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Variedades de capitalismo

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Variedades decapitalismo y sistemasde regulacioacuten

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Introduccioacuten

Durante mucho tiempo la literatura sobrela economiacutea poliacutetica de las democracias capi-talistas avanzadas ha estado dominada porlas teoriacuteas institucionalistas que enfatizanlos arreglos que definen los modelos distin-tivos de capitalismo El marco ampliamenteutilizado en la actualidad es la propuesta dePeter A Hall y David Soskice en su influyentevolumen Varieties of Capitalism [Variedades

del Capitalismo] (Hall y Soskice 2001)1 Estemarco destaca los diferentes tipos de arreglosinstitucionales caracteriacutesticos de lo que ellosllaman ldquoeconomiacuteas de mercado coordinadordquo(en adelante EMC) que se encuentran engran parte de Europa y que se distinguen delas ldquoeconomiacuteas de mercado liberalrdquo (EML) delmundo anglosajoacuten Si bien el trabajo previo amenudo se centraba en un uacutenico aacutembito insti-tucional aislado (por ejemplo las relacionesindustriales o las finanzas pero no ambas)Hall y Soskice proporcionan una visioacuten inte-

grada y sistemaacutetica que hace hincapieacute en losviacutenculos a traveacutes del conjunto de las institu-ciones principales que definen a las economiacuteaspoliacuteticas del capitalismo las instituciones derelaciones industriales los acuerdos finan-cieros los sistemas de formacioacuten profesionaly capacitacioacuten la direccioacuten corporativa y losregiacutemenes de poliacutetica social

El marco de Hall y Soskice se basoacute en un ricocorpus de trabajo que exploroacute las diferencias

de la evolucioacuten histoacuterica entre las infraes-tructuras institucionales de los diversospaiacuteses capitalistas (Streeck 1992 Crouch1993 Boyer y Hollingsworth 1997 Streeck y

Yamamura 2001) Tomando la perspectiva deestos estudios en conjunto Hall y Soskice desa-fiaron la idea de que las presiones del mercadocontemporaacuteneo ndashincluidas las tendencias alargo plazo como la globalizacioacuten y el declivede la produccioacutenndash conduciriacutean a una conver-gencia en un uacutenico y ldquomejorrdquo o ldquomaacutes eficienterdquomodelo de capitalismo Por el contrario la ideacentral del marco de las variedades del capi-talismo (VdelC) ha sido que estos dos grandesmodelos representan diferentes maneras deorganizarlo Cada tipo opera con una loacutegicatotalmente diferente pero ambos son perdu-rables incluso ante nuevas tensiones Sinembargo en contraste con las teoriacuteas previasde corporativismo que explican los oriacutegenes yla reproduccioacuten de instituciones coordinadoras

claves (por ejemplo la negociacioacuten colectivacentralizada) en referencia a la solidez laborallos estudiosos de las VdelC sugirieron que enlas EMC los empleadores tienen un papel enla supervivencia de estas instituciones porquehan organizado sus estrategias de produc-cioacuten a su alrededor y de ellas dependen parasu eacutexito en el mercado Esta loacutegica ofreciacutea un

Variedades del capitalismo trayectoriasde la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticasde solidaridad social

Kathleen Thelen

Departamento de Ciencia Poliacutetica Massachusetts Institute of Technology Cambridge El DOI de este artiacuteculo es101146annurev-polisci-070110-122959Todos los derechos reservados Reproduccioacuten permitida por CopyrightClearance Center

1 El anaacutelisis desarrollado en este libro estaacute basado en trabajos anteriores en los que Soskice introdujo primero la distin-cioacuten entre economiacuteas de mercado ldquocoordinadordquo y ldquono coordinadordquo (Soskice 1990a b 1991 1999)

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panorama alentador para aquellos que de locontrario podriacutean preocuparse por la desin-tegracioacuten de las instituciones caracteriacutesticasde las EMC que tambieacuten son ampliamentevistas como apoyo a una forma maacutes igualitaria

del capitalismo en general ndashbasada en altosniveles de igualdad en teacuterminos de ingresos ybeneficios sistemas de proteccioacuten social maacutesfuertes y menos pobrezandash que la que prevaleceen las EML

Estas predicciones han sido discutidas Lascrisis econoacutemicas de las uacuteltimas dos deacutecadashan puesto en marcha un vigoroso debate enla literatura sobre economiacutea poliacutetica Por unaparte se encuentran los representantes de unapoderosa teoriacutea de la ldquoliberalizacioacutenrdquo (veacuteaseespecialmente Streeck 2009 tambieacuten Glyn2006 Howell 2006) Los autores de esta liacuteneaperciben en los desarrollos contemporaacuteneos unaerosioacuten de las estructuras que han distinguidoa las economiacuteas poliacuteticas coordinadas en elpasado Como evidencia estos autores puedensentildealar los cambios masivos en las finanzasglobales que en muchos casos liberaron alos bancos de anteriores relaciones cercanascon empresas locales (ldquocapital pacienterdquo)2

que se consideraban fundamentales para elmodelo de las EMC (Houmlpner 2000 Houmlpner yKrempel 2003) Se observa que las presionesdel empleador para una mayor flexibilidad enotros aacutembitos en particular sobre la negocia-cioacuten colectiva han tenido un efecto corrosivoen la coordinacioacuten y en la solidaridad social enestos sectores (Hassel 1999 Baccaro y Howell2011) Sentildealan la carga fiscal continua y lapresioacuten implacable sobre los gobiernos parabajar costos y reducir muchos de los programas

sociales que durante mucho tiempo ofrecieronproteccioacuten del mercado a los segmentos maacutesdeacutebiles de la sociedad (Trampusch 2009Streeck 2010 Streeck y Mertens 2010)

Estos investigadores enfatizan maacutes lassimilitudes que las diferencias entre paiacutesescapitalistas en particular con respecto a ladireccioacuten general del cambio en las EMC y lasEML Su pronoacutestico para estas uacuteltimas es pesi-mista y se basa en una visioacuten diferente menos

benigna a los intereses del empleador Paralos estudiosos de este campo los empleadoresinevitablemente buscan ampliar el alcance delmercado Lo uacutenico que distinguioacute a las EMCen el pasado fue que por diversas razones

histoacutericamente contingentes la sociedad habiacuteasido capaz de resistir los esfuerzos capitalistaspara liberarse de las limitaciones poliacuteticasimpuestas Para estos autores la globalizacioacuteny la decadencia del poder del trabajo organi-zado y el resurgimiento de la ideologiacutea neoli-beral traiacutean malos augurios para el futuro delas formas maacutes igualitarias de capitalismo

Por el contrario los defensores de la pers-pectiva claacutesica de las VdelC ven los mecanismosinstitucionales divergentes caracteriacutesticosde las EMC y las EML como relativamenterobustos y resilientes Notan que las diferen-cias institucionales entre los dos modelos decapitalismo tienen profundas raiacuteces histoacutericas(veacutease por ejemplo Iversen y Soskice 2009Martin y Swank 2012) Como tales estossistemas han sobrevivido a todo tipo de crisis(econoacutemicas y poliacuteticas) en el siglo pasado yresultan tan intimidantes como los desafiacuteosde hoy Los estudiosos de este campo no ven

a las instituciones del capitalismo coordi-nado como un simple producto de la fuerza detrabajo contra el capital sino que se refierena la investigacioacuten histoacuterica que sugiere quemuchos de estos convenios se forjaron a traveacutesde coaliciones entre distintas clases en lascuales los empleadores fueron cofundadoresclaves (Swenson 1989 Mares 2000 Martin2000) Claramente los estudiosos de estecampo reconocen los cambios indicados ante-riormente Sin embargo fiel al original tema

de la anticonvergencia central de la teoriacuteatienden a insistir en que la mayoriacutea de ellosno socaven la loacutegica baacutesica que separa a lasEMC de las EML (Hall y Gingerich 2009) Losinvestigadores de las VdelC tienden a codificarlos cambios observados como modificaciones oajustes que no socavan la coordinacioacuten y quede hecho pueden ser necesarios para estabi-lizarla en nuevas condiciones prevalecientesEn alguacuten momento entonces el debate se

2 Patient capital inversioacuten a largo plazo y cuyo inversor no espera un raacutepido o sustancial retorno de lo invertido

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

convierte en un desacuerdo sobre si el vasoestaacute medio vaciacuteo o medio lleno

Este ensayo intenta trazar un nuevocamino en estos debates Mientras desarrollolas ideas fundamentales que hemos adquirido

de la literatura sobre las VdelC demuestro loque se puede ganar a traveacutes de dos innova-ciones que pueden ampliar nuestra compren-sioacuten de las trayectorias actuales del cambio ysus probables implicaciones Sostengo que losacontecimientos recientes requieren primerouna mayor claridad conceptual para desen-redar dos fenoacutemenos que se han combinadoinuacutetilmente en los debates contemporaacuteneos elcapitalismo coordinado y el capitalismo igua-litario En segundo lugar y sobre la base dela discusioacuten conceptual propongo un nuevomarco que puede llevarnos maacutes allaacute de ladistincioacuten habitual entre las EMC y las EMLy permitirnos distinguir entre las trayectoriasdivergentes del cambio (de la liberalizacioacutenincluso) con el impulso de dinaacutemicas poliacuteticasmuy diferentes y asociado a diferentes resul-tados distributivos

Ambas tendencias analiacuteticas fluyen de losrasgos de un entendimiento de la resiliencia

institucional y del cambio que estaacute expliacutecita-mente vinculado al anaacutelisis de las coalicionespoliacuteticas sobre las que descansan las insti-tuciones econoacutemicas En otras ocasiones heplanteado que las instituciones no sobrevivenlargos periacuteodos de tiempo mantenieacutendose estaacute-ticas ni siquiera a traveacutes de la reproduccioacutenfiel de la coalicioacuten ldquofundadorardquo sobre la quese basaron en un principio (Thelen 2004b)

A medida que cambia el mundo alrededor deestas instituciones su supervivencia depende

de su adaptacioacuten activa y continua al contextosocial poliacutetico y de mercado en el que seencuentran Mirando los desarrollos contem-poraacuteneos a traveacutes de una lente ldquopoliacutetico-coali-cionalrdquo el anaacutelisis que sigue a continuacioacutenexplica porqueacute las instituciones que repro-ducen maacutes fielmente la poliacutetica de la Eacutepoca deOro del capitalismo de posguerra de los antildeoscincuenta y sesenta son las maacutes vulnerables ala erosioacuten y la decadencia Mientras que aque-

llas que permanecen maacutes soacutelidas son las que suforma y funciones han sido reconfiguradas bajolos auspicios de las coaliciones de apoyo que en

algunos aspectos se diferencian mucho de lasdel pasado Las siguientes secciones presentana cada uno de estos puntos uno por uno

Las variedades del capitalismo ysus criacuteticos

A pesar del gran debate presente en la litera-tura en realidad no hay serios desacuerdosrespecto de los aacutembitos institucionalescentrales que deberiacutean estudiar los analistas

Al margen de sus disputas todos aquellos queestudian la economiacutea poliacutetica del capitalismoavanzado estaacuten mirando al mismo conjuntode estructuras las instituciones de relacionesindustriales los arreglos financieros la direc-cioacuten corporativa las estructuras de la poliacuteticasocial y las instituciones para la educacioacuten ycapacitacioacuten Dado el fuerte consenso acercade doacutende deberiacuteamos estar buscando cambiosimportantes iquestpor queacute existen tales discre-pancias en nuestras interpretaciones de loscambios que observamos

iquestDiferencias super ficiales

Una posibilidad es que el desacuerdo seasobre todo empiacuterico enraizado en un eacutenfasisen diferentes variables o medidas Asiacute comoen la faacutebula de los ciegos y el elefante podriacuteaser que aunque analicen la misma institucioacutenlos diferentes observadores encuentren cosasdiferentes porque las estaacuten examinando desdediferentes aacutengulos Desde algunas perspec-tivas y seguacuten algunas de las medidas estasinstituciones parecen bastante estables mien-tras que desde otras posiciones y seguacuten otras

medidas estaacuten atravesando cambios draacutesticosTomemos el caso de las instituciones de

las relaciones industriales que claramenteson objeto de una gran cantidad de nuevaspresiones asociadas entre otras cosas al creci-miento del sector de los servicios asiacute como a unamayor competencia entre los productores quepagan menores salarios Es bien sabido quetales tendencias han intensificado el conflictoen las EMC entre los sindicatos y los emplea-

dores ya que estos uacuteltimos buscan mayorfl

exi-bilidad a traveacutes de un retiro de normas estaacuten-dares nacionales a favor de la negociacioacuten

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local sobre temas tales como salarios horas detrabajo y organizacioacuten del trabajo (veacutease entreotros Ferner y Hyman 1998) Estas presionesa menudo combinadas con niveles obstinada-mente altos de desempleo han sido amplia-

mente vistas como una grave amenaza para losconvenios colectivos centralizados De hechouna importante porcioacuten de la bibliografiacutea delos antildeos noventa predijo el fracaso de la nego-ciacioacuten colectiva centralizada en estos paiacuteses ysu convergencia hacia modelos maacutes descentra-lizados de relaciones industriales a traveacutes dela desregulacioacuten competitiva (Kapstein 1996Katz y Darbishire 1999 Martin y Ross 1999)

Un grupo de autores se comprometioacute aprobar estas afirmaciones pero el panoramaemergente sentildealoacute abrumadoramente la resi-liencia de los arreglos tradicionales El maacutesinfluyente de los primeros estudios desarro-llado por Wallerstein y otros (1997) docu-mentoacute una estabilidad sorprendente en lasinstituciones de negociacioacuten colectiva a pesarde las nuevas presiones Esta imagen de conti-nuidad fue reforzada auacuten maacutes en los trabajosposteriores sobre la base de medidas alterna-tivas de Kenworthy (2001) donde se obser-

varon diferentes tipos y niveles de coordina-cioacuten en la fi jacioacuten de los salarios A continua-cioacuten en la Figura 1 se presentan los resultadosde estos ejercicios para una importante EMCde Alemania y se representan las tenden-cias en las relaciones industriales desde ladeacutecada de 1960 hasta la deacutecada de 2000 conlas medidas de Wallerstein y de Kenworthy ypuedo agregar que ambas se siguen utilizandoampliamente en la bibliografiacutea Con cualquierade las dos medidas alternativas el panorama

es claramente de estabilidad no de cambio Lanegociacioacuten colectiva en Alemania ndashal nivel delas instituciones formalesndash es tan centralizada(o coordinada) hoy como lo fue en la deacutecada de1970

Sin embargo documentar un alto grado deestabilidad en estructuras formales de nego-ciacioacuten puede no explicar la totalidad de lahistoria o incluso la trama principal Es clara-mente posible para la negociacioacuten permanecer

centralizada (o coordinada) auacuten cuando sereduce el nuacutemero de trabajadores cuyos sala-rios y condiciones de trabajo estaacuten cubiertos

por los contratos resultantes Streeck (2009)pinta un panorama muy diferente de la trayec-toria de las relaciones industriales alemanassobre la base de la tendencia en materia de lanegociacioacuten colectiva La Figura 2 documenta

una disminucioacuten constante y significativa enel nuacutemero de empleados y lugares de trabajocubiertos por la negociacioacuten colectiva en todala industria desde 1995

Las Figuras 1 y 2 muestran con claridadcoacutemo las diferentes medidas pueden conducira los investigadores a conclusiones muy dife-rentes incluso analizando la misma institu-cioacuten Parte del problema es que muchos de loscambios importantes en marcha en los paiacutesesindustrializados no han tomado la forma deun ataque frontal directo sobre las praacutecticas oinstituciones existentes sino que han trascen-dido a traveacutes de procesos maacutes sutiles que sedesarrollan bajo la apariencia de estabilidadinstitucional formal De hecho en algunosaspectos uno de los rasgos que definen elperiacuteodo contemporaacuteneo es que las nuevastensiones a menudo coexisten con una notableestabilidad en muchos de los arreglos institu-cionales formales que todaviacutea separan a las

EMC de las EML

iquestDiferencias maacutes profundas

Si la principal fuente de desacuerdo sobrelas trayectorias del capitalismo moderno fuerapuramente empiacuterica arraigada en diferentesmeacutetodos o medidas entonces conciliar estospuntos de vista seriacutea relativamente sencilloSeguramente un cuadro integral tendriacutea quetener en cuenta tanto las continuidades estruc-turales como los cambios subyacentes que tiene

lugar dentro de ellas Sin embargo al mirarmaacutes de cerca queda claro que los desacuerdosentre la bibliografiacutea sobre las VdelC y suscriacuteticos van maacutes allaacute de la mera disputa empiacute-rica sobre la maacutes profunda eleccioacuten de medidaso evaluaciones diferentes sobre si el vaso estaacutemedio vaciacuteo o medio lleno

En cambio los investigadores ubicadosen diferentes lados de este debate de hechoa menudo buscan el cambio en dimensiones

totalmente diferentes (Houmlpner 2007) Enparticular como se mencionoacute anteriormente labibliografiacutea sobre las VdelC provechosamente

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Figura 1

Tendencias en las relaciones industriales alemanas desde 1960 hasta 2000seguacuten las medias de Kenworthy (α) y Wallerstein (b)

Figura 2

Empleados y lugares de trabajo alemanes cubiertos por contratos para toda laindustria como porcentaje del total 1995-2006

0

1

2

3

4

5

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

0

1

2

3

4

a Puntaje de coordinacioacuten

de Kenworthy (Alemania)b Nivel de negociacioacuten de

Golden-Wallerstein (Alemania)

