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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
220-2015 San Luis Potosí, S.L.P., a 23 veintitrés de Junio de 2015 dos mil quince
V I S T O, para resolver el Toca 220-2015, relativo al Recurso de Apelación
interpuesto por los codemandados ELIMINADO , en contra de la Sentencia de fecha 16
dieciséis de Febrero de 2015 dos mil quince, pronunciada por el C. Juez Segundo del
Ramo Civil del Estado, dentro del expediente 1007/2013, relativo al Juicio Ordinario
Civil por Nulidad de Contrato de Compra Venta, promovido por ELIMINADO , en
contra de ELIMINADO ; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- La sentencia apelada concluyó con los siguientes puntos
resolutivos: “PRIMERO.- Este Juzgado resultó competente para conocer del presente
asunto. SEGUNDO.- Procedió la vía ordinaria civil. TERCERO.- La personalidad de las
partes quedó acreditada. CUARTO.- En el caso se actualizó la figura jurídica de cosa
juzgada, respecto de la acción que ejercitó el actor ELIMINADO , por nulidad absoluta
y cancelación del contrato de compraventa de 18 dieciocho de enero del 2008 dos mil
ocho, celebrado ante la fe del Licenciado ELIMINADO , TITULAR DE LA NOTARIA
PÚBLICA NÚMERO 20 VEINTE CON EJERCICIO EN ESTA CAPITAL, entre ELIMINADO ,
por conducto de de (sic) apoderado ELIMINADO , como vendedor, y ELIMINADO .
Por consiguiente, se extingue anticipadamente el proceso en lo principal, en lo que
corresponde a la acción de referencia respecto del contrato celebrado el 18 dieciocho de
enero del 2008 dos mil ocho, y sus consecuencias. QUINTO.- No se hace especial
condenación en constas (sic) respecto de la acción intentada por lo que toca a la nulidad
del contrato de 18 dieciocho de enero del 2008 dos mil ocho. SEXTO.- El actor
ELIMINADO , demostró los hechos de su acción y la demandada ELIMINADO , no
probó sus excepciones, mientras que el diverso demandado ELIMINADO , no contestó
la demanda entablada en su contra, siguindose (sic) el juicio en su rebeldía. SÉPTIMO
(sic) Por ende, se declara la nulidad absoluta del contrato de compraventa de fecha 6
seis de mayo del 2013 dos mil trece, celebrado entre ELIMINADO , como vendedor y
ELIMINADO , como compradora, ante la fe del Licenciado ELIMINADO , Titulal (sic)
de la Notaría Pública número 33 con ejercicio en esta Ciudad, respecto del “Predio
edificado marcado con el número ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO esquina
con la calle ELIMINADO que corresponde al remanente de las casas marcadas con los
números ELIMINADO y ELIMINADO de la misma Avenida ELIMINADO zona
Centro de esta Ciudad, de las medidas y colindancias siguientes: ELIMINADO .”.
OCTAVO.- Se ordena al Licenciado ELIMINADO , Titulal (sic) de la Notaría Pública
número 33 con ejercicio en esta Ciudad, realice la anotación marginal de cancelación de
nulidad absoluta del acto jurídico celebrado en la escritura ELIMINADO de fecha 6
seis de mayo del 2013 dos mil trece, en la cual se consignó el contrato de compraventa
del inmueble anteriormente descrito. NOVENO.- Se condena a los demandados
ELIMINADO , a pagar al actor, las costas que se hayan originado con motivo de la
tramitación del presente juicio, previa su regulación en ejecución de sentencia. Se
absuelve del pago de esta prestación al Licenciado ELIMINADO , Titular de la Notaria
Pública número 33 treinta y tres con ejercicio en esta Ciudad, por las razones expuestos
en el considerando respectivo. DECIMO.- La actora en la reconvención ELIMINADO ,
no demostró su acción, en consecuencia se absuelve al demandado ELIMINADO , de
todas y cada una de las prestaciones reclamadas en la misma. DÉCIMO PRIMERO.- Son
a cargo de la actora en la reconvención ELIMINADO , el pago de costas generadas en
la misma, a favor del demandado, previa su regulación en ejecución de sentencia.
DÉCIMO SEGUNDO.- Notifíquese personalmente.”
SEGUNDO.- Inconformes los codemandados ELIMINADO , con la sentencia
cuyos puntos resolutivos han quedado transcritos, interpuso recurso de apelación,
mismo que una vez substanciado en los términos de ley, fue citado para resolver el día
27 veintisiete de Mayo del presente año, turnándose el expediente al Magistrado
Ponente para la elaboración del proyecto de resolución el 28 veintiocho del mismo mes y
año; y,
C O N S I D E R A N D O
PRIMERO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , son del tenor literal
siguiente: “PRIMERO. Me causa agravio la sentencia definitiva que recurro porque es
incongruente, toda vez que, por un lado, de manera correcta, declara como probada y
procedente la Excepción de Cosa Juzgada opuesta por la que suscribe, y al mismo
tiempo, por otro lado, declara la nulidad de la operación de compraventa por medio de
la cual adquirí el inmueble en cuestión. Como consta en autos, opuse la Excepción de
Cosa Juzgada porque el actor, ELIMINADO , pretendió litigar un asunto que ya
constituye cosa juzgada en favor de mi vendedor, el señor ELIMINADO , y por
consiguiente de la aquí recurrente. Como se demostró en autos del Juicio de Origen, la
situación jurídica del inmueble de mi propiedad y que fue objeto del procedimiento
natural, fue definitivamente resuelta por una sentencia ejecutoriada que declaró como
propietario a mi vendedor, el señor ELIMINADO , quien lo adquirió en una
compraventa celebrada el 18 dieciocho de enero del año 2008 dos mil ocho y que fue
declarada como válida y firme por los magistrados integrantes de esa Honorable Cuarta
Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado a la que me dirijo, dentro del toca de
apelación número 88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once, Superioridad que dejó
incólume la parte toral de la resolución dictada por la Jueza Cuarto del Ramo Civil del
Primer Distrito Judicial del Estado en el expediente número 1446/2008 mil cuatrocientos
cuarenta y seis diagonal dos mil ocho. Es importante manifestar que la Excepción de
Cosa Juzgada opuesta fue debidamente justificada con la copia certificada de la
sentencia ejecutoriada a que hago referencia, misma que fue acompañada –en tiempo y
forma- a la contestación de demanda, como lo ordena la Ley Adjetiva Civil vigente en el
Estado. Tal y como se advierte de la sentencia recurrida, el Juez Segundo del Ramo Civil
de manera correcta declara como probada y procedente la Excepción de Cosa Juzgada
por haber sido exhibidos los documentos correspondientes y por estar en la hipótesis a
que se refiere el Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado y los criterios
firmes de la Justicia Federal en diversas tesis. Sin embargo, constituyendo un
contrasentido, me causa agravio el hecho de que a pesar de haber sido declarada como
procedente la Excepción de Cosa Juzgada opuesta por la que suscribe, el Juez Segundo
del Ramo Civil –de manera incongruente- estudia de nueva cuenta la acción de nulidad
interpuesta por el actor, ELIMINADO , y decreta la nulidad del contrato de
compraventa por medio del cual adquirí el inmueble. La sentencia ejecutoriada que
funda mi Excepción de Cosa Juzgada fue dictada por esa misma Honorable Cuarta Sala
del Supremo Tribunal de Justicia del Estado a la que me dirijo, en fecha 7 siete de julio
del año 2011 dos mil once, dentro del toca de apelación número 88/2011 ochenta y
ocho diagonal dos mil once; la que en su resolutivo segundo determinó textualmente:
“... Por lo expuesto y fundado, es de resolver y se resuelve... ...SEGUNDO.- En
consecuencia, se modifica la sentencia de fecha 17 diecisiete de noviembre del 2010 dos
mil diez, pronunciada por la Juez Cuarto Ramo Civil en esta Capital, expediente
1446/2008, Juicio Ordinario Civil por Nulidad de Contrato, promovido por ELIMINADO
, en contra del aquí apelante y otros, para quedar sus puntos resolutivos de la siguiente
manera... PRIMERO... SEGUNDO... TERCERO... CUARTO.... QUINTO... SEXTO...
SÉPTIMO.- Por lo anterior, de conformidad con lo expuesto dentro del Considerando
Noveno de la presente resolución, SE DECLARE FIRME, para todos los efectos
legales a los que haya lugar, el contrato de compraventa celebrado el 18
dieciocho de enero del año 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO en su
carácter de comprador con ELIMINADO por conducto de su Apoderado Legal
ELIMINADO , en su carácter de vendedor, ante la fe del Licenciado ELIMINADO
Notario Público número 20 en ejercicio en la Ciudad Capital, protocolizada en el
acta número ELIMINADO del tomo ELIMINADO , respecto del inmueble
edificado y marcado con el número ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO
que corresponde al remanente de las casas marcadas con los números
ELIMINADO y ELIMINADO de la misma Avenida ELIMINADO y corral anexo
de esta Ciudad, al que corresponde una superficie de ELIMINADO metros
cuadrados, con las siguientes medidas y colindancias; ELIMINADO ...” Desde luego
que ese resolutivo séptimo de la transcrita sentencia fue el resultado de la queja
deficiente del señor ELIMINADO , quien cometió omisiones jurídicas graves en
perjuicio de sus propios intereses, tal y como esa misma Cuarta Sala lo expuso al
resolver ese toca de apelación número 88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once.
–Es absurdo y contrario a la naturaleza jurídica de la cosa juzgada, el hecho de que el
Juez Segundo del Ramo Civil estudie de nueva cuenta la acción de nulidad promovida
anteriormente por el señor ELIMINADO y le abra ilegalmente una segunda
oportunidad –porque en la primera fracasó su intentona-. El sostener la legalidad de la
sentencia recurrida es a tal grado incongruente e impráctica, que implicaría la
posibilidad de que la suscrita pueda válidamente volver a demandar a las mismas
personas por las mismas prestaciones en una nueva contienda, convirtiéndose este
litigio en un ciclo infinito. A todas luces la sentencia recurrida atropella y soslaya la
sentencia emitida por esa misma Honorable Cuarta Sala dentro de los autos del toca
88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once, en la que se declaró como firme para
todos los efectos legales el contrato de compraventa celebrado el 18 dieciocho de enero
del año 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO en su carácter de comprador con
ELIMINADO por conducto de su Apoderado ELIMINADO , en su carácter de
vendedor. SEGUNDO.- Me causa agravio la sentencia definitiva que recurro porque es
incongruente, toda vez que, por un lado, de manera correcta, declara como probada y
procedente la Excepción de Cosa Juzgada opuesta por la que suscribe, y al mismo
tiempo, por otro lado, declara la nulidad de la operación de compraventa por medio de
la cual adquirí el inmueble en cuestión basándose para ello en una sentencia que no fue
dictada en beneficio del actor ELIMINADO , sino de una diversa persona, la señora
ELIMINADO . En efecto, el Juez Segundo del Ramo Civil al tiempo que dice que opera
la Excepción de Cosa Juzgada, de manera bipolar manifiesta que en razón de que en un
diverso litigo promovido por la señora ELIMINADO ésta obtuvo sentencia favorable,
decide conceder la nulidad de la operación de compraventa por la cual adquirí el predio,
todo ello en beneficio del señor ELIMINADO . Es decir, el Juez Segundo del Ramo Civil
beneficia al actor ELIMINADO basándose en un litigio promovido por una diversa
persona, la señora ELIMINADO , pasando por alto que ella es una de las demandadas
de aquél. Es inédito que se declare la nulidad de una operación respecto de un
procedimiento en el que existe cosa juzgada a partir de un diverso litigio en el que el
actor no obtuvo sentencia favorable sino diversa persona demandada. Me causa agravio
que el Juez Segundo del Ramo Civil utilice en favor del actor, ELIMINADO , un litigio
promovido por una extraña para él, la señora ELIMINADO . TERCERO.- Me causa
agravio la sentencia definitiva que recurro porque de manera incorrecta e ilegal el Juez
Segundo del Ramo Civil no toma en consideración ni valora correctamente la
circunstancia de que la suscrita adquirió el inmueble en cuestión con absoluta legalidad
y buena fe, toda vez que fue comprado a su legítimo propietario, el señor ELIMINADO
, cumpliendo con todas las formalidades que exige el Código Civil vigente en el Estado
para ese tipo de operaciones, pues el vendedor justificó el dominio pleno sobre el bien
con la escritura pública correspondiente debidamente inscrita en el Registro Público de
la Propiedad, siendo reconocido por esa dependencia como único y legítimo dueño. Lo
cierto de todo es que el contrato de compraventa que celebré con el señor
ELIMINADO cuenta con los elementos de validez y existencia que exige el Código Civil
vigente en el Estado, pues fue otorgado expresa y libremente el consentimiento de las
partes para celebrar la operación traslativa de dominio, quienes acordaron sobre el
precio y la cosa, siendo pagado el primero y entregada la segunda. Así es, en primer
término el contrato de compraventa celebrado por la suscrita reúne los elementos de
existencia a que se refiere el Código Civil Vigente en el Estado, porque fue otorgado con
el pleno consentimiento de las partes que en él intervinieron, y el inmueble objeto de la
operación fue y es susceptible de ser enajenado y adquirido, pues se encuentra en el
comercio sin contar con limitación alguna. Afirmo lo anterior, porque es de explorado
derecho que los elementos de existencia de los contratos se encuentran previstos por el
artículo 1630 mil seiscientos treinta del Código Civil vigente en el Estado, que a la letra
ordena: “ARTÍCULO 1630.- Para la existencia del contrato se requiere: I.-
Consentimiento; II.- Objeto que pueda ser materia del contrato.” Ahora bien, el
contrato de compraventa celebrado por la suscrita también reúne los elementos de
validez contemplados por el Código Civil vigente en el Estado, contenidos en los
artículos 1631 mil seiscientos treinta y uno, 2147 dos mil ciento cuarenta y siete y 2148
dos mil ciento cuarenta y ocho, que a la letra ordenan: “ARTÍCULO 1631.- El contrato
puede ser invalidado: I.- Por incapacidad legal de las partes o de una de ellas; II.- Por
vicios del consentimiento; III.- Porque su objeto, o su motivo o fin, sea ilícito; IV.-
Porque el consentimiento no se haya manifestado en la forma que la Ley establece.”
“ARTÍCULO 2147.- El contrato de compraventa no requiere para su validez formalidad
alguna especial, sino cuando recae sobre un inmueble. Las escrituras públicas que
contengan un contrato de compraventa, requieren para su validez formal el certificado
previo de gravámenes o libertad de ellos, del inmueble materia del contrato.”
