998, mismasque se ocupan para estimar los siguientes parámetros: α's, β’s,δ’s, y γ’s. Losimpactos del Programa son evidentes solamente en el tercer corte transversal,después de que se implementó el Programa, y se refleja en la estimación de losparámetros por α1*, α3*, y δk*:

)1.(,...,2,1,1113210 n i eEPCCXEPEPS itiikiki

K

kkiki

K

kjij

K

kiiiiit =+Σ+Σ+Σ++++=

===δγβαααα

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Si la familia vive en una localidad en donde opera Progresa y es beneficiaria,puede recibir una transferencia educativa cada dos meses para sus hijos o hijasque estén inscrito en la escuela y asistan regularmente. Esta transferencia seotorga a los alumnos de tercero de primaria a tercero de secundaria y seincrementa con el grado escolar (cuadro1). Para tener idea de lo que significael monto de las becas, se pueden comparar con el salario de un trabajadoragrícola de las comunidades analizadas.1 Este tipo de trabajadores recibe enpromedio 27 pesos por día (ó 540 pesos al mes). La beca educativa de Progresapara una niña en tercero de secundaria representa un suplemento de 46 porciento al ingreso de una familia, en la que solamente un miembro de la familiatrabajara y lo hiciera como trabajador agrícola. Así, en estas pequeñascomunidades donde las familias dependen fuertemente de la agricultura comosu forma de vida, la beca Progresa es un apoyo substancial.

La figura 1 ofrece un esquema que indica la forma de agregar grupos deindividuos para comparar en el tiempo los estimadores utilizados en estetrabajo. Las diferencias entre las tasas de inscripción de los niños beneficiariosen las localidades atendidas por Progresa y las de los niños en las localidades endonde no está el Programa (control), representan el primer estimador dediferencia de los efectos del programa en la escolaridad de los niños pobres.Estos se muestran en la figura 2 como D1t = S1,t – S2,t. La ausencia de sesgo deeste estimador depende críticamente del diseño de la investigación y laselección de las localidades con apoyos de Progresa (que se denominanparticipantes) y las localidades control, cuya definición sea aleatoria conrespecto a todos los factores que pueden influir en la inscripción a la escuela. Siexisten diferencias entre los niños de las comunidades participantes y lascontrol antes del inicio de la operación del Programa, y éstas se deben afactores que no cambian en el tiempo en lo que se refiere a su impacto sobre lainscripción, las observaciones en el periodo t-1 pueden diferenciarse y restarsede las observaciones subsecuentes del panel en t, para construir un estimadorde los efectos fijos del programa o de un estimador doble-diferenciado, DD1t,(figura 2) (Moffitt, 1991; Hammermesh, 1999).

1 La información sobre salarios se recoje de las comunidades a través de un cuestionario de localidad.

iikiki

K

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K

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J

jiiiiit EPCCXEPEPS δγβαααααα

111321030201 ===

Σ+Σ+Σ++++++=

.(2) eEPCEPP itiiki

K

kkiii +++++ ∑

=33,

13331 *** δαα

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Además de que Progresa pueda en general propiciar un aumento en lainscripción escolar, también puede favorecer cambios en la distribución de laescolaridad dentro de las comunidades, ayudando a los niños de los hogarespobres a alcanzar los niveles de escolaridad de los hijos de las familias nopobres. Si se observan las figuras 1 y 2, una reducción de este tipo en la brechapuede observarse a través de la comparación, D2t = (S3t – S1t) – (S4t – S2t). Antesde la operación del Programa, se esperaba que los hogares pobres inscribieranmenos a sus hijos que los no pobres, ya sea que estuvieran restringidos parapoder invertir en la educación de sus hijos, porque no se apreciaran losrendimientos económicos de una mayor escolaridad, o bien porque se tuvieronpresiones para satisfacer otras necesidades de consumo u otras oportunidadesde inversión.

De cualquier forma, se esperaría que las cantidades dentro de los paréntesistendieran a ser positivas, representando desigualdades en el acceso de laeducación. Con lo que se podría anticipar que las becas de Progresa redujeranla brecha en las localidades en donde opera el Programa y entonces D2 serianegativa. Si se observan diferenciales entre los hogares pobres y el resto de ellosdesde antes de la entrada en operación de Progresa y si éstas representanfuentes persistentes de variación regional, podrían ser obtenidos de la doblediferencia entre la diferencia anterior y la posterior a la implementación delPrograma, para así obtener DD2 (figura 2).

Cabe indicar que los efectos del Programa en cuanto a la inscripción pueden noser uniformes para todos los niños. Dada la estructura de las becas, los efectospueden variar de acuerdo a la edad, el número de años de escuela terminados yel sexo de los niños (cuadro 1). En el modelo probit se incluyen estos efectos,permitiendo que la respuesta de los niños ante la presencia del Programa varíede acuerdo a ellos.

La inscripción a determinado año escolar depende de la edad del niño. Si todoslos niños hubieran iniciado sus estudios a los 6 años de edad, y no repitieronningún grado ni abandonaron temporalmente la escuela (por cualquier razón),los niños de entre 8 y 14 años de edad, de acuerdo con los datos previos a lapuesta en operación de Progresa (octubre, 1997), podrían recibir una beca, siviven en un hogar identificado como beneficiario y si se inscribieron en laescuela. En el cuadro 2 se muestra el grado alcanzado de los niños entre 6 y 16años de edad de acuerdo con los datos referidos. Se pueden ver evidencias deque los niños han repetido algún grado o bien abandonaron temporalmente laescuela. Así, menos de la mitad de los niños de 11 años están listos para entrara sexto de primaria o un grado superior, porque tienen rezago o bien yaabandonaron la escuela.

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2. Los datos.

La información que se utiliza en este trabajo proviene de dos fuentes: laEncuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH), quees el instrumento que recoge la información para la identificación de lasfamilias beneficiarias de Progresa; y de la Encuesta de Evaluación de Progresa(ENCEL), que es un instrumento que se utiliza para entrevistarsistemáticamente, con una periodicidad de seis meses a una muestra de 506localidades que tiene un total de 24,077 hogares(ver anexos 1 y 3). De estaforma, se dispone de la información para tres momentos en el tiempo, octubrede 1997 (ENCASEH) y la correspondiente a las dos primeras rondas de laENCEL, obtenidas en marzo y noviembre de 1998.

En este trabajo se analiza la información sobre la inscripción a la escuela,asistencia escolar y número de años que en 1997 tenían aprobados los niños deentre 5 y 16 años. Además, se utiliza la información sobre las características delas escuelas en cada comunidad en la muestra. En 11 localidades no se contabacon estos datos por lo que la muestra se redujo a 495 de comunidades (314 enProgresa y 181 control). Estas localidades rurales altamente marginadas, estánlocalizadas en 7 estados (Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Querétaro, SanLuis Potosí y Veracruz).

En todas las localidades existe una escuela primaria, pero sólo una cuarta partetiene su propia secundaria (cuadro A-1). Algunos niños asisten a escuelassecundarias que están situadas fuera de su localidad y que no necesariamente sereportan como las más cercanas. La distancia media a la secundaria máscercana es de alrededor de 2 kilómetros.

Se excluyen del análisis a los niños que llegaron a vivir a las localidadesanalizadas en fechas posteriores a octubre de 1997, fecha en que se obtuvo lainformación correspondiente a la condición previa al inicio de las actividades deProgresa, aún cuando después hayan sido beneficiarios del Programa. Tambiénse excluyen a los niños que emigraron de las comunidades y de los que ya no setiene información en las encuestas de seguimiento. En estas últimas encuestassólo se obtuvo información sobre la situación escolar de los niños que teníanentre 6 y 16 años de edad al momento del levantamiento.

3. Diferencias en la inscripción.

A continuación se muestran los resultados del impacto de Progresa en lainscripción a la escuela usando medidas agregadas. En el cuadro 3 se presentanlas proporciones de niños inscritos con respeto a los años de escuela

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

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terminados con la información de las tres encuestas referidas. En general, latasa de inscripción disminuyó de 0.856 a 0.820, esto muy probablemente sedebe al “envejecimiento” de la muestra.

Al utilizar un estimador de doble diferencia, que considera las diferenciasexistentes antes de la implementación del Programa entre los niños en hogaresen condición de pobreza de los dos grupos de localidades (Progresa y control),el estimador DD1 de los efectos del Programa indica que hubo un incrementode 2.4 por ciento (4.7 – 1.3) en las tasas de inscripción entre los beneficiarios(cuadroA-2). Al considerar la magnitud del efecto en la inscripción en losdiferentes grados escolares, se observa el mayor efecto positivo en el aumentode las tasas de continuidad de la primaria a la secundaria. Para aquellos quetienen 6 años de escuela terminados, los estimadores de doble diferencia son8.4 puntos porcentuales (cuadro A-2), implicando que Progresa incrementa lainscripción en la secundaria en cerca de un 20 por ciento en términos relativos,de 43 a 51 por ciento (cuadro 3).

Un objetivo de Progresa es reducir la desigualdad en las oportunidades deeducación. Las diferencias en la inscripción a la escuela entre los niños defamilias pobres y del resto de los hogares en las localidades en que operaProgresa, se muestran en el cuadro A-2 (D2). Las estimaciones al utilizar lainformación después de que dió inicio el Programa sugieren que la diferencia enlas tasas de inscripción entre ambos grupos se ha reducido substancialmente yen la mayoría de los grados se eliminaron completamente (cuadro A-2 y cuadro3). Esto representa una reversión significativa de las diferencias en las tasas deinscripción en las localidades. Antes del Programa, los hijos de las familias encondición de pobreza asistían a la escuela menos que los hijos de los hogares nopobres extremos (cuadro 3). Sin embargo, en el primer año de actividades delPrograma, las tasas de inscripción de los niños más pobres muestranincrementos marcados en las localidades atendidas por Progresa. Si la falta deeducación es uno de los principales medios para perpetuar la desigualdad,entonces las becas de Progresa han revertido esa situación en su primer año deoperación.

4. Especificación empírica del modelo para analizar la inscripción

En este apartado se estima el impacto de Progresa basando el análisis enmodelos de regresión para la inscripción a la escuela empleando datos a nivelde los individuos. A continuación se revisan brevemente las variables que seincluyeron en el modelo. En el cuadro 4 se muestran los efectos de las

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principales variables sobre la inscripción a primaria en un modelo probit.2 Laprimer columna incluye sólo el efecto de estar en una localidad atendida por elPrograma y la interacción entre esta variable y ser beneficiario de Progresa(Programa*beneficiario). La segunda columna incluye además las interaccionesentre la variable (Programa*beneficiario) y el número de años de escolaridadque el niño ha cursado, con el fin de conocer el efecto en todos los grados deprimaria. En la tercera columna se agrega información sobre si alguno de lospadres habla alguna lengua indígena, y si son monolingües (o sea que nohablan español); estas variables se incluyen para identificar si el Programa tieneun efecto diferenciado para la población indígena. La cuarta columna presentalos resultados derivados de una regresión de mínimos cuadrados ordinarios paraanalizar los factores asociados a la proporción de días de asistencia escolar en elúltimo mes de los niños que están inscritos, como lo reporta el entrevistado enla encuesta. El modelo de asistencia es paralelo al modelo de inscripción de lasegunda columna. También se toman en cuenta las variables correspondientes asi el niño reside en una localidad atendida por Progresa y si es beneficiario delPrograma.

Se han incluido tres variables que describen el contexto de la comunidad y de laescuela. La primer variable es la razón estudiantes-maestro en la escuelaprimaria que está en la localidad, que se incluye como un indicador de lacalidad de la escuela, y que debería favorecer una mayor inscripción conformesea menor (es común considerar a ésta variable como un indicador útil, aunquegeneral de la calidad de la escuela (Schultz, 1999). Se incluye una variable“sorda” para aquellas escuelas para las que no se dispone de la razónestudiantes-maestro.

La segunda variable del contexto de la comunidad es la distancia a la escuelasecundaria. La última variable de comunidad es la distancia de la comunidad ala capital del estado. El efecto en la inscripción de una mayor distancia hacialas economías urbanas, y a las ciudades en general, puede operar en direccionesopuestas. Una hipótesis es que los jóvenes de localidades más alejadas tendránmenos oportunidades de encontrar un empleo, por lo que los niños de estaslocalidades, si las otras variables permanecen constantes, tenderán apermanecer más tiempo en la escuela. Una hipótesis alternativa sería que si laslocalidades están más cerca de las ciudades, las familias estarán más informadassobre el valor económico de la educación para sus hijos como futurostrabajadores (en términos de oportunidades de empleo e ingresos), por lo que

2 El modelo probit se ocupa en análisis de regresión cuando la variable dependiente solamente puede tomar valores discretos y esbinaria. El modelo se define como sigue: se supone que existe una variable y*i, definida como yi*= Βxi + µi. En la práctica, no seobserva yi*, sino que se observa una variable sorda y, definida y=1 si yi*>0, si no y=0. Se deriva que la Prob(y=1)=1-F(-Βxi). Elmodelo probit supone que F es la función de distribución cumulativa normal.

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

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se esperaría que estas familias inviertan más en la educación de sus hijos.

Otras variables correspondientes al niño y su hogar se consideran como posiblesdeterminantes de la inscripción a la escuela, incluyendo el sexo del niño, losaños de escolaridad aprobados, los años de escolaridad de los padres y variablesrelativas a la residencia de los padres en el hogar. Se ha observado que padrescon más años de escolaridad están más dispuestos a inscribir a sus hijos en laescuela, ya sea porque saben que los rendimientos de la educación son mayores,porque valoran a la educación como un bien de consumo para sus hijos, o bienporque su educación reduce el costo de ayudar a sus hijos a aprovechar mejorsus estudios.

5. Resultados de los modelos de regresión

El impacto de Progresa en los modelos de regresión empleados se mide como lasuma de los coeficientes de las variables que indican la presencia de Progresaen la localidad y su interacción con el ser miembro de una familia beneficiaria.Comenzando con la inscripción a los distintos grados de primaria, en la primeracolumna en el cuadro 4, la suma de los dos coeficientes indica que la tasa deinscripción a primaria es 0.85 puntos porcentuales más alta entre los niñospobres que viven en localidades atendidas por Progresa después de quecomenzó la operación del Programa en el otoño de 1998 (.0148-.0063=.0085).

La razón estudiantes-maestro tiene un impacto negativo en la inscripción a laescuela primaria, como se esperaba, aunque los efectos no son grandes. Si sedeterminar un valor máximo a la razón estudiantes-maestros igual a 34, lamedia de la tasa de inscripción que se estima se incrementaría del nivel actualde 92.05 a 92.11 por ciento, o sea apenas 0.06 puntos porcentuales.

La distancia a la escuela no es una variable significativa en el modelo. Sinembargo, la distancia a la ciudad más cercana tiene un efecto positivo en lastasas de inscripción. La distancia promedio a una ciudad (o a la capital delestado) es de 147 kilómetros, con una desviación estándar de 78 kilómetros, yse asocia a un incremento de la tasa de inscripción de 0.9 puntos porcentuales.Vivir en un poblado rural aislado no parece ser una desventaja para mantener alos niños en la escuela primaria, si las otras variables se mantienen constantes.

Cada año adicional de escolaridad de la madre se asocia con un incremento enla tasa de inscripción de 0.33, que es casi el doble que el efecto de la educacióndel padre, que es de 0.18. Por ejemplo, si ambos padres tienen 9 años deeducación, la probabilidad de que inscriban a sus hijos es 3.6 por ciento másalta que para los padres que tienen sólo dos años de escolaridad.

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La segunda especificación del modelo de regresión incluye interacciones quetoman en cuenta que Progresa puede tener un impacto diferencial dependiendodel grado que los niños han cursado. El efecto de Progresa alcanza su valor másalto en aquellos que tienen tres años de escolaridad aprobados, o sea, que estáncursando el cuarto grado. De nueva cuenta, el término (Programa*beneficario)es significativo.

Las variables de lengua indígena que se incorporan en la tercera especificaciónno son significativas en forma conjunta. A nivel de la primaria no parecerepresentar ninguna desventaja el ser parte de un grupo indígena, aunque en laregresión ya se controla el que los padres indígenas tienen una menorescolaridad.

En el cuadro 5 se reportan las estimaciones para las mismas series de modelosde inscripción a secundaria. El efecto de ser beneficiario de Progresa en 1998se asocia a una tasa de inscripción que es 7.55 puntos porcentuales mayorcomparada con el promedio de la muestra analizada, que es de 65.2 por ciento.

La distancia hacia la escuela secundaria tiene efecto en la inscripción, siendoéste fuerte y notablemente no lineal. Para simular la magnitud de estarespuesta, podemos suponer que se construyen secundarias en todas laslocalidades donde actualmente la secundaria más cercana está a 4 kilómetros.Esto reduciría directamente la distancia a las secundarias para el 13 por cientode los niños en la muestra y reduciría la distancia promedio en un tercio, de 2.1a 1.4 kilómetros. Utilizando los estimadores derivados del modelo probit paralas inscripciones a la escuela secundaria que se reporta en la columna 2 delcuadro 5, las tasas de inscripción que se calculan para secundaria seincrementarían de 65.2 a 67.4 por ciento, o sea 2.2 puntos porcentuales.

Cabe destacar que este incremento, aun cuando es considerable, es muchomenor al impacto que Progresa ha tenido en el incremento en inscripción a lasecundaría de 7.55 por ciento. Esto nos lleva a concluir que Progresa puede seruna manera más eficiente de aumentar la inscripción en comparación con elsólo hecho de expandir la oferta de escuelas secundarias.

Las características de los niños y de sus familias son de gran importancia en losresultados de la inscripción a secundaria. Las tasas de inscripción son 7.1puntos porcentuales más altas para los hombres que para las mujeres. Cada añode escolaridad del padre se asocia a un incremento de 1.6 puntos porcentualesen la probabilidad de inscribir a su hijo, mientras que un año de escolaridad dela madre se asocia con sólo 1.3 puntos porcentuales. Los hijos de padres connueve años de escolaridad tienen una probabilidad 27 puntos porcentuales

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

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mayor de ser inscritos que los niños cuyos padres sólo tienen dos años deescolaridad, lo que representa una gran variación del promedio de 65 porciento.

Comparando los datos de octubre de 1997 con los de noviembre de 1998, enque se les preguntó a las familias cuántos días habían asistido a la escuela sushijos en el último mes, la mayoría reportaron 20 días. Muy pocas de lasvariables que se asocian a la inscripción ayudaron a explicar porque algunosniños asisten menos de 20 días al mes. Progresa parece tener un efecto positivoy significativo en la asistencia escolar en la primaria, incrementando laasistencia en 1.4 puntos porcentuales, pero no hay ningún efecto en lasecundaria en esta materia.

6. Diferencias por género en las tasas de inscripción

Uno de los principales objetivos de Progresa es reducir la brecha en educaciónentre hombres y mujeres. Esta es la razón por lo que las becas Progresa sonligeramente más altas para las niñas que para los niños en secundaria, que es elnivel en que la diferencia en las inscripciones favorece a los niños.

Para conocer cómo ha influido el Programa en las diferencias en la asistenciaescolar entre los niños y las niñas, se agregó una variable de interacción almodelo probit de inscripción a la secundaria. Aunque el efecto observado esnegativo, lo cual indica que se está cerrando la brecha por género, este no essignificativo.

Los modelos probit para la inscripción también se estiman por separado paralos niños y las niñas (cuadro 6). Para primaria el efecto de Progresa se estimaen .0111 para las niñas y .0053 para los niños. En secundaria los efectos son.0681 para las niñas y .0812 para los niños. Estadísticamente estos coeficientesno son diferentes (con un nivel de confianza de 5 por ciento), indicando que elimpacto de Progresa es similar para la inscripción de los niños y las niñas en lamuestra analizada.

La distancia a la escuela secundaria tiene un efecto negativo en la inscripción50 por ciento más alto en las niñas que en los niños. Está es una evidencia parala hipótesis de que los padres están más reacios a dejar que sus hijas viajengrandes distancias a la secundaria, en comparación con sus hijos. Unaimplicación importante de política es que si se construyen nuevas escuelas quereduzcan la distancia promedio a la escuela más cercana, muy probablementese incrementarían las tasas de inscripción de las niñas más que las de los niños.

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Por otra parte, la cercanía a una ciudad es un factor de mayor disuasión parainscribir a los niños que a las niñas, tal vez porque las oportunidades de empleoson más atractivas para ellos que para ellas. La escolaridad de las madres tieneligeramente un mayor efecto en la inscripción a secundaria de sus hijas queen la de sus hijos. Contrariamente, la escolaridad de los padres incrementa latasa de inscripción de sus hijos por un margen substancialmente mayor que lade sus hijas.

7. Conclusiones

Utilizando la información que se obtuvo después de varios meses del inicio delPrograma, el análisis sugiere que la inscripción de tercero al sexto grado deprimaria es 2.2 puntos porcentuales mayor de lo que hubiera sido sin lapresencia de Progresa. En secundaria, las tasa de inscripción para todos losgrados son 4.9 puntos porcentuales más altas. Claramente, el mayor impacto enla inscripción se observa en aquellos niños y niñas que deciden continuar susestudios en primero de secundaria. Un punto crítico es continuar con elseguimiento de estos niños para estudiar cambios en su permanencia en laescuela.

Los modelos probit se estimaron para conocer el efecto del Programa en laprobabilidad de inscripción, controlando otros factores que afectan lasdecisiones sobre educación. En estas estimaciones también se encontró unmodesto pero significativo incremento en las probabilidades promedioasociadas con la puesta en marcha del Programa de alrededor de un puntoporcentual para tercero a sexto grado, donde el promedio de las tasas deinscripción es ya relativamente alto (92 por ciento).

En secundaria, donde las tasas de inscripción promedio son de 65 por ciento, elimpacto de Progresa una vez que se calculan los efectos ajustados por otrasvariables, es incrementar las inscripciones en 8.4 puntos percentuales.

La información a nivel individual también muestra cómo algunas característicasde los servicios educativos se relacionan con los niveles de inscripción. Así, porejemplo, en las escuelas en donde los salones de clase tienen un mayor númerode alumnos se tiene un efecto negativo en la inscripción. La distancia a laescuela secundaria más cercana, que significa un costo en tiempo para los niñosy para su familia, es un factor importante que afecta negativamente lainscripción a la escuela, siendo este efecto mayor para las niñas que para losniños. Un resultado no esperado es que la mayor distancia a la ciudad máscercana parece incrementar la inscripción, en particular para los niños ensecundaria. Tal vez esto es el reflejo de que las oportunidades de trabajo son

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menores cuando la ciudad esta más lejos.3 La escolaridad de la madre y delpadre tiene un fuerte efecto en la inscripción de los niños a la escuela, como seha encontrado en otros países ( Wolfe and Behrman, 1984.; Tansel, 1997; Lamand Duryea, 1999; Lam,1999).

En resumen, se ha evaluado el impacto de Progresa en las inscripcionesutilizando dos aproximaciones. La primera basada en diferencias de grupo enlas tasas de inscripción entre los niños de hogares en condición de pobrezaextrema de las localidades en que opera Progresa y un grupo de localidadescontrol. Tomando en cuenta las diferencias antes de la puesta en marcha delPrograma para estos mismos grupos. Utilizando esta metodología, se observóque las tasas de inscripción en primaria fueron 2.2 puntos porcentuales másaltas. El modelo probit estimado para la decisión de inscribir a los niñosmuestra un incremento ligeramente menor, de 1.1 puntos.

En secundaria, el análisis de las diferencias entre grupos mostró que lainscripción aumentaba 4.9 por ciento como resultado del Programa. En lo quese refiere al modelo probit que se estimó para la inscripción utilizandoobservaciones para cada individuo, el incremento en la probabilidad deinscripción como efecto del Programa fue 8.4 puntos porcentuales. Dado que elmodelo probit también mantiene constantes todos los otros determinantesimportantes de la decisión de inscripción, como son distintas características delcontexto familiar y comunitario, estas últimas estimaciones son preferibles.

3 Para el 40 por ciento de la muestra que habita en localidades que reportan un salario diario en la agricultura de losmenores, este salario estaba fuertemente relacionado con la cercanía a la ciudad.

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Figura 1Comparación esquemática entre poblaciones en el periodo de tiempo t

Elegibilidad (condición de pobreza

de la familia del niño)

Tipo de localidad Todas laslocalidades

Localidades Progresa LocalidadesControles

Familias pobres S1t S2t S5t

Familias no-pobres S3t S4t S6t

Todas las familias S7t S8t S9t

* Si el niño pertenece a una familia en condición de pobreza extrema puede ser elegido para recibir una beca Progresa

Figura 2Impacto de las becas del Programa: Diferencias entre grupos

1. Diferencias en la inscripción de los niños elegibles para recibir las becas educativas:Progresa-Control

D1t = S1,t - S2,t

Supone que la ubicación del Programa es otorgonal a todos los factores que afectan o son correlacionados con los indicadores del impacto.

II Estimador doble diferenciado del cambio en el tiempo en el indicador entre los grupos elegibles Progresa-control:

DD1t = (S1,t - S2,t) - (S1,t-1 - S2,t-1)

III. Diferencias no-elegible-elegible entre los grupos de niños localidades Progresa y control. Este indicador mide el impacto deProgresa para reducir la desigualdad en el acceso a la escuela:

D2t = (S3,t - S1,t) - (S4,t - S2,t)

VV Estimador doble diferenciado del cambio en la desigualdad del indicador en el tiempo.

DD2t = (S3,t - S1,t) - (S4,t - S2,t) - [(S3,t-1 - S1,t-1) - (S4,t-1 - S2,t-1)]Supone que todos los factores que afectan las diferencias entre las localidades donde opera Progresa y las localidades control no cambian en el tiempo.

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

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Cuadro A-1Medias y Desviaciones estándar de las muestras

Variable Niños en primaria Niños en secundarias

Inscrito ( = 1) .920 .652Asistencia (proporción de días) .979

(.0875).986

(.0711)

Localidad Progresa ( = 1) .611 .618Hogar Pobre ( = 1) .718 .590Edad del niño 9.76

(2.35)14.0

(1.42)Sexo del niño (1=Hombre) .515 .504Escuela secundaria en la localidad ( = 1) 251 .269Distancia a la escuela secundaria (km) 2.20

(1.91)2.11

(1.88)Razón estudiantes-maestro

Primaria

17.4(14.3)

16.9(13.6)

Escuela primaria sin datos ( = 1) .292 .293Distancia a capital del estado (km) 146

(77.8)146

(77.4)

Escolaridad de la madre (años) 2.84(2.68)

2.60(2.48)

Madre no vive en el hogar ( = 1) .0482 .0471Escolaridad del padre (años) 2.90

(2.78)2.69

(2.63)

Padre no vive en el hogar ( = 1) .113 .114Madre habla lengua indígena ( = 1) .329 .294Padres habla lengua indígena ( = 1) .320 .286Madre no habla español ( = 1) .0572 .0446Padre no habla español ( = 1) .0182 .0151Participación de la localidad en actividades y tareas de lacomunidad a) Todos b) Mayoría c) Minoría d) Pocos e) Otros

.318

.436

.097

.032.117

.307

.446

.096

.036.115

Salario por día jornalero: hombres

% que no reporto salarios

27.3(9.33).022

27.8(9.48).023

Tamaño de la muestra 52,284 20,897

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Cuadro A-2Diferencias en las localidades que atiende Progresa

y las control en la proporción de niñosinscritos en la escuela

Años de escolaridad aprobados D1 DD1 D2 DD20 .0046 -.0258 -.0291 .01901 .0207 .0169 -.0428 -.02982 .0104 .0110 -.0173 -.00943 .0402 .0165 -.0291 -.01364 .0434 .0261 -.0542 -.48565 .0463 .0350 -.0203 -.00196 .1168 .0839 -.0522 -.09167 .1426 .0325 -.0236 -.03208 -.0025 .0299 -.0036 -.0275

9 o más -.0675 -.0740 .0276 .0700

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

173

Cuadro 1Monto mensual de las becas educativas Progresa*

Nivel de estudiantes elegiblespara becas

julio a diciembre 1998

Primaria 70Tercero 85Cuarto 105Quinto 135Sexto 200SecundariaPrimero Hombres 200Primero Mujeres 210Segundo Hombres 210Segundo Mujeres 235Tercero Hombres 225Tercero Mujeres 255* Para recibir las becas los niños tienen que tener el 85% de asistencia a la escuela

Cuadro 2

EdadAños aprobados según edad, octubre, 1997

Total

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 +

6 1,799 539 39 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2,377

7 511 1,608 354 28 0 0 0 0 0 0 0 0 2,501

8 184 729 1,309 339 23 0 0 0 0 0 0 0 2,584

9 71 255 702 1,142 246 30 1 0 0 0 0 0 2,447

10 63 112 331 790 1,078 280 19 0 0 0 0 0 2,673

11 48 40 164 365 761 965 216 16 1 0 0 0 2,576

12 52 47 99 206 404 719 903 169 13 0 0 0 2,612

13 48 47 60 104 205 393 885 491 139 13 0 0 2,385

14 62 29 63 85 122 221 791 357 433 102 5 0 2,270

15 52 34 28 66 73 139 651 183 313 325 39 5 1,908

16 6 1 4 9 3 15 73 15 23 43 7 0 199

Total 2,896 3,441 3,153 3,134 2,915 2,762 3,539 1,231 922 483 51 5 24,532

Programa de Educación, Salud y Alimentación

174

Cuadro 3Proporción de niños entre 6 y 16 años inscritos según años de escolaridad aprobados,elegibilidad para recibir becas educativas de Progresa, por localidades en Progresa y en

control antes y después de la implementación del Programa

Años de educacióncursadas,

tipo de localidad

Antes de la implementación del Programa,octubre 1997 marzo 1998

Después de la implementación del Programa1998 noviembre

NoElegible

Elegible(Pobre)

Total No Elegible Elegible(Pobre)

Total

0ControlProgresaTotal

.872

.854

.862

.786

.816

.804

.808

.825

.818

.624

.599

.610

.659

.664

.662

.650

.649

.649

1ControlProgresaTotal

.985

.976

.979

.968

.972

.970

.972

.973

.972

.979

.957

.966

.958

.959

.971

.964

.974

.970

2ControlProgresaTotal

.969

.960

.964

.950

.949

.949

.955

.952

.953

.967

.960

.963

.940

.951

.947

.948

.953

.951

3ControlProgresaTotal

.945

.954

.951

.914

.938

.929

.923

.943

.935

.925

.937

.932

.905

.946

.931

.911.943.931

4 ControlProgresaTotal

.944

.955

.951

.919

.937

.930

.928

.943

.937

.942

.931

.936

.800

.943

.927

.914

.940

.9295 Control

ProgresaTotal

.943

.932

.936

.919

.930

.926

.928

.931

.930

.907

.933

.922

.895

.941

.924

.899

.938

.9236 Control

ProgresaTotal

.466

.539

.510

.461

.494

.482

.463

.510

.493

.462

.526

.501

.432

.549

.505

.443

.541

.5037 Control

ProgresaTotal

.968

.958

.962

.950

.931

.939

.958

.943

.949

.932

.922

.925

.938

.952

.947

.935

.939

.9388 Control

ProgresaTotal

.954

.945

.949

.963

.930

.942

.958

.938

.946

.912

.906

.908

.935

.923

.934

.923

.921

.9229 omás

ControlProgresaTotal

.492

.591

.549

.458

.599

.546

.477

.595

.547

.467

.562

.522

.475

.542

.518

.470

.552

.520Total:ControlProgresaTotal

.851

.861

.857

.848

.861

.856

.849

.861

.856

.786

.806

.800

.801

.848

.830

.796

.835

.820

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

175

Cuadro 4Impactos marginales en la inscripción y en la asistencia a primaria

según variables explicativas

Variables independientes Inscripción al nivel primaria AsistenciaVariables:

Probit (1)

Probit(2)

Probit(3)

MCO(4)

1. Interacciones después delprograma:Progresa -.0063 -.0063 -.0063 -.0003(α1*) (1.30) (1.30) (1.29) (0.06)Elegible por Progresa .0148 .0085 .0083 .0141(α3*) (3.80) (1.61) (1.57) (3.26)

Elegible por grado escolar (δ*k):Grado 1 .0127 .0129 -.0080

(1.63) (1.67) (1.54)Grado 2 .0092 .0094 -.0016

(1.36) (1.38) (0.34)Grado 3 .0137 .0138 -.0032

(2.20) (2.22) (0.73)Grado 4 .0062 .0062 -.0100

(0.94 (0.92) (2.21)Grado 5 .0073 .0073 -.0040

(1.11) (1.11) (1.71)2. Comunidad/EscuelaRazón estudiantes-maestro-primaria -.00041 -.00041 -.00040 .00015

(2.47) (2.46) (2.45) (0.56)Sin datos sobre la escuela primaria -.0183 -.0183 -.0174 .0055

(3.32) (3.32) (3.18) (0.74)Distancia a la escuela secundaria (x100) -.0699 -.0699 -.0681 -.114

(.93) (.93) (0.91) (1.68)Distancia a la Capital del estado (x100) .0112 .0112 .0096 .0084

(5.11) (5.10) (4.13) (4.08)3. Niño/FamiliaSexo(1 = hombre) .0027 .0027 .0027 -.0021

(1.33) (1.32) (1.34) (1.97)Pobre (Elegible) -.0137 -.0137 -.0141 -.0015

(3.94) (3.94) (4.13) (0.57) Años de escolaridad: madre .0033 .0032 .0034 -.0003

(6.55) (6.53) (6.54) (1.10) Años de escolaridad: padre .0018 .0018 .0016 .0006

(3.88) (3.89) (3.45) (2.22) Madre no vive en el hogar -.0040 -.0042 -.0034

(0.82) (0.84) (0.99)Padre no vive en el hogar .0013 .0014 -.0006

(0.34) (0.35) (0.23) Madre habla lengua indígena .0031

(0.51)

Programa de Educación, Salud y Alimentación

176

Padre habla lengua indígena .0036(.73)

Madre no habla español -.0002(0.05)

Padre no habla español -.0132(1.55)

Localidad Progresa .0005 .0005 .0003(.12) (.12) (0.06)

Elegible para Progresa .0038 .0053 .0053 -.0048(.65) (.90) (0.91) (1.09)

chi 2 (gl) 16.7(2) 19.6(7) 19.6 (7) F = 2.24(7)prueba α1* = α3* = δ* =0 Prob [ ] [.0002] [.0065] [.0066] [.0303]chi 2 total 4301. 4531. 4552. F = 3.34(gl)) (36) (41) (45) (40)Loglikelihood (-) 8795.4 8792.0 8783.2Pseudo R2 .4066 .4069 .4075 .0104N 53284 53284 53284 32043

Modelo probit. 7: estadísticas Z en paréntesisModelo MCO: estadísticas t en paréntesis

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

177

Cuadro 5Impactos marginales en la inscripción y en la asistencia a secundaria

según variables explicativas

Variables independientes Inscripción al nivel secundaria AsistenciaVariables:

Probit (1)

Probit(2)

Probit(3)

MCO(4)

1. Interacciones después delprograma:Progresa (α1*) .0128 0128 .0145 .0004

(0.60) (0.60) (0.68) (0.08)Elegible por Progresa .0627 -.0067 -.0089 .0089(α3*) (3.31) (0.16 (0.21) (0.82Elegible por grado escolar(δ*k)Grado 1 .0772 .0794 -.0013

(2.01) (2.08) (0.12)Grado 2 .0781 .0807 -.0054

(1.71) (1.78) (0.49)2. Comunidad/EscuelaRazón estudiantes-maestro-primaria -.0205 -.0124 -.0011 -.0001

(0.64) (1.15) (1.01) (0.51)Sin datos sobre la escuela primaria -.0012 -.0201 -.0120 -.0013

(1.16) (0.63) (0.39) (0.39)Distancia a la escuela secundaria -.0387 -.0388 -.0411 .0008

(4.54) (4.54) (4.88) (0.73)Distancia a la Capital del estado .0019 .0019 .0023 .0001

(1.73) (1.73) (2.09) (0.57)Distancia a la Capital de estado .0852 .0854 .0635 .0018Cuadrado (x10-2) (7.30) (7.32) (5.16) (1.58)Localidad en Progresa .0392 .0392 .0345 -.0025

(1.75) (1.75) (1.58) (0.71)Elegible para Progresa .0139 .0532 .0555 .0084

(0.39) (1.26) (1.33) (1.16)3. Niño/FamiliaSexo(1 = hombre) .0712 .0713 .0699 -.0050

(6.95) (6.95) (6.88) (3.50)Pobre (Elegible) -.0413 -.0413 -.0477 -.0052

(2.54) (2.54) (2.99) (1.82) Años de escolaridad: madre .0129 .0128 .0140 .0002

(5.25) (5.23) (5.71) (0.76) Años de escolaridad: padre .0156 .0156 .0144 .0002

(5.87) (5.86) (5.52) (0.45) Madre no vive en el hogar .0253 .0251 .0381 .0065

(1.07) (1.06) (1.56) (1.85)Padre no vive en el hogar .0238 .0238 .0348 -.0034

(1.42) (1.43) (2.00) (1.09)

Programa de Educación, Salud y Alimentación

178

Madre habla lengua indígena - - .0369 -(1.50)

Padre habla lengua indígena - - .0482 -(1.95)

Madre no habla español - - .0018 -(0.06)

Padre no habla español -.0156- - (0.35)

chi 2 (gl) 18.8 (2) 26.96 (4) 28.0 (4) F = 1.06 (4)prueba α1* = α3* = δ* =0 Prob [ ] [.0000] [.0000] [.0000] [ .37]chi 2 total 2953. 3015. .3098 F = 1.67(gl) (27) (29) (33) (26)Loglikelihood (-) 9070.6 9067.8 9028.5 -Pseudo R2 .3282 .3284 .3313 .0711N 20897 20897 20897 9636

Modelo probit. 7: estadísticas Z en paréntesisModelo MCO: estadísticas t en paréntesis

Evidencia preliminar del impacto de Progresa en la inscripción a la escuela en 1997 y 1998

179

Cuadro 6Impactos marginales en la inscripción y en la asistencia por sexo del niño en

primaria y secundaria

Variables independientes Inscripción a primaria Inscripción a secundariaMujer Hombre Mujer Hombre

1. Interacciones del programa:Progresa (α1*) -.0011 -.0110 -.0025 .0280

(0.17) (1.63) (0.08) (1.07)Elegible por Progresa .0122 .0163 .0706 .0532(α3*) (2.14) (3.43) (2.42) (2.46)

2. Comunidad/EscuelaRazón estudiantes-maestro-primaria -.00044 -.00037 -.00173 -.00085

(2.90) (1.64) (1.34) (0.69)Sin datos sobre la escuela -.0178 -.0185 -.0182 -.0226

(3.03) (2.62) (0.48) (0.60)Distancia a la escuela secundaria (x100) -.0317 -.114 -4.72 .3.00

(0.32) (1.27) (4.14) (3.20)

Distancia a la escuela secundaria cuadrado(x100)

- .232 .146

(1.36) (1.37)Distancia a la Capital de estado (x100) .0057 .0167 .0749 0.947

(2.10) (7.40) (5.33) (7.22)Localidad en Progresa .0023 -.0011 .0446 .0338

(0.39) (0.19) (1.42) (1.21)Elegible para Progresa .0007 .0006 .0131 .0154

(0.09) (0.86) (0.24) (0.36)3. Niño/FamiliaPobre (Elegible) -.0112 -.0153 -.0522 -.0299

(2.56) (3.55) (2.14) (1.40)Años de escolaridad: madre .0032 .0032 .0135 .0126

(4.57) (5.10) (4.06) (3.94)Años de escolaridad: padre .0017 .0018 .0119 .0175

(2.56) (3.03) (3.19) (5.61)Madre no vive en el hogar -.0059 -.0015 .0038 .0402

(0.86) (0.25) (0.10) (1.43)Padre no vive en el hogar .0037 -.0011 .0258 .0201

(0.77) (0.21) (0.99) (0.95)chi 2 (gl) 8.13 (2) 13.12 (2) 7.84 (2) 14.21 (2)prueba α1* = α3* = δ* =0 Prob [ ] [.017] [.0014] [.0198] [.0008]chi 2 overall (gl) 2362. (35) 2313. (35) 1866 (26) 1554 (26)Loglikelihood (-) 4184.4 4572.1 4589.8 4424.6Pseudo R2 .4182 .4009 .3392 .3182N 25706 27578 10415 10482

Estadística Z en paréntesis.

IXResultados sobre la operación deProgresa en el componente educativo

Introducción

través del análisis de los registros de la Secretaría de Educación Pública,sobre la matrícula registrada en las escuelas secundarias entre los ciclosescolares 1995-1996 a 1998-1999, es posible analizar el cambio en el

número de alumnos inscritos y la asociación que guarda éste con la entrega deapoyos educativos por parte de Progresa, así como algunos factoresrelacionados con las características de los servicios, como el número demaestros y de aulas.

Para evaluar el efecto de la entrada en operación de Progresa sobre elincremento en la matrícula registrada, se comparan las tendencias de esteindicador en las escuelas secundarias en localidades rurales. Esta informaciónse complementa con los registros de Progresa sobre el número de beneficiariosque reciben becas del Programa en cada una de las escuelas y que han sidoincorporados en distintas etapas de la ampliación de cobertura de Progresa, conlo que se tiene un información para un total de 14,314 escuelas en el mediorural.

La implementación del Programa inició a partir de agosto de 1997, y desdeentonces la incorporación de los niños y jóvenes para recibir los beneficios debecas que Progresa otorga se incrementado gradualmente. Así, en 1997, 18 porciento de las secundarias en localidades rurales tenían al menos cincobeneficiarios de Progresa (71 mil beneficiarios). Para el ciclo 1998-1999, seobserva la presencia de beneficiarios de las becas de Progresa en 72 por cientode las escuelas (428 mil beneficiarios).

Documento elaborado por Mónica Orozco, María del Carmen Huerta y Daniela Sotres

A

Programa de Educación, Salud y Alimentación

182

Además, al interior de estas escuelas, 39 por ciento del total de los alumnosregistrados recibía los beneficios del Programa (y fue hasta de 54 por ciento enescuelas telesecundarias). Debido a que en 1998 se realizó la incorporación deun número importante de familias beneficiarias, en los meses previos al iniciodel ciclo escolar 1998-1999, podría esperarse que la entrega de beneficios delPrograma hubiera incentivado la inscripción a la escuela de los niños y jóvenesde estas familias.

Básicamente el análisis consiste en estudiar si existe un incremento diferencialen las matrículas entre las escuelas que atienden a alumnos becarios deProgresa y los planteles en que no hay becarios. Se espera que en lassecundarias a donde asisten jóvenes de familias beneficiarias del Programa seobservarán mayores incrementos en el número de alumnos inscritos, encomparación con aquellas escuelas sin niños becarios. Cabe señalar que lasbecas del Programa no se asignan a las escuelas, sino que son otorgadas a losniños de las familias beneficiarias, quienes pueden optar por inscribir a sus hijosen la escuela que deseen. Sin embargo, por lo general se opta por el planteleducativo más próximo a la localidad, lo cual implica que se observará unaconcentración de becarios en determinadas escuelas.

Para el análisis del efecto de Progresa, se considera que su presencia en lasescuelas se refleja cuando hay al menos cinco alumnos que en el ciclo escolar1998-1999 recibieron el apoyo de las becas que otorga Progresa. Dadas lascaracterísticas particulares de las escuelas secundarias, según su tipo seclasifican en secundarias generales, secundarias técnicas y telesecundarias.

A lo largo de esta primera parte se analiza la información a partir de susestadísticas descriptivas, aunque debe advertirse que los resultados adquierensentido al considerar el movimiento de cada indicador bajo la perspectiva delcambio en el resto de ellos. De esta manera, se desea verificar si los cambios enla matrícula registrada corresponden a los cambios en el número de profesores,el número de aulas disponibles o la presencia de Progresa.

En la segunda parte del documento, se hacen consideraciones metodológicasque permiten adecuar un modelo de análisis que brinda la posibilidad deconsiderar simultáneamente los cambios en los indicadores, así como controlarel efecto de otros factores externos, como son el grado de marginación de laslocalidades en donde se sitúan las escuelas y la distancia hacia la cabeceramunicipal más cercana, que dan información sobre las características deaccesibilidad de los planteles.

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

183

Cabe mencionar que algunas de las escuelas del medio rural son secundariasque imparten clases en dos turnos (estas escuelas representanaproximadamente 1 por ciento del total), y sus características son muy distintasa las del resto de las escuelas. Asimismo, la presencia de beneficiarios deProgresa en estas escuelas es casi nula. Por estas razones el análisis se centraúnicamente en las escuelas de un turno.

1. Información descriptiva

La descripción de la información de las escuelas secundarias se presenta en loscuadros 1 a 9. Estos cuadros muestran las tendencias por ciclo escolar, por tipode escuela y según la presencia de Progresa, que permiten ver elcomportamiento de los indicadores sobre el número de escuelas, matrículatotal registrada, matrícula promedio por escuela, número promedio de alumnospor aula, el número de aulas en servicio, el promedio de aulas en servicio encada escuela, el promedio de alumnos por profesor, el total de profesoresactivos y el promedio de profesores por escuela, entre otros indicadores.

En los cuadros que se presentan se divide la información en escuelas en donde apartir de 1997 hubo presencia de alumnos beneficiarios de Progresa y aquellas adonde no asiste este tipo de alumnos (escuelas “control”). Aunque Progresainició sus operaciones a partir de 1997, se presenta la información de lasescuelas en donde a partir de este año se incorporaron beneficiarios delPrograma para los años anteriores a ese ciclo escolar. Esto permite verificar elcomportamiento de los indicadores en dichas escuelas desde antes de laentrada en operación de Progresa.

Para ubicar el contexto en el que se analiza la información, debe mencionarseque, 74 por ciento de las escuelas secundarias están localizadas en localidadesrurales (población menor a 5,000 habitantes según el censo de 1990). Debido aque Progresa opera en localidades del medio rural, se consideran para elanálisis sólo las escuelas del área rural, tanto aquellas con presencia debeneficiarios del Programa como el resto de las escuelas. De esta forma, sepuede tener una base de comparación en donde las escuelas a donde no asistenbeneficiarios del Programa sirven como control para observar elcomportamiento del crecimiento de la matrícula en ausencia del Programa.

Del cuadro 1 puede verificarse que para el ciclo 1998-1999, 79.5 por ciento delas escuelas rurales son telesecundarias, 9.4 por ciento secundarias técnicas y elresto secundarias generales. Sin embargo, en lo que se refiere a la matrícularegistrada en escuelas secundarias, más de la mitad acude a telesecundarias(cuadro 2), en tanto el resto está dividido en secundarias técnicas y secundarias

Programa de Educación, Salud y Alimentación

184

generales (23 y 24 por ciento respectivamente). Así, se tiene que más de lamitad de los jóvenes que asisten a las secundarias del medio rural asisten aescuelas telesecundarias.

La gráfica 1 muestra la distribución de la matrícula en escuelas secundarias deun turno y su tamaño promedio según el tipo de escuela. En la gráfica 2, ladistribución de alumnos beneficiarios de Progresa en el ciclo 1998-1999respecto al tipo de secundaria indica que aproximadamente 15 por cientoasistía a secundarias generales, 18 a secundarias técnicas y la mayoría, 67 porciento, a telesecundarias, por lo que se espera ver el efecto del Programa sobretodo en estas últimas. En contraste con la figura de la gráfica 1, puedeobservarse que en cuanto a la distribución por tipo de escuela, las escuelas adonde asisten beneficiarios del Programa son predominantementetelesecundarias.

Entre las características que distinguen a las escuelas según su tipo, se puedeverificar que las telesecundarias son escuelas de menor tamaño en términos dematrícula registrada, con 60 alumnos en promedio en el ciclo 1998-1999(cuadro 3), mientras que en las secundarias generales y técnicas el tamaño esconsiderablemente mayor, con 193 y 227 alumnos en promedio,respectivamente.

En el cuadro 3 puede observarse también, que en los ciclos escolares previos ala entrada en operación de Progresa, las escuelas a donde actualmente asistenbeneficiarios del Programa eran, en promedio, de mayor tamaño que lasescuelas control en términos de la matrícula registrada. Para el ciclo 1997-

Gráfica 1 Distribución de la matrícula y tamaño promedio, de

las escuelas en el medio rural, 1998-1999

Telesecundarias 68%

Técnicas 18%

Generales 14%

Gráfica 2Distribución de los beneficiarios de Progresa en

secundarias del medio rural, 1998-1999

60

193

227

Telesecundarias

Técnicas

Generales

53%

23%

24%

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

185

1998, en las escuelas a donde asisten beneficiarios de Progresa había enpromedio 6.8 alumnos más; sin embargo, para el ciclo 1998-1999, estadiferencia es de 19.5 alumnos, una brecha de considerable importancia que seorigina tanto a partir del incremento en la matrícula promedio en escuelas adonde asisten beneficiarios de Progresa, como por un leve descenso de lamatrícula promedio en el resto de las escuelas.

Para entender el cambio tan marcado en la matrícula promedio de las escuelas,es necesario considerar que el crecimiento de la matrícula de un ciclo escolar aotro está originado por dos circunstancias que dan lugar a interpretacionesdistintas. La primera es la creación de nuevas escuelas y la segunda es elcrecimiento de la población de estudiantes en las escuelas ya existentes.Resulta de gran interés para el análisis determinar el origen del crecimiento afin de aislar en lo posible los efectos atribuibles a cada factor, que permitanhacer más claros los resultados y a la vez verificar que el resto de losindicadores (como el número de alumnos por profesor y el número de alumnospor aula) continúen dentro de los rangos adecuados, para mantener la calidadde los servicios educativos en las escuelas.

Del total de escuelas secundarias existentes en el ciclo escolar 1998-1999, el5.3 por ciento son escuelas de nueva creación o que no tenían registro deinformación en años previos a 1998. En el 89 por ciento de los casos estasescuelas nuevas son telesecundarias (cuadro 1), y concentran aproximadamente1.7 por ciento de la matrícula total registrada en el ciclo 1998-1999 (cuadro 2).Cabe mencionar, además, que sólo 36 por ciento de las escuelas de nuevacreación tienen la presencia de beneficiarios de Progresa.

Como resultado de estas consideraciones, a partir de la información del cuadro2, se tiene que del incremento total de alumnos en las escuelas secundarias enlocalidades rurales entre el ciclo escolar 1997-1998 y el ciclo 1998-1999, 19 porciento corresponde a alumnos registrados en escuelas nuevas y el resto a losque se registraron en escuelas ya existentes. En contraste, cuando seconsideran únicamente las escuelas a donde asisten beneficiarios de Progresa,se observa que sólo 8 por ciento del incremento total de la matrículacorresponde a alumnos registrados en escuelas de nueva creación, es decir, queen 92 por ciento de los casos el crecimiento responde a que se tienen másestudiantes en el mismo número de escuelas.

Por tipo de escuela, en el ciclo 1998-1999 el crecimiento en escuelastelesecundarias debido al registro de alumnos en los planteles ya existentes conbeneficiarios de Progresa, fue equivalente a 9 por ciento. Para las escuelastécnicas y generales en donde no asisten beneficiarios de Progresa, 11 y 20 por

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ciento del incremento en la matrícula respectivamente, correspondió a lamatrícula registrada en escuelas de nueva creación, mientras que en lasescuelas de este tipo a donde sí asisten beneficiarios de Progresa, estosporcentajes equivalen a 6 y 3 por ciento, lo cual confirma una vez más que elcrecimiento corresponde en su mayor parte a un incremento de alumnos en lasescuelas ya existentes.

Para el ciclo 1998-1999, se observa un incremento en la matrícula promediopor escuela respecto a la observada en ciclos previos en las escuelas que teníanal menos un año de antigüedad, aún considerando en aquellas en donde noasistían beneficiarios de Progresa (cuadro 3). Es decir, que la aparentedisminución de la matrícula promedio en las escuelas en donde no asistenbeneficiarios de Progresa, entre los ciclos 1997-1998 y 1998-1999, que sepresenta en el renglón correspondiente al total en 1998, se debe al efectoocasionado por la creación de nuevas escuelas, que son de menor tamaño alpromedio de los ciclos previos, mostrando un efecto contrario al que enrealidad está ocurriendo. No obstante, el resultado de interés en el cuadro 3radica en que para cada ciclo escolar, el promedio de alumnos por escuela esmayor en el caso de los planteles a los que asisten beneficiarios de Progresa,aún en periodos previos a la entrada en operación del Programa. Además, elcuadro 3 muestra la disminución en el número promedio de alumnos en cadaciclo escolar entre 1995 y 1997, y un incremento del indicador en el ciclo quese inició en 1998. Inclusive para el ciclo 1998-1999, el cambio en la matrículapromedio de las escuelas que ya existían en el año previo, es mucho mayor enlas escuelas a donde asisten beneficiarios de Progresa, pasando de 88.9 a 97.6alumnos de un ciclo a otro, mientras que en el resto de las escuelas seincrementó tan sólo en 1.7 alumnos por plantel.

En el mismo contexto, considerando sólo las escuelas de creación anterior a1998, la tendencia en el número de alumnos por profesor y el número dealumnos por aula muestra que, para el ciclo 1998-1999, ambos indicadores sehan incrementado en las escuelas a donde asisten beneficiarios de Progresa(cuadros 4 y 5), mientras que en el resto de las escuelas los indicadores se hanmantenido o han disminuido ligeramente. Al igual que la matrícula promediopor escuela, estos dos indicadores mostraban, hasta antes del ciclo que inicióen 1998, una tendencia decreciente. Es decir, que si bien se ha incrementado elnúmero de profesores, compensando los incrementos en la matrícula, esteaumento no parece haber sido suficiente en las escuelas a donde asistenbeneficiarios de Progresa. Esta situación es particularmente clara en el caso delas telesecundarias (en las escuelas técnicas y generales la relación se mantieneconstante, ya que al ser de mayor tamaño, los incrementos marginales en sumatrícula son menos notorios).

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

187

Cabe mencionar, que los resultados respecto al indicador alumnos por profesoren las escuelas a donde asisten beneficiarios de Progresa, aunque sonperceptibles, son de una magnitud de sólo 4 por ciento respecto al año previo.Por ejemplo, en el caso de las telesecundarias a donde asisten beneficiarios deProgresa, el promedio de alumnos por profesor se incrementó de 20.6 a 21.8alumnos entre un ciclo y otro (7.7 por ciento en términos relativos), mientrasque esta relación en las escuelas a las que no asisten beneficiarios del Programaequivale a 18.5 alumnos por profesor. Esto significa que para el ciclo 1998-1999, en promedio, los profesores de las escuelas a donde asisten beneficiariosde Progresa tienen 3.3 alumnos más que los profesores de las escuelassecundarias sin beneficiarios. Lo anterior se traduce en que, en términosabsolutos, para mantener la relación alumnos por profesor que prevalecía en elciclo 1997-1998 en las escuelas telesecundarias en general (20.1 alumnos porprofesor), hubieran sido necesarios aproximadamente 1,450 maestrosadicionales en las escuelas ya existentes, mientras que con respecto a las aulasdisponibles se habrían requerido más de 1,700 salones. No obstante, dado queel incremento en la matrícula se distribuyó en un gran número de escuelas, seesperaría que no se esté afectando la calidad de los servicios educativos.

Como resumen a todo lo expresado en los párrafos anteriores, se tiene que, bajolos indicadores de tamaño y tipo de la escuela, los planteles a los que asistenbeneficiarios de Progresa son en su mayoría telesecundarias y que además enpromedio tienen más alumnos que las escuelas a donde no asisten beneficiariosdel Programa. También, que respecto al número de profesores, en las escuelas adonde asisten beneficiarios de Progresa la relación alumnos por profesor essuperior a la que prevalece en el resto de las escuelas, es decir, que cadaprofesor debe atender a un mayor número de alumnos. Una condición similar sepresenta con respecto al indicador de alumnos por aula. A pesar de que estasdiferencias se observan en todos los años, los cambios más notorios se dan apartir del ciclo 1998-1999. La diferencia en el número promedio de alumnos enescuelas telesecundarias, por ejemplo, ha pasado a ser de 10.8 alumnos más enlas escuelas en donde asisten beneficiarios de Progresa.

En lo que respecta a la división de la matrícula por sexo, se observa que, para elciclo 1998-1999, en las escuelas a donde asistían beneficiarios de Progresa, larelación que indica el número de mujeres por cada 100 hombres es menor queen el resto de las escuelas (información de los cuadros 6 y 8). Sin embargo, elcrecimiento de la matrícula indica que mientras en ciclos previos había 84mujeres inscritas por cada 100 hombres en las escuelas a donde asistenbeneficiarios de Progresa, esta relación se modificó para el ciclo 1998-1999 a86 mujeres por cada 100 hombres. Por otro lado, en el resto de las escuelas elcambio fue menor, de 92 a 93 mujeres por cada 100 hombres. Este resultado

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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parece estar reflejando un mayor registro de matrícula femenina en las escuelasa donde asisten beneficiarios de Progresa, particularmente en lastelesecundarias, en donde esta relación pasó de 83 a 87 mujeres por cada 100hombres en las escuelas a donde asisten beneficiarios de Progresa.Adicionalmente, estos cambios se dan principalmente en el primer grado desecundaria, en donde la relación ha pasado de 83 a 91 mujeres por cada 100hombres. Aún más, en las escuelas de nuevo registro, se observa que el númerode mujeres por cada 100 hombres es 107, un resultado completamente distintode lo que comúnmente se observa en las escuelas (en las escuelas de nuevoregistro hay en promedio más mujeres que hombres).

