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Robert Jessop

El futuro del Estado capitalista

Introducci6n de Juan Carlos Monedero

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INTRODlJCCI6N

economia mixta que caracteriz6 al Estado nacional de bienestar keynesiano y la creciente tendencia de la economia globalizada del conocimiento a confiar en fonn:as de gobernanza en red. El capitulo finaliza con algunas observaciones sobre el fallo de la gobernanza, sobre la metagobernanza y sobre el fallo de la metagobernanza como posihles fuentes de futuras tendenciafl a la crisis en las formaciones sociales capitalistas.

El ultimo capitulo recoge las principales lineas de los argumentos presen­tados en los capitulos anteriores. Sostengo que 10 que esta reemplazando ten­dencialmente al Estado nacional de bienestar keynesiano es el regimen posnacional de trabajo schumpeterianol y sefialo que esta nueva forma de Estado podria contrihuir a la coherencia estructural de un nuevo arreglo espa­cio temporal que sirva para la acumulaci611 de capital. A continuaci6n, estudio' posiblesvariantes de esta nueva for~a de Estado, sefialando el modo en que dichas variantes se enlazan con las distintas variedades de capitalismo que dependen de sus trayectorias anteriores. Por wtimo, al determinar la cam­biante articulaci6n entre la acumulaci6n de capital y el Estado, propongo una soluci6n a la paradoja de Offe.

NOTAS

1. Schumpeterian Workfare Postnational Regime. No hay hasta la fecha una traducci6n que recoja el con­junto de determinaciones de la palahra inglesa. Es muy probahle que no sea posible bacerlo, de ahi que se opte par dejar el original Workfare. Este se construye por analogia sabre welfare. Welfare, a su vez. es la version reducida de la oraci6n desideratiya "Well fare YOu''', originalmente. "jQue tengas un buen viaje!" y.luego. mas genericamente. "jQue te vaya bien!". Ya como palahra individual. su senti­do se desplaz6 hacia "bienestar" (a su yez. can una estructura semejante en castellano). La expresi6n workfare se construye can el final de la palahra welfare (fare). quitandole significado y usandolo como deriyado. EI calco en castellano seria. par tanto . "trahajoestar" 10 que conservaria el paralelismo can "bienestar" pero resultaria en exceso extraiio e incomprensible. Optamos par la expresi6n "de traha­jon como paralela a "de bienestax" (y "trahajista" para workfansl). EI mismo Jessop afirma que "puede describirse (sin duda no mu] felizmente yean riesgo de malentendidos) como un regimen de traha­jo (workfare). en la medida en que subordina su politica social a las demandas de la politica econ6mi­ca". Para terminar de complicar la cuesti6n. el orden de los adjetivos en i!1gles no es el mismo que en castellano. par 10 que la traduccion completa de Schumpeterian Workfare Postnational Regime exige modificar el orden de palahras. 10 que provoca que no haya una correspci;ndencia perfecta can las tablas ni con el orden de exposicion en el texto original. [N. de los IT.)

CAPITULO 1

CAPITALISMO Y TIPO DE ESTADO CAPrrALISTA

En este capitulo se exponen tres temas fundamentales que seran elaborados posteriormente en el resto dellibro. El primer tema Se refiere a que ni el capitalismo como un todo ni la relaci6n capital-trabajo, de la cual depende su dinamica contradictoria y confiictiva, pueden reproducirse exclu!3iva­mente a traves de las relaciones de mercado. Ambos requieren de modos complementarios de reproducci6n, regulaci6n y gobernanza, que incluyen aquellos que se derivan en parte de la actuaci6n del Estado. El segundo tema --ya.mas especificamente-, expresa que, dado que la fuerza de trabajo es una mercancia esencialmente ficticia, no puede reproducirse unicaIhente a traves del salario y el mercado de trabajo. Por ello, diferentes tipos de mecanismos ajenos al mercado desempefian aqui un papel clave. El tercer tema recuerda que, a medida que la acumulaci6n de capital se expande en una escala cada vez mas global, su dinamica se vuelve mas dominante en la configuraci6n de la evoluci6n general de los sistemas sociales y del mundo de la Vidal .

. AI desarrollar estos tres temas no pretendo sostener que la dinamica de ,la acumulaci6n de capiltal explique todo cuanto pueda resultar significativ~ en relaci6n con la arquitectura y funcionamiento de los Estados y del

. rnoderno sistema estatal. Y mucho menos en relacion con cada uno de los - ~etalles de su desarrollo. Por el contrario, precisamente porque el capita-

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lismo no puede garantizar todas las condiciones necesarias par~ su pro~ia reproduccion solo a traves de las fuerzas del mercado. no pu'ede eJercer mn­gUn tipo de determinacion economica en ultima instancia sobr~ el ::sto de la formacion social. Esto nos obliga a prestar atenci6n a la constltuclOn de la acumulacion de capital a traves de la interaccion tanto de reiaciones socia­les intervenidas por el mercado como de otras ajenas al mismo. 19u~lmente debe considerar la naturaleza compleja y sobredeterminada de su Impacto sobre el desarrollo general de las relaciones sociales. De aqui se desprende que este capitulo no puede limitarse a presentar una serie de con~~ptos eco­nomicos para el analisis del capitalismo como modo de producclOn y como objeto de regulacion. Mas aHa. debe tainbien introducir otr~s concepto.s que sirvan para analizar la politica y el Estado. el mundo de la Vlda y la SOC1edad civil. al igual que las conexiones de estos con las categorias econ6~icas y entre linos y otros. El desarrollo de este instrumental concep~al m.as com­plejo tainbien allanara el terreno para un anal isis en cuatro d1menslOlles de los cainbios recientes en el papel del Estado en la reproduccion del capital y 'eh su mediacion insti tucional. social y discursiva.

1. EL CAPIT~OMO RElACrON SOCIAL

Por 10 que se refiere a su apariencia superficial. el capitalismo puede definirse inicialmente como un sistema economico en el cual una gran cantidad de empresas independientes producen bienes y servicios para la venta (con la intenci6n de obtener una ganancia). usando bienes de capital privado y tra­bajo asalariado (Bowles y Edwards 1985: 394.). Probablemente. muchos observadores estarian de acuerdo con esta definicion. Pero esto podria deberse a su vaguedad respecto a aspectos tan importantes como la natura­leza de la fuerza laboral. el proceso del trabajo. los poderes del capital y 1a dinamica de acumulacion. Profundizar en estos cuatro aspectos dara origen a controversias teoricas y politicas. pero esto no puede evitarse si pretende­mos establecer la especificidad historica del capitalismo como modo de produccion. y sus implicaciones para 1a politica economica y la politica social. En consecuencia. examimire en primer iugar a1gunas de las precon­diciones mas abstractas y elementales para 1a organizacion de la produccion de mercancias en terminos capitalistas. y ampliare y profundizare 1uego esta definicion inicial a traves de diferentes pasos como en una escalera de cara­col. especificando algunas de las caracteristicas mas concretas y coinplejas

EL R'JTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

del capitalismo. Este ejercicio esencialmente teorico deberia generar un grupo de categorias mas rico con el que iniciar el analisis de las formas de politica economica y politica social y de sus cainbiantes papeles en la repro­duccion Y expansion generales del capitalismo. Paradojicamente, tambien contribuira a revelar los limites de un enfoque teorico unico basado en la clase 0 en el capital. frente a las enormes complejidades de los Estados actualmente existehtes. al tiempo que establece la importancia de coinbi­narlo con otros enf?,ques teoricos que partan de otros grupos de relaciones

sociales.

ELMODO DE PRODUCCrON CAPITALISTA

Lo que mas distingue al capitalismo de otras formas de producir bienes y servicios para la venta es la generalizacion de la forma mercancia ala fuerza de trabajo. Ello conlleva el desarrollo historico -y posterior reproduccion y expansion- de un mercado de trabajo en e1 que los trabajadores ponen a la venta su fuerza de trabajo a los capitalistas en una transaccion comercial formalmente libre e igual. En terminos abstractos. la relacion capital-tra­bajo funciona del siguiente modo. Los trabajadores intercambian su capaci-dad de trabajo porun salario y aceptan el derecho del capitalista a (tratar de) controlar su fuerza de trabajo en el proceso de producci6n y a apropiarse de los beneficios (0 absorber las perdidas) derivadas de su esfuerzo por produ­cir bienes 0 servicios para la venta. Los trabajadores gastan su salario en medios de consumo siguiendo las normas sociales de consumo prevalentes y. con ello. reproducen su fuerza de trabajo para poder venderla de nuev02•

De esta" forma. el salario acrua como coste de produccion para todos los capitales. como medio de autorreproduccion para el trabajo y como 'fuente

I de" demanda (en primera instancia. para los capitales que producen bienes I de consumo e. indirectamente. para los que producen bienes de capita!) .

II Aunque el capital se apropia de los recursos de la naturaleza transforman­

dolos• y emplea tainbien las propias fuerzas productivas de la naturaleza, de I manera que estos recursos y fuerzas contribuyen a la produccion de valores I de usa y a cualquier subsiguiente aumento de riqueza. 1a fuerza de trabajo i socialm~nte necesaria que se consume en la produccion de mercancias es la

I unica fuente de valor agregado real -yo por tanto. de beneficios- para el

, capital tomado conjuntamente . Este razonamiento es validoen general, :; ,. \ independientemente de la forma en que el supera,vit resultante se divida , .•. to I. d"pn', ent" "pi"I" p,rtion]'"" Mi, 'un, I'i" d, mIni>' I, P"ibilid',:

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tajas temporales 0 de las posiciones monopolistas, a expensas de otros capl­tales que obtienen beneficios por debajo de la media", sirve .par~ subrayar como la competencia por generar estos beneficios extraordmanos es una

fuente importante de la dina mica general del capital. . .. . La generalizacion de la forma mercancia a la fuerza de traba]o no Sl~1f1-

ca que esta se convierta en realidad en una mercancia, sino que se convle~­te en una mercanciaficticia. Es decir, en algo que tiene forma de mercanC1a (en otras palabras, que puede ser comprado y vendido), pero que no ~a side creado 'en un proceso de trabajo que tenga por objeto obtener benefl­cios, ni ta,mpoco se halla sujeto a las tipicas presiones competitivas de las fuerzas' d.el mercado para racionalizar su produccion y reducir el plazo de rotacion del capital invertido . Existen cuatro categorias de mercancias fic­ticias: ia tierra (0 la naturaleza), el dinero, el conocimiento y la fuerza de trabajo. Con frecuencia, cada una de ellas es tratada como un simple factor de produccion, oscureciendo las condiciones en las cuales entra en la eco ­nomia de mercado, experimenta su transformacion, y contribuye asi a la produccion de bienes y servicios para la venta. Ahora bien, e~:a ten~e~cia" a naturalizar mercancias ficticias como factores de producclOn obJetlva­~ente dados, conduce a la falsa creencia, criticada energicainente por Marx, de que el valor economico surge de las cualidades inmanentes y eter­nas de 'las cosas, y no de relaciones sociales contingentes y dotadas de

especificidad historica. La "tierra" incluye todas las riquezas naturales, se encuentren en la su­

perficie terrestre 0 por encima 0 debajo de ella, eigualmente incorpora sus capacidades productivas en contextos especificos. Normalmente, la forma actual de dichas riquezas naturales refleja tanto la transformacion social pasada y presente de la naturaleza, como el desarrollo natural q1.1;e se pr~du­ce sin intervencion"humana. Las empresas capitalistas no producen la t1erra virgen y los recursos similares como mercancias, sino que se apropian de ellos como dones de la naturaleza y, a continuacion, los transforman para obtener beneficios, con frecuencia sin tener en cuenta·.sus ciclos especifi­cos de reproduccion, su capacidad general de r~novacion 0, en el caso de ~a tierra, el agua y el aire, su capacidad de absorber los residuos y la contam1-

nacion. El dinero es una unidad contable, reserva de valor, medio de pago (por

ejemplci, de impuestos, diezmos y multas), as! como un medio de intercam­bio econOmico. Independientemente de que tenga forma natural (como las

EL FJruRO DEL ESTAOO CAPITALIST A

conchas de cauri) , forma de mercancia (como los metales preciosos) 0

forma fiduciaria (como el papel moneda 0 el dinero electronic6), el siste­lna monetario en el cual ci;rcula dicho dinero no es ni podria ser un feno­llleno simplemente economico que se genera y se hace funcionar solaroente para obtener beneficios, pues la capacidad del dinero para cum­plir sus funciones economicas depende de manera crucial de ciertas insti­tuciones y sanciones extraeconomic as, al igual que de la confianza personal e impersonal. Siempre que el dinero circula como moneda nacional, el Estado posee un papel clave ala" hora de asegurar un sistema monetario formalmente racional y, viceversa, su creciente circulacion como dinero sin Estado plant~a graves problemas en cuanto a la re-regulacion de las relaciones monetarias.

EI conocimiento es un recurso comun producido colectivamente y basado en el aprendizaje individual, organizacional y colectivo en distintos horizontes " temporales y en diferentes contextos, comerciales y no comerciales. Como el conocimiento no es intrinsicamente:escaso (en terminos economicos ortodo­xos, es un bien no rival), solo obtiene forma de mercancia cuando se convierte en un medio artificialmente escaso cuyo acceso depende de un pago (derechos de autor, licencias, etc.). Por tanto, es necesaria una profunda reorganizacion social para transformar el conocimiento en algo que " pueda ser vendido (Schiller 1988: 3~).

Por Ultimo, la capacidad de trabajar es una capacidad humana generica, que adquiere forma de mercancia solamente en la medida en que los trabaja­do res pueden ser inducidos 0 forzados a entrar en los mercadosde trabajo como asalariados. Es mas, incluso despues de haber adquirido forma de mer­caucia, la fuerza de trabajo se re.produce a traves de instituciones tanto de mer­cado comoajen~~ al mercado, y de relaciones sociales.

En capitulos posteriores se analizan algunas de las contradicciones estructurales3 y dilemas estrategicos4 que se derivan de extender la forma mercancia a la tierra, el dinero y el conocimiento. En este me ocupare, bre­vemente y apelando al sentido comun, de la fuerza de trabajo como capaci­dad humana generica. La reproduccion humana no esta organizada de forma capitalista 0, al menos, no todavia. Es muy raro, que se traigan ninos al mundo como si se tratase de mer:cancias (a pesar de las posibilidades comerciales de la maternidad de alquiler y de las nuevas tecnicas repro­ductivas) y, por 10 genera.l, los niiios se crian con sus familias-o con fami­lias de acogida- que no obtienen dinero a cambio. La educacion mas iva todavia es impartida por organismos public os 0 privados sin fines de lucro

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. . 1 d' . esarias para su propia hsmo no puede garantIzar todas as con IClOnes nec . ' reproducci6n s610 a traves de las fuerzas del mercado, no pU'ede eJercer nm­gUn tipo de determinaci6n econ6mica en ultima instancia sobr~ el.r,esto de la formaci6n social. Esto nos obliga a prestar atenci6n a la constltuclOn de la acumulaci6n de capital a traves de la interacci6n tanto de relaciones socia­les intervenidas por el mercado como de otras ajenas al mismo. 19u~lmente debe considerar la naturaleza compleja y sobredeterminada de su Imp acto sobre el desarrollo general de las relaciones sociales. De aqui se desprende que este capitulo no puede limitarse a presentar una serie de con~~ptos eco­n6micos para el analisis del capitalismo como modo de producclOn y como objeto de regulaci6n. Mas alla, debe tainbien introducir otr~s concepto.s que sirvan para analizar la politica y e1 Estado, el mundo de la VIda y la :oc~edad civil, al igual que las conexiones de estos con las categorias econo~mcas y entre tinos y otros. El desarrollo de este instrumental concep~al m.as com­plejo tainbien allanara el terreno para un analisis en cuatro dImensIon~s de los cainbios recientes en el papel del Estado en la reproducci6n del capItal y eh su mediaci6n institucional, social y discursiva.

1. EL CAPIT~OMO RELACrON SOCIAL

Por 10 que se refiere a su apariencia superficial, el capitalismo puede definirse inicialmente como un sistema econ6mico en el cual una gran cantidad de eropresas independientes producen bienes y servicios para la venta (con la intenci6n de obtener una ganancia), usando bienes de capital privado y tra­bajo asalariado (Bowles y Edwards 1985: 394). Probablemente, muchos observadores estarian de acuerdo con esta definici6n. Pero esto podria deberse a su vaguedad respecto a aspectos tan importantes como la natura­leza de la fuerza laboral, el proceso del trabajo, los poderes del capital y la dinamica de acumulacion. Profundizar en estos cuatro aspectos dara origen a controversias teoricas y politicas, pero esto no puede eVitarse si pretende­mos establecer la especificidad hist6rica del capitalismo como modo de produccion, y sus implicaciones para la polit~ca economica y la politica social. En consecuencia, examinare en primer lugar algunas de las pre con­diciones mas abstractas y elementales para la organizaci6n de la producciou de mercancias en terminos capitalistas, y ampliare y profundizare luego esta definicion inicial a traves de diferentes pasos como en una escalera de cara­col, especificando algunas de las caracteristicas mas concretas y coinplejas

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALIST A

del capitalismo. Este ejercicio esencialmente te6rico deberia generar un grupo de categorias mas rico con el que iniciar el analisis de las formas de politica economica y politica social y de sus cainbiantes papeIes en la repro­dueeion y expansion generales del capitalismo. Parad6jicamente, tambien eontribuira a revelar los limites de un enfoque teorieo unico basado en la clase 0 en el capital, frente a las enormes complejidades de los Estados aetuaImente existehtes, al tiempo que. establece la importancia de combi­narlo con otros enf?ques te6ricos que partan de otros grupos de relaciones sociiles. .'

ELMODO DE PRODUCCION CAPITALISTA

Lo que mas distingue al capitalismo de otras formas de ptoducir bienes y servicios para la venta es la generalizacion de la forma mercancia a la fuerza de trabajo . Ello conlleva el desarrollo hist6rico -y posterior reproduccion y expansi6n- de un mere ado de trabajo en el que los trabajadores ponen a la venta su fuerza de trabajo a los capitalistas en una transacci6n comercial formalmente libre e igual. En terminos abstractos, la relaci6n capital-tra­hajo funciona del siguiente modo. Los trabajadores intercambian su capaci-dad de trabajo por un salario y aceptan el derecho del capitalista a (tratar de) controlar su fuerza de traba j 0 en el proceso de producci6n y a apropiarse de los beneficios (0 absorber las perdidas) derivadas de su esfuerzo porprodu­cir bienes 0 servicios para la venta. Los trabajadores gastan su salario en medios de consumo siguiendo las normas sociales de consumo prevalentes y, can ello, reproducen su fuerza de trabajo para poder venderla de nuev02•

De esta' forma, el salario actua como coste de producci6n para todos los capitales, como medio de autorreproducci6n para el trabajo y como 'fuente

i de'demanda (en primera instancia, para los capitales que producen bienes I de consumo e, indirectamente, para los que producen bienes de capital).

I Aunque el capital se apropia de los recursos de la naturaleza transforman­I dolos, y emplea tambien las propias fuerzas productivas de la naturaleza, de I manera que estos recursos y fuerzas contribuyen a la producci6n de valores i de usa y a cualquier subsiguiente aumento de riqueza, la fuerza de trabajo I socialm~nte necesaria que se consume en la producci6n de mercancias es la

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(a pesar de la moda neoliberal de las listas comparativas y los indices). Los trabajadores no orientan sus vidas de for:t:na sistematica a 1a obtencion de mayores ingresos (a pesar de que cada vez son mayo res las presiones para que nos convirtamos en sujetos emprendedores y aceptemos la conversion de toda nuestra vida en mercancia), en detrimento de otras relaciones sociales. En sintesis, aunque la mayoria de las personas debe vender su fuerza de trabajo para poder vivir y participar plenamente en la socieda.d, en realidad, no estamos en presencia de mercancias, aunque son tratadas como si 10 fuesen.

