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2011-2014 Pla director de cooperació al desenvolupament · la pericia sectorial en ámbitos como la gobernanza multinivel contribuyen a definir la identidad de la cooperación catalana

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014

Barcelona 2010

Aprobado por la Comisión de Cooperación y Solidaridad del Parlamento de Cataluña

el día 22 de julio de 2010

© 2010 Generalitat de Catalunya, Departament de la Vicepresidència, Direcció General de Cooperació al Desenvolupament i Acció Humanitària, Agència Catalana de Cooperació al desenvolupament 1a edición noviembre 2010

Todas las fotografías son propiedad de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo excepto la inferior de la página 50 que es de Payasos sin Fronteras Diseño: Postdata

Esta obra esta sujeta a una licencia Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 de Creative Commons. Se permite su reproducción, distribución y comunicación pública siempre y cuando se cite el titular de los derechos (Generalidad de Cataluña, Departamento de la Vicepresidencia, Dirección General de Cooperación al Desarrollo y Acción Humanitaria, Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo) y no se haga de ella un uso comercial o una obra derivada, para lo cual se deberá pedir permiso. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es

Esta publicación está imprimida en papel 100% reciclado totalmente libre de cloro y con tintas vegetales. Esta publicación está diseñada de modo que puede ser reciclada al final de su ciclo de vida. Cuando ya no la utilizeis pasadla a otras personas que puedan estar ineteresadas o dipositadla en un contenedor de recogida selectiva de papel.

índice

01! Introducción! y resumen! ejecutivo! p.6

02! La cooperación! al desarrollo! de la Generalidad.! Oportunidades! y capacidades! p.20

03! Misión,! principios! y valores! p.24

04! Mejorar! la calidad y eficacia! de la cooperación! al desarrollo! p.28

05! Promover! una cooperación! al desarrollo! transformadora! p.46

06! Priorizar! sectorialmente! de acuerdo con! el valor añadido! de la cooperación! catalana! p.62

07! Mejorar la! concentración! geográfica de la! cooperación! al desarrollo! de la Generalidad! p.100

08! Mejorar! el desarrollo! de las modalidades! de cooperación! al desarrollo de la! Generalidad! p.108

09! Desarrollar! los instrumentos! de la cooperación! al desarrollo! de la Generalidad! p.114

10! Establecer! alianzas! para la acción! p.124

11! Mejorar la planificación,! el seguimiento y la! evaluación! de la política de! cooperación! para el desarrollo! de la!Generalidad! p.130

12! Mejorar las capacidades! de los actores públicos! y privados de la política! de cooperación al desarrollo! de la Generalidad! p.148

13! Escenario económico! p.154

Abreviaciones! p.156

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Introducción y resumen ejecutivo

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 de la Generalidad constituye el principal instrumento de planificación estratégica de la política pública de cooperación al desarrollo y encuadra el tercer ciclo de planificación de la política de la Generalidad en materia de cooperación al desarrollo. El Plan fija, de acuerdo con lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo, los principios y valores que inspiran e impregnan esta política pública, así como las prioridades geográficas y sectoriales del periodo, los objetivos (O) estratégicos, los resultados (R), y también los recursos humanos, materiales, económicos o de gestión necesarios para su consecución.

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La Ley de cooperación al desarrollo establece que la elaboración del plan director debe basar-se «en un proceso amplio de estudio, información, consulta y participación y en la evaluación de la experiencia precedente». Por consiguiente, la elaboración de este plan ha comprendido cinco fases de elaboración, más una fase preliminar de diseño y validación de la metodología de elaboración. Esta metodología ha establecido, en las primeras fases del proceso, el acom-pañamiento académico y experto de una comisión de personas expertas.

En la primera fase de gabinete, se han generado los informes y documentos de análisis que han alimentado las fases posteriores —el documento de posicionamiento sobre la eficacia de la ayuda y la cooperación descentralizada y el análisis cuantitativo y cualitativo de la ejecución del Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010. La segunda fase de elaboración se ha centrado en generar debates y establecer consensos alrededor de tres grandes ejes: la eficacia de la ayuda, la educación para el desarrollo (EpD) y el valor añadido de la cooperación catalana. Las siguientes fases incluyen la redacción de un primer borrador; la tramitación de dicho borrador a los órganos de coordinación, órganos de colaboración y órganos consultivos con la consiguiente recepción y el tratamiento de enmiendas, la deliberación y el dictamen, y, por último, las fases de tramitación gubernamental y parlamentaria establecidas por ley.

En cuanto a los contenidos del Plan, se estructuran en doce capítulos. Un primer bloque contie-ne los capítulos referentes al contexto, oportunidades y capacidades de la cooperación catala-na; la misión de esta política pública y los principios y valores que la impregnan en coherencia con lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo, y los dos capítulos consiguientes que desarrollan, por una parte, los principios, que se articulan alrededor de la calidad y la efi-cacia, y, por otra, los valores, que se desarrollan a partir de los tres objetivos transversales de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

El segundo bloque contiene los capítulos referentes a los esfuerzos de concentraciones geo-gráfica y sectorial de la cooperación al desarrollo promovida desde el Gobierno. En cuanto a la concentración sectorial, se articula alrededor de tres líneas estratégicas: la de desarrollo, la de acción humanitaria y la de EpD.

El tercer bloque contiene los capítulos de las modalidades, los instrumentos y las alianzas para la acción que deben ayudar a desarrollar las prioridades antes definidas. Finalmente, un último bloque de capítulos establece los instrumentos y las prioridades de planificación, seguimiento y evaluación estratégica y evaluación operativa de esta política pública, así como las capacida-des y los recursos de los que debe dotarse para su buena implementación.

A continuación, se destacan las ideas más relevantes de cada uno de los capítulos.

La cooperación al desarrollo de la Generalidad. Oportunidades y capacidades

La adopción del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 se da en un contexto marcado por una crisis económica y financiera global que amenaza los avances en términos de desarrollo registrados en los últimos años, especialmente en el África subsahariana. Toda-vía más, a dicha crisis se le añaden otras como la alimenticia, la energética o la ambiental que pueden contribuir a agravar conflictos o a crear nuevos conflictos.

9Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Ante esta crisis multidimensional y el que los países del sur sean los que más la sufrirán, la co-munidad de donantes, incluida Cataluña, deberá mantener su compromiso con la solidaridad internacional y con una política de cooperación al desarrollo de calidad y de banda ancha que incorpora la coherencia de políticas. De forma consistente con este enfoque y dando conti-nuidad al precedente Plan director, el presente plan reafirma la apuesta por el paradigma del desarrollo humano sostenible, a la vez que se hace eco de aproximaciones complementarias procedentes de los países socios, como el «buen vivir».

El Plan director combina elementos propios de un ciclo de planificación largo, que se inicia con la Ley de cooperación al desarrollo y el primer Plan director, con el ciclo corto de cuatro años que le es propio. Por ello, el Plan director recoge la necesidad de incorporar los aprendizajes de ciclos anteriores y pone el acento en el seguimiento y la evaluación, así como la necesidad de avanzar hacia la identificación del valor añadido de la cooperación catalana. Así, el Plan establece que aspectos como la diversidad de actores públicos y privados que participan en el diseño y el desarrollo de esta política, la apuesta por el trabajo concertado entre los actores y la pericia sectorial en ámbitos como la gobernanza multinivel contribuyen a definir la identidad de la cooperación catalana en relación con el resto de actores de la comunidad internacional de donantes.

Misión, principios y valores

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 establece, en coherencia con los princi-pios y valores que derivan de la Ley de cooperación al desarrollo, que la misión de esta política pública es promover el desarrollo humano sostenible mediante una política de cooperación al desarrollo de calidad y transformadora.

Esta misión pone en el centro de la política pública la generación de espacios de soberanía, o, en otras palabras, la ampliación de capacidades de elección de las personas y los pueblos, y constata que la pobreza y la marginación no son producto de la pobreza de recursos, sino de la falta de oportunidades para acceder a los mismos, utilizarlos y gestionarlos.

Mejorar la calidad y eficacia de la cooperación al desarrollo

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 desarrolla los principios que derivan de la Ley de cooperación al desarrollo alrededor de la calidad, la eficacia y la innovación.En cuanto a la calidad y la eficacia, el Plan establece tres objetivos principales:

A. Consolidar la participación efectiva de los actores de la cooperación catalana al de-sarrollo y los actores de los países socios, a partir de la mejora de los mecanismos formales de participación que define la Ley de cooperación al desarrollo y la mejora de la participación de los actores de cooperación y los actores de desarrollo en la elaboración y el desarrollo de la política mediante mecanismos ad hoc.

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B. Garantizar la coherencia de la acción del gobierno en la promoción del desarrollo hu-mano sostenible mediante la mejora de la capacidad analítica en coherencia de políticas para el desarrollo (CPD); la mejora de los espacios, los instrumentos y las capacidades de coordina-ción, y la elaboración y la adopción de una estrategia de CPD.

C. Mejorar la eficacia de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) de la Generalidad mediante la participación y la contribución al debate internacional sobre eficacia de la ayuda desde las especificidades de la cooperación catalana y la promoción del desarrollo de los principios de apropiación, alineación, armonización, gestión por resultados y rendición mutua de cuentas en las prioridades, las modalidades, los instrumentos, las alianzas y los instrumentos de planifica-ción, seguimiento y evaluación de la cooperación catalana.

Complementariamente, el Plan establece como prioridad la promoción de mecanismos de in-novación orientados a alimentar el nuevo ciclo de planificación largo, especialmente en lo con-cerniente al análisis del valor añadido de la cooperación catalana y también en lo concerniente a la exploración de formas innovadoras de trabajo sectorial en los ámbitos relacionales (cambio climático, migraciones, etc.) que ponen en relación las realidades del norte y del sur en los pro-cesos de desarrollo humano sostenible.

Promover una cooperación al desarrollotransformadora

El presente plan, inspirado en los valores de la Ley de cooperación al desarrollo, se reclama de una concepción transformadora que pretende promover cambios profundos en las relacio-nes y estructuras que inciden sobre los procesos de desarrollo de los países socios y sobre las relaciones entre los países del norte y del sur. En coherencia, y para garantizar la continuidad con el ciclo de planificación anterior, el Plan propone tres objetivos transversales: la promoción de la equidad entre mujeres y hombres; la gobernanza democrática, los derechos humanos y el fortalecimiento del tejido social, y la sostenibilidad del desarrollo.

En cuanto al primero de los objetivos, el Plan propone promover la equidad entre muje-res y hombres mediante la aplicación de la perspectiva de género a todos los ámbitos de la política de cooperación al desarrollo, mediante la incorporación de la agenda de equidad en la interlocución con los países socios y los actores de la cooperación catalana, así como en la planificación, el seguimiento y la evaluación; la incorporación efectiva de la perspectiva de gé-nero en todas las fases del ciclo de los proyectos y programas, y la contribución a la institucio-nalización de la equidad entre mujeres y hombres al conjunto de los actores de la cooperación catalana.

En cuanto al segundo objetivo, promover el respeto integral y la consolidación de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en el conjunto de la acción de cooperación al desarrollo del Gobierno, el Plan propone el desarrollo de las directrices de aplicación de este objetivo; la incorporación del enfoque de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en los instrumentos de planificación, seguimiento y evaluación, así como su aplicación en el desarrollo de priorida-des sectoriales y geográficas, modalidades e instrumentos, y en el establecimiento de alianzas para la acción.

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Por último, en cuanto al tercer objetivo, promover la sostenibilidad del desarrollo en su triple dimensión (social, que incluye la cultural y política; ambiental, y económica) en todos los ámbitos de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad, el Plan recomienda la incorporación de la sostenibilidad en la planificación, el seguimiento y la evaluación; la trans-versalización de la sostenibilidad en todo el ciclo de las actuaciones, y la contribución a crear una cultura de la sostenibilidad entre los actores de la cooperación al desarrollo y los actores de desarrollo de los países socios.

Priorizar sectorialmente de acuerdo con el valor añadido de la cooperación catalana

Las prioridades sectoriales quedan articuladas alrededor de tres líneas estratégicas que ga-rantizan la continuidad con el anterior ciclo de planificación: la línea de desarrollo, que debe concentrar entre un 70% y un 73% de los recursos; la línea de acción humanitaria, a la que se dirigirá entre un 7% y un 10%, y, por último, la línea de EpD, que concentrará entre un 15% y un 17% de los recursos. Complementariamente, el Plan dispone dirigir entre un 3% y un 5% de los recursos al fortalecimiento de las capacidades de los actores de la cooperación catalana.En cuanto a la línea estratégica de desarrollo, el Plan establece que el 85% de los recursos se dirijan a siete objetivos estratégicos de desarrollo. Los dos primeros hacen referencia a los derechos sociales básicos (derecho a la salud y derecho a la educación); el tercero, a las ca-pacidades productivas y comerciales y a la ocupación; los tres siguientes, a la singularización de los objetivos transversales (derechos humanos, gobernanza democrática y fortalecimiento del tejido social, apoderamiento de las mujeres y sostenibilidad ambiental), y el último, a la construcción de paz.

Al objetivo estratégico de derechos humanos, gobernanza democrática y fortalecimien-to del tejido social y al objetivo de apoderamiento de las mujeres, por su capacidad transformadora, se les asocia un porcentaje de gasto mínimo del 15%.

Complementariamente, el Plan propone destinar un 20% de los recursos de la línea estratégica de desarrollo a los derechos y servicios sociales básicos. Por último, el Plan dispone que el 15% de la línea de desarrollo que no se dirija a los siete objetivos estratégicos se haga a objetivos de desarrollo alineados con la agenda internacional de desarrollo y que consideren, entre otros, la cooperación cultural, el derecho a la vivienda y el apoyo a la autonomía y a los derechos de las personas con discapacidades.

En cuanto a la línea estratégica de acción humanitaria, el Plan propone concentrar un 65% de los recursos a los objetivos orientados a: 1) contribuir a satisfacer las necesidades inmedia-tas y a restablecer los derechos fundamentales y la dignidad humana de las poblaciones afec-tadas por crisis de larga duración y por los llamados conflictos o crisis olvidados y 2) contribuir a adoptar estrategias de reducción del riesgo de desastres (DRR). Complementariamente, el Plan dispone que el 35% restante se oriente a contribuir a satisfacer las necesidades inmediatas de las poblaciones afectadas por catástrofes de origen natural, socionatural o humano.

Por último, la línea estratégica de EpD se articula alrededor de tres grandes objetivos: 1) impulsar un tratamiento más integral y coherente de la EpD en el conjunto de la acción de gobierno; 2) mejorar el impacto y la calidad de la EpD en cada uno de los ámbitos de interven-ción estratégica y promover las sinergias que existen entre éstos (sensibilización, educación y formación, investigación y reflexión, e incidencia política y movilización social), y 3) mejorar las capacidades y la articulación de los actores de la cooperación catalana en EpD.

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Mejorar la concentración geográfica de la cooperación al desarrollo de la Generalidad

Con el objetivo de mejorar la eficacia y el impacto de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad, y fruto de un análisis cruzado de las necesidades de desarrollo y de las oportu-nidades y capacidades para la cooperación catalana, este plan define once países y pueblos prioritarios que deberán concentrar el 70% de los recursos de la línea de desarrollo: Ma-rruecos, Palestina, Sáhara Occidental, Mozambique, Senegal, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Bolivia, Colombia y Ecuador.

Además, y entendiendo que los procesos de desarrollo no se dan siempre en una lógica terri-torial coincidente con las fronteras que delimitan los estados, el Plan director establece cuatro regiones preferentes que concentrarán el 80% del total de los recursos de la línea de desa-rrollo: la región andina y amazónica, la región mesoamericana, la región mediterránea y la región de África occidental.

En paralelo, el Plan plantea mejorar la contribución de la cooperación al desarrollo de la Gene-ralidad en los países menos avanzados (PMA) mediante una asignación mínima del 25% a este grupo de países. Por último, y como en los precedentes ciclos de planificación, se reco-mienda continuar apoyando a países y pueblos en situación de posconflicto bélico y conflicto armado, sometidos a bloqueo u objeto de graves vulneraciones de los derechos humanos.

Mejorar el desarrollo de las modalidades de cooperación al desarrollo de la Generalidad

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 establece que el Gobierno pueda ca-nalizar la AOD mediante cuatro modalidades de cooperación al desarrollo, para las cuales establece las siguientes propuestas:

A. Promover la cooperación para el desarrollo bilateral de iniciativa directa de la Genera-lidad en los países y pueblos prioritarios, en la acción humanitaria y en las actuaciones de EpD. La modalidad se refiere a toda actuación iniciada y ejecutada directamente por el Gobierno, sin la intermediación de terceros. Se prevé que esta modalidad concentre, junto con la modalidad de cooperación mediante organizaciones multilaterales, entre un 20% y un 30% de la AOD.

B. Promover la concertación con los actores de la cooperación al desarrollo, con especial atención a la sociedad civil. Esta modalidad incluye toda actuación en la que alguna o varias de las fases básicas del ciclo del programa o del proyecto se lleva a cabo concertadamente o con la mediación de otros actores de la cooperación para el desarrollo del norte. Para desarrollar esta modalidad, se destinará entre un 10% y un 20% de la AOD.

C. Promover la cooperación para el desarrollo bilateral a iniciativa de los actores de la co-operación catalana, especialmente las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) y las entidades privadas no lucrativas. Se refiere a toda iniciativa que proviene de otros agentes de la cooperación catalana distintos de la Administración de la Generalidad y que se canaliza a través de estos. Esta modalidad canalizará un mínimo del 50% de la AOD.

15Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

D. Promover la cooperación al desarrollo de la Generalidad mediante organismos mul-tilaterales en el marco del paradigma del nuevo multilateralismo. Incluye toda participación y contribución de la Generalidad en las actuaciones de los organismos multilaterales especiali-zados en la promoción del desarrollo y de un orden internacional más justo y solidario. Esta modalidad concentrará, junto con la modalidad de cooperación bilateral de iniciativa directa, entre un 20% y un 30% de la AOD.

Desarrollar los instrumentos de la cooperación al desarrollo de la Generalidad

El Plan recomienda, en el desarrollo de los instrumentos de cooperación al desarrollo, que éste contribuya a la promoción de las capacidades y procedimientos locales, a la previsibilidad de la ayuda y a la reducción de costes de coordinación entre el conjunto de donantes.

Con relación a la cooperación técnica, se apuesta por los instrumentos plurienales y se re-comienda aprovechar la pericia de los distintos departamentos de la Generalidad y de los entes locales, universidades, organizaciones empresariales y sindicales y de ONGD. Complementa-riamente, se destaca la importancia de no socavar los recursos, tanto humanos como materia-les, de los países socios y, en consecuencia, apoyar las iniciativas de cooperación triangular.

En cuanto a la cooperación económica, el Plan recomienda desarrollar instrumentos pro-gramáticos como el apoyo presupuestario y sectorial. Teniendo en cuenta las especificidades de la cooperación catalana, el Plan establece que en la aplicación de estos instrumentos se explore su articulación territorial para contribuir así al fortalecimiento institucional derivado de los procesos de descentralización.

Respecto a la cooperación financiera, el Plan destaca el instrumento de los microcréditos y las contribuciones oficiales a organismos multilaterales de desarrollo. En cuanto a estas con-tribuciones, el Plan incorpora las orientaciones de la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo en relación con la aplicación de criterios para avanzar hacia una política de contri-buciones más selectiva, coherente con los principios y valores de este plan y complementaria a la cooperación bilateral.

El Plan establece un desarrollo efectivo de la estrategia de codesarrollo de la cooperación al desarrollo de la Generalidad, orientado a aprovechar el potencial de las migraciones como mo-tor del desarrollo humano sostenible en los países socios y como factor de la EpD en Cataluña.

Por último, se propone destinar esfuerzos a la exploración de nuevos instrumentos de co-operación al desarrollo que puedan adaptarse a las realidades cambiantes en un contexto en permanente evolución mediante, por ejemplo, instrumentos de cooperación al desarrollo público-privados.

Establecer alianzas para la acción

La naturaleza participativa y participada de esta política pública convierte en una tarea estraté-gica el establecimiento de alianzas que permitan poner en valor la pericia de cada uno de los actores de cooperación al desarrollo, a la vez que permitan promover una acción concertada en los países socios y también en Cataluña y a la vez involucrar progresivamente a los actores no tradicionales de la cooperación, pero con capacidad de incidencia, en los procesos de de-sarrollo y de cooperación al desarrollo.

En este sentido, el Plan director identifica como prioritario promover alianzas más estratégicas entre el Gobierno y los actores de la cooperación catalana; promover alianzas entre actores de desarrollo homólogos, del norte y del sur; promover la concertación entre los actores públicos y privados, bilaterales y multilaterales, tanto del norte como en los países socios, en el esta-blecimiento de alianzas en pro del desarrollo humano sostenible, y promover alianzas con los actores para mejorar el impacto y la calidad de la EpD y las capacidades de los actores.

17Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Mejorar la planificación, el seguimiento y la evaluación de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad

La mejora de la calidad y eficacia de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad está íntimamente ligada a las agendas de planificación, seguimiento y evaluación orientadas a resultados, o sea, a la consecución de objetivos y resultados medibles y evaluables que, a su vez, favorezcan los ejercicios de rendición de cuentas y mejoren la toma de decisiones.

En el ámbito de la planificación, el Plan dispone que los instrumentos de planificación estraté-gica y planificación operativa de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad deberán adecuarse a la gestión por resultados; deberán adaptarse a los principios de partici-pación, coherencia y eficacia de la ayuda, y deberán integrar los objetivos transversales de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

Con relación al seguimiento, el Plan plantea cuatro grandes prioridades: la mejora y el perfec-cionamiento de los instrumentos y herramientas de seguimiento estratégico y seguimiento ope-rativo para obtener información actualizada y veraz sobre la implementación de las actuaciones de cooperación al desarrollo; la promoción de la cultura del seguimiento entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de desarrollo de los países socios; el impulso de mecanismos de participación en el seguimiento, con especial énfasis en la inclusión de los actores de los países socios, y la potenciación y el uso del seguimiento estratégico como me-canismo de rendición de cuentas y mejora en la toma de decisiones.

En este nuevo ciclo, la evaluación será clave. El Plan director establece tres grandes ejes de trabajo: el impulso de realizaciones sistemáticas de evaluaciones estratégicas y operativas de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad; la promoción de las capacidades y la cultura de la evaluación entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de desarrollo en los países prioritarios y en las regiones preferentes, haciendo especial énfasis en la incorporación de la perspectiva de género, y el impulso del carácter transformador de los procesos de evaluación incluyendo la incorporación de los objetivos transversales y los princi-pios de la eficacia de la ayuda.

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19Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Mejorar las capacidades de los actores públicos y privados de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad

La consecución de los objetivos planteados en este plan, entre los que destacan el desarrollo efectivo de la agenda de eficacia y calidad de la ayuda o el impulso de la planificación, el segui-miento y la evaluación orientados a resultados, requiere una mejora de las capacidades de los actores públicos y privados catalanes de la cooperación al desarrollo.

Este plan prioriza continuar fortaleciendo las capacidades institucionales, organizativas y humanas de los órganos rectores y ejecutores de la política de cooperación al desarrollo y, en concreto, de la Dirección General de Cooperación al Desarrollo y Acción Humanitaria (DGCDAH), la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) y los demás depar-tamentos y organismos de la Generalidad. Paralelamente, dispone reforzar las capacidades de los otros actores mediante la mejora y racionalización de la formación teórica y práctica de los voluntarios, los cooperantes y profesionales, y los agentes de la cooperación cata-lana para el desarrollo.

Por último, se aconseja revisar la Ley de cooperación al desarrollo, para adaptarla a la actual realidad. Los cambios en el contexto internacional y en la práctica y doctrina de la cooperación al desarrollo, la aprobación del Estatuto de autonomía de 2006 y del sistema de financiación o las transformaciones sociales de Cataluña con la llegada de más de un millón de personas inmigradas, recomiendan, a lo largo de este ciclo de planificación, la actualización del marco normativo de la política de cooperación al desarrollo.

Escenario económico

De acuerdo con lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo, este plan director se acompaña de un escenario económico plurienal para la consecución de los compromisos es-tablecidos. El escenario se marca como objetivo alcanzar el 0,077% del producto interior bruto (PIB) de Cataluña en el año 2015, con un crecimiento anual lineal equivalente a un porcentaje del PIB del 0,0088% durante el periodo 2011-2014.

Este escenario se completa con una banda superior que limita su evolución. En este sen-tido, la tasa de incremento anual del gasto en cooperación al desarrollo de la Generalidad no puede superar el porcentaje de crecimiento de los ingresos corrientes incondicionados del mismo ejercicio presupuestario. No obstante, el Gobierno puede decidir superar este tope según convenga.

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La cooperación al desarrollo de la Generalidad. Oportunidades y capacidades

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 enmarca el tercer ciclo de planificación de la política de la Generalidad en materia de cooperación al desarrollo desde la aprobación, por el Parlamento y por unanimidad, de la Ley de cooperación al desarrollo. Se renueva, por lo tanto, el compromiso del pueblo de Cataluña para alcanzar un orden internacional más justo y más solidario. En este sentido, el Gobierno confirma su voluntad de sumar esfuerzos, mediante sus capacidades y de la sociedad civil catalana, en la lucha contra la pobreza, las desigualdades y las pautas de exclusión que afectan a la mayoría de la población mundial.

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El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 se sitúa en un momento en el que muchos países del sur han conseguido reducir en los últimos años la incidencia de la extrema pobreza gracias, en gran parte, al rápido crecimiento económico de los países de renta media. Pero el actual Plan director también nace en un contexto marcado por una crisis económica y financiera global que ha ralentizado algunos de los avances conseguidos desde los años no-venta e incluso ha los ha revertido. En el África subsahariana, por ejemplo, se prevé que tanto el número de personas pobres como la tasa de pobreza aumenten, sobre todo en los países con más debilidad institucional y con economías más vulnerables. Peor aún, a la crisis económica y financiera deben sumarse otras, como la alimenticia, la energética o la ambiental, que pueden contribuir a agravar conflictos o a crear conflictos nuevos. El cambio climático, por ejemplo, está alterando los ecosistemas y, por extensión, las cadenas alimenticias. A todo ello, es preciso añadir las conclusiones de un informe del Banco Mundial de 2009 que sostienen que la crisis no es igual para todo el mundo y que tiene unos impactos de género específicos que, si no se corrigen, pueden revertir también en los progresos en la igualdad entre mujeres y hombres de los últimos años.

Los países del sur son los que sufrirán con más crudeza esta crisis multidimensional. En primer lugar, porque los países donantes, muchos de los cuales están en recesión, se pueden ver inclinados a congelar o recortar los compromisos adquiridos de aumentar la AOD. En segundo lugar, porque las inversiones extranjeras directas, los ingresos derivados del comercio y las remesas de las personas inmigradas han disminuido sustancialmente. Por último, porque, dada la dimensión ecológica de la crisis, existe el peligro que no se aplique el principio de adicionali-dad instaurado a raíz de la Conferencia de Estocolmo de 1972 y que determina que los fondos dirigidos al sur para cuestiones ambientales no pueden ir en detrimento de los acordados para temas de desarrollo. En vista del nuevo contexto, el mantenimiento de las ayudas y los compro-misos internacionales es, por lo tanto, crucial.

Cataluña no ha sido ajena a la crisis económica y financiera global. Desde 2007, la economía catalana sufre una fuerte desaceleración y los ingresos tributarios de la Generalidad se han reducido notablemente. Además, el largo proceso y la compleja negociación del nuevo modelo de financiación ha sido un motivo más para explicar la dificultad de cumplir con el escenario económico del Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010. Sin embargo, la Genera-lidad se esforzará por mantener su compromiso con la solidaridad internacional en este ciclo de planificación, así como por avanzar en la continua mejora de la calidad de la política de cooperación al desarrollo.

A pesar de estos condicionantes adversos, en los últimos años se han producido avances importantes en la agenda de la eficacia de la ayuda. Durante los últimos años, la comunidad de donantes y los países socios han trabajado conjuntamente en la profundización de esta agenda. El Programa de acción de Accra (PAA) de 2008 supone un salto cualitativo en compa-ración con la Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda de 2005. Entre otros avances, en el PPA no solo se reafirma el liderazgo de los gobiernos del sur en cuanto a sus procesos de desarrollo, sino que se reconoce el papel fundamental que juegan otros actores –como los parlamentos, los gobiernos locales o la sociedad civil– en la consecución de objetivos econó-micos, sociales y ambientales sostenibles.

Paralelamente, los movimientos y redes sociales y las ONGD han tenido, al margen de los estados, un rol muy activo en el diseño de la agenda de desarrollo. La consolidación de los foros sociales mundiales ha representado la apertura e institucionalización de un nuevo espacio democrático orientado a promover no solo la reflexión y la deliberación, sino también a generar y articular propuestas y políticas alternativas que contribuyan a una globalización más justa y solidaria basada en los derechos humanos, la democracia y la igualdad.

En cuanto a la naturaleza del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014, este combi-na elementos propios de un ciclo de planificación corto, de cuatro años, con elementos propios de un ciclo de planificación largo, de doce años. O sea, este plan director recoge prioridades geográficas y sectoriales y modalidades de cooperación para los próximos años, pero, a la vez, representa el fin de un ciclo de planificación largo que se inició con el Plan director de

23Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

cooperación al desarrollo 2003-2006. De ahí que el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 compagine aspectos de continuidad con otros orientados a la actualización de ins-trumentos, líneas estratégicas y objetivos, y al impulso de nuevos procesos de innovación. En este sentido, se explorará el trabajo en el que podrían llamarse «ámbitos relacionales», o sea, aquellos en los que se ponen de manifiesto las relaciones de interdependencia entre el sur y el norte y entre los que destacan, tal y como recoge el Informe de desarrollo humano de 2009, las migraciones. El trabajo en este ámbito resulta especialmente relevante para el caso catalán si tenemos en cuenta que, desde el año 2000, Cataluña ha acogido a más de un millón de perso-nas inmigradas, que han pasado a representar de un 2,9% del total de la población en el año 2000 a un 15,9% en el año 2009.

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 pone el acento en el seguimiento y en las evaluaciones estratégica y operativa de la política pública de cooperación al desarrollo. Que el Plan director actual se encuentre a caballo de dos ciclos de planificación largos hace imprescindible observar, determinar y analizar cuál ha sido el impacto real de las actuaciones de la cooperación catalana de los últimos años. Este ejercicio debe permitir, por una parte, ex-traer lecciones aprendidas y, en consecuencia, encarar con más garantías de éxito el próximo ciclo de planificación y, por otra, dar cumplimiento al principio de rendición de cuentas ante los países socios y la ciudadanía catalana.

El actual Plan director sigue apostando por el paradigma del desarrollo humano sostenible, entendido como el proceso que persigue ampliar las capacidades de las personas, es decir, que puedan disponer de un abanico más amplio de opciones y satisfacer necesidades vitales de naturaleza diversa. Sin embargo, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 también se hace eco de otras aproximaciones complementarias que han asumido algunos países socios en el ejercicio de su liderazgo, como la concepción del Sumak Kawsay o Suma Qamaña (‘buen vivir’), entre otras, que reinterpretan o reformulan el desarrollo de acuerdo con las cosmovisiones locales.

Por otra parte, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 promueve una coope-ración de banda ancha que, por un lado, incorpora de forma efectiva la coherencia, interna y externa, de la política de cooperación al desarrollo con las demás políticas públicas de la Generalidad y, por el otro, contribuye a la provisión de bienes públicos globales y supera, por lo tanto, la estricta gestión de AOD. En este último sentido, por ejemplo, se sitúa la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad, que, entre otros objetivos, pretende contribuir a la democratización de los organismos internacionales para hacerlos más represen-tativos y más abiertos a la participación de actores no estatales.

De forma simultánea, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 ha hecho un esfuerzo por identificar el valor añadido de la cooperación catalana o, en otras palabras, para identificar la marca de identidad que no solo la caracteriza, sino que también la define en re-lación con el resto de actores de la comunidad internacional de donantes. En este sentido, la condición descentralizada de la cooperación catalana le permite hoy posicionarse sobre deter-minados temas con mayor libertad, sin los condicionantes propios de los estados.

Asimismo, la cooperación catalana está conformada por una pluralidad de actores públicos y privados implicados tanto en el diseño como en la implementación de la política de coopera-ción, hecho que la convierte en una política altamente participativa y participada. De ahí la im-portancia de la concertación no solo como práctica, sino también, como se verá más adelante, como modalidad. El valor añadido de la cooperación catalana también proviene de su pericia sectorial, fundamentalmente en temas relacionados con la gobernanza multinivel, la configu-ración de políticas públicas, la construcción de paz y la prevención de conflictos violentos, la defensa de los derechos colectivos y de los derechos de los pueblos indígenas y de los pueblos minorizados y la equidad entre mujeres y hombres y la promoción de un desarrollo sostenible. Actuaciones, todas ellas, que pueden resumirse en la idea de contribuir a generar o ampliar espacios de soberanía individual y colectiva.

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Misión, principios y valores

Este plan director parte de dos importantes premisas que derivan del marco doctrinal de la Ley de cooperación al desarrollo. Por una parte, la constatación que la pobreza y la marginación no son producto de la pobreza de recursos –naturales, económicos, culturales y políticos–, sino de la falta de oportunidades de las personas y los pueblos de acceder a estos recursos y hacer un uso de los mismos que mejore su calidad de vida. Por otra, que las oportunidades están mal distribuidas y que estas desigualdades en el acceso a los recursos y en sus derechos de uso relegan buena parte de la población a situaciones de exclusión que tienden a perpetuarse si no se combaten las causas estructurales que las provocan.

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La asunción de este punto de partida pone en el centro de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad la generación de espacios de soberanía o, dicho de otro modo, los procesos de ampliación de capacidades de elección de las personas y los pueblos.

El concepto de desarrollo humano sostenible promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) y que adopta la Ley de cooperación al desarrollo, es el que recoge de forma óptima este enfoque de capacidades y engloba, desde una concepción inte-gral, las distintas dimensiones del desarrollo: la democrática, económica, social y ambiental.

Por otra parte, la Ley de cooperación al desarrollo establece en el articulado los principios y valores que orientan esta política pública. Los valores que recoge esta ley entroncan con el espíritu transformador de esta política pública, mientras que los principios están fuertemente asociados a su calidad y eficacia.

Valores de la cooperación catalana según lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo (y ampliados en el marco de los planes directores)

A. El reconocimiento del ser humano en las dimensiones individual y colectiva, como protago-nista y destinatario último de la política de cooperación pública al desarrollo.

B. El fomento de la paz, la justicia, la igualdad y la equidad en las relaciones entre personas, pueblos, culturas, naciones y estados, así como la prevención y la solución pacífica de los conflictos y las tensiones sociales, y el fortalecimiento y el arraigo de la paz y de la convivencia.

C. La promoción y defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales, universa-les, indivisibles e interdependientes, considerando la libertad, la democracia y la dignidad de la persona como fundamentos de todo el esfuerzo en pro del desarrollo humano.

D. El reconocimiento del derecho de los pueblos a la defensa y promoción de la cultura, la len-gua y la identidad propias, así como de los valores de la convivencia multicultural.

E. La defensa y promoción de las personas y los colectivos más desfavorecidos o de los que sufren discriminaciones políticas o económicas por razones de sexo, raza o etnia, cultura o religión. La defensa y promoción de las personas y los colectivos que sufren discriminaciones por razón de su opción sexual o por razón de su discapacidad.

F. El reconocimiento de los derechos económicos, laborales y sociales, del trabajo, la empresa y el buen gobierno como fundamentos de un desarrollo económico duradero, equitativo y sos-tenible que también incida en la redistribución de la riqueza y en la justicia social.

27Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Principios de la cooperación catalana según lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo

A. Los principios de colaboración y complementariedad entre los poderes públicos y las inicia-tivas solidarias y de cooperación al desarrollo de la sociedad civil catalana.

B. Los principios de transparencia e información y de participación de los agentes de coopera-ción en la actividad pública en este ámbito.

C. El principio de planificación de la actividad pública.

D. El principio de coordinación de toda la actividad de la Administración de la Generalidad en el ámbito de la cooperación al desarrollo.

E. Los principios de eficacia, eficiencia y responsabilización en la aplicación de las políticas, los programas, los proyectos y las actuaciones en general, tanto de los poderes públicos como de los agentes de cooperación que utilicen recursos públicos con finalidades de cooperación al desarrollo.

F. Los principios de responsabilidad, participación y asunción de los programas y los proyectos por las comunidades o los gobiernos de los países en desarrollo y de concertación con los agentes de cooperación de estos países.

G. Los principios de coordinación, colaboración y cooperación entre las administraciones pú-blicas, en el marco de las respectivas competencias, así como con otras agencias y organismos internacionales de solidaridad y cooperación.

H. El principio de liberalidad de las actuaciones de cooperación que tengan la consideración de AOD, de acuerdo con lo establecido por el artículo 1.4.