Negociacioacuten Colectiva en toda la industria

G r a d o d o m i n a n t e

d e c o o r d i n a c i oacute n

N i v e l d o m i n a n t e

d e n e g o c i a c i oacute n

P o r c e n t a j e

Antildeo

Lugares de trabajo

Empleados

Fuente caacutelculos propios basados en datos proporcionados por Duane SwankLos datos de Kenworthy soacutelo continuaron hasta 2002 pero los de Visser se han actualizado al 2007 El nivel 4 re1047298eja un ldquoextenso patroacuten regulari-

zado junto con un alto grado de concentracioacuten sindicalrdquo (veacutease la explicacioacuten del puntaje de Kenworthy en httpwwwuArizonaedulkenworWageCoorScorespdf) Los datos de Wallerstein continuaron hasta 2005 El nivel 3 indica un contexto de ajuste salarial sectorial con sanciones

Fuente Streeck 2009 paacuteg 39

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Introduccioacuten

Durante mucho tiempo la literatura sobrela economiacutea poliacutetica de las democracias capi-talistas avanzadas ha estado dominada porlas teoriacuteas institucionalistas que enfatizanlos arreglos que definen los modelos distin-tivos de capitalismo El marco ampliamenteutilizado en la actualidad es la propuesta dePeter A Hall y David Soskice en su influyentevolumen Varieties of Capitalism [Variedades

del Capitalismo] (Hall y Soskice 2001)1 Estemarco destaca los diferentes tipos de arreglosinstitucionales caracteriacutesticos de lo que ellosllaman ldquoeconomiacuteas de mercado coordinadordquo(en adelante EMC) que se encuentran engran parte de Europa y que se distinguen delas ldquoeconomiacuteas de mercado liberalrdquo (EML) delmundo anglosajoacuten Si bien el trabajo previo amenudo se centraba en un uacutenico aacutembito insti-tucional aislado (por ejemplo las relacionesindustriales o las finanzas pero no ambas)Hall y Soskice proporcionan una visioacuten inte-

grada y sistemaacutetica que hace hincapieacute en losviacutenculos a traveacutes del conjunto de las institu-ciones principales que definen a las economiacuteaspoliacuteticas del capitalismo las instituciones derelaciones industriales los acuerdos finan-cieros los sistemas de formacioacuten profesionaly capacitacioacuten la direccioacuten corporativa y losregiacutemenes de poliacutetica social

El marco de Hall y Soskice se basoacute en un ricocorpus de trabajo que exploroacute las diferencias

de la evolucioacuten histoacuterica entre las infraes-tructuras institucionales de los diversospaiacuteses capitalistas (Streeck 1992 Crouch1993 Boyer y Hollingsworth 1997 Streeck y

Yamamura 2001) Tomando la perspectiva deestos estudios en conjunto Hall y Soskice desa-fiaron la idea de que las presiones del mercadocontemporaacuteneo ndashincluidas las tendencias alargo plazo como la globalizacioacuten y el declivede la produccioacutenndash conduciriacutean a una conver-gencia en un uacutenico y ldquomejorrdquo o ldquomaacutes eficienterdquomodelo de capitalismo Por el contrario la ideacentral del marco de las variedades del capi-talismo (VdelC) ha sido que estos dos grandesmodelos representan diferentes maneras deorganizarlo Cada tipo opera con una loacutegicatotalmente diferente pero ambos son perdu-rables incluso ante nuevas tensiones Sinembargo en contraste con las teoriacuteas previasde corporativismo que explican los oriacutegenes yla reproduccioacuten de instituciones coordinadoras

claves (por ejemplo la negociacioacuten colectivacentralizada) en referencia a la solidez laborallos estudiosos de las VdelC sugirieron que enlas EMC los empleadores tienen un papel enla supervivencia de estas instituciones porquehan organizado sus estrategias de produc-cioacuten a su alrededor y de ellas dependen parasu eacutexito en el mercado Esta loacutegica ofreciacutea un

Variedades del capitalismo trayectoriasde la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticasde solidaridad social

Kathleen Thelen

Departamento de Ciencia Poliacutetica Massachusetts Institute of Technology Cambridge El DOI de este artiacuteculo es101146annurev-polisci-070110-122959Todos los derechos reservados Reproduccioacuten permitida por CopyrightClearance Center

1 El anaacutelisis desarrollado en este libro estaacute basado en trabajos anteriores en los que Soskice introdujo primero la distin-cioacuten entre economiacuteas de mercado ldquocoordinadordquo y ldquono coordinadordquo (Soskice 1990a b 1991 1999)

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panorama alentador para aquellos que de locontrario podriacutean preocuparse por la desin-tegracioacuten de las instituciones caracteriacutesticasde las EMC que tambieacuten son ampliamentevistas como apoyo a una forma maacutes igualitaria

del capitalismo en general ndashbasada en altosniveles de igualdad en teacuterminos de ingresos ybeneficios sistemas de proteccioacuten social maacutesfuertes y menos pobrezandash que la que prevaleceen las EML

Estas predicciones han sido discutidas Lascrisis econoacutemicas de las uacuteltimas dos deacutecadashan puesto en marcha un vigoroso debate enla literatura sobre economiacutea poliacutetica Por unaparte se encuentran los representantes de unapoderosa teoriacutea de la ldquoliberalizacioacutenrdquo (veacuteaseespecialmente Streeck 2009 tambieacuten Glyn2006 Howell 2006) Los autores de esta liacuteneaperciben en los desarrollos contemporaacuteneos unaerosioacuten de las estructuras que han distinguidoa las economiacuteas poliacuteticas coordinadas en elpasado Como evidencia estos autores puedensentildealar los cambios masivos en las finanzasglobales que en muchos casos liberaron alos bancos de anteriores relaciones cercanascon empresas locales (ldquocapital pacienterdquo)2

que se consideraban fundamentales para elmodelo de las EMC (Houmlpner 2000 Houmlpner yKrempel 2003) Se observa que las presionesdel empleador para una mayor flexibilidad enotros aacutembitos en particular sobre la negocia-cioacuten colectiva han tenido un efecto corrosivoen la coordinacioacuten y en la solidaridad social enestos sectores (Hassel 1999 Baccaro y Howell2011) Sentildealan la carga fiscal continua y lapresioacuten implacable sobre los gobiernos parabajar costos y reducir muchos de los programas

sociales que durante mucho tiempo ofrecieronproteccioacuten del mercado a los segmentos maacutesdeacutebiles de la sociedad (Trampusch 2009Streeck 2010 Streeck y Mertens 2010)

Estos investigadores enfatizan maacutes lassimilitudes que las diferencias entre paiacutesescapitalistas en particular con respecto a ladireccioacuten general del cambio en las EMC y lasEML Su pronoacutestico para estas uacuteltimas es pesi-mista y se basa en una visioacuten diferente menos

benigna a los intereses del empleador Paralos estudiosos de este campo los empleadoresinevitablemente buscan ampliar el alcance delmercado Lo uacutenico que distinguioacute a las EMCen el pasado fue que por diversas razones

histoacutericamente contingentes la sociedad habiacuteasido capaz de resistir los esfuerzos capitalistaspara liberarse de las limitaciones poliacuteticasimpuestas Para estos autores la globalizacioacuteny la decadencia del poder del trabajo organi-zado y el resurgimiento de la ideologiacutea neoli-beral traiacutean malos augurios para el futuro delas formas maacutes igualitarias de capitalismo

Por el contrario los defensores de la pers-pectiva claacutesica de las VdelC ven los mecanismosinstitucionales divergentes caracteriacutesticosde las EMC y las EML como relativamenterobustos y resilientes Notan que las diferen-cias institucionales entre los dos modelos decapitalismo tienen profundas raiacuteces histoacutericas(veacutease por ejemplo Iversen y Soskice 2009Martin y Swank 2012) Como tales estossistemas han sobrevivido a todo tipo de crisis(econoacutemicas y poliacuteticas) en el siglo pasado yresultan tan intimidantes como los desafiacuteosde hoy Los estudiosos de este campo no ven

a las instituciones del capitalismo coordi-nado como un simple producto de la fuerza detrabajo contra el capital sino que se refierena la investigacioacuten histoacuterica que sugiere quemuchos de estos convenios se forjaron a traveacutesde coaliciones entre distintas clases en lascuales los empleadores fueron cofundadoresclaves (Swenson 1989 Mares 2000 Martin2000) Claramente los estudiosos de estecampo reconocen los cambios indicados ante-riormente Sin embargo fiel al original tema

de la anticonvergencia central de la teoriacuteatienden a insistir en que la mayoriacutea de ellosno socaven la loacutegica baacutesica que separa a lasEMC de las EML (Hall y Gingerich 2009) Losinvestigadores de las VdelC tienden a codificarlos cambios observados como modificaciones oajustes que no socavan la coordinacioacuten y quede hecho pueden ser necesarios para estabi-lizarla en nuevas condiciones prevalecientesEn alguacuten momento entonces el debate se

2 Patient capital inversioacuten a largo plazo y cuyo inversor no espera un raacutepido o sustancial retorno de lo invertido

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

convierte en un desacuerdo sobre si el vasoestaacute medio vaciacuteo o medio lleno

Este ensayo intenta trazar un nuevocamino en estos debates Mientras desarrollolas ideas fundamentales que hemos adquirido

de la literatura sobre las VdelC demuestro loque se puede ganar a traveacutes de dos innova-ciones que pueden ampliar nuestra compren-sioacuten de las trayectorias actuales del cambio ysus probables implicaciones Sostengo que losacontecimientos recientes requieren primerouna mayor claridad conceptual para desen-redar dos fenoacutemenos que se han combinadoinuacutetilmente en los debates contemporaacuteneos elcapitalismo coordinado y el capitalismo igua-litario En segundo lugar y sobre la base dela discusioacuten conceptual propongo un nuevomarco que puede llevarnos maacutes allaacute de ladistincioacuten habitual entre las EMC y las EMLy permitirnos distinguir entre las trayectoriasdivergentes del cambio (de la liberalizacioacutenincluso) con el impulso de dinaacutemicas poliacuteticasmuy diferentes y asociado a diferentes resul-tados distributivos

Ambas tendencias analiacuteticas fluyen de losrasgos de un entendimiento de la resiliencia

institucional y del cambio que estaacute expliacutecita-mente vinculado al anaacutelisis de las coalicionespoliacuteticas sobre las que descansan las insti-tuciones econoacutemicas En otras ocasiones heplanteado que las instituciones no sobrevivenlargos periacuteodos de tiempo mantenieacutendose estaacute-ticas ni siquiera a traveacutes de la reproduccioacutenfiel de la coalicioacuten ldquofundadorardquo sobre la quese basaron en un principio (Thelen 2004b)

A medida que cambia el mundo alrededor deestas instituciones su supervivencia depende

de su adaptacioacuten activa y continua al contextosocial poliacutetico y de mercado en el que seencuentran Mirando los desarrollos contem-poraacuteneos a traveacutes de una lente ldquopoliacutetico-coali-cionalrdquo el anaacutelisis que sigue a continuacioacutenexplica porqueacute las instituciones que repro-ducen maacutes fielmente la poliacutetica de la Eacutepoca deOro del capitalismo de posguerra de los antildeoscincuenta y sesenta son las maacutes vulnerables ala erosioacuten y la decadencia Mientras que aque-

llas que permanecen maacutes soacutelidas son las que suforma y funciones han sido reconfiguradas bajolos auspicios de las coaliciones de apoyo que en

algunos aspectos se diferencian mucho de lasdel pasado Las siguientes secciones presentana cada uno de estos puntos uno por uno

Las variedades del capitalismo ysus criacuteticos

A pesar del gran debate presente en la litera-tura en realidad no hay serios desacuerdosrespecto de los aacutembitos institucionalescentrales que deberiacutean estudiar los analistas

Al margen de sus disputas todos aquellos queestudian la economiacutea poliacutetica del capitalismoavanzado estaacuten mirando al mismo conjuntode estructuras las instituciones de relacionesindustriales los arreglos financieros la direc-cioacuten corporativa las estructuras de la poliacuteticasocial y las instituciones para la educacioacuten ycapacitacioacuten Dado el fuerte consenso acercade doacutende deberiacuteamos estar buscando cambiosimportantes iquestpor queacute existen tales discre-pancias en nuestras interpretaciones de loscambios que observamos

iquestDiferencias super ficiales

Una posibilidad es que el desacuerdo seasobre todo empiacuterico enraizado en un eacutenfasisen diferentes variables o medidas Asiacute comoen la faacutebula de los ciegos y el elefante podriacuteaser que aunque analicen la misma institucioacutenlos diferentes observadores encuentren cosasdiferentes porque las estaacuten examinando desdediferentes aacutengulos Desde algunas perspec-tivas y seguacuten algunas de las medidas estasinstituciones parecen bastante estables mien-tras que desde otras posiciones y seguacuten otras

medidas estaacuten atravesando cambios draacutesticosTomemos el caso de las instituciones de

las relaciones industriales que claramenteson objeto de una gran cantidad de nuevaspresiones asociadas entre otras cosas al creci-miento del sector de los servicios asiacute como a unamayor competencia entre los productores quepagan menores salarios Es bien sabido quetales tendencias han intensificado el conflictoen las EMC entre los sindicatos y los emplea-

dores ya que estos uacuteltimos buscan mayorfl

exi-bilidad a traveacutes de un retiro de normas estaacuten-dares nacionales a favor de la negociacioacuten

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local sobre temas tales como salarios horas detrabajo y organizacioacuten del trabajo (veacutease entreotros Ferner y Hyman 1998) Estas presionesa menudo combinadas con niveles obstinada-mente altos de desempleo han sido amplia-

mente vistas como una grave amenaza para losconvenios colectivos centralizados De hechouna importante porcioacuten de la bibliografiacutea delos antildeos noventa predijo el fracaso de la nego-ciacioacuten colectiva centralizada en estos paiacuteses ysu convergencia hacia modelos maacutes descentra-lizados de relaciones industriales a traveacutes dela desregulacioacuten competitiva (Kapstein 1996Katz y Darbishire 1999 Martin y Ross 1999)

Un grupo de autores se comprometioacute aprobar estas afirmaciones pero el panoramaemergente sentildealoacute abrumadoramente la resi-liencia de los arreglos tradicionales El maacutesinfluyente de los primeros estudios desarro-llado por Wallerstein y otros (1997) docu-mentoacute una estabilidad sorprendente en lasinstituciones de negociacioacuten colectiva a pesarde las nuevas presiones Esta imagen de conti-nuidad fue reforzada auacuten maacutes en los trabajosposteriores sobre la base de medidas alterna-tivas de Kenworthy (2001) donde se obser-

varon diferentes tipos y niveles de coordina-cioacuten en la fi jacioacuten de los salarios A continua-cioacuten en la Figura 1 se presentan los resultadosde estos ejercicios para una importante EMCde Alemania y se representan las tenden-cias en las relaciones industriales desde ladeacutecada de 1960 hasta la deacutecada de 2000 conlas medidas de Wallerstein y de Kenworthy ypuedo agregar que ambas se siguen utilizandoampliamente en la bibliografiacutea Con cualquierade las dos medidas alternativas el panorama

es claramente de estabilidad no de cambio Lanegociacioacuten colectiva en Alemania ndashal nivel delas instituciones formalesndash es tan centralizada(o coordinada) hoy como lo fue en la deacutecada de1970

Sin embargo documentar un alto grado deestabilidad en estructuras formales de nego-ciacioacuten puede no explicar la totalidad de lahistoria o incluso la trama principal Es clara-mente posible para la negociacioacuten permanecer

centralizada (o coordinada) auacuten cuando sereduce el nuacutemero de trabajadores cuyos sala-rios y condiciones de trabajo estaacuten cubiertos

por los contratos resultantes Streeck (2009)pinta un panorama muy diferente de la trayec-toria de las relaciones industriales alemanassobre la base de la tendencia en materia de lanegociacioacuten colectiva La Figura 2 documenta

una disminucioacuten constante y significativa enel nuacutemero de empleados y lugares de trabajocubiertos por la negociacioacuten colectiva en todala industria desde 1995

Las Figuras 1 y 2 muestran con claridadcoacutemo las diferentes medidas pueden conducira los investigadores a conclusiones muy dife-rentes incluso analizando la misma institu-cioacuten Parte del problema es que muchos de loscambios importantes en marcha en los paiacutesesindustrializados no han tomado la forma deun ataque frontal directo sobre las praacutecticas oinstituciones existentes sino que han trascen-dido a traveacutes de procesos maacutes sutiles que sedesarrollan bajo la apariencia de estabilidadinstitucional formal De hecho en algunosaspectos uno de los rasgos que definen elperiacuteodo contemporaacuteneo es que las nuevastensiones a menudo coexisten con una notableestabilidad en muchos de los arreglos institu-cionales formales que todaviacutea separan a las

EMC de las EML

iquestDiferencias maacutes profundas

Si la principal fuente de desacuerdo sobrelas trayectorias del capitalismo moderno fuerapuramente empiacuterica arraigada en diferentesmeacutetodos o medidas entonces conciliar estospuntos de vista seriacutea relativamente sencilloSeguramente un cuadro integral tendriacutea quetener en cuenta tanto las continuidades estruc-turales como los cambios subyacentes que tiene

lugar dentro de ellas Sin embargo al mirarmaacutes de cerca queda claro que los desacuerdosentre la bibliografiacutea sobre las VdelC y suscriacuteticos van maacutes allaacute de la mera disputa empiacute-rica sobre la maacutes profunda eleccioacuten de medidaso evaluaciones diferentes sobre si el vaso estaacutemedio vaciacuteo o medio lleno

En cambio los investigadores ubicadosen diferentes lados de este debate de hechoa menudo buscan el cambio en dimensiones

totalmente diferentes (Houmlpner 2007) Enparticular como se mencionoacute anteriormente labibliografiacutea sobre las VdelC provechosamente

