2003:l,Pasos definitivos bacia el ALCA?Gary Prevost*

Sepensaba que el aõo 2003 sería el aõo en que el Área de Libre Comerciode Ias Américas (ALCA) se convertiría en una realidad. El esfuerzo paraunir Ias economías dei hemisferio occidental en un único acuerdo de librecomercio, se inició en Ia primera Cumbre de Ias Américas celebrada enMiami en diciembre de 1994. Los jefes de Estado de Ias 34 naciones deihemisferio occidental, exclui da Cuba, estuvieron de acuerdo en construirelALCA y terminar Ias negociaciones deI acuerdo para que pudiera lan-zarse en el aõo 2005. En los aõos que siguieron a 1994 se establecieron Iasestructuras formales deI ALCA a través de Ia creación de nueve gruposnegociadores, pero se a1canzó un pobre avance en Ia consecución de untratado final debido a que los presidentes de Estados Unidos, primero BillClinton y después George Bush, no poseían autoridad defast track paranegociar enérgicamente un tratado que los gobiernos latinoamericanossupieran que no sería alterado por el Congreso norteamericano. Sin em-bargo, ese obstáculo fue quitado de en medio, cuando en agosto dei 2002el presidente Bush logró recuperar 10que había sido renombrado "autori-dad de fomento dei comercio".

Investida con poderes renovados, Ia administración Bush dec1aró quellevarelALCAhacia su establecimiento en el2005 era un objetivo de altaprioridad para el gobierno norteamericano. George Bush llegó a afirmarque Ia creación deI ALCAera parte de Ia "guerra contra el terrorismo". Enese contexto, el aõo 2003 sería un aõo crucial que terminaría con Ia ratifi-caCÍónde un tratado completado por parte de los ministros de Comerciode Ia región en Ia reunión de Miami en noviembre dei 2003. No obstante,Ia reunión de Miami no a1canzó tan excelso objetivo. Los ministros le-vantaron Ia sesión después de sólo dos días con muchas preguntas clavesin responder. Ellanzamiento deI ALCA todavía estaba proyectado porIosministros para el aõo 2005, pero en una forma mucho menos compre-hensiva que como se había planeado originalmente. "Qué había ocurridodurante el aõo 2003 para que cambiara tan dramáticamente el paisajepolítico con respecto aI ALCA? Algo significativo fue que el electoradolatinoamericano se volvió hacia Ios políticos que presentaban serias re-servas con respecto aI ALCA. En Venezuela, Chá vez fue el primero deesos políticos que fue elegido y seguido en el otoõo deI 2002 por Ia elec-ción de Lula en Brasil y de Nestor Kirchner en Argentina, siguiendo Iatendencia antineoliberal.

En Ias recientes reuniones que han unido a los presidentes latinoame-ricanos, aun antes de Ia inc1usión de Lula y Kirchner, se han puesto demanifiesto serias reservas con respecto aI punto de vista norteamericanoen 10concemiente a Ia inversión y comercio hemisféricos. EI mensaje de Iareunión de presidentes Iatinoamericanos en Guayaquil y de Ias reunionesministeriales deI ALCAen Quito en e12002, resultó consecuente. Guiados

SI. John University, Minnesota, Estados Unidos de Améric~.

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por Brasil, los países latinoamericanos plantearon que cualquier consu-mación deI ALCA a ni vel hemisférico debe estar precedida por una ma-yor integración latinoamericana, un proceso que todavía está en sus pri-meras etapas. Además, muchos de los líderes latinoamericanos temenque los negociadores comerciales norte americanos sólo quieren accesoa los mercados latinoamericanos para comerciar e invertir sin suministraruna seria reciprocidad. Aun antes de Ia elección de Luiz lnácio da Silva(Lula), el gobierno de Cardoso planteó claramente que una participaciónde Brasil en el ALCA dependía deI acceso de Brasil a los mercados esta-dounidenses para Ia venta deI acero y los productos agrícolas brasilenos.Muchos líderes latinoamericanos notaban que, mientras el presidenteBush conseguía Ia autoridad para elfast track, Ias concesiones proteccio-nistas establecidas por él en Ias tarifas deI acero y en los subsidios agrícolaspara obtener el apoyo dei Congreso, puede haberle negado a Washingtonel espacio para negociar que necesitaba para convencer a gobiemos lati-noameri canos escépticos. A princi pios dei 2003, Estados Unidos y Chilea1canzaron un importante acuerdo bilateral de comercio entre los dospaíses, pero aún este triunfo de Estados Unidos podría danar sus esperan-zas a largo plazo de obtener el ALCA. Muchos países latinoamericanos,escépticos ante el acercamiento bilateral de Estados Unidos, piden queIas concesiones de mercado establecidas para un solo país se amplíenpara todos. EI escepticismo latinoamericano siguió siendo fuerte du-rante todo el ano 2003.

