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SUMARIO EDITORIAL Capital: ese brillante objeto del deseo (O ¿por qué estamos tan a gusto con la explotación... propia y ajena?) 20 AÑOS DE dialéktica Colectivo de trabajo de dialéktica: La saga continúa... Dedicamos este número... Eduardo Maggiolo: La Naranja (y) dialéktica Néstor Kohan: Hacer filosofía y teoría crítica en Argentina, una tarea pendiente Andrea Di Cionne: «La juventud ausente» Alberto Bonnet: Las metamorfosis del toro DOSSIER Por qué, cómo y para qué nos auto-organizamos en y contra el capitalismo Colectivo de trabajo de dialéktica: Introducción debocaenboca - acciones feministas: Lo que no se trabaja no se transforma. Notas para la militancia antipatriarcal y anticapitalista Agrupación Hombre Nuevo: Nuestras aproximaciones al problema (y desafío) de la organización política 24 36 44 26 5 16 42 48 51 55

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SUMARIO

EDITORIAL

Capital: ese brillante objeto del deseo (O ¿por qué estamos tan a gustocon la explotación... propia y ajena?)

20 AÑOS DE dialéktica

Colectivo de trabajo de dialéktica: La saga continúa...

Dedicamos este número...

Eduardo Maggiolo: La Naranja (y) dialéktica

Néstor Kohan: Hacer filosofía y teoría crítica en Argentina, una tarea pendiente

Andrea Di Cionne: «La juventud ausente»

Alberto Bonnet: Las metamorfosis del toro

DOSSIER

Por qué, cómo y para qué nos auto-organizamos en y contra elcapitalismo

Colectivo de trabajo de dialéktica: Introducción

debocaenboca - acciones feministas: Lo que no se trabaja no se transforma.Notas para la militancia antipatriarcal y anticapitalista

Agrupación Hombre Nuevo: Nuestras aproximaciones al problema (ydesafío) de la organización política

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MARIO

Raúl Guinnard: Algunas reflexiones en torno a la autonomía y el anarquismo

Víctor Militello: La militancia en la era de la incertidumbre política

UNIVERSIDAD

Gabriel Hernández: Del «mercado científico» al «ajedrez académico»:Representaciones sobre el CONICET y estrategias de becarios en CienciasAntropológicas

DOCUMENTOS UNIVERSITARIOS

FEL-Filosofía y Letras: El Frente de Estudiantes Libertarios en el próximoCEFyL

Bandera Negra: ¿Por qué militamos en el ámbito estudiantil?

RESEÑAS

Judith Butler: Deshacer el género (por Natalia Beistain, Carolina MeijomeTorres, Valeria de la Prida, Maisa Bascuas).

Franco «Bifo» Berardi: Generación Post-Alfa (por Cecilia Aramendy,Mariana Dimant, Gimena Perret).

Agenda y Actividades

Números Anteriores

Normas básicas generales para la publicación en dialéktica

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80

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COLECTIVO DE TRABAJO:

Verónica Lía ZallocchiJavier Alejandro Riggio

Mariano Alberto RepossiFlorencio Francisco NocetiPatricio Enrique Mc CabeEduardo Emilio Glavich

Paula FarinatiGastón Falconi

Esteban Virgilio Da Ré

AGRADECIMIENTOS Y COLABORACIONES:

Agrupación Hombre Nuevo, colectiva debocaenboca, Alberto Bonnet,Néstor Kohan, Eduardo Maggiolo, Andrea Di Cionne, Víctor Militello,Raúl Guinnard, Natalia Beistain, Carolina Meijome Torres, Valeria de laPrida, Maisa Bascuas, Cecilia Aramendy, Mariana Dimant, GimenaPerret, Diego, Dani y Pablo de la fotocopiadora El Arca.

PÁGINA WEB:www.revistadialektica.com.ar

ENVÍOS DE COLABORACIONES Y COMENTARIOS: [email protected]

O POR CORREO:Gabriela Mistral 3250 (C.P. 1419)

Capital Federal

DIAGRAMACIÓN:Paula Farinati, Mariano A. Repossi, Javier A. Riggio.

CORRECCIÓN:Colectivo de trabajo de dialéktica

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I

Veinte años haciendo filosofía y teoría social. No periodismo.Eso explica por qué, a diferencia de otras periódicas

publicaciones de pensamiento crítico y a diferencia de los copiososórganos de difusión de las agrupaciones políticas de izquierda, nireaccionamos con pronunciamientos ante cada episodio de la agendaburguesa ni andamos oliéndole el rastro al Boletín Oficial.

Eso explica por qué, entre otras cosas, hacemos todo cuantopodemos, desde las modestas páginas de dialéktica, por intervenircríticamente en la agenda de los trabajadores –entre quienes noscontamos– y en la agenda de las organizaciones de los trabajadores –enlas que participamos–. Para eso asumimos el desafío de no dejarnosaturdir por la industriosa vorágine de «novedades» con que la burguesíaformatea nuestra experiencia cotidiana. Un desafío que posiblementeexceda nuestras capacidades (de otro modo, ¿qué clase de desafíosería?)1, pero en esto estriba para nosotros, justamente, hacer filosofía yteoría social con el fin de impulsar y favorecer la autoorganización

Capital: ese brillante objeto del deseo(O ¿por qué se está tan a gusto con la explotación...

propia y ajena?)

Dedicamos este número de dialéktica a quienes luchan,teórica y prácticamente, contra todas las formas de manifestación

de la explotación capitalista.

1 No ignoramos que la sociedad del espectáculo ofrece en los medios de comunicaciónsu aspecto apenas restringido. Pero si la comunicación parece utilizar a las relacionessociales como instrumento no es porque éstas sean neutras, sino justamente porquela instrumentación es su automovimiento total. Si las relaciones humanas tiendena no poder ejercitarse más que por mediación de la potencia de comunicacióninstantánea, ¿cómo no ver que esta comunicación es esencialmente unilateral, osea, cómo no ver que «todo fluye», sí, pero fluye siempre para el mismo lado(burgués)?

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proletaria sobre bases verdaderas.La serie completa de editoriales de dialéktica da cuenta –casi

hasta el hartazgo– de nuestro punto de partida epistemológico y político:nos interesa abordar la relación entre las partes y el todo social –y notomar una parte (por ejemplo, algunos años del capitalismo enArgentina) como si fuera el todo–; pretendemos retomar, reformular,impulsar teorías y prácticas democráticas –fundidas en el crisol de laautonomía y la autogestión– para intentar conjurar la heteronomíaestructural de toda sociedad que se sustente en la escisión entredirigentes y ejecutantes; partimos de entender como causa fundamentalde los problemas sociales contemporáneos el antagonismoirreconciliable entre el capital y el trabajo e intentamos adoptar laperspectiva de nuestra clase en tanto trabajadores para abordar estosproblemas; apostamos por la posibilidad de la humanidad social y nopor reforzar la igualdad formal de los celestiales derechos burguesesque encubren las frías y siniestras cadenas de la terrenal desigualdadreal.

Nos apoyamos, pues, en aquella serie completa para retomarhoy esta pregunta fundamental de la filosofía política, ya pronunciadapor Etienne De La Boétie y por Baruch Spinoza: ¿por qué los sereshumanos luchamos por nuestra esclavitud como si lucháramos pornuestra libertad? ¿Por qué deseamos la explotación, la humillación, lamiseria, tanto ajena como propia? En condiciones específicamentecapitalistas, nuestra pregunta es: ¿por qué las masas estamos contentascon el capitalismo, por qué casi nadie proyecta otra relación con laproducción, otra relación con el tiempo, otra relación con sussemejantes?

Tenemos algunas notas para un diagnóstico de este deseocapitalista generalizado. Esperamos que sirvan para provocar el debatey alentar la autoorganización de la clase trabajadora contra el capital ysu correlativo Estado.

II

Y si de diagnóstico de las masas hablamos, comencemos por unapatología histórica: el estadocentrismo, enfermedad infantil delprogresismo. Desde que el proletariado ha engendrado sus propiasorganizaciones prevalece el objetivo de «tomar el poder del Estado» por

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sobre todos los demás objetivos de un programa comunista, lo cualexplica, hoy, el carácter reactivo, electoralista y oportunista de laizquierda en general. No eludimos el problema, lo formulamos así: enlugar de ocupar el Estado tal cual está, hay que ocuparse de la naturalezadel poder del Estado como relación de clases. Mientras no se afronteeste problema, toda la izquierda seguirá siendo tácticamente «progre»:la burguesía estatiza el 51% de YPF, la izquierda exige el 100%; losavatares del capital refuerzan los nacionalismos, la izquierda se sumaal reclamo por las Falkland Islands; los trenes que transportan fuerzade trabajo para la acumulación capitalista colapsan, la izquierda exigeel control obrero. La izquierda en general busca, así, mejoras progresivasdentro del sistema y punto. Estratégicamente, ha perdido de vista elobjetivo de suprimir la relación social capitalista y dedica todos susesfuerzos a cumplir, apenas, objetivos tácticos que se confunden con ladisputa mediática de la agenda burguesa. Una lucha que se manifiesta,además, escindida: lucha económica en los sindicatos, lucha políticaen el Estado (cuando no lucha organizativa entre organizaciones deizquierda). Así, la izquierda habla casi únicamente la lengua de losexplotadores: al pelear por «puestos de trabajo» diluye los problemasque implica la «venta de la fuerza de trabajo»; al pelear por «igualdadde derechos» minimiza que no hay derecho conquistado que no sea«resistencia muerta»; al pelear por votos en las elecciones refuerza laestructura política de la dominación de clase.

Mientras nuestro deseo se mantenga en los límites de la vidaburguesa –trabajo, salud, educación, seguridad, vacaciones, jubilación–no habrá mejora en las condiciones para la lucha anticapitalista pormás elementos defensivos y pasajeros que obtengamos en lascondiciones de vida cotidiana de algunos. Se nos dirá que planteamosinsuficiencia en las condiciones subjetivas para la revolución. Sí. Esineludible la tarea de darnos la lucha en el plano ideológico y teórico,también. Y no sólo eso. Porque el objeto de nuestra crítica es de unanaturaleza extremadamente hostil a la racionalización:

En el terreno de la economía política, la investigación científicalibre encuentra no sólo al mismo enemigo que en todas lasdemás esferas. La naturaleza particular de la materia que tratalevanta contra ella, en el campo de batalla, las pasiones másviolentas, mezquinas y odiosas del corazón humano, las furiasdel interés privado. La Alta Iglesia de Inglaterra, por ejemplo,perdonará antes el ataque contra 38 de sus 39 artículos de fe

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que contra 1/39 de sus ingresos.2

Si la Iglesia es capaz de entregar 38/39 partes de su fe, pero no es capazde entregar 1/39 partes de sus ingresos, ocurre porque la naturalezapeculiar de la relación capitalista es tan poderosa que puede socavarinclusive los pilares de una institución que se sostiene en algo tanirracional como la fe. Así, pareciera que la ley del valor-trabajo se agitaraen el mismo hemisferio de sombra en que se empapa lo irracional. Noobstante, el equivalente en dinero de 1/39 de ingresos se obtienesencillamente, cortando el nudo metafísico con la calculadora. Demanera tal que no hay falsa conciencia de la realidad: la concienciacapitalista es tan real como racional. Es conciencia verdadera, pero deun movimiento objetivo aparente: la forma del valor, esa producciónsocial tan históricamente determinada, es, en tanto expresión de una«objetividad espectral», tan espectral como objetiva. El valor no es unapropiedad física ni química, es «simple gelatina de trabajo humanoindiferenciado», no tiene un solo átomo de substancia natural... Eppursi muove! Porque una vez puesta en prácticas sociales la relación quefunda el modo de vida burgués, el resto «sale con fritas».

El problema, entonces, trajina un plano que no es fácilmentetraducible a términos clásicos. Mejor dicho: no es fácilmente traduciblea las lecturas hegemónicas de los términos clásicos. Evidentemente, nobasta con saber cómo nos relacionamos para que nos relacionemos deotra manera.3 Hay que transformar las relaciones en la práctica misma,comenzando por las organizaciones de la clase trabajadora y pasando

2 MARX, K., El Capital (Crítica de la economía política), «Prólogo a la primera edición»,trad. Vicente Romano García, Madrid, Akal, 2000, p. 19.3 «En realidad, el carácter de valor de los productos del trabajo se consolida através de su actuación como magnitudes de valor. Estas últimas cambianconstantemente, con independencia de la voluntad, la previsión y la acción dequienes los intercambian. Para ellos, su propio movimiento social posee la formade un movimiento de cosas bajo cuyo control se hallan en vez de controlarlas ellos.Se requiere una producción de mercancías enteramente desarrollada antes de quenazca de la misma experiencia el conocimiento científico de que los trabajosprivados, universalmente dependientes unos de otros como eslabones de la divisiónsocial del trabajo, se reducen continuamente a su medida socialmente proporcional,porque en las relaciones de cambio, casuales y siempre oscilantes, de sus productosse impone a la fuerza, como ley natural reguladora, el tiempo de trabajo socialmentenecesario para su producción, algo así como se impone la ley de la gravedadcuando se derrumba una casa. La determinación de la magnitud de valor por eltiempo de trabajo es, pues, un secreto encerrado bajo los movimientos aparentes

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por la crítica de la vida cotidiana y de todas las formas de opresión yexplotación. La ley del valor-trabajo como un todo capitalista no operaúnicamente en el intercambio mercantil, sino también en el contenido yla forma de las relaciones sociales mediante las cuales objetivamos ysubjetivamos el sistema capitalista todos los santos días. Desear o nodesear la explotación... That’s the question.

III

En los últimos ochenta años, algo falla en el esquema que postula comocondición de la revolución la coincidencia de los «factores objetivos»(agudización de la contradicción entre el desarrollo de las fuerzasproductivas y las relaciones de producción) y los «factores subjetivos»(autoconciencia proletaria de sus intereses de clase y autoorganizaciónpolítica). Esta «madurez social», subjetiva, superestructural (el paso dela conciencia en sí a la conciencia para sí), no parece realizarseefectivamente (al menos, si observamos la alegría generalizada con elsistema capitalista), al tiempo que aquella «madurez histórica», objetiva,infraestructural, no cesa de ampliarse y profundizarse (al menos, siobservamos que ya no queda en el mundo un modo de producciónalternativo al capitalismo).

Uno que advirtió esto –hace ochenta años, justamente– fuediscípulo de Sigmund Freud: el condenado Wilhelm Reich. Atormentadopor el ascenso del fascismo en Europa, se preguntaba cómo la clasesocial que tenía intereses objetivos puestos en la revolución podía apoyarsubjetiva y fervorosamente a sus más dogmáticos explotadores. Laizquierda orgánica recurría al siempre a mano comodín del engañoideológico: «es la falsa conciencia, estúpidos». Pero las consignas«científicamente» redactadas por el Partido no provocaban en las masaspauperizadas el efecto esclarecedor esperado. En su lugar, la hipótesisde Reich era intolerable: No, las masas no fueron engañadas; ellas desearonel fascismo. Por su parte, la funeraria experiencia de los «socialismosreales» exigía pensar, también, que no era suficiente –o, acaso e incluso,que no era posible– una revolución realizada únicamente en el plano

de los valores relativos de las mercancías. Su descubrimiento elimina la aparienciade la determinación puramente casual de las magnitudes de valor de losproductos del trabajo, mas no elimina en absoluto su forma objetiva.» MARX, K.,El Capital (Crítica de la economía política), trad. Vicente Romano García, Madrid,Akal, 2000, tomo I, volumen 1, pp. 106-7. Resaltamos.

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de la conciencia. Saturadas de abandonos y confidencias embalsamadas,esas inquietudes críticas orientadas por un proyecto emancipadorperecieron bajo el peso del mágico mundo de Disney: tras la SegundaGuerra, el asedio constante de la amenaza roja («¡Medios de produccióny GULAG para todos y todas!») fue contenido tras los murospsicodélicos del Estado de Bienestar. Ya no importaba qué habíandeseado las masas antes de desear el exterminio atómico de lahumanidad. Ahora, al fin, imperaba la consigna «¡Sexo, drogas,rock&roll... y General Electric!».

Pero –hay que reconocerlo– como esto componía la experiencia yel paisaje cotidianos de una exclusiva, excluyente y minoritaria porciónde la población mundial, los espíritus bienpensantes arrojados al mundode esa abundancia existencial –en Europa central y en los EstadosUnidos– dirigían sus esperanzas revolucionarias hacia los proletariosdel «tercer mundo». Esas esperanzas (que el mercado editorial se encargóde hacer llegar «just in time») suponían el esquema de infraestructura ysuperestructura que mentábamos hace un rato: «si con las condicionesobjetivas dadas –reflexionaba el alma bella y autoflagelante–construimos Auschwitz-Birkenau y destruimos Hiroshima-Nagasaki,ahora, que vivimos fascinados con Freud, Keynes y The Beatles... Va aser difícil que el chancho chifle»...

...y en eso llegó el Mayo Francés. Hasta Castoriadis, quien acababade clausurar –tras 20 años de labor colectiva y militante– la experienciaSocialisme ou barbarie porque «no pasaba naranja»4, celebró el episodioafirmando: «cualquiera que sea su continuación, Mayo del 68 ha abiertoun nuevo período de la historia universal»5.

¿Cómo pudo ocurrir que, en las confortables y bohemiascondiciones de la flânerie propiciada, las masas arrancaran adoquinesde las calles con fines mucho menos poéticos que observar si debajoestaba la playa?6 Y, más tarde, cuando resultó que «Nuestra Comunadel 10 de mayo» duró menos que la de 1871... esta otra pregunta: ¿Cómopudo ocurrir que las principales organizaciones de izquierdacolaboraran tan exitosamente con el fracaso de la «revolución

4 Ver «Socialismo o Barbarie. Apuntes para la crónica de una separación (¿o seránvarias?)», dialéktica, año XVII, número 20, Buenos Aires, primavera 2008, pp. 54-65.5 «La revolución anticipada», panfleto mimeografiado y difundido entre el 20 y el30 de mayo de 1968, en AA.VV., Mayo del 68: La brecha, trad. Ricardo Figueira,Buenos Aires, Nueva Visión, 2009, p. 70.6 El Cordobazo provocó análoga perplejidad en los funcionarios del onganiato,

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anticipada»? Ambas preguntas (cómo puede haber rebelión encondiciones de sufrimiento amortiguado y cómo puede haberconservación del orden desde la organización revolucionaria) señalaban–y señalan aún– un déficit teórico del marxismo (al menos, del marxismotal como nos ha sido legado por la tradición hegemónica): la opacidadconstitutiva de las relaciones humanas, los vínculos y los hiatos entredeseo e interés, la problemática del inconciente.

Por eso decimos que, en la medida en que no haya un deseomasivo de destruir el capitalismo, seguirá habiendo capitalismo. Por lotanto, una de nuestras tareas primordiales es el trabajo político relativoa las formas de organización, en las prácticas mismas, porque allí sejuega lo impensado constitutivo de la subjetividad. Si el contenidoideológico de una agrupación política es el resumen conciente de esaagrupación, la forma en que se organiza esa agrupación es un índice desu inconciente. Esta analogía conceptual –que es también una hipótesisde trabajo– expone la razón principal del dossier que presentamos eneste número.

Eso sí: ni renegamos del marxismo ni pretendemos resucitar elfreudismo. (Y algo llamado «freudo-marxismo» nos merece opinarnietzscheanamente: una palabra abominable para denominar algoigualmente abominable.) Somos comunistas, no obtusos. Decimos que,mientras haya capitalismo, El Capital (Crítica de la economía política) es yserá la obra de estudio obligada para quienes aspiramos y aspiremos ainterpretar-transformar, en sentido emancipatorio, la realidad. Yademás... decimos que esa obra es necesaria e insuficiente, finita. La«objetividad espectral» del valor nos exige pensar esa mixtura fantasmaly cósica, «suprasensible» y sensible, mágica y natural, metafísica yconcreta, sobre la que se sostiene la lógica del capital. Porque si lasmercancías «pierden» su valor al ser consumidas, quiere decir que loconservan en la medida en que circulan, o bien en la medida en que sereintroducen en el ciclo de circulación (lo cual viene a ser lo mismo).Este es el núcleo duro en el que nos encontramos estudiando (sinabandonar las tareas defensivas, inmediatas, de la clase trabajadora):el objeto de la producción social capitalista es la forma del valor –susustancia es gelatina de trabajo humano indiferenciado, una mismaobjetividad espectral–, o sea, no un objeto sino un «objeto espectral»,brillante objeto del deseo capitalista, ideal sin ser abstracto y real sin seractual.

quienes se preguntaban por qué los obreros mejor pagos del continente armabansemejante quilombo.

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IV

Dicho todo lo anterior y re-tomándolo en la actualidad nacional,percibimos -como ocurrió en tantos otros momentos de la historia de lostrabajadores- que los problemas que nos planteamos mayoritariamentey el modo en que nos proponemos abordarlos en poco se correspondecon nuestros intereses de clase y en mucho se adecuan a los intereses dequienes nos explotan.

Uno de los aciertos del kirchnerismo como movimientorestaurador de las condiciones capitalistas, luego de la crisis del 2001,fue lograr sellar en los trabajadores problemas y soluciones capitalistascomo si fueran problemas y soluciones de y para los trabajadores. Eneste sentido, todo lo que el kirchnerismo muestra como logro de lostrabajadores, es, en lo sustancial, logro de y para el capital, aunque estoslogros puedan generar mejores condiciones transitorias para lostrabajadores. Nos referimos a los temas que ocupan tanto las cadenasnacionales como las tapas de los diarios y los pliegos de reivindicaciones,comunicados, boletines y volantes de las organizaciones de lostrabajadores: los aumentos salariales, la expansión de planes sociales,el mayor presupuesto educativo, la proliferación de legislación y degestos sobre cuestiones como derechos humanos, minorías, Malvinas,etc., el crecimientos del PBI y de los superávits fiscales, los prometidosplanes de créditos hipotecarios, y las tan mentadas estatizaciones.

Si bien algunos de estos logros en gran medida surgen comoconsecuencia de la lucha de los trabajadores, tiende a devenirimperceptible que son consecuencia de luchas defensivas de la clase yno de luchas anticapitalistas. En otro nivel del mismo problema, mejorascoyunturales en las condiciones de vida de la clase son tomadas comoconquistas permanentes, actuando como si se desconociera que elcapital avanzará sobre ellas por todas las vías posibles cuando le resultenecesario para abaratar la fuerza de trabajo y relanzar la acumulación.En la actualidad, hasta el pretendido inconmovible Estado de Bienestareuropeo muestra fisuras en sus pies de barro y amenaza con derrumbarsepara que la relación social capitalista renazca desde las cenizas yescombros una y otra vez…

Las organizaciones de los trabajadores mayoritarias sólo criticanlos logros burgueses del kirchnerismo en su cantidad («hay queaumentar más los salarios hasta llegar al fifti-fifti») pero nocualitativamente: los nuevos-viejos cantos de sirena del capital se les

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presentan como el non plus ultra, así como a la mayoría de lostrabajadores. La clase no sólo no se tapa los oídos para evitarlos ycontinuar inventando su propio rumbo, sino que baila con su música alritmo del sufragio y el consumo. Continuamos sin advertir como claseque el aumento salarial como techo para los programas de lostrabajadores oculta que el salario es una manifestación más de lascadenas que atan a los hombres al trabajo alienado, y que no cambiansu condición opresiva por más doradas que estas cadenas puedan ser.Por otra parte, los aumentos salariales no son sólo ni fundamentalmentemedidas de «voluntad política» de un gobierno que «está con lostrabajadores», sino simples reflejos necesarios del alza del ciclo delcapital experimentado en los últimos años en Argentina y de sucorrespondiente lucha de clases. Los techos a las paritarias que vienende la mano de la «sintonía fina» tampoco significan una traición a losprincipios o una repentina falta de voluntad política, sino puracoherencia con los intereses que se defienden desde el Estado, cuandose perciben claros indicios de desaceleración económica en el contextode crisis internacional. Por si fuera poco, el crecimiento del valor absolutodel salario y de su correlativa capacidad de compra, parece embriagarlos sentidos para advertir que aumentó la desigualdad relativa delreparto de la riqueza entre trabajo y capital: de una torta más grande,cada vez es mayor la tajada para la clase parasitaria.

Esta lógica del Estado como capitalista colectivo que administralos intereses de la burguesía es la que promueve las estatizaciones detinte «nacionales y populares», que en nada favorecen a los trabajadores.Desde una perspectiva sistémica, es necesario que los intereses delcapital en general prevalezcan a la ganancia de una empresa privadaen particular. El abastecimiento energético adecuado a las demandasde la producción nacional está sobre el usufructo de los hidrocarburosde una empresa en particular: estatícese el 51% de las acciones de YPF.El control del ahorro de los trabajadores desde una perspectiva deconjunto, está sobre el usufructo de esos ahorros por un sector particulardel capital: estatícense las AFJP. Y así sucesivamente…

Y no otra lógica es la que gestó los aumentos de los planes socialesa trabajadores desocupados o de menores ingresos y las políticas eneducación. La asignación universal por hijo y el eventual aumento delpresupuesto educativo son manifestaciones de que el capital, con lasinstituciones estatales como su instrumento, intenta garantizar lareproducción de los trabajadores como clase en condiciones biológicasy culturales adecuadas a los grados de explotación requeridos por el

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desarrollo actual del capitalismo en Argentina. Es posible rastrear enlas reformas educativas y sus correspondientes leyes las inflexiones dela formación específica que el capital requirió en distintos momentos desu acumulación.

No creemos ser necios: cada uno de nosotros, miembros delcolectivo editor de dialéktica, hacemos lo posible en nuestros lugaresde trabajo por vender nuestra fuerza laboral en las mejores condicionesposibles. Y, como no creemos ser necios, al mismo tiempo decimos queluchar sólo por las reformas posibles dentro del capitalismo es necesario,pero no es suficiente para un proyecto que intente superar el estado decosas actual. En eso estamos y seguimos… veinte años después denuestro primer número…

Colectivo de trabajo.Agosto 2012.

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Fin del año ‘91, un grupo de estudiantes de filosofíadiscute, en un bar de la facultad recién instalada enPuán, editar una revista en donde circule la producciónestudiantil que no se domesticaba a los criterios de lascamarillas profesorales. Algunos/as netamenteindependientes, otros/as rompiendo con lasexpresiones partidarias de la izquierda, todos/as

queriendo quebrar el monopolio de la producción intelectual por losdueños de la carrera. Un diagnóstico cierto, la carrera est escindida decualquier reflexión crítica sobre la sociedad. Y por aquellos días, elatentado contra la embajada de Israel nos ingresa al primer mundo. Entodos lados se discute la violencia pero la violencia, se reduce al estallidode las bombas? Qu relación hay entre violencia y razón? No hay parecidoentre la sociedad burguesa y el ejército? Con estas preguntas surge elprimer dossier de dialéktica. Y algunos de sus artículos cobra granrepercusión: la crítica a la cátedra de Ética escandaliza a su titular y enFilosofía de la Historia, el artículos sobre libertad y ontología social esincluido en la bibliografía y los/as miembros de la revista invitados adefenderlo en clase. Doscientos ejemplares en tres semanas.

Idilio con la Academia. El director del Instituto deFilosofía posa para las fotos con dialéktica, la secretariade Extensión presta la imprenta para su edición. Unade las ediciones del manual de Filosofía del profesorObiols cuenta con una foto del primer número comoilustración de lo que puede ser una producciónestudiantil. El dossier del segundo número encara la

cuestión epistemológica, a través de él muchos/as estudiantes accedenpor primera vez a nombres como Samaja y Mar. Parece que había algunasepistemología que no eran positivistas.

La saga continúa...

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dialéktica rompe la vidriera, vuelve su mirada sobre losintelectuales y el poder, y descubre que la gran mayoríade profesores participa de un congreso de la dictadura«derecha y humana». Hay continuidad, el titular de Éticajustific sin ruborizarse el punto final del gobiernoalfonsinista y a Rozitchner lo discriminan en el

CONICET. Por las dudas, la revista se completa con Mandel, Lora yToni Negri. La sonrisa de la academia se hace mueca y empiezan lasrepresalias. Tres miembros del comit editor son desplazados del Institutode Filosofía, las amenazas se hacen cotidianas, estar en dialékticaempieza a ser una definición. Crisis y amanecer de un nuevo sujeto. Elcontenido de las denuncias y las represalias nos hacen conocidos/asfuera de la Facultad y asomamos fuera de la Universidad. Este es elnúmero doble 3 / 4 ... y ya nada ser lo mismo.

Las represalias levantan polvo. Hebe de Bonafini, TatoPavlosky, Enrique Oteiza, Rubén Dri opinan sobre elentuerto. Refrescamos la polémica Bayer- Sábato yrecordamos que hay otros modelos de intelectual que nose casan con el poder: R. Walsh presente. dialéktica yano es la misma, en este nuevo número doble 5/6, el Sub

Marcos est cómodo en nuestra sección latinoamericana y un artículosobre Universidad nos posiciona frente a las luchas que se avecinan. Elreguero llega a Sociales, donde la revista empieza a venderse mucho yaparece un trabajo colectivo de sus estudiantes sobre los desaparecidosen la UBA. Empieza a utilizarse de material de discusión de aquellos/as que protagonizan el enfrentamiento contra el gobierno en el terrenode la educación. Es la primera vez que editamos seiscientos ejemplaresy se vende todo. Sold out.

El número siete, ya son cuatro años y un segundo hito: seincorporan compañeros/as de Antropología y Sociales,el viejo comit cruje, se queja pero crece. dialéktica se apoyaen un Bloque y ahora también en un Viejo Topo queconstruye túneles en Sociales. En el dossier nosinterrogamos sobre las figuras de la dominación de clase

en la Argentina, no solo en la Universidad también en el movimientoobrero y en los derechos humanos. Por las avenidas del dossier se paseanLucita y R. Astarita y en una esquina entrevistamos a Holloway y aBalv. En un artículo colectivo se relata la lucha universitaria bien desde

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adentro: Insubordinación y valor. Iniciamos relación con otras revistasy denunciamos a los profesores que se someten al poder del dinero.Dinero que falta para editar la revista pero le damos para adelante.Vamos construyendo una agenda de discusión para la actualizacióndel proyecto socialista con otras revistas.

Es ocho y de color rojo. La tapa zapatista. Entremezclamosen el dossier a Mandel, Patrulla, Shaik, Bonnet, Bonefeldy Holloway. El tema es el neoliberalismo, el disparadorla convocatoria zapatista, dos formas de entender elmarxismo se recortan nítidas pero conviven armoniosas.Un artículo sobre la izquierda genera conmoción y espanto

en las filas de la izquierda partidaria y no tan partidaria. Tambiénafirma simpatías. La reflexión sobre la universidad siempre presente yun tema que abre camino: la autonomía. La discusión de artículos sehace colectiva, se abre el comité editor y nace un colectivo de trabajo. Seasoman los de Historia. Octubre de 1996, seiscientos números y unespacio que se afirma sin subsidios, conjugando teoría, práctica ycompromiso.

Un dossier dedicado a la reconversión capitalista de launiversidad contiene una serie de artículos que tendránuna amplia difusión. La reforma educativa, lasdiscriminaciones en el Conicet y una reflexión de ToniNegri sobre la revuelta estudiantil francesa de 1986completan una reflexión profunda sobre la educación no

solo superior. «Fetichismo y publicidad» explora con buen nivel comola política también se hace desde el marketing y la emergencia de losmovimientos sociales es objeto de análisis. La interrupción de lacirculación de las mercancías por los desocupados parece anunciar unnuevo tiempo para el análisis, una frase «piquetera» anticipa futurosríos de tinta que se escribirán sobre el fenómeno. Es el número nueve.

En la dialéktica diez, la figura de Milcíades Peña yespecialmente un escrito desenterrado del olvido es objetode la opinión de numerosos personajes vinculadosespecialmente a la historia. Un debate con llegada entremarxistas memoriosos e historiadores, que todavía es unode los números (agotados) más reclamados. En el otro

rincón de la revista, se discute los 150 años del Manifiesto Comunista,

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un debate por cierto obligado por aquellos días donde el menematoempieza a boquear y la izquierda empieza a inquietarse.

El número once viene marcado por un perfil sociológico.Se discuten los cien años de las ciencias sociales y la revistadice presente con una serie de ensayos y reflexiones a cargode «nuestros hombres y mujeres» en sociología. Lowy sedespacha con un artículo sobre Marx y Weber mientras lee

con atención un artículo sobre El Gran Gatsby que escribe un joven escritorde letras en nuestras páginas. «La amenaza fantasma» es el título de unartículo sobre comunicación que con el tiempo va a ser reeditado pordistintos colectivos. Nuestra «inmersión» de tiempo completo en el mayouniversitario del 99 va a traer consecuencias que sólo el tiempo permitirdimensionar.

Primavera 00 y se hace sentir el efecto Seattle. Hay distintasmiradas sobre la emergencia de movimientos que ponen sucentro en la democracia directa y no hay acuerdo sobre laimportancia del «elefante dormido» en nuestras luchaslatinoamericanas y ni que hablar de los movimientos

campesinos que dan un paso al centro de la escena. Todavía escribenlos ilustres: John Holloway y Michel Lowy, presentes, este últimoprofundiza las reflexiones revisteriles sobre Fitzgerald. La reciente luchade la universidad mexicana y su contraste con la lucha universitariaargentina en el 99 ocupan unas cuantas páginas de un número doce,hay que decirlo, combativo.

Los movimientos campesinos son puestos en la mira enun dossier que se pregunta acerca de la pertinencia de estenuevo sujeto y los ruidos que puede provocar en latradición marxista su persistencia. El efecto Seattle aúnpersiste y son analizados sus pasos más recientes, mientrasconviven en armonía artículos que rescatan la dialéctica y

que no la priorizan como herramienta de análisis. Soplan vientos posty la revista incorpora un artículo sobre feminismo, uno de cine africanoy ¡horror! un cuento... Empieza a predominar la producción propiamientras damos licencia (por un tiempo) a los famosos.