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Figura 1

Tendencias en las relaciones industriales alemanas desde 1960 hasta 2000seguacuten las medias de Kenworthy (α) y Wallerstein (b)

Figura 2

Empleados y lugares de trabajo alemanes cubiertos por contratos para toda laindustria como porcentaje del total 1995-2006

0

1

2

3

4

5

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

0

1

2

3

4

a Puntaje de coordinacioacuten

de Kenworthy (Alemania)b Nivel de negociacioacuten de

Golden-Wallerstein (Alemania)

Negociacioacuten Colectiva en toda la industria

G r a d o d o m i n a n t e

d e c o o r d i n a c i oacute n

N i v e l d o m i n a n t e

d e n e g o c i a c i oacute n

P o r c e n t a j e

Antildeo

Lugares de trabajo

Empleados

Fuente caacutelculos propios basados en datos proporcionados por Duane SwankLos datos de Kenworthy soacutelo continuaron hasta 2002 pero los de Visser se han actualizado al 2007 El nivel 4 re1047298eja un ldquoextenso patroacuten regulari-

zado junto con un alto grado de concentracioacuten sindicalrdquo (veacutease la explicacioacuten del puntaje de Kenworthy en httpwwwuArizonaedulkenworWageCoorScorespdf) Los datos de Wallerstein continuaron hasta 2005 El nivel 3 indica un contexto de ajuste salarial sectorial con sanciones

Fuente Streeck 2009 paacuteg 39

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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panorama alentador para aquellos que de locontrario podriacutean preocuparse por la desin-tegracioacuten de las instituciones caracteriacutesticasde las EMC que tambieacuten son ampliamentevistas como apoyo a una forma maacutes igualitaria

del capitalismo en general ndashbasada en altosniveles de igualdad en teacuterminos de ingresos ybeneficios sistemas de proteccioacuten social maacutesfuertes y menos pobrezandash que la que prevaleceen las EML

Estas predicciones han sido discutidas Lascrisis econoacutemicas de las uacuteltimas dos deacutecadashan puesto en marcha un vigoroso debate enla literatura sobre economiacutea poliacutetica Por unaparte se encuentran los representantes de unapoderosa teoriacutea de la ldquoliberalizacioacutenrdquo (veacuteaseespecialmente Streeck 2009 tambieacuten Glyn2006 Howell 2006) Los autores de esta liacuteneaperciben en los desarrollos contemporaacuteneos unaerosioacuten de las estructuras que han distinguidoa las economiacuteas poliacuteticas coordinadas en elpasado Como evidencia estos autores puedensentildealar los cambios masivos en las finanzasglobales que en muchos casos liberaron alos bancos de anteriores relaciones cercanascon empresas locales (ldquocapital pacienterdquo)2

que se consideraban fundamentales para elmodelo de las EMC (Houmlpner 2000 Houmlpner yKrempel 2003) Se observa que las presionesdel empleador para una mayor flexibilidad enotros aacutembitos en particular sobre la negocia-cioacuten colectiva han tenido un efecto corrosivoen la coordinacioacuten y en la solidaridad social enestos sectores (Hassel 1999 Baccaro y Howell2011) Sentildealan la carga fiscal continua y lapresioacuten implacable sobre los gobiernos parabajar costos y reducir muchos de los programas

sociales que durante mucho tiempo ofrecieronproteccioacuten del mercado a los segmentos maacutesdeacutebiles de la sociedad (Trampusch 2009Streeck 2010 Streeck y Mertens 2010)

Estos investigadores enfatizan maacutes lassimilitudes que las diferencias entre paiacutesescapitalistas en particular con respecto a ladireccioacuten general del cambio en las EMC y lasEML Su pronoacutestico para estas uacuteltimas es pesi-mista y se basa en una visioacuten diferente menos

benigna a los intereses del empleador Paralos estudiosos de este campo los empleadoresinevitablemente buscan ampliar el alcance delmercado Lo uacutenico que distinguioacute a las EMCen el pasado fue que por diversas razones

histoacutericamente contingentes la sociedad habiacuteasido capaz de resistir los esfuerzos capitalistaspara liberarse de las limitaciones poliacuteticasimpuestas Para estos autores la globalizacioacuteny la decadencia del poder del trabajo organi-zado y el resurgimiento de la ideologiacutea neoli-beral traiacutean malos augurios para el futuro delas formas maacutes igualitarias de capitalismo

Por el contrario los defensores de la pers-pectiva claacutesica de las VdelC ven los mecanismosinstitucionales divergentes caracteriacutesticosde las EMC y las EML como relativamenterobustos y resilientes Notan que las diferen-cias institucionales entre los dos modelos decapitalismo tienen profundas raiacuteces histoacutericas(veacutease por ejemplo Iversen y Soskice 2009Martin y Swank 2012) Como tales estossistemas han sobrevivido a todo tipo de crisis(econoacutemicas y poliacuteticas) en el siglo pasado yresultan tan intimidantes como los desafiacuteosde hoy Los estudiosos de este campo no ven

a las instituciones del capitalismo coordi-nado como un simple producto de la fuerza detrabajo contra el capital sino que se refierena la investigacioacuten histoacuterica que sugiere quemuchos de estos convenios se forjaron a traveacutesde coaliciones entre distintas clases en lascuales los empleadores fueron cofundadoresclaves (Swenson 1989 Mares 2000 Martin2000) Claramente los estudiosos de estecampo reconocen los cambios indicados ante-riormente Sin embargo fiel al original tema

de la anticonvergencia central de la teoriacuteatienden a insistir en que la mayoriacutea de ellosno socaven la loacutegica baacutesica que separa a lasEMC de las EML (Hall y Gingerich 2009) Losinvestigadores de las VdelC tienden a codificarlos cambios observados como modificaciones oajustes que no socavan la coordinacioacuten y quede hecho pueden ser necesarios para estabi-lizarla en nuevas condiciones prevalecientesEn alguacuten momento entonces el debate se

2 Patient capital inversioacuten a largo plazo y cuyo inversor no espera un raacutepido o sustancial retorno de lo invertido

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

convierte en un desacuerdo sobre si el vasoestaacute medio vaciacuteo o medio lleno

Este ensayo intenta trazar un nuevocamino en estos debates Mientras desarrollolas ideas fundamentales que hemos adquirido

de la literatura sobre las VdelC demuestro loque se puede ganar a traveacutes de dos innova-ciones que pueden ampliar nuestra compren-sioacuten de las trayectorias actuales del cambio ysus probables implicaciones Sostengo que losacontecimientos recientes requieren primerouna mayor claridad conceptual para desen-redar dos fenoacutemenos que se han combinadoinuacutetilmente en los debates contemporaacuteneos elcapitalismo coordinado y el capitalismo igua-litario En segundo lugar y sobre la base dela discusioacuten conceptual propongo un nuevomarco que puede llevarnos maacutes allaacute de ladistincioacuten habitual entre las EMC y las EMLy permitirnos distinguir entre las trayectoriasdivergentes del cambio (de la liberalizacioacutenincluso) con el impulso de dinaacutemicas poliacuteticasmuy diferentes y asociado a diferentes resul-tados distributivos

Ambas tendencias analiacuteticas fluyen de losrasgos de un entendimiento de la resiliencia

institucional y del cambio que estaacute expliacutecita-mente vinculado al anaacutelisis de las coalicionespoliacuteticas sobre las que descansan las insti-tuciones econoacutemicas En otras ocasiones heplanteado que las instituciones no sobrevivenlargos periacuteodos de tiempo mantenieacutendose estaacute-ticas ni siquiera a traveacutes de la reproduccioacutenfiel de la coalicioacuten ldquofundadorardquo sobre la quese basaron en un principio (Thelen 2004b)

A medida que cambia el mundo alrededor deestas instituciones su supervivencia depende

de su adaptacioacuten activa y continua al contextosocial poliacutetico y de mercado en el que seencuentran Mirando los desarrollos contem-poraacuteneos a traveacutes de una lente ldquopoliacutetico-coali-cionalrdquo el anaacutelisis que sigue a continuacioacutenexplica porqueacute las instituciones que repro-ducen maacutes fielmente la poliacutetica de la Eacutepoca deOro del capitalismo de posguerra de los antildeoscincuenta y sesenta son las maacutes vulnerables ala erosioacuten y la decadencia Mientras que aque-

llas que permanecen maacutes soacutelidas son las que suforma y funciones han sido reconfiguradas bajolos auspicios de las coaliciones de apoyo que en

algunos aspectos se diferencian mucho de lasdel pasado Las siguientes secciones presentana cada uno de estos puntos uno por uno

Las variedades del capitalismo ysus criacuteticos

A pesar del gran debate presente en la litera-tura en realidad no hay serios desacuerdosrespecto de los aacutembitos institucionalescentrales que deberiacutean estudiar los analistas

Al margen de sus disputas todos aquellos queestudian la economiacutea poliacutetica del capitalismoavanzado estaacuten mirando al mismo conjuntode estructuras las instituciones de relacionesindustriales los arreglos financieros la direc-cioacuten corporativa las estructuras de la poliacuteticasocial y las instituciones para la educacioacuten ycapacitacioacuten Dado el fuerte consenso acercade doacutende deberiacuteamos estar buscando cambiosimportantes iquestpor queacute existen tales discre-pancias en nuestras interpretaciones de loscambios que observamos

iquestDiferencias super ficiales

Una posibilidad es que el desacuerdo seasobre todo empiacuterico enraizado en un eacutenfasisen diferentes variables o medidas Asiacute comoen la faacutebula de los ciegos y el elefante podriacuteaser que aunque analicen la misma institucioacutenlos diferentes observadores encuentren cosasdiferentes porque las estaacuten examinando desdediferentes aacutengulos Desde algunas perspec-tivas y seguacuten algunas de las medidas estasinstituciones parecen bastante estables mien-tras que desde otras posiciones y seguacuten otras

medidas estaacuten atravesando cambios draacutesticosTomemos el caso de las instituciones de

las relaciones industriales que claramenteson objeto de una gran cantidad de nuevaspresiones asociadas entre otras cosas al creci-miento del sector de los servicios asiacute como a unamayor competencia entre los productores quepagan menores salarios Es bien sabido quetales tendencias han intensificado el conflictoen las EMC entre los sindicatos y los emplea-

dores ya que estos uacuteltimos buscan mayorfl

exi-bilidad a traveacutes de un retiro de normas estaacuten-dares nacionales a favor de la negociacioacuten

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local sobre temas tales como salarios horas detrabajo y organizacioacuten del trabajo (veacutease entreotros Ferner y Hyman 1998) Estas presionesa menudo combinadas con niveles obstinada-mente altos de desempleo han sido amplia-

mente vistas como una grave amenaza para losconvenios colectivos centralizados De hechouna importante porcioacuten de la bibliografiacutea delos antildeos noventa predijo el fracaso de la nego-ciacioacuten colectiva centralizada en estos paiacuteses ysu convergencia hacia modelos maacutes descentra-lizados de relaciones industriales a traveacutes dela desregulacioacuten competitiva (Kapstein 1996Katz y Darbishire 1999 Martin y Ross 1999)

Un grupo de autores se comprometioacute aprobar estas afirmaciones pero el panoramaemergente sentildealoacute abrumadoramente la resi-liencia de los arreglos tradicionales El maacutesinfluyente de los primeros estudios desarro-llado por Wallerstein y otros (1997) docu-mentoacute una estabilidad sorprendente en lasinstituciones de negociacioacuten colectiva a pesarde las nuevas presiones Esta imagen de conti-nuidad fue reforzada auacuten maacutes en los trabajosposteriores sobre la base de medidas alterna-tivas de Kenworthy (2001) donde se obser-

varon diferentes tipos y niveles de coordina-cioacuten en la fi jacioacuten de los salarios A continua-cioacuten en la Figura 1 se presentan los resultadosde estos ejercicios para una importante EMCde Alemania y se representan las tenden-cias en las relaciones industriales desde ladeacutecada de 1960 hasta la deacutecada de 2000 conlas medidas de Wallerstein y de Kenworthy ypuedo agregar que ambas se siguen utilizandoampliamente en la bibliografiacutea Con cualquierade las dos medidas alternativas el panorama

es claramente de estabilidad no de cambio Lanegociacioacuten colectiva en Alemania ndashal nivel delas instituciones formalesndash es tan centralizada(o coordinada) hoy como lo fue en la deacutecada de1970

Sin embargo documentar un alto grado deestabilidad en estructuras formales de nego-ciacioacuten puede no explicar la totalidad de lahistoria o incluso la trama principal Es clara-mente posible para la negociacioacuten permanecer

centralizada (o coordinada) auacuten cuando sereduce el nuacutemero de trabajadores cuyos sala-rios y condiciones de trabajo estaacuten cubiertos

por los contratos resultantes Streeck (2009)pinta un panorama muy diferente de la trayec-toria de las relaciones industriales alemanassobre la base de la tendencia en materia de lanegociacioacuten colectiva La Figura 2 documenta

una disminucioacuten constante y significativa enel nuacutemero de empleados y lugares de trabajocubiertos por la negociacioacuten colectiva en todala industria desde 1995

Las Figuras 1 y 2 muestran con claridadcoacutemo las diferentes medidas pueden conducira los investigadores a conclusiones muy dife-rentes incluso analizando la misma institu-cioacuten Parte del problema es que muchos de loscambios importantes en marcha en los paiacutesesindustrializados no han tomado la forma deun ataque frontal directo sobre las praacutecticas oinstituciones existentes sino que han trascen-dido a traveacutes de procesos maacutes sutiles que sedesarrollan bajo la apariencia de estabilidadinstitucional formal De hecho en algunosaspectos uno de los rasgos que definen elperiacuteodo contemporaacuteneo es que las nuevastensiones a menudo coexisten con una notableestabilidad en muchos de los arreglos institu-cionales formales que todaviacutea separan a las

EMC de las EML

iquestDiferencias maacutes profundas

Si la principal fuente de desacuerdo sobrelas trayectorias del capitalismo moderno fuerapuramente empiacuterica arraigada en diferentesmeacutetodos o medidas entonces conciliar estospuntos de vista seriacutea relativamente sencilloSeguramente un cuadro integral tendriacutea quetener en cuenta tanto las continuidades estruc-turales como los cambios subyacentes que tiene

lugar dentro de ellas Sin embargo al mirarmaacutes de cerca queda claro que los desacuerdosentre la bibliografiacutea sobre las VdelC y suscriacuteticos van maacutes allaacute de la mera disputa empiacute-rica sobre la maacutes profunda eleccioacuten de medidaso evaluaciones diferentes sobre si el vaso estaacutemedio vaciacuteo o medio lleno

En cambio los investigadores ubicadosen diferentes lados de este debate de hechoa menudo buscan el cambio en dimensiones

totalmente diferentes (Houmlpner 2007) Enparticular como se mencionoacute anteriormente labibliografiacutea sobre las VdelC provechosamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 1

Tendencias en las relaciones industriales alemanas desde 1960 hasta 2000seguacuten las medias de Kenworthy (α) y Wallerstein (b)

Figura 2

Empleados y lugares de trabajo alemanes cubiertos por contratos para toda laindustria como porcentaje del total 1995-2006

0

1

2

3

4

5

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

0

1

2

3

4

a Puntaje de coordinacioacuten

de Kenworthy (Alemania)b Nivel de negociacioacuten de

Golden-Wallerstein (Alemania)

Negociacioacuten Colectiva en toda la industria

G r a d o d o m i n a n t e

d e c o o r d i n a c i oacute n

N i v e l d o m i n a n t e

d e n e g o c i a c i oacute n

P o r c e n t a j e

Antildeo

Lugares de trabajo

Empleados

Fuente caacutelculos propios basados en datos proporcionados por Duane SwankLos datos de Kenworthy soacutelo continuaron hasta 2002 pero los de Visser se han actualizado al 2007 El nivel 4 re1047298eja un ldquoextenso patroacuten regulari-

zado junto con un alto grado de concentracioacuten sindicalrdquo (veacutease la explicacioacuten del puntaje de Kenworthy en httpwwwuArizonaedulkenworWageCoorScorespdf) Los datos de Wallerstein continuaron hasta 2005 El nivel 3 indica un contexto de ajuste salarial sectorial con sanciones

Fuente Streeck 2009 paacuteg 39

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

convierte en un desacuerdo sobre si el vasoestaacute medio vaciacuteo o medio lleno

Este ensayo intenta trazar un nuevocamino en estos debates Mientras desarrollolas ideas fundamentales que hemos adquirido

de la literatura sobre las VdelC demuestro loque se puede ganar a traveacutes de dos innova-ciones que pueden ampliar nuestra compren-sioacuten de las trayectorias actuales del cambio ysus probables implicaciones Sostengo que losacontecimientos recientes requieren primerouna mayor claridad conceptual para desen-redar dos fenoacutemenos que se han combinadoinuacutetilmente en los debates contemporaacuteneos elcapitalismo coordinado y el capitalismo igua-litario En segundo lugar y sobre la base dela discusioacuten conceptual propongo un nuevomarco que puede llevarnos maacutes allaacute de ladistincioacuten habitual entre las EMC y las EMLy permitirnos distinguir entre las trayectoriasdivergentes del cambio (de la liberalizacioacutenincluso) con el impulso de dinaacutemicas poliacuteticasmuy diferentes y asociado a diferentes resul-tados distributivos

Ambas tendencias analiacuteticas fluyen de losrasgos de un entendimiento de la resiliencia

institucional y del cambio que estaacute expliacutecita-mente vinculado al anaacutelisis de las coalicionespoliacuteticas sobre las que descansan las insti-tuciones econoacutemicas En otras ocasiones heplanteado que las instituciones no sobrevivenlargos periacuteodos de tiempo mantenieacutendose estaacute-ticas ni siquiera a traveacutes de la reproduccioacutenfiel de la coalicioacuten ldquofundadorardquo sobre la quese basaron en un principio (Thelen 2004b)