“ARTÍCULO 2148.- El contrato de compraventa de bienes inmuebles, requiere para su
validez, que el mismo sea otorgado en escritura pública.” Sostengo que el contrato de
compraventa celebrado por la suscrita sí reúne los elementos de validez exigidos por el
Código Civil, porque –en congruencia con los preceptos antes anotados- no consta en
autos prueba alguna de la incapacidad legal de las partes, o de una de ellas, para
intervenir en el acto jurídico del que se pretende la nulidad. Tampoco obra en autos
prueba alguna de parte del actor que acredite la existencia de algún vicio del
consentimiento al celebrar el contrato de compraventa. De igual forma, el actor no
demostró en el procedimiento que el objeto del contrato de compraventa, su motivo o
fin sean ilícitos, pues el inmueble fue adquirido de su legítimo propietario inscrito en el
Registro Público de la Propiedad, según consta en el informe rendido por la Autoridad
Registral, en la que confirma que, efectivamente, la persona que me enajenó sí aparecía
como titular del Folio Real correspondiente. Respecto de la forma del contrato de
compraventa objeto del presente litigio de nulidad, queda patente en autos que ese
acuerdo de voluntades sí se llevó a cabo con las formalidades que exige el Código Civil
vigente en el Estado, pues tratándose de un inmueble fue otorgado en escritura pública
y ante la fe del Notario Público Treinta y Tres en ejercicio en el Primer Distrito Judicial
del Estado, quien solicitó y obtuvo del Registro Público de la Propiedad el
correspondiente certificado de libertad de gravámenes, así como el primer y segundo
avisos preventivos. La existencia de la escritura pública de compraventa otorgada ante
la fe del Notario Público Treinta y Tres en ejercicio en el Primer Distrito Judicial del
Estado, y que fue celebrada entre el señor ELIMINADO y la suscrita, consta en autos
por haber sido exhibida por el propio actor. La existencia del certificado de libertad de
gravámenes, así como el primer y segundo avisos preventivos solicitados por el Notario
Público Treinta y Tres en ejercicio en el Primer Distrito Judicial del Estado, por medio de
los cuales se anunció –en tiempo y forma- la operación traslativa de dominio celebrada
por el señor ELIMINADO y la suscrita, consta en autos al ser parte del informe
rendido por la Dirección del Registro Público de la Propiedad del Estado y que fue
ofrecido como prueba por esta parte demandada. En tales condiciones, al estar
acreditado en autos –y al no existir prueba en contrario- que el contrato de
compraventa celebrado entre el señor ELIMINADO y la suscrita sí reúne los
elementos de existencia y validez exigidos por el Código Civil vigente en el Estado, es
palmario que la acción de nulidad del actor es inviable e improcedente, debiendo ser
negada por el Juez Segundo del Ramo Civil. Por último, conforme las pruebas aportadas
al procedimiento por esta parte demandada, queda patente que la suscrita, en cualquier
caso, es adquiriente de buena fe del inmueble de mérito, debiendo quedar firme la
operación traslativa de dominio realizada en mi favor. El criterio firme de la Justicia
Federal que enseguida transcribo sustenta lo afirmado por la que suscribe: Época:
Novena Época Registro: 168370 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de
Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
XXVIII, Diciembre de 2008 Materia(s): Civil Tesis: VI.3o.C. J/70 Página: 824
COMPRAVENTA. NO ES NULA SI EL ADQUIRENTE ES DE BUENA FE Y ADEMÁS SU
VENDEDOR APARECE COMO PROPIETARIO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA
PROPIEDAD Y DEL COMERCIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Cuando
no se demuestra que el comprador de un bien inmueble hubiera tenido conocimiento de
que el mismo se vendió con anterioridad a una diversa persona, y la parte vendedora
aparece en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio como su legítima
propietaria, es inconcuso que aquél tiene el carácter de tercero adquirente de buena fe,
por lo que no puede declararse la nulidad del contrato de compraventa que celebró,
dado que los artículos 2137 y 2138, fracción IV y 2992, fracción II, del Código Civil para
el Estado de Puebla, protegen a los adquirentes de buena fe. (...) De igual forma, el
Juez Segundo del Ramo Civil no atendió las manifestaciones y pruebas aportadas por el
Notario Público Treinta y Tres demandado, el señor licenciado ELIMINADO , quien
manifestó que en la operación realizada entre la suscrita y el señor ELIMINADO
fueron revisados los antecedentes registrales y enviados los avisos preventivos sin que
apareciera irregularidad alguna, apareciendo el vendedor como el legítimo propietario
sin limitación alguna, realizándose la operación con toda legalidad. Debió considerar –y
no lo hizo- el Juez Segundo del Ramo Civil que, conforme a lo expuesto y justificado por
el Notario Público Treinta y Tres de esta ciudad, la que suscribe fue adquiriente de
buena fe del inmueble en cuestión, al no existir elementos de prueba por parte del actor
que arrojaran la presunción de mala fe o dolo. CUARTO.- Me causa agravio la sentencia
recurrida porque no valora ni estudia correctamente la circunstancia de que el actor
carece del elemento básico requerido para el ejercicio de las acciones civiles: EL
INTERÉS JURÍDICO. Así es, la acción de nulidad absoluta promovida por el actor,
ELIMINADO , es inviable e improcedente porque carece del elemento básico
REQUERIDO para el ejercicio de las acciones civiles, a saber: EL INTERÉS JURÍDICO. Así
es, la fracción IV cuatro romano del artículo 1 uno del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado dispone: “ARTÍCULO 1.- El ejercicio de las acciones civiles
requiere... “IV.- El interés en el actor para deducirla. Falta el requisito del interés
siempre que no pueda alcanzarse el objeto de una acción, aún suponiendo favorable la
sentencia.” Evidentemente, el Juez Segundo del Ramo Civil no estudió correctamente
que el señor ELIMINADO carece del interés jurídico exigido por la Ley Adjetiva Civil
vigente en el Estado, porque aunque le fue –hasta ahora- favorable la sentencia, la
declaración de nulidad del contrato de compraventa celebrado entre la suscrita y el
señor ELIMINADO no le genera de manera automática el reintegro del predio a su
propiedad, pues lo cierto de todo es que el Juez Segundo del Ramo Civil no lo declaró
así por la simple y sencilla razón de que el actor no intervino en esa operación, tan es
así que declaró procedente la Excepción de Cosa Juzgada. Es decir, el actor carece de
interés jurídico porque él no intervino en el contrato del que demanda su nulidad, por
tanto, en ningún caso el inmueble debería reintegrarse a su patrimonio. Me causa
agravio el hecho de que el Juez Segundo del Ramo Civil no haya tomado en
consideración de manera correcta el argumento de la falta del interés jurídico en el
actor, ni haya estudiado el contenido de la tesis jurisprudencial que enseguida
transcribo y que fue hecha valer en primera instancia. Registro: 169857 Localización:
Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta XXVII, Abril de 2008 Página: 2066 Tesis: I.11o.C. J/12
Jurisprudencia Materia(s): Civil LEGITIMACIÓN ACTIVA EN LA CAUSA. ES UNA
CONDICIÓN NECESARIA PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN Y SÓLO PUEDE
ANALIZARSE DE OFICIO POR EL JUZGADOR AL MOMENTO DE DICTAR
SENTENCIA. La legitimación activa en la causa no es un presupuesto procesal sino una
condición para obtener sentencia favorable, esto es, se trata de una condición necesaria
para la procedencia de la acción, y consiste en la identidad del actor con la persona a
cuyo favor está la ley, por lo que el actor estará legitimado en la causa cuando ejercita
un derecho que realmente le corresponde, de tal manera que la legitimación ad causam
atañe al fondo de la cuestión litigiosa y, por ende, es evidente que sólo puede analizarse
de oficio por el juzgador en el momento en que se pronuncie la sentencia definitiva y no
antes. (...) QUINTO. Me causa agravio la sentencia recurrida porque el Juez Segundo
del Ramo Civil no estudió ni tomó en consideración la documental pública consistente en
el oficio número 798/2012 setecientos noventa y ocho diagonal dos mil doce, de fecha
21 veintiuno de marzo del año 2012 dos mil doce, por medio del cual la Jueza Cuarto
del Ramo Civil del Primer Distrito Judicial del Estado ordenó expresamente la inscripción
de la Escritura Pública que amparó a mi vendedor, el señor ELIMINADO , como dueño
en el Registro Público de la Propiedad del Estado bajo el folio real número ELIMINADO
. Así es, el Juez Segundo del Ramo Civil soslayó que como prueba de la supremacía y
eficacia de la sentencia definitiva en que se fundó la Excepción de Cosa Juzgada que
opuse en el Juicio Natural, es que la resolución ha sido ejecutada en sus términos, ya
que el contrato de compraventa que fue declarado como válido, celebrado el 18
dieciocho de enero del año 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO , como vendedor, y
ELIMINADO , como comprador, este último representado por el señor ELIMINADO ,
ha sido inscrito en el Registro Público de la Propiedad del Estado bajo el folio real
número ELIMINADO , por órdenes expresas de la Jueza Cuarto del Ramo Civil que
conoció del litigio, según consta en el oficio número 798/2012 setecientos noventa y
ocho diagonal dos mil doce, de fecha 21 veintiuno de marzo del año 2012 dos mil doce.
SEXTO. La sentencia recurrida me causa agravio porque no estudia adecuadamente ni
analiza a detalle que la acción de nulidad absoluta intentada por el actor, ELIMINADO
, es inviable e improcedente porque la funda en lo que prevén los artículos 2057 dos mil
cincuenta y siete y 2058 dos mi cincuenta y ocho del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado, según se puede advertir del capítulo de “Derecho” del escrito de
demanda. Ambos artículos rezan literalmente: “ARTÍCULO 2057.- El acto jurídico
inexistente por la falta de consentimiento o de objeto que pueda ser materia de él, no
producirá efecto legal alguno. No es susceptible de valer por confirmación ni por
prescripción; su inexistencia puede invocarse por todo interesado.” “ARTÍCULO 2058.-
La ilicitud en el objeto, en el fin o en la condición del acto produce su nulidad, ya
absoluta, ya relativa, según lo disponga la Ley.” Como es evidente, el actor equivocó la
acción ejercida porque la litis no se centró en la inexistencia del contrato por falta de
consentimiento o de objeto. Efectivamente, la realidad es que la falta de consentimiento
de las partes no fue parte de la litis del presente litigio, pues la voluntad, como consta
en autos, fue manifestada ante la fe de Notario Público y no fue un tema de debate ni
hecho controvertido por las partes. De igual manera, contrario a lo expuesto por el Juez
Segundo del Ramo Civil, la ilicitud o inexistencia del objeto no fue materia del presente
juicio, pues ninguna de las partes debatió sobre el particular, pues el inmueble de
mérito fue siempre bien identificado con precisión en medidas y colindancias. Entonces,
siendo el derecho civil de estricto derecho, y al haber equivocado el actor la acción
interpuesta, debe ser declarada inoperante e improcedente la demanda entablada por el
señor ELIMINADO . Sin embargo, el Juez Segundo del Ramo Civil declaró la ilicitud en
el objeto de manera equivocada, argumentando que fue realizada la venta cosa ajena,
lo cual no quedó demostrado en el juicio. SÉPTIMO.- Me causa la sentencia recurrida
porque absuelve de manera ilegal al pago de costas y gastos al actor, ELIMINADO ,
bajo el argumento de que no se está en los supuestos del artículo 135 del Código de
Procedimientos Civiles. Y de manera injusta e ilegal condena a esta parte demandada.
La realidad es que no estamos en presencia de las hipótesis de absolución en favor del
actor y de condena en perjuicio de esta parte demandada a que se refiere el Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado, pues el actor no obtuvo en forma total las
prestaciones que pidió y esta parte demandada sí probó sus Excepciones, en especial la
de Cosa Juzgada. Entonces, conforme a lo que regulan los artículos 135 ciento treinta y
cinco y 136 ciento treinta y seis del Código de Procedimientos Civiles, debió condenarse
al actor al pago de costas porque no obtuvo todo lo que pidió y esta parte demandada
probó sus excepciones.”
SEGUNDO.- Los agravios hechos valer por ELIMINADO , rezan: “PRIMERO.
Me causa agravio la sentencia definitiva que recurro porque no resuelve la situación
jurídica del suscrito a pesar de que fui emplazado a juicio, contesté la demanda, opuse
excepciones, ofrecí pruebas y alegué como parte demandada. Tengo derecho a recibir
justicia por mandato de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus
artículos 8 octavo y 17 diecisiete, máxime si el Juez de la Causa Civil no aplica de
manera correcta la conceptualización de la cosa juzgada. Debieron ser estudiadas mi
contestación, excepciones, pruebas y alegatos que hice valer en el litigio, omisión grave
del Juzgador de Primera Instancia que denota el descuido en su proceder al momento
de resolver. SEGUNDO. Me causa agravio la sentencia definitiva que recurro porque es
incongruente, toda vez que, por un lado, de manera correcta, declara como probada y
procedente la Excepción de Cosa Juzgada opuesta por la que suscribe, y al mismo
tiempo, por otro lado, declara la nulidad de la operación de compraventa por medio de
la cual fue adquirido el inmueble en cuestión. Como consta en autos, opuse la Excepción
de Cosa Juzgada porque el actor, ELIMINADO , pretendió litigar un asunto que ya
constituye cosa juzgada en favor de mi vendedor, el señor ELIMINADO . Como se
demostró en autos del Juicio de Origen, la situación jurídica del inmueble y que fue
objeto del procedimiento natural, fue definitivamente resuelta por una sentencia
ejecutoriada que declaró como propietario a mi vendedor, el señor ELIMINADO , quien
lo adquirió en una compraventa celebrada el 18 dieciocho de enero del año 2008 dos mil
ocho y que fue declarada como válida y firme por los magistrados integrantes de esa
Honorable Cuarta Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado a la que me dirijo,
dentro del toca de apelación número 88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once,
Superioridad que dejó incólume la parte toral de la resolución dictada por la Jueza
Cuarto del Ramo Civil del Primer Distrito Judicial del Estado en el expediente número
1446/2008 mil cuatrocientos cuarenta y seis diagonal dos mil ocho. Es importante
manifestar que la Excepción de Cosa Juzgada opuesta fue debidamente justificada con
la copia certificada de la sentencia ejecutoriada a que hago referencia, misma que fue
acompañada –en tiempo y forma- a la contestación de demanda, como lo ordena la Ley
Adjetiva Civil vigente en el Estado. Tal y como se advierte de la sentencia recurrida, el
Juez Segundo del Ramo Civil de manera correcta declara como probada y procedente la
Excepción de Cosa Juzgada por haber sido exhibidos los documentos correspondientes y
por estar en la hipótesis a que se refiere el Código de Procedimientos Civiles vigente en
el Estado y los criterios firmes de la Justicia Federal en diversas tesis. Sin embargo,
constituyendo un contrasentido, me causa agravio el hecho de que a pesar de haber
sido declarada como procedente la Excepción de Cosa Juzgada opuesta por la que
suscribe, el Juez Segundo del Ramo Civil –de manera incongruente- estudia de nueva
cuenta la acción de nulidad interpuesta por el actor, ELIMINADO , y decreta la nulidad
del contrato de compraventa por medio del cual adquirí el inmueble. La sentencia
ejecutoriada que funda mi Excepción de Cosa Juzgada fue dictada por esa misma
Honorable Cuarta Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado a la que me dirijo, en
fecha 7 siete de julio del año 2011 dos mil once, dentro del toca de apelación número
88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once; la que en su resolutivo segundo
determinó textualmente: “... Por lo expuesto y fundado, es de resolver y se resuelve...
