50-Escaques-Como Piensan Los Grandes Maestros

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  • PAUL SCHMIOT

    COMO PIENSAN LOS GRANDES MAESTROS

    El principal objetivo de esta obra es el de analizar una amplia gama de partidas en las que, por diver-sas circunstancias, se pusieron de manifiesto, ms que una tcnica depurada, unos razonamientos ca-paces de entroncar con las autn-ticas raices del ajedrez.

    Al realizarse este estudio jugada a jugada y, especialmente, desde el .. interior .. de sus protagonistas, se produce un juego de posibilida-des que Paul Schmidt ha sabido apurar aplicando unos conocimien-tos crticos, en ocasiones sorpren-dentes, y una realidad de la que es totalmente consciente: lo que a no-sotros puede parecernos genial in-tuicin responde a unas premisas lgicas que un razonamiento poste-rior puede reflexionar y concretizar de forma coherente.

    Lgicamente, la pretens in de Schmidt no es reproducir textual-mente las ideas que en cada mo-mento de la partida se produjeron en la mente del maestro, sino apor-tar las consideraciones que l, co-mo critico, hubiese hecho ante cada nuevo movimiento y mostrar, ms tarde, lo que para el aficionado pue-de resultar el ms ambicioso de los laboratorios: la mente, como mecanismo creador y analtico, de los Grandes Maestros.

    Cubierto de CamponA

  • COMO PIENSAN LOS

    GRANDES MAESTROS

  • PAUL SCHMIDT

    COMO PIENSAN LOS

    GRAN"DES MAESTROS

    EDICIONES MARTINEZ ROCA, S. A. BARCELONA

  • Ttulo original: Schachmeister denken

    Traduccin del alemn por Mariano Orta Revisin tcnica de Jos Luis Brasero

    1970 by Walter Rau VerIag, Dtisseldorf 1974, Ediciones Martnez Roca, S. A. Avda. Jos Antonio, 774, 7.' planta, Barcelona -13 ISBN: 84 no . 0253 . X Depsito Legal: B. 33375 1978 Grficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona - 18

    Impreso en Espaa - Printed in Spain

  • IN DICE

    Prlogo

    El equilibrio en la partida de ajedrez Dr. Euwe - Keres, AVRO 1938

    La apertura Dr. Euwe - Alekhine, Match 1937

    Una obra de arte estratgica Keres - Dr. Euwe, Match 1940

    El ataque Quin jug? Cundo?

    El contraataque Dr. Euwe - Keres, Match 1940

    Entre las tablas y la derrota Alekhine - Flohr, AVRO 1938

    El final de torres Keres - Eliskases, Noordwijk 1938

    Contrajuego desperdiciado Eliskases Keller. Oyenhausen 1939

    El riesgo Dr. Euwe - Eliskases, Noordwijk 1938

    9

    11

    22

    28

    37

    47

    56

    64

    77

    83

  • Optimismo castigado Botvlnnik - Capablanca, AVRO 1938

    Tras los bastidores de la apertura Alekhine - Junge, Salzburgo 1942

    Dominio del centro Richter - Eliskases, Nauheim 1936

    Tablas indigestas Keres - Alekhine, AVRO 1938

    El ejemplo modlico Fine - Botvinnik, AVRO 1938

    Historia del nacimiento de una combinacin Schmldt - Willard, Estland 1931

    90

    97

    104

    111

    117

    123

  • A. la memoria de IClaus ung

  • PRLOGO

    Este libro no quiere ser libro de enseanza de una determi-nada fase de la partida. bien de la apertura, del medio juego o del final.

    Debe ms bien reflejar. con la mayor facilidad posible. el curso del pensamiento de base ajedrecistica o psicolgica en la partida de torneo.

    Principalmente se dirige el escrito al jugador principiante de torneos que domina ya los conceptos fundamentales de la lucha ajedrecstica, como, por ejemplo, la debilidad de los peones, el desarrollo retrasado. los alfiles malos o la 7.a lnea. pero que an considera incomprensible el arte del maestro. Y se trata de guiarlo por una partida de ajedrez de un modo tal que forzosa-mente tenga que encontrarse con este elemento necesario para el triunfo.

    Por eso me he esforzado en hacer visible en los comentarios el curso lgico del pensamiento que se precisa para poder descu-brir una buena jugada. A unque este trabajo del pensamiento pa-rezca faltar en muchos casos. y precisamente en los mejores juga-dores. de forma que la jugada elegida parece ser el resultado de una pura intuicin. sin embargo no cabe duda de que tambin este pensar inconsciente transcu",e de una manera lgica y, en un anlisis a posteriori al menos. puede ser aclarado en sus rasgos fundamentales.

    Pero si yo en las pginas que siguen digo que las blancas o las negras piensan en voz alta, eso no significa que yo crea poder reproducir con todos sus detalles el curso autntico de las ideas del maestro en la partida en cuestin. Los comentarios representan

    9

  • ms bien en cada caso slo aquellas consideraciones que yo mismo, en una partida de torneo, habra ido haciendo jugada a jugada.

    La eleccin de los ejemplos se ha hecho en general a favor de aquellas partidas en las que no ha habido un error que permita repentinas decisiones combinatorias que, por valiosas que puedan ser, sin embargo no estn en relacin ntima con la partida, por as decirlo, ni han brotado orgnicamente de ella. Pero esto no quiere decir en modo alguno que el lector vaya a encontrmse aqu slo con secas partidas posicionales. Al contrario: para hacer real-mente visible un pensamiento ajedrecstico, debo elegir aquellas partidas en las que chocan distintas opiniones sobre la misma posi-cin, esto es, en las que sobresalientes maestros juzgan de modo distinto las posibilidades para las blancas y las negras. Ya s610 por esto han de ser partidas muy interesantes. Tengo que dar gra-cias especiales al maestro Kurt Richter quien me anim con sus valiosos consejos.

    PAUL SCHMIDT

    10

  • EL EQUILIBRIO EN LA PARTIDA DE AJEDREZ

    DEFENSA HOLANDESA (Jugada en Holanda, 1938)

    Blancas: Dr. Euwe Negras: P. Keres

    l. P4D P3R

    Una respuesta muy elstica: las negras se reservan la posi-bilidad de pasar a la defensa in-dia o a la holandesa. o tambin al gambito de dama. Pero tam-bin deben estar preparadas a pasar a la defensa francesa si las blancas juegan ahora P4R.

    2. P4AD ASC+

    Las negras: Voy a proponer-le a mi adversario una pequea innovacin. porque. despus de A20 no tengo por qu temer un cambio forzado. pues aun-que el medio tiempo regalado (O X A) represente una ventaja terica para las blancas. la expe-

    riencia demuestra que la desapa-ricin de una pareja de alfiles en una fase tan temprana de la partida impide el nacimiento de una tensin seria en el centro. Si. por el contrario. las blancas juegan 3. C3A. tengo tres posi-bilidades: primeramente 3. ... P4AO, 10 que. despus de 4. pxP. AXC+; 5. PxA, 04T es cier-to que lleva a grandes compli-caciones no exentas de posibi-lidades, pero que apenas pue-den ser slidas, porque las ca-sillas negras las tengo muy d-biles. Las blancas conservan la pareja de alfiles y presin en las columnas CO y O. Para ex-plotar estas ventajas, tendran que jugar duramente al ataque mediante el sacrificio del P AD; o puedo jugar 3 .... , C3AR con una defensa normal Nimzo-in-da; o en tercer lugar. y esto es lo que ahora voy a intentar. puedo elegir 3 .... / P4AR con

    II

  • paso a la defensa holandesa. Con ello tengo la ventaja de que me aseguro el dominio so-bre 5R, porque el C3A con que las blancas podran luchar por esta casilla, est clavado.

    Crtico: Con ello surge tam-bin el interesante problema de si en la defensa holandesa es de ms valor el CD o el AR negro.

    3. C3A P4AR

    Blancas: Naturalmente no me dejo doblar un pen en 3AD; en la holandesa, donde el adversario domina mi casilla 4R, eso sera casi un suicidio. Pero, con qu pieza cubro aho-ra al C3A: con la dama o con el AD? Cul de los dos que-dar ms elstico despus del cambio en 3AD? Desde luego la dama; con el alfil tendra que tener siempre en cuenta el cambio mediante C5R, que vuel-ve a colocar todo en el proble-ma de la apertura: AD con-tra CR..

    4. D3C

    Negras: No quiero cambiar inmediatamente, sino que pre-fiero cubrir A5C con una juga-da til. Entonces, despus del casi seguro P3TD, habr gana-do casi medio tiempo; porque

    12

    las jugadas de las piezas me-nores son ms eficaces en la apertura que las jugadas de los peones. Claro que tampoco sera intil P3TD, sino una buena preparacin para P4CD, inician-do un ataque en el ala de dama, y mientras las blancas no quie-ran luchar por 4R sus perspec-tivas de ataque en la holandesa radican exclusivamente en el ala de dama. No debo cubrirme con C3AD, porque se sigue 5. P5D, Y la cosa se pone mal: 5 .... , AXC+; 6. DxA segui-do de DXP; 6 5 .... , C5D; 6. DID, Y el caballo no tiene ya ninguna casilla adonde retirar-se. Queda tambin 4 .... , D2R, lo que prepara la usual P4R o que moleste al adversario por la amenaza de llevarlo a cabo. La moda de otros tiempos de desarrollar la dama a 4T pasan-do por IR est superada hace muchos aos.

    4. ... D2R

    Blancas: a: Desde luego quiero colocar el AR en la gran dia-gonal, por tanto P3C. Pero no puedo hacerlo inmediatamente: tras 5. P3C hay la mala inten-cin C3AD, y yo no puedo cu-brir simultneamente los peo-nes 4D y 4AD (existe la ame-naza C4T), tampoco con 6. P3TD?, Cx P, etc. Queda tam-

  • bin la eleccin entre P3TD y OAR, lo que prcticamente lleva a los mismos resultados, porque despus de 5. C3A, C3AR, tendrla yo que jugar P3TD para impedir C5R..

    5. P3TD 6. DxA 7. P3CR

    AXC+ C3AR

    Las negras: No quiero dejar-les a las blancas la gran diago-nal, porque entonces se produ-cira la usual posicin restrin-gida; no me agrada jugar P4D, con la molesta obligacin de defender 4R. Por tanto, debo obligar a las blancas a un re-traso en la colocacin del alfil en la diagonal blanca, para po-der jugar P3CD y esto puedo alcanzarlo amenazando P4R, porque entonces las blancas tie-nen que jugar OA..

    7. P3D 8. C3A

    Las negraS: Pero ya no se puede pensar en P4R: C3AD re-trasarla el PAD, as como tam-bin un futuro A2CD; despus de CD2D; 9. A2C, probable-mente yo no podra jugar ya P3CD .

    8. 9. A2C

    10. O-o

    P3CD A2C CDlD

    Las negras: Desde luego, no quiero jugar P4R antes de en-rocarme, pero quizs el adver-sario emprenda algo contra eso. entonces la in versin de juga-das ha alcanzado su fin .

    Las blancas: l s6lo debe jugar tranquilamente P4R. Des-pus de 11. P4CD, P4Rj 12. P X PI, las negras no tienen nin-guna eleccin agradable: 12 .... , C X P; 13. A2C y el orgulloso centro est perdido; 12. ..., PXP 13. C4T, C5R (No 13 .... , AxA 14. CxP, D3R7; 15. CxPC+); 14. AxC, PXA; 15. A3R y la amenazadora P5AD naturalmente no se puede impe-dir con P4A, a causa de la te-mible debilidad en la colum-na D .

    11. P4CD O-O 12. A2C

    Las blancas: cCon esto por 10 pronto impido P4R, y prepa-ro P5A..

    Las negras: c Ahora estoy ante una eleccin que ser decisiva para esta partida: Debo jugar P4R o resistir en el ala de dama con P4A? La tercera posibili-dad: el ataque en el flanco de rey con C5R seguido de P4CR es, teniendo en cuenta la dia-gonal 1 TD-8TR, demasiado sal-vajemente romntica, y no vale la pena perder el tiempo pen-

    13

  • sando en eso. Por tanto: P4R o P4A? Si juego TIR, enton-ces... Altol Qu torre debo mover a IR para hacer posible P4R? Si empleo la torre D, toda mi ala de dama queda expuesta sin defensa al ataque blanco. Por tanto no hay que pensar en eso sin inmediatas posibili-dades de ataque despus de P4R. Resistirlos? De ninguna manera; el dominio de la dia-gonal I TR -STO arrebatara la posibilidad de penetracin me-diante el ataque llevado a cabo con P5R y P5AR; el ataque blanco en el ala de dama, con P5AD, despus de T1AD, se desarrollara ms rpidamente, y despus de P4R una jugada como P3AD sena ya el princi-pio del fin. Queda por tanto por investigar TRIR. Pero entonces no tengo propiamente ninguna perspectiva de ataque al rey despus de P4R. Veamos, por tanto, 10 que consigo con P4AD. Nota principal: el pen 4AD blanco est s6lido y se convier-te en un ligero objetivo de ata-que. Por eso el ataque blanco tiene que desviarse a la colum-na de dama o, despus de P5C, al borde del ala de dama. En la columna de dama ser bas-tante fuerte, a causa del mara-villoso C5R. Ms arriesgado parece en el ala de dama. Re-sistir all con las torres sena

    14

    demasiado pasivo; debo colocar mis torres en las columnas AD y D, jugar P4AD, las blancas cambiarn con PD X P Y enton-ces adelante con P4Dl,

    12. ... TDIA

    Cridco: Digna de considera-ci6n es la propuesta moderna 12 .... , CSR; 13. D2A, C4C1

    13. TRID

    Las blancas: Naturalmente tengo que considerar el pen 3D, porque ahora es seguro que jugar P4A.

