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4 Febrero 1992
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Compaeros, lamentablemente los objetivos
que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros ac
paeros,p , lamentablemente los objetivos los obj tivos
en Caracas no logramos controlar el poder, ustedes por all lo hicieron muy bien,
que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotroque nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotro
pero ya es tiempo de evitar ms derramamiento de sangre
controlar el poder, ustedes por all lo hicieron muy bien,controlar el poder, ustedes por all lo hicieron muy bien,
E D I C I N E S P E C I A L
Domingo 3 de Febrero de 2013
Domingo 3 de Febrero de 20132E D I C I N E S P E C I A L
T/ Hctor Escalante
F/ Hctor Rattia
Caracas
La relativa derrota militar que se po-
dra leer a partir de la rebelin del
4 de febrero de 1992 termin convir-
tindose con el pasar de los aos en
una victoria poltica para el proyecto bo-
livariano, afirm el historiador Enrique
Nbrega.
Entrevistado por el Correo del Orino-
co, el director del Museo Nacional de His-
toria seal que el movimiento insurgen-
te, cuyo principal protagonista fue el hoy
presidente reelecto Hugo Chvez, consti-
tuy un proceso novsimo en la dinmica
poltica contempornea, porque implic
un cambio completo del modelo existente.
Lo que signific la rebelin del 4 de fe-
brero de 1992 es parte de un proceso po-
ltico de alcance profundo en la dinmica
contempornea. Ahora lo que se puede de-
cir es que de alguna forma se ha decanta-
do, porque hay unos resultados concretos.
De hecho, la Revolucin Bolivariana es
hija directa del 4-F, apunt.
En esa oportunidad, asinti, un sector
importante de la Fuerza Armada, confor-
mado por oficiales medios, decide, con un
discurso poltico, realizar una accin para
tomar el poder y reencausar el curso de la
democracia que haba sido desviado prin-
cipalmente durante el segundo Gobierno
de Carlos Andrs Prez.
Segn el especialista, este suceso ha
sido calificado como un golpe fallido me-
diante el cual se intent tomar el poder,
pero que luego fracasa. Sin embargo, con-
sidera que hablar de fracaso para referir-
se al 4-F, es relativo.
Record en ese sentido que de las tres
ciudades donde se aplic la operacin
militar que fueron Caracas, Maracay y
Maracaibo solo en la capital no se logr
el objetivo, mientras que en los otros dos
casos la meta fue lograda.
Si hubiese sido un fracaso, cmo se
explica lo que sucedi en Maracaibo, que
toman el poder siendo el Zulia un estado
importante en trminos de poblacin y en
Aragua, siendo Maracay el meollo de la
fuerza militar?, reflexion.
ASUMI LA RESPONSABILIDAD
Y ARRAS
Para Nbrega, es destacable la forma
en que los principales protagonistas de la
rebelin del 4-F, entre ellos Hugo Chvez,
encararon la situacin e impulsaron un
proyecto poltico revolucionario que ms
adelante toma forma y se fortalece.
Primero asumen la responsabilidad,
luego se someten a la justicia, caen presos,
salen como tienen que salir, optan por la
va poltica y arrasan, expres.
Dijo que la Venezuela de los siglos XX y
XXI es una sociedad contempornea donde
los medios tienen un peso importante y, en
ese contexto, nunca antes, nadie haba uti-
lizado los medios para asumir la responsa-
bilidad por un hecho poltico.
Coment que Eleazar Lpez Contreras
fue el primer presidente al que los venezola-
nos le escucharon la voz a travs de la radio,
mientras que Rafael Caldera fue el primer
presidente que utiliz la televisin para di-
rigirse al pueblo. En tanto, Hugo Chvez
con su frase por ahora fue el primero en
asumir ante los medios la responsabilidad
de lo que hicieron el 4-F.
El investigador estim que para la pos-
terior conformacin del proceso revolucio-
nario, jug un papel importante la decisin
de salir al ruedo poltico y formar el Movi-
miento V Repblica (MVR). El proyecto
consider refundar la Repblica, pero eso
pasaba por refundar el Estado y la dinmi-
ca poltica democrtica.
Indic que el triunfo electoral de Hugo
Chvez en 1988 con el MVR y todos los mo-
vimientos que lo apoyaban fue aplastante,
porque del otro lado lo que haba eran miga-
jas, dado que partidos como Copei y Accin
Democrtica se haban desmoronado.
Con la Revolucin Bolivariana en el po-
der desde 1999, sostuvo, se ha atacado lo
que se dijo que haba que solucionar en el
92; el descrdito de los partidos, la corrup-
cin de los sectores polticos, econmicos y
militares y el auge de la pobreza.
ACCIN CONTUNDENTE
DE TRASCENDENCIA POLTICA
Enrique Nbrega asegura que para en-
tender mejor la rebelin del 4-F hay que
analizar otros acontecimientos importan-
tes suscitados en la historia contempor-
nea anterior.
Se nos haba vendido la idea, sobre
todo hacia afuera, que entre los aos 1962
y 1992 lo que habamos vivido era un largo
y fructfero perodo de estabilidad. Pero
esto no fue as, porque cada vez se iban
descuidando ms los intereses de las ma-
yoras, critic.
Despus de 21 aos Chvez mantiene la coherencia en sus pensamientos, afirm
Enrique Nbrega: La relativa derrota militar del 4-F termin convirtindose en una victoria poltica
La Revolucin Bolivariana
es hija directa
de la rebelin de 1992,
afirm el historiador
Domingo 3 de Febrero de 2013 3E D I C I N E S P E C I A L
Entre otros eventos, mencion la cada
de la dictadura, suscitada el 23 de enero de
1958, as como El Porteazo registrado en
Carabobo y El Carupanazo en Sucre, am-
bos en 1962.
Contrast que el de 1992 fue un movi-
miento armado ms complejo y con un al-
cance nacional mucho ms completo, por-
que se lograron tomar los objetivos en dos
grandes ciudades.
En tanto, El Porteazo y El Carupanazo,
que tambin fueron rebeliones cvico-mi-
litares porque estaba clarsima la parti-
cipacin de civiles asociados a partidos de
izquierda, se centraron en objetivos mili-
tares como la Base Naval de Puerto Cabello
y la de Carpano, ubicadas en los estados
Carabobo y Sucre, respectivamente. Por su
parte, el levantamiento del 23 de Enero de
1958 como accin cvico-militar tuvo alcan-
ce nacional. No obstante, aclar que toda su
accin se concentr en Caracas. Si vamos
ms atrs, otros golpes registrados en 1948
y 1945 tambin se redujeron a Caracas, re-
sumi.
Ante este panorama, el investigador del
Centro Nacional de Historia insiste en que
el 4-F constituye la accin ms contunden-
te de la historia contempornea de la na-
cin y, por tanto, tiene una gran trascen-
dencia poltica para las venezolanas y los
venezolanos.
VINCULACIN DIRECTA
CON EL CARACAZO
El director del Museo Nacional de Histo-
ria asegur que la rebelin del 4 de febre-
ro de 1992 tambin tuvo una vinculacin
directa con el llamado Caracazo del 27 de
febrero de 1989, que surgi en respuesta la
a mala administracin durante la segunda
gestin de Carlos Andrs Prez.
De acuerdo con el especialista, la im-
plementacin de un conjunto de medidas
econmicas que le hicieron mucho dao al
pas, no tardaron en generar una situacin
de inconformidad que hizo que el pueblo
saliera a las calles a protestar. El 27-F el
pueblo se revela y alza la voz para decirle
a todos los sujetos polticos que no est de
acuerdo con el sistema.
Resalt que, a pesar de la feroz represin
de Prez, despus del 27-F el pueblo perma-
neci en la calle. Hubo una cantidad de
protestas impresionantes. Adems el dete-
rioro y la incoherencia de los partidos pol-
ticos eran galopantes, aadi.
DOS REBELIONES
EN MENOS DE UN AO
Para el catedrtico de la Universidad
Central de Venezuela, despus de su des-
enlace, la accin militar de 1992 logr to-
mar un perfil poltico, tanto as que el
27 de noviembre de ese mismo ao volvi
a producirse otra rebelin que no pas a
mayores, pero esta vez con un abrumador
apoyo civil que se evidenci en las calles
del pas.
El contacto con la poblacin civil, re-
firi, se haba estado trabajando desde
1982, cuando se cre el ncleo del movi-
miento bolivariano. Para esa poca tam-
bin se haban establecido algunos vn-
culos con partidos polticos de izquierda
no tradicionales.
Rememor que durante el transcurso de
los aos 90 y 91, Carlos Andrs Prez se
las ingenia para seguir aplicando el mis-
mo paquete econmico, aunque de una
manera mucho ms suave, porque al pa-
recer haba aprendido la leccin del 27-F.
Sin embargo, la situacin se haca cada
vez ms insostenible.
Un ao despus del golpe cvico-militar
del 4-F, Prez se ve forzado a abandonar el
poder, entre otras razones, por una disputa
legal desde lo interno que, en opinin del
investigador, casi fue un pase de factura
entre los mismos miembros de la democra-
cia representativa, en respuesta a una pre-
sin muy fuerte que haba desde afuera.
RATIFICACIN DEL PAQUETAZO DEL 89
De acuerdo con el historiador, este perio-
do estuvo marcado por el desorden admi-
nistrativo y poltico que rein durante el
gobierno interino de Ramn J. Velzquez
y la posterior eleccin de Rafael Caldera,
quien traicion a su partido poltico para
lograr la Presidencia de la Repblica y lue-
go, estando en el poder, promovi el mismo
paquetazo del 89.
Explic que durante la gestin de Calde-
ra, la segunda en su trayectoria poltica,
se ratificaron una serie de medidas econ-
micas enmarcadas en la dinmica de las
polticas neoliberales que iban dirigidas en
contra de los sectores populares.
En su Gobierno se gest la apertura pe-
trolera que foment la privatizacin de la
industria, y adems se produjo una crisis
bancaria que arrebat los ahorros a miles
de venezolanas y venezolanos, detall.
Dijo que el programa de gobierno de Ra-
fael Caldera fue la Agenda Venezuela, que
consisti en un acuerdo entre el Fondo Mo-
netario Internacional y el Banco Mundial
para subsanar los problemas del sistema
poltico.
Al respecto, calific como un error gi-
gantesco pretender subsanar los proble-
mas de la democracia solo por la va eco-
nmica: Eso hizo que la gente siguiera en
las calles protestando y que las respuestas
a sus necesidades se encausaran a la opcin
poltica bolivariana.
Paralelamente a esta difcil situacin,
celebr el investigador, sigui creciendo
el movimiento bolivariano, hecho organi-
zacin poltica, lo que en definitiva profun-
diz la autodestruccin del sistema poltico
de la democracia representativa.
Cada vez crecems como poltico
Reconoce el historiador Enrique Nbrega que la coherencia que ha mantenido el lder revolucionario a lo largo de los ltimos 20 aos ha sido impresionante. Del Hugo Chvez de 1992 al Hugo Chvez de 2013 llama la atencin la cohe-rencia que ha mantenido en todo este tiempo, analiz.
