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Juicio No. 1232-2013
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+vlP JUSTICIA
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA - SALA ESPECIALIZADA DE LO
PENAL, PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRÁNSITO.
Quito, . 11 de agosto de 2014, las 15h00.—
ANTECEDENTES
VISTOS:
El 24 de octubre de 2012, las 11h15, el Juez Tercero de Garantías Penales
de Pichincha, dictó auto de llamamiento a juicio en contra de Kléver Efraín
Reyes Castro, por existir presunciones graves y fundadas sobre la
existencia del delito tipificado y sancionado en el artículo 512.1 y 3 del
Código Penal y sancionado en el artículo 513 ibídem, en calidad de autor;
además, confirmó la prisión preventiva.
El 21 de marzo de 2013, las 08h33, el Tribunal Tercero de Garantías
Penales de Pichincha, dictó sentencia condenatoria en contra de Kléver
Efraín Reyes Castro, en calidad de autor del delito tipificado y sancionado
en el artículo 512.1 del Código Penal y sancionado en el artículo 513
ibídem, imponiéndole la pena de dieciséis años de reclusión mayor
extraordinaria, fallo del cual, el sentenciado interpuso recurso de
apelación.
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‘7 —
Juicio No. 1232-2013
Mediante sentencia dictada el 8 de julio de 2013; las 14h50, la Tercera
Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha,
aceptó parcialmente el recurso interpuesto por Kléver Efraín Reyes Castro
y reformó la sentencia venida en grado, bajo el criterio de que «el
procesado no conocía la edad de la víctima, esto es que tenía menos de
catorce años de edad, lo que implica que su conducta no puede ser
subsumible al numeral 1 del artículo 512 del Código Penal, pero que
tampoco excluye la tipicidad de su obrar, sino simplemente el cambio de
calificación jurídica de la conducta, pues tampoco excluye el dolo, por lo que,
se debe aplicar el numeral 3 del artículo 512 ibídem, de conformidad con el
artículo 513,” por cuanto, impuso al recurrente la pena de catorce años de
reclusión mayor extraordinaria; y, en lo demás confirmó la sentencia
recurrida.
Inconforme con tal resolución, el sentenciado Kléver Efraín Reyes Castro,
interpuso recurso de casación, el mismo que previo sorteo de ley, recayó
para su conocimiento en este Tribunal de la Sala Especializada de lo
Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de
Justicia.
COMPETENCIA
Este Tribunal de Casación de la Sala Especializada de lo Penal, Penal
Militar, Penal Policial y Tránsito, tiene competencia para conocer los
recursos de casación, revisión y los demás que establezca la ley, en virtud
del artículo 184.1 de la Constitución de la República del Ecuador, de los
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Juicio No. 1232-2013
artículos 8 y 9 de la Ley Orgánica Reformatoria del Código Orgánico de la
Función Judicial, publicado en el Suplemento del Registro Oficial No. 38,
de 17 de julio del 2013, que sustituye a los artículos 183 y 186 del mismo
cuerpo legal, y de las resoluciones de la Corte Nacional de Justicia No. 03-
2013 y No. 04-2013 de 22 de julio del 2013. Por sorteo realizado,
correspondió el conocimiento de la presente causa al doctor Paúl Iñiguez
Ríos, quien actúa en calidad de Juez Nacional Ponente, a la doctora
Mariana Yumbay Yallico, Jueza Nacional; y, al doctor Alejandro Arteaga
García, Conjuez Nacional, quien actúa en remplazo del Juez titular doctor
Jorge Blum Carcelén, por encontrarse con licencia debidamente
concedida, en virtud al oficio No. 1260-SG-CNJ-IJ suscrito por el doctor
Carlos Ramírez Romero, Presidente de la Corte Nacional de Justicia.
VALIDEZ PROCESAL
En el trámite del presente recurso de casación, no se encuentran vicios de
procedimiento que podrían generar nulidad procesal, por lo que este
Tribunal de Casación, declara la validez de lo actuado en este proceso.