La autovalorizacion del capital a traves del mercado solamente es posible cuando la fuerza de trabajo adquiere forma de mercancia. La autovaloriza­cion es el proceso por medio del cual el capital se expande mediante la rein­version rentable de sus beneficios anteriores, 10 cual ocurre a traves de la autotra'nsformacion repetida del capital a medida que se mueve reiterada­mente dentro del circuito del capital. Comienza con la etapa del capital­dinero, cuando el dinero como capital se usa para comprar materias primas, medios de produccion y fuerza de trabajo, que se combinan luego en un pro­ceso de produccion a traves del cual se agrega valor (la etapa del capital pro-· ductivo). La producci6n· capitalista comprende no solo la transformaci6n material de la naturaleza para ~regarle valor de uso, sino tambien la valori­zacion del capital a traves de la apropiacion con exito de cualquier valor de cambio agregado por el tiempo de trabajo socialmente necesario invertido en el proceso de produccion. Ahora bien, el valor de cambio creado de esta forma solo puede hacerse efectivo si estas mercancias se venden por dinero y se obtienen beneficios (la etapa del capital comercial). Estas ventas no estan garantizadas. El circuito se completa y renueva con la reinversi6n -en la misma 0 en otras areas de produccion- del capital inicial, aumentado con una parte 0 la totalidad de estos beneficios. A medida que el circuito del capital se desarrolla y diferencia mas, es posible que surjan distintas frac­ciones de capital en torno a funciones especificas del circuito. Asi, en ter­minos elementales, puede distinguirse entre capital-dinero, capital productivo y capital comercial, al mismo tiempo quese·~reconoce que cual­quier capital individual, incluso si est a especializado en una determinada fase del circuito, debe ocuparse tambien de las demas (Bryan 1995: 94.-:-5). En un nivel de analisis mas concreto y complejo, podrian ser necesarios 0

convenientes conjuntos mas ricos de distinciones. AI convertir la fuerza de trabajo en mercancia ficticia, la apropiacion de la

plusvalia del trabajo adquiere su caracteristica mediaci6n capitalista en y a traves

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EL FtTrURO DEL ESTAOO CAPITAUSTA

de las fuerzas del mercado: En sintesis, la explotaci6n5 adquiere la forma de intercambio. La subordinacion formal de la fuerza de trabajo "mercantiliza­da" al capital a traves del surgimiento del mercado de trabajo asalariado, qued6 reforzada hist6ricamente cuando el ejercicio de la fuerza de trabajo en la produccion pas6 a estar directamente bajo el control capitalista a tra­yeS del ritmo impuesto por las maquinas en el sistema fabril6. Esta mercan­tilizaci6n convierte tanto el mercado de trabajo como el proceso laboral en escenarios de la lucha de clases entre el capital y los trabajadores 7. Las rnodalidades econo'inicas basicas de esta lucha dependen de la forma sala­rio, de la division tecnica y social del trabajo, y de la organizaci6n de la pro­ducci6n capitalista como una economia del tiempo. Ahora bien, la dinamica de la lucha de clases econ6mica tiene otras muchas determinaciones econo­micas y extraeconomicas, y se extiende ademas, por 10 general, mas aHa de la economia en sentido estricto hasta otras areas de la organizaci6n social. La naturaleza de la fuerza de trabajo como mercancia ficticia tambien mode­la la competencia entre capitales para asegurar su valorizaci6n mas eficaz y la apropiacion de la plusvalia resultante. La competencia y la lucha de clases son algunas de las principales fuentes de la dinamica abierta del capitalis­rno como modo de producci6n. Por ultimo, cuando la acumulacion de capi­tal' se convierte en el principio de organizacion dominante dentro de la economia en sentido estricto, tambien adquiere una influencia significati­va en la naturaleza general de las sociedades y, en ciertas circunstancias, puede convertirse en el principio dominante de la organizacion social (veanse

I pp.2,6-35)· ! La ley general mas importante del capitalismo es la ley del valor. Gon ella .. se describe la tendencia de los capitalistas a invertir recursos en distintoscam­: I pos de produccion de acuerdo con las expectativas de obtener beneficios'( vease :1 :1 el cuadro 1.1). Aunque esta ley aparece mediada por las fuerzas del mercado y :i par el mecanismo de precios, cuya actuaci6n puede validar socialmente 0 no Ii estas decisiones privadas, se fundament a en Ultima instancia en la esfera de la ·,1 produccion, pues es s610 aqui donde se crea nuevo valor a traves de la aplica­Ii cion del tiempo de trabajo socialmente necesario y donde, por 10 tanto, vuelve I!I a estar disponible para cualquierulterior validacion, redistribuci6n 0, incluso. I I destruccion8• Marx tambien describi6 otras leyes y tendencias de las economias II capitalistas, pero no vamos a ocuparnos de elIas por el moment09. Debemos I! .notar, sin embargo, que Marx no considerola ley del valor u otras tendencias il COulO necesidades inexorables, sino que subrayo su meruacion porparte de la com-

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cu.~DRO i.l

LA 'LEY DEL VALOR' EN EL CAPITALISMO

En terminos ·generates . la ley del valor indica que se inverlira mas Hempo en fa produccion de mer­

candas cuyo precio de mercado este por endma de su precio de .producci6n medido por et tiempo

de (rabaja socialmente necesario invertido en su producci6n: mientras que se invertira menes tiem­

po en la producci6n de mercandas cuyo precio d~ mercado sea menor que su predo de produc~i6n.

En las economias capitalistas esle mecanisme se complica. ya que la competencia tiende a iguatar

las tasas de beneficia aunque los capitates individuates puedan utitizar diferentes proporciones de

capital fisice y de trabaja asalariado. siendo este ultimo la (mica fuente de "valor agregado". En coo­

secuencia. son las fluctuaciones en los beneficios {precio de mercado menos precio de castes} l~s

que median la ley del valor en et capitalismo. En respuesta a estas fluctuaciones y anticipandose a

la forma en que podrian desarroUarse en el f~turo. los capitales individuates deciden como distri­

buir. no 56(0 la fuerza de trabaja. sin a tambien el capital fisico entre la produccion. la distribucion y

1a circulacion. Que Hegue a comprobarse que estos diLculos son corredos 0 na. y el hecho de que

puedan vender las mercancfas resultantes obtenienda una ganancia. depende de la posterior inter­

vendon de tas fuerza5 del mercada yes. par tanto. a[go intdnsecamente incierto. La produccion

total en las economias capitatistas depende de las decisiones no coordinadas de capitales que com­

~iten en bU5c:a de oportunidades para obtener beneficios con distintos patrones de inversion y pro­

d~cci6n. ~as ganancias dependen no solo de La demanda de las distintas mercandas (que reneja su

valor de uso predominante). sino tam bien de la tasa de explotacion econ6mica en las distintas

ramas de la produccion. Y se relacionan. por tanto. de manera crucial con el curs~ y et resultado de

las luchas entre capital y trabajo en muchos puntos disHn!os de! circuito del capital y de !a forma­

cion social en sentido amptio.

Marx identificola existencia de una contradiccion esencial entre valor de cambio yvalor de uso de las mercancias (Marx 196711867). El valor de cambio se.refiere al valor monetario mediado por el mercado que una mercancia tiene para el vendedor; el valor de uso se refiere a su utilidad material 0 simbolica para el comprador. Sin valor de cambio no se producirian bienes para la venta; sin valor de uso esos bienes no serian compradoslO• Esta fue la: base a partir de la cual Marx fue desvelando la compleja dinamica del mod~ capitalista de pro­duccion, incluyendo la necesidad de crisis periodicas y su,papel en la reinte­gracion del circuito del capital comO base para su eXpansion renovada. A partir de esta .argumentacion, querria sen,alar que todas las formas de relaci6n del capital incorporan versiones distintas pero interconectadas de esta contradic­cion basica, con un impacto diferencial sobre el capital-o diferentes fraccio­nes del mismo-' y sobre el trabajo -0 diferentes estratos laborales- en

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El FlITURO DEL ESTADO CAPITAUSTA

distintos momentos y lugares. En la secci6n siguiente analizo distintas formas de est a contradic.ci6n.

Estas contradicciones tambien afectan a la formaci6n social-entendi­da en sentido amplio- y se reproducen necesariamente al tiempo que se reproduce el propio capitalismo. Sin embargo, su peso 0 significado relati­yo para la acumulaci6n 0 la regulaci6n no tiene por que ser el mismo . En realidad, como veremos mas adelante, diferencias de este tipo proporcio­Dan un mecanism.o para distinguir entre divers as etapas y variedades de capitalismo. Deb~'mcis afiadir aqui que "la reproducci6n de estas cODtradic­ciones, con sus efectos contradictorios y su impacto en la tendencia hist6ri­ca del desarrollo 'capitalista, depende de la lucha de clases" (Poulantzas 1975: 40-1; cursivas del autor) . Mas adelante analizo hasta que punto resulta adecuado describir en terminos de luchas de clases el impacto que tienen las distintas formas de luchas sociales en la acumulaci6n del capital (veanse pp. 37-39) ' Por ahora, bastara con decir que distintas luchas sociales con relevancia de clase modulanlas formas en las que las distintas contradiccio­Des y dilemas de la relaci6n de capital se expresan en coyunturas especifi­cas, que afectan tambien a la manera y a la medida en la que se establecen, bl.oquean 0 anulan las posibles bases para una efCpansi6n renovada. Esto explica por que la acumula.ci6n implica un equilibro cambiante entre ciclos repetidos de autovalorizaci6n, autotransformaci6n continuada, brotes de reestructuraci6n inducidos por las crisis y otras modalidades de cambio. Estos ciclos generalmente se enlazan con nuevos patrones de compresi6n y distanciamiento espacio-tiempo (vease p. 137-138), asi como con ciertos cam­bios en los horizontes espaciotemporales dominantes y en los principales lugares y espacios de acumulaci6n. La complejidad de estos aspectos vicia cualquier recuento lineal de las etapas del capitalismo, puesto que permite diferentes trayectorias en diferentes circunstancias. Por la misma raz6n. impide. cualquier intento de interpretar lao acumulaci6n en terminos de algtm tipo de teoria del equilibro.

EL CAPITAL COMO OBJETO DE REGUIACI6N

En conjunto, estas contradicciones y dilemas significan que la relaci6n de capital no puede ser totalmente reproducida a traves del intercambio en el lIJ.ercado y que, por tanto , tiende a 10 que con frecuencia se expresa, en termi­nos ideo16gicos, como "falIo de mercado". Esto significa que la improbable autovalorizaci6n del capital no puede explicarse en terrninos de ninguna

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supuesta 16gica que se corrige y expande por si misma, 10 que nos lleva a consi­derar los mecanismos a traves de los cuales, a pesar de las contradicciones del capital, la acumulaci6n puede regularse y reproducirse. Dichos mecanismos van mucho mas alIa de la economia capitalista en sentido estricto (la produc­cion concebida en funci6n de los beneficios, el intercambio mediado por el mercado), e incluyen otros directa e indirectamente extraeconomicos. Es mas, en la medida en que estos mecanismosextraeconomicos tambien reproduceD. las contradicciones y dilemas inherentes a los mecanismos econ6micos de la relacion de capital, aumenta todavia mas la posibilidad de que las actuaciones, estrategias y tacticas modelen el curso de la acumulacion y la forma en que estas contradicciones y dilemas se expresan. Esto, a su vez, requiere que todo anrui­sis de la naturaleza improbable de la acumulacion' del capital tome muy en serio

dichas actuaciones. La Jhejor manera de comprender esta cuesti6n es preguntarnos por que el

capitalismo debe ser regulado. La respuesta estriba en la naturaleza indetermi­nada pero antagonica de 1a relaci6n de capital y de su dinamica. Tres son sus

aspectos clavesA

Lo incompleto , del capital como relacion puramente econ6mica (0

mediada por el mercado), 10 que conlleva que su reproducci6n conti­nuada dependa, en forma inestable y contradictoria, de condiciones

extraeconomicas cambiantes. Las distintas contradicciones estructurales y dilemas estrategicos inhe­rentes ala relacion de capital y a su cambiante articulacion estructural y formas de aparicion en los distintos regimenes de acumulacion, modos

de regulacion y coyunturas. Los conilictos sobre la regulacion y/o gobernanza de estas contradiccio­nes y dilemas, tal como se expresan tanto en el circuito del capital como en la formaci6n social en sentido amplio .

EI primer aspecto hace referencia a la incapacidad intrinseca a1 capita­lismo de 10grar en terminos econ6micos un cierre sobre si mismo 0, en otras pa1ahras, su incapacidad de reproducirse totaimellte a t'ravesde 1a forma valor en una logica de mercantilizacion que se expanda a si misma. Esto se relaciona con 1a naturaleza ficticia de la tierra, del dinero, del conocimiento y, sobre todo, de la fuerza de trabajo como mercancias e, igualmente, con'la dependencia de 1a acumulacion no solo de estas mercancias ficticias, sino tambien de diferentes formas de re1aciones sociales no mercantilizadas, Este

EL FUTURO DEL ESTAOO CAPITALIST A

caracter incompleto es, pues una caracteristica constitutiva 0 d f' 't ' , - e Inl ona-del capitalism~ y po~ee implicaciones importantes en su dinamica global, Incluso en el mvel mas abstracto de analisis y todavia ma's en I f ' as ormas en que realmen:~ exi~te, !a reproduccion del capitalismo depende de que se logre un equIlibro mtrmsecamente inestable entre sus respaldos econ6mi­cos mediados por el mercado y otros respaldos extraeconomicos cuya efica­cia depende de su ubicacion mas aHa de los mecanismos del mercado, Esto excluye que to do pueda llegar aser m~rcantilizado y, con mayor razon, des­

ca~a un~ economill c:apitalista pura, La inestabilidad resultante explica la eXlstencla de oleadas 1rregulares de mercantilizacion, desmercantilizacion y remercantilizacipn, conforme la lucha por extender los momentos de valor

de cambio de la relacion de capital se encuentra con limites estructurales ' reales 0 con una resistencia creciente y tambien a medl'da b ' , que se uscan nuevas :ormas de vencer est~s limites y resistencias (Offe 1984), Asimismo, se relaclOna con las oleadas lrregulares de territorializacl'o' n d t 't 'al ' , es ern on 1-'

zaci6n y reterritorializacion (Brenner 1999a b) y con la bu' s d d ' , que a e nuevas formas de arreglos espaciotemporales a medida que los arreglos predomi-nantes comienzan a descomponerse Gessop 1999a ~000" b ' ul'

, , , " ' ,..,001 ; Y caplt 0 4 de ,este hbro), DIChos hmltes y contradicciones estructurales ( , , " y sus conSl-gmentes falios de mercado") abren posibilidades para el cambio de direc-cion, en 1a medida en que e1 capitalismo se orienta de forma constante hacia nuevas oportunidades de obtener beneficios debido a la presion de la com­petencia, Esta dinamica abierta excluye la existencia de un destino final 'hacia el cualla logica de la acumulacion del capital y/o la lucha de clases deban con-ducir inexorablemente (para'mas detalles, vease Postone 1993), En sintesis . desde un punto de vista sustantivo, el capitalismo carece de una'trayectoria establecida previamente,

. Segundo, la acumulaci6n en la totalidad de la economia capitalist~, esen­clalmente" de la explo:~ci6n del trabajo asalariado dentro de un proceso labo­ral concebldo en funclOn de la ganancia y mediado por el mercado, Esto es asi porque, si bien los mercados acruan como mediadores en la busqueda de valor

:::,',1 ~gregado y ~odific~n s~ distribucion dentro de las clases y entre ellas, no pue-en produclrlo, Mas aun, el proceso mismo de mercantilizaci6n asociado ala

:1 propagaci6n del mecanismo de mercado genera contradicciones estructurales

'I que no pueden ser resueltas por ese mismo mecanismo, Muchas de estas con­il t~adicciones, y los dilemas estrategicos relacionados con ellas, son expresiones ii dlferentes de 1a contradiccion basica entre valor de cambio yvalor de uso de la

> l ~""'n'" ("'",da tru,", u). a'

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TABLA 1.1

FUENTES DE TENSION EN LAS FORMAS Sfi.sICAS DE LA RELJl.CION DE CAPITAL

FORMA

Mercancfa

Fuerza de lrabajo

Salario

Dinero

Capital Productivo

Tierra

Conocimiento

Eslado

MOMENTO DEL VALOR DE CAMBIO

Valor de cambia

(al lrabajo abslracto como factor de produccion susliluible

(bl unica fuente de plusvaHa

(al cosle monelario de producci6n (bl media para as.egurar suministro de

mana de obra uli! por un liempo dado

(al capilal que devenga inlereses. cn;dilo povado

(bl moneda inlemacional (el expresion u!1ima del capital

(al valor abslraclo en mavimienlo (0 capital-dinero) disponible para alguna forma de Inversion en mornento y lugar futuros

(bl fuente de beneficios de empresa

(al -don g"-tuilO de la naturalezo" que es [actualmenle] inalienable

(b) propiedades alienadas yalienables. fuenles de renlas

(a) propiedad inlelectual (b) riesgo monelizado

Capilalisla coleclivo Ideal

MOMENTO DEL VALOR DE USO

Valor de usa

(al habllidades gen.ricas y c~n~relas. distintas fonnas de conOClmlento

(bl fuenle de orgul1o profeslonal para el lrabajador

(al fuenle de demanda efediva (bl media para sallsfacer deseos en una

sociedad basada en el dinero

(al medida de valor. reserva de valor. media de cambia

(bl moneda nacional. moneda de curso legal (el forma general de poder en general en la

sociedad en sentido amplio

(a) existenclas de adivos especfficos para ser valorizados en momento y lugar especfficos en condiciones espedficas

(bl habilidades empresariates y gerenciates concreias

(a) recursos libremenle disponibles y baldfos

(b) recursos naturales transformados

(al dominio publico inleleclual (bl incerjidumbre

Faclor de cohesion social

Asi, pues, el capital productivo es tanto un valor abstracto en movimiento (especialmente en la forma de beneficios ya realizados que estan dis~onibl~s para su reinversion), como una reserva concreta de activos que fueron .mvertl­dos en un tiempo y lugar especificos, y que esta en proceso de ser valonzada. El

. trabajador es tanto una unidad abstracta de fuerza detrabajo que puede susti­tuirse por otra unidad similar (0, en realidad, por otros factores de produc­cion), como tarnbien una persona concreta (0, en verdad, un miernbro de una fuerza de trabajo colectiva concreta), con habilidades, eonocimientos y creati­vidad especificosll . El salario es tanto un costa de produccion como una fuen­te de demanda. EI dinero funciona como una divisa internacional que puede carnbiarse por otras divisas (idealmente en un espacio sin Estado), ycom~ una moneda nacional que circula dentro de las sociedades nacionales y esta sUJ eta a alg-un ~ado de control estatal12

. La tierra funciona tanto como una forma de propiedad (basada en la apropiacion privada de la naturaleza), que se muestra

r I

I EL fUTURO DEL ESTADO CAPIT,\LlSTA

en terminos de ingresos esperados en forma de renta, como un recurso natural (J1lodlficado por acciones pasadas) que es mas 0 menos renovable y recic1able. £1 conocimiento es tanto la base de los derechos de propiedad intelectual como un recurso colectivo (el dominio pUblico intelectual). Del mismo modo, el Estado no solo es el responsable de asegurar ciertas condiciones clave para la valorizacion del capital y la reproduccion de la fuerza de trabajo como mercan­cia ficticia , sino que tiene tarnbien la responsabilidad politica gene1:al de man­tener la cohesion . social en una formacion social pluralista y socialmente dividida. A su vez:~ la tributacion es tanto una deduccion no productiva de ingresos privados. (beneficios de empresas, salarios, intereses, rentas), como un medio para financiar la inversion y el consumo colectivos con el fin de com­pensar los "fallos de mercado". Yasi sucesivamente.

Estas contradicciones estructurales son inherentes ala relacion de capital, y las tensiones y dilemas que generan proporcionan un importante punto de partida para el analisis general de la acumulacion de capital. No obstante, tam _ . bien es importante reconocer que pueden asumir distintas formas y distintos pesos en distintos contextos. 19ualmente, pueden resultar mas 0 menos mane'­jiililes dependiendo de los arreglos espaciotemporales especificos y de los compromisos de clase institucionalizados con los que se relacionan en cad a momento. Estas diferencias, a su vez, proporcionan un importante punto de partida p~a analizar las diferentes etapas 0 variedades del capitalismo. Es en este contexto en el que sostendre que el ENBK es solo uno de los muchos meca­nismos a traves de los cuales se organiza la reproducci6n economica y social del

. capitalismo. Esta reproduccion siempre es problematica y coexiste con otros mecanismo aniilogos para producir un regimen especifico de reproducci6n dentro de la .regulaci6n general del capitalismo y lograr su incrustacion en la sociedad entendida en sentido amplio (veanse los capitulos =4 y 4) .

