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1
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA
MÓDULOS DE FORMACIÓN HUMANA
ESPRITUALIDAD JUVENIL SALESIANA
OCTUBRE 2013
TEXTO COMPILADO POR:
Msc. Ronald Carrillo Msc.
Ramiro Rubio Lcdo.
Medardo Silva
2
Vida y Trascendencia
Introducción
La Universidad Politécnica Salesiana tiene como misión: La formación de honrados ciudadanos y
buenos cristianos, con excelencia humana y académica. Este desafío nos invita a proponer una
educación integral de la persona, tomando en cuenta sus dimensiones.
El presente documento trata sobre la dimensión espiritual y tiene como punto de partida la
comprensión del ser humano como un ser de trascendencia, con una espiritualidad fundamental
que se manifiesta en la vida de las personas de diferentes modos, desde lo secular hasta lo
religioso. Mediante este estudio se quiere ahondar en la dimensión espiritual del individuo y tiene
como sustento teórico las antropologías personalistas que comprenden al ser humano como
espíritu corporeizado.
I. Nociones generales de la espiritualidad y experiencia de la misma
1. Fundamentación antropológica de la dimensión espiritual del sujeto
En el curso de Antropología Cristiana habíamos definido al ser humano como un espíritu
corporeizado, un ser que participa de cuatro dimensiones. Ante todo la somática, orgánica
(cuerpo físico CF), después la psíquica, mental en sentido estricto (PM), luego la afectiva,
emotiva (AE) y finalmente la espiritual o trascendente (ET), pero no añadida como una dimensión
en sí, sino que,
sin ser ella la única, es sin embargo la verdadera dimensión del ser humano.
ET
AE
PM
CF
Para conocer al ser humano es indispensable tener en cuenta todas sus dimensiones y no es
válido, ni ético, considerar a la persona solamente desde una de estas dimensiones, pues solo
abordaríamos una proyección del mismo, pero no ante su totalidad. “La imagen –legada por
Freud- de un hombre absolutamente condicionado por su dimensión psico-física es desplazada en
Frankl por la riqueza y dignidad de la persona espiritual, única, irrepetible” (Gómez 2002).
3
Cada hombre que viene al mundo es algo absolutamente nuevo que llega a la existencia, que se
hace realidad. La existencia espiritual no es trasmisible, no puede trasplantarse de padres a hijos.
Los padres sólo pueden entregar el contenido genético de los cromosomas que determinan
4
exclusivamente lo psicofísico, pero no a la persona espiritual. El hijo es un nuevo ser que se llama
“yo” a sí mismo. Ha surgido un nuevo tú, sin que por eso sus padres se empobrezcan de espíritu o
pierdan el derecho de decirse yo a sí mismos (Frankl, 1991).
Pero ¿qué es el espíritu? Si aceptamos que su naturaleza es invisible, ¿Cómo podemos
aproximarnos a él? ¿Qué herramientas, sentidos o técnicas podemos utilizar para descubrirlo?
Vayamos por partes. Primero, no todo lo imperceptible por los sentidos es irreal; pensemos en los
valores como la justicia, la libertad o el amor. Los valores como tales no se pueden experimentar
en el mundo físico, pero existen pistas que nos dan luces sobre su presencia. Las expresiones
espirituales son los claros ejemplos de lo trascendente. No pueden ser contenidos en espacios
físicos o en recipientes. La libertad se expresa en los actos de las personas, pero no se puede
experimentar la libertad plena o pura como realidad, separada del yo. Está ligada a la esencia del
ser humano.
Sintetizando:
1) La persona es una unidad.
2) Su unidad no se rompe nunca ni siquiera en la psicosis, en la que se puede dar una
disociación de ciertos complejos asociativos pero nunca de la persona misma.
3) Cada persona es un ser nuevo. Es un espíritu corporeizado.
4) Es también existencial, dinámica y capaz de trascenderse a sí misma.
5) La persona es libre y responsable. Es un ser libre y espiritual.
¿Qué es la espiritualidad?
La espiritualidad tiene que ver con el sentido pleno, con la visión elevada, pero esa plenitud y esa
elevación convocan a una perspectiva que, si bien tiene su dificultad, no admite el cultivo del
reparo, la objeción y el reproche que suele caracterizar a muchos planteos que se afincan en el
campo de la espiritualidad buscando una pureza imposible. O una pureza mal comprendida, ya
que pureza no significa necesariamente negación o alejamiento de la animalidad que somos, sino
comprensión del carácter trascendente, elevado, de esa animalidad (Rozitchner 2012)
El espíritu de una persona es lo profundo y dinámico de su propio ser: sus motivaciones mayores
y últimas, su ideal, su utopía, su pasión, la mística por la cual vive y lucha y con la cual contagia.
“Espíritu” es el sustantivo concreto, y “espiritualidad” es el sustantivo abstracto. En lenguaje
común estas dos palabras se usan indistintamente: “Fulano tiene mucho espíritu, tiene una
espiritualidad profunda”.
Cuando decimos de alguien que “no tiene espíritu”, queremos afirmar que no tiene pasión, ideal,
vida profunda. Es más que una persona es un tronco, es una máquina. (CASALDALIGA)
Como podemos deducir, la espiritualidad es la dimensión de la persona que integra al individuo,
que lo vuelve pleno. La espiritualidad se define entonces como un camino de búsqueda y
crecimiento personal, que permite superar la angustia del sin sentido, el reproche y el
descontento por la
5
existencia. Gracias a la dimensión espiritual podemos trascender nuestra realidad de seres finitos
y mortales. La espiritualidad transforma nuestra realidad espacio temporal y nos proyecta hacia
una vida de aceptación, comprensión, desarrollo y contento. La persona entonces se va
configurando, construyendo como un ser no meramente animal, sino como un ser humano, se va
humanizando, se va tornando en más humano en la medida que supera sus miedos, fracasos e
inseguridades y se lanza a la conquista de su plenitud.
La espiritualidad es la visión afirmativa plena y cada uno puede hacer su recorrido para llegar a
ese punto de renacimiento en donde a su existencia ya dada suma la asunción y la mirada que
reivindica todo, aun lo difícil, lo no querido, lo problemático del vivir como parte del valor
increíblemente grande de la insólita vida de la que participamos. Aceptación, sorpresa, encuentro,
maravilla de vivir y ser lo que no tiene explicación pero es consistente y hace sentido. El aporte
de la espiritualidad es el de situarnos en el eje de la vida concebida como una aventura y no
como un problema, como una posibilidad incierta, desafiante y extraordinaria, que nos hace
padecer y disfrutar y que la sabe ver como lo extraordinaria realidad que es. (Rozitchner 2012)
En resumen, espiritualidad es el conjunto de principios y prácticas en relación con lo divino o
trascendente, que caracterizan la vida de un grupo de personas en relación con aquello que creen,
las diferentes maneras de experimentar la trascendencia, y el modo como la vida es entendida y
vivida.
II. Desafíos de la cultura actual a la espiritualidad
Quizás nada hable tanto de cambios y transformaciones en el dominio de la espiritualidad, como
la vitalidad y actualidad de que goza así como la importancia decisiva que reviste. La
espiritualidad, junto con la credibilidad del mensaje cristiano o teología fundamental, la ética y el
diálogo entre las diferentes experiencias y tradiciones religiosas.
Por lo que respecta a la espiritualidad, su importancia y urgencia la podemos expresar con la frase
acuñada por Martín Velasco1: “El cristianismo del mañana que ya estamos viviendo será místico o
no será cristianismo”. O dicho en otras palabras, el desafío de la cultura actual al cristianismo, al
igual que a las demás religiones, es que sea espiritual; de otra manera, no será creíble. Así se
presentan de radicales las cosas. Quien hoy busca religión, busca experiencia religiosa. El desafío
a las religiones, y en especial al cristianismo, es enorme. Estas se modelaron y funcionaron más
como sistemas y aparatos doctrinales y morales que como sabidurías y métodos de vida y
experiencia religiosa, y el desafío ahora supone todo un giro copernicano.
Para dar cuenta de este desafío, de su naturaleza y alcance, nos parece que:
• Hay que mostrar la relación necesaria que siempre se da entre religión y cultura,
entendida ésta en términos estructurales, o dicho de otra manera, hay que mostrar la
espiritualidad como forma cultural de vivir la fe;
1 La frase atribuida a André Malraux es, como se sabe, “el siglo XXI será religioso o no será”;citación al parecer apócrifa.
5
• en un siguiente paso, se impone dar cuenta de cuáles son las características estructurales
de nuestra cultura actual, las que necesariamente vehicularán la nueva espiritualidad
cultural; para, finalmente,
• poder captar los desafíos y retos que ambas presentan hoy a la espiritualidad cristiana.
Uno de los puntos de partida es ahondar en ciertos aspectos que nos sirven de recuerdo de los
contenidos del módulo anterior y para contextualizar la Espiritualidad en un diálogo permanente
con la realidad etarea, cultural y social que la circunda.
2.1. La modernidad
El Siglo XVIII europeo trastocó el orden feudal y, como nunca antes, abrió las puertas al desorden
y al cambio social. No es casual entonces que los pensadores sociales de la época se
preguntaran insistentemente por la posibilidad de un nuevo orden social. El eje alrededor del cual
gira este debate nos remite al tema del ordenamiento político y la convivencia social, y sus
referentes fundamentales son el individuo y la comunidad.
Los acontecimientos históricos que abonan el terreno sobre el cual germinará esta discusión son:
• La Reforma. (S. XV-XVI)
Con Lutero la fe religiosa se torna reflexiva. Contra la fe en la autoridad de la predicación y de la
tradición el protestantismo afirma la dominación de un sujeto que reclama insistentemente la
capacidad de atenerse en sus propias intelecciones. Pero como nos los recuerda Marx en sus
escritos tempranos “si el protestantismo no fue la verdadera solución, si fue el verdadero
planteamiento del problema. Ya no se trataba más de la lucha del seglar con el cura fuera de él,
sino de la lucha con su propio cura interior, con su naturaleza clerical” 2.
• La Revolución Francesa.
La proclamación de los derechos del hombre y el código de Napoleón hacen valer el principio de
la libertad de la voluntad como fundamento sustancial del Estado.
• La Ilustración.
En el filósofo alemán Immanuel Kant encontramos la estructura de la auto-relación del sujeto
cognoscente que se vuelve sobre sí mismo como objeto para aprehenderse a sí mismo como en
la
6
2 Marx. “Contribución a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel” en Marx y el Derecho. Escritos de Juventud. Bogotá:Argumentos, Febrero-Marzo, Abril-mayo de 1983, p. 130.
7
imagen de un espejo. Kant instaura la razón como tribunal supremo ante el que ha de justificarse
todo lo que en general se presente con la pretensión de ser válido.
• La Revolución Industrial.
La revolución industrial se inicia en Inglaterra a finales del siglo XVIII y paulatinamente se expande
durante el siglo XIX y principios del XX a los demás países occidentales. No constituyó un único
acontecimiento, sino muchos desarrollos interrelacionados que culminaron en la transformación de
una sociedad con una economía de base agraria a otra nueva fundamentada en la producción
fabril. Su característica económica más sobresaliente es el aumento extensivo e intensivo en el
uso de los factores del trabajo y con él, la aparición de fábricas que se extienden progresivamente
a todas las ramas de la producción.
