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7 AÑOS BAJO EL MISMO CIELO

Valora las personas que te quieren porque no sabes cuando las puedes

perder

INTRODUCCION

Cuando somos niños, sentimos celos por nuestros hermanos, pero cuando crecemos nos damos cuenta de la gran importancia de ellos lo cual son la base de nuestra familia, al igual que nuestros padres, al inicio de la vida no tenemos idea de la importancia de ella, pero conforme el tiempo nos damos cuenta que es el regalo más grande que Dios nos dio.

7 AÑOS BAJO EL MISMO CIELO

Hoy viene a mi mente la fecha de mi hermanito, ¡Oh Dios! como olvidar ese día tan trágico en el que me arrebataron a mi hermanito. Sentí en ese momento morir

¿Por qué a mí me toco vivir esto?

¿Qué hice para que me pasara esto a mí?

¿Qué puedo hacer para recuperarlo?

¿Hermanito donde estas?

Desde ese día mamá Paulina no es feliz ni pa Felipe y más cuando la culpa fue mía por haberme llevado a mi hermanito sin el permiso de ellos y todo por un globo , como no ir yo sola y después entregárselo a mi Adriancito, mi hermanito, recuerdo bien ese momento en el que lo saque en su cochecito mientras mamá Paulina y Pa Felipe se disponían a hacer desayuno;

éramos la familia perfecta después de todo creo que lo de mi hermanito Adrian nos afecto tanto, como anhelo el día en que yo encuentre a Adriancito, la luz de mis ojos.

Todo comenzó así, en una tarde tan calurosa y hermosa solíamos cenar cuando Mamá Paulina Le dijo a Pa Felipe que tenía una buena noticia, nos reunió a mí y a Felipe para decirnos la gran noticia, en ese momento estaba entusiasmada por saber que era lo que Mamá Paulina nos diría pero luego decidió hablar a solas conmigo y me sentó en la cama, me acaricio el cabello y me dijo hija durante unos meses vas a tener un hermanito al cual tienes que querer y cuidar mucho.

En ese momento me sentí frágil porque pensé que Pa Felipe ya no me iba querer tanto y ya no iba a ser su princesita consentida e iba a tener la atención en el nuevo bebe sentí una especie de celos y muy enojada le dije a mamá Paulina no quiero que tengas un bebe me acosté en mi cama y me tape con mi cobija de princesitas que era un regalo que pa Felipe me había dado al igual que mi osito Teddy

que siempre me acompañaba cuando yo solía dormirme.

Esa noche mamá paulina salió de mi cuarto al ver el estado en el que yo estaba al momento en el que ella me dio la noticia.

A los pocos minutos me quede dormida y tuve un sueño tan horrendo, pensé que podría hacerse realidad ya que trataba del nuevo bebe, soñé en que pa Felipe y mamá paulina abrazaban y acariciaban mucho al bebe y a mi ya no me hacían caso , el bebe era la atención de la casa y a mí me robo el lugar que tenía también en una parte de mi sueño abrace al bebe y no sé porque si yo no lo quería pero al momento de abrazarlo le vi la cara y se burlaba de mi con una burla fea me asuste y lo deje caer mamá paulina y pa Felipe me comenzaron a regañar x haber dejado caer al bebe en ese momento de los regaños desperté llorando y grite a mi mamá paulina ella llego en cuanto pudo y me dijo:

¿Qué te pasa mi princesa?

Yo sin decir ni una palabra seguí llorando al fin de tanto llanto le dije con voz chillante mamá Paulina prométeme que no quedas mas al bebe que tendrás por favor no quiero que tu y pa Felipe lo quieran mas q a mi ahora solo estas viéndote tu estómago donde se encuentra ese bebe, Yo también soy tu hija acuérdate de mí, mamá paulina con tono sonriente me dijo no mi princesa ya lo veras te lo prometo , ahora duerme y sueña a las hadas mágicas a las que tanto coloreas en tus libros, está bien mamá Paulina le respondí mientras me limpiaba la cara de las lagrimas.

Después seguí pensando en el bebe y pues imaginándome cosas tan absurdas, pero luego se me olvido y me quede dormida. A la mañana siguiente mamá Paulina me grito y dijo:

Belén ven aquí hijita tienes que desayunar, yo tan entusiasmada me levante corrí hasta la cocina cuando de pronto vi a una muchacha que se encontraba en la cocina con mamá Paulina, la muchacha se acerco a mí y me dijo que linda eres niña me

alegro de poder ser tu niñera el día de hoy, yo me quede asustada y dije:

¿Mi niñera? fue cuando mamá Paulina me dijo:

si hijita es tu niñera y se llama Samanta ella te cuidara por hoy ya que tu papa y yo saldremos porque iremos a visitar al doctor para ver cómo va creciendo tu hermanito, en ese momento quise llorar porque por primera vez me dejaban con una niñera y no me llevaban con ellos. La niñera me dijo que tenía que tomar mi leche y luego irá ver televisión mamá Paulina se despidió de mí y me dijo adiós hijita te quiero mucho cuídate bueno tuve que aceptar la realidad de quedarme con una niñera y mi día fue triste ya que me sentía sola y nadie me abrazaba como lo hacia mamá Paulina y Pa Felipe pero pensé en ese momento en salir al jardín y quitar una de las rosa de mamá Paulina.