Los mismos resultados del párrafo anterior se corroboran cuando se considerael número promedio de mujeres por escuela en los planteles con registroanterior a 1998. Para las telesecundarias, este número se incrementó enpromedio de 26 a 30 mujeres en escuelas a las que asisten beneficiarios deProgresa, pero además en comparación con años previos, se observa que elindicador se había mantenido sin cambios durante los ciclos escolares previos a1998 (cuadro 7). Entre la matrícula masculina sucede algo similar, aunque enmenor magnitud en términos porcentuales, pasando de 31 a 35 alumnosvarones en promedio por plantel (cuadro 9).

Al considerar los indicadores de marginación y distancia de las localidades enque se ubican las escuelas a la cabecera municipal más cercana, se observa,como era de esperarse, que las escuelas a las que asisten beneficiarios deProgresa se sitúan en localidades que exhiben mayores niveles de marginación.En particular, las escuelas en localidades con índices de mayor marginación sonlas telesecundarias. Cabe destacar que las escuelas de nuevo registro seencuentran en localidades que presentan en promedio mayores índices demarginación, en particular aquellas a donde asisten beneficiarios de Progresa.

Para tener mayor precisión en el análisis de la información sobre el crecimientode la matrícula en las secundarias, se introduce el examen de los datos porgrado escolar. Los cuadros 13, 16 y 19 muestran el número promedio dealumnos registrados para cada ciclo escolar en primero, segundo y tercero desecundaria, respectivamente. Al comparar por grado escolar, los cambios en elnúmero promedio de alumnos entre los ciclos 1997-1998 y 1998-1999 son máselevados para primero y segundo de secundaria, y se presentan sobre todo en lasescuelas a las que asisten beneficiarios de Progresa.

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

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2. Consideraciones metodológicas

Hasta este punto, se ha presentado una visión descriptiva de los indicadoressobre la matrícula en las escuelas con respecto al número de profesores y lasaulas en servicio, especificando las diferencias que existen en las escuelas adonde asisten beneficiarios de Progresa en comparación con el resto de lasescuelas. A continuación se presenta una alternativa metodológica que permiteincorporar simultáneamente diversos factores asociados al crecimiento de lamatrícula en las escuelas. Esta metodología se deriva del uso de modeloslineales jerárquicos para el análisis de datos longitudinales, como es el caso dela información que aquí se estudia para cada una de las escuelas.

El modelo propuesto para analizar el crecimiento de la matrícula en lasescuelas pretende estimar el efecto de algunos indicadores medidos a nivel de laescuela como son el número de profesores, el número de aulas en servicio y lapresencia de alumnos beneficiarios de Progresa, que son además covariables enel tiempo, así como algunos otros indicadores medidos también a nivel de laescuela pero que por su estabilidad en el tiempo se consideran como fijos en eltiempo, tal es el caso de la distancia de la escuela a la cabecera municipal máscercana y el índice de marginación de la localidad en donde se ubica ésta.

De esta forma, el modelo queda especificado en dos niveles, en donde elprimero está dado por la tendencia temporal, y un segundo nivel, en que dichatendencia depende de la presencia de las características inherentes a lasescuelas,

Yti es el estado de crecimiento en el tiempo t para la escuela i, que seexpresa como función de una curva de crecimiento más un error aleatorioati indica el tiempo de exposición de cada unidad i a cada momento t de la

trayectoria individual. Ej. número de ciclos escolares transcurridos desdeel ciclo 1995-1996 a cada momento en el tiempo.

eti, rpi son errores aleatorios asociados a los niveles 1 y 2 respectivamenteXpq características de la escuela. Ej. Número de profesores, número de aulas

en servicio, si atiende a beneficiarios de Progresa o no, etc.Π0i representa el estado inicial de la escuela i

tiptipitiitiiiti eaaaY +Π++Π+Π+Π= ...2

210

∑=

++=ΠpQ

qpiqipqppi

10 rXββ

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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βpq representa el efecto de la característica Xq sobre el parámetro decrecimiento p

3. Análisis y resultados

Debido a que los cambios observados en la información descriptiva sugieren queel mayor impacto se ha dado en las escuelas telesecundarias, se centra elanálisis en este tipo de escuelas.

Modelo 1Variabilidad entre los años = 57.53656Variabilidad entre las escuelasOrdenada al origen, Π0 361.82435 13.12454AÑ_98, Π3 13.12454 109.57115

Variabilidad entre las escuelas (como correlaciones)Ordenada al origen, Π0 1.000 0.066AÑ_98, Π3 0.066 1.000

Coeficiente Aleatorio 1er. Nivel Estimador de Confiabilidad

Ordenada al origen, Π0 0.940AÑ_98, Π3 0.576

Estimación de los Efectos Fijos:

Efecto Fijo Coeficiente Error Estándar Estadístico TNivel de

SignificanciaOrdenada al origen, ΠΠ0

Ordenada, β00 42.922542 0.225661 190.208 0.000Pendiente del AÑ_96, ΠΠ1

Ordenada, β10 2.264729 0.128793 17.584 0.000Pendiente del AÑ_97, ΠΠ2

Ordenada, β20 4.907998 0.128019 38.338 0.000Pendiente del AÑ_98, ΠΠ3

Ordenada, β30 11.002243 0.170344 64.588 0.000

Estimación de los Componentes de la Varianza:

Efecto AleatorioDesviaciónEstándar

Componente dela varianza

Gradosde libertad

Xi cuadradaNivel de

SignificanciaOrdenada al origen, r0 19.02168 361.82435 8461 150909.54861 0.000Pendiente AÑ_98, r3 10.46762 109.57115 8461 20225.07965 0.000Primer Nivel, e 7.58529 57.53656

Devianza = 254237.18Parámetros estimados =4

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

191

El modelo 1 muestra los coeficientes estimados para un modelo en donde lavariable dependiente es la matrícula registrada en cada escuela telesecundaria,en los ciclos escolares que van de 1995-1996 a 1998-1999. En este primermodelo se utiliza como variable explicativa el ciclo escolar, (representado portres variables indicadoras y tomando como referencia el ciclo 1995-1996), conla única finalidad de encontrar una medida de la variación en el crecimiento dela matrícula que es atribuible a cada nivel de la información, es decir, laevolución en el tiempo o las características particulares de las escuelas. En esteprimer modelo, no se utiliza ninguna variable explicativa en el segundo nivel.Cabe mencionar que se utiliza una variables indicadora para referirse a cadaciclo escolar, debido a que el crecimiento de la matrícula de un periodo a otrono es lineal, y de esta manera se puede apreciar claramente las diferenciasentre los ciclos.

Como resultado de la estimación de este primer modelo se obtiene que eltamaño promedio de las escuelas en 1995 era de 42.9 alumnos por plantel. Sinembargo, el resultado que es de gran interés es el que corresponde a loscoeficientes estimados para las variables que indican el ciclo escolar (β1, β2, β3),y que representan el crecimiento en cada ciclo escolar con respecto a 1995. Así,el crecimiento en la matrícula entre el ciclo 1995-1996 y 1996-1997, fue de 2.3alumnos en promedio. Al considerar el crecimiento acumulado entre 1995 y1997, se obtienen 4.9 alumnos adicionales en promedio. Sin embargo, elcoeficiente que corresponde al ciclo 1998-1999 es muy superior y representamás del doble del crecimiento acumulado en los dos ciclos previos, es decir, quede los 11 alumnos adicionales que hay en el ciclo 1998-1999 con respecto a losque había en 1995, 6.1 se matricularon durante 1998-1999 (4.9 en los ciclosescolares que se iniciaron en 1996 y 1997). No obstante, existen factores quedeben ser considerados para poder identificar a qué se debe este fuertecrecimiento, por lo que a continuación se incluyen en un modelo más complejoalgunas variables disponibles que pudieran estar afectando este resultado.

Adicionalmente a esta información, la conceptualización del modelo 1 señalaque existen dos fuentes de variación no explicada por el modelo, la varianzaasociada al primer nivel (tiempo) y la varianza asociada al segundo nivel delmodelo (escuelas). En el primer nivel el modelo está representado por elcoeficiente estimado para la ordenada al origen y el de la variable que indica elciclo escolar. Además, tanto la ordenada al origen como los coeficientesestimados para el crecimiento de cada ciclo escolar tienen una medidasuficiente de confiabilidad para poder incluir variables explicativas quereduzcan la variación no explicada por estas variables en el segundo nivel. En elmodelo 1, un 11 por ciento de la varianza total en el crecimiento de lamatrícula está asociada al primer nivel, es decir, que si se desea explicar el

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192

crecimiento de la matrícula, es necesario considerar que la mayor parte de lavariación en el crecimiento es atribuible al segundo nivel (escuelas), por lo quedeben considerarse variables que proporcionen información a nivel de lasescuelas para reducir la aleatoriedad que se atribuye a este nivel en el modelo, yque representa 90.5 por ciento de la varianza por explicar.

Cabe mencionar también que la correlación que existe entre el parámetroestimado para la ordenada al origen y la tasa de crecimiento en 1998, es unarelación positiva aunque débil (0.06), es decir, que las escuelas de mayortamaño tienen tasas de crecimiento mayores. Sin embargo, debido a la que lacorrelación es pequeña, esta relación no es concluyente.

Considerando que la matrícula promedio de las telesecundarias estárelacionada con el número de aulas disponibles en la escuela y el nivel demarginación de la localidad en donde está situada, se desea ver si la presenciade beneficiarios de Progresa tiene efecto sobre el número de alumnos que hayen la escuela, lo que indicaría un impacto positivo del Programa en la matrículaescolar. Para ello se define un modelo más complejo en donde se controlanestos factores con el fin de aislar el efecto de cada indicador. Asimismo, seincluye la variable que indica el crecimiento en cada año, a través de tresvariables indicadoras, una por año, tomando como referencia el ciclo 1995-1996.

En el modelo 2 se presentan los resultados de la estimación que tiene comovariables explicativas en el primer nivel, el año que corresponde a cada cicloescolar (tres variables indicadoras y la categoría de referencia es 1995), elnúmero de profesores de la escuela en cada ciclo escolar y la presencia debeneficiarios de Progresa en cada ciclo. A su vez, el coeficiente estimado paraestas variables depende de la distancia de la escuela a la cabecera municipalmás cercana, la presencia de beneficiarios de Progresa en algún momento en eltiempo, el índice de marginación de la localidad en donde está situada laescuela y el número de aulas disponibles en la escuela.

Los resultados de esta estimación indican que introducir nuevas variablesexplicativas en el segundo nivel del modelo, junto con la inclusión de doscovariables en el tiempo, que son el número de profesores y la presencia debeneficiarios de Progresa, genera una reducción de 43 por ciento en lavariación no explicada con respecto al modelo en el que sólo se incluye eltiempo transcurrido como variable explicativa.

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

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Modelo 2Variabilidad entre los años = 45.07428Variabilidad entre las escuelas (como correlaciones)Ordenada al origen, Π0 1.000 0.583 0.078Tdido, Π1 0.583 1.000 0.272AÑ_98, Π5 0.078 0.272 1.000Coeficiente Aleatorio 1er. Nivel Estimador de Confiabilidad

Ordenada al origen, Π0 0.781Tdido, Π1 0.320AÑ_98, Π5 0.401Estimación de los Efectos Fijos:

Efecto Fijo Coeficiente Error Estándar Estadístico TNivel de

SignificanciaOrdenada al origen, ΠΠ0

Ordenada, β00 43.413213 0.356945 121.624 0.000IML7954R, β01 0.648868 0.208850 3.107 0.002Distkm, β02 -0.126404 0.013772 -9.179 0.000Progresa, β03 1.261166 0.416722 3.026 0.003Aulaprom, β04 10.643183 0.221794 47.987 0.000Pendiente TDIDO, ΠΠ1

Ordenada, β10 6.369483 0.230889 27.587 0.000Progresa, β11 0.877418 0.256962 3.415 0.001Pendiente PROG_INC, ΠΠ2

Ordenada, β20 0.992583 0.247313 4.013 0.000IML7954R, β21 1.680192 0.196039 8.571 0.000Pendiente AÑ_96 , ΠΠ3

Ordenada, β30 0.648868 0.208850 3.107 0.002Progresa, β31 0.481724 0.268901 1.791 0.003Pendiente AÑ_97, ΠΠ4

Ordenada, β40 4.907998 0.128019 38.338 0.000Progresa, β41 0.962558 0.277758 3.465 0.001Pendiente AÑ_98, ΠΠ5

Ordenada, β50 2.950674 0.289088 10.207 0.000Progresa, β51 5.712600 0.412733 13.841 0.000Aulaprom, β52 -0.798900 0.176638 -4.523 0.000Estimación de los Componente de la Varianza:

Efecto AleatorioDesviaciónEstándar

Componente dela Varianza

Grados deLibertad

Xi cuadradaNivel de

SignificanciaOrdenada al origen r0 13.03786 69.98587 3627 26899.95358 0.000Pendiente tdido, r1 5.06216 25.62542 3630 6121.83769 0.000Pendiente AÑ_98, r5 7.74853 60.03975 3629 5660.15468 0.000Primer Nivel, e 6.71374 45.07428Devianza = 242399.00714Parámetros estimados = 7

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Los coeficientes estimados en el segundo nivel para la ordenada al origen,sugieren que en promedio, las escuelas son de menor tamaño cuando están másalejadas de alguna cabecera municipal, y que las escuelas en donde alguna vezha habido presencia de beneficiarios de Progresa tenían en el ciclo 1995-1996,1.3 alumnos más en promedio que el resto de las escuelas. También se observaque por cada aula adicional respecto al promedio de aulas por escuela, hay 11alumnos más.

Las estimaciones de los coeficientes para la variable (tdido) que representa alnúmero de profesores por escuela, sugieren que el cambio marginal de lamatrícula en las escuelas respecto a esta variable es positivo, y se espera que lamatrícula de la escuela se incremente en 6.4 alumnos en una escuela con unprofesor más que el promedio, y 7.3 si en la escuela ha habido alguna vezpresencia de beneficiarios de Progresa .

Adicionalmente, la incorporación de beneficiarios de Progresa en las escuelas,que se dio en los ciclos 1997-1998 y 1998-1999 representada por la variable(prog_inc) que indica el ciclo en el que se incorporaron beneficiarios delPrograma por primera vez se traduce en 2.7 alumnos más por escuela. Esteefecto depende a su vez del nivel de marginación de la localidad en donde seubica la escuela, indicando un efecto mayor si esta localidad es más marginada.Sin embargo, el efecto total de Progresa es distinto en cada ciclo escolar,esperando el mayor efecto para el ciclo 1998-1999, en el que se incorporó unnúmero importante de beneficiarios. Cada ciclo escolar está representado poruna variable indicadora que representa el cambio en la matrícula respecto alciclo 1995-1996 (en total tres variables indicadoras). A su vez, cada una deestas tres variables se explican en el segundo nivel del modelo por una variable(progresa) que indica si alguna vez han asistido beneficiarios de Progresa a lasescuelas y para el caso del ciclo 1998-1999 también por la variable que indica elnúmero promedio de aulas en cada escuela.

En el modelo 2, el coeficiente de la variable progresa (en el segundo nivel) parala variable indicadora que corresponde a 1996-1997 no es significativo, es decir,que para este ciclo el crecimiento en escuelas en donde a partir de 1997 hubobeneficiarios de Progresa no era significativamente distinto del crecimiento enescuelas en donde nunca ha habido la presencia de ese tipo de alumnos. Sinembargo, para 1997 el coeficiente de la variable progresa es altamentesignificativo y representa una tercera parte de la tasa de cambio de ese año. Yaen el ciclo 1998-1999, el cambio en la matrícula se explica principalmente porla presencia de Progresa. En este año, el efecto de Progresa está dado por lasuma de los coeficientes de las variables prog_inc y añ_98, haciendo un total de10.5 alumnos más que en el ciclo 1995-1996 en las escuelas a donde asisten

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

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beneficiarios de Progresa, en comparación con 2.9 alumnos más en el resto delas escuelas. Adicionalmente, se observa que el 70 por ciento de estecrecimiento, es decir 7.4 alumnos, corresponde al incremento entre el ciclo1997-1998 y el ciclo 1998-1999.

También se observa que este cambio se da sobretodo en las escuelas con menosaulas que el promedio, lo cual es comprensible si se considera que Progresaatiende principalmente a las localidades más remotas, por lo que se espera quelas escuelas que atienden a esas poblaciones sean pequeñas, en comparacióncon las de zonas menos marginadas.

Debido a que los apoyos de Progresa son diferenciales por sexo a nivelsecundaria, con el fin de incentivar la asistencia de las niñas a la escuela en lascomunidades más pobres en donde por lo general ellas padecen condicionesmás desfavorables que los varones, resulta de interés hacer una inspecciónsobre el crecimiento de la matrícula por sexo. Los modelos 3 y 4 presentan losresultados de la estimación considerando la matrícula masculina y femenina porseparado.

De ambos modelos se obtienen resultados de gran interés, y aunque no escorrecto comparar directamente los coeficientes de un modelo contra el otro,sí se puede observar la importancia relativa de las variables en cada modelo. Loscoeficientes estimados para la ordenada al origen siguen básicamente la mismatendencia y magnitud que para el modelo total en el caso de la matrículamasculina (modelo 3). Sin embargo, para la matrícula femenina, se observa queésta es menor cuando la localidad en la que se ubica la escuela es másmarginada, lo cual constata el hecho de que las condiciones para las niñas sonaún más difíciles en el medio más marginado y por lo tanto su presencia en lasescuelas es menor.

Los resultados que parecen interesantes son los que corresponden a laestimación del crecimiento en la matrícula de un ciclo a otro. La variableprogresa no es significativa en ninguno de los modelos para el crecimiento en1996, sin embargo, en los dos ciclos posteriores es de gran importancia, sobretodo en el ciclo 1998-1999. Aunque para este ciclo el crecimiento en ambosmodelos es importante, el crecimiento en la matrícula femenina es de 2.8 niñasadicionales y para los niños de 1.9. Esto representa 11.4 por ciento adicionalsobre el tamaño promedio de la matrícula femenina, mientras que para losniños representa 6 por ciento. Es decir, el efecto sobre la matrícula femenina escasi el doble que el efecto sobre la matrícula masculina, lo cual da indicio deque la diferenciación de las becas por sexo está logrando realmente atraer conmás fuerza a las niñas a la escuela.

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196

Modelo 3Variabilidad entre los años =20.24271Variabilidad entre las escuelas (como correlaciones)Ordenada al origen, Π0 1.000 0.606 0.014Tdido, ΠI 0.606 1.000 0.301AÑ_98, Π5 -0.014 0.301 1.000Coeficiente Aleatorio 1er. Nivel Estimador de Confiabilidad

Ordenada al origen, Π0 0.772Tdido, ΠI 0.260AÑ_98, Π5 0.324Estimación de los Efectos Fijos:

Efecto Fijo Coeficiente Error Estándar Estadístico TNivel de

SignificanciaOrdenada al origen, ΠΠ0

Ordenada, β00 22.916464 0.232314 98.644 0.000IML7954R, β01 1.379598 0.135121 10.210 0.000Distkm, β02 -0.071295 0.008871 -8.036 0.000Progresa, β03 1.099587 0.271278 4.053 0.000Aulaprom, β04 6.328607 0.143974 43.957 0.000Pendiente TDIDO, ΠΠ1

Ordenada, β10 3.661076 0.144847 25.275 0.000Progresa, β11 0.466616 0.161014 2.898 0.004Pendiente PROG_INC, ΠΠ2

Ordenada, β20 0.420772 0.163157 2.579 0.010IML7954R, β21 0.548109 0.124115 4.416 0.000Pendiente AÑ_96, ΠΠ3

Ordenada, β30 1.009506 0.154998 6.513 0.000Progresa, β31 0.301404 0.179127 1.683 0.092Pendiente AÑ_97, ΠΠ4

Ordenada, β40 .437037 0.155517 9.240 0.000Progresa, β41 .446694 0.184534 2.421 0.016Pendiente AÑ_98, ΠΠ5

Ordenada, β50 1.892496 0.183115 10.335 0.000Progresa, β51 2.465087 0.265332 9.291 0.000Aulaprom, β52 -0.603652 0.110137 -5.481 0.000

Estimación de los Componente de la Varianza:

Efecto AleatorioDesviaciónEstándar

Componente dela Varianza

Grados deLibertad Xi cuadrada

Nivel deSignificancia

Ordenada al origen r0 8.49309 72.13263 3627 25695.16072 0.000Pendiente tdido, r1 2.90062 8.41357 3630 5327.95036 0.000Pendiente AÑ_98, r5 4.37283 19.12160 3629 4855.69901 0.000Primer Nivel, e 4.49919 20.24271Devianza = 214620.88869Parámetros estimados = 7

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

197

Modelo 4

Variabilidad entre los años =17.30895

Variabilidad entre las escuelas (como correlaciones)Ordenada al origen, Π0 1.000 0.616 -0.069Tdido, ΠI 0.616 1.000 0.229AÑ_98, Π5 -0.069 0.229 1.000Coeficiente Aleatorio 1er. Nivel Estimador de ConfiabilidadOrdenada al origen, Π0 0.714Tdido, ΠI 0.213AÑ_98, Π5 0.403Estimación de los Efectos Fijos:

Efecto Fijo Coeficiente Error Estándar Estadístico TNivel de

SignificanciaOrdenada al origen, ΠΠ0

Ordenada, β00 20.505085 0.191988 106.804 0.000IML7954R, β01 -0.629617 0.108636 -5.796 0.000Distkm, β02 -0.058537 0.007042 -8.312 0.000Progresa, β03 0.187431 0.223687 0.838 0.402Aulaprom, β04 4.114695 0.119340 34.479 0.000Pendiente TDIDO, ΠΠ1

Ordenada, β10 2.922793 0.125818 23.230 0.000Progresa, β11 0.411448 0.138855 2.963 0.004Pendiente PROG_INC, ΠΠ2

Ordenada, β20 0.619914 0.151393 4.095 0.000IML7954R, β21 1.029841 0.118455 8.694 0.000Pendiente AÑ_96, ΠΠ3

Ordenada, β30 0.719200 0.142811 5.036 0.000Progresa, β31 0.154314 0.165027 0.935 0.350Pendiente AÑ_97, ΠΠ4

Ordenada, β40 0.796068 0.143133 5.562 0.000Progresa, β41 0.447432 0.169775 2.635 0.009Pendiente AÑ_98, ΠΠ5

Ordenada, β50 1.114904 0.176924 6.302 0.000Progresa, β51 3.106042 0.252373 12.307 0.000Aulaprom, β52 -0.238546 0.107563 -2.218 0.026Estimación de los Componentes de la Varianza

Efecto AleatorioDesviaciónEstándar

Componente de laVarianza

Grados deLibertad Xi cuadarada

Nivel deSignificancia

Ordenada al origen, r0 6.59231 43.45858 3627 18658.00084 0.000Pendiente tdido, r1 2.33244 5.44028 3630 5157.49018 0.000Pendiente AÑ_98, r5 4.82066 23.23879 3629 5510.14680 0.000Primer Nivel, e 4.16040 17.30895Devianza = 207829.67511Parámetros estimados =7

Programa de Educación, Salud y Alimentación

198

Conclusiones

De acuerdo a los resultados de un análisis en el que se considera la estructurajerárquica de la información sobre la matrícula de las escuelas secundarias, seobtienen impactos positivos sobre el crecimiento de la matrícula en las escuelasa donde asisten beneficiarios de Progresa. Estos cambios son además muchomás evidentes cuando se habla de la matrícula femenina con respecto a la de losvarones, por lo que el objetivo de incentivar con mayor fuerza el registro de lasniñas a la escuela al entregar becas diferenciales por sexo y grado escolar seestá cumpliendo.

Por otro lado los efecto más fuertes se observan en el registro a primero desecundaria en donde los cambios son de mayor magnitud que en el resto de lamatrícula escolar.

La utilización de información a nivel institucional provee, una base amplia yconfiable para la medición de resultados, y a la vez, al empatarse con lainformación de Progresa permite evaluar el impacto del Programa cuando secontrola por diversos factores que caracterizan el medio en el que se desarrollala población beneficiaria del Programa.

Bibliografía

Bryk, A. y S.Raudenbush (1992). Hierarchical Linear Models: Applications anddata analysis methods. SAGE Publications

Estadística Educativa 1996-1997 a 1998-1999 (1999). Dirección General dePlaneación, Programación y Presupuesto SEP. Archivos con la captura dela estadística educativa por entidad y centros de trabajo.

Estadística de inicio y fin de cursos 1990-1995 (1999). Dirección General dePlaneación, Programación y Presupuesto SEP. Archivos de captura de laestadística educativa por entidad federativa y centros de trabajo.

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

199

ANEXO DE CUADROSESTADISTICOS

Programa de Educación, Salud y Alimentación

200

Cuadro 1Escuelas secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 2,137 6,345 8,482 241 968 1,209 491 965 1,456 2,869 8,278 11,1471996 2,436 7,415 9,851 262 1,012 1,274 523 989 1,512 3,221 9,416 12,6371997 2,627 8,072 10,699 270 1,047 1,317 538 1,002 1,540 3,435 10,121 13,556

Escuelas conregistro anteriora 1998

2,627 8,072 10,699 270 1,047 1,317 538 1,002 1,540 3,435 10,121 13,556

Escuelas denuevo registro

452 224 676 10 13 23 53 6 59 515 243 7581998

Total 3,079 8,296 11,375 280 1,060 1,340 591 1,008 1,599 3,950 10,364 14,314

Cuadro 2Matrícula en las secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 113,418 357,025 470,443 48,556 211,087 259,643 82,178 192,553 274,731 244,152 760,665 1,004,8171996 130,059 417,599 547,658 52,122 225,163 277,285 86,681 199,981 286,662 268,862 842,743 1,111,6051997 138,874 459,734 598,608 53,980 234,376 288,356 89,339 205,900 295,239 282,193 900,010 1,182,203

Escuelas conregistro anteriora 1998

142,522 524,655 667,177 54,821 247,249 302,070 90,885 215,382 306,267 288,228 987,286 1,275,514

Escuelas denuevo registro

10,629 6,495 17,124 775 865 1,640 2,431 298 2,729 13,835 7,658 21,4931998

Total 153,151 531,150 684,301 55,596 248,114 303,710 93,316 215,680 308,996 302,063 994,944 1,297,007

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

201

Cuadro 3Matrícula promedio en secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 53.07 56.27 55.46 201.48 218.07 214.76 167.37 199.54 188.69 85.10 91.89 90.141996 53.39 56.32 55.59 198.94 222.49 217.65 165.74 202.21 189.59 83.47 89.50 87.961997 52.86 56.95 55.95 199.93 223.85 218.95 166.06 205.45 191.71 82.15 88.93 87.21

Escuelas conregistro anteriora 1998

54.25 65.00 62.36 203.04 236.15 229.36 168.93 214.95 198.87 83.90 97.55 94.09

Escuelas denuevo registro

23.51 29.00 25.33 77.50 66.54 71.30 45.87 49.67 46.25 26.86 31.51 28.351998

Total 49.74 64.02 60.16 198.56 234.07 226.65 157.90 213.97 193.24 76.47 96.00 90.61

Cuadro 4Matrícula por profesor promedio en secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 18.48 20.49 19.97 13.90 16.52 15.95 12.83 16.16 15.00 15.23 18.06 17.281996 19.29 21.15 20.68 14.72 18.20 17.42 13.07 17.42 15.83 15.89 19.33 18.371997 18.82 20.58 20.14 15.01 18.37 17.63 13.01 17.37 15.77 15.82 19.17 18.25

Escuelas conregistro anteriora 1998

18.48 21.83 21.02 14.91 18.61 17.81 13.03 17.54 15.91 15.70 19.91 18.77

Escuelas denuevo registro

21.74 22.71 22.10 11.07 10.68 10.86 5.89 8.28 6.08 14.23 19.00 15.631998

Total 18.68 21.84 21.05 14.84 18.56 17.75 12.63 17.52 15.68 15.62 19.90 18.71

Programa de Educación, Salud y Alimentación

202

Cuadro 5Matrícula para aula promedio en secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 19.42 21.37 20.86 30.50 32.66 32.23 29.92 33.67 32.45 23.98 26.33 25.721996 19.41 21.23 20.77 31.36 33.99 33.46 30.85 34.46 33.28 24.07 26.26 25.691997 18.81 20.38 19.99 30.45 32.48 32.08 30.47 33.28 32.38 23.34 25.03 24.60

Escuelas conregistro anteriora 1998

18.46 21.94 21.09 30.15 33.27 32.66 30.18 34.07 32.82 22.97 26.21 25.40

Escuelas denuevo registro

21.52 21.94 21.68 35.23 34.60 34.89 21.71 37.25 22.74 22.03 23.28 22.461998

Total 18.64 21.94 21.10 30.22 33.28 32.67 29.88 34.07 32.69 22.92 26.19 25.35

Cuadro 6Matrícula en femenina en las secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 53,634 160,942 214,576 22,715 94,399 117,114 40,882 88,890 129,772 117,231 344,231 461,4621996 61,867 188,707 250,574 24,456 100,343 124,799 43,034 92,597 135,631 129,357 381,647 511,0041997 65,716 208,301 274,017 25,539 105,059 130,598 44,167 95,220 139,387 135,422 408,580 544,002

Escuelas conregistro anteriora 1998

67,213 243,687 310,900 26,215 112,462 138,677 45,045 100,875 145,920 138,473 457,024 595,497

Escuelas denuevo registro

5,481 3,358 8,839 377 365 742 1,121 143 1,264 6,979 3,866 10,8451998

Total 72,694 247,045 319,739 26,592 112,827 139,419 46,166 101,018 147,184 145,452 460,890 606,342

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

203

Cuadro 7Matrícula femenina promedio en secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 25.11 25.38 25.31 94.25 97.62 96.95 83.60 92.21 89.31 40.90 41.61 41.431996 25.42 25.47 25.46 93.34 99.25 98.04 82.60 93.72 89.88 40.21 40.57 40.481997 25.02 25.81 25.62 94.59 100.44 99.24 82.40 95.12 90.69 39.45 40.39 40.15

Escuelas conregistro anteriora 1998

25.61 30.19 29.07 97.09 107.52 105.38 83.88 100.77 94.88 40.36 45.16 43.95

Escuelas denuevo registro

12.15 14.99 13.09 37.70 28.08 32.26 21.56 23.83 21.79 13.60 15.91 14.351998

Total 23.64 29.78 28.12 94.97 106.54 104.12 78.38 100.32 92.22 36.88 44.48 42.38

Cuadro 8Matrícula en masculina en las secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 59,784 196,083 255,867 25,841 116,688 142,529 41,296 103,663 144,959 126,921 416,434 543,3551996 68,192 228,892 297,084 27,666 124,820 152,486 43,647 107,384 151,031 139,505 461,096 600,6011997 73,158 251,433 324,591 28,441 129,317 157,758 45,172 110,680 155,852 146,771 491,430 638,201

Escuelas conregistro anteriora 1998

75,309 280,968 356,277 28,606 134,787 163,393 45,840 114,507 160,347 149,755 530,262 680,017

Escuelas denuevo registro

5,148 3,137 8,285 398 500 898 1,310 155 1,465 6,856 3,792 10,6481998

Total 80,457 284,105 364,562 29,004 135,287 164,291 47,150 114,662 161,812 156,611 534,054 690,665

Programa de Educación, Salud y Alimentación

204

Cuadro 9Matrícula masculina promedio en secundarias de un turno

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 28.00 30.91 30.18 107.22 120.92 118.18 86.39 107.42 100.46 44.47 50.33 48.831996 28.04 30.88 30.18 105.60 123.71 119.97 85.08 108.58 100.55 43.50 49.00 47.601997 27.86 31.16 30.35 105.34 123.87 120.06 85.55 110.46 101.86 42.87 48.58 47.13

Escuelas conregistro anteriora 1998

28.72 34.81 33.32 105.95 129.11 124.35 86.65 114.28 104.73 43.78 52.41 50.23

Escuelas denuevo registro

11.41 14.00 12.27 39.80 38.46 39.04 24.72 25.83 24.83 13.34 15.60 14.071998

Total 26.18 34.25 32.07 103.59 127.99 122.88 81.01 113.75 101.77 39.80 51.54 48.31

Cuadro 10Indice de marginación promedio

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 -0.97 -0.25 -0.45 -1.48 -0.86 -0.99 -1.43 -0.92 -1.10 -1.09 -0.40 -0.591996 -0.97 -0.20 -0.41 -1.46 -0.82 -0.97 -1.42 -0.91 -1.09 -1.09 -0.35 -0.551997 -0.94 -0.17 -0.37 -1.46 -0.79 -0.94 -1.41 -0.90 -1.09 -1.06 -0.31 -0.51

Escuelas conregistro anteriora 1998

-0.94 -0.17 -0.37 -1.46 -0.79 -0.94 -1.41 -0.90 -1.09 -1.06 -0.31 -0.51

Escuelas denuevo registro

0.00 0.11 0.03 -0.88 0.52 -0.08 -0.98 -0.56 -0.95 -0.12 0.12 -0.051998

Total -0.81 -0.16 -0.35 -1.44 -0.77 -0.92 -1.38 -0.90 -1.08 -0.93 -0.30 -0.49

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

205

Cuadro 11Distancia promedio de la localidad a la cabecera municipal más cercana

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 11.90 12.10 12.04 7.37 9.96 9.40 6.83 8.71 8.05 10.67 11.45 11.231996 11.85 12.33 12.20 7.23 9.97 9.36 6.80 8.70 8.01 10.67 11.69 11.411997 12.00 12.33 12.24 7.46 9.93 9.38 6.74 8.66 7.96 10.83 11.72 11.48

Escuelas conregistro anteriora 1998

12.00 12.33 12.24 7.46 9.93 9.38 6.74 8.66 7.96 10.83 11.72 11.48

Escuelas denuevo registro

13.14 11.34 12.58 11.70 10.79 11.16 11.06 5.58 10.63 12.91 11.20 12.401998

Total 12.17 12.31 12.27 7.60 9.95 9.41 7.11 8.65 8.05 11.10 11.71 11.53

Cuadro 12Matrícula en primero de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 44,660 142,378 187,038 18,718 81,631 100,349 30,457 72,466 102,923 93,835 296,475 390,3101996 50,114 164,726 214,840 19,831 85,744 105,575 32,077 74,658 106,735 102,022 325,128 427,1501997 54,482 186,161 240,643 20,153 90,056 110,209 33,241 77,664 110,905 107,876 353,881 461,757

Escuelas conregistro anteriora 1998

54,174 223,925 278,099 20,775 97,520 118,295 33,689 83,336 117,025 108,638 404,781 513,419

Escuelas denuevo registro

9,881 4,689 14,570 522 601 1,123 1,480 203 1,683 11,883 5,493 17,3761998

Total 64,055 228,614 292,669 21,297 98,121 119,418 35,169 83,539 118,708 120,521 410,274 530,795

Programa de Educación, Salud y Alimentación

206

Cuadro 13Matrícula en promedio por escuela en primero de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 20.95 22.48 22.10 77.67 84.33 83.00 62.54 75.17 70.93 32.81 35.87 35.081996 20.61 22.25 21.84 75.98 84.73 82.93 61.57 75.49 70.69 31.74 34.57 33.851997 20.80 23.09 22.53 74.92 86.01 83.75 62.48 77.51 72.30 31.54 35.00 34.12

Escuelas conregistro anteriora 1998

20.69 27.79 26.05 77.23 93.14 89.89 63.33 83.25 76.34 31.77 40.05 37.96

Escuelas denuevo registro

21.86 20.93 21.55 52.20 46.23 48.83 27.92 33.83 28.53 23.07 22.60 22.921998

Total 20.86 27.60 25.78 76.33 92.57 89.18 60.12 82.96 74.57 31.59 36.34 35.11

Cuadro 14Matrícula en promedio por grupo en primero de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 17.93 19.41 19.04 31.27 33.39 32.96 30.71 34.63 33.31 21.23 22.82 22.411996 17.65 19.16 18.79 30.86 33.30 32.80 30.34 34.48 33.05 20.78 22.29 21.911997 17.41 19.38 18.89 30.41 33.55 32.90 30.44 34.75 33.26 20.46 22.37 21.88

Escuelas conregistro anteriora 1998

16.96 22.43 21.09 30.71 35.10 34.20 30.78 36.85 34.75 20.19 25.17 23.91

Escuelas denuevo registro

21.17 20.35 20.90 35.40 35.85 35.65 23.64 33.83 24.68 21.70 21.51 21.641998

Total 17.58 22.37 21.08 30.88 35.11 34.23 30.14 36.83 34.37 20.39 25.09 23.79

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

207

Cuadro 15Matrícula en segundo de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 37,753 118,568 156,321 16,279 70,249 86,528 27,551 63,983 91,534 81,583 252,800 334,3831996 43,371 137,439 180,810 17,403 75,002 92,405 29,035 66,457 95,492 89,809 278,898 368,7071997 44,963 147,942 192,905 18,174 76,901 95,075 29,772 67,682 97,454 92,909 292,525 385,434

Escuelas conregistro anteriora 1998

47,749 166,072 213,821 18,050 80,687 98,737 30,333 70,599 100,932 96,132 317,358 413,490

Escuelas denuevo registro

656 1,518 2,174 144 230 374 510 95 605 1,310 1,843 3,1531998

Total 48,405 167,590 215,995 18,194 80,917 99,111 30,843 70,694 101,537 97,442 319,201 416,643

Cuadro 16Matrícula en promedio por escuela en segundo de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 18.36 19.57 19.27 69.27 73.18 72.41 57.52 67.07 63.88 29.45 31.71 31.131996 18.36 19.38 19.12 68.79 74.63 73.45 57.16 67.95 64.26 28.76 30.73 30.221997 18.17 19.48 19.16 68.58 74.23 73.08 56.28 68.09 63.99 28.42 30.40 29.89

Escuelas conregistro anteriora 1998

18.23 20.61 20.03 67.10 77.06 75.03 57.12 70.46 65.84 28.12 31.41 30.57

Escuelas denuevo registro

13.12 14.60 14.12 36.00 32.86 34.00 18.89 47.50 20.86 16.17 16.31 16.251998

Total 18.14 20.54 19.95 66.64 76.77 74.69 55.27 70.41 65.00 27.84 31.24 30.37

Programa de Educación, Salud y Alimentación

208

Cuadro 17Matrícula en promedio por grupo en segundo de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 15.89 17.16 16.84 29.18 30.59 30.31 28.89 32.26 31.13 19.26 20.59 20.251996 15.74 16.82 16.55 28.98 30.79 30.43 28.55 31.66 30.60 18.90 19.97 19.691997 15.37 16.55 16.26 28.83 30.33 30.02 28.24 31.37 30.28 18.54 19.56 19.30

Escuelas conregistro anteriora 1998

15.22 17.22 16.73 27.91 30.84 30.24 28.60 31.76 30.66 18.29 20.08 19.63

Escuelas denuevo registro

13.12 14.60 14.12 36.00 29.00 31.55 17.00 47.50 19.10 15.54 16.07 15.851998

Total 15.18 17.19 16.70 28.03 30.83 30.26 28.04 31.79 30.45 18.23 20.03 19.57

Cuadro 18Matrícula en tercero de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 31,005 96,079 127,084 13,559 59,207 72,766 24,170 56,104 80,274 68,734 211,390 280,1241996 36,574 115,434 152,008 14,888 64,417 79,305 25,569 58,866 84,435 77,031 238,717 315,7481997 39,429 125,631 165,060 15,653 67,419 83,072 26,326 60,554 86,880 81,408 253,604 335,012

Escuelas conregistro anteriora 1998

40,599 134,658 175,257 15,996 69,042 85,038 26,863 61,447 88,310 83,458 265,147 348,605

Escuelas denuevo registro

92 288 380 109 34 143 441 0 441 642 322 9641998

Total 40,691 134,946 175,637 16,105 69,076 85,181 27,304 61,447 88,751 84,100 265,469 349,569

Resultados sobre la operación de Progresa en el componente educativo

209

Cuadro 19Matrícula en promedio por escuela en tercero de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 16.33 17.38 17.11 58.70 63.26 62.35 51.32 59.94 57.05 26.43 28.56 28.011996 16.74 17.73 17.48 60.52 65.60 64.58 51.76 61.25 58.03 26.34 28.24 27.751997 16.66 17.60 17.36 61.38 66.42 65.41 51.62 61.85 58.35 25.99 27.77 27.31

Escuelas conregistro anteriora 1998

16.41 17.76 17.43 60.36 66.64 65.36 50.88 61.88 58.06 25.55 27.59 27.07

Escuelas denuevo registro

7.08 10.67 9.50 27.25 17.00 23.83 21.00 21.00 16.89 11.10 14.391998

Total 16.36 17.74 17.40 59.87 66.55 65.17 49.73 61.88 57.56 25.45 27.54 27.00

Cuadro 20Matrícula en promedio por grupo en tercero de secundaria

Telesecundaria Técnicas Generales TotalAño No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total No

ProgresaProgresa Total

1995 14.45 15.47 15.21 27.76 28.64 28.46 27.40 30.02 29.14 17.98 18.98 18.721996 14.70 15.76 15.49 27.90 29.59 29.26 27.04 30.71 29.47 17.90 19.07 18.771997 14.39 15.35 15.11 28.07 29.15 28.94 26.75 30.13 28.97 17.52 18.46 18.22

Escuelas conregistro anteriora 1998

13.92 15.29 14.95 26.73 28.87 28.43 26.73 30.00 28.86 17.03 18.27 17.96

Escuelas denuevo registro

7.08 10.67 9.50 27.25 17.00 23.83 18.71 18.71 15.63 11.10 13.671998

Total 13.89 15.27 14.93 26.74 28.85 28.41 26.42 30.00 28.73 17.02 18.25 17.93

Factores asociados al retorno de los niñosal sistema escolar

Introducción

a educación es un factor fundamental para la incorporación plena de losindividuos a la vida social, política y económica del país, así como paradesarrollar su potencial en diversos campos y poder adquirir las

capacidades que se requieren para realizar actividades económicas másproductivas y mejor remuneradas. La educación —en especial la educación delas mujeres— tiene un impacto substancial en el bienestar de las familias, yaque por esta vía logran el acceso a la información y a los conocimientosnecesarios para aprovechar los recursos y servicios a su alcance, y están enmejores condiciones para cuidar su salud y su alimentación.

El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) tiene como uno desus principales objetivos apoyar el acceso y permanencia de los niños y jóvenesde ambos sexos, de hogares en condición de pobreza extrema, al el ciclo deeducación básica de nueve años (primaria y secundaria). Para tal fin, elPrograma otorga becas y apoyos para útiles escolares a todos los menores de lasfamilias beneficiarias del Programa que se encuentren, inscritosen gradosescolares entre tercero de primaria y tercero de secundaria.

Estos apoyos se entregan directamente a las titulares beneficiarias, que en lamayoría de los casos son las madres de familia, una vez que se ha certificado laasistencia regular de los niños a la escuela cada mes. La asistencia escolar es lacorresponsabilidad establecida en Progresa para que la familia reciba los apoyoseducativos. Estos pretenden favorecer la asistencia regular de los estudiantes ysu permanencia en la escuela, así como estimular el retorno al sistema escolarde aquellos niños y jóvenes de hasta 17 años de edad que han dejado la escuela.

Documento preparado por Daniel Hernández, Mónica Orozco, Hadid Vera y Humberto Soto

L

X

Programa de Educación, Salud y Alimentación

212

El trabajo se enfoca precisamente a estudiar los factores asociados al regreso alos planteles educativos de los hijos de familias beneficiarias de Progresa que noestaban estudiando. Cabe señalar que se trata de niños que, sin embargo, yahabían formado parte del sistema escolar en el pasado.

En este sentido, se estudian las características familiares e individualesvinculadas al aprovechamiento, en hogares en pobreza extrema, de laoportunidad de que niños que no se encuentran estudiando puedan contar conbecas para que se reincorporen a la escuela.

Por diseño del Programa, todas las localidades que se incorporan cuentan conacceso a los servicios educativos tanto de primaria como de secundaria (si noen la misma localidad, al menos tienen un plantel educativo en un áreapróxima). Aunque esto implica que la oferta de servicios podría considerarse encierto sentido como constante para todos los sujetos analizados, se ha decididointroducir al análisis junto con las características de los niños y de sus hogaresalgún aspecto de la accesibilidad a la escuela, en este caso, la distancia a ésta.

La primera pregunta que se pretende responder es ¿cuántos niños beneficiariosde Progresa que habían dejado de estudiar se reincorporaron a la escuela? Ensegundo lugar, se busca reconocer si existe alguna particularidad entre losniños que regresaron a la escuela, esto es, ¿para qué tipo de personas lapropuesta de becas del Programa resulta más atractiva para reincorporarse a laescuela?

Un punto adicional que interesa analizar en este trabajo es si se identificanfactores distintos asociados al regreso a la escuela en el caso de las niñas encomparación con los niños, en tanto que el Programa ha enfatizado unaorientación de sus apoyos a favor de las primeras para ayudar a superar lascondiciones de inequidad de género prevalecientes.

1. Población en estudio, fuentes de datos y metodología

La población analizada en este trabajo corresponde a niños y niñas de hasta 17años, integrantes de hogares en pobreza extrema de localidades ruralesmarginadas, que antes de la incorporación de sus familias a Progresa habíandejado de estudiar. En el documento se busca identificar las característicasdemográficas, sociales y económicas de aquéllos que volvieron a la escuela, unavez incorporados al Programa, en comparación con las de los niñosbeneficiarios que permanecieron fuera del sistema escolar.

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

213

En este trabajo se analiza una muestra probabilística de aproximadamente cienmil hogares entrevistados en la Encuesta de Características Socioeconómicasde los Hogares (ENCASEH). La muestra fue obtenida de los registros de casi 2millones de hogares que se han entrevistado para recabar la informaciónsocioeconómica referida, durante 1996, 1997 y 1998. Esta muestra proveeinformación que refleja fielmente la condición de los hogares en las localidadesrurales marginadas de México.

Para identificar a la población beneficiaria de Progresa, se recolectainformación detallada sobre las condiciones socioeconómicas de cada miembrodel hogar y de la unidad doméstica en su conjunto mediante la ENCASEH. Enella se obtienen datos sobre la escolaridad alcanzada y la asistencia a la escuelaal momento de la entrevista para todos los integrantes del hogar de 5 años omás1.

A partir de esta cédula, se puede reconocer a los niños de las familiasbeneficiarias del Programa en edad de asistir a la escuela que, sin embargo, nolo hacen. A partir de la muestra señalada, se seleccionó al subconjunto de losniños entre 8 y 17 años de edad de los que se reportó que no asistían a laescuela al momento de la entrevista (antes de ser incorporados al Programa),pero que habían sido estudiantes alguna vez. Las edades seleccionadasresponden a que Progresa solamente otorga becas a personas menores de 18años que cursan grados escolares entre tercero de primaria y tercero desecundaria. De todos los niños en las edades incorporadas referidas (71,412 enel dato muestral), aproximadamente 29 por ciento no asistía a la escuela. Deestos individuos (que resultaron ser en la muestra utilizada 20,868 niños"candidatos" a regresar al sistema educativo), se dispone de informaciónsocioeconómica y demográfica a nivel individual y del hogar al que pertenecen.

De éstos niños y niñas, a su vez, 18.4 por ciento retornaron a la escuela a partirde que sus familias se incorporaron a Progresa. Para identificar esta situación,se utilizaron los registros de operación del Programa en los cuáles se recaba lainformación sobre la inscripción a un plantel escolar de primaria y secundariade cada uno de los niños de los hogares beneficiarios (formato E1), con el fin deactivar su condición de becario en el padrón de beneficiarios de Progresa (deestar inscrito en los grados ya indicados), para poder realizar el seguimientoespecífico de su asistencia y estar en condiciones de emitir la becacorrespondiente.

1 Para mayor información de estas fuentes de datos véanse los Anexos 1 y 2.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

214

Así, combinando la información obtenida mediante la ENCASEH y los formatosE1, se analizan los factores asociados al regreso a la escuela. Asimismo, seincluye información derivada de una cédula de localidad que se recolecta almomento de visitar las comunidades para el levantamiento de la ENCASEH.Esta cédula recoge datos sobre los servicios en la misma localidad, así comosobre la distancia, medio de transporte y costo a otras comunidades en las quela población recibe tales servicios. En este sentido, se recolectó informaciónsobre diversas comunidades vecinas a las cuáles pueden trasladarse las familiasbeneficiarias desde su localidad. La posibilidad de utilizar conjuntamente datosde distintas fuentes se deriva de que, en su diseño, se establecieron en Progresacódigos de vinculación a nivel de localidad, hogar y persona entre todas lasbases de información.

Para el análisis se utiliza un modelo de regresión logística, en el que seincluyeron diversas variables que se describen más adelante. Este modelopermite analizar variables respuesta de tipo dicotómico, en este caso, regresar ono regresar a la escuela, y estima los parámetros para calcular una medida deincremento o decremento de riesgo de que el evento ocurra dada la presenciade determinadas características, y controlando por otras variables al mismotiempo. La medida de riesgo asociada a cada uno de los factores estudiados esuna razón de momios (RM), y se expresa con relación a una categoría dereferencia en cada una de ellas.

Si el evento tiene una probabilidad de ocurrir p, el momio del evento es (p/(1-p)) y se pueden comparar dos grupos mediante la razón de sus momios. Esteestimador permite identificar la asociación de determinada característica ocondición con la presencia del evento. La razón de momios puede interpretarsecomo una medida del cambio en el riesgo de que ocurra el evento en presenciade un factor en comparación con dicho riesgo en ausencia del mismo factor.Así, la razón de momios expresa un riesgo relativo al comparar el cambio de ungrupo con respecto a otro (Hosmer y Lemeshow, 1989)2.

Una razón de momios mayor a la unidad implica que existe un riesgoincrementado de ocurrencia del evento en la categoría analizada con respecto ala categoría de referencia. Por el contrario, una razón de momios menor a 1 2 Para obtener los estimadores de asociación con el regreso a la escuela de las distintas variables se incluye en elanálisis la característica de distancia a la escuela más próxima, utilizándola para indicar la oferta de servicioseducativos. Se puede considerar que la característica en cuestión (la distancia) es compartida por todos los niños yniñas analizados que viven en una misma comunidad y debe ser tratada de una manera espacial desde el punto de vistaestadístico. Para ello se podría emplear un modelo denominado regresión logística condicional que permite introducirvariables en dos niveles (modelo jerárquico) en la estimación de los parámetros: el primer nivel corresponde a losniños y sus hogares (atributos individuales) y el segundo se refiere a un atributo de la comunidad de residencia(atributo del contexto compartido con otros individuos) (Greene, 1997). Sin embargo, dada la baja concentración porlocalidad de la muestra utilizada se optó por no utilizar esta alternativa.

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

215

significa que se reduce la probabilidad de que ocurra el evento en cuestión. Yuna razón de momios igual a la unidad debe interpretarse como que no existecambio en el riesgo del evento entre las categorías consideradas.

2. Características de los niños que habían dejado de estudiar

En la población de la muestra que se utiliza se analizaron diversascaracterísticas que podrían influir en que un niño regrese o no a la escuela.Estas características pueden ser de distintos ordenes (individual, familiar o delocalidad). A continuación se presenta una breve descripción de las variablesempleadas en este trabajo y en el cuadro 1 se presentan las distintas categoríasanalizadas.

A nivel de los individuos, se incluye el sexo y la edad de los niños que habíanabandonado la escuela, su condición de actividad económica, considerando queaquellos que participan en la esfera laboral tendrán menores oportunidades dereincorporarse a la escuela, porque sus familias requieren de los ingresos queaportan al hogar.

Se incorpora también una variable que recupera información sobre el lugar queocupa el niño analizado en relación con la presencia de otros menores en elhogar, en cuanto al número de otros integrantes del hogar en edad escolar, asícomo en el orden del niño con respecto a las edades de éstos. Con ello seintenta introducir, en caso de que se presenten, estrategias en los hogares queinfluyen sobre las oportunidades educativas de diversos miembros.

El cuadro 1 muestra las variables utilizadas y la categorización pero cada una deellas. Cabe mencionar que en la estimación de los modelos se utilizan variablesindicadoras para representar las categorías de las variables, de manera que parauna variable con j categorías, se usan j-i indicadoras.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

216

Cuadro 1Variables consideradas en el análisis

Definición Nombre Definición de categoríaEscolaridad del niño Escol1 Si su último grado cursado está entre 3° y 5° de primaria

Si su último grado cursado es 6º de primariaSi su último grado cursado es 1º de secundariaSi su último grado cursado es 2º de secundaria

Rezago del estudiante Sin rezago escolar1 año de rezago2 años de rezago3 o más años de rezago

Sexo del niño Sexo HombreMujer

Edad del niño Edad1 Niños entre 8 y 11 años de acuerdo a la edad reportada enla encuestaNiños de 12,13,…17 años

Posición del niño Orden Si se reporta como el único niño en edad escolarSi es el menor de dos niños en edad escolarSi es el mayor de dos niños en edad escolarSi es el menor de 3 o más niños en edad escolarSi no es menor o mayor de 3 o más niños en edad escolarSi es el mayor de 3 o más niños en edad escolar

Trabajo del niño Trab Si el niño trabajaSi el niño no trabaja

Escolaridad del padre /Escolaridad de la madre

Esc_pad / Esc_mad Si carece de instrucción

Si no completó la primariaSi concluyó primaria o cuenta con más años de estudio

Composición del hogar portamaño

Totper_f Si el hogar tiene 5 miembros o menos

Si el hogar tiene 6 o 7 miembrosSi el hogar tiene 8 o más miembros

Distancia Dist1 Si existe escuela en la localidadSi la escuela más cercana está a menos de 5 km. dedistanciaSi la escuela más cercana está a más de 5 km. de distancia

Además, se proponen dos indicadores relativos a la experiencia escolar de losniños que no continuaban estudiando. En primer lugar, se incluye el últimogrado aprobado, para identificar si la probabilidad de retorno a la escuela esmás elevada en el nivel de primaria o para la secundaria. En segundo lugar, seconsidera una variable denominada "rezago escolar", orientada a caracterizarcuántos años se tienen que recuperar si se regresara al sistema escolar, con

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

217

respecto a un "patrón normativo" de asistencia escolar. En este caso, se partedel supuesto de que niños con mayor rezago tendrán menores incentivos pararetornar a la escuela, ya sea porque deben estudiar con niños mucho máspequeños que ellos, o porque la brecha con otros individuos de su edad es tanamplia, que el efecto de una mayor escolaridad sobre mejores oportunidades detrabajo en el futuro se percibe como poco probable.

En el nivel del hogar, se considera la escolaridad de la madre y del padre3, entanto se espera que los padres con mayor educación estarán más estimulados aaprovechar cualquier oportunidad de que sus hijos puedan concluir sueducación básica, al contar con más información sobre los beneficios de ello.Una segunda variable que se introduce es la edad del jefe del hogar, pararecuperar, en parte, el "ciclo" de la unidad doméstica (si se trata de un hogar dereciente formación o no). En tercer lugar, se considera el tamaño del hogar,para controlar el efecto que el número de miembros puede tener sobre lasoportunidades del niño de volver a la escuela.

A nivel de la localidad, como ya señaló, sólo se considera la variable distancia ala escuela. Cabe señalar que en este caso se utiliza la distancia específica alplantel más cercano que corresponde al nivel escolar al que ingresaría el niñoen caso de retornar al sistema escolar.

Se presentan primero algunas características generales de los niños y niñas quedejaron la escuela en comparación con los niños que continuaban estudiando(se trata exclusivamente de niños que habían asistido a la escuela). En segundolugar se hacen algunas comparaciones entre los niños que regresaron a laescuela y los que permanecieron sin asistir.

Como se dijo antes, 29.2 por ciento de los niños y niñas entre 8 y 17 años quehabían asistido alguna vez a la escuela y habían cursado al menos segundo deprimaria no asistían a la escuela al momento de que se recolectó la informaciónpara identificar a los hogares beneficiarios de Progresa. La proporción de niñosque no asistían a la escuela era más elevada para las mujeres que para loshombres (31.8 y 26.7, respectivamente). Asimismo, claramente tiende aincrementarse con la edad de los individuos, llegando a 85 por ciento entre losjóvenes de 17 años de las localidades rurales marginadas (gráfica 1).

3 Aunque existe cierto nivel de correlación entre ambas variables, al verificar los modelos con sólo una de las dos seidentificó que su efecto sobre el retorno a la escuela no era el mismo, por lo que se optó por introducir ambas en lasestimaciones.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

218

La mayoría de los niños que habían abandonado sus estudios se concentran enel grupo que concluyó la educación primaria (61 por ciento) o que tienen 3 ómás años de rezago escolar (49 por ciento) (cuadro 2).

