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jueves 26 de agosto de 2010 EL IBÉRICO www.eliberico.co.uk 8 OPINIÓN “Yo amo el jamón y el pan un- tadico con tomate, yo amo el ja- món…” Así comienza la famosa canción de Los Berzas, esa des- tartalada letra que habla del jamón como si de un manjar de otra épo- ca se tratara. Me acuerdo en estos días de ellos porque, a veces, se me ocurre ponerme a componer canciones cuando veo esas de- sastrosas propuestas de paellas o croquetas de jamón o qué decir de las albóndigas que probé un día en una cadena de restaurantes muy conocida en la capital británica. ¿Alguna vez han visto una paella con chorizo en España? Es cierto que para eso de las paellas, cada ciudad, cada pueblo, cada ma- dre…tiene su manera de preparar- la. Hay quien la hace con conejo y pollo; otros la preparan sólo con pescado, a veces se mezcla todo junto. He probado incluso pae- lla de pato, que estaba riquísima, y una vez comprendí lo que era estar cerca del cielo con una que preparó mi madre precisamente con pato, gallina y alcachofas… Y es que mi madre no es una cual- quiera. Pero Londres sí está lleno de cualquieras, porque mezclar chorizo con esa especie de mez- cladillo amarillento, abundante en colorante, nada tiene que ver con las paellas de toda la vida. El que no respeta el sofrito tendría que ser crucificado por las altas instancias culinarias. Un día me atreví a probar una en Portobello Road. ¿Saben lo que hice? Des- pués de probar la primera cucha- rada inmediatamente volqué el contenido del recipiente en una papelera. Algunos pensarán que quizá soy un sibarita pero no po- día permitirme el lujo de intoxicar mi estómago con un preparado marrón claro cuyo sabor distaba, de lejos, de parecerse al de una paella. No estamos hablando de seguir las recetas de hidrógeno líquido que propagan los gurús de la co- cina española. Es cierto que los grandes cocineros españoles han logrado alcanzar un gran prestigio internacional haciendo tortillas de patatas con los huevos convertidos en espuma y cebolla caramelizada. He llegado a ver una tortilla con todos su ingredientes separados en un mismo plato. Pero tampoco hay que pasarse, simplemente estamos hablando de traer a este país la au- téntica comida española. Gracias a dios, en Londres, encontramos restaurantes de la talla de Ibéri- ca, Cambio de Tercio, Barrafina o Lola Rojo, en los que puedes encontrar lo mejor de esa cocina tradicional presentada de una for- ma atractiva y sofisticada. Pero me da rabia que con lo fácil que es hacer una paella, haya algunos que insulten a un plato que nos ha hecho tan famosos. Lo más simple es, a veces, lo más rico y por eso me quedo con lo auténtico, con la paella de verdad y con el jamón y el pan untadico con tomate… Dubai, multas por comer, beber o fumar en público durante el Ramadán Con la paella no se juega momento, ya sea en el coche, en la playa o in- cluso en casa. Si es audible para otros, puede llegar a ofender. Bajo mi punto de vista, todo lo mencionado es de sentido común, es un mes sagrado y por consiguiente, el silencio, la oración y el respeto son los principales ingredientes. En mi opinión, Dubai, es uno de los lugares más interesantes del mundo, me apasiona esa mezcla occidental y exótica y su evolución es sorprendente. Debemos recordar que Dubai no era más que un pequeño asentamiento humano a orillas del golfo Arábigo, sustentado por la pesca y el comercio de piedras preciosas. Los Emiratos Árabes Unidos en sí existen hace tan sólo tres décadas y hoy es una de las principa- les potencias económicas del mundo; en poco tiempo pasó de ser de un pequeño reino de nó- madas a una potencia petrolera. Actualmente aspira a convertirse en uno de los centros turís- ticos y financieros más importantes del globo, y ya tiene una cara que deslumbra al mundo entero. De hecho, se prevén diez millones de turistas de todos los rincones del mundo dentro del 2010 