De esta forma, la Modernidad aparece como el resultado de un largo proceso histórico de carácter
global, que presenta elementos tanto de continuidad como de ruptura que surge en la Europa
Central y Estados Unidos y con el tiempo se expande hasta volverse mundial y establecerse en
los países periféricos3. En este sentido, podemos afirmar que la modernidad surge asociada a un
tiempo y a un espacio geográfico determinado pero, en su proceso de expansión se hace más o
menos mundial, siguiendo vías específicas, determinadas en cada país por todo un conjunto de
circunstancias.
El tránsito hacia la modernidad está asociado a cuatro grandes ideas, estrechamente relacionadas
entre sí:
a) La Ruptura con la idea de que existe un principio trascendente de ordenamiento de
la sociedad.
El pensamiento Ilustrado, como primera gran manifestación cultural e intelectual de la modernidad
occidental, cuestiona las bases del Antiguo Régimen sustentado en la existencia de un principio
divino que organiza y orienta dicha sociedad: ¿es posible -se preguntan los ilustrados- construir un
orden social a partir de elementos internos, no teológicos, esto es a partir del individuo, sujeto o
actor?. Desde esta perspectiva, “La modernidad se expresa en una ruptura con esa
fundamentación trascendente y la reivindicación de la realidad social como un orden determinado
por los hombres. Afirmando su autonomía, los individuos se hacen irremediablemente cargo
de organizar su convivencia”4. En este sentido, coincidimos con Lechner en señalar que la
modernidad es ante todo un proceso de secularización: “…el lento paso de un orden recibido a un
orden producido: el mundo deja de ser un orden predeterminado de antemano y deviene objeto de
voluntad humana…”5
3 Anthony Giddens. Consecuencias de la Modernidad. Madrid: Alianza, 1993, p.15.4 Norbert Lechner. Los Patios Interiores de la Democracia. Subjetividad y Política. Chile: Fondo de Cultura, 1988. p.156.
8
5 Ibíd.
9
b) La búsqueda de un principio inmanente.
En el pensamiento Ilustrado la naturaleza humana aparece como el principio inmanente del orden.
El hombre necesita y puede construir una convivencia pública, porque no solo busca intereses
privados sino que a la vez es un agente moral, tiene valores, con los que puede construir un orden
social. La secularización traslada a la política la función integradora que cumplía anteriormente la
religión. El fundamento divino es sustituido por el principio de la soberanía popular. Junto con esta
auto referencia radical surge la política moderna.
c) Absolutización del concepto de razón y progreso
Las revoluciones burguesas, que encuentran su mejor expresión en la revolución francesa (1789)
y, concomitante a ellas, el acelerado proceso de urbanización e industrialización, facilitado por
los inusitados avances tecnológicos, va acompañado de una ilimitada confianza en las
posibilidades que ofrece la ciencia y la razón. Con la Edad Moderna se constituye la idea de
historia como progreso, de la aceleración de los acontecimientos históricos y la idea de
simultaneidad cronológica de evoluciones históricas simultáneas6.
d) La Conciencia de Ruptura con el Pasado.
La modernidad se entiende a sí misma como una época histórica, en cuanto ésta toma conciencia,
como un problema histórico, de su ruptura con el carácter ejemplar del pasado. Se trata de una
concepción liberadora que enfrenta las formas tradicionales de organización social y cultural y que
pugna por crear un mundo nuevo y un hombre nuevo.
Lo moderno aparece así como equivalente a un presente en permanente cambio. En la segunda
mitad del S.XIX, Baudelaire acuña el término “modernidad” en su artículo “El pintor de la vida
moderna”. Allí lo moderno aparece como sinónimo de lo presente: “el placer que nos brinda la
representación del presente -escribe Baudelairese debe no sólo a la belleza con que se lo puede
adornar, sino también a su calidad esencial de ser presente”7.
2.2. La Postmodernidad
Al finalizar la década de los sesentas, la reflexión postmoderna empieza a abrirse campo en el
terreno de las Ciencias Sociales8 . Algunos de los teóricos más representativos de este debate
son el sociólogo de la Universidad de Harvard Daniel Bell, el filósofo alemán y representante
de la
6 Jürgen Habermas. El Discurso Filosófico de la Modernidad. Madrid, Taurus, 1989, p. 16.7 Charles Baudelaire, «The Painter of Modern Life» en C. Baudelaire The Painter of Modern Life and Other Essays, pag.1, Londres: 1964, citado por David Frisby, Fragmentos de la Modernidad, Madrid: Visor, 1992, pág.43.8 El debate postmoderno hunde sus raíces en las discusiones suscitadas en el campo de lo estético a finales del siglo XIX ycomienzos del s. XX. Es en este período cuando las corrientes modernistas cuestionan las reglas sobre las que el arte se había fundamentado hasta el momento y tratan de mirar el mundo con ojos nuevos, colocando su acento en la creatividad e imaginación personal: el escritor abandona el relato lineal y secuencial para dar vida a una narrativa caracterizada por una simultaneidad de experiencias, donde se entremezclan el pasado, el presente y el futuro; el artista transforma su objeto
1
formal en un juego de percepciones múltiples, asimilando todos los temas y materiales; El urbanista, modifica las dimensiones espacio-temporales de la ciudad, propiciando un ambiente de mayor libertad.
1
Escuela de Frankfurt, Jürgen Habermas y el filósofo Francois Lyotard. Para 1979 este último
publica en Francia su libro, La Condición Postmoderna.
Concebido inicialmente como un informe sobre el saber en las sociedades más desarrolladas
propuesto al Conseil des Universités del gobierno de Québec, muy pronto se convierte en una
suerte de manifiesto de este movimiento. En sus páginas introductorias, el autor define el
postmodernismo como “el estado de la cultura después de las transformaciones que han
afectado a las reglas del juego de la ciencia, de la literatura y de las artes a partir del siglo XIX”9.
Cabe señalar que es justamente Lyotard quien acuña el uso del término y generaliza su uso, para
referirse en concreto a la “crisis de los grandes relatos”.
En las líneas siguientes nos ocuparemos de la POSTMODERNIDAD de forma breve y profunda a
la vez:
• El Fin de los Grandes Relatos
La hipótesis central que plantea Lyotard en su obra es que “el saber cambia de estatuto al mismo
tiempo que las sociedades entran en la edad llamada postindustrial y las culturas en la edad
llamada postmoderna”. Este paso ha comenzado cuando menos desde fines de los años 50, que
para Europa señalan el fin de su reconstrucción.
La tesis de Lyotard está apoyada, en buena medida, en el desarrollo de la sociedad informatizada,
donde la interacción social ha sufrido una fuerte evolución y han irrumpido nuevos lenguajes y
juegos de lenguaje con base en una heterogeneidad de reglas. Lyotard destaca la
transformación de la naturaleza del saber con la hegemonía de la informática: “El antiguo principio
de que la adquisición del saber es indisociable de la formación del espíritu, e incluso de la
persona, cae y caerá todavía más en desuso. Esa relación de los proveedores y de los usuarios
del conocimiento con el saber tiende y tenderá cada vez más a revestir la forma que los
productores y los consumidores de mercancías mantienen con estas últimas, es decir, la forma de
valor”10.
El debate posmodernista avanza en la década de los ochentas, reuniendo en torno a su alrededor
diferentes corrientes de pensamiento, estrechamente relacionadas entre sí y que apuntan a
señalar el fin de la modernidad.
Para algunos autores ésta se expresa en la superación de valores asociados con las sociedades
modernas y, en particular, un desencanto hacia la idea de progreso que caracterizó el
pensamiento Ilustrado. En la práctica, esto supone un reconocimiento del mundo y de las
culturas que fueron negadas y marginadas por el proyecto “civilizatorio” occidental, pese a
encarnar desarrollos
1
9 Jean Francois Lyotard. La Condición Posmoderna. México:Planeta, 1993, p. 9.10 Ibid., p. 16
1
diferentes y alternativos a la idea de modernidad europea, que terminó imponiéndose como
dominante en el mundo actual11. El mundo postmoderno se concibe así, como un universo plural,
multicultural y fragmentado, donde no existe una historia única, ni “un punto de vista
comprehensivo capaz de unificar todos los demás” sino “imágenes del pasado propuestas desde
diversos puntos de vista12”.
En otra de sus versiones, el postmodernismo se plantea como una crítica al modernismo social y
político y aparece asociado a la crisis de la izquierda revolucionaria, el fin del socialismo real -en
los años ochenta- y, el triunfo de las concepciones económicas y políticas neoliberales 13. En
clara oposición al pensamiento Ilustrado, esta vertiente postmoderna rechaza los conceptos de
razón, modernización, emancipación humana y sujeto histórico. Rechaza la construcción de
imágenes del mundo como elemento más significativo de la modernidad y niega la diferenciación
funcional entre los ámbitos de la vida social y el empleo en ellos de la razón instrumental. Ni el yo
ni la cultura tienen unidad propia, se produce, entonces, una completa escisión de la
instrumentalizad y el sentido: la instrumentalidad está administrada por empresas, económicas o
políticas, que compiten entre sí en los mercados, el sentido se ha hecho puramente privado
subjetivo14.
El análisis lo centra en la POSTMODERNIDAD como la condición de la cultura que se registra a
partir del siglo XIX con transformaciones que impactan las reglas del juego de la ciencia, la
literatura y las artes y, con la crisis de los relatos propios de la ciencia la cual, a través de la
filosofía, legitima su estatuto.
El filósofo francés diferencia dos momentos históricos en el análisis de la conformación de la
ciencia. Uno, que denomina ciencia “moderna” se entiende como metadiscurso que se apoya en
uno u otro gran relato, como “la dialéctica del espíritu, la hermenéutica del sentido, la
emancipación del sujeto razonante o trabajador15”. Y se legitima por medio de una meta relato que
implica una filosofía de la historia.
El otro momento, identifica la ciencia bajo la condición posmoderna (crisis de los meta relatos),
como pragmática de las partículas lingüísticas, ello se constituye según Lyotard en un efecto del
progreso de las ciencias a través de combinaciones lingüísticas que no son ni estables ni
comunicables. En la medida en que el saber científico es una clase de discurso se plantea que
desde hace cuarenta
11 Esta visión del postmodernismo se opone al universalismo de la ideología modernista, sobre todo en su fase de conquista y en los países que más se identificaron con la modernidad y con valores universales, como Francia durante la revolución y Estados Unidos en el reciente período.12 Gianni Vattimo “Postmodernidad: Una sociedad transparente “en Vattimo, En torno a la Postmodernidad, Barcelona: Anthropos, 1990, p. 11.13 Para el sociólogo norteamericano Jeffrey Alexander "La victoria de la derecha neoliberal tuvo y continua teniendo enormes repercusiones políticas, económicas e ideológicas a lo largo y ancho del globo. "El acontecimiento más decisivo para laderecha fue el declive del comunismo que no se trataba de una victoria política, militar y económica sino un triunfo en el nivelde la propia imaginación histórica". (p. 95). Jeffrey Alexander. Sociología Cultural, ANTHROPOS. 2000, pp. 23-25.