La niñera no se dio cuenta cuando Salí ya que ella se encontraba hablando por teléfono, cuando Salí quite un rosal luego pensé mamá Paulina no me regañara ya que soy su hija consentida y empecé a

quitar todos los rosales que se encontraban allí y después las hice pedacitos cuando mamá Paulina regreso se dio cuenta que en la entrada de la casa habían muchos pedazos de rosas y me llamo Belén ven aquí, cuando yo baje de mi cuarto ella me miraba muy feo, me asuste y le dije que pasa mamita ella me dijo que hiciste con mis rosales eran tan hermosas

¿Por qué lo hiciste?

¡Dime! y me apretó tan fuerte mi manita que me dolió y salí corriendo de la casa llorando sin decirle nada a mi mamita corrí hasta sus rosales y recogí unas de esas rosas algo marchitas, entre a la casa y le di a mamá Paulina un ramito y le dije que me disculpara y ella con arrepentimiento me abrazo y me dijo está bien mi princesa pero espero que no lo vuelvas hacer porque ahora mira como quedó nuestro jardín pero bueno pronto florecerán las matitas de nuevo.

De pronto vi que Pa Felipe no venía con Mamá Paulina y le dije:

Donde esta Pa Felipe mamita era la primera vez que yo le decía mamita porque nunca le había dicho así.

Mamá paulina me dijo que él se había quedado en su oficina trabajando porque lo habían llamado urgentemente y yo con la gran angustia le dije está bien mamita pero vendrá pronto Papito verdad que si mamita ella con una sonrisa me dijo:

si pero ahora ve a lavarte las manos que vamos almorzar, pero mientras que Samanta me cuente como te portaste el día de hoy, Samanta ni cuenta se había dado aun de los rosales y Mamá Paulina estaba enojada con ella porque se suponía que había llegado a la casa para cuidarme y no para quedarse de floja en la casa a Mamá Paulina le pareció tan raro ver que en la casa no estaba Samanta y me pregunto que si yo la había listo, le dije a Mamá Paulina que estaba hablando por teléfono cuando ella no estaba, y entonces Mamá Paulina fue en busca de Samanta pero que sorpresa se llevo que al entrar a mi cuarto descubrió a Samanta durmiendo en mi cama Mamá Paulina enojada le dijo:

¿Qué estás haciendo muchacha?

Ella del susto se levanto y dijo que pasa y fue entonces cuando mamá Paulina le dijo:

¿Qué hiciste todo el día porque no te fijaste de Belén ahora ve a ver que hizo con mis rosas?

oh mi jardín, pero bueno eso no me importa tanto solo imagínate que le hubiera pasado algo a mi hijita y tu durmiendo como si nada Samanta solo escuchaba a Mamá Paulina y agacho la cabeza sin mirarla, la cara de Samanta enrojeció y con voz chillona dijo:

Señora lo siento es que no le había comentado antes de que estoy embarazada y pues me imagino que por eso me quede dormida lo siento espero y me disculpe por lo ocurrido de hoy, Mamá Paulina le dijo:

Samanta y porque no me lo habías dicho antes pero bueno te acepto tus disculpas ya que yo también estoy embarazada y sé que eso si causa sueño pero también debes acostumbrarte porque no todo el tiempo te

la vas a pasar durmiendo y cuantos meses tienes le dijo mamá Paulina a Samanta y ella le respondió:

apenas 2 meses señora por eso no se me nota tanto, a pues qué barbaridad pues yo igual llevo dos meses dijo Mamá Paulina mientras me abrazaba y me besaba la frente, yo hice lo mismo la abrace y le di un beso en la mejilla, en ese momento Samanta dijo que lindas se ven señora usted y su niña a mi me encantaría tener gemelos un sueño que tanto anhelo y así poder salir con los dos en su cochecito pasearlos por el parquecillo y abrazarlos como usted abraza a su mina señora Paulina, mamá Paulina con una gran sonrisa le dijo:

Si eso es fantástico, ser madre es lo mejor que a nosotras las mujeres nos ha pasado ya que es un gran don que Diosito nos ha brindado por eso hay que pensar antes de actuar ya que por eso muchas niñas de muy temprana edad se embarazan sin tener aun esposo, pero bien y tienes esposo samanta le dijo Mamá Paulina y Samanta comenzó con un llanto y luego le dijo:

Señora yo estaba tan enamorada de un joven luego íbamos tan bien cuando él me lleno de mentiras y me dijo que quería formar una familia conmigo a mamá paulina le dio tanta lastima Samanta que termino abrazándola pero lo bueno es de que tienes a alguien quien te va ayudar le dijo mamá Paulina y Samanta dijo no señora estoy sola y bueno mamá Paulina termino creyéndole. Yo veía algo raro en Samanta porque cuando mamá Paulina la abrazo ella voltio la cara por otro lado y se comenzó a reír yo me asuste y samanta me miraba tan feo, le dije a Mamá Paulina que tenía hambre con tal de que ella me sacara del cuarto donde estaba samanta.

