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2ª TESALONICENSES: AGENTES CONTRA LA INIQUIDAD Por: Ray C. Stedman Antes de que Jesucristo se marchase de esta tierra dijo que volvería, pero que antes de que lo hiciese habría un tiempo de dificultad y de extendida iniquidad. La sociedad se desmoronaría y los alborotos, la violencia y los disturbios se extenderían de tal manera que a los hombres les fallaría literalmente el corazón por causa del temor a las cosas que iban a suceder sobre la faz de la tierra y Jesús anunció por adelantado el carácter de los tiempos, que seguirían a su ascensión al cielo y dijo que acabaría con un tiempo en que habría una gran tribulación "como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni habrá jamás. (Mat. 24:21) Ahora bien, cuando los cristianos de Tesalónica pasaron por tiempos sumamente difíciles, muchos de ellos creyeron que estaban viviendo esos tiempos de tribulación. Fue con el fin de responder a esta pregunta que Pablo escribió esta segunda epístola. En la primera, les había escrito con el propósito de consolarles en su aflicción por los seres amados que se les habían muerto, pero esta epístola fue escrita con el fin de corregir ciertos malentendidos que tenían con respecto al "Día del Señor y estos tiempos problemáticos. Esta breve epístola tiene tres capítulos y cada uno de ellos está escrito para corregir una actitud muy corriente que tienen todavía muchas personas acerca de los tiempos difíciles. El primer capítulo está dedicado a corregir esta actitud de desanimo frente a la dificultad. Estos cristianos estaban viviendo tiempos de "persecuciones y de "aflicciones y aunque estaban soportando con buen ánimo, en el fondo, muchos de ellos estaban empezando a sentirse desalentados. "¿Por qué seguir esforzándonos? se preguntaban. "No existe la justicia. Siempre se nos ponen las cosas en contra nuestra.

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  • 2 TESALONICENSES: AGENTES CONTRA LA INIQUIDAD Por: Ray C. Stedman

    Antes de que Jesucristo se marchase de esta tierra dijo que volvera, pero que

    antes de que lo hiciese habra un tiempo de dificultad y de extendida iniquidad. La

    sociedad se desmoronara y los alborotos, la violencia y los disturbios se

    extenderan de tal manera que a los hombres les fallara literalmente el corazn

    por causa del temor a las cosas que iban a suceder sobre la faz de la tierra y

    Jess anunci por adelantado el carcter de los tiempos, que seguiran a su

    ascensin al cielo y dijo que acabara con un tiempo en que habra una gran

    tribulacin "como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni habr

    jams. (Mat. 24:21)

    Ahora bien, cuando los cristianos de Tesalnica pasaron por tiempos sumamente

    difciles, muchos de ellos creyeron que estaban viviendo esos tiempos de

    tribulacin. Fue con el fin de responder a esta pregunta que Pablo escribi esta

    segunda epstola. En la primera, les haba escrito con el propsito de consolarles

    en su afliccin por los seres amados que se les haban muerto, pero esta epstola

    fue escrita con el fin de corregir ciertos malentendidos que tenan con respecto al

    "Da del Seor y estos tiempos problemticos.

    Esta breve epstola tiene tres captulos y cada uno de ellos est escrito para

    corregir una actitud muy corriente que tienen todava muchas personas acerca de

    los tiempos difciles. El primer captulo est dedicado a corregir esta actitud de

    desanimo frente a la dificultad. Estos cristianos estaban viviendo tiempos de

    "persecuciones y de "aflicciones y aunque estaban soportando con buen nimo,

    en el fondo, muchos de ellos estaban empezando a sentirse desalentados. "Por

    qu seguir esforzndonos? se preguntaban. "No existe la justicia. Siempre se nos

    ponen las cosas en contra nuestra.

  • Y con el propsito de contrarrestar esta actitud, el apstol les recuerda el da en

    que Dios les recompensar por las dificultades por las que estaban pasando y

    Pablo les dice (1:5-10):

    "Esto da muestra [de vuestra perseverancia] del justo juicio de Dios, para que

    seis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual tambin estis padeciendo.

    De hecho es justo delante de Dios retribuir con afliccin a los que os afligen y

    retribuir con descanso, junto con nosotros, a vosotros que sois afligidos. Esto

    suceder cuando el Seor Jess con sus poderosos ngeles se manifieste desde

    el cielo en llama de fuego, para dar retribucin a los que no han conocido a Dios y

    a los que no obedecen el evangelio de nuestro Seor Jess. Ellos sern

    castigados con eterna perdicin, excluidos de la presencia del Seor y de la gloria

    de su poder, cuando l venga en aquel da para ser glorificado en sus santos y ser

    admirados por todos los que creyeron; porque nuestro testimonio ha sido credo

    entre vosotros."

