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Robert Arthur Nombre Misterio del Fantasma Verde ~1~

4. Hitchcock Alfred-Los Tres Investigadores - Misterio Del Fantasma Verde

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  • RRoobbeerrtt AArrtthhuurr NNoommbbrree MMiisstteerriioo ddeell FFaannttaassmmaa VVeerrddee

    ~~11~~

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    ~~22~~

    RROOBBEERRTT AARRTTHHUURR

    MMIISSTTEERRIIOO

    DDEELL

    FFAANNTTAASSMMAA

    VVEERRDDEE 44 AAllffrreedd HHiittcchhccoocckk yy LLooss TTrreess IInnvveessttiiggaaddoorreess

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    ~~33~~

    ndice

    ADVERTENCIA AL LECTOR ..................................................... 4

    Captulo 1. El Fantasma Verde chilla................................. 7

    Captulo 2. Citacin para Bob y Pete ............................... 15

    Captulo 3. La habitacin oculta....................................... 19

    Captulo 4. Una llamada telefnica inesperada ............. 25

    Captulo 5. El Fantasma aparece de nuevo..................... 30

    Captulo 6. Sorprendentes sucesos................................... 36

    Captulo 7. Jpiter saca deducciones ............................... 44

    Captulo 8. Fuga.................................................................. 51

    Captulo 9. Huida desesperada! ...................................... 56

    Captulo 10. Capturados!.................................................. 62

    Captulo 11. Una fortuna en una calavera ...................... 67

    Captulo 12. Entrevista con el seor Won ....................... 72

    Captulo 13. Quiero las perlas! ........................................ 76

    Captulo 14. Una decisin providencial .......................... 81

    Captulo 15. Jpiter halla una pista.................................. 87

    Captulo 16. Desastroso descubrimiento......................... 96

    Captulo 17. El misterioso 39............................................. 98

    Captulo 18. Jpiter visita a un fantasma ...................... 102

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    ~~44~~

    AADDVVEERRTTEENNCCIIAA AALL LLEECCTTOORR

    No es mi deseo alarmar a nadie, y s advertir que las pginas siguientes, cual sugiere el ttulo del libro, tratan de un fantasma de color verde. Adems del fantasma, hallaris unas singulares perlas, y un perrito que no participa en la historia porque no hace nada. O acaso s? A veces, no hacer nada es tan importante como hacer algo. Vale la pena pensar en esto.

    Podra hablaros de otros muchos episodios extraos, excitantes aventuras y situaciones de suspense que se dan en la obra, pero es preferible que lo descubris vosotros mismos. Yo me limitar a presentar el libro, cosa que promet a los Tres Investigadores.

    Por cuarta vez hago de presentador, y admito que en los casos anteriores me embargaron ciertas dudas. No obstante, he terminado por entusiasmarme con Jpiter Jones, Pete Crenhaw y Bob Andrews. stos sern compaeros ideales para una noche de misterio, aventura y suspense.

    Los chicos han organizado una sociedad que denominan Los Tres Investigadores, y destinan su tiempo libre a resolver los misterios que les salen al paso. Viven en Rocky Beach, California, una ciudad a orillas del ocano Pacfico, a pocos kilmetros de Hollywood. Bob y Pete viven con sus padres respectivos, y Jpiter con sus tos Titus y Mathilda Jones, propietarios de Patio Salvaje, una chatarrera fabulosa donde se puede encontrar casi todo.

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    ~~55~~

    En un remolque averiado, que Titus Jones jams pudo vender, Jpiter y sus amigos, una vez reconstruido por ellos, establecieron el puesto de mando moderno que precisa toda empresa investigadora. Posee un reducido laboratorio, una oficina con escritorio, magnetfono y abundantes libros. El equipo fue recuperado por Jpiter y sus amigos de entre los viejos materiales entrados en el patio.

    Jpiter, junto con Hans y Konrad, dos hermanos de origen bvaro, que trabajan en la chatarrera, amontonaron diverso material alrededor del remolque, hasta hacerlo invisible del mundo exterior. Con el tiempo, los dos rublos bvaros se olvidaron del remolque, y ahora slo los Tres Investigadores conocen su existencia.

    El acceso al puesto de mando se realiza a travs de entradas secretas, siendo la ms usada la conocida por el tnel dos, un tubo ondulado, que desde el taller de Jpiter, despus de recorrer un trayecto bajo tierra, y entre diversos materiales, llega al remolque. Este camino hay que hacerlo a gatas, y se entra en el puesto de mando por una trampilla bajo el piso. De las otras entradas, ya hablaremos llegado el caso.

    Los chicos utilizan un automvil "Rolls-Royce" de apliques dorados, provisto de chfer, cuando han de recorrer largas distancias. El derecho a este automvil, por un perodo de treinta das, fue ganado en un concurso por Jpiter Jones. No obstante, siempre que se trata de un viaje ordinario, usan sus bicicletas, o bien Hans o Konrad los llevan en uno de los camiones de Patio Salvaje.

    Jpiter Jones es recio, musculoso y algo redondo. Algunas personas de naturaleza hostil lo llaman "gordinflas". Su cara de luna muestra a veces algo de estupidez, dando ocasin a equvocos. Pero detrs de esa aparente estupidez se oculta una aguda inteligencia. Jpiter posee una mente maravillosa, de la que se enorgullece. Tiene muchas virtudes, si bien la modestia no es una de ellas.

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    ~~66~~

    Pete Crenshaw, alto, pelo castao, nervudo, capaz de muchas proezas atlticas, es la mano derecha de Jpiter a la hora de seguir a sospechosos y en otras actividades peligrosas.

    Bob Andrews, de constitucin ms dbil, pelo claro, estudioso, tiene a su cargo la parte burocrtica, y tambin realiza determinadas investigaciones. Trabaja media jornada en la biblioteca local, donde recopila informacin til que ayuda a resolver los casos.

    Lo dicho hasta aqu tiene por finalidad no interrumpir la narracin para repetir explicaciones que muchos de vosotros ya conocis a travs de libros anteriores.

    Pase lo que pase, adelante!, pues el fantasma verde est a punto de chillar.

    ALFRED HITCHCOCK

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    ~~77~~

    CCaappttuulloo 11.. EEll FFaannttaassmmaa VVeerrddee cchhiillllaa

    El grito sorprendi a Bob Andrews y a Pete Crenshaw.

    De pie en el sendero saturado de hierbajos, estudiaban un viejo casern vaco, tan grande como un motel, y con una esquina derruida. La luna transformaba en nebuloso e irreal todo lo circundante.

    Bob, con un magnetfono porttil colgado de su cuello, describa la escena. Dej de hacerlo para volverse a Pete y decir:

    Mucha gente cree que la casa est encantada. Es una lstima que no penssemos en ella cuando el seor Hitchcock buscaba una casa encantada para una de sus pelculas.

    Bob se refera a la poca en que trataron por vez primera al famoso director de cine, y solucionaron el misterioso enigma del Castillo del Terror.

    Seguro que al seor Hitchcock le hubiera gustado esta casa convino Pete. Pero no a m. En realidad, mi nerviosismo aumenta a medida que pasan los segundos. Qu opinas en cuanto a irnos de aqu?

    Fue entonces cuando se oy el grito procedente de la casa.

    Eeeeeeeeeeeh! Aaaaaaaaaah!

    El sonido, muy estridente, era ms irracional que humano. El pelo en la nuca de los chicos se puso de punta.

    Oste eso? se atragant Pete. Ahora s que nos vamos de aqu!

    Espera! dijo Bob, pese a que todo su ser pugnaba por correr. Luego aadi: Pondr en marcha el magnetfono por si se repite. Jpiter lo habra hecho.

    Se refera a Jpiter Jones, indiscutido jefe de los Tres Investigadores, que no los acompaaba en aquella ocasin.

    Bueno... Pete no termin la frase.

    Bob haba girado el botn del volumen y enfocado el micrfono hacia la vieja mansin vaca entre los rboles.

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    ~~88~~

    Aaaaaaaaaah! Eeeeeeeeeeh!

    De nuevo son el grito, que se extingui lentamente.

    Vmonos! apremi Pete. Ya hemos odo ms de cuanto deseamos.

    Bob asinti totalmente de acuerdo con l. Retrocedieron en busca de sus bicicletas.

    Pete era un corzo a la hora de correr. Bob no se qued atrs. ste, debido a una cada en una rocosa ladera, se haba roto una pierna por varios sitios, obligndole a llevar un aparato ortopdico. Pero ya se haba curado, luego de un largo perodo de ejercicios. Precisamente una semana antes del suceso que se narra, haba sido autorizado a prescindir del aparato que mantena rgida su pierna. Eso facilit que ms que correr, volase, en esta ocasin. Sin embargo, la rauda carrera de ambos amigos no les llev muy lejos.

    Unos robustos brazos, repentina e inesperadamente, los detuvieron.

    Ay de m! grit Pete, mientras era tirado hacia atrs.

    Bob sintise tambin detenido en seco. Ninguno de los dos haba advertido la presencia de un grupo de hombres en el camino, tras ellos, mientras escuchaban los escalofriantes gritos.

    Pardiez, chico! exclam el hombre que sujet a Pete. Casi me derribas!

    Qu fue ese grito? pregunt el que haba impedido que Bob midiera el suelo con su cuerpo.

    No lo sabemos explic Pete. la nosotros nos pareci un fantasmal

    No digas bobadas, chico! respondi uno de los hombres. Tal vez se trate de alguien en apuros... Quizs un vagabundo...

    Los cinco o seis hombres del grupo empezaron a hablar entre ellos, aparentemente olvidados de Pete y Bob. Ninguno de ambos investigadores vea claramente sus rostros. Sin embargo, parecan ir bien vestidos, y ser moradores de la agradable vecindad que rodeaba la descuidada vegetacin de la casa vaca, conocida como Mansin Green.

    Creo que deberamos entrar dijo un hombre, en tono de voz profunda. Bob slo pudo ver que tena bigote. Hemos odo un grito. Tal vez haya un herido en la casa.

    Lo acertado sera llamar a la polica opin otro que llevaba puesta una chaqueta sport a cuadros.

    Opino habl un tercero, que se distingua por sus gruesos lentes, que debemos entrar y echar un vistazo.

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    ~~99~~

    Entren ustedes accedi el de la chaqueta a cuadros: mientras, yo avisar a la polica.

    Ya se dispona a irse, cuando el cuarto, que guiaba un perrito desde su tralla, dijo:

    Y si es una lechuza o un gato? En tal caso se vera usted sumido en el ms espantoso de los ridculos.

    El hombre de la chaqueta a cuadros vacil.

    Bueno...

    El ms corpulento del grupo tom el mando.

    Vamos dijo. Somos media docena y disponemos de varias linternas. Propongo investigar el interior y luego llamar a la Polica. Vosotros, muchachos, idos a casa; no sois necesarios aqu.

    Dicho esto, se adelant por el sendero de losetas que conduca a la casa, y tras breve indecisin, fue seguido por los dems. El hombre del perro cogi a ste en brazos. El de la chaqueta a cuadros los sigui de mala gana. Pete dijo a Bob:

    Vmonos; ya oste que no nos necesitan.

