78
El Chagas según Santiago Relaciones sociales, ambiente y enfermedad de Chagas en un paraje de Santiago del Estero, Argentina Autora Andrea Mastrangelo Dra. en antropología social [email protected] Equipo de Trabajo de Campo: Sra. Graciela Cejas, Lic. Nicolás Deambrosi, Yuri Deambrosi y Dra. Andrea Mastrangelo. Búsqueda y análisis bibliográfico : Lic. Nicolás Deambrosi Cartografía: Lic. Marianela Figueroa Consultor arquitectura: Arq. Leandro Rosso Para Fundación Mundo Sano, Sede Añatuya Marzo-Diciembre 2009

Aatuya Informe Final 2009 2

Embed Size (px)

DESCRIPTION

sdf

Citation preview

Page 1: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago

Relaciones sociales, ambiente y enfermedad de Chagas en un paraje de Santiago del Estero, Argentina

Autora Andrea Mastrangelo Dra. en antropología social

[email protected]

Equipo de Trabajo de Campo: Sra. Graciela Cejas, Lic. Nicolás Deambrosi, Yuri Deambrosi y Dra.

Andrea Mastrangelo.

Búsqueda y análisis bibliográfico : Lic. Nicolás Deambrosi

Cartografía: Lic. Marianela Figueroa

Consultor arquitectura: Arq. Leandro Rosso

Para Fundación Mundo Sano, Sede Añatuya Marzo-Diciembre 2009

Page 2: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

2

Resumen Ejecutivo1 Este texto es el informe final de investigación del proyecto “Identificación de actores y representaciones sociales sobre la enfermedad de Chagas en el paraje Pozo Herrera, Añatuya, Taboada, Santiago del Estero, Argentina”. El lugar de trabajo de campo fue elegido por la Sede Añatuya de Fundación Mundo Sano para la implementación de la tercera experiencia de mejoramiento de viviendas para la vigilancia y control de vectores de la enfermedad de Chagas (2009-2010). La investigación etnográfica en ese paraje tiene como objetivo generar información de base para optimizar el mejoramiento de viviendas. Los resultados se exponen en 4 capítulos. El Capítulo 1 describe la inserción social de la población rural objetivo de la intervención de mejoramiento. El Capítulo 2 realiza un análisis de uso social del espacio doméstico y las interacciones naturaleza-cultura. Asi, se propone complementar la comprensión sanitaria del espacio que distingue entre “domicilio”-“peridomicilio”-“monte”, describiendo cómo están organizados y qué relaciones mantienen entre si estos espacios desde el punto de vista de los pobladores del paraje. El Capítulo 3 describe cómo quienes realizamos el trabajo de campo nos involucramos en el lugar de estudio. Esta descripción incluye la realización de talleres de creación colectiva de arte y la producción de un cortometraje documental sobre la experiencia. Se adjunta al informe una copia DVD de esa película. El Capítulo 4 inserta la investigación entre los trabajos publicados recientemente sobre la temática. La investigación científica de un siglo sobre las formas de transmisión de la enfermedad de Chagas en América Latina, hace hincapié en las condiciones de vida de la población como el principal problema para una vigilancia y control vectorial eficientes. Sociológicamente, entonces, se hace relevante entender por qué persiste la precariedad de las viviendas y su reinfestación con triatominos.

1. En este sentido, el primer problema teórico surgido del trabajo de campo en el paraje Pozo Herrera fue determinar la inserción social de las unidades domésticas en la estructura social agraria de Santiago y la Argentina. Para comprender la diversidad social del paraje, fue necesario esclarecer qué tipo de agricultores familiares son y cuáles formas de articulación regional-nacional tienen.

2. Para ello, en primera instancia se realizó una revisión bibliográfica orientada a reconstruir la historia del poblamiento de la región y el paraje desde fines del Siglo XIX. Se pudo precisar que los actuales pobladores se

1 Los números de párrafo en el Resumen Ejecutivo se corresponden con los números que titulan por acápites en cada capítulo. De modo que lo que el párrafo del resumen presenta abreviado, el lector lo encontrará detallado en ese número de sección en el texto principal.

Page 3: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

3

asentaron en pequeños núcleos de población rural cercanos al trazado del ferrocarril, como peones de extracción forestal nativa para carbón, leña, postes y materia prima ferroviaria. Este tipo de ocupación del espacio se centraba en autoconstrucción de viviendas por parte de los peones, quienes con materiales nativos (agua tierra, troncos y pasto) generaban viviendas de bajo costo que podían ser abandonadas al mudarse para trabajar en otro sector del monte, en faenas forestales.

3. Para fines del Siglo XX, cuando había terminado la explotación forestal de gran capital y se habían levantado los ramales ferroviaros, los circuitos locales de movilidad de la población en este territorio se acotaron, generándose asentamientos más estables cerca de las estaciones. Se conformaron asi los parajes, como conjuntos de Unidades Domésticas (en adelante UD) asentadas en Unidades de Tierra sin límites definidos que ocupan trabajo familiar para producción ganadera extensiva de caprinos. En estas UD la pobreza puede determinarse por el umbral de ingreso, pero también por la precariedad de los medios de producción y sobrecarga de trabajo de los miembros de la familia (p.e. no hay energía eléctrica, se requiere trabajo humano para la procura del agua para personas y animales).

4. A consecuencia de este proceso histórico, la no propiedad o las “explotaciones agropecuarias sin límites definidos”, como las categorizan los Censos Nacionales Agropecuarios, fue la forma predominante de tenencia de la tierra en el medio rural santiagueño. Esto fue asi hasta que en la década de 1980 se legitimaron legalmente una serie de expropiaciones entregando títulos de propiedad de “estancias”, hecho que empobreció a los anteriores propietarios legítimos (por ocupar una tierra fiscal en posesión veinteañal). Esta estructura productiva organizó el espacio social del paraje del modo en que lo conocemos hoy: una villa y las estancias. En la villa residen agricultores familiares que producen principalmente ganadería caprina extensiva y agricultura los años con balance hídrico adecuado, vendiendo fuerza de trabajo a las “estancias” locales y a empresas de producción de semillas en el valle de Catamarca, Córdoba y la Provincia de Buenos Aires en forma cíclica, cada año.

5. La situación de los pobladores del paraje Pozo Herrera que serán beneficiarios del proyecto de la FMS forma parte del debate contemporáneo de la sociología rural latinoamericana. En síntesis la pregunta es ¿son campesinos o son trabajadores rurales? Nuestra respuesta es: son ambas cosas. Son agricultores familiares descapitalizados por una expropiación, pero también son trabajadores rurales por su presente y por su histórica inserción en la estructura agraria regional como trabajadores rurales estacionales. Por ser trabajadores rurales sobreexplotados, deben mantener sus explotaciones rurales para la subsistencia de sus familias en los períodos en que están desempleados. El reconocerlos también como “campesinos”, nos permite por un lado dar cuenta de la autoadscripción que algunos de ellos tienen en la acción

Page 4: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

4

colectiva (MOCASE), y por otro, explicitar el conflicto por la propiedad de la tierra en que están insertos, que es una de las causas del empobrecimiento que los obliga a vender su fuerza de trabajo dentro y fuera de la localidad.

6. El conflicto por la propiedad de la tierra es actualmente estructurante de las relaciones sociales en Pozo Herrera y tiene continuidad en la apropiación de los recursos naturales. El agua, la leña, las pasturas, tanto como las servidumbres de paso son motivos de disputa entre propietarios legítimos que no renuncian a su derecho y apropiadores legales. Por tanto, consideramos que actualmente el paraje se compone de tres tipos de explotaciones agrarias: campesinos-trabajadores descapitalizados, campesinos-trabajadores capitalizados en litigio por la tenencia de la tierra y latifundistas. Esta tipología da cuenta de la estructura social del paisaje de varios parajes rurales del Sureste santiagueño en conflicto por la tenencia de la tierra, en los que se distingue entre la villa (compuesta por Unidades de Tierra con tenencia regular de 10 Has. ó menos), propietarios en litigio (de 25 a 1000 Has) y las estancias (con superficies superiores a 2000 Has.). A las limitaciones productivas impuestas por el cercado de las parcelas o el acceso a recursos como el agua (los pozos de abastecimiento de agua subterránea dulce quedaron dentro de la estancia Barrios) se suman las ambientales propias de la ecoregión del chaco seco (571 mm promedio de precipitación anual entre 2003-2007, concentradas en diciembre y enero, agua subterránea salada).

7. Uno de los objetivos específicos de esta investigación fue la descripción de las condiciones sociosanitarias y los procesos sociales que podrían estar contribuyendo a hacer recurrentes las reinfestaciones de las viviendas por triatominos. Indagando sobre las condiciones sociosanitarias, al compartir vida cotidiana con los pobladores del paraje, nos preguntamos si la distinción domicilio-peridomicilio utilizada como indicador de riesgo sanitario en las investigaciones y la vigilancia y control entomológico, describía lo que veíamos en campo. Es decir, partimos de preguntarnos ¿qué validez tiene esta distinción desde el punto de vista de las actividades de los pobladores? La reificación (del latín res: cosa) de la distinción entre un “domicilio” –“peridomicilio” (como espacios antropizados) distinguibles de un fondo de “monte” (como espacio de la naturaleza), se nos presentó como una dificultad para entender cómo construyen el paisaje y las interacciones naturaleza-cultura los pobladores de Pozo Herrera. Porque tanto para las cabras, las gallinas como para las personas no parece limitarse la circulación ni la proximidad entre “domicilio” y “peridomicilio”. Por otra parte, aunque el monte es cualitativamente diferenciado del espacio doméstico las personas y animales domésticos van asiduamente al monte por varios motivos y es frecuente que animales y plantas del monte estén en el cuadro doméstico por diferentes criterios de uso (ver Tabla 2).

Page 5: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

5

8. En Pozo Herrera las interacciones entre los humanos y el ambiente monte chaqueño son de tipo natural (leña, cría de animales silvestres que quedan “guachos”) y sobrenatural (“los enanos que estudian; la perra tetuda y la chancha tetuda, el almamula, el humita”). Es habitual que niños/as y adultos refieran historias de aparecidos y visiones relacionadas con entidades sobrenaturales como parte de su cotidiano. Si no los han visto, temen a su aparición y casi todos conocen un lugar (la salina que se ve cerca de El Colorado) o una persona (cercana, conocida) a quién se le han aparecido. Otro indicador de valores humanos en la naturaleza es la identificación de alimentos, medicamentos y materiales de construcción entre plantas y animales silvestres (algarroba para harina, guazunchos, matacos, tuzca como antibiótico, cedrón en pasto para el corazón, grasa de iguana como cicatrizante, pasto aibe para la techumbre, etc.). Clasificación empírica que da cuenta de conocimiento experimental previo de varias generaciones y recorridas con observaciones minuciosas y sistemáticas. Como consecuencia de este rasgo de la cultura rural santiagueña, en lo doméstico se convive con animales y vegetales que son traídos del monte. Del mismo modo que en lo doméstico, no hay distanciamiento físico tabuado entre animales domesticados y humanos (perros, gallinas y cabras conviven con humanos en los sectores más íntimos del cuadro doméstico). Asi, en la representación y en las prácticas de los pobladores, “domicilio”, “peridomicilio” y “monte”, más que tres sectores diferenciables del espacio se presentan como un entramado en escala de grises.

9. Las técnicas de construcción de las viviendas rurales de Santiago del Estero han sido relevadas ya por otros etnógrafos. Di Lullo (1969) caracterizó al rancho santiagueño: “cuatro horcones de quebracho colorado, su techo de tirantes y soleras de quebracho blanco, con ramas de jarilla que se cubren con tierra y unas paredes de quincha” (op.cit.:39). El análisis del patrón arquitectónico de las viviendas de Pozo Herrera dio como resultado que respetan un patrón cultural en el tipo de estructuras que construyen y los materiales y métodos con el que las ejecutan. Las distancias que organizan las proporciones del paisaje doméstico inmediato no son proporcionales entre una unidad de tierra y las contiguas, ni dentro de un mismo tipo social agrario, probablemente como consecuencia de los conflictos por la tierra que se han sucedido en los últimos 30 años.

10. La revisión bibliográfica da cuenta de otras experiencias de mejoramiento de viviendas populares en América Latina: en el Chaco boliviano (Verdú y Ruiz 2003) y en Colombia (Guhl 1999).

11. El diagnóstico de las dificultades de los mejoramientos anteriores de la FMS en Santiago del Estero permitió enfocar la optimización en 4 ejes:

a. Captación de agua por el techo: se concluyó que es necesario generar las condiciones de captación y estiba de agua llovida y/o agua tratada en el cuadro doméstico. Los aljibes generan un ahorro relevante de dinero y trabajo.

Page 6: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

6

b. Innovaciones en los sistemas de acopio de agua: se podría incorporar una máquina simple, llamada bomba soga, que mediante reuso de una llanta de bicicleta con una manivela reduce el trabajo para sacar agua de pozo a superficie.

c. Revoque en el cieloraso: se consensuó el empaque de la quincha con silo bolsa y la terminación de un goterón con una varilla de madera como mejor práctica para los casos en que se requiera renovar el techo. Se encuentra todavía en ensayo experimental una práctica de mejoramiento del cieloraso de las viviendas cuya techumbre se encuentre en buenas condiciones. Queda pendiente probar una malla soporte liviana y que no se corroa, del mismo modo que un adhesivo que dé adecuada plasticidad a la argamasa.

d. Letrinas: no se realizan recomendaciones, aunque se analizó la opción de construir cámaras sépticas y pozos ciegos para evitar la saturación del suelo.

Se realizará una Guía Técnica Audiovisual para el mejoramiento de viviendas con la experiencia de Pozo Herrera.

12. ¿Qué sentido tuvo hacer trabajo de campo con niños/as en un programa de mejoramiento de viviendas para vigilancia y control de la enfermedad de Chagas? Analizar las representaciones sociales que los niños tienen sobre la enfermedad de Chagas es relevante pues son los pacientes en los que el tratamiento conocido impide el desarrollo de la fase crónica de la enfermedad y tiene mejor tolerancia.

13. La convocatoria de los niños a 4 talleres de creación colectiva sucesivos posibilitó la comunicación a través del juego. El juego es una forma de arte y siguiendo a Gadamer (1998) el arte es juego, es símbolo y es ritual. Desde el punto de vista de la investigación social, la creación colectiva generó un movimiento subjetivo en los participantes y un hecho social. La expresión artística mostró precisión como técnica de investigación social sobre la infancia en dos sentidos: 1) posibilitó la comunicación no verbal, generando confianza entre los investigadores, los niños y sus familias. Este proceso fue modificando el orden, la dinámica, la oralidad y la corporalidad de los/as participantes en los talleres. 2) Orientó el movimiento de la subjetividad de la creación individual a un producto colectivo: primero una obra teatral, luego el títere de la vinchucaca y finalmente la creación de máscaras de personajes sobrenaturales que habitan el monte. La principal motivación de los talleres fue la pregunta ¿qué sabés vos sobre la enfermedad de Chagas?

14. La película documental “El Chagas según Santiago” es una parte fundamental de este informe. Narra el proceso de construcción de conocimiento de la investigación. Se compone de 4 partes con 3 intervalos. La primera parte aborda el conflicto por la tierra, la segunda el trabajo campesino y la enfermedad de Chagas, la tercera los actores sociales en la vigilancia, control, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Los

Page 7: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

7

intervalos y la cuarta parte muestran las actividades de los talleres de creación colectiva. Cinco ideas centrales orientaron la selección de contenido de la documental: Idea central I: “Hay porcentajes de incapacidad laboral por el Chagas”. Idea central II: “Las vinchucas viajan debajo de los bolsitos, cuando llevo a los jornaleros”. Idea central III “Los vinchuqueros hacen todos lo mismo”. Idea central IV: “Vivir con Chagas: el diagnóstico es tardío, el tratamiento muy tóxico y el hospital queda lejos”. Idea central V “Me pincharon y me curaron el Chagas”.

15. El Capítulo 4 realiza una reseña actualizada de los estudios epidemiológicos recientes sobre Chagas. El vector de la enfermedad de Chagas (Triatoma infestans) comparte la vivienda con el ser humano, alimentandose de sangre en los horarios de sueño. Las formas de transmisión son: vectorial y no vectorial. La infección presenta 2 estadíos clínicos: fase aguda y fase crónica. Se diagnostica por análisis de sangre. Se recomienda que la enfermedad sea atendida por el sistema de APS y no por especialistas. Se espera que la APS dé un enfoque preventivo y adapte la atención médica a las características locales. La prevención de la transmisión vectorial es por vigilancia y control del vector.La vigilancia se compone de sensores, búsqueda de insectos y espulgue. El control es con piretroides sintéticos. Investigaciones recientes (Gürtler 2007 y Cecere 2004 y 2006) mostraron que los tratamientos con insecticidas piretroides floables a dosis standard tienen mucha menor efectividad en sitios peridomésticos en todo el Gran Chaco que lo que comúnmente asumieron los programas de control de vectores en Argentina. Según estos estudios ésto puede explicarse por las características físicas de las estructuras peridomésticas (Gürtler 2007:146). En este sentido, esta investigación trató de avanzar en comprender qué sentido tiene el peridomicilio para quienes lo habitan (Salomón 2002). En los casos de transmisión no vectorial se considera especialmente importante la detección precoz en niños menores de 15 años pues puede revertirse completamente la infección.

16. En Argentina organismos estatales a nivel de federal y una ONG han elaborado un Manual de líderes comunitarios para la vigilancia y control de la transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas en zonas rurales y peri urbanas. La propuesta se centra en el modelo Segura de formación e intervención de redes sociales para la salud en Argentina (Segura 2005). Este manual postula que el control de la transmisión vectorial en manos de la comunidad puede realizarse mediante 4 actividades: talleres, control químico y vigilancia, denuncia que conduzca a un inmediato tratamiento con insecticidas y mejoramiento de la vivienda. Consideramos que estos postulados tienen fuertes limitaciones. Presentan una visión ingenua del cambio social que puede lograr el “líder comunitario”, al mismo tiempo que parten de definir a la comunidad como unidad homogénea que comparte idioma, costumbres y creencias,

Page 8: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

8

cuando la sociología política contemporánea describe a las sociedades como heterogéneas y multiculturales (Briones, Laclau), con diferencias de intereses, diversidad sociocultural y conflicto. Por otro lado, el problema de delegar completamente la salud en manos de la comunidad es que, desde la perspectiva de los actores comunitarios, las vinchucas y el Chagas pueden no constituir un riesgo prioritario sobre el que sea necesario intervenir. Al mismo tiempo, existe una tensión que recorre todo el Manual entre el reconocimiento de un saber preexistente en los participantes y la necesidad de “concientizarlos”. Si bien se reconoce que existen representaciones sociales no científicas, no se les reconoce valor de verdad, ni se busca un horizonte de comunicación entre ellas y las representaciones científicas.

17. Los estudios socioepidemiológicos relacionan Chagas y migración en el sentido que la migración explica la aparición de casos urbanos en países subdesarrollados y en ciudades de los países centrales donde hay migración originaria del área endémica (Briceño León 2007). La investigación sobre Chagas en Pozo Herrera permite complejizar este abordaje planteando que hay migración de retorno al área rural, inmigración de países limítrofes en el área rural, tanto como dispersión del vector a otros ecosistemas del área endémica por migración estacional de trabajadores.

18. El interés de la Iniciativa del Cono Sur (OPS 1999; 2005 Montevideo; Sosa Estani 2007:110; Gürtler 2007:141) en el diagnóstico y tratamiento en niños fue usado como motivación para el estudio de sociodiagnóstico sobre Chagas en la comunidad de Pozo Herrera. Aunque es una medida eficiente, no está exenta de problemas: no hay dosificación pediátrica de la única droga de tratamiento (com. pers Dra. Cécere) y los niños interrumpen el crecimiento durante el tratamiento (com. pers. Dr. Mujica). Hay varias iniciativas internacionales confluyentes en que LAFEPE (Pe, Brasil) produzca la fórmula pediátrica de benznidazol. Por nuestra parte, en continuidad con las metodologías aplicadas incentivamos a que la investigación operativa genere conocimiento sobre los ciclos locales de reinfestación de las viviendas, enfocándose a la circulación de personas y recursos entre el cuadro doméstico y el monte, de modo de proponer prevención regulando prácticas de riesgo.