    Las negras: Debo jugar in-mediatamente P4A o prepararla primero con TRID? Y an ten-go que considerar la posibilidad 13 ..... TRID 14. P5DI7, pXP; 15. C4D; un trabajo mental muy

    Diagrama nr.bn. 1

  • complicado e intil si las blan-cas no juegan P5D. Como una amenaza directa a 3D no parece nada peligrosa, jugar inmedia-tamente P4A.

    13. '" P4A

    (Ver diagrama nm. l.)

    Las blancas: Aqu debo to-mar con el PD; como PD X P no es viable a causa de la de-bilidad en 4R, es obligada PC x P, tras lo cual puedo ya contabilizar las debilidades P3D y P2TD. Pero debo tener mu-cho cuidado de que las negras no me obstruyan la diagonal de importancia vital 1 TD-8TR con P4D-5D.

    Nota: El Dr. Euwe recomien-da 14. D3C.

    14. PDXP PCXP

    Las blancas: Ahora ataco con D3D el PD negro. Si las negras lo cubren con C5R, en-tonces despus de 16. P5C, P4D 17. PxP, PxP, posible-mente con 18. TDIA quedaran peones colgantes que s610 dif-cilmente pueden avanzar. Tam-bin es muy de tener en cuen-ta 15. D3D, C5R; 16. C2D, por-que el final de juego despus de 16 .... , P4D; 17. PAXP, PRXP; 18. CxC, PXC; 19.

    AxPR!, PAXA; 20. DXC, T2A!; 21. DxD, TXD apenas puede proporcionar la victoria a causa de los alfiles de distin-to color, pero mi adversario apenas podra jugar; tampoco 16. C2D, PXP; 17. CxC, P X C es satisfactorio para las negras; con 18. DXPD, DxD; 19. TXD, C3C; 20. PXP, CXP; 21. T7DI, quedo con ventaja, pero no debo volverme loco de alegra y jugar 17. CxC, PxC; 18. AxPR. Porque en-tonces las negras despus de 18. ... , C4A; 19. AXP+, RIT; 20. DXPD, DXD; 21. TXD, no slo me arrebataran mi venta-ja con 21. ... , RxA; 22. pxP, sino que me ganaran con 21. ... , PXP.

    15. D3D

    Lnagran1a nnt. 2

    15

  • Crtico: Una mala jugada, que empuja con prdida de tiempo a una pieza enemiga a una casilla mejor. Lo correcto era inmediatamente P5C, 10 que adems habra correspondido al avance blanco en el ala de dama, as como tambin habra puesto a la dama fuera del al-cance de la TIAD negra. Haba la posible amenaza de P X P se-guido de e3e.

    Las negras: Comparto la pro-bable manera de pensar de mi adversario con relacin a 15 .... , C5R: si fuese favorable para m las blancas no habran jugado desde luego D3D. Pero, cmo cubro ahora 3D? Cierto que C1R parece ser una jugada muy buena, porque protege tambin 2CR; pero slo sirve para la de-fensa. Pasar con 15 .... , C3C al contraataque? Cierto que las blancas podran finalmente to-mar en 3D, porque despus de 16. OXPO, DxD 17. TxD, C X P tienen la escapatoria 18. AxC, eXT; 19. A7R, con lo que la partida puede terminar en tablas. Adems las blancas apenas elegiran eso, porque tengo la impresin de que es-tn jugando a ganar. Probable-mente tambi.n es viable 16. P5C, con 10 que gano tiempO para jugar TR1D, y en compa-racin con 15. P5C voy con un tiempo de ventaja. Me parece

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    que mi adversario no ha toma-do en consideracin 15. . .. , C3e.

    15. ClC

    Las blancas: Ya est! Debo ahora aventurarme a jugar DxPO? No, quiero jugar P5C, aunque eso sea reconocer que mi anterior jugada no fue del todo correcta. D

    16. P5C

    Las negras: El salto inme-diato 16 .... , C5T parece que no compensa. Cierto que des-pus de 17. AXC, OxA; 18. D X PO, C6A, recupero el pen en 2R en todos los casos con jaque, pero no vale la pena es-forzarse respecto a los peones blancos del ala de dama en vis-ta de 19. TIR, CxP+ 20. RIA, TRID; 21. D5R, A X e; 22. DxD, AxA+; 23. RxA, PXD; 24. TXC, R2A; 25. P4TD. Tambin es posible que las blancas sacrifiquen la cali-dad con 18 .... , C6A; 19. D5R. Podra seguirse tambin esto con 18 .... , C7C; igualmente pa-rece jugable 19. TRIA, CXP; 20. D3D. Y finalmente tambin las blancas, arrepentidas, po-dran jugar 16. . .. , C5T; 17. 03C y cambiar su alfil. Pero

  • 16 .... , TRID proporciona ms posibilidades de ataque.,

    16. TRID 17. P4TD

    Las blancas: Debo taponar inmediatamente el agujero en 4TD, antes de que se site all un caballo negro. A eso corres-ponde la continuacin del avan-ce del PTD en mi programa. Ahora viene P4D. Dominar los nerviosl.

    17. 18. PxP

    P4D TxP

    Crtico: Si se analiza la po-sicin, se llega aqu al resul-tado de que era preferible to-mar con una pieza menor, por-que de ese modo se puede in-quietar abundantemente a la dama blanca.' Pero no se debe hacer ningn reproche a las ne-gras por el hecho de que con un limitado tiempo para pen-sar eligiesen una continuacin que tambin tena buen aspec- -to y en la que ellas podan pre-ver claramente la~ jugadas pos-teriores.

    19. D2A

    Cubre 4TD.

    19. . .. TxT+

    Las negras: Si ahora las blancas juegan 20. T x T, yo juego A5R; 21. D3C, P5ADI Pero despus de D X T la vincu-lacin de su torre y su dama es poco eficaz; ello podra ex-plotarse. JI

    10. DxT CSA

    Crtico: No parece viable P3TD, por ejemplo: 20. . .. , P3TD; 21. C5RI, P X P; 22. P X P Y el traslado del caballo a 6AD resultara fastidioso. Pero un salto de caballo a 4D permitira T7T.

    Las blancas: Puedo retroce-der con el alfil o tomar en 6AR. Si las negras vuelven a tomar en 6AR con la dama, estoy muy bien despus de TIA, porque las negras no pueden proteger al mismo tiempo las columnas AD y D. Pero qu pasa si las negras retoman en 6AR con el pen, 21. ... , P X Al? Entonces se me queda bloqueada perma-nentemente la importante casi-lla 5R y el PAD se torna peli-groso. Por tanto mejor AIAD, conservar la pareja de alfiles. lo que por ahora me permite No puedo ver amenazas inme-diatas contra eso.'

    21. AIAD P4R

    Critico: Por fin las negras se

    17

  • deciden a desembarazarse del pen retrasado en 3R, esfuerzo muy comprensible. En realidad habran conseguido el equilibrio con una continuacin correcta.

    22. D3C A4D

    No D2AR a causa de e5C.

    23. C2D

    Parece muy peligroso.

    23. . .. P5R!

    La hermosa clave, natural-mente prevista ya por las ne-gras en su jugada 21.". Despus de 24. e x C el C4A no se pue-de cubrir por segunda vez y puede ser capturado con toda comodidad mediante duplica-cin en la diagonal 2TD-8CR; pero mientras tanto las negras han realizado P3R-4R-5R.

    24. CxC D3R1

    Diagrama nm. 3

    18

    Critico: Con el xito uno se descuida. Las negras no pien-san ya en que a causa de la dia-gonal 8TD-l TR no pueden ju-gar P3CR. El P4AR debe por tanto estar cubierto constante-mente con una pieza menor, precisamente con A3R. Esta ca-silla se la quita ahora la dama al alfil y se ve de pronto ante la necesidad de cubrir el PAR con la dama, un compromiso que no est conforme con la categora de la piezal No es de extraar que las negras se me-tan ahora en las mayores difi-cultades; lstima de la combi-nacin iniciada con P4RI

    25. A3TR!

    Un ataque jiu-jitsu. Las blancas se han dado cuenta del punto vulnerable en la posicin enemiga. La dama negra no puede ahora apartarse de 3R. Para hacer posible esto las ne-gras se deciden finalmente por P3C, con lo que las blancas re-ciben la posibilidad de ataque de mate. Un instructivo ejem-plo de las consecuencias que puede tener la ms pequea in-exactitud.

    25. AxC 26. D2A

    El pen 2R debe quedar cu-bierto.

  • 26. '" A4D

    Critico: Haba la amenaza AxP. A la luz del posterior desarrollo, se inclina uno por la opinin de que para la defensa de 4AR se debi emplear una cura radical: 26. "., C5CI El al-fil blanco de rey est tambin mal.

    27. P5T AlC 28. A2CD C4D

    El juego blanco se juega casi por s solo; las negras tienen que resignarse. Pero en las ju-gadas siguientes tambin se hace sentir el apuro del tiempo: Tan sin plan no juega, de lo contrario, un Keresl

    29. D4A P4T

    Nota: Abre al rey una casi-lla de escape. 29 .. oo, P6R no habra sido bueno a causa de P4A seguido de A5R.

    30. P3R

    Impide en todo caso la men-cionada posibilidad y prepara el retroceso del alfil de 3TR a la diagonal 2TD-8CR si las ne-gras se deciden finalmente por P3CR.

    30. R2T

    31. TID 32. AlAR

    P3C T2A

    Cubre para mayor seguridad la casilla 2CR.

    33. D3C

    Le deja libre al alfil de rey la casilla 4AD: con esta jugada simple y natural las blancas quedan con ventaja.

    33. T2D 34. A4A R3T

    Nota: Con esto por lo menos la torre de 2D no puede ser to-mada con jaque despus de una retirada del caballo 4D, con lo que las negras, en el momento decisivo, podran perder un tiempo. Pero probablemente Ke-res ha querido provocar psico-lgicamente la inminente juga-da defectuosa de las blancas: N o es ms fcH quitarle al rey negro tambin la casilla de escape 4CR para luego con toda tranquilidad irlo empujando ha-cia la gran diagonal? Lo co-rrecto era Al T seguido de D2C, y slo entonces P4T.; a esta conclusin llegan casi todos los crticos. Pero las negras despus de 35. Al T habran podido crear libertad de movimiento para su rey -con 35. .oo, P5T. Despus 36. P X P sera precisa-

    19

  • mente perjudicial a causa de P5A!, de forma que las negras tras PT x P aseguraran para su rey la casilla 4C.

    35. P4T

    Las negras: Si quiero VlVIr tengo que despejar la diagonal ITR-8TD de las blancas para atacar al rey. Para eSo debo se-guir avanzando el P5R o dejar que lo tomen. No veo ninguna variante con que las blancas me lo puedan capturar, por tanto tengo que apartar el PR blanco. Exacto! Si ahora juego P5A, las blancas no pueden tomar con el PC, porque entonces se-ra temible D5C+. Las blancas pueden, pues, dejar pasar al P A o tomarlo con PR X P. Si no lo toman, los papeles quedaran cambiados despus de P X PC seguido de D5C o despus de P6A y D6T: todas mis piezas menores estn situadas favora-blemente para el ataque contra el rey blanco. Despus de 36. PR X P he conseguido mi obje-tivo: puedo jugar P6RL Des-pus no viene de nuevo PAxP, a causa de D5C, etc. Despus de 36. A X C, quedan alfiles de distinto color, que deban hacer posibles las tablas a pesar de la prdida de peones. Y si las blan-cas slo cambian despus de P6R en 4D, entonces tengo una

    20

    bonita sorpresa preparada. Pero y si a las blancas se les ocurre la idea de sacrificar la calidad: 36. TxC, AxT; 37. D3A, DIC; 38. AxA, TxA; 39. PRxPI7 La posicin en s es entonces desesperante, pero con todo ten-go la calidad y mi adversario tambin est apurado de tiem-po.u

    35. P5A!

    Las blancas: Si ahora jue-go PRxP, viene naturalmente P6R. Despus an tengo tiempo de cambiar en 5D, porque des-pus de PXP+; 37. RxP est mi rey seguro. Este sacrificio de calidad en 5D o final de jue-go con alfiles de distinto color me resultan demasiado insegu-ros estando apurado de tiempo. Algo distinto es naturalmente 36. PRxP, P6R; 37. AxC, TxA; 38. TxT. O gano des-pus de A X T un segundo pen o las negras cambian antes en 2AR y entonces en el final con mi buena posicin del rey y la mala posicin del suyo an ten-go la victoria con alfiles de dis-tinto color .

