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    P. NGEL PEA O.A.R.

    SAN NICOLS DE TOLENTINOUn santo amigo

    LIMA PER

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    Nihil Obstat

    P. Ignacio Reinares

    Vicario Provincial del Per

    Agustino Recoleto

    Imprimatur

    Mons. Jos Carmelo MartnezObispo de Cajamarca (Per)

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    NDICE GENERAL

    INTRODUCCIN....................................................................................6

    AMBIENTE HISTRICO.........................................................................7

    INFANCIA.............................................................................................10

    NICOLS RELIGIOSO.........................................................................13

    NICOLS SACERDOTE.......................................................................15

    ORACIN.............................................................................................16

    PENITENCIA........................................................................................17

    AMIGO DE POBRES Y ENFERMOS...................................................20

    SENTIDO DEL HUMOR.......................................................................23

    HUMANO Y HUMILDE.........................................................................25

    NICOLS CONFESOR.........................................................................28

    NICOLS PREDICADOR.....................................................................29

    LA MISA................................................................................................30

    LA BENDICIN.....................................................................................32

    EL DIABLO...........................................................................................35

    SUS TRES GRANDES AMORES.........................................................37

    LOS PANES DE SAN NICOLS...........................................................38EL AGUA MILAGROSA........................................................................40

    EL SANTO DE LA ESTRELLA.............................................................41

    SU MUERTE.........................................................................................43

    SAN NICOLS Y EL PURGATORIO....................................................45

    CANONIZACIN..................................................................................50

    SUS RESTOS.......................................................................................53

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    CONCLUSIN......................................................................................55

    BIBLIOGRAFA.....................................................................................56

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    INTRODUCCIN

    En este libro sobre la vida y milagros de san Nicolsde Tolentino queremos mostrar a grandes rasgos elaspecto humano y sencillo de fray Nicols, a la vez que sugran espritu de penitencia y de oracin. Para l toda lavida era oracin, oraba en todas partes, haca de su vidauna continua oracin, Y llevaba una vida de estricta

    austeridad por amor a Dios y a los dems. Toda su vida erauna ofrenda de amor y, por amor, sufra y, por amor, hacapenitencia y, por amor, haca apostolado entre los mspobres y enfermos; incluso, haca milagros para hacerfelices a todos los que le rodeaban, empezando por suspropios hermanos de Comunidad.

    Algo caracterstico de san Nicols es su devocinespecial a las almas del purgatorio. Se le suele representar

    frecuentemente, celebrando la misa por ellas. Pero toda suvida fue una entrega total al servicio de Dios y de losdems. Ojala su vida nos aliente en nuestro camino haciaDios y con su ejemplo y con su intercesin podamos hacerde nuestra vida una OFRENDA DE AMOR.

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    AMBIENTE HISTRICO

    Cuando naci Nicols en 1245, ocupaba la sede de Pedro elPapa Inocencio IV, que haba huido a refugiarse en Lyon (Francia),donde ese ao tuvo lugar el primer concilio de Lyon, decimoterceroecumnico. En l se detectaron los principales problemas de laIglesia: los pecados del clero y de los fieles, las persecuciones delos musulmanes a los fieles en Tierra Santa, el cisma de losgriegos, la situacin desesperada del imperio latino de Constantino-pla, las devastaciones de los trtaros en Hungra y la persecucindel emperador Federico II contra la Iglesia. El momento culminantedel concilio fue cuando el Papa pronunci el anatema de excomu-nin contra el emperador y, desde ese momento, Italia y Alemaniase convirtieron en campo de batalla. El Papa y el emperador esta-ban en constante enfrentamiento. Las ciudades y los grupossociales se declaraban a favor del emperador (gibelinos) o a favordel Papa (gelfos).

    En cuanto a la vida religiosa de los agustinos, debemos anotarvarias cosas. Los monasterios fundados por san Agustn desapare-cieron con las invasiones de los vndalos y musulmanes espe-cialmente. Pero el espritu y el ideal agustiniano permanecieron a lolargo de los siglos en algunos grupos de ermitaos o cannigosregulares que seguan su regla. En el siglo XII, el Papa Inocencio II(1130-1142) asign la regla de san Agustn a todos los grupos decannigos regulares.

    En el siglo XIII, en Italia haba muchos grupos de ermitaosque seguan la regla de san Agustn. Y, deseando tener unaUNIDAD, el ao 1243 enviaron cuatro representantes a Roma parapedirle al Papa que los uniera en una sola Orden. El PapaInocencio IV aprob el proyecto para los ermitaos de Toscana.

    Esta Pequea unin se realiz en marzo de 1244 comoconsecuencia de dos bulas de Inocencio IV, dirigidas a todos losermitaos de Toscana a excepcin de los hermanos de san

    Guillermo.

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    Ese mismo ao 1244 se reunieron en captulo general y fueelegido general fray Matheus. Pocos aos ms tarde, por iniciativadel Papa y con el apoyo constante del cardenal Annibaldi, que fueel promotor de la nueva Orden, se aadieron los grupos de ermita-

    os del beato Juan Bueno (1169-1249), los ermitaos de Brttino,los guillermitas (fundados por san Guillermo de Malavalle, muertoen 1157) y los ermitaos de Monte Favali, que eran una rama delos guillermitas.

    En el captulo general tenido a iniciativa del Papa Alejandro IVen 1256, se realiz la Gran Unin de las Congregaciones mencio-nadas y as se constituy oficialmente y jurdicamente la Orden deermitaos de san Agustn. Al poco tiempo, se retiraron de la Orden

    los guillermitas y los ermitaos de Monte Favali; pero los guillermi-tas dejaron a la Orden sus conventos de Alemania y Hungra.

    La nueva Orden comenzaba como Orden mendicante asemejanza de los dominicos y franciscanos, sin tener propiedades.No se dedicaran estrictamente a la vida eremtica y contemplativa,viviran en ciudades, se dedicaran al apostolado y al estudio,podran ser sacerdotes y viviran unidos en Comunidad bajo la guade la regla de san Agustn y considerando a san Agustn como su

    fundador. Por eso, desde el principio pusieron a san Agustn comotitular de muchas iglesias y conventos. Y es digno de notar cmosan Nicols, a los pocos aos de la Gran Unin, consideraba a sanAgustn como su padre espiritual y ste corresponda, aparecin-dosele con la Virgen Mara y velando por l y por la Orden.

    La nueva Orden comenz su andadura oficial con la bula delPapa Alejandro IV Licet Ecclesiae catholicae. De modo que pode-mos decir que, aunque el espritu agustiniano y la regla de san

    Agustn permaneci viva a lo largo de los siglos, la nueva Orden ensu forma actual ha sido fundada por la Iglesia por medio de losPapas el ao 1256.

    Ese mismo ao de la Gran Unin, la reciente Orden Agustinatena 150 conventos en Italia, Austria, Alemania, Suiza, Pasesbajos, Francia, Espaa, Portugal, Hungra, Bohemia e Inglaterra. Afines del siglo XIII, la Orden tena 400 conventos, distribuidos encasi todos los pases europeos, y contribuira en gran medida a la

    evangelizacin de Europa, de Amrica y, especialmente, deFilipinas.

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    En lo que toca a san Nicols de Tolentino, diremos que en supueblo de Castel Sant'Angelo haba una colegiata dirigida porcannigos regulares que llevaban la regla de san Agustn. Tambinhaba un convento de agustinos, que haba pertenecido a los

    ermitaos de Brttino. En este convento entr Nicols a los 14aos, hacia 1259, cuando todava sus integrantes, que eran unosdiez, tenan muy fresco su ideal de pobreza y austeridad. Hasta suentrada a la Orden en 1256, ayunaban todos los das menos losdomingos durante ms de medio ao, desde el 14 de setiembrehasta Pascua. El resto del ao ayunaban slo los mircoles yviernes.

    Se abstenan totalmente de carne y de grasa animal. El

    queso y los huevos slo podan comerlos tres das a la semana.Evidentemente, muchos de sus integrantes conservaran susantiguas costumbres de austeridad y de penitencia, que transmiti-ran a Nicols, y l las acept y las vivi, a pesar de tantos inconve-nientes que tuvo que soportar a lo largo de su vida, como veremos.

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    INFANCIA

    Naci Nicols en 1245 en Castel Sant'Angelo (Castillo del

    santo ngel) que hoy se llama Sant'Angelo in Pontano. En tiemposde nuestro santo, haba dos Comunidades religiosas. La Comuni-dad de San Salvador, de cannigos regulares de san Agustn, y laComunidad de agustinos nacidos de los ermitaos de Brttino.

    Los padres de Nicols se llamaban Compagnone Guarinti yAmata Gaidani, tal como dicen en su proceso de canonizacin susobrino carnal, Angeluzzo Guarinti, y Jacobo Gaidani, mdico ypariente cercano del santo1.

    El testigo Mancino del Forte que conoci personalmente a suspadres dice que eran personas de fe catlica y buenos cristianos,frecuentaban las prdicas, la misa y otras funciones religiosas. Seabstenan de hacer mal y obraban el bien. Se deca de ellos queeran buena gente, de buena vida, y no pecadores. Y yo que los heconocido puedo atestiguarlo2.

    Despus de varios aos de matrimonio, no podan tener hijos

    y su madre, queriendo tener hijos, invoc a san Nicols de Bari,llorando desesperada, y formul un voto, diciendo: Oh Seor mo,Cristo Jess, que lo puedes todo, mira a tu sierva con ojos de

    piedad y quita el oprobio de mi esterilidad y haz que sea fecundaen la casa de mi esposo, prometiendo ir a visitar su tumba3.

    A continuacin, segn su bigrafo Monterubbiano, se le apare-ce un ngel en sueos y le dice que vaya a cumplir su voto, porqueva a tener un hijo. Algunos autores no creen que este sueo sea

    real. De todos modos, lo que s hay que admitir es que sus padrestenan devocin a san Nicols de Bari y le pidieron a Dios un hijopor su intercesin y se lo concedi. Por ello, le pusieron el nombrede Nicols4.

    1Processo per la canonizzazione di san Nicola da Tolentino, Editado porNicola Occhioni, Roma, 1984, testigo 247, fol 197v y testigo 307, fol 231.2 Testigo 88, fol 94v.3 MonterubbianoPietroda,StoriadisanNicolada Tolentino, Biblioteca

    egidiana,Tolentino,2007,cap. I, p. 97.4 San Nicols de Bari naci en la mitad del siglo III en Licia (Turqua). Fuenombrado obispo de Mira y muri el 6 de diciembre, no se sabe de qu ao,

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    Nuestro mismo santo, hablando en confianza con su amigoBerardo Appillaterra, le dijo en una ocasin: Mi padre y mi madreme contaron muchas veces que, a pesar de no ser gente impartan-te ni ricos, sin embargo, queran tener hijos e hicieron un voto a

    san Nicols de Bari de que si naca un varn, lo haran religioso y,si era mujer, la haran religiosa. Y hecho el voto, fueron a visitar elsantuario de san Nicols. A su vuelta, mi madre me concibi segnme dijeron ellos. Y no vuelvas a preguntarme sobre este asunto nicomentes con nadie lo que te acabo de decir.5

    Pero Nicols no fue el nico hijo con que Dios bendijo a suspadres. Tuvieron, al menos, otros dos. Uno de ellos, Gentile, fueasesinado a traicin en 1272 y de l hablaremos ms tarde. Y el

    otro debi ser el padre de Angeluzzo que en el Proceso, dice sersobrino carnal del santo6. Fray Giovanuzvo dice que ciertas cosasde su familia se las cont un hermano del santo7, que no eraGentile; luego debe ser el anteriormente mencionado.

