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TERCERA SEMANA Modelos de Apelación Judicial

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  • TERCERA SEMANA:Modelos de Apelacin Judicial

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  • Francisco Chamoro Bernal. "La Tutela Judicial Efectiva". Derechosy Garantas procesales derivados del artculo 24.1 de laConstitucin.

    CAPTULO SEGUNDO

    Requisitos de la resolucin judicial: La motivacinLa prestacin jurisdiccional se obtiene cuando, despus de un

    proceso o de los trmites adecuados, el Juez o Tribunal dicta la sentenciao la resolucin pertinente, acto decisorio que, a travs de un juicio racionaly voluntario, conlleva la apreciacin subjetiva de conformidad odisconformidad de la pretensin ejercitada con el derecho objetivo,otorgando o denegando sta.

    En esa funcin el juez no es un autmata, sino que dispone de unmargen de apreciacin que el TC reconoce y respeta, siempre y cuandoese margen no afecte a derechos fundamentales.

    Ese margen de apreciacin se manifiesta en el hecho de que lainterpretacin y aplicacin de las leyes tiene normalmente variasopciones y mientras esas varias opciones se muevan dentro del campode la racionalidad o de la razonabilidad, el TC no puede inmiscuirse enellas, incluso aunque pueda creer que una interpretacin es msrazonable que otra. Slo puede intervenir si la motivacin es irrazonabley de constatarlo, se limitar a anular la resolucin a fin de que se dicteotra adecuadamente motivada.

    La resolucin en la que se materializa la tutela judicial efectivadebe reunir una serie de requisitos, el primero de los cuales es el de sermotivada.

    1. Necesidad y finalidad de la motivacinLa necesidad de motivacin de las sentencias viene establecida

    en el art. 120.3 de la CE, norma que est excluida claramente del recursode amparo (art. 53.2 CE). De ah que el Tthaya incluido tal necesidaden el mbito del art. 24.1 afirmando que "la obligacin de que las

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  • sentencias sean motivadas, impuesta por el art. 120.3 de la CE, ha deintegrarse en el derecho reconocido en el art. 24.1, de forma que lafalta de motivacin origina una falta de tutela...".

    Donde ms claramente expone el TC la finalidad de la motivacines en la STC 55/1987 de 13 mayo, en la que examina el supuesto deuna absolucin por el Juez de Distrito de una falta de imprudencia y laposterior condena por el Juez de Instruccin en apelacin, sin motivarla razn de la condena.

    En dicha sentencia, el TC seala que la finalidad de la motivacin,que en un Estado democrtico de Derecho legtima la funcinjurisdiccional, es mltiple ya que:

    1. Permite el control de la actividad jurisdiccional por parte de laopinin pblica, cumpliendo as con el requisito de publicidad.

    2. Logra el convencimiento de las partes, eliminando la sensacinde arbitrariedad y estableciendo su razonabilidad, al conocer el por quconcreto de la resolucin.

    3. Permite la efectividad de los recursos.4. Pone de manifiesto la vinculacin del Juez a la ley.No basta el simple encaje de los hechos en la norma, porque las

    razones de la decisin pueden seguir mantenindose desconocidas,sino que hay que precisar por qu encajan. En el caso concreto de laSTC 55/1987 la condena por imprudencia no est fundada si no seexplica cmo la falta de diligencia que se conecta con el resultadodaoso.

    Por su parte en la sentencia 112/1988 el TC estima el recurso deamparo y anula los autos de una audiencia provincial que se negaba adar por terminado un internamiento en un centro psiquitricopenitenciario, sin dar motivacin alguna a pesar de reiterados informesmdicos favorables a ello.

    Tampoco pueden denegarse pruebas sin motivacin,manifestando la STC 196/1988 que el auto de sobreseimiento noimplica la improcedencia de las diligencias interesadas por la parterecurrente.

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  • Asimismo, un procesamiento arbitrario o sin fundamento razonablevulnerara el derecho a la tutela, aunque, dado el carcter provisionaldel mismo, slo excepcionalmente puede dar lugar a un recurso deamparo.

    Motivacin y fundamentacin en Derecho

    Antes de pasar adelante, convendr precisar la diferencia entremotivacin y fundamentacin en derecho.

    Motivacin y fundamentacin no son conceptos sinnimos, aunqueestn ntimamente relacionados. Una resolucin puede estar fundadaen Derecho y no ser razonada o motivada, puede citar muchasdisposiciones, pero no explicar el enlace de esas normas con la realidadque se est juzgando. Asimismo, una resolucin puede ser razonada ymotivada, pero no estar fundada en Derecho, supuesto que se dara siun Juez justificara su resolucin en principios puramente fi losficos,,ajenos al ordenamiento jurdico o no recognoscibles como aplicacindel sistema jurdico, supuesto que ya se ha planteado ante el TC.

    En definitiva, la motivacin es la explicacin de la fundamentacinjurdica de la solucin que se da al caso concreto que se juzga, nobastando una mera exposicin sino que ha de ser un razonamientolgico. La Sentencia debe "...mostrar, tanto el propio convencimientodel judex, como la explanacin de las razones dirigidas a las partes...",ha de explicitar el proceso de su decisin y las razones que motivaron lamisma. Mientras la falta de motivacin conduce a la arbitrariedad en laresolucin, la falta de fundamentacin comporta una resolucin ancladafuera del ordenamiento jurdico.

    La motivacin como prohibicin de la arbitrariedad

    Una aplicacin manifiestamente arbitraria -por no razonada- deuna norma supone una vulneracin de la tutela judicial efectiva y permitela intervencin del TC mediante el recurso de amparo.

    Ahora bien qu es una aplicacin manifiestamente arbitraria? ElDiccionario de la RealAcademia Espaola define la arbitrariedad como"acto o proceder contrario a la justicia, la razn o las leyes, dictado slo

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  • por la voluntad o el capricho".La arbitrariedad, por tanto, es lo contrario de la motivacin que

    estamos examinando, es la no exposicin de la causa de la decisin ola exposicin de una causa ilgica, irracional o basada en razones noatendibles jurdicamente, de tal forma que la resolucin aparece dictadaslo con base en la voluntad o capricho del que la torna, como un purovoluntarismo.

    Una resolucin puede ser arbitraria no slo porque no sea motivaday por tanto no ponga de manifiesto la razn de la misma, sino tambinporque, aun siendo aparentemente motivada, tal motivacin sea claramenteimpertinente, no tenga nada que ver con lo que se est cuestionando, nosea jurdicamente atendible o no merezca el nombre de tal.

    Una motivacin irracional o no razonable, tampoco cumple lasexigencias del art. 24.1 CE. Constituye una motivacin ofundamentacin no razonable, por ejemplo, aquella que deniega unrecurso alegando simplemente razones de seguridad jurdica, ya quepor ese argumento todos los recursos deberan ser desestimados.

    La motivacin racional apela a la lgica. No sera una motivacinracional la que vulnerara los principios de aqulla. Por ello, no basta,como motivacin, una mera yuxtaposicin de proposiciones que notengan ninguna conexin entre s.

    La motivacin debe ser tambin concreta y no abstracta. As, porejemplo, en una cuestin de inconstitucionalidad, el TC considera quesu planteamiento por parte del rgano jurisdiccional no est motivado"...ya que la Sala se limita a sealar que dicho gravamen puede vulnerarel derecho a un sistema tributario basado en la igualdad y en el respetoal principio de legalidad, as como el derecho de propiedad y el de libertadde empresa", es decir, se mueve en el terreno de lo abstracto, sinconcretar el por qu de esa posible vulneracin.

    Y es que unos razonamientos generales sin ninguna conexin conel caso sometido continan siendo arbitrarios y no cumpliran ningunade las finalidades constitucionales que tiene la motivacin ni aseguraranel conocimiento de las razones de hecho y de derecho que justifican ladecisin ni posibilitaran su impugnacin.

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  • De acuerdo con ello, la STC 15411986 otorga el amparo porhaberse inadmitido un recurso de casacin con la motivacin genricade atenerse a la nueva ley en lugar de la anterior, sin especificar losrequisitos de la ley omitidos y la STC 144/1990 del 26 de septiembre,equipara motivacin genrica a ausencia de motivacin. Por ello,sorprende que el TC haga mprobos esfuerzos para aceptar comovlidas, para archivar querellas, frmulas, a menudo impresas, talescomo "practicadas las diligencias esenciales para determinar lanaturaleza y circunstancias de los hechos denunciados, se estima quelos mismos no son constitutivos de la infraccin penal denunciadas,cuando es claro que tales frmulas privan a las partes de todas lasgarantas que da la verdadera motivacin". Sobre las resolucionesimpresas volveremos ms adelante.

    4. Alcance de la motivacinLa inicial exigencia de motivacin del art. 120.3 CE respecto de

    las sentencias, ha sido extendida por el TC a toda resolucin judicial,gamo no poda ser menos, dada su finalidad y especialmente, a aquellasqlimitan o restringen derechos fundamentales.

    La exigencia de motivacin no comporta obviamente que la mismasatisfaga al justiciable, por lo que no puede equipararse a ausencia ladisconformidad con la misma o el no considerarla convincente.

    Como resulta implcito de cuanto queda dicho, la motivacin deuna resolucin puede ser objeto de recurso y los razhamientosdecisorios de un fallo pueden infringir directamente la Constitucin. Laclsica teora de que lo que se recurre es el fallo y no la motivacin, nopuede seguir sostenindose totalmente en la actualidad. Habrocasiones en que parte de la motivacin ser intrascendente para elfallo, pero otras veces podr impugnarse la motivacin en cuanto seael sostn del fallo, del que no pueda desvincularse.

    La motivacin de una resolucin judicial supone, por tanto, unajustificacin. racional, no arbitraria, de la misma, mediante unrazonamiento no abstracto sino concreto. Esa justificacin de laresolucin deber incluir

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  • El Juicio lgico que ha llevado a seleccionar unos hechos y unanorma;

    la aplicacin razonada de la norma;c) la respuesta a las pretensiones de las partes y a sus alegaciones

    relevantes para la decisin.En cuanto a la motivacin como contestacin a las alegaciones

    de las partes, hasta que sta se limite a aquellas alegaciones que seanpertinentes para la resolucin del caso, porque aqu, como en el temade la congruencia, hay que distinguir claramente entre pretensin yargumentacin. Los jueces y tribunales slo tienen obligacin decontestar a las peticiones que les formulen las partes, as como a lasargumentaciones que sean la base pertinente de dichas peticiones, noa las dems alegaciones o argumentaciones que no sean relevantespara la resolucin tomada ya que no estn obligados a discutirpormenorizadamente todos y cada uno de los argumentos de las partes.