Page 9: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

9

Índice Resumen Ejecutivo.................................................................................................................... 2 Capítulo 1: Campesinos y trabajadores. Análisis sobre la inserción social como trabajadores de pequeños propietarios de un paraje rural del sureste santiagueño. 12

1. Introducción, objetivos y métodos de investigación ...................................... 12 2. “El Pozo de Herrera”........................................................................................... 13 3. Organización social y actividad económica en Pozo Herrera....................... 14

Los testimonios: “La mayoría somos todos desempleados en el sistema” . 16 El carbonero.......................................................................................................... 16 El peón rural ......................................................................................................... 17 El trabajador rural estacional ............................................................................. 18 Un día, una semana y un año de trabajo en una UT de Pozo Herrera ........ 19

4. La no propiedad como forma de tenencia de la tierra ................................... 20 5. Discusión teórica acerca del campesinado....................................................... 22 6. Tipología y conclusiones .................................................................................... 25

Capítulo 2: Insumos y tareas de este proyecto tendientes a optimizar el mejoramiento de viviendas ................................................................................................... 27

7. Domicilio y paisaje en Pozo Herrera ................................................................ 27 8. Descripción interacciones monte y cuadro doméstico de las Unidades de Tierra. ........................................................................................................................ 29 9. Caracterización del tipo cultural de vivienda rural en PH............................ 31

Análisis de las medianas..................................................................................... 34 Gráfico de Voronoi-Thiessen ............................................................................. 34

10. Revisión bibliográfica sobre programas de mejoramiento de viviendas y Chagas ....................................................................................................................... 41 11. Reunión de trabajo para elaborar un listado de recomendaciones para mejoramiento de la vivienda rural en PH por Fundación Mundo Sano ........ 43

a. Captación de agua por el techo: ................................................................ 44 b. Innovaciones en los sistemas acopio de agua ......................................... 44 c. Revoque del cieloraso.................................................................................. 45 d. Letrinas ......................................................................................................... 46

Guía en video para el mejoramiento de viviendas ......................................... 47 Capítulo 3: El Chagas según Santiago: una experiencia de creación colectiva............ 48

12. ¿Por qué con los niños?..................................................................................... 48 13. Los talleres de creación colectiva .................................................................... 48

Contenido de los talleres ................................................................................ 50 14 Una película documental “El Chagas según Santiago”. ........................... 52

Idea central I “Hay porcentajes de incapacidad laboral por el Chagas”........... 53 Idea central II “Las vinchucas viajan debajo de los bolsitos, cuando llevo a los jornaleros”................................................................................................ 54 Idea central III: “Los vinchuqueros hacen todos lo mismo” ..................... 54 Idea central IV:”Vivir con Chagas: el diagnóstico es tardío, el tratamiento muy tóxico y el hospital queda lejos” ........................................................... 56 Idea central V “Me pincharon el dedo y me curaron del Chagas” .......... 57

Capítulo 4. Revisión bibliográfica sobre aspectos sociales de la enfermedad de Chagas ....................................................................................................................................... 58

Page 10: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

10

15 La enfermedad de Chagas y su vigilancia y control...................................... 58 16 Aspectos sociales de la vigilancia y control ................................................... 63 17. Migraciones y Chagas ....................................................................................... 65 18. Chagas e infancia ............................................................................................... 66 19. Reflexión final .................................................................................................... 69

Bibliografía citada................................................................................................................... 73 Mapa 1 Ubicación de las unidades domésticas analizadas en el paraje Pozo Herrera...................................................................................................................................................... 78

Page 11: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

11

Anexo 1 Posters “El Chagas según Santiago” .................................................................... 78 Anexo 2 Presentación Powerpoint sobre el proyecto presentada a técnicos FMS sede Añatuya 9/9/09.......................................................................................................................... 81

Page 12: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

12

Capítulo 1: Campesinos y trabajadores. Análisis sobre la inserción social como trabajadores de pequeños propietarios de un paraje rural del sureste santiagueño

1. Introducción, objetivos y métodos de investigación Este texto es parte de una investigación en curso en el paraje rural Pozo Herrera, Departamento General Taboada, en el sureste de la provincia de Santiago del Estero, para optimizar el desempeño de un programa de prevención, vigilancia y control de la enfermedad de Chagas promovido por la ONG Fundación Mundo Sano. El objetivo de este capítulo es precisar los conceptos teóricos que describen la historia de los pobladores de este paraje y construir una tipología que de cuenta de las formas actuales de producción y tenencia de la tierra. La hipótesis que esta tipología contribuye a validar es que las relaciones entre las explotaciones agrarias locales están signadas por el conflicto por la propiedad de la tierra y por la apropiación de los recursos naturales. El agua, la leña, las pasturas, tanto como las servidumbres de paso son motivos de disputa entre propietarios legítimos que no renuncian a su derecho y apropiadores legales. Mientras que aceptar el status quo de la expropiación en manos de las estancias o permanecer en conflicto con ellas es lo que enfrenta entre sí a las Unidades Domésticas de los campesinos-trabajadores residentes en la villa. Estos conflictos resultan estructurantes de las relaciones sociales del paraje, condicionando tanto la posibilidad de acción colectiva, como la implementación de mejoras productivas (promovidas por la ONG Instituto de Cultura Popular –INCUPO-) y sanitarias (programa de mejoramiento de viviendas para el control de la endemia chagásica, ONG Fundación Mundo Sano) . Las metodologías aplicadas para generar los datos presentados en este artículo fueron cualitativas (entrevistas en profundidad y observación participante) y cuantitativas (censo de las Unidades de Tierra2, con caracterización de uso social y productivo del espacio), además de revisión bibliográfica y de archivo. Una versión del texto de este primer capítulo fue presentada por el Encuentro de Jóvenes Investigadores de El Colegio de Santiago, Santiago Capital en octubre de 2009. Una participante en ese encuentro, nos invitó a presentarlo también en II Jornadas Internacionales de Investigación y Debate, Facultad de Filosofía y Letras UBA 11 y 12 de Diciembre 2009. Una versión corregida será

2 Las explotaciones agrarias de los campesinos-trabajadores del paraje ocupan Unidades de Tierra (Mathieu de LLinás 2007). Definimos como Unidad de Tierra al espacio social que ocupan las Unidades Domésticas de Pozo Herrera constituido por dormitorio con alero, horno de barro, gallineros, corrales, bretes, pozos, bebedero de ladrillo, picas o caminos internos para el transporte, cercos, aljibes, represas, sembradíos, cría de animales, aguadas, con o sin alambrado/cerco perimetral. En la mayoría de los casos, la superficie de una Unidad de Tierra no constituye una Unidad Económica de explotación agrícola sustentable para la eco región.

Page 13: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

13

publicada como capítulo en un libro del PICT 676/2006 (Responsable Dra. Andrea Mastrangelo) de próxima aparición.

2. “El Pozo de Herrera” La llegada del ferrocarril al sudeste santiagueño entre 1891 y 1912, junto con la explotación forestal, formó centros de población efímeros: parajes dónde en casas precarias y autoconstruidas con materiales locales residían los trabajadores (Tasso:1998). Uno de esos núcleos forestales, Añatuya ubicado a 44 Km. de Pozo Herrera, se convirtió en centro de gran actividad comercial. Hacia 1913 existían en sus alrededores 137 obrajes y 15.000 obreros trabajando en la explotación forestal, siendo Añatuya su principal centro de aprovisionamiento y embarque (Basualdo: 1982). Así, “ella que había nacido de un vuelco fortuito de las locomotoras, desarrolló a su alrededor explotaciones forestales, la ganadería y la agricultura, el comercio y la industria” (Basualdo:1982: 251-252) se transformó en el centro poblado más importante del sur de la provincia. Esta situación de relativa centralidad que conserva en el presente puede atribuirse a su condición de nudo de caminos entre el sureste de Santiago y el suroeste del Chaco (línea Añatuya-Quimilí-Charata, rutas provinciales 6 y 94). Cuando se construyeron las líneas férreas secundarias al interior del Chaco Santiagueño los poblados se ubicaron en zonas cercanas a las estaciones. Esta relación entre ferrocarril y obraje se reprodujo aun en los tramos periféricos de la línea ferroviaria, uno de ellos pasaba por Pozo Herrera. Testimonios locales contemporáneos dan cuenta que este tren de carga y transporte de pasajeros se desprendía del FFCC Belgrano en Añatuya hacia Los Juríes, y lo denominan “el ramalero” (Entrevista Margarita P.L., 25/03/09). “Se veía pasar el humo del tren que iba y venía a Añatuya” (Entrevista Ema B., 25/03/09). Pozo Herrera pertenece al Departamento General Taboada, ubicado en el centro este de la provincia, LS 28º 23` 10,4´´ y LO 62º 23` 48,6´´. Comprende una superficie de 6149 km2. El paraje se ubica en el norte de dicho departamento sobre la línea que une Añatuya con Los Juríes. En esta zona se encuentran los suelos agronómicamente más importantes del departamento, con mayor proporción de materia orgánica. Indagando en la historia del paraje, a partir de información relevada en entrevistas y testimonios orales, podemos decir que Herrera era el dueño del pozo. Los Herrera eran varios hermanos: Miguel, “Pata” y Manuel. Según el testimonio del nieto del primer Herrera, la familia se instaló en la zona cuando no había nadie “hace más de 100 años” (V18 Casas, 24/03/09). Los Herrera hicieron el pozo para provisión de agua subterránea y las familias de obrajeros se instalaron cerca del pozo. Después comenzaron a trabajar en las vías: “hasta de Los Juríes venían a trabajar” (V20 Herrera, 24/03/09). A diferencia de la venta de quebracho para extracción de tanino en el norte provincial y la producción de durmientes para las líneas férreas en otros sectores de la provincia (Ospital:1990, Girbal Blacha:1992, Zarrilli:2008), es probable que por la cercanía con Santa Fe y Buenos Aires los productos

Page 14: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

14

forestales de esta zona se vendieran como combustible especialmente para satisfacer las demandas de las ciudades del litoral durante las crisis energéticas asociadas a las guerras mundiales (Cozzo:1967). Desde fines del Siglo XIX hasta el presente, el poblamiento del Depto. Taboada ha seguido un curso irregular: creciente hasta 1895, decreciente a 1914, ascendente hacia 1947, dónde se estabiliza y mantiene los mismos niveles en 1960 y 1970. El mayor crecimiento se produce de 1970 a 1980, período en el cual casi se duplica la población. En 1980 la población del departamento ascendió a 42.740 habitantes, y la cantidad de viviendas a 6.680 siendo el promedio de habitantes por vivienda 6,3. A pesar de las variaciones hacia arriba y hacia abajo en la población total, la distribución en el espacio se ha mantenido más o menos igual desde 1970. Según fuentes censales, hacia esa década el 48,7 % de los pobladores del Departamento Taboada eran pobladores rurales, hacia 1980 constituían el 45%, en 1991 el 40% y en 2001 el 35,7%. Del total de población rural en 2001, el 87% residía de manera dispersa, como es el caso de Pozo Herrera. El proceso migratorio interno tuvo amplios efectos en la evolución de la población de Santiago del Estero, sobre su economía provincial, las formas de vida y cultura. La tasa anual media de migración en el período 1965-1970 fue de -28,9 por mil, en 1975-1980 de -14,8 por mil y en 1986-1991 de -8,1 por mil. Por lo que según datos del INDEC, entre 1975 y 1980 emigró el 11% de la población. ¿Cuáles fueron los destinos de estos emigrantes? Hasta 1980 los principales puntos de emigración fueron el Área Metropolitana de Buenos Aires, provincias de Córdoba, Tucumán y Santa Fe. Para el quinquenio 1986-1991, el 59% de los emigrantes santiagueños se concentran en Capital Federal, Gran Buenos Aires y resto de provincia de Buenos Aires (INDEC:1998). En cuanto al total para el Departamento Taboada, según el Censo 2001 el 7,6% de los pobladores vivían fuera del paraje o localidad 5 años antes del relevamiento. En cuanto a la población rural dispersa, como es el caso de Pozo Herrera, el 97 % vivía habitualmente en su localidad o paraje. Sólo el 2% vivía en otra provincia, y el 1% en otra localidad o paraje de Santiago del Estero (INDEC:2001). En un relevamiento exploratorio realizado en 2008 (FMS-Añatuya: 2008), en Pozo Herrera se censaron 117 habitantes distribuidos en 24 viviendas. Viven un promedio de 4,2 personas por vivienda, de las cuales un 25 % tienen aljibe y un 16,6 % pozos de agua. El 16,6 % de las viviendas no tienen letrina. Los actuales habitantes de Pozo Herrera “son hijos de los hijos de aquellos que vivían alrededor de la estación cuando pasaba el tren” (V18 Casas, 24/03/09). Las entrevistas en profundidad dan cuenta de migración estacional para trabajo agrícola por temporada (desflore, cosecha) y migración de retorno luego de algunos años con residencia y empleo industrial o en servicios en conglomerados urbanos.

3. Organización social y actividad económica en Pozo Herrera Las actividades económicas entre los residentes del paraje Pozo Herrera se muestran en Tabla 1.

Page 15: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

15

Tabla 1: Actividades económicas de las Unidades Domésticas PH 20083 Cultivo 12,5% Cría de animales 62,5% Trabajo estacional con migración 37,5% Trabajo en campos aledaños 8,3% Otras actividades no especificadas 45,8% Fuente: Relevamiento FMS en PH, Junio-Julio 2008. Completando la información del item “Otros” con entrevistas en campo encontramos que actualmente en Pozo Herrera se produce carbón y leña para vender a granel en Rafaela o Rosario. La actividad económica local combina la producción familiar de ganado caprino para subsistencia y abastecimiento del mercado local con la venta de fuerza de trabajo estacional en la localidad y fuera de ella. Localmente se insertan como trabajadores rurales en “estancias”4, elaboración de ladrillos, obrajes esporádicos de monte nativo, producción de carbón vegetal, desmonte de campos, elaboración de leña y postes. En el Valle de Catamarca y en la “zona núcleo” (Rojas y Pergamino, provincia de Buenos Aires), se ocupan para empresas transnacionales productoras de semillas híbridas (Dow, Monsanto, Morgan y otras) entre noviembre y marzo, cada año. La mayoría de las UD entrevistadas informaron que venden fuerza de trabajo a una contratista de servicios laborales (Manpower). En las épocas de demanda de trabajadores se arman cuadrillas de personas, que venden su fuerza de trabajo trasladándose a otras provincias para el desflore del maíz (V1, Gómez, 24/03/09). En los testimonios dicen: “trabajamos en obrajes, hacemos limpieza de campos, viene gente de afuera y quieren limpiar para sembrar” (Silva, 24/03/09). “Antes había trabajo en las estancias, ahora no hay trabajo y hay que ir lejos, al desflore, porque ya no queda casi monte” (V2 Caro, 24/03/09). En coincidencia con esta situación, en 1991 Benencia y Forni han caracterizado al área rural de Santiago del Estero como productora de mano de obra. Los pobladores locales otorgan importancia económica a la producción de carbón, sobre todo de inversores de fuera de la localidad que los contratan a destajo:

3 La información del gráfico no es excluyente según vivienda. Es decir, en el 53 % de las viviendas se registró más de una actividad que hace al modo de vida de la unidad de análisis. 4 Las estancias de la zona son explotaciones agrícolas de grandes unidades de superficie (2000 Has. y más). Las estancias limpian de monte la mayor parte de su ejido para dedicarlo a la siembra en años con balance hídrico favorable. La concentración de tierras mediante expropiación de campesinos fue favorecida por la “Ley de Desalojo” de la gobernación Juárez, estos procesos dieron visibilidad a las luchas por el derecho a la tierra y contribuyeron a la organización de movimientos sociales locales, nacionales y regionales latinoamericanos (Movimiento Campesino de Santiago del Estero –MOCASE-, Mesa regional de tierras MESAT Foro Nacional de Agricultura Familiar, Vía Campesina, entre otros).

Page 16: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

16

“Decí que está esta gente que hace carbón, sino ¿dónde va a haber trabajo? Acá hay un tipo que tiene 20 hornos y el campo no es de él. Saca la leña, pero al menos da trabajo, peor si quemara. Queman todas las tierras” (Silva, 24/03/09).

Como producción minifundista crían cabras y ovejas en corrales que pastorean en campos sin delimitar, mientras que la cría de cerdos (minoritaria) se hace a corral cerrado (Silva, 24/03/09). Otras unidades domésticas basan su economía productiva en la venta de postes (V12 Caro, 24/03/09). Se practica agricultura de secano, si llueve lo suficiente en el ciclo anual, se siembra para forraje (sorgo, soja) y para consumo (maíz, zapallo). La caracterización de los pobladores y familias de Pozo Herrera es similar a la descripta por de Dios y Williams (1998) para la zona próxima a Los Juríes: explotaciones dónde coinciden actividades de producción y de consumo, con predominancia del trabajo familiar y escasez de capital, tierra y trabajo. Entonces, lo expuesto en testimonios y bibliografía valida que consideremos a los pobladores de Pozo Herrera tanto trabajadores rurales como productores minifundistas.

Los testimonios: “La mayoría somos todos desempleados en el sistema” (UT Casas, A 25/5/2009) En las unidades domésticas de Pozo Herrera varones, mujeres y niños trabajan por igual. Las mujeres cumplen tareas de reproducción doméstica, pero también “juntan chivas” y carnean. La forma habitual en que ellas acceden a un ingreso o capital de trabajo es mediante planes asistenciales del Estado (madre de 7 hijos, inclusión familiar) o asesoramiento técnico de organismos gubernamentales (Plan Social Agropecuario) y no gubernamentales (INCUPO, Fundación Mundo Sano). Excepcionalmente se emplean localmente como asalariadas en trabajo doméstico. El trabajo de las mujeres es mayor cuando los varones migran al desflore. Los niños asisten en diferentes tareas agrícolas (como poner los chivos pequeños a mamar, arrear las cabras luego del pastoreo), cortado de leña para combustible doméstico y limpieza. Llegados los 14 o 15 años, si consiguen un documento prestado, pueden irse contratados a algún empleo rural estacional. En Pozo Herrera los asalariados permanentes son pocos y ocupan puestos de encargados, peón de patio o maquinista rural en estancias linderas. También hay estancieros que quieren limpiar campos y contratan a jornaleros como peones rurales, pero este trabajo suele pagarse a destajo ($2 por raíz, dependiendo del tamaño de la raíz).

El carbonero Hacer carbón no es un trabajo cíclico ni estacional. Pareciera definirse por ciclos del capital (demanda de dinero efectivo) o disponibilidad de maderas para quemar por limpieza de monte y fuerza de trabajo. Es habitual que los capitalistas del carbón sean de fuera de Pozo Herrera y que dispongan de un

Page 17: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

17

permiso de extracción de monte en una tierra que no les pertenece. Los lugareños son consultados y se recomiendan entre sí, dando referencias de quien “sepa trabajar, necesite y esté disponible”, más allá de que sean amigos o parientes. “Avisan que hay para hacer carbón, se juntan dos o tres y van. Ahora toda la gente pobre tiene motocicleta, por esos trabajos” (Silva: 27-5-09). La elaboración de carbón está sujeta a un uso intensivo de fuerza de trabajo: se contratan trabajadores para cortar la leña (cobrando $10 por m3), carga y descarga del horno ($50-100 por cada una de estas tareas dependiendo del tamaño del horno) y acarreo en tractor (cuyo costo depende de las distancias). El trabajo de descarga de los hornos es el más riesgoso, pues durante el enfriamiento el carbón desprende grandes cantidades de CO2, por lo que frecuentemente los descargadores reportan jaquecas, desmayos y quemaduras. Además de los inversores de fuera en otras circunstancias quienes hacen carbón son emprendedores locales. En varias UT hay hornos carboneros. En uno de los viajes a campo, Lucas (Entrevista 26-5-09 UT Casas) inició el proceso de elaboración de carbón con un socio no familiar, también vecino de Pozo Herrera. Lucas tiene en su patio un horno chico (carga 18 m3 de leña para producir 1,8 Tn de carbón) que él mismo construyó hace dos años, aplicando lo que aprendió en el trabajo. Los ladrillos los compró, pues para elaborarlos se necesita agua, que escasea. El fletero que compra el carbón paga a los 3-4 días o a la semana, depende si va a Rafaela o a Rosario. La ecuación costo-beneficio de un horno grande (5Tn) es la siguiente: cortador por 50m3 cobra $500, carga y descarga $200, acarreo tractor $100. De 50m3 de leña se producen 5 Tn de carbón, que se venden a $300/ Tn ($1500/5Tn de carbón). La ganancia neta de un capitalista carbonero es $700 ($1500-$800). El costo del carbón en Pozo Herrera es de $0,30/kg., en los mercados urbanos de consumo final se vende a $1/kg o más. Los intermediarios (fletero, embolsador, comerciante) suman al costo el 70% del valor final del producto.

El peón rural Nacho (Entrevista 24-3-09) estuvo trabajando como peón en una de las grandes explotaciones linderas al paraje, la estancia El Indio. Como es un año seco al propietario le fue mal con la siembra y ahora no tiene trabajo. En las visitas durante el trabajo de campo se disculpa por mostrarse apurado: tiene que ir a trabajar, quiere cumplir. Otro informante, Gregorio (Entrevista 26-5-09) tiene motosierras y palas de punta con mango de hierro, al igual que a Nacho también lo contratan como “cortador o limpiador” y le pagan por m3. Sabe que tener motosierra facilita conseguir trabajo. Dice que hay muchos hombres jóvenes desocupados. Él es quien avisa cuando hay trabajo para cortar leña, limpiar (sacar raíces) o carbonear. Tiene educación primaria completa. Trabajó 8 años en la estancia 5R y un socio de la estancia lo recomendó a otros estancieros y encargados de estancias. Aprendió trabajando, viendo “como se entregan los trabajos”. Los que dan trabajo son estancieros y otros capitalistas que tienen permiso para extraer madera y leña. Todos los años “limpia” 100-200 Has. No hace trabajos

Page 18: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

18

agrícolas estacionales fuera del Chaco porque coincide con la temporada de mayor demanda de los estancieros locales (septiembre a diciembre). La demanda de trabajo “para limpieza” depende las lluvias: si fue un año seco, no se requiere desmalezar. Otro tipo de trabajo a destajo son las carneadas de vacunos. Estas faenas incluyen dos tipos de trabajo: voluntario no remunerado, se retribuye con vísceras o partes no cárnicas del animal (cuero, patas, cabeza) y trabajo remunerado que es el que hacen los dueños del animal al vender “por cuartos” la res: una pierna, una paleta y una costilla ($8 por kilo, $7 si es por trozo). Definir el momento para carnear un vacuno depende del ciclo doméstico (fiestas, edad del animal) ya que las partes más tiernas y de mejor calidad se destinan al consumo doméstico.

El trabajador rural estacional Los actores en la cadena de trabajo rural estacional son: la empresa transnacional semillera, la empresa que tercia entre los trabajadores y el capitalista, un cabecilla (líder) de cuadrillas, el planillero (un empleado estacional de la empresa de “servicios laborales” con oficina de Añatuya) y los trabajadores. Para iniciar la migración, el planillero hace un comunicado por radio para que el cabecilla junte la gente. La empresa de “servicios laborales” estima que contrata 5000 trabajadores/ temporada en el SE de Santiago del Estero. De acuerdo a las demandas tecnológicas del contratista se arman cuadrillas (entre 7 y 20 trabajadores) o conjuntos de cuadrillas (70 o más trabajadores) para organizar las faenas agrícolas. En una cuadrilla se diferencian las tareas de operador de maquinaria, trabajadores manuales y un cocinero. Augusto tiene 23 años y hace 3 que hace este trabajo. Ahora es capataz de un conjunto de cuadrillas y maneja maquinaria computarizada. Es egresado de la Escuela Agrotécnica de Los Juríes y aprendió en la práctica laboral junto a su padre. Vive en Pozo Herrera y migra estacionalmente a Catamarca para producción de semillas de maíz y a Córdoba para producción de las de sorgo, girasol y maíz (Entrevista 26-5-09). Cumple un contrato de 7-8 meses, entre julio y enero, con aportes patronales y cobertura de salud. El alojamiento es en “toldos” o “casillas” en el campo donde trabaja, instalaciones que provee la empresa semillera. Cobra su salario por cuenta bancaria y su esposa accede al dinero en Añatuya con tarjeta de débito. El salario incluye el traslado hacia y desde el lugar de trabajo, el alojamiento y la comida (una ración por trabajador). Si la ración le resultara escasa, el excedente provisto se descuenta del salario. Los precios los establece el contratista de “catering” y no pueden salir del campamento mientras dure el contrato. Augusto se siente privilegiado porque viaja todos los meses a visitar a su familia y la empresa semillera le paga los pasajes. El trabajo en producciones agrícolas fuera del Chaco es estacional y una vez que concluye no cobra seguro de desempleo, aun cuando se trata de un empleo registrado (tiene libreta RENATRE y la promesa de cobrar seguro de desempleo se renueva contrato tras contrato). Augusto dice que cobra $4.500

Page 19: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

19

como “sueldo mensual, en blanco”, sin embargo su contrato estacional es precario y la liquidación incluye un componente por productividad muy semejante al destajo. La situación de los contratos de trabajo no es homogénea entre todos los peones del desflore ni entre todas las empresas. Cualquier reclamo de Augusto o sus compañeros es dirigido a la empresa de servicios laborales, no hay delegado sindical de base. Según Augusto hay demandas que se cumplen y otras no. Un reclamo frecuente es que la liquidación de salario es poco transparente. Así, entre los trabajadores manuales escuchamos reclamos porque consideraron excesivos los descuentos por comida, por servicios médicos, por días caídos por enfermedad o por lluvia. En los 2 ó 3 meses que se queda en Pozo Herrera, Augusto trabaja cargando y descargando hornos de carbón.