    Y nos vamos a ir sin averiguar qu fue ese ruido? pregunt Bob. Te imaginas lo que dira Jupe?

    S que me lo imagino.

    Bueno... yo creo que somos investigadores. Adems no hay por qu asustarse, somos muchos.

    Bob se apresur por el camino en seguimiento de los hombres. Pete fue tras l. Los mayores se detuvieron inseguros frente a la entrada principal. El que se haba erigido en jefe del grupo empuj la puerta. Ante ellos apareci la negrura insondable de una caverna.

    Enciendan las linternas! grit. Hemos de averiguar qu pasa aqu.

    El hombre proyect el haz luminoso de su linterna hacia el interior, y se adentr en la casa. Los otros marcharon pegados a sus talones; tres conos de luz marcaron brillantes caminos en la oscuridad. Pete y Bob se deslizaron silenciosos tras los hombres.

    Pronto se hallaron en un gran vestbulo. Los hombres enfocaron con sus linternas las paredes cubiertas con lo que en tiempos seran tapices de seda color crema, con escenas orientales.

    Un impresionante tramo de escaleras se curvaba en un extremo del vestbulo. Uno de los hombres dirigi all su luz.

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    ~~1100~~

    Vean donde el viejo Mathias Green se rompi el cuello cincuenta aos atrs! dijo. Huelan el aire! Este lugar lleva cerrado cincuenta aos.

    Dicen que esta mansin est encantada coment uno de ellos. Espero que no se nos aparezca el fantasma.

    Parados aqu no avanzaremos nada en nuestra investigacin clam otro. Empecemos por la planta baja!

    El grupo inspeccion las grandes habitaciones de aquella planta, desprovistas de muebles. Una gruesa capa de polvo se haba enseoreado de aquel lugar. Un ala del edificio no tena pared de fondo.

    El grupo no hall nada, excepto ecos y habitaciones vacas, que cruzaron sin atreverse a levantar la voz. Luego de recorrer la otra ala del edificio llegaron a lo que pareca ser un gran saln, donde haba una impresionante chimenea en un extremo y altas ventanas en el otro. Los hombres se reunieron frente a la chimenea.

    Todo intil! coment en voz baja uno de los hombres. Ser mejor que llamemos a la polica. Chist!interrumpi alguien. Todos se quedaron hondamente silenciosos.

    Me pareci or algo dijo uno de ellos. Quiz no sea otra cosa que un simple animal. Apaguemos las luces y comprobemos si algo se mueve.

    Las linternas dejaron de alumbrar. La oscuridad que envolva el saln qued amortiguada por la luna que penetraba a travs de las sucias ventanas.

    De repente una voz entrecortada susurr:

    Miren hacia la puerta!

    Todos se giraron.

    Una figura verdosa interceptaba la puerta por donde haban penetrado. Pareca brillar como iluminada desde su mismo interior, y oscilar como niebla soplada por el viento. A Bob, contenido el aliento, le pareci un hombre en larga tnica verde.

    El fantasmal -susurr muy dbilmente una voz. El viejo Mathias Green.

    Enciendan todas las luces! orden el circunstancial jefe, y enfquenlas hacia all!

    La verdosa figura pareci resbalar por la pared antes de huir por la puerta. Cuando las tres linternas enfocaron el sitio ya no haba nadie.

    Me gustara hallarme en otro lugar susurr Pete en el odo de Bob.

    Pudo ser el reflejo del faro de un coche aventur uno de los hombres. De todos modos, veamos qu hay en el vestbulo.

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    ~~1111~~

    Todos se apresuraron en ruidoso tropel hacia la puerta, proyectando sus haces de luz. El vestbulo apareci vaco. Uno de ellos sugiri apagar de nuevo las linternas. Una vez ms quedaron sumidos en la oscuridad, tensos los nervios y prietos los labios. El perro, que segua en brazos de su dueo, solt un ligero aullido.

    Ahora fue Pete quien localiz la figura. Los dems vigilaban a la altura del mismo plano que ocupaban. Al segundo investigador se le ocurri alzar la cabeza y mirar hacia lo alto de las escaleras. Y en el rellano, vio de nuevo la figura verdosa.

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    ~~1122~~

    All! grit. En las escaleras!

    Todos se giraron. Todos vieron la figura que se desplazaba del rellano hacia el segundo piso.

    Vamos! grit el ms fuerte. Se trata de alguien que nos est gastando una broma. Seguidme y lo cazaremos!

    Ascendi las escaleras seguido de los restantes hombres. Pero en el segundo piso no encontraron a nadie.

    Tengo una idea anunci Bob.

    El muchacho se haba preguntado qu habra hecho Jpiter de haber estado all. Crey saberlo.

    Si alguien ha subido las escaleras antes que nosotros dijo a los hombres, mientras uno le enfoc una luz al rostro, que le hizo parpadear, habr dejado huellas en el polvoriento piso. Y si dej huellas, podemos seguirlas.

    El chico tiene razn apoy el hombre del perro. Amigos, alumbren el suelo donde ninguno de nosotros haya puesto sus pies.

    Tres focos brillantes recorrieron el suelo. Haba polvo, mucho polvo, pero no advirtieron pisadas.

    Aqu no estuvo nadie! dijo uno, desconcertado. Y, en tal caso, qu vimos ascender por las escaleras?

    No obtuvo respuesta, pese a que todos saban en qu pensaban los dems.

    Apaguemos las luces otra vez y comprobemos si aparece de nuevo sugiri una voz.

    Salgamos de aqu! aconsej un segundo.

    Nadie apoy su peticin, pues se hallaban de acuerdo en esperar acontecimientos.

    Eran ocho o nueve, contando a Pete y Bob, y ninguno quera admitir que temblaba por fuera y por dentro.

    En la oscuridad, a los pies de las escaleras, se mantuvieron a la espera. Pete y Bob miraban hacia el vestbulo, cuando uno de los mayores susurr excitado:

    A la izquierda! A medio camino del vestbulo!

    Un resplandor verde, tan menguado que apenas era distinguible, se hallaba cerca de la puerta. La figura se hizo ms clara. Definitivamente, se trataba de una forma humana vestida con la verde tnica de un mandarn.

    No lo asustemos! sugiri otro. Veamos qu hace.

    Sigmoslo sin prisa! dijo una voz. No intenta huir de nosotros.

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    ~~1133~~

    El fantasma empez a moverse hacia el vestbulo, pegado a la pared. Todos vieron cmo desapareca por la puerta.

    Bob propuso:

    Comprueben si ha dejado huellas, antes de que pisemos nosotros.

    Dos haces de luz juguetearon sobre el piso del vestbulo.

    No hay huellas! exclam una voz profunda, que son algo hueca.

    Ni la ms mnima huella en el polvo. Lo que sea, flota en el aire.

    Ya que estamos aqu debemos seguir anim otro con firmeza.

    Yo conducir.

    Esta vez habl el ms fuerte de ellos, que, decidido, avanz a largas zancadas.

    Los otros le siguieron hasta un pasillo por donde haba desaparecido la figura verde. All se detuvieron. Uno enfoc la linterna encendida hacia el sitio donde vieran alejarse el fantasma, e ilumin dos puertas abiertas. Ms all, el corredor acababa en un lienzo de pared desnuda.

    Nuevamente esperaron sumidos en la oscuridad. El fantasma verdoso se desliz por una de las puertas abiertas, y pegado a la pared, sigui hasta detenerse en el muro sin muebles donde acababa el pasillo. Luego, muy lentamente se desintegr.

    Ms tarde, Bob dira que dio la sensacin de filtrarse a travs de la pared.

    Tampoco dej huellas en el polvo.

    La polica, que acudi a requerimiento de los hombres, confirm, por boca de su jefe, el seor Reynolds, que ni ellos lograron descubrir huellas de ningn ser humano, y ni siquiera de animales.

    Como todo polica, el seor Reynolds se resista a creer en la aparicin de un fantasma o en gritos sobrenaturales. No obstante, lo afirmaban testigos honorables, y hubo que admitirlo. Por si ello fuera poco, ms tarde, aquella misma noche, un vigilante inform que haba visto un fantasma verde que se deslizaba junto a la entrada posterior de un gran almacn. La figura desapareci cuando el hombre trat de identificarla. Una seora presa de pnico, telefone al seor Reynolds, diciendo que unos gemidos la haban despertado y que haba visto una figura verdosa en su jardn. La figura desapareci al encender ella la luz. En un restaurante, dos camioneros aseguraron haber visto un fantasma detrs de su vehculo.

    Finalmente, el seor Reynolds recibi una llamada desde un coche patrulla, informando de la aparicin de una figura humana en el cementerio de Las Colinas Verdes de Rocky Beach. El jefe de polica se dirigi raudo al cementerio y cruz la enorme verja de hierro. En pie junto a un alto monumento blanco se hallaba el

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    ~~1144~~

    fantasma verde. Cuando el seor Reynolds trat de acercarse, la figura se hundi en la tierra y desapareci.

    El sorprendido polica dirigi el foco de su linterna al monumento funerario, que result pertenecer al desgraciado Mathias Green, muerto al romperse el cuello al caer por las escaleras de su vieja mansin, cincuenta aos atrs.

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    ~~1155~~

    CCaappttuulloo 22.. CCiittaacciinn ppaarraa BBoobb yy PPeettee

    Aaaaaaaaah! eeeeeeeeeeh!

    El chillido fantasmal no preocup esta vez a Bob y Pete; proceda del magnetfono.

    Los Tres Investigadores se hallaban en el puesto de mando, oculto en el Patio Salvaje de los Jones. Jpiter escuchaba atentamente la cinta que Bob haba registrado la noche anterior.

    No hay ms gritos, Jupe dijo Bob. El resto es slo conversacin con aquellos hombres, hasta que record que llevaba en marcha el magnetfono.

    Jpiter quiso escucharlo todo. Las voces de los hombres sonaban clarsimas. Finalmente, cerr el conmutador y, preocupado, se presion el labio inferior con los dedos anular y pulgar, signo evidente de que su cerebro trabajaba sin descanso

    Cuando habl, lo hizo pausadamente, sin prisas ni excitacin.

    Suena como un grito humano. Parece el grito de alguien mientras cae por un tramo de escaleras, y termina como si la persona acabara sin fuerzas para gritar ms.

    Eso es lo que parece! exclam Bob. Precisamente lo que sucedi all cincuenta aos atrs. El anciano Mathias Green se cay por las escaleras y se rompi el cuello. Probablemente chill al caer.

    Un momento, un momento! intervino Pete. Por que hemos de or sus gritos cincuenta aos despus?

    Bueno aventur solemnemente Jpiter. Quiz sea un eco sobrenatural emitido hace cincuenta aos.

    -No digas estas cosas! protest Pete. No me gustan. Cmo vamos a or un eco de cincuenta aos?

    No lo s contest Jpiter. Bob, t ests a cargo del registro e investigacin burocrtica. Reltame con detalle lo sucedido, y qu has averiguado de la historia de la Mansin Green.

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    ~~1166~~

    Bob aspir profundo.