FUNDAMENTACIÓN Y CONTESTACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN
FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO: El doctor Wilson Camino, defensor
público, en representación del recurrente Kléver Reyes Castro, en lo
medular, manifestó: Que existe una indebida aplicación del articulo 512
Código Penal, en la sentencia dictada por la Tercera Sala de Garantías
Penales de la Corte Provincial de Justicia de Pichicha, ya que correspondía
a este caso la aplicación de los artículos 509 y 510 Código Penal, esto es,
delito de estupro, pues la víctima le había dicho a su novio que tenía 14
años, actuando Kiéver Reyes Castro, bajo un error de prohibición, pues
desconocía que tenía menos de 14 años, además, tenían una relación de
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(or
Juicio No. 1232-2013
noviazgo; que hay una contravención expresa del artículo 86 del Código
Procesal Penal, al leer los testimonios tanto de la señorita Daniela
Anchundia, como de la Psicóloga Clínica. En vista al error de prohibición,
solicitó se case la sentencia tal como establece el artículo 169 de la
Constitución; y, que cabe en esta causa, sentenciarlo por el delito de
estupro, aplicando atenuantes de conformidad con el artículo 29 Código
Penal.
INTERVENCIÓN DE LA FISCALIA GENERAL DEL ESTADO: El señor
doctor Alfredo Zúñiga, delegado del señor Fiscal General del Estado,
manifestó: Que en el recurso de casación se deben probar los errores que
se han cometido en la sentencia, siendo que la relación de los hechos no
ha sido precisa ni coherente, así como tampoco se especifica cuáles son las
normas violadas, más lo que se pretende es valorar la prueba, lo cual está
impedido por el artículo 349 Código de Procedimiento Penal; que en el caso
se ha manifestado que se cometió un delito de estupro, cuando la edad de
la niña es de 13 años, así se lo demuestra con la partida de nacimiento, y
de conformidad con los artículos 88, 250, 252 y 85 Código de
Procedimiento Penal; además, la prueba fue debidamente valorada de
conformidad con las reglas de la sana crítica y lógica jurídica de
conformidad con los artículos 83, 84, 85, 86, 87 y 88 del Código de
Procedimiento Penal; que la niña fue víctima durante 4 días del delito de (violación, incluso el acusado se cambió de nombre para inscribirse en los
hoteles a donde llevó a la niña; que pone en consideración el artículo 44
Constitución de la Republica, respecto del interés superior del niño; que la
sentencia está debidamente motivada y fundamentada en el artículo 76,
numeral 7, literal 1), de la Constitución de la Republica, artículo 130,
numeral 4, del Código Orgánico de la Función Judicial y artículos 309,
304.a y 312 del Código de Procedimiento Penal. Por lo expuesto, solicitó
que el recurso de casación sea declarado improcedente y se confirme la
sentencia subida en grado.
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Juicio No. 1232-2013
EL RECURSO DE CASACIÓN
Fabio Calderón Botero define al recurso de casación como “Medio
extraordinario de impugnación, de efecto suspensivo, contra sentencias
definitivas que acusan errores de juicio o de actividad, para que un tribunal
supremo y especializado las anule, a fin de unificar la jurisprudencia,
pro veer a la realización del derecho objetivo, denunciar el injusto y reparar
el agravio inferido”. Por tanto el recurso de casación sirve como un medio
para salvaguardar los derechos que han sido vulnerados por sentencias de
segunda instancia, siempre en apego a la ley, en especial a los
lineamientos taxativos contenidos en la misma, que en nuestra legislación
se enmarca en lo dispuesto en el artículo 349 del Código de Procedimiento
Penal; y, para su procedencia es necesaria la correcta fundamentación
detallando las violaciones contenidas en la sentencia impugnada.
Concuerda con este criterio técnico, el tratadista Claus Roxin, que dice
«... la casación es un recurso limitado. Permite únicamente el control in iure.
Esto sign~flca que la situación de hecho fijada en la sentencia es tomada
como ya establecida y sólo se investiga si el Tribunal inferior ha incurrido en
una lesión al Derecho material o formal; así, la casación es, en
contraposición a la apelación, que ha sido designada como un auténtico
procedimiento en segunda instancia.2. De lo expuesto se puede determinar
que la casación únicamente revisa los errores de derecho en que han
incurrido los juzgadores de segunda instancia, al dictar sentencia.
La procedencia del recurso de casación penal, y en virtud del principio de
taxatividad, solo la ley determina los motivos por los cuales se pueda
sustentar la procedencia o no del recurso de casación, donde el Tribunal
CALDERON BOTERO, Favio; “Casación y Revisión en Materia Penal”, Editorial Temis, 1973, BogotáColombia, p.4 y 52 ROXIN, claus. “Derecho Procesal Penal”, Tomo II. Pág. 187. (Editores del Puerto-B.Aires-Argentina.2008). pág. 187.