Chvez sigue pensando en el mismo proyecto, lo que quiere decir que est ah para defender las aspiraciones y los derechos del Poder Popular, aadi.
A su criterio, lo que ha ido pa-sando es que Chvez crece cada vez ms como poltico, hasta el punto de convertirse casi en un estadista, porque su proyecto de-rrumba fronteras.
Argument que desde hace mucho tiempo, el luchador bo-livariano dej de ver fronteras econmicas y polticas, pues las mismas han sido derrumbadas con los procesos que ha impul-sado en materia de cooperacin econmica.
El Chvez del 92 estaba clarsi-mo en lo que quera hacer con la rebelin del 4-F, que era cambiar el sistema para atender las necesi-dades y los problemas del pueblo. Hoy, despus de 21 aos, lo sigue diciendo y haciendo. Sabemos que hay personajes en la historia que han sido as, lo importante es que l est consciente de su papel de catalizador, reiter.
Ramn Escovar Salom
Fiscal general de la Repblica
Yo le dira al Presidente que
la primera preocupacin del
Gobierno y del Estado, no solo
del Gobierno sino del Estado,
debe ser en este momento
reestablecer el orden y
devolverle la confianza a la
gente, muy perdida antes de
que esto ocurriera. porque la
confianza no se ha perdido
en la madrugada, ya estaba
perdida la confianza
(Febrero de 1992)
Domingo 3 de Febrero de 20134E D I C I N E S P E C I A L
T/ Romer Viera
F/ Manaure Quintero
Caracas
Transcurridos 21 aos del alzamiento
militar del 4 de Febrero de 1992, algu-
nas vecinas y vecinos del sector La
Planicie del 23 de Enero, lugar donde se
encuentra ubicado el antiguo Museo Hist-
rico Militar, hoy Cuartel Cipriano Castro,
todava recuerdan las acciones de uno de
los actores principales del levantamiento: el teniente coronel Hugo Chvez Fras, ac-tual Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela.
Como pude me acerqu hasta la cerca metlica que delimitaba el cuartel y pude ver hacia el patio central del castillo. All estaba l. El mismo muchacho que haba visto por televisin. El que haba asumido la responsabilidad del golpe de Estado e hizo un llamado a sus camaradas para que depusieran las armas. Era Chvez quien se diriga a un grupo de soldados que estaban sentados en el suelo y lo escuchaban con
mucha atencin. No se poda or que era lo que deca, pero seguro les estaba dando un mensaje como los que solo l sabe dar a su pueblo, rememor Gisela Mendoza, mejor conocida por sus vecinos de la calle princi-pal del Museo Histrico como Chela.
AMANECER
Esa maana amaneci de golpe, ex-
clam Chela, quien relat para el Correo
del Orinoco la experiencia que vivi aquel
da. Me levant sobresaltada por el ruido
de un camin, que luego result ser una
tanqueta, y por el sonido de las botas de
los soldados. Eran como las 6:00 am cuan-do sal de mi cuarto y me encontr con mi hermano, a quien le pregunt por el albo-roto, pero l tampoco saba lo que pasaba, explic la vecina.
El temor la acompa durante esas pri-meras horas, admiti Mendoza. Esta fue la razn por la que, a pesar de vivir a poco ms de 60 metros del hoy Cuartel Cipriano Castro, las primeras informaciones las re-cibi a travs de la televisin. As fue que vi a Chvez por primera vez, y despus de escucharlo decid salir a verificar qu era lo que realmente suceda, manifest.
Chela record que al salir de su vivienda observ como el portn que se encontraba al inicio de la calle que daba al Museo His-trico, estaba en el suelo. Esto como conse-cuencia del accionar de las tanquetas de los rebeldes. Tambin haba una inusual can-tidad de soldados con boinas rojas a quienes me apresur a preguntarles sobre lo que pa-saba en el sector. Interrogacin para la que solo hubo una respuesta: Mtase para su casa, seora. Eso me lo dijo un soldado muy joven. Y es que todos eran muy jve-nes, mencion.
Entre los recuerdos sonoros que Chela mantiene de esa maana, figuran detona-ciones de fusiles y pistolas accionadas por los militares que, desde el Palacio de Mira-flores, defendan al Gobierno, y que, en su versin de los hechos, eran repelidos con disparos efectuados por algunos vecinos desde los bloques aledaos del 23 de Enero.
Cuando lo sacaron (a Chvez) del cuar-tel, ya nos encontrbamos un nutrido gru-po de vecinos en la calle. Al verlo lo aplaudi-mos mientras gritbamos el nombre de ese hombre que habamos conocido mediante la televisin. Eran como las 8:00 am cuando se lo llevaron. Y ya sentamos que l era la persona que tena que llevar las riendas del pas. l tena que ser el Presidente de Vene-zuela, sentenci.
YO VI A CHVEZ MANIFESTARSE
PARA PROTEGER A SU PUEBLO
La calle principal del Cuartel est bor-deada por una hilera de coloridas casas que sirven de fachada a lo que se podra de-nominar como una barriada invisible. Y es que para los que no estn familiarizados con el sector, el barrio podra comenzar y terminar en los hogares que se orillan en el hoy denominado Bulevar de la Dignidad, y omitir otro centenar de viviendas que for-man el sector. En una de estas casas ubica-das en el laberinto que circunda el Cuartel Cipriano Castro vivi Clemencia Linares
la experiencia del 4 de Febrero.
Con mas de 45 aos en el sector, Linares defini como nicos los acon-tecimientos desarrolla-dos aquella maana. Eran como las 6:00 am cuando me despertaron una voces que prove-nan desde fuera de la casa. Me levant y abr la puerta para ver que pasaba, y me sorprendi ver a ms de 30 mucha-chos con boinas rojas parados en la escalera, record la vecina.
Al verlo lo aplaudimos, rememora Gisela Mendoza
Vecinos del Cuartel Cipriano Castro todavarecuerdan al Chvez insurrecto del 4-FLos residentes lo describen como un hombre sereno
que imparta mensajes a sus soldados y que cuid
en todo momento de la poblacin del sector
Gisela Mendoza
Domingo 3 de Febrero de 2013 5E D I C I N E S P E C I A L
Cuenta que su primera reaccin fue pre-
guntarles a los militares sobre la situacin,
pero no obtuvo ninguna respuesta. La reso-
lucin a la incgnita lleg con una vecina.
Fue la seora Clemen la que me dijo que
los soldados formaban parte de un grupo
de militares que estaban tumbando al Go-
bierno de Carlos Andrs. Situacin que me
pareci buena, porque la cosa en el pas es-
taba muy difcil, declar.
Evoc que el primer impulso fue de so-
lidaridad con los uniformados, por lo que
algunos vecinos propusieron cocinar algu-
nas arepas para mitigar el hambre de los
muchachos. A m me toc hacerles caf,
dijo Linares, quien agreg que a pesar de
la constante insistencia de los militares
para que no saliera de su vivienda, en la
primera oportunidad que le ofrecieron los
cansados soldados se escap y subi a la
calle principal.
Eran aproximadamente las 7:00 am cuan-do Linares, ya en la calle, se encontr con otros vecinos quienes le dijeron que en el cuartel estaba Chvez. Ya se escuchaba el run-run de que el soldado que haba ha-blado por la televisin estaba en el museo. Haba mucha gente que lo apoyaba. ramos muchos los que sentamos que ese era el hombre que necesitaba el pas. Un llanero como yo, expres la nacida en Guasduali-to, estado Apure.
En la mente de Linares todava se es-cucha la voz del hoy Primer Mandatario cuando les peda a las decenas de personas que queran verlo aquel 4 de Febrero, que, por nuestra seguridad nos alejramos del sector. Yo vi a Chvez manifestarse para proteger a su pueblo. Ese pueblo que, cuan-do lo sacaron detenido del Museo Histrico, gritaba su nombre y que quera acompaar-lo hasta donde fuera necesario, expres la entusiasta madre de tres hijos.
Para Linares, a pesar de lo peligroso de la situacin, los acontecimientos en la zona fueron extremadamente tranquilos, sin disparos y sin heridos. Aqu todo fue nor-mal. Adems de los daos que la tanqueta ocasion en el portn no hubo ningn tipo de dao a estructura alguna. No hubo heri-dos. Y todo gracias a ese histrico por aho-ra, dicho por Chvez, quien no quera que ese alzamiento militar terminara con un derramamiento de sangre, manifest.
Record que el teniente coronel Chvez Fras fue llevado a pie escoltado por un gru-po de militares armados quienes se dirigie-ron hacia el bloque 7 del 23 Enero. No hubo violencia. Los soldados que lo custodiaban fueron muy pacficos. Me imagino que la
presencia del grupo de personas que desde cier-ta distancia lo acompa-bamos sirvi para que los militares tuvieran mucha consideracin con el hoy Presidente, opin.
YO ME QUED CON EL YIP
DE CHVEZ
Yo me qued con el yip de Chvez, grit Bernarda Pedroza, de 73 aos de edad, al sea-lar un carro de juguete arrumado frente a su casa, del cual dice, de forma jocosa, es el carro en que lleg al Museo Histrico Militar Hugo Chvez la madrugada del 4 de febrero de 1992. All donde est aquel rbol dej Chvez su yip, y all qued cuando se lo llevaron deteni-do, expres la vecina.
Pedroza cuenta que se encontraba en la cocina de su casa preparando caf cuando escucho varios disparos, situacin por la que sus hijos le sugirieron se acostara en el suelo. Yo tengo que ver qu es lo que pasa, les grit y se dirigi a la puerta de la casa desde la que se poda ver fcilmente hacia el museo. Al abrir la puerta, recor-d la vecina, observ que todo el patio del cuartel se encontraba repleto de militares con boinas rojas. Lleg la guardia presi-dencial, fue lo que dije, manifest.
Para poder seguir el curso de los aconte-cimientos, Pedroza se subi a la plataban-da de su casa desde donde simul llenar los tanques donde almacenaba el agua. Desde all fue que vi a aquel joven delga-dito al lado del yip, el mismo que luego me enterara se llamaba Chvez, y adems, que era uno de los lderes del golpe de Es-tado, explic.
Al igual que otros vecinos, Pedroza es de las que afirma que aquella incursin mili-tar al Museo Histrico ubicado en La Plani-cie fue totalmente pacfica. Explic luego, que los disparos que llamaron su atencin provenan del Palacio de Miraflores y ma-nifest que, durante todo el tiempo que permaneci en la azotea de su casa, nunca recibi un llamado de atencin de parte de los militares que custodiaban el lugar.
Yo estaba totalmente desconcertada. No saba qu era lo que pasaba. Fue mi hijo, quien para ese momento trabajaba en el Ministerio de la Defensa, el que al llegar corriendo a la casa me dijo, mam, esos son unos insurrectos. Encend la televi-sin y vi a aquel muchachito delgadito del yip verde, y pens: mijo, en qu problema te metiste.
