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39
3.1 La educación constituye un derecho humano
básico, un derecho de todos los ciudadanos. Un bien
de por sí, la educación también es un medio para
aumentar el bienestar. El capital humano perfila el
camino de la transición de los jóvenes hacia la adultez:
convertirse en trabajadores productivos y competiti-
vos a nivel mundial, en padres receptivos y afectuosos,
en ciudadanos informados y líderes comunitarios. El
abandono temprano de la escuela, con frecuencia por
razones ajenas a la voluntad de los jóvenes, puede
limitar las oportunidades y derivar en un bienestar
permanentemente inferior y en un aprendizaje limita-
do durante toda la vida. La educación también es clave
para romper el ciclo de pobreza intergeneracional, y
constituye una protección contra muchos otros ries-
gos que pueden dificultar la transición de los jóvenes
“Lo que suele ocurrir es que uno tiene un trabajo que sabe que sólodurará tres meses, y piensa 'Bueno, empiezo a estudiar el próximosemestre'. Pero llega el momento y te das cuenta de que si dejás detrabajar no tendrás dinero. Tenés que seguir trabajando y posponertus estudios”.
Leonardo, 24 años, participa en el Proyecto de la DINAJU,Provincia de Buenos Aires.
3 . EDUCACIÓN Y APRENDIZAJEPAULA GIOVAGNOLI Y DORTE VERNER
hacia la adultez. Sin embargo, en Argentina, el 48 por
ciento de la franja etaria de los jóvenes (20-24 años)
no completa la educación secundaria39.
3.2 Los costos de la deserción escolar y los bajos
logros educativos son enormes para los individuos y la
sociedad argentina. La economía es menos eficiente
como consecuencia de oportunidades perdidas de
invertir en la juventud. Los efectos externos positivos
de la educación significan que la economía puede ter-
minar en un equilibrio por debajo del nivel óptimo. Y
la desigualdad aumentará si los recursos se asignan
según la capacidad para pagar en lugar de la capacidad
para aprender.
3.3 En general, los jóvenes en Argentina tienen edu-
cación, pero la integración exitosa de los pobres y
marginales continúa siendo un desafío si el objetivo es
llegar a ser un país más competitivo en el ámbito mun-
dial. El capital humano se cultiva en los primeros años
de vida; primero en el hogar, más tarde en la guarde-
ría, el jardín de infantes y la escuela primaria.Ya que la
ola mundial de cambios tecnológicos y económicos les
exige más a los trabajadores, cada vez son más los
niños que ingresan en la escuela secundaria. Contar
con niveles de educación más altos puede ser una
protección contra los impactos negativos de los ciclos
económicos (Capítulo 4). El gobierno de Argentina ha
señalado el abandono de los estudios secundarios
como el principal déficit educativo, lo que generó la
aprobación de una nueva ley de educación que con-
vier te en obligatoria la finalización de la escuela secun-
daria.
3.4 El abandono temprano de la escuela puede con-
tribuir al acaecimiento de muchas conductas riesgosas
(ver Tabla 1.2): inserción temprana en el mercado
laboral,40 alcohol, tabaco, consumo de drogas, sexo no
seguro, delincuencia y participación en situaciones vio-
lentas. Por el contrario, la asistencia a la escuela con-
tribuye a que los jóvenes eviten correr esos riesgos. La
permanencia en el sistema educativo también contri-
buye a que los jóvenes tengan más probabilidades de
participar en la sociedad: votar y participar en política,
practicar deportes y participar en clubes y actividades
culturales. Pero una cantidad considerable de jóvenes
en Argentina abandonan sus estudios y dejan de asis-
tir a la escuela.41 Con el fin de encontrar la manera de
incrementar las posibilidades de los jóvenes de finali-
zar la educación secundaria, el presente capítulo se
centra en el estado de la educación en Argentina y
analiza las conexiones entre los resultados educativos
y las características individuales y escolares. La aten-
ción se centra en algunos aspectos de la educación
secundaria: calidad y logros educativos, evolución en la
escuela y factores de riesgo, y probabilidades de
comenzar y completar la educación secundaria.42
ALTOS NIVELES DE INSCRIPCION,PERO GRANDES DESAFIOS PARA LOSPOBRES
3.5 Muchos argentinos reciben una buena educación,
con un sistema educativo avanzado en comparación
con el de la mayoría de los países de América Latina.
Los índices de alfabetización entre la juventud son
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
40
39. Fuente: censo 2001.40.Aquí se hace referencia a “factores de atracción” como, por ejemplo, dinero en efectivo inmediato.También puede reflejar falta de visión del futu-ro por parte de los padres si "empujan" a sus hijos a ingresar en la fuerza laboral.41. Kit y Giovagnoli (2005).42. El sistema educativo en Argentina tiene sus orígenes en la Constitución Nacional de 1853, que estableció el derecho de enseñar y aprender. Unaimportante reforma administrativa de 1978 transfirió las escuelas primarias nacionales a las provincias. En el comienzo de la década de 1990, se lanzóun programa para una nueva reforma. En primer lugar, se transfirieron a las provincias las responsabilidades nacionales en lo concerniente a la capa-citación de maestros, la educación secundaria (incluyendo la educación técnica) y la terciaria. En segundo lugar, se extendió la educación obligatoriade 7 años a 10 años. En tercer lugar, se introdujo una reforma del plan de estudios para crear un año de preescolar, nueve años de educación bási-ca y tres años de educación polimodal. Cuarto, aumentaron las reformas administrativas. Por último, se reformó la educación superior. Más recien-temente, una nueva ley de educación nacional (ley 26.206, diciembre 2006) modificó la estructura de los niveles educativos, que vuelven a llamarseeducación primaria y secundaria, y amplió la educación obligatoria hasta el final de la escuela secundaria. Esa última ley incluye un ciclo básico y unciclo con orientación. Esas reformas se implementarán dentro de los próximos cinco años.
altos; se encuentran entre los más altos de la región.