Un día, una semana y un año de trabajo en una UT de Pozo Herrera Desde septiembre hasta noviembre-diciembre los varones se emplean como trabajadores rurales de temporada. Por lo general no vuelven para Navidad y pasan fin de año fuera de sus casas. Cuando llega esta época quedan muy pocos varones en el paraje. Otoño-invierno (mayo, junio, julio, agosto) son los meses que los varones están en la casa. Es época para trabajar en la familia. 2008 fue un año de seca por lo que la principal actividad de las familias fue juntar y trasladar agua, realizar perforaciones buscando agua subterránea y cavar represas. El uso humano y los animales de cría demandan 300/400 litros de agua por día que se extrae con roldana desde un pozo en baldes de 20 litros, lo que implica alzar el balde de algo más de 20 kg. desde 18 m de profundidad hasta la superficie unas 15 veces. En una Unidad Doméstica capitalizada, que recibe animales de programas de desarrollo rural, solamente este trabajo puede insumir más de 8 horas diarias. Existe una única UT de Pozo Herrera en la que este trabajo lo realiza un caballo, que a nivel de superficie y mediante una palanca vuelca el contenido en el tanque, reduciendo de esta forma el trabajo humano. Un día de trabajo de una mujer en Pozo Herrera comienza a las 5:45. Aída se levanta para acompañar a su hija a tomar el colectivo en la villa para ir a la escuela en otro paraje, Miel de Palo. A las 6:30 vuelve a la casa, toma mate con el marido, le da la leche a su hijo bebé y comienza a programar la limpieza: lavar, barrer, cuidar los animales, atender el almacén. Desde las 8:00 saca agua con un balde (baldeo) de un depósito de agua dulce comprada en Los Juríes (aljibe). A las 9:00, limpia el corral de las cabras y vacuna para que no se enfermen. Empieza a cocinar a las 11:30. A las 12:30 va a buscar a una de sus hijas a la esquina de la villa dónde la deja el colectivo que viene de la escuela. Almuerzan a las 13:00. Generalmente se cocina una vez al día, comúnmente al mediodía. Un día de trabajo de su esposo, un hombre de Pozo Herrera también comienza a las 5:45. Nacho se levanta a esa hora, si viene el verdulero ya a las 5:30 se está levantado. A las 6:00 saca agua para los corrales y le da comida a las gallinas. A las 7:00, si están trabajando con los cuadros en la Unidad de Tierra clava postes

Page 20: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

20

y hace líneas con alambre. Entre las 12 y las 13:00 vuelve a la casa dónde se almuerza. A las 14:00, si es verano hay siesta. En invierno no da el tiempo. Por la tarde hasta las 18:00 cuida los cabritos, da agua y comida a los chanchos y a los demás animales. Los conejos, que andan sueltos en el cuadro, luego son encerrados en jaulas chicas. Además de sacar agua del pozo, Nacho y Aída 3 veces por semana llenan el tacho con 20 litros de agua y preparan alimento balanceado de cereales cocinados para las aves y los chanchos. A veces los chanchos tiran el agua y hay que reponer.

4. La no propiedad como forma de tenencia de la tierra Pozo Herrera integra un conjunto de parajes rurales típicos de Santiago del Estero. El Censo Nacional Agropecuario de 1988 informó que los campesinos pobres de Santiago del Estero se caracterizaban por hacer uso de explotaciones de superficie indeterminada debido una forma tradicional de tenencia de la tierra: la no propiedad. Estas explotaciones agropecuarias santiagueñas se caracterizan por la producción pecuaria, especialmente la caprina, ovina y vacuna (Paz:1994). En el Departamento General Taboada, el Censo 1988 determinó que el 67% de las EAPs no tenían límites definidos. En 2002 la situación varió notablemente: sólo el 24% de las EAPs de Taboada estaban en esa situación. Asociado con estos datos del Censo, en la historia reciente de Pozo Herrera los pobladores rememoran la expropiación por parte del terrateniente Barrios que todavía genera enfrentamiento y conflictos entre los habitantes de la villa. Durante el trabajo de campo, movimientos sociales5 que reivindican el derecho a la tierra publicaron solicitadas atribuyendo esta situación a la “ley de desalojos” de la gobernación de Carlos Juárez6. El croquis de relevamiento (croquis a mano alzada de Nacho o croquis Lic. Espinosa FMS) de la ubicación de las viviendas puso de manifiesto la organización del espacio del paraje en tres sectores diferenciados: la villa, los propietarios en litigio por la tierra y las estancias. La “villa” es un barrio rural con las Unidades Domésticas dispuestas en forma de L. Las propiedades en litigio son Unidades de Tierra de 25 a 1000 has y las estancias (5R, Barrios, El Indio) son EAPs de más de 2000 Has. ¿Cómo se conformó el actual paisaje de Pozo Herrera? Un poblador narró: “Toda la gente de la villa vivía en los campos, cuando los Barrios pidieron el desalojo vinieron para acá” (Entrevista Ema B., 25/03/09). Desde mediados de la década del 80, Barrios comenzó un proceso de apropiación de una EAP de 9800 Has. Un testimonio cuenta parte de este proceso:

“Este señor Barrios hizo firmar a una señora mayor, analfabeta, unos papeles y de este modo engañoso la desalojó con el uso de la fuerza.

5 Para una historia del MOCASE en la zona y a nivel provincial ver Durand (2006). 6 Gobernador destituido por Intervención Federal en 2002.

Page 21: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

21

Es decir Barrios tiene escritura pero no posesión efectiva” (Entrevista Lupo de INCUPO, 27/03/09).

En la actualidad, el pozo de los Herrera ha quedado dentro de una de las estancias. El caso del nieto de Herrera es paradigmático. Tiene su casa y una pequeña represa en tierras fiscales, a la vera del antiguo tendido ferroviario dado que no ha sido beneficiado por el loteo del acuerdo judicial ni por el reparto de tierras después de “la compra” de los grandes propietarios. El loteo de la villa, en el que intervino la autoridad de tierras de la Provincia de Santiago del Estero, entregó 10 hectáreas para cada poblador legítimo permanente. Hacia el costado de la villa había un camino que comunicaba a los pobladores. Recientemente, los dueños de la estancia 5R han cerrado la entrada a ese camino, dejando incomunicados a los vecinos. Así, se abrió un nuevo camino paralelo. Algunos nuevos pobladores incluso han cerrado este nuevo camino en las secciones que pasan por su lote. Estos dueños, “los con título sin posesión” son titulares de escritura dominial y ya han sido caracterizados como actores sociales en el medio rural santiagueño (Mathieu de Llinás:2007). Aún cuando han firmado acuerdo judicial por estas parcelas de pequeña superficie, algunos pobladores permanentes de la “villa” de Pozo Herrera consideran que esta forma legal de apropiarse de las tierras es ilegítima. En sus testimonios sostienen que el dueño de esta estancia vecina a la “villa”, “se dice dueño, pero no es”: es un “dicho dueño”. Este modo de expropiación de la tierra basado en acusaciones de usurpación a los pobladores rurales de la zona, es el eje de los conflictos que dividen actualmente a los habitantes de Pozo Herrera. En esta división de fuerzas, un grupo de los vecinos de las UD expulsadas, “arregló” con Barrios, recibiendo un pago simbólico en dinero o bienes. Éstos pobladores fueron usados como testigos judiciales por el titular del dominio, hecho que los enfrentó con aquellos que no negociaron con el apropiador legal de la tierra. El grupo que no aceptó pacíficamente el desalojo policial del latifundista, está “en juicio con Barrios”. Es decir, no tienen aún propiedad legal por escritura o la tienen, pero reclaman derecho a una superficie mayor. Estos enfrentamientos ponen en relieve los mecanismos de reproducción de relaciones de poder (dominador-dominado) arraigadas históricamente en la provincia, probablemente asociadas a lo que Margarita identificó como propio de la “gente de campo: gente buena y sumisa, al extremo de hacerse daño ella misma, no luchan por los derechos que les corresponden, no exigen ni al patrón ni al gobierno” (Entrevista Margarita P.L., 25/03/09). El conflicto por la propiedad de la tierra, tiene continuidad en la apropiación de los recursos naturales. El agua, la leña, las pasturas, tanto como las servidumbres de paso son motivos de disputa entre propietarios legítimos que no renuncian a su derecho y apropiadores legales. “Han perforado y han sacado agua buena y el dueño dice que quiere vender ese pedacito, no quiere donar. Así que viven peleando” (Entrevista Ema B., 25/03/09), cuenta una pobladora que vive lejos de la villa y lucha por sus tierras.

Page 22: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

22

Otros conflictos se expresan cuando los “dichos dueños” (titulares de posesión legal o sus testaferros o empleados) acusan ante la policía por robo de leña o producción de carbón en su propiedad, a pobladores vecinos sin derecho de propiedad legalizado. Una situación semejante acontece cuando titulares de dominio (“dichos dueños”) de propiedades no cercadas, matan a disparos de armas de fuego vacas de pobladores permanentes, por el sólo hecho que pasan por sus campos sembrados. En base a lo expuesto, los actuales habitantes de pequeñas propiedades del paraje se auto adscriben en dos grupos diferenciados: “los pobladores de la villa” y “los que defienden la tierra”. Entre algunos de estos propietarios legítimos no ausentistas son posibles también acuerdos no violentos, como “cuando se deja que el vecino pase por el campo con sus animales para llevarlos a pastar o beber” (Mathieu de Llinás:2007:111).

5. Discusión teórica acerca del campesinado Archetti y Stolen (1975) diferencian economía doméstica de economía campesina: “Estaremos en presencia de una economía campesina típica si la combinación de recursos y los ingresos obtenidos con la venta de la producción no permiten la acumulación de capital” (op. cit.: 121). Según Lenin, “un campesino rico compra sistemáticamente fuerza de trabajo de terceros, uno mediano utiliza la provista por su familia y uno pobre está obligado a vender una parte del año su fuerza de trabajo para poder subsistir” (op. cit.: 116). Desde esta interpretación, se podría decir que los trabajadores rurales estacionales de Pozo Herrera son campesinos pobres. Así, en familias con parcelas chicas, los trabajadores venderían su fuerza de trabajo como asalariados o como jornaleros para poder subsistir (Silva, Arias, Caro). En aquellas unidades domésticas donde las parcelas son de mayor tamaño, las actividades relacionadas con el trabajo familiar ocuparían mayor tiempo o el tiempo completo del trabajo (Nacho, Bravo, Ema). Esta interpretación ha sido complejizada en la sociología rural reciente sobre agricultura familiar (Archetti:1975 y 1978; Bartolomé:1975; Neiman: s/f; Schiavoni:2008). Archetti (1975) ha señalado que bajo las condiciones de producción capitalista el término campesino adquiere un sentido meramente descriptivo cuyo único elemento invariable es el empleo de mano de obra familiar, y que aún conservando esta peculiaridad, al estar insertas en una economía nacional de tipo capitalista las unidades familiares siguen el movimiento de la acumulación de dinero y por lo tanto pueden ser clasificadas bajo las leyes del desarrollo y de la acumulación capitalista. Para Archetti esto sucederá aunque el principal destino de la explotación familiar sea atender las necesidades de la familia. En este sentido, Archetti y Stolen (1978) en su estudio de los colonos del N de Santa Fe proponen llamar farmer al tipo de productor que combina trabajo doméstico con trabajo asalariado acumulando capital y, en un plazo significativo, logra ampliar el proceso productivo aumentando la productividad del trabajo.

Page 23: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

23

Mientras que Bartolomé (1975) por su parte, ha señalado la dificultad para encontrar una definición precisa de explotación agrícola familiar, ya que al equiparar al agricultor familiar con el farmer, cuyas principales características son la presencia del grupo doméstico del productor como principal fuente de mano de obra y la orientación comercial de las actividades, plantea que esto ubica a estas unidades en una posición ambigua entre el campesinado y el moderno agricultor independiente. Por otra parte, el agrónomo Paz (1995), analizando un paraje santiagueño semejante a Pozo Herrera, utilizó la categoría "marginales rurales" aludiendo más claramente a la posición en la sociedad capitalista que tienen estos "campesinos”. Es Acosta Reveles (2005:4) quien viene a poner en relación todas estas categorías (productores minifundistas y asalariados estacionales, marginales en el consumo pero integrados con las cadenas de producción agrícola transnacionales) en un mismo concepto. En “De campesinos a "multifuncionales"”, sostiene:

“En este tenor, la producción campesina constituye una forma de organización del trabajo diferente a la producción capitalista, como reacción de sobrevivencia para esa sobrepoblación; y no es, por consiguiente, un resabio precapitalista, sino una entidad económica y social atípica, marginal en cierto sentido, y sin embargo parte de la totalidad, incluso necesaria y funcional en un sentido político. Empero, su desenvolvimiento estará supeditado a los requerimientos del conjunto, esto es, a la dinámica del capital, por ser ésta la relación social predominante. A la entidad de tipo campesino es posible identificarla por su organización interna y la racionalidad que la rige“ (Acosta Reveles 2002: 10).

En cuanto a su organización interna, a diferencia de las unidades productivas de tipo capitalista, las relaciones de producción que se establecen entre los miembros que participan en la explotación campesina tienen como base vínculos familiares o alianzas comunitarias, y las aportaciones representan una contribución que no se remunera –normalmente- mediante un salario; de lo que resulta que las decisiones en torno al proceso productivo, la distribución de tareas y de la riqueza social generada no implican subordinación de clase. Por lo que toca a su racionalidad, su sentido es producir para reproducirse. Procurar a través de la explotación directa del suelo los satisfactores necesarios para el sustento familiar y el consumo productivo en lo inmediato, y en lo mediato regenerar sus condiciones materiales y sociales de producción. También se caracteriza por la precariedad del acervo material disponible (desarrollo de las fuerzas productivas, recursos territoriales y financieros, infraestructura…), sin embargo, no es éste el que la define en esencia, como tampoco la dimensión o naturaleza de sus vínculos con el mercado. Es explotación familiar, campesina o doméstica porque se organiza y se rige por una lógica diferente a la apropiación de plusvalor y a la obtención de ganancia,

Page 24: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

24

y esto incluye tanto aquellas explotaciones que logran participar cotidianamente en el mercado y su fuente principal de ingresos sigue siendo actividades agrícolas, hasta aquellos que escasamente consiguen reproducirse en condiciones de infrasubsistencia, y recurren sistemáticamente a las más diversas estrategias de reproducción o actividades complementarias de su ingreso (Acosta Reveles, 2003: 27-29). Otras características relevantes sobre la forma de la organización social de la producción y reproducción rural en los parajes rurales de Santiago del Estero pueden ser analizados considerando la investigación de Alasia de Heredia (2003) entre sin tierras de Brasil donde analiza la especificidad del comportamiento económico de los pequeños agricultores, “sin que este reconocimiento implique automáticamente la subordinación o resulte incompatible con la atención a las señales del mercado” (Schiavoni:2008: 17). Alasia de Heredia (2003), destaca que la especificidad que asume la unidad económica campesina “proviene del hecho de ser al mismo tiempo unidad de producción y unidad de consumo, ya que los miembros que la componen están relacionados a priori del proceso productivo y mediante lazos de parentesco” (Alasia de Heredia: 5) y otras relaciones de afinidad. Schiavoni pone de manifiesto el papel de las convenciones que atienden a recursos aún no formalizados y de los individuos en la fabricación de los acuerdos funcionales a la organización de los procesos de acumulación del capitalismo transnacional en la actualidad (Schiavoni: 2008: 22):

“La importancia relativa de las distintas formas de coordinación varía de acuerdo a las etapas del capitalismo. Así, en el período fordista, las instituciones, como el Estado o los sindicatos, ocupan un lugar central. En el capitalismo actual, en cambio, predominan las estructuras asociativas, como las convenciones o las redes, que evitan la institucionalización” (Schiavoni: ibídem).

De todas maneras existe un continuum desde las formas de coordinación a través del mercado a la coordinación por principios de autoridad (institución, organizaciones) pasando por las formas intermedias como redes, cooperación o alianzas (op. cit.: 23) que constituye un conjunto de formas maleables de adaptación del trabajo a los procesos de acumulación capitalistas contemporáneos. En el caso de las unidades domésticas residentes en parajes como Pozo Herrera, algunos analistas, como Paz (1995), consideran como sinónimos los términos minifundista, pequeño productor minifundista y campesino7. Desde nuestro punto de vista, el análisis de los registros de campo y la bibliografía consultada (Archetti 1975, 1978; Bartolomé 1975; Alasia de Heredia 2003; Acosta Reveles 2003; Schiavoni 2008; Neiman: sin fecha) nos permiten precisar las limitaciones de extender el concepto de “campesino” a las unidades domésticas de Pozo 7 Para una discusión acerca de estos términos ver Giarraca (1990) y Manzanal (1990).

Page 25: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

25

Herrera, pero también el problema de sustituirlo por el de agricultores familiares o minifundistas, tanto como el considerarlos sin más “trabajadores agrícolas”. Esto es, si bien muchos de los pobladores de Pozo Herrera realizan producción para subsistencia con trabajo familiar, también son asalariados del campo en un contexto local de expansión de las grandes propiedades y la producción de semillas genéticamente modificadas en manos de pocas compañías multinacionales, con la particularidad que por residir en zona rural pueden producir algunos alimentos para subsistencia y comercialización local (huevos, gallinas, chivos, ovejas, maíz, zapallo y sorgo para forraje).

6. Tipología y conclusiones El dato crítico en base al cual construimos nuestra tipología es que desde los inicios de la ocupación del espacio en esta región, las Unidades Domésticas se caracterizaron por la no propiedad de la Unidad de Tierra en uso. Los pobladores llegaron como trabajadores de la industria extractiva de monte y se instalaron con su grupo de parientes en predios sin delimitar, aprovechando la ausencia de interés capitalista por la tierra como medio de producción. Así se capitalizaron como productores familiares ganaderos extensivos hasta que en la década de 1980 comenzaron a descapitalizarse al iniciarse un proceso de apropiación ilegítima en manos de grandes propietarios. Como resultado de este proceso histórico, actualmente el paraje se compone de tres tipos de explotaciones agrarias: campesinos-trabajadores descapitalizados, campesinos-trabajadores capitalizados en litigio por la tenencia de la tierra y latifundistas. Esta tipología da cuenta de la estructura social del paisaje de varios parajes rurales del Sureste santiagueño en los que se distingue entre la villa (compuesta por Unidades de Tierra con tenencia regular de 10 Has. ó menos), propietarios en litigio (de 25 a 1000 Has) y las estancias (con superficies superiores a 2000 Has.). Junto a otros autores que analizaron situaciones sociales semejantes en diferentes lugares de América Latina (Acosta Reveles 2003; Alasia de Heredia 2003; Schiavoni 2008) encontramos que existe complementariedad entre formas asociativas, que aprovechan redes familiares y no familiares y ciertos mecanismos de reproducción del capitalismo avanzado. Esta discusión teórica resulta relevante porque desde mediados de la década del 90 los actores sociales que reivindican el derecho a la tierra en Santiago del Estero recurren a la categoría de “campesinos” como identidad principal. Desde el punto de vista del conocimiento experto de las ciencias sociales nosotros vemos que al centrarse en la condición de campesino quedan ocultas inequidades propias de la relación capitalista de trabajo. La duda que nos genera usar la categoría campesino como eje de la lucha política por el derecho a la tierra a la vez que como centro de la interpretación sociológica se relaciona con la capacidad generadora de riqueza del ambiente en el Chaco seco. En este sentido proponemos al auditorio las siguientes preguntas: ¿es posible, aún ampliando la superficie de las Unidades de Tierra a una Unidad Económica

Page 26: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

26

adecuada al ambiente del Chaco seco, generar mejores condiciones de vida para las personas y el ganado? ¿Es posible en ese proyecto mejorar el acceso a la salud y revertir la reinfestación cíclica de vinchucas? ¿La forma de vida centralmente campesina permite mejorar las condiciones de vida de la población? ¿O cultura campesina es sinónimo de auto sobre explotación de la fuerza de trabajo? ¿Hay agua y pasturas suficientes para la subsistencia? Como planteamos en el cuerpo del artículo, afirmamos que los pobladores de Pozo Herrera son tanto campesinos como trabajadores rurales. Es más, son campesinos porque se encuentran sobre explotados como trabajadores de una de las formas más avanzadas del capitalismo: la reproducción de semillas genéticamente modificadas. Científicos al fin, esperamos que esta ponencia sea una contribución racional a optimizar (y hacer más sinceros) los ideales de la lucha por la tierra.

Page 27: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

27

Capítulo 2: Insumos y tareas de este proyecto tendientes a optimizar el mejoramiento de viviendas En este capítulo se realiza un análisis de uso social del espacio doméstico y las interacciones naturaleza-cultura entre las unidades domésticas de Pozo Herrera. (7. Domicilio y paisaje en Pozo Herrera y 8. Descripción de las interacciones monte-cuadro doméstico). En una segunda sección se caracteriza la organización del espacio doméstico de las unidades de tierra y el patrón cultural en que se inscriben las estructuras que las componen (9. Caracterización del tipo cultural de vivienda). A continuación se realiza una revisión bibliográfica sobre programas de mejoramiento de viviendas orientados a controlar la reinfestación de vectores. (título 10 de este capítulo). Finalmente se resumen los acuerdos sobre tecnologías de mejoramiento de viviendas rancho alcanzados en una reunión de trabajo realizada en Añatuya en la que participaron técnicos de la Fundación Mundo Sano, los consultores de esta investigación y el Arq. Leandro Rosso (UNNE) (título 11 en este capítulo). En el último subtítulo se reseña el compromiso de documentar en DVD una Guía técnica para el Mejoramiento de Viviendas.