...SEGUNDO.- En consecuencia, se modifica la sentencia de fecha 17 diecisiete de
noviembre del 2010 dos mil diez, pronunciada por la Juez Cuarto Ramo Civil en esta
Capital, expediente 1446/2008, Juicio Ordinario Civil por Nulidad de Contrato,
promovido por ELIMINADO , en contra del aquí apelante y otros, para quedar sus
puntos resolutivos de la siguiente manera... PRIMERO... SEGUNDO... TERCERO...
CUARTO.... QUINTO... SEXTO... SÉPTIMO.- Por lo anterior, de conformidad con lo
expuesto dentro del Considerando Noveno de la presente resolución, SE DECLARE
FIRME, para todos los efectos legales a los que haya lugar, el contrato de
compraventa celebrado el 18 dieciocho de enero del año 2008 dos mil ocho,
entre ELIMINADO en su carácter de comprador con ELIMINADO por
conducto de su Apoderado Legal ELIMINADO , en su carácter de vendedor,
ante la fe del Licenciado ELIMINADO Notario Público número 20 en ejercicio
en la Ciudad Capital, protocolizada en el acta número ELIMINADO , respecto
del inmueble edificado y marcado en el número ELIMINADO de la Avenida
ELIMINADO que corresponde al remanente de las casas marcadas con los
números ELIMINADO y ELIMINADO de la misma Avenida ELIMINADO y
corral anexo de esta Ciudad, al que corresponde una superficie de ELIMINADO
metros cuadrados, con las siguientes medidas y colindancias; ELIMINADO ...” Desde
luego que ese resolutivo séptimo de la transcrita sentencia fue el resultado de la queja
deficiente del señor ELIMINADO , quien cometió omisiones jurídicas graves en
perjuicio de sus propios intereses, tal y como esa misma Cuarta Sala lo expuso al
resolver ese toca de apelación número 88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once.
–Es absurdo y contrario a la naturaleza jurídica de la cosa juzgada, el hecho de que el
Juez Segundo del Ramo Civil estudie de nueva cuenta la acción de nulidad promovida
anteriormente por el señor ELIMINADO y le abra ilegalmente una segunda
oportunidad –porque en la primera fracasó su intentona-. El sostener la legalidad de la
sentencia recurrida es a tal grado incongruente e impráctica, que implicaría la
posibilidad de que el suscrito pueda válidamente volver a demandar a las mismas
personas por las mismas prestaciones en una nueva contienda, convirtiéndose este
litigio en un ciclo infinito. A todas luces la sentencia recurrida atropella y soslaya la
sentencia emitida por esa misma Honorable Cuarta Sala dentro de los autos del toca
88/2011 ochenta y ocho diagonal dos mil once, en la que se declaró como firme para
todos los efectos legales el contrato de compraventa celebrado el 18 dieciocho de enero
del año 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO en su carácter de comprador con
ELIMINADO por conducto de su Apoderado Legal ELIMINADO , en su carácter de
vendedor. TERCERO.- Me causa agravio la sentencia definitiva que recurro porque es
incongruente, toda vez que, por un lado, de manera correcta, declara como probada y
procedente la Excepción de Cosa Juzgada opuesta por la que suscribe, y al mismo
tiempo, por otro lado, declara la nulidad de la operación de compraventa por medio de
la cual adquirí el inmueble en cuestión basándose para ello en una sentencia que no fue
dictada en beneficio del actor ELIMINADO , sino de una diversa persona, la señora
ELIMINADO . En efecto, el Juez Segundo del Ramo Civil al tiempo que dice que opera
la Excepción de Cosa Juzgada, de manera bipolar manifiesta que en razón de que en un
diverso litigo promovido por la señora ELIMINADO ésta obtuvo sentencia favorable,
decide conceder la nulidad de la operación de compraventa por la cual adquirí el predio,
todo ello en beneficio del señor ELIMINADO . Es decir, el Juez Segundo del Ramo Civil
beneficia al actor ELIMINADO basándose en un litigio promovido por una diversa
persona, la señora ELIMINADO , pasando por alto que ella es una de las demandadas
de aquél. Es inédito que se declare la nulidad de una operación respecto de un
procedimiento en el que existe cosa juzgada a partir de un diverso litigio en el que el
actor no obtuvo sentencia favorable sino diversa persona demandada. Me causa agravio
que el Juez Segundo del Ramo Civil utilice en favor del actor, ELIMINADO , un litigio
promovido por una extraña para él, la señora ELIMINADO . CUARTO.- Me causa
agravio la sentencia definitiva que recurro porque de manera incorrecta e ilegal el Juez
Segundo del Ramo Civil no toma en consideración ni valora correctamente la
circunstancia de que la compradora adquirió el inmueble en cuestión con absoluta
legalidad y buena fe, toda vez que fue comprado a su legítimo propietario, el señor
ELIMINADO , cumpliendo con todas las formalidades que exige el Código Civil vigente
en el Estado para ese tipo de operaciones, pues el vendedor justificó el dominio pleno
sobre el bien con la escritura pública correspondiente debidamente inscrita en el
Registro Público de la Propiedad, siendo reconocido por esa dependencia como único y
legítimo dueño. Lo cierto de todo es que el contrato de compraventa que celebré con el
señor ELIMINADO cuenta con los elementos de validez y existencia que exige el
Código Civil vigente en el Estado, pues fue otorgado expresa y libremente el
consentimiento de las partes para celebrar la operación traslativa de dominio, quienes
acordaron sobre el precio y la cosa, siendo pagado el primero y entregada la segunda.
Así es, en primer término el contrato de compraventa celebrado por la señora
ELIMINADO reúne los elementos de existencia a que se refiere el Código Civil Vigente
en el Estado, porque fue otorgado con el pleno consentimiento de las partes que en él
intervinieron, y el inmueble objeto de la operación fue y es susceptible de ser enajenado
y adquirido, pues se encuentra en el comercio sin contar con limitación alguna. Afirmo lo
anterior, porque es de explorado derecho que los elementos de existencia de los
contratos se encuentran previstos por el artículo 1630 mil seiscientos treinta del Código
Civil vigente en el Estado, que a la letra ordena: “ARTÍCULO 1630.- Para la existencia
del contrato se requiere: I.- Consentimiento; II.- Objeto que pueda ser materia del
contrato.” Ahora bien, el contrato de compraventa celebrado por la señora
ELIMINADO también reúne los elementos de validez contemplados por el Código Civil
vigente en el Estado, contenidos en los artículos 1631 mil seiscientos treinta y uno,
2147 dos mil ciento cuarenta y siete y 2148 dos mil ciento cuarenta y ocho, que a la
letra ordenan: “ARTÍCULO 1631.- El contrato puede ser invalidado: I.- Por incapacidad
legal de las partes o de una de ellas; II.- Por vicios del consentimiento; III.- Porque su
objeto, o su motivo o fin, sea ilícito; IV.- Porque el consentimiento no se haya
manifestado en la forma que la Ley establece.” “ARTÍCULO 2147.- El contrato de
compraventa no requiere para su validez formalidad alguna especial, sino cuando recae
sobre un inmueble. Las escrituras públicas que contengan un contrato de compraventa,
requieren para su validez formal el certificado previo de gravámenes o libertad de ellos,
del inmueble materia del contrato.” “ARTÍCULO 2148.- El contrato de compraventa de
bienes inmuebles, requiere para su validez, que el mismo sea otorgado en escritura
pública.” Sostengo que el contrato de compraventa celebrado por la señora
ELIMINADO sí reúne los elementos de validez exigidos por el Código Civil, porque –en
congruencia con los preceptos antes anotados- no consta en autos prueba alguna de la
incapacidad legal de las partes, o de una de ellas, para intervenir en el acto jurídico del
que se pretende la nulidad. Tampoco obra en autos prueba alguna de parte del actor
que acredite la existencia de algún vicio del consentimiento al celebrar el contrato de
compraventa. De igual forma, el actor no demostró en el procedimiento que el objeto
del contrato de compraventa, su motivo o fin sean ilícitos, pues el inmueble fue
adquirido de su legítimo propietario inscrito en el Registro Público de la Propiedad,
según consta en el informe rendido por la Autoridad Registral, en la que confirma que,
efectivamente, la persona que me enajenó sí aparecía como titular del Folio Real
correspondiente. Respecto de la forma del contrato de compraventa objeto del presente
litigio de nulidad, queda patente en autos que ese acuerdo de voluntades sí se llevó a
cabo con las formalidades que exige el Código Civil vigente en el Estado, pues
tratándose de un inmueble fue otorgado en escritura pública y ante la fe del Notario
Público Treinta y Tres en ejercicio en el Primer Distrito Judicial del Estado, quien solicitó
y obtuvo del Registro Público de la Propiedad el correspondiente certificado de libertad
de gravámenes, así como el primer y segundo avisos preventivos. La existencia de la
escritura pública de compraventa otorgada ante la fe del Notario Público Treinta y Tres
en ejercicio en el Primer Distrito Judicial del Estado, y que fue celebrada entre el señor
ELIMINADO , consta en autos por haber sido exhibida por el propio actor. La existencia
del certificado de libertad de gravámenes, así como el primer y segundo avisos
preventivos solicitados por el Notario Público Treinta y Tres en ejercicio en el Primer
Distrito Judicial del Estado, por medio de los cuales se anunció –en tiempo y forma- la
operación traslativa de dominio celebrada por el señor ELIMINADO , consta en autos
al ser parte del informe rendido por la Dirección del Registro Público de la Propiedad del
Estado y que fue ofrecido como prueba por esta parte demandada. En tales condiciones,
al estar acreditado en autos –y al no existir prueba en contrario- que el contrato de
compraventa celebrado entre el señor ELIMINADO sí reúne los elementos de
existencia y validez exigidos por el Código Civil vigente en el Estado, es palmario que la
acción de nulidad del actor es inviable e improcedente, debiendo ser negada por el Juez
Segundo del Ramo Civil. Por último, conforme las pruebas aportadas al procedimiento
por esta parte demandada, queda patente que la señora ELIMINADO , en cualquier
caso, es adquiriente de buena fe del inmueble de mérito, debiendo quedar firme la
operación traslativa de dominio realizada en mi favor. El criterio firme de la Justicia
Federal que enseguida transcribo sustenta lo afirmado por la que suscribe: Época:
Novena Época Registro: 168370 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de
Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
XXVIII, Diciembre de 2008 Materia(s): Civil Tesis: VI.3o.C. J/70 Página: 824
COMPRAVENTA. NO ES NULA SI EL ADQUIRENTE ES DE BUENA FE Y ADEMÁS SU
VENDEDOR APARECE COMO PROPIETARIO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA
PROPIEDAD Y DEL COMERCIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Cuando
no se demuestra que el comprador de un bien inmueble hubiera tenido conocimiento de
que el mismo se vendió con anterioridad a una diversa persona, y la parte vendedora
aparece en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio como su legítima
propietaria, es inconcuso que aquél tiene el carácter de tercero adquirente de buena fe,
por lo que no puede declararse la nulidad del contrato de compraventa que celebró,
dado que los artículos 2137 y 2138, fracción IV y 2992, fracción II, del Código Civil para
el Estado de Puebla, protegen a los adquirentes de buena fe. (...) De igual forma, el
Juez Segundo del Ramo Civil no atendió las manifestaciones y pruebas aportadas por el
Notario Público Treinta y Tres demandado, el señor licenciado ELIMINADO, quien
manifestó que en la operación realizada entre la señora ELIMINADO fueron revisados
los antecedentes registrales y enviados los avisos preventivos sin que apareciera
irregularidad alguna, apareciendo el vendedor como el legítimo propietario sin limitación
alguna, realizándose la operación con toda legalidad. Debió considerar –y no lo hizo- el
Juez Segundo del Ramo Civil que, conforme a lo expuesto y justificado por el Notario
Público Treinta y Tres de esta ciudad, la que suscribe fue adquiriente de buena fe del
inmueble en cuestión, al no existir elementos de prueba por parte del actor que
arrojaran la presunción de mala fe o dolo. QUINTO.- Me causa agravio la sentencia
recurrida porque no valora ni estudia correctamente la circunstancia de que el actor
carece del elemento básico requerido para el ejercicio de las acciones civiles: EL
INTERÉS JURÍDICO. Así es, la acción de nulidad absoluta promovida por el actor,
ELIMINADO , es inviable e improcedente porque carece del elemento básico
REQUERIDO para el ejercicio de las acciones civiles, a saber: EL INTERÉS JURÍDICO. Así
es, la fracción IV cuatro romano del artículo 1 uno del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado dispone: “ARTÍCULO 1.- El ejercicio de las acciones civiles
requiere... “IV.- El interés en el actor para deducirla. Falta el requisito del interés
siempre que no pueda alcanzarse el objeto de una acción, aún suponiendo favorable la
sentencia.” Evidentemente, el Juez Segundo del Ramo Civil no estudió correctamente
que el señor ELIMINADO carece del interés jurídico exigido por la Ley Adjetiva Civil
vigente en el Estado, porque aunque le fue –hasta ahora- favorable la sentencia, la
declaración de nulidad del contrato de compraventa celebrado entre la señora
ELIMINADO no le genera de manera automática el reintegro del predio a su
propiedad, pues lo cierto de todo es que el Juez Segundo del Ramo Civil no lo declaró
así por la simple y sencilla razón de que el actor no intervino en esa operación, tan es
así que declaró procedente la Excepción de Cosa Juzgada. Es decir, el actor carece de
interés jurídico porque él no intervino en el contrato del que demanda su nulidad, por
tanto, en ningún caso el inmueble debería reintegrarse a su patrimonio. Me causa
agravio el hecho de que el Juez Segundo del Ramo Civil no haya tomado en
consideración de manera correcta el argumento de la falta del interés jurídico en el
actor, ni haya estudiado el contenido de la tesis jurisprudencial que enseguida
transcribo y que fue hecha valer en primera instancia. Registro: 169857 Localización:
Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta XXVII, Abril de 2008 Página: 2066 Tesis: I.11o.C. J/12
Jurisprudencia Materia(s): Civil LEGITIMACIÓN ACTIVA EN LA CAUSA. ES UNA
CONDICIÓN NECESARIA PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN Y SÓLO PUEDE
ANALIZARSE DE OFICIO POR EL JUZGADOR AL MOMENTO DE DICTAR
SENTENCIA. La legitimación activa en la causa no es un presupuesto procesal sino una
condición para obtener sentencia favorable, esto es, se trata de una condición necesaria
para la procedencia de la acción, y consiste en la identidad del actor con la persona a
cuyo favor está la ley, por lo que el actor estará legitimado en la causa cuando ejercita
un derecho que realmente le corresponde, de tal manera que la legitimación ad causam
atañe al fondo de la cuestión litigiosa y, por ende, es evidente que sólo puede analizarse
de oficio por el juzgador en el momento en que se pronuncie la sentencia definitiva y no
antes. (...) SEXTO. Me causa agravio la sentencia recurrida porque el Juez Segundo del
Ramo Civil no estudió ni tomó en consideración la documental pública consistente en el
oficio número 798/2012 setecientos noventa y ocho diagonal dos mil doce, de fecha 21
veintiuno de marzo del año 2012 dos mil doce, por medio del cual la Jueza Cuarto del
Ramo Civil del Primer Distrito Judicial del Estado ordenó expresamente la inscripción de
la Escritura Pública que amparó a mi vendedor, el señor ELIMINADO , como dueño en
el Registro Público de la Propiedad del Estado bajo el folio real número ELIMINADO .