Solamente el 1,6 por ciento de los hombres jóvenes y
el 1,1 por ciento de las mujeres jóvenes eran analfabe-
tos en el año 2003 (Tabla 3.1). La educación primaria
es prácticamente universal y los índices de inscripción
en el nivel secundario son similares a los de los
Estados Unidos. La inscripción en el nivel terciario es
la más alta de la región, comparable con la de Francia.
3.6 Los índices netos de inscripción en la escuela
secundaria han aumentado de manera extraordinaria
en todos los niveles en el período comprendido entre
1992 y 2005, desde el 65 por ciento en 1992 hasta el
83 por ciento en 2005, especialmente en el caso de
los hombres jóvenes (Tabla 3.2). Más aun, los índices
netos de inscripción aumentaron para todos los quin-
tiles, pero sobre todo para los quintiles de nivel
Educación y aprendizaje
41
Juventudan alfabetismo Inscripción Inscripción
en 2003 (porcentaje) secundaria terciaria
en 2001-02 (porcentaje) en 2000-01 (porcentaje)
País Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer
Argentina 1,6 1,1 79 83 45,4 67,4
Bolivia 1,6 5,3 68a 67a 40,0 21,8
Brasil 5,3 3,1 69 74 15,9 20,6
Chile 1,1 0,8 73a 76a 39,1 35,9
Colombia 3,3 2,0 51 56 23,0 25,3
Ecuador 2,1 2,6 50 50 - -
México 2,2 2,9 59 61 22,0 21,0
Uruguay 1,1 0,5 68 76 26,5 48,1
Francia - - 91a 93a 48,0 59,0
Estados Unidos - - 85 85 70,0 94,0
Nota: a = información correspondiente a 2000¬-2001.Fuente: Citada en Banco Mundial (2005).
Tabla 3.1 Altos niveles de inscripción, pero grandes desafíos para los pobres
Género Quintiles según ingresos
Total Mujeres Hombres 1 2 3 4 5
1992 65 69 60 50 64 60 72 85
1998 79 82 77 66 72 84 90 97
2003 86 88 84 77 84 89 95 97
2003 75 77 72 61 73 75 81 89
2005 83 85 81 71 80 89 93 98
Nota: La muestra de la EPH cambió en 1998 y nuevamente en 2003; por consiguiente, se incluyen dos años. Sólo se incluyen zonas urbanas.Fuente: CEDLAS.
Tabla 3.2 Índices netos de inscripción en las escuelas secundarias, años elegidos 1992-2005 (porcentaje)
medio, que fueron mayores que los de los niveles más
altos o más bajos.
3.7 Las inscripciones han crecido en mayor medida
que la población para todos los grupos etarios desde
comienzos de la década de 1980 (Tabla 3.3). En el perí-
odo comprendido entre 1991 y 2001, el crecimiento
de las inscripciones fue 33 puntos más alto que el cre-
cimiento de la población para jóvenes de entre 15 y 17
años. El sistema educativo supo responder con eficien-
cia a la creciente demanda. En el año 2004, 9,9 millo-
nes de estudiantes se inscribieron en el jardín de infan-
tes y en la escuela primaria y secundaria en Argentina;
la mayoría (74 por ciento), en escuelas públicas.
3.8 La asistencia en el nivel preescolar se incremen-
tó drásticamente en el período 1992-2005, llegando al
64 por ciento (Tabla 3.4). La asistencia a la escuela
desde muy temprana edad y el desarrollo de la niñez
son clave para la juventud; sin embargo, el 36 por cien-
to de los niños de entre 3 y 5 años que viven en zonas
urbanas no concurren al jardín de infantes (y el por-
centaje es aun mayor en zonas rurales). Si bien la ins-
cripción en el sistema educativo alcanza el 99 por
ciento para los niños de entre 6 y 12 años, a partir de
ahí decrece, en particular después de los 18 años, y
disminuye hasta el 49 por ciento para los jóvenes de
entre 18 y 23 años de edad. La inscripción neta subió
de un 74 por ciento en 1998 a un 79 por ciento en
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
42
1980-1991 1991-2001(1980 = 100) (1991 = 100)
Grupo Crecimiento Crecimiento Crecimiento Crecimiento etario de la población de las inscripciones de la población de las inscripciones
6-8 117,9 124,5 106,1 107,6
9-11 130,2 132,9 104,2 105,4
12-14 139,5 144,8 100,7 108,7
15-17 125,1 148,5 108,5 141,5
Fuente: Giovagnoli y Kit (2005). Los cálculos se basan en el Censo Nacional de Población.
Tabla 3.3 Crecimiento de la población y de las inscripciones en 1980, 1991 y 2001
Todos Hombre Mujer
Edad 1992 2000 2005 1992 2000 2005 1992 2000 2005
3-5 34 43 64 34 43 64 35 43 64
6-12 98 99 99 98 99 99 98 99 99
13-17 78 90 91 74 90 90 83 91 92
18-23 41 49 49 38 45 46 45 53 52
Nota: En 1992, se incluyeron 12 ciudades y en 2000, 15 ciudades. En 2005, se utilizó una estructura diferente (continua).Fuente: CEDLAS según la EPH.
Tabla 3.4 Índices brutos de inscripción en Argentina por edad y género, 1992-2005 (porcentaje)
2003. Las mujeres ostentan índices de inscripción más
altos que los hombres y también completan su educa-
ción en mayor medida (Tabla 3.4).
3.9 El índice de personas no inscriptas en la escuela
ha disminuido drásticamente: bajó más del 50 por cien-
to para personas de entre 6 y 17 años de edad en el
período comprendido entre 1980 y 2001 (Figura 3.1).
