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7/26/2019 5 CUENTOS
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LA GATA ENCANTADA
Erase un prncipe muy admirado en su reino. Todas las jvenes
casaderas
deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y
pasaba su tiempo
jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas
del hogar.
n da, dijo en vo! alta"
Eres tan cari#osa y adorable que, si fueras mujer, me casara
contigo.
En el mismo instante apareci en la estancia el $ada de los
%mposibles, que dijo"
Prncipe tus deseos se han cumplido
El joven, deslumbrado, descubri junto a el a Zapaquilda,
convertida en una
bellsima muchacha.
&l da siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y
pobres del reino que
acudieron al banquete se e'tasiaron ante la hermosa y dulce
novia. Pero, de
pronto, vieron a la joven lan!arse sobre un ratoncillo que
!ig!agueaba por el saln
y !amp(rselo en cuanto lo hubo atrapado.
El prncipe empe! entonces a llamar al $ada de los %mposibles
para que
convirtiera a su esposa en la gatita que haba sido. Pero el $ada
no acudi, y
nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando
como su esposa
daba cuenta de todos los ratones de palacio.
FIN
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7/26/2019 5 CUENTOS
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EL HONRADO LEADOR
$aba una ve! un pobre le#ador que regresaba a su casa despu)s de
una jornada
de duro trabajo. &l cru!ar un puentecillo sobre el ro, se le
cayo el hacha al agua.
Entonces empe! a lamentarse tristemente" *+omo me ganare el
sustento ahora
que no tengo hacha
&l instante -oh, maravilla na bella ninfa apareca sobre las
aguas y dijo al
le#ador"
Espera, buen hombre" traer) tu hacha.
/e hundi en la corriente y poco despu)s reapareca con un hacha
de oro entre
las manos. El le#ador dijo que aquella no era la suya. Por
segunda ve! se
sumergi la ninfa, para reaparecer despu)s con otra hacha de
plata.
Tampoco es la ma dijo el afligido le#ador.
Por tercera ve! la ninfa busco bajo el agua. &l reaparecer
llevaba un hacha de
hierro.
-0h gracias, gracias -Esa es la ma
Pero, por tu honrade!, yo te regalo las otras dos. $as preferido
la pobre!a a la
mentira y te mereces un premio.
FIN
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EL NUEVO AMIGO
Erase un crudo da de invierno. +aa la nieve, soplaba el viento y
1elinda jugabacon unos enanitos en el bosque. 2e pronto se escucho
un largo aullido.
*3ue es eso Pregunto la ni#a .
Es el lobo hambriento. 4o debes salir porque te devorara le
e'plico el enanosabio.
&l da siguiente volvi a escucharse el aullido del lobo y
1elinda , apenada,pens que todos eran injustos con la fiera. En un
descuido de los enanos, salio,de la casita y dejo sobre la nieve un
cesto de comida.
&l da siguiente ceso de nevar y se calmo el viento. /alio la
muchacha a dar unpaseo y vio acercarse a un cordero blanco,
precioso.
-$ola, hola 2ijo la ni#a. *3uieres venir conmigo
Entonces el cordero salto sobre 1elinda y el lobo, oculto se
lan!o sobre el,
alcan!(ndole una dentellada. 5a astuta y maligna madrastra,
perdi la piel delanimal con que se haba disfra!ado y escapo
lan!ando espantosos gritos de dolory miedo.
/olo entonces el lobo se volvi al monte y 1elinda sinti su
cora!n estremecido,de go!o, mas que por haberse salvado, por haber
ganado un amigo.
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5os dos halcones del rey
Adaptacin del cuento annimo
$aba una ve! un rey que viva en un lejano pas. Era bien conocido
en todoel reino que era un gran amante de los animales, as que en
cierta ocasin,recibi por su cumplea#os un regalo que le hi!o muy
feli!. /e trataba de dossimp(ticas cras de halcn.El rey se
entusiasm. Eran preciosas y parecan dos bolitas de algodn.
6 -3u) suaves son 6 dijo a su familia mientras las acariciaba 6
-7oy a hacerde ellas unas e'pertas ca!adoras -3ue venga ahora mismo
el maestro decetreraEn cuestin de minutos, un hombre bajito pero
fuerte como un toro aparecien la sala. Era el maestro de cetrera
m(s e'perimentado del reino. /utrabajo consista en cuidar y
amaestrar a los halcones del rey desde que
nacan. El monarca confiaba plenamente en su trabajo, pues no
haba nadieque supiera m(s de aves que )l en muchos 8ilmetros a la
redonda.6 &caban de regalarme estos dos halcones. /) que los
cuidar(s yentrenar(s con mimo 6 dijo el rey esbo!ando una sonrisa 6
5l)vatelos ymantenme informado de su evolucin.