I. Los principios de control, seguimiento y evaluación de las actuaciones de cooperación al desarrollo.

J. El principio de coherencia.

Tomando como punto de partida la Ley de cooperación al desarrollo y el concepto de desarro-llo humano sostenible y los valores y principios que desarrolla, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014, principal instrumento técnico de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad, establece la misión de esta política en los siguientes términos:

Misión: promover el desarrollo humano sostenible mediante una política de cooperación al desarrollo de calidad y transformadora.

Para desarrollar esta misión, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 estable-ce las prioridades —geográficas y sectoriales– para los próximos cuatro años de la acción de gobierno, así como las modalidades, los instrumentos, las alianzas, las capacidades y los recursos necesarios para su consecución. Además, para que el desarrollo de esta política sea en clave transformadora y de calidad, el Plan director define dos grandes objetivos que deben impregnar el conjunto de la política. El primero, se orienta a la mejora de la calidad y la efica-cia y desarrolla los principios de coherencia, participación y los de la agenda de eficacia de la ayuda. El segundo, desarrolla los objetivos transversales de la cooperación al desarrollo de la Generalidad, inspirados en los valores de la Ley de cooperación al desarrollo y portadores del carácter más transformador de esta política.

28 DGCDAH / ACCD

El Plan director parte del convencimiento que la calidad y la eficacia constituyen piedras angulares de esta política pública, ya que se asocian directamente con la capacidad de mejorar el impacto de la acción del gobierno en términos de desarrollo. Esta concepción está estrechamente vinculada a los principios ordenadores que, de acuerdo con la Ley de cooperación al desarrollo, deben orientar el conjunto de las actuaciones de la Generalidad en este ámbito. En coherencia con ello, el Plan director propone articular en tres grandes bloques el desarrollo de los principios de la Ley de cooperación al desarrollo vinculados con la calidad y la eficacia. Complementariamente, y como novedad, se ha introducido un cuarto eje que parte de un rasgo característico de este plan, ya que se trata de un instrumento de planificación que se encuentra a caballo entre dos ciclos largos.

Mejorar la calidad y eficacia de la cooperación al desarrollo

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Los dos primeros bloques desarrollan principios que se esgrimen como rasgos distintivos de la cooperación catalana y que están fuertemente asociados con la calidad de la cooperación al desarrollo: la participación efectiva de los agentes de desarrollo catalanes y de los países socios en la política de cooperación al desarrollo, así como la mejora de la coherencia en la acción de la Generalidad en la promoción del desarrollo.

El tercer bloque parte de los principios que recoge la Ley de cooperación al desarrollo relativos a la complementariedad, la transparencia y la información, la planificación, el seguimiento y la evaluación, la coordinación y la eficacia, entre otros, y que, en coherencia con la opción tomada en el marco del Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, quedan reformulados en los temas consensuados internacionalmente alrededor de la agenda de la eficacia de la ayuda. En último término, el cuarto eje es definido por la necesidad de avanzar en la exploración e innovación para encarar, de forma efectiva, el próximo ciclo de planificación de la política de cooperación.

4.1. Consolidar la participación efectiva de los actores de la cooperación catalana al desarrollo y de los actores de los países socios en la política de cooperación al desarrollo

La Ley de cooperación al desarrollo reconoce y establece como principio ordenador la parti-cipación de los agentes de cooperación en la planificación, el seguimiento y la evaluación de la política pública de cooperación al desarrollo. Este rasgo derivado de dicha ley confiere a la cooperación catalana un valor añadido, basado en su naturaleza participativa y participada, caracterizada por una pluralidad de actores con voz y voto y por la importancia de los espacios de concertación política entre los espacios público y privado.

Esta participación se vehicula mediante mecanismos formales que se derivan de la Ley de cooperación al desarrollo, los órganos consultivos y de coordinación y colaboración, entre los que el Consejo de Cooperación al Desarrollo resulta la máxima expresión en cuanto a espacio de participación, puesto que en este órgano hay representantes del conjunto de actores de la cooperación de la Generalidad al desarrollo.

Sin embargo, la participación de los distintos agentes de cooperación no se agota en estos mecanismos formales, sino que en la elaboración de los distintos instrumentos de planificación, seguimiento y evaluación de la política de cooperación al desarrollo (planes, estrategias, direc-trices, entre otros) se habilitan varios espacios de participación ad hoc, presenciales y virtuales, complementariamente a los espacios formales.

4.1.1. Mejorar los mecanismos formales de participación derivados de la Ley de cooperación al desarrollo

En este ciclo de planificación se esforzará por mejorar los espacios de participación para con-vertirlos en espacios de participación efectiva y de calidad. En cuanto a los mecanismos for-males que derivan de la Ley de cooperación al desarrollo, la Generalidad seguirá prestando apoyo técnico al funcionamiento de los órganos de coordinación y colaboración y los órganos consultivos, sin que ello suponga poner en cuestión su autonomía, con el objetivo de facilitar que desarrolle las funciones que le son encomendadas.

31Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

En este sentido, durante este mandato, también se redoblarán los esfuerzos para explorar me-canismos que hagan posible la incorporación de la visión de los países socios en este órgano consultivo.

4.1.2. Mejorar la participación de los actores de cooperación catalanes y de los países socios en el ciclo de esta política pública

La experiencia de los últimos cuatro años en el establecimiento de mecanismos ad hoc para la elaboración de instrumentos de planificación debe permitir que durante este plan director se esfuerce por incorporar las lecciones aprendidas y los conocimientos adquiridos en próximos procesos participativos. En efecto, en este ciclo de planificación deberá efectuarse un análisis crítico de los mecanismos de participación y trabajar para optimizar espacios participativos próximos según las necesidades y los objetivos de cada caso particular.

En el marco de este análisis de la mejora de los mecanismos de participación, la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación puede ser crucial. En este sen-tido, el desarrollo durante la vigencia de este plan director de mecanismos virtuales de coope-ración al desarrollo, como espacios de intercambio de información y de recogida de opiniones, puede servir de correlato de los espacios ad hoc de participación y ser complementarios de los espacios presenciales articulados alrededor de los distintos procesos de elaboración de documentos estratégicos.

En cuanto a la participación de los actores de los países socios en el ciclo de la política pública de cooperación al desarrollo, se ha incorporado en los instrumentos de planificación en el caso de la elaboración de las estrategias de país prioritario (EPP) y en las evaluaciones estratégicas, y queda pendiente hacerlo en la fase de seguimiento estratégico.

Por lo tanto, en el mandato del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 deberán desarrollarse las metodologías que garanticen la participación de los actores de los países so-cios en los procesos de seguimiento y evaluación.

Cuadro de resultados

O1. Mejorar los mecanismos formales de participación derivados de la Ley de co-operación al desarrollo.

R1. Haber prestado apoyo técnico al trabajo del Consejo de Cooperación al Desarrollo.

R2. Haber explorado mecanismos para incorporar la visión de los actores de los países socios en el trabajo del Consejo de Cooperación al Desarrollo.

O2. Mejorar la participación de los actores de cooperación catalanes y de los paí-ses socios en el ciclo de la política pública.

R1. Haber optimizado y mejorado los mecanismos de participación ad hoc de la cooperación catalana, teniendo en cuenta los procesos internos de los distintos agentes de cooperación.

R2. Haber consolidado mecanismos virtuales de información y participación como espacios de intercambio de información y recogida de opiniones.

R3. Haber consolidado mecanismos de participación de los actores de los países socios en la planificación estratégica.

R4. Haber explorado mecanismos para incorporar la participación de los actores de los países socios en el seguimiento y la evaluación estratégicos.

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4.2. Garantizar la coherencia de la acción del Gobierno de la Generalidad en la promoción del desarrollo humano sostenible

La Ley de cooperación al desarrollo establece la coherencia como un principio que debe orien-tar esta política pública. Exactamente, de esta ley se extrae que el desarrollo, que es el bien público global perseguido, nunca puede considerarse exclusivamente fruto de la ayuda al de-sarrollo y, en consecuencia, es preciso garantizar la coherencia de la política de cooperación para el desarrollo con otras políticas públicas catalanas. Fruto de esta voluntad, durante el ciclo de planificación precedente, la DGCDAH encargó la elaboración de un estudio externo de CPD, que sienta las bases del trabajo que debe desarrollarse en la aplicación de este principio y pro-pone la elaboración, por el Gobierno, de una estrategia de coherencia de políticas.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), alcanzar un mayor grado de CPD significa trabajar para asegurar que los objetivos y los resultados de la po-lítica de cooperación para el desarrollo de un gobierno no estén socavados por otras políticas del mismo gobierno que tienen un impacto sobre los países socios y que estas políticas apoyen los objetivos de desarrollo de estos países donde sea factible.

En efecto, hay otras políticas promovidas por el gobierno que, a pesar de perseguir objetivos propios, tienen, intencionadamente o no, un impacto en las condiciones de vida, las oportu-nidades y el bienestar de los países socios. Estas políticas pueden contribuir al esfuerzo de la política de cooperación para el desarrollo o bien disminuirlo, neutralizarlo o incluso suponer un impacto negativo en términos de desarrollo. En este sentido, el fomento de la CPD no significa que todas las políticas tengan objetivos idénticos, sino que a la hora de elaborar y formular políticas deben tenerse en cuenta las posibles interrelaciones entre estas y los objetivos de la política de cooperación al desarrollo.

La promoción de la CPD en el próximo ciclo de planificación supondrá mejorar las capacidades del Gobierno y también de los distintos actores de la cooperación catalana en tres sentidos: 1) en cuanto a capacidades analíticas sobre coherencia de políticas; 2) en relación con las capa-cidades de coordinación de los actores del gobierno y las actuaciones, y 3) en relación con un enfoque más estratégico de la CPD.

4.2.1. Mejorar la capacidad analítica en CPD

El Gobierno impulsa políticas en ámbitos en los que tiene competencias en exclusiva, en ám-bitos en los que las competencias son compartidas y en otros ámbitos muy relevantes en tér-minos de CPD, para los que solo tiene competencias ejecutivas. Este hecho obliga a analizar el marco competencial del Gobierno y a distinguir entre ámbitos de atención especial, como pueden ser el de la migración, la investigación, la educación o el cambio climático, de otros ámbitos cuya competencia corresponde al Gobierno del Estado, como son la política de ex-tranjería o de defensa.

El análisis profundizado de las intersecciones que se dan entre políticas e incoherencias poten-ciales o efectivas en términos de desarrollo resulta un requisito para poder desarrollar, por parte del Gobierno, una estrategia efectiva en CPD. Será necesario, pues, mejorar el conocimiento de los impactos, a partir de casos y políticas concretas y de las buenas y malas prácticas interna-cionales para su gestión.

34 DGCDAH / ACCD

35Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

4.2.2. Mejorar los espacios, instrumentos y capacidades de coordinación entre los departamentos y organismos autónomos de gobierno en la promoción de la CPD

El impulso de la CPD requiere un liderazgo importante por parte de la unidad de gobierno com-petente en materia de cooperación al desarrollo, así como la existencia de mecanismos y espa-cios funcionales de coordinación entre los distintos departamentos de la Generalidad. A partir de lo establecido por el artículo 7 de la Ley de cooperación al desarrollo, referido al principio de coherencia, es preciso desarrollar el mecanismo de gobierno para aplicar dicho principio si una actuación pública de la Generalidad no calificable como de cooperación al desarrollo puede impactar significativamente en un país socio.

En relación con los espacios, y según lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo, la Comisión Interdepartamental de Cooperación al Desarrollo es el órgano técnico de coordina-ción interdepartamental de la Administración de la Generalidad en el ámbito de la cooperación al desarrollo. Dicha Comisión, por lo tanto, resulta el principal espacio de coordinación de la acción de gobierno en este ámbito y un espacio privilegiado para promover, de forma concer-tada, la CPD.

En cuanto a los mecanismos, la CPD se impulsará a partir de instrumentos estratégicos como las EPP y mediante los instrumentos de ejecución como los convenios de colaboración entre la DCGCAH / la ACCD y los departamentos.

4.2.3. Elaborar y adoptar una estrategia de CPD

El mandato que se abre con la aprobación del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 deviene estratégico para consolidar los avances en el desarrollo del principio de coheren-cia de políticas. Así, y partiendo de la doctrina procedente del ciclo de planificación 2007-2010 en cuanto a la coherencia de políticas, en este nuevo mandato es preciso impulsar un proceso participativo con el conjunto de actores de la cooperación catalana, con especial atención al trabajo conjunto entre todos los departamentos y organismos autónomos de gobierno.

El desarrollo de la estrategia de CPD requerirá un proceso de apropiación por todos los actores implicados, especialmente los departamentos de la Generalidad, y la dotación de los recursos y esfuerzos de capacitación necesarios para impulsar y desarrollar el documento de estrategia.

Cuadro de resultados

O3. Mejorar la capacidad analítica en CPD.

R1. Haber elaborado informes periódicos sobre CPD de la Generalidad.

R2. Haber elaborado estudios específicos sobre políticas y actuaciones concretas de la Gene-ralidad y su impacto potencial o efectivo sobre el desarrollo.

O4. Mejorar los espacios, instrumentos y capacidades de coordinación entre los departamentos y organismos autónomos de gobierno en la promoción de la CPD.

R1. Haber impulsado un grupo de trabajo sobre CPD en el marco de la Comisión Interdeparta-mental de Cooperación al Desarrollo.

R2. Haber incorporado la CPD en la elaboración de las EPP y en todos los procesos y docu-mentos de planificación estratégica de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R3. Haber promovido la CPD mediante los convenios marco de colaboración entre los depar-tamentos.

O5. Elaborar y adoptar una estrategia de CPD.

R1. Haber promovido un proceso participativo de elaboración de una estrategia de CPD de la Generalidad.

R2. Haber adoptado y socializado la estrategia de CPD del Gobierno entre la DGCDAH / la ACCD y el conjunto de departamentos de la Generalidad.

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4.3. Mejorar la eficacia de la AOD de la Generalidad

El Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010 ya se hace eco de los principios de la agenda de la eficacia de la ayuda recogidos en la Declaración de París de 2005 cuando esta-blece que la apropiación, alineación y armonización deben guiar la política pública de coopera-ción al desarrollo. La Declaración de París, a pesar de constituir uno de los compromisos más relevantes y consensuados en cuanto a la forma de gestionar y canalizar la AOD, se centra en los estados y, por consiguiente, deja fuera del debate político a una gran parte de los actores del desarrollo, entre los que se hallan los gobiernos descentralizados, los entes locales y la sociedad civil, entre otros.

Con la revisión a medio plazo de la Declaración de París que se hace en el Tercer Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda, de 2008, se aprueba el PAA, que amplía y democratiza la agenda de la eficacia de la ayuda en dos sentidos. En primer lugar, porque reivindica la impor-tancia de la participación de los países socios en la construcción de la agenda internacional de desarrollo. En segundo lugar, por el hecho de que los gobiernos descentralizados, los parla-mentos y la sociedad civil, así como otros actores que anteriormente habían estado ausentes del debate, están invitados a participar en la construcción de la agenda de la eficacia, así como en la reforma de la arquitectura de la ayuda que se deriva. De este modo, existe un recono-cimiento explícito del papel de los gobiernos descentralizados en los procesos de desarrollo.Además de este reconocimiento del papel de los gobiernos descentralizados, el PAA establece que la igualdad entre mujeres y hombres, el respeto por los derechos humanos y la sostenibi-lidad deben ser abordados de forma sistemática y coherente para garantizar la eficacia de las políticas de cooperación al desarrollo.

37Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

La Generalidad ha efectuado el seguimiento de la evolución de esta agenda en los últimos años y ha participado activamente en la misma —Foro de las Partes Interesadas de Roma, Foro de Cooperación al Desarrollo (FCD) del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) y Tercer Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda de Accra—, y ha avanzado en la definición de una lectura propia desde las características de la cooperación catalana. Esta voluntad de estar en los debates y convertirlos en una agenda de trabajo específica ha cristali-zado en un documento de posicionamiento de la Generalidad en eficacia de la ayuda.

De este modo, el compromiso con la eficacia de la ayuda ha tenido una traslación en los distin-tos documentos de planificación estratégica y planificación operativa de la política pública de cooperación al desarrollo. En coherencia, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 confirma la voluntad de esta política pública de seguir trabajando y profundizando en la agenda de la eficacia de la ayuda y, por consiguiente, le otorga un tratamiento transversal a lo largo de todo el documento que debe permitir una agenda de trabajo mucho más intensiva que apunte hacia dos ámbitos principales de actuación. Por un lado, la aportación de una perspec-tiva de cooperación descentralizada como la catalana a los debates internacionales sobre efi-cacia de la ayuda. Por otro lado, la concreción de una agenda de trabajo específica y adaptada a las características de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad para desarrollar los principios de la eficacia de la ayuda. A continuación, se desarrollan y detallan estas dos líneas de trabajo.

38 DGCDAH / ACCD

4.3.1. Participar y contribuir al debate internacional sobre eficacia de la ayuda desde las especificidades de la cooperación catalana

La estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad, aprobada en 2009, reconoce la importancia del «nuevo multilateralismo» como el paradigma que aboga por la reforma del sistema multilateral para hacerlo más eficaz, verdaderamente representativo y le-gítimo y que garantice una gobernanza democrática de la globalización, capaz de dar una respuesta efectiva a los desafíos de desarrollo global, mediante la participación del conjunto diverso y heterogéneo de los actores implicados. El Gobierno, en el desarrollo de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad, se alinea con el paradigma del nuevo multilateralismo y es en este marco que se plantea la necesidad de contribuir y participar en el debate internacional sobre eficacia de la ayuda, como un actor con voz propia y portador de una agenda específica que puede contribuir a su mejora.

La Generalidad ha sido el primer gobierno descentralizado que ha participado en los principales acontecimientos sobre eficacia de la ayuda que se han celebrado desde 2008. No obstante, esta participación todavía no dispone de un reconocimiento explícito por el Grupo de Trabajo sobre Eficacia de la Ayuda del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE o por el nuevo espacio abierto por el ECOSOC de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el FCD, que pretende ser un contrapeso más representativo e inclusivo al CAD en la revisión de las políti-cas de cooperación al desarrollo. Así pues, durante el próximo ciclo de planificación deberán ampliarse los esfuerzos para la apertura de espacios de participación estables para el conjunto de los actores de la cooperación catalana en los distintos foros, cumbres y encuentros sobre eficacia de la ayuda.

En otro nivel de incidencia, la participación en redes internacionales con entidades homólogas del norte y del sur, como el Foro Global de Asociaciones de Regiones (FOGAR) o Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), resulta clave para establecer y promover agendas compar-tidas sobre eficacia de la ayuda con los actores homólogos.

A pesar de ello, la contribución del valor añadido de la cooperación descentralizada en el debate internacional sobre eficacia de la ayuda no es solo una cuestión que deben trabajar los gobiernos descentralizados. Por su naturaleza, esta también debe ser una línea de trabajo que deben tener presente las cooperaciones de los estados y de la Unión Europea. En con-secuencia, este plan director plantea como agenda de trabajo la incidencia en las políticas de cooperación española sobre eficacia de la ayuda para que incorporen el valor añadido de la cooperación descentralizada.

4.3.2. Promover el desarrollo de la eficacia en las prioridades, modalidades, instrumentos, alianzas y planificación, el seguimiento y la evaluación de la política pública del Gobierno de cooperación al desarrollo

La agenda de la eficacia de la ayuda promueve una nueva arquitectura de la ayuda basada en la revisión de las relaciones entre países donantes y socios para hacerlas más horizontales. En este sentido, se quiere crear un partenariado global para el desarrollo, en el que los países socios tengan la potestad de participar más activamente en el uso que se hace de los flujos de ayuda que provienen de los países donantes. Ello significa que los acuerdos que se firmen entre los países donantes y los países socios no pueden definirse como contratos de negocios, sino más bien como contratos sociales en los que se ponga en juego mucho más que la simple rendición de cuentas financiera. La Declaración de París quiere impulsar el establecimiento de acuerdos políticos que deben ser elaborados entre los distintos actores de desarrollo en condiciones de igualdad y en los que se rompa la jerarquía clásica entre países donantes y receptores.

La democratización de la agenda de la eficacia de la ayuda después del PAA ofrece distintas ventanas de oportunidad para la cooperación descentralizada que amplían su agenda de tra-bajo y que quedan recogidas en este plan director.

40 DGCDAH / ACCD

Principio de apropiación democráticaDesde Accra se amplía el concepto de apropiación y se incluyen en este la sociedad civil, los parlamentos y los gobiernos locales. Así, desde este momento, se empieza a hablar de apropia-ción democrática por el hecho de que el PAA amplía los actores involucrados en los procesos de desarrollo y, por lo tanto, los reconoce como actores relevantes en la definición de agendas nacionales, regionales y locales de desarrollo.

Esta democratización de la apropiación aboga por un trabajo directo con las autoridades des-centralizadas y con los actores de la sociedad civil socios de la cooperación catalana, especial-mente las organizaciones de mujeres y organizaciones feministas y los pueblos minorizados, en la definición e implementación de los planes de desarrollo.

La aplicación del principio de apropiación democrática en el caso de la cooperación catalana supone trabajar en el fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos homólogos en la de-finición de su agenda de desarrollo, y apoderar a la ciudadanía y la sociedad civil para garantizar su implicación activa en los procesos de desarrollo.

Principio de alineación críticaLos consensos internacionales alrededor de la agenda de la eficacia de la ayuda recomiendan que la acción en cooperación al desarrollo de los países donantes se apoye en las estrategias, prioridades, instituciones y procedimientos de los países socios y se alinee a los mismos.

El desarrollo de este principio es indisociable de las capacidades institucionales existentes en el país socio y a la vez exige que el proceso de definición de las necesidades y prioridades en las estrategias de desarrollo haya sido plural y participativo y haya incorporado el conjunto de prioridades de desarrollo –teniendo en cuenta las procedentes de los colectivos tradicional-mente excluidos, los pueblos minorizados y las organizaciones de mujeres y las organizaciones feministas, entre otros–, a veces en conflicto.

La cooperación al desarrollo de la Generalidad opta por el concepto de alineación crítica para poner el énfasis en el hecho de que los procesos de desarrollo que acompaña siempre deberán ser coherentes con los valores que inspiran esta política pública y los objetivos transversales que se derivan.

Principio de armonizaciónDesarrollar el principio de armonización implica avanzar en la mejora de los espacios y meca-nismos para garantizar la coordinación y coherencia de todas las actuaciones en materia de cooperación al desarrollo en el seno del Gobierno así como en relación con otros niveles de administración.

Con relación a la coordinación en el seno del Gobierno, se hace necesario dirigir esfuerzos para garantizar la calidad y coherencia de la AOD que se impulsa desde el conjunto de organismos ejecutores de la política de cooperación para el desarrollo con los objetivos de este plan direc-tor, y las estrategias, las directrices y los planes anuales que se derivan.

En este sentido, resulta prioritario fortalecer los espacios formales que ya establece la Ley de cooperación al desarrollo, como la Comisión Interdepartamental de Cooperación al Desarrollo, que cuenta con la representación del conjunto de los departamentos y organismos de la Gene-ralidad. Para llevarlo a cabo, es preciso explorar las potencialidades de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación con el objetivo de impulsar un espacio de información, coordinación y encuentro de las personas de los distintos departamentos implicadas o intere-sadas en la política pública de cooperación al desarrollo.

41Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

En cuanto a la coordinación intergubernamental, el Gobierno interactúa con otros niveles de gobierno en el ámbito de la cooperación al desarrollo: el Gobierno español, la Unión Europea o los entes locales. Esta interacción, que también supone interdependencias, obliga a dedicar esfuerzos a la coordinación con el objetivo de mejorar el impacto y la coherencia de la acción en desarrollo.

Con relación al mundo local, es preciso continuar con el trabajo de mejora y consolidación del espacio de coordinación formal establecido en la Ley de cooperación al desarrollo, la Comisión de Coordinación con los Entes Locales, y consolidarlo como espacio efectivo de intercambio de información, comunicación y colaboración.

En cuanto a la coordinación con el Gobierno español, es preciso garantizar la participación efectiva de la cooperación catalana en los órganos y espacios de coordinación existentes en el marco del sistema de cooperación español —Conferencia Sectorial de la Cooperación Interna-cional para el Desarrollo y Comisión Interterritorial de Cooperación para el Desarrollo.

En cuanto a la comunidad internacional de donantes, habrá que destinar esfuerzos para regu-larizar la presencia catalana en los espacios internacionales de armonización, sean de orga-nismos bilaterales, multilaterales o de redes regionales o internacionales, especialmente en los países y pueblos prioritarios de la cooperación catalana.

Principio de gestión por resultadosLa agenda de la eficacia de la ayuda afirma que debe avanzarse en la planificación por resul-tados, incluyendo los elementos de seguimiento y evaluación. De este modo, resulta crucial dotarse de los instrumentos necesarios para garantizar la planificación, el seguimiento y la evaluación orientados a resultados de desarrollo. En cuanto a la planificación por resultados, este plan director ya supone un avance, puesto que, al contener resultados concretos, resulta un documento estratégico evaluable.

Además, la gestión por resultados implica la planificación operativa por resultados y el desa-rrollo de sistemas de gestión de la calidad que permitan establecer un seguimiento mediante mecanismos de mejora continua y evaluación que orienten la toma de decisiones. Así pues, durante este ciclo se destinarán más esfuerzos para avanzar en la consolidación de un sistema de calidad en el principal órgano ejecutor de la política pública de cooperación de la Generali-dad, la ACCD.

Principio de responsabilidad compartida (rendición de cuentas mutua)Este principio de la eficacia de la ayuda recoge los principios de información y transparencia de la Ley de cooperación al desarrollo. En efecto, la información y la transparencia son medios fundamentales de garantía de control democrático de las instituciones por la ciudadanía, así como de conocimiento de la acción de gobierno y facilitación de la participación ciudadana en la toma de decisiones públicas.

Con Accra, se entiende que la información y rendición de cuentas debe hacerse desde una perspectiva de gobernanza multinivel, en la que cada uno de los niveles de gobierno pueda responder de forma vertical y horizontal, tanto en el norte como en el sur. En la rendición de cuentas vertical (entre los gobiernos y la ciudadanía) es muy importante que la transparencia, la información y la predictibilidad de los gastos destinados y recibidos en materia de cooperación al desarrollo se conviertan en un compromiso del gobierno donante.

Con relación a la rendición de cuentas horizontal, entre entidades homólogas, durante este ciclo es necesario esforzarse por garantizar la producción y difusión de información regular, oportuna, comprensible y precisa sobre la política pública de cooperación al desarrollo en to-das las fases: planificación, ejecución, seguimiento y evaluación.

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43Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Cuadro de resultados

O6. Participar y contribuir al debate internacional sobre eficacia de la ayuda.

R1. Haber abierto espacios de participación de la cooperación catalana en los debates sobre la eficacia de la ayuda de la OCDE y la ONU.

R2. Haber contribuido a mejorar la participación y la capacidad de incidencia política de los gobiernos homólogos en los debates sobre eficacia de la ayuda.

R3. Haber incidido porque las políticas española y europea incorporen las ventajas comparati-vas de la cooperación descentralizada en la agenda de eficacia de la ayuda.

R4. Haber promovido la especificidad de la cooperación descentralizada en el debate sobre eficacia de la ayuda mediante las redes internacionales de gobiernos descentralizados.

O7. Promover el desarrollo de la eficacia en las prioridades, las modalidades, los instrumentos, las alianzas y la planificación, el seguimiento y la evaluación de la política pública del Gobierno de cooperación al desarrollo.

Apropiación democrática

R1. Haber promovido el fortalecimiento institucional de los distintos niveles de gobierno de los países socios para mejorar su incidencia en la elaboración y desarrollo de sus estrategias de desarrollo.

R2. Haber fortalecido a los actores de la sociedad civil de los países socios para garantizar el seguimiento e incidencia en las políticas públicas, especialmente las organizaciones de mujeres y las organizaciones feministas y los pueblos minorizados.

Alineación crítica

R3. Haber alineado la cooperación de la Generalidad al desarrollo con las prioridades, estrate-gias, instituciones y procedimientos de los países socios mediante las EPP.

R4. Haber mejorado la previsibilidad de la AOD de la Generalidad mediante instrumentos de ejecución plurienales.

Armonización

R5. Haber mejorado los espacios y mecanismos para garantizar la coherencia interna y la coor-dinación de las actuaciones del Gobierno en materia de cooperación al desarrollo.

R6. Haber mejorado los espacios y mecanismos de coordinación con los entes locales, respe-tando el principio de equilibrio territorial.

R7. Haber incrementado la participación en los mecanismos de planificación, ejecución y eva-luación y los espacios de coordinación con la comunidad de donantes bilaterales y multilate-rales.

R8. Haber participado en los ejercicios de división del trabajo en los países y pueblos priorita-rios de la cooperación catalana.

Gestión por resultados

R9. Haber elaborado instrumentos de planificación estratégica y planificación operativa orien-tados a la gestión por resultados.

R10. Haber orientado los mecanismos de seguimiento y evaluación de la política pública de cooperación de la Generalidad a la gestión por resultados.

Responsabilidad compartida (rendición de cuentas mutua)

R11. Haber mejorado la transparencia y publicidad de los flujos de AOD tanto en el seno de la Generalidad como en los países socios.

R12. Haber fortalecido las capacidades de control político y seguimiento de la sociedad civil del norte y del sur de los flujos de la ayuda.

44 DGCDAH / ACCD

4.4. Promover mecanismos de innovación orientados a alimentar el nuevo ciclo de planificación largo

El actual Plan director combina elementos de lo que se considera ciclo corto de planificación, de cuatro años, con los elementos de finalización e inicio de un ciclo largo de planificación, de doce años. Por lo tanto, debe compaginar los aspectos de continuidad con los planes direc-tores que le preceden con los otros aspectos orientados a la actualización e innovación que definirán el próximo ciclo largo de planificación.

De todo ello, se deriva que durante el mandato de este plan se dirigirán esfuerzos para explorar nuevos instrumentos, objetivos y prioridades, y que este debe ser un plan sensible al cambio, flexible y que incentive los procesos de innovación.

Por el hecho de que nos encontramos al final del primer ciclo largo de planificación, uno de los ejes de trabajo de este plan director ha sido avanzar en el análisis del valor añadido de la

45Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

política de cooperación de la Generalidad. En efecto, es preciso seguir trabajando en esta línea para poder identificar lo que nos define para poder afrontar de forma madura y consistente en próximos ciclos de planificación el debate sobre las ventajas comparativas de la cooperación catalana. Además, este trabajo debe permitir encarar con más solidez y con un discurso ela-borado los futuros ejercicios sobre la complementariedad y la división internacional del trabajo en la política de desarrollo, de los que la cooperación catalana no puede quedar al margen.

Por lo tanto, es preciso destinar una parte de la AOD a explorar nuevas oportunidades para la cooperación catalana, así como a explorar mecanismos de salida de ámbitos de trabajo en los que no se han registrado impactos positivos a largo plazo o en los que no se ha demostrado un valor añadido.

Una vía posible en este sentido es la exploración de ámbitos relacionales que permitan indagar en las relaciones de interdependencia sectorial y geográfica. O sea, trabajar en formas inno-vadoras de trabajo sectorial, básicamente relacionales, que permitan reforzar y complementar la tarea en los demás sectores a partir de la exploración de temas generadores de relaciones, tales como el fenómeno migratorio o el cambio climático, entre otros.

Otro espacio de innovación que debe permitir avanzar en el análisis del valor añadido de la cooperación catalana es el del trabajo sectorial clásico. En este ciclo de planificación es crucial que se lleve a cabo una exploración profunda en el seno de los distintos sectores para ex-traer conclusiones y recomendaciones sobre hacia donde deberá virar la concentración en el próximo ciclo de planificación. Es preciso que, previo examen en profundidad, la cooperación catalana sea capaz de definir los ámbitos específicos, dentro de cada sector, en los que puede ser más estratégica según su valor añadido.

Por lo demás, y en un contexto internacional en el que se está dando un cambio sin preceden-tes en los instrumentos de financiación y desarrollo de la ayuda, es preciso explorar también las posibilidades de innovación en cuanto a los instrumentos de la cooperación catalana.

Por último, en este escenario, la cooperación concertada se erige como la modalidad que más encaja en esta apuesta por la innovación. Esta modalidad permite avanzar hacia alianzas para el desarrollo más estratégicas y flexibles, con un diseño compartido de los objetivos y resulta-dos esperados. Además, la lógica de partenariado que es inherente a esta modalidad permite efectuar esta transición de modelo de la forma más plural y compartida posible, uniendo los esfuerzos de la cooperación pública y la privada.

Cuadro de resultados

O8. Trabajar por la investigación de los futuros procesos de cambio e innovación.

R1. Haber destinado como mínimo el 5% de la AOD a prioridades de exploración.

R2. Haber explorado el valor añadido de la cooperación catalana en los objetivos estratégicos del Plan director.

R3. Haber hecho uso de la modalidad concertada de cooperación para innovar nuevas pro-puestas de cooperación al desarrollo.

46 DGCDAH / ACCD

El Plan director se reclama de una concepción transformadora de la cooperación al desarrollo que pretende promover cambios profundos en las relaciones y estructuras que inciden en los procesos de desarrollo de los países socios y en las relaciones entre los países del norte y del sur. Esta concepción está estrechamente vinculada a los valores que, de acuerdo con la Ley de cooperación al desarrollo, deben guiar la política de la Generalidad en este ámbito y que la fundamentan, entre los que destacan la orientación a la equidad entre las personas; el reconocimiento, la promoción y la defensa de los derechos individuales y colectivos, y el buen gobierno como fundamento de un desarrollo duradero, equitativo y sostenible.

Promover una cooperación al desarrollo transformadora

05

48 DGCDAH / ACCD

En coherencia con ello y en continuidad con el anterior ciclo de planificación, el Plan director propone dar el tratamiento de objetivos transversales a la equidad entre mujeres y hombres; a la gobernanza democrática, los derechos humanos y el fortalecimiento del tejido social, y a la sostenibilidad del desarrollo.

Ello supone abordar estos objetivos de forma sistemática y coherente y transversalizarlos en la política de cooperación al desarrollo en su conjunto, en todos los ámbitos y niveles, en la medida en que son condiciones mínimas para que puedan darse procesos verdaderamente transformadores y exitosos de desarrollo en los países socios.

El primero de estos objetivos, promover la equidad entre mujeres y hombres, ha sido el más desarrollado durante el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, que responde a un mayor desarrollo también en el ámbito internacional y al impulso y las capacidades de los actores de la cooperación catalana. Durante el actual Plan director, se pretende avanzar en este desarrollo y consolidarlo, y poner las bases de los otros dos objetivos e impulsar su desarrollo, de acuerdo con las prioridades que se detallan a continuación.

5.1. Promover la equidad entre mujeres y hombres mediante la aplicación de la perspectiva de género en todos los ámbitos de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad

La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing proponen una doble estrategia para promo-ver la igualdad entre mujeres y hombres. Por una parte, trabajar para contribuir al apoderamien-to de las mujeres, objetivo que en este plan director se desarrolla de forma singular en la línea de desarrollo y, por otra, introducir de forma transversal la perspectiva de género de acuerdo con el enfoque de género en desarrollo, cuya definición recoge el ECOSOC en 1997.Este es también el enfoque de la Unión Europea explicitado en la Comunicación de la Comisión Europea al Consejo y al Parlamento Europeo en 2007 en la que se reconoce que la igualdad de género es crucial en sí misma, un derecho humano fundamental y una cuestión de justicia social. La Comunicación se concreta en el Plan de acción de género y desarrollo de la Unión Europea 2010-2015, aprobado en marzo de 2010, que quiere acelerar la consecución de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM), especialmente el tercero y el quinto, así como los objetivos planteados por la Convención para la eliminación de todas las formas de discrimina-ción contra las mujeres (CEDAW), la Plataforma de Acción de Beijing y el Programa de acción de El Cairo.En Cataluña, la Ley de cooperación al desarrollo establece la equidad y la igualdad en las re-laciones entre personas como uno de los valores que deben orientar esta política pública. Por su parte, el Plan de políticas de mujeres 2008-2011, aprobado por el Gobierno, persigue como uno de sus objetivos la transversalización, hace referencia a la necesidad de que los poderes públicos incorporen la dimensión de género en sus actuaciones y recoge los compromisos de todos los departamentos en este ámbito.

49Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Desde la adopción de este enfoque, tal y como recoge el Informe del secretario general de la ONU de revisión de Beijing+15, se ha avanzado en la incorporación de la perspectiva de género y en el apoderamiento de las mujeres, a pesar de que los avances son desiguales en función de las regiones y los países y globalmente no existe ningún país donde se haya alcanzado la igualdad de género.

El contexto de crisis está agravando y profundizando las situaciones de desigualdad y las bre-chas de género en muchos países, lo que hace más urgente y prioritario consolidar el compro-miso con la equidad entre mujeres y hombres.

En respuesta a este contexto, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 mantiene el compromiso con esta doble estrategia que se planteaba en el anterior Plan director y profun-diza su alcance en las fases de implementación, seguimiento y evaluación. De esta forma, se da respuesta a la necesidad de abordar la distancia entre la política y su ejecución, así como de establecer mecanismos que garanticen la sostenibilidad de los cambios iniciados evitando el fenómeno conocido como evaporación de las políticas de género en el sentido de que las estrategias y los cambios propuestos tienden a diluirse en la implementación y a no concretarse en indicadores específicos que permitan su seguimiento y rendición de cuentas.