    5. La necesidad constitucional de motivar los hechos quese consideren probados

    Los recursos contra las resoluciones judiciales pueden referirseobviamente tanto al derecho aplicado como a los hechos consideradosprobados y que sirven de base a las mismas. Sin embargo, cuando sehabla de motivacin es frecuente limitarla al Derecho aplicado al caso,cuando tanto o ms importante es la motivacin de la seleccin delmaterial que el juez da como probado, ya que tal seleccin predeterminanormalmente la solucin jurdica.

    En este sentido sorprende que el TC no se haya tenido quepronunciar todava sobre la necesidad constitucional de motivar laseleccin del material fctico que se da como probado en las resolucionesjudiciales. Porque si no se motiva esa seleccin del material fcticocmo puede la parte, en el ejercicio de su derecho constitucional alrecurso, alzarse contra la misma?.

    De igual forma que para la prueba indiciaria en materia penal elTC ha considerado imprescindible que el tribunal ordinario razone cmose pasa de unos hechos probados a tener otros como acreditados por

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  • medio de indicios, obligando a exponer las interpretaciones posibles detales hechos probados y por qu se elige la interpretacin inculpadora,as tambin para posibilitar, tanto a la parte como al rgano superior, larevisin del material fctico seleccionado, es indispensable explicitarlas razones de tal seleccin.

    Teniendo en cuenta que en materia penal la prueba indiciaria esms frecuente que la directa, el pronunciamiento del TC es un slidopunto de partida para el reconocimiento de la necesidad general demotivar los hechos probados que aqu defendemos, extensible a todotipo de prueba y a cualquier procedimiento. Y ello, a pesar de que el TC,incomprensiblemente, se ha manifestado en contra, en una doctrina anuestro entender equivocada.

    El TC, cuando analiz el art. 10 0 .6 de la LO. 10/1980 del 11 denoviembre -en cuanto establece que en la sentencia se recoger "...demanera expresa las pruebas practicadas y su resultado"-, perdi unagran oportunidad de establecer este derecho a la motivacin de laseleccin del material probatorio, que entendemos fundamental. Enefecto, se le plantearon recursos de amparo por no haberse hechoconstar la prueba practicada en los procedimientos derivados de dichaLey Orgnica 10/80 y el TC eludi la cuestin distinguiendo un tantoartificialmente entre motivacin propiamente dicha y constancia de laprueba (constancia que, de tener alguna utilidad racional, haba de serla de exteriorizar las razones de la seleccin del material probatorio yno el hecho puramente formulario de inventariar las pruebas practicadasen un juicio).

    Resumiendo, en general y por va de apelacin en los recursosordinarios y excepcionalmente en los extraordinarios, es posible examinarla correccin de la apreciacin de la prueba efectuada por el Juez deinstancia y esa posibilidad es ilusoria en la prctica si no se motiva laseleccin de hechos declarados probados. Por ello, hay que entenderque la motivacin de los hechos probados es un derecho fundamentaldel ciudadano, que forma parte integrante del derecho al recurso,necesario e imprescindible para la efectividad del mismo y para no dejaren la penumbra tan importante faceta del proceso. No pueden existirzonas de la actividad jurisdiccional que no se sometan a la opinin pblica

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  • y de las partes quienes no pueden controlar si la seleccin del materialprobatorio es racional y razonable de no ponerse de manifiesto lasrazones en que la misma se basa.

    Por tanto, entendemos que es tan slo una cuestin de tiempo yde que se le plantee correctamente, que el TC reconozca el derechoconstitucional de las partes a que la relacin de los hechos probados,en cualquier proceso, sea motivada, con el fin de que el razonamientoque se supone la sustenta sea pblico para todo el mundo y para laspartes y susceptible de ser revisada su correccin y racionalidad en unainstancia superior.

    6. Tipos de motivacin. La inconstitucionalidad de lamotivacin tcita

    Para que pueda cumplir las diversas finalidades que el propio TCle asigna, la motivacin debe ser lgicamente expresa. Esas finalidadesson incompatibles con motivaciones tcitas o implcitas que difcilmentepueden considerarse tales.

    Sin embargo, el TC por las razones que sean -quiz por salvardeficiencias excesivamente frecuentes en las Sentencias- ha hechoequilibrios para intentar mantener la doctrina preconstitucional de queuna desestimacin de la demanda resuelve todas las pretensionesaunque nada se diga al respecto o que la entrada en el fondo del asuntodesestima implcitamente todas las objeciones procesales.

    Aun partiendo de la distincin entre pretensiones yargumentaciones de una demanda, distincin que limita la necesidaddel rgano jurisdiccional de contestar slo a la primera esa tendenciadel TC es criticable y peligrosa.

    Las motivaciones tcitas o implcitas tienen dos grandesinconvenientes: primero, crear en las partes la duda de si efectivamenteel rgano judicial tom en consideracin la pretensin presuntamentedesestimada o se trat ms bien de un olvido; y segundo, privar de laposibilidad de un recurso eficaz, ya que no se puede discutir unrazonamiento que no se conoce.

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  • Por esa razn, el TC en ese intento de justificar una motivacintcita todos aquellos detalles que puedo implcita ha hecho muchohincapi en todos aquellos que pudieran dar a entender que no se tratde un olvido porque el tema fue tomado en consideracin. Al TC inclusole ha bastado a veces, que las peticiones de las partes simplemente sehubieran mencionado en los resultados de la sentencia, como si esamencin, que muchas veces ni siquiera recoge materialmente el juez,fuera garanta de que, en alguna forma, la peticin haba sido tomadaen consideracin.

    Sin embargo, el empeo del TC en justificar una motivacinimplcita era difcil por ser una verdadera contradiccin en s misma yporque al intentar desvelar una motivacin implcita, estaba muy cercade suplantar la motivacin que deba haber exteriorizado el rganojurisdiccional ordinario. Por ello, despus de ciertas vacilaciones, pareceque el Tribunal Constitucional se ha decantado por la doctrina correcta:la motivacin ha de existir y debe ser expresa o por lo menos inferiblelgicamente con la mxima certeza. Y cuando en algn caso se digaque se trata de una motivacin tcita o implcita, hay que interpretar queen realidad se est hablando de una motivacin existente aunque sloinferible lgicamente, inferencia que desde luego deber apreciarserestrictivamente.

    La doctrina correcta del TC y que parece definitiva es la de declararla nulidad total o parcial de la sentencia no motivada expresamente ocon motivacin que no sea inferible lgicamente de forma clara y conun alto grado de certeza, concluyendo que una decisin, por el mismohecho de ser implcita -por ejemplo, desestimacin de cuestiones deinadmisibilidad por haber entrado en el fondo- es inmotivada.

    Esa doctrina general no vale, sin embargo, para la condena encostas cuya motivacin puede deducirse, segn el TC de la propiaredaccin de la sentencia.

    Una vez establecida la necesidad de que la motivacin sea expresao inferible lgicamente con claridad, hay que aadir que la motivacin hade ser razonablemente suficiente y no ha de exigir de la parte grandeselucubraciones para apreciarla y mucho menos tener que percibir si es ono inaprehensible como parece apuntar el TC en su ATC 670/1986.

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  • El TC ha admitido la motivacin por remisin, que no es ms queuna motivacin fuera del lugar apropiado -siempre, claro est, que seremita a donde exista realmente motivacin- as como que la resolucinconfirmatoria de la recurrida, por sus propios fundamentos, pueda serms parca.

    7. Subsanacin y reparacin de la falta de motivacin

    El TC tiene declarado que la motivacin que no se di en primerainstancia puede llevarse a cabo en la segunda porque la exigenciaconstitucional es la de que por lo menos en la totalidad del procesoexista una motivacin. As en las STC 89/1985 y 40/1986 se reconoceque se inadmitieron pruebas sin motivacin, pero que su impertinenciase motiv al resolver el recurso interpuesto.

    Esta posicin del TC no es muy acorde con la finalidad que elmismo Tribunal asigna a la motivacin y con la doctrina que, por ejemplo,aplica en la STC 122/1990 del 2 de julio, al considerar que la falta demotivacin por el Gobierno en el establecimiento de unos serviciosmnimos en caso de huelga no es subsanable a posteriori porqueentonces ya no tendra ninguna utilidad para los sindicatos.

    Por ello, la subsanacin de la motivacin por va de recurso ha detener un distinto tratamiento segn se trate de recurso ante el mismorgano o ante el superior y segn nos hallemos ante una falta demotivacin o de motivacin equivocada.

    Si se trata de un recurso ante el mismo Juez, es lgico que puedasubsanarse por va de recurso de reposicin o de reforma la falta demotivacin y contra ella ha de caber el recurso previsto para la resolucininicial. Si la falta absoluta de motivacin se alega ante el superiorjerrquico, ste deber dejar constancia de la vulneracin del derechofundamental y remitir los autos al inferior para que motive la resolucinimpugnada. Slo excepcionalmente subsanar el rgano superior lafalta absoluta de motivacin, ya que con ello, adems de privar a laparte de una instancia, se producira de hecho una sola resolucin judicialcuando legalmente deberan existir dos y en el recurso -que se da contrauna primera resolucin- no se podran combatir los argumentos de una

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  • resolucin inexistente.En cambio, si se trata de una motivacin incorrecta es claro que el

    rgano superior podr y deber rectificarla.Una motivacin inadecuada se puede subsanar asimismo, segn

    el TC, reproduciendo la motivacin sin los defectos existentes. Estadoctrina tambin es discutible como regla general. Segn la misma, siuna resolucin se ha tomado en base a un documento que no podahaber sido tenido en cuenta, la lesin se corregira simplementereproduciendo la motivacin, pero sin tener en cuenta tal documento.Entendemos que ello sera suficiente si la nueva motivacin correspondieraa otro rgano que desconociera el documento, porque si no cmoracionalmente se puede prescindir de algo realmente ya visto?.

