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1 Presentación 1 Unidad 1 La agricultura colonial 2 1.1 Una nueva geografía agraria: plantas, animales, técnicas 2 1.2 Haciendas, estancias, chacras: las nuevas unidades agrícolas coloniales 4 1.3 La agricultura campesina comunal 11 1.4 La geografía de la agricultura colonial: la costa, la sierra y la selva 13 Unidad 2 La agricultura en la República hasta 1919 20 2.1 La crisis de la Independencia (1821-1850) 20 2.2 El guano y sus efectos en la agricultura de exportación 22 2.3 La crisis del guano y la Guerra del Pacífico 24 2.4 La Reconstrucción Nacional y el boom de la agroexportación (1895-1919) 25 2.5 La ganadería tradicional del sur a principios del siglo XX 29 Bibliografía 32 Páginas web 32 Índice Como has visto en el fascículo Nº 1 de esta serie, los antiguos habitan- tes del ande lograron desarrollar una cultura agroganadera muy rica. Domesticaron plantas y animales; elaboraron herramientas sencillas y bien adaptadas a las duras condiciones del medio ambiente andino; de- sarrollaron estrategias y técnicas que les permitieron controlar diversas ecologías e incrementar sus tierras de cultivo. Tras la conquista, con la introducción de nuevos cultivos, ganados y técnicas, se fueron modificando el paisaje y la vida en los Andes. Como en el pasado, la agricultura y la ganadería continuaron siendo la base de la organización económica, incluso hasta en la república, pero lo fueron de diferente manera. En aquella época la propiedad privada, un incipiente mercado y la minería fueron los motivadores principales de la producción, pero subsistieron formas distintas de producción, aquellas que provenían de la comunidad indígena. • Luego de la conquista, ¿sabes qué cambios se produjeron en los cultivos, la ganadería y en las relaciones entre las personas para pro- ducirlos? ¿Te imaginas cómo se desarrollaría hoy la agricultura y la actividad ganadera en nuestro país si no hubiera ocurrido la conquista? ¿Qué productos se consumirían hoy y cuáles no? En este fascículo conocerás más acerca de: La evolución de la actividad agrícola y ganadera en el Perú colonial republicano temprano (1821-1919). Las características particulares que presentó la actividad agropecua- ria en diversos momentos históricos y espacios geográficos. Las actividades económicas asociadas a la agricultura y ganadería desarrolladas en ese tiempo. Algunas tecnologías asociadas con las actividades agroganaderas practicadas. Presentación Logros de aprendizaje: Identifica las características más relevantes de las actividades agrarias y ganaderas en el periodo colo- nial y el republicano temprano (1821 y 1919). • Explica los cambios y continuidades que ocurrieron en la historia agroganadera en el Perú y la organi- zación social para la producción agropecuaria en los periodos estudiados. Establece relaciones entre algunos espacios geográficos andinos y sus usos agropecuarios en el perio- do estudiado. • Obtiene y organiza información de diversas fuentes históricas. Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana Z_agro1_fasc2.indd Sec1:1 Z_agro1_fasc2.indd Sec1:1 7/9/07 12:43:36 PM 7/9/07 12:43:36 PM

2. Agro en La Republica

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Tras la conquista, con la introducción de nuevos cultivos, ganados ytécnicas, se fueron modificando el paisaje y la vida en los Andes. Comoen el pasado, la agricultura y la ganadería continuaron siendo la basede la organización económica, incluso hasta en la república, pero lofueron de diferente manera. En aquella época la propiedad privada, unincipiente mercado y la minería fueron los motivadores principales de laproducción, pero subsistieron formas distintas de producción, aquellasque provenían de la comunidad indígena.

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Page 1: 2. Agro en La Republica

1

Presentación 1

Unidad 1

La agricultura colonial 2

1.1 Una nueva geografíaagraria: plantas, animales, técnicas 2

1.2 Haciendas, estancias,chacras: las nuevasunidades agrícolas coloniales 4

1.3 La agricultura campesinacomunal 11

1.4 La geografía de laagricultura colonial: lacosta, la sierra y la selva 13

Unidad 2

La agricultura en la República

hasta 1919 20

2.1 La crisis de la Independencia (1821-1850) 20

2.2 El guano y sus efectos enla agricultura de exportación 22

2.3 La crisis del guano y laGuerra del Pacífico 24

2.4 La Reconstrucción Nacionaly el boom de la agroexportación(1895-1919) 25

2.5 La ganadería tradicional delsur a principios del siglo XX 29

Bibliografía 32

Páginas web 32

Índice Como has visto en el fascículo Nº 1 de esta serie, los antiguos habitan-tes del ande lograron desarrollar una cultura agroganadera muy rica. Domesticaron plantas y animales; elaboraron herramientas sencillas y bien adaptadas a las duras condiciones del medio ambiente andino; de-sarrollaron estrategias y técnicas que les permitieron controlar diversas ecologías e incrementar sus tierras de cultivo.

Tras la conquista, con la introducción de nuevos cultivos, ganados y técnicas, se fueron modificando el paisaje y la vida en los Andes. Como en el pasado, la agricultura y la ganadería continuaron siendo la base de la organización económica, incluso hasta en la república, pero lo fueron de diferente manera. En aquella época la propiedad privada, un incipiente mercado y la minería fueron los motivadores principales de la producción, pero subsistieron formas distintas de producción, aquellas que provenían de la comunidad indígena. • Luego de la conquista, ¿sabes qué cambios se produjeron en los

cultivos, la ganadería y en las relaciones entre las personas para pro-ducirlos?

• ¿Te imaginas cómo se desarrollaría hoy la agricultura y la actividad ganadera en nuestro país si no hubiera ocurrido la conquista? ¿Qué productos se consumirían hoy y cuáles no?

En este fascículo conocerás más acerca de: • La evolución de la actividad agrícola y ganadera en el Perú colonial

republicano temprano (1821-1919). • Las características particulares que presentó la actividad agropecua-

ria en diversos momentos históricos y espacios geográficos. • Las actividades económicas asociadas a la agricultura y ganadería

desarrolladas en ese tiempo. • Algunas tecnologías asociadas con las actividades agroganaderas

practicadas.

Presentación

Logros de aprendizaje:

• Identifi ca las características más relevantes de las actividades agrarias y ganaderas en el periodo colo-nial y el republicano temprano (1821 y 1919).

• Explica los cambios y continuidades que ocurrieron en la historia agroganadera en el Perú y la organi-zación social para la producción agropecuaria en los periodos estudiados.

• Establece relaciones entre algunos espacios geográfi cos andinos y sus usos agropecuarios en el perio-do estudiado.

• Obtiene y organiza información de diversas fuentes históricas.

Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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Unidad 1: La agricultura colonial

1.1 Una nueva geografía agraria: plantas, animales, técnicasAl producirse la conquista española en el territorio an-dino –sujeto por entonces al imperio de los incas–, tu-vieron lugar una serie de transformaciones en la forma de vida de sus habitantes. Entre los cambios más im-portantes estuvo la introducción de plantas y animales antes desconocidos por ellos.

En, relativamente, corto tiempo se introdujeron cerea-les como el trigo, la cebada y la avena; legumbres como las arvejas, las vainitas y diversas hortalizas como la lechuga y la zanahoria; frutos como la manzana, la na-ranja, los higos, la sandía y el melón. También llegaron la vid, el olivo, la caña de azúcar y algunos productos de origen asiático, como el arroz. Del mismo modo, los animales que acompañaron a los conquistadores españoles se reprodujeron y dispersaron rápidamente

por todo el territorio. Caballos, cerdos, vacas, ovejas y aves de corral comenzaron a proliferar en todo asentamiento humano, incluso en los poblados indígenas.

Uno de los agentes de la dispersión de cultivos y animales fueron los encomenderos, quienes entre-garon a los indios de sus encomiendas semillas de trigo y animales, como puercos, gallos, gallinas y ovejas. A estas últimas las llamaban “ovejas de Castilla” para diferenciarlas de las “ovejas de la tierra”, que eran las llamas, alpacas, etcétera. Algunos de estos cultivos y crianzas fueron rápidamente adop-

tados por las poblaciones originarias e incorporados al tributo en especies que los indígenas debían entregar a sus conquistadores. Otros lo fueron más lentamente y otros todavía en nuestros días son poco cultivados y consumidos. En esto mucho tienen que ver los gustos, pero también la capacidad de algunas plantas para adaptarse a las condiciones de la geografía andina. Junto con las plantas y animales llegaron también nuevas tecnologías agrope-cuarias y herramientas utilizadas en la agricultura europea: hoces,

Vamos a empezar¿Sabes cuáles de estas plantas y animales son nativos del Perú y cuáles fueron introducidos tras la conquista española? En clase, con tus compañeros, discutan su origen y la importancia que cada uno de ellos tiene en su vida diaria.

GallinasCuyesPalta

ChochoYucaMaíz

VacasTomate

Café

NaranjaFrijolTrigo

HabasCerdosSandía

ManzanasAlgodón

Vid

GarbanzosPacayMulas

MacaLlama

Encomendero: Español que posee el derecho, dado por el rey, de cobrar un tributo a los indios y gozar de su servi-cio personal.

Glosario

Observa con tus compañeros cada una de las imágenes anteriores:

¿Qué tipo de imágenes son? ¿Qué tipo de actividades están realizando? ¿Con qué instrumentos están trabajando? ¿Son instrumentos antiguos en el ande? ¿Son cultivos y ganados propios del ande? ¿Qué nos dice sobre la vida agraria luego de la conquista?

Indios sembrando alfalfa.Autor: Baltasar Martínez Compañón / Fuente: http://www.monografias.com/trabajos36/trujillo-peru/trujillo-peru2.shtml

Indio sembrando. Autor: Baltasar Martínez Compañón / Fuente: http://www.monografias.com/trabajos36/trujillo-peru/trujillo-peru2.shtml

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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rastrillos, arado de tracción animal, hierro para la elaboración de las herramientas, etcétera.

Dichas herramientas tuvieron que adaptarse también a las par-ticulares condiciones de la producción en el ande. La presencia de los nuevos utensilios generó gran controversia entre la pobla-ción indígena; por ejemplo, al uso del arado de tracción animal lo consideraron como una muestra de la gran holgazanería de los españoles. Pocas de las herramientas importadas eran muy sofisticadas, por lo que algunas fueron adoptadas por los nativos combinándolas con las herramientas tradicionales que usaban. El arado tuvo más utilidad en la costa que en la sierra por la existencia de tierras llanas.

Pero el intercambio fue de doble vía, pues los conquistadores incorporaron a su dieta numerosos pro-ductos nativos que empezaron a combinar con los europeos. Ese fue el caso del maíz, la papa, la qui-nua, el camote, los frijoles, el cacao, la yuca, los tomates, el maní y numerosas frutas tropicales. Además de los cultivos, se traspasaron las técnicas prehispánicas como el uso de las lomas o el “guaneo” de las tierras para fertilizarlas. Con la conquista, muchos cultivos y tecnologías andinas perdieron importancia y algunos se abandonaron totalmente. Por ejemplo, parte de los andenes laboriosamente edificados en la época inca se abandonaron por la ausencia de manos debido a la grave caída demográfica de la po-blación indígena. Sin embargo, algunas comunidades continuaron utilizándolos porque eran necesarios para su subsistencia.

¿Cómo veían los españoles la geografía agraria peruana? El siguiente es un texto escrito por un sacerdote español del siglo XVII, Bernabé Cobo (1582-1657). Léelo atentamente, busca en un diccionario las palabras que están resaltadas y aquellas que no cono-ces y luego responde a las preguntas:

Enlace bibliográfico

Ubicar más información acerca de la caída demográfi ca en los Andes en el fascículo Etnias y movimientos mi-

gratorios en el Perú.

Porque toda la variedad de temples que experimentamos en la Sierra del Perú nace de estar unas tierras más altas y levantadas del centro del mundo que otras, es necesario que dividamos toda la sierra en algunos grados o andenes, según la altura y calidad de cada uno, para que de esta división mejor se perciban las diferencias de temples que

tiene la dicha Sierra […] En el primero, pues, comenzando por lo alto de la Sierra comprehendemos toda la tierra yerma y estéril que no se cultiva ni se siembra, por ser páramos muy fríos y des-templados, que es lo que llamamos en el Perú puna brava […] El segundo temple y andén, como vamos bajando de la sierra […] no es tan estéril […] pues lleva los frutos de que se mantienen sus habitadores, que son estas raíces: papas, ocas, macas, hisañas, ullumas y la semilla llamada qui-nua […] y sirven de pan a los indios […] Según el camino que traemos bajando de lo alto a lo bajo de la Sierra, se sigue el tercero andén y grado della, a la tierra del cual llamamos absolutamente de labor, porque de aquí hasta el […] sexto temple de la Sierra es toda tierra de panllevar, donde se siembra y coge mucho trigo y todas las demás semillas, legumbres y hortalizas y las raíces que en el segundo temple y otras muchas más como son maíz, garbanzos, habas, frijoles, lino, alfalfa; las hor-talizas llegan a granar perfectamente; las fl ores de España duran todo el año sin agostarse […] .

