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ACCIONES REALES

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ACCIONESREALES

En términos genéricos puede considerarse a la acción como la facultad de reclamar la intervención del órgano jurisdiccional del Estado, cuando se considera que un derecho ha sido lesionado.

Desde el punto de vista de del derecho que la acción protege, es necesario decir, que de acuerdo con la índole de la pretensión que se deduce la acción, las acciones de carácter patrimonial suelen clasificarse en reales, personales o mixtas.

Acción real es la que esta destinada a proteger un derecho real y, personal, la que satisface el mismo fin respecto de un derecho personal u obligacional.

También suele hablarse de acciones mixtas de reales y personales, que serian aquellas en las cuales el actor tiene un derecho real y un derecho personal que puede ejercitar simultáneamente.

En el derecho romano se admitía la existencia de acciones mixtas y es por ello que en las institutas de Jusitinianio se planteaba que ciertas acciones parecen tener una naturaleza mixta, tanto real como personal, ellas son: la familiae eriscundae (partición de herencia), la acción communi dividendo (división de condominio) y la finium regundorum (acción de deslinde). En estas tres acciones, el juez tiene derecho de adjudicar cualquier cosa a una de las partes según las reglas de la equidad y de condenar a la que entre ellas ha sido beneficiada con la adjudicación a pagar a la otra cierta suma.

A pesar de lo expuesto, nuestro Código no admite la categoría de acciones mixtas y en la nota del articulo 4023 dice: “En este Código no reconocemos acciones mixtas de reales y personales”.

El código trata las acciones reales en el Titulo IX del Libro III, luego de legislar sobre los derechos reales de dominio y condominio y antes de ocuparse de los restantes (usufructo, uso, habitación, servidumbres y los de garantía).

Esta metodología ha sido objeto de crítica, ya que pareciera que las accione reales solo protegen a los derechos que las anteceden. Es por ello, que la doctrina ha sostenido que lo correcto hubiera sido legislarlas antes de los derechos reales (como en el esboco de Freitas) o después de todos ellos.

Declarativas y de Certeza: Las acciones reales son los medios de hacer declarar en juicio la existencia, plenitud y libertad de los derechos reales, con el efecto accesorio, cuando hubiere lugar de indemnización del daño causado.

Por lo tanto, el fin perseguido por quien intenta una acción real no es solo que se declare su derecho, sino que se condene al demandado aponer punto final al ataque inferido contra aquel.

 Daños y Perjucicios:El articulo 2756 también determina que las acciones reales pueden tener como efecto accesorio la indemnización del daños causado, cuando hubiere lugar.

El vencido, si fuere de mala fe, también será condenado en forma accesoria a restituir los frutos percibidos.

Pero en algunos supuestos, la indemnización de daños y perjuicios es la única posibilidad que le queda al lesionado y, ya no seria entonces, consecuencia accesoria. Estas son la hipótesis en las que la ley pone límites al alcance de las acciones reales.

Las acciones reales son: la reivindicatoria, la confesoria y la negatoria y, ellas tienden a hacer declarar la existencia, plenitud y libertad de los derechos reales.

La acción reivindicatoria tiende a la existencia del derecho real, la confesoria a la plenitud y la negatoria a la libertad.

Determinar el ámbito de las acciones reales es establecer a qué derechos protege cada acción n y en qué supuestos. Sin embargo es necesario tener en cuenta que la reivindicatoria y la negatoria protegen a los mismos derechos, la diferencia entre ellas radica en la gravedad de la lesión: cuando la privación del ejercicio es absoluta, tiene lugar la reivindicatoria, cuando solo hay una turbación en dicho ejercicio, resulta procedente la negatoria.

El articulo 2578 establece que la acción de reivindicación es una acción que nace del dominio que cada uno tiene de cosas particulares, por la cual el propietario que ha perdido la posesión, la reclama y la reivindica, contra aquel que se encuentra en posesión de ella.

Por lo tanto, la acción reivindicatoria es aquella con la que cuenta un titular de un derecho de poseer una cosa, contra aquel que efectivamente la posee y no tiene ese derecho. Si bien la definición plantea que nace del dominio, en realidad nace de cualquier derecho real que de la posesión de una cosa.

En el sistema romano, la acción reivindicatoria estaba reservada a la defensa de los derechos de dominio y condominio para los casos de desposesión.

En el esboco de Freitas, la acción reivindicatoria se otorga para proteger los derechos reales que se ejercen por la posesión y se refiere a los siguientes derechos: dominio, condominio, uso, habitación, usufructo, prenda y anticresis. Los derechos que quedaría fuera de la orbita de la acción reivindicatoria serian las servidumbres y la hipoteca, por ser derechos que no se ejercen por la posesión de la cosa sobre la cual se ejerce el derecho real

En nuestro Código, la legitimación activa para intentar la acción reivindicatoria la tendrían los titulares de los derechos reales que se ejercen por la posesión, es decir, aquellos que tienen los siguientes derechos: dominio, condominio, usufructo, uso, habitación, prenda y anticresis, para el supuesto de desposesión o despojo.

Por lo tanto, la posesión busca la consecuencia decisiva de recuperar la posesión y, es por tal causa que constituye la defensa esencial del dominio, ya que permite ha quien ha sido privado de ejercitarlo, que obtenga por ese medio legal la efectividad de su derecho

A) El poseedor: Según el artículo 2578 del Código Civil, la

acción reivindicatoria se intenta contra el poseedor de la cosa fin de recuperar la posesión de ella. En primer termino, entonces, puede ser demandado el poseedor.