    8. Anlisis por el TC de concretas motivaciones en relacincon el art. 24.1 CE

    Como ya hemos reiterado, si existe argumentacin

  • afectados por una misma situacin jurdica, siempre que adems ellopermita conocer las razones efectivamente tenidas en cuenta, ya queno es admisible eludir la consideracin correcta y completa del casopropuesto, en base a una solucin genrica que no atienda a suspeculiaridades o matices.

    En el tema de la utilizacin de impresos, el TC sigue una lneaerrtica y as, a pesar de su impecable doctrina general sobre lamotivacin, la STC 36/1989 de 14 de febrero, considera que un impresode archivo de una querella, que seala simplemente, al amparo del art.789, l a de la LECR, que el hecho denunciado no revesta los caracteresde infraccin penal, no vulnera el derecho a la tutela judicial efectivaporque, aunque no revela los argumentos del Juzgado, permite conocerla razn del archivo. En este aspecto, el TS ha ido ms all que el TC,al pronunciarse rotundamente contra este tipo de motivacin en su autode 20 diciembre de 1990, de la Sala 3a.b) Supuestos en que el TC no ha considerado adecuada la

    motivacin.La motivacin justificadora de un despido, consistente tan slo en

    decir: "como quiera que la conducta del actor aparece tipificada comojusta causa para el despido en el apartado 2 del art. 54 de la Ley 8/1980 de 10 de enero..." constituira una violacin del derecho a la tutelapor falta de motivacin, si no dijera previamente "... a la vista de loshechos probados y ...". La interrelacin de los hechos probados y esamanifestacin del magistrado permiten al TC mantener in extremas laexistencia de motivacin.

    Tampoco puede considerarse motivada la resolucin que no razonadetalladamente el por qu del quantum de una indemnizacin; la quehace una remisin genrica a un captulo de la LECR y la que omitetodo razonamiento sobre alguna pretensin .

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  • CAPTULO TERCERORequisitos de la resolucin judicial: La necesaria motivacin de loscambios de criterio en la aplicacin de la ley

    1. El derecho a una resolucin que respete la igualdad enla aplicacin de la ley.El concepto de desigualdad en la aplicacin de la leyEl ciudadano, cuando acude a los rganos jurisdiccionales, ha de

    tener la razonable seguridad -matizada por el TC -de que su cuestinser resuelta de la misma forma en que lo fueron situaciones parecidasanteriores, siendo sta la ltima ratio del requisito que pasamos aexaminar en este captulo. Esa razonable seguridad en la igualdad enla aplicacin de la ley forma parte integrante del derecho a la tutelajudicial efectiva.

    Cuando un Juez o Tribunal, al dictar una resolucin, se aparta dela legalidad dominante o resuelve en forma distinta o contradictoria acomo lo hizo en un caso anterior sustancialmente idntico, debe justificarese apartamiento y si no lo hace, nos encontramos ante una resolucinque viola el derecho a la tutela judicial efectiva, violacin que se produceprecisamente por no razonar ese apartamiento de la legalidad dominanteo de sus propios precedentes.

    Ello, sin embargo, no puede dificultar la labor de interpretacin yadaptacin de la norma por parte de los rganos jurisdiccionales almomento histrico, labor en la que pueden naturalmente haberseequivocado, siendo ese margen de error una justa causa de lasdiferencias entre sentencias. Tampoco es razonable exigirles uniformidadinmediata cuando se implanta una nueva legislacin o se abordancuestiones nuevas y difciles, situacin que comporta un proceso deajuste sucesivo en cuya formacin no puede interferir el TC.

    No se trata, como ha reiterado el TC, de que los jueces y tribunalesqueden sujetos a sus precedentes, sistema que no est permitido ennuestro ordenamiento. Se trata nicamente de que, cuando se apartende los mismos, ello ha de deberse a un cambio en el criterio y no a

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  • arbitrariedad o inadvertencia, a fin de que en la aplicacin de la ley sesigan criterios generales y no un mero casuismo accidental. Basta conque exista ese cambio para que el derecho constitucional a la igualdaden la aplicacin de la ley se entienda cumplido, ya que el TC no puedeentrar en el examen de la mayor o menor solidez de los motivos delcambio, salvo que sean irrazonables.

    Concluyendo, si un Tribunal al resolver el supuesto A estableceun determinado criterio jurdico general, al resolver el siguiente supuestoidntico B, no puede apartarse del criterio mantenido en A, a no ser quemotive adecuadamente el cambio o que, excepcionalmente, aun sinmotivado, resulte evidente que el Tribunal cambi de criterio para sentarotro tambin de carcter general. Por tanto, este derecho constitucionala la igualdad en la aplicacin de la ley, tiene un carcter meramenteformal: si hay cambio o razonamiento que justifica la desigualdad,prescindiendo del sentido de la resolucin, no hay lesin del derechofundamental. El contenido del derecho obliga, por tanto, al rgano judiciala resolver con arreglo a decisiones anteriores para casos idnticos a noser que haya un cambio manifiesto en su lnea resolutiva, cambio quedeber razonarse adecuadamente salvo que, excepcionalmente, puedaingerirse con certeza de su actuacin.

    Un resumen general de la doctrina del TC sobre este derechoconstitucional a la igualdad en la aplicacin de la ley puede verse en lasSTC 25 y 62/1987.

    2. Las dudas del TC acerca de la ubicacin de la prohibicinde la desigualdad en la aplicacin de la ley

    Las caractersticas deeste derecho constitucional, a caballo entrelos arts. 14 y 24.1 CE, han hecho dudar al TC sobre dnde ubicarloexactamente, si en el primero o en el segundo de dichos artculos.

    As, el TC tiene resoluciones en las que sostiene, en unas, que laviolacin del derecho a la igualdad en la aplicacin de la ley debedenunciarse a travs del art. 14 CE que englobara las dos posibilidadesde igualdad en la ley e igualdad en la aplicacin de la ley; en otras, quela igualdad en la ley corresponde al art. 14 y la igualdad en 15 aplicacinde la ley al art. 24.1 CE y en otras, que la denuncia de la desigualdad

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  • en la aplicacin de la ley debe hacerse a travs del art. 24.1 en relacincon el art. 14, ambos de la CE.

    Sin embargo, ante el indudable carcter formal que tiene estederecho constitucional, que slo garantiza que, de existir cambio, steser motivado, hay que entender que no encaja en forma alguna en elart. 14 CE, cuyo contenido es material.

    No tener en cuenta esta distincin, ha llevado al TC a dictarsentencias confusas y contradictorias. As, por ejemplo, en la STC 12/1988, el TC ha de incurrir en la contradiccin de estimar vulnerado elart. 14 CE -vulneracin que, de ser cierta, le obligara a entrar en elfondo constitucional del asunto- y en cambio, declarar la nulidad de lasentencia para que el TCT dicte otra en la que razone el cambio decriterio. A su vez, en la STC 144/1988 se pretende huir de esta deficienteelaboracin, sentando que la univocidad de las normas para todos losrganos jurisdiccionales no est incluida en el derecho a la igualdad enla aplicacin de las normas, como de univocidad no se tradujera endefinitiva e inevitablemente en aplicaciones distintas, para situacionesidnticas, de una misma norma.

    Sin embargo, no es preciso que el TC haga marcha atrs en laelaboracin de este derecho constitucional a la igualdad en la aplicacinde la ley.

    Basta tan slo con ubicar este derecho en la general necesidadconstitucional de motivacin de las resoluciones judiciales y como unsupuesto especfico de la misma, como aqu se hace.

    No se trata, a nuestro entender, de que la desigualdad en laaplicacin de la ley repercuta en el derecho a la tutela judicial efectiva,como a veces dice el TC, sino que es la falta de motivacin la que producela desigualdad formal. No es la distinta solucin dada a casos idnticoslo que provoca la violacin constitucional sino la inexistente o insuficientemotivacin del cambio. Si la motivacin del cambio es la adecuada -yya hemos visto que la motivacin forma parte de la tutela judicial efectiva-no podr existir desigualdad en la aplicacin de la ley, aunque se adoptensoluciones distintas para situaciones idnticas.

    Es decir, tan slo existir lesin del derecho a la igualdad en la

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  • aplicacin de la ley si no se motiva el cambio de criterio. Luego es laexistencia o no de la motivacin (requisito integrado en la tutela judicial)lo que puede producir una lesin en el principio de igualdad y no a lainversa.

    Por todo ello, ante la imprecisin del TC y dado el carcter formaldel derecho a la igualdad en la aplicacin de la ley -en la forma que hasido conceptuado- hemos optado por incluir el supuesto especial dedesigualdad en la aplicacin de la ley, como un caso especfico demotivacin.

    3. Necesidad constitucional de que el legislador arbitresoluciones que eliminen las desigualdades en laaplicacin de la leyEl reconocimiento del derecho constitucional a la igualdad en la

    aplicacin de la ley plantea dos graves problemas: primero, el de laindependencia de los rganos judiciales, incluso respecto de sus propiosprecedentes -ya solucionado, como hemos visto, al no serles exigiblems que la motivacin adecuada del cambio de criterio, no la prohibicindel mismo-; y segundo, el del derecho del justiciable a que la ley seaplique de manera uniforme, lo que a su vez evidencia la necesidadconstitucional de que existan rganos superiores unificadores de lasresoluciones judiciales.

    La obligacin de que existan tales rganos unificadores, no sloen determinadas ramas del Derecho sino en general en todo tipo deprocesos, no est contemplada en la CE, pero s en la interpretacinque de ella hace el TC. Por consiguiente, al legislador deber generalizaresa solucin, puesto que no es el amparo la va adecuada para remediarel problema.

    Cuando existen recursos contra las resoluciones de los rganosjurisdiccionales inferiores, los superiores jerrquicos se encargan deunificar los criterios contenidos en las mismas y si stos tienencompetencia en todo el territorio nacional, no se produce cuestin alguna.Sin embargo, s surgen problemas cuando el rgano que resuelve losrecursos es de competencia territorial limitada, ya que esos distintosrganos pueden, a su vez, establecer doctrinas desiguales.

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  • El TC no puede dejar de proteger el derecho constitucional a laigualdad en la aplicacin de la ley y al tiempo, ha de reconocer lainexistencia de los cauces procesales adecuados para que la eventualdesigualdad en la aplicacin de la ley pueda corregirse previamente porla propia jurisdiccin ordinaria.

