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Autor: Igarza, Roberto. 2008. MOVIL, DIGITAL Y ENTRETENIDO: LA SOCIEDAD DEL OCIO INTERSTICIAL ¿Por qué todo lo que pueda ser digital y móvil lo será? El conocimiento científico-tecnológico ha ingresado en una espiral de crecimiento exponencial. El saber humano se expande a gran velocidad. Como nunca antes, la frontera del conocimiento se desplaza constantemente. Cada vez se amplían mas las fronteras de lo posible y es más difícil diferenciar lo que es el fruto de la imaginación humana de lo que puede ser realmente factible en un futuro próximo. Pero esta capacidad aumentada que hace que tengamos la sensación de saber hacia dónde vamos, aquello que la Humanidad es capaz de alcanzar en el futuro visible, no es tan útil ni práctica a la hora de proyectar cuándo los cambios se producirán. Nos resulta aun extremadamente difícil saber cuándo los objetivos considerados factibles acontecerán, sobre todo cuando se trata de cambios culturales y sociales. Hemos demostrado más pericia para saber lo que vendrá que visión acerca de los plazos de cuándo sucederá. Como decía Arthur Clarke, a quien se le adjudica haber tenido la idea de un sistema satelital geoestacionario poco después de la segunda guerra mundial, lo que resulta muy difícil es saber cuándo los próximos cambios tendrán lugar. Cuando propuso sus ideas acerca del sistema satelital, afirmaba que podría realizarse en “algunas pocas décadas”, lo que era más una premonición que el resultado de una proyección científica. En la práctica, en solo dos décadas el sistema que había imaginado ya estaba funcionando. 1 Esta incerteza es más evidente en el campo de las comunicaciones. Somos esencialmente una especie urgida por la comunicación. Si algo es tecnológicamente factible, lo será. Si ese algo promueve la comunicación entre las personas, lo será antes de lo proyectado. Y como nada o casi nada es actualmente tecnológicamente irrealizable, si su concreción promueve la comunicación entre las personas, aun cuando implique una forma de hacerlo desconocida hasta ahora, tiene más posibilidades de concretarse con anterioridad a lo presupuestado que las innovaciones tecnológicas destinadas a la mejora en la producción o a la conquista del espacio. Internet es un éxito aunque su historia esté repleta de fracasos. La caída estrepitosa de marzo de 2000 con la explosión de la burbuja que representó el crash bursátil más grande de la 1 Clarke, Arthur C. Communicating:Join The Planetary Conversation. Forbes, 24 de octubre de 2005. Consultado en http://www.forbes.com/2005/10/19/clarke-arthur- communications_comm05_cx_ac_1024clarke.html el 19 de enero de 2007. 1

“A fin de año habrá 190 millones de usuarios de … · Web viewSolo un andamiaje invisible de naturaleza hertziana que ofrezca a todos una interconectividad n-n puede subsidiar

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Autor: Igarza, Roberto. 2008.MOVIL, DIGITAL Y ENTRETENIDO: LA SOCIEDAD DEL OCIO INTERSTICIAL¿Por qué todo lo que pueda ser digital y móvil lo será?El conocimiento científico-tecnológico ha ingresado en una espiral de crecimiento exponencial. El saber humano se expande a gran velocidad. Como nunca antes, la frontera del conocimiento se desplaza constantemente. Cada vez se amplían mas las fronteras de lo posible y es más difícil diferenciar lo que es el fruto de la imaginación humana de lo que puede ser realmente factible en un futuro próximo. Pero esta capacidad aumentada que hace que tengamos la sensación de saber hacia dónde vamos, aquello que la Humanidad es capaz de alcanzar en el futuro visible, no es tan útil ni práctica a la hora de proyectar cuándo los cambios se producirán. Nos resulta aun extremadamente difícil saber cuándo los objetivos considerados factibles acontecerán, sobre todo cuando se trata de cambios culturales y sociales. Hemos demostrado más pericia para saber lo que vendrá que visión acerca de los plazos de cuándo sucederá. Como decía Arthur Clarke, a quien se le adjudica haber tenido la idea de un sistema satelital geoestacionario poco después de la segunda guerra mundial, lo que resulta muy difícil es saber cuándo los próximos cambios tendrán lugar. Cuando propuso sus ideas acerca del sistema satelital, afirmaba que podría realizarse en “algunas pocas décadas”, lo que era más una premonición que el resultado de una proyección científica. En la práctica, en solo dos décadas el sistema que había imaginado ya estaba funcionando.1 Esta incerteza es más evidente en el campo de las comunicaciones. Somos esencialmente una especie urgida por la comunicación. Si algo es tecnológicamente factible, lo será. Si ese algo promueve la comunicación entre las personas, lo será antes de lo proyectado. Y como nada o casi nada es actualmente tecnológicamente irrealizable, si su concreción promueve la comunicación entre las personas, aun cuando implique una forma de hacerlo desconocida hasta ahora, tiene más posibilidades de concretarse con anterioridad a lo presupuestado que las innovaciones tecnológicas destinadas a la mejora en la producción o a la conquista del espacio.

Internet es un éxito aunque su historia esté repleta de fracasos. La caída estrepitosa de marzo de 2000 con la explosión de la burbuja que representó el crash bursátil más grande de la historia evidenció las dificultades para entrever y ajustar expectativas y rendimientos de las innovaciones tecnológicas. Todos creían saber que Internet era el futuro y no estaban errados. Pero el plan ficcional del pensamiento utópico y del determinismo tecnológico se potenciaron para motivar la mayor ilusión global después del viaje a la Luna en los años 60. El error consistió en mal dimensionar los plazos, no la orientación. De hecho hoy, las tecnologías de Internet han demostrado cómo, prácticamente sin distinción, las diferentes civilizaciones y culturas humanas contemporáneas pueden adoptar rápidamente y apropiarse significativamente del útil tecnológico cuando éste introduce una facilidad para comunicar. Las tecnologías IP introdujeron mejoras sutanciales en muchas actividades humanas y un verdadero cambio de paradigma en muchas de ellas. Pero sus capacidades como plataforma de nuevos medios de comunicación humana atravesaron y superaron en mejores condiciones la debacle de 2000. El correo electrónico revolucionó la comunicación interpersonal y produjo un retorno impensado al intercambio epistolar después de dos décadas de crecimiento exponencial de la comunicación oral-telefónica. Las tecnologías IP que más se desarrollan son las que tienen un estrecho vínculo con la comunicación interpersonal. Los medios sociales sobreabundan y la mensajería instántanea no cesa de crecer, mientras la telefonía por Internet (Voice on IP) fuerza 1 Clarke, Arthur C. Communicating:Join The Planetary Conversation. Forbes, 24 de octubre de 2005. Consultado en http://www.forbes.com/2005/10/19/clarke-arthur-communications_comm05_cx_ac_1024clarke.html el 19 de enero de 2007.

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las reglas tradicionales del mercado telefónico. Internet está y seguirá estando en el centro de cualquier estrategia de convergencia en el ecosistema mediático. No caben dudas tampoco de su rol protagónico como plataforma metamediática para el desarrollo de la comunicación globalizada entre personas y grupos. Pero su éxito no debe esconder una historia que demuestra cuan dificil es establecer plazos para los cambios, sobre todo, cuando se trata de la adopción de nuevas formas de mediatización de la comunicación humana.

La historia de la telefonía móvil no puede ser comparada con la historia de Internet. Los dos son emblemáticos de la era digital que vivimos y ambos introducen cambios de paradigma cuyos efectos impactan social, cultural y económicamente en el desarrollo de nuestras sociedades tanto como se retroalimentan de los cambios que vivimos. La forma en que incluimos uno y otro en nuestras actividades sociales muestran cómo somos capaces de adaptarnos a las exigencias de un mundo-red en constante cambio. Pero las diferencias que los separan son numerosas. Internet es global. Nació como una metared para ser global, para dejar fluir el conocimiento sin limitaciones físicas ni geográficas, mientras que la TM nació sin vocación de atentar contra lo existente, contra la telefonía fija o contra otros medios de comjunicación humana. Solo se trataba de dotar a la telefonía hasta entonces fija con una capacidad de conectividad inalámbrica. Paradójicamente, la TM, nacida como una facilidad circunscripta a un territorio físico limitado o muy limitado, exigió el despliegue de una red ad-hoc de antenas portadoras, mientras que Internet, desde el inicio caracterizado como un verdadero cambio de paradigma, solo necesitó la computarización de los nodos de una red telefónica existente que, por otro lado, ya se estaba digitalizando a pasos agigantados.

Nacida para optimizar el servicio de comunicación telefónica, la TM usa redes locales sujetas a regulaciones nacionales, o regionales como en el caso de la Unión Europea. La globalización de las redes de telefonía móvil demandará la adopción de formas de regulación supranacionales, estándares más abiertos o compartidos y acuerdos globales entre grandes compañías y Estados nacionales, condiciones que Internet, por razones muy diversas y escasamente estudiadas, pudo eludir. Internet, como medio de interconexión personal, es el más desterritorializado y menos regulado que se conoce.

En la metared, los dispositivos que intervienen son evidentemente computarizados. La telefonía móvil, ofrece una mediatización débil y una experiencia tan poco computarizada como lo desee el usuario. Para su uso no es necesario contar con una alfabetización digital ni siquiera primaria. Mi padre, a los 86 años, sin haber usado nunca una computadora, comenzó a usar un teléfono digital. Mientras Internet nació en el mundo de las computadoras y se lo asocia determinísticamente a la Sociedad de la Información como su principal elemento impulsor, la TM introdujo una ruptura suave respecto de la telefonía tradicional, no requirió de sus usuarios la adquisición de nuevos conocimientos ni se mostró interesada por compartir el protagonismo de Internet y de la computadora en la SI. La TM nació como respuesta a las necesidades de movilidad y de comunicación interpersonal en desplazamiento. Pertenecía al mundo de la comunicación interpersonal, ajena a todo movimiento coyuntural de la SI.

Pero la telefonía nómada sigue ofreciendo una barrera de apropiación mucho menos exigente tecnológicamente. Mi padre es capaz de manipular su teléfono móvil de manera básica. Puede consultar la agenda de teléfonos de su dispositivo portátil, puede acceder y leer un mensaje de texto aunque no puede responderlo con otro similar, y mantener el dispositivo activo mediante las frecuentes cargas de energía que requiere. No puede sin embargo usar una computadora personal, ni sabe navegar en Internet, ni ha participado de ningún programa de alfabetización digital. Mi padre es representativo de millones de personas que sin siquiera ser inmigrante digital -

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voluntariamente se excluyó de las pocas y tardías oportunidades que tuvo de incluirse- emplean predominatemente la telefonía móvil para lo que fue creada, es decir, permitir la comunicación telefónica durante sus desplazamientos o en localizaciones distantes de la cobertura de la red de telefonía fija cuando está alejado de los grandes centros urbanos. Internet y la TM ofrecen barreras de entrada disímiles.

Al mismo tiempo, presentan una estratificación análoga de usuarios por segmento social y cultural, y la misma brecha se percibe respecto de los usos sociales de uno y otro cuando se analizan los estratos generacionales. Pueden distinguirse claramente los usos que una generación y otra hacen de Internet y de la TM. En un extremo podríamos situar a aquellos que los utilizan de manera selectiva. Emplean la TM como medio sincrónico (la facilidad de la comunicación oral) y la tecnología IP de c.e. como medio asincrónico (la facilidad del post). En el otro, los que, todo el tiempo, en todo lugar, independientemente del dispositivo, e incluso de forma simultánea, emplean de manera flexible la modalidad sincrónica o asincrónica. La mensajería instántanea ya no está reservada al territorio de Internet en exclusividad como la comunicación oral ya no está indisociablemente vinculada a la TM. Los géneros, los formatos y las experiencias dejan de tener un vector privilegiado. El contexto, la disponibibilidad y la carga de energía de los dispositivos accesibles son los criterios que determinan el uso de una red u otra. Entre una y otra generación, las cuestiones ergonómicas y de manipulación de los dispositivos hacen la diferencia.

El desarrollo de las tecnologías IP y la TM se asemejan cuando se los analiza respecto de la actividad social para la que incialmente fueron diseñados. Ambos estuvieron, en un principio, asociados a tareas profesionales y laborales. En otros términos, el ocio y el entretenimiento no figuraron en los modelos de negocios de Internet y de la TM hasta muy avanzada sus historias respectivas. La multimediatización de los contenidos es la más cabal muestra del estado de maduración de ambos y el principal vector de su desarrollo en el campo del entretenimiento. Para ir más allá, ambos han tenido que reconvertirse al multimedia.

Incluso son semejantes las historias cuando se analizan los cambios en la oferta de servicios y contenidos y en los modelos de consumo. De un modelo textual a un modelo multimedial, de un modelo de consumo individual a un modelo de consumo grupal o social, y de un modelo de usuario-consumidor a un modelo de usuario-prosumidor. Entre los muchos roles sociales que se le adjudican a Internet, resalta su carácter de medio para intercambiar la producción propia entre usuarios y hoy es la mayor plataforma que existe para compartir contenidos, textuales y audiovisuales. También en eso, la TM podría asemejarse a Internet. Los jóvenes comparten música y videos entre dispositivos remotos y próximos, entre fijos y móviles, y entre dispositivos inalámbricos provistos con tecnologías diversas. Con un teléfono móvil, los jóvenes chatean y envian decenas de mensajes cortos por día. En un teléfono móvil son capaces de escribir una novela!

Es el caso de Rin, una joven japonesa de 21 años que redactó la novela If you2 en su celular mientras se desplazaba cotidianamente en la ciudad de Tokio. Sobreocupada, entre estudio y trabajo, utilizó los traslados intersticiales para escribir una obra autobiográfica que se convertiría en un éxito de ventas transmediático. Escritas en y para el celular, con frases cortas que son las que se pueden escribir con más facilidad en el móvil, redactadas por jóvenes más ávidos de comunicar que de hacer literatura de calidad, estos autores sin antecedentes han desbordado el microespacio móvil. Sus obras pueden leerse en el monitor del teléfono celular, pero también en la pantalla de una computadora a través de Internet, o en su versión impresa. Con algunos ajustes,

2 La versión para móvil puede consultarse en http://de-view.net/pc/pc_novels.php?aid=2&f=chapter&pos=1&tid=6.

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transformados en libros, han ganado un lugar entre los más populares éxitos de las librerías japonesas. Entre los diez best sellers del año pasado en Japón, los tres primeros eran relatos escritos en o a través del celular.3 Este éxito inesperado se debe a que atraen adeptos entre un público ajeno al mundo tradicional del libro. Lectores-usuarios del lenguaje manga y de los videojuegos, próximos a la literatura visual y a los géneros lúdicos que exigen del lector abandonar constantemente su pasividad. Gracias a este nuevo público, los relatos creados vía el celular están produciendo una verdadera revolución en el mundo editorial nipón4. Ahora se venden más libros que antes. Al mismo tiempo que las novelas escritas para ser leídas en el móvil se despliegan con éxito en el mundo off line, reconfiguradas al lenguaje más simple y elemental que exige la micropantalla, abundan las transcripciones de novelas escritas para el papel.