1
14 En esta perspectiva se ubica Lipovetsky, para quien todos los gustos, todos los comportamientos pueden coexistir sin excluirse, todo puede escogerse a gusto, en una época sin puntos de referencia estables, sin coordenadas. Esta disociaciónde lo público y lo privado es visible en todas partes. Los actores dejan de ser sociales, se vuelven hacia sí mismos en la búsqueda de su identidad, sobre todo cuando no están integrados en la clase media.15 Lyotard. Op.cit., 1992, p. 9.
1
años las ciencias y técnicas llamadas de punta se apoyan en el lenguaje informatizado a través de
la fonología y las teorías lingüísticas, los problemas de la comunicación, la cibernética, las
álgebras modernas, la informática, los ordenadores, sus lenguajes, la búsqueda de
compatibilidades entre lenguajes-máquinas, los problemas de memorización, los bancos de datos,
la telemática y la puesta a punto de terminales inteligentes”16.
Por ello se señala “el saber no se reduce a la ciencia, ni siquiera al conocimiento. El conocimiento
se entiende como el conjunto de enunciados que denotan o describen objetos, con exclusión de
todos los demás enunciados y factibles de ser declarados verdaderos o falsos.
Ahora bien, en la medida en que el saber narrativo da vida al conjunto de enunciados denotativos
y a la mezcla de las ideas de saber-hacer, saber-vivir, saber-oír, como multiplicidad de
perspectivas y lenguajes entonces las ciencias humano sociales o de tipo antrópico pueden tener
relación con la reflexión de Lyotard sobre el saber narrativo, aunque creemos que al menos en
este texto la preocupación del autor no está en esta dirección, dado que “...El saber postmoderno
no es solamente el instrumento de los poderes. Hace más útil nuestra sensibilidad ante las
diferencias, y fortalece nuestra capacidad de soportar lo inconmensurable.
• Otras lecturas de la Postmodernidad
En la perspectiva de Giddens «En vez de estar entrando en un período de postmodernidad nos
estamos trasladando a uno en que las consecuencias de la modernidad se están radicalizando y
universalizando como nunca. Ciertamente, más allá de la modernidad, podemos concebir los
contornos de un orden nuevo y diferente que es ‘postmoderno’; pero esto es muy distinto de lo que
en este momento algunos han dado en llamar “postmodernidad” 17.
Para Giddens, el postmodernismo, está mejor referido a estilos o movimientos de la literatura, la
pintura, artes plásticas y la arquitectura, en una palabra a aspectos de reflexión estética sobre la
naturaleza de la modernidad. Mientras que La Postmodernidad, se refiere a algo diferente.
Giddens considera que “No hemos ido “más allá” de la modernidad, sino que precisamente
estamos viviendo la fase de su radicalización”18.
El enfoque que nos presenta Jameson, nos permite enlazar la categoría de cultura con el debate
modernidad-postmodernidad: sin atribuir a toda la producción cultural contemporánea el carácter
postmoderno, Jameson considera que es “sólo a la luz de un concepto de lógica cultural
dominante o norma hegemónica que se puede apreciar y medir la verdadera diferencia:
Modernismo y postmodernismo”19.
16 Ibid, p. 14.17 Anthony Giddens. Consecuencias de la modernidad, Madrid, Alianzas Unidas, p. 17.18 Ibid., p. 57.19 Es evidente aquí la presencia del concepto de cultura de Raymond Williams. El término cultura como lo entiende Williams está referido a un modo de vida diferenciado, dentro del cual un sistema significante característico se considera no sólo como
1
Jameson caracteriza el postmodernismo a partir de la “mengua de los afectos” o la “reconstrucción
de la estética de la expresión”. Esto supone una crisis de la representación en términos
tradicionales de profundidad/superficialidad, trátese del modelo hermenéutico interior/exterior, el
modelo dialéctico de esencia/apariencia, el modelo freudiano de lo latente/aparente, el modelo
existencial de la autenticidad/falta de autenticidad, alienación/desalienación o la oposición
semiótica entre significante/significado. La profundidad desaparece y es sustituida por la
superficie, o las superficies múltiples (intertextualidad)20.
Esta crisis de la expresión, en la postmodernidad, va asociada a la “muerte” del sujeto o el fin de
la mónada y con ella, el fin del estilo personal o de la ideal vanguardia política o artística que
encontraba su sostén en una noción modernista del sujeto centrado. Esta crisis de expresión
resulta igualmente válida para la idea de representación de un pasado histórico.
El pensamiento postmoderno puede verse como una teoría explicativa que ha hecho
contribuciones muy importantes en el campo de la reflexión de la cultura, la ciencia, la
epistemología y las perspectivas de género. Sin embargo -y como bien lo ha puesto de
presente el sociólogo norteamericano Jeffrey Alexander- “El postmodernismo no se ha mostrado
como una teoría de nivel medio [...] el postmodernismo ha confeccionado una importante y
aglutinante teoría general de la sociedad [...] debe concebirse en términos extra-científicos, no
sólo como un recurso explicativo 21”. En este sentido, el postmodernismo pretende plantear nuevas
tendencias en la historia, la estructura social y la vida moral.
De este modo, por más que la postmodernidad haya anunciado la muerte de los grandes relatos,
no ha dejado de formularse a sí misma como un Gran relato; por más que celebre la diversidad
del mundo, no deja de proclamar la uniformización intelectual de la visión del mundo, negando las
posibilidades de nuevas alternativas económicas, políticas o culturales. La existencia de
problemas globales de la humanidad, los límites de la expansión capitalista y las inconsistencias
de los órdenes políticos basados en la democracia liberal, restan piso a la visión posmoderna.
En síntesis La postmodernidad es una crisis al interior de la modernidad.
esencial, sino como esencialmente implicado en todas las formas de actividad social, y también como actividades intelectuales y artísticas, definidas con mayor amplitud, para incluir no sólo las artes y formas tradicionales de producción intelectual, sino también todas las prácticas significantes (desde el lenguaje, pasando por las artes y la filosofía, hasta el periodismo, la moda y la publicidad). La reproducción cultural, en su sentido más simple, ocurre esencialmente en el nivel cambiante de lo dominante. Lo residual (esto es la obra realizada en sociedades y épocas anteriores y a menudo diferentes, pero todavía accesibles y significativas), aunque sus procesos inmediatos son reproductivos, es con frecuencia una forma de alternativa cultural a lo dominante en sus formas reproductivas más recientes. En el extremo opuesto, lo emergente (esto es la obra de diversos tipos nuevos) está relacionado pero no es idéntico con lo innovador. Algunos tipos de innovación son movimientos y ajustes dentro de lo dominante, y se convierten en sus nuevas formas. Raymond Williams. Sociología de la Comunicación y del Arte. Buenos Aires: 1981, p.13 y p. 190.20 Frederik Jameson, “Postmodernismo: Lógica del Capitalismo cultural” p. 29.21 Jeffrey Alexander. “Moderno, anti, post y neo: cómo se ha intentado comprender en las teorías sociales el “nuevo mundo”de “nuestro tiempo”” en Jeffrey Alexander. Sociología Cultural. Formas de Clasificación en las Sociedades Complejas. Barcelona: Antrhopos, México: Flacso, 2000, p. 84.
1
Estos son algunos de sus rasgos principales:
Neoindividualismo. Reivindica la autonomía de la persona humana, valora la creatividad y
la subjetividad, pero tiende a hacer una persona sin sentido histórico, replegada sobre sí
misma, preocupada sólo del presente y de su vida personal e inclinada fácilmente a caer
en la soledad, el aislamiento y el anonimato.
Nihilismo. Se niega que la fuerza de las utopías pueda llegar a cambiar el mundo.
Recupera la dimensión de lo personal, lo íntimo y lo privado frente a lo público, pero
reduce horizontes, promueve el inmediatismo, la ausencia de visiones a largo plazo y la
falta de entusiasmo para trabajar por el cambio de situación. Lleva a evitar los
compromisos permanentes y a no adherir a propuestas de proyectos históricos.
Permisividad. Hoy, hay multiplicidad de ámbitos de vida y de comunicación, no solo la
familia, la educación y la religión, donde todos se expresan libremente, sin que haya un
poder capaz de imponer ideas y conductas para todos. Legitima la felicidad sobre la
norma, la libertad individual y la necesidad de sentir, ser y expresarse según su
originalidad, pero debilita y relativiza las convicciones éticas.
Pensamiento débil. Prefiere experimentar las cosas antes que discutir teorías, recupera el
valor de lo cotidiano, el sentido de lo simbólico y de lo ritual, pero aumenta la
fragmentariedad de la vida, dificulta la elaboración de proyecto globales y favorece la
manipulación por la publicidad, las modas, los medios de comunicación social y las
imposiciones culturales.
Cultura emergente de las comunicaciones. Y en especial el Internet, implica moverse en el
mundo de la información como espacio juvenil, pero sin percatarse que es un ambiente
construido por adultos. Es como el espacio nocturno, en donde las relaciones primarias se
vuelvan en identidades de libertad virtual temporal.
1
MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD
MODERNIDAD RADICALIZADA POSTMODERNIDAD
1. Identifica los desarrollos institucionales que
producen la sensación de fragmentación
1. Entiende las actuales transiciones en
términos epistemológicos o disolución de la
epistemología
2. Ve la Culminación de la modernidad como un
conjunto de circunstancias en que la dispersión
está conectada con las tendencias de la
integración global
2. Se centra en las tendencias centrífugas de
las transformaciones actuales y su carácter
dislocante
3. Ve al yo como algo más que el punto de
fuerzas interseccionales
3. Percibe al yo disuelto por la fragmentación de
la experiencia.
4. Afirma que los rasgos universales de
pretensiones a la verdad nos han sido
impuestos
4. Discute la contextualización de las
pretensiones a la verdad o las ve como
históricas
5. Analiza la dialéctica de pérdidas y
adquisición de poder en términos de
experiencia como de acción
5. Teoriza la impotencia que sienten los
individuos frente a las tendencias
globalizadoras
6. Ve la vida cotidiana como un complejo activo
de reacciones a los sistemas abstractos, que
implican tanto la reapropiación como la pérdida
6. Ve el «vaciamiento» de la vida cotidiana
como resultado de la intrusión de los sistemas
abstractos
7. Considera el compromiso político coordinado
tanto posible como necesario, en el ámbito
local como global
7. Considera que el compromiso político
coordinado queda imposibilitado por la
supremacía de la contextualizad y dispersión
8. Define la postmodernidad como posibles
transformaciones que van más allá de las
instituciones de la modernidad
8. Define la postmodernidad como el final de la
epistemología, del individuo y de la ética
2.3. La New Age
a) Características principales de la Nueva Era
Si la modernidad y la postmodernidad son el contexto general e que se desenvuelve la realidad
social, filosófica, política y económica; la realidad en el ámbito religioso toma un giro por la misma
necesidad de saciar el vacío que deja la razón y los sentimientos.
"New Age" es el movimiento religioso actual (o quizás pseudo religioso) que está adquiriendo
mayor auge en el mundo occidental. No consiste en una organización unitaria, no profesa un solo
credo, y muchos de los adeptos suscriben sólo parte de sus ideas. Sin embargo, parece tener
miles de seguidores, pertenecientes a una amplia variedad de sociedades y organismos: desde
negocios de
1
comida dietética y grupos de meditación hasta partidos políticos y asociaciones como el partido
Ecológico Humano, los Ciudadanos Planetarios y Buena Voluntad Mundial.