    Si el TC tuviera que proteger en general ese derecho a la igualdaden la aplicacin de la ley en todos aquellos casos en que no existe unrgano judicial ordinario que pueda desempear esa funcinpreviamente, aparte de desnaturalizar su propia funcin, colapsara sufuncionamiento.

    Por ello, en los supuestos en que no existe un rgano unificadornacional, la posicin del TC es dramtica, pues no puede permitir lavulneracin de los derechos constitucionales, pero tampoco puedeconvertirse en un Tribunal de casacin universal, como l mismo dice amenudo. El TC no est para unificar los criterios de los Juzgados de losocial en el tema de vacaciones, por ejemplo, contra cuyas resolucionesno cabe recurso alguno, por el simple hecho de que el legislador nohaya previsto otra solucin.

    En un escaln superior s lo ha previsto el legislador y as, porejemplo, en la Ley de Procedimiento Laboral (art. 215 y ss), haestablecido los recursos de casacin para la unificacin de doctrina.

    Ese sistema de la LPL es adecuado para las desigualdades quepuedan crearse entre las distintas salas de lo social de los tribunalessuperiores de justicia. Sin embargo, respecto a aquellos asuntos queconocen en nica o ltima instancia rganos jurisdiccionales concompetencia en una parte del territorio nacional (juzgados de lo social,audiencias provinciales...), no hay remedio legal, a pesar de que elderecho constitucional de los ciudadanos a la igualdad en la aplicacinde la ley no tolera dejar al albur del reparto el que se aplique una mismanorma de distinta forma segn el Juzgado que le toque en suerte. Eneste aspecto la interpretacin dada por el TC a la Constitucin obliga allegislador a arbitrar una solucin.

    Pero como quiera que el legislador no ha solucionado todava eseproblema, el TC se debate entre afirmaciones reiteradas de que las

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  • diferencias entre las resoluciones de los tribunales inferiores no tienenrelevancia constitucional, exigiendo que las desigualdades denunciadasvengan producidas por los propios rganos superiores encargados dela unificacin y la estimacin, en cambio, de concretos recursos deamparo contra resoluciones de esos mismos tribunales inferiores.

    En ese intento de no convertirse en un tribunal universal decasacin, el TC ha tenido incluso que establecer si las secciones deuna misma audiencia provincial deberan considerarse un nico tribunalo tribunales distintos a efectos de apreciar una posible vulneracin delderecho a la igualdad en la aplicacin de la ley, inclinndose unas vecespor considerarlas como un nico tribunal y otras como tribunalesindependientes, posicin esta ltima que parece prevalecer, ms comomecanismo de defensa que por ser la solucin ms acorde con losprincipios constitucionales.

    La cuestin es clara, el TC tiene una intervencin subsidiaria enmateria de derechos fundamentales y no puede estar dedicado a unificar.los criterios de los Jueces de primer nivel, labor que ha de correspondera rganos judiciales superiores, mediante la jurisprudencia. Es esajurisprudencia, en este caso el de la igualdad en la aplicacin de la ley.4. Requisitos para poder apreciar violacin del derecho a

    la igualdad en la aplicacin de la leyLa presunta desigualdad en la aplicacin de la ley, para que tenga

    relevancia constitucional, deber reunir los siguientes requisitos:

    4.1. Provenir las resoluciones contradictorias de un mismorgano, que adems normalmente sea el encargado de unificarla jurisprudencia.La desigualdad inconstitucional puede alegarse, no cuando

    cualquier rgano judicial dicta sentencias contradictorias sin razonablefundamentacin sino tan slo cuando la desigualdad proviene de aquelo aquellos rganos que asumen la funcin de uniformar los criteriosinterpretativos de tribunales inferiores.

    El TC slo puede intervenir para apreciar la posible desigualdad

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  • en la aplicacin de la ley si se ha dado a la jurisdiccin ordinaria laposibilidad de corregir ella misma sus propias contradicciones y no paradecidir entre dos o ms interpretaciones discrepantes de la legalidad,cul de ellas es la correcta.

    4.2. Tratarse de situaciones fundamentalmente idnticas.Es claro que, para poder alegar una posible desigualdad en la

    aplicacin de la ley, es requisito indispensable que entre los supuestosde hecho contemplados en las dos resoluciones comparadas exista unaidentidad bsica, identidad que puede faltar incluso por la distinta formaen que las partes lleven dos procesos sobre hechos bsicamente iguales.

    4.3. Existir una resolucin anterior que sirva de trmino decomparacin respecto a la que se presume vulneradora delprincipio de igualdad en la aplicacin de la ley y que seareveladora de una doctrina consolidada.La resolucin que se toma como trmino de comparacin debe

    ser anterior, fruto de una doctrina uniforme y consolidada, requisito queno existe cuando el propio rgano judicial cita varios precedentes suyosen contra.

    La desigualdad, por tanto, debe producirse de una resolucinanterior con respecto a otra posterior y no a la inversa. No puede decirseque la resolucin B haya producido desigualdad en la resolucin A, sinoque la existencia de A puede ocasionar que se produzca una desigualdaden B -donde A y B tienen no slo una sucesin ordinal, sino tambintemporal-.

    4.4. Que se produzca un apartamiento arbitrario y nofundamentado del cambio de criterio.Como hemos reiterado, el derecho a la igualdad en la aplicacin

    en la ley no veda que los jueces y tribunales cambien sus criteriosinterpretativos, pues ello conducira a la petrificacin del ordenamientojurdico. Lo que veda el principio de igualdad en la aplicacin de la leyes una interpretacin voluntarista o arbitraria de la norma que, sin baseen una motivacin fundada, altere el sentido de sus resoluciones

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  • anteriores, apartndose del mismo no reflexiva y razonadamente, sinoen virtud de circunstancias que no resulten justificadas. En el momentoen el que haya motivacin del cambio, dejar de existir la posibilidad dequedar lesionado el principio de igualdad en la aplicacin de la ley. As,aunque con escasos das de diferencia un mismo tribunal dicte dossentencias contradictorias, si cada una obedece a distintas teorajurdicas, no cabe hablar de vulneracin de este derecho.

    Sin embargo, las meras razones de oportunidad no pueden motivarun cambio ni puede negarse la igualdad para hacer efectiva la igualdad.Asimismo, si la motivacin del cambio es insuficiente, irrazonable etc.,entonces puede vulnerarse el requisito de la motivacin de lassentencias, que ya hemos analizado.

    4.5 Que se persiga la igualdad en la legalidad, no en lailegalidadEn este mbito de la igualdad en la aplicacin de la ley, rige tambin

    el principio general aplicable en relacin al art. 14 CE. Lo que se puedepretender es que se aplique la igualdad dentro de la legalidad, no quese trate a uno igual que a otro respecto del que no se actucorrectamente.

    5. Supuestos de desigualdad en la aplicacin de la leyapreciados por el TC

    Los supuestos puros de desigualdad en la aplicacin de la leyson difciles de producirse. La STC 551/98, al otorgar el amparo, examinauno casi de laboratorio: Dos hermanos fueron despedidos por ofensasal gerente de la empresa, cometidas en una carta que escribieronconjuntamente; presentadas demandas por los dos hermanos,correspondieron a distintas magistraturas de trabajo una de las cualesdecret la procedencia del despido y la otra, su improcedencia. Las dossentencias fueron recurridas en casacin ante el Tribunal Supremo elcual, con diecisis das de diferencia, dicta sendas sentencias, unaratificando la improcedencia del despido y la otra, ratificando laprocedencia, sin aducir justificacin alguna del distinto trato.

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  • Como decamos anteriormente, el TC, a pesar de las declaracionesque ha hecho, destinadas al legislador, en el sentido de que faltanrganos judiciales ordinarios para unificar la jurisprudencia, no ha evitado,en una actitud digna de encomio, pronunciarse en supuestos flagrantesde desigualdad causados por tribunales inferiores frente a los que nocaba recurso unificador. Pueden darse los siguientes ejemplos:

    En la STC 181/1987, el TC estima el amparo y declara la nulidadde una sentencia de la Seccin Sptima de la Audiencia Provincial de Madridque, frente al ejercicio de una accin real del art. 41 de la Ley Hipotecaria,resuelve de forma radicalmente diferente a como lo haba hechoanteriormente en resolucin del mismo ponente, sin justificar el cambio.Tratndose de hechos idnticos, en un caso, la audiencia haba aceptadola existencia de ttulo oponible frente a la accin real y en otro, no.

    La STC 491/1985 del 28 de marzo anula una sentencia de laMagistratura de Trabajo porque se aparta, sin motivo alguno, de lasresoluciones que haba dictado con anterioridad en idnticos asuntos.

    Es decir, que a pesar de su propia doctrina y mientras el legisladorno se decide a establecer cauces normales para evitar estasdesigualdades flagrantes, el TC no deja de ser sensible a estasviolaciones constitucionales y entra a resolverlas.

    Como ejemplo de desigualdad en la aplicacin de la ley causada porrgano encargado de la unificacin de la jurisprudencia -supuesto que habrade ser el normal en el que se pronunciara el TC-, puede servir la STC 101/1987 del 15 de junio. El TCT tena establecido que el error en el diagnsticode una enfermedad se equiparaba a denegacin de asistencia mdica, aefectos de recuperar los gastos mdicos por haber acudido a serviciosdistintos de la seguridad social. En la sentencia citada, el TCT, a pesar dereconocer tratarse de un error en el diagnstico, no concede el reintegro degastos mdicos, sin razonar si haba cambiado o no de criterio.

    6. Las garantas de la tutela judicial efectiva en orden a laigualdad en la aplicacin de la ley

    El ciudadano no puede aceptar que unos mismos hechos tenganante los rganos judiciales soluciones radicalmente distintas, segn a

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  • donde la suerte del reparto destine su peticin o qu juzgado o tribunalsea el competente.

    Lo que demandaba la pura lgica es en la actualidad un derechoconstitucional, el derecho a la igualdad en la aplicacin de la ley. Hoyda es inconstitucional que supuestos iguales sean resueltosdefinitivamente por los diferentes juzgados o secciones de audienciaprovincial de distinta forma. Otra cosa es que, en esos casos, siemprese tenga acceso al recurso de amparo.

    En nuestro ordenamiento jurdico actual existen zonas en las quees imposible conseguir que los rganos judiciales inferiores hagan unaaplicacin igual de la ley a supuestos iguales. En esos casos el TC nodebera tener que intervenir mediante el recurso de amparo, sino quetendra que ser la propia jurisdiccin ordinaria la que corrigiera taldisyuncin.