Catorce es el número pero la revista parece otra, y lo cierto, es que en elmedio pas el 19-20 y nada ser lo mismo. Los lectores se diversifican y el

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nuevo formato pos devaluación (es decir look «pobre»)circula con facilidad entre quienes frecuentan asambleas,mtds, universidades y fábricas recuperadas. El nuevopaisaje social es debatido con ardor en una largaautoentrevista a nosotros/as, todos/as, los/asprotagonistas. El número es de emergencia y tiene un tono

menos académico aunque no por eso superficial. Hay un cambio deestilo dado que hay una mayor fusión con los/as activistas que vienensiendo últimamente quienes leen la revista y comentan en distintoslugares. La persistencia en el tiempo y cierto lugar cómodo de leyendahace que algunos colectivos universitarios intenten algunosacercamientos. Si fuese una empresa capitalista diríamos que dialékticaingresa a una etapa posfordista: un núcleo chico y mucha terciarizaciónde la escritura entre compañeros/as del espacio. El tiempo, medida delvalor, dir...

Los 10 años de la revista nos encuentran tratando depensar en un momento en que las urgencias políticasparecen no dejar resquicios al ejercicio de la reflexión.Nos declaramos en estado de debate permanente y nosgrabamos debatiendo sobre la representación, la políticae incluso quien diría la guerra. Nos damos el lujo, en unacoyuntura que se presenta urgente, de polemizar sobre

los usos de Spinoza. La reflexión sobre la Universidad queda reducidaa una mínima expresión.

Vuelta a la Universidad y replanteo. Luego de variosnúmeros dirigiendo la mirada al •gafuera•h, en el 16nos volvemos intrauterinos y echamos una mirada sobrelas condiciones de (re)producción de la mirada, segúnreza el título del dossier I. La sección Documentos dacuenta de nuestras nuevas apuestas políticas y, en elDossier II, volvemos a nuestro pago chico filpsófico para

rastrear los antecedentes de una renovación conceptual de efectospalpables en la política pos 2001.

En el 17, el colectivo editor registra cambios cualitativos aunque elnúmero de integrantes permanece igual. Y si bien el panorama políticopermanece revuelto, lo cierto es que en la revista identificamos unainvariante a propósito de los problemas de organización, así que

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recurrimos a un clásico para pensarlo. La consigna delnúmero es «Althusser Vuelve» y con esta excusaconvidamos a un debate pública y abierto sobre lasrelaciones peligrosas entre política y organización.Algun@s activist@s concurrieron a la cita y el resultado esuna jugosa reflexión sobre las posibilidades del marxismo

como teoría finita.

El invierno del 2006 nos encuentra en un momento deredefiniciones. El estilo kirchnerista de gobierno comienzaa presentar contornos mas definidos obligando a unreplanteo en el campo del trabajo. En el editorial gritamosalgo que no parecía evidente en ese momento: que la tramasecreta de los cambios en curso se llama •gcapitalismo•h.La resistencia del trabajo toma dimensiones globales y se

manifiesta en múltiples luchas que no exhiben entre sus puntos fuertesla posibilidad de ser comunicables. Concientes de que en la coyunturano estaba la respuesta, dedicamos el dossier a pensar estructuralmenteel lenguaje y sus opacidades. En un gesto de grandeza invitamos aalgunos archienemigos a ejercitar su pluma en nuestras páginas. Elcolectivo editor, acorde a los tiempos vuelve a mutar.

El tiempo de redefiniciones y giros empieza a rendiralgunos frutos. En el 19 empieza a perfilarse una políticamas definida que se va a continuar hasta estos dias.Editoriales orientadas a refrescar el ABC del marxismo enmomentos en que el relato marxista cuenta con pocos fansy, en el territorio universitario, los esfuerzos puestos en la

produccion de conocimiento en formatos que intentan esquivar la formacatedra. La presentación de experiencias educativas que ponen entensión la organización estatal de la educación provoca ciertaperplejidad en el activismo, que todavía ve la dimensión académicaseparada de la política. Nuestra prédica empieza a tener algunaproyección en otras carrera de la UBA.

El 20 nos encuentra en la díficil tarea de abrirnos paso en una discusiónpolarizada entre dos opciones que, pese a sus diferencias, coinciden enuna episteme donde el capitalismo es un horizonte insuperable.Algunos antiguos compañeros de ruta empiezan a colaborarabiertamente con el gobierno de turno y la forma estado aparece

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codificando la mayoría de las políticas en el campoemancipatorio. Editorializamos los límites del debateCampo vs Gobierno y buscamos abrir un tercer campoque pusiera en el centro de sus reflexiones elanticapitalismo, la autoorganización, la autonomía declase y la horizontalidad. Una vez mas recurrimosentonces a un autor ubicuo en nuestro discurso: Cornelius

Castoriadis y una serie de discusiones en torno a la autonomía son elcentro gravitacional de este número, que cuenta con colaboradoresexternos y reflexiones sobre nuestras experiencias de base en la SecciónUniversidad.

El 2009 es un año de inflexión en la política nacional. Elgobierno malherido en su disputa con los capitalistasagrarios se decide por un viraje estatista que ancla en lastradiciones populistas de fuerte raigambre en nuestrapatria. El pasaje a las filas gubernamentales empieza aacelerarse y el colectivo editor decide orientar susesfuerzos a criticar los lugares comunes del crecientemente

hegemónico discurso que derrama desde la Rosada. El populismo es elprimero de los tópicos a desentrañar y, puestos en esta tarea, desfilanpor el dossier reflexiones sobre el intelectual estrella de esta corriente,sobre su país emblemático y sobre sus derivas conceptuales. En la secciónUniversidad aparece un documento de la organización populista maspopular, una declaración francesa con aires de familia y una reflexiónsesuda sobre la carrera de Antropología. De estos materiales esta hechoel número 21.

El 22 aparece dedicado a la crítica de otro de los lugarescomunes del relato oficialista y nos estamos refiriendonada menos que a los Derechos Humanos. Tratarcríticamente este tema no parece fácil y la búsqueda decolaboradores resulta infructuosa. Un número casienteramente escrito por los que conforman el colectivoeditor y una nueva visita al tesoro conceptual del

marxismo para ayudarnos a pensar el tema de los derechos y la cuestiónciudadana. Silencio de radio en los alrededores y algunas pocaspalmaditas en el hombro. En la sección Universidad pasa quizásinadvertido un sesudo trabajo que intenta dar cuenta de las relacionesentre capital, estado y democracia en el terreno universitario actual.

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El 23 cierra la trilogía de iconos conceptuales quesustentan la hegemonía pinguina. En esta ocasión setrata de pensar la democracia en la última década,tomando como punto de partida el año 2001. Se sabe queel gobierno kirchnerista se presenta como una suerte deultima salvaguarda del régimen democrático. Perosabemos también que es posible pensar la democracia,

la autogestión y la autonomía desde una perspectiva emancipatoria, ya ello aparece abocado este nuevo número de la revista. En la secciónDocumentos se hacen tangibles las nuevas apuestas políticas en lasque nos embarcamos y, nuevamente, aparece Castoriadis, esta vez,saludando desde la contratapa.

Colectivo de trabajo

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1 (junio de 1992): ...a la comunidadnegra de los Estados Unidos, víctimaconstante de la marginación y laviolencia, y a todos aquellos quemurieron luchando en la recienterebelión de Los Ángeles (California)

2 (octubre de 1992): ...

3/4 (octubre de 1993): ...

5/6 (septiembre de 1994): ...a lostrabajadores argentinos que, desdeSantiago del Estero hasta Tierra delFuego, resisten cada día másdecididamente al régimen.

7 (septiembre de 1995): ...a quienespretenden barrer con las conquistashistóricas del movimiento reformistauniversitario, y también a quienes«defienden» nuestra universidadrepartiéndose sus últimas migajas.

8 (octubre de 1996): ...a quienes«sólo» se proponen cambiar elmundo.

Dedicamos este número...

9 (octubre de 1997): ...a los fogoneros.

10 (julio de 1998): ...a los que noolvidan ni perdonan y han convertidola casa de los genocidas en una cárcel…

11 (verano 99/00): ...al movimientoestudiantil del mayo argentino.

12 (primavera 00): A l@s quepiensan y luchan.

13 (invierno 2001): ...a todos/asaquellos/as que sabotean sus«destinos», luchando cotidianamentecontra el mando del capital

14 (primavera 2002): ...a quienes enlos últimos tiempos han decididoautogestionar colectivamente susvidas.

15 (primavera 2003): ...a todos/aslos/as que –ejerciendo libremente eluso público de su razón teórico/práctica- se alejan de la representacióny se convierten en y por sí mismos/as

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en productores/as colectivos/as de supropia vida.

16 (primavera de 2004): ...aGuillermo de Ockham, a FrancisBacon, a Baruch de Spinoza, a GeorgFriedrich Hegel, a NicolásAvellaneda, a Paul Groussac y aNippur, «el tuerto» de Lagash.

17 (primavera 2005): ...a lascompañeras y compañeros que, sinresignarse a los modos deorganización instituidos, trabajan,con prácticas antiestatales y conautonomía de clase, en la instituciónde modos alternativos de organizaciónpara la lucha contra el Capitalismo ypor la emancipación.

18 (invierno 2006): ...a «aquellos que,así la libertad estuviere por enteroperdida y totalmente fuera del mundo,la imaginan y sienten en su espíritu,y además la saborean; y que no puedentolerar la servidumbre por mucho quela adornen» (Etienne De La Boétie).

19 (primavera 2007): ...a quienes,conservando las determinaciones defiguras anteriores, no soportan per seque la tradición de todas lasgeneraciones muertas oprima comouna pesadilla el cerebro de los vivos,

pues saben que no pueden comenzarsu propia tarea antes de despojarse detoda veneración supersticiosa por elpasado…

20 (primavera 2008): ...a quienesluchan cotidianamente contra elcapitalismo, contra la forma-Estadoy a favor de la propiedad común delos medios de producción en manosde los trabajadores.

21 (primavera 2009): ...a todos/asaquellos/as que continúan luchandocontra los gobiernos burgueses, seanéstos de corte «neoliberal» o«populista»…

22 (primavera 2010): ...a quienes nobuscan simplemente la emancipaciónpolítica, sino fundamentalmente laemancipación humana; a quienes,después de descubrir la familiaterrenal como el secreto de la familiasagrada, luchan por aniquilar teóricay prácticamente la primera.

23 (primavera 2011): ...a quienes, envez de apoyar candidatos burgueses–y no tanto–, luchan contra lapropiedad privada de los medios deproducción, contra la división socialentre los que deliberan y quienesejecutan, y a favor del comunismo.

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La Naranja (y) dialéktica

I took my brains out and stretched ‘em on a rack. Now I’m not so sure I’m ever gonna get ‘em back.*

EDUARDO MAGGIOLO

A la revuelta del tiempo perdido: por el camino de Marx

Permítanme que contamine estas páginas con una anécdota personal.Ocurrió en diciembre de 1990. El cronograma universitario habíaconcluido y uno ya se hacía la idea de que hasta marzo no habría depisar Puán. Era una de esas tórridas tardes en que uno siente que sederrite al caminar por Buenos Aires. De pronto en algún lugarimprobable me cruzo con una pareja que conocía de la facultad perocon la que nunca había intercambiado palabra. Compartían ciertainequívoca estética filo hippie: pelo largo llovido a ambos lados de lacara, jeans rotosos, morrales coloridos onda altiplano. Alternamossaludos al pasar y cuando ya estamos siguiendo cada cual por su lado,acaso luego de un instante en que son los cuerpos los que se conectan yhablan, nos detenemos e iniciamos una breve conversación en la quenunca achicamos los dos o tres metros que nos separaban. Así me enteroque en la Junta departamental de Filosofía pretendían nombrar aldirector de la carrera, ninguneando la posición de los estudiantes.

(Quien había hablado era la faz femenina de aquel dueto, ambos,hoy es increíble, me resultaban bastante parecidos –en ese momentoella era la representante estudiantil por la minoría- la faz masculina,

* McCartney, P., «Fleming Pie».

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con aspecto de gringo, asentía en silencio enfatizando lo inadmisiblede la situación).

Me cuentan un plan: reunir cierta cantidad de estudiantes en laprimera reunión de junta de febrero y tratar de forzarlos a que prorroguenel nombramiento hasta que haya clases y podamos hacer una asambleaen donde se discuta el nombramiento en cuestión. Menudo problema,pasados los exámenes y vaciada la facultad, intentar cualquier movidacolectiva para la mitad del verano; las perspectivas de ejecución delplan –en la era preinternet– no eran de lo más optimistas. Loscompañerxs me compartían su preocupación y a la vez me invitabansumarme a la gesta.

Mi desconcierto no era menor. De pronto me señalaban unahendija que conducía a todo un territorio de acción acerca del que notenía más que ideas remotas1.

Pensé: estos chicos son unos dementes. Me excusé alegando queno tenía idea si en febrero iba a estar en Buenos Aires; nos separamoscon un nos vemos y ese verano resigné formar parte de la resistencia.

Para el invierno del 91 –meses después de aquel primer crucecon Graciela Monteagudo y Patricio McCabe– ya era un miembro activode la agrupación Naranja de Filosofía.

A veintiún años de aquellos hechos, una somera investigaciónarqueológica en el reducido pero intrincado laberinto en el que habitome llevó a desentrañar todo un filón de boletines naranjas de la carrerade filosofía (año ‘91, ‘92, ‘93, ‘94), y el documento fundacional de laMano, Izquierda independiente, en FFyLL2, y más documentos (quepor fuerza habré de dejar fuera de este escrito), como los del Pié izquierdo,nombre con que bautizamos al bloque que sucedió a la palmariaaglutinación de agrupaciones anterior.

Todo un estrato de experiencias de las que vale la pena recuperar,siquiera sucintamente, algunos devenires teórico-prácticos que nuestroscuerpos militantes atravesaron en el antes, durante y después de lacreación de dialéktica, acaso el fruto más notoriamente fértil yperdurable de aquellos tiempos.

1 En los meses siguientes más de una vez me encontré en la extraña situación deverme como una suerte de Alice asomándose al túnel que conducía a ese áridoWonderland más allá de los velos –o, si se quiere, gruesas persianas– del fetichismode la mercancía.2 Para quienes no pasaron por Puán, aclaremos ya estas dos siglas: FFyLL significaFacultad de Filosofía y Letras; C.E.FyL refiere al Centro de Estudiantes de esaFacultad.

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Léase el sonido variable de una perturbación electromagnéticadeformando la onda acústica de modo que se alternan, mixturan y superponenmúltiples vibraciones productoras de percepciones sonoras -oooouuuuííííí-g r r r r e e e ekkkkk t t t t - shaoummmm-wwwwf f f f r r r - kk tk t t t kk t t t t -ssshhhhhhoouuiiii…- vulnerando casi siempre el limitado rango de 20h a16000 hertz que enmarca las posibilidades auditivas del mamífero humano…De pronto mi mesa de trabajo oficia de máquina del tiempo…3

La agrupación Naranja de filosofía

Valga un fragmento del Boletín de la naranja N°2, junio de 1991 paraintroducirnos en lo que ocurría por aquellos años:

El proceso abierto por la huelga ferroviaria abortó el 1° de mayoen dos plazas sin perspectivas: la plaza peronista y la plaza roja delaparato electoral […] La debilidad estructural de la izquierda criollapermiten comprender la impunidad en que se desenvuelven el procesoprivatizador de la mano de Todman, Menen y los radicales: El desenlacede Acindar, el rol de la dirección de burócratas como Piccinini y el«Loro» Miguel […]; la indefensión frente al cólera y al sida […] laimpunidad y el oscurantismo de La iglesia pretenden parar el sida conla hipocresía monogámica de siempre; las infiltraciones, agresiones ydetenciones de las marchas de Walter Bulacio y los ahorristas del hogarobrero; las amenazas contra Hebe de Bonafini y el atentado contra PinoSolanas…

3 Año ‘91, paulatinamente me sumo al casi siempre solitario terceto que se aglutinababajo el nombre de Agrupación naranja de Filosofía: Mario López Pena, GracielaMonteagudo y Patricio McCabe; también estaba un compañero de historia, Marcelo,apodado el Malandra, quién junto a los dos anteriores también había sido expulsadodel PO. El muro ya había sido bajado a mazazos, y parece que Altamira evaluabaque no había lugar para tendencias críticas al partido. Mi primera imagen deldueto hippie y revolú fue con Graciela mostrando su ojo negro y denunciando lapaliza que le habían dado. Si tenemos en cuenta que Eduardo Glavich se alejó delpartido, y que por esa movida Gustavo Fondevila se alejó de la órbita de esaorganización, se evidencia que Altamira conducía por aquel entonces una formidablemáquina de eyectar o espantar valiosísimos militantes. A veces participabaFernando Gargano, que se acercaba o no a la Naranja al compás de sus diferenciascon lo que en aquel momento era el binomio trosko ex PO –que la malicia estudiantilhabía apodado los hermanos macana–. (En este momento en la radio suena, concierta pertinencia, I write sins not tragedies del grupo Panic at the disco y me preguntosi, considerada la cosa en profundidad, no cabría el lugar de los pecados y lastragedias en el enunciado).

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No hay otra explicación más que la falta de credibilidad en losaparatos de izquierda, porque la corrupción brutal del gobierno y laexperiencia trágica del radicalismo crean un vacío de dirección4. Vacíoque la izquierda no ocupará en tanto no abandone el burocratismo, eloportunismo, el electoralismo5 y encuentre una salida en el desarrollode un programa para la Argentina que de cuenta de las estructuraseconómicas, sociales y políticas y no sea un mero recetario de consignas.Recordemos que veníamos de atravesar la durísima hiperinflación queterminó de barrer al decepcionante gobierno de Alfonsín. Hiperinflaciónque sería el cuco que justificaría el ajuste feroz de la década que reciénse iniciaba. Los trabajadores argentinos –para decirlo con las palabrasde otro editorial naranja– sufrían «uno de los gobiernos más duros quehaya conocido». Y la cosa recién comenzaba.

En ese marco, comenzaba a notarse en la UBA el ahogopresupuestario –«cuyas consecuencias son impensables»– yproliferaban los argumentos en favor del arancel que liquidaría laUniversidad «laica, pública, estatal y gratuita», cuya defensa habría dearticular la militancia estudiantil los años siguientes. Retomemos otrofragmento del Editorial de junio del ‘91:

El arancel universitario toma formas cada vez más definidas enel horizonte. No hay muchas alternativas: o construimos una poderosaorganización independiente, o nuevamente seremos derrotados por losenemigos de los trabajadores o por amigos bienintencionados peroabsolutamente ineptos.

Más acá de la situación nacional precisemos algunas de laspreocupaciones que aquellos Boletines de La Naranja expresaban acercade la carrera:

-la desmovilización del estudiantado tanto en la carrera como enla Facultad;

- el rol del CEFyL, que en lugar de ser un lugar de activación delas luchas se había convertido en un gestor de servicios (fotocopias,apuntes, etc.);

-el ya citado ahogo presupuestario, la amenaza delarancelamiento, la propuesta de quienes comandaban el CEFyL(Compañeros de Base) de cubrir el déficit con ventas de servicios: elalquiler del espacio del Bar, el Laboratorio de Idiomas, cursillos

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4 Las cursivas son nuestras.5 ¿Es que alguno de estos «ismos» no resulta aplicable a la izquierda de hoy?

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extracurriculares pagos (100.000 australes por mes costaba el curso decreatividad actoral);

-la hegemonía del positivismo analítico, y la consecuente ausenciade cualquier preocupación social y cualquier tendencia crítica en lacarrera;

-un perfil del egresado medio que era una suerte de reflejo delprofesor promedio: carrerista, oportunista, ombliguista, socio-autista yen algunos casos con aspiraciones a vedette… De ahí la urgencia engenerar un debate sobre un plan de estudios que revierta ese miserableperfil;

-el sistema medieval de voto calificado que relegaba a losestudiantes –clara mayoría en la comunidad Universitaria– al pasivode rol de aceptador sumiso de las decisiones inconsultas con las que lacúpula profesoral regía su destino;

-la denuncia del método «dedocratico» que imperaba a la horade designar ayudantes tanto de segunda como de primera;

-la presencia de profesores –como Carpio– que expresaban unaclara continuidad de la formación filosófica que fuera hegemónica enla dictadura militar;

-la demanda de construir una carrera donde el estudiante puedatener un rol activo, productivo, y que a la vez aporte herramientas paraencarar una transformación profunda de la realidad social.

La sección «Autobombo» del Boletín N° 6 de octubre de 1991,destaca:

Con el acceso de la Naranja a la Junta se inaugura un nuevoconcepto de delegado estudiantil. El delegado cumple ahora con el rolde informar y recabar mandato en asambleas estudiantiles. Con elingreso de un solo delegado conseguimos en el primer cuatrimestre quese modificaran los horarios de las cursadas, poniéndose mayor cantidadde horarios nocturnos, reclamo que parte y es avalado por la Comisiónde Alumnos. Logramos también que la junta departamental tenga undía y un horario de reunión accesible a la participación de losestudiantes. Que se incluya un ayudante de segunda (estudiante) pormateria en la grilla para el llamado a concurso de auxiliares docentes.Somos la única carrera de la Facultad que ha logrado concretar estareivindicación que permitirá la formación de nuevos docentes connuevas prácticas en la carrera saliendo al cruce del dominio de losanalíticos.

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La Mano, Izquierda indepediente

El programa de La Mano, que se presentó a las elecciones del CEFyL ennoviembre del ‘91 comienza con el siguiente relato:

A mediados del año ’90, en varias carreras de nuestra Facultad,se gestaron diversos movimientos de estudiantes para buscar nuevasrespuestas que confrontaran con las prácticas burocráticas imperantes.Estos movimientos […] dieron como resultado la formación de un grupode listas que se presentaron a las elecciones de las juntasdepartamentales de 1990. […]

Cada una de las listas comenzó a trabajar en las juntas y con eltranscurrir del año ’91 las coincidencias se multiplicaron para llegar auna profunda discusión programática en plenarios abiertos, dondeparticiparon compañeros de todas las carreras, que discutieron y votaronel presente programa democráticamente, de la misma manera con quese eligieron los representantes para llevarlo adelante. De estos plenariossurge la alianza de listas que tomo el nombre de La Mano izquierdaindependiente.

Esas listas que formaron alianza junto a la Agrupación Naranjafueron: Rebeldes primitivos, de Historia; Lista pública, de Ciencias dela educación, Construcción, de Geografía; y el Malón, de Antropología.(Ya veremos cómo de los miembros de estas listas –más allá incluso deque la Mano entrara en crisis y se resquebrajara– surgieron compañerxsque habrían de formar parte de los sucesivos comités editoriales, almenos, de los primeros 5 años de dialéktica)

En aquellas elecciones, la Mano habría de ser apoyada por 1.200estudiantes, colocándonos en segundo lugar, luego de Compañeros deBase (que por proporción se quedó con cinco secretarías); dejandoterceros a Franja Morada (3 secretarías) y cuartos a la Ceup (peronistas,1 secretaría). La Mano obtuvo 4 secretarías: Secretaría General, Asuntosacadémicos, Extensión universitaria y culturas alternativas, Derechoshumanos6.

Esto explica la leyenda «Secretaría de Asuntos Académicos,CEFyL» que figura en las dialékticas N° 1 y N° 2, y «Secretaría General,CEFyL»7 que figura en la N° 3/4.

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6 La fuente de estos datos es el Boletín Naranja N° 9 de abril de 1992. En el mismohay un artículo intitulado «La racionalización racional» del Docente auxiliar delDpto. de Geografía y C..B. C., Eduardo Glavich.7 No puedo recordar a qué se debe este cambio de secretaría.

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Desde ya no cabe ahora analizar el programa de La Mano ni suderrotero. Baste mencionar que aquellas prácticas, hechas a fuerza decantidad de consultas y reuniones –a veces nutridas, a veces exiguas–, asambleas plenarias, recorridos por las aulas convocando a loscompañeros, volanteadas y performances , con las que socializábamosnuestro punto de vista acerca de los conflictos y problemáticas de laFacultad, fueron la condición de posibilidad práctica para la fundaciónde dialéktica.

Más boletines de la Naranja, N° 9 y 10 de abril y mayo del ‘92

Ya se estaba gestando dialéktica, cuya primera edición fue en junio. Ysi los traigo a cuento es porque en estos boletines, además de losdetallados informes de junta departamental, y los alertas sobre elinminente arancelamiento (cuyos diversos intentos de implementaciónse frustraron debido a la movilización estudiantil) y denuncias sobrediversas maniobras de privatización parcial y encubierta (motivo porel cual la resistencia fue menos eficaz en este punto), se encuentran tresnotas: «El atentado a la embajada I» –firmada por Mario, Patricio yMarcelo; no otros que López Pena, McCabe y el Malandra (cuyo apellidono logro recordar)–, «El atentado a la embajada II» –firmada por Mario–, y «El atentado a la embajada III» –firmada por Patricio y Marcelo–,donde se reflexionaba acerca del estallido de la embajada de Israel.

La primera nota en cuestión figuraba a continuación del Editorialde abril y comenzaba polémicamente:

El atentado a la embajada de Israel tuvo la virtud de poner derelieve posiciones de neto corte reaccionario en todo el ámbito nacional.En particular, la centroizquierda, en aras de un pacifismo abstracto seembanderó abiertamente con la causa opresora del gobierno terroristaisraelí.

Lo anterior no significaba de ningún modo una reivindicacióndel trinitrotolueno (trotyl) como método de lucha:

La participación de 60.000 personas en una marcha encabezadapor el gobierno habla a las claras de lo contraproducente de los métodosempleados por los luchadores árabes. En nuestro país contribuyó afortalecer al régimen justo en momentos en que a raíz de la huelgaferroviaria que comenzaba a extenderse se abría una crisis deimportancia para el gobierno.

Cabe imaginar, sin embargo el revuelo que generó esa nota, queclaramente se posicionaba a favor de los oprimidos palestinos. De ahí

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que en el boletín de mayo surgieran las secuelas II y III donde losfirmantes se separaban en sus posiciones. En ambos se discute acercade la violencia y sus diversas modalidades. Citemos unos párrafos deaquel último artículo:

El Estado es la expresión máxima de la violencia social, yaque la razón de ser de éste es la necesidad de una clase deexplotar a otra para subsistir […] Históricamente, estádemostrado que ésta (la clase explotadora) nunca cede el poderpacíficamente. La clase obrera es la única clase universal, laúnica clase que no precisa exprimir a otra para sobrevivir.Una vez eliminada la burguesía, la clase obrera desaparececomo clase, de ahí que la organización de la violencia tengaun límite temporal preciso.

El artículo concluye admitiendo haber cometido el error «de no postularuna salida para los sectores israelíes progresistas: La construcción deun estado de los trabajadores palestinos e israelíes es una necesidadque los unifica»

Llegamos con esto a la temática de aquel primer dossier dedialéktica: Sobre la violencia y el poder.

Dialéktica y la praxis estudiantil (o Del Programa revolucionario a lateoría abierta y las prácticas en asambleas horizontales con tendenciaautónoma)

Un párrafo de un Editorial Naranja dos años posterior a ese primerdossier, nos ilustra acerca del doble rol que cumplía la agrupación:

Después de un cuatrimestre sin salir, el Boletín Naranja vuelveal ataque. El último tiempo nos encontró colaborando paraponer en pie la Comisión de Alumnos y apostando fuerte alcrecimiento de dialéktica como alternativa realmente críticade lo existente. El crecimiento de estos dos polos limita y a lavez amplía las posibilidades de La Naranja.

Durante mucho tiempo, debido al descrédito que teníacualquier tipo de actividad gremial o política, La Naranjaactuaba, a la vez, como organismo gremial y agrupaciónpolítica con proyecto académico. Hoy la puesta en pie de laComisión de Alumnos y sus consecuentes logros […]rehabilitan el espacio de lo gremial permitiendo que una grancantidad de compañeros procesen una experiencia

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independiente de los carriles institucionales. De esta manera,La Naranja deja de cumplir esta función y se afianza en labúsqueda de respuestas a la totalidad de la problemáticauniversitaria (sin que esto implique descuidar los problemasparticulares de la carrera)8.

Despejemos ya un posible malentendido. No todos los miembros deaquel iniciático Comité Editorial integraron La Naranja, por cierto, desdeese punto de vista el aporte de La Naranja era minoritario, y lo másprobable es que dilaléktica no hubiera surgido, o en todo caso no hubieratenido la calidad intelectual que alcanzó desde el inicio sin elinapreciable aporte de los extra-naranja, por decirlo así. Dicho esto,considero que La Naranja de filosofía fue realmente importante en lafundación y a la vez particularmente en la consolidación del proyectodialéktica, no sólo porque en aquellos primeros años aportó los cuerposmilitantes que difundían y compraban anticipadamente la revista,financiándola, sino porque instituyó una suerte de vínculo entre larevista de filosofía y teoría social y la práctica. Una vez desmembradaLa Mano, La Naranja junto a Miseria académica (de letras) y algunoscompañerxs de Antropo integraron El Pié Izquierdo, esto fue para abrildel ‘949. Luego compañerxs que habían estado en Rebeldes Primitivos,como también lxs compañerxs de Antropología que formaronposteriormente la agrupación Losotros aportaron su esfuerzo integrandodiversos comités editoriales de números sucesivos. Y cuando laexperiencia hizo evidente que el Programa y la teoría de la vanguardiaacaso no era el camino más fértil para la transformación emancipatoriade la sociedad (de lo cual da cuenta el artículo de Mc Cabe Algunosapuntes sobre la organización autónoma y la izquierda partidaria10), La Naranjadejó su lugar a Ontológicamente Revocables donde se afianzó la líneaasamblearia y horizontal, que ya estaba presente en las prácticas desdeun principio.

Lo que quiero decir es que si dialéktica desde un inicio eludióser una revista teórica más, se debió, en gran medida, a que fue y es unarevista, sí teórica, pero hecha mayormente por militantes; esto es, porcuerpos que establecen relaciones de solidaridad y cooperación tantoentre sí como articulándose con otras asociaciones de cuerpos que

8 Editorial del Boletín de La Naranja Nº 14, año 5, abril 1994. El subrayado esnuestro.9 Según leo en el Boletín Naranja N° 14.10 En dialéktica Nº 8, octubre de 1996, p. 159

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intervienen estrechamente en una multiplicidad de prácticas orientadasa un objetivo común la transformarción revolucionaria de nuestrasociedad.

Y ese rasgo distintivo fundamental continuó más tarde cuandola revista estuvo en relación con MQN y continúa hoy en la actualidaden su vínculo con el Nodo Colectivo de coorganización militante.

El otro rasgo distintivo esencial reside en la seriedad y laintransigencia crítica con que la que se afronta y se enfrenta a esacompleja máquina de crear espejismos para la servidumbre colectivaque es la relación del Capital.

Por eso celebramos toda metamorfosis que amplíe la caja deherramientas y afile las armas, y celebramos a la vez esas continuidadesconstitutivas de dialéktica: su vínculo teórico y práctico con latransformación emancipatoria de la sociedad.

Entiendo que tales razonables propósitos no tienen porqué estarreñidos con los afectos, por lo que voy a concluir con un abrazo fraternaltanto a Andrea Di Cione, Alberto Bonnet, Darío Díaz, Gustavo Fondevila,Eduardo Glavich, Néstor Kohan, Patricio Mc Cabe, de aquel pionerocomité editor, como así también de otrxs compañerxs de antes y despuésque brindaron su valioso aporte para la continuidad de este proyecto:Graciela Monteagudo, Mario López Pena, Marcelo el malandra, FernandoGargano, Antonio Delgado, Bruno Sabransky, Verónica Zallocchi, KarlaCastelazzo, Pablo Gilabert, Facundo Bianchini, Juan Hernández,Vanesa Yuly Prieto, Marcelo Dimenstein, Martín Yuchak, FlorencioNoceti, Gimena Perret, Mariela Singer, Juan José Nardi, MarianoRepossi, Gastón Falconi, Javier Riggio, Esteban Da Ré, …

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Hacer filosofía y teoría crítica en Argentina,una tarea pendiente

NÉSTOR KOHAN

Nos invitan a sentar posición, rememorar y reflexionar sobre la revistadialéktica (Revista de Filosofía y Teoría Social) a veinte años de sunacimiento-fundación. Agradecemos la invitación (ya que hace añosno formamos parte de la revista de la que fuimos co-fundadores, juntocon un heterogéneo colectivo militante). Trataremos de dar nuestropunto de vista, apenas uno posible entre muchos otros.

La revista dialéktica publicada en la Universidad de BuenosAires, Argentina, surgió en 1992, poco después de la caída del muro deBerlín y durante el primer apogeo del menemismo. Eran los tiempos deeuforia neoliberal y hegemonía prácticamente absoluta de la extremaderecha cultural, política y económica. El macartismo y elposmodernismo estaban a la orden del día en el terreno cultural, aunqueen la carrera de Filosofía de la UBA (una pecera con clima propio)todavía hegemonizaba la «filosofía» analítica, aburrida y chatasubvariante anglosajona del último positivismo. En dicha carrera, lassutilezas neoescolásticas de la «filosofía» analítica («¿Se puede definirla palabra «bueno»? ¿Qué es lo que digo cuando digo «la pipa está sobre lamesa»?»), se mezclaban por entonces con la política más mundana yvulgar de la Unión Cívica Radical (UCR) y la Franja Morada. Elmarxismo radical era entonces considerado «un demonio», en el mejorde los casos, cuando no, una reminiscencia oxidada de los «nefastos yviolentos años ‘70".

Recuerdo que en el primer teórico al que asistí cuando comencé aestudiar filosofía en la UBA (tenía por aquel entonces 19 años), el

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mediocre profesor que daba clases sentenció, petulante y altanero: «Aquíno vamos a estudiar a Marx porque... Marx no es un filósofo». En esa mismamateria inicial con que comencé la odisea de mi carrera universitaria,durante el final, quienes me tomaron examen me dijeron «Hable decualquier tema que haya preparado... menos de Marx». Esa fue mi carrera.Cada vez que lo recuerdo en rondas de amigos me sigue generando elmismo revoltijo en el estómago e idéntico sabor amargo en la boca.