Al atardecer después de todo llego pa Felipe y como siempre me abrazo y me beso en la mejilla yo le correspondí y luego el me dijo que yo tenía que irme acostumbrando porque desde ese día iba a tener una niñera a si pa ella me cuido hoy pero no me gusta es muy seria a veces pienso que me va regañar porque me mira muy feo pa Felipe me dijo:

no hija no pienses eso para eso estoy yo y tu mami por si pasa algo tu nos tienes que informar, en ese instante me sentí tan protegida y pensé que si me creerían por si Samanta me hacia algo pero luego dije entre mi que no tenia porque tener miedo si en algún u otro momento mamá Paulina estaría en la casa ya que no estaría saliendo todos los días bueno eso pensé hasta el otro día que me dieron la Noticia de que Mamá Paulina tenía que ir muy seguido al doctor porque ya tenía 4 meses de embarazo y por eso era necesario que ella fuera al doctor yo me sentí fatal porque estaría con samanta todo el tiempo, los meses pasaban muy rápido y mamá Paulina se entusiasmaba mas con el nuevo bebe.

Después de un tiempo ya me había acostumbrado a estar siempre con Samanta pero no me sentía nada bien porque ella lo único que hacía era regañarme hasta a veces había intentado pegarme yo como siempre nunca le dije a Mamá Paulina ni a Pa Felipe hasta que un día Mamá paulina vio que yo tenía un golpe fuerte en el brazo y muy asustada dijo: hijita que te paso porque tienes así tu

bracito yo con un tono chillante le dije a mamá paulina que me había caído en el jardín mientras jugaba aunque la verdad era otra,

Todos los días me despertaba muy temprano mamá Paulina para yo poder desayunar y poder estar con ella un buen rato, al buen rato llego la niñera a la que yo tanto miedo le tenía , mamá Paulina se dirigió al jaras con papa Felipe y se disponían a salir de nuevo se despidieron de mi se subieron al coche y se fueron como siempre de nuevo a quedarme con samanta era como estar sola de pronto samanta me llamo desde la sala yo algo asustada viaje y le pregunte qué era lo que necesitaba , ella con una gran voz me dijo ve asear tu cuarto y cuando termines bajas ayudarme a seguir limpiando la sala pero corre no te me quedes viendo con esa carita de niña inocente y ni se te ocurra decirle nada a tu papa porque luego el no te va creer niña mocosa, yo con cara asustada subí a mi cuarto como siempre siendo manipulada por una niñera hice lo que ella me pidió yo tenía siete años y aun así le temía a Samanta, después de todo

mamá paulina llego mas luego de lo que me imagine y desde afuera de la casa grito diciendo mi nombre y yo Salí corriendo con una gran sonrisa fingida ya que estaba asustada aun por lo que Samanta me dijo pero me sentí segura y feliz cuando mamá Paulina regreso a casa, Samanta en ese instante se despidió y se fue.

A la mañana siguiente le dieron la noticia a Mamá Paulina de que Samanta había sufrido un accidente el cual había perdido a su bebe Samanta desde ese entonces no volvió a ser mi niñera ya que había sufrido por la pérdida de su bebe en ese momento aproveche para decirle a mamá Paulina que samanta me pegaba y que me regañaba mucho mamá paulina con cara asustada y de duda me dijo:

¿Cómo?

¿Desde cuándo?

¿Por qué nunca me lo dijiste mi niña?

Yo solo respondí:

Por miedo ella me abrazo y me dijo:

Nunca más dejare con una niñera.

Yo con una gran sonrisa le respondí

Está bien mami eso espero te quiero mucho ella me respondió lo mismo con voz encantadora y al rato después llego pa Felipe y se entero de lo que le había pasado a Samanta.

Al día siguiente mama Paulina fue a visitar a Samanta y me llevo con ella al parecer si estaba mal, mama paulina le dijo:

¿Por qué le pegabas a Belén?

¿Qué te hizo ella?

Samanta se quedo callada y dijo con voz grosera:

Belén te arrepentirás eres una mentirosa

Yo me asuste por lo que ella dijo, en ese instante mama Paulina me dijo:

No le hagas caso Belén vámonos.

Cuando llegamos a casa papa Felipe había preparado algo de cenar, así que cenamos de una vez y luego a dormir.

Pasaba el tiempo mamá Paulina contaba con 8 meses de embarazo tan solo faltaba 1 mes y tenía yo un hermanito, pero aun no sabían si era niño o niña pero igual a mi no me importaba tanto porque estaba celosa de ese bebe pero tan solo un mes era muy poco pero en ese momento debía aprovechar a al máximo a mis papitos antes de que el nuevo bebe me quitara mi lugar.

El tiempo pasaba como el viento, tan rápido,

Mientras yo aun era una niña de 5 años ya a punto de cumplir 6, en el año entrante, aunque nunca me interese por ir a la escuela si no más estar con mi mamita.