Bernabé Cobo. Historia del Nuevo Mundo, 1653

• ¿De qué nos informa el sacerdote español? ¿Por qué el padre Cobo utiliza la palabra andén para hablar de la tierra en la sierra del Perú?

• Antes de la llegada de los españoles ¿existía el pan? ¿Qué productos suplían al pan en los Andes? ¿De qué hacían el pan los españoles?¿En alguna zona se producía ya el trigo?

Vamos

a leer

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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1.2 Haciendas, estancias, chacras: las nuevas unidades agrícolas coloniales

Manos a la obra

Los dibujos anteriores corresponden a herramientas o aperos de labranza que portaban los españoles de la conquista.

1. Imagina para qué se usaba cada uno de ellos y luego verifica si es correcto consultando con el diccionario o la siguien-te página web http://www.profes.net/apieaula3.asp?apie=Educaci%F3n+Primaria&id_contenido=34057.

2. ¿Hay algunas herramientas que no podían existir antes de la llegada de los españoles? ¿Por qué?3. Revisa el fascículo 1 El agro en la época prehispánica y verifi ca si hay alguna semejanza entre herramientas andi-

nas e hispanas y cuáles son las diferencias.4. Explica los usos de cada una de estas herramientas en clase.

Aperos de labranza.Autor: Diccionario Planeta de la lengua española usual. Barcelona: Editorial Planeta, 1982 / Fuente: Tomado de Huertas

Vamos a empezar

Observa el plano de los valles de Lima en la Colonia. ¿Qué ele-mentos importantes puedes distinguir en el plano? ¿Hay tierras de cultivo? ¿Con qué aguas se regaban? ¿Puedes ver los cana-les que salían del río? ¿Ha cambiado mucho este espacio con el tiempo? ¿Por qué? ¿Cómo se ve hoy?

Chacras y haciendas del valle de Lima en el siglo XVIII .

Fuente: El Comercio. Gran historia interactiva del Perú, CD 4

La conquista introdujo la propiedad privada en los Andes. Era un nuevo concepto y difería de la forma como se poseía y usaba la tierra durante el incanato. Por propiedad, se daba derechos a las personas y familias a poseer legalmente y en forma individual tie-rras y ganados y a hacer uso de ellos de la forma que considera-ran conveniente, como cultivarlas, venderlas, alquilarlas, etcétera. Este sistema no fue el único vigente en este tiempo, pues las po-blaciones indígenas, por diversas razones, continuaron rigiéndose por formas de propiedad colectiva que luego analizaremos.

La instauración de la propiedad privada produjo importantes transformaciones en la forma de producir la tierra. Ahora la producción no se destinará solo, ni principalmente, para la subsistencia del grupo fa-miliar y comunal, sino para atender un mercado que giraba alrededor de la demanda de las ciudades

Propiedad privada: Facultad de po-seer algo y poder disponer de ello den-tro de los límites legales. Mercado: Conjunto conformado por compradores y vendedores de un pro-ducto o grupo de productos.

Glosario

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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hispanas y especialmente de los centros mineros, productores de plata, como Potosí en el Alto Perú, y de azogue, como Huancave-lica, los cuales pasaron a ser el motor que animaba la economía y movilizaba a hombres y mercaderías.

Las mercedes de tierras En los primeros años de la conquista, la mayor parte de los pro-ductos agrícolas para el consumo eran producidos por la población nativa trabajando en sus tierras. Estos bienes agrícolas llegaban a los mercados como parte del tributo, que daban los indígenas a sus encomenderos en especies, o a través del comercio que realizaban en los mercados que se organizaban en las plazas principales de las ciudades. En aquellos tiempos, la tierra te-nía poco valor para los conquistadores, en particular para aquellos que habían recibido una encomien-da de indios. Los tributos que estos les pagaban y los servicios personales que les ofrecían eran suficiente renta para subsistir y mantener un estilo de vida honorable.

Pero, a mediados del siglo XVI, conforme la población españo-la aumentó y también las posibilidades de ganancias por la co-mercialización de productos agropecuarios, las solicitudes de tierras se hicieron más constantes. También se hacía urgente a las autoridades asegurar alguna forma de subsistencia para los españoles recién llegados y asegurar el aprovisionamiento de las ciudades y las minas con productos europeos y nativos. Es así como las mercedes de tierras se incrementaron. Las mercedes de tierra fueron concesiones hechas, en nombre del rey, por autoridades españolas especialmente autorizadas, como los virreyes, las audiencias y los cabildos de las ciudades. Estas, a solicitud de vecinos notables y de otros de origen más humilde que veían en la tierra la única forma de ganarse la vida, empezaron a conceder terrenos de labranza. Por lo tanto, a partir de las mercedes, los conquistadores pudieron adquirir legalmente tierras de cultivo.

Hubo también formas no legales de apropiación de la tierra; por ejemplo, a través de la ocupación de tierras “vacas” o en abandono debido a la dramática disminución de la población indígena. Otras fueron adquiridas de las comunidades a través de alquileres y compras informales. El traspaso de las tierras anteriormente trabajadas por los indios hacia los españoles coincidió con la crisis demográfica de la población nativa, que dejó pueblos y campos baldíos por la falta de manos para la labranza. Ello fue particularmente grave y notorio en la región costera y en el norte del Perú. La sierra sur sufrió también el embate de la crisis pero logró retener un bolsón poblacional indígena importante, lo cual es una rea-lidad hasta hoy. Sobre las tierras “vacas” o “vacías” fue creciendo la propiedad particular. Un impulso a este proceso vino, en la segunda mitad del siglo XVI, con la reducción de los indios en pueblos, llevada a cabo por el virrey Francisco de Toledo (1568-1581), tema que abordaremos con más profundidad posteriormente.

Las composiciones de tierra A fines del siglo XVI, las necesidades económicas de la Corona española obligaron a establecer la “composición” de las tierras en América. La monarquía dispuso que las tierras “vacantes” y ocu-padas sin un título legal fueran devueltas a los cabildos o a las co-munidades indígenas, o rematadas a quien las solicitara mediante un pago a la Real Hacienda. Antes del remate debía asegurarse que quedaran tierras suficientes para la labor de la población indí-gena. De esta manera, a través de las “composiciones”, grandes

Enlace bibliográfico

Encontrarás más información acerca de la minería colonial en el fascículo La

economía peruana desde la colonia

hasta el siglo XX.

Agropecuario: Relativo a la agricultura y la ganadería (Pecus, cabeza de ga-nado).Baldío: Terreno que no se cultiva.

Glosario

Para investigar

¿Qué diferencia hay entre mercedes y composiciones de tierra?¿Por qué se realizaron las composicio-nes de tierras? ¿Qué consecuencias tuvieron para el desarrollo agrario y la población indígena?

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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porciones de tierra pasaron a manos privadas, ya sea a los españoles y criollos o a los mestizos sin tierras que las alquilaban a las comunidades o a vecinos indígenas con suficientes fondos para adquirir su propio lote. También las comunidades lograron asegurar por la “composición” tierras excedentes para el futuro.

Las estancias y la agricultura inicial hispanaAl inicio de la colonia, las tierras de los españoles fueron dedicadas principalmente a la crianza del ganado traído de Europa, el cual se fue adaptando a las diversas condiciones ambientales locales. Estas tierras dedicadas principalmente a la ganadería fueron conocidas como estancias. Por ejemplo, en los valles del norte chico, en Chancay, surgieron numerosas estancias donde se criaba principal-mente ganado vacuno (vacas y bueyes), porcino, caprino y equino. Los últimos porque eran el medio de transporte principal en la época; con la carne de los cerdos empezó a desarrollarse en la zona una pequeña industria local de embutidos con el que se aprovisionaba a Lima. La leche (de vacas y cabras) y los quesos fueron otros derivados de esta actividad. El cuero de las cabras sirvió para la elaboración de arneses para caballos, sillas, etcétera.

Chacras, haciendas, estancias e ingenios: las unidades agropecuarias coloniales En el periodo colonial surgieron diversos tipos de unidades de producción agropecuaria, fruto de las con-cesiones, composiciones y apropiaciones de tierras. De acuerdo con la naturaleza de la propiedad, se po-día distinguir, a grandes rasgos, la propiedad privada y la propiedad comunal indígena, un tipo particular que estudiaremos luego y que por ley fue protegida por la Corona. La población aborigen pudo poseer,

además de estas tierras colectivas, tierras privadas.

De acuerdo con su extensión, se podían distinguir unidades de tamaño pequeño a las que se denominó con el término de origen quechua: chacras; otras, más pequeñas aún, eran llamadas sitios o topos. La producción de las chacras se orientó principalmente al cultivo de productos de panllevar o de consumo directo (maíz, tri-go, hortalizas, etcétera) y para la subsistencia familiar; pero ade-más pudieron generar algunos excedentes que se destinaban a los mercados locales de pueblos y ciudades.

Frente a la chacra, surgió con el tiempo la hacienda, una mediana o gran propiedad, que debido a su influencia pasó a caracterizar el paisaje productivo y social de la vida colonial y, posteriormente, de la repúblicana hasta hace casi cuarenta años, cuando las ha-ciendas fueron expropiadas y se desintegraron. a. La hacienda. El concepto de “hacienda” no fue originalmente sinónimo de propiedad agraria. Con este nombre se identificaba, inicialmente, al conjunto de bienes que una persona poseía. Pos-teriormente, pasó a identificar a las propiedades rurales de algu-na importancia, más por el prestigio o posición que tenían sus po-seedores que por el tamaño de la propiedad misma. Ya en el siglo

XVIII, el nombre hacienda identificó con más precisión a una extensión relativamente grande de tierra dedicada a la producción agropecuaria. Las haciendas surgieron a fines del siglo XVI de la integración de unidades agrarias menores. Ya en el siglo XVII la hacienda estaba consolidada. Se le puede definir como una propiedad rural bajo el dominio de un solo propietario, explotada con trabajo dependiente, con un empleo más o menos importante de capital (en herramientas y máquinas) y que produce para un mercado a una escala importante.

Para investigar

¿Qué diferencia una chacra de un sitio y de una hacienda? ¿Qué distingue a una estancia y a un ingenio? ¿Conoces una chacra? ¿Tienes una? ¿Cómo se produce en una chacra?¿Qué era una hacienda? ¿Conoces al-guna? Si no, investiga. Pregunta a tus parientes sobre la hacienda.

Chacra: Pequeña fi nca dedicada al cultivo. Panllevar: Conjunto de productos agrí-colas de primera necesidad.Excedentes: Producción que sobra.Rural: Relativo a la vida del campo.

Glosario

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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Dentro de ellas se pueden distinguir algunos tipos particulares, de acuerdo con la actividad económica predominante que desarrollaban. Según la clasificación de la historiadora Susan Ramírez, existía la hacienda propiamente dicha o “de labranza”, dedicada principalmente a cultivos de carácter agrícola, pero que se complementaba generalmente con la crianza de animales; la estancia, dedicada funda-mentalmente a la crianza de ganado, que se complementaba a su vez con los cultivos, y por último, los trapiches o ingenios, que eran complejos agroindustriales destinados a la elaboración de azúcar.

b. Haciendas y hacendados. La hacienda durante la Colonia, no fue solo una institución económica que generó ingresos a su propietario, también tuvo un valor de prestigio social, como lo había tenido la encomienda luego de la conquista. Sin duda, la posesión de una o más haciendas daba a sus posee-dores ingresos relativamente seguros mediante la explotación directa de la propiedad o mediante su arrendamiento a un tercero; pero le daba también una posición superior frente al resto de la sociedad. Ser un gran propietario era señal de riqueza y de nobleza y fue la base para reclamar esa superioridad a través de un título nobiliario.

Los propietarios de haciendas fueron un sector relativamente pequeño de familias españolas y criollas que, a través de afinadas estrategias de adquisición de tierras e igualmente afinadas estrategias ma-trimoniales, lograron consolidar estas posesiones. Su origen fue diverso. Unos eran descendientes de conquistadores encomenderos, otros eran hombres nuevos. Ser hacendado se asoció con poseer car-gos honoríficos como el de regidor perpetuo en el cabildo de la ciudad, lo que consolidaba su influencia económica y social. Algunos combinaron la propiedad agraria con la transformación de productos agra-rios (el azúcar en Trujillo o el sebo animal para la elaboración de jabón en Piura, por ejemplo) y el comercio a larga distancia con sus propios navíos para llevar las producciones hacia los merca-dos. De ese modo acumularon considerable fortuna en dinero y bienes.

c. El mayorazgo. Las grandes familias propietarias buscaron evi-tar la desintegración de sus propiedades, lo que ocurría común-mente con el reparto de las herencias. Lo hicieron a través del sis-tema de mayorazgo, que permitía separar una parte de las tierras, las cuales no podían ser vendidas y quedaban bajo la administración del hijo varón mayor, quien velaba de ese modo por el mantenimiento del linaje y el buen nombre de la familia. Era común que, debido a la herencia o por la necesidad de complementar las producciones, una sola familia pudiera poseer varias propiedades agrarias diseminadas en distintas partes del virreinato, tanto en la costa como en la sierra, y aun en la ceja de selva.

