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 IV EL SISTEMA DEFENSIVO L AS ANGUSTIAS BÁSICAS Para Freud, la angustia es un estado afectivo que reproduce sucesos traumáticos pr imitivos. La considera un «dispositivo protector». El yo, al reconocer un peligro, da la señal de alarma, que es la angustia. En Inhibición, síntoma y angustia trata de reunir todo lo que puede decir sobre la a ngustia. La angustia es, pues, en primer lugar, algo que sentimos. La calificamos de esta do afectivo, aunque no sabemos bien lo que es un afecto. Como sensación, presenta un franco carácter displaciente; pero no es ésta la única de sus cua lidades, pues no todo displacer puede ser calificado de angustia Su carácter displaciente parece presentar, en efecto, algún rasgo especial, si bien no resulta fácil su determinación. Pero, además de este carácter peculiar, difícilmente aislable, corresponden a la angustia sensacione s físicas más precisas, que referimos a determinados órganos las más frecuentes y precisas que afectan a los órganos respiratorios y al cora zón. Estas sensaciones demuestran que en el proceso total de la angustia participan inervaciones motoras. (Freud, 1925, pág. 52) Para él, «toda formación de síntomas es emprendida con el solo y único fin de eludir la an gustia» (op. cit., pág. 58). Desde el punto de vista del carácter no podríamos decir que se constituya con este úni co fin la estructura caracterial, pero sí que la evitación de la angustia desempeña un papel fundamental en su constitución y en su mantenimiento. Bleichmar, por su parte, incluye, bajo la denominación de angustia, todos aquellos  estados afectivos que son el resultado de la activación de un sistema de alerta y emergencia ante distintos tipos de peligros externos o inter nos. Para él, el sistema de alerta está marcado por el significado de los objetos, situac iones y vivencias que lo activan, aunque también guarde relación con el sistema neurovegetativo, que corresponde a los niveles más primitivos de or ganización biopsíquica. Considera que cualquier estado emocional que presagie peligro (y esto sólo va a de pender de la manera en que las experiencias hayan sido inscritas en el psiquismo) puede promover la angustia. Habla de cómo las «creencias matrices p asionales», que tienen que ver con esa forma en que las experiencias se inscriben en la psique, organizan los cuadros emocionales, dotan do a las ideas particulares de un sentido y una carga emocional que determinan la cualidad de placer o angustia que poseerán. Para Horney, la angustia básica es la sensación de estar aislado y solo en un mundo potencialmente hostil. Las influencias adversas hacen que el niño no adquiera una sensación de confianza, sino una profunda inseguridad y una vag a aprensión, a la que da el nombre de angustia básica. Para Winnicott, la angustia en las primeras etapas está relacionada con la amenaza  de aniquilación. En los primeros momentos de la vida, el bebé es un ser inmaduro que está constantemente al borde de una «angustia inconcebible», que s e traduce en fragmentarse, caer interminablemente (experiencias de caídas), no tener ninguna relación con el cuerpo, no tener ninguna orientación, y q ue es la materia prima de las angustias psicóticas. A estos primeros momentos remonta la etiología del self falso. El infante está casi siempre no integrado. Periódicamente expresa, a través del gesto, un impulso espontáneo que indica la existencia de un self verdadero potencial. El self verdadero sólo adquiere un mínimo de realidad como resultado del éxito repetido de la madre en dar satisfacción a ese gesto espontáneo. Cuando no o curre así, cuando la adaptación de la madre no es suficientemente buena, el niño vive, pero vive de un modo falso. Desarrolla un self falso con el q ue «reacciona» a las exigencias ambientales. A través de este self falso construye un conjunto falso de relaciones. Tiene una función muy positiva e import ante: ocultar al self, lo que hace sometiéndose a las exigencias del