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de casación es quien verifica si las argumentaciones expuestas por el
recurrente se ajustan en las causales que el artículo 349 del Código de
Procedimiento Penal establece; y, de ser contrario el Tribunal aun cuando
la fundamentación sea errónea revisa los errores dentro de la sentencia
impugnada cuando ha de verificarse la casación de oficio.
El recurso de casación penal constituye como lo señala Andrés Martínez
Arrieta (El Recurso de Casación Penal, control de la presunción de
inocencia, Granada, Edit Comares, 1996, págs.. 17 y 18) “un remedio
democrático para asegurar la sujeción de los jueces al princi~pio de
legalidad... “. Siendo un recurso limitado que permite un control “in jure”,
es decir, consiente la verificación de posibles infracciones incurridas por el
tribunal de instancia en el derecho material o formal, sin posibilidad de
analizar la situación de hecho, fijada y establecida en la sentencia.
Concordante con lo anterior, la Corte Nacional de Justicia, al referirse al
ámbito de la casación en materia penal, ha sostenido que procede cuando
en la sentencia definitiva se hubiera violado la ley, sea porque se contraría
la letra y el sentido de la norma, o porque no es acertada la aplicación de
la misma, o porque es inexacta la interpretación dada por el juzgador; en
consecuencia, el Juez de Casación únicamente debe decidir si en el fallo
impugnado se ha quebrantado un precepto legal, sin que el análisis pueda
extenderse a las pruebas que fueron valoradas por el Tribunal juzgador
conforme a las reglas de la sana crítica, como ordena el Art. 64 del Código
de Procedimiento Penal3.
EL DELITO DE VIOLACIÓN
El delito de violación, ilícito que en nuestra legislación penal se encuentra
establecido en el artículo 512 del Código Penal, señala: «Es violación el
3Gaceta Judicial. Año CII. Serie XVII. No. 6. Página 1693 (Quito, 30 de julio de 2001).
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acceso carnal, con introducción total o parcial del miembro viril, por vía oral,
anal o vaginal; o, la introducción, por vía vaginal o anal, de los objetos,
dedos u órganos distintos del miembro viril, a una persona de cualquier
sexo, en los siguientes casos: lo.- Cuando la víctima fuere menor de catorce
años; 2°.- Cuando la persona ofendida se hallare privada de la razón o del
sentido, o cuando por enfermedad o por cualquier otra causa no pudiera
resistirse; y, 3°.- Cuando se usare de violencia, amenaza o de intimidación. “,
en este sentido, es importante anotar que se busca cautelar en los
menores de edad, el libre desarrollo de sexualidad y su libertad sexual
futura, sancionando aquellas acciones que puedan afectar el desarrollo de
su personalidad. Nuestro ordenamiento castiga como culpable de agresión
sexual a la persona que atentare contra la libertad sexual de otra persona,
la cual puede ser definida como la facultad o capacidad de la persona de
determinarse espontáneamente en al ámbito de la sexualidad, libertad que
se vulnera cuando el sujeto activo del delito invade ilícitamente la esfera de
reserva propia de ese ámbito de la persona. En tal sentido, el violador
abusa o aprovecha de las circunstancias o calidades de la víctima, que le
impiden prestar válidamente su consentimiento o bien, con violencia,
elimina el mismo, reemplazando así la voluntad de la víctima por la suya,
buscando de manera impropia la copula, con el fin de satisfacer su deseo
de acceso carnal.
si’iÁLISIS DEL TRIBUNAL DE CASACIÓN
PRIMERO: El casacionista por medio de su abogado, considera que el
juzgador de apelación, al expedir la sentencia recurrida, aplicó
indebidamente el artículo 512 del Código Penal, pues fue sentenciado por
ser autor del delito de violación, cuando lo correcto era haber sido
sentenciado por ser autor del delito de estupro, tipificado en los artículos
509 y 510 del Código Sustantivo Penal, bajo el argumento principal de
que actuó bajo la figura del error de prohibición, en la medida en que la
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víctima le dijo que tenía 14 años de edad. Además, adujo el recurrente que
el fallo impugnado violó, por falta de aplicación, el articulo 86 del Código
de Procedimiento Penal.