7. Domicilio y paisaje en Pozo Herrera Uno de los objetivos específicos de esta investigación fue la descripción de las condiciones sociosanitarias y los procesos sociales que podrían estar contribuyendo a hacer recurrentes las reinfestaciones de las viviendas por triatominos. Indagando sobre las condiciones sociosanitarias, al compartir vida cotidiana con los pobladores del paraje, nos preguntamos si la distinción domicilio-peridomicilio utilizada como indicador de riesgo sanitario en las investigaciones y la vigilancia y control entomológico, describía lo que veíamos en campo. Es decir, partimos de preguntarnos ¿qué validez tiene esta distinción desde el punto de vista de las actividades humanas de los pobladores? Realizamos así una serie de entrevistas, observamos y compartimos prácticas de las familias entre “domicilio”, “peridomicilio” y “monte”. Esto nos permitió describir cómo las unidades domésticas, mediante prácticas y discursos construyen su paisaje e interactúan con él (Ingold 1993). Es necesario precisar que reconocemos que la distinción entre “domicilio” y “peridomicilio” fue construida como indicador de riesgo en la infestación por triatominos. Como un indicador de cuán cerca de los humanos están los insector vectores. Describiendo esto, un biólogo sostuvo:

“Esta distinción es relevante porque de lo que se trata es de preservar la salud humana. Si el índice de infestación da alto en el corral, esas vinchucas se están alimentando de las cabras. Y eso no me preocupa, pues vinchucas siempre va a haber. Pero si la infestación es alta en el dormitorio, ahí si no puedo dejar de intervenir, pues los insectos están poniendo en riesgo a las personas” (HC, FMS, 3/12/2009).

Page 28: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

28

Aun considerando útil esta distinción para organizar las acciones de vigilancia y control, encontramos que al ser implementada por los programas gubernamentales ha sido reificada (del latín res: cosa). De modo que pasó de ser una tipología científica usada como indicador de riesgo a nombrar una cosa que se considera está ahí, es parte del paisaje. Este procedimiento de hacer realidad el concepto, de tomar al “peridomicilio” como si de verdad fuera una parte diferenciada dentro del cuadro doméstico, aparece claramente en las entrevistas a los fumigadores de los programas municipales, provinciales y de ONGs encargados de la vigilancia y control. Uno de ellos sostuvo:

“Para nosotros hay domicilio, peridomicilio y corrales. La galería forma parte del domicilio. Pero los animales huevean, empollan adentro y ese el habitat ideal para la vinchuca. Nosotros hacemos una desinfección de toda la vivienda, la parte interna y la parte externa. Antes y después de la evaluación entomológica. Nuestro trabajo es colocar potes –fumígenos- espulgue si es necesario, retiramos los alimentos de la vivienda. Por ejemplo ahí en Pozo Herrera en la casa de la viejita de A tuvimos que desmantelar todo el rancho. Estaba plagado de vinchucas, golpear los catres, los colchones” (Om fumigador PP de control de vectores, Añatuya 5/9/09)

Las planillas de control del trabajo de los fumigadores diferencian en cada vivienda del paraje espulgue en “domicilio” y “peridomicilio” como lugares diferenciados donde buscar nidos de vinchucas. Sin embargo, el mismo fumigador encuentra que eso que burocráticamente se diferencia, mantiene vínculos de ingreso y salida con el entorno, por ejemplo, para el aprovisionamiento de leña (único combustible).

“Cuando el hombre va a buscar leña usa la motosierra y el hacha y trae los troncos altos. Pero las mujeres están todo el tiempo yendo a buscar leña. ¿Y qué troncos traen? Los que están en el piso secos y ahí es donde está la vinchuca y los huevos” (Om fumigador PP de control de vectores, Añatuya 5/9/09)

Esta reificación de la distinción entre un “domicilio” –“peridomicilio” (como espacios antropizados) distinguibles de un fondo de “monte” (como espacio de la naturaleza), se nos presentó como una dificultad para entender cómo construyen el paisaje y las interacciones naturaleza-cultura los pobladores de Pozo Herrera. Porque tanto para las cabras, las gallinas como para las personas no parece limitarse la circulación ni la proximidad en uno y otro ambiente. Aunque el monte es cualitativamente diferenciado del espacio del cuadro doméstico las personas y animales domésticos van asiduamente al monte por varios motivos y es frecuente que animales y plantas del monte estén en el cuadro doméstico por diferentes criterios de uso (ver Tabla 2) .

Page 29: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

29

A continuación se describe cómo están organizados y qué relaciones mantienen entre si los espacios de “domicilio”-“peridomicilio” y “monte” desde el punto de vista de los pobladores del paraje, enfocando en identificar cuáles prácticas y representaciones implican intercambios entre uno y otro espacio y podrían asociarse a las reinfestaciones persistentes. Esta descripción emic del paisaje se complementa con una representación cartográfica de las unidades de tierra (ver definición en nota al pie 2 y Mapa 1) y la ubicación de las estructuras más frecuentes que las componen en gráficos de Voronoi (Capítulo 2 párrafo 9).

8. Descripción interacciones monte y cuadro doméstico de las Unidades de Tierra. En Pozo Herrera las interacciones entre los humanos y el ambiente monte chaqueño son de tipo natural (leña, cría de animales silvestres que quedan “guachos”) y sobrenatural (“los enanos que estudian; la perra tetuda y la chancha tetuda, el almamula, el humita”). Es habitual que niños/as y adultos refieran historias de aparecidos y visiones relacionadas con entidades sobrenaturales como parte de su cotidiano. Si no los han visto, temen a su aparición y casi todos conocen un lugar (la salina que se ve cerca de El Colorado) o una persona (cercana, conocida) a quién se le han aparecido. Como parte de esta investigación, se está trabajando en un artículo que pone a prueba la hipótesis que en Pozo Herrera no hay una distinción tajante entre un espacio “natural” (“monte”) como fondo de un espacio antrópico uniforme (el “cuadro doméstico” o “domicilio-peridomicilio”). En Pozo Herrera, la naturaleza, eso que los habitantes locales denominan “el monte”, está antropizado. En lo simbólico, la evidencia de este tipo de relacionamiento es la narración moralizante de mitos que habitan en el monte y se aparecen a quienes lo recorren. En el monte no está sólo lo salvaje no humano, también esta lo humano que se reprime por transgresor o malvado. En lo cotidiano, estos mitos regulan el comportamiento de niños y adultos. Porque implican una sanción moral a quien transgrede reglas como el incesto (mulánima), la obediencia a sus padres (chancha tetuda, perra tetuda), el dar agua al sediento (el humita). Otro indicador de valores humanos en la naturaleza es la identificación de alimentos, medicamentos y materiales de construcción entre plantas y animales silvestres (algarroba para harina, tuzca como antibiótico, cedrón en pasto para el corazón, grasa de iguana como cicatrizante, pasto aibe para la techumbre, etc.). Clasificación empírica que da cuenta de conocimiento experimental previo de varias generaciones y recorridas con observaciones minuciosas y sistemáticas. Como consecuencia de este rasgo de la cultura rural santiagueña, en lo doméstico se convive con animales y vegetales que son traídos del monte (crías guachas de animales cazados, guazunchos, tortugas, tatús, leña, remedios de origen vegetal y animal). Del mismo modo que en lo doméstico no hay distanciamiento físico tabuado entre animales domesticados y humanos (perros, gallinas y cabras conviven con humanos en los sectores más íntimos del cuadro doméstico).

Page 30: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

30

Puede inferirse por tanto, que la distinción analítica dual entre el lugar humano (ambiente doméstico) y “el monte” -en tanto que naturaleza- es muy dinámica y se estructura en la cotidianidad. Por lo expuesto, la distinción “domicilio” y “peridomicilio” en un fondo de monte, utilizada en la vigilancia y control, desde el punto de vista de la comprensión social de la enfermedad de Chagas, necesita ser deconstruida, para abrir la posibilidad de indagación de los ciclos del insecto vector entre ambiente silvestre y cuadros domésticos teniendo en cuenta las actividades humanas que conectan uno y otro espacio. Ya que, como se analiza el detalle más abajo, el tipo de vivienda culturalmente homogénea en la zona es el rancho de abobe enchorizado con patio santiagueño, que incluye como domicilio espacios sin paredes ni cubierta superior, en la que fragmentos del monte (v.g. tronco con nidos de vinchuca, animales no domésticos) están en contigüidad con las personas y sus pertenencias. Del mismo modo, los corrales de cabras suelen censarse como “peridomicilio”, mientras las cabras circulan por espacios privados e íntimos del “domicilio”, tanto como hemos observado “árboles de gallinas” en contigüidad con dormitorios-alero (UT Bravo 2) o gallinas empollando con ropa de personas en los dormitorios (UT Nati). En el Tabla 2 se listan las actividades que los humanos realizan cotidianamente y que implican circulación entre el monte y el cuadro doméstico: Tabla 2 Trabajo con ingreso a monte que marcan interacción monte-espacio doméstico Trabajo familiar no asalariado Trabajo asalariado Soltar las chivas y recogerlas luego que comen

Cortado de leña

Recoger leña o maderas, pastos, pencas, tierras para construcción de estructuras del cuadro doméstico

Carga y descarga hornos carboneros o tabiqueros

Baldear (sacar agua de pozo subterráneo o aljibe de recarga)

Desmalezado y desenraizado (“limpieza”) de campos para siembra

Caza Cuidado de crías guachas de animales del monte (guazuncho)

Recolección medicinales (cedrón en pasto –para el corazón cansado- , tuzca –antibiótico-; grasa de iguana)

Recolección para venta a terceros: tortugas, tatú, catitas (loros), mistol, algarroba.

Page 31: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

31

Otra de las razones de acceso frecuente al monte es “cortar camino”, especialmente cuando se están haciendo compras o se va de visita y las distancias entre Unidades de Tierra se recorren a pie. Por lo expuesto, desde el punto de vista social, la tipología “domicilio”-“peridomicilio”-“monte” debería representarse como una escala de grises difuminados más que como espacios delimitados con bordes netos.

9. Caracterización del tipo cultural de vivienda rural en PH. Las técnicas de construcción han sido relevadas ya por otros etnógrafos de Santiago. Di Lullo (1969) caracterizó al rancho santiagueño: “cuatro horcones de quebracho colorado, su techo de tirantes y soleras de quebracho blanco, con ramas de jarilla que se cubren con tierra y unas paredes de quincha” (1969: 39). En la caracterización incluye a la enramada, al alero, el horno de barro, al granero –o troja-, al árbol de las gallinas, la reserva de leña, el huerto de tunas, el corral, el chiquero y las dependencias necesarias erigidas alrededor del patio. “La transformación se hace siempre sobre este esquema” (1969:40), señaló Di Lullo. El piso de los dormitorios es el mismo que el patio que circunda al rancho: tierra apisonada. La pared primaria se compone de empalizada de palo a pique, rellenando los intersticios con barro. En una etapa posterior, se elaboran manojos de paja que se embarran (chorizeado) y se trenzan entre las piezas de madera, cubriéndose luego los chorizos con barro y estiércol. En los muros, se practican vanos para la luz y el aire. El cieloraso es de cañizo con ataduras de tiento, guasca o guasquilla8. El techo de ramas es cubierto por una torta de barro y paja molida, elaborada a base de tierra vegetal, estiércol o paja desmenuzada, o bien restos de lana o crin para hacer más compacta la torta. Se usa jugo de penca o grasa para lograr impermeabilidad. La cubierta que observó Di Lullo, muy similar a la actual, se encuentra en inclinación para evitar filtrados de agua o goteras y, al mismo tiempo, es alisada redondeando sus contornos para facilitar el desplazamiento del agua. Además de la costra térrea en la superficie exterior del rancho, el

Las guascas, tientos de cueros, servían para unir las soleras con las tijeras. Estos trabajos se hacían con guasquillas húmedas que al secarse y después de haberse ceñido tomando la forma que sostenía, era imposible desatarla sin cortarla. Con singular habilidad se solía usar un tiento de 80 a 100 cm. para sujetar cinco o más empleas a una tijera. En la Antecocina del Museo Estancia Jesuítica de Alta Gracia, Córdoba Argentina, se exhiben piezas de cuero que, aplicando esta técnica, fueron utilizadas para sujetar piezas de la cabriada. (http://74.125.113.132/search?q=cache:XBSifqAmxCoJ:www.museoliniers.org.ar/activ_expo_tempo_expocuero.php+guasca+o+guasquilla&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=ar)

Page 32: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

32

techo tiene un colchón de hierbas y ramas que funcionan como cámara antitérmica. El techo nunca descansa sobre la pared. El muro se usa sólo en tanto elemento de cerramiento lateral, dado que el peso del techo le impediría funcionar como estructura de soporte. Según Di Lullo, la construcción del rancho responde a una adecuada relación con factores climáticos de la región: gruesos muros, techumbre espesa, piso absorbente, media penumbra interior y estructura resistente de madera independiente de los cerramientos laterales. Además, se ubica estratégicamente en el espacio (tanto en su distribución interna como en su orientación externa) y se encuentra a resguardo por vegetales conexos: árboles y cercos vivos. La escasez de lluvias y las fuertes diferencias térmicas de la provincia hacen del adobe el mejor recurso, material accesible, barato y moldeable, utilizando una técnica constructiva que no requiere de herramientas. La estructura resistente es de madera: horcones de gran elasticidad y resistencia con casi nula dilatación por calor. Los posibles (aunque escasos) movimientos por dilatación térmica son neutralizados gracias al ensamble sin rigidez de los horcones y maderas, que transmiten a tierra las cargas de compresión. El revoque es una delgada capa de barro fino, estiércol pulverizado y baba de penca, lo cual prepara la superficie tersa para el posterior blanqueo con cal y ceniza. En términos de mejoramiento de la vivienda rural, Di Lullo propuso el uso de cemento en unión a la tierra cruda (en proporción 1 de cemento por 10 de tierra) a fin de dar mayor solidez al muro. Como describimos en el Capítulo 1, Pozo Herrera se compone de la villa y las estancias. Una unidad de tierra de la villa (cuya extensión varía entre menos de 10 Has. y más de 1000 Has.) se organiza en porciones de terreno llamadas “cuadros”, a los que se asignan funciones productivas o de residencia. Los cuadros productivos pueden estar o no delimitados por alambre, enramada o palo a pique, al igual que el perímetro de la unidad de tierra. Las funciones productivas (pastoreo, siembra, extracción de leña) van siendo rotadas entre los cuadros (todas menos el horno carbonero, que permanece fijo durante su vida útil). Sin embargo, el cuadro doméstico, donde se ubican las estructuras de adobe dormitorio con alero, fogón, letrina, pozo de agua-aljibe, corral de chivas y árbol de las gallinas, ocupa un lugar fijo (ver Gráficos de Voronoi en este capítulo) . En el caso en que en una Unidad de Tierra se agreguen varias familias estas son varias generaciones de un matrilinaje (hijos, nietos y bisnietos de una mujer). Las familias nucleares hasta tercera generación pueden constituir un mismo hogar. Una familia nueva con un cuadro doméstico propio, implica un hogar separado. Los cuadros domésticos de las nuevas familias consanguíneas por línea materna se van ubicando contiguos, generando asi “un barrido” o espacio libre de monte de mayor superficie (caso UT Arias).

Page 33: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

33

Los cuadros domésticos, a diferencia de los cuadros productivos son espacios “limpios de monte”. El suelo no tiene cubierta vegetal alguna. Dentro del cuadro doméstico, la porción de suelo barrido, limpio de monte, aun cuando no tenga cerco perimetal tiene un adentro y un afuera. El interior se lo llama “patio” (los técnicos de la ONG INCUPO lo llaman “patio santiagueño”, por ser un patrón común en las viviendas rurales de Santiago del Estero). El patio santiagueño es un espacio público-privado (o semi privado, como un pallier de edificio horizontal) dentro del cuadro doméstico y ocupa el área entre el dormitorio alero y el fogón. Generalmente incluye un árbol coposo, a cuya sombra se coloca una mesa. Allí se recibe a las visitas, se cocina y se toma mate. El dormitorio con alero es un espacio íntimo (el dormitorio) mientras que si hace frío, el alero se usa para recibir visitas en lugar del patio. En 3/18 unidades de tierra (Silva, Arias Mansilla y Avellanal) existe un fogón adicional en el alero que se usa para cocina y calefacción. 2/18 UT utilizan cocina a gas envasado además del fogón de leña. Los materiales que componen el patrón arquitectónico rural de Pozo Herrera provienen en mayoría del ambiente chaqueño inmediato. Las columnas (horcones) son de quebracho colorado y en general son reusadas cuando una construcción caduca o es abandonada. Los tirantes del techo son de quebracho blanco. La techumbre es de pasto aibe o paja (Elionurus muticus) con torta de barro (adobe). Las paredes son de enchorizado de adobe (tierra, agua con fibras vegetales nativas secas). Dependiendo de la funcionalidad que se requiera, la preparación de las argamasas incluye incorporación de materiales fundentes y/o refractarios (por ejemplo, la base de un horno incluye vidrio molido, mientras que la argamasa que une los ladrillos de la pared puede llevar azúcar). Los idóneos locales en autoconstrucción diferencian calidades de tierra para el adobe y proporciones de mezcla con plásticos y antiplásticos. Los constructores nativos identificaron como calidades de tierra: tierra arenosa, tierra colorada, tierra de hormiguero. Como antiplástico local coloca pasto picado ó guano de caballo. Todas las casas de Pozo Herrera fueron autoconstruidas por sus actuales moradores. Es de uso no colocar aberturas (ni puertas, ni ventanas) en las habitaciones. Si se abren ventanas son pequeñas. Los vanos de las puertas suelen ser cerrados con cortinas de lona. Excepcionalmente existen estructuras con puertas de metal, techo de chapa de zinc o calamina y paredes de ladrillo cocido. Varias viviendas incorporaron silo bolsa como aislante de la humedad en sus techos o en el piso de los hornos.

Page 34: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

34

Análisis de las medianas A partir del análisis de las distancias entre las estructuras que se repiten en cada cuadro doméstico de Pozo Herrera, pretendemos hipotetizar respecto de la existencia de un patrón arquitectónico en la auto construcción de viviendas rurales en Santiago del Estero. El patrón arquitectónico se compone de tres dimensiones: repetición de estructuras comunes, repetición de materiales y técnicas de construcción y organización de las estructuras en el paisaje del cuadro doméstico. Las estructuras y los materiales comunes han sido descriptos en el acápite anterior. En esta sección, realizaremos un análisis de las frecuencias de distancia de las estructuras respecto del dormitorio con alero. En el análisis de la distribución de las frecuencias encontramos una gran dispersión, sobre todo entre los casos de los campesinos - trabajadores capitalizados en litigio y los descapitalizados por expropiación. Pero también entre los campesinos descapitalizados que ocuparon tierras fiscales al costado del tendido ferroviario y los otros dos tipos, pues las dimensiones de los lotes y las proporciones de los lados respecto del camino de acceso al predio varían. Si realizamos un estudio de las medidas pertinentes para tratar de dar cuenta de la existencia de un patrón de áreas de ubicación de las estructuras, la mediana aparece como la medida de tendencia central capaz de dar cuenta de esto. Pues es el punto o valor numérico que divide exactamente en dos mitades la distribución de frecuencias del número total de casos. Es decir, el punto o valor de la mediana deja por debajo y por encima de sí, a la mitad de las puntuaciones de una distribución (García Ferrando: 1985). El primer ejercicio fue tomar la mediana de la serie correspondiente a cada uno de los tipos sociales agrarios construidos: campesinos-trabajadores descapitalizados y capitalizados en litigio. Aun así, el desvío standard de las frecuencias era muy grande, por lo que la graficación del tipo no representaba la realidad. Por ello optamos por la representación del patrón arquitectónico en términos de la organización de las estructuas en el paisaje doméstico con la mosaiquización de Voronoi, determinado el área de superficie máxima en la cual podría haber sido ubicada la estructura graficada, en la organización de cada paisaje doméstico.

Gráfico de Voronoi-Thiessen Una mosaiquización es un procedimiento que permite cubrir un plano con regiones que no se superponen. Existen diversos modelos que aplican este concepto para representar algún aspecto del territorio en un modelo gráfico que permita entender relaciones socio-espaciales.

Page 35: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

35

Los polígonos de Voronoi o de Thiessen (nombres que hacen referencia a los científicos que desarrollaron este método) tienen como origen de datos una serie de puntos ubicados en un plano. Para lograr estos polígonos, se hace un cálculo de distancia entre cada uno de los puntos y se traza la bisectriz que determina la distancia media entre ambos puntos. Esto permite hacer una serie de análisis. Por un lado, cada uno de estos polígonos o regiones tiene la particularidad demostrar que cualquier otro punto que se encuentre ubicado dentro de ellos estarán más cerca de un punto de la región, llamado centro, que de cualquier otro centro. Esto punto central es aquel a partir del cual se construyó el polígono. Por otro lado, dichos polígonos son útiles también para lograr visualizar un área de influencia propia que tiene cada punto central de la muestra.

A continuación, presentamos las áreas de influencia de cada una de las estructuras que componen el cuadro doméstico de cada unidad de tierra de Pozo Herrera. Gráficos de Voronoi UT campesinos-trabajadores descapitalizados por expropiación

Page 36: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

36

Page 37: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

37

Page 38: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

38

Page 39: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

39

La UT Gómez2 sólo cuenta con casa y árbol de las gallinas en el cuadro doméstico, ocupan tierra fiscal en los terrenos del FFCC al costado de la escuela. La falta de estructuras imposibilitó la graficación en Voronoi.

Page 40: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

40

Gráficos de Voronoi UT campesinos-trabajadores capitalizados en litigio por la propiedad de la tierra

El análisis de estos gráficos de área no nos permite inferir una clara tendencia en la organización de distancias inter estructuras del espacio doméstico. Existe una gran diferencia en las superficies que ocupan campesinos-trabajadores descapitalizados por expropiación y los capitalizados en litigio. También

Page 41: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

41

aparecen diferencias de superficie y proporciones significativas entre los expropiados que participaron del acuerdo judicial con Barrios y los que ocuparon terrenos fiscales a la vera del tendido ferroviario. Esto nos lleva a inferir que el conflicto por la tierra ha influido también en la forma en que las unidades domésticas ordenaron y construyeron sus viviendas. Posteriores estudios comparativos con la organización del espacio en Unidades de Tierra de otros parajes nos permitirá una afirmación más contundente a este respecto. Sin embargo, al analizar los tipo de estructuras que se construyen en un cuadro doméstico y los materiales y técnicas con las que están construidos, se hace evidente la persistencia de un patrón cultural homogéneo.