De forma complementaria, este objetivo transversal se desarrollará con la implementación de las directrices de equidad entre mujeres y hombres de la cooperación al desarrollo de la Gene-ralidad, que se elaboraron durante el anterior ciclo de planificación.

De acuerdo con ello, para promover la equidad entre mujeres y hombres, el Plan director esta-blece tres objetivos en los ámbitos de transversalización definidos en las directrices: estratégi-co, institucional y operativo.

5.1.1. Mejorar la incorporación de la agenda de equidad entre mujeres y hombres en la interlocución con los países socios y los actores de la cooperación catalana y en la planificación, seguimiento y evaluación estratégicos

Las organizaciones de mujeres y las organizaciones feministas han hecho una relevante con-tribución en los últimos años participando e incidiendo en los debates y los acuerdos inter-nacionales sobre cooperación al desarrollo, como por ejemplo en el Tercer Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda en Accra y la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo en Doha, y han puesto en evidencia la necesidad de vincular la eficacia de la ayuda a la igualdad de género y el apoderamiento de las mujeres.

Del mismo modo, los compromisos derivados de la CEDAW, la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing y su última revisión en 2010 deben centrar la reflexión y la acción por un desarrollo humano sostenible.

Este plan director quiere concentrarse en el hecho de que la promoción de la equidad entre mujeres y hombres, de acuerdo con los compromisos adquiridos en Beijing y sus sucesivas revisiones, la CEDAW y la política pública en Cataluña en este ámbito, se traslade al más alto nivel de la política pública de cooperación al desarrollo e impregne el diálogo de políticas con los actores de los países socios y de Cataluña, la planificación, el seguimiento y la evaluación estratégicos.

50 DGCDAH / ACCD

51Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Por ello, se priorizará impulsar la participación de los mecanismos de igualdad y de las organi-zaciones y los movimientos de mujeres en los procesos y espacios de diálogo de políticas. Del mismo modo, contar con información sobre las relaciones de género y la condición y posición de las mujeres y los hombres en un determinado contexto es fundamental para poder definir estrategias y actuaciones que promuevan la equidad entre mujeres y hombres y transformen las relaciones de género.

5.1.2. Trasladar el compromiso político con la equidad entre mujeres y hombres a todas las fases del ciclo de los proyectos y los programas de las líneas estratégicas de desarrollo, acción humanitaria, y educación y capacidades, e incorporar de forma efectiva la perspectiva de género

La promoción de la equidad entre mujeres y hombres y la incorporación de la perspectiva de género es un compromiso político que debe ir acompañado de capacidad técnica para hacer efectiva su implementación. Se parte del supuesto que ninguna actuación es neutral en térmi-nos de género, o sea, que impacta de forma diferente en los hombres y en las mujeres y que puede perpetuar, profundizar o transformar las relaciones desiguales entre mujeres y hombres.

Por lo tanto, se considerarán siempre las diferencias y las desigualdades que existen entre mujeres y hombres en una determinada sociedad (en sus roles y responsabilidades, sus necesi-dades e intereses, y su acceso a los recursos y al poder y control de estos) con objeto de esta-blecer mecanismos que tiendan a reducir las desigualdades en todos los ámbitos, y transformar las relaciones de género, que son relaciones de poder, en unas relaciones más equitativas. Es preciso abordar este asunto, en consecuencia, no como un asunto de las mujeres, sino que, por su carácter relacional, los hombres deben involucrarse en el compromiso y la acción en favor de la equidad de género.

Partiendo de este enfoque, el Plan director priorizará el establecimiento de mecanismos que permitan efectuar el seguimiento del proceso de incorporación de la perspectiva de género y consolidar avances, como por ejemplo el marcador de género del CAD, los planes de acción de género que permitirán ir definiendo indicadores, responsabilidades y mecanismos de segui-miento de los compromisos adquiridos y la mejora en la recogida y la gestión de la información.

5.1.3. Contribuir a la institucionalización de la equidad entre mujeres y hombres en el conjunto de los actores de la cooperación catalana

El Informe del secretario general de la ONU de revisión de Beijing+15 reconoce el papel cata-lizador y de agentes de cambio que juegan los mecanismos institucionales para promover la equidad entre mujeres y hombres y el apoderamiento de las mujeres y la necesidad de contar con estructuras efectivas y eficientes para proporcionar apoyo técnico y conceptual a los es-fuerzos de transversalización.

A la vez, las revisiones de la incorporación de la perspectiva de género en las instituciones de cooperación al desarrollo señalan que es importante que las instituciones que la llevan a cabo la aborden como un proceso en todos los ámbitos, incluido el ámbito que hace referencia al funcionamiento de las organizaciones.

Partiendo de ello, este plan director quiere dar prioridad a la mejora de las condiciones y ca-pacidades tanto de los actores de la Generalidad obligados por este plan como de los demás actores de la cooperación catalana para hacer efectiva la incorporación de la perspectiva de género mediante la asunción compartida de la responsabilidad en este ámbito. Por una parte, reconoce la importancia de la toma de conciencia y de la formación, en los ámbitos técnico y directivo, sobre los impactos de género potenciales del trabajo que se desarrolla y, a la vez, la importancia de mejorar las capacidades para el análisis de género, como una herramienta fun-damental para hacer visibles las desigualdades y superarlas. Por otra parte, quiere contribuir a los procesos de cambio organizacional para la institucionalización de la perspectiva de género en el interior de los actores de la cooperación catalana.

52 DGCDAH / ACCD

Cuadro de resultados

O1. Mejorar la incorporación de la agenda de equidad entre mujeres y hombres en la interlocución con los países socios y los actores de la cooperación catalana y en la planificación, seguimiento y evaluación estratégicos.

R1. Haber mejorado la incorporación de la perspectiva de género en la planificación, el segui-miento y la evaluación de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber impulsado la participación de los mecanismos nacionales de igualdad y de las or-ganizaciones de mujeres y organizaciones feministas en la elaboración de las EPP y en todos los procesos de planificación de la cooperación al desarrollo que incorporen el diálogo sobre políticas.

R3. Haber promovido el uso de diagnósticos sobre las brechas de género existentes en los países prioritarios de la cooperación catalana, las políticas públicas para hacer frente a estas y la agenda y las estrategias del movimiento de mujeres y del movimiento feminista en la planifi-cación de la cooperación al desarrollo.

O2. Trasladar el compromiso político con la equidad entre mujeres y hombres a to-das las fases del ciclo de los proyectos y los programas de las líneas estratégicas de desarrollo, acción humanitaria, y educación y capacidades, e incorporar de for-ma efectiva la perspectiva de género.

R1. Haber incrementado, al final del periodo, las actuaciones de la cooperación catalana que promueven de forma significativa y principal la igualdad de género de acuerdo con el marcador de igualdad de género del CAD.

R2. Haber elaborado planes de acción de género vinculados a las actuaciones lideradas por la ACCD con indicadores de cumplimiento, asignación de recursos y definición de responsabili-dades y haber iniciado su elaboración con los departamentos y organismos de la Generalidad.

R3. Haber consolidado la producción, recogida y gestión de la información para permitir valorar los avances en cuanto a la incorporación de la perspectiva de género en todas las actuaciones de cooperación al desarrollo.

O3. Contribuir a la institucionalización de la equidad entre mujeres y hombres en el conjunto de los actores de la cooperación catalana.

R1. Haber mejorado las condiciones y capacidades institucionales y haber impulsado los pro-cesos de cambio organizacional necesarios para hacer efectiva la incorporación de la perspec-tiva de género en la DGCDAH y la ACCD.

R2. Haber contribuido a mejorar las condiciones y capacidades institucionales para hacer efec-tiva la incorporación de la perspectiva de género entre los agentes públicos y privados de la cooperación al desarrollo catalana y a impulsar los procesos de cambio organizacional que promuevan la equidad entre mujeres y hombres.

5.2. Promover el respeto integral y la consolidación de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en el conjunto de la acción de cooperación al desarrollo del Gobierno

El enfoque de capacidades aplicado al concepto de desarrollo humano convierte la coopera-ción al desarrollo en un proceso de ampliación de oportunidades, capacidades y libertades de las personas con objeto de que puedan vivir una vida que consideren digna. Este enfoque sitúa la promoción de la democracia y los derechos humanos en el núcleo duro de la agenda de la cooperación al desarrollo, por su valor intrínseco —consolidado como marco normativo univer-sal con la Declaración universal de los derechos humanos de 1948 y el posterior desarrollo de otros instrumentos jurídicos internacionales— y por su fuerte asociación con los procesos de

53Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

ampliación de las capacidades de realización vital. Además, y de forma ineludible, este proceso de ampliación de capacidades y de libertades requerirá un entorno libre de violencia en el que se pueda gestionar de forma sistémica el conflicto.

La política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad, partiendo del marco doctri-nal que recoge la Ley de cooperación al desarrollo en su artículo 3, se compromete a la pro-moción, protección, garantía y defensa de los derechos humanos y destaca tanto su dimensión colectiva, con el reconocimiento del derecho de los pueblos a la defensa y la promoción de la cultura, la lengua y la identidad propias, como los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) y los derechos emergentes como son el derecho a la paz, el derecho a la ciudad y el derecho al agua, entre otros. Ello supondrá que las actuaciones de cooperación de la Gene-ralidad promuevan el respeto a las personas y a los pueblos como titulares de derechos y, también, que las instituciones públicas cumplan sus obligaciones hacia la ciudadanía como titulares de deberes. Por lo tanto, para promover el respeto integral y la consolidación de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en el con-junto de la acción de cooperación al desarrollo del gobierno, se fomentará la consolidación de sinergias entre los distintos organismos de la Generalidad vinculados al fomento de la paz y de los derechos humanos.

En la misma línea, el compromiso internacional para mejorar la eficacia de la ayuda, específica-mente en el marco del PAA, ha puesto el énfasis en la importancia de apoderar a la ciudadanía y la sociedad civil de los países socios para convertirlos en protagonistas de sus propios procesos de desarrollo –mediante la participación y, también y muy importante, el control político democrático–, así como las instituciones, las políticas y los procedimientos de estos países para consolidar la res-ponsabilidad de las autoridades públicas en la provisión de bienes y servicios públicos.

En este sentido, es preciso tener presente que Cataluña cuenta con una fuerte tradición en la generación de espacios de concertación política y social, con un claro protagonismo de una sociedad civil vigorosa, heredera de una tradición de construcción colectiva en los momentos en los que no se contaba con institucionalidad democrática propia. Y donde destaca también el provechoso trabajo de construcción pública desde el mundo municipal, con el claro liderazgo de los ayuntamientos catalanes.

Partiendo de estas capacidades y del marco de referencia mencionado antes, la cooperación al desarrollo del Gobierno aboga por la promoción de la gobernanza democrática en el sistema internacional de la ayuda y también, y especialmente, en los países socios como un objetivo transversal de esta política pública. Todo ello supone, como ya se hacía en el precedente Plan director, optar por una estrategia doble que complementa el tratamiento transversal de este objetivo con un tratamiento sectorial en forma de objetivo estratégico.

A continuación, se detallan los grandes ejes de trabajo.

La concreción en el desarrollo de este objetivo transversal está definida por la implementación de las directrices de promoción de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortaleci-miento del tejido social, que incluirán los derechos de los pueblos indígenas y minorizados.

5.2.1. Desarrollar las directrices de promoción de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en el marco de este mandato

El mandato que se abre con el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 se caracte-riza por el desarrollo efectivo de este objetivo transversal de acuerdo con los criterios, priorida-des y recomendaciones que se extraen de las directrices de promoción, protección y garantía de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social.Para garantizar un desarrollo óptimo, resulta necesario impulsar un proceso de apropiación de las directrices con el conjunto de actores de la cooperación al desarrollo en Cataluña, con los actores públicos y privados de los países socios y también con el conjunto de donantes bilate-rales y multilaterales con los que se coordina e interacciona la cooperación catalana.

54 DGCDAH / ACCD

55Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

El desarrollo de estas directrices no será posible sin esforzarse por mejorar las capacidades de los actores, especialmente, de los que tienen la responsabilidad de impulsar y desarrollar estas directrices en el seno del gobierno, así como para mejorar la formación y sensibilización de los actores de la cooperación catalana.

5.2.2. Incorporar el enfoque de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en todo el ciclo de la política pública de cooperación al desarrollo

El primer paso en la aplicación de este objetivo transversal es desarrollarlo en el ámbito estra-tégico y, por lo tanto, en la planificación, el seguimiento y la evaluación de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

Este ejercicio supondrá incorporar la perspectiva de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en el diálogo de políticas con el conjunto de donantes bilaterales y multilaterales con los que interacciona y se coordina la cooperación del Gobierno y, muy especialmente, con los interlocutores públicos y privados de los países socios.

El diálogo en estos términos será especialmente importante en los momentos de elaboración, seguimiento y evaluación de las EPP en los países y pueblos prioritarios y en la interlocución con los organismos multilaterales en la participación y en la configuración de la doctrina inter-nacional sobre la ayuda.

De acuerdo con las especificidades de la cooperación al desarrollo de la Generalidad, se pon-drá el acento en la situación de los derechos colectivos, en el diálogo con los gobiernos no centrales y el análisis de los procesos de descentralización asociados al principio de subsidia-riedad, y en las agendas y prioridades de la sociedad civil organizada, de los pueblos indígenas y de los colectivos tradicionalmente excluidos.

En los ejercicios de planificación, seguimiento y evaluación geográficos, la Generalidad debe incorporar un análisis en clave de derechos humanos y gobernanza democrática que incluya, entre otros, el análisis de los ciclos políticos, el mapa de actores y agendas en conflicto, los procesos políticos iniciados en cada país y el análisis de la situación de los mecanismos de garantía de los derechos humanos basándose en las recomendaciones y observaciones deri-vadas de los instrumentos internacionales de derechos humanos.

5.2.3. Incorporar el enfoque de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en todas las actuaciones de cooperación al desarrollo

La promoción de este objetivo transversal en el desarrollo de la política pública de cooperación al desarrollo tiene implicaciones importantes en cuanto a la concreción de prioridades secto-riales y geográficas, así como en cuanto al desarrollo instrumental en clave de modalidades e instrumentos de cooperación, y de establecimiento de alianzas para la acción.

Con relación a las prioridades sectoriales y geográficas definidas por este plan director, el ejerci-cio de transversalización obligará a priorizar, en el desarrollo de cada sector y en la priorización geográfica dentro de cada país, las actuaciones con más capacidad de impactar positivamente en la promoción, protección y garantía de los derechos humanos (especialmente, los derechos colectivos de los pueblos indígenas y las comunidades minorizadas); en el fortalecimiento de capacidades institucionales (en todos los niveles de gobierno), y en el apoderamiento de acto-res (especialmente, la sociedad civil organizada, las organizaciones de mujeres y organizacio-nes feministas y los pueblos indígenas y minorizados).

56 DGCDAH / ACCD

En cuanto al desarrollo instrumental, la transversalización obligará a explorar las fórmulas más adecuadas para fortalecer capacidades institucionales y apoderar a actores desde una pers-pectiva de derechos mediante la cooperación bilateral directa, en concertación con otros ac-tores y a iniciativa de los mismos, así como la cooperación multilateral. En el mismo sentido, las alianzas para la acción en los ámbitos internacional y catalán y también las alianzas con los países y pueblos del sur se priorizarán en clave de su relevancia para promover este objetivo transversal.

Cuadro de resultados

O4. Desarrollar las directrices de promoción de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en el marco de este mandato.

R1. Haber promovido la apropiación del documento de directrices entre el conjunto de actores de cooperación al desarrollo.

R2. Haber generado las capacidades institucionales de la DGCDAH y la ACCD y la Oficina de Promoción de la Paz y de los Derechos Humanos para impulsar, asesorar y desarrollar las directrices.

O5. Incorporar el enfoque de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en todo el ciclo de la política pública de coope-ración al desarrollo.

R1. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos, de gobernanza democrática y de fortalecimiento del tejido social en el diálogo de políticas con los países socios y la comunidad internacional de donantes.

R2. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos, de gobernanza democrática y de for-talecimiento del tejido social en las EPP y en todos los procesos y documentos de planificación estratégica de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R3. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos, de gobernanza democrática y de fortalecimiento del tejido social en los instrumentos y los ejercicios de seguimiento y evaluación.

O6. Incorporar el enfoque de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social en todas las actuaciones de cooperación al de-sarrollo.

R1. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos, de gobernanza democrática y de fortalecimiento del tejido social en el desarrollo de las prioridades sectoriales y geográficas de cooperación al desarrollo.

R2. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos, de gobernanza democrática y de fortalecimiento del tejido social en el desarrollo de las modalidades e instrumentos de coope-ración al desarrollo.

R3. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos, de gobernanza democrática y de fortalecimiento del tejido social al identificar y generar alianzas con actores de desarrollo del norte y del sur.

57Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

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5.3. Promover la sostenibilidad del desarrollo en su triple dimensión (social, que incluye las dimensiones cultural y política; ambiental, y económica), en todos los ámbitos de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad

El modelo de desarrollo predominante, basado en el crecimiento económico ilimitado y des-igual y en la sobreexplotación de los recursos naturales, está teniendo un impacto negativo de forma global y en los ecosistemas, entendidos como el conjunto de seres vivos –incluidos el ser humano y las sociedades– que habitan en un determinado territorio y las relaciones que establecen entre sí. En los países del sur es donde es más evidente este impacto, que afecta directamente a los colectivos más desfavorecidos e incrementa todavía más las desigualdades sociales, económicas y políticas existentes.

Por lo tanto, se constata la necesidad de promover modelos de desarrollo sostenibles en su triple dimensión (social, que incluye las dimensiones cultural y política; ambiental, y económica), entendidos como la promoción de una relación armónica y respetuosa hacia los ecosistemas y, dentro de estos, entre las sociedades y entre los colectivos que las constituyen, de forma integral y equitativa. Esta visión se ha impulsado desde las teorías como el ecofeminismo o la teoría del decrecimiento y los movimientos sociales del norte y del sur que han puesto en práctica comunidades de todo el mundo, especialmente, desde la cosmovisión de los pueblos indígenas, como el Sumak Kawsay o Suma Qamaña (‘buen vivir’), entre otros. A la vez, varias conferencias y consensos internacionales enfatizan la importancia de priorizar la sostenibilidad de forma global (Agenda 21, Declaración de Río y Río+10 sobre medio ambiente y desarrollo) dentro del marco de las cumbres mundiales sobre el desarrollo de la ONU.

59Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

El desarrollo sostenible es, pues, un proceso y a la vez también una meta que incluye la interre-lación equitativa de aspectos sociales, ambientales y económicos promoviendo una solidaridad entre generaciones en estos tres ámbitos. En esta línea, el Informe de la Comisión Brundtland del año 1987 de la ONU define el concepto de desarrollo sostenible como el desarrollo en el que las necesidades presentes no comprometan las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

En concreto, la dimensión económica de la sostenibilidad enfatiza que en el desarrollo se maxi-mizará el bienestar de las sociedades y la erradicación de la pobreza mediante un uso óptimo y eficiente de los recursos naturales. La dimensión social destaca la relación entre los seres humanos y la naturaleza de forma equilibrada, igualitaria y respetuosa, garantizando las ne-cesidades y los intereses estratégicos de los distintos grupos, etnias y culturas y una toma de decisiones participativa desde la base, considerando de forma especial el derecho de los pueblos indígenas a la cultura y a la biodiversidad. Ambas dimensiones incluyen la equidad en el acceso, control y uso de recursos y beneficios. Por último, la dimensión ambiental se centra en la gestión y la conservación de los recursos y los ecosistemas. Esta dimensión es especial-mente relevante para la cooperación de la Generalidad y por ello se asocia a esta el objetivo estratégico de sostenibilidad ambiental de la línea de desarrollo.

La cooperación de la Generalidad, por lo tanto, promoverá el desarrollo sostenible, en los ámbitos estratégico y operativo, así como el fomento de una cultura de la sostenibilidad entre los actores de la cooperación catalana y los actores de los países y pueblos prioritarios y las regiones preferentes del sur.

5.3.1. Incorporar la sostenibilidad en la planificación, el seguimiento y la evaluación estratégicos de la política de cooperación al desarrollo

Con relación al ámbito estratégico, se priorizará la elaboración y adopción de unas directrices de sostenibilidad como hoja de ruta de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad para trans-versalizar de forma efectiva la sostenibilidad en todos los ámbitos y sectores. Se hará un especial énfasis en la promoción de procesos participativos para elaborar estas directrices, incluyendo a los distintos actores de la cooperación para el desarrollo con pericia teórica y práctica al objeto de incorporar las lecciones aprendidas y las recomendaciones surgidas en este campo.

A la vez, en las fases de planificación, seguimiento y evaluación estratégicos se promoverá el alineamiento con las estrategias de desarrollo sostenible de los países prioritarios y las regiones preferentes para tener en cuenta e incorporar sus prioridades y objetivos y, al mismo tiempo, para seguir las recomendaciones internacionales en cuanto a los principios de eficacia y calidad de la ayuda.

En lo que concierne a la evaluación, se hará especial énfasis en las evaluaciones de impacto ex ante y ex post como mecanismo de valoración previa y posterior de los efectos potenciales y reales de las intervenciones.

5.3.2. Incorporar la transversalización de la sostenibilidad en todo el ciclo de las actuaciones de la cooperación al desarrollo de la Generalidad

Con relación al ámbito operativo, se incorporará la transversalización de la sostenibilidad en todo el ciclo de las actuaciones de la cooperación de la Generalidad. Estas actuaciones inclu-yen los programas y los proyectos de desarrollo, de acción humanitaria y de EpD. Así, se trans-versalizará la sostenibilidad en las fases de identificación, formulación, implementación, segui-miento y evaluación de las actuaciones, siguiendo las etapas del enfoque del marco lógico.

También se hará especial énfasis en buscar mecanismos de análisis y de medida de si se está incorporando la transversalización de la sostenibilidad y de como se está haciendo de forma efectiva, para poder hacer su seguimiento y evaluar la evolución en esta línea. Concretamente,

se hará un análisis de las distintas tendencias y recomendaciones, en Cataluña y en el ámbito internacional, en relación con posibles marcadores que se adapten a las especificidades de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

En la misma línea que en el anterior objetivo, en lo que concierne a la evaluación, se hará es-pecial énfasis en la implementación de evaluaciones de impacto ex ante y ex post. En el primer caso, se llevarán a cabo este tipo de evaluaciones ex ante para prever y evitar posibles efectos de las actuaciones concretas antes de su implementación. En el segundo caso, las evaluacio-nes de impacto ex post pueden servir para analizar de forma esmerada los efectos positivos, negativos, esperados y no esperados de las actuaciones para extraer lecciones aprendidas y recomendaciones para incorporar en futuras intervenciones.

5.3.3. Contribuir a crear una cultura de la sostenibilidad entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de desarrollo, especialmente en los países y pueblos prioritarios y las regiones preferentes

En cuanto a la cultura de la sostenibilidad, se incentivará como mecanismo para incrementar los conocimientos, las capacidades y, de paso, la conciencia sobre la importancia de que to-das las actuaciones tanto individuales como colectivas deben fomentar la sostenibilidad social, ambiental y económica.

Por lo tanto, la promoción de la cultura de la sostenibilidad se centrará tanto en el ámbito intraorganizacional como entre los actores de la cooperación catalana del norte y del sur me-diante el fortalecimiento de capacidades y la incorporación de buenas prácticas y experiencias exitosas en este ámbito. Al mismo tiempo, se promoverá la consolidación de sinergias entre los distintos organismos de la Generalidad vinculados a la promoción de la sostenibilidad. Es-pecialmente, se fortalecerá la colaboración entre la DGCDAH, la ACCD, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda y el Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible (CADS) con el fin de buscar complementariedades, promover la coordinación y no duplicar esfuerzos en la promoción del desarrollo sostenible.

61Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Cuadro de resultados

O7. Incorporar la sostenibilidad en la planificación, el seguimiento y la evaluación estratégicos de la política de cooperación al desarrollo.

R1. Haber elaborado, adoptado y desarrollado unas directrices de sostenibilidad mediante la promoción de procesos participativos con los distintos actores de la cooperación catalana que incorpore la visión de los países y pueblos prioritarios y las regiones preferentes.

R2. Haber incorporado progresivamente la transversalización de la sostenibilidad en los ins-trumentos de la planificación estratégica de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

R3. Haber incorporado progresivamente la transversalización de la sostenibilidad en el segui-miento y evaluación de los instrumentos de planificación y de los componentes estratégicos de la política de cooperación (objetivos transversales, líneas y objetivos estratégicos, prioridades geográficas, modalidades e instrumentos), haciendo especial énfasis en las evaluaciones de impacto ex ante y ex post.

O8. Incorporar la transversalización de la sostenibilidad en todo el ciclo de las ac-tuaciones de la cooperación de la Generalidad.

R1. Haber introducido la transversalización efectiva de la sostenibilidad en la planificación, la implementación, el seguimiento y la evaluación de los proyectos y programas de desarrollo, acción humanitaria, y educación y capacidades, haciendo especial énfasis en las evaluaciones de impacto ex ante y ex post.

R2. Haber introducido un marcador de sostenibilidad para medir el nivel de incorporación de la sostenibilidad en las actuaciones de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

O9. Contribuir a crear una cultura de la sostenibilidad entre los actores de la co-operación en Cataluña y entre los actores de desarrollo en los países y pueblos prioritarios y las regiones preferentes.

R1. Haber creado las condiciones adecuadas para hacer efectiva la transversalización de la sostenibilidad en la DGCDAH y la ACCD.

R2. Haber fortalecido las capacidades de la DGCDAH y la ACCD en cuanto a la sostenibilidad mediante la dotación de los recursos humanos, económicos y materiales necesarios.

R3. Haber impulsado la consolidación de sinergias colaborativas entre distintos organismos de la Generalidad de cooperación para el desarrollo y los vinculados a la promoción de la soste-nibilidad.

R4. Haber apoyado el incremento de las capacidades de los actores de la cooperación catalana en cuanto a la transversalización de la sostenibilidad.

R5. Haber apoyado el incremento de las capacidades de los actores del sur, haciendo espe-cial énfasis en los sectores tradicionalmente excluidos, en cuanto a la transversalización de la sostenibilidad.

R6. Haber promovido la apropiación, por la cooperación para el desarrollo de la Generalidad, de las buenas prácticas de los actores del norte y del sur con relación a la transversalización efectiva de la sostenibilidad.

62 DGCDAH / ACCD

La política de cooperación al desarrollo de la Generalidad pretende contribuir, por una parte, a mejorar las condiciones de vida de las personas y los pueblos de los países socios y dar respuesta a las crisis humanitarias y de emergencia que puedan afectarles. Por otra parte, tiene como objetivo cambiar las actitudes de la ciudadanía catalana hacia la realidad del sur, así como incidir en el ámbito internacional para combatir las desigualdades de índole diversa que afectan a las relaciones entre el norte y el sur.

Priorizar sectorialmente de acuerdo con el valor añadido de la cooperación catalana

06

64 DGCDAH / ACCD

Estas prioridades implican retos y objetivos que no pueden alcanzarse en un único ciclo de pla-nificación de cuatro años. En coherencia con ello, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 mantiene las tres líneas estratégicas de concentración sectorial iniciadas en los pla-nes directores precedentes, dos en el sur y una en el norte. Concretamente, estas estrategias son las siguientes:

1. Contribuir al desarrollo de los países y pueblos del sur, de acuerdo con las prioridades sectoriales y estrategias que el Plan determina (línea estratégica de desarrollo). A esta línea, se destinará entre un 70% y un 73% de los recursos.

2. Afrontar, mediante la acción humanitaria, catástrofes de origen natural, socionatural y humano (línea estratégica de acción humanitaria). A esta línea, se destinará entre uno 7% y un 10% de los recursos.

3. Fomentar el conocimiento y compromiso cívico de la ciudadanía de Cataluña (línea estratégica de EpD). A esta línea, se destinará entre un 15% y un 17% de los recursos.Adicionalmente, se destinará entre un 3% y un 5% de los recursos al objetivo de fortale-cer las capacidades de los actores de la cooperación catalana (véase el objetivo 12.3).

Cuadro de resultados

R1. Haber destinado entre un 70% y un 73% de los recursos de la AOD de la Generalidad a la línea estratégica de desarrollo.

R2. Haber destinado un 85% de los recursos de la línea estratégica de desarrollo a los siete objetivos estratégicos de desarrollo de esta línea.

R3. Haber destinado un mínimo del 15% de los recursos de la línea estratégica de desarrollo al objetivo estratégico de derechos humanos, gobernanza democrática y fortalecimiento del tejido social.

R4. Haber destinado un mínimo del 15% de los recursos de la línea estratégica de desarrollo al objetivo estratégico de apoderamiento de las mujeres.

R5. Haber destinado un 20% de los recursos de la línea estratégica de desarrollo a los dere-chos y servicios sociales básicos definidos en el Consenso de Oslo de 1996.

R6. Haber destinado entre un 7% y un 10% de los recursos de la AOD de la Generalidad a la línea estratégica de acción humanitaria.

R7. Haber destinado el 65% de los recursos de la línea de acción humanitaria a los objetivos específicos (OE) vinculados a las crisis de larga duración, las crisis olvidadas y la DRR (OE 1.1 y OE 1.2) y el 35% restante con el objetivo de contribuir a satisfacer las necesidades inmediatas de las poblaciones afectadas por desastres (OE 1.3).

R8. Haber destinado entre un 15% y un 17% de los recursos de la AOD de la Generalidad a la línea estratégica de EpD.

R9. Haber destinado entre un 3% y un 5% de los recursos de la AOD de la Generalidad a forta-lecer las capacidades de los actores de la cooperación catalana (véase el objetivo 12.3).

65Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

A. Línea estratégica de desarrollo

La línea estratégica de desarrollo debe recibir entre un 70% y un 73% del total de recursos del Plan. Un 85% de estos recursos, es preciso destinarlos a siete objetivos estratégicos de desa-rrollo. Los dos primeros hacen referencia a los derechos sociales básicos (derecho a la salud y derecho a la educación); el tercero, a las capacidades productivas, comerciales, sindicales y a la ocupación; los tres siguientes, a la singularización de los objetivos transversales (derechos humanos, gobernanza democrática y fortalecimiento del tejido social, apoderamiento de las mujeres y sostenibilidad ambiental y derecho al agua), y el último, a la construcción de paz.

El objetivo estratégico de apoderamiento de las mujeres representa un ámbito de actuación prioritario para la cooperación catalana por su capacidad transformadora y su importancia para el desarrollo humano sostenible, por lo que se le asocia un porcentaje de gasto mínimo del 15% de la línea estratégica de desarrollo, siguiendo las recomendaciones de destino de recursos adicionales de la Plataforma de Acción de Beijing.

Por otra parte, se destina un mínimo del 15% de los recursos de la línea estratégica de desa-rrollo al objetivo estratégico de derechos humanos, gobernanza democrática y fortalecimiento del tejido social, porque se trata del ámbito de actuación con más capacidad de transformación de las estructuras sociopolíticas que perpetúan una distribución desigual de los recursos y de ampliación de oportunidades de realización vital.

Por último, el 15% de la línea de desarrollo que no se destine a los siete objetivos estratégicos debe dedicarse a otros objetivos de desarrollo en los países socios, sobre los que exista un amplio consenso entre los distintos actores del norte y del sur, que estén alineados con la agenda internacional de desarrollo y que comprendan, entre otros, la cooperación cultural, la cooperación deportiva, el derecho a la vivienda y el apoyo a la autonomía y a los derechos de las personas con discapacidades de los países del sur. Asimismo, será preciso explorar las posibilidades de impulsar el trabajo en otros ámbitos de carácter relacional como el fenómeno migratorio, que rompen la lógica compartimentada de los enfoques sectoriales clásicos.

De forma complementaria y de acuerdo con los compromisos del Programa de acción de la Cumbre sobre Desarrollo Social de Copenhague de 1995, se destina un 20% de los recursos de la línea estratégica de desarrollo a los derechos y servicios sociales básicos definidos pos-teriormente en el Consenso de Oslo de 1996: educación básica, atención primaria de salud, población, salud reproductiva, programas de nutrición, agua potable y de saneamiento.

A.1. Objetivo estratégico del derecho a la salud

1. Promover el derecho a la salud mediante el acceso equitativo a los sistemas de salud públicos o con vocación de servicio público de calidad

El derecho a gozar del nivel más alto posible de salud física, mental y social no solo es un derecho fundamental, sino que es una condición básica para poder fortalecer y mejorar otras capacidades estrechamente ligadas al desarrollo humano. Cataluña, con su singular sistema de salud y su experiencia demostrada en distintos sectores sanitarios (gestión de los servicios de salud y desarrollo de la atención primaria, formación, investigación y desarrollo aplicados y participación de los entes locales), puede contribuir a la mejora de los sistemas de salud de los países socios.

El Plan director desarrolla esta contribución alrededor de tres ejes básicos que parten de las necesidades y prioridades de los países socios, de los compromisos internacionales y de la pericia y trayectoria de los actores catalanes.

En primer lugar, el Plan director comparte los planteamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando afirma que los sistemas de salud basados en la atención primaria de salud son los más adecuados para afrontar los problemas que afectan a la salud mundial y, más concretamente, la falta de cobertura y de equidad. En coherencia con ello, se pretende apoyar al fortalecimiento de los sistemas públicos de salud, especialmente la atención primaria (según los principios de la Declaración de Alma Ata de 1978), de acuerdo con las prioridades de los países socios. Asimismo, se quiere promover la salud comunitaria como mecanismo para acercar los sistemas de salud a las comunidades, mediante la figura de los agentes de salud.

Paralelamente, se enfatiza la importancia del derecho a la salud maternoinfantil y a la promo-ción de la salud sexual y salud reproductiva desde un enfoque de derechos de las mujeres de acuerdo con las distintas conferencias internacionales de la ONU sobre población y desarrollo y sobre las mujeres, la Declaración de Barcelona de 2007 —que se marca como objetivo hacer de la salud sexual y reproductiva una realidad en África—, y los ODM, cuyo cumplimiento en este ámbito presenta serios interrogantes.

Por último, y de acuerdo con los compromisos internacionales, se pone especial atención a la lucha contra las enfermedades infecciosas graves y destaca, entre ellas, al VIH/sida, la malaria y la tuberculosis, así como las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y las enfermedades olvidadas (la tripanosomosis americana o enfermedad de Chagas, la tripanosomosis africana o enfermedad del sueño, la leishmaniosis y la lepra, entre otras), que necesitan más inversión en investigación y desarrollo para disponer de diagnósticos y tratamientos adecuados.

De forma complementaria y en cumplimiento del objetivo transversal de promover la equidad entre mujeres y hombres, se tendrán en cuenta los condicionantes de género que afectan a la salud de las personas, especialmente, a la de las mujeres y las niñas.

67Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Estos ejes se concretan en los siguientes objetivos específicos y resultados:

OE 1.1. Fortalecer los sistemas públicos de salud, especialmente la atención primaria, de acuerdo con las prioridades de los países socios.

R 1.1.1. Haber contribuido a aumentar las capacidades locales de gestión, organización, for-mación e investigación en salud, y también las prestaciones de servicios de salud a escalas estatal, nacional y local a los usuarios.

R 1.1.2. Haber contribuido a mejorar el acceso a los medicamentos esenciales de calidad, su distribución y su correcta utilización.

R 1.1.3. Haber apoyado las estrategias de los países socios en cuanto al desarrollo de los pro-gramas de salud comunitaria.

R 1.1.4. Haber contribuido a promover las sinergias entre la medicina tradicional y la medicina científica/occidental como estrategia de sostenibilidades social y ambiental de los sistemas públicos de salud.

68 DGCDAH / ACCD

OE 1.2. Mejorar la salud sexual y la salud reproductiva y reducir la morbimor-talidad materna e infantil, especialmente de las poblaciones más desfavoreci-das, desde un enfoque de derechos.

R 1.2.1. Haber potenciado la existencia, el funcionamiento, las capacidades y el uso de los ser-vicios básicos de salud sexual y salud reproductiva con vocación de servicio público dirigidos a los hombres y las mujeres, y el acceso a estos servicios, con especial atención a los adoles-centes y los problemas de salud sexual y salud reproductiva que generan más morbimortalidad.

R 1.2.2. Haber contribuido a la mejora de la salud maternoinfantil en todo el proceso del embarazo, en el parto y el puerperio, asegurando unos servicios de prevención y atención adecuados.

R 1.2.3. Haber contribuido a la mejora de la salud infantil, especialmente la de los menores de cinco años, asegurando la prevención y atención de enfermedades con el seguimiento de la estrategia de atención integral de las enfermedades prevalentes en la infancia (AIEPI), impulsa-da por la OMS.

R 1.2.4. Haber contribuido a abordar las prácticas tradicionales y convencionales perjudiciales para la salud y la sexualidad de las mujeres y las menores, con especial atención a la prevención de la práctica de la mutilación genital femenina.