Por ejemplo, en el siglo XVIII, la marquesa de Vista Florida, madre del intelectual José Baquíjano y Carrillo, poseía la hacienda cañera “La Huaca” en Cañete; los fundos Pando y Baquíjano de alfalfa, ca-mino al Callao; el navío “Mercedes”, que transportaba el azúcar a Valparaíso y volvía con trigo chileno, y bodegas en Bellavista (Callao), así como varias casas panadería en Lima que también arrendaba. Además, alquilaba la hacienda Laive que poseía en el valle del Mantaro y era propietaria de una man-sión muy elegante en Lima.

Pudo darse el caso de familias indígenas dueñas de importantes propiedades, pero eran la excepción. También la Iglesia y, en particular, las órdenes religiosas, como los jesuitas, sobresalieron como terra-tenientes. Sus propiedades rurales eran muchas y de gran extensión y estaban bien situadas con rela-ción a los principales mercados. El objetivo fue generar ingresos para atender sus múltiples actividades religiosas y culturales.

Para investigar

¿Qué era el mayorazgo? ¿Por qué era utilizado? En la actualidad, ¿subsisten algunas características del mayoraz-go?

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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Esclavo.

Autor: Martínez de Compañón, Baltasar Jaime. / Fuente: http://www.sip.uiuc.edu/melendez/BlackIden-tities/TrujillodelPeru.html

d. Haciendas y casas haciendas. La hacienda no fue solo una institución económica sino una importante institución social, cultu-ral y religiosa. En ella convivían los “patrones” o sus representan-tes (administradores y mayordomos) y los trabajadores, gente de diverso origen étnico (blancos, negros, indios y mestizos) con sus particulares tradiciones culturales y colocados en distintos escalo-nes de la jerarquía social colonial. Entre ellos se establecían lazos de autoridad y poder, tanto como de familiaridad y conflicto. Las haciendas fueron también espacios de adoctrinamiento y evange-lización.

Dentro de las más grandes e importantes haciendas se constru-yeron grandes casas, llamadas casas haciendas, y en las más

pequeñas de la costa, los “ranchos”. Las casas haciendas eran verda-deros complejos que servían tanto para la vivienda de los administrado-res y los propietarios, cuando estaban en la hacienda, como de oficinas para la administración. Estaban rodeadas de otras edificaciones como la capilla, en algunos casos muy grande y bien ornamentada, donde se celebraban los oficios religiosos tanto para los administradores como para los trabajadores, esclavos o yanaconas. Cerca estaba también el trapiche o ingenio si se trataba de una hacienda azucarera, además de depósitos, almacenes y algunos talleres para la confección y repara-ción de las herramientas. Del mismo modo, existían galpones o ranche-rías que eran las habitaciones de los trabajadores permanentes de la hacienda. Normalmente, la casa estaba ubicada en un lugar alto, desde donde se pudiera visualizar el conjunto de la finca, especialmente en las haciendas costeñas.

e. La mano de obra en las haciendas costeñas: esclavos, mitayos

y mingados. En el siglo XVI, tras la conquista, la población indígena sufrió una grave caída demográfica. Los cálculos oscilan entre el 50% y

Manos a la obra

Esta es la casa hacienda La Huaca ubicada en Huaral (Lima). Al frente se ubica su antigua capilla. Fue edifi cada en el siglo XVIII por los jesuitas. Ha sido declarada monumento nacional por el Instituto Nacional de Cultura (INC). 1. De acuerdo con el texto Haciendas y casas haciendas: ¿Qué

partes constituían una hacienda? ¿Qué funciones cumplían estas? ¿Quiénes convivían en ellas? ¿Por qué existía una capilla? ¿Qué elementos descritos en el texto faltan en la fo-tografía?

2. ¿Qué valores crees que encontró el INC para declararla como monumento?

3. ¿Piensas que debe ser conservada? ¿Por qué? 4. Organícense en grupos de tres e identifi quen e investiguen el

desarrollo de una antigua hacienda en su localidad o cerca de ella y luego hagan una presentación en clase.

Casa Hacienda La Huaca en Huaral (Lima).Fuente: Archivo Histórico de la Dirección de Patrimonio Histórico Colonial y Republicano del Instituto Nacional de Cultura (AH-DPHCR-INC, 1987)

Patrón: Propietario de una hacienda y de quien depende el bienestar de sus traba-jadores. Mayordomo: Agente principal del pro-pietario, arrendatario o administrador de una hacienda.Rancho: Vivienda sencilla fuera de la ciudad e inspirada en las chozas cam-pesinas con techumbre de ramas o paja.

Glosario

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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el 80% de pérdida de la población originaria. El fenómeno fue especialmente grave en la costa, que vir-tualmente se despobló. Debido a ello y ante la necesidad de brazos para la agricultura, se trajo esclavos africanos a través de la trata negrera vigente en Europa desde el siglo XV y organizada por negociantes ingleses y portugueses. En el siglo XVII, con la expansión de cultivos agroindustriales como la caña y la vid que requerían mucho trabajo, la llegada de esclavos se incrementó. De este modo, el esclavo pasó a ser la principal fuente de labor en la costa del Perú.

Se calcula que a lo largo del periodo colonial ingresaron un aproximado de 100 mil esclavos. A este número se debe sumar aquellos que nacieron en el Perú (negros criollos). La población esclava se con-centró en las ciudades y los campos de la costa central y norte del Perú (desde Ica hasta Lambayeque por el norte). Complementó el trabajo esclavo, el del mitayo, que era un trabajador por turno o mita, una adaptación de la mita incaica legalizada por el virrey Francisco de Toledo en 1572, por la cual los indí-genas entre los 18 y 50 años debían acudir a servir por turnos en las haciendas españolas. Recibían un corto salario que les permitía pagar el tributo, pero era siempre insuficiente por los altos costos del tras-lado. Estaban también los mingados que, por ser mano de obra asalariada, constituían la excepción.

Un día de trabajo de un esclavo en una hacienda jesuita

Según Pablo Macera, la utilización del trabajo esclavo en las haciendas jesuitas, las más efi cientes, implicó una técnica administrativa, que empezaba con la asignación de tareas y el establecimiento de horarios para el trabajo esclavo al que estaban incorporados niños desde

los 10 años, dedicados a las labores más sencillas, como recoger piedras y leña, hasta hombres de 60 años. Para ellos el día comenzaba muy temprano. Se levantaban al amanecer pero no salían sino a las 8 de la mañana, hora en que se les repartía el desayuno o zango. De allí se trabajaba hasta las 12 del día. Luego se volvía al trabajo desde la 1 hasta las 5 ó 6 p.m., salvo épocas como las de cosecha y molienda que exigían mitas o turnos de noche. Domingos y feriados no se trabajaba. La alimenta-ción se basaba en maíz y frijol o pallar, lo que se completaba con algún tipo de carne, en especial de res. En los días de fi esta se les daba tabaco, miel y, excepcionalmente, aguardiente para las celebraciones. Se les proporcionaba ropa y servicios de enfermería.

Macera P, 1977.

• ¿Cómo era un día en la vida de los esclavos de una hacienda jesuita? • ¿El trabajo era siempre igual? ¿En qué ocasiones se modifi caba la jornada?• ¿Qué hecho ha llamado más tu atención? ¿Por qué?

Vamos

a leer

f. La mano de obra en las haciendas de la sierra: mitayos y yanaconas. A diferencia de la costa, en la sierra se conservó una población indígena más compacta, la que se convirtió en la mano de obra por excelencia de las haciendas agroganaderas serranas. En estas haciendas se establecieron complejos sistemas de relaciones que unían a los hacendados y sus servidores indígenas en espesas redes de sumisión, dominio y mutuos beneficios.

En la sierra, en los siglos XVI y XVII, los tipos laborales más co-munes eran el mitayo y el yanacón. El mitayo, llamado también séptima (pues la séptima parte de los tributarios del pueblo de-bía acudir a la hacienda a trabajar por turnos), podía servir desde unos pocos días a un par de meses al año. Fueron trabajadores no permanentes y su servicio estaba regulado por la legislación colonial, la cual podía o no dar mitayos a las haciendas, pues el

Enlace bibliográfico

Puedes encontrar más información acerca de la esclavitud en el fascículo Etnias y movimientos migratorios en

el Perú.

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Un caso en la sierra de Piura

En las haciendas de San Pablo y Cachiaco (sierra de Piura) los yanaconas recibían un real y dos comidas por día de trabajo (carne con plátano a mediodía y mazamorra sin azúcar a la noche, pero como la comida era “sin yapa” siempre quedaban con hambre);

además, recibían cada año un saco de corteza para curtir el cuero y tenían el derecho a tierras para cultivar y alimentar a su ganado: cada campesino recibía una chacra con riego “y otra para sembrar maíz en el tiempo de aguas en el sitio que ellos eligen más de su agrado”. Cada dos semanas de trabajo tenían derecho a una libre para ocuparse de sus chacras. “Tienen licencia muchas semanas porque se mudan unos con otros y luego que se concluye les queda libre algunos meses del año para trabajar para sí”.

Diez Hurtado, 1998

• ¿Qué describe el autor? ¿Cuáles eran las obligaciones y los benefi cios para el yanacona? ¿Eran sufi cientes los benefi cios? ¿Ellos encontraron formas de organizar bien el trabajo en sus parce-las? ¿Cómo?

Vamos

a leer

Para investigar

¿Quiénes eran los mitayos? ¿Quién era el yanacón? ¿Qué lo dife-rencia del mitayo o de otro tipo de tra-bajador de la hacienda?¿Qué caracteriza al colono o agrega-do?¿Quién era el jornalero? ¿Qué lo dife-rencia de los otros trabajadores? En un organizador visual, identifi ca las distintas formas laborales en las ha-ciendas.

Estado priorizó la mita para las minas. Recibían un corto salario y alimentación. Con el tiempo, pasó a tener mayor importancia el yanacón, agregado o arrendire indígena.

Los yanaconas eran mano de obra permanente en las haciendas y debían estar siempre disponibles para el trabajo. En retribución

recibían del hacendado el derecho a usar una parcela (o más) de tierra para su mantenimiento familiar y a usar los pastizales de la hacienda para alimentar a su propio ganado. Debían acudir con sus propias herramientas, según acuerdo con el patrón, un número de días o algunos meses al año a trabajar en las tierras del propietario para ayudar en diversas tareas agrícolas. Los más jóvenes trabajaban como

pongos en la casa principal. Por estos servicios podían recibir comida y un pequeño salario que no se pagaba en dinero, sino en función del “ajuste de cuentas” entre lo que se les debía y los “adelantos” y “socorros” (préstamos dados por el patrón), según la cuenta que hacía el administrador cada dos años.

Normalmente, los adelantos eran en especies (productos, herra-mientas, animales, adornos y cohetes para las fiestas patronales, etcétera) y adquiridos en los tambos o tiendas de la misma hacien-da. Un aliciente para convertirse en yanacón era que no estaban obligados a asistir a las mitas y el patrón pagaba el tributo por él.

Colonos y concertados, indios o mestizosEstos, a cambio del derecho a usar un pedazo de tierra más o me-nos grande de la hacienda y a utilizar los pastos para su ganado,

debían pagar un arriendo, que era normalmente en especies (parte de su producción) y participar en los trabajos generales u obligaciones, como los rodeos del ganado del propietario y la limpieza de los cami-nos y los canales de irrigación. Por estos contratos de arriendo o “colonato”, el propietario aprovechaba aquellas tierras de su hacienda que no podía explotar directamente. Los jornaleros o “arrimados” indios eran reclutados en épocas del año, generalmente para la siembra y cosecha en que se requería mano de obra suplementaria. Trabajaban por un jornal.

Pongo: Servidor doméstico indígena.

Glosario

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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1.3 La agricultura campesina comunalA continuación tienes un plano colonial de una región de nuestra serranía. A mano derecha está un “pueblo de indios” o “reducción”; dispersos, están los “anexos”.