    36. PRXP1

    Crtico: Mejor huhiese sido el mencionado sacrificio de ca-lidad. Como demostr el maes-

  • tro Pirc, las blancas tambin podan haber ganado aqu con 36. AxC, TxA; 37. TxT, DxT; 38. DXD, AxD; 39. PC X P. Como el alfil negro tie-ne que quedarse en la diagonal 4D-ITD de las negras, las blan-cas mueven primero su rey a 3CR, y luego, con P5A! sacri-fican pasajeramente un pen. Despus, segn que el rey negro se mantenga en el ala de rey o en el de dama, las blancas con su rey llevan a coronar al pen CD o ganan el PTR, con lo cual el PTR blanco fuerza al rey ne-gro a ir al ala de rey, y el PCD avanza. Pero resulta difcil ha-cer un reproche a las blancas por no haber previsto la com-binacin que va a producirse ahora. Cuando el adversario se encuentra muy apurado de tiem-po, uno no espera estratagemas tan diablicas.

    36. P6R! 37. AxC

    Como se ha expuesto arriba, pero ...

    37. P7R!!

    corta el nudo gordiano y el rey blanco se queda an peor que el negro.

    Diagrama nm. 4

    38. TIR

    La dama negra era tabl

    38. 39. DxD 40. P3A

    DxA TXD

    El P2R no se puede tomar!

    40. 41. RlA

    T8D tablas.

    Una partida de gran lucha y un ejemplo esplndido de cmo en las modernas partidas de maestros estn muy cerca unas de otras, la victoria, las tablas y la derrota.

    21

  • LA APERTURA

    GAMBITO DE DAMA (29.' partida del campeonato del mundo, 1937)

    Blancas: Dr. M. Euwe Negras: Dr. A. Alekhine

    l. C3AR 2. P4A 3. C3A 4. P4D 5. A5C

    C3AR P3R P4D P4A

    Si las blancas se esfuerzan por conseguir ventaja en la apertura han de considerar ade-ms de la jugada del texto la 5. PAXP, CxP. Pero se ha comprobado que tras la conti-nuacin 6. P4R, CXC; 7. PxC, PXP; 8. PxP, A5C+; 9. A2D, AxA+; 10. DxA, O-O: 11. A4A, las negras consiguen el equilibrio con n .... , C3A; 12. O-O, P3CD; 13. TRI D, C4T; 14. A3D, A2C. Pero con 6. P3RI, C3AD; 7. A3D!, a las negras se les pueden presentar algunos problemas.

    5 .... PAxP 6. CRxP

    Lo ms fuerte, ya que las ne-gras tras 6. D X P, pueden ex-traer utilidad de la expuesta si-tuacin de la dama jugando 6 . ... , A2R seguido de C3A.

    22

    6. ... P4R

    Rpido, antes de que las blancas cambien en 5DI

    7. C3A

    La usual continuacin anti-gua 7. C4-5C lleva despus de 7 .... , P3TDI (no 7 .... , P5D; 8. C5D, con gran ventaja de las blancas); 8. D4TI (no 8. C x P?, PxC; 9. CxC+, DxCI; 10. A X D, A5C +, etc.), 8 .... A2D; 9. P X P a un juego muy compli-cado. Probablemente las blan-cas, a pesar de la peligrosa cla-vada, estn mejor, porque las negras tienen grandes dificulta-des en continuar su desarrollo.

    7. P5D 8. CSD

    Diagrama nm. 5

  • 8. C3A

    Con esto se ha llegado a la posicin crtica. Las negras es-tn ahora en desventaja sin que puedan probarse otros errores. Queda por tanto por investigar 8 .... , C3A. y en realidad ste es el error. Pero, basta una jugada de aspecto totalmente natural en la apertura para lle-var a una mala partida, incluso perdedora?

    Pensemos que hay dos posi-bilidades para adquirir venta-ja: a) el adversario -comete un burdo error o varios errores pequeos y pequesimos suce-sivamente, o b) yo mismo co-meto un error, iY al adversario se le pasa explotar este error inmediatamentel Porque cada posicin est ligada con la pre-cedente por una doble jugada, y el juego del ajedrez sera in-correcto si se consiguiera, par-tiendo de una posicin equili-brada, llegar a una posicin ven-tajosa por medio de una juga-da duerte.. Precisamente esto slo es posible mediante una jugada falsa., con la que el adversario ha dejado pasar la ocasin de realizar la contraju-gada. De esto se sigue para el juego de torneo la importante regla de que jugadas inslitas, esto es, no justificadas orgni-camente por la posicin del ad-

    versario, bien quieran servir para el ataque o para la defen-sa, deben ser combatidas ya en la jugada siguiente. Porque si no se hace as. nace una posi-cin completamente nueva. que ya no est ligada slo por co-rrectas jugadas con la posicin base equilibrada, para cuyo jui-cio slo sirve de regla la colo-cacin momentnea y casual de las piezas en el tablero. pero no ya la prtohistoriu del ha-cerse orgnico de la partida.

    Volvmonos nuevamente a la partida y sigamos las considera-ciones que han de hacerse las negras para encontrar una ju-gada mejor que 8 .... , C3A. Pero antes queremos dejar bien sen-tado que la continuacin reco-mendada por muchos 8. .. . D4T +; 9. A2D, DID. para con-seguir la repeticin de jugadas despus de 10. ASC no es con-vincente, porque las blancas po-dran conseguir un final de jue-go muy favorable con 10. CXPR, CxC; n. D4T+. A2D 12. CxA, DXC 13. OXC+, CXO; 14. PXC, C3A 15. P3CR, C X PO; 16. A2e.

    Las negras: El jaque de dama en 4TD da poco resulta-do, el sacrificio de dama con C X C no es viable por el mo-mento, porque la blancas pue-den interponer el caballo en 2D. La amenaza inmediata de

    23

  • las blancas es por una parte C X PR, en combinacin con 04T+, pero, por otra, tambin de pura naturaleza posicional: amenaza 9. P4R Y yo no pue-do jugar P X P a. p. a causa de 10. CxC+, PXC; 11. DXO+, RXD; 12. AxP+. Puedo ju-gar 8 .... , C3A, con lo que 4TD queda cubierto y luego, despus de 9. P4R, P X P a. p.; 10. CxC+. PxC; 11. DxD+ vol-ver a tomar con el caballo en ID. Pero tampoco puede discu-tirse la ventaja de las blancas despus de 12. A x P. Pero si re-nuncio en la 9." jugada a P X P a. p., las blancas se quedan con su gigantesco caballo en 5D, porque en la siguiente jugada cambia, como es natural, su al-fil 5C por mi C3AR. Cierto que despus de A3R puedo cambiar en 40. pero entonces las blan-cas se quedan en 50 con un peligroso pen libre, adems de que despus de PA x A penetra-ran con sus torres en la co-lumna AO o con PRx A obtie-nen una cadena de peones en el ala de dama y al mismo tiempo ataque contra mi rey gracias a la diagonal libre 2TR-8CO de las negras. Debo por tanto ju-gar algo que no sea 8 .... , C3A. Pero, qu? 8 .... , A2R7 S, eso esl Entonces est la amena-za C X C con ganancia de pie-za, por lo que las blancas no

    24

    tienen tiempo para C X PRo Pero 10 ms importante: yo siempre puedo ahora, despus de P4R, seguir jugando P X P a. p., porque mi casilla 3AR est suficientemente defendida. Pero con esto obligo al caballo 5D a cambiar ms tarde o ms tem-prano por una de mis piezas menores o despus de P X P a. p. las blancas pueden tambin jugar CxP6R. Pero en uno y otro caso las blancas tienen que ceder el puesto avanzado en 5D, y entonces me quedo sa-tisfactoriamente. D

    Despus de la jugada del tex-to las negras quedan en des-ventaja. Pero tambin aqu se demuestra que para perder una partida generalmente se necesi-ta un segundo error. Cotjese el comentario a la jugada 20.".

    Las blancas: ,Primeramente juego ahora P4R, cambio luego en 6AR, llevo mi alfil a 3D y enroco. A continuacin he de explotar la ventaja que me pro-porciona la situacin de mi ca-ballo en 50. Es evidente que mis posibilidades estn en la columna AD, donde puedo crearme un pen libre con P4CD seguido de P5AD. En el centro y en el ala de rey natu-ralmente no debo abrir al prin-cipio ninguna columna porque entonces los alfiles negros co-braran actividad. Qu pueden

  • emprender las negras entretan-to? Pueden tomar medidas pre-ventivas contra mi ataque en el ala de dama o tratar de jugar al ataque en el ala de rey me-diante apertura de la colum-na AR. En el ala de dama pue-den impedir P4CD con P4TD. Cierto que entonces naceran debilidades en 4CD y 3CD de las negras, pero muy difcilmen-te podra yo explotarlas. Mejor es que juegue yo P4CD antes de que l pueda jugar P4TD. Es viable eso? S: 9. P4R, A2R; 10. AxC, AxA; ,ll. P4CO. Pero si l quiere volver a tomar en 3AR con el pen, yo paso a un ataque al rey con C4TR. De la posicin algo ex-puesta de mi P4CD parece que l no podr extraer ninguna ventaja; despus de 11 .... , A3R puedo jugar incluso tranquila-mente 12. A3D, porque 12 .... , AxC; 13. PRXA, CxP7 fra-casa frente a 14. D4T+. En mi posterior avance he de vigilar muy atentamente el contrajuego negro en el ala de rey.

    ,. P4R 10. AxC n. P4CD 12. A3D 13. P3TD

    A2R AXA 0-0 P4TD A3R

    Amenaza ganar un pen.

    14. TICD PXP 15. PxP AlR

    Amenaza nuevamente ganar un pen y prepara la apertura de la columna AR. Pero las blancas, gracias a una circuns-tancia tctica (el PR negro y con l tambin el PO se que-dan indefensos si las negras despus de 16. 0-0, AxC; 17. PRxA, juegan CXP) no nece-sitan cubrir una vez ms el P4CD o preocuparse de la ofer-ta algo dudosa de sacrificio de pen que hagan las negras: 16. P5C, AXCj 17. PAxA, 04T+; 18. RIA, C5e; 19. CXPR. sino que pueden simplemente conti-nuar su desarrollo.

    16. O-O P3A

    Ahora tiene que cubrirse 4R. Pero como vuelve a haber la amenaza A x e seguido de C x P, las blancas, naturalmen-te no pueden jugar P5C mien-tras las negras dominen la ca-silla 5AO y le puedan cerrar el paso; por eso vuelven a cubrir 4CD indirectamente:

    17. D2A

    Ahora se seguira a 17. ..., AxC; 18. PRxA, CXP; 19. AxP+, RITj 20. D5A y seran decisivas 21. 05T o 03T. Por

    25

  • eso el rey negro esquiva a tiem-po el jaque en 2TR.

    17. RIT 18. P5A!

    Y nuevamente la casilla 7TRI Las negras no deben ahora tam-poco tomar el caballo. As las blancas con medios tcticos han conseguido su objetivo estrat-gico: el avance P5AO. Ahora vuelve a trascurrir la partida conforme a un plan: las negras pasan al ataque en el ala de rey y las blancas se ven presio-nadas algn tiempo en la defen-sa. Pero el ataque no cuaja, y pasan al contraataque, con el poderoso apoyo del pen libre pasado en la columna AD.

    18. T6T! 19. A4A!

    Pero no 19. T3C, TxT; 20. DxT, P4A! y la dama y el al-fil 3D quedan ligados a la de-fensa del caballo 50.

    19. 20. CxA

    P4A! DXC?

    Critico: Casi podra creerse que las negras han tomado oportunamente en 2R. AqU se les vuelve a ofrecer una posibi lidad tctica de cambiar el cur-

    26

    so de la partida: 20 .... , T6AI; 21. C xC, P X C. Cierto que las blancas pueden luego con 22. DXT, PxD; 23. AxA ganar la calidad, pero despus de 23. ... , PxP no tienen ninguna ca-silla buena para su caballo; han de devolver la calidad con 24. CXP, D2R; 25. C70, TlO; 26. A3T, TXC; 27. AXT, OxA y ahora las negras, tras las juga-das aparentemente aniquilado-ras 28. TDlA, 06DI; 29. TRIO pueden jugar tranquilamente P7 A. Tambin con otras juga-das que no sean 28. TDIA, por ejemplo 28. Tl T pueden las ne-gras dando la dam a por dos torres presentar, al menos, una enconada resistencia. Por lo dems nada sacan tampoco las blancas con 22. 020, A X A; 23. TRIR. Si las negras no tienen nada mejor pueden lograr un final que no perderan con 23 . ... , TxC; 24. PXT, P5AI. Las blancas podan probar 23. TRIA, tras lo cual las negras se veran obligadas a 23. . .. , TxC; 24. PxT, A4C. Ahora P5A amenaza de nuevo con lle-var a una posicin de tablas. Las blancas pueden impedir esto con 25. pxP, TxP con 25. P4A, PAxP; 26. PxP, pero ambas posibilidades son muy peligrosas para ellas teniendo en cuenta la posicin abierta de su rey.