y los españoles forman parte de la lista de visitantes, los cuales quizás desearán que- darse un tiempo, bien para trabajar o estudiar la lengua árabe. El Centro de Negocios de ICEX en Dubái, dependiente de la Oficina Económica y Co- mercial de España, abrió sus puertas al público en 2009. Aquí se facilita apoyo institucional y asesoramiento comercial para que las empresas españolas desarrollen con éxito sus actividades. Si quieres visitar un lugar donde se junta oriente y occidente, donde la religión y la cultu- ra te enriquecerán enormemente y donde brilla el sol los 365 días del año y donde los sueños se convierten en realidad, ve a Dubai, la perla del Golfo Arábigo, y una de las ciudades más sorprendentes del Medio Oriente. Si te preguntas qué tiene esta ciudad de los Emiratos Árabes Unidos para que todos hablen de ella, si has oído rumores o has visto algún documental en televisión, sigue leyendo y en- contrarás todas las respuestas. Dubái tiene, en- tre muchas otras cosas, uno de los pocos hote- les de siete estrellas del planeta, Burj Al Arab; un archipiélago en construcción llamado The World, que recreará a escala los cinco conti- nentes y cuyos terrenos ya están siendo adqui- ridos por celebridades y millonarios y, desde el 4 de enero de 2010, la torre más alta del mundo, Burj Khalifa. Dubai es la mezcla del mundo del Islam, ul- tra modernidad y opulencia; es como si fuese el punto intermedio entre oriente y occidente; no es una ciudad de otro mundo, aunque a veces parece que lo sea. Allí me encontraba yo el 11 de agosto, pri- mer día de Ramadán, y aunque estoy muy fami- liarizada con el Islam y había estado en Dubai varias veces, nunca había vivido el Ramadán tan de cerca en un país musulmán. Como todos debéis saber, durante el Rama- dán, los musulmanes de todo el mundo realizan un ayuno diario desde antes del alba hasta la puesta del sol. El objetivo del ayuno es enseñar- le a uno la paciencia y la humildad, así como un recordarnos lo afortunados que somos y hacer hincapié en la ayuda al necesitado y aquellos con menos suerte que nosotros. Os preguntaréis cómo se vive el Ramadán en Dubái. Bueno, supongo que como en cualquier otro país musulmán. La verdad es que es inte- resante ver esta ciudad desde el punto de vista religioso, pues es aquí donde se ve la mayor diferencia con los países occidentales. De en- trada, las empresas están obligadas por ley a re- ducir la jornada laboral de 2 horas por día para todos los empleados; es ilegal comer, beber o fumar en público durante las horas del día. Se conocen casos en los que se han puesto multas de hasta 2.500 dírhams o incluso días de prisión en la cárcel hasta finalizar el mes sagrado. Por respeto y cortesía uno debe vestirse de manera más conservadora durante el Ramadán y no se debe jurar en público. La blasfemia está mal vista en el mejor de los casos, pero durante el mes sagrado es particularmente insultante. No se debe tocar música muy alta en ningún Director Paco de la Coba [email protected] eDitor Beatriz García [email protected] Diseño Edgar Izquierdo [email protected] Marketing Angélique Bergé [email protected] colaboraDores Gema Moral Fernando García Zurro Mónica Romero Berta Barona Rebeca Collado Jimena Gorráez Eloy Sánchez-Bernabéu Elia Jurado Luís Domínguez Valeria Perasso Natalia López Puertas PubliciDaD [email protected] Dirección Postal De la Coba Media LTD 6th Floor, International House 223 Regent Street W1B 2QD London teléfono 02072521230 / 07766260231 fax 02075441090 iMPriMe News Fax International (Unit7, Beam Reach Business Park, Consul Avenue, Rainham, RM13 8G) Teléfono +44 (0)20 3006 9000 Los textos de los colaboradores son responsabilidad única y exclusiva de ellos mismos. Algunas fotografías han sido tomadas de sitios web donde no se requerían derechos de autor. EL IBÉRICO El periódico en español de Londres GRATUITO Mónica Romero Camps [email protected] www.spanishexpress.co.uk