Así es, el Juez Segundo del Ramo Civil soslayó que como prueba de la supremacía y
eficacia de la sentencia definitiva en que se fundó la Excepción de Cosa Juzgada que
opuse en el Juicio Natural, es que la resolución ha sido ejecutada en sus términos, ya
que el contrato de compraventa que fue declarado como válido, celebrado el 18
dieciocho de enero del año 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO , como vendedor, y
ELIMINADO , como comprador, este último representado por el señor ELIMINADO ,
ha sido inscrito en el Registro Público de la Propiedad del Estado bajo el folio real
número ELIMINADO , por órdenes expresas de la Jueza Cuarto del Ramo Civil que
conoció del litigio, según consta en el oficio número 798/2012 setecientos noventa y
ocho diagonal dos mil doce, de fecha 21 veintiuno de marzo del año 2012 dos mil doce.
SEXTO. La sentencia recurrida me causa agravio porque no estudia adecuadamente ni
analiza a detalle que la acción de nulidad absoluta intentada por el actor, ELIMINADO
, es inviable e improcedente porque la funda en lo que prevén los artículos 2057 dos mil
cincuenta y siete y 2058 dos mi cincuenta y ocho del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado, según se puede advertir del capítulo de “Derecho” del escrito de
demanda. Ambos artículos rezan literalmente: “ARTÍCULO 2057.- El acto jurídico
inexistente por la falta de consentimiento o de objeto que pueda ser materia de él, no
producirá efecto legal alguno. No es susceptible de valer por confirmación ni por
prescripción; su inexistencia puede invocarse por todo interesado.” “ARTÍCULO 2058.-
La ilicitud en el objeto, en el fin o en la condición del acto produce su nulidad, ya
absoluta, ya relativa, según lo disponga la Ley.” Como es evidente, el actor equivocó la
acción ejercida porque la litis no se centró en la inexistencia del contrato por falta de
consentimiento o de objeto. Efectivamente, la realidad es que la falta de consentimiento
de las partes no fue parte de la litis del presente litigio, pues la voluntad, como consta
en autos, fue manifestada ante la fe de Notario Público y no fue un tema de debate ni
hecho controvertido por las partes. De igual manera, contrario a lo expuesto por el Juez
Segundo del Ramo Civil, la ilicitud o inexistencia del objeto no fue materia del presente
juicio, pues ninguna de las partes debatió sobre el particular, pues el inmueble de
mérito fue siempre bien identificado con precisión en medidas y colindancias. Entonces,
siendo el derecho civil de estricto derecho, y al haber equivocado el actor la acción
interpuesta, debe ser declarada inoperante e improcedente la demanda entablada por el
señor ELIMINADO . Sin embargo, el Juez Segundo del Ramo Civil declaró la ilicitud en
el objeto de manera equivocada, argumentando que fue realizada la venta cosa ajena,
lo cual no quedó demostrado en el juicio. OCTAVO.- Me causa la sentencia recurrida
porque absuelve de manera ilegal al pago de costas y gastos al actor, ELIMINADO ,
bajo el argumento de que no se está en los supuestos del artículo 135 del Código de
Procedimientos Civiles. Y de manera injusta e ilegal condena a esta parte demandada.
La realidad es que no estamos en presencia de las hipótesis de absolución en favor del
actor y de condena en perjuicio de esta parte demandada a que se refiere el Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado, pues el actor no obtuvo en forma total las
prestaciones que pidió y esta parte demandada sí probó sus Excepciones, en especial la
de Cosa Juzgada. Entonces, conforme a lo que regulan los artículos 135 ciento treinta y
cinco y 136 ciento treinta y seis del Código de Procedimientos Civiles, debió condenarse
al actor al pago de costas porque no obtuvo todo lo que pidió y esta parte demandada
probó sus excepciones.”
TERCERO.- Los agravios primero, segundo, quinto, y séptimo, hechos valer
por ELIMINADO , resultan ser infundados, mientras que el tercero, cuarto y sexto son
inoperantes, para el efecto pretendido en esta alzada.
En un primer concepto de lesión la inconforme señala que le causa agravio la
sentencia definitiva que recurre, porque es incongruente, toda vez, que por un lado, de
manera correcta, declara como probada y procedente la excepción de cosa juzgada
opuesta por ella, y al mismo tiempo, por otro lado, declara la nulidad de la operación de
compraventa por medio de la cual adquirió el inmueble en cuestión; que como consta en
autos, opuso la excepción de cosa juzgada porque el actor ELIMINADO , pretendió
litigar un asunto que ya constituye cosa juzgada a favor de su vendedor el señor
ELIMINADO , y por consiguiente de la aquí recurrente, porque como se demostró, la
situación jurídica del inmueble de su propiedad y que fue objeto del procedimiento
natural, fue definitivamente resuelta por una sentencia ejecutoriada que declaró como
propietario a su vendedor, quien lo adquirió en una compraventa celebrada el 18
dieciocho de enero del año 2008 dos mil ocho y fue declarada válida y firme por los
Magistrados integrantes de la Honorable Cuarta Sala del Supremo Tribunal de Justicia
en el Estado, dentro del toca de apelación 88/2011, resolución que dejó incólume la
parte toral de la resolución dictada por la Juez Cuarto del Ramo Civil en el expediente
número 1446/2008.
Sigue manifestando la impetrante, que el Juez Segundo del Ramo Civil, de
manera correcta declara como probada y procedente la excepción de cosa juzgada por
haber sido exhibidos los documentos correspondientes, pero en un contrasentido, le
causa agravio el hecho de que a pesar de haber sido declarada como procedente la
excepción de cosa juzgada opuesta por la ahora demandada impetrante, el Juez estudia
de manera incongruente y de nueva cuenta la acción de nulidad interpuesta por
ELIMINADO y decreta la nulidad del contrato de compraventa por medio del cual ésta
adquirió el inmueble.
El anterior agravio, como ya se adelantó, es infundado. Se dice esto, porque
contrario a lo afirmado, no existe la incongruencia que señala la quejosa, porque, si bien
es verdad que el Juez de origen, en el considerando cuarto de la resolución impugnada,
estableció que se actualizaba la figura jurídica de cosa juzgada, esto fue, en razón, de
que advirtió, que el actor ELIMINADO , demandó entre otras prestaciones, a los CC.
ELIMINADO , en su carácter de apoderado legal de ELIMINADO , al licenciado
ELIMINADO , Notario Público número 20 con ejercicio en esta capital, y al DIRECTOR
DEL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD DE ESTA CIUDAD, por la nulidad
absoluta y cancelación definitiva de la inscripción del contrato de compraventa de fecha
18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, inscrito en el Registro Público de la
Propiedad, bajo el folio No. ELIMINADO, donde comparece como vendedor el C.
ELIMINADO por conducto de su apoderado ELIMINADO , y como comprador
ELIMINADO ; cuando, con anterioridad, ya existía un pronunciamiento sobre el
particular, es decir, sobre la nulidad absoluta y cancelación del contrato de compraventa
de fecha 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, celebrado ante la fe del licenciado
ELIMINADO , titular de la Notaría Pública número 20, con ejercicio en esta capital,
entre ELIMINADO , por conducto de su apoderado ELIMINADO , como vendedor y
ELIMINADO , como comprador, atento a la resolución pronunciada el día 13 trece de
agosto de 2010 dos mil diez, en el Juicio Ordinario Civil promovido por ELIMINADO
en contra de ELIMINADO , Notario Público número 20 con ejercicio en esta capital,
dentro del expediente 758/2012, que por excusa del Juzgado Octavo del Ramo Civil,
tocó conocer al Juzgado Segundo Civil de esta capital.
Estableciendo para arribar a esa conclusión esencialmente que:
1.- El actor, ELIMINADO , allegó al juicio las fotocopias certificadas de las
constancias que obran en el expediente que se sigue en el Juzgado Cuarto Civil de esta
Capital, bajo el número 1446/2008 relativo al juicio ordinario civil por nulidad de
contrato promovido por ELIMINADO en contra de ELIMINADO y Licenciado
ELIMINADO , adscrito a la Notaría Pública número 18 con ejercicio en Soledad de
Graciano Sánchez, S.L.P.; en donde el Juzgador advirtió, que ELIMINADO reconvino a
ELIMINADO , Notario Público número 20 con ejercicio en esta capital, por la nulidad
del contrato de compraventa de fecha 18 dieciocho de Enero del año 2008 dos mil ocho,
acta ELIMINADO , respecto del predio edificado, marcado con el número
ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO de esta ciudad;
2.- Así como del expediente incoado en el Juzgado Segundo Civil de esta
ciudad, bajo el número 758/2012 relativo al juicio ordinario civil por nulidad de contrato
de compraventa promovido por ELIMINADO en contra de ELIMINADO , Notario
Público número 20 con ejercicio en esta capital, por la nulidad del contrato de
compraventa de fecha 18 dieciocho de Enero del 2008 dos mil ocho, acta ELIMINADO
, respecto del predio edificado, marcado con el número ELIMINADO de la Avenida
ELIMINADO de esta ciudad.
3.- Que en el presente juicio en donde se actúa bajo el número 1007/2013, el
actor ELIMINADO , demanda de ELIMINADO , como titular de la Notaría Pública
número 20 con ejercicio en esta capital y Director del Registro Público de la Propiedad y
del Comercio de esta ciudad, por la nulidad absoluta y cancelación definitiva de la
inscripción del contrato de compraventa, inscrito ante el Registro Público de la Propiedad
y del Comercio bajo el folio número ELIMINADO , donde comparece como vendedor el
C. ELIMINADO y como comprador el C. ELIMINADO .
4.- Que se colige, que en las causas 1446/2008 y 1007/2013, el actor
pretende la nulidad del contrato de compraventa celebrado el 18 dieciocho de Enero de
2008 dos mil ocho, con el que el demandado ELIMINADO , se ostenta como
propietario y poseedor del predio edificado, marcado con el número ELIMINADO de la
Avenida ELIMINADO de esta ciudad, y que en la causa 758/2012, la actora
ELIMINADO (demandada en este juicio), probó su acción y en consecuencia se declaró
la nulidad de contrato de compraventa celebrada el 18 dieciocho de Enero de 2008 dos
mil ocho, con el que el demandado ELIMINADO , se ostenta como propietario y
poseedor del predio edificado, marcado con el número ELIMINADO de la Avenida
ELIMINADO de esta ciudad.
5.- Que con todo ello quedaban acreditados los elementos de la figura jurídica
de cosa juzgada, porque en las causas 1446/2008 en reconvención y 1007/2013,
concurrieron las mismas personas como litigantes y la calidad con que lo fueron, es
decir en ambas causas el actor es ELIMINADO , mientras la parte demandada la
constituye ELIMINADO como titular de la Notaría Pública número 20 con ejercicio en
esta capital; sin que sea obstáculo, que en la causa 758/2012, la actora hubiese sido
ELIMINADO y los demandados ELIMINADO , Notario Público número 20 con
ejercicio en esta capital; argumentando el Juzgador, que finalmente todos los señalados
tenían la calidad de demandados en el presente juicio, con la misma finalidad, que era
la declaración de nulidad del contrato de compraventa de 18 dieciocho de enero de 2008
dos mil ocho, respecto del mismo inmueble, por consiguiente, las causas que se
persiguen en los tres juicios, tienen su origen en el mismo predio, a más, que en la
causa última que se menciona, ya existe sentencia ejecutoriada que declara su nulidad y
ordena la restitución del inmueble de que se trata.
6.- Que concluía el Juez, que en los juicios ordinarios civiles
1446/2008 y 758/2012 constituían cosa juzgada, atento que en el primero se dictó
sentencia de fecha 17 diecisiete de Noviembre de 2010 dos mil diez, en donde si bien se
declaró nulo el contrato de compraventa celebrado el 14 catorce de Mayo de 2008 dos
mil ocho, entre ELIMINADO como vendedor y ELIMINADO , como comprador ante
la fe del Licenciado ELIMINADO , Notario Público número 18 con ejercicio en el
municipio de Soledad de Graciano Sánchez, S.L.P., dejando a salvo los derechos del
segundo; y dentro de la reconvención, declaró firme el contrato de compraventa
celebrado el 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO , por
conducto de su apoderado legal ELIMINADO , como vendedor y ELIMINADO como
comprador, ante la fe del Licenciado ELIMINADO , Notario Público numero 20 con
ejercicio en esta ciudad; cierto era también, que la Cuarta Sala del H. Supremo Tribunal
de Justicia en el Estado, mediante resolución de fecha 7 siete de Julio del año 2011 dos
mil once, había modificado la sentencia mencionada (17 diecisiete de Noviembre de
2010 dos mil diez), dictada por la Juez Cuarto del Ramo Civil de esta capital,
estableciendo en lo que interesa, que en el juicio principal el actor, ELIMINADO no
había acreditado su acción por nulidad de contrato, y que el demandado ELIMINADO ,
sí había acreditado sus defensas, y que dentro de la reconvención el actor ELIMINADO
, no probó su acción por nulidad de contrato mientras que el demandado ELIMINADO ,
sí había acreditado sus excepciones declarando firme para todos los efectos legales a
que hubiere lugar el contrato de compraventa celebrado el 18 dieciocho de Enero de
2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO , por conducto de su apoderado legal
ELIMINADO , como vendedor y ELIMINADO , como comprador.
7.- Que en tanto en el expediente 758/2012, se dictó sentencia el 13 trece de
agosto de 2010 dos mil diez, declarando la nulidad del contrato de compraventa
celebrado el 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO ,
por conducto de su apoderado ELIMINADO , como vendedor, y ELIMINADO , como
comprador, ante la fe del Licenciado ELIMINADO , Notario Público número 20, con
ejercicio en esta ciudad, respecto del predio edificado marcado con el número
ELIMINADO de la avenida ELIMINADO de esta ciudad, con las medidas y
colindancias descritas en el propio instrumento y en la sentencia de mérito; sentencia
que confirmó la Cuarta Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, y sobre de
la cual la Justicia de la Unión no amparó ni protegió a ELIMINADO . Lo que servía de
antecedente al presente juicio, pues que por esos motivos, regía e influían para el
sentido del fallo que se llegase a pronunciar, ya que en el presente juicio no existía
necesidad de declarar los derechos que persigue el actor respecto de ese contrato ya
nulo, pues de hacerlo se conculcaría la institución de cosa juzgada, conceptuada como
un acto de voluntad de soberanía de Estado, respecto a una relación jurídica que ya fue
sujeta a potestad del Poder Judicial del Estado, en el Juicio Ordinario Civil número
1446/2008 del índice del Juzgado Cuarto Civil y 758/2012 del índice del Juzgado
Segundo, que se conoce por excusa de los titulares de los Juzgados Primero y Octavo
del Ramo Civil en esta capital.