Como consecuencia de Ias exitosas movilizaciones en EcuadorduranteIas reuniones ministeriales de Quito ocurrieron reuniones estratégicas deImovimiento contra el ALCA en dos importantes reuniones, Ia SegundaReunión Hemisférica de Lucha contra el ALCA en La Habana en noviem-bre deI 2002 y enero deI 2003 y el tercer Foro Social Mundial en Porto Ale-gre en Brasil. La declaración final de Ia reunión de La Habana, que congre-gó acerca de 1000 delegados de 40 países, planteó que "elluchar contra elALCA significa luchar contra Ia anexión y Ia pobreza". I EI plan de acciónacordado por los participantes en Ia reunión incluía marchas simultáneas,huelgas, bloqueo de CalTeteras y otras formas de protesta en todaAméricael10 de septiembre dei 2003 , coincidiendo con el comienzo de Ia Quinta Reu-nión Ministerial de Ia Organización Mundial deI Comercio (OMC) enMéxico. EI plan también incluía esfuerzos continuados para realizar plebis-citos populares sobre el ALCA y destacar el carácter secreto de Ias negocia-ciones en Ias estructuras deI ALCA y de Ia OMC. En Ia reunión existió elconsenso general de que el movimiento contra el ALCAse había fortalecidodurante el afio transcurrido desde el primer encuentro en La Habana. Entrelos participantes en Ia reunión, que en varias ocasiones contó con Ia presen-cia deI presidente cubano Fidel Castro, se encontraban sindicalistas, cam-pesinos, indígenas, ambientalistas, periodistas, parlamentarios, artistas yacadémicos de toda Ia región. Este grupo ha continuado su trabajo con unatercera reunión en La Habana en enero deI 2004.

EI Foro Social Mundial en Porto Alegre también trató el tema deIALCA, pero Ia realidad de los acontecimientos mundiales apartó Ia mirada

Inter Press Service, November 29. 2002.

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Política

deI ALCA y de otros temas contra Ia globalización para llevarla hacia Iaoposición a los planes de guerra contra Iraq desarrollados por EstadosUnidos. Este cambio de enfoque por parte de los movimientos mundialesde Ia sociedad civil hacia Ia posible guerra en Iraq, no se limitó solamehtea Porto Alegre. En los primeros tres meses deI 2003 ocurrieron inmensasmovilizaciones contra Ia guerra en todo el orbe. Sólo el 15 de febrero, másde 20 millones de personas en el mundo se manifestaron en contra de unaposible guerra en Iraq. Las manifestaciones en contra de Ia guerra ocupa-ron el tiempo y Ia energía de muchos activistas en contra dei ALCA y Iaglobalización. Esta atención fue sólo temporal, pero llegó en un momen-to en el cual el impulso para elALCAa nivel de gobierno se estaba forta-leciendo. Para el movimiento contra el ALCA, contribuir a Ia inmensaenergía deI movimiento contra Ia guerra y después obtener una nuevaatención contra el ALCAen e12003, resultó todo un desafió. EI inmensomovimiento en contra de Ia guerra no pudo evitar Ia invasión por parte deEstados Unidos a Iraq y ocurrió un inevitable declive de energía a cortoplazo entre los movimientos progresistas, pero, para el verano dei 2003,los movimientos hemisféricos en contra deI ALCA y Ia globalizaciónretomaron impulso y apuntaban hacia Cancún y Miami.

Cuando Ias reuniones de Ia OMC empezaron en Cancún el 10 de sep-tiembre deI 2003, miles de protestantes en contra de Ia globalización detodas partes deI mundo se encontraban en Ias calles para protestar. AIgu-nas confrontaciones violentas entre Ia policía y los manifestantes máscombati vos tendieron a robarse los titulares, pero Ia gran mayoría de losmanifestantes eran campesinos mexicanos organizados para Cancún porparte de una amplia coalición de Organizaciones No Gubernamentalesmexicanas. Estos campesinos tenían una presencia simbólica muy im-portante, pues el sector campesino mexicano -sobre todo, los culti vado-res de maíz- está sufriendo grandemente los efectos deI NAFTA.