Pocos años antes de que naciera la revista dialéktica, másprecisamente en 1989, un grupo insurgente argentino (que combatió ala dictadura militar del general Videla y también en Nicaragua junto alos sandinistas, además de luchar en Guatemala y Paraguay) habíaintentado tomar por asalto el cuartel militar de La Tablada. Recuerdoque por aquellos años, mientras estudiaba en la carrera de Filosofía, yomilitaba en la villa «Carlos Gardel» de la provincia de Buenos Aires,muy cerca de donde vivía. En aquellas militancias barriales (queacompañaron mi tránsito por las aulas de Marcelo T. de Alvear y dePuán) repartía y vendía junto con mis compañeros un libro de historiaargentina (de tapas amarillas) escrito por el líder insurgente que intentótomar por asalto el cuartel militar de La Tablada. Los insurgentes fueronaplastados en el cuartel a sangre y fuego. Un tanque le pasó literalmentepor arriba a la cabeza de un joven insurgente ante las aleccionadorascámaras de televisión... Los sobrevivientes fueron torturados, inclusoalgunos desaparecidos (se entregaron vivos y nunca aparecieron, nivivos, ni presos, ni muertos).

Deslegitimado entonces el «demonio» de la insurgencia ysatanizado el marxismo, tanto teórico como práctico, el clima culturalprometía y legitimaba el reinado indiscutido del mercado capitalista ysus grandes empresas. La carrera de Filosofía, con su jerga barroca, suspretensiones seudo intelectuales, las componendas de sus camarillasprofesorales, sus mediocridades históricamente sedimentadas, sudistinguida y aristocrática ignorancia, formaba sencillamente parte deese clima cultural. Allí intentaron, quienes me dieron clase durantemuchos años, que abandonara mis convicciones juveniles (que adoptéen la secundaria, cuando tenía 16 años, mucho antes de ingresar alCBC y a la UBA). Fue en vano.

Pasé largos años por esas aulas, miré esos pizarrones hasta elhartazgo, escuché esos teóricos aburridos y esos prácticos con unapaciencia budista, rendí todos los finales sin saltarme uno solo, peroseguí convencido —como lo sigo hasta el día de hoy— que el capitalismoconstituye un sistema social no sólo explotador sino además perverso y

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monstruoso. No hay un capitalismo bueno y otro malo. Hay capitalismoy la única manera de terminar con este sistema sigue siendo la revoluciónsocialista. La misión de la gente joven (y los no tan jóvenes), aquellos yaquellas que han podido acceder a los libros y las aulas, es vincularsea la lucha colectiva contra el sistema. Cada uno decidirá cómo y de quéforma, pero ese es el camino al que vale la pena dedicar la vida, desdemi punto de vista.

Tantas horas, días, meses y años de mi vida de haber prestadomis oídos y mis ojos a esos discursos académicos legitimadores de lainjusticia social (siempre en nombre de «la madre de todas las ciencias»,«la búsqueda de un saber incondicionado», «la pureza incontaminadadel concepto», «el filósofo como funcionario de la humanidad», etc.,etc.) fortificaron mi convicción de que la verdadera filosofía no habitani transita por esas aulas. Por eso la mayoría de mis verdaderos maestros—a quienes les agradezco por haberme enseñado a amar la filosofía, lateoría y el pensamiento crítico, así como a leer a los clásicos y ainterrogarme desde ellos sobre mi país, la sociedad y el mundo en el quevivo— no tuvieron ni tienen cátedras en esa carrera.

Eso es lo que yo recuerdo y lo que viví en la carrera de Filosofía.Ese fue el contexto en el que nació la revista dialéktica, impulsadadesde su gestación por militantes y estudiantes de diversas tendenciasmarxistas (principalmente trotskistas, guevaristas y autonomistas) quehabían roto con los principales partidos y organizaciones de la izquierdatradicional argentina (PO, PC, MAS). Superando entonces o dejando aun lado la lógica sectaria del gueto y la capilla que habitualmente impiderealizar iniciativas en común a las diversas izquierdas, dialékticageneró la confluencia de estas diferentes tendencias priorizando algoen común: la crítica radical del orden existente, el cuestionamiento auna intelectualidad servil que desde las instituciones y con un discursosupuestamente «democrático» pretendía legitimar el orden capitalistay la dictadura del mercado en la Argentina post-Videla. Mirando enperspectiva y tratando de hacer un balance, a veinte años de sugestación, no me arrepiento ni medio segundo de haber formado partede aquella iniciativa fundacional. Creo que fundarla fue legítimo, justoy una buena decisión.

dialéktica no fue la única, pero sí una de las pocas moscasblancas que se animaron a disentir en serio en aquellos años enArgentina (cuando muchos que hoy se rasgan las vestiduras o sepersignan cuando escuchan la palabra «menemismo», en aquel tiempodisfrutaban alegremente de las prebendas obscenas del poder y del

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ejercicio institucional en diversas instancias de la universidad, tantoprivada como estatal, o en las editoriales y las fundaciones).

Esa disidencia radical que condensó en aquellos años esta revistano fue «gratuita». Hubo que pagar un costo. Los integrantes dedialéktica sufrieron en concreto las consecuencias de ese disenso.Ninguno fue muerto o torturado como en tiempos de la dictadura militar.Pero sí perdimos trabajos en la universidad y recibimos la respuestaamenazante, aparentemente «sorda» y «muda», de las institucionescuando denunciamos la complicidad de nuestros profesores con ladictadura sangrienta y genocida del general Videla. Muchos vieronobstaculizados sus estudios universitarios. De manera silenciosa «secerraban las puertas». También fuimos amenazados con juiciosmillonarios (que finalmente no se concretaron).

Desde mi punto de vista, lo que más molestó de todo lo que publicódialéktica fue el número dedicado al Congreso de Filosofía queacompañó y legitimó al general Jorge Rafael Videla. Allí se aborda unode los secretos a voces de la república parlamentaria argentina. Su deuda(todavía pendiente) con el padrinazgo y el genocidio militar. El eje deaquel número está centrado en el III Congreso Nacional de Filosofíarealizado en 1980, mientras los militares secuestraban, torturaban,violaban, se apropiaban de los bebés y hacían desaparecer a nuestroscompañeros y compañeras... Ese número generó tanto revuelo porquedialéktica publicó el discurso «filosófico» del general Videla y la listade participantes civiles —algunos hoy famosos y con altos cargos en elmundo de la política— de ese congreso rodeado de sangre, tortura ymuerte.

La importancia de aquel número histórico de dialéktica excedelargamente el pequeño debate de pasillo universitario o el interésexclusivamente estudiantil del que originariamente se nutrió (y quemarcó, desde mi punto de vista, algunas de las limitaciones políticas dela revista). Hoy en día esa discusión merece un abordaje mucho másglobal y más general, de largo aliento y en profundidad.

Si el general Videla pudo tener «su» congreso de filosofía, si elalmirante Massera (jefe del campo de concentración ESMA) fuenombrado «doctor honoris causa» por la Universidad de El Salvador,si la dictadura militar argentina pudo tener representantes en laUNESCO que escribían alegremente libros sobre Nietzsche... ¿por quéno rediscutir esa complicidad intelectual con los militares genocidas?

En el campo de la cultura filosófica europea aún hoy, más demedio siglo después de finalizada la segunda guerra mundial, se sigue

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debatiendo sobre la complicidad de Martín Heidegger con el nazismode Adolf Hitler (o de Giovanni Gentile con el fascismo de BenitoMussolini). ¿Por qué no debatir y repensar la complicidad intelectual y«filosófica» local con el genocidio del general Jorge Rafael Videla y elalmirante Emilio Massera? ¿Esa discusión filosófica, teórica y política,es válida para la metrópoli europea pero no para sus (neo)colonias deAmérica Latina?

Recuerdo haber incorporado a dialéktica unos textos de y sobreRodolfo Walsh como antítesis de esa complicidad intelectual. Más alláde las muchas diferencias que nos atravesaban al interior del colectivoeditorial (con discusiones infinitas), nadie se opuso a incorporar a Walshcomo paradigma. Buena decisión.

Años después de aquel número histórico y del siguiente que lesucedió (que yo recuerdo como los principales que aportó la revista) lasdiscusiones políticas y los debates del campo popular dispersaron haciadistintos espacios políticos y organizaciones al núcleo inicial yfundacional de dialéktica. En mi caso particular me retiré de la revistapor algunas discusiones en las cuales no hubo consenso para publicaruna entrevista a la insurgencia comunista de las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) así comotampoco un suplemento especial que armé dedicado al pensamientomarxista de Ernesto Che Guevara. Muchísimos años después deaquellos debates por los cuales me retiré de la revista sigo pensandoque la insurgencia es el futuro para América Latina.

Quizás la revista tuvo una limitación importante. Se mantuvodemasiado apegada al debate, a la discusión, a la impugnación y a lapolémica con el universo profesoral de las aulas universitarias. Sospechoque el mundo y la sociedad son bastante más anchos que la Carrera deFilosofía y la Facultad de Filosofía y Letras. (Identificar aquellalimitación es parte de mi balance personal sobre la revista, respeto aquienes mantengan opinión diversa sobre este asunto).

No obstante, y sin haber cambiado medio milímetro misconvicciones de aquellos años, las discusiones al interior de la revistasobre esos temas ya son, al menos para mí, pura anécdota. Por esoaccedo a escribir en este número aniversario a pesar de haberme retiradohace muchos años de su colectivo editorial.

Con el transcurrir del tiempo, algunos integrantes de dichocolectivo editorial pasaron a militar en el movimiento piquetero y barrial;otros en universidades populares y en núcleos y colectivos de formaciónpolítica en fábricas recuperadas, villas y barrios, por fuera de la

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Universidad oficial (como fue mi caso, donde seguí haciendo lo mismoque hacía antes de ingresar a la universidad, durante la cursada ydespués de recibirme); otros pasaron a militar en otras revistas marxistas;unos pocos (a decir verdad, los menos) volvieron a la telarañauniversitaria y al mediocre mundillo académico tratando de«reacomodarse», olvidándose para siempre y pidiendo perdón por sus«pecados» juveniles. Finalmente, otro grupo decidió continuar con laedición de la revista (quienes la siguen publicando hasta el día de hoy)incorporando a su vez nuevos estudiantes.

Con algunos/as compañeros/as de dialéktica no me encontrémás. Con otros sí. Seguimos haciendo filosofía fuera de la UBA. Variosaños después de irme de dialéktica recuerdo por ejemplo una discusiónde filosofía que organizamos con Darío Díaz, otro compañero integranteinicial de la revista, en dos barrios populares (Florencio Varela y laBoca). Discutíamos con obreros, amas de casa, trabajadoresdesempleados y otros sectores populares sobre los orígenes de la filosofíaen Grecia. Mucha de esa gente que discutía sobre Heráclito y Demócrito,Platón y Aristóteles, no había podido ni terminar la escuela primariapero sentía una pasión envidiable por la filosofía (una pasión que nosiempre encontré en las aulas de la Carrera). Allí corroboré, una vezmás, que el ejercicio de la filosofía genuina como práctica vital no necesitaimpostar la voz, fruncir el ceño y asumir una pose de escena teatralpara aparentar «profundidad» del pensamiento.

Recuerdo también algunas reuniones iniciales a la hora de fundarla revista dialéktica donde nos planteamos «refundar en Argentina algoasí como una nueva Escuela de Frankfurt». También imaginábamos retomarla herencia perdida de Milcíades Peña. Veinte años después pienso quehabía bastante ingenuidad en nosotros y nosotras y quizás hasta unpoco de omnipotencia. Sin embargo, aún reconociendo esos ademanes,sigo creyendo, cada vez más convencido con el paso del tiempo, comoen sus inicios formuló la revista dialéktica, que la filosofía y la teoríacrítica deben cuestionar el orden institucional capitalista, moleste aquien moleste. No hay que bajar los brazos. Como alguna vez nos enseñóErnesto Che Guevara (obsesivo y meticuloso lector de filosofía), eldescanso sólo llegará, quizás, con el triunfo de la revolución mundial.

Dos décadas más tarde, la tarea que dio origen a esta revistasigue pendiente.

Boedo, 14 de junio de 2012

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Hace unos meses me llega un mail convocándome a escribir algo parael aniversario de dialéktica. Lo comento con Néstor Kohan, quejocosamente responde «¿Planean un partido de bochas?». Entonces,primer pensamiento: éramos muy jóvenes. Unos días después escuchoa Cristina reinvindicar la militancia juvenil refiriéndose a la juventudde los setenta y a la juventud camporista actual. Entonces, lo segundo:nosotros fuimos (somos) la juventud ausente en este discurso. (Entreparéntesis, una ausencia que no es inocente: borrar este fragmentohistórico del relato es más fácil que dar cuenta de dónde estaban y porqué –se trate o no del mismo peronismo, que como ya sabemos es uncolectivo muy amplio– en las dos décadas que siguieron a la dictadura.)

O dicho de otro modo: para que hoy se haya podido avanzartanto en las causas de los desaparecidos, además de las Madres y lasAbuelas, hubo un colectivo que mantuvo esta lucha viva las dos décadasque van del 83 al 2003, que no fueron precisamente los sindicatos de laCGT ni el PJ).

Nosotros, decía, somos los jóvenes de la «reaperturademocrática». Y nosotros los dialékticos, específicamente, ademáséramos marxistas y estábamos ingresando a una carrera de Filosofíaque se empeñaba en dejar fuera de su incumbencia gran parte de los

ANDREA DI CIONNE

«La juventud ausente»

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problemas y de los autores que nos interesaban pensar. Sobre todo, larelación entre el pensamiento, la vida cotidiana y la práctica política,que están indisolublemente ligados en nuestro modo de ver y vivir elmundo. Yo pertenezco a la primera camada del ciclo básico común(1985), y recuerdo la abrumadora cantidad de estudiantes queconvocaban los teóricos de Tomás Abraham, en su cátedra de ProblemasFilosóficos, bastante berretas pero que incluían autores como Foucaulty Nietszche.

Llegábamos entonces, a una carrera que nos retaceaba mucho. Ypor otra parte, llegábamos «sueltos», sin partido, desencantados odirectamente expulsados de los partidos tradicionales de izquierda*.Con ese espíritu «anti institucional y resistente» se fundan La Naranja,la agrupación política estudiantil, y dialéktica, de algún modo la revistade ese colectivo militante. Ya no recuerdo qué fue primero, si el huevo ola gallina, y es discutible que coincidieran ciento por ciento ambosespacios, pero lo cierto es que funcionaban como combo. Porque, porotro lado, qué sentido hubiera tenido impulsar una agrupación deestudiantes de filosofía que no se planteara la producción y la discusiónteóricas como una tarea militante fundamental.

A raíz de esta convocatoria me puse a repasar los primerosnúmeros de la revista y me topé con cosas enternecedoras, como la notaeditorial del primer número (tesis, antítesis y síntesis, ¿fue Bonnet?), ola sección «artículos varios» (todo lo que no encajaba en el ítem«dossier»). Reparé además en el uso entre retro (oKtubre) y vanguardista(Kristina) de la K (León Rozitchner se había preguntado sobre susignificado en la presentación del número dos de la revista). Y de lo queleo, sigo reivindicando el espíritu inicial de la cosa: el antiinstitucionalismo –no sé si conciente, pero firme–, la voluntad de nocreernos lo que nos contaban, y el impulso de hacer lo que se nos cantaba.No seguí el derrotero de la revista y tampoco seguí vinculada a la carrera,pero ojalá los jóvenes nuevos conserven este espíritu libertario.

* En mi caso personal, yo había pertenecido al Grupo Praxis (en ese momento yadisuelto), cuya conformación variopinta tenía alguna familiaridad con nuestraagrupación estudiantil. Y porque Praxis también editaba una revista. (De hecho aHoracio Tarcus le debemos la tarea de haber sostenido, en todas las épocas, proyectosligados a producir, difundir y conservar la teoría marxista.)

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Hace veinte años publicábamos el primer número de dialéktica. Y larevista sufriría desde entonces tantas metamorfosis como el toro dePicasso que ilustraba su tapa. Pero, a la vez, seguiría siendo la misma yese mismo toro volvería a ilustrar la tapa en su décimo aniversario y supágina Web para siempre.

Aquella primera entrega era muy humilde. Apenas tres artículosen un dossier sobre la violencia, acompañados por breves críticas deuna cátedra y de dos libros. Apenas unas cincuenta páginas. Llegaría atener más de veinte artículos y de doscientas páginas en números comoel 5/6 o el 8. Pero estas no fueron las únicas metamorfosis.

Los primeros números confesaban una adscripción gremial (aalguna secretaría del CEFyL) e incluso alguna relación institucional(solicitaban que las colaboraciones se enviaran al Instituto de Filosofíade la FFyL, que todavía estaba en el viejo edificio de 25 de Mayo!). Perola evolución política del colectivo que impulsaba dialéktica fue dejandoatrás aquella adscripción gremial. Y la decisión de dicho colectivo deenfrentar al establishment filosófico desnudando su complicidad con ladictadura acabó de golpe con cualquier relación institucional posible.

Recordemos, dicho sea de paso, que los conflictos desencadenadospor aquel dossier sobre los intelectuales y el poder, publicado en losnúmeros 3/4 y 5/6, fueron algo así como un acto de refundación para

Las metamorfosis del toro

ALBERTO BONNET

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la revista: no casualmente la revista volvería a publicar, como separatay en versión electrónica, aquel dossier. dialéktica, como no podía serde otra manera, definió negativamente su posición en el campointelectual en oposición al tipo de complicidades que denunció.

Pero volvamos a las metamorfosis. También cambió casicompletamente (salvo por los infatigables Glavich y Mc Cabe, un dúomás que dinámico) el colectivo que impulsa la revista. A algun@s nosarrastraron otras iniciativas, mientras otr@s más jóvenes seincorporaban. Aunque ciertas complicidades, entre algun@s denosotr@s, sobrevivieron.

En medio de tanto cambio, naturalmente, ni las preocupacionesni la orientación de dialéktica podían permanecer inmutables. Ya nirecuerdo por qué decidimos dedicar aquel dossier del primer número ala problemática de la violencia. Pero basta con recorrer los índices delos siguientes para advertir que las cuestiones estrictamente filosóficasconvivieron cada vez más con cuestiones de ciencias sociales en unsentido más amplio. O que la crítica de la universidad fue ganandoterreno, especialmente desde el número 9, hasta convertir a dialékticaen una referencia obligada para todos los que se preguntan por lascaracterísticas que debe tener una auténtica política de izquierda en launiversidad.

Y también las miradas del colectivo de dialéktica sobre esascuestiones fueron modificándose. Confieso que algunos toros meparecieron más poderosos que otros, desde la perspectiva de la críticasocial que la revista asumió como propia desde sus orígenes, en mediode estas metamorfosis. Me refiero, para decirlo en pocas palabras, aalgunos más deudores de distintas vertientes de la crítica marxista, endesmedro de otros más posestructuralistas. Pero también reconozcoque, a través de estas metamorfosis, la revista nunca perdió esecompromiso suyo con la crítica social. Muchas metamorfosis, como puedeverse, pero ¿cómo pedirle que se sustraiga al cambio una revista llamadadialéktica?

Mientras tanto, páginas afuera de la revista, la sociedad atravesócambios muy radicales durante esos veinte años. A mediados de 1992,cuando publicábamos el primer número de dialéktica, ya se habíaconsolidando el plan de convertibilidad, que sería el esqueleto de lahegemonía neoliberal que regiría durante el resto de la década la políticaargentina. Las miserias del neoliberalismo (y la rebeldía contra eseneoliberalismo, que acababa de asomarse en un rincón de la SelvaLacandona) eran la temática excluyente del número 9 de la revista.

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Hacia 2002, cuando dialéktica cumplía una década de vida,todas nuestras rebeldías juntas habían arrojado esa hegemoníaneoliberal al basurero de la historia. Los números 14 y 15 de la revistadiscutían apasionadamente (porque todo era apasionado en aquellosdías!) las potencialidades y limitaciones de esas rebeldías.

Y también este 2012, en el que dialéktica cumple otros diez añosde vida, nos enfrenta con un escenario político muy diferente. Aquellacrisis de la acumulación y la dominación capitalistas que culminó en lainsurrección de diciembre ya fue superada hace largos años (kirchnerismono es más que el nombre de esta restauración del orden burgués) y unavez más comienzan a olfatearse nuevos aires políticos. El número 23 dela revista mira hacia atrás, reflexiona sobre los cambios registradosdurante estos años.

dialéktica tiene el mérito, no ya de haber escapado a ese destinocasi inexorable para las revistas de izquierda de ser revistas-de-un-solo-número, sino incluso de haber podido seguir interviniendo a travésde momentos tan distintos de la historia política reciente. La revista,afortunadamente, no quedó encadenada a las inquietudes, los temoresy las esperanzas que Bonnet, Díaz, Di Cione, Fondevila, Glavich, Kohan,Maggiolo y Mc Cabe tenían en 1992. Las metamorfosis quemencionábamos fueron, precisamente, un requisito para librarse denosotros y seguir viviendo. Y no otra cosa debemos festejar en esteaniversario.

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dossierPor qué, cómo y para qué

nos auto-organizamos en y contrael capitalismo

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Tesis condensadapara construir un comienzo

Puede resultar ocioso el debate acerca de si tal o cual determinación humana,en el sentido de ser una relación de dominación, es más universal que otra.Y es realmente ocioso cuando se trata de juzgar, de jerarquizar, entredeterminaciones (de género, de clase, de grupo étnico) igualmente originariasde la naturaleza humana, entendida ésta como ensamble de las relacionessociales.

Ahora bien, cuando nos preguntamos lo que nos estamos preguntandoen este dossier no se trata de hacer esa (imposible) jerarquización en el vacíode lo igualmente originario ni tampoco de una mera cuestión táctica, sinode qué es lo que re-presenta en el modo de producción capitalista laespecificidad de la contradicción-determinante de todas las otrascontradicciones. Y no hay ninguna duda de que esa específica-contradicción-determinante surge de la forma de mercancía que adopta (casi), bajo elmodo de producción capitalista, todo trabajo humano: definido éste en suselementos simples y abstractos como productores privados, autónomos yrecíprocamente independientes o como comportamiento puramenteatomístico de los seres humanos en su proceso social de producción. Porqueesa forma de mercancía contiene en y para sí nada menos que la antítesisentre el valor de uso y el valor, entre el trabajo concreto y el trabajoabstractamente humano, en fin, entre el trabajo privado productor demercancías y el trabajo bajo la forma directamente social que hace que aquellaantítesis inmanente de la mercancía se abra paso en la antítesis externamanifiesta en el intercambio generalizado de mercancías, produciéndose eldesdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero y, de éste, en dineroy capital (fórmula general del capital: D-M-D’, compra y venta de la fuerzade trabajo: plusvalor). Y aquí está todo: es la sociedad del capital y deltrabajo asalariado y, como todos/as somos mercancía-fuerza de trabajo parael capital, esto es, un mero medio para su reproducción, las diferencias en lorelativo a sexualidad, cultura, nacionalidad, usos y construmbres, etc., son

INTRODUCCIÓN

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subsumidas formal y realmente por la contradicción entre el capital y eltrabajo, entre la burguesía y el proletariado.

Por eso, de aquí y sólo de aquí se pueden comprenderconcatenadamente –mediante la escala de género próximo y diferenciaespecífica– las diversas relaciones de dominación en el modo de produccióncapitalista y cómo articularlas para transformarlo.

Convocatoria volátilpara deconstruir esa tesis

La convocatoria que hicimos para el presente dossier de dialéktica se apoyaen el hecho de que consideramos que la formación y la propaganda política–es decir, la reflexión teórico-crítica acerca de las acciones militantes y de laactualidad político-social– son un momento necesario y determinante de lapraxis emancipatoria. Las páginas de esta revista han sido, son y serán unespacio de desarrollo para concepciones políticas de proyectos militantesfundados en la horizontalidad, la autogestión y la autonomía de clase paraenfrentar las actuales relaciones de producción capitalistas.

En este sentido, cuando en dicha convocatoria comenzamos aprefigurar el dossier –que a continuación compartimos y del cual nosautoexcluimos como sujetos de enunciación–, con el título provisorio de«Por qué, cómo, quiénes, dónde y para qué luchamos: problemas deorganización de la militancia política (gremial, territorial, ecológica, degénero, de los pueblos originarios, etc.)», surgió una serie de interrogantesque determinaron nuestra (auto)interpelación, a saber:

Por qué. ¿Existe una contradicción principal (por ejemplo, entre laclase burguesa y la clase proletaria, entre el capital y el trabajo) que hace aciertas luchas más determinantes que a otras, o hay una suerte de equivalenciaentre las distintas luchas sin que se subsuman entre ellas? ¿Hay que lucharcontra todas las relaciones de dominación en todo momento (laborales,familiares, territoriales, culturales, de género…), o conviene privilegiartácticamente algunas sobre otras?

Cómo. ¿Cuál es el tipo de organización que construimos? ¿Cómoevaluamos su eficacia? ¿Qué clase de relaciones sostienen la organizaciónmilitante? ¿Qué tipo de subjetividad produce, reproduce, exige, interpela laorganización militante?

Quiénes. ¿Hay un sujeto de la lucha por la emancipación? ¿Hay unsujeto existente, preexistente, por venir, a construir, en formación,inasignable…? ¿Cuáles son los criterios que determinan a tal o cual sujetode la lucha? ¿Y contra qué y/o quién se lucha?

Dónde. ¿Hay algún lugar o «territorio» privilegiado de lucha?Para qué. ¿Cuáles son los objetivos de nuestra militancia?, ¿los

objetivos de la activación política deben ser mínimos (reformas parcialesdentro del marco capitalista -por ejemplo, aumento salarial, mejoras en las

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condiciones laborales, obtención de derechos a la propiedad comunitaria, ala educación pública y popular, al cupo femenino, al matrimonio entrepersonas del mismo sexo, etc.-) y/o máximos (terminar con la relaciónsocial capitalista)?, ¿qué nexos o transiciones existen entre los objetivosmínimos (esto es, las conquistas obtenibles dentro del capitalismo ) y, si esque se lo tiene, el objetivo máximo (esto es, la aniquilación del capitalismoy la producción de otro lazo social)?, es decir, ¿reforma y/o revolución?

Finalmente, nos preguntamos (en la convocatoria original y en estapresentación al dossier) si semejante serie de cuestiones resulta fértil parapensar la necesidad de una estrategia de lucha por la emancipación humana.

Respuestas recibidaspara... ¿re-construir la tesis?

Consideramos que la explicitación de los presupuestos políticos, el diálogoy el debate entre grupos militantes con principios afines son condicionesnecesarias para potenciar nuestras prácticas políticas. Esta convocatoria a lareflexión y a la producción críticas es un aporte a la lucha anticapitalista quehacemos, específicamente, como miembros de dialéktica –en su vigésimoaniversario de existencia– y, genéricamente, como miembros de la clasetrabajadora –en sus dos siglos de vida–.

Ustedes y nosotros/as tenemos, en los textos que se hicieron eco denuestra convocatoria, la oportunidad de evaluar la fertilidad de talconvocatoria.

Colectivo de trabajo.

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Presentación

Desde nuestra colectiva feminista nos proponemos contribuir a laconstrucción de relaciones emancipadas, lo que conlleva la superacióndel patriarcado y el capitalismo. Es por ello que nos definimos feministasy anticapitalistas.

Patriarcado y capitalismo

No nos basta con definirnos FEMINISTAS pues el feminismo es diverso,amplio y no siempre contempla como problemática la relación Capital-Trabajo.

Teniendo en cuenta la opresión del patriarcado, desde las luchasfeministas históricamente se han encausado y se encausan innumerablestareas para denunciarlo y transformarlo: la violencia machista, lapenalización del aborto, el reparto desigual de tareas en el hogar, ladivisión sexual del trabajo, la escasa posibilidad de contar con jardines

1 El surgimiento del nombre del grupo se relaciona con la posibilidad de tomar lainformación que circula de boca en boca y sistematizarla para volverla a hacercircular politizándola y buscando las actualizaciones más precisas del momento.Esto lo hacemos a través de boletines, talleres y en la articulación con otros gruposy organizaciones.

Lo que no se trabaja no se transformaNotas para la militancia antipatriarcal y anticapitalista

DEBOCAENBOCA – ACCIONES FEMINISTAS1

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maternales en lugares de trabajo y de estudio porque se piensa la crianzacomo una cuestión privada y no social, etc. Entendemos que elPATRIARCADO crea subjetividades que nos estereotipan y limitan a todaslas personas, pero somos las mujeres las que estamos en desventaja enrelación a los varones en estas relaciones de dominación. Sin embargo,entendemos que no todas las mujeres somos iguales por el hecho de sermujeres, es decir no acordamos con posturas esencialistas. Lasrelaciones patriarcales son justamente eso: relaciones. Ahí está ladesigualdad, la opresión, la reproducción de las mismas y su posibletransformación No hay Mujer, ni persona alguna, que nos lleve hacia laemancipación de las relaciones humanas. El problema no está en lasmujeres, ni en los varones, ni en otros géneros, como si esto fuera productode un hecho orgánico o biológico. Esta dicotomización de la vida tambiénnos limita y solidifica el estereotipo, al tiempo que perpetúa laheterosexualidad obligatoria. Permanecer en la dicotomía varón-mujeroprime, invisibiliza y niega la existencia de otras formas de elecciónsexual y de géneros.

Es comprendiendo y trabajando sobre las relaciones deexplotación y opresión en donde está la posibilidad de transformación.Pero pensamos que estas opresiones están también determinadas por elcapitalismo, por lo que no podemos observar solo una parte si queremosacercarnos a comprender la complejidad de la realidad paratransformarla. A modo de ejemplo decimos que en la apropiación delcuerpo de las mujeres también está operando la necesidad dereproducción o de control de natalidad, según el momento histórico,guiada por la lógica de acumulación capitalista. En la negación de lastareas domésticas como trabajo impago también se oculta que éste nosólo optimiza la reproducción de la fuerza de trabajo sino que apuntalael acrecentamiento de la riqueza capitalista. Por otro lado, el avance delas redes de trata y prostitución, genera el tercer negocio más rentableen el mercado mundial.2

Capitalismo y patriarcado

Tampoco nos basta con definirnos ANTICAPITALISTAS3, pues hay sobradosejemplos de organizaciones políticas y sociales que minimizan o no

2 Independientemente de las discusiones Trabajo Sexual vs. Prostitución, querequerirían un desarrollo a parte de este artículo.3 No nos detenemos en la explicación de cómo funciona la explotación capitalista.Asumimos que lxs lectorxs de dialéktica comprenden a que nos referimos.

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tienen en cuenta la opresión entre los distintos géneros, en la cual elvarón es el privilegiado. Muchas veces se plantea que trabajar desdeuna perspectiva feminista desvía del «objetivo fundamental» y generadivisiones hacia adentro de la clase. Desde esta perspectiva se proclamaque hay que aunar las fuerzas contra el capitalismo y que una vez queéste sea derrocado, la opresión patriarcal ya no existirá. Postura pordemás etapista. Contrariamente, nosotras pensamos que, justamente,es el etapismo político el que divide al desconocer e invisibilizar estadimensión de la opresión que está operando y que no puedetransformarse a menos que se reconozca. En otras palabras, lasubordinación de la pelea contra el patriarcado a la lucha por la«contradicción principal» conduce a la reproducción de la explotacióny opresión que tanto se denuncia. Se flamea la bandera en contra devivir del trabajo ajeno mientras esto mismo es lo que se hace cuando nose distribuye de manera igualitaria el trabajo dentro del hogar. Se luchacontra la división capitalista del trabajo (la dirección y decisión enmanos del burgués, la ejecución en manos de lxs trabajadorxs) al tiempoque se mantiene indiscutida la división del trabajo hacia dentro de laorganización para cada género en función de los roles estereotipados.División que se fortalece cuando sólo se reduce la problemática patriarcala la creación de una «comisión o departamento de género» o una«secretaría de la mujer»4, como si esta cuestión no atravesara cada unade las instancias de la vida cotidiana de la organización. De este modo,las diferencias de género se traducen en la distribución asimétrica delas tareas y en la participación desigual en los espacios de toma dedecisiones. Pero así como no es un problema de trabajadorxs o depatrones, sino de las relaciones de producción, como ya hemos dicho, laproblemática patriarcal, en general y en las organizaciones de izquierdaen particular, no es un problema de géneros, sino de las relaciones entregéneros.

Es por esto que pensamos que las luchas anticapitalistas estántambién determinadas por el patriarcado, por lo que –insistimos– nopodemos observar solo una parte si queremos entender la realidad paramodificarla.

4 Con esto, no desconocemos la importancia de las tareas que llevan a delante lascompañeras en estas organizaciones, ni tampoco consideramos que no debiesenexistir, por el contrario, alentamos su desarrollo político. Lo que deseamos resaltares que las relaciones opresivas entre los géneros sobrepasan cualquier espacio«exclusivo» para transformarlas.

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Visibilizar para transformar: ¿reforma o revolución?

Los problemas que no se explicitan, no se pueden trabajar. Y no por esodejan de constituirnos. Solamente puede transformarse aquello que seevidencia como problema político y puede trabajarse colectivamentepara desarticularlo. Pensamos entonces, que debemos entender lacomplejidad de la realidad en todas sus dimensiones, sin necesidad dejerarquizarlas, para poder transformarlas. Esta es nuestra tarea política.

Sabemos que no es fácil. La lógica imperante (lógica binaria quenos presenta como opuestos jerarquizados varón-mujer, mente-cuerpo,pensamiento-sentimiento, público-privado) nos presenta al patriarcadoy al capitalismo como algo separado. Como si en el modo derelacionarnos fuera posible escindirlos, como si en nuestros cuerpos,nuestros pensamientos y en nuestros deseos no estuvieran operandoestas dos fuerzas de manera indivisible. Para nosotras, el patriarcado yel capitalismo constituyen como un todo las relaciones sociales que nosdeterminan. Más allá de elecciones personales, nos inscribimos enrelaciones sociales en las que se generan, transitan y dinamizan prácticasopresivas que, por fuera de nuestras voluntades, son constitutivas denuestros vínculos. Es por eso que la transformación de estas relacionesno es de resolución individual ni se basa en la mera voluntad. No puedepensarse formas de relaciones emancipadas sin haber superado lasociedad capitalista y patriarcal.

