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Nº 15 – FEBRERO DE 2009 C/ Recogidas Nº 45 - 6ºA 18005 Granada [email protected] ISSN 1988-6047 DEP. LEGAL: GR 2922/2007 1 “¿A QUÉ JUGABAN EN LA EDAD MEDIA?” AUTORÍA ANTONIO JUAN PÉREZ MARISCAL TEMÁTICA CULTURA GENERAL ETAPA EP, ESO Resumen Se trata de un articulo en el que hago un pequeño recorrido de cómo era la actividad física que se trabajaba en la Edad Media, y cómo ha evolucionado hasta nuestros días. La principal característica de este artículo es la funcionalidad que le daban a esas actividades. Palabras clave Ascetismo, escolasticismo, justas, torneos,soule,… 1. INTRODUCCIÓN La historia representa un acontecimiento sistemático del pasado. Provee un medio para evaluar e interpretar la trayectoria de las manifestaciones y desarrollo de la humanidad en la antigüedad y el impacto que tienen estos acontecimientos históricos en el presente. Conociendo lo que ocurrió en el ayer nos ayuda a tener una mejor visión de la realidad histórica de la actualidad. Por lo tanto, el estudio de los eventos que se llevaron a cabo en el pasado nos permite ubicar nuestra época contemporánea en su apropiada perspectiva, de manera que podamos evaluar, interpretar, entender y explicar con mayor precisión el presente y tener una mejor idea de lo que puede ocurrir en el futuro. El conocimiento histórico, entonces, nos asiste en la evaluación de la situación historia actual y en evitar que se repitan los errores del ayer. Por consiguiente, la historia no es otra cosa que el producto que aconteció en una época en el pasado, lo que en el presenta está ocurriendo y los posibles eventos futuros que deberá esperar la humanidad. La edad media es un periodo que mucha gente no ha entendido bien. Algunos lo han llamado la Edad Oscura por creer que el desarrollo humano declinó o por creer que existía para aquella época habitantes civilizados. Sin embargo, todo esto no es verdad... En esencia, la Edad Media representó un periodo de transición entre el tiempo en que decayó la civilización romana y la época en que comienza

A QUÉ JUGABAN EN LA EDAD MEDIA?” - … · Se trata de un articulo en el que hago un pequeño recorrido de cómo era la actividad física que se trabajaba en la Edad Media, y cómo

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C/ Recogidas Nº 45 - 6ºA 18005 Granada [email protected]

ISSN 1988-6047 DEP. LEGAL: GR 2922/2007

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“¿A QUÉ JUGABAN EN LA EDAD MEDIA?” AUTORÍA

ANTONIO JUAN PÉREZ MARISCAL TEMÁTICA

CULTURA GENERAL ETAPA

EP, ESO

Resumen Se trata de un articulo en el que hago un pequeño recorrido de cómo era la actividad física que se trabajaba en la Edad Media, y cómo ha evolucionado hasta nuestros días. La principal característica de este artículo es la funcionalidad que le daban a esas actividades.

Palabras clave Ascetismo, escolasticismo, justas, torneos,soule,… 1. INTRODUCCIÓN La historia representa un acontecimiento sistemático del pasado. Provee un medio para evaluar e interpretar la trayectoria de las manifestaciones y desarrollo de la humanidad en la antigüedad y el impacto que tienen estos acontecimientos históricos en el presente. Conociendo lo que ocurrió en el ayer nos ayuda a tener una mejor visión de la realidad histórica de la actualidad. Por lo tanto, el estudio de los eventos que se llevaron a cabo en el pasado nos permite ubicar nuestra época contemporánea en su apropiada perspectiva, de manera que podamos evaluar, interpretar, entender y explicar con mayor precisión el presente y tener una mejor idea de lo que puede ocurrir en el futuro. El conocimiento histórico, entonces, nos asiste en la evaluación de la situación historia actual y en evitar que se repitan los errores del ayer. Por consiguiente, la historia no es otra cosa que el producto que aconteció en una época en el pasado, lo que en el presenta está ocurriendo y los posibles eventos futuros que deberá esperar la humanidad. La edad media es un periodo que mucha gente no ha entendido bien. Algunos lo han llamado la Edad Oscura por creer que el desarrollo humano declinó o por creer que existía para aquella época habitantes civilizados. Sin embargo, todo esto no es verdad... En esencia, la Edad Media representó un periodo de transición entre el tiempo en que decayó la civilización romana y la época en que comienza

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el Renacimiento. No obstante, las personas que vivieron la Edad Medio si estaba algo rezagado en cuanto su civilización. El sistema Feudal representaba la forma social y política predominante de esa época. En la edad media, la gimnasia higiénica desaparece completamente de las preocupaciones de los teóricos de la pedagogía. No obstante, y a pesar de la concepciones filosóficas ascéticas, la vida física es intensa, ya que el caballero se debe preparar para la guerra.

