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    Manuel C. Rubio

    La respuesta est en el viento. As reza laletra de Blowinin the wind, una de las

    canciones ms universales de Bod Dylanen la que el msico de Minnesota se pre-gunta de forma retrica sobre la paz, laguerra y la libertad. Y as opina tambin,casi cinco dcadas despus, la UninEuropea, que en su apuesta por fomen-tar las energas renovables ha encontradoen la elica una de sus principales bazaspara avanzar hacia una economa verde ydescarbonizarel planeta.

    Y a tenor de los datos, parece que conrazn, ya que la energa del viento hasabido sortear como pocas la crisis eco-

    nmica y mantener su tradicional empujeen el viejo continente. Segn la Asocia-cin Europea de Energa Elica (EWEA,en sus siglas en ingls), esta fuente lim-pia y segura acapar el 39% de la nuevapotencia renovable instalada durante elao pasado en la UE, con un total de10.163 megavatios (MW), lo que suponeun incremento del 23% con respecto a2008.

    Adems, las previsiones apuntan a quede aqu a 2020 la Unin Europea podratriplicar su actual potencia de energa

    elica, ci frada en 74.767 MW, y satisfa-cer el 20% del consumo elctrico euro-peo.

    En Espaa, por su parte, donde estesector ocupa un destacado cuarto lugara nivel mundial, tras Estados Unidos, Ale-mania y China, el Ministerio de Industriaha adelantado que confa en que a fina-les de este ao la energa elica supereel objetivo de 20.155 megavatios (MW)establecido en el Plan de Energas Reno-vables 2005-2010, una potencia queespera incrementar hasta los 35.000 MW

    en 2020.

    La autntica protagonistaSin embargo, toda apunta a que la finalsobre el futuro de la elica no se va ajugar en la tie rra, donde nadie se atrevea discutir su papel decisivo entre las reno-vables, sino en el mar, donde esta ener-ga, conocida internacionalmente comooffshore, esta llamada a ser la autnticaprotagonista de las prximas dcadas.

    Y no es un farol. El sector asegura queen los prximos diez aos el 25% de laelica que se instale en la UE ser marina(en la actualidad, Europa es el lder mun-dial en esta tecnologa, con 2.056 MWinstalados en 38 parques elicos perte-

    Tcnica Industrial 288 / Agosto 2010

    Parqueelico

    marino.

    /Foto:Shutterstock

    La energa offshore o elica marina experimentar en la pr-

    xima dcada un crecimiento espectacular hasta los 150.000

    megavatios de potencia instalada, que cubrir el 15% de la

    demanda elctrica europea. Mientras algunos pases de la

    UE avanzan con paso firme para hacer de la elica marina

    una de sus principales fuentes de electricidad, Espaa to-

    dava no cuenta con un solo megavatio marino. Para po-

    ner fin a este retraso, el sector ha decicido meterse mar aden-

    tro para investigar en infraestructuras flotantes, la solu-

    cin que parece ms factible en nuestro pas.

    REPORTAJE

    Mar adentro

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    necientes a nueve pases, que totalizan825 aerogeneradores), y algunos analis-tas hablan de que durante este periodo

    la energa offshore crecer en todo elmundo a un ritmo del 32% anual, hastaabastecer las necesidades energticasde 37 millones de hogares.

    Un optimismo que tambin es compar-tido por la EWEA, que reconoce que enEuropa existen en la actualidad proyec-tos para la instalacin de alrededor de100 gigavatios (GW) de elica offshore.Asimismo, sus predicciones apuntan aque en 2030 la capacidad instalada enparques marinos rondar los 150.000MW, que cubrirn entre el 13 y el 17% la

    demanda elctrica de Europa y evitarnla emisin de 290 millones de toneladasde CO2 anuales.

    Asimismo, y segn refleja esta asocia-cin en su informeWind at work, en el2025 la energa elica marina ya gene-rar ms empleo que la terrestre, y ele-var la cifra de 154.000 trabajadoresregistrados en 2007 en el sector hastacerca de los 370.000.

    VentajasAunque la UE rebaja un poco estas

    espectaculares expectativas de creci-miento del sector, hasta situarlas en los40.000 MW en el horizonte de 2020 ylos 120.000 MW en 2030, su apuestapor esta fuente de energa es igual derotunda: el futuro de Europa no se podrentender sin el concurso de la energaoffshore, una fuente a la que los expertosotorgan una capacidad de produccinenergtica superior a la elica terrestre(los vientos en el mar, ms estables ymenos turbulentos que en tierra, permi-ten una produccin ms constante), as

    como una vida til mayor, que puede lle-gar a duplicarse.