Mientras en costa y sierra se desarrollaban haciendas y otras formas de propiedad agraria sobre la base de la propiedad privada, la población indígena, particularmente en la sierra, ponía en práctica un tipo de agricultura con una lógica y una base legal diferentes. En ella predominaban las antiguas tradiciones agrarias prehispánicas, como la propiedad colectiva, la importancia de los lazos de paren-tesco y reciprocidad que ligaban a los miembros de las comunidades, la persistencia de una serie de estrategias agrarias bien acondicionadas a los espacios difíciles en los que les tocó vivir, etcétera. Esta agricultura campesina andina se desarrolló principalmente en las llamadas comunidades indígenas (hoy comunidades campesinas), que surgieron durante el periodo colonial. Pero no solamente en ellas, pues tambien los campesinos individuales andinos y las familias yanaconas y vinculadas al colonato también organizaron su vida siguiendo estos patrones que aquí analizaremos.

Las reducciones indígenas: una nueva comunidadLa comunidad indígena nació fundamentalmente de la política de “reducciones” que llevó a cabo el Estado colonial a partir de 1570, con el decreto de “reducción general de indios” del virrey Francisco de Toledo. Por la “reducción”, se buscó agrupar en pueblos de un ta-maño moderado (no más de 3 mil personas) a las poblaciones indí-genas que vivían muy dispersas y aisladas en pequeñas aldeas.De este modo, los indígenas debieron abandonar sus antiguos empla-zamientos para ocupar nuevos hogares en los nuevos pueblos. En la mayor parte de los casos, con la reducción se mezclaron grupos distintos, por lo que los antiguos sistemas de aillus desaparecieron o se modificaron radicalmente. Debieron aprender a convivir juntos y crear una nueva comunidad.

Del mismo modo que en las ciudades españolas, cada familia tuvo derecho a poseer un lote en el pueblo con espacio suficiente para casa y huerta (para cultivos sencillos y criar animales domésticos). Se les entregó también una parcela medida en topos (pequeña chacra) en las afueras del pueblo para producir sus alimentos y pagar sus tributos. Se les dio tierras para uso común: de labranza y “de monte” (pastos) para los ganados de las familias. Y para prever el futuro incremento de la comunidad se dejó un margen más o menos amplio de tierras de comunidad para futuras distribuciones. La Iglesia recibió un solar y una parcela y al cacique se le dio un número determinado de tierras, que venían con el cargo.

El proceso de la reducción.Autor: Carmen Villa Esteves y Deolinda Villa Esteves Fuente: Elaboración propia.

Vamos a empezar

• ¿Qué observas en el presente plano colonial?• ¿Conoces algunos lugares del Perú que presentan

estas características geográfi cas? ¿Cuáles?• ¿Qué ventajas y difi cultades ofrece este espacio

para producir y vivir?• ¿Cómo y qué productos se cultivan?

HUANCAVELICA -1790. Vista de la villa minera de Huancavelica.Archivo General de Indias. Sevilla. MP, Perú y Chile, 225n

Fuente: http://www.cultura.mecd.es/archivos/urbanismo/images/mapas/peq-huanca.jpg

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Según la legislación colonial, las tierras repartidas no podían ser vendidas, pues se buscaba protegerlas del lucro de españoles, criollos y mestizos y para que cada familia con el trabajo de sus tierras pudiera pagar el tributo. A pesar de la prohibición legal, algunos colonizadores se establecieron entre los indios y cultiva-ron parte de sus tierras. De esta manera, la mayor parte de las reducciones indígenas se fueron transformando en pueblos mes-tizos, habitados por pequeños y medianos agricultores. Con el tiempo, algunos pobladores de las reducciones prefirieron aban-donarlas para establecerse cerca de sus chacras y surgieron así

los “anexos”, pueblos muy pequeños de muy pocas casas, mucho menos urbanos. Algunos días de la semana iban a visitar su casa en la reducción, a vender o intercambiar sus productos o adquirir lo que necesitaban.

Características de la agricultura comunalEn los pueblos o reducciones se siguieron desarrollando las antiguas prácticas agropecuarias que habían aprendido de sus padres y abuelos. Cultivaban con sus antiguas herramientas los cultivos tradicionales: el maíz, las habas, la papa, en la zona quechua; la papa amarga, la maca, la oca, la mashua, la kiwicha, la cañihua en las zonas altas; frutales y ají en la yunga marítima; algo de coca en las quebradas de la yunga fluvial (ceja de selva). Las zonas más altas y llanas eran usadas para la cría del ganado. También se produjeron cambios. Muchas comunidades que tenían tierras llanas introdujeron el arado de tracción animal, por ello no faltaba un buey entre los bienes de estas familias; sus herramientas fueron mejoradas con puntas de metal; introdujeron nuevos cultivos: trigo, cebada, y, principalmente, incorporaron a su cultura casi todos los animales domésticos traídos por los españoles: cerdos, gallinas, cabras, que se juntaban en el corral familiar. Junto con las llamas pastaban las ovejas y ambas proveían de lana.

Subsistencia, excedentes, diversificaciónEl fin principal de la producción de las familias campesinas fue asegurar el consumo y la subsistencia familiar, y todos, grandes y pequeños, tenían tareas que cumplir. Sus chacras eran pequeñas y no estaban ubicadas en las tierras más ricas. Debían ser regadas con las lluvias estacionales, por tanto, eran de secano; pero a veces conseguían producción excedente que podían vender o intercambiar en los mercados locales por otros bienes (una vaca, pollos, etcétera). Para evitar los riesgos de culti-

var en un solo lugar y perder la cosecha si había una helada o mucha lluvia, o para diversificar su producción, dispersaron sus tierras de cultivo en diversos puntos del valle y usaron el máximo de pisos ecológicos de sus zonas. Utilizaban también las tierras comunales, pero bajo un estricto orden en la producción, pues las tierras necesitaban años de descanso. Los turnos de uso de la tierra comu-nal eran llamados laymis.

Las comunidades más ricas eran las que poseían tierras cerca de las altiplanicies, donde criaban ga-nado lanar, nativo o “de Castilla” y vendían la lana, que era muy estimada, en los obrajes o fábricas textiles de la sierra. Los pueblos tendieron a aban-donar el trabajo en los andenes. Eran demasiado pocos y las tierras del valle eran suficientes para su consumo. Otros, ante la carencia de buenas tierras,

Observa los dos dibujos anteriores y describe las escenas.

¿Qué relación tienen con las características de la agricultura comunal anotadas en el texto? En un organizador visual, identifica estas características.

Chaco de vicuñas.Autor: Baltasar Martínez Compañón / Fuente: http://www.monografias.com/trabajos36/trujillo-peru/trujillo-peru2.shtml

India tejiendo.Autor: Baltasar Martínez Compañón / Fuente: Gran historia del Perú. Lima: El Comercio, s.f. Reproducción Alexis León.

Para investigar

¿Qué eran las reducciones indígenas? ¿Qué efectos tuvieron sobre la pobla-ción indígena? ¿De qué manera el régimen del aillu prehispánico se modifi có con la política de reducciones?

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Kashwas: Música rural para danza. Ruedas de varones y mujeres que to-mados de las manos bailan en forma circular.

Glosario

Conéctate con...

Para conocer algo más de las danzas tradicionales coloniales, conéctate a http://www.uigv.edu.pe/cesad/comuni-cacion/internas/academico/Comunica-cionArtisticaII

continuaron la tradición de cultivar en andenes. Como el trabajo de la chacra no era constante, ocupaban su tiempo en hilar y tejer la lana con la que producían su vestimenta. Preparaban los tintes para teñir los hilos con especies vegetales de la región o compran-do en el mercado el añil (azul) que venía de Guatemala.

Aunque el trabajo de la tierra era un asunto familiar, las comunida-des resguardaban sus antiguas tradiciones de reciprocidad. Así, cuando requerían más manos para cosechar la chacra o techar sus casas, pedían ayuda a sus parientes. Cada ayuda o ayni era una celebración y debía ser correspondida con ayuda en cual-quier otra ocasión y en la misma proporción. Habían ocasiones que requerían de mucha gente, como en la limpia de las acequias comunales, o la refacción de los andenes, puentes o caminos, o marcar los animales, o cosechar las tierras del santo patrón, o realizar la trilla del trigo. Para ello estaban las minkas o mingas, en las que participaba todo el pueblo en medio de gran algarabía, comida, chicha y música. En la Colonia las tonadas más populares eran las kashwas. Las comunidades más aisladas y más tradicionales conservaron más vivas las tradiciones y ritos prehispánicos que los sacerdotes buscaban eliminar. La reverencia a los apus o cerros fue muy general. Estos ayudaban a los campesinos en su vida agraria, pero empezaron a combinarla con elementos cristianos.

Mitas colonialesLa vida de estas familias y comunidades se veía siempre interrumpida por forzosas salidas, tanto para laborar en sus distintas parcelas como para cumplir las mitas o turnos de labor en las minas, en algunas haciendas cercanas, en las fábricas textiles u obrajes, o acudían a las plazas para alquilarse en diversos trabajos (albañil, cargador, etcétera). Los bajos salarios que recibían les ayudaban a pagar el tributo.

1.4 La geografía de la agricultura colonial: la costa, la sierra y la selva

Vamos a empezar

• ¿En qué región vives?• ¿Qué se cultiva en el espacio donde vives?• ¿Qué problemas enfrenta el agricultor de tu

zona?• ¿Qué animales crían los pobladores de tu

localidad?• ¿Consideras que en todas las regiones se

pueden producir las mismas cosas? ¿Por qué?

Campesinos en faena agrícola.

Autor: El Comercio / Fuente: Gran Historia Interactiva del Perú

Los factores geográficos de altitud, latitud, insolación y otros han influido poderosamente en el desarrollo de la agricultura y ganadería peruana en todas las épocas. Lo mismo ocurrió en la época colonial. Ello se puede notar en el predominio de ciertos cultivos en algunas zonas y su ausencia en otras. Lo mismo ocurrió con la ganadería. A pesar de ello, la tendencia general en la época fue la de cultivar diversos tipos de plantas y combinar actividades, tanto agrarias como ganaderas.

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La agricultura en la costa del Perú Como sabemos, la mayor parte de la costa es fundamentalmente desértica, con pocas tierras para la producción agrícola. Pero, por contraste, los pequeños valles aluviales formados por los ríos que bajan de la cordillera son excepcionalmente ricos. Recuerda que estos valles fueron ampliados por los antiguos peruanos a través de sus admirables sistemas de riego que fueron reutilizados por los españoles. Un fac-tor adicional favorable eran las condiciones especiales que le imponen, a la mayor parte de este territorio, las aguas frías de la Corriente Peruana o de Humboldt.

Por todos estos factores, la costa fue el espacio en que se desa-rrolló al máximo la propiedad hispana, con muchas chacras que producían alimentos para el consumo local y empleaban mano de obra a escala limitada y con un número importante de medianas y grandes haciendas de vid o de caña de azúcar, cuyas operaciones eran más complejas, orientadas hacia el mercado de exportación. Estas últimas empleaban una mano de obra abundante y debido a la falta de brazos en la región debió apelar a la introducción del esclavo africano.

Es muy importante tener en cuenta que las haciendas coloniales diversificaban sus inversiones y producción, de modo que nunca se

dedicaban a un solo cultivo. Incluso las grandes haciendas azucareras y vitivinícolas dedicaban porciones de terreno a la siembra de otros productos y/o cría de ganados como una forma de maximizar sus ga-nancias, alimentar a sus trabajadores y minimizar los efectos de las crisis productivas que podrían afectar el cultivo principal. Por ejemplo, en la hacienda San Jacinto, en Nepeña, se producía azúcar y diversos granos como el maíz y la cebada, además de menestras. El historiador Pablo Macera ha planteado para la costa, en el periodo colonial, la existencia en el siglo XVIII de cuatro sectores de producción agropecuaria que se integraron en circuitos regionales. Estos fueron:

El extremo norte: Piura, sus estancias y sus tinas En las regiones costeras al norte del Perú (Tumbes, Piura, Lambayeque y norte de Trujillo), de clima sub-tropical, prevaleció como actividad principal la ganadería de cabras, que se alimentaba de los frutos del algarrobo, característico forraje de la región.

La crianza estaba en manos tanto de las comunidades indígenas de la zona como de chacareros particu-lares y de hacendados estancieros. Estos últimos usaron como mano de obra a mitayos indígenas de los pueblos aledaños como Catacaos u Olmos, quienes servían como pastores y asalariados o “mingados” mestizos. Esta actividad ganadera alimentó el desarrollo de una importante industria de jabón que se preparaba en unos talleres llamados casas-tinas y tenía como base el sebo que se extraía de las cabras

y también de vacunos que se criaban en la sierra. Esta producción se comercializaba dentro de un circuito que comprendía la zona de Jaén (Cajamarca), Moyobamba y Chachapoyas y el sur de la Audiencia de Quito (Loja). La ganadería dio lugar también al desa-rrollo de otra industria, la de cueros o cordobanes que se realizaba en las tenerías o curtiembres anexas a las tinas. Ambas, tinas y curtiembres, producían con mano de obra esclava.