8. El Ibérico - Dubái

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jueves 26 de agosto de 2010 EL IBÉRICO

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8 OPINIÓN

“Yo amo el jamón y el pan un-tadico con tomate, yo amo el ja-món…” Así comienza la famosa canción de Los Berzas, esa des-tartalada letra que habla del jamón como si de un manjar de otra épo-ca se tratara. Me acuerdo en estos días de ellos porque, a veces, se me ocurre ponerme a componer canciones cuando veo esas de-sastrosas propuestas de paellas o croquetas de jamón o qué decir de las albóndigas que probé un día en una cadena de restaurantes muy conocida en la capital británica.¿Alguna vez han visto una paella con chorizo en España? Es cierto que para eso de las paellas, cada ciudad, cada pueblo, cada ma-dre…tiene su manera de preparar-la. Hay quien la hace con conejo y pollo; otros la preparan sólo con pescado, a veces se mezcla todo junto. He probado incluso pae-lla de pato, que estaba riquísima, y una vez comprendí lo que era estar cerca del cielo con una que preparó mi madre precisamente con pato, gallina y alcachofas… Y es que mi madre no es una cual-quiera. Pero Londres sí está lleno de cualquieras, porque mezclar chorizo con esa especie de mez-cladillo amarillento, abundante en colorante, nada tiene que ver con las paellas de toda la vida.El que no respeta el sofrito tendría que ser crucificado por las altas instancias culinarias. Un día me atreví a probar una en Portobello Road. ¿Saben lo que hice? Des-

pués de probar la primera cucha-rada inmediatamente volqué el contenido del recipiente en una papelera. Algunos pensarán que quizá soy un sibarita pero no po-día permitirme el lujo de intoxicar mi estómago con un preparado marrón claro cuyo sabor distaba, de lejos, de parecerse al de una paella.No estamos hablando de seguir las recetas de hidrógeno líquido que propagan los gurús de la co-cina española. Es cierto que los grandes cocineros españoles han logrado alcanzar un gran prestigio internacional haciendo tortillas de patatas con los huevos convertidos en espuma y cebolla caramelizada. He llegado a ver una tortilla con todos su ingredientes separados en un mismo plato. Pero tampoco hay que pasarse, simplemente estamos hablando de traer a este país la au-téntica comida española. Gracias a dios, en Londres, encontramos restaurantes de la talla de Ibéri-ca, Cambio de Tercio, Barrafina o Lola Rojo, en los que puedes encontrar lo mejor de esa cocina tradicional presentada de una for-ma atractiva y sofisticada. Pero me da rabia que con lo fácil que es hacer una paella, haya algunos que insulten a un plato que nos ha hecho tan famosos. Lo más simple es, a veces, lo más rico y por eso me quedo con lo auténtico, con la paella de verdad y con el jamón y el pan untadico con tomate…

Dubai, multas por comer, beber o fumar en público durante el Ramadán

Con la paellano se juega

momento, ya sea en el coche, en la playa o in-cluso en casa. Si es audible para otros, puede llegar a ofender.

Bajo mi punto de vista, todo lo mencionado es de sentido común, es un mes sagrado y por consiguiente, el silencio, la oración y el respeto son los principales ingredientes.

En mi opinión, Dubai, es uno de los lugares más interesantes del mundo, me apasiona esa mezcla occidental y exótica y su evolución es sorprendente. Debemos recordar que Dubai no era más que un pequeño asentamiento humano a orillas del golfo Arábigo, sustentado por la pesca y el comercio de piedras preciosas. Los Emiratos Árabes Unidos en sí existen hace tan sólo tres décadas y hoy es una de las principa-les potencias económicas del mundo; en poco tiempo pasó de ser de un pequeño reino de nó-madas a una potencia petrolera. Actualmente aspira a convertirse en uno de los centros turís-ticos y financieros más importantes del globo, y ya tiene una cara que deslumbra al mundo entero. De hecho, se prevén diez millones de turistas de todos los rincones del mundo dentro del 2010 y los españoles forman parte de la lista de visitantes, los cuales quizás desearán que-darse un tiempo, bien para trabajar o estudiar la lengua árabe.