Seguramente alguien pensó en esto desde hace años. Sería ingenuo creer que nadie fue capaz de imaginar que además de hablar por teléfono, los usuarios que llevan todo el tiempo consigo un móvil buscarían hacer otra cosa con él, que hablar durante las esperas y los desplazamientos de la vida cotidiana. El móvil, siempre a disposición, es el que mejor se adapta a los intersticios de la vida cotidiana, esos limitados espacios temporales de ocio en los que la fruición requiere brevedad. O mejor dicho, brevedades. Brevedad al escribir un mensaje interpersonal, brevedad al leer una noticia o una alerta, brevedad de la información de una base de datos, brevedad en el uso de los contenidos de ficción. Mientras que los formatos televisivos requieren un involucramiento temporal de miniseries, tradicionalmente sujetos a los 26 minutos televisivos, la microficción se adapta mejor a los microespacios de la vida cotidiana en los grandes centros urbanos. El nomadismo exige brevedad, la fruición en gotas.

Condicionada ergonómicamente por el dispositivo, la producción y la lectura de contenidos está sujeta a textos de pocas líneas, a la brevedad de videos en pocos segundos. Aun con las pantallas más amplias y las baterías del mejor rendimiento energético, los dispositivos móviles exigen un ejercicio limitado a la unidad micro.

La brevedad no es solo una condición intrínseca de la literatura móvil impuesta por la tecnología del soporte. Es también la respuesta al uso intersticial de nuestros tiempos modernos. Desde las investigaciones que realicé para mi tesis de doctorado, sostengo la idea de que los microrrelatos tienen la vida asegurada. La renovación de este género que no es nuevo5 está garantizada por la masiva introducción de los dispositivos móviles. El género literario de la microbrevedad comparte la premisa temporal de las unidades semánticas que eslabonadas componen las novelas japonesas mencionadas, pero son de otra naturaleza. Obras mínimas, minicuentos, relatos hiperbreves, historias de una o dos páginas como máximo que otorgan al lector la responsabilidad de imaginar lo que sucedió o sucede a partir de lo poco expresado. Aunque pueden aparentar, no son textos elementales sino escritos mínimos en los que se precisa lo necesario, la acción, el espacio y el tiempo. No son simplificaciones. Algunos de sus autores incluso niegan la categoría fastfiction6. Para diseñar una microficción literaria o audiovisual es necesario, aunque no suficiente, expresarse en nano unidades. Las minihistorias no necesariamente están compuestas de uninanofrases, como el famoso texto “Dinosaurio” de Monterroso, datado de 1959: “Cuando despertó, el dinosaurio

3 http://www.nytimes.com/2008/01/20/world/asia/20japan.html.4 Las editoriales compiten por el mercado de la “reedición” en versión impresa. Starts Publishing es una de las editoriales líderes en el mercado de la publicación de novelas de teléfono móvil.5 Chuang Tzu (IV a.C), uno de los padres del taoismo, poeta y filósofo, escribió la obra filosófica por la que ha transcendido “Zhuangzi” utilizando diversos recursos literarios como la narrativa didáctica, la poesía y la prosa muy breve. Consultado en http://setis.library.usyd.edu.au/stanford/entries/zhuangzi/#2 el 2 de febrero de 2008.6 Valenzuela, Luisa. Intensidad en pocas líneas. ADN. La Nación. Suplemento de cultura. Consultado en http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=982849 el 4 de febrero de 2008.

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todavía estaba allí”. La unidad micro, ya sea ficción o documental, informativa o de entretenimiento, es la unidad del móvil.

La ebullición de este tipo de producciones se debe a que, por primera vez, formato, género y dispositivo de lectura están alineados sobre el mismo factor espacio-temporal. El microproducto-contenido encuentra todo el tiempo en el móvil el soporte ideal para ser visto o leido durante algunos segundos o minutos, el tiempo entre dos estaciones de metro, la cola de espera o el café de la pausa a mitad de la mañana. En la transición, entre un lugar y otro, el móvil ofrece algo de emoción, imaginación, entretenimiento. La creciente fluidez de la vida hiperurbana es su principal impulsor. Es natural que el móvil, polifuncional, tenga tanto éxito.

En la sociedad a la que estamos dirgiéndonos rápidamente, como la imaginan en los laboratorios de la DoCoMo, es una sociedad donde todas las cosas están conectadas en red y donde las personas pueden acceder a la información en cualquier momento y en cualquier lugar. La información es parte de nuestra infraestructura vivencial.7 Las redes de telefonía móvil y las tecnologías de comunicaciones inalámbricas, como el aire, son poco visibles pero cada vez más indispensables. El desarrollo e implantación de esas redes, como el desarrollo de las industrias de contenidos especializadas, no desafía las leyes económicas básicas pero sí las que han ejercido el rol regulatorio de las economías del universo del entretenimiento y de las telecomunicaciones.

Mayoritariamente, las redes de telefonía básica o fija han sido el resultado de grandes inversiones de los Estados nacionales sobre las que prestadores de servicio privados han venido a agregar valor. Sin esas inversiones inicialmente estatales, la telefonía fija nunca se hubiera desarrollado como lo hizo. Desplegar o enterrar millones de km de cable no es la tarea que una compañía privada puede realizar con facilidad. Los obstáculos económico-financieros, técnicos y legales ahogarían la amplia mayoría de esos desarrollos. Además, dónde ya están implantadas, es demasiado gravoso insertar nuevos jugadores.

Con una regulación favorable y condiciones de mercado apropiadas, la telefonía móvil puede recoger la adhesión de inversionistas y desarrollarse sin problemas. Es verdad que la TM requiere usuarios con capacidad de consumo, lo que responde a una regla básica de la economía de mercado. Usuarios que estén en condiciones de pagar por un dispositivo de recepción y de consumir comunicaciones. Pero las inversiones que requieren el derrame de los servicios móviles no son de la misma magnitud que las necesarias, en dinero y tiempo, para el desarrollo de la telefonía fija. Las tecnologías inalámbricas representan un salto cualitativo en las comunicaciones públicas porque aportan una facilidad para el consumo con una inversión en términos relativos muy baja por parte de los operadores.

Es tal vez la tecnología que mejor optimiza las capacidades de cada uno de los agentes sociales que participan de la cadena de valor y consumo. El Estado regula las condiciones de la prestación, los operadores extienden con cierta facilidad técnica y poca molestia urbana una red virtual de extensa cobertura y gestionan el valor agregado en contenidos y servicios, los fondos privados de inversión (especialmente, fondos de administración de jubilaciones y pensiones) hacen el apalancamiento financiero con un rendimiento adecuado, y el usuario invierte en un dispositivo de recepción acorde con sus expectativas de consumo y con las ofertas de la red y paga por los servicios que recibe. La TM es un buen ejemplo de distribución económica-financiera equitable y sin predominancias ni sobrecargas imprudentes que afecten el negocio o lo hagan poco sustentable. Ninguna otra tecnología reciente ha sido tan

7 DoCoMo R&D. Consultado en http://www.nttdocomo.com/technologies/future/index.html el 18 de enero de 2008.

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flexible, tan rápida y tan rentable social y económicamente como la TM. El ratio valor agregado/costo es tal vez el más bajo de la historia de las telecomunicaciones.8

Los operadores telefónicos, que en primera instancia se habían beneficiado con el incremento del volumen de las comunicaciones y luego con la llegada de Internet, aun aquellos que se sostienen en esquemas monopólicos, enfrentan una profunda crisis cuando no pueden liderar el mercado de la TM. La TM no cesa de robar espacio a la telefonía fija. En los casos en que los usuarios disponen de más de una alternativa para conectarse a Internet, por ejemplo, cuando el operador de cable también le ofrece un acceso de banda ancha, los usuarios abandonan sus líneas fijas para adoptar la TM. La flexibilidad de precios y abonos y la rapidez en acceder a la habilitación de una línea acentúan la traslación de un soporte a otro. Además, los microuniversos digitales comunicantes se extienden. En el hogar se multiplican los electrodomésticos capaces de comunicar todo el tiempo entre ellos y con los dispositivos móviles. Las tecnologías inalámbricas revolucionan el hogar y se manifiestan cada vez más entre las ofertas de redes públicas urbanas, en sitios abiertos o cerrados.

Los dispositivos digitales amplifican sus canales de comunicación con otros dispositivos. Estamos en un proceso ineluctable de hacer inalámbrico todo lo que pueda serlo. La nanotecnología expande significativamente la lista de lo que puede ser digital. Digital será todo aquello que pueda serlo. Condición primaria para todo lo demás, permite el crecimiento de una sociedad hertziana, inalámbrica y, por lo tanto, móvil. Todo lo que pueda ser digital y móvil, lo será.

Ninguna otra tecnología de la comunicación alcanzó tan rápidamente la penetración de la TM. De Internet se dijo que había superado la velocidad de cobertura de todos los medios anteriores. Pero la telefonía móvil es mucho más popular. Ha llegado más rápido a grandes segmentos sociales y se manifiesta como un factor de productividad y de desarrollo económico y de creciente ambición respecto del tiempo de ocio. Estamos superando la etapa en la que nuestro estilo de vida estuvo reconfigurado durante años por el universo computarizado. El pasaje de un estilo de vida ordenado entorno a la computadora, funcionalmente primero y más tarde ociosamente, a una sociedad con máquinas que comunican remotamente todo el tiempo y con dispositivos inalámbricos que nos detectan y nos hablan por doquier, se está efectuando menos suavemente de lo que pensábamos. La lógica de Internet nos había mostrado la dirección. Todo lo que podía ser digital y en línea lo sería. Pero lo vertiginoso de este movimiento quedó desvirtuado frente a la velocidad del movimiento social inalámbrico. Parece ser que todo lo que es digital y móvil, lo será, antes de que todo lo que pueda ser digital y en línea lo sea.

Hacia una reconceptualización de la Sociedad de la InformaciónAsí como la convergencia tiende a ser transmediática, la SI tiende a considerar el tiempo de ocio y las nuevas formas de intercambio simbólico que en él se desarrollan como elementos centrales de una nueva etapa, menos computacional y menos tecnológica en apariencia, más cultural y sociológica, y tanto o mas económica y mercantil que las anteriores. La conceptualización inicial de la SI ha quedado obsoleta. Para su aggiornamiento, debe otorgarse al consumo de bienes culturales simbólicos tanto énfasis como a la participación del usuario en la producción de contenidos. Este

8 El costo del servicio depende de múltiples factores como el mercado, el desarrollo tecnológico y comercial de los operadores, los servicios que se ofrecen, la imposición fiscal y las regulaciones. El costo es un factor determinante de la tasa de penetración. Mientras que en México el costo anual del consumo promedio en TM equivale a 80 horas de trabajo (PIB/2100 aprox.), en Irlanda, Italia y Gran Bretaña el costo es inferior a 25 horas de trabajo. En términos absolutos, el costo anual del abono en México es apenas 13% inferior al costo del abono en Italia, que tiene un PIB per capita cuatro veces superior al de México, y 16% inferior al costo que debe asumir un usuario promedio en Corea del Sur, que tiene un PIB per capita 125% más alto. En términos absolutos, el costo anual del consumo en EE.UU. está entre los más elevados del mundo desarrollado. Fuente: CBC. The price of staying connected. CBC NewsInteractive. Marzo de 2007. Consultado en http://www.cbc.ca/news/interactives/map-cellphonecosts/ el 5 de octubre de 2007.

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fenómeno de origen plural, que ha superado ampliamente las fronteras de lo presencial y tangible, tiene su origen en el crecimiento relativo del consumo de entretenimiento, mediático y cultural a través de los nuevos medios. Con las nuevas formas de consumir el tiempo de ocio, aumenta el interés por redefinir el concepto de lo que en la década pasada se denominaba Sociedad de la Información.

La SI más que una revolución es una continuación de la Era Industrial. Aunque no de manera decisiva y universal, la acción motriz del determinismo tecnológico y de la economía de mercado permanecen inmutables. Durante los últimos treinta años, se han producido numerosos intentos de conceptualización de esta nueva sociedad. Algunos de ellos han dejado una traza aun visible, mientras que otros han sido digeridos por una degradación rápida de sus insumos intelectuales.

Uno de los que sobrevive es el concepto de sociedad de redes que, acuñada por Castells, deja entrever la capacidad de descentralización social acompañada por una tendencia democratizadora generalizada, y de visibles consecuencias económicas y culturales, a producir incesantes intercambios peer-to-peer entre un número exponencial de usuarios. La introducción de modalidades diferentes a las preexistentes para el encuentro entre oferta y demanda representa para esta teoría el fundamento principal del cambio. Pasando por alto algunos aspectos estructurales, particularmente los vinculados a la distribución de las fuerzas de trabajo, con un fuerte incremento de mano de obra femenina y de tecnología, se revela una digitalización de la cultura que debe entenderse como insumo de un proceso creativo de optimización de la competitividad global de las sociedades modernas y de la cohesión social indispensable a la seguridad de las mismas. El pensamiento de Castells asume que el tercer sector económico, los servicios, sentó las bases para el desarrollo de un cuarto sector, el de la información, y que éste es alentado por a) la irrigación de las fuentes de información y del conocimiento sobre todas las actividades económicas, b) una masa apropiada de empleos que se traslada del sector agrícola y manufacturero a la producción de servicios y c) una nueva estructura social donde predominan las ocupaciones con un elevado nivel de información y contenidos de conocimientos o profesiones administrativas y ocupaciones técnicas, que sustentan la nueva economía.9

También la teoría de Schement Reina, explicada en 1987 en su obra Competing visions, complex realities10, se mantiene vigente sobre todo cuando se pone énfasis en analizar los aspectos sociales de la SI. Sostiene que el proceso de gestación de la SI debe estudiarse en cuatro dimensiones: a) las formas de organización (las formas de organización de la sociedad industrial están perimidas, sus características están debilitándose y existe un constante crecimiento del sector servicios motorizado por las telecomunicaciones y la informática); b) la relevancia de la información en la sociedad moderna (todos los agentes sociales reconocen la importancia de la información desde la perspectiva de la economía, pero también desde la educación, el trabajo, etc.); c) La perspectiva de un cuarto sector como finalidad universalmente reconocida del desarrollo humano (consecuencia de una secuenciación lineal y única, el desarrollo de los pueblos tiende a aproximarse decididamente hacia una sociedad de servicios, estadio final de madurez cultural de la humanidad); d) el sistema capitalista subyace y perdura como elemento aglutinador de valores (es lo que otorga continuidad histórica al proceso).