Sin embargo, el riesgo de que los jóvenes abandonen
los estudios aumenta con la edad. En 1980, la propor-
ción de niños de 14 años que no asistían a la escuela
(25,8 por ciento) era el doble que la de los niños de
13 años (13,6 por ciento). En 2001, el 4,4 por ciento
de los niños de 13 años no asistían a la escuela, pero la
proporción trepó a 8,1 por ciento en el caso de los
niños de 14 años y a 14 por ciento para los de 15 años
de edad. Aun así, los resultados han mejorado.
3.10 Todavía persisten diferencias significativas entre
las distintas zonas geográficas. Los jóvenes que viven
en zonas rurales dispersas tienen mayores probabili-
dades de no asistir a la escuela: 10,3 por ciento más
alto que el promedio nacional de 7 por ciento en el
caso de los niños de entre 6 y 17 años de edad en
2001 (Tabla 3.5)43. Santiago del Estero, Misiones,
Tucumán, Chaco, Formosa y Corrientes se encuentran
Educación y aprendizaje
43
Zona Población Adolescentes que Índices de no (entre 6 y 17 años) no asisten a la escuela inscriptos (porcentaje)
Total urbana 7.114.174 423.746 6,0
Total rural 991.720 145.512 14,7
Rural agrupada 314.691 28.292 9,0
Rural dispersa 677.029 117.220 17,3
Total 8.105.894 569.258 7,0
Nota: El término “población urbana” se refiere a las personas que viven en ciudades con más de 2000 habitantes. La población rural se divide en ciudades “agrupadas” con menos de 2000 habitantes y zonas dispersas (campo abierto).Fuente: Censo 2001.
Tabla 3.5 Índices de personas no inscriptas por zona, 2001
Fuente: Kit y Scasso (2006) según Censos 1980, 1991 y 2001.
Censo 1980
Figura 3.1 Índices de personas no inscriptas de entre 6 y 17 años , años elegidos, 1980-2001
6(*)
5.4%
3.9% 5.7%
3.2%
1.5% 4.7%
2.2%
1.3% 4.3%
2.2%
1.2% 4.
5%
2.5%
1.4% 4.8%
2.8%
1.5% 6.
3%
4.1%
2.2%
13.6
%
11.1
%
4.4%
25.8
%
20.6
%
8.1%
39.4
%
33.4
%
13.9
%
50.0
%
38.9
%
20.7
%
57.0
%
47.4
%
27.6
%
69.6
%
65.3
%
41.9
%
7 8 9 10 11 12 13 14 15(+) 16(+) 17(+) 18(+)
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Censo 1991 Censo 2001
43. Hasta hace poco tiempo, la ley de educación federal tenía en cuenta las diferencias entre las provincias en el sistema de educación.
en desventaja respecto del nivel educativo en compa-
ración con el resto del país. En Santiago del Estero, el
16 por ciento de los niños de entre 6 y 17 años se
encuentra fuera del sistema formal educativo, compa-
rado con el 8 por ciento en Santa Fe. La situación es
aun peor en el caso de los adolescentes de entre 15
y 17 años: En Santiago del Estero, el 45 por ciento no
asiste a la escuela; en Tucumán, el 40,7 por ciento; en
Misiones, el 39,1 por ciento; y en Chaco, el 32,8 por
ciento. Recientemente, el Ministerio Nacional de
Educación, Ciencia y Tecnología ha lanzado el
Programa de Mejoramiento de la Educación Rural
(PROMER) para proporcionar apoyo escolar y mate-
rial a esas escuelas. Los objetivos del programa son
reducir la repetición de grados y deserción en la
escuela primaria y ampliar la educación secundaria.
3.11 Las disparidades entre los ingresos en lo que res-
pecta a las inscripciones son significativas. Si bien
menos del uno por ciento de los menores de entre 6
y 17 años de edad provenientes del quintil con mayor
poder adquisitivo no asisten a la escuela, ese número
se eleva a 8,2 por ciento en el caso de aquellos pro-
venientes del quintil más pobre. Además, la situación
de los hombres jóvenes provenientes de los quintiles
más pobres es aun peor que la de las mujeres jóvenes
provenientes de los mismos quintiles (Tabla 3.6). La
proporción de hombres jóvenes fuera del sistema for-
mal educativo es menor que la de las mujeres en los
quintiles 3 a 5, pero la situación de los hombres jóve-
nes es peor en los quintiles más pobres.
3.12 De los jóvenes que asisten a la escuela, casi un
tercio se encuentra por debajo del grado que le
corresponde por su edad. La proporción de jóvenes
que cursan grados más bajos que los que les corres-
ponde por su edad aumenta de un 10 por ciento en
el caso de los menores de 7 años a un 44 por ciento
en el caso de los menores de 17 años (Figura 3.2). La
correlación que existe entre los ingresos y la distor-
sión entre la edad del menor y el grado que cursa
resulta llamativa (Tabla 3.6). En el quintil más pobre, el
36 por ciento de los estudiantes cuyas edades oscilan
entre los 6 y 17 años cursan grados por debajo de los
que les corresponde por su edad, en comparación con
sólo el 12 por ciento en el quintil de mayor poder
adquisitivo. La distorsión entre la edad del menor y el
grado que cursa puede reflejar el ingreso tardío en la
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
44
Ingresos equivalentes No inscriptos Estudiantes que asisten a la escuelapor adulto y sobrepasan la edad escolar
Quintiles Total Mujer Hombre Total Mujeres Hombres
1 8,2 7,9 8,5 35,8 33,3 38,4
2 6,3 5,3 7,1 29,0 26,3 31,7
3 3,7 4,0 3,4 23,5 21,5 25,6
4 1,9 2,4 1,4 18,0 15,2 20,6
5 0,9 0,9 0,8 12,3 10,6 13,9
Total 5,1 4,9 5,2 26,2 23,9 28,4
Nota: Los ingresos equivalentes por adulto corresponden a los ingresos familiares totales divididos por la cantidad total equivalente de adultos.Fuente: Los cálculos se basan en la EPH (onda correspondiente a octubre de 2000).