La población indígena de la zona, muy pequeña en número, estaba “reducida” en pueblos como Catacaos, Paita u Olmos. Algunos de ellos, como pequeños y medianos hacendados, se dedicaban prin-

Valle aluvial: Creado por sedimentos arrastrados por las lluvias. Algarrobo: Árbol corpulento, cuyo fru-to es una vaina con semillas llamada algarroba. Forraje: Pasto seco, conservado para alimentación de ganado, y cereales destinados a este uso.

Glosario

Para investigar

¿Qué caracteriza a un clima subtropi-cal?¿Qué se producía en la costa norte del Perú? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Se relacio-naba con una actividad de transforma-ción o industrial? ¿Qué produce Piura en la actualidad?

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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cipalmente al cultivo del algodón, por entonces poco tecnificado, cuyo producto pasaba a algunos obrajes o fábricas de la sierra ale-daña (Huamachuco, Cajamarca) para su transformación en lonas y otros tejidos burdos. Complementaban esta actividad con diversas actividades artesanales como sombreros de paja y joyería de plata. En la costa de Piura, además de algodón, se producía algo de caña de azúcar para la producción de chancaca.

La costa norte y central: el predominio de la caña de azúcar En los valles norteños de las actua-les regiones Lambayeque y La Li-bertad y toda la costa central hasta Chincha, en Ica, pasando por el rico valle del Rímac, se desarrollaron al máximo los cultivos de caña, lo que dio lugar a una producción de tipo preindustrial del azúcar y también de alcoholes.

Durante el siglo XVII, fue la costa norte (Trujillo-Lambayeque) la que dominó la actividad cañera. En el siglo XVIII, Lima, que era la des-

pensa triguera de la costa del Pacífico desde el siglo XVI, optó por desarrollar el azúcar para su expor-tación a Chile, de donde importaban el trigo que ya no se producía localmente en igual cantidad. De la competencia con los hacendados cañeros norteños salió triunfante Lima. La competencia que sobrevino hacia fines del siglo XVIII con el azúcar cubano y del Brasil hizo que se optara por elaborar aguardiente de caña o ron, más barato que el de la vid y el pisco. Ello provocó el descontento de los productores de vinos del sur: Arequipa y Moquegua.

El cultivo de la caña: planta, soca y resoca De acuerdo con Manuel Burga (1976) en su estudio sobre las ha-ciendas jesuitas, el cultivo de la caña era exigente, requería tierra y agua abundante pues las plantaciones estaban sujetas a rotación y descanso para evitar su agotamiento. Como se decía, “cada caña es una bomba que chupa todas las sales de la tierra”.

Un alto valor lo tenía la mano de obra que debía ser abundante y era principalmente esclava. Algunas haciendas cañeras tenían un trapiche, que era un molino con el que se extraía el jugo de los frutos y era movido a tracción animal, por ello tenían también una dotación de ganado, comúnmente bueyes, tanto para mover la maquinaria como para el transporte de la caña.

La caña podía ser de tres clases: planta, soca y resoca, según fuera de primer, segundo y tercer o más “cortes”, respectivamente. Los “cortes” se hacían en época de zafra y no se podía abusar de ellos pues el producto perdía calidad. Los primeros se hacían a los tres años de haber sembrado la caña y así en adelante hasta los 14 ó 20 años. Cada administrador debía llevar un mapa o tabla de cada plantación, donde apuntaba su edad, los cortes recibidos y, en función de ellos, cuáles debían destruirse para hacer un nuevo plantío.

Describe cada uno de estos instrumentos. ¿Cómo debieron funcionar? ¿Son muy complejos? ¿Qué los distingue? Donde tú vives, ¿existen algunos en funcionamiento? Trata de elaborar uno bajo el mismo principio.

Trapichito doméstico de uso manual. Autor: Instituto Lingüístico de Verano en MéxicoFuente: www.sil.org/.../sup/G034-trapiche.jpg)

Trapiche movido por energía animal. Autor: Department of Sociology-Anthropology University of Minnesota Duluth, U.S.A.Fuente: http://www.saraguro.org/yactrapiche.jpg

Rotación: Sistema de alternancia de cultivos para evitar que la tierra se ago-te.Zafra: Tiempo de cosecha o corte de la caña.

Glosario

Enlace bibliográfico

En el fascículo La economía peruana

desde la colonia hasta el siglo XX, encontrarás información sobre la eco-nomía regional que se desarrolló en torno a Piura.

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La agricultura en la costa sur: la vid y los olivos En los valles de la costa sur del Perú se especializaron, desde muy temprano, en la producción de vid y su transformación en vino. Con el tiempo surgió un nuevo derivado: el pisco o aguardiente de uva. Durante el periodo colonial, el Perú fue el principal centro vitivinícola en América del Sur. Los principales valles donde se cultivaba la vid fueron: Cañete, Ica, la costa de Arequipa (Vítor, Tambo) y Moque-gua. Tanto en Arequipa como Moquegua surgió también una pro-ducción de olivos muy afamados en la época hasta la actualidad.

Las primeras cepas de vid fueron traídas a finales del siglo XVI des-de las Islas Canarias, por el español Francisco de Carabantes, y fueron sembradas en una hacienda en el Cusco, pero las condicio-nes climáticas y ecológicas determinaron que la vid se desarrollara mejor en la costa.

En Ica, todo el valle se cultivaba por regadío, pues no llovía, y para regar se utilizaban las “grandes acequias”, construidas en tiempos prehispánicos, que los españoles conservaron y ampliaron. Tam-bién se utilizaron las hoyas prehispánicas, como en las haciendas Villacurí y Lancha.

La vid era de fácil cultivo, pero lo laborioso de la actividad industrial hizo que se recurriera a la mano de obra esclava. Según el histo-riador Lorenzo Huertas, la vid se plantaba en hileras, no se araba la tierra y cada treinta años se hacía una poda de sus raíces. Las plantas de vid se mantenían a una altura de 1,60 m , sostenidas por estacas, y se regaban profusamente. Una época muy activa en el campo era la de cosecha o vendimia que comenzaba a fines de abril y se extendía, en algunas zonas, hasta junio. Durante este

periodo, niños y mujeres recogían los racimos en canastos, que luego se trasladaban a lomo de mula o en carretas hasta las bodegas. En el patio se procedía a pisar la uva en lagares (especie de piscinas) de piedra, ladrillo o cuero. Desde allí se trasladaba a las tinajas de fermentación. Una vez que el jugo o mosto perdía su sabor dulce, se lo trasladaba a otras tinajas, las mismas que eran guardadas e imper-

meabilizadas con brea. Para conservarlo, se le agregaba una porción de vino cocido por diez partes de vino fresco e incluso, en algunas ocasiones, se le agregaba carne para detener su avinagramiento. La etapa final correspondía al traslado de los odres y tinajas para la venta.

La producción del vino alcanzó un gran desarrollo en la primera mitad del siglo XVII, debido a la demanda de centros mineros como Potosí, Huanca-velica, Castrovirreyna y Cailloma, además de otras ciudades. Más allá de los límites del Perú actual, se vendía el vino en Guayaquil, Quito, Panamá, Colombia, Guatemala y otros pueblos de Centroamérica. Después del gran auge del vino, a partir de 1670, los valles de Pisco, Ica y Nasca se convirtie-ron en exportadores de aguardiente de uva o “pisco”. En los primeros años del siglo XVIII, las botijas de pisco ya superaban a las de vino. A fi nes del si-glo XVIII, la gran competencia con el aguardiente de caña produjo el declive de la producción de vinos y piscos y la guerra de la independencia profundizó su decadencia en el siglo XIX.

Conéctate con...

Para conocer más sobre el proceso de producción de vinos y piscos.http://ekeko2.rcp.net.pe/spero/Produc-cionVinoPisco.htm y http://www.peru-vianembassy.us/images/todo-sobre-peru/pisco9.jpg

Las botijas pisqueras fueron una adaptación de la tradicional cerámica prehispánica de Ica.

Autor: Asociación Civil Spero. Fuente:http://ekeko2.rcp.net.pe/spero/ProduccionVinoPisco.htm

Autor: Felipe Guaman Poma de Ayala. / Fuente: Nueva

corónica y buen gobierno (1615). Lima: Siglo XXI-IEP, 1980. Tomo III.

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Ganadería y agricultura en la sierra En la sierra, la altitud generó situaciones ecológicas muy diversas y complejas que condicionaron la diferenciación agrope-cuaria y la organización misma de las em-presas productivas. En general, en toda la sierra coexistieron las chacras de panllevar (maíz, trigo, habas, etcétera) de pequeños y medianos propietarios, ubicadas en las regiones medias de clima templado (región quechua, 2 500-3 500 m.s.n.m.), y grandes estancias ganaderas, en las zonas más altas (por encima de los 3 500 m.s.n.m.).

En los valles más bajos y cálidos de la sierra, como es el caso del valle del Apu-rímac o en Huánuco (2 000 a 2 500 m.s.n.m.), se desarrollaban las plantaciones de caña orientadas a la producción de chancaca y de alcoholes, más que de azúcar. En la llamada yunga marítima (entre los 500 y 1 200 m.s.n.m.), como

Lunahuaná, en Cañete, predominaron las pequeñas plantaciones de frutas para el propio consumo y el de las ciudades cercanas. En amplios espacios de la sierra no existieron haciendas, sino tierras de comunidad y pequeña propiedad particular.

En general, en la sierra predominó el cultivo de secano, es decir, las tierras se regaban esta-cionalmente con la llegada de las lluvias que caían entre los meses de octubre a marzo, pues las condiciones escarpadas de la geo-grafía serrana limitaban las posibilidades de desarrollar sistemas de riego en gran escala. Predominaron también las “empresas” mixtas, es decir, a la vez agrícolas y ganaderas. Por un lado, la ganadería permitía dar uso a las tierras más pobres. Por otro, la asociación entre culti-vo y crianza de animales permitía sostener el consumo interno de las haciendas o el de las familias campesinas. Por ejemplo, los caña-verales requerían tener anexos agropecuarios en tierras de diversa altitud para alimentar a su gente y también a los animales de carga, lo que les permitía ahorrar fletes en el transporte. Por todo ello, fue característico que una misma uni-dad productiva (la hacienda o la pequeña po-sesión de un productor indígena) ocupe tierras que comprendan diversos pisos ecológicos.

La presencia de los pastos de altura, más allá de los 4 000 m.s.n.m., permitió que se alimentaran grandes hatos de ganado, tanto de las comuni-dades indígenas poseedoras de auquénidos y ganado lanar, como de pequeños y medianos propietarios y de hacendados estancieros cria-dores de ovejas. Las lanas extraídas de esta

Para investigar

¿Por qué en la sierra predominó la eco-nomía de secano? ¿Por qué no había sistemas de riego a gran escala?

Esquila de ovejas. Perú, Siglo XVIII. - Ilustración de Martínez CompañónFuente:http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/histesp/obras/10079.htm¿Qué importancia tuvo la producción lanera colonial?

Manos a la obra

1. Sintetiza en un organizador visual las características de la agricultura serrana.

2. Dibuja un mapa de las Ocho Regiones del Perú y ubica las diversas altitudes y cultivos característicos de la sierra.

http://www.amigosdevilla.it/mapas/peru_fisico.jpg

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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ganadería de altura se trasladaban a los obrajes, fábricas textiles ubicadas en zonas de menor elevación que contaban con caídas de agua para mover la maquinaria que producía los tejidos.

El circuito del sur andinoLos principales mercados para la producción agraria, ganadera y de los obrajes de la sierra fueron las minas, alrededor de las

cuales se crearon así amplias redes regionales de intercambio. El más importante circuito fue el que se formó en el sur del Perú, en torno al centro minero de Potosí en el Alto Perú (Bolivia), que benefició a zonas como Puno, Cusco y Arequipa. La hegemo-nía la tenía el Cusco (que incluía a Apurímac y Madre de Dios), que producía azúcar, coca y tejidos. Arequipa (que comprendía Moquegua, Tacna y Tarapacá) lo abastecía con panllevar, en par-ticular el ají, y con vinos y aguardientes. En las altiplanicies de Puno, que contaba con inmensas llanuras de pastos naturales, se desarrolló una ganadería extensiva con hatos de ganado la-nar o “de Castilla” (ovejas), en manos de estancieros españoles y criollos, y con auquénidos o ganado “de la tierra”, en manos de las comunidades indígenas. La lana extraída era materia prima para la elaboración de tejidos en los obrajes o fábricas textiles que establecieron los españoles en los valles medios de la sierra, en asociación con las haciendas. Las comunidades complemen-taban esta actividad con el cultivo de productos agrícolas como la papa, quinua, maca, etcétera.