Las ideas precursoras de los economistas Machlup, Porat y Bell acerca de una sociedad “postindustrial o del “conocimiento”, fueron recogidas por un gran número de estudiosos. Algunos, como Masuda, amplificaron y adjetivaron al respecto de su 9 Castells, Manuel. La sociedad en red. Siglo XXI. México, 1997. La era de la información : economía sociedad y cultura, v. 1.10 Schement Reina, Jorge. Competing visions, complex realities: social aspects of the information society. Ablex Publishing. New Jersey, 1987. p. 36.

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posible desarrollo práctico y diversos divulgadores y gurúes se encargaron de extrapolar las ideas inicialmente propias a la disciplina económica a los múltiples dominios de la vida cotidiana. Alvin Toffler y Naishbit son algunos de los que han continuamente reiterado y reinventado metáforas al respecto de la SI, algunas de la cuales subyacen en el pensamiento actual. Esta época se caracteriza no tanto por un deslizamiento sensible del determinismo tecnológico al económico, de las tecnoutopías a las “mercadoutopías”, sino por la transparencia de los valores económicos que siempre estuvieron subyacentes y enmarcaron el determinismo tecnológico. Un análisis comparado de los textos de Toffler y Naishbit permite detectar las siguientes convergencias discursivas11:

John Naishbitt Alvin TofflerLa Sociedad de la Información es una realidad económica no una abstracción intelectual.Las innovaciones en las telecomunicaciones y en las tecnologías de la computación van a acelerar el paso del cambio al producir el derrumbe de barreras de la información.Las nuevas tecnologías de información al principio se aplicarán a antiguas tareas industriales; después y gradualmente, darán origen a actividades, procesos y productos nuevos.En esta sociedad de intensiva alfabetización, el sistema educativo producirá individuos mejor preparados.La tecnología de la nueva era de información no es absoluta, tendrá éxito o fracasará de acuerdo con el principio de alta tecnología.

La información pasa a ser el recurso central de la economía avanzada.El software, la información y las telecomunicaciones pueden ser elevados a nivel global.

Las tecnologías de información y comunicación activan las cosas, nos llevan hacia una economía instantánea en tiempo real.

El conocimiento, a veces nada más como información y datos, puede utilizarse como sustituto de otros recursos.La información reduce la necesidad de materias primas, trabajo, tiempo, espacio y capital.

De entre todas las maneras de analizarla, el intento de William J. Martin12 y Frank Webster13 es la que mejor reconoce la multidimensionalidad (tecnológica, económica, laboral, espacio-temporal y cultural) de las transformaciones que supone. Me inspiraré en esta grilla para sugerir una nueva aproximación a la noción de SI bajo la influencia de la fluidez de los intercambios comunicativos, de la movilidad y de las tecnologías inalámbricas.

Terabítica e inalámbrica En el terreno de la tecnología, la noción de convergencia ha inspirado e inspira numerosas corrientes. Estas suelen fundarse en la idea de que una tecnología barata en el procesamiento y almacenamiento de la información dará como resultado un exponencial crecimiento del volumen y un acceso distribuido y remoto para cada vez

11 Estudillo García, Joel. Surgimiento de la sociedad de la información. Biblioteca Universitaria. Nueva época. Julio-Diciembre 2001, Vol. 4, No. 2, pp. 77-86.12 Martin, William J. The global information society. ASLIB: Gower. Londres, 1997. p. 42.13 Webster, Frank. Theories of the information society. Routledge. Londres, 1995.

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más usuarios. Al hablar de redes, el concepto latente al que se apela por analogía es el de redes de provisión de electricidad. La idea es que la información puede estar en todo lugar donde se necesite y según el requerimiento, así como las líneas eléctricas que llegan al hogar y centros de trabajo proveen energía donde se necesita y en función de las necesidades. Con el incremento en la fluidez de los intercambios (todo el tiempo, en todo lugar), la flexibilidad laboral y el aumento de los desplazamientos tanto por razones laborales como entre el trabajo y el lugar de residencia, la noción vinculada a la irrigación según el modelo tradicional-eléctrico necesita una redefinición. Solo mediante una conectividad inalámbrica puede sostenerse esta sociedad móvil. Solo un andamiaje invisible de naturaleza hertziana que ofrezca a todos una interconectividad n-n puede subsidiar la construcción de esta sociedad en movimiento.

La historia social presenta períodos que pueden claramente ser identificados por la tecnología que en ese período se ha inventado y aplicado con mayor énfasis. En un período histórico dado, la tecnología que más impacto produce en la sociedad la categoriza de manera distintiva: la era del vapor, la era nuclear, etc. Desde esta perspectiva, la tecnología es hacedora de los tiempos sociales, es predominante ante cualquier otra dimensión de la evolución de la sociedad y es privilegiada sobre todo y sobre todos.14 En ese sentido, dentro de la era digital, la etapa actual se caracteriza por una tendencia marcada hacia las tecnologías inalámbricas (Wi-Fi, Wi-Max, Bluetooth, etc.) hacia la conectividad total e invisible entre dispositivos que dialogan todo el tiempo.

Japón es el campeón mundial del RFID Radio Frequency IDentification, en español, identificación por radiofrecuencia. Este sistema de almacenamiento y recuperación de datos remoto que usa dispositivos denominados etiquetas o tags RFID, tiene como propósito transmitir la identidad de un objeto mediante ondas de radio. Las tecnologías RFID pertenecen a una categoría mayor llamada tecnologías de Identificación Automática. La etiqueta de identificación automática tiene como función informar la identidad del producto. Puede tratarse de etiquetas físicas, en ese caso puede ser una pegatina adherida al producto que tiene la capacidad de transmitir (las que son activas requieren una fuente de energía) o recibir (las que son pasivas no lo necesitan energía) por radio frecuencia información hacia un emisor-receptor RFID. Se diferencian de los infrarrojos porque no necesita que el emisor y el receptor se vean. En la sociedad inalámbrica, los sistemas RFIDs juegan un papel central. Para las estrategias de marketing de proximidad, por ejemplo, los dispositivos móviles como los teléfonos celulares pueden ser una pieza clave. ¿Por qué no imaginar que, si el suscriptor de una línea de TM desea reducir el costo de su abono, acceda a que su móvil tenga una identificación pública que permita durante el recorrido por un mall o por un centro comercial a cielo abierto identificar el usuario y, en función del conocimiento que le sistema tiene de su comportamiento comercial, ofrecerle las últimas promociones de los comercios aledaños? Cada móvil es un objeto capaz de ser etiquetado y reconocido por los sistemas RFID y por lo tanto un receptor y emisor de información en entornos RFID.

Los japoneses han adoptado definitivamente las tecnologías inalámbricas, especialmente para reemplazar los tickets. El 50% de los nuevos móviles están preparados con tecnología segura para practicar cotidianamente el mobile cash. JR East, el mayor operador de trenes de la región de Tokyo, pionero en la implementación de ticketless technology desde 2001, está liderando lo que puede representar un salto cualitativo en su prestación de servicios que impactará en su modelo de negocios. Está trabajando con Mitsubishi Electric para la implementación de un nuevo sistema de distribución de información y contenidos a los pasajeros. En sus dispositivos reciben 14 Webster, Frank. Ob. Cit. p. 10.

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instrucciones acerca de dónde cambiar de tren y de cómo optimizar el recorrido en función del estado del servicio.15 El mismo canal puede servir para distribuir música, información y alertas meteorológicas, estado del tránsito vehicular, noticias locales y cualquier otro tipo de información, auspiciada o no. La individualización del pasajero es el paso posterior. Japón ya está dando el próximo paso de la revolución inalámbrica.

La individualización, que será gradual y debe enfrentar aun numerosos escollos culturales y legales, es acompañada de la posibilidad de una comunicación ininterrumpida entre dispositivos fijos y móviles, una comunicación automatizada de forma que el usuario poco o nada debe hacer a estos efectos. No se trata solo de que mediante los hotspots los móviles estén intercambiando información permanentemente con las bases de datos locales para, por ejemplo, en función de la posición geográfica enviarle información contextualizada, lo que puede ser clave en un centro comercial cuando se trata de enviar información acerca de las ofertas y promociones en el piso en el que el usuario se encuentra. Se trata además del intercambio comunicativo automatizado entre los dispositivos del usuario-transeúnte y los objetos que lo rodean, que equipados de pequeñas etiquetas transmiten información que los dispositivos móviles pueden capturar para informar a sus usuarios.

El distrito de Ginza en Tokyo es uno de los centros comerciales más importantes de la megaciudad. Desde hace tiempo es también un laboratorio de ensayo dónde se prueban diferentes estrategias para gestionar ordenadamente el flujo incesante de bits entre dispositivos fijos, objetos comunicantes inalámbricos y dispositivos móviles. Consumidores y turistas se mueven sin saberlo entre miles de millones de bits hertzianos que circulan de un lado para otro. La metared gestiona la información que debe destinarse a unos y otros con precisión. La cobertura de la red alcanza no solo lo que está en la superficie, sino también los usuarios del metro así como los consumidores que circulan por los comercios subterráneos. La tecnología usada, denominada eSound Positioning system, permite enviar información oral a los usuarios. Los que están interesados pueden acercarse al dispositivo emisor, incrustado en edificios, locales, monumentos, etc., y obtener más información de naturaleza audiovisual con solo tocar un punto de contacto específicamente identificado para ello.16 Aunque las pruebas están lejos de haber concluido y a pesar de que la evaluación requiere un equipamiento especial por parte del usuario, la industria está particularmente interesada en desarrollar estas estrategias de marketing de proximidad.17

Son las tecnologías inalámbricas las que sustentan la comunicación móvil entre personas, la distribución y el intercambio de contenidos desde y en todas las circunstancias y favorecen un salto en la productividad y en la competitividad de las sociedades modernas. La etapa actual es, sin duda, la primer fase inalámbrica de la era digital. Todo lo que puede ser digital e inalámbrico, lo será, y lo será más rápidamente de lo pensado.

En gran medida, la excentricidad de los elementos computacionales en la etapa actual de la SI se explica por la mayor apreciación relativa del valor agregado que aporta la inalambricidad en este tipo de sociedades, lo que le otorga la notoriedad propia de los roles protagónicos en detrimento de lo computacional. De hecho, las empresas que más se evidencian en esta etapa son las que se destacan por su valor agregado al

15 Lytle, J.Mark. Train spotters get a ticket to ride. The Guardian. Publicado el 6 de noviembre de 2007. Consultado en http://www.guardian.co.uk/technology/2007/nov/06/news.research el 4 de febrero de 2008.16 Ver investigaciones recientes en YRP Ubiquitous Networking Laboratory. Consultado en http://www.ubin.jp/english/result_04.html el 4 de febrero de 2008.17 Fitzpatrick, Michael. Tokyo tests data hotspots for tourists and shoppers. The Guardian. Thursday February 21 2008. Consultado en http://www.guardian.co.uk/technology/2008/feb/21/research.japan el 22 de febrero de 2008.

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espectro inalámbrico, como Cisco, cuyo peso específico en el ámbito tecnológico no deja de crecer. Argumentar sobre el empleo masivo de los ordenadores para identificar la etapa actual de la SI ya no es consistente con la realidad. Computacional significa capacidad de procesamiento autónomo. A través de los procesos de miniaturización, la capacidad de procesamiento es progresivamente incorporada a todos los dispositivos que están en condiciones de introducirse en el universo digital. Independientemente de su naturaleza o finalidad, todo aquello que pueda abandonar la vida analógica, se convierte a la opción digital. No hay elemento de la vida práctica que no pueda digitalizarse o recibir un implante de tecnología dura y blanda que lo introduzca en un universo interactivo. El beneficio no será solo para sus usuarios si no también para los otros dispositivos digitales, sobre todo, el de los que se encuentran físicamente próximos porque se enriquecerán recíprocamente –comunicarán, compartirán su inteligencia autómata- sin necesidad de la instrucción de sus usuarios. La inalambricidad nos introduce a todos en el mundo del intercambio constante de bits. Por lo tanto, aunque el elemento computacional es indispensable y sin él nada sería posible, éste pierde cada día más preeminencia en la caracterización de esta fase de la era digital.

Digital es el procesamiento, el almacenamiento y la transmisión de información. Los problemas de procesamiento que existieron para el usuario de computadoras personales durante al menos la primeras dos décadas (1980-2000) han dejado de existir gracias a que los procesadores siguen la ley de Moore y el costo por unidad de información procesada no ha dejado de caer. La ley definida por Gordon Moore de Intel afirma que la capacidad de los ordenadores, valuada por medio de la velocidad de los microprocesadores, se duplica cada dieciocho meses. Estos tiempos de progresión en las capacidades de las máquinas era impensable en la sociedad industrial, en particular en las organizaciones de capital intensivo, en las que los planes de inversiones y los modelos de negocios requieren tasas de amortización sobre varios años. La combinación de una mejora constante en las prestaciones y una reducción sensible de precios ha hecho que los sistemas informáticos interconectados sean ahora parte rutinaria de los negocios modernos, que gestionan cada vez más volumen y velocidad de información, las dos características que marcan una nueva sociedad.18 El debilitamiento del protagonismo computacional en la etapa actual de la SI se debe en parte a la desaparición de los problemas vinculados con la potencia de procesamiento. Pero los problemas de almacenamiento persisten y se incrementan mientras que las problemáticas de la transmisión afloran de muy diversas maneras.

Los bits están por doquier. Los sitios como YouTube almacenan varias centenas de millones de videos. Miles de millones de canciones son compartidas a través de Internet, bajadas y escuchadas en reproductores MP3. Las cámaras de supervisión ciudadana en Londres, Zurich y tantas otras ciudades del mundo, envían miles de millones de bits por segundo a los centros de datos. Las grandes corporaciones producen y almacenan información a una velocidad Terabítica. La digitalización de la televisión avanza a pasos agigantados en muchos países en los cinco continentes.

18 Webster, Frank. Ob. Cit. pp. 21-22.

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Fuente: IDC. The Expanding Digital Universe.