Se ha visto en Europa una primera gran expansión de sectas tras la Segunda Guerra Mundial.
Esta difusión siguió al desembarco de las tropas americanas que estaban acompañadas por
misioneros de grupos religiosos, principalmente Testigos de Jehová y mormones. Los Testigos
de Jehová, movimiento fundado por el presbiteriano americano Charles Russel (1852-1916),
predican una renovación del mundo dominado por Satanás. Esta renovación se inspira en ciertos
textos bíblicos. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fundada por el pastor
metodista Smith (1805-1844) pretende referirse a mormón, rey de Israel, y anuncia el retorno de
Cristo. Este anuncio se hace por medio de una fraseología bíblica.
La segunda ola de sectas es la de las Jugendreligionen, religiones de los jóvenes, cuyo origen se
sitúa también en los Estados Unidos pero después de 1968, en el ámbito de la respuesta al reto
de la sociedad occidental. Se trata, sobre todo, de la Conciencia de Krsna, del gurú-Maharaj Ji, de
los Neosannyas, de la Meditación Trascendental, de los Hijos de Dios, de la Iglesia de la
Cienciología. Hay que añadir a éstas la Iglesia de la Unificación del Cristianismo Mundial, de
Moon.
Estas nuevas religiones tienen una estructura especial: un maestro divino, el gurú, es el que
detenta la autoridad, el jefe, el guía. Él conoce la fórmula de la salvación, la verdad sobre el
hombre, el modo de transmitir el mensaje (llamado también "principios divinos"). Todo se lleva a
cabo a través de la iniciación, en grupos que unen a los jóvenes, ofreciéndoles seguridad y un
mundo mejor. La inspiración es oriental: India, Corea, China, Japón. Las doctrinas derivan
del hinduismo, del budismo, del taoísmo, con algún elemento tomado del Evangelio. Estos
últimos sirven, sobre todo, para que la mercancía (no tenga que pagar la aduana) traspase la
aduana a su paso por occidente.
b) La formación del movimiento llamado New Age
En 1980 en Estados Unidos, Marilyn Ferguson publica un libro que será todo un acontecimiento,
"Los hijos de Acuario", para un nuevo paradigma. Hacia finales del siglo XIX, los astrólogos
habían anunciado la era del Acuario para fines del siglo XX. Ferguson habla de la puesta en
marcha de una revolución planetaria. Sueña con un nuevo milenio, una época de liberación del
espíritu. De la misma forma que el descubrimiento del fuego, de la rueda, de la escritura y de la
imprenta han cambiado la cultura, la civilización y al hombre; también los espectaculares
descubrimientos modernos cambiarán el mundo, al hombre, al espíritu humano. Será un nuevo
marco, un nuevo paradigma (paradeigma, según el término griego). Estos nuevos individuos
serán los hijos de Acuario, transformados por la ciencia y por la mística, por los hechos
biológicos, por la sociología y por lo sagrado. Esta transformación del hombre viejo en hombre
nuevo será rapidísima, si el movimiento continúa y se amplía. Los medios de comunicación y
distintas fuerzas ocultas actúan en este sentido. Las ideas son difundidas por círculos ocultistas,
2
por sectas orientales, por teósofos y por antropósofos, por grupos ecologistas, por movimientos
de religiosidad pagana. Estos sueños,
2
difundidos en primer lugar en el crisol californiano, han conquistado profundamente los Estados
Unidos y han pasado rápidamente a Europa, donde son muchos los adeptos de la reconciliación
de la razón y el corazón, de la inteligencia y la emoción. La lista de grupos, de asociaciones y de
publicaciones que actúan al servicio del New Age aumenta continuamente. En 1990, existían en
Francia 25 periódicos, 15 grupos y un centenar de libros.
2.3.1. La doctrina de la New Age
En oposición a todos los dogmas de las demás religiones, la New Age vehicula doctrinas que sus
adeptos consideran como dogmas a los cuales adherirse.
2.3.1.1. Una antropología holística
La palabra "holístico" indica la totalidad de las actitudes humanas, o sea, de la psique, del cuerpo
y del ambiente. El término "holismo" es usado con frecuencia. Según los adeptos, la aproximación
holística del ser humano es indispensable para llegar a un cambio de vida. Para los que apoyan la
New Age, el cuerpo del hombre no es nada más que un vestido, ya que el hombre esencialmente
es un espíritu o principio divino inmortal que posee un alma sutil que une el espíritu al cuerpo.
Las distintas técnicas de educación giran en torno a la adquisición de una nueva toma de
conciencia para comprender al hombre y la vida. Se parte de la primacía del espíritu sobre la
materia. El espíritu es el dominio del Ser absoluto y de la inteligencia creadora.
El espíritu es creador y fuente de todo que procede de él. El espíritu es la parte interior de las cosas.
En esta visión holística, es fundamental la conciencia cósmica universal de la que participa la
conciencia individual. En efecto, todo se basa en la conciencia: el hombre, la naturaleza y el
cosmos forman un todo. El hombre se reconoce como un fragmento de la conciencia cósmica, una
parte del todo cósmico. En esta perspectiva, la educación es una "educación transpersonal" que
se dirige a la capacidad trascendente del ser humano: se trata de un "despertar" como en el
budismo. Se nos podría preguntar, por otra parte, si la doctrina budista de la momentaneidad no
es el aspecto fundamental de la antropología del New Age.
Esta antropología tiene una particular visión de la función del cerebro del que deriva el potencial
humano. Cada uno de los hemisferios cerebrales -se dice- puede trabajar y desarrollarse
independientemente como un centro de conciencia separado. El cerebro derecho es el del
corazón, el del instinto, el de la fantasía, de los sueños y de las percepciones totalizantes. El
cerebro izquierdo es el de la razón, el del lenguaje, el de la organización. Está mucho más
desarrollado en los occidentales. El New Age preconiza la armonía de los dos cerebros gracias a
la meditación, a los encantamientos, a la poesía, a la espiritualidad que proviene de India.
2
La antropología del New Age opta por un cuerpo sacralizado, lugar de exploración de una
dimensión que va más allá del cuerpo. Se considera que más de 500 terapeutas hacen de
grandes sacerdotes de las técnicas terapéuticas. Se trata de una terapia verdadera y apropiada,
pero que se prevé onerosa para quien se compromete en ella. El engranaje es sutil. A estas
terapias se sobreponen técnicas para conocerse mejor y para vivir mejor: bioenergía, psicoterapia,
gimnasias de relajación orientadas a la plenitud, sofropsique o búsqueda de la armonía de la
conciencia, meditación zen y disciplinas orientales. El yoga se usa como método que favorece el
equilibrio y la concentración. Los estados místicos serían explicables por el mero funcionamiento
del cerebro. Para algunos protagonistas, el acceso a la dimensión mística puede realizarse a
través de la droga, considerada como medio de iluminación. Con esto se explica la moda del LSD
en los Estados Unidos.
2.3.1.2. Una visión inmanentista de Dios
En la New Age no existe teología, es decir, discursos sobre Dios. Dios no es una persona, sino la
"suma de la conciencia que existe en el universo", el Espíritu universal e impersonal. Dios es
conciencia cósmica y cada hombre posee un potencial divino. El hombre debe conquistar una
conciencia interior de su propia divinidad. Dios, el hombre y el mundo tienen el mismo origen.
Presentándose como la era de Acuario, época no sólo pos-cristiana sino que acaba con el reinado
de todas las religiones, la New Age elimina el yugo de Dios y hace libre al hombre. La conciencia
divina de la que se beneficiará el hombre debe asegurarle el amor fraterno, la felicidad y la paz.
Así, según la New Age, la futura religión es una universal, en la que cada uno sigue su camino en
un proceso de transformación personal. Cada uno tiene su despertar místico que es prolongación
de la conciencia. Algunos hablan de conciencia crítica, de despertar de la energía universal, de la
unidad. Dios es el principio unificador que reúne a los seres y a las cosas. Los seres
excepcionales como Buda, Krishna, Jesús, son grandes portadores de lo divino.
En una tal visión inmanentista, el culto es la meditación. Se prevén algunas fiestas: por ejemplo, la
fiesta de Navidad. Se mantienen lugares de peregrinación, como Delfos, Chartres, Stonehenge,
Carnac.
2.3.1.3. La espiritualidad de la Era Nueva
Se puede decir que el único credo de la Nueva Era es la primacía del espíritu sobre la materia.
Este rasgo fundamental nos permite colocar este movimiento en la línea gnóstica en la cual se
encuentra la mayoría de las sectas o movimientos llamados heterodoxos desde hace dos mil
años. Por el contrario, la Nueva Era es una dulce conspiración contra la violencia del paradigma
mecanicista. Enseña que para salir de este mal paso, hay que invertir los valores y volver a poner
lo espiritual encima de la materia.
22 Feixa,
1
Este acrecentamiento de la conciencia es sumamente importante para los discípulos del nuevo
paradigma. Dicho movimiento empieza por una concentración cuya práctica nos lleva a la
conciencia de nuestra propia conciencia (conciencia trascendental). Poco a poco, llegando a esta
interiorización máxima de su conciencia, el hombre alcanza el punto extremo en el cual su
conciencia ya no se distingue de la conciencia del universo (conciencia cósmica). En fin, el
conocimiento extático con la conciencia del universo se identifica como experiencia mística, es
decir, como encuentro amoroso con la realidad última, el Espíritu de Dios (conciencia divina).
2.4. Realidad Juvenil
Hablar en todo este contexto revisado anteriormente de la juventud entraña algunas dificultades a
nivel teórico. Es decir ¿a quién se considera joven? O ¿por qué se le considera así? Y ¿qué
características debe de tener alguien para ser catalogado dentro de la palabra “juventud”?
Una primera idea que puede surgir al respecto es que el factor biológico es el determinante
principal de esta categorización. Sin embargo, no puede ser todo tan fácil. Cuenta de esto nos lo
brinda Margaret Mead, nos da fe del proceso por el que los varones al llegar a la pubertad son
sometidos a diferentes ritos iniciáticos que les marcan su vida como adultos, atribuyéndoles
ciertas obligaciones y deberes correspondientes. Estas situaciones siguen siendo bastante
comunes en los grupos tribales y constatan que la categoría de “juventud” es inexistente e
innecesaria. Así, habrá que cuestionar por qué en occidente se ha clasificado la evolución y
crecimiento de la persona humana en estratos bien delimitados, al menos en el imaginario
colectivo (niñez, adolescencia, juventud, adultez y senectud).
El concepto de “joven” ha variado en el transcurso de la historia. En las sociedades primitivas se
consideraban “púberes”, en las sociedades antiguas “efebos”, “mozos” en el antiguo régimen,
“muchachos” en las sociedades industriales. Cada una de estas denominaciones, tiene una
conceptualización diferente de la noción de juventud (desde las edades dentro de las cuales se
encasilla la etapa juvenil, hasta la forma de afrontar el momento).
“La segunda mitad del siglo XX, ha presenciado la irrupción de la juventud” 22y de esta forma,
aparece el concepto de “joven” como ahora lo conocemos, la juventud y lo juvenil son conceptos
post industriales, y nacen en una sociedad donde la base económica es la producción de
servicios, aquí el individuo ya no es pasivo, sino es actor y protagonista en la escena pública.