A medida que cambia el mundo alrededor deestas instituciones su supervivencia depende

de su adaptacioacuten activa y continua al contextosocial poliacutetico y de mercado en el que seencuentran Mirando los desarrollos contem-poraacuteneos a traveacutes de una lente ldquopoliacutetico-coali-cionalrdquo el anaacutelisis que sigue a continuacioacutenexplica porqueacute las instituciones que repro-ducen maacutes fielmente la poliacutetica de la Eacutepoca deOro del capitalismo de posguerra de los antildeoscincuenta y sesenta son las maacutes vulnerables ala erosioacuten y la decadencia Mientras que aque-

llas que permanecen maacutes soacutelidas son las que suforma y funciones han sido reconfiguradas bajolos auspicios de las coaliciones de apoyo que en

algunos aspectos se diferencian mucho de lasdel pasado Las siguientes secciones presentana cada uno de estos puntos uno por uno

Las variedades del capitalismo ysus criacuteticos

A pesar del gran debate presente en la litera-tura en realidad no hay serios desacuerdosrespecto de los aacutembitos institucionalescentrales que deberiacutean estudiar los analistas

Al margen de sus disputas todos aquellos queestudian la economiacutea poliacutetica del capitalismoavanzado estaacuten mirando al mismo conjuntode estructuras las instituciones de relacionesindustriales los arreglos financieros la direc-cioacuten corporativa las estructuras de la poliacuteticasocial y las instituciones para la educacioacuten ycapacitacioacuten Dado el fuerte consenso acercade doacutende deberiacuteamos estar buscando cambiosimportantes iquestpor queacute existen tales discre-pancias en nuestras interpretaciones de loscambios que observamos

iquestDiferencias super ficiales

Una posibilidad es que el desacuerdo seasobre todo empiacuterico enraizado en un eacutenfasisen diferentes variables o medidas Asiacute comoen la faacutebula de los ciegos y el elefante podriacuteaser que aunque analicen la misma institucioacutenlos diferentes observadores encuentren cosasdiferentes porque las estaacuten examinando desdediferentes aacutengulos Desde algunas perspec-tivas y seguacuten algunas de las medidas estasinstituciones parecen bastante estables mien-tras que desde otras posiciones y seguacuten otras

medidas estaacuten atravesando cambios draacutesticosTomemos el caso de las instituciones de

las relaciones industriales que claramenteson objeto de una gran cantidad de nuevaspresiones asociadas entre otras cosas al creci-miento del sector de los servicios asiacute como a unamayor competencia entre los productores quepagan menores salarios Es bien sabido quetales tendencias han intensificado el conflictoen las EMC entre los sindicatos y los emplea-

dores ya que estos uacuteltimos buscan mayorfl

exi-bilidad a traveacutes de un retiro de normas estaacuten-dares nacionales a favor de la negociacioacuten

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local sobre temas tales como salarios horas detrabajo y organizacioacuten del trabajo (veacutease entreotros Ferner y Hyman 1998) Estas presionesa menudo combinadas con niveles obstinada-mente altos de desempleo han sido amplia-

mente vistas como una grave amenaza para losconvenios colectivos centralizados De hechouna importante porcioacuten de la bibliografiacutea delos antildeos noventa predijo el fracaso de la nego-ciacioacuten colectiva centralizada en estos paiacuteses ysu convergencia hacia modelos maacutes descentra-lizados de relaciones industriales a traveacutes dela desregulacioacuten competitiva (Kapstein 1996Katz y Darbishire 1999 Martin y Ross 1999)

Un grupo de autores se comprometioacute aprobar estas afirmaciones pero el panoramaemergente sentildealoacute abrumadoramente la resi-liencia de los arreglos tradicionales El maacutesinfluyente de los primeros estudios desarro-llado por Wallerstein y otros (1997) docu-mentoacute una estabilidad sorprendente en lasinstituciones de negociacioacuten colectiva a pesarde las nuevas presiones Esta imagen de conti-nuidad fue reforzada auacuten maacutes en los trabajosposteriores sobre la base de medidas alterna-tivas de Kenworthy (2001) donde se obser-

varon diferentes tipos y niveles de coordina-cioacuten en la fi jacioacuten de los salarios A continua-cioacuten en la Figura 1 se presentan los resultadosde estos ejercicios para una importante EMCde Alemania y se representan las tenden-cias en las relaciones industriales desde ladeacutecada de 1960 hasta la deacutecada de 2000 conlas medidas de Wallerstein y de Kenworthy ypuedo agregar que ambas se siguen utilizandoampliamente en la bibliografiacutea Con cualquierade las dos medidas alternativas el panorama

es claramente de estabilidad no de cambio Lanegociacioacuten colectiva en Alemania ndashal nivel delas instituciones formalesndash es tan centralizada(o coordinada) hoy como lo fue en la deacutecada de1970

Sin embargo documentar un alto grado deestabilidad en estructuras formales de nego-ciacioacuten puede no explicar la totalidad de lahistoria o incluso la trama principal Es clara-mente posible para la negociacioacuten permanecer

centralizada (o coordinada) auacuten cuando sereduce el nuacutemero de trabajadores cuyos sala-rios y condiciones de trabajo estaacuten cubiertos

por los contratos resultantes Streeck (2009)pinta un panorama muy diferente de la trayec-toria de las relaciones industriales alemanassobre la base de la tendencia en materia de lanegociacioacuten colectiva La Figura 2 documenta

una disminucioacuten constante y significativa enel nuacutemero de empleados y lugares de trabajocubiertos por la negociacioacuten colectiva en todala industria desde 1995

Las Figuras 1 y 2 muestran con claridadcoacutemo las diferentes medidas pueden conducira los investigadores a conclusiones muy dife-rentes incluso analizando la misma institu-cioacuten Parte del problema es que muchos de loscambios importantes en marcha en los paiacutesesindustrializados no han tomado la forma deun ataque frontal directo sobre las praacutecticas oinstituciones existentes sino que han trascen-dido a traveacutes de procesos maacutes sutiles que sedesarrollan bajo la apariencia de estabilidadinstitucional formal De hecho en algunosaspectos uno de los rasgos que definen elperiacuteodo contemporaacuteneo es que las nuevastensiones a menudo coexisten con una notableestabilidad en muchos de los arreglos institu-cionales formales que todaviacutea separan a las

EMC de las EML

iquestDiferencias maacutes profundas

Si la principal fuente de desacuerdo sobrelas trayectorias del capitalismo moderno fuerapuramente empiacuterica arraigada en diferentesmeacutetodos o medidas entonces conciliar estospuntos de vista seriacutea relativamente sencilloSeguramente un cuadro integral tendriacutea quetener en cuenta tanto las continuidades estruc-turales como los cambios subyacentes que tiene

lugar dentro de ellas Sin embargo al mirarmaacutes de cerca queda claro que los desacuerdosentre la bibliografiacutea sobre las VdelC y suscriacuteticos van maacutes allaacute de la mera disputa empiacute-rica sobre la maacutes profunda eleccioacuten de medidaso evaluaciones diferentes sobre si el vaso estaacutemedio vaciacuteo o medio lleno

En cambio los investigadores ubicadosen diferentes lados de este debate de hechoa menudo buscan el cambio en dimensiones

totalmente diferentes (Houmlpner 2007) Enparticular como se mencionoacute anteriormente labibliografiacutea sobre las VdelC provechosamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 1

Tendencias en las relaciones industriales alemanas desde 1960 hasta 2000seguacuten las medias de Kenworthy (α) y Wallerstein (b)

Figura 2

Empleados y lugares de trabajo alemanes cubiertos por contratos para toda laindustria como porcentaje del total 1995-2006

0

1

2

3

4

5

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

0

1

2

3

4

a Puntaje de coordinacioacuten

de Kenworthy (Alemania)b Nivel de negociacioacuten de

Golden-Wallerstein (Alemania)

Negociacioacuten Colectiva en toda la industria

G r a d o d o m i n a n t e

d e c o o r d i n a c i oacute n

N i v e l d o m i n a n t e

d e n e g o c i a c i oacute n

P o r c e n t a j e

Antildeo

Lugares de trabajo

Empleados

Fuente caacutelculos propios basados en datos proporcionados por Duane SwankLos datos de Kenworthy soacutelo continuaron hasta 2002 pero los de Visser se han actualizado al 2007 El nivel 4 re1047298eja un ldquoextenso patroacuten regulari-

zado junto con un alto grado de concentracioacuten sindicalrdquo (veacutease la explicacioacuten del puntaje de Kenworthy en httpwwwuArizonaedulkenworWageCoorScorespdf) Los datos de Wallerstein continuaron hasta 2005 El nivel 3 indica un contexto de ajuste salarial sectorial con sanciones

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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local sobre temas tales como salarios horas detrabajo y organizacioacuten del trabajo (veacutease entreotros Ferner y Hyman 1998) Estas presionesa menudo combinadas con niveles obstinada-mente altos de desempleo han sido amplia-

mente vistas como una grave amenaza para losconvenios colectivos centralizados De hechouna importante porcioacuten de la bibliografiacutea delos antildeos noventa predijo el fracaso de la nego-ciacioacuten colectiva centralizada en estos paiacuteses ysu convergencia hacia modelos maacutes descentra-lizados de relaciones industriales a traveacutes dela desregulacioacuten competitiva (Kapstein 1996Katz y Darbishire 1999 Martin y Ross 1999)

Un grupo de autores se comprometioacute aprobar estas afirmaciones pero el panoramaemergente sentildealoacute abrumadoramente la resi-liencia de los arreglos tradicionales El maacutesinfluyente de los primeros estudios desarro-llado por Wallerstein y otros (1997) docu-mentoacute una estabilidad sorprendente en lasinstituciones de negociacioacuten colectiva a pesarde las nuevas presiones Esta imagen de conti-nuidad fue reforzada auacuten maacutes en los trabajosposteriores sobre la base de medidas alterna-tivas de Kenworthy (2001) donde se obser-

varon diferentes tipos y niveles de coordina-cioacuten en la fi jacioacuten de los salarios A continua-cioacuten en la Figura 1 se presentan los resultadosde estos ejercicios para una importante EMCde Alemania y se representan las tenden-cias en las relaciones industriales desde ladeacutecada de 1960 hasta la deacutecada de 2000 conlas medidas de Wallerstein y de Kenworthy ypuedo agregar que ambas se siguen utilizandoampliamente en la bibliografiacutea Con cualquierade las dos medidas alternativas el panorama

es claramente de estabilidad no de cambio Lanegociacioacuten colectiva en Alemania ndashal nivel delas instituciones formalesndash es tan centralizada(o coordinada) hoy como lo fue en la deacutecada de1970

Sin embargo documentar un alto grado deestabilidad en estructuras formales de nego-ciacioacuten puede no explicar la totalidad de lahistoria o incluso la trama principal Es clara-mente posible para la negociacioacuten permanecer

centralizada (o coordinada) auacuten cuando sereduce el nuacutemero de trabajadores cuyos sala-rios y condiciones de trabajo estaacuten cubiertos

por los contratos resultantes Streeck (2009)pinta un panorama muy diferente de la trayec-toria de las relaciones industriales alemanassobre la base de la tendencia en materia de lanegociacioacuten colectiva La Figura 2 documenta

una disminucioacuten constante y significativa enel nuacutemero de empleados y lugares de trabajocubiertos por la negociacioacuten colectiva en todala industria desde 1995

Las Figuras 1 y 2 muestran con claridadcoacutemo las diferentes medidas pueden conducira los investigadores a conclusiones muy dife-rentes incluso analizando la misma institu-cioacuten Parte del problema es que muchos de loscambios importantes en marcha en los paiacutesesindustrializados no han tomado la forma deun ataque frontal directo sobre las praacutecticas oinstituciones existentes sino que han trascen-dido a traveacutes de procesos maacutes sutiles que sedesarrollan bajo la apariencia de estabilidadinstitucional formal De hecho en algunosaspectos uno de los rasgos que definen elperiacuteodo contemporaacuteneo es que las nuevastensiones a menudo coexisten con una notableestabilidad en muchos de los arreglos institu-cionales formales que todaviacutea separan a las

EMC de las EML

iquestDiferencias maacutes profundas

Si la principal fuente de desacuerdo sobrelas trayectorias del capitalismo moderno fuerapuramente empiacuterica arraigada en diferentesmeacutetodos o medidas entonces conciliar estospuntos de vista seriacutea relativamente sencilloSeguramente un cuadro integral tendriacutea quetener en cuenta tanto las continuidades estruc-turales como los cambios subyacentes que tiene

lugar dentro de ellas Sin embargo al mirarmaacutes de cerca queda claro que los desacuerdosentre la bibliografiacutea sobre las VdelC y suscriacuteticos van maacutes allaacute de la mera disputa empiacute-rica sobre la maacutes profunda eleccioacuten de medidaso evaluaciones diferentes sobre si el vaso estaacutemedio vaciacuteo o medio lleno

En cambio los investigadores ubicadosen diferentes lados de este debate de hechoa menudo buscan el cambio en dimensiones

totalmente diferentes (Houmlpner 2007) Enparticular como se mencionoacute anteriormente labibliografiacutea sobre las VdelC provechosamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 1

Tendencias en las relaciones industriales alemanas desde 1960 hasta 2000seguacuten las medias de Kenworthy (α) y Wallerstein (b)

Figura 2

Empleados y lugares de trabajo alemanes cubiertos por contratos para toda laindustria como porcentaje del total 1995-2006

0

1

2

3

4

5

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

0

1

2

3

4

a Puntaje de coordinacioacuten

de Kenworthy (Alemania)b Nivel de negociacioacuten de

Golden-Wallerstein (Alemania)

Negociacioacuten Colectiva en toda la industria

G r a d o d o m i n a n t e

d e c o o r d i n a c i oacute n

N i v e l d o m i n a n t e

d e n e g o c i a c i oacute n

P o r c e n t a j e

Antildeo

Lugares de trabajo

Empleados

Fuente caacutelculos propios basados en datos proporcionados por Duane SwankLos datos de Kenworthy soacutelo continuaron hasta 2002 pero los de Visser se han actualizado al 2007 El nivel 4 re1047298eja un ldquoextenso patroacuten regulari-

zado junto con un alto grado de concentracioacuten sindicalrdquo (veacutease la explicacioacuten del puntaje de Kenworthy en httpwwwuArizonaedulkenworWageCoorScorespdf) Los datos de Wallerstein continuaron hasta 2005 El nivel 3 indica un contexto de ajuste salarial sectorial con sanciones

Fuente Streeck 2009 paacuteg 39

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 1

Tendencias en las relaciones industriales alemanas desde 1960 hasta 2000seguacuten las medias de Kenworthy (α) y Wallerstein (b)

Figura 2

Empleados y lugares de trabajo alemanes cubiertos por contratos para toda laindustria como porcentaje del total 1995-2006

0

1

2

3

4

5

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

0

1

2

3

4

a Puntaje de coordinacioacuten

de Kenworthy (Alemania)b Nivel de negociacioacuten de

Golden-Wallerstein (Alemania)

Negociacioacuten Colectiva en toda la industria

G r a d o d o m i n a n t e

d e c o o r d i n a c i oacute n

N i v e l d o m i n a n t e

d e n e g o c i a c i oacute n

P o r c e n t a j e

Antildeo

Lugares de trabajo

Empleados

Fuente caacutelculos propios basados en datos proporcionados por Duane SwankLos datos de Kenworthy soacutelo continuaron hasta 2002 pero los de Visser se han actualizado al 2007 El nivel 4 re1047298eja un ldquoextenso patroacuten regulari-

zado junto con un alto grado de concentracioacuten sindicalrdquo (veacutease la explicacioacuten del puntaje de Kenworthy en httpwwwuArizonaedulkenworWageCoorScorespdf) Los datos de Wallerstein continuaron hasta 2005 El nivel 3 indica un contexto de ajuste salarial sectorial con sanciones

Fuente Streeck 2009 paacuteg 39

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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dirigioacute nuestra atencioacuten a la importanciade la coordinacioacuten del empleador como unacaracteriacutestica subyacente fundamental quedistingue las EMC de las EML La diferenciaclave es si los empleadores son capaces de la

coordinacioacuten estrateacutegica entre siacute y la mano deobra para lograr ganancias conjuntas a traveacutesde la cooperacioacuten (EMC) o no (EML) (Hall ySoskice 2001 paacuteg 8) En esta liacutenea buenaparte de la bibliografiacutea sobre la estabilidad y elcambio se ha organizado en torno a la evalua-cioacuten de las ldquohabilidades de coordinacioacutenrdquo delos empleadores Asiacute por ejemplo sobre labase de un anaacutelisis estadiacutestico completo dediversos aspectos de coordinacioacuten a traveacutes detoda la gama de las democracias industrialesavanzadas Hall y Gingerich (2009) conclu-yeron que a pesar de algunos cambios siguehabiendo una brecha pronunciada entre lasEMC y las EML

Es poco probable que esto llame la aten-cioacuten de los criacuteticos de las VdelC no necesa-riamente porque disputen la cuestioacuten empiacute-rica sino porque no estaacuten interesados enla coordinacioacuten del empleador en absolutoellos observan la solidaridad total El marco

original de las VdelC se referiacutea principal-mente a los efectos de las instituciones sobrela eficiencia econoacutemica por lo que se enfocabaen lo que (tras Streeck 2009) podemos pensarcomo las funciones ldquoWilliamsonianasrdquo de lasinstituciones es decir las instituciones comomecanismos a traveacutes de los cuales las firmaspueden lograr ganancias conjuntas a traveacutes dela cooperacioacuten Los criacuteticos por el contrarioestaacuten realmente evaluando algo muy distintolos efectos de las instituciones para mejorar

la solidaridad o efectos ldquoDurkheimianosrdquo esdecir las instituciones como mecanismos quepromuevan la cohesioacuten social3