R 1.2.5. Haber contribuido a mejorar los conocimientos, actitudes y prácticas sobre salud sexual y salud reproductiva mediante diagnósticos comunitarios participativos y acciones de educación para la salud.

OE 1.3. Contribuir a la lucha contra las principales enfermedades infecciosas graves, especialmente el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis, así como las ETS y las enfermedades olvidadas.

R 1.3.1. Haber contribuido a la formación del personal profesional sanitario y a la mejora de las capacidades de gestión y vigilancia epidemiológica de los sistemas de salud en lo que concier-ne a la atención a estas enfermedades.

R 1.3.2. Haber contribuido a aumentar el control, la prevención y el acceso a la diagnosis y al tratamiento adecuado de las enfermedades infecciosas graves priorizadas y de las enfermedades olvidadas.

R 1.3.3. Haber contribuido a la innovación y la investigación aplicadas en cuanto a la pre-vención, diagnosis y tratamiento de las enfermedades infecciosas graves priorizadas y de las enfermedades olvidadas.

A.2. Objetivo estratégico del derecho a la educación

2. Mejorar la cobertura, calidad y capacidades de los sistemas educativos públicos o con vocación de servicio público para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de los sectores de la población con menos oportunidades, y potenciar la educación pluricultural multilingüe

Desde mediados del siglo xx, en el marco de la Declaración universal de los derechos huma-nos, se reconoce y se proclama que toda persona tiene derecho a la educación. La educación, en la medida en que es un derecho fundamental, deviene un fin y, a la vez, una condición indispensable, y no suficiente, para el desarrollo. La educación es parte de las necesidades sociales básicas, uno de los compromisos de la Declaración de Copenhague y de la agenda internacional de desarrollo y es, a la vez, un elemento básico del enfoque de capacidades, ya que es un prerrequisito de este. A partir de la experiencia de la cooperación catalana en el sector educativo y la agenda que deriva de los compromisos internacionales, este plan director propone concentrar los esfuerzos para garantizar el ejercicio del derecho a la educación en los aspectos que se exponen a continuación.

70 DGCDAH / ACCD

En primer lugar, fortalecer los sistemas públicos de educación y acompañar, siguiendo los principios de armonización y alineación, las estrategias de educación de los países socios. En el marco de los ODM para el 2015, contribuir a garantizar la escolarización universal básica y a superar las barreras de acceso y permanencia en el sistema educativo, con especial atención a las situaciones de discriminación por razón de género.

En segundo lugar, promover actuaciones orientadas a satisfacer las necesidades de aprendiza-je y de formación de adultos. El objetivo se desdobla, por una parte, porque apoya las iniciativas dirigidas a erradicar el analfabetismo entre los adultos y, por otra, porque las dota de los cono-cimientos y las competencias básicas e imprescindibles para mejorar sus habilidades técnico-profesionales. Esta perspectiva dual encuentra su correlato con los esfuerzos de la comunidad de donantes y los países del sur, manifestada en la Declaración mundial sobre educación para todo el mundo de 1990, a aumentar en un cincuenta por ciento el número de adultos alfabetiza-dos en 2015 y a promover programas adecuados para el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Por último, promover la educación pluricultural y multilingüe con el fin de contribuir a una educa-ción de calidad y en coherencia con los valores de la cooperación catalana y la doctrina interna-cional. La Convención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales de 2005 parte del principio de igual dignidad de todas las culturas y exhorta a la cooperación y la solidaridad internacionales a apoyar a los países del sur para que su especifi-cidad cultural, incluida la lingüística, pueda perdurar en el tiempo y prosperar. La Declaración de las Naciones Unidas de los derechos de los pueblos indígenas de 2007 apunta en una dirección similar cuando afirma que todos los pueblos contribuyen, mediante la diversidad y la riqueza culturales, al patrimonio común de la humanidad. Y se reconoce, de forma explícita, el derecho de los pueblos indígenas a establecer sistemas educativos en los que la lengua vehicular sea la propia, así como los métodos culturales de enseñanza y de aprendizaje. Concretamente, estos ejes se concretan en los siguientes objetivos específicos y resultados:

OE 2.1. Fortalecer los sistemas públicos de educación de acuerdo con las prioridades de los países socios que garanticen un acceso equitativo a una enseñanza primaria y secundaria de calidad, con especial atención a la esco-larización de las niñas y las adolescentes.

R 2.1.1. Haber contribuido a garantizar una escolarización primaria universal, inclusiva, flexible y adaptable a las dinámicas y especificidades locales y a combatir las altas tasas de abandono y absentismo escolares.

R 2.1.2. Haber contribuido a suprimir las disparidades, las barreras de acceso y de perma-nencia y las discriminaciones por razón de género en la enseñanza primaria y secundaria, con especial atención a la protección de las niñas contra la violencia machista en la escuela.

R 2.1.3. Haber contribuido a la mejora de la educación especial de personas con discapacida-des físicas, psíquicas y sensoriales y a la dotación de recursos didácticos ad hoc.

R 2.1.4. Haber promovido la incorporación efectiva de las perspectivas de género, de sosteni-bilidad y de derechos humanos en la elaboración de las políticas públicas educativas.

R 2.1.5. Haber mejorado las capacidades de los docentes y la dotación de recursos de las escuelas, prestando especial atención a la capacidad de formar formadores y docentes de educación superior.

R 2.1.6. Haber contribuido a mejorar las capacidades organizativas de la comunidad educativa, así como su participación e incidencia en las políticas públicas educativas.

71Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

OE 2.2. Satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de los adultos, pro-moviendo su alfabetización, facilitándoles el acceso equitativo a la educación básica y la formación continua y dando respuesta a sus necesidades de forma-ción profesional.

R 2.2.1. Haber contribuido a promover la alfabetización de los adultos, especialmente la de las mujeres y, siempre y cuando sea posible, en su lengua materna.

R 2.2.2. Haber contribuido a garantizar un acceso equitativo a la educación básica y a la for-mación continuada de los adultos.

R 2.2.3. Haber contribuido a dar respuesta a partir de actuaciones de complementariedad y de subsidiariedad entre la educación formal y la educación no formal a las necesidades de forma-ción técnica y profesional de los colectivos con especial vulnerabilidad.

OE 2.3. Contribuir al fortalecimiento de las identidades de los pueblos indíge-nas y culturas minorizadas a partir de la educación multilingüe.

R 2.3.1. Haber contribuido a incorporar y mejorar la calidad de la educación pluricultural mul-tilingüe y las lenguas territoriales en los sistemas de educación públicos, o con vocación de servicio público, y en todos los niveles de enseñanza.

R 2.3.2. Haber contribuido a mejorar las capacidades legislativas y ejecutivas de los gobiernos estatales y locales competentes para garantizar una educación con identidad propia y de cali-dad para los pueblos indígenas y culturas minorizadas.

R 2.3.3. Haber mejorado la formación y las capacidades de los docentes de los sistemas de educación pluricultural multilingüe y la dotación de recursos didácticos en las lenguas autócto-nas mediante la investigación, la normativización y la normalización de las lenguas autóctonas.

R 2.3.4. Haber contribuido a la defensa, el reconocimiento, la revalorización y el desarrollo de la cultura y la lengua de los pueblos indígenas y minorizados.

A.3. Objetivo estratégico de capacidades productivas, comerciales, sindicales y ocupación

3. Promover y fortalecer las capacidades productivas, con especial énfasis en la soberanía alimentaria, comerciales y sindicales, así como ampliar las oportunidades de ocupación de los sectores más desfavorecidos

El crecimiento económico equitativo, la mejora de las capacidades productivas, las relaciones comerciales justas y el derecho a un trabajo en condiciones dignas son factores cruciales para el desarrollo y para conseguir que las personas y poblaciones más desfavorecidas alcancen un nivel de vida digno. Las capacidades productivas y ocupacionales no se pueden desligar del derecho a una alimentación adecuada, en cuya garantía los gobiernos descentralizados tienen un papel fundamental, como se desprende de la Declaración de Dakar de 2010.

Este plan director enmarca el derecho a la alimentación en el concepto más amplio de sobera-nía alimentaria, entendido como el derecho de los pueblos a definir sus políticas agrarias en un marco de desarrollo sostenible, y pone el acento en el fortalecimiento de las capacidades de las poblaciones dedicadas a la agricultura familiar, la ganadería y la pesca artesanal, y también en la importancia de los saberes tradicionales. Incluye políticas y estrategias de producción, distribución y consumo de alimentos, de acceso a los recursos necesarios para la producción y de control de estos, pero también de regulación comercial internacional.

72 DGCDAH / ACCD

Por otra parte, aprovechando la trayectoria y experiencia de Cataluña en la promoción de la pequeña y mediana empresa, incluyendo el cooperativismo y las experiencias de economía social y comercio justo, se ha optado también por promover y reforzar el tejido productivo y empresarial y por asegurar que el crecimiento económico es equitativo y se traduce en una reducción de la pobreza y en la generación de desarrollo humano sostenible. Esto requiere, a su vez, la promoción de marcos y espacios reguladores transparentes que faciliten un entorno favorable a este tejido emprendedor.

Ahora bien, las capacidades productivas y comerciales en una economía global como la actual deben ir acompañadas de capacidades organizativas y de incidencia política de los colectivos emprendedores. En consecuencia, dentro de este objetivo se quiere poner especial atención en la acción colectiva orientada a la defensa de intereses comunes y que tengan como objetivo facilitar y mejorar las relaciones comerciales de los países socios en la comercialización justa de sus productos.

Por último, este plan director se hace eco de la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la justicia social para una globalización equitativa de 2008 y reconoce la importancia de crear trabajo digno y productivo, destinado especialmente a las mujeres y a los jóvenes, mediante la promoción de la ocupación en un entorno institucional y social sostenible capaz de adoptar y garantizar medidas de protección social (seguridad social y protección de los trabajadores) adaptadas a las circunstancias nacionales, capaz también de promover el diálogo social y el tripartismo y de respetar, promover y aplicar los principios y derechos funda-mentales en el trabajo. A la vez, la Resolución de la OIT Para recuperarse de la crisis: un pacto mundial para la ocupación de 2009 plantea que la respuesta a la crisis debería favorecer, entre otras cosas, una economía más respetuosa hacia el medio ambiente, el respeto a los derechos de los trabajadores, la promoción de la igualdad de género y la protección de las personas vulnerables.

Concretamente, estas prioridades se desarrollan mediante los siguientes objetivos específicos y resultados:

OE 3.1. Promover el derecho a la soberanía alimentaria de las poblaciones de los países del sur, en un marco de desarrollo sostenible.

R 3.1.1. Haber contribuido a la mejora en el acceso, control y uso sostenible de los recursos productivos a partir de los cuales obtienen los alimentos los pequeños productores, los aldea-nos, los ganaderos, los pescadores y los indígenas, y especialmente las mujeres.

R 3.1.2. Haber promovido la recuperación o la creación del tejido productivo básico (agrícola, pecuario y pesquero) que permita una explotación sostenible de los recursos, especialmente en el ámbito local.

R 3.1.3. Haber contribuido a mejorar el acceso a las fuentes de financiación, a los conoci-mientos y a las técnicas adaptadas localmente y dirigidas a la mejora de la productividad y la diversificación.

R 3.1.4. Haber contribuido al establecimiento de un marco institucional y unas políticas públicas favorables al desarrollo de un medio rural viable económicamente y socialmente que favorezca la producción sostenible, el consumo responsable y el comercio local de los alimentos.

OE 3.2. Promover y mejorar las capacidades productivas y comerciales con un especial acento en los sectores más desfavorecidos.

R 3.2.1. Haber contribuido a la diversificación y la mejora de las alternativas de generación de ingresos de las personas emprendedoras (pequeños productores, comerciantes y otros), espe-cialmente de las mujeres, y haber fortalecido el tejido económico y empresarial (microempresas y pequeñas y medianas empresas).

73Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

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R 3.2.2. Haber contribuido a la mejora en el acceso a las fuentes de financiación, a la innova-ción tecnológica adaptada al entorno y de bajo impacto ambiental y a otros recursos de apoyo y promoción de la producción y el comercio.

R 3.2.3. Haber contribuido al desarrollo de un marco institucional y unas políticas públicas de promoción económica local orientadas a generar condiciones favorables para las microempre-sas y las pequeñas y medianas empresas.

OE 3.3. Fortalecer las capacidades organizativas y de incidencia política de las personas emprendedoras (pequeños productores, comerciantes y otros) orientadas al desarrollo sostenible, a aprovechar las oportunidades del co-mercio nacional y el comercio internacional y a protegerse de sus impactos negativos.

R 3.3.1. Haber facilitado la creación y la consolidación de asociaciones gremiales, empresaria-les, comerciales, de cooperativas u otras fórmulas colectivas, especialmente en los sectores más desfavorecidos, con capacidades de negociación para la defensa de intereses comunes y para la prestación de servicios a sus asociados, orientados al desarrollo humano.

R 3.3.2. Haber contribuido a mejorar la inserción de los productos de los pequeños empren-dedores en la economía internacional y a fortalecer las capacidades de los países socios en las negociaciones comerciales multilaterales, regionales o bilaterales.

R 3.3.3. Promover y mejorar las capacidades productivas comerciales y de incidencia de las experiencias de economía social, comercio justo y consumo responsable.

OE 3.4. Ampliar las oportunidades de ocupación de los sectores más desfavo-recidos, especialmente las de las mujeres y los jóvenes.

R 3.4.1. Haber contribuido a promover la ocupación en condiciones de libertad, igualdad, segu-ridad y dignidad humana, con especial énfasis en los colectivos que operan en la informalidad.

R 3.4.2. Haber contribuido a la creación de vínculos y asociaciones entre los centros de for-mación ocupacional, las organizaciones empresariales, las organizaciones sindicales y los co-legios profesionales.

OE 3.5. Contribuir a la solución de los conflictos laborales mediante el forta-lecimiento de las capacidades negociadoras e institucionales de las organiza-ciones sindicales, así como promover la responsabilidad social de las empre-sas.

R 3.5.1. Haber contribuido a la mejora de las capacidades sindicales y de representación de los intereses de los trabajadores asalariados y por cuenta propia para la solución de conflictos laborales, con especial atención a la participación de las mujeres y los jóvenes.

R 3.5.2. Haber contribuido a la promoción de la responsabilidad social de las empresas como una práctica negociada y concertada con los representantes de los trabajadores, especialmen-te en la definición y el cumplimiento de los estándares laborales.

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A.4. Objetivo estratégico de derechos humanos, de gobernanza democrática y de fortalecimiento del tejido social

4. Favorecer, en el marco de la promoción de la gobernanza democrática, la participación, la inclusión y la transparencia en la toma de decisiones pública, la garantía y el ejercicio efectivo de todos los derechos humanos individuales y colectivos y el apoderamiento de los actores y del tejido social con más capacidad transformadora

El PNUD ha ido reivindicando durante los últimos años la importancia de la gobernanza demo-crática y la calidad de las instituciones y las políticas públicas para el buen funcionamiento de los mercados, la provisión de bienes y servicios públicos de calidad y la promoción del desarro-llo. A su vez, el Parlamento Europeo, en una resolución de 2009 sobre las relaciones exteriores de la Unión Europea –en la línea marcada por el informe Un concepto más amplio de la libertad, de 2005, elaborado por el secretario general de la ONU– también ha destacado la importancia de la democracia y la gobernanza para la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible, la paz y la estabilidad. Y entiende que ello no será posible sin crear espacios de concertación con una sociedad civil apoderada. A su vez, la Resolución pone el acento en la importancia de fortalecer la participación de las mujeres en la vida política y pública.

Complementariamente, en el marco de la agenda sobre la eficacia de la ayuda, se apela al com-promiso de los donantes con el fortalecimiento de las instituciones y los sistemas públicos de los países socios (en Accra, se reivindican los diferentes niveles de gobierno), así como con el apoderamiento de su sociedad civil para mejorar el liderazgo de estos países en sus procesos de desarrollo.

En coherencia con el mandato que deriva de la comunidad internacional de donantes, el espíritu de la Ley de cooperación al desarrollo y las opciones tomadas en anteriores ciclos de planifi-cación, este plan identifica en la defensa y la exigibilidad de los derechos humanos uno de los objetivos específicos en el trabajo en este ámbito. La especificidad de la cooperación catalana en el desarrollo de este objetivo supone prestar especial atención a los derechos colectivos de acuerdo con instrumentos internacionales como el Pacto internacional de derechos eco-nómicos, sociales y culturales de 1966, el Convenio nº 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes de 1989 o la Declaración de las Naciones Unidas de los derechos de los pueblos indígenas, de 2007.

El segundo objetivo específico se preocupa de la importancia de disponer de unas buenas reglas del juego, orientadas por los principios democráticos y que permitan la coordinación y participación de los distintos actores en la elaboración, la implementación, el seguimiento y la evaluación de políticas públicas socialmente justas y orientadas a los objetivos del desarrollo humano. Para el desarrollo de este objetivo, es preciso tener en cuenta que Cataluña cuenta con una fuerte tradición en la articulación de espacios de concertación política y social, con un claro protagonismo de la sociedad civil.

La calidad de la democracia depende no solo de la calidad de sus instituciones, sino de la existencia de una sociedad civil apoderada y vigilante y de la capacidad de renovación de los liderazgos políticos. El tercer objetivo específico se orienta a una agenda de apoderamiento de actores para dotarlos de voz en los procesos políticos y, en coherencia con los valores y ob-jetivos transversales que guían esta política, pone especial énfasis en las mujeres, los pueblos indígenas y los colectivos tradicionalmente excluidos de los espacios de toma de decisiones, mediante, entre otros, la educación en derechos humanos. Asimismo, y en cuanto a la renova-ción de liderazgos, se tendrá especial atención a los jóvenes y al papel que pueden desarrollar las asociaciones de jóvenes.

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El último objetivo específico se ocupa del fortalecimiento de los gobiernos descentralizados, que, en aplicación del principio de subsidiariedad, se encuentran en una situación privilegiada al determinar las preferencias y necesidades de la ciudadanía y, además, permiten la apertura de nuevos canales democráticos que favorecen la participación y el control de la ciudadanía en las políticas y la gestión pública. Los entes locales catalanes, el Fondo Catalán de Coope-ración al Desarrollo (FCCD), la sociedad civil y el Gobierno disponen de una experiencia útil en el acompañamiento de estos procesos y en la compleja articulación de las relaciones intergu-bernamentales que se derivan.

Este plan director, en coherencia con lo expuesto, desarrolla este objetivo estratégico de la línea de desarrollo mediante los siguientes objetivos específicos y resultados:

OE 4.1. Promover, defender y difundir el reconocimiento, la exigibilidad y el ejercicio efectivo de los derechos humanos, con especial atención a los dere-chos colectivos, a los DESC y a los derechos laborales.

R 4.1.1. Haber contribuido a apoderar a los distintos actores, especialmente los no guberna-mentales, y a generar una ciudadanía crítica, plenamente consciente de los derechos de que es depositaria y con capacidad para exigir su cumplimiento efectivo.

R 4.1.2. Haber contribuido a consolidar un estado de derecho capaz de garantizar el ejercicio efectivo de los derechos humanos individuales y colectivos, con especial énfasis en el acceso a una justicia independiente y a otros mecanismos no jurisdiccionales por los colectivos más vulnerables.

R 4.1.3. Haber contribuido a crear las condiciones y los instrumentos que garanticen el ejercicio de los derechos colectivos, especialmente en lo que concierne a la articulación de las institu-ciones políticas, jurídicas, económicas, sociales, deportivas y culturales propias y las políticas que se derivan.

OE 4.2. Mejorar la participación, la representatividad y el control democrático en los espacios de toma de decisiones públicas y en la elaboración, implemen-tación y evaluación de políticas públicas socialmente justas y eficaces.

R 4.2.1. Haber contribuido a mejorar la representación, inclusión y participación en los espacios de concertación y de gobernanza y en las instituciones políticas democráticas, con especial énfasis en los sectores más desfavorecidos.

R 4.2.2. Haber incrementado y fortalecido los espacios, mecanismos y procedimientos de control democrático, de lucha contra la corrupción y de transparencia en el funcionamiento de las instituciones y la gestión de los recursos públicos.

R 4.2.3. Haber mejorado los espacios de participación y concertación del proceso de planifi-cación, implementación y evaluación de las políticas públicas, las estrategias de desarrollo, los planes y los programas de los distintos niveles de gobierno.

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OE 4.3. Fortalecer las capacidades de incidencia política y de transformación social en los países socios, especialmente de los sectores tradicionalmente excluidos (mujeres, indígenas y pueblos minorizados lingüísticamente y cultu-ralmente) en los espacios de toma de decisiones públicas.

R 4.3.1. Haber contribuido a fortalecer y generar liderazgos democráticos renovadores con capacidad de transformación social, con especial atención a los jóvenes.

R 4.3.2. Haber fortalecido las capacidades de acción colectiva de los sectores tradicionalmente excluidos y su capacidad de intervenir en la configuración y la priorización de agendas políticas.

R 4.3.3. Haber promovido espacios de concertación y de diálogo en entornos complejos y/o conflictivos mediante fórmulas e instrumentos de negociación y gestión de conflictos que invo-lucren a múltiples actores e intereses.

R 4.3.4. Haber promovido las capacidades de incidencia política en la promoción de la go-bernanza democrática global mediante redes en coherencia con la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad.

OE 4.4. Acompañar los procesos de descentralización y articulación política del territorio y fortalecer institucionalmente los diferentes niveles de gobier-no para acercar los espacios de toma de decisiones a la ciudadanía y mejorar la provisión y la gestión de servicios públicos.

R 4.4.1. Haber apoyado los procesos de descentralización política, administrativa y fiscal y la mejora de las relaciones intergubernamentales.

R 4.4.2. Haber contribuido a hacer más democrática y participativa la elaboración de los pre-supuestos, las políticas, los planes y las estrategias de desarrollo locales.

R 4.4.3. Haber promovido las capacidades para una gestión local participativa, transparente y de calidad.

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OE 4.5. Promover los derechos laborales y fortalecer las capacidades de in-cidencia sociopolítica de las organizaciones sindicales y de defensa de los derechos de los trabajadores.

R 4.5.1. Haber contribuido a la mejora y al respeto de los derechos laborales de los trabaja-dores, especialmente de los de las mujeres y los jóvenes, según los estándares de la OIT y del Pacto internacional de los DESC.

R 4.5.2. Haber facilitado la creación y la consolidación de organizaciones sindicales con capa-cidades de negociación para la defensa de los intereses socioeconómicos de los trabajadores.

R 4.5.3. Haber contribuido a la instauración o al fortalecimiento de un sistema de protección social capaz de dar respuesta a los derechos sociales básicos.

R 4.5.4. Haber contribuido a la erradicación del trabajo infantil.

OE 4.6. Promover el reconocimiento, la exigibilidad y el ejercicio efectivo de los derechos colectivos, que incluyen los derechos de los pueblos indígenas y minorizados, y el fortalecimiento de capacidades de las instituciones, las or-ganizaciones y los movimientos encargados de su promoción y garantía.

R 4.6.1. Haber apoyado los procesos de las organizaciones sociales y los gobiernos de los países socios para la ratificación, el cumplimiento y las exigibilidades de los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas recogidos en la Declaración de las Naciones Unidas de los derechos de los pueblos indígenas.

R 4.6.2. Haber fortalecido las organizaciones, movimientos y autoridades indígenas, con espe-cial atención a las mujeres, para garantizar su participación plena y efectiva en los procesos e instancias de toma de decisiones locales, nacionales, regionales e internacionales.

R 4.6.3. Haber apoyado a las organizaciones, movimientos y autoridades indígenas en el avan-ce de su propio modelo de desarrollo en coherencia con sus valores, cosmovisiones y propues-tas y su traducción en políticas públicas.

A.5. Objetivo estratégico de apoderamiento de las mujeres

5. Aumentar las capacidades y la autonomía de las mujeres; reconocer, visibilizar y promover su participación equitativa, real y efectiva en los procesos de desarrollo humano, particularmente en todos los ámbitos de la vida pública, la toma de decisiones y la economía; defender y promover todos los derechos de las mujeres, y combatir la violencia machista

La igualdad entre mujeres y hombres es, tal y como proclaman la ONU y la Unión Europea, una cuestión de derechos humanos y de justicia social. Para contribuir a este objetivo estratégico, el Plan director se sitúa en el marco de acción internacional impulsado por la CEDAW y la De-claración y la Plataforma de Acción de Beijing, que adopta la estrategia dual de promover de forma transversal la equidad entre mujeres y hombres y a la vez contribuir al apoderamiento de las mujeres. En el mismo sentido, el Informe del secretario general de la ONU de revisión de Beijing+15 pone de manifiesto que la falta de progresos con relación a la situación y la posición de las mujeres y la consecución de los ODM hace que el marco normativo existente, en con-creto, la Plataforma de Acción, se utilice de forma insuficiente como base para la formulación de políticas y la programación. Por lo tanto, urge profundizar en esta agenda y abordarla de forma prioritaria.

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El Plan director valora la contribución que la teoría feminista y las organizaciones de mujeres y organizaciones feministas han hecho al concepto de apoderamiento de las mujeres, del que se hace eco. El concepto reconoce a las mujeres como sujetos activos e insustituibles del proceso de apoderamiento, aborda las relaciones de poder entre los hombres y las mujeres y las estruc-turas que las reproducen para transformarlas de forma radical e impulsa cambios sostenibles que tienen una dimensión personal y colectiva.

El Plan director pretende que el apoderamiento de las mujeres se promueva en todas las ac-tuaciones que protagonizan y las implican en cualquier ámbito sectorial. No obstante, existen algunas esferas prioritarias y cruciales para el apoderamiento de las mujeres y para dirigir sus intereses estratégicos. El Informe del secretario general de la ONU de revisión de Beijing+15 destaca que algunas suponen un obstáculo para la aplicación de los objetivos del las demás esferas de especial preocupación. Algunas son las que se abordan en este objetivo estratégi-co: el ejercicio de los derechos humanos en condiciones de igualdad, la violencia machista, la participación política de las mujeres y la autonomía económica de las mujeres.

Pese a las mejoras en los marcos legislativos, persisten las discriminaciones contra las muje-res en los ordenamientos jurídicos y en la práctica y muchas mujeres sufren discriminaciones múltiples y un acceso limitado a los recursos y a las oportunidades del desarrollo. La CEDAW y su Protocolo facultativo son instrumentos clave en las iniciativas orientadas a garantizar los derechos de las mujeres en todos los ámbitos, en la medida en que son derechos humanos.

La violencia machista se mantiene como uno de los principales obstáculos para la autonomía de las mujeres, su libertad y desarrollo y persiste como una vulneración fundamental de los derechos humanos de las mujeres que se da en el marco de unas relaciones de poder des-iguales entre mujeres y hombres. En abril de 2008, el Parlamento aprobó por unanimidad la Ley 5/2008, de 24 de abril, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista. El Plan director, en coherencia con dicha ley, quiere contribuir a la prevención, la detección y la erradi-cación de la violencia machista en todas las formas y en todos los ámbitos.

La participación de las mujeres en todos los ámbitos de toma de decisiones es un factor clave para la aplicación efectiva de las medidas propuestas en la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing y para la consecución de la igualdad de género y el apoderamiento de las mujeres. Los mecanismos institucionales que promueven la equidad entre mujeres y hombres y las organizaciones y redes de mujeres y feministas tienen un papel protagonista, dado que articulan los intereses estratégicos de las mujeres e inciden en las políticas públicas. A la vez, es preciso profundizar en el conocimiento de las barreras a la plena participación de las mujeres para contribuir a su superación y al fortalecimiento de nuevos liderazgos.

Por último, promover la autonomía económica de las mujeres y su acceso equitativo y su plena participación en la economía es también crucial para su apoderamiento. El Plan director se con-centra en este objetivo en los ámbitos que entorpecen la autonomía económica de las mujeres y donde persisten las discriminaciones y las desigualdades más profundas. A su vez, va más allá del mercado laboral, ya que quiere contribuir a reconocer el peso y la participación de las mujeres en la economía y, consciente de la carga desproporcionada que asumen las mujeres en cuanto al trabajo no remunerado, quiere promover la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en el trabajo familiar, comunitario, doméstico y de cuidado.

Las actuaciones que se impulsen en relación con estos ámbitos prestarán especial atención a los grupos de mujeres en situación de vulnerabilidad actual o potencial, y a sus necesidades e intereses específicos a lo largo de su ciclo vital, como son las niñas, las adolescentes, las mujeres mayores, las mujeres indígenas, las mujeres pertenecientes a colectivos minorizados por razón de raza u orientación sexual, las mujeres rurales y las mujeres emigrantes. Por otra parte, considerando que la consecución de la equidad no es una cuestión exclusivamente de mujeres, se velará porque se establezcan mecanismos para involucrar y motivar a los hombres y los adolescentes en la definición y la ejecución de las estrategias y las actuaciones en favor de la equidad y del apoderamiento de las mujeres.

Concretamente, este objetivo estratégico de la línea de desarrollo se alcanzará mediante los siguientes objetivos específicos:

OE 5.1. Promover y defender el ejercicio de los derechos humanos de las mu-jeres en condiciones de igualdad y de no discriminación.

R 5.1.1. Haber contribuido a garantizar la igualdad y la no discriminación de las mujeres ante la ley y en la práctica cotidiana, especialmente en cuanto a las leyes y disposiciones relativas a los códigos civiles, leyes de familia, ciudadanía y registro civil.

R 5.1.2. Haber contribuido al reconocimiento del derecho de las mujeres al propio cuerpo, y de los derechos sexuales y derechos reproductivos.

R 5.1.3. Haber fomentado la mejora del conocimiento y el ejercicio efectivo, por las mujeres, de sus derechos humanos y de los mecanismos e instrumentos de su provisión y exigibilidad.

OE 5.2. Contribuir a la prevención, detección y erradicación de la violencia machista en todas las formas (física, sexual, psicológica y económica) y en todos los ámbitos (de pareja, familiar, laboral y sociocomunitario).

R 5.2.1. Haber impulsado medidas estratégicas integrales para prevenir, detectar y eliminar la violencia contra las mujeres y el feminicidio como su manifestación extrema.

R 5.2.2 Haber contribuido a conocer mejor y visibilizar las causas y consecuencias de la vio-lencia machista y de la efectividad de las medidas preventivas adoptadas en relación con la misma.

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OE 5.3. Visibilizar y promover la representación y participación paritarias y estables de las mujeres en las estructuras de poder y en la toma de decisiones en todos los niveles y en todos los ámbitos.

R 5.3.1. Haber contribuido a fortalecer las políticas e instituciones de los países que trabajan para promover la equidad entre mujeres y hombres.

R 5.3.2. Haber contribuido a potenciar la capacidad de las mujeres y de las organizaciones y las redes de mujeres y redes feministas para acceder y participar en la toma de decisiones y en el liderazgo a escalas local, nacional e internacional.

R 5.3.3. Haber impulsado la investigación cuantitativa y cualitativa sobre los obstáculos a la plena participación de las mujeres en las estructuras de poder y en la toma de decisiones.

OE 5.4. Promover la autonomía económica de las mujeres y su acceso equita-tivo y plena participación en la economía.

R 5.4.1. Haber contribuido a garantizar y facilitar el acceso, control y uso de los recursos eco-nómicos, productivos y comerciales por las mujeres.

R 5.4.2. Haber contribuido a eliminar todas las formas de discriminación de las mujeres en el mercado laboral para garantizar y facilitar su acceso equitativo a la ocupación.

R 5.4.3. Haber contribuido al reconocimiento y a la visibilización de la participación no remune-rada de las mujeres en la economía y a facilitar la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en el trabajo familiar, doméstico y de cuidado.

A.6. Objetivo estratégico de sostenibilidad ambiental y derecho al agua

6. Promover la gestión sostenible, equitativa e integral de los ecosistemas y el acceso, control y uso de sus recursos naturales, entre ellos el agua, mediante el apoderamiento de los actores del sur, especialmente de los más desfavorecidos

La sostenibilidad ambiental se considera como unos de los tres pilares del desarrollo soste-nible, entendida por distintos organismos internacionales como la promoción de una relación armónica entre las sociedades y sus ecosistemas de forma respetuosa, equitativa e integral. Esta visión contrasta con el modelo de desarrollo predominante, basado en la explotación y el dominio de los recursos naturales y sus servicios ambientales –definidos como las funciones que los ecosistemas proveen a los seres humanos–, que no tiene en cuenta los efectos nega-tivos que ya está teniendo en las generaciones presentes, y que también tendrá efectos en las futuras generaciones.

De esta manera, la cooperación para el desarrollo de la Generalidad, siguiendo los compromisos internacionales, quiere promover el acceso equitativo, el control y uso sostenible, por los colectivos más desfavorecidos, del patrimonio y los recursos naturales como el agua, la tierra, los bosques, los alimentos y los que sirven para producir energía para el funcionamiento de las sociedades. A la vez, se enfatiza la importancia de que exista un marco institucional y político que pueda garantizar esta equidad y también que los actores del sur puedan participar en los organismos y redes que lo promuevan, desde el ámbito local hasta el internacional. Entre los recursos naturales, es preciso garantizar el derecho humano al agua reconocido en el Pacto internacional de derechos económi-cos, sociales y culturales y la Observación general n.º 15 del ECOSOC. Específicamente, es preciso garantizar el derecho al agua potable y a los servicios de saneamiento que se derivan, mediante su gestión pública sostenible especialmente con respecto a los colectivos más desfavorecidos, tal y como recoge el objetivo del milenio de sostenibilidad ambiental.

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El Plan director desarrolla también como objetivo específico la importancia de promover una gestión sostenible de los ecosistemas, que incluyen los recursos naturales y los servicios am-bientales, tal y como se define desde la ONU, «que las necesidades presentes no comprometan las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades». De este modo, se hace evidente la importancia de potenciar las capacidades y los conocimientos de los actores del sur, especialmente los más desfavorecidos, sobre la gestión sostenible de sus ecosistemas. A la vez, siguiendo el principio de apropiación de la agenda de la eficacia de la ayuda y de alineamiento con la misma, se pone especial atención a aprovechar y recuperar modos de vida tradicionales sostenibles como mecanismos de intercambio y de aprendizaje de buenas prácticas. También se ve la educación ambiental como factor clave de la promoción de la sostenibilidad ambiental.

Por último, se desarrolla el objetivo estratégico de encarar los principales problemas ambien-tales (la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la desertifica-ción, la sobreexplotación de los recursos naturales, etc.) teniendo especialmente en cuenta el fenómeno del cambio climático y el calentamiento global que está provocando ya numerosos efectos ambientales, económicos, sociales y efectos en la salud de las personas, que pueden ser irreversibles. La última cumbre de la ONU sobre el cambio climático (Copenhague, 2009) pone sobre la mesa las dimensiones que está tomando este fenómeno y la necesidad de actuar de forma global, a pesar de que los resultados de esta Cumbre se consideran insuficientes, ya que no se establecen acuerdos vinculantes. No obstante, sí que se acuerda establecer un me-canismo de financiación para la mitigación y la adaptación de los países del sur al calentamien-to global. Todo ello hace necesario abordar los problemas ambientales desde la óptica de la gestión de riesgos, que implica intentar reducir las vulnerabilidades o los factores de exposición de los seres humanos y sus ecosistemas a los fenómenos potencialmente peligrosos, e incre-mentar sus capacidades para hacer frente a los mismos. De esta forma, se ve como prioritario potenciar todos los procesos de investigación aplicada, de evaluación del impacto ambiental y de potenciación de las capacidades existentes para mejorar la gestión de los riesgos y los problemas ambientales por los países socios y por sus actores.

Concretamente, este objetivo estratégico debe alcanzarse mediante los siguientes objetivos específicos:

OE 6.1. Promover la gobernanza sostenible de los recursos naturales y los ser-vicios ambientales, y hacer especial énfasis en el incremento de las capacida-des y el apoderamiento de los actores del sur y, entre estos, los más excluidos.

R 6.1.1. Haber potenciado los conocimientos y capacidades de los actores del sur sobre la preservación y gestión sostenible de sus ecosistemas y servicios ambientales, con especial énfasis en la recuperación de modos de vida tradicionales sostenibles y el apoyo a modelos alternativos sostenibles.

R 6.1.2. Haber promovido la educación ambiental como mecanismo de sensibilización y con-cienciación sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental.

R 6.1.3. Haber contribuido a apoderar los actores más desfavorecidos a acceder de forma equitativa a los recursos naturales y a los servicios ambientales, con especial atención a las mujeres, los pueblos indígenas y los pueblos minorizados lingüísticamente y culturalmente.

R 6.1.4. Haber apoyado la elaboración y la implementación participativas de estrategias y pro-gramas que comprendan los distintos ámbitos territoriales de desarrollo sostenible.

R 6.1.5. Haber contribuido a establecer un marco institucional y de políticas públicas participa-tivas que garanticen la equidad en el acceso, control y uso de los recursos naturales.

R 6.1.6. Haber apoyado la participación de los actores de los países del sur en organizaciones y re-des –a escalas local, nacional e internacional– que defiendan el acceso, control y uso equitativo de los recursos y servicios ambientales, con especial atención a las organizaciones y redes de mujeres.