Según Feixa, cinco son los factores de cambio fundamentales que generan la modificación
profunda de las condiciones sociales para que aparezcan las culturas juveniles.
• Emergencia de un estado de Bienestar que genera condiciones para acceder a más
recursos.
23 Sarlo,
1
• Crisis de la autoridad patriarcal e institucional.
• El nacimiento del “teenage market” (mercado para jóvenes)
• Creciente poder de los medios de comunicación masiva.
• Procesos de modernización introducidos por el capitalismo.
Crecer en una sociedad postindustrial, implica sobre todo, crecer en un ambiente lleno de cambios
constantes, los cambios introducidos por el sistema capitalista, la modernización social,
tecnológica e industrial el paso de una sociedad agraria y rural, a una sociedad industrial y casi
inmediatamente una sociedad de servicios, hacen que todo el ambiente de vida esté en constante
cambio. La consecuencia: una crisis socio cultural que trae consigo profundos cambios de
valores que se expresan en conceptos como “pluralización” o “individualización” de las formas de
vida.
Ante esta situación social, el adolescente o el joven, está frente a una fuerte exigencia con
relación a sus propias competencias, se ve obligado a asumir una nueva forma de responsabilidad
ante sus éxitos o fracasos, es decir decisiones como a qué escuela ir, qué estudiar, a dónde salir,
dónde vivir, etc., son libertades que al ser individualizadas, confrontan a cada individuo con un
número cada vez mayor de riesgos, por ello algunos autores llaman a nuestras sociedades
actuales “sociedades de riesgo”.
La libertad de la que se habló antes se mezcla con el miedo del fracaso, es por eso que hoy se
aprecian corrientes juveniles contradictorias: algunos apasionados actores sociales, otros eternos
desencantados. Es por ello que Feixa define a la generación actual como “generación X”, y
asegura que “la cultura juvenil posmoderna, ya no es el resultado de la acción de los jóvenes
marginales (minorías revolucionarias), sino del impacto de los modernos medios de
comunicación en un capitalismo cada vez más transnacional”. Más allá de la actitud de los
jóvenes hay que comprender quién es joven hoy. En 1900, una mujer no se consideraba muy
joven cuando a los 17 años tenía dos hijos, como explica Beatriz Sarlo, hoy lo juvenil se puede
extender a cualquier edad; Orson Wells, no era muy joven cuando filmaba El Ciudadano Kane, así
como Greta Garbo y María Felix nunca fueron adolescentes, siempre proyectaron una imagen de
mujeres adultas y maduras.
En cambio hoy parece que cualquiera que viva una cultura de consumo simbólico juvenil se
inscribe dentro de la juventud; Frank Sinatra nunca fue tan joven como los Beattles, ni Jimmi
Hendrix tuvo nunca la juventud de Mick Jagger el vocalista de los Aerosmith; ser joven es una
cuestión de “estilo”
Para ello se ha creado un mercado joven, tiendas, bares, moda, etc., solo para jóvenes; “…la
juventud es más prestigiosa que nunca… es un territorio en el que todos quieren vivir
23 Sarlo,
1
indefinidamente”23 y sin embargo, las culturas juveniles son elitistas para quienes no cumplen con
sus condiciones y expulsan a los falsificadores, se crea así una guerra generacional, consagrada
en la crisis de las instituciones y de la autoridad.
1
A este punto, “es el mercado el que toma el relevo de la juventud, después de haberla instituido
como protagonista de la mayoría de sus mitos”24 La velocidad de circulación de mercancías para
jóvenes, determinan la acelerada obsolescencia, creando consumos fragmentados y por tanto
vidas, estilos e identidades fragmentadas.
El concepto juventud ha presentado (y sigue presentando) a lo menos tres aproximaciones
diferentes, donde cada una de ellas, coloca un énfasis principal:
a) La juventud como categoría etárea
Se define a los jóvenes como las personas que tienen entre 15 y 28 años de edad. Esto define a
las personas que coinciden con la inserción en el mundo adulto con la obtención de trabajo
estable y la fundación de una familia, con lo que tienen un rol y status en la sociedad.
b) La juventud como etapa de maduración.
El énfasis está en los cambios fisiológicos y psicológicos. Su tema es la construcción de la
identidad: afectiva, sexual, social, intelectual y físico-motor. Es un período de moratoria, es decir,
un período de postergación de los roles de adulto para obtener una mejor preparación con el fin
de enfrentar el mundo. Es un tiempo de aprendizaje de ciertos conocimientos y habilidades
necesarias para un futuro desempeño laboral, pero también un período para el desarrollo de
procesos psico-biológicos que se complementan para definir la identidad de una persona. Esto
implica no limitarse al espacio etáreo cerrado pues se debe considerar la posibilidad de detenerse
en el camino y no seguir avanzando y que siguen comportándose como adolescentes aunque ya
tienen una edad avanzada (“Síndrome de Peter Pan”, se niegan a crecer).
De forma más clara y científica Eric Erikson define el problema que tienen los jóvenes y jóvenes
adultos para la consecución de logro que lleven a la madurez personal y social cuya teoría
expresa:
Edad
aproximada
Etapa o crisis
“psicosocial” de
Erikson
Punto de vista de Erikson :
Hechos significativos e influencias sociales
12 a 20 años Identidad contra
confusión de roles
Esta es la encrucijada entre la infancia y la
madurez. El adolescente intenta resolver el
interrogante “¿Quién soy?” Los adolescentes
deben establecer identidades sociales y
ocupacionales básicas o permanecerán confusos
acerca de los roles que desempeñaran como
adultos. El agente social clave es la sociedad de
padres.
2
24 ibid
2
20 a 40 años
(adulto joven)Intimidad contra
aislamiento
La tarea primordial en esta etapa es formar
amistades fuertes y lograr un sentido de amor y
compañerismo (o una identidad compartida) con
otra persona. Es probable que experimenten
sentimientos de soledad o aislamiento como
resultado de una incapacidad para formar
amistades o una relación íntima. Los agentes
sociales clave son novios, cónyuges y amigos
íntimos (de ambos sexos).
Por otro lado debe tomarse en cuenta los que trabajadores precoces, por la razón de sea, las
niñas madres, etc. Además de los que desarrollan retrocesos, escondiéndose en los grupos como
refugios afectivos, un espacio infantilizado para ser querido. Hay que reconocer con Coleman
(1985) la existencia de identidades múltiples en los jóvenes y en la construcción de identidad
estados o condiciones distintas.
c) La Juventud como cultura.
Se asocia a modos de pensar, sentir y percibir y actuar que atraviesan las actividades de un grupo
y lo distinguen de otros, lo que desde ya ubica a la juventud en coordenadas espacio-temporales,
en un tiempo histórico específico y en una realidad socioeconómica particular. Dentro de la cultura
juvenil se pueden encontrar numerosas expresiones culturales propias por lo que se les denomina
culturas juveniles.
En este contexto la juventud es una construcción social, es una forma de comportamiento
resultante de una realidad histórica, que se asocia a la formación de la sociedad industrial
moderna. Según Feixa (1988) es posible diferenciar a través de la historia modelos diferentes,
asociados a su vez, a diferentes modelos sociales: púberes, en las sociedades primitivas son
estado; efebos en los estados antiguos; mozos en las sociedades campesinas preindustriales;
muchachos en la sociedad de la primera industrialización; y jóvenes en las sociedades modernas
y postindustriales.
Surgen pequeños grupos o micro-sociedades juveniles, que logran cierto nivel de autonomía de
los adultos. Carlos Feixa (1998) las valora como la manera en que las experiencias sociales de
los jóvenes son expresadas colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintos,
localizados en el tiempo libre, o en espacios intersticiales de la vida institucional. Cada
diferenciación de cada micro sociedad implica un “bricolage” donde se re-significan los símbolos u
objetos, sin búsqueda de burla.
Por otro lado se acentúa lo que se denomina Tribus urbanas. Que compensan la atomización y la
disgregación de las grandes urbes, ofreciendo pertenencia a grupos, principalmente para quienes
2
no logran la integración social, a través de la educación y el trabajo. Los tópicos de asociación
pueden ser (siguiendo a Juan Claudio Silva 2002): comunidades emocionales, que se
fundamentan en las comunidades emocionales intensas, a veces efímeras y sujetas a la moda;
Energía subterránea, lo que se refiere a las resistencias y las prácticas alternativas que se oponen
a la pasividad e hiper-receptividad;
Nuevas formas de sociabilidad, se alude a que lo fundamental es vivir con el grupo, alejarse de lo
político para adentrarse en la complicidad de lo compartido al interior del colectivo y
2.4.1. La tendencia de acentuar la Cultura Juvenil25
Hay una fuerte tendencia a aumentar la influencia de esta cultura sobre los valores y
comportamientos de los jóvenes. Esta cultura es propagada por los medios electrónicos de
comunicación y por la industria de la música.
Al entrar en el nuevo milenio el ideal de vida presentado es el joven. El joven simboliza energía,
fuerza física, emociones fuertes, autenticidad, espíritu de aventura, espíritu de libertad y coraje
para cuestionar.
Los valores y también los antivalores son transmitidos a través de tres elementos importantes:
• La música: A los jóvenes les da una sensación de poder e identidad y de formar parte de
un grupo social mayor. Ofrece satisfacción inmediata en contraste con los sacrificios
exigidos por los adultos. Es el espacio libre donde los jóvenes tienen control y se sienten
libres del control parental.
• La moda: es más que las ropas y los adornos, incluye también costumbres, lenguaje, ideas.
Revela una búsqueda pertenecer, de ser reconocido, de tener legitimidad. Pero es una
identidad muy frágil, pues es muy cambiante y está preocupada con las apariencias
externas.
• El culto de los héroes: Los jóvenes buscan héroes que sirvan como modelo y mapas
para mostrar por donde caminar en tierra extraña. La industria aprovecha de esta
necesidad profunda presente en el psíquico del joven para presentarle ídolos,
artificialmente producidos, y vender sus productos. Algunos héroes tienen efectos
negativos.
2
25 Revista Medellín Vol XXIV No 94 Junio de 1998 ITEPAL P. Jorge Borán, cssp. “Las grandes tendencias de la situación juvenil: El futuro de la juventud en el contexto del tercer milenio”. Pp. 178 – 205.
2
Construcción Social de la Juventud
Cuando la juventud se analiza sin tener en cuenta el contexto histórico y sociocultural, pierde
sentido y se convierte solo en una palabra sin significado, pasa a ser “un concepto vacío de
contenido” (Rossi), aquí cabe colocar la expresión de Bourdieu “La juventud no es más que una
palabra” ya que en ningún caso la palabra joven quiere decir lo mismo para todas las personas “la
palabra joven solo se carga de significado cuando se toman en cuenta otros aspectos más allá de
la edad, como el sexo, la clase social, la etnia, el estado civil, el país de origen, el momento
histórico en el que vive” (Valenzuela, 2009).