Dentro de Ias reuniones de Ia OMC se revelaban desarrollos políticoscruciales. EI foco de Ia reunión fue Ia agricultura y, en particular, los sub-sidios pagados por los países deI primer mundo a sus campesinos. Desdeel punto de vista dei mundo en desarrollo, los 300 billones de dólaresanuales en subsidios reducen los precios, disminuyen Ias ganancias porexportación de los países pobres y les impiden competir con cosechasartificialmente baratas dei mundo desarrollado:En su declaración inicial,el ministro de Relaciones Exteriores brasilefio Celso Amorin dijo llana-mente: "Ios subsidios. sólo generan dep~ndencia de un lado y depravacióndeI otro". Muchos campesinos independientes deI norte y el sur se oponena estos subsidios, pues atafien sobre todo a amplios negocios agrícolas. Enun hecho sin precedentes,los países agrícolas deI tercer mundo se unieronpara oponerse a Estados Unidos y Ia Unión Europea. Brasil junto conChina y Ia India estaban a Ia cabeza deI grupo creado que aI final de Ia reu-nión se llamó el Grupo de los 22 (G-22) contando con Ia mitad de Ia pobla-ción deI mundo y Ias dos terceras partes de sus campesinos.

EI G-22 no ganó Ia batalla ofensiva para eliminar o reducÍl' los subsi-dios agrícolas, pero sí ganóla batalla defensiva contra el comienzo de Iasnegociaciones concernientes a los temas de Singapur. Los temas deSingapur, enérgicamente apoyados por Estados Unidos, Canadá y Japón,

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por 10generallimitan Ia capacidad de los Estados para regular Ias inver-siones y compafíías extranjeras. Los temas de Singapur marcaron Ia sen-tencia de muerte de Ia reunión ministerial de Cancún que originalmentese había anunciado como un evento crucial en el subsiguiente desarrollode los acuerdos comerciales multilaterales. Mas, Ia unidad dei mundoen desarrollo a través dei G-22 planteaba repetidamente que "ningúnacuerdo es mejor que un mal acuerdo". EI ministro brasilefío Amorin re-sumió el sentimiento de los países en desarrollo ai advertir: "Los objeti-vos de desarrollo no pueden pensarse con posterioridad en regias hechasa Ia medida para coincidir con Ias necesidades de los países desarrolla-dos, una nota ai pie en acuerdos que ignoran ampliamente ai mundo endesarrollo" .

Los hechos dramáticos de Ia reunión de Cancún cambiaron el terrenopara Ia reunión ministerial dei ALCA de Miami, que se realizaría en no-viembre. Los mismos temas que echaron a pique Ia reunión de Cancúnamenazaban con hacer 10 mismo con Ia de Miami. Los protestantes quehabían asistido a Cancún eran ahora animados por Ias noticias dei colap-so de Ias conversaciones y prometieron continuar con su presencia en IascaBes de Miami.

Tras Ia reunión de Cancún, una visita previamente programada deipresidente brasilefío Lula ai presidente argentino Kirchner, to mó una re-levancia renovada. Lula y Kirchnerdivulgaron una declaración conjuntaque se ha llamado el Consenso de Buenos Aires. La declaración constitu-yó una réplica ai Consenso de Washington; una mezcla política de econo-mía de mercado libre y austeridad fiscal que frecuentemente se mostrabaen los afíos 1990 como el mejor camino para el crecimiento de Ias nacio-nes en desarrollo. La Declaración de Buenos Aires prometió acCionespara crear trabajo, no sólo beneficios, y luchar por un comercio globaljusto y no sólo libre. Brasil y Argentina dejaron claro que estaban deter-minados a mantener Ia alianza dei G-22 y continuar presionando por uncomercio más equitati vo para los campesinos de los países en desarrollo.La fecha de su declaración fue crucial, pues se divulgó sólo un mes antesde Ia reunión de Miami. Estaba claro que Ias voces más importantes deAmérica Latina en Ias negociaciones dei ALCA estaban unidas y teníandiferencias con Estados Unidos. EI acuerdo también le dia un nuevo ím-petu a Ia idea de Ia creación de un Área de Libre Comercio de América deiSur que podría resultar un contrapeso a Estados Unidos en Ia fase final deIas negociaciones dei ALCA.

