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Deslumbrados por sus paisajes, compraron la propiedad “a puerta cerrada” en 2010 al empresario Federico Alvarez Castillo. Dos años después, celebraron allí su boda a través del rito judío. Ahora, cada fin de semana, vuelven para compartir su amor junto a su hija, la pequeña Indiana A sesenta días de su casamiento por civil, mientras esperan el nacimiento de su segundo hijo MATIAS Y VICTORIA GARFUNKEL AbREN LA TRANqUERA DE LA CELESTE, SU REFUGIO DE CAMpO EN SAN MIGUEL DEL MONTE Ningún día en La Celeste es igual a otro. Algunas veces, los Garfunkel recorren la propiedad a caballo, y otras disfrutan de la jornada con una caminata en familia. Pero ahora que Victoria está embarazada de cuatro meses prefieren armar un picnic bajo los árboles. “Desde que visité este campo por primera vez me enamoré del lugar. Lo compré con la idea de tener un lugar cerca de Buenos Aires en el que venir a relajarme con mis hijos”, cuenta Matías.

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Deslumbrados por sus paisajes, compraron la propiedad “a puerta cerrada” en 2010 al empresario

Federico Alvarez Castillo. Dos años después, celebraron allí su boda a través del rito judío. Ahora, cada fin de

semana, vuelven para compartir su amor junto a su hija, la pequeña Indiana

A sesenta días de su casamiento por civil, mientras esperan el nacimiento

de su segundo hijo

MATIAS Y VICTORIA GARFUNKEL

AbREN LA TRANqUERA DE LA CELESTE, SU REFUGIO DE CAMpO

EN SAN MIGUEL DEL MONTE

Ningún día en La Celeste es igual a otro. Algunas veces, los Garfunkel recorren la propiedad a caballo, y otras disfrutan de la jornada con una caminata en familia. Pero ahora que Victoria está embarazada de cuatro meses

prefieren armar un picnic bajo los árboles. “Desde que visité este campo por primera vez me enamoré del lugar. Lo compré con la idea de tener un lugar cerca de Buenos Aires en el que venir a relajarme con mis hijos”, cuenta Matías.

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“Desde que Indiana llegó a nuestras vidas Matías

y yo nos dimos cuenta de que queríamos darle un hermanito” (Victoria)

Arriba: en cada una de las terrazas armaron livings de hierro que amueblaron con mesas rústicas de madera.

“Nos encanta tomar el té viendo la puesta de sol”, dicen. Izquierda: originalmente el campo tenía cuatro casas, pero

cuando los Garfunkel lo compraron en 2010 construyeron un museo que alberga los autos antiguos de Matías y un pequeño cine en el que ven películas durante el invierno.

Abajo: un par de estatuas de labradores resguardan la entrada a la casa en la que está el dormitorio de la pareja.

En la otra página: la dueña de casa, feliz con su pancita de cuatro meses, posa en una de las galerías. “La Celeste es un lugar muy especial para mí, porque aquí me casé”, confiesa.

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S on las once de la mañana. Un heli-cóptero sobrevuela San Miguel del Monte rumbo a La Celeste, el campo

que Matías (39) y Victoria Garfunkel (31) le compraron a Federico Alvarez Castillo y a Paula Cahen d’Anvers en 2010, y en el que pasarán el fin de semana. “Nos encanta estar acá, donde nos casamos. Tenemos muy lindos recuerdos de este lugar”, cuenta Victoria en cuanto entra al living del casco con su hija Indiana en brazos.

“Disfruto mucho venir con mis cuatro hijos [Ariana (14), Juan (12), Solana (8) e Indiana (11 meses), los tres primeros son de su anterior matrimonio] y esca-par de los tiempos de la ciudad. De he-cho, esa fue una de las razones que me hicieron comprar este campo”, agrega

Matías, sentado en la terraza de la casona principal mientras fuma un habano.

Los dos están felices y aprovechan cual-quier momento para celebrar la noticia de que Victoria está embarazada otra vez (transita su cuarto mes de gestación), además de que en mayo se casarán por Civil después de que ella firmó los pape-les de divorcio con el futbolista Cristián “Ogro” Fabbiani. “Ya no hay nada que se interponga entre nosotros”, dice Victoria.