6 &s lo har), majestad 6 respondi el e'perto haciendo una
reverencia dedespedida.Pasado un tiempo, el maestro cetrero pidi
audiencia con el rey y )ste lerecibi sentado en su trono de oro y
terciopelo.
6 9ajestad, tengo algo muy importante que deciros. 7er(: 5levo
semanascuidando sus nuevos halcones y procurando que aprendan el
arte de volar.
5os dos han crecido y est(n hermosos, pero sucede algo muy
e'tra#o. node ellos vuela con destre!a y gran rapide!, pero el otro
no se ha movido deuna rama desde el primer da.
6 *; a qu) crees que se debe ese e'tra#o comportamiento 6 le
consult elrey poniendo cara de asombro.
6 4o lo s), se#or:
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encontr al maestro cetrero charlando con un joven campesino
quesujetaba su sombrero junto al pecho. El rey le mir
fijamente.
6 *$as sido t> quien ha conseguido el milagro, muchachoEl
campesino se puso rojo como un tomate y contest con timide!.
6 /, se#or 6 dijo bajando la cabe!a.
6 -?ant(stico *+mo lo has hecho *&caso tienes poderes o algo
as6 4o, majestad, nada de eso. /lo cort) la rama y el halcn no tuvo
m(sremedio que abrir sus alas y echar a volar.El rey comprendi que
el miedo a lo desconocido a menudo nos parali!a,nos hace aferrarnos
a lo que ya tenemos, a lo que consideramos seguro, yeso nos impide
volar libres. &hora vea claro que, al igual que el
miedosohalcn, todos somos capaces de hacer m(s cosas de lo que
pensamos yque es cuestin de tener confian!a en nosotros mismos.El
rey respir hondo y agradeci al campesino su importante ense#an!a.
5eentreg una buena recompensa y le invit a sentarse con )l en el
jardn, acontemplar el magnfico vuelo de sus dos halcones.
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El loo ! la" "iete ca#itilla"
Adaptacin del cuento de lo" He#mano" G#imm$aba una ve! una cabra
que tena siete cabritillas. Todas ellas eranpreciosas, blancas y de
ojos grandes. /e pasaban el da brincando por todas
partes y jugando unas con otras en el prado.+ierto da de oto#o,
la mam( cabra le dijo a sus hijitas que tena queausentarse un rato
para ir al bosque en busca de comida.
6 -+hicas, acercaos Escuchadme bien" voy a por alimentos para la
cena.9ientras estoy fuera no quiero que salg(is de casa ni abr(is
la puerta anadie. ;a sab)is que hay un lobo de vo! ronca y patas
negras que merodeasiempre por aqu -Es muy peligroso
6 -Tranquila, mamita 6 contest la cabra m(s chiquitina en nombre
de todas6 Tendremos mucho cuidado.5a madre se despidi y al rato,
alguien golpe la puerta.
6 *3ui)n es 6 dijo una de las peque#as.6 &bridme la puerta.
/oy vuestra querida madre.6 -4o 6 grit otra 6 T> no eres nuestra
mam(. Ella tiene la vo! suave y dulcey tu vo! es ronca y fea. Eres
el lobo: -7ete de aquEfectivamente, era el malvado lobo que haba
aprovechado la ausencia de lamam( para tratar de enga#ar a las
cabritas y com)rselas. Enfadadsimo, sedio media vuelta y decidi que
tena que hacer algo para que confiaran en )l./e le ocurri la idea
de ir a una granja cercana y robar una docena dehuevos para
aclararse la vo!. +uando se los haba tragado todos, comprobque
hablaba de manera mucho m(s fina, como una aut)ntica
se#orita.@egres a casa de las cabritas y volvi a llamar.
6 *3ui)n llama= escuch el lobo al otro lado de la puerta.6 -/oy
yo, hijas, vuestra madre &bridme que tengo muchas ganas
deabra!aros./: Esa vo! melodiosa podra ser de su mam(, pero la m(s
desconfiada delas hermanas quiso cerciorarse.
6 4o estamos seguras de que sea cierto. 9ete la patita por la
rendija dedebajo de la puerta.El lobo, que era bastante ingenuo,
meti la pata por el hueco entre la puertay el suelo, y al momento
oy los gritos entrecortados de las cabritillas.
6 -Eres el lobo 4uestra mam( tiene las patitas blancas y la tuya
es oscura ymucho m(s gorda -9entiroso, vete de aqu-0tra ve! le
haban pillado 5a rabia le enfureca, pero no estaba dispuesto
afracasar. /e fue a un molino que haba al otro lado del riachuelo y
meti laspatas en harina hasta que quedaron totalmente rebo!adas y
del color de lanieve. @egres y llam por tercera ve!.