Con el prospecto de una fallida reunión en Miami amenazando, nego-ciadores de Brasil y Estados Unidos se reunieron fuera de Washingtonpara salvar Ia reunión de Miami. En un cambio de papeles, los brasilefíos,con el ministro de Relaciones Exteriores Amorin, le dictaron a EstadosUnidos los términos bajo los cuales podría salvarse Ia reunión dei ALCA.En total participaron 14 países en Ia reunión de noviembre que se celebróen Virginia y con elliderazgo de Brasil se tomó el compromiso de con-cluir Ias objeciones dei representante deI Comercio de Estados Unidos,Robert Zoellick. Como una gran concesión, Estados Unidos se retiró desu idea de un acuerdo dei ALCAamplio y comprehensivo. La nueva ideaque se ha apodado "ALCA Lite" dice que cada país puede ahora escoger

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cuánto quiere liberalizar en diferentes áreas de comercio, tales como Iapropiedad intelectual e inversión. Aun con esos acuerdos, el ambiente deIas reuniones de Miami era tenso.

Animados por el tamafio de Ias protestas en Cancún y Ia derrota polí-ticade los países desarroIlados, Ias fuerzas anti-ALCA se movilizaron enIa reunión ministerial de Miami. La presencia de decenas de miles de ma-nifestantes en Miami fue el resultado de meses de trabajo; sobre todo, degrupos con base en Estados Unidos. Operando bajo el lema "Paren elALCA: Otro Mundo es Posible", una amplia coalición de grupos organi-zaron una serie de eventos en Miami durante cuatro días, dei 18 ai 22 denoviembre: taIleres, teatro de cal1e, desobediencia civil no violenta y unaamplia manifestación legal dirigi da por mano de obra organizada. Comose esperaba, había una amplia presencia policial y ocurrieron confronta-ciones violentas casi inevitables con manifestantes, pero, a pesar de Iapresencia policial, miles de personas participaron en Ia semana de protes-tas y su presencia se notó. Como en Cancún, el espíritu de los manifestan-tes se elevó ai falIar los delgados en Ia aprobación de un ALCA a granescala.

A través de su unidad reencontrada y su compromiso para resistir elALCA deseado por Estados Unidos, los países de América Latina obtu-vieron una victoria en Miami, pero Estados Unidos todavía tenía cartaspor jugar. Tras Ia reunión de Miami y Ias medidas para desarrol1ar el"ALCA Lite", Robert ZoeIlick planteó que Estados Unidos se dedicaría aconseguir más enérgicamente que antes acuerdos comerciales regionalesy bilaterales. Zoel1ick notificó ai Congreso de Estados Unidos que co-menzaría conversaciones para acuerdos bilaterales con Colombia, Perú,Ecuador y Bolivia. Esos cuatro países tomaron 7 billones de dólares enexportaciones de Estados Unidos en el afio 2002 y representaron9,8 billones de dólares en importaciones. AI acercarse a esos países demanera indi vidual, Estados Unidos esperaba aislar a Brasil y Argentina ysocavar Ia idea de un Área de Libre Comercio de América dei Sur.

Adicionalmente, Estados Unidos actuó rápido después de Ia reuniónde Miami para concluir los acuerdos con Guatemala, El Sal vador, Hon-duras, Nicaragua y Costa Rica para formalizar el Acuerdo de Libre Co-mercio de América Central para que pueda ratificarse por Ias legislacio-nes nacionales individuales en el 2004 y esté operacionaI en el 2005.

En retrospectiva, Ia unidad de los países latinoamericanos demostróen Cancún y en el Consenso de Buenos Aires que existe un potencial parauna resistencia a Ia agenda neoliberal de Estados Unidos guiada por elEstado. La movilización de Ias fuerzas en contra dei ALCA en Ias caIlesde Cancún y Miami, también demostró que hay una fuerte oposición de Iaciudadanía a Ia agenda de Estados Unidos. No obstante, Ia renovada es-trategia de Estados Unidos de divide y vencerás emplazará aios gobier-nos y sociedades civiles latinoamericanas a implementar estrategiascreativas para bloquear los proyectos neoliberales país por país.

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