En exclusiva, los Garfunkel recibieron a ¡Hola! en La Celeste para hablar de sus dos años de casados, de su familia y de los planes de boda. Dueños de un esti-lo de vida único, abren las puertas de su mundo privado y comparten la intimi-dad de su weekend en el campo.

LA CELESTE–Este campo fue el lugar en el que se

casaron en marzo 2012. ¿Qué significa para ustedes?

Matías: Desde que visité este campo por primera vez, me enamoré del lugar. Así fue que le ofrecí a Federico comprár-selo a puerta cerrada para tener un lugar cerca de Buenos Aires en el que venir a relajarme con mis hijos. Después, fue el lugar que Victoria y yo elegimos para casarnos por el rito judío y comenzar a formar nuestra familia.

Victoria: Este campo es, sin duda, un lugar muy especial para mí, ya que aquí viví uno de los momentos más importan-tes de mi vida. Siempre que vengo me vienen a la memoria miles de recuerdos

y se me dibuja una sonrisa en la cara.

–Compraron este campo ya decorado, con todo lo que había adentro. ¿Cómo fue el proceso de imprimir-le su sello?

Matías: Originalmente el campo tenía cuatro casas, pero cuando lo compré quise ampliarlo y construí un museo para mis autos antiguos y un pequeño cine para ver películas durante el invierno.

Victoria: Por mucho tiem-po, durante cada uno de nuestros viajes, compra-

mos diferentes objetos de decoración para irle impri-miendo nuestro toque per-sonal. Porque este no es un campo como muchos otros, aquí conviven objetos de arte y piezas de lugares tan distantes como Marruecos, Sudáfrica, Jordania, Rusia e Israel.

–Victoria, ¿cuál es tu am-biente favorito?

–El museo, sin dudas. Porque es ahí donde ate-soramos muchos de los re-cuerdos de nuestros viajes y también porque está deco-rado con gigantografías de

“Acá disfruto mucho con mis hijos, ya sea jugando

videojuegos o recorriendo el campo en buggy” (Matías)

Con una extensión de 600 hectáreas y ubicado en la localidad de San Miguel del Monte, La Celeste es una propiedad repleta de árboles de distintas

especias y su camino de entrada está compuesto solamente por álamos. La gran laguna completa la postal, típica de la campiña bonaerense.

Derecha: muchas veces Matías y Victoria se trasladan en helicóptero, porque el viaje dura solo 25 minutos. “La cercanía con Buenos Aires fue uno

de los motivos por los que me decidí a comprar este lugar”, admite él.

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“Matías y yo somos muy felices porque estamos plenos como personas”

(Victoria)

“Indiana es de Aries y le encanta ser el centro de atención en todo momento, así que es muy probable que se ponga celosa cuando nazca su

hermanito” (Victoria)

fotos de mi libro. Es uno de los po-cos espacios que armamos Matías y yo en conjunto cuando comenzamos a venir a pasar los fines de semana. Aunque debo admitir que también me encanta la enorme laguna y ver las puestas de sol desde ahí. Me da muchísima paz ver a los pájaros y es-cuchar el vaivén de los árboles que se mueven con el viento.

–Matías, ¿qué es lo que más te gus-ta de pasar un fin de semana en el campo?

–Lo que más disfruto es reunir a toda mi familia y pasar tiempo con mis hijos, ya sea jugando videojuegos o recorriendo toda la propiedad en un buggy. Arrancamos el día con un desayuno supercompleto en la terra-za, leyendo los diarios, después prepa-

Arriba: felices, los Garfunkel posan en una de las motos exhibidas en el museo. La pasión de Matías por los “fierros” lo llevó a atesorar una valiosa colección de modelos únicos. Derecha: Indiana juega en la pequeña Bugatti que su padre le

regaló. En la otra página: Victoria disfruta de la tranquilidad y el sosiego que le brinda el campo donde pasa sus fines de semana.

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meses de embarazo?–Estoy de cuatro meses y debo confesar

que este embarazo es muy distinto al que tuve con Indiana. Me siento más relajada y creo que se debe a que estoy enfocada en la llegada de nuestro segundo bebé y organizando todo para que cuando lo ten-gamos en casa pueda dedicarme de lleno a él. Afortunadamente no tuve náuseas, pero sí miles de antojos y mucho sueño durante los primeros dos meses.