8.- Concluyendo el resolutor de origen, que ante la actualización de la figura
jurídica de cosa juzgada, se extinguía anticipadamente el proceso en lo principal, en lo
que corresponde a la acción de nulidad y sus consecuencias planteadas por el actor,
respecto del contrato celebrado el 18 dieciocho de Enero de 2008 dos mil ocho, entre
ELIMINADO , por conducto de su apoderado legal ELIMINADO , como vendedor y
ELIMINADO como comprador, ante la fe del Licenciado ELIMINADO , como Notario
Público número 20 con ejercicio en esta ciudad, respecto del predio edificado marcado
con el número ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO de esta ciudad, ordenando
se continuase por lo que hace la diversa acción que se planteó en el juicio principal y en
la reconvención, por tratarse de otra pretensión del actor y de una nueva demanda.
Bajo ese contexto, es por lo que, para este Tribunal Revisor resulta inexacto lo
manifestado por la agraviada, en cuanto a que existe, en la resolución apelada,
incongruencia, en virtud, que no debe perderse de vista, que la actualización de la
figura jurídica de cosa juzgada que analizó el A quo, en la sentencia apelada, se debió a
que ya se había resuelto con anterioridad lo relativo a la nulidad absoluta del
contrato de compraventa celebrado el 18 dieciocho de Enero del año 2008 dos
mil ocho, llevado a cabo ante el Notario Público número 20 con ejercicio en esta
ciudad, entre ELIMINADO , por conducto de su apoderado legal ELIMINADO , como
vendedor y ELIMINADO , como comprador, atento a lo resuelto en el expediente
número 758/2012 que resolvió el Juez Octavo del Ramo Civil de esta capital, que por
excusa tocó conocer al Juzgado Segundo del Ramo Civil de esta capital.
Más no procedió la supuesta excepción (cosa juzgada), en los términos que
pretende la aquí impetrante, es decir, para sostener lo establecido por la propia Cuarta
Sala de este Honorable Supremo Tribunal de Justicia, en el toca número 88/2011,
derivado del expediente 1446/2008 del Juzgado Cuarto Civil, que se modificaba la
sentencia del 17 diecisiete de noviembre de 2010 dos mil diez, dejando incólume el
Resolutivo Séptimo de la misma, en el que estableció que declaraba firme para todos los
efectos legales a que hubiera lugar, el contrato de compraventa celebrado el 18
dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO y en su carácter de
comprador con ELIMINADO , por conducto de apoderado legal ELIMINADO , en su
carácter de vendedor, ante la Fe del licenciado ELIMINADO , Notario Público número
20, con ejercicio en la ciudad capital, protocolizada en el acta número ELIMINADO ,
respecto del inmueble edificado y marcado con el número ELIMINADO de la Avenida
ELIMINADO que corresponde al remanente de las casas marcadas con los números
ELIMINADO y ELIMINADO de la misma Avenida ELIMINADO y corral anexo de
esta ciudad, al que le corresponde una superficie de ELIMINADO metros cuadrados,
con las siguientes medidas y colindancias: ELIMINADO .
Sino, más bien, como ya se estableció en párrafos precedentes, procedió la
excepción de cosa juzgada en el juicio que nos ocupa, derivada de existir en autos, las
copias certificadas de las constancias de los expedientes 1446/2008 del Juzgado Cuarto
Civil, que modificaba la sentencia del 17 diecisiete de noviembre de 2010 dos mil diez, y
las del 758/2012, relativo al Juicio Ordinario Civil por Nulidad de contrato de
compraventa promovido por ELIMINADO en contra de ELIMINADO , ELIMINADO ,
ELIMINADO y Notario Público número 20 con ejercicio en esta capital ELIMINADO ,
en el que, en resolución de fecha 13 trece de agosto de 2010 dos mil diez, se decretó
la nulidad del contrato de compraventa de fecha 18 dieciocho de enero de 2008
dos mil ocho, celebrado entre ELIMINADO , por conducto de su apoderado legal
ELIMINADO , como vendedor y ELIMINADO , como comprador; por lo que, en la
especie, el resolutor en grado, se encontraba efectivamente imposibilitado para
pronunciarse respecto de declarar ese derecho que perseguía el actor, ya que como bien
lo refiere, en la de mérito, de hacer lo contrario, conculcaría con ello, la institución de
cosa juzgada, conceptuada como un acto de voluntad de soberanía de Estado, respecto
de una relación jurídica que ya fue sujeta a potestad del Poder Judicial del Estado, al
volverse a pronunciar respecto de algo que ya estaba analizado.
A mayor abundamiento es pertinente destacar, que, por cuanto atañe a la
excepción de cosa juzgada que opuso la diversa demandada ELIMINADO , en su
escrito de contestación de demanda, el resolutor la estimó improcedente, bajo los
siguientes argumentos: “...la cosa juzgada en el juicio 1446/2008, no beneficia a la
demandada ELIMINADO , finamente (sic) cuando el vendedor ELIMINADO ,
sustentó la venta de 6 seis de mayo de 2013 dos mil trece, que se tilda de nula, se basó
en el referido contrato de 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, éste ya había
declarado nulo por sentencia ejecutoriada atento al auto de 11 once de mayo de 2011
dos mil once; esto es que la sentencia dictada dentro del expediente número
1446/2008, no es suficiente para acreditar que el demandado ELIMINADO , era el
propietario del inmueble objeto de la operación de compraventa que celebró con la
demandada ELIMINADO , atento a que el contrato lo sustentó (sic), fue declarado
nulo por sentencia ejecutoriada, esto es que el demandado ELIMINADO , no era el
legítimo propietario del inmueble, objeto del mismo, al momento de la celebración del
contrato que se tilda de nulo; aún y cuando se encontrara registrado en el Registro
Público de la Propiedad, pues el registro no es constitutivo de derechos, ya que sólo
tiene como finalidad el de dar publicidad a los actos jurídicos que requieran surtir
efectos contra terceros como lo establece el artículo 2º de la Ley del Registro Público de
la Propiedad del Estado, a más que el registro de referencia tuvo lugar el 17 diecisiete
de abril del 2012 dos mil doce, como se desprende de la fotocopia certificada de la
boleta número ELIMINADO , foja ELIMINADO , mientras que la sentencia que
declaró nulo es referido contrato se estima ejecutoriada por auto de 11 once de mayo
del 2011 dos mil once, esto es con anterioridad al registro que señala y
consecuentemente nula inscripción en la que basa la demandada la excepción; por tanto
aun y cuando hay cosa juzgada en lo que respecta a la declaración de que es firme del
(sic) contrato de 18 dieciocho de enero del 2008 dos mil ocho, finalmente no es dato
que favorezca a la demandada, pues también hay cosa juzgada en el sentido de que el
referido contrato su fue declarado nulo por causa diversa a la que se verificó
anteriormente y por diverso juzgador, como se probó con las copias certificadas de las
constancias que obran en el expediente 758/2012, anexas a la demanda, y así, rige en
el presente fallo como verdad legal....”; consideraciones legales, que no fueron
debatidas en vía de agravio por la inconforme.
En un segundo disenso, menciona la recurrente que, la sentencia definitiva es
incongruente, porque por un lado, de manera correcta, declara como probada y
procedente la excepción de cosa juzgada opuesta por ella, y al mismo tiempo, por otro
lado, declara la nulidad de la operación de compraventa por medio de la cual adquirió el
inmueble en cuestión basándose para ello, en una sentencia que no fue dictada en
beneficio del actor ELIMINADO , sino de una diversa persona, la señora ELIMINADO
; que entonces resulta inédito, que se declare la nulidad de una operación respecto de
un procedimiento en el que existe cosa juzgada a partir de un diverso litigio en el que el
actor no obtuvo sentencia favorable sino diversa persona demandada.
A juicio de este Cuerpo Colegiado, el agravio que se analiza es infundado,
porque, en contraposición a lo manifestado, sí es factible que la nulidad decretada a
favor de ELIMINADO , dentro del juicio ordinario civil bajo el número de expediente
758/2012, incoado en el Juzgado Octavo del Ramo Civil y que con posterioridad se
siguió en el Juzgado Segundo de esta Capital, le sea benéfico al ahora demandante
ELIMINADO , y que esté pueda prevalerse de aquél.
Esto se considera así, debido a que, no debe olvidarse, que el artículo 2059
del Código Civil vigente en el Estado, señala literalmente: “La nulidad absoluta por regla
general no impide que el acto produzca provisionalmente sus efectos, los cuales serán
destruidos retroactivamente cuando se pronuncie por el juez la nulidad. De ella puede
prevalerse todo interesado y no desaparece por la confirmación o la prescripción”.
Si la nulidad absoluta se actualiza cuando la trascendencia del vicio que la
provoca es de tal magnitud que afecta el interés general, por ser contrario a una ley
prohibitiva o de orden público; y, cualquier interesado, atento a lo prescrito en el
dispositivo mencionado, puede prevalerse de ella, ya que no desaparece por la
confirmación o prescripción; es correcto considerar, que ELIMINADO , si puede
beneficiarse de la nulidad que en su momento hizo valer ELIMINADO , en un juicio
diverso, y que resultó procedente, ello si se toma en cuenta que, prevaler, de acuerdo al
significado que le atribuye el Diccionario de la Lengua Española es, “valerse o servirse
de una cosa”.
Del significado de dicho vocablo, debemos entender, que de los efectos de la
nulidad absoluta puede valerse o servirse todo interesado, una vez decretada por la
autoridad judicial; luego, al haberse decretado la nulidad, en un diverso procedimiento
judicial, la nulidad absoluta y definitiva del contrato de compraventa de fecha 18
dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, celebrado por ELIMINADO , por conducto de
su apoderado legal ELIMINADO , en su calidad de vendedor, y ELIMINADO , como
comprador, ante la fe del Notario Público número 20 con ejercicio en esta capital,
licenciado ELIMINADO , mediante el Acta número ELIMINADO , respecto del predio
edificado marcado con el número ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO de esta
ciudad; misma que sirve de antecedente a la que ELIMINADO , ahora pretende se
nulifique, que lo es, la compraventa celebrada el día 6 seis de mayo de 2013 dos mil
trece, entonces, resulta obvio que, si ELIMINADO , tiene interés por ser el legítimo
propietario del inmueble que se vendió sin su consentimiento, en ambos actos jurídicos
en comento, éste, sí puede prevalerse de dicha nulidad, es decir, de la decretada en el
juicio tramitado por ELIMINADO (expediente 758/2012, incoado en el Juzgado Octavo
del Ramo Civil y que con posterioridad se siguió en el Juzgado Segundo de esta Capital),
y que nulificó el acto jurídico que amparó la compraventa de fecha 18 dieciocho de
enero de 2008 dos mil ocho, la cual como ya se mencionó, sirve de antecedente a la
que el actor en el presente juicio, pretende nulificar que lo es, al de fecha 6 seis de
mayo de 2013 dos mil trece.
Porque, si bien es cierto lo establecido por la apelante en cuanto a que, la
propia Cuarta Sala de este Honorable Supremo Tribunal de Justicia, en el toca número
88/2011, derivado del expediente 1446/2008 del Juzgado Cuarto Civil, ordenó se
modificara la sentencia del 17 diecisiete de noviembre de 2010 dos mil diez, dejando
incólume el Resolutivo Séptimo de la misma, en el que estableció que declaraba firme
para todos los efectos legales a que hubiera lugar, el contrato de compraventa
celebrado el 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO y en su
carácter de comprador con ELIMINADO , por conducto de apoderado legal
ELIMINADO , en su carácter de vendedor, ante la Fe del licenciado ELIMINADO ,
Notario Público número 20, con ejercicio en la ciudad capital, protocolizada en el acta
número ELIMINADO , respecto del inmueble edificado y marcado con el número
ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO que corresponde al remanente de las casas
marcadas con los números ELIMINADO y ELIMINADO de la misma Avenida
ELIMINADO y corral anexo de esta ciudad, al que le corresponde una superficie de
ELIMINADO metros cuadrados, con las siguientes medidas y colindancias:
ELIMINADO .
Es decir, en su momento, no se impidió que el acto jurídico inicial (contrato del
día 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil ocho), pudiera surtir provisionalmente sus
efectos legales; sin embargo, al haberse decretado su nulidad en resolución de fecha
13 trece de agosto de dos mil diez, confirmada también por la Cuarta Sala del Supremo
Tribunal de Justicia en el Estado, sus efectos quedaron destruidos retroactivamente al
decretarse por el Juez, la nulidad.
De ahí que sea factible, que el demandante pueda valerse de dicha nulidad, en
los términos que enuncia el dispositivo antes citado; deviniendo con esto, lo infundado
del presente argumento de agravio.
Enseguida, la sedicente señala en un diverso concepto de lesión, que de
manera incorrecta e ilegal, el Juez Segundo del Ramo Civil, no toma en consideración ni
valora correctamente la circunstancia de que la apelante adquirió el inmueble en
cuestión con absoluta legalidad y buena fe, toda vez que fue comprado a su legítimo
propietario, el señor ELIMINADO , cumpliendo con todas las formalidades que exige el
Código Civil vigente en el Estado, para ese tipo de operaciones, pues que el vendedor
justificó el dominio pleno sobre el bien con la escritura pública correspondiente
debidamente inscrita en el Registro Público de la Propiedad, siendo reconocido por esa
dependencia como único y legítimo dueño. Agrega la inconforme, que el contrato de
compraventa que celebró con el señor ELIMINADO , cuenta con los elementos de
validez y existencia que exige el Código Civil vigente en el estado en el numeral 1630,
pues que fue otorgado expresa y libremente el consentimiento de las partes para
celebrar la operación traslativa de dominio, quienes acordaron sobre el precio y la cosa,
siendo pagado el primero y entregada la segunda; amén de que el actor no acreditó
nunca que el objeto del contrato de compraventa, su motivo o fin sean ilícitos, ya que el
inmueble fue adquirido de su legítimo propietario inscrito en el Registro Público de la
Propiedad, según consta en el informe rendido por la autoridad registral, la que
confirma que efectivamente, la persona que le enajenó sí aparecía como titular del Folio
Real correspondiente.
Sobre el particular, es menester precisar, que el agravio que se analiza es
inoperante, en razón de que, ELIMINADO , no combate con razonamientos lógicos-
jurídicos, las consideraciones de índole legal en que el juzgador sustentó su resolución,
por cuanto atañe a la excepción que ésta hizo valer dentro de su escrito de contestación
de demanda, relativa a ser adquirente de buena fe.