10. Revisión bibliográfica sobre programas de mejoramiento de viviendas y Chagas Desde hace tiempo, las condiciones de la vivienda han sido reconocidas como uno de los principales determinantes sociales de la salud humana (WHO, 2005). Según un estudio (Verdú y Ruiz: 2003) sobre hábitos higiénicos en un programa de mejoramiento del hábitat en zonas del Chaco boliviano afectadas por la enfermedad de Chagas9, existen ciertas condiciones de la vivienda rural que facilitan la proliferación del vector: construcción con techo vegetal (calamina, madera, paja y palma) y paredes de barro, poca ventilación, casi nula entrada de luz, hacinamiento, malas condiciones y prácticas higiénicas. Una de las tareas de mantenimiento de la vivienda ejecutadas por el programa fue el revoque de las grietas donde habita el vector. En el Chaco boliviano, al igual que en Pozo Herrera, Verdú y Ruiz (2003) observan la existencia de una distribución por género de las tareas domésticas. Mientras que las mujeres realizan con mayor frecuencia las tareas de limpieza de patios y viviendas, los varones limpian los corrales. En cuanto a la frecuencia de las tareas de higiene, el patio es el lugar limpiado con la mayor frecuencia, luego la vivienda y por último el corral. En cuanto a la periodicidad, el patio se limpia diariamente, la vivienda entre una y dos veces al mes, y el corral una vez por año. Según el estudio, cualquier proyecto de mejoramiento debe tener en cuenta esa división sexual del trabajo y la importancia del trabajo junto a las mujeres. En la zona del Chaco Boliviano, también los varones migran para trabajar en el campo: pasan un mes cada 3 ó 4 meses fuera del hogar. Al igual que en Pozo Herrera, el patio es el centro de la vida en la UT:

“El hecho de que el patio se limpie con mayor frecuencia responde a que en la cultura guaraní éste es el lugar donde transcurre la vida

9 El Plan de Mejoramiento de Viviendas (PMV) del Programa Integral de Control y Erradicación de la Enfermedad de Chagas. La zona estudiada por los autores es la comprendida por los Municipios de Gutiérrez, Camiri y Charagua del Departamento de Santa Cruz de la Sierra.

Page 42: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

42

cotidiana, donde se cocina y se come, y la zona donde se conversa durante largas horas tomando poro (infusión preparada con yerba mate). De ahí que exista mayor preocupación por la limpieza del mismo” (Verdú y Ruiz: 2003)

Un trabajo realizado en zonas afectadas con Chagas en Colombia (Guhl 1999), tipificó las viviendas:

“1. Buena construcción: techo con teja y/o cieloraso bien revocado, paredes de material compacto sin grietas ni huecos o revocado completamente y pisos de cemento, baldosa u otro material sólido. 2. Rancho: techos de hoja de palma, paja, cartón, madera o plástico, pared de tapia pisada o bahareque con grietas o sin revocar y pisos en tierra. 3. Intermedia: aquellas cuyas características no permitan la clasificación como Rancho o de Buena Construcción” (Guhl:1999)

Salomón identifica al peridomicilio como sitio clave de la reinfestación por los insectos vectores del domicilio. Sin embargo, “en pocos sitios se sabe con exactitud qué significa el peridomicilio para el poblador, y cómo jerarquiza en el mismo el uso del espacio y la inversión en sanidad animal (fuente de recursos inmediata) frente a su propia salud” (Salomón: 2002: s/d). Por otra parte, la Sede Añatuya de Fundación Mundo Sano contó con asosoramiento técnico de la Arq. Patricia Gramajo (2007) para el mejoramiento de viviendas en otros parajes de la zona (El Desvío; El Fisco). El asesoramiento generó un informe donde se detallan características de la vivienda rural, se diagnostican problemas funcionales y se proponen soluciones. Los problemas identificados por la Arq. Gramajo fueron: De la cubierta superior del techo La mejora del techo había consistido en una carpeta de terminación con suelo-cemento sobre silobolsa, la cual se desprendió por falta de adherencia sobre el polietileno impermeabilizante. Este proceso de deterioro estuvo inducido por las lluvias y fuertes vientos del verano. De esta manera, las especies vegetales, al encontrar tierra sin cemento y el polietileno roto, crecieron en la torta de barro. Esto provocó el deterioro de la torta e infiltraciones de agua hacia el interior de las viviendas. De los revoques En cuanto a los revoques y cielorasos, se detectó desprendimiento y agrietamiento. Las recomendaciones sugeridas por la Arq. Gramajo que se implementaron fueron: Para la cubierta del techo Mejorar la argamasa de la cubierta del techo aumentando la proporción de cemento (en proporción 6 a 1 - 6 baldes de tierra y 1 de cemento), agregando

Page 43: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

43

micro fibra de polipropileno (SIKA) para evitar las micro fisuras y hacerla de 6 ó 7 cm. de espesor para que tenga masa y sujete al plástico con su peso propio. Además, tener en cuenta: eliminar residuos orgánicos del suelo, utilizar suelo seco y tamizado, mezclar bien, suelo cemento y agua (agregando la cantidad adecuada de cada una). Una vez hecha la mezcla, utilizarla en el momento dado que luego de dos o tres horas el cemento comienza a fraguar. “Se reconoce que la mezcla tiene la humedad necesaria, cuando al tomar en la mano la mezcla y apretarla dentro del puño, se logra compactar lo suficiente para ser una sola “piedra”, que al romperla, solo se fragmenta en dos partes” (Gramajo: 2007: s/d). En cuanto a la obra, tratar de hacer el trabajo del techo al atardecer dado que el sol está menos fuerte y durante la noche el cemento comienza a fraguar sin quemarse. A la mañana siguiente, se riega con poco agua (sin lavarlo) dándole la humedad suficiente para que fragüe el cemento. También se puede colocar paja o plástico para mantener la humedad e hidratar el cemento. En cuanto a la cenefa, la mejora propuesta fue clavar el plástico negro a una tablilla de madera haciendo de goterón para evitar que las tablas de la superficie de apoyo de la cubierta (cieloraso) presenten signos de humedad. Para los revoques y cieloraso Recomienda tapar las oquedades del cieloraso con un adobe más plástico, agregándole estabilizadores como arcilla roja o blanca, paja, cal, cemento, pasto aibe picado o agua de penca. El modo de preparación del agua de penca es colocar las hojas de la planta cortadas en trozos y dejar reposar 24 horas. De esta manera, al día siguiente el agua tiene una consistencia semi gelatinosa lo cual confiere mayor adhesión del barro. Esta propuesta si bien fue eficiente para el revoque de muros interiores y exteriores, no dio resultado para los cielorasos. En los casos en que se aplicó se agrietó y cayó a menos de un mes de haber sido realizado.

11. Reunión de trabajo para elaborar un listado de recomendaciones para mejoramiento de la vivienda rural en PH por Fundación Mundo Sano Los días 2, 3 y 4 de Diciembre realizamos una reunión en la sede Añatuya de la Fundación Mundo Sano en la que fueron invitados: un representante de INCUPO, el maestro mayor de obra que ejecurá los mejoramientos, un arquitecto (Leandro Rosso, UNNE) especializado en mejoramiento de viviendas rancho, la coordinadora de la sede Añatuya de FMS, la responsable local de mejoramiento en Pozo Herrera, el Director Ejecutivo de Fundación Mundo Sano y los técnicos del equipo social. Por diferentes motivos, no pudieron asistir los técnicos de INCUPO ni el maestro mayor de obras. El objetivo de esa reunión fue consensuar entre instituciones y profesionales las mejores prácticas para optimizar el mejoramiento. En base a las entrevistas con el Lic. Marcelo Abril y la Sra. Graciela Cejas sobre los mejoramientos de viviendas realizados en Miel de Palo y La Salamanca se habían identificado dos

Page 44: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

44

problemas centrales: que el revoque de los cielorasos se agrietaba y caía y la demanda de los pobladores de usar el silo bolsa para captar agua llovida, que complotaba contra la cubierta del nylon con suelo cemento. Estos fueron los resultados del análisis de estos tópicos en la reunión.

a. Captación de agua por el techo: En el PMV- FMS el acabado del mejoramiento en la cubierta superior del techo se realizó colocando silo bolsa, que se recubrió con suelo cemento con baba de penca para lograr resistencia mecánica y evitar que se quiebre por fenómenos meteorológicos (granizo, viento). Hay Unidades Domésticas que no quisieron hacerlo porque utilizan el silo bolsa para captación de agua. Resulta importante definir criterios de eficiencia de esta fuente de agua y respecto de la duración de la mejora sin cubierta de suelo-cemento. En la reunión de trabajo se determinó que las posibilidades de captación de agua de un techo de 60 m2 en una lluvia de 50mm es de 3000 litros. Teniendo en cuenta que el promedio de lluvias 2003-2007 fue 571 mm/año (datos estación meteorológica INTA Fundación Mundo Sano, Añatuya), se podrían recolectar algo más de 30.000 litros de agua llovida/ año por unidad doméstica. El agua recolectada en los domicilios representa ahorro en varios sentidos: Primero ahorra trabajo: pues al tener que extraerla de pozos lejanos hay una sobrecarga de trabajo en toda la familia. Segundo, porque cuando escasea el agua dulce se compra en Los Juríes a $90/ 3000 litros (precio de mercado 2009 equivale a U$S 18). Lo que valuaría el volumen de agua llovida recolectada en un año en $ 900. Respecto del reclamo de algunos pobladores que preferían dejar libre la cubierta de silobolsa para captar agua “sin barro ni pajitas”, en la reunión se realizaron las siguientes consideraciones: * que no toda el agua que se estiba es para consumo humano. Por lo que la presencia de sólidos que decantan no es un problema que haga excluyente la cobertura de plástico con torta de suelo-cemento. *que si es para consumo puede dejarse correr los primeros mm, hasta que no arrastre más sólidos y luego conectar la canaleta al aljibe. * que en los casos que el habitante persista en la negativa de cubrir el silobolsa con la torta de barro, se le ofrezca la posibilidad de reparar las roturas del plástico con adhesivo sintético y parches.

b. Innovaciones en los sistemas acopio de agua INCUPO implementó en una unidades de tierra de Pozo Herrera, la construcción de un aljibe de 8000 litros en mampostería. Se trata de una cisterna que recolecta agua de lluvia con cámara de filtrado con arena y leca.

En la visita a campo previa a la reunión tanto el arquitecto como los técnicos de la fundación desestimaron la relación costo-beneficio de ese modelo de aljibe por 4 razones: porque insume excesivo trabajo, pues requiere cavar un pozo de 2 m de diámetro y 2,5 m de profundidad. Porque la cámara de filtrado de arena y leca sólo retiene sólidos en suspención, que tambien se separan del

Page 45: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

45

agua por decantación en el fondo del aljibe. Y porque las dimensiones de la obra implican alto costo en cemento y ladrillos para la bóveda del tanque. Por último, el hecho que sea semienterrado dificulta su reparación y limpieza de mantenimiento. En contraparte, PMV-FMS construyó estructuras semienterradas de 0,80 m de diámetro y 1,70 m de profundidad con piedra para la base, arena, cemento y ladrillos. Estos aljibes que resultan eficientes en términos de costo y mantenimiento.

Asimismo se propusieron dos innovaciones: a) En función de abaratar los costos de la construcción del aljibe (hoy con ladrillos) puede utilizarse ferrocemento compuesto por alambre de gallinero y cemento. Esta técnica construcción aunque fue recomendada por el arquitecto y los técnicos de INCUPO no cuenta con experiencias probadas en terreno en Santiago del Estero. b) Para reducir la carga de trabajo del “baldeo” con soga o con soga y roldana (polea simple) se propuso implementar la tecnología de la máquina simple llamada “bomba soga” (INCUPO-ET Vida). Se trata de una polea con manivela que puede construirse a partir del reciclado de una llanta de bicicleta y permite ahorrar fuerza en la extracción de agua de pozo o cisternas enterradas.

En función de lo expuesto consideramos una buena combinación la del aljibe construido con ladrillo y cemento y la extracción de agua por bomba soga.

c. Revoque del cieloraso En los casos en que sea necesario realizar a nuevo la techumbre, la tecnología consensuada fue la siguiente: envolver con el silo bolsa la paja de techumbre, de manera tal que cubra interior y exterior del techo. La parte interior queda montada sobre costaneros de palo, lo que limita al mínimo la rugosidad y el agrietamiento del nylon. Por la parte exterior se superpone la torta de barro, cemento y agua de penca en las proporciones probadas con resistencia en terreno en los otros mejoramientos. El filtrado por las cenefas se evita con el clavado de una varilla de madera que envuelve el borde del silobolsa y forma un goterón en todo el perímetro de desagüe del techo. En los casos en que el techo no requiere ser reemplazado, la problemática que se presenta es otra. El PMV busca dar durabilidad a una vivienda construida para ser efímera (Di Lullo 1947). El control del ciclo de los triatominos requiere eliminar al máximo huecos, rugosidades y grietas. En las viviendas locales el material predominante es el barro. Este material tiene la propiedad de agrietarse, ya que no tiene buena adherencia a la madera, especialmente en los lugares de encuentros de dos muros o de éstos con los techos, espacios ideales donde se pueden alojarse insectos, especialmente vinchucas (Gramajo 2007). Por ello se propuso el revoque del cieloraso interior que tradicionalmente es de ramas o paja. En los mejoramientos anteriores se usó para eso suelocemento (super adobe) con agua de penca, material que se desprendió rápidamente (aproximadamente a un mes de su colocación).

Page 46: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

46

El Arq Rosso propuso 3 argamasas de ensayo: E1: materiales 5 partes de viruta de algarrobo; 5 parte de tierra arenosa y

parte de cemento y agua de penca hasta obtener consistencia. E2: materiales: 5 partes de chaucha de quebracho blanco triturada, 5

partes de tierra arenosa, 1 parte de cemento y agua de penca. E3: materiales: 5 partes de fibra de quimil seca triturada, 5 partes de

tierra arenosa, 1 parte de cemento y agua de penca. El morador Orlando Casas propuso la siguiente mezcla: E4: materiales: 1 parte de pasto aibe picado, 4 partes de tierra colorada y

agua de penca. Esta mezcla no pudo probarse por no haber suficiente aibe disponible (Diciembre 2009).

El soporte propuesto para estas mezclas fue alambre tejido galvanizado

de malla pajarera. Probados en campo, ninguno de estos 4 ensayos funcionó (no lograron

sostenerse) sobre el alambre tejido de malla pajarera. Otro poblador local (Ignacio Avellanar) propuso una nueva mezcla. E5: materiales: 1 parte de tierra de hormiguero, 1 parte de guano de

caballo y agua de penca. Esta mezcla logró sostenerse tanto sobre la malla pajarera de alambre

galvanizado como sobre el metal desplegado de hierro. Siendo más fácil de aplicar sobre la malla de metal desplegado, que tiene aberturas de menor tamaño y menos flexibilidad. Sin embargo, la aplicación de metal desplegado de hierro no fue recomendada porque es muy vulnerable a la corrosión en las mezclas que no incluyen cemento, como la que se probó en este caso. Asimismo es de suponer que la salidad del suelo contribuya a la rápida corrosión del hierro.

Queda pendiente realizar nuevos ensayos con mallas plásticas (media sombras, telas no tejidas, etc.) o gasa de algodón como soporte de las argamasas. También se sugirió usar fibras de aibe o cáñamo para mejorar el agarre de la mezcla en el cieloraso.

Para mejorar la adherencia y elasticidad de las argamasas se sugirió incorporar: brea de vinal o brea de brea (resinas de estos arbustos). Se documentó que estas resinas fueron usadas como adhesivos para las encomiendas del FFCC. Se ensayó en campo, en casa de un poblador (UT Casas) la colecta de estas resinas.

d. Letrinas Dada la pequeña superficie de que disponen algunas unidades de tierra, la construcción de letrinas como alternativa de desecho de aguas negras, saturará el suelo y los lugares alternativos para rotar la ubicación del pozo en el mediano

Page 47: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

47

plazo. Se discutió como alternativa la construcción de una unidad sellada (cámara séptica) y un pozo ciego. Si bien el Arq. Rosso planteó la posibilidad de reuso de esas aguas negras, se cuestionó la reutilización debido a la continuidad de la actividad bacteriana luego de la biodigestión.

Guía en video para el mejoramiento de viviendas El realizador Yuri Deambrosi compilará y editará esta guía, documentando en imágenes el estado actual de las viviendas, los ensayos de materiales y las tareas de mejoramiento que se ejecutarán en 2010.

Page 48: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

48

Capítulo 3: El Chagas según Santiago: una experiencia de creación colectiva

12. ¿Por qué con los niños? ¿Qué sentido tiene hacer trabajo de campo con niños y niñas en un programa de mejoramiento de viviendas para vigilancia y control de la enfermedad de Chagas? Analizar las representaciones sociales que los niños tienen sobre la enfermedad de Chagas había sido precisado a priori del trabajo de campo, pues son pacientes en los que, el tratamiento conocido impide el desarrollo de la fase crónica de la enfermedad y tiene mejor tolerancia (ver sección Chagas e infancia en el capítulo 4). La decisión de involucrar a los niños conllevó la búsqueda de técnicas de trabajo de campo adecuadas. Por ello decidimos planificar talleres de creación colectiva que fueran un espacio de juego e interacción entre niños/as y los investigadores. Sonja Grover (2004) señala que considerar a los niños y niñas como sujetos sociales activos en el proceso de producción de conocimiento permite construir datos más ricos y complejos. Diana Milstein (2006) ha señalado que el trabajo de campo con niños/as evidenció la naturaleza polifónica y multiautoral de la producción de conocimiento social. Por nuestra parte, considerar a los niños como sujetos sociales activos significa, al mismo tiempo, reconocer que por los procesos de desarrollo neuro- psico -fisiológicos en marcha, el juego es una herramienta de simbolización y comunicación privilegiada (Winnicott 1971). El juego aparece propiciando un espacio propio, ni completamente subjetivo ni completamente externo que facilita y hace más productivas herramientas clásicas de la etnografía como la entrevista y la observación, al crear un clima de no subordinación en el vínculo con los adultos, como es el que habitualmente mantienen con los padres, médicos y maestros.

13. Los talleres de creación colectiva Según Winnicott (1971) jugar es hacer y tiene un lugar y un tiempo. El juego no está afuera ni adentro de la persona: la zona de experiencia de jugar se ubica entre el individuo y el afuera. Esta zona es el producto de las experiencias de la persona (bebé, niño, adolescente, adulto) en la cultura. Es en el juego dónde tanto el niño como el adulto están en libertad de crear y es en la creación cuando el individuo descubre su persona. Para Winnicott, el juego es un universal psíquico: “lo universal es el juego, y corresponde a la salud; facilita el crecimiento y conduce a relaciones de grupo” (1971:65). Por esto el juego es entendido como una forma de comunicación. En este marco teórico, el juego es una actividad creativa y el arte una forma de creación, que a la vez que es juego, es símbolo y es ritual (Gadamer 1998). Considerarlo un juego refiere a su carácter de automovimiento, de experiencia subjetiva (Gadamer 1998:66). La simbolización permite presentar externamente

Page 49: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

49

lo subjetivo. En la medida que el arte y el juego artístico son simbolización, posibilitan la comunicación con los demás. De modo que, al decir de Gadamer, crear una obra artística es como tomar una tableta, partirla y entregarla a otro. Este compartir del símbolo es aquello que transforma a la creación en hecho social. Ya que el sentido de la obra se completa al ser compartido, mirado por otros (Gadamer 1998:21 y ss). Simultáneamente con ser juego y símbolo, el arte es ritual, porque la experiencia estética se abstrae del tiempo (lineal, acumulativo) y del mismo modo que el juego, suspende el tiempo histórico (pretende ser eterno). En este sentido, desde el punto de vista de la investigación social, un taller de creación colectiva genera un movimiento subjetivo en los participantes y un hecho social. Los talleres de creación colectiva en Pozo Herrera entendieron al arte como expresión subjetiva, como medio de conocimiento y como posibilidad de intervención sobre la realidad. En la medida que el arte se haya “profundamente involucrado en el proceso real de percepción, pensamiento y acción corporal” (Read 1955:40) la expresión artística de los niños es un método válido de indagación de las representaciones sociales sobre la enfermedad de Chagas, su vigilancia y control, tanto como sobre la vida cotidiana de los/as niños/as y sus familias en la cultura local. Siguiendo a Read, “el arte es representación, la ciencia explicación de la misma realidad” (Read 1955:37). En los talleres de creación colectiva, la expresión artística mostró precisión como técnica de investigación social en la infancia en varios sentidos: Primero, porque posibilitó la comunicación no verbal: generó confianza, acortando la distancia cultural entre los investigadores urbanos y los niños del paraje. Esta confianza en la tarea común facilitó la comunicación del grupo. Este proceso fue modificando el orden, la dinámica, la oralidad y la corporalidad de los/as participantes en los talleres. Así, lo que en un principio era no dicho fue siendo verbalizado (en el primer taller los niños/as pasaron más de 40 minutos en silencio, sin responder ni siquiera su nombre a los investigadores-talleristas). Segundo porque orientó el movimiento de la subjetividad de la creación individual a un producto colectivo: primero una obra teatral improvisada sobre el momento de la infección y el diagnóstico, luego el títere de la vinchucaca y finalmente la creación de máscaras de los personajes sobrenaturales que habitan en el monte. La motivación de la obra fue responder la pregunta ¿qué sabés vos sobre la enfermedad de Chagas? El carácter sucesivo de los talleres (4 en total entre mayo y diciembre) fue posibilitando el diálogo de los niños con sus familias, recuperando saberes, representaciones, prácticas autóctonas de vigilancia, tolerancia, control, tratamiento, etc. modificando sus aportes al taller, a la vez que nuestra relación con las habitantes del paraje. De este modo, sin entregar información sobre la enfermedad, en la última actividad de sistematización en un papelógrafo todos pudieron expresarse oralmente, mostrando ante la cámara registro lo informados que estaban respecto de la enfermedad de Chagas. Este resultado pone de manifiesto que el conocimiento-información

Page 50: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

50

sobre vectores y enfermedad no implica necesariamente prácticas de prevención participativa eficientes. Lo que proponemos, por tanto, es la investigación operativa para describir localmente el ciclo del parásito identificando prácticas de riesgo propias de los diferentes grupos sociales del paraje, para que las políticas de prevención se orienten a modificar esas prácticas.