El Centro de Negocios de ICEX en Dubái, dependiente de la Oficina Económica y Co-mercial de España, abrió sus puertas al público en 2009. Aquí se facilita apoyo institucional y asesoramiento comercial para que las empresas españolas desarrollen con éxito sus actividades.

Si quieres visitar un lugar donde se junta oriente y occidente, donde la religión y la cultu-ra te enriquecerán enormemente y donde brilla el sol los 365 días del año y donde los sueños se convierten en realidad, ve a Dubai, la perla del Golfo Arábigo, y una de las ciudades más sorprendentes del Medio Oriente.

Si te preguntas qué tiene esta ciudad de los Emiratos Árabes Unidos para que todos hablen de ella, si has oído rumores o has visto algún documental en televisión, sigue leyendo y en-contrarás todas las respuestas. Dubái tiene, en-tre muchas otras cosas, uno de los pocos hote-les de siete estrellas del planeta, Burj Al Arab; un archipiélago en construcción llamado The World, que recreará a escala los cinco conti-nentes y cuyos terrenos ya están siendo adqui-ridos por celebridades y millonarios y, desde el 4 de enero de 2010, la torre más alta del mundo, Burj Khalifa.

Dubai es la mezcla del mundo del Islam, ul-tra modernidad y opulencia; es como si fuese el punto intermedio entre oriente y occidente; no es una ciudad de otro mundo, aunque a veces parece que lo sea.

Allí me encontraba yo el 11 de agosto, pri-mer día de Ramadán, y aunque estoy muy fami-liarizada con el Islam y había estado en Dubai varias veces, nunca había vivido el Ramadán tan de cerca en un país musulmán.

Como todos debéis saber, durante el Rama-dán, los musulmanes de todo el mundo realizan un ayuno diario desde antes del alba hasta la puesta del sol. El objetivo del ayuno es enseñar-le a uno la paciencia y la humildad, así como un recordarnos lo afortunados que somos y hacer hincapié en la ayuda al necesitado y aquellos con menos suerte que nosotros.

Os preguntaréis cómo se vive el Ramadán en Dubái. Bueno, supongo que como en cualquier otro país musulmán. La verdad es que es inte-resante ver esta ciudad desde el punto de vista religioso, pues es aquí donde se ve la mayor diferencia con los países occidentales. De en-trada, las empresas están obligadas por ley a re-ducir la jornada laboral de 2 horas por día para todos los empleados; es ilegal comer, beber o fumar en público durante las horas del día. Se conocen casos en los que se han puesto multas de hasta 2.500 dírhams o incluso días de prisión en la cárcel hasta finalizar el mes sagrado.

Por respeto y cortesía uno debe vestirse de manera más conservadora durante el Ramadán y no se debe jurar en público. La blasfemia está mal vista en el mejor de los casos, pero durante el mes sagrado es particularmente insultante. No se debe tocar música muy alta en ningún

Director Paco de la Coba

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Beatriz Garcí[email protected]

DiseñoEdgar Izquierdo

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Angélique Bergé[email protected]

colaboraDoresGema Moral

Fernando García ZurroMónica Romero

Berta BaronaRebeca Collado

Jimena GorráezEloy Sánchez-Bernabéu

Elia JuradoLuís DomínguezValeria PerassoNatalia López [email protected]ón PostalDe la Coba Media LTD6th Floor, International House223 Regent StreetW1B 2QD London teléfono02072521230 / 07766260231 fax 02075441090iMPriMeNews Fax International (Unit7, Beam Reach Business Park,Consul Avenue, Rainham, RM13 8G) Teléfono +44 (0)20 3006 9000Los textos de los colaboradores son responsabilidad única y exclusiva de ellos mismos. Algunas fotografías han sido tomadas de sitios web donde no se requerían derechos de autor.

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