    Parece que Nicols fue un nio dado a las prcticas religiosasy de buena conducta. Asista a misa y ayudaba como aclito. Enuna ocasin vio al nio Jess en la hostia. As lo narra su bigrafoPietro de Monterubbiano: He sabido de un religioso que cuidaba al

    santo en sus enfermedades que, estando hablando sobre lainocencia de los nios, le dijo: Hijo mo, la inocencia se pierde conel paso de los aos. A pesar de ser tan pecador, como ves, cuando

    pero al menos despus del ao 325, pues parece que particip en el conciliode Nicea del ao 325. Despus de su muerte, hizo tantos milagros que llegmuy pronto a ser el patrono de todos los necesitados, de los pobres, de losnavegantes y, en especial, de los nios. Su culto se difundi en todo elimperio bizantino y lleg tambin a Italia y Europa central. Se le conocacomo un gran taumaturgo y bienhechor del pueblo.De sus reliquias sala un lquido llamado el man de san Nicols. En el sigloXI, cuando Licia fue ocupada por los turcos, los habitantes de Bari (Italia)consiguieron llevarse sus restos a Bari el 9 de mayo de 1087. Actualmentese encuentran sus restos en la cripta de la nueva iglesia.La tradicin popular lo representa con el rostro de un anciano de barbablanca que lleva regalos a los nios en la noche de Navidad. En los pasesnrdicos se le llama santa Claus (corrupcin de san Nicolaus) y su figura seconfunde con la de Pap Noel.

    5 Testigo 16, fol 42.6 Testigo 247, fol 197v.7 Testigo 221, fol 177v.

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    disfrutaba de aquella edad inocente en la iglesia a la que sola ir,mientras el sacerdote celebraba la misa, en el momento de alzar elcuerpo del Seor, llegu a ver claramente con estos ojos a un niode aspecto hermossimo con una vestidura brillante, el rostro

    luminoso y una mirada llena de gozo, que me deca: los inocentesy justos estn unidos a m. Pero despus, llegando a la mayoredad, no tuve ms una visin tan feliz8.

    Mientras viva en su casa, daba pan a los pobres y,especialmente, a los nios pobres, antes de entrar a la Orden Ibacon gusto a la iglesia y tambin a la escuela a estudiar, como sifuera mayor. Nunca volva a su casa a comer antes de la hora detercia. Y la gente deca: Si Dios le da vida, ser un hombre bueno y

    santo9

    .Como era un nio inteligente, sus padres decidieron que fueraa estudiar en la escuela parroquial, a la que asistan algunos niosdesde los 7 aos. A partir de los diez o doce aos, iban a estudiar alas escuelas monacales, que eran solamente para los oblatos, esdecir, para los nios que deseaban ser religiosos, que vivan en elconvento. All estudiaban gramtica, lgica, filosofa y tambin algode la Biblia y de los Santos Padres, incluido el libro de las

    Sentencias del famoso telogo Pedro Lombardo.La escuela parroquial a la que asisti en su pueblo de Castel

    Sant'Angelo perteneca a la Colegiata de San Salvador, de loscannigos regulares de san Agustn. Uno de los sacerdotes, Donngel, se encargaba de esta escuela parroquial y les enseaba aleer y escribir, algo de nmeros y, sobre todo, doctrina y vidacristianas. Ya en ese tiempo, Nicols se distingua de sus compa-eros por su seriedad y responsabilidad.

    Dice Mancino del Forte que lo conoca muy bien y conversmuchas veces con l. Cuando iba a la escuela, no iba jugandocomo otros jovencitos. Y oy decir muchas veces al mismomaestro Don ngel, capelln de san Salvador, que Nicols era unbuen nio. Y que Nicols mismo deca a su maestro: Yo quiero serun fraile ermitao. Y el maestro le responda: Me agrada, porqueeres bueno y sers feliz10.

    8 Monterubbiano, o.c., cap. III, p. 103.9 Testigo 88, fol 95.10 Testigo 88, fol 95.

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    NICOLS RELIGIOSO

    Cmo decidi ser religioso? Como hemos anotado, pareceque desde muy nio sinti esa inclinacin. Pero la decisin de ser

    agustino, y no de otra Orden, fue as: Un religioso de la Orden de san Agustn estaba en el

    convento de Sant'Angelo. Era predicador y viva santamente,agradando mucho a la gente por su doctrina y su modo de vida.Estaba un da predicando en la plaza donde se haba reunido granmultitud y, entre otras cosas, dijo: No amis el mundo ni las cosasdel mundo, porque el mundo pasa al igual que su concupiscencia.

    Est afirmacin penetr tan a fondo en la mente delmuchacho que despus del sermn le pidi con insistencia al fraileque lo acogiera en el convento, porque deseaba dejar el mundo.De momento, el fraile no quiso admitir su peticin sin tener antes elconsentimiento de sus padres, no fuera que produjera tristeza loque deba producir alegra... Los padres acogieron con placer lavoluntad de su hijo y alabaron a Dios. Nicols fue recibido poraquel fraile y concluido el tiempo de prueba, emiti solemnementelos votos de obediencia, pobreza y castidad, siendo acogido entrelos profesos11.

    Segn Berardo Appillaterra, decidi ser religioso a los diez uonce aos12. Mancino del Forte, en cambio, dice que fue recibidoen el convento de los agustinos de su pueblo por el prior frayReginaldo y por fray Giunta13 a los 14 aos. El caso es que,despus de un tiempo de oblato o postulante, cuando ya tena 15aos cumplidos, fue enviado al noviciado al convento de sanGinesio.

    Y, cuando termin el noviciado, segn las costumbres de laOrden, hizo su primera profesin religiosa a los 16 aos en 1261.La profesin religiosa sera ms menos tal como se establecera enlas Constituciones ratisbonenses del ao 1290, en los artculos 115y 116. El Prior delante de la Comunidad comenzara, diciendo:Querido hermano Nicols, has terminado el tiempo de prueba. Hasexperimentado la austeridad de nuestra Orden y has sido como

    11 Monterubbiano, o.c., cap. IV, p. 105.12 Testigo 16, fol 41v.13 Testigo 88, fol 95v.

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    uno de nosotros en todos los actos. Ahora te toca escoger: o tealejas de nosotros y vas por tu camino, o renuncias al mundo y teentregas totalmente a Dios y a nuestra Orden. Sabes bien que,despus de tu entrega, no podrs liberarte del yugo de la obedien-

    cia a nuestra Orden por ninguna razn. Quieres, pues, consagrar-te a Dios y a nuestra Orden?

    S, padre, quiero.

    Seor Jess, que te has dignado poner el vestido de nuestramortalidad, te imploramos la abundancia de tu gracia para que tedignes bendecir este hbito religioso. Nuestros padres hanordenado que lo llevemos al renunciar al mundo como signo deinocencia y humildad. Que tu siervo Nicols, aqu presente, que lo

    llevar, pueda vestirse de Ti, que vives y reinas por los siglos delos siglos.

    Amn

    (Nicols) En el nombre de Dios. Amn. En el ao del Seorde mil doscientos sesenta y uno, el da 4 del mes de marzo, siendoPapa Alejandro IV, yo Nicols de Compagnone, del CastelSant'Angelo, de la dicesis de Fermo, delante de ti padre Robertodei Giberti, prior de la casa y de la iglesia de san Agustn en sanGinesio, pongo las manos sobre el altar como seal deofrecimiento y entrega de mi persona y de mis bienes con el fin deobtener la remisin de todos mis pecados y los de mis padres con

    plena y espontnea voluntad. Me ofrezco con todos mis cosas aDios, a san Agustn y a ti, padre prior, que me recibes enrepresentacin de la Orden y prometo obediencia y castidad segnla regla de san Agustn.

    (Prior) Y yo, padre Roberto dei Giberti, en representacinde la Orden, te recibo a ti, fray Nicols de Compagnone, al pan y alagua, como profeso y hermano del mismo modo que los otros de lamisma Orden14.

    14 Esta frmula est tomado de un pergamino del archivo de san Nicols de

    Tolentino (N 15), en el quese reporta la profesin de fray Vagni de Fiore, con fecha 28 de febrero de

    1309.

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    NICOLS SACERDOTE

    Despus de terminar su estudios superiores de teologa, fueordenado sacerdote en Cingoli, quizs el ao 1270; algunos dicen

    que en 1273 1274. El consagrante fue el obispo de simo, quelleg a ser santo, san Benvenuto de Scotivoli, que en ese tiempotendra unos 85 aos.

    Siendo joven sacerdote, estuvo en diferentes Comunidadescomo en Valmanente Recanati, Fermo, Sant'Elpidio... Algunosdicen que el motivo era, porque iba temporalmente a predicar laCuaresma o a pedir limosna por las casas de los alrededores,como hacan algunos frailes de las llamadas, por eso, rdenes

    mendicantes. Lo cierto es que, ya desde entonces, destacaba entresus hermanos, pues hay seguridad de que, al menos durante unao, fue maestro de novicios en sant' Elpidio, como afirma frayGuillermo a sus 56 aos en el Proceso, asegurando que Nicolsfue su maestro de novicios en ese lugar15.

    Tambin se sabe que estuvo en un captulo de la Orden en elque se reunan los priores y algunos delegados. Como l pareceque nunca fue Superior, quiere decir que fue delegado, enrepresentacin de los hermanos de su Comunidad. Esto lo asegurafray Angelo, monje del convento de santa Mara de san Ginesio,cuando dice que lo conoci en san Ginesio, cuando lleg para elcaptulo de la Orden16.

    Pietro de Monterubbiano, que era profesor de filosofa yteologa, hombre muy culto y acostumbrado a ensear en latn yque lo conoci personalmente escribi su biografa, publicada en1326. En ella nos dice que, siendo joven sacerdote, tuvo unatentacin contra su vocacin. Tena un primo suyo que era prior enun convento de cannigos regulares, quienes llevaban una vidamenos austera que la de Nicols en su convento; y el primo leanimaba a dejar la Orden para entrar en su Congregacin.

    Veamos cmo lo narra literalmente: El envidioso y antiguoenemigo trat de engaar al hombre santo en los luminosos

    principios de la santidad por medio de un primo suyo. Este primo

    suyo era prior en un monasterio cerca de Fermo, llamado Santa15 Testigo 217, fol 169.16 Testigo 106, fol 113.

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    Mara di Giacomo. Viendo su primo la pobreza, la penitencia y lasprivaciones del santo, se afligi y, compadecindole, le dijo:

    Por qu debes soportar tanta miseria? La vida en tu Ordenes muy pobre y no podrs cumplir los austeros preceptos de la

    Regla. Piensa en tu juventud y en la comodidad de estemonasterio. No soporto ms verte en tanta miseria, siendo tanjoven.

    Al darse cuenta de la tentacin, tom como defensa unadevotsima oracin en la iglesia del monasterio... De pronto, enaquella iglesia y en aquel lugar donde oraba, se le presentan veinte

    jvenes, alineados en dos coros, vestidos de blanco, con rostrosresplandecientes, exclamando todos juntos con voz potente:

    En Tolentino, en Tolentino, en Tolentino est tu destino.Permanece en la vocacin a la que has sido llamado y en ellaencontrars la salvacin.