    Adems, sostienen que la elicamarina presenta un menor costemedioambiental y de impacto paisajstico,y aventuran que su industria ser capazde desarrollar a medio plazo aerogenera-dores de hasta 20 megavatios (MW) depotencia unitaria.

    As las cosas, parece evidente que laelica marina representa una gran opor-tunidad de negocio para Europa. No envano, algunos analistas afirman que alcan-zar esa potencia instalada en la UEsupondr una inversin directa de unos80.000 millones de euros, a los quehabra que sumar otros 8.000 millones

    adicionales en Investigacin, Desarrolloe Innovacin (I+D+i).

    A pesar de este esperanzador esce-

    nario, hasta el momento Espaa se halimitado a observar de lejos cmo la mayo-ra de los pases del norte de Europa, conDinamarca a la cabeza, pero tambinReino Unido y Alemania, avanzan conpaso firme para conseguir que la elicamarina sea una de sus principales fuentede electricidad, si no la primera.

    Ni la posicin de liderazgo que Espaaocupa en la energa elica terrestre, ni elhecho de contar con cerca de 5.000 kil-metros de costa, han servido para quenuestro pas se site a la cabeza de la

    produccin de elica marina, como seralo ms lgico pensar en un principio. Perode ah a que Espaa no cuente con unsolo MW marino instalado, como ocurreen al actualidad, hay un trecho que noesperaban ni los ms pesimistas.

    Y menos an despus de conocer quela Comisin Europea asegurara en unreciente estudio que nuestro pas podratener 25,5 GW de potencia instalada deelica offshore en 2020, fecha para laque los responsables comunitarios hafijado que el 20% del consumo europeo

    de energa primaria proceda de fuentesrenovables (Greenpeace, por su parte,cifra este potencial en 16,5 GW, segnrecoge en el informe Renovables 2050).

    Primero, en suelo firmeQu ha pasado entonces para queEspaa acumule este retraso, que inclusoha motivado que el pas descienda de lasexta a la octava posicin en la clasifica-cin internacional de atractivo para lainversin en energas renovables y quelas previsiones apunten a que el pas dif-

    cilmente contar con esta tecnologaantes de cinco o seis aos? Segn losexpertos, las razones son varias y obede-cen a diversos factores econmicos,medioambientales y administrativos.

    En primer lugar, hay que sealar quelos actuales costes de construccin, ope-racin y mantenimiento de los parqueselicos marinos, al igual que ocurre conla produccin de energa, son bastantesuperiores a los terrestres, hasta deldoble. Por si esto fuera poco, la falta deinfraestructuras elctricas capaces deaprovechar la energa producida se pre-senta como otro escollo fundamental.

    Pero an hay otra razn de peso en laque todos coinciden: mientras queden

    zonas aptas para la expansin de la elicaen suelo firme, ms barata y rentable, staseguir siendo la primera opcin que

    maneje el sector, que an tiene en car-tera una larga lista de proyectos terres-tres en marcha.

    La plataforma continentalDe otro lado, estn las dificultades pro-pias del litoral espaol, que complican lainstalacin de infraestructuras fijas, msbaratas que las flotantes (hoy por hoy,anclar parques elicos en grandes pro-fundidades marinas supone un coste eco-nmico y una complejidad tcnica queconvierten a estos proyectos en inviables).

    Frente a pases como Reino Unido,Dinamarca o Noruega, en los que sus pla-taformas continentales se extiendendurante kilmetros con profundidadesinferiores a 20-30 metros, la orografamarina espaola se caracteriza por susfuertes pendientes: a pocos kilmetrosde la costa ya hay ms de 50 metros deprofundidad.

    La solucin podra venir de la mano dela instalacin de aerogeneradores mscerca de la costa, pero esta opcin no escompartida por todos. A pesar de que la

    elica marina cuenta con el beneplcitode la mayor parte de las organizacionesecologistas, aunque es cierto que enalgn caso con matices, esta tecnologase ha topado ya en Espaa con la oposi-cin de amplios sectores de la sociedadcivil de los lugares en los que han pre-sentado proyectos e, incluso, de algunosayuntamientos y parlamentos autonmi-cos, como es el caso del gallego, que elao pasado aprob una proposicin node ley contraria a estas instalaciones ensu litoral, aun a sabiendas que la compe-

    tencia para autorizar este tipo de infraes-tructuras en el mar corresponde a laAdministracin central.