    El legislador debe dar a los propios tribunales ordinarios laposibilidad de que, de oficio o a iniciativa de las partes, puedan corregiresas disfunciones, siendo siempre subsidiaria la actuacin del TC. Yuna vez que existan rganos jurisdiccionales unificadores de lasresoluciones de los inferiores, el derecho constitucional a la igualdad enla aplicacin de la ley viene a coronar ese edificio garantizando queaquellos no cambiarn arbitrariamente de criterio.

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  • CAPTULO CUARTO

    Requisitos de la resolucin judicial: La fundamentacin en Derechoque se atenga al sistema de fuentes establecido

    La doctrina del TC acerca del contenido de la tutela judicial efectivahace siempre referencia, como hemos visto, al derecho a una resolucinmotivada y fundada en Derecho. Analizada la motivacin, vamos a verahora qu comporta la exigencia de que la resolucin est fundada enDerecho.

    1. El concepto de resolucin fundada en DerechoLa fundamentacin es inherente a la idea de sentencia, as como

    al carcter pblico del proceso, y comporta que la resolucin dictadapor el rgano jurisdiccional, se base en ley adecuada al caso y nocontenga elementos arbitrarios o irracionales siendo arbitraria unaresolucin cuando carece de motivacin, o la misma es ajena alordenamiento jurdico. Por otra parte, la ley ha de ser aplicada einterpretada correctamente desde el punto de vista constitucional.

    La fundamentacin, aunque distinta, est ntimamenterelacionada con la motivacin. Si no hay motivacin, por definicin,tampoco puede haber fundamentacin, pero aun existiendo motivacin,puede no existir fundamentacin ya que sta representa un plus sobreaqulla. Ese plus consiste en que la motivacin ha de ser unamotivacin tecnico-jurdica, de tal forma que una resolucin judicial noestar fundamentada si su motivacin se basa en elementos externosal ordenamiento jurdico aplicable.

    Un ejemplo de la ntima relacin entre motivacin y fundamentacinlo constituye la prueba circunstancial o indiciaria en materia penal queexige, especficamente, para poder considerar que est fundada enDerecho, la expresa motivacin de cmo y por qu se estiman talesindicios como incriminadores por parte del rgano judicial.

    Es obvio que la ley aplicada ha de pertenecer al ordenamientojurdico espaol, ser la apropiada al caso, haber sido adecuadamentepublicada y no ser ajena a las reglas y principios de tal ordenamiento.

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  • La finalidad de la fundamentacin es, como en la motivacin, elconvencimiento de las partes, la publicidad y la posibilidad de control delas resoluciones judiciales. Esas finalidades slo son posibles "...si laSentencia hace referencia a la manera en que debe inferirse de la Leyla resolucin judicial y expone las consideraciones que fundamentan lasubsuncin del hecho bajo las disposiciones legales que aplica. Deotra manera, la Sentencia no podra operar sobre el convencimiento delas partes ni de los ciudadanos, ni podra permitir el controlcorrespondiente a los Tribunales que todava pudieran intervenir por lava de los recursos previstos en las Leyes". Por ello, no estfundamentada una resolucin que no razona cmo la imprudencia queaprecia se conecta con el resultado daoso producido.

    El que una resolucin est fundada en Derecho supone por tanto:1) Que se seleccione la norma a aplicar de forma razonada y razonable,de acuerdo con el sistema de fuentes espaol. 2) Que la norma elegidasea la adecuada al caso, eleccin que, de ser razonable y no afectar aningn derecho fundamental, no podr ser revisada por el TC. 3) Quese exponga razonadamente el por qu la norma jurdica que haya sidoseleccionada justifica la resolucin adoptada. 4) Que dicha norma seaconstitucional y se aplique e interprete de acuerdo con la Constitucin.

    2. Cundo una resolucin judicial no est fundada enDerecho

    De acuerdo con ello y con la doctrina del TC podemos concluirque una resolucin no estar fundada en Derecho:

    Cuando la norma seleccionada para su aplicacin carezcapatentemente de validez, no sea la adecuada, la seleccin sea errneao cuando no se motive racionalmente su eleccin;

    cuando no especifique el artculo o parte del mismo en que sebasa, si no es posible deducirlo del contexto, no se citen las disposicionesconcretas que se aplican o se limite a copiar artculos, de forma similara lo que ocurrira en una demanda.

    c) cuando la decisin sea arbitraria, irrazonada o irrazonable,absurda, no exista conexin entre la motivacin y el fallo o la

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  • argumentacin sea incoherente;cuando se omita todo razonamiento respecto de alguna de las

    pretensiones o causa de inadmisibilidad, o cuando la fundamentacinno est lo suficientemente particularizada o sea genrica;

    cuando se parta de un hecho errneo, no se haya consideradorealmente el objeto en cuestin o la fundamentacin se refiera a hechosdistintos de los planteados;

    cuando el juez, a pesar de estar obligado a juzgar segn la ley,no la respeta, resuelve ms all de su jurisdiccin y por tanto, lo hacesin fundamentacin. No lo hace, sin embargo, si rebaja una sancin porinvidencia del infractor, ya que esa circunstancia es incardinable dentrode la equidad, prevista legalmente;

    cuando la interpretacin de la legalidad no sea adecuada a ladada por el TC. Como cuando no se aplica el principio deproporcionalidad al decidir la procedencia o no de mantener una fianzadepositada para eludir la prisin provisional, se considera que el plazomximo de prisin provisional es para cada uno de los delitos acumuladosse mantiene un criterio distinto al TC en relacin a la alimentacin depresos en huelga de hambre.

    Resumiendo, podramos decir con PEREZALGAR: "No basta, enefecto, manejar artculos de una ley para que la resolucin sea unaresolucin fundada en Derecho. La resolucin fundada en Derechoincorpora no slo el dato legal, sino tambin las reglas del razonamientojurdico en virtud de las cuales ese dato legal debe aplicarse a la realidadfctica. En caso contrario, cuando slo existe una amalgama depreceptos legales prescindiendo del mtodo jurdico necesario paraaplicarlos, la decisin tendr una apariencia de Derecho, pero en realidadno ser una decisin fundada en Derecho".

    3. Las facultades del TC en relacin a la aplicacin ointerpretacin de las leyes por los tribunales ordinariosEl tema de la fundamentacin en Derecho de las resoluciones

    judiciales plantea la cuestin de hasta qu punto el TC, en su funcin desupremo intrprete y garante de la CE, puede entrar en el examen de la

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  • aplicacin e interpretacin que de la legislacin ordinaria hacen los juecesy tribunales. Ya hemos visto en el epgrafe anterior que la seleccin dela norma aplicable, mientras sea razonable y no impida u obstaculicegravemente un derecho fundamental y en lo que afecta a este trabajo,cualquiera de los derechos que integran la tutela judicial efectiva, esfuncin exclusiva de los Tribunales ordinarios.

    Lo mismo puede decirse de la interpretacin de la legislacinordinaria. El TC slo puede entrar a examinarla en orden a la proteccinde los derechos constitucionales, concretamente en lo que a este trabajoafecta, en orden al respeto del conjunto de derechos y garantasprocesales integrados dentro del derecho a la tutela judicial efectiva,entre las que se encuentra, como veremos en el captulo siguiente, sumisma razonabilidad.

    As, aunque un rgano judicial se aparte tanto de la interpretacinnormal de un precepto que haga pensar en una desvirtuacin del mismo,si esa interpretacin es motivada y no irrazonable, el TC no puedeintervenir. En estos casos, ms que cuestionar un apartamiento radicalde la interpretacin normal, lo que frecuentemente puede alegarse esausencia, de una verdadera motivacin.

    Resumiendo, pues, la fundamentacin que en la legalidad ordinariahacen los jueces y tribunales no es atacable ante el TC salvo que lamisma no sea razonada o razonable o lesione algn derechofundamental. Planteada as la cuestin, pasamos seguidamente aprecisar la distincin entre legalidad constitucional (exclusiva del TC) ylegalidad ordinaria (exclusiva de jueces y tribunales) que est en la basede lo expuesto.

    4. Legalidad constitucional y legalidad ordinaria

    No obstante el principio general de respeto a la ley quesolemnemente se recoge en el art. 10 CE, la mera vulneracin de lalegalidad por parte de Jueces y Tribunales no es, por s misma, unacuestin protegida constitucionalmente a travs del recurso de amparo.

    Ya decamos en la segunda parte de este trabajo, al tratar de laindefensin, que la mera infraccin de una norma procesal, si no afecta

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  • a una garanta constitucionalizada, no era recurrible en amparo.El TC slo puede ocuparse de cuestiones constitucionales y no

    de las legales, competencia exclusiva de los jueces y tribunalesordinarios.

    Las cuestiones de interpretacin de la legalidad ordinaria no tienenacceso al TC, ya que el derecho a la tutela judicial efectiva no garantizael acierto de las resoluciones de los rganos jurisdiccionales ni stepuede pronunciarse sobre cul sea la interpretacin ms adecuada dela misma o la que tenga mayor o menor acierto.

    No obstante lo que acaba de afirmarse, para el TC, a efectos decumplir con su misin, no existe una separacin real entre los planos deconstitucionalidad y legalidad, debido a la unidad del ordenamientojurdico y a la supremaca de la CE, por lo que, en el ejercicio de sufuncin de intrprete mximo de los derechos fundamentales, puedetambin entrar en el plano de la legalidad. Este es el origen de muchasde las crticas injustificadas que se hacen al TC.

    En lo que respecta al objeto de este trabajo, el plano de legalidaden el que normalmente entrar el TC, dado el carcter formal del recursode amparo basado en el art. 24.1 CE, ser, segn recoge la citada 50/1984, el procesal y no el sustantivo.

