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EL SENDERO DE LA KABBALAH Z’EV BEN SHIMON HALEVI Escuelas de Misterios Ediciones Barcelona

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En la traducción española de este libro, se han adaptado los términos hebreos en la forma que se ilustra en la tabla que aparece más abajo. Se ha adoptado una transliteración simplificada, con la intención de facilitar al lector una pronunciación aproximada de las palabras. No se ofrece, por tanto, ni una transcripción ni una transliteración de los términos de modo filológico, sino un acercamiento a la fonética hebrea.

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EL SENDERO

DE LA KABBALAH

Z’EV BEN SHIMON HALEVI

El Sendero de la Kabbalah - 3

Escuelas de Misterios EdicionesBarcelona

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4 - Z’ev Ben Shimon Halevi

© 2003 por Escuelas de Misterios Ediciones, SLGran Vía, 617, Bajos 3º. 08007 Barcelona (España)Tel: +34 3 302 74 76 - Fax: +34 3 302 38 55E-mail: [email protected]: www.escuelasdemisterios.com

Título original: The Way of KabbalahCopyright © 1991 Warren KentonFirst published by Samuel Weiser, LLC. in the United States as TheWay of the Kabbalah.

Copyright de la edición española:© 2003 por Escuelas de Misterios Ediciones, S.L.

Primera edición: junio 2003

Asesor editorial: Enrique San JuanDiseño gráfico y maquetación: Community Internet, SLTraducción: Jordi Font Estrela y José Luis CaritgCorrección de estilo y tipográfica: Nuria Viver Barri

Adquiéralo en internet a través de: www.iniciatica.com

ISBN: 84-932627-2-2Depósito legal: B-46.112-03

Impreso en España

Todos los derechos reservados. No está permitida la reproduccióntotal ni parcial de este libro, ni la recopilación en un sistema infor-mático, ni la transmisión por medios electrónicos, mecánicos, foto-copias, registros u otros métodos, salvo breves extractos a efectos dereseña, sin la autorización previa y por escrito del editor.

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COLECCIÓN

KABBALAH CLÁSICA

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AYoshua ben Shimon Hakham Halevimi abuelo y primer eslabón

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PrólogoCuando estaba inmerso en el trabajo iniciático y de edi-

ción relacionado con temas espirituales, allá por el año 1994,recibí un fax de un instructor espiritual, bajo cuyas sugeren-cias me encontraba, ex dirigente de una de las más prestigio-sas órdenes esotéricas, heredera de la mítica Golden Dawn.El fax estaba compuesto por las fotocopias de unas páginasde un libro que hablaba con mucho acierto y sabiduría sobrelos falsos grupos esotéricos y pertenecía a un autor que des-conocía hasta ese momento: Z´ev Ben Shimon Halevi. Elrespetado remitente me recomendaba su lectura y apostilla-ba lo siguiente. “José Luis, tú tienes que conocer a ShimonHalevi”. Mi respuesta fue inmediata: “Estoy de acuerdo J.,preséntamelo”. Cual no sería mi sorpresa al recibir lasiguiente contestación: “No conozco a Shimon Halevi, no séquién es ni dónde vive, pero debes conocerlo”. En mi per-plejidad, no entendía cómo me recomendaba conocer aalguien que ni siquiera sabía dónde moraba, sin embargo,pensé que si lo decía, sus razones tendría y confié.

Pasados unos días, mi sorpresa fue en aumento cuandorecibí una llamada de una terapeuta del Ampurdán expli-cándome que, en su consulta, entre las revistas de entreteni-miento para sus pacientes, siempre tenía un ejemplar denuestra publicación Escuelas de Misterios y que un pacientesuyo, inglés, que venía a su pueblo sólo en verano, la habíavisto y tenía mucho interés en ponerse en contacto con noso-tros. A esto siguió una conversación telefónica con esteseñor que se identificó como Issy Benjamín, judío y estu-