El universo digital compuesto de los 1s y 0s creados, capturados, replicados y compartidos ha explotado. Las implicancias de esa proliferación masiva de bits aun están por verse. Organizar, preservar de manera segura, disponer de manera asequible y gestionar el acceso compartido a esa masa infinita de bits es un problema al que jamás nos habíamos enfrentado. Si las primeras etapas de la SI fueron las del Kilobyte (1.024 bytes), la actual se caracteriza por un esfuerzo cada vez menos eficiente por gestionar enormes depósitos dinámicos de Terabytes (más de 1.000 Gigabytes) de información.19 Al comenzar 2007, el volumen anualizado de la información creada, capturada y replicada ya alcanzaba el equivalente a tres millones de veces la información contenida en los libros publicados hasta el presente. Hasta 2010, la información que se agregará anualmente al universo digital se sextuplicará alcanzando casi 1 Zettabytes como consecuencia de tres conversiones analógico-digitales que potenciarán el crecimiento e incrementarán sensiblemente las dificultades en la gestión globalizada de la información: la captura y almacenaje de fotografías, la comunicación oral mediatizada a través de Internet (VoiceOnIP) y la distribución, recepción, almacenaje y reproducción de imágenes de TV. Más de mil millones de dispositivos digitales registran imágenes digitales: cámaras de fotografía, móviles con cámara fotográfica, escáneres de medicina, cámaras de seguridad pública y privada. El resultado es enviado a través de redes privadas y de Internet, de un servidor a otro, de un centro de distribución de contenidos a otro, de una computadora a otra, de una sala de proyección a otra. 20

Por la llegada del nuevo año 2008, se enviaron 43.000 millones de mensajes de texto con salutaciones, lo que representó el 30% más que el año anterior. En Portugal, se triplicaron y en Holanda se duplicaron. Pero es en los países de economías emergentes donde más crecimiento han tenido. En India, con 220 millones de líneas móviles, el volumen se incrementó un 300% y en Filipinas, considerada la capital mundial del SMS, se enviaron cerca de 1400 millones de mensajes para una base de suscriptores de solo 50 millones. Durante la noche del reveillon, hubo operadores por cuyos servidores transitaron 19.000 mensajes por segundo.21

En 2010, dos tercios de la producción total de información será creada por usuarios individuales, mientras que organizaciones públicas y privadas (empresas, organismos estatales, asociaciones, etc.) tendrán la responsabilidad de resguardar bajo estrictas condiciones de acceso y cesión de derechos y usos, y preservando a la vez la privacidad y la total seguridad de, al menos, el 85% de la masa total producida. El resto quedará bajo la responsabilidad de usuarios individuales. El crecimiento concierne todas las economías y en primer lugar a las economías emergentes y, sobre todo a las potencias demográficas de Asia, que producen por el momento el 10% de la información total, pero cuyo volumen crece entre 30% y 40% más rápidamente que las economías maduras. En 2007, por primera vez en la historia de la Humanidad, el volumen total de información producida superó la disponibilidad global para almacenarla.22

Internet al alcance de la TM

19 Un byte equivale a 8 bits, la unidad más pequeña de información representada digitalmente. Cada bit solo puede adquirir dos valores, 1 o 0. Combinando 8 bits (una colección de ocho 1s y 0s) de manera diferente pueden representarse 256 caracteres, números o letras. Un Kilobyte (KB) equivale a 1.024 bytes, es decir, a 1.024 caracteres, un Megabyte (MB) a 1.024 Kbytes, un Gigabyte (GB) 1.024 Mbytes. Así, un reproductor MP3 que tiene una capacidad de 1 GB puede almacenar más de 1.000 millones de bytes, o en otros términos, más de 8.000 millones de bits. Estas unidades poco caerán en desuso y se impondrán los Terabytes (TB) que representan más de 1.000 GB, los Petabytes (PB), los Exabytes (EB) y los Zettabytes (ZB), cada una de ellas conteniendo más de mil veces la unidad anterior.20 IDC. The Expanding Digital Universe. A Forecast of Worldwide Information Growth Through 2010. Framingham, MA, 2007.21 Fuente: Acision. Global SMS traffic. Enero de 2008.22 IDC. The Expanding Digital Universe. A Forecast of Worldwide Information Growth Through 2010. Framingham, MA, 2007.

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Cerca del 95% del universo digital es no estructurado, es decir, que la información no está etiquetada para que pueda con facilidad localizarse y estar accesible de manera remota las 24hs/7días en la red. La amplia mayoría de las imágenes digitales capturadas por dispositivos móviles, la comunicación de voz y los contenidos musicales que se comparten por millones en la red no están identificados de modo que cualquier otro usuario de Internet sepa dónde está y qué contiene realmente cada archivo. En las organizaciones, la información digital no estructurada es de menor volumen relativo, pero supera el 80% del total de la información que producen.23

En la explosión del universo digital, la responsabilidad mayor la llevan las imágenes. Uno de cada cuatro bits producidos proviene de un dispositivo de captura de imágenes. Y la tendencia muestra un crecimiento en términos relativos de las que provienen de los teléfonos móviles muy superior a los demás dispositivos. Es previsible que en algunos meses, el volumen de bits producidos por los teléfonos móviles alcance y supere el volumen capturado por las cámaras digitales, cercano a los 250.000 millones de imágenes anuales. Como la resolución de las imágenes no dejará de aumentar, el volumen (cantidad de MegaBytes) promedio por imagen será cada vez mayor. Por otra parte, más de dos tercios de las cámaras digitales y más de la mitad de las cámaras de los teléfonos móviles ofrecen capacidades para registrar videos cortos. El uso (3 a 5 veces por mes) de las facilidades para producir videos cortos de entre 30 segundos (cámara de los celulares) y un minuto y medio (cámaras digitales) tiene un potencial de crecimiento muy amplio. Por eso, es probable que en los próximos años el universo digital esté compuesto principalmente por imágenes dinámicas y, especialmente, por videos de corta duración.

Una parte significativa de las imágenes que producen los más de mil millones de dispositivos digitales se comparte a través de redes privadas y, sobre todo, de Internet. Nunca como ahora la SI pudo identificarse mejor con la metared, con la idea de una Sociedad Red. Nunca como ahora su desarrollo dependió de la forma en que Internet coopera “neutralmente” con la producción compartida y con la comunicación en las redes sociales. Al mismo tiempo, a medida que la fragilidad de los soportes físicos de Internet se hacen más evidentes, la imagen de la SI y de la globalización se resiente. Cualquier discurso agorero de hace algunos años respecto del colapso de Internet por el crecimiento del número de usuarios y de la información en circulación parece hoy más creíble que antes. En febrero de 2008, los cables de fibras ópticas submarinas que conectaban Egipto, MedioOriente y una parte de Asia con Europa y a través de Europa con el resto del mundo, fueron seccionadas accidentalmente. Durante semanas el tráfico de información tuvo que ser derivado hacia conectores alternativos, redes de backup contratadas en la emergencia con un costo de urgencia. En ese momento, existían ya al menos cuatro planes para instalar líneas de fibras ópticas suplementarias en la región. Pero todos proyectaban usar el mismo paso, la misma ruta, lo que representa una redundancia geográfica que no puede si no acrecentar el riesgo y fragilizar la metared.24

Internet acompasa y connota la evolución de la Sociedad de la Información más que ninguna otra tecnología. Ésta, a su vez, acompaña a y se retroalimenta de los procesos de globalización. Es imposible entender la evolución de los tres elementos de cambio si no se vinculan sus logros y fracasos. Cuando Internet muestra sus debilidades, la SI cruje y la globalización, como discurso, utopía y proyecto compartido, recibe un golpe 23 Ibidem.

24 Flag Telecom, una de las empresa que sufrió el accidente, Telecom Egypt, Orascom Telecom y un consorcio de empresas de la India,

Medio Oriente y Europa. Borland, John. Analyzing the Internet Collapse. Multiple fiber cuts to undersea cables show the fragility of the Internet at its choke points. En Technology MIT Review. Publicado el martes 5 de febrero de 2008. Consultado en http://www.technologyreview.com/Infotech/20152/ el 12 de febrero de 2008.

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en sus fundamentos tecnológicos. Retornamos, aunque más no sea por algunos días o meses, a la idea de que la tecnología marcha detrás de las ideas y no delante de ellas. A diferencia de la telefonía móvil, Internet nació para ser global. La TM es apenas regional y mayoritariamente es solo local. La TM no será un vector principal de la globalización en los próximos años. Las redes de TM no son globales. Por sí solas, solo son capaces de prestar un servicio global mediante un encastre en las redes internacionales de telecomunicaciones destinadas a los servicios de telefonía fija. En algún momento de la transmisión, la comunicación con un destinatario más allá de lo local requiere enlazarse con una red de telecomunicaciones global. Para ello, la más barata, la de mayor cobertura y la de una total interconexión es la de la telefonía fija.

Con esa globalidad de las redes cableadas, los usuarios de las redes de TM entran en la metared y desde allí pueden acceder a cualquier objeto de la red. Es impensable el crecimiento, al menos a mediano plazo, de las redes de TM si no es a través de Internet que, paradójicamente, está soportado en gran parte por las redes de telecomunicaciones creadas para la telefonía fija. Mientras que la recepción es móvil, la distribución de contenidos exige el uso parcial de redes fijas tradicionales. No existe a corto plazo la idea de una metared de servidores que se comunican de manera hertziana, al menos no únicamente ni en el próximo futuro. Este uso integrado de las redes ya se practica sin problemas por cuanto las llamadas de móviles a líneas fijas y viceversa es totalmente transparente. Las redes de TM y de Internet se interconectarán cada vez más porque la red de TM lo necesita para hacer crecer sus negocios. Podrá seguir ofreciendo de manera independiente ciertos servicios de interés para sus usuarios pero, por el tipo de operación local o regional de los mismos, no puede reemplazar el valor de la información y de los servicios globales que provee Internet. El usuario de TM de 3G y 4G utilizará más Internet que las redes y los servicios provistos por sus operadores locales.

Por lo tanto, dado i) que las imágenes digitales son las que más crecen en la producción de contenidos de la SI, que éstas se producen esencialmente mediante dispositivos móviles y, en especial, con las cámaras de los teléfonos móviles, ii) que siendo las redes de TM locales optimizan a través de Internet los procesos para compartir los recursos, acceder a la información y a los servicios de valor agregado, y compartir los contenidos de los usuarios finales, iii) que la TM incrementa las posibilidades de conectividad a Internet durante cualquier intersticio de la vida cotidiana del usuario de modo que éste se encuentra las 24/7 vinculado a la metared, puede admitirse que el momento de una interconexión permanente, total y asequible para la amplia mayoría de los usuarios de la TM a Internet está próxima y que este proceso convergente de servicios producirá una espiral de competitividad y de productividad personal y colectiva similar a la que introdujo Internet. Pero para que esto sea así, la economía de la m-SI, la SI móvil e inalámbrica, pueda superar las paradójicas dificultades que le ofrece la conectividad cableada.

Sin Internet, la próxima fase de crecimiento de la TM no puede tener lugar. Los operadores de telecomunicaciones y los proveedores de contenidos ya han reconocido los beneficios de integrar el acceso a la web a los servicios de TM, los que, para la amplia mayoría de los usuarios de líneas de TM, son por el momento nada más que básicos. El primer paso fue dado con las aplicaciones Wireless Application Protocol, conocidas por su sigla en inglés WAP. Con la llegada de la 3generación desde 2004, la TM incursiona en la dirección de un acceso más franco y de mayor velocidad hacia la TM full Internet. Ya con la segunda generación (2G y 2,5G) de la tecnología GSM, hubo un segmento muy pequeño de usuarios que comenzaron a acceder a Internet. Pero ahora, el encuentro además de ser ineluctable podría ser el broche del tedioso esfuerzo por convertir Internet en un metamedio y en un medio de interconexión personal,

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accesible los 24horas/7días a la semana, los 365 días del año, independientemente de la localización del usuario. La revolución de Internet ha sido desde el origen imparable. Perjudicado desde el inicio por previsiones tan fabulosas como contradictorias e injustificadas acerca de los plazos en los que los usuarios lo adoptarían, tiene frente a sí la mayor oportunidad de su breve historia.

Imparable, la revolución de Internet se insertará definitivamente en la vida de los usuarios a través de la TM, enriqueciendo una gran variedad de los aspectos de su existencia diaria. En un futuro más próximo que mediato, la TM será la plataforma más usada de acceso a las tecnologías IP, excluyendo el acceso a Internet desde el puesto de trabajo que ya es para muchos usuarios la forma más asidua y duradera de acceso a Internet. Teniendo en cuenta que la transformación que debe producirse en los contenidos y en las tecnologías necesarias para que esta sinergia entre ambos pueda realizarse no es de lejos de la misma magnitiud que las inversiones que demandó implantar Internet en sus primeros 10 años ni las inversiones en el pago de licencias multimillonarias a los gobiernos para explotar redes UMTS, es de esperar que, además de una evidente revolución en las comunicaciones, resulte una operación rentable para todos los jugadores de las industrias convergentes.

La cibereconomía del ocioEl concepto de cibereconomía refleja la idea de un sistema económico en el que el uso masivo de las TICs juega un papel preponderante en la producción de bienes y servicios. Esta definición se relaciona con el pensamiento heredado de Schumpeter25, actualizado por economistas modernos, en el que el sistema económico capitalista es analizado siguiendo cinco olas. La última de ellas, iniciada a partir de los años 80, está relacionada con la centralidad que tienen los flujos de información y la implantación masiva de las TICs en los procesos de producción. En términos conceptuales, esta teoría sigue siendo efectiva salvo, pero su instrumentación, está menos caracterizada por el empleo masivo de ordenadores aunque sin ellos no habría SI. En definitiva, es mucho más ajustado a la realidad actual resaltar los efectos de los flujos de información que de la implantación de las TICs. En ese caso, Internet caracteriza mucho mejor el presente mientras que la conjunción de Internet y tecnologías inalámbricas representa un futuro probablemente más próximo que lejano de la SI.

En la SI, la calidad de vida así como las perspectivas de cambio social y desarrollo económico dependen de la capacidad de acceder a la información y de explotarla. 26 La multiplicación de los flujos de información que esto supone sugiere una economía del cambio organizada en tres elementos básicos:27

1. Los contenidosTodas las organizaciones, tanto en el sector público como privado, que generan información. En otros términos, que crean propiedad intelectual que, mediante el uso de herramientas de proceso y manipulación, otros manejarán. Por tanto, pertenecen a este segmento todos los autores (escritor, compositor, fotógrafo,

25 Joseph Alois Schumpeter, profesor de la Universidad de Harvard hasta 1950, generó una línea de pensamiento a partir de su obra póstuma History of Economy Analysis publicada en 1954. Las prolongaciones actuales de esta línea de pensamiento coinciden en analizar la evolución del sistema económico capitalista según cinco olas en las que la obtención y gestión de las energías resulta un factor predominante: 1. situada aproximadamente entre 1780 y 1840, dominada por la máquina a vapor, dio lugar a la Revolución Industrial ; 2. entre 1840 y 1890, la revolución asociada a los progresos en la aplicación del vapor al transporte terrestre y marítimo con la consecuente progresión de los intercambios comerciales; 3. entre 1890 y la “entre dos guerras” (1930), la implantación de la energía eléctrica como alimentación principal de la industria produce cambios significativos en los modos de producción; 4. entre 1930 y 1980, comprende un período en el que la fuente de energía predominante pasa a ser el petróleo y sus derivados, y nace la energía nuclear como factor de equilibrio frente a la dependencia de los países industrializados de las importaciones masivas de petróleo proveniente de los países árabes y subdesarrollados; 5. desde 1980, la economía deja de funcionar en torno a la capacidad de los países industriales de abastecerse y gestionar la energía, y focaliza en flujos de naturaleza distinta vinculados a la información y la comunicación, motorizados por las TICs. 26 Martin, William J. Ob. Cit. p. 42.27 Moore, Nick. The information society. World Information Report 1997. UNESCO. Paris, 1997.