    Bueno, Pete y yo fuimos anoche a investigar el lugar, cuando supimos que empezaban a derribarlo. Me pareci una buena historia a publicar en el peridico escolar el prximo otoo. Me llev el magnetfono para grabar mis impresiones, y despus escribir sobre ellas.

    "Llevbamos cinco minutos frente a la vieja y fnebre mansin, cuando apareci la luna. Tras ella vino el grito. Entonces puse en marcha el magnetfono, pues supuse que te gustara orlo, si volva a repetirse.

    Muy bien anim Jpiter. Piensas como un detective. Ya he odo lo que dijeron los hombres. Sigue con la vuelta a la casa.

    Bob describi detalladamente al fantasma verde, primero abajo, y sucesivamente arriba, en el vestbulo, y cmo se dilua contra la slida pared.

    Y no dej huellas -dijo Pete. Bob pens en ellas y pidi que enfocasen las linternas al suelo para examinarlo.

    Excelente labor aplaudi Jpiter. Cuntos hombres vieron la aparicin del fantasma verde adems de vosotros?

    Seis dijo Pete.

    Siete corrigi Bob.

    Los dos chicos se miraron.

    Seis repiti Pete. Estoy seguro. El ms fuerte capitaneaba la partida. Aquel otro de voz profunda, el del perrito, un cuarto de gafas, y dos ms en los que no me fij mucho.

    Quiz tengas razn admiti Bob, inseguro. Los cont dentro de la casa cuando todos se movan. Una vez cont seis y dos veces cont siete.

    Bueno, eso carece de importancia intervino Jpiter, olvidando que en cualquier misterio el hecho ms mnimo puede ser de capital inters. Ahora cuntame la historia de esa vieja mansin.

    Pues vers sigui Bob Cuando salimos de la casa, los hombres se dividieron en dos grupos. Uno se encarg de avisar a la polica. Esta maana la prensa dedica grandes espacios al suceso. Antes de venir aqu estuve un rato en la biblioteca. Desgraciadamente, all no hay datos de la Mansin Green, pues hace mucho que se construy, incluso antes de que Rocky Beach fuera una ciudad o tuviera biblioteca.

    "Pero segn se dice en los peridicos, fue edificada sesenta o setenta aos atrs, por Mathias Green, traficante especializado en artculos chinos. Parece ser que era un hombre muy duro. Y si bien no se sabe mucho de l, se cuenta que tuvo jaleos en China, de donde se vio precisado a salir de prisa. Regres a San Francisco

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    ~~1177~~

    acompaado de una bella princesa china, su mujer. En esta ciudad tuvo diferencias con su nica pariente conocida, viuda de un hermano suyo, y se vino a vivir aqu.

    "Pero otra versin habla de que tema la venganza de unos nobles chinos, tal vez la familia de su esposa, y que construy esta mansin para ocultarse. La regin de Rocky Beach era muy salvaje en aquella poca.

    "El caso es que vivi aqu rodeado de numerosa servidumbre china. Green gustaba vestir tnicas verdes cual noble manch. Todo cuanto necesitaba se lo enviaban en carretas desde Los ngeles cada semana. Un da el carretero hall la casa despoblada. Slo encontr a Mathias Green, que yaca al pie de las escaleras con el cuello roto.

    "La polica dedujo que el hombre haba bebido ms de la cuenta y se cay escaleras abajo. Los criados chinos debieron huir aquella misma noche, temerosos de ser culpados. Incluso la esposa china desapareci.

    "Nunca ms se supo de ellos, y, consiguientemente, nadie ha contado la verdad de lo sucedido en casa de Mathias Green. En aquella poca, los chinos de este pas se mostraban esquivos y temerosos de la ley. Ello hace suponer que los sirvientes regresaron a China o se fueron a San Francisco, donde hallaran refugio seguro en su barrio chino.

    "La viuda de su hermano hered todos sus bienes y se compr una finca en Verdant Valley, cerca de San Francisco. No quiso vivir aqu, ni tampoco vender la casa. Incluso despus de morir ella, la Mansin Green sigui deshabitada. Hace unos meses, Lydia Green, sobrina de Mathias, vendi la propiedad a una empresa inmobiliaria que piensa construir casas en los terrenos de la finca.

    "Y eso es cuanto puedo decir.

    Muy bien resumido aplaudi Jpiter. Ahora examinemos los peridicos.

    Extendieron tres diarios sobre el escritorio. Uno era de Los ngeles, otro de San Francisco y el tercero de Rocky Beach. Este ltimo dedicaba grandes titulares a los extraos sucesos de la noche anterior, si bien la prensa de las otras ciudades conceda abundante espacio y dramticos titulares, como:

    Chilla un fantasma que abandona su hogar en ruinas y siembra el terror en Rocky Beach!

    El Fantasma Verde se traslada a Rocky Beach al ser derruido su hogar!

    El Fantasma Verde huye de las ruinas de su hogar y busca nuevo alojamiento!

    Haba otras noticias redactadas en vena humorstica, que facilitaban datos, como bien dijera Bob. Slo faltaba la historia de que el jefe de polica Reynolds y dos de sus hombres

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    ~~1188~~

    haban visto el fantasma verde en un cementerio. Reynolds prefiri guardarlo en secreto, para no convertirse en el hazmerrer de la gente.

    El peridico dice observ Jpiter refirindose al "Rocky Beach News", que el fantasma fue visto en la parte exterior de un gran almacn, en el jardn de una mujer, y finalmente tras varios camiones aparcados frente a un gran restaurante. Todo esto induce a pensar que el pobre fantasma buscaba un sitio donde refugiarse.

    S coment Pete, sarcstico. Tal vez haca autostop para trasladarse a Rocky Beach sin pagar un cntimo.

    Quin sabe respondi Jpiter. Claro que un fantasma no acostumbra a valerse de medios mundanos de transporte.

    Tus parrafadas gimi Pete, que puso la cabeza entre los brazos, anonadado por el lenguaje de Jpiter. Parrafadas de Jpiter Jones! Sabes que no s lo que significa medios mundanos?

    Me refiero a medios ordinarios aclar Jpiter. Bien, todo es muy misterioso, y hasta que no surjan nuevos hechos...

    Fue interrumpido por la voz de su ta. Mathilda Jones era una mujer corpulenta, y su voz muy potente. Era ella quien rega el Patio Salvaje de los Jones, el negocio de la familia.

    Bob Andrews! oyeron que gritaba. Sal de detrs de toda esta chatarra. Tu padre est aqu y quiere verte. Que tambin salga Pete!

  • RRoobbeerrtt AArrtthhuurr NNoommbbrree MMiisstteerriioo ddeell FFaannttaassmmaa VVeerrddee

    ~~1199~~

    CCaappttuulloo 33.. LLaa hhaabbiittaacciinn ooccuullttaa

    Los tres chicos se deslizaron por el largo tubo que formaba el tnel dos, la entrada secreta que usaban con preferencia. Haban colocado alfombras sobre el fondo para deslizarse sin hacerse dao en las rodillas y con la rapidez de una anguila. No tardaron en aparecer junto a la limpia cabaa que serva de oficina.

    All estaba ta Mathilda hablando con el padre de Bob, hombre alto, de ojos chispeantes y bigote castao.

    Al fin, hijo! Vamos, hemos de darnos prisa. El jefe de polica quiere hablar con vosotros.

    Pete trag saliva. El jefe de polica quera hablar con ellos!

    Los redondos rasgos de Jpiter se animaron.

    Puedo ir tambin, seor Andrews? Despus de todo formamos equipo.

    Supongo que un chico ms no importar se sonri el seor Andrews. Bien, vmonos. El seor Reynolds nos espera en un coche patrulla. Nos llevar en l.

    Junto a la verja esperaba un sedn negro. El jefe de polica, un hombre voluminoso, algo calvo, estaba al volante. Su boca y barbilla reflejaban preocupacin.

    Buen trabajo, Bill dijo al padre de Bob. Ahora, de prisa. Recuerde que somos vecinos. Cuento con su ayuda en lo que se refiere a prensa local si este asunto loco se vuelve an ms loco.

    Puede contar conmigo, Reynolds dijo el seor Andrews. Mientras nos encaminamos a la Mansin Green, por qu no permite que mi hijo cuente lo que l y su amigo observaron anoche?

    Desembucha, Bob intervino Reynolds, poniendo el coche a vertiginosa velocidad. Escuch la versin de dos hombres que estuvieron all, y me gustara or la vuestra.

    Bob refiri lo que ellos presenciaron.

    El seor Reynolds se morda los labios mientras escuchaba.

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    ~~2200~~

    S, coincide con lo que ellos contaron dijo lgubremente. No obstante, ni siquiera con tantos testigos me hubiera convencido, a no ser...

    El padre de Bob, astuto reportero, lo mir.

    Comprendo, Sam; usted mismo lo vio. Por eso no grita que es imposible.

    S el polica suspir. Yo tambin lo vi en el cementerio. Estaba de pie junto al panten de mrmol donde yace enterrado Mathias Green. Y, maldicin!, mientras lo contemplaba, la figura verde se hundi en la tierra, justo sobre la tumba y desapareci.

    Los Tres investigadores, sentados en el filo del asiento, escuchaban muy atentos e impresionados. El seor Andrews pregunt:

    Puedo citar eso, Sam?

    No! Sabe muy bien que no puede hacerlo mascull Reynolds. Eso no es publicable. En cuanto a vosotros, chicos, me olvid de que estabais presentes. Por favor, no repetirlo ante nadie.

    Descuide, seor asegur Jpiter.

    Reynolds continu:

    Esa figura fue vista por dos camioneros, la mujer que me telefone, el vigilante nocturno del almacn, yo mismo y dos de mis hombres. Y, adems, por estos chicos.

    Eso hace nueve, Sam intervino el seor Andrews.

    Nueve, ms seis hombres que fueron a ver la vieja casa. Quince en total. Quince testigos de una figura fantasmal!

    Fueron seis hombres los que estuvieron en la mansin Green? pregunt Jpiter. Pete y Bob no se ponen de acuerdo en cuanto al nmero.

    No estoy seguro gru el polica. Cuatro de aquellos hombres me informaron de lo sucedido. Tres dijeron que eran seis y uno que siete. An no he hablado con los otros; no pude localizarlos. Supongo que no les gustar la publicidad. An as, son quince o diecisis testigos. Demasiados para imaginar cualquier cosa. Hubiera preferido tomarlo como una broma o un truco, pero lo vi yo mismo. Vi cmo desapareca en la tumba.

    El coche gir hacia el sendero de la alta hierba que terminaba delante de la Mansin Green. De da era impresionante, pese a mostrar derruida una parte. Dos policas montaban guardia a la puerta. Otro hombre con traje castao pareca aguardarlos con impaciencia.

    Quin ser ste? Probablemente otro reportero dijo Reynolds, descendiendo del coche.

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    ~~2211~~

    Seor Reynolds! el hombre del traje castao habl rpidamente y con agradable voz, acercndose a ellos. Es usted el seor Reynolds? Hace rato que sus hombres no me dejan penetrar en casa de mi cliente.

    En casa de su cliente? Quin es usted?