Contenido de los talleres El primer taller se convocó informando al director de la escuela e invitando una por una a las familias del paraje. Luego se difundió la convocatoria a través de Radio Solidaridad y por el “boca en boca”. La cita era en la capilla local a las 16 hs, luego de la jornada escolar. En la planificación general de la actividad consideramos apropiado coordinar la producción colectiva de un juego dramático, conformando grupos que construyan personajes para finalmente presentarlos ante los demás. Esta primera experiencia del taller confirmó aquello que los autores han escrito: la comunicación verbal fue casi imposible y el silencio colmó el salón de la capilla. Los niños y niñas se ubicaron en el espacio todos juntos, arrimados pegaditos a la pared. Al comienzo sólo uno hablaba, y parecía hacerlo por los demás. Y el silencio se prolongaba. Y se prolongó hasta que hubo un episodio que funcionó como disparador de la comunicación. Mientras el silencio seguía su curso, se escuchó un ruido que provenía desde afuera de la parroquia. Rebeca corrió hacia la puerta, mirando hacia el tractor que pasaba por la ruta. Al instante, todos los niños se juntaron a mirar y luego salieron hacia fuera. A partir de ese momento, niños y niñas comenzaron a hablar entre ellos, a moverse, a soltarse. Todos dijeron sus nombres, los cuales escribimos en papeles que pegamos en sus remeras: Santiago, Rebeca, Sebastián, Yara, Mica, Alaín, Laila, Víctor, Luciana, Tiziana, Gastón, Tito, Fernanda, Ara, Facu, Freddy, Teo, Leo, Equi, Carla, Esteban, Leo, Ignacio, Alexis, María José. Una vez lograda la comunicación, y en función de presentarnos y conocernos, armamos dos grupos (los más pequeños con Andrea y los más grandes con Nico) con la propuesta de pensar un personaje que quisieran ser, cómo sería, que forma le darían, cómo lo vestiríamos, con qué colores. Los personajes fueron: el hada que cura “viro” –virus-, la maestra que dibuja, el policía y el ladrón que pelean por una moto, el hombre araña, la doctora-médica que da el pinchazo, el perro, la vinchuca, la alumna de la maestra, el futbolista, el tigre, el oso, Tito-Batman. La ”doctora médica que da el pinchazo” representaba a la Dra. Marita, del Programa Nacional de Chagas, laboratorio Catamarca que como parte de un proyecto de FMS en el área de estudio, diagnosticó la infección por Chagas (serokit) a todos los niños con residencia rural del Depto. Taboada. Por medio de la actuación del personaje de la Dra. que realizó una niña de Pozo Herrera (Tiziana) supimos que este diagnóstico resultó altamente significativo para los niños, quienes en varias ocasiones refirieron al “pinchazo de la Dra. Marita” como un momento para algunos divertido, para otros de expresión de temor.

Page 51: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

51

Lo más significativo y que pudo ser aclarado es que algunos de ellos creyeron que el pinchazo fue para inyectarles una vacuna o para curarlos. El argumento de la representación que crearon los chicos fue el siguiente: “Hay un policía que le pide al perro que le ayude a pillar al tigre-león-puma y al oso, para llevarlos al circo. El hombre araña y el futbolista son amigos y salvan a los animales. El policía los quiere meter presos y el hombre araña lo impide”. En la representación final los personajes dormían en su rancho, tranquilamente. De repente, en el medio de la noche aparecía la vinchuca que picaba a todos. Sin embargo, Tito-Batman despertaba y junto con los animales atrapaban a la vinchuca y la pisaban. La segunda experiencia de taller fue debajo de un árbol de la casa de Arias, en la villa del paraje. Decidimos hacerla en ese sitio por ser un lugar equidistante de muchos hogares del paraje. Además podíamos tener contacto con los padres y el resto de la familia. Convocamos por radio y por boca en boca. Para este segundo momento, el objetivo fue construir colectivamente un objeto (tipo títere-marote) con forma de vinchuca -“la vinchucaca”- y dibujar sobre papel madera los ranchos y los barridos de las casas. Utilizamos materiales de ferretería artística (cola, cinta papel, tijeras, pinceles, rodillos y témperas, pelotas de plástico), reuso (papel de diario, cartón, telas), naturales (caparazón mataco, ramas, maderas) y desechos (tapitas, plásticos, calzado viejo, partes de juguetes) del lugar. Decidimos utilizar este tipo de materiales antes que llevar cosas de la ciudad al campo con la intención de salir de la lógica de la dádiva y pasar al protagonismo y desarrollo de capacidades sobre lo existente: lo que hay, lo que se es y lo que se tiene. Incorporamos música para trabajar junto a los chicos. Durante el desarrollo del taller, fumigadores del Programa Provincial contra el Chagas vinieron a fumigar la casa de los Arias. Los niños lo llamaron “los vinchuqueros, porque tienen la mochila, donde traen para matar a las vinchucas. Después tiran humo y mueren. Después las que quedan vivas entran a las casas y se meten en las paredes o debajo de las camas y en la ropa. Algunas veces les pegas y mueren, cuando no vienen los vinchuqueros vamos y compramos el veneno, y esperamos un poquito afuera. Sacamos las cosas y después las ponemos” ( Tiziana, 9 años, 8/7/2009). Mientras creábamos la “vinchucaca”, los niños y niñas realizaban comentarios: “esta vinchuca está gorda, ha chupado mucha sangre a los humanos, le saca sangre para tener las crías. Deja la caca en el brazo y le hace poner enfermo al humano. Te enferma del Chagas. Y el Chagas te pone enfermo, y tienes que sacarte sangre para ver si tiene o no” (Comentarios del Taller de Creación Colectiva, 8/7/2009). El tercer encuentro del taller de creación colectiva se desarrolló en 2 momentos: un día se volvió a hacer en la capilla y otro en la casa de Arias. Este segundo momento sirvió como cierre, dado que se finalizó con la construcción de “la vinchacaca”.

Page 52: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

52

En el cuarto y último taller se desarrolló debajo de la sombra de toro, un árbol en casa de Arias y consistió en la creación de máscaras de los personajes sobrenaturales que habitan en el monte. Con cajas de cartón, papel, pinturas y elementos del monte los grupos de niños/as crearon “alma mulas”, “enanos que estudian con el diablo”, “locos”. Luego se representó una situación en el monte, dónde los personajes sobrenaturales andaban sueltos y el policía iba en su búsqueda a atraparlos. Con esta narración de los talleres queremos dar cuenta de los cambios que ocurrieron desde el silencio hacia la expresión oral y plástica (simbolización) por vía del vínculo social del juego dramático, a partir de la construcción de personajes. Como teorizó Winnicott, en un ambiente adecuado y después de todo el proceso de creación de la “vinchucaca”, los chicos tenían información suficiente sobre la enfermedad de Chagas. Mostrándonos que acceso a la información no implica modificación de las prácticas de riesgo (gallinas empollando en los dormitorios, cabritos en el dormitorio-alero). Partes de este proceso se puede visualizar en la documental que integra este informe final.

14 Una película documental “El Chagas según Santiago”. Duración: 15-20 min. Durante las campañas de campo de Julio, Septiembre y Diciembre se registró material audiovisual para la producción del documental “El Chagas según Santiago”. Este corto, desde la idea realizativa, al igual que el registro, el guión y la edición, forman parte fundamental de este informe final. Es una expresión de la secuencia en la construcción de conocimiento social, que valida las técnicas y el abordaje de la investigación llevada adelante por el equipo. El guión del documental está estructurado en 4 partes, con 3 intervalos que narran secuencialmente la experiencia de los talleres de creación colectiva: Parte 1º: Conflicto por la tierra: La tenencia precaria asociada a la casa precaria. Presentación del paraje, contexto regional (Dpto. Taboada, Añatuya). Realidad local de Pozo Herrera: situación en relación a la tierra. Caracterización de los tres tipos sociales agrarios. Definición y descripción de UTs. Croquis satelital del paraje: la Villa, las estancias, las casas sin límites. “Domicilio/peridomicilio”: descripción del patio santiagueño por fumigadores. Género y vivienda. Intervalo 1: Situación del Taller dónde se muestra la transformación del vínculo entre los niños y niñas, pasando del silencio al juego dramático. El grupo debajo del árbol en UT Arias y construcción de la vinchucaca. Parte 2º: El trabajo, ser campesino y Chagas. Migración y trabajo. Migración y Chagas: viajes de las personas y viajes de la vinchuca. Plano pasaje entre secuencias: trayectoria camioneta Muñeca tramo Añatuya-Pozo Herrera. Género y Trabajo: mujer de Bravo (contexto rural: Pozo Herrera) en

Page 53: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

53

comparación con Alejandro (contexto urbano: Añatuya) en cuanto a tratamiento y síntomas de la enfermedad. Alejandro en comparación con Aida Casas con respecto al trabajo, a la distinción entre vivir en la ciudad y vivir en el campo, la vida cotidiana en las viviendas (rurales y urbanas) y a la migración (circuito Pozo Herrera-Liniers-Pozo Herrera y circuito Pozo Herrera-Añatuya). Fumigación en tabiqueras. Visual: producción caprina en UTSilva y carneo en UTArias. Carbón y Migración, el caso de “el Chivo” (del campo santiagueño a un barrio de Berisso) en contraposición a Yara (horno de carbón en UTCasas).

Intervalo 2: Plano inicial: llegada de los niños y niñas al árbol desde el monte. Taller de Creación Colectiva bajo el árbol, produciendo “la vinchucaca” y las vinchuquitas, dibujos sobre papel madera. Plano final: vuelta de todos hacia el monte. Parte 3º: Actores Sociales en la Vigilancia, Control y Tratamiento de la enfermedad de Chagas. Plano secuencia: trayecto camioneta Muñeca Pozo Herrera-Añatuya. Director del Hospital, Secretaría de Saneamiento Ambiental. Visual: Experiencia y saberes de los técnicos fumigadores. Plano inicial: camioneta de Programa Provincial de Chagas llegando a UT Arias. Descripción de potes fumígenos y demás elementos. Las vinchucas y “sus actividades”. Plano final: la camioneta yéndose de UT Arias. Chagas y medicina local: el curandero y las vendedoras de hierbas del mercado. Mejoramiento de viviendas en relación a la enfermedad. Disparador: Imágenes del corral de UT Nati, de los chanchos en UTBravo, techos UTArias, tanque UTNacho. Intervalo 3: La vinchuca terminada en blanco y los chicos contando los mitos. Tomas del último taller dónde los niños/as se van al monte con las máscaras de los personajes sobrenaturales. Parte 4º: Cierre del Taller y papelógrafo. Aplicando la metodología del Discurso del Sujeto Social (Lefevre 2003 y Lefevre et al 2004) identificamos las siguientes ideas centrales en entrevistas sobre Chagas en Pozo Herrera que orientaron la selección de contenidos de la documental:

Idea central I “Hay porcentajes de incapacidad laboral por el Chagas” Para trabajar en el desflore de maíz en campos de producción de semillas, los trabajadores de Pozo Herrera son contratados bajo la regulación de las leyes nacionales de trabajo agrario (LN 23.808, 22.248 y 20.744). En forma rutinaria, antes de ser contratados estacionalmente, cada año se les realizan estudios de salud pre-ocupacionales en una clínica privada de Añatuya. En la entrevista con el médico del trabajo que realiza los exámenes, nos informó que un diagnóstico de laboratorio de Chagas + no es causa de no contratación.

Page 54: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

54

Los que se toman como decisivos son los RX de tórax que muestren organomegalia y un electrocardiograma con arritmia. Sin embargo, tanto las entrevistas con los trabajadores como con los médicos, dejaron en claro que no existe un análisis o examen que establezca un criterio único de exclusión. Asi, por ejemplo aunque la entrevista anamnésica es exhaustiva, un médico nos dijo:

Lo que la gente quiere es ir a trabajar, entonces a veces uno les pregunta y ellos te mienten. (Dr. M 2/12/2009).

En la perspectiva de los trabajadores apareció en las entrevistas una particular interpretación de los análisis diagnóstico de laboratorio. Los diagnósticos se realizan mediante dos ensayos: Test de Elisa y hemoaglutinación. El test de Elisa se informa reactivo/no reactivo. La hemoaglutinación se informa por valores numéricos. Algunos entrevistados interpretaban por cuenta propia los valores de la hemoaglutinación como porcentajes de incapacidad para el trabajo.

La gente se deja llevar por los números. Leen “1800”, “1500” y miden el Chagas que tienen. Pero no hay porcentajes clínicos (Educarora Sanitaria RC, Hosp. Añatuya, 7/2009).

Me detectaron que tengo el 23%. Mi papá tiene el 80%. Escuché que si tenés más del 50% ya no te llevan a trabajar (Trabajador en el desflore, B 8/7/09).

Idea central II “Las vinchucas viajan debajo de los bolsitos, cuando llevo a los jornaleros” Las migraciones para trabajo agrario de temporada se dan cada año. El planillero es un intermediario, a veces capataz que organiza grupos de varones que se presentan ante una oficina de servicios laborales (Manpower) en Añatuya, donde se oficializa el contrato de trabajo. En este mercado de trabajo se movilizan desde Añatuya 5000 trabajadores cada año. La movilidad entre los parajes y Añatuya se hace en una pequeña camioneta. De Añatuya a los lugares de trabajos son trasladados en ómnibus. El costo de este último traslado está cubierto por el contrato de trabajo. Fue interesante la crónica de uno de los conductores de vehículos de esos traslados quien contó:

Yo encontré vinchucas debajo de la cuna de mi hija, en la ciudad de Añatuya. En mi casa que es toda de cemento y con cerámica -revestimiento-. Y me ha pasado de encontrar vinchucas en mi ropa, porque cuando la gente sube con su bolsito, su ropa, las vinchucas están ahí. Y claro, uno comparte 6 - 8 hs de viaje…. Asi llegan las vinchucas a mi casa (L PCMunicipal, JJ H, 9/9/2009)

Idea central III: “Los vinchuqueros hacen todos lo mismo” Los pobladores reconocen a las vinchucas (Triatoma infestans) como plagas domésticas. Incluso los niños/as al crear la vinchucaca en el taller colectivo,

Page 55: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

55

dijeron estar haciendo una vinchuca grande “que es la madre de todas las vinchucas de Pozo Herrera” (Araceli TCC 8/9/2009). En las representaciones gráficas, las casas se diseñaban con líneas negras mientras que les vinchucas tienen borde rojo, o son dibujadas aplastadas como una mancha de sangre. De parte de las mujeres adultas la respuesta sobre la presencia de vinchucas es que “hubo, pero ahora hace tiempo que no se ven” (MM 8/9/9). Esta disociación en el tiempo y en el espacio (“vinchucas hubo antes”; “la tapera que está allá lejos está llena de vinchucas”) da cuenta de estrategias subjetivas de percepción del riesgo. Ya que en la misma vivienda donde la propietaria ofrecía este testimonio, los fumigadores provinciales daban cuenta de “haber matado puñados de vinchucas” y bromeaban con su habitante:

Esta noche no va a poder dormir abuela, no va a tener quién le saque sangre (O pp 8/9/09).

Para los moradores de Pozo Herrera todos los programas de control de vinchucas (ONG, provincia, muncipio, nación) son lo mismo, vienen azaromente, entran a la casa, revuelven, fumigan. Todos las personas relacionadas a la vigilancia y control son llamadas “los vinchuqueros”. A veces pegan un papel con un sello y una fecha. Otras inscriben letras rojas (CH) y un número en algún poste del alero. Burocráticamente la vigilancia y control están disociadas del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. La vigilancia y control son parte de programas provinciales, nacionales o de ONGs, mientras que el diagnóstico y tratamiento depende del hospital local. La educadora sanitaria del hospital da cuenta que la asociación de la vinchuca con la enfermedad es tan clara para los pobladores que cuando ven vinchucas en sus casas van al hospital a pedir que fumiguen. El hospital no puede atender esta demanda, entonces les piden

que hagan una nota para mandar a Santiago capital y que de ahí manden la orden de incluir esa casa en el próximo ciclo del programa de control de vectores (Educadora Sanitaria, RC Hosp. Añatuya 7/2009)

Es interesante señalar que el programa provincial de control tiene las oficinas regionales frente al hospital de Añatuya.

En 2003 se creo la red social Añatuya, tiene dividida la cobertura de la vigilancia y control del área urbana entre los instituciones. En el área urbana de Añatuya en 2002 los equipos de Elsa Segura realizaron talleres orientados a la conformación de una red social para la vigilancia y control (Segura 2005:40). Desde 2003 funciona una red social para control de Chagas en otra localidad -Los Juríes-6000 habitantes- (Segura 2005:27).

Page 56: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

56

Idea central IV:”Vivir con Chagas: el diagnóstico es tardío, el tratamiento muy tóxico y el hospital queda lejos” En Pozo Herrera hay demanda concreta atención médica. Una posta sanitaria en la estación vieja o en una construcción nueva en la calle de la villa es una demanda sentida por los pobladores. El trabajo de campo informó que no se realizaron visitas médicas en 200914. Hasta hace unos años (circa 2003-2004) unna médica del Hospital Zonal realizó vigilancia y control en los parajes rurales que rodean Añatuya (5000 habitantes) (Segura 2005:27). Durante el trabajo de campo dieron a luz dos mujeres, una en Los Juríes a 30 Km y otra en Añatuya a 43 Km. La alternativa a estos hospitales es un puesto de salud con una idónea de enfermería en Miel de Palo (a 20 Km. De Pozo Herrera. Sin embargo, por un accidente de corte con un cuchillo consultamos a esa institución y la enfermera no contaba con medios para sutura. Como respuesta a esta carencia y como continuidad con la cultura rural local los pobladores realizan prácticas de autoatención con medicamentos animales y vegetales de elaboración casera. Para el “corazón agitado” como se describe el principal síntoma de un chagásico crónico, se recomienda te de cedrón en pasto. En Añatuya “hay un hospital grande lleno de mucamas y enfermeras, con pocos médicos” (MM 8/9/2009). Actualmente el programa de Chagas de la provincia provee tratamiento a niños de hasta 5 años de edad. Sin embargo no hay formulación pediátrica del benznidazol, por lo que las dosis se calculan fragmentando comprimidos que se administran disueltos en la ingesta. Si bien el tratamiento tiene buena respuesta terapeútica en niños, requiere de controles períodicos, lo que por los traslados dificultan el acceso de la población rural. Por otra parte, la combinación de deficiencia alimentaria con Chagas pediátrico constituye una limitación para implementar el tratamiento (Dr. M dir htal Añatuya 9/2009). Los chagásicos son pacientes del cardiólogo (director del hospital), quien atiende en consultorio 2 días a la semana. Se realizan análisis de laboratorio a los recién nacidos, que aun dando negativo, deben repetirse, por la baja sensibilidad del método que se utiliza a lo largo del primer año de vida, para descartar transmisión vertical (ver capítulo 4). Los análisis del laboratorio demoran por sobrecarga de trabajo y a veces por falta de reactivo. Entre 1999-2005 Fundación Bunge y Born e INGEBI-CONICET implementaron el programa “Vivir sin chagas” donde costeaban tratamientos para los adultos junto al hospital local, y mientras la municipalidad implementaba el control domiciliario de vectores. El proyecto comenzó con un tamizaje diagnóstico. Los pacientes firmaron un consentimiento informado. A los casos confirmados se les suministraba tratamiento con benznidazol por 60 días. La toxicidad hepática del tratamiento obligaba a una dieta baja en grasa y no tomar alcohol. Según la educadora sanitaria del hospital:

La gente abandonaba el tratamiento porque no tenía para hacerse la dieta, menus diarios con poca grasa. Entonces les daba dolor de cabeza, ataque al hígado,

Page 57: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

57

vómitos, asi perdían días de trabajo… y decidían dejar el tratamiento (Eucadora Sanitaria, RC htal. Añatuya 7/2009)

Por tanto, el proyecto finalizó y no tuvo continuidad porque tuvo muy baja adherencia de los adultos infectados.

Idea central V “Me pincharon el dedo y me curaron del Chagas” En la representación teatral del primer taller de creación colectiva reseñado en el subtítulo 13 de este capítulo, los niños/as expresaron confusiones respecto del tipo de práctica que había sido el “pinchazo de la Dra. Marita”. Como se relata en aquel acápite, las reacciones que narraron los niños fueron diversas: para algunos les habían aplicado una vacuna, para otros un remedio que los curaba, otros pudieron relacionar serokit con diagnóstico. Más alla de la anécdota y que el taller sirvió para desahogar esas dudas, esta situación es reveladora de lo traumática y confusa que puede resultar la práctica médica para los niños. Por esto, más allá de las buenas intenciones y el consentimiento informado, sería importante incluir instancias de reflexividad con los pacientes pediátricos de Chagas que les permitan conocer y significar correctamente las prácticas médicas de las que serán objeto.

Page 58: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

58

Capítulo 4. Revisión bibliográfica sobre aspectos sociales de la enfermedad de Chagas En este capítulo se inserta la investigación entre los trabajos publicados recientemente sobre la temática.

15 La enfermedad de Chagas y su vigilancia y control La vinchuca10 se alimenta exclusivamente de sangre (insecto hematófago). La especie que abunda en Argentina (Triatoma infestans) comparte la vivienda con el ser humano y se alimenta de sangre humana en los horarios de sueño. También consume sangre de animales domésticos. En el intestino de la vinchuca vive, entre otros parásitos, el Trypanosoma cruzi, que se alberga en el organismo que infecta y lo debilita. Las formas de transmisión son:

1. Cuando una vinchuca pica y defeca sobre la piel 2. Al recibir una transfusión con sangre infectada 3. Por vía placentaria el hijo de una mujer infectada por el parásito 4. Al recibir un transplante de órganos sin control adecuado

La forma más frecuente de contagio es que la vinchuca pique a un humano y defeque. De este modo los parásitos de la bostra ingresan al torrente sanguíneo.

Las formas de transmisión 2, 3 y 4 son de tipo no vectorial.

En caso de picadura accidental, no rascarse, higienizar la zona con agua y jabón y desinfectar con alcohol, yodo o merthiolate (Esquivel et al. s/f:34).

La infección presenta 2 estadíos clínicos (Sosa Estani 2007:110): a) fase aguda (inflamación de ganglios e hígado; taquicardia; irritación en bebés). Son menos frecuentes el Chagoma de inoculación (picadura donde penetra el parásito) y el Signo de Romaña (ojo en compota). Se inicia al momento de adquirir la infección y dura de 2 a 4 meses. Se diagnostica por gota fresca, Stout o micrométodo. El mayor riesgo de infección es en menores de 10 años. En las zonas no tratadas con insecticida la infección se registra antes de los 14 años (ibídem). b) fase crónica (Sosa Estani 2007:110). En algunos casos, en los inicios de esta fase la enfermedad toma una Forma Indeterminada, en la que la parasitemia se vuelve indetectable por los métodos parasitológicos directos y no presentan lesiones orgánicas ostensibles, pudiendo llevar una vida normal. La forma clínica crónica con síntomas suele desarrollarse en pacientes mayores de 25 años (Sosa Estani 2007:110). Aproximadamente el 30% de la población infectada desarrolla sintomatología cardíaca o digestiva (Lázzari 2007:78). Los síntomas aparecen a más o menos 15 años de la picadura, los síntomas cardíacos son más

10 Según el estadío de desarrollo pueden medir entre 3mm a 3 cm. Sólo las adultas tienen el reborde negro y amarillo intercalado. Es plana, cuando come sangre se le hincha la panza hasta que queda redonda. Durante su crecimiento va dejando pelechos vacíos. Ni bien cambia de pelecho es de color rosado a roja, unas horas después se endurece y adquiere el color castaño típico. (Esquivel et al s/f:31).