    Nicols comprendi en su espritu que no eran hombres, sinoespritus celestes, como l mismo confes mucho tiempo despusa los hermanos con simplicidad, revelando que morira en Tolenti-no...

    A continuacin, segn el orculo celeste, se dio prisa en llegara Tolentino17.

    Ms o menos a los treinta aos fue destinado al convento deTolentino, en el que permanecer los ltimos treinta aos de suvida, hasta su muerte. La Comunidad de Tolentino era una Comu-nidad de estudio y formacin, y deba ser numerosa y ejemplar. Yall llev una vida de continua oracin, de penitencia, de estudio yde accin social. Podramos resumir sus actividades en cuatro

    puntos importantes: misa, confesiones, predicacin y visita apobres y enfermos.

    ORACIN

    Los das que no tena obligaciones especiales de ir a visitarenfermos o dar limosna a los pobres ni lo solicitaban para confesar,

    se dedicaba por entero a la oracin y al estudio. Como dice un17 Monterubbiano, o.c., cap. VI, p. 113.

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    testigo: No saba lo que era perder el tiempo18. Senta tan cercanala presencia de Dios y lo amaba tanto que, para l, la oracin eracomo el respirar, una actividad permanente del alma. Oraba entodas partes, en la celda, en la iglesia, en el oratorio, en la

    sacrista, en el refectorio (comedor), en el claustro

    19

    .Monterubbiano afirma: Era tan asiduo a la oracin que rezabasiempre, desde las Completas al canto del gallo, desde Maitineshasta la maana, despus de la misa (a menos que hubieseconfesiones) hasta la hora de tercia y, despus de nona (salvoobligaciones de la obediencia), hasta vsperas. Y esto adems delas horas establecidas en la Comunidad, en las cuales era el

    primero. El lugar de sus oraciones no era slo el oratorio junto a

    uno de los altares, sino tambin su pequea celda donde colocabados piedras (losas). Sobre una se arrodillaba y sobre la otraapoyaba sus brazos, cuando estaba cansado20.

    Berardo Appillaterra, su amigo, dice que vio esas dos piedraso losas sobre las que se postraba para orar21. Mancino del Forteafirma que un da entr en su celda y encontr un saquito de habasdonde se arrodillaba, cuando oraba y, despus, lo esconda paraque nadie lo viera. Y, al verse descubierto, le dijo: Djalo y no digas

    nada a nadie que el padrenuestro debe decirse en secreto22

    .

    PENITENCIA

    Todos los testigos sin excepcin hablan de su espritu depenitencia. Usaba siempre vestidos speros, no nuevos nidelicados, y l mismo se los remendaba. Su bigrafo dice: Se sabe

    con seguridad que durante 30 aos no comi nunca carne nihuevos ni pescado ni queso, frutas o alimentos con grasa, estuvie-ra sano o enfermo. Una vez, estando enfermo y preocupndose loshermanos de su debilidad, llamaron a los mdicos en contra de suvoluntad, porque l pona su esperanza en su mdico Jess. Losmdicos le aconsejaron que, al menos, comiese las carnes ms

    18 Testigo 9, fol 31v.19 Testigo 10, fol 33v.20 Monterubbiano, o.c., cap. VIII, p. 123.21 Testigo 16, fol 43v.22 Testigo 88, fol 96v.

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    ligeras, pero l no slo no quiso escuchar su parecer sino que losdespidi. Entonces, el prior se dirigi al prior general que, en esemomento, estaba en el convento y le pidi que le ordenase seguirel consejo de los mdicos.

    El prior general lo visit y le mand comenzar a comer carne.El santo no poda sustraerse a la obediencia; pero, al mismo tiem-po, buscaba cmo rechazar la carne. Llama al padre prior y le dice:

    Padre prior, es necesario absolutamente obedecer. Lo heprometido...

    Entonces, segn el mandato mdico, le prepararon carne y losenfermeros con el prior se la llevaron para comer. Puesto entre elvicio de la gula y el de la desobediencia, como entre dos peligros,

    el santo tuvo una batalla interior y, al fin, acept un pequeopedacito de carne para decir inmediatamente:

    He obedecido, no me atormenten ms con el vicio de lagula.

    Nicols se mantuvo firme al consejo del mejor de los mdicos,el mdico celeste: Jesucristo. Jess lo san rpidamente de aque-lla enfermedad con los acostumbrados alimentos privados de grasa

    y sin tomar medicinas.Cuando no estaba enfermo, coma los lunes, mircoles yviernes slo una vez al da, a pan y agua, y los sbados en honorde la Virgen Mara23.

    Normalmente, coma slo verduras y legumbres. Por lo cual, lemolestaban mucho sus hermanos que, buscando su bien, le exi-gan comer carne y otras cosas sabrosas, pues le vean con caraplida.

    Un testigo asegura que, un da, al sacarle el calzado, le viouna grave herida en la pierna, y le dijo: Por qu no te haces curaresta herida? Y fray Nicols, respondi con mucha paciencia:Djala, djala, hijo, que Dios la sanar24.

    Berardesca, hija de Berardo Appillaterra y esposa de AntonioTomasi, dijo que su madre Margarita le tena mucho afecto a sanNicols y, durante los dos ltimos aos de su vida, estando enfer-mo le haca llevar con ella cosas de comer, pero nunca carnes. En

    23 Monterubbiano o.c., cap. VII, pp. 115-117.24 Testigo 266, fol 207v.

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    cierta ocasin, hizo un pan con harina y le puso tocino. Pero l sedio cuenta y le dijo:

    Quiere tu madre hacerme perder el alma? Son ya 45 aosque no como carne y no comer. Y el pan se lo dio a otro religioso

    enfermo. Y eso mismo haca cuando le llevaban alguna cosabuena y sabrosa25.

    El maestro Toms Bartolucci de Tolentino dice que lo viomuchas veces enfermo, siempre paciente y benigno y nunca lo vioquejarse ni murmurar. Y cuanto ms arreciaba el mal, ms alababaa Dios, diciendo: Te Deum laudamus (Te alabamos, Seor)26.

    Dorma en un jergn de paja sin almohada y, a veces, sepona una piedra a la cabecera, no usaba manta sino que se cubra

    con su propio manto27. Normalmente, dorma desde las 11:00 pm.hasta las 2:00 am, unas tres o quizs cuatro horas como mximo.

    Por otra parte, fray Mateo de Monte Ulmi dice que todas lastardes senta que se disciplinaba y que lo haca para entregarsetotalmente a Jesucristo28.

    Muchos de los testigos hablan de que se golpeaba con ltigosde cuero o con cadenas de hierro para as dominar su carne ydefenderse mejor de las tentaciones; pero, sobre todo, como dicemuy bien fray Mateo,para amar cada da ms a su Seor Jesucris-to. San Nicols no haca penitencia slo pare dominar su cuerpo.No. Haca penitencia para amar ms Dios y a los dems. Para lera el apostolado del sacrificio. Es interesante cmo algunostestigos hablan de que impona a sus penitentes muy poca peniten-cia despus de confesarse y que l se ofreca a hacerla por ellos.

    A este respecto, dice la seora Aldisia de Tolentino que

    siempre lo vea plido. En la confesin atraa a los pecadores,confortndolos y animndolos a no pecar ms, ofrecindoles hacerpenitencia por ellos29.

    Fray Leonardo de Montefalco atestigua: Era muy paciente ensus enfermedades, era caritativoysecompadeca de los defectos yenfermedades de los dems, alegrndose de sus consuelos. Era

    25 Testigo 84, fol 87v.26 Testigo 267, fol 209v.27 Testigo 88, fol 94.28 Testigo 368, fol 253v.29 Testigo 91, fol 99v.

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    muy benigno y humano en su conversacin con los hermanos ymuy obediente, tanto al prior al que estaba obligado sino tambin atodos los hermanos del convento30.

    Fray Angelo de santa Vittoria, que fue su prior cuando muri

    en Tolentino, dice que mientras l fue prior nunca le mand algoque no le obedeciera de inmediato, dicindole: Con gusto31.

    El mismo prior afirma que lo vio muchas veces gravementeenfermo y nunca se quejaba de sus variadas y muchas enfermeda-des. Se sabe que tena una grave herida en la pierna, padeca degota, de fiebres continuas, de venas varicosas

    Todo lo que sufra, al igual que sus penitencias, lo ofreca porla salvacin de los dems. Su vida estaba llena de Dios y de amor.

    Por eso, era tan mortificado y penitente. Todo por amor.

    AMIGO DE POBRES Y ENFERMOS

    Nicols era un hombre sencillo y cercano. Le agradaba hacerfelices a los dems. Y buscaba la manera de hacerlo, espe-cialmente con los ms pobres y necesitados. Un cario especial

    tena tambin por los enfermos. Y era muy paciente con los que loimportunaban a cualquier hora para confesarse o para que rezarapor su curacin.

    Dice su bigrafo: Visitaba a los enfermos, compartiendo conellos todo lo bueno y til que poda tener o conseguir. Tena tanta

    piedad con ellos que, encontrndose en una oportunidad l mismoincapaz de caminar sin bastn, no dejaba de visitarlos, consolandoa los enfermos. A todos, sanos o enfermos, no se cansaba de

    predicarles y anunciarles la admirable dulzura de la Palabra deDios. Confortaba a los dbiles en el espritu. Cuando oraba, ayuna-ba o celebraba misa, derramaba lgrimas por los muchos pecado-res que se confesaban con l para que fueran liberados de lastinieblas de sus pecados. Amaba a los pobres y los alimentaba conla palabra y con la fe, procurndoles vestidos y alimentos32.

    30 Testigo 3, fol 27.31 Testigo 10, fol 33v.32 Monterubbiano, o.c., cap. IX, p. 125.

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    Corrado de Urbisaglia, capelln de la iglesia de san Lorenzode Culmurano, dice que lo conoci durante 15 aos y nunca lo vioirascible, siempre lo vea benigno y paciente. Era caritativo ymisericordioso visitando con gusto a los enfermos. Les hablaba de

    la Palabra de Dios y oraba por los pecadores que se confesabancon l y ayunaba y celebraba la misa por ellos. Era consuelo de lostristes y pona paz a los que estaban en discordia. Era modesto, noera mezquino ni envidioso ni apasionado y hua de los escndalos,no era soador sino sabio y discreto, no era avaro ni negligente, yera muy obediente a su prior33.

    Fray Guillermo de Montelparo nos cuenta que, estando lenfermo era visitado y confortado cada da por el padre Nicols y

    as quedaba muy consolado34

    .Filippa y Cecca de Ugolino dicen en el Proceso: Una maana,al despertarnos, nos dimos cuenta de que nuestro padre tena unagrave enfermedad, tena parlisis del lado izquierdo y no podamover ni el pie ni la mano y haba tambin perdido la vista del ojoizquierdo. Los mdicos no pudieron hacer nada. Entonces, nuestro

    padre nos suplic:

    Mandad llamar al padre Nicols, que es un santo. Si viene,

    me curar.Pero el padre Nicols estaba enfermo. Vino con la ayuda de

    un bastn y apoyndose en otro hermano. El padre Nicols le dijo:

    Esta es una visita que te hace el buen Dios para bien de tualma, porque el Seor te ama y, por esto, te ha probado. Ten buennimo y sers curado.