  • Diagrama nln. 6

    21. A5D

    ~uy fuerte; las negras estn ahora ante la desagradable elec-cin de reforzar la cadena de peones blancos en el ala de dama con 21. ... Ax A, con lo que sus propios peones del cen-tro quedan necesitados de pro-teccin si no quieren. como en la partida, sacrificar la calidad, o bien con P X P ceder a las blancas la importante casilla 4R.

    21. 22. D2D

    T6A PxP

    Ahora no servira de nada TXC; 23. PXT, P5A, porque los peones blancos, al contrarlo de lo que pasaba antes, tienen la posibilidad de moverse.

    23. AxP A4A

    24. AXA 2.5. TRlR!

    TxA

    Crea espacio para el rey y ataca el centro de peones ne-gros que no pueden ser bien cubiertos porque despus de P5C y C x PD hay la posible amenaza de mate en la 8. l-nea. Por eso el siguiente sacri-ficio de calidad de las negras sigue siendo su mejor posibili-dad. Pero las blancas disponen de un golpe muy simple y con-vincente; vase jugada 27.a

    25. 26. PXT 27. T4R! 28. T4C 29. T3CR 30. TlT 31. P.5C

    T6XC D5T D6T DXPA D.5R P3T

    El ala de rey est asegurada; ahora pueden avanzar los peo-nes libres.

    31. C2R 32. P6A

    Lo ms simple. Las negras no deben tomar, porque despus de 32 .... , PXP; 33. P6C, P4A; 34. T7T el PCD no puede ya detenerse. Por eso las negras tienen que volver atrs sus pie-zas y as quedan libres, para el

    27

  • contraataque de las blancas. la 020 y la T3CR.

    32. 33. D4C 34. P7A

    TIA TIR C4D

    Impide O X C y vuelve a lle-var al caballo al terreno de la lucha.

    35. D6D!

    La amenaza 080 decide aho-ra, a pesar de que las negras pueden ganar las dos torres blancas. El resto es fcil.

    35. 36. D8D 37. RIA 38. PTxC 39. R2R

    CSA C7R+ CXT+ D8T+ D4T+

    o 39 .... 05R+; 40. R2D Y las negras no pueden ya dar ms jaques. Con 39 .... , OXT;

    40. DxT+, R2T; 41. P8A=D, las negras no disponen del ja-que perpetuo.

    40. R2D D2A

    40 ..... 04C+; 41. DxD, PXD; 42. T7TI.

    41. RIR

    Naturalmente, no 41. P8A=D?, DXP+; 42. R30, P5R+; 43. R4A, D7A+, etc. Pero ahora las negras no tienen ya nada que impida P8A=D o T7T. Si por ejemplo 41. ... , TIA, entonces 42. T2Tl, D4A; 43. T2A, P60; 44. Ox T +, pero no 42. P4A, 04Al, etc.

    Las negras abandonaron.

    Una partida que ilumina pe-netrantemente el papel de la apertura en el moderno juego de torneos.

    UNA OBRA DE ARTE ESTRATGICA

    EL HILO ROJO

    A menudo se les hace a los maestros esta pregunta: Se puede inmediatamente despus de la apertura atenerse a un plan fijo hasta llegar a un re-sultado triunfador? Contestar

    28

    a esto no tiene nada de fcil. Cierto que ya en la apertura se emplea un mtodo determi-nado, pero ste tiene que aco-modarse a la imagen constan-temente cambiante de la lucha y modificarse adecuadamente. Slo en rarsimos casos se con-

  • sigue realmente seguir hasta el final de juego una idea conce-bida de una vez y ahogar en germen todo intento de libera-cin del adversario; principaI-mente cuando se trata de explo-tar las debilidades de los peo-nes. Uno de estos casos excep-cionales nos muestra la siguien-te partida. Me he limitado por eso, en el examen de dicha par-tida, a mostrar el plan estrat-gico que como un hilo rojo corre a lo largo de la misma. Se ha prescindido de una investi-gacin a fondo de todas las po-sibilidades tcticas que fueron surgiendo.

    DEFENSA NIMZO-INDIA (6.- partida del campeonato mundial, 1940)

    Blancas: P. Keres Negras: Dr. M. Euwe

    l. P4D 2. P4AD 3. C3AD 4. D2A

    C1AR P3R ASC

    En este punto se han ensaya-do con frecuencia todas las ju-gadas posibles: 4. D3C, 4. A2D, 4. P3TD, 4. C3A, 4. A5C, 4. P3R, sin poder mostrar con nin-guna de ellas ventaja para las blancas. La jugada del texto, cada vez ms preferida, junto a

    la variante de moda 4. P3R, es la reaccin sensata contra la amenaza posicional del dobla-miento de peones.

    4. ... C3A

    La jugada que antes se em-pleaba muchsimo 4. D2A, P4D apenas se juega hoy. Pero con-frntese la sensacional partida Keres-Botvinnik, Mosc 1941: 5. pxP, PXP; 6. A5C, P3TR; 7. A4T, P4AI7; 8. 0-0-07, P4CR!; 9. AJC, AxCI, etc. As se concentra el inters en la de-fensa aqu utilizada. De otro modo an sena til 4 .... , P4A.

    S. C3A

    Muy en consideracin viene aqu 5. . .. , P3D, porque las blancas no deben jugar 6. A5C, P3TR 7. A4T?, a causa de 7. ... , P4CR; 8. A3C, P5C segui-do de Cx P. Las blancas reac-cionan a esto de la manera ms lgica con 6. A2D para, con el cambio en 3AD, tomar con el alfil y as controlar con la dama la casilla 4AD. Despus de la pausible continuacin 6. . .. , D2R; 7. P3TD, AxC; 8. AxA, P4TD 9. P3R 09. TlD las blan-cas tienen siempre un triunfo en su pareja de alfiles.

    6. ASC 7. A4T

    P3TR P3D

    29

  • Ahora, por el contrario, des-pus de efectuado el enroque, la ganancia del pen en 5D na-turalmente no compensara el debilitamiento del ala de rey: 7 .... , P4CR7; 8. AJC, P5C; 9. C4T, CXP; 10.0201.

    8. P3R D2R 9. A2R P4R

    10. PSD

    Tras 10. O-O, A x C las blan-cas tendran que jugar 11. PxA, lo que por cierto no sera di-rectamente desfavorable para ellas, pero no correspondera a su intencin de atacar tambin por el ala de dama. Habra sido arriesgado 11. D x A a causa de 11. ... , P4CR: 12. A3C, C5R se-guido de P4AR y la amenaza P5A.

    10. CIC

    Despus de P50, la casilla 5AO de las blancas ha quedado libre para el caballo negro y el camino ms corto hasta all pasa por 2D. Si las blancas se enrocan ahora tenemos de nue-vo 11. ... , AxC; 12. OxA7, P4CR, etc., o mejor 12. AxC con equilibrio.

    ll. C2D

    Esta jugada imprime ahora

    30

    su sello a toda la partida. Si-gamos las consideraciones que han debido de hacerse las blan-cas para prever ya aqu el pos-terior desarrollo de la partida.

    Diagrama nm. 7

    Las blancas: uMuy fastidiosa es para m la constante amena-za de jugar C3AR-5R: para evi-tar esto debo controlar una vez ms la casilla 4R; esto puedo conseguirlo con 11. C2D. Qu cambios se han producido en-tonces en la situacin general? Primeramente: por la elstica posicin del caballo 2D, gana mucha fuerza despus de P3TD y el cambio en 3AD el avance amenazador hacia P4CD, por-que el caballo encontrara en 4AD o en 3CD excelentes ca-sillas para desplegar su activi-dad. Por otra parte la jugada C2D despeja el camino para el

  • avance del PAR. Pero este avance debe resultar muy arriesgado para las negras, ya que no deben jugar PRxPA; PRXPA, porque para las ne-gras una apertura de la columna de rey sin un control simult-neo de su casilla 4R tiene que resultar totalmente insoporta-ble. Como las negras nO deben tomar en 4AR tampoco pueden impedir que yo juegue P5AR, una jugada que remacha de modo especial la clavada del caballo 3AR con el alfil 4T. Mientras las negras no puedan levantar oportunamente esta clavada, un ataque directo al rey por la columna CR, empe-zando con P4CR, sera decisi-vo. Adems me quedara an la posibilidad de, con A2AR, im-poner el avance P5AD en todas las circunstancias. Supongamos por tanto que las negras se de-sembarazan de la clavada de su eR, que despus de TlR cam-bien en 3AD y jueguen luego C5R. Como el A4TR est sin proteccin, jugara A X D, pero a causa de C X C3A, con la po-sibilidad e X A + es obligado entonces CxC4R, DxA. Pri-meramente la dama de nuevo es perseguida. Pero entonces se hace tan fuerte la amenaza de las blancas P4AR-P5A-P6A, que las negras finalmente tienen que jugar P3AR.

    ,Pero con esto he consegui-do fijar en el campo de las ne-gras a los peones 2AD y 2CR. Porque si mueven el P2AD, en-tonces se hace dbil el P3D, y si mueven el P2CR se hacen dbiles los peones 3AR y 3TR. Con esto se consigue tambin que las negras tengan que de-tenerse y esperar dnde y cun-do caer el golpe decisivo.

    Despus de la fijacin de las dos debilidades de peones es aconsejable para m cambiar, de las piezas menores an existen-tes, C2D y A2R contra CI CD negro y AIAD negro, mi alfil por su caballo; porque mi ca-ballo se presta muy bien al ata-que contra las debilidades de los peones, pero su alfil no se presta a la defensa. Si este cam-bio de mi A2R por su caballo no fuera posible sin cambiar tambin al mismo tiempo el C2D por su alfil de dama, de cualquier manera mis posihili-dades de victoria en modo al-guno se veran puestas en pe-ligro. L Qu aspecto tendr el plan posterior de batalla?

    .Primeramente tengo que bloquear mi casilla 4R, a ser posible con C4R, si ste ha de ser cambiado para que yo jue-gue P3R-4R. El centro queda as afirmado, y los ataques por las alas podran empezar.

    D'Como mis piezas pesadas

    31

  • tienen mucha ms movilidad que las de mi adversario, siem-pre me ser posible pasar mis fuerzas con ganancia de tiempo desde el ala del rey al ala de dama o a la inversa Con ello impido que el adversario pue-da dedicarse exclusivamente a la defensa del ala de rey o del ala de dama.

    .Iniciar, apoyndome en las posiciones de los peones SD y SAR, un juego para la apertura de las columnas de torre contra 7 AD y 7CR. Como por el con-trario las negras no pueden em-prender nada en la columna CR., s pueden llevar a cabo la aper-tura por su cuenta en la co-lumna AD con P2AD-3AD. Porque, en el fondo, a las ne-gras pueden darle igual tener que defender las debilidades de los peones en 2AD o 3D; pero despus de P3AD, PxP, estn en posesi6n de la columna se-miabierta de AD y pueden tra-bajar con la amenaza P4CD. Por lo dems tendr que im-pedir entonces P4CD, porque despus todos los peones del ala de dama podran cambiarse y las debilidades del ala de rey negro no bastan por s solas para alcanzar la victoria.

    Despus que haya consegui-do la apertura de las columnas CR y AD o D, el trabajo de doble ala empieza a hacer su

    32

    aparici6n, el rey negro encon-trar refugio tras sus peones bien en el ala de rey bien en la de dama. Como entonces la pre-si6n sobre las debilidades de los peones negros en conjun-cin con la posicin insegura del rey negro no bastan para la victoria, proceder al cam-bio de piezas, pero dejando en el tablero un par de torres, con lo que es de prever que pueda llevar a cabo un final fcilmen-te ganador, ya que a mi rey le estn abiertas las casillas de irrupci6n en 6CR y en 5CD; las negras habrn tenido ya que mover con anticipaci6n P3CD para impedir PSAD.lI

    Las ideas expuestas las eje-cutan las blancas de la siguien-te manera implacable.

    11. 12. 0-0

    CD2D P4TD

    Esta jugada la podrn explo-tar bien las blancas ms adelan-te en el ataque contra 2AD o 3D. Tampoco las negras pue-den esperar ya algo ms que un puro final de peones. Sin embargo tuvieron que jugar P4TD porque el cambio que se producir en un pr6ximo futu-ro del ASC negro en el medio juego las obligaran a renunciar a 4AD para su caballo. Pero sin P4TD las blancas se aduea-

  • ran de la casilla 4AD de las negras mediante P4CD.

    13. TDIR!

    La preparacin para P4AR.

    13. ... TIR

    Como esta jugada no tiene ningn xito, se ha recomenda-do como mejor 13. .. " C4A.