    Harold Carlson. La casa es de la seorita Lydia Green. Soy su abogado y tambin primo suyo. Represento sus intereses. Esta maana le en los peridicos los acontecimientos de anoche, y sin prdida de tiempo vine desde San Francisco. Quiero saber qu ocurre aqu. Toda esa historia suena a fantstica necedad.

    Fantstica, s concedi el jefe. Pero no una necedad. Bien, seor Carlson, me alegro de que haya venido. En realidad, nos ahorra tener que llamarlo. Apost a mis hombres aqu para mantener alejados a los curiosos. sa es la razn de que no le dejaran entrar. Ahora entraremos todos. Dos de estos chavales fueron testigos presenciales de los hechos. Los he trado para que me sealen exactamente dnde... dnde apareci la extraa figura.

    Present a los muchachos y al seor Andrews. Reynolds entr en la casa, dejando fuera a sus dos hombres. Las grandes habitaciones, tenuemente iluminadas, an conservaban cierta atmsfera de aparicin. Bob y Pete mostraron al jefe de polica donde haban estado ellos, y donde apareciera por primera vez la verdosa figura.

    Pete seal hacia arriba.

    Se desliz por esas escaleras y por el pasillo. Antes de seguirlo, examinamos el suelo en busca de huellas. Fue idea de Bob. Pero no hallamos seales en el polvo.

    Bien hecho, hijo exclam el seor Andrews, golpeando suavemente el hombro de Bob.

    El fantasma se adentr en aquel pasillo aadi Pete, sealndolo, y se detuvo contra la pared ms lejana. Despus se esfum en la pared.

    Hum! gru el seor Reynolds, mientras los dems contemplaban la pared en blanco.

    Carlson, el abogado, sacudi la cabeza sin poderlo evitar.

    No lo comprendo dijo. Sencillamente no lo comprendo. Desde luego, siempre se han contado historias acerca del encantamiento de esta casa, pero jams cre en ellas. Ahora... no s... no s qu pensar.

    Seor Carlson pregunt el polica. Tiene usted idea de lo que pueda haber detrs de esta pared?

    El abogado parpade.

    Pues no... Y qu puede haber detrs de ella?

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    ~~2222~~

    Para eso estamos aqu, para averiguarlo respondi el jefe. Celebro que usted haya venido.

    "Esta maana uno de los obreros que derriban la casa trabajaba sobre una escalera, por el lado exterior. Este pasillo est fuera de la seccin que ha sido derruida en parte. No obstante vio algo y dej de trabajar para llamarme.

    El seor Carlson frunci el ceo.

    Y qu fue ello?

    No est seguro respondi el polica. Pero cree que hay una habitacin secreta detrs de aquella pared. Aprovecharemos la presencia de usted para derruirla y ver qu hay tras ella.

    Harold Carlson se frot la frente y mir al seor Andrews que tomaba notas.

    Una habitacin secreta? inquiri aturdido. No se habla de ninguna habitacin secreta en ninguna de las historias familiares acerca de esta casa.

    Los tres jvenes casi saltaban de entusiasmo al ver a dos policas que entraban. Uno provisto de un hacha y otro de una palanca.

    Bien, abran un boquete en la pared orden el jefe, que se volvi al seor Carlson: Supongo que usted tambin lo desea.

    Naturalmente! confirm el abogado. Despus de todo, se est derruyendo la casa.

    Los dos policas atacaron la pared. Pronto hicieron un boquete, que hizo evidente la presencia de un espacio de regular dimensin. Cuando el agujero fue lo suficiente grande para el paso de un hombre, el seor Reynolds se acerc y pase la luz de su linterna por el interior.

    Pardiez! grit, y se introdujo por la abertura.

    El padre de Bob y el seor Carlson lo siguieron. Desde fuera los chicos oyeron sus exclamaciones de asombro.

    Jpiter se desliz tambin por el orificio. Bob y Pete imitaron su ejemplo. As se hallaron en el interior de una reducida habitacin de dos por tres metros. Luz diurna se filtraba por una grieta en la pared exterior, hecha por los obreros.

    Los muchachos comprendieron por qu los mayores se haban excitado. All haba un fretro.

    Estaba colocado sobre dos caballetes de madera. La caja se vea magnficamente labrada y pulimentada. Pero fue su contenido lo que llam la atencin de los hombres.

    Los chicos se colocaron detrs de ellos y miraron. Los tres contuvieron el aliento.

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    ~~2233~~

    Haba un esqueleto en el fretro, vestido con lujosas ropas, en parte destrozadas por la accin del tiempo.

    Durante un momento nadie dijo nada. Luego habl Harol Carlson:

    Lean la placa de plata que hay en el fretro: Dice: "Aqu yace la muy amada esposa de Mathias Green. Descanse en paz".

    La esposa china del viejo Mathias Green! exclam el jefe de polica.

    Todos creyeron que haba huido cuando falleci su esposo dijo el padre de Bob.

    S convino Harold Carlson. Vean esto! Tendr que recogerlo. Pertenece a la familia, seor Reynolds.

    El abogado se inclin sobre el atad. Lo que hizo no pudieron verlo los chicos, pues los cuerpos de los mayores bloqueaban la visin. Momentos despus, el seor Carlson alz una larga cuenta de objetos redondos. La linterna del jefe de polica ilumin su extrao color, gris mate.

    ste es el famoso collar de perlas que el to abuelo Mathias debi robar a un noble chino! Dicen que fue la causa de que huyeran de China y se ocultasen. Tiene un valor inmenso! Creamos que haba desaparecido para siempre. Estbamos convencidos de que la esposa china se march con las perlas y regres a Oriente. Sin embargo, estuvieron siempre aqu.

    Lo mismo que ella coment el seor Andrews.

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    ~~2244~~

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    ~~2255~~

    CCaappttuulloo 44.. UUnnaa llllaammaaddaa tteelleeffnniiccaa iinneessppeerraaddaa

    En el puesto de mando, al da siguiente, Pete recortaba historias y fotografas de los peridicos. Bob las pegaba en un voluminoso lbum. El seor Andrews no pudo evitar la publicidad en torno a Rocky Beach, basada en la historia de la Mansin Green y el fantasma verde.

    Los reporteros bucearon el pasado de Mathias Green. Sus artculos contaban que fue un capitn sin escrpulos dedicado al comercio en China. Su temerario valor desafiaba a las tempestades, y su barco jams retroceda ante los furiosos elementos desencadenados.

    Contaron que haba sido consejero y amigo personal de varios nobles manches, y que recibi muchas joyas, obsequio de ellos. Pero aquel collar de perlas no le fue regalado. Lo haba robado antes de abandonar precipitadamente China con su esposa, para no regresar jams. El resto de su vida lo pas recluido en la Mansin Green.

    Te imaginas la importancia de que todo esto ocurra aqu, en Rocky Beach? Pregunt Bob, que aadi: Sabes lo que piensan el seor Reynolds y mi padre?

    Un roce de metal atrajo la atencin de ambos muchachos. Era la rejilla de hierro que ocultaba la entrada del tnel dos. Luego oyeron un ruido amortiguado. Identificaron a Jupe que gateaba por el tubo que formaba el largo tnel dos. Seguidamente escucharon los golpecitos clave en la trampilla, que se abri hacia arriba. El primer investigador apareci sudoroso y acalorado.

    Cspita! dijo. Hace calor y aadi: He estado pensando.

    Ten cuidado, Jupe aconsej Pete. No exageres la nota. El sudor puede estropear los engranajes de tu cerebro. Y no queremos verte reducido a la condicin de un chico normal como nosotros.

    Bob se ri. Saba que Pete estaba muy orgulloso de la habilidad mental de su camarada. Pero le gustaba embromarlo de cuando en cuando. Con eso no molestaba a nadie. Jpiter encajaba sus chanzas sin pestaear. Pero lo modestia no era su fuerte. Quiz por eso lo mir despectivo.

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    ~~2266~~

    Trato de sacar conclusiones dijo, sentndose en la silla giratoria, detrs del escritorio. He intentado imaginarme lo que sucedi en la Mansin Green hace muchos aos.

    Pudiste ahorrarte ese trabajo salt Bob. Mi padre me explic sus deducciones y las del seor Reynolds.

    He llegado a la conclusin dijo, de que en primer lugar...

    Bob lo interrumpi.

    Ellos creen que la seora Green debi morir de alguna enfermedad.

    El tercer investigador sumise en recreativa meditacin durante largos segundos. Evidentemente, raras veces lograba informacin tan autorizada, y no quera desaprovechar la oportunidad de exponer noticias tales. Bob sigui.

    Su marido, viejo lobo de mar, la puso en aquel maravilloso fretro, pero no quiso separarse de ella. Por eso la ocult en la pequea habitacin que hay al final del pasillo y tapi la puerta, empapelando la pared para que ningn extrao descubriese la tumba secreta que diera a su amada.

    "Era un modo de conservarla junto a l. De momento nadie sabe cunto tiempo ha durado esta anormalidad. Un da Mathias Green se cay por las escaleras. Los criados comprobaron que haba muerto, y presa de pnico, tal vez huyeron al barrio chino de San Francisco, confundindose entre los de su raza, o bien regresaron a China. Es muy posible que alguno de ellos hubiera entrado ilegalmente en el pas. Cualquiera que sea el caso, China, en aquella poca, viva en perodo de inestabilidad poltica y no facilitaba informacin a los occidentales. Esto habra de convertirse en eficaz pantalla de humo para la servidumbre del seor Green.

    "La mujer de su difunto hermano pas a heredar todos sus bienes. Con el dinero de su cuado se compr una gran finca rstica cerca de San Francisco, en Verdant Valley. Ni ella ni su hija Lydia vinieron jams a Rocky Beach.

    Por alguna razn desconocida, el fantasma del viejo Mathias Green se ha enojado al ser derruida la mansin intervino Pete. Quiz chillara su desconsuelo en la habitacin oculta, al visitar por ltima vez a su esposa. Despus... bueno, despus abandon su morada.

    Jpiter no ocult cierto grado de irritacin. En realidad, aqullas haban sido las conclusiones a que llegara, luego de una noche de insomnio. Pero supo reaccionar y adopt un cierto aire de superioridad que lo caracterizaba.

    Pareces muy seguro de que se trata de un fantasma gru. Y tambin de que es nada menos que el fantasma de Mathias Green.

    Nosotros lo vimos! replic Pete. Si aquello no era un fantasma, jams he visto uno!

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    ~~2277~~

    Y nunca haba visto uno, al menos antes. Pero este detalle careca de importancia.

    Si no era un fantasma, qu era? pregunt Bob. El jefe de la polica te recompensar cualquier idea nueva que ayude al esclarecimiento del caso, no lo dudes!

    Jpiter parpade.

    Qu quieres decir con eso?

    S aadi Pete, mostrndose interesado. Qu insinas respecto al jefe?

    Todos le omos afirmar ayer que vio el fantasma coment Bob. Mi padre asegura que est muy trastornado, porque oficialmente no puede admitir que haya visto un fantasma. Cmo ordenar a sus hombres que intenten cazarlo? Pero est convencido de haberlo visto con sus propios ojos. Luego, si alguien le demuestra que sufri un espejismo, sin duda le quedar muy agradecido.