La filosofía cristiana va alejándose progresivamente del platonismo y, acercándose a Aristóteles, culminando esta orientación en la obra de Santo Tomás de Aquino, lo que hace que en, lo que respecta al ser humano, no se puede aislar el cuerpo del alma, ya que ésta no es más que la forma de aquél, y por lo tanto inseparable del mismo. Para aquella época, la iglesia católica se oponía a la educación física por tres particulares razones. Primero, la iglesia no concebía el concepto Romano de los deportes y juegos. Segundo, la iglesia consideraba que estos juegos tenían un origen pagano y se alejaba de los preceptos religiosos. Tercero, se desarrolló un concepto de lo malo en el cuerpo. Se vislumbraba al cuerpo y alma como dos entidades separadas. Se debe fortalecer y preservar el alma, mientras que el cuerpo no debería de recibir placeres carnales ni beneficiosos derivados de los ejercicios físicos. Para esta época, la iglesia intentó suspender todo juego y practica deportiva, puesto que se consideraba pecaminosa. El baile también estaba censurado porque se consideraba como un acto que estimulaba la pasión sensual de la carne. Si es verdad que desaparecen los ejercicios corporales con fines educativos, y lo mismo que los espectáculos atléticos, es probable que subsistiera la gimnasia médica, aunque muy mediatizada por los árabes ya que los textos clásicos de la medicina no se conocían y, al igual que en otras áreas del saber clásico, el acceso directo a las fuentes no se produce hasta el siglo XV. Con ello la gimnástica no reaparece claramente entre los médicos más que con un conocimiento auténtico de Galeno. Las actividades corporales no desaparecieron por completo, fueron transformadas. Empezaron a proliferar distintos juegos en los que aparecían mezclados restos de los juegos clásicos (salto, carrera, lanzamiento entre otros) con formas nuevas derivadas del tipo de vida propio de la época como los torneos, justas, caserías, entre otros. Más aún, se practicaban otros juegos, tales como los de la pelota. Estas actividades estaban reservadas a nobles y a veces eran simulacros e entretenimiento guerreros. Se cree que estos juegos y ejercicios físicos tenían poco que ver con la educación o la escuela. Eran más actividades con la que llenar el ocio disponible entre operaciones bélicas. Los cristianos eran seguidores de Jesús y se privaban de las cosas mundanas como el lujo, las extravagancias y vivir una vida de privaciones dedicadas a la oración, la meditación y castigo corporal. Lo más importante es el alma y su salvación, de manera que se puede llegar a la vida eterna. El cuerpo y la educación física no eran importantes. El cuerpo representaba lo material y lo mundano. En el año

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394 después de Cristo se abolieron los Juegos Olímpicos y las competiciones deportivas debido a su influencia pagana. En la edad media surgen dos movimientos, llamados el ascetismo y escolasticismo. Ascetismo y Escolasticismo: El ascetismo: SE aplicaba a las personas dedicadas a la vida cristiana. Bajo esta postura se rechazaba los placeres y las cosas mundanas, de manera que se puede asegurar la vida eterna. Ellos creían que esta vida debería ser utilizada como un medio para prepararse para la próxima vida. Se tenía pensado que las actividades físicas eran intereses insensatos porque estaban diseñados para la mejora del cuerpo. El cuerpo era malo, perverso y debería ser torturado en vez de mejorar su calidad. Éstos usaban cilicios, se sentaban sobre espinas, flagelaban su cuerpo, caminaban sobre brazas ardiendo, cargaban cadenas alrededor de sus piernas, ayunaban y meditaban. Los ascetas predicaban que la mente y el cuerpo eran dos entidades separadas y que una no estaba relacionada con la otra. Para esta época surgen los monasterios, ubicados en áreas remotas. Existía la creencia que lo malo estaba en el cuerpo de manera que uno se debía subyugar al espíritu, el cual era puro. Se fomentaba que el individuo pasa el tiempo solo y meditando. Vemos que, al principio, el cristianismo no permitía que la educación física fuera parte del currículo educativo del ser humano. El escolasticismo: Bajo el escolasticismo, lo intelectual era lo más importante. Se creía que los hechos eran los factores más importantes a ser estudiado en la educación. La clave para una vida excitosa era conociendo los hechos y desarrollando las potencialidades mentales e intelectuales del individuo. La educación general no incluía la educación física ni el deporte, solo las matemáticas, la medicina, teología, literatura, entre otras. Durante esa época surgen las primeras universidades denominadas bajo el poder eclesiástico y gubernamental. Los profesores universitarios se llamaban escolasticistas. 2.EL FEUDALISMO Y LA CABALLERÍA

Como resultado de la descentralización del gobierno durante la edad media, surge el sistema feudal (s.IX-XIV). El feudalismo aparece como una necesidad de protección para las personas. Este sistema representaba una forma de vida que involucraba los componente sociales, políticos, económicos y militares de una sociedad. Muchos ciudadanos buscaban protección de nobles y otros que construían castillos tenían abarcadores terrenos y eran estables y fuertes. La nobleza joven tenía dos caminos a seguir, el sacerdocio o la caballería. El feudalismo era un sistema de arrendamiento de tierras basado en la lealtad y servicio de los nobles o soberano señor. El señor era el dueño de la tierra, delegaba sus deberes a su subordinado que era conocido como vasallo. En cambio al uso de esta tierra, el vasallo era dueño de este arrendamiento y tenía ciertas obligaciones a su señor. Sin embargo, la mayor parte de la población estaban constituidos de servicios, los cuales trabajaban la tierra pero