Tercero, los modos de regulaci6n y los patrones de gobernanza varian con­siderablemente. Existen, con el fin de asegur~ la acumulacion continua, dife­renIes formas' de intentar cerrar el circuito del capital 0 de compensar su falta de cierre. El predominio de uno u otro de estos patrones dependera de las especificas matrices sociales y espaciotemporales en las que se produzcan dichos intentos. Ciertamente, a pesar de la tendencia inherente en la acurnula-

. cion de capital de continuar expandiendose hasta crear un mercado mundial Unico, existen importantes contratendencias y otros limites a la realizacion total de la globalizacion, especialmente, aunque no de manera e,xc1usiva, en su forma neoliberal (veanse los capitulos 3 y 5; tarnbien, Altvater y Mahnkopf

·· 1999; Polanyi 1944). Asi, los especificos regimenes de acumulacion y sus

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modos de regula cion suelen construirse dentro de espacios sociales y arreglos espaciotemporales igualm.ente especificos, Tornados en conjunto, estos tres grupos de facto res suponen que no existe una solucion unica y que ala vez sea mejor que las demas para la regulacion de la acumulacion de capital. Al contra­rio, seran varios los regimerics de acumulacion y los modos de regulacion aso­ciados a las formas distintivas de aparicion de las contradicciones basic as, dilemas y conflictos antes senalados. A su vez, el curso general de la acumula­cion dependera de la forma en que estas distintas soluciones se complementen entre S1 0 se impongan compitiendo entre elIas dentro del mercado mundial.

~. LAACUMULACION COMO PRINCIPIO DE SOCIALlZACION

La autovalorizacion del capital puede darse en diferentes lugares: alIi donde la mayor parte de los insumos clave para la produccion capitalista adopta la forma de mercancias (reales 0 ficticias); donde hay control efectivo de la fuerza de trabajo dentro del proceso laboral; donde el ambiente es suficientemente esta­ble para permitir que los capitales orient~ sus actividades de manera sistema­

tica hacia las oportunidades de obtener beneficios; y donde es posible obtener

e invertir dichos beneficios. Ninguno de estos aspectos requiere que todas las relaciones sociales hayan quedado subsumidas bajo la forma mercancia ni esten totalmente subordinadas a las fuerzas del mercado. En realidad, si asi fuese el capitalismo seria imposible. Por el contrario, varia considerablemen-

. te el grade en el que las fuerzas capitalistas del mercado (y la logica de la bus­queda de beneficios asociada a ellas) llegan a dominar la organizacion general y la dinamica de las formaciones sociales. Esto nos obliga a preguntarnos acer­

ca de las condiciones en las cuales la acumulacion puede convertirse en el prin­cipio dominante de la organizacion social (0 socializacion), ya que siempre existen 'elementos intersticiales, residuales, marginales, irrelevantes, recalci­trantes y, sencillamente, contradictorios, que no se subordinan a ninglin prin­cipio . establecido de socializacion sino que, efectivamente, actuan como

depositos de flexibilidad e innovacion y como fuentes reales 0 potenciales de desorganizacion. Ello implica, a su vez, que existeun. aIr).plio margen para. el conflicto tanto entre proyectos sociales que privifegian principios organiza­tivos radicalmente distintos, como entre proyectos rivales basados en un mismo principio. Asi, las formaciones sociales pueden que dar relativamente unificadas bajo el dominio de la religion (teocracias), bajo consideraciones de caracter policial'-militar (Est ado de seguridad nacional), bajo procesos de

EL FUTURO DEL EST ADO CAPITALISTA

COllstruccion nacional (nuevas naciones), bajo demarcaciones "raciales" socialmente construidas (apartheid), bajo la acumulacion de capital (socieda­

des burguesas), etc. (sobre la socializacion, vease Jessop 1990b: 4- 6). En este sentido, la socializacion burguesa implica mucho mas que una

aculllUlacion continua, pues esta tambien puede darse en las teocracias, en los Estados de seguridad nacional, en las nuevas naciones, en las situaciones revo­lucionarias 0 en las sociedades de los Estados socialistas. Lo que la socializa­ci6n burguesa implica realmente es la subordinacion relativa de to do un orden social a la logica y requisitos de reproduccion de la acumulacion de capital. Esto podria d~scribirseeomo la "incrustacion de la economia de mercado en una -sociedad de mercadb" (Polanyi 1944)13; tambien como el desarrollo de un "blo­que historico" entre la base economica, la superestructura juridico-politica y las formas de conciencia (Gramsci 1971),0 como el surgimiento de una "civili­

zaci6n burgtiesa". Existen cuatro mecanismos distintos que pueden contribuir a esa situacion: la determinacion econoInica, el dominic ecologico, la domina­cion economica y la hegemonia burguesa.EI primero de estos principios desig­na una caracteristica sistemica del funcionaIniento de la economia; el segundo se Tefiere a las relaciones sisteInicas entre la economia y otros sistemas; el ter­

cero alude a las dimensiones institucionales y organizativas del poder estruc­tural en la economia y a la relacion entre agentes econoInicos y fuerzas extraeconomicas; el cuarto mecanismo opera principalmente en el plano de las ideas 0 del discurso (aunque, cuando tiene exito al implantar su hegemonia, tambien tiende a incrustarse institucionalmente y a poseer la disposicion a

incorporarse) .

DETERMINACION ECONOMICA

Muchos marxistas ortodoxos han defendido la idea de que, en Ultima instancia, 10 extraeconomico queda deterIninado por 10 econqmico. Esto viene a ser 10 mismo que decir que, en Ultima instancia, las relaciones sociales de produc­cion dcterminan la forma y las funciones de las instituciones juridico-politicas y de la denominada superestructura ideologica. Este argumento no tiene mucho merito y, en realidad, incluso resulta incoherente aun cuando se consi­dera superfici~mente. Esto es asi porque las relaciones sociales de producci6n solamente podrian desempenar este papel deterIninante con dos condiciones: (1) si se contuviesen y reprodujesen totalmente a si mismas, y (~) si existiese Una correspondencia necesaria entre la econ omia, otras instituciones. y el lllundo de la vida. Ahora bien, una vez que adInitimos la interdependencia de

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10 economico y 10 extraeconomico, 10 eccin6mico nunca podria resultar deter­minante por si mismo ni en primera ni en Ultima instancia -tampoco en nin­guna instancia intermedia-, pues 10 ec.on6mico no Hene la capacidad de cerrarse sobre si mismo para determinar 10 extraeconomico y no estar, a su vez, reciprocaroente determinado por elio. El mismo argumento se aplica todavia con mas contundencia a las afirmaciones acerca del determinismo tecno16gi­co, que proclaman el papel en Ultima instancia deterroinante de las fuerzas de produccion. Acontinuacion, se propone una forma alternativa de manejar esta cuestion en terminos de dominic eco16gico .

Rechazar ~l papel determinante en ultima instancia de las fuerzas de pro­ducci6n 0 de las relaciones tecnicas ysociales de producci6n para toda una sociedad no supone, sin embargo, negar su importancia dentro de la economia. Aqui, el principio de determinaci6n economica puede expresarse en terminos de primacia de la produccion en el circuito global del capital. Y, por extensi6n, 'esto implica la primacia del capital productivo (que no debe igualarse sola­mente con el capital industrial) sobre el capital-dinero 0 el capital comercial. Lo que significa nada mas (y nada menos) que primero hay que producir la riqueza antes de poder distribuirla 0, en terminos marxistas, que primero hay que producir el valor antes de poder realizarlo. El reciente auge y caida de la denoroinada nueva econornia basada en la burbuja de las empresas "punto-com" sirve muy bien para ilustrar esta cuesti6n, ya que la tasa a la que estas compa­iiias consumian el capital inicial era insostenible, y su colapso destruy6 el valor creado en otros lugares. Del mismo modo, la ampliacion del credito esta­tal para estimular la demanda sin un aumento equivalente de la producci6n puede provo car inflaci6n (para la inflaci6n en el fordismo atlantico, vease el

capitulo 2,). . Lo anterior significa, a su vez, que el curso de la acumulaci6n de capital esta moldeado principalmente por la orga~izaci6n de la economia capitalista, bajo el dominio de la forma valor y de su mediaci6n dinamica ejercida a traves de la ley capitalista del valor. Dado que la produccion se encuentra en el cora­z6n del circuito del capital, el rendimiento del capital productivo resulta vital para el proceso general de acumulaci6n. Esto implica .qu~ las tasas reales de ganancia del capital- dinero (incluyendo creditos), del capital comercial y del capital-tierra dependen a largo plaza de la valorizaci6n continua del capital productivo. A su vez, esta depende de que el capital pueda controlar de manera continuada los terminos, condiciones y rendimiento del trabajo asalariado y, . dado que el valor agregado solamente puede realizarse a traves de la venta de mercancias en cantidades y precios adecuados, tambien depende de que

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

garantice que sus productos puedan comercializarse. S~n:mbargo. debido ala Jll.ultiplicidad de centr~s de producci6n aut6nomos y d1stmtos, y a los bienes y servicios que se producen en forma de mercancias, la coordinaci6n de la eco­nOmia capitalista es esencialmente anarcruica y esta mediada por las fuerzas del Jll.ercado y la competencia. Las fuerzas del mercado acruan ex post y no ex ante ,

10 que siempre constituye un problema para la po sible validaci6n de las deci­siones y la producci6n del capital (para un anaIisis mas amplio de los fallos de mercado, vease el capitulo 6). Y esto es asi, aunque las e'mpresas confien mas en la organizaci6n irertical y en la construcci6n de redes internas que en los mercados internos. aunque tambien puedan cooperar con otros agentes eco­nomicos en proy~ctos conjuntos, ya. que la competitividad subyacente y las estrategias.reales de competencia de dichas compaiiias y sus alianzas seguiran estando expuestas ala auditoria de la mana invisible del mercado. Esta com­prensi6n de la determinacion econ6mica, con su enfasis en la produccion, . posee importantes implicaciones a la hora de analizar las contradicciones y dilemas del denominado capitalismo posindustrial 0 del capitalismo del cono­cimiento (vease el capitulo 3).

DOMINIO ECOLOClCO

.. lnicialmente, este concepto fue desarrollado por las ciencias bio16gicas. En este sentido, el dominic eco16gico se refiere al hecho de que una especie ejer­za una influencia preponderante sobre las demas en una comunidad ecologica dada.

Esta idea puede ampliarse a los sistemas sociales. Para ello, es n~cesario tomar en cuenta sus especificidades como sistemas mediados comunicacional o discursivamente, asi como la capacidad de las fuerzas sociales para reflexio­nar y aprender de su propia evoluci6n, para tratar (con 0 sin exito) de guiarla, e incluso para' modificar las formas ' en las cuales se . desarrolla la evoluci6n (Wtllke 1997: 48-51). Entendido asi, el dominic eco16gico se refiere ala capa­cidad estructural y estrategica que posee un determinado sistema en una eco-10gia autoorganizativa de sistemas para imprimir su 16gica de desarrollo al funcionamiento de otros sistemas, capacidad mucho mayor que la que poseen dichos sistemas para imponerle a el sus respectivas i6gicas14. Esta capacidad siempre esta mediada por y a traves de la l6gica operativa de otros sistemas y de las racionalidades comunicativas del mundo de la vida. Por ejemplo, el domi­nio ecologico del capitalismo sobre los Estados modernos esta mediado en parte por los caIculos de los gestares de los Estados acerca del impacto previsible

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de sus decisiones en las alteraciones de los mercados del dinero y del sistema tributario-financiero de los cuales depende.n los ingresos de los Estados. Ala inversa, las actividades y el rendirniento de los Estados tienden a generar un impacto sobre la economia a traves de los ciilculos de los actores del mercado acerca de su efecto en las oportunidades de obtener beneficios (u otras formas de ingreso) . Asi, mientras que el papel imperialista de Gran Bretana y EE UU se ha vinculado con sus poderosos complejos militar-industriales, en los regime'­nes socialdem6cratas de bienestar 10 que encontramos es un complejo" social­industrial" bien desarrollado (O'Connor 1973). Otro ejemplo del acoplamiento estructural y de la coevoluci6n de los regimenes econ6niicos y politicos (aco­plamiento y coevoluci6n relativamente dependientes· de la trayectoria de cada pais -path-dependence-), puede encontrarse en las formas de flexibilidad laboral fomentadas por los distintos regimenes de bienestar. Asi, los regime­nes de bienestar liberales con mercados de trabajo en donde hay contrataci6n y despido flexibles, alientan a los patronos a ejercer su derecho de manda, no estimulan a los trabajadores a invertir en conocimientos especificamente rela­cionados can la empresa y promueven el crecimiento de servicios de bajos salarios en el sector privado. En contraste, lo? re!timenes de bienestar social- '

, 0

dem6cratas y democratacristianos (0 corporativistas-conservadores), se aso-cian con unos derechos econ6micos y sociales que producen merc~dos de trabajo,relativamente inflexibles y con elevados salarios, 10 que estimula a los trabajadores a adquirir conocimientos especificamente relacionados can su empresa -0 su ramo empresarial-, provoca que las empresas se beneficien de

, una fuerza de trabajo calificada, desarrolla procesos y productos de alta tecno­, 10gia yalta productividad para recuperar sus elevados costos salariales, y no

estimula la creaci6n de sectores de servicios de baja productividad y bajos sala­rios (Estevez-Abe et alii ~001; Scharpf 1997). En 10 que respecta al mundo de la vida, el dominio ecol6gico del capitalismo depende de la medida en que los ,calculos monetizados de beneficios y perdidas penetren el mundo de la vida a expensas de otros modos de calculo y de otra subjetividad. A su vez, identida­des, valores y modos de ciilculo diferentes pueden afedar a'la economia capi­talista en la medida en que modelen las oportunidades para obtener beneficios (u otras formas de ingresos) actuando, por ejemplo} como fuentes de segmen­taci6n del mercado de trabajo, como amenazas a 16~ diferenciales salariale~ 0 como oportunidades de desarrollar nuevos mercados. En la siguiente secci6n abordo sus implicaciones para la resistencia al capitalismo,

El dominio ecologico es siempre diferencial, relacional y contingente. Asi, un sistema dado puede ser mas 0 menos dominante eco16gicamente.

30

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALIST A

19uaImente, su dominic variara en distintos sistemas'y en diferentes esferas 0 aspectos del mundo de la vida. Por Ultimo, dependera del desarrollo de la tota­lidad del ecosistema social. Esto no significa que el sistema ecologicamente dominante no se yea afectado por el fun:cionamiento de otros sistemas ni que ciertas fuerzas sociales no traten de revertir, frenar 0 guiar ese dominio. Mas bien, como su propio nombre implica, el dominic ecol6gico sup one una rela­

ci6n ecol6gica en la que un sistema se convierte en dominante en una compleja situaci6n coevolutiya. No supone, pues', una relaci6n de dominaci6n unilateral en la que un sistema impone unilateralmerite su voluntad a los demas (vease Morin 1980: 44). No hay "Ultima instancia" en las relaciones de dominio eco-16gico (siempre son contingentes). Deberemos, por tanto, estudiar las condi­ciones hist6ricamente especificas bajo las cuales la acumulaci6n tiende a convertirse en un proceso ecol6gicamente dominante en la formaci6n social en sentido amplio.

La relevancia del dominio ecol6gico para nuestros prop6sitos se hara mas evidente si recordamos que el capitalismo no puede reproducirse solamente a tra­yeS de la forma valor, sino que depende de otros sistemas y del mundo de la vida para que Ie ayuden a cerrar el circuito del capital y a compensar los falios de mer­cado, Salvo en una economia capitalista pura totalmente imaginaria, el capitalis­mo aparece estructuralmente ligado a otros sistemas y al mundo de la vida. Es decir, el desarrollo de la economia (de mercado) capitalista esta fuertemente unido a facto res no econ6micos: no sigue nunca una 16gica puramente econ6mica.

En vista de que otros sistemas y el mundo de la vida aparecen estructural­mente acoplados ala economia (el iguaI que unos can otros) , deberiamos pre­guntarnos cual de eilos podria, en su caso, convertirse en ecol6gicamente dominante. Existen al menos cinco aspectos diferenciados analiticame,nte -aun­que estan empiricamente relacionados- que afectan al potencial de un siste­ma, en este caso en el mundo social (por oposicion al bio16gico):

La medida de su complejidad estructural y operacional intern~ y los grados resultantes de libertad que esto Ie otorga para asegurar un resul­tado dado.

Su capacidad de continuar actuando en una amplia gama de circunstan­cias y ante perturbaciones mas 0 menos graves, si fuese necesario mediante su propia reorganizaci6n espontanea para adaptarse. Su capacidad de distanciar y comprimir sus operaciones en el tiempo y el espacio a fin de explotar la mas amplia gama de oportunidades para la autorreproducci6n.

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Su capacidad de resolver 0 manejar sus contradicciones internas, para-" dojas y dilemas para desplazarlos dentro de su medio 0 diferirlos hacia el futuro. Su capacidad para lograr que los aetores de otros sistemas y del mundo de lavida identifiquen sus propias actuacionescomo fundamentales para la reproducci6n del sistema en sentido amplio (del eual es siempre y necesariamente tan s610 una parte). Y con ello, para que orienten su actuaci6n de forma mas 0 menos voluntaria haeia 10 que entiendan como sus necesidades particulares de reproducci6n.

En terminos generales, la economia eapitalista, con su caracteristica 16gi­ea de autovalorizaci6n, tiende justamente a disponer de aqiIelias prop~edades que favorecen el dominic ecol6gico. Es internamente complej a y flexible debi­do a la:naturaleza descentralizada y anarquica de las fuerzas del mercado y al papel dual de los mecanismos de precios como estimulo al aprendizaje y como mecanisme flexible para asignar capital a distintas actividades econ6micas. Mas aun, a medida que el capitalismo se desarrolla. tienden a surgir distintas organizaciones, instituciones y aparatos para expresar los distintos momentos de sus contradicciones. dilemas y paradojas, los cuales pueden despues inter­actuar para compensar los fallos de mercado dentro del marco de arreglos espaciotemporales especificos. El capital tambien desarrolla su capacidad para ampliar sus operaciones en el tiempo y el espacio (distanciamiento espacio­temporal) y para comprimirlos (compresi6n espaciotemporal) , haciendo que les sea mas facil seguir su propia 16gica de autoeXpansi6n en respuesta a las perturbaciones. A traves de estos y otros mecanismos, desarrolla" su capacidad de escapar de las limitaciones estructurales particulares de otros sistemas y de sus intentos de ejercer el control. aunque no pueda escapar de su dependencia general de las contribuciones de estos sistemas a su propio funcionamiento ni. por supuesto, de las tendencias de crisis relacionadas con sus propias contra­dicciones y dilemas internos. Los intentos de escapar a ciertas limitaciones y a ciertas pretensiones de control pueden producirse a traves de sus propias ope­raciones internas en el tiempo (descuentos, seguros, gesti6,p de riesgos, futuros. derivados. etc.) 0 en el espacio (fuga, reubicaci6n 0 extraterritorialidad de capitales, etc.), mediante la subversi6n de la 16gica de otros sistemas a traves de su colonizaci6n mediante la forma mercancia, 0 porIa simple corrupci6n personal. En ciertas condiciones. tambien puede lograr apoyo para la primacia de la acumulaci6n sobre otros principios de socializ~ci6n de la permanente lucha por elliderazgo politico, intelectual y moral.

,.