    El rostro de Jpiter se anim.

    Hum! exclam. Quiz merezca la pena investigar el caso del Fantasma Verde, para complacer al seor Reynolds. Por otra parte, intuyo que hay mucho ms misterio del que aparenta haber.

    Eh, aguarda un momento! chill Pete. El jefe de polica no ha pedido que lo relevemos en su obligacin de investigar el caso. En cuanto a m, no contis con mi concurso, si se trata de fisgonear la vida de un fantasma verde.

    Pero Bob se hallaba tan interesado como Jpiter.

    En nuestra consigna reza: "Lo investigamos todo" record a Pete. Me gustara comprobar por m mismo si vimos un fantasma o no. Ahora bien, cmo darle caza?

    Repasemos el caso desde el principio anim Jpiter. Antes, decidme, se volvi a ver el fantasma anoche?

    No, segn la prensa inform Bob. Mi padre asegura que el jefe de polica carece de nuevos informes.

    Habl tu padre con los hombres que vieron el fantasma la otra noche? pregunt Jpiter.

    Acompa al seor Reynolds. Pero slo pudieron localizar a cuatro de ellos; el ms corpulento, el del perrito, y otros dos. Dijeron exactamente lo que est escrito en mis notas.

    Y los otros dos o tres?

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    ~~2288~~

    No pudieron hallarlos. Mi padre supone que no desean publicidad, a fin de que sus parientes y amigos no les gasten bromas sobre fantasmas. Por otra parte estoy seguro de que eran tres ms, y no dos.

    Por qu fueron a ver la casa?

    Segn los que han sido localizados, fueron convencidos por dos hombres desconocidos a visitar la mansin a la luz de la luna antes de que la derrumben. Se mostraron tan convincentes, que los dems se animaron y fueron con ellos.

    Dicen que al llegar al camino oyeron el grito. Y ya sabes el resto.

    Han suspendido la demolicin de la casa?

    De momento, s. El jefe de polica orden se buscasen ms habitaciones secretas, y el resultado fue negativo. Pese a ello, la polica vigila el edificio y no deja que se acerquen los curiosos. Mi padre cuenta que se han suscitado habladuras sobre suspensin del derribo y construccin de un nuevo edificio, debido al exceso de publicidad.

    Jpiter pens intensamente durante varios minutos.

    Bien dijo al final. Escuchemos otra vez la cinta que grabaste, Bob. Es la nica pista que poseemos.

    Bob puso en marcha el magnetfono, y el terrorfico grito son en sus odos. Luego oyeron la conversacin de los hombres que se unieran a ellos. Jpiter frunci el ceo.

    Una parte de esta cinta agita algo en mi mente dijo, pero no acabo de cogerlo. Qu clase de perro es ese que grue?

    Qu importa eso? explot Pete.

    Cualquier cosa puede ser importante, Pete afirm Jpiter.

    Un pequeo foxterrier de pelo de alambre explic Bob. Te sugiere eso alguna idea, Jupe?

    ste admiti su fracaso. Una y otra vez escucharon la cinta. Algo en ella preocupaba a Jupe, si bien ignoraba el qu. Finalmente par el magnetfono y se puso a estudiar los recortes de peridicos.

    Desde luego, parece como si el fantasma se hubiera mudado de ciudad coment Pete. Es como si hubieran demolido la casa para obligarlo a irse!

    Jpiter buscaba una respuesta a la aseveracin de su amigo, cuando son el telfono.

    Hola! salud.

    Los otros dos escucharon la conversacin por el altavoz conectado al telfono.

    Conferencia interurbana dijo una voz de mujer, para Bob Andrews.

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    ~~2299~~

    Los chicos se miraron sorprendidos. Era la primera llamada interurbana que reciban.

    Para ti, Bob habl Jpiter alargndole el receptor.

    Hola salud ste. Bob Andrews al aparato.

    Hola, Bob!

    Todos oyeron la voz de mujer.

    Soy la seorita Lydia Green, y llamo desde Verdant Valley.

    Lydia Green, la sobrina del viejo Mathias Green, cuyo fantasma vieran Bob y Pete!

    Dgame, seorita Green.

    Quiero pedirte un favor. Sera posible que vinieras con tu amigo Pete Crenshaw a Verdant Valley

    A Verdant Valley? repiti aturdido Bob.

    Deseo hablar con vosotros. Segn todas las noticias, visteis a mi to... bueno, su fantasma. Necesito escuchar la versin de un testigo visual, sobre su aspecto, hechos y dems pormenores... su voz pareci fallar. El fantasma vino a Verdant Valley! Lo vi en mi habitacin!

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    ~~3300~~

    CCaappttuulloo 55.. EEll FFaannttaassmmaa aappaarreeccee ddee nnuueevvoo

    Bob mir a Jpiter, que asinti con la cabeza.

    Deseamos complacerla, seorita Green dijo Bob. Claro que podemos ir! Bueno, siempre que no se opongan nuestras familias.

    Oh, cunto me alegro! la seorita Green pareci suspirar aliviada. Ya me puse en contacto con vuestras madres, y me dijeron que accedan. Verdant Valley es un lugar muy pacfico. Mi sobrino Charles Chang Green, ser un excelente compaero para vosotros. Ha pasado la mayor parte de su vida en China.

    La seorita Green dio instrucciones para el viaje. Deban tomar el reactor de las seis de la tarde, que los llevara a San Francisco, en cuyo aeropuerto aguardara ella para acompaarles hasta Verdant Valley. Luego de darles una vez ms las gracias, colg.

    Recastaa! exclam Bob. Jams me hubiera imaginado que narrar la historia de un fantasma tuviera por premio un viaje estupendo. Lo malo es que no te invit a ti, Jupe!

    Si ste se hallaba desilusionado, lo disimul muy bien.

    Yo no vi el fantasma dijo. De todos modos tampoco podra. Mis tos emprenden viaje a San Diego en el camin grande para comprar una gran partida de material sobrante de la marina, y he de quedarme al frente del negocio.

    Pero nosotros formamos un equipo! objet Pete. No me seduce la idea de viajar sin ti, Jupe. Y mucho menos con un fantasma de por medio.

    Jpiter se presion el labio.

    Quiz sea una circunstancia afortunada dijo. Si el fantasma ha sido visto en Verdant Valley, vosotros investigaris estas circunstancias para el seor Reynolds. Yo seguir todas las pistas que pueda aqu. La ventaja de un equipo es el seguir dos o tres lneas distintas de investigacin al mismo tiempo.

    El argumento de Jpiter era irrebatible. Bob y Pete se fueron a sus respectivas casas para prepararse. Sus madres haban dispuesto ya sendas maletas. Ellos

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    ~~3311~~

    aadieron sus linternas y el trozo especial de yeso asignado a cada uno verde para Bob y azul para Pete. As podran hacer la marca de los Tres Investigadores, de ser necesario.

    La seora Andrews los acompa al moderno Aeropuerto Internacional de Los ngeles.

    Telefoname los sucesosrecomend Jpiter a Bob. No te preocupes por lo que valgan las llamadas. Si el fantasma est all, me las ingeniar para reunirme con vosotros.

    Antes de que los muchachos subieran al reactor, la seora Andrews hizo la ltima recomendacin a su hijo.

    Vigila tus modales, Robert. Espero que vuestros informes sean de gran ayuda para la seora Green; si bien comprendo que todo eso es muy confuso. Tu padre opina que hay mucho ms de lo que a simple vista parece.

    "La seorita Green goza de excelente reputacin. Su finca en Verdant Valley es un modelo de explotacin agrcola. Tiene grandes viedos y cosecha vinos en abundancia. Su marca es Vincola 3-V. Tambin es duea de caballos. Podris cabalgar con su sobrino, y pasarlo muy bien.

    Minutos despus suban al gigantesco reactor que no tard en volar hacia el norte. El viaje durara slo una hora, sin apenas tiempo para recrearse en l. Establecido el vuelo horizontal, despus de elevarse el mastodonte de los aires, una azafata sirvi bandejas de plstico repletas de comida.

    Los dos investigadores saciaron su apetito, y luego contemplaron el majestuoso panorama a sus pies, hasta que aterrizaron en el aeropuerto de San Francisco.

    Se encontraron con un chico, casi tan alto como Pete, aunque ms ancho de hombros, que avanz unos pasos para saludarlos. Era bien parecido y muy americano, excepto por sus ojos oblicuos de oriental.

    Charles Green, a quien todos llamaban Chang, dijo ser chino en una cuarta parte de su persona, y haber vivido mucho tiempo en Hong Kong. Les ayud a retirar sus maletas y bolsas de viaje de la seccin de equipajes. Luego los condujo a travs de una atestada calle a un grandioso aparcamiento. Los tres subieron a un microbs, a cuyo volante permaneca un joven de apariencia mejicana.

    Pedro, stos son nuestros huspedes: Pete Crenshaw y Bob Andrews. Llvanos directamente a Verdant Valley dijo Chang. Comieron en el avin, y no es preciso detenernos en el camino.

    S, seor Chang asinti Pedro.

    Los muchachos se acomodaron en los asientos tras el conductor. Pete y Bob intentaron hablar, formular preguntas y mirar cuanto les rodeaba, y todo ello al

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    ~~3322~~

    mismo tiempo. Ambos se mostraron desilusionados al advertir que eludan la ciudad de San Francisco, para dirigirse hacia las montaas.

    Vamos a Verdant Valley, donde mi honorable ta regenta la Vincola 3-V dijo Chang Green. Mi ta dice que soy por derecho el propietario de aquello; empero, nunca he soado en hacerme cargo de la finca.

    Pete y Bob se miraron sorprendidos. Luego esperaron a que l se explicara.

    Result que Chang era biznieto de Mathias Green. ste haba contrado matrimonio, segundas nupcias, con la princesa china cuyo esqueleto apareciera en la Mansin Green. Su primera esposa lo acompaaba en todos los viajes, antes de fallecer a consecuencia de unas fiebres.

    El matrimonio tuvo un hijo varn. Mathias, imposibilitado de cuidarse del nio, lo intern en una escuela de misioneros americanos en Hong Kong. Pasado algn tiempo, Mathias se puso en dificultades con la polica al apropiarse ilegalmente del collar de perlas. Entonces se cas con una bella princesa china y regres a Norteamrica, dejando a su hijo en Hong Kong.

    Elija Green, lleg a ser mdico en la misin norteamericana en China, y se cas con una mujer nativa. Ambos murieron de fiebre amarilla, y su hijo Thomas creci en la escuela de la misin. Thomas, padre de Chang, jams tuvo noticias de sus familiares americanos, pues Elija rehus siempre hablar de Mathias Green. Tambin fue mdico y se cas con la hija de un misionero de nacionalidad inglesa. Un da, su barca zozobr en el gran ro Amarillo y se ahogaron.

    Pete y Bob vieron que Chang tragaba con dificultad.

    Eran tiempos difciles en China dijo. Una familia consigui rescatarme de las aguas. Durante algunos aos viv con ellos en el pas de Confucio. Empero las condiciones polticas que sufra el pas, pusieron en grave peligro mi vida por el solo hecho de ser americano. Entonces aquella familia decidi emigrar a Hong Kong para ponerme a salvo.