Cuadro 2Carcterísticas de los niños de familias beneficiarias de Progresa

según asistencia a la escuela, escolaridad alcanzada, años de rezagoescolar y sexo (antes de recibir los apoyos del Programa)

Niños que alguna vez han asistido a la escuelaAsiste a la escuela No asiste a la escuela

3° primaria 25.8 12.44° primaria 23.0 11.45° primaria 21.5 9.96° primaria 13.1 61.11° secundaria 8.7 2.62° secundaria 7.9 2.6

100.0 100.0Sin rezago 70.0 16.61 año de rezago 16.0 15.22 años de rezago 8.5 18.93 o más años de rezago 5.5 49.3

100.0 100.0Hombres 53.4 46.1Mujeres 46.6 53.9

100.0 100.0

8 9 10 11 12 13 14 15 16 17

Edad

0

20

40

60

80

100Porcentaje

Gráfica 1 Porcentaje de niños de 8 a 17 años de hogares beneficiarios de Progresa que no asisten

a la escuela (antes de recibir los apoyos del Programa)

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

219

En el cuadro 3, en cuanto a los niños que regresaron a la escuela encomparación con los que permanecieron fuera del sistema escolar, no seobservan diferencias por sexo y conforme avanza la edad disminuye laproporción de los retornantes (gráfica 2). Los niños que se encontrabantrabajando regresan a la escuela solamente en una proporción cercana al 50 porciento de los que no trabajaban.

Las probabilidades de que los niños regresen al sistema escolar son ligeramentesuperiores cuando ya habían cursado algún grado de secundaria con respecto alos niños que si volvieran a estudiar entrarían al primer grado de secundaria(cuadro 3). No obstante, este resultado probablemente refleja en parte elimpacto de la edad de las personas estudiadas y los años de rezago escolar, dadoque un gran número de los jóvenes que terminaron la primaria y no estudiabanhabían dejado la escuela hacía ya varios años. Esta situación se controlaapropiadamente en la siguiente sección.

Cuadro 3Proporción de niños que regresaron según nivel deescolaridad, rezago, sexo y situación en el hogar y

trabajo

Proporción de niños que regresaron3° primaria 21.14° primaria 21.45° primaria 19.26° primaria 16.81° secundaria 26.02° secundaria 21.4

18.4sin rezago 40.31 año de rezago 23.72 años de rezago 18.93 o más años de rezago 9.3

18.4hombre 19.0mujer 18.0

18.4hijo único 14.3menor (de 2 hijos) 32.0mayor (de 2 hijos) 18.9menor (de 3 o más hijos) 47.7medio (de 3 o más hijos) 23.9mayor (de 3 o más hijos) 12.5

18.4

Programa de Educación, Salud y Alimentación

220

3. Factores asociados con el retorno a la escuela

Mediante modelos de regresión logística se identifican los factores que tienenmayor asociación con el regreso a la escuela de los niños de las familiasbeneficiarias de Progresa. En el cuadro 4 se presentan las razones de momiosajustadas derivadas del análisis al estimar tres modelos: el primero correspondea todos los niños que pueden volver a inscribirse, el segundo solamente incluyehombres y el tercero solamente hace referencia a las mujeres. En los modelos seincluyen sólo aquellas variables que resultaron significativas.

En el primer modelo, destaca que el riesgo relativo del regreso a la escuela, unavez que se controlan todas las variables consideradas, es más elevado: para losniños que para las niñas (RM de 1.24);

para los individuos que no trabajan que para los que participan en la esferaeconómica (RM de 1.58);

para los hijos de padres con al menos la primaria completa que para los hijos depadres que no habían asistido a la escuela o que no habían concluido laprimaria (como lo indican las RM de 0.80 y 0.84 para las categorías deescolaridad más bajas);

para los niños en hogares con menos personas en "edades escolares",independientemente del orden del niño analizado (como se refleja en las RM de

9 10 11 12 13 14 15 16 17

Edad

0

20

40

60

80

100Porcentaje

Gráfica 2 Proporción de niños de 8 a 17 años que retornan a la escuela (después de que sus

familias empiezan a recibir los apoyos de Progresa)

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

221

aproximadamente 1.20 en las categorías de los hogares con uno o dos niñosrespecto a las RM de las familias con tres o más hijos, cuyos riesgos relativos noson significativamente distintos);

para los niños de menor edad;

para los niños que habían asistido ya a secundaria que para los niños que sólocontaban con algún grado de primaria (como lo indican las RM deaproximadamente 0.57 para las dos categorías de escolaridad primaria en elmodelo);

para los niños con menor rezago escolar que para aquéllos con tres o más añosde rezago (como se deriva de las RM de aproximadamente 1.36).

Destaca que el factor de accesibilidad a los servicios utilizado, la distancia a laescuela más próxima, no resultó significativa en este primer modelo. Asimismo,la escolaridad de las madres no parece tener ningún efecto diferencial en elriesgo relativo de retornar a la escuela entre los niños que no asistían.

En los siguientes dos modelos del cuadro 4, que presentan los resultadosespecíficos para niños y para niñas, se identifican importantes diferencias enalgunos de los factores considerados en este trabajo. El efecto de la escolaridaddel padre en la probabilidad de que los hijos regresen a la escuela solamenteresulta significativo en el caso de las niñas (con RM de 0.8 para las hijas depadres sin escolaridad o primaria incompleta), mientras que para las niños nose aprecia un efecto diferenciado en el riesgo relativo de retorno al sistemaeducativo en ninguna de las categorías incluidas.

Para los niños, se mantiene la tendencia a un mayor regreso a la escuela enhogares con menos personas en "edades escolares", mientras que en el caso delas niñas no resulta ser un factor significativo.

Las niñas que habían asistido ya a secundaria presentan un riesgo relativo deregreso a la escuela más elevado que aquéllas que sólo contaban con algúngrado de primaria (con RM de 0.41 y 0.46 para las dos categorías de escolaridadde primaria en el tercer modelo). Por el contrario, para los niños únicamente seobserva un menor riesgo de retorno al sistema escolar para los individuos quehabían dejado de estudiar una vez que terminaron la primaria (RM de 0.66).

En el caso de los hombres, se evidencia un marcado efecto del rezago escolar enel riesgo de regreso a la escuela, de manera que ésta es mayor cuando se tienenmenos de tres años de rezago con respecto al esquema normativo (RM de

Programa de Educación, Salud y Alimentación

222

aproximadamente 1.59 cuando no se tiene rezago y de 1.48 con dos años derezago). Por el contrario, este factor no resulta significativo para las niñas unavez que se controla por su edad o el nivel escolar que habían alcanzado.

Se debe subrayar que en ambos modelos, tanto una menor edad, como noparticipar en una actividad económica, son condiciones asociadas a un mayorriesgo relativo de retorno a la escuela.

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

223

Cuadro 4 Modelos de Regresión Logística que presentan los factores

asociados con el regreso de los niños a la escuela

MODELO 1. Sin distinción de sexoVariable Razón

de momiosSexo del niño

hombre 1.2407mujer 1.0000

Edad del niñoentre 8 y 11 años 17.868812 años 8.227913 años 5.083414 años 3.478315 años 2.108916 años 1.540917 años 1.0000

Escolaridad del niñoentre 3° y 5° de primaria 0.59566° de primaria 0.56591° de secundaria 1.23382° de secundaria 1.0000

Rezago del niñosin rezago escolar 1.31821 año de rezago 1.14722 años de rezago 1.35823 o más años de rezago 1.0000

Posición del niñoúnico niño en edad escolar 1.1855menor de dos niños en edad escolar 1.2046mayor de dos niños en edad escolar 1.1984menor de 3 o más niños en edad escolar 0.9681no es menor o mayor de 3 o más niños en edadescolar

1.0043

mayor de 3 o más niños en edad escolar 1.0000Trabajo del niño

el niño no trabaja 1.5765el niño trabaja 1.0000

Escolaridad del padreSi carece de instrucción 0.8022Si no completó la primaria 0.8419Si concluyó primaria o cuenta con más años deestudio

1.0000

Programa de Educación, Salud y Alimentación

224

MODELO 2. HombresVariable Razón de

momiosEdad del niño

entre 8 y 11 años 11.894712 años 6.071913 años 4.113614 años 2.383015 años 1.863116 años 1.225017 años 1.0000

Escolaridad del niñoentre 3° y 5° de primaria 0.82866° de primaria 0.66201° de secundaria 1.35332° de secundaria 1.0000

Rezago del niñosin rezago escolar 1.59231 año de rezago 1.54542 años de rezago 1.48173 o más años de rezago 1.0000

Posición del niñoúnico niño en edad escolar 1.2199menor de dos niños en edad escolar 1.5010mayor de dos niños en edad escolar 1.4379menor de 3 o más niños en edad escolar 1.0889no es menor o mayor de 3 o más niños en edad escolar 1.0554mayor de 3 o más niños en edad escolar 1.0000

Trabajo del niñoel niño no trabaja 1.6182el niño trabaja 1.0000

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

225

MODELO 3. MujeresVariable Razón de

momiosEdad del niño

entre 8 y 11 años 25.727312 años 10.789113 años 6.264314 años 4.967715 años 2.351416 años 1.938817 años 1.0000

Escolaridad del niñoentre 3° y 5° de primaria 0.41096° de primaria 0.46411° de secundaria 0.12042° de secundaria 1.0000

Trabajo del niñoel niño no trabaja 1.5249el niño trabaja 1.0000

Escolaridad del padreSi carece de instrucción 0.7787Si no completó la primaria 0.8070Si concluyó primaria o cuenta con más años de estudio 1.0000

Programa de Educación, Salud y Alimentación

226

4. Conclusiones

Con respecto al impacto de los apoyos educativos de Progresa, la asistenciaescolar de los hijos de las familias beneficiarias se ve favorecida por el retorno alsistema escolar de los niños y niñas que habían dejado de estudiar. Estedocumento se ha centrado en analizar este último grupo, identificando algunascaracterísticas de los menores de hogares beneficiarios que han aprovechado laoportunidad de contar con una beca para regresar a sus estudios de educaciónbásica en comparación con los que han permanecido sin estudiar.

Se ha observado que existe una mayor probabilidad de regreso para los niñosque no trabajan que para los que están ya participando en la esfera laboral. Esteresultado se presenta independientemente de la edad y sexo de las personas, loque parece indicar que los apoyos que otorga el Programa no sonsuficientemente “atractivos” para este grupo de niños que no estudiaban al serincorporados sus hogares a Progresa. Cabe señalar que este conjunto loconforma una tercera parte del total de niños fuera del sistema escolar.

Al controlar por los diversos factores considerados, se presenta un riesgorelativo 24 por ciento mayor de que los niños regresen a la escuela encomparación con las niñas. En este sentido, no pareciera haberse logrado aúnun efecto igualador de oportunidades entre niños de los dos sexos en hogaresen pobreza extrema en cuanto al retorno al sistema educativo. No obstante, entérminos absolutos, más de la mitad de los menores que reiniciaron susestudios formales son mujeres.

Para éstas últimas, se destaca el efecto que tiene que sus padres cuenten conescolaridad de primaria completa o más, en tanto se incrementa la probabilidadde regresar a la escuela con respecto a las niñas que pertenecen a hogares conun padre sin estudios. Al contrario que en el caso de los hombres, parece que laapreciación e importancia que den los padres a la educación de sus hijos sonrelevantes para favorecer el retorno de las niñas a la escuela.

En el caso de la educación de las madres, en el presente análisis este factor noresultó ser sobresaliente para aumentar las probabilidades del evento estudiado.Este hecho puede estar reflejando la condición de género frente a ciertasdecisiones en materia educativa, en que la opinión del hombre tiene mayorrelevancia. Sin embargo, se debe señalar que en el estudio de otras áreasrelacionadas a la educación en el medio rural más marginado, como laasistencia a la escuela, por ejemplo, se ha identificado que la escolaridad de lasmadres es un factor de gran importancia (Muñiz, 1999 y Schultz, 1999).

Factores asociados al retorno de los niños al sistema escolar

227

Se ha mostrado que la probabilidad de retorno para los niños menores de 12años es más alta con respecto a los niños de mayor edad. Es necesario subrayarque en la muestra analizada, más del 40 por ciento de los niños que noestudiaban antes de que sus familias empezaran a recibir los apoyos de Progresatenían 16 o 17 años. Este es un factor que está influyendo fuertemente en quela proporción de niños que retornan a la escuela asciende aproximadamente a18 por ciento. Aunque formalmente se les considera como “candidatos” aregresar a la escuela, es claro que la proporción que así lo hace es muyreducida. Si se omiten los niños y niñas de estas dos edades, la fracción deniños que no estudiaban y que han regresado al sistema educativo una vez quesus familias reciben los apoyos de Progresa, asciende a 25.6 por ciento.

Se tiene una gran concentración de niños y niñas que abandonaron la escuelauna vez que habían concluido la primaria. La proporción que retorna esrelativamente baja (17 por ciento), aún cuando se consideran simultáneamentela edad de los niños o su rezago escolar. Para comprender esta situación, quizásdeba profundizarse sobre más aspectos del contexto en que viven los niñosestudiados. Si bien la variable utilizada en este análisis con relación a la ofertade los servicios no resultó significativa (la distancia a la escuela), otro tipo defactores vinculados a los mismos, por ejemplo, la calidad percibida de losplanteles educativos, puede estar afectando la proporción de niños con primariacompleta que deciden reingresar a estudiar la secundaria. Es necesario abordareste tema con mayor detalle en futuros trabajos. Se debe destacar, sin embargo,que 55.6 por ciento de los niños que regresaron a la escuela lo hicieron alprimer grado de secundaria.

Independientemente de la edad o del nivel escolar alcanzado, los apoyos queofrece Progresa parecen no tener un efecto importante sobre el retorno a losestudios de niños (varones) que tienen tres o más años de rezago con respectoal grado escolar que deberían presentar con relación a su edad de acuerdo a unesquema normativo de estudios básicos. Esta condición se deriva, en parte, delos efectos acumulados que resultan de ingresos tardíos a la escuela en laslocalidades con mayor marginación en el medio rural, de la repetición degrados escolares, así como de los abandonos tempranos de los estudios. Casi lamitad de los casos analizados en este trabajo se encuentran en esta situación derezago, lo que está incidiendo en los resultados globales de Progresa en materiade asistencia escolar. No obstante, puede preverse que conforme el Programatenga un efecto positivo sobre la permanencia escolar de los niños, este grupotenderá a reducirse, en términos proporcionales.

Introducción

no de los principales factores estrechamente asociados con el rezago, ladeserción y el bajo rendimiento escolar es la asistencia irregular aclases. El ausentismo escolar se ubica como un obstáculo más para el

impulso y fortalecimiento de las capacidades y potencialidades de losindividuos, necesarias para su incorporación plena en la vida social, política yeconómica.

La población que vive en condición de pobreza extrema se encuentra en unasituación de mayor desventaja para el acceso, incorporación, permanencia yaprovechamiento escolar. Dicha población, al enfrentar mayores carencias,tiene un incentivo casi inexistente o nulo para enviar a los menores a la escuela,lo que inhibe la participación activa y responsable de padres y tutores, que esun factor clave en la procuración y vigilancia de la asistencia regular y lapermanencia escolar de los niños.

El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), otorga becaseducativas a los menores inscritos entre tercero de primaria y tercero desecundaria de las familias que han sido seleccionadas como beneficiarias,estableciendo como compromiso de corresponsabilidad por parte de estasfamilias el que inscriban y apoyen a sus hijos para que asistan en forma regulara la escuela. El incumplimiento de las familias en materia de los compromisosde asistencia a los servicios de educación lleva a la suspensión de los apoyos delas becas.

* Documento preparado por Humberto Soto y Gabriela Vázquez

U

XΙLas características individuales, familiares yestacionales relacionadas con el ausentismoescolar de los beneficiarios de Progresa

Progresa de Educación, Salud y Alimentación

230

De acuerdo con los lineamientos generales de operación del Programa, pararecibir la beca educativa, cada niño o niña debe acudir al menos 85 por cientode los días hábiles señalados dentro del calendario escolar oficialcorrespondiente a cada mes. Los apoyos que otorga Progresa son emitidos unavez que se ha certificado la asistencia de los niños a la escuela, de conformidadcon los parámetros señalados. Las inasistencias de los niños a clases sólopueden ser justificadas en caso de enfermedad, accidente o desastres naturales.

La asistencia a la escuela de cada uno de los alumnos beneficiarios es registradadiariamente y reportada por los maestros de forma bimestral a través del sectoreducativo. El formato utilizado para comprobar la asistencia se denomina“Formato E2 Registro de asistencia a primaria y secundaria”. Este documentocontiene la relación de los niños beneficiarios por escuela y grado, así como elnúmero de inasistencias no justificadas por mes.

1. Características asociadas al ausentismo escolar

Para definir las características que se asocian al incumplimiento de asistenciasa la escuela, se realizó un análisis utilizando la información sobre asistenciaescolar y las características de los hogares beneficiarios, empleando un modelologit. La información utilizada en el modelo proviene de los datos sobre elcumplimiento de asistencia escolar mensual de cada menor beneficiario quereportó el sector educativo en los formatos E2, para el periodo comprendidoentre noviembre de 1997 y febrero de 1999, así como los relativos a lainformación socioeconómica de los hogares a los que pertenecen los menoresde edad, recabada a través de la ENCASEH1.

El modelo logit se emplea para el análisis de variables dependientesdicotómicas. A través de una regresión se pueden determinar los factores queinfluyen en la ocurrencia del evento de interés que se analiza, es decir, unevento con dos posibles resultados. Una variable dicotómica refleja laocurrencia de cierto resultado, como puede ser trabajar o no trabajar, estudiaro no estudiar, asistir o no asistir a la escuela.

El modelo logit presenta algunas analogías con el modelo de regresión lineal, elcual trata de explicar un atributo numérico (variable dependiente) por mediode un conjunto de características (variables independientes o explicativas), quepueden ser numéricas o categóricas. Las variables categóricas se representan enel análisis por medio de variables indicadoras (dummy). La diferencia entreambos modelos estriba en que tanto la variable respuesta como las variables

1 Para mayor detalle sobre la información contenida en la ENCASEH, consúltese el Anexo 1.

Las características relacionadas con el ausentismo escolar

231

independientes en un modelo logit no son numéricas, y por tanto, se requierede un tratamiento distinto para ellas.

El modelo logit conserva la característica de ser un modelo lineal, esto es quese representa mediante una relación del tipo:

∑=i

ii XF β

donde,F denota una función numérica que puede tomar cualquier valor real;

iX es el valor de la i-ésima variable explicativa: y

iβ es el parámetro lineal asociado a la misma i-ésima variable explicativa.

Es claro que para el caso de la regresión lineal se tiene que YF = , donde Y

denota a la variable dependiente.

En el caso del modelo logit, sin embargo, la función propuesta dada la variabledependiente dicotómica Z (con posibles valores 0 y 1) es:

( )( )

=−

==

111

lnZP

ZPF

En donde ( )1=ZP representa la probabilidad de ocurrencia del evento Z (asistea la escuela).

Al valor ( )( )11

1=−

=ZP

ZP se le conoce como momio, y el modelo logit representa

entonces el logaritmo natural del momio correspondiente a la variablerespuesta (dicotómica) por medio de una combinación lineal de las variablesexplicativas:

( )( ) ∑=

=−

=

iii X

ZP

ZPβ

111

ln

Al despejar el valor de ( )1=ZP se obtiene una expresión en términos de losvalores exponenciados de la combinación lineal de las variables explicativas,dichos valores tienen una interpretación más sencilla.

Progresa de Educación, Salud y Alimentación

232

Al cociente entre los momios de dos categorías de una misma variableexplicativa, se le conoce como razón de momios. Esta razón se obtiene a partirde la expresión )exp( iβ para cada variable explicativa, representando el

cociente entre el momio de cada categoría de una variable con respecto a lacategoría de referencia de dicha variable.

Las razones de momios se interpretan como una razón de la posibilidad de laocurrencia del evento de interés para un individuo con cierta característica(representada en la categoría de la variable explicativa) con respecto a lafactibilidad de ocurrencia perteneciendo a otra categoría de la misma variableexplicativa (categoría de referencia). Si la probabilidad o riesgo de ocurrenciadel evento de interés no se incrementa o se reduce, la razón de momios seacerca a uno.

En el modelo utilizado, la variable respuesta toma el valor uno cuando hayincumplimiento del mínimo de asistencias para recibir las becas de Progresa, enotro caso la variable tiene el valor cero.

Las variables incluidas en el modelo son de dos tipos. Por un lado, lascaracterísticas de los individuos, específicamente, el sexo y el grado escolarcursado. Por el otro, se incluyeron variables indicadoras que representan cadauno de los meses entre diciembre de 1997 y febrero de 1999, con la intenciónde conocer si hay meses en los que se presenta una mayor tendencia a faltar a laescuela. También se incluye el periodo de incorporación a Progresa, quepermite indagar la tendencia en el cumplimiento de la asistencia escolardependiendo del tiempo de exposición a los beneficios de las becas. Asimismo,se introdujo una variable de interacción entre el mes y el periodo deincorporación para controlar los efectos de ambos simultáneamente.

Las características relacionadas con el ausentismo escolar

233

Modelo Logit para Inasistencia Escolar

Variable Categorías Razónde

momios

Sig. Variable Categorías Razón demomios

Sig.

Mes Diciembre 1997 (referencia) 1.000 Sexo Hombre (referencia) 1.000Enero 1998 2.198 * Mujer 0.748 *Febrero 1998 1.721 *Marzo 1998 2.117 *Abril 1998 2.496 *Mayo 1998 2.041 *Junio 1998 1.869 *Noviembre 1998 1.921 *Diciembre 1998 2.994 *Enero 1999 3.155 *Febrero 1999 2.869 *

Periodo deincorporación

Jul - ago 1997 (referencia) 1.000 Grado escolar 3º de primaria (referencia) 1.000

Nov - dic 1997 0.938 * 4º de primaria 0.874 *Ene 1998 1.087 * 5º de primaria 0.783 *Feb 1998 0.869 * 6º de primaria 0.619 *Jul - ago 1998 0.906 * 1º de secundaria 0.943 *

2o de secundaria 0.824 * 3o de secundaria 0.768 *

Variable de interacción: Mes * Periodo de incorporaciónCategorías Razón de

momiosSig. Categorías Razón de

momiosSig.

Mes Periodo deincorporación

Mes Periodo deincorporación

Marzo 98 Nov - dic 1997 0.873 * Noviembre 98 Feb 1998 1.141 *Abril 98 Nov - dic 1997 0.915 * Noviembre 98 Jul - ago 1998 0.961Mayo 98 Nov - dic 1997 0.884 * Diciembre 98 Nov - dic 1997 1.454 *Mayo 98 Ene 1998 0.827 * Diciembre 98 Ene 1998 1.089 *Mayo 98 Feb 1998 0.255 * Diciembre 98 Feb 1998 1.392 *Junio 98 Nov - dic 1997 0.855 * Diciembre 98 Jul - ago 1998 1.055 *Junio 98 Ene 1998 0.793 * Enero 99 Nov - dic 1997 1.059Junio 98 Feb 1998 0.253 * Enero 99 Ene 1998 0.995Noviembre 98 Nov - dic 1997 1.209 * Enero 99 Feb 1998 1.062Noviembre 98 Ene 1998 0.978 Enero 99 Jul - ago 1998 1.034* Significativo con p< .05

Todas las variables y sus categorías son significativas en el modelo. La categoríade referencia para analizar la estacionalidad de la inasistencia escolar fue elmes de diciembre de 1997. Los once meses incluidos en el análisis (diciembre

Progresa de Educación, Salud y Alimentación

234

de 1997 a junio de 1998 y noviembre de 1998 a febrero de 1999) presentaninformación completa sobre la variable respuesta (se omiten los meses deseptiembre a noviembre de 1997 debido a que para ellos no hay registro decertificación de asistencias).

Se puede observar que la inasistencia fue más frecuente en los mesescorrespondientes a la temporada invernal, siendo la inasistencia más marcadaen el mes de enero, tanto en 1998 como en 1999, posiblemente comoconsecuencia de que en diciembre y enero el frío provoca mayor incidencia deenfermedades y por tanto de inasistencia. Sin embargo, el ausentismo porenfermedad puede ser justificado mediante un comprobante médico, lo quepodría sugerir la existencia de problemas relacionados con la adecuadaaplicación de los lineamientos de operación del Programa en estos casos.

Por otra parte, se observa un aumento en la inasistencia escolar durante el mesde abril, que podría asociarse al período de preparación de la tierra para lasiembra en varios estados de la República, que requiere de la mano de obra delmayor número posible de miembros de los hogares, en la medida en quepermite reducir gastos ocasionados por la contratación de trabajadoresagrícolas o jornaleros.

El modelo distingue cinco distintos grupos de escolares beneficiarios queingresaron al Programa en diferentes etapas de incorporación. La categoría dereferencia en este caso es el periodo julio-agosto de 1997, que corresponde a laprimera etapa de incorporación al Programa. De acuerdo a los resultadosobtenidos, no se observa una tendencia sistemática de mayor inasistencia amayor tiempo de haber sido incorporado al Programa, sino más bienfluctuaciones en donde la población incorporada en febrero de 1998 parece serla que presenta menores riesgos de inasistencia, aunque la disminución en lamagnitud del riesgo es pequeña.

Aunado al comportamiento descrito anteriormente, los hombres presentan unmayor índice de inasistencia que las mujeres, lo que podría ser producto de suincorporación en ciertos momentos a la fuerza laboral para contribuir alsostenimiento de su hogar. El riesgo de inasistencia para las niñas es sólo trescuartas partes el riesgo para los varones.

El parámetro de referencia tomado por el modelo en cuanto al grado escolar,fue tercer año de primaria, que corresponde al primer grado en que se otorganlas becas del Programa. Se observa una tendencia decreciente a incumplir conlas asistencias conforme el grado escolar es mayor en primaria, lo cualpareciera ser reflejo de un mayor interés en los niños por asistir a la escuela

Las características relacionadas con el ausentismo escolar

235

conforme avanzan en el grado escolar. Es notorio que esta misma tendencia serepite para los grados correspondientes a nivel secundaria, aunque de maneramenos pronunciada. En general, quienes presentan menor riesgo deinasistencia son los niños que asisten a sexto año de primaria, puesto que lamagnitud del riesgo respecto a los que asisten a tercero de primaria es de sólodos terceras partes.

2. Interacción entre mes y periodo de incorporación2

La interacción entre mes y periodo se obtuvo para identificar posibles sesgos dela inasistencia derivados del momento del año en que las familias se incorporany del tiempo que han pertenecido al Programa. No se observan tendencias aaumentar o disminuir la inasistencia conforme va aumentando el tiempo que seha estado incorporado. Solo se observa la tendencia general a aumentar lainasistencia en los meses de la época invernal.

3. Porcentaje de inasistencia de acuerdo al grado escolar

A partir de los registros de cumplimiento de asistencia de noviembre de 1997 afebrero de 1999, se identificaron las diferencias por sexo y grado escolar de losmenores que no cumplieron con el mínimo de asistencias requerido para recibirla beca escolar.

Porcentaje de inasistencias por grado escolarNoviembre 1997 – Febrero 1999

PorcentajeGrado Hombre Mujer TotalTercero de primaria 3.3 2.7 3.0Cuarto de primaria 3.0 2.3 2.7Quinto de primaria 2.7 2.1 2.4Sexto de primaria 2.1 1.6 1.8Primero de secundaria 3.1 2.5 2.8Segundo de secundaria 2.7 1.8 2.3Tercero de secundaria 2.5 1.7 2.2

De noviembre de 1997 a febrero de 1999, el porcentaje de inasistencias porgrado escolar tuvo lugar entre 3 por ciento o menos de los menoresbeneficiarios. Como se observó en el modelo de inasistencia presentado, amayor grado escolar en cada nivel, se reduce el porcentaje de inasistencia, loque podría derivarse de que los alumnos encuentran mayores incentivos para

2 Una variable de interacción contiene el efecto conjunto (producto cruzado) de dos variables consideradassimultáneamente de manera no lineal.

Progresa de Educación, Salud y Alimentación

236

concluir el nivel escolar una vez que han avanzado y están a punto de terminar,que cuando han iniciado de manera reciente el nivel educativo correspondiente.

También es importante destacar que en todos los grados escolares son losvarones quienes tienen un porcentaje superior de inasistencia con relación a lasmujeres. En la primaria la diferencia entre ambos oscila en medio puntoporcentual en todos los grados, mientras que en la secundaria el porcentajeoscila en casi un punto porcentual de distancia. Las mujeres sólo rebasan 2.5por ciento de inasistencias en tercero de primaria y en primero de secundaria,en cambio los varones sólo en sexto grado de primaria no rebasan esta tasa.

Este comportamiento refuerza la interpretación de que, entre la población queasiste a la escuela, los varones tienen mayor tendencia a faltar de formareiterada que las mujeres. Cabe suponer aquí que las condiciones de las mujeresque asisten a la escuela son relativamente mejores que las de los varones en lamisma situación. De esa manera, las mujeres que pueden asistir a la escuela, notendrían que faltar tanto como los varones, que han podido ser reemplazadas enlas labores que realizaban o que éstas ya no se efectúan. En cambio la situaciónde los varones apunta a que se les continua requiriendo para la realización deactividades de apoyo al hogar y eso hace que su tendencia a faltar sea máselevada que la de sus pares de sexo femenino.

4. Características de los hogares de los niños becarios de Progresa querebasan el límite de inasistencias permitido3

Los niños beneficiarios que no han cumplido con el requerimiento mínimo deasistencia, en su mayoría han fallado sólo un mes durante el periodocomprendido entre enero y junio de 1998 (87.6 por ciento). Menos de un 5 porciento faltaron durante dos meses, más del número límite de faltas permitidoen este periodo. Sin embargo, cerca de un diez por ciento de los becarios hanincumplido con su corresponsabilidad en tres o más meses durante el periodode análisis, lo que genera la suspención de la entrega de beneficios.

3 El análisis de este apartado se realizó empleando la información correspondiente al periodo enero-junio de 1998.

Las características relacionadas con el ausentismo escolar

237

Características de los hogares de los niños becarios de Progresa que no cumplieron con elmínimo de asistencias de acuerdo a número de meses que no han cumplido

No cumplieron en:Porcentaje de

niñosTamaño del

hogar

Promedio deniños de 0 a 11años por hogar

Porcentaje deniños en hogares

con jefaturafemenina

Porcentaje deniños en hogares

con jefe quehabla lengua

indígena

Porcentaje deniños que

trabajan ademásde estudiar

1 mes 87.60 7.37 3.18 6.80 46.42 9.292 meses 3.30 7.52 3.30 8.40 41.73 8.863 meses o más 9.20 7.68 3.25 8.80 37.28 11.43Periodo enero-junio de 1998.

Se observa que el tamaño promedio de hogar de los niños que no han cumplidocon el requerimiento mínimo de asistencias para recibir la beca que otorga elPrograma es de 7.5 miembros, promedio superior al tamaño de los hogaresbeneficiarios en general, que es de 5.4 miembros por hogar. Es decir que existeuna mayor probabilidad de inasistir a la escuela si el tamaño del hogar es mayoral promedio.

Por otro lado, no se observa que el promedio de niños menores de 11 años en elhogar afecte la tendencia a asistir a la escuela. Los promedios de acuerdo alnúmero de meses que se ha incumplido con la escuela no varían de manerasignificativa. En cambio, sí se observa una ligeramente mayor tendencia a faltarsi la jefatura del hogar es encabezada por una mujer. El porcentaje de hogaresencabezados por mujeres en que los menores han dejado de cumplir con elrequisito mínimo de asistencia por más de tres meses es 8.80 por ciento. Estopodría deberse a que las jefas de hogar requieren en mayor medida el apoyo desus hijos para la realización de las labores del hogar y la generación de ingresos.

En contraste, el hecho de que el hogar al que pertenecen los menores estéencabezado por un hablante de lengua indígena no marca diferencias respecto ala inasistencia. De hecho, se da una tendencia decreciente: a medida que seincumple en un mayor número de ocasiones durante el periodo de referencia,disminuye el número de hogares en que el jefe es de origen indígena.

Una relación que parece estar estrechamente vinculada con la inasistencia delos menores es el que éstos trabajen además de estudiar. Se observa que esmayor el porcentaje de niños que no cumplen con los requisitos de asistenciadurante un mayor número de meses cuando los niños trabajan además deestudiar.

Progresa de Educación, Salud y Alimentación

238

5. Conclusión

De acuerdo con los resultados obtenidos, el ausentismo escolar tiende a sermayor cuando los hogares son de mayor tamaño, cuando el hogar estáencabezado por un miembro de sexo femenino y cuando este jefe no es hablantede lengua indígena. De manera particular, se observa que hay un mayor númerode varones que no asisten regularmente a la escuela y que éstos en su mayoríatrabajan además de estudiar.

Con relación al tiempo de pertenencia al Programa, se observó que aún cuandola tasa de inasistencia se reduce en los grupos de reciente incorporación, amedida que pasa el tiempo de permanencia, se incrementa la tendencia a nocumplir con el mínimo de asistencias, siendo este incumplimiento más marcadodurante el invierno y en el ciclo agrícola de primavera.

Estos resultados sugieren que para una pequeña proporción de los beneficiariosde Progresa el estímulo económico de la beca no resulta suficiente para que sedé cumplimiento al compromiso de asistencia escolar continua. Esta poblaciónbeneficiaria no deja de ser de interés y preocupación para el Programa, sobretodo por tratarse en su mayoría de menores que trabajan además de estudiar,cuya contribución económica al hogar, al parecer no ha podido ser sustituidapor no haber miembros de sexo masculino que puedan reemplazarlos en lastareas de sostenimiento de sus hogares, que cuentan con un elevado número demiembros.

XIIAtención a la salud en localidadesrurales altamente marginadas

Introducción

as condiciones en que habitan las familias en pobreza extrema estánasociadas a una mayor morbilidad y, por tanto, a un mayor riesgo demortalidad. La incidencia de enfermedades infecciosas es común en las

localidades, en donde además de residir en un medio ambiente con pocaestructura de salubridad, la nutrición de la población suele ser deficiente; dehecho, se estima que en las localidades rurales altamente marginadas en las quevive una gran proporción de familias en condición de pobreza extrema, 19.3 porciento1 de los menores de cinco años padecen desnutrición moderada y severa.Las localidades rurales marginadas, por lo general, no cuentan con servicios desalud permanentes por lo que las familias tienen que desplazarse a otraslocalidades para tener acceso a este servicio, lo que se ha traducido en unamenor frecuencia de contacto con los agentes de salud. Una de lasconsecuencias de esta situación es que no se ha logrado desarrollar entre lapoblación pobre rural, una cultura de la salud preventiva. A su vez, estoconduce a una menor asistencia sistemática a los servicios de salud(recurrencia negativa), que potencia los riesgos para la salud asociados, ya depor sí, con una mala condición nutricional y de insalubridad. El uso de losservicios de salud está condicionado, entre otros factores, por el acceso, elcosto y el beneficio percibido de los mismos.

* Documento preparado por María del Carmen Huerta y Cinthia Medina A.

1 Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán, ENAL 1996.

L

Programa de Educación, Salud y Alimentación

240

Entre los principales objetivos de Progresa se encuentra mejorar lascondiciones de salud de las familias en pobreza extrema, en particular, la de losgrupos más vulnerables (niños, niñas y mujeres), para lo cual se busca fomentarun cambio de actitud hacia el uso de los servicios de salud favoreciendo unacultura de salud preventiva. Las instituciones del Sector Salud proporcionan alas familias beneficiarias de Progresa un paquete básico de atención a la salud,con un enfoque de carácter preventivo. Bajo este esquema la participación delas familias es clave para alcanzar los objetivos planteados. Se ha establecido uncalendario de visitas cada integrante de la familia de acuerdo a su edad y sexode. Adicionalmente con el fin de generar un cambio de actitud y aumentar lapercepción sobre el beneficio de acudir regularmente a visitar al médico, elpersonal de salud imparte a las madres de familia capacitación sobre diferentestemas relativos al autocuidado de la salud familiar. El planteamiento quesubyace en esta propuesta de trabajo es que si la atención a la salud esoportuna y continua, se disminuye el riesgo, la incidencia y la severidad de lasenfermedades.

En este reporte se presenta un análisis relacionado con el impacto de Progresaen el uso de servicios de salud. Para ello, se consideró la informaciónproveniente de las encuestas de evaluación de los hogares (ENCEL)2, realizadasa una muestra de hogares beneficiados por el Programa y a un conjunto delocalidades con características socioeconómicas similares pero que no recibenlos apoyos del Programa, que conforman un grupo control. En este documentose analizan los datos recolectados para estas poblaciones en dos momentos enel tiempo (marzo y noviembre de 1998). La primera observación corresponde ala situación previa al inicio de la operación de Progresa y la segunda se suponeya refleja los efectos del Programa en el grupo de población beneficiaria.

Los temas que se abordan son la asistencia a los servicios de salud y laaplicación de pruebas para detección y prevención temprana de diabetes ehipertensión arterial, así como la vigilancia del crecimiento de los niñosmenores de 5 años. Para los primeros tres temas, el análisis se realizó coninformación a nivel del hogar y para el último con la información individual detodos los niños. Con el fin de dar un seguimiento al comportamiento de estasfamilias y sus hijos, el análisis se restringió a aquéllos casos cuya información selevantó en ambas rondas de la encuesta3 se analizan 20,981 hogares y 11,101niños.

2 Se utiliza la denominación ENCELM para la ronda de marzo de 1998 y ENCELO para la ronda de noviembre de1998.3 Véase Anexo 1. para mayor información sobre esta fuente de datos

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

241

Con el propósito de identificar el efecto de Progresa, sobre los indicadores desalud se analizaron los resultados de acuerdo a la identificación de la condiciónde pobreza del hogar y al tipo de localidad donde habita el mismo. Elcomportamiento de las familias beneficiarias (aquellas que viven en condicionesde pobreza extrema y pertenecen a las localidades en las que Progresa opera),es comparado con el de las familias en igual condición de pobreza, pero quepertenecen a la muestra de localidades control. En ausencia del Programa, seesperaría que estos dos grupos de población presentaran el mismocomportamiento, por lo que a través de esta comparación, se deduce el posibleimpacto del Programa.

El desarrollo del presente trabajo se divide en dos fases. La primera faseconsiste en un análisis descriptivo de la información, incluyendo la aplicaciónde pruebas no paramétricas para verificar la significancia estadística de lasdiferencias observadas entre las frecuencias en los diferentes periodos.También se presenta un modelo de diferencias que permite estimar el impactodel Programa ya que aísla el efecto no atribuible al mismo. La manera en que seestima el efecto es sustrayendo al cambio en la población beneficiaria, elcambio de la población no beneficiaria, denominada población control. Estoúltimo supone que se está sustrayendo el cambio que hubiera ocurrido en lapoblación beneficiaria de no haber iniciado la operación de Progresa. Lasdiferencias se pueden obtener tanto para los hogares pobres como para los nopobres, aunque se tiene especial interés en observar lo sucedido entre lapoblación en condición de pobreza. La manera de estimar las diferencias es lasiguiente:

B1 = (ENCELO beneficiario – ENCELM beneficiario)/ ENCELM beneficiarioC1 = (ENCELO control – ENCELM control)/ ENCELM control

Finalmente, si se define D14 como el efecto de Progresa entonces:

(D1 = C1 – B1)

Las variables de interés fueron analizadas de acuerdo a ciertas característicasdel hogar, las cuales se desagregaron en diferentes categorías con el fin deobservar posibles diferencias entre subgrupos y a la vez poder identificar en quecategorías ocurrieron los mayores impactos. Las características del hogar secategorizaron de la siguiente manera:

4 Es importante mencionar que el tiempo de referencia cambió entre los cuestionarios aplicados; en la ronda de marzose pregunta con relación al uso de servicios en el último año y en la ronda de noviembre sobre los últimos seis meses.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Lengua indígena La madre5 habla o no habla una lenguaindígena

Educación de la madre Sin escolaridadPrimaria incompletaPrimaria completaSecundaria o más

Tamaño del hogar 1 a 4 integrantes5 a 7 integrantes8 o más integrantes

Niños de 0 a 4 años en el hogar Sin niñosUn niñoDos o más niños

Niños de 5 a 14 años en el hogar Sin niñosUn niñoDos o más niños

Índice de marginación de la localidad AltaMuy alta

Distancia a la unidad de salud más próxima Menos de 1 km.1 km. a 4.99 km.5 km. o más

Los resultados del análisis descriptivo de la información se muestran en loscuadros resumen que aparecen en el Anexo 2, en ellos se hace referencia a loshogares pobres y a los hogares no pobres de ambos tipos de localidades.

Una segunda fase del análisis consistió en utilizar herramientas estadísticas quepermiten controlar el efecto conjunto de distintas variables. El análisisdescriptivo tiene como desventaja que algunas de las asociaciones que sepresentan pueden deberse parcial o totalmente al efecto de otras variables. Enel estudio de los impactos de Progresa es fundamental poder “separar”, en lamedida de lo posible, el efecto que las variables pueden tener en conjunto parano sobrestimar o subestimar el efecto del Programa. La técnica utilizada parallevar a cabo esta análisis fue el modelo de regresión logística. Este modelo,permite analizar variables dependientes dicotómicas (esto es, con respuesta quese puede clasificar como 0 ó 1). En este caso, se quiere estimar la probabilidadde uso de los servicios de salud, por lo que la variable respuesta puede tomarsólo dos valores: sí se hace uso de estos servicios, o no. De esta forma, seintrodujeron en el modelo un conjunto de variables explicativas que en elanálisis descriptivo mostraron tener algún tipo de asociación con la variablerespuesta de interés. Así, en esta segunda parte del reporte se puede evaluar elefecto del Programa tomando en cuenta la interacción de otras variables, quepueden estar a su vez asociadas con la probabilidad de que el individuo elija unade las posibles alternativas de uso de servicios de salud.

5 La madre del hogar seleccionada era la que tenía el mayor número de hijos en el hogar.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

243

1. Asistencia al centro de salud

El número de familias que respondió haber asistido al centro de salud, en elperiodo de referencia, aumentó en todos los hogares, tanto en los pobresextremos como en los no pobres durante los meses analizados. Sin embargo,significativo entre los hogares beneficiarios de Progresa se observa unincremento mayor (37.2 frente a un 11.7 por ciento del grupo control) Una vezconsiderado el incremento porcentual del grupo control, el impacto neto delPrograma corresponde a un incremento de 25.6 por ciento en la asistencia a losservicios de salud6.

Las diferencias en la asistencia a la clínica de los dos tipos de localidades (tantopara los hogares en pobreza extrema como para los no pobres) fueronestadísticamente significativas (p<(0.05)). Esto último fue validado con laaplicación de la prueba para diferencia de frecuencias de McNemar.

Los datos del Cuadro 1.1 muestran una asociación positiva entre la escolaridadde la madre del hogar y el uso de servicios de salud: a mayor nivel educativo laasistencia al centro de salud de los miembros del hogar se incrementa. Por otrolado, los hogares en donde la madre no habla lengua indígena reportan unamayor asistencia a los centros de salud que aquéllos donde la madre hablaalguna lengua indígena. Esta situación está relacionada de manera indirectacon la educación de la madre, las que hablan lengua indigena, por lo general,tienen un menor nivel educativo.

Entre la población beneficiaria se presenta un cambio en todos los niveles deescolaridad, con el incremento más fuerte entre los hogares con mujeres sinescolaridad (42.8 por ciento). De igual forma, en el grupo control la asistenciacreció en todos los grupos, aunque en menor magnitud que en la poblaciónbeneficiaria. Incluso el crecimiento del grupo de familias con mujeres de mayornivel educativo fue relativamente pequeño, (sólo 5 por ciento) por lo que alcalcular el efecto de Progresa, éste fue mayor entre los hogares con las mujeresque tienen más años de escolaridad (31.7 por ciento).

De acuerdo al tamaño del hogar y a la composición del mismo, la asistencia alcentro de salud es mayor entre los hogares de mayor tamaño (5 o másintegrantes), así como entre aquéllos donde hay niños de 0 a 4 o de 5 a 14 años.Para los hogares donde hay niños mayores (de 5 a 14 años), la asistencia

6 Entre los hogares no pobres se observa de igual forma un aumento en la asistencia al centro de salud, aunque, elcambio relativo fue menor que entre los hogares pobres. El hecho de que el incremento observado haya sido mayorentre los hogares de las localidades donde opera Progresa, podría sugerir un efecto de “ejemplo” del Programa enestos hogares, a pesar de que estas familias no sean beneficiarias.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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aumenta conforme incrementa el número de niños. Sin embargo, entre loshogares con niños pequeños la asistencia es mayor entre las familias que tienenun niño de 0 a 4 años que entre aquéllas que tienen 2 o más. El cálculo sobre elefecto de Progresa en estos grupos indica que el mayor incremento se dio entrelas familias más pequeñas y sin niños, es decir, las que en marzo reportaron unamenor asistencia.

Las localidades con menor índice de marginación concentran a la mayorproporción de familias que acuden a las unidades médicas. Con relación a loscambios entre las dos rondas de entrevistas, se observa que los hogarespertenecientes a las localidades con alta marginación continúan teniendo unamayor asistencia al centro médico. Sin embargo, el incremento porcentual enasistencia fue mayor entre los hogares de localidades con muy alta marginación(39.2 frente a 31.9 para los hogares beneficiarios y 16.3 comparado con 1.2para las localidades control). El efecto de Progresa (mediante los valores de D1

en el Cuadro 1.1) fue mayor en las localidades de alta marginación.

En cuánto al efecto asociado con la distancia a la clínica o centro de salud, losdatos indican que conforme los hogares enfrentan una mayor distancia, laasistencia a los mismos disminuye. Esta relación se mantiene en los dos tiposde localidades y en las dos rondas de levantamientos de datos. Un punto quevale la pena señalar es que entre los hogares beneficiarios del Programa, a pesarde que la proporción de hogares que asiste al centro de salud continua siendomayor entre aquéllos que están más cerca del servicio, el incrementoporcentual durante marzo y noviembre fue mayor para las localidades conmayor distancia a las unidades (50.7 por ciento, en contraste con 36.1 porciento de los hogares que habitan a menor distancia). Esto no sucede entre loshogares pobres de las comunidades consideradas control, ya que entre éstos elincremento mayor se dio entre aquéllos que se encontraban más cerca delcentro de salud. Por lo tanto, el impacto efectivo del Programa fue mayor en laslocalidades más lejanas a la unidad de salud (casi 39 por ciento).

Si se observa la información según las diferentes características, se ve que entrelas familias beneficiarias, los efectos más fuertes del programa se dieron entreun gran número de grupos donde la asistencia al centro de salud era menor:hogares con madres de lengua indígena, familias que viven en localidades conmuy alto índice de marginación y que habitan a una distancia a la clínica decinco 5 kilómetros o más. En las localidades control, todos los aumentos dentrode los grupos son mucho menores que los de las localidades donde operaProgresa por lo que en todos ellos el programa tuvo algún impacto.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

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2. Prueba de diabetes

Los datos del Cuadro 2.1 muestran un incremento entre las dos rondas derecolección de datos en el número de hogares beneficiarios con algún miembroal cual se le ha aplicado la prueba para detectar diabetes. Considerando elincremento de la población control, se observa que entre marzo y noviembre elefecto del programa se asocia con un incremento de 61.2 por ciento respecto ala prueba preventiva que se hace referencia.

En cuánto a los resultados con distintas características de las familias, se debesubrayar que entre las familias pobres beneficiarias, el mayor efecto delPrograma ocurrió en los hogares indígenas (63.7 por ciento) y donde lasmujeres no tienen escolaridad (83.7 por ciento).

De nueva cuenta, las localidades menos marginadas y aquellas a una distanciamenor con respecto a los servicios de salud, son las que concentran la mayorproporción de familias que se aplican esta prueba. Sin embargo, en noviembre,en los hogares beneficiarios de localidades a 5 o más kilómetros de distancia delas unidades de salud. El porcentaje de familias en que algún miembro serealizó la prueba para detección de diabetes fue el doble de las que lo hacían enmarzo A diferencia, en los hogares de las localidades control, los cambios másimportantes ocurrieron en las familias en localidades a menor distancia deestos servicios.

3. Prueba de hipertensión arterial

La evidencia disponible indica que el Programa ha tenido de igual forma unainfluencia positiva en la realización de la prueba para identificar hipertensiónarterial. De los datos del Cuadro 3.1, se puede observar que en tanto que en lasfamilias en pobreza extrema de las localidades control no se observan cambios,entre las familias beneficiarias se dio un incremento de 45.7 por ciento en elnúmero de familias donde la presión de algún miembro fue revisada por unmédico. Estos cambios corresponden a un impacto neto de Progresa en larealización de esta prueba igual a un incremento de 48.3 porciento.

Al desagregar este resultado por características de los hogares, se observa que,a diferencia de la asistencia al centro de salud y, cómo se verá más adelante, dela vigilancia nutricional, la aplicación de esta prueba no está relacionada con elnivel de escolaridad de la madre. Cabe señalar que para la realización de estaprueba preventiva se vuelve a presentar el mayor impacto entre los hogares conmadres sin escolaridad (60. 5 por ciento).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Como se ha observado en los resultados previos, la distancia a los servicios desalud es un factor clave para el uso de los mismos. En este caso, la mayorproporción de familias donde al menos a un miembro le ha sido revisada lapresión se encuentra a menos de 1 kilometro de las unidades de salud. Sinembargo, la proporción de familias beneficiarias que se realiza dicha pruebaincrementa su asistencia, entre un periodo y otro, independientemente de ladistancia a la que se encuentre del centro de salud. Por otro lado, entre loshogares pobres de las localidades control, el único grupo cuya proporción seincrementa es el de aquéllos que habitan a una menor distancia.

4. Vigilancia del estado nutricional de los niños

El Programa ha contribuido a que exista una mayor vigilancia del crecimientode talla y peso de los niños de las familias beneficiarias, como parte de lasactividades básicas para una evaluación sistemática del estado nutricional.Entre marzo y noviembre se observó un incremento atribuible al Programa de12.2 por ciento en la proporción de niños que fueron valorados en sucrecimiento. Este aumento resulta de la comparación del cambio en laproporción de niños de 0 a 5 años de edad que asistieron a ser valorados entrela población beneficiaria y control. Por un lado, entre los hogares beneficiarios,el porcentaje de niños que fueron pesados y medidos incrementó casi 10 porciento (de 80.9 por ciento en marzo a 88.9 por ciento en noviembre). Encontraste, entre los hogares pobres de las localidades control, este porcentajeprácticamente no varió, permaneciendo en aproximadamente 80 por ciento.Mediante la prueba no paramétrica de McNemar se verificó que las diferenciasde estos cambios fueran significativas. Los resultados de dicha pruebamostraron que la diferencia de proporciones entre marzo y noviembre fueestadísticamente significativa (p<(0.05)) para el grupo de niños beneficiarios.Para el resto de los hogares analizados, no se identificaron cambiossignificativos.

Al analizar los resultados según las características de la madre, se observa queel grupo de niños con el porcentaje más alto de control nutricional es aquél conmadres de mayor escolaridad (primaria completa y secundaria o más). Noobstante, como se mencionó previamente, los cambios entre ambos periodosfueron significativos en los hogares beneficiarios en todos los niveles deeducación de las madres.

Un dato que es importante destacar es que el resultado positivo en esta acciónde salud preventiva se observa tanto en hogares cuya madre no habla algunalengua indígena como entre la población indígena.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

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La mayor proporción de niños valorados se observó entre aquéllos que vivían amenor distancia de los servicios de salud (a menos de un kilómetro dedistancia). La proporción de niños beneficiarios evaluados aumentó en todas lascategorías de distancia a los servicios, pero el mayor impacto del Programa sepresentó en las localidades ubicadas a una distancia mayor a 5 km. (22.1 porciento) ya que a esta distancia se presentó una disminución de 11 por cientoentre la población control.

5. Factores asociados al uso de servicios de salud

Con el fin de analizar el impacto del Programa en el uso de servicios de saludtomando en cuenta de manera simultánea el efecto de diversos factoressociales, demográficos y geográficos, se emplearon modelos de regresiónlogística7. El análisis se centra en dos indicadores del uso de estos servicios:asistencia a la unidad de salud y vigilancia nutricional de los menores de 5 años.

En este tipo de modelos, la variable dependiente es una variable de dicotómica.En un primer modelo, se utilizó como variable respuesta la asistencia al centrode salud. En el cuestionario, esta pregunta tiene cuatro posibles respuestas(sí, a veces, alguna vez acudieron, no), por lo que fue necesario reagrupar estavariable de tal forma que sólo se tuvieran dos opciones exhaustivas ymutuamente excluyentes (sí y no). El criterio utilizado fue tomar comorespuesta afirmativa solamente aquéllos casos que contestaron afirmativamente(solamente las respuestas sí); el resto de las opciones se clasificó comorespuesta negativa. Se decidió utilizar este criterio con el objetivo de nosobrestimar la asistencia a las unidades de salud al incluir las opciones que notienen completa certeza en la respuesta. En un segundo modelo, la variabledependiente se construyó utilizando las respuestas a la pregunta sobre laasistencia de los niños a la consulta de control de peso y talla. En este caso nofue necesario hacer ningún tipo de ajuste a los datos ya que las únicasrespuestas posibles son sí o no.

Las variables explicativas incorporadas en ambos modelos corresponden acaracterísticas de la familia (condición de pobreza, educación y lengua indígenade la madre, así como el número de niños de 0 a 4 y de 5 a 14 años) y de lalocalidad (distancia al centro de salud, índice de marginación, tipo de localidad(en el Programa o control)). Se excluyó la variable tamaño del hogar, analizadaen el análisis descriptivo, ya que está correlacionada con las variables númerode niños. En el caso del modelo de vigilancia nutricional, se incluyó como 7 Para una descripción de este tipo de modelos consultar: Hosmer, D.W., y Lemeshow, S.(1989). Applied LogisticRegression. Wiley, New York.

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variable control la edad del niño ya que ésta tiende a variar de acuerdo a laedad.

La agrupación de las variables categóricas corresponde a la descrita en lasección previa de este documento y las etiquetas asignadas a cada una de estascategorías fueron las siguientes:

Condición de pobreza y tipo de localidad Pobre en localidad Control 0Beneficiario 1No beneficiario en localidad Progresa 2Resto de los hogares en localidad Control 3

Índice de marginación Muy alta 0Alta 1

Distancia a la clínica De 0 km. a .99 km. 1De 1 km. a 4.99 km. 25 km. o más 0

Lengua indígena Habla 0No habla 1

Educación de la madre Sin escolaridad 0Primaria incompleta 1Primaria completa 2Secundaria o más 3

Niños de 0 a 4 años Sin niños 0Un niño 1Dos o más niños 2

Niños de 5 a 14 años Sin niños 0Un niño 1Dos o más niños 2

Edad del niño 0 - 11 meses 012 - 23 meses 124 – 35 meses 236 – 47 meses 348 – 59 meses 4

En los modelos, los coeficientes de regresión se estimaron con respecto a unacategoría de referencia, determinada como aquella que agrupa a la categoríacon mayores desventajas de poder acudir a un centro de salud. Los grupos dereferencia que se fijaron fueron: familias en pobreza extrema en localidadescontrol, madres sin escolaridad, madres que hablan una lengua indígena,familias sin niños de 0 a 4 años y sin niños de 5 a 14 años, localidades a 5 o máskilómetros a una unidad de salud y el índice de marginación más elevado. Fuenecesario hacer una especificación adicional al modelo para tomar en cuenta elhecho de que algunas de las variables explicativas describen características dela localidad y, por tanto, son compartidas por las familias que pertenecen a lamisma localidad. Estas variables presentan una variabilidad entre localidades,pero no al interior de las localidades.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

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Para evaluar el comportamiento de las familias, antes y después de la entradaen operación de Progresa, se estimó cada modelo dos veces; la primerautilizando la información recabada en ENCELM y la segunda con datosprovenientes de ENCELO. En los cuadros 5 y 6 se presentan las razones demomios estimadas y los niveles de significancia correspondientes. El momio esel cociente que existe entre la probabilidad de ocurrencia del evento de interéspara una de las categorías de cierta variable, respecto a la probabilidad de queno ocurra dicho evento. Las razones de momios son el cociente de dos momiosde la misma naturaleza8, para distintas categorías de una variable explicativa.

6. Asistencia al centro de salud

Los resultados sobre la asistencia de los miembros del hogar a las unidades desalud muestran que, antes de la puesta en marcha de Progresa, el tipo delocalidad (en el Programa o control) y la condición de pobreza de la familia, noestaba asociado a la factibilidad de acudir a dicho servicio (Cuadro 5). Esto seobserva en que las razones de momios no difieren significativamente de launidad, es decir, que no se aprecia una probabilidad diferenciada de pertenecera uno u otro grupo con respecto a la condición de asistencia de la familia alcentro de salud.

Las características de la madre del hogar incluidas en el análisis se encuentranestrechamente vinculadas a la visita médica. La probabilidad de asistir crececonforme aumenta el nivel de escolaridad de la madre. La factibilidad de acudiral centro de salud es 49 por ciento mayor entre los hogares con las madres másescolarizadas (secundaria o más), en comparación con los hogares de madresque carecen de escolaridad. Por otro lado, es 48 por ciento más factible que losintegrantes de los hogares donde la madre no habla alguna lengua indígenaacudan al centro de salud que los de las familias con madres que hablan lenguaindígena.

La característica de la localidad que mostró relacionadas con la asistencia alcentro médico fue la distancia a la unidad de salud. Esta última tiene unaasociación negativa con la variable dependiente, la cual es estadísticamentesignificativa. Además se observa una diferencia a favor de los hogares que selocalizan a menor distancia (menos de 1 km.), una factibilidad 66 por cientomás con respecto a las familias que habitan a una mayor distancia del centro desalud.