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ilustrador), los que producen información primaria, así como los editores y realizadores cuya finalidad es hacer accesible la información a otros, y los que producen información secundaria, como los compiladores de bases de datos o los productores de servicios de información.2. La distribución de la informaciónLas organizaciones que crean y gestionan redes de comunicación que permiten el acceso a la información por parte de otros. De manera amplia pueden incluirse las plataformas de comunicación audiovisual o multimedia, las cadenas de televisión y los operadores de telecomunicaciones, así como las librerías, las bibliotecas y otros servicios de telecomunicaciones de valor agregado como los ISP.3. El procesamiento de la informaciónLa industria informática (hardware y software) cuyos productos permiten el procesamiento de la información.

En términos de convergencia de medios, el proceso de transformación se desarrolla en la interacción de tres lógicas: (1) la lógica del consumo de contenidos audiovisuales que asocia el contenido audiovisual con el ocio y el entretenimiento; (2) la lógica del flujo de datos y de las redes de telecomunicaciones; (3) la lógica de la digitalización, compresión y distribución de contenidos.

Si algo ha modificado la lógica del conjunto es Internet. Internet ha vulnerado una parte significativa de los paradigmas que permitían entender los procesos de comunicación de los medios masivos tradicionales y del intercambio comunicativo interpersonal, imponiendo sus propios paradigmas. Estos tienen un impacto tanto en los procesos de producción como en los de distribución de varias maneras diferentes. La digitalización de las redes de telecomunicaciones ha sido un elemento necesario pero no suficiente para introducirnos en esta última etapa de la SI. Internet ha obtenido una centralidad como el elemento paradigmático de la SI.

Influencia de (1) la lógica del consumo, (2) la lógica de las redes y (3) la lógica de la digitalización

en la determinación del modelo de convergencia.

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El cambio más importante producido en la última década provino primero, del uso de Internet como un metamedio de comunicación lo que introdujo a los MCM en una espiral de decrecimiento al mismo tiempo que sus tecnologías IP lo posicionaban como un medio de interconexión y de comunicación interpersonal global relevante (c.e., VOIP, mensajería instantánea), y más tarde, de la reconversión de la computadora de lo funcional a lo ocioso. El posicionamiento de la computadora en el tiempo de la fruición es el resultado de su conectividad a través de Internet.

Retomando la perspectiva de la SI, nos vemos obligados a estrechar más que nunca y aggiornar los vínculos entre la perspectiva económica y el paradigma ocupacional de la SI, sustentado desde el inicio en la idea de que el empleo se redistribuye y los trabajos vinculados a los sectores primarios y secundarios se sustituyen por ocupaciones que caracterizan el nuevo mercado laboral de este nuevo tipo de sociedad. Porat fue el primero en identificar en las estadísticas de empleo de EE.UU. un crecimiento de la fuerza laboral relacionada con la producción y distribución de información, al que consideró como una prueba de la transición hacia una SI. Pero las categorías que existían para clasificar los trabajadores28 ocultaban el verdadero proceso que se estaba llevando a cabo por lo que construyó su propio dispositivo de categorización que permitía localizar las ocupaciones involucradas en la producción y circulación de la información: 1) productores: aquellos trabajadores cuyo resultado como actividad primaria es producir y vender conocimiento, incluyendo científicos, inventores, bibliotecarios, periodistas, profesores y autores; 2) distribuidores: los trabajadores que agrupan y diseminan información; 3) búsquedas de mercado y coordinación de especialistas: investigan y planean el proceso del mercado de la información, aquí se incluyen gerentes, oficinistas, corredores de información, entre otros; 4) procesadores; 5) operadores de la información: aquellos que operan máquinas y tecnologías de información que apoyan a las actividades anteriores, entre las que se incluyen operadores de computadoras, instaladores telefónicos, y reparadores de televisión.29

También intentó distinguir taxonómicamente el trabajo no informacional del informacional, basándose en el grado con el que cada persona se involucra en la producción de información. Estas categorías fueron útiles para caracterizar la SI según la perspectiva productivista, pero la división restrictiva entre informacional y no informacional resulta poco apropiada para desarrollar las ideas de una sociedad donde el ocio y el entretenimiento ocupan un espacio temporal cada vez más importante en la vida cotidiana de las personas y en la economía. Uno de los principales problemas actuales reside en que los usuarios, alejados de un rol de receptores pasivos, coparticipan en la producción de contenidos. Emisores y receptores, consumidores y productores de contenidos, alternan entre un rol y otro con toda naturalidad.

Desde el origen, el hombre ha distribuido su tiempo de vida despierto, entre la producción de sus medios de subsistencia y otras actividades sociales, culturales, lúdicas y relacionales. Considerado por muchos como una actividad conducente a satisfacer una pluralidad de necesidades humanas, el trabajo es, ante todo, un fenómeno social consustancial a la condición humana, lo que significa que por el trabajo y con el trabajo las personas transforman su hábitat, su entorno -dimensión

28 Las categorías ocupacionales se han multiplicado por un factor superior a tres en la mayoría de los índices nacionales e internacionales durante las últimas dos décadas. La clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones elaborada por la OIT (elaborada en 1988) registra 1506 (ver Resolutions adopted by the international conference of labour statisticians en http://www.ilo.org/public/english/bureau/stat/download/res/isco.pdf), la Clasificación Estándar de EE.UU. (elaborada en 1998) tiene 452 amplias y 822 detalladas (ver Department of Labour, employment and training administration http://www.doleta.gov), la Clasificación Nacional de Canadá (elaborada en 1995) cuenta con 522. Varias clasificaciones nacionales de países latinoamericanos cuentan con mas de 400 (Clasificación Nacional de Ocupaciones, elaborado en 2002, en Colombia, cuenta con 455). Ver para un análisis comparativo ver Vargas Zúñiga, Fernando. “Clasificaciones de ocupaciones, competencias y formación profesional: ¿paralelismo o convergencia?” Documento de discusión. Seminario Internacional “Mercado del trabajo y dinámica ocupacional”. SENAI. Belo Horizonte, junio del 2002. Consultado en http://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/publ/sala/vargas/clasific/clasific.doc el 2 de febrero de 2003. 29 Porat, Marc Uri. The information economy : definition and measurement. United States : Department of Commerce, 1977.

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transitiva del trabajo- al mismo tiempo que se modifican ellas mismas -dimensión inmanente-. Lo que desde la Revolución Industrial se conoce como trabajo, y como el eje principal estructurante de la vida cotidiana, familiar y social en general, ha entrado en crisis desde hace décadas. El trabajo, que había organizado la vida cotidiana de los ciudadanos y de las familias y había generado la idea de planificación del futuro y les había llevado a identificarse como ciudadanos de un determinado país30, disminuye su predominancia al menos a nivel del balance global de las sociedades modernas. Son cada vez más los jóvenes que prolongan sus estudios y más numerosos los que benefician de un retiro anticipado o una pensión.

El trabajo no siempre ha constituido el único medio de expansión personal y el único fundamento de la relación social. La idea hegeliana consistía en considerar que el desarrollo del potencial de cada hombre y de la historia universal puede operarse gracias al trabajo humano pero también gracias a la invención de instituciones políticas, al arte, a la ciencia, a la filosofía, a la cultura. La filosofía marxista, inspirada en que el trabajo es la esencia del hombre, es la responsable de haber derramado las ideas de que la única actividad humana que valoriza realmente el mundo es el trabajo. Desde principios del siglo XIX, surgió en Europa la idea del trabajo como "libertad creadora", que permite al hombre transformar sus condiciones de vida, el mundo y a sí mismo. Con la caída del muro, el mundo moderno, mediático y ocioso, ha sabido incluirse en la vida de millones de personas. La economía liberal y democrática ya había descubierto que la relativización del lugar concedido al trabajo y al pleno empleo como estrategia colectiva, no se oponen, todo lo contrario.

La inserción masiva de las TICs en todas las actividades de la vida cotidiana y la fluidez de los intercambios comunicacionales afectan profundamente las relaciones sociales. La dinámica de la economía inmaterial transforma profundamente todos los aspectos del trabajo: su naturaleza, su organización, sus relaciones con las demás actividades. En una “sociedad fluida”, la esencia del trabajo no es la producción de objetos físicos sino la manipulación de datos, de imágenes y de símbolos. Estas sociedades se caracterizan por los siguientes atributos:31

1. El mundo laboral ya no sigue la cadencia regular de ocho horas por día y cinco días por semana. Se introducen nuevos ritmos, según las profesiones y los oficios. La unidad de tiempo, de espacio y de acción característicos del trabajo en la economía industrial son modificados por la irregularidad de una producción vertiginosa, cuyos componentes se entregan pocos minutos antes del montaje de los productos finales. Por una parte, la parcelación temporal y espacial es mucho más pronunciada que en la economía industrial y, por otra, la infotecnología refuerza los vínculos entre las distintas etapas del trabajo y da fluidez al conjunto. El trabajo se vuelve a la vez más disociado y más integrado.

2. El trabajo abandona los lugares tradicionales. Irrumpe el teletrabajo que se convierte en la modalidad cotidiana de millones de trabajadores lo que introduce una dispersión temporal y espacial acompañada de una explosión funcional.

3. Proliferan constantemente los nuevos oficios y modos de trabajo al mismo tiempo que los oficios se vuelven obsoletos con mayor rapidez.

4. En la manipulación de la información, del saber o de la emoción ya no existe una relación directa entre el nivel del esfuerzo realizado y el resultado final. En el trabajo inmaterial, un trabajador puede ser cien veces más productivo que un trabajador medio, a diferencia del trabajo industrial en el que la diferencia entre

30 Castel, Robert. La metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado. Paidós. Buenos Aires, 1997.31 Goldfinger, Charles. Travail et hors-travail vers une société fluide. Odile Jacob. Paris, 1998. Ver también L’utile et le futile; l’économie de l’immatériel. Odile Jacob. Paris, 1994.

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un obrero con un buen rendimiento y uno mediocre era de uno a cinco como máximo.

5. El carácter no lineal del trabajo influye en la noción de jerarquía que, en la Era Industrial era formal, rígida e impuesta en función de criterios inamovibles. En la sociedad fluida, la competencia técnica, científica o artística, y las capacidades para establecer y mantener el vínculo con el cliente son preponderantes. La autoridad es ejercida por aquellos que crean y controlan el nuevo patrimonio de activos intangibles (la información, la imagen, los conocimientos tecnológicos, el capital humano).

6. Las nociones de lealtad y de lazos entre la empresa y sus empleados se transforman. La fidelidad no es un valor gratificante32. Dos personas que ejercen un oficio análogo pueden tener una remuneración y una posición diferentes. Las primas vinculadas a los resultados reemplazan los aumentos automáticos y uniformes.

7. La dinámica de las empresas provoca una multiplicación de empleos atípicos: tiempo parcial, trabajo temporal, horarios flexibles, contratos de corta duración. La multiplicación de los empleos atípicos no es la muestra de un subempleo latente o de una desocupación disfrazada, sino la consecuencia de la convergencia de varias tendencias estables: el auge de los empleos atípicos forma parte de las estrategias de adaptación a una economía global que funciona 7/7, 24/24, y acomoda su ritmo a la presión de la competencia, lo que obliga las empresas a perseguir una utilización más eficaz y más flexible de la fuerza de trabajo; el desarrollo de los empleos no tradicionales obedece a la evolución de la demanda regida por consumidores que desean poder comprar instantáneamente los productos y servicios más variados en cualquier momento y en cualquier lugar. La desmaterialización de la economía virtual refuerza esa tendencia.

8. La amplia gama de modalidades de trabajo expone la razón de los factores demográficos estables, como la mayor participación de las mujeres y la prolongación de la esperanza de vida.

9. El movimiento entre las modalidades de trabajo tradicionales y las nuevas es cada vez más frecuente. Por ejemplo, una misma persona, según los diferentes períodos de su vida, puede pasar de la jornada completa a la parcial, de la oficina al teletrabajo, de la seguridad de un empleo asalariado a la empresa propia.

10. Ámbitos tradicionalmente diferentes de trabajo, como la educación y el esparcimiento, constituyen ahora espacios entrelazados y coexisten con flexibilidad.

La economía fluida de Goldfinger es una economía de la abundancia y de un gran potencial de crecimiento, dado que no la limitan los inconvenientes de la escasez física. Ya en 1983, Simon Nora se interrogaba sobre la posibilidad de que, debido al aumento de la competitividad, ésta alcanzara un nivel suficiente en los sectores mercantiles para que actividades de convivencia o lúdicas ocuparan una parte importante del tiempo disponible de las personas. Consideraba que esto no ocasionaría una disminución del valor moral o espiritual de las personas y señalaba que la mutación sería, en todos los casos, larga y lenta. El resultado será una nueva forma de crecimiento menos cuantitativa que cualitativa, revolucionando las estructuras de los empleos y el orden de los valores.33

32 Cada vez más los individuos poseedores de talentos específicos los ponen a la venta al mejor postor. Ver los sistemas de subasta de capital intelectual como Freelance.com. Cervera, José. “Economía IP y el fin de la dicotomía ocio/negocio.” Publicado en Baquía el 4 de junio del 2001. Consultado en http://www.baquia.com/com/20010604/art00015.html el 3 de octubre del 2002.33 Nora, Simon. Ob. Cit. p. 45.

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Otro enfoque consiste en iluminar el cambio ocupacional vinculado, por un lado, a la expropiación de diversos aspectos de la vida para convertirlos en relaciones comerciales y, por el otro, a la transformación de las actividades que antes se realizaban en el seno de la familia y entre familiares y que fueron, a lo largo de la historia, pasando a manos ajenas, por ejemplo, el cuidado y asistencia de personas. A medida que el tiempo de placer, de descanso y de ocio se fue convirtiendo en un tiempo de consumo, las diferencias entre el tiempo para producir y el resto del tiempo de vida fueron menguando. En la Sociedad de la Información, las fuerzas de la economía-red incorporan a la órbita comercial el tiempo restante de cada individuo transformándolo en cautivo de una “comercialidad” omnipresente.34

Las redes globales conforman un tejido que permite poner en relación simultánea un número de interlocutores/usuarios/receptores-emisores, de manera que todos participan por un período determinado de un espacio virtual compartido que sólo existe en sus intelectos. El concepto de “sociedad de redes” de Castells sostiene que las redes de información que se interconectan a nivel global, producen efectos dramáticos en la organización del tiempo y espacio. La conectividad se transforma en un atributo de todas las organizaciones que desean estar incluidas en el proceso de globalización que tiende a acelerarse.