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diante de Shimon Halevi. Evidentemente, en seguida concer-tamos una cita y a los pocos días, junto a Adriana, mi esposay colaboradora, nos encontramos en un pequeño pueblocerca de La Bisbal con un típico judío en sus más tiernosarquetipos. A partir de esa larga reunión, nació una relacióncon el aspecto más tradicional y clásico de la Kabbalah, queno ha dejado de fructificar hasta el día presente. Issy explicóque seguía las enseñanzas de Shimon Halevi desde hacíamuchos años y que sería bueno que lo conociéramos. Anteestas sincronicidades me encontré rápidamente viajando aLondres que es donde reside Halevi, conociéndole y a conti-nuación, efectuando un largo curso de estudios cabalísticosen un peregrinaje místico por tierras de Israel que él dirigía.

Éste fue el inicio de una intensa relación que ha fructifi-cado en un complejo núcleo de actividades cabalísticas enEspaña. Un último ejemplo de ello es el libro que en esteprólogo editorial estoy presentando.

Z´ev ben Simon Halevi es una autoridad en Cábala, reco-nocido mundialmente. Es uno de los pocos, un verdaderomaguid de la Kabbalah más tradicional. Conoce esta cienciacomo pocos pueden, hoy día, demostrarlo. Ha escrito unaveintena de obras, inéditas, traducidas a una docena de idio-mas y dirige grupos de estudio en todo el mundo. Instruyea un conjunto de profesores de Cábala agrupados en la ins-titución no lucrativa de Kabbalah Society.

Shimon Halevi tiene el gran mérito adicional de presen-tar esta sabiduría en un lenguaje moderno que todo elmundo puede entender, y su labor de divulgación está diri-gida a todo aspirante sin discriminación de ningún tipo, porrazón de sexo, religión o raza.

Este libro es una verdadera joya de la ciencia cabalística.Expone principios reales sobre el desarrollo de la espiritua-lidad desde el punto de vista teórico y práctico y es, sobretodo, una obra inédita. Sus contenidos son originales y sedistancian mucho de los muy abundantes libros sobre

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Cábala que son copias y copias de copias, cuando no fanta-sías sin ningún valor. Los principios expuestos en esta obrason reconocibles por cualquier estudiante espiritual, son losprincipios que operan en el individuo, en los grupos, en lasescuelas, en las órdenes esotéricas. Se trata de las relacionesentre el estudiante espiritual -que quieren más allá del sim-ple estudio de esta ciencia- y su Yo Superior, entrenado porla figura de un maguid o instructor espiritual. Todo rosacruz,masón, martinista, estudiante de B.O.T.A., de la GoldenDawn, yogui, sufí, etc. o simplemente buscador, encontraráen esta obra una clara exposición del camino a recorrer, delos peligros, vicisitudes, puntos de vista correctos y muchí-simo más. Se dará cuenta de que la ciencia espiritual es Unay encontrará los principios, reglas y métodos que subyacenen las enseñanzas y procedimientos de su propia escuela,grupo u orden, enriqueciéndolos. Podrá empezar, o biencontinuar, el recorrido, con seguridad y mayor sabiduría,del Camino de la Cábala.

José Luis CaritgDirector Editorial

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Nota EditorialEn la traducción española de este libro, se han adaptado

los términos hebreos en la forma que se ilustra en la tablaque aparece más abajo. Se ha adoptado una transliteraciónsimplificada, con la intención de facilitar al lector una pro-nunciación aproximada de las palabras. No se ofrece, portanto, ni una transcripción ni una transliteración de los tér-minos de modo filológico, sino un acercamiento a la fonéti-ca hebrea. Teniendo en cuenta este principio, se han adopta-do los siguientes criterios:

• No se señala la duplicación que el hebreo hace de algu-nas consonantes cuando se encuentran en determinadasposiciones.

• Se acentúan las palabras siguiendo la normativa espa-ñola, para facilitar su aprendizaje y pronunciación.

• Se mantiene el género hebreo de los nombres. Así, seescribe la Malkhut, y no el Malkhut (el Reino), ya que enla lengua original este sustantivo es de género femenino.

Se escriben en letra cursiva todos los adjetivos derivadosde términos hebreos. Del mismo modo que con los sus-tantivos, se acentúan según nuestra normativa.