La selva amazónicaDurante el periodo colonial la selva fue una zona marginal, debido a las dificultades de comunicación con el resto del territorio colo-nial y sus características ecológicas, pero no estuvo totalmente

aislada. Entre la sierra, la ceja de selva (rupa rupa) y la selva baja u omagua (esta última, espacio de activi-dad de los misioneros) existieron numerosos puntos de contacto. En los bordes de esta región amazónica, la yunga fluvial u oriental (o ceja de selva), existían ciudades y pueblos, como Chachapoyas o Moyobamba en el norte, que desarrollaron el cultivo del cacao, la coca y el algodón, así como una corta ganadería vacuna, lanar, yeguariza y mular. En el siglo XVIII, el Estado organizó el cultivo de tabaco. Jaén, por su parte, era productor de cacao y cascarilla o quinina que se exportaba a la metrópoli. Esta agricultura se desarrollaba en haciendas de poca extensión o en parcelas trabajadas por indígenas y mestizos.

En la ceja de selva del sur y el centro del Perú colonial, se establecieron haciendas para cultivar la coca que era destinada al consumo de los trabajadores indígenas de las minas y las ciudades. Ello ocurrió, por ejemplo, en el Cusco, en zonas como La Convención, Lares y Paucartambo, desde donde se lle-vaba la coca en cestos a Potosí. Allí también se introdujeron cultivos de caña, té y café. Todos ellos exigían una especialización en la fuerza del trabajo, por lo que se encontraban también allí esclavos. Mientras tanto, las poblaciones nativas de la selva baja, omagua o montaña, continuaron desarrollando sus actividades tradicionales de caza, pesca y recolección de semillas y frutos, lo que les llevaba a de-sarrollar una vida trashumante. Productos de su recolección iban a los mercados, como la manteca de charapas, gomas, resinas, sangre de grado, cera, vainilla, aceite de copaiba, entre otros. Actividades complementarias fueron la preparación de la chicha con diversos granos, el tejido que desarrollaban las mujeres y el comercio de la sal. Los misioneros intentaron con un éxito relativo reducirlos a vivir en pueblos y cultivar sedentariamente.

En tu cuaderno, describe el circuito comercial agropecuario del sur andino.

Mapa de las posiciones territoriales del Alto y Bajo Perú.

Autor: Eduardo Yoloquez (1810) / Fuente:www.mirabolivia.com/imagenes/mapas/guia1810.

Enlace bibliográfico

Para mayor información sobre este cir-cuito revisa el fascículo La economía

peruana desde la colonia hasta el

siglo XX.

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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Manos a la obra

• Elabora un cuadro de comparación productiva agroganadera colonial por regiones, según el modelo.

Región Características

geográficas

Producciones

más importantes

Industrias

asociadas

Mano de obra Técnicas

Costa norte

Costa sur

Sierra

Selva alta

Selva baja o montaña

Las distancias entre la ceja de montaña y la montaña verdadera son variadas. En muchas regiones se requiere un viaje muy incómodo de seis a ocho días desde la cresta de los An-des; en otras en cambio, el viajero sale de la choza de la puna, cubierta de nieve, temprano en la mañana y ya puede saborear piñas y plátanos recogidos por él mismo en los márgenes

cultivados de los bosques vírgenes, en la puesta del sol del mismo día. La mayoría de estas monta-ñas peruanas están solo esporádicamente habitadas por indios bautizados. Ellos cultivan sus chacras o trabajan en las haciendas mayores como jornaleros. Los productos de estas haciendas consisten mayormente en azúcar, café, maíz, coca, tabaco, naranjas, plátanos y piñas, todo lo que exportan a la sierra. Un gran número de indios se ocupa de la recolecta de la corteza de la quina, bálsamo, resinas olorosas, miel y cera. Normalmente estas haciendas están construidas sobre lugares elevados, con paredes de caña sobre las que se echa barro húmedo, su techo es de paja o de hojas de palmeras. Las chacras rodean al edi-fi cio. Para cada planta cultivada se escoge cuidadosamente el suelo apropiado. Los arbustos del café crecen cerca de la casa alargada; otros edifi cios secundarios sirven de depósitos. Los árboles frutales se levantan a lo largo de las chacras de maíz como una especie de alameda. Algo más feliz que la vida de los indios en la cercanía de las haciendas, es la que viven en el interior de los bosques, tan lejos que mantienen poco contacto con el mundo civilizado. Ellos se contentan con lo que la naturaleza les ofrece y desconocen las necesidades de la vida refi nada, por lo que no quieren nada más que lo que encuentran en el bosque sin mayores esfuerzos. Ahí cultivan sus chacras peque-ñas cuyo cuidado está a cargo de las mujeres, mientras que los hombres se van a la caza con cerba-tanas y fl echas, alejándose de sus viviendas con frecuencia durante semanas, a veces durante meses […]. La época de lluvias les obliga a quedarse en sus chozas livianas, en las que se dedican al descan-so con una tranquilidad indiferente, solo interrumpida por la elaboración de armas para la pesca. Pero en los lugares donde se encuentran las riberas de los ríos mayores, su vida ha cambiado debido a los intereses comerciales. Los europeos y los criollos supieron hacerles dependientes de ellos por me-dio de crear necesidades superfl uas […] y por medio de este control obligarles a entregar los recogidos recursos valiosos de los bosques.

Juan Jacobo Von Tschudi. El Perú. Esbozos de viajes realizados entre 1838 y 1842.Lima: PUCP, 2003, p. 330-331

• Al texto de Juan Jacobo Von Tschudi, ¿qué título le colocarías? ¿Por qué?• Según el texto, ¿qué diferencia existía entre los pobladores de la selva que vivían al interior de

los bosques, con los que vivían en las riberas de los ríos?

Vamos

a leer

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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Unidad 2: La agricultura en la República hasta 1919

Vamos a empezar

¿Sabes qué impacto tienen las guerras en la economía de los pueblos? ¿Qué relación pudo existir entre el auge del guano en la república y la actividad agrícola y ganadera? ¿En qué consistió el boom de la agroexportación?

Modernización: Cambios con inter-vención de la tecnología.Crisis: Etapa de baja del ritmo de la economía.

Glosario

Enlace bibliográfico

Puedes encontrar más información so-bre la época del guano y los ferrocarri-les en el fascículo La economía peruna

desde la colonia hasta el siglo XX .

Autor: Macera Dall´Orso, Pablo. / Fuente:. Pintores populares andinos. Lima: Banco de los Andes, 1979

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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La agricultura en el Perú (1821-1920)

1821-1845 1845-1870 1870-1890 1890-1920

Crisis general Recuperación Crisis general Apogeo agro- exportador

Lanas Azúcar AlgodónLanas

Azúcar AlgodónCaucho Café

Guerra de la Independencia/ Inestabilidad política

Relativa estabilidad Apogeo del guano

Guerra con Chile Contrato Grace/Estabilidad política

ModernizaciónFerrocarrilesInmigración culi

Tecnificación Concentración de la tierra (latifundios) Enganche, salario

Fuente: Elaboración propia.

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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Consignatario: Empresario encarga-do de la venta del guano en los merca-dos internacionales.Consolidación de la deuda: Reco-nocimiento y pago de la deuda contraí-da con particulares durante la Guerra de Independencia, por cupos y présta-mos en dinero y especies.

Glosario

¿Sabías que…?

Los primeros 75 chinos culis llegaron al Callao el 15 de octubre de 1849 en el barco danés “Federico Guillermo”. Sus contratistas fueron Domingo Elías y Juan Rodríguez.

Para investigar

¿Cómo infl uyó el guano sobre la activi-dad económica y la agricultura?¿Por qué se requirió de trabajadores chinos o culis?¿Cuáles fueron los principales proble-mas que un ciudadano chino podía en-frentar al llegar al Perú?

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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declaró que nadie nacía esclavo en el Perú y que todo aquel que ingresara esclavo quedaría libre. Estas medidas fueron materia de polémicas y de intentos de enmienda, pero la tendencia ha-cia la desaparición del sistema continuó. Cuando en 1854 Ramón Castilla dio el decreto que abolía la esclavitud, apenas existían 25 mil esclavos en el Perú. Pero, desde 1840, la explotación del guano para la exportación y la recuperación de las labores en las antiguas haciendas hicieron ineludible abordar el problema de la escasez de la mano de obra. La solución fue promover la inmi-gración de trabajadores procedentes de la China, país que vivía graves conflictos políticos y hambres. A estos inmigrantes chinos se les llamó culis.

Los contratosEstos “colonos asiáticos” llegaron por medio de contratos que firmaban en su país de origen y en los que se precisaban las obli-gaciones de ambas partes. La principal obligación era trabajar ocho años hasta completar el pago de los gastos incurridos en su traslado. El culi recibía un adelanto en China de la empresa contratista y emprendía un largo y penoso viaje. Una vez en el Perú, los contratos se traspasaban a los hacendados. El contrato señalaba que los culis tenían que: arar los campos, desmontar terrenos, cuidar el ganado, atender las huertas y hacer cualquier otra clase de trabajo, cuando para ello fueran requeridos. Además debían aportar su conocimiento mecánico y artesano y trabajar en las Islas Guaneras.

Los hacendados debían pagar una gratificación mensual de un peso. Dos veces al año debían darles ropa y una vez por año una frazada. Debían darle también lo que necesitasen en carne o pescado, libra y media de arroz y medici-nas, todo sin costo para el trabajador. Al fin del contrato, el culi debía recibir una papeleta o “pasaporte”, que lo declaraba libre de obligaciones para la hacienda. Finalizados sus contratos, muchos trabajadores chinos continuaron en las haciendas, pero esta vez como trabajadores libres “reenganchados”, con me-jores niveles de salario, o como yanaconas o arrendatarios de parcelas. Otros, con lo ahorrado, pasaron a ejercer el comercio menor en las ciudades, en las bodegas o como comerciantes itinerantes en las provincias. Algunos se quedaron como capataces de las haciendas que ellos mismos servían.

Para investigar

¿Por qué se produjo la crisis agrícola tras la Independencia? ¿Por qué se recuperó la ganadería lanera en los de-partamentos del sur? ¿Qué problema describe Esteves sobre la ganadería altoandina? ¿Subsisten en la actualidad este tipo de problemas?¿Quiénes eran los pastores en las ha-ciendas y cómo les pagaban por sus servicios?

Capataces: Personas que gobiernan y vigilan a un número de trabajadores.

Glosario

Enlace bibliográfico

Puedes encontrar más información so-bre los culis chinos en el fascículo Et-

nias y movimientos migratorios en

el Perú.

Un día de trabajo de un culi en la haciendaEn la hacienda, la vida comenzaba temprano cada día. A las cuatro de la mañana sonaba la campana, que era la señal para pasar revista. El administrador [...] esperaba, fumando su cigarro, que se presentaran los mayordomos. Enseguida se dirigían en comitiva hasta

el galpón donde los chinos habían estado encerrados toda la noche. Dentro del galpón, al primer toque de la campana, los chinos nombrados caporales despertaban a los demás y los hacían salir de sus literas amenazándoles con sus chicotes. Medio dormidos todavía, abandonaban el galpón y se disponían a formar. En la luz difusa de la madrugada, una horda abigarrada de chinos tiritando, poco a poco se reunían en fi las frente al administrador para que este pasara lista. Terminado el ritual […] se les asignaba las faenas de campo que debían realizar ese día: los más experimentados eran mandados a arar;

Vamos

a leer

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2.3 La crisis del guano y la Guerra del Pacífico

Al iniciarse la década del 1870, este ciclo de expansión sufrió una grave fractura. Se había iniciado la crisis general de la economía guanera y se vivía una fase de depresión. Las haciendas se encontraron sin créditos en un momento en que estas se hallaban fuertemente endeudadas por los gastos realizados para la recuperación de sus propiedades. Poco después, una crisis en los países industriales hizo que bajaran los precios de las materias primas que ellos les ofrecían.

Por otro lado, la Guerra del Pacífico, iniciada en 1879, paralizó las actividades. Tras la ocupación del territorio, el ejército vencedor arrasó sistemáticamente con la mayor parte de los capitales invertidos en el agro. Los cupos pagados por los hacendados evitaron en algunos casos los saqueos e incendios de la infraestructura de las haciendas, pero estas quedaron reducidas a nivel de subsistencia.

La recuperación fue dolorosa y lenta en los años que siguieron a la guerra; eran muy pocos los propie-tarios antiguos que lograron sobrevivir a las adversidades y pudieron conservar sus propiedades. Un viajero de la época describe así la situación de una hacienda en la sierra:

“Pertenecen a la hacienda Urcón extensos pastizales, situados en las alturas circundantes y, por con-siguiente, se dedican principalmente a la ganadería, pero a consecuencia de las pérdidas sufridas en la guerra, el ganado había disminuido mucho. También la fábrica de tejidos, anexa a la Hacienda, que

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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antes producía burdas telas de lana, se vio obligada a paralizar el trabajo, y el técnico, un alemán de Elberfeld, de apellido Bergman, que la dirigía se fue al Marañón para probar suerte en los lavaderos de oro”. (Middendorf, E.W. Perú. Observaciones del país y sus habitantes durante una permanencia de 25 años. Tomo III, pp. 27-28).