REIN LA TRANQUILIDAD
Elas Gonzlez, un famoso vendedor de caf de los alrededores del Cuartel Cipria-no Castro, recuerda que el da del alzamien-to amaneci en bloque 34 de la zona F del 23 de Enero, y que cuando se dio cuenta de que algo suceda corri hacia su casa donde estaban su esposa y sus hijos.
Ya en la calle El Martirio de La Planicie vi mucha gente en la calle, todo el mundo alarmado preguntndose sobre lo que suce-da. Haba tambin muchos soldados en la calle, quienes no daban ningn tipo de ex-plicacin. Todos estaban armados y se ne-gaban a transmitirle informacin a la gente. Estbamos todos desconcertados, expres.
Al igual que sus vecinos, Gonzlez re-afirm que a pesar de todas las armas que se vieron ese da en la zona, incluso una ametralladora apostada al frente del Museo Histrico, la situacin nunca se present violenta. Los soldados corran de un lado para otro y eso aumentaba la preocupa-cin entre los vecinos, pero, incluso cuando los soldados que defendan el Gobierno de Carlos Andrs llegaron y tomaron el lugar, todo fue muy tranquilo, manifest.
Eso pas frente a mi casa
Ramona Martnez, vecina de La Planicie, se encontraba en Barquisimeto el 4 de febrero de 1992. Haca una visita larga a sus familiares. Aquella maana, como la gran mayora del pueblo vene-zolano, se enter de lo que pasaba en el pas gracias a la informacin que se generaba por los medios de comunicacin especialmente la televisin.
Eso pas frente a mi casa, dije cuando vi las primeras imgenes por televisin, e inmediatamen-te les encomend a Dios a todos mis vecinos para que no les pa-sara nada malo, fue la respuesta de Martnez ante lo que para ella, desde la distancia, pareca una si-tuacin catastrfica por la que estaban pasando sus conocidos de ms de 50 aos.
Hoy Martnez piensa que lo ocurrido aquel 4 de febrero fue lo mejor para el pas. Una situacin que, en su opinin, tarde o tem-prano tena que llegar. Yo a mis 85 aos de edad no puedo andar pa rriba y pa bajo, pero s apoyo a mi presidente Chvez. Para m ese es el que tiene que mandar y espero que regrese pronto y sano para que siga dirigiendo al pas, puntualiz.
Elas Gonzlez
Bernarda Pedroza
Clemencia Linares
Domingo 3 de Febrero de 20136E D I C I N E S P E C I A L
T/ Janet Queffelec Padrn
F/ Miguel Romero
Caracas
En febrero de 1992 Eduardo Fernndez
era el secretario general nacional del
partido opositor Copei y 38 meses an-tes haba aspirado a la Presidencia de la Repblica, eleccin que gan finalmente Carlos Andrs Prez (CAP).
El da 3 de ese mes, en horas de la noche, cenaba con un amigo que le recomend el libro de Richard Nixon titulado Aproveche la oportunidad.
Cuando lleg a su casa su esposa recibi varias llamadas telefnicas de un allega-do a la familia, quien le comunic que ha-ba un alzamiento.
Fernndez no prest mayor atencin al mensaje, pero luego algunos amigos le re-comendaron que se enconchara porque supuestamente si la rebelin militar tena xito, se produciran fusilamientos y en-carcelamientos.
Yo pensaba que el Presidente de la Re-pblica estaba fuera del pas porque la l-tima noticia que haba tenido era que esta-ba en el foro de Davos, en Suiza. Sent una responsabilidad muy grande porque yo era el lder de la oposicin. Yo haba com-petido con Prez que haba sacado 4 millo-nes de votos y yo 3 millones. Yo deca en ausencia del Presidente, el venezolano con ms responsabilidad que hay en el pas en este momento soy yo; yo no me puedo en-conchar, record.
Coment que en ese momento ratific su postura poltica, segn la cual en un pas
los problemas se resuelven con votos y no con balas. Decidi dirigirse a un canal de televisin para decirle al pas que un golpe de Estado no era el camino.
Pocos minutos antes CAP se haba diri-gido a la nacin por la televisora Venevi-sin, as que enfil hacia all.
En su alocucin manifest que tena muchas crticas con respecto a la gestin de Prez, pero que los gobiernos se cam-biaban en la democracia con votos, con la Constitucin y no con la violencia.
COLGAR EL UNIFORME
La rebelin militar del 4 de febrero de 1992 la calific de retroceso dramtico porque en Venezuela hemos tenido, a lo largo de 200 aos de vida independiente, demasiados golpes militares.
Subray: Yo estoy en contra de los gol-pes, siempre he estado contra los golpes. Yo creo que un pas civilizado resuelve sus problemas, no a garrotazos o a cao-nazos, sino con razonamiento, con estrate-gia poltica, con discurso poltico. Si un grupo de militares quieren to-mar el poder, guinden el uniforme. Porque los militares tienen armas que no son de ellos, son de los venezolanos, de todos los ciudadanos. Y nosotros pagamos nues-tros impuestos para que esas armas se usen en la defensa de la soberana popular, pero no para quitar y poner gobier-nos. En los pases civili-zados hace mucho tiem-po que dejaron esa mala costumbre.
Manifest que el gran problema que ha tenido Venezuela es el militarismo. Mencion que a partir de 1830, el general Jos Antonio Pez asu-mi la Presidencia, seguido por una larga lista de militares como Carlos Soublette, los hermanos Monagas, Juan Crisstomo Falcn, Antonio Guzmn Blanco, Joa-qun Crespo, Cipriano Castro, Juan Vi-cente Gmez, Eleazar Lpez, Isaas Me-dina, Marcos Prez Jimnez y Wolfgang Larrazbal.
REPUDIO
En su opinin, el 4 de febrero hubo un sentimiento unnime de repudio al golpe. El Congreso se reuni y unnimemente repudi el golpe, todas las fuerzas polti-cas, hasta que habl el senador Caldera, cuyo discurso formalmente ledo es una condena al golpe, pero le sac provecho di-ciendo que a un pueblo que tiene hambre no se le puede pedir que se inmole en la defensa de la democracia. Siendo uno de
los padres del Puntofijismo, como que vea con simpata la accin insurreccional. Y eso quebr la unanimidad del Congreso por alguien que ya haba hablado contra el golpe y despus que oy a Caldera habl a favor del golpe, que fue el diputado Aris-tbulo Istriz.
Reiter que no hay razn que justifique utilizar las armas de la Repblica para cambiar el gobierno; las armas de la Re-pblica son para defender la soberana nacional.
FACTORES
Fernndez recuerda que en 1992 haba muchos problemas en el pas. A su jui-cio, el ms significativo fue el descenso de manera abrupta del precio el barril de petrleo. Por tal razn, comenz a elimi-narse el financiamiento a los programas sociales: La gente comenz a sentirse muy mal.
Ya en 1987 Fernndez mencion que exista una pentacrisis. En el rea de la
poltica, las cpulas par-tidistas tenan secues-trado el poder poltico.
Exista una crisis eco-nmica por la dependen-cia del petrleo; una cri-sis social por la pobreza extrema; crisis cultural porque los venezolanos estaban acostumbrados al populismo, y tica por la gran corrupcin.
Refiri adems que a CAP le pasaron una fac-tura poltica: Uno de los hombres que ms influ-y para sacar a Prez del poder fue Arturo Uslar Pietri, quien era el lder del grupo de Los Nota-
bles. Uslar tena una cuenta pendiente que quera cobrarla antes de morirse. l pudo haber sido presidente en 1945, pero los adecos se aliaron con los militares, dieron el golpe del 18 de octubre, Uslar se fue al exilio y nunca pudo ser Presidente.
Dijo que a pesar de que haba sido em-bajador de Prez en la Unesco durante su primer mandato, fue un personaje adver-so a CAP.
Mencion que tambin Ramn Escobar Salom, quien fue destituido de la Canci-llera en la dcada del 70 por CAP, haba quedado envenenado y lo nombran fis-cal, y el fiscal es el funcionario que tiene en sus manos enjuiciar al Presidente de la Repblica.
Coment que tambin estaban las as-piraciones de Caldera de regresar a la Presidencia y eso lo colocaba en una si-tuacin de tratar de aprovechar la crisis para surgir como una eventual solucin al problema.
El 4-F Eduardo Fernndez rechaz por Venevisin la rebelin militar
Si un grupo de militares quieren tomar el poder, guinden el uniformeEl dirigente opositor sostuvo que un pas civilizado resuelve
sus problemas, no a garrotazos o a caonazos, sino con
razonamiento, con estrategia poltica, con discurso poltico
No hubo relevo generacional
Eduardo Fernndez considera que la reeleccin de Carlos An-drs Prez en 1988 impidi el re-levo generacional que a lo mejor hubiese contribuido a oxigenar el sistema poltico. Prez se empe en volver a ser presidente y creo que no estaba en condiciones de hacer los cambios que el pas es-taba reclamando, y que podran haber evitado el 4 de febrero.
Domingo 3 de Febrero de 2013 7E D I C I N E S P E C I A L
El jefe de la Casa Militar en 1992
asegur que la revuelta de hace
21 aos fue la consecuencia
de una serie de errores polticos
T/ Janet Queffelec Padrn
F/ Miguel Romero
Caracas
En 1992 el contralmirante Ivn Carrat
Molina era el jefe de la Casa Militar y
le correspondi, ese 4 de febrero, sacar
al expresidente Carlos Andrs Prez del
Palacio de Miraflores, que era atacado por
los militares sublevados, y llevarlo a Vene-
visin para que enviara un mensaje al pas.Para este militar, que se gradu en la Es-
cuela Naval en 1965, la revuelta de hace 21 aos tuvo su origen en la dcada de 1970 y
fue la consecuencia de una serie de errores
polticos.
La conspiracin comenz a raz de la
poltica de pacificacin de Rafael Caldera
en 1972. En su Gobierno se intervino la Uni-
versidad Central de Venezuela y la Escuela
Tcnica Venezuela que funcionaba en Los
Chaguaramos. Fue cerrada la universidad
por un largo periodo de tiempo.
Esos muchachos excedentes digo exce-
dentes porque quedaron sin escuela, sin
universidad, ms los radicales de enton-
ces, no tenan dnde estudiar, dnde cul-
minar sus estudios. Fue entonces cuando
se crea la Universidad Simn Bolvar y la
Metropolitana. No todos podan entrar a
la Simn Bolvar y por una decisin del
Gobierno, en concordancia con el Alto
Mando Militar, metieron a esos mucha-
chos en las Fuerzas Armadas. Ese fue el
primer error porque las Fuerzas Arma-
das no son una solucin social en ningn
pas, seala.
Dijo que, debido a la turbulencia poltica
que exista en el pas, haba que ubicarlos
acadmicamente para distraerlos.
Segn Carrat Molina, en ese momento
comenz la penetracin de la Fuerza Ar-
mada por parte de personas ligadas a las
guerrillas.
CORRIENTE SUBTERRNEA
Seala que mientras Hugo Chvez estuvo
en la Escuela Militar se puso en contacto
con radicales de izquierda que estudiaban
en la Universidad de Los Andes, por inter-
medio de su hermano Adn Chvez.