• Se suprime la transliteración de álef (a) y ayin (u), yaque no afectan a la pronunciación aproximada.

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a - álef

b b/v bet

g g/gu guímel

d d dálet

h h he

w w waw

z z zayin

j j jet

f t tet

y y yud

k k/kh kaf

l l lámed

m m mem

n n nun

s s sámej

u - ayin

p p pe

x ts tsady

q q quf

r r resh

c s sin

c sh shin

t t taw

TABLA DE ADAPTACIÓN

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PrefacioTodo el mundo busca algo. Algunos persiguen la seguri-

dad, otros el placer o el poder. También están los que vandetrás de sueños o los que no saben lo que quieren. Sinembargo, existen los que saben qué buscan, pero no puedenencontrarlo en el mundo natural. Quienes lo han hechoantes han dejado muchas claves para estos buscadores. Lasseñales se encuentran en todas partes, a pesar de que sólolos ojos que quieren ver o los oídos que quieren oír las per-ciben. Cuando la importancia de estos signos actúa en pro-fundidad, la Providencia abre una puerta de lo natural a losobrenatural para mostrar una escalera que va de lo transi-torio a lo eterno. Quien se atreva subir entra en el Senderode la Cábala.

Primavera de 5734

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IntroducciónToda tradición mística aspira a la unión con el Uno

Primordial. A este estado de comprensión absoluta, se llegamediante el equilibrio y la elevación de la consciencia a tra-vés de todos los niveles de existencia, hasta la propia fuen-te. Esta condición es extraña, a pesar de tratarse de un dere-cho innato de toda persona, porque pocas aprecian las leyesque gobiernan el universo y el desarrollo humano.

El objetivo de una tradición espiritual es presentar estasleyes y mostrar cómo aplicarlas. Aunque es cierto que loscaminos pueden ser distintos según la época y las costum-bres, la ley que se opone complementa a otra, por ejemplo,se reconoce con facilidad en la relación entre práctica y teo-ría. En la tradición mística de Israel, estos aspectos activo ypasivo de la Torá o Enseñanza se conocen como Cábalapráctica y especulativa. En calidad de estudios, proporcio-nan el entrenamiento necesario para la experiencia directa.Cábala significa «recepción», hecho que sólo es posiblecuando las dos disciplinas están unidas en una misma per-sona. Este acontecimiento espiritual expresa, en términoshumanos, la ley de la tríada que hace aflorar el universo a laexistencia y lo devuelve de nuevo a su origen.

Del Uno a la aparición de los contrarios y su relación hayun paso de la infinitud al mundo finito. Aquí se encuentra elprincipio y fin de la relatividad, con energía, forma y cons-ciencia en un complejo divergente y convergente que vaentre el Todo y la Nada. Las leyes objetivas que gobiernan elUniverso están descritas en el diagrama principal de la

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Cábala, conocido como Árbol de la Vida. Este modelo aná-logo del absoluto, el mundo y el ser humano es la clave dela Cábala especulativa y práctica. Por medio de la experi-mentación del Árbol, el cabalista accede a su realidad, per-mitiéndole establecer de forma segura los cimientos en losniveles superiores de la existencia. Si está bien establecidoahí, puede que se le otorguen percepciones y conocimientode materias que no pueden obtenerse en este mundo, o serel medio por el que el influjo de la Gracia desciende desdelo alto. Si fuera así, cumple con su propósito como Adánencarnado, en clara armonía con la voluntad de su Hacedora través de todas las Tierras, Edenes y Cielos. En ese estado,incluso puede subir en la Carroza de su Alma al Trono delEspíritu en el que se sienta el Adán eterno, el HombreDivino, la última realidad separada anterior a la completaunión con el Uno Primordial.

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Figura 1. El Árbol sefirótico de la Vida.