Ya a punto de llegar la fecha de los nueve meses pa Felipe ya no iba a trabajar porque tenía que cuidar a mamá Paulina porque pronto vendría el día en el que el bebe iba nacer.

En una tarde muy calurosa solíamos estar viendo la televisión con mamá Paulina y pa Felipe cuando de pronto mamá Paulina dijo:

Felipe ayúdame me duele creo que el bebe ya va nacer en ese instante pa Felipe se dirigió rápidamente al teléfono llamando a la ambulancia, yo estaba asustada al ver en ese estado a mamá paulina y dije papito porque mamá paulina esta así el me dijo con voz angustiada:

Porque va tener a tu hermanito, pero no te preocupes ya vendrá la ambulancia mi niña, yo me sentí tan bien al saber eso porque pensé que mamá paulina se iba a morir porque se quejaba mucho, al buen rato llego la ambulancia papa Felipe fue el primero que se subió en ella, me llevo con él, me abrazo y me dijo:

No te preocupes nena todo va estar bien mamita se va recuperar pronto, cuando llegamos al hospital bajaron de inmediato a mamá Paulina pa Felipe como siempre me abrazo y entramos al hospital junto con mamá Paulina pero hubo un momento en el que una señorita vestida de blanco se acerco a pa Felipe y le dijo:

La niña no puede entrar a la sala de partos déjela aquí conmigo y usted entre porque tiene que apoyar a su esposa.

Yo me quede con la enfermera mientras miraba que todos se movían de un lado para otro, mientras o en ese momento asustada me puse a llorar la enfermera me dio una paleta para calmarme y así para que yo dejara de llorar, mas fue mi llanto porque pa Felipe ya no llego ahí conmigo y no sabía aun nada de mamá paulina, estuve mucho tiempo al lado de la enfermera y aun así nadie llego a buscarme y pensé

¿Dónde están?

¿Qué estarán haciendo?

¿Ya nació el bebe?

Preguntas que nadie me podía responder, Pasaba el tiempo y con más frecuencia yo me aburría la enfermera me dijo:

- ¿Cómo te llamas pequeña?

Y yo le respondí: - Me llamo Belén

- ¿Pero me puede decir donde están mis papitos? La enfermera con voz sonriente dijo: - ya vendrán niña solo tienes que esperar un rato mas y vendrán por ti.

Yo sin más que decirle a la enfermera no respondí y me senté en un banquito que estaba junto a una maceta que se encontraba en ese gran hospital.

Al tiempo después llego pa Felipe y yo corrí abrazarlo y él me dijo:

- Ya nació el bebe mi niña, ¡es un niño!

A mí, por supuesto, me invadieron los celos y sin decir nada abrace a pa Felipe muy fuerte y me quede dormida.

A la mañana siguiente escuchaba voces y me levante poco a poco, abrí los ojos y vi que estaba durmiendo a la par de mamá Paulina, abrí los ojos definitivamente y me quede viendo a mi alrededor, pero vi algo raro que aun seguíamos en el hospital mamá paulina tenía una bata blanca y pa Felipe estaba sentado a la par de ella, pero el bebe no estaba pensé que no había nacido aun pero mamá Paulina ya no tenía el gran bulto en el estomago.

En fin tenía muchas dudas, después de un gran rato entro una enfermera en el cuarto donde nos encontrábamos y traía en brazos un bulto pues yo no pensé que fuera a ser el bebe pero cuando la enfermera se lo dio a mama paulina, empezó a llorar fue ahí donde supe que el bebe ya había nacido y que tenía yo un nuevo hermanito.

Pa Felipe se acerco a donde estaba mama paulina y sonrió al ver al bebe yo no quise ni acercarme a verlo, como una niña de tan solo 6 años tenía celos por un bebe, al rato después mamá paulina me dijo:

- Ven Belén, acércate aquí está tu hermanito ven a conocerlo

Yo muy enojada y con ojos llorosos dije:

- No quiero

Mamá Paulina se asombro de mi reacción y pa Felipe se acerco a mí y me dijo:

- ¿Qué te pasa hijita, que tienes?

Yo sin decir ni una sola palabra me senté en el piso, Pa Felipe me abrazo y me llevo a

donde estaba la enfermera con la que antes me habían dejado.

Al pasar el día, pa Felipe llego a donde yo me encontraba y me dijo:

- No estés de mal humor nena ya nos vamos a ir mañana por la mañana, regresaremos a casa y volveremos a vivir como siempre.

Yo me sentí mas aliviada ya que volvería a mi casa, pues la verdad ya me había sentido tan aburrida estar ahí en ese lugar donde corren personas vestidas de blanco, llegan enfermos, hay sangre, me daba escalofríos.

Todo un caos, Pa Felipe se retiro de ahí donde yo estaba y pues yo buscaba con que distraerme, mire algo raro que estaba en una maceta y pues me acerque más para ver y me di cuenta que era una especie de silueta, la recogí y brillaba como el sol era algo hermoso, pensé en regalárselo a mamá Paulina cuando salimos del hospital.

Anocheció, pa Felipe llego a traerme ya que siempre me quedaba con la enfermera

ella era muy buena persona era de lo mejor así que me llevo a donde se encontraba mamá Paulina para yo poder dormirme con ella.