8 Agresti Alan (1996). An Introduction to Categorial Data Analysis. Wiley, New York.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

250

La diferencia que destaca entre las razones de momios obtenidas con lainformación de noviembre y las obtenidas con los datos del periodo previo, sonlas de la variable de condición de pobreza y tipo de localidad. A diferencia de loobservado en el mes de marzo, se aprecia una mayor asistencia entre el grupode hogares beneficiarios que entre el grupo de hogares pobres de localidadescontrol. La factibilidad de las familias beneficiarias de acudir a la unidad desalud es mucho mayor en el último periodo analizado. Entre los hogaresbeneficiarios, dicha asistencia es 2.4 veces la factibilidad del grupo dereferencia. Cabe mencionar que los hogares no pobres extremos de localidadesdonde opera Progresa presentan de igual forma una mayor factibilidad de asistirque el grupo de referencia e incluso que el grupo de no pobres extremos delocalidades control. La razón de este incremento en la asistencia de las familiasde localidades Progresa podría ser un efecto indirecto del Programa. Así,considerando todos los demás factores señalados, los resultados muestran queel Programa ha tenido un efecto positivo entre las familias beneficiarias en laasistencia a los servicios de salud.

Otra diferencia observada con respecto al modelo previo fue que, en esteperiodo, las razones de momios de todas las categorías de las variablesasociadas al número de niños son significativamente distintas de uno, lo queindica un efecto de la presencia de niños en el hogar asociado a la probabilidadde asistir al centro de salud. Con respecto al resto de las variables incluidas enel modelo, las magnitudes de las razones de momios presentaron ligeroscambios. Por ejemplo, en el caso de distancia, la factibilidad de las familiashabitando en una localidad a menos de un kilómetro de distancia de losservicios de salud fue incluso mayor que la obtenida en el mes de marzo (1.9 enENCELO frente a 1.7 en ENCELM). Por otro lado, la diferencia en lafactibilidad de asistir a una visita médica de las familias habitando a unadistancia de uno a cinco kilómetros del centro de salud con respecto al grupode referencia no fue significativa, es decir, que en este periodo no hay unadiferencia asociada a la factibilidad de asistir al centro de salud entres estos dosgrupos. De acuerdo a los resultados del análisis descriptivo, el mayor impactoen la asistencia a la unidad de salud entre las familias beneficiarias se dió entrelos hogares residiendo a una mayor distancia de la unidad de salud. Sinembargo, los resultados mostraban que el mayor porcentaje de hogaresacudiendo a consulta médica eran aquéllos habitando a una menor distancia delcentro de salud (menos de un kilómetro). Asimismo, a excepción de las familiasbeneficiarias, la asistencia aumentó en mayor medida entre los hogareshabitando a una distancia menor. Por ello, en el modelo multivariado la razónde momios para el grupo habitando a una distancia de un kilómetro o menoscreció en este periodo.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

251

De igual forma, los coeficientes de los distintos grupos de la variable educaciónde la madre conservaron la asociación positiva con la visita al centro de salud, eincluso todos ellos fueron significativos. Sin embargo, los valores de loscoeficientes aumentaron con respecto a los del modelo anterior, lo cual indicaque entre las familias con madres con algún grado de escolaridad la diferenciaen la probabilidad de asistir con respecto a las familias con mujeres sineducación fue incluso mayor que en el periodo previo. En contraste, para lavariable lengua hablada por la madre la razón de momios continuo siendomayor a uno, sin embargo, en este caso no fue significativa. Esto sugiere que ladiferencia desfavorable para los hogares con mujeres que hablan lenguaindígena fue menor a la observada en el periodo previo al inicio del Programa.

7. Vigilancia del estado nutricional de los niños

Los resultados del modelo utilizado para evaluar el impacto del Programa conrelación a la vigilancia nutricional muestran que, en el mes de marzo, lacondición de pobreza de la familia se asociaba a una asistencia diferenciada alos servicios de salud para una valoración de peso y talla de los niños (verCuadro 6). Los resultados no muestran una diferencia en la asistencia al centrode salud a ser pesado y medido entre los niños de las localidades control y losniños beneficiarios. La razón de momios asociada a la categoría de beneficiariosno es significativamente distinta de uno, por lo que la diferencia entre estosgrupos no es muy marcada.

Las razones de momios derivadas del modelo de regresión indican que los niñoscon mayor factibilidad de asistir a que el personal de salud realice unavaloración de su estado nutricional fueron aquéllos cuyas madres tenían mayorescolaridad y que vivían en localidades más cercanas a los servicios.

El grado de escolaridad alcanzado fue la característica de la madre con mayornivel de significancia en el modelo. Al igual que en el modelo previo, lasrazones de momios incrementan conforme aumenta el grado escolar. De ahíque la factibilidad de medir y pesar a un niño con una madre con escolaridadequivalente a secundaria o más sea más del doble (2.5 veces) la de los niños conmadre sin educación. La variable lengua que habla la madre no mostró estarasociada a la variable respuesta

Con relación a la distancia a la clínica, los resultados obtenidos son iguales alos observados en asistencia a la clínica. La probabilidad de evaluar el estadonutricional de los niños decrece conforme aumenta la distancia. Es 1.4 vecesmás factible valorar el peso y talla de los niños viviendo a menos de unkilómetro del centro de salud que viviendo a 5 kilómetros o más.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

252

Al igual que con la variable asistencia al centro de salud, la principal diferenciaentre los resultados del modelo con información de la ENCELM y los de laENCELO radica en el cambio de las razones de momios de la variable condiciónde pobreza y localidad de residencia (en el Programa o control). Así, se observaque en noviembre, entre los niños beneficiarios de Progresa, la factibilidad deser medido y pesado fue 2.1 veces la factibilidad de los niños de localidadesdonde no está presente el Programa.

En cuanto al resto de las variables independientes, se observan resultados muysimilares a los observados en el modelo con datos de la ENCELM, aunque, eneste caso también se presentaron cambios en la magnitud de las razones demomios. La distancia al centro de salud continua siendo una variablesignificativa, sin embargo, el valor de los momios aumentó. En noviembre, ladiferencia en la factibilidad de asistir a ser valorados en peso y talla entre losniños que habitaban a una menor distancia (menos de 1 km. y entre 1 y 5 km.)de la unidad de salud fue mayor que lo observado en marzo. Estos resultadosson similares a los obtenidos con asistencia a la unidad de salud. El mayorimpacto en control nutricional entre los niños beneficiarios se dio entreaquéllos habitando a una mayor distancia de los servicios de salud. Sinembargo, entre los niños de localidades control, los mayores decrementos en laproporción de niños llevados a pesar y medir se dió precisamente entre los quehabitaban a mayor distancia por lo que la diferencia en la factibilidadincrementó en el último periodo.

Las características de la madre son igualmente significativas en la probabilidadde asistir a los servicios para vigilar el peso y talla de los niños. Sin embargo,los coeficientes decrecieron con respecto a lo observado en el mes de marzo, locual sugiere que otras variables incluidas están explicando en mayor grado elcomportamiento de la variable respuesta (como podría ser la condición debeneficiarios del Programa).

Nuevamente, los resultados del modelo de regresión logística confirman elimpacto observado en el análisis descriptivo. Dichos resultados muestran que,mientras que en marzo la probabilidad de pesar y medir a los niños favorecía ala de niños de localidades control; en noviembre los niños de hogaresbeneficiarios del Programa, presentaron la factibilidad más alta de controlnutricional.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

253

8. Conclusiones

El objetivo del presente documento fue evaluar el impacto del Programa en eluso de servicios de salud. Para ello se analizó la información proveniente de unpanel de población durante dos momentos en el tiempo; el primerocorresponde a la situación previa al inicio del Programa y el segundo refleja losefectos de la puesta en marcha del mismo. Los servicios incluidos en el análisisfueron la asistencia a la unidad de salud, la vigilancia nutricional en losmenores de 5 años y la realización de pruebas de tipo preventivo como diabetese hipertensión arterial. Con el objeto de identificar el impacto del Programa, secomparó el comportamiento de las familias beneficiarias de Progresa con el delas familias en igual condición de pobreza pertenecientes a las localidadescontrol.

Los resultados obtenidos en el análisis descriptivo muestran que antes de lapuesta en marcha de Progresa no se observaban diferencias en el uso de losservicios de salud entre las familias beneficiarias y las familias en pobrezaextrema de las localidades control. Sin embargo, seis meses después del iniciode Progresa, se observan diferencias entre el comportamiento de las familiasbeneficiarias y el de las familias pobres de localidades control. Mientras que eluso de servicios entre las familias recibiendo apoyos presenta un incrementosignificativo entre los periodos analizados, entre las familias sin beneficios delPrograma el uso de los diferentes servicios no presenta fuertes variaciones. Deesta forma, una vez considerado el cambio porcentual de la población enpobreza extrema que no recibe apoyos, se observó un incremento relativo en laasistencia al centro de salud entre las familias beneficiarias de 26 por ciento.Asimismo, en cuánto a las pruebas de tipo preventivo, entre los hogaresbeneficiarios se observó un incremento en la proporción de hogares dondealgún miembro acudió al centro de salud a realizarse la prueba de diabetes y dehipertensión arterial equivalente a 61 y 48 por ciento respectivamente. Porúltimo, el número de niños de familias beneficiarias que acudió al centro desalud a ser valorado en el crecimiento de peso y talla aumentó en un 12.2 porciento con respecto a lo observado en el periodo previo al inicio de Progresa.

El análisis de regresión, en el cual se controló el efecto simultáneo de factoressociales, demográficos y geográficos, corroboró los resultados sobre el impactodel Programa obtenidos en el análisis descriptivo.

En el primer periodo analizado, la asistencia a la unidad de salud no presentódiferencias entre las familias beneficiarias del Programa y las familias enpobreza extrema que no reciben apoyos. Sin embargo, en el segundo periodoobservado la factibilidad de que los miembros de las familias beneficiarias

Programa de Educación, Salud y Alimentación

254

acudan a la unidad de salud fue 2.4 veces mayor a la factibilidad de las familiasen igual condición de pobreza que no reciben los beneficios de Progresa.

En cuánto a la vigilancia nutricional de los menores de cinco años, se observó,de igual forma, un cambio favorable para los niños de familias beneficiarias.Mientras que, en el periodo previo a la puesta en marcha del Programa, nohabía diferencia en la asistencia de los niños al centro de salud para ser pesadosy medidos entre las familias pobres beneficiarias y no beneficiarias; en elsegundo periodo, los niños beneficiarios de Progresa asistieron 2.1 veces más ala unidad de salud a ser valorados en su peso y talla que los niños pobres que noreciben aún los apoyos del Programa.

Los resultados del presente documento muestran que Progresa a través de susacciones ha tenido en el corto plazo un impacto significativo en el uso de losservicios de salud. En el mediano plazo, se espera que, a través del mayor usode estos servicios, el Programa contribuya a disminuir la incidencia y severidadde las enfermedades transmisibles características de las localidades dondehabita la población beneficiaria.

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

255

Anexo 1.

PREGUNTAS UTILIZADAS PARA EL ANÁLISIS

Asistencia al Centro de Salud

EncelM ¿Usted y su familia acuden o han acudido en el último año a algún centro, clínica de salud o

consultorio médico?

EncelO ¿Usted y su familia acuden o han acudido en los últimos seis meses a algún centro, clínica de

salud o consultorio médico?

Prueba de Diabetes

EncelM En el último año, ¿se le ha aplicado a algún miembro de su hogar para ver si tiene azúcar en

la sangre?

EncelO En los últimos 6 meses, ¿se le ha aplicado a algún miembro de su hogar la prueba para ver si

tiene azúcar en la sangre?

Prueba de Hipertensión Arterial

EncelM En el último año, ¿se le ha aplicado a algún miembro de su hogar para ver si tiene la presión

alta?

EncelO En los últimos 6 meses, ¿se le ha tomado a algún miembro de su hogar la prueba para ver si

tiene la presión alta?

Vigilancia del estado nutricional de los niños

EncelM ¿En el último año han llevado a pesar y a medir a (NOMBRE) a la Clínica o centro de salud?

EncelO. ¿En los últimos 6 meses han llevado a pesar y a medir a (NOMBRE) a la Clínica o Centro de

Salud?

Programa de Educación, Salud y Alimentación

256

Anexo 2.

Cuadro 1.1Porcentaje de hogares pobres donde algún miembro acudió

al centro de salud

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Asistencia al Centro de SaludTotal 57.2 78.5 53.2 59.4 37.2 11.7 25.6Lengua MaternaIndígena 52.6 78.2 49.7 60.8 48.7 22.3 26.3No Indígena 61.5 80.1 56.7 60.4 30.2 6.5 23.7Educación de la MadreSin escolaridad 51.6 73.7 49.0 55.6 42.8 13.5 29.4Primaria incompleta 59.8 81.0 54.8 61.5 35.5 12.2 23.2Primaria completa 62.0 82.8 56.5 65.9 33.5 16.6 16.9Secundaria o más 63.1 86.3 63.5 66.7 36.8 5.0 31.7Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 54.0 76.2 50.6 54.0 41.1 6.7 34.45 a 7 integrantes 58.0 79.9 53.5 61.8 37.8 15.5 22.28 o más integrantes 59.4 78.4 55.3 60.7 32.0 9.8 22.2Niños de 0 a 4 añosSin niños 55.0 75.6 50.4 55.3 37.5 9.7 27.7Un niño 59.2 82.0 55.5 62.5 38.5 12.6 25.9Dos o más niños 58.7 78.4 55.2 61.2 33.6 10.9 22.7Niños de 5 a 14 añosSin niños 52.4 73.6 49.7 50.7 40.5 2.0 38.4Un niño 57.1 78.8 52.7 57.7 38.0 9.5 28.5Dos o más niños 59.5 79.8 54.8 62.2 34.1 13.5 20.6Indice de Marginación de lalocalidadAlta 60.8 80.2 59.2 59.9 31.9 1.2 30.7Muy Alta 55.9 77.8 50.9 59.2 39.2 16.3 22.9Distancia a la unidad de saludmás próximaMenos de 1 km. 64.3 87.5 59.5 71.6 36.1 20.3 15.71 km. a 4.99 km. 57.6 77.6 54.4 60.0 34.7 10.3 24.45 km. o más 49.7 74.9 47.9 53.7 50.7 12.1 38.6

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

257

Cuadro 1.2Porcentaje del resto de los hogares donde algún miembro acudió al centro de salud

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Asistencia al Centro de SaludTotal 55.9 62.2 57.0 60.6 11.3 6.3 5.0Lengua MaternaIndígena 50.3 61.7 46.9 63.5 22.7 35.4 -12.7No Indígena 59.8 66.0 62.2 63.2 10.4 1.6 8.8Educación de la MadreSin escolaridad 53.2 62.0 56.4 57.9 16.5 2.7 13.9Primaria incompleta 57.2 64.8 57.9 63.2 13.3 9.2 4.1Primaria completa 60.5 66.0 63.0 66.0 9.1 4.8 4.3Secundaria o más 64.3 70.2 64.0 72.6 9.2 13.4 -4.3Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 54.0 58.8 55.5 57.9 8.9 4.3 4.65 a 7 integrantes 59.0 65.6 58.5 63.1 11.2 7.9 3.38 o más integrantes 56.1 68.6 59.4 64.7 22.3 8.9 13.4Niños de 0 a 4 añosSin niños 54.6 59.0 55.4 57.9 8.1 4.5 3.5Un niño 60.5 69.3 61.6 65.2 14.5 5.8 8.7Dos o más niños 58.7 67.7 64.5 66.7 15.3 3.4 11.9Niños de 5 a 14 añosSin niños 54.3 57.4 54.0 57.6 5.7 6.7 -1.0Un niño 56.3 64.7 59.3 63.3 14.9 6.7 8.2Dos o más niños 59.2 68.3 61.9 63.4 15.4 2.4 12.9Indice de Marginación de lalocalidadAlta 57.4 62.9 63.4 61.5 9.6 -3.0 12.6Muy Alta 54.5 61.6 51.3 59.7 13.0 16.4 -3.3Distancia a la unidad de saludmás próximaMenos de 1 km. 60.2 67.8 54.2 68.5 12.6 26.4 -13.81 km. a 4.99 km. 55.8 61.0 57.7 61.2 9.3 6.1 3.35 km. o más 52.4 63.0 56.7 56.4 20.2 -0.5 20.8

Programa de Educación, Salud y Alimentación

258

Cuadro 2.1Porcentaje de hogares pobres donde algún miembro se realizó la prueba para detectar

diabetes

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Prueba de azúcar

Total 24.2 42.6 22.9 26.3 76.0 14.8 61.2Lengua MaternaIndígena 22.4 40.9 21.2 25.2 82.6 18.9 63.7No Indígena 25.6 45.0 24.1 27.8 75.8 15.4 60.4Educación de la MadreSin escolaridad 20.1 40.6 20.8 24.6 102.0 18.3 83.7Primaria incompleta 26.1 44.1 24.5 27.7 69.0 13.1 55.9Primaria completa 26.1 45.5 21.9 25.5 74.3 16.4 57.9Secundaria o más 26.5 44.3 26.0 35.2 67.2 35.4 31.8Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 22.4 36.6 21.4 22.1 63.4 3.3 60.15 a 7 integrantes 25.7 44.6 24.2 28.9 73.5 19.4 54.18 o más integrantes 23.6 45.8 22.1 26.4 94.1 19.5 74.6Niños de 0 a 4 añosSin niños 27.3 42.2 25.7 27.2 54.6 5.8 48.7Un niño 23.0 44.6 21.8 28.8 93.9 32.1 61.8Dos o más niños 19.5 41.3 18.5 23.2 111.8 25.4 86.4Niños de 5 a 14 añosSin niños 20.9 35.0 19.2 20.3 67.5 5.7 61.7Un niño 26.2 42.9 23.1 25.1 63.7 8.7 55.1Dos o más niños 24.9 44.8 24.4 28.3 79.9 16.0 63.9Indice de Marginación de lalocalidadAlta 25.4 45.2 26.9 28.4 78.0 5.6 72.4Muy Alta 23.8 41.7 21.4 25.6 75.2 19.6 55.6Distancia a la unidad de saludmás próximaMenos de 1 km. 32.6 50.3 27.2 36.6 54.3 34.6 19.71 km. a 4.99 km. 23.6 41.1 22.5 25.3 74.2 12.4 61.75 km. o más 19.8 42.9 22.5 25.6 116.7 13.8 102.9

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

259

Cuadro 2.2Porcentaje del resto de los hogares donde algún miembro se realizó la prueba para

detectar diabetes

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Prueba de azúcarTotal 31.4 34.2 32.0 32.6 8.9 1.9 7.0Lengua MaternaIndígena 26.7 31.8 26.1 32.8 19.1 25.7 -6.6No Indígena 32.8 35.7 33.0 33.1 8.8 0.3 8.5Educación de la MadreSin escolaridad 32.0 34.8 32.6 30.8 8.7 -5.5 14.3Primaria incompleta 32.4 37.0 31.6 34.4 14.2 8.9 5.3Primaria completa 27.9 30.9 28.8 32.3 10.8 12.2 -1.4Secundaria o más 30.0 32.5 32.5 34.7 8.3 6.8 1.6Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 30.8 32.4 32.5 31.7 5.2 -2.5 7.75 a 7 integrantes 32.5 37.0 32.0 34.3 13.8 7.2 6.78 o más integrantes 31.3 35.4 29.8 31.9 13.1 7.0 6.1Niños de 0 a 4 añosSin niños 33.0 34.8 33.9 34.5 5.5 1.8 3.7Un niño 25.7 34.0 26.6 27.9 32.3 4.9 27.4Dos o más niños 27.6 31.8 24.1 30.2 15.2 25.3 -10.1Niños de 5 a 14 añosSin niños 31.4 33.0 32.9 31.4 5.1 -4.6 9.7Un niño 31.9 36.7 31.8 34.1 15.0 7.2 7.8Dos o más niños 31.1 34.5 30.0 33.5 10.9 11.7 -0.7Indice de Marginación de lalocalidadAlta 33.4 34.0 34.6 33.5 1.8 -3.2 5.0Muy Alta 29.7 34.4 29.7 31.7 15.8 6.7 9.1Distancia a la unidad desalud más próximaMenos de 1 km. 39.4 45.3 35.1 38.2 15.0 8.8 6.11 km. a 4.99 km. 29.7 32.0 28.8 31.0 7.7 7.6 0.15 km. o más 32.9 35.3 37.5 33.9 7.3 -9.6 16.9

Programa de Educación, Salud y Alimentación

260

Cuadro 3.1Porcentaje de hogares pobres donde algún miembro se realizó la prueba para la

presión alta

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Prueba de presión altaTotal 37.6 54.8 35.7 34.8 45.7 -2.5 48.3Lengua MaternaIndígena 32.3 50.1 30.3 32.0 55.1 5.6 49.5No Indígena 41.6 59.8 39.4 37.6 43.8 -4.6 48.3Educación de la MadreSin escolaridad 31.9 51.7 31.6 32.1 62.1 1.6 60.5Primaria incompleta 41.2 57.6 38.7 36.9 39.8 -4.7 44.5Primaria completa 38.6 57.9 34.0 36.4 50.0 7.1 42.9Secundaria o más 38.7 55.1 40.2 38.8 42.4 -3.5 45.9Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 35.0 48.1 32.3 29.8 37.4 -7.7 45.25 a 7 integrantes 39.0 56.4 38.7 37.0 44.6 -4.4 49.08 o más integrantes 37.9 59.3 33.8 36.1 56.5 6.8 49.7Niños de 0 a 4 añosSin niños 40.6 53.4 38.8 35.6 31.5 -8.2 39.8Un niño 36.2 57.8 35.3 38.3 59.7 8.5 51.2Dos o más niños 33.3 53.6 29.3 30.9 61.0 5.5 55.5Niños de 5 a 14 añosSin niños 33.4 47.9 31.6 28.7 43.4 -9.2 52.6Un niño 37.8 55.3 33.9 30.1 46.3 -11.2 57.5Dos o más niños 39.5 56.7 38.2 37.7 43.5 -1.3 44.9Indice de Marginación de lalocalidadAlta 41.2 59.6 40.3 35.9 44.7 -10.9 55.6Muy Alta 36.3 53.0 34.0 34.3 46.0 0.9 45.1Distancia a la unidad desalud más próximaMenos de 1 km. 43.4 61.6 39.3 43.8 41.9 11.5 30.51 km. a 4.99 km. 38.1 53.3 35.9 34.7 39.9 -3.3 43.25 km. o más 30.9 55.5 33.8 32.0 79.6 -5.3 84.9

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

261

Cuadro 3.2Porcentaje del resto de los hogares donde algún miembro se realizó la prueba para la

presión alta

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Prueba de presión altaTotal 47.0 45.5 47.7 43.5 -3.2 -8.8 5.6Lengua MaternaIndígena 38.1 38.7 40.2 39.9 1.6 -0.7 2.3No Indígena 50.2 48.8 50.1 45.6 -2.8 -9.0 6.2Educación de la MadreSin escolaridad 45.4 44.7 47.1 41.8 -1.5 -11.3 9.7Primaria incompleta 48.8 48.2 48.8 45.0 -1.2 -7.8 6.6Primaria completa 43.2 43.8 45.9 47.3 1.4 3.1 -1.7Secundaria o más 50.6 46.3 49.5 45.7 -8.5 -7.7 -0.8Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 46.5 43.6 48.3 43.5 -6.2 -9.9 3.75 a 7 integrantes 48.6 47.9 48.5 44.1 -1.4 -9.1 7.68 o más integrantes 44.8 48.0 44.1 42.2 7.1 -4.3 11.5Niños de 0 a 4 añosSin niños 48.6 45.9 48.9 44.7 -5.6 -8.6 3.0Un niño 41.1 45.9 44.9 42.5 11.7 -5.3 17.0Dos o más niños 42.4 42.6 41.8 39.3 0.5 -6.0 6.5Niños de 5 a 14 añosSin niños 46.2 44.3 48.2 43.0 -4.1 -10.8 6.7Un niño 48.9 47.2 46.4 47.4 -3.5 2.2 -5.6Dos o más niños 46.9 46.3 48.0 41.6 -1.3 -13.3 12.1Indice de Marginación de lalocalidadAlta 49.2 46.2 50.7 43.7 -6.1 -13.8 7.7Muy Alta 44.9 44.9 45.1 43.4 0.0 -3.8 3.8Distancia a la unidad desalud más próximaMenos de 1 km. 53.7 50.9 47.5 47.3 -5.2 -0.4 -4.81 km. a 4.99 km. 46.0 44.5 46.1 42.0 -3.3 -8.9 5.65 km. o más 45.9 45.9 51.2 45.3 0.0 -11.5 11.5

Programa de Educación, Salud y Alimentación

262

Cuadro 4.1Porcentaje de niños pobres que son vigilados en su crecimiento

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Peso y Talla de los NiñosTotal 80.9 88.9 81.8 79.9 9.9 -2.3 12.2Lengua MaternaIndígena 81.5 87.8 86.3 83.9 7.7 -2.8 10.5No Indígena 80.4 89.9 78.9 77.5 11.8 -1.8 13.6Educación de la MadreSin escolaridad 74.4 84.3 77.7 76.4 13.3 -1.7 15.0Primaria incompleta 82.4 89.7 79.9 79.6 8.9 -0.4 9.2Primaria completa 82.9 92.2 87.4 82.8 11.2 -5.3 16.5Secundaria o más 88.3 90.9 86.1 81.4 2.9 -5.5 8.4Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 82.8 92.5 83.4 80.6 11.7 -3.4 15.15 a 7 integrantes 82.0 89.9 81.3 80.0 9.6 -1.6 11.28 o más integrantes 78.4 85.7 81.8 79.3 9.3 -3.1 12.4Niños de 0 a 4 añosSin niños 79.7 82.3 81.4 81.7 3.3 0.4 2.9Un niño 83.2 90.1 83.2 78.8 8.3 -5.3 13.6Dos o más niños 78.7 88.3 80.5 80.6 12.2 0.1 12.1Niños de 5 a 14 añosSin niños 89.3 91.9 80.2 79.9 2.9 -0.4 3.3Un niño 80.4 88.8 84.4 79.0 10.4 -6.4 16.8Dos o más niños 80.0 87.6 81.1 80.4 9.5 -0.9 10.4Indice de Marginación de lalocalidadAlta 79.7 89.5 81.3 79.0 12.3 -2.8 15.1Muy Alta 81.3 88.7 82.0 80.2 9.1 -2.2 11.3Distancia a la unidad desalud más próximaMenos de 1 km. 90.7 93.0 89.2 88.0 2.5 -1.3 3.91 km. a 4.99 km. 80.4 89.7 81.4 82.1 11.6 0.9 10.75 km. o más 74.2 81.7 80.5 71.6 10.1 -11.1 21.2

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

263

Cuadro 4.2Porcentaje de niños no pobres extremos que son vigilados en su crecimiento

En Progresa ControlENCELM ENCELO ENCELM ENCELO B1 C1 D1

Peso y Talla de los NiñosTotal 80.3 77.4 86.4 84.2 -3.6 -2.5 -1.1Lengua MaternaIndígena 75.6 77.7 86.0 88.5 2.8 2.9 -0.1No Indígena 81.3 77.0 86.8 83.5 -5.3 -3.8 -1.5Educación de la MadreSin escolaridad 71.4 77.9 79.4 75.3 9.1 -5.2 14.3Primaria incompleta 79.8 76.1 83.9 85.8 -4.6 2.3 -6.9Primaria completa 79.7 75.4 88.5 84.4 -5.4 -4.6 -0.8Secundaria o más 84.5 80.6 91.1 86.2 -4.6 -5.4 0.8Tamaño del Hogar1 a 4 integrantes 85.2 78.4 88.8 87.3 -8.0 -1.7 -6.35 a 7 integrantes 77.7 77.2 84.2 82.4 -0.6 -2.1 1.58 o más integrantes 78.5 76.8 86.9 83.7 -2.2 -3.7 1.5Niños de 0 a 4 añosSin niños 84.0 68.6 86.4 69.1 -18.3 -20.0 1.7Un niño 81.3 79.5 88.2 87.0 -2.2 -1.4 -0.9Dos o más niños 77.6 75.3 83.3 82.1 -3.0 -1.4 -1.5Niños de 5 a 14 añosSin niños 81.7 79.3 89.2 85.9 -2.9 -3.7 0.8Un niño 78.4 75.2 84.6 80.6 -4.1 -4.7 0.6Dos o más niños 80.0 76.8 84.7 84.9 -4.0 0.2 -4.2Indice de Marginación de lalocalidadAlta 76.2 72.1 89.3 85.0 -5.4 -4.8 -0.6Muy Alta 84.9 83.5 83.7 83.4 -1.6 -0.4 -1.3Distancia a la unidad desalud más próximaMenos de 1 km. 84.6 81.4 93.8 92.7 -3.8 -1.2 -2.61 km. a 4.99 km. 79.5 77.9 84.1 84.0 -2.0 -0.1 -1.95 km. o más 80.7 73.2 89.1 82.3 -9.3 -7.6 -1.7

Programa de Educación, Salud y Alimentación

264

Cuadro 5Razones de momios del modelo logístico para asistencia al centro de salud

ENCEL M ENCELORazón demomios

Z Nivel designificancia

Razón demomios

Z Nivel designificancia

Condición de Pobreza ytipo de LocalidadBeneficiario 1.139 1.4 2.419 8.5 ***Resto de los hogares en localidadProgresa

1.084 0.9 1.231 2.5 *

Resto de los hogares en localidadControl

1.185 2.3 * 1.186 6.5 **

Grado de marginaciónAlta 1.072 0.9 0.928 -.96

Distancia a la clínica.De 0 km. a 0.99 km. 1.659 3.9 *** 1.982 4.1 ***De 1 km. a 4.99 km. 1.281 2.6 ** 1.195 1.7 *

Lengua indígenaNo habla 1.478 5.12 *** 1.147 1.6

Educación de la madrePrimaria incompleta 1.173 3.9 *** 1.252 4.3 ***Primaria completa 1.311 4.8 *** 1.390 5.1 ***Secundaria o más 1.486 5.6 *** 1.645 6.3 ***

Niños de 0 a 4 añosUn niño 1.094 2.3 * 1.209 4.1 ***Dos o más niños 1.079 1.4 1.107 2.1 *

Niños de 5 a 14 añosUn niño 1.025 0.5 1.112 2.1 *Dos o más niños 1.139 3.2 *** 1.225 4.4 ***Nota: Nivel de significancia * = p<.05, ** = p<.01, *** =p<.001Grupos de referencia: Grado de Pobreza y Tipo De Localidad: Pobre en Localidad Control, Indice de Marginación: Muy altaDistancia a la clínica: 5 km. o más, Lengua indígena: sí habla, Educación de la madre: Sin escolaridad.Niños de 0 a 4 años y de 5 a 14 años: sin niños

Atención a la salud en localidades rurales altamente marginadas

265

Cuadro 6Razones de momios del modelo logístico para Vigilancia Nutricional de los menores de 5 años

ENCEL M ENCELORazón demomios

Z Nivel designificancia

Razón demomios

Z Nivel designificancia

Condición de Pobreza yTipo de LocalidadBeneficiario 0.923 -0.5 2.080 4.5 ***Resto de los hogares en localidadProgresa

0.748 -1.6 0.760 -1.7 *

Resto de los hogares en localidadControl

1.300 1.8 * 1.356 2.1 *

Grado de marginaciónAlta 0.8175 -1.2 0.848 -1.2Distancia a la clínica.De 0 km. a 0.99 km. 2.358 2.5 ** 2.870 3.8 ***De 1 km. a 4.99 km. 1.109 0.6 1.815 3.4 **Lengua indígenaNo habla 0.909 -0.5 0.961 -0.3Educación de la madrePrimaria incompleta 1.540 3.9 *** 1.485 3.5 ***Primaria completa 1.863 4.8 *** 1.788 4.4 ***Secundaria o más 2.463 6.2 *** 1.958 4.5 ***Niños de 0 a 4 añosUn niño 1.078 0.4 1.247 1.4Dos o más niños 0.836 -0.9 1.141 0.8Niños de 5 a 14 añosUn niño 0.927 -0.8 0.844 -1.8Dos o más niños 0.906 -1.1 0.921 -0.8Edad del niño .12 - 23 meses 1.217 0.9 1.338 0.724 – 35 meses 1.013 0.6 1.189 0.536 – 47 meses 0.905 -0.5 0.965 -0.148 – 59 meses 0.978 -0.1 0.823 -0.6Nota: Nivel de significancia * = p<.05, ** = p<.01, *** =p<.001Grupos de referencia: Grado de Pobreza y Tipo De Localidad: Pobre en Localidad Control, Indice de Marginación: Muy altaDistancia a la clínica: 5 km. o más, Lengua indígena: sí habla, Educación de la madre: Sin escolaridad.Niños de 0 a 4 años y de 5 a 14 años: sin niños, Edad: 0-11 meses

XIIIResultados de la operación de Progresaen la demanda de servicios de salud

Introducción

os procesos de planeación y operación del Programa de Educación, Saludy Alimentación (Progresa), se sustentan en parte en sistemas deinformación en los que dentro de una sola base de datos se vinculan

registros sobre las localidades y su población con registros de los servicios deeducación y de salud. En este documento hace uso de esta información, paraanalizar el efecto del Programa sobre la demanda de servicios de salud.

En su componente de salud, el Progresa proporciona a las familias beneficiarias,sin costo alguno, las trece acciones del Paquete Básico de Servicios de Salud,contribuye al reforzamiento y control alimentario-nutricional de los menores de5 años, mujeres embarazadas y en período de lactancia, así como a la educacióny promoción de la salud, con énfasis en la nutrición, el impulso del autocuidadode la salud de las familias y el adecuado uso de los servicios. La Secretaría deSalud es responsable de la totalidad de las familias inscritas al Programa en 13estados de la República, en tanto que en los 17 restantes comparte laresponsabilidad con el Programa IMSS-Solidaridad. (Baja California, Campeche,Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Oaxaca,Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, Zacatecas).

De esta forma, dos terceras partes de las familias que Progresa apoya recibenatención en unidades de la Secretaría de Salud.

Durante 1998, el número de familias beneficiarias atendidas por todo el sistemade salud fue superior a 1.2 millones, y para fines de 1999 se estará brindandoservicios en promedio a 2.16 millones de familias.

* Documento preparado por Mónica Orozco y Humberto Soto, con la asesoría de Paul Gertler,quien participa como parte del Proyecto de Asesoría para la Evaluación de Progresa por elInternational Food Policy Research Institute.

L

Programa de Educación, Salud y Alimentación

268

Para cumplir con los compromisos de atención a la salud de las familiasbeneficiarias de Progresa, el sistema de salud cuenta con el apoyo de 8,370unidades médicas y de 1,411 equipos de salud itinerantes, en donde colaborancasi 40 mil prestadores de servicios institucionales, entre los que se encuentran12,787 médicos y más de 14 mil enfermeras1. Adicionalmente, se cuenta con elapoyo de 23,830 auxiliares de salud que se encargan del desarrollo deactividades de promoción y prevención de la salud. Para fines de 1999 se prevécontar con el apoyo de 41,479 prestadores de servicios institucionales y 25,295comunitarios.

La capacitación del personal institucional ha sido impulsada a través deaproximadamente 2,430 cursos impartidos a la fecha, con el objeto deproporcionar en forma adecuada los beneficios del programa. Asimismo, dentrode la estrategia de promoción a la salud, se han distribuido a las titulares de lasfamilias beneficiarias alrededor de 1.3 millones de juegos de tarjetas plegablescon la información sobre los 25 temas básicos de las sesiones de educación parala salud que el personal institucional ofrece mensualmente, apoyado conalrededor de 15 mil rotafolios y 19 mil Manuales de Capacitación del PABSSque les han sido proporcionados.

De acuerdo a la información sobre la operación del sistema de salud, antes delinicio de operaciones de Progresa las familias beneficiarias recibían enpromedio 5.1 consultas por año. Durante 1998, este número se incrementó a7.9 veces por año, proporcionando un total de 4.9 millones de consultas. Alfinalizar 1999 se estima que se habrán otorgado 8.6 consultas por cada familiabeneficiaria.

Las consultas otorgadas por todo el sistema de salud a las familias beneficiariasdurante el bimestre marzo-abril de 1999 superan en 14 por ciento al número deconsultas otorgadas durante ese mismo periodo en el año previo. Esta mismatendencia pero de mayor magnitud se observa en las consultas otorgadas porniño menor de 5 años beneficiario, en donde el incremento en este mismobimestre con respecto al año previo es de 35 por ciento, con 0.64 consultas porniño en 1999, comparado con 0.52 en el año anterior. Con ello, se ha dadocumplimiento al esquema de atención para los menores de 5 años. Así, duranteel primer semestre de 1999 se han otorgado más de 92 por ciento de lasconsultas para este grupo de edad.

El número de consultas otorgadas a beneficiarios de Progresa se haincrementado de forma acelerada tanto por la incorporación de nuevas familias

1 Cifras correspondientes a agosto de 1999.

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

269

beneficiarias como por una mayor frecuencia de visitas a las unidades de salud.La gráfica 1 muestra las consultas totales otorgadas a beneficiarios de Progresatanto en la Secretaría de Salud como en el IMSS-Solidaridad, así como lasrelativas a los menores de 5 años y las mujeres embarazadas.

Gráfica 1Total de consultas otorgadas a familias beneficiarias

Ene-Feb Mar-Abr May-Jun Jul-Ago Sep-Oct Nov-Dic Ene-Feb Mar-Abr May-Jun0.000

500.000

1,000.000

1,500.000

2,000.000

2,500.000

3,000.000

Núm

ero d

e con

sulta

s

Total SSA IMSS

1998 1999

Consultas otorgadas al menor de 5 años

Ene-Feb Mar-Abr May-Jun Jul-Ago Sep-Oct Nov-Dic Ene-Feb Mar-Abr May-Jun0.000

200.000

400.000

600.000

800.000

1,000.000

Núme

ro de

cons

ulta

s

Total SSA IMSS

1998 1999

Programa de Educación, Salud y Alimentación

270

Consultas otorgadas a mujeres embarazadas

Ene-Feb Mar-Abr May-Jun Jul-Ago Sep-Oct Nov-Dic Ene-Feb Mar-Abr May-Jun0.000

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

140.000

160.000

Núme

ro de

cons

ulta

s

Total SSA IMSS

1998 1999

En este documento se realiza el análisis con más detalle de la información delos servicios proporcionados en las unidades de salud del IMSS-Solidaridad, quehasta 1998 otorgaba los servicios del componente de salud de Progresa aaproximadamente 12 mil localidades incorporadas al Programa. sSe estudia laevolución de la demanda de servicios y el efecto que Progresa ha tenido sobre elcomportamiento a través de los indicadores institucionales de prestación deservicios.

Los datos presentados corresponden a las más de 3,500 unidades médicasrurales del IMSS-Solidaridad (UMR). Se comparan los resultados sobre elnúmero de consultas totales otorgadas, consultas de atención prenatal,detecciones de desnutrición en menores de 5 años y planificación familiar, enunidades a las que están adscritas familias beneficiarias de Progresa, con los deunidades que no atienden a este tipo de familias, y que hacen las vecesobservaciones de “control”, esto es, que permiten observar la tendencia en losindicadores considerados en la ausencia de las acciones y apoyos para lapoblación por parte del Programa. El primer grupo quedó conformado por2,464 unidades y el segundo por 1,077 UMR.

Asimismo, se utiliza como segunda referencia la información sobre la operaciónde las unidades de salud durante 1996 y 1997, antes del inicio de actividades deProgresa, con el fin de aislar el efecto del Programa de la tendencia secular delos indicadores analizados.

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

271

La información aquí analizada contempla únicamente la información derivadade los registros para las UMR. Estas son unidades de primer nivel de atenciónque cuentan por lo general con un médico y una enfermera (o un médicopasante y una auxiliar de enfermería). No se incluyen los datos de los serviciosotorgados en la consulta externa de los hospitales rurales, ni las que se realizanmediante otras modalidades como son, por ejemplo, unidades médicasitinerantes.

1. Información descriptiva

Los cuadros 1 a 11 (ver anexo) muestran las estadísticas descriptivas para lasvariables relevantes en el análisis por año, distinguiendo las UMRs conbeneficiarios de Progresa y las unidades control. Se incluyen el númeropromedio de familias adscritas a la unidad de salud, el número promedio defamilias beneficiarias de Progresa atendidas por UMR, el promedio de consultasdiarias otorgadas por unidad de salud en días laborables, tanto para el total deconsultas como por grupos de edad, así como también para atención prenatalsegún trimestre del embarazo, detecciones de desnutrición en menores de 5años y consultas de planificación familiar.

Con base en la información descriptiva puede observarse en primera instanciaque las unidades que dan atención a población beneficiaria de Progresa tienenen promedio menor población adscrita (cuadro 1); que el número de consultasdiarias otorgadas parece estar incrementándose más rápidamente en estas UMRque en el grupo de control (cuadro 3); que para 1998 quienes más consultasdiarias recibieron en promedio fueron los grupos de edad entre 1 y 4 años y 25a 44 años (cuadro 4); que en cuanto a consultas de atención prenatal, mientrasque el promedio de consultas diarias otorgadas en unidades que no atienden abeneficiarios de Progresa ha venido descendiendo de 1996 a 1998, en unidadesque atienden a beneficiarios del Programa se ha mantenido constante (cuadro5). Tanto en lo que respecta a consultas de planificación familiar como adetecciones de desnutrición, parece haber un mayor número en promedio enlas unidades con población que recibe los apoyos de Progresa, aunque lainformación disponible para verificar la tendencia en este tipo de consultasantes de la entrada en operación de Progresa sólo está disponible para lasconsultas subsecuentes de planificación familiar (cuadro 11).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

272

1° 2° 3° 4° 1° 2° 3° 4° 1° 2° 3° 4°

1996 1997

2464 unidades que atienden a familias beneficiarias de Progresa

1077 unidades que no atienden a beneficiarios de Progresa

2.3

2.0

1.7

1.4

1.1

0.8

0.5

Gráfica 2Consultas otorgadas, 1996-1998

Millones de consultas

1998

Al término de 1998, el 70 por ciento de las unidades de salud del IMSS-Solidaridad atendían a familias beneficiarias de Progresa. La gráfica 2 muestrala tendencia en el número total de consultas otorgadas cada mes en unidadesque atienden a familias beneficiarias y el resto de las unidades. Puedeobservarse que durante 1996 y los primeros tres trimestres de 1997 lastendencias en los dos grupos son muy similares, pero que a finales de 1997 ydurante 1998, el crecimiento en el número de consultas en las unidades queatienden a beneficiarios Progresa es más acelerado que en el resto de las UMR.

Durante el último trimestre de 1998, en las unidades a las que asistenbeneficiarios del Programa, se observó un incremento de 24.2 por ciento en elnúmero total de consultas otorgadas respecto al último trimestre de 1997,pasando de 1.6 a prácticamente 2 millones de consultas. En contraste, en elmismo periodo el aumento en las unidades que no atienden a beneficiarios deProgresa fue de aproximadamente 8 por ciento, esto es, que se tuvo uncrecimiento porcentual en el número de consultas equivalente a sólo unatercera parte respecto al observado en unidades que atienden a beneficiarios deProgresa.

Considerando que la ampliación de cobertura de Progresa se da por etapas, ytomando en cuenta que no todas las UMR iniciaron simultáneamente laatención de familias en el esquema de Progresa, se observa que durante elperiodo que va de noviembre de 1997 a diciembre de 1998, se otorgaronmensualmente en promedio 40 consultas más por unidad de salud conbeneficiarios del Programa que en el resto de las UMR. Antes del inicio de laoperación de Progresa, el promedio de consultas mensuales otorgadas era

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

273

prácticamente el mismo en todas las unidades del IMSS-Solidaridad,equivalente a 218 consultas mensuales. Este cambio en el promedio deconsultas otorgadas por unidad se traduce en un incremento de casi 700 milconsultas adicionales a las que se esperaría de haber continuado, en 1998, conla tendencia de años anteriores. La gráfica 3 muestra el promedio de consultasmensuales otorgadas por unidad de salud que atienden a beneficiarios deProgresa comparado con el resto de las UMR.

218231

271

Total de unidades antes de inicio de Progresa

No atiende a beneficiarios Atienden a familias beneficiarias0

50

100

150

200

250

300

Prom

edio

de co

nsult

as

Gráfica 3Promedio de consultas mensuales otorgadas por Unidad de Salud, 1998

De mantenerse los aumentos adicionales en la atención en las unidades desalud a las que asisten las familias beneficiarias de Progresa, para 1999 seesperaría un incremento superior a un millón de consultas en las unidades delIMSS-Solidaridad que actualmente atienden a beneficiarios de Progresa. Esteincremento podría ser aún mayor a lo largo del año como resultado de laincorporación de nuevas familias beneficiarias al Programa. Un crecimiento deesta magnitud representa aproximadamente 13 por ciento del total deconsultas anuales otorgadas por todo el sistema de salud de IMSS-Solidaridad,que en 1997 ascendió a 9.2 millones de consultas.

Por otro lado, si se consideran estos efectos bajo la perspectiva de lascaracterísticas de las unidades de salud, se observa que, el número promedio defamilias adscritas en las UMR que atienden a familias beneficiarias de Progresa,es menor que en el resto de las unidades (496 y 553) y esta relación no muestravariaciones en el tiempo. Por esta razón, el comportamiento de los indicadoresde servicios otorgados puede atribuirse más a un incremento en la frecuencia

Programa de Educación, Salud y Alimentación

274

de visitas a la unidad de salud que a un incremento en la población que estáasistiendo a la unidad. Durante 1998, el número promedio de familiasbeneficiarias de Progresa en las unidades en donde estaba operando elPrograma fue de 98.5 familias por UMR.

Cuando estos resultados son llevados al nivel de reporte por día laborado en lasunidades de salud, las estadísticas descriptivas muestran que el númeropromedio de consultas otorgadas en cada día que las unidades de saludlaboraron se ha incrementado paulatinamente desde 1996. De maneraretrospectiva, al verificar la operación de las unidades que al final de 1998atendían a población beneficiaria de Progresa, se encuentra que el promedio deconsultas otorgadas diariamente era muy similar al de las unidades que no hanatendido en ningún momento a beneficiarios del Programa (9.11 y 9.13respectivamente). Este resultado permite evaluar la homogeneidad de lasunidades de salud antes de la entrada en operación del Programa. Para 1997, seobserva un incremento en las UMR que dan servicio a localidades en dondeopera Progresa ligeramente por arriba que en el resto de las unidades,posiblemente resultado de la incorporación de cerca de 115,000 familias alPrograma para fines de ese año.

En 1998, los cambios son evidentes, con un incremento en el número promediode consultas otorgadas diariamente de 19.4 por ciento respecto al año previoen las unidades que atienden a beneficiarios de Progresa, comparando con sóloun 10.9 por ciento en el resto de las UMR. Es decir, controlando por ladiferencia observada en 1997 en unidades que atienden a población Progresa yel resto (10.8 y 10.4 respectivamente), se tiene más de un 8 por cientoadicional en el promedio de consultas en las UMR en donde opera el Programa.No obstante que este resultado incorpora un procedimiento en el que seestablece un control con respecto al año base de comparación, existenconsideraciones adicionales que por las características de temporalidad delproceso de implementación del Programa, deben incorporarse al cálculo. En lasiguiente sección se presenta la metodología para llevar a cabo un análisis deeste tipo.

2. Consideraciones Metodológicas

Con la finalidad de estimar el crecimiento neto atribuible a Progresa, yconsiderar la estructura de temporalidad de la incorporación de beneficiariosdel Programa que se atienden en las unidades de salud, se emplea unametodología estadística que permite tanto la incorporación de estos factores,como la evaluación de la significancia estadística de los resultados al controlarpor las características de las unidades de salud. Esta metodología es la

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

275

desarrollada por Bryk & Raudenbush (1992) para la estimación de modelosjerárquicos, y permite modelar la correlación existente entre las observacionesen el tiempo para una misma unidad de salud. Es decir, que el número deconsultas que otorga una unidad de salud en un mes determinado, dependetanto de las características de la unidad como de las consultas otorgadas enmeses previos al que se está observando, por lo que las observaciones de un mesa otro no son independientes. En este sentido se intenta analizar informaciónque presenta una estructura de anidamiento (observaciones en el tiempoanidadas en unidades de salud). La definición de un modelo de esta naturalezase expresa mediante dos ecuaciones de regresión, una para cada nivel deagregación de la información, en este caso tendencia temporal de crecimientoen el primero, y unidad de salud en el segundo, como

Yti es el estado de crecimiento en el tiempo t para la unidad i, que seexpresa como función de una curva de crecimiento más un erroraleatorio

ati indica el tiempo de exposición de cada unidad i a cada momento t de latrayectoria individual. Por ejemplo número de meses transcurridos desdeenero de 1996 a cada momento en el tiempo.

eti, rpi son errores aleatorios asociados a los niveles 1 y 2 respectivamenteXpq características de la unidad de salud. Por ejemplo población adscrita o si

atiende a beneficiarios de Progresa.Π0i representa el estado inicial de la unidad de salud iβpq representa el efecto de la característica Xq sobre el parámetro de

crecimiento p

El método utilizado para obtener estimadores de los parámetros de interés y dela varianza asociada a cada nivel de agregación de los datos, es el método demáxima verosimilitud restringido a través de procedimientos iterativos, debidoa que los efectos a estimar en el primer nivel resultan ser variables aleatorias enel segundo nivel, por lo que el método de mínimos cuadrados para la estimaciónde modelos de regresión no se aplica en este caso.

La estimación de un modelo jerárquico, en donde los niveles de análisis estándados por la tendencia temporal del número de consultas otorgadas por unidad

tiptipitiitiiiti eaaaY +Π++Π+Π+Π= ...2

210

∑=

++=ΠpQ

qpiqipqppi

10 rXββ

Programa de Educación, Salud y Alimentación

276

de salud en un primer nivel y las características de las unidades en segundonivel, y en donde la variable de resultado es el número de consultas diariasotorgadas en cada unidad de salud, indica que al controlar por el factor tiempo,en las unidades que atienden a beneficiarios de Progresa se otorgaron 2consultas más diariamente que en el resto de las unidades.

El cuadro 12 muestra los resultados de la estimación de dos modelos: elprimero utiliza una variable dicotómica que indica si la UMR atiende abeneficiarios de Progresa en los distintos momentos en el tiempo (covariable enel tiempo); el segundo modelo utiliza otra aproximación, considerando elnúmero de familias beneficiarias que atiende la UMR (que también es unacovariable en el tiempo). En ambos casos, el coeficiente que se obtiene de losmodelos para la variable que indica la presencia de Progresa es positivo,sugiriendo un incremento en el número de consultas diarias otorgadas cuandola UMR atiende a beneficiarios del Programa. Con base en los resultados delprimer modelo, al controlar por el factor tiempo y el tamaño de la poblaciónadscrita a la unidad, se obtiene que en las unidades que atienden a beneficiariosde Progresa se otorgan diariamente 19.5 por ciento más consultas que en elresto de las unidades. Asimismo, haciendo uso del segundo modelo, se obtieneque por cada mil familias beneficiarias de Progresa, se otorgan diariamente11.5 consultas adicionales en las UMR.

Debido a que la información proveniente de los sistemas de registro de las UMRestá sujeta a una actualización sistemática con la finalidad de adecuarse a lasnecesidades de retroalimentación de los servicios, para el monitoreo deldesempeño de las acciones en salud y a partir de 1998 se cuenta con lainformación sobre consultas otorgadas para distintos grupos de edad. Dado queeste año corresponde al primer año completo de operación de Progresa, no esposible como en el caso de las consultas totales, establecer un punto de partidaque sirva como base para la comparación antes de la implementación delPrograma; sin embargo, es posible ver las relaciones que guardan entre gruposde edad las consultas otorgadas para determinar sobre qué edades los impactosson mayores.

Mediante el uso de la información de consultas totales otorgadas (disponible1996, 1997 y 1998) se busca establecer la relación que guardan los coeficientesestimados en el cuadro 12, correspondientes a los tres años, y los estimadospara la información que corresponde sólo a 1998. El cuadro 13 muestra losresultados para el mismo modelo utilizando sólo la informacióncorrespondiente a 1998. Si se comparan estos resultados con los presentadosen el cuadro 12, puede observarse que en este último modelo el efecto deProgresa es menor ya que se ve diluido en el incremento en el número de

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

277

familias totales que acuden a recibir los servicios de la unidad de salud. Estosucede debido a que no se considera la experiencia previa en cuanto a laoperación de las unidades y por lo tanto no existe una base de referencia en losdatos sobre la cual hacer un contraste.

Este ejercicio de comparación entre los modelos de regresión presentados enlos cuadros 12 y 13, permite verificar que los estimadores que se encontrarán alno tener información disponible para verificar la operación antes de la entradaen operación de Progresa, subestiman el efecto del Programa enaproximadamente 30 por ciento, como se deriva de la comparación entre loscoeficientes de las familias beneficiarias de Progresa en la columnacorrespondiente al modelo 2 de ambos cuadros (11.5 en comparación con 8.5).Aunque no se puede obtener un estimador del efecto de Progresa a partir delmodelo en el cuadro 13, estos coeficientes calculados sólo para los datos de1998 brindan, como ya se mencionó, una idea general de cuáles son los gruposde edad en donde el impacto ha sido mayor.

La estimación de los modelos de mayor magnitud para consultas otorgadas porgrupos de edad, indica que el incremento en el número promedio de consultasotorgadas atribuible a Progresa se da en el grupo de edad entre 25 y 44 años,seguido por el grupo de 5 a 14 años. Este resultado surge de utilizar losestimadores para el efecto de Progresa, que se muestra el cuadro 14 en laprimera línea, para cada grupo de edad y compararlo con el promedio deconsultas otorgadas en ese grupo de edad. Aunque Progresa brinda prioridad ala atención preventiva entre los grupos más vulnerables de la población, comoson los menores de 5 años y las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia,este resultado puede estar asociado a que los beneficios del Programa seotorgan con base en un esquema de corresponsabilidades en que todos losmiembros del hogar deben asistir a las revisiones médicas periódicas queestablece el paquete básico de salud.

El hecho de que los cambios de mayor magnitud parezcan estar sucediendoentre los grupos de edad adulta reflejan probablemente el hecho de que entérminos generales, se preste en general más atención a la salud de lospequeños, por lo que el aumento marginal en el número de consultas otorgadasa las personas de esas edades debido a Progresa es de menor magnitud, encomparación con la atención a los adultos (que por lo común es menosfrecuente) aunque de gran importancia.

Así, por ejemplo, para el último semestre de 1998, las unidades que atienden afamilias beneficiarias de Progresa proporcionaron en promedio 30 por cientomás consultas cada mes a los menores de 5 años que el resto de las unidades

Programa de Educación, Salud y Alimentación

278

(71 y 54 consultas por unidad, respectivamente). En la gráfica 4 se muestra elnúmero promedio de consultas a menores de 5 años para el segundo semestrede 1998.

La información sobre la atención para evaluar la condición nutricional enmenores de 5 años sugiere un marcado contraste entre el promedio deevaluaciones diarias realizadas en unidades que atienden a familias beneficiariasde Progresa y el resto de las unidades de salud. Las evaluaciones a menores de 1año en las unidades que no atienden a beneficiarios de Progresa ascienden enpromedio a 0.54 consultas diarias, dato muy similar al de las UMR conbeneficiarios son 0.60.

54

71

No atienden a beneficiarios Atienden a familias beneficiarias0

20

40

60

80

Prom

edio

de co

nsult

as

Gráfica 4Promedio de consultas mensuales otorgadas a menores de 5 años,

segundo semestre 1998

Pero entre los menores de 1 a 4 años de edad, durante 1998 se efectuaron enpromedio cada día 2.17 evaluaciones del estado nutricional en unidades queatienden a población que recibe los apoyos de Progresa, mientras que en elresto de las unidades este número ascendió a 1.66, es decir, aproximadamente30 por ciento más evaluaciones diarias en las unidades con beneficiarios(cuadros 9 y 15). Desafortunadamente no se cuenta con la información paraaños previos a la operación del Programa sobre los indicadores de consultas devigilancia nutricional, pero el comportamiento de las tendencias generalesobservadas en lo que se refiere a consultas totales otorgadas permite verificar lahomogeneidad de las unidades de salud en el periodo previo a la entrada enoperación de Progresa.

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

279

Por otro lado, se enfatiza que el número de consultas de atención prenatal deprimera vez durante los primeros tres meses del embarazo, que es un indicadordel inicio temprano de la vigilancia del estado gestacional, se incrementó 16.7por ciento en las unidades de salud con familias beneficiarias de Progresadurante el último trimestre de 1998 respecto al mismo periodo en el añoprevio. En comparación, en el resto de las unidades este cambio correspondiótan sólo a 4.1 por ciento; es decir, se destaca un incremento cuatro veces mayoren unidades con familias que reciben los apoyos de Progresa (cuadro 6).

Otro de los efectos observados durante los tres años analizados, es que aunqueel número absoluto de consultas de atención prenatal ha disminuido a lo largodel tiempo, el número de consultas de atención prenatal otorgadas por mujer seha incrementado en los últimos años. Mientras que el número promedio deconsultas diarias de atención prenatal otorgadas entre 1997 y 1998 en unidadescontrol ha disminuido en 3.4 por ciento, en las unidades con beneficiarios deProgresa se ha observado un crecimiento de 1 por ciento, es decir unatendencia inversa a la del resto de las unidades, motivada probablemente por elesquema de corresponsabilidades establecido en el Programa.