Tabla 3.6 Índices de asistencia y de personas no inscriptas por quintil para menores de entre 6 y 17 años (porcentaje)
escuela primaria, la asistencia escolar interrumpida o la
repetición de grados. La repetición excesiva de grados
aumenta la cantidad de años escolares necesarios para
producir un graduado y reduce la atención del maes-
tro hacia los alumnos que cursan el grado correspon-
diente a su edad debido al incremento en el número
de estudiantes por clase, lo que se traduce en una
ineficiente utilización de los recursos.
3.13 La repetición es frecuente en Argentina, en parti-
cular de 1º a 4º grado. Los índices de repetición son
considerablemente más altos en las escuelas públicas
que en las privadas. Los índices estimativos de repeti-
ción del cuarto grado en las escuelas públicas son más
de cinco veces mayores que en las escuelas privadas
(5,5 por ciento en comparación con el 0,9 por ciento).
Y una vez que un alumno de una escuela pública repi-
te un grado, aumentan las probabilidades de que repi-
ta nuevamente. La repetición, especialmente durante
los primeros años escolares, va en detrimento de los
resultados educativos. Supeditado a la finalización de la
escuela primaria, los repetidores en la escuela primaria
tienen menos probabilidades que los no repetidores
de inscribirse en la escuela secundaria (64 por ciento
en comparación con el 95 por ciento). Incluso en el
caso de aquellos que comienzan la escuela secundaria,
las probabilidades de que finalicen los estudios secun-
darios son mucho menores para los repetidores (39
por ciento) que para los no repetidores (70 por cien-
to). Alrededor del 10 por ciento de los estudiantes
repiten como mínimo el primer grado, lo que repre-
senta una señal de ineficiencia en el sistema de educa-
ción argentino. En Chile, repite menos del 3 por cien-
to de los estudiantes primarios; en Ecuador, repite el 4
por ciento; y en los países escandinavos, la repetición es
vir tualmente nula. La repetición constituye un factor de
riesgo para otras conductas riesgosas (Capítulos 4-6).
La repetición disminuye durante el transcurso de la
escuela primaria. Si bien llega al 10 por ciento en el
caso de los alumnos de primer grado, los índices de
repetición disminuyen a tan sólo 4,3 por ciento en el
caso de los estudiantes que cursan sexto grado.
3.14 El ingreso en la escuela es casi universal en el pri-
mer grado. Más aun, los índices de inscripción superan
los índices de la población menor de 10 años durante
los primeros grados de la escuela primaria, debido a
que los estudiantes reprueban y repiten los primeros
grados. Pero, alrededor de los 14 años, sobreviene una
disminución abrupta y, así, los grados 9-12 son los más
riesgosos en términos de deserción escolar.
3.15 Los altos índices de inscripción en los últimos
veinte años no se han traducido en tasas equivalentes
Educación y aprendizaje
45
Figura 3.2 Inscripción y población por edad, 2001
Fuente: Kit, España y Labate (2006) según el Censo Nacional de Población (2001) y el Relevamiento Anual de Matrícula y Cargos (2001).
Inscripción especial
1000000
800000
600000
400000
200000
0
381,518
381,518 674,904
674,904862,875
720,741
795,799 790,042 767,923 756,611703,878 695,451
722,994635,713 557,356 448,016 362,229
233,526202,425
325,483391,339
445,945483,249507,904
554,748576,728586,649615,888
Aula 55 años
Aula 44 años
Grado 16 años
Grado 27 años
Grado 38 años
Grado 49 años
Grado 510 años
Grado 611 años
Grado 712 años
Grado 813 años
Grado 914 años
Grado 1015 años
Grado 1116 años
Grado 1217 años
Población por edad
Zona de retención por sobrepaso de edad
Zona de transición Falta de zona escolar
Inscripción por grado Inscripción por grado edad correcta
de finalización de los estudios; sin embargo, los años
de escolaridad promedio aumentaron un año en el
período comprendido entre 1992 y 2005, llegando así
a 10,4 años en 2005 (Tabla 3.7). Bastante más arriba
del promedio regional de 5,9 años, Argentina también
está bien ubicada en comparación con el este asiático,
donde el promedio de logros educativos es de 7,6
años.44
3.16 Las desigualdades en los logros educativos, ya
grandes de por sí, van en aumento. Las personas per-
tenecientes al quintil de menor poder adquisitivo
completan un promedio de 7,9 años de educación, en
comparación con aquellos provenientes del quintil de
mayor poder adquisitivo que completan un promedio
de 13,3 años; es decir que hay una brecha de casi un
70 por ciento.Y la brecha en términos de rendimien-
to es mayor : el incremento en los logros académicos
no benefició a todos los grupos de diferente poder
adquisitivo por igual. Los tres quintiles más ricos suma-
ron 1-1,2 años de escolaridad; los dos más pobres,
sólo 0,7-0,8 años.
3.17 El déficit que los adolescentes arrastran consi-
go a la educación secundaria empeora con el mode-
lo tradicional de educación secundaria, diseñada
para escoger a aquellos capaces de seguir cursando
estudios superiores en lugar de brindar educación
para todos.45 La administración actual ha lanzado
planes nacionales y provinciales con el objeto de
cambiar esas características, pero todavía no hay
información disponible para realizar una evaluación.