Pa Felipe se fue a dormir en un cuarto que había rentado a la par del hospital así que no estaba tan lejos de nosotras con mamá Paulina.

Al día siguiente me levante y me di cuenta que mamá Paulina seguía durmiendo y muy despacio me quite la sabana de encima, me baje de la cama y Salí con calma del cuarto donde estaba mamá Paulina.

Luego me di cuenta que Pa Felipe se acercaba así que me regrese al cuarto en cuanto pude pero pa Felipe llego directo a llamar a mamá Paulina y le dijo:

- Buenos días, ya es tarde, levántate porque recuerda que hoy nos vamos a regresar para a casa con nuestro bebé.

Yo me quede asombrada por lo que dijo pa Felipe porque a mí no me menciono en ese comentario.

Después mamá Paulina se cambio y ya tenía todo listo para regresar a la casa cuando llego una enfermera con el bebe y se lo entrego a mamá Paulina, ella con una gran sonrisa abrazo al bebe y dijo vámonos hoy es el día más importante de la familia.

Al tiempo después llegamos a casa y empezaron a darle leche al niño, a mi hermanito, aunque yo era celosa y siempre quería la atención de todos pero ahora ya no era igual porque el bebe me robo la atención de mis papitos.

Estábamos en el mes de diciembre se acercaba el siguiente año, y yo feliz porque iba cumplir 7 años aunque no iba a la escuela el mes de mi cumpleaños se acercaba era en marzo aquel mes tan importante para mi aunque aun así me sentía algo rara todo por un bebe.

Los meses pasaban tan rápido y llego el día de mi cumpleaños.

Desde muy temprano levante corrí hacia la sala para ver qué era lo que me habían preparado pero vaya mi sorpresa que nadie se había levantado aun, se me ocurrió ir al

cuarto de mamá Paulina y pa Felipe cuando vi desde la puerta que ya estaban despiertos pero estaban atraídos por el bebe el cual le habían puesto el nombre de Adrian, ya que el ya tenía 4 meses de haber nacido así que el ya se reía aunque yo nunca me había acercado a él y mucho menos abrazarlo, entre al cuarto de mamá Paulina y pa Felipe me subí a la cama y me acosté con ellos ni siquiera un feliz cumpleaños, nada, yo estaba sumamente enojada.

Porque no se acordaron de mi cumpleaños el día importante, a eso de las 10:00 am mamá Paulina llego a donde yo me encontraba en el jardín y me dijo:

- ¿Qué te pasa hija?- ¿Por qué estas así?

Yo muy enfadada y con los ojos llorosos le conteste:

- Tu solo por estar cuidando a ese bebé no te acordaste de mi cumpleaños hoy cumplo 7 años y ni mi pa y ni tú se recordaron, que malos son conmigo, ella me dijo:

- Hijita discúlpanos pero no creas que no nos acordamos porque tu regalo si lo compramos aquí esta.

Cuando vi en la mano de mamá Paulina había una cadenita muy hermosa con una imagen de Virgencita y me gusto tanto que en ese instante le dije pónmela mamá Paulina está muy linda, mamá Paulina me dijo:

Está bien nena ahorita y qué bueno que te haya gustado yo me sentí mejor no por el regalo sino que si se acordaron de mi cumpleaños, pero aun así era muy celosa con el niño Adrian, ese día termino bien pero la relación mía con el bebé no era bien porque yo ni me acercaba al bebe que era tan indefenso, al llegar la noche me fui a mi cuarto a dormir.

Al día siguiente mamá Paulina me gritaba desde la cocina, baje como pude y cuando entré me di cuenta que el bebé estaba en mi arañita y me sentí enojada le dije:

- Mamá Paulina esa arañita es mía Adrian no debe usarlo, mamá Paulina no

soportando la situación me sentó en una silla y empezó hablar conmigo

Y me dijo:

- Hija no sé porque te portas así Adriancito es un niño muy lindo al igual que tu, no sientas celos porque al igual que tu necesitaste cuidados Adriancito también los necesita, las cosas que antes eran tuyas ahora las puede usar el, porque como tú sabes no tenemos tanto dinero como para andar desperdiciando lo bueno que aun tenemos, a Adriancito lo queremos al igual que tu y no lo queremos más ni menos y espero que tu también lo quieras porque un hermanito es lo que muchos niños necesitan para jugar para divertirse y hacer cosas juntos , espero y lo cuides porque es el único hermanito que tienes.

Yo al escuchar las palabras de mi mamá Paulina me sentí triste y también segura porque ella me dijo que me quería igual que Adriancito eres me hizo sentir muy feliz y fue ahí donde empecé a querer abrazar a mi hermanito de tan solo 10 meses, el tiempo pasaba, Adriancito y yo crecíamos;

ya habían pasado 10 meses tan de pronto, el tiempo se iba volando, mas ahora yo quería mucho a mi Adriancito porque mamá Paulina tenía razón en todo, pues éramos la familia perfecta sin saber que de un día para otro desparecería.