I

j' El FlITURO mil BTADO CAPITAUSTA

No obstante, el dominio e~016<rico en la medida en que exist . . " . ,.. 0- • e, es slempre

contlngente e histoncamente variable. Depende de las propiedades concretas de los regimenes de acumulaci6n y de los modos de regulaci6n. de la naturale­za de otros sistemas de su medio y de ciertas caracteristicas coyunturales. Los otrOS sistemas y sus actores pueden resultar mas 0 menos capaces de limitar 0 resistir la mel'cantilizaci6n, asi como de dirigir las actividades eco116micas iIIlponiendo a la economia sus propias prioridades sistemicas y modalidades de calculo. A titulo i~ustrativo. baste considerar el impacto de un Estado terri­torial comprometido con un princ~pio alternativo de socializaci6n y dispuesto a aceptar los costos politicos de desacoplarse del mercado mundial15. Ala inversa, el auge 0 el resurgimiento de la globalizaci6n, especialmente en su form~ neoliber~l,. ~ontribuye a mejorar el dominic ecol6gico dei capital al " amphar las posibilldades de que la acumulaci6n escape de esas limitaciones (Jessop ~ooo: 3~8-33; capitulos 3 y 5). Si bien, tambien ampliara las posibili­dades de que las contradicciones y dilemas de un capitalismo relativamente desvinculado (0 desincrustado) moldeen el funcionamiento de otros sistemas y puedan con ella socavar ciertas condiciones extraecon6micas cruciales para la acumulaci6n. "

Aunmas, incluso cuando las condiciones favorecen a largo plazo el domi­nio ~co16gico de la economia capitalista, otros sistemis pueden obtener la pri­

~acI~ a ~orto p~azo. ~n respuesta a crisis ocurridas en otros puntos, ya que nmgun SIstema mdlVldual representa, 0 puede sustituir al todo. Cada sistema a~topoietico es op~raci9nalmente aut6nomo y sustantivamente interdepen­dlente de otros SIstemas. Incluso un sistema ecol6gicamente dominante depende del rendimiento socialmente adecuado de otros sistemas, y un siste­ma normalmente subordinado puede convertirse en dominante en circunstan­cias excepcionales. Podria ocurrir, por ejemplo, cua.ndo la resoluci6n de una crisi~ ~o econ,.6~ca se convierta ~n el problema mas apremiante para la repro­du;clOn con eXlto de todos los SIstemas, incluyendo la economia capitalista. AsI, durante las grandes guerras 0 en su preparacion, los Estados pueden tratar de planificar 0 guiar la economia ala luz de 10 que perciben como sus necesida­des .politico-militares. Lo mismo puede apreciarse en los Estados de seguridad naclOnal de la guerra fria (como Taiwan 0 Corea del Sur). Sin embargo, una vez que esos estados de emergencia han f4Jalizado, es muy probable que se vuelva a hacer valer la primacia de la acumulaci6n. Esto no excluye que en el sistema normalmente dominante queden huellas de esas condiciones excepcionales COmo consecuencia de su trayectoria anterior (asi, algunos rasgos caracteristi­~os de las economias de guerra en tiempos de paz, 0 ellegado de la guerra total

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ROBERT JESSOP

en la trayectoria de las economias de posguerra). Pero, inc1uso con esa depen­dencia de su trayectoria anterior, el "metac6digo cuasitrascendental" 16 del sis­tema ecol6gicamente dominante seguira teniendo un mayor imp acto en el desarrollo de los demas sistemas en el proceso multilateral de coevoluci6n y acoplamiento estructural que el que tendran los otros sistemas sobre el.

DOMINACION ECONOMlCA

La dominaci6n econ6mica posee dos dimensiones. La primera es interna ala economia y se refiere a la capacidad de una u otra fracci6n del capital (0 senci­llamente de un cartel 0, incluso, de una sola empresa) para imponer sus inte­reses i~ediatos sobre otras fracciones, independientemente de los deseos de estas y/o a expensas de ellas. Dicha dominaci6n puede derivarse directamente de la posicion de la fracci6n de que se trate (cartel, empresa) en el circuito . general del capital en una coyuntura econ6mica especifica, 0 indirectamente del uso de alguna forma de coeki6n extraecon6mica (incluyendo el ejercicio del poder estatal). Resulta llamativo que muchos manuales d.e estrategia empresarial ofrezcan consejos sobre la mejor forma de construir y defender ' estas posiciones dominantes en el mercado, para evitar la exposici6n a los cor­tantes vientos de la competencia perfecta. Existe una amplia gama de varieda­des en cuanto a la incidencia y el ejercicio de la dominaci6n econ6mica, siempre con el requisito de que dicha dominaci6n debe resultar, en Ultima ins-. tancia, compatible con la valorizaci6n continua del capital productivo. Si esto no ocurre en la escala adecuada Gncluyendo hasta la mundial), la masa de plus­valia disponible para su distribuci6n entre todos los capitales comenzara a declinar. Esto, por su parte, provocara una crisis en el regimen de acumulaci6n o un declive a largo plazo que s610 podra resolverse, en forma capitalista, mediante el desarrollo de una nueva estrategia efectiva de acumulacion y su institucionalizaci6n. La forma en que aparece esta tensi6n entre la dominaci6n . econ6mica y la valorizaci6n del capital productiv~ es uno de los factores dife­renciadores de las variedades de capitalismo y de los regimenes especificos de acumulaci6n, con sus modos caracteristicos de regulaciony gobernanza (para un an.ilisis inicial de la dominaci6n econ6mica en e:;ty sentido, aunque en ter­minos distintos, veanse Veblen 1958, 1967; y para lin~int~rpretaci6n recie~te de Veblen en terminos similares, vease Nitzan 1998).

La segunda dimensi6n de la dominaci6n econ6mica comprende la articula­ci6n de 10 econ6mico y 10 extraecon6mico. Me refiero, en este caso, ala capaci­dad del capital en general, de una fracci6n dada del capital 0 de los capitales

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EL FlJTURO DR ESTADO CAPITALISTA

-..hculares de dirimr la evoluci6n de otros 6rdenes institucionales de acuerdo P"''' 'b" .

con las necesidades de la acumulaci6n de capital, ya sea a traves del puro poder esiTUctjlral 0 de ciertas capacidades estrategicas. Dicha dominaci6n, que se basa en la naturaleza del capitalismo, puede expresarse de distintas maneras y, en ciertas circunstancias, puede convertirse en un elemento principal en el dominio eco16gico mas general del capitalismo. En primer lugar, y en su forma m.is cruda, el capital puede usar sus poderes de "huelga", "sabotaje" y "fuga" para asegurar­se de que otros sistemas (como los Estados) satisfagan sus necesidades especifi­cas de reproducci6n:Alargo plazo, esta capacidad se fundamenta en el tendencial dominio ecol6gico de la economia capitalista; a corto plazo, depende de ciertas formas de interdependencia material entre 10 econ6mico y 10 no econ6mico. En segundo lugar, a medida que el capital busca nuevas fuentes de valorizaci6n, las relaciones mercantilizadas pueden extenderse a esferas que hasta ese momenta no estaban sujetas ala 16gica de la acumulaci6n. Este proceso se manifiesta en la . mercantilizaci6n de la actividad politica, educativa, sanitaria, cientifica y de muchas otras, que vienen a quedar, de este modo, principal y directamente orientadas a la busqueda de oportunidades para obtener beneficios. En tercer lugar, el capital puede tratar de imponer a otros sistemas una 16gica economicis­ta y de busqueda de beneficios, aun cuando la mayor parte de sus actividades sigan siendo no comerciales. Esta realidad se toma evidente cuando la opci6n por alguna de estas actividades no comerciales se hace depender del c.ilculo acerca de la rentabilidad econ6mica que resulta de aplicar el correspondiente c6digo pri­mario de una forma u otra. Por ejemplo, l.as "reformas" neoliberales enla educa­cion, la salud, la ciencia y en otras areas tienen por objeto inducir a quienes toman las decisiones en estos sistemas a actuar de forma mas empresarial. Se les incita a formular juicios en asuntos educativos, medicos 0 cientificos no s610 en terminos de sus respectivos c6digos primarios, sino tambien en terminos de sus implicaciones financieras. Esto se refleja en el interes por hacer carrera, en la ihflilencia de los ind1cadores de mercado en las organizaciones no comerciales y en ia subordinaci6n de divers as instituciones a 10 que se percibe 0 sup one que Son los imperativ~s de una economia fuerte y saludab1e que, a su vez, sea compe­titiva internacion;illnente.

HEGEMONlA ECONOMlCA

Las estrategias de acumulaci6n tratan de resolver los conflictos entre las necesidades del capital en general y de los capitales particulares a traves de 1a construcci6n de un "interes econ6mico general" imaginado, que siempre

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ROBERT JESSOP

y necesariamente margina ciertos intereses capitalistas. Existe hegemonia econ6mica cuando una determinada estrategia de acumulacion es la base de un compromiso institucionalizado entre fuerzas sociales opuestas para coordinar, . regir 0 guiar sus actividades en y entre distintos ordenes institucionales, en pos . de una trayectoria economica particular17. Los intereses nb son solo relaciona- . les sino tambien relativos, de forma tal que los intereses de un determinado actor existen solo en relacion con'otrosactores, e igualmente son relativos a los distintos horizontes espaciales y temporales. El interes general imaginado limita las identidades y relaciones con respecto a las cuales se calculan los inte­reses, asi como define los horizontes espaciales y temporales dentro de los cuales se produce. Implica ciertas nociones especificas acerca de tres aspectos: las identidades e intereses que pueden sintetizarse dentro de un interes gene­ral; la articulacion de los distintos norizontes temporales (de corto, medio y largo plazo, los ciclos politicos a empresariales, las ondas largas, etc.); y los horizontes espaciales (local, regional, nacional, supranacional, etc.). Asi, cada concepcion del interes economico general privilegia ciertas identidades, inte­reses y horizontes espaciotemporales y margina: 0 sanciona otros. Y tambien hace referencia a 10 que se considera necesario para asegurar un compromiso de clase institucionalizado adecuado para cada estrategia de acumulacion y para hacer frente a los problemas mas amplios de cohesion social. En todos estos aspectos, se relaciona estrechamente can los arreglos espaciotemporales (vease infra).

Con frecuencia, las condiciones para la acumulacion y la regulaci6n s610 pueden que dar identificadas a traves del meta do ensayo-error, que suele sacarlas ala luz mas por sus repetidos falIos que por sus exitos soste-

. nidos. Mas aun, no hay nada en la logica de la acumulaci6n que implique que esta inevitablemente subordinara a otros ordenes institucionales a que colonizara el mundo de la vida. En la medida en que esto ocurra, depende­ra del resultado de las luchas politicas e ideologicas en torno a proyectos politicos y visiones hegemonicas, asi como del dominio~col6gico del cir­cuito del capital (para un analisis adicional, vease Jessop'199ob: 196-~19 '

3°7-37). '~

SOCIALlZACION CAPITALISTA YRESISTENCIAS

Enfocar la socializaci6n capitalista en estos terminos nos permite identificar las fuentes de resistencia al dominio, ala dominacion y a la hegemonia capitalistas. En primer lugar, alli donde domina la valorizaci6n, aparece la lucha de clases.

36 .

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

to sucede n~ solamente en la economia capitalista considerada restringida­:ente -el campo principal de la lucha de clases econ6mica entre capital y traba­. _ sino tambien en diferentes contextos extraecon6micos enlazados a la JO lotaci6n capitalista. Es mas, si Ia mercantilizaci6n se lleva mas alla de ciertos ~XP'tes, los "fallos de mercado" amenazaran a la totalidad de la acumulaci6n capi­

;:ta. En segundo lugar, alli donde el c6digo de o/tr~ ~istema 0 las ,id:ntidades no de clase sean primarios, Ia in+posicion de la rentabIhd~d como ~od~go ~ecun.da-

• 0 uede encontrar resistencias. Esto es as! porque los ordenes lllstItuclOnallZa­~o:y las relaciones sociales ajenos a la logica de valorizaci6n inmediata suelen ener sus propios valores y normas, sus bases de inclusion 0 exclusion social y sus ~roPias formas de 'conflicto estructurado, etc. Esta te.ndencia :ambien esta estructuralmente limitada por los fallos de mercado de diferente tlpO. En tercer lugar, la pretension de establecer la hegemonia capitalista suele provocar como reacci6n luchas que tratan de resistir la exigencia de que la acumulaci6n sea la condici6n.previa esencial para ellogro de otras metas sociales. Esto nos lleva mucho mas alla de las acciones para modificar a desafiar la 16gica del sistema,con el fin de incluir el mundo de la vida que, en su amplia gama de identidades, valo­res e intereses, puede ser una fuente importante de resistencia a la hegemonia burguesa, al igual que un lugar de luchas para establecerla.

SOBREIALUCHADE CIASES

S610 a traves de un usa muy elastica e impreciso del concepto, pueden todas estas formas de resistencia ser reducidas totalmente a la lucha de clases. Prefiero restringir este termino a las luchas par establecer, mantener 0 restau­rar .las condiciones de ~:utovalorizacion dentro de. la economia capitalista imtendida e~ sentido inclusivo. Esto, ciertamente, va mucho mas alla de las luchas par el salario y las condiciones de trabajo, ya que incluye tambien algu­nos aspectos de los modos de regulacion economica como la forma dinero. los modos de competencia, los regimenes economicos y de politicas sociales, 0

los regimenes econ6micos internacionales. Ahora bien, incluso en este contexto amplio (pero q\le esta lejos de abarcar la totalidad) vale la pena distinguir, la explicita "conciencia de clase" del imp acto real de las distintas luchas. Esta dlS­tincion 'es importante par dos razones principales:, en primer lugar, la procla­mada identidad de clase de una fuerza social 0 de una forma de lucha dada podria sei tergiversada deliberadamente, del mismo modo que podria estar s~mple­mente equivocada 0 ser totalmente im~ginaria; en segundo l~gar, la pohvalen­cia de todas las luchas sociales implIca que, can frecuencIa, sus resultados

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en la trayectoria de las economias de posguerra). Pero, incluso con esa depen-. d al,,16 d 1 . dencia de su trayectoria anterior, el "metac6digo cuasltrascen ent e SIS-

tema ecol6gicamente dominante seguira teniendo un mayor imp acto en el desarrollo de los demas sistemas en el proceso multilateral de coevoluci6n y acoplamient6 estructural que el que tendran los otros sistemas sobre el.

DOMINACrON ECONOMlCA

La dominaci6n econ6mica posee dos dimensiones. La primera es interna ala economia y se refiere ala capacidad de una u otra fracci6n del capital (0 senci­llamente de un cartel 0, incluso, de una sola empresa) para imponer sus inte­reses in:mediatos sobre otras fracciones, independientemente de los deseos de estas y/o a expensas de elias. Dicha dominaci6n puede derivarse directamente de la posici6n de la fracci6n de que se trate (cartel, empresa) en el circuito . general del capital en una coyuntura econ6mica especifica. 0 indirectamente del uso de alguna forma de coeki6n extraecon6mica Cincluyendo el ejercicio del poder estatal). Resulta llamativo que muchos manuales d.e estrategia empresarial ofrezcan consejos sobre la mejor forma de construir y defender estas :rosiciones dominantes en el mercado, para evitar la exposici6n a los cor­tantes vientos de la competencia perfecta. Existe una amp1ia gama de varieda­des en cuanto a 1a incidencia y el ejercicio de 1a dominaci6n econ6mica, siempre con el requisito de que dicha dominaci6n debe resultar, en Ultima ins-. tancia, compatible con la valorizaci6n continua del capital productivo. Si esto no ocurre en la escala adecuada Cincluyendo hasta la mundial), la masa de plus­valia disponible para su distribuci6n entre todos los capitales comenzara a declinar. Esto, por su parte, provocara una crisis en el regimen de acumulaci6n o un declive a largo plazo que s610 podra reso1verse. en forma capitalista, mediante el desarrollo de una nueva estrategia efectiva de acumulaci6n y su institucionalizaci6n. La forma en que aparece esta tensi6n entre la dominaci6n . econ6mica y la valorizaci6n del capital productivo es uno de los facto res dife­renciadores de las variedades de capitalismo y de los regimenes especificos de acumulaci6n, Gon sus modos caracteristicos de regulaciony gobernanza (para un analisis inicial de la dominaci6n econ6mica en e~ty sentid,o. aunque en ter­minos distintos, veanse Veblen 1958, 1967; y para uri~: int~rpretaci6n re<;:iente de Veblen en terminos similares, vease Nitzan 1998).

La segunda dimensi6n de la dominaci6n econ6mica comprende la articula­ci6n de 10 econ6mico y 10 extraecon6mico. Me refiero. en este caso, ala capaci­dad del capital en general, de una fracci6n dada del capital 0 de los capitales

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EL F.UTURO DEl ESTADO CAPITALISTA

o..hculares de dirioir la evoluci6n de otros 6rdenes institucionales de acuerdo p~~ . b- .

con las necesidades de la acumulaci6n de capital, ya sea a traves del puro poder estructural 0 de ciertas capacidades estrategicas. Dicha dominaci6n, que se basa en la naturaleza del capitalismo, puede expresarse de distintas maneras y, en ciertas circunstancias, puede convertirse en un elemento principal en el dominio ecol6gico mas general del capitalismo. En primer lugar, y en su forma mas cruda. el capital puede usar sus poderes de "huelga", "sabotaje" y "fuga" para asegurar-

de que otros sistemas (como los Estados) satisfagan sus necesidades especifi-se . cas de reproducci6n:A largo plazo. esta capacidad se fundamenta en el tendencial dominio ecol6gico· de la economia capitalista; a corto plazo, depende de ciertas formas de interdependencia material entre 10 econ6mico y 10 no econ6mico. En segundo lugar, a medida que e1 capital busca nuevas fuentes de valorizaci6n, las relaciones mercantilizadas pueden extenderse a esferas que hasta ese momento no estaban sujetas ala 16gica de la acumulaci6n. Este proceso se manifiesta en la . mercantilizaci6n de la actividad politica, educativa. sanitaria, cientifica y de muchas otras, que vienen a quedar, de este modo, principal y directamente orientadas a la busqueda de oportunidades para obtener beneficios. En tercer lugar, el capital puede tratar de imponer a otros sistemas una 16gica economicis­ta y de busqueda de beneficios, aun cuando la mayor parte de sus actividades sigan siendo no comerciales. Esta realidad se torna evidente cuando la opci6n por alguna de estas actividades no comerciales se hace depender del calculo acerca de la rentabilidad econ6rnica que resulta de aplicar el correspondiente c6digo pri­mario de una forma u otra. Por ejemplo.l.as "reformas" neoliberales enla educa­ci6n, la salud. la ciencia y en otras areas tienen por objeto inducir a quienes toman las decisiones en estos sistemas a actuar de forma mas empresarial. Se les incita a formular juicios en asuntos educativos, medicos 0 cientificos no s610 en terminos de sus respectivos c6digos primarios. sino tambien en terminos de sus implicaciones financieras. Esto se refleja en el interes por hacer carrera, en la itrlluencia de los indicadores de mercado en las organizaciones no comerciales y en ia suhordinaci6n de divers as instituciones a 10 que se percibe 0 supone que Son los imperativos de una economia fuerte y saludable que, a su vez, sea compe­titiva internacion;ilinente.

HEGEMONlAECONOMlCA

Las estrategias de acumulaci6n tratan de resolver los conflictos entre las necesidades del capital en general y de los capitales particulares a traves de la construcci6n de un "interes econ6mico general" imaginado, que siempre

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provisionales pueden ser recuperados 0 subvertidos posteriormente. La rele­vancia de clase de cada lucha particular nWlca es algo dado ni definitivo, sino que se realiza y se extingue en el tiempo y el espacio. No existe una correspon­dencia univoca entre la pertenencia declarada a una clase (es decir, la ubicacion, afiliacion 0 condicion de miemhro) y el imp acto de clase efectivo de movimien­tos sociales 0 formas de lucha particulares. Y, como es igualmente obvio, tampo­co los intereses de clase 0 su imp acto pueden derivarse de sus posiciones abstractas en la relacion de capital. Cualquier cruculo sobre dichos intereses exige que los participantes u observadores emprendan un anruisis estrategico­relacional de coyunturas especificas; incluyendo hasta que punto la acumula­cion es el principio dominante de socializacion (vease Jessop 198~: ~41-7)'

Los restantes lugares y focos de resistencia al capitalismo se ajustan aun menos' a un simple anruisis de clase (vease la tabla l.~) . Con frecuencia, se relacionan con conflictos respecto al propio principio de acumulacion y no a los intereses de clase dentro del capitalismo. Se trata tanto de la extension de la logica del capital a otras esferas como de los intentos de establecer la hege­monia burguesa sobre el conjunto de1a sociedad. Este tipo de conflictos suele movilizar a los movimientos populares en torno ala exclusi6n y la margina­Cion social, asi como a los movimientos sociales elitistas preocupados por realinear diversos ordenes institucionales, identidades e intereses. La "sociedacl-civil" puede convertirse en el campo disputado en muchos de estos conflictos, ya que acoge tanto las luchas colonizadoras para integrar a la socie­dad civil de manera mas eficaz al servicio de alglin orden institucional con­creto (por ejemplo, a traves de la mercantilizacion, la juridificaci6n, la cientifizaci6n, el surgimiento de la sociedad del aprendizaje, la politizacion, la militarizacion, etc.), como las luchas para resistir y revertir esos intentos de colonizacion en defensa de identidades e intereses que quedan fuera 0 se entrecruzan con eUos (por ejemplo, la clase, el genero. la orientacion sexual, la "raza", la naci6n, la etapa de la vida, la discapacidad, la ciudadania, los de­rechos humanos 0 el ambiente). En este sentido, los movimientos populares o los movimientos elitistas organizados en torno a ordenes extraecon6micos, con sus propios modos de dominacion y exclusi6n y ~us.propias politicas de idelltidad y diferencia. no necesariamente poseenuna idscripcion de clase (Laclau 1977), aunque sigan teniendo una relev~~cia de Ciase determin'ada . coyunturalmente que es, por tanto. provisional y dificil de calcular. El proble­ma opuesto se da cuando movimientos que no son de clase (como el feminis­mo 0 los movimientos antirracistas) tratan de calcular el valor tactico 0

estrategico de sus posibles alianzas con movimientos de clase 0 que tienen

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EL FUTURO DEL £STADO CAPITALIST A

relevancia de eIase. Todas esas luchas conllevan importantes dilemas estrate­gicos, entre los que se encuentran el peso relativo que se debe otorgar a las dis­tintas bases de movilizaci6n en las coaliciones· amplias, y los riesgos de fragmentaci6n politica cuando no se trata de construir coaliciones duraderas y

eriste un gran numero de tales bases (Poulantzas 1978) . La lucha por estab1ecer la acumulaci6n como principio de socializaci6n dominante y hegem6riico suele irmucho mas alia de la luch<l: de clases, aun en su sentido mas amplio.