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La tradiciónEn toda religión, hay siempre dos aspectos, el manifiesto

y el oculto. El primero se observa en edificios, sacerdotes,rituales y escritos. Éstos desempeñan la misión de influir enel mundo en general, aportando el sentido de un poder másalto, un código de moral y buenas costumbres en lo que,para la mayoría de la gente, es una existencia mortal. Porsupuesto, hay ocasiones en que el sacerdote se ve influidopor los hábitos mundanos y su autoridad se corrompe, con-virtiéndolo en el opresor tanto del alma como del cuerpo.Sin embargo, estos fenómenos están sujetos a las leyes de lajusticia cósmica, y el mal se autodestruye. Todas las religio-nes han tenido periodos de este tipo, que indican la fase últi-ma de decadencia, antes de que un nuevo impulso dé fuer-za de nuevo a la tradición.

El nuevo impulso siempre tiene su origen en el aspectooculto de la religión. Con frecuencia centrada en una perso-na o un grupo, la luz que una vez había iluminado laEnseñanza vuelve para reencontrarse con las necesidades deuna generación que ya no puede aceptar por más tiempo laconcepción que sus progenitores tienen de la tradición. Esteproceso debe darse de forma continuada, a fin de preservarla vida de una religión. Si no lo hace, el significado íntimopronto pasa a ser una mera formalidad, que entonces se con-vierte en un hábito obsoleto que atrapa al ignorante y apar-ta al inteligente. La ironía y la providencia que resulta de tal

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situación es que los que se rebelan con frecuencia buscan yencuentran los principios originales de su fe lejos de las líne-as oficiales, convencionales y conservadoras de su propiareligión. En efecto, con frecuencia, al examinar el origen deuna tradición distinta, reconocen los mismos preceptos yobjetivos, y a veces en términos extrañamente más familiaresque en las versiones descoloridas o contaminadas en las quefueron educados cuando eran niños. Esto es así porque todaslas tradiciones se tocan en su origen.

Este origen es el aspecto oculto de una tradición queperiódicamente se manifiesta cuando los responsables de lavida espiritual de la humanidad reformulan la Enseñanzapara la presente generación. Este nuevo planteamiento de lanaturaleza del ser humano y de su relación con el mundo ycon Dios adopta muchas formas, pero en esencia nunca semodifica. La Enseñanza es completa y perfecta, a pesar dellevar muchas vestiduras.

El aspecto oculto de la religión es preservar la tradición,pero no mediante un código rígido. De este modo, mientrasque la Enseñanza está escrita y estructurada mediante fies-tas, arte o historia, su vida real sólo puede transmitirse deforma oral, esto es, en la sutil relación existente entre mayo-res y jóvenes. De esta manera, no hay distorsión cuando ellenguaje del pasado va haciéndose poco nítido con el tiem-po. Cada generación es educada en su propio registro, deforma que los términos pueden variar el significado exacto,pero el lenguaje corriente no lo hace. Por este motivo,muchos escritos antiguos son ininteligibles; advertimos suverdad profunda, pero no podemos captar totalmente el len-guaje o los símbolos porque fueron escritos para los hijos deese tiempo. Esto no significa que los textos no sean válidos.Hay algunos, como la Biblia, tan sencillos y objetivos que laEnseñanza continúa siendo útil durante milenios. Las histo-rias son simples, sin complejidad técnica. Por ejemplo,podemos ver en el viaje de la salida de Egipto de los hijos de

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Figura 2. El Árbol en hebreo: transliteración española.

HOD NÉTSAJ

GUEVURÁ JÉSED

BINÁ JOKHMÁ

TIFÉRET

MALKHUT

YESOD

KÉTER

DAAT

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Israel hacia la Tierra Prometida el afán del alma que abando-na la esclavitud y sus dificultades antes de entrar en el paísque mana leche y miel. Estas escrituras son de un carácterbastante distinto a las muchas obras y libros eruditos detexto religiosos. Todas las religiones tienen sus escrituras,que son las enseñanzas básicas de esa tradición en relacióncon el mundo en general. Ninguna de las grandes creenciaspodría existir sin ellas.