En 1978 indic que Chvez fue nombra-
do oficial de planta en la Academia Mili-
tar: De 1978 a 1990 todos los cadetes de
la Academia Militar de Venezuela fueron
sometidos a un proceso de ideologizacin.
Algunos directores de la Academia y al-
gunos oficiales de planta saban lo que es-
taba ocurriendo, pero hicieron silencio por
complicidades o por simpatas contra AD y
contra Copei porque en Venezuela en aquel
entonces haba una reaccin civil indepen-
diente de polticos de izquierda contra los
adecos y contra los copeyanos que todava
est presente en el discurso poltico, eso no
ha cesado.
Segn su anlisis, comenz la catequi-
zacin en la Academia Militar hacia los me-
jores de cada promocin porque en el Ejr-
cito venezolano los mejores cadetes siguen
siendo los primeros de promocin en toda
su carrera, son como un grupo selecto que
es protegido, ayudado y proyectado.
Refiri que en esa poca comenzaron los
problemas internos en el Ejrcito por in-
disciplina y por una salida demaggica
convierten a las escuelas militares en uni-
versidades entre 1983 y 1984. Se desvi la
formacin profesional, que es bsicamen-
te tecnologa militar; la institucin como
estructura de defensa del Estado se desvi
a ser una universidad abierta liberal y los
oficiales fueron a estudiar all.
Segn Carrat, fue as como se acrecen-
t la penetracin ideolgica e institucional,
eso era como una corriente subterrnea
que iba rodando en el corazn de la institu-
cin militar.
Paralelamente, cont que lderes de la
guerrilla cambiaron de filosofa poltica y
se plegaron a la pacificacin, comenzaron
la carrera poltica sin dejar de conspirar,
siempre conspiraron hasta 1992.
MALESTAR SOCIAL
Relata que, con el viernes negro de 1983,
se deterior la calidad de vida de las vene-
zolanas y los venezolanos y se acrecenta-
ron los problemas sociales. Dijo que en esa
dcada se abrieron las puertas en el medio
militar y comenz a entrar ms gente; mu-
chos nos preguntbamos para qu tantos
oficiales; no haba control de los oficiales ni
de las unidades militares.
Coment que la sociedad comenz a re-
chazar las polticas econmicas y se inici,
segn su opinin, un proceso erosivo de la
democracia: Los polticos, los militares,
las cabezas ms importantes de Venezuela
comienzan a buscar salidas diferentes. La
Fuerza Armada no escap a esto y comen-
zaron los problemas internos.
Mencion que posteriormente, en 1988,
el presidente para ese momento, Jaime Lu-
sinchi, cometi el a su juicio error de sa-
turar la estructura militar. Recuerda que
ascendi a 18 generales de divisin, 19 del
Ejrcito, 19 de la Guardia, 7 de la Fuerza A-
rea y 12 de la Marina. No haba cargo para
esa gente; fue una medida demaggica para
buscar el bienestar militar porque se saba
que all haba algo, era una piedrita en el
zapato que estaba rompiendo la media.
Carrat refiere que la tensin social du-
rante la presidencia de Carlos Andrs P-
rez era muy grande y que fue alimentada
por algunos medios de comunicacin que
se dedicaban a atacar al gobierno.
El objetivo, dijo, era que Prez cayera,
pero no cae; se caen las estructuras insti-
tucionales porque el pueblo comenz a des-
confiar de las instituciones; comenzaron
los rumores y los llamados a golpe.
Seal que tambin haba malestar en el
sector militar porque la calidad de vida de
muchos oficiales dejaba mucho que desear.
Manifest que las intrigas alrededor de
CAP eran constantes: Eso era un desastre.
A pesar de que Prez haba sido advertido
de conspiraciones en las Fuerza Armadas e
incluso llegaron a sus manos numerosos in-
formes, no les prest atencin.
Dijo que las confabulaciones procedan
incluso de personajes ilustres como Arturo
Uslar Pietri, quien tena una factura pen-
diente con los adecos desde 1945, cuando de-
rrocaron a Isaas Medina Angarita, y tuvo
que salir del pas.
Resalt que la tensin social durante la presidencia de CAP era muy grande
Ivn Carrat Molina: La conspiracincomenz a fraguarse en 1972
Eran dos sublevaciones
Ivn Carrat Molina asegur que en 1992 existan dos conspi-raciones. Una que era comanda-da por Hugo Chvez y otra por el ministro de la Defensa, Fernan-do Ochoa Antich, que segn su versin se haba asociado con el mundo poltico y empresarial que se opona a CAP.
Fernando Ochoa Antich
Ministro de la Defensa
El pas no puede ver esto
como si hubiera ocurrido un
show militar; ha sucedido
una tragedia en Venezuela,
una parte importante de
sus Fuerzas Armadas ha
entrado en rebelin, y gracias
a haber logrado manejar
un equilibrio importante y
una serenidad suficiente,
esa insubordinacin, esa
insurreccin no estuvo
rodeada verdaderamente
de una tragedia
(Febrero de 1992)
Domingo 3 de Febrero de 20138E D I C I N E S P E C I A L
T/ Nancy Mastronardi
F/ Hctor Lozano
Caracas
Hoy es el da y la hora. Eso fue lo que le dijeron el 3 de febrero de 1992
al entonces capitn de la Brigada
Blindada de Valencia (Carabobo), Wilmer
Barrientos, actualmente mayor general y
jefe del Comando Estratgico Operacional
de la Fuerza Armada Nacional Bolivaria-
na (Ceofanb). Al escuchar esas palabras,
un fro recorri todo su cuerpo, pero jams
sinti temor ante aquel reto: Nunca pensa-
mos en la muerte.
As lo record el jefe del Ceofanb duran-
te una entrevista con el Correo del Orino-
co y el diario hermano Ciudad Caracas.
Desde su despacho, mencion algunos de-
talles sobre su participacin en la rebelin
Todos queramos ser como Chvez, afirm
Wilmer Barrientos: El 4-F era inevitablepara despertar la conciencia del puebloEl jefe del Comando Estratgico Operacional afirm
que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de hoy
sali de los cuarteles y fue a encontrarse con el pueblo
militar del 4 de Febrero de 1992, liderada
por el ahora presidente de la Repblica,
Hugo Chvez.
Era inevitable el 4 de Febrero de 1992
para despertar al pueblo de una realidad
en la que viva, para que mirara el futuro,
sentenci el mayor general del Ceofanb.
NACI EN LA ACADEMIA
Como participante del 4 de Febrero,
cundo y dnde naci la rebelin mi-
litar?
El 4 de Febrero naci en la Academia Mi-
litar. Bueno, all naci el Movimiento MBR
200 y el 4 de Febrero naci a lo largo del cami-
no, de las discusiones que se iban dando, de
lo que el comandante (Hugo Chvez) les deca
a los capitanes para hacerlos tomar concien-
cia; tambin haba tenientes y mayores.
El comandante Chvez comenz a captar
a algunos oficiales y luego comenz a prepa-
rarlos, porque no todo el mundo tena una
preparacin poltica, ni una visin histri-
ca, indic. En ese camino de preparacin,
a lo mejor en su mente ya estaba el 4-F, pero
no estaba en la de todos los oficiales que
comenzaron a formar el movimiento MBR-
200, mencion Barrientos.
Por qu surgi el MBR-200?
Ese movimiento bolivariano naci por la
incomodidad que exista dentro de las Fuer-
zas Armadas, por la indisciplina de algu-
nos oficiales, por la falta de operatividad; el
adiestramiento ya no era lo ms importante,
los oficiales ya no estudibamos la historia.
No se estudiaba la guerra en profundidad,
entonces, se estaba perdiendo la esencia del
arte militar.
Dijo que en esos tiempos las Fuerzas Ar-
madas (hoy Fuerza Armada Nacional Bo-
livariana) solamente se preparaba para el
desfile: El desfile es necesario, porque a ve-
ces es una muestra de todo el adiestramien-
to, pero de verdad esos desfiles no transmi-
tan lo que suceda realmente dentro del
organismo militar.
Barrientos expres que el oficial no se
preparaba en su oficio que era la defensa de
la ciudadana, sino que bamos all, no le
dbamos importancia a eso.
HUGO CHVEZ: LA SEMILLA
Cmo surgi la inquietud de un
cambio dentro de la Academia Militar
de Venezuela?
Cuando yo llegu a la academia, el ase-
sor de pelotn era el teniente Hugo Rafael
Chvez Fras, y despus, a los das, l como
que sali de la academia y a los aos volvi.
Ya cuando nosotros nos estbamos gra-
duando, Chvez volvi como capitn.
Coment que al regresar, Chvez conti-
nu con la misin de captar hombres para
el movimiento bolivariano. Recuerdo que
cuando yo estaba en la academia a m nun-
ca me tocaron para eso, pero uno admiraba
a Hugo Chvez, todos queramos ser como
Chvez, que era un hombre impecable, con
sus botas extremadamente pulidas, su uni-
forme era impecable; pero adems, cada vez
que Chvez hablaba con uno siempre habla-
ba de la historia, destac Barrientos.
El comandante del Ceofanb indic que
las sanciones que el lder daba en ese en-
tonces a los oficiales eran ms bien un pro-
ceso de aprendizaje de la historia, no eran
los castigos clsicos.
Barrientos supo que se estaba formando
un movimiento para la transformacin del
pas desde el organismo militar a travs de
un amigo, que era del sexto de la cuarta,
el cadete de primer ao Jess Alberto Agui-
larte Gmez, que fue mi compaero de pri-
sin en el Cuartel San Carlos (por el 4-F).
Cuando le hablaron a Barrientos sobre
una posible rebelin, l nunca dud: Yo
me senta inconforme, yo vea que haba un
grupo de privilegiados dentro de las Fuer-
zas Armadas, yo vea que los hijos de Ma-
ra no ramos tomados en cuenta aunque
furamos brillantes.
Cunto tiempo estuvo usted en la
crcel por la rebelin del 4-F?
All yo dur 2 aos, 3 meses, 16 das y 14
horas. En ese cuarto muri Castro Len.
Recuerdo que llevamos un hornito, porque
tenamos miedo porque nos haban contado
cmo muri Castro Len, que era lo que se
deca: que le iban poniendo vidrio o arsnico
en la comida. Nosotros decamos que no nos
iba a pasar lo mismo y cocinbamos ah.
UNA REALIDAD, UN SOLO PUEBLO
Cmo evaluaban ustedes la situa-
cin fuera de las paredes militares,
cmo observaban la realidad del pas?
El tema de lo que suceda en la Fuerza
Armada dej de ser relevante y comenz a
tomar importancia la condicin del pas;
ya el Comandante comenz a hablar de las
condiciones del pas, de cmo despilfarra-
ban (dinero).
Despus del ao 1989, despus de El
Caracazo y la rebelin del pueblo contra
las prcticas neoliberales del Gobierno
de esos aos liderado por Carlos Andrs
Prez (Accin Democrtica), el MBR-200
se fortaleci, porque ese hecho afect la
moral de la Fuerza Armada, porque sali
y vio tantos muertos y se dijo que esa no
era la Fuerza Armada. Nosotros tambin
somos pueblo.