    "Yo ignoraba mi nombre verdadero. Estuve algunos aos en la escuela de los misioneros, como sucediera a mi padre y a mi abuelo. Un da, uno de mis profesores me oy decir el nombre de pila de mis padres, y decidi investigar en el archivo de la misin. As supe que mi verdadero nombre era Green. El profesor escribi a ta Lydia, y ella me mand buscar.

    "Desde entonces vivo aqu. Ella es muy buena y yo deseo ayudarla, ahora que se encuentra abatida. To Harold tambin est muy preocupado con esas historias del fantasma de mi bisabuelo. No puedo explicaros todo ahora, pues muchas cosas ni siquiera las entiendo, ya lo comprobaris vosotros mismos!

    Bob quiso formular una pregunta, pero la idea huy de su mente. Todo el da, todo el viaje, result muy excitante.

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    ~~3333~~

    La veloz carrera del microbs le produjo un estado de relajacin. Sus prpados se cerraron y se durmi.

    La brusca detencin del vehculo lo despert sobresaltado. El sol se haba hundido tras una montaa. Estaban frente a una casa alta y vieja, construida de piedras y madera, en un pequeo valle, limitado por una ladera casi vertical de la montaa. El valle pareca ser largo y estrecho, si bien la semioscuridad que lo envolva frustraba su visin completa. Empero, s pudo apreciar que eran muchas las hectreas de tierra donde crecan pequeos arbustos, indudablemente cepas de vides.

    Despierta! grit Pete. Hemos llegado.

    Bob ahog un bostezo, y salt fuera. Chang los condujo por un largo tramo de escalones de madera hasta el porche de la casa.

    sta es casa Verdant. Como bien sabris, Verdant significa verde. Mi ta eligi este nombre porque nuestro apellido es Green. Ahora la conoceris. Est ansiosa de veros.

    Entraron en un gran vestbulo recubierto de madera de pino californiano. Una mujer alta, delgada, y de aspecto digno sali de una habitacin a saludarlos.

    Buenas tardes, muchachos. Celebro que estis aqu. Habis tenido buen viaje?

    Le dijeron que s, y ella los hizo pasar al comedor.

    Seguro de que tendris apetito, aunque hayis comido en el reactor. Los chicos siempre tienen hambre. Ahora dejar que saciis vuestro apetito y conozcis a Chang. Hablaremos maana. Hoy ha sido un da muy ajetreado y estoy cansada. Quiero acostarme temprano.

    Golpe un pequeo gong de bronce chino, y una anciana entr en la estancia.

    Puedes servir la cena, Li dijo la seorita Green. Chang tambin querr comer algo.

    Los chicos siempre tienen hambre repiti la anciana. Los alimentar bien.

    Al irse la mujer china, entr un hombre que Bob y Pete conocieron como Harold Carlson, a quien vieran en Rocky Beach cuando el esqueleto de la habitacin secreta fue descubierta. Estaba preocupado.

    Hola, chicos! su voz fue agradable. Nunca hubiera imaginado que despus de conocernos en tan extraas circunstancias, volveramos a encontramos aqu. Pero sacudi la cabeza, francamente, no s qu pensar.

    Buenas noches, muchachos se despidi la seorita Green. Me voy a mi dormitorio. Harold, quieres ayudarme?

    Cmo no, ta Lydia!

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    ~~3344~~

    El seor Carlson cogi por el codo a la seorita Green, y salieron de la estancia. Chang encendi las luces.

    Oscurece en pocos minutos en la calle dijo. Ahora es prcticamente de noche fuera. Comamos primero y luego intentar contaros algo ms de nosotros. O prefers hacerme preguntas?

    Hablar, hablar, siempre hablar exclam la china que empujaba un carrito hacia ellos. Ahora es hora de comer. As creceris fuertes y robustos. Vamos, sentaos!

    Sirvi una bandeja de buey asado, pan, ensalada y otros manjares fros. Bob descubri asombrado que, realmente, sentase hambriento. Los tres muchachos se encaminaron a la mesa.

    Pero la comida iba a sufrir un retraso. Empezaban a sentarse, cuando oyeron un taladrante grito. Luego sobrevino un silencio sepulcral.

    Fue ta Lydia! dijo Chang, ponindose en pie de un salto. Algo sucede!

    Corri hacia la escalera. Bob, Pete, la vieja Li y otros sirvientes que aparecieron por distintos lugares, siguieron a Chang.

    Al final del corredor y a travs de una puerta, vieron al seor Carlson inclinado sobre la seorita Green, tendida en la cama. Le haca masajes en las muecas y le hablaba premioso.

    Ta Lydia! Puedes orme, ta Lydia? al ver a los otros, grit: Li, traiga en seguida las sales de bao de la seorita!

    La anciana se precipit al bao y regres con un pequeo frasco. Mientras los otros se arremolinaban junto a la puerta, ella mantuvo abierta la botella debajo de la nariz de la seorita Green, que segundos despus se estremeca ligeramente y abra los ojos.

    Qu tonta soy! se excus. Me desmay! S, chill y me desmay. Es la primera vez en mi vida que me desmayo.

    Qu sucedi, ta Lydia? pregunt Chang. Por qu chillaste?

    Volv a ver al fantasma explic, intentado mantener firme la voz. Despus de dar las buenas noches a Harold, entr en mi habitacin, y antes de encender la luz, mir hacia aquel sitio seal un pequeo hueco cerca de las ventanas.

    "El fantasma estaba all, en pie, tan claro como el da. Me miraba con ojos horribles, ardientes. Vesta una tnica verde, como la que sola llevar to Mathias. Estoy segura de que era l, pese a lo borroso de sus facciones, excepto sus ardientes ojos!

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    ~~3355~~

    "Est enfadado conmigo su voz se torn un susurro. S que lo est. Hace muchos aos, mi madre le prometi que despus de su muerte la mansin de Rocky Beach se cerraran para no ser abierta jams. Ella jur solemnemente que ni la casa ni el terreno seran vendidos o alterados en modo alguno. Y yo he roto la promesa! Acept vender la casa, y la tumba de la esposa china de to Mathias ha sido profanada. Por eso est enfadado conmigo!

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    ~~3366~~

    CCaappttuulloo 66.. SSoorrpprreennddeenntteess ssuucceessooss

    Los tres jvenes pudieron al fin sentarse a la mesa. Cenaron a grandes bocados entre charla excitada.

    La seorita Green yaca en su cama despus de una bebida confortante que le diera la china. Li era algo as como la combinacin de cocinera y ama de llaves. Los criados volvieron a sus respectivos trabajos despus de recibir severas rdenes en cuanto a guardar silencio sobre lo sucedido, rdenes que sin duda seran desobedecidas.

    El seor Carlson, visiblemente afectado, se uni a los muchachos.

    Vio usted el fantasma, seor? pregunt Pete.

    Harold sacudi la cabeza.

    Acompa a ta Lydia hasta la puerta de la habitacin. Estaba oscuro y entr sola. Me giraba cuando chill. La puerta segua abierta y vi cmo se encenda la luz. Sin duda tena puesto el dedo en el interruptor cuando vio el... bueno lo que fuese que viera. A la brillante claridad, yo no percib nada.

    "Slo vi cmo se pona la mano en la boca, aterrorizada. Llegu con el tiempo justo de recogerla en mis brazos cuando se caa desmayada. La deposit en su lecho y empec a frotarle las muecas para volverla en s. Entonces llegasteis vosotros.

    Se pas la mano por la frente, y luego de un corto silencio preado de ansiedad prosigui:

    Los sirvientes hablarn. Quin puede cerrarles la boca? Maana la historia de que el fantasma ha sido visto se conocer en todo Verdant Valley.

    Le preocupa que los peridicos publiquen la historia? pregunt Bob.

    Los peridicos han hecho ya tanto dao como han podido replic Harold. Me preocupa la reaccin de nuestros obreros. Os dijo ta Lydia que vio el fantasma en su habitacin anoche?

    Bob y Pete asintieron.

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    ~~3377~~

    Pues bien, ahora resulta que dos muchachas de la servidumbre lo vieron tambin, pese a que charlaban sentadas en el patio. Dicen que se asustaron terriblemente. He traa-do de persuadirlas que es una figuracin de ellas. Sin embargo, no deba de conseguirlo. Esta maana se rumoreaba en el valle que un fantasma se haba trasladado aqu desde Rocky Beach. Nuestros obreros murmuraban asustados.

    Cree usted que un fantasma es capaz de asustar a los trabajadores, to Harold? pregunt Chang.

    S, Chang! Dijo el hombre. Ese fantasma nos arruinar. Nos arruinar!

    Luego, pesaroso de su arrebato, aadi con la voz calmada:

    Pero eso no interesa a nuestros huspedes. Quiz, muchachos, querris ver las perlas que recuper ayer cuando estabais presentes.

    Bob y Pete asintieron. Slo las vieron de refiln en la tumba de la Mansin Green.

    El seor Carlson los condujo a travs del vestbulo a una pequea oficina, donde haba una mesa escritorio de persiana enrollable, archivadores, telfono y una gran caja de caudales, algo anticuada, en un rincn.

    Harold se agach y marc el nmero de la esfera de la caja. Segundos despus se volva a ellos, con una pequea caja de cartn en sus manos, que dej sobre la mesa. Abri la caja de cartn y puso el collar encima del secante verde que haba en el escritorio.

    Tienen un color muy raro coment Pete.

    Se inclinaron para verlo mejor. Era de grandes perlas, todas de forma irregular y con un extrao y apagado color gris. No se parecan en nada a las perlas redondas, de blanco rosado que formaban el pequeo collar de la madre de Bob.

    Por el color resultaban valiossimas explic Harold. Estas perlas proceden de una pequea baha del ocano ndico. Es una clase extinguida. En Oriente, los nobles ricos les conceden gran valor, pese a su forma imperfecta y color nada atractivo. Este collar vale ms de cien mil dlares.

    En tal caso, to Harold coment Chang, ta Lydia podr pagar las deudas y salvar el viedo. Estas perlas son suyas!

    Hay una complicacin Harold sacudi la cabeza.

    Mathias Green regal el collar a su esposa china. Eso hace que, segn las leyes, sea dueo de ellas por derecho de herencia, el pariente ms cercano de la princesa.

    Sus padres la repudiaron! Adujo Chang. Nunca ms la consideraron su hija. Adems su familia desapareci durante la revolucin china.

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    ~~3388~~

    Lo s Harold se enjug la frente. Empero he recibido una carta de un abogado chino de San Francisco, que dice tener un cliente, heredero legal de la esposa de to Mathias. Me advierte que su cliente las reclama. El asunto tendr que llevarse a los tribunales, y pasarn aos antes de saberse a quin pertenecen las perlas.

    La frente de Chang mostr surcos de preocupacin. Iba a decir algo, cuando en el vestbulo se oyeron pasos precipitados. Un fuerte golpe son en la puerta.

    Adelante invit Harold, al tiempo que todos se volvan.

    Un hombre de mediana edad y ojos penetrantes, apareci sudoroso. Habl entrecortadamente sin prestar atencin a los chicos.