    Ha de mencionarse an que ahora 14. C5C, A X C 15. D X A, C5R (esto es ahora posible por-que la torre lAR negra des-pus de A X D no queda ame-nazada al haber cambiado de casilla); 16. 02A, OxAj 17. CxPA!7 fracasa ante 17 .... , DID; 18. CxTR, C4A.

    14. P4A AxC

    Confrntese el comentario a la ll.a jugada de las blancas.

    15. DxA 16. CXC 17. P3CR 18. A4C

    CSR DxA D2R

    Fuerza el cambio de las pie-zas menores. El caballo 2D tie-ne que moverse, ya que 19. AxC, AXA 20. P5AR sera insoportable. 18 ... " C4A sera errneo, porque las blancas des-pus de C X C, A x A podran

    2, - COMO PIBNSAN

    seguir tomando en 7CD. Des-pus de 18 ... " C4A; 19. CxC, PXC; 20. AxA, TOxAj 21. P4R seguido de P5A surgiran posiciones anlogas a las de la partida, pero el ataque blanco al rey en la columna CR sera an ms fuerte, porque ya el PR no podra cubrirse con el P3D. Quiz tambin hubiese que considerar 21. DxPT, TIT; 22. D5C. Como 18 .... , CIA7 fracasa ante 19. AxA, TDxA; 20. P5A, debe tambin ocurrir 18 .... , C3A, con lo que las ne-gras alcanzan el cambio del te-mible C4R.

    18. 19. CXC+ 20. AxA 21. T2A

    C3A DXC TDxA

    No 21. DXPT, a causa de P X P, Y se queda indefenso el P2CD. Pero ahora hay amenaza.

    21. ... P3CD

    Aqu y en la siguiente juga-da las negras podan con P x P elegir el paso a un final de cua-tro torres, en el que se pon-dran de manifiesto sus esencia-les debilidades del pen dobla-do -despus del cambio de da-mas- P2AR, P3AR, as como la mala posicin de su rey. Se-ra preferible la continuacin

    33

  • 21. .oo, PXP; 22. DxD, PXD; 23. T x P, R2C; 24. P4R, T4R; 25. TI-lA, TI-IR; 26. TXP, TI-2R; 27. TI-4A seguido de T6-5A y tras TXP; TXP+, et-ctera? Probablemente no: la mayora de peones blancos de-cidir lentamente pero con se-guridad.

    22. TI-lA 03C

    Una invitacin a la errnea ganancia de peones. 23. PXP, TXP; 24. TXP, DXTj 25. TXD, RxT.

    23. P5AR 03A 24. P4R!

    Cotjese nuevamente el co-mentario a la jugada 11.".

    24. ... P3A

    Las negras se deciden, por lo tanto, por un cambio de las de-bilidades de sus peones a 3D, para ocupar a las blancas en el ala de dama; pero con ello las que pasan a estar ocupadas son las negras. A mi juicio las negras habran debido aguardar a hacer esta jugada hasta que las blancas despus de P3CD, P3TD, as como P4CD y ( ... , PT X PC) PT X PC, hubiesen aceptado la posibilidad de pa-ralizar totalmente el PCD ne-

    34

    gro mediante P5C. Pero la gran pregunta respecto a eso es de si las negras sin la posibilidad que se les ofrece despus de P3AD habran podido defen-derse con xito contra el inmi-nente ataque en la columna CR empleando las dos torres para cubrir 2CR en la fila sptima.

    25. PxP TXP 26. P4TD

    Haba que impedir a toda costa P4CD.

    26. ... RIA

    El rey esquiva a tiempo el in-minente ataque contra 2CR; por lo dems debe emplearse eventualmente para la protec-cin del P3D o P3CD.

    27. TID 28. P3CD 29. 03A

    TI-lA R2R

    Empieza la accin en el ala de rey, precisamente en el mo-mento en que las negras se han concentrado en el ala de dama.

    29. R2D 30. P4T R2A 31. RIA

    Las blancas llevan su rey a 2R, para dejar despejadas las

  • lneas 1.' Y 3.' para sus piezas pesadas.

    31. 32. R2R 33. T2T 34. P4CR

    alC TI-2A DID P3A

    Nuevamente un paso ms en la ruta preparada por las blan-cas.

    35. T2C 36. DC 37. D3D

    TIA D2D D2AR

    El lector se preguntar quiz por qu las blancas tardan tan-to tiempo en romper en el ala de rey. Pero, prescindiendo del hecho de que con cada jugada colocan a sus piezas un poqui-tn mejor. aqu hay que tener en cuenta tambin una consi-deracin que pertenece pura-mente a la tcnica de los tor-neos: realizar slo poco antes del control del tiempo o inte-rrupcin de la partida la jugada decisiva; entonces el adversario. posiblemente adems apurado de tiempo. ha de tomar decisio-nes importantes. pero en cual-quier caso no se le presentar la oportunidad de preparar la mejor respuesta en el anlisis casero.

    38. TITR TITR

    T3-lA

    El hecho de que el P3D que-de an con vida no tiene nin-guna importancia: a ningn maestro se le ocurrira tomar en posicin semejante este pen a causa de 40. DxP, TIT-ID seguido de TSD y Ti-ID. con lo que las blancas pasaran a la defensiva.

    40. P5C!

    Al fin 1

    40. 41. pXP

    PTxP D2A

    Pero no 41. ... , TXT; 42. TXT. pXP; 43. DxP. Despus de la desaparicin de la pareja de torres negras debe impedir-se la captura en 3D.

    42. D5D+ 43. T3D

    R2T TxT?

    La jugada secreta, defectuo-sa, porque la posesin de la co-lumna TR tiene eficacia deci-siva en el combate. Keres opi-na que las negras aqu debie-ron elegir el final de torres 43 . .... PXP; 44. TXT, TXT; 4S. DxPD. DxD; 46. TXD, TST. Pero en mi opinin la victoria de las blancas puede realizarse sin dificultades especiales tanto

    3S

  • con 47. R3A, T6T +; 48. R4C, TXP, como con 47 .... T5A+ seguida de PSc. Este final pue-de recomendarse para su estu-dio a los principiantes.

    44. TxT 45. T7T

    PxP D2R

    Haba la amenaza P6AR.

    46. R3A!

    Bloquea al pen 4CR y tam-bin amenaza con capturarlo despus de R4C y D2D. Pero 10 ms importante es que de esta forma se le arrebata a la dama negra la casilla de escape 4CR. Sin R3A y R4C las negras ju-garan sin duda P5C y despus de D4C tendran posibilidades de jaque perpetuo.

    46. TIA 47. R4C T2A

    Con esto las negras han apun-talado su ala de dama. Tan pronto la dama blanca abando-ne 5D, podran liberarse con P3CR. Slo que, totalmente conforme al programa, las blan-cas vuelven a atacar ahora en el ala de dama; y esta vez la mayor libertad de movimientos de sus piezas, junto con la pe-ligrosa posicin del rey negro y la buena colocacin cara al

    36

    final del propio rey, sirven para asestar el golpe definitivo.

    48. P4C!

    Destruye la cadena de peo-nes.

    Diagrama nm. 8

    - - -- -48. PxP

    No queda otra opcin. Tras 48 .... , D2A decide 49. PxP, P x Pi 50. T8T. El final de torres tras 48. .." D2C; 49. D x D + carece de perspectivas para las negras.

    49. P5T! D2C

    An un ltimo intento, por-que el PCD negro podra aho-ra, apoyado' por la dama, resul-tar an peligroso; pero nueva-mente la posicin del rey negro

  • en peligro de recibir mate frus-tra esta posibilidad.

    SO. pXP+ 51. DXP+ 52. DXPR

    RxP R2T P6C

    Una vez ms la partida cobra animacin: el P4R est ataca-do, y es que el P6C no va a servir para nada?

    53. T3TI

    Pone fin a todas las dudas: amenaza D5T + seguido de T8T+ y tras 53 .... , P7C deci-

    de 54. T3T+. Como 53 .... , D3C es rebatido por 54. P5A, D4C; 55. DIT+, R2CI; 56. D2CI, slo queda la jugada de torre para poder responder a D5T+ con T3T.

    53. T3A 54. D4D+ T3C

    54. oo., D3C; 55. D7D+, D2C; 56. DxD+, RXD; 57. TxP+ sera desesperado.

    SS. TxP rinden

    Una partida rectilnea 1

    EL ATAQUE

    A las dos partidas siguientes las caracteriza la voluntad de victoria de las blancas. Inimi-table la elegancia, seductora la intrepidez y la confianza en s mismo del atacante. Pero al mismo tiempo las dos partidas me parecieron especialmente adecuadas para, por 10 menos, intentar aludir a un problema que una y otra vez surge en las conversaciones: Cmo procede-ran Morphy o Anderssen si vi-viesen hoy y tuvieran que en-frentarse con Botvinnik u otro gran campen?

    Por eso he omitido poner los nombres de los jugadores; el

    lector los encontrar al final de este captulo. Al principiante le deseo que ambas partidas le sean desconocidas, o por lo me-nos que ya no se acuerde de ellas, para que, con completa imparcialidad, pueda dar la so-lucin: Cundo y por qu maestros se jugaron las dos par-tidas?

    DEFENSA ~CESA (Cundo se jug61)

    Blancas: ? Negras: ?

    l. P4R P3R ~ P4D P4D

    37

  • 3. C3AD 4. P5R 5. P4A 6. pxP

    C3AR CRlD P4AD C3AD

    Las blancas: Debo trasla-dar mi alfil a 3D para impedir el inmediato ataque contra mi centro con P3AR. Jugar inme-diatamente A3D sera prema-turo, porque viene entonces C X PA seguido del cambio en 3D. Jugando primeramente P3TO, obligo a las negras, a causa de la amenaza P4CO, a tomar en 5AO. Si toman con el alfil, entonces puede seguirse A30, y si toman con el caba-llo yo juego 8. P4CO seguido de 9. A3D, Y hasta que las ne-gras con P4TO y C4AD vuel-van a estar preparadas para el cambio en 30, mi desarrollo est ya completo hasta tal pun-to que P3AR no representa nin-gn peligro para m. D

    7. P3TD CxPA

    Critico: Aqu estaban las ne-gras ante el dilema de si con A x P deban pasar a la lucha por el centro con P3A o si de-ban limitarse con CxPA a un contrajuego en la columna AD.

    8. P4CD C2D

    Crtico: Con 8 .... , P501 las

    38

    negras podan y deban explo tar la debilidad del ala de dama de las blancas; por ejem-plo, despus de 9. C02R, P6Dl; 10. C3C, 050, las blancas te-nan que luchar por el equili-brio. Por eso era ms exacto jugar primeramente 8. C3AR, A2R y slo entonces 9. P4CO.

    ,. AlD

    Las negras: Naturalmente no puedo retener de forma du-radera el punto 4AD, por tanto debo jugar P4TO y forzar as PSc. Tras esto retrocedo con el caballo a lCO y puedo en-tonces operar con mis piezas sobre toda la columna AD y hacer P3CO despus de P5TD. Todava no quiero enrocar, por-que eso sera ofrecer al adver-sario un objetivo demasiado c-modo para el ataque.,

    9. 10. P5C 11. C3A

    P4TD Cl-IC

    Las negras: cEs evidente que tengo que jugar el caballo a 4AD. A4A debilitara el ala de rey y adems quitara a mi ca-ballo la importante casilla 4AD. Desde luego aqu no sera una compensacin suficiente el do-minio de la diagonal 2TO-8CR, porque, mientras no pueda yo

  • abrir una columna en el cen-tro, las blancas no tienen nin-guna necesidad de enrocar .

    11. C4A 12. A3R

    Las negras: eEI camoio en 60 no corre prisa, aparte de que no tengo por l ningn in-ters especial. Las blancas po-dran luego jugar P4D o antes an colocar su caballo en 4TO para impedir el ataque por la posesin de mi casilla 4AO con un caballo negro. Despus de P40, la casilla 4AO quedara bloqueada para m de un modo definitivo yel ataque contra la cadena de peones en el ala de rey sera muy peligroso: P4CR, P5A, especialmente despus del cambio de damas. Este posible final de juego no quiero aban-donarlo sin ms ni ms, prefie-ro reservar C X A para un mo-mento en que las blancas se ha-yan decidido ya a un ataque con piezas menores en el ala de rey.

    12. CI-2D 13. O-O

    Las negras: eP5A con aper-tura de la columna AR podra ser peligroso, 10 adecuado es la medida preventiva P3CR..

    13. ... P3CR

    Las blancas: Las negras tra-tarn de pasarse sin P3CO, por-que despus sera desagradable la debilidad de 3AO; adems las negras deben trasladar el al-fil a 20, y no a 2CO, pues de otra manera la amenaza de rup-tura P5AR sera demasiado fuerte. En 2CD estara el alfil bien solamente si existiera la amenaza P50, esto es, si en 4AD de las negras estuviera un pen negro, y ste no es aqu el caso.