Como se indicó, dentro de las unidades que atienden a beneficiarios deProgresa, se observa una tendencia a la asistencia en etapas más tempranas delembarazo. Este hecho refleja que los impactos del Progrema se dan no sólo entérminos cuantitativos, sino también en el perfil de calidad y oportunidad de laatención. El cuadro 16 muestra el resultado de la estimación del efecto deProgresa en un modelo de regresión tanto para el total de consultas otorgadaspara atención prenatal como para las consultas de atención prenatal de primeravez según trimestre de gestación. La descomposición del efecto por trimestregestacional permite observar que los signos de la variable que indica si la UMRatiende a beneficiarios de Progresa son negativos para el inicio de la vigilanciaprenatal en el segundo y tercer trimestre de gestación, lo cual significa unadisminución en la proporción de mujeres que comienza su atención en estasetapas del embarazo, mientras que para el primer trimestre se observa queexiste un 7.5 por ciento de las consultas diarias otorgadas que se atribuye aProgresa, efecto tanto de una mayor asistencia como de una asistencia enetapas más tempranas.

3. Consideraciones finales

En este documento se han utilizados datos provenientes de los registrosinstitucionales del sector salud, que vinculados a los datos del sistema deinformación del Programa permiten una aproximación a la evaluación de losimpactos de Progresa sobre la demanda de servicios de salud, especialmente de

Programa de Educación, Salud y Alimentación

280

carácter preventivo, a través del uso de técnicas estadísticas para datosjerárquicos. Con ello, se introducen al análisis consideraciones de temporalidady repetición de datos sobre una misma unidad de observación.

En este sentido, se busca dar una utilidad máxima a datos que se encuentrandisponibles, que se recolectan y procesan ya sistemáticamente, y que alvincularse con información que se genera como parte también de la recolecciónsistemática del Programa, permite realizar análisis agregados a nivel de lasunidades de salud y los grupos de familias beneficiarias que residen en laslocalidades rurales marginadas que reciben la atención a la salud en estasunidades. Tradicionalmente se ha señalado como una limitación para el empleode los registros institucionales su baja confiabilidad y calidad. A pesar de estosaspectos críticos, el tipo de datos aquí empleados corresponde a los rubros quepresumiblemente tienen menos errores. Además el sistema de información quese utiliza, con datos a nivel de cada unidad de salud, se ha caracterizado por susolidez a lo largo del tiempo.

Los resultados indican un efecto positivo del Programa en términos de lademanda de servicios de salud al contrastar los resultados con la situaciónprevalenciente en las unidades antes de la puesta en marcha del Programa, asícomo en comparación de los datos de unidades de salud con característicassimilares pero que no atienden a familias beneficiarias de Progresa.

El efecto observado se da para consultas en general, así como para las accionesde carácter eminentemente preventivo, como es el caso de la vigilancia delestado nutricional de los niños y el cuidado prenatal. En este sentido, pareceque el objetivo del Programa en términos de promover un mayor y mássistemático encuentro de la población con los agentes de salud con unaorientación de atención preventiva se está alcanzando.

En cuanto a los alcances del análisis se puede decir que la información aquíanalizada, aunque sugiere logros sobre el incremento en la demanda deservicios de salud, es una visión de la información sobre datos agregados y esnecesario que, en la medida que la información a niveles desagregados oindividuales sobre el estado de salud de las personas esté disponible, se analicepara tener una idea más clara sobre el significado del impacto de Progresa en elestado de salud de la población que ya de hecho está asistiendo a las unidadesde salud.

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

281

Anexo de cuadros

Programa de Educación, Salud y Alimentación

282

Cuadro 1Estadísticas descriptivas. Total de familias en las UMRs

Sin beneficiarios de Progresa Con beneficiarios de Progresa Total1996 Media 544.3 498.0 512.7

D. Estándar (433.4) (326.4) (364.4)1997 Media 544.9 494.1 510.1

D. Estándar (424.9) (324.7) (360.1)1998 Media 553.4 496.8 514.7

D. Estándar (443.7) (348.5) (381.9)Total Media 547.5 496.3 512.5

D. Estándar (434.1) (334.4) (368.9)

Cuadro 2Estadísticas descriptivas. Familias beneficiarias de Progresa en las UMRs

Con beneficiarios de Progresa1996 Media -

D. Estándar -1997 Media 4.83

D. Estándar (37.36)1998 Media 98.49

D. Estándar (144.09)Total Media 34.55

D. Estándar (97.30)

Cuadro 3Estadísticas descriptivas. Consultas diarias otorgadas en las UMRs (1996-1998)

Sin beneficiarios deProgresa

Con beneficiarios de Progresa Total

1996 Media 9.13 9.11 9.12D. Estándar (8.25) (7.98) (8.06)

1997 Media 10.35 10.75 10.63D. Estándar (9.14) (9.10) (9.12)

1998 Media 11.48 12.84 12.41D. Estándar (9.80) (11.32) (10.88)

Total Media 10.32 10.9 10.72D. Estándar (9.13) (9.69) (9.52)

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

283

Cuadro 4Estadísticas descriptivas. Consultas diarias otorgadas según grupo de edad (1998)

Grupos de edad Sin beneficiarios de Progresa Con beneficiarios de Progresa Total0-1 Media 0.72 0.81 0.78

D. Estándar (0.935) (1.065) (1.026)1-4 Media 2.05 2.74 2.52

D. Estándar (2.995) (3.667) (3.484)5-14 Media 1.99 2.35 2.21

D. Estándar (2.995) (3.173) (3.125)15-24 Media 1.76 1.913 1.86

D. Estándar (1.594) (1.76) (1.711)25-44 Media 2.33 2.62 2.53

D. Estándar (2.1) (2.352) (2.28)45-59 Media 1.03 1.12 1.09

D. Estándar (1.197) (1.125) (1.236)60 y más Media 1.01 0.97 0.98

D. Estándar (1.397) (1.30) (1.331)Total Media 11.48 12.83 10.72

D. Estándar (11.32) (9.8) (9.525)

Cuadro 5Estadísticas descriptivas, consultas diarias de atención prenatal (1996-1998)

Sin beneficiarios de Progresa Con beneficiarios de Progresa Total1996 Media 0.94 1.02 0.99

D. Estándar (0.905) (0.877) (0.887)1997 Media 0.89 0.96 0.94

D. Estándar (0.836) (0.817) (0.824)1998 Media 0.86 0.97 0.93

D. Estándar (0.805) (0.857) (0.843)Total Media 0.90 0.98 0.95

D. Estándar (0.851) (0.851) (0.852)

Cuadro 6Estadísticas descriptivas. Consultas diarias de primera vez para atención prenatal en

el primer trimestre del embarazo (1996-1998)

Sin beneficiarios de Progresa Con beneficiarios de Progresa Total1996 Media 0.067 0.067 0.067

D. Estándar (0.090) (0.098) (0.095)1997 Media 0.065 0.067 0.066

D. Estándar (0.084) (0.087) (0.086)1998 Media 0.064 0.071 0.068

D. Estándar (0.085) (0.098) (0.094)Total Media 0.065 0.068 0.067

D. Estándar (0.086) (0.094) (0.092)

Programa de Educación, Salud y Alimentación

284

Cuadro 7Estadísticas descriptivas. Consultas diarias de primera vez para atención prenatal en el

segundo trimestre del embarazo (1996-1998)

Sin beneficiarios deProgresa

Con beneficiarios de Progresa Total

1996 Media 0.069 0.083 0.079D. Estándar (0.098) (0.109) (0.106)

1997 Media 0.059 0.070 0.068D. Estándar (0.088) (0.100) (0.097)

1998 Media 0.050 0.065 0.061D. Estándar (0.079) (0.101) (0.095)

Total Media 0.059 0.073 0.069D. Estándar (0.089) (0.104) (0.100)

Cuadro 8 Estadísticas descriptivas. Consultas diarias de primera vez para atención prenatal en

el tercer trimestre del embarazo (1996-1998)

Sin beneficiarios deProgresa

Con beneficiarios de Progresa Total

1996 Media 0.029 0.037 0.034D. Estándar (0.068) (0.082) (0.078)

1997 Media 0.023 0.027 0.026D. Estándar (0.062) (0.069) (0.067)

1998 Media 0.015 0.019 0.018D. Estándar (0.045) (0.050) (0.049)

Total Media 0.022 0.028 0.026D. Estándar (0.060) (0.069) (0.066)

Cuadro 9Estadísticas descriptivas. Evaluaciones diarias de desnutrición (1998)

Sin beneficiariosde Progresa

Con beneficiariosde Progresa

Total

Niños menores de 1 año Media 0.54 0.60 0.58D. Estándar (0.810) (0.862) (0.846)

Niños de 1 a 4 años Media 1.66 2.17 2.01D. Estándar (2.836) (3.294) (3.166)

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

285

Cuadro 10Estadísticas descriptivas. Consultas diarias de planificación familiar (1998)

Sin beneficiarios de Progresa Con beneficiarios de Progresa TotalTotal Media 0.658 0.667 0.664

D. Estándar (0.782) (0.665) (0.704)Primera vez Media 0.205 0.213 0.210

D. Estándar (0.291) (0.233) (0.253)Subsecuente Media 0.453 0.455 0.454

D. Estándar (0.589) (0.544) (0.558)

Cuadro 11Estadísticas descriptivas. Consultas diarias subsecuentes de planificación familiar (1996-1998)

Sin beneficiarios de Progresa Con beneficiarios de Progresa Total1996 Media 0.656 0.576 0.601

D. Estándar (1.663) (0.778) (1.136)1997 Media 0.575 0.488 0.517

D. Estándar (1.918) (0.677) (1.214)1998 Media 0.479 0.457 0.464

D. Estándar (0.665) (0.554) (0.592)Total Media 0.571 0.507 0.527

D. Estándar (1.517) (0.678) (1.021)

Cuadro 12Regresión para consultas diarias otorgadas (1996-1998)

Variables Modelo (1)1996-1998

Modelo (2)1996-1998

Progresa(1 = la UMR atiende a beneficiarios)

2.09(0.067)

Número de familias beneficiarias 11.49(0.251)

Número de familias adscritas 2.30(0.198)

2.24(0.197)

F UMR 46.54P=0.00

46.93P=0.00

F Mes 122.02P=0.00

135.36P=0.00

Tamaño de muestra 126665 126665

Programa de Educación, Salud y Alimentación

286

Cuadro 13 Regresión para consultas diarias otorgadas (1998)

Variables Modelo (1)1998

Modelo (2)1998

Progresa(1 = la UMR atiende a beneficiarios)

1.35(0.134)

Número de familias beneficiarias 8.47(0.537)

Número de familias adscritas 3.46(0.631)

3.35(0.629)

F UMR 11.52P=0.00

11.46P=0.00

F Mes 20.77P=0.00

19.49P=0.00

Tamaño de muestra 42306 42306

Cuadro 14 Regresión para consultas diarias otorgadas según grupos de edad (1998)

Grupo de edad 0-1 1-4 5-14 15-24 25-44 45-59 60 y MásModelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2

Progresa(1 = la UMRatiende abeneficiarios)

0.03(0.015)

0.22(0.056)

0.30(0.053)

0.22(0.020)

0.37(0.027)

0.13(0.013)

0.08(0.010)

Número defamiliasbeneficiarias

0.08(0.060)

1.19(0.225)

2.14(0.213)

1.05(0.081)

2.13(0.109)

0.91(0.052)

0.53(0.039)

Número defamiliasadscritas

0.28(0.070)

0.28(0.070)

2.02(0.264)

2.01(0.264)

0.20(0.25)

0.18(0.250)

0.25(0.095)

0.24(0.095)

0.40(0.128)

0.37(0.128)

0.07(0.062)

0.05(0.061)

0.12(0.046)

0.11(0.046)

F UMR 7.08P=0.00

7.06P=0.00

4.16P=0.00

4.08P=0.00

3.44P=0.00

3.45P=0.00

12.6P=0.00

12.52P=0.00

12.79P=0.00

12.64P=0.00

23.24P=0.00

23.34P=0.00

62.32P=0.00

62.45P=0.00

F Mes 24.52P=0.00

24.26P=0.00

31.78P=0.00

32.09P=0.00

60.84P=0.00

58.66P=0.00

92.91P=0.00

95.99P=0.00

98.59P=0.00

98.44P=0.00

59.95P=0.00

55.65P=0.00

46.28P=0.00

44.35P=0.00

Tamaño demuestra

42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306 42306

Resultados de la operación de Progresa en la demanda de servicios de salud

287

Cuadro 15 Regresión para consultas diarias de atención prenatal (1996-1998)

Consultas de atenciónprenatal

(1996-1998)

Consultas de primera vez,primer trimestre del

embarazo(1996-1998)

Consultas de primera vez,segundo trimestre del

embarazo (1996-1998)

Consultas de primeravez, tercer trimestre

del embarazo(1996-1998)

Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2Progresa(1 = la UMRatiende abeneficiarios)

0.03(0.006)

0.005(0.001)

-0.003(0.001)

-0.007(0.001)

Número defamiliasbeneficiarias

0.14(0.022)

0.037(0.000)

-0.024(0.000)

-0.045(0.000)

Número defamilias adscritas

0.08(0.018)

0.08(0.018)

0.008(0.003)

0.008(0.003)

0.01(0.003)

0.01(0.003)

0.006(0.002)

0.007(0.002)

F UMR 36.33P=0.00

35.87P=0.00

7.87P=0.00

7.82P=0.00

11.25P=0.00

11.04P=0.00

8.49P=0.00

8.55P=0.00

F Mes 83.27P=0.00

83.81P=0.00

34.7P=0.00

35.65P=0.00

82.16P=0.00

85.19P=0.00

57.86P=0.00

60.16P=0.00

Tamaño demuestra

126665 126665 126665 126665 126665 126665 126665 126665

Cuadro 16 Regresión para detecciones de desnutrición (1998)

Niños menores de 1 año (1998) Niños de 1 a 4 años (1998)Modelo 1 Modelo 2 Modelo 1 Modelo 2

Progresa(1 = la UMR atiende a beneficiarios)

0.04(0.014)

0.16(0.056)

Número de familias beneficiarias 0.167(0.057)

1.2(0.223)

Número de familias adscritas 0.18(0.067)

0.18(0.067)

1.52(0.262)

1.5(0.262)

F UMR 3.08P=0.00

3.04P=0.00

2.38P=0.00

2.29P=0.00

F Mes 36.31P=0.00

38.24P=0.00

49.4P=0.00

52.97P=0.00

Tamaño de muestra 42306 42306 42306 42306

Programa de Educación, Salud y Alimentación

288

Cuadro 17Regresión para consultas subsecuentes de planificación familiar

Modelo 1 Modelo 2Progresa(1 = la UMR atiende a beneficiarios)

-0.029(0.009)

Número de familias beneficiarias -0.124(0.037)

Número de familias adscritas 0.074(0.044)

0.075(0.044)

F UMR 10.96P=0.00

10.88P=0.00

F Mes 64.75P=0.00

66.01P=0.00

Tamaño de muestra 42306 42306

Bibliografía

Bryk A. y S. Raudenbush, (1992). Hierarchical Linear Models: Applications anddata analysis methods. SAGE Publications

Instituto Mexicano del Seguro Social. Coordinación General del ProgramaIMSS-SOLIDARIDAD. Informe Integral de Unidad Médica Rural. Sistemade Información en Salud para Población Abierta.

Introducción

a alimentación en los primeros años de vida incide decisiva ypermanentemente en el futuro crecimiento y desarrollo de los menores.Por sus exclusivas características nutricionales, la leche materna

constituye el mejor alimento para los menores de un año. Asimismo, lalactancia materna tiene la ventaja adicional de ayudar a la prevención deenfermedades infecciosas y la reducción de la mortalidad de los menores de unaño de edad. La protección que brinda la leche materna contra este tipo deriesgos es mayor entre la población que vive en condiciones de pobrezaextrema, donde la contaminación de los alimentos, los líquidos y los recipienteses común (de Zoysa, Rea y Martines, 1991).

Se ha observado que los menores alimentados con leche materna tienen menorprobabilidad de padecer diarreas y enfermedades respiratorias durante losprimeros seis meses de vida, que aquellos que no lo son. Y aun cuando losmenores alimentados con leche materna experimentan diarrea, se registran confrecuencia menores consecuencias graves en su condición nutricia (Brown etal., 1989 y 1990).

Sin embargo, aun cuando la leche materna es una indiscutible fuente deenergía y micronutrimentos, debe ser complementada con otros alimentosdespués de cierta edad para propiciar un adecuado nivel nutricional. En el casode algunos nutrientes, la cantidad provista mediante la leche materna tiende adecrecer en el transcurso de los primeros 12 meses de amamantamiento,principalmente las proteínas, el hierro y el zinc.

* *Documento preparado por Gabriela Vázquez y María del Carmen Huerta

L

XΙVEfecto de la introducción de suplementosalimenticios en las prácticas de la lactanciamaterna en localidades beneficiarias de Progresa

Programa de Educación, Salud y Alimentación

290

Aunado a este decremento natural, cuando la madre se encuentra desnutrida,algunos otros nutrientes, como la vitamina A y ciertas vitaminas B seencuentran en baja concentración (Allen, 1994). Así, cuando el desarrollo delinfante se ve amenazado por condiciones nutricionales, socioeconómicas yambientales deficientes, es necesario buscar soluciones que sean apropiadas deacuerdo a los requerimientos de los infantes alimentados con leche materna.

México es un país en el que prevalece la desnutrición por deficiencia demicronutrimentos entre la población en condiciones de pobreza extrema,situación que ha sido documentada (Rosado, Bourges, y Saint-Martin, 1995a y1995b; INNSZ, 1990). Este padecimiento afecta de manera particular a losmenores de 5 años de edad, amenazando seriamente su salud en los primerosaños de vida.

Una amplia gama de repercusiones funcionales negativas se vincula acondiciones nutricionales deficientes en la primera etapa de la vida. Losinfantes desnutridos padecen en mayor proporción enfermedades infecciosasdebido a que cuentan con menos defensas inmunológicas (Chandra, 1991).También tienen mayor riesgo de morir de forma prematura, siendo ladesnutrición una de las principales causas de mortalidad infantil (Sepúlveda,Willett y Muñoz, 1988). Por otra parte, el desarrollo psicomotor del infantedesnutrido se ve retrasado por esta causa, además de que a futuro, losproblemas de insuficiencia nutricional desde el nacimiento se asocian a unexiguo desempeño escolar (Martorell et al.,1992).

1. Suplementos Alimenticios en Progresa

Tomando en consideración estos aspectos, con la finalidad de prevenir ycombatir la desnutrición infantil, dentro del Programa de Educación, Salud yAlimentación (Progresa) se apoya con suplementos alimenticios tanto amujeres embarazadas y en periodo de lactancia, como a los niños entre 4 y 24meses de edad. De manera semejante, en caso de que los menores de 2 a 5 añosde edad beneficiarios del Programa presenten algún grado de desnutrición, seles otorga el suplemento alimenticio. A través de su distribución en más de 7mil 500 unidades de salud que atienden a la población beneficiaria, el Programaha distribuido durante 1998, un total de 153 millones de dosis de suplementoalimenticio para niños y de 101 millones de dosis para mujeres embarazadas oen periodo de lactancia. Mensualmente se distribuyen 6.7 millones de sobres desuplemento alimenticio a niños menores de 2 años y 3.7 millones a mujeres. Enpromedio, las existencias disponibles de suplemento en las unidades médicasduran 1.6 meses en el caso de la papilla para los menores de edad y 3.7 meses

Efecto de la introducción de suplementos alimenticios

291

para las mujeres embarazadas o lactantes, que es una duración de nivelaceptable, de acuerdo a las recomendaciones en la materia.

El suplemento alimenticio que se utiliza en Progresa fue diseñado con lossiguientes requisitos: aportar los nutrimentos requeridos por la poblaciónmexicana en la cantidad recomendable para llevar una dieta adecuada; susingredientes deben ser de fácil adquisición y de bajo costo relativo; su procesode elaboración debe ser sencillo y de bajo costo; su sabor debe ser agradable; suelaboración debe ser práctica para su distribución y consumo, y su presentacióny empaque deben ser atractivos y permitir la conservación adecuada delproducto por un lapso razonable (Rosado et al., 1999). El suplemento aporta100 por ciento de los micronutrimentos diarios requeridos y 20 por ciento delas necesidades calóricas. En el cuadro 1 se presenta su composición.

Cuadro 1Contenido nutrimental del suplemento alimenticiopara niñas y niños*(dosis diaria: 44g)

Contenido nutrimental del suplementoalimenticio para mujeres (embarazadas o enlactancia)* (dosis diaria: 52g)

PROTEINA 5,8 g PROTEINA 12,0 gENERGIA 194 Kcal ENERGIA 250 KcalGRASAS 6,6 g GRASAS 11,2 gCARBOHIDRATOS 27,9 g CARBOHIDRATOS 25,3 gSODIO 24,5 mg SODIO 81,2 mgHIERRO 10 mg HIERRO 15 mgZINC 10 mg ZINC 15 mgVITAMINA "A" 400 mcg YODO 100 mcgVITAMINA "E" 6 mg VITAMINA "E" 10 mgVITAMINA "C" 40 mg VITAMINA "C" 70 mgVITAMINA "B12" 0,7 mcg VITAMINA "B12" 2,6 mcgACIDO FOLICO 50 mcg ACIDO FOLICO 100 mcg

∗ Se presenta en tres sabores: chocolate, plátano yvainilla.

∗ Se presenta en tres sabores: plátano,vainilla y natural (leche).

Además de las características señaladas anteriormente, el suplementoalimenticio para los menores de 5 años de edad se diseñó en forma de papilla,con la intención de establecer su utilización como un alimento complementarioal consumo de la leche materna y se recomienda su introducción a partir delcuarto mes de vida.

De acuerdo a los lineamientos operativos de Progresa, el suplementoalimenticio para niños debe repartirse mensualmente en asignaciones de 6sobres de papilla en polvo. Cada sobre contiene 250 gramos de suplementoalimenticio que corresponden a 5 dosis. Este suplemento debe ser consumidouna vez al día por el niño menor de 2 años de edad. La papilla ha tenido amplia

Programa de Educación, Salud y Alimentación

292

aceptación entre los menores de 4 a 24 meses de edad; según la respuestaobtenida de una encuesta levantada en el mes de noviembre de 1998 entre lastitulares beneficiarias de Progresa, 95.4 por ciento de ellas señalaron que a losniños les gusta la papilla y 92.5 por ciento afirmó que este suplemento "les caebien" a los pequeños.

La estrategia de prevención y combate a la desnutrición infantil del Programatomó en consideración las recomendaciones internacionales en torno a laimportancia de abarcar el total de prácticas de alimentación infantil, desde lainiciación del amamantamiento hasta la completa integración del niño a ladieta familiar cotidiana, incluyendo aspectos relacionados con las conductas dealimentación del menor y la higiene alimenticia.

Diversos estudios han demostrado que los recién nacidos con un estado desalud normal, nacen con niveles relativamente elevados de hidratación de lostejidos y no requieren ningún otro fluido además de la leche materna, auncuando la madre tenga poca leche los primeros dos o tres días posteriores alparto (WHO, 1989). Además, la capacidad para soportar ciertos constituyentesde alimentos distintos a la leche materna y los líquidos se ve limitada por lainmadurez gastrointestinal y de la función renal de los infantes muy pequeños(WHO, 1998). Hendriks y Badruddin (1992), advierten que la relativamente altapermeabilidad del tracto digestivo de los infantes más pequeños aumenta elriesgo de penetración de proteínas extrañas, las que pueden causar reaccionesde hipersensibilidad.

Antes de los cuatro meses de edad es preferible suministrar los nutrimentosrequeridos por el infante a través de la leche que consume del seno materno. Laestrategia seguida por Progresa en este sentido ha sido la provisión de unabebida enriquecida con los micronutrimentos requeridos en esta etapa y quedebe consumir la madre del lactante. La alimentación adecuada de la madre,además del consumo del suplemento, aseguran su buen estado nutricional y elde su hijo. La lactancia exclusiva durante los primeros meses de vida del infantees asimismo, la mejor forma de propiciar una adecuada producción de lechematerna. Por otra parte, el uso de suplementos de leche o fórmula durante elperiodo prenatal temprano ha sido asociado a la terminación temprana delamamantamiento (Blomquist et al., 1994).

Entre los 4 y los 6 meses de edad, los infantes han desarrollado la madurezfisiológica suficiente para aceptar otros alimentos además de la leche materna.A nivel internacional se recomienda la introducción de otros alimentos ylíquidos aproximadamente a los 6 meses de edad, con la finalidad de satisfacersus requerimientos nutricionales en desarrollo (WHO, 1995). A partir de esta

Efecto de la introducción de suplementos alimenticios

293

edad resulta recomendable que el infante comience a recibir una variedad decomidas disponibles localmente y preparadas higiénicamente, que sean ricas enenergía y que complementen la leche materna. Es este periodo en el que se haestablecido que debe iniciarse la introducción de la papilla que otorga elPrograma.

Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud recomienda que “despuésdel periodo inicial de amamantamiento exclusivo, los niños deben continuarsiendo amamantados hasta por dos años de edad o más, mientras recibanalimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros” (WHO,1998:41). La leche materna constituye una importante fuente de nutrimentoscuando menos hasta el primer año de vida, aun cuando su consumo tienda adisminuir a la vez que se introducen otros alimentos a la dieta infantil y tienelugar un paulatino decremento de la concentración de varios nutrientes en laleche humana.

Dependiendo de la población, hacia el final del primer año de vida del infante,la leche materna le ha proporcionado entre uno y dos tercios del promedio totalde energía consumida. Ello se deriva de que, a diferencia de la mayoría de loscomplementos alimenticios, la leche materna posee un contenido relativamenterico en grasas que constituyen una fuente importante de energía y ácidosgrasos esenciales. Durante periodos de enfermedad, el amamantamiento seconvierte en un factor crítico en la prevención de la deshidratación y en laprovisión de nutrientes clave para la recuperación de infecciones. En países endesarrollo, existe evidencia considerable que sugiere que el amamantamientode larga duración puede aportar múltiples ventajas al proveer nutrientesbásicos, además de incrementar el espaciamiento entre los embarazos yproteger a los menores tanto de la incidencia de infecciones como de sussecuelas (WHO, 1998).

Como se indicó antes, sin embargo, con la introducción de alimentoscomplementarios, y todavía más aún, de suplementos alimenticios, se puedeincrementar el riesgo de reducir el periodo de amamantamiento. Por ello,resulta de interés particular conocer el posible impacto negativo de prácticasde alimentación complementaria en el consumo de leche materna por elinfante.

2. Práctica de la lactancia

Para estimar si la estrategia de otorgamiento de suplementos alimenticios hafavorecido que las madres de las familias beneficiarias de Progresa modifiquenla duración de la lactancia, se analizó la duración de ésta entre los meses de

Programa de Educación, Salud y Alimentación

294

marzo y noviembre de 1998, para identificar si ha habido cambios en estapráctica a partir de la introducción de estos suplementos en las localidadesbeneficiarias del Programa. Las fuentes de información para la realización deeste análisis se obtuvieron de entrevistas realizadas a un panel de hogares enlocalidades incorporadas a Progresa y en localidades rurales marginadas perocuyas familias no reciben los apoyos del Programa (y que se denominancontrol)1.

Para medir el impacto en la práctica de la lactancia materna, se realizó unacomparación del periodo de amamantamiento de niños beneficiarios y de niñosen hogares con condiciones socioeconómicas similares, pero que actualmenteno reciben los apoyos de Progresa. Asimismo, se comparó con niños residentesen las mismas localidades pero que no se encuentran en condiciones de pobrezaextrema2.

Para realizar este análisis se empleó la metodología de tabla de vida, la cualpermite estimar la probabilidad de duración de un evento, en función de unperiodo de tiempo determinado. El procedimiento consiste en la subdivisión delperiodo de observación en intervalos de tiempo más pequeños. En cadaintervalo se utiliza toda la población que se ha observado como mínimo duranteese periodo para calcular la probabilidad de un evento terminal que tenga lugaren ese intervalo. Las probabilidades estimadas de cada intervalo se utilizan paraestimar la probabilidad total del evento que tiene lugar en diferentes puntostemporales3.

Al emplearse este procedimiento, se incorporan al análisis tanto la referenciade los meses de amamantamiento de los niños que ya han terminado sulactancia, como la información de los meses de lactancia de los niños cuyasmadres reportaban que continuaban siendo alimentados al seno materno almomento de que se realizó cada ronda de entrevistas. La técnica de tabla devida permite analizar la información de estos casos que se denominan“truncados”, en tanto sólo se conocen los meses que han sido amamantados,pero se desconoce lo que sucederá en el tiempo posterior a la recolección dedatos.

Los resultados apuntan a que los suplementos que otorga el Programa no hanpropiciado una disminución en la práctica de la lactancia materna. Antes del

1 Para mayor información véase el Anexo 3.2 Cabe señalar que la información sobre los menores de edad de los hogares que no viven en condiciones de pobrezaextrema abarca un menor número de casos debido a las características del diseño muestral.3 Para una explicación detallada de la metodología de la tabla de vida y el análisis de sobrevivencia, puedeconsultarse: Kleinbaum, D. G., 1996. Survival Analysis: a self-learning text. Springer, New York.

Efecto de la introducción de suplementos alimenticios

295

inicio de la operación de Progresa en las localidades beneficiarias, 93 por cientode los niños de madres en condición de pobreza extrema iniciaban la lactancia,mientras que aquéllos que no padecían condiciones de pobreza extrema laprevalencia de la lactancia oscilaba en 88 por ciento. Cabe señalar que, engeneral, se observa en el caso de los niños que no se encontraban encondiciones de pobreza extrema, era mayor el porcentaje de los nuncaamamantados, tanto en las localidades donde iniciaría sus operaciones elPrograma como en aquéllas de condiciones similares en las que no se asignaríanlos beneficios de Progresa.

Gráfica 1Incidencia de la lactancia materna en localidades de alta marginación

Proporción de menores de 4 a 24 meses que iniciaron la lactancia materna

Proporción de menores de 4 a 24 meses nunca amamantados

6.3%

93.7%

7.3%

92.7%

Beneficiarios marzo 1998 n= 2421

Niños pobres sin apoyo marzo 1998 n= 1431

Niños no beneficiarios en localidadesen el Programa marzo 1998 n= 817

Niños no pobres extremos en localidades control marzo 1998 n= 517

Beneficiarios octubre 1998 n= 2403

Niños pobres sin apoyo noviembre 1998 n= 1434

Niños no beneficiarios en localidades en el Programa noviembre 1998 n= 947

Niños no pobres extremos en localidades controlnoviembre 1998 n= 646

88.7%

11.3%

87.6%

12.4%

4.2%

95.8%

6.2%

93.8%

8.6%

91.4%

8.0%

92.0%

Al aumentar la edad de los infantes es habitual que decline el consumo de lechematerna. Así, tanto en las localidades beneficiarias como en las queactualmente no lo son, antes del inicio del Programa la lactancia era unapráctica sostenida al menos hasta los nueve meses de edad para casi 80 porciento de los niños en condición de pobreza extrema. Cerca de 55 por ciento delas madres seguían amamantando a sus hijos hasta el primer año de vida, ycontinuaba siendo aún una práctica generalizada entre la mitad de los niños alos 15 meses de edad en estas localidades.

En el caso de las familias residentes en las mismas localidades, cuyascondiciones no eran de pobreza extrema, se habituaba amamantar a los

Programa de Educación, Salud y Alimentación

296

pequeños hasta los nueve meses sólo en aproximadamente 65 por ciento de loscasos. Al año de vida de los hijos de estas familias sólo se continuabaamamantado a un porcentaje cercano a 40 por ciento y para los 15 meses deedad únicamente 32 por ciento de las mujeres continuaba dándole el pecho asus hijos.

Ocho meses más tarde, cuando el Programa ya operaba en las localidadesbeneficiarias de la muestra analizada, los porcentajes de menores de seis mesesde edad pertenecientes a familias en condiciones de pobreza extrema, quecontinuaban siendo amamantados permanecieron prácticamente sin cambio:85.7 por ciento y 84.1 por ciento entre los niños residentes en las localidadescon beneficios y en aquéllas no beneficiarias, respectivamente. También en elcaso de los niños de hogares no pobres de las mismas localidades no se apreciancambios en la prevalencia de la lactancia a diferentes edades, con respecto a losdatos previos.

Las tendencias observadas en marzo de 1998 con respecto a la disminución dela práctica de la lactancia materna a medida que el niño aumenta su edad, nopresentan ningún cambio al mes de noviembre del mismo año en las localidadesbeneficiarias del Programa, manteniéndose prácticamente iguales con losresultados obtenidos en el periodo anterior. A los nueve meses de edad, 79 porciento de los menores pertenecientes a las familias beneficiarias de Progresacontinuaban siendo amamantados, porcentaje similar al de los menores dehogares pobres extremos de las localidades no beneficiarias (77.9 por ciento).Por su parte, el porcentaje de infantes que lactaban aún a los 12 meses de edad,fue de 59 por ciento para las localidades beneficiarias y 58.3 por ciento en lasotras localidades en el mes de noviembre. Poco más de la mitad de las madrescon niños de 15 meses de edad les seguían dando el pecho a esa edad, tanto enlas localidades beneficiarias como en las localidades que aún no cuentan con losapoyos de Progresa (51.6 por ciento y 51.1 por ciento, respectivamente).

Efecto de la introducción de suplementos alimenticios

297

Gráfica 2Prevalencia de la lactancia. Niños menores de 2 años

6 9 12 15

Edad en meses

0

20

40

60

80

100Porcentaje de niños lactantes

Beneficiarios marzo 1998

Niños pobres sin apoyo marzo 1998

Niños no beneficiarios en localidades beneficiarias marzo 1998

Niños no pobres extremos en localidades no beneficiarias marzo 1998

Beneficiarios noviembre 1998

Niños pobres sin apoyo noviembre 1998

Niños no beneficiarios en localidades beneficiarias noviembre 1998

Niños no pobres extremos en localidades no beneficiarias noviembre 1998

3. Consideraciones finales

Estos resultados indican que la introducción de los suplementos alimenticiospara menores de 4 a 24 meses de edad en las localidades beneficiarias delPrograma no ha implicado una disminución de la práctica de la lactanciamaterna en los primeros meses posteriores a la puesta en marcha de Progresa,en tanto se ha mantenido la tendencia de amamantamiento que existíapreviamente al inicio del Programa en las localidades beneficiarias y quecontinua siendo semejante a la que predomina en las localidades concondiciones similares que actualmente no reciben apoyos de Progresa.

Aún cuando no existe una edad establecida en la que sea recomendablesuspender la lactancia y que su terminación depende de factores biológicos,socioculturales y psicológicos, desde el punto de vista biológico, como ya se hamencionado, es recomendable continuar su práctica varios meses después delinicio de la introducción de otros alimentos, tomando en cuenta lasnecesidades de la madre, particularmente su estado nutricional y suscondiciones personales. Como se puede apreciar en los resultados presentados,la duración del amamantamiento entre la población en condiciones de pobrezaextrema residente en localidades rurales altamente marginadas no ha variadocon la introducción de los suplementos alimenticios.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

298

Asimismo, de acuerdo a los resultados obtenidos, la estrategia de otorgamientode suplementos alimenticios entre los menores de 4 a 24 meses de edad con lafinalidad de abatir la desnutrición infantil, ha tenido una buena aceptaciónentre la población beneficiaria del Programa.

Sin embargo, resulta necesario continuar fortaleciendo las acciones específicaspara que se mejoren aún más los niveles nutricionales de la población menor de2 años de edad. La educación en salud y el reforzamiento de la distribución desuplementos son dos acciones que se deben impulsar para alcanzar la metapropuesta. Los suplementos nutricionales por sí mismos son insuficientes paraasegurar una mejora en los resultados nutricionales, si no son acompañadospor un eficiente sistema para su distribución, una apropiada promoción de suutilización entre la población beneficiaria y una adecuada vigilancia delcrecimiento y la nutrición infantil, vinculada a la prevención y atenciónadecuada de enfermedades, principalmente infecciosas.

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XVEl impacto de Progresa en el consumo de lasfamilias beneficiarias

Introducción

no de los objetivos del Programa de Educación, Salud y Alimentación(Progresa), es mejorar el consumo de las familias en condición depobreza extrema, en especial de alimentos para favorecer un adecuado

estado nutricional de sus miembros. Para ello Progresa otorga un apoyomonetario directo a las familias beneficiarias, con el fin de contribuir a quemejoren la cantidad y diversidad de su consumo.

Los apoyos monetarios que otorga Progresa tienen dos componentes, el apoyopara alimentación y las becas educativas. El apoyo alimentario representa unmonto mensual único por familia, independientemente del tamaño ocomposición de la misma. Las familias que tienen hijos menores de 18 años queestán inscritos y asisten a la escuela entre el tercer grado de primaria y el tercergrado de secundaria, reciben becas durante el ciclo escolar para cada uno deéstos niños. El monto de las becas varía según el grado y a partir de secundariason mayores para las niñas. Además, los becarios que asisten entre tercero ysexto de primaria, reciben dos apoyos monetarios para la compra de útilesescolares, uno al inicio del ciclo escolar y el segundo al inicio del segundosemestre1.

*Documento preparado por Beatriz Straffon y Sudhanshu Handa, quien participa como parte delProyecto de Asesoría para la Evaluación del Progresa por el International Food Policy ResearchInstitute. Se agradece la colaboración de Marcos Fuentes.

1 Algunos niños reciben su primer apoyo para útiles a través de los paquetes que distribuye el Consejo Nacional deFomento Educativo (CONAFE).

U

Programa de Educación, Salud y Alimentación

302

Los becarios en secundaria reciben el apoyo para útiles al inicio del cicloescolar. El total de los apoyos, el alimentario y las becas, se entregan a latitular de cada familia en forma bimestral, siempre que la familia haya cumplidocon los compromisos de corresponsabilidad establecidos en el Programa, esdecir, la asistencia a las unidades de salud y la asistencia regular de los niños ala escuela.

Se espera que la entrega de estos apoyos eleven el nivel de consumo de lasfamilias, principalmente en alimentos y en otros bienes y servicios que tenganun impacto positivo en el bienestar de los niños, como es el consumo de bienesque se relacionen con la asistencia a la escuela. En este trabajo se analizará elposible impacto de Progresa en dos niveles, el primero a nivel de las localidades,y el segundo, a nivel de las familias. Analizando para cada uno diferentesaspectos como el nivel del consumo, lo que consumen y la asignación delpresupuesto de las familias, a partir de la información de dos encuestas deevaluación que se levantaron en marzo y en noviembre de 1998.

1. Datos

Para evaluar el impacto de Progresa en las familias beneficiarias se haentrevistado a los hogares de una muestra de dos grupos de localidades: en elprimero se implementó el Programa, mientras que en las comunidades delsegundo aún no han sido incorporadas a Progresa, con el fin de tener un grupode comparación de las condiciones en ausencia de los efectos del Programa.Ambos grupos tienen características similares en cuanto a su nivel demarginación y a las características de los hogares, además de serrepresentativos de las localidades objetivo de Progresa. Se tienen así 320localidades en Progresa, con 14,642 hogares, de los cuales 7,649 se encuentranen condición de pobreza extrema. Las localidades “control” son 186, con 9,222hogares y 4,682 en condición de pobreza extrema. Para todas las familias deestas localidades se levantaron dos encuestas de evaluación, que identificamoscomo ENCELM y la ENCELO, realizadas en marzo y en noviembre de 1998,respectivamente. La primera observación corresponde al periodo en que lasfamilias beneficiarias de las localidades en Progresa aún no recibían susprimeros apoyos. En la segunda observación, el Programa ya llevabaaproximadamente seis meses de operación en éstas localidades.2

En las dos rondas de recolección de información, se realizaron una serie depreguntas sobre el consumo de los hogares. En lo que se refiere a alimentos, sehizo referencia a su consumo en los últimos siete días, con base en una lista de

2 Para mayor información sobre esta fuente de datos véase el Anexo 3.

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

303

36 alimentos, donde se les preguntaba a las familias acerca de cuántos díashabían consumido cada alimento, la cantidad que consumieron, si ellas lohabían producido, el costo de lo que compraron y quién de la familia lo habíaconsumido. En cuanto a los otros gastos, el período de referencia fue de unasemana para transporte, un mes para artículos de higiene personal y del hogar,así como para atención médica; y seis meses para ropa, calzado, artículosescolares y enseres del hogar.

En marzo de 1998, las familias beneficiarias de Progresa tenían un ingresomedio mensual de 963 pesos y destinaban la mayor parte al consumo dealimentos (73 por ciento). El resto de su ingreso lo dedicaban a la compra deropa y zapatos (7 por ciento), a gastos relacionados con la escuela (1.7 porciento), a salud (4.6 por ciento) y a higiene personal y del hogar (6.5 porciento). Las familias en condición de pobreza extrema de las localidades“control”, presentan características muy similares a las familias beneficiariascon respecto a sus ingresos y sus patrones de gasto, como aparece en el cuadro1.

Cuadro 1Características de las familias en condición de pobreza extrema sobre su ingreso y su

estructura de gasto, en marzo de 1998

Progresa ControlIngreso medio mensual* 963.6 955.2Proporción del gasto destinado a alimentos 73.2 74.2Proporción del gasto destinado a ropa y calzado 6.9 6.0Proporción del gasto destinado a bienes relacionados con la escuela

1.7 1.3Proporción del gasto destinado a higiene personal y del hogar

6.5 6.4Proporción del gasto destinado a salud 4.6 4.7Proporción del gasto destinado a transporte 4.5 4.3Proporción del gasto destinada a otros bienes y servicios

2.6 3.1* pesos de marzo de1998

Los apoyos que otorgó Progresa a estas familias, en el periodo de marzo anoviembre de 1998, eran en promedio de 210 pesos mensuales, lo que significapara estas familias un incremento del 22 por ciento sobre el ingreso promedio.

Para ejemplificar un aspecto del patrón de consumo de alimentos de las familiasen condición de pobreza, en el cuadro 2 se encuentra para cada tipo dealimento el porcentaje de familias que los consumieron en la semana dereferencia, de acuerdo con los datos recolectados en el mes de marzo. En el

Programa de Educación, Salud y Alimentación

304

mismo cuadro se presenta el número de días que en promedio éstas familiasconsumen cada alimento. Más del 90 por ciento de las familias consumieronjitomate, cebolla, maíz (tortillas o maíz en grano), frijol, huevo y azúcar. Deéstos, sólo el maíz, el frijol, el aceite y el azúcar los consumen alrededor de seisdías a la semana en promedio. El porcentaje de familias que consumen algúntipo de carne (pollo, res, cerdo o pescado) fue de alrededor del 70 por ciento,pero el promedio de días que la consumieron fue sólo 2.3 días a la semana. Casiel cuarenta por ciento de los hogares consumieron leche en la semana dereferencia, y en promedio 3.6 días a la semana. Tanto las familias beneficiariasde Progresa como las familias pobres de las localidades control tienen el mismocomportamiento.

Cuadro 2Porcentaje de familias en condición de pobreza extrema que consumieron el

alimento en la semana de referencia y el número días que lo consumieron en lasemana, en marzo de 1998.

Porcentaje de familias queconsumieron el alimento

Días que lo consumieron(promedio)

Beneficiario Control Beneficiario ControlJitomate 93.1 93.6 4.5 4.6Cebolla 94.3 94.6 5.0 5.0Papa 68.5 67.2 2.2 2.3Zanahoria 17.2 16.7 1.6 1.8Verduras de hoja verde 23.9 22.0 1.6 1.6Naranja 79.0 74.8 3.5 3.6Plátano 62.5 63.0 2.3 2.4Manzana 22.3 22.5 1.6 1.7Limón 51.1 50.4 3.2 3.2Maíz (tortilla, maíz en grano) 99.4 99.1 6.6 6.5Frijol 97.8 98.1 5.3 5.4Arroz 79.3 80.2 1.7 1.7Pan 79.2 80.3 3.5 3.4Carne 67.7 69.2 2.3 2.3Leche 39.2 39.6 3.6 3.7Huevo 93.8 92.5 3.5 3.6Azúcar 96.1 96.3 6.4 6.4Aceite 89.3 87.7 6.2 6.3

En el cuadro 3 se muestra el porcentaje de familias identificadas como pobresque consumieron los alimentos de su propia producción, en el mes de marzo. El73 por ciento de las familias consumen algún alimento que ellos mismosproducen. Cuando analizamos los datos de cada tipo de producto observamosque casi el 70 por ciento de las familias que consumieron maíz lo produjeronellas mismas. El tipo de carne que mayor porcentaje de familias consume de su

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

305

producción es el pollo (21 por ciento). Es muy bajo el porcentaje de familiasque consumen verduras que ellos mismos producen (2 por ciento), mientraseste porcentaje se incrementa considerablemente para frutas como naranja(22.3 por ciento), limón (24.1 por ciento) y plátano (16.3 por ciento)

Cuadro 3Porcentaje de familias en condición de pobreza que

consumieron el alimento de su producción según tipo dealimento, en marzo de 1998

Progresa ControlVerduras 2.3 1.9Naranjas 22.3 23.2Limones 24.1 30.6Plátanos 16.3 18.8Maíz 67.9 66.7Frijol 12.5 13.4Pollo 21.1 21.5Res o puerco 1.3 1.2Pescado 15.2 18.2Huevo 28.4 28.5Leche 8.7 7.6

Las familias en condición de pobreza extrema analizadas dedican la mayor partede su ingreso al consumo de alimentos y tienen un margen de ingresos muyestrecho para cubrir sus otras necesidades. Estas familias presentan pocavariedad en el consumo de alimentos, siendo el maíz y el frijol, los queconsumen con mayor frecuencia. Se espera que para estas familias lastransferencias que otorga Progresa tengan un impacto positivo en cuanto amejorar la variedad de alimentos que consumen y que los ayuden a cubrir otrotipo de necesidades.

En el mes marzo de 1998, las características del consumo de las familiasbeneficiarias eran muy similares a las de las familias en condición de pobrezaextrema en las localidades control, esto permite observar el impacto deProgresa a través de la comparación de los dos grupos de hogares, en unperiodo posterior.

2. Metodología

En primer lugar se analiza la información sobre consumo en las dos rondas deentrevistas, para conocer si los apoyos que otorga Progresa han tenido unimpacto positivo sobre el nivel de consumo de las localidades con hogaresbeneficiarios. En segundo lugar se estudia si los apoyos han contribuido a la

Programa de Educación, Salud y Alimentación

306

reducción de la desigualdad al interior de las localidades. Para el primer punto,a partir del consumo total mensual por adulto equivalente3 y utilizando unestimador de diferencia, se busca identificar el impacto en el nivel de consumo.Así, con la información del mes de marzo se obtiene el valor de los percentiles10 y 25 para el consumo por adulto equivalente. Con la información sobre elconsumo por adulto equivalente en el mes de noviembre expresada en pesos demarzo de 1998 se calcula el porcentaje de hogares que se encuentran pordebajo de los percentiles 10 y 25 correspondientes a la distribución delconsumo de marzo de 1998. La diferencia entre los porcentajes en los dosmomentos en el tiempo se expresa como:

DPP marzonoviembre =−

Si ésta es negativa, significa que el nivel de consumo se incrementó en el mesde noviembre, esto es, el porcentaje de hogares por debajo del percentil 10 delconsumo en marzo por adulto equivalente disminuyó, lo que indica un impactopositivo de Progresa.

Para conocer el impacto del Programa en la reducción de la desigualdad en elconsumo, se utiliza también el consumo total mensual por adulto equivalente.Las medidas de comparación que se usan son el coeficiente de variación y ladesviación estándar del logaritmo del consumo. El coeficiente de variación sedefine como la desviación estándar dividida por la media4. Como en el casoanterior, se calcula la diferencia (noviembre – marzo) y sí se encuentra unvalor negativo, entonces se puede señalar una reducción en la desigualdad.

Por otra parte, para conocer si el Programa ha tenido un impacto positivo en elnivel y en el patrón de consumo de las familias beneficiarias, se comparan losdatos de los dos periodos de observación y entre las familias beneficiarias deProgresa y las familias en condición de pobreza extrema en las localidadescontrol. Esto se lleva a cabo a través de dos estimadores: el de razones relativasy el de doble diferencia. Las razones relativas se definen como,

marzonoviembre ControliosBeneficiarControliosBeneficiarRR )//()/(=

3 La escala de adulto equivalente que se utiliza en este trabajo es la propuesta por el Instituto Nacional de Nutrición,donde se asignan los siguientes pesos a cada grupo: 0.41 a niños de 0 a 4 años, 0.8 a niños de 5 a 10 años, 1.15 ahombres de 11 a 14 años, 1.05 a mujeres de 11 a 19 años, 1.38 a hombres de 15 a 19 años, 1.26 a hombres de 20 a 34años, 0.92 a mujeres de 20 a 34 años, 1.15 a hombres de 35 a 54 años, 0.85 a mujeres de 35 a 54 años, 1.03 a hombresmayores de 54 años y 0.78 a mujeres mayores de 54 años (Instituto Nacional de Nutrición, 1987).4 Una ventaja que ofrecen el coeficiente de variación y la desviación estandar del logaritmo es que a diferencia delcoeficiente de Gini su calculo es más sencillo. Ambas medidas cumplen con el principio de transferencias (Deaton,1997).

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

307

Si la razón relativa es mayor que 1, el cambio en el consumo de las familiasbeneficiarias es mayor respecto al de las familias pobres de las localidadescontrol. El indicador que se utiliza para estimar las razones relativas es el gastopor adulto equivalente en diferentes rubros de gasto.

Para el análisis también se emplea el estimador de ‘doble diferencia’ o‘diferencia en la diferencia’, que refleja la diferencia (o el incremento)observado en el consumo entre los dos periodos de recolección de datos,primero tenemos la diferencia

marzonoviembre CCD −=

Un valor positivo de la diferencia implica un cambio positivo entre la etapaprevia a la puesta en marcha del Programa y seis meses después. El estimadorde ‘diferencia en la diferencia’ es una comparación entre los hogaresbeneficiarios de Progresa y los hogares en condición de pobreza extrema en laslocalidades control,

ControlmarzonoviembreioBeneficiarmarzonoviembre CCCCD )()(' −−−=

Sí la ‘doble diferencia’ es positiva significa los hogares beneficiarios tienen uncambio superior respecto a los hogares en condición de pobreza extrema en laslocalidades control.

Con el análisis de diferentes aspectos del consumo que se han descrito sebuscará evidencia del impacto de Progresa en las localidades donde opera ytambién en las familias beneficiarias. Esto a través de la comparación deinformación de dos momentos en el tiempo, marzo y noviembre de 1998,además de la comparación entre los dos grupos de hogares en condición depobreza extrema, los beneficiarios y los de las localidades control.

3. El impacto de Progresa en el nivel de consumo al interior de laslocalidades

Se espera que las transferencias monetarias de Progresa tengan un impactopositivo sobre el nivel de consumo de las familias beneficiarias. Para encontrarevidencia sobre esta hipótesis, con los datos de marzo se construyó para cadalocalidad la proporción de familias que se encontraban por debajo del percentil10 de la distribución del consumo mensual por adulto equivalente, es decir,aquellas familias que tenían un consumo mensual por adulto equivalente menora 36 pesos. Lo mismo se hizo para el percentil 25, que equivale a 91 pesos.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

308

En noviembre también se obtuvieron estas proporciones de hogares con unnivel de consumo menor a 36 y 91 pesos5. Para cada localidad se obtuvo ladiferencia de las proporciones del percentil 10 y del percentil 25, noviembre –marzo.

marzonoviembrePPD 101010 −=

marzonoviembrePPD 252525 −=

Como se indicó antes, si la diferencia es negativa se puede hablar de unincremento en el nivel de consumo en la localidad, ya que la proporción dehogares con un consumo menor a 36 pesos sería menor en noviembre y lomismo sucedería con la diferencia del percentil 25.

En el cuadro 4 presentan los resultados multivariados de la diferencia promediode las localidades en lo que se refiere a la proporción de hogares con unconsumo por debajo de los montos señalados.

Se estimaron regresiones lineales múltiples, donde se relacionan la proporciónde hogares en cada localidad por debajo del percentil 10 y 25 de marzo, con elconsumo mediano en el mes de marzo y la proporción de familias en condiciónde pobreza extrema en la localidad. Estas dos variables se utilizan paracontrolar las diferencias que existían entre las localidades que atiendenbeneficiarios de Progresa y las control, antes de la entrada en operación delPrograma. También se incluyó la variable tipo de localidad, es decir, si es unalocalidad donde opera Progresa o si pertenece al grupo control. En el cuadro 4se presentan los resultados que dan evidencia de que la proporción de hogarespor debajo del percentil 10 de consumo por adulto equivalente para laslocalidades que tienen beneficiarios de Progresa disminuyó en relación a laslocalidades control. Con un nivel de significancia del uno por ciento seencontró que la proporción de hogares por debajo del percentil 25 tambiéndisminuyó en las localidades en Progresa en comparación con las localidadescontrol, con una diferencia de 4.2 puntos porcentuales.

5 La información de noviembre sobre consumo se deflactó a marzo de 1998.

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

309

Cuadro 4Estimaciones del cambio en la proporción de hogares por debajo del percentil 10 y

del 25 de consumo, entre marzo y noviembre de 1998

Percentil 10 Percentil 25Localidades en Progresa -2.020

(2.17)*-4.269(3.08)**

Consumo mediano de las localidades(marzo)

0.061(7.48)**

0.071(5.84)**

Proporción de hogares en condición depobreza extrema

-1.969(0.83)

16.277(4.65)**

Constante -8.455(3.69)

-10.720(3.14)**

* nivel de significancia del 5 por ciento**nivel de significancia del 1 por ciento

Para evitar que localidades con un elevado nivel de consumo afectaran losresultados, se decidió volver a estimar los modelos de regresión excluyendo a laslocalidades que tuvieran un consumo medio tres desviaciones estándar porarriba del consumo medio total. Las regresiones con la muestra truncadatambién aportan evidencia de que Progresa ha favorecido un incremento en losniveles de consumo de las localidades donde está operando en comparación conlas localidades rurales altamente marginadas en las que no opera Progresa(cuadro 5).

Cuadro 5Estimaciones del cambio en la proporción de hogares por debajo del percentil 10 y

del 25 de consumo entre marzo y noviembre de 1998. Muestra truncada.

Percentil 10 Percentil 25Localidades Progresa -2.416

(3.29)**-4.756(3.56)**

Consumo mediano de las localidades(marzo)

0.027(4.02)**

0.048(3.99)**

Proporción hogares en condición depobreza extrema

-1.65(0.90)

17.150(5.11)**

Constante -2.015(1.10)

-6.575(1.98)**

* nivel de significancia del 5 por ciento**nivel de significancia del 1 por ciento

De acuerdo con los resultados anteriores se puede decir que existe evidencia deque Progresa ha tenido un impacto positivo en lo que se refiere al nivel deconsumo al interior de las localidades en donde opera.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

310

4. El impacto de Progresa en la desigualdad al interior de las localidades

Un posible impacto de las transferencias de Progresa a las familias beneficiariasconsiste en la reducción de la desigualdad en las localidades. Con lainformación sobre consumo total de las dos rondas de entrevistas y con dosmedidas de desigualdad, que con frecuencia se utilizan en la literatura, sepuede hacer la comparación del cambio en la desigualdad entre las localidadesen Progresa y las control.

Las dos medidas de comparación que se utilizan en el análisis son el coeficientede variación y la desviación estándar del logaritmo del consumo mensual poradulto equivalente. Ambos indicadores se multiplicaron por 100, con lo que lasdiferencias que se calculan entre las dos observaciones son puntosporcentuales. Tal como en el análisis del nivel de consumo, las diferencias sedefinen como (noviembre - marzo), con lo que un valor negativo refleja unareducción en la desigualdad en el consumo al interior de las localidades.

En el cuadro 6 se muestra el cambio promedio en la desigualdad para ambosindicadores por tipo de localidad. Tanto mediante el coeficiente de variación,como con la desviación estándar del logaritmo del consumo, se encontró que ladesigualdad disminuyó de marzo a noviembre. El primer indicador marca unadiferencia de 8.29 puntos porcentuales y con el segundo es de 12.76 puntosporcentuales. Además, la disminución es mayor en las localidades con familiasbeneficiarias de Progresa que en las control. Por ejemplo, con el coeficiente devariación, en las localidades en Progresa la disminución es de 10.1 puntosporcentuales contra apenas 5.42 puntos porcentuales, en las control.

Cuadro 6Cambio promedio en la desigualdad entre marzo y noviembre de 1998

Coeficiente de variación -8.29Desviación estándar del logaritmo del consumo

-12.8Coeficiente de variaciónLocalidades en ProgresaLocalidades control

-10.1-5.4

Desviación estándar del logaritmo del consumoLocalidades en ProgresaLocalidades control -17.08

-5.8* nivel de significancia del 5 por ciento**nivel de significancia del 1 por ciento

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

311

Se estimaron regresiones lineales múltiples para confirmar los resultadosanteriores controlando por otras variables, incluido el consumo mediano enmarzo en cada localidad, la proporción de hogares en pobreza extrema y el tipode localidad, en el Programa o control. En el cuadro 7 se muestran losresultados de la regresión para el coeficiente de variación y para la desviaciónestándar del logaritmo del consumo. Se encontró evidencia de la reducción dela desigualdad y de que ésta es mayor en las localidades que reciben los apoyosde Progresa que en las control, aunque esto sólo es significativo para laregresión de la desviación del logaritmo del consumo. Las localidades enProgresa tuvieron una reducción de 10.2 puntos porcentuales mayor a las de lasotras localidades.