    Aunque nosotros, en los Estados Unidos, no hemos pasado por demasiada

    persecucin, hay partes del mundo donde, de vez en cuando, se producen

    intensas persecuciones. Si nosotros vivisemos en uno de esos lugares o tiempos,

    apreciaramos el significado de estas palabras. Pablo est recordando a estas

    gentes que Dios no se ha olvidado de ellos, que va a resolver por fin las cosas.

    Cuando las personas tienen que verse sometidas a tiempos de grandes

    persecuciones, acaban por preguntarse: "Es que nunca se va a hacer nada por

    resolver esta gran injusticia? Cmo es posible que un hombre como Hitler se las

    arreglase para matar a seis millones de judos? Es que las cosas no se van a

    solucionar nunca?

    Y Pablo dice que s, que efectivamente llegar un da en que habr un pago, por

    partida triple, por lo sucedido: en primer lugar, a los creyentes que estn pasando

    por dicha dificultad, las pruebas mismas por las que estn pasando, dice Pablo,

    les estn haciendo dignos del futuro reino de Dios. Ese aspecto del sufrimiento es

  • lo que hace que lo podamos soportar, fortaleciendo nuestros msculos y

    agudizando nuestras habilidades morales a fin de que podamos soportar.

    Y luego, dice, habr un da de recompensa para los que "no han credo. Llegar

    un momento en que Dios les ajustar las cuentas a aquellos que han hecho un

    mal uso de su oportunidad de servicio en la vida y se tendrn que enfrentar con el

    Juez justo que conoce sus corazones. Su venganza tendr dos aspectos: la

    destruccin y la exclusin de la presencia del Seor.

    Con frecuencia se representa el infierno como un horno de fuego, donde las

    personas dan vueltas alrededor encandeladas, quemndose continuamente sin

    poder hacer nunca nada por evitarlo. La Biblia usa algunos smbolos del infierno

    que reflejan esa idea, pero el infierno es realmente el verse excluidos de la

    presencia del Seor. Dios es la fuente de todo lo bueno, de la belleza y de la

    verdad, de la vida, el amor, el gozo, la paz, la gracia, la fortaleza y el perdn.

    Todas esas cosas proceden de Dios y si el hombre no quiere recibirlas, en ese

    caso y a la postre, Dios le dir: "He hecho todo lo posible por qu aceptis estas

    cosas, pero si no las queris, entonces haced lo que queris, pero entonces se

    vern privados de la presencia del Seor.

    Y si les resulta imposible tener acceso a la fuente de toda bondad, qu es lo que

    les queda? Lo contrario: las tinieblas y la muerte. Eso ha sido lo que han estado

    perpetrando y ser lo que tambin obtendrn. Dios permitir que hagan lo que

    quieran y cuando lo consigan, ser lo que menos hubiesen deseado.

    Y tambin el Seor recibir su pago en ese da. Vendr, nos dice Pablo (1:10):

    "...para ser glorificado en sus santos y ser admirado por todos los que creyeron."

    Fjese, sin embargo, que no dice que vaya a ser glorificado "por sus santos, sino

    que el mundo, al ver la sabidura y el poder del Dios que puede tomar a un ser

    humano egosta, lleno de ansiedades y de temores, y ensearle cmo caminar en

    tranquilidad y gozo, libre de culpa y de sus temores, un hombre que sea lo que

  • Dios deseaba que fuese, eso ser la mayor muestra que jams presenciar el

    universo y eso glorifica a Dios!

    En el captulo 2 tenemos otra reaccin frente a los tiempos inquietantes: el temor.

    Leemos en estas primeras palabras (versculos 1-2):

    "Ahora, con respecto a la venida de nuestro Seor Jesucristo y nuestra reunin

    con l, os rogamos, hermanos, que no seis movidos fcilmente de vuestro modo

    de pensar ni seis alarmados, ni por espritu, ni por palabra, ni por carta como si

    fuera nuestra, como que ya hubiera llegado el da del Seor."

    Es evidente que estas personas haba recibido una carta de alguien que la haba

    firmado con el nombre de Pablo, dicindoles que en ese terrible tiempo de

    afliccin todo cuanto podan esperar eran tiempo an peores, pero Pablo les dice:

    "no seis movidos...en vuestro modo de pensar. Literalmente, no os dejis

    atemorizar por lo que est sucediendo. Creo que una buena parte de nuestra

    juventud est hoy en da atemorizada y que por eso ataca a la sociedad, porque

    no saben que Dios controla estos sucesos.

    "Bueno dice Pablo, "en mi ltima epstola os escrib de nuestra reunin con el

    Seor Jess. Porque el Seor mismo descender del cielo con aclamacin, con

    voz de arcngel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarn

    primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos

    arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Seor en

    el aire; y as estaremos siempre con el Seor."