Esos esfuerzos se centran en la demanda, en espe-
cial por medio del otorgamiento de becas a estu-
diantes pobres (con 600.000 beneficiarios en 2007).
También están centrados en la ofer ta mediante pro-
gramas de tutoría, capacitación de maestros, conso-
lidación de la escuela y creación de espacios atracti-
vos para la juventud.
ASEGURAR LA CALIDAD CONTINÚASIENDO UN DESAFÍO
3.18 Un sistema educativo sólido se construye en
base a la cantidad de escuelas y a la calidad de la edu-
cación. El acceso a la educación y la consecución de
grados son importantes, pero también lo son los
resultados de las evaluaciones y otras formas de medir
el aprendizaje. La educación ayuda a los jóvenes en la
transición hacia la adultez, pero solamente si aprenden
las habilidades que necesitan.
3.19 La calidad de la educación en América Latina y el
Caribe es muy baja. Los países de América Latina se
encuentran sistemáticamente entre los más bajos en
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
46
Quintil PromedioAño 1 2 3 4 5
1992 7,2 7,8 8,5 9,7 12,2 9,4
2000 7,2 8,2 9,2 10,3 13,2 10,0
2005 7,9 8,6 9,7 11,0 13,3 10,4
Nota: En 1992, se incluyeron 12 ciudades y en 2000, 15 ciudades. En 2005, se utilizó una estructura diferente (continua).Fuente: CEDLAS.
Tabla 3.7 Años promedio de educación por quintil según ingresos familiares, años elegidos 1992-2005
44. Giovagnoli, Fizsbein y Patrinos (2004); Barro y Lee (2000).45. Ésa es una cuestión postergada de las consideraciones políticas desde la creación del sistema educativo argentino.Ver Tedesco (1982).
Educación y aprendizaje
47
País Resultado
Argentina 418Brasil 396Chile 410México 422Perú 327OCDE 500
Fuente: Banco Mundial (2006b)
Tabla 3.8 Resultados de evaluaciones para América Latina y la OCDE en 2000
Figura 3.3 PIB per cápita y promedio de resultadode las evaluaciones, países seleccionados
Fuente: Groppelo (2006).
Log GDP p/c
en in
gles
Indonesia
UruguayTailandia
Rep. Corea Japón
ArgentinaChile
BrasilPerú
Mexico
600
550
500
450
400
350
300
07.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5
46. El Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) es una encuesta que registra los conocimientos y habilidades de lectura en estu-diantes de 15 años de edad de 41 países, de los cuales 15 no pertenecen a la OCDE.47. Ver el Estudio sobre la Juventud de la Región (Banco Mundial, próximamente).48. Banco Mundial (2006b)49. Hasta el final del presente capítulo, se utiliza la encuesta del EEJ (ver capítulo 1).
cuanto a matemática, lectura, ciencias y resolución de
problemas en el Programa Internacional de Evaluación
de Estudiantes (Programme for International Student
Assessment, PISA) de la OCDE.46 Incluso después de
tomar como variable el PIB per cápita, el rendimiento
de la mayor parte de la región se encuentra por deba-
jo del estándar (Figura 3.3). 47
3.20 Los resultados de las evaluaciones en Argentina
son más bajos de los esperados si se tienen en cuen-
ta sus ingresos per cápita (Figura 3.5). En el
Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes
(PISA) de 2000, Argentina se ubicó en el trigésimo
quinto lugar de un total de 41 países que par ticipa-
ron en lectura. El rendimiento de Argentina se carac-
terizó por las grandes diferencias en los resultados
de las evaluaciones, consecuencia de las diferencias
que existen entre las regiones, las escuelas y los
niveles socioeconómicos de los estudiantes (Tabla
3.8). Por ejemplo, Argentina y México tienen un pro-
medio de resultados de evaluaciones similar pero la
desviación del estándar es mucho mayor en
Argentina.48
LOS FACTORES DE RIESGO DIFICUL-TAN LA EVOLUCIÓN ESCOLAR
3.21 ¿Por qué razón los jóvenes en Argentina dejan de
estudiar después de finalizar la escuela primaria o
abandonan los estudios secundarios, y toman decisio-
nes desacertadas que disminuyen sus posibilidades de
lograr una transición exitosa hacia la adultez? Existen
distintas teorías: la falta de escuelas secundarias cerca-
nas (sobre todo, en zonas rurales), la incapacidad de
los estudiantes de bajos recursos económicos de
pagar el costo de la oportunidad de asistir a la escue-
la y planes de estudio irrelevantes o anticuados que
disminuyen la calidad escolar. En la presente sección,
se exploran las interrelaciones entre los resultados
educativos cuantitativos y las características individua-
les y escolares, con el enfoque puesto más en la corre-
lación que en la causalidad.49 Más aun, los análisis se
basan en la encuesta del EEJ, que contiene un módulo
específico sobre los jóvenes que viven en el Gran
Buenos Aires. La encuesta carece de cobertura nacio-
nal y, por lo tanto, al igual que otras EPH, no cubre
zonas rurales. Por ende, el enfoque se centra en el
gran centro urbano y no puede extrapolarse a las
poblaciones rurales e indígenas.
3.22 La educación es acumulativa; por consiguiente, es
importante rastrear la trayectoria.50 Solamente un 1,6
por ciento de las personas de entre 15 y 30 años del
Gran Buenos Aires nunca finalizaron la escuela prima-
ria, y un 9 por ciento terminó la escuela primaria pero
nunca se inscribió en la escuela secundaria (Figura
3.4).51 De los jóvenes de entre 24 y 30 años, el 16 por
ciento nunca asistió a la escuela secundaria, en compa-
ración con sólo el 9 por ciento de aquellos de entre
18 y 24 años (Tabla 3.9). Del grupo de jóvenes de
entre 15 y 17 años, el 12 por ciento ya ha abandona-
do la escuela secundaria. Esas conclusiones, que se
basan en el área del Gran Buenos Aires, no se aplican
a las zonas rurales, donde hay muchos más estudian-
tes que nunca completan la educación primaria ni se
inscriben en la escuela secundaria. Por consiguiente, es
probable que las cifras nacionales promedio sean
menos alentadoras.