    El TC tiene, ciertamente, la exclusividad en el tema de los derechosfundamentales y por tanto, en el conocimiento de todas aquellasgarantas incluidas en el derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24.1CE aqu estudiado). Pero adems de eso, el TC puede tambin entrara analizar la legalidad ordinaria siempre que sta:

    Est de alguna forma ligada a derechos constitucionales;no se aplique de acuerdo con la CE;se interprete de forma no razonada o razonable;se incurra en error patente En principio, por tanto, la aplicacin einterpretacin de las normas es una cuestin de legalidad quecorresponde a los jueces y tribunales ordinarios y no al TC, salvoque afecte a derechos fundamentales, como es el caso del derecho

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  • a la tutela judicial aqu estudiado. Y dada la amplitud de lasgarantas procesales integradas en el derecho fundamental a latutela judicial efectiva, el TC podr entrar a examinar la legalidadordinaria, en este caso procesal, siempre que sta cuestionecualquiera de esas garantas procesales constitucionalizadas aquestudiadas.

    5. La garanta de la constitucionalizacin del sistema defuentesAcabamos de ver que la seleccin de la norma aplicable y su

    interpretacin por parte de los tribunales ordinarios slo puede serrevisada por el TC cuando aqullas son inmotivadas o irrazonables,afecten a un derecho fundamental, no se adapten a los valoresconstitucionales o incurran en un error patente.

    Pero adems, los jueces y tribunales han de hacer siempre esaseleccin e interpretacin de la norma sometidos a la ley, sometimiento.que constituye otra exigencia constitucional en las resoluciones judiciales,incluible dentro del derecho a la tutela. Ese sometimiento de los jueces ytribunales a la ley ha de evidenciarse de tal forma que la seleccin einterpretacin de la norma puedan ser consideradas siempre como una delsistema jurdico y como una derivacin de su sistema general de fuentes.

    El TC inici la construccin de esta doctrina en la STC 231/1988. .En ella se sostiene que, evidentemente, el juzgado que deja de aplicaruna ley posterior a la CE sin plantear cuestin de inconstitucionalidad, norespeta el sistema de fuentes del Derecho espaol. Pero la Sentenciadel TC dice algo ms, sostiene que el rgano judicial no puede quebrar elderecho del justiciable a que su pretensin sea resuelta de acuerdo conel sistema de fuentes, "...no aplicando la regla en que la pretensin sebase", ya que, si el rgano judicial, con notorio error, deja de aplicar la leyque est en la base de la pretensin, vulnera el derecho a la tutela judicialefectiva. Es decir, que el justiciable tiene un derecho constitucional a quesu pretensin se resuelva de acuerdo con la ley aplicable en la que sebasa, salvo motivacin razonable del rgano judicial .

    La seleccin y aplicacin de las leyes a un supuesto concreto,adems de ser motivada y razonable, ha de efectuarse por tanto entre

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  • aquellas normas que, encontrndose dentro de nuestro ordenamientojurdico, son sealadas para ello por el sistema de fuentes establecidoen el art. 1.7 del Cdigo Civil. En este sentido puede decirse que esteartculo ha sido elevado a rango de garanta constitucional.

    El rgano jurisdiccional est obligado a resolver sometido al imperiode la ley (art. 117 CE), es decir, secundum legem, pero adems, ha dehacerlo de acuerdo con la ley que est previamente sealada en elsistema de fuentes establecido y mediante un razonamiento que seareconocible como aplicacin del sistema jurdico y no constituya unmecanismo irrazonable para dejar de aplicar la ley. Correlativamente,el ciudadano tiene derecho a que su peticin sea resuelta de acuerdocon ese sistema de fuentes que le seala, primero, la ley aplicable alcaso y segundo, la solucin previsible que se desprende de dicha norma,todo ello dentro del margen de seguridad jurdica necesaria en un estadode derecho. Esa ley, indicada en el sistema de fuentes, ha de ser aplicadaforzosamente por el rgano jurisdiccional, salvo que ste la cuestionedesde el punto de vista constitucional.

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  • CAPTULO QUINTO

    Requisitos de la resolucin judicial: Su necesaria racionalidad orazonabilidad

    1. Los principios de racionalidad y de razonabilidad en elDerecho

    Un supuesto que expresa grficamente la diferencia entreracionalidad y razonabilidad en el campo del Derecho es el que,tomndolo a su vez de otros autores, menciona RECASENS SICHES:Un campesino polaco acudi con un oso a una estacin de ferrocarril yse encontr all con un letrero que deca prohibido pasar al andn conperros. La interpretacin estrictamente lgica y racional habra sidoque, al no estar comprendidos los osos en la categora de perros, elempleado de los ferrocarriles debera haber dejado pasar al campesinoal andn con su oso. Sin embargo, obviamente, la decisin que adoptel empleado de los ferrocarriles fue la de prohibirle el paso, decisinque no era estrictamente racional sino la razonable que, en su lugar,habra tomado cualquier persona con sentido comn.

    RECASENS SICHES seala y reitera el carcter marginal -contralo que pueda creerse- de la lgica pura o racional en el campo delDerecho frente a la lgica de lo razonable, que es la lgica de la conductahumana y por tanto, la aplicable en el terreno jurdico. En el campo delDerecho no se pueden aplicar elementos o estructuras puramente lgicassino logoides, ms o menos relacionadas con la lgica pero no con unalgica pura sino con una lgica prctica o humana.

    Por su parte, Manuel ATIENZA RODRIGUEZ seala que elconcepto de racionalidad -del que sera subsidiario el de razonabilidadcuando no fuera posible aplicar aqul- es para muchos autores elconcepto central o uno de los centrales de la teora y de la prctica delrazonamiento jurdico.

    Segn ATIENZA, a quien seguimos en esta materia, por decisinjurdica racional hay que considerar a aquella que es susceptible deser justificada racionalmente, justificacin que se producira si y slo

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  • si: 1) respeta las regas de la lgica deductiva; 2) respeta los principiosde la racionalidad prctica que, adems de la racionalidad lgica delpunto anterior, exige la presencia de los principios de consistencia,eficiencia, coherencia, generalizacin y sinceridad; 3) no eludepremisas jurdicas vinculantes; 4) no utiliza criterios de tipo tico,poltico o similares, que no estn previstos especficamente por elordenamiento.

    En cambio, una decisin jurdica sera simplemente razonable si yslo si: a) se adopta cuando no es posible tomar una decisin racional;b) logra un equilibrio ptimo entre las exigencias que plantea la decisin;y c) obtiene un mximo de consenso.

    Queda claro por tanto que tambin para Manuel ATIENZA larazonabilidad es subsidiaria de la racionalidad y que esa subsidiariedades la situacin normal en el campo del Derecho. En efecto, si el conceptomismo de racionalidad utiliza ya criterios ticos o poltico, aunque estnprevistos expresamente en el ordenamiento hasta qu punto nosencontramos todava en el terreno de lo racional y no en el de lorazonable?.

    El campo de la estricta racionalidad es, por tanto, muy limitado enel Derecho. Como dice RECASENS SICUES, quedara reducido a lasformas jurdicas puras o a priori (por ejemplo, no puede existir derechosin el correlativo deber), al principio de identidad o no contradiccin, alas inferencias, a determinadas cuestiones prcticas (matemtica, etc.)y poca cosa ms. Todo lo dems habra de basarse en la lgica no delo racional sino de lo razonable.

    Y es que la decisin puramente racional slo puede ser una,mientras que, descartada sta por los motivos que sean, las decisionesrazonables posibles pueden ser varias, debiendo tener por tanto losrganos jurisdiccionales un cierto margen de libertad. Por ello, el TC nopuede examinar si una decisin o interpretacin es ms razonable queotra, estndole permitido tan slo constatar que una decisin no esrazonable, que no se encuentra en ese mbito de posibles decisionesrazonables.

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  • 2. La racionalidad o razonabilidad de las resolucionesjudiciales como requisito distinto de la motivacin yfundamentacin en Derecho

    Ya hemos visto anteriormente que la resolucin judicial ha deser razonada, motivada y fundada en Derecho. Sin embargo, laresolucin judicial ha de ser adems racional o razonable, ha de ser elresultado de una exgesis racional y no arbitraria del ordenamiento yno ha de contener elementos irracionales. Y es que el derecho a latutela judicial efectiva exige tambin que las pretensiones que losciudadanos ejercitan ante los tribunales no reciban respuestasabsurdas o manifiestamente irrazonables y que la necesaria motivacinde las resoluciones judiciales sea racional o en su caso, razonable.De tal forma que es posible basar un recurso de amparo nica yexclusivamente en la falta de razonabilidad de la decisin jurisdiccionalo de la interpretacin efectuada.

    El requisito de la racionalidad o razonabilidad de las resolucionesjudiciales es algo distinto a su motivacin o fundamentacin en Derechoy lo demuestran dos supuestos que pasamos a analizar, entre otrosmuchos que la jurisprudencia del TC podra proporcionarnos: Se tratade los hechos contemplados en las STC 13/1985 del 31 de enero y 11/1988 del 2 de febrero.

    En la primera de estas resoluciones se estima el recurso de amparointerpuesto por un peridico contra la prohibicin de un juzgado deinstruccin de que publicara las fotografas de un incendio por el quedicho juzgado instrua un sumario. Inicialmente la prohibicin del juzgadono fue motivada, aunque posteriormente, al resolver el recurso dereforma, se bas en el secreto del sumario y en el posible perjuicio parala investigacin.

    Prescindiendo del tema de la legalidad del secreto del sumario -que se analiza en la sentencia-, lo cierto es que dicha resolucin,denegando el permiso para publicar tales fotografas, fue motivada (dabacomo razones del mismo el posible peligro para la instruccin) yfundamentada en Derecho (alegaba la institucin jurdica del secretodel sumario).

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  • Pues bien, a pesar de que la resolucin del juzgado deinstruccin y la de la audiencia que la completaba reunan todos losrequisitos formales de las resoluciones judiciales, el recurso deamparo fue estimado por no considerarse razonable tal decisin enlos trminos en que fue hecha. Y difcilmente podr objetarse elrazonamiento del TC. La decisin del juzgado, confirmada por laaudiencia, es irrazonable para el TC porque, pretendiendo basarseen un posible perjuicio para la investigacin sumarial, el juez prohibila publicacin de las fotografas sin ni siquiera haberlas visto, con loque mal poda conocer si eran o no perjudiciales para la investigacinsumaria!.