    Trabas administrativasPara el sector, sin embargo, el culpablede esta situacin no es otro que elGobierno, al que acusan de presentarcon dos aos retraso el estudio estrat-gico ambiental del litoral espaol, undocumento que determina las zonas dedominio pblico martimo-terrestre que,a efectos del medio ambiente, renen lascondiciones favorables para la instalacinde este tipo de infraestructuras.

    Tras la publicacin de este estudio, enabril de 2009, que divide nuestras cos-

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    tas en 72 reas elicas marinas a las queclasifica en zonas aptas, con condicio-nes ambientales y de exclusin, empre-sas como Iberdola, Acciona, Endesa oCapital Energy presentaron una treintenade proyectos para instalar en las costasde A Corua, Lugo, Huelva, Cdiz, Cas-

    telln, Murcia o Tarragona. Sin embargo,bastantes meses despus, la mayora deestas propuestas para desarrollar la elicaoffshore llevan camino de quedarse enmeras declaraciones de intenciones porculpa del farragoso y complicado proce-dimiento administrativo que es necesariopara su tramitacin.

    El nuevo PANERMientras tanto, las principales empresasespaolas, lderes europeos en tecnolo-ga elica, tanto en la fabricacin de tur-

    binas y componentes como en lapromocin y explotacin de parques yservicios auxiliares, miran con expecta-cin hacia Madrid, a la espera de cono-cer el documento definitivo del Plan deAccin Nacional de Energas Renovables(PANER) 2010-2020, cuyo borrador, pre-sentado en junio, ya ha sido enviado aBruselas.

    En el caso de la energa offshore, losobjetivos anunciados no invitan precisa-mente al optimismo y confirman los temo-res de quienes sostienen que la elica

    marina no est en la hoja de ruta delministerio. Segn el plan adelantado, laproduccin instalada de esta tecnologase reduce a los 3.000 megavatios en2020, 2.000 menos que las previsionesrealizadas tres meses antes en los llama-dos pactos de Zurbano.

    Por poner un ejemplo, esta cifrasupone once veces menos que la ener-ga offshore que el Reino Unido esperatener antes de una dcada, tras haberpresentado recientemente un ambiciosoproyecto que ronda los 87.000 millones

    de euros para la instalacin en sus cos-tas de 25.000 MW de elica marina, unapotencia equivalente a la que tendran 25centrales nucleares como la de Trillo(Guadalajara), la ms potente de las sieteque Espaa tiene en funcionamiento.

    Pero aunque es cierto que esta tecno-loga no se iniciar en nuestro pas antesde 2014, como as prev en el mejor delos casos el Instituto de Diversificacin yAhorro de la Energa (DAE), la industriadel sector se niega a abandonar por razo-nes estratgicas la elica marina.

    Reconocen, en este sentido, que susempresas trabajan en un mercado globalque evoluciona claramente y sin pausahacia esta nueva forma de energa. Y que,

    por tanto, no pueden quedarse al mar-gen. Pero exigen que Espaa reaccioney les dejen meterse en el agua, mar aden-tro, para investigar en infraestructuras flo-tantes, la solucin que la industria

    presenta como la ms factible para des-arrollar la elica marina en Espaa.

    Experiencias flotantes espaolasEn este campo, los ministerios de Cien-cia e Innovacin y de Industria, Turismo yComercio estn financiando diferentesproyectos de I+D+i con el objetivo dedesarrollar estructuras flotantes adapta-das para la instalacin de turbinas eli-cas en entornos martimos de altaprofundidad, como es el caso de la costaespaola.

    Entre estos proyectos destacan los lla-mados Cenit Eolia y Emerge, lideradospor Acciona Energa e Iberdola Renova-bles, respectivamente.

    Mientras que el primero, iniciado en2007 y que debe concluir este ao, persi-gue desarrollar las tecnologas adecuadaspara la implantacin de parques elicosoffshore en aguas con profundidadessuperiores a 40 metros, el segundo, apro-bado en 2009, recoge las actividadesorientadas al estudio y desarrollo de laingeniera elctrica asociada a la genera-cin elica offshore en aguas profundasde plantas que descansan sobre soportesflotantes. La experiencia conseguida eneste proyecto singular estratgico, pre-

    visto hasta 2012 y en el participan promo-tores elicos, fabricantes de aerogenera-dores, empresas de conexin elctrica,compaas de diseo de estudiosmedioambientales, constructoras civiles y

    navales, debera abrir paso a un parqueelico offshore experimental.