Cuadro 7Cambio en la desigualdad entre marzo y noviembre, 1998

Coeficiente de variación Desviación estándar dellogaritmo del consumo

Localidades Progresa -4.258(1.36)

-10.171(2.07)*

Consumo mediano de las localidades(marzo)

0.102(3.72)**

0.141(3.25)**

Proporción hogares en condición depobreza extrema

-8.814(1.12)

-41.480(3.34)**

Constante -17.952(2.34)

-8.138(0.67)

* nivel de significancia del 5 por ciento**nivel de significancia del 1 por ciento

Para asegurar que los casos de familias que tienen muy altos niveles deconsumo no sean responsables de las diferencias señaladas en los cambios en ladesigualdad entre las localidades en Progresa y las control, se volvieron acalcular los indicadores de desigualdad, excluyendo al uno por ciento de loshogares con mayor consumo en cada uno de los dos grupos de localidades.

En el cuadro 8 se presentan los resultados para la muestra truncada. Lamagnitud del coeficiente de la desviación estándar del logaritmo del consumoes la misma que en el ejercicio anterior y mucho mayor que la del coeficientede variación. También el nivel de significancia para las localidades en Progresaes mayor que en la regresión anterior.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

312

Cuadro 8Cambios en la desigualdad en el consumo entre marzo y noviembre, 1998.

Muestra truncada.

Coeficiente de variación Desviación Estándar dellogaritmo del consumo

Localidades Progresa -2.965(1.74)

-10.145(1.94)*

Consumo mediano de las localidades(marzo)

0.138(9.21)**

0.117(2.55)*

Proporción hogares en condición depobreza extrema

-0.675(0.15)

-46.757(3.54)**

Constante -28.428(6.78)**

0.732(0.05)

* nivel de significancia del 5 por ciento**nivel de significancia del 1 por ciento

Con el análisis anterior se encontró evidencia de que en las localidades dondeopera el programa se ha reducido la desigualdad en el consumo.

5. El impacto de Progresa en el nivel de consumo de las familias

Como se ha mencionado previamente es muy probable que las transferenciasmonetarias de Progresa tengan un impacto positivo en el nivel de consumo delas familias. Una aproximación adicional para estudiar este efecto del Programa,es a través del análisis del gasto por adulto equivalente mensual para rubroscomo alimentos, higiene personal y del hogar, salud, enseres del hogar, ropa,zapatos y juguetes de niños, ropa y zapatos de adultos, gastos escolares ytransporte. Para ello se emplearon las razones relativas para cada rubro, comose muestra en el cuadro 9. En el mes de marzo, en todos los rubros seencontraron ligeras diferencias entre los hogares beneficiarios de Progresa y loshogares de las localidades control, por ejemplo, en los hogares beneficiarios segastaba menos en alimentos que los hogares del grupo control. En el mes denoviembre, excepto en el rubro de salud, los hogares beneficiarios gastaban másque los hogares control. Muy probablemente esto se debe a que las familiasbeneficiarias de Progresa, como parte de sus compromisos decorresponsabilidad con el Programa, asisten a los servicios de saludregularmente, por lo que se enferman con menor frecuencia o son atendidosmás oportunamente y de manera gratuita, con lo que sus gastos en saluddisminuyen.

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

313

Cuadro 9Cambios en el gasto por adulto equivalente, razones relativas.

Gasto por adultoequivalente

MarzoBeneficiarios / Control

NoviembreBeneficiarios / Control

Razón relativaNoviembre / Marzo

Alimentos 0.920 1.049 1.14*Higiene personal y del hogar

0.912 1.089 1.194*Ropa, zapatos y juguetes deniños(1) 1.113 1.468 1.319*Ropa y zapatos de adultos

1.002 1.140 1.138Escuela (1) 1.175 1.224 1.042Salud 0.966 0.860 0.890Enseres del hogar 0.866 1.395 1.611*Transporte 1.015 1.073 1.057

*nivel de significancia del 5 por ciento(1) Sólo se incluyen en el cálculo a los hogares con niños menores de 16 años.

Con la razón relativa se puede ver que todos los rubros del gasto por adultoequivalente fueron mayores en los hogares beneficiarios de Progresa que en loshogares control en el mes de noviembre, a excepción de salud, en comparacióncon los datos previos a la puesta en marcha del Programa. La razón relativa enel gasto por adulto equivalente de alimentos resultó ser significativa, como seesperaba. Lo mismo sucede con el gasto por adulto equivalente en ropa,zapatos y juguetes de niños. También es significativo la razón relativa de losgastos en higiene y en enseres del hogar. Todo esto refleja un impacto positivode Progresa sobre el bienestar de las familias.

En la gráfica 1 se muestra cómo en el mes de noviembre los hogaresbeneficiarios de Progresa tienen un gasto por adulto equivalente superior enalgunos alimentos respecto a los hogares en condición de pobreza de laslocalidades control. Es notable el cambio positivo que se ha dado en el consumode alimentos con un alto contenido de proteínas, como son leche, queso ycarne, donde el gasto en los hogares beneficiarios en leche y queso es 33 porciento mayor que el de los hogares pobres en las localidades control, y en lo quese refiere al gasto en carne es 24 por ciento más alto. El consumo de frutas yverduras es 19 por ciento más alto y en pan este asciende a 32 por ciento.Mientras tanto, en el consumo de otro tipo de alimentos, como tortilla, frijol,maíz y arroz, no se identificaron cambios.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

314

Gráfica 1Cambio porcentual en el gasto de los hogares beneficiarios respecto a los hogares

en condición de pobreza extrema en las localidades control

Frutas y verduras

Leche y queso

Carne Pan 0

5

10

15

20

25

30

35Porcentaje

Otros resultados que apuntan en la misma dirección son los relativos al númerode días que las familias consumen distintos alimentos. Esto se analiza medianteel estimador de doble diferencia y los resultados se muestran en el cuadro 10.En el número de días que consumen verduras se tiene un cambio positivo ysignificativo, es decir que los hogares beneficiarios incrementaron el número dedías que consumen verduras respecto a los hogares pobres en las localidadescontrol. Esto mismo sucede con todos los otros alimentos excepto con elnúmero de días que consumen tortilla y aceite, donde la doble diferencia no essignificativa.

Cuadro 10Cambio en el número de días que consumen cada

alimento

DobleDiferencia

t

Verduras 0.826 5.59*Frutas 0.734 5.52*Tortilla 0.042 0.72Frijol 0.110 1.93*Arroz 0.143 3.34*Pan 0.248 3.53*Carne 0.235 5.84*Leche 0.363 6.00*Huevo 0.355 5.71*Azúcar 0.228 4.18*Aceite 0.094 1.45* nivel de significancia del 5 por ciento

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

315

Por otra parte, en lo que se refiere al consumo de ropa y zapatos, se calculó elcambio porcentual en el gasto por adulto equivalente entre las familiasbeneficiarias de Progresa y las familias pobres en las localidades control en elmes de noviembre. Se encontró que las familias beneficiarias de Progresagastan 58 por ciento más en ropa de niños que las familias en condición depobreza extrema sin los apoyos del Programa y el gasto en zapatos es 37 porciento mayor. Asimismo, se encontró que las familias beneficiarias gastan unpoco más que las familias pobres en las localidades control en lo que se refiere aropa y zapatos de adultos, de 4 por ciento y 8 por ciento respectivamente, comose muestra en la gráfica 2. Estos resultados son indicativos de que las familiasbeneficiarias han orientado su gasto en favor de los niños.

Ropa niños

Zapatos niños

Ropa adultos

Zapatos adultos

0

10

20

30

40

50

60Porcentaje

Grafica 2 Cambio porcentual en el gasto de los hogares beneficiarios respecto a los hogares

en condición de pobreza extrema en las localidades control

6. El impacto de Progresa en la asignación del presupuesto de las familias

Para conocer el posible impacto de Progresa sobre la asignación que hacen lasfamilias de su presupuesto, se calcularon las proporciones de gasto que seasignan a los rubros de alimentos, ropa, zapatos, higiene, salud y gastosescolares.

En el cuadro 11 se muestra el estimador de doble diferencia para estos rubrosde gasto. Sólo resultaron ser significativas las diferencias, entre los hogares enlas localidades en Progresa y las control, en el rubro de ropa y calzado de losniños y juguetes, y enseres del hogar. En los otros rubros la proporción de gastodestinada disminuyó ligeramente en el periodo analizado, tanto en los hogares

Programa de Educación, Salud y Alimentación

316

beneficiarios, como en los hogares pobres de las localidades control. Pero estadisminución fue menor para las familias beneficiarias de Progresa.

Cuadro 11Cambios en la asignación del gasto de las familias

Proporción del gasto DobleDiferencia

t

Alimentos -0.0008 -0.1580Higiene y salud -0.0017 -0.9448Ropa, zapatos y juguetes de niños (1) 0.0042 3.2769*Ropa y zapatos de adultos -0.0001 -0.1090Escuela (1) -0.0027 -4.1353Enseres del hogar 0.0017 4.2031*Transporte 0.0000 0.0039*nivel de significancia del 5 por cientoSólo se incluyen en el cálculo a los hogares con niños menores de 16 años.

Con el fin de analizar más a detalle estas diferencias en las proporciones degasto, se estimaron modelos de regresión para la doble diferencia, en los quese controlaron algunos factores como edad, sexo, escolaridad y condición dehabla de lengua indígena del jefe del hogar, así como el número de niños en elhogar de 0 a 4 años, de 5 a 10 años y de 11 a 15 años. En otros estudios estasvariables han probado tener un efecto importante sobre la asignación del gasto.Se restringió el análisis a hogares con al menos un niño menor de 15 años.Además, se reagruparon los rubros de gasto en alimentos, ropa de niños, salud ehigiene, juguetes y zapatos de niños y gastos escolares.

Para cada rubro de gasto se estimaron dos modelos de regresión. En el primero,se incluyó una variable indicativa de si el hogar esta dentro de una localidad enProgresa o formaba parte del grupo control, otra variable para si el hogar estaen condición de pobreza extrema y otra con la interacción entre estas dosvariables, es decir si el hogar esta en condición de pobreza extrema y si seencuentra en una localidad en Progresa. Dentro de este marco, el impacto deProgresa se midió a través de la comparación entre los hogares en condición depobreza extrema en las localidades con el Programa y las control, misma que seda por la suma del coeficiente de la interacción (B3) y el coeficiente de lavariable que indica si es una localidad que recibe los apoyos (B1).

En el segundo modelo, se utilizó la variable del monto total de apoyos querecibió la familia entre marzo y noviembre de 1998. Esta variable reemplaza a

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

317

las variables sobre la condición de pobreza de los hogares y la de la interacción.Los resultados de estos modelos se muestran en el Cuadro 126.

Cuadro 12Estimaciones de la regresión sobre el impacto de Progresa en el cambio de la proporción del gasto para 5

rubros de gasto

Alimentos Ropa niños Higiene y Salud Zapatos y juguetes deniños

Gastos escolares

(1) (2) (1) (2) (1) (2) (1) (2) (1) (2)Progresa (B1) -1.119 -0.455 -0.008 0.205 0.525 0.282 0.037 0.215 -0.13 -0.141

(0.22) (1.21) (0.06) (2.18) (1.47) (1.15) (0.26) (2.24) (1.84) (2.92)Hogar pobre extremo (B2) 0.758 -0.123 0.25 0.046 -0.084

(1.33) (0.86) (0.67) -0.31 -1.15Progresa* pobre (B3) -0.265 0.516 -0.957 0.465 -0.069

(0.38) (2.93) (2.08) (2.59) (0.77)Monto total de los apoyos 0.008 0.005 -0.015 0.005 -0.002

(1.25) (2.70) (3.51) (2.83) (1.72)* nivel de significancia del 5 por ciento

Las estimaciones de las diferencias en los cambios de las proporciones de gastode alimentos entre los hogares pobres en las localidades en Progresa y lascontrol no resultaron ser significativas. Lo mismo sucede con los gastosescolares y con el rubro de higiene y salud. Para este último, el monto de lastransferencias tiene una asociación significativa con una reducción de laproporción del gasto en salud e higiene. Esto es, por cada cien pesos detransferencia, se reduce el cambio en la proporción de gasto en 0.15 puntosporcentuales.

En cuanto al gasto en ropa de niños, se dio un incremento significativo en loshogares beneficiarios de Progresa respecto a los hogares en condición depobreza extrema que no reciben los apoyos. La suma de B1 y B3 es 0.508 y esestadísticamente significativa7. El monto de los apoyos es también significativo,de manera que un incremento de cien pesos incrementa el cambio en laproporción del gasto por este concepto en 0.05 puntos porcentuales.

Para la proporción del gasto que se destina a zapatos y juguetes, el impacto deProgresa resultó ser positivo y significativo. La suma de B1 y B3 es de 0.502 ytambién es significativa. En el segundo modelo el efecto del monto de lastransferencias es también significativo, y por cada cien pesos de transferenciasel cambio en la proporción del gasto es de 0.05 puntos porcentuales. 6 No se reportan en el cuadro los coeficientes de las variables control, es decir la variables de las características deljefe del hogar y las del número de niños en cada grupo de edad, que se mencionaron.7 La interpretación de este resultado es que el incremento en la proporción de gasto en ropa de niños en los hogaresbeneficiarios de Progresa es de 0.508 puntos porcentuales más que los hogares pobres en las localidades control.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

318

Los resultados que se presentan dentro de este apartado también nos muestranevidencia de que las familias que reciben los apoyos de Progresa, destinan unamayor proporción de su gasto a la compra ropa y calzado para niños y juguetes,en relación a las familias pobres en las localidades control. Esto confirma denuevo que las familias están dirigiendo su gasto a favor del bienestar de losniños.

7. Posibles impactos no deseables de Progresa en el consumo.

Uno de los aspectos sobre los que se expresan dudas con respecto al destino delos apoyos monetarios, es la posibilidad de que se empleen para el consumo debienes distintos a alimentos y productos para el bienestar familiar, como seriala compra de bebidas alcohólicas y de cigarros, entre algunos otros.

En las dos entrevistas, la de marzo y la de noviembre, se les pregunto a lasfamilias sobre el consumo de bebidas alcohólicas y cigarros, tomando comoreferencia la última semana. Con esta información se calculó el gasto en estosbienes entre el número de adultos en el hogar,8 esto debido a que sonproductos que consumen sólo los adultos. A partir de estos datos se obtuvieronlos estimadores de diferencia y doble diferencia. En el cuadro 13 se muestranestos estimadores, en ambos productos se nota una ligera caída en el gasto perono se encontraron diferencias significativas entre las familias beneficiarias y lascontrol.

Cuadro 13Diferencias en el consumo de bebidas alcohólicas y

cigarros entre los hogares en condición de pobreza extremaen las localidades en Progresa y las localidades control.

Gasto per cápita Doble Diferencia tBebidas alcohólicas .014 0.3332Cigarros -.02 -1.0098

8. Conclusiones

Las familias en condición de pobreza extrema que se analizaron en este trabajo,destinan alrededor del 73 por ciento de su gasto a la compra de alimentos.Estas familias tienen una dieta conformada básicamente por maíz y frijol, losalimentos con mayor contenido de proteínas, como los de origen animal, loscomen con poca frecuencia. En lo que se refiere al porcentaje de gasto que

8 Para este ejercicio se considera como adultos a personas mayores de 15 años.

El impacto de Progresa en el consumo de las familias beneficiarias

319

dedican para cubrir sus otras necesidades entre las más importantes seencuentra, la proporción que gastan en artículos de higiene personal y delhogar y la proporción destinada a ropa y calzado, con alrededor de 6 por cientopara cada rubro.

Con los apoyos que otorga Progresa, se espera contribuir a que las familiasmejoren su consumo de alimentos, no sólo en cantidad sino también la variedadde éstos. Y por otra parte que también puedan satisfacer de mejor manera susotras necesidades, principalmente aquellas que incidan en forma directa sobreel bienestar de los niños. En este trabajo se buscó evidencia sobre el impacto deProgresa, primero a nivel agregado de las localidades y después a nivel de lafamilia, sobre diferentes aspectos del consumo.

En lo que se refiere al nivel de la localidad se analizó el posible impacto delPrograma en dos aspectos, en el nivel de consumo de los hogares en laslocalidades y en la desigualdad en cada localidad. Para el primer punto secomparó primero el porcentaje de hogares por debajo del percentil 10 y del 25de la distribución del consumo, con la información de las dos rondas deencuestas. Como se esperaba estos porcentajes disminuyeron en noviembre enlas localidades en Progresa en relación con las localidades control. En lo que serefiere a la desigualdad en las localidades, también se encontró evidencia deque en las localidades en Progresa la desigualdad disminuyó, de marzo anoviembre, respecto a las localidades control.

Por otra parte en lo que se refiere a la evidencia del impacto de Progresa a nivelde las familias, se encontró que las familias beneficiarias que reciben los apoyosdel Programa tienen un mayor gasto en alimentos respecto a las familias encondición de pobreza extrema en las localidades control. Además seencontraron cambios positivos en el número de días que consumen alimentosdistintos de maíz y frijol, en las familias beneficiarias respecto a las familiaspobres en las localidades control. Esto habla de que las familias beneficiariasademás de modificar positivamente el consumo de alimentos pueden tenermayor variedad en su dieta.

En cuanto a los otros rubros de gasto las familias beneficiarias, gastaron más enlo que se refiere a higiene personal y del hogar, ropa y calzado para los niños yenseres del hogar. Aunque llama la atención el hecho de que las familiasbeneficiarias gasten menos en el rubro de salud, lo que puede deberse a queestas familias tienen que asistir regularmente a los servicios de salud comoparte de los compromisos de corresponsabilidad que adquieren con elPrograma.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Por otra parte se encontró que las familias beneficiarias en relación con lasfamilias pobres de las localidades control, destinan una mayor proporción algasto de ropa y calzado para niños y juguetes, lo que indica que éstos hogareshan orientado su gasto a favor de los niños.

No se encontró evidencia de que las familias beneficiarias estén empleando losapoyos que les otorga Progresa en el consumo de bienes distintos de alimentoso cualquier otro que contribuya al bienestar de la familia, como es el consumode bebidas alcohólicas y de cigarros.

En general a través del análisis de diferentes aspectos del consumo se encontróevidencia sobre el impacto positivo de Progresa. Esto a pesar de que en elperiodo analizado el Programa tan sólo tenía seis meses de estar operando.

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XVIProgresa y la participación de la fuerzalaboral en las comunidades rurales pobres

Introducción

l Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) en agosto de1997, inició su operación. El Programa brinda apoyos monetarios, asícomo beneficios de salud en especie y suplementos alimenticios. Los

apoyos monetarios corresponden, en promedio, a más de 20 porciento deincremento sobre los niveles de ingreso de las familias beneficiadas y seentregan directamente a la madre de la familia. El Programa ha crecidorápidamente y ahora cubre a 2.3 millones de familias en extrema pobreza, enáreas rurales, atendiendo más que una tercera parte de todas las familiasrurales en México.

El propósito principal de este documento es analizar el impacto de Progresasobre la participación en el mercado laboral de las personas que habitan lascomunidades que atiende Progresa. Las áreas rurales donde opera Progresa sonáreas en las que tradicionalmente los hombres han tenido una participaciónmuy alta en la fuerza laboral y, por el contrario, las mujeres han tenido tasasmuy bajas. Por otra parte, los niños tienden a iniciar su participación en lafuerza laboral en edades muy tempranas, con el fin de contribuir a elevar losniveles de ingreso de la familia. Uno de los principales objetivos de Progresa esreducir esta participación temprana de los niños en la fuerza laboral lo quepermitirá incrementar su asistencia a la escuela.

En este documento analizamos el impacto de Progresa sobre la participación enel mercado laboral. Desde el punto de vista económico, se podría esperar queun programa que realiza transferencias monetarias, al reducir la necesidadeconómica del trabajo, reduzca la probabilidad de trabajar.

*Documento preparado por Susan Parker

E

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No obstante, se debe notar que Progresa está orientado específicamente areducir el trabajo en los niños y a incrementar su asistencia a la escuela. Siahora los niños ya no están en posición de realizar actividades laborales, sepuede esperar que los demás miembros del hogar los sustituyan en el trabajo.Así, bajo un modelo de oferta laboral familiar, se puede esperar que Progresareduzca el trabajo en los niños pero posiblemente incremente el trabajo enotros miembros de la familia.

Nuestro análisis utiliza datos que provienen de la Encuesta de CaracterísticasSocioeconómicas de los Hogares (ENCASEH) y de la Encuesta de Evaluación deProgresa (ENCEL)1. La ENCEL se diseñó especialmente con la finalidad deevaluar el Programa e incluye una encuesta basal (antes de la instrumentacióndel programa) así como encuestas de seguimiento que realizanaproximadamente cada seis meses. Con esta base de datos se monitoreasemestralmente a una muestra de hogares beneficiados por Progresa y a ungrupo de hogares con características similares pero que no reciben los apoyosdel Programa (y que se define como grupo control). La encuesta abarca unamuestra total de aproximadamente 24,000 hogares. En estos datos se tieneinformación sobre la participación en el mercado laboral de todos los miembrosde la familia, de los ingresos y de los gastos del hogar, y de la asistencia de losniños a la escuela, entre otros temas. El grupo de control es especialmente útil,dado que ayuda a aislar con precisión los impactos de Progresa en laparticipación en el mercado laboral de otros factores que también pudieronhaber cambiado en el mismo periodo, como es el caso de las condicioneseconómicas regionales y microregionales.

El documento está organizado de la siguiente manera: la descripción de algunasconsideraciones teóricas subyacentes al modelo propuesto, a las estimaciones yel marco de la literatura pertinente. En la segunda sección se describen losdatos y las estrategias de estimación. Después se inicia el análisis de lainformación haciendo una breve descripción de las actividades del mercadolaboral en las áreas rurales pobres donde opera Progresa. Por último, sepresentan los resultados del impacto de Progresa en la participación de lafuerza laboral de hombres, mujeres y niños.

1. Consideraciones teóricas

A primera vista, el impacto de Progresa en la oferta laboral se puede analizarpor medio de un modelo individual estándar de oferta laboral. Progresa, adiferencia de programas como el de Ayuda a Familias con Niños Dependientes

1 Para mayor información de éstas dos fuentes de datos, véanse los Anexos 1 y 3.

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

323

(AFDC) en los Estados Unidos, no tiene desincentivos explícitos sobre eltrabajo. En el AFDC, el nivel de los apoyos se ve afectado por las decisioneslaborales, dado que el ingreso laboral efectivamente se grava, con lo que sereduce el nivel de los beneficios proporcionados por AFDC. En Progresa, sinembargo, el nivel de apoyos entregados a los hogares no se ve afectado por lasdecisiones de los miembros de la familia con relación al trabajo, ni por elcambio en el nivel de ingresos de la familia. Una vez que un hogar esbeneficiario, participa en el Programa durante tres años, después de los cuálesse vuelven a evaluar sus condiciones socioeconómicas para determinar sicontinúa calificando para el mismo.

Si por el momento se considera únicamente la oferta laboral de los adultos y seutiliza un modelo estático sencillo, en donde la utilidad individual depende delconsumo (C) y de las horas de ocio (L), se puede argumentar que el efectoprincipal de Progresa en la oferta laboral de los adultos es meramente un efectodel ingreso. Según la teoría, un incremento en los ingresos incrementa lademanda de todos los bienes normales, incluidos consumo y ocio. Unincremento en ocio da como resultado una disminución en las horas trabajadasy en la probabilidad de participación. Así pues, de acuerdo con el efecto delingreso, Progresa tendría la implicación inequívoca de reducir la oferta laboralde los adultos.

No obstante, existe una complicación importante en esta perspectiva, queresulta de tomar en cuenta el modelo de oferta laboral de la familia(Kilingsworth, 1983). En este modelo, las decisiones de asignación de tiempode todos los miembros del hogar se ven afectados por el valor del tiempo detodos los miembros del hogar. En Progresa, la mayoría de las transferenciasotorgadas a las familias con niños están ligadas con su asistencia a la escuela.El hecho de que los beneficios estén ligados a la asistencia de los niños a laescuela implica una reducción del valor relativo del tiempo de los niños en elmercado laboral. Esto implicara una reducción en la participación de los niñosen el mercado laboral, para ser sustituidos en él por otros miembros del hogar,como las mujeres. Por esta razón, el impacto de Progresa en la oferta laboral delos adultos puede no ser tan negativo como sugeriría un modelo de ofertalaboral individual.

Todos los apoyos monetarios del programa se entregan directamente a lasmujeres. Una gran cantidad de literatura demuestra que cuando las mujerescontrolan los recursos, tienden a usarlos en formas que originan mayoresbeneficios a la familia que cuando los hombres controlan los recursos (Thomas,1990). El hecho de que las mujeres controlen los recursos también se consideracomo un indicador de poder en el hogar. Si como resultado de Progresa las

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mujeres tienen un mayor control de los recursos, y con esto Progresa aumentael poder de negociación en la toma de decisiones del hogar, otro resultadopodría ser que las mujeres tuvieran mayor libertad para tomar la decisión departicipar en el mercado laboral.

Al referirnos al impacto de Progresa sobre la mano de obra infantil, se puedeesperar que Progresa, al reducir los costos de oportunidad de enviar a los niñosa la escuela, reduzca la incidencia del trabajo infantil. Por lo general seconsidera que los costos de oportunidad de asistir a la escuela son ingresosperdidos, por haber empleado en la escuela el tiempo que se pudo haberempleado trabajando, aunque estos costos también se pueden concebir como elvalor del tiempo trabajado (digamos en el trabajo no remunerado).

Es importante señalar que los apoyos monetarios de Progresa están ligados a laasistencia de los niños a la escuela, y no directamente a reducir el uso de manode obra infantil. Al otorgar apoyos condicionados a la asistencia de los niños ala escuela, Progresa trata de reducir indirectamente la participación laboral delos niños, reduciendo los costos de oportunidad de enviar a los niños a laescuela. Se podría esperar, sin embargo, que Progresa tuviera un mayorimpacto en la participación laboral de aquéllos niños que participan enactividades que les dificultan su asistencia a la escuela. Para estos niños, lospadres "perderían" las becas educativas de Progresa al no enviar a sus niños a laescuela. No obstante, para Progresa podría ser más difícil reducir la ofertalaboral de los niños que trabajan y estudian, dado que los padres no “pierden”las becas educativas de Progresa y, por lo tanto, tienen menos incentivos deretirar a sus hijos del mercado laboral. Para seguir recibiendo las becaseducativas de Progresa, los niños no sólo tienen que asistir a la escuela, sinoque también tienen que aprobar el año (la reprobación del mismo grado escolarpor ver consecutivas es causa de suspensión definitiva de la beca), de maneraque si el trabajo interfiere con sus deberes escolares, se podría esperar que lospadres también retiraran a sus hijos de las actividades laborales.

2. Datos y metodología de estimación.

La información utilizada en este documento proviene de la Encuesta de lasCaracterísticas Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH) y de la Encuestade Evaluación de Progresa (ENCEL). Para fines de evaluación, Progresaseleccionó una muestra de 506 comunidades como muestra de evaluación quecorresponde a 24,077 hogares. La ENCASEH es un censo económico, y lainformación en ella contenida se utilizó para identificar a los hogares queparticiparían en Progresa (la ENCASEH se aplicó a todas las familias en lascomunidades consideradas como elegibles para Progresa, aunque en esta

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325

presentación sólo analizamos la ENCASEH para la muestra de localidades en lasque se realizan los trabajos de evaluación del Programa). La ENCEL consiste enuna encuesta basal de estos mismos 24,077 hogares y en rondas de entrevistas,de seguimiento cada seis meses. La información incluye datos extensos sobrelas distintas características de los individuos, de los hogares y de la comunidad,incluyendo todas las fuentes de ingreso, la participación en el mercado laboral,la información demográfica y socioeconómica, la asistencia de los niños a laescuela, el uso de los servicios de salud y las características de la comunidad,entre otras.

Para los fines de este documento se usa la información de la ENCASEH y laronda de noviembre de 1998 de la ENCEL, que fue la primera realizada despuésde que el programa entró en vigor para la muestra analizada2. Se debe subrayarque los datos posteriores al inicio del Programa se recabaron aproximadamente6 meses después de la incorporación de las localidades al mismo, de maneraque los resultados pueden ser mitigados por el hecho de que el tiempotranscurrido desde la implementación del Programa al momento de realizaresta encuesta no era particularmente larga.

De las 506 comunidades, 320 se asignaron al grupo beneficiario y 186 al grupocontrol. Para los propósitos de la metodología de evaluación utilizada esimportante explicar cómo se seleccionó el grupo control. Dada la imposibilidadde aleatorizar la selección de los hogares en las comunidades,3 se tomó ladecisión de aleatorizar las comunidades seleccionadas para que participaran enProgresa entre los grupos beneficiario y de control. Las comunidades de controlse extrajeron de aquéllas comunidades elegibles para participar en Progresapero que aún no habían sido incorporadas.4

Dentro de cada comunidad se entrevistaron todos los hogares,independientemente de su condición de pobreza. Esto implica que en cadacomunidad beneficiaria tenemos información sobre hogares que recibenbeneficios de Progresa y los que no reciben y que en cada comunidad de controltenemos la información correspondiente a los hogares que son elegibles para suincorporación a Progresa (es decir, en condición de pobreza extrema) yaquéllos que no son elegibles.

2 Se utiliza la ENCASEH y no la encuesta basal de ENCEL como nuestra base de la participación del mercadolaboral, dado que la ENCEL basal no incluye información sobre la participación de la fuerza de trabajo. Las preguntasen la ENCASEH y en la ENCEL de noviembre son idénticas.3 La aleatorización entre los hogares de la misma comunidad violaría la premisa de justicia y transparencia en laidentificación de los hogares beneficiados, dado que los hogares no seleccionados, pero igualmente pobres, percibiríanla aplicación de criterios no equitativos en el proceso de selección.4 La incorporación de los hogares beneficiados se realiza por fases en lugar de incorporar todas las comunidadessimultáneamente, diseño que se debió utilizar dadas las complejidades logísticas de la operación.

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326

La estructura de los datos provee un gran número de estimadores que sepueden utilizar para evaluar el Programa. Por mencionar sólo unos cuantosmétodos de evaluación posibles, podemos comparar, a nivel de la comunidad,los resultados entre las comunidades que atiende Progresa y las comunidadesde control; a nivel individual, los resultados entre los individuos beneficiarios deProgresa y los individuos en condición de pobreza de las localidades control;asimismo, se pueden utilizar estimadores de “dobles diferencias” entre losbeneficiarios y los individuos de localidades control a lo largo del tiempo.

El factor más importante se debe considerar al elegir la metodología deestimación, es el grado hasta el cual se aleatorizó adecuadamente la asignaciónentre el grupo beneficiario y el grupo control. De nuevo, es importante subrayarque la aleatorización ocurrió a nivel de la comunidad y no a nivel de los hogareso de las personas. Si bien se podría esperar que la aleatorización a nivel de lacomunidad implicara una aleatorización eficaz a nivel de los hogares y de laspersonas, este es un proceso que debe probarse, no suponerse. En unaverdadera aleatorización, no se estaría en posición de predecir, con base en lascaracterísticas observables, si un individuo fue beneficiario de Progresa encomparación con un individuo elegible en el grupo control. En otras palabras,no debería haber diferencias importantes en la distribución de lascaracterísticas individuales observables entre el grupo con apoyos de Progresa yel control.

De encontrar la existencia de diferencias significativas entre los dos gruposantes del inicio del Programa, surge la interrogante de si estas diferencias sepueden explicar (y controlar) por medio de características observables o si dedeben a una heterogeneidad no observada. Si las diferencias se puedencontrolar, es posible argumentar que resulta apropiado identificar los impactosdel Programa después de su implementación usando una variable "sorda" para elgrupo beneficiario y el de control (Heckman y Hotz, 1989). Sin embargo, si sedeben a una heterogeneidad no observada, debemos usar un estimador queelimine ésta. Si se supone que la heterogeneidad de los individuos y de lacomunidad es fija a través del tiempo, se puede justificar el uso de unaestimador de dobles diferencias para identificar el impacto de Progresa. Aquí seusa este estimador como nuestra metodología principal.

En la metodología de estimación utilizada, se empieza por probar lasdiferencias significativas entre los grupos beneficiarios y de control antes de laentrada en operación del Programa. Dado que en algunas muestras se encontrócierta evidencia de diferencias significativas, se usan los estimadores dediferencias en diferencias (o estimadores dobles diferentes, como a menudo sedenominan). Estos estimadores se basan en la comparación de las diferencias

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entre los grupos beneficiarios y de control antes y después de la puesta enmarcha de Progresa. Este estimador corresponde a (cuadro 1 para obtenerinformación sobre la definición) (Wp,t,t-Wp,t,t+1)7-(Wp,c,t-Wp,c,t+1).

3. Evidencia descriptiva de la participación en el mercado laboral en lascomunidades Progresa.

En esta sección se proporciona una descripción general de las actividades delmercado laboral en las comunidades de análisis. Primero sobre las actividadesde los niños menores de 16 años y luego una descripción general de lasactividades de hombres y mujeres adultos en el mercado laboral.5 Se debeseñalar que estas comunidades son las más marginadas y aisladas, y no sonrepresentativas de todas las comunidades rurales. Las comunidadesseleccionadas por lo general son muy pequeñas. La muestra de evaluación tieneun tamaño en promedio de aproximadamente 50 hogares por comunidad.

La definición de participación en el mercado laboral que se utiliza se obtuvo alinterrogar a los individuos sobre si habían trabajado la semana anterior a laentrevista o no. Dada la alta incidencia de actividades laborales no remuneradasy su peculiar naturaleza, en el análisis descriptivo se distingue entre trabajoremunerado y trabajo no remunerado. Además, para captar mejor lasactividades del mercado laboral que se consideran como trabajo (pero que lasmujeres o los otros miembros de la familia no consideran como trabajo), losdatos también incluyen una pregunta adicional sobre las actividades informales,como ayudar a vender productos, ayudar en el negocio de la familia, elaborarproductos para vender, o trabajar en las actividades del campo.

En el cuadro 2 se muestra la participación del mercado laboral de los niñosentre las edades de 8 a 15 años, antes de la instrumentación del Programa(tanto en trabajos remunerados como no remunerados)6. Tantos los niños comolas niñas en pobreza extrema empiezan a trabajar, en actividades remuneradas yno remuneradas a edades muy tempranas. A los 11 años, más de 10 por cientode los niños trabaja en actividades remuneradas o no remuneradas, encomparación con 4 por ciento de las niñas. En todas las edades, los varonesparecen tener una participación más alta en el mercado laboral que las mujeres,tanto en el trabajo remunerado como en el no remunerado. Después de los 12años, edad que normalmente corresponde a la época en que terminan deestudiar la escuela primaria, la tasa de participación se incrementarápidamente. Para los 15 años, más de la mitad de los niños en pobreza extrema

5 En esta documento, se usan indistintamente los términos población elegible para ser beneficiaras de Progresa ypoblación en pobreza extrema .6 Obsérvese que la información que corresponde a la etapa posterior a la instrumentación es un año más tarde.

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está trabajando, en comparación con 17 por ciento de las niñas.

En seguida se considera la relación entre el hecho de que los niños trabajen y suasistencia a la escuela. Es muy probable que las actividades laborales de losniños estén estrechamente relacionadas con su asistencia a la escuela.Particularmente en la población en pobreza extrema, los niños tienden adesertar de la escuela a edades muy tempranas para dedicarse a trabajar y, conello, contribuir al ingreso familiar. Desde este punto de vista, el trabajo y laescuela son actividades incompatibles, es decir, una vez que el niño empieza atrabajar existe una elevada probabilidad de que desertará de la escuela.

No obstante, se ha demostrado que en el contexto de México y de otros paíseslatinoamericanos, una fracción considerable de niños trabaja y asiste a laescuela. Existe una gran cantidad de literatura que evalúa si el trabajo es“dañino” para los niños que van a la escuela. Dañino por lo general quiere decirque el trabajo temprano incrementa la posibilidad de deserción a una edad mástemprana, debido a que el trabajo puede reducir el tiempo que los niños tienendisponible para realizar sus tareas escolares; también es posible que los niñosfalten con mayor frecuencia a la escuela porque tienen que trabajar y, enconsecuencia, se atrasen en sus estudios, con lo que la probabilidad de repetirel año escolar se incrementa.

En el cuadro 3 se muestra la distribución de niños que sólo estudian, niños quesólo trabajan (se combina el trabajo remunerado y el trabajo no remunerado),niños que realizan las dos actividades y aquellos que no realizan ninguna de lasdos. Cabe observar que la mayoría de los niños más pequeños (entre las edadesde 8 a 12) que trabaja también asiste a la escuela, entre estos niños se aumentael riesgo potencial de deserción escolar a una edad temprana. Son pocos losniños que sólo trabajan, la mayoría únicamente asiste a la escuela.

Sin embargo, a la edad de 15 años, la mayoría de los niños que trabajan ya noasisten a la escuela. Si bien continua siendo alto el porcentaje de niños queestudia y trabaja, la mayoría de los niños que trabajan ya no continúanestudiando.

Es evidente que los varones tienden a participar en actividades laborales a unaedad más temprana y con mayor nivel de participación que las mujeres.Además, un porcentaje mucho más alto de varones que de mujeres parececombinar la escuela con el trabajo extra-doméstico a todas las edades. Noobstante, se debe recalcar que existe un alto porcentaje de niños,especialmente mujeres, que reporta no estar estudiando ni trabajando. Es muyprobable que estas niñas participen en tareas domésticas, en el hogar o en

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actividades como el cuidado de los animales, que en la entrevista no seidentifican como trabajo. A pesar de que recientemente se realizó un estudiosobre el uso de tiempo, que permitirá analizar el impacto de Progresa en estasactividades domésticas, al momento de la preparación de este documento dichainformación todavía no estaba disponible. Sin embargo, es probable que unporcentaje significativo de las niñas combine las tareas domésticas con laescuela, tal y como se ha demostrado en otros estudios realizados en México(Knaul y Parker, 1998).

En el cuadro 4 se muestran las horas trabajadas por los niños, distinguiendoentre aquéllos que asisten a la escuela y los que no asisten. Es evidente que losniños que trabajan y van a la escuela tienden a trabajar un número de horasmucho menor que aquéllos que trabajan y no van a la escuela. Los niños deambos sexos que trabajan y van a la escuela parecen participar en actividadeslaborales de tiempo parcial, que les permiten combinar el trabajo y la escuela.

Estas hipótesis se ven reforzadas al examinar la distribución de la posición en laocupación de los niños que trabajan, en donde se distingue entre el grupo deniños que trabaja y va a la escuela en comparación con aquéllos que sólotrabajan (cuadro 5). La mayoría de los niños de ambos sexos que trabajan yasisten a la escuela participan en actividades no remuneradas en el negocio dela familia. Esto de nuevo es consistente con la interpretación de que lasactividades laborales son de tiempo parcial y por lo tanto permiten que losniños asistan a la escuela.

De los varones que participan únicamente en las actividades del mercadolaboral, casi la mitad trabaja como jornalero y un 25 por ciento comotrabajadores no remunerados en el negocio de la familia. El resto en generaltrabaja como empleado en negocios no agrícolas. En cuanto a las niñas quetrabajan, sólo una pequeña minoría trabaja como jornalera. Más de la mitadtrabaja como empleada en empresas no agrícolas. Al igual que en el caso de losvarones, casi una cuarta parte de ellas realiza trabajos no remunerados para lafamilia.

Respecto a la participación de la fuerza laboral de hombres y mujeres adultos.En el cuadro 6 se muestra la distribución de la participación de la fuerza laboralpara hombres y mujeres por grupos de edad en la muestra, antes de lainstrumentación de Progresa. Los datos muestran claramente una participaciónmuy baja de las mujeres de todas las edades. En ningún grupo de edad las tasasde participación exceden el 12 por ciento en el trabajo remunerado y el 4 porciento en el trabajo no remunerado. Por otra parte, los hombres muestran unaparticipación muy alta en el mercado laboral.

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En el cuadro 7 se presenta la información sobre la posición en la ocupación dehombres y mujeres mayores de 18 años. Los hombres trabajan principalmentecomo jornaleros mientras (63 por ciento) que sólo una cuarta parte de lasmujeres participa en las actividades agrícolas (24 por ciento). Es mucho másprobable que las mujeres trabajen en actividades no remuneradas en el negociofamiliar, por su cuenta, o en cualquier otro trabajo no agrícola.

Los hombres y las mujeres en trabajos remunerados y no remunerados trabajanen promedio más de 5 días a la semana; los que realizan trabajos remuneradostrabajan en promedio 7.5 horas al día, y los que realizan trabajos noremunerados ligeramente menos 7 horas al día (cuadro 8). Los hombrestienden a trabajar un número mayor de horas al día que las mujeres. El ingresomensual promedio, es de cerca de 600 pesos mensuales para las mujeres y de870 pesos para los hombres. Muy pocos trabajadores (2.3 por ciento de lasmujeres con empleo remunerados y 5.2 por ciento de los hombres conremuneración) tienen prestaciones de salud asociadas con su empleo. En elcuadro 8 también se muestra que para un grupo sustancial de hombres y demujeres el trabajo es estacional, dado que no trabajan todo el año,especialmente en trabajos no remunerados. El 73 por ciento de los hombres ycasi dos terceras partes de las mujeres en que realizan trabajos remuneradosreportan trabajar todo el año, en contraste con aquéllos que trabajan unoscuantos meses al año o de vez en cuando, 61 por ciento de los hombres y sóloun poco más de la mitad de las mujeres, en trabajos no remunerados, reportantrabajar todo el año. Estas tendencias indican el carácter aún más precario deltrabajo en estas áreas marginadas aisladas.

Estos datos han proporcionado una breve visión de las actividades en elmercado laboral de hombres, mujeres y niños en las comunidades pobres, antesde la entrada en operación de Progresa. Ahora se presenta el análisis delimpacto potencial de Progresa en la participación de la fuerza laboral en losmiembros de las comunidades que atiende.

4. Resultados del impacto de Progresa en la participación de la fuerzalaboral.

En esta sección se muestran los principales resultados del efecto de Progresa enla participación del mercado laboral, analizando la participación de la fuerzalaboral de niños y adultos. La participación se concentra únicamente en eltrabajo remunerado, dada la participación relativamente baja en el trabajo noremunerado señalada anteriormente, y el interés por evaluar si lastransferencias monetarias de Progresa tienden a reducir los incentivos deltrabajo pagado.

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

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El análisis comienza por analizar el grado en que los datos previos al inicio delPrograma presentan diferencias significativas en la participación de la fuerzalaboral entre las localidades En el cuadro 9 se muestran los niveles departicipación en el mercado laboral remunerado, para los individuos enlocalidades atendidas por Progresa y para los del grupo de control antes de lainstrumentación del Programa: parece que entre los dos grupos existendiferencias significativas tanto para hombres como para mujeres, aún cuando lamagnitud absoluta de estas diferencias es relativamente pequeña. Sin embargo,se debe observar que, dado el gran tamaño de la muestra, diferencias pequeñaspueden resultar en diferencias importantes entre los grupos (Behrman y Todd,1999). Por otra parte, en el grupo de niños que desempeñan trabajosremunerados no existen diferencias significativas entre el grupo que en laactualidad recibe los beneficios de Progresa y el control.

En cualquier caso, como se mencionan anteriormente, el estimador de doblediferencias que se utiliza está diseñado para eliminar estas diferenciaspotenciales en la variable de resultados entre el grupo de beneficiarios y el decontrol. Sin embargo, ello depende del supuesto de que las diferencias se debena factores que no cambian con el tiempo.

A. Participación de los niños en la fuerza laboral.

En esta sección se evalúa el impacto de Progresa en las actividades laborales delos niños. Se considera el impacto global en las actividades remuneradas ytambién se evalúa el impacto de Progresa de acuerdo a las actividades de losniños antes del inicio del Programa, es decir, si los niños antes asistían a laescuela, trabajaban o participaban en ambas actividades.

Con respecto a los resultados del trabajo remunerado (cuadro 10), para losvarones entre los 12 y 13 años, existe un fuerte impacto negativo en laprobabilidad de trabajar (la referencia a 12 y 13 años corresponde a la edadantes de instrumentar el Programa, de manera que después de lainstrumentación del mismo, el grupo corresponde a personas de 13 y 14 añosde edad). La magnitud del impacto implica que Progresa logra una reducciónde más de 25 por ciento en la incidencia de la participación de la fuerza laboralremunerada para estos niños. En los grupos de edad más jóvenes no hay unimpacto visible de Progresa. En el grupo de niños mayores, entre los 14 y los15 años, el efecto no es significativo.

Si ahora nos referimos al grupo de niñas, en el cuadro 10 no se presenta unimpacto significativo en las niñas que trabajan entre las edades de 12 y 13 años,(t=1.52). Sin embargo, se debe observar que la participación en la fuerza

Programa de Educación, Salud y Alimentación

332

laboral remunerada en este grupo es muy baja (disminuyendo con el tiempo enlas comunidades que atiende Progresa de 5 a 3 por ciento).

Para el grupo de niñas más jóvenes, Progresa parece no tener impacto parareducir su participación en la fuerza laboral remunerada. Sin embargo, para elgrupo de niñas mayores, Progresa parece tener un efecto positivo sobre eltrabajo (esto es, que hay un aumento en la participación económica). Estasniñas (de 14 a 15 años antes de la instrumentación del programa y de 15 a 16en la segunda observación) se encuentran en la edad en la que probablementeestén terminando secundaria y el apoyo de Progresa puede proporcionar algúnfinanciamiento para cubrir los costos de la búsqueda de trabajo. También puedeser que sustituyan en el trabajo a sus hermanos y hermanas más jóvenes.

Obsérvese que el hecho de que algunos grupos no muestren una disminución enlas probabilidades de trabajar, puede oscurecer otros cambios importantes. Porejemplo, es posible que algunos niños no dejen de trabajar, sino que combinenel trabajo y la escuela, lo que si bien no es ideal, es en cierto sentido, unamejoría.

Para una mejor concepción sobre estos aspectos, se analiza el impacto deProgresa en las actividades de los niños, clasificándolos según su condición enla fase previa al Programa (sólo trabajan, sólo estudian o ambas actividades) ymostrando la manera en que sus actividades cambiaron con el tiempo. Dadoque el tamaño de algunos grupos es pequeño, se realiza el análisis sólo con elgrupo general de niños entre los 8 y los 15 años sin distinguir entre sexos.

Los niños quien antes de la implementación del Programa estudiaban ytrabajaban, son observados después de la instrumentación del mismo,diferenciando entre el grupo que recibe beneficios de Progresa y el control paracomparar las actividades que realiza (cuadro 11). Se observa que después de lainstrumentación de Progresa, un porcentaje más alto de los niños en el grupode hogares beneficiarios, o bien sólo estudia, o bien estudia y trabaja. El grupode control, por otra parte, muestra un porcentaje más alto de niños que siguetrabajando y no asiste a la escuela y un porcentaje más alto de niños que norealiza ninguna de las dos actividades. Si bien las diferencias no son grandes (nitampoco significativas) sugieren tendencias positivas potenciales al convencer alos niños (o a sus padres) para que concentren únicamente en la escuela, a lavez que ponen de manifiesto que reducir la participación laboral de los niñosque estudian y trabajan es una tarea ardua.

Al analizar al grupo de niños que antes de la instrumentación del Programatrabajaba pero no asistía a la escuela, los cambios son mayores. Es mucho más

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

333

probable que los niños con beneficios de Progresa, en comparación con los delgrupo control, ahora sólo asistan a la escuela y existe una reducción clara de laproporción de los que sólo trabajan. Las diferencias son grandes y significativas.Por ejemplo, de los niños que antes trabajaban y no asistían a la escuela,después del inicio del Programa sólo 45 por ciento de los beneficiarios trabaja,en comparación con el 53 por ciento de los niños en el grupo control.

Por último, si se considera a los niños que antes de Progresa sólo asistían a laescuela, se observa que una fracción más grande de los niños beneficiarios deProgresa continúa sólo asistiendo a la escuela, en comparación con el grupocontrol, y un porcentaje menor del grupo de niños beneficiarios de Progresadejó de asistir a la escuela para dedicarse a trabajar. Los dos impactos sonsignificativos.

En resumen, se ha mostrado que Progresa parece estar reduciendo el trabajoremunerado en niños y niñas entre los 12 y 13 años de edad, que esprecisamente la edad en que terminan la escuela primaria y entran a lasecundaria. Sin embargo, las reducciones sólo son significativas en el caso de laparticipación de los niños en la fuerza laboral, lo que puede relacionarse con elhecho de que la participación de los niños en la fuerza laboral es mucho mayorque la de las niñas. Los resultados también señalan que Progresa tiene mayorimpacto en reducir la participación en el mercado laboral de los niños que noasistían a la escuela, ya que los apoyos monetarios de Progresa cubren elingreso con el que los niños contribuían antes del Programa. Parece ser másdifícil reducir la participación de los niños en la fuerza laboral en los casos enque trabajaban y estudiaban antes de las acciones del Programa. Es másprobable que estos niños trabajen tiempo parcial en negocios familiares noremunerados o que participen en actividades que les permiten también asistir ala escuela, y por lo tanto recibir las becas educativas de Progresa. Un puntoimportante que queda para investigaciones futuras es el grado en el quetrabajar en estas actividades tiene efectos negativos sobre los niños, debido aque incrementa la probabilidad de la deserción escolar .

B. Participación de la mujer en la fuerza laboral.

En el cuadro 12 se presentan los cambios de la participación de la mujer en lafuerza laboral remunerada antes y después de instrumentado Progresa, para elgrupo de mujeres en su conjunto y por grupos de edades y niveles de educación.En términos generales, parece que la participación en la fuerza laboralremunerada disminuyó ligeramente con el tiempo en las comunidadesbeneficiarias y de control. Las razones de esta reducción no soninmediatamente evidentes, dado que las dos encuestas se realizaron en

Programa de Educación, Salud y Alimentación

334

aproximadamente el mismo mes del año (noviembre) y el efecto de latemporada no debe ser importante. El año entre 1997 y 1998 fue, a nivelnacional, muy importante en cuanto al crecimiento económico: el PIB realaumentó cerca de 5 por ciento, de manera que resulta difícil explicar la caídaen el empleo, a pesar de que es claramente posible que las tendencias deempleo a nivel nacional no se reflejen en estas áreas marginadas pobres. Otraposibilidad es considerar que la población subinformó sobre su participación enla fuerza laboral, con la intención de subinformar sobre el ingreso. Esto podríaser potencialmente importante en las comunidades de control, si en ellas sepercibe que las rondas de la encuesta de evaluación podrían utilizarse paraconsiderar su posible inclusión en el Programa, así como también podría serimportante para las comunidades en Progresa si los beneficiarios creyeran queesta información podría utilizarse para excluirlos de seguir percibiendo losbeneficios.7

Los resultados de doble diferencias demuestran que Progresa no ha tenido unimpacto significativo en la participación de la fuerza laboral femeninaremunerada. En el grupo de beneficiarias, la participación en la fuerza laboralremunerada se redujo en menor medida que en el grupo control, lo que enrealidad podría indicar que Progresa tuvo un efecto positivo en la participaciónde la fuerza laboral remunerada. Estas diferencias, no obstante, no sonsignificativas.

Al considerar los distintos grupos de edad y la escolaridad, los resultados sonsimilares y no muestran diferencias significativas, con una excepciónimportante. Parece existir un efecto muy grande de Progresa sobre laparticipación en la fuerza laboral remunerada de las mujeres con niveles másaltos de educación (nivel de secundaria o más). Con relación al grupo decontrol, este grupo incrementó en un 50 por ciento su participación en lafuerza laboral. Si bien estas mujeres representan un porcentaje pequeño detodas las mujeres en las comunidades en pobreza extrema (sólo 6 por ciento),el tamaño del impacto es, no obstante, muy relevante. Una posible explicaciónde este impacto es que los apoyos de Progresa se pueden utilizar para financiarla búsqueda de trabajo en áreas urbanas y las mujeres que tienen, cuandomenos, educación secundaria tienen mayores probabilidades de encontrartrabajo, que aquellas con niveles inferiores de educación. 8

7 No obstante, en el análisis de cambios en la participación de la fuerza laboral másculina, no se observan los mismosdecrementos con el tiempo, lo que sugiere que es poco probable que la subinformación de la participación en la fuerzalaboral explique los cambios. 8 Las investigaciones en la literatura sobre migración mostraron que un impacto positivo en el ingreso de los hogaresda como resultado un incremento en la probabilidad de migración, ya que proporciona el flujo de efectivo requeridopara migrar (i.e. para pagar los costos de transporte, alojamiento, etc.). Se puede aplicar un argumento similar en elcaso de la búsqueda de empleo.

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

335

Por último, analizamos el impacto de Progresa tomando en consideración a lasmujeres con niños. En la mayoría de los contextos, los niños, especialmente losmás pequeños, tienen un impacto negativo en la participación de sus madres enla fuerza laboral. En el caso de Progresa se podría esperar también un impactonegativo sobre el trabajo, en el sentido de que si en el hogar hay niños, existeun mayor compromiso con el Programa, en términos de inscribirlos en lasescuelas, de llevarlos regularmente a las clínicas de salud, y estas actividadespueden interferir con el hecho de que las mujeres busquen empleo o de queasistan regularmente al mismo.

No obstante, el Programa parece no tener un impacto significativo en laparticipación de la fuerza laboral de las mujeres al diferenciarlas de acuerdo alnúmero de niños que hay en el hogar. Los resultados (cuadro 12) muestran queno hay impacto significativo en la participación de la fuerza laboral remuneradade las mujeres con niños.

C. Participación de los hombres en la fuerza laboral.

Por último, en el cuadro 13 se presentan los resultados del impacto de Progresaen la participación de los hombres en la fuerza laboral remunerada. Aquí losresultados son muy distintos de los obtenidos con las mujeres, dado que laparticipación económica general muestra incrementos con el tiempo, tanto enel grupo beneficiario como en el de control. Con relación al impacto deProgresa, existe un resultado muy evidente en la participación de la fuerzalaboral de aproximadamente 5.4 por ciento.

Al analizar el impacto en los grupos por edades, Progresa parece tener unfuerte efecto en todos los grupos, a excepción de los ancianos, en donde no seaprecia un impacto significativo. En términos del tamaño del impacto, es mayorpara los hombres jóvenes, entre los 18 y los 29 años, en donde se incrementa laparticipación de la fuerza laboral entre los beneficiarios de Progresa en 6 porciento. Con relación a los niveles de educación, todos los grupos, a excepciónde los hombres con algún tipo de educación secundaria o más, muestran unimpacto positivo de Progresa en la participación de la fuerza laboral.

Se debe observar que estos impactos estimados son de gran importancia debidoal hecho de que antes del Programa, la mayoría de los hombres ya estabatrabajando (85 por ciento). Es decir, esta cifra es cercana al límite departicipación en la fuerza laboral. En este contexto, un incremento de 5 ó 6 porciento debe considerarse como muy importante.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

336

Existen varias explicaciones para el impacto positivo de Progresa en laparticipación masculina en la fuerza laboral. Primero, como mencionamos en elcaso de las mujeres, los hogares beneficiados pueden utilizar algunos de losapoyos monetarios de Progresa para financiar la búsqueda de empleo. Unaexplicación alterna es que los hombres pueden sustituir en el trabajo a los niñosvarones quienes, como se demostró anteriormente con los apoyos delPrograma, tienen menor probabilidad de trabajar. Una sugerencia final es quepuesto que las mujeres en cierto sentido tienen un mayor control sobre losrecursos del hogar, los hombres pueden, en cierta medida, sentirse“competitivos” y por lo tanto trabajar más para controlar o para contribuir conuna mayor proporción de los recursos del hogar.

5. Comentarios finales.

En este documento se ha analizado el impacto de Progresa en la participaciónde niños, mujeres y hombres adultos en la fuerza laboral. En términos generalesse encontró que Progresa reduce la participación económica de los niñosvarones, sin embargo, en el caso de los adultos, no se encuentra evidencia deque Progresa reduzca la participación en la fuerza laboral.

Una implicación importante de este análisis es que sugiere que los beneficiariosadultos no utilizan los beneficios para trabajar menos e incrementar su tiempode ocio. Una reacción posible a los beneficios (como predicción de ciertosmodelos económicos de oferta laboral) podría haber sido que se mantuviera elconsumo y se incrementara el ocio (trabajar menos). No obstante, este noparece ser el caso con los beneficiarios de Progresa. Por el contrario, loshombres en edad de trabajar muestran incrementos significativos en suparticipación en el trabajo remunerado. Las mujeres en edad de trabajar nomuestran cambios generales en su participación en la fuerza laboral, aexcepción de las mujeres con niveles de educación superiores al nivel deprimaria, quienes también muestran incrementos significativos.9

Estos resultados se pueden relacionar estrechamente con los resultados de losniños. Los niños son el único grupo que muestra claramente reducciones en suparticipación laboral, particularmente aquéllos en edad de cursar secundaria.En otras palabras, los miembros adultos de la familia, en particular loshombres, pueden cubrir la menor participación de sus niños en la fuerza laboraly, por lo tanto, contribuir a los incrementos en la participación de la fuerza

9 Esta conclusión podría modificarse con un análisis de las horas trabajadas. Aunque improbable, podría ser queProgresa simultáneamente incrementa la posibilidad de trabajar, pero reduce el número de horas trabajadas.