2.4 La Reconstrucción Nacional y el boom de la agroexportación(1895-1919)

A partir de 1890, unos pocos propietarios agrarios sobrevivientes de la crisis posbélica, sobre la base de sólidos contactos con casas financieras interna-cionales y de una renovada demanda internacional por ciertos cultivos, dieron paso a una fuerte recu-peración de la actividad agraria con fines de ex-portación. Una parte de ellos eran peruanos, como los Pardo o los Aspíllaga y otros, inmigrantes rela-tivamente recientes, como los italianos hermanos Larco o el financista alemán Hans Gildemeister. La firma del Contrato Grace, que liquidó el problema de la deuda del Perú, y la relativa estabilidad po-lítica del periodo también favorecieron este proce-so. El relan-zamiento de la actividad

agrícola en la costa, sumado al restablecimiento de la minería en la sierra y la explotación del caucho en la selva amazónica dieron paso a una nueva época de prosperidad económica que se prolongó, con fluctuaciones, hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1919.

La emergencia de un sector modernoEl mayor dinamismo en la actividad agropecuaria se concentró en la costa norte y central, la cual contaba con condiciones muy propicias: tierras muy fértiles, tradición de cultivo intensivo orientado a mercados externos y ubicación cercana a los puertos de exportación. Los cultivos beneficiados con la recuperación fueron principalmente el azúcar y el algodón. Este último tuvo su gran apogeo, debido a que no solo se dirigió hacia los mercados exteriores, sino que en Lima se inició un importante desarrollo textil que le abrió un nuevo mercado a este cultivo.

Una transformación técnica. La recuperación de la agricultura costeña vino acompañada de una transformación técnica importante, en particular para la agricultura de la caña de azúcar. La gran competencia que existía en los mercados internacionales con la introducción del azúcar de remola-cha hizo que las empresas reorganizaran toda la producción tecnificándola y modernizándola con un uso intensivo del capital. En este tiempo se desarrollaron nuevas técnicas de cultivo y se introdujo maquinaria moderna de Inglaterra y Estados Unidos para abaratar y acelerar la producción, distribución y venta de las producciones. Se adquirieron arados a vapor, bombas de agua para mejorar el riego, sis-temas ferroviarios privados que transportaban más eficientemente la caña al ingenio y de allí, al puerto de exportación. Se convocó a ingenieros agrónomos del exterior para modernizar las técnicas. Los viejos trapiches coloniales dieron paso a los grandes y modernos ingenios cañeros movidos a vapor y, pronto, a electricidad.

Posbélico: Que viene después de una guerra. Uso intensivo del capital: Fuerte in-versión en maquinaria y cambios téc-nicos.

Glosario

Fuente: Portada del Diario El Perú ilustrado. Lima, fines del siglo XIX

Primera página de “El Perú ilustrado”. Así veía una revista peruana de fin del siglo XIX los instrumentos del futuro desarrollo del Perú. ¿Qué elementos puedes distinguir? ¿Cuáles corresponden a la agricultura? ¿Qué importancia tuvo la agricultura en la Reconstrucción Nacional?

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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La concentración de la tierra. La transformación técnica de la actividad determinó una marcada ten-dencia a la concentración de la tierra en muy pocos propietarios, los más competitivos. De ese modo, entre 1900 y 1910 muchos medianos y pequeños propietarios de haciendas cañeras en el norte del Perú tuvieron que vender sus propiedades a otros más poderosos. Surgieron así los grandes latifundios cos-teños, grandes extensiones de tierras nunca antes vistas en el Perú. Entre los más famosos latifundios agroexportadores estuvieron las haciendas “Roma” de la familia Larco, “Casa Grande” de los Gildemeis-ter, “Cartavio” de la Casa Grace, las tres en el valle de Chicama, y “Paramonga”, también de la Casa Grace, que ocupaba la mitad de la tierra irrigada en el valle de Chancay. Algunas de estas y otras moder-nas empresas tomaron la forma de la sociedad anónima y ya no la simple empresa familiar y aplicaban

modernas técnicas capitalistas. Otra tendencia del periodo fue la expansión de las áreas de monocultivo en la costa, tanto de caña como de algodón.

En este periodo, la expansión de la riqueza en el agro y la ten-dencia a que esta se concentrara en pocas manos dio lugar a la aparición del término oligarquía, con el que se designaba al gru-po de familias propietarias de grandes y modernas haciendas y a las que se percibía como detentadoras del poder en el Perú. En la sierra surge, asimismo, la imagen del gamonal, nombre con el que se designaba a poderosos hacendados de provincia que no se modernizaban, pero retenían el poder político en la región sin beneficio para todos.

Una historia del azúcar: el caso del valle de Chicama La actividad cañera había iniciado su resurgimiento a mediados de 1850 (la época del guano), en par-ticular, en el departamento de La Libertad y en el fértil valle de Chicama. En ese tiempo, la aristocracia agrícola del valle –los Iturregui, los Bracamonte, los Puente, los Orbegoso y varios otros– habían empe-zado a recuperar sus antiguas haciendas con fines de exportación. Sus antiguos ingenios empezaron a moler con la energía del vapor y poco antes de la Guerra con Chile, en 1870, invirtieron en la cons-trucción de ferrocarriles para agilizar el transporte de la caña al ingenio y conectarse con los puertos.

Observa este gráfi co y, en tu cuaderno, señala en qué periodos la exportación subió en forma importante y en cuáles bajó. ¿Qué efectos producen estas fl uctuacio-nes? ¿Qué ocurrió, luego del periodo que analizamos, entre el monto de exportación y el valor del azúcar?

Fig 1. Valor anual y tonelaje de las exportaciones de azúcar

Valo

r e

n li

bra

s p

eru

an

as

Ton

s. (

mile

s)

Exportación de azúcarValorToneladas

1897 1902 1907 1912 1917 1922 1927 1932 1937 1940800—

2160—

3520—

4880—

6240—

7600—

8960—

10320—

11680—

13040—

—102

—137

—162

—193

—222

—252

—282

—312

—342

—365

La hacienda Pro, en Lima, de la familia Fernandini. Aquí se producía algodón a través de contratos con campesinos y se transformaba la caña en una casa como ésta. Fuente: El Perú en el Primer Centenario de su Independencia. Lima:Societe de Publicite-Sudamericaine Monte Domocq, 1922.

Manos a la obra

Para investigar

¿Qué caracterizó la recuperación de la economía agroexportadora en la pos-guerra?¿Cuáles fueron los factores de esta re-cuperación? ¿Qué es un latifundio? ¿Qué lo distin-gue de una hacienda común? ¿Por qué se tecnifi caron y ampliaron las haciendas de la costa?

peruana. Fuente: Extracto Estadístico. pp. 308 y 309.

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Fascículo 2: El agro desde la colonia hasta la época republicana

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Técnicos cañeros empezaban a llegar para introducir cambios en las viejas tecnologías agrícolas. Pero la Guerra con Chile puso fin a ese despertar.

Luego de la guerra, estas familias estaban endeudadas y sin cré-ditos y empezaron a vender o arrendar sus tierras a los únicos pro-pietarios que habían sobrevivido al desastre. Ese fue el caso de los hermanos Andrés y Rafael Larco. Estos habían llegado de Italia alrededor de 1850. Tras dedicarse con éxito al comercio en Lima, pasaron a Trujillo a fines de 1860 para invertir sus ganancias en la compra de tierras para producir algodón. Para ello adquirieron la hacienda San Ildefonso en el valle de Chicama, pero prefirieron incursionar en la industria azucarera. En 1872 alquilaron la ha-cienda Chiquitoy en el mismo valle y expandieron el cultivo de caña de la hacienda, dedicada anteriormente a diversos cultivos, entre ellos el arroz. Con las ganancias adquirieron las haciendas Tulape, a la que rebautizaron como Roma, en memoria de su ciudad de origen, y la hacienda Cepeda; arrendaron también el fundo Mocollope, todos en el mismo valle. La Guerra del Pacífico los golpeó dura-mente, pero su prestigio y sus buenos contactos con la firma inglesa Graham, Rowe and Co. les permitió salvar la crisis. Terminada la guerra y dada la baja de los precios del azúcar en el mercado internacional, los Larco decidieron competir expandiendo al máximo la producción y para ello adquirieron por compra o arrendamiento hasta ocho haciendas vecinas que incorporaron a la antigua Roma. Esta táctica no fue posible para otros propietarios, quienes totalmente endeudados por la guerra debieron vender.

Un caso semejante fue el de Hans Gildemeister, de origen alemán, quien compró las haciendas Casa Grande y Sauzal con las que creó la empresa Casa Grande Ltda. Al morir en 1899 poseía ocho grandes haciendas azucareras. Hacia 1918 Casa Grande había absorbido 25 haciendas y fundos, totalizaba 7 mil 216 fanegadas. Era la planta más grande del país.

Una larga historia: el algodónDurante la colonia, el cultivo del algodón estaba circunscrito al norte del Perú, en particular Piura y Lambayeque, y no tenía un desarrollo tecnológico importante. Era en los “pueblos de indios”, como Catacaos o Lambayeque, donde se cultivaba principalmente esta importante planta. A fines del siglo XVIII, época en que se iniciaba la Revolución Industrial en Inglaterra, algunos empresarios coloniales empezaron a apreciar las posibilidades que tenía esta producción.

Los cuidados del cultivo de algodón eran mínimos: se sembraba las semillas luego de pasadas las lluvias y nueve meses más tarde se realizaba la primera cosecha; seis meses después, la segunda y de allí, durante siete años, hasta que el campo se deterioraba y se volvía a empezar.

Así, un técnico agrícola francés llamado Alfred Duval, a fi nes del siglo XIX, señalaba: “[...] a sembrar y reco-ger está reducida la ciencia del agricultor” (citado por Cueto y Lossio, 1999). En esta actividad trabajaba la familia completa. La esposa y los hijos del cultivador despepitaban manualmente el algodón y lo apañaban.

Pero fue hacia 1840, durante la República, cuando se hizo el primer intento de cultivar el algodón de manera comercial a gran escala. Por entonces se cultivaba el algodón peruano, llamado “áspero” (Gos-sypium hirstium), de fibra larga. Fue el empresario iqueño Domingo Elías quien buscó mecanizar los

Cultivo de algodón. Fuente: http://www.documentalpiura.com/economia/algo-don.jpg

Para investigar

¿Qué ocurrió con la agricultura de la caña de azúcar a fi nes del siglo XIX e inicios del siglo XX? ¿A quiénes afectó? ¿A quiénes bene-fi ció? Elabora una línea de tiempo de la histo-ria del algodón.¿Qué diferencia existe entre el régimen del “enganche” y el “yanaconaje coste-ño”?¿Por qué se abandonó el algodón nati-vo? ¿Esto fue positivo?

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Serie 1: Agro y tecnología en la historía del Perú

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procesos en sus haciendas de Chincha y Pisco e introdujo máquinas de despepitar, prensar y enfardelar y aun experimentó con semillas hasta lograr un tipo de algodón al que se llamó “algodón Elías”. Pero el salto en la producción ocurrió en la década de 1860, cuando se inicia la Guerra de Secesión en los Estados Unidos que, por entonces, cubría aproximadamente el 70% u 80% de la demanda mundial de esa fibra a muy bajos precios, pues había desarrollado una máquina desmotadora capaz de separar, mecánicamente y de manera muy rápida, la semilla o pepita del algodón que ellos cultivaban. El alza de precios animó a muchos a invertir en esta producción contando con créditos de bancos nacionales y regionales y la presencia de mano de obra culi.

En 1870, el fin de la Guerra de Secesión en los Estados Unidos, la crisis mundial de la industria del al-godón inglés y, finalmente, la Guerra con Chile frenaron provisionalmente la prosperidad algodonera.

Luego de la Guerra con Chile, la producción algodonera vivió otra época de esplendor y cambios, no carente de fluctuaciones. A diferencia del cultivo de la caña, la producción algodonera no generó una importante concentración de la tierra y se desarrollaba en medianas haciendas y en pequeñas fincas de cultivadores individuales. El financiamiento (créditos) y la comercialización del algodón en el exterior corría por cuenta de empresas extranjeras como la Duncan Fox y Grahan Rowe.

En este tiempo se va abandonando el cultivo del algodón tradicional peruano (hirsuto) para producir nuevas variedades con la introducción de algodones egipcios (Metafifi) y norteamericanos (Upland) que se combinaron con las fibras peruanas para dar nuevas variedades. Ese fue el caso de la variedad Tanguis, un algodón blanco de fibra larga y muy resistente a las plagas, que desarrolló Fermín Tanguis, un agricultor puertorriqueño asentado en Ica. Otra variedad fue el Pima, un derivado del Metafifi, que se producía en Piura. Ello produjo el abandono del antiguo algodón hirsuto y de muchos colores, tradicional de los Andes. Por otro lado, un cultivo que empezó a despuntar en la costa en este periodo fue el del arroz, incentivado por la popularización de su consumo luego de la llegada de los chinos culis.