    ,Pero eso significa que las prximas jugadas de las negras se pueden prever con toda cla-ridad: C3e, A2D, A2R, P4TR, TIAO. Cmo coloco, por el contrario, mis piezas de la ma-nera ms favorable? Parece que mi adversario tambin conside-ra demasiado arriesgado el en-roque corto, por 10 que no debo precipitar la jugada P4CR. Por lo pronto el caballo 3AO no tie-ne una utilidad justificada, se-guramente hago bien llevndolo a 4D por 2R o al ala de rey. No hay que temer que las ne-gras aprovechen aqu la opor-tunidad de jugar C5R, yo cambiara inmediatamente en 4R y doblo despus las torres en la columna D. Luego llevo mi dama a 2AR; ah est exce-lentemente para un posible ata-

    39

  • que contra el rey, y ejerce tam-bin una presin muy desagra-dable contra las negras en SAD y 6CD porque, desde luego, no pueden jugar P3CD. Finalmen-te entonces puedo tambin ame-nazar P4CR .

    14. C2R lS. DIR

    A2R ClC

    Las blancas: C3-4D con des-peje de la columna AR es, des-de luego, an ms fuerte que C2-4D; puedo entonces amena-zar tambin T3AR-3T .

    16. Cl-4D A2D 17. D2A

    Las negras: Con esto amena-zan 18. CxPR. Cierto que yo lo podra parar con 17. .. ., TIAD, pero entonces sera de-masiado fuerte 18. C3CD. Tam-poco 17 .... , e5A; 18. AxC, pxA; 19. C3AD me parece es-pecialmente de color de rosa. No debo ni siquiera obstruir la columna AD con un pen, que fcilmente puede ser atacado. Mejor es, por tanto, 17. ..., C5T, con lo cual hay adems la amenaza 18 .... , C7C.D

    17. ... Cl-5T

    Las blancas: Amenazan C7C, cosa que puedo impedir con

    40

    TDIC, y as, adems, cubrir el P5CD. El hecho de que el P3TD quede indefenso no tiene im-portancia por el momento; des-pus de CXA; pxA, AxPT; TI T, las piezas menores negras quedan pendientes de un hilo .

    18. TDIC

    Las negras: Ahora hay que jugar algo contra la amenaza P4CR seguida de PSAR.

    18. P4T

    Diagrama nam. 9

    Las blancas: _Con esto se im-pide P4CR ante el enroque cor-to de las negras; pero P5A si-gue siendo una amenaza laten-te, porque en caso de PRXP, tarde o temprano cae el P4D, y con PC X P la penetracin de mi dama hasta 7CR pasando

  • por 3C sera muy desagradable. Adems un caballo blanco en 4AR estara muy bien, amena-zara entonces la posibilidad CXPD, PXC; CXPA, con ata-que contra 7 AR. Pero tengo que cuidarme de que el punto 4R no se haga demasiado fuer-te para las negras: lo mejor se-ra que las negras hubiesen cam-biado ya en 3D, de forma que ningn caballo pudiese pasar a 4R. No puedo quizs ofrecer-le como sacrificio el P3TD para que las negras consientan en el cambio en 3D7 Cmo resulta-ra 19. C3CD7 Eso es perder un tiempo importante. Quiero, des-de luego, tener colocado el ca-ballo en 4D. Adems, las negras podran jugar tranquilamente TIAD; el P4TD est cubierto por la dama. Bueno, eso de cu-bierto por la dama ... Si mi pen estuviese en 6C, las negras no podran contestar ya TIAD. Como entonces el C5T estara cubierto por el A2D, para las negras no habra atractivo nin-guno en jugar C X A seguido de AxP. No puedo simplemente jugar 19. P6C7 Las negraS no pueden tomar con el caballo en 6C, porque entonces vendra C X P con clara ventaja para m. Pero, si no toman, constituir realmente una amenaza C3CD, prescindiendo por completo del hecho de que las negras se ve-

    rn cada vez ms restringidas y de que hay tambin la ame-naza C5CD. Para poder tomar en P6C las negras tendran pri-meramente que cubrir 3AD y para eso TIAD. Qu se sigue, por tanto, de 19. P6C, TlAD7 Lo ms simple quiz sera real-mente 20. C5C, 10 que no so-lamente amenaza C7A+, sino tambin C6D+, con apertura de la diagonal 1 TD-8TR e irre-sistible ataque, por ejemplo: 20. C5C, CXP; 21. C6D+, AxC 22. P X A, seguido de A4D, etc. Cierto que las negras pueden conseguir algn alivio con 20. ... , A XC; 21. T X A, seguido de TRIC, y ataque contra el PTD negro. Pero las blancas queda-ran con ventaja. Probablemen-te mi adversario tomar en 3D y 3TD; est ms con su estilo elegir una variante que me per-mita quizs un fuerte ataque, pero tambin la derrota segura si cometo la ms pequea ine-xactitud, como es fcil que su-ceda en un final de juego ago-tador. Por tanto 19. P6C, CxA; 20. PXC, AxP; 21. P5A, PC X P; 22. C4A. Entonces es realmente una poderosa amena-za 23. D3C, las negras tendran que contentarse con 22. ..., P5T, Y con 22. ..., AlAR se co-locan camino de las tablas. Cmo prosigue el ataque des-pus de 22 .... , P5T7 El inme-

    41

  • diato sacrificio 23. CXPD) PxC; 24. CxP, AxC; 25. D x A no da ningn resultado, las negras tienen, por ejemplo, despus de 25. ..., D2D tam-bin la posibilidad del enroque largo si se encuentran demasia-do incmodas en la columna R. Alto, veo algol Puedo jugar 23. TI T, Y si el alfil negro se retira, sacrifico primeramente en 4TD la calidad, y tomo luego en 5D o 6R. Queda por investigar des-pus de 23. TI T la posibilidad 23 .... , A4A, con clavada del caballo 4D. Pero entonces tomo simplemente 24. C X PAI, etc. Intentmoslolll

    19. P6C

    Las negras: Me ofrece des-de luego el P3TD y despus del posible A4AD tambin el P6C, como sacrificio de desviacin, con objeto de ganar tiempo para el ataque. Pero cmo continua-ra 1 N o sera del todo correcto el sacrificio del caballo en 4D o 4AR. Realmente quiz sea lo mejor que yo acepte el sacrifi-cio de los peones. Si los sacri-ficios no son correctos, lo tengo en mi poder; si son correctos, l todava puede enredarse ms fcilmente que yo, y si realmen-te consigue una partida brillan-te, quiz tambin eso es mejor

    42

    que el que yo perdiera el final de juego despus de TIAD.lI

    19. 20. pxC 21. P5A!!

    CxA AxP

    LHagranta n~. 10

    21. 22. C4A 23. TIT!

    PCxP P5T

    Las negras: /l/Aqu estaba el busilis ( 23. ..., D2R no sera ninguna proteccin; se sigue 24. CXPA, PXC; 25. CxP. As pues, quiera que no, tengo que jugar mi alfil; 23. "'1 A7C fra-casa desgraciadamente por 24. TxC, AxCj 25. DxA. Igual-mente 23 .... , A4A fracasa por 24. C x P A. La mejor es pues 23, ... , A2R, para por lo me-nos impedir la posibilidad de C6A +. Adems en caso de ne-cesidad mi rey puede trasladar-

  • se a 20 si la dama blanca toma en 2AR.

    23. A2R

    Diagrama nm. 11

    24. TXC!! 25. C(4A) X PR! 26. CxPR

    AxT PXC A2D

    Una triste necesidad; tras 26. ... , OlA vendra 27. DxPA con la mortal amenaza A5e. El resto se entiende sin necesidad de comentarios: un gigante se esfuerza en cambiar el destino y no lo consigue.

    27. CxD 28. ASA 29. AxA 30. D3R 31. D5C+ 32. TIA 33. DXT

    TXC TIAD RxA T3A R2A TxT+ TIAD

    34. DIR 35. PXP 36. R2A 37. D4C 38. R3A 39. DXP 40. DSA 41. D7A 42. R4A 43. P4T 44. D8C 45. RXP 46. D7A+ 47. D8D 48. P6R 49. R5R "50. D6D+

    P6T TIC+ P5T T3C P6T TxP T3R R2R P3C T3AD AIR T3T RIA P4C T2T P5C Rinden

    A posteriori se puede decir que a pesar de todo 7 .... , AxP habra proporcionado una for-ma de juego ms favorable.

    DEFENSA SICILIANA ( Cundo se jug?)

    Blancas: 7 Negras: 7

    l. P4R 2. C3AR 3. P4CD

    P4AD P3D

    Un intento de darle a la de-fensa siciliana el carcter de gambito. Las blancas controlan la gran diagonal 1 TO-8TR, tie-nen superioridad en el centro y llevan un tiempo de ventaja.

    43

  • En cualquier caso las negras se ven obligadas a aceptar el gam-bito, porque de otra manera las blancas cambian favorablemen-te un pen lateral por un pen central. Y la jugada 3. ..., C3AR, que ya es sospechosa despus de 3. P4D. C3AR; 4. PxP. CXP; 5. PxP, P3R. es an menos clara contra 3. P4CD.

    3. 4. P4D S. A3D

    PxP C3AR P4D

    Procede inmediatamente con-tra el centro, un 'Sistema muy plausible. Queda por ver si las blancas o las negras podran aqu o en las prximas jugadas jugar an mejor. En principio, puede decirse que la variante, por 10 que se refiere a la correc-cin, puede ponerse quizs en pie de igualdad con el gambito Evans.

    6. CD2D pXP

    Ms prudente es 6 .... , P3R; 7. O-O, A2R.

    7. CXP CD2D 8. C4-SCI

    Critico: Haba la amenaza 8 . .... CXC; 9. AXC, C3A, y el intento de ataque blanco queda

    44

    ahogado en germen. El caballo es muy fuerte en 5C porque a consecuencia de la amenaza C5R el C2D no se puede mo-ver. Con P3TR las negras, des-pus de C6RI slo consiguen el cambio desfavorable del AR. Tampoco despus de 8 ..... P3R; 9. O-o podran las negras jugar P3TR porque desencadenaran un ataque muy fuerte despus de 10. CxPR. PXC; 11. A6C+. Por otra parte. las negras tam-poco pueden pasar por alto el C5C ya que no pueden hacer el enroque corto sin temer el ataque contra P2TR. Por eso las negras se ven obligadas a las siguientes prdidas de tiem-pos.

    8. D1A 9. P4Al

    Dioagrama nam. 12

  • Refuerza nuevamente el cen-tro con una sola jugada, por-que 9 .. , " P X P a. p., sera muy mala a causa de 10. D3C, P3R: 11, CxPAI

    ,. lO. C3T

    P3TR P4CR1

    Cierto que con esto las ne-gras ganan un tiempo e impiden que las blancas jueguen C4A, pero la jugada debilita sensible-mente la casilla 4AR. Deba considerarse la jugada tranqui-la P3R.

    n. C3T-IC AlC 12. C2R P4R 13. C3C 0-0 14. o-o PSRr

    La intencin no iba contra el P4D sino contra el P4A. El P4D debe mantenerse para neutrali-zar la gran diagonal y la casi-lla 4D se transforma en punto de apoyo de las piezas negras.

    15. CxPR 16. AxC 17. AlD 18. TIR

    CxC DXP D4D P5C

    Parece absurdo desviar el ca-ballo blanco a 5AR, pero por lo visto las negras prefieren cambiar su alfil de casillas blan-cas en 4AR por el caballo ce-

    diendo la casilla 4R al caballo blanco una vez que el caba-llo negro se ha retirado de 2D, porque en un cambio del alfil 2CR no hay que pensar siquiera.

    1'. C4T Quiz las negras tenan pen-

    sado con su jugada anterior to-mar ahora en 5D. Pero a 19. "., D X PD sigue 20. C5A, DXT; 21. DXP, RIT (lo mejor, porque de otra manera decide CxP+ seguido de D5T, etc.); 22. C X Al Y las blancas que-dan en todas las variantes con ventaja, por ejemplo, 22. . .. , DxC; 23. D4T, TICR; 24. P3C, D3A: 25. D5T, o 22. "" C4R: 23. D5T, CxA; 24. DxPT+, RIC; 25. C5T, P4A; 26. D6C+, Rl T; 27. TIARI Y las blancas tienen por 10 menos jaque per-petuo; o 22. oo., C4A; 23. D5T, DxC; 24. A2C o 24. AxP; o finalmente 22. ,oo, C4R; 23. D5T. C5C; 24. C5A, etc. La continuacin elegida por las ne-gras es bastante buena.

    1'. C3C 20. TIC

    Para la amenaza DxPD, y causa inquietud por el contra-ataque contra el PCD. Tomar en 7TD sera malo, pues es una prdida de tiempo. Para el final

    45

  • de juego la superioridad de las negras es ya bastante grande. Deben, por tanto, conseguir romper el impulso atacante de las blancas.

    20. AlD 21. T4RI

    La nica posibilidad de con-tinuar el ataque: sacrificio de calidad en 4CR o conquista de 5AR despus de T4A.