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

337

laboral observados. También puede ser que para las personas pobres existancostos para iniciar la búsqueda de empleo, que se pueden cubrir con los apoyosde Progresa y a través de este efecto el Programa también puede incrementar laparticipación en la fuerza laboral.

Se concluye con un comentario final sobre cómo estos resultados puedenreflejar el diseño de Progresa. En otros países, las transferencias de dinero a lasfamilias en condición de pobreza se definen con base en el ingreso, y por lotanto, si los individuos ganan dinero adicional, los beneficios se reducen. Estosdiseños claramente proporcionan incentivos negativos en la participación de losindividuos pobres en la fuerza laboral. No obstante, en el caso de Progresa, lasfamilias reciben los apoyos durante tres años, sin importar el ingreso de lafamilia, de manera que no existe el efecto de desincentivación del trabajo(excepto, evidentemente, en el caso de los niños). Los resultados aquíencontrados son importantes, no sólo por la implicación de que Progresa noreduce la participación en el trabajo, sino por sus implicaciones en el diseño delos programas contra la pobreza en otras partes. Si bien la sabiduríaconvencional indica que hay compensaciones entre proporcionar transferenciasa una población necesitada y estimular el trabajo, este análisis muestra quehasta el momento en Progresa no existen tales compensaciones.

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Bibliografía

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Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

339

Cuadro 1Comparación esquemática de las tasas de participación laboral en el periodo de tiempo t

Tipo de comunidad Todas las localidadesCondición de pobreza Localidad de Progresa Localidad de controlFamilias pobres (elegibles paraProgresa)

Wp,t,t Wp,c,t Wp,t

Resto de las familias Wnp,t,t Wnp,c,t Wnp,t

Todas las familias Wt,t Wc,t Wt

Cuadro 2Participación laboral de niños y niñas según edad y tipo de trabajo,

antes de la entrada en operación de Progresa

Edad Niñas NiñosTrabajo remunerado Trabajo no-remunerado Trabajo remunerado Trabajo no-remunerado

8 1.3 1.3 2.0 2.19 1.3 1.9 2.6 2.810 1.6 1.8 1.9 3.211 1.9 2.1 4.9 5.312 4.0 3.6 8.0 6.513 6.3 3.5 16.1 6.314 13.8 3.7 24.7 9.315 8.2 4.7 41.3 9.6

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Cuadro 3Participación laboral y asistencia a la escuela: niños y niñas en condición de pobreza

extrema

Edad NiñasSólo trabaja Sólo asiste a la escuela Trabaja y asiste a la

escuelaNinguna actividad

8 0.08 96.7 2.1 1.29 0.08 95.8 2.8 1.310 0.3 93.4 2.9 3.311 0.7 91.9 2.7 4.712 2.1 72.5 4.4 16.613 4.5 63.2 4.7 27.714 9.3 48.7 2.8 39.215 15.5 33.7 1.9 48.9

NiñosSólo trabaja Sólo asiste a la escuela Trabaja y asista a la

escuelaNinguna actividad

8 0.2 95.4 3.6 0.89 0.3 92.7 5.0 2.010 0.4 93.2 4.3 2.211 1.8 86.9 8.0 3.312 4.8 78.5 9.3 7.413 12.8 66.8 8.6 11.714 23.5 53.7 8.8 14.015 42.1 36.7 7.3 13.9

Cuadro 4Promedio de horas trabajadas a la semana según asistencia a la escuela:

niños y niñas en condición de pobreza extrema

Edad Niñas NiñosSolo trabaja Trabaja y asiste a la

escuelaSolo trabaja Trabaja y asiste a la

escuela8-11 40.1

(14.7)23.3

(18.8)43.1

(15.7)21.5

(16.0)12-13 40.5

(14.7)25.1

(17.5)42.0

(15.0)22.0

(15.4)14-15 47.0

(17.2)28.9

(18.8)42.8

(13.9)24.3

(16.3)

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Cuadro 5Posición en la ocupación de niñas y niños de 8 a 17 años en condición

de pobreza extrema

Edad Niñas NiñosSólo trabaja Trabaja y asiste a la

escuelaSólo trabaja Trabaja y asiste a

la escuelaJornalero rural o peón de campo 14.9 12.2 54.2 28.7Obrero o empleado no agropecuario 51.4 10.6 13.1 3.6Trabajador por cuenta propia 8.6 12.7 5.6 4.9Patrón o empleador de un negocio 0.7 0.3 0.2 0.2Trabajador en negocio familiar sinretribución

21.6 60.4 25.4 60.1

Trabajador sin retribución (nofamiliar)

1.4 1.9 0.7 1.6

Miembro de una cooperativa 0.1 - 0.1 -Ejidatario 0.2 0.7 0.4Otros 1.1 1.9 0.1 0.5Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0%

Cuadro 6Tasas de participación laboral de hombres y mujeres según tipo de trabajo: población

en pobreza extrema

Grupo de edad Mujeres HombresTrabajo remunerado Trabajo no-

remuneradoTrabajo remunerado Trabajo no-remunerado

8-11 1.5 1.8 2.8 3.312-17 9.8 3.7 28.5 8.418-45 11.7 3.3 87.5 5.346-65 11.2 3.7 85.1 6.2

Mayor de 65 años 8.1 2.8 56.0 6.0Total 9.1 3.1 55.9 5.8

N 26,642 26,488

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Cuadro 7Posición en la ocupación de hombres y mujeres 18 años y más

en condición de pobreza extrema

Mujeres HombresJornalero rural o peón de campo 23.5 62.9Obrero o empleado no agropecuario 19.2 9.1Trabajador por cuenta propia 25.2 10.8Patrón o empleador de un negocio 0.7 0.3Trabajador en negocio familiar sinretribución

26.2 6.9

Trabajador sin retribución (no familiar) 0.9 0.2Miembro de una cooperativa 0.1 0.1Ejidatario 3.1 8.9Otros 1.2 1.0Total 100.0 100.0

Cuadro 8Características del empleo de personas de 18 años y más:

población en condición de pobreza extrema

Mujeres HombresTrabajo

remuneradoTrabajo no-remunerado

Trabajoremunerado

Trabajo no-remunerado

Días trabajados por semana 5.20(1.52)*

5.51(1.46)

5.41(1.27)

5.46(1.34)

Horas trabajadas por día 7.52(2.29)

6.94(2.37)

8.12(1.52)

7.75(1.82)

Ingresos mensuales 611(698)

- 874(957)

-

Ingresos por hora trabajada 5.10(10.3)

- 5.32(8.67)

-

% de trabajadores con prestaciones deservicios de salud

2.26 - 5.24 -

% que trabajan todo el año 66.6 55.5 73.0 61.2% que trabajan algunos meses del año 18.6 32.8 16.2 29.8% que trabajan de vez en cuando 15.8 11.7 9.9 9.1N 1775 530 26,731 1,982* Los números en paréntesis son la desviación estándar

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

343

Cuadro 9Pruebas de diferencias significativas entre el grupo beneficiario y el

Grupo control antes de la implementación de Progresa

Niveles antes de la implementación del programa Diferencias significativasIndicador Grupo beneficiarios de

ProgresaGrupo control Beneficiarios entre grupo

controlTrabajo remunerado: mujeresde 18 años y más

.117 .107 t=1.94*

Trabajo remunerado: hombresde 18 años y más

.839 .863 t=4.13*

Trabajo remunerado de niñosNiñas 8-11 .016 .013 t=1.19Niños 8-11 .028 .028 t=0.2Niñas 12-13 .053 .049 t=0.3Niños 12-13 .114 .124 t=0.78Niñas 14-15 .107 .103 t=0.42Niños 14-15 .319 .337 t=0.86

*significativo al 10 por ciento

Cuadro 10Trabajo remunerado de niños y niñas de 8 a 15 años antes y después de Progresa

Beneficiarios de Progresa Control (elegibles para Progresa) Impacto del Programa:Doble diferencia

Trabajo remunerado Antes Después Antes Después % cambioProgresa

% cambioControl

% cambio (doblediferencia)estadística t

Todos los niños .154 .162 .167 .175 5.4 4.8 0.6t=0.02

Por edad8-11 .026 .019 .029 .021 -27.0 -27.6 0.6

t=0.4812-13 .110 .099 .120 .139 -10.0 15.8 -25.8

t=1.70*14-15 .313 .326 .330 .369 4.2 11.8 -7.6

t=1.05Todas las niñas .056 .058 .056 .050 3.6 -12.0 15.6

t=1.37Por edad

8-11 .015 .007 .012 .006 -53.3 -50.0 3.3%t=0.50

12-13 .051 .031 .050 .049 -39.2 -2.0 -37.2t=1.52

14-15 .103 .121 .110 .092 16.5 -16.4 32.9%t=1.80*

*significativo al 10 por ciento

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Cuadro 11Condición de trabajo y asistencia a la escuela de personas de 8 a 15 años antes

y después de Progresa

Actividades después de la implementación del programaActividades antes del

programaSólo trabaja Sóla estudia Ambos Ninguno Total, N

Trabaja y estudiaNiños beneficiarios 6.2 79.7 6.5 7.1 100.0,

567Niños

control8.3 75.5 4.6 11.6 100.0,

241Dif. sig- benef. contra

controlt=1.10 t=1.33 t=1.08 t=2.14*

Sólo trabajaNiños beneficiarios 45.3 17.9 2.3 34.4 100.0,

608Niños

control52.5 13.2 0.6 33.7 100.0,

342Dif. Sig- benef. contra

controlt=2.06* t=1.73* t=1.98* t=0.23

Sólo estudiaNiños beneficiarios 1.5 90.5 2.0 5.35 100.0,

8043Niños

control2.8 86.1 1.85 9.06 100.0,

4861Dif. sig- benef. contra

controlt=3.12* t=7.72* t=0.55 t=8.2*

*significativo al 10 por ciento

Progresa y la participación de la fuerza laboral en las comunidades rurales pobres

345

Cuadro 12El impacto de Progresa sobre el trabajo remunerado de las mujeres: 18 años o más

Beneficiarios de Progresa Control (elegibles paraProgresa)

Impacto del Programa:Doble diferencia

Trabajo remunerado Antes Después Antes Después % cambioProgresa

% cambioControl

% cambio (doblediferencia)estadística t

Todas las mujeres .112 .106 .103 .089 -5.4 -13.6 8.2t=0.4

Por edad18-45 .116 .113 .103 .091 -2.6 -13.2 10.6

t=0.3246-65 .114 .093 .105 .086 -18.4 -18.1 -0.3

t=0.2Mayor de 65 años .068 .066 .090 .070 -2.9 -22.2 19.3

t=0.40Por nivel de escolaridad

Sin escolaridad .114 .099 .111 .088 -13.2 -21.6 8.4t=0.1

PrimariaIncompleta

.108 .098 .093 .084 -9.2 -9.7 0.5t=0.27

Primaria completa .110 .111 .098 .099 0.9 1.0 -0.1t=0.07

Secundaria y más .140 .179 .120 .091 27.8 -24.2 52.0t=2.44*

Por número de hijosmenores de 18 años

0 .110 .116 .119 .131 5.4 10.1 -4.7t=0.20

1-2 .102 .101 .094 .079 -1.0 -16.0 15.0t=1.25

3-4 .114 .102 .102 .092 -10.5 -9.8 -0.7t=0.25

5 y más .119 .110 .107 .084 -7.6 -21.5 13.9t=1.32

*significativo al 10 por ciento

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Cuadro 13El impacto de Progresa sobre el trabajo remunerado de los hombres: 18 años o más

Beneficiarios de Progresa Control (elegibles paraProgresa)

Impacto del Programa:Doble diferencia

Trabajo remunerado Antes Después Antes Después % cambioProgresa

% cambioControl

% cambio (doblediferencia)estadística t

Todos los hombres .839 .874 .863 .862 4.2 -1.2 5.4%t=5.16*

Por edad18-29 .816 .858 .848 .841 5.2 -0.8 6.0

t=3.49*30-45 .908 .935 .931 .926 3.0 -0.5 3.5

t=3.36*46-65 .848 .888 .856 .870 5.2 1.6 3.6

t=1.67*Mayor de 65 años .548 .565 .582 .568 3.1 -2.4 5.5

t=1.14Por nivel deescolaridad

Sin escolaridad .763 .822 .825 .818 7.7 -0.8 8.5t=4.39*

Primaria incompleta .878 .900 .891 .885 2.5 -0.6 3.1t=3.22*

Primaria completa .883 .906 .894 .880 2.6 -1.6 4.2t=2.22*

Secundaria y más .778 .831 .766 .842 6.8 9.9 -3.1t=1.20

*significativo al 10 por ciento

XVIIMujeres en pobreza extrema yparticipación en las decisionesde sus hogares

Introducción

os hogares son espacios donde se llevan a cabo decisiones tanto decontenido económico, como aquéllas que implican el uso de la autoridadfamiliar. La cantidad de los recursos que se distribuyen entre los

diferentes miembros varía dependiendo de las condiciones socioeconómicas delhogar. De igual manera, el monto de recursos asignado a cada uno de susintegrantes está permeado por criterios generacionales, de autoridad y degénero. Muchos son los factores que se ven afectados por la toma de decisionesal interior de los hogares.

Cuando se trata de conocer quiénes son las personas que se involucran en latoma de decisiones y en qué niveles o grados, es necesario considerar lasdesigualdades de género. El involucramiento de las mujeres y varones en latoma de decisiones está impregnado por la asignación de roles y la valoraciónsocial que le acompaña. Este trabajo se ocupa de manera particular en estudiarel grado de participación de las mujeres en la toma de decisiones al interior desus hogares, y si éste se ha visto modificado al ser ellas las titularesbeneficiarias del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa).

Para ese propósito, se analizan los datos de una muestra de mujeresbeneficiarias de Progresa y de mujeres que también viven en condición depobreza extrema, pero que a la fecha de la entrevista aún no recibían los apoyosdel Programa. La información procede de dos encuestas llevadas a cabo a unamuestra de hogares en 1998 (la primera fue levantada en el mes de marzo y la

* Documento preparado por Ana Nuñez Interiano

L

Programa de Educación, Salud y Alimentación

348

segunda en el mes de noviembre) y se comparan las respuestas de las mujeresque contestaron en ambas encuestas. Cabe señalar que los datos del primerlevantamiento corresponden a un período previo al inicio de las acciones deProgresa en las localidades en que actualmente opera.1

1. La toma de decisión de las mujeres

La aproximación al tema de la participación de las mujeres en la toma dedecisiones, remite a su situación y condición tanto en el nivel de los hogares,como en el de sus comunidades y la sociedad en general. La situación ycondición de las mujeres, han sido abordadas por la literatura de género, desdela perspectiva teórica del estatus, la autonomía, y el empoderamiento,principalmente. Todos estos conceptos tratan de capturar las desigualdades degénero que se encuentran detrás de la posición de las mujeres en los diferentesámbitos, comparativamente con la de los varones en esas mismascircunstancias.

Autoras como Vlasof (1994), han propuesto que el estatus se vincula con elpoder económico y la autonomía personal de las mujeres como reflejo, enambos casos, de la igualdad de género y del poder y control de las mujeres sobresus circunstancias. Del estatus se deriva el prestigio de la mujer al interior delhogar. Para analizar la capacidad de decisión de las mujeres, es necesarioconsiderar que la toma de decisiones se vincula estrechamente tanto al acceso ycontrol de recursos por parte de las mujeres, como a la posición y prestigio alinterior de los hogares que les permite compartir junto con los varones el podery la influencia en aspectos que les son comunes, por ejemplo, decisiones sobrela administración de los recursos domésticos, así como sobre la educación y lacrianza de los hijos e hijas.

Interesa estudiar la capacidad de decisión de las mujeres porque ésta tienerepercusiones en el mejoramiento de la nutrición y la salud de los hijos e hijas,así como en la autoestima de las propias mujeres. Ambas esferas aparecenvinculadas estrechamente con la obtención de ingresos propios. Diversosestudios sostienen que generalmente los ingresos que las mujeres obtienen sondestinados para el sostenimiento del grupo familiar en una mayor proporciónque aquéllos percibidos por los varones. Se plantea que los ingresos que ganano reciben los varones son frecuentemente utilizados en una mayor cantidadpara comprar alcohol, tabaco, u otros artículos para su consumo individual,mientras que las mujeres tienden a ser más responsables con respecto a cubrirlas necesidades básicas de la familia.

1 Para mayor información sobre la fuente de datos, veáse el Anexo 3.

Mujeres en pobreza extrema y participación en las desisiones de sus hogares

349

Blumberg (1991), a partir de un estudio realizado en 20 localidades del Sur deIndia, explica que los ingresos de las mujeres son esencialmente para lasupervivencia familiar, sobre todo en términos de las cantidades de dinero queaportan mujeres y varones al presupuesto familiar, porque ellas lo hacen enmayor proporción. A su vez, Abadian (1994), señala que en Africa es frecuenteencontrar niños desnutridos mientras que los varones de la familia usan relojes,poseen radios y bicicletas, agregando que existe una relación entre malanutrición y el desvío de los recursos por los varones para el consumo personal.Esta situación se ha encontrado en otros países como Guatemala, México yBelice.

Más recientemente, Espinal y Grasmuck (1997), en un estudio realizado entremicroempresarios mujeres y varones, en Santiago, República Dominicana,encontraron que las mujeres entregaban a sus hogares aproximadamente 79 porciento de sus ingresos, en comparación a los varones, quienes destinaban sólo61 por ciento.

En México, estudios realizados a mujeres mediante entrevistas y grupos focalescoinciden con algunos de los anteriores resultados. Una investigación realizadacon mujeres participantes en proyectos generadores de ingresos en el Valle deChalco (Conapo, 1998), menciona que las mujeres afirman que sus espososentregaban al presupuesto familiar solamente una parte de los ingresos queobtenían por su trabajo, desconociendo las mujeres en la mayoría de casos elmonto total de esos ingresos.

Mujeres beneficiarias de Progresa, en cinco estados, participantes en reunionesde grupos focales en junio de 1998, plantearon que consideraban convenienteque fueran ellas quienes reciban directamente los apoyos monetarios delPrograma, dado que otorgan una mejor garantía de la utilización de losrecursos en función de las necesidades de los hogares, tanto por su mejorconocimiento de éstas, como por el hecho que los varones generalmenteconsumen alcohol, y cuando ellos obtienen sus ingresos o apoyos de otrosprogramas gubernamentales, utilizan una buena parte de esos recursos para suconsumo individual. Mujeres entrevistadas en localidades beneficiarias y nobeneficiarias de Progresa, agregaron que también los varones adquierenartículos electrodomésticos, como televisores y radios, sin ninguna consultahacia las mujeres y sin tener en cuenta el resto de las necesidades de loshogares.

No se puede dejar de mencionar el hecho de que también las mujeres puedenutilizar el dinero que obtienen mediante su trabajo o vía ingresos del esposo, enartículos suntuarios, como sería la adquisición de oro y joyería, situación

Programa de Educación, Salud y Alimentación

350

observada en comunidades de Marruecos y Gambia (Bloomberg, 1991) y quepudiera presentarse también en lugares de México, donde culturalmente tieneun alto valor el arreglo de las mujeres mediante joyas.

2. Aspectos metodológicos

Para estudiar la participación de las mujeres en las decisiones al interior de loshogares, así como su autonomía personal, considerando el posible impactoasociado a que reciban los apoyos monetarios de Progresa, y, por lo tanto,puedan disponer de ingreso, se sigue un análisis a través de dos tipos deaproximación. La primera consiste en el análisis diacrónico de dos encuestas,una levantada en el mes de marzo y la otra en noviembre de 1998, realizadas enuna muestra de hogares en localidades atendidas por el Programa (320comunidades) y en localidades con características similares pero que no recibenlos apoyos de Progresa, y que se denominan “control” (186 poblados).

De ambas encuestas se seleccionaron las preguntas relativas a la toma dedecisiones y a la libertad de movimiento de las mujeres, que se incluían en loscuestionarios de las dos rondas de levantamiento de datos. Dado que con esteinstrumento se realiza el seguimiento periódico de un conjunto de hogares, seconsideró para el análisis a las mujeres que hubieran respondido en ambasrondas de entrevista.

En el mes de marzo, fecha del primer levantamiento de datos, ninguno de losgrupos estaba recibiendo los apoyos de Progresa. Éstos comienzan a entregarseal grupo que ahora se identifica como beneficiarias hasta el mes de mayo de1998, lo que significa que al momento del segundo levantamiento (octubre de1998) esas mujeres habían recibido ya por lo menos dos entregas de apoyosmonetarios, que tiene lugar bimestralmente. El otro grupo de mujeres a lafecha aún no recibe los beneficios de Progresa.

La población analizada se conforma, en las localidades incorporadas alPrograma, por las titulares beneficiarias; sin embargo, de éstas se ha decididoexcluir al grupo de mujeres que se habían identificado como jefas de hogar, yaque representan un conjunto que en su mayoría no tiene cónyuge y cuyaparticipación en la toma de decisiones puede ser muy distinta a la del resto delas titulares. Estas últimas representan aproximadamente 8 por ciento de lasentrevistadas. Además, del grupo de titulares resultante, se optó por incluir eneste trabajo solamente a las mujeres identificadas como cónyuges del jefe delhogar, quienes representan 85 por ciento de las entrevistadas (esto es, no seanalizan a titulares que son hijas, nueras, nietas, sobrinas, o que tienen otrarelación de parentesco con el jefe del hogar).

Mujeres en pobreza extrema y participación en las desisiones de sus hogares

351

Por su parte, en las localidades “control” se incluyó para el estudio sólo a lascónyuges de los jefes del hogar que respondieron a la entrevista. Los criteriosseñalados permiten contar con dos grupos de características similares, no sóloen tanto integrantes de hogares identificados en condición de pobreza extrema,sino también en sus características de edad y escolaridad (y, por supuesto, deestado civil). Así, el grupo de titulares beneficiarias aquí considerado asciende a5,307 mujeres y el de las mujeres pobres no beneficiarias es de 2,439.

Además del análisis de los datos referidos, a partir de una segundaaproximación de carácter cualitativo se incluye en este documento un apartadoque considera la perspectiva de las mujeres sobre la toma de decisiones en elámbito del hogar, obtenida mediante entrevistas semiestructuradas realizadas amujeres beneficiarias y no beneficiarias de Progresa, las cuales se llevaron acabo en localidades de los estados de Veracruz e Hidalgo, en el mes denoviembre de 1998.

3. Características de las mujeres en condición de pobreza extrema delestudio

La población considerada en este documento se concentra principalmente en elgrupo de edad de 31 a 45 años (45.5 por ciento). El grupo de mujeres de mayoredad (46 años y más) representa aproximadamente una séptima parte del totalde las entrevistadas. La escolaridad de esta población es baja: 30 por cientonunca asistió a la escuela y 40 por ciento no concluyó la educación primaria.Incluso entre las mujeres más jóvenes (menores de 30 años), solamente 43 porciento terminó sus estudios de educación básica primaria, y sonpresumiblemente las que tienen horizontes más amplios de desarrolloindividual.

Aproximadamente 40 por ciento de las entrevistadas son miembros de hogaresen los que el jefe habla una lengua indígena y uno de cada quince de estos jefesno habla español, lo que puede estar indicando que los otros integrantes delhogar también sean monolingües.

La mayor parte de las mujeres entrevistadas tienen hogares en los que residende 4 a 6 miembros (63.7 por ciento). Por el contrario, apenas una de cada docetiene un hogar con dos o tres integrantes. Asimismo, más de 45 por ciento deellas tiene tres o más niñas o niños de hasta 10 años de edad en el hogar,reflejando la necesidad de la presencia de la mujer en el hogar para el cuidadodel núcleo doméstico y, en especial, de los niños más pequeños, lo queseguramente incide en la libertad de movimiento de las mujeres.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Como se puede observar en el cuadro 1, las características de los dos gruposestudiados (beneficiarias de Progresa y no beneficiarias) son similares.

Cuadro 1Características de las mujeres en pobreza extrema beneficiarias

y no beneficiarias de Progresa analizadas

Mujeresbeneficiarias

Nobeneficiarias

Total

EDADHasta 25 años 19.5 20.8 19.9De 26 a 30 años 19.4 20.4 19.7De 31 a 45 años 45.5 45.6 45.5De 46 años y más 15.6 13.2 14.8ESCOLARIDADSin escolaridad 30.4 29.4 30.1Primaria incompleta 44.8 45.7 45.1Primaria completa y más 24.9 24.9 24.9CONDICIÓN DE LENGUAEl jefe del hogar habla sólo dialecto 7.0 8.4 7.4El jefe del hogar habla sólo español 62.1 65.0 63.0El jefe del hogar habla dialecto y español 30.9 26.5 29.5PERSONAS EN EL HOGARHasta 3 miembros 8.9 6.3 8.1De 4 hasta 6 miembros 63.4 64.5 63.7De 7 y más miembros 27.8 29.2 28.2NIÑOS Y NIÑAS DE 10 AÑOS O MENOS EN EL HOGAR

Sin niñas/os 13.1 10.0 12.1Hasta 2 niñas/os 41.1 41.8 41.33 y más niñas/os 45.8 48.2 46.6

4. Las mujeres en pobreza extrema y la participación en las decisiones

De la literatura sobre las consecuencias de la participación de las mujeres en latoma de decisiones (Blumberg 1991, Abadian 1994), destaca la importancia demedir, a través de sus opiniones, los grados en que ellas se involucran en lasdiferentes decisiones del ámbito doméstico. Con el propósito de identificarposibles variaciones en la participación de las mujeres en las decisiones de sushogares en diferentes momentos, se han utilizado un conjunto de preguntasreferidas a varias clases de decisiones que se toman en el ámbito doméstico:sobre la atención a la salud y la asistencia a la escuela de los hijos e hijas; sobrela realización de gastos en ropa y calzado para hijos e hijas; sobre los gastosconsiderados “fuertes” para arreglo o reparación de las casas; y sobre ladisposición de los ingresos “extra” de las mujeres.

Mujeres en pobreza extrema y participación en las desisiones de sus hogares

353

Es importante aclarar que en el primer cuestionario empleado (marzo de 1998)las respuestas de las mujeres a las preguntas sobre quién toma la decisiónfueron captadas a través de las opciones: “el padre”, “la madre”, “ambos”. En lasegunda ronda, sin embargo, las opciones de respuesta se ampliaron,incluyendo a “otra mujer del hogar”, u “otro hombre del hogar”, con elpropósito de captar la incidencia de otros parientes en las decisiones de lapareja. Dados los bajos porcentajes en esas respuestas, que en todos los casosno rebasó 0.5 por ciento, y para hacerlas equiparables con las del primerlevantamiento de datos, se agruparon las respuestas “otro varón” en lacategoría “padre” y “otra mujer” en la de “madre”.

El análisis, cabe señalar, se realiza considerando cuatro grupos conformados apartir de dos variables dicotómicas de edad y escolaridad. En lo que respecta ala edad de las mujeres, se definieron dos grupos: el primero con las mujereshasta 30 años, que se denominó “mujeres jóvenes”; y un segundo grupo en quese ubicaron a las de 31 años y más, señalándolo como “mujeres mayores”.

Igualmente, en el caso de la escolaridad, ésta se dividió en “alta” y “baja”,ubicando en el segundo grupo a las mujeres que no habían asistido a la escuelay a aquéllas que no habían completado la primaria, esto es, que habíanestudiado hasta el quinto grado. El grupo de las mujeres de mayor escolaridadquedó conformado por las que habían estudiado sexto año de primaria y más.

A partir de estas variables se construyeron cuatro nuevas categorías: mujeresjóvenes con baja escolaridad (grupo 1), mujeres jóvenes con alta escolaridad(grupo 2), mujeres mayores con baja escolaridad (grupo 3) y mujeres mayorescon alta escolaridad (grupo 4). Los resultados que se presentan a continuacióncorresponden a la participación en las decisiones de cada uno de éstos grupos.Cabe señalar que el grupo 3 concentra a más de la mitad de las mujeres, y queen el grupo 1 se concentra otro 22 por ciento. Por el contrario, en el grupo 4solamente se tiene 8 por ciento de las titulares beneficiarias y cónyuges nobeneficiarias, por lo que no se hará mayor referencia a éste en el análisis.En el cuadro 2 se presenta la proporción de mujeres en cada categoría paracada uno de los cinco aspectos sobre los que se indagó respecto a la toma dedecisiones.

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Cuadro 2Participación en las decisiones de sus hogares de mujeres

por grupo de edad y escolaridad, beneficiarias y no beneficiarias de PROGRESA

Mujeres jóvenes de baja escolaridad Mujeres mayores de baja escolaridadMarzo Noviembre Marzo Noviembre

Beneficiarias No beneficiaria Beneficiarias No beneficiaria Beneficiarias No beneficiaria Beneficiarias No beneficiariaQue un hijo/a vaya al médicoSólo la madre 10.65 9.76 10.48 12.20 10.32 10.35 11.69 10.43Sólo el padre 10.22 12.72 8.23 11.67 10.64 11.32 8.98 10.43Ambos de acuerdo 79.13 77.53 81.30 76.13 79.04 78.33 79.33 79.14Que un hijo/a vaya a laescuelaSólo la madre 9.78 9.60 9.17 10.82 10.71 11.08 10.39 9.47Sólo el padre 12.40 12.74 9.61 12.91 10.46 11.25 10.24 11.41Ambos de acuerdo 77.82 77.66 81.22 76.27 78.83 77.67 79.37 79.13En la compra de ropa ycalzado hijos/asSólo la madre 5.01 4.18 4.93 2.61 5.12 6.31 5.59 4.77Sólo el padre 24.55 28.57 23.94 29.44 25.23 24.01 22.46 22.80Ambos de acuerdo 70.44 67.25 71.13 67.94 69.65 69.68 71.95 72.43Cuando se necesita hacer ungasto fuerteSólo la madre 1.56 1.05 2.86 1.57 2.59 2.43 3.56 2.59Sólo el padre 32.96 33.74 32.18 38.11 31.32 28.78 32.54 32.74Ambos de acuerdo 65.48 65.21 64.96 60.31 66.09 68.80 63.90 64.67Cuando la mujer tiene uningreso extraElla debe decidir 16.90 14.24 30.95 32.12 18.42 19.35 30.99 32.34Sólo el padre 5.69 5.38 1.55 2.78 5.93 6.21 2.28 2.42Ambos deben decidir 77.41 80.38 67.50 65.10 75.65 74.44 66.73 65.24

Mujeres jóvenes de alta escolaridad Mujeres mayores de alta escolaridadParticipación en la decisión Marzo Noviembre Marzo Noviembre

Beneficiarias No beneficiaria Beneficiarias No beneficiaria Beneficiarias No beneficiaria Beneficiarias No beneficiariaQue un hijo/a vaya al médicoSólo la madre 10.50 7.80 10.50 12.53 9.35 12.71 13.19 16.57Sólo el padre 6.82 7.09 7.93 9.93 6.95 4.97 8.39 9.94Ambos de acuerdo 82.68 85.11 81.56 77.54 83.69 82.32 78.42 73.48Que un hijo/a vaya a laescuelaSólo la madre 8.33 9.24 9.80 11.85 10.53 11.60 11.72 14.36Sólo el padre 8.56 7.11 8.33 9.72 7.42 7.73 8.37 9.39Ambos de acuerdo 83.11 83.65 81.87 78.44 82.06 80.66 79.90 76.24En la compra de ropa ycalzado hijos/asSólo la madre 4.69 4.03 4.36 5.21 5.76 4.97 6.00 4.42Sólo el padre 23.13 21.33 22.12 26.78 23.26 23.76 22.06 24.86Ambos de acuerdo 72.18 74.64 73.52 68.01 70.98 71.27 71.94 70.72Cuando se necesita hacer ungasto fuerteSólo la madre 1.23 1.89 2.23 2.60 1.67 1.11 4.55 3.33Sólo el padre 29.24 25.77 31.58 35.70 30.62 30.00 32.78 43.33Ambos de acuerdo 69.53 72.34 66.18 61.70 67.70 68.89 62.68 53.33Cuando la mujer tiene uningreso extraElla debe decidir 15.50 15.13 28.54 24.11 15.31 15.47 32.06 27.62Sólo el padre 4.68 5.67 1.11 2.13 3.11 2.76 1.44 2.76Ambos deben decidir 79.82 79.20 70.35 73.76 81.58 81.77 66.51 69.61

Mujeres en pobreza extrema y participación en las desisiones de sus hogares

355

El primer resultado que se debe destacar es que tanto entre las titularesbeneficiarias de Progresa como entre las mujeres pobres no beneficiariasestudiadas, prácticamente no se observan variaciones entre los dos períodos conrespecto a la participación de las mujeres en las decisiones de sus hogares. Así,no parece existir aún ningún efecto de la recepción de los beneficios monetariosdel Programa por parte de las mujeres en cuanto a una mayor participación enlas decisiones de sus unidades domésticas, principalmente reflejada en laproporción que señala para los asuntos presentados que la decisión la toma“sólo la madre”. En este sentido, puede argumentarse que todavía es muy“temprano” en la experiencia de las mujeres en el Programa para presenciarcambios en esta esfera, dado que se trata, en el caso de las titularesbeneficiarias, de integrantes de hogares que en general tenían al momento de lasegunda entrevista apenas seis meses recibiendo los apoyos de Progresa. Laevidencia que se obtenga en rondas subsecuentes de entrevista permitiráverificar esta idea.

No obstante, se considera importante presentar la información relativa a lasdimensiones de participación de las mujeres en las localidades ruralesaltamente marginadas. Para ello, se consideran los datos correspondientes a lasegunda ronda de entrevistas (mes de noviembre).

En cuanto a las decisiones relativas a los hijos, en todos los grupos de edadalrededor de 80 por ciento de las entrevistadas refieren que se toman con laparticipación de ambos padres. Asimismo, los porcentajes de mujeres quereportan que sólo la madre decide tienden a ser muy similares a las que señalanque, por el contrario, sólo el padre decide (aproximadamente 10 por ciento).

Con respecto a la decisión sobre la compra de ropa y calzado para niños y niñas,es menor la proporción de mujeres que señalan su participación, ya sea demanera individual o conjunta con el padre, en comparación con los dos tópicosprevios. Por su parte, para casi una cuarta parte de ellas, la decisión en esteámbito corresponde sólo al padre. En el caso del otro tema relativo a lasdecisiones sobre gasto que se incluye en este trabajo, que es un “gasto fuerte”en el hogar, la proporción que señala que ésta es un área de responsabilidadsólo del padre es inclusive mayor a 30 por ciento.Finalmente, una tercera esfera de decisión sobre el uso de recursos que seanaliza, se relaciona con ingresos extra que tenga la mujer. En este tema, existeuna gran coincidencia en que el padre no puede decidir sobre éstos por sí solo,en tanto que para aproximadamente 30 por ciento de las mujeres entrevistadas,la decisión sobre qué hacer con dichos ingresos compete sólo a ellas.

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5. La autonomía personal de las mujeres en condición de pobreza extrema

Los movimientos de las mujeres en general, hacen referencia a su socializacióny a su nivel de aislamiento, así como a las posibilidades de intercambiar ideascon otras personas, parientes, amigas o vecinas. En este orden de ideas, elcontexto social donde residen éstas mujeres tiene gran importancia, tanto portratarse de localidades con alto grado de marginación, que se caracterizan engeneral por su aislamiento, así como por la permanencia de patronestradicionales sobre el comportamiento de los géneros, conforme a los cuales losvarones desarrollan más actividades fuera de la casa, mientras que las mujerespermanecen mayor tiempo en ella para el desarrollo de las tareas dereproducción social.

En esta sección se revisan los datos relativos a los desplazamientos de lasmujeres; en la ronda de entrevistas del mes de marzo, se indagó si ellas salían avisitar parientes, amigas o si no visitaban a nadie.

Cuadro 3Movimientos de las mujeres beneficiarias y

no beneficiarias de Progresa

Beneficiarias Nobeneficiarias

Total

Tipos de movimientosrealizados por las mujeres:Visita parientes 58.0 56.0 57.3Visita amigas 1.9 1.3 1.7Visita amigas y parientes 9.3 9.7 9.4No visita a nadie 30.8 33.0 31.5

Una tercera parte de las entrevistadas declaró que no acostumbra visitar anadie. Por su parte, de los resultados se desprende que la mayoría de lasmujeres visitan principalmente a parientes (57.3 por ciento), lo que refleja laimportancia de los vínculos familiares más allá de los lazos familiares“inmediatos” en los contextos estudiados.

Como una aproximación al estudio de los niveles de autonomía personal o delibertad de movimiento de que gozan las mujeres, se recopiló información sobrela persona que las acompañaba cuando salían fuera de su casa, así como sirequerían de permiso del esposo para poder salir de su casa.

Con los resultados de la segunda ronda de la encuesta (noviembre de 1998) seaprecia que sólo una de cada diez entrevistadas sale de su hogar sin compañía.

Mujeres en pobreza extrema y participación en las desisiones de sus hogares

357

En comparación, más de 70 por ciento salen con sus hijos. En cuanto a lasolicitud de permiso para salir de casa, los datos recolectados indican queapenas 6 por ciento de las entrevistadas no tienen que preguntar a su esposo(cuadro 4).

Cuadro 4Niveles de autonomía personal de las mujeres beneficiarias y no

beneficiarias de Progresa

Marzo de 1998 Noviembre de 1998Beneficiarias No

beneficiariasTotal Beneficiarias No

beneficiariasTotal

Quien la acompañacuando sale:El esposo 16.4 16.2 16.3 17.2 16.1 16.9Sus hijos 67.8 70.2 68.6 72.6 75.6 73.5Nadie 15.7 13.7 15.1 10.1 8.3 9.6Pide permiso alesposo para salir:Sí 90.3 91.4 90.6 94.1 94.1 94.1No 9.7 8.6 9.4 5.9 5.8 5.9

6. El proceso de toma de decisiones en entrevistas con mujeres

Para entender mejor el proceso de toma de decisiones al interior de los hogares,se incorpora ahora información de nueve entrevistas, realizadas con estepropósito, entre mujeres beneficiarias y no beneficiarias de Progresa, durante elmes de noviembre de 1998 en los estados de Veracruz e Hidalgo, siguiendo unaguía de entrevista semiestructurada. Las entrevistas se hicieron a mujeresseleccionadas aleatoriamente, tanto beneficiarias de Progresa como nobeneficiarias (en este caso se trató de mujeres que no se identificaron como encondición de pobreza extrema), a partir del criterio de que tuvieran hijos o hijasen edad escolar y que estuvieran unidas.

Las mujeres expresan que, en las decisiones para la realización de gastos comocompra de ropa y calzado para niños y niñas, son los esposos quienes en mayormedida participan en la decisión, aunque la iniciativa para la realización de esosgastos procede generalmente de la esposa, quien solicita además el dinero. Loshijos e hijas, cuando están un poco más grandes, también solicitan al padre lescompre ropa y calzado. En estos casos, el varón puede realizar la compra oentregar el dinero a la esposa para que ella la lleve a cabo.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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Otro mecanismo usado por las mujeres para la realización de los gastos, seaplica cuando ellas realizan las compras de comida y otros artículos en losmercados de las localidades más cercanas. En esta circunstancia, las mujeres(utilizando el dinero que les dan los esposos), compran diferentes artículos,entre ellos ropa y calzado, que consideran necesita la familia, sin consultarexpresamente a los esposos: primero hacen las compras y después avisan a suscónyuges.

Una decisión que fue planteada por las mujeres como de casi exclusivaresponsabilidad de los varones, fue la compra de artículos para el hogar, comocama, televisor, plancha o molino de nixtamal. En los hogares donde existía untelevisor o radio, las mujeres explicaban que los varones habían tomado ladecisión por sí mismos: “ellos hacen su negocio”, dicen las mujeres, o “eltelevisor es de mi esposo”, en alusión directa a que él lo había comprado. Paratodos estos gastos los esposos no consultan a la esposa, ni en los casos en quepagar el televisor o el radio, implica disminuir los ingresos del presupuestofamiliar destinado a otros rubros, como puede ser alimentación o vestido.

La Señora Adelina, una beneficiaria de ProgresaTiene cuarenta y nueve años, vive en el municipio de Tlapacoyan, Veracruz, y es beneficiaria de Progresadesde mayo de 1998. Estudió hasta tercer grado de primaria. Recibe además del apoyo alimentario, tresbecas educativas de secundaria y la atención a la salud para la familia. Su hija más pequeña tiene once años.

Sobre el gasto de su casa, el marido compra todo lo que hace falta de la comida, el mandado o recaudo comoella dice, porque él maneja el dinero. El dinero que gana su hijo también se lo entrega al papá, porque éste seenoja si se lo da a ella. El esposo dice "si se lo das a ella, ya buscas donde te den tus comidas”. El papá ledevuelve a su hijo un poco de dinero para sus gastos personales. Cuando a ella se le acaban las cosas paracocinar, sólo hace “salsita” (chile y jitomates) para acompañar las tortillas, pero no le pide al esposo, sólo leavisa y él tiene que llevar más comida.

Para los gastos de la escuela de las niñas (uniformes, contribuciones, zapatos), ellas le piden directamente asu papá que los compre.

Sobre los gastos de ropa y calzado para el resto de la familia, ella le avisa a su esposo cuando necesitancamisas, o zapatos y el esposo le entrega el dinero para que ella vaya a comprarlos. La ropa del esposo se lacompra él a su gusto, cuando tiene dinero. Cuando ella necesita zapatos o ropa, le avisa que ya sus“huaraches no sirven” y entonces él le dice “vamos para que te compre yo tus huaraches”. A su localidadllegan señoras a vender ropa y ella se compra algo y le pide al esposo el dinero para pagar.

Las mujeres dicen que las decisiones relativas a la salud de hijas e hijos, comosería llevarlos al médico, son tomadas de común acuerdo en la pareja, aunque

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aclaran que la participación del padre es importante porque tiene queproporcionar el dinero para la consulta o las medicinas, según sea el caso.Agregan las mujeres que la mayoría de las veces ellos las acompañan al doctor.

Sobre la asistencia de hijos e hijas a la escuela, se mantiene el patrón de unaparticipación conjunta de ambos padres, variando el grado de decisión a favordel padre cuando se trata de los estudios de secundaria. En este nivel deescolaridad, la decisión del padre es importante, no solamente por los recursoseconómicos que tiene que erogar, sino también por las implicaciones que tiene,para la familia en su conjunto que hijos e hijas dediquen una considerable partede su tiempo a asistir a la escuela, incluidos los traslados.

Un factor que aparece con importancia en los procesos de toma de decisión conrelación a los hijos e hijas, es el papel de la madre en ellos, y el grado deresponsabilidad que está dispuesta a asumir, conforme a las normastradicionales de responsabilidades y tareas de cada uno de los sexos, así comopor la dinámica establecida en cada uno de los hogares en cuanto patrones deautoridad.

Por ejemplo, cuando las mujeres hablan de la persona que otorga los permisos alos hijos e hijas para salir de su casa, señalan que son los padres quienes losotorgan aún cuando los hijos e hijas acuden a ellas en primera instancia. Lasmujeres deciden principalmente cuando se tratan de movimientos cercanos ypor períodos cortos. Si se trata de salir lejos, y por más tiempo, ellas no siemprequieren asumir esa responsabilidad, por lo que prefieren que sea el padre quientome la decisión, alegando que si sucediera algún imprevisto, ellas estaríansujetas a reclamaciones por parte del esposo, lo que no quieren que ocurra.

De las entrevistas semiestructuradas surge como principal conclusión quecuando se trata de disponer de recursos económicos en el hogar, la toma dedecisiones está influida de manera importante por la persona que aporta eldinero para llevarla a cabo. Así, las mujeres que participaban más en lasdecisiones sobre gastos para la casa, y para los hijos e hijas, fueron aquéllas quegeneraban recursos económicos, aunque fuera en pequeña proporción encomparación con los del esposo; participaban activamente en las actividadesproductivas de su unidad doméstica, o bien recibían ingresos provenientes deltrabajo remunerado de hijos e hijas mayores. Fuera de estas circunstancias, sonlos varones lo principales actores en la toma de decisiones en los temasvinculados al control de los recursos económicos.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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La señora Marina, no beneficiaria de ProgresaEstudió hasta sexto de primaria, tiene tres niñas y un niño, la mayor de once años y la menor de

tres. Tiene veintinueve años de edad. Vive en el municipio de Perote, en Veracruz. Su esposo espropietario de una camioneta con la que se dedica a hacer fletes, no tiene mucho trabajo, un fletecuesta más o menos 150 pesos, pero los gastos son bastantes y no se le gana mucho. Para apoyar elgasto de la casa, ella se dedica a lavar ropa ajena, y también muele maíz en otras casas.

Sobre el dinero para los gastos, ella dice que su esposo da dinero para la casa, pero sólo si nonecesita gastar nada en reparaciones de la camioneta. Dinero para él nunca se queda; cuando lohace, siempre lo utiliza para comprar cosas que necesitan. El esposo cuando sale a trabajar se puedetardar de dos a tres días. Ella administra el gasto de la casa. Su marido le lleva el dinero que ganade los fletes y ella va usándolo para lo que necesita, lo que les hace falta a los niños.

En algunos momentos, la señora Marina puede tener su “guardadito”, pero el maestro pide algo yhay que sacarlo; además hay que pagar diariamente el molino. De repente se hace ilusiones deahorrar para comprar algo que le gustó, pero cuando va viendo que le hace falta ya el aceite, ocualquier cosa, pues hay que comprarlo. Dice que allí no se puede ahorrar; ella, por lo menos, nopuede. No se compra nada para ella, porque prefiere comprarles a sus hijas e hijo, y a su marido.

Cuando hay un poquito más de dinero, su marido nunca le da todo, le dice “ten esto y con esto veslo que vas a comprar” y lo demás lo guarda él. Lo que guarda su marido es para cuando no tienendinero.

La compra de zapatos y ropa para las niñas y el niño, siempre la hacen cuando van a entrar a laescuela: les compran chanclas de hule para estar en la casa y así no se terminan los zapatos nuevos.Cuando tienen posibilidades económicas, o sea que tienen dinero, el esposo dice “mira ya a éste lehace falta zapatos hay que comprarle”. Cuando compran aparatos eléctricos, por ejemplo unaplancha que compraron ellos, fue por abonos; ella le pidió al marido y él decidió porque él le da eldinero para irla pagando.

7. Discusión y conclusiones

Este documento presentó los resultados hasta ahora observados con respecto ala participación de las mujeres en condición de pobreza en el contexto rural enla toma de decisiones en sus hogares y la libertad de movimientos,considerando el posible impacto asociado a la recepción de los apoyos deProgresa.

Es necesario volver a señalar que estos resultados y conclusiones en relacióncon posibles efectos en el área de las relaciones de género corresponden a

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mujeres beneficiarias del Programa que tienen relativamente poco tiempo deestar recibiendo los apoyos, por lo que esta investigación debe considerarsecomo un primer acercamiento a la situación de las mujeres beneficiarias alinterior de sus hogares.

Un aspecto que debe señalarse es que, al tratarse de entrevistas a mujeres queen dos ocasiones han respondido a la encuesta en sus hogares, puede implicarque posiblemente se trate de un grupo con la característica de llevar a caboactividades extradomésticas en menor medida que otras mujeres, y por lo tantorepresentar un grupo probablemente “conservador”.

En los contextos donde se encuentra operando Progresa, localidades ruralesaltamente marginadas, la participación de las mujeres en lo que respecta a latoma de decisiones en el ámbito doméstico, es mayor con relación a las áreas deeducación y salud de los hijos, así como en cuanto al uso de ingresos propios.Por el contrario, la decisión exclusiva del hombre es más acentuada en losaspectos vinculados al control y disposición de los recursos económicos: sepuede sugerir que en general predomina una idea de que quien aporte elrecurso económico, decide en primera instancia sobre él.

Cabe destacar, sin embargo, que en todos los temas abordados, más de la mitadde las entrevistadas refieren que la toma de decisiones es un asunto queinvolucra tanto al hombre como a la mujer. Sobre esta decisión conjunta sepueden tener diferentes lecturas. Una es que expresa una ambigüedad; dehecho, la información cualitativa parece indicar que es el padre quien toma másdecisiones cuando se hace referencia a la denominación de “compartir” lasdecisiones.

Se ha argumentado que en las encuestas es frecuente que los mayoresporcentajes se concentren hacia las decisiones conjuntas, de manera que seconsidera, una vez que se confronta esta información con otros datos de loscuestionarios, que se está observando una actitud favorable hacia el cambio enla toma de decisiones con condiciones de igualdad para mujeres y varones, peroque todavía ésta no se transforma en comportamiento, sino que solamente setrata de una mayor expectativa de participación por parte de las mujeres.

Una segunda lectura es que la referencia a la decisión conjunta efectivamentese refiere a una real participación de ambos cónyuges en las decisiones queatañen al ámbito doméstico. Esta situación estaría haciendo mención a unmejoramiento en la condición de la mujer, al participar más en las decisionesque tradicionalmente han sido responsabilidades del varón exclusivamente. En

Programa de Educación, Salud y Alimentación

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todo caso, es necesario contar con mayor información para poder delimitarmejor las conclusiones hasta ahora alcanzadas.

Con respecto a los resultados sobre los movimientos de las mujeres, esnecesario tomar en consideración algunas situaciones específicas vinculadas ala operación de Progresa. En primer lugar, las beneficiarias del Programa, a raízde su incorporación a Progresa, realizan nuevos movimientos que no estabancontemplados en sus rutinas anteriores. En la actualidad llevan a cabo másdesplazamientos que antes: salen de sus casas para recibir los apoyos delPrograma, a la clínica para el control de niños y adultos y en menor medida a laescuela para trámites relacionados con la beca educativa de niños y niñas.

En segundo término, se tiene que los viajes para recibir los apoyos monetariosdel Programa son realizados, según testimonios de las mujeres, en compañía desus hijos y en algunos casos de los esposos. A los hijos e hijas los llevanprincipalmente como compañía, de paseo, además porque al recibir dinerorealizan algunas compras y gastos que no pueden hacer en sus localidades deorigen, como por ejemplo, comprar los zapatos del niño o la niña que losnecesitan. Esos mismos testimonios agregan que en algunos casos los espososlas acompañan a recibir los apoyos monetarios, ante el temor de que seanasaltadas en el trayecto a sus localidades.

El efecto que estas dos situaciones, entre otras, puede tener en el medianoplazo sobre la autonomía de movimiento de las mujeres es un tema querequiere de un análisis más detallado conforme se incremente su experienciacomo beneficiarias de Progresa.

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XVIIIConocimiento de Progresa por parte delas mujeres beneficiarias y opiniónsobre sus apoyos

Introducción

ste reporte presenta aspectos básicos del conocimiento del Programa deEducación Salud y Alimentación (Progresa) por parte de las mujeresbeneficiarias del Programa, así como la opinión sobre los beneficios del

mismo y con respecto a algunos de sus aspectos operativos. En este sentido,busca presentar datos obtenidos de una muestra probabilística de mujeres quereciben los apoyos de Progresa, sobre los efectos que éstos han tenido en supersona, en sus hogares y en sus comunidades, así como sobre los posiblesproblemas que pueden haber provocado los procesos de operación delPrograma, en especial los principios de corresponsabilidad establecidos para lasfamilias beneficiarias, sin cuyo cumplimiento no se hace entrega de losbeneficios.

El interés por tratar estos temas se desprende que Progresa es un programa: a)que integra acciones de distintos ámbitos (educación, salud y alimentación); b)que requiere de acciones de corresponsabilidad sistemática por parte de lasfamilias beneficiarias; c) que entrega los apoyos directamente a las titularesbeneficiarias; d) que entrega apoyos en especie y en dinero; y e) que estáfocalizado geográficamente y al interior de las localidades. Todo ello representainnovaciones en el diseño y operación que requieren de una apropiadainformación hacia los beneficiarios para favorecer su satisfacción con elPrograma, así como propiciar la buena marcha del mismo al contar con laparticipación informada de las familias que reciben sus apoyos.

*Documento preparado por Daniel Hernández, Patricia Muñiz y Enrique Ortiz

E

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Adicionalmente, es necesario tener acercamiento sobre los problemaspercibidos por la población y las opiniones que tiene sobre las característicasparticulares de Progresa señaladas, para poder documentar con los mayoreselementos posibles esta nueva experiencia en materia de acciones desuperación de la pobreza extrema.

La información básica que reciben las familias beneficiarias de Progresa setransmite en el proceso de su incorporación en asamblea comunitaria. En ésta,se explica el funcionamiento del Programa, sus objetivos y apoyos, lascorresponsabilidades que adquieren las familias beneficiarias para recibir losbeneficios, y se entrega material explicativo impreso.

En el proceso de comunicación e información tienen un papel destacado laspromotoras comunitarias voluntarias de Progresa, quienes son electas de entrey por las mismas titulares beneficiarias. Ellas son enlace entre las familiasbeneficiarias y el Programa, reuniéndose periódicamente para recibircapacitación y externar comentarios sobre la operación del Programa. Laspromotoras apoyan en la orientación a las titulares beneficiarias para quecuenten con la información para cumplir su corresponsabilidad dentro deProgresa y para el buen uso de los apoyos del Programa en el mejoramiento dela salud y educación de la familia. Las promotoras comunitarias puedenestablecer una adecuada relación con las titulares beneficiarias de suscomunidades, pues son electas por ellas, comparten sus característicasculturales y realizan una labor en beneficio de las familias en condición depobreza extrema de su comunidad.

Es por esta razón que también se tratan en este documento las opiniones quelas titulares beneficiarias tienen de este agente, así como de la ayuda quebrinda para que el Programa se desarrolle adecuadamente en las comunidades.

1. Población estudiada y fuente de datos

Este reporte contiene los resultados obtenidos para un grupo de titularesbeneficiarias de Progresa de familias incorporadas al Programaaproximadamente seis meses antes de la recolección de información. En estesentido, representa los conocimientos y opiniones de mujeres con relativamentepoco tiempo de recibir los apoyos, aunque no se trata de datos obtenidos conpoblación de muy reciente incorporación al Programa.

La titular beneficiaria de Progresa es la persona a quien son entregadosdirectamente los apoyos del Programa. Es generalmente la madre de familia ola responsable de la preparación de los alimentos y del cuidado de los niños.

Conocimiento de Progresa por parte de las mujeres beneficiarias y opinión sobre sus apoyos

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La información analizada proviene de una encuesta estructurada que se aplica atodas las familias beneficiarias de una muestra de 320 localidades seleccionadasde manera probabilística en siete estados del país (Guerrero, Hidalgo,Michoacán, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz). La recolección deestos datos se llevó a cabo en noviembre de 1998 y corresponde a un conjuntode 6,289 titulares de estas localidades que respondieron a la entrevista1.

El cuestionario se aplicó en todos los hogares beneficiarios del Programa encada localidad, pero en este trabajo solamente se reporta la informacióncorrespondiente a las entrevistas a titulares. Se eligió restringir a estapoblación el estudio (que representan 89 por ciento de las mujeresbeneficiarias), en tanto ellas tienen una más cercana interacción con losdistintos componentes de Progresa.

Se trata principalmente de mujeres de 30 a 45 años de edad (45.2 por cientodel total), que en un alto porcentaje no han asistido a la escuela (33.7 porciento nunca asistió y 42.6 por ciento no concluyó la primaria) y, de hecho,aproximadamente 40 por ciento de las titulares no saben leer o escribir. Unatercera parte vive en hogares con 5 o 6 miembros y 41.2 por ciento en hogarescon 7 y más integrantes. Cuatro de cada diez entrevistadas tiene niños menoresde 2 años y siete de cada diez reportó tener niños en edad de asistir a laprimaria.

2. Conocimiento del Programa

En el momento que se incorpora a las familias beneficiarias al Programa, se lesinforma y explica acerca de los beneficios que recibirán, los compromisos queasumen para poder recibir los apoyos, así como los mecanismos de operación deProgresa. Casi todas las mujeres (96.5 por ciento) señalan haber recibido estaexplicación cuando se realizó su incorporación al Programa, y 90.8 por cientoindicaron que dicha explicación había sido clara (cuadro 1).

1 Para mayor información de esta fuente de datos véase el Anexo 3.

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Cuadro 1Distribución porcentual de titulares

beneficiarias según información recibida yopinión de la misma

Información %Le explicaron el Programa 96.5Le explicaron compromisos 96.7La explicación fue:Muy clara 43.3Clara 47.5Poco clara 7.3No fue clara, no entendió 1.9

Un tema básico de la presentación que se ofrece sobre el Programa consiste enque sus beneficios se entregan solamente una vez que se ha corroborado elcumplimiento de tres corresponsabilidades: la asistencia de la beneficiaria a laspláticas de salud y alimentación, la asistencia de la familia a la clínica o centrode salud de acuerdo con el protocolo de visitas, y la asistencia regular de losniños a la escuela. Para indagar sobre el conocimiento de estos tres requisitosbásicos de Progresa, se utilizaron preguntas en las que se identifica si estascorresponsabilidades eran mencionadas espontáneamente por las titularesbeneficiarias, si las recordaban cuando el entrevistador las mencionaba, o si nose reconocían. Se supone que en la medida en que se tenga una respuestaespontánea, se estará haciendo referencia a un tema más reconocido por lasmujeres.