Días después supimos de Samanta que por el gran accidente que había tenido quedo mal porque no aceptaba la verdad de que su bebe había muerto, según las personas que la habían visto solían decir que siempre andaba con un muñeco y se lo mostraba a la gente que según ella era su bebe, al parecer Samanta se había vuelto loca por la pérdida de su bebe.

Mamá Paulina decidió ir a visitarla y pues según lo que mamá paulina conto Samanta si estaba muy mal.

Todo iba bien pa Felipe iba a trabajar mamá Paulina se quedaba al cuidado de Adriancito y de mi y se disponía a asear la casa mientras yo cuidaba a Adriancito, Luego atardeció pa Felipe llego a casa saludándonos a todos y luego mamá Paulina empezó preparar la cena y se puso hablar con mamá Paulina yo de tan solo 7

años Salí sin que mis padres se dieran cuenta a comprarle un globo a Adriancito pero antes de salir me di cuenta que en la bolsa de mi suéter estaba el dije que yo había encontrado en la maceta y decidí ponérsela en la pulserita que Adriancito tenía en la muñeca.

Estábamos saliendo de casa y nadie se dio cuenta, estábamos retirados de la cosas con Adriancito cuando se nos acerco una mujer yo no me asuste ni nada, me dio un gran pánico porque me di cuenta que cuando se quito una gorra que llevaba tenia tapada la cara con una máscara tan fea así que me aleje con Adriancito en su cochecito, cuando la mujer se nos acerco mas y jalo con ganas el cochecito hasta llevárselo. Me asuste tanto porque se había llevado a Adriancito, me puse a llorar y salí corriendo para la casa, cuando llegué le dije a mamá Paulina, pa Felipe salió corriendo al instante pero no pudieron hacer nada más porque la mujer se había marchado; mamá Paulina lloraba y nadie la podía consolar yo sentía una gran culpa y decía en mi misma

-¿Por qué justo hoy cuando ya quería a mi hermanito?

Pa Felipe estaba tan dudoso y dijo:

-¿Que fuiste hacer ahí Belén?

-¿Quien se llevo a Adrian?

-¿Por qué te saliste sola con Adrian?

Yo estaba callada y no le respondía a Papa Felipe porque estaba asustada pero me di cuenta que era una mujer ya que llevaba un pantalón muy pegado y además llevaba una cola, le dije de inmediato a papá Felipe que era una mujer.

Papá Felipe de inmediato llamo a la policía y mas asustada aun tuve que decir cómo iba vestida esa mujer, todos los policías se retiraron de mi casa en cuanto pudieron y empezaron la búsqueda de Adriancito, mi hermanito, mamá paulina estaba destrozada y todo por mi culpa.

- Le arranque la felicidad a la familia perfecta ¡oh por Dios!

En ese instante pensaba en encontrarlo, abrazarlo y regresárselo a mamá Paulina,

pero no podía hacer nada, todo estaba en manos de la policía y ellos debían de hacer su trabajo.

Al día siguiente salimos a prender rótulos en cualquier lugar, con fotos de Adriancito en donde decía se busca, mamá Paulina, papá Felipe y yo no perdíamos las esperanzas de que algún día lo íbamos a encontrar.

Pasaban horas, días, meses incluso hasta años y ni aún así encontrábamos a Adriancito ya habían pasado 3 años mamá Paulina y papá Felipe no lo superaba, bueno tampoco yo.

Papá Felipe siempre iba a trabajar, mama paulina se quedaba en casa esperando llamadas o razones de Adriancito, yo como siempre salía al jardín a jugar y a pensar en ¿cómo pude dejar que se llevaran a mi hermanito? Preguntas tan insignificantes no pude hacer nada.

En ese momento paso una señora con una manta en la cabeza llevaba consigo a un niño como de una edad de 3 años, se dirigió a mí y me dijo:

¿Conoces algún hospital hijita?

Es que mi hijo se encuentra enfermo y necesito llevarlo para que lo revisen por favor dime, yo, como bien tenía 10 años, ya sabía y le explique a la señora ella me agradeció y se retiro, yo presentí algo raro porque:

-¿Cómo alguien que vive en el mismo lugar no sepa donde se encuentra el hospital?

Pero bueno de repente la señora era de otro lugar como no pensarlo, pero había algo en ella que me dejo duda porque no mostro la cara y el niño que llevaba consigo era tan lindo en ese instante me imagine que Adriancito podría estar de esa edad,

- pensamientos los míos. Yo sin decirle nada a mamá Paulina y a pa Felipe ya que ellos estaban ocupados en otras cosas, como buscar a mi hermanito y yo llegar a contarle cosas sin importancia pues era pérdida de tiempo para ellos, pero igual no me iban a creer de nada.

Yo a esa edad de 10 años estaba en el grado de cuarto primaria a veces asistía a clases y a veces, no porque no me llamaba

tanto la atención más que encontrar mi hermanito.