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compartían muy poco de las ganancias, La educación que un niño recibía al convertirse en caballero era prolongada y abarcadora. Durante este periodo, el entrenamiento físico jugaba un papel importante. A la edad de los 7 años un niño era comúnmente enviado al castillo de un noble para su entrenamiento y preparación como caballero. Se aprendía cortesía y etiqueta de la corte y ayudaba en tareas de la casa. Durante el resto del tiempo participaba en diversas formas de actividad física que lo ayudaban a desarrollarse como un caballero. Practicaba eventos, tales como boxeo, correr, esgrima, saltos y natación. A los 14 años el niño pasaba a ser un escudero y era asignado a un caballero. Durante esta época, se le daba más énfasis a las diversas formas de actividades físicas que lo pudieran ayudar a ser un buen y eficiente caballero. Se practicaba la caza, escalamientos de paredes, arquería, carreras pedestres, escalamiento, combates con espada y montado a caballo. A los 21 el escudero, de cumplir con los requisitos, se convertía en un caballero... La educación física y deportes estaba separada de lo intelectual. Una diversidad de exhibiciones de justas entre dos caballeros o de torneos de entre más caballeros servían de entrenamiento y de preparación física para la funciones de un militar. Del siglo XI al XV la batallo montada a caballo entre caballeros era modalidad, pero con la aparición del fusil y proyectiles a base de pólvora, esta modalidad desplazó a la caballería. Consecuentemente, la visión de la educación física era equipar al individuo para poder subsistir en una batalla montada. 3.FUNCIONES ATRIBUIDAS AL MOVIMIENTO

3.1. Función bélica En la edad media el caballero el caballero se convirtió en una especie de “deportista”. En estos los soldados armados con arcos, lanzas y sus caballos protegidos por sus caparazones de metal y cuero, se transforman en un baluarte defensivo contra las hordas que amenazaban a Europa. La técnica pasó de Bizancio a occidente, donde el caballero armado se transformó en la base militar y, por ende, en la base política de la estabilidad después de los desordenes que marcaron la desintegración de los ejércitos de Roma y su administración. El feudalismo que reposaba en la sumisión de la población rural a la caballería militar que la protegía, quedó sólidamente implantada en Europa a partir del s. XII. Los militares eran la única clase que podía poseer caballos, portar armas y desplazarse, se convirtieron en terratenientes de grandes cultivos de tierras de las cabañas (vacuna, porcina, lanar...) grandes colonizadores de bosques y marismas.

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La edad media estaba marcada por la epopeya de las cruzadas y por las grandes alianzas feudales que movilizaron a numerosas cortes de caballero contra infieles y soberanos o grandes señores feudales.

Por principio todo guerrero debía estar listo para hacer frente a cualquier enemigo personal o de su rey, por ello debían entrenarse como verdaderos deportistas de elite en las diferentes modalidades en las que ellos actuaban (espada, caballo, duelos, arcos...) además de nociones básicas de natación, poseer una gran resistencia y otras materias del apartado físico. Los entrenamientos eran espartanos, muy duros y se requería tener un gran dominio de las disciplinas anteriormente mencionadas para ser un buen caballero. La aristocracia para conservar su autoridad sobre las poblaciones establecidas en sus tierras hallaron un sustituto de la guerra en la forma de actividades deportivas para caballeros, como la caza, torneos y duelos.

3. 2. Función recreativa La literatura, la pintura y demás artes visuales europeas fueron durante muchos siglos privilegios

de una reducida clase aristócrata ociosos y de sus servidores laicos y religiosos, lo cual explica la falta de información concreta sobre el deporte de las clases artesanales, mercantiles y campesinas, pero que si pueda concluirse que la practica y la competición deportiva fueran desconocidas entre ellos.

Así, por ejemplo, la danza practicaba a todos los niveles de la sociedad europea ha incluido a

menudo elementos competitivos que permiten hacer gala de un control del movimiento, de una agilidad y de una fuerza universalmente apreciados.

La lucha, los juegos de pelota y concurso de tiro, actualmente considerados como actividades

estrictamente deportivas, fueron en su tiempo parte integrante de los programas de festividades religiosas, y como tal, su desarrollo estaba sometido a ciertas reglas y arbitrajes pero no eran estrictas y esencialmente local.

El deporte del vulgo era local y tradicional. Los grupos de artesanos y tendederos que se reunían para celebrar campeonatos del tiro con arco en los Piases Bajos o Alemania no demostraban ningún interés de los campeonatos similares disputados por sus correligionarios de otros Burgos. Los juegos regionales de soule eran desconocidos en la región renana, que tenía sus juegos propios genéricamente similares. Los luchadores de un valle suizo solo competían con sus vecinos más cercanos y la reputación de un lanzador de troncos escocés no iba más allá de las fronteras lingüísticas de dialecto usado por el y sus admiradores.