El “enganche”, el yanaconaje costeño y el avance del salarioLa recuperación de la actividad agropecuaria en la costa se topó nuevamente con la escasez de mano de obra, pues los contratos de culis eran cosa del pasado. Se apeló entonces al sistema de “enganche” de jóvenes campesinos procedentes de la sierra que buscaban complementar los modestos ingresos de sus chacras familiares, migrando en las épocas en que menor requerimiento de trabajo había en ellas. El “enganche” era un sistema de pago por adelantado que hacía el “enganchador” (un negociante o una autoridad local en la sierra) al futuro trabajador para que se traslade a trabajar a una de las haciendas en la costa. Los fondos que se entregaban procedían de los hacendados por contratos hechos con los “enganchadores” ante notario. Una vez en la costa, se instalaba a los trabajadores en las rancherías y se les abría una cuenta de gastos (crédito) en la tienda o “tambo” que poseía la hacienda. Al fin del contrato se sacaban las cuentas y se pagaba las deudas sea del hacendado o del trabajador si había excedido el gasto en la tienda, y si eso era así, seguía trabajando por el monto adeudado. Por lo gene-ral, corría poca moneda dentro de la hacienda y el hacendado buscó retener a los trabajadores el mayor tiempo posible a través de las deudas.

El enganche también fue usado en la producción de algodón para las épocas de la siembra y cosecha, pero predominó el llamado yanaconaje costeño, un sistema de arrendamiento. Por él, los pequeños agricultores tomaban a su cargo el cultivo de una o más parcelas en la hacienda y las dedicaban a cul-tivos diversos de panllevar y algodón; pagaban el “arrendamiento” con parte de su producción.

Una mujer seleccionando algodón. Autor: Pilar Olivares/REUTERS / Fuente: http://www.20minutos.es/data/img/2005/03/31/63730.jpg

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2.5 La ganadería tradicional del sur a principios del siglo XX

En el sur del Perú, desde fines del siglo XIX, muchas haciendas ganaderas tradicionales pasaron a manos de nuevos propietarios, la mayoría procedentes del comercio lanero (Arequipa, Cusco, Puno), que entroncaron con las antiguas familias hacendadas. Los buenos precios de las lanas en Liverpool, sobre todo durante la Primera Guerra Mundial (1915-1919), llevó a muchos a buscar incrementar la producción. Este incremento se verificó en el sur de dos maneras: a través de modernizar y tecnificar la producción ganadera y mediante la expansión de tierras para pastoreo sin mayores cambios de tecnología.

Lo primero ocurrió en Puno, por ejemplo, donde los hacendados López de Romaña, Carlos J. Belón y Salustiano Olivares importa-ron ganados de raza traídos del exterior y se construyeron cercos y establos para cuidarlos; lo mismo ocurrió en el Cusco, por ejemplo, con la familia Martinelli y sus haciendas en el valle del Apurímac. Otros hacendados, con menos capitales y más tradicionales, buscaron expandir la superficie de pastoreo sin producir mayores cambios técnicos. Ello llevó a la necesidad de adquirir más tierras por medios legales e ilegales y a una mayor explotación de los trabajadores indígenas.

Para investigar

¿Qué ocurrió con la ganadería tradicio-nal en el sur? ¿Qué efectos tuvo sobre la sociedad?¿Qué signifi caba importar ganado la-nar fi no? ¿Qué signifi caba poner cercas y esta-blos? ¿Era positivo o negativo? ¿Por qué hubo resistencia y descon-tento?¿Qué ocurría en la selva?

En las haciendas más modernas de la costa, en particular las haciendas cañeras, se fue desarrollando rápidamente una mano de obra más estable y asalariada que transformó definitivamente las bases de las relaciones de trabajo en el Perú.

La agroexportación y sus efectos sobre la agricultura en la sierraLa prosperidad de la agricultura de exportación en la costa tuvo efectos muy diversos en la actividad agropecuaria en otras regiones del país. Por ejemplo, el bajo costo de producción del algodón hizo que vastas zonas de la costa (en Piura, Lambayeque, La Libertad, Lima e Ica), en las que primaba anterior-mente el policultivo (diversidad de cultivos), se convirtieran en algodoneras, lo que produjo una carestía relativa de otros productos en las ciudades, pero también incentivos para que agricultores de la sierra optaran por cultivar, comercialmente, productos de panllevar para los mercados costeños. Ese fue tam-bién el caso de los labradores del valle del Mantaro, pequeños y medianos propietarios que sentaron las bases de una prosperidad agrícola en el valle antes no alcanzada.

Por otro lado, se incentivó la inversión en la modernización de haciendas ganaderas de la sierra, en par-ticular aquellas que se ubicaban cercanas a las áreas costeras de mayor desarrollo, como fue el caso de Cajamarca; la sierra de La Libertad; Junín y Pasco, influidas por el mercado limeño y las minas, y Lucanas en Ayacucho, vinculada con Ica. En estas zonas la inversión se orientó a expandir y tecnificar la ganadería, tanto vacuna como ovina, destinada la primera a proveer de carnes, leche y quesos a las ciudades de la costa y a las haciendas, y la segunda, para la exportación de lanas y el trabajo de las fábricas limeñas.

En estas haciendas, dirigidas algunas por antiguas familias locales y otras por empresas procedentes de la costa, se introdujeron algunos cambios técnicos, como el desarrollo de cercos y establos, y gana-do fino, como las vacas Brown Swis y Durham y las ovejas Correidale, Merino y Rambouillé. En 1910, un conjunto de empresas agroganaderas se reunieron para crear la Sociedad Ganadera del Centro y promover esta actividad.

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Sea por la búsqueda de tecnificación ganadera, que incluía la expulsión del ganado indígena pobre o guaccho de los pastos antiguamente abiertos para todos y aun la eliminación de antiguos contratos de yanaconaje, o sea por la adquisición de nuevas tierras ganaderas y la formación de latifundios, los hacendados entraron en conflicto con las comunidades indígenas, con los “arrendatarios” o yanaconas indios y con los pequeños ganaderos libres, quienes hicieron escuchar su voz de protesta a través de una serie de levantamientos contra los hacendados.

El primer levantamiento de importancia fue en 1895 en Chucuito (Azángaro). Entre 1901 y 1910 se produjeron 65 movimientos campesinos y 72 entre 1911 y 1920, tanto contra las formas a través de las cuales se buscaba expandir los latifundios como contra los intentos de modernizar la actividad ganade-ra, que cercaban los pastos. Se nota en estos eventos también la intervención de elementos externos al campo y procedentes de la clase media en expansión, como fue el caso de Teodomiro Gutiérrez Cuevas, llamado Rumi Maqui (Mano de Piedra), un ex capitán del ejército y subprefecto de Chucuito, quien en 1915, influido por tesis anarquistas adquiridas durante su estadía en Argentina y Chile y concepciones “milenaristas”, promueve un levantamiento de 300 campesinos en la hacienda “San José” en Huancané (Puno) para acabar con los hacendados y traer de retorno el Tahuantinsuyo. Los hacendados locales se defendieron con la fuerza pública y el apoyo de otros grupos indígenas hasta lograr el debelamiento cruento de la asonada. También en 1921, en Tocroyoc, provincia de Espinar en el Cusco, los indígenas se levantaron dirigidos por un descendiente de los antiguos curacas locales, Domingo Huarca, contra los hacendados locales.

La selva a principios del siglo XXA partir de 1885 y hasta 1915, en la Amazonía se desarrolló la extracción del látex, goma o jugo del árbol del caucho o shiringa. Estaba destinada a atender la demanda externa de la industria automotriz y tuvo efectos nocivos sobre la población nativa. Este tipo de explotación, no propiamente agrícola, produjo la paulatina transformación del espacio, antes aislado del resto del país, y su integración dentro de la corriente de la exportación.

En la ceja de la selva central (valle de Chanchamayo), la Peruvian Corporation, una empresa de capitales ingleses orientados princi-palmente a la minería, invirtió en el cultivo del café y caña de azúcar para la producción de aguardientes. En la selva del valle del Uru-bamba, Cusco, surgió una agricultura comercial, fruto de las leyes de colonización de tierras de montañas de 1898 y 1909 y la presen-cia del ferrocarril, que incentivó la compra de tierras y la concen-tración de las mismas en haciendas. Sus propietarios vivían en el Cusco y las trabajaban a través de administradores. Allí se producía coca para el consumo indígena, azúcar, café, té, entre otros culti-vos. Dada la escasez de la mano de obra se incentivó el colonato, por el cual los campesinos recibían tierras y se obligaban a servir con tareas en las haciendas y aun en la casa del hacendado. Los

colonos subarrendaban a su vez pequeñas parcelas a otros campesinos llamados “allegados” quienes apoyaban en las obligaciones a los colonos. Finalmente, estaban los “habilitados” o peones agrícolas, que no poseían tierras sino que trabajaban temporalmente en las tierras de unos y otros.

Nace “el problema de la tierra” Las grandes transformaciones que vivía la agricultura a principios del siglo XX, como vimos, afectaron a todas las regiones del país de formas distintas y con diferentes ritmos y generaron también diversas reacciones entre la población. Unos miraron estos cambios con gran entusiasmo, pues veían en la modernización agraria y ganadera el despegue de la modernización general del país y un futuro de

Para investigar

¿Cuáles fueron las posturas frente a la modernización agraria en la costa? ¿Por qué? ¿Qué ocurrió en la sierra? ¿En qué se basa cada posición? ¿Con cuál posición estás más de acuerdo? ¿Por qué? ¿Es posible eludir ese conflicto? ¿Cómo?

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prosperidad. Otros sectores de la población se sintieron afectados por ellos. Entre otros, los antiguos hacendados y sus descendientes, que debieron vender sus tierras por no poder competir con los gran-des capitalistas del agro; los pequeños comerciantes norteños, que debían competir con los tambos de las haciendas cada vez más autosuficientes; los yanaconas altoandinos, presionados por los propie-tarios tradicionales a producir más o abandonar sus parcelas, o cuyos ganados no podían pastar en los campos donde pastaban los finos ejemplares de los estancieros más modernos. Por otro lado, los comuneros competían con los hacendados tradicionales y modernos por acrecentar las tierras de pasto-reo. Un sentimiento de descontento creció ante las condiciones de desigualdad en que se desenvolvían la agricultura moderna y la tradicional. Todo ello dio lugar a la crisis y la aparición del llamado “problema de la tierra” que analizaremos en el siguiente fascículo.

Evaluación: ¿Cuánto aprendí?

1. Hacienda

2. Comunidad indígena

3. Ganadería extensiva

4. Yanaconaje

5. Culi

6. Enganche

7. Ingenio

8. Modernización

• Define en tu cuaderno o fólder, de manera clara y directa, los siguientes conceptos.

• Explica los cambios que produjo la conquista en: el paisaje agrario, en la propiedad, en la tecnología, en las formas de trabajo agropecuario. Luego, identifica algunas similitudes.

• Elabora un cuadro comparativo entre las formas de producir en una hacienda y en una comunidad campesina. Organí-zalo en diferencias y semejanzas.

• ¿La comunidad indígena colonial era igual al aillu prehispánico? Justifica tu respuesta con argumentos (ejemplos, datos, etcétera).

• Enumera las principales producciones agropecuarias según las regiones donde se produjeron durante el periodo colo-nial y republicano.

• Elabora un tríptico o historieta (escoge el que más te guste) y explica la evolución de la agricultura de la caña en el Perú. Toma en cuenta las etapas y características de su producción.

• Explica el impacto que tuvieron los ingresos producidos por la exportación guanera sobre el desarrollo agrícola de la época.

• Explica los cambios que trajo la modernización y tecnificación agrícola a fines del siglo XIX y evalúa sus efectos sobre la sociedad.

• ¿He aprendido algo que no sabía? Debo hacer una relación de esos nuevos conocimientos y reflexionar sobre ellos.

• ¿De qué manera estos conocimientos me permiten comprender mejor la historia de mi país? ¿Debo cambiar algunas de mis ideas previas sobre algunos de estos temas?

• ¿Estos conocimientos nuevos me permiten entender mejor el presente?

• ¿He usado buenas estrategias para comprender los temas de este fascículo? ¿Debo cambiar algunas de ellas?

Metacognición: ¿Cómo aprendí?

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2006 (http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-23762004000200004&script=sci_arttextSan Jacinto) La bibliote-ca científi ca - SciELO Chile, es una biblioteca electrónica que incluye una colección seleccionada de revistas científi cas chilenas (consultada: 14 de octubre).

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