3.23 Los jóvenes en mayor situación de riesgo -aque-
llos que nunca asistieron a la escuela secundaria o
nunca finalizaron sus estudios secundarios- comenza-
ron a trabajar antes que aquellos que sí terminaron la
escuela secundaria. La edad de ingreso promedio en la
escuela secundaria para aquellos que abandonaron los
estudios secundarios es un año más que la edad de
aquellos que sí finalizaron sus estudios: 14 años en
comparación con 13 años.
3.24 De los jóvenes que abandonan la escuela, el 52 por
ciento mencionó el empleo como la razón principal que
motivó su decisión de dejar la escuela.52 El bajo rendi-
miento académico (16 por ciento) y los embarazos (8
por ciento) también fueron importantes (ver Capítulo
6). Aquellos que nunca comenzaron la escuela secunda-
ria mencionaron el trabajo, el bajo rendimiento acadé-
mico y los problemas familiares como limitaciones.
3.25 El apoyo de los padres es fundamental para el
éxito educativo de los jóvenes. Las probabilidades de
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
48
Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.
Asistió a escuela primaria N= 807
3.284.944
Asistió a escuela secundaria N=738
Finalizó (sólo) primaria N=59
No finalizó primariaN=10
No finalizóN=174
FinalizóN=380
Todavía asiste*N=184
728.0631.472.054 736.962
2.937.079295.877 (9%) 51.988 (1.6%)
Figura 3.4 Trayectorias para estudiantes de entre 15 y 30 años en el Gran Buenos Aires
50. Hanushek (1979, 1986).51. Se hará referencia a “nunca asistió” para identificar en forma conjunta a esos dos subgrupos, ya que su progreso se detuvo antes de ingresar enla escuela secundaria. Hay tres posibles resultados para el grupo que comenzó la educación secundaria: finalizó la secundaria, abandonó antes determinar (incompleto) y todavía asiste.52. EEJ y Sidicaro y Fanfani (1998) encontraron resultados similares para el Gran Buenos Aires utilizando una encuesta de 1995. Binstok y Cerruti(2005) también mencionan ese factor.
comenzar la educación secundaria ascienden al 93 por
ciento en el caso de los jóvenes que sintieron que sus
padres estaban muy involucrados en su educación; por
otra parte, la cifra disminuye a un 78 por ciento en el
caso de aquellos que no percibieron interés por parte
de sus padres. La probabilidad de completar los estu-
dios también es más alta para aquellos que sintieron el
apoyo de sus familias que para los que no (el 73 por
ciento en comparación con el 16 por ciento).
3.26 Las madres que han recibido una educación más
completa cuidan mejor de sus hijos y les dan aliento
para lograr mejores resultados educativos. De los
niños cuyas madres poseen un título universitario, el
94 por ciento finalizó la escuela secundaria. La finaliza-
ción de los estudios disminuyó al 46 por ciento en el
caso de aquellos jóvenes cuyas madres terminaron
solamente la escuela primaria, y disminuyó a un tercio
en el caso de aquellos jóvenes cuyas madres sólo fina-
lizaron una parte de los estudios primarios (Tabla
3.10).53 Por el contrario, todos los jóvenes cuyas
madres poseen un título universitario finalizaron la
escuela primaria. La transmisión intergeneracional de
la educación posee una gran influencia.
Educación y aprendizaje
49
Grupo etario Completa Incompleta° Todavía asiste Nunca asistió
15-17 1,4 11, 7 82,8* 4,1
18-24 55,5* 27,2 8,7 8,7
25-30 58,7* 23,4 2,3 15,6
Total 44,8* 22,16* 22,4* 10,6
° Y fuera del sistema educativo. *Coeficiente de variación menos del 10 por ciento. El resto de las cifras tienen un coeficiente de variaciónsuperior al 10 por ciento. Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.
Tabla 3.9 Resultados educativos de jóvenes por edad (porcentaje)
Madre Primaria Primaria Secundaria Secundaria Terciaria Terciaria / Hijo incompleta completa incompleta completa incompleta completa
Ninguno 35,5 10,7 26,5 13,2 14,1 0,0
Primaria incompleta 5,1 20,9 42,5 20,2 9,1 2,2
Primaria completa 2,1 18,6 32,6 21,5 18,4 6,8
Secundaria incompleta 0,0 5,4 32,3 26,5 27,2 8,6
Secundaria completa 0,0 1,6 22,6 18,6 52,1 5,1
Terciaria completa 0,0 0,0 4,2 15,2 68,5 12,0
Terciaria completa 0,0 0,0 6,5 7,5 62,5 23,5
Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.
Tabla 3.10 Educación escolar de madres e hijos en el Gran Buenos en 2005 Máximo nivel de educación logrado (matriz de transición)
53. No están incluidos aquellos individuos que todavía asisten a la escuela secundaria.
Las probabilidades de comenzar la escuelasecundaria3.27 ¿Qué es lo que determina que una persona joven
comience y finalice la escuela secundaria? Se utiliza un
análisis con múltiples variaciones para calcular las pro-
babilidades adaptadas de comenzar y finalizar la escue-
la secundaria, tomando como variables una gran can-
tidad de factores. El contexto familiar ha demostrado
ejercer una gran influencia, con efectos más débiles en
lo referente a las variables escolares.