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Las carreras de caballo y las parodias de batallas celebradas en las ciudades italianas medievales solo se disputaban entre los habitantes del interior de los límites de cada ciudad y no entre ciudadanos diferentes.

Los festivales cívicos europeos presentaban cierta analogía con los festivales de atletismo de la Grecia clásica y con el circo romano y bizantino, sin embargo, en las ciudades de Europa se conservaba su propia “especialidad”, que no exportaba a otros pueblos.

Los juegos de pelota de los campesinos tenían poca información sobre ellos pero eran populares y se practicaban siempre excepto en época de peste, hambre y guerras. Los habitantes de los municipios rurales de Gran Bretaña y Normandía se reunían para practicar la “soule”.

El deporte popular servía a los ciudadanos del pueblo como un pasatiempo para olvidar las

penurias que estaban pasando y darles un poco de alegría a sus míseras vidas.

4. DISTINTOS TIPOS DE ACTIVIDADES FÍSICAS 4.1. La Palma

El más antiguo texto español que se refiere al juego de la pelota aparece en las Etimologías de San Isidro de Sevilla, redactadas hacia el año 630.

Una miniatura del manuscrito de las Cantigas del rey Alfonso x el Sabio representa una escena

del popular juego de la pelota. El famoso código de las Partidas, también de Alfonso el Sabio, promulgado hacia el año 1265,

menciona asimismo el juego de la pelota, prohibiendo a los clérigos jugar a ella; lo cual da fe de la enorme popularidad de que gozaba.

La palma se ha jugado de diversas maneras, casi siempre según la disposición de los emplazamientos en donde se podía jugar, y se ha transformado con el perfeccionamiento del material utilizado por los jugadores. El terreno se dividía en dos campos de desiguales dimensiones o que comportan dificultades diferentes; uno, por consiguiente, más ventajoso que el otro. El equipo que ocupa el campo más difícil no podrá cambiar de campo hasta haber obtenido una o dos cazas, es decir, cuando haya logrado enviar la pelota a un punto determinado o cuando el adversario haya fallado la recepción de la pelota en ciertas condiciones. La láctica consistirá, pues, para unos conservar el mejor campo; para los otros en pasar a él. En el exterior los dos campos estaban separados solamente por una línea trazada en el suelo.

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Como los jugadores se encontraban a veces con que el mal tiempo les impedía continuar tan apasionados partidos, se empezó, a principios del s. XIV, a construir salas cubiertas. La palma había sido ya, sin duda, practicadas en las salas contiguas a las catedrales o en los fosos que protegían las poblaciones y los castillos; de aquí pudo salir la idea de no limitar el emplazamiento del juego a las líneas trazadas en el suelo, como se haría más tarde en el tenis, sino aumentar el atractivo y la variedad del juego dando a los jugadores libertad para hacer rebotar la pelota contra los muros que rodeaban la sala. Estas salas, aproximadamente de 30 x 15 metros, admitían, además, en uno de sus largos y en uno de los fondos, una especie de galería cubierta a dos metros del suelo con el techo inclinado, sobre el cual la pelota podía deslizarse. Por debajo del techo el tabique estaba perforado, a todo lo largo, con una abertura de 90 centímetros, por la que se intentaba hacer salir la pelota; en fin, al fondo de uno de los campos, otra abertura de un metro cuadrado, la reja, y un estrecho panel cortado, el cancel, ofrecían la posibilidad de combinaciones suplementarias. Los dos campos estaban separados por una red.

El rey Luis XI en el año 1480, se había ya preocupado de la fabricación de pelotas, y había dictado una orden prescribiendo “que serán deudores todos los maestros de dicho oficio de hacer buenas pelotas, bien revestidas y bien llenas de buen cuero y de buena borra...”. Como la pelota era bastante dura, los jugadores se protegieron las manos con un guante de piel, después emplearon una especie de pala recubierta de pergamino y, finalmente, hacia el año 1500, raquetas encordadas de tripas.

En época diferentes, pero más particularmente en el siglo XVI, se han podido contar doscientas cincuenta pistas en París, cuarenta en Orleáns y veintidós en Poitiers; se construyeron pistas en le Louvre y en casi todos los castillos: en Fontaine-bleau, Pau, Amboise, Compiégne, Plessis-les-Tours, etc.

Se ha citado muchas veces el testimonio de un viajero inglés, Dallinton, quien, para dar una idea a sus compatriotas una idea del desarrollo considerable de la palma, contaba que había más practicantes de este juego en Francia que borrachos en Inglaterra. La palma tenía sus reglas fijas, que fueron impresas en 1599 con los siguientes versos a modo de prefacio: El noble juego del frontón, noble entre todos los otros juegos. El cuerpo del hombre ejercita y el espíritu y los ojos; jugando diestramente, el cuerpo entra en acción y el espíritu se dispone a la buena afección. Busquemos pues los placeres, a los aburrimientos bien contrarios a fin de ser más gallardos en los trabajos.