    Le hizo la seal de la cruz, bendiciendo el lado paralizado y,

    de pronto, nuestro padre comenz a mover la mano y el pie, abriel ojo y, al poco tiempo, estaba perfectamente curado35.

    Estando enfermo el padre Nicols lo visitaban otros enfermosy l los reciba con paciencia y una sonrisa. Puccio de Giovanni deTolentino dice: Un ao antes de la muerte del padre Nicols tuve

    33 Testigo 173, fol 153.34 Testigo 154, fol 139v.35 Testigo 93, fol 102; 94, fol 103.

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    unas fiebres tercianas y estaba muy angustiado por la sed que meabrasaba. Entonces, mi padre me dijo:

    Hijo, vamos al padre Nicols para que ruegue a Dios por ti.

    Fuimos a san Agustn y entramos en su celda, cuando estaba

    gravemente enfermo. Mi padre le dijo: Padre Nicols, ruega a Dios por este hijo mo que tiene

    fiebre y una sed ardiente.

    Andad con el Seor y con la bendicin del buen Dios.

    Apenas nos alejamos, ces la fiebre36.

    El seor Francesco de Burgiano afirma que todos los hombresde Tolentino le tenan devocin y respeto por su buena vida y su

    buena conversacin. Nunca deca palabras ociosas y siempre quehaba discordias trataba de poner paz. Visitaba a los enfermos,especialmente a los pobres. A los ricos iba, cuando era llamado;

    pero a los pobres, aunque no fuera llamado. Y procuraba que losricos le dieran limosnas para los pobres y para quienes se avergon-zaban de pedir37. Nucio de Ruggero de Sant'Angelo dice queayudaba en Tolentino a ms de cien pobres38. Hay que anotar queTolentino era un pueblo de unos 2.000 habitantes y hablar de cien

    pobres o familias, era como decir que ayudaba a todos los pobresde Tolentino.

    La seora Nina dice: Todo lo que le ofrecan de bueno paracomer, no lo coma l, sino que lo enviaba a los pobres enfermos39.

    Fray Natimbene de san Severino afirma que, en ocasiones,echaba agua fra a la comida antes de comerla. Y era muy solcitoen dar limosnas a los pobres y muchas veces le recomendaba al

    prior que las diera40.

    Normalmente, nunca sala de casa, sino cuando iba a pedirlimosnas para la Comunidad o cuando iba a visitar y consolar a lospobres y enfermos, lo que haca con mucho gusto41.

    36 Testigo 82, fol 85.37 Testigo 14, fol 38.38 Testigo 266, fol 208.39 Testigo 95, fol 103v.40 Testigo 9, fol 31v.41 Testigo 9, fol 32.

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    En una ocasin, la seora Risabella de Belforte le dej entestamento, para que rezara por ella, 25 liras de Ravena, que erauna cantidad respetable; y l la reparti toda a los pobres42. Qualegra para Nicols poder alegrar y hacer ms feliz la vida de los

    dems!Tambin se preocupaba de los problemas familiares,poniendo orden y paz. Cuando saba que alguien viva enconcubinato, intervena para que se casaran por la Iglesia. Muchosque as vivan regularizaron su situacin por sus consejos43.Giovanna de Angeluzzo Paoli de Tolentino dice: Estaba muyangustiada y atribulada, porque mi esposo me traicionaba. Melament con fray Nicols. l fue a hablar con mi esposo y le dijo

    que estaba haciendo mal. Desde ese momento, hubo plenaconcordia entre nosotros44.

    Algo muy importante que recalcan todos los testigos delProceso es que era un hombre de bonae conversationis, de buenaconversacin, y esto no se refiere solamente a que hablaba decosas buenas y santas, sino que tena buen trato y era amable contodos, sonriente y con sentido del humor.

    SENTIDO DEL HUMOR

    Corrado de Urbesaglia cuenta en el Proceso que conoca muybien a fray Nicols, pues iba frecuentemente a visitar el conventopor ser amigo de la Comunidad. Un da comi junto a fray Nicols yvio que no coma carne ni queso ni huevos y ni siquiera beba vino,mientras que los dems, incluido el testigo, s lo hacan. El testigo

    por cortesa, ech en el vaso de fray Nicols un poco de agua parabeber y fray Nicols le dijo:

    No puedo confiar en ti, por qu me engaas? Pusiste vinoen lugar de agua.

    A continuacin, le hizo probar lo que haba echado en su vasoy se dio cuenta de que era vino y no agua.

    42 Testigo 271, fol 214v43 Testigo 226, fol 188v.44 Testigo 133, fol 192.

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    Otro da, comiendo de nuevo junto a fray Nicols, ech apropsito agua en su vaso a ver si se converta en vino como lavez anterior. Despus, quiso probar si era verdaderamente vino yas era en efecto. Al pedir una explicacin a fray Nicols, ste le

    dijo que no lo dijera a nadie

    45

    .En este caso, no sabemos si admirar el milagro o su sentidodel humor. Fue realmente un milagro? Alguien le cambi el vasode agua por vino? O fue simplemente un milagro para rerse consu amigo y tomarle una broma? Lo cierto es que un santo tanhumano y sencillo como Nicols, que tena tantos amigos aquienes en confianza era capaz de contar cosas tan personalescomo la visin del nio Jess en la hostia o los ataques del diablo,

    ciertamente es un santo que se alegraba con las alegras de losdems y se rea con ellos y poda hacer bromas sanas y tenasentido del humor.

    Otro ejemplo nos lo cuenta Monseor Berardo de Varano,obispo de Camerino, quien afirma: A lo largo de la vida, he ododecir a muchos frailes de la Orden de san Agustn que dicho frayNicols no coma carne y era un hombre de gran abstinencia. Yque un da le presentaron dos perdices cocinadas para que las

    comiera y Nicols les dijo a las aves: Seguid vuestro camino.

    Y las perdices echaron a volar46. Sucedi realmente as?Fue un milagro? No podemos asegurarlo. Lo cierto es que estasancdotas y otras ms se comentaban entre los frailes y los laicos.

    Berardo Appillaterra cuenta que un da el mdico le habamandado comer carne y l mismo se fue a ver al padre provincial aTreia, hacindole firmar una carta para que, en virtud de santaobediencia, fray Nicols comiera carne durante la enfermedad quetena. Berardo lleg a Tolentino y lo salud:

    Cmo ests, padre Nicols?

    Estoy bien, pero no te alegres. Piensas que has hechouna gran cosa?

    De qu hablas?

    45 Testigo 173, fol 152.46 Testigo 327, fol 241.

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    mucho en el servicio de la Iglesia y les diese buena comida paraque pudieran vivir con alivio... Cuando venan forasteros, igualmen-te me peda que los honrase y los proveyese de alimento y bebidamejor que a los otros50.

    En una ocasin, multiplic la harina de una familia pobre comorecompensa de su generosidad. Nos lo cuenta su bigrafo: Ibapidiendo limosna para la Comunidad y lleg a casa de un talRaynaldo que era pobre. Este hombre acostumbraba comprar unsaco o medio saco de trigo, segn sus necesidades de vez encuando. Despus planificaba con su esposa cunto deba durar eltrigo para preparar el pan. Una vez compr un saco de trigo y laesposa le dio al santo un poco del pan hecho con la harina de

    aquel trigo. El santo bendijo a la bienhechora, dicindole: Dios multiplique la harina que conservas, porque siendopobre me diste con amor esta limosna Llegado el tiempo en quedeba hacer el pan, la seora fue a buscar el saco que habadejado a medias y lo encontr lleno y dio gracias al Salvador quehaba dado a fray Nicols tanta virtud. Pero la seora ocult elhecho a su esposo. Llegado el tiempo en que la harina deba estar

    para terminarse, Raynaldo pregunt a su esposa sobre la neceis-

    dad de comprar trigo. Pero ella no le respondi, aunque le hizo lapregunta varias veces. Entonces, l le pidi que le respondiera. Yella, no pudiendo contenerse, lo llev a la despensa llena de harinay le cont lo que haba sucedido51.

    Este y otros muchos milagros que Dios hizo por su intercesindurante su vida, era para l una manera de hacer caridad y hacerfelices a los que le rodeaban. Senta compasin de la gente,cuando la vea sufrir. Sin embargo, por humildad procuraba desviar

    la atencin para que no dijeran que era un santo y haca milagros.A veces, les haca encomendarse a la Virgen o a san Agustn o aotros santos para indicar que eran ellos y no l, el que intervena enlos milagros. Veamos algn caso.

    Berardesca Appillaterra dice: Mi hermano Nicoluzzo tenacontinua fiebre y no poda hablar desde haca tres das. Nicolsvino a la casa a visitar a mi madre y, al ver al nio en aquellascondiciones, le dijo a mi padre y a mi madre:

    50 Testigo 9, fol 32.51 Monterubbiano, o.c., cap. X, p. 141.

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    Este nio est moribundo, ofrecedlo a san Antonio y sercurado por Dios por intercesin de este santo, ofreced a la iglesiade san Antonio de Tolentino tanto grano cuanto pesa el nio y loconsagris a san Agustn y a su Orden para que sea religioso de

    esta Orden.La madre hizo el voto segn le aconsej el padre Nicols. ltoc al nio, lo bendijo y, de inmediato, comenz a hablar y pidide comer. La fiebre lo dej y se levant de la cama. Entonces, el

    padre Nicols dijo a mi madre:

    Has visto lo que ha hecho san Antonio al curar a tu hijo?Tened fe en los santos y sed sus amigos52.

    La misma Berardesca declara: Tena una hermana llamada

    Cecca que tena una grave enfermedad en la garganta, que estabamuy inflamada. Los mdicos queran hacerle incisiones. El padreNicols estaba muy enfermo en cama. Mi madre la llev al conven-to y Nicols le dijo:

    No ests triste, doa Margarita, ten confianza en Dios y ensan Blas. Tu hija se curar sin incisiones y sin mdicos. Llvala a laiglesia de san Blas y dale tres ofrendas.

    Mi madre, siguiendo su consejo, la llev a la iglesia de sanBlas. Rez por la curacin de su hija y ofreci una vela, un huevo yunas monedas. De all regresamos donde el padre Nicols, quientoc a la enferma, la bendijo y la despidi, diciendo:

    Id con Dios y no dudis de que esta nia, con la bendicinde Dios y la intercesin de san Blas, ser curada. Al da siguiente,se levant sana53.

    Muchas veces, cuando contaba algo muy personal o cuando

    descubra algn secreto o haca un milagro, sola recomendar queno lo dijeran a nadie. No le gustaba que lo alabaran, prefera que loconsideraran un pobre fraile, bueno y amigable, pero no unsanto.Ante todos se presentaba humilde y sencillo en su vestir, en sucomportamiento, en su conversacin, en la acogida a todos sindistincin y caminaba con su rostro angelical, lleno de bondad,amor, alegra y paz.

    52 Testigo 84, fol 89v.53 Testigo 84, fol 88.

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    NICOLS CONFESOR

    El ao 1215 el concilio IV de Letrn estableci comoobligatoria la confesin una vez al ao de todos los mayores de 14

    aos. San Nicols fue de los que ms promovieron esta prctica.La confesin era para l una de sus principales actividades pasto-rales. Siempre estaba disponible para confesar, especialmente,cuando acudan a l en masa en tiempo de Cuaresma y SemanaSanta. En este tiempo, ayunaba a pan y agua54 y confesaba todoslos das, casi todo el da, no yendo a comer hasta la tarde55.