Tal y como hemos visto, existe toda una crítica a la forma tradicional de mirar a la juventud y salta
en la escena la necesidad de incorporar otras variables que no sean solo lo físico – biológico sino
que considere aspectos históricos, antropológicos y sociológicos, es decir una nueva visión, que
permite mirar a la juventud como una categoría construida social y culturalmente en un espacio y
tiempo determinado, vinculada a contextos sociales, históricos, políticos y económicos
específicos. Las investigadoras Alpizar y Bernal, ponen sobre el tapete una nueva manera de
mirar lo juvenil, la “perspectiva de construcción social de la juventud”, que tiene conceptos
centrales que giran alrededor de tres parámetros:
- No hay juventud, sino juventudes; es decir se evidencia la diversidad existente
al interior de este grupo poblacional, rompiendo el esquema del modelo
socialmente aceptado de joven “hombre, blanco mestizo, que vive con su familia,
es estudiante, de clase media”, reconociendo a mujeres, afro-descendientes,
indígenas, trabajadores, migrantes, con capacidades diferentes, etc.
- Lo Juvenil, que adquiere significado ya no por las características “in”, inestable,
inmaduro que “señalan una negación” (Barbero, 1998), sino por las expresiones
juveniles, sus producciones e interrelaciones que son siempre cambiantes y
diversas, conocidas como culturas juveniles, las cuales siguen siendo
esteriotipadas. Aquí es importante destacar también un fenómeno conocido como
juvenilización que se refiere a “una modalidad de lo joven, la juventud – signo,
independientemente de la edad… da lugar a actividades de reciclaje del cuerpo y
de imitación cultural” (Margullis, 1996), donde entran en juego las industrias
comerciales que venden la imagen juvenil como ideal, sinónimo de status, para
poder vender cirugías, ropa, cremas que hacen que las personas adultas entren
en una especie de máquina que detiene el tiempo para verse siempre jóvenes.
“los adultos tienden a juvenilizarse y compiten con jóvenes propiamente tales,
incluso en quién parece más joven” (Duarte, 2000)
- Las Identidades Juveniles, que “permiten a las y los jóvenes reconocerse y
hacerse reconocer como distintas a otros” (Alpizar y Bernal, 2003), con esta visión
Identidades
Proceso de construcció
Culturas
Expresiones diversas
2
se deja de lado la idea de una sola identidad, y se reconocen las múltiples
identidades que cruzan la vida de las personas, las cuales no son universales, ni
permanentes, sino que son diversas, cambian según las sociedades, la cultura y
la época en la que los/las jóvenes viven.
A continuación presento un esquema que resume la perspectiva de la Construcción Social de las
Juventudes:
Es diversa, no homogénea
Dimensiones JUVENTUDES Categoría construida socialmente
No tiene una definición única
Aquí es importante colocar la observación de Zarzuri (2000) “esta construcción no sólo es
resultado de la cultura y de la sociedad, sino que las distintas aproximaciones al concepto,
responden a las posiciones que adoptemos como observadores, a las distinciones que podemos
realizar” , es decir todas las personas que trabajan con personas tienen siempre una posición
definida, en este caso, se puede tener una perspectiva generacional que permite abrir caminos
para un trabajo por, con, desde y para los/as jóvenes o un enfoque adultocentrista que limita la
participación y protagonismo de las mismas.
Recapitulando:
¿Qué no es la juventud? ¿Qué es la juventud?
- No es una etapa de transición a la vida
adulta
- No es una enfermedad que se cura con el
tiempo (Feixa, 1996)
- No es un don que se pierde con el tiempo
(Brito, 2002)
- No es un proceso de moratoria social
- No es un ciclo de la vida.
- Una categoría construida socialmente que
encuentra su sentido en un espacio cultural
determinado (Reguillo, 2000)
- Condición social con cualidades específicas
que se manifiestan de diferentes maneras
según las características históricas sociales
de cada individuo (Brito, 2002)
2
- No es una población definida en una franja
de edad determinada.
- No son personas inmaduras, inestables,
irresponsables, improductivas (Barbero,
1998)
- No es más una mera condición biológica
(Melucci, 1995)
- No es “estar en una etapa de la vida
cargada de irresponsabilidad, miedo,
inmadurez e inestabilidad” (Valenzuela,
2009)
- Significante complejo que contiene…las
múltiples modalidades que llevan a procesar
socialmente la condición de edad, tomando
en cuenta la diferenciación social, la
inserción en la familia y en otras
instituciones, el género, el barrio o la micro
cultura grupal (Margullis,1994)
- La juventud es, al mismo tiempo, un
programa y un resultado que nace y se
dirige a la cultura” (Alba, 1997).
- La juventud se construye social y
culturalmente (Heller)
2.5. Culturas Juveniles
a) Conceptualización
Para hablar sobre culturas juveniles, es necesario conocer en primera instancia, a qué nos
referimos con la palabra cultura, a continuación expongo varias acepciones que se le han dado
a
este término:
Cultura como producto de la comunicación: Conjunto de formas que dan significado a las palabras y permiten comunicar nuestros pensamientos, saberes sentimientos, normas, creencias y valores.
Cultura como concepto: Concepto que solo se concentra en la etimología de la palabra cultura proveniente del latín “collere” que significa cultivar, y hace referencia a los hábitos y costumbres desde la lógica urbana. No considera la riqueza y diversidad de los pueblos, nacionalidades y grupos sociales.
CULTURA
Cultura como segundo medio ambiente: Ecosistema social cuyo protagonista principal es el ser humano, quien se adapta y sobrevive en un ambiente determinado en armonía con la naturaleza.
Cultura como folclore: Concepto limitado que hace alusión a la Cultura como expresión de aspectos externos que manifiesta un pueblo a través de un folclore que se exhibe y se vende.
Cultura como acumulado de conocimientos: Conceptopobre de Cultura que tiende a no reconocer la diversidad cultural y sobre valorar a una cultura mestiza, socialmente aceptada, desvalorizando y discriminandoa otras expresiones culturales.
Como se aprecia en este esquema, el término cultura ha adquirido significado en su relación como
concepto, como folclore y como acumulado de conocimientos, estas definiciones son aquellas que
2
los hemos manejado con más frecuencia y que incluso las tenemos asimiladas en nuestro
discurso. Tal es así que solemos decir frases como:
- “Esa mujer es muy culta” (refiriéndonos a una mujer de clase alta)
- “Ese doctor tiene mucha cultura, conoce muchas cosas” (reconociendo solo el conocimiento
occidental, sin tomar en cuenta los saberes ancestrales como el de los shamanes)
- “Estos trajes son parte de la cultura de Otavalo” (haciendo hincapié en los trajes y la música
de una población determinada).
Estas definiciones son incompletas, porque no consideran todos los elementos de la cultura, que
se construye a partir de interacciones grupales, es por esta razón que para fines de este estudio,
es mejor considerar a la cultura desde tres consideraciones:
b) Cultura como sistema
La cultura es un sistema de representaciones de los saberes, cosmovisiones y valores de un
grupo social, que se visibilizan a través de manifestaciones culturales como el vestido,
accesorios, entre otras.
Se valoran en este caso las producciones culturales propias de las personas que pertenecen a
determinados grupos, dejando atrás la consideración de la ignorancia y poca cultura de estos.
c) Cultura como construcción simbólica
La cultura como producción de un conjunto de símbolos, asumidos por un grupo de personas que
representan su existencia social, mantienen y recrean sus relaciones, discursos, normativa y
producciones.
La cultura es un dispositivo imaginario simbólico que permite la inserción del sujeto en el mundo
de la vida (Cerbino), manifestándose a través de vivencias, música, escritura, lenguaje e incluso
de leyes y reglamentos que rigen a las agrupaciones sociales.
d) Cultura como construcción social
Como hemos podido percibir existen varias palabras que no tienen una definición permanente,
sino que están en constante construcción, la cultura es una de estas categorías que es
construida socialmente según el momento histórico que vive un grupo humano determinado y que
determina su forma de ser y estar en la sociedad.
En este sentido, nada está dado, es necesario prestar atención y permanecer en constante
estudio y análisis que ayuden a considerar las condiciones sociales que van determinando la
cultura de cada pueblo, las que van más allá de lo étnico y del conocimiento.
2.5.1. Escenarios de las Culturas Juveniles
Según Hall y Jefferson (1983), para entender las culturas juveniles es necesario ubicar tres
escenarios:
2
a) Cultura Hegemónica .- Se refiere al predominio de una cultura sobre otra, en este
sentido la cultura hegemónica es la cultura dominante aceptada por toda la sociedad, la
cual tiene un status especial porque marca las pautas del comportamiento de toda la
sociedad, haciendo que todo lo que esté fuera de esta, no sea aceptado, y se vea mal.
Las relaciones de los/as jóvenes con la cultura hegemónica, están marcadas por un
poder desigual, que coloca a las personas adultas en una condición de superioridad
marcada por el control hacia la juventud, control que se ejerce en todas las instituciones
sociales, como la familia, la escuela, la Iglesia y el Estado, con esto la mayoría de las
veces se viven conflictos difíciles de superar.
b) Culturas Parentales.- Al hablar de culturas parentales, no se trata de las relaciones entre
padres/madres e hijos/as, sino que hacen referencia a aquellas que forma parte de una
cultura mayor y que se desenvuelven en los territorios donde viven los/as jóvenes, es
decir en el barrio, los clubes, asociaciones, grupos juveniles, parroquia, etc. Es en el
seno de las culturas juveniles en las que los/as jóvenes adquieren y asimilan elementos
esenciales como, lenguaje, formas de comportamiento, saludos, presentación personal,
etc.
c) Culturas Generacionales.- Se desarrollan en espacios de tiempo libre como canchas,
bares, parques, calles, en los cuales los y las jóvenes se encuentran con sus pares, donde
se viven elementos diferentes a los de los adultos. Las culturas generacionales permiten
a los/as jóvenes vivir relaciones diferentes, donde se fortalecen sus procesos identitarios,
al reconocerse en algunas personas y desconocerse en otras, tal y cómo se mencionó en
el capítulo anterior.
En estos tres escenarios se pueden ubicar de acuerdo a Reguillo, dos tipos de actores:
“Incorporados"
Jóvenes que son vistos como normales; es decir quiénes que
son como el modelo establecido por la sociedad, solteros,
estudiantes, de clase media, que viven con sus padres, que no
tienen ninguna capacidad diferente, que no pertenecen a
ninguna cultura juvenil, que no escuchan música estruendosa,
que se visten “decentemente”, etc.
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"Alternativos" o
"Disidentes"
Rebeldes sin causa que deben ser incorporados a la cultura
hegemónica, invalidando así, la diversidad de manifestaciones
y expresiones juveniles, vistas como peligrosas, por ejemplo
un gótico que se maquilla siendo hombre, que se viste con
ropa similar a la del renacimiento, que escucha música
considerada rara, es visto como un joven disidente al quien de
manera urgente se debe incorporar a los espacios de la gente
“buena” y “normal”.
3
Es por esta razón que con frecuencia, las personas adultas al ver a jóvenes que pertenecen a
Culturas Juveniles, se suele decir “Si fueran mi hijo, no le permitiría que ande así”, “Estos jóvenes
necesitan control y disciplina”, “seguramente esos jóvenes no tuvieron alguien que les oriente”,
“Hay que conocer eso de las culturas juveniles, para que salgan de ese mundo”, “Hagamos algo
para incorporarles a estos jóvenes en algo provechoso” (frases de profesores de colegios de
Quito y Riobamba)
Estas frases entonces dan cuenta de que frente al desconocimiento de las Culturas Juveniles, la
mejor solución es imponer la cultura hegemónica, irrespetando las diferencias, irrumpiendo en los
espacios propios de los/as jóvenes, descalificando las experiencias juveniles; y discriminando.