Estas diferencias de perspectiva estaacutenarraigadas en tradiciones intelectuales y disci-plinarias totalmente diferentes los estudiososde las VdelC suelen provenir de una perspectivaeconoacutemica los esceacutepticos como Streeck de unmarco de referencia socioloacutegica Sin embargo

lo maacutes importante en el contexto actual es queesas diferencias pueden contribuir a las diver-gencias respecto del ldquovaso medio vaciacuteo vasomedio llenordquo porque (como lo demuestra elejemplo anterior) es posible que las empresas

se beneficien de la coordinacioacuten continua entresiacute respecto de algunos temas y para algunosempleados incluso mientras el nuacutemero detrabajadores cubiertos por estos arreglosdisminuye En tales casos no se puedenobservar muchos movimientos en algunas delas medidas habituales de coordinacioacuten estra-teacutegica del empleador pero es claramente difiacutecilarguumlir que no hay cambios importantes enmarcha De hecho este es exactamente el tipode tendencias que los esceacutepticos de las VdelCestaacuten inclinados a destacar en una versioacutenalternativa subrayando los puntos en comuacutenen lugar de las variedades del capitalismo enlas democracias ricas que se expresan (uacutelti-mamente) sobre todo en presiones compartidaspara la descentralizacioacuten y ldquoflexibilizacioacutenrdquo asiacutecomo en los crecientes niveles de desigualdaden casi todas partes Mientras que los estu-diosos de la VdelC enfatizan la coordinacioacutencontinua del empleador relativamente robusta

en muchas (aunque no en todas) las EMC losteoacutericos de la liberalizacioacuten sentildealan tendenciasy presiones generales incluida la disminucioacutende la afiliacioacuten sindical en las EMC y las EMLpor igual

Desentrantildear la relacioacuten entreel capitalismo coordinado eigualitario

Considero que estos temas maacutes profundosestaacuten en el corazoacuten del actual impasse teoacutericoen la literatura sobre variedades del capita-lismo los estudiosos de ambos campos no soloinvocan diferentes medidas y estaacuten intere-sados en diferentes tipos de resultados sinoque de alguna manera estaacuten operando enplanos analiacuteticos totalmente diferentes Talcomo ha evolucionado el debate sin embargo

3 Le debo esta distincioacuten a Wolfgang Streeck Nota se refiere a Oliver Williamson y Emil Durkheim respectivamente

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

ha pasado por alto gran parte de estos temasy en cambio se ha enfocado en los desacuerdosmaacutes familiares centraacutendose en coacutemo la libera-lizacioacuten ha llevado a las EMC hacia arreglosdel tipo de las EML de modo que se ha situado

a los paiacuteses en un solo proceso continuo y se hareducido la cuestioacuten del cambio al movimientoa lo largo de ese continuo

Lo que es maacutes importante para el presentedebate es que el planteo convencional del inte-rrogante tambieacuten (y por muchos de los mismosmotivos) suele confundir las nociones de ldquocapi-talismo coordinadordquo y ldquocapitalismo igualitariordquoEmpiacutericamente estos dos fenoacutemenos pareciacuteancoincidir en lo que en retrospectiva se podriacuteapensar como la Eacutepoca de Oro del comienzodel desarrollo capitalista de posguerra ladeacutecada de 1950 Sin embargo el capitalismocoordinado y el capitalismo igualitario sonmuy distintos en teacuterminos analiacuteticos y nohan estado acompantildeados histoacutericamente deninguna manera Seguacuten la mayoriacutea de las defi-niciones la economiacutea poliacutetica alemana podriacuteaconsiderarse fuertemente coordinada ya a finesdel siglo XIX pero como Hilferding (1920) yotros comprendieron esta variedad del capita-

lismo podriacutea estar asociada tanto con poliacuteticasprogresivas o profundamente reaccionariasUna importante primera pregunta

entonces es coacutemo pensar la relacioacuten entre elcapitalismo igualitario y el capitalismo coordi-nado Para empezar parece importante sentildealarque la variacioacuten internacional observada y elanaacutelisis histoacuterico a lo largo del tiempo sugierenfuertemente que la existencia de asociacionesempresariales fuertes y centralizadas puedeser uacutetil (aunque claramente no suficiente) para

lograr altos niveles de solidaridad social Porcierto no es una coincidencia que los paiacutesesque asociamos con resultados maacutes igualitariostengan un alto nivel de organizacioacuten en ambasclases mientras que las economiacuteas de mercadoliberal menos igualitarias se caracterizan porsindicatos fragmentados y asociaciones patro-nales deacutebiles (Kitschelt y otros 1999b) Larelacioacuten simbioacutetica (no de suma cero) entre elpoder de la fuerza de trabajo y las capacidades

de coordinacioacuten propia de los empleadores noes un punto oscuro o puramente acadeacutemicoLos sindicatos fuertes en Europa aprecian

que la negociacioacuten centralizada (sea un tripar-tismo patrocinado por el Estado o una nego-ciacioacuten bipartita centralizada) simplemente noes posible si los empleadores estaacuten desorgani-zados (Thelen y Kume 2006)

Se ha arrojado cierta luz sobre los meca-nismos causales detraacutes de estas correlacionesen investigaciones histoacutericas que demues-tran que la fuerza de trabajo y el capital sesuelen desarrollar en taacutendem De hecho estaliteratura nos ha animado a asociar el capi-talismo coordinado con el capitalismo iguali-tario porque se centroacute precisamente en aque-llos casos en que los arreglos institucionalesespeciacuteficos cumplieron simultaacuteneamente lasfunciones Williamsonianas y DurkheimianasConsideremos el ya claacutesico anaacutelisis de Streeck(1991) ldquolimitaciones beneficiosasrdquo una obrafundacional en la literatura comparativa deeconomiacutea poliacutetica El argumento de Streeckpara Alemania es que las restriccionesimpuestas poliacuteticamente no permitieron quelos empleadores impulsaran sus estrategiaspreferidas (y maacutes sencillas) de bajos salariosy por el contrario como lo explica la frasememorable de Streeck ldquoforzaron y facilitaronrdquo

su movimiento ascendente por el mercadohacia estrategias de altos salarios y alto valoragregado en uacuteltima instancia maacutes exitosaspara las que llegaron a ser famosos Este esun ejemplo en otras palabras de las institu-ciones inspiradas por los conceptos durkhei-mianos con efectos secundarios williamso-nianos imprevistos

Esto tambieacuten pude suceder a la inversaComo ejemplo consideremos el recuento revi-sionista de Swenson (1991) acerca de la insti-

tucionalizacioacuten de la negociacioacuten colectivacentralizada en Dinamarca y Suecia Sobre labase de un anaacutelisis de los registros Swensonmuestra que los oriacutegenes de estas institucionesestaban arraigados en parte en los esfuerzosde los empleadores para superar problemasdebilitantes de accioacuten colectiva provocados porlas diferencias en la capacidad de las firmasde diferentes sectores de absorber o trasladaraltos costos de la mano de obra Este es un caso

entonces en el cual las instituciones adoptadasen parte por razones williamsonianas demos-traron (en virtud de su relacioacuten con la nivelacioacuten

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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del salario) tener beneficios durkheimianoscolaterales De cualquier manera el puntoes que por razones histoacutericamente identifica-bles las instituciones a traveacutes de las cualeslos empleadores coordinaron sus actividades

estuvieron a menudo entrelazadas empiacuterica yprofundamente con la geacutenesis de las institu-ciones ahora relacionadas con los modelos maacutesigualitarios del capitalismo

Estudios transnacionales reforzaron estasideas demostrando que los paiacuteses con mayoresniveles de coordinacioacuten del empleador fueronmaacutes exitosos en la consecucioacuten de una combi-nacioacuten envidiable de alta eficiencia y alta soli-daridad social en el periacuteodo de posguerra Porlo tanto las EMC con coordinacioacuten nacional(lo que Kitschelt y otros [1999a] llamaronldquoEMC nacionalesrdquo) tiacutepicamente obtuvieron unpuntaje maacutes alto en la mayoriacutea de las medidasde igualdad mientras que los paiacuteses liberalesobtuvieron uno menor Los casos de ldquoEMC concoordinacioacuten por sectorrdquo como Alemania (concoordinacioacuten pero a un nivel industrial) obtu-vieron puntajes medios tanto en las medicionesde coordinacioacuten como en diversas medidasde igualdad no tan igualitarias como en

Escandinavia pero de todos modos maacutes soli-darias que en los paiacuteses anglosajones La plan-tilla que desarrollamos para ordenar y clasi-ficar los casos de distintos paiacuteses se asemejoacuteen muchos sentidos a la vieja bibliografiacutea delcorporativismo con la importante diferenciade que ahora la coordinacioacuten de empleador hasustituido la fuerza y la organizacioacuten laboralcomo la variable principal (ver Figura 3)

Nuestros modelos de cambio entoncessiguieron la loacutegica implicada por estos enten-

dimientos convencionales Asiacute cuando paiacutesescomo Dinamarca y Suecia experimentarontensiones en el nivel pico de la negociacioacuten yse sometieron a un cambio en la negociacioacutencolectiva a nivel industrial en los antildeos ochentamuchos observadores lo codificaron como unasentildealizacioacuten de la convergencia de las ldquoEMCnacionalesrdquo en el modelo de ldquocoordinacioacutende la industriardquo Por ejemplo en un sinteacute-tico ensayo final a su importante volumen de

1999 Kitschelt y otros ofrecieron tres ldquoconclu-siones soacutelidasrdquo de las cuales una fue que ldquolaseconomiacuteas de mercado coordinado nacionales

y sectoriales son cada vez maacutes parecidasrdquoaunque no se consideraba que ninguna estu-viera convergiendo hacia el modelo liberal(Kistchelt y otros 1999a paacutegs 444 451 veacuteasetambieacuten Pontusson 1997 Thelen 2001) En el

iacutenterin sin embargo los paiacuteses noacuterdicos recu-peraron su brillo y con ello su estatus comomodelos de solidaridad social y econoacutemicas deuna eficiencia claramente exitosa (Pontusson2009) Ahora son los sistemas coordinados porla industria como el de Alemania los que sonconsiderados a menudo fraacutegiles y cambiantesen formas que los llevan hacia el modelo anglo-sajoacuten menos igualitario

Sin embargo a pesar de lo estrecha quellegoacute a ser la relacioacuten entre las nociones decapitalismo coordinado e igualitario en laEacutepoca de Oro del desarrollo de la posguerra(y por extensioacuten en las mentes de muchosinvestigadores) no hay nada en el registrohistoacuterico maacutes amplio que sugiera que necesa-riamente los dos van de la mano Los oriacutegenesde muchas de las instituciones que definenlas EMC se remontan al periacuteodo industrialtemprano (Crouch 1993 Thelen 2004 Iverseny Soskice 2009 Martin y Swank 2012) pero

claramente estas instituciones no fueron dise-ntildeadas para promover la igualdad Sus efectossobre la solidaridad social se relacionabanpor el contrario con la variacioacuten a lo largo deltiempo en (a) el alcance de la coordinacioacuten delempleador y (b) los objetivos establecidos paraestas capacidades de coordinacioacuten

Ninguna de estas variables es uacutenicamenteuna cuestioacuten de instituciones per se En cambiola extensioacuten y el uso de la coordinacioacuten delempleador dependen de las coaliciones poliacute-

ticas en las que descansan las institucionesy las coaliciones puedan cambiar y en efectocambian con el tiempo Para dar un ejemplo lacoordinacioacuten de las capacidades con respecto ala formacioacuten de los trabajadores en Alemaniafue establecida primero en el sector artesanalLo que podriacuteamos llamar sus efectos secunda-rios para mejorar la solidaridad crecieron amedida que el sistema se amplioacute primero paraabarcar la industria de la maquinaria y luego

para imponerse como un modelo nacional eintegral al que praacutecticamente todos los joacutevenesteniacutean acceso Por el contrario a medida que el

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 3

Variedades del capitalismo y grados de igualdad en la Eacutepoca de Orodel capitalismo de posguerra

EMC con coordinacioacutenpor sector o industria

(ej Alemania)

MenosIgualitario

MaacutesIgualitario

Economiacuteas deMercado liberal

(ej Estados Unidos)

EMC con coordinacioacutennacional por ejemplo

(ej Escandinavia)

ldquoalcancerdquo del sistema de formacioacuten coordinadoen Alemania comenzoacute a encogerse en la deacutecadade 1990 el resultado fue un racionamientode los sistemas de aprendices dentro de estesistema auacuten coordinado El anterior accesogeneral a la formacioacuten tuvo muchos efectos demejora de la solidaridad sobre todo porqueofrecioacute una viacutea a traveacutes de la cual la juventudobrera podiacutea moverse hacia el empleo seguroy bien remunerado Ahora sin embargo elmayor racionamiento del acceso a la formacioacutenfomenta nuevos tipos de desigualdad porquequienes no logran insertarse en el sistema deaprendices quedan doblemente desfavorecidos

en el mercado laboral derivados a un sistemade formacioacuten de segunda y estigmatizadoscomo candidatos de segunda para su posteriorempleo (Busemeyer e Iversen 2011 Thelen yBusemeyer 2011) El punto general es que enla medida en que las instituciones que apoyanla coordinacioacuten del empleador tengan efectossecundarios igualitarios es en parte una cues-tioacuten del alcance de estas instituciones Estees un tema por el cual he tratado de llamarla atencioacuten delineando lo que yo llamo una

forma maacutes ldquosegmentalistardquo de coordinacioacuten enlugar de otras formas maacutes solidarias (Thelen2004b)

Maacutes allaacute de esto la alta capacidad de coor-dinacioacuten entre los empleadores tiene conse-cuencias diferentes respecto a la solidaridadsocial dependiendo de las funciones a las quese dirige esta capacidad Histoacutericamente losempleadores en algunos de los paiacuteses maacutessolidarios de la actualidad en un principio se

organizaban no para colaborar con los sindi-catos sino para destruirlos (Paster 2009 Kuo2009) Este objetivo no tiende a aumentar

la solidaridad aunque ndashcomo otra vez nos lorecuerda Hilferding (1910) en particularndash unalto nivel de organizacioacuten de los empleadores

puede luego resultar muy uacutetil (de hecho indis-pensable) para la gestioacuten poliacutetica del capita-lismo El punto maacutes general es que las institu-ciones para el capitalismo coordinado no dictanlos usos para los que seraacuten puestos esta es unacuestioacuten de la poliacutetica no de las instituciones

Abrir el espacio analiacutetico para desentrantildearla coevolucioacuten compleja (y no lineal) del capi-talismo igualitario y el capitalismo coordinadonos permite movernos maacutes allaacute de los teacuterminosactuales del debate que en su mayor parte

se organiza alrededor de los interrogantesacerca de si los empleadores abandonaraacuten lasinstituciones de coordinacioacuten o si la fuerza detrabajo es suficientemente robusta como pararesistir la liberalizacioacuten o alternativamentesi la coordinacioacuten del empleador es en generalpositivo o negativa para la solidaridad socialNos obliga a pensar maacutes acerca de las coali-ciones y los intereses iquestquieacuten exactamente estaacutecoordinando con quieacuten y para queacute Y acercade coacutemo las diferencias en las respuestas aestas preguntas conducen a la variacioacuten enlas trayectorias de cambio en las democraciasricas

Variedades de la liberalizacioacuten

Junto con Peter Hall he argumentado en otrasobras que la ldquoliberalizacioacutenrdquo como a menudose la invoca en la literatura es demasiadoabarcadora como para ser uacutetil para evaluar

el signifi

cado y la importancia de los innu-merables acontecimientos que este teacuterminosubsume (Hall y Thelen 2009 paacutegs 22-24)

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Ciertamente hay un parecido entre algunosaspectos de las reformas asociadas con laldquoflexiguridadrdquo danesa y algunas de las medidasintroducidas por Margaret Thatcher en elReino Unido en la deacutecada de 1980 y ambos

pueden considerarse razonablemente comocasos de liberalizacioacuten en teacuterminos generalesSin embargo no queda claro si el teacutermino nosproporciona la herramienta analiacutetica precisa yexigente que necesitamos para comprender lasdiferentes implicaciones de los diversos movi-mientos ldquoliberalizadoresrdquo

De especial importancia para el anaacutelisis dela dinaacutemica poliacutetica son las enormes diferen-cias en los alineamientos poliacuteticos y de coali-cioacuten que subyacen a lo que muchos estudiosossubsumen bajo la amplia ruacutebrica de la ldquolibera-lizacioacutenrdquo En algunos casos por ejemplo en elReino Unido durante el gobierno de Thatcherla liberalizacioacuten fue el resultado de las batallasen las que los intereses estaban divididos engran medida seguacuten las liacuteneas de clase es decirla historia familiar de una ofensiva neoli-beral que enfrentaba a los representantes deltrabajo organizado contra los empleadores Enotros casos por ejemplo Alemania puede ser

el resultado de una coalicioacuten de clases trans-versal que une maacutes que separa a los segmentosdel trabajo y del capital (Thelen y Kume 2006Palier y Thelen 2010) En otros casos se reflejauna coalicioacuten maacutes abarcadora que incluyetanto a los trabajadores no calificados comoa los altamente calificados si bien preside laimplementacioacuten de poliacuteticas que promueven almercado claramente (por ejemplo la flexigu-ridad) La amplia denominacioacuten de la liberali-zacioacuten combina estaacutes dinaacutemicas poliacuteticas muy

diferentesCon una gran simplificacioacuten podriacuteamos

distinguir tres trayectorias ideales-tiacutepicasdistintas de la liberalizacioacuten4 representadasen la Figura 4 Corresponden a (a) la libe-ralizacioacuten como desregulacioacuten a menudoasociada con las EML (b) la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a

las economiacuteas poliacuteticas continentales europeascomo Alemania y (c) la liberalizacioacuten a traveacutesde lo que podriacuteamos pensar como flexibiliza-cioacuten socialmente integrada que se suele iden-tificar maacutes de cerca con los casos escandinavos