Pasaron dos años más y aun así no había razón alguna de mi Adriancito cuanto tiempo perdido, extrañaba a Adriancito después de que no lo quería, y ahora hasta lo extraño a veces lo imagino en mi arañita, mi niño, mientras mamá Paulina triste y todo por mi culpa nunca me dijeron que yo era la culpable pero igual sabía que si yo no lo hubiera sacado de casa no hubiera pasado nada y Adriancito seguiría aun con nosotros, las voces de culpa me seguían.

- no se ¿Por qué?

Paso eso o tales era parte de nuestra vida, para apreciar lo que uno tiene antes de que el destino se lo arrebate.

A Loa 12 años empecé a ir seguido a clases aunque todavía estaba en cuarto porque me salí a medio año de clase porque a veces asistía y a veces no, el siguiente año no entre a clases porque ya nada era igual y me dedicaba a estar en el jardín mas porque mis papás se mantenían mas en busca de Adriancito y ya no se dedicaban a

cuidarme. Entonces yo no quise estudiar ese año para llamar la atención de ellos pero aun así no les importó.

Al comienzo de año fui el primer día a clases me daba algo de vergüenza porque mis compañeros eran aun más pequeños que yo, Nadie se juntaba conmigo y yo siempre me mantenía sola.

Un día salí de receso y vi a un niño tan lindo sentado en la banqueta de la escuela, quise acompañarlo y me acerque a él, el pobre niño era tímido y al instante que me acerque se alejó, me acerque más aun de él y cuando le vi la cara me di cuenta que era el niño que hace dos años había visto que iba con la señora de la manta, en ese omento dije:

- ¿Hola niñito como estas?

¿Por qué estas solo?

El niño sin decirme ni una sola palabra volteo para otro lado ignorándome, yo lo comprendí porque estaba pequeñito y luego, volteó y me dijo:

¿Tu quien eres?

Yo con cara asombrada al escuchar su vocecita tan linda le dije:

- Soy una niña de cuarto primaria y quiero ser tu amiga. El niño en cuanto se sintió en confianza me dijo:

- Qué bueno porque no tengo amiguitos, pero tú eres muy grande para ser mi amiga.

En cuanto escuche eso me empecé a reír y le dije al niño que para ser amigos no se necesitaba ser del mismo tamaño ni de la misma edad, el niñito se comenzó a reír y dijo está bien, pero en ese momento le pregunte:

-¿Cuántos años tienes?

-¿Cómo te llamas?

-¿Dónde vives?

-¿Quién es tu mamá?

El niño dijo:

Tengo 5 años, vivo en la colonia “la esperanza” y mi mamita se llama Samanta

y mi nombre es Juan pero mi mamita me dice Juanito.

Al escuchar el nombre Samanta se me pusieron los pelos de punta, me asuste y pensé: será la misma mujer, pero luego recordé que hay muchas personas que tienen el mismo nombre y pues pensé que no podía ser, porque además Samanta no tenía hijos, porque el bebé que ella estaba esperando se había muerto en el accidente. Pero le dije:

Vivimos en la misma colonia que suerte

Pero luego le dije:

-¿Si tienes 5 años es porque acabas de entrar a la escuela y aun estás en kínder o me equivoco?

El niño me respondió:

-Si apenas hoy vine a la escuela pero me siento solo porque no conozco a nadie de mi aula y me siento triste porque mi mamita esta enferma.

Yo me sentí feliz porque ver a ese niño era como estar con Adriancito.

Yo le dije a Juanito:

-No te preocupes yo seré tu amiga desde hoy. Vi la gran felicidad de Juanito reflejada en su rostro y sin decir mas no quedamos sentados en la banqueta cerca del patio de la escuela.

Después de estar con Juanito tocaron el timbre el salió corriendo hacia su aula y no le pude preguntar mas, yo me dirigí a mi aula y me quede pensando que mi Adriancito podría estar de esa edad y justo de ese tamaño.

Cuando Salí de clases no vi a Juanito, pero aun así me dirigí a mi casa, al llegar le dije a mamá Paulina lo que yo había visto del niñito nuevo ella con una sonrisa y lágrimas en los ojos me dijo:

- Qué bueno que hayas encontrado un amiguito, aunque me hubiera gustado que mi Adriancito fuera tu amiguito, pero yo se que algún día lo vamos a encontrar.

Yo me sentí triste y abrace a mama Paulina le dije:

- No llores mamá Paulina ahora que estoy estudiando te ayudare y yo se que si encontraremos a Adriancito mi hermanito del alma.

Al atardecer pa Felipe como siempre llegaba de su trabajo cansado, solo cenaba y se iba a dormir así que no me dio tiempo a que yo le pudiera contar de lo de Juanito, me fui acostar recé antes de dormir y le pedí a Dios que pudiéramos encontrar a Adriancito porque él era el complemento que le hacía falta a la familia.

Adriancito parecía como una aguja perdida en un pajar, porque nunca nos dieron razón de él.

A la mañana siguiente me levante muy temprano me dirigí hacia el baño me lave la cara, me cepille los dientes, me peine y luego me dirigí a la cocina me prepare unos sándwiches, me despedí de mamá Paulina ya que ella seguía durmiendo y papá Felipe igual ya que era su día libre de trabajo.