    Era tanto su celo por la salvacin de las almas que no medael tiempo ni el sacrificio. Adems, aunque haba otros sacerdotes

    para confesar, todos los hombres se confesaban con gusto conl56. Era multum attractivus (muy atractivo), es decir, atraa a los

    pecadores, los consolaba y se ofreca a hacer penitencia en sulugar57.

    Y para que los pecadores no dudaran de la misericordia deDios, daba una pequea penitencia por un gran pecado. Le basta-ba con que los penitentes tuviesen contricin de corazn58. Y eratan amable y bondadoso que, segn dice la seora Jacopa,cuando se confesaba, le pareca estar junto a un ngel59.

    La seora de Mandredo declara: Era tan benigno y humildecon las personas que se confesaban con l que todas salancontentas y consoladas como era voz comn. Yo misma iba aconfesarme con l y sala muy contenta60. Atenda con amor ypaciencia a los penitentes. Y todo el pueblo de Tolentino se confe-saba con l por la gran estima que la gente le tena. Esto suceda,sobre todo, en Cuaresma, en cuyo tiempo se dedicaba totalmentea este ministerio61. Pero en cualquier momento estaba disponible alo largo del ao.

    54 Testigo 265, fol 205v.55 Testigo 10, fol 33v.56 Testigo 14, fol 38.57 Testigo 91, fol 99v.58 Testigo 14, fol 38v.59 Testigo 83, fol 86.60 Testigo 100, fol 108v.61 Testigo 245, fol 197.

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    Cuenta la seora Cecca de Ugolino: Un Jueves Santo queraconfesar a fray Nicols un pecado que haba cometido muy secre-tamente y que no quera confesar a otro sino a l, pero un fraile dela Comunidad, fray Simone de Tolentino, me dijo: Si quieres,

    confisate con otro. Nicols no est disponible, porque estindispuesto.

    Le respond: Estar aqu hasta que pueda confesarme con lo regresar, pero no me confesar con otro. Y he aqu que,mientras lo deca, viene Nicols con su bastn sin que nadie lehubiese avisado. Me llam y, con espritu de profeta, me dijo:

    T te avergenzas de confesar el pecado que has cometi-do. No debes tener vergenza. T has hecho tal pecado. Y me

    revel el pecado que de verdad haba cometido antes de que lodijese. Y ese pecado ninguno poda conocerlo sino Dios62.

    Imaginemos la iglesia de los padres agustinos de Tolentino.Haba una fila enorme para confesar y casi nadie quera confesarsecon los otros sacerdotes y l confesaba a todos sin quejas, poramor y con paciencia. Para l confesar era una prioridad y, por eso,postergaba la comida, el descanso o cualquier otra cosa, porque lasalvacin de las almas era ms importante que todo los dems. Le

    daba tanta importancia a la confesin que el mismo se confesabatodos los das antes de celebrar la misa. Y atenda tambin a otroshermanos de la Comunidad que deseaban confesarse con l y reci-bir sus consejos. Y muchas veces, si se olvidaban, les deca suspecados, pues tena el don de discernimiento de espritus.

    NICOLS PREDICADOR

    Otra de las actividades importantes de su vida fue lapredicacin. Este era un oficio que no podan ejercer todos lossacerdotes, sino aquellos que estaban aprobados. Segn lasConstituciones de los agustinos, deba ser un religioso probo ysuficientemente letrado. El captulo provincial nombraba a doslectores para examinar a los que queran ser predicadores. Sloellos podan predicar. Si alguno se atreva a predicar sin permiso

    62 Testigo 95, fol 104.

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    por cada vez que lo haga, ayunar a pan y agua tres das a lasemana sin remisin alguna, sentado en medio del comedor63.

    Ser predicador significaba ser suficientemente letrado y

    preparado. l lo era y lea frecuentemente la Palabra de Dios. Poreso, a sanos y enfermos no se cansaba de predicarles yanunciarles la admirable dulzura de la Palabra de Dios64. Y eltestigo Corrado de Urbisaglia, presbtero, dice que visitaba congusto a los enfermos y les hablaba de la Palabra de Dios65.Predicaba especialmente en Cuaresma y la gente quedaba conten-ta, porque hablaba con convencimiento y experiencia de las verda-des eternas de la fe.

    Un tal Rodolfo de Camerino afirma: He visto a Nicols muchasveces, cuando predicaba. Era humilde y benigno. Yo, con otros

    jvenes, organizaba torneos durante su predicacin. Porque, cuan-do predicaba, el pueblo corra a orlo por la devocin que le tena ytambin iban muchas damas. Yo, siendo joven, organizaba lostorneos para atraer la atencin de las damas que iban a la prdica.Muchas veces, he perturbado su predicacin. Nunca lo he vistoalterarse como otros predicadores. Cuando iba a pedirle disculpas

    por el fastidio ocasionado, lo encontraba muy benigno y humildepara perdonarme a m y a mis compaeros. Afirmo que las perso-nas que asistan a sus prdicas salan muy satisfechas66.

    En sus prdicas, como buen agustino y gran amante de suPadre san Agustn, tambin procuraba mencionar textos importan-tes del santo fundador a quien amaba y conoca muy bien por susescritos.

    LA MISA

    La misa de cada da era su primer y fundamental apostolado.Como sacerdote, saba que la misa es la accin ms grande ysublime que puede realizarse en la tierra. La misa es obra de

    63 Constituciones 36, 360.64 Monterubbiano, o.c., cap. IX, p. 125.65 Testigo 173, fol 153.66 Testigo 28, fol 54v.

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    Cristo, pero para realizarla Cristo ha querido necesitar de la perso-na del sacerdote. El sacerdote y Cristo se hacen UNO en la misa.Por eso, Nicols viva su amor a Cristo y su unin con l del modoms ntimo posible en esos momentos.

    Nicols senta la necesidad de celebrar diariamente la misapara unirse a Cristo y ofrecerse con l por la salvacin del mundo.En la misa encomendaba a todos sus hijos, empezando por lospecadores, los pobres, los enfermos y tambin a los difuntos, demodo especial. Para l la misa era un verdadero apostolado. Y,antes de celebrarla, se confesaba cada da67.

    La seora de Manfredo dice: Cuando entraba en la iglesia,encontraba a Nicols que oraba devotamente y, muchas veces, he

    odo la misa que celebraba con tanta devocin que los presentesquedaban muy edificados68. Su amigo Berardo Appillaterra dice:Cuando celebraba la misa cada maana, derramaba muchaslgrimas, especialmente en el momento de la consagracin. Yomismo lo he visto muchas veces69.

    A pesar de que en aquel tiempo no era comn que los sacer-dotes celebraran misa todos los das y, aunque las Constitucionesslo mandaban asistir a la misa conventual, sin embargo, l no

    poda prescindir de unirse a Cristo y hacerse UNO con l en cadamisa; y as lo recomendaba a otros sacerdotes. Su prior Natimbenedice: Cada da celebraba la misa, estuviera sano o enfermo a noser que estuviese tan dbil que no pudiera levantarse de la cama.

    Antes de celebrar la misa, se confesaba y tanto en sus oracionescomo en la celebracin de la misa derramaba muchas lgrimas70.

    Grimaldesco de Lorcano, cannigo de la colegiata de sanSeverino afirma: Mientras fray Nicols estaba vivo, fui a estudiar

    leyes a Tolentino a la escuela del seor Pietro, doctor en jurispru-dencia. En la fiesta de santa Luca, fui a escuchar misa a la iglesiade san Agustn junto con un amigo. Mi amigo me seal un fraile yme dijo: Ese es fray Nicols, que es considerado un santo y al cualvienen los pecadores a confesarse. Escuchemos su misa.

    67 Testigo 7, fol 29v.68 Testigo 100, fol 108v.69 Testigo 16, fol 42v.70 Testigo 9, fol 31v.

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    Escuchamos la misa celebrada muy devotamente. Aquellamaana haba mucha gente en misa por la veneracin que letenan71.

    Y as como ha habido santos que se alimentaron durante aos

    slo de la comunin, as pareca que Nicols viva por un milagrode Dios, a pesar de comer tan poco, de hacer tanta penitencia yestar tan enfermo. Jess Eucarista era su mdico, su fortaleza ysu alimento diario.

    LA BENDICIN

    Algo caracterstico de san Nicols es el gran valor que daba ala bendicin. Toda bendicin es oracin para obtener dones deDios72. La bendicin sacerdotal es una oracin que obtiene de Diosmuchos beneficios en la medida de la fe del que la da y del que larecibe. Cuando el sacerdote dice: Que Dios te bendiga, tiene unpoder especial de intercesin ante Dios.

    La beata agustina Ana Catalina Emmerick (1774-1824) deca:La virtud de la bendicin sacerdotal penetra hasta el purgatorio y

    consuela como roco del cielo a las almas a quienes con fe firmebendice el sacerdote73. Desde que tengo uso de razn, disciernocon viva claridad lo que est bendecido (por un sacerdote) de loque no lo est; lo que es santo de lo que no lo es74.

    Raynaldo de Tolentino asegura que, cuando hablaba con lagente, los consolaba y les deca que tuvieran fe en Dios y, cuandole decan: Padre, denos la bendicin con la seal de la cruz, lresponda: Tened fe en Dios, porque la fe salva al hombre y Dios

    lo libera75.Normalmente, para conseguir los milagros de Dios, haca la

    seal de la cruz sobre los enfermos. El notario Giacomo de Tolen-tino dice que su esposa Dunzella tena flujo de sangre y no podaser curada por los mdicos. La llev a la celda de fray Nicols,71 Testigo 120, fol 120.72 Catecismo de la Iglesia N 1671.73Visiones y revelaciones, Ed. Guadalupe, Mxico, versin de Jos Fuchs, p.

    492.74 Ib. p. 493.75 Testigo 77, fol 77v.

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    cuando l estaba enfermo... Y la cur haciendo la seal de la cruzsobre ella, quedando sana, instantneamente76.

    La seora Nina afirma que cuando fray Nicols la bendecacon la seal de la cruz, se senta consolada y ligera como un

    pajarito77

    .

    Fray Giovanni de Montecchio, un anciano de la Orden,persona honorable y reconocido por la honestidad de vida y decostumbres, teniendo una hernia inguinal de la que le salan lasvsceras y no pudiendo soportar ms el dolor, llam a fray Nicols yle dijo:

    Por amor de la sangre derramada por Cristo, te suplico queno tengas vergenza de tocar este lugar que me duele. El santo,compadeciendo tanto dolor, toc aquel punto, haciendo la seal dela cruz. Y, al tocarlo, las vsceras entraron en su lugar natural ytodo qued compuesto y en estado normal78.

    Una mujer, hermana de fray Tommaso, lector de la Orden,llor tanto por la muerte de su hermano que se enferm de los ojosy no poda ver. Despus de haber descuidado toda atencin mdi-

    ca, le salieron unos tumores en los ojos. Conducida donde frayNicols, l comenz a llorar por la muerte del hermano y, movido apiedad, toc a la mujer despus de hacer la seal de la cruz y ledijo: Jesucristo mi Dios y Seor, tenga misericordia de tu tristeza yte devuelva la salud a tus ojos.