El primer articulo decía así: “Señores que deseáis divertiros y jugar al frontón, hay que jugar, a fin de recrear el cuerpo y deleitar el espíritu, sin jurar ni blasfemar el nombre de Dios. Antes de jugar es conveniente hacer girar la raqueta para saber a quien le toca jugar primero. El primer juego es el juego de Dios, que se dice de cortesía para las señoras y señoritas”.

En 1579, Gosselin había publicado un a obra La déclaration des deux doubtes qui se trouvent en comptant le jeu de paume, lesquelles méritent d’être entendues par les hommes de bon esprit. Buscaba en ellas las razones que habían podido hacer adoptar la manera de contar los puntos, 15, 30,45 y juego, sistema que debía ser conservado después en el tenis. Sus dos hipótesis, la división del ruedo en grados o el cotejo con la medida de longitud, el climat de 60 pies, al igual que los estudios ulteriores, consiguieron dilucidar esta cuestión de una manera cierta.

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En el año 1292 había trece artesanos de pelotas (paumiers) establecidos en París, mientras que sólo había ocho librería y un solo vendedor de tinta. Los paumiers se habían reunido en cofradías a principios del siglo XV; obtuvieron cédulas de Francisco I en 1537 y Carlos IX les dio los estatutos en el año 1571, viendo que el juego estaba “... tanto o más en uso que ningún otro e todas las ciudades de nuestro reino”. Los textos oficiales reglamentaban la profesión y la fabricación de pelotas y de raquetas.

Los poemas que el juego inspiró a Charles d’Or-léans y a Mathurin Régnier, el empleo de

términos o comparaciones tomadas del juego por Montaigne y, más tarde, por Pascal y Rousseau, denotan el lugar que ocupaba en la vida corriente.

Crónicas y memorias nos proporcionan noticias aún más precisas. Nos dan a conocer que desde Juan el Bueno hasta Luis XIV casi todos los reyes de Francia jugaron a la palma. UN éxito tan completo que se prolongó durante varios siglos, no pudo denegar a la palma el título de juego nacional de los franceses. Ninguno de los deportes nobles de nuestros días es aún tan rico en historia ni tan sólido, con una superioridad que pueda permitirle aspirar a esta gloriosa sucesión. Hay que lamentar la desaparición casi total de un juego que parece poseer la rara ventaja, a pesar del esfuerzo físico intenso que requiere, de ser, no obstante, tolerado por los que ya han pasado el periodo de juventud. Se jugaba con un balón a un punto del campo contrario, hacerlo pasar entre dos postes o. Incluso, hecerle atravesar un aro recubierto de papel. Corrientemente, las partidas se organizaban con motivo de una fiesta patronal y se practicaba tanto en le campo como dentro de las ciudades, aumentando con los arroyos, charcas, setos y tapias el pintoresquismo del combate.

Para formar los equipos se enfrentaba a los habitantes de dos poblaciones, o bien a los casados contra los solteros. Los que no tenían la posibilidad de participar en los torneos encontraban en la Soule ocasión para satisfacer su afición a la violencia; también las crónicas hacen, a menudo, mención de heridas graves: “Dicho día, en la partida de soule del cercado de Berger, Cantepye me arreó un puñetazo que me dejó sin palabra y con gran dificultad me pudieron volver aquí. Sentí desmayarme en el camino y perdí el sentido casi media hora, por lo que me vi obligado a guardar cama”(Mêmories du Signeur de Gouberville). Tampoco eran raros los accidentes mortales.

En ese tiempo la soule no era más que un juego practicado sólo por el pueblo. Hay un relato en que hace constancia de que incluso en este juego Enrique II de Francia era un brillante jugador.

4.2. La Soule Hacia el año 1000, se jugaba en Francia a la soule. Ésta podía ser corta, contando con un campo

delimitado y hasta 100 jugadores intentando llevar la pelota (una vesícula de cedo inflada de grandes dimensiones) al campo contrario. La soule larga consistía en llevar la pelota de un pueblo a otro.

La soule que había sido practicada desde principios del siglo XII, decayó al mismo tiempo que la palma; tradiciones locales la mantuvieron en Bretaña y en Picardía hasta el siglo XIX. Puede ser considerada como predecesora del rugby y del fútbol.

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Estampas e ilustraciones representan otra forma de soule que se jugaba con palos; en ellas

también se puede observar que, muchas veces, los golpes destinados a la pelota alcanzaban a los jugadores. Era como el moderno juego del hockey.

Finalmente, el mallo, practicado primeramente por los irlandeses en el siglo XV, no expone a ninguna brutalidad, puesto que no se trata más que de hacer correr una bola de un punto a otro, con el mínimo de golpes posibles, empujándola con un mazo.

Muy ligeras transformaciones han bastado para que se convirtiera en el golf.