–¿Tienen pensado algún nombre?–No, porque no queremos saber el

sexo hasta que nazca. Hicimos lo mismo con Indiana y realmente es muy emocio-nante enterarte en el mismo quirófano. Por supuesto que ya tenemos algunos nombres pensados, pero preferimos mantenerlos en secreto para no generar

expectativas.–Indiana tiene su carácter, ¿creés que

se ponga celosa?–No tengo dudas de que así será. Ella

es de Aries y le encanta ser el centro de atención en todo momento. Aunque es muy dulce y chiquita aún, es una beba con mucho carácter.

EL DIVORCIO–Victoria, acabás de firmar tu divor-

cio de Fabbiani. ¿Por qué fue un proce-so tan largo?

–Creo que cada separación es distinta y tiene sus tiempos. Pero sí, mi divorcio fue un proceso muy largo, ya que en un principio no lográbamos ponernos de acuerdo, además de que la ley no permi-te el divorcio antes de los tres años. Sin

embargo, después de una audiencia con-ciliatoria, nuestros abogados llegaron a un acuerdo y finalmente pude firmar el acta de divorcio el 21 de febrero, lo que me pone ¡muy feliz!

–¿Quedaron en buenos términos?–Desde que me separé, no tengo ningún

tipo de relación con él. Es un capítulo cerra-do en mi vida y no me interesa reabrirlo.

–¿Cómo te propuso casamiento Matías?–¡Nos casamos por Civil en mayo! Es-

toy viviendo un momento muy emotivo y jamás me imaginé que Matías me lo propusiera tan rápido y de una forma tan mágica. Fue una noche en la que me invitó a comer a mi lugar preferido en Buenos Aires y al llegar me encontré con el restaurante abierto solo para nosotros dos, con una única mesa en el centro del

ramos un asado con cordero y por la tarde cabalgamos un rato y regresamos para tomar el té de nuevo en familia. A la noche vemos alguna película con pochoclos y panchos. Ningún weekend es igual a otro en La Celeste.

–Victoria, ¿estaban buscando otro hijo?

–Sí, desde que Indiana llegó a nues-tras vidas Matías y yo nos dimos cuen-ta de que queríamos darle un herma-nito. Así es que en cuanto cumplió los seis meses empezamos a buscar otro hijo. Porque estamos convenci-dos de que un hijo es lo mejor que te puede pasar en la vida y que es una de las pocas maneras de dejar un pe-queño rastro en este mundo.

–¿Cómo fueron estos primeros

Derecha: la doble altura del living hace

que el ambiente principal de la casa

sea imponente. El piso damero, que

se mezcla con los grandes sillones

de madera y varias sillitas de campo, le

aportan un toque único. Izquierda: en

la pared conviven obras de arte con fotos familiares e ilustraciones que

forman un divertido collage. Abajo: “Nos

seguimos amando como si fuera el

primer día”, confiesa Matías.

“Un hombre jamás estará completo si no tiene una mujer que

lo ame a su lado”, agrega Victoria.

“La noche en la que me preguntó si quería

casarme con él no lo dudé ni un segundo, porque

¡Matías es el hombre de mi vida!” (Victoria)

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salón. En cuanto llegamos, pidió una botella de champagne y me preguntó si me quería casar con él. Por supuesto, no lo dudé ni un segundo, porque ¡Matías es el hombre de mi vida!

–¿Te molesta que algunas per-sonas hablen de tu pasado para criticarte?

–Sería muy tonta si viera mi pa-sado como algo malo. Debo de-cir que no me molesta en lo más mínimo que hablen de mí. Como todo ser humano, cometí errores, pero creo que aprendí mucho de ellos. Me considero una mujer fuerte que intenta superarse cada día. Tomo las críticas de las perso-nas a las que quiero, pero las otras ni siquiera las escucho porque ge-neralmente vienen de gente que

me envidia.

LA PAREJA–¿Cuáles son los recuerdos más

significativos de aquel 31 de mar-zo de 2012, el día en que se casa-ron por el rito judío?