La tradición íntima es una línea continua. Se dice que laCábala se remonta a los ángeles que fueron instruidos porDios. La humanidad recibió enseñanzas del principalarcángel, Metatrón, de quien la Leyenda Apocalíptica diceque es Henoc transfigurado, el hombre que anduvo conDios y no conoció la muerte (Génesis 5, 24). Dice la leyendaque Metatrón se ha manifestado durante la historia a travésde distintos grandes maestros, uno de los cuales podríahaber sido el rey Melquisedec, que inició a Abraham(Génesis 14, 18-20). Éste, a su vez, enseñó a su hijo Isaac,quien transmitió la Enseñanza a Jacob. Cuando éste se con-virtió en Israel, el padre de las doce clases de tipos huma-nos, sólo Leví fue capaz de comunicar la Enseñanza.Moisés, un levita, continuó la herencia, pasándola a Josué ya los Padres de Israel. David, el primer auténtico rey deIsrael, tuvo una conexión directa con la tradición, comoseñala la bendición a Salomón con el uso de los atributos deDios (1 Crónicas 29, 11). Salomón poseyó la clave, pero laperdió cuando cayó en la adoración de otros dioses. Estehecho provocó el fin del reino y la destrucción final delTemplo, que simbolizaba y encarnaba la Enseñanza en suarquitectura. Con la manifestación externa desaparecida, laEnseñanza pasó a la clandestinidad durante el exilio deBabilonia, pero resurgió con la Gran Asamblea de Ezra.Desde entonces y en adelante, corrió paralela al judaísmoortodoxo, pero siempre discretamente oculta, de maneraque mientras los ilustrados estudiaban la Biblia y su comen-

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tario, lo que llegó a ser el Talmud, también hubo los quecontemplaron y se hicieron expertos en el maasé be-reshit(«la Obra de la Creación», o el estudio del Universo) y elmaasé merkavá («la Obra de la Carroza», o el estudio del serhumano). Estos dos estudios fueron considerados altamen-te secretos; sin embargo, como todas las doctrinas esotéri-cas, permanecieron ocultos no porque alguien los escondie-ra, sino simplemente porque eran ininteligibles para cual-quiera que no tuviera interés en los mundos superiores.Como en todos los estudios de esta clase, surgieron muchosmalentendidos en relación con ellos, a veces porque los quepensaban que los conocían supusieron que tenían el dere-cho exclusivo del conocimiento y ahuyentaron a los quehacían preguntas como si fueran intrusos, o a causa de unasupina ignorancia supersticiosa, especialmente en aquellosque sólo habían entendido un ápice de las consecuenciasdel trabajo espiritual. Éste es un fenómeno pertinaz entodas las religiones. San Juan de la Cruz fue fuertementepresionado por la Iglesia, y no pocos sufíes fueron perse-guidos por el islam ortodoxo. Los místicos del judaísmotuvieron el mismo problema, y algunos de ellos, como losesenios, formaron comunidades aisladas para protegerse.

La Cábala, aunque no fue llamada así hasta la EdadMedia, estuvo presente tanto en Palestina como en la comu-nidad babilónica durante el periodo romano. En ese tiempo,había asimilado muchas palabras e ideas griegas y babilóni-cas, adaptándolas a la tradición mística judía para comuni-carse con las generaciones que vivían en las culturas de esosimperios. Libros tales como el Sefer Yetsirá ilustran bien elsincretismo; otras obras, como el libro de Henoc, muestranque la revelación profética estaba lejos de extinguirse, apesar de la fuerte tendencia gentil del texto.

La transmisión continuó durante la primitiva era cristia-na, y no hay duda de que Yehoshúa ben Miriam, o Jesús, erabuen conocedor de la tradición oculta judía. Todos sus pun-

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tos de vista y su marco de referencia son cabalísticos: así, porejemplo, la fórmula «Reino de los Cielos» se refiere directa-mente a la Malkhut de la Beriá. En el frente ortodoxo, la Obrade la Carroza tuvo su continuación, y el Talmud llamó aquienes la practicaban «viajeros de la merkavá» o «frecuenta-dores del Paraíso». Este periodo dio origen a una literaturabasada en sus experiencias. Tales excursiones espirituales alos diversos estadios de ascensión fueron descritas con tér-minos como «Palacios celestiales», «Trono de Dios» y, enuna obra, mediante una descripción del Adán divino y susdimensiones. Estos libros fueron considerados por los queestaban a cargo de la corriente principal del judaísmo dema-siado densos para que los manejara el pueblo. De hecho,muchos rabinos prohibieron su estudio e insistieron en con-centrarse sólo en la lógica razonada de la Torá literal, quetrataba principalmente de la buena conducta en este mundo.