Frank Webster identifica cuatro tendencias relacionadas con la transición hacia una Sociedad de la Información:35

1. La información está ocupando el lugar central como recurso estratégico clave en la economía mundial. De ello se desprende que la organización y recuperación de información es de valor excepcional y se aplicará en un gran número de actividades.

2. La computación y las tecnologías de la información suministran la infraestructura que permite que la información se procese y distribuya, facilita las operaciones instantáneas de comercio y monitorea los asuntos económicos y sociales a escala global.

3. Ha existido un crecimiento excepcionalmente rápido del sector comercial de la información en la economía de servicios, como medios de comunicación (satélite, cable, video) y bases de datos en línea, que suministran información instantánea de precios de bienes, listas, fluctuaciones de monedas, así como resúmenes de revistas técnicas y científicas, entre otras.

4. La creciente informatización de la economía facilita la integración de las economías nacionales y regionales, efecto inmediato y concreto del proceso de intercambio de la información. La economía se ha convertido en algo verdaderamente global sin restricciones de espacio y los límites erigidos por la ubicación geográfica se han derribado.

Estas tendencias enfatizan la centralidad de las redes de información que vinculan localidades, ciudades, países, regiones y continentes, haciendo posible la globalización de la información. La explosión de la información insufla gran velocidad a los flujos de información y, mediante éstos, a toda la organización y al sistema económico y social. Según Castells, las características del espacio-tiempo social, cultural y económico se han transformado con el advenimiento de la sociedad en red. El tiempo se ha reducido debido a la sinergia entre telecomunicaciones y ordenadores y, simultáneamente, el espacio se ha restringido. Giddens considera este fenómeno como una compresión espacio-temporal que concierne tanto a las grandes corporaciones, como a los gobiernos y a los individuos. El dinamismo de la modernidad deriva de la separación

34 Rifkin, Jeremy. La era del acceso. Ob. Cit. p. 137. 35 Webster, Frank. Ob. Cit. p. 18.

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del tiempo y el espacio y de su recombinación. Se reconfiguran los espacios-tiempo de la vida social. Este fenómeno puede darse en la medida en que existen nuevos factores, básicamente tecnológicos, involucrados en la tarea de revincular el tiempo y el espacio.36

El diseño tecnológico, las decisiones políticas y las inversiones públicas y privadas que demandaba la implantación de las redes de comunicaciones se han llevado a cabo de manera acelerada y sinérgicamente con el desarrollo del comercio internacional de los últimos 20 años. Estas redes han crecido y alcanzan un estado de desarrollo proporcional al estado de desarrollo de los intercambios comerciales internacionales. Pero la implantación de una infraestructura adecuada no es lo único que puede justificar el aumento en las comunicaciones. La razón más importante es la capacidad de interconexión de las redes, muy en particular, a través de las tecnologías IP que comparte. Internet es accesible a través de las redes de telefonía fija, de videocable y de telefonía celular. Al seguir la “ley de la plenitud”, la metared es su propio motor de crecimiento. Sugerida por Kevin Nelly, director de la revista Wired, en su libro Nuevas reglas para una nueva economía, esta ley identifica el impacto que tiene cada nueva conexión a la red. En la nueva economía, el valor de cada máquina individual aumenta cada vez que se conecta otra máquina a la red, dado que se incrementa el efecto sinérgico del mayor flujo de información. La red no solo es global sino también globalizadora. Esto desafía un axioma esencial de la sociedad industrial, el de la escasez, proveniente del concepto de oferta y demanda tan divulgado y aceptado por generaciones. En la Era Industrial la rareza del bien fijaba su valor, mientras que en la sociedad posindustrial de redes el valor de cada nodo aumenta cuando el número de ejemplares conectados se incrementa.

Los procesos de información producidos en red conectan individuos entre sí y los individuos con la organización social colectiva que es la red en un todo. Son procesos individuales y al mismo tiempo colectivos. Los procesos de información alrededor de un libro son cerrados y sólo promueven individualismo. Como sus lectores no están relacionados entre sí de un modo concreto, aun cuando los procesos cognitivos compartan matrices culturales y cierta forma de apropiación, más allá de la fruición personal, no se produce ningún valor agregado posterior que a su vez incremente el valor inicial del libro. Los procesos de información producidos entorno del libro pueden llegar “hasta a aislar a la gente los unos de los otros al hacer de la comunicación algo silencioso”. La organización en red es una alternativa a lo individual y a lo colectivo, lo que la convierte en uno de los recursos más poderosos de la humanidad y en una condición para acelerar el crecimiento de la producción intelectual. Como decía de Kerckhove, la conectividad es un estado humano.37

El ciudadano wi-fi y el ocio intersticialLa dimensión cultural de la SI está sujeta a dos aspectos relevantes de la evolución de las sociedades modernas: por un lado, la dinámica y tensión entre la esfera laboral y la esfera del ocio y, por el otro, entre el espacio del espectáculo y el espacio privado de desarrollo personal. La tensión entre esfera laboral y esfera de ocio ha decididamente evolucionado en favor del ocio, aunque haya sufrido una prolongada demonización a la vez que era considerado “un aspecto del ámbito privado, del espacio íntimo, que no afectaba ni a la educación ni a los medios de comunicación, correspondientes al campo público de la persona, al espacio útil, a la sociedad”.38 En francés, la palabra ocio deriva de oisivité (ociosidad) y, por tanto, está relacionado con algo despreciativo y 36 Giddens, Anthony. Consecuencias de la modernidad. Alianza Universidad. Madrid, 1994.37 de Kerckhove, Derrick. Inteligencias en conexión. Hacia una sociedad de la web. Ed. Gedisa. Barcelona, 1999. pp. 25-26.38 Perceval, José María. “Medios de comunicación y educación en la sociedad del ocio.” En Pérez Tornero, José Manuel (Cdor.). Comunicación y educación en la sociedad de la información. Nuevos lenguajes y conciencia crítica. Paidós. Barcelona, 2000. p.59.

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condenable, mientras que en inglés el término leisure aproxima su significado al concepto de diversión en el descanso, lo que sería en francés el término loisir. En las lenguas latinas, la noción de ocio proviene de la definición de otium de Séneca, relacionada con el ocio de los ciudadanos libres y propietarios en una sociedad esclavista. Para Séneca, el ocio era la verdadera vida del espíritu, la realización perfecta del ciudadano de la República, la diversión como resultado del camino del conocimiento. En español, también se aproxima a la idea de diversión o de ocupación reposada.39

La construcción del espacio que hoy ocupa el ocio en la vida de los ciudadanos en las megapolis representa el resultado de una traslación histórica: desde las capas más acomodadas, el ocio, redimensionado y reconfigurado modernamente por la economía industrial, es un valor asequible para los demás sectores del sistema. Básicamente, la reducción de las jornadas de trabajo, el establecimiento de un período vacacional y, en menor medida, la modernización de los medios de transporte, son los tres elementos de los que se sirven las personas para usufructuar, bajo patrones culturales bien determinados, un espacio tiempo destinado al ocio.

Durante el siglo pasado, un equilibro inestable fue ganando terreno y reduciendo el déficit de acceso al ocio en detrimento del tiempo de trabajo. El derecho al ocio comenzó a entenderse como un derecho más amplio de acceso a los servicios culturales, deportivos y de distracción. La influencia de una economía mediática y del esparcimiento creció sin pausa. Al final del siglo, los productos de las industrias culturales se habían convertido en bienes de consumo de masas. “Jamás se había leído, escuchado música clásica y visitado museos hasta tal punto. Las infotecnologías van ampliar más aún esta oferta.”40

Esta evolución no estuvo ni está exenta de tensiones entre dos paradigmas: a) el paradigma liberal-consumista que interpreta el ocio exclusivamente como el descanso y la liberación del trabajo y que busca hacer del tiempo libre, sobre todo, un espacio de consumo; b) el paradigma creativo-cultural que procura integrar, en el tiempo de ocio, valores y procesos provenientes de la educación, la creación y la cultura y que se aproxima más a la definición clásica de otium. El primero constituye el basamento filosófico para la mercantilización creciente de cualquier experiencia humana. “Las redes comerciales de todo tipo y naturaleza tejen una red en torno a la totalidad de la vida humana, mercantilizando toda experiencia de vida. En la era del capitalismo de la propiedad, lo más importante era la venta de los bienes y los servicios. En la economía del ciberespacio, la mercantilización de los bienes y los servicios resulta algo secundario con respecto a la mercantilización de las relaciones humanas. Mantener la atención de los clientes en el nuevo y veloz ritmo del entorno constantemente cambiante de la economía-red significa controlar tanta parte de su tiempo como sea posible.”41 Por otra parte, como afirma Rifkin, “al cambiar unas transacciones mercantiles discretas y limitadas en el espacio y en el tiempo por una relaciones mercantilizadas que se extienden en el tiempo de manera ilimitada, la nueva esfera comercial se asegura que una parte cada vez mayor de la vida se vincule a la cuenta de resultados”.42

Ferrès considera que el espectáculo, que siempre había estado restringido en tiempo y espacio –se expresaba y consumía en determinados días, determinados espacios, 39 El Diccionario de la Real Academia Española presenta varias acepciones: 1. cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad. 2. tiempo libre de una persona. 3. Diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio, porque estas se toman regularmente por descanso de otras tareas. 4. Obras de ingenio que uno forma en los ratos que le dejan libres sus principales ocupaciones. Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. Madrid, 1992. 40 UNESCO. Nuevas fuentes de empleo. El courrier. Diciembre de 1998. 41 Rifkin, Jeremy. La era del acceso. Ob. Cit. p. 137.42 Rifkin, Jeremy. La era del acceso. Ob. Cit. p. 138.

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determinadas horas-, puede ahora disfrutarse gracias a los medios de comunicación –en particular de la televisión- y a las TICs, en un espacio que engloba todas las esferas del ciudadano. Vivimos en una virtual “sociedad del espectáculo”.43

El tiempo extralaboral es también el lugar privilegiado para la interacción social, que es fundamental para la integración del ciudadano en todas las etapas de la vida. Siguiendo el paradigma creativo-cultural, el ocio es la materia prima de un proyecto común con interés social que no puede ser abandonado ni al espontaneísmo, ni puede ser tratado parcialmente como momento de consumo, ni estar sujeto a la falsa oposición productividad/descanso propia del economicismo. El tiempo de ocio puede y debe ser considerado como un eje vertebrador de la sociabilidad, compartiendo el protagonismo de la educación y del trabajo como principales factores de la acumulación de capital social de los ciudadanos. En los tiempos de ocio, el ecosistema mediático, que ya era central, adquiere una novedosa dimensión a través de las redes sociales como Facebook y MySpace y de los mundos virtuales que superan el simulacro para transformarse en espacios de encuentro y de intercambio simbólico, social y comercial.

Según Ferrès, desde un punto de vista fenomenológico, esta nueva cultura puede definirse a través de cinco grandes rasgos:44

La potenciación de lo sensorial se debe a la introducción masiva de los lenguajes audiovisuales en las actividades de ocio y a su juego a favor de lo concreto en reemplazo de la conceptualización propia de los textos escritos en los que los significantes son abstractos y por tanto solo mediadores en el camino hacia el significado. Lo concreto y lo sensible adquieren una gran densidad capaz de impedir por momentos la activación de la mente reflexiva, al mismo tiempo que ofrecen gratificación inmediata sin mediar el significado para ello. Esta hipertrofia de lo sensitivo acaba anulando la posibilidad de distanciamiento reflexivo o crítico.

Con respecto a la narrativa, si bien es cierto que no es patrimonio ni exclusivo ni diferenciador de esta cultura del espectáculo, ha adquirido una relevancia social como nunca antes. En la logosfera, el teatro y la novela han convivido, entre muchos otros instrumentos de expresión, con los libros de texto y de poesía, con los catecismos y los ensayos. Mientras que en la iconosfera, el relato es omnipresente porque a las formas del relato que ya se conocían (las series de televisión, las películas de cine), se adicionan nuevas formas de relato de manera que lo narrativo prima sobre lo discursivo. Son relato los shows, las retransmisiones deportivas, los concursos. La información, para que llegue de manera eficaz al público, es dramatizada, personalizada, narrada, aunque debajo subyace un discurso, haciendo que de una forma inconsciente, sean interiorizados ideologías y pautas de comportamiento no explícitas en el relato.

Desde que el cine supuso el paso de lo estático a lo dinámico, la velocidad, configurada por la revolución técnica, no ha cesado de aumentar. Primero, fueron los objetos, después la cámara, los cambios de plano derivados de la edición, la estimulación sonora. La cantidad de planos que recibe el receptor ha ido en aumento en paralelo con una adaptación mutua y progresiva con la persecución como modalidad de conflicto más adecuada al medio audiovisual. “La persecución es [...] la esencia de la televisión, no sólo desde el punto de vista narrativo, sino también y sobre todo desde el de la puesta en escena y desde el de la estructura institucional.”

43 Ferrès, Joan. Educar en la sociedad del espectáculo. Paidós. Barcelona, 1999. p.20.44 Ferrès, Joan. Ob. Cit. pp. 25-26.

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El paso previo por el intelecto, es decir, la comprensión, es el costo que debe pagarse en la cultura de la palabra escrita para obtener las emociones que, por cierto, provienen del significado y no del significante. En cambio, por medio de la implicación emotiva fruto del recurso constante a mecanismos psicológicos, y del dinamismo generado por los cambios de planos, por la sonorización y por el movimiento de la cámara, los relatos audiovisuales son productores de emociones de manera directa. Emociones primarias, previas e inevitables que pueden producir una gratificación de modo que el receptor renuncie, consciente o inconscientemente, a la satisfacción emocional proveniente de un proceso racional.

Provocar o asombrar es uno de los objetivos esenciales a todo proceso comunicativo. En la cultura de la palabra escrita, la necesidad de sorprender es satisfecha por medio de recursos de orden superior, vinculados a la inteligencia o la sensibilidad, como el contenido, su calidad estética o su fuerza argumentativa. En la cultura sensorial, estos recursos pueden ser precedidos o mismo reemplazados por otros de carácter más elemental. Lo sorprendente es lo nuevo que adquiere valor indiscutido por ser nuevo. Cuando los acontecimientos excepcionales no existen, se busca un abordaje excepcional, una dramatización o una puesta en escena sorprendente.