6 *3ui)n es6 /oy mam(. 2ejadme pasar, chiquitinas mas 6 dijo el
lobo con vo!cantarina, pues a>n conservaba el tono fino gracias
al efecto de las yemasde los huevos.
6 -Ens)#anos la patita por debajo de la puerta 6 contestaron las
asustadascabritillas.
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El lobo, sonriendo maliciosamente, meti la patita por la rendija
y:6 -0h, s 7o! suave y patita blanca como la leche -Esta tiene que
sernuestra mam( 6 dijo una cabrita a las dem(s.Todas comen!aron a
saltar de alegra porque por fin su mam( habaregresado. +onfiadas,
giraron la llave y el lobo entr dando un fuerte
empujn a la puerta. 5as pobres cabritas intentaron esconderse,
pero el lobose las fue comiendo a todas menos a la m(s joven, que
se camufl en lacaja del gran reloj del comedor.+uando lleg mam(
cabra el lobo ya se haba largado. Encontr la puertaabierta y los
muebles de la casa tirados por el suelo -El muy perverso sehaba
comido a sus cabritas +on el cora!n roto comen! a llorar y de
lacaja del reloj sali muy asustada la cabrita peque#a, que corri a
refugiarseen su pecho. 5e cont lo que haba sucedido y cmo el
malvado lobo lashaba enga#ado. Entre l(grimas de amargura, su madre
se levant, cogi unma!o enorme que guardaba en la cocina, y se
dispuso a recuperar a sushijas.
6 -7amos, chiquitina -Esto no se va a quedar as /algamos en
busca de tushermanas, que ese bribn no puede andar muy lejos 6
e'clam conrotundidad.9adre e hija salieron a buscar al lobo. 5e
encontraron profundamentedormido en un campo de ma!. /u pan!a
pareca un enorme globo a puntode e'plotar. 5a madre, con toda la
fuer!a que pudo, le dio con el ma!o en lacola y el animal peg un
bote tan grande que empe! a vomitar a las seiscabritas, que por
suerte, estaban sanas y salvas. &ullando, sali despavoridoy
desapareci en la oscuridad del bosque.=-4o vuelvas a acercarte a
nuestra casa *9e has odo -4o vuelvas poraqu 6 le grit la mam(
cabra.5as cabritas se abra!aron unas a otras con emocin. El lobo
jam(s volvi aamena!arlas y ellas comprendieron que siempre tenan
que obedecer a sumam( y jam(s fiarse de desconocidos.
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LA NUE$ DE ORO
5a linda 9aria, hija del guardabosques, encontr un da una nue!
de oro en mediodel sendero.
=7eo que has encontrado mi nue!.
2evu)lvemela =dijo una vo! a su espalda.
9ara se volvi en redondo y fue a encontrarse frente a un ser
diminuto, flaco,
vestido con jubn carmes y un puntia=gudo gorro. Podra haber sido
un ni#o por el
tama#o, pero por la astucia de su rostro comprendi la ni#a que
se trataba de un
duendecillo.
=7amos, devuelve la nue! a su due#o, el 2uende de la ?loresta
=insisti,
inclin(ndose con burla.
=Te la devolver) si sabes cuantos pliegues tiene en la corte!a.
2e lo contrario me
la quedar), la vender) y podr) comprar ropas para los ni#os
pobres, porque el
invierno es muy crudo.
=2)jame pensar..., -tiene mil ciento y un pliegues
9ara los cont. -El duendecillo no se haba equivocado +on
l(grimas en los
ojos, le alarg la nue!.
=Au(rdala =le dijo entonces el duende=" tu generosidad me ha
conmovido. +uando
necesites algo, pdeselo a la nue! de oro.
/in m(s, el duendecillo desapareci.
9isteriosamente, la nue! de oro procuraba ropas y alimentos para
todos los
pobres de la comarca. ; como 9ara nunca se separaba de ella, en
adelante la
llamaron con el encantador nombre de B4ue! de 0roC.
FIN
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EL %A%EL & LA TINTA
Estaba una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas
iguales a ella,
cuando una pluma, ba#ada en negrisima tinta, la mancho
llenandola de palabras.*4o podrias haberme ahorrado esta
humillacion 2ijo enojada la hoja de papel a
la tinta. Tu negro infernal me ha arruinado para siempre.
4o te he ensuciado. @epuso la tinta. Te he vestido de palabras.
2esde ahora ya
no eres una hoja de papel, sino un mensaje. +ustodias el
pensamiento del
hombre. Te has convertido en algo precioso.
En efecto, ordenando el despacho, alguien vio aquellas hojas
esparcidas y las
junto para arrojarlas al fuego. Pero reparo en la hoja CsuciaC
de tinta y la devolvio a
su lugar porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra.
5uego, arrojo las
demas al fuego.
FIN
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