TABLA 1.2

BASES DE SOCIALIZACI6N CAPITALISTA Y DE SUS RESISTENCIAS

BASES DE SOCIALIZACION BURGUESA

Desarrollo del mercado Mercantilizacion "ficticia" e imposicion de ta forma valor en las relaciones economicas

Imposicion de la logica "economicista- en areas que no pertenecen a la economia

Dominio ecologico de la economfa capitalista

Hegemonia economica de una estrategia de acumutaci6n dada

MODO DE RESISTENCIA

Lucha de ctases en sentido eslricto. induyendo las luchas contra las condiciones extraeconomicas necesarias para la dominacion de las formas valor

Luchas par la primada de otres modos de calcuto

Luchas para privilegiar la logica operativa de algun otro sistema o sistemas

Luchas para consoUdar un proyecto contrahegemonico que priorice valores distintos de la logica de Ie expansion capitalista permanente

ACfORES TlplCOS aUE SE MOVILIZAN EN FAVOR 0 EN CONTRA DE ESTA BASE

(a) Personas 0 colectivas con identidad de clase

(b) Otras fuen:as sedates cuyas luchas son relevantes para (a consoHdacion de esta base

Diferentes categorfas sadates que se . identifican 0 apayan otres valores y modos de c,;leulo

Defensores de otras logicas (por ejemplo. tegaUdad. seguridad mimar. salud, religion)

Fuerzas basadas en el "mundo de ta vida" atiadas con categorias sodates provenientes de los sistemas no econ6micDs y can dases sodates subordinadas Estas luchas pueden convertirse en la base de un nuevo bloque hegemonice. es decir. una alianza duradera basada en

un proyecta hegemonico alternative

ALGUNAS CONCLUSIONES PRELlMINARES Y ADVERTENCIAS ACERCA DEL CAPITAIlSMO

Rasta aqui he presentado el grupo inicial de conceptos que empleare para el anaIisis de la acumulaci6n de capital y de sus implicaciones para el futuro del Estado capitalista. Si mi interes principal recayese en otros aspectos del capi­talismo 0 de las formaciones sociales, precis aria de otros grupos distintos de conceptos. Ahora bien, como mi enfoque sobre estos temas se basa en la teo ria !Ilarxista pero se aparta de muchas de sus interpretaciones ortodoxas, valdra la pena mencionar algunas de las innovaciones conceptuales que distinguen

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entre esta lectura analitico-formal y estrategico-relacional del marxismo propongo, y algunas de las interpretacione~ mas ortodoxas que .se han . llado durante su larga y complicada historia. Muchas de estas mnovaClOnes han side esbozadas 0 desarrolladas de manera mas completa en otros Por ejemplo, en el enfoque regulacionista, en la reciente teoria marxista Estado y en el anaIisis critico del discurso. Mi otra fuente de inspiracion es teoria de los sistemas autoorganizativos, con sus conceptos de '''''Jl'Jldlllue:UtQ

estructural y coevolucion. La tabla 1.3 recoge algunas de las principales ciones que este enfoque introduce en el programa de investigacion. Si aqui' se incluyen las innovaciones que seran empleadas mas adelante en mismo capitulo, la prueba inicial de su eapacidad explicativa y heuristic a deb ra esperar hasta el anaIisis mas detallado en el resto del trahajo.

Tillubien es necesario hacer Cinco advertencias antes de considerar forma y funciones del tipo capitalista de Estado. En primer lugar, aunque muchaslas instituciones que se relacionan con algunas categorias lUnaarrleUl-', tales de la relacion de capital (como la mercancia, la fuerza de trabajo, el ro, el capital 0 el precio), las distintas formas que adoptan no pueden a estas categorias basicas. Las instituciones tambien importan, tal ' .. demuestra la gran cantidad de trabajos existente sobre las sucesivas etapas del desarrollo capitalista 0 sobre las variedades del capitalismo1B

. Dichas obras exalninan como es posible estabilizar las distintas configuraciones que tan las formas estructurales, 10 que provocara que se otorgue un peso variable a. las diferentes contradicciones y dilemas, sus distintos aspectos, sus alJterentes· patrones de conflicto y compromiso, y a sus diferentes perspectivas de zamiento 0 aplazamiento de problemas y tendencias de crisis. Ese puede llevarse todavia mas lejos si se toman en consideracion las complemen~ tariedades y conflictos en las diferentes escalas y horizontes temporales, . solo en el capitalismo, sino tambien entre las distintas variedades de mo. En segundo lugar, las formas institucionalesy estructurales concretas constituyen siempre en la acci6n y a traves de la acci6n, de la misma que son siempre tendenciales y siempre necesitan estabilizacion. En lar, cualquier tendencia asociada a un regimen de acumul~cion 0 a un modo regulacion concreto, y mas aun con el propio capitalismo;·.siempre es mente tendencial. Esta naturaleza doblemente tendencial que muestran las dencias implica que su propia presencia asociada a un regimen de ""'''UJL\,,U'V>''': o a un modo de regulacion dado -independientemente de que las LeL!ue;U"~~V se realicen 0 no en circunstancias especificas-, depende del grado en que reproduzcan las propias formas sociales que las generan. Esto supbne

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

.1a realizacion incompleta 0 la subsiguiente descomposicion de una determinada forJ1la social atenuaran 10 que de otra forma se considerarian sus necesarias tendencias naturales . En tercer lugar, las formas estructurales y las institucio­

' . eS nunca pueden restringir totalmente las acciones. A nuestros efectos, esto Il . .. :significa que las luchas tenderan a desbordar las formas esSructurales que fue-

.' r~n instituidas para contenerlas 0 que fueron el resultado de compromisos illstitucionales. Es ~ste uno. de los temas clave del enfoque estrategico relacio­nal, donde se res alta la contingencia y rclatividad de las restricciones estructu­rales Gessop 198~, '1985, 199ob, ~OOla, c, Y pp. 46-47)' En cuarto lugar, las estrategias no pu~den explicarse simplemente como producto de las contra­dicciones, aun cuando las contradicciones y los dilemas relacionados con ellas abran espacios para la eleccion estrategica. Las estrategias se elaboran siempre ' enlos discursos y a traves de los discursos, y su puesta en practica depende de las capacidades de organizacion y aprendizaje. En quinto y Ultimo lugar, las

' , estrategias se ponen en practica en un terreno estrategicamente selectivo, 10 que provoca que unas estrategias resulten mas factibles que otras. Por muy amplia que sea la definicion que se de de economia, este terreno no es sola­mente economico, sino el producto siempre de la interaccion entre los siste­mas economicos y extraeconomicos y las relaciones sociales.

TABLA 1.3

. ALGUNOS CONCEPTOS NUEVOS EN EL ENFOQUE ESTRATt:GICO-RELACIONAL

• ' ALGUNOS ARGUMENTOS MARXISTAS ORTODOXOS

: Determinacion economica en ultima inslancia de formacion social global y de su desarrollo.

traves del desarrollo de las fue ... s .. " "",.; ,.~: .. "~' y del desarrollo de las relaciones

sadates de production

Papel d"terlminant, unilateral de la base economica la superestructura jurfdico"potnica

principales formas de conciencia social

enlaces funcionales recfprocos entre la base la superestructura juridico-poliUca

sirven para reproducir la economia

LAS ALTERNATJVAS ESTRATEGICO"RELACIONALES .

(oj Primada tendencial necesaria del capital productivo dentro del circuito del capital

(b) Dominic ecol6gico contingente de la acumulaci6n de capital en la soci.dad en .entido amplio

(a) Sistemas p~lfticos operacionalment~ aut6nomos e institucionalmente separados de manera que esta separacion dificuUa la actuacion del Estado en nombre y representacion del capital '

(aJ AcoplamJento estructural reciproco de sistemas operacionalmente autonomos bajo el "dominio ecologico" de La acumulacion (mas fuerte cuando el mercado mundial esta completamente desarrolladoJ

(bJ Un "arregto espaciotemporal" pI/erie ayudar a desplazar o posponer las contradic.ciones. dilemas. etc.. siempre de forma limitada y provisional y no necesariamente coincidente con las fronteras eSlatales

(cJ Del acoplamiento estructurat y de la coevolucion de diferentes ordenes institucionales en una formacion social historico"

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ROBERT JESSOP

TABLA 1.3

ALGUNOS CONCEPTOS NUEVOS EN EL ENFOQUE ESTRATtGICO-RELACIONAL (CONl)

ALGUNOS ARGUMENTOS MARXIST AS ORTOOOXOS

La sociedad civil es una esfera distinta. mas alta del Eslado y el mercado. en Ia que las personas persiguen sus propios intereses egofstas

La lucha de clases se desarrolla en la medida en que c1ases objetivamenie determinadas de ante mana (definidas par su lugar en las relaciones de producci6n) se convierten en dases "para sr. mas activas y con conciencia de clase. creando tambien las organizaciones economicas y politicas adecuadas para der"ender sus intereses Est05 (Htimos tam bien esIan objetivamente determinados de antemano par los lugares que ocupan tas respectivas dases en la produccion. en la formacion social en sentido amplio y en la 16gica general del desarr"ollo Cdpitalista

LAS ALTERNATIVAS ESTRATEGICO-RELACIONALES

El "mundo de la vida" es un reino de identidades. valores. modos de calculo y relaciones sodales que no esta. anclado a ningun sistema especffico ni a sus logicas

, (a> Oislingue las -idenlidades de clase- de la -releyanda 'de dase" de las fuerzas y iuchas sadates

(b) El discurso desempena un papet dave en la definicion de lodas I.s idenlidades (Ianlo de las que son de ' 'Clase- como de las que no>

(e) Los intereses objetivos vinculados a cualquier identidad subjetiva dada son relativos. y solo pueden calcularse para: campos de lucha y coyunturas especfficos y no de man era permanente y total

3. EL CAPITAL, EL ESTADO Y LCf3 REGIMENES DE POLITICAS ('POLICY REGIMES')

En esta seccion se presentan algunas categorias basicas necesarias para ana­lizar el Estado de tipo capitalista, relacionandolas con los regimenes de poli­ticas economicas y sdciales. Su premisa historica y punto de partida

conceptual es la separacion institucional en el capitalismo de 10 economico y lo.extraeconomico. Esta'separaci6n surge del hecho de que la mercantiliza-

, cion de la fuerza de trabajo se ha generalizado de tal manera que es posible excluir la coaccion del funcionamiento de los mercados de trabajo; por otro lado, resulta igualmente necesaria para manejar el equilibrio inestable entre la tendencia inherente al capitalismo hacia una mercantilizaci6n cada vez mayor, y su dependencia de formas no mercantilizadas de relaciones socia­les. Esta separaci6n no implica una frontera unica, fija e inmutable, sino fronteras plurales, impugnables y mutables. Estas fronteras tampoco son identicas a la siempre compleja separacion institucional entre economia y Estado, sino que comprenden un amplio rango de d'isti-nciones, a menudo heterogeneas cuando no irreconciliables, entre IO"econ6mico y 10 extraeco­n6mico, que suele experimentar grandes camhios cuando los regimenes de acumulaci6n y los modos de acumulacion se modifican. Por ejemplo, las for­mas camhiantes de competitividad relacionadas con las economias globali­zadas del conocimiento, como se sostiene en capitulos posteriores, conllevan

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

una importante rearticulaci6n de 10 econ6mico y 10 extraeconomico. Y, en terminos mas generales, se asocia con las formas cambiantes de interven­cion estatal que afectan a la definici6n, regulacion y funcionamiento de las fuerzas del mercado concebidas en sentido estricto. 19ualmente se asocia con la mas amplia reestruc.turacion, reescalado y retemporalizacion de las relaciones mercado - Estado-sociedad civil. Este trio conceptual tiene el merito de poner de reliev:e que 10 "extraeconomico" incluye no solo al Estado 0 al sistema juridico -politico, sino tambien a la familia, al hogar y a ciertas formas de a~ociaci6n civica. Y resulta util para demostrar como el "retroceso" neoliheral del Estado tiende a desplazar el coste de los ajustes de los fallos del mercado a la familia (en realidad, ala mujer en la mayo ria de los casos) 0 a otras instituciones, redes y solidaridades de la sociedad civil. Ahora bien, estos tres terminos no son mas que una abreviatura con­veniente para referirse a una serie de relaciones sOGiales mucho mas com­

plejas yvariables.

EL TIPO DE ESTADO CAPITALISTA

Con frecuencia, el Estado moderno se caracteriza por los siguientes rasgos: su reclamaci6n del monopolio legitim~ (0 constitucional) de la coercion organizada que se ejerce sobre una determinada area territorial; por sus otras caracteristicas estatales distintivas (por ejemplo, la capacidad de recaudar impuestos 0 de tomar dedsiones vinculantes para las personas y las colectividades presentes en su territorio soberano); por su logica politi­ca, su racionalidad 0 gubernamentalidad distintivas (por ejemplo, el man­tenimiento de su integridad territorial, su responsabilidad formal de promover un "interes publico" social~ente construido en contrapos,icion al egoismo privado, 0 su papel clave en el mantenimiento de la cohesion social). No obstante, si bien estos argumentos pueden ayudar a establecer los rasgos distintivos del Estado y de la politica, es necesario complemen­tarIos desde la comprension de las pre condiciones hist6ricas del Estado moderno y de las complejidades de su suhsiguiente articulacion e interpe­netraci6n con otros ordenes institucionales y con la sociedad civil, pues, de 10 conhario, se corre el riesgo de naturalizar y fetichizar la separacion ins­titucional entre 10 econ6mico y 10 politico, la distincion juridica entre 10 publico y 10 privado, la divisi6n funcional entre la politica interior y la exterior, etc. El riesgo es aun mayor en los enfoques centrados en el Estado que pretendian "reintroducir al Estado" como una variable independiente

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ROBERT JESSOP

clave en el analisis cientHico-social (para la referencia clasica, Evans et alii 1985). Por el contrario, y como muchos otros teoricos criticos del Estado, considero que esas fronteras estan constituidas discursivamente, se mate­rializan instit"llcionalmente, estan acopladas estructuralmente a otras fron­teras institucionales, y son tanto esencialmente impugnables como susceptibles de cambio (sobre el papei critico de Ia frontera imaginaria Estado-sociedad, vease especialmente Mitchell 1991).

Es importante reconocer, no obstante, que el tipo capitalista de Estado posee ciertas caracteristicas que 10 distinguen tanto de los Estados de las formaciones precapitalistas 0 no capitalistas, como de algunas formas atipi­cas de regimenes politicos (por ejemplo, las dictaduras militares depreda­doras) en sociedades en las que, con todo, alguna forma de capitalismo es uno de los rasgos caracteristicos de'la organizacion economica19. Esto es asi porque el tipo capitalista de Estado posee una selectividad estrategica dife­renciada, determinada por su forma, con importantes implicaciones para la organizacion y la eficiencia de la intervencion estatal (veanse especialmen­te Gramsci 1971; Kratke 1984; O'Connor 1973;Offe 197~; Pashukanis 1978; Poulantzas 1973, 1978; Theret 199~)' En la tabla 1.4 recojo algunas de estas caraderisticas analitico-formales basicas, dandolas en adelante por senta­das para res altar, en cambio, otras caracteristicas institucionales mas espe­cificas de este tipo de Estado en la forma en que se dio en los circuitos del fordismo atlantico. Quiia valga la pena senalar, sin embargo, que las carac­teristicas genericas recogidas en la tabla no incluyen a las instituciones democraticas, aunque en la actualidad la forma "normal" del tipo de Estado capitalista implique una democracia representativa basada en el sufragio universal para los ciudadanos mayo res de edad de un Estado territorial, y una autoridad ejecutiva y un poder legislativo formalmente responsables ante sus ciudadanos. Este rasgo no es contemporaneo del Estado de tipo capitaiista, sino que se trata de un desarrollo mas reciente e irregular en las sociedades capitalistas avanzadas durante el siglo XX, si bien a mediados de la decada de los setenta todavia no existia en las tres economias capitalistas fordistas perifericas del Sur de Europa. La democraciarepresentativa, sin embargo, tiene importantes implicaciones para las formJs de lucha politica, especialmente para la influencia cada vez mayor de la politica de mas as den­tro 0 en la periferia del Estado, asi como para el significado de la orienta­cion del interes "nacional-popular" en los intentos de definir el Estado y los proyectos hegemonicos (veanse Gramsci 1971; Jessop 198~, 199ob; Poulantzas 1973, 1978) .

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EL FUTURO DEL ESTADO CAPITAUSTA

. ,A8LA 1.4

ALGUNAS CARACTERfsTICAS CLAVE DEL TIPO DE ESTADO CAPITALISTA

ARTICULACI6N DE ECONO.MfA ~ADO EN EL CAPITALISMO

separaci6n institucional entre ,conomfa de rnercaqo. Estado soberano Y una esfera publica (sodedad civil) situada mas " aUa del mercado y el Estado.

. -- . Reclamacion. constitucional -~ del monopotio. dentro del territorio delerminada par el Estado. de Ia coaccion organizada. La legalidad . desempeiia un papel en la tegitimacion del Estado y sus actividades.

El Estado ~s un Estado fiscal. Sus ingresos provienen en gran parte de los impuesfos sabre bienes. actores Y actividades economicos. y de presta mas obtenidos de actores del mercado. La capacidad de establecer impuestos depende de la autoridad legal + (a coercion. La forma lributaria burguesa ideal es un aporte conlinuo y general a los ingresos del Estado. que este puede dedicar libremente a adividades legitimas. mas no la recaudacion ad hoc para adividades espedficas.

Personal administraUvo espedaUzado. can canales propios de reclutamiento y esprit de corps. Este personal est;; somelido a la autoridad del ejecutivo politico. Forma una categorfa social (no una clase) dlvidida intemamente segun su status y su posicion en el mercado.

Rechtsstaat, el Estado se basa en ,I gobiemo de la ley. no de los individuos. Existe una division entre el derecho privado. el derecho administrativo y et derecho publica. a derecho international rige las relaciones entre los Estados. No existe un monopolio formal del poder politico en manos de la clasel tlases dominantes. sino una

. igualdad ante ta ley· formal para ~os los ciudadanos.

IMPLICACIONES PARA LA ECONOMfA IMPLICACIONES PARA EL ESTADO Y LAS RELACIONES DE CLASE Y LA POLfTICA

La economfa esta organizada bajo el dominio. de la ley capitalisla del valor mediada por [a competenc::ia entre capitales y la lucha de c.lases

econ6mica. .

La coaccion esta exduida de la organizaci6n inmediata del proceso laboraL As£. la forma valor y las fuerzas de mercado. y no la coaccia" directa. madelan la acumulaci6n del capital. No obstante. la coaccion desempeiia un papel dave a la hora de garantizar tas condiciones extemas de existencia del funcionamienlo de 1a economra capitalista.

Los impuestos deducidos de las rentas privadas pueden utilizarse para producir -bienes publicos-. Asi. puede existir una tension entre aspectos del valor de cambia y del valor de usa de \a actividad tributaria. Si la produccion de propiedad estatal y gestionada par "ste resulta rentable. se reduce la dependencia del Estado de las fuerzas de ta economia privada ylo se debilita Ia separacion institucional. Las actividades que no son renlables pueden sociaUzar las perdidas. redistribuirlas. o bien destruir riqueza y valor.