Page 59: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

59

frecuentes en Argentina- que , digestivos y/o neuronales. 3/10 personas infectadas se enferman, principalmente del corazón.

Se diagnostica por análisis de sangre. Los referentes del Programa Nacional reciben un equipo para la toma de muestras de sangre del dedo (Esquivel et al. s/f:52). La enfermedad de Chagas es tratable y curable precozmente detectada. No se contagia persona a persona. No hay vacunas en desarrollo.

La experiencia histórica y comparada de varios proyectos de intervención de FIOCRUZ y MSF (Albajar Viñas et al. 2007) determinó la conveniencia que la enfermedad sea atendida por el sistema de APS y no por especialistas. Estos autores consideran que la APS, al igual que el modelo médicos de familia tiene el potencial de dar un enfoque preventivo, además de adaptar la atención médica a las características locales, con abordajes diferenciados dependiendo de características geográficas, sociales, culturales u otras (op.cit.:101 y Sosa Estani 2007:109). Frente a la información epidemiológica agregada, la planificación del control vectorial y al control transfusional y de donación que deben ser gestionado desde estructuras regionales y/o nacionales (op.cit.:102). La propuesta de estos autores es que el sistema federal y/o nacional sea centrípetro hacia lo local, fortaleciendo la APS, ya que históricamente la la investigación especializó y alejó de las comunidades la investigación y tratamiento de la enfermedad (op.cit.: 103). En síntesis lo recomendado es que las atribuciones de la APS sean: diagnóstico rápido (tamizaje sangre total en base a 2 pruebas rápidas; si contaran ECG y radiografía). En el segundo nivel médico, debería hacer contrareferencia diagnóstica e identificar contenidos para la capacitación continua del personal de APS. El segundo nivel recibe también los pacientes tratados con efectos secundarios moderados a graves. En este nivel, Sosa Estani (2007:112) establece como prioridad la búsqueda de personas que perdieron la oportunidad de consultar cuando se infectaron11. El tercer nivel es contrareferencia y recibe los casos clínicos más graves.

Un sistema médico excluyente es el que no tiene ni las pruebas diagnósticas ni los medicamentos etiológicos registrados a nivel nacional. El abordaje del paciente debería ser siempre multienfermedad. (Albajar Viñas et al.:2007:104-105).

A nivel de política sanitaria, se consideran como obstáculos las jerarquías en los equipos de salid (médico vs. enfermeros; rurales vs. urbanos); la discontinuidad de los equipos de salud en las instituciones públicas asociadas a los procesos eleccionarios y que, el Chagas no es una enfermedad en la que el sector privado 11 Este autor señala 4 formas comerciales de test eficaces en el diagnóstico: sangre capilar en papel de filtro o solución de glicerina (Serokyt y Polychaco) y dos test de inmunocromatografía (Stat-Pak y Chembio).

Page 60: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

60

invierta en el desarrollo de soluciones (los fármacos en uso tienen más de 30 años y no han surgido sustitutos ni mejorado en su calidad terapéutica) (Albajar Viñas 2007:106).

La prevención se planifica de modo diferenciado según se trate de transmisión vectorial o no vectorial. En el caso de la vectorial la prevención es por vigilancia y control del vector. La vigilancia se compone de sensores (elementos que facilitan la detección de vinchucas, modelos Gómes Nuñez, biosensores María –citados por Sosa Estani 2007:112); búsqueda de insectos y espulgue12 realizado por personal especializado. Debe llevarse un registro escrito de las tareas de vigilancia y control realizadas en cada unidad de análisis (vivienda, barrio, paraje, etc.). La vigilancia es una tarea activa, ya que la vinchuca tiene hábitos nocturnos y no es fácilmente visible durante las horas de luz. Por ello es necesario, al menos una vez al mes revisar los lugares oscuros y reparados dentro de los domicilios (grietas, detrás de los cuadros, debajo de camas, muebles y objetos apilados en rincones, etc.) (Esquivel et al. s/f:33). También puede realizarse vigilancia por biosensores, los que hasta el presente se mostraron más sensibles que las horas/hombre de búsqueda (Esquivel et al s/f:61). Existe una chinche parecida de aspecto a las vinchucas pero que aunque pican no son vectores de ninguna enfermedad (Esquivel et al. s/f:31).

El rociado se realiza con piretroides sintéticos. Pueden usarse bombas manuales o potes fumígenos.(Esquivel et al. s/f:14 y 22; Sosa Estani, 2007:112). Desde la decada de 1930 se conoce la eficacia del hexaclorociclohexano (Gammexane) en en control de triatominos (Salvatella 2007:21). Las vinchucas muertas después del rociado deben quemarse (Esquivel et al. s/f:34). Se rocía todo menos papeles y alimentos. Domicilio y peridomicilio. Esperar media hora después del rociado para reingresar al domicilio. Lavar los utensilios de cocina antes de usarlos (Esquivel s/f:36-37). El Manual no especifica cada cuánto tiempo deben realizarse como mínimo ó máximo los ciclos de rociado. En relación con los rociados, investigaciones recientes (Gürtler 2007 y Cecere 2004 y 2006) mostraron que los tratamientos con insecticidas piretroides floables a dosis standard tienen mucha menor efectividad en sitios peridomésticos en todo el Gran Chaco que lo que comúnmente asumieron los programas de control de vectores en Argentina. Esto puede explicarse por las características físicas de las estructuras peridomésticas que sirven como refugio a los triatominos, asi como por la menor efectividad de los piretroides a elevadas temperaturas ambiente, factores que eliminan su acción residual, facilitando la persistencia de la infestación o causando reinfectación temprana de los peridomicilios (Gürtler 2007:146). 12 La detección de insectos puede hacer por observación de vinchucas en cualquier estadío de desarrollo (desde huevos a adultos, con o sin alas), presencia de huevos, pelecho o rastros (bosta).

Page 61: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

61

Sin actividades de vigilancia en zonas de alto riesgo, dejar una sóla vivienda o estructura peridoméstica infestada implica una rápida reinfestación de toda la comunidad (Gürtler ibídem). Por tanto, Gürtler recomienda desarrollar una

“estrategia de modificación del peridomicilio con participación de la comunidad para reducir o eliminar los refugios del vector (combinada con control químico cuando fuese necesaria), que permita eliminar las poblaciones de T. Infestans que normalmente sobreviven a la aplicación de insecticidas piretroides” (Gürtler 2007:146).

Esto es especialmente importante si tenemos en cuenta que la captura promedio de T Infestans en peridomicilio fue 3,1 veces mayor que en los domicilios (Gürtler 2007:147), durante una década de vigilancia sostenida.

Ambas tareas, vigilancia y rociado deben hacerse en forma continua, sin interrupciones en el tiempo y contigua, cubriendo todas las zonas. Por ello, algunos programas de control incluyeron como estrategia la impresión de almanaques (Sosa Estani 2007:112). La vigilancia es para todas las viviendas, sean positivas o negativas. (Esquivel et al.s/f:28).

“El rociado de ataque sólo, sin vigilancia instalada, no segura que una comunidad quede libre de vinchucas. La interrupción de la transmisión de Chagas por las vinchucas es el resultado de la vigilancia bien hecha” (Esquivel et al. s/f:30).

La vigilancia y control no está completa si no se registran los ciclos de acciones realizadas en cada localidad. Se registra con cartografía, censo de viviendas revisadas, notificaciones y planillas (Esquivel s/f:43). El monitoreo de la reinfestación acompañado por rociados selectivos de los focos detectados impiden que el sistema retorne espontáneamente al estado en que se hallaba antes de las intervenciones (Gürtler 2007:147). Gürtler también ha verificado que el rociado a pulsos regulares logra sólo el control esporádico de la infestación domiciliaria, pero tiene mucho menor impacto a nivel peridoméstico, por lo que las poblaciones de triatominos rápidamente se recuperan y reinician la transmisión de T cruzi a nivel domiciliario13 (Gürtler 2007:149).

En los casos de transmisión no vectorial (tipo 2, 3 y 4) se considera especialmente importante la detección precoz en niños menores de 15 años pues puede revertirse completamente la infección y evitar la manifestación de síntomas. Todos los detectados positivos deben ser tratados con medicación.

13 Si bien durante la vigilancia sostenida se identificaron colonias de T infestans en habitats silvestres y estas no resultaron genéticamente distinguibles de las domésticas, ninguno de los insectos silvestres capturados estaba infectado por T.Cruzi (Gürtler 2007:150).

Page 62: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

62

Todas las embarazadas deben realizarse serología chagásica. Si la madre es positiva los niños deben ser observados hasta el año de vida para saber si tienen infección por Chagas (Esquivel s/f:15).

Una red nacional de laboratorios que coordina la ANLIS analiza los bancos de sangre y los órganos para transplante. La red fue fundada en 1962, como parte del Programa Nacional de Chagas y perfeccionada mediante varias reorganizaciones, funciona hasta el presente. (Esquivel et al. s/f:15-16). Según segura, esta Red actualmente realiza el control de la mujer embarazada y en un porcentaje creciente el seguimiento de los niños hijos de madres infectadas (Segura 2005:18). La implementación de las recomendaciones del Consenso de Washington (descentralización, privatización, reconversión y flexibilización) en salud, hizo que

“el hecho más sobresaliente fue la descentralización técnica de la vigilancia epidemiológica de la transmisión de T. Cruzi dentro del sistema de salud. Este hecho obliga a los técnicos nacionales o federales a definir diseños alternativos de la vigilancia, adaptados a las zonas y a sus modalidades operativas y que la aplicación de esos diseños la haga el sistema de salud local” (Segura 2007:52).

En este contexto algunas provincias como San Juan tuvo una elevada actividad de control, mientras que en Santiago del Estero, se retrocedió a los niveles de 1996 (Segura op.cit.). En términos generales la tasa de rociado anual con insecticidas disminuyó en forma lineal de 140.000 en 1994 a unos 65 mil anuales en 1998, y se mantuvo en esos valores hasta la actualidad, a pesar de la creciente reinfestación y ocurrencia de casos agudos. En 2005 un tercio del parque automotor afectado al programa de Chagas tenía más de 30 años y el promedio de edad de los técnicos locales era de 56 años. La mitad de los técnicos se jubilaría en los próximos 5 años sin transmitir su experiencia en terreno (Gürtler 2007:143). Otro especialista a nivel nacional, Sergio Sosa Estani, señala que el control de la enfermedad de Chagas nunca fue eficiente en las comunidades aborígenes de Argentina, las que en un 90% habitan zonas endémicas de transmisión vectorial (Sosa Estani 2007:113).

Por otra parte, un investigador en ecoepidemiología (Gürtler 2007:140) señala que aun cuando desde la creación del PNCh en 1962 hasta 1993 la seroprevalencia nacional de T. Cruzi cayó desde 10,1% (1965-69) hasta un 1,9%, medida a través de caso 1,8 millones de varones conscriptos diagnosticados, el PNCh presentaba falecias notables. Entre otras puntualiza que entre las décadas de 1960-80 la prescripción de las acciones de control se limitó al reemplazo sucesivo de los insecticidas organoclorados, a los organofosforados y finalmente a los piretroides, sin realizar investigación operativa de la eficacia del control. Asimismo los cambios en los modelos de gestión de la vigilancia y

Page 63: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

63

control explicarían las reinfecciones en varias provincias y que a 2007 sólo 5 provincias (La Pampa, Neuquén, Río Negro, Entre Ríos y Jujuy) hayan certificado al interrupción de la transmisión vectorial (Gürtler op.cit.).

La recomendación Segura es atenerse en las acciones de vigilancia y control consensuadas en el documento Iniciativa del Cono Sur de OPS 2002 (Segura 2007).

16 Aspectos sociales de la vigilancia y control El objetivo específico c) del proyecto de investigación original es analizar particularidades de género (por transmisión vertical) y edad (por posibilidad de negativización).

En Argentina cuatro organismos estatales a nivel de federal y una ONG han elaborado un Manual de líderes comunitarios para la vigilancia y control de la transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas en zonas rurales y peri urbanas. La propuesta se centra en el modelo Segura de formación e intervención de redes sociales para la salud en Argentina (Segura 2005).

En la pág. 10 de ese manual se informa de la transmisión de la madre al niño recién nacido (transmisión vertical). Como particularidad de la forma más frecuente de infección (picada/defecación).

El mismo manual postula que el control de la transmisión vectorial en manos de la comunidad puede realizarse mediante 4 actividades:

1) talleres; 2) control químico y vigilancia; 3) denuncia que conduzca a un inmediato tratamiento con insecticidas y 4) mejoramiento de la vivienda (op.cit.:14).

La descripción contenido de estas acciones en el Manual, presenta limitaciones sobre las que invitamos a reflexionar: En el item 3) no especifica quién sería la institución ante la cual se debería radicar la denuncia (policía, municipio, hospital, institución no gubernamental?) La “Cascada de responsabilidades” recién se presenta mucho después (Esquivel et al. s/f:25). Aun cuando está claro que el enfoque del manual se centra en hacer participativa la vigilancia y control, debería reconocer que hay dimensiones de la vigilancia y control que son necesariamente públicas y que por tanto, deben ser gestionados desde el estado en algunas de sus dependencias o niveles de gestión (hospital o centro de salud local; oficina municipal de control de vectores; delegación nacional de control de vectores). Por otra parte, en el item “mejoramiento de las viviendas” supone que la calidad de la vivienda es causa de desidia o abandono de los moradores. Requiriendo que el promotor de salud induzca comportamientos sanitarios de modo moralizante en los “beneficiarios”. Presenta asimismo un visión ingenua del cambio social que puede lograr el “líder comunitario” en tanto que este podría inducir cambios en los materiales de construcción de los cercos o en la

Page 64: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

64

distribución de los corrales respecto de la vivienda (Esquivel et al. s/f:15 y 18). Cuando es probable que materiales y ubicación estén seleccionados, según al menos tres tipo de variables:

*variables económicas (hipótesis: por lo que pueden adquirir), *variables culturales (hipótesis: porque utilizan técnicas transmitidas oralmente) y *variables funcionales (hipótesis: la organización de distancias entre el corrales y vivienda se relaciona con la eficiencia de los usos productivos/ reproductivos del espacio) por parte de los “beneficiarios del Programa de Mejoramiento de Viviendas”.

El capítulo 3 de ese Manual, parte de definir a la comunidad como unidad homogénea que comparte idioma, costumbres y creencias (Esquivel et al s/f:17). Cuando la sociología política contemporánea describe a las sociedades como heterogéneas y multiculturales (Briones, Laclau) e incluso las corrientes teóricas funcionalistas reconocen la constitución de grupos de diferencia por status dentro las sociedades de clase. Estos procesos de diferenciación suelen expresarse por conflictos de interés, en el caso que grupos diferentes pretendan ser reunidos para la misma acción. Ya que en general la identificación de un grupo respecto de otro (contratistas de cosecheros; peones de administradores) se da por oposición en la estructura social y en las prácticas de socialización.

Si bien existen acciones que los grupos pueden realizar de manera conjunta, porque se impone un objetivo que unifica valores o sentimientos, es necesario reconocer que la diferencia de intereses, la diversidad sociocultural y étnica y el conflicto forman parte de la vida cotidiana, aun en la sociedad de pocos habitantes de un pueblo rural.

El Manual define la participación comunitaria como el interés en involucrarse y actuar sobre la propia realidad (Esquivel s/f:17). El problema de delegar completamente la salud en manos de la comunidad es que, desde la perspectiva de los actores de la comunidad, las vinchucas y el Chagas pueden no constituir un riesgo prioritario sobre el que sea necesario intervenir. En este caso la comunicación del Programa y los talleres, debería ser otra. Ya que debería partirse de instalar el tema como una prioridad entre los miembros de la comunidad.

Por otra parte, existe una tensión que recorre todo el Manual entre el reconocimiento de un saber preexistente en los participantes y la necesidad de “concientizarlos” (Esquivel et al. s/f:22). En efecto, se reconoce que existen representaciones sociales no científicas (“conocimientos distintos que poseen personas diferentes” (op.cit.:21) o “que todos tienen una parte importante” (op.cit.:24), pero no se les reconoce valor de verdad, ni se busca un horizonte de comunicación entre ellas y las representaciones científicas. En algún punto

Page 65: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

65

se valida que el conocimiento científico se impone por “racionalidad”, como si la acción de la ciencia no estuviera guiada por valores e intereses, al igual que la de los actores locales. Esta concepción no permite adoptar medidas de prevención propias de la cultura local que sean médicamente eficentes (por ejemplo: colocar frascos de vidrio a las patas de las camas para evitar que las vinchucas asciendan hasta la persona dormida). Esto es: nuestra propuesta es plantear a la prevención como un vínculo interinstitucional y una relación intersubjetiva. Con los problemas de comunicación y los conflictos propios de la diversidad humana.

En otro sentido, la participación de algunos miembros de la comunidad puede verse condicionada por mandatos culturales o por sobre carga de trabajo en las personas que permanecen en la comunidad (mujeres, ancianos y niños) durante una migración estacional por trabajo.

En el Cap. 4 del Manual se plantea la organización de reuniones de la comunidad en talleres (op.cit.:21-22). Sería interesante considerar que los talleres podrían montarse en base a redes, rituales-fiestas, hábitos, instituciones no formales ya existentes en la comunidad (por ejemplo: rondas de mate, reuniones de jubilados, de padres en la escuela).

Los talleres son planteados como una reunión donde se habla (Esquivel s/f:21 y 24). Sería importante considerar que el discurso oral y el escrito son formas de comunicación culturalmente sesgadas. La falta de dientes puede llevar al silencio o a la excesiva seriedad a una participante; la facilidad de palabra se relaciona con la educación formal y la vida social. Podrían incluirse como recurso del lider otras técnicas de manejo de grupo que faciliten la expresión de los participantes. Existen varios manuales de la cooperación internacional que describen dinámicas de grupo no exclusivamente verbales para aplicar en talleres comunitarios. Se citan: Boal 1998; Buenaventura s/f; Da Silva 2003; Fernández 1989; Williams 1994, Winnicot 1991;2003; Read 1982.

Finalmente problematizamos las definiciones operativas de “domicilio” y “peridomicilio” que utiliza el Manual (Esquivel et al s/f), en tanto que en Pozo Herrera el predio que ocupan las Unidades Domésticas, desde la perspectiva de los actores no valida esta diferenciación. Ya que todo el lote ocupado cumple funciones productivas y reproductivas del núcleo doméstico, hipótesis sobre la que se indagó y será validada con información obtenida en terreno.

17. Migraciones y Chagas En una visión regional de América Latina, según Briceño León (2007:219), a 100 años de su descubrimiento la enfermedad de Chagas tiene dos rostros: uno rural que es su cara tradicional, a la que se asocian las viviendas rurales de autoconstrucción con paredes de barro y techo de vegetales, de agricultores sin propiedad de la tierra donde el vector denominado pito, barbeiro, chinche o

Page 66: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

66

chipo convive con los miembros de la familia. Y un segundo rostro que se va modificando con los cambios de la sociedad contemporánea, que es urbano y que remite al contagio por vía transfusional o a migrantes rurales – urbanos o a las migraciones a ciudades en los países centrales desde zonas endémicas.

En Argentina y Brasil, los diagnósticos situacionales de otros especialistas no se centran en la compresión de Chagas rural vis á vis con el Chagas urbano, sino que fueron virando el eje del diagnóstico y tratamiento de varones adultos en la primera mitad del Siglo XX, al diagnóstico precoz de la infección en niños (sobre todo mujeres, teniendo en cuenta que se previene así la infección vertical en la generación siguiente) y la serología en mujeres gestantes, desde fines de la década de 1980. Sobre las razones de este cambio de enfoque nos explayaremos en las secciones siguientes del texto.

18. Chagas e infancia Si se está recién infectado existen medicamentos que evitan que se desarrolle la enfermedad (Esquivel et al. s/f 32). Entre los grupos sociales en riesgo de infección, la estategia presentada por la FMS en el Manual en varios momentos (Esquivel et at. s/f 15, 30, 49, 50) refiere al objetivo de detectar precozmente la infección en niños para que sean sometidos a tratamiento médico y se negativicen. Este interés de la Iniciativa del Cono Sur (OPS 1999; 2005 Montevideo; Sosa Estani 2007:110; Gürtler 2007:141) y Programa de FMS en los niños, fue usado como motivación para el estudio de sociodiagnóstico sobre Chagas en la comunidad de Pozo Herrera.

Desde el punto de vista de la antropología médica, la vigilancia y control es parte del proceso de salud-enfermedad-atención. Ya que el modo en que las personas y los colectivos sociales se representen la enfermedad y los costes materiales y simbólicos de la prevención y el tratamiento, van a incidir en el compromiso que pongan en las tareas de prevención.

Los tratamientos etiológicos disponibles para el Chagas fueron desarrollados entre las décadas de 1950 y 1980 y son los mismos disponibles hoy día. Tienen importantes limitaciones14, efectos secundarios15 y difícil accesibilidad. Se llaman Nifurtimox (1965) y Benznidazol (1971) (Freilij 2007:70). La industria farmacéutica Roche realizó transferencia tecnológica al laboratorio público de Pernambuco (LAFEPE) la producción mundial de benznidazol a corto plazo. La organización Médicos sin Fronteras donó el premio Nobel que recibió para la investigación y desarrollo de drogas para las enfermedades desantendidas.

14 En los casos de adultos, está contraindicada la ingesta de alcohol durante el tratamiento (Esquivel et al s/f:51). 15 Sosa Estani et al. (2004) y Carpintero (1983) publicaron trabajos experimentales de administración de ácido tióctico para prevenir los efectos secundarios del benznidazol.

Page 67: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

67

Estos desarrollos incluyen al benznidazol pediátrico de LAFEPE (Mechali 2009). La ayuda de la OMS/OPS es clave para el control de calidad y la comercialización internacional (Albajar Viñas at al. 2007:103). En la década de 1990, los estudios de campo validaron la indicación del tratamiento etiológico pediátrico de Chagas16, sin importar el tiempo de infección, dadas las grandes probabilidades de curación reportadas (Andrade et al. 1996; Sosa Estani et al. 1998; OPS 1999; Viotti et al 2006; Salvatella 2007:20; Freilij et al 2007). En los estudios de Freilij (2007) el 69% de los pacientes tratados no tuvieron efectos adversos. El porcentaje de negativización fue de 87% en los mayores de 3 años y 100% en menores de esa edad (Freilij et al. op.cit.:65). Freilij et al (2007) informan que los resultados son mejores cuanto menor es la edad del niño que recibe la medicación. Estos autores determinan que los factores de riesgo que determinan la indagación clínica son: haber vivido en áreas con vectores; haber recibido una transfusión sanguínea o haber nacido de una madre infectada (op.cit.:65).