    En la segunda de las Sentencias citadas, el TC estima el recursode amparo interpuesto por dos socorristas, contratados por un PatronatoMunicipal de Deportes, que fueron sancionados con un mes desuspensin de empleo y sueldo. Dichos socorristas interpusieron, entiempo y forma, demanda de conciliacin ante el IMAC y posteriormenteante la Magistratura de Trabajo. Esta, en lugar de advertirles, conformea lo dispuesto en el art. 72 de la LPL entonces vigente, que, por tratarsede un rgano administrativo, lo procedente no era la demanda deconciliacin ante el IMAC sino la reclamacin previa administrativa,desestim pura y simple- mente la demanda. Ante el rechazo de supretensin por ese motivo, los dos trabajadores se apresuraron a formularla reclamacin previa administrativa y seguidamente nueva demandaante la Magistratura de Trabajo. Pero en esta ocasin, la mismaMagistratura que haba desestimado la primera demanda por no haberefectuado la reclamacin previa, desestim la segunda demanda porquela reclamacin previa se haba efectuado fuera de plazo y por tanto laaccin haba caducado.

    Evidentemente, en ambos supuestos las resoluciones de losrganos jurisdiccionales no eran razonables y as lo declar el TC quienno se extralimita al hacerlo 211. Con ello queda evidenciado que, conindependencia de que la resoluciones judiciales sean motivadas yfundamenta- das en Derecho, las mismas han de reunir tambin elrequisito adicional de su racionalidad o razonabilidad, han de serracionales o, como mnimo razonables.

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  • 3. Los diversos sentidos que el TC atribuye al concepto derazonabilidad y supuestos de falta de razonabilidadapreciados por el TC como vulneradores del derecho ala tutela judicial efectivaYa que los supuestos en los que puede aplicarse la racionalidad

    estricta en el campo del Derecho son, como hemos visto, excepcionales,habr que precisar muy especialmente la definicin del requisito derazonabilidad que han de cumplir tambin las resoluciones judiciales.

    En este aspecto, quienes estn familiarizados con la jurisprudenciadel TC habrn constatado la profusin con la que el mismo hace uso delconcepto de razonabilidad, que ha introducido en nuestro ordenamiento,ya sea para analizar la constitucionalidad de una ley, examinar unaalegacin de discriminacin o resolver un recurso de amparo contrauna resolucin judicial.

    Pero el concepto de razonabilidad, tan frecuentemente utilizadopor el TC, no en todos los contextos viene a significar lo mismo.Analizando esos contextos en los que el TC apela a la razonabilidad,podemos constatar, en primer lugar, que como se ha indicadoanteriormente, los supuestos de vulneracin de la lgica pura (a fortioriconsiderados como no razonables por el TC) son escassimos, mientrasque en la mayora de ellos lo que se da son problemas de lo queRECASENS SICHES denomina lgica de la conducta humana; y ensegundo lugar, podemos constatar tambin que el TC no tiene unconcepto unvoco de razonabilidad.

    La ordenacin, por su respectiva frecuencia e importancia, de lossignificados que por el contexto cabe atribuir al concepto de razonabilidadutilizado por el TC, da como resultado la siguiente jerarquizacin:

    3.1. La razonabilidad de una decisin corno exigencia de unacausa real para tomarla.El primer y ms importante significado del concepto de

    razonabilidad empleado por el TC es aquel que equipara falta derazonabilidad a falta de causa o motivo verdadero para la toma de unadecisin. Decisin no razonable sera aquella que se toma sin motivo,

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  • sin razn o causa yparalelarnente, decisin razonable sera aquellaque tiene un motivo, una causa, una finalidad para ser adoptada.

    Las manifestaciones de esta acepcin preponderante derazonabilidad son muy numerosas a lo largo de la doctrina del TC,pudiendo sealarse, a modo de ejemplo, las siguientes:

    La exigencia de una base real (razonable) para que la ley puedaestablecer entre los ciudadanos diferencias que no se considerendiscriminatorias. Efectivamente; como dice el ATC 1053/1988, entreotras muchas resoluciones, constituyendo la base de toda la doctrinadel TC al respecto, "...el principio de igualdad de los espaoles ante laLey que consagra el art. 14 de la Constitucin opera como lmite alpropio legislador, que no puede establecer desigualdades cuando ladiferencia de trato carezca de una justificacin objetiva y razonables;

    el TC considera irrazonable basar una decisin (que puede serla inadmisibilidad de una demanda o recurso) en un hecho que luegoresulta inexistente o que no guarda relacin con el tema;

    el TC considera irrazonables los excesivos formalismos,precisamente porque la forma, cuando se aplica prescindiendo de sufinalidad, se convierte en algo hueco, carente de contenido. Y hay quecalificar de formalismo, por ejemplo, exigir un requisito procesal cuyafinalidad ha desaparecido;

    son dilaciones irrazonables aquellas que carecen de causa omotivo que las puedan justificar.

    e) Es tambin irrazonable un cambio de criterio por parte de lostribunales en la aplicacin de la Ley, si el mismo carece de unrazonamiento que lo sustente.

    3.2. La razonabilidad como exigencia de proporcin entrelos fines y medios de una decisin.La segunda acepcin de razonabilidad, en orden de importancia,

    es la que equipara razonabilidad con proporcin y concordancia entrelos fines anunciados de una decisin y los medios empleados paraconseguirlos.

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  • Esta acepcin complementa la anterior que hara referencia a lamera existencia de una causa y sta, a la necesidad o correccin deesa causa, necesidad o correccin que se medira precisamente por laadecuacin y proporcin de los medios a los fines.

    El examen de la adecuacin de los medios a los fines es tambinuna constante en la jurisprudencia del TC y as, ste se hapronunciado sobre si los recargos en la consignacin de la condenaen los procedimientos laborales eran adecuados o no para garantizarla ejecucin sobre si una determinada expropiacin era adecuadapara salvaguardar el sistema financiero, si la buena conducta guardaalguna relacin con el cobro de una pensin, si la necesariaautorizacin para querellarse por injurias, vertidas en unprocedimiento, es adecuada para salvaguardar la libertad de accesoal proceso 30, etc.

    3.3 La razonabilidad como exclusin de lo contradictorio yde lo absurdo.La tercera gran acepcin de razonabilidad en la jurisprudencia del

    TC considera irrazonable aquello que es en s mismo contradictorio oque conduce a un resultado absurdo.

    El TC considera irrazonable -en realidad, debera decir irracional,de acuerdo con lo expuesto en el primer epgrafe de este captulo- unaresolucin que no respeta las reglas de la lgica, como por ejemploaquellas que violan el principio de identidad, de contradiccin o quecarecen de sentido.

    En esta misma lnea, no es razonable -por absurdo- prohibirla publicacin de unas fotografas relativas a un incendio sometidoa investigacin judicial sin conocer su contenido, exigir a la parteun requisito que no depende de ella considerar no acreditado queuna demanda, presentada conjuntamente por ms de dos miltrabajadores, no afectaba a un gran nmero de trabajadores aefectos de posibilitar un recurso laboral que no caba por su cuantaconsiderar caducada una accin por no constar la fecha de unadeterminada notificacin, etc.

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  • 3.4 La decitln razonable como aquella que, despus deser analizada, puede ser reconocida como tal por cualquierpersona.La cuarta gran acepcin de razonabilidad sera aplicable a aquellas

    situaciones en las que la decisin ha de tomarse optando entre mltiplesposibilidades, todas razonables, cuando ninguna de ellas puedeimponerse sobre las dems y cuando no es posible tampoco estudiarexhaustivamente en todas la proporcionalidad de fines y medios.

    El parmetro de razonabilidad habra de constatar tan slo, enestos casos, que la decisin adoptada es una de las mltiples decisionesrazonables posibles.

    En este tipo de decisiones, precisamente por la dificultad de mostrarsu razonabilidad, es donde el TC apela al criterio de que pudieran serreconocidas como tales, bien por cualquier persona normal, bien por unmiembro medio de la comunidad jurdica. Es tambin un criterio utilizadopor el TEDH, como nos recuerda la STC 104/1990 de 4 de junio.

    As, cualquier persona puede decidir si es o no razonable que laadministracin opte por revisar el catastro no de forma simultnea sinosucesiva o que, en determinadas condiciones, se considere a unciudadano en paradero desconocido. A su vez, el TC apela al miembromedio de la comunidad jurdica cuando habla de pruebasrazonablemente de cargo para destruir la presuncin de inocencia causaso indicios razonables para decretar la prisin provisional..., etc.

    3.5. Lo razonable equiparado a lo justo y a lo que respetalos valores constitucionales.Otra acepcin de razonabilidad la equipara prcticamente a lo justo

    y a aquello que responde a los valores de la CE, por considerar que larazonabilidad no es slo un instrumento hermenutica.

    As, estima el TC que no es razonable primar el silencio de laAdministracin, negar el inters a quien solicita que se sobresealibremente y no por indulto, unas diligencias penales que se le seguano declarar imprescriptibles las acciones derivadas de la Ley de Amnistacuyo coste repercutira en los empresarios.

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  • Todo ello porque la razonabilidad "...no es un puro sinnimo de lacorreccin hermenutica, sino tambin, adems de ello, exigencia deadecuacin a los valores que la Constitucin incorpora".

    3.6. Otros usos del concepto de razonabilidad.Otros usos del concepto de razonabilidad por parte del TC son

    impropios, espordicos o marginales. As, aveces se equipara razonablecon razonado, con lo deseable pero inexistente o se identifica razonablecon justificable. Tambin se habla de la razonabilidad de la actitud delciudadano que duda entre consignar la renta antigua o la renovada o ladel que sigue las instrucciones que sobre recursos le da la resolucinjudicial y que luego resulta equivocadas.

    Como resumen, y siendo acumulativas las acepciones examinadas,puede decirse que para el TC es razonable un acto o decisin cuandotiene una causa o finalidad que lo justifica, cuando esa finalidad es acordey proporcionada a los medios empleados, cuando la decisin no conduceal absurdo y respeta los valores constitucionales y cuando, despus deanalizada, podra ser reconocida como tal por cualquier persona.

    4. Aplicacin general de la lgica de lo razonable en ladoctrina del TCEsas acepciones de lo razonable, que hemos rastreado en la

    jurisprudencia del TC, las aplica ste en toda la gama de sus resolucionesy en relacin a todos los poderes del Estado.