    Seor Carlson, el fantasma ha sido visto junto a la prensa nmero uno! Tres recolectores mejicanos lo vieron, y les invadi el pnico. Ser mejor que venga.

    Oh, desgracia! Gimi Harold. En seguida voy con usted, Jensen.

    Guard el collar en la caja de caudales y cerr de golpe. Luego, con los tres chicos pegados a los talones, los dos hombres salieron de la casa y corrieron al jeep que aguardaba. Bob sentse en las rodillas de Pete, y el pequeo vehculo parti raudo a travs de la oscuridad. Bob y Pete se hallaban demasiado ocupados en mantenerse en equilibrio dentro del automvil, que saltaba en el irregular camino, para ver mucho, aun cuando no fuera de noche. La carrera dur slo cinco minutos. El jeep se detuvo frente a una rampa fuera de un edificio de ladrillos. Pareca nuevo. Olor a uvas recin prensadas impregnaba el aire.

    Jensen es el capataz de la plantacin susurr Chang a los odos de los chicos cuando se apearon. Es l quien dirige los trabajos de prensado de la uva.

    Jensen apag los faros. Un joven mal vestido, surgi de la oscuridad que rodeaba el edificio.

    Henry! Grit Jensen. Viste algo desde que me fui?

    El joven sacudi la cabeza.

    No, seor Jensen; nada, seor.

    Dnde estn tus compaeros?

    Quin lo sabe? Huyeron cuando se fue usted se ri entre dientes Jams los vi correr tanto. Seguro que estn en Verdant seal un pequeo grupo de luces al otro extremo del valle. Habrn ido a contar en el bar que vieron el fantasma.

    Eso es precisamente lo que yo no quera rezong malhumorado Jensen. Por qu no lo impediste?

    Intent hacerlo se excus el joven. No quisieron escucharme. El miedo les haba transtornado las mentes.

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    ~~3399~~

    Bien, ya tenemos la manteca sobre el fuego habl decepcionado Harold Carlson. Y qu hacan estos hombres aqu despus de anochecido?

    Di orden de que se reunieran conmigo aqu, seor. Son ellos quienes ms propagan historias del fantasma y quise decirles que mantuvieran cerradas las bocas o los despedira. Pero me retras un poco y mientras aguardaban, creyeron ver algo. Todo es pura imaginacin! Se ha dicho tanto del fantasma que hasta ellos se figuran verlo.

    Imaginacin o no, el mal ya est hecho respondi Harold; quiz convendra que vaya usted al pueblo y los calme. Claro que ser una prdida intil de tiempo!

    S, seor. Les llevo antes a la casa?

    S... -Harold Carlson se golpe con la mano la frente. Cielos! chill. Chang! Dej cerrada la caja despus de guardar las perlas?

    No lo s.

    Yo s habl Pete, esforzndose por recordar lo ocurrido en la oficina. Puso las perlas en el interior, cerr de golpe y gir el pomo...

    S, s interrumpi Harold. Pero, gir la esfera?

    Pete no estaba seguro.

    Creo que no, seor dijo al fin. Temo que no lo hizo.

    Ni yo mismo lo recuerdo! Gimi Harold. Dej la caja de caudales sin cerrar con llave, y dentro el collar de perlas! Se volvi a Jensen. Rpido, llveme a casa! Luego regrese y recoja a los muchachos.

    Conforme. Chang, toma mi linterna. Los dos hombres saltaron al jeep y salieron de estampida.

    Repmpanos! Bob rompi el silencio. Primero en la casa. Ahora aqu. Pero, por qu preocupa a todos que la gente hable, Chang?

    Los tres muchachos se haban agrupado en la silenciosa oscuridad, slo rota por el sonido de los insectos.

    Se debe a que la vendimia ha comenzado explic

    Chang. La uva est madura y tiene que ser prensada para extraerle el zumo. Cada da madura ms, y si no se recoge pronto no servir para hacer buen vino; se pudre.

    "La vendimia requiere muchos hombres, que luego de la temporada de recoleccin aqu, se van a otra parte. Algunos son mejicanos, otros del pas, tambin hay de origen chino. Todos son humildes, muy trabajadores, pero tambin supersticiosos.

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    ~~4400~~

    "Esta gente se ha mostrado intranquila desde que comenzaron las historias en Rocky Beach. Y si el fantasma est aqu en Verdant Valley, muchos se marcharn. Hallar nuevos trabajadores no es fcil. Por eso se teme que la uva, al no ser recogida ahora, se pudra en las vias. La prdida de la cosecha sera un irreparable quebranto econmico.

    "La Vincola 3-V perder mucho dinero. Eso preocupa a mi ta. Toda explotacin requiere mucho dinero, y se contraen fuertes deudas.

    Caracoles! exclam Pete, condolido. Y todo por qu empezaron a derribar la casa de tu bisabuelo y a ese fantasma le dio por salir a pasear.

    Chang afirm severo y convencido:

    No puedo creer que sea el honorable espritu de mi bisabuelo. l no perjudicara a los de su propia familia. En tal caso debe tratarse de otro espritu que se recrea en el mal.

    Lo dijo con tal conviccin, que Bob dese creerlo. Pero haba estado en la Mansin Green y visto la figura verde como entre niebla, llevando sus vaporosas ropas de mandarn. Temi que Chang estuviese equivocado.

    Los tres muchachos guardaron silencio durante un rato. Bob habl primero:

    Si el fantasma fue visto aqu, podramos investigar los alrededores y comprobar si se aparece a nosotros.

    Bueno la voz de Pete son ms desganada. Creo que tiene sentido, pero me gustara que Jpiter estuviera con nosotros.

    El fantasma no ha hecho dao a nadie dijo Chang. Slo se ha manifestado. No hay por qu temerlo. Y si es el honorable espritu de mi antepasado, an menos querr hacernos dao. De acuerdo, Bob. Demos un vistazo alrededor de la casa, por si el fantasma sigue aqu.

    Los muchachos caminaron lentamente en crculo alrededor del edificio. Chang conoca bien el camino, y encender la linterna hubiera sido un fracaso.

    Esforzaban sus ojos, pese a que slo vean la mole del edificio envuelto en la oscuridad de la noche. Chang explic que se trataba de una bodega de nueva construccin.

    Aqu es donde la uva se pone en tanques enormes. Las prensas extraen el zumo que vierten por un canal en el tanque de recogida. Desde ste, pasa bombeado a los grandes depsitos del stano, para su envejecimiento. El stano es un conjunto de galeras excavadas en la roca, donde la temperatura y humedad permanecen constantes todo el ao.

    Bob apenas escuchaba. Su atencin estaba concentrada en captar el destello de algo que pudiera parecer una figura iluminada. Rodearon el edificio sin ver nada.

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    ~~4411~~

    Quiz que entremos sugiri Chang. Os ensear la maquinaria y los tanques. Todo es muy nuevo. Se construy el ao pasado. La compra de la maquinaria oblig a solicitar un importante prstamo. A mi honorable ta le preocupa no poder pagar los plazos.

    En aquel momento los faros del jeep iluminaron la escena y un minuto despus fren junto a ellos.

    Saltad, chicos! Grit Jensen. Os llevar a la casa. Primero hemos de ir al pueblo. Tengo que encontrar a los trabajadores que vieron el fantasma, y pedirles que cierren sus bocas. Y si puedo, contrarrestar el dao hecho.

    Gracias, seor Jensen, podemos caminar. Es poca la distancia. Tenga su linterna. La luna est crecida y nos veremos bien.

    De acuerdo asinti Jensen. Espero que esos idiotas no hayan asustado a sus dems compaeros. De otro modo, maana no se presentar ni una docena de ellos.

    El jeep se alej por el valle hacia el pequeo grupo de luces. Pete se volvi a Bob.

    No te importa caminar, verdad, Bob? pregunt.

    Mi pierna se encuentra bien, gracias Bob explic a Chang: Hace algn tiempo rod por la ladera de una montaa y me romp la pierna por un montn de sitios. Tuve que llevar una abrazadera hasta la semana pasada. El doctor lvarez me la quit y dijo que el ejercicio ayudara a su total recuperacin.

    Caminemos sin prisas invit Chang.

    Los tres se dirigieron hacia el polvoriento camino bajo la luz de la luna. La uva en sazn expanda su caracterstico perfume. Chang rompi el silencio.

    Estaba pensando en cmo este asunto del fantasma puede ser un desastre para Verdant Valley. Si nuestros peones se van la cosecha se pudrir y perderemos muchsimo dinero. Ta Lydia no podr pagar los vencimientos y le quitarn Verdant Valley.

    "Eso me preocupa. S cuanto representa para ella, tanto las vias como las bodegas de Vincola 3-V. Ta Lydia y su madre se han pasado la vida construyendo este negocio. Perderlo ahora sera un revs mortal. Pero hay una esperanza. Si demostramos que el collar de perlas es nuestro y no de otra persona, el producto de su venta permitira pagar las deudas.

    Lo conseguiris anim Pete. Chang, dime una cosa. Piensas en que es el fantasma de tu bisabuelo el que vimos?

    Lo ignoro respondi el otro muchacho. Empero, me cuesta admitir que el fantasma de mi bisabuelo quiera perjudicar a los suyos, aun cuando en vida fuera un hombre violento. En China me ensearon a creer en los espritus, ya sean buenos o malos. Para m, ste que se aparece es malo. Pero no es el de mi bisabuelo!

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    ~~4422~~

    Llegaron a la casa, donde an lucan algunas lmparas. Todo pareca muy tranquilo. Ascendieron las escaleras y entraron. Chang sorprendise de encontrar la salita vaca.

    Los sirvientes se han acostado ya dijo. Sin embargo, esperaba encontrar aqu a mi to Harold. Quera formularos unas preguntas. Quizs est en su despacho.

    Bajaron al recibidor y se encaminaron a la oficina. La puerta estaba cerrada. Chang llam. La nica respuesta que obtuvieron fue un amortiguado gemido y un ruido.

    Alarmado, Chang abri de golpe la puerta. Los tres muchachos miraron a Harold Carlson tendido en el suelo con los tobillos y muecas fuertemente atados a la espalda. Una bolsa de papel le cubra la cabeza.

    To Harold! grit Chang.

    Penetraron como una tromba. Chang tir de la bolsa, y las pupilas de Harold aparecieron desorbitadas. Quiso decir algo a travs de la mordaza.

    No hable hasta que lo desatemos! orden Chang.

    Se sac la navaja del bolsillo y cort la mordaza, hecha con un pauelo. Luego, mientras Harold recuperaba el aliento, liber sus piernas y muecas.

    Qu sucedi? pregunt Pete.

    Cuando regres a casa y penetr en la oficina, alguien estaba oculto detrs de la puerta. Quienquiera que fuese me agarr por atrs, y un segundo hombre me amordaz. Luego me lanzaron al suelo y me ataron los tobillos y muecas, y me pusieron la bolsa de papel en la cabeza. O cmo abran la caja de caudales... la caja!

    Con repentina angustia se precipit a la gran caja de seguridad, que hall entreabierta. Tir de la puerta, y sus temblorosas manos buscaron... para salir vacas!

    Mir a los chicos. Tena grisceo el semblante.