    Igualmente hay que sealar al OceanLider, una iniciativa autorizada a finalesde 2009 y liderada por Iberdola Ingenie-ra y Construccin junto con otras 19empresas y 25 centros de investigacinespaoles. El proyecto, que cuenta conun enfoque mucho ms amplio, persiguedesarrollar durante los prximos tres aossoluciones innovadoras para el conjuntode las energas ocenicas marinas, inclu-yendo las energas de las olas y las

    corrientes.En paralelo a estas iniciativas nacio-

    nales, han surgido tambin otras dembito europeo, como el llamadoMarineRenewable Integrated Application Plat-

    form (Marina), un proyecto liderado porAcciona Energa dentro del VII ProgramaMarco de Investigacin de la ComisinEuropea y que, al igual que el anterior,persigue objetivos ms multidisciplina-res.

    En concreto, Marina, un consorcio deinvestigacin integrado por 17 empresas,centros tecnolgicos y universidades dedoce pases comunitarios, quiere capita-lizar la experiencia y unificar los conoci-mientos que se adquieren en el Mar del

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    Al margen de la elica offshore, la energa de las olas (undimotriz) es de todos las ocenicas la que presenta mayo-

    res posibilidades de desarrollo y comercializacin en los prximos aos. / Foto: Shutterstock

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    Norte con el fin de establecer las basestecnolgicas que hagan factible la inte-gracin, en una misma plataforma marinainstalada sobre aguas profundas, dediversas tecnologas renovables, como laelica, las olas, las mareas o las corrien-tes ocenicas.

    Inters de las CC AAPor su parte, el inters de algunas comu-nidades autnomas por este tipo de ener-ga ha dado pie a la creacin de diversasreas de demostracin y ensayos.

    En este sentido, destacan las iniciati-vas adoptadas por el Gobierno de Can-tabria, que ha creado la sociedad Idermar,una empresa pblico-privada para el des-arrollo de soluciones tecnolgicas de pla-taformas flotantes para elica offshore, yha impulsado la constitucin del Cluster

    de Energas Renovables Marinas de Can-tabria.

    Este grupo de trabajo, en el que par-ticipan 35 empresas y once departamen-tos de investigacin de la Universidad deCantabria, centra ahora sus esfuerzos enadecuar la oferta industrial y tecnolgicahacia potenciales soluciones de I+D quepermitan incrementar la competitividad,as como en identificar las reglas del juegoy el campo en el que finalmente se jugaresta partida.

    En este objetivo se enmarcan los dos

    prototipos de torres meteorolgicas flo-tantes la primera, fondeada en junio de2009 a 50 metros de profundidad, a ochokilmetros de la costa; y la segunda, haceunos pocos meses, a 16 kilmetros de lavilla de Suances, donde el fondo marinollega a los 200 metros que proporcio-nan datos de velocidades de viento, ole-aje, temperaturas, higrometra y otrosdatos climticos y estructurales de granrelevancia para futuras plataformas eli-cas marinas.

    Por su parte, el Instituto de Investiga-

    cin en Energa de Catalua (IREC) pro-yecta construir en la costa de Tarragonael primer banco de pruebas del mundoen energaoffshore.Zfir, que as se llamael proyecto, prev la instalacin de dosreas de aerogeneradores: una, a 3,5 kmde la costa, para cimentaciones fijas, a laque seguir en una segunda fase otrasituada a unos 20 km mar adentro, a msde 100 metros de profundidad, paracimentaciones flotantes.

    stos y otros proyectos deben contri-buir a que el sector elico, uno de los msdesarrollados y con mayor proyeccininternacional de nuestro pas, no pierdasu posicin de privilegio . Por tierra, perosera deseable que tambin por mar.

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    Mirando al mar

    Espaa posee un importante potencial

    energtico marino, no slo de offshore.

    Segn la Agencia Internacional de la Ener-

    ga, el mar ofrece la posibilidad de obtenerenerga renovable mediante el aprovecha-

    miento de cinco fenmenos: las mareas

    (maremotriz), el oleaje (undimotriz), las

    corrientes marinas, las diferencias de tem-

    peratura (maremotrmica) y el gradiante

    salino (potencia osmtica o energa azul).

    De todas ellas, la energa de las olas es

    quiz la que ms expectativas despierta

    gracias, especialmente, a que la potencia

    que es capaz de generar es muy elevada

    en relacin a las infraestructuras necesa-

    rias para su explotacin.

    A pesar de ello, estas energas oceni-

    cas no acaban de despegar. Para la Carbon

    Trust, el organismo financiado por elgobierno britnico para acelerar el desarro-

    llo de tecnologas bajas en carbono, las

    energas ocenicas van diez aos por detrs

    de la elica marina.