    En relacin al legislador, el TC utiliza profusamente el parmetrode la razonabilidad para determinar la constitucionalidad de las normas.As, ese parmetro es fundamental a la hora de valorar el respeto alderecho a la igualdad en la ley, analizando si las diferencias que lasmismas crean son razonables o no. Igualmente, ese criterio es decisivoen la valoracin de las leyes procesales ya que el TC ha de decidir si lasmismas introducen impedimentos u obstculos razonables en relacinal derecho a la tutela judicial efectiva. Asimismo, el examen de laproporcionalidad entre fines y medios es un elemento habitual usadotanto por el TC como por los recurrentes en los recursos deinconstitucionalidad.

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  • Lo mismo ocurre en relacin al poder ejecutivo cuya actuacin notiene muchas veces ms posible control que el de su razonabilidad,precisamente porque con frecuencia responde slo a razones deoportunidad. As, el TC ha hecho uso del criterio de razonabilidad parajuzgar, por ejemplo, de la constitucionalidad del Decreto-Ley para laexpropiacin de RUMASA o del establecimiento de servicios mnimospor parte de la administracin en los supuestos de huelga.

    En relacin al poder judicial, como hemos visto, el parmetrode la razonabilidad es omnipresente y se ha convertido en unelemento fundamental en su control. Su aplicacin a todos losmomentos de la actuacin jurisdiccional (seleccin, interpretacin yaplicacin de la norma) es algo trascendental en nuestro sistemajurdico y a lo que creemos no se ha prestado toda la atencin quemerece. Hemos visto que la regulacin para el acceso al procesopor parte del legislador no es omnmoda sino que ha de ser razonable,que la interpretacin de las reglas procesales no puede conducir alabsurdo del formalismo y que las decisiones judiciales han de incluirsu razonabilidad.

    Por ltimo, la razonabilidad no afecta slo a los poderes pblicos,trasciende tambin a las relaciones entre particulares y as, todo aquelque es acusado de ejercer un trato discriminatorio (empresarios,asociaciones, etc.) tiene la carga constitucional de probar la razonabilidadde tales diferencias.

    Puede decirse, por tanto, que la utilizacin de la razonabilidad encuanto al fondo de las resoluciones judiciales y del principio pro accione,en cuanto a la forma, son las dos grandes aportaciones del TC en relacinal derecho a la tutela judicial efectiva.5. La trascendencia del requisito de la razonabilidad de las

    resoluciones judiciales, en cuanto controlable por el TCEl Tribunal Constitucional no puede sustituir el criterio judicial en

    la interpretacin y aplicacin de las leyes, como hemos dicho ya en el.captulo anterior, salvo en determinados supuestos, uno de ellos el dela falta de razonabilidad.

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  • En forma similar a como se dice que el TC es un legislador negativo,tambin aqu, en relacin al tema de la necesaria razonabilidad de lasresoluciones judiciales, podemos decir que el TC es un Juez negativo.No dice cmo se debe juzgar (si sto es ms razonable que aquello),sino que seala aquello que nunca puede ser entendido como juzgar(sto no es razonable).

    Este es un aspecto de la labor del TC que no ha sidosuficientemente resaltado. A travs de la racionalidad y de larazonabilidad el TC, evidentemente de una forma negativa, puede irperfilando y de hecho lo hace, lo que es una funcin jurisdiccional acordecon los postulados constitucionales.

    Se trata de la misma intervencin indirecta que puede tener el TCrespecto del poder legislativo cuando se le considera como un legisladornegativo. Respecto de los Jueces ordinarios, el TC a travs de laexigencia constitucional de la razonabilidad en las decisiones judicialesse ha convertido ya en un juez negativo sobre la legalidad. No puededecir cmo se debe aplicar o interpretar la legalidad ordinaria, pero spuede decir que una determinada aplicacin o interpretacin no esrazonable.

    Hay que sealar, por tanto, que a travs del requisito de lamotivacin adecuada y de su razonabilidad existe una va de penetracinpor parte del TC en la determinacin de la legalidad ordinaria, un controlexterno al propio Poder Judicial que se ha demostrado decisivo en laactuacin que ha llevado a cabo el TC para la puesta en marcha delprofundo cambio que, para el ordenamiento jurdico espaol, harepresentado la promulgacin de la Constitucin de 1978.

    Al tiempo que sealamos esta posibilidad hay que decir, primero,que a pesar de las muchas crticas que el TC ha recibido -frecuentementepor no querer entenderse las mltiples e inevitables aplicacionesconstitucionales de la legalidad ordinaria- ste ha hecho un usomoderado y restrictivo de esa posibilidad y segundo, que elestablecimiento del parmetro de la razonabilidad como clave de bvedadel sistema jurdico ha demostrado ampliamente su utilidad y ha de servirde acicate a los propios rganos jurisdiccionales ordinarios para evitarsu distanciamiento de la realidad..

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  • 6. Consideraciones finales: derechos y garantasprocesales que el TC considera indispensables para laobtencin de una resolucin judicial fundada que pongafin al procesoUna vez que el ciudadano ha tenido acceso a la jurisdiccin

    mediante un proceso determinado, el derecho a la tutela judicial legarantiza que obtendr de los rganos jurisdiccionales una respuesta ala cuestin planteada, de tal forma que la ausencia de esa respuestaconstituye ya de por s una vulneracin de ese derecho.

    La respuesta de los jueces y tribunales deber tener como finalidadprimordial resolver el fondo de la cuestin, poniendo fin al proceso. Sinembargo, excepcionalmente, tal decisin podr ser una resolucin que,motivadamente, acepte la existencia de una causa legal de inadmisino de no pronunciamiento sobre el fondo, causa que deber serinterpretada restrictivamente, sobre todo si se basa en cuestionesformales. El derecho a la tutela judicial efectiva garantiza por tanto alciudadano una resolucin, resolucin que normalmente ser de fondo yexcepcionalmente, de inadmisin o de no pronunciamiento sobre elfondo, en ambos casos debidamente razonada y fundamentada. Lascuestiones de procedibilidad, si bien son de legalidad ordinaria, puedenser examinadas por el TC en tanto en cuanto que su aplicacin, porparte de los tribunales ordinarios, debe hacerse de acuerdo con elderecho fundamental a la tutela judicial efectiva, que exige motivacin.razonable y no pueden coartarlo. La motivacin es un requisitoconstitucional esencial de la sentencia y dems resoluciones judicialesque no sean de mero trmite, de tal forma que si falta puede decirseque no existe sentencia o resolucin judicial sino tan slo un mero actodeclarativo o de voluntad. Por definicin, la motivacin ha de ser expresaya que no puede exigirse a la parte que adivine las razones del juezpara resolver en una u otra forma. Lo que a veces el TC califica comomotivacin tcita o implcita no puede considerarse ms que comosupuestos excepcionales en los que la motivacin, aun estando presenteen la sentencia, requiere un anlisis para hacerla patente claramente,es decir, hay que inferirla. La motivacin ha de extenderse a todos loscomponentes esenciales de la sentencia, es decir, tambin a los hechos

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  • que considera probados y al Derecho que aplica. No tendra senjido nisera razonable exigir publicidad en el mecanismo de aplicacin delDerecho y no en el de seleccin del material fctico, tanto o ms decisivoque aqul. Esta necesidad de extender la motivacin a la seleccinfctica de las sentencias no es un mero desidertum, es una exigenciaconstitucional que deriva inevitablemente del anlisis del derecho a latutela judicial efectiva, al recurso y del sentido que el mismo TC da a lamotivacin.

    Con base en el derecho a la igualdad en la aplicacin de la ley, losrganos judiciales han de motivar tambin adecuadamente los cambiosde criterio que adopten para supuestos idnticos. El ciudadano no puedeaceptar que unos mismos hechos tengan ante los rganos judicialessoluciones radicalmente distintas, segn a donde el reparto destine supeticin. Eso que demanda la pura lgica es en la actualidad un derechoconstitucional, el derecho a la igualdad en la aplicacin de la ley. Hoyda es inconstitucional que supuestos iguales sean resueltosdefinitivamente por los diferentes juzgados o secciones de audienciaprovincial de distinta forma, lo que no quiere decir que siempre se tengaen esos casos acceso al recurso de amparo.

    En nuestro ordenamiento actual existen zonas en las que esimposible conseguir que los rganos judiciales inferiores hagan unaaplicacin igual de la ley a supuestos idnticos. En esos casos el TC nodebera intervenir, sino que tendra que ser la propia jurisdiccin ordinariala que corrigiera tal disfuncin. El legislador debe dar a los propiostribunales ordinarios, "de oficio", o a instancia de parte, posibilidades deque ellos mismos corrijan esas disfunciones, siendo siempre subsidiariala actuacin del TC.

    La fundamentacin de las resoluciones judiciales equivale a sumotivacin con arreglo a Derecho. El TC no puede entrar en esafundamentacin, salvo que afecte a algn derecho fundamental, respectoa los que tiene competencia exclusiva, entre los que se encuentra, comohemos visto, todo el complejo sistema de garantas procesales queintegran la tutela judicial efectiva como derecho fundamental cualificado.

    La motivacin en Derecho o fundamentacin de las resolucionesjudiciales ha de hacerse como una aplicacin de la ley adecuada al caso,

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  • seleccionada conforme al sistema de fuentes vigente en nuestroordenamiento jurdico, lo que materializa el sometimiento del juez a la ley.

    La seleccin de la norma que fundamenta la resolucin judicial osu interpretacin no podr ser impugnada ante el TC salvo que seainmotivada o no razonable o afecte a un derecho fundamental, ya que,con las salvedades establecidas, la aplicacin e interpretacin de la leyes competencia exclusiva de los jueces y tribunales ordinarios.

    Adems de la racionalidad o razonabilidad de su motivacin yfundamentacin en Derecho, las propias resoluciones judiciales han deser tambin racionales o subsidiariamente, razonables. De nadaserviran unas excelentes fundamentaciones si al final la conclusin fueraabsurda. La racionalidad o razonabilidad de las resoluciones judicialeses una exigencia ms del derecho a la tutela judicial efectiva que nisera tutela ni efectiva si el acceso a la jurisdiccin diera lugar a unasolucin irrazonable a la cuestin planteada por los ciudadanos.

    El requisito de la razonabilidad es un excelente instrumento queel TC utiliza en todas sus resoluciones. A travs de este parmetro, elTC, que es por definicin un legislador negativo, puede convertirsetambin en un Juez negativo del caso concreto planteado por el recursode amparo, permitiendo con ello un supremo control, externo al propioPoder Judicial, de la actuacin jurisdiccional.

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