3.28 Los estudiantes que repitieron un año entre 1º y
3º grado o entre 4º y 7º grado tienen menos proba-
bilidades de asistir a la escuela secundaria (12 por
ciento en el caso de los repetidores de 1º a 3º grado,
8 por ciento en el caso de repetidores de 4º a 7º
grado). Y las consecuencias de la repetición son acu-
mulativas: un estudiante que repitió en ambos perío-
dos tiene un 20 por ciento menos de probabilidades
de inscribirse en la escuela secundaria que un compa-
ñero que no haya repetido (Tabla 3.11). 54
3.29 En consonancia con los estudios previos mencio-
nados, los jóvenes cuyos padres no finalizaron la edu-
cación primaria tienen un 12 por ciento menos de
probabilidades de inscribirse en la escuela secundaria
que aquellos cuyos padres completaron la educación
secundaria. Por lo tanto, el acceso limitado a la educa-
ción secundaria para esta generación irá en detrimen-
to de las generaciones futuras.
3.30 El género no es importante en la determinación
de la inscripción en la escuela secundaria. Tampoco lo
es el tener un tutor durante la escuela primaria,55 ni
el hecho de que los jóvenes asistan a una escuela pri-
maria pública o privada.
Las probabilidades de finalizar la escuelasecundaria3.31 Las probabilidades de finalizar la escuela secunda-
ria están correlacionadas con el nivel de educación de
los padres, la repetición en la escuela primaria, el géne-
ro y la disponibilidad de libros de texto (Tabla 3.12).56
La repetición de grados en la escuela primaria guarda
una estrecha correlación con las probabilidades de fina-
lizar la escuela secundaria, incluso después de tomar en
consideración otros factores individuales y escolares.
Los hombres jóvenes tienen una propensión mucho
mayor a no finalizar la escuela secundaria que las muje-
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
50
Variable Probabilidad marginal
Repite grados 1-3 -0,12Repite grados 4-7 -0,08Hombre 0,00Padre sin educación -0,15Padre con algo de educación primaria -0,12Padre con algo de educación secundaria -0,04Libros 0,01Trabajó antes de los 13 años -0,03Tutor o maestro particular 0,00Escuela pública -0,02Escuela simple 0,00Escuela urbana -0,01Clase 1981-85 -0,03Clase 1975-80 -0,04Constante
Modelo Logit; tamaño de la muestra: 797. Las claves para los res-ponsables de formular las políticas son las probabilidades margi-nales. Esas probabilidades indican las oportunidades que tiene unestudiante con características específicas de comenzar la escuelasecundaria. Por ejemplo, un estudiante que repitió de grado entrelos grados 1-3 tiene un 12 por ciento menos de probabilidadesde comenzar la escuela secundaria que aquellos estudiantes queno repitieron esos grados. Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.
Tabla 3.11 Probabilidades de comenzar la escuela secundaria, 2005
54. Se utilizó el estimador robusto de varianza Huber/White/sandwich. Las probabilidades marginales estimadas se calculan tomando el promediode las variables y manteniendo constantes otros factores en la ecuación logit.Ver apéndice III para las definiciones de variables.55. Eso significa que el estudiante tuvo acceso a un maestro particular (tutor) durante la escuela primaria.56. Se utilizó el estimador robusto de varianza Huber/White/sandwich.Ver apéndice III para las definiciones de variables.
res jóvenes. Curiosamente, las probabilidades de finali-
zar la escuela secundaria son mayores para los grupos
etarios mayores. Aquellos que nacieron entre 1975 y
1980 tienen mayores probabilidades de finalizar sus
estudios que aquellos nacidos entre 1986 y 1990. Eso
puede reflejar condiciones macroeconómicas en dete-
rioro que afectan las decisiones que toman los jóvenes
respecto de la escuela y el trabajo (ver Capítulo 4).
3.32 Los estudiantes que cuentan con libros de texto
tienen un 16 por ciento más de probabilidades de fina-
lizar la escuela secundaria que los estudiantes que no
poseen libros. La disponibilidad de becas no parece
tener demasiada incidencia en la finalización de los estu-
dios.Tal vez, la razón sea la pequeña cantidad de perso-
nas que participaron en la muestra que recibían una
beca. Los estudiantes de las escuelas secundarias priva-
das obtienen mejores resultados: aquellos que asisten a
escuelas privadas religiosas tienen un 14 por ciento más
de probabilidad de terminar la escuela secundaria que
los estudiantes de escuelas públicas.
Perfiles de los estudiantes y finalización dela escuela secundaria3.33 Los jóvenes que poseen libros de texto, que no
repitieron ningún grado en la escuela primaria y cuyos
padres finalizaron la escuela secundaria tienen una
probabilidad del 88 por ciento de finalizar la escuela
secundaria, es decir, 11,5 puntos por encima del por-
centaje promedio (Tabla 3.13). La probabilidad de
completar la escuela secundaria disminuye 16 puntos
en el caso de los jóvenes que repitieron en la escuela
primaria pero que, en los demás aspectos, tienen
características similares. Si, además, no cuentan con
libros de texto durante la escuela secundaria, las pro-
babilidades disminuyen a un 54 por ciento. Los jóve-
nes que no poseen libros de texto, que repitieron en
la escuela primaria y cuyos padres sólo tienen un títu-
lo de estudios primarios tienen un 30 por ciento de
probabilidades de finalizar la escuela secundaria.
3.34 Cuanto mayor sea la cantidad de tiempo que
pasan los jóvenes en la escuela, menores son las pro-
babilidades de que cometan un delito.57 Los mayores
logros educativos también reducen la incidencia de
conductas sexuales riesgosas y consumo de drogas y
alcohol (Capítulos 5 y 6). Por consiguiente, los grupos
de alto riesgo necesitan apoyo y atención especiales
para aumentar sus probabilidades de finalizar la educa-
ción secundaria.