Las modificaciones que se dan en cuanto a las mejoras de lascondiciones de vida de la clase trabajadora o los avances frente a laopresión machista, muchas veces aparentan la superación del problemaque, en realidad, aún persiste. Así como el aumento de salario no terminacon la explotación del Capital sobre el Trabajo, el matrimonio igualitariono termina con la «heterosexualidad obligatoria», ni la Ley de SaludSexual y Reproductiva garantiza la posibilidad de una sexualidad librey una maternidad/paternidad elegida. Sin desconocer que estasconquistas -resultado de la organización y lucha- brindan mejorescondiciones para la construcción de un vínculo emancipado, no dejamosde ver los límites y las tensiones inherentes que hay en ellas. Esto tambiénhay que visibilizarlo.

Esperamos que estas notas contribuyan para enriquecer lasprácticas en pos de la construcción de relaciones humanasemancipadas.

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Desde la Agrupación Hombre Nuevo agradecemos la invitación de loscompañeros de la Revista dialéktica a participar en el debate sobre laorganización política y celebramos la «reaparición» de una discusiónque estuvo ausente dentro de la izquierda no tradicional durante muchosaños. Las ideas y posiciones que exponemos a continuación son elresultado de un permanente diálogo entre nuestra militancia en distintosterritorios y sectores de la clase trabajadora, nuestro estudio de la historiay de la elaboración teórica sobre la organización política de la claseobrera y de la polémica que mantenemos con compañeros con los queconstruimos cotidianamente y cuyas ideas sobre este punto, a nuestroentender crucial para construir una alternativa revolucionaria de masasen Argentina, son diferentes de las nuestras.

El contexto del debate (teórico y práctico) sobre laorganización política

Creemos que la dificultad para resolver organizativamente la cuestiónde la agrupación política está asociada a la dificultad para visualizar

AGRUPACIÓN HOMBRE NUEVO

Nuestras aproximaciones al problema (ydesafío) de la organización política

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hoy la actualidad de la revolución. En coyunturas en que el dominio(económico, político e ideológico) del capital aparece comoincuestionado, la necesidad de la organización política independientede los trabajadores suele aparecer como interrogante más que comocerteza.

Durante muchos años el planteo mismo de la cuestión fuerepudiado dentro de la izquierda no partidaria. La experiencia deburocratización, corrupción y derrumbe del llamado «socialismo real»así como la crítica a las prácticas endogámicas, auto-referenciales yburocráticas de los partidos de izquierda tradicionales hacía que desdela izquierda «independiente» se rechazara junto con esas experienciasy prácticas el hecho mismo de la organización política propiamentedicha.

El proceso desplegado a partir de la rebelión de 2001 iluminóotros costados del problema. Muchos agrupamientos surgidos al calorde esas jornadas que reivindicaban la horizontalidad y el asambleísmopuros exhibieron prácticas personalistas, se estancaron producto delas asimetrías existentes entre sus miembros y en muchos casos fueronincorporados a proyectos cercanos o directamente encolumnados conel oficialismo. También se hizo visible que la oposición a la izquierdatradicional no siempre resultaba suficiente a la hora de superar lógicassectarias. Por otra parte, el repliegue en las construcciones parciales,locales, etc. mostraron a lo largo del tiempo un límite infranqueable, ypoco a poco, la necesidad de organizaciones más generales de la clasecomenzó a reaparecer en el debate político.

Desde dónde nos posicionamos

Nuestra organización política se reivindica marxista. Desde HombreNuevo, entendemos al marxismo como Filosofía de la Praxis: desde launidad indisoluble entre la teoría y la práctica revolucionarias. En esesentido, concebimos a la filosofía y a la teoría en general comoherramientas no sólo para interpretar el mundo, sino,fundamentalmente, para su transformación radical. Teoría y prácticason, simplemente, distintos momentos en la acción humana, en la praxis.Como ha dicho Lenin, sin teoría revolucionaria, no hay prácticarevolucionaria, y como han agregado muchos de sus seguidores, sinpráctica revolucionaria, tampoco hay teoría revolucionaria. Nuestravisión del marxismo se opone a las lecturas mecanicistas de la historiay de la lucha de clases. Seguimos a Marx en sus «Tesis sobre Feuerbach»,

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y sostenemos que el cambio de las circunstancias y de los hombresmismos son momentos de una praxis revolucionaria y no etapasdisociadas entre sí. Es la praxis humana la que genera las condicionesen las que los hombres y las sociedades se desenvuelven. Nuestro papelcomo sujetos –y como clase– que quiere incidir en la transformaciónconciente de la historia, por ende, es activo. El marxismo aúna unavisión de mundo y del ser humano, una crítica a lo existente y unprograma revolucionario. Desde la unidad indisoluble de esos planos,lo adoptamos como teoría y asumimos nuestro rol como sujetos queluchan contra el capitalismo y contra la alienación.

Somos conscientes de que nuestra lucha no empieza ni culminacon nosotros ni con nuestra generación. Por eso, tratamos de recuperarcríticamente las numerosas experiencias que nuestra clase hadesarrollado a lo largo de la historia y en diversos lugares del planeta.En ese horizonte, recuperamos especialmente los aportes de Lenin1 ydel Che2. Creemos que tanto Lenin como el Che supieron profundizar elmarxismo (algo muy diferente de «revisarlo») al enriquecerlo con lareflexión y la acción revolucionaria sobre condiciones y situacionesconcretas cuya complejidad pudieron captar a partir de una apropiacióndel método de Marx.

Desde nuestra agrupación, y sin oponerlo a reivindicacionespropias del plano nacional, nos consideramos internacionalistas. Elsistema capitalista es mundial, por lo cual, hasta no batirlo a nivelplanetario, los triunfos revolucionarios que puedan darse en algunospaíses o regiones serán victorias parciales.

Creemos que el desafío de toda praxis revolucionaria es poderintegrar en un todo la meta –la revolución– y los medios que conducena ella; integrar en un todo el contenido y la forma. Porque sabemos quecuando se escinden fines y medios, forma y contenido, se pone en peligrola esencia de lo que queremos construir. Y la revolución, contrariamentea lo que muchos críticos del marxismo argumentan, es tanto punto dellegada como punto de partida. La construcción de una realidad en la

1 En el artículo de debate «En defensa de Lenin», La Llamarada nº11 exponemos porqué y cómo reivindicamos a Lenin en relación a la cuestión de la organizaciónpolítica. http://www.lallamarada.blogspot.com.ar/2 En dos artículos publicados en La Llamarada nº 4 y 7 hacemos una síntesis de quéentendemos por guevarismo, por qué creemos que los críticos y muchas veces losdefensores del Che proceden a la unilaterialización y por tanto al falseamiento desu experiencia práctica y teórica, y cómo apostamos desde esa identidad a laconstrucción en la etapa actual.

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que la humanidad pueda finalmente emanciparse, desplegar todas suspotencialidades como conjunto y como individuos singulares, dondelas leyes que rigen el movimiento de la sociedad sean concientes,planificadas y no fuerzas ciegas que se imponen a los sujetos más alláde su voluntad, requerirá en una sociedad sin explotación de un trabajosistemático y profundo. La emancipación por la que peleamos no esuna utopía, una ilusión inalcanzable; estamos convencidos de que esuna posibilidad objetiva que podemos construir en una praxisemancipada. Aunque la realización general de esta meta supone laeliminación de la propiedad privada y de la explotación, no es por elloexterior a nuestra práctica actual. Sostenemos que la construcción dehombres y mujeres nuevos, y la meta impostergable de construir unanueva sociedad, suponen una lucha diaria, incansable, por aproximarcada vez más lo que somos hoy (como personas, como militantes ycomo organización) a los valores de la sociedad comunista que queremosconstruir. Este posicionamiento no es una revisión «cristiana» o«humanista abstracta» del marxismo. Por el contrario, creemos que laextendida naturalización de la escisión entre política y vida y privada,entre fines y medios, entre lo que se acuerda y lo que se hace, es uno delos mayores impedimentos para la construcción de una alternativarevolucionaria real que salte las todavía estrechas fronteras delactivismo de izquierda. La falta de perspectiva estratégica hace que lapolítica mezquina orientada a la autoacumulación cortoplacistadesdibuje la concepción de clase. Cómo nos organizamos

Para nosotros la existencia de la organización política, más allá denuestra participación como militantes en las instancias que la claseobrera crea y recrea como medios para resolver sus necesidades actuales,se justifica en la necesidad de encarar un conjunto de tareas que excedenlo que las organizaciones reivindicativas (y legales) de la clase puedenresolver y que se sintetizan en lo que llamamos preparar (y prepararnospara) la revolución. Esa preparación va desde el estudio riguroso (delas tendencias propias del capitalismo y del modo en que se manifiestanen una etapa determinada, del materialismo dialéctico, de lasexperiencias de lucha y organización de nuestra clase, de las formas delucha y organización de la clase dominante y su Estado, entre otros), ala adquisición de una práctica militante sistemática y de criterios deorganización.

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Reivindicamos la importancia de la disciplina entendida no comoobediencia debida (como lamentablemente ocurre en muchasorganizaciones) sino como disciplina conciente que surge luego dedebates abiertos y francos en los que la mayoría manda sobre la minoría.Para ser explícitos, reivindicamos el centralismo - democrático. Es ciertoque el riesgo de burocratización está presente como tendencia real dentrode la centralización democrática, pero de lo que se trata es de desarrollarcontratendencias que la constriñan. Esas contratendencias tambiénestán contenidas en una organización que se conforma mediante lalibre asociación. El empeño sistemático en la formación del conjunto delos militantes (cuyas experiencias previas no se homogeneizan sólo porel hecho de integrarse a una organización política revolucionaria), eltrabajo en la asunción de responsabilidades por parte de los compañerosque se van destacando, el aprovechamiento al máximo de lasposibilidades de instancias colectivas de elaboración y reelaboraciónde la línea estratégica, el esfuerzo para impulsar dirigentesindependientes que surjan desde el seno mismo de la clase obrera formanparte de esas contratendencias.

Por qué peleamos

Quienes conformamos la Agrupación Hombre Nuevo lo hacemos desdela convicción de que es necesario organizarnos políticamente para lalucha contra los explotadores, sus instituciones y, fundamentalmente,su sistema: el capitalismo. Nos organizamos para la pelea hacia la metacomún que tenemos junto con otros núcleos revolucionarios de la clasetrabajadora, que es el fin de este sistema injusto y opresor. Peleamoscontra el imperialismo –la manifestación más descarnada de estesistema–, por la abolición de la explotación humana, de la enajenación,del patriarcado, de la discriminación étnica y de toda forma de opresión.

Al afirmar que nuestra organización política pelea contra elcapitalismo, lo hacemos desde la certeza de que este sistema, desde suconsolidación, puede ser sólo fuente de miseria para las mayorías, desaqueo y depredación de recursos, de desarrollo para unos pocos y dedevastación para el planeta. Más allá de sus posibles variantes, losantagonismos que entraña el capitalismo son irresolubles dentro deeste sistema: nuestra meta es su superación revolucionaria. Por ello,nuestra pelea no es por un mero cambio en el reparto de bienes: estamosen contra de la explotación, en contra de que exista una clase que vivadel trabajo ajeno.

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Peleamos por el fin de la enajenación, por la realización plena delas potencialidades de todos los hombres y mujeres, lo que incluyecondiciones de igualdad en el acceso a bienes materiales, pero tambiénimplica otra forma de relacionarse socialmente, donde el ser humanono sea enemigo de sus semejantes, ni deba basar su realización en laprivación ajena. Como se ha dicho, peleamos por la construcción dehombres y mujeres nuevos, de valores revolucionarios desde una praxisrevolucionaria. Pero nuestra lucha no se restringe a la autosuperaciónmilitante: fundamentalmente peleamos por una nueva sociedad. Lasociedad por la que luchamos es la sociedad socialista, que construyasu propia superación en el comunismo y en la extinción del propioEstado. Cómo luchamos

Como militantes políticos y sociales, desde la Agrupación Hombre Nuevoorientamos nuestra acción en pos de un avance en organización comopueblo y como clase. Aspiramos al gobierno real del pueblo trabajador.Nuestra labor entre las masas tiene como estrategia el desarrollo deinstancias embrionarias de poder popular que, desde su ampliación yextensión, contribuyan a la meta de la construcción del socialismo en lasociedad toda. Consideramos el trabajo de base como una formaindispensable para el desarrollo de las ideas socialistas entre el puebloy a la organización política, aporte a lo que será, insistimos, la futuraorganización revolucionaria -cualquiera sea su forma en el momentohistórico determinado: frente revolucionario, partido único, unión dediversos afluentes, etc.-, como la herramienta para promoverlas y comoinstancia de elaboración de lineamientos estratégicos en ese sentido.

Nos reconocemos dentro del marxismo, y desde el marco de lallamada Izquierda Independiente, como un núcleo político queconstituye un destacamento más de lo que será la futura organizaciónrevolucionaria. Concebimos necesario el trabajo en unidad honesta yfraterna con compañeros y corrientes de distintas tendencias de laizquierda. En ese sentido, basados en el respeto recíproco, nosproponemos alcanzar los mayores grados de articulación posibles conotras organizaciones de izquierda en los distintos frentes en los quedesarrollamos nuestra acción. Ese trabajo conjunto no se limita a unaposición pragmática: somos concientes de que en tanto izquierda, ydentro del Guevarismo que se enmarca en la llamada IzquierdaIndependiente, tenemos puntos de unidad no sólo prácticos con otras

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tendencias, sino un potencial enriquecimiento teórico mediante el debatede ideas. Históricamente, y sin abonar el eclecticismo, el Guevarismoha sabido apoyarse en Marx, Engels y Lenin tomando también aportesde teóricos trotskistas, maoístas y vietnamitas entre otros.

En el perfil de nuestra organización, y el que alentamos en lasdiferentes instancias organizativas de base en las que nos desarrollamos,el antiburocratismo tiene un lugar de importancia. Entendemos a lasluchas cotidianas y reivindicativas como la escuela de la lucha por otrasociedad, lucha en la que las masas se organizan y tienen un papelprotagónico. Nuestra participación en las luchas reivindicativas delpueblo es conciente y sistemática, pero excluye concebirlas como un finen sí mismo: nuestra meta es la revolución social. En este sentido, sibien apostamos al crecimiento de nuestra organización y perspectivarevolucionaria, concebimos que estas luchas deben constituir instanciasde acumulación de fuerzas para el conjunto de la clase y no sólo (niprincipalmente) de nuestra propia organización.

Como dijimos, nuestra perspectiva es internacionalista, yconcebimos a América latina como nuestra patria. Como revolucionarios,no renunciamos a ningún método de lucha, sea en el marco legal de lasinstituciones de la burguesía o fuera de él; reivindicamos la accióndirecta, el derecho de los pueblos a ejercer la justa violencia de abajocontra la opresión de arriba. La historia ha demostrado, y lo siguehaciendo a cada paso, que las clases privilegiadas defienden dichosprivilegios a sangre y fuego. Por ello, sabemos que la revolución por laque luchamos implicará el uso conciente y planificado de la violenciapor parte del pueblo hacia sus verdugos y su aparato represivo, y que elenfrentamiento entre clases antagónicas en disputa, más tarde o mástemprano, se dirime en el plano militar.

En este marco, concebimos que todas las acciones que encaremoscomo organización política o desde los distintos frentes de intervenciónsiempre deben estar orientadas por una perspectiva política: lograr elavance en organización de los de abajo, en poder para el pueblo, enobtener pequeños o grandes triunfos desde nuestra clase en pos denuestra perspectiva estratégica de un mundo justo y una patria libre; esdecir, del socialismo. Perspectiva y pertenencia de clase; antagonismo de clase

Nuestra agrupación se inscribe en la tradición de organizacionespolíticas que luchan por la revolución proletaria, por el socialismo.

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Nuestra posición al respecto nos ubica del lado de los trabajadores, delos explotados, provengan del campo o de la ciudad, sean obreroscalificados o no, posean o no empleo formal. Nuestra orientación declase se asienta en una pertenencia de clase. Los hombres y mujeres queintegramos Hombre Nuevo somos trabajadores asalariados. Sabemosque la posición objetiva no deriva mecánicamente en conciencia de clase,pero sí estamos convencidos de que esa pertenencia objetiva es unacondición necesaria. Nuestra perspectiva, como la de miles deluchadores, es de clase. Eso implica luchar por la emancipación de laclase trabajadora, que conducirá en su lucha por la liberación a todoslos oprimidos y a la humanidad en su conjunto.

Por su parte, reconocemos que la burguesía, incluidas lasllamadas «burguesías nacionales», que no son otros que los grandespropietarios de los medios de producción locales, actúan y actuaránsiempre en defensa de sus propios intereses, que objetivamente, se hallanen la vereda contraria a los nuestros, los del pueblo que genera lasriquezas con su trabajo; los de los trabajadores explotados en cuyadesgracia se basan sus ganancias. Es sabido que en períodos ycoyunturas favorables, la burguesía puede otorgar concesiones a laclase trabajadora, y que ésta puede ver mejorías en sus condiciones devida y albergar la ilusión de un bienestar común, de un posible equilibrioy de una perspectiva compartida entre ambas clases. Pero cuando lasganancias capitalistas se ven afectadas más allá de lo tolerable, ocuando las coyunturas dejan de serle favorables, esa momentáneaconvivencia aparentemente armoniosa se desvanece en el aire, y lasburguesías –autóctonas o no- no dudan en descargar con violenciacualquier costo sobre las espaldas de los explotados. La clase socialque basa su subsistencia en la explotación del trabajo humano y ladepredación de los recursos a escala planetaria, no puede ni podrácompartir en tanto clase ningún interés con los trabajadores, se trate dela burguesía de una potencia imperialista o la que habita en nuestropropio país.

Más allá de las efímeras concesiones, o de las conquistas quepuedan arrancársele, jamás las clases privilegiadas consentirán poneren discusión el ordenamiento social que permite sus privilegios, queconvalida que vivan del trabajo ajeno. Por otra parte, no es preciso insistiren que jamás se logró ni se logrará que una clase privilegiada abandoneesos privilegios pacíficamente y sin resistencia.

Nuestra pelea de fondo no es para arrancarle concesiones a laburguesía, aunque en la construcción de poder para nuestra clase

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peleemos más de una vez por reformas concretas que hacen a mejorarnuestras condiciones de vida y fortalecer nuestro nivel de organización.

Nuestra lucha es por la liberación de los explotados y oprimidos,por una sociedad sin clases, donde puedan desarrollarse plenamentetodos los seres humanos. Nuestra pelea sin descanso es para contribuiral triunfo de un proceso revolucionario socialista, que siente las basesde una sociedad comunista.

Junio de 2012

eskaleracaracol.blogspot.com

Se consigue en la Facultad de Ciencias Sociales (sede Marcelo T. de Alvear),mesa de planta baja, frente a Apuntes.O en la Facultad de Filosofía y Letras, mesa del hall del primer piso, al ladode la escalera central.

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El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de lapráctica, es un problema puramente escolástico. Marx.

En el texto que sigue intento identificar algunos problemas que existenen el campo «de la autonomía y de la horizontalidad», si bien varios deellos atraviesan a la totalidad de la izquierda. Estos problemas no sonnuevos, y su caracterización tampoco lo es. Pero en vista de que losproblemas insisten, a pesar de que algunos grupos ya dan señales deempezar a superarlos, considero necesario tratar de hacer un aporte asu problematización y realizar algunas propuestas.

El primer problema que quiero plantear es justamente el hechode que no se suelen plantear los problemas en las prácticas que se llevanadelante. A gran parte de los militantes directamente no les interesa lareflexión crítica sobre lo que hacen, o incluso les desagrada. Estoresponde a varias cuestiones. Por un lado hay toda una idea de que lateoría política es reflexión vacua, por lo que no se lee ni se discute acercade ella. Se prefiere actuar localmente sin considerar la totalidad, lo quelleva al extremo de militantes especializados en temáticas, y

Algunas reflexiones en torno a la autonomía yel anarquismo1

1 Aclaración necesaria: A estas alturas, no hay dudas de que autonomía yanarquismo, lejos de ser palabras puras y no contaminadas, son términos que seresignifican en la lucha. De todas maneras, más que una identidad, nos interesanunas prácticas, y más que unas prácticas, la construcción colectiva de una estrategia.

RAÚL GUINNARD

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absolutamente desconectados del resto de la realidad social. Otrosgrupos prefieren evadir la autocrítica por lo que supone de problemáticopara el fervor militante, y si la realizan jamás la hacen de manera abierta,reproduciendo las tradiciones más sectarias de la izquierda. Otrosprefieren el consignismo antiestatal, y la repetición de una estética«libertaria» cada vez más vacía de contenido, como supuesto modo deposicionamiento político. Finalmente, abunda la falta de compromiso yel inmediatismo, sin cualquier perspectiva de largo plazo.

Esta falta de teoría política facilita la captura de lasorganizaciones por parte del capital, del estado o de los partidos deizquierda. Pero más grave aún, es que genera una incapacidadsistemática de las mismas para dar una visión de la totalidad, un análisismás o menos serio de la coyuntura, una contención política a losmilitantes, y fundamentalmente, dificulta el generar prácticas políticasque se demuestren eficaces para superar el actual estado de cosas. Eneste sentido, el refugio en los principios y en lo local, es tan perjudicialpara el pensamiento crítico como el refugio en la coyuntura. Como decíauna compañera, «estamos regalando a nuestras crías». Es que laautonomía, la horizontalidad, y la construcción de base, son formasatractivas de militancia que, cuando van acompañadas deuna caracterización adecuada de la realidad, realmente aportan a losmovimientos. Pero dadas las insuficiencias estructurales para resolverlos problemas, tras unos años de crecimiento cuantitativo, los gruposde estas características se incorporan a las lógicas de los de arriba, o sedisuelven.

En un contexto de reflujo de las prácticas horizontales, algunospermanecen indiferentes y librados a los movimientos sísmicos de lascoyunturas políticas, otros profundizan en su sectarismo, y unos pocosintentan aprender de los errores, para con la experiencia acumulada,dar el paso que permita a los movimientos entrar en otra etapa histórica.

En este sentido, lo que tuvo de innovador la problematización dela vida cotidiana y el abordaje de áreas no cuestionadastradicionalmente (género, ecologismo, alimentación, autosustentación,etc.), que se hizo fuerte después del 2001, hoy se inscribe como eje y hastacomo dogma en la segunda tendencia mencionada. Como decía AlfredoErrandonea hace ya unos años:

la profesión de fe revolucionaria parece totalmente acontrapelo. Lo que empuja defensivamente hacia el refugiode los valores profesados a la vida personal y grupal. (...) Ella

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implica la abdicación real de todo propósito de cambio socialen su dirección y su sustitución por un inconformismo yprotesta perennes; refugio conscientemente utópico a unimaginario grupal ghetizado.2

Los que piensan que creando un ghetto donde resolver de la maneramás anticapitalista posible los problemas de la vida cotidiana estánaportando algo, en realidad lo que hacen es condenar a lasmicropolíticas al encierro. Desconocer las palabras «coyuntura»,«estrategia», «táctica», «organización», no resuelve los problemasplanteados por la coyuntura, la estrategia, la táctica y la organización.Este camino es plenamente individual y defensivo, aunque se pretendacolectivo y transformador, y se limita a ser una reminiscencia delsocialismo utópico y del anarcoindividualismo, tendencias superadaspor el movimiento obrero hace más de cien años. Pero el camino delsectarismo es como una pendiente donde se pierde el contacto con larealidad social. Se importan tendencias de Europa sin analizar larealidad del país, se rescatan las corrientes más minoritarias yautodestructivas del anarquismo, se reproducen hasta el infinitoactividades sobre la Revolución Española y otros lugares comunes, sepronuncias discursos vacíos pero altisonantes, y se hacen afirmacionesparanoicas sobre todas las cosas, sin ninguna evidencia científica. Nose parte de la realidad, sino que se le huye3. Además, se esencializa lanaturaleza, los rituales, los pueblos originarios, etc. Toda la crítica denuestros adversarios desarrollada contra la autonomía alcanza en estascondiciones el mayor grado de acierto.4

2 Errandonea, A., Un anarquismo para el siglo XXI, Buenos Aires, Ed. Madreselva,2011, p. 31.3 Es cierto sin embargo que es necesaria cierta huída de la realidad capitalista,hacer lo posible por no reproducir las relaciones que nos alienan (alejarse delconsumismo, rechazar hasta donde sea posible la cultura del trabajo asalariado,consumir lo producido por organizaciones sociales y no por empresas, renunciar alas relaciones mercantilistas, etc.). Pero es ingenuo pretender que podamos serrealmente «autónomos» en la plenitud de la sociedad capitalista. La fuga de larealidad capitalista planteada en términos individuales es estéril e imposible,mientras que ni bien la autonomía aparece como una posibilidad colectiva, y portanto como proyecto alternativo de sociedad, enseguida se transforma enenfrentamiento contra el capital.4 Cf., por ejemplo, Corrêa, F., Construir el socialismo libertario: autogestión y federalismohoy (disponible en www.fondation-besnard.org). «La crítica hecha a los anarquistasque acabaron “en las torres de marfil” ocurrió exactamente por el distanciamiento

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Quienes aspiramos a transformar la sociedad hemos de incluirla problematización de la vida cotidiana y el cuidado del medioambiente, en la problematización más general de la realidad social, quees donde pueden realmente aportar herramientas y encontrar soluciones.Pero un diagnóstico de la realidad, y la generación de prácticastransformadoras, no son cosas que caigan del cielo. Antes que unproblema de voluntad, es un problema de organización, y antes que unproblema teórico, es un problema de condiciones materiales deposibilidad de esa teoría. Que una organización pueda acumularexperiencia requiere, al menos, de dos cosas. Por un lado que de a susmilitantes espacios para la formación y la discusión, no sólo sobre larealidad concreta del medio en el que se actúa y la práctica llevadaadelante, sino sobre todos los aspectos que hacen a la acción política.De manera que una organización debe propiciar que sus militantes seformen de acuerdo a sus intereses, pero también promoviendo la lecturay la discusión de autores o de temas indispensables. Dado el actualgrado de dispersión del campo de la autonomía, sería positivo que esaformación fuese encarada al menos parcialmente de manera conjunta.

El otro requisito para que pueda haber acumulación deexperiencia -y dicho sea de paso, para que los militantes aporten algoa una transformación- es que la organización no sea un refugiomonástico, sino que busque incidir en la sociedad.5 Esto significa que,

que la teoría libertaria acabó teniendo de la práctica y por eso terminó creando unhiato monstruoso entre aquello que se pregonaba y aquello que se realizaba. Esofue fundamental para una radicalización bastante mal sucedida con los miembrosde la tradición libertaria cuando el anarquismo se distanció de su bien másimportante, que es la realidad social, y pasó a propagar una teoría cada vez más«radical», terminando por transformarse en sectarismo absoluto, con accionesindividualistas entre otras prácticas contraproducentes. Son muy comunes losejemplos de grupos que simplemente no consiguen tener trabajo social por creerque todos los ambientes en que esta actuación social sería posible: sindicatos,escuelas, movimientos sociales, etc. son completamente «contaminados» porpartidos políticos y por las ideologías autoritarias. Hay una confusión entre lo quese trata en el plano político y lo que se trata en el plano social, se escapa de larealidad por ser ésta muy diferente del plano teórico e ideal. De esa forma, crece la«violencia verbal» presente en los discursos, que no existe minimamente en lapráctica. O sea, hay una idealización del plan futuro, que no tiene cualquier acciónde corto plazo que puede apuntar para los objetivos deseados. Se construye unateoría que es vacía y no da cuenta de la realidad.»5 Los partidos enfrentan este problema con el concepto de «inserción social». Peroeste concepto es problemático y responde a su forma de ver las cosas. Presuponeque somos exteriores a las relaciones sociales, que hemos conocido la IdeaRevolucionaria, y que lo que resta es acercarla al pueblo. Esta forma de ver la

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contrariamente a la tendencia que pregona el individualismo, hay quefortalecer la organización popular, y la manera de hacerlo esparticipando de espacios amplios, de base, con pocas definicionesideológicas. Que la organización defina y milite en un espacio de estascaracterísticas, implica que muchos de sus militantes participan de él,y permite entonces que puedan elaborar un análisis común, trazar unaestrategia y llevarla a la práctica. Como se desprende de este análisis,estoy dejando en claro la diferencia entre por un lado espacios de baseu organizaciones populares que pueden ser más o menos horizontales,más o menos combativos, y por otro lado, las organizaciones autónomas,horizontales y anticapitalistas. No reconocer la diferencia entre los finesy las características de unos agrupamientos y los otros, sólo lleva a laconfusión y a la inercia. Para los que intentamos aportar a la lucha detransformar la sociedad en un sentido anticapitalista, la organizaciónpropia es tan fundamental como la militancia en organizaciones debase. Ésta última no es simplemente una cuestión estratégica, es la formade dar las discusiones fuera de los grupúsculos más o menos reducidosy avanzar hacia los problemas de fondo. Es la forma de lograr en unidadcon otros compañeros conquistas mínimas para mejorar la calidad devida, de encarar reclamos que no pueden esperar y que el Estado no vaa resolver. Si eso no existe, si no nos hacemos cargo de los malestarespara problematizarlos –incluso aquellos que no son declaradamenteanticapitalistas y revolucionarios– más que militar lo que haremos esconstruir grupos interesados solamente en sí mismos, y desconectadosde la realidad. Pero el anticapitalismo no es una idea bonita que se

militancia como apostolado, tan presente en la militancia universitaria, es unaactualización del cristianismo, que lleva a pensar que la transformación pasa porotro lado que no es allí donde está uno, y genera como consecuencia toda clase decontradicciones entre la propia vida y los ideales que se defienden. Se basa en laseparación entre teoría y práctica, trabajo intelectual y trabajo manual, vanguardiay bases. La otra figura cristiana que busca responder a este problema, ahora sí conpresencia en el campo de la autonomía, es la del militante como sacerdote sacrificado,que apoya acríticamente a los movimientos populares. Quizás esta posición sedeba también a que resulta más fácil aportar algo a una organización de la que nose es parte, que asumir el compromiso, y los problemas, de la organización políticapropia para enfrentar las relaciones capitalistas en las que estamos inmersos.También en torno a la similitud con el cristianismo, a veces pasa que la militanciagira en torno a marchas cual procesiones, y al recordatorio de los caídos por elterrorismo estatal cual mártires individuales. Ni apostolado, ni sacerdocio, nimonasterios para refugiarnos, ¿no será posible otro tipo de militancia y otra relaciónentre los movimientos?

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pueda poner en práctica por fuera de la sociedad, en un universo vacío.Pensar esto es además de sectario, no reconocer el aporte para nuestraspropias ideas que supone la discusión y la acción junto a otrastendencias.

Por esto, es necesario colocarse lejos del vanguardismo, loscuadros políticos y la «bajada de línea» de la izquierda partidaria6,pero también lejos de actuar simplemente como individuos (o grupos)aislados que buscan soluciones individuales en función de suselucubraciones personales. La organización aporta a los individuoscapacidades de planificación, de análisis y de discusión, que son tanbásicas como fundamentales. Estar en las luchas, en los conflictos y enlas contradicciones que surgen en la sociedad capitalista, actuandojunto a otros grupos y personas, no sólo es aconsejable, sino que es elpiso para que una discusión tenga sentido, y no sea pura abstracciónteórica. Por otro lado, sólo quienes son oprimidos y explotados, puedentener realmente un interés material y subjetivo en la superación delcapitalismo. El interés, el deseo, y el compromiso con la militancia, noson preexistentes ni pertenecen al alma o al intelecto, sino que surgende la vinculación de las propias condiciones de vida con la teoríarevolucionaria, y se tornan consistentes en la medida en que se participade la organización popular, que a su vez los alimenta. De esta manera,

6 Como conclusión de algunas discusiones tenidas en Producción Horizontal, yahace unos cuantos meses afirmábamos: «Nos parece necesario hacer la distinciónentre «tener una línea» y «bajar línea». Lo segundo es parte de una concepciónverticalista, donde lo que importa es que el resto acepte lo que la organización yadiscutió y decidió. Lo primero, y a lo que apostamos, es a tener un conjunto depropuestas o de principios que guían nuestro accionar. El no pensarnos como lugarcentral de la transformación, implica que estas ideas que sostenemos están enconstante diálogo con otras personas y con otros espacios. La voluntad de dirigirlos movimientos, inherente a las tradiciones verticalistas de la política, terminamuchas veces destruyéndolos o estratificándolos y reduciéndolos a la impotencia.De manera que nuestro aporte orgánico en los espacios en los que participamos nopasa por que se nos reconozca orgánicamente o por acceder a lugares de privilegio.En este sentido, nos parece más fructífero reforzar las tendencias a la horizontalidady a la autonomía en los colectivos que esforzarnos por que los demás acepten loque nosotros pensamos, lo que sería contradictorio con el tipo de construcción quecreemos transformadora. Desde este punto de vista se vuelve más importanteconstruir identidades colectivas que afirmar identidades parciales. Esto no implicaque no podamos intervenir con propuestas programáticas en los espacios en losque lo consideremos necesario, sino que anteponemos siempre la construccióncolectiva de las mismas. Este punto lo vemos como imprescindible paradesburocratizar la política y avanzar en la politización de la facultad.»

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la problematización de la realidad como un todo no va a darse encualquier lado, sino que tiene condiciones materiales.7 Esto no implicaque haya que incurrir en nuevas idealizaciones de la clase obrera o delos oprimidos y apoyar acríticamente cualquier cosa que salga de lasbases, sino que hay que tener en claro que ninguna transformación va aocurrir sin esas bases populares, sin la clase trabajadora. Un movimientono puede existir en el plano de las ideas individuales y las charlas decafé, sino que se desarrolla en función de las necesidades concretas yavanza en el seno de la organización popular.