Lo anterior se estima así, porque el Juez natural estableció en lo conducente:
“.....En cuanto a la excepción de ser adquirente de buena fe, resulta improcedente, en
virtud de que contrario a lo que afirma la demandada, no lo compró a su legítimo
propietario, ya que éste lo es precisamente el actor como quedó acreditado en autos, y
no así el demandado ELIMINADO , en mérito de que cuando realizó el contrato que se
tilda de nulo, ya se había declarado nulo el contrato en que sustentó tal propiedad, por
sentencia ejecutoriada; aunado a que inscribió el mismo contrato en fecha posterior a la
sentencia de mérito, y en esas condiciones esa inscripción no surte efecto alguno, ni le
da legitimidad y validez a la operación, pues como ya se dijo la misma se verificó en
contra de la disposición legal contenida en el artículo 2100 del Código Civil en vigor que
establece que nadie puede vender sino lo que es de propiedad y si el acto en que
sustentó tal propiedad fue declarado nulo como se evidencio en autos, esto que no tenía
el dominio del inmueble objeto material del contrato; y si a eso le sumamos que la
buena fe del comprador no convalida el origen ilícito del inmueble objeto de la
compraventa, es claro que todas y cada una de las excepciones que basa la demandada
en esos hechos, no pueden prosperar como lo establecen el artículo 273 del Código de
Procedimientos Civiles en vigor. Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis siguiente: VENTA
DE COSA AJENA, NULIDAD DE LA. EL ADQUIRENTE NO PUEDE INVOCAR EN SU FAVOR
LA BUENA FE REGISTRAL.....”
Y, sin embargo, la aquí recurrente, sólo se limita a reiterar que el contrato
celebrado por ella con el señor ELIMINADO , reúne los elementos de validez exigidos
por el Código Civil, como son el consentimiento y el objeto, aunado a que fue otorgado
en escritura pública, ante la Fe de Notario Público, y que se encuentra la existencia del
certificado de libertad de gravamen, como del primer y segundo aviso preventivo
solicitados por el Notario, y que al ser adquirente de buena fe, debe quedar firme la
operación traslativa de dominio realizada a su favor; pero en ningún momento debate
las manifestaciones vertidas por el Juez en cuanto a que:
a).- El inmueble no lo compró a su legitimo propietario, porque cuando realizó
el contrato que se tilda de nulo, ya se había declarado nulo el contrato en que sustentó
su propiedad;
b).- Que inscribió el mismo contrato, en fecha posterior a la sentencia de
mérito (refiriéndose a la que declaró nulo el contrato de fecha 18 dieciocho de enero de
2008 dos mil ocho)
c).- Que en esas condiciones, esa inscripción no surte efecto alguno, ni le da
legitimidad y validez a la operación, porque va en contra de la disposición legal
contenida en el artículo 2100 del Código Civil del Estado;
d).- Más cuando el acto en que sustenta tal propiedad fue declarado nulo.
e).- Que no tenía el dominio del inmueble objeto del contrato; y,
f).- Que la buena fe del comprador no convalida el origen ilícito del inmueble
objeto de la compraventa.
Argumentos que no fueron combatidos por la impetrante y, no debe olvidarse
que, es a ésta a quien le corresponde la carga de exponer sus conceptos de violación,
porque, aún cuando los Magistrados que integran un tribunal de apelación son peritos
en derecho y conocen el alcance de las ejecutorias de la Corte y de los preceptos de la
ley que aplican en sus resoluciones, ello no releva al agraviado de la carga procesal que
le corresponde, de exponer con claridad sus argumentos jurídicos tendientes a
demostrar la manera en que dichas ejecutorias y tales preceptos, pudieran lesionar sus
intereses y trascender al resultado del fallo, toda vez que a pesar de los conocimientos
legales con que cuentan los funcionarios en comento, no pueden de oficio examinar los
motivos de queja planteados por los recurrentes, si éstos no dan las bases para ese
efecto, pues de lo contrario, se supliría en el procedimiento la deficiencia de la queja en
favor de una de las partes en perjuicio de la otra, lo que rompería con el equilibrio de
equidad procesal en la materia civil que por regla general es de estricto derecho.
Y, si se parte de la base de que, todo argumento de agravio debe llevar un
principio de lógica, a través de razonamientos lógicos-jurídicos concretos (aún cuando
estos sean sencillos), tendientes a desvirtuar las consideraciones torales que tuvo el
juez para emitir la resolución de mérito; dado que, si bien es cierto, por disposición de
la ley, basta la enumeración sencilla de los errores o violaciones de derecho, que a
concepto de parte interesada, se cometieron en la resolución de que se trate, ello no da
lugar tampoco, a que tales argumentos se realicen al punto inconsecuentes, es decir,
que éstos no observen al menos un mínimo de orden lógico, en tanto que no señalen ni
concreten algún razonamiento capaz de ser analizado, siendo su pretensión de agravio
inatendible, en cuanto que no logra construir y proponer la causa de pedir; pues no
debe perderse de vista, que toda resolución está investida de una presunción de validez
que debe ser destruida; de tal suerte que, de acontecer lo contrario y se procediera a
abordar argumentos deficientes hechos valer de manera de agravio, se estaría
prácticamente renovando la instancia (salvo en los casos en que la propia ley autoriza la
suplencia de la queja), lo cual se torna antijurídico, pues, como ya se precisó en líneas
que anteceden, la materia civil es de estricto derecho, y debe procurarse la igualdad
jurisdiccional entre las partes.
Por mayoría de razón, es aplicable la jurisprudencia publicada en la Novena
Época, con el Registro: 173593, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXV, Enero de 2007, Materia(s):
Común, Tesis: I.4o.A. J/48, Página: 2121, bajo el rubro: “CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN O AGRAVIOS. SON INOPERANTES CUANDO LOS ARGUMENTOS
EXPUESTOS POR EL QUEJOSO O EL RECURRENTE SON AMBIGUOS Y
SUPERFICIALES. Los actos de autoridad y las sentencias están investidos de una
presunción de validez que debe ser destruida. Por tanto, cuando lo expuesto por la parte
quejosa o el recurrente es ambiguo y superficial, en tanto que no señala ni concreta
algún razonamiento capaz de ser analizado, tal pretensión de invalidez es inatendible,
en cuanto no logra construir y proponer la causa de pedir, en la medida que elude
referirse al fundamento, razones decisorias o argumentos y al porqué de su
reclamación. Así, tal deficiencia revela una falta de pertinencia entre lo pretendido y las
razones aportadas que, por ende, no son idóneas ni justificadas para colegir y concluir
lo pedido. Por consiguiente, los argumentos o causa de pedir que se expresen en los
conceptos de violación de la demanda de amparo o en los agravios de la revisión deben,
invariablemente, estar dirigidos a descalificar y evidenciar la ilegalidad de las
consideraciones en que se sustenta el acto reclamado, porque de no ser así, las
manifestaciones que se viertan no podrán ser analizadas por el órgano colegiado y
deberán calificarse de inoperantes, ya que se está ante argumentos non sequitur para
obtener una declaratoria de invalidez.”
Igualmente tiene aplicación la jurisprudencia publicada en la Novena Época,
con el Registro: 185425, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, XVI, Diciembre de 2002, Materia(s): Común, Tesis: 1a./J.
81/2002, Página: 61, y texto: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. AUN
CUANDO PARA LA PROCEDENCIA DE SU ESTUDIO BASTA CON EXPRESAR LA
CAUSA DE PEDIR, ELLO NO IMPLICA QUE LOS QUEJOSOS O RECURRENTES SE
LIMITEN A REALIZAR MERAS AFIRMACIONES SIN FUNDAMENTO. El hecho de
que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación haya establecido en
su jurisprudencia que para que proceda el estudio de los conceptos de violación o de los
agravios, basta con que en ellos se exprese la causa de pedir, obedece a la necesidad
de precisar que aquéllos no necesariamente deben plantearse a manera de silogismo
jurídico, o bien, bajo cierta redacción sacramental, pero ello de manera alguna implica
que los quejosos o recurrentes se limiten a realizar meras afirmaciones sin sustento o
fundamento, pues es obvio que a ellos corresponde (salvo en los supuestos legales de
suplencia de la queja) exponer razonadamente el porqué estiman inconstitucionales o
ilegales los actos que reclaman o recurren. Lo anterior se corrobora con el criterio
sustentado por este Alto Tribunal en el sentido de que resultan inoperantes aquellos
argumentos que no atacan los fundamentos del acto o resolución que con ellos pretende
combatirse.”
En un cuarto motivo de inconformidad, ELIMINADO , señala que la sentencia
recurrida no valora ni estudia correctamente la circunstancia de que el actor carece del
elemento básico requerido para el ejercicio de las acciones civiles, que es, el INTERES
JURÍDICO; pues señala que la acción de nulidad absoluta promovida por el actor, es
inviable e improcedente porque carece del elemento básico requerido para el ejercicio
de las acciones civiles, atento a la fracción IV, numeral 1º del Código de Procedimientos
Civiles, porque refiere que el Juez no estudió correctamente que ELIMINADO , carece
del interés jurídico, porque aunque le fue, hasta ahora favorable la sentencia, que la
declaración de nulidad del contrato de compraventa celebrado entre ella y el señor
ELIMINADO , no le genera de manera automática el reintegro del predio a su
propiedad, pues que lo cierto de todo es, que el Juez Segundo del Ramo Civil, no lo
declaró así por la simple y sencilla razón de que el actor no intervino en esa operación,
tan es así que declaró procedente la excepción de cosa juzgada.
Y, que al no haber intervenido el actor en el contrato del que demanda su
nulidad, por tanto, en ningún caso el inmueble debería reintegrarse a su patrimonio; Y,
termina diciendo, que le agravia que no se hubiera tomado en consideración el
argumento de la falta de interés jurídico en el actor ni haya estudiado el contenido e la
tesis que transcribe bajo el rubro: LEGITIMACIÓN ACTIVA EN LA CAUSA. ES UNA
CONDICION NECESARIA PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN Y SÓLO PUEDE
ANALIZARSE DE OFICIO POR EL JUZGADOR AL MOMENTO DE DICTAR SENTENCIA.
Este agravio de igual forma es inoperante, toda vez que, la sedicente no ataca
los razonamientos y argumentos que vertió el Resolutor de Primera Instancia, al dar
respuesta a las excepciones de falta de legitimación activa y falta de interés jurídico en
el actor, que hizo valer la demandada ELIMINADO , dentro de su escrito de
contestación de demanda, sino que ésta sólo se limita a reiterar los mismos
señalamientos y a abundar en los mismos, que formuló en contra de la demanda, pero
sin controvertir los que sustentan la sentencia.
En efecto, por su parte, el Juez de origen y en cuanto atañe a las excepciones
en comento, determinó lo siguiente: “...De igual manera resulta improcedente la
excepción de falta de legitimación activa, ya que si bien es cierto el actor no
intervino en el contrato que tilda de nulo, cierto es también que ejercita una acción que
puede invocarse por cualquier interesado como lo establece el artículo 2057 del Código
Civil en vigor, siendo que su interés nace al resultar ser el legítimo propietario del
inmueble objeto del mismo.
Sigue la misma suerte lo referente a la falta de interés jurídico en el actor,
en razón de que contrario a lo que afirma la demandada, de ser favorable la sentencia
en la que se declaré la nulidad del contrato que se tilda de nulo, no traería como
consecuencia que se restituyera al demandado ELIMINADO , el inmueble objeto de la
compraventa, en razón de que no es el propietario, atento a que el contrato en donde
basó tal propiedad fue declarado nulo con anterioridad a la venta que celebró con la
demandada ELIMINADO , y por tanto no produce efecto legal alguno....”
En ese tenor, no es factible que este Tribunal Revisor se avoque al análisis de
cuestiones que no están controvertidas, ya que la mera afirmación y abundamiento en
los motivos de inconformidad de la apelante, no da origen a un estudio oficioso de la
sentencia, por esta alzada; deviniendo así la inoperancia de sus argumentos de lesión.
Se trae a la vista por su aplicación en lo conducente la jurisprudencia publicada en la
Novena Época, con el Registro: 169004, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, XXVIII, Septiembre de 2008, Materia(s): Común,
Tesis: 1a./J. 85/2008, Página: 144, con la sinopsis: “AGRAVIOS INOPERANTES EN
LA REVISIÓN. SON AQUELLOS QUE SÓLO PROFUNDIZAN O ABUNDAN EN LOS
CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, SIN COMBATIR LAS CONSIDERACIONES DE LA
SENTENCIA RECURRIDA. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado
reiteradamente que una de las modalidades de la inoperancia de los agravios radica en
la repetición de los argumentos vertidos en los conceptos de violación. Al respecto,
conviene aclarar que si bien una mera repetición, o incluso un abundamiento en las
razones referidas en los conceptos de violación, pueden originar la inoperancia, para
que ello esté justificado es menester que con dicha repetición o abundamiento no se
combatan las consideraciones de la sentencia del juez de distrito. Este matiz es
necesario porque puede darse el caso de que el quejoso insista en sus razones y las
presente de tal modo que supongan una genuina contradicción de los argumentos del
fallo. En tal hipótesis la autoridad revisora tendría que advertir una argumentación del
juez de amparo poco sólida que pudiera derrotarse con un perfeccionamiento de los
argumentos planteados ab initio en la demanda. Sin embargo, también puede suceder
que la repetición o abundamiento de los conceptos de violación no sea más que un mero
intento de llevar sustancia a la revisión, siendo que las razones sostenidas tanto en los
conceptos de violación como en los agravios ya fueron plenamente respondidas por el
juzgador. En estos casos, la autoridad revisora debe cerciorarse de que el fallo recurrido
presenta una argumentación completa que ha contestado adecuadamente todos los
planteamientos de la demanda de amparo, tanto en lo cualitativo como en lo
cuantitativo, para estar en aptitud de declarar la inoperancia de los agravios al concluir
que aun cuando el recurrente intenta abundar o profundizar sus conceptos de violación,
con ello no combate la ratio decidendi del fallo recurrido.”
Posteriormente, como quinto motivo de violación, señala la impetrante, que le
agravia que el Juez no estudiara ni hubiese tomado en consideración, la documental
pública consistente en el oficio número 798/2012, de fecha 21 veintiuno de marzo del
año 2012 dos mil doce, por medio de la cual la Juez Cuarto del Ramo Civil del Primer
Distrito Judicial del Estado, ordenó expresamente la inscripción de la Escritura Pública
que amparó a su vendedor, el señor ELIMINADO , como dueño en el Registro Público
de la Propiedad del Estado, bajo el folio real número ELIMINADO , ya que soslayó,
según la recurrente, que como prueba de la supremacía y eficacia de la sentencia
definitiva en que se fundó la excepción de cosa juzgada que opuso en el juicio natural,
es que la resolución ha sido ejecutada en sus términos, ya que el contrato de
compraventa que fue declarado como válido, celebrado el 18 dieciocho de enero del año
2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO , ha sido inscrito en el Registro Público de la
Propiedad, bajo el folio ELIMINADO , por ordenes expresas de la Juez Cuarto,
mediante el oficio en comento de fecha 21 veintiuno de marzo de 2012 dos mil doce.