Enfatiz que todo lo que suceda a lo in-
terno del cuerpo castrense era un reflejo
de lo que ocurra en la sociedad: La so-
ciedad vena deteriorndose, se vena de-
teriorando en lo social, en lo cultural, en
lo poltico, bueno, a la Fuerza Armada le
suceda lo mismo.
Se reunan para hablar de esos te-
mas, de lo que suceda en el pas?
Claro, afuera s conversbamos, haba
reuniones que tenan un compartimiento,
no todo el mundo al mismo tiempo, y no todo
el mundo saba quines se reunan aqu o
quines se reunan all.
Domingo 3 de Febrero de 2013 9E D I C I N E S P E C I A L
Record Barrientos que la rebelin mili-tar contra Carlos Andrs Prez y su gobier-no estaba planificada para el 17 de diciem-bre de 1991. Sin embargo, las condiciones que se requeran no se cumplieron y el plan se abort:
Un da estbamos en el cuartel (en Valen-
cia), eran las 9:00 am, estaba yo en ejercicio de tiro con la primera batera de combate del Grupo de Artillera Jacinto Lara y lleg el teniente Celso Enrique Canelones Guevara, que era del Batalln Nicols Briceo, del que
era el comandante para aquella poca mi co-
mandante Hugo Chvez.
Y pas: Llega la informacin el 3, hoy es el da y la hora, ese era el mensaje, hoy es el da y la hora me dijo Canelones Guevara, pero no es que te lo decan por telfono, sino que te lo decan personalmente.Qu sinti usted cuando le dijeron
hoy es el da y la hora? Cul era su
responsabilidad?
Bueno, por una parte me corri un fro total en el cuerpo porque bamos a lo inespe-rado, pero no dudamos en ningn momento de recoger la cuestin y preparar a la tropa.
He reflexionado mucho sobre la muerte, pero nunca pensamos en la muerte, seal. ramos seres humanos que tenamos cla-ro lo que bamos a hacer, a m no me traje-ron engaado y la tropa ma no la llevamos engaada, expres.
La responsabilidad de Barrientos ese da era controlar Valencia junto con otros cua-tro capitanes.Aquellos oficiales que no se plega-
ron al movimiento del 4-F, qu decan?
Por qu decidieron no sumarse a la
rebelin?
No, fjate, todos se plegaron, excepto un subteniente, un seor que, en la maa-na del 4, se le dio la orden de que fuera con 20 soldados a tomar el arco de Carabobo y se raj; entonces yo decid meterlo preso en su habitacin.
Para esa accin, Wilmer Barrientos de-sign a la teniente Marisol Tern, quien
fue al arco de Carabobo y 25 minutos des-pus me llam y me dijo: Mi capitn, est controlada la situacin.
UNA REBELIN INEVITABLE
Era necesario el 4-F de 1992?
Yo no creo que era necesario, yo creo que era inevitable. Era inevitable, era un momento histrico. Todas las situaciones se fueron confabulando para que ese fuera el momento ideal.Por qu era inevitable? Para qu
era necesaria una rebelin?
Imagnate t que no se hubiera dado ese grito del 4 de Febrero. Qu sera de Venezuela hoy en da? Cundo los ve-
nezolanos hubieran despertado como
despertaron ese da? Yo creo que fue ne-cesario para despertar al pueblo de una realidad que viva para que pudiera mi-rar hacia el futuro.
Hoy nos critican, pero todos estamos construyendo un pas, y construir algo sobre una ruina de poca moral y de poca tica, cunto tiempo cuesta? Ah claro,
hay un grupo aqu que no quiere hablar
de eso, expres Barrientos.
Mencion el comandante del Ceofanb
que el 4 de febrero era necesario para po-
ner fin a los privilegios que tenan unos
pocos y para darles bienestar a los ms
humildes, a los desposedos de siempre.
Barrientos resalt que la mayora de los
oficiales que participaron el 4 de Febrero de
1992 eran de sectores humildes, pero ade-
ms estbamos en los primeros lugares den-
tro de la Fuerza Armada, ramos buenos
oficiales, Chvez no busc bates quebrados,
Chvez busc gente que tuviera capacidad
intelectual, que fueran bien disciplinados
y que sintieran en lo profundo del corazn
cuando l les hablaba de la patria.
LA FANB EN LA CALLE
Estamos haciendo un esfuerzo por
arrancar a los jvenes que ingresan al
organismo del virus del capitalismo, del
virus de la transculturizacin que nos si-
guen sembrado a diario algunos medios de
comunicacin, asever.
La Fuerza Armada de hoy se sali de los
cuarteles y se fue ahora a buscar al pueblo,
sentenci Barrientos. Manifest que la rela-
cin con el pueblo es importante, as como
lo es generar una gran sensibilidad social
dentro de la Fuerza Armada, agreg.
Se alcanz el objetivo soado por
los integrantes del movimiento boliva-
riano, por los que participaron en la
rebelin?
Hay que contestar desde all de la poca
de Bolvar. Simn Bolvar vino a hacernos
independientes, pero dej la tarea inconclu-
sa. Chvez ha querido continuar la tarea del
Libertador. Hemos rescatado, despus de 200
aos, la independencia. Pero creo que a la Ve-
nezuela bonita que todos soamos todava le
falta mucho, apenas estamos en el comienzo.
A algunos les parece que 10 aos es mu-
cho, pero 10 aos de historia para un pas
no es nada, y yo creo que en 10 aos hemos
avanzado, sobre todo nuestro comandante
(Hugo Chvez) ha hecho un trabajo poltico
extraordinario, expres.
Barrientos indic que uno de los objetivos
alcanzados el 4-F fue el despertar del pue-
blo, y no lo van a dormir, creo que no se
ha dormido todava, aqu hay pueblo para
rato, con mucha conciencia, y ah lo vemos,
no est el lder porque est en un proceso de
recuperacin, pero ah est el pueblo, ocu-
pando los espacios, manifest.
Qu pas despus del 4 de Febrero de
1992? Qu aprendi en la crcel?
Yo tena el grado de capitn: era mucha-
cho, fogoso, atrevido. Recuerdo que Chvez
habl del por ahora como a la 1:00 pm, y no-
sotros decamos: no, y por qu nos vamos
a entregar? Tenamos la brigada blindada,
tenamos todo controlado en Valencia, no
nos queramos entregar. Pero entonces co-
menz un proceso de negociacin con el ge-
neral de brigada (Fernando) Ochoa Antich,
ministro de la Defensa para ese ao.
A las 3:00 pm, los cinco capitanes de
Valencia nos metimos en lo que era el co-
mando del general y decidimos entregar el
cuartel, pero eso fue despus de una larga
conversacin con el ministro de la Defensa
Ochoa Antich, record.
Despus de estar preso, qu respon-
sabilidades le toc asumir?
Comenc a recorrer un laberinto. Recuer-
do que me asignaron al grupo de artillera
Ayacucho, en Charallave, y el comandante
me dijo que como yo era el comandante de
operaciones tena que recibir todos los pol-
vorines, donde estaban las granadas.
Despus vienen las elecciones, cuando
gan Rafael Caldera (Convergencia), y pre-
par el Plan Repblica para esa oportuni-
Casa Militar, Pdvsa,
Unefa y el Ceofanb
Durante el Gobierno del presi-dente Hugo Chvez Fras, el ma-yor general Wilmer Barrientos, jefe del Comando Estratgico Operacional (Ceofanb) y coman-dante del Plan Repblica, ha ocu-pado diversos cargos.
En el ao 2000 fue oficial del personal de Casa Militar, lue-go fue subjefe y lleg a ser jefe encargado de la Casa Militar del Mandatario Nacional.
A finales del ao 2002 asumi la responsabilidad de la seguridad de Petrleos de Venezuela, cargo que ejerci hasta el ao 2007.
Tambin fue director de Inte-ligencia de la Milicia Bolivariana de Venezuela y en el ao 2008 fue designado por el Jefe del Estado como rector de la Universidad Nacional Experimental de la Fuer-za Armada.
En el ao 2010 asumi, por r-denes de Chvez, la contralora de la FANB y en julio de 2012 fue nombrado jefe del Comando Es-tratgico Operacional, cargo que ejerce actualmente.
dad, mencion Barrientos. Despus de la
exposicin del operativo, el comandante del
Ceofanb fue retirado de esa divisin por ser
un militar golpista.
Coment que no duraba en sus responsa-
bilidades ms de dos meses, ya que conti-
nuamente lo cambiaban. Seal que los mi-
litares que participaron en la rebelin eran
vistos, dentro de la Fuerza Armada, con re-
celo. Cuando llegamos a los cuarteles algu-
nos nos miraban con recelo, nos llegaron a
llamar los mimosn, los ositos de peluche,
y entonces no nos daban cargos claves.
Barrientos fue uno de los oficiales que
particip en la rebelin del 4 de Febrero de
1992 y que no recibi la baja, sino que sigui
su carrera como militar. Sali de la crcel el
19 de marzo del ao 1994.
PEQUEOS HROES
El hoy comandante del Ceofanb asegur
que al entregarse no se senta derrotado,
ms bien se senta importante, integrante
de un movimiento que se form para sal-
var al pueblo.
T sabes qu nos emocionaba? Que
veamos a nuestros soldados que no queran
que nos furamos. Cuando llegamos al mi-
nisterio nos dieron caf, no nos sentamos
derrotados. Nos dimos cuenta de que est-
bamos presos cuando nos metieron en una
perrera (patrulla) y nos llevaron al Cuar-
tel San Carlos, cuando llegamos y abrieron
la reja, y vimos aquello feo, sucio, oscuro, y
aquello estaba full, no haba donde dormir,
camas sin colchones. Pero a todo el que lle-
gaba lo iban aplaudiendo, entonces nos sen-
tamos eufricos, cont Barrientos.
Destac que con la primera visita se sin-
tieron ms eufricos porque los familiares,
al ver a los rebeldes, comenzaron a aplau-
dirlos, nos hacan sentir como unos peque-
os hroes, esa es la verdad.
Indic que la gente los felicitaba porque
calaron en el pueblo, era una necesidad, el
pueblo, en su subconsciente, peda a gritos a
alguien que lo ayudara a despertar, por de-
cirlo de alguna forma.
EN CONTINUA EBULLICIN
Pido a todos los compaeros de la Fuerza
Armada que cada da seamos mejores, sea-
mos un modelo no solamente a lo interno,
sino para la poblacin, para el pueblo, que
seamos ms honestos, ms transparentes,
ms conocedores de la historia, que donde
vayamos sembremos valores ticos, mora-
les, expres.
Despus del 4-F, la sociedad venezolana
contina en ebullicin, enfatiz Barrien-
tos. Es una sociedad que hierve, y eso es
bueno porque va a labrar el propio camino
del pas. Terminarn algunos convencin-
dose de que han sido utilizados para ir en
contra de la patria.