EI Estado ocupa un ·lugar especifico en la division general entre e1 trabajo manual y et intelectual. Los funcionarios y la dase politica tienden a especializarse en el trabajo inteledual. can estrechas relaciones entre su conocimiento especializado y su poder. El conocimiento se convierte en una de las bases principales de las capaddades estatales.

Formalmente. los sujetos economicos son propietarios libres e iguales de las mercallclas. incluyendo la fuerza de trabajo. EI derecho privado se desarrolla con base en los derechos de propiedad y el derecho de contratos. EI Estado desemperia un papel clave para garantizar las condiciones extemas para et inlercambio economico .

Raison d'elat (racionalidad politica autonoma) distinta de Ia logica de mercado centrada en la ganancia y la perdida. y de principios religiosos. morales 0 elicos .

Los organos policial-militares espedalizados eslan sujetos a control constitucional. La fuerza tiene funciones tanto ideologicas como represivas. Can sometimlento a Ia ley. el Estado puede inlerve"ir para compensar los fattos de mercado en interes "nacional'" a -publico-. .

Quienes estan sujetos a la autoridad del Estado en su territorio tienen la obligation general de pagar Impuestos. aprueben 0 no las adividades concretas det Estado. La moneda nadonal emllida par el Estado es tambi"n el media de pago de los impuestos. La capacidad Iributaria actua como garanUa de /a deuda pUblica, Los impueslos y su aplicacion son uno de las primeros focos de las luchas politicas y de clase.

EI discurso ofldal desemperi. un papel clave en el ejereido del poder del Estado. Las inteteeluales publicos y privados formulan proyectos, d. Estado y hegemonicos que deflnen el interes nacional y/o -nadonal-popular-. EI Estado debe su legitimidad al hecho de qu~ relleja el interes nacional y/o -nacli>nal-popular-.

Los subditos formales del Estado son individuos con derechos de ciudadanfa. no eslamentos feudales ni clases econ6micas coteclivas. Las luchas para ampliar estos derechos desempeiian un papel clave en la ampliacion de las aclividades del Estado. EI derecho publica se organlza . de acuerdo con las disfinciones entre individuo-Estado. publico-privado y nadonal-internatioilal

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ROBERT JESSOP

TABLA 1.4

ALGUNAS CARACTERfsTICAS CLAVE DEL TIPO DE ESTADO CAPITALISTA (CO NT.)

ARTlCULACI6N DE ECONOMIA Y ESTADO EN EL CAPrrALlSMO

Estado formalmente soberano con un dominic territorial exclusivo y definido. en el cual es Iibre de actuar sin interlerencia de la auloridad directa de olras Eslados o adores. Sustantivamente. los Estados estan limitados en el ejercicio de su soberania par el equilibria de las fuerzas intemacionales. asr como par et equilibria interno.

IMPUCACIONES PARA LA ECONOMIA IMPLICACIONES PARA El ESTADO Y LAS RELACIONES DE CLASE Y LA POLfTlCA

Existe un contlido entre Ia economfa como un "espacio de flujos" abstracto apoUtico en el mercado mundiaL y y como la suma de adividades localizadas. con un carikter inevitablemente sabredeterminado en forma palilica. Los capitales particulares pueden escapar al conlrol del Estado o buscar el apoyo de sus respectivos Estados para competir intemacionalmente.

Idealmente. los Estados son reconocidos par atres Estados como soberanos dentro de sus propios territorios. aunque tambien pueden tener que defender su . Integridad lerrilorial par la fuerza. La rivalidad polilica y mililar depende en parte de fa fuerza de.la ec~~omfa nationaL Es necesano eqU/tibrar la busqueda de metas geoe.~on6m!cas y geopoliticas. y Ia cohesIon socIal.

El enfoque general analitico-formal y estrategico-relacional que se adop­ta a continuaci6n considera al Estado como una relaci6n social (Poulantzas

1978). Esto implica que el ejercicio del poder estatal (0. mejor.aun. de los poderes del Estado en plural). supon.r.-una condensaci6n determmada por la forma del camhiante equilibrio de fuerzas . En otras palabras. el poder del

Estad~ refleja el equilibrio de fuerzas predominante. mediado por el aparato estatal con su selectividad estrategica inscrita estructuralmente. Al adoptar es­te enfoque. el Estado puede definirse como un conjunto relativamente unifica­

do de instituciones. orgacizaciones. fuerzas sociales y actividades socialmente incrustadas. socialmente reguladas y selectivas estrategicamente. que se orga­niza en torno ala toma de decisiones (0 que al menos se involucra en ella) que son vinculantes colectivamente para una comunidad politica imaginada. por

selectividad estrategica entiendo la forma en la que el Estado. considerado como un conjunto social. posee un imp acto especifico y diferenciado sobre la

capacidad de las distintas fuerzas politicas para perseguir sus intereses y est~~­tegias particulares en contextos espaciotemporales especificos. Par.a ella utih­za el acceso 0 el control sobre ciertas capacidades estatales (capacldades que.

para ser eficaces. dependen siempre de sus vinculos con fue'rza~l poderes ;ue existen y operan mas alia de las fronteras formales del E~tado ). De aqm se desprende que afirmar que los gestores del Esta.40 -() pear .,aun. el Estado mismo- ejercen poder es. en el mejor de los casas. crear una ficci6n conve­nie'hte que enmascara unjuego de relaciones sociales notablemente mas com­plejo y que se extiende mucho mas alia del aparato del Estado y de suS capacidades distintivas. Es interesante destacar que esto se refleja en las prac­ticas y discursos de los p ropios gerentes estatales. que si bien muchas veces se

EL FUTURO DEL ESTADO CAPrTALISTA

adjudican orgullosamente el merito de haber iniciado y ejecutado una deterrni­nada linea esfrategica general 0 una politica especifica. en otros momentos. durante la lucha continua por el poder. intentan tranquilamente descargar la responsabilidad de los actos y de los resultados del Estado sobre otras fuerzas sociales (0 sobre causas de fuerza mayor) . Si bien la existencia de Cons­tituciones y la centralizaci6n del Estado permiten que las responsabilidades sean formalmente atribuidas a funcionarios y organismos determinados. esto no deberia llevarn()s a fetichizar la imputaci6n de la responsabilidad politica en lugares 0 personaj~s concretos. Deberemos siempre tratar de seguirle la pista ala circulaci6n del poder a traves de juegos de relaciones sociales mas amplios

y mas complejos. tanto dentro del Estado como mas alIa del mismo. Esto resul­ta especialmente importante alli donde la creciente complejidad y la mediati­zaci6ndel ejercicio del poder del Estado por parte de los medios de comunicaci6n de mas as llevan a la busqueda de figuras carismaticas que pue­dan simplificar las realidades politicas y prometan resolverlas. Como demues- . tra Grande (:4000). el carisma sirve para ocultar practicas complejas. si no ca6ticas. que ocurren fuera de escena y que serian dificiles de explicar 0 de defender en pUblico.

Este enfoque es incompatible con cualquier pretension de tratar al Estado como un simple instrumento 0 como un mecanismo funcional parareproducir

las relaciones capitalistas de produccion. En realidad. 10 que indica es que la forma tipica del Estado capitalista problematiza actualmente su funcionalidad general para la acumulaci6n de capital y la dominaci6n politica de clase. La

separaci6n institucional del Estado y la economia de mercado. una separaci6n que es una caracteristica necesaria y determinante de las sociedades capitalis­tas. da como resultado el dominio de 16gicas institucionales y modos de caIcu-10 diferentes (y posiblemente contradictorios) en el Estado y la economia (por ejemplo. Hirsch 1976; Offe 1984; Poulantzas 1978; Reuten y Williams 1989; Wood 1981). No existe garantia de que los resultados politicos sirvan a las nece-· sidades del capital. aun suponiendo que dichas necesidades pudieran ser obje­tivamente identificadas con la anticipaci6n y el detalle suficientes como para semr de base a un plan racional -desde un punta de vista capitalista- de acciones e inacciones estatales. La autonomia operativa del Estado es otro fac­tor que complica enormemente la situaci6n. En realidad. Ie permite al Estado dedicarse a los intereses del capital en general a expensas de los capitales par­ticulares. tanto como Ie permite perjudicar los intereses del capital en general. En consecuencia. es necesario prestar mucha atenci6n a 1a selectividad estra­

.. tegica. estructuralmente inscrita. de las formas estatales y regimenes politicos

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especificos, y alejarse de una teorizacion abstracta y con frecuencia esencialis- .. ta en favor de versiones mas detalladas de la compleja interaccion de las insti­tuciones y las luchas· sociales. Un elemento clave en dichas investigaciones tiene que vel' con los cambiantes Estados y proyectos hegemonicos que definen la naturaleza .y los objetos de las acciones (e inacciones) estatales tanto en periodos, etapas y fases particulares del desarrollo social, como en las diferen­tes variedades de capitalismo (con las configuraciones institucionales que las caracterizan). Tambien es necesario prestar atencion a la capacidad politica (al arte de gobernar) como un repertorio de practicas expertas y discursivas que, de manera reflexiva, controlan los hechos y actividades tanto dentro como fuera del Estado, afectando asi los proye·ctos estatales y los intentos de ejercer el poder estatal. .

. En este sentido, el Estado puede estudiarse en terminos de seis dimensio­nes interrelacionadas. Tres de elias se refieren principalmente a aspectos ins­titucior..ales formales del Estado considerado como una relacion social: (1) los modos de representacion politica y su articulacion, (=4) la articulacion interna del aparato del Estado y (3) los modos de intervencion y su articulacion. Cada uno de estos aspectos posee sus propias selectividades estrategicas inscritas estructuralmente y, si bien son distintos desde una posicion analitica, se superponen por 10 comun desde un punto de vista empirico. Para ilustrar con un ejemplo claro esa superposicion, podemos decir que el corporativismo impli­ca: representacion, toma de decisiones e intervencion en la base funciorial de la division del trabajo. Estos aspectos pueden estudiarse con distintos grados de abstraccion y complejidad, que van desde las formas de Estado mas basicas hasta las descripciones notablemente concretas y complejas de regimenes especificos. Las otras tres dimensiones se refieren principalmente a aspectos sustantivos y estrategicos del Estado considerado como relacion social. Aqui tenemos (4) los proyectos politicos articulados por distintas fuerzas sociales representadas dentro del sistema estatal, que buscan esa representacion 0 que impugnan sus {ormas, funciones y actividades actuales; (5) el proyecto de Estado predominante, con su raison d '€tat -0 racionalidad guhernamental- y su arte de gobernar, que trata de imponer una unidad. si<r,mpre relativa a las diversas actividades de las distintas ramas, departamentosy esc alas del siste­ma estatal, y que tambien define las· fronteras entre el Estado y su medio como una condicion previa a los intentos de construir tan improbable unidad inter­na; y (6) los proyectos hegemonicos que pretenden reconciliar 10 particulary 10 universal enlazando la naturaleza y los objetivos del Estado con una vision poli­tica, intelectual y moral mas amplia -pero siempre select iva- del interes

ELFUnJRO DEL ESTADO CAPITALIST A

Ublico, de la buena sociedad, del bienestar publico 0 alg(1n otro prinCipio ana­fogo de socializac~on. Estos proyectos dotan de contenido a los rasgos mas for­J)lales del Estado. Le corresponde a la contienda entre las .wferentes fuerzas sociales respecto a los proyectos que compiten entre si actuar como mediado­r!). de los cambios estructurales y estrategicos en cada coyuntura.

ELCAPITAL YELESTADO

A pesar de las afi~inaciones de algunos econolnistas clasicos y de ideologos neoliberales, incluso una economia capitalista pura seria propensa a presentar falios de mercad6. Los capitales individuales compiten por los beneficios, actUan en su propio interes y tratan de evitar las limitaciones a su libertad de· acciOn. La competencia hace que los capitales individuales no se animen a emprender actividades necesarias para la reproduccion social y economica que no son rentables desde su punto de vista individual, y puede tambien llevarlos a emprender acciones que socaven las condiciones generales para la reproduc­cion economica y social. En 10 que respecta a la reproduccion econolnica, .por ejemplo, no existe garantia alguna de que sea posible obtener las condiciones externas generales para la produccion (como la ley,la propiedad y el dinero) mediante las fuerzas del mercado, ni de que se oferten ciertas condiciones eco­nomicas generales de produccion ("bienes pUblicos") al precio y cantidades adecuados. Esto indica que hacen falta instituciones extraeconomicas para compensar los falios totales 0 parciales de mercado en la creacion de ciertas condiciones importantes para la acumulacion de capital. Dichas instituciones incluyen un sistema monetario y un sistema legal formalmente racionales, asi como la reproduccion de la fuerza de trabajo como mercancia ficticia. Ahora bien, como seiiale anteriormente y explicare mas adelante, existen muchas otras condiciones. En este sentido, la intervencion del Estado no es s610 una actividad secundaria que tiene por objeto modificar los efectos de un mercado autosuficiente, sino que es esencial para la produccion capitalista y las relacio­nes del mercado. En efecto, es necesario producir la mercancia antes de poder distribuirla a traves del mercado 0 la accion politica. Asi, dada la separacion institucional entre 10 economico y 10 politico, el Estado debe asegurar que la acumulacion de capital ocurra antes de que pueda comenzar sus actividades de redistribuci6n (Mullery Neususs 1975: 43-46; Offe 197~)·

Existen muchas formas en las cuales el Estado puede intervenir e intervie­ne efectivamente en estos aspectos. En terminos abstractos, el Estado puede proporcionar apoyo para la valorizacion del capital y la reproduccion social a

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1 d· 1 b' Y servicios el conoci-traves de Ia fuerza, Ia ley y el orden, e mero, os lenes . ' miento 0 la "persuasion moral", y en Ia forma de politicas en ruveles meta, macro, meso 0 micro. EI peso relativo y la idoneidad de dichos medios de intervencion, como veremos, varian significativamente a traves del tiempo y en relacion con regimenes especificos de acumulacion. Las politicas economicas

y sociales pueden orientarse, a su vez, hacia las condiciones de Ia ~fe.rta y Ia demanda de mercancias (ficticias) 0 de bienes y servicios no comerclallzables. Las metapoliticas contemplan una amplia variedad de facto res e}..iraecon6m~­cos que afectan a la competitividad sistemica basada en los patrones de orgaru­zacion de Ia sociedad en su conjunto (Messner 1998), y cuyo caracter cambiara junto con las nociones de competitividad (vease el capitulo 3). Las rr:acropoli­ticas se concentran en las condiciones externas de produccion (por eJemplo, el siste'ma monetario y el sistema legal formalmente racionales) y en Ia creacion de cop.di"eiones generales de produccion (por ejemplo, las infraestructuras y el suministro de fuerza de trabajo) dentro del horizonte espaciotemporal de una economia constituida de manera discursiva e institucional. En la era del impe­rialismo, por ejemplo, se trataba de una economia plurinacional organizada en terminos de relaciones centro-peri~ria. En el caso del fordismo atlantico, 'el nivel ~acro era naturalizado como una economia nacional administrada por el Estado nacional de bienestar keynesiano. Mas recientemente, el Espacio Economico Europeo esti siendo imaginado e instituido como el marco macro­economico adecuado par~ Ia intervencion de Ia Union Europea (UE). En los tres casos, por su.puesto, los Estados tambien desarrollaron politicas relativas a

. Ia ihsercion de Ia correspondiente economia del nivel macro en conj~ntos mas amplios de relaciones economicas hasta llegar al mercado mundial. Las meso­politicas se refieren a ramas, sectores y a espacios y lugares especificos dentro de este sistema economico mas amplio. Por ultimo, las micropoliticas afectan a unidades economicas "individuales" (tales como hogares, trabajadores 0

empresas individu.ales). Las mencionadas distinciones se relacionan siempre con escalas particu­

lares de anilisis. Esto puede apreciarse en el redimensionamiento parcial del nivel macro realizado por los Estados miembros de la UE hapta llegar a Europa, as! como en el cambiante alcance de Ios'metanivelesyrriesoniveles en Ia actual era de Ia globalizaci6n. A su vez, Ia distincion entre las politicas de oferta y de demanda se relaciona igualmente con mercados y cadenas de mercancias espe­cificos, etc. Aun mas, a medida que el significado aceptado de estas distincio­nes comenzo a descomponerse como resultado de la crisis de la economia mOOa nacional de posguerra, se ha abierto un espacio para el debate acerca de

ELFUTURO DEL ESTADO CAPrrAUSTA

que debiera ser 10 que reemplace al conjunto de metas politicas convenciona­Ies del Estado nacional de bienestar keynesiano.

En el cuadro 1.:;: Figura una lista resumida e incompleta de las funciones generales que los Estados pueden desempenar con respecto a la economia capitalista. Estas funciones generales adquieren formas institucionalmente determinadas en etapas y variedades concretas del capitalismo, y estan ligadas a funciones mas especificas relacionadas con esas etapas y variedades particu­lares y con sus regimenes de acumulacion y modos de regulaci6n. No puede haber garantias (ni' mucho menos que esten inscritas en Ia naturaleza general del tip 0 de Estado capitalista) de que estas complejas e interrelacionadas fun­ciones sean realizidas de manera adecuada desde el punto de vista de la acu­mulacion. Como he senalado anteriormente, Ia relacion de capital es inevitablemente incompleta y contradictoria, de manera tal que, incluso en un nivel exclusivamentetecnico-economico, es inevitable que el ejercicio de estas ' funciones tenga efectos contradictorios. Ademas, como puede verse incluso en , esta incompleta lista, la intervencion del Estado en estos asuntos implica bas­tante mas que meros aspectos tecnico-economicos. Sus efectos van siempre mas alIa de las fuerzas de producci6n, Ia rentabilidad del capital 0 el comporta­miento economico general, y se produce siempre en un contexto politico mas amplio re.1acionado con Ia Iegitimidad del Estado y el gobierno, as! como con Ia cohesion social y Ia exclusion. En este sentido, Ia seleccion de las poiiticas eco­nomicas y sociales suele estar relacionada con las estrategias de acumulaci6n, los proyectos de Estado, los proyectos hegemonicos y las visiones filosoficas y normativas mas generales de Ia buena sociedad predominantes. Un area en Ia que el caracter inevitablemente politico de la intervencion econ6mica y social aparece de forma especialmente clara, es la de Ia reproducci6n de Ia fuerza de trabajo como mercancia ficticia, pues en el tipo de Estado capitalista esta se relaciona tambien con el derecho de los ciudadanos a la subsistencia (vease ReutenyWilliams 1989)'

CUADRD 1.2

ALGUNAS FUNCIONES DEL TIPO DE ESTADO CAPITALISTA

1. Asegurar las condiciones generales extemas para la acumulaci6n de capital como. par ejemplo. un

orden legal formalmente racional y la proteccion de los derechos de propiedad.

. 2. Asegurar la mercantilizaci6n ficticia de la tierra. el dinero. la fuerza de trabajo y e{ c.onocimiento. y

modular su subsiguiente d:smercantitizaci6n y remercantilizaci6n a fa luz tanto de tas cambiantes

formas de aparici6n de las contradicciones estrudurales y dilemas estrategicos del capitaL como del

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ROBERT JESSOP

cambiante equilibria de las fuerzas que impugnan el grade y consecuencias de dich!3 mercantilizaci6n

ficticia. En 10 que respecta a ta fuerza de trabajo. esto supone gestionar la oferta de mano de obra.los

mercados {ahorales y las condiciones de trabajo dentro del pioceso laboral

3. Asegurnr los derechos y capacidades del capital de controlar (a tuerza de trabajo en el -proceso pro­

ductivo. y 'de regular los lerminos y condiciones de la reladon capital-trabajo en el mercado de traba­

jo y en .el proceso laboral

4. Definir los limites entre 10 econ6mico y to extrae~on6mico. y modificar los vinculos entre las prec.on­

diciones economicas y extraecon6micas de la acumulaci6n de capital. Esto debe hacerse a la"luz d~

las formas cambiantes de (a competencia -que se constituyen de manera material y discursiva-. y

a la luz de la resistencia a la coionizaci6n de 10 extraecon6mico par parte de la logica del capital

5. Promover liJ creacion de las condiciones generales de produccion. especialmente aqueUas infraes­

tructuras intensivas en capital que precisan un largo periodo para su reposicion. y que son adecua­

das para una etapa a variedad determinadas de capitalismo.

6. Gestionar la contradiccion fundamental entre ta naturaleza crecientemente social de las fuerzas pro­

ductivas y la continuada naturaleza privada y compelitiva de las relaciones sodates de produccion y

de la apropiacion de la plusvalfa del trabajo.