    El collar de perlas! exclam anonadado. Lo han robado!

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    ~~4433~~

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    ~~4444~~

    CCaappttuulloo 77.. JJppiitteerr ssaaccaa ddeedduucccciioonneess

    En Rocky Beach, sentado en la salita de la casa, donde viva con sus tos, Jpiter Jones se presionaba el labio inferior pensando intensamente. Llevaba as ms de una hora, cuando, repentinamente, se irgui para gritar con toda la potencia de su garganta. Sonrosado el rostro por el esfuerzo, sentse de nuevo.

    Minutos despus oy pasos fuera. La puerta se abri de golpe y Konrad, el corpulento ayudante bvaro de su to, asom la cabeza. Hans, su hermano, estaba en San Diego, con los Jones. Los ojos de Konrad amenazaban salirse de sus rbitas al mirar a Jpiter.

    Quin grit de esa manera, Jupe? pregunt excitado.

    Yo, me escuch?

    Naturalmente que te o! contest Konrad enfadado. Tengo mi ventana abierta, te o perfectamente. Son como si te hubieran sentado sobre ascuas, o roto el dedo gordo de un pie.

    Decepcionado, Jpiter mir su propia ventana abierta de par en par, tambin.

    Por qu chillaste, Jupe? No veo que ocurra nada.

    No ocurre nada, excepto que me olvid que mi ventana estaba abierta.

    Pero, por qu gritaste? insisti Konrad.

    Haca prcticas explic Jpiter.

    Seguro que ests bien, Jupe? No te encuentras indispuesto?

    Estoy bien, Konrad. Puedes regresar a tu cama, no chillar ms... esta noche.

    Eso es bueno admiti Konrad. Me asustaste!

    Cerr la puerta y regres a la casita que comparta con su hermano Hans, a unos cincuenta metros detrs de la casa de los Jones.

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    ~~4455~~

    Jpiter sigui sentado, zumbndole el cerebro. Una idea pugnaba por nacer entre su masa enceflica. Era una idea sobre el fantasma verde. Pero no acab de surgir, y, cansado, suspir y lo dej correr.

    Sus prpados le recordaron la necesidad de dormir. Mientras suba las escaleras, se pregunt qu haran entonces Bob y Pete en Verdant Valley.

    El telfono son en respuesta a sus pensamientos. Era Bob quien llamaba.

    Jpiter pregunt ansioso:

    Qu ha sucedido, Bob? Viste el fantasma verde otra vez?

    No, pero la seorita Green, s respondi excitado Bob. Y no adivinaras qu sucedi. El...

    Ests excitado! Grit Jpiter. Por favor, dime lo ocurrido en lentas secuencias. No te saltes los detalles.

    No fue fcil para Bob hacerlo, en su afn de relatar que el collar de perlas haba sido robado. No obstante, Jpiter lo haba enseado a contar los hechos siguiendo un orden, sin omitir detalles, que luego podran resultar importantsimos. As que narr su encuentro con Chang Green, y cuanto sucediera despus. Pero slo sintise aliviado cuando toc el turno al robo de las perlas.

    Hum! exclam Jpiter, tan pronto Bob se detuvo a respirar. Eso es una complicacin inesperada. Bien, han emprendido alguna investigacin oficial?

    El seor Carlson mand llamar al sheriff Bixby. Es muy viejo y no parece muy seguro de s mismo. Esto no es ninguna ciudad, as que no hay polica. Slo el sheriff y su ayudante.

    "No obstante, el sheriff tiene una teora. Piensa que la publicidad de los peridicos sobre las perlas atrajo a los delincuentes de la ciudad para robaras. stos vieron salir precipitadamente al seor Carlson, se deslizaron dentro por una ventana del porche lateral, y las robaron. Quizs una vez dentro quisieron llevarse cuanto de valor hubiera, pero entonces regres el seor Carlson, al que amordazaron y le pusieron una bolsa de papel en la cabeza para que no viera nada.

    "El seor Carlson dice que uno era ms bien bajo, pero muy fuerte. El sheriff los supone ya a medio camino de la ciudad. Telefonear a la polica de San Francisco, si bien no confa en eso.

    Jpiter se presion el labio. La teora del sheriff ciertamente sonaba razonable. Con tanta publicidad alrededor de las perlas, lo sorprendente hubiera sido que los ladrones no intentasen robarlas. Fue un acto de mala suerte que el seor Carlson, en su excitacin, se dejase la caja de caudales abierta. Eso hizo las cosas ms fciles a los ladrones.

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    ~~4466~~

    Jpiter no pudo evitar preguntarse si en realidad no habra alguna clase de relacin entre el fantasma verde y el robo de las joyas.

    Mantened los ojos abiertos Pete y t, Bob! aconsej. Ciertamente, me gustara estar ah dijo pesaroso, pero tengo que permanecer aqu porque mis tos estarn ausentes un da ms. Telefoname si sucede algo ms que sea importante.

    Colg. Durante breves segundos estuvo tentado de no acostarse y pensar en lo que Bob le haba contado, pero el cansancio pudo ms. Subi al dormitorio y se acost, arropado en muchos sueos. En uno de ellos oa persistentemente una voz conocida, si bien no lograba identificar a su dueo.

    Por la maana no pudo recordar en qu haba soado.

    Jpiter confi en que aquel da sera tranquilo en el Patio Salvaje, a fin de poder divagar sobre cuanto Bob le contara la noche anterior.

    No obstante, como suele suceder, fue un da muy atareado. Jpiter tuvo que trabajar de firme junto a Konrad, y no dispuso ni de un minuto de soledad. Por fortuna, hacia las cinco lleg la calma. Entonces tom una rpida decisin. Se le haba ocurrido una idea... una idea importante.

    Konrad, le dejo solo. Cierre a las seis. He de realizar unas investigaciones.

    Entendido, Jupe contest el bvaro, de buen talante.

    Jpiter salt a su bicicleta y atraves veloz la ciudad en busca de un rea boscosa cerca de un pequeo arroyuelo donde se hallaba la Mansin Green. Mientras pedaleaba por el sendero, vio un coche de polica aparcado delante de ella. Un agente uniformado se asom por la ventanilla del coche al ver a Jpiter.

    Pasa de largo, mozalbete! Llevo todo el da alejando a curiosos y cazadores de recuerdos.

    Jpiter descendi de la bicicleta.

    Ha venido mucha gente? pregunt.

    Desde que se apareci el fantasma, hemos tenido que proteger este lugar de toda clase de personas. Y, ahora, vete. Estoy cansado de avisar a los curiosos.

    No vengo a curiosear dijo Jpiter. No me vio ayer con el jefe Reynolds cuando fue descubierta la habitacin secreta?

    El agente lo mir con ms detenimiento.

    Ah, s! Ahora te recuerdo.

    Jpiter se sac una tarjeta de los Tres Investigadores, que deca:

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    ~~4477~~

    LOS TRES INVESTIGADORES

    "Investigamos todo"

    ???

    Primer investigador Jpiter Jones

    Segundo investigador Pete Crenshaw

    Tercer investigador Bob Andrew

    El polica inici una sonrisa, pero se contuvo. Con todo, Jpiter haba venido acompaando al jefe el da anterior.

    Investigis cosas, eh? Hacis ahora algn trabajo para el jefe?

    Investigo una pista que ser interesante si mi sospecha se confirma contest Jpiter.

    Cont al agente lo que se propona.

    Buena idea, adelante! anim el hombre.

    Jpiter se fue por el sendero hacia la casa, estudindola. Era slida, pues el ala semidemolida mostraba gruesas paredes.

    Ya en su interior no malgast su tiempo en hallar otras habitaciones secretas o cosas parecidas, ya que el jefe de polica haba realizado una concienzuda bsqueda. Jpiter ascendi las escaleras hasta el piso superior. Se detuvo en el ltimo peldao, mir abajo... y chill.

    Aguard un minuto, antes de bajar al vestbulo, donde volvi a gritar. Luego sali de la casa y se dirigi a donde se encontraba el polica.

    Bien dijo. Me oy?

    O un par de gritos. Uno muy amortiguado y otro algo ms fuerte.

    La puerta estaba cerrada la noche en que se apareci el fantasma explic Jpiter, mientras observaba los alrededores. Sus pupilas se fijaron en un gran macizo de arbustos en una esquina de la casa. Escuche otra vez invit.

    Decidido, camin hacia el macizo, y se ocult tras l. De repente, emiti un fuerte grito. Al regresar al coche patrulla, el agente asinti.

    Lo o muy bien. Pero dime, qu intentas demostrar?

    Intent averiguar desde dnde chill el fantasma. Segn mis deducciones tuvo que ser desde fuera de la casa. De haberlo hecho en el interior, es indudable que tiene unos pulmones excepcionales.

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    ~~4488~~

    No s si los fantasmas tienen o no pulmones se ri el polica. Jpiter no lo core.

    Ah est el busilis de la cosa respondi muy serio el primer investigador, encaminndose hacia su bicicleta, mientras el polica se rascaba la cabeza.

    Muchacho pregunt. Qu significan esos interrogantes en la tarjeta?

    Jpiter reprimi una risita. Sus interrogantes siempre atraan la atencin.

    El interrogante explic doctoralmente, es nuestro smbolo, nuestra marca de fbrica. Supone misterios no resueltos, enigmas sin respuesta, acertijos sin contestacin.

    Cuando se alejaba sobre la bicicleta, el agente segua rascndose la cabeza. No obstante, Jpiter se detuvo cerca de unos bloques de viviendas, construidos fuera de los terrenos de la vieja Mansin Green. Aquello era un suburbio pulcro y modernamente construido.

    Llevaba consigo un recorte de peridico, donde se lean los nombres y direcciones de los cuatro hombres que haban informado a la polica haber visto el fantasma y odo su grito, la noche en que Pete y Bob estuvieran en la mansin.

    Se decidi por la direccin ms alejada. Lleg a ella en el preciso momento en que un coche giraba en la calle y se apeaba un hombre, que result ser Charles Davis, uno de los cuatro que fueran a la Mansin Green. ste no tuvo inconveniente en responder a las preguntas de Jpiter.

    Explic que l y otro vecino se hallaban sentados en un patio, fumando a la vez que conversaban de pelota base, cuando pasaron dos desconocidos que los llamaron. Nunca los haban visto, pero los supuso habitantes de aquel suburbio. Ellos propusieron ver el aspecto de la vieja mansin durante el anochecer antes de ser demolida. El de voz ms profunda, result muy persuasivo, y los convenci. El mismo Davis cogi dos linternas de su garaje y dio una a su amigo.

    Cuando se dirigan a la Mansin Green, vieron a otros dos vecinos y el hombre de voz profunda los convenci tambin, para que se unieran al grupo. Dijo que sera un estupenda juerga visitar una supuesta casa encantada, y, rindose, sugiri que tal vez vieran a un fantasma.

    Dijo exactamente un fantasma? inquiri Jpiter.

    Algo parecido confirm el seor Davis. Y as fue. Toda la cosa result muy rara.

    Est seguro de no conocer a los dos primeros hombres? insisti Jpiter.

    Bueno, quizs haya visto antes a uno de ellos. Per