El verdadero patriotismo se sigue cons-
truyendo, asegur. Destac que es en estos
tiempos cuando las venezolanas y los vene-
zolanos han aprendido a considerar el valor
que tienen los smbolos patrios, que antes
no eran tomados en cuenta.
Hoy, Hugo Rafael Chvez Fras ha he-
cho entender el valor de la Bandera Nacio-
nal, Hugo Chvez Fras ha hecho entender
el verdadero significado de nuestro himno
nacional, ha hecho entender por qu tene-
mos que conocer nuestra historia y nues-
tra geografa, por qu debemos volver a la
lectura, sentenci.
Domingo 3 de Febrero de 201310E D I C I N E S P E C I A L
T/ Alex Carmona
F/ Miguel Romero
Caracas
Despus de 21 aos de la rebelin mili-tar del 4 de Febrero de 1992, varios de sus protagonistas han tenido tiempo
para reflexionar y analizar lo que sembra-ron en ese momento.
Ronald Blanco La Cruz fue uno de los que se embraguet con valenta y asumi el compromiso con el grupo de militares re-volucionarios.
Con el tiempo, Blanco La Cruz echa un vistazo al pasado y sostiene que la Revolu-cin Bolivariana se debe en gran parte a esa reaccin militar y civil, la cual termin de nacer inspirada en el Caracazo del 27 de fe-brero de 1989, en el que murieron cientos de personas inocentes. Sin embargo, el ahora Vicerrector de Asuntos Sociales y Partici-pacin Ciudadana de la Unefa reconoce que todava quedan por lograr muchas cosas de las que se plantearon.
Blanco La Cruz habla con mucha calma. Describe y recuerda aquel da cuando se prepar para morir, sobre todo cuando una bala partida le impact en la frente.
Pens que haba muerto; de hecho, los nervios hicieron que sintiera todo lo que puede vivir una persona cuando se est muriendo, recalc en su dilogo con el Correo del Orinoco.
Ronald Blanco piensa que tuvo sentido el sacrificio que hizo en una etapa que para l vali la pena vivir, aun cuando resta mu-cho por hacer.
Ronald Blanco La Cruz: El 4-F se convirti en una victoria poltica
Gracias a la rebelin de 1992
hay un nuevo pacto socialQuien hoy es una de las autoridades de la Unefa fue protagonista de la insurreccin que cambi la historia del pas. Le correspondi tomar el Palacio de Miraflores y, segn sus propias palabras, se prepar para morir. A 21 aos de distancia, sostiene que en ese momento no quedaba otro camino que el uso de las armas
La lucha contra la corrupcin debe ser mayor, ya que esta Revolucin hered los vicios de la Cuarta Repblica. Todava hay mucha gente de esa poca en nuestros mo-vimientos y debemos crear una estrategia para crear conciencia. Eso es lo que nos fal-ta y por ello nosotros tambin luchamos ese 4-F, acoto.
UNA REACCIN
En este tiempo qu reflexin le que-
da a usted sobre lo que dej el 4 de febre-
ro de 1992?
Si lo vemos desde el punto de vista de lo que vivimos ahora, podemos decir que en una sociedad en la cual se respeten los pactos sociales, como la de ahorita, no debe existir otro 4 de febrero. En ese mo-mento hubo una rebelin militar por la descomposicin poltica y social que exis-ta, y hechos tales como el uso de la violen-cia poltica el 27 de febrero de 1989. Todo eso gener una reaccin.Entonces est claro que el 4 de fe-
brero es producto del 27 de febrero de
1989?
Indudablemente, porque en esa poca no haba respeto por las leyes. En ese momen-to fue un hecho de armas, porque debamos reaccionar a lo que estaba sucediendo.Cmo influy polticamente el 4 de
Febrero en la sociedad?
Bueno, te puedo decir que la tarjeta de AD y Copei desapareci como opcin po-ltica. Fjate que la oposicin tiene ahora otros nombres. Luego sali de nuestro lado el MVR y ahora el PSUV. Hay un Gobier-no que tiene 14 aos y un lder como Hugo Chvez. Hay un nuevo pacto social y una Constitucin nueva.Qu queran promover ustedes en
ese momento?
La lucha contra la corrupcin y un nue-vo modelo de participacin ciudadana.Lo han logrado?
Las muestra de lo que est sucediendo es la respuesta. Si lo medimos desde el punto de vista nacional, vemos que venimos cons-truyendo ese nuevo modelo, aunque faltan muchas cosas por erradicar. Si lo vemos desde la ptica internacional, nos damos cuenta de que esta revolucin prcticamen-te revivi el socialismo en el mundo.En que se basa para decir eso?
En aquellos aos cay la Unin Soviti-ca y muchas naciones aplicaron medidas neoliberales, como fue el caso de Argen-tina y Venezuela. Con el tiempo la situa-cin comenz a cambiar en Suramrica con la llegada de los distintos presidentes que estn ahora. En el mbito nacional est claro que el Gobierno ha atendido a las clases que antes no se vean, tales como 1,5 millones de personas que no sa-ban leer y escribir, as como las otras 300 mil personas que antes no tenan cupo en las universidades, por ejemplo. El Presi-dente empez a atender las necesidades
del pueblo y por eso vamos construyendo la Revolucin.Y en cuanto a combatir la corrupcin?
Para nada. Falta mucho. Ac quedaron personas de esa Cuarta Repblica que se aliaron a la Revolucin por conveniencia. Nos falta mucho para hacer una nueva tica socialista, ya que seguimos teniendo dificultades. Por eso yo siempre digo que to-dava nos faltan cosas por lograr de las que se plantearon hace 21 aosY logros en favor de la participacin
ciudadana?
Eso s lo estamos ganando. Todas las de-cisiones que toma el presidente Chvez son en favor de la poblacin. Basta con ver los programas sociales.
LUCHA ENTRE LO VIEJO Y LO NUEVO
Piensa que existe una lucha entre lo
viejo y lo nuevo?
Claro, hemos hecho mucho, pero toda-va tenemos que terminar con esa manera corrupta de pensar que heredamos de la Cuarta Repblica.Alguna vez pensaron que ese cam-
bio que ustedes queran iba a llegar de
esta manera?
Para nada, lo que pasa es que en ese mo-mento se juntaron muchas cosas.Cmo cules?
En 1984 se hizo una acuerdo entre va-rios sectores de la poblacin y el Gobierno de turno que al final no se cumpli. Eso su-puestamente aliviara un poco la crisis en los ms necesitados. Antes la participacin del pueblo era muy poca y los partidos pol-ticos no se daban cuenta de eso. Nos llama-ba la atencin el nivel de desmoralizacin que tena la sociedad.Qu le hace pensar de que ahora la
participacin ciudadana es distinta?
Las elecciones internas que est hacien-do el PSUV son una muestra de ello. El he-cho de que le den la oportunidad al pueblo para que pueda elegir a sus candidatos es algo muy bueno. Ah es donde cada persona sabe a quin apoyar y a quin no. Esa es una manera de hacer contralora social, debido a que tienen la oportunidad de premiar a quien les ha servido.
LA ACCIN
En qu momento ustedes entendie-
ron que el camino no eran las armas?
Cuando se dio el 4-F y nos dimos cuenta de que compatriotas que se comprometie-ron no salieron, sabamos que pasaba algo. Haban 15 unidades comprometidas, pero solo aparecieron 5 comandantes. Los de-ms no tenamos fuerzas. Ah comenzamos a pensar en lo que habamos hecho.Qu pensaron?
En que no era fcil, sencillamente eso. Hubo incumplimiento por parte de muchas personas.En ese momento qu fue lo bueno
que les qued?
A la larga, esto se convirti en una victoria poltica. Aunque mucha gen-te no lo crea, hubo dignidad. El mismo gobernador del Zulia en ese momento, Oswaldo lvarez Paz, dijo que cuan-do Francisco Arias Crdenas tom la gobernacin lo trat con tranquilidad.Pese a que muchos politiqueros pedan muerte a los golpistas la gente saba que habamos intentado cambiar esto a raz de aquel 27 de febrero.
Domingo 3 de Febrero de 2013 11E D I C I N E S P E C I A L
Cmo pensaban explicarles ustedes
al pas que esa rebelin era justificada?
Por medio de los sucesos que se esta-ban dando, tales como asesinatos de estu-diantes, el paquete econmico, el aumento de la gasolina. El pueblo tena mayor exi-gencia por parte de su Presidente y enci-ma de eso, cuando reaccion, empezaron a matar a un poco de gente. Ellos mataron a personas indefensas con la polica y las Fuerzas Armadas, y el mismo pueblo se dio cuenta de ello.
Piensa usted que en el pas hicieron
trmites para evitar ese 4-F?
S los hicieron, pero el mismo Gobierno los incumpli. Eso fue lo que pas.
Lo que entendemos es que en ese
momento se justificaba la violencia?
No quedaba otro camino que el uso de las armas, pese a que por esa va murieron muchas personas. A pesar de que en aquel contexto apelamos a eso, las revoluciones no son para matar personas; al contrario, son para dar vida.
Cundo entendieron que deban
buscar otras opciones?
Cuando pas todo y vimos la receptivi-dad de la gente. Ah pensamos que poda-mos buscar el camino para que la ciudada-na participara y comenz la historia de la creacin del partido MVR, la postulacin de Chvez como candidato presidencial, su posterior triunfo, etc.
EN LO HUMANO
Blanco hace una pausa para comentar lo que sinti horas antes de salir a tomar el Palacio de Miraflores. La despedida de su esposa Guadalupe fue el ltimo paso en su
proceso de preparacin para enfrentarse a
la muerte.
El militar dijo que pens seriamente en
que no vera ms a su familia; sin embargo,
eso no lo detuvo para cumplir con el objeti-
vo planteado.
Sinti miedo horas antes del 4F?
Claro. Haba un compromiso gran-
de, porque nosotros queramos cumplir
con un objetivo con la menor cantidad
de bajas posibles. La mayora de los
muertos que hubo ese da eran nuestros
mismos compaeros. Eso era una gran
preocupacin, sobre todo cuando veas
a compaeros muertos y heridos. La
postracin nerviosa propia de una con-
frontacin violenta. Esos das fueron de
mucha presin.
Cmo control los nervios?
Yo me prepar para morir. Era como si
ese da saba que mora. Viva en El Valle.
Llegu a la casa, me ba, busqu un uni-
forme nuevo. Me dije que iba a cumplir con
esa misin y no saba si regresaba. Lo que
bamos a hacer no era una reunin, ni una
clase. Esto no era un ejercicio militar. Sal
con varios de mis compaeros unos eran
ms valientes que otros y hablbamos so-
bre lo que nos vena.
Dicen que las autoridades militares
del Gobierno estaban alertadas de que
lo haran. Es cierto?
S, pero igual lo hicimos. Algunos me
lo dijeron y les respond: yo igual voy a
cumplir con lo que tengo encomendado.
Enseguida me respondieron que eso era
lo que queran escuchar. Ah jug mucho
el mpetu de la juventud. Tenamos temor,
preocupacin, pero responsabilidad. Ha-
ban muchas cosas encontradas.
Qu le dijo a su familia?