    La enferma se consol con esas palabras y sali de su celda.Entr en la iglesia y le pareci que sus ojos haban experimentadouna nueva claridad. Y comenz a decir a sus acompaantes:

    Mirad a ver si queda rastro de mis males. Porque antes era ciegay ahora veo. Ellos no encontraron rastros del mal. Por eso, ellasola volvi a su casa, alabando a Dios y al beatsimo Nicols79.

    La seora Servita afirma en el Proceso: Cuando era nia tenaun tumor en la garganta y mi madre me llev a ver a fray Nicols,rogndole que me tocara la garganta y me diera la bendicin con la

    76 Testigo 80, fol 82v.77 Testigo 95, fol 104.78 Monterubbiano, o.c., cap. X, p. 139.79 Monterubbiano, o.c., cap. XI, p. 143.

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    seal de la cruz. Y fray Nicols me toc y me hizo la seal de lacruz, diciendo:

    Vete en paz con la bendicin de Dios

    Y al poco tiempo qued sana80.

    Verdiana, de la ciudad de Tolentino, no poda ver a causa deuna enfermedad en los ojos. Llamaron a los mdicos y le hicieronalgunas punciones en la cabeza, pero en vez de mejorar,empeoraron las cosas hasta el punto de perder la sensibilidad y lacapacidad de movimiento de la cabeza. La angustia la llev abuscar una solucin espiritual. Y pens en fray Nicols. Llevadadonde l, mientras estaba celebrando la misa, comenz a pedirle agritos que rezara sobre su cabeza el padrenuestro y le hiciese la

    seal de la cruz. Ella deca: Espero que mi Dios por tus mritos me curar.

    El santo se avergonz de sus palabras de elogio y, obligadopor tanta insistencia, rez el padrenuestro y le hizo la seal de lacruz sobre su cabeza, dicindole:

    Vete segura, porque el Seor sostiene a los heridos yvuelve la vista a los ciegos.

    De pronto, recobr la vista y no sinti ms el dolor decabeza81.

    En su ltima enfermedad, muchos enfermos acudan avisitarlo. Una seora de nombre Blonda, hija del maestro Cambiode la parroquia de san Andrs de Tolentino, habiendo sufrido por15 aos de un dolorossimo mal de cabeza (tan fuerte que, aveces, no poda ni trabajar ni ver ni or) se acerc a l y con grandevocin le rog se dignase tocarle la cabeza. Nicols le hizo la

    seal de la cruz sobre su cabeza y ces todo dolor82.Para l bendecir era tan normal como sonrer. Era algo que le

    sala espontneamente de su corazn de padre amoroso quedesea lo mejor para sus hijos. Cuntas gracias recibiran a travsde su bendicin! Estoy seguro que les enseara a todos abendecir a los dems, como dice san Pablo: Bendecid y nomaldigis (Rom 12, 14). No devolvis mal por mal ni insulto por

    80 Testigo 235, fol 193.81 Monterubbiano, o.c., cap. X, p. 135.82 Monterubbiano, o.c., cap. XI, p. 141.

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    insulto; al contrario, bendecid, porque habis sido llamados a serherederos de la bendicin (1 Pe 3,8). Y les enseara a dar graciaspor los beneficios recibidos, como ensea el mismo Pablo: Benditosea Dios, Padre de Nuestro Seor Jesucristo, que nos ha

    bendecido con toda clase de bienes espirituales (Ef l, 3).Qu hermoso sera el mundo, si en vez de maldecir y hacerdao, todos diramos la bendicin a los dems! Porque, como diceel Catecismo de la Iglesia catlica: Todo cristiano est llamado aser una bendicin (para los dems) y a bendecir(No. 1669). Ojalaque nos acostumbremos como Nicols a bendecir a todo el mundoy decirle como saludo: Que el Seor te bendiga.

    EL DIABLO

    El diablo aparece frecuentemente en la vida de san Nicols, aligual que en la vida de otros muchos santos msticos. El diablo lomolestaba continuamente con ruidos o apariciones diversas e,incluso, le daba golpizas de las que, en ocasiones, tena que

    recuperarse, pasando algunos das en cama. Para Nicols esto eraparte de la lucha diaria contra el mal y todo lo ofreca con amor alSeor por la salvacin de los dems.

    El padre Gualtiero de San Severino nos cuenta: Una noche,Nicols se haba levantado a rezar. Quera ir a la iglesia, pero,estando cerrada, quiso entrar en la sala del refectorio (comedor)dondesobre lapuertaestaba pintada la imagen de un crucifijo. Enese momento, fue tirado al suelo. Yo y mis hermanos que descan-

    sbamos en el dormitorio, sintiendo gemir y gritar a Nicols, noslevantamos a socorrerlo y lo encontramos tirado, gravementeherido. No vimos a nadie y, por eso, cremos yo y mis hermanosque aquel dao se lo haba hecho el diablo83.

    Fray Giovannuzo fue encargado de servir de enfermero aNicols junto con Ventura, otro jovencito, ambos oblatos y de unoscatorce aos. Tena 34 aos, cuando fue testigo en el Proceso. Loatendi en los tres ltimos aos de vida y recordaba ciertos hechos

    extraordinarios. Dice: Yo no vi al diablo corporalmente, pero83 Testigo 4, fol 28.

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    muchas veces y en horas diversas he sentido el rumor de losgolpes y de la violencia que usaba contra el cuerpo de Nicols. Losbastonazos sucedan de noche, y en los tres aos que asist aNicols sucedieron muchas veces. No estuve presente a los golpes

    de la puerta del refectorio, porque haba ido a prender el fuegopara llevarlo al altar, pero cuando regres donde Nicols, quehaba regresado a su celda, me dijo con gran bondad: Hijo mo,aydame, porque tengo muchos golpes en el cuerpo. Todava, conla ayuda de la Virgen Mara, el diablo no me vencer... He visto losmoretones en su rostro, sobre las espaldas y en los brazos deNicols. A causa de ellos, debi estar en cama durante 20 das84.

    Berardo Appillaterra, sabiendo por su esposa que haba sido

    golpeado por el diablo, fue al convento y le habl al prior. Y el priorle orden de mostrarle las heridas. Entraron los tres en el refectorioy cerraron la puerta para que nadie ms pudiera ver. Nicolsobedeci y mostr las llagas de los golpes y le dijo a Berardo:

    Te ruego, Berardo, por amor de Dios y el amor que metienes, que no se lo digas a nadie85.

    El mismo Giovannuzo dice que un da fue Nicols a rezar aloratorio. All haba una lmpara, que era un gran globo de cuatro

    pintas de aceite, como se dice en lenguaje de Tolentino. El globoera redondo, de vidrio, y estaba sostenido por cadenas de hierrocapaces de sostenerlo. La lmpara estaba encendida delante de lacruz puesta en el acceso a la sacrista. El padre Nicols orabadelante de la cruz. De pronto, el globo cay sobre su cabeza, serompi en pedazos y los vestidos del padre Nicols quedaronllenos de aceite, sobre todo, la capucha. Yo estaba presente eneste suceso y fui a su celda a coger otra capucha y, cuando regre-

    s, encontr al padre Nicols que oraba y lloraba delante de la cruzy tena entre las manos el globo ntegro y encendido como antes,sin que se notara ninguna fractura86.

    El mismo testigo afirma: En la celda del padre Nicols habaun globo ms pequeo que el anterior que permaneca encendidode noche. Una noche, faltaba poco para el amanecer, un mesantes de su muerte, mientras yo estaba presente, apareci un paja-

    84 Testigo 221, fol 180.85 Testigo 16, fol 43v.86 Testigo 221, fol 179.

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    rraco en figura de un gaviln. Era grande y negro, y comenz avolar por la celda, batiendo sus alas sobre el globo encendido ydescribiendo giros en lo alto, emitiendo sonidos suaves. Oyendotales sonidos, el padre Nicols me llam y me dijo:

    Ven, ven, y sintate aqu cerca y no temas a estepajarraco, porque Dios nos ayudar.

    En ese momento, el pjaro levant el globo y lo dej caer,rompindolo en pedazos. Entonces, me dijo el padre Nicols:

    Llama a fray Buenaventura, que est en la celda contigua,e id los dos a encender una luz y la trais.

    Llam a fray Buenaventura y los dos fuimos por una luz yregresamos inmediatamente, porque no la encontramos. l sehaba levantado del lecho y se acercaba al globo para tomarlo en lamano. Y le sentimos murmurar:

    Oh beata Mara, por qu se ha roto el globo?

    Y vimos el globo que estaba ntegro, lleno de aceite y encen-dido. Entre la rotura y la recuperacin no pas ms de la recitacinde un avemara87.

    SUS TRES GRANDES AMORES

    Recorriendo la vida de san Nicols de Tolentino, podemosobservar repetidas veces su gran amor a Jess Eucarista. Nodejaba ningn da de celebrar la misa con mucha devocin y Abun-dantes lgrimas. Para celebrarla bien y poder identificarse ms conCristo, cada da, antes de celebrarla, se confesaba. Muchas veces,

    durante el da y en la noche se le vea orar delante del altar. Y suamor por Jess le llevaba a hacer cualquier sacrificio y penitenciapara consolarlo y ofrecerle continuas flores de amor.

    No es de extraar que Jess se le apareciera, sobre todo enel momento de su muerte, para decirle con agradecimiento: Siervobuenoy fiel, entra en el gozo de tu Seor.

    Por otra parte, aparece en su vida un gran amor a la VirgenMara. Fray Giovanuzzo (Juanillo) que le acompa como asistente

    87 Testigo 221, fol 180v.

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    los ltimos tres aos de su vida, dice que en las enfermedadesinvocaba a la Virgen y deca:

    Santa Mara aydame88. Tambin rezaba fuertemente laSalve y el Avemara en su primera parte, como rezaban entonces.

    l mismo cuenta que, ocho das antes de su muerte, mandcolocar una imagen de la Virgen, que siempre tena en su celda,ante su vista; para hablar con Ella ms fcilmente. Antes de morir,tambin se le apareci Mara con Jess y san Agustn.

    En otra ocasin, se le apareci Mara con san Agustn paraindicarle que pidiera un pan fresco y lo mojara en agua para reco-brar la salud, surgiendo as la costumbre de la bendicin de lospanes de san Nicols.

    El otro gran amor de san Nicols era su gran Padre sanAgustn, con quien lo representan muchos pintores, intercediendopor las almas del purgatorio, como si la Orden hubiera asumidoesta obligacin desde los tiempos de san Nicols. Adems,algunos lo pintan con un libro en la mano, que segn los expertoses la Regla de san Agustn, que tan perfectamente cumpli yense a guardar a sus hermanos, especialmente cuando eramaestro de novicios en Sant' Elpidio. Por otra parte, como predica-dor no slo predicaba la Palabra de Dios, sino tambin sacaba arelucir citas de san Agustn, a quien tan bien conoca y tantoquera.

    LOS PANES DE SAN NICOLS

    Dice su bigrafo Monterubbiano: Una vez, Nicols se enferm

    gravemente. El diablo quera arrastrarlo al tedio de la enfermedad,ya que no poda corromperlo con el vicio de la gula. El santo,descubriendo la tentacin, comenz a orar pidiendo la ayuda de laVirgen y de san Agustn. Mientras peda ayuda, se durmi. Ensueos se le apareci la madre de Dios, acompaada de san

    Agustn, envuelta en un admirable resplandor. El santo, mirando aMara, dijo:

    Qu ha sucedido, Seora, para que vengas a m tanesplndida, yo que soy polvo y ceniza?88 Testigo 221, fol 179.