4. 3. La lucha

Gustaba a todos. No se podía golpear al adversario por debajo de la cintura. No se celebraba ninguna fiesta bretona sin un torneo de lucha, y los campeones de esa región gozaban de un justo renombre.

En la edad media, la lucha en sus múltiples variantes se practicaba en toda Europa y a todos los niveles de la sociedad. El joven Enrique VIII fue un fuerte y celebrado luchador. Sin embargo, la práctica de la lucha por parte de la aristocracia era prácticamente privada y estaba envuelta en el mismo complejo ceremonial que regia en los deportes marciales y ecuestres. No creemos que la burguesía culta luchase mucho.

Abundan las ilustraciones de luchadores en los manuscritos medievales, y algunos de los

primeros libros ilustrados impresos, por ejemplo RingerKunst (1539) de Fabian von Auerwald. La lucha, además de sus elementos homo eróticos y exhibicionistas, ofrecían un verdadero desafío al virtuismo de los artistas.

No obstante, y a pesar de su universalidad, la lucha fue paradójicamente muy variada y localista al extremo. La posición de los adversarios al comienzo del asalto, el atavio reglamentario, las llaves permitidas, la definición del derribo y la duración de los asaltos proporcionaron la multiplicidad de refinamientos mutuamente excluyentes. En algunas regiones del norte de Europa los luchadores solo podría utilizar el brazo derecho para hacer tambalear al oponente; el más leve desplazamiento de un pie significaba la descalificación. En casi todo el territorio alemán se prohibían las llaves y golpes por debajo de las caderas. En los valles de Suiza y del Tirol, así como en Islandia, se practicaba hasta hace poco la lucha llamada swingen en la parte cubierta por el calzón del luchador quedaba fuera del contacto y ataque del adversario.

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4.4. Combates con animales Los combates contra ratones eran los menos bárbaros de los que tenían como protagonistas a

perros. En efecto, en Inglaterra se organizaban combates contra todo tipo de animales, sobre todo contra toros. Para tal fin se seleccionaron perros que fueron denominados bull-dog (perros-toro). Se cree que los antepasados del bulldog actual provenían de molosos de tierras griegas que habían sido importados pollos mercaderes fenicios.

Sea como sea, es que la tradición de los combates entre perros y toros (el bull-baiting) está

profundamente enraizada en la historia de Inglaterra. Hay numerosos testimonios escritos que datan del siglo XI, y muchos autores narran que en 1559, la reina Elizabeth ofreció al embajador de Francia una espléndida comida, al fin de la cual se organizaron varios combates entre perros, osos y toros. En 1618, el rey Jaime I prohibió los combates en domingo, por razones religiosas, pero en realidad las organizaba para sus invitados los otros días de la semana. Se cuenta que en el transcurso de una recepción para el embajador de España, el punto culminante del espectáculo consistió en soltar en el Támesis un oso blanco para que una manada de perros les diera muerte.

Sobre estos combates se cuentan anécdotas de una sorprendente crueldad. Su desarrollo era el

siguiente: el toro estaba atado con un pesado collar de cuero y una correa de unos cinco metros unida a una argolla fijada a una estaca; por otra parte, los perros estaban sueltos y hacían todo lo posible para aferrar la garganta del animal que, lógicamente, bajaba la cabeza y embestía a todo lo que se ponía a su alcance. Los perros demasiado lentos o poco hábiles eran proyectados tranquilamente a diez o veinte metros de altura, y sus propietarios corrían para atraparlos al vuelo, con el fin de evitar que sufrieran todavía más lesiones en la caída.

Una vez que el perro lograba hacer presa no tenía que soltarla; ello explica el protagonismo

(mandíbula hacia delante) de los bulldogs, que les permitía respirar sin tener que soltar la presa. Los perros entraban en acción por turnos (había que pagar por participar) y el vencedor era el que lograba derribar al toro; esta acción era objeto de suculentas recompensas.

Estos perros luchaban con una bravura y un encarnecimiento asombrosos. Tanto es así que había propietarios que forzaban una última tentativa para sus perros

mortalmente heridos, antes de desmoronarse.

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4.5. La caza A pesar de los grandes cambios políticos, religiosos y culturales que amenazaban durante la

edad media, el hombre, siguiendo su instinto ancestral que mantenía desde la prehistoria, continuó cazando. Armas técnicas y fauna, donde la ballesta fue el arma más reseñable. Esta modificación del arco tuvo su edad de oro entre el XIV y el XV. Para la caza menor se hacían armas que podían ser tensadas a mano, las cuales tenían un tiro rápido pero con potencia. Las dedicadas a la mayor eran más grandes y potentes, con el inconveniente de no poderse tensar a mano. El medievo fue también proclive para las leyendas. En términos cinegéticos, habría que significar la que colocó en la cuerna de un venado un crucifijo redentor a la santidad a un cazador llamado Huberto, convirtiéndose en el patrón de los cazadores cristianos.