La acción de corresponsabilidad más mencionada por las beneficiarias es laasistencia a la clínica o centro de salud, que fue señalada espontáneamente por71.4 por ciento de ellas; por su parte, tanto la asistencia a las pláticas de saludy alimentación, así como la asistencia de los niños a la escuela, fue mencionadade forma espontánea por 65 por ciento de las entrevistadas.

Por su parte, la proporción de beneficiarias que no recordó alguno de losrequisitos, inclusive una vez que se introduce la respuesta "con ayuda", es pocosignificativa, siendo apenas entre uno y dos por ciento para las trescorresponsabilidades (cuadro 2). Cabe señalar que la mitad de las entrevistadas(51.6 por ciento) respondió sobre los tres compromisos sin ayuda delentrevistador, que 17.8 por ciento necesitó de esta ayuda en los tres temas yque únicamente 0.9 por ciento desconoció las tres corresponsabilidades.

Conocimiento de Progresa por parte de las mujeres beneficiarias y opinión sobre sus apoyos

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Cuadro 2Conocimiento de las corresponsabilidades del Programa

Corresponsabilidad % en tipo de respuestaEspontánea Con ayuda No conoce

Asistencia de la familia a la clínica o centro de salud 71.4 27.3 1.3Asistencia a las pláticas sobre salud y alimentación 65.6 32.8 1.6Asistencia de los niños a la escuela 65.2 32.7 2.1

Un factor de gran importancia para el funcionamiento del Programa son laspromotoras comunitarias voluntarias, quienes representan el vínculo de lasbeneficiarias de cada una de las localidades con los agentes institucionales queparticipan en Progresa. Por ello, las promotoras reciben los elementosnecesarios, en términos de capacitación y de materiales informativos, pararespaldar el desarrollo del Programa. Entre la población analizada, la granmayoría señalan conocer a la promotora de su localidad (98 por ciento). Pocomás de la tercera parte (36.6 por ciento) tienen comunicación con ella una vezcada quince días, cada semana o todos los días. Sin embargo, casi la mitad delas titulares beneficiarias (46 por ciento) tiene contacto con ella solamente unavez cada mes, y otro 14 por ciento únicamente la ve cuando acuden a la entregade los apoyos del Programa (cuadro 3).

Cuadro 3Conocimiento de la promotora comunitaria de Progresa

%Conocen a la promotora de Progresa 98.1Se reúne con la promotora:Cuando entregan los apoyos 14.0Todos los días 1.0Una vez a la semana 15.5Cada quince días 20.5Una vez al mes 46.0No se reúne con ella 3.3

A la mayoría de las entrevistadas que conocen a la promotora, ésta les brindainformación sobre las fechas de entrega de los apoyos. Asimismo, más de lamitad mencionaron que les informa acerca del funcionamiento del Progresa ysobre lo que tienen que hacer para recibir sus apoyos.

En cuanto al vínculo de las titulares con este agente comunitario voluntario y larelevancia de su actividad, destaca que 85 por ciento de las mujeres consultan ala promotora cuando tienen dudas sobre el funcionamiento del Programa,proporciones que son considerablemente menores que aquéllas que acuden con

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el mismo propósito con los médicos de las unidades de salud o con los maestros(8.3 y 5.8 por ciento, respectivamente). Es importante subrayar, sin embargo,que 6.6 por ciento de las mujeres analizadas indicaron que no recurren a nadiepara consultar sus dudas (cuadro 4).

Cuadro 4.Información que proporcionan las promotoras comunitarias

voluntarias y fuente a la que recurren las titularesbeneficiarias para resolver dudas sobre el Programa

La promotora les informa sobre:Fechas de los días de entrega de apoyos 79.3Funcionamiento del Progresa 60.1Corresponsabilidades en Progresa 47.3Las dudas sobre Progresa se las pregunta a: *La promotora 85.6A los médicos de la clínica 8.3A los maestros 5.8A otras titulares 5.3A un delegado municipal 1.2A nadie 6.5* Se trata de respuestas múltiples, por lo que puede sumar más de 100 por ciento

3. Cumplimiento de corresponsabilidades

Para que se alcancen los objetivos de Progresa se requiere que los beneficiariosparticipen de forma activa, conociendo los beneficios que se derivan de lasacciones del Programa; esta participación deriva en el cumplimiento decorresponsabilidades. Este es un aspecto que podría despertar rechazo entre lasmujeres beneficiarias, en tanto que es una característica que implica unesfuerzo como contrapartida para recibir los apoyos de Progresa, en uncontexto en el que las madres del hogar deben desarrollar una amplia gama deactividades.

No obstante, para gran parte de las titulares beneficiarias el cumplimiento delos compromisos no representa una carga significativa ni en términos detrabajo, de tiempo o de gasto de recursos. En este sentido, mientras quealrededor de 6 por ciento de las mujeres indicaron que el cumplimiento de suscorresponsabilidades implica mucho tiempo, y otro 5 por ciento destacó queera mucho trabajo o mucho gasto (respectivamente) (cuadro 5), 88.6 porciento de las entrevistadas no reportaron ninguno de estos problemas.

Cabe señalar que solamente 1.1 por ciento de las titulares coincidieron en lastres limitaciones reportadas. Asimismo, otros dos tipos de problemas

Conocimiento de Progresa por parte de las mujeres beneficiarias y opinión sobre sus apoyos

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mencionados en menores proporciones por las entrevistadas fueron los relativosa conflictos en la localidad y trastornos familiares (2.1 y 1.7 por ciento,respectivamente).

Cuadro 5Proporción de titulares

beneficiarias que considerandiversos problemas para cumplircon las corresponsabilidades del

Programa

Problemas %Mucho trabajo 4.9Mucho tiempo 6.6Mucho gasto 4.7

En el cuestionario empleado se incluyó un grupo de preguntas relativas a losinconvenientes expresados por las mujeres para cumplir con las acciones decorresponsabilidad. De manera semejante a los resultados anteriores, lamayoría de las entrevistadas (95.5 por ciento) señalaron no tener problemaspara cumplir con los compromisos solicitados por Progresa. Solamente 4.5 porciento manifestó tener algún tipo de dificultad, siendo la principal actividadque asociada a ello es la asistencia al centro de salud. Al respecto, 10 por cientode las mujeres indicó que la visita a las unidades de salud representabadificultades (cuadro 6), ocasionadas por la distancia que había que recorrer, elcosto económico del traslado, y a que implicaba utilizar mucho tiempo. Por elcontrario, 89.8 por ciento de las titulares declararon que no habían tenidoproblema alguno para asistir con su familia al centro o clínica de salud deacuerdo con el esquema de visitas propuesto por el Programa.

En comparación, entre las entrevistadas que tienen hijos en edad de estarestudiando la educación básica, el compromiso de su asistencia regular a laescuela, no representa ninguna dificultad para 98 por ciento de ellas, y sólo 2por ciento mencionó tener algún tipo de problema, tal como el costo monetariode los traslados de los niños a los planteles educativos y la lejanía de la escuela.

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Cuadro 6Proporción de titulares beneficiarias que reportan

dificultades para cumplir con las corresponsabilidades delPrograma en los componentes de salud y educación

Dificultades %Para cumplir con los compromisos 4.5Para asistir con su familia a la unidad de salud 10.2Para la asistencia regular de los niños a la escuela* 1.7*incluye sólo titulares con hijos en edad escolar

No obstante, inclusive entre las entrevistadas que expresaron alguna dificultadpara satisfacer las corresponsabilidades incluidas en Progresa, la proporciónque define al Programa como muy bueno o bueno es de 87 por ciento.

4. Opinión sobre los apoyos de Progresa y la entrega de los apoyosmonetarios

El Programa otorga diversos apoyos, y la percepción que tienen las titularesbeneficiarias sobre su utilidad muestra que, en general, son valorados como unsoporte importante para la familia: 84.4 por ciento de las entrevistadasconsideraron que los apoyos de Progresa son una muy buena ayuda para sufamilia y 14.7 por ciento expresa que ayudan en algo. Así, prácticamente latotalidad de las mujeres analizadas reconoce la utilidad de los beneficios que seles entregan.

Debido a la aguda condición de pobreza en que vive la población atendida porel Programa, es importante tomar en cuenta el papel de los apoyos dentro delos recursos del hogar. Las respuestas obtenidas indican que para 98.8 porciento de los hogares beneficiarios la ayuda de Progresa es un complemento delgasto familiar, incluido 6.6 por ciento que señaló que ésta constituye su únicoingreso; en contraste, sólo 1.4 por ciento declaró que no constituye una ayuda.

Sobre los diferentes tipos de apoyos otorgados -atención a la salud, becas parala asistencia escolar de los niños, y el apoyo monetario para alimentación-, sesolicitó a las entrevistadas que manifestaran sus preferencias comparando losapoyos por parejas. Esto es, se pidió que eligieran entre el apoyo de salud yalimentación, y una mayor proporción (51 por ciento) optó por la atención a lasalud, y 20 por ciento no pudo distinguir entre ambas. Al considerar las becas yla atención a la salud, 44 por ciento destacaron las becas, y de nuevo una quintaparte de las mujeres optó por no diferenciar entre ellas. Por último, alcomparar la ayuda para alimentos y las becas, 49 por ciento decidió que esmejor opción la ayuda para alimentos.

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Al considerar simultáneamente las tres respuestas, se identifica que 17 porciento de las titulares optó definitivamente por el apoyo en salud, mientras quesólo 10 por ciento consideraron las becas o los apoyos para alimentación.Asimismo, una de cada seis entrevistadas respondió en todos los casos queambas opciones eran igualmente importantes.

Cuadro 7.Tipo de apoyo de Progresa que prefieren las titulares beneficiarias

Opciones Primera Segunda AmbasSalud o ayuda para alimentos 50.9 27.4 19.4Becas o salud 44.2 31.6 21.7Ayuda para alimentos o becas 48.8 24.3 24.5

Una característica particular del Programa es que una significativa parte de susayudas se entregan a las titulares beneficiarias como apoyos monetarios. Paraello, aún y cuando se realizan importantes esfuerzos para establecer puntos deentrega de los apoyos en localidades cercanas, las mujeres deben desplazarsedesde su hogar a estos sitios. Dado el complejo proceso de flujo de materialescon los que se certifica el cumplimiento de las corresponsabilidades, y losajustes logísticos para poder establecer los puntos de entrega de los apoyos,hasta ahora ha sido necesario comunicar en cada bimestre la fecha y lugar enque se realizará la entrega de los apoyos, situación que puede provocarcontratiempos para las titulares beneficiarias.

Cabe destacar que a 53 por ciento de las entrevistadas se les avisó con dos omás días de anticipación en qué fecha se llevaría a cabo la entrega de los apoyos(en la última ocasión en ésta se realizó antes de la entrevista). Sin embargo,aún una alta proporción de las titulares reportó que solamente se le informó undía antes (42.3 por ciento) y 4 por ciento señaló que fue informada el mismodía.

La recepción de estos apoyos conlleva una interacción con agentes que tienenun contacto esporádico con mujeres que, a su vez, tienen por lo común pocaexperiencia en el manejo de efectivo, lo que puede dar lugar conflictos en elmomento de la entrega de las transferencias monetarias.

De las entrevistadas, 96.4 por ciento señaló que en la última ocasión en quehabía recibido sus apoyos, el trato resultó cordial2. Sin embargo, a casi 30 por 2 Se incluye en esta parte del trabajo sólo a las mujeres que habían recibido alguna vez un apoyo monetario (99.1 porciento del total). En general, las mujeres han recibido dos o tres veces sus apoyos.

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ciento de ellas no las atendieron en la hora señalada y a una de cada cincoexpresó que le indicaron una fecha de entrega de los apoyos distinta a la queoriginalmente se le había informado (cuadro 8).

Asimismo, 12 por ciento reportó que se le apuró en algún momento durante eltrámite e inclusive 6 por ciento declaró que se sintieron regañadas. Esto últimopuede dar lugar a insatisfacción por parte de las titulares, quienes requieren detiempo para analizar los apoyos que están recibiendo. De hecho, 9 por ciento delas titulares indica que en la última entrega de su ayuda para alimentación y lasbecas de sus hijos, hubo algo que no entendieron.

Es importante subrayar que considerando conjuntamente los cinco posiblesproblemas incluidos en el cuadro 8, solamente 0.1 por ciento de lasentrevistadas reportó todos ellos, en comparación con 48.3 por ciento de lasmujeres que no señalaron ninguno. Poco más de una tercera parte (34.3 porciento) destacó solamente uno de los posibles problemas con respecto a laentrega de los apoyos y 10.2 por ciento manifestó que había tenido dos de ellos.

Cuadro 8Atención a las titulares beneficiarias en la entrega

del apoyo monetario

%La trataron bien 96.4La atendieron en la hora señalada 71.6La apuraron en algún momento 11.9Le cambiaron la fecha de entrega del apoyo pago 19.1La regañaron 6.3Hubo algo que no entendiera 9.1

Respecto al uso que se hace de los apoyos monetarios, la gran mayoría de lasmujeres indicó que utilizaron el apoyo monetario para la compra de algunascosas que necesitaban (96.2 por ciento), y sólo una pequeña proporción guardóparte o la totalidad de su último apoyo (2.6 por ciento). Se debe recordar quese trata de datos recolectados en hogares con aproximadamente seis meses enel Programa, por lo que podría esperarse que con el tiempo este último grupose incrementará.

El destino de los apoyos, de acuerdo con las entrevistadas, fue principalmentepara la compra de alimentos (90 por ciento de las mujeres señaló este rubro),de ropa y zapatos (indicado por 21.5 y 27.3 por ciento de ellas,respectivamente), y una proporción semejante (19 por ciento) reportó que elapoyo se empleó para adquirir útiles escolares. Por su parte, únicamente 7 por

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ciento de las titulares compró con sus apoyos monetarios algo para su casa y en4 por ciento de los casos se utilizó en medicinas.

Cambios percibidos por las titulares desde la incorporación de sus familias aProgresa

Es de importancia para el Programa identificar los cambios que las mismastitulares beneficiarias precisan como efecto de la incorporación de sus familiasa Progresa. Una alta proporción (86.5 por ciento) considera que ha habidocambios en su hogar o localidad, todos favorables. Para 7 de cada 10 titulareshay mayor disponibilidad de dinero en el hogar, y la mitad de ellas observa quese come mejor, que los niños pueden asistir a la escuela, así como que puedenatender su salud. Tan sólo una muy pequeña proporción (1 por ciento)considera que los cambios son negativos, porque hay más trabajo y menos ayuda(cuadro 9).

Cuadro 9Cambios percibidos por las titulares beneficiarias a

partir de la incorporación de sus familias a Progresa

%Cambios en el hogarMás dinero para el gasto 71.3Pueden ir los niños a la escuela 51.4Pueden atender su salud 54.6Comen mejor 47.9Comen más 19.0No tienen que trabajar los niños 7.0Cambios en su localidadMayor cooperación entre las mujeres 63.0Hay más servicios 39.0

De igual forma, con respecto a su localidad, casi dos terceras partes observanque hay más cooperación entre las mujeres y 40 por ciento menciona queexisten más servicios. Por el contrario, 4 por ciento de las entrevistadasconsidera que en su localidad se han presentado problemas con los vecinos (2.4por ciento), con las autoridades (0.3 por ciento), en la escuela (0.3 por ciento),o que la comunidad se dividió (1.1 por ciento).

Asimismo, las entrevistadas consideran que su vida personal ha sufrido cambiosdesde su incorporación al Progresa: casi 70 por ciento refiere sentir mayorseguridad, 57 por ciento destaca que dispone de dinero y 27 por ciento subrayaque decide en que se gasta el dinero (cuadro 10).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

376

Otras razones por las que consideran que ha cambiado su vida, se refieren a querealizan actividades distintas a las que tradicionalmente llevaban a cabo, y quehan conocido "cosas nuevas". Por el contrario, solamente una proporción menora 5 por ciento de las entrevistadas relacionan los cambios con problemas como:aumento de trabajo, problemas con el esposo, o menor ayuda por parte de sushijos.

Cuadro 10Proporción de titulares beneficiarias que señala

cambios en su vida personal

%Se siente más segura 69.5Dispone de dinero 57.4Es libre de gastar en lo que necesita 24.7Decide en que gasta 26.6Hace actividades diferentes 14.1Conoce cosas nuevas 16.0Tiene más trabajo 1.3Tiene menos ayuda de sus hijos 0.7Le provoca problemas con su esposo 0.3

Los datos muestran que las condiciones de vida para las entrevistadas sepresentan más favorables, tanto en el plano personal, como en su localidad, apartir de que han empezado a recibir los apoyos del Programa. Una esferaadicional que interesa analizar es la posible aparición de protestas o críticashacia el Programa en las localidades en que se otorgan los beneficios. Entre lascríticas referentes a Progresa que las entrevistadas han escuchado por parte depersonas que reciben los apoyos en su comunidad, 3 por ciento indican que hanoído que los apoyos no se dan a quien más los necesitan, 2 por ciento que seentregan a hogares no pobres. Adicionalmente, 2 por ciento refieren haberescuchado que el apoyo es poco y 1.5 por ciento que no entregaron a alguien sudinero completo (cuadro 11)3.

Con respecto a las opiniones que las titulares han escuchado de personas queno son beneficiarias de Progresa, 16.7 por ciento de las titulares refieren que secritica que los apoyos no se los dan a quienes lo necesitan más. Con respecto aque el apoyo no se da a los hogares pobres, 8.5 por ciento señalan haber sabidode este tipo de crítica.

3 Se trata de una pregunta con múltiples respuestas, por lo que una sola entrevistada puede haber respondido lasdistintas opciones que se presentan.

Conocimiento de Progresa por parte de las mujeres beneficiarias y opinión sobre sus apoyos

377

Cuadro 11Titulares beneficiarias que han escuchado críticas sobre Progresa

Por parte de beneficiarios (%) Por parte de no beneficiarios(%)

Que no les dan apoyo a los que lo necesitan 3.2 16.8Que se apoya a los no beneficiarios 1.8 8.5Que es muy poco el apoyo 2.1 2.5Que no se entrega completo el dinero 1.5 1.1Nota: se trata de respuestas múltiples y no son sumables directamente

Asimismo, las entrevistadas han escuchado entre los no beneficiarios que losapoyos se les da "a los flojos" o "borrachos" y que se está comprando a la gente(4 por ciento de las titulares reportan tales comentarios), que se dan los apoyosa los integrantes de un partido político (3.3 por ciento), y que representamucho trabajo cumplir con los compromisos de Progresa (1.3 por ciento).

5. Opinión sobre Progresa

Con el propósito de examinar las ventajas y desventajas que perciben lastitulares beneficiarias del Programa, se les pidió comparar los beneficios deProgresa con otros esfuerzos desarrollados por el Gobierno Federal. El dato quemás llama la atención es que 83.2 por ciento de las entrevistadas reportaronque no habían recibido anteriormente apoyo de algún otro programa. Del grupoque reconoció haber sido beneficiaria de otros programas (únicamente 16 porciento de las entrevistadas), más de la mitad (58.9 por ciento) opinaron que losapoyos que brinda Progresa son mucho mejores que los que recibíananteriormente y 23.7 por ciento considera que son algo mejores encomparación con los que tenían de otros programas. Aproximadamente 14 porciento los consideran iguales y en proporción menos significativa (4 por ciento)clasifica que los apoyos son peores (cuadro 12).

Finalmente, se hizo directamente la pregunta sobre la opinión que tenían lastitulares beneficiarias sobre el Programa. Más de la mitad de ellas consideranque Progresa es un Programa muy bueno (54.9 por ciento), mientras que 39.3por ciento indica que es bueno. Una de cada veinte entrevistadas opinó queProgresa es un programa regular y sólo 0.2 por ciento de las mujeres analizadaslo consideró malo (cuadro 13).

Programa de Educación, Salud y Alimentación

378

Cuadro 12Opinión de las titulares beneficiarias sobre los apoyos

de Progresa en comparación con los de otros programas(sólo beneficiarias con experiencia previa en otros

programas)

Los apoyos de Progresa son: (%)Mucho mejores 58.9Algo mejores 23.5Iguales 13.5Peores 4.0

Cuadro 13Opinión de las titulares beneficiarias sobre Progresa

Progresa es un Programa: %Muy bueno 54.9Bueno 39.3Regular 5.6Malo 0.2

Estas proporciones se mantienen sin grandes cambios al considerar únicamentea mujeres con niños menores de dos años, o que tiene tamaños de familia másgrandes, quiénes quizás al tener que asistir con mayor frecuencia a las unidadesde salud podrían mostrarse descontentas con el Programa (se debe recordarque asistir a los servicios de salud es un factor que resulta problemático para 10por ciento de las entrevistadas) (cuadro 14).

Cuadro 14Opinión de las titulares beneficiarias sobre Progresa según

número de miembros del hogar y presencia de niños menoresde dos años

Tienen hijos menores de dos añosOpinión sobre el Programa Sí NoProporción 40 % 60 %Muy bueno 52.8 56.4Bueno 41.3 38.0Regular 5.8 5.3Malo 0.1% 0.3

Miembros por hogar1 a 2 3 a 4 5 a 6 7 a 8 9 y más

proporción 5% 20% 34% 24% 17%Muy bueno 62.1 55.3 53.0 55.0 55.7Bueno 33.0 39.3 41.0 39.1 38.5Regular 4.0 5.3 5.9 5.8 5.5Malo 0.9 0.4 0.1 0.1 0.3

Anexos

Anexo 1

Modelo de evaluación del Programa de Educación, Salud y Alimentación

Dentro del esquema de evaluación de Progresa, se destaca la importancia deidentificar sus resultados e impactos. Para lograrlo es preciso determinar si loscambios observados en las diversas esferas de intervención del Programa son enrealidad atribuibles al mismo. Este objetivo requiere de la disponibilidad deinformación que permita cuantificar los cambios entre la población de lascomunidades que reciben apoyos de Progresa. Un esquema de estudiometodológicamente robusto requiere del contraste con la información sobre lasituación previa al inicio de las actividades del programa, con la informaciónque permita reconocer la situación después de la puesta en marcha delprograma y en distintos momentos en el tiempo.

Es necesario hacer algunas consideraciones respecto a la situación previa a lapuesta en operación del programa, para aislar en lo posible el efecto atribuibleal mismo, del resto de los factores que pueden alterar el comportamiento de losindicadores de interés. Comúnmente, los estudios de evaluación empleaninformación sobre el comportamiento de dichos indicadores en la población engeneral o para grupos específicos que se asemejan a aquéllos que son el objetivoreal de las acciones analizadas, para tener una base de comparación conrespecto a lo que sucede entre el resto de la población. Con ello se busca contarcon un grupo de control, esto es, un segmento de la población que permitaconocer el comportamiento de los indicadores en ausencia del programa.

Una forma más apropiada de proceder consiste en dividir al grupo de interés endos segmentos, uno de los cuales recibe el beneficio de las acciones delprograma y se llama grupo de tratamiento, y otro para quienes el programa noestá operando y sirve como un grupo de control. De esta forma, al final de unperiodo se tiene un grupo cuyo comportamiento está afectado por las acciones

Programa de Educación, Salud y Alimentación

380

del programa, y otro cuyo comportamiento refleja la situación que prevaleceríasi la intervención no se hubiera implementado.

En el esquema de evaluación de Progresa, la información recolectadapreviamente a la puesta en marcha de las acciones del Programa se denominalínea de base o basal, y es a partir de ella que se establecen los cambios queserán evaluados.

En algunos casos, y para determinados objetivos, esta información basal seobtiene de manera retrospectiva, esto es, mediante datos que se recolectanhaciendo referencia al pasado. Esto implica, que la información basal se recabade manera simultánea a la información de resultados e impactos. Sin embargo,esto no es siempre posible debido a las características del indicador a analizar.

En el esquema de evaluación de Progresa se optó por obtener la línea basalantes del inicio de las actividades del Programa. Para ello se cuenta con undiseño en el que se comparan los cambios ocurridos en la población comoresultado de su participación en el Programa a lo largo del tiempo, antes ydespués de su entrada en operación.

En el caso de Progresa, debido a que la ampliación de su cobertura se harealizado en etapas, ha sido posible el diseño de un esquema de evaluación deeste tipo, en el que los hogares beneficiarios incorporados en las primeras fasesconforman el grupo de tratamiento, y aquellos hogares cuya incorporación seplaneó en fechas posteriores hacen las veces de grupo de control.

La evaluación del Programa se sitúa entre un experimento aleatorizado y unesquema de evaluación cuasi-experimental. En el esquema se busca utilizar laaleatorización hasta el punto que sea factible con el fin de obtener las mejoresestimaciones posibles de impacto efectivo del Programa y minimizar lanecesidad de utilizar métodos no experimentales. La estrategia seguida parauna muestra de localidades elegibles para ser incorporadas a Progresa esrealizar una aleatorización entre las localidades beneficiarias y control. La ideadetrás de este procedimiento es asegurar que el grupo de población que recibelos apoyos del Programa y el grupo de control que resultan de la aleatorizaciónson comparables, para poder identificar los impactos al comparar losindicadores analizados entre los dos grupos.

Uno de los principios centrales en la evaluación del impacto y resultados deProgresa es la necesidad de contar con un grupo control. Existe ampliaevidencia de que los ejercicios de evaluación que se basan en información sincontar con un grupo de comparación con frecuencia ofrecen estimaciones

Anexo 1

381

sesgadas sobre los impactos de los programas. Aun así, en ele caso de laaplicación de la Encuesta de Evaluación de Progresa (ver Anexo 4), laaleatorización a nivel del hogar no fue posible. La aleatoriedad de los hogaresentre las comunidades de los grupos de beneficiarios y control hubiera violadola premisa básica de transparencia en la identificación de los hogares quereciben los apoyos. Se podría presentar a nivel de la localidad que los hogaresno seleccionados por el proceso de aleatorización para recibir los beneficios delPrograma, pero que tuvieran condiciones socioeconómicas semejantes a loshogares seleccionados, percibieran discrecionalidad en los mecanismos deselección, por lo que se prefirió seleccionar una muestra de localidades yrealizar la aleatorización a este nivel.

El grupo de control se configuró con localidades que son elegibles para serincorporadas a Progresa pero que aún no lo han sido. Como ya se señaló, laincorporación de los hogares beneficiarios de las localidades se lleva a cabo enfases progresivas. Las localidades del grupo control se incorporarán al Programaa fines de 1999.

La información sobre los indicadores de interés se recaba al menos en dosmomentos en el tiempo (t0 y t1). El momento t0 representa el estado previo alinicio de operaciones del Programa , y a partir de la información recolectada ent0 se establecen los datos basales. Por su parte, t1 representa un momento en eltiempo posterior al inicio de operaciones del Programa, en el que se esperaobservar el impacto del mismo. Se introdujo en el diseño la obtención de datossobre los resultados en más de dos momentos en el tiempo, esto es, recolectarinformación posteriormente a t1, que se denotan como t2, t3, etc. Unaestructura de información de este tipo permite disponer de un panel de datospara confirmar los resultados de manera secuencial y verificar si los mismosvarían a lo largo del tiempo. Además, brinda una mayor confiabilidad sobre elimpacto observado, al disponer de múltiples estimaciones sobre elcomportamiento de un indicador.

En este sentido, se puede observar el cambio que ocurre en cualquier momentoposterior al inicio de las actividades del Programa en comparación con t0, y engeneral respecto a cualquier periodo previo. En el diseño metodológico de laevaluación de Progresa se ha contemplado el levantamiento de información envarios momentos en el tiempo para corroborar si se alcanzan impactos en losprimeros meses de operación, y si estos impactos se incrementan, decrecen o semantienen sin cambio en los meses posteriores.

Para aislar en lo posible los cambios atribuibles al Programa, se ha consideradoen el análisis la comparación de los resultados observados para la población que

Programa de Educación, Salud y Alimentación

382

participa en el Programa con los datos de un grupo de hogares y comunidadescon características similares a las del Programa, pero que no reciben ningunode sus apoyos. Esta población conforma el grupo de control. La informaciónpara el grupo de control permite contar con datos sobre la evolución de losindicadores a ser analizados en un contexto que refleja las tendencias secularesen el contexto de atención del Programa.

De esta forma, el esquema de evaluación de Progresa se basa en lo que sedenomina un modelo de diferencias que emplea dos tipos de comparaciones: loscambios observados como resultado del análisis longitudinal, y los cambiosobservados en el comportamiento de los indicadores entre el grupo debeneficiarios y el grupo de control en cada momento en el tiempo para el que seobtienen datos.

El modelo de análisis se define entonces a partir de la siguiente notación, paracualquier indicador de interés:

T1=(indicador para el grupo de tratamiento en t1 - indicador para elgrupo de tratamiento en t0);T2=(indicador para el grupo de tratamiento en t2 - indicador para elgrupo de tratamiento en t1);Ti=(indicador para el grupo de tratamiento en ti - indicador para el grupode tratamiento en ti-1);T T1=T2-T1;C1=(indicador para el grupo de control en t1 – indicador para el grupo decontrol en t0);C2=(indicador para el grupo de control en t2 – indicador para el grupo decontrol en t1);Ci=(indicador para el grupo de control en ti – indicador para el grupo decontrol en ti-1);CC1=C2-C1;D1=T1-C1;

D2=T T1-CC1.

Esto es, se comparan los resultados de las localidades en que opera el Programaen distintos momentos en el tiempo t, así como también los cambiosregistrados entre un grupo de población de características muy similares queno recibe apoyos del Programa, y que permite controlar los factores que puedendar como resultado cambios en los impactos analizados sin que necesariamentese deban a la operación del Programa.

Para aislar el impacto del Programa, considerando para dicha separación otrosfactores que pueden intervenir simultáneamente sobre los resultados

Anexo 1

383

analizados, se hace uso de técnicas de análisis multivariado que permitendeterminar con precisión qué cambios son atribuibles al Programa y cuáles sedeben a otros factores. Esta aproximación conlleva el uso de en modelos deregresión con variables latentes que representen la presencia de Progresa. Deesta forma, se propone un modelo general que permita la aproximacióncorrecta a la medición de los impactos, que se define como,

Id = α Z1 (individuo) + β Z2(hogar)+ δ Z3(localidad) + γ Z4 (beneficiario del

Progresa) + εdonde,Id es el indicador de interés,Z1

a Z3 son variables a nivel del individuo (por ejemplo, edad y sexo de laspersonas), variables del contexto familiar (como son, por ejemplo, el ingreso delhogar o las características de sus viviendas) y variables a nivel de la localidad(como pueden ser la distancia a los servicios públicos de salud y educación),respectivamente.

Con respecto a las fuentes de información utilizadas, uno de los instrumentosprincipales de evaluación de Progresa es la Encuesta de Evaluación Progresa(ENCEL), que recolecta información a nivel individual, familiar y del contextocomunitario, para un panel de hogares (anexo 4).

Como se desprende también de las consideraciones previas, la ENCEL se realizaperiódicamente, para recolectar información en distintos momentos en eltiempo. La línea basal de esta encuesta (t0) se obtuvo en marzo de 1998 y elprimer seguimiento, para contar con información para el periodo t1, se llevó acabo en octubre y noviembre de 1998. Se realizaron en 1999 otros doslevantamientos.

La tarea de evaluación se enriquece con la vinculación de la información recabaen las distintas rondas de la ENCEL con la obtenida mediante otrosinstrumentos. Entre éstos destaca el estudio de condición nutricional de losniños que se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de SaludPública, el cual se realiza en la misma muestra poblacional en la que se aplica laENCEL y cuya información puede ligarse a nivel individual y de los hogares,para maximizar el uso de la información disponible.

Asimismo, se emplea información proveniente de los sistemas de certificaciónde corresponsabilidades de Progresa, de cuestionarios específicamentediseñados para su aplicación a los proveedores de los servicios educativos y desalud que atienden a la población beneficiaria del Programa, de los registrosadministrativos de los servicios de salud, en especial para aspectos de vigilancia

Programa de Educación, Salud y Alimentación

384

nutricional de los niños, así como información de exámenes deaprovechamiento escolar que en colaboración con la Secretaría de EducaciónPública se aplican a los niños de la muestra diseñada para la ENCEL.

Adicionalmente, se llevan a cabo entrevistas de corte cualitativo para identificardeterminados procesos que pueden tratarse de manera más adecuada con estametodología que con cuestionarios estructurado o cerrados.

En la evaluación de Progresa se conjuntan diferentes niveles de análisis yagregación. En este sentido, a través de los registros agregados a nivel deunidad de salud y de las escuelas, se pueden establecer tendencias de cambio enel uso de los mismos, al contar con datos de diversos periodos e incluyendoinformación sobre el número y características de beneficiarios de cada unidadde servicio.

Así, en el caso de los servicios educativos, mediante los registros de matrículapor grado escolar y sexo provenientes de las escuelas primarias y secundarias, esposible identificar los cambios que han ocurrido en la inscripción de los niños,niñas y jóvenes de ambos sexos a partir de la puesta en marcha del Programa.Los registros de inscripción escolar por escuela para los años previos a laoperación de Progresa se utilizan como datos basales, y los cambios se estimana partir de que en determinadas escuelas se tiene becarios del Programa,identificadas mediante los registros de inscripción escolar que las familiasbeneficiarias entregan a Progresa.

Los datos para el grupo de control se obtienen a través de los registros deescuelas sin presencia de beneficiarios becarios, pero que atienden a poblaciónrural predominantemente. Es conveniente, para efectos de control en losresultados, incorporar en el análisis datos sobre las características de lasescuelas, tales como el tipo de escuela, así como el número total de alumnosregistrados y de maestros.

Con la información proporcionada por las instituciones de salud, puedeobtenerse el registro de consultas otorgadas a la población desagregada porgrupos de edad o los resultados del seguimiento de niños desnutridos, entreotros. Si se cuenta con la información a nivel de unidad de salud y se tienenvarias observaciones en el tiempo, así como se puede identificar las unidades desalud que operan Progresa, pueden realizarse tres tipos de análisis.

El primero consiste en un análisis longitudinal de la información dentro de unesquema de niveles múltiples, en donde la unidad de análisis principal son lasunidades de salud y las observaciones en el tiempo sobre la operación de cada

Anexo 1

385

una de ellas se estructuran dentro de un esquema de anidamiento dentro decada unidad de salud. Esto es, que si se desean conocer los factores que afectanla operación de una unidad de salud determinada, es importante considerar,entre otros, el resultado de su operación en periodos previos. Un análisis deeste tipo permitirá cuantificar el efecto general de la operación de Progresasobre el comportamiento agregado de los indicadores de salud.

El modelo propuesto para el análisis de datos longitudinales es un modelo linealjerárquico que se define en dos niveles. El primer nivel representa la evolucióndel indicador en cada momento en el tiempo; el segundo considera lasrelaciones de dependencia temporal del indicador para cada unidad de análisisde la población, bajo el enfoque de que la trayectoria en el tiempo depende delas características individuales de las unidades. Por ejemplo, en el caso de losservicios de salud, cada clínica es una unidad de análisis y el incremento odisminución en las consultas que otorga en un periodo depende de suscaracterísticas particulares, como si se ubica en un lugar accesible, el tipo ynúmero de prestadores de servicio, etc. El modelo jerárquico permiteincorporar al análisis estas consideraciones individuales, y se define como:

tjtjijtjpjtjjojtj eXaaY ++Π++Π+Π= λ...1

Donde,

tja indicadora para el momento t

pjΠ parámetro de la trayectoria de crecimiento de unidad j. Cada unidad es

observada jT momentos en el tiempo

tje es un error aleatorio que tiene diferentes estructuras dependiendo de la

complejidad de los datos

pj

Q

qqjpqppj rW

p

++=Π ∑=1

0 ββ

jjij uW 11110 +Φ+Φ=λ

qjW características de la unidas de análisis

tjY indicador de interés en el tiempo t para la unidad de análisis j

tjX presencia de Progresa en el tiempo t en la unidad j

Programa de Educación, Salud y Alimentación

386

El segundo, basado en la disponibilidad de la información que permiteidentificar cuáles unidades de salud están atendiendo a población beneficiariade Progresa, consiste en un análisis longitudinal. El diseño permite comparar,entre otros aspectos, la productividad de las unidades Progresa y las unidadesno Progresa, para dar un marco de referencia sobre el adecuadofuncionamiento del Programa.

Tercero, dentro de las unidades de salud que atienden a población beneficiariade Progresa, se dispone de la cuantificación de servicios otorgadosespecíficamente a dicha población, lo que permite, también dentro del esquemade un análisis longitudinal, medir el cambio de los indicadores de salud para lapoblación beneficiaria de Progresa en comparación con la población que no esbeneficiaria.

En el caso de los datos sobre el estado nutricional de los niños beneficiarios, seanalizan los datos del seguimiento de talla y peso que se encuentran en lasclínicas y centros de salud. De nueva cuenta, los registros previos al inicio delPrograma se emplean como datos basales, y como datos de población controllos de aquellas unidades de salud en las que no hay población beneficiaria (peroque son también rurales). En lo que respecta al nivel de desnutrición, es posibleconstruir las historias de cada niño para diversos indicadores antropométricos(como peso para la edad o peso para la talla), comparando los resultadosobservados con los establecidos por las normas oficiales mexicanas, ydeterminar la prevalencia de la desnutrición y su grado.

Por último, mediante la aplicación de cuestionarios dirigidos a los hogares seevalúan aspectos operativos del Programa, así como tópicos relacionados a lasactitudes y opiniones de las familias sobre Progresa. Un punto clave de laevaluación es la operación del Programa, y se pueden considerar dos tareasfundamentales: la primera consiste en analizar el cumplimiento de losmecanismos de trabajo de Progresa, como por ejemplo, si las beneficiarias estánrecibiendo sus apoyos o si se comprenden los compromisos decorresponsabilidad establecidos; la segunda tarea es analizar la relación entre laoperación del Programa y sus impactos. En áreas donde la operación delPrograma funciona sin dificultades, se potencian los impactos en la poblaciónbeneficiaria. Por ello resulta importante identificar los atributos de la operaciónque tengan mayor impacto positivo en la población beneficiaria.

Anexo 2

Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH)

La Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH) esel principal instrumento de recolección de información del Programa deEducación, Salud y Alimentación (Progresa) para la identificación de lasfamilias beneficiarias. La información proveniente de este instrumento seobtiene mediante la aplicación de entrevistas individuales a cada uno de loshogares en las localidades en donde opera Progresa. Este es un cuestionario quese realiza previamente a la incorporación al Programa de los hogares. Se tratade una entrevista a todos los hogares de la localidad. La información obtenida apartir del levantamiento de la ENCASEH sirve como punto de partida para laevaluación de las condiciones de pobreza de los hogares, y permite laidentificación de los hogares beneficiarios del Programa.

La encuesta recoge información de diversa índole sobre las características delos hogares, que en términos generales se puede agrupar en seis secciones queabordan los siguientes temas: identificación del jefe del hogar y de las personasresponsables del gasto y cuidado de los hijos; características demográficas delhogar y capital humano de sus miembros; actividad económica de los miembrosy sus ingresos; condiciones de la vivienda y disponibilidad de servicios; posesiónde bienes. El cuadro 1 muestra una descripción general de los temas de laENCASEH.

Cuadro 1. Temas de la ENCASEH

Tema: Variables:

Estructura demográfica del hogarPresencia en el hogar de varones en edades de mayor intensidadde trabajo

– número de hombres de 24 a 45 años de edad en el hogar

Jefatura femenina del hogar – jefatura del hogar asignada a una mujerIndice de dependencia infantil – número de niños de 0 a 5 años en el hogar

– número de niños de 6 a 11 años en el hogarAlfabetismo – sabe leer y escribir un recado (cada miembro del hogar de 5

años y más)Escolaridad – años de estudio aprobados (cada miembro del hogar de 5 y

más años)Monolingüismo – personas que hablan alguna lengua indígena (cada miembro

del hogar de 5 y más años)

Programa de Educación, Salud y Alimentación

388

Estado civil – estado civil (cada miembro del hogar de 12 y más años)Condición de trabajo – condición de trabajo con las categorías de: trabaja, jubilado,

incapacitado, no trabaja (cada miembro del hogar de 8 ymás años)

– días trabajados la semana pasada (cada miembro del hogarde 8 y más años que trabaja)

– tiempo de trabajo (identifica el tipo de trabajo comotemporal o fijo para miembros del hogar de 8 y más años)

Posición en la ocupación – posición en la ocupación, incluida rama de actividadagrícola/no agrícola (cada miembro del hogar de 8 y másaños que trabaja)

Ingresos por trabajo – monto de ingresos percibidos por su trabajo principal (cadamiembro del hogar de 8 y más años)

– monto de ingresos percibidos por otros trabajos (cadamiembro del hogar de 8 y más años que trabaja)

Ingresos de otras fuentes – monto de los ingresos de fuentes distintas al trabajo, talescomo jubilación, pensión becas o alquiler (se incluyen hastados fuentes para cada miembro del hogar de 8 y más años)

Migración por trabajo temporal – lugar a donde emigró la persona a trabajar en los últimosdoce meses (personas del hogar de 8 y más años)

– duración de la ausencia temporal (personas del hogar de 8 ymás años)

– monto de los ingresos que envio a su casa cada migrante(personas de 8 y más años que emigraron en el último año)

Migración – lugar a donde emigraron las personas que antes vivían en elhogar en los últimos 5 años y que no han regresado

– edad y sexo de las personas que emigraron del hogar en losúltimos 5 años y que no han regresado

– monto de las aportaciones económicas que han hecho en elúltimo año las personas que emigraron del hogar en losúltimos 5 años y que no han regresado

Servicios de salud y discapacidades de losmiembros del hogarServicios de salud – derechohabiencia a seguridad social (cada miembro del

hogar de 8 y más años que trabaja)– servicios de salud a los que recurren los miembros del hogar

Discapacidades de los miembros del hogar – número de miembros del hogar que presentandiscapacidades y sus edades (ceguera, mudez, sordera, faltade miembros, uso de prótesis, problemas mentales)

ViviendaMateriales de la vivienda – material de los pisos

– material de los techos– material de las paredes

Hacinamiento – número de cuartos en la vivienda– número de cuartos para dormir en la vivienda

Anexo 2

389

Equipamiento – disponibilidad de agua dentro de l a vivienda– disponibilidad de agua dentro de la propiedad– disponibilidad de agua corriente en el excusado– disponibilidad de electricidad

Propiedad de la vivienda – propiedad, alquiler o préstamo de la vivienda– existencia de una deuda por pago de la vivienda– propiedad del terreno en el que se encuentra la vivienda

Propiedad de bienes y enseres – vehículos como automóviles o camionetas– bienes y enseres como licuadora, refrigerador, estufa de gas,

calentador de gas para agua, radio o grabadora, tocadiscoso modular, televisión, videocassetera, lavadora de ropa,ventilador,

Propiedad de tierra y animalesPropiedad de tierra – tierra para uso agrícola, ganadero o forestal

– tipo de tierra (temporal, agostadero o riego)– extensión de la tierra (hectáreas)– propiedad de ganado o animales de crianza o de trabajo

(número y tipo)

Anexo 3

Nota técnica sobre la elaboración de una muestra de 100,000 hogaresproveniente de la encuesta de características socioeconómicas de los hogareslevantada en las primeras tres fases de operación del Programa de EducaciónSalud y Alimentación

Para efectos de análisis de la información proveniente de la Encuesta deCaracterísticas Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH), se decidióseleccionar una muestra de tipo autoponderado de dichas encuestas. ElENCASEH ha sido levantada en todas las localidades seleccionadas por elPrograma de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) como candidatas arecibir los apoyos del mismo, que a la fecha de diciembre de 1998 ascendía amás de dos millones de encuestas.

Para el diseño de dicha muestra se tuvo que considerar un factor que generabaun problema de tipo estructural en cuanto a las variables a obtener debido aque se tienen tres periodos de levantamiento de encuestas, cada uno de elloscon pequeñas pero notorias diferencias en lo que respecta a la composición ydistribución de las preguntas en el cuestionario.

Por ello, se considera a cada uno de dichos periodos de levantamiento comoestratos, obteniéndose para ellos por medio de muestreo aleatorio las sub-muestras que posteriormente al unirse darían como resultado la muestra total.Para definir el número de encuestas a seleccionar en cada estrato se observaronlos porcentajes correspondientes a la composición de dichos estratos, los cualesson:

Estrato 1: Fase de levantamiento del año 1996 14.6%Estrato 2: Fase de levantamiento del año 1997 20.5%Estrato 3: Fase de levantamiento del año 1998 64.9%

De dichos porcentajes se define que para obtener una muestra de 100000hogares, se deben obtener sub-muestras en cada estrato de:

Estrato 1: Fase de levantamiento del año 1996 14556Estrato 2: Fase de levantamiento del año 1997 20491Estrato 3: Fase de levantamiento del año 1998 64943

Programa de Educación, Salud y Alimentación

392

Se puede apreciar que solo se tienen 99990 hogares en la muestra, esto se debea que existían hogares con información incompleta en la encuesta y se tuvieronque desechar.

Una vez obtenida la muestra a nivel de los hogares, dos acciones tenían queefectuarse, la primera consistente en obtener la información de dichos hogaresque se tiene estructurada en un conjunto de variables a nivel individual y unconjunto de variables para el hogar. La segunda acción necesaria es la dealinear las variables de cada una de las fases de levantamiento para ambosconjuntos, de manera que pudieran ser empatadas en una sola base. El procesode empate de variables requirió de un análisis exhaustivo para cada una de laspreguntas y sus códigos, a fin de no generar inconsistencias. El resultado, unaencuesta con una gran cantidad de información sobre características de lasviviendas, los hogares y las personas que se encuentran dentro de las localidadesa las que el Progresa otorga sus beneficios.

Anexo 4

La encuesta de evaluación de los hogares (ENCEL): nota técnica

Uno de los ejes principales del componente de evaluación de Progresa es el análisis

de los cambios y su atribución a la intervención del Programa, el cual tiene como

objetivos: analizar la operación de cada uno de sus componentes (educación, salud

y alimentación), estudiar la relación entre oferta de servicios y demanda de

beneficiarios, analizar los resultados cuantitativos, las causas y los procesos por

medio de los cuales se alcanzaron, y documentar las explicaciones de los éxitos y

los fracasos del Programa.

El diseño de la evaluación del impacto de Progresa en las localidades y los hogares

es cuasi-experimental y permite que se comparen los cambios ocurridos en la

población beneficiaria a lo largo del tiempo, antes y después de su entrada al

Programa. En este sentido, tiene la característica de seguimiento a un panel de

hogares. También cuenta con información para controlar alteraciones presentes

en el entorno para determinar la atribución de los cambios a la intervención de

Progresa. Dado que también es importante estimar los cambios de los efectos a

lo largo del tiempo, el diseño contempla la recolección de información cada seis

meses por un periodo de dos años.

Para llevar a cabo este componente de la evaluación, se seleccionó una muestra

aleatoria de localidades de alta y muy alta marginación que se integrarían al

Programa en la segunda fase (noviembre de 1997) y que constituyen lo que se

denomina como localidades en Progresa. Se diseñó también una muestra aleatoria

de localidades con características similares de entre aquellas que podrían ser

objeto de una selección posterior y que permitieran funcionar como controles en

la medición de los posibles efectos de Progresa. A estas últimas se les denominó

localidades control.

En conjunto la evaluación del impacto se lleva a cabo en 7 estados de la República:

Hidalgo, Puebla, Guerrero, Veracruz, Michoacán, San Luis Potosí y Querétaro, en

506 localidades (320 muestra y 186 control) y en alrededor de 24,500 hogares.

Programa de Educación, Salud y Alimentación

394

Para el diseño de la muestra se utilizó un muestreo estratificado (tamaño de

localidad) con fijación proporcional al número de localidades, para generar una

selección de localidades con igual probabilidad de cada uno de los tamaños de

localidad. Asimismo, se estimó el tamaño de muestra partiendo de un universo de

4,546 localidades para elegir 330 localidades basales y de un universo de 1,850

para elegir 191 localidades control, utilizando la distribución proporcional al

tamaño de localidad. Esta estimación se realizó sobre la base de que no existen

costos diferenciales muy marcados en el levantamiento de la información en los

diferentes estratos. La selección de la muestra se hizo sobre el marco muestral

mencionado, mediante una selección sistemática con arranque aleatorio.

La evaluación del impacto del Progresa cuenta con diferentes instrumentos de

aplicación periódica en escuelas, centros de salud, hogares y localidades. La

Encuesta de Evaluación de los Hogares (ENCEL) es el instrumento principal que

recolecta datos en los hogares.

La ENCEL cuenta con diferentes módulos que recogen datos sobre diversos temas

vinculados con las acciones de Progresa y a los grupos de edad prioritarios. Los

diferentes módulos contemplados en los cuestionarios de la ENCEL varían de un

levantamiento a otro dependiendo del lapso de tiempo en el que se considera que

los indicadores podrían mostrar cambios. En ocasiones los módulos se repiten y se

profundiza más en la información que ellos recogen, conservándose a través de

todos los cuestionarios la comparabilidad de un gran número de preguntas.

En una primera oportunidad, la Encuesta de Evaluación de los hogares

(ENCEL98M) tuvo como objetivo complementar y detallar la información recogida

en la Encuesta de las Características Socioeconómicas de los Hogares (ENCASEH);

con los datos de ambas fuentes se contó con una medición inicial de la situación

de los hogares, previa a la incorporación de las familias beneficiarias a Progresa

(medición basal).

La ENCEL98M se levantó durante el mes de marzo de 1998 en el total de hogares

de las 506 localidades (muestra y control) obteniendo un total de 25,190

encuestas de los hogares y 506 encuestas de precios de productos básicos en las

localidades.

Anexo 4

395

El primer levantamiento de medición del impacto de Progresa se realizó en el mes

de noviembre de 1998 a través de la ENCEL98O, en las mismas 506 localidades y

todos los hogares que en ellas se encontraron. En esta oportunidad la encuesta

recuperó información tanto de la ENCASEH como de la ENCEL98M, además de

llevar anexa una encuesta de seguimiento operativo del programa, esta última se

aplicó sólo a los hogares beneficiarios. Por su parte, la ENCEL99M fue aplicada en

el mes de junio de 1999.

Los módulos de cada una de los cuestionarios de ENCEL se presentan en el

siguiente cuadro:

Programa de Educación, Salud y Alimentación

396

ENCEL98M ENCEL98O ENCEL99M

IDENTIFICACIÓN DE LOS MIEMBROSDEL HOGAR Y CARACTERÍSTICAS DE LOSNUEVOS MIEMBROSCaracterísticas sociodemográficas de los miembros(nombre, edad y condición de residencia)Verificación del número de miembros Otrascaracterísticas de los residentes nuevos (fecha denacimiento, sexo, parentesco y presencia de la madrey del padre en el hogar)

IDENTIFICACIÓN DE LOS MIEMBROSDEL HOGAR Y CARACTERÍSTICAS DELOS NUEVOS MIEMBROSCaracterísticas sociodemográficas de losmiembros (edad y condición de residencia)Verificación del número de miembros Otrascaracterísticas de los residentes nuevos (nombre,edad, fecha de nacimiento, sexo, parentesco ypresencia de la madre y del padre en el hogar)

JEFATURA ACTUALCambios posibles en la jefatura de los hogares y elparentesco de todos los miembros con respecto al nuevojefe

ESCOLARIDAD (6 a 16 años)Razones de no asistenciaOpiniones acerca de la escuela y los maestros yparticipación de los padres en ellasOpiniones y expectativas

ESCOLARIDAD (6 a 16 años).Asistencia a la escuelaNivel de escolaridad ylogros educativos (reprobación, rezago y deserción)Opiniones y expectativas

ESCOLARIDAD (6 a 16 años).Asistencia a la escuelaRazones de inasistenciaElección de escuelaLogros educativos (reprobación, rezago y deserción)Opiniones y expectativas

CONSUMO DE ALIMENTOSConsumo semanal de los productos de la canasta básicaGasto del hogar en alimentos consumidos en la semanaprevia a la encuesta

CONSUMO DE ALIMENTOSConsumo semanal de los productos de la canastabásicaAutoconsumoGasto del hogar en alimentos consumidos en lasemana previa a la encuesta

CONSUMO DE ALIMENTOS Consumo semanal de los productos de la canastabásicaAutoconsumoGasto del hogar en alimentos consumidos en lasemana previa a la encuesta

GASTO NO ALIMENTARIOGastos semanales en transporte y bebidas alcohólicasGasto mensual en enseres y artículos domésticos,medicinas y consultas médicasGasto semestral en ropa, zapatos y útiles escolares

GASTO NO ALIMENTARIOGastos semanales en transporte y bebidas alcohólicasGasto mensual en enseres y artículos domésticos,medicinas y consultas médicasGasto semestral en ropa, zapatos y útiles escolares

GASTO NO ALIMENTARIOGastos semanales en transporte y bebidasalcohólicasGasto mensual en enseres y artículos domésticos,medicinas y consultas médicasGasto semestral en ropa, zapatos y útilesescolares

CUIDADOS DE LA SALUD DE LOS NIÑOS DE5 Y MENOS AÑOSEsquema de vacunaciónEnfermedadLactancia materna

CUIDADOS DE LA SALUD DENIÑOS DE 5 Y MENOS AÑOSEsquema de vacunaciónEnfermedadControl de crecimientoLactancia materna

CUIDADOS DE LA SALUD DENIÑOS DE2 Y MENOS AÑOSEsquema de vacunaciónEnfermedadControl de crecimientoLactancia materna

SALUD Y SERVICIOS MÉDICOSOpinión acerca de los servicios de salud y sus prestadoresUso de los servicios de saludAtención preventivaAtención del embarazo

SALUD Y SERVICIOS MÉDICOS Atenciónpreventiva y servicios de salud Atención del embarazoEstado de salud , enfermedades y control de la salud(personas de 6 y más años)

SALUD Y SERVICIOS MÉDICOSEstado de salud de la población, Atenciónpreventiva y servicios de salud

STATUS DE LA MUJER Y TOMA DEDECISIONES EN EL HOGAR Distribución de rolesdiferenciales por sexo en los hogaresToma de decisiones de los miembros del hogarAutonomía de las mujeres

STATUS DE LA MUJER Y TOMA DEDECISIONES EN EL HOGAR Distribución deroles diferenciales por sexo en los hogaresToma de decisiones de los miembros del hogarAutonomía de las mujeres

STATUS DE LA MUJER Y TOMA DEDECISIONES EN EL HOGAR Distribuciónde roles diferenciales por sexo en los hogaresToma de decisiones de los miembros del hogarAutonomía de las mujeres

Anexo 4

397

ENCEL98M ENCEL98O ENCEL99M

CONDICIÓN DE ACTIVIDAD E INGRESOS,CRÉDITOS Y/O PRÉSTAMOS (personas de 8 y mas años)Condición de actividadPosición en la ocupaciónCondición de inactividadHoras y días trabajadosIngresos por trabajoDesiciones acerca de los ingresos

CONDICIÓN DE ACTIVIDAD EINGRESOS Y/O PRÉSTAMOS(personas de 8 y mas años)Condición de actividadPosición en la ocupaciónCondición de inactividadHoras y días trabajadosIngresos por trabajoDesiciones acerca de los ingresos

APOYOS GUBERNAMENTALESApoyos de programas a personas y al hogarMontos de los apoyosApoyos de Progresa

APOYOS GUBERNAMENTALESApoyos de programas a personas y al hogarMontos de los apoyosApoyos de Progresa

TRANSFERENCIAS E INTERCAMBIO DEAPOYOS ENTRE LOS HOGARESCaracterísticas del receptor del receptorde los apoyos que salen del hogar entrevistadoCaracterísticas del donador de los apoyos que lleganal hogar entrevistadoCaracterísticas de los apoyos que entrega y recibe elhogar entrevistadoMIGRACIÓN Y SALIDA DE MIEMBROSDEL HOGARCaracterísticas de los hijos del jefe del hogar que yano vivan en el hogarCaracterísticas de otros migrantes definitivos de losúltimos 5 años

ENSERES DOMÉSTICOSPosesión de electrodomésticos y herramientas para eltrabajo agrícola Obtención de enseres en el últimoañoGasto de adquisición

ENSERES DOMÉSTICOSPosesión de electrodomésticos y herramientaspara el trabajo agrícola

MEJORAS A LA VIVIENDACrecimiento y construcción de las viviendasMejoras realizadas en las viviendas en el últimosemestre

MEJORAS A LA VIVIENDACrecimiento y construcción de las viviendasMejoras realizadas en las viviendas en el últimosemestre

TENENCIA DE LA TIERRA, ACTIVIDADESAGRÍCOLASPosesión y/o uso de tierrasTipo de tierrasUso de tierrasCultivos y cosechasGasto y venta de productos agrícolas

TENENCIA DE LA TIERRA,ACTIVIDADES AGRÍCOLASPosesión y/o uso de tierrasTipo de tierrasUso de tierrasCultivos y cosechasGasto y venta de productos agrícolas

ACTIVIDADES PECUARIASPosesión de animales para trabajo y crianzaCompra y venta de animales y sus derivados

ACTIVIDADES PECUARIASPosesión de animales para trabajo y crianzaCompra y venta de animales y sus derivados

SINIESTROSTipos de siniestros sufridosConsecuencias generadas por los siniestros

SINIESTROSTipos de siniestros sufridosConsecuencias generadas por los siniestros

Más oportunidades para las familias pobresEvaluación de Resultados del Programa de Educación, Salud y Alimentación

Primeros Avances, 1999Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa)

Se terminó de imprimir en noviembre de 1999,con un tiraje de 1000 ejemplares, en

Impresora y encuadernadora Progreso,S.A. de C.V.