Lo anterior es infundado, en virtud que, en nada beneficiaría a la aquí
inconforme, el análisis que se efectuara a la documental pública consistente en el oficio
número 798/2012, de fecha 21 veintiuno de marzo del año 2012 dos mil doce, por
medio de la cual la Juez Cuarto del Ramo Civil del Primer Distrito Judicial del Estado,
ordenó expresamente la inscripción de la Escritura Pública que amparó a su vendedor, el
señor ELIMINADO , como dueño en el Registro Público de la Propiedad del Estado,
bajo el folio real número ELIMINADO ; porque, como ya se dijo en párrafos
precedentes, conforme lo establece el ordinal 2059 del Código Civil en vigor, la nulidad
absoluta por regla general no impide que el acto produzca provisionalmente sus efectos,
los cuales serán destruidos retroactivamente cuando se pronuncie por el juez la nulidad.
En ese sentido fue, que la compraventa de fecha 18 dieciocho de enero de
2008 dos mil ocho, celebrada entre ELIMINADO por conducto de su apoderado legal
ELIMINADO , surtió provisionalmente sus efectos, de ahí que se hubiese podido
inscribir la misma en el Registro Público de la Propiedad del Estado, bajo el folio
ELIMINADO , en las condiciones en que se realizó; empero, al decretarse la nulidad del
citado acto jurídico, mediante resolución que data del 13 trece de agosto de 2010 dos
mil diez, dentro de los autos del juicio ordinario civil por nulidad absoluta promovido por
ELIMINADO en contra de los CC. ELIMINADO , Notario Público número 20 en esta
ciudad, expediente 758/2012 dos mil doce, confirmada por la Cuarta Sala de este
Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, sus efectos jurídicos, quedaron destruidos
retroactivamente; en consecuencia, aún y cuando se hubiese ejecutado una resolución
diversa, derivada del juicio 1446/2008, de fecha 17 diecisiete de noviembre de 2010
dos mil diez, modificada por la Cuarta Sala de este Tribunal de Justicia en el Estado, y
que hubiese derivado en la inscripción del inmueble en conflicto, a nombre de
ELIMINADO , lo cierto es, que los efectos de ésta última resolución no pueden
subsistir, al haberse decretado la nulidad del contrato del 18 dieciocho de enero de 2008
dos mil ocho, que le dio origen, y por ende, no era factible, en el caso que ocupa, que el
juzgador hubiera podido tomar en consideración el oficio que cita la aquí apelante, bajo
el número 798/2012, de fecha 21 veintiuno de marzo del año 2012 dos mil doce, al
haber quedado insubsistente ante la nulidad decretada; de ahí que no le cause un
evidente agravio.
En una sexta inconformidad, la apelante arguye que le agravia la sentencia,
porque no estudia adecuadamente ni analiza a detalle, que la acción de nulidad absoluta
intentada por ELIMINADO , es inviable e improcedente, porque la funda en lo que
prevén los artículos 2057 y 2058 del Código de Procedimientos (sic), del escrito de
demanda, pero que el actor equivocó la acción ejercida, porque la litis no se centró en la
inexistencia del contrato por falta de consentimiento o de objeto, porque la falta de
consentimiento de las partes no fue parte de la litis del presente litigio, ya que la
voluntad de las partes fue manifestada ante Notario Público; y, la ilicitud o inexistencia
del objeto no fue materia del presente juicio, ya que ninguna de las partes debatió
sobre el particular, porque el inmueble siempre fue identificado, pero que sin embargo,
el Juez Segundo del Ramo Civil, declaró la ilicitud en el objeto de manera equivocada,
argumentando que fue realizada la venta de cosa ajena, lo cual no quedó demostrado.
Sobre el particular, es inoperante lo afirmado por la impetrante, en este
motivo de disenso, en virtud que no combate con razonamientos lógicos jurídicos, las
consideraciones que tomó en cuenta el resolutor de primer grado, para arribar a la
conclusión de que la causa de nulidad, como segundo elemento de la pretensión que se
estudia, lo era la venta de cosa ajena.
Pues al respecto, el Juez natural en lo conducente estimó:
“...Por lo que hace al segundo de los elementos de la acción, consistente en la
causa de nulidad, al respecto el actor en su escrito de demanda aduce esencialmente
que considera que es nulo el contrato de compraventa de 6 seis de mayo del 2013 dos
mil trece, celebrado entre los demandados ELIMINADO , respecto del inmueble
anteriormente descrito, por considerar que ELIMINADO , no es el propietario del
inmueble materia de la compraventa, sino el propio actor, es decir, el actor establece
como causa de la nulidad del contrato de compraventa, por tratarse de una venta de
cosa ajena de conformidad con el artículo 2100 del Código Civil del Estado.
Al respecto es conveniente citar lo que disponen los artículos 1628, 1629, 1630
fracción II, 1631 fracción III, 1660, 1661, 1664, 1666, 2057, 2058, 2059, 2081 y 2100
del Código Civil del Estado, que establecen: (trascripción).......
De las disposiciones transcritas se desprende que la nulidad absoluta de un
contrato de compraventa, se da cuando el vicio contenido en un contrato de
compraventa es insubsanable por la misma naturaleza de éste; que el objeto principal
del contrato de compraventa es que el propietario de la cosa transmita la legítima
propiedad y el dominio de éste a favor del comprador; que para que exista y sea valido
un contrato de compraventa, debe reunir los elementos existenciales, como son: el
consentimiento de las partes, la licitud en el objeto y la forma. Por lo que hace al objeto
del contrato de compraventa se establece que este es ilícito cuando el bien motivo de
ese acto jurídico es contrario a una disposición legal; y que cuando el objeto material de
la compraventa sea ajeno de la persona que lo vende, ese es ilícito y por lo tanto es
nulo el acto jurídico.
En el caso concreto, tomando en cuenta que el contrato base de la acción a que se
ha hecho referencia, así como la confesión expresa y espontánea de la demandada
plasmada en su escrito de contestación, así como las confesionales de posiciones a su
cargo, se advierte que ELIMINADO , vendió a ELIMINADO , el predio edificado
marcado con el número ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO esquina con la calle
ELIMINADO que corresponde al remanente de las casas marcadas con los números
ELIMINADO de la misma Avenida ELIMINADO zona Centro de esta Ciudad, con las
medidas y colindancias ya anotadas, las cuales se dan por reproducidas por economía
procesal como si se insertasen a la letra, por considerar éste que era propietario del
mismo a virtud de que dicho inmueble lo había adquirido por compraventa de 18
dieciocho de enero del 2008 dos mil ocho, que, a su decir, le hizo ELIMINADO , por
conducto de su apoderado legal ELIMINADO .
Por otra parte también se observa que el actor afirma esencialmente que el citado
inmueble es de su propiedad por haberlo adquirido por compraventa de 17 diecisiete de
abril del 2006 dos mi seis, protocolizada el 14 catorce de mayo del 2008 dos mil ocho,
al constar en la escritura ELIMINADO del Tomo ELIMINADO otorgado ante el
Notario Público número 18 dieciocho con ejercicio en Soledad de Graciano Sánchez, San
Luis Potosí; circunstancia que fue probada por el actor con la copia certificada de la
documental privada y la escritura pública correspondientes, con valor probatorio como
lo establecen el (sic) artículos 388 y 392 del Código de Procedimientos Civiles en vigor y
que quedaron descritas en los puntos 1. y 2. de este considerando.
Manifiesta el actor, además que el demandado ELIMINADO , lo demandó por la
nulidad del contrato protocolizado el 14 catorce de mayo del 2008 dos mil ocho,
respecto del inmueble que se trata, y que obtuvo sentencia favorable a este respecto,
empero que el Superior modificó tal sentencia y declaró que ELIMINADO , no había
probado su acción, al considerar que cuando ELIMINADO por conducto de su
apoderado, vendió a ELIMINADO , ya no tenía el dominio del inmueble ubicado en la
Avenida ELIMINADO esquina con la calle ELIMINADO de esta Ciudad, ya que había
salido de su patrimonio por aquella relación contractual consistente en el contrato de
compraventa que el actor ELIMINADO , había celebrado anterior a la compra que
ELIMINADO , había realizado; y que el último de los mencionado interpuso amparo en
contra de la referida resolución de segunda instancia, resolviéndose en el sentido de que
la justicia de la unión no amparó ni protegió a ELIMINADO , quedando firme la
resolución.
Aunado a que por otra parte la diversa demandada ELIMINADO , demandó a
ELIMINADO , por la nulidad absoluta del contrato de compraventa de 18 dieciocho de
enero del 2008 dos mi ocho, celebrado entre ELIMINADO , por conducto de su
apoderado legal ELIMINADO , y que obtuvo sentencia favorable, pues se declaró la
nulidad del contrato de referencia, misma que quedó firme al haber sido confirmada por
el Superior, solicitando el amparo, más sin embargo la Justicia de la Unión no amparó ni
protegió a ELIMINADO , quedando firme tal resolución.
Lo anterior, el actor, lo probó con las copias certificadas por el Secretario de
Acuerdos del Juzgado Cuarto del Ramo Civil de esta Ciudad, respecto del expediente
número 1446/2008, así como con las copias certificadas del Secretario de Acuerdos del
Juzgado Segundo del Ramo Civil del expediente número 758/2012, con valor probatorio
como lo establece el artículo 391 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, con las
que en conjunto se arriba a la convicción de que efectivamente el aquí demandado
ELIMINADO promovió un juicio ordinario civil en contra del aquí actor ELIMINADO ,
por la nulidad de contrato de compraventa de 14 catorce de mayo del 2008 dos mil ocho
y que culminó con la resolución del Superior que modificó la sentencia, para establece
que ELIMINADO , no había probado su acción de nulidad de contrato, y que
ELIMINADO , sí había acreditado sus defensas, y que dicha sentencia quedo firme
atento al auto de 2 dos de diciembre del 2011 dos mil once.
Aunado a que por otra parte pero de igual manera, el actor acreditó que
ciertamente la aquí demandada ELIMINADO promovió un juicio ordinario civil en
contra del aquí diverso demandado ELIMINADO y otros por la nulidad de contrato de
compraventa de 18 dieciocho de enero del 2008 dos mil ocho y que culminó con la
resolución del Superior que confirmó la sentencia, quedando firme la resolución en el
sentido de que se declaró nulo el referido acuerdo de voluntades, acorde al auto de 11
once de mayo del 2011 dos mil once.
En ese contexto, el Juzgador considera que en autos quedó acreditado que el actor
ELIMINADO , adquirió la propiedad del inmueble materia del contrato cuya nulidad
ahora pide, mediante compraventa que hiciera en su favor ELIMINADO el 17
diecisiete de abril del 2006 dos mil seis, y protocolizada el 14 catorce de mayo de 2008
dos mil ocho, de conformidad con los artículos 1628, 1629, 1630, 1632, 2080, 2082,
2088, 2147 y 2148 del Código Civil en vigor.
En ese orden de ideas y para efecto del presente fallo, se estima que el contrato de
compraventa celebrado entre el demandado, como vendedor, y la demandada
ELIMINADO , como compradora, esta afectado de nulidad absoluta, en virtud de que el
inmueble objeto del contrato, es ajeno al vendedor ELIMINADO , en virtud de la (sic)
que propiedad del mismo corresponde al actor ELIMINADO , en razón de que tiene un
titulo de propiedad respecto del multicitado predio desde el 17 diecisiete de abril del
2006 dos mil seis y protocolizado el 14 catorce de mayo del 2008 dos mil ocho;
mientras que el que se tilda de nulo se verificó el 6 seis de mayo del 2013 dos mil trece,
en donde se sustentó la propiedad del vendedor ELIMINADO , en el contrato de 18
ocho (sic) de enero del 2008 dos mil ocho, declarado nulo por la sentencia que causó
ejecutoria por auto de 11 once de mayo del 2011 dos mil once.
Por consiguiente, si el contrato de compraventa sobre un inmueble radica en que el
propietario de ese bien transmita la legítima propiedad y dominio al comprador, y en el
caso concreto si el demandado ELIMINADO , como vendedor, entregó a la diversa
demandada ELIMINADO , como compradora, un objeto (inmueble) del cual no es
dueño, resulta indudable que se actualiza la figura de venta de cosa ajena, toda vez que
dicho vendedor no pudo ni puede trasmitir la propiedad y dominio sobre ese bien objeto
de la transacción, porque el vendedor nunca tuvo el dominio de dicho inmueble.....”
Y, no obstante lo anterior, la aquí recurrente, sólo se limita a efectuar meras
afirmaciones en cuanto señala que no se encuentra acreditado por el actor, la venta de
cosa ajena, pero con ellas de manera alguna controvierten o ataca los razonamientos y
sustentos legales, así como el caudal probatorio en que se apoyó el Juzgador, para
arribar a la conclusión en cuanto a que, cuando se había efectuado la venta de fecha 6
seis de mayo de 2013 dos mil trece, entre ELIMINADO , como vendedor y
ELIMINADO , como compradora, ya había salido del patrimonio del primero, el
inmueble objeto de dicha operación, sin que al efecto, debatiera las pruebas que así lo
justificaron. Bajo ese orden de ideas, es la razón por la cual se estiman inoperantes los
presentes disensos.
Finalmente, la apelante aduce que la sentencia recurrida absuelve de manera
ilegal al pago de costas y gastos al actor ELIMINADO , bajo el argumento de que no
se está en los supuestos del artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles, y que de
manera injusta e ilegal condena a la parte demandada; pero que en realidad no está en
presencia de las hipótesis de absolución a favor del actor y de condena en perjuicio de
la demandada a que se refiere el Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado,
ya que el actor no obtuvo en forma total las prestaciones que pidió y que la demandada
sí probó sus excepciones en especial la de cosa juzgada, por lo que conforme a los
numerales 135 y 136 del Código en comento, debió condenarse al actor al pago de
costas, al no haber obtenido todo lo que pidió.
Es infundado tal agravio, porque no es verdad que le hubiese procedido su
excepción de cosa juzgada a la aquí recurrente, para que pudiese aplicarse en su favor
el ordinal 136 de la Ley Adjetiva Civil en vigor, porque si bien es cierto, que el Juez de
origen estimó que había cosa juzgada en cuanto a la nulidad que pretendió el
demandante, con respecto al contrato de fecha 18 dieciocho de enero de 2008 dos mil
ocho, ello, sin embargo, fue derivado de argumentos ajenos a los expuestos y
planteados por la demandada ELIMINADO , mismos que hizo valer de oficio el
resolutor, y no ante la procedencia de la excepción opuesta en el escrito de contestación
de demanda, porque por cuanto ésta excepción respecta, le resultó improcedente al ser
analizada en el cuerpo de la presente resolución, dentro del considerando quinto.
Por tales razonamientos, no es factible que se condene al actor ELIMINADO ,
al pago de costas, pues, como bien lo hizo ver el A quo, no se sitúa en alguna de las
premisas que prevén los preceptos 135 y 136 del Código de Procedimientos civiles
vigente en el Estado, toda vez que, por cuanto atañe al primer dispositivo, éste refiere
que siempre se hará condenación de costas, pídanlo o no, las partes, en contra del
litigante que no hubiere obtenido resolución favorable, ya en lo principal, ya en los
incidentes que surgieren; y en la especie, ELIMINADO , sí obtuvo resolución
favorable; de ahí que no se actualice el primer numeral de los en cita.