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OE 6.2. Contribuir a la mejora de la gestión del ciclo integral del agua y espe-cialmente el acceso de las poblaciones más desfavorecidas al agua potable y al saneamiento.

R 6.2.1. Haber contribuido al refuerzo de las capacidades locales en materia de gestión y mejo-ra del agua y el saneamiento, y haber favorecido la gobernanza democrática y la transparencia.

R 6.2.2. Haber contribuido a la mejora en el acceso sostenible al agua en cantidad y calidad suficiente y a los servicios de saneamiento básicos, haber garantizado la equidad entre mujeres y hombres y haber promovido la participación de los colectivos más desfavorecidos.

R 6.2.3. Haber contribuido a recuperar y mantener la calidad de las aguas para el consumo hu-mano mediante actuaciones orientadas al desarrollo de la gestión integral de recursos hídricos y la preservación del medio.

OE 6.3. Contribuir a la mejora en la gestión de los principales problemas y riesgos ambientales de las bioregiones de los países prioritarios y las regiones preferentes, teniendo en cuenta el cambio climático.

R 6.3.1. Haber contribuido a la disminución de los principales problemas ambientales de las bioregiones de los países prioritarios y las regiones preferentes, haciendo especial énfasis en el cambio climático, en los aspectos energéticos, en la contaminación del agua, en la generación y contaminación por residuos, en la degradación del suelo y en la pérdida de biodiversidad.

R 6.3.2. Haber contribuido al hecho de que los actores del sur dispongan de instrumentos de información, de análisis, de evaluación de impacto ambiental, de investigación aplicada y de intervención en problemas y riesgos ambientales que incorporen la perspectiva de género.

R 6.3.3. Haber contribuido a apoyar los procesos liderados por los países prioritarios para encarar, a escalas local, nacional, regional y mundial, sus prioridades y riesgos ambientales.

R 6.3.4. Haber contribuido al incremento de capacidades de los actores del sur, especialmente de los más desfavorecidos y tradicionalmente excluidos, en cuanto a la gestión de los principa-les problemas y riesgos ambientales.

A.7. Objetivo estratégico de construcción de paz

7. Mejorar las capacidades de los actores del sur para prevenir las conductas violentas en los conflictos, contribuir a una solución política negociada de los mismos y a la rehabilitación posconflicto, así como contribuir a los procesos de transformación de los conflictos violentos y favorecer la construcción de la paz desde un enfoque de seguridad humana

La Carta de las Naciones Unidas establece en el preámbulo que la paz es un valor universal, así como una condición previa y una consecuencia del ejercicio de los derechos humanos. Desde la firma de la Carta en 1945, ha habido una evolución importante del concepto, la doctrina y los enfoques alrededor de la paz que han cristalizado en los últimos años en un esfuerzo para co-dificar el derecho humano a la paz, entre los que destacan la Declaración de Luarca (Asturias) del derecho humano a la paz, de 2006, y la inclusión del derecho a la paz en la Declaración universal de los derechos humanos emergentes, aprobada en Monterrey (México), en 2007. Este derecho queda definido como el derecho de todos los seres humanos y las comunidades a que la vida humana quede garantizada por un sistema social en el que los valores de la paz y la solidaridad sean esenciales y en el que los conflictos se resuelvan mediante el diálogo y otras formas de acción social pacíficas.

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Asimismo, se ha producido, en paralelo, un proceso de convergencia entre las agendas de paz, de seguridad, de derechos humanos y de desarrollo que se ha vinculado al paradigma de segu-ridad humana. Como resultado, en el contexto de considerar el desarrollo como la ampliación progresiva de las capacidades y opciones de las personas, se tiene en cuenta también, como prerrequisito y a la vez componente del desarrollo, la necesidad de estar libres de amenazas de inseguridad, injusticia o desigualdad extrema.

En Cataluña, la Ley de cooperación al desarrollo, la Ley 21/2003, del 4 de julio, de fomento de la paz, y el Estatuto de autonomía recogen el compromiso y la obligación explícita de la Generali-dad de promover la cultura de la paz y las acciones de fomento de la paz en el mundo (artículos 4 y 51 del Estatuto de autonomía). La cooperación catalana cuenta, además, con una serie de organismos e instituciones públicas y privadas dedicadas exclusivamente a la promoción de la cultura de la paz y a la resolución pacífica de los conflictos o con capacidades institucionales en este ámbito. En este sentido, conviene destacar la Oficina de Promoción de la Paz y de los Derechos Humanos, la ACCD, el Instituto Catalán Internacional por la Paz y la Escuela de Cultu-ra de Paz y el Memorial Democrático. Además, el Consejo Catalán de Fomento de la Paz actúa como órgano consultivo y de participación de la sociedad catalana para el fomento de la paz en las actividades de la Generalidad y de los entes locales en este ámbito.

El objetivo estratégico de construcción de la paz de este plan director se aborda mediante tres objetivos específicos ligados a la prevención de los conflictos violentos vinculados a causas so-ciales, culturales, étnicas, políticas y ambientales, a la investigación de una solución justa y du-radera de los conflictos violentos, así como a la rehabilitación posconflicto y transformación de los conflictos. Con relación al primer objetivo, se pone el énfasis en el análisis y la intervención en las profundas causas estructurales de los conflictos violentos, muy a menudo vinculadas a las razones últimas de la pobreza y la exclusión social y, según la terminología de la investiga-ción para la paz, también a los aceleradores o a las causas intermedias y a los desencadenan-tes. De forma transversal, se quiere hacer un especial énfasis en reforzar las capacidades y la participación de los actores, con especial atención a las capacidades de los gobiernos locales, de las organizaciones de la sociedad civil y, especialmente, de las mujeres, en aplicación de las resoluciones 18/89 y 13/25 de la ONU.

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Estos objetivos se desarrollan en los siguientes resultados:

OE 7.1. Reforzar y mejorar las capacidades de prevención de la aparición de conductas violentas en los conflictos, con un acento particular en los que pre-sentan grandes asimetrías sociopolíticas y económicas entre los actores y los que inciden negativamente en los pueblos minorizados por razones étnicas o culturales, así como en las situaciones en las que desigualdades y violencia estructural pueden favorecer la aparición de conductas violentas.

R 7.1.1. Haber contribuido a mejorar el conocimiento de las causas y la apropiación de las me-todologías y los instrumentos para analizar los conflictos, el impacto de la cooperación para el desarrollo en la dinámica de estos, así como las herramientas para intervenir en los mismos, con especial acento en los colectivos tradicionalmente excluidos o desfavorecidos.

R 7.1.2. Haber contribuido a apoyar iniciativas dirigidas a reforzar las capacidades para afrontar la violencia estructural, directa y cultural y, en particular, a la coordinación de la sociedad civil internacional para el fortalecimiento de redes de construcción de paz y de prevención de la violencia estructural, directa o cultural.

R 7.1.3. Haber contribuido a reforzar las capacidades y la participación de los gobiernos locales y los actores de la sociedad civil, con especial énfasis de las mujeres, en la prevención de conflictos violentos.

R 7.1.4. Haber apoyado la participación de los actores del sur en iniciativas de incidencia políti-ca internacional relativas a la construcción de paz como el desarme, el control de armas ligeras y el cumplimiento del derecho humanitario internacional.

R 7.1.5. Haber apoyado e impulsado iniciativas de cultura de paz como medio para prevenir y transformar conflictos.

OE 7.2. Contribuir a la solución pacífica, dialogada, justa y duradera de los conflictos violentos, apoyando procesos inclusivos de diálogo y de negocia-ción y de paz, y velar por la protección y defensa de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional.

R 7.2.1. Haber apoyado procesos inclusivos de diálogo y de negociación, así como medidas de creación de confianza y mediación mediante todo tipo de instrumentos, institucionales e informales.

R 7.2.2. Haber mejorado las capacidades y la participación de actores locales y regionales, especialmente de los actores de la sociedad civil y las mujeres, en los procesos de resolución de conflictos violentos.

R 7.2.3. Haber apoyado iniciativas de protección de los derechos humanos y el derecho in-ternacional humanitario, especialmente las iniciativas dirigidas a la protección, al apoyo y al acompañamiento de la población civil afectada por el conflicto armado (personas refugiadas, desplazadas o regresadas en situación de vulnerabilidad), como por ejemplo los procesos de verdad, justicia, reparación, atención psicosocial y reconciliación.

R 7.2.4. Haber contribuido a prevenir y a reducir la violencia contra las mujeres, los jóvenes y los niños, así como los pueblos minorizados por razones étnicas o culturales en situaciones de conflicto armado y posconflicto, haciendo especial énfasis en la violencia sexual.

OE 7.3. Contribuir a la rehabilitación posconflicto y a reforzar las capacidades locales para transformar los conflictos violentos.

R 7.3.1. Haber apoyado iniciativas destinadas a reforzar la participación y las capacidades de los gobiernos locales y la sociedad civil, con especial atención a las mujeres, en la rehabilitación posconflicto armado y la transformación de los conflictos.

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R 7.3.2. Haber contribuido a mejorar el conocimiento y apropiación de los instrumentos a dis-posición de los actores locales en el ámbito de construcción de paz y de transformación de conflictos.

R 7.3.3. Haber apoyado iniciativas de rehabilitación posconflicto armado, haciendo especial énfasis en los ámbitos de la gobernanza democrática, la restitución de los derechos humanos y el fortalecimiento del tejido asociativo, así como a la reconstrucción del tejido psicosocial posconflicto.

R 7.3.4. Haber apoyado iniciativas de recuperación de la memoria histórica, justicia transicio-nal, reparación, procesos de reconciliación, garantías de no repetición y diálogo intercultural e interreligioso.

B. Línea estratégica de acción humanitaria

Los debates internacionales sobre los desastres se están dirigiendo en los últimos años a definirlos no tanto como acontecimientos súbitos inevitables, sino más bien como la consecuencia de proce-sos sociales de desigualdades y de pobreza en los que confluyen las vulnerabilidades sociales, eco-nómicas, políticas y ambientales de un territorio, con las amenazas de fenómenos potencialmente peligrosos que pueden ser de origen natural (ciclones, terremotos, erupciones volcánicas, sequías, etc.) o de origen humano (conflictos, contaminación, etc.). A la vez, el incremento de los problemas ambientales a causa de un modelo global de desarrollo poco sostenible —entre estos, las conse-cuencias del cambio climático— está provocando un incremento de las amenazas ya no tan natu-rales, sino más bien socionaturales. Todo ello hace que las desigualdades sociales y económicas se acentúen aún más, que los desastres cada vez sean más numerosos y que su gestión cada vez sea más compleja. De esta manera, la respuesta humanitaria será más compleja y requerirá una clara coordinación con los distintos actores y con las acciones de desarrollo.

Cataluña, con su amplia trayectoria de la sociedad civil y de los organismos públicos de soli-daridad con los pueblos afectados por diferentes crisis, establece en la Ley de cooperación al desarrollo la contribución a prevenir y solucionar las situaciones de emergencia. En aplicación de esta ley, el Plan director de cooperación al desarrollo 2003-2006 ya establecía como objetivo estratégico de la cooperación catalana la ayuda humanitaria general y la ayuda humanitaria de emergencia. En el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, se considera como objetivo estratégico la acción humanitaria en la que las actuaciones tienen un enfoque más integral, abrazando acciones de prevención, preparación, mitigación, respuesta de emergen-cia, posemergencia, recuperación y rehabilitación, velando por la protección de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

La acción humanitaria de la Generalidad se adhiere al consenso internacional en materia de buenas prácticas en cuanto a las donaciones humanitarias iniciado en la Reunión de Estocolmo en 2003, con revisiones anuales, que se concreta en veintitrés principios y buenas prácticas. Estos principios se refieren a los objetivos de la acción humanitaria, a los principios que la guían, al respeto al derecho internacional humanitario, a la legislación sobre personas refugiadas y a la garantía de los derechos humanos. Así, pues, la cooperación de la Generalidad en materia de acción humanitaria se rige por los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad, inde-pendencia y universalidad y por el resto del marco jurídico vinculado.

El Plan director también vela por la inclusión de los objetivos transversales en la línea de acción humanitaria. En cuanto a la promoción de la equidad entre mujeres y hombres, es preciso tener en cuenta que los desastres afectan de forma distinta a hombres y mujeres debido a la distribución desigual de roles, recursos y beneficios, así como por las relaciones de poder exis-tentes en las sociedades. En estos contextos, estas desigualdades y discriminaciones pueden agudizarse aún más. Por lo tanto, las necesidades y los intereses de hombres y mujeres serán también diferentes y habrá que abordarlos de forma distinta.

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En lo que concierne a la promoción de los derechos humanos, la gobernanza y el fortalecimiento del tejido social, la cooperación catalana enfatiza la importancia de velar por la garantía del dere-cho internacional humanitario y los derechos humanos de las personas afectadas, y pone especial énfasis en los derechos de las mujeres que a menudo se vulneran en contextos de crisis (violencia psicológica, física y sexual; discriminaciones en el acceso, control y uso de la ayuda humanitaria; explotación laboral, sexual y doméstica, etc.), así como en los derechos de los colectivos vulne-rables como niños, indígenas, desplazados, refugiados, etc. A la vez, es preciso considerar las personas afectadas por un desastre como sujetos y no tanto como víctimas, y es preciso impulsar su participación, la promoción de sus capacidades, la reducción de su vulnerabilidad y su apodera-miento. Con relación a la sostenibilidad, estos procesos ponen las bases para que las actuaciones, lejos de perpetuar dependencias de la ayuda, promuevan el desarrollo futuro de forma sostenible en su triple dimensión. Paralelamente, también se pone de manifiesto el «contiguum humanitario», en el que la práctica demuestra que las diferentes etapas de la acción humanitaria no son ordenadas en el tiempo, sino que se superponen y se retroalimentan, vinculando la acción humanitaria con el desarrollo tanto antes como después de los desastres.

Por otra parte, la acción humanitaria, en este plan, velará por la incorporación de los principios internacionales de la eficacia de la ayuda donde la apropiación democrática y el alineamiento con las estrategias de acción humanitaria de los países prioritarios y las regiones preferentes toman relevancia, y dará protagonismo a los actores del sur en la gestión de sus riesgos y desastres. A la vez, se potencia el principio de armonización entre donantes y actores humani-tarios con la cada vez más evidente necesidad de coordinar los esfuerzos, evitar duplicidades y desorganización en todo el ciclo humanitario. En este sentido, desde el año 2004, existe el Comité Catalán de Ayuda Humanitaria de Emergencia (CCAHE) que reúne representantes de ONGD y de distintos organismos públicos catalanes y que tiene como finalidad definir conjunta-mente prioridades estrategias, criterios de intervención y necesidades ante las diferentes crisis que surjan. Por último, con relación a los principios de gestión por resultados y la rendición de cuentas, se hace evidente la necesidad creciente de promover procesos evaluativos de forma continua y participativa para rendir cuentas de las actuaciones en este ámbito y, a la vez, gene-rar aprendizajes de todos los actores implicados e incorporar las recomendaciones y lecciones aprendidas dentro de los ciclos de la acción humanitaria.

En este plan director, pues, se dispone que entre un 7% y un 10% del total de los recursos de la AOD de la Generalidad se destine a la línea estratégica de acción humanitaria como muestra del peso específico que tiene esta línea para la cooperación catalana.

B.1 Objetivo estratégico de acción humanitaria

1. Contribuir a prevenir y a cubrir las necesidades de las poblaciones afectadas por desastres de origen natural, socionatural o humano, a restablecer sus derechos fundamentales y su dignidad humana, y a reducir su vulnerabilidad y fomentar sus capacidades

El Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014, siguiendo las líneas del anterior Plan, considera la acción humanitaria como el conjunto de acciones dirigidas a cubrir las necesida-des básicas de los colectivos afectados por un desastre, a restablecer su dignidad humana, a velar porque se protejan y se garanticen sus derechos fundamentales y a reducir vulnerabili-dades manifiestas o potenciales, e incrementar sus capacidades existentes. Así, se enfatiza la importancia de tener en cuenta las estrategias de DRR, en las que las intervenciones tienen el enfoque de reducir vulnerabilidades e incrementar las capacidades de las propias comunida-des para hacer frente a los riesgos de desastres, ante fenómenos potencialmente peligrosos o amenazas. A la vez, se pone especial énfasis en actuar en crisis de larga duración y también en las llamadas crisis olvidadas o invisibles. Ambas apuestas se ponen de manifiesto con el desa-rrollo de los objetivos específicos como valor añadido de una cooperación modesta en cuanto a recursos, pero que pretende enfatizar la importancia de la calidad de las intervenciones, de forma integral y complementaria a otras intervenciones humanitarias.

91Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

En primer lugar, se quiere intervenir en los llamados crisis y conflictos olvidados en los que la respuesta humanitaria de la comunidad internacional es mínima a causa principalmente de la falta de información, de intereses políticos concretos y de su recurrencia, entre otros factores, que provocan el desinterés y/o el desconocimiento de la opinión pública. Así, se quiere priorizar la actuación en estos contextos como apuesta hacia los colectivos y territorios más excluidos y olvidados, específicamente en África, haciendo especial énfasis en las acciones de testimonio y de denuncia de las violaciones de los derechos humanos y, en concreto, en las vulneraciones de los derechos de las mujeres.

Paralelamente, en cuanto a la DRR, la cooperación catalana también se alinea con el Marco de acción de Hyogo 2005-2015 —Plan de acción impulsado por la estrategia internacional para la reducción de desastres (EIRD) y coordinado por la estrategia internacional de las Naciones Unidas para la reducción de desastres (UNISDR)—, en el que se promueve la necesidad de incrementar las capacidades locales y nacionales en estrategias de DRR (prevención, prepa-ración y mitigación), tanto en el ciclo de la acción humanitaria como en el desarrollo, como mecanismo para incrementar la resiliencia de las sociedades ante catástrofes potenciales. Así, el incremento de la resiliencia se entendería como el fortalecimiento de las capacidades de las comunidades expuestas a diferentes amenazas para adaptarse, resistirse y transformarse, si es preciso, con la finalidad de alcanzar o mantener un nivel aceptable de funcionamiento y de estructura. En el caso de la cooperación de la Generalidad, se pondrá especial atención a refor-zar las capacidades de los distintos colectivos que se encuentran en riesgo de desastre o que ya lo han sufrido, como en el caso de Haití. A la vez, se apoyarán las estrategias de los países prioritarios y las regiones preferentes en este ámbito.

Por último, el Plan director, siguiendo la Carta humanitaria y los estándares mínimos consen-suados por los principales actores humanitarios sobre actuaciones en contextos de crisis (Pro-yecto Esfera 2004), pretende contribuir a satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones afectadas por un desastre de forma equitativa y con especial énfasis en la participación activa de los colectivos más excluidos. A la vez, se pretende potenciar la protección, así como la ga-rantía del derecho internacional humanitario y los derechos fundamentales sobre todo de las mujeres, mediante el apoderamiento de grupos de mujeres y/o grupos feministas y el apoyo a sus actuaciones.

Como muestra de la apuesta de la cooperación catalana por las crisis de larga duración y las crisis olvidadas, así como por las estrategias de DRR, se destinará un 65% del presupuesto de acción humanitaria a los objetivos específicos vinculados (OE 1.1 y OE 1.2). En lo que con-cierne al objetivo de contribuir a satisfacer equitativamente las necesidades inmediatas de los colectivos afectados por desastres (OE 1.3), se destinará un 35% del presupuesto de acción humanitaria.

Concretamente, este objetivo estratégico se alcanzará mediante los siguientes objetivos espe-cíficos:

OE 1.1. Contribuir a satisfacer las necesidades inmediatas y a restablecer los derechos fundamentales y la dignidad humana de las poblaciones afectadas por crisis de larga duración y por los llamados conflictos o crisis olvidados, con especial atención al África subsahariana y a la participación de los grupos tradicionalmente excluidos.

R 1.1.1. Haber contribuido a la detección de necesidades y a la asistencia básica de emergen-cia, implicando los distintos grupos afectados en situaciones de crisis estructural.

R 1.1.2. Haber contribuido a la asistencia y reintegración de personas refugiadas y desplazadas.

R 1.1.3. Haber promovido acciones de testimonio, denuncia y defensa del derecho interna-cional humanitario y los derechos humanos, haciendo especial énfasis en los derechos de las mujeres.

92 DGCDAH / ACCD

OE 1.2. Contribuir a incrementar la resiliencia de forma equitativa de las po-blaciones que han sufrido o que pueden sufrir desastres, mediante la adopción de estrategias de DRR (prevención, preparación y mitigación).

R 1.2.1. Haber facilitado la creación y/o la consolidación de capacidades de prevención, pre-paración y mitigación de las poblaciones que han sufrido o que pueden sufrir desastres, con especial atención a los colectivos tradicionalmente excluidos.

R 1.2.2. Haber contribuido a apoyar las estrategias y los programas de reducción de riesgos de desastres de los países prioritarios y las regiones preferentes.

OE 1.3. Contribuir a satisfacer equitativamente las necesidades inmediatas de las poblaciones afectadas por catástrofes de origen natural, socionatural o humano, y restablecer sus derechos fundamentales y su dignidad humana, incorporando la participación de los colectivos tradicionalmente excluidos.

R 1.3.1. Haber contribuido a la detección de necesidades inmediatas y a la asistencia básica de emergencia, velando por la participación de los distintos grupos afectados después de una crisis.

R 1.3.2. Haber contribuido a la rehabilitación de equipamientos básicos y la recuperación so-cioeconómica en la fase posemergencia, desde un enfoque de la gestión de los riesgos.

R 1.3.3. Haber contribuido a garantizar los derechos específicos de los grupos especialmente excluidos en contextos de desastres, haciendo especial énfasis en los derechos de las mujeres, mediante su apoderamiento y el incremento de sus capacidades.

C. Línea estratégica de EpD: promover la EpD como un proceso de transformación social

La EpD es un concepto dinámico, en constante evolución, pero con una base sólida y consen-suada entre el conjunto de los actores implicados en este ámbito. La EpD es una herramienta imprescindible para la transformación social en el norte y la erradicación de la pobreza y las desigualdades en el sur. Es un proceso educativo permanente que favorece la comprensión de las interrelaciones económicas, políticas, sociales y culturales entre el norte y el sur y promueve los valores y actitudes relacionados con la solidaridad y la justicia social y contribuye a modificar comportamientos mediante acciones transformadoras. La EpD se enmarca en el paradigma del desarrollo humano sostenible y, además, incorpora los enfoques de equidad entre mujeres y hombres, de los derechos humanos individuales y colectivos y de la sostenibilidad del desarro-llo, de los derechos humanos y de la cultura de paz en su ámbito de actuación.

Mediante la EpD, se busca fomentar una visión realista y crítica del mundo, de sus estructuras económicas, políticas y sociales como paso previo para la transformación social, que deviene uno de los principales pilares. Además, se pretende incrementar la corresponsabilidad de la ciudadanía en el combate de las causas que provocan las desigualdades y la exclusión social, mediante el fomento de la participación ciudadana en el ámbito local y también, y muy impor-tante, en el ámbito global. En efecto, la construcción de la ciudadanía global deviene uno de los objetivos principales, sino el central, de la EpD, y supone la construcción de un sujeto político en clave global para la transformación y la defensa de los derechos individuales y colectivos de

93Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

personas y pueblos. Así, pues, uno de los principales objetivos que orientan las acciones en EpD es el fomento de una sociedad global informada, comprometida y solidaria en la cual todos los actores deben jugar un papel activo, desde su especificidad.

Cataluña dispone de una importante tradición de trabajo en educación en valores, y más en concreto en EpD, que incluye la educación por la paz y por los derechos humanos, fruto de la riqueza y del compromiso solidario de su tejido asociativo y de la experiencia y el trabajo de la comunidad educativa catalana. Estos elementos constituyen, sin duda, un valor añadido del sistema de cooperación al desarrollo catalán para responder a los retos en EpD. El reverso de esta realidad es la fragmentación y dispersión en los esfuerzos de los distintos actores impli-cados. Vinculado a este hecho, el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010 ya ad-vertía de la importancia de disponer de mecanismos y medios para transformar el riesgo de la dispersión en actuaciones más coordinadas y con mayor capacidad para incidir en los valores, actitudes y comportamientos de la ciudadanía catalana.

Por su parte, los resultados del Estudio de opinión del año 2009, impulsado por la DGCDAH, sobre las percepciones de la ciudadanía de Cataluña con relación al desarrollo y la cooperación al desarrollo, demuestran un alto nivel de adhesión de la ciudadanía a las metas de la coope-ración al desarrollo –prácticamente un 90% de los encuestados dice que está de acuerdo con el hecho de que la Generalidad dedique parte de sus recursos a la cooperación al desarrollo y la misma proporción opinan que el Gobierno debe impulsar la EpD, y tres de cada cuatro opina que los medios de comunicación deberían ofrecer más información sobre estos temas.

Con el objetivo de avanzar hacia una acción más estratégica y coordinada en EpD, el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010 recomendaba la elaboración participada de una estrategia de la EpD (EEpD) que se impulsa desde la Generalidad, que debe convertirse en la hoja de ruta compartida a medio-largo plazo en este ámbito. La EEpD, y también este plan director, reconocen, por una parte, el valor añadido de la cooperación catalana en este ámbito, derivado en buena medida del ámbito competencial del Gobierno y también, como se ha des-tacado antes, por la pericia acumulada por la sociedad civil y la comunidad educativa catalana. Por otra, los dos documentos acaran los retos de la coordinación de actores y acciones, y del trabajo más integral de la EpD en su conjunto y en su relación con las prioridades definidas en líneas de trabajo enfocadas al sur —la línea estratégica de desarrollo y la línea de acción huma-nitaria—, así como con las prioridades relacionadas con los objetivos transversales.

En coherencia con lo que establezca la EEpD, serán prioridades para este mandato las que se detallan a continuación.

C.1. Impulsar un tratamiento más integral y coherente de la EpD en el conjunto de la acción de gobierno

La promoción de una EEpD como proceso de transformación social requiere un tratamiento más integral y coherente de la EpD en el marco de esta política pública y también en el marco de la acción del Gobierno en su conjunto.

Este hecho requerirá, por una parte, destinar esfuerzos a la promoción de una acción cohe-rente en EpD en el conjunto de la acción de gobierno, especialmente en cuanto a los criterios que orientan la contratación de bienes y servicios y en cuanto a los principios y valores en la comunicación. En este sentido, es preciso explorar la colaboración en el seno del Gobierno para impulsar el papel de las organizaciones empresariales en ámbitos como el comercio justo o la responsabilidad social corporativa. Por otra parte, un tratamiento integral requiere reforzar los vínculos entre los actores de desarrollo del sur y del norte y buscar las sinergias entre las acciones en pro del desarrollo que se promueven tanto en el sur como en el norte.

94 DGCDAH / ACCD

Por último, un tratamiento más integral también requiere una acción en EpD impregnada de los valores que orientan esta política pública: la promoción de la equidad entre mujeres y hombres; la promoción de la defensa y exigibilidad de los derechos humanos, la gobernanza democrá-tica y el fortalecimiento del tejido social; la promoción de la sostenibilidad en el desarrollo, y la promoción de la cultura de paz, para la que se dirigirán un mínimo del 10% de los recursos de esta línea.

OE 1. Fomentar una acción de gobierno coherente con la promoción de la EpD.

R 1.1. Haber integrado los principios, valores y prácticas del desarrollo humano sostenible en todos los principios de la educación y el aprendizaje, de acuerdo con la agenda fijada por las Naciones Unidas en el marco de la Década de la educación para el desarrollo sostenible.

R 1.2. Haber incorporado los criterios de economía social y solidaria en los procesos de con-tratación de bienes y servicios de la Generalidad.

R 1.3. Haber promovido la coherencia entre los distintos departamentos y priorizar el segui-miento de la EEpD en el seno del grupo de coherencia de políticas de la Comisión Interdepar-tamental de Cooperación al Desarrollo.

R 1.4. Haber incentivado actuaciones conjuntas con los departamentos orientadas a promover el tratamiento respetuoso, riguroso y ético de la información por los medios de comunicación en cuanto a la EpD.

OE 2. Promover una mayor interrelación de la línea de educación para el desa-rrollo con las líneas estratégicas de desarrollo y de acción humanitaria.

R 2.1. Haber promovido la articulación de los actores del norte y del sur en redes internaciona-les para promover la EpD como un proceso de transformación social.

R 2.2. Haber impulsado la EpD mediante la divulgación en Cataluña de las acciones en desa-rrollo y acción humanitaria, teniendo en cuenta el papel de las personas migrantes.

R 2.3. Haber impulsado la educación para el desarrollo en los países y pueblos prioritarios del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014.

R 2.4. Haber apoyado iniciativas orientadas a vincular positivamente migraciones y desarrollo en el ámbito de la educación para el desarrollo, mediante la participación activa de las personas migrantes y los colectivos de migrantes.

OE 3. Promover la equidad entre mujeres y hombres; el respeto a los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social, y la sostenibilidad en el desarrollo mediante la EpD.

R 3.1. Haber contribuido, mediante la sensibilización, educación, investigación y, muy especial-mente, la incidencia política, a la promoción de la equidad entre mujeres y hombres.

R 3.2. Haber contribuido, mediante la sensibilización, educación, investigación y, muy especial-mente, la incidencia política, a la promoción de los derechos humanos, la gobernanza demo-crática, la cultura de la paz y la democratización de las estructuras de poder locales y globales.

R 3.3. Haber contribuido, mediante la sensibilización, educación, investigación y, muy especial-mente, la incidencia política, a la promoción de modelos de desarrollo sostenibles y a modelos de consumo responsable.

96 DGCDAH / ACCD

C.2. Mejorar el impacto y la calidad de la EpD en cada uno de los ámbitos estratégicos de intervención y promover las sinergias entre estos

Existe bastante consenso sobre el hecho de que un buen desarrollo de la EpD requiere una agenda de trabajo en distintos ámbitos de actuación que se consideran estratégicos: la sensibilización, la educación y formación, la investigación y reflexión, y la incidencia política y movilización social. Estos ámbitos de intervención estratégica se refuerzan entre ellos y comparten actuaciones que los abor-dan de forma integral. No son, por lo tanto, compartimentos estancos, sino que se complementan unos con otros. Eso no obsta para que sea necesario mejorar el impacto de las actuaciones en cada uno de estos ámbitos y que sea preciso trabajarlos, también, de forma específica.

Ámbitos de intervención estratégica en EpD

Sensibilización: son las acciones puntuales y a corto plazo que suponen el primer paso para la concienciación de la ciudadanía. Permiten despertar la conciencia crítica y las prácticas solidarias y hacen visibles las causas que provocan desigualdad y exclusión. Este ámbito no profundiza en el análisis de estas causas ni avanza propuestas de transformación. El público objeto es amplio y muy generalista.

Educación y formación: son procesos a medio-largo plazo orientados a la formación en con-tenidos, habilidades, capacidades y valores y que permiten profundizar en el conocimiento de las causas y las consecuencias de la pobreza y en las propuestas de cambio. Tiene en cuenta el ciclo información, comprensión y acción.

Investigación y reflexión: son acciones que se orientan al análisis en profundidad de las cau-sas estructurales que provocan exclusión, desigualdades y pobreza. Los esfuerzos en este ám-bito se encuentran en la base de los fundamentos para la acción. No se trata de la investigación autoreferida, sino de la investigación aplicada.

Incidencia política y movilización social: tiene en cuenta el conjunto de acciones de informa-ción, interlocución, presión y/o denuncia dirigidas a transformar y a incidir en la agenda de las políticas públicas o de los espacios de toma de decisiones en pro de los principios, objetivos y prioridades del desarrollo humano sostenible.

OE 1. Mejorar la EpD en la educación formal y no formal.

R 1.1. Haber establecido espacios y mecanismos de coordinación y colaboración entre la DGC-DAH y la ACCD y el Departamento de Educación, el Departamento de Innovación, Universida-des y Empresa, el Instituto Catalán Internacional por la Paz, la Oficina de Promoción de la Paz y de los Derechos Humanos y la Secretaría de Juventud con relación al desarrollo de la EpD en el ámbito formal, en coherencia con los principios y la acción coeducativa.

R 1.2. Haber promovido una presencia estructurada y transversal de la EpD en el currículum educativo en Cataluña en la educación en todos los niveles educativos.

R 1.3. Haber impulsado la formación del profesorado en EpD, mediante mecanismos de forma-ción permanente, en colaboración, entre otros, con las universidades mediante los institutos de ciencias de la educación.

R 1.4. Haber promovido la elaboración y difusión –entre la Administración, las ONGD y el co-lectivo de docentes– de materiales de EpD de calidad y que den cobertura a todos los niveles educativos y adaptables también al ámbito no formal.

R 1.5. Haber promovido la EpD en el ámbito de la educación no formal, especialmente en el ámbito de la educación en el tiempo libre.

97Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

OE 2. Mejorar el conocimiento sobre las causas estructurales que provocan la pobreza, las desigualdades y la exclusión y sobre las herramientas y las meto-dologías para combatirlas de forma más eficaz.

R 2.1. Haber promovido la investigación aplicada y participativa en los contenidos y los meca-nismos en pro del desarrollo humano sostenible, con especial énfasis en el género y el desarro-llo, la gobernanza, los derechos humanos y el fortalecimiento del tejido social y la sostenibilidad, y que incorpore, si procede, la participación de la sociedad civil catalana, entre otros.

R 2.2. Haber promovido las iniciativas y los mecanismos para incentivar la investigación, espe-cialmente la aplicada, innovadora y con capacidad de impacto, en EpD y en desarrollo humano sostenible, abarcando los derechos humanos y la paz.

R 2.3. Haber fortalecido las capacidades de los centros universitarios y de investigación cata-lanes para educar, formar e investigar en desarrollo y en EpD, mediante, si procede, la creación de un instituto de investigación de referencia internacional en desarrollo.

R 2.4. Haber impulsado la sistematización y coordinación de iniciativas y actores de investiga-ción para el desarrollo humano sostenible en Cataluña.

OE 3. Mejorar la sensibilización social para transformar actitudes y comporta-mientos en pro del desarrollo humano sostenible.

R 3.1. Haber impulsado la innovación de contenidos, las herramientas y los formatos de las actuaciones de sensibilización dirigidos a la ciudadanía de Cataluña, con especial atención al público tradicionalmente ajeno a la cooperación al desarrollo.

98 DGCDAH / ACCD

R 3.2. Haber promovido el papel sensibilizador de los medios de comunicación mediante un tratamiento de la información coherente con los principios de la cooperación al desarrollo y el incremento de temáticas relativas a este ámbito.

R 3.3. Haber impulsado el trabajo coordinado y en red en clave local y global del conjunto de actores de la cooperación catalana en la tarea de sensibilización social, con especial atención a la tarea de la sociedad civil organizada y de los municipios catalanes.

R 3.4. Haber mejorado el impacto de las acciones de sensibilización mediante la mejora en los mecanismos y herramientas para conocer, periódicamente y de forma actualizada, el estado de opinión de la ciudadanía catalana con relación al desarrollo, la cooperación al desarrollo, la paz y los derechos humanos.

OE 4. Incrementar el ámbito de la incidencia política y la movilización social de la sociedad civil catalana en pro del desarrollo humano sostenible.

R 4.1. Haber impulsado la participación de la sociedad civil organizada catalana en las redes internacionales de incidencia política y los espacios institucionales y alternativos de debate sobre desarrollo y cooperación al desarrollo.

R 4.2. Haber apoyado iniciativas de incidencia política de la sociedad civil catalana en la cons-trucción de una gobernanza democrática global y en la promoción de un nuevo multilateralismo en coherencia con la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo.

R 4.3. Haber apoyado iniciativas de la sociedad civil catalana para hacer incidencia política en pro de la CPD en los espacios de decisión locales, nacionales, estatales y globales.

R 4.4. Haber apoyado iniciativas de incidencia de la sociedad civil catalana en la promoción de la equidad entre mujeres y hombres; la defensa, promoción, garantía y exigibilidad de los derechos humanos y la gobernanza democrática; en la cultura de paz, y en la defensa de un modelo de desarrollo sostenible.

R 4.5. Haber apoyado iniciativas de la sociedad civil catalana para incidir en la configuración de agendas políticas en coherencia con los principios y objetivos del desarrollo humano sostenible.

R 4.6. Haber promovido el papel activo de los medios de comunicación en la transmisión de valores y principios de la cooperación al desarrollo para incidir en la transformación social y política.

OE 5. Promover la complementariedad y las sinergias entre las acciones de educación, investigación, sensibilización y incidencia en EpD.

R 5.1. Haber impulsado mecanismos de retroalimentación entre la investigación y la incidencia política; la sensibilización y movilización social, y la investigación y la educación y formación en EpD.

R 5.2. Haber desarrollado mecanismos e instrumentos que promuevan acciones integrales en EpD que incorporen todos los ámbitos de intervención estratégica —sensibilización, educación y formación, investigación y reflexión e incidencia política y movilización social.

99Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

C.3. Mejorar las capacidades y la articulación de los actores de la cooperación catalana en EpD

OE 1. Promover la concertación y el trabajo en red entre el conjunto de actores públicos y privados implicados en EpD en clave local y global, a partir del valor añadido de cada uno de ellos.

R 1.1. Haber analizado y potenciado el valor añadido y el ámbito de pericia de cada uno de los actores para mejorar su contribución a la EpD.

R 1.2. Haber fomentado el trabajo en red de los actores catalanes para mejorar el impacto de la EpD en Cataluña, a partir de las oportunidades que proporcionan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

R 1.3. Haber mejorado las capacidades de articulación de los actores catalanes con actores de desarrollo y redes internacionales en EpD, o con potencial de articulación con EpD, teniendo especial atención a los medios de comunicación.

R 1.4. Haber impulsado alianzas estratégicas entre los socios de gobierno en el trabajo en EpD, con especial atención al Departamento de la Vicepresidencia, el Departamento de Educación, el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa, el Departamento de Cultura y Me-dios de Comunicación, el Departamento de Acción Social y Ciudadanía y el Departamento de Interior, Relaciones Institucionales y Participación.

R 1.5. Haber impulsado alianzas estratégicas del Gobierno y de los actores de la cooperación catalana con actores no tradicionales de la cooperación al desarrollo, como son los medios de comunicación, los colectivos de personas migrantes, los movimientos sociales, las organizacio-nes de mujeres y organizaciones feministas, las entidades deportivas, etc.

R 1.6. Haber creado una mesa de concertación del conjunto de actores implicados en la estra-tegia de EpD de la Generalidad.

OE 2. Mejorar las capacidades de los actores públicos y privados catalanes en sensibilización, educación y formación, investigación y reflexión, e incidencia política y movilización social.

R 2.1. Haber mejorado la oferta y calidad de la formación teórica y práctica de los actores pú-blicos y privados catalanes en EpD.

R 2.2. Haber promovido el tratamiento integral y coherente de la EpD en la estructura organiza-tiva de los actores de cooperación al desarrollo catalanes.

R 2.3. Haber promovido la innovación entre los actores de la cooperación catalana en el uso de herramientas y metodologías para la formación, sensibilización e incidencia de EpD, de acuerdo con las necesidades identificadas en el marco de la EEpD.

R 2.4. Haber mejorado las capacidades del personal profesional de la comunicación para ga-rantizar el tratamiento respetuoso, riguroso y ético de la información por los medios de comu-nicación.

R 2.5. Haber potenciado la autoidentificación de agentes de EpD aparte de los tradicionales agentes de la cooperación.

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Los acuerdos y consensos internacionales sobre cooperación al desarrollo recomiendan concentrar los esfuerzos de los donantes multilaterales y bilaterales en un número reducido de países. La Declaración de París sobre eficacia de la ayuda y el consiguiente PAA y, en particular, el Código de conducta de la Unión Europea, sobre la complementariedad y la división internacional del trabajo en la política de desarrollo, recomiendan incrementar los esfuerzos de priorización geográfica y la necesidad de apostar por la especialización de los donantes también en lo que concierne a la asignación de AOD por países.

Mejorar la concentración geográfica de la cooperación al desarrollo de la Generalidad

07

102 DGCDAH / ACCD

A pesar de que los avances en el desarrollo efectivo de estos compromisos son lentos y re-quieren importantes esfuerzos de coordinación entre el conjunto de la comunidad internacional de donantes, la Generalidad se hace eco de esta recomendación y propone avanzar más en la focalización geográfica respecto a los anteriores ciclos de planificación.

Como expresión de esta voluntad, y tomando en consideración las recomendaciones inter-nacionales y las orientaciones de la Ley catalana de cooperación al desarrollo y las opciones tomadas por el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010 en cuanto a los países y pueblos que deben priorizarse –los países de la región mediterránea, especialmente los del Magreb, los de Centroamérica y Suramérica y los del África subsahariana–, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 establece tres niveles de priorización geográfica: países y pueblos prioritarios, regiones preferentes y PMA.

Con este triple nivel de priorización, se pretende dar continuidad e incrementar el esfuerzo de concentración iniciado con los planes directores precedentes en cuanto a la focalización de la cooperación al desarrollo en un grupo reducido de países y pueblos y, a la vez, apostar por las dinámicas de desarrollo regional, sea porque las sinergias que se dan entre países vecinos lo pide o sea para dar reconocimiento al acompañamiento de procesos de desarrollo de colecti-vos y pueblos que trascienden las fronteras estatales.

Complementariamente, y dando continuidad al Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, el establecimiento de este triple nivel de priorización refleja un compromiso de focaliza-ción y concentración de recursos y esfuerzos que es compatible con el hecho de dirigir recur-sos y esfuerzos a pueblos o países sensibles para la cooperación catalana y que cuentan con una larga trayectoria de solidaridad. Este es el caso de países, pueblos o regiones en situación de posconflicto bélico, sometidos a bloqueo u objeto de graves vulneraciones de los derechos humanos.

7.1. Concentrar y mejorar la calidad de la cooperación al desarrollo de la Generalidad en los países y pueblos prioritarios

La Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, que acaba cristalizando en los ODM, pone el énfasis en la necesidad de movilizar recursos para erradicar la situación de pobreza y margina-lidad que sufre buena parte de la población mundial. Por su parte, la Ley catalana de coope-ración al desarrollo establece, entre las prioridades que deben orientar las opciones de esta política pública en cuanto a focalización geográfica, los países y pueblos que son víctimas de situaciones de pobreza u objeto de vulneración de los derechos humanos.

Con este punto de partida, el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010 hacía una selección de países y territorios que debían priorizarse que combinaba el análisis de necesida-des con un análisis de oportunidades de cooperación en estos países junto con una valoración de las capacidades reales o potenciales de la cooperación catalana para acompañar, de forma eficaz, los procesos de desarrollo que se dan en estos.

Para garantizar la continuidad con la acción iniciada con los anteriores ejercicios de planifica-ción y así mejorar la eficacia e impacto de la cooperación al desarrollo de la Generalidad a largo plazo, el análisis de la especificidad catalana en el marco de la complementariedad y la división internacional del trabajo en cuanto a prioridades geográficas es preciso continuar haciéndola en estos términos.

En lo que concierne al análisis de necesidades, la cooperación catalana prioriza los países que registran un desarrollo humano de nivel bajo o medio bajo y los PMA, y que se caracterizan

103Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

por una fuerte incidencia de las desigualdades, incluidas las de género, y que registran, con-secuentemente, bolsas importantes de pobreza y exclusión. Las situaciones de vulneración de los derechos humanos —en su dimensión individual y colectiva— y la existencia de conflicto armado, situaciones de posconflicto o de riesgo y violencia son elementos que se incorporan a este análisis, de acuerdo con lo que deriva del espíritu de la Ley de cooperación al desarrollo.Con relación a las oportunidades de cooperación, la cooperación al desarrollo de la Generali-dad, partiendo de sus dimensiones y características, prioriza el trabajo en los países y pueblos que cuentan con una presencia mínima de la comunidad internacional de donantes que permite cooperar en condiciones y con efecto multiplicador y en los países que cuentan con una insti-tucionalidad mínima para liderar procesos de cambio, a los que pueda sumarse la cooperación catalana como facilitador o catalizador de estos.

Por último, y en cuanto a las capacidades de la cooperación catalana, se priorizará el trabajo en los países o pueblos que han concentrado volúmenes significativos de AOD durante los anterio-res ciclos, en los que se han desarrollado alianzas estratégicas con los actores locales públicos y de la sociedad civil y para los que se cuenta pericia y tradición de trabajo entre los actores de la cooperación catalana al desarrollo, a veces vinculada a los colectivos procedentes de estos países y pueblos de origen.

Partiendo de la muestra de países priorizados en el anterior ciclo de planificación y después de aplicar estos tres conjuntos de factores, se recomienda concentrar los esfuerzos de la co-operación al desarrollo de la Generalidad en la línea estratégica de desarrollo en once países y pueblos prioritarios.

Áreas geográficas prioritarias / países y pueblos prioritarios:

Mediterráneo: Marruecos, Palestina y Sáhara Occidental.África subsahariana: Mozambique y Senegal.Centroamérica y el Caribe: Guatemala, Nicaragua y El Salvador.Suramérica: Bolivia, Colombia y Ecuador.

Tan importante como el ejercicio de priorización geográfica en su conjunto es el esfuerzo de focalización de la acción de la Generalidad en cada uno de los países y pueblos prioritarios. Por ello, y siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, deberán priorizarse dos o tres sectores de actuación para cada uno de los países, así como para cada una de las regiones de atención preferente. Esta selección se hará en el marco de las EPP, que se desarrollarán en su totalidad durante el mandato de este plan director.

7.2. Promover la concentración de la cooperación al desarrollo de la Generalidad en las regiones preferentes y acompañar procesos de desarrollo, instituciones y organizaciones regionales

Los procesos de desarrollo no siempre se dan en una lógica territorial coincidente con las fronteras que delimitan los estados. Así, determinados fenómenos vinculados al desarrollo, que van desde la vulneración de derechos colectivos y de los derechos de las mujeres y el acceso a los recursos naturales y su gestión hasta la gestión de conflictos o de pautas recurrentes de exclusión y marginalidad, comparten mínimos comunes denominadores en clave regional y, en consecuencia, determinados procesos de ampliación de capacidades, oportunidades y liberta-des se articulan mediante organizaciones, redes o movimientos de alcance regional. De forma complementaria, los procesos de integración regional en los que están sumergidos muchos de

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los países y pueblos prioritarios de la cooperación al desarrollo de la Generalidad, obligan a simultanear las actuaciones por país con las actuaciones por región.

Además, en coherencia con los valores que inspiran esta política pública en cuanto al reco-nocimiento del derecho de los pueblos a la defensa y promoción de la cultura, la lengua y la identidad propias (artículo 3 de la Ley de cooperación al desarrollo), algunos de los socios de la cooperación al desarrollo de la Generalidad son pueblos sin estado. Este es el caso de pueblos como los amaziges o los curdos en la región mediterránea, o los pueblos aimara y quechua en la región andina, o los distintos pueblos de la región mesoamericana y la región de África occidental, entre otros.

Por último, este plan director introduce el concepto de ámbitos relacionales para referirse a los fenómenos vinculados al desarrollo caracterizados por una relación de interdependencia entre el norte y el sur, como son el fenómeno migratorio, el cambio climático, etc. El tratamiento en clave de ámbitos relacionales obliga a priorizar regiones como el África occidental en cuanto al fenómeno migratorio, ya que involucra la región en su conjunto y, por consiguiente, tanto los países de origen como los de tránsito.

Tomando como punto de partida las regiones priorizadas por la Ley de cooperación al desa-rrollo y los elementos hasta ahora mencionados, se recomienda concentrar los esfuerzos de la cooperación al desarrollo de la Generalidad en cuatro regiones preferentes:

Región andina y amazónicaLos países y pueblos de la región andina afrontan retos compartidos en cuanto a la consolida-ción de modelos de gobernanza democrática capaces de gestionar positivamente conflictos de origen diverso: sociopolíticos, étnico-culturales, ambientales y por el control de recursos, etc. Las agendas compartidas, entre las que destacan el combate de las desigualdades estructu-rales, la promoción de la cohesión social y la lucha por los derechos colectivos de los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendentes, se traducen en la existencia de instituciones y organismos regionales, así como de redes, organizaciones y movimientos sociales regionales y transnacionales.

Región mesoamericanaLos países y pueblos de la región mesoamericana también comparten agendas regionales: aparte de los distintos procesos de integración económica y comercial y la agenda de defensa y exigibilidad de derechos de los pueblos indígenas, destacan los desafíos que supone la ges-tión sostenible de los recursos naturales de áreas y territorios que forman parte de una misma bioregión y el tratamiento de fenómenos como la inseguridad ciudadana y los estallidos de violencia que se asocian a esta.

Región mediterráneaLa región mediterránea es un claro ejemplo de región donde los retos y procesos de desarrollo escapan a la lógica estatal. La defensa de los derechos colectivos de pueblos minorizados como el amazige o el curdo, entre otros; la existencia de redes regionales de defensa y promo-ción de los derechos de las mujeres, o el reto de dar respuesta a desafíos de desarrollo global con efectos regionales específicos como son el fenómeno migratorio o el cambio climático, son buenos ejemplos de esta realidad.

Región de África occidentalEl trabajo regional con el África occidental permite acompañar procesos de desarrollo de co-lectivos y pueblos que, a pesar de no pertenecer a un mismo estado, comparten una realidad lingüística, cultural y, a veces, sociopolítica. Complementariamente, la realidad de esta región se caracteriza por una agenda común de desarrollo en términos de defensa y exigibilidad de los derechos, entre los cuales destacan los derechos de las mujeres y los derechos vinculados a la soberanía alimentaria, y los derechos que derivan de los desafíos globales con efectos regionales específicos como son el fenómeno migratorio o el cambio climático.

105Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

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En este marco de posibilidades, la cooperación catalana priorizará:

El trabajo en los países o pueblos que, a pesar de no ser prioritarios, forman parte de estas regiones preferentes con el objetivo de buscar economías de escala con los países y pueblos prioritarios.

El acompañamiento a los procesos de desarrollo, instituciones, organizaciones y redes regionales, con especial atención a las que promuevan los objetivos transversales de la cooperación catalana: la equidad entre mujeres y hombres; los derechos humanos, la gobernanza democrática y el tejido social, y la sostenibilidad, con especial atención a la ambiental y a los efectos derivados del cambio climático.

El impulso de iniciativas de codesarrollo que busquen reforzar los vínculos positivos en-tre el fenómeno de la migración y los procesos de desarrollo, especialmente en la región andina, la región mediterránea y la región de África occidental.

7.3. Mejorar la contribución de la cooperación de la Generalidad a los PMA

En coherencia con los compromisos y los consensos internacionales, la cooperación al desa-rrollo de la Generalidad destinará parte de sus esfuerzos a los PMA. Esta categoría de países, creada por las Naciones Unidas en 1971, establece una lista de países partiendo de tres crite-rios definidos por el ECOSOC: nivel de renta bajo, niveles bajos en nutrición, salud y educación, e índice de vulnerabilidad alto.

En la Conferencia de Doha sobre financiación del desarrollo, en 2008, se reafirma el compro-miso con dirigir entre el 0,15% y el 0,20% del producto nacional bruto (PNB) de los países do-nantes a los PMA, adquirido en el Programa de acción de Bruselas de 2001 durante la tercera conferencia sobre PMA de las Naciones Unidas.

La aplicación de estos porcentajes a la contribución al desarrollo del Gobierno se traduce en la meta de concentrar un 25% de la AOD del Gobierno empleada en países del sur a los PMA.

7.4. Continuar apoyando a países y pueblos en situación de posconflicto bélico y de conflicto armado, sometidos a bloqueo u objeto de graves vulneraciones de los derechos humanos

Complementariamente, y dando continuidad al Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, el establecimiento de este triple nivel de priorización refleja un compromiso de focaliza-ción y concentración de recursos y esfuerzos que es compatible con el hecho de dirigir recur-sos y esfuerzos a pueblos o países sensibles para la cooperación catalana y que cuentan con una larga trayectoria de solidaridad. Este es el caso de países, pueblos o regiones en situación de posconflicto bélico, sometidos a bloqueo u objeto de graves vulneraciones de los derechos humanos individuales y colectivos.

107Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Cuadro de resultados

O1. Concentrar y mejorar la eficacia de la AOD de la Generalidad en los países y pueblos prioritarios.

R1. Haber concentrado los esfuerzos de la línea de desarrollo en los países y pueblos priorita-rios hasta representar un 70% de la línea estratégica de desarrollo.

R2. Haber mejorado el impacto de la cooperación al desarrollo del Gobierno en los once países y pueblos prioritarios mediante la concentración en un máximo de tres sectores por país.

O2. Promover la concentración de la cooperación al desarrollo de la Generalidad en las regiones preferentes y acompañar procesos de desarrollo, instituciones y organizaciones regionales.

R1. Haber concentrado los esfuerzos de la línea de desarrollo en las regiones preferentes hasta representar un 80% de la AOD de la línea de desarrollo.

R2. Haber fortalecido las dinámicas regionales en la promoción de los objetivos transversales de la cooperación catalana.

O3. Mejorar la contribución de la cooperación de la Generalidad a los países me-nos avanzados.

R1. Haber concentrado una parte de los esfuerzos de la línea de desarrollo en los PMA hasta representar un 25% de la AOD dirigida al sur.

O4. Continuar apoyando a países y pueblos en situación de posconflicto bélico, sometidos a bloqueo u objeto de graves vulneraciones de los derechos humanos.

R1. Haber apoyado a países y pueblos en situación de posconflicto bélico, sometidos a bloqueo u objeto de graves vulneraciones de los derechos humanos.

108 DGCDAH / ACCD

De acuerdo con la Ley 26/2001, la cooperación al desarrollo de la Generalidad se puede implementar bilateralmente y multilateralmente. Como en el anterior ciclo de planificación, se propone, para dar claridad, desarrollar la cooperación bilateral desde una triple vertiente: a) en función de si las actuaciones se llevan a término a iniciativa de la Generalidad y se ejecutan directamente con los países socios o dirigidas a la ciudadanía catalana; b) en función de si las actuaciones se llevan a término a iniciativa y mediante los actores de cooperación al desarrollo catalanes, y, por último, c) en función de si las actuaciones se conciertan en alguna o varias de las fases entre la Generalidad y los actores de la cooperación al desarrollo del norte.

Mejorar el desarrollo de las modalidades de cooperación al desarrollo de la Generalidad

08

110 DGCDAH / ACCD

De esta manera, el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 establece las cuatro modalidades de actuación siguientes:

1. Cooperación para el desarrollo bilateral de iniciativa directa de la Generalidad.

2. Cooperación para el desarrollo bilateral de la Generalidad en concertación con otros agentes de la cooperación al desarrollo.

3. Cooperación para el desarrollo bilateral a iniciativa de los actores de la cooperación al desarrollo catalana (ONGD y entidades privadas no lucrativas).

4. Cooperación para el desarrollo mediante organizaciones multilaterales.

Los principales objetivos y prioridades en relación con cada una de estas modalidades se pre-sentan a continuación.

8.1. Promover la cooperación para el desarrollo bilateral de iniciativa directa de la Generalidad en los países y pueblos prioritarios, en la acción humanitaria y en las actuaciones de EpD

Se entiende por cooperación para el desarrollo bilateral de iniciativa directa de la Generalidad toda actuación que asuma y ejecute directamente el Gobierno, sin la intermediación de terce-ros. Esta modalidad se da, pues, cuando la ACCD y los distintos departamentos de la Genera-lidad, por separado o de forma conjunta, acuerdan actuaciones de cooperación al desarrollo y de acción humanitaria con las entidades e instituciones de los países socios, así como actua-ciones directas en el marco de la EpD en Cataluña.

En consecuencia, la Generalidad asume la responsabilidad de todo el ciclo del proyecto o programa (identificación, formulación, planificaciones estratégica y operativa, ejecución, segui-miento y evaluación de resultados y de impacto), sin perjuicio de que, en alguna fase del ciclo de esta política pública, intervengan puntualmente otros actores.

Esta modalidad se utilizará de forma preferente en las actuaciones de desarrollo en los países y pueblos prioritarios que determina el Plan director. La modalidad bilateral directa permite es-tablecer una relación más estrecha e institucionalizada con los actores del sur. La idoneidad de esta modalidad se pone de manifiesto en las actuaciones orientadas a fortalecer, por ejemplo, instituciones gubernamentales, a mejorar el diseño y gestión de las políticas públicas y a apo-derar a sectores tradicionalmente excluidos, de acuerdo con los principios y valores del Plan director. En especial, esta modalidad se utilizará con los diferentes niveles de gobierno de los países socios, con los pueblos indígenas y minorizados y con las organizaciones y redes de mujeres de ámbito regional o global.

Teniendo en cuenta la agenda de eficacia de la ayuda, las actuaciones de cooperación median-te la modalidad bilateral directa deberán estar en consonancia con los planes de desarrollo o con las prioridades de desarrollo que haya identificado el país socio, tanto gubernamentales como de la sociedad civil.

Por último, la modalidad de cooperación bilateral directa también se utilizará, por una parte, para llevar a cabo campañas institucionales que tengan como finalidad sensibilizar a la ciuda-danía de Cataluña sobre la realidad del sur y, por otra, para ejecutar actuaciones de acción humanitaria, que deberán estar en consonancia con las demandas de los gobiernos y de los organismos responsables en las distintas fases del ciclo de la actuación.

111Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

8.2. Promover la concertación con los actores de la cooperación al desarrollo, con especial atención a la sociedad civil

Se entiende por cooperación para el desarrollo bilateral de la Generalidad en concertación con otros agentes de la cooperación toda actuación del Gobierno en la que alguna o varias de las fases básicas del ciclo del programa o del proyecto (identificación, formulación, planificaciones estratégica y operativa, ejecución, seguimiento y evaluación de resultados y de impacto) se lleven a cabo de forma concertada o con la mediación de otros actores de la cooperación para el desarrollo del norte.

Los actores del norte con los que podrán concertarse las actuaciones serán: estados y gobier-nos no centrales (municipios y entes locales, entidades supramunicipales, regiones y comu-nidades autónomas, redes, agrupaciones y fondos de entes locales), universidades, actores privados no lucrativos y ONGD, redes internacionales, consultoras y organizaciones empresa-riales.

A pesar de que la modalidad concertada se recogía en el anterior Plan director, este será el ciclo de planificación en el que se desarrollará con más intensidad. La modalidad concertada se erige como uno de los valores añadidos de la cooperación catalana en la medida en que las fórmulas de coordinación, cooperación y colaboración público-privadas que promueve son un reflejo, precisamente, del modelo de gobernanza propiamente catalán.

Además, las ventajas de esta modalidad son múltiples. En primer lugar, porque es la que en-caja mejor con la realidad del mapa de actores de la cooperación catalana, caracterizada por su diversidad y pluralidad. En segundo lugar, porque es la que se ajusta más a la naturaleza participativa y participada de la cooperación catalana. En tercer lugar, porque permite generar sinergias entre la cooperación privada y la cooperación pública y evitar, por lo tanto, que la cooperación catalana sea dual. En cuarto lugar, porque contribuye a superar la lógica de la subvención y avanzar hacia alianzas de desarrollo más estratégicas, con un diseño compartido de los objetivos, de los resultados esperados y de las actuaciones. Por último, porque es la más adecuada para vehicular las prioridades de exploración identificadas en este plan director.En consecuencia, se hace necesario promover la modalidad concertada en cada una de las líneas estratégicas del Plan director, la de desarrollo, la de acción humanitaria y la de EpD.

La asignación de recursos mediante esta modalidad se hará a través de mecanismos que aseguren la transparencia, la concurrencia restringida y la igualdad de condiciones para los distintos actores. En este sentido, es necesario mejorar las fórmulas jurídico-administrativas para desarrollar esta modalidad.

8.3. Promover la cooperación para el desarrollo bilateral a iniciativa de los actores de la cooperación catalana, especialmente las ONGD y las entidades privadas no lucrativas

Se entiende por cooperación al desarrollo bilateral a iniciativa de otros actores de la coope-ración catalana toda iniciativa de actuación que provenga de otros agentes de la cooperación catalana que no pertenezcan a la Administración de la Generalidad y que se canalice mediante estos agentes. Bajo el punto de vista del ciclo del proyecto o programa (identificación, formula-ción, planificaciones estratégica y operativa, ejecución, seguimiento y evaluación de resultados y de impacto), la responsabilidad recae en manos de actores que no forman parte de la estruc-

112 DGCDAH / ACCD

tura orgánica e institucional de la Generalidad. No obstante, estas actuaciones de cooperación estarán sometidas a los mecanismos de fiscalización y rendición de cuentas de la Generalidad, de acuerdo con la normativa vigente, en la medida que se ejecutan con fondos públicos.

Cataluña se caracteriza por una sociedad civil dinámica y bien organizada en el ámbito de la cooperación al desarrollo y la solidaridad internacional y es depositaria de un enorme conoci-miento y especialización sobre la realidad del sur y sobre sus principales desafíos, además de una amplia y dilatada experiencia en la EpD. La Generalidad, consciente de este bagaje acumu-lado, concibe las distintas organizaciones de la sociedad civil como actores clave en el impulso y ejecución de la política pública de cooperación al desarrollo.

Por lo tanto, esta modalidad busca asegurar el fortalecimiento de la tarea comprometida y transformadora de las organizaciones de la sociedad civil, dado que, mediante estas, se con-tribuye también al apoderamiento de las personas y de las comunidades del sur. Es por este motivo que se priorizarán las actuaciones de las universidades y centros de investigación cata-lanes, las administraciones locales y, muy especialmente, de las ONGD y las entidades privadas no lucrativas catalanas que trabajen en el ámbito de la cooperación y la solidaridad.

La asignación de recursos mediante esta modalidad se efectuará, principalmente, a través de con-vocatorias públicas mediante criterios de concurrencia, transparencia e igualdad de oportunidades.

8.4. Promover la cooperación al desarrollo de la Generalidad mediante organismos multilaterales en el marco del paradigma del nuevo multilateralismo

Se entiende por cooperación al desarrollo multilateral toda participación y contribución de la Generalidad a las actuaciones de distintos organismos multilaterales especializados –sean de ámbito universal o regional– en la promoción del desarrollo humano sostenible y de un orden internacional más justo y solidario.

En un contexto como el actual, marcado por la globalización y existencia de desafíos transna-cionales, la cooperación multilateral presenta muchas ventajas. En primer lugar, porque permite canalizar la participación de múltiples actores, tanto públicos como privados, en nombre de una adecuada gestión de los problemas comunes. En segundo lugar, porque puede definir agen-das, acuerdos y marcos normativos necesarios para gestionar con garantías los retos mundia-les. En tercer lugar, porque permite mejorar la eficacia de la ayuda a la hora de sumar esfuerzos y capacidades y movilizar recursos. En cuarto lugar, porque garantiza más eficazmente las intervenciones humanitarias a escala mundial. Por último, porque el sistema multilateral tiene un papel clave en la provisión de bienes públicos globales (los derechos humanos, la paz, la seguridad, la sostenibilidad ambiental, etc.).

En cuanto a la modalidad de cooperación multilateral, el propósito principal consistirá en desarrollar e implementar la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Ge-neralidad aprobada en 2009. La estrategia propone los objetivos estratégicos y los medios e instrumentos para el desarrollo de esta modalidad, así como los criterios principales que deberán regir la selección de los organismos multilaterales. Entre las novedades que pre-senta esta estrategia, conviene destacar la apuesta de la Generalidad por el nuevo multi-lateralismo, o sea, por la configuración de una nueva arquitectura institucional de la ayuda que la haga más democrática, representativa, eficaz y transparente y en la que los gobier-nos autónomos descentralizados y otros actores no estatales tengan un papel relevante en la provisión de bienes públicos globales.

Por último, y a partir de iniciativas concretas, se explorará la posibilidad de establecer mecanis-mos de concertación entre organismos multilaterales y actores de la cooperación catalana en el marco de la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo.

113Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Cuadro de resultados

O1. Promover la cooperación para el desarrollo bilateral de iniciativa directa de la Generalidad en los países y pueblos prioritarios, en la acción humanitaria y en las actuaciones de EpD.

R1. Haber desarrollado la modalidad de cooperación bilateral de iniciativa directa en todas las EPP y en los sectores priorizados en cada país.

R2. Haber promovido relaciones de partenariado con instituciones públicas y, especialmente, con gobiernos, mediante esta modalidad.

R3. Haber promovido la modalidad de cooperación bilateral de iniciativa directa con organiza-ciones de la sociedad civil.

R4. Haber promovido la realización de campañas institucionales de sensibilización mediante esta modalidad.

R5. Haber desarrollado la modalidad de cooperación bilateral de iniciativa directa en todas las fases de la acción humanitaria.

O2. Promover la concertación con los actores de la cooperación al desarrollo, con especial atención a la sociedad civil.

R1. Haber promovido alianzas entre la Generalidad y la sociedad civil, los entes locales y otras instituciones catalanas y del norte para desarrollar esta modalidad.

R2. Haber promovido instrumentos jurídico-administrativos que deberán articular la relación de colaboración, cooperación y coordinación y los ejercicios de seguimiento entre la Generalidad y los otros actores de cooperación del norte.

O3. Desarrollar la modalidad de cooperación para el desarrollo bilateral a iniciativa de los actores de la cooperación catalana, especialmente las ONGD y las entidades privadas no lucrativas.

R1. Haber impulsado nuevos mecanismos y mejorado los existentes en el desarrollo de la mo-dalidad de cooperación a iniciativa de otros actores.

R2. Haber promovido convocatorias específicas de programas y proyectos dirigidas a actores concretos de la cooperación catalana.

O4. Promover la cooperación al desarrollo de la Generalidad mediante organismos multilaterales en el marco del paradigma del nuevo multilateralismo.

R1. Disponer de un plan de actuación para el desarrollo progresivo de los objetivos definidos en la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber mejorado la selectividad en las contribuciones a los organismos multilaterales a partir de la aplicación de los criterios definidos por la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad.

R3. Haber desarrollado los instrumentos jurídico-administrativos que deberán articular la rela-ción de colaboración y los ejercicios de seguimiento con los organismos multilaterales.

R4. Haber explorado la concertación con organismos multilaterales en el marco de la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo.

O5. Canalizar la AOD de la Generalidad en función de las cuatro modalidades de actuación.

R1. Haber destinado entre un 20% y un 30% de la AOD a la modalidad de cooperación bilateral de iniciativa directa de la Generalidad y la modalidad de cooperación mediante organizaciones multilaterales.

R2. Haber destinado entre un 10% y un 20% de la AOD a la modalidad de cooperación bilateral de la Generalidad en concertación con otros agentes de la cooperación al desarrollo.

R3. Haber destinado un mínimo del 50% de la AOD a la modalidad de cooperación bilateral a iniciativa de los actores de la cooperación catalana. La cifra absoluta destinada cada año a las convocatorias de proyectos y programas de ONGD no puede ser inferior a la del año anterior.

R4. Haber garantizado que un mínimo del 60% de la AOD sea gestionada por la sociedad civil catalana.

114 DGCDAH / ACCD

Los instrumentos de que dispone la cooperación catalana para el desarrollo se han ido ampliando y diversificando en los últimos años, en paralelo al aumento de los recursos y la progresiva consolidación de una política pública de cooperación para el desarrollo. Este plan director quiere ser una guía útil para hacer un uso racional de estos instrumentos y, a la vez, se quiere hacer eco de las recomendaciones más recientes relativas a la calidad y a la eficacia de la ayuda.

Desarrollar los instrumentos de la cooperación al desarrollo de la Generalidad

09

116 DGCDAH / ACCD

La Ley de cooperación al desarrollo establece en el articulado que las actuaciones de la Admi-nistración de la Generalidad en materia de cooperación para el desarrollo se instrumentan me-diante: a) la cooperación técnica; b) la cooperación económica y financiera; c) la ayuda huma-nitaria general y la ayuda humanitaria de emergencia; d) la educación y sensibilización sociales para el desarrollo, y e) la generación de fondos especiales de cooperación y otros instrumentos.

No obstante, desde el primer plan director, la ayuda humanitaria y la EpD se definen como líneas estratégicas. Por este motivo, y en coherencia con los anteriores planes directores, este plan director diferencia cuatros grandes grupos de instrumentos: uno más referido a la pro-visión de asistencia técnica y la transmisión de conocimientos; otro relativo a la cooperación económica; un tercero a la cooperación financiera, y un último que hace referencia a la relación entre el desarrollo y las migraciones. Por último, este plan director pone especial acento en la investigación de innovación en los instrumentos y dedica a esta un último objetivo.

Cuanto al uso de los distintos instrumentos, la cooperación catalana priorizará los instrumentos que promuevan las capacidades y procedimientos locales, la previsibilidad de la ayuda y la re-ducción de costes de coordinación entre el conjunto de donantes, tal y como se desprende de la agenda internacional sobre eficacia de la ayuda. Además, se valorará la idoneidad de cada uno de los instrumentos según los resultados perseguidos en cada actuación, entendiendo que cada instrumento aporta su valor añadido.

9.1. Impulsar una cooperación técnica más eficaz, previsible y alineada con las estrategias, los procedimientos y los mecanismos de los países socios

De acuerdo con la Ley de cooperación al desarrollo, se entiende por cooperación técnica todo apoyo al esfuerzo de los países socios para mejorar las capacidades de las personas, orga-nizaciones y marcos institucionales en ámbitos como el productivo, el educativo, el sanitario, el científico, el cultural, el social, el sindical, el político-administrativo o el democrático. Este instrumento tiene por objetivo, pues, contribuir a la mejora de las capacidades de los países socios, tanto del gobierno como de la sociedad, para que puedan liderar y gestionar su proceso de desarrollo.

Para alcanzar este objetivo general, la cooperación técnica adopta distintas formas, como las actuaciones de educación y formación, de investigación y desarrollo tecnológicos; de presta-ción de experiencia; de información, de documentación, de intercambio, de asesoramiento, de consultoría y de estudios, y, en general, de todo cuanto contribuya a reforzar las capacidades institucionales en los países de los socios.

Cataluña, en ejercicio de su autogobierno, ha acumulado una amplia experiencia en el desa-rrollo de su marco competencial y en el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas. Este bagaje de conocimientos técnicos, buenas prácticas y pericia ha servido, en los anteriores ciclos de planificación, para enriquecer y dar contenido a la política de cooperación al desarro-llo. El actual Plan director no será una excepción y se continuará proporcionando cooperación técnica en diferentes áreas, con especial atención a la salud, la educación, la construcción de paz, la promoción de las capacidades productivas, comerciales y de ocupación, la gobernanza democrática, la equidad entre mujeres y hombres, el medio ambiente y el agua, la cultura y la educación multilingüe y la defensa, promoción y exigibilidad de los derechos humanos indivi-duales y colectivos.

La importancia de la cooperación técnica es doblemente relevante para la Generalidad si se toman en consideración las modestas dimensiones de la cooperación catalana en relación con

117Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

la de otros donantes. El valor añadido de la cooperación catalana es más de carácter técnico que presupuestario. En este sentido, la Generalidad continuará apoyando las asistencias técni-cas como un modo de fortalecer las capacidades de las personas y organizaciones mediante, preferentemente, la modalidad de cooperación bilateral directa y concertada.

Por otra parte, conviene destacar que la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad tiene en cuenta la cooperación técnica como uno de los instrumentos clave para su desarrollo. Especialmente, se tienen en cuenta las actuaciones concretas en la línea del apoyo a la generación de conocimiento experto o a la promoción de personal técnico útil para los organismos multilaterales en relación con su tarea de provisión de bienes públicos globales y para la promoción de la equidad entre mujeres y hombres.

La ACCD y los departamentos de la Generalidad no son los únicos actores que proporcionan cooperación técnica. Los entes locales, el FCCD, las universidades, las organizaciones empre-sariales y sindicales y, fundamentalmente, las ONGD también se han caracterizado por este tipo de intervención. En este sentido, el Plan director actual apuesta por dar un nuevo impulso a los proyectos y a los programas plurienales mediante este instrumento y la modalidad de coopera-ción bilateral a iniciativa de otros actores y concertada.

De acuerdo con la agenda de eficacia de la ayuda, la cooperación técnica deberá observar los principios de apropiación democrática, alineación crítica y armonización. En este sentido, la cooperación técnica deberá tomar en consideración los siguientes puntos:

En primer lugar, deberá darse respuesta a las necesidades y prioridades de desarrollo identificadas por el país socio. O sea, el país socio es el único responsable a la hora de determinar cuáles son las áreas, materias o niveles de gobierno que deben fortalecerse.

En segundo lugar, y derivado del anterior punto, la cooperación técnica proveniente de la Generalidad deberá ser la respuesta a una demanda concreta del país socio. En otras palabras, la cooperación técnica debe satisfacer una solicitud expresa y formulada por el actor del sur.

En tercer lugar, la cooperación técnica deberá ser coherente y estar coordinada con la de otros donantes. El objetivo aquí radica en evitar, por una parte, la duplicación de esfuerzos en un ámbito concreto o la desatención de otros y, por otra, el apoyo a actua-ciones que puedan entrar en colisión entre sí o que sean mutuamente excluyentes.

En cuarto lugar, la cooperación técnica deberá generar sinergias y buscar complementa-riedades con las capacidades instaladas en el país socio o, incluso, en otros países del sur.

El seguimiento de este último punto tiene una doble implicación para la Generalidad. La primera, las actuaciones del Gobierno mediante este instrumento deberán tomar en consideración y apro-vechar los recursos existentes en los países en desarrollo, tanto materiales como humanos o de conocimiento. La segunda, la Generalidad deberá explorar, como opción de cooperación técnica, la cooperación triangular en la medida en que supone una nueva herramienta orientada a crear siner-gias entre actores del sur por el hecho de compartir experiencias, buenas prácticas o de transferir conocimiento entre países y organizaciones que comparten realidades y problemáticas similares.

Cuadro de resultados

O1. Impulsar una cooperación técnica más eficaz, previsible y alineada con las es-trategias, los procedimientos y los mecanismos de los países socios.