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    Y ella le respondi:

    Yo soy la madre de tu Salvador, la Virgen Mara, que tantohas invocado junto a san Agustn, que est aqu junto a m.

    Despus, mostrndole con un dedo la plaza, le dijo:

    Manda all a alguna seora para que pida para ti un panfresco en nombre de mi hijo Jesucristo. Cuando lo hayas recibido,cmelo mojado en agua y recobrars la salud.

    Oh Virgen prudentsima, para mostrarle a Nicols cmo suabstinencia te era agradable a ti y a tu hijo, con los alimentos de laabstinencia (pan y agua) quisiste devolverle la salud.

    Y, despertando, llam a su ayudante y, callando la visin, lo

    mand al lugar que le haba sido mostrado para pedir un pan ennombre de Jesucristo. El ayudante recibi el pan fresco de unaseora, lo sumergi en agua y se lo llev para comer. l, hecha laseal de la cruz sobre el pan y tomando una pequea porcin,inmediatamente recibi el beneficio de una perfecta salud89.

    Aqu tienen su origen los famosos panes de san Nicols, quetodos los aos se bendicen en el santuario de san Nicols, enTolentino, el cuarto domingo de Cuaresma; y fuera de Tolentino, el

    da de su fiesta, el 10 de setiembre. El uso de estos panesbenditos, que ha curado muchos enfermos, comenz desde losprimeros aos despus de su muerte.

    Uno de estos milagros fue la sanacin del futuro rey deEspaa Felipe II, a los ocho aos de edad. Tena fiebres altas y fuesanado por intercesin de san Nicols, comiendo los panesbenditos que le haba dado el padre agustino Luis de Montoya que,en aquel tiempo, era prior del convento de Medina del Campo

    (Valladolid) y que ms tarde sera el restaurador de la provinciaportuguesa. La curacin del prncipe es narrada por el cronistaagustino Jernimo Romn90.

    89 Monterubbiano, o.c., Cap. VII, pp. 119-120.90 Tambin habla de este milagro M. Herrero en el tema Niez de Felipe IIen

    la revista Hispania 5(1945), pp. 309-311; Vase tambinAnalecta augustiniana 22 (1951-1953)

    98.

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    EL AGUA MILAGROSA

    El ao 1301 fueron al convento un tcnico, que deba excavarun pozo, y un maestro de obras, que estaba trabajando en la

    construccin del oratorio de san Agustn, actual Cappellone.El pozo se deba excavar en el claustro en lnea recta al muro

    que divida la sala capitular del oratorio. El pozo era necesario,porque faltaba agua en la Comunidad. Nicols haba recogidolimosnas para poder hacerlo. Parece que el maestro que excav elpozo no entenda mucho, pues si no hubiera estado Nicols,hubiera ocurrido un desastre y el muro del oratorio se hubieraderrumbado por la excavacin.

    Dice fray Ventura de Tolentino: El padre Nicols, con laslimosnas recogidas, quera hacer excavar un pozo en el claustrodel convento de Tolentino y, habiendo estado determinado con unacaa el lugar donde el pozo deba ser excavado, el padre Nicolstuvo miedo de que en aquel lugar no hubiera agua y, para que no

    perdiesen las limosnas recogidas, pidi a Dios de rodillas que lediese una seal de si en aquel lugar haba agua91.

    El caso es que por la caa que haba sido hincada en tierraen aquel lugar sali agua limpia y fresca. Pero el maestro, que

    pareca incompetente y que se llamaba Giovanni de Gnova, alexcavar mal, hizo deslizarse la parte ms cercana a las columnasdel claustro, amenazando as con la cada de los cimientos delclaustro y, por tanto, de toda la pared del oratorio de san Agustn.Todos los trabajadores presentes se asustaron, pensando que nohaba nada que hacer para salvar el pozo, el claustro y el oratorio.Pero, en aquel momento, llorando abundantemente, el padreNicols se arrodill y or al Seor:

    Seor, aydame para que la iglesia no se caiga,

    Apenas termin su oracin, termin el peligro92.

    Actualmente, en ese pozo hay una inscripcin en latn: Fonshic dupplici fulget miraculo. Quae nulla arte inveniri poterat, undasalubris Nicolai lachrymis, ac orationibus effluxit, eodem orante

    paries qui ineffodiendo ruere caeperat(El pozo (fuente) brilla aqu

    91 Testigo 172, fol 151v.92 Testigo 221, fol 182v.

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    con un doble milagro. No se poda encontrar agua y sali aguasaludable por las lgrimas y oraciones de Nicols. Y por susmismas oraciones la pared (del oratorio) que comenzaba a ceder,se mantuvo firme).Estainscripcinest adherida al pozo lateral del

    claustro principal del convento de san Nicols en Tolentino

    93

    .Cuando Nicola Gualtieri escribi hacia 1704 sobre este pozo,habla del agua milagrosa por la que se curaban muchos males. Ydice: De este pozo sale un agua apropiada para todos los males.Nicols la encontr para servicio de los mortales94.

    EL SANTO DE LA ESTRELLA

    A san Nicols se le suele representar con un libro, refirindosea la Regla de san Agustn que l profes como buen agustino; conun lirio, smbolo de su pureza y de su consagracin a Dios; con dosperdices en plan de volar, refirindose al hecho, que algunos leatribuyeron, de hacer volar a dos perdices, que le haban trado yacocinadas para que se las comiera. Pero, sobre todo, se lerepresenta con un sol o estrella, pues una estrella se le apareci

    muchas veces estando vivo. De ah que algunos lo llaman el santode la estrella.

    Dice su bigrafo Pietro de Monterubbiano: Como indicio desus milagros y de su maravillosa santidad, Dios le mostr la sealde una estrella. Una vez, habiendo estado largo tiempo en oracinen su celda, se adormeci y he aqu que en sueos se le apareciuna estrella brillante. Era una luz grande y segua una trayectoriarectilnea, no por lo alto del cielo sino a ras de tierra. Le dio la

    impresin de que arrancaba de Castel Sant'Angelo, su pueblonatal, y que segua en lnea recta hasta detenerse delante del altardel oratorio de Tolentino, el altar donde l sola celebrar la misacada maana y donde, tanto de da como de noche, se detena aorar.

    Percibiendo con claridad esta seal extraordinaria variasnoches sucesivas, se llen de estupor y deseaba intensamente93 Semmoloni Giorgio, I manoscritti di Nicola Gualtieri sulla storia di Tolentino

    Antica, Tolentino, 1990,p. 108.

    94 Ib. p. 108.

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    conocer el significado de aquella seal. Con simplicidad le refiritodo lo que haba visto a un hermano de buena fama y ciencia.

    El religioso le respondi con una frase verdaderamenteproftica:

    Reverendo padre, no hay ninguna duda de que esa estrellaes un presagio de su santidad. Y no tengo duda de que termina surecorrido donde tu cuerpo ser sepultado. Debido a los muchosmilagros que se realizarn all, vendr mucha gente de todas

    partes a recibir los beneficios de la salud; gente que no te habaconocido y que venerarn tu tumba con indecible reverencia.

    El santo le respondi con humildad:

    Vamos, hermano, deja de pensar esas cosas de m, porquesiempre he sido un siervo intil de Cristo. Que Dios me muestreque t no interpretas bien esta visin nocturna.

    Despus de unos das, sucedi de nuevo que, mientrasNicols se diriga, segn su costumbre al oratorio, una estrella lo

    preceda con un movimiento muy lento hasta que se detuvo delantedel altar mencionado. Y lo mismo ocurri los das siguientes. Elsanto comprendi que aquella estrella que vea de da se refera a

    aquella estrella que haba visto de noche en sueos y quisoentender, si haba algo de verdadero en lo que aquel hermano lehaba dicho.

    Entrando otro da en el oratorio, la estrella, como antes, lopreceda y, cuando el santo se alejaba, la estrella desapareca. Sivolva al altar, la estrella apareca sobre aquel altar. Dndosecuenta que esto suceda en varias ocasiones por muchos aosantes de su muerte, cuando se enferm y se encontr a las puertas

    de la muerte, les mand a los hermanos que por caridad loenterrasen junto al altar del oratorio y que nunca, en ningn tiempoy por ningn motivo, fuera su cuerpo removido de aquel lugar...

    De hecho, durante mucho tiempo, en los aos sucesivos,siempre, en el da del aniversario de su muerte, no antes nidespus, cuando vena mucha gente a venerar su cuerpo, buscan-do remedio para la salud, la estrella se manifestaba a todos aque-llos que queran verla, exactamente sobre su sepulcro, como si

    fuese un astro inmvil, para hacer comprender que san Nicols no

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    slo resplandece en la tierra por sus muchos milagros, sino quetambin en el cielo se alegra de los premios eternos95.

    La estrella de san Nicols llevaba a los fieles hacia susepulcro, la estrella de Beln nos lleva a Jess. Que la luz de

    Jess, por medio de san Nicols, nos ilumine y nos ayude a sersantos para gloria de Dios.

    SU MUERTE

    Sintiendo que se acercaba su muerte, reuni a los frailes ycon humildes palabras les dijo:

    Aunque no tengo conciencia de pecado, no me tengo porjustificado. Si he ofendido a alguien, le ruego que me perdone. Contodas mis fuerzas te suplico, padre prior, que me des la absolucinde todos mis pecados y los sacramentos de nuestra santa MadreIglesia, sobre todo, el cuerpo del Seor para que pueda comulgar...

    As con todos los hermanos presentes, unidos a l en oracincomn, recibida la absolucin, con gran efusin de lgrimas,recibi el cuerpo de Cristo, diciendo: Bendito el que viene en el

    nombre del Seor. Despus le dijo al prior: Te pido que antes de morir me muestres la cruz de plata

    fabricada con las limosnas recogidas de los buenos habitantes deesta ciudad y hecha por m. Es la cruz en la que fue inserta unareliquia del verdadero madero de la santsima cruz. Mustramela

    para que por su virtud pueda libremente atravesar el Jordn deeste siglo y pueda arribar felizmente al ro del paraso, cndidocomo el cristal...

    El prior, no pudiendo negar este pedido, mand que le fueratrada dicha cruz. El santo al verla, se postr en el lecho como

    poda y con muchas lgrimas dijo:

    Salve, bellsima cruz, que fuiste digna de llevar el precio delmundo; sobre ti repos y se sent el Salvador, sud la roja sangrederramada por el tormento de la pasin, ofreci misericordia alladrn arrepentido y, reconociendo a su madre, la confi al disc-

    pulo virgen, suplicando al padre perdn para quienes lo estaban95 Monterubbiano, o.c., cap. IX, pp. 127-128.

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    crucificando. Que l, por medio de ti, me defienda del maligno enesta hora.

    Y besando la santsima cruz, se ech en la cama... Cuando lepreguntaban:

    Padre, de dnde le viene tanta alegra y tanto gozo?Responda:

    Dios, mi Seor Jesucristo, unido a su madre y a nuestropadre Agustn, me dice: Levntate, siervo bueno y fiel, entra en elgozo de tu Seor.

    Y, mientras deca En tus manos, Seor, encomiendo miespritu, con las manos juntas hacia el cielo y con los ojos vueltoshacia la cruz, con rostro alegre, entreg su espritu a Dios en el ao1305, el da 10 de setiembre96.