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IVEL SISTEMA DEFENSIVOL AS ANGUSTIAS BSICASPara Freud, la angustia es un estado afectivo que reproduce sucesos traumticos primitivos. La considera un dispositivo protector. El yo, alreconocer un peligro, da la seal de alarma, que es la angustia.En Inhibicin, sntoma y angustia trata de reunir todo lo que puede decir sobre la angustia.La angustia es, pues, en primer lugar, algo que sentimos. La calificamos de estado afectivo, aunque no sabemos bien lo que es un afecto. Comosensacin, presenta un franco carcter displaciente; pero no es sta la nica de sus cualidades, pues no todo displacer puede ser calificado deangustia Su carcter displaciente parece presentar, en efecto, algn rasgo especial, si bien no resulta fcil su determinacin. Pero, adems deeste carcter peculiar, difcilmente aislable, corresponden a la angustia sensaciones fsicas ms precisas, que referimos a determinadosrganos las ms frecuentes y precisas que afectan a los rganos respiratorios y al corazn. Estas sensaciones demuestran que en el procesototal de la angustia participan inervaciones motoras.(Freud, 1925, pg. 52)Para l, toda formacin de sntomas es emprendida con el solo y nico fin de eludir la angustia (op. cit., pg. 58).Desde el punto de vista del carcter no podramos decir que se constituya con este nico fin la estructura caracterial, pero s que la evitacin de laangustia desempea un papel fundamental en su constitucin y en su mantenimiento.Bleichmar, por su parte, incluye, bajo la denominacin de angustia, todos aquellos estados afectivos que son el resultado de la activacin de unsistema de alerta y emergencia ante distintos tipos de peligros externos o internos.Para l, el sistema de alerta est marcado por el significado de los objetos, situaciones y vivencias que lo activan, aunque tambin guarde relacincon el sistema neurovegetativo, que corresponde a los niveles ms primitivos de organizacin biopsquica.Considera que cualquier estado emocional que presagie peligro (y esto slo va a depender de la manera en que las experiencias hayan sido inscritasen el psiquismo) puede promover la angustia. Habla de cmo las creencias matrices pasionales, que tienen que ver con esa forma en que lasexperiencias se inscriben en la psique, organizan los cuadros emocionales, dotando a las ideas particulares de un sentido y una carga emocional quedeterminan la cualidad de placer o angustia que poseern.Para Horney, la angustia bsica es la sensacin de estar aislado y solo en un mundo potencialmente hostil. Las influencias adversas hacen que elnio no adquiera una sensacin de confianza, sino una profunda inseguridad y una vaga aprensin, a la que da el nombre de angustia bsica.Para Winnicott, la angustia en las primeras etapas est relacionada con la amenaza de aniquilacin. En los primeros momentos de la vida, el beb esun ser inmaduro que est constantemente al borde de una angustia inconcebible, que se traduce en fragmentarse, caer interminablemente (experienciasde cadas), no tener ninguna relacin con el cuerpo, no tener ninguna orientacin, y que es la materia prima de las angustias psicticas.A estos primeros momentos remonta la etiologa del self falso. El infante est casi siempre no integrado. Peridicamente expresa, a travs del gesto,un impulso espontneo que indica la existencia de un self verdadero potencial. El self verdadero slo adquiere un mnimo de realidad como resultadodel xito repetido de la madre en dar satisfaccin a ese gesto espontneo. Cuando no ocurre as, cuando la adaptacin de la madre no es suficientementebuena, el nio vive, pero vive de un modo falso. Desarrolla un self falso con el que reacciona a las exigencias ambientales. A travs de este self falsoconstruye un conjunto falso de relaciones. Tiene una funcin muy positiva e importante: ocultar al self, lo que hace sometindose a las exigencias delambiente. Parece, como cualquier mecanismo de defensa, un dispositivo protector. Este dispositivo protector para resolver la angustia es muy masivocuando se manifiesta a travs del carcter, porque inunda todas las facetas vitales.Desde un punto de vista relacional, Horney, dado que supone que la angustia bsica se corresponde con la sensacin infantil, considera que lasestrategias inconscientes para calmar la angustia bsica estn en relacin con los dems. El individuo se dirige hacia los dems, tratando de unirse a lapersona ms poderosa que haya cerca, o contra los dems, rebelndose y combatiendo, o lejos de los dems, aislndose, retirndose emocionalmente,cerrando las puertas de la vida interior.En una relacin humana sana, los movimientos contra la gente, hacia la gente y lejos de ella, no se excluyen mutuamente. Las capacidades denecesitar y dar afecto, de ceder, de luchar y retirarse son complementarias y necesarias. En el nio que se siente en terreno precario, por causa de suangustia bsica, estos movimientos se tornan