La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno,sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple. Deleuze Uno de los logros de la autonomía y la horizontalidad, ha sido podergenerar espacios públicos liberados de las jerarquías estatales.Revalorizar lo comunitario, ir armando el tiempo propio y no correrdetrás de la coyuntura, ligar a la política con la vida cotidiana, conectarexperiencias y trayectorias disímiles, y recuperar la confianza en losmovimientos, han sido algunas de las huellas que estas prácticas vandejando en el camino. Sin embargo, incluso aquellas experiencias queno han seguido el camino del sectarismo, encuentran problemas a lahora de dar una respuesta coherente a los tiempos que corren. Porque sies cierto que el poder no es un lugar que se ocupa sino una serie de

7 «El anarquismo social, muy diferente de este anarquismo de comportamiento ode estilo de vida que solemos ver, preconiza un regreso organizado a las luchaspopulares, estimulando la presencia anarquista junto a los oprimidos, en busca dela emancipación económica y de la libertad. El anarquismo social, en este sentido,no debe ser entendido como algo nuevo, innovador. A pesar de que el anarquismoha perdido, con el tiempo, ese lado social, este anarquismo busca el regreso de losanarquistas a una actuación social más profunda y comprometida con lostrabajadores y, principalmente, con los marginados de la sociedad, como los sin-techo, los sin-tierra, los indígenas, etc. Las contradicciones del capitalismo son másexplícitas en la actuación social. De esta forma, en la propia acción concreta ycotidiana del militante, éste podrá desarrollar el sentido crítico y asociar laacumulación teórica que aprendió en sus lecturas con las necesidadescontemporáneas de transformación. Una vez que entendemos el anarquismo comoalgo vivo y vivido no es posible ser libertario sin, en posesión de los medios necesariosy trabajos concretos, definir posiciones e implementar políticas claras para el combatecontra el capitalismo.» Ocupaciones urbanas, la práctica del anarquismo social en Río deJaneiro, disponible en http://www.fondation-besnard.org/article.php3?id_article=433

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relaciones sociales que se transforman, también es cierto que no sepueden desandar las relaciones sociales de una en una. Así, no se puedepensar por separado la salud, la tierra, la educación, el trabajo, el género,etc. La realidad nos demanda una respuesta que la abarque toda, y unarespuesta que sea colectiva. A su vez, una respuesta colectiva implicaun antagonismo con el capital-estado, que no se puede hacer desdegrupúsculos que actúan por sí solos, sino que requiere de una accióncoordinada entre sindicatos, organizaciones barriales, movimientos dedesocupados, de pueblos originarios, de estudiantes, etc. Por tanto, elrechazo a la estructura partidaria no puede significar renunciar alproblema de la organización. Hace falta y más aún en los momentos enque se agudiza el conflicto social, construir una cierta unidad teórica ypráctica, que deje de lado la dispersión, y que nos permita abordar lasdistintas coyunturas. Pero para eso, hace falta que las organizacionesempiecen a pensar a largo plazo y a sentirse parte de un proceso que lassupera. Por otro lado, en la medida en que únicamente desde elantiestatismo y el anticapitalismo se cuestionan los problemas de fondode la sociedad, es en el análisis estructural y en esa construcción a largoplazo, donde reside el mayor aporte que la autonomía puede hacer a latransformación social. Por eso sería necesario dejar de pensar el corto yel largo plazo como instancias divorciadas, e intentar congeniarlas.

Quisiera hacer ahora una reflexión final sobre lo que acabo de escribir.Las necesidades que animan este breve texto son algo distintas de lasque tenía hace unos años. Es imposible no ver que hay un riesgo en usarciertos conceptos, que cuando la urgencia y las ganas de transformar larealidad priman por sobre las consideraciones éticas (transformar sí,pero qué, cómo), es muy fácil caer en análisis instrumentalistas. Primerose empieza a hablar con un lenguaje militar –estrategia, táctica8–, seintroducen conceptos ambiguos y difusos, después se aceptan loscuadros políticos, los gobiernos de abajo, el mal menor, más tarde sehabla de partidos, de estado socialista, de patria... y de repente, casi sin

8 Aunque útil para analizar la realidad y ver cómo actuar, hablar de táctica yestrategia, como todo concepto, presenta sus problemas. Es claro que pensar lasociedad como un partido de fútbol o como una guerra, es volver a la vieja nocióndel poder como un lugar, donde el capital es un sujeto que enfrentamos y no unarelación que nos sostiene. Toda la variedad de conceptos instrumentales que existenpueden ser necesarios, pero seguro no son suficientes para dar cuenta de latransformación social a la que aspiramos.

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darse cuenta, se termina defendiendo a la burguesía y a sus gobiernos.Si bien es cierto que no hay que ser puristas con el uso de las palabras yhablar un lenguaje que sólo entendamos nosotros mismos, tampocohay que ser ingenuos. Las mismas palabras usadas con significadosdistintos sólo llevan a la confusión, y más tarde o más temprano seterminan imponiendo los significados hegemónicos. Por esta razón, unproblema puntual requiere siempre su concepto específico que de cuentade él. En este sentido, la relegitimación del estado en lo discursivo,significa la invisibilización del problema de las jerarquías, y por tantosu resolución a favor de ellas.9

Los problemas de nuestra práctica que no pensamos, dejan unhueco abierto por donde penetra la ideología autoritaria-capitalista. Silos únicos que hacen análisis de procesos como el peronismo, o si losúnicos que plantean el problema de la coyuntura -que no es sino elproblema de cómo hacer para que el anticapitalismo salga de su isla-,son los intelectuales de la burguesía o de la izquierda autoritaria,entonces cada vez que haya un «que se vayan todos» las respuestas quevamos a encontrar al día siguiente van a ser las mismas. Quizásjustamente para evitar ese eterno retorno a lo mismo, sea importanteque seamos nosotrxs, quienes al mismo tiempo que nos damos lastécnicas para vivir en los márgenes del capitalismo y crear otrasrelaciones entre las personas, nos ocupemos de ir armando un proyectopolítico factible -no que ofrezca una Verdad, pero sí que pueda interpelara las mayorías-, e ir generando la perspectiva de que la utopía puedeeventualmente pasar a ser una realidad.

9 Para que el problema de las jerarquías se pueda hacer visible hacen falta conceptos-como el de anarquía- antagónicos al de estado, que den cuenta de la contingenciade este tipo de relaciones sociales. Al respecto es interesante el debate ocurridodentro del anarquismo: «En la Primera Internacional, los colectivistas, cuyo portavozera Bakunin, llegaron a admitir, como sinónimos de la expresión «colectividadsocial», las expresiones siguientes: Estado regenerado, nuevo Estado revolucionarioy hasta Estado socialista. Pero bien pronto los anarquistas se percataron de quepara ellos era arriesgado emplear la misma palabra que los «autoritarios», aunquele dieran un sentido completamente distinto. Arribaron a la conclusión de que unnuevo concepto exigía una nueva denominación y que el uso del vocablo tradicionalpodría acarrear peligrosos equívocos; en consecuencia, dejaron de designar con elnombre de Estado a la colectividad social del porvenir.» Guérin, D., El anarquismo,p. 90.

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La condición por la que atraviesa la militancia en el período actual es laincertidumbre, la desorientación, la precarización de sus figuras.

¿Qué ha pasado?Muy simplemente: un universo político se ha desplomado a

nuestras espaldas, unas formas históricas de producir consistenciapolítica, un sistema de orientación, una figura subjetiva del militante,en fin, un paradigma para organizar la intervención colectiva se haesfumado, cesado, agotado y ningún otro ha venido a reemplazarlo.

Ahora bien, ¿qué es un universo político? Como mínimo es unsistema de articulación de principios genéricos, axiomas deorganización y postulados para la acción, que crean las condicionespara pensar las dimensiones de la estrategia y las tácticas de la práctica,que la habilitan para operar a nivel de lo nacional y lo internacional;dimensiones espaciales de la práctica que no siempre están abiertas, adisposición de la militancia, como si fueran una sustancia que la historianos provee.

La militancia en la era dela incertidumbre política

VÍCTOR MILITELLO*

* Miembro del Grupo Acontecimiento.

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El espacio en el que se despliega una política es efecto de lapotencia de la consistencia de esa misma política.

No hay, por ejemplo, una situación política internacional parauna política de emancipación si ella misma no ha creado un sujeto quela configure, que la nombre, que sea capaz de intervenir efectivamenteen ella. Lo que siempre hay, en todo caso, es una situación histórico-social internacional, un sistema de poder mundial, relaciones de fuerzaentre clases, naciones, alianzas continentales, pero no necesariamenteuna política de emancipación internacional. La política no se deducede lo histórico-social, ni está garantizada su existencia por nadaefectivamente existente.

La entrada de un universo político en el elemento de suoscurecimiento nos deja completamente confundidos, hasta tal puntoque apenas si podemos musitar lo que ha ocurrido. Es entonces cuandotodas las palabras y categorías de la «tradición» en la que nosinscribíamos empiezan a flotar en la nada, tienen una vigencia sinsignificado, se transforman en espectros desvinculados de cualquierpresente. Y no podemos determinar «a ciencia cierta» qué queda y quées arrojado al basurero de la Historia.

¿Cuál es el sistema que se ha agotado? Básicamente, se ha agotado elmarxismo-leninismo-maoísmo, por nombrar los modos fundamentalesen que la política de emancipación ha existido, entendido como lapolítica del proletariado; no como filosofía de la historia, ni crítica de laeconomía política, ni crítica de las ideologías o como fuere que cadauno piense al marxismo. Quiero decir, la cesación de esta política no esteórica, no se trata en absoluto de si Marx se equivocó o no en la teoríadel valor, si Lenin erró en la formulación del concepto de «Imperialismo»o si Mao interpretó incorrectamente el materialismo dialéctico, o lo quefuera. Mucho menos se trata de si las clases existen o no, si la claseobrera ha sido reemplazada por una nueva figura, o si el capitalismoha dejado de apestar como apestó desde su nacimiento. No está allí lofundamental.

¿Y en qué consistía esta política de emancipación, qué era esteuniverso? Esquemáticamente, se trataba de una (o unas) políticacentrada en el partido (o peor, en el ejército rojo cuando fue el caso) querepresentaba a la clase obrera o a las clases populares (pues «clase»como categoría para la política es algo que sólo puede ser representado,además de ser una categoría circulante –buena para todo, digamos–entre la Historia, las Ciencias Sociales y la política), que disponía del

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programa como modo esencial de la subjetivación, que proponía al«militante profesional» o «cuadro» como figura subjetiva del militante,que se autodefinía como vanguardia. Y todo para tomar el poder delEstado y socializar la propiedad privada de los medios de producción.

Todo eso cesó y se agotó. Parece poca cosa, pero no lo es, si biennuestra descripción es bastante esquemática, ni aún así puededesvalorizarse lo que todo ello significó como sistema de construccióny orientación.

¿Y quién determina y a partir de qué su cesación y agotamiento?Aquí se abren dos cuestiones.

1) Las formas en las cuáles se vienen desplegando las luchasreales en los últimos 40 o 50 años ya no verifican el dispositivomencionado, más bien se han desarrollado a una profunda distanciade él. Casi sin excepción, se han desplegado por fuera de partidos ysindicatos y, aún más, muchas veces también contra ellos. Es decir, lospueblos, en su presentación más radical, sancionan el agotamiento.

2) Todo lo dicho ha ocurrido, efectivamente: hubo revolucioneslideradas por partidos y ejércitos revolucionarios que tomaron el poderdel Estado y suprimieron la propiedad privada de los medios deproducción y el resultado no fue ninguna emancipación de lahumanidad, ni siquiera una superación del capitalismo, sino en muchoscasos el resultado fue la creación de una maquinaria estatal despótica,paralítica, criminal y burocrática. Y no desestimemos la dimensióncriminal para sustituirla por la mera burocratización, pues ninguno denosotros diría que Videla o Pinochet eran burócratas (que lo eran) sinocriminales. Stalin o Pol Pot también lo fueron. Aquí es la historia de lapolítica la que nos obliga a constatar la consumación.

Y aquí quisiera abrir una digresión. No se trata de afirmar, al menospara mí, que se puede transformar el mundo sin tomar el poder delEstado, como hizo Holloway, ni mucho menos que deberíamos renunciara la superación del carácter privado de los medios de producción.

Y si no se trata de ello es porque en primer lugar debemos redefinirqué se entiende por transformar el mundo, luego por qué es necesarioun balance de la famosa «toma del poder» –sobre todo para evaluar enqué consiste exactamente el poder del Estado, de qué es realmente capaz–y, finalmente, por qué es necesario determinar el carácter efectivamentepolítico de la cuestión de la propiedad (o impropiedad) de los mediosde producción. Quiero decir, no hay dudas de que se trata de una cuestiónfundamental para la política de emancipación, el asunto es más bien si

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tiene un carácter político intrínseco, no sea cosa de que estemos fundandouna política en un elemento que en sí mismo no lo es, que es lo que creoque pasó y colabora a despolitizar la vida de las masas, a sustraerle sucapacidad política, mientras se hace algo por ellas, algo que representasus intereses; pues un Estado puede nacionalizar o socializar (más alláde la diferencia entre estos términos) todo lo que quiera sin la menorintervención de nadie.

Pues lo que constituye en nosotros mucho más que una merasospecha –y que aquí apenas si podemos esbozar– es que aqueldispositivo no podía hacer algo muy diferente de lo que hizo, ni lopodría hacer en el futuro.

El tener al Estado como norma y objetivo de la acción políticatermina conformando a esa acción en torno a lo estatal. El revolucionariode Estado termina, siempre, más parecido al Estado que a la Revolución.Fin de la digresión.

Entonces ¿qué nos queda si un universo político consistente y biensabido ha colapsado?

Nos queda un recomienzo. Nuestra tarea es refundar una políticade emancipación por fuera de las lógicas capitalistas y de dominación.Pero también a distancia de las políticas de emancipación legadas.

¿Y sobre qué bases?Teniendo a la vista la efectividad de las luchas, el modo en el que

ellas se van instituyendo, y apelando a algunos pensadores que las vanformalizando, diría lo siguiente:

1) Partir de la igualdad tal como la piensa Rancière, esto es, nocomo un objetivo o un programa a realizar, sino como el principio queorganiza la práctica política aquí y ahora. Es el principio de justicia,político en sí mismo, que se ha expresado como horizontalidad.

2) Mantenerse firmemente a distancia del Estado, tanto en laslógicas de construcción como en el sistema de alianzas. Es el principiode autonomía de la política de emancipación respecto a las políticas dedominación que organizan la vida de las masas. El principio dedistancia, ligado a la autonomía de la política verdadera o política deemancipación (en el sentido en que no se reduce jamás a ser la expresiónde otra cosa, sea ella Lo Social, La Historia, La Economía, El Derecho olo que sea), ha sido desarrollado sobre todo por Badiou.

3) Afirmación de lo Común (¿Lo impropio?) como nuevaposibilidad de lo colectivo. Se trata de la creación de un espacio públicono estatal, como dijo Virno.

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4) Sostenimiento de lo Universal por sobre las reivindicacionesparticularistas e identitarias, forma hegemónica de las políticassistémicas actuales, para tener, al menos, una comunidad de principiosy perspectivas. No significa que el elemento particular deba desaparecer,sino que debe estar atravesado y abierto por lo Universal, o para todosy/o cualquiera.

De la articulación de estos elementos puede surgir, o más bien YA vasurgiendo, la forma de un nuevo universo para las políticas deemancipación.

Pero esto no significa que hemos encontrado la fórmula para lavictoria definitiva, si tal cosa existe, ni siquiera si está a nuestradisposición una renovada significación de lo que es la victoria, se trataapenas de un recomienzo, apenas y, a la vez, ni más ni menos.

Se trata, al menos para quien escribe estas líneas, de volver a sercomunista sin ser ya marxista. ¿Es posible? ¿Será peor que ser marxistasin ser ya comunista en su práctica cotidiana como, creo, ocurre con lospartidos de izquierda revolucionarios actuales?

Un compañero anarquista me diría: ¡¡¡es lo que intentamos desdesiempre!!!

Y yo le respondería: sí, claro, es verdad, pero ¿fue el anarquismouna política real? ¿O tan sólo el deseo, a veces heroico, de convertir unafilosofía en política? ¿Podemos estar tan seguros de que se movía porfuera de la representación?

Pero ésa es ahora otra cuestión, que sólo nos advierte que, en laactualidad, no es posible hacer política sin preguntarse acerca de quées lo que ella es.

Son las consecuencias de la desaparición de un Universo y de susustitución por una forma de nihilismo desesperado que nos gobiernaa todos. Su nombre es democracia parlamentaria.

Ahora bien, la incertidumbre no es sólo defección, es también laforma que adquiere la posibilidad de abrir algo nuevo que no puede serpensado bajo un viejo sistema de referencias, el espacio para pensar loque los saberes instituidos no pueden contener ni nombrar.

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Raúl CerdeirasAcontecimiento cumple 20años de existencia

Raúl Cerdeiras¿El regreso o la re-inven-ción de la política?

Alain BadiouLa localización de la políti-ca. España 15-M

Martín LópezEl hastío de los cualquiera.España 15-M

Hernán MancusoPor qué el 2001 no fue unfracaso

Diego ZerbaLa incredulidad en el len-guaje

Alain BadiouLa confesión del filósofo

Slavoj •i•ek¡Saqueadores del mundo,uníos!

Verónica Gago y DiegoSztulwarkRepetir •i•ek: el retorno delo Uno

revistapara pensarla política

acontecimiento

número 40, 2011

especial 20 años

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1. Una primera aproximación

Mi interés por abordar este tema comenzó como una curiosidad (yangustia, por qué negarlo) que hemos tenido junto a compañeros decarrera de Antropología a lo largo de los años de cursada. La preguntanuestra era (y lo sigue siendo): ¿Cómo subsiste económicamente unegresado de Antropología? Me atrevo a afirmar que, quizás, es una delas preguntas que acompañan la trayectoria de muchos de losestudiantes de esta carrera en particular.

Las respuestas que he encontrado, de la mano de diferentesprofesores y profesionales en el área, se basaban en el binomio«investigación y/o docencia». De allí me surgió una nueva inquietud:¿Por qué no investigar sobre lo que hacen los becarios CONICET enAntropología? Con eso en mente, encontré en los estudios de sociologíade la ciencia un camino interesante para estudiar el sistema depromoción científica. Y es hacia allí donde pretendo apuntar.

En la siguiente propuesta me propongo analizar entrevistasrealizadas a becarios de CONICET de entre 26 y 32 años de edad,

Del «mercado científico» al «ajedrezacadémico»: Representaciones sobre elCONICET y estrategias de becarios de

Ciencias Antropológicas»

GABRIEL HERNÁNDEZ

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graduados en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad deBuenos Aires. Desde esta perspectiva, las preguntas que orientan esteartículo son las siguientes: ¿Cuáles son las representaciones que tienenlos becarios de Ciencias Antropológicas sobre el funcionamiento delas instituciones de investigación donde se encuentran? ¿Quéestrategias despliegan estos becarios para mantenerse en carreradentro del campo científico? Las preguntas subsidiarias dentro de estegran ‘paraguas metodológico inicial’ son: ¿Qué estrategias utiliza unbecario para mantenerse en carrera? ¿Cómo representa las estrategiasde los demás investigadores? ¿Cuáles son sus percepciones sobre lapublicación de papers? ¿Cómo representan la relación con susrespectivos directores de tesis?

2. (Re)construyendo el marco teórico

El marco teórico que propongo, constituye un intento por integrar yponer en diálogo el pensamiento de dos autores: el sociólogo francésPierre Bourdieu y el físico argentino Oscar Varsavsky.

Para Bourdieu, el campo científico es un «sistema de relacionesobjetivas entre posiciones adquiridas (en las luchas anteriores), es ellugar (es decir, el espacio de juego) de una lucha competitiva que tienepor desafío específico el monopolio de la autoridad científica»(Bourdieu; 2003:12)

Particularmente, el campo científico se caracteriza por una luchapor el capital científico, un capital simbólico que le otorga legitimidad,autoridad y prestigio a aquel investigador o conjunto de investigadoresque lo poseen. El campo se encuentra estructurado en función de ladistribución desigual de capitales: es decir, por las relaciones de fuerzaentre los agentes e instituciones participantes.

El campo científico asigna estrategias para todos los actores quese encuentran dentro de él (incluyendo a los sujetos del presente trabajo,los becarios). Dichas estrategias de los agentes son producidas a travésde un aprendizaje social del sentido del juego. Aquéllos que comienzana dar sus primeros pasos en la vida académica (los «recién llegados»)pueden seguir variadas estrategias, que pueden aparecerentremezcladas: o pueden seguir una carrera previsible acorde a losprincipios de la excelencia científica o pueden optar por una estrategiamás arriesgada, consistente en jugarse por imponer sus propiosprincipios de legitimación.

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Según el sociólogo francés, la dimensión del reconocimiento dellos clientes-competidores es una instancia crucial a la hora de obtenerprestigio y maximizar beneficios científicos. Y es aquí donde retomo elconcepto de «mercado científico» del físico argentino Oscar Varsavsky.

Para Varsavsky, la característica del «mercado científico» es sufuncionamiento cuasi-análogo al mercado concebido en términos delliberalismo económico, donde se establece una «competencia de tipoempresarial que al menor desfallecimiento puede hacerle perder (alcientífico) subsidios, contratos y prestigio» (Varsavsky; 1969:17),materializado en congresos, jornadas, publicaciones, etcétera. En dichomercado, se pone a circular un producto específico de la actividadcientífica, el paper, producto estandarizado de la actividad científicaque pretende cuantificar de manera objetiva el valor de unainvestigación, y a partir del cual un científico divulga susinvestigaciones.

La ansiedad por publicar para un mercado científico estimula yselecciona el metodismo antes que la creatividad, haciendo creer que el«modo de hacer ciencia» es la publicación de artículos, siendo la reglala de «mientras más se publique, mejor». Y el científico adaptado a esemercado es el investigador cientificista. Para Varsavsky, «cientificistaes el investigador que se ha adaptado a este mercado científico… y seentrega de lleno a su ‘carrera’, aceptando para ella las normas y losvalores de los grandes centros internacionales, concentrados en unescalafón»(Varsavsky; 1969:21). El cientificista se desvincula deproblemas políticos y se entrega a los avatares de las exigenciasacadémicas, entrando en la carrera de publicaciones, becas, subsidiosy ascensos.

A fines de construcción del marco teórico, consideraré al mercadocientífico como una instancia específica del campo científico, por lassiguientes tres razones.

Primero, porque tanto los conceptos de Bourdieu y de Varsavskyretomados aquí, fueron construidos como analogías tomadas del campoeconómico. Como afirma Bernard Lahire, «resulta difícil escapar a laanalogía cuando se visita el museo de las ciencias sociales» (Lahire;2003:80): Bourdieu hace uso de conceptos elaborados a partir deanalogías extraídas del campo económico, tales como «capital»,«interés» y «competencia». Siguiendo el razonamiento de Lahire, elconcepto de «mercado científico» también fue elaborado a partir de laanalogía con el funcionamiento de un «mercado» entendido en el sentidode la economía política clásica.

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Segundo, porque para Bourdieu las investigaciones publicadasse realizan de cara a la mirada de los demás competidores-clientes,para «hacer aparecer al que lo produce como importante e interesante alos ojos de los otros» (Bourdieu; 2003:16). Por su parte, según Varsavsky,el objeto material donde los resultados científicos son exhibidos a losdemás es el paper, establecido como unidad de medida objetiva de laproductividad de un científico.

Por último, porque el cientificista puede ser entendido como unagente que internaliza determinadas disposiciones internas (formas depensar y hacer dentro del campo científico), producto de una acciónpedagógica y de una sobre-adaptación a las reglas del juego dentro delcampo. El cientificista, como sujeto que aparece históricamente enestrecha relación a la aparición del mercado científico, adopta, enconsecuencia, una estrategia de sucesión para mantener su posicióndentro del campo.

3. De la metodología y sus dificultades

Para el presente trabajo, se realizaron entrevistas a becarios de entre 26y 32 años, con una trayectoria de mínimo tres años como becarios en elCONICET (becarios de beca tipo I y de beca tipo II).

El trabajo se construyó sobre cuatro entrevistas a becarios: trespertenecientes a Antropología Social y un cuarto becario pertenecientea la carrera de Historia, cuyos nombres fueron cambiados para preservarsu identidad. En los respectivos registros de campo elaborados a partirde las entrevistas se omitieron o quitaron todos aquéllos datos quepudieran hacer explícita la identidad de los becarios, así como tambiénse omitieron las menciones a personas específicas.

Es aquí donde considero necesario realizar dos comentariosrespecto a la metodología: primero, me refiero a la inclusión de un becariode Historia en este trabajo. Se me presentaron dificultades de acceso alas entrevistas a becarios de la carrera de Antropología: debido a lacuestión de la reserva de identidad, se hizo difícil el contacto con becariospara realizar las entrevista (lo cual puede sonar lógico, un estudiantede antropología realizando entrevistas a antropólogos para un trabajoque luego va a ser leído por otros antropólogos).

Luego de enviar mails de contacto a través de red de amigos ycompañeros de cursada, apareció un becario dispuesto a serentrevistado. A través de su relato, el sujeto elaboró generalizacionessobre el funcionamiento del CONICET que excedían el ámbito específico

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de Historia, además de que mostró estar al tanto de ciertos sucesosacaecidos en la carrera de Antropología; por último, y no menosimportante, encontré muchos puntos en contacto entre su discurso y losdiscursos de los becarios de Antropología entrevistados. Por eso, decidíincluirlo.

En segundo lugar, surge la cuestión de la representatividad:¿Cuatro entrevistas son una muestra representativa de la totalidad debecarios del área? Mi postura es que, enfocar en representacionessociales implicaría realizar una mayor cantidad de entrevistas, lo cualsuponía, lógicamente, una mayor inversión en tiempo y dedicación paraencontrar informantes dispuestos a acceder a la entrevista. Por eso, loque me interesa aquí es que el análisis presentado sea consideradocomo un esbozo de una futura investigación más amplia; aquí a partirde cuatro casos de becarios que no pertenecían a un grupo de amigos encomún, sirva como disparador para reflexiones sobre el sistemaacadémico, así como también sea la puerta de entrada para unainvestigación más exhaustiva sobre el tema.

Analizaré las entrevistas en base a tres grandes núcleos de temasque se conectan entre sí, para permitir una mejor comprensión de lavinculación teoría- casos aplicados.

4. Mercado científico y la «dinámica fordista» de producciónde papers

Las caracterizaciones del sistema académico hechas por los becariospresentan sus matices y perspectivas particulares; pero es posibleencontrar hilos de contacto entre los diferentes discursos, y es a partirde estos nexos que pretendo explorar las regularidades discursivas.Así, referido a la caracterización del sistema académico de investigación,encontré dos puntos en común.

El primer punto es que existe una lógica de funcionamientoinstitucional de publicación de papers, lógica que tiene la particularidadde que algunos investigadores están inmersos en un juego depublicación y presentación impulsiva de artículos en Congresos yJornadas. Al respecto resulta ilustrativo el discurso de JuliánPodluzansky, becario de CONICET (actualmente tiene la beca tipo I):

La producción académica entró en una dinámica fordista. Hoy vos podes tener unmuy buen paper, que sea muy oportuno historiográficamente, que tenga buenascríticas, que sea muy bueno, y hay otro que tiene siete papers malos… y te va aganar el otro. ¿Por qué? Porque se ha entrado en una lógica en la que tenés que

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publicar mucho, exponer, ir a jornadas, etcétera, etcétera. Lo que ha llevado a cosasdesde presentar dos o tres veces el mismo paper en diferentes jornadas, hastahacer, otros, todas cosas diferentes pero sin ningún tipo de profundidad. Porque sivos estás haciendo una investigación, y tenés que presentar en tres jornadas al año,¿qué clase de profundidad puede tener cada uno de las monografías?

Esta concepción de «dinámica fordista» de la producción científica meremite a los aportes de Oscar Varsavsky (1969) acerca del concepto de«paper como unidad de medida» y «mercado científico». ParaVarsavsky, el paper es una unidad de medida, en el sentido de que esun producto estandarizado que pretende cuantificar de manera objetivael valor de una investigación; de esta manera, pretende constituirsecomo «… el argumento más directo y palpable para demostrar el éxitode un subsidio o la importancia de un curriculum vitae» (Varsavsky;1969:14) de cara a su puesta en circulación dentro de un mercadocientífico.

Esta lógica de circulación de papers y acumulación de unprestigio también aparece en el relato de Delfina Cáceres, ex becaria deuna beca tipo I de CONICET en Antropología:

Hay que llegar con determinadas cosas que no están dichas en ningún lugar, perotenés que tener papers, tenés que tener asistencia a Congresos, tenés tenés tenéstenés… ¿cómo lo logras? No se sabe muy bien. Pero la verdad que nadie lo sabemuy bien.

Este discurso nos lleva al segundo punto a tratar: la poca transparenciaen los criterios del CONICET a la hora de evaluar a los becarios. Delfina,al respecto, ejemplifica:

A mismos antecedentes, por ejemplo, vos y yo publicamos 5 papers en las mismas5 revistas y a vos te dieron más puntaje en esa área, área paper, que a mí. ¿Yentonces, cómo puede ser? Y esto se repite en un montón de casos, lo sé porque losbecarios nos vamos pasando datos entre nosotros… ¿Y entonces? ¿Estamos hablandode acomodo, de qué?

Aquí se establece una contradicción: pareciera que el mercado científicoestimula la publicación de papers, que se cuantifican mediante criteriosobjetivos, pero a la vez esos criterios no están claros para los becarios.Aún más, tener todas las publicaciones no constituye una garantía paraseguir ascendiendo dentro del sistema académico. La becaria PaolaLizarraga comenta un hecho que se enteró mediante contactos, dondela Junta de Postdoctorado desaprobara las postulaciones que había

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recomendado la Comisión Evaluadora. Aquí también se ve la cuestiónde, en palabras de Paola, de la «poca claridad en los criterios»:

Si te dicen «esto no es un área prioritaria» o sí, no están claras cuales son las áreasprioritarias, cuáles son las áreas de vacancias. «Esto es un área de vacancia entoncesentró», «esto no es un área de vacancia»… ¿Pero cuáles son las áreas de vacancia?No hay un criterio claro de si es por mérito académico, por el puntajito este quetenemos. Si la comisión evaluadora me recomendó con ese puntajito, ¿vos memandás para atrás con cualquier otro criterio?

El tema de la poca transparencia también se repite en el discurso deLaura Achával, becaria de 32 años, para quien «no hay criterios clarosde selección, no hay criterios claros de áreas temáticas de interés, nohay criterios claros de si el CONICET es una institución que se va acentrar en la ciencia básica o la ciencia aplicada». Estas contradiccionesy luchas dentro del sistema científico me llevan a interpretar que estosdiscursos de los becarios implican una doble ruptura: una ruptura dela imagen de la ciencia como actividad pacífica y una ruptura de laimagen de «lo científico» como un producto puro. Y esta doble rupturame remite a los aportes del sociólogo francés Pierre Bourdieu a lasociología de la ciencia.

En el caso analizado, los criterios de selección no obedecen acuestiones «objetivas» de puntaje académico (y dicho sea de paso, sucarácter de objetividad es puesto en duda por los becarios); sino también,obedece a cuestiones de relaciones de fuerza y de distribución desigualde capitales (científicos), cuya significación estratégica el becarioaprende a partir de la participación en el mismo y, sobre todo, a partirde la posición que establece con los demás agentes: sobre todo, con sudirector de tesis. Para profundizar esto preguntas, pasaré al siguientenúcleo temático.

5. Estrategias de becarios de Antropología y la metáfora del«ajedrez académico»

Un nexo común encontrado en los discursos de los becarios entrevistadoses al respecto de la relación entre becario-director. En tres de las cuatroentrevistas se mencionó la categoría de «lógica feudal» a la hora decaracterizar dicha relación.

Los entrevistados, en su mayoría, rescatan una imagen positivade su propio director, imagen resumida en tres puntos: porque trabajande forma seria; porque tienen una trayectoria política además de

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académica; y porque les dan a los becarios márgenes de libertad a lahora de elegir los temas y las líneas de investigación. Pero a lo largo delas entrevistas se sucedieron relatos de casos de amigos y compañeros,a partir de los cuales dieron cuenta de la heterogeneidad de las actitudesen dicha relación. Así, teniendo en cuenta estas heterogeneidades, y através de una metáfora, según Laura: «hay una lógica en la facultadque es feudal, la lógica entre un director y un becario es feudal, o sea, esasí, porque vos hasta para respirar tenés que pedirle que te firme unpapel». Julián, por su parte, explica que dicha relación, llevada a suextremo, «es feudal, es de puntero barrial, es del kapanga, el que tiene lateka, “bueno, vas a tener que pensar como yo, políticamente,académicamente”. Es la nulidad del individuo como tal». Por su parte,Delfina, dijo que es entendible que los «pibes» acepten cualquier tipode «relación de vasallaje» cuando sos becario, porque una vez quequedas afuera del CONICET es muy difícil insertarte en el mercadolaboral.

En sus relatos, los becarios dan cuenta de cómo están imbricadaslas relaciones de poder dentro del campo científico. Pero estas relacionesno conllevan una respuesta homogénea por parte de ellos. Estas reglasdel juego del campo académico están implícitas, es decir, se aprenden através de la percepción y cumplimiento del «juego» en el que estáninsertos, y habilitan una serie de estrategias por parte de los becarios.

Una de las estrategias desplegadas es la de la «negociación tensa»que transcurre durante los años de la escritura de la tesis. El uso de estaestrategia depende del tipo de relación que se establece entre cadadirector y cada becario:

Uno también aprende estrategias para resistir, ponele, hay momentos que le reclamoque me lea, hay momentos que escribo y no le mando para que lea porque quierodedicarme a escribir yo sola (…) Hay una cosa como una negociación tensa ahí,entonces yo creo que siempre hay estrategias. (Paola)

Por su parte, Delfina, en base a una experiencia de una becaria, afirmaque la negociación no siempre entra dentro de unos márgenes demaniobra lo suficientemente lábiles. Por ende, la posibilidad de (y larealización de) negociar temas, líneas de investigación y bibliografía esmucho más estrecha:

¿Cuánto tenés de posibilidad de decir «no, no porque esta línea teórica no megusta»? ¿O por qué esta línea teórica, o por qué este autor o por qué esta frase quevos me estás creando dice lo contrario de lo que yo te estoy diciendo? ¿Cuántaposibilidad real tenés de decir ‘no’? Si bueno, tenés las posibilidades reales de decir

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no, pegarle una patada y abandonar el CONICET, pero te quedas sin la guita, quees la que te mantiene mes a mes.