    21. 22. T4A

    TRIR D3D

    Tras esto triunfa la voluntad de ataque de las blancas. Qui-zs ofreca mejores perspecti-vas 22 .... , e5TI 23. TxpeD, e6A. Tanto tras 24. D2D coma tras 24. DIA puede seguir 24. ... , TDIA Y no se ve nada de-

    Diagrama nm. 13

    46

    CISIVO a favor de las blancas la posible amenaza C7R + es contraproducente en todos los lances. Para una repeticin del ataque blanco tampoco dara ningn motivo 22. . .. , e5T.

    23. AlD C4D 24. TxPCR!

    (Ver diagrQTlfQ nm. 13.)

    Ya est hechol

    24. ... AxT

    Mejor era 24 .... , e6A; 25. A X e, P X A; 26. A5A seguido de 27. D2A, con posicin defen-dible de las negras; el P6AD puede resultar muy peligroso. Tambin merece mucha consi-deracin 24 .... , C6A; 25. Ax e, AXT; 26. DxA, PxA 27. D xA+, RXD 28. e5A+, RIA por 10 visto las negras no crean an del todo en la fuerza penetradora del ataque blanco o, muy probablemente, estaban apuradsimas de tiempo.

    25. DxA 26. CSA 27. CXA 28. D5T!

    D3AR RIA DXC

    Obliga al caballo 4D a saltar a 3AR, con lo que falla la po-sibilidad de defensa T3R. Aho-

  • ra ya no hay ningn medio de contencin.

    28. 19. D4T 30. TXP 31. P3TR

    C3A P4TR. TDIA

    Haba la amenaza 31. . .. , T8A+I.

    31. ... TZA 32. T5C

    Ahora decide inmediatamen-te la amenaza TSAR o TSC.

    32. 33. TxPT!

    T3R Rinden.

    La posicin es desesperada y las blancas estn ya con ven-taja material.

    Los nombres de los jugado-res: la partida de defensa fran-cesa fue ganada por PiUsbury contra el Dr. Lasker en el Tor-neo de Nuremberg de 18%. La partida de defensa siciliana fue ganada por Keres contra EJiskases en el Torneo de Sem-mering-Baden 1937.

    EL CONTRAATAQUE

    DEFENSA INDIA DE DAMA (9. partida del match 1MO)

    Blancas: Dr. M. Euwe Negras: P. Keres

    l. P4D Z. P4AD 3. C3AR

    C3AR P3R

    Comentario: Con esta juga-da -en lugar de 3. ClAD- to-leran las blancas el desarrollo del alfil de dama negro a 2CD, porque por el momento no ame-nazan 4. P4R. Como en la ma-yora de las aperturas del tipo gambito de dama. el alfil lAD de las negras es el nio enfer-

    mizo del desarrollo negro, hay que suponer que las negras han superado todas las dificultades de la apertura si consiguen ase-gurar para su alfil la gran dia-gonal 1 TD-8TR sin otras di-cultades.

    No ha de extraar que, sin embargo, esta posicin de fian-chetto se considerase durante mucho tiempo como sospecho-sa? Cules eran los motivos para ello?

    Pues bien, instintivamente se tenda a llevar a cabo rpida-mente el enroque negro, pero quiz tambin se pensaba en las posibilidades de defensa des-pus de 3. C3AD, ASC, por lo que se sola desarrollar el AR

    47

  • a 5CD con jaque y se lo cam-biaba por su colega blanco.

    As, los dos alfiles AD de las blancas y AR de las negras es-tn equiparados aqu. Slo que el objetivo esencial de la estruc-tura negra es el dominio sobre la casilla central 5R. Consi-guientemente al alfil negro de rey slo le corresponde trasla7 darse a 5CD cuando ataque all una pieza que le dispute la ca-silla SR, esto es, el caballo en 3AD. Si las blancas cuentan con el desarrollo del CD es ms aconsejable para las negras tras-ladar su alfil a 2R donde est excelentemente colocado para la defensa.

    3. P3CD 4. P3CR

    Comentario: Lucha por la gran diagonal. Poco claro en su intencin estratgica es 4. P3R seguido de A3D.

    4. A2C 5. AlC AlR 6. 0-0

    Comentario: Imaginmosnos que las negras no hubiesen ju-gado 5. . .. , A2R, sino 5. . .. , A5C+; 6. A2D, AxA+ 7. D X A; entonces ahora podran impedir la peligrosa amenaza 8. C3A, 9. D2A, 10. P4R, slo con

    48

    el avance relativamente malo en esta posicin P4D. Porque si juegan 7 .... , O-O; 8. C3A, C5R; 9. D2A, CxC, entonces 10. C5CI gana la calidad a cambio de un pen (partida del match Dr. Euwe-Capablanca; pero la ganancia efectiva de las blancas resulta muy dcil de demos-trar). Pero si las negras esperan para hacer el enroque una ju-gada ms an y juegan 7 ..... P3D (para, tras CxC, evitar la posibilidad C5C). slo entonces sigue con exactitud 8. C3A y despus de 8 .... , C5R; 9. D4A, CXC7 10. C5C, etc.

    6. 0-0

    Diagrama nm. 14

    Las blancas: .Por 10 general se juega aqu 7. P3C o 7. D2A. Tras 7. P3C hay una continua-cin sencillsima y difcil de evi-

  • tar: 7 .... , P4A 8. A2C (quiz merece consideracin 8. P x P, P X P, para iniciar un juego con-tra el centro de peones colgan-tes. que surge despus de ... , P4D pero sta es verdaderamen-te un arma de dos filos), 8 .... , PXP 9. CxP, AxA; 10. R X A, P4D n. C3T, D2D 12. TlAD, C3A 13. pXP, CxP, y la ventaja blanca en el desarro-llo es slo mnima, insuficiente para la victoria sin un error grave del adversario. Y la otra posibilidad 7. 02A? Con toda seguridad no da ningn resulta-do despus de 7 .... , A5R; 8. D3C, C3A; 9. A3R, P4D 10. 10. C02D, C4TDi 11. D3A, C X Pi 12. e xC, P X e; 13. C5R, AXA 14. RxA, C4D 15. DxP, CxA 16. PxC o bien n. O4T, Cxp 12. CxC, pxC; 13. C5R, AxA; 14. RxA, 040+; 15. P3A, P4CD. Por eso prefiero probar si despus de 7. C3A, CSR; 8. D2A, C X C; 9. Dx e, P3D (y las negras domi-nan la casilla central SR) las blancas no pueden con 10. D2A en trar en posesin de la casilla 4R despus de ceder un tiem-po; porque si las negras quieren impedir esto, tienen que jugar evidentemente P4AR. Cambio despus con ClR los alfiles de casillas blancas y ataco, despus de ClR-2CR-4AR y apertura de la columna R, la debilidad de

    pen 3R. Si las negras se ocu-pan en defender con todo em-peo este punto vital para ellas, quedar mucho mejor, porque tendr tiempo para ocupar las columnas D y R con mis to-rres .

    Crtico: Respecto al lance 7. D2A, ASR, sera cuestin de investigar como posible perfec-cionamiento 8. O4T (en lugar de D3C). Por lo que ahora se refiere al bosquejado intento de las blancas de socavar la casi-lla 6R y con ello el punto car-dinal de la estructura negra, ve-mos a continuacin cmo las blancas, al ir primeramente en seguimiento de su objetivo, des-cuidan el propio desarrollo para finalmente convencerse de que desde luego en todos los casos pueden ganar el P3R, pero no conseguir una posesin durade-ra de esta casilla mediante las piezas propias.

    Pero entonces vuelve a ocu-rrir un fenmeno muy caracte-rstico en la lucha prctica de torneos: las blancas no consi-guen adaptarse con la suficiente rapidez a la modificada situa-cin, y han de asumir una pe-nosa defensa. Ocupadas an con la liquidacin de su empresa contra 6R, ceden completamen-te al adversario, durante unas cuantas jugadas, el mando de la partida. La consecuencia 16-

    49

  • gica: el contraataque negro, se desencadena inmediatamente, no tropieza con una resistencia organizada, y las blancas se hunden.

    7. C3A 8. 02A

    CSR CxC

    Pregunta: Por qu no deben jugar aqu las negras P4AR7 Porque ahora, despus de juga-do D2A, con lo que la captura en 3AD no representa ninguna amenaza para la dama blanca, debe temerse una jugada del ca-ballo 3AR. Por el contrario me-rece un estudio exacto 8. . .. , P4D.

    9. OXC

    Pregunta: Por qu no C5C7 Por 9 .... , CXP+; 10. RIT, AxA+.

    9. ... P3D

    Las negras: _Mi plan de avan-ce es desde luego bastante sim-ple: dominio de 5R segn la posicin CICD-2D-3AR y ata-que contra la eterna debilidad de las blancas en el final de juego en la defensa india de dama --el P4AD- o P4AR se-guido de C2D, A3AR y avance del PR..

    50

    Comentario: Hoy se conside-ra lo mejor 9 .... , P4AR.

    10. 02A

    Comentario: Siguiendo la idea arriba mencionada. Para el dominio de 4R no sera aqu especialmente adecuado TIR, porque con eso se bloqueara al caballo blanco la importante ca-silla IR indispensable para el cambio del A2C por el AD de las negras.

    Las negras: -Naturalmente no debo permitir P4R, por tanto 10 .... , P4AR, con lo que tam-bin se evita 11. CSe. D

    10. P4AR lI. ClR

    Critico: Debe tomarse en con-sideracin 11. P5DI.

    Las neg.r:as: Desde luego no cedo la gran diagonal. Adems con DIA se consigue afianzar el P3R, de lo que por lo visto se han dado cuenta las blancas. JI

    IL OlA 12. P4R

    Critico: La primera etapa del plan blanco estara realizada; pero los alfiles de casillas blan-cas no se han cambiado porque la dama negra ha recibido un control demasiado bueno de la

  • gran diagonal. Sin embargo, a consecuencia del cambio retra-sado, el caballo blanco tambin ha tenido que quedarse en IR en lugar de 2CR y pronto se pondr de manifiesto que esta circunstancia es del mayor in-ters para el posterior desarro-llo de los acontecimientos.

    Las negras: Naturalmente no debo cambiar en 5R, no tengo ninguna prisa por hacerlo, por-que si las blancas toman en 4AR me desprender del dbil P3R.JI

    IZ. C2D 13. PSD

    Comentario: Prosigue el des-pliegue de la posici6n de los peones blancos que, en princi-pio, sigue pareciendo muy peli-groso, porque tanto con 13 .... , PRxP; 14. PRxPD (entonces las blancas tendran realmente 6R en su poder), como tambin con 13. ..., C4A; 14. P X PA, Px PD 15. P4CD, C3T; 16. pxP, DXP (no TxP, a causa de A3TR); 17. A4R, D4T; 18. D4A seguido de CIR-2CR-4AR las blancas estaran con venta-ja (18. . .. , A3AR; 19. TIC, TDIR; 20. A2CR seguido de C30, desde luego no 20. C2C?, TxA; 21. DXT, AxP). Por eso las negras estn obligadas ahora al cambio en SR. El Dr.

    Euwe mismo recomienda 13. PXPI, AXA; 14. CXA, TxP IIcon mejores posibilidadeu para las blancas.

    13. PXPR 14. DxP

    Necesario; tras AxP vendra C3A seguido de pXP; ahora el ataque indirecto contra el A2R impide la captura en 5D.

    14. ... C4A

    Obligada, pero las negras se-guramente la han jugado a gus-to. Las blancas deben continuar la presin en la columna R, por tanto tambin la jugada siguien-te es obligada.

    15. D2R A3AR

    Escapa de la clavada, amena-za P x P e impide P4CD.

    16. A3T

    Amenaza 17. A3R o 17. C30, seguido del cambio en 5AO e inmediata victoria. El ataque ha alcanzado su punto culminante.

    Critico: Puede justificar A3TR que se abandone al ad-versario definitivamente la gran diagonal? Claro que la casilla 50 tampoco podran retenerla ya que las blancas ni siquiera

    51

  • con la posicin del alfil en 2CR, por ejemplo 16. A3R, PXP; 17. AxC, POxA; 18. PxP, 020 (o tambin A3T y ganancia del P2CO blanco) y el PD blanco ser un fcil botn. Si bien el alfil en 2CR no poda garanti-zar la posesin de la casilla 50, ahora ataca no solamente a 6R, sino que aprovecha tambin la incmoda posicin de la dama negra. Slo que 16. A3T no pue-de evitar tampoco que las blan-cas queden rpidamente en desventaja. Consideremos la po-sicin con respecto a los tiem-pos empleados tilmente por ambas partes para el desarro-llo, y entonces tendremos las siguientes valoraciones:

    Blancas: 02R A3TR TIAR

    P5D P4AD P3CR

    AIAD

    Total:

    52

    1 Tiempo 1 J 3/4 J (desvaloriza-

    do porCIR) 1 J) 1 1/2 tiempo menos (por

    debilidad) 1/4 tiempo (preparado

    para el asalto)

    4 1/2 tiempos

    Negras: DIAD - Tiempo (desfavorable

    posicin, pero cubre 3R) TIAR 1 Tiempo C4AD 1 D A2CO 1 AJAR 1 11 TI TD 1/4 tiempo (dispuesto

    al asalto) P30 P3CO P3R

    Total:

    1 1/4 11 - (objeto de disputa)

    5 1/2 tiempos.