    Diversidad tecnolgica

    Adems de que el mar, mrese como se

    mire, no deja de ser un medio adverso, la

    mayora de los expertos coniciden en des-

    tacar que la principal barrera que limita el

    desarrollo comercial de estas fuentes reno-

    vables es la diversidasd tecnolgica, hasta

    el punto de que reconocen que en la actua-

    liad se pueden contabilizar hasta ms de

    un centenar de tecnologas diferentes en

    desarrollo para el aprovechamiento de las

    energas ocenicas.

    Por ello, el sector se esfuerza para esta-

    blecer lo antes posible una potente red de

    laboratorios, reas de ensayo y mtodos

    de trabajo que ayude a las empresas a des-

    arrollar sus tecnologas.

    Aunque parece que la comercializacin

    de la energa marina est cada vez ms

    cerca, lo cierto es que en toda Europa la

    nica instalacin comercial es la planta de

    mareas de La Rance, en Francia.

    El resto de instalaciones del mundo son,

    en mayor o menor escala, plantas pilotos

    de baja potencia que tratan de demostrar

    la validez de estas tecnologas.

    Pero la mayora de estas experiencas

    puestas en marcha en Europa estn ofre-

    ciendo resultados muy esperanzadores que

    hacen prever que los costes de estas

    infraestructuras puedan reducirse muy

    notablemente en los prximos aos.

    As, destacan las iniciativas de Portugal,

    pas que cuenta con una de las primeras

    instalaciones de olas con una potencia total

    de 2,25 MW. O las adoptadas por dos empre-

    sas britnicas y francesas con turbinas

    sumergidas para el aprovechamiento de las

    corrientes marinas, as como el proyecto engradiante salino emprendido por una com-

    paa noruega con la instalacin de una

    planta piloto de MW de potencia.

    Subirse a la ola

    En Espaa, por su parte, de los proyectos

    puestos en marcha hay que resaltar el ini-

    ciado en Santoa (Cantabria), que desdehace ms de un ao alberga un prototipo de

    boya de 40 kW, como primera fase de un

    proyecto global para generar electricidad a

    partir de las olas que prev la instalacin de

    diez boyas y una potencia total de 1,4 MW.

    El proyecto Calma, en Asturias, proyecto

    singular e innovador de tecnologa nacio-

    nal para el desarrollo de un parque de gene-

    racin elctrica de 50 megavatios a partir

    igualmente de la fuerza de las olas. Este

    proyecto, desarrollado por la empresa espa-

    ola Hidroflot, prev la instalacin de ocho

    plataformas flotantes semisumergidas,

    capaces de alimentar energticamente los

    hogares de una ciudad como Gijn. Si todomarcha como espera esta empresa, la

    planta podra empezar a comercializar ener-

    ga en un plazo de seis aos.

    Guipuzcoa tambin quiere subirse a la

    ola y ha instalado en la costa de Pasajes un

    prototipo a escala 1:4 para estudiar durante

    varios meses su rendimiento y posibles

    impactos en el entorno. Si los resultados

    son positivos, sus promotores pretenden

    instalar un dispositivo a tamao real con una

    potencia de 500 KW.

    En esta misma provincia, en el nuevo

    dique del puerto de Mutriku (Guipzcoa),

    se ha aplicado la tecnologa de columna de

    agua oscilante , formado por 16 turbinas y

    una potencia total de 300 kW;

    En Galicia, por su lado, prueban otro tipo

    de tecnologa para aprovechar el oleaje,

    conocida como Pelamis. El nombre, que sig-

    nifica serpiente marina, hace honor al

    aspecto del sistema, que consiste en una

    serie de cilindros articulados y parcialmente

    sumergidos del tamao de cinco vagones

    de tren. Esta estructura prioriza la resisten-

    cia sobre la eficiencia en la conversin ener-

    gtica, ya que est pensada para zonas con

    condiciones marinas muy adversas. Se

    estima que una treintena de estos sistemas

    podran cubrir las necesidades energticas

    de unos 20.000 hogares europeos.

    La infraestructura marina para la inves-

    tigacin, demostracin y explotacin de sis-

    temas de captacin de energa de las olas,

    que se va construir en Armintza (Vizcaya),

    constituye otra referencia de primer orden.

    Conocida como Biscay Marine Energy Plat-

    form (BMEP) y diseada para albergar una

    potencia de hasta 20 MW, se espera que

    est operativa en un par de aos.

    En Canarias, finalmente, se trabaja igual-

    mente en la instalacin de una infraestruc-

    tura cientfico-tecnolgica de carcter

    singular con el objetivo de facilitar el acceso

    al ocano profundo. Estar completamenteoperativa el prximo ao y albergar un

    banco de pruebas para el aprovechamiento

    de diversas energas del mar.