“Te digo que es lo que pasa, ellos me ven solo por fuera, y no me ven quien yo soy por dentro, y
ahí ya me están discriminando, ¿por qué razón?, porque solo me están viendo los tatuajes (…)
Me discriminaron sin conocerme, no ese muchacho es un maleante, un criminal (…) Uno no
puede discriminar a una persona por cómo se vea, sino por cómo se exprese, o como siente (…)”
Rey Chesta. Cantante de Hip Hop
En este contexto por no llamarlo “mercado”, se generan las culturas juveniles, que en sentido
amplio, se refieren a la forma en la que la experiencia social juvenil, se expresa colectivamente
por medio de la construcción de estilos de vida que generan una diferenciación.
Nacen del tiempo libre o de los espacios que quedan fuera de la vida institucional, y se crean
“microsociedades juveniles” que poseen algún grado de autonomía de las instituciones adultas.
Estas sociedades determinan tiempos y espacios y se configuran especialmente durante procesos
de profundos cambios sociales, que nacen de factores económicos, educativos, laborales,
ideológicos, etc.
Se habla de culturas juveniles en plural, porque no son un fenómeno homogéneo, existen muchas
maneras de ser joven y cada una forma una microcultura. La articulación de estas, según Feixa
puede abordarse desde tres escenarios:
o La cultura hegemónica: la misma que refleja el poder cultural a gran escala, es
decir desde las costumbres y cosmovisión de la sociedad más amplia. Donde la
relación entre esta y los jóvenes se halla mediatizada por los massmedia,
sistemas educativos, sistema productivo y órganos de control social. Frente a
estas instancias los jóvenes entablan relaciones contradictorias de integración y
conflicto, la manera de estar en contacto con cada una de ellas difiere de grupo a
grupo dentro de las culturas juveniles, por ejemplo, hay grupos que se relacionan
estrechamente con sus familias, otros que buscan independencia total y vivir
libremente como los hippies, otros que atacan a otros grupos sociales como los
punkeros o los skinheads.
3
o Las culturas parentales: consideradas como las grandes redes culturales,
definidas especialmente por identidades de etnia y clase. En su seno se
desarrollan las culturas juveniles, entran en procesos de socialización primaria y
luego definen individualmente su estilo de vida.
o Culturas generacionales: se refieren específicamente a la experiencia que los
jóvenes adquieren en el seno de los espacios institucionales, parentales y
especialmente de ocio, el joven se encuentran con otros coetáneos y se identifica
con ciertas conductas, valores y estilos, distintos a los reconocidos por los adultos.
De las tres esferas antes descritas, se generan micro culturas que manejan un flujo de
significados que se dan en la vida cotidiana, las culturas juveniles están tan influenciadas y
condicionadas que se puede afirmar que “…no son homogéneas ni estáticas, las fronteras son
laxas y los intercambios entre los diversos estilos, numerosos” (Feixa, 1998)
Para el estudio de los jóvenes de hoy, con relación al tema propuesto, se intenta afrontar la
perspectiva propuesta por Feixa, es decir desde el conjunto de atributos ideológicos y simbólicos
de los que se apropian los jóvenes, y que se traducen en estilos, unos más visibles que otros,
que integran elementos materiales e inmateriales heterogéneos como la moda, música, lenguaje,
ritos, etc.
2.5.2. El fenómeno de las Tribus Urbanas - Identidad e Identificación.
El proceso de modernización vía globalización desde finales de los noventa se ha ido
estableciendo con rapidez en nuestra cotidianidad, esto sumado a la intensificación de los medios
de comunicación
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y a la inmediatez de la integración de los mensajes culturales de diversos lugares han logrado una
modernización a todo nivel.
Este proceso de modernización, ha sepultado
elementos culturales propios tanto de vestimenta,
religión, cocina, arte, ideología, estética y demás; los
ha remplazado e incluso los ha fusionado con otros
ya globalizados, despojándonos de nuestra identidad
tradicional y provocando la internacionalización cada
vez más acentuada no solo de los procesos
económicos, los conflictos sociales y los fenómenos
políticos sino también los fenómenos culturales.
En nuestra realidad, está globalización cultural ha producido un resquebrajamiento y
desmoronamiento en las identidades, en la sociedad en general, e incluso en la familia, y ha
creado un vacío en los actores sociales de la urbe, provocando la pérdida de identidad e incluso
una “Esquizofrenia del Ser” que deviene e la individualización o resquebrajamiento de la
identidad colectiva. Es decir, los actores sociales de la urbe, en especial los jóvenes, se sienten
excluidos, marginados, privados o carentes de una identidad propia; la cultura formal ya no es
capaz de satisfacer sus necesidades y anhelos; además, se ha convertido en un ente normativo y
represor, por lo que, la única forma para identificarse es apropiarse de una conciencia simbólica
voluntaria de pertenencia grupal, que cumpla y satisfaga con esas necesidades.
Uno de los elementos, que permite la
aparición de estas Nuevas Identidades
es la “Música”, específicamente, un
género musical, que cambia o se
modifica dependiendo del actor social,
dotando de componentes multilocales a
estas nuevas identidades, el actor
social empieza a sentir la necesidad de
reveer el concepto de propio pues “la
actitud frente a lo heredado está
motivado por el conocimiento de lo
ajeno y viceversa”
El espacio urbano ha servido como escenario perfecto para la reproducción de este fenómeno, ya
que, los actores sociales urbanos están acostumbrados a constantes y abruptos cambios en su
dinámica cultural, social, política y económica y son los jóvenes, quienes más sienten la necesidad
de crear nuevas identidades que les permitan reconocerse dentro de su propio colectivo.
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Pese a que los diversos géneros musicales llegan a nuestro país como parte de una estrategia
comercial de los “mass medias” creada en las grandes potencias, por las industrias disqueras, la
mayoría de jóvenes las han transformando y convertido en su bandera de lucha contra la cultura
dominante y su sistema social, político y cultural. Es así que, la música se convierte en una forma
de reivindicación social, cultural y étnica, o de una restitución de ciertos valores, costumbres,
tradiciones, etc.
A estas nuevas formas de agrupación o micro culturas las conocemos como Tribus Urbanas, este
proceso supone una apropiación de símbolos, signos, juegos rituales, códigos de un imaginario
simbólico propio que reafirme la pertenencia grupal.
Los nuevos actores sociales basados en sus gustos musicales se apropian de la música para
auto- determinar sociedades urbanas con cánones éticos y estéticos propios, el género musical
marca su forma de vestir, sus hábitos, su conducta, su ideología que en muchos casos es política,
su lenguaje y su mundo simbólico como cualquier sociedad lo haría.
Esta auto-pertenencia grupal posibilitan hablar de una nueva cosmovisión: el grupo, la música, la
estética, las expresiones artísticas, se van reconstituyendo como las nuevas ecologías sociales,
nuevas formas de habitar ese “otro” hogar, de coexistir en la urbe.
Estas Tribus Urbanas rechazan la cultura oficial, los valores sociales y modos de vida establecidos
y propone una “cultura a la contra” o “contracultura” con valores y manifestaciones culturales
alternativas. El escuchar la misma música permite a estas tribus urbanas una cohesión social
virtual, así mientras más tiempo transcurre y más adeptos ganan, se hacen durable ante otros
grupos, entonces cambia de características: afianza los valores comunes, concede privilegios
éticos, distingue sus roles sociales y de género y fija discursos.
En muchos casos, las tribus se convierte en una moda más, sin embargo, muchas de ellas logran
sobrevivir gracias al sincretismo que se produce entre moda y tradición o globalización y
nacionalización, es decir, la música, que es el elemento motor que permite la recreación de las
tribus, no sé centra únicamente en música extranjera como el rock y su diferentes estilo: heavy,
gótico, harcore, grunge, hippie, ska; reggae; rap, hip hop; pop; salsa; etcétera, sino que son
fusionados con música tradicional ecuatoriana como el pasillo, san juanito, albazo, bombas, tecno
cumbia, etcétera.
Esto, Permite a los actores sociales apropiarse de la música, sentirla más cerca de su cotidianidad
e institucionalizar como culturas urbanas a las diferentes tribus, no solo por su contenido musical
sino por la creación de un discurso ideológico que puede ser visualizado en su vestimenta,
lenguaje, expresiones estéticas, lúdicas, políticas, organización social, etc.
Finalmente, podemos decir que para los actores sociales de las diferentes tribus urbanas al
construir una imagen y un conjunto de actitudes y/o comportamientos en relación a ella
constituyen una
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estrategia que les permite salir del anonimato de la masa y esencializar una identidad propia y
más local.
Las tribus urbanas implantan su forma propia de interpretar el medio ambiente urbano que le
rodea y apropiarse de él a través de conciertos, concentraciones en bares, grafitis, vestuario
escandaloso, pircings, jerga, resistencia social que puede expresarse violenta o agresivamente y
en general acciones de contraposición a la represiva cultura oficial.
Las culturas juveniles adquieren identidad desde distintos ámbitos:
• la generación,
• la clase social,
• la etnia,
• el territorio,
• y el estilo.
2.5.3. Tribus Urbanas En El Ecuador
Las tribus urbanas más conocidas en el Ecuador son los emos, hippies, punks, góticos, raperos,
hip hop, skates, skin heads, graffiteros entre otros.
Veamos a continuación algunos de estos grupos que suelen ser contestatarios a la sociedad
establecida ya que sus ideologías van desde el anarquismo al comunismo, falangismo,
antifascismo, y nacionalismo, según los orígenes de cada tribu.
a) Subcultura Gótica
La subcultura Gótica es un movimiento existente en varios países. Empezó en el Reino Unido
entre finales de los ’70 y mediados de los ’80, en la escena del rock gótico, una derivación del
Post-Punk. Su estética e inclinaciones culturales provienen principalmente de las influencias de la
literatura del terror y las películas del horror.
La subcultura gótica comparte gustos estéticos, musicales y culturales en común a pesar de que
la música gótica abarca varios subgéneros y estilos, todos estos comparten una tendencia hacia
una apariencia y un sonido “dark” u “oscuro”. Los estilos e vestimenta dentro de la subcultura
toman influencias del death rock, el punk, el estilo andrógino, y hasta la vestimenta del
Renacimiento; sin embargo, los góticos tienen una estética propia, que se centra en el color
negro: trajes negros, maquillaje para resaltar palidez en el rostro, peinados que cúbranla cara y
hasta lápiz labial de color rojo aplicado atropelladamente en los labios.
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El rock gótico es un arte subcultural que expresa en sus seguidores nostalgia, tristeza y
melancolía, expone el lado oculto del hombre y sus intenciones de reconocer la muerte como un
hecho ineludible en la vida humana.
En el Ecuador, lo gótico aparece en los años’80 como un movimiento marginal; sin embargo en la
actualidad cuenta con miles de adeptos.
b) El Hip Hop
El hip (cadera) hop (saltar, brincar, bailar) es un movimiento cultural que nace en los años ’70 en
las comunidades hispanoamericanas y afroamericanas del Bronx, Queens y Brooklyn. Es un tipo
de danza que mezcla el baile moderno, contemporánea, capoeira y danza acrobática.