Al respecto, este Tribunal advierte que el recurrente parte de una premisa
errónea, pues confunde el error de prohibición con el error de tipo,
entendido este último como el “desconocimiento o ignorancia de los
elementos de carácter objetivo que caracterizan un hecho como típico”, en
palabras del profesor Francisco Muñoz Conde,4 el error de tipo, excluye el
dolo, mientras tanto, el error de prohibición, entendido como el
desconocimiento o ignorancia del carácter prohibido del hecho típico y
antijurídico”, también en términos del citado Muñoz Conde, ~ excluye la
culpabilidad. En otras palabras, el casacionista al menos debió aducir que
existe un error de tipo por cuanto supuso que la víctima tenía 14 años de
edad y no menos de esa edad; y, en tales circunstancias, no actuó con dolo
en el cometimiento del injusto penal de violación, sin embargo de lo cual,
aún en el evento de que haya argumentado de la forma señalada, tampoco
justificaba sus asertos, debido a que resulta insuficiente suponer que la
víctima tenía 14 años de edad, pues ésta así le manifestó. En efecto, la
doctrina mayoritaria concuerda en que tal suposición debe estar
acompañada de alguna documentación de soporte para que avale tal
percepción, de lo contrario, no existe error de tipo y por consiguiente, el
elemento subjetivo del dolo con el que actúa el acusado continúa
incólume, esto es, que no se ve enervado.
De otro lado, el juzgador de apelación, al expedir la sentencia recurrida, ha
aplicado correctamente las reglas de la sana crítica, que no son sino la
unión de la lógica y de la experiencia, sin excesivas abstracciones de orden
intelectual, pero también sin olvidar esos preceptos tendientes a asegurar
Muñoz Conde, Francisco, Teoría General del Delito, Editorial Temis SA., Bogotá-Colombia, p. 183Muñoz Conde, op. cit., p. 183
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Juicio No. 1232-2013
el más certero y eficaz razonamiento;6 de tal suerte que este Tribunal de
Casación no observa que el juzgador de segunda instancia haya incurrido
en error de derecho alguno; y, por ende, ha arribado a la certeza de que en
el presente caso se han demostrado con suficiencia todos los elementos
constitutivos de las categorías dogmáticas del delito, relativas a la
tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, concebida esta última como el
conjunto de condiciones y facultades psíquicas y sociales que permiten
atribuir a una persona un hecho típico y antijurídico y hacerle responder
por él, lo cual, en el presente caso, ha sucedido con el recurrente.
En virtud de los argumentos que anteceden, se determina que la sentencia
objeto de casación, cumple con los requisitos formales que exige el artículo
304.A del Código de Procedimiento Penal, es congruente, ya que se
encuentran articuladas la parte expositiva, considerativa y resolutiva, sin
que incurra en carencia de ningún requisito, por tanto, el recurso de
casación, carece de asidero jurídico.
DECISIÓN
Por lo expuesto, este Tribunal de Casación, de la Sala Especializada de lo
Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito, de la Corte Nacional de
Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO
SOBERANO DEL ECUADOR, POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y
LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, declara improcedente el recurso de
casación interpuesto por el recurrente Kléver Reyes Castro, por cuanto no
se ha demostrado ninguno de los preceptos contenidos en el artículo 349
del Código de Procedimiento Penal. Actúe la doctora Martha Villarroel
6 Garrone, José A., Diccionario Jurídico, Tomo 1V, Ed. LexisNexis, Buenos Aires, 2005, p.
288
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-Ji--17-e cc
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Villegas, en calidad de Secretaria Relatora encargada.- Notifiquese,
devuélvase y publíquese al órgano jurisdiccional de origen para los fines
legales pertinentes.
(~C1‘García
n
CERTIFICO
~asDra. Martha Villarr~PVrHe’
SECRETARIA RELATORA (e)
RAZON.- En Quito, a los once días del mes de agosto de dos mil catorce, a
partir de las dieciséis horas, notifico con la sentencia que antecede
GERMANIA DEL ROCÍO JIMENEZ ABAD, en la casilla judicial No. 533t y
correo electrónico ¡vIabogados~’~~naiI.com ; KLEV~R REYES CASTRO, en
la casilla judicial No. 5711 y 5387/ y correo electrónico
[email protected] ; FISCALIA GENERAL DEL ESTADO, en
la casilla judicial No. 1207; CENTRO DE REHABILITACION SOCIAL DE
VARONES DE QUITO, en la casilla judicial No. 10 .- Certifico.
Dra. Martha Villarroe ‘ille.- énez
O SECRETARIA RELATORA (E)
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