El tiempo de ocio es un tiempo empleado en actividades muy diversas como el juego, el deporte, la cultura o el descanso. En cada una de esas actividades, la oferta se ha ido multiplicando de manera de ajustarse a la evolución de la dimensión y de la calidad del tiempo libre.

El enfoque cultural de la SI es quizás el aspecto más fácil de reconocer, aunque más difícil de cernir. Básicamente debido al incremento evidenciado del volumen de la información producido y de las comunicaciones y a la aceleración del flujo en circulación, componentes que impactan constantemente en todas las actividades humanas, para el ciudadano, destinatario de todos los mensajes, resulta cada vez más difícil navegar entre tanta información y detectar aquello que tiene verdadera significatividad para él en el contexto de búsqueda. En la cultura informativa, las personas viven en una interacción simbólica constante. Todo lo que se intercambia y se recibe es reconocible como parte de un proceso comunicativo, aunque esta explosión de datos y símbolos no significa que el uso que se hace de ellos pueda redundar en más producción de significado.45

La televisión se ha expandido de un servicio discontinuo a una programación en centenares de canales posibles a través del mejoramiento y la incorporación de tecnologías, como el cable, los satélites y los terminales receptores. Con la llegada de la IPtelevision, la oferta se expande universalmente, conviertiéndose realmente en la tan prometida oferta globalizada. Desde cualquier lugar del mundo el usuario puede consumir contenidos de su televisión preferida, sin las limitaciones de las regulaciones de espectro nacional. La digitalización y la retransmisión de contenidos radiales por las redes ofrecen una diversidad y segmentación de la oferta informativa y musical local o distante, casi de manera personalizada. La disponibilidad de títulos de libros y revistas editados en papel y en formato electrónico no cesa de incrementarse.

La información es un factor de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. La extensión de la conciencia individual del valor de la información y del acceso a información de alta calidad en un marco de libertad desemboca en un proceso político-social caracterizado por el aumento de la participación.46 El reconocimiento del valor

45 Webster, Frank. Ob. Cit. p. 22.46 Martin, William J. Ob. Cit. p. 40.

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cultural de la información proviene del hecho de que en el imaginario social, la posibilidad de acceder a más información es habitualmente asociada a las virtudes de los regímenes democráticos y a la transparencia en el uso del poder de gobierno. Aplicando, por analogía, la misma ley de plenitud de las redes anteriormente mencionada, esa asociación se concreta en un proceso de participación que no cesa de incrementarse. De esa forma se entiende el por qué del aumento tan significativo de usuarios de los nuevos medios participativos, del blogging, fotoblogging, videoblogging y microblogging. Los medios sociales introducen al usuario en un tiempo de ocio participativo.

En los últimos cincuenta años, el tiempo total destinado al ocio se incrementó para una mayoría de la población. A la vez, la oferta mediática se incrementó y el tiempo de ocio quedó fragmentado entre una gran diversidad de contenidos y formatos que, con la llegada de la generación digital a la edad adulta, se consumen cada vez más de manera simultánea. Como consecuencia de las grandes transformaciones en los modos de organizar la producción, el sistema productivo, especialmente el de servicios, hiperrepresentado en los grandes centros urbanos, produce burbujas de tiempo de ocio que modifican sustancialmente el espectro de consumo, introducen nuevas formas de consumir contenidos y pueden afectar sensiblemente la economía de los medios.

El uso de los contenidos de ocio es más interactivo, más selectivo, menos duradero. Muchas obras de teatro siguen teniendo dos horas de duración con un intermezzo. El cine sigue ofreciendo material que se extiende durante al menos 90 minutos. La televisión, que creíamos el medio de los formatos breves, ofrece series de 26 minutos. La bibliografía novelesca se acomodó a las 200 páginas promedio. En frente, en una competencia cada vez más abierta y feroz, una oferta heterogénea de brevedades, contenidos de cortísima duración, cápsulas que se consumen sin costo de desplazamiento, que generalmente son de contraprestación publicitaria (a cambio, el usuario consume publicidad) y que no retiene al usuario en un ámbito cerrado, preso de un guión no-participativo que no ofrece oportunidades de bifurcación, ni personalización ni participación. Píldoras de formato y de naturaleza publicitaria que se consumen en la pantalla dentro del ascensor hasta llegar al piso 35, en la pantalla del bus, del taxi o del tren durante el viaje, en la pantalla de la computadora de la oficina o en el celular esperando el metro.

Microguiones, microestructuras, microcontenidos. La duración de los intercambios simbólicos se reduce. La duración de las ofertas de contenidos disminuye. El ocio se consume en pequeñas píldoras de fruición, brevedades que pueden disfrutarse en los microespacios que dejan las actividades laborales o en los fragmentos de dedicación ociosa que el usuario se adjudica durante los desplazamientos o en su tiempo libre en el hogar. Todos los contenidos son microcontenidos, unidades semánticas que pueden eslabonarse o no y que permiten emocionarse en un tiempo escaso, un tiempo intersticial, una emoción en grageas. El ocio se ha vuelto intersticial. Se crea y se inserta en microespacios, en los breves minutos de los que dispone el ciudadano durante el trayecto de un tema a otro, de un sitio a otro, de una estación a otra. El ocio completa el lag time. En ese contexto, el móvil es, sobre todo, un medio de tránsito.47

La duración de los espacios sin actividad productiva-social está cambiando. El tiempo de ocio ha explotado en pequeños fragmentos. La oferta de ocio, global como jamás antes lo fue, es un universo de miles de propuestas. La extraordinaria diversificación de la oferta acentúa la tendencia a la promiscuidad del consumidor. Las nuevas creaciones son pensadas para ser consumidas integralmente de modo secuencial y en

47 Nokia. A Glimpse of the Next Episode. The Future Laboratory (NOKIA). Espoo (Finlandia), 3 de diciembre de 2007. Consultado en http://nseries.com/entertainmentstudy/ el 9 de febrero de 2008. Fue realizado sobre 9.000 consumidores en 17 países y con entrevistas a expertos y líderes de la industria.

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modo pildorizado. Aun cuando aparecen en su formato tradicional, las microestructuras dejan entrever una tendencia a las escenas cortas, los diálogos breves, el sentido encapsulado en pequeñas dosis. Todo contenido debe poder presentarse en tajadas finas, descomponerse en múltiples unidades que tengan sentido simbólico y comercial.

Las brevedades se adaptan mejor a la fragmentación del tiempo. Con cápsulas de fruición que ensambladas dan lugar a nuevos géneros, microgéneros, géneros personales, el usuario navega más flexiblemente los tiempos de ocio que le tocan vivir. Con la llegada de Internet móvil, la pildorización en general y la videomanía en especial se exacerbarán.48 La videomanía se consume obviamente en píldoras de corta duración.

En el ámbito laboral, el estrés creciente aumenta el número de micropausas. Burbujas de no-actividad productiva durante las cuales pueden disiparse las tensiones relacionales que provoca el trabajo. Oxígeno para renovar la concentración asfixiante en cada tema y situación problemática. La complejidad y polifuncionalidad de los puestos de trabajo y la diversidad de temas tratados y de interlocutores no está siendo gestionada por las nuevas estrategias de management y de gestión de personas con la eficacia suficiente como para disminuir el estrés cognitivo. Por razones muy diversas, entre las que predominan las socio-organizacionales y los nuevos medios de comunicación, el ambiente laboral se ha llenado de micro espacios distractivos, espacios de no productividad, paradójicamente indispensables a la competitividad y productividad del usuario. La mensajería instantánea entre colegas, la lectura del periódico en Internet, los mensajes de texto interpersonales y las alertas en el celular, los correos electrónicos personales y el spam que se entremezcla en la bandeja de entrada con los mensajes profesionales, las pausas para fumar. Segundos, minutos. El tiempo de ver un video corto, buscar en DeRemate algo para comprar, contestar un SMS.

El tiempo de ocio es tiempo de informarse pero sobre todo es tiempo de distensión, de esparcimiento y de divertimiento. Las actividades económicas están repletas de intersticios. Dentro de ellas como entre ellas, el ocio intersticial se vuelve económico, mercantilizado. El hecho de que el usuario no haya aceptado dejar la gratuitad del modelo inicial que le ofrecía la red por uno selectivo y de pago, aun tiene consecuencias. Los nuevos medios sustentan sus negocios en la publicidad, en primer lugar. Los accesos de pago son minoritarios e irrelevantes en términos económicos globales. La filosofía que inspira los nuevos medios se funda en la idea de que a cambio de acceder al contenido, el usuario está dispuesto a consumir publicidad y que este consumo es elástico, lo que aun está lejos de demostrarse. Esto connota casi irreversiblemente toda estrategia de comunicación de ocio y la condena a un modelo de negocio publicitario. Con esa caracterización, el ocio intersticial es una mercadoutopía hecha realidad.

La vida hiperurbana (7 días de vida en la ciudad) está repleta de estos intersticios. Los ciudadanos no hacen más que recorrer un conjunto de estaciones, paradas entre las cuales existen vacíos a colmatar, ausencias de “actividad”, provocadas o espontáneas, que deben completarse para resolver de manera equilibrada el balance de su vida social en movimiento. Estas “no-actividades”, estos intersticios de la vida social, implican solo el esfuerzo psicológico de estar en movimiento. No implican un compromiso emocional con lo que está viendo o escuchando.

48 Casi la mitad de los usuarios jóvenes de Internet vía móvil de EE.UU., cuando accede a la red lo hace durante menos de una hora. Nielsen Mobile. “Kids on the Go: Mobile Usage by Teens and Tweens.” Citado por Knight, Kristina. Mobile teens, tweens react differently. 14 de diciembre de 2007. Consultado en http://www.nielsenmedia.com/nc/portal/site/Public/menuitem.55dc65b4a7d5adff3f65936147a062a0/?vgnextoid=885472b6caf96110VgnVCM100000ac0a260aRCRD el 31 de enero de 2008.

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Pueden ser espacios de aislamiento o de inmersión para el usuario que, sometido al cono invisible de los auriculares, procese un ruido elegido por él para separarse del bullicio circundante y público. El nuevo medio lo lleva de la esfera pública a la privada. Pero pueden ser también medios compartidos, cuando el usuario enajena su conversación privada en el móvil y los otros transeúntes deben soportar un contenido característico de Gran Hermano. En ese caso, son burbujas privadas que se hacen públicas y se entremezclan. Una gran conversación en la que todos participan obligadamente, aunque no lo deseen. El bullicio ciudadano ha incorporado nuevos sonidos. Pulgares que teclean con rapidez en una minúscula botonera. Ringtones y sonidos lúdicos. Las voces de conversaciones celulares de las que participa sin pedirlo todo el organismo social.

Este subsistema de intersticios ociosos, mediáticos e hiperconectados, que participa del sistema productivo y, al mismo tiempo, lo reconfigura así como lo transforma el modo de producir y compartir información entre las personas, representa una ruptura histórica con la mente laboriosa tradicional, acostumbrada a la exposición sistemática, a la presencia humana, a las relaciones presenciales apenas mediatizadas, a una exposición visual exagerada a través de un mobiliario corporativo vidriado o semitransparente, a una razón y un orden organizacional que decretaba las pausas metódicamente. El ocio intersticial no es una ruptura suave - aunque no lo queramos admitir - con la rutinización tradicional de las pausas. Es hijo de la hiperconectividad y de la mediatización de las relaciones familiares, sociales y profesionales. Es producto también de la flexibilidad. Los nuevos criterios tienden a demostrar en la práctica que la optimización de la productividad se obtiene mediante fórmulas flexibles, entiéndase una gestión por objetivos y una evaluación del desempeño por resultados. Criterios que liberalizan la supervisión aplicando métodos de control de gestión que aceptan más cómodamente la descentralización y la autonomía en la toma de las decisiones y la flexibilización de las dedicaciones y de los tiempos.

Los intersticios son transiciones durante las cuales el usuario guarda distancia entre dos puntos, el de partida y el de llegada. Simulacro de objetividad, un proceso de distanciación prudencial entre un sitio y otro, un estadio y otro. El desplazamiento es pasajero.

El discurso mediático intersticial se inspira en el entretenimiento y el placer como la supra-ideología. En el ámbito laboral, aun cuando se restringe más a las fronteras de los medios establecidos, al ecosistema mediático institucionalizado, a la consulta técnica-profesional, a lo informativo, sobre todo cuando se trata de usar la conectividad corporativa, el usuario termina superando por algún canal las barreras interpuestas por la relación de dependencia y las exigencias de la productividad. Internet, y más aun la TM, son las vías privilegiadas para eso. Las líneas de TF disminuyen en número y mucho más en consumo corporativo cuando se trata de un uso privado o semiprivado de las líneas.

Estas transformaciones de una sociedad manifiestamente centrada en la mente tipográfica en una sociedad en la que el ocio ocupa un papel primordial ha tenido profundas implicancias socio-políticas, al convertir los medios en el epicentro cultural de las sociedades, caracterizado por el poder de seducción, por el estímulo sensorial de la realidad y por “su simple comunicabilidad, en línea con el menor esfuerzo psicológico”.49 Una de las implicancias sociopolíticas es la centralidad de los medios en la vida cotidiana de los ciudadanos, en particular de los contenidos audiovisuales, por medio de una exposición acumulativa a las imágenes dinámicas que contrasta con la dedicación diaria de las personas a la interacción personal en el hogar y a las

49 Castells, Manuel. El surgimiento de la sociedad de redes. Ob. Cit. pp. 327-364.

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relaciones sociales en general. Esto fue así hasta la llegada de la TM. Antes, en las grandes ciudades de occidente, menos de 15 minutos por día por persona era el promedio de la dedicación al intercambio comunicativo familiar. Gracias a la TM, a pesar del incremento de los tiempos de viaje entre el hogar y el trabajo, las relaciones con la familia y con los amigos se han incrementado. Más comunicación interpersonal, mediatizada por la TM. Oral u escrita, la comunicación vía móvil se ajusta muy bien a las necesidades de comunicación de las grandes urbes. Con una disponibilidad total, el móvil, que ha suplantado al despertador y a la calculadora, que roba consumo a la telefonía fija y al correo electrónico, responde con economía de esfuerzo, un costo asequible y nuevos formatos y géneros a la necesidades de comunicación.