Estas tres implican la liberalizacioacuten en elsentido de una ldquoampliacioacuten de las relacionesde mercadordquo en las aacutereas que bajo el esta-blecimiento del capitalismo democraacutetico deposguerra fueron reservadas para la tomade decisiones poliacuteticas colectivas (Streeck yThelen 2005 paacuteg 30) Pero distinguiendo lastres tambieacuten reconocemos que la liberalizacioacutenpuede tomar muchas formas y ocurrir bajoslos auspicios de diversas clases de coalicionessociales con implicaciones para la distribucioacuteny otros resultados

La desregulacioacuten tal como estoy usando elteacutermino aquiacute implica un desmantelamiento(poliacutetico) activo de las capacidades de coordina-cioacuten en uno o ambos lados de la divisioacuten de clasesEsta variedad de liberalizacioacuten a menudo seasocia con lo que Streeck y yo hemos llamadocambio a traveacutes de desplazamiento (Streeck yThelen) porque en estos casos las institucionesy los mecanismos de regulacioacuten laboral colec-

tiva son expliacutecitamente desplazados a favorde los acuerdos que reimponen ldquoel mercadordquoLos ejemplos incluiriacutean la demolicioacuten de lossistemas de arbitraje obligatorio y coordina-cioacuten basada en los tribunales de Australia yNueva Zelanda (Kitschelt y otros 1999b paacutegs431-32) o maacutes recientemente el ataque a losderechos de negociacioacuten colectiva de los sindi-catos del sector puacuteblico en Wisconsin Estetipo de ataque directo frontal a institucionesque respaldan la regulacioacuten colectiva de las

relaciones laborales estaacute maacutes estrechamenterelacionada con lo que Hall y Soskice llamaneconomiacuteas de mercado liberal (EML) unaasociacioacuten que no es del todo sorprendentepuesto que la historia sugiere que cuando losempleadores no poseen capacidades de coor-dinacioacuten estables presionaraacuten con vigor paradebilitar tambieacuten a los sindicatos

4 Agradezco a mis colegas del Instituto Max Planck de Colonia y en particular a Martiacuten Houmlpner Wolfgang StreeckHelen Callaghan y Marius Busemeyer por recordarme la importancia de distinguir las distintas variedades de libera-lizacioacuten aunque por supuesto ninguno de ellos estaacute implicado en la forma particular que he elegido para hacer esto

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Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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REVISTA DE TRABAJO ANtildeO 10 NUacuteMERO 12 2014

Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

Figura 4

Trayectorias hipoteacuteticas del cambio revisadas en las democracias ricas

Flexibilizacioacuten

Incrustada

Dualizacioacuten

D e s

r e g u l a

c i oacute n

La dualizacioacuten por el contrario no implica unataque directo a las instituciones de regulacioacutencolectiva sino que se trasluce a traveacutes de laexpansioacuten diferencial de las fuerzas del mercadoLos arreglos tradicionales para los conocedoresdel mercado laboral se mantienen mientras sepermite la expansioacuten de una periferia desorga-

nizada y no reglamentada que se caracterizapor un estatus inferior y protecciones paraquienes estaacuten por fuera del mercado laboral(Rueda 2007 Emmenegger y otros 2011) Ladualizacioacuten toma muchas formas por ejemploel mantenimiento de soacutelidas protecciones delempleo para los trabajadores regulares mien-tras crece el nuacutemero de trabajadores atiacutepicoso ldquoirregularesrdquo la defensa de las institucionestradicionales para la formacioacuten basada en las

empresas incluso a medida que se reducenlas oportunidades para ingresar al sistema deaprendices o la continua centralizacioacuten de la

negociacioacuten aunque cubra menos sectores ytrabajadores por nombrar unas pocas mani-festaciones A diferencia de la desregulacioacutenque procede a traveacutes de un ataque directo alas instituciones tradicionales la dualizacioacuten amenudo procede a traveacutes de un proceso de deri-vacioacuten institucional (Hacker y Pierson 2010)

En el periacuteodo actual esto ocurre con frecuenciacuando las instituciones y praacutecticas que fuerondesarrolladas para las industrias manufac-tureras no logran asentarse fuera del nuacutecleoindustrial Por ejemplo si la afiliacioacuten a sindi-catos y asociaciones patronales se concentrafuertemente en la industria entonces las insti-tuciones de negociacioacuten colectiva mermaraacutenldquopor siacute mismasrdquo a medida que el empleo seconcentra en el sector de servicios Las dinaacute-

micas poliacuteticas asociadas a la dualizacioacutentambieacuten son distintas Considerando que ladesregulacioacuten implica una ofensiva neoliberal

Tres trayectorias ideales tiacutepicas de liberalizacioacuten podriacutean ser la desregulacioacuten a menudo asociada con economiacuteas de mercado liberal la liberalizacioacutencomo dualizacioacuten asociada especialmente a las economiacuteas poliacuteticas continentales europeas como Alemania y la liberalizacioacuten a traveacutes de la

1047298exibilizacioacuten integrada socialmente tiacutepicamente asociada con los casos escandinavos

AltaCoordinacioacuten estrateacutegica del empleador

Igualdad

Alta

Baja

Coordinacioacuten Nacional

(ejemplo Escandinavia)

Coordinacioacuten por sector

o industria

(ejemplo Alemania)

Economiacuteas de

libre mercado

(ejemplo EEUU)

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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donde las divisiones de clase son dominantesla dualizacioacuten puede ser alimentada en partepor una intensificacioacuten de la cooperacioacuten entrela fuerza de trabajo y la administracioacuten enempresas e industrias baacutesicas y en la medida

en que los avances en el nuacutecleo dejan a otrasempresas y trabajadores ldquoatraacutesrdquo o ldquoafuerardquo(Thelen y Kume 2006 Palier y Thelen 2010)

La flexibilizacioacuten incorporada por uacuteltimoconsiste en una combinacioacuten de poliacuteticasque promueven el mercado laboral pero conprogramas sociales concebidos para facilitarla adaptacioacuten de la sociedad en especial desus segmentos maacutes deacutebiles a los cambios enel mercado (flexiguridad) Mientras que lasprotecciones sociales siguen siendo soacutelidas elimpulso de la poliacutetica estaacute menos organizadoque antes en torno a la proteccioacuten de los indi-viduos en el mercado y maacutes en torno a la faci-litacioacuten de su (re)integracioacuten exitosa en eacutel (esdecir no proteccioacuten sino activacioacuten) Aunque laeficacia de tales poliacuteticas parece depender enparte de la existencia de asociaciones comer-ciales fuertes (veacutease especialmente Martin ySwank 2012) las poliacuteticas y las institucionesno estaacuten necesariamente enfocadas en la coor-

dinacioacuten estrateacutegica que suele asociarse a lasEMC (por ejemplo fomentar la estabilidad delempleo o las inversiones de los trabajadores enhabilidades especiacuteficas) En cambio se basanen hacer que los trabajadores sean maacutes moacutevilesy en la capacitacioacuten (a menudo con un patro-cinio considerable del Estado) para garantizarun alto nivel de habilidades generales tantoa traveacutes de un sistema de educacioacuten puacuteblicano estratificado y a traveacutes de la formacioacutencontinua Otros autores han hecho grandes

contribuciones a la determinacioacuten de queacute poliacute-ticas estaacuten maacutes estrechamente vinculadas aligualitarismo continuo en la era postindustrialy han concluido que la pieza central de estastrayectorias es una poliacutetica de mercado laboralactiva (ALMP) (Rueda 2007 Martin y Swank2012) El punto que quiero subrayar aquiacute sinembargo es que el cambio hacia la flexiguridad(y la mayor inversioacuten en ALMP que la acom-pantildea) implica una reorientacioacuten de los obje-

tivos tradicionalmente perseguidos en la nego-ciacioacuten tripartita nacional crudamente unatransicioacuten de moderacioacuten salarial negociada en

el marco de un compromiso de gobierno maacutes omenos firme al pleno empleo hacia la gestioacutende activacioacuten y el desarrollo del capital humanoen el contexto de las poliacuteticas macroeconoacutemicasno complacientes Esto representa un cambio

a traveacutes de la conversioacuten ya que los recursosinstitucionales existentes se enfocan hacianuevas metas basadas en una coalicioacuten socialconsiderablemente reconfigurada

Abrir el espacio analiacutetico de esta maneranos permite ver combinaciones que son difiacute-ciles de analizar (incluso difiacuteciles de concebir)dentro del contexto de los modelos unidimen-sionales tradicionales del cambio en el cualla coordinacioacuten y la solidaridad social estaacutenfuertemente acopladas sea en forma impliacute-cita o expliacutecita La dualizacioacuten por ejemploimplica precisamente la disminucioacuten de laigualdad pero en el contexto de una impor-tante coordinacioacuten continua en las empresasy los sectores baacutesicos La flexibilizacioacuten incor-porada por el contrario implica altos nivelesde igualdad continuos pero en el contexto depoliacuteticas que solo pueden describirse como libe-rales en el sentido de promover el mercadode hecho radicalmente ya que no se basan en

la proteccioacuten de los trabajadores del mercadosino en adaptar activamente sus habilidades alas demandas del mercado (en todo caso unamercantilizacioacuten en lugar de una desmercan-tilizacioacuten de la mano de obra)

La siguiente seccioacuten considera coacutemo laliteratura existente explica estas trayectoriasdivergentes del cambio Analizo las fortalezasy las debilidades de tres teoriacuteas especialmenteprominentes ndashla teoriacutea de los recursos de poderla teoriacutea del dualismo mano de obra-mercado y

la teoriacutea del corporativismondash antes de esbozarun enfoque poliacutetico-de coalicioacuten alternativo

Explicar las trayectorias decambio en economiacuteas poliacuteticas

avanzadas

Teoriacutea de los recursos de poder

Uno de los maacutes destacados y poderosos argu-

mentos de la literatura sobre economiacutea poliacute-tica del capitalismo avanzado atribuye dife-rentes niveles de igualdad y solidaridad social

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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a la fuerza del movimiento obrero organizado(veacutease especialmente Korpi 1983 1989) Enla Eacutepoca de Oro del pleno empleo los emplea-dores pueden haber accedido con reticencia alas poliacuteticas sociales relativamente generosas

y en algunos casos incluso pueden haberparticipado con entusiasmo en la negociacioacutencoordinada con los sindicatos con el propoacute-sito de negociar la moderacioacuten salarial Sinembargo el actual periacuteodo de altas tasas dedesempleo desestabiliza este tipo de acuerdoporque los empleadores pueden confiar ahoraen la disciplina del mercado para garantizarsalarios moderados De este modo la primeraeleccioacuten de empleadores seriacutea la desregulacioacutencompleta pero si no pueden evitar a los sindi-catos en su totalidad podriacutean conformarse conotras medidas que proporcionen la flexibilidadque exigen por ejemplo jornadas de trabajoy salarios maacutes diferenciados La teoriacutea de losrecursos de poder sostiene que mientras maacutesfuerte sea el movimiento obrero maacutes puedenresistirse tales presiones preservando asiacutemayores niveles de solidaridad social

En la mayoriacutea de las versiones del argu-mento hay dos facetas de los recursos de poder

de la mano de obra Un aspecto es simplementela fuerza organizativa de los sindicatos quesuele medirse en densidad sindical El otroes el poder relativo de los aliados poliacuteticosdel trabajo en especial los partidos poliacuteticossocialdemoacutecratas y esto generalmente secaptura en la medida de la participacioacuten delpartido de izquierda en el gobierno y el nuacutemerode puestos en el gabinete Los dos aspectos delpoder de la fuerza de trabajo suelen co-variar yel usual argumento sobre los recursos de poder

generalmente resulta en tres grupos distintosde paiacuteses que corresponden a la claacutesica tripletipologiacutea de Esping-Andersen (1990) Lospaiacuteses socialdemoacutecratas se caracterizan poraltos niveles tanto de la organizacioacuten sindical(las tasas de densidad son del 60 y supe-riores) como de los partidos socialdemoacutecratasque con frecuencia estaacuten en el gobierno Lospaiacuteses demoacutecrata-cristianos se caracterizanpor niveles medios de organizacioacuten sindical

(tiacutepicamente 20-40) y partidos socialdemoacute-cratas algo menos dominantes En los paiacutesesliberales los sindicatos son deacutebiles (gt15) y

los partidos socialdemoacutecratas son auacuten maacutesdeacutebiles o ausentes

La teoriacutea de los recursos de poder ofreceuna convincente explicacioacuten de primer cortede las importantes y perdurables diferencias

a traveacutes de los tres grupos de paiacuteses usualesLa evidencia a favor de una relacioacuten negativaentre la fuerza laboral y diversas medidas depobreza y desigualdad parece incontrovertible(veacutease especialmente Stephens y otros 1999Swank 2001) Por otra parte con algunasnotables excepciones (por ejemplo Rueda2007 como se comenta infra) la mayoriacutea delos analistas coinciden en que el impacto delas tendencias comunes como la globaliza-cioacuten o la desindustrializacioacuten estaacuten fuerte-mente mediadas por la fuerza de los partidosde izquierda (por ejemplo Iversen y Cusack2000) No obstante algunos de los maacutes intri-gantes rompecabezas desafiacutean la explicacioacutenen teacuterminos de recursos de poder Por ejem-plos los Paiacuteses Bajos y Alemania han avan-zado por senderos bastante diferentes desdelos antildeos ochenta los Paiacuteses Bajos han acogidouna variante de la flexiguridad y han logradoun crecimiento importante del empleo mien-

tras que Alemania ha avanzado con solidezen el rumbo de la dualizacioacuten en el contextodel persistente desempleo a largo plazo y elaumento de la desigualdad Esta diferenciano tiene un viacutenculo obvio con los recursosde poder del trabajo ya que ambos paiacutesescuentan con una tasa de sindicalizacioacuten media(y en disminucioacuten) y con partidos demoacutecrata-cristianos dominantes Por otra parte Sueciaha tenido maacutes problemas con tendenciashacia el dualismo (por ejemplo especialmente

Davidsson 2010) que Dinamarca a pesar detener ldquorecursos de poderrdquo maacutes fuertes seguacuten lamedicioacuten de las tasas de sindicalizacioacuten o de ladominacioacuten del partido de izquierda

De igual importancia es preguntarnos silos mecanismos causales que se encuentran enel centro de la teoriacutea de los recursos de podertienen ldquobaserdquo cuando examinamos de cercalos intereses expresos de diversos grupos y losprocesos de poliacutetica especiacutefica de relevancia

para los resultados en los que estamos inte-resados Los argumentos de los recursos depoder en muchos casos implican la afirmacioacuten

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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de que la globalizacioacuten es lo que impulsa latendencia hacia la desregulacioacuten a traveacutes delempoderamiento (moacutevil) del capital frente alos sindicatos (anclados a nivel nacional) Sinembargo al mirar maacutes de cerca el panorama

parece un poco maacutes complejo En muchos casoslos empleadores del sector manufacturero ndash aunque maacutes claramente reciben el impactode la globalizacioacutenndash no son siempre quienesinstan a la reconfiguracioacuten institucional conmayor urgencia De modo consistente con laloacutegica de las VdelC estas empresas a menudose han concentrado mucho en estrategiascompetitivas que dependen de la produccioacutende alta calidad habilidades especiacuteficas de laempresa o la industria y relaciones laboralespaciacuteficas Por lo tanto seguiraacuten maacutes enfo-cadas en las instituciones tradicionales quepor ejemplo los empleadores en sectores deservicios de baja calificacioacuten y bajos salariosLa hipoacutetesis contraria (analizada en otrasobras por ejemplo Palier y Thelen 2010tambieacuten Thelen 2011) sostiene que cuando losintereses manufactureros dominan las asocia-ciones de intereacutes es probable que exista unatendencia hacia la dualizacioacuten en lugar de una

desregulacioacuten generalizada

Teoriacutea del dualismo del mercado de

trabajo

La idea de que las preferencias de los emplea-dores pueden ser menos evidentes (y menosuniformes) de lo que se suele suponer tienesu corolario en el lado de la mano de obra enuna explicacioacuten alternativa de las tendenciasdocumentadas anteriormente Rueda (2007)invierte la teoriacutea de los recursos de poder al

sugerir que los poderosos partidos socialdemoacute-cratas aliados con fuertes movimientos obrerosbien pueden promover en lugar de inhibir ladesigualdad Basaacutendose en antiguas teoriacuteas dela ldquosegmentacioacutenrdquo del mercado de trabajo (deautores tanto de izquierda como de derecha)Rueda ha argumentado con solidez que lastendencias contemporaacuteneas del mercadoaumentaron los conflictos entre los insiderses decir los trabajadores fundamentales que

tienen trabajo y que tienen la intencioacuten depreservar su posicioacuten de relativo privilegiodentro del mercado laboral y los outsiders

quienes no tienen trabajo o se encuentranen formas maacutes precarias de empleo y por lotanto no gozan del mismo paquete de salariosy beneficios que aquellos A pesar de lo iguali-tarias que sus poliacuteticas y preferencias pueden

haber sido en el pasado la actual crisis fiscaldel Estado enfrenta ahora a los partidos ygobiernos socialdemoacutecratas con una mayoreleccioacuten de suma cero entre defender eneacutergi-camente los intereses de quienes estaacuten dentrodel mercado de trabajo y asumir la causa dequienes estaacuten fuera de eacutel El argumento deRueda es que la dinaacutemica de la competenciaelectoral empuja a los partidos socialdemoacute-cratas a resolver este dilema mediante lapromocioacuten de los intereses de quienes estaacutendentro del mercado de trabajo en contra y amenudo directamente a expensas de quienesestaacuten fuera del mercado laboral