R1. Haber promovido la cooperación técnica de acuerdo con la agenda de la eficacia de la ayu-da y, en concreto, siguiendo los principios de apropiación, alineación y armonización.

R2. Haber promovido la cooperación técnica en las modalidades de cooperación bilateral direc-ta, multilateral, bilateral a iniciativa de otros actores y concertada.

R3. Haber explorado y, si procede, promovido, iniciativas de cooperación triangular.

118 DGCDAH / ACCD

9.2. Desarrollar los instrumentos programáticos de acuerdo con los principios, valores y prioridades de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad

La Ley de cooperación al desarrollo establece, como instrumentos de cooperación económica, las aportaciones a proyectos de inversión para el desarrollo con el fin de mejorar el capital físico de los países socios y la ayuda a determinados sectores de estos países. El primer instrumento no se ha desarrollado, ya que se suele asociar a volúmenes significativos de recursos que van más allá de las capacidades de la cooperación catalana. El segundo instrumento forma parte de lo que se entiende como instrumentos programáticos y que incluyen el apoyo presupues-tario y sectorial, el apoyo territorial y los fondos comunes. En este sentido, el CAD considera la cooperación programática en un sentido amplio que engloba no solo el Gobierno, sino también otros tipos de organizaciones, como las organizaciones no gubernamentales (ONG), las aso-ciaciones y los gremios, entre otros.

El uso de dicho tipo de instrumentos de cooperación económica va más allá de un mecanismo de financiación, ya que supone una aplicación más directa de los pilares de la agenda de la eficacia de la ayuda. En efecto, los instrumentos programáticos promueven una cooperación alineada con las instituciones y los procedimientos de los países socios sobre la base de un tra-bajo conjunto y armonizado entre distintos agentes de cooperación. De forma complementaria, estas actuaciones fortalecen las capacidades y los sistemas de los países socios y fomentan una acción pública más transparente, responsable y respetuosa hacia los derechos humanos.La primera y única experiencia de apoyo presupuestario de la cooperación catalana ha sido en el sector de la salud, en Mozambique, mediante el Fondo Común Provincial. Durante este ciclo, en cambio, la Generalidad pretende ir más allá y explorar las oportunidades abiertas por estos nuevos instrumentos programáticos según su valor añadido y en coherencia con los principios, valores y prioridades de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

Además, se trabajará para que se destinen esfuerzos para explorar nuevas fórmulas que de-sarrollen enfoques programáticos territoriales, que sumen esfuerzos a los procesos de forta-lecimiento institucional multinivel, especialmente en cuanto a la provisión de bienes públicos. Así, se trabajará de forma programática en la articulación de instituciones para el desarrollo territorial, siempre bajo el principio de alineación con las políticas públicas de descentralización y los planes de desarrollo de los países socios.

Cuadro de resultados

O2. Desarrollar los instrumentos programáticos de acuerdo con los principios, va-lores y prioridades de la política pública de cooperación al desarrollo de la Gene-ralidad.

R.1. Haber contribuido a desarrollar nuevos enfoques programáticos de acuerdo con los princi-pios y valores de la Ley de cooperación al desarrollo.

R2. Haber explorado mecanismos para desarrollar instrumentos programáticos territoriales en diferentes niveles de gobierno de los países prioritarios y las regiones preferentes.

R3. Haber mejorado la capacidad de seguimiento de las contribuciones en los instrumentos programáticos.

119Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

9.3. Consolidar los instrumentos de cooperación financiera de acuerdo con los consensos internacionales y la práctica de la cooperación catalana

De acuerdo con la Ley de cooperación al desarrollo, se entiende por cooperación financiera las contribuciones oficiales a organismos internacionales de carácter económico y financiero en donaciones, en el otorgamiento de créditos destinados a programas y proyectos de desarrollo social básico, en el otorgamiento de créditos concesivos y en toda otra medida destinada a mejorar el acceso de los países beneficiarios al capital financiero.

La estrategia de cooperación multilateral al desarrollo reconoce la cooperación financiera como uno de los instrumentos de que dispone la Generalidad para ejecutar su política pública de cooperación al desarrollo. En efecto, se establece una política de contribuciones financieras del Gobierno a los organismos multilaterales al desarrollo, fundamentalmente del sistema de las Naciones Unidas, mediante aportaciones al presupuesto ordinario o core funds; aportaciones del tipo multibilateral a fondos vinculados a programas concretos, y, por último, contribuciones a fondos globales y fondos fiduciarios. Conviene subrayar, sin embargo, el carácter selectivo de estas contribuciones. Y es que la estrategia condiciona las contribuciones financieras al hecho de que los organismos multilaterales cumplan una serie de requisitos como, por ejemplo, la relevancia de los organismos multilaterales de cara a la consecución de los objetivos plantea-dos en la estrategia y en relación con la incorporación de los objetivos transversales del Plan director, entre otros.

121Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Asimismo, el actual Plan director se compromete a dar continuidad a los programas de micro-créditos. Ante la imposibilidad de muchas personas de los países socios para acceder a las fuentes de financiación tradicional, el microcrédito representa un instrumento ético-financiero de primer orden para que personas en situación de pobreza o riesgo de exclusión puedan de-sarrollar proyectos laborales por cuenta propia. La importancia de este instrumento es crucial en la medida en que contribuye a superar las barreras de acceso al crédito por personas que no disponen de avales ni garantías patrimoniales.

En lo que concierne al otorgamiento de créditos concesivos que establece la Ley de coope-ración al desarrollo, el Plan director no dispone hacer uso de este instrumento salvo que se haga siempre de acuerdo con los criterios consensuados previamente en el seno del Consejo de Cooperación al Desarrollo sobre su conveniencia y forma de hacerlo, y de acuerdo con los consensos internacionales al respecto.

Cuadro de resultados

O3. Consolidar los instrumentos de cooperación financiera de acuerdo con los con-sensos y las resoluciones internacionales y la práctica de la cooperación catalana.

R1. Haber consolidado la cooperación financiera mediante contribuciones selectivas a orga-nismos multilaterales de acuerdo con los objetivos estratégicos y los criterios que establece la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber promovido el instrumento del microcrédito dirigido a los colectivos más desfavoreci-dos y excluidos en los países prioritarios y las regiones preferentes.

9.4. Aprovechar el potencial de las migraciones como motor del desarrollo humano sostenible en los países socios, con un papel activo de las personas migrantes que contribuya a la integración social en Cataluña

En el anterior ciclo de planificación, se aprobó la estrategia de codesarrollo de la cooperación al desarrollo de la Generalidad. Esta estrategia es fruto de un largo proceso de debate y discusión entre la Generalidad y el resto de los actores, tanto públicos como privados, que mantienen una especial vinculación con el codesarrollo y las migraciones. En este documento estratégico, se recogen, entre otros, los consensos básicos sobre qué debe entenderse por codesarrollo, así como los objetivos y las líneas de acción en esta materia para la política pública de cooperación al desarrollo.En coherencia con el anterior Plan director, el codesarrollo continúa considerándose un instru-mento del cual dispone la cooperación catalana para el desarrollo. Sin embargo, el codesarrollo es algo más en la medida en que se concibe como un enfoque que busca reforzar la asociación positiva entre el fenómeno migratorio y el desarrollo, e implica, por lo tanto, una agenda de tra-bajo en cuanto a la CPD; la incorporación de este enfoque en las líneas de desarrollo y también en la EpD, y el refuerzo de capacidades de articulación y técnicas entre los distintos colectivos implicados, especialmente los colectivos de personas migrantes.

122 DGCDAH / ACCD

Para alcanzar el objetivo de aprovechar efectivamente el potencial de las migraciones como motor del desarrollo humano sostenible en los países socios, la estrategia propone tres obje-tivos específicos. De ahí que los resultados esperados que se presentan en este plan director correspondan con los objetivos específicos que, al principio del ciclo, se tenían en cuenta en la estrategia de codesarrollo.

En primer lugar, se perseguirá transversalizar el análisis del impacto y el potencial de las migra-ciones en la cooperación al desarrollo de la Generalidad. Al trabajar las distintas prioridades geográficas o sectoriales, deberá considerarse el impacto que los movimientos migratorios tienen en el desarrollo, para impulsar los elementos que actúan positivamente y minimizar los que lo hacen en un sentido negativo. A su vez, habrá que potenciar el papel de los migrantes en la EpD.

En segundo lugar, se trabará por fortalecer las capacidades de los actores de la cooperación catalana que trabajen en codesarrollo en un triple sentido: a) potenciando la participación ac-tiva de las personas migrantes en cooperación al desarrollo; b) favoreciendo la implicación y el trabajo en red en codesarrollo entre los distintos actores de la cooperación catalana, y c) concentrar esfuerzos en el trabajo en codesarrollo desde el ámbito local.

Por último, es importante resaltar que la capacidad del Gobierno para influir en la interacción que se da entre el fenómeno de las migraciones y el desarrollo no se agota en la acción pública que puede hacerse desde la AOD. Este objetivo se dirigirá, por lo tanto, desde la coherencia de políticas, a otras políticas que pueden afectar a la forma en la que los movimientos migratorios impactan en el desarrollo de los países de origen y en el papel que pueden tener las personas migrantes.

En la determinación de estas políticas, conviene tener en cuenta el marco competencial actual para diferenciar los ámbitos sobre los que el Gobierno de la Generalidad tiene capacidad de-cisoria de los ámbitos en los que esta capacidad se ve limitada en el proceso de formulación de políticas.

Con el establecimiento de este objetivo, se trabajará para que las políticas en las que la Ge-neralidad tiene capacidad de actuación contribuyan positivamente o, cuando menos, que no generen efectos contrarios a los objetivos de codesarrollo que se persiguen desde la política pública de cooperación al desarrollo.

Cuadro de resultados

O4. Aprovechar el potencial de las migraciones como motor de desarrollo humano sostenible en los países socios, con un papel activo de las personas migrantes que contribuya a la integración social en Cataluña.

R1. Haber incorporado la dimensión de migraciones y desarrollo en las prioridades geográficas y sectoriales de la cooperación de la Generalidad, focalizándolas, en coherencia con las priori-dades que establece la estrategia de codesarrollo, en la promoción de los derechos humanos, la gobernanza democrática y el fortalecimiento del tejido social, la mejora de las capacidades productivas, la ocupación y los derechos laborales y el apoderamiento de las mujeres.

R2. Haber facilitado espacios y fortalecido capacidades de los actores de la cooperación cata-lana para trabajar el codesarrollo, con una incorporación activa de las personas migrantes y el reforzamiento de sus vínculos con la sociedad de origen.

R3. Haber velado por la coherencia de las actuaciones de la Generalidad que afectan a esta vinculación positiva entre migraciones y desarrollo.

123Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

9.5. Promover la innovación en los instrumentos de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad

Los instrumentos para poder poner en práctica las estrategias de cooperación al desarrollo han ido evolucionando los últimos años, en función de los cambios en los contextos internacionales y en las necesidades y los intereses de los actores tanto del norte como del sur. En concreto, se constata la necesidad de innovar e impulsar nuevos mecanismos de cooperación para el desarrollo en diferentes ámbitos y especialmente ante la necesidad creciente de disponer de formas de financiación más rápidas y estables.

En el contexto actual, es preciso tener en cuenta los ámbitos relacionales ligados al proceso de globalización como las migraciones o el cambio climático. A su vez, es preciso tener en cuenta los bienes públicos globales (la sostenibilidad ambiental, la estabilidad económica, los derechos humanos, la salud global, etc.) a la hora de plantearse nuevos instrumentos de co-operación para promoverlos y protegerlos.

Al mismo tiempo, es preciso considerar las especificidades de la cooperación para el desarro-llo en Cataluña, donde se interrelacionan de forma estrecha actores públicos y privados, y se desdibuja la frontera entre ambos. A su vez, es preciso tener en cuenta el carácter impulsor de las iniciativas privadas en Cataluña en cuanto a la promoción de la cooperación al desarrollo. Así, pues, es preciso explorar nuevas formas de cooperación con el sur y buscar iniciativas de desarrollo humano sostenibles público-privadas.

Paralelamente, con relación a los principios de apropiación y alineamiento vinculados a la agen-da internacional de eficacia de la ayuda, se hace necesario explorar e incorporar experiencias sobre nuevos instrumentos de cooperación técnica, económica y financiera a partir de todas las estrategias, prioridades y experiencias del sur en cuanto a buenas prácticas en este ámbito. El instrumento del microcrédito es un buen ejemplo de como una buena práctica de los países del sur se extendió con éxito en el mundo entero y, en algunos casos, ha permitido a muchos colectivos tradicionalmente excluidos como las mujeres salir de la extrema pobreza.

Así, teniendo en cuenta los aspectos anteriores, a lo largo de este nuevo ciclo de planifica-ción, se hará una exploración a diferentes niveles para poder impulsar nuevos instrumentos de cooperación adaptados a las realidades actuales y al contexto global cambiante. A corte de ejemplo, se pueden tener en cuenta nuevos instrumentos como la canalización de los intereses de las finanzas éticas hacia acciones de cooperación al desarrollo, entre otros.

Cuadro de resultados

O5. Promover la innovación en los instrumentos de la política de cooperación al de-sarrollo de la Generalidad.

R.1. Haber explorado nuevos instrumentos de financiación y ejecución vinculados a los ámbitos relacionales considerando las iniciativas de desarrollo público-privadas.

R.2. Haber explorado nuevos instrumentos de cooperación técnica, económica y financiera a partir de las estrategias, prioridades y experiencias de los países prioritarios y las regiones preferentes.

124 DGCDAH / ACCD

La cooperación para el desarrollo de la Generalidad se caracteriza por su pluralidad de actores y por la apuesta por un modo de hacer política pública participativa y participada y en concertación con el conjunto de actores públicos y privados implicados. Además, en este plan director se expresa la voluntad de avanzar hacia una concepción más integral de la cooperación al desarrollo. En consecuencia, la coherencia de políticas y los vínculos de la cooperación al desarrollo con la provisión de bienes públicos globales para dar respuesta a los desafíos de desarrollo globales adquieren una relevancia especial.

Establecer alianzas para la acción

10

126 DGCDAH / ACCD

En coherencia con lo anterior, para alcanzar de un modo efectivo las prioridades y los objetivos de este plan y para desarrollar los principios de calidad y de eficacia de la ayuda y la agenda de la cooperación transformadora, resulta necesario crear alianzas para el desarrollo en todos los ámbitos de actuación: en los países socios, en Cataluña, así como globalmente.

Con relación a los actores de desarrollo de los países socios y en coherencia con el enfoque de capacidades aplicado al desarrollo del cual parte este plan, resultan estratégicas las alianzas con las instituciones públicas, especialmente, con los gobiernos. Asimismo, derivado de la ne-cesidad de complementar la acción pública con un tejido social crítico y vigilante que garantice la orientación de las políticas públicas al interés colectivo, resulta igualmente prioritario articular alianzas con la sociedad civil organizada, especialmente con las organizaciones de mujeres y organizaciones feministas, los pueblos indígenas y minorizados y las organizaciones de defen-sa de los derechos humanos.

En cuanto a los actores de la cooperación catalana, y para dar continuidad a las opciones adoptadas en el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, el punto de partida para establecer y consolidar alianzas estratégicas está definido en el mapa de actores de la cooperación que establece el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010, ampliado en coherencia con la estrategia de codesarrollo aprobada en 2009: las ONG, las agrupaciones y fondos de entes locales, las organizaciones sindicales, las organizaciones empresariales, las universidades y los centros de investigación y los colectivos de personas migrantes.

Ello no excluye que un desarrollo óptimo de dicha política requiera alianzas para la promoción del desarrollo con otros actores que, por su significación, por lo que representan o por su peri-cia reconocida en determinados ámbitos, resultan socios potenciales del gobierno en su acción de cooperación al desarrollo. Este es el caso de instituciones públicas catalanas como el Síndic de Greuges, los movimientos sociales y asociaciones juveniles, las organizaciones y colegios profesionales, los medios de comunicación, etc.

En último término, en un mundo globalizado e interdependiente como el actual, los retos del desarrollo no se pueden resolver únicamente con el trabajo bilateral, especialmente los que afectan a los bienes públicos globales. De ahí que resulte fundamental promover alianzas en el ámbito internacional y, en coherencia con lo establecido por la estrategia de cooperación multilateral al desarrollo del Gobierno, priorizar entre el conjunto de organismos y redes multi-laterales y donantes bilaterales las que contribuyan a hacer de la acción de la Generalidad una cooperación más efectiva y coherente.

La promoción de una acción concertada, el fomento de la especialización y el valor añadido de los distintos actores y el establecimiento de alianzas estratégicas para el desarrollo resultarán prioridades para este mandato. A continuación, se desarrollan con más detalle.

127Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

10.1. Promover alianzas más estratégicas con los actores de la cooperación catalana en la promoción del desarrollo humano sostenible

La construcción de alianzas más estratégicas para la acción supone apostar por el análisis de las potencialidades y especificidades de los distintos actores de la cooperación catalana. En efecto, durante el mandato de este plan, se quiere avanzar en el análisis del valor añadido y los ámbitos de pericia de los actores catalanes como paso previo para establecer alianzas más estratégicas y enfocadas a resultados de desarrollo. Para lograrlo, resultarán de utilidad los me-canismos articulados alrededor de las prioridades de exploración e innovación que establece este plan, ya que se trata de un documento a caballo entre dos ciclos de planificación largos.

10.2. Promover alianzas entre actores de desarrollo homólogos, del norte y del sur

La cooperación catalana se caracteriza por la pluralidad de actores que participan en ella, cada uno desde su especialidad y su valor añadido. Este rasgo distintivo deviene también su riqueza y constituye una ventaja comparativa respeto de otras cooperaciones.

La promoción de alianzas entre homólogos se fundamenta en el reconocimiento de la pericia de los distintos actores y de la apuesta por las relaciones más horizontales en la cooperación al desarrollo. Estos actores incluyen las ONG, las agrupaciones y fondos de entes locales, las organizaciones sindicales, las organizaciones empresariales, las universidades, los centros de investigación y las asociaciones juveniles.

En coherencia con ello, durante este ciclo se promoverán este tipo de alianzas mediante, fun-damentalmente, la modalidad bilateral a iniciativa de otros actores para potenciar la pericia de la sociedad civil catalana en su contribución al desarrollo. En cuanto a la cooperación directa del Gobierno, se promoverán los partenariados con los gobiernos homólogos de los países socios orientados al fortalecimiento institucional, la mejora de las relaciones intergubernamen-tales y el impulso de la participación en la elaboración, la implementación y el seguimiento de las políticas públicas. Por último, se promoverán alianzas de desarrollo de las organizaciones empresariales catalanas con sus homólogas de los países socios aprovechando su pericia. Se pondrá especial atención en el fomento y diversificación de la estructura productiva, el apoyo al espíritu empresarial de pequeños y medianos productores y comerciantes, y en la responsa-bilidad social corporativa.

128 DGCDAH / ACCD

10.3. Promover la concertación entre actores públicos y privados, bilaterales y multilaterales, tanto del norte como de los países socios en el establecimiento de alianzas

De forma complementaria a la promoción de alianzas entre actores de desarrollo homólogos, y en relación con la voluntad de este plan de avanzar en la concertación entre los distintos actores del desarrollo, se trabajará en la construcción de alianzas entre actores de distinta na-turaleza. Este tipo de alianzas, que están abiertas a actores públicos y privados, del norte y del sur, bilaterales y multilaterales, tiene la finalidad de promover redes de acción colectiva que per-mitan crear institucionalidad más allá de las instituciones públicas y que hagan más sostenibles y apropiadas las actuaciones de la cooperación al desarrollo promovidas desde el Gobierno.

La apuesta por este tipo de alianzas proviene de la constatación de que, para conseguir los obje-tivos de desarrollo en un mundo global y con una pluralidad creciente de actores, las actuaciones en este ámbito no pueden llevarse a cabo aisladamente. En este sentido, quiere dar respuesta a la necesidad de construir alianzas inclusivas para el desarrollo, que cuenten con los actores tradicio-nalmente excluidos, siempre con el respeto hacia la autonomía de cada uno de ellos.

10.4. Promover alianzas con los actores de cooperación para mejorar sus capacidades, la investigación e incidencia en la EpD

Es una prioridad de este plan director avanzar hacia un sistema catalán de cooperación al de-sarrollo cada vez más profesionalizado y que cuente con más capacidades para dar respuestas a los múltiples y complejos retos del desarrollo.

Por este motivo, y en coherencia con lo establecido por la Ley de cooperación al desarrollo, se considera crucial que la política pública de cooperación dedique esfuerzos a impulsar el fomento de las capacidades de los agentes de la cooperación públicos y privados en las me-todologías y herramientas de la cooperación al desarrollo y la EpD. El Gobierno, pues, deberá priorizar también el establecimiento de alianzas para mejorar estas capacidades en el seno del Gobierno y en el seno del sistema de cooperación al desarrollo catalán.

Además, tal y como establece la línea estratégica de EpD, un buen conocimiento de las reali-dades del sur, la comprensión de las causas estructurales de la pobreza, la toma de conciencia sobre el efecto de las estructuras de poder desiguales en clave estatal e internacional, y el co-nocimiento de los instrumentos de protección, promoción y garantía de los derechos humanos, resultan requisitos ineludibles para el éxito de esta política pública. Este reconocimiento obliga a promover alianzas para fomentar el estudio, la investigación y la generación de bancos de conocimiento que apoyen a la actividad de cooperación al desarrollo de la Generalidad y de los agentes de cooperación catalanes.

Además, en el contexto de la globalización, la capacidad de influencia e incidencia de los ac-tores de cooperación al desarrollo catalanes en la comunidad internacional para el desarrollo debe ser cada vez más importante. Por este motivo, este plan director apuesta por el impulso y fomento de las capacidades de los actores de la cooperación catalana para el desarrollo para participar en espacios internacionales de toma de decisiones y formar parte de redes de inci-dencia regional e internacional.

129Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Cuadro de resultados

O1. Establecer alianzas más estratégicas con los actores de la cooperación cata-lana al desarrollo.

R1. Haber profundizado en el análisis de las especificidades y los valores añadidos de los acto-res de la cooperación catalana en su contribución al desarrollo humano sostenible.

R2. Haber avanzado en el establecimiento de alianzas que respondan al valor añadido de los distintos actores de la cooperación catalana.

O2. Promover alianzas entre actores de desarrollo homólogos, del norte y del sur.

R1. Haber promovido alianzas entre la sociedad civil catalana y sus homólogas tanto en el sur como en el norte en la promoción del desarrollo humano sostenible.

R2. Haber promovido alianzas de desarrollo entre el Gobierno catalán y los gobiernos de los países socios.

O3. Promover la concertación entre actores públicos y privados, bilaterales y mul-tilaterales, tanto del norte como de los países socios en el establecimiento de alianzas.

R1. Haber incorporado actores catalanes en las alianzas de la Generalidad con gobiernos des-centralizados de los países socios en la promoción del desarrollo humano sostenible.

R2. Haber incorporado actores catalanes en las alianzas de la Generalidad con organismos multilaterales en la promoción del desarrollo humano sostenible.

R3. Haber promovido alianzas entre actores públicos y privados en las actuaciones de la Gene-ralidad en materia de cooperación al desarrollo en los países socios.

O4. Promover alianzas con los actores de cooperación para mejorar sus capacida-des, la investigación y la incidencia en EpD.

R1. Haber promovido alianzas orientadas al fomento de las capacidades de cooperación al desarrollo de los actores de la cooperación catalana.

R2. Haber promovido alianzas orientadas al fomento del estudio, la investigación y la generación de bancos de conocimiento que mejoren la calidad y la eficacia de la cooperación catalana.

R3. Haber promovido alianzas para garantizar más y mejor incidencia política internacional de los actores de la cooperación catalana en pro del desarrollo humano sostenible.

130 DGCDAH / ACCD

Este plan director se plantea como reto mejorar la calidad y la eficacia de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad y encaminarla progresivamente a la gestión orientada a resultados, tal y como establece la agenda internacional de la eficacia de la ayuda, teniendo en cuenta también el análisis continuo de como se están alcanzando estos resultados, qué procesos se están generando o promoviendo para alcanzarlos, así como los impactos producidos.

Mejorar la planificación, el seguimiento y la evaluación de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad

11

132 DGCDAH / ACCD

Así, se hace prioritario promover vínculos armonizados de forma continua y cíclica entre los procesos de planificación, seguimiento y evaluación desde el ámbito estratégico al operativo. O sea, es preciso planificar pensando en evaluar y debe evaluarse pensando en planificar, y fomentar una retroalimentación continua incorporando los mecanismos e instrumentos de se-guimiento como generadores de información y datos útiles para el resto.

En esta línea y siguiendo los principios de apropiación democrática y de alineamiento crítico de la agenda de eficacia de la ayuda, los procesos de planificación, seguimiento y evaluación de la política de cooperación de la Generalidad deben tender a alinearse con las prioridades y los sistemas de los países prioritarios y las regiones preferentes, y promover mecanismos de parti-cipación activa, así como el protagonismo de los distintos actores de cooperación. Así mismo, es preciso incluir los actores tradicionalmente excluidos y desfavorecidos.

En el anterior Plan director se puso énfasis en reforzar la planificación estratégica de la política de cooperación para el desarrollo mediante la elaboración de estrategias para algunos de los países prioritarios, de documentos estratégicos sectoriales, así como de estrategias relativas a los instrumentos y modalidades. En el actual Plan director quiere ponerse especial énfasis en los procesos de seguimiento y de evaluación en los ámbitos estratégico, operativo e intraorga-nizacional (dentro de los organismos rectores y ejecutores de la política de cooperación al de-sarrollo de la Generalidad). Así, los mecanismos de seguimiento y evaluación deben orientarse al análisis cuantitativo y cualitativo del nivel de consecución de los objetivos, a las acciones y a los resultados, a las dificultades surgidas, a los procesos promovidos y, más a largo plazo, a los impactos generados.

Paralelamente, se hace necesario incorporar los objetivos transversales del Plan director de forma efectiva y progresiva en función de su nivel de desarrollo en todo el ciclo de planificación, de seguimiento y de evaluación como ejes vertebradores y transformadores de la cooperación al desarrollo en los ámbitos social, político, económico y ambiental.

Todo ello, pues, debe lograr que, a partir de los aprendizajes y recomendaciones surgidos de los procesos de seguimiento y evaluación, pueda mejorarse el siguiente ciclo de planificación y, por lo tanto, de la política de cooperación al desarrollo encaminada a reducir las desigualdades en los países del sur.

11.1. Mejorar e impulsar instrumentos de planificación orientados a los resultados de desarrollo y que desarrollen los principios de calidad y eficacia y los valores de una cooperación transformadora

Mejorar el impacto de la cooperación al desarrollo del Gobierno requiere la elaboración y apli-cación de instrumentos de planificación orientados a los resultados, que permitan una mayor concreción en cuanto a los objetivos y prioridades y que faciliten el seguimiento y evaluación del grado de consecución de estos objetivos.

La elaboración de instrumentos de planificación orientados a la gestión por resultados supone, necesariamente, una mejora técnica y metodológica que debe dotar de una naturaleza más estratégica y/o programática a estos instrumentos y esforzarse para que los instrumentos de planificación estratégica tengan un desarrollo coherente mediante los instrumentos programá-ticos y operativos consiguientes.

133Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Esta es, sin embargo, una condición necesaria, pero no suficiente, puesto que la planifi-cación por resultados es también un proceso político de primer orden, que deriva en un pacto sobre cuál es el orden de prioridades en el desarrollo, cuáles se identifican como las principales oportunidades de cambio y cuáles son las herramientas, alianzas, capaci-dades y recursos que deben movilizarse o potenciarse. El reconocimiento de la naturaleza eminentemente política de los ejercicios de planificación pone de relieve la importancia de disponer de metodologías participativas para llevar a cabo estos procesos que permitan incorporar la pluralidad de visiones, actores y agendas de desarrollo y, en caso necesario, activar mecanismos de acción positiva que garanticen la incorporación de las voces de los colectivos tradicionalmente excluidos.

Complementariamente al requisito de participación, este plan director reivindica un enfoque in-tegral de la cooperación al desarrollo que implica que los resultados de desarrollo no dependen en exclusiva de la eficacia de las políticas y actuaciones financiadas como AOD. Este enfoque integral convierte la coherencia de políticas en un principio transversal de este plan y supone que los instrumentos de planificación deban considerarla.

Además, a partir de los compromisos internacionales en torno a la eficacia de la ayuda, se derivan compromisos concretos de adaptación de los instrumentos de planificación de esta política pública, tanto en lo que concierne a la apropiación democrática, la alineación crítica, la coordinación entre donantes y la rendición de cuentas compartida entre los socios de coope-ración –además de la gestión por resultados mencionada antes.

Por último, el carácter transformador de esta política pública está intrínsecamente vinculado a los objetivos transversales que lo orientan: la promoción de la equidad entre mujeres y hom-bres; la promoción de la defensa y la exigibilidad de los derechos humanos, la gobernanza de-mocrática y el tejido social, y la promoción de la sostenibilidad en el desarrollo. Un primer paso para la aplicación efectiva de estos objetivos recae en su incorporación en los instrumentos de planificación estratégica y también de planificación operativa.

Así, pueden identificarse tres grandes objetivos para las planificaciones estratégica y operativa para este mandato, que se desarrollan acto seguido.

11.1.1. Impulsar y adecuar los instrumentos de planificación estratégica y planificación operativa de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad a la gestión por resultados

Este plan director ya supone un primer esfuerzo para incorporar en los instrumentos de planifi-cación la gestión por resultados. En efecto, se trata de un documento orientado a la consecu-ción de objetivos y resultados medibles y evaluables que permitirán mejorar sustancialmente los ejercicios de rendición de cuentas con los países socios y con la ciudadanía catalana.

Los documentos de planificación estratégica y planificación programática que se enmarquen en este plan director deberán desarrollar los objetivos y resultados que este establece y vincular, en los casos de los instrumentos programáticos, las actuaciones a este marco de resultados. Éste es el caso del principal instrumento de programación anual de que dispone el Gobierno: el plan anual de cooperación al desarrollo de la Generalidad, cuya elaboración corresponde a la DGCDAH.

El precedente ciclo de planificación ha sido prolífico en la elaboración de documentos de pla-nificación estratégica, de acuerdo con lo establecido por el Plan director de cooperación al desarrollo 2007-2010. El ciclo que se abre con el Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 deberá avanzar en el desarrollo coherente de instrumentos de programación que garanticen una consecución efectiva de los resultados definidos en los primeros. La DGCDAH acompañará las unidades de ejecución del Gobierno en el desarrollo de estos instrumentos

134 DGCDAH / ACCD

programáticos con el objetivo de garantizar su coherencia con los principios, valores, objetivos y prioridades de esta política pública.

11.1.2. Adaptar los instrumentos de planificación estratégica y planificación operativa a los principios de participación, de coherencia y de eficacia de la ayuda

La aplicación de los principios que orientan esta política pública a los instrumentos de planifica-ción requiere, en primer término, adoptar metodologías participativas adecuadas y funcionales que garanticen la participación del conjunto de actores implicados en la elaboración de esta po-lítica pública del norte y del sur, y que esta participación sea efectiva y de calidad. Para hacerlo, deberá tenerse en cuenta el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento.

Además, el desarrollo del principio de coherencia de la acción de la Generalidad en este ámbito supondrá dedicar esfuerzos, como mínimo, en dos sentidos. En primer lugar, en la elaboración de una estrategia para abordar la coherencia de políticas a medio-largo plazo. En segundo lugar, en la aplicación de este principio al conjunto de instrumentos de planificación estratégica y planificación operativa que desarrollan esta política, con especial énfasis en los documentos de planificación geográfica (las EPP).

La aplicación de los principios que derivan de la agenda de la eficacia de la ayuda a los ejercicios de planificación, especialmente en el ámbito estratégico, se traduce en una serie de requisitos e implicaciones que deberán integrarse de forma progresiva. Destacan, entre otros, la adecuación de los ejercicios de planificación geográfica a los ciclos políticos de los países y pueblos prioritarios; medidas positivas de apoderamiento de actores y de colecti-vos de desarrollo para garantizar su participación efectiva en la definición de las prioridades de desarrollo de sus países; la alineación de las prioridades de la cooperación catalana a las agendas de desarrollo –a veces en conflicto– de los distintos actores del país socio;

redoblar los esfuerzos de coordinación con los instrumentos de planificación estratégica de la comunidad internacional de donantes, especialmente en el marco de la complementarie-dad, y la división internacional del trabajo.

Conviene destacar que, en aplicación de la agenda de la eficacia de la ayuda, los instrumentos de planificación estratégica que resultan más relevantes son los que definen objetivos y resultados en clave geográfica, ya que es en el marco de elaboración de dicho tipo de instrumentos en el que se da el verdadero diálogo entre socios de desarrollo. Resultará, por lo tanto, una prioridad de este mandato, completar la elaboración del conjunto de EPP correspondientes a los once países y pue-blos prioritarios de la cooperación catalana según lo establecido por este plan director.

Complementariamente, los ejercicios de aplicación efectiva de estos principios podrán requerir la elaboración de documentos de orientación política que guíen la aplicación de los principios en el desarrollo de un objetivo estratégico, una modalidad o un instrumento de cooperación determinado.

11.1.3. Adaptar los instrumentos de planificación estratégica y planificación operativa a los objetivos transversales de la cooperación al desarrollo de la Generalidad

El primer nivel de aplicación de los objetivos transversales se da en el diálogo de políticas con los socios de desarrollo y en la definición conjunta de documentos de planificación. En este sentido, se hace necesario contar, en primer término, con un documento de directrices que oriente en la aplicación y el desarrollo de los objetivos transversales. Durante este ciclo de pla-nificación, se completarán los ejercicios de elaboración de estos documentos de directrices, iniciados durante el anterior ciclo de planificación.

En segundo término, la aplicación estratégica de los objetivos transversales supondrá acom-pañar los ejercicios de planificación geográfica de tres tipos de análisis o diagnósticos. Por

136 DGCDAH / ACCD

una parte, análisis políticos que valoren la viabilidad política de determinadas prioridades de desarrollo, los actores y las agendas políticas en conflicto, así como el respeto de los derechos humanos. Por otra parte, análisis de género que ayuden a identificar las brechas de género más importantes que comprometen el desarrollo del país socio. Por último, la valoración en clave de sostenibilidades ambiental, social y económica de las líneas de acción que deben emprenderse.

Complementariamente, los ejercicios de transversalización efectiva de estos objetivos podrán requerir la elaboración de documentos de orientación política que guíen la aplicación de los ob-jetivos transversales en el desarrollo de un objetivo estratégico, una modalidad o un instrumento de cooperación determinado.

Cuadro de resultados

O1. Impulsar y adecuar los instrumentos de planificación estratégica y planifica-ción operativa de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad a la gestión por resultados

R1. Haber elaborado, publicado y presentado ante el Parlamento, en el primer trimestre del año, el plan anual de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber desarrollado y concretado los objetivos y resultados del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 en los instrumentos de planificación geográfica, las directrices y demás documentos de planificación estratégica del Gobierno.

R3. Haber impulsado, con el acompañamiento de la DGCDAH, instrumentos de programación y planes de acción desde las unidades de ejecución de gobierno orientados a la consecución de los objetivos y resultados del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014.

R4. Haber incorporado a los documentos de planificación estratégica y planificación operativa los aprendizajes que deriven de los ejercicios de seguimiento y evaluación.

O2. Adaptar los instrumentos de planificación estratégica y planificación operativa a los principios de participación, coherencia y eficacia de la ayuda.

R1. Haber adaptado las metodologías participativas para la elaboración de los instrumentos de planificación a las realidades de los actores de la cooperación en Cataluña y a los actores de desarrollo a los países socios.

R2. Haber elaborado una estrategia de coherencia de políticas de desarrollo de la Generalidad.

R3. Haberse dotado de las EPP correspondientes a los once países y a los pueblos prioritarios de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R4. Haber garantizado la alineación de las EPP a las prioridades de desarrollo de los países y pueblos prioritarios de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R5. Haber coordinado los ejercicios de planificación geográfica con la comunidad internacional de donantes presentes en los países socios.

R6. Haber impulsado, si procede, la elaboración de documentos de orientación política para la aplicación efectiva de los principios de calidad y eficacia a las prioridades sectoriales, las modalidades o los instrumentos de la cooperación catalana.

O3. Adaptar los instrumentos de planificación estratégica y planificación operati-va a los objetivos transversales de la cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R1. Haber elaborado un documento de directrices para aplicar el objetivo transversal de la sos-tenibilidad en su triple dimensión al conjunto de la política pública de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber impulsado el análisis político, de género, de la situación de los derechos humanos y de sostenibilidad en la elaboración de las EPP.

R3. Haber impulsado, si procede, la elaboración de documentos de orientación política para la aplicación efectiva de los objetivos transversales a las prioridades sectoriales, las modalidades o los instrumentos de la cooperación catalana.

R4. Haber incorporado el enfoque de derechos humanos en los documentos de planificación estratégica y planificación operativa.

137Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

138 DGCDAH / ACCD

139Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

11.2. Impulsar y desarrollar el seguimiento orientado a resultados de la política de cooperación al desarrollo como mecanismo de rendición de cuentas y de mejora en la toma de decisiones

Después de un ciclo en el que las planificaciones estratégica y operativa han vivido un desarro-llo muy relevante, este plan director quiere hacer una apuesta decidida por el seguimiento y la evaluación, con una orientación a los resultados. Así, pues, la elaboración del Plan parte de esta premisa y elabora una batería de resultados en cada capítulo que debe facilitar su seguimiento y evaluación posterior.

Más concretamente, la importancia de desarrollar los seguimientos estratégico y operativo pro-viene de la necesidad de obtener una información actualizada y veraz sobre como se está llevando a cabo la implementación de la política y qué cambios o aprendizajes pueden efec-tuarse que sirvan como mecanismo para la mejora en la toma de decisiones. En este sentido, el proceso de seguimiento puede avanzar preguntas y cuestiones que deberán ser respuestas en el proceso de evaluación posterior. En coherencia con todo el ciclo de la política pública, la evaluación y la planificación de la política se nutrirán, en gran medida, de los datos generados durante el seguimiento.

Para desarrollar las actuaciones en este ámbito, se han establecido cuatro objetivos que quie-ren dar respuesta a las diferentes necesidades de los seguimientos estratégico y operativo, tanto en Cataluña como en los países socios. Estos objetivos se detallan a continuación.

11.2.1. Impulsar los instrumentos y herramientas de seguimiento estratégico y seguimiento operativo de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad

Durante los dos ciclos de planificación precedentes, el principal instrumento de seguimiento estratégico de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad han sido las memorias anuales, que han servido, a su vez, como mecanismo de transparencia y rendición de cuen-tas ante la ciudadanía. Durante estos dos ciclos, las memorias han ido mejorando y se han ido perfeccionando, y han pasado de un instrumento basado más en la rendición de cuentas hasta convertirse en un verdadero instrumento de seguimiento de la planificación estratégica. Paralelamente, y en coherencia con ello, la Generalidad se ha dotado de mejores capacidades para la recopilación y sistematización de la AOD, que han agilizado y hecho más esmerados los resultados que se presentan en la Memoria.

Sin embargo, el desarrollo de la planificación geográfica, de instrumento y de modalidades pide que se impulsen nuevos instrumentos y herramientas para efectuar su seguimiento. Por este motivo, durante este ciclo, deberán destinarse esfuerzos para desarrollar un seguimiento estratégico que permita alcanzar de forma efectiva estas nuevas necesidades, incorporando los principios de calidad y eficacia de la ayuda y los objetivos transversales. Por todo ello, ade-más, será preciso seguir apostando por el fortalecimiento de las capacidades de recopilación, sistematización, explotación y análisis de la AOD de la Generalidad.

Asimismo, es preciso fortalecer las capacidades de recopilación y sistematización de los datos del seguimiento operativo de los proyectos y programas financiados, con el objetivo que pue-da alimentarse de forma efectiva la toma de decisiones y la evaluación posterior de la política pública de la Generalidad.

140 DGCDAH / ACCD

11.2.2. Promover la cultura del seguimiento entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de desarrollo de los países socios

La promoción de la cultura del seguimiento entre los actores de la cooperación catalana y los actores de cooperación de los países socios es considerada por este plan como la piedra an-gular para el éxito y la apropiación del proceso. Solo con la participación de todos los actores podrán fomentarse los partenariados globales para el desarrollo, verdaderos protagonistas de los principios de calidad y eficacia de la ayuda impulsados desde París y Accra.

Sin embargo, difícilmente podrá lograrse esta participación de forma efectiva y orientada a los objetivos del seguimiento por resultados si no se dedican esfuerzos para contribuir al fortale-cimiento de las capacidades, tanto de los actores de desarrollo de los países socios como de los actores de la Generalidad.

11.2.3. Promover mecanismos de participación en el seguimiento, con especial énfasis en la inclusión de los actores de los países socios

El seguimiento, como mecanismo que debe servir de vínculo entre la planificación y la eva-luación, debe tener presentes a los actores que participaron en la elaboración del documento estratégico. Por este motivo, en beneficio de una apropiación efectiva del seguimiento entre los distintos actores del desarrollo catalanes y de los países socios, será preciso que se establez-can mecanismos para garantizar la participación efectiva de todos ellos en todas las fases del ciclo de la política pública, teniendo en cuenta los procesos consultivos internos de los distintos agentes de la cooperación.

En especial, en cuanto a los actores de los países socios, será preciso que estos mecanismos sean suficientemente flexibles como para contar con la participación de los actores involucra-dos en la planificación, así como los que se detecten durante el proceso como partes interesa-das y que deben incorporarse.

Por último, para que la participación sea efectiva y permita extraer el conocimiento necesario para las herramientas de seguimiento, los instrumentos que se utilicen deberán estar adapta-dos a las necesidades, los tiempos y las particularidades de los actores de desarrollo de los países socios.

11.2.4. Potenciación del uso del seguimiento estratégico como mecanismo de rendición de cuentas y de mejora en la toma de decisiones

Este plan defiende que los procesos de seguimiento estratégico y seguimiento operativo deben ser incorporados de forma sistemática en la planificación estratégica, a la vez que deben servir de mecanismo de rendición de cuentas y de mejora en la toma de decisiones. La información cuantitativa y cualitativa que se genere en el seguimiento debe permitir hacer el proceso más transparente y rendir cuentas ante la ciudadanía. En este sentido, con la publicación y difusión de estos resultados en Cataluña y en los países socios se avanza en la necesaria responsabili-dad compartida promovida por la agenda de la eficacia de la ayuda.

Además, el seguimiento permite detectar posibles mejoras y buenas prácticas durante el pro-ceso de implementación, cosa que lo convierte en un instrumento de gran valor para la mejora en la futura toma de decisiones. O sea, en el momento de la toma de decisiones y de realizar las siguientes planificaciones estratégica y operativa. Para llevar a cabo esta incorporación en cualquier fase del proceso, será crucial definir y construir mecanismos que faciliten el análisis e incorporación de estas lecciones aprendidas.

141Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Cuadro de resultados

O4. Impulsar los instrumentos y las herramientas de seguimiento estratégico y segui-miento operativo de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

R1. Haber elaborado y publicado, antes del mes de julio de cada año, la memoria anual de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber reforzado las capacidades de recopilación y sistematización de la AOD de la Gene-ralidad mediante el uso exhaustivo de las nuevas tecnologías de la información.

R3. Haber reforzado las capacidades de explotación y análisis de la AOD de la Generalidad.

R4. Haber elaborado una metodología para efectuar el seguimiento de las EPP y otros docu-mentos de planificación estratégica de la Generalidad.

R5. Haber generado las capacidades para llevar a cabo un seguimiento efectivo de los proyec-tos y programas que alimenten la toma de decisiones y la evaluación de la política pública de cooperación de la Generalidad.

R6. Haber incorporado los objetivos transversales de la política de cooperación de la Generali-dad en los instrumentos de seguimiento y análisis.

R7. Haber promovido el alineamiento de los instrumentos de seguimiento de la cooperación catalana con los instrumentos de seguimiento de los países socios.

O5. Promover la cultura del seguimiento entre los actores de la cooperación en Ca-taluña y entre los actores de desarrollo de los países socios.

R1. Haber fortalecido las capacidades para el seguimiento de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad mediante la dotación de los recursos humanos, económicos y materiales necesarios.

R2. Haber contribuido, mediante la representación de la ACCD en todos los países prioritarios, a la mejora de las capacidades de seguimiento de la cooperación de la Generalidad.

R3. Haber contribuido a fortalecer las capacidades de seguimiento de los actores de desarrollo de los países socios.

O6. Promover mecanismos de participación en el seguimiento, con especial énfa-sis en la inclusión de los actores de los países socios.

R1. Haber impulsado el papel de la Comisión de Calidad del Consejo de Cooperación para el Desarrollo en el seguimiento de la política de cooperación.

R2. Haber incorporado los actores de los países socios en los instrumentos de seguimiento estratégico.

R3. Haber adaptado los instrumentos de seguimiento estratégico a las necesidades y particu-laridades de los países prioritarios.

O7. Potenciación del uso del seguimiento estratégico como mecanismo de rendi-ción de cuentas y de mejora en la toma de decisiones.

R1. Haber dado difusión de los resultados y los aprendizajes del seguimiento de forma presen-cial, en línea y documental entre los distintos actores implicados del norte y del sur.

R2. Haber definido mecanismos para analizar e incorporar las lecciones aprendidas del segui-miento en la toma de decisiones.

R3. Haber incorporado el seguimiento por resultados en las planificaciones estratégica y operativa.

142 DGCDAH / ACCD

11.3. Impulsar y desarrollar la evaluación orientada a resultados de la política de cooperación para el desarrollo de la Generalidad como a proceso de aprendizaje y de rendición de cuentas ante la ciudadanía de Cataluña y los países del sur

En este nuevo ciclo de planificación, resulta clave impulsar de forma efectiva los procesos de evaluación en el ámbito estratégico, en el ámbito operativo –que engloba las actuaciones concretas de cooperación para el desarrollo– y en el ámbito intraorganizacional, orientados a resultados, como mecanismos de mejora continua de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

La evaluación, pues, es entendida como el proceso de generación de aprendizaje de todos los ac-tores implicados que pueda ser útil para la toma de decisiones y la reorientación, si procede, de las políticas, los procesos, los programas y las actuaciones concretas, mediante un análisis sistemá-tico, esmerado y comprensivo de las evidencias y constataciones surgidas. A la vez, la evaluación debe ser también un mecanismo de rendición de cuentas sobre el uso de los recursos públicos en cuanto a los resultados e impactos con relación al impulso del desarrollo humano sostenible. Esta rendición de cuentas debe dirigirse de forma clara y comprensible tanto a la ciudadanía de Cataluña como a la ciudadanía de los países prioritarios y las regiones preferentes.

En este sentido, el desarrollo del sistema de evaluación de la cooperación de la Generalidad en los ámbitos estratégico y operativo, se consolidará a partir de los principios, objetivos, criterios y parámetros de las directrices de evaluación, elaboradas en el anterior ciclo de planificación.Concretamente, el sistema de evaluación se reforzará a partir de tres ejes de trabajo principa-les. En primer lugar, se impulsará el cumplimiento sistemático de evaluaciones tanto en el ámbi-to estratégico como en el operativo. En segundo lugar, se pondrá especial énfasis en fomentar la cultura de la evaluación, e incrementar las capacidades entre los actores de la cooperación en Cataluña y en los países y pueblos prioritarios y las regiones preferentes. Por último, también se impulsará la evaluación como proceso de transformación social, política y económica y se incorporarán progresivamente los objetivos transversales de este plan, así como también los principios de la agenda internacional de la eficacia y calidad de la ayuda.

11.3.1. Impulsar el cumplimiento sistemático de evaluaciones estratégicas y operativas de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad

Este nuevo plan director plantea que los procesos de evaluación se incorporen de forma siste-mática tanto en los ámbitos estratégicos como en los ámbitos operativos, como parte integral de estos y como mecanismo de rendición de cuentas y de generación de aprendizajes. En este sentido, en el ámbito estratégico, se pondrán los esfuerzos para evaluar progresivamente los instrumentos de planificación y los componentes estratégicos de la política de cooperación al desarrollo. En el ámbito operativo, se promoverán los procesos evaluativos en los distintos mo-mentos de las actuaciones de acuerdo con lo que se crea más oportuno y necesario.

A su vez, en ambos casos, se fomentará el tipo de evaluación que se considere más adecuado, pertinente y necesario en cada caso para la cooperación de la Generalidad, teniendo en cuenta a los actores de la cooperación catalana y de los países prioritarios implicados. Así, podrán impulsarse evaluaciones de procesos, de resultados y de impactos en distintos momentos: ex ante, medio plazo o ex post.

Paralelamente, se pondrá especial énfasis en la triangulación de resultados con los actores del norte y del sur implicados, así como en su difusión, para poder garantizar que las recomen-daciones y los aprendizajes surgidos del proceso de evaluación se tengan en cuenta y sirvan para mejorar el siguiente ciclo de planificación. A su vez, se establecerán procedimientos y parámetros para los ciclos de evaluación estratégica y de evaluación operativa para facilitar su coordinación y su gestión de forma más ágil y operativa.

143Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

144 DGCDAH / ACCD

145Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

11.3.2. Promover las capacidades y la cultura de la evaluación entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de desarrollo en los países prioritarios y las regiones preferentes, con especial énfasis en la incorporación de la perspectiva de género

La promoción de la cultura de la evaluación entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de la cooperación del sur resulta prioritaria para que haya una apropiación, por estos, de la importancia de los procesos evaluativos como generadores de aprendizajes, de cambios y de mejoras en su calidad de la cooperación para el desarrollo. En este sentido, el incremento de capacidades de todos los actores es un pilar esencial para poder desarrollar los procesos de evaluación. Así, el impulso de formación en evaluación y en la elaboración de guías específicas sobre como llevar a cabo evaluaciones puede contribuir a fortalecer estas ca-pacidades. En concreto, se tendrá especialmente en cuenta la incorporación de la perspectiva de género como medio para promover la equidad entre mujeres y hombres, objetivo transversal más desarrollado en el último Plan director.

Paralelamente, el trabajo en redes norte-sur y los intercambios entre distintos actores en cuanto a sistemas de evaluación, experiencias y buenas prácticas pueden contribuir al incremento de capacidades y al establecimiento de sinergias colaborativas, tanto en Cataluña como en los países socios en todos los ámbitos locales, nacionales e internacionales.

En cuanto al sistema de evaluación de la cooperación de la Generalidad, también resulta prio-ritario fortalecerlo mediante la dotación de recursos humanos, materiales y económicos para poder iniciar y consolidar la evaluación tanto en el ámbito estratégico como en el ámbito opera-tivo. A su vez, se hace especialmente necesario, como mecanismo de aprendizaje y de mejora continua interna, iniciar la incorporación de evaluaciones intraorganizacionales. En esta línea, en aquellos organismos que ya están aplicando procesos de gestión de la calidad, como la ACCD, resulta también fundamental analizar en clave evaluativa su diseño e implementación de una forma continua para ir adaptándolos a las necesidades e intereses surgidos en cada momento por parte de los implicados.

11.3.3. Impulsar el carácter transformador de los procesos de evaluación incluyendo la incorporación de los objetivos transversales y los principios de la eficacia de la ayuda

La evaluación es también un proceso de transformación, de apoderamiento y de fortalecimiento de los actores de la cooperación del norte y del sur implicados. Así, debe promoverse la partici-pación activa y protagonista de los mismos, especialmente de los grupos tradicionalmente más excluidos –las mujeres, los indígenas y los pueblos minorizados lingüística y culturalmente– en todas las fases de la evaluación. En este sentido, dentro de los colectivos participantes en las evaluaciones, deberá velarse porque las comunidades meta a las que se dirigen las interven-ciones tengan un papel protagonista como actoras y no como meras beneficiarias sin voz ni acceso a procesos de toma de decisiones.

A su vez, la participación de los actores del sur en las evaluaciones es también básica como desarrollo de los principios de apropiación democrática de la agenda de eficacia y de calidad de la ayuda. En esta línea, también se pone de manifiesto la importancia de que la cooperación de la Generalidad se alinee con los sistemas de evaluación de los países socios, siempre que sea posible, como mecanismo de adaptación a las necesidades y prioridades del sur en este ámbito. Así, en concordancia con la agenda de eficacia y de calidad de la ayuda, se promoverán evaluaciones conjuntas siguiendo el principio de armonización y como mejora en la coordina-ción y en las complementariedades en cuanto a las evaluaciones.

Paralelamente, teniendo en cuenta el agente evaluador, se continuarán desarrollando evaluacio-nes externas cuando se considere necesario para garantizar su mayor grado de independencia. A su vez, cuando se considere pertinente, se incentivarán las evaluaciones de tipo mixto, que incluyen equipos externos e internos, para promover una mayor apropiación de estas por parte de los actores implicados.

146 DGCDAH / ACCD

Por último, el desarrollo de los objetivos transversales de la cooperación al desarrollo con agendas concretas de objetivos y resultados implica también incorporarlos en los procesos evaluativos de forma paulatina. Así, es preciso encontrar mecanismos para poder llevar a cabo evaluaciones estratégicas y progresivamente operativas que tengan en cuenta la perspectiva de género, la sostenibilidad en su triple dimensión así como la promoción y la protección de los derechos humanos, la gobernanza y el fortalecimiento del tejido social.

Cuadro de resultados

O8. Impulsar el cumplimiento sistemático de evaluaciones estratégicas y de actua-ciones de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

R1. Haber evaluado los instrumentos de la planificación y los componentes estratégicos de la política de cooperación (objetivos transversales, líneas y objetivos estratégicos, prioridades geográficas, modalidades e instrumentos), de acuerdo con los criterios, los parámetros y los porcentajes mínimos establecidos por las directrices de evaluación.

R2. Haber evaluado los proyectos y los programas de cooperación al desarrollo, de acción humanitaria y de EpD, de acuerdo con los criterios, los parámetros y los porcentajes mínimos establecidos por las directrices de evaluación.

R3. Haber difundido los resultados y los aprendizajes de las evaluaciones estratégicas y ope-rativas entre los distintos actores implicados del norte y del sur y adaptados a los distintos colectivos, de acuerdo con lo que establezcan las directrices de evaluación.

R4. Haber incorporado las recomendaciones y los aprendizajes de las evaluaciones estratégi-cas y operativas.

R5. Haber promovido la retroalimentación de los resultados de las evaluaciones operativas con los procesos de evaluación continua de la gestión de la calidad y con las evaluaciones estra-tégicas.

R6. Haber establecido procedimientos y parámetros armonizados para los ciclos de evaluación estratégica y evaluación operativa de la política de cooperación para el desarrollo de la Gene-ralidad.

O9. Promover las capacidades y la cultura de la evaluación entre los actores de la cooperación en Cataluña y entre los actores de desarrollo en los países prioritarios y las regiones preferentes, con especial énfasis en la incorporación de la perspec-tiva de género.

R1. Haber fortalecido el sistema de evaluación de la cooperación para el desarrollo de la Gene-ralidad mediante la dotación de los recursos humanos, económicos y materiales necesarios, de acuerdo con los parámetros y criterios que establezcan las directrices de evaluación.

R2. Haber promovido evaluaciones continuas del funcionamiento interno en el ámbito intraor-ganizacional en los organismos rectores y ejecutores de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad.

R3. Haber contribuido a fortalecer las capacidades de los actores de la cooperación del norte y del sur en cuanto al ciclo de la evaluación mediante formación específica y guías sobre evalua-ción, con especial énfasis en la incorporación de la perspectiva de género.

R4. Haber incrementado las capacidades y sinergias colaborativas en el ámbito de la evalua-ción –con los actores de la cooperación catalana, bilaterales, multilaterales y de los países del sur–, mediante la participación en redes, el intercambio de experiencias y el intercambio de buenas prácticas.

147Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

O10. Impulsar el carácter transformador de los procesos de evaluación incluyendo la incorporación de los objetivos transversales y los principios de la eficacia de la ayu-da.

R1. Haber avanzado en la incorporación de forma efectiva de los objetivos transversales en las evaluaciones operativas y estratégicas de la cooperación para el desarrollo de la Generalidad.

R2. Haber incorporado de forma efectiva a los actores del norte y del sur –especialmente los tradi-cionalmente excluidos– de las acciones de cooperación al desarrollo, de acción humanitaria y de EpD como actores en todo el ciclo de la evaluación operativa y la evaluación estratégica, mediante enfoques participativos.

R3. Haber promovido el alineamiento entre el sistema de evaluación de la cooperación de la Generalidad y los sistemas de evaluación de los actores de los países prioritarios y las regiones preferentes.

R4. Haber promovido las evaluaciones conjuntas en el ámbito de la cooperación catalana, bilate-ral, multilateral y con los actores de los países socios.

11.4. Promover el seguimiento y la evaluación del Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014 orientados a resultados como mecanismos de mejora de la calidad de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad

Como uno de los avances de este nuevo ciclo de planificación más encaminado y orientado a resultados de cooperación y de desarrollo, se quiere poner un especial énfasis en un seguimiento continuo y una evaluación sistemática de su planificación e implementación.

En cuanto a los resultados de cooperación, la memoria será el instrumento de seguimiento de los compromisos de gestión de la política de cooperación para el desarrollo. A su vez, se realizará una evaluación de medio plazo en el tercer año de ejecución del Plan director, que pueda alimentar tanto el ciclo de planificación actual como el próximo. Esta evaluación se llevará a cabo a partir de un análisis cualitativo y cuantitativo de todos los aspectos claves a valorar, y pondrá especial énfasis en la consecución de resultados, en los impactos y en los procesos generados.

En cuanto a los resultados de desarrollo, el seguimiento y la evaluación de su consecución, se realizará a partir de las estrategias de país que se hayan elaborado en el pasado plan director y que vayan elaborándose en este nuevo ciclo de planificación.

Cuadro de resultados

O11. Promover el seguimiento y la evaluación del Plan director de cooperación al de-sarrollo 2011-2014 orientados a resultados como mecanismos de mejora de la calidad de la política de cooperación de la Generalidad

R1. Haber realizado el seguimiento del Plan director anualmente mediante la memoria anual.

R2. Haber evaluado el Plan director a medio plazo y al final del ciclo de implementación del mismo.

R3. Haber incorporado a las estrategias de país mecanismos de seguimiento y de evaluación ali-neados con los mecanismos existentes de los actores implicados.

148 DGCDAH / ACCD

La consecución de los principales compromisos de este plan director en los próximos cuatro años requiere una mejora en paralelo de las capacidades de los actores públicos y privados de la cooperación al desarrollo de la Generalidad. Los retos son grandes y diversos y suponen, entre otros aspectos, la gestión de un volumen creciente de recursos, el desarrollo efectivo de los principios de calidad y de eficacia de la ayuda y de los objetivos transversales o el impulso del seguimiento y la evaluación orientados a resultados.

Mejorar las capacidades de los actores públicos y privados de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad

12

150 DGCDAH / ACCD

Es preciso, pues, preparar a los actores de la cooperación al desarrollo, con especial énfasis en los órganos rectores y ejecutores de la política de cooperación, y dotarles de los recursos humanos, organizativos y materiales necesarios como parte de un proceso de mejora continuada de sus ca-pacidades. De modo complementario, debe adaptarse el marco normativo de la política de coope-ración a la realidad presente y al desarrollo futuro que se deriva de este plan director.

12.1. Actualizar el marco normativo de la política de cooperación al desarrollo

La Ley de cooperación al desarrollo, aprobada por el Parlamento en 2001, supuso un punto de inflexión en la cooperación al desarrollo de la Generalidad. Así, esta ley sentó las bases y permitió el desarrollo sin precedentes de una verdadera política pública que se ha convertido en un referente del compromiso de Cataluña con la construcción de un orden global más justo y solidario.

Desde la aprobación de dicha ley, ha habido importantes cambios en el contexto internacional y en la práctica y la doctrina de la cooperación al desarrollo, entre los que destaca la adopción de la agenda de la eficacia de la ayuda. En paralelo, se han producido importantes cambios políticos e institucionales en Cataluña, como por ejemplo la aprobación del nuevo Estatuto y de un nuevo modelo de financiación, y transformaciones sociales significativas como la llegada de más de un millón de personas inmigradas. Todo ello aconseja llevar a cabo una revisión, durante este ciclo, de la Ley de cooperación al desarrollo, con el fin de adaptarla al nuevo con-texto y al salto cuantitativo y cualitativo de la política de cooperación que se ha producido en los últimos años.

Cuadro de resultados

O1. Actualizar el marco normativo de la política de cooperación al desarrollo.

R1. Disponer de una nueva ley de cooperación al desarrollo aprobada por el Parlamento con el máximo consenso posible.

12.2. Fortalecer las capacidades institucionales, organizativas y humanas de la Generalidad

En el ciclo de planificación 2007-2010 ha habido un avance muy importante en el desarrollo de las capacidades institucionales, organizativas y humanas de los órganos rectores y ejecutores de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad y, muy especialmente, de las capa-cidades de la ACCD. Durante este ciclo, es necesario continuar avanzando y consolidando este proceso, con especial énfasis en el desarrollo del mandato de la DGCDAH.

12.2.1. Desarrollar las capacidades institucionales, organizativas y humanas de la DGCDAH

La DGCDAH fue creada en 2006 como organismo de la Generalidad encargado de impulsar la política de cooperación para el desarrollo. Las funciones de la DGCDAH son, de acuerdo con el decreto de creación, la planificación, el impulso y el seguimiento de la política catalana de cooperación al desarrollo y acción humanitaria; la elaboración de directrices y de principios rectores que informen los programas de cooperación al desarrollo de la Generalidad, y la ela-boración de directrices en el control de eficacia y de eficiencia de la ACCD.

151Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

La prioridad de este ciclo es desarrollar las capacidades institucionales y organizativas de la DGCDAH y dotarla de los recursos humanos y económicos suficientes para el ejercicio de su mandato y la consecución de los compromisos derivados de este plan en relación con la plani-ficación, el seguimiento y la evaluación estratégicos de la política de cooperación al desarrollo; el análisis de la doctrina y la práctica internacional sobre desarrollo y cooperación al desarrollo; la promoción de la eficacia y la calidad de la ayuda; la coordinación de los departamentos y organismos de la Generalidad que llevan a cabo actuaciones en el ámbito de la cooperación al desarrollo; el fomento de la coherencia de políticas, así como el establecimiento de relaciones de coordinación, colaboración y cooperación con las asociaciones de entes locales y el FCCD y las agencias de cooperación bilateral y multilateral.

Cuadro de resultados

O2. Desarrollar las capacidades institucionales, organizativas y humanas de la DGCDAH.

R1. Disponer, la DGCDAH, de una estructura organizativa adecuada para el desarrollo de su mandato.

R2. Disponer, la DGCDAH, de recursos humanos y económicos propios y suficientes para el desarrollo de su mandato.

12.2.2 Consolidar las capacidades institucionales, organizativas y humanas de la ACCD

Durante el ciclo de planificación 2007-2010, ha habido un importante desarrollo de las capaci-dades institucionales, organizativas y humanas de la ACCD, el principal órgano ejecutor de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad. Así, la ACCD ha ampliado su personal técnico de cooperación; se han establecido, por primera vez, representaciones permanentes de la ACCD en la mayoría de países prioritarios, y se han reforzado las capacidades de plani-ficación y evaluación operativas y de gestión de la calidad. Aparte de eso, se ha mejorado la arquitectura institucional y la organización y la gestión internas. Durante el presente ciclo de planificación, se continuará avanzando en el fortalecimiento de las capacidades institucionales, organizativas y humanas de la ACCD.

Cuadro de resultados

O3. Consolidar las capacidades institucionales, organizativas y humanas de la ACCD.

R1. Haber consolidado las capacidades organizativas y humanas de la ACCD en la sede y sobre el terreno.

R2. Haber desarrollado el sistema de gestión del conocimiento y el sistema de gestión por competencias.

R.3. Haber continuado el desarrollo del sistema de gestión de calidad de la ACCD y de sus mecanismos de mejora continua y de programas de evaluaciones de proyectos, de auditoría del sistema de gestión de la calidad y de evaluación de la satisfacción de los destinatarios.

12.2.3. Fortalecer las capacidades institucionales y humanas de los departamentos y organismos de la Generalidad

Los departamentos y organismos ejecutan una parte importante de la AOD de la Generalidad, especialmente en los ámbitos de las capacidades productivas y comerciales, la construcción de paz, la salud, la sostenibilidad ambiental, las políticas sociales o la cultura. Algunos de estos departamentos y organismos cuentan con una capacidad institucional incipiente y han elaborado o están elaborando planes de cooperación al desarrollo, como el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda. Durante este ciclo de planificación, se prevé consolidar una institu-cionalidad básica relativa a los programas de cooperación al desarrollo en los departamentos y organismos que gestionan un mayor volumen de AOD.

152 DGCDAH / ACCD

Cuadro de resultados

O4. Fortalecer las capacidades institucionales y humanas de los departamentos y organismos de la Generalidad.

R1. Disponer, los departamentos con mayor volumen de AOD, de una capacidad institucional básica destinada a la cooperación al desarrollo.

12.2.4. Promover la formación continuada y la capacitación del personal de los órganos rectores y ejecutores de la política de cooperación al desarrollo de la Generalidad

La especialización y la formación continuada del personal de la Generalidad que gestiona todas las fases del ciclo de la política de cooperación al desarrollo son requisitos fundamentales para la calidad de la ayuda. Es, por lo tanto, una prioridad de este ciclo de planificación continuar impulsando el desarrollo de las capacidades de los profesionales de la Administración en este ámbito mediante actividades de formación y de capacitación teóricas y prácticas, el estableci-miento de sinergias y el impulso de intercambios entre los distintos órganos rectores y ejecuto-res, así como con los organismos participados o vinculados por la Generalidad, y mediante el acceso a investigación y conocimiento relevante sobre desarrollo y cooperación al desarrollo.

Cuadro de resultados

O5. Promover la formación continuada y la capacitación del personal de los órga-nos rectores y ejecutores de la política de cooperación al desarrollo de la Genera-lidad.

R1. Haber impulsado la formación y la capacitación continuadas del personal de la DGCDAH, de la ACCD y de los departamentos y organismos de la Generalidad.

R2. Haber establecido mecanismos que permitan el intercambio de conocimientos y de pericia entre la DGCDAH, la ACCD y los departamentos de la Generalidad, así como con los centros especializados vinculados o participados por esta.

R3. Haber establecido mecanismos para poner al alcance del personal de la Generalidad inves-tigación y conocimiento sobre desarrollo y cooperación para el desarrollo.

12.3. Fortalecer las capacidades de los actores de la cooperación catalana

De acuerdo con la Ley de cooperación al desarrollo, la principal especificidad del modelo de co-operación catalán es la concepción de la intervención pública como complementaria e impul-sora de las iniciativas cívicas de solidaridad y de cooperación. Por este motivo, y en coherencia con la voluntad de mejorar la calidad y la eficacia de la política de cooperación al desarrollo, el fortalecimiento de las capacidades individuales y colectivas de los actores de la cooperación se convierte en un objetivo clave de este plan. Para lograrlo, se destinará entre un 3% y un 5% de la AOD de la Generalidad a la mejora de la formación y la capacitación teórica y práctica de los agentes de cooperación y al fortalecimiento de las capacidades institucionales y organizativas de los actores.

En cuanto al primer objetivo, se partirá de la elaboración de un plan de capacitación y de forma-ción que surgirá del análisis de las necesidades y los intereses de los distintos agentes implica-dos. El Plan definirá cómo puede mejorarse la oferta formativa teórica y práctica, y pondrá es-pecial énfasis en el incremento de la calidad y la investigación de sinergias colaborativas entre varios colectivos locales, del mundo asociativo, las universidades y los centros de investigación.

153Plan director de cooperación al desarrollo 2011-2014

Paralelamente, se mejorará la capacidad de los actores catalanes en cuanto a la incorporación de los objetivos transversales en sus estrategias, planes, programas y proyectos. A su vez, tam-bién se mejorará la oferta formativa sobre temas relacionados con la calidad y la eficacia de la ayuda y sobre nuevas tendencias en cuanto al desarrollo y a la cooperación para el desarrollo.Por último, se impulsarán mecanismos de formación tanto teórica como práctica en el ámbito de la cooperación al desarrollo dirigidos a jóvenes, para que puedan adquirir pericia en este ámbito tanto en Cataluña como en los países del sur. Este es el caso de las becas para jóvenes cooperantes.

Por otra parte, se prevé una línea de trabajo orientada a reforzar las capacidades intraorgani-zacionales de los actores de la cooperación al desarrollo catalanes. En concreto, se continuará ofreciendo apoyo organizacional, mediante convenios y colaboración ad hoc, a federaciones y coordinadoras de ONGD, fondos de entes locales y a otras entidades de segundo nivel de cooperación al desarrollo.

Paralelamente, se invertirán esfuerzos para mejorar las condiciones y capacidades de los ac-tores de la cooperación catalana para hacer efectiva la incorporación institucional de los tres objetivos transversales mediante la asunción compartida de la responsabilidad en este ámbito.Por último, la Generalidad, en la línea de lo establecido por la estrategia de codesarrollo, con-tribuirá a apoderar a las personas migrantes, su tejido asociativo y los actores tradicionales de la cooperación catalana interesados en trabajar en codesarrollo.

Cuadro de resultados

O6. Mejorar y racionalizar la oferta de formación teórica y práctica de los volunta-rios, los cooperantes y profesionales y los agentes de la cooperación para el de-sarrollo catalana.

R1. Haber elaborado y aplicado un plan de formación y capacitación plurienal como mejora de la calidad de la oferta formativa teórica y práctica.

R2. Haber mejorado la capacidad de los actores catalanes para incorporar los objetivos trans-versales del Plan director en sus actuaciones.

R3. Haber mejorado la oferta de formación sobre calidad y eficacia de la ayuda y sobre nuevas tendencias en el ámbito del desarrollo y de la cooperación al desarrollo.

R4. Haber impulsado instrumentos de formación específica teórica y práctica dirigidos a los jóvenes.

O7. Reforzar las capacidades intraorganizacionales de los actores de la coopera-ción al desarrollo catalanes.

R1. Haber contribuido al fortalecimiento institucional de las federaciones, las coordinadoras, el fondo de entes locales y otras entidades de segundo nivel de los actores de la cooperación catalana.

R2. Haber fortalecido las capacidades institucionales de los actores de la cooperación catalana para la incorporación de los objetivos transversales del Plan director.

R3. Haber fortalecido las capacidades institucionales de los actores de la cooperación catalana que trabajan en codesarrollo y de las asociaciones de personas migrantes.

154 DGCDAH / ACCD

El escenario se marca como objetivo alcanzar la meta de un gasto en cooperación al desarrollo del 0,077% del PIB de Cataluña en el año 2015, de acuerdo con el objetivo que se ha fijado la UE de que el gasto en cooperación de todos los estados que la integran haya alcanzado el 0,7% de su PIB en este ejercicio. De acuerdo con este objetivo, se propone que los incrementos presupuestarios anuales del gasto en cooperación al desarrollo durante el período 2011-2014 sigan una progresión lineal hasta alcanzar el 0,077% del PIB catalán en 2015, con un crecimiento anual equivalente a un porcentaje del PIB del 0,0088%. Se establece el compromiso de que se hará lectura de la AOD de la Generalidad también en relación con el cálculo del 0,7% del presupuesto consolidado de la Generalidad.

Escenario económico

13

En cuanto a la distribución de la ayuda entre la ACCD y los departamentos y organismos de la Genera-lidad, se propone que la ayuda de los departamentos crezca anualmente orientativamente un 2% y que la ACCD asuma la parte de recursos restante que corresponderían de la aplicación de los porcentajes mencionados al PIB.

Por último, este escenario se completa con una banda superior que limita su evolución. En este sentido, la tasa de incremento anual del gasto en cooperación al desarrollo de la Generalidad no podrá superar el porcentaje de crecimiento de los ingresos corrientes incondicionados del mismo ejercicio presupuestario. Sin embargo, el Gobierno podrá decidir superar este tope según convenga.

156 DGCDAH / ACCD

ACCD: Agencia Catalana de Cooperación al DesarrolloAIEPI: Atención integral de las enfermedades prevalentes en la infanciaAOD: Ayuda oficial al desarrolloCAD Comité de Ayuda al DesarrolloCADS: Consejo Asesor para el Desarrollo SostenibleCCAHE: Comité Catalán de Ayuda Humanitaria de EmergenciaCEDAW: Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeresCGLU: Ciudades y Gobiernos Locales UnidosCPD: Coherencia de políticas para el desarrolloDESC: Derechos económicos, sociales y culturalesDGCDAH: Dirección General de Cooperación al Desarrollo y Acción HumanitariaDRR: Reducción del riesgo de desastresECOSOC: Consejo Económico y Social de las Naciones UnidasEIRD: Estrategia internacional para la reducción de desastresEEpD: Estrategia de educación para el desarrolloEpD: Educación para el desarrolloEPP: Estrategia de país prioritarioETS: Enfermedades de transmisión sexualFCCD: Fondo Catalán de Cooperación al DesarrolloFCD: Foro de Cooperación al DesarrolloFOGAR: Foro Global de Asociaciones de RegionesO: ObjetivoOCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo EconómicosODM: Objetivos de desarrollo del milenioOE: Objetivo específicoOIT: Organización Internacional del TrabajoOMS: Organización Mundial de la SaludONG: Organización no gubernamentalONGD: Organización no gubernamental para el desarrolloONU: Organización de las Naciones UnidasPAA: Programa de acción de AccraPIB: Producto interior brutoPMA: Países menos avanzadosPNB: Producto nacional brutoPNUD: Programa de las Naciones Unidas para el desarrolloR: ResultadoUNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la CulturaUNISDR: Estrategia internacional de las Naciones Unidas para la reducción de desastres»

Abreviaciones

Pla

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