Entonces, la escritura de la tesis, como proceso de larga duración (cincoaños), puede ser concebida como un proceso de negociación en la medidaen que los factores subjetivos (los intereses del becario, su forma deescritura, los intereses del director y su forma de corrección o de dirección)se reestructuran a lo largo de las trayectorias de los becarios en funciónde las presiones institucionales (tales como los requisitos necesariospara presentarse a una beca).

Pero acá es donde encuentro un punto de distancia con respectoa Bourdieu: los becarios entrevistados no emplean estrategias en pos deuna acumulación de capital científico, de un reconocimiento o unprestigio mayor por parte de los demás participantes del campo. Lasestrategias se despliegan en relación a un objetivo más inmediato, el dela propia subsistencia mes a mes del becario. Básicamente, si no secumplen los requisitos de publicación, se quedan sin poder pasar a lasiguiente beca. Inclusive, la prosecución de una carrera de investigadordentro del CONICET es planteada como una opción, no como un objetivoper se. En palabras de Paola:

Entrar directo a carrera es un paso de la gran puta, yo no sé si quiero entrar acarrera. Hay que estar muy seguro para entrar en carrera, porque tenés dos años enlos cuales de algo hay que vivir, y si te pones a laburar no podés «seguir sumandoporotos», publicar artículos de la tesis en revistas con referato.

Volviendo a la relación becario-director también aparece otra estrategia,la de establecer un «grupo de contención»:

Si estás en un equipo chico, estás solo y con un director que puede ser un déspota.Además tiene esa relación muy rara director-dirigido que es muy personal también,no es una relación laboral clara, entonces… si no tenés ese grupo que te contenga yohubiera dejado, si no tuviera gente que me lea, más allá de mi directora, gente queme da sugerencias de bibliografía… (Paola)

Por suerte tengo un grupo de amigos en la facultad que estamos todos más omenos en la misma, que tenemos la misma política, como que ninguno presionamal al otro. No sé, como a mí me hace bien rodearme de gente así, eso es valioso.(Laura)

El «grupo de contención» se establece como una estrategia y unaposibilidad de romper con el aislamiento del becario al comienzo de su

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carrera. Al comienzo, al entrar con la beca I, y según los relatos de lasentrevistas, el becario se piensa en términos individuales, en el parbecario-director. A medida que continúa su trayectoria en el CONICETy avanza hacia la beca tipo II, el becario va entrando en relación conotros becarios con los cuales establecen lazos de solidaridad yorganizaciones como los Jóvenes Científicos Precarizados (JCP). Enpalabras de Paola:

La gente que se presenta tipo I está mucho más en el horno, porque la persona debeca tipo I sigue siendo súper individual, es tipo «yo me presenté, conseguí undirector y dependo de mi director y mi lista», no hay una instancia pseudo gremialque ya hay cuando sos becario.

En la estrategia de «grupo de contención» aparece como variablefundamental la cuestión del espacio físico desde donde el becariodesarrolla su actividad. El grupo de contención se establece como unaestrategia para romper con el individualismo y el aislamiento en laactividad del becario. Los becarios de Antropología realizan susactividades en sus domicilios particulares, pero se reúnen en grupo, enun domicilio, para escribir y mantener contacto entre ellos. Esto estáindisolublemente ligado a la inexistencia de un espacio físico de unainstitución donde reunir a los becarios:

La posibilidad de tener un espacio de trabajo sería central, sino estaría muydesdibujado el papel del becario, ¿qué es? Que también parecería ser una políticacuasi individual, parece que fuera, o sea, cuasi a propósito para que no haya unasolidaridad colectiva laboral del becario, porque saben que si vos tenés 300 becariosen un mismo espacio, y si, va a haber un gremio de becarios, va a haber delegados,va a haber quilombo, y si, porque es un laburo, mientras estás en tu casa estássubordinado a un director (Paola)

Estos «contactos» con otros becarios pueden ser concebidos en términosde «contactos horizontales», entre sujetos que comparten unahomogeneidad en cuanto a la edad y la experiencia en la trayectoriaacadémica, a pesar de no contar con un espacio físico común. Ahorabien, los «contactos verticales» ya no dependen tanto de su posicióncomo becario. Según Paola:

Los contactos juegan más en las que son las evaluaciones de beca, ahí sí juegan,pero no son los contactos de uno, son los contactos de los grandes, son los contactosde quién es tu director, con quién se lleva bien y con quién se lleva mal, que sondisputas que viene de hace 30 años en realidad.

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En línea con la cuestión de las disputas entre directores, Laura lasconceptualiza como «disputas violentas», donde «las que ruedan sonnuestras cabezas»:

Ahora es como que «si a vos te dirige tal y yo odio a tal, tuqui» [hace un gesto desacar algo], se venga, tipo «tal me cagó a tal becario y yo lo cago con el otrobecario», como que nosotros somos los peones de su juego de ajedrez, o sea, y esmuy difícil salir de eso. Eso sí es muy, muy complejo por cómo están imbricadaslas relaciones en la facultad.

Esta metáfora del juego de ajedrez me lleva a pensar en la analogíaentre campo y juego, establecida por Pierre Bourdieu. Como dice elsociólogo francés:

Las coerciones y las exigencias del juego, por más que noestén encerradas en un código de reglas, se imponen a aquéllos(y a aquéllos solamente) que, porque tienen sentido del juego,es decir el sentido de la necesidad inmanente del juego, estánpreparados para percibirlas y cumplirlas. (Bourdieu; 1995:65).

Los movimientos de los becarios dentro del campo científico estánligados a las estrategias que despliegue su director de tesis dentro deltablero de ajedrez.

Entonces, en relación a los contactos verticales, no son losbecarios sino los directores los que simbólicamente «disponen detriunfos, esto es, cartas maestras cuya fuerza varía según el juego»(Bourdieu; 1995:65): La fuerza y posición de las piezas de ajedrez varíade acuerdo a la estrategia empleada por los directores, de acuerdo a loscontactos que pueda movilizar (tanto a favor como en contra). Y estejuego es conocido por los becarios:

El tema también pasa por… tu director arregla con el jurado que va a recibir elpaper. Porque yo esto lo sé de buena fuente porque muchos de mis compañeros,sus artículos son una bosta, dicho por ellos, pero el director conoce a pirulínentonces su artículo es publicado con referato. ¿Por qué? Porque necesita que subecario se doctore, ¿por qué? Porque eso le significa en el CV «Formación de RecursosHumanos», entonces eso te da más puntaje, entonces eso te lleva a un lugar dondecada becario que presentás es imposible que no te lo aprueben. (Delfina)

A partir de este fragmento, se puede extraer lo siguiente a modo deresumen: el director puede movilizar determinados contactos parafacilitar los movimientos, pero para reproducirse dentro del campo

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científico necesita que su becario publique y le salga la beca. Esto lepermite al becario negociar una posición dentro de la distribución del«juego de ajedrez académico», posición en la cual entra en juego ladimensión laboral: si queda afuera del juego de ajedrez, se queda sin labeca y sin un futuro laboral.

6. «Cuando vos ves a alguien que presenta 200 artículos esporque está chamuyando»: La categoría del «investigadorchorro»

Algunas de las categorías nativas que se repiten en las diferentesentrevistas son las categorías de «chorro», «chanta», «afano» y «refrito».«Chorro», en un nivel generalizador, es conceptualizado por losentrevistados como un investigador «desesperado por publicar»; el«chorro» expone idénticos papers diferentes congresos y jornadas, sinque en los mismos se vislumbre un proceso de reelaboración oreformulación a través del tiempo. La paradoja que se presenta es queestos investigadores son los que ascienden más rápidamente en losescalafones del campo científico:

Hay gente que lo hace más seriamente, y hay gente que está desesperada, y quechorea, y que, bueno,… a mí lo que me da bronca, lo que me pasa es que como…digamos, como que a mí me sirvió el modelo de lo que yo no quería hacer, pero pormomentos digo «bueno, la concha de la lora, es lo que yo no quiero hacer pero estapersona tiene proyecto agencia, tiene proyecto UBACyT, tiene no se qué, tiene no sequé» (Laura)

Estrechamente emparentado con el «chorro», la acción del «afano» esconcebida en términos de una acción donde se realiza un trabajoacadémico con deficiencias notorias pero que obtiene gananciasacadémicas importantes y útiles para el sistema de puntaje académico.Si bien los «chorros» son motivos de burla para los demás investigadoresy becarios, desde el punto de vista institucional de colocar puntaje a lostrabajos, «es muy difícil, salvo que te pongas a leer todos los trabajos,darte cuenta sin conocer al investigador, si está afanando o no. Si estápresentando lo mismo o no… hay veces que con el título y el abstract nopodés decir mucho.» (Paola)

Como explican Farji-Brener y Ruggiero (2010), la opción másredituable para ascender dentro de CONICET, es la de publicar variosartículos en revistas con un bajo nivel de exigencia de publicación. A

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partir de la realización de un procedimiento de encuesta a becarios,investigadores asistentes, investigadores adjuntos e investigadoresindependientes, los autores llegan a la siguiente conclusión: mientrasque los investigadores formados prefieren, en su mayoría, «priorizarque sus investigaciones aparecieran en revistas prestigiosas endesmedro de la cantidad»( Farji-Brener y Ruggiero; 2010: 3), los becariosde CONICET encuestados optaron por incrementar el número depublicaciones.

Basándome en el estudio realizado por los dos ecólogos, me atrevoa afirmar que estas conceptualizaciones de «chorros» y la acción de«afanar» refiere a una actitud de preferencia por incrementar el númerode publicaciones y exposiciones en Congresos, en pos de una estrategiade acumulación rápida de capital científico. Este mecanismo de ascensorevela una paradoja, referida a que «el sistema científico argentinoteóricamente estimula paciencia, pero en la práctica muchas vecesselecciona impulsividad» (Farji-Brener y Ruggiero; 2010:2) Y esta presióninstitucional atenta contra la creatividad científica.

Los investigadores «chorros», al estar sobre-adaptados almercado científico, son los que obtienen mayores ganancias académicasen menor cantidad de tiempo. Por ende, estas ganancias se traducen, alargo plazo, en la atracción de mayores cantidades de recursos ypersonal. Según Laura:

Hay gente que es muy seria, pero hay otra que no puede dirigir ni el tránsito. Y quetiene mucha guita, muchos recursos y forma mucha gente. Eso es un garrón.Porque además, una persona que tiene muchos recursos atrae gente también.

Para conceptualizar esta cuestión de la impulsividad, la ansiedad porpublicar y el acaparamiento de recursos por parte de agentes, retomarélos aportes de Oscar Varsavsky. Englobaré las categorías nativas quehe mencionado en este apartado a la luz del concepto de investigador«cientificista». El «cientificismo» conlleva un doble peligro para losjóvenes que quieren formarse: el peligro de la impulsividad por publicary el de quedar atrapado en esta lógica meramente cuantitativa. Por eso,para Farji-Brener y Ruggiero, los recién iniciados «corren el riesgo demantener ese principio de priorizar la cantidad a la calidad a lo largode sus carreras y pueden suponer, erróneamente, que superar lascondiciones que impone el sistema científico para promover es hacerbuena ciencia.» (Farji-Brener y Ruggiero; 2010:6)

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Los investigadores de los que habla Laura están inmersos en lalógica de entregarse de lleno a la «carrera», en búsqueda de unreconocimiento, aunque la exposición y la estrategia cientificista tienesus costos: «Todo el mundo sabe quién es chanta y quién no es chanta,todo el mundo se burla, porque hay gente que es tan grosera… hay genteque tiene todas esas cosas pero no es reconocida ni es como referenciade nada.»

Un cientificista, dentro del campo científico, se aboca a unabúsqueda de acumulación de prestigio a través de una carrera previsibleacorde a los principios y parámetros de la excelencia científica; es decir,siguiendo la «estrategia de sucesión» (Bourdieu; 2003). En este puntodebemos considerar dos aspectos relacionados: primero, que el sujetoaislado debe entrar en relación con otros para que efectivamente se déese reconocimiento del prestigio. Segundo, hacerse un nombre en elámbito académico involucra que el mismo esté de alguna maneraengarzado a las instituciones vigentes y, de esta manera, la persona iríaacumulando un capital científico primigenio dentro de la estrategia desucesión.

Y es aquí donde radica la paradoja: el cientificista acumulaprestigio y se hace un nombre conocido de acuerdo a la estrategia desucesión; puede acumular fondos y acaparar recursos humanos. Perotambién tiene sus costos: en el caso que comenta Laura, la lógica delreconocimiento lleva a ser la burla visible y la crítica de los demásparticipantes del campo científico.

7. Aportes para un debate sobre el funcionamiento delsistema científico

En base a lo expuesto hasta aquí en base al análisis de las entrevistas,destaco cuatro conclusiones. En primer lugar, estos becarios representanlas «reglas del juego»académico como poco transparentes. El mercadocientífico estimula la publicación de papers cuantificados mediantesupuestos criterios objetivos, pero dichos criterios no están claros paraellos. Aún más, al hacer explícito el nexo entre política y produccióncientífica, se ponen de relieve los intereses al interior del campo científicoque complejizan la perspectiva. Así, cumplir con todos los requisitosno constituye una garantía para obtener una beca, ya que existe unfactor político clave de relaciones de fuerza entre los diferentes directores,jurados y comisiones evaluadoras.

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En segundo lugar, se analizaron tres estrategias de los becarios:la «negociación tensa» con el director a la hora de la escritura de latesis; el establecimiento de contactos horizontales a partir de los cualesse forma un «grupo de contención» de becarios, estructurados comoespacios de lectura mutua y trabajo en un mismo espacio físico que seconstituyen para romper con el individualismo de la relación becario-director (que aparece con fuerza en los inicios de la carrera del becario)y para solventar la inexistencia de un espacio físico institucional 1. Porsu parte, los contactos verticales (jurados, comisiones evaluadoras,etcétera) dependen de las relaciones de fuerza del director de tesis; perolos becarios también saben que el director necesita de ellos parareproducirse, y eso puede ser utilizado como un espacio de negociaciónde cara a mantener la fuente de subsistencia, es decir, la beca.

En tercer lugar, planteé la paradoja de la lógica delreconocimiento: los investigadores inmersos en la doble lógica depublicación impulsiva y exposición de trabajos de baja calidad atraenmás rápidamente recursos y personal. Pero son reconocidos eidentificados por los becarios como «chorros» y «chantas».

Por último, hay una variable que apareció en las entrevistas yque limita los alcances de la teoría del «campo científico». SegúnBourdieu, «acumular capital es «hacerse un nombre», un nombre propio(y para algunos, un apellido), un nombre conocido y reconocido»(Bourdieu; 2003:25). Pero la actividad de estos becarios entrevistadosno se computa como una acumulación de prestigio y reconocimiento:La acumulación de capital científico aparece cuando «se entra encarrera», es decir, cuando ya sé es investigador.

Mientras sé es becario, y no sé es reconocido institucionalmentecomo trabajador, hay una cuestión más importante e inmediata porasegurar: la subsistencia. Antes que de acumulación de capitalsimbólico y prestigio, se trata de una apuesta a un futuro laboral. Unbecario de Antropología que pierde su beca queda posicionado en unasituación complicada. Según el relato de los becarios, existe pocacorrelación entre las necesidades del mercado laboral y la carrera deAntropología.

1 Si bien no lo he mencionado a lo largo de mi trabajo, no desconozco tampoco elrol de la militancia y de la organización gremial «Jóvenes Científicos Precarizados»(JCP).

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¿Qué le puede suceder si un becario de CONICET de Antropologíase queda sin la beca y tiene que afrontar el mercado laboral? ¿Dóndepodría insertarse un profesional licenciado de Antropología paramantenerse mes a mes? Eso es algo que no podría responder aquí, peroresultan preguntas útiles para pensar que más allá de la lógica dereconocimiento y prestigio académico, quizás exista una variablefundamental: la cuestión laboral.

En suma, través de un esbozo de sociología de la ciencia, miobjetivo fue el de enfocar en las representaciones, sentidos y estrategiasde estos becarios, para encontrar regularidades en los discursos ytrabajar sobre dichos nexos de sentido. Es mi deseo que este trabajo deinvestigación pueda abrir discusiones para re-pensar el nexo entrepolítica y producción científica en el ámbito de la Antropología.

8. Bibliografía

BOURDIEU, Pierre. «El campo científico» en: BOURDIEU, P: Los usos sociales de laciencia, Buenos Aires, Nueva Visión, 2003.BOURDIEU, Pierre. Cosas dichas. Editorial Gedisa, Barcelona, 1996.BOURDIEU, Pierre y WACQUANT, Louis. Respuestas por una antropología reflexiva.México, Grijalbo, 1995.FARJI-BRENER, Alejandro & RUGGIERO, Adriana. «¿Impulsividad o paciencia?Qué estimula y qué selecciona el sistema científico argentino». Laboratorio Ecotono.CRUB-UNCOma. INIBIOMA-CONICET. Bariloche, Argentina, 2010.GUBER, Rosana. El salvaje metropolitano. A la vuelta de la Antropología Posmoderna.Buenos Aires, Legasa, 1991.LAHIRE, Bernard. El espíritu sociológico. Buenos Aires, Manantial, 2006. Cap. 3«Sociología y Analogía».VARSAVSKY, O. «Facultad de ciencias en un país sudamericano». Conferenciadictada en la Universidad Central de Venezuela, junio de 1968.VARSAVSKY, O. Ciencia, política y cientificismo. Buenos Aires, CEAL, 1969

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En estas elecciones de Centro de Estudiantes el Frente de EstudiantesLibertarios se ha integrado a la lista 4 «Plenario de Izquierda» junto alos compañeros de la Agrupación Norberto Blanco-CEDP, Prisma, PTS,PO, IS, PSTU y 29 de Mayo. Vemos como un hecho muy positivo quelas ocho fuerzas de izquierda más importantes de la facultad hayanllegado al acuerdo de presentarse de conjunto con la intención derecuperar el CEFyL para ponerlo al servicio de la lucha. Sin embargo,desde el FeL entendemos que no basta sólo con que la izquierda vuelvaal CEFyL, sino que se debe avanzar concretamente en unademocratización real y efectiva de los espacios del centro. Esto no essólo una aspiración de nuestra organización, sino que vemos que es laforma de lograr que la estructura del Centro de Estudiantes pueda serutilizada tanto para movilizar al estudiantado en torno a susreivindicaciones políticas y académicas más radicales, como paraimpedir que el aparato del Gobierno Nacional lo utilice para ponerlo alservicio de la mercantilización de la educación como ya lo hizo -y siguehaciendo- la Franja Morada.

En base a esto es que entendemos que, ante el fortalecimientodel gobierno nacional tras el aplastante resultado de las eleccionesprimarias, hoy más que nunca es imprescindible un CEFyLindependiente del gobierno nacional y de las autoridades de la UBA.Necesitamos un Centro de Estudiantes que agrupe a todo el activismoque lucha codo a codo con los trabajadores contra el ajuste, contra larepresión estatal y patronal, y contra el vaciamiento de la universidadpública, operado a través de los decanos «progres» como Hugo Trinchero;

El Frente de Estudiantes Libertariosen el próximo CEFyL

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para plantarnos frente a los responsables de la muerte de MarianoFerreyra, de los Qom en Formosa y del pueblo trabajador de Jujuy, paraacompañar a los docentes luchadores de Santa Cruz, necesitamos unCEFyL que no ceda un palmo al gobierno nacional. Para ganar el edificiointegrado con guardería y comedor, para detener las acreditaciones a laCoNEAU que vacían nuestras carreras y enfrentar a la LES privatista, es imprescindible un CEFyL que se pare frente a Trinchero –frustradocandidato a legislador en la Capital por el FpV- del mismo modo queante el gobierno nacional.

Para llevar adelante estas tareas, es absolutamente necesarioque el CEFyL agrupe y construya instancias orgánicas con el activismode Filo, para contenerlo y hacerlo parte del centro. En ese sentido,debe fomentar la unidad en la acción de la militancia, impulsando lasdiferentes actividades de los militantes que luchan contra el avance delCapital sobre la educación pública tanto al interior como al exterior denuestra facultad. El Frente de Estudiantes Libertarios considera comotarea prioritaria crear los mecanismos necesarios para que la políticadel CEFyL sea elaborada en los espacios de base del movimiento(comisiones, inter-comisiones, etc) y decidida en su instancia máximade decisión, la asamblea general del CEFyL.

A tal fin, el FeL afirma que las secretarias del Centro debensiempre buscar el mandato de los espacios de organización desdedonde se elaboran llas reivindicaciones y los objetivos políticos delmovimiento estudiantil, representados hoy día en las comisiones, laintercomisiones y lógicamente la asamblea como instancia máxima dedecisión. Por lo tanto, nuestra propuesta gira en torno a buscar -desdenuestro modesto espacio- un relacionamiento fluido entre lascomisiones, la intercomisiones y la asamblea en relación con lassecretarias y vocalías, en pos de avanzar en formas orgánicas másdemocráticas que lo que hoy es la Comisión Directiva. Por eso es quepretendemos discutir con la totalidad del activismo nucleado en lascomisiones -en las cuales los compañeros y compañeras del FeLparticipamos- cómo avanzar en propuestas de esta índole. Entendemosque esta cuña anti-burocrática es apenas un primer paso hacia unaverdadera democratización del Centro. Nuestro norte político es unCEFyL estructurado de tal forma que ninguna fuerza política pueda ir encontra de lo decidido por la asamblea y los espacios de base delmovimiento estudiantil. De igual modo, debemos terminar con el CEFyLproveedor de servicios, que se desvía de sus propósitos políticos, paraprivilegiar los económicos o administrativos.

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En consonancia con esta política el Frente de EstudiantesLibertarios-FeL propone los siguientes puntos para avanzar hacia lademocratización efectiva del Centro:

1 – Que el Plenario toma como premisa que la Asamblea Generales la instancia máxima de decisión de los estudiantes. Entiende quecada asamblea es soberana sobre sí misma y que su mandato deberespetarse y llevarse adelante. Así mismo debe garantizar sufuncionamiento, la plena difusión y convocatoria de cada una, como asítambién la difusión de sus resoluciones.

2 – Que reconoce a las comisiones como parte orgánica delcentro dedicada a profundizar los mandatos políticos de la asamblea.Reconociéndolas como tales reconoce también la legitimidad de susresoluciones y sus iniciativas políticas, veáse materiales de difusión,actividades, e incluso elaboración de convocatorias a asambleas yelaboración de planes de acción y de lucha (todo a refrendar cuánto sepueda en la asamblea general). Entra dentro de estas consideracionestambién la intercomisiones, y cualquier otra herramienta democráticade que el movimiento se dote.

3 – Retomando estos considerandos, cualquier otra instanciadeliberativa del centro de estudiantes debe retomar tajantemente elmandato de las asambleas, o las instancias que de ella dependen,como las comisiones y, por lo tanto, la intercomisiones. Entran aquísecretarías, vocalías, delegados FUBA, y se hace extensivo a consejeros

4 – Que los espacios de gestión (bar, fotocopiadoras, apuntes)tengan el 100% de sus trabajadores sorteados. El centro de estudiantesdebe dejar de ser caja para las agrupaciones que conducen y debedejar de ser patrón de nuestros compañeros. Que el excedente de losespacios se ponga a disposición de la asamblea general del centro deestudiantes.

5 – Que los espacios sean gestionados por una comisión abiertaque garantice su funcionamiento y al mismo tiempo que proyecte planesde acción serios para arrancarle al Estado el financiamiento total decomedor y apuntes.

Funcionamiento interno del Frente:

1 – Que el frente político-electoral conformado funcione en basea plenarios regulares. A estos plenarios podrán asistir todos los activistasque tengan acuerdo con el programa del frente y todos los miembros de

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las agrupaciones que lo conformen. Todas las personas que participende estos plenarios tendrán voz y voto, y las decisiones se tomarán apartir del voto a mano alzada de todos los compañeros presentes.

2 – Que estos plenarios tengan carácter resolutivo y sean losque tengan total potestad sobre las políticas que llevará adelante dichofrente.

3 – Que los candidatos presentados a cada uno de los cargos sean votados en el plenario del frente, con voto a mano alzada y un votopor persona.

Anexo: Que estos cargos sean rotativos y revocables por partedel pleno del frente.

4 – Que el accionar y los votos emitidos a partir de los cargosocupados por el frente (presidencia, vocalías, consejeros, etc)seanmandatados por la asamblea general o el plenario del frente.

En periodos en los que la asamblea no es solo una reunión de fuerzas(periodos de lucha, de discusión sobre algún eje, o donde existeactivismo), creemos que los cargos deben responder (en mandato yrevocabilidad) tajantemente a la asamblea. En los contextos dedesmovilización, de reflujo, en los que la asamblea no sesionaregularmente, es una reunión de fuerzas o no se ha pronunciado sobreun tema que se trate en la comisión directiva, creemos que lo mejor esque los cargos ocupados por el frente sean mandatados y revocablespor el plenario del frente.

¡Un CEFyL burocrático es uno expuesto algobierno! ¡Democratizar para luchar!

FRENTE DE ESTUDIANTES LIBERTARIOSen el PLENARIO DE IZQUIERDA

http://www.fel-arg.org/2011/09/01/el-frente-de-estudiantes-libertarios-en-el-proximo-cefyl/

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Compañeras y compañeros:

Con este comunicado queremos anunciarles el nacimiento de nuestranueva organización, BANDERA NEGRA – Tendencia EstudiantilLibertaria. Quienes la conformamos nos encontramos fuertementeconvencidos de que para construir una sociedad sin clases ni jerarquías,es esencial que nos organicemos desde hoy de esta misma manera.De forma horizontal, sin autoritarismo, sin dirigentes ni dirigidxs y laacumulación política que ha llevado al proceso de ruptura del FeL, nosreafirma la importancia de este acuerdo.

¿Por qué militamos en el ámbito estudiantil?

En el orden social actual, Estado y Capital ejercen su dominación nosólo por la coerción física (aparato represor policial o militar) sino queconstruyen hegemonía ideológica a través de diversas institucionesculturales dentro de la sociedad civil, que median en la reproducción yconstrucción de un modelo de sociedad, legitimando las diversasrelaciones de opresión.

Hoy en día vemos como la educación se utiliza primando los interesesde los capitalistas -garantizados por la maquinaria estatal- por sobre

Presentación de BANDERA NEGRATendencia Estudiantil Libertaria

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las verdaderas necesidades e inquietudes de la clase trabajadora. Laeducación, aparentando ser neutral, no funciona para igualar o incluir alxs oprimidxs sino que lxs mantiene y legitima en esa situación. Aúnasí, lxs estudiantes no son sujetos pasivos -y que por lo tanto no sondeterminadxs totalmente por el sistema educativo-, sino que puedenanalizar críticamente los contenidos que reciben y de allí puede surgirla resistencia a este intento de implantar las relaciones de podercapitalistas.

Vemos necesario militar en pos de frenar el avance de la burguesía porsobre la educación -que va desde los programas de estudio hasta laspolíticas educativas-, resistiendo a la mercantilización cada vez máscreciente de la misma. Si bien el estudiantado no tiene una composiciónhomogénea de clase -va desde las clases bajas hasta la burguesíamás acomodada-, dentro de escuelas públicas, prima la clasetrabajadora. La lucha por la educación pública es, entonces, una luchapor los intereses de la clase obrera, y consideramos que debe darsecodo a codo con ésta.

¿Cómo nos organizamos?

Horizontalidad: Sostenemos que todxs somos iguales en laorganización, lo cual implica la asamblea como forma de decisión. Enconsonancia con el punto anterior, creemos que como estamos en unasociedad desigual, la horizontalidad es un ideal que debemos construirdía a día mediante la rotación de funciones, la formación tanto teóricacomo práctica constante, el respeto de los mandatos de asamblea, lasolidaridad entre compañerxs como forma de paliar las desigualdadessociales.

Democracia y acción directa: La igualdad implica que cada miembrode la organización tiene el derecho y el deber de contar con toda lainformación necesaria para decidir con el resto de sus compañerxstodos los puntos que le incumben directamente, rechazando ladelegación del poder de decisión y acción en cualquier tipo deintermediario.

Federalismo: Creemos que el modo en que una organización de masasejerce la democracia directa es mediante la designación de delegadxs

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revocables, mandatxs y rotativxs de las asambleas de base de dondesalgan las líneas políticas para el conjunto y no a la inversa.

Nuestros acuerdos

Quienes militamos en BANDERA NEGRA levantamos los acuerdos quenos guían día a día para contribuir desde nuestro ámbito en la lucha declases, por una sociedad sin explotadorxs ni explotadxs. Estos son:Antiestatismo, clasismo, feminismo, horizontalismo, democracia yacción directa.

Nos identificamos como clasistas, y por ello nos posicionamos frente ala clase trabajadora, siendo que somos parte de la misma y sus luchasson las nuestras. Y dado que nuestro objetivo es la construcción de unmovimiento estudiantil revolucionario y clasista, levantamos comonecesaria la unidad obrero-estudiantil. Asimismo, la precariedad delsistema educativo traduce la lucha en una sola, teniendo como objetivoen común el mejoramiento de las condiciones de estudio y de trabajo.

Invitamos a todxs aquellxs compañerxs que compartan nuestrosacuerdos a construir junto a nosotrxs una trinchera de lucha más paraaportar fuerzas que permitan derrotar a quienes se benefician de estasociedad capitalista, junto con su garante natural, el Estado.

Salud compañerxs!Arriba lxs que luchan!

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Realizamos la reseña del libro Deshacer el Género de Judith Butler1 con laintención de explicitar algunos de los problemas que la autora nos presentaallí y que nos invitan a la reflexión. En estas cavilaciones encontramos lasherramientas que contribuyen a pensar nuestras prácticas, nuestro andarcotidiano. Dicha tarea no nos resulta para nada fácil, ya que consideramosque deshacer el género en sus términos teóricos y por ende en su perspectivapráctica es poder repensar/nos en cada uno de los ámbitos que transitamos;pero que, a su vez, este repensarnos nos exige, de algún modo, discurriracerca de nuestro pasado y rastrear en el presente prácticas que cuestionenidentidades estáticas.

Por eso, lo que nos interesa de esta reseña, además de mostrar lapropuesta de Judit Butler, es dar cuenta de los problemas que nos interpelanpara pensar nuestras prácticas y abrir el debate, ya que, en general, lo queocurre en distintos espacios (de militancia, laborales, pedagógicos, relacionesinterpersonales, etc.) es que se excluyen los problemas de género como si setratase de una querella o de un nudo incapaz de desandar. Muchas veces losmotivos que instan a evadir las problemáticas de género suelen ser irrisorios,se las considera como una cuestión menor o «cuestiones de mujeres» o sepresume que se trata de discusiones «parciales» que no colaboran a laconstrucción colectiva.

En lo que sigue, intentaremos tomar los planteos de Butler para darcuenta por qué consideramos que las nociones de género no pueden serparticularizadas, ni mucho menos minimizadas o reducidas o apartadas dela esfera social y política. Entender al género como relación social dedominación nos interpela a asumir que las problemáticas que de allí sedesprenden son comunes a todxs y que están atravesadas por prácticas depoder que buscan la reproducción de las relaciones de dominación. Pero,por otro lado, por prácticas que buscan la transformación de esas relaciones.

Más allá del binomio...*A propósito de deshacer el género.

* Quienes escribimos esta reseña transitamos el Taller de Géneros y Sexualidadesdurante el 2011. Sin este tránsito este trabajo no hubiera sido posible.1 Judith Butler, Deshacer el género, traducción de Patricia Soley-Beltrán, España,Paidós, 2006, 310 páginas.

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Género y normatividad

En Deshacer el género Butler discurreen lo que significa deshacer losrestrictivos conceptos normativos dela vida sexual y del género y de laexperiencia de ser deshechos. Sepuede deshacer las normas socialescon el objeto de ampliar losmárgenes de lo posible y lograr asíun mayor grado de habitabilidad, ose puede deshacer la propia personacuando una concepción normativa degénero le impide continuar con unavida llevadera. Deshacer lanormatividad de género en suaspecto restrictivo y construir otrasnuevas, parece ser la condición deposibilidad para hacer del mundo unlugar más habitable.

Hacer de nuestras vidas unlugar habitable es quizá uno de losobjetivos principales de este libro.Deshacer el género y nuestro propiogénero es entrar en una práctica deinvención, en un escenarioconstrictivo, donde el género propiono se «hace» consigo mismo sino conun otro que lo haga posible. Eseescenario coercitivo está constituidopor los conceptos normativos delgénero de los que se sirve el yo parapensarse a sí mismo, su propiogénero, su sexualidad y su cuerpo.En este sentido, laautodeterminación de cada personase vuelve plausible únicamente enun contexto social donde encuentrasu capacidad de afirmarse. Así, elgénero, es concebido como prácticapermanente que no es ni mecánicani consciente. Esto es, que no esdefinida racional e individualmentepor el yo, ni se instituye y reproduceindependientemente de éste.

La radicalidad del planteo deButler es concebir como categoríahistórica no sólo al género y lasexualidad sino también el sexo. Laestructura hegemónica oheteronormativa a través de la cuallos cuerpos son definidos comohombre o mujer o deforme estambién una categoría social ehistórica. Con ello la autora sedesprende de cualquier postura quereifique la escisión naturaleza/cultura, pues dicha escisión no esconcebida como el resultado de unproceso de producción constantesino como el punto de partida. ParaButler la concepción misma denaturaleza es parte del problemaporque no hay nada del orden de lobiológico-natural inmutableescindido de lo cultural, tal como loentienden los esquemas que partende la noción sexo/género.

Atribuir la feminidad a los«cuerpos de mujeres» o lamasculinidad a los «cuerpos devarones» como si se tratase sólo dedeterminaciones naturales es nopoder dar cuenta del mecanismo através del cual se producen ynaturalizan estas nociones. Hablaren los términos de binomiofemenino/masculino, inclusomujer/varón, contribuye a laconstrucción de identidades fijas quese presentan a sí mismas comoeternas. Contrariamente, concebir algénero como forma social deconfigurar el cuerpo es reconocer almismo como categoría histórica. Yesto significa asumir que el géneroes el dispositivo a través del cual laestructura heteronormativa sereproduce, al tiempo que habilita laposibilidad de su transformación. Es

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a partir de esta concepción delgénero que éste puede ser sometidoa un pensamiento crítico de suproducción, como al rearme de unanueva construcción.