7. Articular los procesos entrelazados de desterritorializaci6n y reterritorializacion y de destemporaliza­

cion y retemporalizacion relacionados con la reconfiguraci6n de nuevas arreglos espaciotemporales

necesarios para periodas de acumulaci6n relativamente estables.

8. Hacer frente at conjunto de repercusiones sadates y paliticas producidas par los cambios de forma

en que se muestran las contradicciones y dilemas capitalistas. mediadas por y a traves de

formas especfficas d~ organizacion poUlica y movilizaci6n social.·

FUERZA DE TRABAJO YREPRODUCCION SOCIAL

Ya me he referidohrevemente ala posici6n central que ocupa la relaci6n capi­tal-trahajo en la valorizaci6n del capital y al papel que desempena el Estado ala . hera de asegurar Ia relaci6n salarial y el derecho del capital a controlar el pro­ceso lahoral. Considerare ahora el papel del Estado en la reproducci6n social. Es decir, la reproducci6n diaria, durante el curso de la vida e "intergeneracional de los sujetos sociales, de acuerdo con principios especific;os de socializaci6n. En las formaciones sociales capitalistas, la reproducci6nsocial se organiza principalmente a traves 0 en tome a la (camhiarite) relaci6n salarial y a su inserci6n en una economia en la que domina la acumulaci6n por la acumula­ci6n. La relaci6n salarial capitalista posee tres caracteristicas que acman en contra de una soluci6n armoniosa de la reproducci6n social mediada por el mercado, especialmente cuando esta reproducci6n social va mas all~ de la

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

5upervivencia diaria cOmo miemhro activo de la fuerza de trahajo e incluye el JIlantenimiento de la reproducci6n durante el curso dela vida e intergenera­cionalmente.

En primer lugar, los trahajadores y quienes dependen de eUos (si es que eJ>isten) son libres de gastar su salario sin tomar en cuenta las necesidades del capital, y podrian ser ohjetivamente incapaces de hacerlo incluso aunque qui­sieran. Asi, es posihle que los trahajadores no reproduzcan su fuerza de traha­jo (incluyendo h~hilidades, conocimientos y compromisos especificos, ademas de la generica capacidad de trahajo) satisfaciendo las necesidades materiales del capital, y puede que no accedan al mere ado de trahajo (o.perma­nezcan en el) en terminos favorahles para su valorizaci6n continuada. Mas aun, en la medida en que las normas de consumo esti'm tamhien constituidas por capitales particulares que ofrecen mercancias concretas, los trahajadores pue­den adoptar patrones de consumo daninos para elios mismos y para el capital en general (aunque sean rentahles para algunos capitales particulares). Incluso . cuando la fuerza de trahajo se reproduce de manera apropiada, es posible que no haya empleos con la remuneraci6n adecuada 0, simplemente, que no haya

empleo. . ·En segundo lugar. una vez que el trahajo asalar~ado esta sujeto al control

capitalista en el proceso lahoral, puede ser destruido 0 debilitado por la sobre­explotaci6n (numero de horas 0 intensidad de trabajo excesivas) 0 por danos "colaterales" (como. por ejemplo, los accidentes 0 enfermedades profesiona­les). Esto es as! porque el capital tiende a priorizar su autovalorizaci6n por encima de la reproducci6n y el hienestar de la fuerza de trahajo. Ciertamente, los capitales particulares no estan ohligados a invertir en la mejora de su "capi­.tal humano" ni a ct)l~pensarlo por su depreciacion, a menQS que resulte renta­ble hacerlo, y se reconoce ampliamente que existe una tendencia general del capital a invertir menos de 10 necesario en educacion y capacitacion. Este pro­blema se une ala corttradicci6n que existe entre la fuerza de trahajo, entendida conio un factor de produccion sustituible por otros factores; e igualmente se Suma la contradicci6n entre el salado como coste de produccion y como fuen­te de demanda. Con todo, algunos tipos de regimenes de producci6n y de modos de regulacion logran institucionalizar ciertas soluciones parciales.

En tercer lugar. en 10 que concierne tanto a su consumo privado como a su explotacion en el proceso lahoral, a los trahajadores les resulta dificil defender su interes comun en reproducir su fuerza de trahajo, especialmente cuando existe una gran cantidad de trahajadores sin empleo que podrian pasar a ocu­

par uno.

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Estos problemas relativos a una reproducci6n de la fuerza de. tr~aj~ ex~lusi­vamente mediada por el mercado ahren espacios para una 0 var1as mshtuclOnes extraeconomicas (en este caso, que no son de mercado), que pueden contribuir a reproducir la fuerza de trahajo en la medida en que el mercado n.o pueda hac~r-10. EI papel del trabajo domestico realizado fuera del nexo del dmero e~ ~bVla­mente importante aqui, y es esta la raz6n por la que las formas de famiha 0 de hogar (y, por tanto, tambien las relaciones de genero e inte~generacionale~) siempre son objetos fundamentales de la gobernanza y espaclOs de lucha. Sm embargo, el presente trabajo se refiere fundanlentalmente a los papeles clave que el Estado desempeiia en estos asuntos. EI Estado opera en una 0 varias esca­las desde 10 local a 10 supranacional, a fin de contribuir directa 0 indirectamente ala reproducci6n de la fuerza de trabajo en el ciclo de la vida. Para ella incide sobre la reproduccion diaria durante el curso de la vida e intergeneracionalmente. Su doble tarea consiste en, si es posible, asegurar un sumiPjstro continuo y adecua­do de fuerza de trabajo debidamente cualificada para las cambiantes G.! frecuen­temente impredecihles) demandas del mercado de trabajo, y, al tiempo, compensar los efectos de la mercantilizaci6n en IJa reproducCion social y la cohesi6n social (Aumeeruddyet alii 1978; de Brunhoff 1978; Offe 1985b; Reuten y Williams 1989)'

La relaci6n salarial es, por consiguiente, el punto de partida de una amplia gama de politicas dirigidas ala "cuestion social", que implica algo mas que politicas sociales, pues, como seiiala Kaufmann:

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La que generalmente denominamos Estado de bienestar se refiere no

solamente al Estado, sino tambien, como los cientificos sociales alemanes

. fonnularon can precisi6n a mediados del siglo XIX. a la sociedad civil. La

"mediaci6n" entre la esfera privada de la economia de mercado y la esfera

publica de gobiemo sometido a la lexfue denominada, alrededor de 1850, Sozialpolitik (Pankoke 1970)' La Sozialpolitikpuede traducirse al ingles

como social policy a social politics ["politicas sociales" a "politica

social "J. En el contexto aleman, el principal aspecto cons idem do par las

poUticas sociales em la integraci6n social y politica de las· clases trabaja­

dams emergentes en el recien constituido Reich aleman. En la tradici6n

britanica ;rescandinava no hubo, durante mucho t,~emjJ?,v:nconcepto glo­bal para las politicas emergentes de protecci6n labcoraZ; seguridad social y servicios sociales. EI tennino "Est ado de bien'estar" fue aceptado en

Escandinavia en la decada de 1930, pero su usa s6lo comenz6 a difundirse

en Gran Bretana despues de la Segunda Guerra Mundial. Aqui el "Estado

de bienestar" est.i menos interesado en la poUtica social [social politics] que en las politicas sociales [social policies] hool: 17].

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALIST A

La referencia de Kaufmann a las tradiciones nacionales ilustra una vez mas el papel del discurso en la constitucion de la politica estatal. Kaufmann tam­bien seiiala las significativas variaciones que se producen en cada Estado nacional a traves del tiempo, a medida que la politica social y la politica econ6-mica se reproblematizan en distintas formas y conforme se proponen, ins­tituyen y ponen en practiea nuevas soluciones gubernamentales que sean adecuadas.

EI hecho de qu~ ni los trabajadores ni los capitalistas individuales puedan resolver estos dileJ:l?as sin ayuda no significa que el Estado pueda (0 deba) resol­verlos. En realidad, al igual que sucede con las de mas funciones estatales ana­liz ad as anteriormente, es poco probable que el Estado pueda llegar alguna vez a saber de antemano como resolverlos, ni siquiera alIi donde tales solucio­nes totales fueran posibles. Esas funciones economicas y sociales exigen una gestion adiva de las cambiante& coyunturas de un sistema que es intrinseca­mente contradictorio, y no la busqueda de politicas sociales y economicas autonomas y predeterminadas. Igualmente, estan siempre mediadas por y a traves de las luchas politicas en sentido amplio, y no determinadas en terminos· estrictamente tecnicos y economic os. Ademas, se yen pfectadas por los propios fallos y tendencias de crisis caracteristicos del Estado, derivados de la peculiar naturaleza de la poHtica en las sociedades capitalistas. Aunque estos dilemas se gestionen en diferentes niveles economicos, empezando por la empresa, asi como en varios lugares no econ6micos, el Estado no s6lo ha side uno de los principales destinatarios de las demandas en estas areas, sino que tambien se ha ganado un importante papel en su gestion directa 0 indirecta a traves de sus politicas sociales y del mercado laboral.·

4· SOBRE LOSARREGLOS ESPACIOTEMPORALES

Ya he indicado antes que la reproducci6n y regulaci6n del capital como relaci6n social implica un arreglo social (modo de regulacion) que compense el caracter ~ncompleto de la relaci6n de capital en los contextos especificos, y Ie otorgue una dinamica especifica a traves de la articulacion de sus elementos econ6micos y extraecon6micos. Este arreglo social contribuye a otorgarle una coherencia estructural relativamente duradera en la gestion de las contradicciones y dile­lllas inherentes a la relacion de capital, de forma tal que las distintas formas, instituciones y practicas tiendan a reforzarse reciprocamente. Aqui se incluye la

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imposicion de un arreglo espaciotemporal a estos elementos econ6micos y

·extraecon6micos. Aunque este concepto sera elaborado en capitulos posterio-res, es conveniente incluir aqui algunos breves comentarios. ,

Desde el punto de vista estructural, estos arreglos emergen cuando un regimen de acumulacion y su modo de regulaci6n evolucionan conj~ntamente y producen cierta coherencia estructural dentro de un marc.o espac,lOtemp~r~ dado, pero no fuera de e1. Normalmente, se asocia con una Jerarqula e~peclfl­ca de formas estructurales que afecta a las interacciones dentro del conJunto de la arquitectura institucional y, de este modo, modela la 16gica general del arre­glo espaciotemporal. Esta jerarquia sup one darle mayor prioridad ala regula­rizaci6n de algunas formas estructurales que a otras (y, quiza, darle mayor prioridad a uno u otro aspecto de las contradicciones y dilemas relacionados con elias). Estas prioridades variaran con los regimenes de acumulaci6n, COIl los modos de crecimiento y COIl las capacidades de gobernanza (vease Petit 1999). En el fordismo atlantico, por ejemplo, las formas salarlo y dinero eran las principales formas estructurales del modo de regulaci6n, mientras que ell el poSfordismo otras formas distintas hanadquirido mayor import~cia (vean­s~ los capitulos ~ y 3). Asimismo, como dijimos anteriormente, mlentras que las economias de mercado liberales pueden dar mayor peso ala fuerza de tra­bajo como factor de producci6n sustituible y al salario como coste de produc­ci6n, otras economias capitalistas mas coordinadas pueden priorizar la fuerza de trabajo en su, asi liamada, forma de capital humane y al salario como una· fuente de la demanda. Desde un punto de vista estrategico, dado que las con­tradicciones y dilemas del capitalismo son insolubles en abstracto, deben resolverse -parcial y provisionalmente, con suerte- a traves de la formula­ci6n -realizaci6n de estrategias especificas de acumulaci6n a varias escalas eco­n6micasy politicas en contextos espaciotemporales especificos. Nuevamente, en vista del significado que tienen las estrategias de acumulaci6n (y los proyec-

. tos de Estado y, en su caso, las visiones hegemonicas relacionadas con elias), observamos la importancia de la agencia y el discurso en la acumulaci6n del capital. Estos arreglos espaciotemporales delimitan las principales fronteras espaciales y temporales dentro de las cuales se asegura la cpherencia estrucu:­ral, y sirven para externalizar algunos de los costes de asegurar esta coherencla mas alIa de dichas fronteras. Incluso dentro de elias, algunas clases, fracciones de clase, categorias sociales y otras fuerzas sociales son marginadas, excluidas u oprimidas. De este modo, los arreglos espaciotemporales sirven tambien para facilitar los compromisos institucionalizados de los que dependen los regimenes y modos de acumulaci6n, para posteriormente incorporarlos. Y

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

pueden implicar la superexplotacion de los espacios internos 0 externos aj enos aI compromiso, la superexplotaci6n de la natu.raleza 0 de los recursos sociales heredados, la posposicion de los problemas a un futuro indefinido y, por

' supuesto, la explotaci6n y opresi6n de clases, estratos u otras categorias socia­les especificas. En el proximo capitulo analizare los arreglos espaciotemporales 'del fordismo atlantica y su colapso.

Ahora bien, enIa medida en que dichos compromisos marginan a ciertas fuerzas que acman, como portadoras de funciones u operaciones esenciales para la acumulaci6:ti alargo plazo, la proliferaci6n de importantes desequili­brios, desproporcionalidades 0 desuniones en el circuito del capital tended a reforzar el alcance de dichas fuerzas, permitiendoles interferir en los compro­misos institucionalizados implicados en un regimen de acumulaci6n, modo de ' regulaci6n, forma de Estado y arreglo espaciotemporal particulares (vease Clarke 1977). Estas crisis suelen actuar como mecanismo de orientacion para el reequilibrio de la acumulaci6n de capital-siempre provisional, parcial e ines­table-, en la medida en que sirven para impulsar nuevos intentos de guiar la reimpOSiCi6n forzosa de la unidad del circuito del capital mediante nuevas estrategias de acumwacion y nuevos modos de regulacion (veanse Hirsch 1976, 1977; Lindner 1973; Wirth 1977)·

L~s escalas primarias y los horizontes temporales en torno a los cuales se construyen esos arreglos, asi como su grade de coherencia, varian considerable­mente con el transcurso del tiempo. Elio se refleja en la coincidencia variable de

" distintos linderos, fronteras 0 limites de acci6n, al igual que en la cambiante primacia de las diferentes escalas. Las fronteras politicas, por ejemplo, han side caracterizadas por el polimorfismo medieval, la exclusividad westfaliana y la complejidad poswestfaliana. Del mismo modo,la consolidaci6n del capitalismo

. presenci6 el eclipse nacional de la escala urbana a medida que las ciudades eran integradas en sistemas econ6micos nacionales, y se subordinaban alpoder poll­

. tico 'de los Estados territoriates nacionales. Desde entonces, la escala nacional se " ha visto desafiada por el surgimiento de las redes de ciudades globales mas , orientadas hacia otras ciudades glob ales que hacia las regiones nacionales (veanse Braudell984; Brenner 1999a, b; Taylor 1994). En el capitulo 5 me refie­ro a algunas de las implicaciones de este reescalado.

Estas ideas tienen importantes implicaciones para (1) las estrategias de !iCUlilllUa(!lO,n. (~) los proyectos de Estado y (3) los proyectos hegemonicos a

,'Olsti:ntals escalas de acci6n y en distintos horizontes temporales, Esto es asi cada uno de elios supone un intento de coordinar actividades de mane-

estrategica a 10 largo de distintos sistemas y del mundo de la vida, con el fin

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. 11· . d 1 calizada en respectiva-de alcanzar una coherencla estructura Imlta a yo,

1 Ul ·' 1 . ·d d t tales y las formaciones sociales. mente, a acum aClOn, as actlV1 a es es a Existe un amplio campo para la competencia entre las fuerzas so~i~es respec­to a las estrategias de acumulaci6n, los proyectos del Estado y las V1slOne~ hege­monicas, asicomo para las posihles alternativas entre las est~ategI.as que surgen de dicha competencia para dominar sus respectiva,s esferas ImagInadas. En este contexto; un papel clave 10 desempenan las rivalldades y las lucha~ de las fuerzas intelectuales, tanto individuales como colectivas, libres u orgamza­

das, que tratan de articular estrategias, proyectos y visione~ que pret~nd.en reconciliar contradicciones y conflictos, asi como resolver d11emas en vanos

lugares y escalas de acci6n (veanse Gramsci 1971; Jessop 199ob; Portelli 1:73). Las principales fuerzas involucradas en estas rivalidades y luch~s son lo~ mte­reses organizados, los partidos politicos Y los movimientos sOClales, m1entras que son'los medios de comunicacion, y no la esfera pUblica, los que ocup~ actualmente la posicion central en la mediacion de la lucha por la hegemoma en estos asuntos . En capitulos poft'eriores veremos muchos ejemplos de ello.

Como parte de un determinado arreglo espaciotemporal, diferentes institu­

ciones, aparatos u organismos pueden especializarse priori~ariamente en una u otra alternativa de cada dilema, manejarla en diferentes homontes temporales a

afrontar aspectos distintos en diferentes momentos. El E.stado t~ie~ puede alterar el equilibrio entre instituciones, aparatos y orgamsmos reas1~a~doles responsabilidades y recursos, permitiendoles competir por. el apoyo POh:1CO y la legitimidad a medida que las circunstancias cambian, etc. DlChas es~a~e~as pue­deri desarrollarse por entero dentro del Estado 0 extenderse a la divIs16n entre

. modos de gobernanza estatales y no estatales. Otra forma de hacerfrente a los pr~­blemas que pueden surgir de las limitaciones de los distintos mod~s de ha~er poll­tica 0 de gestionar las crisis es a traves de pollticas de ~ntens1dad vanabl.e en distintas escalas de accion y horizontes temporales. Por eJemplo, en el fordlsmo atlantica el Estado nacional establecia el marco macroecon6mico, el Estado local actuaba como rele en 10 relativo a numerosas politicas deteT:!llinadas nacional­

mente, y la cooperacion intergubernamental mante~a ~elitro de ,di~erentes regimenes internacionales las condiciones para el c~e~UIlle),lto econorm~~. Del mismo modo, en los regimenes neoliherales contemporaneos de acumulaclOn, un relativo descuido de las condiciones s-ustantivas -en oposicion a las formales- de la oferta, tanto a escala nacional como intemacional, y el apoyo a los flujos. del capital en y a traves del espacio, se ve parcialmente compensado con unas poli~cas mas intervencionistas en la escala regional, urbana y local, donde se 10cal1zan muchas interdependencias sustanciales entre capitales productivos especificos

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EL FtlTURO DEL ESTADO CAprrAUSTA

(Goughy Eisenschitz 1996). Esto ayuda a explicarpor que se estiinreorga;Uzando loS Estados locales a medida que nuevas formas de asociacion locales 0 regionales surgen para guiar y promover el desarrollo de recursos tamhien locales 0 regiona-1es (vease el capitulo 5).

Otro ejemplo de las divisiones espacioescalares del trahajo es la distincion entre relaciones exteriores y relaciones interiores inherente al sistema estatal moderno, que provoca queunas partes del aparato del Estado se especialicen en las primeras y otra~ en las segundas. No obstante, con el creciente impacto de la globalizacion y las nuevas formas de competencia, las divisiones del trabajo estatal heredadasestan cambiando. Asi, no s610 la distincion entre politica exte­rior y politica interior se hace cada vez mas borrosa, sino que los gobiernos sub­nacionales se estan ocupando de la politica exterior (en el ambito economico) mediante la cooperaci6n transfronteriza, la localizacion internacional. y asi . sucesivamente. al mismo tiempo que organismos supranacionales se involucran en el rediseno y reorientacion de politicas subnacionales.

Tambien puede existir una division temporal del trahajo en la que dife­rentes instituciones. aparatos u organismos respondan a contradiccioiles. dilemas y paradojas en distintos horizontes temporales. Lo que se refleja. par ejemplo. en la distinci6n convencional entre planificacion y ejecuci6n dentro de las organizaciones, y en la primacia de distintos horizontes temporales en las diferentes organizaciones (por ej emplo. entre bancos centrales y otros ban­cos 0 entre fondos de arbitraje programados por ordenador y fondos de capital riesgo a largo plazo). Del mismo modo, en numerosas ocasiones se han pro­puesto soluciones corporativistas para resolver cuestiones economicas y socia­les a largo plazo que suponen una interdependencia compleja y reciproca que exige cooperaci6n tambien a largo plazo, situando asi estas areas de las politi­cas fuera de los horizontes a corto plaza de los ciclos electorales y Jas luchas parlamentarias. En ambos casos se abren oportunidades para que las activida­des puedan reequilihrar las relaciones entre estas instituciones. aparatos u organismos mediante la asignaci6n diferencial de recursos, permitiendoles competir por la legitimidad en circunstancias cambiantes.