    Pero ahora dice que en el da del Seor, ese terrible momento de juicio, no ser lo

    mismo que cuando nos reunamos con l, sino que habiendo introducido el tema

    del da del Seor, continua hablndoles acerca de cmo ser y cmo podrn

    saber que se acerca (2:3):

    "Nadie os engae de ninguna manera; porque esto no suceder sin que venga

    primero la apostasa..."

  • En ingls se usa la palabra "rebelin que literalmente traducida significa el alejarse

    del curso de la fe y, por ello, es una rebelin. Pero creo que lo que quiere decir es

    el partir, acerca de lo cual haba hablado ya, es decir la partida de la Iglesia para

    situarse tras el escenario y poder estar con el Seor en su segunda presencia en

    la tierra.

    Y luego dice (2:3-4): "...y se manifieste el hombre de iniquidad, el hijo de perdicin.

    Este se opondr y se alzar contra todo lo que se llama Dios o que se adora, tanto

    que se sentar en el templo de Dios hacindose pasar por Dios.

    Este es un pasaje realmente extraordinario. Cuando Jess estuvo aqu, se ofreci

    a s mismo al pueblo judo como el Mesas prometido y la mayora de ellos le

    rechazaron, por lo que Juan comienza su evangelio diciendo: "A lo suyo vino, pero

    los suyos no le recibieron. (Juan 1:11) Jess les haba dicho adems: "Yo he

    venido en nombre de mi Padre, y no me recibs. Si otro viene en su propio

    nombre, a aqul recibiris. (Juan 5:43) De este modo nos pinta un retrato de uno

    que aparecera como si fuese el libertador del mundo, al que el apstol Pablo

    llama "el hombre de iniquidad y "el hijo de perdicin. Este personaje sera un

    individuo totalmente impo, pero al mismo tiempo tan extraordinario que las

    gentes, de hecho, le aceptaran como si fuese un ser con un poder divino, capaz

    de librarles de sus dificultades. (Resulta interesante que los estadistas, los

    historiadores, los polticos y otros estn diciendo hoy repetidamente que lo que

    necesitamos es un solo dirigente mundial, que sea capaz de unir a las diversas

    fuerzas mundiales, haciendo que todos vivamos en armona y paz.) Y se

    manifestar, nos dice Pablo, en el templo de Dios.

    Cuando Pablo escribi esta epstola alrededor del ao 52 A.D. el templo de

    Jerusaln se hallaba an en pie, pero fue destruido en el 70 A.D. y desde

    entonces no ha vuelto a existir un templo en Jerusaln. Sin embargo y de algn

    modo, los judos se las arreglarn para reconstruir otro templo en el

    emplazamiento de Jerusaln donde se encuentra actualmente la Cpula de la

  • Roca y es precisamente en ese templo en el que Pablo dice que ocupar su lugar

    "el hombre de iniquidad.

    Pablo tiene otro comentario que hacer sobre el tema (2:5-8):

    "No os acordis que mientras yo estaba todava con vosotros, os deca esto?

    Ahora sabis qu lo detiene, a fin de que a su debido tiempo l sea revelado.

    Porque ya est obrando el misterio de la iniquidad; solamente espera hasta que

    sea quitado de en medio el que ahora lo detiene. Y entonces ser manifestado

    aquel inicuo, a quien el Seor Jess matar con el soplo de su boca y destruir

    con el resplandor de su venida."

    Haba algo que estaba obrando y que Pablo llama el misterio de la iniquidad. Una

    cosa que ha dejado intrigados a los estadistas a lo largo de toda la historia es el

    hecho de no conseguir nunca resolver las dificultades bsicas de la raza humana.

    A qu es debido que podamos llegar a un cierto punto, en lo que se refiere a

    crear un buen gobierno, con extensas bendiciones y ayuda para todos y luego

    parece como si todo se desmoronase? Este hecho se ha venido repitiendo a lo

    largo del curso de la historia. El General Carlos Rmulo, que fue el Embajador

    filipino en los Estados Unidos, dijo: "Hemos aprovechado el poder del tomo, pero

    cmo podemos arreglrnoslas para poner freno a las pasiones de los hombres?

    Ese es el problema, esta iniquidad, este espritu de rebelin en contra de la

    autoridad, que es siempre el mayor peligro con el que se enfrenta cualquier

    nacin.

    Pero Pablo dice que hay algo que lo est limitando. Algo durante el curso de los

    siglos ha estado frenando esa iniquidad, evitando que se produjese la iniquidad

    total y Jess nos ha dicho lo que es, pues les dijo a sus discpulos: "Vosotros sois

    la sal de la tierra...vosotros sois la luz del mundo. (Mat. 5:13. 14) La sal impide que

    se extienda la corrupcin y la luz hace que se disperse la oscuridad y es la

    presencia del pueblo de Dios en la tierra lo que est limitando las fuerzas del mal.