Posibilidades criticas del género

El sujeto, al estar inmerso en lanorma, encuentra reconocimiento,su ser es viable; pero, al mismotiempo, en este movimiento estáexpuesto al no reconocimiento (oreconocimiento como un seraberrante). La afirmación respecto deuna normatividad vigente escondesiempre una ruptura, algo que quedapor fuera de ella. Por eso la autorasostiene que el yo, el hacer/se nopueden ser nunca totalmentecapturados por ninguna regla. Estadinámica de reconocimiento abre laposibilidad al pensamiento crítico,al cuestionamiento de los términosque restringen la vida. La capacidadde generar una relación crítica conlas normas -distanciarse de ellas-depende de la capacidadinvariablemente colectiva de poderconstruir una alternativa, unaversión «minoritaria» de las normasdadas, que sostenga y permita actuaral individuo y ampliar el horizontede lo posible.

En este marco, deshacer elgénero es soterrar la idea de que lostérminos que lo designan(masculino-femenino) pueden serestablecidos de una vez y parasiempre, puesto que se encuentranen un proceso constante de estarsiendo rehechos. Deshacer el géneroes ampliarlo en un sentido queabarque más posibilidades de vida,es deshacer el poder que tiene el

género de definirnos. Las normas enla medida en que constituyen alpropio género están presentes encada unx de nosotrxs, pero podemosmantener con ellas relacionescríticas, habilitar nuevas formas dehacer que las interpelen,transformándolas y permitiendoincluso que coexistan entre sí, aúncon tensiones.

Los artículos compilados eneste libro nos invitan a repensar lanoción de género y deshacerlamanteniendo y explorando laparadoja de nuestro hacer, el cualtiene la capacidad de rehacer aquellopor lo que él mismo es hecho ydeshecho.

A través de historiaspersonales, de propuestas decolectivos militantes, de apuestasteórico/prácticas, Butler rescata laspotencialidades del género comouniversalidad, no como conceptoque puede ser particularizado sinoque el género como problemauniversal es lo que nos compete atodxs y cada unx sin excepción.Parcializar, evitar o no incluir en losdebates las problemáticas de géneroes no reconocer al género comocategoría inmanente de lasrelaciones sociales que día a díapretendemos transformar.

Natalia BeistainCarolina Meijome Torres

Valeria de la PridaMaisa Bascuas

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Al leer Generación Post-alfa, la sensación es sumergirse en una especiede capitalismo horror show. Pero si fondearse o intentar hacer pie en la lecturadel texto de Bifo deja ese tacto, también dispara suculentas preguntas, esasque a veces nos dejan sin aire certero sobre el actualísimo ¿qué hacer?

Este libro puede pensarse como una búsqueda sobre dichointerrogante pero desfondado; la pregunta por la emancipación humanasigue vigente sin el suelo de intervención política que se estructura desde ladialéctica. De ahí que el texto nos dispare algunos interrogantes, que iremospresentando a medida que avanzamos en su reseña.

Generación Post-alfa. Patologías e imaginarios en el semiocapitalismo, estáestructurado a partir de una serie de bifurcaciones. Dado que, por momentos,los temas que aborda Bifo se reiteran a lo largo de las mismas, hemosoptado por hacer hincapié en lo «original» de cada una de ellas, evitando asíla repetición innecesaria de algunas cuestiones que se abordan.

Primera Bifurcación. Utopía/Premonición disutópica

En esta primera bifurcación, la lente se adentra en la activación de calles,fábricas, universidades y barrios italianos. El punto de partida son losmovimientos autónomos de intervención creativa que se activan en el año1977.

Se produce un cambio productivo con la difusión de las tecnologíasmicroelectrónicas -más tarde la digitalización- y el fin de una ética del trabajo,que acompañaba y atornillaba a los obreros al trabajo industrial. Lainnovación tecnológica redujo el tiempo de trabajo necesario a través de laautomatización; esto, junto a una creciente voluntad de librar el tiempo y elcuerpo de las ataduras de la fábrica, potenciaron la desafección a lo queembrutece. Sin embargo, lo que favorecía un cuestionamiento al status quo,

GENERACIÓN POST-ALFA. Patologías e imaginarios en elsemiocapitalismo.

Bifo, Franco Berardi, Buenos Aires, Tinta Limón, 2010 (1ªreimpresión), 258 páginas.

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no sólo no devino en un programapolítico de intervención sino queconstituyó la antesala de nuevasataduras: flexibilización yprecarización.

En este marco, latían dosconcepciones del proceso demodernización y de autonomizaciónsocial. Por un lado, el movimientocreativo que ponía en el centro de laacción política los medios, lainformación, el imaginario, lacultura, la comunicación, porquepensaba que el poder se jugaba enesos lugares, no en la esfera de lagran política de Estado o la granpolítica revolucionaria. Por otro,estaba la autonomía organizada,convencida de que el Estado tenía elpapel decisivo y que debíaoponérsele una subjetividadestructurada desde la forma políticaclásica.

Por eso, para Bifo, 1977 puedeser descrito como el punto deseparación entre la época industrialy de la grandes formacionespolíticas, ideológicas y estatales, porun lado y, por otro, la épocaproliferante de las tecnologíasdigitales y la difusión molecular delos dispositivos transversales depoder. En este contexto, enfatiza loque para él es una virtud en laoperación filosófica del obrerismoitaliano: el desmontaje de la nociónde sujeto que el marxismo heredóde la tradición hegeliana. E indagasobre las formas que puede asumirla autonomía hoy, cuando la atenciónpor «el referente» de laemancipación, se desplaza de lacentralidad de una identidad obrera

a la descentralización de un procesode subjetivación.

Segunda Bifurcación.Conectividad/Precarización

Esta bifurcación se abre con elinterrogante sobre cómo se traza lageografía de la violencia que estallaen las escuelas. Hay un comúndenominador que desborda laslíneas explicativas de ladiferenciación social, la disminuciónde la autoridad y las jerarquías. ElADD, disturbio preadolescente de laatención, que se vienediagnosticando como intento deadaptación del organismo sensibley consciente de los niños a unambiente en el que los contactosafectivos son sustituidos por flujosde información veloces y agresivos,es el meollo profundo, la nuevageografía sobre la que se arma unaserie de psicopatologías que estallany desbordan otros signosexplicativos. Para Bifo, esto noimplica dejar de lado loscondicionamientos sociales («larealidad objetiva de las clasessociales») sino abordar el tema de laidentidad desde un suelo movedizoy fluido, en que la conciencia es másun producto del «imaginario social»moldeado en la virtualidad de lastecnologías digitales y en el tránsitofragmentado y precario del trabajo,antes que «producto del ser social»construido en la fijeza de la sociedadindustrial.

Con esto elabora unacartografía de la generación post-alfa: procesos de subjetivación quese arman en medio de una

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socialización signada por latecnología digital, cuyos efectos sonde devastación psíquica ytransformación del formato tecno-cognitivo. Hay un destartalamientoque se procesa en un ambiente deacelerados estímulos en el que elcontacto corporal y afectivo es cadavez más atípico. A esta hecatombe –deducida de realidades de «países delprimer mundo» y que no vemoscomo trasladables en formato calcopor estos lares- se le suma lamutación tecno-cognitiva que searma en el pasaje de la generaciónvideoelectrónica a la celularconectiva, en la que se transforma yerosiona tanto la facultad críticacomo la percepción del tiempo y laconcepción de verdad/falsedad. Poreso, las preguntas ¿cómocomunicarse con las subjetividadesque se cartografían en estoscambios? ¿hay un rechazo de lageneración post-alfa hacia la políticao una incompatibilidad cognitiva?Otro de los interrogantes que seencuentran en esta bifurcación es¿cómo se presenta la alienación hoy?Desde la concepción marxista, eltrabajo abstracto en la producciónindustrial contaba con un portadorfísico y jurídico; en la actualidad, enel info-trabajo , hay «paquetes detiempo», un tiempodespersonalizado y una personadiluida. El Capitalismo conectivo-semiocapitalismo-red de info trabajo sonformas digitales de subsunción dela fuerza de trabajo al capital en lasque no sólo se revela un proceso dedevastación psíquica, de capacidadcrítica y colonización de lasensibilidad, sino también un

«nuevo» esclavismo. Si antes laesclavitud se atornillaba a la líneade montaje, en el trabajo actual seafinca sobre el celular, línea dispersapero efectiva en términos deconectarnos a una explotaciónpermanente.

Tercera bifurcación. Semiocapital/Splattercapital

El semiocapitalismo es definidocomo el modo de producción propiode la sociedad en la que todo acto detransformación puede ser sustituidopor información y el proceso detrabajo se realiza a través derecombinar signos. La producción designos se vuelve, entonces, el cicloprincipal de la economía y lavalorización económica se vuelve elcriterio de la producción de signos.Si en sus formas tradicionales, laactividad semiótica tenía comoproducto específico el significado,cuando la actividad semiótica sevuelve parte del ciclo de producciónde valor, producir significado no esya la finalidad del lenguaje.

Por otra parte, y dado que elinterés fundamental del capital es elaumento de la productividad y laaceleración del ciclo de consumopara la realización y la valorizacióndel capital invertido, el enemigoprincipal del semiocapital es elsignificado (para acelerar elintercambio, el consumo y lavalorización es necesaria unasimplificación de los recorridos paraproducir y consumir mercancíassemióticas). De este modo, tienelugar un proceso de aceleraciónsemiótica, se aumentan en exceso los

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signos que requieren serinterpretados o, mejor dicho,consumidos por parte del mercadosocial de la atención y esto lleva aun efecto de saturación de laatención.

La producción de contenidosestá inflada con respecto a laspotencialidades de absorción porparte de la atención social global.Demasiada información para unaatención limitada. El problema quepareciera desprenderse es cómocambiarán en los próximos años laconciencia y las formas de expresiónde este trabajo cognitivo.

Por otra parte, Bifo encuentraun cierto avance de las relacionesviolentas por sobre las reglas deconvivencia, una etapa en que locriminal es la regla; describe lascaracterísticas de una nueva fase delcapitalismo cuyas particularidadesnos cuesta imaginar. Y así, afirma:«Desde el 11 de septiembre de 2001el suicidio es el acto político decisivode nuestro tiempo. Cuando la vidahumana ya no vale nada, y lahumillación crece hasta hacerseintolerable y explosiva, quizássolamente de los suicidas podamosesperar la esperanza». Con estotermina la tercera bifurcación. Cabepreguntarse, entonces, qué lugarasigna Bifo a la construcción políticade largo plazo; sobre todo, teniendoen cuenta que el apartado se abríacon la pregunta «¿Existe respuesta ala pregunta ‘qué hacer’?»

Cuarta bifurcación. Mutación

Centrándose en los estadounidensesy atendiendo a su historia, el autor

se pregunta de qué cosa queríanpurificarse los puritanos y respondeque de toda impureza contenida en elpasado . Estados Unidos habríanacido, así, en un espacio que laideología pretende libre de historiay concebirá la política como purocálculo (como combinatoria racionalo ética, en el sentido puritano).

Esta purificación de la vidade todo elemento emocional, estareducción a la abstracción delcódigo, crea las condiciones para unapotencia operacional que seencuentra en toda la historianorteamericana como potencia de latecnología.

El pensamiento hegelianoresulta incomprensible para estacultura en tanto Hegel concibe eldevenir de la Razón comomediación, como elaboración de lamultiplicidad histórica, sostieneBifo. El espacio epistémiconorteamericano tieneconstitutivamente, encontraposición, un carácter binario;y eso lo predispone a acoger la razóndigital que se manifiesta con losdispositivos de generación digital deuna realidad sintética, simulada.El problema es que lo humano esincalculable. La clase virtual que hapodido formarse en el mundopuritanizado ha asumido la tareaproductiva de cuadriculardigitalmente el universo. Pero elmundo histórico y cultural resiste aeste reformateo no por motivosideológicos sino por fuerza de supropia inercia material, carnal,emocional.

Las descripciones previas nosdisparan el interrogante sobre el

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motivo de su existencia en lacompilación; parecieran querermostrar hasta qué punto es criminal,violento y horrendo el régimencontra el cual el autor reclama laacción rebelde. Nos preguntamos,entonces: ¿esta estilización, queconstruye una etapa diferenciada, enparte, por la profundización de loshorrores, nos ayuda en lacaracterización del mundo en quesomos actores políticos? ¿O acasoseñala rupturas allí donde lo quepriman son las continuidades?

Quinta Bifurcación. Infósfera

Aquí Bifo retoma la ruptura que paraél significa el año 1977 en cuanto alproyecto emancipatorio, al referentede la emancipación, a laconformación de identidadespolíticas, a la posibilidad detransmisión generacional de lamemoria de las luchas y las formasde organización tal y como veníanproduciéndose hasta la década del’70. Para el autor, 1977 o, más bien,el 1977 boloñés debe concebirsecomo anticipatorio de lo que devinoen las décadas siguientes,especialmente en los ‘80 y ‘90 a nivelde las dinámicas productivas,políticas y comunicativas.

En particular, su interés va agirar en problematizar laprivatización -a través demonopolios y/o grandescorporaciones de medios- de laproducción imaginaria del mundoo, para decirlo con otras palabras,de la colonización de laimaginarización, de lassensibilidades, de los deseos, de los

procesos cognitivos, en fin, de lasubjetividad. Y, con ello, latendencia cada vez más profunda y,de alguna manera, inexorable de unahomogeneización o«uniformización de la sensibilidady del imaginario mundial». Sinembargo, y de modo tal que dichainexorabilidad no nos haga caer enel catastrofismo absoluto (con el cualBifo, a nuestro juicio, suele «jugar»)esta especie de «dictadura sobre elimaginario» no es nunca absoluta y,según el autor, está destinado alfracaso. En principio, a partir de laproliferación de «nuevas realidadesde producción y distribuciónindependiente» que superan «elcerco que el poder mediático tratade construir». En este sentido, Biforetoma parte de lo que a mediadosde la década del ‘70 comenzaba aemerger en el pensamiento teóricoy político italiano de autores comoPanzieri, Tronti, Asor Rosa, Negri,Cacciari y otros: los vínculos entretecnologías y efectos sociales de lacomunicación.

Hace una alusión breve perosignificativa de la experiencia deRadio Alice (de la que él mismo fueparte) en la que pone especialmenteen evidencia la tensión que desdefines de la década del ’60 se producía,sobre todo, en las generaciones másjóvenes, entre la concepciónmarxista-leninista de explicación einterpretación del mundo y otras quesin negar completamente elparadigma clásico intentabanextenderlo a ámbitos que éste nocontemplaba, como por ejemplo, elde la comunicación y la produccióncomunicativa y significante o la

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dimensión de la afectividad, laemoción y el deseo. Pero, en estemovimiento o intento de pensar,hablar y hacer cosas que desde elmarxismo-leninismo no sepensaban, hablaban o hacían sepodían entrever los primeros signosde una ruptura y/o fractura entre dosformas muy diferentes de hacerpolítica, que se hace evidente enmuchos de los ámbitos de activacióny militancia en los que participamoslas autoras de esta reseña y que, dealguna manera, es también laproblemática de la que intenta darcuenta el dossier de esta edición de larevista dialéktica.

Al promediar esta quintabifurcación, Bifo pareciera dejarpicando, nuevamente, la preguntadel «qué hacer»: ¿antagonismo oautoorganización? Aunque a lo largode las bifurcaciones parece inclinarsemás por la segunda que por laprimera, sin embargo, mantiene,creemos, la tensión entre ambasformas de enfrentar la opresión delcapital.

Por otra parte, introduce eltema de los efectos que el desarrolloy la masificación de los medioselectrónicos de transmisión demensajes, símbolos y significadostiene sobre el sujeto en una especiede duelo entre máquina y cuerpo-mente. Aceleración en la transmisiónde información e incapacidad deadecuación de la mente-cuerpo quese expresa, según Bifo, en ansiedad,depresión, infelicidad. En estesentido, la proliferación cada vezmayor del consumo depsicofármacos y antidepresivos seríauna respuesta del capital ante la

necesidad de regular el malestarsocial. Y esto por qué, porque pocole importaba al capital elsufrimiento psíquico del trabajadormientras este pudiera seguirapretando tuercas y tornillos, latristeza del obrero poco resentía laproductividad del capital; sinembargo, en la actualidad el capitalnecesita de las energías mentales, delas energías psíquicas y, al ser estaslas que se están resintiendo, sedeben encontrar mecanismos paracontrarrestar el proceso dedegradación psíquica de la fuerza detrabajo en el semiocapitalismo. Endefinitiva, pone en discusión lasconsecuencias que las tecnologías dela información y comunicacióntienen sobre lo social en una delgadalínea que roza, por momentos, elcatastrofismo y la fetichización dela tecnología al volverla la causantede todos los males que aquejan alsujeto post-humano. El humanismoque ya no es y que parece ya nopoder ser se encuentra en unadisyuntiva: hacer un uso no opresivode los dispositivos tecnológicos,intentando que libere y evite aquelloque estos mismos dispositivosproducen: ansiedad, depresión,infelicidad, pánico, violencia.

Sexta Bifurcación. Psicósfera

En esta sexta bifurcación retoma algoque se dejaba entrever en la anterior:una crisis de la atención. Crisis quese expresa en una suerte dedesaceleración o, como dice Bifo, enuna «caída tendencial de la tasa deplacer»: parece no haber tiempo paraatendernos a nosotros mismos ni a

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los otros. La competición es, en lassociedades posindustriales, lo que haido minando la atención por elpropio cuerpo y por el cuerpo de lapersona que acariciamos. Bifo estáconvencido, dice, que es en esteaspecto en el que hay que hurgar paracomprender los efectos de laexplotación hoy. La pérdidaprogresiva de la sensibilidadabsorbida por la verbalización y lacodificación digital es el puntodecisivo. En la fenomenología delarte, de la literatura y del cinecontemporáneo se pueden encontrarlas señales de una «disociaciónpatógena entre afectividad ylenguaje» (de hecho, hace alusionesa las últimas producciones deldirector de cine Kim Ki Duk y a unlibro escrito por una adolescenteitaliana 100 cepilladas antes de dormir).La generación que, como plantea enla segunda bifurcación, ha recibido(y recibe) más estímulos de unamáquina que de un «otro» (ausenciadel cuerpo de la madre) pierdeprogresivamente la capacidad desintonizar con el mundo, deencontrarse con un otro, con elcuerpo del otro y con el cuerpopropio. Incapacidad de cualquiertipo de empatía que hace de losvínculos, encuentros mudos, que nocomunican, casi autistas. El cuerpodel otro es tocado sin la concienciadel hecho de que el cuerpo queestamos tocando no sólo es objetode nuestro toque sino también«sujeto de una percepción del toque»y este es el sentido de la empatía,refuerza Bifo, sin el cual la relaciónsocial se vuelve un infierno y, conello, toda posibilidad de

convivencia, de sentar «alguna basepara la ética o para la política comociencia éticamente fundada».

Última bifurcación. A modo deepílogo

En presencia de la bifurcación actual:¿qué hacer frente a la profunda crisisde la sociedad humanista que vecorroídos sus principiosuniversalistas y las bases mismas dela sociedad burguesa? ¿Es necesariodefender al humanismo? ¿Esnecesario defender lo poco quequeda de los derechos conquistadosa lo largo de las luchas obreras? ¿Esposible frenar la desafección que seevidencia en la reducción de laparticipación en la vida política?

En la caracterización que Bifohace aquí, brevemente ya que lo hahecho a lo largo de las bifurcacionesanteriores, parece desdibujarse eneste, como llamábamos al comienzo,capitalismo horror o hiper-capitalismocomo lo llama el autor, la dinámicadel conflicto, la tensión capital-trabajo. En las transformacionesactuales del modo de produccióncapitalista Bifo parece, pormomentos, quedar atrapado en lasrupturas que estas suponen respectode toda dinámica social previa.

Frente a la bifurcación actualBifo nos dice: no se trata tan sólo deelegir (un camino u otro, como talvez suponía la pregunta leninista del«qué hacer») sino de seguir las víasque se abren delante nuestro: resistirpero sabiendo que la tendencia es afagocitar la resistencia, por lo quetambién es necesario construir, desdeel interior mismo del

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semiocapilismo y del cerebro de laneo-humanidad conectiva ycelularizada, «una subversióncultural que tenga característicasvirales, no acumulativas».

Luego de este paso sobre elrecorrido propuesto por Bifo,ofrecemos una serie deinterrogantes que la lectura del textonos dejó y sobre los que nos pareceinteresante volver; estos son: ¿cómose desdibujó o mutó el «referentesubjetivo» de la emancipación?;¿cómo movernos en un «estilonómade no identitario» de la políticay aglutinarnos?; ¿cómocomunicamos si las palabras con lasque interpelamos ya no se envasan

como instrumentos al servicio deotros, sino que son las enunciacionespor las cuales nos subjetivamos altantear nuestras verdades?;¿autonomía del abroquelamientoque se aísla en la microfísica delmicroclima o de una inteligenciacolectiva que busca agenciarse (enuna traducción política másamplia)?; ¿cómo se expresa hoy elantagonismo de clase o lacontradicción capital-trabajo?

Cecilia AramendyMariana Dimant

Gimena Perret

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Talleres de lectura y autoformación Grupos de Lectura de El Capital, de Karl Marx. Desde 1998 se vienendesarrollando Grupos de Lectura de El Capital, comenzando cada año por elTomo I, en reuniones quincenales, hasta terminar la obra completa. Sedesarrolla de marzo a diciembre, con un receso durante el mes dejulio. Contacto:tallerdelecturadeelcapital@yahoo.com.arwww.talleresdelecturadeelcapital.blogspot.com Grupo de lectura «Kant-Hegel». El grupo Kant-Hegel nació a fines del año2004. Actualmente, un grupo está abordando el apartado intitulado «Espíritu»,mientras que un nuevo grupo nacido el año pasado está trabajandoalternadamente con la Crítica de la razón pura (Kant) y la Fenomenología delEspíritu. Contacto:[email protected] Taller Fundamentos del Pensamiento Contemporáneo. En el año 2000 nosconvocamos con el proyecto de rastrear los orígenes y efectos del usorecurrente de nociones y categorías filosóficas dentro de los discursos políticosmilitantes en circulación. Durante 2012 nos dedicaremos a explorarproblemas de organización y subjetividad en dos etapas: primero, a partirde las fuentes del situacionismo, el guevarismo y el mayo francés; luegoabordaremos La interpretación de los sueños , deFreud. Contacto: [email protected] Taller de lectura de la obra de Deleuze: Invitamos a leer la obra de GillesDeleuze los sábados, cada dos semanas, de 14:00 a 17:00, en la Facultad deFilosofía y Letras (Puán 480). Comenzamos en agosto de 2008 con el primerlibro de este autor: Empirismo y subjetividad. En 2012 nos dedicaremos atrabajar con El bergsonismo. Contacto: [email protected] Polética. Este grupo surgió de un curso de «Problemas Especiales de Ética»;de uno de sus prácticos para ser más precisos. Cuando finalizaba elcuatrimestre de 2006, un grupo de compañeros propuso leer y pensar lasmonografías que habíamos realizado. Luego seguimos reuniéndonosinteresados en el amplio y pretencioso eje de la relación entre Ética y Política.

Agenda y actividades

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Este año, publicamos el libro Lo común en litigio – Espolones poléticos, quereúne algunos resultados parciales y fragmentarios de nuestra experienciacompartida. Contacto: [email protected]; http://pol-etica.blogspot.com Conjugando saberes. ¿Tenemos un cuerpo? ¿O somos un cuerpo? ¿Medicinaes curar la enfermedad o preservar la salud? ¿Es cierto que se medicalizó lavida? Cada dos semanas, en la Facultad de Medicina, en un aula del cuartopiso, este encuentro suele dar como resultado reflexiones e intervencionessobre el cuerpo de la carrera de Medicina.Contacto: [email protected] Taller de lectura de El Anti-Edipo. Capitalismo y esquizofrenia I. Desde2006 se realizan talleres de lectura de El Anti-Edipo. Capitalismo y esquizofreniaI, de Gilles Deleuze y Félix Guattari, en aulas de la Facultad de Psicología dela UBA. Cada año impulsamos un taller para leer el libro «desde cero».Contacto: [email protected] Taller de Géneros y Sexualidades. Desde fines de 2009 nos reunimos con elobjeto de problematizar cuestiones de género en ámbitos cotidianos, demilitancia, de trabajo, de la salud –entre otros–, partiendo de la lectura dediferentes producciones feministas que abordan una diversidad de temasque van desde el cuestionamiento de las sexualidades hegemónicas hasta ladesnaturalización de los mecanismos que, desde una matriz de dominaciónpatriarcal y capitalista, permean todas las esferas de la vida. Los encuentrosson mensuales y tienen el objetivo de plantear discusiones inter ytransdisciplinarias acerca de las problemáticas abordadas.Contacto:[email protected] Grupo de estudios de metafísica y política (GEMP). Quienes impulsamoseste grupo estamos interesadas/os en pensar condiciones (metafísicas/ontológicas) y consecuencias (éticas/políticas) de una perspectiva monista(unidad igualmente originaria del ser y el pensar) en la que el ser es ser deldevenir. Actualmente nos encontramos estudiando la Ética de Spinoza;abordaremos también obras de Hegel y deDeleuze. Contacto: [email protected] Grupo de estudio de economía política y su actualidad. Desde este espacionos proponemos un objetivo doble. Por un lado, trabajar con los textosfundantes de las diferentes escuelas de economía política: A. Smith, D.Ricardo, K. Marx, A. Marshall, J. M. Keynes, entre otros. Por el otro, trabajarla actualidad de la teoría marxiana del valor-trabajo en un objeto de estudioconcreto: la especificidad del capitalismo argentino visto desde su inserciónen el mercado mundial.Contacto: [email protected]

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Taller de lectura de obras de Lacan (TLOL). Quienes impulsamos este tallerdescreemos de las interpretaciones autorizadas y de los dogmas. Nopensamos que los textos oculten un sentido último que sólo unos pocosexpertos nos pueden ayudar a descifrar. Por el contrario, creemos que en lostextos se atraviesan múltiples significaciones y que la construcción delsentido es una empresa colectiva que tiene una dimensión políticainsoslayable. Por eso, la propuesta es comenzar a abordar la lectura de laobra de Lacan desde una perspectiva que sea todo lo crítica que grupalmentepodamos imaginar.La propuesta es comenzar la lectura desde los primerostextos, abordar tanto Escritos como Seminarios e ir avanzando en ordencronológico, a partir de una selección de textos que definiremos entre todasy todos en cada encuentro. Los encuentros son sábado por medio y la duraciónde cada uno es de tres horas, con un breve intervalo de descanso.Contacto: [email protected] Taller de lectura de obras fenomenológicas (TLOF). Quienes convocamosestamos interesadas/os en realizar, de manera colectiva, un recorrido delecturas y estudio de obras propio de ese campo de problemas del siglo XXdenominado «fenomenología». Nuestro interés partió de las dos grandesobras de Sartre, El ser y la nada (1943) y Crítica de la razón dialéctica (1960), y dela consecuente necesidad de enmarcar esas dos obras en un panoramaproblemático e histórico más amplio. La frecuencia será mensual, los sábados,de 19:00 a 21:30 horas. Cotacto: [email protected]

Espacios de producción de propuestas curriculares

Materia colectiva: «Epistemología y Métodos de InvestigaciónSocial» Originalmente como taller, luego como seminario durante 2006(«Conocimiento, Verdad y Poder»), y desde 2008 como materia en la carrerade antropología de la UBA, estudiantes, graduados y docentes de diferentescarreras a lo largo de cinco años y en forma abierta venimos realizando estaexperiencia de autogestión del conocimiento cuya preocupación es laepistemología, intentando superar la «forma clase» y explorando alternativasde evaluación. A partir de la cursada de años anteriores, decidimos revisarlos contenidos del actual programa, como así también las dinámicas detrabajo que servirán como propuesta de cursada para el segundo cuatrimestrede este año. Contacto: [email protected];www.epistemologia.com.ar Taller Permanente de Metodología e Investigación en CienciasSociales. Desde el año 2006, estudiantes y graduadas/os de Antropología ySociología comenzamos a reflexionar esta temática a partir del malestar connuestra respectiva formación y con el modo en que se aborda la investigación.

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Hemos transitado la lectura y problematización de ciertos autorespertenecientes a diversas tradiciones de investigación, lo que nos permitiódelinear ciertas corrientes que las contienen. Hoy, los integrantes del tallernos encontramos integrando dos áreas de trabajo:

· Seminario Colectivo Derribando Muros: Luego de haber funcionado comoSeminario Curricular en el 2010, volvemos a la carga este año durante elprimer cuatrimestre en la Facultad de Cs Sociales. El seminario colectivo sellevará adelante los viernes de 18 a 21hs en la sede de Marcelo T. de Alvear.Las preguntas que guiaron el armado del programa fueron: ¿Qué entendemospor investigación? ¿Cómo se articulan teorías, metodologías y prácticas deinvestigación? La propuesta está dividida en módulos donde se piensandistintas corrientes como ser: el positivismo, el estructuralismo, lafenomenología, la dialéctica y el posestructuralismo. Encontrarás el programay más información en http://seminarioderribandomuros.wordpress.com

· Investigación: Como parte del proyecto del taller, en el año 2011comenzamos a abordar problemáticas que rondan investigaciones tantoindividuales como colectivas, como modo de superar la fragmentación y elaislamiento en el que normalmente se desarrollan los procesos deinvestigación en la academia, estén o no inscriptos en equipos de trabajo. Apartir del intercambio de las nuestras diferentes experiencias, identificamosnudos problemáticos comunes y no comunes, y llevamos adelantediscusiones que permitan nutrir una producción colectiva sobre qué esinvestigar. Iniciando el 2012 estamos elaborando un material escrito acercade la noción de campo antropológico, que pretende ser una síntesis de lotrabajado hasta ahora. La convocatoria es permanente y abierta para todos/as los/as estudiantes, graduados/as y docentes.Contacto: [email protected] Taller de experimentación: Modos de escribir y leer. Nos motiva laposibilidad de examinar críticamente nuestras operaciones de lectura yescritura. Nuestra propuesta consiste en experimentar prácticas deinterpretación, indagación, y producción en torno a una diversidad deregistros textuales (libros, imágenes, sonidos, movimientos, etc.), utilizandoespecialmente algunas de las obras de Deleuze yDerrida. Contacto: [email protected] Contacto:[email protected] (Maia) Blog: http://trazosuelto.blogspot.com.ar/

Publicaciones dialéktica, Revista de filosofía y Teoría social. Concebida en 1992 al calorde discusiones en la carrera de Filosofía de la UBA, dialéktica persiste en el

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tiempo como una publicación independiente que amplió sus miras haciauna reflexión teórico-política más general. Tras los números 21, 22 y 23,dedicados, respectivamente, a la crítica del «populismo», de los «derechoshumanos» y de los últimos diez años de historia argentina, nos encontramospreparando el número 24 en el vigésimo año de vida de la revista.Contacto: [email protected] -www.revistadialektica.com.ar Eskalera Caracol, Revista de intervención y reflexión sociológica. Somosestudiantes, graduados y docentes de Sociología que nos proponemosintervenir en la producción de conocimiento a través de la realizaciónautogestiva de una publicación, haciendo énfasis en el carácter colectivo dedicho proceso. Para esto funcionamos como un taller de escritura dondeelegimos un tema para debatir entre todos. En el último número trabajamosen torno a las temáticas referidas al arte. El número que está por salir secentra en pensar los cambios del 2001 hasta ahora. Si nos querés encontrarnos juntamos en el aula 309 de M.T de Alvear (Fac. Sociales) todos losviernes a las 21,30 hs.Contacto: [email protected], www.eskaleracaracol.blogspot.com - FB: eskalera caracol Amartillazos, Revista de filosofía, estética y política. Desde hace casi cincoaños, producimos colectivamente esta revista entre estudiantes, pensandoalternativas a la producción académica vigente. Acabamos de editar elnúmero doble 4/5, con una convocatoria permanente y abierta a integrar elespacio. Contacto: [email protected] - http://revistaamartillazos.blogspot.com Transversales, Política. Deseo. Subjetividad. El número 1 (agosto 2011)contiene un dossier dedicado a El Anti-Edipo, de Deleuze y Guattari, unasección dedicada al conflicto de la cátedra de Problemas antropológicos enpsicología, reseñas de obras de B. Jacquot, F. Rella y B. De Santos, además deuna plétora de artículos varios. Contacto: [email protected] - http://revistatransversales.blogspot.com Kitty Informa: Es un espacio cuyo objetivo es socializar la información quese encuentra en la Junta de la carrera de Sociología. Intenta dar cuenta de laparticular configuración entre saber y poder que da existencia a la carreraque nos ha formado, liberar las posibilidades de producción hoy negadas.Entendemos que socializar es el primer paso para poder decidir sobre cómotiene que ser nuestra formación. Contacto: FB: kittiinforma - http://kittinforma.blogspot.com/

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Números anteriores

NÚMERO 1 – JUNIO DE 1992Editorial: Notas sobre una posible definición de dialéctica. Dossier: Sobre Violencia:G. Fondevila, «Violencia y razón» / M. Foucault, «Dos ensayos sobre elsujeto y el poder /I» / N. Kohan, «La violencia como fuerza económica».Agora: Logoiam, «Apuntes para una crítica a la cátedra de Ética del prof.Guariglia» / N. Kohan, «Libertad y ontología social». La ontología política deM. Heidegger, P. Bourdieu.