La mayor parte de los neonatos con Chagas congénito son asintomáticos (Altcheh et al. 2005). La incidencia de la infección congénita (número de niños con infección transplacentaria nacidos de madres con Chagas) oscila entre el 2 % y el 22%. (Freilij 2007:66). Aun se desconoce la razón de la variación de estos porcentajes. En Argentina, un estudio en 13 provincias mostró que el 9% de 58.196 embarazadas eran chagásicas. En Tucumán, el 7% de los hijos de madres chagásicas se infectaron por el parásito. A pesar del subregistro de casos, el PNChagas de Argentina reportó 1.136 casos entre 1994 y 2001, con un media anual de 142 (Gürtler et al. 2003). Desde 1994 la Coordinación Nacional de Control de Vectores del Ministerio de Salud de la Nación releva a nivel provincial la seroprevalencia de T Cruzi en gestantes o parturientas. La seroprevalencia materna registrada anualmente durante 1999-2004 muestra que 3 provincias mostraron una sostenida tendencia creciente: Santiago del 5% al 10%; Chaco del 6% al 20% y Formosa del 8% al 11% (Gürtler 2007:141).

Una madre chagásica puede transmitir el Chagas en todos sus embarazos. Sin embargo, por razones que se desconocen, existen hijos de madres Chagásicas que no reciben transmisión vertical. La infección materna no es contraindicación para la lactancia (Freilij 2007:67). El seguimiento del hijo de madre infectada por encima de los 9 meses de edad, cuando no haya sido posible diagnosticar la transmisión alrededor del nacimiento se dificulta, porque las madres discontinúan las consultas. Esto marca la necesidad de la participación activa de los AS de APS para buscar activamente estos niños y darles oportunidad de diagnóstico y tratamiento (Sosa Estani 2007:112).

Aunque la mayor parte de los investigadores sostienen que la evidencia indica que entre 1994 y 2004 se han reportado 11 casos congénitos por cada caso

16 Por encima de los 15 años de edad no existen evidencias definitivas de la eficacia del tratamiento trypanosomicida (Sosa Estani 2007:113).

Page 68: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

68

vectorial (ver Gürtler 200:142, Figura 3) 17 un autor sostiene que la forma de infección más frecuente de la enfermedad de Chagas es la por vía vectorial, en general antes de los 15 años de edad, especialmente entre el 3º y el 5º año de vida (Lazzari 2007:77). Es decir, en ambas hipótesis la conclusión sería la misma: es necesario médica y económicamente, orientar la intervención preventiva a la infancia.

Mientras en las zonas urbanas el porcentaje de niños y adolescentes infectados está constituído por población migrante proveniente de áreas endémicas y por niños nacidos de madres chagásicas. En las áreas rurales depende fundamentalmente de las acciones de vigilancia y control entomológica. En Argentina hubo una franca disminución del número de pacientes con Chagas agudo vectorial hasta 2000, pero a partir de ese momento y a consecuencia del abandono de una vigilancia y control sistemática del T. Infestans, comenzaron a aumentar los casos de niños con esa enfermedad (Freilij 2007:66-67). Cuando en una comunidad se confirma un niño con Chagas agudo sintomático, simultáneamente hay muchos otros individuos en la fase asintomática o indeterminada (Freilij et al. 2007:68).

Ley Nacional 26.279 sancionada en 2007 establece la obligatoriedad de la serología de Chagas en los recién nacidos, sin embargo está pendiente su reglamentación y no se aplica. En la ciudad de Bs.As. se realiza la serología en neonatos, hay provincias que tienen legislación que obliga a esto (Freilij 2007:69). En Santiago la Resolución 2310/ establece que los Hospitales Provinciales de Interior (Añatuya) son gerenciadores del Programa de Lucha Antichagas, delegando en ellos la ejecución de las acciones de toma de muestras para diagnóstico y posterior tratamiento de la enfermedad de Chagas (Segura 2005:95). No se identificó hasta el momento otra normativa en vigencia en Santiago del Estero respecto del diagnóstico y tratamiento del Chagas. Respecto del tratamiento etiológico en pediatría, en comunicación personal Carla Cécere, ha informado que el medicamento que posibilita el tratamiento en niños, sólo se presenta en comprimidos. Siendo por esto, de difícil administración en menores de 5 años. Por su parte el Dr. Mujica del Hospital Añatuya informó que en su experiencia clínica los niños tratados con benznidazol interrumpen el crecimiento durante los dos meses de tratamiento (Dr. H Mujica, Añatuya 8/9/2009).

En la gestión de Ginés González García en el Ministerio de Salud de la Nación en el Programa Nacional de Chagas editó una historieta titulada “El partido de nuestras vidas” para prevención del Chagas en la infancia. El material es atractivo visualmente y contiene buena calidad de información médica. Sin

17 Gürtler llama la atención que este gran salto en el número de caso congéntidos se habría debido a una mejor consolidación de las fuentes de notificación involucradas.

Page 69: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

69

embargo, y aunque se propone involucrar deseos comunes en el imaginario de la población destinataria (tener un corazón sano para jugar en un club de fútbol de 1º división) propone al sujeto de la prevención una recepción pasiva de información. Por nuestra parte, en continuidad con las metodologías aplicadas en esta investigación incentivamos que las acciones de investigación operativa:

-generen consenso entre las representaciones nativas de la enfermedad y los ideales de la investigación médica. -involucren la subjetividad de los participantes, contribuyendo a su expresión a través de formas de expresión artísticas, tendiendo asi a lograr su identificación con los valores de la vigilancia y control.

19. Reflexión final El conflicto por la propiedad de la tierra determina la organización del espacio y condiciona la vida cotidiana de los pobladores de Pozo Herrera. Los últimos 30 años, se sucedieron expropiaciones producto del interés productivo en la tierra de la zona de secano. Estos procesos generaron antagonismos entre los pobladores con tenencia legítima (posesión veinteañal) y apropiadores legales de latifundios. La legitimación judicial de las grandes propiedades enfrentó también entre si a los pequeños propietarios. De modo que en el presente el conflicto social entre habitantes del paraje presenta varios frentes relacionados con el acceso a los recursos, a la propiedad y la relación entre capital y trabajo (porque algunos campesinos son trabajadores temporarios en las estancias). La inserción social de los pobladores del paraje define sus condiciones de vida y las de sus viviendas. Por esto, precisamos que el paraje se compone de tres tipos sociales agrarios: campesinos- trabajadores descapitalizados por la expropiación; campesinos-trabajadores capitalizados en litigio por la propiedad de la tierra expropiada y latifundistas expropiadores legales. La descapitalización de las unidades de tierra por expropiación legal pero ilegítima, sumada a condiciones de suelo y ambientales propias del Chaco seco hace que los campesinos de Pozo Herrera sean también trabajadores. Trabajan a destajo en las estancias, para capitalistas de postes o carbón en el circuito Quimilí-Charata o para empresas transnacionales de producción de semillas trangénicas de maíz en otras regiones del país (migración estacional , varones de octubre a marzo). Para el estudio de las interacciones que los habitantes de Pozo Herrera mantienen con el paisaje y el modo en que esta relación podría estar incidiendo en los ciclos de infestación-reinfestación con triatominos nos fue necesario dejar de lado la distinción entre “domicilio” y “peridomicilio” instrumentada por la vigilancia y control entomológico. En el modo en que estas categorías de análisis son instrumentadas por los efectores de los programas sanitarios parecen distinguir netamente entre un “domicilio” –“peridomicilio” (como espacios antropizados) diferenciables de un fondo de “monte” (como espacio

Page 70: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

70

de la naturaleza). Las observaciones y las entrevistas permitieron precisar que tanto para las cabras y las gallinas como para las personas ni la circulación ni la proximidad parecen limitarse a uno u otro ambiente. Aunque el monte es cualitativamente diferenciado del espacio del cuadro doméstico las personas y animales domésticos van asiduamente al monte por varios motivos y es frecuente que animales y plantas del monte estén en el cuadro doméstico por diferentes criterios de uso (ver Tabla 2) . Además de la descripción de cómo están organizados y qué relaciones mantienen entre si los espacios de “domicilio”-“peridomicilio” y “monte” desde el punto de vista de los pobladores del paraje (descripción emic del paisaje) se realizó una representación cartográfica de las unidades de tierra ( Mapa 1) y la ubicación de las estructuras más frecuentes que las componen en gráficos de área (Voronoi -Thiessen). Pozo Herrera se compone de la villa y las estancias. Una unidad de tierra (ver definición en nota al pie 2) de la villa (cuya extensión varía entre 11 Has. y más de 1000 Has.) se organiza en porciones de terreno llamadas “cuadros”, a los que se asignan funciones productivas o de residencia. Los cuadros productivos pueden estar o no delimitados por alambre, enramada o palo a pique, al igual que el perímetro de la unidad de tierra. Las funciones productivas (pastoreo, siembra, extracción de leña) van siendo rotadas entre los cuadros (todas menos el horno carbonero, que permanece fijo durante su vida útil). Sin embargo, el cuadro doméstico, donde se ubican las estructuras de adobe dormitorio con alero, fogón, letrina, pozo de agua-aljibe, corral de chivas y árbol de las gallinas, ocupa un lugar fijo. Los materiales y las estructuras que componen este patrón arquitectónico fueron documentadas a mediados del Siglo XX por Orestes Di Lullo (1969) como típicas de la vivienda popular rancho santiagueño o patio santiagueño. Finalmente se presentan en 4 ejes los problemas de materiales y funcionales detectados en los mejoramientos de vivienda anteriores. Estos ejes son: captación y estiba del agua en el domicilio, innovaciones en los sistemas de manejo doméstico del agua, revoque del cieloraso en los ranchos en los que no se requiere rehacer la techumbre y mejoramiento en letrinas. El Capítulo 3 describe cómo quienes realizamos el trabajo de campo nos involucramos en el lugar de estudio. Esta descripción incluye la realización de talleres de creación colectiva de arte y la producción de un cortometraje documental sobre la experiencia. La creación colectiva posibilitó la expresión subjetiva de los niños y la reconstrucción de representaciones sociales verbales y no verbales sobre la enfermedad de Chagas. Mediante el juego dramático primero y luego en base a la construcción del personaje de la vinchucaca y de los seres sobrenaturales que pueblan el monte se posibilitó el diálogo con los niños y sus familias. La motivación de los talleres de creación colectiva fue responder la pregunta ¿qué sabés vos sobre la enfermedad de Chagas? El carácter sucesivo de los talleres (4 en total entre mayo y diciembre) fue posibilitando recuperar saberes,

Page 71: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

71

representaciones, prácticas autóctonas de vigilancia, tolerancia, control, tratamiento, etc. modificando sus aportes al taller, a la vez que nuestra relación con los habitantes del paraje. De este modo, sin entregar información sobre la enfermedad, en la última actividad de sistematización en un papelógrafo todos pudieron expresarse oralmente, mostrando ante la cámara registro lo informados que estaban respecto de la enfermedad de Chagas. Este resultado pone de manifiesto que el conocimiento-información sobre vectores y enfermedad no implica necesariamente prácticas de prevención participativa eficiente. Lo que proponemos, por tanto, es la investigación operativa para describir localmente el ciclo del parásito identificando prácticas de riesgo propias de los diferentes grupos sociales del paraje, para que las políticas de prevención se orienten a modificar esas prácticas. Aplicando la metodología del Discurso del Sujeto Social (Lefevre 2003 y Lefevre et al 2004) identificamos las siguientes ideas centrales que orientaron la selección de contenidos de la película documental: Idea central I “Hay porcentajes de incapacidad laboral por el Chagas”. Los infectados chagásicos tienen una interpretación propia y no validada científicamente de su incapacidad laboral. La realizan interpretando los valores de la hemoaglutinación. Idea central II “Las vinchucas viajan debajo de los bolsitos, cuando llevo a los jornaleros”. Más allá de los estudios epidemiológicos del Chagas que distinguen Chagas rural y Chagas urbano, las entrevistas en profundidad develaron que la migración estacional por trabajo es una posible causa de reinfestación urbana por el vector. Idea central III “Los vinchuqueros son todos lo mismo”. Los pobladores de Pozo Herrera describieron claramente la escisión entre las acciones de vigilancia y control y el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Chagas en la burocracia pública santiagueña. Idea central IV:”Vivir con Chagas: el diagnóstico es tardío, el tratamiento muy tóxico y el hospital queda lejos” Pozo Herrera, al igual que la mayoría de los parajes rurales del Depto. Taboada carece de sistema de atención primaria. El hospital de Añatuya (a 43Km) tiene un edificio nuevo pero faltan profesionales. Hay demoras en la atención, el laboratorio está sobrecargado de trabajo y faltan reactivos. El gobierno provincial está ofreciendo tratamientos con benznidazol a menores de 5 años. El tratamiento si bien es efectivo en los niños, requiere seguimiento periódico, lo que dificulta el acesso de la población rural. Además de la falta de una formulación pediátrica del medicamento, la desnutrición en los niños del Depto. Taboada es otra limitación para indicar el tratamiento. Entre 1999-2005 un programa no gubernamental ofreció tratamientos a adultos. Estos tratamientos fueron abandonados en su mayoría, porque los pacientes no podían sostener las dietas bajas en grasas y alcohol que mejorarían la tolerancia hepática. Idea central V: “Me pincharon el dedo y me curaron del Chagas”. La situación del diagnóstico por serokit en niños fue evocada en los talleres de creación colectiva como traumatizante y confusa. Por esto, más allá de las

Page 72: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

72

buenas intenciones y el consentimiento informado, sería importante incluir instancias de reflexividad con los pacientes pediátricos de Chagas que les permitan conocer y significar correctamente las prácticas médicas de las que serán objeto.

Page 73: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

73

Bibliografía citada Acosta Reveles, Irma Lorena 2005 Algunas consideraciones para entender el curso de la relación capital-trabajo en la agricultura latinoamericana. En: Revista Trabajadores, Universidad Obrera de México, 53:10. http//www.uom.edu.mx/trabajadores/53acosta.htm Consultado 18/09/2006. 2005 De campesinos a “multifuncionales”: la explotación agrícola familiar en México. Ms. 2003 Influencia del neoliberalismo en la dialéctica del campesinado. http://www.eumed.net/libros/2006b/ilar/ Consultado: 12/09/2006. Archetti, Eduardo y Stolën, Kristie Anne 1975 Explotación familiar y acumulación de capital en el campo argentino. Ed. S. XXI: Buenos Aires. Archetti, Eduardo 1978 Una visión general de los estudios sobre el campesinado. En: Estudios Rurales Latinoamericanos, Vol.1, N°2, Bogotá. Alasia de Heredia, Beatriz María 2003 La morada de la vida. Trabajo familiar de pequeños productores del noreste de Brasil. Editorial La Colmena: Buenos Aires. Bartolomé, Leopoldo 1975 Colonos, plantadores y agroindustria. La explotación agrícola familiar en el sudeste de Misiones. En: Desarrollo Económico, Vol.15, N° 58, Buenos Aires. Basualdo, Mario Ángel 1982 Rasgos fundamentales de los Departamentos de Santiago del Estero. Un documento para su historia. Tomo II (J-T). Municipalidad de Santiago del Estero.

Benencia, Roberto y Forni, Floreal H. 1991 Los procesos de transformación de las migraciones temporarias. En Forni, Floreal H.; Benencia, Roberto; Neiman, Guillermo: Empleo, estrategias de vida y reproducción. Hogares rurales en Santiago del Estero”. CEIL. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires. Cozzo, Domingo 1967 La Argentina forestal. Eudeba. Bs.As. De Dios, Rubén y Williams, Jorge 1998 Sistemas productivos y organización campesina. El caso de Los Juríes. En Álvarez, R.; Canevari, C.; de Dios, R.; Paz, R.; Tasso, A. y Williams, J: Sistemas productivos campesinos en Santiago del Estero. Organizaciones y unidades de producción. Uso de tipologías en los procesos de reconversión. CICYT-UNSE. Barco Editó, Santiago del Estero.

Page 74: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

74

Durand, Patricia 2006 Desarrollo rural y organización campesina en Argentina. El caso del Movimiento Campesino de Santiago del Estero. Tesis de Doctorado en Ciencias Agronómicas, UBA. FMS-Añatuya 2008 Relevamiento FMS en PH, Junio-Julio 2008.ms Gadamer, Hans Georg 1998 La actualidad de lo bello. El arte como juego, símbolo y fiesta. Paidós. Buenos Aires. García Ferrando, Manuel 1985 Socioestadística. Introducción a la estadística en sociología. Alianza Editorial. Madrid. Giarraca, N. 1990 El campesinado en la Argentina: un debate tardío. En Realidad Económica. Nº 114/115. Buenos Aires. Girbal Blacha, Noemí 1992 Inserción de una región marginal en la Argentina agro-exportadora. El gran Chaco argentino y la explotación forestal 1895-1914. 8vo Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina. ANH. La Rioja. Ms. Gramajo, Patricia 2007 Informe para el PMV-Fundación Mundo Sano. Sede Añatuya. Ms. Grover, Sonja 2004 Why won´t they Listen to Us? On giving power and voice to children participating in social research. En: Childhood Vol 11. Nº 1: 81-83. Guhl, Felipe 1999 Estado actual del control de la enfermedad de Chagas en Colombia. Revista Medicina. Volumen 59 - (Supl. II): 103-116. Buenos Aires. INDEC 2001 Censo Nacional de Población, Viviendo y Hogares. 1999 Los municipios de la provincia de Santiago del Estero. Buenos Aires. 1998 Situación demográfica de la provincia de Santiago del Estero. Buenos Aires. Censo Nacional de Población, Vivienda y Hogares 2001.

Page 75: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

75

Ingold, Tim 1993 The temporality of the landscape. En World Archaeology Volume 25 No. 2 Conceptions of Time and Ancient Society. pp. 152-174. Taylor & Francis, Ltd. Sitio web: http://www.jstor.org/stable/124811 Lefevre, Fernando; Lefevre, Ana Maria Cavalcanti; Scandar R, Sirle Abdo Salloum e Yassumaro, Sueli. 2004 Representações sociais sobre relações entre vasos de plantas e o vetor da dengue. Rev. Saúde Pública [online]. vol. 38, no. 3, pp. 405-414 Lefevre, Ana Maria Cavalcanti; Fernando Lefevre; Sirle Abdo Salloum Scandar; Sueli Yasumaro; Susy Mary do P. Sampaio 2003 Representações dos agentes de combate ao Aedes aegypti sobre a estratégia de retirada do inseticida nas ações de controle do vetor. En: Revista Brasileira de Epidemiologia: 360-372. Manzanal, M. 1990 El campesinado en la Argentina: un debate tardío o políticas para el sector: una realidad impostergable. En Realidad Económica. Nº 97. Buenos Aires. Mathieu De Llinás, Mabel 2007 El derecho a la tierra. Posibilidades y limitaciones para las comunidades rurales. Ediciones INCUPO: Reconquista, Santa Fe. p.109. Mechali, Daniel 2009 DNDi: En búsqueda de nuevas drogas para las enfermedades olvidadas. XII Simposio internacional sobre control epidemiológico de enfermedades transmitidas por vectores. Fundación Mundo Sano. Buenos Aires. Milstein, Diana 2006 Y los niños ¿por qué no? Algunas reflexiones sobre un trabajo de campo con niños. En: Avá. Nº9: 49-59.

Museo Estancia Jesuítica de Alta Gracia y casa del virrey Liniers. Córdoba, Argentina. http://74.125.113.132/search?q=cache:XBSifqAmxCoJ:www.museoliniers.org.ar/activ_expo_tempo_expocuero.php+guasca+o+guasquilla&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=ar. Consultado 14/12/2009. Neiman, Melina s/f Cambios recientes en la organización laboral agraria: un estudio de los trabajadores familiares remunerados en la región pampeana argentina. http://www.icesi.edu.co/ret/documentos/ponencias%20pdf/527.pdf Consultado: 14/09/2009.

Ospital, María Silvia

Page 76: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

76

1990 Condiciones laborales en la explotación forestal. Gran Chaco argentino (1890-1920). En: Folia Histórica. Resistencia, Chaco. IIGH. Facultad de Humanidades. UNNE. Paz, Raúl 1995 Estructura agraria en la provincia de Santiago del Estero: los campesinos ocupantes. Algunas pautas para su desarrollo. En Realidad Económica. Nº 132. Mayo-Junio 1995. p. 97-112. Buenos Aires. Salomón, Oscar Daniel 2002 Aspectos de prevención de la enfermedad de Chagas con participación de la comunidad. En Prevención Primaria de la Enfermedad de Chagas. Federación Argentina de Cardiología. On line: http://www.fac.org.ar/fec/chagas2/llave/md1/md103/salomon.htm Read, Herbert 1955 Educación por el arte. Paidós. Argentina. Schiavoni, Gabriela 2008 Repensar la reproducción. Del campesinado a la agricultura familiar. En Schiavoni, Gabriela (comp.): Campesinos y agricultores familiares: la cuestión agraria en Misiones a fines del siglo XX. CICCUS: Buenos Aires.

Tasso, Alberto 1998 Reproducción secular de la pobreza rural. Dimensiones sociohistóricas de un caso de exclusión estructural. En Álvarez, R.; Canevari, C.; de Dios, R.; Paz, R.; Tasso, A. y Williams, J: Sistemas productivos campesinos en Santiago del Estero. Organizaciones y unidades de producción. Uso de tipologías en los procesos de reconversión. CICYT-UNSE. Barco Editó, Santiago del Estero. Verdú, J. y Ruiz, M. T. 2003 Control del Chagas en comunidades guaraníes: conocimiento y hábitos higiénicos dentro del Proyecto de Mejoramiento de Viviendas en Bolivia. Gaceta Sanitaria. Vol. 17, nº 2. Barcelona. Winnicott, D. W. 1971 Realidad y juego. Editorial Gedisa. Barcelona. World Health Organization (WHO) 2005 Commission on Social Determinants of Health. http://www.who.int/social_determinants/en/ Zarrilli, Adrián 2008 El oro rojo. La industria del tanino en la Argentina 1890-1950. En: Silva Lusitana, 16 (2): 239-259. Lisboa. Portugal.

Page 77: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

77

Page 78: Aatuya Informe Final 2009 2

El Chagas según Santiago/ Andrea Mastrangelo _____________________________________________________________________________________

78

Mapa 1 Ubicación de las unidades domésticas analizadas en el paraje Pozo Herrera.