    Esto es un hecho asombroso, pero es verdad. Siempre que disminuye la santidad,

  • en ocasiones debido a fuerzas dentro de la Iglesia as como en el exterior, el

    espritu de iniquidad se apodera y extiende.

    Pero Pablo nos est advirtiendo aqu que esa restriccin va a ser totalmente

    eliminada y entonces todo el torrente del mal humano quedar libre en la tierra y

    cuando eso suceda llegar el tiempo de mayor sufrimiento que el mundo jams ha

    presenciado. Sin embargo, Pablo nos dice, que tocar a su fin (2:8-12):

    "El Seor Jess matar con el soplo de su boca y destruir con el resplandor de

    su venida. El advenimiento del inicuo es por operacin de Satans, con todo

    poder, seales y prodigios falsos y con todo engao de injusticia entre los que

    perecen, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por eso,

    Dios les enviar una fuerza de engao para que crean la mentira, a fin de que

    sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron

    en la injusticia."

    Esa es la caracterstica del espritu de iniquidad, el engao, y debe de ser y ser

    destruida, mediante la venida de Jess, el Hijo del Hombre que destruye al

    destructor de la tierra.

    Finalmente, el captulo 3 trata acerca de la conducta de estos creyentes frente a la

    dificultad y la presin. Pablo estaba corrigiendo aqu una tercera y muy extendida

    actitud que tienen muchos en tiempos de dificultades, lo que podramos llamar el

    "fanatismo. Haba ciertas personas en Tesalnica que decan: "Por qu no

    esperar hasta que l venga? Por qu vamos a preocuparnos por ganarnos la

    vida? Vivamos y disfrutemos, mientras esperamos que venga. Por lo que Pablo les

    dice (3:6):

    "Sin embargo, os mandamos, hermanos, en el nombre de nuestro Seor

    Jesucristo, que os apartis de todo hermano que ande desordenadamente y no

    conforme a la doctrina que recibieron de parte nuestra."

    Porque, nos dice (11-13):

  • "Porque hemos odo que algunos andan desordenadamente entre vosotros, sin

    trabajar en nada, sino entrometindose en lo ajeno. A los tales les ordenamos y

    les exhortamos en el Seor Jesucristo que trabajando sosegadamente coman su

    propio pan. Y vosotros, hermanos, no os cansis de hacer el bien."

    Al acercarnos al tiempo de su venida, dice Pablo, recordad que vuestra

    responsabilidad es seguir viviendo normalmente y trabajando con vuestras manos,

    ocupndoos en vuestras responsabilidades. La vida cristiana es una vida normal,

    natural, en la que es preciso cumplir todas las responsabilidades que Dios nos da.

    Por lo que Pablo rechaza la actitud de fanatismo y dice que debemos de llevar a

    cabo la tarea que Dios nos ha encomendado.

    En esta epstola, el desaliento se resuelve mirando al da en que Dios habr de

    enderezar todas las cosas. El temor se resuelve recordando que Dios controla

    perfectamente todos los acontecimientos humanos y que las cosas sucedern tal y

    como l ha profetizado que sucederan, rechazando el fanatismo con un

    mandamiento muy concreto, el de ocuparnos en la obra del Seor y luego Pablo

    concluye con un gesto de gran ternura diciendo:

    "Este saludo es de mi mano, Pablo. As es mi firma en todas mis cartas, tal como

    escribo."

    Cul es? Las palabras con las que finaliza la carta:

    "La gracia de nuestro Seor Jesucristo sea con todos vosotros. Y si examina usted

    las epstolas de Pablo, se encontrar con que todas terminan de la misma manera.

    Siempre tomaba la pluma de su escribiente y escriba de su propia mano "la gracia

    de nuestro Seor Jesucristo sea con todos vosotros."

    La aplicacin de esta epstola a cada corazn, de manera individual es

    sencillamente: los hijos de Dios hemos sido llamados a limitar la iniquidad. Con

    cunta frecuencia se dedica usted precisamente a impedir que se practique esa

  • iniquidad? La medida en que se oponga usted al mal, a la iniquidad, ser la

    medida en la que la iniquidad no se enseoree ni de su corazn ni de su vida.

    Oracin

    Padre nuestro, te damos gracias por esta epstola que nos recuerda que la

    esperanza de la Iglesia no se ha esfumado, y que aquellos acontecimientos que

    Jesucristo predijo se estn cumpliendo en cierta medida incluso en nuestros das,

    avanzando hacia el fin anunciado. Volvemos a afirmar nuestra fidelidad y lealtad a

    Aquel que nos ha amado y se ha entregado por nosotros, que volver una vez

    ms para ser reconocido individualmente por todos. Con esa esperanza, te damos

    las gracias en el nombre de Jess, amen.

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