NÚMERO 2 – OCTUBRE DE 1992Editorial. Dossier: Las prácticas científicas y sus condicionamiento sociales:Entrevistas a G. Klimovsky, E. Marí y J. Samaja, «Diferentes modelos enepistemología» / L. Althusser, «Guía para leer El Capital» / D. Díaz,«Althusser y El Capital» / N. Kohan, «El método dialéctico: de lo abstractoa lo concreto» / D. Feirstein, «Ruptura y continuidad en la construccióncognoscitiva ( el aporte de Piaget)» / G. Fondevila, «Criterios políticos enlas ciencias: la intervención filosófica» / M. Foucault, «La cuestión delsujeto». Agora: R. Ryan, «Analíticos y Pluralistas: La lucha de las ideasfilosóficas en los EEUU» / P. Mc Cabe y H. Gutiérrez, «Sobre ‹Violencia yRazón›». La crisis de la economía soviética y el debate mercado- planificación, E.Mandel, A. Nove y D. Elson. Artículos varios: A. Bonnet, «Lucha de clases einstituciones (notas acerca de un debate sobre los tribunales)» / J. M. Obarrio,«Antropología y dialéctica» / B. P. Rojas, «V Centenario: 500 años de luchay resistencia».

NÚMERO 3/4 – OCTUBRE DE 1993Editorial. Dossier: Los intelectuales y el poder: comité editor, «La filosofíaargentina y sus tareas de legitimación» / «Discurso de Clausura al IIICongreso de Filosofía y nómina de sus participantes» / O. Guariglia, «Lacondena a los ex comandantes y la ley de extinción de las causas: un punto devista ético» / «L. Rozitchner: resolución del CONICET» / « Respuesta de L.Rozitchner al directorio del CONICET» / L. Rozitchner, «Filosofía y terror»/ R. Dri, «La filosofía y el poder». Suplemento: La política en América Latina:Entrevista con G. Lora, «No se puede hablar de crisis del marxismo» /Entrevista con F. Martínez Heredia, «Cuba y el pensamiento crítico» / M.Löwy, «El marxismo romántico de Mariátegui» / E. Mandel, «Balance delneoliberalismo». Artículos varios: C. Macon, «Teoría y praxis: ¿eficacia orepresentación? / P. Corvalán y P. Mc Cabe y V. Zallocchi, «Aportes parauna crítica dialéctica de la epistemología popperiana» / E. Gutiérrez, «PierreMenard: hermenéutica y postestructuralismo» / «Entrevista con PierreBourdieu» / «Correspondencia de Tony Negri a Felix Guattari» / G.Fondevila, «De violencias y razones: una disputa ornamental». Reseñas:

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Marx y la teoría subjetiva del valor, F. Azcurra / El Che y el socialismo, F. MartínezHeredia / Estudio introductorio a la nueva traducción de la Fenomenología delEspíritu de Hegel, A. Llanos.

NÚMERO 5/6 – SETIEMBRE DE 1994Editorial. Dossier: Los intelectuales y el poder/II: Comité editor de la revistadialéktica, «Apostilla acerca de «La filosofía argentina y sus tareas delegitimación»» / «Polémica Osvaldo Bayer- Ernesto Sábato» / «RodolfoWalsh y los intelectuales de la resistencia» / Cartas a la Redacción dedialéktica: H. De Bonafini, E. Mignone, P. Rieznik, P. Pozzi, A. Plá, G. Palau,E. Pavlovsky, E. Oteiza, R. Dri / P. Pozzi y A. Schneider, «Debatir la Dictadura:la situación del proletariado argentino» / E. Barcesat, «Los juristas argentinosfrente al poder»/ Trabajo colectivo de alumnos de Ciencias Sociales, «Retoa la memoria: una lectura sobre los estudiantes secuestrados- desaparecidos»/ A. Plá, «Los intelectuales y el estado». Suplemento: La política en AméricaLatina: L. Vitale, «La insurrección en Chiapas» / «Chiapas: El programa dela rebelión, Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena,Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional» /«Entrevista al subcomandante Marcos», Diario El País, 4 de marzo de 1994.Artículos varios: P. Mc Cabe, «Contrarreforma y poder estudiantil» / S.Ziblat, «La cuestión de la desigualdad en Rousseau y Hegel» / M. Raffin,«Cómo quedar bien con Dios y con el Diablo (DDHH y la teoría de laoperatividad y programaticidad de las normas jurídicas)» / D. Viñas, «DavidPeña: entre la facultad y el teatro». Agora: El debate por Gramsci en el comunismoargentino, N. Kohan / Fin de Siglo, T. Negri / Coriat en Buenos Aires: TheJapanesse dream, A. Bonnet / Encuentro en la dialéctica. Convivencia con MaoTsetung en el diálogo, N. Kohan / La homosexualidad, M. Ruse.

NÚMERO 7 – SETIEMBRE DE 1995Editorial. Dossier: Figuras de la dominación de clase en la Argentina: Introducción/ R. Astarita, «Plan Cavallo y disciplinamiento social» / E. Lucita, «Recomponer el tejido social y la red de solidaridades» / A. Puiggros, «Yocreo que no hay un modelo de Universidad que se corresponda totalmentecon un modelo de dominación» / R. Morgan, «Guerra, subversión y DerechosHumanos» / P. Mc Cabe, «Universidad y formas democráticas dedominación» / F. Drake, «La ‹Subversión›: el poder se representa a suenemigo». Artículos varios: Entrevista con J. Holloway, «La cientificidaddel marxismo es, justamente, la crítica» / L. Althusser, «Nota acerca de LasTesis sobre Feuerbach» / C. B. Bravin, «El concepto de Estado» / P. Gilabert,«Del estado a la Comuna» / A. Burmani, «Ficciones Argentinas».Universidad: «Proyecto colectivo de investigación sobre Universidad» / L.Bañuelos, L. Iñigo, N. Kohan, A. Santella y V. Zallocchi, «Insubordinación yvalor» / Entrevista con Beba Balvé, «Somos militantes de la investigación»/ Documento colectivo del P.I.CA.SO., «Desobediencia debida: conocer yenfrentar lo inhumano» / Declaración,« Un nuevo patriciado (ante la apertura

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y la publicidad de las maestrías ofrecidas por la fundación Banco patricios)».Fichas de introducción temática: E. Glavich, «Marxismo e innovación: Elcambio tecnológico como aumento de la fuerza productiva del capital».Reseñas: Marxismo, estado y capital, J. Holloway / Chiapas: la nueva insurgencia,E. Duhalde y E. Dratman / Chiapas. La palabra de los armados de verdad y de fuego( Entrevistas, cartas y comunicados del EZLN, hasta el 4/3/94), Editorial del Serbal/ Pensando la reconversión. Una visión crítica de la flexibilidad y la calidad total, O.Martínez (comp.). Agenda.

NÚMERO 8 – OCTUBRE DE 1996Editorial. Dossier: Neoliberalismo: la ofensiva del capital y el poder del trabajo:Introducción, Marcos, «1° Declaración de la Realidad. Contra elNeoliberalismo y por la Humanidad» / «La Jornada del 6 de abril» / A.Shaik y E. Mandel, «Capitalismo internacional en crisis ¿Qué sigue?»/ W.Bonefeld, «Estado y sociedad: panoramas y tendencias» / A. Bonnet, «Laguerra posmoderna que asesina y olvida (notas acerca de la globalización)»/ J. Holloway, «El primer día del primer año: reflexiones sobre los zapatistas»/ J. Patrulla, «Fordismo y posfordismo como tecnologías de guerra».Artículos varios: A. Raiter, «Posibilidades y límites del discurso político: Elcaso EZLN» / P. Gilabert, «Huellas en la autonomía. Algunas notas sobrecríticas de Hegel a Marx» / J. O. Acha, «Clifford Geertz observado.Antropología interpretativa e Historia de la cultura» / A. Grimson,«Lainvención de la Recepción» / J. Hernández, «Hegel y Marx ante la Historia»/ P. Mc Cabe, «Sobre la organización autónoma y la izquierda partidaria» /M. Löwy, «Barbarie moderna. Notas sobre Auschwitz e Hiroshima» / F.Gargano, «Conocimiento y sujeto de cambio» / V. Maceira, «La subjetividadcomo terreno de confrontación» / N. Kohan, «Llanos, Astrada y el Dragónde la Dialéctica». Universidad: A. Santella, «Contrarreforma universitaria yfuerza productiva del trabajo. Apuntes políticos» / Entrevista a ErnestoMarrero, Presidente del Centro de Estudiantes, Facultad de Psicología de laUniversidad de La Habana / Entrevista a Marcelo. Encargado de Prensa delCentro de Estudiantes, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad MayorSan Andrés (Bolivia). Reseñas: Clausewitz, Carl Von: Guerra, política, filosofía, J.Fernández Vega / Nos los representantes. Crítica a los fundamentos del sistemarepresentativo, R. Gargarella / La política de la tercera ola, A. Toffler y H. Toffler/ Los hechos armados. Argentina 1973- 1976. La acumulación primitiva del genocidio,J.C. Marin. Agenda.

NÚMERO 9 – OCTUBRE DE 1997Editorial. P. Mc Cabe, «dialéktica cinco años». Dossier: La reconversióncapitalista en la Universidad, la Educación y la Investigación científica y tecnológica:E. Glavich, «Introducción: La elección de los elegidos» / P. Mc Cabe, «Lasestrategias del capital mundial para la educación argentina» / L. Rozitchnere I. Izaguirre, «Nuevas (y viejas) discriminaciones en el CONICET» /Colectivo AU.LA., «La reforma educativo a paso redoblado» / T. Negri,

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«París, noviembre/diciembre. Una revuelta para el futuro». Artículos varios:R. Donaire, «Fetichismo y publicidad» / P. Cambeiro, «Giovanni Gentile.Del idealismo «actualista» a su concreción política: el fascismo» / M. Löwy,«La ley del desarrollo desigual y combinado» / V. Zallocchi, «Algunasreflexiones en torno a los Movimientos Sociales» / P. Gilabert, « El cielo deabajo. Reconstruyendo la perspectiva antropológica del joven Marx».Reseñas: El marxismo olvidado en la Argentina, Silvio Frondizi y Milcíades Peña,H. Tarcus / Argentina, Raíces históricas del presente, I. Antognazzi y R. Ferrer/ Conversaciones sobre el poder, J. C. Marín / Discusión sobre la historia, A. Gilly,Subcte. Marcos y C. Ginzburg / La cosa y la cruz, L. Rozitchner / Interrogantesy desafíos a finales del siglo XX, A. Fanjul. Agenda.

NÚMERO 10 – JULIO DE 1998Editorial. En torno a Marx, Engels y algunas efemérides: R. Donaire, «El Antidrio vigencia del Marxismo» / R. Kreimer, «‹Ética› de la Empresa» / N. Kohan,«Para leer El Manifiesto» / E. Glavich, «La ‹continuidad revolucionaria› dela Burguesía y la ‹defensa de la Ilustración›. Notas a propósito (y más allá)de El Manifiesto». Dossier: Dedicado a Milcíades Peña: G. Polit (Milcíades Peña),«El legado del bonapartismo: conservadorismo y quietismo en la clase obreraargentina» / H. Camarero, «¿Un testamento político? Reflexiones sobre laclase obrera en torno a un artículo de Milcíades Peña» / F. Bianchini y C.Salomone, «Las desventuradas relaciones entre la izquierda y la clase obrera:el caso Peña» / P. Bonavena, «Notas sobre el artículo de Milcíades Peña ‹Ellegado del bonapartismo: conservadorismo y quietismo en la clase obreraargentina›» / M. C. Cotarelo y F. Fernández, «La lucha del movimientoobrero en un momento de proscripción política: Las ocupaciones masivasde fábricas de 1964» / J. L. Hernández, «Marxismo y clase obrera: algunasnotas sobre un texto de Milcíades Peña» / E. Sartelli, «Prospecciones políticasy profecías complacientes. Una evaluación de «El legado del Bonapartismo...» de Milcíades Peña» / P. Pozzi, «Peña, peronismo y clase obrera». Reseñas:Cuaderno Tecnológico-Histórico (Extractos de la lectura: B56, Londres 1851),Progreso Tecnológico y Desarrollo Capitalista (Manuscritos 1861-1863), K.Marx.

NÚMERO 11 – NOVIEMBRE DE 1999Editorial: A diez años de.... Dossier: 100 Años de Ciencias Sociales en Argentina:«Introducción» / G. Rofinelli, «Ciencia o Ensayo: Un debate Histórico» / R.Spaltenberg, «La constitución de una cultura politizada en los orígenes de lacarrera de Sociología» / L. Íñigo y A. Santella, «El CICSO: aporte a la cienciasocial argentina» / N. Kohan, «Algunas (pobres) ideas –sobre metodologíaen historia de las ideas políticas» / M. Löwy, «Marx y Weber, críticos delcapitalismo» / F. Noceti y P. Mc Cabe, «La amenaza fantasma» / A. Solito,«Rememorando El Gran Gatsby»/ M. J. Rossi, «Etica vs. Política: una falaciaútil» / R. Kreimer, «Marx y Rousseau: una aporía moderna entre igualdad ymérito» / E. Glavich, «‹La continuidad revolucionaria› de la burguesía y la

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‹defensa de la Ilustración›. Notas a propósito y (más allá) de El Mannifiesto (IITrabajo y alienación)». Reseñas: A vencer o morir. PRT-ERP, Documentos deD. De Santis.

NÚMERO 12- PRIMAVERA 2000Editorial. J. Hernández, «Cinco días que conmovieron al mundo» / V. Rau,«Un acceso al pensamiento de Ernst Bloch – Filosofía cálida para el marxismoabierto». Dossier latinoamericano: P. Mc Cabe, «Tesis sobre Latinoamérica»/ J. Hernández, «Latinoamérica: una mirada distinta» / J. Holloway, «Elzapatismo y las ciencias sociales en América latina» / F. Noceti y M. Albornoz,«De rebus abquinoccialis (o nadie entiende al Ecuador)» / P. Mc Cabe,«UNAM: entre la miseria de lo existente y la riqueza de lo posible» / M.Löwy y R. Sayre, «Reificación y consumo ostentoso en el Gran Gatsby» / E.Glavich, «UBATEC- UBACYT- UBAnet: UBA sociedad anónima. Algunasnotas críticas acerca de las tendencias en la Universidad de Bs. As.» / V.Zallocchi y M.Dimentstein, «Límites y alcances de la autoorganizaciónestudiantil» / I. Izaguirre, «Marx 2000: claves de la teoría crítica». Reseñas:Pampa libre: Anarquistas en la Pampa argentina, J. Etchenique / Esos claroscurosdel alma. Los obreros navales en la década del 70, R. Díaz / La patria en el riel. Unsiglo de luchas de los trabajadores ferroviarios, E. Lucita / El villazo. La experienciade una ciudad y su movimiento obrero, E. Rodriguez y O. Videla / Astilleros RíoSantiago su historia y su lucha (relatada por sus trabajadores), J. Montes / El otrooccidente. Siete ensayos sobre la realidad de la filosofía de la liberación, A. Infranca.

NÚMERO 13- INVIERNO 2001Editorial. Movimientos campesinos: Un debate actual y necesario: A. Eidelman,«El Hobsbawn primitivo» / J. Hernández, «La búsqueda de un horizonteteórico». Artículos varios: J. Vazeilles, «La adolescencia de la dialéctica» /D. D’ Antonio y P. Halperin, «El género como intervención política» / C.Katz, «Materialismo y dialéctica revisitados» / P. Mc Cabe y F. Noceti,«Memorias sobre la subjetividad» / J. Hernández., «Algunas reflexionessobre el internacionalismo anticapitalista». Reseñas: El estado en África –lapolítica del vientre, J. F. Bayart / Normas para el parque humano. Una respuesta ala carta sobre el humanismo de Heidegger, P. Sloterdijk. Ficciones: Hoy, C.Castellazzo. Nuevo cine africano: El maestro de la comarca, B. Ba Kobhio.Revistas recibidas.

NÚMERO 14- PRIMAVERA 2002Editorial: Palabras introductorias. J. Gómez, «A dos meses del 19 de diciembredel 2001. Una lectura crónica» / E. Glavich , «También de día parece quetodos los gatos son pardos ( o de cómo el movimiento social actual no estodavía una superación)» / «dialéktica debate» / F. Ingrassia, «Sobre lasinterpretaciones prácticas de la consigna «que se vayan todos»» / V. Prieto,G. Martín y V. Zallocchi, «Saboteando destinos» / H. Ouviña, « Las asambleasbarriales: apuntes a modo de hipótesis de trabajo» / Yuli, « Aportes para la

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discusión en la asamblea» / F. Noceti, « El fantasma del monismo» / F.Ingrassia «La desrepresentación». Reseñas de revistas: Herramienta /Situaciones / El Rodaballo. Correo de EEUU.

NÚMERO 15- PRIMAVERA 2003Diez años de dialéktica: La Saga continúa. Editorial. Dossier: I- Representación,la proyección política de la guerra: K. Castellazzo y P. Mc Cabe, «Dos pasosadelante, un paso atrás» / «Nos debatimos» / A. Chiaraviglio y M. Repossi,«Guerras Civiles y Batallas Estatales. Máquinas topográficas y planos decaptura» / G. Martín, V. Prieto y V. Zallocchi, «Acerca de la construcción deidentidades». II- Representación, la proyección bélica de la política: E. Glavich, «La«guerra» en Irak: la necesaria convergencia entre la ONU y la OMC/G8.¿OTAN/ Leviathan/ Paz Perpetua?»/ P. Mc Cabe y F. Noceti, «Las flores delmal» / J. Iacobson, «El marketing como ideología». Antropología: M.Dimentstein, «Antaño se creía en las máscaras... ¿y hoy?». Polémicas: Pasiónde Multitudes: M. Repossi, «Spinoza: políticas en situación» / E. Glavich y F.Noceti, «dialéktica polemiza». Reseñas: De la culpa a la autogestión: un recorridodel movimiento de trabajadores desocupados de La Matanza, T. Flores / El Capital:Razón histórica, sujeto revolucionario y conciencia, J. Iñigo Carrera / Nacionalismoy antisemitismo en la argentina, D. Lvovich / La izquierda argentina que no fue.Estudios de historia ideológica, J.G. Vazeilles.

NÚMERO 16 – PRIMAVERA DE 2004Editorial: De cazadores de utopías, destinos trágicos e intelectuales orgánicos. DossierI: Universidad: una mirada sobre las condiciones de (re)producción de la mirada.: E.Glavich, «De los ‹tres ordenes› a la ‹sociedad civil›... ¿De la ‹sociedad civil›a la ‹sociedad humana›? Notas críticas acerca de las tendencias en laUniversidad de Buenos Aires.» / P. Mc Cabe, «Algunas tesis sobreUniversidad (y una pequeña apuesta final)» / S. Ortiz, K. Castellazzo y L.Morgenfeld, «De cómo en la Universidad se organiza el poder delconocimiento». Documentos: «Más que un nombre.», «Quebrar la tripleilusión». Dossier II: Filosofía y política en el imaginario de la Modernidad: M.Repossi, «De virtute sermonis: Guillermo de Ockham y la metamorfosis deldiscurso escolástico» / M. Paolucci, «Dimensiones heterotópicas en FrancisBacon» / J. Solé, «El gobierno de las pasiones y el nacimiento de la razón enla Ética de Spinoza» / M. Escobar Viré, «Políticas hegelianas: la herencia delos búhos». Polémicas: E. Dussel, «Sobre la interpelación ética, el poder, lasinstituciones y la estrategia política». Reseñas: Las invasiones bárbaras, D.Arcand / Good bye, Lenin, W. Becker / Deleuze, un aprendizaje filosófico, M.Hardt / Job, la fuerza del esclavo, A. Negri / Spinoza y el amor del mundo, D.Tatián.

NÚMERO 17 – PRIMAVERA DE 2005Editorial: Claro y distinto, distinto y confuso, confuso y oscuro. Dossier: El problemade la organización en la política, el problema de la política en la organización: L.

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Althusser, «El marxismo como teoría finita» / P. McCabe y J. J. Nardi, «Entrela política y el estado. Althusser reloaded» / F. Noceti, «¿Se marchitan acasolas flores de plástico?» / M. Repossi y M. Mosquera, «La aporía de Sansón»/ E. Glavich, «Pequeñas notas sobre ‹El marxismo como teoría finita› (Ochocolate por la noticia)». Artículos varios: Antropología: entre la geometría delo propio y la brujería de lo ajeno: V. Zallocchi y V. Prieto, «Entre las lentespropias y las ajenas. El debate entre universalismo y particularismo» / G.Perret y K. Castellazzo, «La antropología en la mira. Apuntes para unadiscusión sobre la praxis antropológica». Universidad: La anomalía salvaje:MQN, «Hemos Hecho Historia. Balance del movimiento en su propiodespliegue» / R. Simón, J.P. Parra, C. Hemming, G. Falconi, M. Repossi, M.García y F. Noceti, «Germinal. Una genealogía del movimiento en la Carrerade Filosofía» / M. Singer, «Apuntes encontrados en un aula de Medicina».Reseñas: El Pensadero / S. Zizek.

NÚMERO 18 – INVIERNO DE 2006Editorial: Es el capitalismo, estúpidos Dossier: Postales de Babel. Reflexiones acercadel lenguaje: V. Prieto y V. Zallocchi, «A prósito de palabras, naturaleza ypoder» / F. Noceti, «Breve envío sobre la ensignación» / J. J. Nardi, I.Bertellotti y P. Formento, «Política de la verdad y una propuesta de sociologíamenor» / G. Falconi, «El ritual tartajeante de Momo» / E. Glavich, «En tornoal lenguaje» / F. Penelas, «Marxismo, pragmatismo y materialismo en lafilsofía del lenguaje contemporánea» / B. de Santos, «(Muy) Sueltos delengua». Artículos varios: R. de Altube, «El fetichismo capitalista en laorganización del trabajo. Siglo XX: Ohnismo». Universidad: B. de Santos,«Cría chorlos» / Colectivo de estudiantes de filosofía «Proyecto de materiacurricular para la carrera de filosofía: ‹Un largo siglo XIX›» / MQN,«‹Democracia académica› o democracia sin adjetivos» Reseñas: Astrolabia/T. Negri / P. Virno / D. Scavino.

NÚMERO 19 – PRIMAVERA DE 2007Editorial: Octubre de 1917- Junio de 1918. Más capitalismo y más reformismo.Notas para una editorial. Dossier: Derivas políticas de la investigación universitaria:«Seminario colectivo «Conocimiento, verdad y poder»: Balance de unaexperiencia» / K. Castellazo y G. Perret, «Reproduciéndonos a nosotrxsmismxs. La investigación antropológica en la academia y el rol del trabajode campo» / J. J. Nardo, I. Bertellotti y P. Formento, «Una epistemologíapara una sociología menos» /V. Tozzi, «A propósito de Malvinas: realismofigural y evaluación heurística para las reescrituras de la experiencia de laguerra». Universidad: M. Repossi y F. Yamamoto, «Una introducción a lavida no académica» / M. Foucault, «Prefacio a la edición estadounidense deEl Anti-Edipo»/ E. Glavich, «Siete tesis acerca del movimiento estudiantil»/M. Román, «Producción de conocimientos y reproducción de poder ennuestra facultad». Documentos Universitarios: Colectivo de estudiantes defilosofía, «Seminario colectivo curricular: Filosofía, historia, comunidad» /

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El Brote (Psicología UBA), CAUCE ( UNPL), El viejo Topo (Sociales, UBA),La Cantera (UNGS), FUL (UNQ), «Documentos de discusión». ArtículosVarios: P. McCabe, «Gualeyguaychú no tiene quién le escriba» /V. Militello,«Alain Badiou o el platonismo materialista»/ L. Galazzi, «De la escuela enlos tiempos de control»/J. Kan, M. Repossi y A. Viegas, «Prólogo a ElFetichismo capitalista en la organización de la producción». Reseñas: Impresoen Chilavert, experiencia filmada. /La fidelidad del olvido. Notas para el psicoanálisisde la subjetividad militante, B. de Santos/UBA Factory. Reestructuración capitalistay luchas de clases en la Universidad de Buenos Aires, AA.VV. / El rediseño deAmérica Latina, ALCA, MERCOSUR y ALBA, C. Katz / Miscelánea, Revista decultura y pensamiento.

NÚMERO 20 – PRIMAVERA DE 2008Editorial: La insoportable binariedad del ser (capitalistas). Dossier: C. Castoriadis:actualidad de una problemática, problemática de una actualidad. A. Merlo y S.Garzonio, «Cornelius Castoriadis: una filosofía que sigue germinando» /D. H. Cabrera, «Volver a recorrer el camino: autogestión obrera,autoinstitución de la sociedad, imaginario y ontología del magma» / M.Repossi, «¿Cómo organizar la autonomía? El debate entre Castoriadis,Pannekoek y Lefort» / P. McCabe y F. Noceti, «Socialismo o Barbarie.Apuntes para la crónica de una separación (¿o serán varias?)» / C. Marchesino,«Castoriadis, o la (im)posible soledad» / E. Maggiolo, «Castoriadis: Lo quehace a nosotros y a los antiguos griegos. La Biblia homérica. El PoliteísmoOlympico y la Epopeya trágica como «gérmenes» de la creación de laDemocracia y la Filosofía». Universidad: N. Cantarelli y B. Vaianella, «Unseminario para Troya. Análisis de una experiencia compartida» / J. J. Nardo,«Illusio y campo científico. El lugar de los becarios de investigación».Documentos universitarios: Colectivo de estudiantes de filosofía (UBA),«Crítica práctica de la práctica crítica» / Síntesis (Medicina UBA), «Qué esSíntesis». Artículos varios: P. Mestrovic, «Estado, clase dominante ydesarrollo en la Argentina actual» / V. Prieto y V. Zallocchi, «Para pensar elcautiverio: género y capitalismo» / F. Apuzzo, «¿Qué nos amasa la cabeza?».Reseñas: El río sin orillas, revista de filosofía, cultura y política / Fragmentosdel caos. Filosofía, sujeto y sociedad en Cornelius Castoriadis, D. H. Cabrera /Repetición, novedad y sujeto en la educación, A. Cerletti / Deleuze o el sistema delo múltiple, P. Mengue / Autoanálisis de un sociólogo, P. Bourdieu.

NÚMERO 21 – PRIMAVERA DE 2009Editorial: Minima editorialis. Dossier: Populismo(s): crítica del concepto y susderivas. F. Noceti y G. Falconi, «Introducción» / V. H. Militello, «Mañanascampestres. Notas sobre las paradojas de la razón populista de Laclau» / A.N. Avellaneda, «Lo política en el camino de Althusser a Laclau» / G. RuizArrieta, «»Posmarxismo»: El caso boliviano» / E. Pinacchio, «¿Todo siempre

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lo mismo? De-colonialidad, Pueblos y Estado en Bolivia» / P. E. McCabe,«Viaje al corazón del populismo» / E. E. Glavich, «Cuatro impopulares tesisacerca del populismo». Universidad (Documentos): Colectivo de estudiantesy graduados/as de Antropología (UBA), «Fábrica de ideas: la producción deconocimiento en la academia» / Corriente Julio Antonio Mella (UBA),«Apuntes sobre nuestra experiencia militante» / Comité de redacción…(Universidad de París VIII), «Declaración universal de independencia de lasuniversidades». Artículos varios: G. Perret, «De negaciones y ausencias.Antropología y Marxismo: resultados fragmentarios de una búsqueda hostil»/ J. J. Nardi, «»A todo o nada». Apuntes de investigación sobre los becariosde la carrera de sociología de la UBA». Reseñas: Investigaciones políticas, E. DeÍpola / El señor, el amante y el poeta. Notas sobre la perennidad de la metafísica, D.Scavino.

NÚMERO 22 – PRIMAVERA DE 2010Editorial: Minima editorialis otra vez . Dossier: Derechos Humanos:¿Emancipación política o emancipación humana? Colectivo de trabajo dedialéktica, «Introducción» / E. E. Glavich, «Acerca de los llamados DD.HH.»/ F. F. Noceti, «Familiarismo y posibilidad (Tanto de la filosofía como de lapolítica)» / M. A. Repossi, «¿De iure o de facto? Papelitos a propósito de pedir(derechos) y crear (organización)» / B. De Santos, «¿Qué te podés cobrar?» /Universidad: M. A. Repossi, «El día de la marmota (Universidad, Estado,capital, democracia… y universidad otra vez» Documentos universitarios:Colectivo de «Juramentados» (o graduados de estreno), «Sobre la produccióny circulación del documento «Hacé silencio, asumí mis convicciones y jurá:no a la mordaza (o bozal) en Filosofía y Letras» / Estudiantes, graduadas/os, docentes e investigadores/as de CAUCE-UBA, «¿Qué hacer con elconocimiento? De la producción (y reproducción) del conocimiento en launiversidad a la coproducción junto a organizaciones de la clase trabajadora».Reseñas: Alternativas a lo posthumano (Textos reunidos), O. Del Barco / La palabramuda (Ensayo sobre las contradicciones de la literatura), J. Rancière / Mayo del 68:La brecha, E. Morin – C. Castoriadis – C. Lefort.

NÚMERO 23 – PRIMAVERA 2011Editorial: Las cuñas de Hefesto (O «Es la producción y la reproducción,«cumpas»...»). Dossier: Diez años del 19 y 20 de diciembre de 2001: democracia,autoorganización, autogestión. / E. V. Da Ré, M. A. Repossi, J. A. Riggio: «Apuntespara una fenomenología de la autoemancipación proletaria: autonomía,autogestión, democracia» / E. E. Glavich: «(E)Lecciones 2011: peor para larealidad... (Lo que el 2001 nos dejó... ya en 2002, 2003)» / P. E. McCabe:«Democracia se dice de muchas maneras (Una lectura de la escena políticapos 2001)» / V. A. García, M. A. Repossi: «La servidumbre involuntaria(Tendencias capitalistas y cuerpos militantes en el Colegio Nº 2 D. F.

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Sarmiento, CABA)» / Nodo (Colectivo de co-organización militante):«Documento de presentación» / AA. VV.: «A nuevos modos de producción,nuevas formas de organización». Universidad (Documentos): AA. VV. (Nodoen la carrera de Filosofía de la UBA): «El cerebro de la sanguijuela». Artículosvarios: G. Perret: Notas sueltas, reflexiones pendientes de la antropologíade Lévi Strauss... (A propósito de un prólogo y de una efeméride) Reseñas:Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismo y subjetivación política, M.Modonesi / Herramienta, Revista de debate y crítica marxista, Nº 46/ CEFyL,Revista del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, N° 4.

AmartillazosRevista de filosofía, estética y política

Año VI. Número 6.Buenos Aires. Primavera 2012.revistaamartillazos.blogspot.com

EDITORIAL:

Retrato de una dama (Crisis y fragmentación en la izquierda argentinapost 2001).

TRABAJO Y CAPITAL: ENTRE LA EDUCACIÓN, LA TÉCNICA Y LA LITERATURA

Trabajo y ciudadanía, una materia no tan nueva, Maximiliano García.Marx va a la escuela, Valeria García y Mariano Repossi.La lección de Benjamin, Maia Shapochnik.Las máquinas, Hernán F. Padín.

INSTRUCCIONES PARA PREPARAR UN CÓCTEL MOLOTOV:

El hombre del veraz, América Mailhos.La caverna de Heráclito, Juan Pablo Parra y Javier Riggio.

PENSAR LA FÁBRICA EN LA ACADEMIA:

Documento: El problema de la «democratización» en la UBA, Colectivode co-organización militante (Nodo).

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EDITORIAL: Sed de afuera

SUITE: EL ANTI-EDIPO

El giro esquizoanalítico, Mariano A. RepossiUna introducción a la vida no fascista, Michel FoucaultCorte y confección (Notas sobre el capítulo 4 de El Anti-Edipo:introducción al esquizoanálisis), Victoria LarrosaEl psicoanálisis, siniestrado (Aportes de El Anti-Edipo para conjurarla forclusión del campo social en el deseo), Ariel Antar LernerToda escritura es desde ya coreográfica (A partir del problema dela letra en el pensamiento de Félix Guattari), Florencio FranciscoNocetiEl Anti-Edipo y la Transdisciplina: 7 miradas mutuas, Marcelo DeLeonardisLa servidumbre voluntaria (Tres perspectivas de abordaje a unproblema de economía política libidinal), Mariano Alberto Repossi

PERVERSOS POLIMORFOS:

El Señor de las Polillas, Mariano Nahuel LaníaOlvido y ficción, Andrés RolandoUn deseo de Haiku, Baltazar SantamaríaTransdisciplina, Olecram Ed Sidranoel

PROBLEMAS ANTROPOLÓGICOS EN PSICOLOGÍA:

Hostigamiento, resistencia, inquietud, Colectivo docente de la Cátedrade Problemas Antropológicos en Psicología (UBA)Tres intervenciones, Tomás ChudnovskyPolítica del pensamiento crítico: acontecimiento y otredadRocío Feltrez

RESEÑAS: B. JACQUOT - F. RELLA - B. DE SANTOS

revistatransversales.blogspot.com

TRANSVERSALESPolítica. Deseo. Subjetividad.

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Normas básicas generalespara la publicación en dialéktica

dialéktica es una revista autogestionada que trabaja por la produccióny socialización colectivas del conocimiento. Por ello es independientede las formas tradicionales de las publicaciones académicas y nocultiva el clásico referato con doble anonimato. Sin embargo, suColectivo de trabajo resuelve el contenido de cada número.

i. Los artículos tendrán una extensión máxima de 32.000 caracteres conespacios (incluyendo notas y bibliografía). Las reseñas tendrán comomáximo 14.000 caracteres con espacios.

ii. La configuración de página será en A4, con márgenes de 2 x 2 x 2 x 2cm.

iii. El cuerpo del artículo irá con fuente Book Antiqua, tamaño 10,justificado, a simple espacio, sin sangrías y con una interlínea entrepárrafo y párrafo.

iv. El título irá en tamaño 14, centrado. Los subtítulos irán en tamaño11, en negrita, alineados a la izquierda. Los epígrafes irán en tamaño 9,en cursiva, alineados a la derecha. El/la autor/a (autores/as) irá/n entamaño 10, centrados, después del título (sin ninguna referencia depertenencia).

v. Las transcripciones textuales de más de dos líneas deben ir en párrafoaparte, manteniendo el interlineado, en tamaño 9, sin comillas.

vi. Las notas al pié irán en tamaño 8, justificadas. Las normas para lascitas podrán tomarse indistintamente del sistema Harvard-APA o delsistema tradicional francés. En caso de haber bibliografía, ésta irá alfinal del artículo, de acuerdo con el sistema de citas elegido.

Envíos a:[email protected]

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