Le dije a mi esposa Guadalupe que les di-
jera a mis hijos que esto lo hice por amor a
la patria. Nos vimos despus, pero era com-
plicado explicarles a tus hijos una razn es-
pecfica del porqu estabas en la crcel. Era
una gran preocupacin.
Estuvo a punto de morir?
S, de hecho un pedazo de bala me roz
la ceja izquierda.
Cmo fue ese momento y cmo se
salv?
Realmente no fue un disparo, creo que
fue un trozo de bala que se astill. Ese pe-
dacito me golpe la parte superior de la ceja
izquierda. Ah pens que me estaba mu-
riendo. Se me vino a mi mente una especie
de pelcula de mi vida y tena sangre en el
rostro. Un compaero me dijo que me lava-
ra la cara y en ese momento fue que ca en
cuenta de que segua vivo.
Sinti el impacto?
S, fue como si me diesen un golpe en la
cabeza, una pedrada. Vi como un chispazo
de luz. Yo escuchaba cuando los compae-
ros decan que me haban matado. Botaba
Muchos nos apoyaron
Como catalogara a la reac-cin del pueblo el 4F?Muchos nos apoyaron. Los
que nos cuidaban en el cuartel San Carlos nos decan que afuera haba muchas personas que nos venan a ver. En esos das estba-mos cerca de Carnaval y cuando vimos los peridicos, en los cua-les se mostraban los disfraces de nosotros vestidos con el uni-forme militar, nos asombramos mucho.
Cmo piensa que fue el comportamiento de quienes se opusieron a ustedes?Los del Gobierno nos conde-
naron, obviamente, pero haba adecos y copeyanos que acepta-ron que el rumbo del pas no era el mejor. Nos decan que no es-taban de acuerdo con las armas, pero que reconocan que se haba perdido la tica. Despus de eso, a nosotros se nos sumaron mu-chas personas que eran de esos partidos.
Segn su ptica qu hace falta por hacer ahora para que ese 4-F no se quede en el re-cuerdo?Luchar contra la corrupcin.
En esta revolucin se infiltr mu-cha gente que son como las man-zanas podridas que daan a los dems. El comandante Chvez tiene grandes ideas, pero por personas como estas se pierde la esencia de esas ideas.
Entonces la Revolucin no se ha terminado de cumplir?Se est cumpliendo, pero hace
falta lograr que haya conciencia en todos los sectores. Es impo-sible revolucionar un pas con una juventud acostumbrada a la corrupcin y funcionarios que la hagan. Eso nos hace falta lograr-lo, y ese fue uno de los principios de ese grupo que luch el 4-F.
sangre. En medio de los nervios que tena
pensaba que tena trozos del cerebro en
mis manos. En ese momento pensaba que
estaba muerto y anmicamente mal. Pens
en mi esposa e hijos.
Cuando supo usted que haba que-
dado vivo?
Cuando me sacaron, me dijeron que me
lavara la cara. Ah volv en m y me di cuen-
ta de que no volaron los sesos, ni nada de eso.
En ese momento los compaeros me dijeron
que tena un roce en la ceja. Luego entendi-
mos que era un pedacito de bala que me dio.
En qu parte le toc combatir?
En Miraflores. Estaba en uno de los tan-
ques de guerra.
Cundo se dieron cuenta que la mi-
sin haba fracasado?
Cuando nos entregamos. En ese momen-
to no sabamos lo que haba sucedido con el
comandante Chvez, pero ya en inteligen-
cia militar vimos su mensaje. Ah nos sen-
timos felices. Vimos el famoso por ahora,
tan proftico y que abrira tantas posibili-
dades que pensamos, en ese momento, que
vendran otras.
Domingo 3 de Febrero de 201312E D I C I N E S P E C I A L
T/ Alexander Escorche Caa
F/ Hctor Lozano
Caracas
El envo de cartas annimas, que fue-ron entregadas por civiles revolucio-narios, fue una de las estrategias que
aplicaron los militares insurgentes del 4 de febrero de 1992 para descifrar el compromi-so revolucionario de los oficiales activos de las entonces Fuerzas Armadas (FFAA, hoy Fuerza Armada Nacional Bolivariana).
Rafael Uzctegui, actual secretario ge-
neral de Patria Para Todos (PPT), se con-
fes como parte del grupo de ciudadanas
y ciudadanos comprometidos con el pro-
ceso, que estaba encargado de esta labor.
Para ese entonces, segn indic al Correo
del Orinoco, era un integrante ms de La
Causa Radical (LCR), pero vena de mili-
tar en el Partido de la Revolucin Venezo-
lana (PRV) y de haber participado en la
guerrilla rural y urbana.
Uzctegui asegur que las cartas
eran elaboradas por el propio presiden-
te Chvez, y por su camarada Francisco
Arias Crdenas, actual gobernador del
estado Zulia.
Narr que ambos militares mantenan
contacto con Pablo Medina, actual diri-
gente del partido Movimiento Laborista,
que para ese entonces era el secretario
general de LCR; tambin con el ahora se-
cretario general de la Unin de Naciones
Suramericanas (Unasur), Al Rodrguez,
quien era diputado y miembro de la direc-
cin nacional de esta tolda poltica.
Yo era una de las personas, que por dis-
posicin de Al Rodrguez y Pablo Medina,
que eran los que tenan el contacto con
Chvez y Arias, buscaba mecanismos para
que esas cartas llegaran a oficiales de las
entonces Fuerzas Armadas, asegur.
Uzctegui detall que las misivas no
estaban identificadas, sino que eran fir-
madas con una especie de seudnimo que
se usaba para dirigirse a los dems mili-
tares: Era una carta que haca un oficial
bolivariano, pero no daba nombre.
Las maniobras no convencionales para
entregarla implicaba desde poner las car-
tas en un correo cualquiera, evitando
dejar huellas dactilares, hasta buscar la
manera de que llegaran a las propias uni-
dades militares, o a las casas de los oficia-
les, precis.
Aadi que los envos por correo podan
hacerse desde oficinas de correspondencia
ubicadas en el interior del pas, o incluso
en el exterior. Entregarlas en las unidades
militares, complement, ameritaba tener
relacin interna con otros oficiales com-
prometidos con el proceso.
EVALUACIN
Para descifrar el compromiso o la pro-
pensin de los oficiales integrantes de las
FFAA, oficiales que participaron en el
juramento del Movimiento Bolivariano
Revolucionario 200 (MBR200), cofundado
por el presidente Chvez a principio de los
aos 80, evaluaban la actitud de los milita-
res que reciban las cartas.
Si un militar estaba en una unidad mi-
litar, y los oficiales que estaban compro-
metidos no saban cul era su opinin, se
le enviaba una de las cartas annimas y se
observa cul era su reaccin, indic.
Por ejemplo, continu, si le informaban
al oficial de seguridad o a su superior, eso
evitaba que lo contactaran despus, porque
descifraba que era propenso a la delacin.
En cambio, aadi, si simplemente se la
guardaba y la ocultaba, quera decir que
tena una actitud positiva, porque no de-
lat, y se le manifestaba a otro oficial que
estaba comprometido que lo contactara.
De acuerdo con Uzctegui, este trabajo
comenz casi dos aos antes de la rebelin
del 27 de febrero de 1989, mejor conocida
como El Caracazo. Aclar que no eran en-
vos diarios ni muy seguidos, sino espor-
dicos, los cuales podan efectuarse cada
mes, o cada dos o tres meses.
Confirm que esta actividad se empren-
di hasta pocos das antes del 4 de Febre-
ro, porque la estrategia fue descubierta,
en vista de que una persona a la que se le
dio la tarea de enviar ms cartas meti
varias en el Correo de Carmelitas y llega-
ron agrupadas.
OTRAS TAREAS
Esta no fue la nica participacin de Uz-
ctegui en la insurreccin cvico-militar
del 4 de Febrero de 1992. El dirigente re-
volucionario asegura que tambin se en-
carg de las relaciones polticas, contact
a militares y busc casas para realizar
actividades.
Este trabajo, segn indic, lo comparti
con otros compaeros que militaban en La
Causa Radical, como Carlos Melo, quien
hoy da milita en la oposicin venezolana,
entre otras personas comprometidas.
Por ejemplo, agreg, Vladimir Ruiz,
que es un barins, compaero de infan-
La operacin comenz dos aos antes de El Caracazo
Con cartas annimas se descifr
el compromiso revolucionario de los oficiales de las Fuerzas ArmadasLas misivas eran entregadas por civiles, y la actitud de los
militares era evaluada por miembros del Movimiento Bolivariano
Revolucionario 200 (MBR-200), cont el luchador Rafael Uzctegui
Domingo 3 de Febrero de 2013 13E D I C I N E S P E C I A L
cia de Chvez, vincul al Presidente con Alfredo Maneiro y con LCR; en la reunin que coordin con Alfredo Ma-neiro, la cual se hizo en Maracay, en el apartamento donde viva Chvez, estuvo Pablo Medina.
Destac el dirigente revolucionario que todos los contactos, tanto con los partidos como con los oficiales, se establecan por la va familiar, amistosa o militante. Ar-gument que Adn Chvez, actual gober-nador de Barinas, tena relacin con orga-nizaciones de izquierda, y tambin facilit que su hermano contactara a militantes revolucionarios de Venezuela.
OPERACIN CANCELADA
El propio 4 de Febrero Uzctegui iba
a participar junto con otros militantes
de La Causa Radical para ese entonces,
como Francisco Durn, quien es vicepre-
sidente Hidroven; Albert Revern y Vc-
tor ngel Garca, entre otros, que en su mayora son militantes del Partido Socia-lista Unido de Venezuela (PSUV) en este momento.
A la medianoche de ese da se mantu-vo con sus camaradas en la avenida Las Fuentes de El Paraso. Dijo que tambin le acompaaba Jacobo Torres, hoy dirigente de la Federacin Bolivariana de Trabaja-dores (FBT). Agreg que otro grupo haca lo propio en el 23 de Enero, donde estaba Juan Contreras, cofundador de la coor-dinadora Simn Bolvar; Freddy Parra, Alexis Vielma, Jos Guzmn (Cheo), entre otros.
bamos a participar en la toma del Co-mando Regional 5 de la Guardia Nacional, con el grupo de militares que vena desde Maracay con el presidente Chvez, apun-t. Precis que lo haran con armas pro-pias que tenan para ese momento.
No obstante, segn su versin, a ltima hora los oficiales rebeldes cancelaron la participacin del sector civil, en el caso de Caracas; todo lo contrario a lo que ocu-rri en Valencia, donde los que estaban al frente de la rebelin, como Luis Valderra-ma, s pudieron participar porque se los permitieron, indic.
De acuerdo con Uzctegui, el presiden-te Chvez iba a recoger a Al Rodrguez en Tazn, pero se vino a Caracas por Los Teques. Pasada la 1:00 am del 4 de Febre-ro, Al Rodrguez lleg a la avenida Las Fuentes de El Paraso y confirm que la rebelin haba comenzado finalizando el da anterior, a las 11:00 pm, con enfren-tamientos alrededor del Palacio Blanco. En El Paraso se escuchaba la balace-ra, coment.