extremos y rgidos.Los movimientos hacia, contra y al margen de la gente constituyen un conflicto bsico que, al principio, se manifiesta en actitudes contradictorias y,con el tiempo, se resuelve haciendo que prevalezca una de esas actitudes, agresiva, dcil o desentendida.Esta primera tentativa para resolver el conflicto interno, generado por la angustia, tiene una influencia decisiva sobre el rumbo del desarrolloulterior porque no se relaciona exclusivamente con las actitudes hacia los dems, sino que supone, inevitablemente, ciertos cambios en la personalidad.De acuerdo a su direccin principal, el nio adquiere tambin ciertas necesidades, sensibilidades e inhibiciones adecuadas. Utilizando sus ejemplos: elnio dcil tiende no slo a subordinarse a los dems y apoyarse en ellos, sino que trata de ser abnegado y bueno, mientras que el nio agresivo trata dedar valor a la fuerza y a la capacidad de resistir y luchar.A LERTA Y DEFENSABleichmar destaca la importancia del sistema de alerta y emergencia en la constitucin del psiquismo.Dice que ante distintos tipos de peligros internos o externos se activa el sistema de alerta cuyos resultados son los estados afectivos englobadoshabitualmente bajo la denominacin de angustia, la cual adopta mltiples variantes: angustia de autoconservacin, de persecucin, culpa, confusin,vergenza, sentimientos de prdida de la coherencia mental o corporal.Este sistema de alerta y emergencia est marcado por las significaciones que adquieren los objetos, situaciones y vivencias. El sujeto buscareexperienciar ciertos estados emocionales y huir de otros, en funcin de esa significacin, que viene condicionada por la forma en que las distintasexperiencias han quedado inscritas en el psiquismo.Cualquier estado emocional que presagie peligro puede promover la angustia. Son ideas personales las que dan sentido y carga emocional a unavivencia y determinan su cualidad placentera o angustiosa en funcin de las creencias matrices pasionales. La sede de la angustia es el yo. ParaFreud, el yo sigue el mismo camino contra peligros exteriores o interiores a la hora de establecer la defensa: as como ante un peligro exterior la huidapuede ser la defensa que lo saca de la situacin real de peligro, as la represin, en cuanto a peligros interiores, es una forma equivalente de fuga.Las defensas tratan de disminuir la angustia, ocultando a la conciencia aspectos displacenteros del inconsciente. Son los mecanismos de defensafreudianos. A ellos aade Bleichmar defensas que implican transformaciones en el inconsciente. La que ms nos interesa, desde el tema que estamosabordando, es la asuncin defensiva de identidades inconscientes, el carcter como defensa, en la que el sujeto adquiere una identidad que le permiteevitar otra que es la temida. Fenmeno que incide en lo que ya hemos hablado de lo enajenado en la autoimagen como uno de los elementos de laconstitucin del carcter, llevado a su mxima expresin.Tambin nos interesa recoger la defensa simbitica inconsciente, en la que algo inexistente en la estructura psquica del sujeto es incorporadogracias a la unin con el otro, mientras se conserva el vnculo. El otro es utilizado, sin conciencia, para proveer sentimientos de seguridad, de potencia,vitalidad, apaciguamiento, sentido En el trabajo con el eneagrama hemos podido observar cmo ocurre esta incorporacin de un diagnstico dadopor alguien transferencialmente importante, de manera que vemos a algunas personas convertidas en la caricatura estereotipada de un rasgo, que, enocasiones, ni siquiera es el propio.L AS DEFENSAS ESPECFICAS DE CADA RASGOLa defensa especfica del eneatipo 1 es la formacin reactiva: consiste en intensificar una tendencia de signo contrario a la que nos resulta intolerable.Se hace de una vez por todas. Fenichel dice que la persona que ha elaborado formaciones reactivas no ha creado con ello un determinado mecanismopara utilizarlo cuando se produce la amenaza de un peligro instintivo; ha modificado la estructura de su personalidad como si el peligro estuvierasiempre presente. Previa a la formacin reactiva es la transformacin en lo contrario la que reemplaza un impulso inadecuado por su opuesto. Cuandoesta transformacin se convierte en un mecanismo permanente, incorporado en el carcter, es cuando hablamos de formacin reactiva.En el eneatipo 2, el mecanismo es la represin: consiste en la exclusin de la conciencia de contenidos psquicos intolerables. Es un procesopsquico