La jokhmá nistará, la sabiduría oculta, quedó relegadapor su propia naturaleza y continuó siendo la práctica dis-creta de unos pocos durante muchos siglos, hasta que fuetransmitida a Italia por Aharón ben Samuel desdeBabilonia, a mediados del siglo IX. Desde ahí se extendióhacia el norte por Alemania, para dar empuje a unaCábala de orientación muy práctica; y al oeste, haciaFrancia y España, generando la rama más especulativa.Esta tendencia filosófica en el Mediterráneo occidental fueestimulada por el resurgimiento del conocimiento griegoen la España musulmana. Para contrarrestar el interés porAristóteles, los cabalistas reformularon la Enseñanzasegún el lenguaje académico aceptado en la época. Ya quela Cábala contenía muchos términos neoplatónicos, laadaptación tuvo éxito; de hecho, fue tan grande que huboun gran florecimiento de la misma, paralelo al gran movi-miento del escolasticismo en la cristiandad. El centro geo-gráfico del estudio cabalístico estuvo en Provenza yEspaña, en particular en la ciudad catalana de Girona,

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donde se hizo un trabajo especulativo muy importante enrelación con la teoría cabalística.

Con este afloramiento de la tradición, apareció lo quegeneralmente se conoce como Cábala. Se concretó en la enor-me obra literaria conocida como Zohar o Libro del Esplendor,que contiene una ingente cantidad de material esotérico quese remonta a los tiempos de los romanos. Como tal, a pesardel hecho de ser considerado en el mejor de los casos unacompilación y, en el peor, una brillante falsificación de suautor, Moisés de León, se convirtió en el canon autorizado dela Cábala escrita. Oralmente, la Enseñanza quedó en la dis-creción, aunque todas las generaciones hablaron de ella y lapusieron por escrito en términos inteligibles. Isaac Luria, uncabalista que vivió en la Palestina del siglo XVI, fue el últimoreinterpretador de importancia de la tradición. Aunque nose ha conservado ninguno de sus escritos, su influencia enel campo especulativo y en la práctica todavía nos acompa-ña, si bien de modo fragmentario. La cadena todavía conti-núa después de pasar por muchos acontecimientos de lahistoria judía, algunos tan catastróficos para la tradicióncomo para las personas involucradas en ellos. ShabbetayZeví, el falso mesías del siglo XVII, desacreditó la imagen dela Cábala durante varios siglos, y la apropiación, por partede aspirantes a magos, de sus términos y diagramas conpropósitos que no tenían nada que ver con la Cábala le aca-rrearon un gran desprestigio. El uso mágico de la Cábala yase había producido entre los judíos durante las épocasnegras de persecución, pero esto sucede en todos los pue-blos cuando se encuentran bajo una presión extrema. Sinembargo, la línea en su genuina formulación continuó apesar de estas dificultades y fue manifiesta entre los Jasidimde la Europa del este y los judíos orientales, que la tomarondel exilio sefardí —español y portugués— del siglo xv, quese había extendido por Europa, el norte de África y elImperio turco.