Uzctegui dijo que los que estaban con l se fueron al apartamento de una militante que era pareja de Jacobo Torres. Albert Revern continu hacia el 23 de Enero, para informar a los que esperaban all que ya no bamos a participar, y yo me fui con Vctor ngel Garca y Al Rodrguez, al apartamento del ingeniero Abelardo Zulueta, un vinculado a LCR y a todo lo que estbamos haciendo, subray.
Aadi: En la madrugada lleg Alber-to Quintero, que era parte del movimien-to, y ah presenciamos la locucin que el Presidente hizo desde el Ministerio de la Defensa.
HORAS DESPUS
Las personas que estaban en el aparta-mento del ingeniero Zulueta salieron a la calle a distintas horas, en el transcurso de la maana, segn Uzctegui. Yo sal con Pablo Medina, quien tambin estaba all, y aprovech para declarar por Noti-Rumbos, desde un telfono pblico que es-taba en Plaza Venezuela, precis.
Continu: Pablo Medina habl con Te-resa Maniglia, hoy encargada de Prensa Presidencial, y le declar sobre el proceso que se iba a desencadenar; entre otras co-sas, de la suspensin de las garantas.
Uzctegui argument que la suspensin de las garantas constitucionales era una salida clsica a la que se haba recurrido en todos los acontecimientos similares de la historia venezolana, que tuvieron que ver con levantamientos y golpes de Estado.
Lo que hacan era suspender las ga-rantas, y as arremetan policialmente, acot.
Record Uzctegui que ese da hubo un debate en el Parlamento, y tanto el expre-sidente Rafael Caldera, senador vitalicio para el momento, como La Causa Radical se opusieron a la suspensin de las garan-tas constitucionales.
Como senador vitalicio, Caldera llam a una sesin extraordinaria y conjunta entre las dos cmaras: la de diputados y la de senadores, para considerar la suspen-sin de las garantas, indic.
Aadi: Ah se catapultaron Caldera y Aristbulo Istriz (actual gobernador del estado Anzotegui), porque de alguna ma-nera le dieron una interpretacin distinta a lo que vena ocurriendo, apunt.
Refiri que el expresidente Caldera se-al que lo que ocurra en el pas permiti que la rebelin ocurriera.
Despus de esos acontecimientos, agre-g, yo me separ de Pablo Medina, y l se fue a ver con Jos Albornoz y Jos Lira.
Concluy: En la tarde se dio todo el pro-ceso que ya conocemos: La sesin conjun-ta para aprobar o desaprobar la suspen-sin de garantas, y el famoso discurso de Rafael Caldera.
Referencia bibliogrfica
En el libro 50 aos de lucha revolucionaria. La vida de Rafael Uzctegui, el periodista venezola-no Alexis Rosas destaca la par-ticipacin del secretario general de Patria Para Todos (PPT) en los acontecimientos de El Caracazo, el 4F y el 27N (Pgina 94).
Entre datos histricos, el tres veces Premio Nacional de Perio-dismo cuenta que los causae-rristas implicados en la rebelin militar estaban actuando en contra de la direccin nacional del partido que en una reunin previa realizada en Valencia, en noviembre del 91, haba deci-dido no participar en el golpe, porque este tipo de acciones atentaba contra la instituciona-lidad del pas.
Precisa que los ms tenaces opositores al golpe eran Andrs Velsquez, Lucas Matheus, Te-llo Bentez y Jos Lira, el mismo cuarteto que, cinco aos des-pus, se encargara de dividir el partido, divisin de la cual surgi-ra Patria Para Todos.
Con ms detalles, Rafael Uz-ctegui le cont a Alexis Rosas sobre la coordinacin del movi-miento representado por los ci-viles, que particip en los acon-tecimientos del 4 de Febrero, y el autor describe situaciones del momento:
Un ambiente de duelo se res-piraba por todas partes. No obs-tante, muchos ciudadanos haban salido a las calles, esperando el desarrollo de los acontecimien-tos, preguntndose quines eran aquellos jvenes oficiales que se haban atrevido a alzar la voz de esa manera.
El libro 50 aos de lucha revolu-cionaria. La vida de Rafael Uzcte-gui fue impreso en Caracas, en el ao 2009, por la Editorial Texto. A lo largo de 164 pginas narra la vida poltica completa de su pro-tagonista, partiendo de su niez y de acontecimientos relevantes de la historia venezolana, como el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Prez Jimnez, que lo fueron contagiando con la irreverencia de los luchadores de la poca.
talo del Valle Alliegro
Exministro de la Defensa
No podemos seguir llamando
a las conspiraciones.
No podemos seguir jugando
a motivar a las Fuerzas
Armadas a tomar el poder
por asalto porque eso
no es beneficioso
para nadie
(Febrero de 1992)
Domingo 3 de Febrero de 201314E D I C I N E S P E C I A L
Perseguidos de la Cuarta Repblica
aseguran que los gobiernos
del Puntofijismo fueron muy
estpidos y brutos al albergar
a los presos polticos en esta
edificacin, porque desde ella
se poda observar el Panten
Nacional y tener siempre
presente al Libertador
T/ Alexander Escorche Caa
F/ Hctor Lozano
Caracas
Cuando el presidente Chvez fue en-carcelado en el Cuartel San Carlos luego de la rebelin del 4 de febrero
de 1992, una poblada iba a darle vivas to-dos los das.
De acuerdo con Pal del Ro, presidente
de la Fundacin Capitn de Navo Manuel
Ponte Rodrguez (que est a cargo de la re-
ferida edificacin militar colonial), desde
que amaneca haba manifestaciones que
los guardias nacionales no podan contro-
lar, y por eso el Gobierno de la poca deci-
di trasladarlo a la crcel de San Francis-
co de Yare, en Miranda.
Bien lejos, donde no lo pudieran ir a
ver; y sin embargo, a Yare iba la gente a
gritarle desde afuera, apunt.
Del Ro refiri que las autoridades no
podan tener al lder de la Revolucin Boli-
variana en la capital, porque Caracas es
una ciudad rebelde, una ciudad roja.
Acot que el gran odio de expresidente
Rmulo Betancourt, y de todos los adecos,
era fundamentalmente contra Caracas,
porque era una ciudad revolucionaria.
Esa vaina potica de la ciudad de los
techos rojos no es cierto. Rojos no eran los
techos sino la gente, acot.
PRISIN EMBLEMTICA
Durante la Cuarta Repblica, el Cuartel
San Carlos fue una prisin emblemtica
en Venezuela, afirm Del Ro; esto, a pesar
de que en esa poca hubo muchas crceles
en el pas, y muchos lugares de reclusin
para los presos polticos, como la crcel
modelo de Caracas.
A nosotros no nos mezclaban con la po-
blacin comn, porque (a los gobernantes)
les pareca que no era conveniente sino
peligroso, en vista de que podamos darles
instruccin poltica y los bamos a alzar;
no hacia el delito sino hacia la liberacin,
seal.
Ciro Aparicio, miembro del secretaria-
do de la Fundacin, destac que todos los
Tendr su propia emisora de radio
Bajo la administracin de la Fundacin Ca-pitn de Navo Manuel Ponte Rodrguez, el Cuartel San Carlos se utiliza como locacin para actos polticos, sociales y culturales.
En el lugar se hizo un acto especial, con la presencia de la fiscal general, Luisa Orte-ga Daz, a propsito de la exhumacin de los cadveres de los asesinados en la masacre de Yumare, entre una serie de homenajes a cadas y cados de la lucha armada revolucio-naria.
Tambin se hizo el acto fundacional del Par-tido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al cual acudi el presidente de la Repblica, Hugo Chvez. Ese mismo ao, que se cumpli el 50 aniversario del 23 de Enero, la Asam-blea Nacional sesion en el patio central, y el orador de orden fue el excontralor Clodosbal-do Russian, ya fallecido.
Aqu se hizo tambin el Primer Foro In-ternacional sobre Comisiones de la Verdad, Justicia, Memoria y Reparacin, para reforzar el anteproyecto de la fundacin y la exigencia de una Ley para Sancionar los Crmenes, Des-apariciones, Torturas y Otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Polticas en el Periodo 1958-1998, que luego fue publi-cada en la Gaceta Oficial N 39.808, del 25 de noviembre de 2011, acot.
Desde hace 27 meses las instalaciones del Cuartel San Carlos estn ocupadas por un grupo de damnificadas y damnificados.
Con respecto a la recuperacin de esta edifi-cacin militar colonial, Pal del Ro indic que se ha hecho muy poco porque la Fundacin Capitn de Navo Manuel Ponte Rodrguez no tiene recursos. No somos un partido poltico sino una cuerda de viejos que nos pusimos de acuerdo en una idea, expres.
Detall que se hizo un memorial, con una llama eterna, que tiene un mural en el que es-tn los nombres de ms de 1.300 cados en las luchas armadas, cuyas historias estn re-gistradas. No lo hemos podido terminar de instalar, seal
Idulfo Rojas, vicepresidente de la funda-cin, aadi que en un ala del cuartel se hizo la Sala de los Hroes Latinoamericanos y del Caribe, pero no se ha podido inaugurar por la presencia de las familias damnificadas.
Tiene una gigantografa de los hroes que tuvieron que ver con las convulsiones socia-les de los aos 60 en adelante; son fotografas de obras de artes de pintores reconocidos, describi.
Un equipo tcnico de ingenieros y arquitec-tos, muchos de ellos compaeros de lucha, elaboraron un proyecto para la recuperacin del cuartel, que no se ha materializado por falta de tiempo y recursos.
Anunci que muy pronto va a empezar a operar una emisora de radio comunitaria, con 500 vatios de potencia, que permiten cubrir toda Caracas. Por supuesto, con el control poltico-ideolgico nuestro, absolutamente comprometida con el proceso revolucionario y el presidente Chvez, apunt.
De acuerdo con Idulfo Rojas, la radio podra iniciar operaciones en unos 15 das. Solo hay que acondicionar el transmisor, que llega en una o dos semanas, y enseguida entra en pe-riodo de prueba. La frecuencia ser 95.1 FM. Queremos que muestre las vivencias del cuar-tel. Se ha pensado hasta en hacer radionovelas sobre los presos de la poca, adelant.
En el ao 1992 haba manifestaciones en sus alrededores desde el amanecer para apoyar al Comandante
A Chvez lo sacaron del Cuartel San Carlos porque se convirti en un smbolo de esperanza
Domingo 3 de Febrero de 2013 15E D I C I N E S P E C I A L
castillos coloniales fueron habilitados en la Cuarta Repblica para apresar a los
presos polticos.
Para nosotros todo era provisional y
accidental; hasta un juicio poda realizar-
se en un gimnasio cubierto, acot.
Y continu: Ellos crean que despus de
que nos hicieron la trampa tan bien urdi-
da, nosotros nos bamos a quedar tranqui-
los, pero aquello fue una explosin de la
juventud, y termin en una lucha armada,
organizada, con su mando militar.
CALABOZOS ERAN
USADOS COMO PRISIN
En el