La “cultura urbana”, paradigmática de la civilización contemporánea, es una cultura mediática. Schmucler y Terrero afirman: “[...] el mundo urbano actual tiene, a su vez, un núcleo central de significación en la llamada comunicación masiva. Más precisamente, en los medios masivos de comunicación cuya presencia es tan determinante que caracteriza al conjunto. No resultaría caprichoso pensar que, hoy, hablar de la cultura urbana – es referirse a la cultura mediática”50. El patrón globalizado de comportamiento predominante en las sociedades urbanas indica que la segunda categoría de actividad en orden de importancia después del trabajo es el consumo de medios masivos de comunicación. Más aún, en el hogar, es la actividad predominante. Escuchar/ver medios de comunicación no es de ninguna manera una actividad excluyente, sino más bien una actividad que se combina fácilmente con otras, por ejemplo, con los quehaceres domésticos e incluso con la interacción social. Como decía Castells, una casi constante presencia de fondo, el telón de nuestras vidas. “Vivimos con los medios y junto a los medios.”51 Esta relevancia de los medios de comunicación en una sociedad que produce una oferta cultural y de ocio de tan diversas naturalezas y en cantidades abundantes, hace concluir a algunos analistas que la cultura masiva de los medios es la cultura hegemónica.52 Puede ser que la cultura mediática no sea al fin y al cabo la cultura de todos ni mucho menos, pero sí connota la cultura urbana. En paralelo, la vida en la gran ciudad se ha digitalizado. En el hogar, en la interacción con los otros, en el acceso a la información y en la producción de nuevo conocimiento. La vida urbana es una vida en la que los bits están por doquier. Y como los medios abundan, los contenidos en bits también.

Se está produciendo sin embargo, una brecha con el pasado mediático aun reciente. Los usuarios se desplazan de los medios tradicionales hacia los nuevos medios, digitales, interactivos y en línea, especialmente aquellos que facilitan el acceso a redes sociales y a contenidos audiovisuales. Compartir contenidos propios y ajenos es una de las actividades sociales que más crece proporcionalmente, incluyendo actividades laborales y no laborales. Por ejemplo, la comunicación mediatizada a través de la mensajería instantánea tiende a ganarle terreno al correo electrónico. Como medio y pasatiempo ha sido adoptado por una amplia franja de usuarios de Internet.

Las multitudes urbanas son hiperconectadas a través de redes que se solapan, el videocable, la red de telefonía básica (para acceder con banda ancha a Internet) y la red de TM. Entre las tres, comienza a destacarse, a pesar del bajísimo nivel de servicios de valor agregado que ofrece por el momento, la última de ellas. La red de TM se usa en cualquier momento del día ofreciendo cada vez más los servicios que, hasta poco tiempo atrás, prestaban de manera exclusiva las otras dos. Su preeminencia es mayor en la generaciones más jóvenes. Las tecnologías inalámbricas constituyen para 50 Schmucler, Héctor y Terrero, Patricia. “Nuevas tecnologías y transformaciones del espacio urbano. Buenos Aires 1970-1990.” En Revista Telos, Nº32. Fundesco. Madrid, 1993. p. 27.51 Castells, Manuel. La era de la información. Economía sociedad y cultura. Vol.1 La sociedad red. Alianza. Madrid 1998. p.366.52 Bisbal, Marcelino. En Barrios, Leoncio y alt. Industria cultural. De la crisis de la sensibilidad a la seducción massmediática. Litterae Edit. Caracas, 1999. p. 77.

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la generación de nativos digitales la primera red de comunicaciones. El uso simultáneo del móvil con otros soportes es algo cotidiano entre los jóvenes. Las redes de TM se usan al mismo tiempo que las demás.

En pocas oportunidades, una tecnología ha impregnado tanto y tan rápidamente la sociedad. Las tecnologías digitales de naturaleza computacional son, después de la imprenta, el ferrocarril y la electricidad, el encuentro de mayor significación de las tecnologías con la sociedad. Pero, a diferencia de la electricidad, las TICs no tratan ni transportan una corriente inerte sino información, es decir, saberes y poderes. Las TICs no son autónomas, no adquieren significación sino es por el tipo de recepción y adaptación que le confiere la sociedad: la que le ofrecerán entonces la sociología, la política y la cultura. Lo que cuenta en definitiva en este encuentro, es qué hace la sociedad, qué capacidad tiene de conducir y de apropiarse de ellas.53

Durante años, la radio y la televisión habían configurado un medio ambiente audiovisual con el que interactuamos todo el tiempo y de forma automática. La televisión y la radio, en muchos casos, fueron nada más que una presencia, un elemento de acompañamiento en una sociedad en la cual cada vez más personas viven solas. Y respecto de su preeminencia en el ecosistema mediático no caben dudas. Pero la llegada de grandes masas de nativos digitales a la plena y autónoma inserción social, a su primer empleo, ha hecho que las tecnologías digitales tengan una presencia continuada en las actividades sociales cotidianas, sin ninguna distinción ni separación. Las computadoras ha ganado centralidad en todas ellas y, en el último tiempo, ha ganado territorios que ocupaban los medios de comunicación tradicionales que fueron centrales en el tiempo de ocio durante décadas. A medida que los contenidos audiovisuales llegaron a la 3º pantalla, la computadora se transformó en el elemento digital más empleado. En el trabajo como en casa, la computadora fue ganando espacios en la producción de contenidos, en el compartir información y en la fruición audiovisual. Con la llegada de la IPTV y de los contenidos audiovisuales compartidos, la videomanía tuvo en la computadora el escenario privilegiado. La videomanía se centró en ella. A partir de allí, el uso de la computadora, que había sido concebida y adoptada principalmente como una tecnología funcional, sin tener relevancia en el tiempo de ocio que era consumido mayoritariamente en ambientes audiovisuales, comenzó a incidir significativamente en la distribución del tiempo que los usuarios pasan en un medio y otro. Las implicancias de este fenómeno de traslación de medios audiovisuales tradicionales a medios audiovisuales interactivos no pueden obviarse sin un perjuicio para la industria de contenidos y de los medios de comunicación masiva. La cultura urbana, por definición mediática y predominantemente audiovisual, tiende a ser digital, interactiva y en línea.

Los medios audiovisuales, en particular, son en las culturas modernas el material básico de los procesos de comunicación que modelan el tejido simbólico. La cultura urbana trabaja principalmente con los materiales provistos por los medios. No es menos cierto que los medios digitales, interactivos y en línea introducen variantes en los esquemas de consumo conocidos. Pero aunque el ingreso de la computadora al mundo del espectáculo significa una revolución en el modo de consumir contenidos, la incorporación masiva de las tecnologías inalámbricas a la metrópolis crea un estado de expectación parecido al que habíamos visto en los comienzos de Internet. La ciudad está ahora bajo una sobreoferta de microondas que se entrecruzan permanentemente de modo que el ciudadano puede estar todo el tiempo conectado, hiperconectado, conectado simultáneamente a varias redes. Hotspots y redes Wi-fi ofrecen conectividad a Internet en numerosísimos lugares públicos y privados, y una red de TM, que apunta a ser cada vez más 3G, hace que los dispositivos móviles estén corriendo poco a poco 53 Nora, Simon. Où nous mène l'informatique? Ob. Cit.

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a la computadora del lugar central, privilegiado y casi monopólico que ocupaba en la SI. La movilidad de los dispositivos de recepción tiene muchas implicancias en lo sociológico (entre otras cosas, por la noción de seguridad urbana), lo cultural (por la facilitación para comunicar con códigos y formatos diferentes) y lo económico (por inhabilitar las fronteras de lo público y de lo privado, de lo profesional y lo personal). Lo tienen también en lo mediático, esencialmente porque aumenta la exposición a los medios de comunicación. Con el despliegue de la tecnología 3G y 4G, los contenidos audiovisuales acabarán siendo predominantes en la 4º pantalla.

El reconocimiento de que la audiencia no es un objeto pasivo sino un sujeto interactivo abrió el camino a su diferenciación y a la segmentación de los mensajes con la consecuente transformación de los medios de comunicación masiva, los que introdujeron variantes que tienden a la individualización del receptor y una personalización del mensaje. La evolución de los nuevos medios ayudaron a segmentar mejor las audiencias y el nanomarketing creció a la sombra de Internet. En la SI, el punto clave es que el proceso real de comunicación depende de la interacción entre el emisor y el receptor en la interpretación del mensaje mientras que los medios masivos son un sistema de comunicación de una sola vía. Los medios masivos que pretenden aun enviar un número limitado de mensajes a una audiencia masiva considerada homogénea pierden terreno frente a la interactividad de los nuevos medios. La prensa gráfica solo crece cuando se adicionan sus versiones offline y online y los telenoticieros centrales de la noche compiten con los nuevos medios en línea, todos ellos multimediáticos.

Todo esto había sido en gran medida presupuestado en los años 90. Solo hemos tenido que esperar hasta promediar esta década para verlo en la realidad por el retraso que impusieron los medios tradicionales a la revolución internauta. Lo que no estaba ni siquiera en los mejores planes ficcionales de la SI es que el sujeto, además de abandonar su rol pasivo, adquiriría movilidad.

Nadie pudo prever que la TM alcanzaría la penetración que ha alcanzado en un lapso de tiempo tan breve y que, como soporte, ofrecería las capacidades funcionales que brinda. El crecimiento de la capacidad de los teléfonos móviles es notable. La optimización se produce en todas las funciones: i) el procesamiento, ii) el almacenamiento – aunque por ahora se trate de un sistema primitivo basado en tarjetas suplementarias de memoria ScanDisk que se intercambian -, iii) la captura de imágenes – una creciente megapixelación de los registros -, y iv) la reproducción – aumento del tamaño, mejoras en la resolución, brillo y contraste de la pantalla, que redundan en calidad y legibilidad –. En los últimos 6 años, la capacidad de procesamiento se ha multiplicado por 3 y la capacidad de memoria es hoy más de 10 veces la de entonces. En 2002, los teléfonos móviles como el Nokia 7650 trabajaban con una CPU construida sobre un procesador ARM-9 de 104 MHz, una memoria RAM de 4 Mbytes y una memoria ROM de 16 Mbytes, mientras que los de gama baja y de menores prestaciones usaban procesadores de 20 MHz y 0,5 Mbytes de RAM y ROM. En 2008, el Nokia N95 usa un procesador ARM-11 de 332 MHz, una memoria RAM de 64 MBytes y una memoria FLASH adicional de 160 MB FLASH y una cartas ScanDisk suplementaria de 4 GBytes. Las memorias FLASH ya no son una formula marginal y un producto de nicho. A principios de siglo costaba 2.000 dólares almacenar 1 gigabyte en ese tipo de memoria. Pronto costará cerca de 2 dólares por gigabyte.54 Esto despierta nuevas mercadoutopías, algunas de ellas adormecidas desde que Internet sufrió la explosión de la burbuja.

54 Taptu. Making search social. Unleashing search for the mobile generation. Taptu White Paper. Febrero de 2008. Consultado en http://taptu.com/whitepapers/Taptu_MakingSearchSocial.pdf el 19 de febrero de 2008.

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Existe el riesgo de cometer con la TM un error similar al que, a finales de la década pasada, ocurrió con Internet cuando se asumía con ligereza que la metared estaría en todas las actividades humanas, todo el tiempo. Pero las expectativas solo podían realizarse con un Internet asequible para todos, todo el tiempo. Pero Internet no era móvil. Había muchos sitios desde no se podía acceder, eran numerosos los lugares desde dónde el acceso era precario, inestable o de bajo rendimiento. La tecnología de las redes y de los dispositivos móviles no estaba para facilitar el acceso en movimiento. Los terminales móviles acompañan permanentemente al usuario, que tiene de ese modo todo el tiempo a su disposición una manera fácil y rápida de acceder y navegar en Internet. Lo que le faltó al sueño de los años 90, la TM lo puede aportar ahora.

Como consecuencia de este nuevo estado de oferta y demanda, caracterizado por la diversidad de mensajes y emisores, las tecnologías inalámbricas que abundan en la ciudad, los dispositivos móviles cada vez más polifuncionales y autonómicos (energía, procesamiento), y la proliferación de contenidos multimediáticos pildorizados, las audiencias se volverán más selectivas, eligiendo los mensajes y profundizando la relación individuada entre emisor y receptor. La pluralidad de mensajes a partir de un enfoque nano(audiencias) se constituye como uno de los pilares del nuevo ecosistema de medios, potenciado por el despliegue de redes inalámbricas de mejores prestaciones y de dispositivos móviles optimizados para incorporarse al tiempo de la fruición audiovisual. Comenzamos a vivir bajo un nuevo paradigma, a introducirnos en lo que Johan Lodenius, Vice-Presidente Senior de Qualcomm, denominó como un nuevo ecosistema inalámbrico.

En ese contexto, la TM pretende ocupar desde ahora un rol protagónico. Su capacidad de éxito se debe a que, a diferencia de las modalidades de Internet fijo utilizadas hasta ahora masivamente, la TM representa una posible expansión del ecosistema mediático, una oportunidad de ensanchar la relación con el usuario más allá de los tiempos tradicionales destinados al ocio mediático. A diferencia de la amenaza que representa Internet por el desplazamiento de los usuarios desde los medios tradicionales hacia los nuevos medios en línea, la TM la TM es una oportunidad privilegiada para el nanomarketing y la publicidad interactiva, y para la difusión de contenidos multimediáticos en tiempos de ocio intersticiales que ocurren, aunque no siempre, durante la vida fuera del hogar. Si existe la posibilidad de un duelo, y cabe un temor para los medios tradicionales, éste proviene de la forma en que los usuarios escuchan radio aun hoy durante sus desplazamientos automovilísticos. Pero convengamos que no se trata de la amplia mayoría de la población. La TM puede acentuar el desplazamiento de un medio a otro pero no será su primera incidencia en el ecosistema mediático. En su estado actual de desarrollo, es una tecnología suficiente, aunque no óptima, para incrementar la exposición de los usuarios a los contenidos mediáticos. En definitiva, los dispositivos móviles, especialmente la TM, ocupan los intersticios que, salvo la publicidad de vía pública, y en ciertos casos la radio, no eran productivos para la producción mediática, al menos con la eficiencia inmersiva de los medios audiovisuales. Con la TM, a la vida metropolitana ya no le quedan espacios preservados de la inmersión mediática.

La TM es textual y oral. Escasamente ergonómica, es la más corpórea de todas las tecnologías digitales conocidas. Es corpórea como el reloj pulsera. Es una tecnología que los usuarios portan consigo a lo largo del día, adosada a su cuerpo. Aunque para muchos es parte de la vestimenta, una forma de distinguirse al igual que la corbata, el calzado deportivo o el peinado, su polifuncionalidad portátil la eleva a la categoría de los elementos vivenciales que todo usuario lleva consigo, incluso en el hogar. Los estudios prueban que resulta cada día más difícil salir a la gran ciudad sin su móvil.

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Hiperconectados inalámbricamente, los dispositivos móviles son indispensables para la sobrevivencia del ciudadano wi-fi.

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