Educación y aprendizaje
51
Variable Probabilidad marginal
Repite grados 1-3 -0,22Repite grados 4-7 -0,23Hombre -0,09Padre sin educación -0,31Padre con algo de educación primaria solamente -0,26Padre con algo de educación secundaria solamente -0,19Libros 0,16Trabajó antes de los 13 -0,17Beca -0,02Misma escuela -0,08Religiosa privada 0,14Laica privada 0,12Escuela con idiomas 0,11Escuela simple 0,01Escuela urbana -0,09Escuela pública -0.12Clase 1981-85 0.10Clase 1975-80 0.17Constante
Modelo Logit; tamaño de la muestra: 797. Las claves para los res-ponsables de formular las políticas son las probabilidades margi-nales. Esas probabilidades indican las oportunidades que tiene unestudiante con características específicas de comenzar la escuelasecundaria. Por ejemplo, un estudiante que repitió de grado entrelos grados 1-3 tiene un 12 por ciento menos de probabilidadesde comenzar la escuela secundaria que aquellos estudiantes queno repitieron esos grados. Fuente: Los cálculos se basan en el EEJ.
Tabla 3.12 Probabilidades de finalizar la escuela secundaria, 2005
57.Wolfe (1995).
DESAFÍOS PARA AMPLIAR LAEDUCACIÓN PARA LOS POBRES Y MARGINALES
3.35 Argentina ha hecho un gran progreso desde la
década de 1980: casi se ha erradicado el analfabetis-
mo en los jóvenes de hoy y la inscripción en la escue-
la primaria es casi universal. El gobierno ha logrado
mantener altos niveles de inscripción escolar en tiem-
pos difíciles: el grupo de jóvenes más numeroso de
todos los tiempos en un período de vaivenes macro-
económicos significativos. Sin embargo, existen desafí-
os por superar : todavía persisten diferencias conside-
rables en los resultados educativos según el nivel eco-
nómico y la ubicación geográfica. Si bien menos del
uno por ciento de los menores de entre 6 y 17 años
de edad provenientes del 20 por ciento de los hoga-
res con mayor poder adquisitivo no asisten a la escue-
la, ese número se eleva a 8,2 por ciento en el caso de
aquellos provenientes del 20 por ciento de los hoga-
res más pobres. Los niños y jóvenes que viven en
zonas rurales tienen una probabilidad mayor de aban-
donar la escuela que aquellos provenientes de las
zonas urbanas y pocas posibilidades de continuar sus
estudios en la zona donde viven.
3.36 Las características de la escuela, la familia y los
estudiantes influyen en las probabilidades de los jóve-
nes de inscribirse en la escuela secundaria, y en sus
probabilidades de graduarse. Los estudiantes que repi-
tieron un grado en la escuela primaria tienen menos
probabilidades de asistir a la escuela secundaria. Y las
repeticiones múltiples disminuyen las probabilidades
aun más. Los grupos de alto riesgo necesitan apoyo y
atención especiales para compensar las desventajas.
Los jóvenes de hoy: un recurso latente para el desarrollo
52
Repitió la escuela primaria No Sí Sí Sí
Libros de texto Sí Sí No No
Padre con algo de educación secundaria solamente No No No Sí
Padre tiene más que educación secundaria Sí Sí Sí No
Pr(y=1|x) 0,88 0,72 0,54 0,30
Intervalos de confianza 0,83.0,92 0,57.0,87 0,31.0,76 0,12.0,48
Nota: Los datos corresponden a 2005. Los intervalos de confianza se realizaron con el método delta.Fuente: Cálculos realizados por el autor.
Tabla 3.13 ¿Cuáles son las probabilidades de que un estudiante finalice la escuela secundaria?
“La situación de los jóvenes provenientes de
los barrios de clase obrera donde yo trabajo
en Corrientes es la siguiente: la mayoría
hacen algunos trabajitos, cortan el césped,
realizan tareas domésticas, trabajan en la
construcción, son vendedores callejeros… y
todos han recibido educación o, incluso,
capacitación mínima. El primer problema al
que se enfrentan es el dilema entre trabajar
o estudiar, porque tienen que ayudar a
alimentar a sus familias y les resulta muy
difícil estudiar o capacitarse”.
Nelson, 22 años, trabaja en unaorganización de base, Corrientes.
3.37 A continuación, se sintetizan algunos de los
temas más urgentes para someter a consideración y
discusión:
• ¿Cuál es la mejor estrategia para reducir la repeti-
ción de grados, aumentar los índices de finalización
de estudios y mejorar la calidad educativa en la
escuela primaria? ¿Cómo se puede detectar a los
estudiantes con bajo rendimiento y cómo se puede
garantizar el apoyo de compensación?
• ¿Cuál es la estrategia más eficaz para incrementar los
índices de inscripción escolar, mejorar la calidad edu-
cativa y aumentar los índices de finalización de estu-
dios en la escuela secundaria? ¿Cómo puede garanti-
zarse un enfoque centrado en las zonas más pobres
para la ampliación y mejora de la educación secun-
daria?
• ¿Cómo puede encararse de la manera más eficaz la
creciente brecha en términos de logros entre los
jóvenes pobres y los que no son pobres?
• ¿Cómo puede garantizarse un enfoque en los jóve-
nes en riesgo con el fin de crear resultados interge-
neracionales positivos?
• ¿Cómo se puede incrementar el compromiso por
parte de los padres para alentar a los jóvenes a ins-
cribirse en la escuela y finalizar sus estudios?
• ¿Cómo puede utilizarse el contexto educativo para
proporcionar mensajes clave de prevención al
"público cautivo" del grupo de los jóvenes?
Educación y aprendizaje
53