La caza se convirtió en una reunión oficial de gentes con una misma mentalidad deleitada en la

comparación de sus costosos caballos, armas y atavíos, elementos todos ellos destinados a marcar diferencias de categorías en el seno de la aristocracia. Las lujosas escopetas decoradas con incrustaciones de nácar y metales preciosos servía no tan solo para disparar, si no que expresaba el gusto, la riqueza y por tanto, el rango de su dueño.

La caza se practicaba a caballo, con perro, halcones, gavilanes y los deportistas medievales

probablemente cazaban en compañía de otros aficionados que hablaban el mismo dialecto local. Pero algunos cazadores cosmopolitas patrocinarían la redacción de tratados en latín de cinegética, veterinaria y de cría y selección de perros y caballos.

4.6. Las justas y torneos Cuando se habla de justas y torneos, par aquellos no demasiados conocedores del tema, se

puede caer en el error de creer que unos y otras constituían la misma cosa. No es así: entre ambas existían diferencias muy apreciables que resulta interesante destacar. Lo que si es cierto es que tanto justas como torneos parece ser que se r que en su origen fueron una especie de juegos bélicos derivados de otros de mayor antigüedad, por ejemplo, los combates de gladiadores en la Roma Imperial. Y es cierto también que, con anterioridad a la edad media, los pueblos escandinavos y germánicos practicaban ciertos juegos bélicos que, en resumidas cuentas, no eran otra cosa que torneos; y muestra de ello pueden encontrarse no sólo en la mitología escandinava sino en las Sagas germánicas.

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La influencia que, que en este tipo de juegos, justas y torneos, sobre ellos ejercieron ciertas costumbres similares en los tiempos más antiguos se ve con toda claridad en ciertas normas.

Si el torneo se celebraba entre caballeros de distintos bandos, enzarzados en un conflicto bélico, de inmediato se producía la tregua, es decir, descansaban las armas hasta que el torneo no finalizaba. En justas y torneos existían ciertas reglas y variantes. La justa se basaba en un combate hombre contra hombre, mientras que el torneo se enfrentaban varias cuadrillas de caballeros. Este último juego solía consistir en tres tiempos: en le primero, se enfrentaban los dos grupos adversarios de jinetes; en el segundo, aquellos que no habían sido descabalgados, luchaban a pie y finalmente, todos sostenían un último enfrentamiento formado por cuadrillas. En el combate a caballo, los caballeros iban recibiendo una puntuación correspondiente al número de adversarios que derribaban y, al finalizar el torneo recibían el premio de manos de su dama. Así, todos los ideales caballerescos de la edad media tenían cabida en los torneos y de ahí la inmensa popularidad de que gozaban.

Pero como juego en el que entran las armas, muchas veces lo que se había organizado tan sólo

como una diversión y un entretenimiento, producía efectos lamentables. Carlos V organizó en Valladolid, en el año 1518 un torneo entre flamencos y castellanos y la fiesta finalizó arrojando un gran número de muertos y heridos. Pero esto no desanimaba a los organizadores de ese tipo de juegos; era un riesgo que había que correr que era aceptado por todos. Eran muchos los caballeros que iban de corte en corte en busca de ocasiones para lucirse en el manejo de las armas. Cuando se enteraba de un determinado lugar en el que se iba a celebrar este tipo de fiestas, allí acudían, cruzándose desafíos entre ellos. Los naturales del país o la ciudad, donde se iba a llevar este torneo, ponían todo su empeño en derrotar aquellos otros llegados de otras tierras, era como una honra nacional derrotar a los caballeros extranjeros. Los reyes y príncipes participaban también en estas fiestas, rompiendo lanzas entre ellas. El torneo se anunciaba con mucha antelación, preparando un espacio cerrado donde se colocaba una tribuna en la cual se acomodaban los nobles y las damas que iban a presenciarlo.

En las justas, dos caballeros cubiertos con sus armaduras y dotados de todas sus armas, montados en briosos caballos, se embestían, lanza en ristre, como en un combate particular, aunque las lanzas que utilizaban eran de las llamadas “de cortesía”; es decir, en realidad, eran lanzas sin punta de acero en las puntas. En cuanto a las espadas, sus filos habían sido previamente embotados. Por lo general, en las justas, la costumbre era romper tres lanzas, intentando hacer caer al adversario, en cuyo caso, éste se declaraba vencido y la cosa no pasaba a más. En ocasiones, las justas duraban varios días y eran acompañados de cenas y bailes nocturnos en los castillos o palacios.

En lo que se refiere a los torneos, ya lo hemos indicado: eran combates, de un grupo de jinetes

contra otro. Pero, al igual que en las justas, todos los caballeros utilizaban armas “corteses”. A pesar de estas precauciones, no eran raros los casos en que, al menos uno o varios caballeros, quedaban heridos de muerte, por lo que la iglesia acabó por condenar estos ejercicios militares. El mayor auge de justas y torneos se alcanzó en la edad media, después, se fueron espaciando, tendiendo a evitar

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accidentes, pero el entusiasmo y la pasión por este tipo de fiestas fue muy grande en todas las capas sociales. Se llegaron apostar sumas cuantiosas a favor de uno u otro contendiente y habrá que decir que las damas no eran ajenas la organización de las justas, al contrario, sin combatir, ponían en ellas tanto entusiasmo como los hombres, llevando, a grandísimo orgullo, el que, “su caballero”, resultaba el triunfador. Los torneos se hicieron sumamente populares e todos los reinos de la edad media. Se establecieron incluso Fueros a ellos destinados, como el de Soria, o de las Partidas. Se escribieron, además, numerosos tratados sobre estos hechos de armas, a los que se consideraba como fiel espejo de Caballería.