universal, en cuanto se halla en el origen de la constitucin del inconsciente, pero es particularmente manifiesta aqu. Expresa una actitud en lacual la cosa censurable es tratada como si no existiera. El paso previo es la supresin que tiende a hacer desaparecer de la conciencia un contenidodisplacentero. En la represin se mantiene el afecto pero disociado del contenido, lo que se reprime es el significado. En cambio, la supresin tiene quever con el afecto. El afecto no puede reprimirse, pero s puede ser suprimido de la conciencia.El mecanismo caracterstico del 3 es la identificacin: asimilacin inconsciente de rasgos de personas significativas de nuestro ambiente. Ms allde un mecanismo de defensa es la operacin psquica en virtud de la cual se constituye el sujeto humano. Pero en el 3 esa operacin psquica queconstituye la identidad parece estar siempre inacabada, como si siguieran necesitndose patrones de identificacin en cada circunstancia especfica.El 4 utiliza el mecanismo de introyeccin: proceso por el cual el sujeto hace pasar de fuera a dentro, en forma fantasmtica, objetos ycualidades inherentes a los objetos. La incorporacin es el ms arcaico de los fines dirigidos hacia un objeto. La identificacin, llevada a cabomediante la introyeccin, es el tipo ms primitivo de relacin con los objetos. La incorporacin, si bien es una expresin de amor, objetivamentedestruye los objetos como tales, como cosas independientes en el mundo externo.En el eneatipo 5, la defensa caracterstica es el aislamiento: consiste en aislar un pensamiento o un comportamiento de forma tal que se pierdan lashuellas de sus conexiones y su significacin emocional. Se produce una fuerte resistencia a la demostracin de las conexiones reales.El mecanismo defensivo del 6 es la proyeccin: el desplazamiento hacia el exterior de contenidos inconscientes intolerables. Es la operacin pormedio de la cual el sujeto expulsa de s, y localiza en el otro, cualidades, sentimientos y deseos que no reconoce o rechaza en s mismo. Su contenido esno quiero esto, quiero escupirlo, o al menos poner distancia entre esto y yo. En general, el organismo prefiere sentir los peligros como amenazas desdefuera y no desde dentro porque ciertos mecanismos de proteccin contra estmulos excesivamente intensos slo pueden ser puestos en accin contra losestmulos externos.En el 7, el mecanismo bsico es la racionalizacin: se trata de un embellecimiento de las motivaciones profundas que son vividas comoinconfesables. Es un procedimiento a travs del cual se intenta dar una explicacin, coherente desde el punto de vista lgico y aceptable desde el moral,a una actitud, idea o sentimiento cuyos motivos verdaderos no se perciben. Dado que toda conducta puede admitir una explicacin racional, resultadifcil decidir cundo se trata de una racionalizacin, y por ello es til poner entre parntesis los argumentos racionales para descubrir lo que puedanocultar. Tambin es caracterstico de este eneatipo la forma que adquiere la defensa para evitar el displacer inconsciente y que se manifiesta en labsqueda de satisfacciones compensatorias.El mecanismo del 8 es la negacin, la no aceptacin de una percepcin intolerable de la realidad. Donde se impone mejor la tendencia a lanegacin es all donde se trata de percepciones internas, aisladas, de carcter doloroso. El desarrollo gradual del yo y del principio de la realidadrefuerza la experiencia y la memoria y debilita la tendencia a la negacin. Por ello es habitual observar un desdoblamiento del yo en una partesuperficial que conoce la verdad y una parte ms profunda que la niega. Con el fin de evitar el displacer activa estados mentales que son utilizados paracontrarrestar los que provocan sufrimiento, concretamente la bsqueda de intensidad, de estados de excitacin para contrarrestar el vaco.La renuncia altruista sera el mecanismo del 9, en el cual se trata de satisfacer los propios deseos de forma vicariante: se produce unaidentificacin con el otro y a travs de darle al otro lo que necesita se logra la propia satisfaccin. Esto se combina con el mecanismo de supresin delque hemos hablado como el paso previo a la represin del 2, que en el 9 se queda en ese primer paso de supresin del afecto del plano de la concienciay que en algunos casos llega a producir un adormecimiento depresivo para suspender la actividad global del psiquismo. A nivel inconsciente, de cara aevitar el displacer y la angustia, se efecta una desactivacin del deseo.V