El hip hop comenzó en las calles como una forma de protesta de los latinos y de la comunidad
negra de los Estados Unidos. Ellos se tomaron las calles como escenario para expresar con arte,
música y movimiento sus pensamientos, sus ideas y sus sentimientos.
Actualmente, el hip hop es una cultura, una forma de vida que tiene su propio lenguaje, una
manera de vestir, tiene su propia música, una manera de pensar y está en continua evolución. Es
una respuesta directa al rechazo de los valores y necesidades de los jóvenes por parte de la
generación anterior.
Hasta los años ’80 apenas se conocía sobre este movimiento fuera delas fronteras de los Estados
Unidos, sin embargo en los últimos años comenzó a volverse popular en el Ecuador, al igual que
en otros países de América, Europa, África y Asia.
El graffiti ha influido en el diseño de ropa, portadas de los discos y otros objetos. Quienes
practican esta taceta se denominan writers (escritores). El rap es el elemento musical vocal
principal de la cultura hip hop.
c) Los Skin Heads
Los grupos Skin Heads, o cabezas rapadas, comenzaron a aparecer en el Ecuador desde el año
2000, según datos divulgados por el Diario Hoy, que publicó en el suplemento Blanco y Negro, del
15 de abril de ese año, un reportaje en el que alertaba sobre la presencia de ese movimiento.
Con la evástica como símbolo, los neonazis ecuatorianos expresan en leyendas que sy deber es
matar a los usureros, a los corruptos y delincuentes, para erradicar la delincuencia en la sociedad.
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Los Skin Heads afirman ser una agrupación de personas jóvenes de clase media alta, todos
profesionales, con objetivos nacionalistas y no racistas; sin embargo, utilizan la violencia como
forma de controlar el orden social. En algunas entrevistas divulgadas por medios de comunicación
social, se deja entrever que en esta tribu se agrupan algunos hijos de policías y militares, con
conocimiento de manejo de armas y tácticas de guerra.
Los Skin Heads nacen en Inglaterra, como propuesta cultural del movimiento obrero de los años
’60, y tiene cuatro subdivisiones los skinger nazis, los red skin o skin comunistas, los rad skin o
skin anarquistas y los antirracistas, todos vinculados a la política. Desde el inicio, el skin head se
caracterizó por las peleas callejeras.
El nacimiento del movimiento skin head tal como es hoy, se produjo en 1969 cuando algunos
jóvenes ingleses tuvieron contacto con jóvenes inmigrantes de Jamaica, para dar paso a una
escena reggae en la capital británica. Se podía ver frecuentemente en las calles inglesas a skins y
jóvenes negros de origen jamaiquino juntos apaleando hippies, paquistaníes o inmigrantes
asiáticos por lo que fueron considerados como racistas.
Una vez que los medios consolidan la dualidad skin-nazi, las juventudes fascistas de todo el
mundo adoptan la estética skin-head, utilizando el cabello rapado, tatuajes y botas, y acaban
asumiendo como propia y exclusiva a principios de los años 80. De esta forma nace un nuevo
género de música.
d) Los Punk
El punk apreció como un estilo musical dentro del rock que emergió a mediados de los años 70.
El término inglés “punk” tiene un significado despectivo que suele variar, aplicándose a objetos
(significando “basura”) o a personas (significando “vago”, “despreciable” o también “basura” y
“escoria”). Se utiliza de forma irónica como descripción del sustrato crítico o descontento que
contiene esta música. Al utilizarlo como etiqueta propia, los “punkies” (o “punks”) se desmarcan de
la adecuación a los roles y estereotipos sociales. Debido al carácter de este significado, el punk a
menudo se ha asociado a actitudes de descuido personal, se ha utilizado como medio de
expresión de sentimientos de malestar y odio y también ha dado cabida a comportamientos
neuróticos o autodestructivos.
Según la filosofía de este movimiento el punk es la lucha constante contra el miedo de las
repercusiones sociales. En su naturaleza original, el punk de la cultura ha sido principalmente de
la libertad individual, que tiende a crear creencia en conceptos tales como individualismo, la
lucha contra el autoritarismo, el anarquismo y el pensamiento débil. La ideología punk contiene
muy a menudo una visión crítica del mundo.
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En el Ecuador, el punk aparece a finales de los años 80 como una expresión musical, pero en la
actualidad ha trascendido hacia lo ideológico.
e) El Movimiento Emo
La tribu urbana de los emo está conformada por jóvenes con pantalones negros bien ajustados,
de cabello lacio con un mechón cubriéndoles uno de los ojos, con apariencia pálida, tatuajes en
forma de estrellas y “piercings” en alguna parte del rostro.
Este grupo de adolescente ha retomado gustos musicales y vestimenta de los años 80 y 90. En su
mayoría son adolescentes entre 12 y 19 años.
La palabra emo, según la página de internet Wikipedia viene del inglés emotional (emocional) y
son muchachos que se caracterizan por vivir en constante depresión, para ellos la vida no vale la
pena, escuchan música triste, tiene carencia de afecto y en los casos más extremos pueden llegar
a dormir en camas duras y hacerse cortes en las muñecas.
En un artículo publicado por el periódico El Universal (México), Andrés Alcántara, un médico
experto en adolescentes que es uno de los pocos académicos que ha investigado el fenómeno
emo, dice que “estos jóvenes no tienen una identidad propia ni tampoco una filosofía auténtica,
más bien primero fue una moda y posteriormente se intentó buscar una filosofía”.
f) Los deportistas del Skate
El movimiento skate (patinaje), caracterizado por el uso de las patinetas y toda la moda de su
entorno, ha dado la pauta para crear una cultura urbana, pero no ha dejado de ser un deporte
considerado extremo para muchos.
Una característica especial de quienes forman parte de esta subcultura es la vestimenta
caracterizada por pantalones y camisetas anchas, e igualmente tienen una jerga particular que se
suma a su estilo en el saludo.
El skate nace en la década de los 60 en California con la necesidad de algunos surfistas sin
espacio en las playas. Entonces, crearon una forma extrema de “coger” olas en el asfalto. Más
tarde el skate se popularizó por todo Estados Unidos y Europa.
En el Ecuador, la fiebre del patinaje asoma a finales de los años 70 e inicios de los 80, cuando en
el parque la Carolina, de Quito, se habilita una pista para monopatín, que recibe visitantes, de
clase alta, de todo el país. Posteriormente, esa tendencia se proyecta a otros jóvenes de clase
media, que en la actualidad han adoptado el patinaje como un deporte y estilo de vida.
3
2.5.4. Identidades Juveniles y Generación.
“El primer gran factor estructurador de las culturas juveniles es la generación” (Feixa, 1998) (este
concepto de generación se refiere a la identidad de un grupo de edad socializado en un mismo
período histórico). Los actores se adscriben a una serie de sucesos y estilos que forman una
especie de memoria colectiva y se refleja en acontecimientos generacionales. Dentro de esta
investigación concebimos al tatuaje y al piercing como uno de esos fenómenos de identificación
interpersonal de la presente generación, uno de los elementos distintivos del estilo juvenil actual y
uno de los sellos distintivos de las culturas juveniles posmodernas, ya que rebasa el límite de las
microculturas, para convertirse en uno de los emblemas de los jóvenes de hoy.
2.5.5. Identidad y Rito
En cuanto a la presencia del rito en la configuración de identidades, Augé (1994) plantea el ritual
como una manera de generar un sentido social. El rito está formado de dos ejes: el que va de lo
individual a lo colectivo, constituyéndose como un eje de identidad; y el que va del “sí mismo” al
“otro”, donde se genera el eje de la alteridad y la identificación; “El rito introduce la mediación
entre la pertenencia y la apariencia….y en la intersección de los dos ejes, individual y colectivo,
y el sí mismo y el otro” (Augé, M. 1994) Esta relación de alteridad, es la que mantiene vivas las
lógicas de interacción social.
Refiriéndonos a las ciencias antropológicas, recordamos a Turner quien retoma la definición de
rito planteada por Van Gennep, al explicar que son ritos de paso, aquellos que “… acompañan a
cualquier tipo de cambio de lugar, posición social, de estado o de edad” (Turner, V. 1980). Estos
ritos poseen tres fases: separación, marginalidad, y agregación.
La primera implica la separación de las personas del grupo para comenzar a pasar de un estado
al siguiente y luego reincorporarse con la tercera fase de agregación; pero es la segunda fase, la
de marginalidad o limen la que más se acerca a nuestro tema, en esta, el individuo transita de un
estado a otro, y se trata de una especie de limbo, ya que no están ni en el estado inicial ni en el
final; a esto se le denomina fase “liminar” del rito; lo más sobresaliente de esto, es el estado
emocional-espiritual de la persona, quien en este proceso ocupa una posición social ambigua.
La persona liminar, tiene características ambiguas, con pocos atributos, es casi “invisible” en este
sentido, a la vez, puede estar marcada por una serie de contrastes con relación a la vida social
regular, los símbolos que lo constituyen, son extraños y complicados porque “…su condición
propia es la de la ambigüedad y la paradoja, una confusión de todas las categorías” (Turner, V.
1980).
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El estado liminar es la negación de todos los estados concretos y definidos, pero al mismo tiempo
es la raíz de ellos, y genera de esta forma nuevas ideas pensamientos y costumbres ya que
transita por un momento de reflexión acerca del yo.
Otra característica de las personas liminares, es que “…no tienen nada. No tienen estatus, ni
propiedad, ni insignias, ni vestidos normales, ni rango, situación de parentesco, nada que los
deslinde estructuralmente de sus compañeros.” (Turner, V. 1980) por ello vive un momento de
intenso sentido comunitario, de solidaridad, respeto e igualdad.
Los jóvenes en estados liminares (debido a la práctica de ciertos rituales de carácter juvenil, entre
los que están el tatuado y el perforado) actúan de una manera similar, se identifican porque viven
este momento colectivamente, como ya se explicó antes la apropiación que en algún momento se
hace del otro, facilita la existencia de este estado, “El grupo liminar es una comunidad o comitiva
de camaradas y no una estructura de posiciones jerárquicamente dispuestas… trasciende
distinciones de rango, edad e incluso , indeterminados grupos culturales, de sexo” (Turner, V.
1980)
La antropología explica que en algunas sociedades este estado, puede convertirse en
característica de grupos particulares. Los ritos, son más recurrentes en sociedades de pequeña
escala, y es por ello que están tan presentes dentro de las culturas tribales juveniles, los jóvenes
estarían entonces entrando y saliendo de una serie de ritualidades de tiempos cortos, como
explica Barbero, donde dura más el estado liminar que las otras fases, por ello se identifican tanto
entre sí, por ello parecen estar encerrados en sí mismos, solo abiertos a sus semejantes.
La simplicidad de estado individual del joven liminar, contrasta con la complejidad cultural del
momento, es por ello que los fenómenos juveniles resultan tan difíciles de comprender.
En todo este contexto de la juventud se hace necesario rescatar ciertas características más
trascendentales como la espiritualidad que trasciende y trastoca ciertos aspectos de la vida
llegando a cuestionarlos y proyectarlos en una diferente realidad social, cultural, política,
coadyuvando con algunos elementos sustanciales para la construcción de una sociedad con más
esperanza.