Uno de los puntos fuertes de este argu-mento es que divide los intereses de la claseobrera y al hacerlo pone de relieve el poten-cial de conflicto dentro de la clase sobre lasopciones de poliacutetica Del mismo modo en quelos empleadores suelen dividirse como conse-cuencia de sus diferentes estrategias y sistemas

de produccioacuten los trabajadores tambieacuten sedividen (y los aspirantes a trabajadores esdecir los desempleados) seguacuten sus preferen-cias poliacuteticas en funcioacuten de su situacioacuten en elmercado de trabajo con respecto a las opcionesde empleo actuales y futuras Rueda estaacute enlo cierto acerca de los dilemas que enfrentanlos socialdemoacutecratas en el periacuteodo actual ysin embargo las comparaciones entre paiacutesessiguen mostrando que la desigualdad por casitodas las medidas es menor en los paiacuteses donde

la democracia social es maacutes fuerte (Pontusson2009)

Estos hallazgos parecen estar maacutes estre-chamente alineados con una versioacuten alter-nativa de la tesis del dualismo basada enlos claacutesicos ldquotres mundos del bienestarrdquo deEsping-Andersen quien hace hincapieacute en unaloacutegica institucional maacutes que electoral Esping-

Andersen no vincula el dualismo a la demo-cracia social sino a la loacutegica de los regiacutemenes

de bienestar conservadores del tipo que seencuentran en gran parte en Europa conti-nental Estos regiacutemenes de bienestar se basan

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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en un modelo de seguro social en el que losbeneficios estaacuten vinculados al estatus ocupa-cional Tales sistemas son maacutes propensos queotros a la aparicioacuten de una brecha entre insi-

ders y outsiders ya que ldquouna pequentildea cantidad

de mano de obra predominantemente mascu-lina insider de la fuerza de trabajo disfrutade salarios altos amplios derechos sociales yfuerte seguridad en el empleo y una crecientepoblacioacuten outsider depende del salario del jefede familia masculino o de las transferenciasdel Estado de Bienestarrdquo (Esping-Andersen199918) De modo similar a Rueda Esping-

Andersen sostiene que en esos regiacutemenes ldquolosvotantes y los sindicatos defenderaacuten los dere-chos actuales de los insiders con tanta fuerzacomo sea posiblerdquo (Esping-Andersen 199919)Pero su anaacutelisis conduce a predicciones dife-rentes de la versioacuten de Rueda del argumentodel dualismo Conforme a la loacutegica de Esping-

Andersen los paiacuteses demoacutecrata-cristianos sonmaacutes susceptibles al dualismo es decir que eltipo del reacutegimen de bienestar y no el dilemaelectoral al que se enfrentan los socialdemoacute-cratas es lo que lleva a estos resultados

Hasta ahora estos debates no han sido

concluyentes y una de las razones es que granparte del trabajo sobre la dualizacioacuten aunquefirmemente anclado en la literatura sobre elbienestar y la poliacutetica social estaacute muy pococonectado a los debates sobre las VdelC Enconsecuencia la mayor parte de este trabajono tiene en cuenta las formas en que la poliacuteticade los grupos de productores y la dinaacutemica delcambio en los espacios institucionales comple-mentarios (relaciones industriales y forma-cioacuten por ejemplo) inciden e interactuacutean con los

resultados de la poliacutetica social (las excepcionesincluyen a Iversen y Soskice 2009b y Palier yThelen 2010)

El macro corporativismo y el papel del

Estado

Una obra que trata de probar estos viacutenculoses la obra sobre el macro corporativismo Losprimeros teoacutericos del corporativismo obser-varon las respuestas de las poliacuteticas a la crisis

del petroacuteleo de la deacutecada de 1970 con elfi

n deexplicar coacutemo las economiacuteas europeas maacutespequentildeas y dependientes de las exportaciones

habiacutean sido capaces de mantener una envi-diable combinacioacuten de resultados econoacutemicospositivos y alta igualdad en un periacuteodo deintensa agitacioacuten del mercado Ellos atribu-yeron al eacutexito de estos ldquopequentildeos estados en

los mercados mundialesrdquo (Katzenstein 1985) ala existencia de la negociacioacuten a nivel nacionaly de canales tripartitos de intermediacioacuten deintereses que facilitaron las concesiones cons-tructivas entre sindicatos asociaciones empre-sariales y el Estado

Martin y Swank (2012) y Wilensky (2012)extienden este argumento al periacuteodo actualEllos sugieren que el macro corporativismosigue produciendo mayores niveles de soli-daridad social al promover un compromisopermanente entre grupos con intereses econoacute-micos divergentes Tanto Martin y Swankcomo Wilensky sostienen que el macro corpo-rativismo es una caracteriacutestica estructural dealgunas pero no todas las EMC y una que tieneprofundas raiacuteces histoacutericas Los mecanismoscausales detraacutes de estos argumentos operanal nivel de la formacioacuten de las preferencias yel corporativismo a nivel nacional se percibecomo capaz de reconfigurar las preferencias

de los actores clave (en particular los emplea-dores) porque les permite ver coacutemo sus inte-reses a largo plazo se veriacutean de hecho benefi-ciados por la cooperacioacuten Por ejemplo Martiny Swank (2004 593-592) sugieren que un altogrado de organizacioacuten de empleadores ldquotrans-forma las preferencias de los empleadores parala poliacutetica socialrdquo e inspira ldquomayor atencioacuten ycompromiso con los objetivos colectivos que losde los empleadores menos organizadosrdquo

Los actuales y anteriores teoacutericos del

corporativismo pueden sentildealar evidenciaconvincente de una fuerte asociacioacuten entre eltripartismo y la solidaridad social por lo queestaacute claro que algo sucede en este sentido Sinembargo parece haber una variacioacuten significa-tiva en el tiempo en coacutemo y con queacute el tripar-tismo funciona para generar consensos y resul-tados positivos Tanto Dinamarca como Suecia

ndashlos casos claacutesicos de corporativismondash hanexperimentado dificultades econoacutemicas graves

y confl

ictos distributivos intensos No fue hacetanto tiempo que Schwartz (1994) describioacutea estos paiacuteses como ldquoestados pequentildeos en

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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grandes problemasrdquo Ademaacutes ambos han expe-rimentado interludios neoliberales muy signi-ficativos en los que los gobiernos burgueses (oen algunos casos ministros de Finanzas social-demoacutecratas con inclinaciones neoliberales)

introdujeron poliacuteticas que representaban unabrusca ruptura con el modelo tradicional (espe-cialmente con respecto a la poliacutetica macro-econoacutemica) A pesar de fuertes legados decorporativismo y estructuras de negociacioacutentripartitas estos fueron periacuteodos sin consensoy con intensos conflictos en los que la poliacuteticatambieacuten fluiacutea fuera de los canales habitualesde los picos de negociacioacuten

Se podriacutean mencionar observaciones simi-lares sobre otros paiacuteses que ofrecen un fuertetripartismo Por ejemplo aunque algunos sehan apresurado a atribuir el ldquomilagrordquo delempleo holandeacutes (fuerte reduccioacuten del desem-pleo e incluso crecimiento significativo delempleo) al famoso y tripartito Acuerdo deWassenaar de 1982 dichos recuentos tiendena restar importancia al hecho de que la ante-rior crisis holandesa de la deacutecada de 1970(inflacioacuten debilitante a traveacutes de la indexacioacutensalarial desorbitados costos de mano de obra

debido al uso promiscuo del pago por discapa-cidad para facilitar la reduccioacuten de puestos detrabajo) tambieacuten tuvo su origen en el impactode las poliacuteticas que emergieron directamentede los procesos de negociacioacuten corporativista

Asiacute como la coordinacioacuten de los empleadoreshistoacutericamente podriacutea asumir funciones reac-cionarias o progresistas en diferentes periacuteodostambieacuten pareciera que la negociacioacuten corpora-tivista podriacutea producir una variedad de resul-tados algunos maacutes deseables que otros

El fuerte eacutenfasis en la estructura (especiacute-ficamente la existencia del tripartismo o no)caracteriacutestica de la literatura sobre el corpo-rativismo tiende a mezclar los conflictos y lasmaniobras poliacuteticas que animan complicany a veces de hecho descarrillan el pico de lanegociacioacuten incluso en los paiacuteses maacutes ldquocorpo-rativistasrdquo Un ejemplo es el retiro abruptode los empleadores suecos de los acuerdos denegociacioacuten central y el desmantelamiento de

la principal asociacioacuten patronal una jugadadisentildeada para frustrar la continua negociacioacutencorporativista (Kjellberg 199893) Estos casos

parecen estar en contradiccioacuten con la loacutegicade la teoriacutea corporativista reciente que hacehincapieacute en la voluntad y la capacidad de loscapitalistas para aprender a traveacutes de la nego-ciacioacuten y la consulta y para adoptar poliacuteticas

que sirvan a sus intereses a largo plazo Estasobservaciones parecen apuntar maacutes bien en ladireccioacuten del argumento de Streeck de que loscapitalistas intentaraacuten ldquosiempre que puedanhellipevitar el aprendizajerdquo lo que a su vez deberiacutearecordarnos que el poder ndashen las negociacionescorporativistas como en otros lugaresndash ldquoequi-vale a una licencia para negarse a aprenderrdquo(Streeck 2004 436 veacutease tambieacuten Deutsch1963 111)

A la luz de esto no es ninguna sorpresaque muchas de las maacutes famosas (y famosaspor su eacutexito) negociaciones corporativistas

ndashcomo Wassenaarndash fueron matrimonios deapuro arreglados a la sombra de la jerarquiacutea(Scharpf 1997 Wijnbergen 2002 tambieacutenBaccaro y Howell 2010 39) Este punto nose les ha escapado a los teoacutericos del corpora-tivismo de segunda generacioacuten y por lo tantoalgunos autores abrazan un argumento algodiferente ndashaunque complementariondash acerca

de la capacidad del Estado (en la tradicioacutende Skocpol 1985 veacutease por ejemplo Martiny Thelen 2007) Lo que estaacute en primer planoahora es la capacidad del Estado para inducir ycoaccionar a los actores clave del sector privadohacia el acuerdo (o al menos el cumplimiento)en momentos clave En estas versiones la ideade que los capitalistas pueden ser persuadidosa actuar en su propio intereacutes (a largo plazo) secomplementa o incluso se reemplaza por laidea de que poderosos actores estatales deben

imponer la solidaridad a los empleadoresreticentes

Sin duda la capacidad del Estado y el poderestatal son de importancia Lo que sabemospor el registro histoacuterico es que el poder delEstado era con frecuencia crucial para explicarlos oriacutegenes de muchas de las instituciones delcapitalismo coordinado que no carece de impor-tancia la forma en que las intervenciones de losactores estatales ayudaron a los empleadores a

superar sus propios problemas de accioacuten colec-tiva (Crouch 1993 Thelen 2004a) La capa-cidad del Estado es tambieacuten importante hoy en

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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diacutea Para continuar con los ejemplos anterioresal igual que algunos paiacuteses escandinavos (y adiferencia de Alemania) en los antildeos ochentay noventa el Estado holandeacutes efectivamenteposeiacutea algunas herramientas muy fuertes

con las que provocar el cumplimiento de losempleadores renuentes y para el caso de lossindicatos renuentes tambieacuten La herramientamaacutes importante del arsenal era la capacidaddel gobierno de intervenir en forma directa enla negociacioacuten salarial y de imponer arreglossi los interlocutores sociales no lograban llegara un acuerdo Se trata de un poder invocadoen varias ocasiones a lo largo de la deacutecada de1970 que ha seguido desempentildeando un papeldecisivo en negociaciones de maacuteximo nivelfundamentales hasta bien entrada la deacutecadade 1980 Esta herramienta estaacute ausente porcompleto en Alemania donde la autonomiacutea dela negociacioacuten colectiva estaacute especiacuteficamenteconsagrada en la Constitucioacuten y es claro queello ha contribuido al fracaso de la negociacioacutentripartita en este paiacutes (Streeck 2005)

Sin embargo la fuerza es un conceptorelacional por definicioacuten por lo que a fin dedar sentido a las trayectorias divergentes de

cambio lo que realmente necesitamos saberes si es ldquofuerte en relacioacuten con quieacutenrdquo Aquiacutees donde falla la teoriacutea del corporativismo (ylas explicaciones estructurales en general)porque tiene poco para decir acerca de losactores que habitan en estas estructuras y losintereses que pretenden ejercer en y a traveacutesde ellas Aquiacute es donde un enfoque poliacutetico y decoalicioacuten nos puede ser de utilidad

Coaliciones poliacuteticas y la poliacutetica del

cambio

El argumento esbozado hasta ahora sugierela necesidad de replantear algunos de lossupuestos fundamentales que impregnan laliteratura y en particular la distincioacuten quese suele trazar entre el capitalismo ldquoliberaldesigualitariordquo y ldquocoordinado igualitariordquo Laliteratura sobre las VdelC nos animoacute a pensaren teacuterminos dicotoacutemicos entre las economiacuteaspoliacuteticas sobre la base (predominante) de la

coordinacioacuten ldquoestrateacutegicardquo o la de ldquomercadordquoLas EMC que asociamos con resultados maacutesigualitarios son percibidas como basadas en

diversas disposiciones que atenuacutean (si nointerfieren activamente con) el libre juego delas fuerzas del mercado Estos paiacuteses cuentancon (a) un capital maacutes paciente que respalda(b) las relaciones laborales a largo plazo que

a su vez estaacuten asociadas con (c) proteccionessociales maacutes fuertes (en particular contra elriesgo de desempleo) que tambieacuten fomentan(d) inversiones en activos dedicados incluidasen su mayoriacutea las habilidades de mano de obraldquoespeciacuteficardquo maacutes que ldquogeneralrdquo

Estas formulaciones se basan en unaloacutegica netamente industrial Sin embargo apesar de lo importante que la manufacturasigue siendo para muchas de estas economiacuteas(aunque variacutea en cada paiacutes) para la poliacuteticalo que importa es que el sector manufactureroconstituye una parte pequentildea y en disminu-cioacuten del empleo total (en la actualidad entreel 10 y el 20) en todos estos paiacuteses Eldesplazamiento del empleo hacia los serviciostrastorna las dinaacutemicas poliacuteticas anterioresporque las empresas del sector de serviciosformulan diferentes tipos de demandas a lossindicatos y a los forjadores de poliacuteticas quesus contrapartes industriales En todo caso

el sector de los servicios crece maacutes sobre labase de las habilidades generales ya sea en elextremo superior (por ejemplo ingenieriacutea desoftware que implica una amplia formacioacutenteacutecnica) o en el extremo inferior (por ejemplolas industrias minoristas y de hoteleriacutea dondehay un premium en los aspectos sociales y lashabilidades de comunicacioacuten) (veacutease tambieacutenGingrich y Ansell 2011) En este sentido lamovilidad laboral juega un papel muy dife-rente maacutes prominente y a menudo positivo

en los sectores de servicios emergentes Lafabricacioacuten de alta gama puede florecer enun entorno caracterizado por la estabilidaddel empleo (que permite a las empresas y lostrabajadores amortizar la inversioacuten en habili-dades especiacuteficas para la industria o empresa yque apoya las relaciones de cooperacioacuten a largoplazo entre la gerencia y los sindicatos) perocon los servicios de alta gama la movilidadlaboral a menudo desempentildea un papel crucial

en la promocioacuten de habilidades de adquisicioacutenentre otras formas proporcionando un meca-nismo para garantizar que las competencias

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generales en las que un trabajador invierte sevaloraraacuten con el producto marginal completo(Becker 1993 34) Al final del segmento de lashabilidades menores se puede argumentarque un sistema de educacioacuten puacuteblica de alta

calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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calidad que proporcione habilidades generalesfundamentales estaacute mejor equipado que unsistema tradicional de formacioacuten de aprendicespatrocinado por las empresas para generar eltipo de habilidades sociales y de comunicacioacutenque requieren los empleos del sector de servi-cios de menor nivel

Por el lado de la mano de obra el cambiohacia los servicios tambieacuten ha traiacutedo alfrente nuevos intereses y quizaacutes de especialimportancia para la poliacutetica son aquellos delcreciente nuacutemero de mujeres trabajadorasEl empleo femenino alimenta y se alimentadel crecimiento del sector de los servicios yaque la entrada de las mujeres en el empleo sebasa en la disponibilidad de servicios ante-riormente prestados en el hogar ya que lasmujeres tambieacuten son en una gran mayoriacutea lasproveedoras de estos servicios en el mercado(Huber y Stephens 2000) Tambieacuten en estecaso no queda claro en absoluto si los inte-

reses de estos nuevos grupos estaacuten siemprebien representados por los arreglos que fuerontan importantes en la era de la dominacioacutende la fabricacioacuten Para dar solo un ejemplo laformacioacuten de aprendices en las empresas delpasado han provisto una transicioacuten sencilla dela escuela al trabajo en paiacuteses como Austria

Alemania y Dinamarca pero las investiga-ciones han demostrado que las mujeres sonclaramente desfavorecidas por estos arreglos(Estevez-Abe 2006) y que obtienen muchos

mejores resultados (incluso mejores que suscontrapartes masculinas) en la formacioacutenescolar (Baethge y otros 2007 cap 3) Por otraparte mientras las protecciones sociales seanfuertes los mercados laborales maacutes fluidospueden ser maacutes apropiados desde el punto devista de los trabajadores cuyas trayectoriastienen maacutes probabilidades de ser interrum-pidas por razones familiares