    Su asistente Giovanuzzo dice: Ocho das antes de su muerte,hizo colocar ante su vista la imagen de la Virgen que siempre tenaen la celda y le pidi a la Virgen y a san Agustn recibir el consuelode una aparicin de Cristo con Mara su madre. Fray Nicols

    pregunt, si en esos das iba a morir. Entonces, Mara le dijo:

    El tercer da despus de mi natividad saldrs de este

    mundo al reino de los cielos; preprate con los sacramentos de laIglesia.

    l pidi a la Virgen Mara que en la hora de la muerte no loatacara el enemigo con quien haba luchado toda la vida. Al quintoda de colocar la imagen de la Virgen ante su vista, oy la voz delngel que le dijo:

    Tu oracin ha sido escuchada.

    El octavo da, hizo venir la cruz santa. Y, estando presenteslos hermanos, pidi perdn y sinti una gran alegra y sonrea. Estetestigo le pregunt: Por qu estas tan contento, padre? Y frayNicols respondi:

    Jesucristo con su madre y san Agustn estn aqu y Jessme ha dicho:

    Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Seor.

    96 Ib. Cap. XII, pp. 145-146.

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    A continuacin dijo: En tus manos, Seor encomiendo a miespritu. Y con las manos juntas y con los ojos mirando a la cruz,con el rostro sereno y sonriente muri97.

    El da de su muerte, la esposa de Berardo Appillaterra,

    Margarita, le lav las manos y los pies y conserv el agua quetodava est clara y limpia como si hoy se hubiera sacado de lafuente, sin haberse corrompido98. Muchos milagros fueron realiza-dos con esta agua.

    En el Compendio de su vida, presentado al Papa Juan XXII,se narran muchos milagros realizados despus de su muerte. Entreellos, 16 de personas consideradas muertas y vueltas a la vida.Otros son narraciones de ciegos, sordos, mudos, cojos, sanacin

    de tumores y de toda clase de enfermedades, incluso en animales.Veamos uno de estos milagros: Un hombre de Foligno estaba

    totalmente paralizado y deba ser llevado por otros en una especiede camilla de madera. La fe y la devocin de este hombre crecancada vez que oa hablar de los milagros de san Nicols. Y con susruegos consigui que lo llevaran de Foligno a Tolentino, ante elsepulcro del santo. Lo dejaron en el suelo junto al sepulcro y l se

    puso a pedir su curacin. El santo se hizo presente con su poder y

    los huesos y los nervios del enfermo comenzaron a sanarse, se oaun extrao rumor, como si se estuviera enderezando un pedazo demadera que estaba torcido. La gente que estaba visitando el sepul-cro qued estupefacta y empez a exclamar: Bendito sea Dios y elbeatsimo Nicols. Entonces, el que estaba postrado se alz yalab a Dios por haber escuchado sus plegarias y haberle devueltola salud99.

    SAN NICOLS Y EL PURGATORIO

    A san Nicols se le ha considerado como patrono y protectorespecial de las almas del purgatorio, aunque no ha sido ofi-cialmente nombrado por la Iglesia. l, personalmente, oraba muchopor las almas del purgatorio en las misas de cada da. Y en sus

    97 Testigo 221, fol 183.98 Testigo 16, fol 46v.99 Monterubbiano, o.c., cap. XV, p. 159.

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    oraciones diarias inclua el rezo del Oficio de difuntos. Pero suespecial devocin tuvo su origen en la aparicin de un difunto,hacia 1274, cuando era un joven sacerdote y viva en el conventode Valmanente. Monterubbiano lo cuenta as:

    Un sbado por la noche, cuando acababa de acostarse, oy lavoz de un alma que, con un grito fuerte, lo sobresalt, diciendo:

    Nicols, hombre de Dios, mrame.

    l se vuelve y ve una figura que no puede identificar.

    Soy el alma de fray Pellegrino de simo, no me conocisteen vida, pero estoy atormentado en estas llamas. Dios no rechazmi contricin y en vez de destinarme a la pena eterna que mereca,me destin al purgatorio por su misericordia. Te pido humildementeque te dignes celebrar por m una misa de difuntos para que salgade estas llamas.

    Nicols respondi:

    Hermano mo, que el Seor Jesucristo, mi Seor, por cuyasangre has sido redimido te sea propicio. Yo estoy encargado de lamisa conventual, que debe celebrarse solemnemente y no puedocelebrar la misa de difuntos y, mucho menos, maana domingo.

    A esto respondi Pellegrino: Ven conmigo, venerable padre, y mira si eres capaz de

    rechazar la splica de la desgraciada multitud que me envi.

    Llevndolo a la otra parte del convento, le mostr unapequea llanura vecina a Psaro en la que se encontraba una granmultitud de gente de todo sexo, edad, condicin y de diversasrdenes. Y aadi:

    Ten misericordia de nosotros, Compadcete de estamultitud desgraciada que espera tu ayuda. Si celebras la misa pornosotros, la mayor parte de esta gente ser liberada de estosatrocsimos tormentos.

    Nicols se despert y comenz a implorar al Seor conlgrimas. A la maana siguiente, se lo cont al prior y le suplicque le permitiera celebrar en aquella semana la misa por losdifuntos. El prior se lo concedi y Nicols pudo celebrar la misa por

    aquella gente durante la semana, a la vez que rezaba da y nochecon lgrimas de amor.

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    A los siete das, se le apareci el mismo Pellegrino paraagradecerle por su misericordia, dicindole que tanto l como gran

    parte de aquella multitud haban sido liberados por la misericordiade Dios de aquellas atrocsimas penas por las misas celebradas y

    las oraciones ofrecidas con tantas lgrimas. Y le dijo que estaba yafeliz en la gloria de Dios...

    En el purgatorio comenz a ser conocida la santsima juventud de este hombre que con la nave de sus mritos yoraciones surca el mar del purgatorio100.

    Para comprender la importancia de esta visin en su vida y enla espiritualidad de su tiempo hay tener en cuenta varias cosas. Enel segundo libro de Macabeos se nos dice claramente: Es bueno y

    piadoso orar por los difuntos para que sean liberados de sus peca-dos (2 Mac 12, 43). En la Iglesia, desde el principio, fue costumbreorar por los difuntos, como lo atestigua el libro Actas de Pablo yTecla del siglo II. Tambin Tertuliano (160-240) nos habla de queofrecan la misa por los difuntos en el aniversario de la muerte (Demonogamia 10). San Agustn (384-430) nos habla de orar por losdifuntos en su libro De cura pro mortuis gerenda. En LasConfesiones nos dice que su madre santa Mnica, antes de su

    muerte, slo expres el deseo de que nos acordramos de ellaante tu altar (Seor)101.

    San Ambrosio, contemporneo de san Agustn, escribe Debono mortis en la muerte de su hermano Stiro y habla del cultocristiano a los muertos. San Gregorio Magno (+604) tuvo unavisin, siendo abad de un monasterio en Roma, antes de ser Papa.Haba un monje, llamado Giusto, que ejerca con su permiso lamedicina. Una vez, haba aceptado sin su permiso una moneda de

    tres escudos de oro, faltando gravemente al voto de pobreza.Despus se arrepinti y tanto le doli este pecado que se enfermy muri al poco tiempo. Sin embargo, san Gregorio, para inculcaren sus religiosos el horror a ese pecado, lo hizo sepultar fuera delas tapias del cementerio, en un basural, donde tambin ech lamoneda de oro, haciendo repetir a los religiosos las palabras desan Pedro a Simn mago: Que tu dinero perezca contigo. A lospocos das, pens que quizs haba sido demasiado fuerte en su

    100 Monterubbiano, o.c., cap. V, pp. 107-108.101 Confesiones 9, 13, 36-37.

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    castigo y encarg al ecnomo mandar celebrar treinta misas segui-das por el alma del difunto.

    El ecnomo obedeci y el mismo da que terminaron decelebrar las treinta misas, se apareci Giusto a otro monje,

    Copioso, dicindole que suba al cielo, libre de las penas del purga-torio, por las treinta misas celebradas. Desde entonces, existe lacostumbre de mandar celebrar treinta misas seguidas, llamadasgregorianas, en favor de los difuntos102.

    En el caso de san Nicols, bastaron siete misas para quesaliera Pellegrino del purgatorio y, por eso, existe tambincostumbre de celebrar siete misas seguidas o un septenario demisas en favor de las almas del purgatorio, recordando el hecho de

    san Nicols.Pero hay que tener en cuenta un dato muy importante. La

    Iglesia, aunque haba hablado del purgatorio en algunos docu-mentos anteriores, slo el ao 1274 en el II concilio de Lyn(Francia), habla de modo solemne que despus de esta vidaexisten penas purificadoras para los que no estn suficientementelimpios de sus pecados, penas que las oraciones de los vivos

    pueden aligerar. Precisamente, ese ao es el mismo en que se

    supone que Nicols tuvo su visin del purgatorio, como si Diosmismo hubiera querido potenciar ms la devocin a las almas delpurgatorio por medio de san Nicols.

    Ms tarde, en el concilio de Florencia (1438-1445) ser defini-da la existencia del purgatorio como un estado en el que los difun-tos, no totalmente limpios, son purificados y a quienes los vivospueden ayudar con sus sufragios (DS 1304).

    Despus de la muerte de san Nicols, empezaron a realizarsepinturas por todas partes de la visin del santo con Pellegrino en elpurgatorio. De esta manera, comenz a considerrsele como unabogado y protector especial de estas almas. La primera pintura desan Nicols, celebrando la misa por Pellegrino, est en elCapellone (capilla que haba sido anteriormente el oratorio de laComunidad) y que Pietro de Rimini pint hacia el ao 1310. Otrapintura del ao 1344 est en la iglesia agustina de san GiacomoMaggiore de Bologna. Hay otra del siglo XV en la iglesia de sanAgustn de Fermo. Tambin encontramos otra en la iglesia102 Dilogos IV; PL 77.

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    agustiniana de san Giovanni in Carbonara, en Npoles, y en elmuseo nacional d'art de Catalunya, en Barcelona. En la iglesia desan Agustn de Casia tambin hay otra pintura del siglo XV, dondese ve a la Virgen con el nio Jess, san Agustn y san Nicols,

    intercediendo por las almas del purgatorio.En el siglo XV se multiplican las peticiones de misasperpetuas por las almas del purgatorio y surgen por todas partesaltares privilegiados para celebrar misas gregorianas y conseguiruna indulgencia plenaria para liberar un alma del purgatorio. Elprimero de estos altares fue erigido en la iglesia de san Gregorio,en Roma, en el convento donde san Gregorio Magno tuvo la visindel monje Giusto. Otro altar fue erigido en la misma baslica de san

    Nicols en Tolentino. Y esta prctica se extendi a distintasrdenes religiosas.

    El Papa Bonifacio IX concedi el 1 de marzo de 1400 a todoslos que sinceramente arrepentidos y reconciliados (confesando ycomulgando) visitaran anualmente la Capilla de san Nicols, queest junto a la iglesia de san Agustn, en Tolentino, en el domingoinmediatamente siguiente a la fiesta de san Nicols, desde lasprimeras Vsperas del da anterior y durante todo el domingo, la

    misma indulgencia (plenaria) y la remisin de los pecados que cadaao se