Mientras que, por cuanto hace al segundo, menciona ese ordinal: “Artículo
136.- Se exceptúan de lo prevenido en el artículo anterior: I.- Los casos en que
desestimada la demanda, lo sea igualmente la reconvención y aquellos en que tanto una
como la otra se encontraren en parte procedentes; II.- Cuando ejercitada una acción
sólo se estime procedente en parte, por las excepciones que hubiere hecho valer el
demandado.”. Y en la especie, en caso de que la demanda hubiese sido en parte
procedente, entonces, sería justificable, la razón por la cual se absolvió al actor en este
juicio, en el considerando cuarto, al preverlo así el dispositivo que se estudia. De ahí lo
infundado de su agravio.
CUARTO.- Los agravios hechos valer por ELIMINADO , resultan el primero
infundado, el segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo inoperantes para el fin
perseguido, mientras que el octavo es en parte infundado y en otra inoperante.
En efecto, en un primer disenso el recurrente señala que la sentencia que
apela no resuelve su situación jurídica, a pesar de que fue emplazado a juicio, contestó
la demanda, opuso excepciones, ofreció pruebas y alegó como parte demandada, y
que, por mandato de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tiene
derecho a recibir justicia, máxime si el Juez no aplica de manera correcta la
conceptualización de cosa juzgada, ya que debieron ser estudiadas su contestación,
excepciones, pruebas y alegatos que hizo valer en el litigio, omisión grave del Juez de
Primera Instancia.
Sobre el particular, a juicio de este Cuerpo Colegiado, su agravio deviene
infundado, en razón de que, el Juez de origen, si bien, no abordó el estudio del escrito
de contestación de demanda de ELIMINADO , pruebas, y alegatos, sin embargo, esto
lo determinó, bajo un razonamiento lógico jurídico que lo justificó.
Pues al respecto, en la parte final del considerando cuarto de la resolución
recurrida, claramente estableció el Resolutor de Primer Grado, lo siguiente: “....En
mérito de lo anterior, resulta innecesario proceder al estudio del fondo de la demanda,
de la contestación de los demandados ELIMINADO y del DIRECTOR DEL REGISTRO
PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DE COMERCIO DE ESTA CIUDAD, así como de las
pruebas ofrecidas, pues a ningún fin practico conduciría su análisis....”; todo ello, en
atención a la actualización de la figura jurídica de cosa juzgada, en donde concluyó en
dicho apartado (considerando cuarto), que: “.....ante la actualización de la figura
jurídica de cosa juzgada, se extingue anticipadamente el proceso en lo principal, en lo
que corresponde a la acción de nulidad y sus consecuencias planteadas por el actor
respecto del contrato celebrado el 18 dieciocho de enero del 2008 dos mil ocho, entre
ELIMINADO , por conducto de su apoderado legal ELIMINADO , como vendedor, y
ELIMINADO , como comprador, ante la fe del Licenciado ELIMINADO , como Notario
Público Número 20 con ejercicio en esta Ciudad, respecto del predio edificado marcado
con el número ELIMINADO de la Avenida ELIMINADO esquina con calle
ELIMINADO de esta Ciudad; y continúese por lo que hace a la diversa acción que se
plateó en el juicio principal y en la reconvención, por tratarse de otra prestación del
actor y de una nueva demanda.....”
Es decir, el juzgador al advertir que se actualizaba la figura jurídica de cosa
juzgada con respecto al contrato en el que intervino el aquí apelante, en su calidad de
apoderado legal de ELIMINADO , estimó innecesario el estudio de dicha petición de
nulidad, y en consecuencia de las defensas y excepciones a la misma; actuar que para
este Tribunal es correcto. Siendo con ello infundado el agravio que se analiza.
Enseguida, el inconforme señala en un segundo, tercero, cuarto, quinto sexto,
séptimo y octavo agravio concretamente:
2).- Que la sentencia que recurre es incongruente, porque por un lado, de
manera correcta, declara como probada y procedente la excepción de cosa juzgada
opuesta por la (sic) que suscribe, y al mismo tiempo, por otro lado, declara la nulidad
de la operación de compraventa por medio de la cual fue adquirido el inmueble en
cuestión. Ya que, opuso la excepción de cosa juzgada, porque el actor ELIMINADO ,
pretendió litigar un asunto que ya constituye cosa juzgada a favor de su vendedor, el
señor ELIMINADO . Y que sin embargo le agravia que a pesar de haber sido declarada
como procedente la excepción de cosa juzgada opuesta por él, el juez segundo del
Ramo Civil de manera incongruente, estudia de nueva cuenta la acción de nulidad
interpuesta por el actor y decreta la nulidad del contrato de compraventa por medio del
cual este adquirió el inmueble.
3).- Que la sentencia que recurre es incongruente, porque por un lado de
manera correcta declara como probada y procedente la excepción de cosa juzgada
opuesta por la (sic) que suscribe, y que al mismo tiempo declara la nulidad de la
operación de compraventa por medio de la cual adquirió el inmueble en cuestión,
basándose en una sentencia que no fue en beneficio del actor, sino en una diversa
persona, la señora ELIMINADO , pasando por alto que ella es una de las demandas de
aquél. Ya que es inédito que se declare la nulidad de una operación respecto de un
procedimiento en el que existe cosa juzgada a partir de un diverso litigio en el que el
actor no obtuvo sentencia favorable sino diversa persona demandada; causándole
agravio al apelante, que el Juez utilice a favor del actor, un litigio promovido por una
extraña a él.
4) Que le causa agravio la sentencia que recurre, porque de manera incorrecta
e ilegal el Juez no toma en consideración ni valora correctamente la circunstancia de
que la compradora adquirió el inmueble en cuestión con absoluta legalidad y buena fe,
toda vez que fue comprado a su legitimo propietario, el señor ELIMINADO , pues que
el contrato de compraventa que celebró con éste, cuenta con todas las formalidades que
exige el Código Civil vigente en el Estado, para este tipo de operaciones, pues el
vendedor justificó el dominio pleno sobre el bien con la escritura pública inscrita
correspondiente debidamente inscrita en el Registro Público de la Propiedad siendo
reconocido por esa dependencia como único y legitimo dueño.
5).- Que le causa agravio la sentencia recurrida, porque no valora ni estudia
correctamente la circunstancia de que el actor carece del elemento básico requerido
para el ejercicio de las acciones civiles, que es el INTERES JURÍDICO, que porque
aunque le fuera favorable la sentencia, la declaración de nulidad del contrato de
compraventa celebrado entre ELIMINADO y el señor ELIMINADO , no le genera de
manera automática el reintegro del predio a su propiedad, por no haber intervenido así
en dicha operación.
6).- Que el juez no estudió ni tomó en consideración la documental pública
consistente en el oficio número 798/2012, de fecha 21 veintiuno de marzo de 2012 dos
mil doce, por medio del cual la Juez Cuarto del Ramo Civil, ordenó expresamente la
inscripción de la Escritura Pública que amparó a su vendedor (sic), el señor
ELIMINADO , como dueño, en el Registro Público de la Propiedad del Estado bajo el
folio real número ELIMINADO ; ya que el juez soslayó que como prueba de la
supremacía y eficacia de la sentencia definitiva en que se fundó la excepción de cosa
juzgada que opuse en el juicio natural, es que la resolución ha sido ejecutada en sus
términos, esto porque el contrato declarado válido de fecha 18 dieciocho de enero de
2008 dos mil ocho, entre ELIMINADO , como vendedor y ELIMINADO , como
comprador, este último representado por el señor ELIMINADO , ha sido inscrito en el
Registro Público de la Propiedad del Estado.
7).- Que la sentencia impugnada le agravia, porque no estudia
adecuadamente ni analiza a detalle que la acción de nulidad absoluta intentada por el
actor ELIMINADO , es inviable e improcedente, porque la funda en lo que prevén los
artículos 2057 y 2058 del Código de Procedimientos civiles vigente en el Estado (sic);
que, como se puede ver, el actor equivocó la acción ejercida porque la litis no se centró
en la inexistencia del contrato por falta de consentimiento o de objeto; que el Juez
Segundo del Ramo Civil, declaró la ilicitud en el objeto de manera equivocada,
argumentando que fue realizada la venta de cosa ajena, lo cual no quedó demostrado
en el juicio.
Ahora bien, una vez analizadas las constancias de la resolución impugnada, en
relación con los motivos de disenso anteriormente expresados, se arriba a la convicción
de que los mismos son inoperantes.
Se dice esto, porque no pasa desapercibido para este Tribunal, que los
agravios vertidos por el apelante van tendientes a combatir el considerando quinto de la
resolución de mérito, es decir, lo relativo a la nulidad del contrato de compraventa de
fecha 6 seis de mayo de 2013 dos mil trece, celebrado entre ELIMINADO , como
vendedor, y ELIMINADO , como compradora, en la cual, en ningún momento intervino
el aquí inconforme ELIMINADO , por derecho propio ni como apoderado o mandatario
de alguna de esas partes; por tanto, no le acarrea perjuicio directo alguno, en su esfera
jurídica, la procedencia de la presente acción de nulidad de dicho acto.
Pues por cuanto a él atañe, fue demandado por el actor ELIMINADO , pero
en cuanto se refiere a la nulidad de la compraventa de fecha 18 dieciocho de enero de
2008 dos mil ocho, inscrita en el Registro Público de la Propiedad, bajo el folio No.
ELIMINADO , donde comparece como vendedor ELIMINADO , por conducto de su
apoderado legal ELIMINADO , y como comprador ELIMINADO ; cuestión ésta, de la
que el Juzgador resolvió que se actualizaba la figura jurídica de cosa juzgada, estimando
innecesario entrar al escrito de contestación de demanda, pruebas y alegatos del aquí
apelante.
Pero, al no haber intervenido ELIMINADO (en ninguna calidad ni
representación), en la celebración del acto jurídico llevado a cabo el 6 seis de mayo de
2013 dos mil trece; en consecuencia, la determinación arribada por el Juez de Primer
Grado, al declarar la procedencia de la nulidad absoluta del citado contrato, no le
acarrea perjuicio alguno, de los manifestados por éste, dentro de su escrito de
expresión de agravios y por cuanto a ese acto se refiere.
Finalmente, alega el inconforme, que le agravia la sentencia recurrida, porque
absuelve de manera ilegal al pago de costas y gastos al actor ELIMINADO , bajo el
argumento de que no se está en los supuestos del artículo 135 del Código de
Procedimientos Civiles, y de manera injusta e ilegal condena a esta parte demandada,
pero que no están en presencia de las hipótesis de absolución a favor del actor y de
condena en perjuicio de la parte demandada a que se refiere el Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado, pues que el actor no obtuvo en forma total
las prestaciones que pidió y esta parte demandada, sí probó sus excepciones, en
especial la de cosa juzgada, por lo que debió de condenarse al actor conforme a los
ordinales 135 y 136 del Código de Procedimientos Civiles, al pago de costas, por no
haber obtenido todo lo que pidió y haber probado esa parte demandada sus
excepciones.
En lo atinente, este Tribunal Superior considera en parte infundado el presente
agravio, porque no es verdad que le hubiese procedido su excepción de cosa juzgada al
aquí recurrente, para que pudiese aplicarse en su favor el ordinal 136 de la Ley Adjetiva
Civil en vigor, ya que no debe perderse de vista, que ni siquiera se entró al estudio de
su escrito de contestación de demanda, pruebas y alegatos y ni fue condenado en
costas.
Por tales razonamientos, no es factible que se condene al actor ELIMINADO ,
al pago de costas, pues, como bien lo hizo ver el A quo, no se sitúa en alguna de las
premisas que prevé el precepto normativo 135 del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado, toda vez que, por dicho dispositivo refiere, que siempre se hará
condenación de costas, pídanlo o no, las partes, en contra del litigante que no hubiere
obtenido resolución favorable, ya en lo principal, ya en los incidentes que surgieren; y
en la especie, ELIMINADO , sí obtuvo resolución favorable; de ahí que no se actualice
el numeral en cita.
Sin embargo, esta Sala Superior considera por otra parte inoperante su
agravio, porque cono ya se precisó con antelación, no le acarrea perjuicio alguno al aquí
impetrante, la condena que hubiese efectuado el Juzgador, respecto del pago de costas
y gastos a la demandada, en favor del actor, toda vez que, dicha condena no fue
extensiva al diverso demandado ELIMINADO , toda vez que ni siquiera se entró al
estudio de su escrito de contestación de demanda, pruebas y alegatos, es decir al fondo
del negocio que él litigó.
Así las cosas, ante lo infundado e inoperante de los agravios formulados por
ELIMINADO , así como por los expuestos por el diverso apelante ELIMINADO , lo
procedente es confirmar la Sentencia de fecha 16 dieciséis de Febrero de 2015 dos mil
quince, pronunciada por el C. Juez Segundo del Ramo Civil del Estado, dentro del
expediente 1007/2013, relativo al Juicio Ordinario Civil por Nulidad de Contrato
de Compra Venta, promovido por ELIMINADO , en contra de ELIMINADO y
CODEMANDADOS.
QUINTO.- Se condena a ELIMINADO , respecto del pago de costas y gastos
en Segunda Instancia, de conformidad con la fracción II del Artículo 135 del Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado, al no haber obtenido resolución favorable.
SEXTO.- Se absuelve al diverso apelante ELIMINADO , del pago de costas y
gastos en esta Segunda Instancia, al no actualizarse alguna de las premisas del ordinal
135 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, ya que no fue condenado por tal
rubro en primera instancia.
Por lo expuesto y fundado, es de resolverse y se resuelve:
PRIMERO.- Los agravios primero, segundo, quinto, y séptimo, hechos valer
por ELIMINADO , resultaron infundados, mientras que el tercero, cuarto y sexto lo
fueron inoperantes.
SEGUNDO.- Los agravios hechos valer por ELIMINADO , resultaron el
primero infundado, el segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo inoperantes
para el fin perseguido, mientras que el octavo lo fue en parte infundado y en otra
inoperante.
TERCERO.- En consecuencia, se CONFIRMA la Sentencia de fecha 16
dieciséis de Febrero de 2015 dos mil quince, pronunciada por el C. Juez Segundo del
Ramo Civil del Estado, dentro del expediente 1007/2013, relativo al Juicio Ordinario
Civil por Nulidad de Contrato de Compra Venta, promovido por ELIMINADO , en
contra de ELIMINADO y CODEMANDADOS.
CUARTO.- Se condena a ELIMINADO , respecto del pago de costas y gastos
en Segunda Instancia.
QUINTO.- Se absuelve al diverso apelante ELIMINADO , del pago de costas
y gastos en esta Segunda Instancia.
SEXTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el
expediente al Juzgado de origen, y en su oportunidad, archívese el Toca como asunto
concluido.
SÉPTIMO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que
integran la Cuarta Sala del H. Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados
ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO , integrante de la Tercera Sala por excusa
del señora Magistrada ELIMINADO , de conformidad con lo dispuesto por el artículo
159 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, siendo ponente el segundo de los
mencionados, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza, Licenciada
ELIMINADO .- Doy fe.