La comprensioacuten de la poliacutetica del

cambio institucional en las democraciasricas de la actualidad requiere que reconoz-camos el profundo cambio en el panorama

poliacutetico-econoacutemico que se ha producido en lasuacuteltimas deacutecadas Gran parte de la bibliografiacuteaexistente se centra en las presiones causadaspor la globalizacioacuten pero cuando se trata dela poliacutetica los cambios maacutes importantes estaacuten

relacionados con el crecimiento de los servi-cios (Iversen y Cusack 2000) El impacto deesta tendencia depende en gran medida de lasconfiguraciones de los grupos de intereacutes y delos alineamientos partidistas heredados delpasado La mayoriacutea de los anaacutelisis de las dife-rentes trayectorias de cambio (por ejemplo ladiferencia entre lo que yo llamo flexibilizacioacutenincrustada y dualizacioacuten) se centran no sinrazoacuten en la poliacutetica durante el periacuteodo de auste-ridad y apenas se aventuran con anterioridada 1980 No obstante parece claro que las dinaacute-micas poliacuteticas actuales estaacuten profundamenteforjadas por el legado de las que se remontana la misma Eacutepoca de Oro Por ejemplo en lospaiacuteses socialdemoacutecratas la respuesta modal ala escasez del mercado laboral en las deacutecadasde 1950 y 1960 fue movilizar a las mujerescuya entrada en el mercado de trabajo a suvez impulsoacute la demanda de una expansioacuten deservicios para respaldar el empleo femenino

(Huber y Stephens 2000 327 veacutease tambieacutenPontusson 2009) Los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por el contrario alentaron a lasmujeres a incorporarse al mercado laboral ycon frecuencia se volvieron en cambio hacialos programas de ldquotrabajadores golondrinardquopatrocinados por el Estado para cubrir laescasez de mano de obra del mercado Lasmujeres mientras tanto se quedaron en casaen gran cantidad y continuaron apoyando elmodelo tradicional de sosteacuten de familia mascu-

lino a traveacutes de su papel como proveedorascruciales de servicios de cuidado no remune-rados (Orloff 1993)

Estas diferencias han tenido consecuenciasimportantes tanto para el grupo de produc-tores como para la poliacutetica electoral en elperiacuteodo actual En los paiacuteses socialdemoacutecratasun sector puacuteblico bien organizado surgioacute comoun segundo pilar importante dentro del movi-miento obrero organizado que representaba

un electorado muy diferente de los sindicatosmanufactureros tradicionales dominados porlos hombres De hecho en la actualidad las

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

mayorEl subdesarrollo del sector puacuteblico y el

ingreso tardiacuteo de las mujeres tuvieron tambieacutenconsecuencias electorales porque la alianzaentre las trabajadores y los partidos poliacuteticosde izquierda que Huber y Stephens (2000 335)revelan como una poderosa fuerza poliacutetica en lospaiacuteses socialdemoacutecratas nunca se materializoacuteen los demoacutecrata-cristianos Todo lo contrariocuando las estructuras familiares tradicionales

persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

presioacuten por la moderacioacuten fiscal y en contra delfuerte gasto social redistributivo Sobre la basedel anaacutelisis de diez democracias ricas Iverseny Rosenbluth (2010 142) concluyeron queen los paiacuteses dominados por las estructurasfamiliares tradicionales las amas de casa quecontrajeron matrimonio son poliacuteticamenteconservadoras y se abstienen racionalmentede avalar las poliacuteticas que puedan elevar losimpuestos para los hombres que estaacuten dentrodel mercado laboral

Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

5 Gracias a Martin Houmlpner por destacaacutermelo

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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mujeres constituyen la mayoriacutea dentro delmovimiento obrero organizado en muchos deestos paiacuteses El impacto electoral de las poliacute-ticas del pasado es tambieacuten importante puescomo Huber y Stephens (2000 327) sentildealan la

movilizacioacuten de las mujeres y la expansioacuten delsector puacuteblico transformaron a la mujer en unabase electoral confiable para la democraciasocial y el Estado de Bienestar por lo que seldquoinvirtioacute el sentido tradicional de la brecha degeacutenerordquo en la poliacutetica electoral (veacutease tambieacutenSteinmo 2010 59)

En los paiacuteses demoacutecrata-cristianos por elcontrario los sectores puacuteblicos y de serviciospermanecieron maacutes pequentildeos (en particularen relacioacuten con el sector manufacturero)Con respecto a los intereses organizadosesto significoacute que los intereses de la manu-factura siguieron dominando tanto la poliacuteticadel grupo de productores como las poliacuteticaspuacuteblicas En estos paiacuteses la estructura de laafiliacioacuten sindical a menudo sigue reflejandolos patrones de empleo de las deacutecadas de 1950y 1960 en gran medida concentrada en traba-

jadores obreros masculinos en la industriamanufacturera y deacutebil en servicios Para el

momento en que un mayor nuacutemero de mujerescomenzoacute a ingresar al mercado de trabajo enlos antildeos 1980 y 1990 el contexto econoacutemico sehabiacutea desplazado considerablemente de uno deescasez del mercado de trabajo y prosperidadrelativa a uno de altas tasas de desempleo yausteridad fiscal De hecho en estos casos loque a menudo atrajo a las mujeres al empleofue la necesidad de complementar el ingresofamiliar (es decir como trabajadores secunda-rios) en un periacuteodo de inseguridad econoacutemica

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persistieron maacutes tiempo las mujeres siguierondependiente en gran medida de los beneficiosa traveacutes de sus maridos muchos de los cualesestaban empleados en la industria manufac-turera De este modo se institucionalizoacute la

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Estas son algunas de las formas en que laspoliacuteticas y las decisiones del pasado influyenen las posibilidades poliacuteticas de hoy El puntomaacutes general es que cuando los intereses orga-nizados y las poliacuteticas del grupo de productoressiguen dominados por la fabricacioacuten y cuandola poliacutetica puacuteblica sigue estando fuertementeorganizada en torno a los intereses especiacute-ficos de la industria la trayectoria dominantedel cambio es a menudo hacia el aumento del

dualismo Por todas las razones expuestas enla literatura acerca de las VdelC se puedeesperar que las empresas manufactureras ysus trabajadores defiendan en conjunto lasinstituciones y las praacutecticas tradicionales porsiacute mismos mientras que en la periferia no orga-nizada emergen nuevos patrones de empleo(menos cooperativos maacutes flexibles y menosseguros) es decir una dualizacioacuten a traveacutes dela derivacioacuten En tales casos los empleadoresdel sector manufacturero no estaraacuten necesa-

riamente a la vanguardia de las demandas dedesregulacioacuten pero tampoco se puede esperarque se opongan a la dualizacioacuten ya que lasempresas orientadas a la exportacioacuten se bene-fician doblemente del crecimiento de una peri-feria maacutes flexible tanto a traveacutes de menoresprecios de los servicios como de la reduccioacutende impuestos5 En estos casos los sindicatosbien podriacutean oponerse a estos sucesos pero alestar solo deacutebilmente anclados en los sectores

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de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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REVISTA DE TRABAJO ANtildeO 10 NUacuteMERO 12 2014

Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

Bibliografiacutea

Baccaro L Howell C (2011) A common neoliberaltrajectory the transformation of industrialrelations in advanced capitalism Polit Society

39(4)521ndash63Baethge M Solga H Wieck M (2007)

Berufsbildung im Umbruch BerlinFriedrich-Ebert-Stiftung

Becker GS (1993) Human Capital Chicago UnivChicago Press 3rd ed

Boyer R Hollingsworth JR (eds) (1997)Contemporary Capitalism The Embeddedness of

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systems wage bargaining and labor marketstratification In The Political Economy of

Collective Skill Formation ed M Busemeyer CTrampusch pp 205ndash33 Oxford Oxford UnivPress

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State Traditions Oxford UK ClarendonDavidsson J (2010) Unions in hard times labor

market politics in Western Europe PhD thesisDep Polit Soc Sci Eur Univ Inst FlorenceItaly

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Industrial Relations in Europe Malden MABlackwell

Gingrich J Ansell B (2011) The dynamics of

social investment human capital activation

and care Presented at conf The Future ofDemocratic Capitalism Zurich Jun 16ndash18

Glyn A (2006) Capitalism Unleashed FinanceGlobalization and Welfare Oxford UK OxfordUniv Press

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K ATHLEEN THELEN

Hacker J Pierson P (2010) Drift and demo-

cracy the neglected politics of policy inactionPresented at Annu Meet Am Polit CienciaPoliacutetica Assoc Washington DC Sep 2ndash5

Hall PA Gingerich D (2009) Varieties of capita-

lism and institutional complementarities in thepolitical economy Br J Polit Ciencia Poliacutetica

39449-82Hall PA Soskice D (eds) (2001) Variedades del

capitalismo The Institutional Foundations of

Comparative Advantage New York OxfordUniv Press

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37484-505

Hilferding R (1910) Das Finanzkapital

[Finance Capitalism] Vienna Wiener Volksbuchhandlung

Houmlpner M (2000) Unternehmensverflectung imZwielicht WSI Mitt 53655-63

Houmlpner M (2007) Coordination and organiza-

tion the two dimensions of nonliberal capita-

lism Disc Pap Max Planck Inst GesforschCologne Ger

Houmlpner M Krempel L (2003) The politics ofthe German company network Competition

Change 8(4)339ndash56Howell C (2006) Varieties of capitalism and thenthere was one Comp Polit 36(1)103ndash24

Huber E Stephens JD (2000) Partisan gover-nance womenrsquos employment and the socialdemocratic service state Am Sociol Rev

65(3)323ndash42Iversen T Cusack T (2000) The causes of welfare

state expansion deindustrialization or globali-zation World Polit 52(3)313ndash49

Iversen T Rosenbluth F (2010) Women Work

and Power The Political Economy of Gender

Inequality New Haven CT Yale Univ PressIversen T Soskice D (2009) Distribution and

redistribution the shadow from the nineteenthcentury World Polit 61438-86

Iversen T Soskice D (2009b) Dualism and social

coalitions inclusionary versus exclusionary

reforms in an age of rising inequality Presentedat Annu Meet Am Polit Ciencia Poliacutetica

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K ATHLEEN THELEN

de servicios estaraacuten mal situados para contra-rrestar estas tendencias

Por el contrario en los casos en que losgrupos maacutes vulnerables (trabajadores del sectorde servicios en general incluidos los empleados

del sector puacuteblico afectados negativamente porla crisis fiscal) estaacuten bien organizados e incor-porados a los espacios de toma de decisionesinstitucionalizados tanto la poliacutetica del grupoproductor y la dinaacutemica electoral pueden allanarel camino para coaliciones de reforma maacutesintegrales En tales casos la poliacutetica puacuteblicapuede reflejar una loacutegica un tanto diferenteorientada hacia la generacioacuten de habilidadesgenerales (no solo especiacuteficas) de alta calidady compatible con una foacutermula muy diferentepara la seguridad del empleo no tan arraigadaen la proteccioacuten del empleo en el sentido tradi-cional sino en la flexibilidad laboral combinadacon el apoyo social mejorado y la formacioacuten Losintereses manufactureros sin duda seguiraacutendesempentildeando un papel importante sobretodo porque gran parte de la economiacutea de losservicios emergente sigue apoyaacutendose sobreuna base manufacturera vibrante Pero alliacutedonde otros intereses (fuera del sector manu-

facturero) tambieacuten estaacuten bien arraigados en elmovimiento sindical y en la competencia entrepartidos existen presiones institucionalizadascontra la dualizacioacuten (por ejemplo a traveacutes deuna amplia cobertura de negociacioacuten colectivacontinua) o que se ofrezcan incentivos paraque los forjadores de poliacuteticas reintroduzcan laflexibilizacioacuten en las poliacuteticas sociales compen-satorias (por ejemplo a traveacutes de la activacioacutenacompantildeada de capacitacioacuten intensiva y protec-ciones sociales fuertes y continuas)

Conclusioacuten

Muchos de los acontecimientos esbozadosanteriormente seraacuten difiacuteciles de percibir en elcontexto de los marcos y debates prevalentesque como hemos indicado tienden a asociarcapitalismo ldquocoordinadordquo con ldquoigualitariordquoy ldquoliberalrdquo con ldquodesigualitariordquo Mientras los

impulsores tanto como los detractores de VdelC debatan acontecimientos basaacutendose enuna nocioacuten indiferenciada de liberalizacioacuten

es difiacutecil imaginar escenarios que combinenelementos de ldquocoordinacioacuten de mercadordquo yflexibilizacioacuten con alta y sostenida solidaridadsocial por un lado y una sostenida ldquocoordina-cioacuten estrateacutegicardquo y protecciones tradicionales

con incremento de la desigualdad por el otroSon sin embargo precisamente estas combi-naciones las que mejor pueden caracterizar losresultados observados (especialmente entrelas EMC) en el periacuteodo actual Asiacute por ejemplo

Alemania y Japoacuten se resisten a la liberalizacioacutenen el sentido de una desregulacioacuten absoluta yun movimiento directo hacia los EML mientrasque registran sin embargo un alto incrementode desigualdad Otros paiacuteses como Dinamarcay Suecia han mantenido altos (tambieacutencrecientes) niveles de equidad incluso cuandoexpandieron masivamente el alcance de poliacute-ticas (especialmente ALMP) que solo puedendescribirse como un guintildeo al mercado inclusopromocioacuten del mercado ya que expliacutecitamenteno se enfocan en la proteccioacuten de los obrerosdel mercado sino que activamente fomentan laadaptacioacuten de estos al mercado

Observando la Figura 4 especialmentelos EMC vemos que se encuentran cada vez

maacutes presionados hacia una de dos direcciones Algunos paiacuteses han tomado claramente elcamino de la dualizacioacuten preservando estasprotecciones tradicionales pero para un nuacutecleocada vez maacutes pequentildeo De forma opuesta lospaiacuteses que mantuvieron los niveles de equidadno son aquellos que defienden poliacuteticas y praacutec-ticas tradicionales trabajo-mercado sino aque-llos que toman algunos elementos de la coordina-cioacuten de ldquomercadordquo en oposicioacuten a la ldquoestrateacutegicardquo

ndashen paralelo a (o en algunos casos seguido de)

poliacuteticas sociales compensatorias que previenenun declive hacia el modelo desigualitario anglo-sajoacutenndash migrando asiacute hacia el cuadrante Noroestemaacutes que al Sudoeste en la Figura 4

El enfoque poliacutetico-coalicional aquiacute esbo-zado a grandes rasgos retoma las fortalezasde las tres escuelas de pensamiento revisadasanteriormente De los teoacutericos del poder de losrecursos toma la visioacuten de que los intereses delempleador estaacuten concebidos y articulados en

un contexto en el cual el poder y la organiza-cioacuten del trabajo son un hecho clave alrededordel cual los empleadores deben organizar sus

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REVISTA DE TRABAJO ANtildeO 10 NUacuteMERO 12 2014

Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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REVISTA DE TRABAJO ANtildeO 10 NUacuteMERO 12 2014

Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

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K ATHLEEN THELEN

Political Economy of Collective Skill Formationed M Busemeyer C Trampusch pp 68ndash100Oxford UK Oxford Univ Press

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REVISTA DE TRABAJO ANtildeO 10 NUacuteMERO 12 2014

Variedades del capitalismo trayectorias de la liberalizacioacuten y las nuevas poliacuteticas de solidaridad social

estrategias y objetivos ndashaunque no veo los deci-sivos conflictos de intereacutes vinculados exclusivao inevitablemente a las liacuteneas de clase Por elcontrario de los teoacutericos del dualismo tomo lavisioacuten de que las tendencias contemporaacuteneas

del mercado complican la unidad del lado de lostrabajadores a traveacutes de su impacto diferencialsobre los trabajadores en diferentes sectores ytipos de puestos ocupados en el mercado Porotra parte con los teoacutericos del corporativismoargumento que un alto nivel de organiza-cioacuten de los empleadores es una precondicioacutencrucial para sostener altos niveles de solida-ridad social ndashaunque trazo una distincioacuten maacutesclara entre la estructura y el contenido de unanegociacioacuten tripartita para ir maacutes allaacute de laidea del corporativismo como una caracteriacutes-tica estaacutetica de los paiacuteses y focalizar en sulugar en la vigente negociacioacuten-impugnacioacutensobre la forma y las funciones de la negocia-cioacuten corporativista en el tiempo

Volviendo finalmente al debate entre VdelCy sus criacuteticos sostengo que no tenemos queelegir entre las alternativas como se presentantiacutepicamente en las investigaciones ndashentre lareproduccioacuten a perpetuidad de variaciones del

capitalismo que emergieron en el siglo XIX porun lado y un capitalismo igualitario como unmodelo fugaz de la deacutecada de 1960 y condenadoa un fin inexorable por el otro Un anaacutelisis delos apoyos poliacutetico-coalicionales de las institu-ciones del capitalismo coordinado revela unaimpugnacioacuten existente y en algunos casosvirajes significativos El punto central aquiacute esque las instituciones que en el pasado hanapoyado las variantes maacutes igualitarias delcapitalismo pueden sobrevivir en peores condi-ciones alliacute donde siguen confiando uacutenicamenteen las coaliciones del pasado y son maacutes robustasdonde han avanzado a traveacutes de nuevas coali-ciones sociales y recurrido a fines significativa- mente diferentes

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Page 23: 2014 Thelen

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REVISTA DE TRABAJO ANtildeO 10 NUacuteMERO 12 2014

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