5· GOBERNANZA Y METAGOBERNANZA.

El cani.cter constitutivamente incompleto de la relacion de capital. las contra­dicciones y dilemas de la acumulacion y las limitaciones de los arreglos espa­ciotemporales que se desarrollan para contener, desplazar a posponer estos

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. al" t t d aplicar formas de gesti6n problemas crean espaclOs para re lzar 1ll en os e . continuada soluciones "para salir del paso" (muddUing through) 0 encarar la ges­ti6n de la c~isis. La gobernanza y la metagobernanza son concep:os .utiles p~ra analizar esos aspectos y sus implicaciones en la intervenci6n econOIDlca ~ soc~~.

En nuestro caso, la gobernanza se refiere a cualquier forma de c~ordm~~lO.n de relaciones sociales interdependientes, desde las simples interaCClOnes d1adl­cas hasta las complejas divisiones sociales del trabajo. Generalment~ se distin­guen tres formas principales: la anarquia del intercambio (por. e]e~plo, las fuerzas del mercado), la jerarquia de mando (por ejemplo, la coordinaclOn coac­tiva del Estado) y la heterarquia de la autoorganizaci6n (por ejemplo, las redes horizontales). En ocasiones, tarnbien me refiero a esta tercera forma como gobernanza, pero del contexte se ·desprendera si empleo el termino en senti~o amplio·o en sentido estricto. Como las otras dos formas son, prob,ableme~te, mas familiates nos concentraremos en la heterarquia. La heterarqula se refiCre a la

autoorga~zaci6n reflexiva de actores independientes involu~ra~~s en relaciones complejas de interdependencia reciproca. Dicha autoorgamzaclOn se basa en el

dialogo continuo yen el uso compartido de los recursos ~ara desarrolla: p.royec­tos conjuntos reciprocamente beneficiosos y para mane]ar las contradlCclO~:S.Y dile~as que, inevitablemente, forman parte de esas situaciones (para ~n arlil1S1S mas amplio de los tres tipos, vease el capitulo 6). La gobernanza orgalllza~a sobre esta base no tiene por que conducir a una simetria completa en las relaclOnes de poder ni a la igualdad absoluta en la distribuci6n de henefi.cios; de hecho. es muy poco probable que ella ocurra independientemente del ob]eto de la gobe~a 0

de los "concernidos" (Stakeholders) que efectivamente participen en el proceso de gobernanza. Lo principal en esta definici6n preliminar es el desafio que tienen . los que participan en la autoorganizaci6n reflexiva en 10 que respecta a su com­pleja interdependencia reciproca. Ademas de la relevancia general que pued~ tener, estas tres formas de coordinaci6n tambien se corresponden de forma mas general con diferentes aspectos de la relaci6n de capital y de la s~cializaci6n ca~i­talista (capitulo 6). En este sentido, las tres tienden a repro.d)l~lfSe enl~ me.dlda en que la acumulaci6n del capital tambien se reproduce, SI bIen con dlferentes

pesos yen distintos momentos, . .~. . . Los mecanismos y practicas de gobernanza desempenan papeles clave en la

modulaci6n de las divisiones escalares y espaciales del trabajo y en la asignaci6n de tareas especificas en las distintas escalas y periodos de tiempo. N ~ ,Obstante: ,al igual que sucede en un sentido mas general con los modos de regulaclOn, t~~]Jlen aquellospueden verse desestabilizados en el transcurso de la acumulaclOn del capital, pues esta tiende siempre a evadir las formas instituidas para regularla y/o

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EL FUTURO DeL ESTADO CAPITALIST A

gobernarla; poreonsiguiente, puede modificar 0 incluso romper el inestable equi­librio de compromisos en toino al cual ese mismo proceso de acumulaci6n estaba anteriormente organizado. El descuido de alguna condici6n clave para la acumula­ci6n genera tensiones crecientes para hacerle £rente (bien sea a traves del surgi­nriento de una crisis 0 de la movilizaci6n de fuerzas sociales criticas con la acumulaci6n continuada, y que son afectadas de manera adversa por dicho descui - . do). En la economia esto se refleja en mo,;imientos de precios y en conflictos eco­n6micos; en el sistewa politico, se ve en carnbios en la opinion de las elites yen la opinion pUblica, asi'coino en protestas politicas, etc. En este punto, .cuando las fuerzas sociales in~entan colibrar (modificar el equilibro relativo entre) varios mecanismos de gobemanza y <!1terar su importancia relativa, aparece la metadirec­cion (en ocasiones denominada metagobemanza). SegCm Dunsire (1996), la coli­bracion (collibration) se refiere a la total organizaci6n y equilibrio de las distintas formas de coordinaci6n de interdependencias complejas y reciprocas. Ademas de las practicas de metadireccion dentro de cada uno de los campos mas 0 menos sepa _. rados del intercambio anarquico del mercado, de las organizaciones jerarquicas y de la autoorganizaci6n heterarquica, hay tatnbien un amplio espacio para otras practicas mas generales de direcci6n de las relaciones que se desarrollan entre estos distintos modos de coordinaci6n. La necesidad de tales practicas es especialmente aguda debido a la enorme dispersion de los mecanismos de gobernanza en una sociedad mundial emergente. 19ualmente es debido ala consiguiente necesidad de construir capacidades macroorganizativas e intersistemicas para hacer £rente a estos incrementos de largo alcance en la complejidad de las interdependencias.

6. OBSERVACIONES FINALES

En este capitulo he presentado algunas caracteristicas basicas del capitalismo conio modo de producci6ny como objeto de regulaci6n, resaltando en particu­lar el papel de los arreglos espaciotemporales en la garantia de su estabilidad relativa, con el fin de contextualizar el estudio de la reproducci6n econ6mica y social. He introducido algunas ideas basicas ace rca del tip 0 de Estado capitalis­ta, los modos de intervenci6n del Estado y las funciones de la politica econ6-mica y social estatales, asi como sobre su relevancia en los regimenes de bienestar. Tambien he incluido ciertos temas y conceptos generales relativos a su conexi6n con aspectos de gobernanza y metagobemanza y sus dinamicas

; ·. t1m",'jtl~~C . Estas ideas son elaboradas. complementadas y matizadas en los

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ROBERT JESSOP

Estos argumentos han servido de base para un analisi~ cuatridime.nsiona1 de las formas y funciones estatales (en constante camblO) en relaclon con la acumulacion de capital, la reproduccion social, la escala y la gobernanza. La primera dimension se refiere a los papeles distintivos del Est~do pa.ra asegurar las condiciones para1a improbable perpetuacion de los negoclOs pnvados ren­tables, desde el punto de vista de los capitales particulares y del capital en general. Este es el campo de 1a politica economica. Es im~~rtante porque las fuerzas del mercado solas no pueden asegurar estas condlClOnes y deben ser complementadas con mecanismos que no son del mercado. La segunda dimen­sion se refiere a como se garantizan las condiciones para la problematica reproduccion de la fuerza de trabajo tanto diariamente co~o durante el ~urso de la vida e intergeneracionalmente, desde los puntos de Vlsta de los capltales

partic~lares, del capital en general 'f de los trabajadores (consi,d~rados .como trabaja'dores y como ciudadanos). Este es el campo de la pohtlca SOCl~ tal como se define eneste libro. Tiene importancia porque la fuerza de trabaJo es una mercancia ficticia, pues, aunque se compra y se vende en los mercados de trabajo y puede agregar valor a la produccion, no es producida ni reprod~cida directamente n:i en las empresas capitalistas ni a traves de elias, con llllras a obtener beneficios privados. La fuerza de trabajo entra en la economia de mer­cado desde fuera. Esto plantea problemas economicos respecto a su idoneidad individual y colectiva para las necesidades del capital y para su propia supervi­vencia en ausencia de un ingreso seguro u otros activos. Tambien crea proble­mas sociales respecto a 1a inclusion y la cohesion social, importantes, a su vez, para atraer inversiones. 19ualmente, produce problemas politicos relativos a la

legitimidad de la intervencion del Estado en esta area. La tercera dimension se refiere a la forma en que se introduce cierta cohe­

rencia estructurada en 1a organizacion escalar de estos dos grupos de activida­des a traves de arreglos espaciotemporales en los cuales, norma1mente, una de estas escalas es primaria. Asi, el aspecto central en este caso es la escala prima­ria (si es que existe) en la que se deciden las politicas economicas y sociales, incluso si se apoyan 0 ponen en prictica en otras (vease especialmente Collinge 1999)' Esto es importante porque las politicas econ6rp.icas y sociales s~n mediadas politicamente, y las escalas primarias de la organizacion POlitlCa

pueden no coincidir con las de la ~da econ6mica :Vsocial. La cuarta dimensi6n se refiere al principal mecanismo (si es que hay uno) para complementar la5 fuerzas de mercado, facilitandola rentabilidad capitalista y la reproduccion de la fuerza de trabajo. De manera mas general, se refiere tambien a como se man­tiene el peso relativo de estos modos de regulacion 0 gobernanza de fOrIna

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALISTA

coherente. Esto tiene importancia porque el Estado es s6lo uno en~re v~rios lIlecanismos a traves de los cuales se realizan intentos de superar los falios e insuficiencias del mercado. 'La dinamica general del capitalismo y la naturale­za de la sociedad en sentido amplio dependen de su particular mezcla de meca­pismos. Desplegando estas cuatro dimensiones, presentare a continuaci6n las caracteristicas clave del Estado nacional de bienestar keynesiano. explicare sus tendencias de crisis y senalare que esta siendo tendencialmente reemplazado por una nueva form,~ de regimen de bienestar.

NOTAS

1. La distinci6n entre sistema ymundo de La vida fue propuesta por Habermas (197$. 1987 Y 1996). Yo aniplio la idea de sistemas mucho mas alia de la pareja economia/sistema jutidico ' poHtico, inclu­yendo cualquier sistema autoorganizativo (0 autopoietico) con su propia racionalidad instrumental. su propia matriz institucional y sus propios agentes sociales que de manera delmer ada orientan sus acciones siguiendo el c6digo de dicho sistema. Mi interpretacion del mundo de la oida tambien es mas amplia que la inicialmente empleada par Habermas. La empleo aqui para referirme a todas las identidades. intereses. valores y convenciones que no estan direct.mente anclados a la logic~ de ningl1n sistema en particul.r y que sirven de sustrato y trasfondo a la interacci6n social en la vida diaria. incluyendo tanto ala enemistad y eJ ant.gonismo como ala intimidad y la solidaridad.

~. Con eI desarrollo continuo de la productividad y. consecuentemente. de la "produceion de riqueza". las normas sociales de consumo en las economias capitalist.s .vanzadas (tal como se reflejan en la cantidad y calidad de los hienes y servieios de consumo) tenderan a situarse muypor encima de cual­quier minimo de suhsistencia. EI que dicho incremento y la transformacion en estos valores de usa supongan tambien un. partieipaci6n m.yor en el valor aiiadido total de la producci6n. es un asunto completamente diferente que depende del result.do de luch.s politicas y economicas muy variadas dentro y mas alIi de las formaciones soeiales capitalistas avamadas (sohre la distincion entre rique­za yoalor. vease Postone '993). Mas aUn. incluso reconociendo I. tendeneiahacia una mayor riqueza en las sociedades capitalistas avanzadas. no deberiamas olvidar que ello depende de un. cada vez mayor divisi6n glohal del trabajo marcada por condiciones de trabajo. salatios y condiciones de vida enor­memente desiguales.

3. Las contradicciones estructurales suelen aparecer en. al menos. tres tipos de condiciones diferentes. En primer lugar. cuando la logica glohal de un conjunto institucional genera tenaencias de desarrollo opuestas (por ejemplo.la creciente socializaci6n de las fuerzas productivas frente aI permanente control privado de las relaciones de producci6n y de la apropiacion del excedente); en segundo lugar. cuando existe a1gful conflicto 0 tension entre las exigencias de la reproduccion del sistema y la logica de la accion

. individual (por ejemplo. can eI capital en general frente a los capitales particulares), y. en tercer lugar. cuando una relaci6n social aparece constituida de forma tal que tiende a provocar conflictos socialmen­te estructurados entre intereses inherentemente antag6nicos (por ejemplo. capital frente a trabajo).

4. Estamos en presencia de un dilema estrategico cuando los agentes se enfrentan a una eleccion tal que. dados los parametros y horizontes de accion. cualquier decisi6n que adopten (incluyendo la inactividad) soc.vara a1guna 0 algunas condiciones clave para su subsistencia y/o su c.p.cidad p.ra hacer efectivos un conjunto mas .mplio de intereses. Los dilemas pueden quedar definidos en dife­rentes niveles de accion individual y colectiva. Pueden tener soluciones parciales si se modifican la. condiciones 0 los horizontes parametricos de la acci6n. Por ejemplo. altern.ndo entre los dos lados del dilema. 0 mediante el aprendizaje estrategico basado en la iteracion. 0 difiriendo 0 desplazando las consecuencias adversas de un deteiminado curso de accion, etc.

5. EI termino "explotacion" se emplea aqui de forma moralmente neutra. 6. Est. "suhsunci6n real" (por emplear la terminologia de Marx) se ha extendido despues aI trabajo no

manual mediante el uso de maquinas de oficina intcligentes que controlan y regulan el trabajo no manual. Sin embargo. no es suficiente por si misma para .segurar la obediencia de Ja fuetza de trabajo. por 10 que aparece normalmente complementada por otras formas de disciplina y control.

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Page 30: 56395513 Robert Jessop Capitalismo y Tipo de Estado Capitalista

ROB~Rr JESSOP

que incluyen I. co.ccion. I. buroer';'ci •• los sueldos .soci.dos al rendimiento y los intentos de dear I. subjetivid.d de los trabajadores (vease Marsden 1999). .

7. Las rel.ciones de c1ase no ap.recen nunc. deiinidas exclusivamente en el nivel de las relacione • . economicas. sino que estan sobredeterminadas por la intervencion de estructuras juridico -politicas . e ideol6gic.s y por l.a articulacion de las clases al resto de categorias sociales. Es mas. des de el punto . de vista estI·.tegieo y/o tactico.los trabajadores.los capitalistas y otras fuerzas sociales pueden tra_ . tar de orga'nizar los mercados y procesos laborales en terminos de intereses a categonas diierentes. 10 que lleva a la segmentacion del mercado laboral y a Ia division asimetrica del trabajo.

8. Las innovaciones que permiten a una determinada empresa producir mercancias par debajo del liempo de trabajo socialmenle necesario habitual para elIas y/o mantener los cosIes de producci6n par debajo de la media. se Iransformaran en beneficios extraordinarios hasta que se generalicen redefiniendo as! 10 que se considera socialmente necesario. En esle sentido.la competicion capita­Iista se realiza en torno ala tasa media de beneficios.

9. Estas leyes y tendeneias ineluyen, (,) la creciente acumulaci6n de capital. es decir. la acumulaci6n de activos capitalistas por parte de empresas individuales mediante la reinversi6n de los beneficios ante~ riores; (~) la creciente importancia de las mejoras en la productividad ("plusvalia relativa") par oposi­ci6n al .umento de la jornada a esfueno laborales ("plusvalla absoluta") en la creaci6n del excedente; (3) la creciente necesidad de superar los obstaculos .Ia expansion capitalista que implica la baja ten­dencial de la tasa de ganancia. tendencia general que emerge del hecho de que todas las empresas tra­tan de oblener una ventaja competitiva sustituyendo el trabajo asalariado por maquinaria. a pesar de que eI trabajo asalariado es. segUn Marx. I. linica fuente. de beneficios del total de capital invertido para adquirir no 5610 bienes de capital y materi.s primas. sino tambien fuena de tTabajo; (4) I. creciente centralizacion del c.pital. es decir. la gestion de los activos propiedad de diferentes personas c empre­sas. par parte de una sola compania (par ejemplo. a traves de sociedades anonimas a bancos); (5) la cre­ciente separacion de propiedad legal y control efectivo de los medias de producci6n mediante el desarrollo de sociedades an6nimas y otras formas an:ilogas de organizaci6n de los negocios; (6) la crc­ciente importancia del credito para el funclonamiento del sistema capitalista. etc.

lD. La fuena de trabajo como mercancia ficticia es inusual a este respecto ya que no se produce como valor de cambio; y. ademas. su valor de uso en el capitalismo es su capacidad de producir valor de cambia.

11. Vease Cleaver sobre Ia forma salario: "Es precisamente porque los trabajadores tienen necesidades y carecen de los medios para producir 10 que necesitan par 10 que el capital puede vender los valores de usa y producir los que quiera. Es precisamente porque la fuena de trabajo es un valor de uso para el capital por 10 que es un valor de caniliio para el trabajo" ('979' 9~). .

'~. Este mismo principio se aplica cuando el dinero circula dentro de espacios plurinacionales tales como los imperios formales a informales dominados par un Estado. .

.13. EI concepto embed presenta algunas dificultades. Nacido en la geologia. su campo semantico. como en tantos otros. se ha desplazado hacia la informatica. En ella. entre otras casas. par ser Ia termino­logia propia de una gran empresa de software. se traduce par "incrustado" (y. a veces. por "empotr.­do"). En un sentido mas neutro. se podr!a traducirpor adscribir. integrar a agregar. Ahora bien. en estas traducciones se pierde la dimension fisica que la etimologia ingiesa otorga aI termino. EI con­cepto fue incorporado par Polany; en La gran transfolmaei6n ('944) para sefialar c6mo las acciones y las estructuras econ6micas estaban siempre y necesariamente integrado.. embebidas. incluidos. soportado.. empotradas a inerustadas socialmente. de manera que separarlas era un ejercicio valido s610 can fines analiticos. Par ella y par su relativa difusion. hemos utilizado aqui "incrustado" (y sus derivados). [N. de los IT.]

'4. Este razonamiento ace rca del dominio ecologico resultaria igualmente aplicable a otros tipos de fuenas sociales en otros tipos de ecologia social. tales como organizaciones y redes. Las organiza­ciones y las redes pueden ser Iambien mas 0 menos dominantes en sus respectivos mundos sociales.

'5. Para evitar malentendi!Ios. aelarare que esta afirmaci6n no implica que el Estado y el capital sean entidades completamer.!e aut6nomas y que. par tanto. el Estado sea capaz de intervenir desde una posicion totalmente exterior a un circuito de capital· exclusivamente economico para suspender I. realizaci6n completa de sus leyes de movimiento puramente economicas. Pre tendo. simplemente. subrayar que la reproducci6n del capitalismo depende siempre de unas condiciones extraeconomi­cas adecuadas. y que sus tendeneias s610 se realizan par completo en la medida en que la "acumula­ci6n par I •• cunmlaci6n" se convierte en principia dominante de socializaci6n.

,6. Esta jngeniosa expresi6n procede del comentario de Blilhdorn a Luhmann. pese a no reconocer 1a propia con~uci6n de Luhn;ann al anaIisis del dOminio ecol6gico (~ooo, 35

').

'7' Las estrateg.as de acumulac16n se formulan en escalas muy diferentes de la actividad economi­ca. des de las diversas unidades de una empresa. pasando por el sector a region. hasta el bloque

EL FUTURO DEL ESTADO CAPITALIST A

nacional 0 sup~a~acional . En .c~d.a c.so. son distintos los tipos de actores que de5empeil.a~ un papel pro~ago~st •. Pa~a un anaI,slS de las dimensiones de las estr.tegias de acumul.cion en el Dive! empresan~. ~ease W~l~S et ill! 1983 y. en el nivel sectorial. Ruigroky van Tulder '995.

lB. Para una cnllca estrateg.co-relaclOnal y una reinterpretaci6n de las instituciones y del significado del institucionalismo. vease Jessop ~OOlC. .

'9' l:'lax Web~r.distingui6. diferentes formas de capitalismo (par ejemplo. capitalismo de presa. capit.­Iis,,:o .pohllc?) '!"e. sm duda. podnan existir. y hasla prosperar. en ausencia de 10 que denomino aqulllpo capltallst~ d .. Estado (vease Weber 1978; y. para una buena discusi6n. Swedberg '998).

~o. Sabre el co~cepl~ mlclal de selectividad estructural. veanse Offe '97~ y Poulantzas 1978; p.ra un c?ncepto mas reClente de sele.c!ividad estrategica. desarrollado a partir del trabajo de Poulantzas. veanse Jessop 1985 y 1990b. .