Victoria: Viví un momento in-creíble. ¡Fue el casamiento de mis sueños!

–Victoria, vos te convertiste al judaísmo para poder casarte con Matías. ¿Cómo fue ese proceso?

–El proceso fue muy largo, y tuve que estudiar muchísimo y aprender los aspectos más importantes de la vida judaica. Sin embargo, creo que fue la práctica lo que me enseñó lo que es la vida cotidiana dentro de la colectividad. Por suerte, mi rabino era muy exigente, porque Matías

no quería que se pensara que mi con-versión era algo que yo me tomaba a la ligera. Y creo que uno de los momen-tos que más nervios pasé fue el día que di el examen frente a la junta rabínica, que se caracteriza por ser muy incisiva. Pero fue un proceso extraordinario del que aprendí muchísimo. Sin duda, convertirme al judaísmo fue una de las mejores decisiones que tomé en mi vida.

–Además, tuviste que elegir un nombre hebraico cuando te bautizas-te. ¿Cuál fue y por qué lo elegiste?

–Así es. Mi nombre en hebreo es Mi-riam y lo elegí porque tiene una con-notación religiosa muy fuerte: Miriam fue una de las matriarcas del pueblo judío. Significa ‘la que se elevó’ y su vida es realmente fascinante. Fue de-bido a su grandeza que los judíos con-

Izquierda: al fondo del living está ubicado el comedor, compuesto

por una mesa y bancos de madera.

Es uno de los mejores lugares para apreciar la fabulosa puesta de sol. Derecha: el baño

principal del dormitorio está decorado con

objetos antiguos y es uno de los espacios

de la casa que mejor reflejan el estilo shabby chic. Abajo: las paredes

del comedor también están decoradas con cuadros de distintos

estilos. Abajo, izquierda: fanáticos

de la porcelana de Hermès, los Garfunkel

compraron un juego completo de la línea “Balcon su Guadalquivir” para usarlo durante sus

weekends en el campo.

La Celeste, que fue un establecimiento

productor de lana, tiene 600 hectáreas y está

ubicado a 110 kilómetros de buenos Aires

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“Como todos, cometí errores pero aprendí mucho de ellos. Soy

una mujer fuerte que intenta superarse cada día” (Victoria)

“Sería muy tonta si viera mi pasado como algo malo. Y no me molesta en lo más mínimo que los demás

hablen de mí” (Victoria)

taron con un manantial de agua durante toda su estadía en el desierto.

–Matías, ¿cómo lograste rehabilitarte después del accidente que sufriste en Bariloche?

–Estoy haciendo un tratamiento que consiste en una serie de inyecciones semanales de células vivas y, al mismo tiempo, tomo varias sesiones de magne-toterapia y láser, que me ayudan a que las vértebras se vayan fusionando y a evitar el dolor. Desde que co-mencé con el tratamiento mejoré un 30 por ciento y eso cambió significativamente mi calidad de vida.

–Se los ve muy felices, ¿cuál es su fórmula?Victoria: Muchos piensan que las mujeres so-

lemos ser un tanto complicadas al momento de la convivencia, pero creo que si logramos pen-sar de manera más abierta y sin tanto prejuicio es más fácil lograr que el hombre sea realmen-te feliz. Y si el hombre está contento, la familia también lo está. Más allá de la intimidad que tenemos, que es fundamental en toda pareja, también es muy importante divertirse y ver la manera de salir de la rutina. Gracias a Dios puedo decir que Matías y yo somos muy felices porque estamos plenos como personas. •

Arriba: para crear la laguna fue necesario sembrar juncos y trasladar muchas bolsas de tierra. Derecha: el juego de té, de la línea “Cheval

d’Orient” de Hermès, es uno de los favoritos de Matías. En la otra página: vestida de Ralph Lauren y con sombrero de rafia antiguo, Victoria posa

en la puerta de uno de los cuartos de huéspedes. “Estoy viviendo un momento muy emotivo y jamás me imaginé que Matías me propusiera

casamiento tan rápido y de una manera tan mágica”, explica.

Texto y producción: Rodolfo Vera Calderón Fotos: Tadeo Jones y María Teresa de Jesús Alvarez