Un papel destacado fue el de los “heraldos”, a los que habría que considerar como “maestros de

ceremonia”. Ellos eran los encargados de anunciar oficialmente los torneos, indicando la fecha exacta de la celebración y publicando nombres de caballeros que iban a tomar parte en el juego. Eran los depositarios de las reglas de torneos y justas, a los que había que consultar en los casos difíciles y cuyas decisiones eran inapelables. Muy pronto se comenzó a escribir las normas de los torneos y justas en pergamino, con lo que se produjo una entrada en la historia al dejar constancia de cuanto había sucedido en determinado torneo, anotando cuidadosamente todas las incidencias del mismo.

Una variante de la justa, fue la constituida por el combate entre dos caballeros sometidos al denominado “Juicio de Dios”. En este caso, ya no se trataba de una fiesta, sino de un combate a muerte.

El hecho sucedía cuando entre dos caballeros se sostenía un litigio de tanta importancia que, en

ocasiones, se trataba de demostrar la inocencia o culpabilidad en un hecho vergonzoso del que se acusaba a uno de ellos. En entonces, el rey los sometía al Juicio de Dios que consistía en enfrentarse con todas sus armas y sostener la lucha, utilizándolas todas, si era necesario, hasta que uno de los combatientes quedaba muerto o herido de muerte. El vencedor tenía el privilegio de rematarlo, a no ser que el vencido se confesara culpable, en cuyo caso el que había triunfado se daba por satisfecho, considerando su honor a salvo.

4.7. Natación Cabe Suponer que en la edad media la natación era practicada como medio de supervivencia y

como pasatiempos o distracción, los primeros datos fiables relativos a su enseñanza y práctica competitiva proceden del Renacimiento.

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El perfeccionismo de la natación, como condicionante del cuerpo, fue objeto de varias descripciones. Las primeras fuentes escritas sobre el tema parecen surgir al margen de la piscina y los nadadores.

La teoría de la natación se desarrolló simultáneamente a la especulación analítica sobre

sistemas de gimnasia. En muchos sitios de Europa subsistían los antiguos baños romanos y algunas ciudades medievales construyeron los suyos. Pero los baños tenía otra finalidad fundamentalmente higiénica y terapéutica y ocasionalmente, proporcionaban oportunidades de otra índole, más en la relación con los placeres que en el deporte.

4.8. Esgrima. El duelo Otra forma de combate practicada por la aristocracia europea-la única clase social que podía

portar armas- era el duelo, que permitía zanjar un desacuerdo, “lavar” una ofensa o hacer gala de pundonor en cualquier circunstancia. El duelo era posiblemente una herencia de la Europa prehistórica.

En la Europa medieval, la suerte de las batallas pasó a depender de una especie de juicio, por

virtud el cual el Dios de los cristianos concedía la victoria a la más justa de las partes en el litigio. El juicio de Dios, aceptado por todos los piases de la Europa feudal, de Sicilia a Suecia, pasó a formar parte de su derecho conseutudinario, y el código del duelo fue adoptado por la aristocracia como elemento esencial de su cultura.

4.9. Golf EL juego de golf(kolf o palo, en holandés), puede tener un antecesor común en alguna variante

del hockey, consistente en introducir la bola en un agujero taladrado en el hielo. Mucho antes de la prosperidad de las ciudades flamencas y holandesas, un juego parecido al

golf moderno se practicaba en Escocia donde en 1457, 1471 y 1491 el Parlamento adoptó disposiciones legales para restringir su popularidad, por suponer que interfería con la practica de un ejercicio mucho más paramilitar, como era el tiro con arco. Aun así, más tarde el golf se transformaría en el deporte real escocés.

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5.CONCLUSIÓN Podemos observar como durante la edad media las actividades físicas podían tener carácter

lúdico o de guerra. Todo no fue un camino de rosas sino que le pusieron muchas trabas a dichas actividades y a la

educación física debido a la manera de pensar en esos tiempos y el peso de diversas instituciones que tenían sobre la sociedad.

Algunos deportes como el tenis, el fútbol y demás tuvieron sus orígenes en esta época así que

todo no es negativo. 6 .BIBLIOGRAFÍA Mandell, R. D. (1971). Historia del deporte. Bellatera Almeida Aguilar, A. S. (2004). Historia social, educación y deporte. Universidad de las Palmas de

Gran Canaria.

Autoría

Nombre y Apellidos: Antonio Juan Pérez Mariscal Centro, localidad, provincia: Arcos de la Fra. E-mail: [email protected]