    Las negras tienen por tanto un tiempo ms, y adems les toca mover. A esto se aade que todas las piezas negras es-tn muy bien (dominio de las grandes diagonales y columnas abiertas), en tanto que las blan-cas slo estn capacitadas para un nico objetivo, esto es, el ataque contra 3R.

    Para poder llevar a cabo un ataque no justificado por cir-cunstancias especiales como la desamparada posicin del rey enemigo o la acumulacin de piezas en bandas distintas del tablero, se necesita, con arre-glo a la experiencia, una ven-taja de, por lo menos, 2 o 3 tiempos en el desarrollo. Aqu las negras van por delante en el desarrollo. Pero las blancas se han afirmado totalmente en su ataque contra 3R de las negras.

  • Es de extraar que las negras, aunque sea con gran trabajo, consigan rechazar el ataque?

    Pero es natural que las ne-gras, inmediatamente despus de rechazar el ataque, estn mu-cho mejor y puedan pasar al contraataque.

    En todos estos casos en que sin alteraciones significativas del equilibrio posicional una de las dos partes juega al ataque, puede decirse por lo general, en vista de los tiempos de ataque o de desarrollo, si el ataque es tericamente correcto.

    Debe decirse, adems, que las blancas habran hecho mejor emprendiendo la retirada con 16. PXP, TlR: 17. A3R. Cier-to que entonces estn muy mal sus piezas menores, pero, al no haber debilidades en sus peo-nes, habra sido posible un len-to alivio mediante los cambios.

    Las negras: Con 16 .... , T1R cubro P3R y amenazo al mis-mo tiempo PxP. Si las blancas vuelven a no decidirse por PXP, jugarn entonces 17. A3R con lo que impedirn PxP y amenazarn 18. AXC. Si tras A3R, muevo la dama, por ejem-plo a ID, entonces las blancas tienen que cambiar o en 5A (de las blancas) o en 6R. Si toman en 6R, entonces no hay ningu-na diferencia especial entre 16. o 17. PxP. Pero si toman en

    5A, cmo cubro yo entonces 6R? Cierto que tengo una juga-da intermedia que suprime al mismo tiempo 6R, a saber, 18. ... , PxP. Pero entonces las blancas pueden retirar su A5A a 3R para cubrir la dama tras lo cual juego, naturalmente, P5D con recuperacin de la pie-za menor y entonces a las blan-cas, despus de 19. A3R, P5D; 20. C2C, PXA: 21. CxP. A5D. seguido de la captura en 6R an les cuelga una debilidad del pen aislado en 3R. Desgracia-damente las blancas encuen-tran tiempo tras 22. A2CR para cambiar mi alfil bueno. Por eso es entonces algo cuestionable si este pen aislado en 6R me bastar para la victoria, porque precisamente la presencia de un pen blanco en la columna R dificulta la explotacin de mi superioridad de peones en el ala de dama. Pero no me parece que haya algo mejor.

    16. TlR 17. A3R

    Ahora era ya poco recomen-dable 17. PxP, porque despus de 17 .... , CxP. el cambio pos-terior 18. AXC+, TxA es cla-ramente obligado. y la dama ne-gra puede llegar fcilmente a 6TR.

    S3

  • 17. 18. AxC 19. A6R+

    DID PxP

    Vase el comentario a la 16.a jugada de las blancas. stas no encuentran ya el momento pro-picio para acabar la aventura iniciada alrededor de la casilla 6R. Lo correcto aqu era la po-sibilidad arriba mencionada de 19. A3R, P5Dj 20. C2C, PxAj 21. C X P, A5D; 22. A2C, con buenas posibilidades de salva-cin para las blancas. La juga-da del texto es completamente desatinada, porque las blancas se colocan voluntariamente en una peligrosa clavada.

    Diagrama nm. 15

    19. RIT 20. TID

    Tras 20. A3TD, D2R; 21. PXP, las negras recobran su pieza con AxPD.

    20. PDxA

    An ms simple era 20 .... , PCXA, por ejemplo 21. Pxp, AXPD; 22. TxA, D2R o 21. C2C, P X P; 22. C4A, A4RI, etc.

    21. ClC

    Tan sin esperanzas habra sido 21. PXP, AXPC; 22. D x A, T X A (ahora se venga la defectuosa posicin de la pri-mera fila) y tambin cae el PD. Las blancas an esperan poder jugar C4A seguido de D5T.

    21. ... P5D

    Ahora el que fue pen dbil en 3R se ha convertido en un pen libre cubierto en 5D. Como despus de C4A. posible-mente P4CR, hay la amenaza AIAD, por eso intentan las blancas cubrir el alfil 6R con el PAR. Pero respecto al domi-nio de 6R, las blancas no tie-nen ninguna suerte en esta par-tida.

    22. P4A

    Objetivamente, lo mejor se-Una confesin de impotencia. gua siendo 22. TRIR, AlAD;

    S4

  • 23. D4C, AXA; 24. TxA, TXT; 25. DxT, DIR 26. DXD, TxD; 1:1. TIR. TXT+; 2ft C X T con un final inferior y pobre en material.

    22. P6D!

    Esto ha sido posible gracias a la ltima jugada del adversa-rio. flameando de pronto un ma-ravilloso ataque al rey. Para uno de esos trabajos como el que despliegan aqu los alfiles ne-

    . gros. la posicin exige precisa-mente sacrificios de gran efecto.

    23. TxP DXT!

    La aparentemente ms obliga-toria an 23 .... A5D+; 24. RI T permite la buena defensa 25. P3TR seguida de R2T.

    24. DxD ASD+ 25. T2A

    Necesario, ya que despus de RIT, TxA. decide la duplica-cin de las torres y T7R. Natu-ralmente las negras ni siquiera miraron el sacrificio de calidad; han cedido la dama para hacer valer la pareja de alfiles. Por eso no pueden renunciar a esa pareja aunque se les ofrezca una ganancia de calidad.

    25. . .. TXA

    26. RlA TI-IR 27. P5A

    Crea espacio para el C2C.

    27. ... T4R

    Las blancas: La torre debo conservarla en la 2.a fila, ya que de otro modo me aniquila con T7R. Esto mismo vale para 28. T4A, como tambin para 28. P6A. PXP; 29. TXP, T7R. Sin embargo, es aconsejable antes de que yo traslade la torre a 2D, intercalar las jugadas 28. P6A, P x P, ya que de ese modo la columna AR quedar blo-queada para el ataque contra mi rey. Adems el PAR se per-dera de todos modos con 28. T2D, A5R..

    Crtico: la columna AR que-da bloqueada con este sacrificio de pen, pero con ello la colum-na CR se despierta a una vida muy incmoda.

    28. P6A PxP 29. T2D AlA

    Amenaza decisivamente A6T.

    30. C4A T6R

    I ... y gananl Como 31. 02A fracasa ante 31. ... , T8R+; 32. R2C. T8C+; 33. R3A. T6R + ; 34. R2A, T6AD+. es obligada

    55

  • 31. DIC. Con ello la dama blan-ca se deja conquistar por un ja-que de torre en leR. Pero. cmo se lleva una torre a lCR? Keres nos 10 ensea:

    31. DIC 32. R2C 33. PxT 34. R3A

    T6A+ TxC!! TIC+ A5C+

    Las blancas abandonan.

    Tras 35. R2C gana la dama A4A+: tras 35. R4R, TlR+. las blancas reciben mate con 36. R5D. A6A o 36. R3D, A4A.

    Cundo es, por tanto. ms eficaz pasar al contraataque? Hemos de distinguir dos clases de contraataque: Uno, aquel en que ambos adversarios se es-

    fuerzan en adelantar al otro en la realizacin del ataque, lo que por 10 general ocurre en ban-das distintas del tablero (contra enroques opuestos). Y el otro, aquel en que el que hasta aho-ra ha estado a la defensiva, pasa de pronto al ataque. Est claro que en este caso un contraata-que promete un xito ms rpi-do si las piezas del adversario se encuentran an en sus posi-ciones de ataque y no tienen tiempo para establecer la defen-sa en su campo. Un contraata-que del defensor debe seguir por tanto lo ms inmediatamen-te posible al cese del ataque enemigo. Su base est casi siem-pre en la debilitada posicin de los peones del adversario.

    ENTRE LAS TABLAS Y LA DERROTA

    APERTURA ESP MOLA (Torneo A VRO 1938, Holanda)

    Blancas: Dr. A. Alekhine Negras: S. FIohr

    l. P4R 2. C3AR 3. ASC 4. A4T

    P4R C3AD P3TD C3A

    Despus de 4. ., " P3D las blancas pueden jugar muy bien

    56

    5, P4A, por ejemplo partida Bo-leslavsky-Fine, encuentro por radio URSS-USA, 1946: 5. P4A, A2D; 6. C3A, P3CR; 7. P4D, Pxp 8. CxP, A2C; 9. CXC, P X C; 10. O-O, C2R; 11. PSAI, CIA; 12. A3R, O-O; 13. D2D, D2R; 14. TD1D, AIR; 15. P4A, P4A; 16. PRXP, pexp; 17. TR1R. pXP 18. D2AR, C3D; 19. AD X P, DID; 20. A4D, AxA; 21. D xA, D3A: 22. A3C+. RIT; 23. DXD, TxD 24. T7R, Y las blancas gana-

  • ron. 9 .... , AxC es desde luego mejor.

    5. O-O AlR

    Tambin aqu las negras pue-den jugar 5 .... , P3D, por ejem-plo 6. TIR, A2D o tambin 6. ... , P4CD; 7. A3C, C4TD; 8. P4D, CxA; 9. PTXC, C2D (Saemisch-Dr. Alekhine, 1943) o 6. Ax C+, PxA; 7. P4D, CXP; 8. T1R, P4AR; 9. pxP, P4D: 10. C4D, A4Al, con inte-resantes complicaciones (Tm-Raud, 1939).

    6. T1R

    Aqu pueden las blancas de-fender el PR tambin con 6. D2R, pero parece que esta for-ma de jugar hay que pensarla a causa de 6 .... , P4eD; 7. A3C, 0-01: 8. P3A, P4DI: 9. PxP, A5CR, por ejemplo 10. P3TR, Ax C; 11. DXA, C4TD, y las negras estn bien, o 10. P X e, P5R; 11. P4D, PxC 12. pXP, A4T; 13. A4AR, TIR; 14. ASR, A3D; 15. C2D, AxA; 16. PxA, C4D; 17. C4R, C5A; 18. D3R, D5T; 19. C3C, P4C; 20. C X A, D X C; 21. P6RI, Y ahora las ne-gras podran haber tenido muy buen juego con 21. ... , P X Pi 22. R1T, T2Ri 23. TlCR.t TlAR. En la partida Foltys-Keres, Salzburgo, 1943, se sigui: 21.

    ... , D6T; 22. pxP+, R2Ci 23. D40+? (lo correcto era 23. PXT=C+, TXC; 24. 040+, R3e; 25. A7A+I, RxA; 26. D1D+, etc., o 23 .... , R3C; 24. OxC, etc.), 23 .... , T4RI; 24. OxT+, R3C; 25. DxC, PXO, y las negras lograron tablas .

    6. 7. Ale

    P4CD P3D

    Ahora, despus de 6. TlR en lugar de 6. D2R no sera 7. . .. , O-O seguido de 8 .... , P4D fuer-te durante mucho tiempo, aun-que quizs algo sospechoso. La partida de la que se deriva la variante, Capablanca-Marshall, Nueva York, 1918, tom el ca-riz siguiente: 8. P3A, P40; 9. PXP, CXp 10. CXP, CXC; 11. Tx C, C3A; 12. TIR (qui-zs es ms fuerte 12. P40, A3D; 13. T2R), 12. . .. , A3D; 13. P3TR, C5C! (otra idea que pro-cede del Dr. Tartakower es 13. ... , A2C; 14. P40, D2D segui-do de D3A y TD1R); 14. D3A, D5T; 15. P40, CxPAI; 16. T2Rl (las blancas no pueden to-mar el caballo: 16. D xc, A7T+; 17. RIA, A6C; 18. OXP+I?, TXO+), 16. ..., ASC; 17. PxA, A7T+; 18. RIA, A6C 19. T X C, D8T + 20. R2R, AXT; 21. A201 y las blancas ganaron. Desde enton-ces la teora se ha ocupado mu-

    57

  • cho de este llamado ataque MarshaIl. La partida Foltys-The-len. Praga 1943. proporcion una nueva contribucin: n ..... P3AD; 12. P4D. A30; 13. TIR. 05T; 14. P3C, 06T; 15. AxC, P X A; 16. 03A, A4A Y las ne-gras estn bien. Pero las blan-cas juegan mejor 15. A3RI. A5C