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Todas las formulaciones de una tradición se inician, cre-cen, cumplen su propósito, entran en decadencia y desapa-recen. Sin embargo, con frecuencia, muchos que se encuen-tran en la periferia de ese movimiento no se dan cuenta deque la luz se ha alejado, de que el punto central se ha dis-tanciado de la formulación y de que todo lo que queda esun mero conjunto de reglas superfluas. Los no perspicacesa menudo imitan al maestro, e incluso desempeñan su fun-ción y enseñan sin profundidad y sin entender los precep-tos. Actúan a fuerza de repetición, porque nunca han expe-rimentado la Enseñanza. Tampoco pueden hacerlo sin ungran cambio esencial. La historia nos muestra que muchasconcepciones espirituales han muerto y se han convertidoexactamente en lo contrario de lo que sus fundadores habí-an concebido. Escuelas que en un principio habían sidoproyectadas para ayudar a la gente a liberarse espiritual-mente pueden convertirse en prisiones psicológicas. Esteentrenamiento es peligroso para quien va en busca de laverdad o la experiencia mística. Tener como maestro a unhombre que simplemente imita a su maestro o, aún peor,que vive de un mito anticuado, no es de ninguna utilidad.En tal caso, puede proporcionarse ayuda a un verdaderoaspirante, pero no por medio de la autoridad de una dinas-tía formal. El contacto con la tradición oculta puede serdirecto e inequívoco. Ésta es la línea de conexión que losestudiosos nunca han podido encontrar. Se trata de la tradi-ción verdaderamente oral. El resultado puede ser impresio-nante, como la visión de Ezequiel junto al río Kebar, pero esmás probable que sea un acontecimiento concertado, uncambio psicológico de actitud o un encuentro que alterarátoda la vida. Todo lo que se requiere en un caso como éstees una entrega absoluta al desarrollo espiritual. Con esterequisito, la Gracia y la Providencia pueden establecer lascondiciones de un cambio interno y externo. Estos puntosde inflexión son muy extraños, pero las personas dispues-

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Figura 3. Menorá. Este diseño, especificado a Moisés en el Éxodo, es unaversión precoz del Árbol de la Vida. Tiene las sefirot activas y pasivas aizquierda y derecha, con el eje de equilibrio de arriba a abajo en la colum-na central. En el Templo, había diez candelabros como éste, un Árbol com-pleto en cada sefirá del Gran Árbol formado por su número.

HOD KÉTERBINÁ JOKH-MÁ

JÉSED

DAAT

YESOD

MAL-KHUT

TIFÉRET

NÉTSAJGUE-VURÁ

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tas a arriesgarlo todo por algo valioso no son muchas. Conel tiempo, y siempre justo en el momento oportuno, llegaun maestro o maguid, que puede manifestarse de muchasmaneras, tal como señalan los antiguos documentos caba-lísticos. Puede que alguien no lo vea más que una sola vez,o se dé cuenta de que lo ha conocido toda la vida. Puedetratarse de un abuelo o compañero de estudios, alguien queatraviesa el mar con uno en una barca, o alguien a quien sehabía considerado un necio. Puede que llegue a la puerta deenfrente o que ya se encuentre en casa. Nadie puede saberquién es su maguid, excepto uno mismo y él. La Cábala sólopuede impartirse cara a cara. Se trata de una tradición oralque, a pesar de darse y recibirse en el idioma actual, es unaconversación continuada durante muchos siglos.

El propósito de este libro es mostrar los peldaños de laEscalera de Jacob. Presenta la teoría y práctica de la tradi-ción en términos antiguos y modernos, de modo que puedallegarse a la comprensión de lo que trata la Cábala, porqueningún libro puede transmitir la realidad de la tradición ano ser que ya esté presente en el lector. Por mi parte, conti-núo el trabajo que me encomendaron mis padres. Escribopara saldar mi deuda, transmito lo que sé. Como estableceuna máxima cabalística, «nadie puede recibir a no ser quedé». De esta manera, la cadena continúa hasta que nuestromundo cotidiano se hace extraño, antiguo, obsoleto para lasfuturas generaciones. Entonces habrá, sin duda, otros quetomen el relevo de la tradición, sea por instrucción sea poriluminación. Quizá usted sea esta persona; alguien que leeestas palabras en un desteñido libro de un cabalista antiguo,cuyas frases arcaicas tienen algún sentido en un mundomoderno, más allá de mi futuro. En la Cábala, el tiempo noimporta, sólo la eternidad y lo que hay más allá nos atañe.

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