Me fui a la escuela paso el autobús escolar por mí, mientras iba en el autobús yo me

distraía viendo las casas y a las personas que pasaban, pero en el transcurso del camino vi a Juanito que iba con una señora que se dirigían rumbo a la escuela, pero la señora era muy rara, era la mama de Juanito, ella llevaba una manta en la cabeza, y justo los dos años anteriores ella solía usar esa manta, yo no entendía por qué y creía que ella escondía algo.

Al llegar me baje del autobús, entre a la escuela y me dirigí a mi aula, todos mis compañeros estaban molestando, tiraban bolas de papel y era un escándalo, el tiempo transcurría muy rápido mi relación de amistad con Juanito era muy buena, no sé porque pero había algo que me unía a Juanito hasta a veces el me decía:

- Me gustaría que tú fueras mi hermana,

Cuando el me dijo eso me acorde de Adriancito como anhelaba que algún día lo pudiera yo encontrar y que él me pudiera decir hermana,

Yo me quede mirando fijamente a Juanito y le dije:

-Qué lindo, pues a mí también me gustaría ser tu hermana, pero somos amigos y eso es lo importante.

En un abrir y cerrar de ojos pasaron dos años más y aun así Juanito y yo éramos tan amigos como el primer día, yo estaba en sexto y Juanito en segundo, siempre a la hora de receso salíamos al patio a jugar y cuando llegaba la hora de salir su mama lo iba a recoger y yo me iba en el bus escolar.

Un día estábamos aun saliendo de clases y Juanito se despidió de mí, yo con la curiosidad de conocer a la Mama de Juanito me acerque vaya fue mi sorpresa que era Samanta mi niñera me asuste y salí corriendo hacia mi casa.

Cuando llegue no pude esperar ni un minuto más y le conté a mama de que Samanta tenía un hijo de 7 años Mamá paulina sospecho de ella y dijo:

¡Como Samanta tiene un hijo!

-Pero si el bebé que ella esperaba murió

Como papá Felipe se encontraba en la casa le dijo a mamá Paulina:

No saques conclusiones tu misma aun no sabes si es de ella o simplemente es niñera de nuevo, mama paulina no se tranquilizaba y creía que Juanito podría ser su hijo.

Pero Papá Felipe para que mama Paulina se sintiera conforme llamo a la policía para que ellos hicieran su trabajo.

La policía llego a casa de samanta la interrogó pero aun así no podían saber si ese niño era de ella, se lo llevaron, doctores le hicieron pruebas de ADN.

Al día siguiente llegaron a casa unos policías y le dieron unos papeles a mama Paulina y al abrirlo se dio cuenta de que Juanito no era hijo se Samanta y mamá Paulina pensó en ese momento que Samanta podría haber sido la ladrona de aquel bebe de tan solo 10 meses de edad.

Juanito era un niño robado y mama Paulina insistió a que a ella le hicieran pruebas de ADN porque según ella su instinto de madre le decía que Juanito era su hijo.

Yo me sentí dudosa al igual que papa Felipe pero los policías se llevaron a mamá

Paulina a un laboratorio por las pruebas de ADN, papá Felipe y yo solo esperábamos que mama paulina regresara pero lamentablemente no regresaron ese mismo día.

Al día siguiente tocaron el timbre, yo Salí corriendo desde mi cuarto para abrir la puerta,

¡Vaya fue mi sorpresa! mama paulina venia y traía agarrado de la mano a Juanito. El era mi hermanito perdido y yo nunca me di cuenta según mamá Paulina, se llevaron a Samanta a la cárcel y estas fueron sus palabras hacia la familia:

-Esta era mi venganza separar a su familia al quitarles a Adriancito al que ahora se llama Juanito tal vez regreso con ustedes por ahora pero estuvo conmigo 7 años.

Nunca pensé que Samanta fuera cumplir su venganza, todo por mi culpa si yo desde un principio le hubiera dicho s mama paulina no hubiera sucedido esto.

Según los policías Samanta estaba loca y por eso había cometido ese crimen de robarse a Adriancito, Juanito aun no

entendía pero aun así le fuimos explicando y se fue acostumbrando a estar con nosotros mamá paulina estaba feliz al igual que papa Felipe nunca pensé que todo el tiempo estuve tan cerca de mi hermanito y hasta hoy lo supe, después de tantos celos hacia aquel inocente bebé supe que un hermano era la mejor bendición que Dios nos pudo haber regalado.

Adriancito (Juanito) siempre me decía que se le cumplió su deseo de que yo fuera su hermana y siempre que me dice eso me siento tan feliz de que lo hayamos encontrado y hasta ahora nos hemos quitado la angustia.

Porque el huevito que un día desapareció de su nido, regreso con alas al nido donde pertenecía.

Después de que mi hermano se perdió, sufrí al igual que mis padres, pero ahora regreso lo que un día, se habían robado y le pertenecía a mi familia.

Cuando Adriancito volvió a casa ya tenía 7 años, y esos siete años no los vivió como

debía de ser con su familia, pero ahora vamos a recuperar el tiempo perdido y a disfrutar el regalo tan grande que Dios nos dio, la vida.