Demandándose a este pueden presentarse tres hipótesis: despojo, entrega voluntaria de la cosa y la hipótesis particular del artículo 2738 del Código Civil.

B) El tenedor:

El tenedor puede estar frente al reivindicante en dos situaciones diferentes:

1. Tenedor que posee a nombre del reivindicante: Son los caso en que el reivindicante le hubiera transmitido el uso y goce de la cosa o el poder efectivo sobre ella. A primera vista, parecería que en este supuesto la acción reivindicatoria no resulta procedente, ya que según el articulo 2548 quien puede reivindicar es el propietario que ha perdido la posesión, y si el propietario acciona contra su propio tenedor, que posee para el y representa su posesión, entonces no se habría perdido la posesión. El Código Civil no legisla expresamente esta hipótesis, sin embargo, de la nota del articulo 2278 surge que:

El tenedor debe restituir la cosa al poseedor a cuyo nombre posee, luego que la restitución le sea exigida conforme a la causa que le hizo tenedor de la cosa (articulo 2465 Código Civil).

Esta restitución puede demandarse por dos vías distintas: la acción emergente del contrato en cuya virtud se transmitió la tenencia (acción personal), o la acción reivindicatoria, emergente del derecho de propiedad.

2. Poseedor a nombre de un tercero: En este caso el tenedor demandado por reivindicación, tiene el derecho y el deber de nombrar al poseedor cuya posesión representa. La oportunidad en la cual debe hacerlo esta determinada por las leyes procesales. Una vez nombrado el poseedor, la mayor parte de los autores entienden que el tenedor queda desvinculado del proceso, ya que la cuestión de dominio no puede discutirse con el. El problema que se presenta es qué ocurre si el tenedor no nombra a aquel cuya posesión representa. La solución es que el pleito reivindicatorio prosigue contra dicho tenedor que no nombra al poseedor, y esto, se desprende del articulo 2782 que determina que la reivindicación puede dirigirse contra el que posee a nombre de otro, estableciendo seguidamente la hipótesis de que no esta obligado a responder de la acción si ni se coloca en tal supuesto.

C) Otros Supuestos:   1. Venta de un inmueble al contado: El Código contempla dos

casos, caso de venta al contado y caso que se haya dado un plazo para el pago. Esta situación esta contemplada por el artículo 3923 que establece que el vendedor de cosas inmuebles que no ha dado término para el pago, puede reivindicarlos del comprador, o de terceros poseedores.

2. Acción persecutoria del locador: El locador tiene un privilegio (por alquileres adeudados de dos años vencidos si se trata de una casa y por tres años si se trata de una hacienda de campo) sobre todos los muebles que se encuentren en la casa o que sirven para la explotación del campo aunque no pertenezcan al locatario, introducidos allí de una manera de una manera permanente o para ser vendidos o consumidos. Conforme a esta disposición, el locador tiene una acción reivindicatoria que le permite perseguir los muebles afectados por el privilegio, de manos de terceros, sin que importe que los terceros sean de buena o mala fe (esta acción caduca al mes desde que los muebles hubiesen sido sustraídos de la finca arrendada)

3. Acción persecutoria del dependiente: En caso de créditos laborales dotados de privilegios especiales que trata la ley de Contrato de Trabajo, sobre mercaderías, materias primas y maquinarias que integren el establecimiento donde haya prestado sus servicios (el dependiente) o que sirvan para la explotación que de aquel forman parte, el articulo 269 de dicho cuerpo legal concede al acreedor laboral una acción persecutoria similar a la del caso anterior, pero la diferencia reside en el mayor plazo de acción de este ultimo (un año), que en el caso del acreedor laboral es seis meses.

4. Privilegios marítimos sobre los buques: Los créditos que gocen de privilegios sobre buques se hallan dotados de un limitado derecho de persecución.

D) Heredero del poseedor:

En este caso deben tenerse en cuenta dos hipótesis:1. Antes de la partición de herencia, cualquiera de los herederos puede ser demandado por la reivindicación de toda la cosa.2. Después de la partición, teniendo en cuenta el efecto declarativo de esta, cada heredero solo puede ser demandado por la reivindicación de las cosas o partes de las cosas que le hayan sido adjudicadas y de las cuales tenga la posesión, pero no por las demás de las cuales se juzga que no tuvo vinculación alguna.

El objeto de la acción reivindicatoria son las cosas particulares.

Por cosas particulares deben entenderse objetos materiales susceptibles de valor, actualmente existentes, ciertos y determinados en su individualidad y además, susceptibles de ser poseídos, siendo necesario también que se encuentren en el comercio, ya que si una cosa no puede ser poseída, no se la puede reclamar contra aquel que se encuentra en posesión de aquella.

Las cosas que no reúnan estos caracteres, carecen de idoneidad para ser objeto de derechos reales que se ejercen por la posesión, y, por ende, no son susceptibles de ser reivindicadas, porque a través de esta acción, se ponen en movimiento, derechos reales que se ejercen por la posesión.

Pueden reivindicarse:

  Las cosas particulares, sean muebles o inmuebles.

Títulos de crédito (que son en definitiva cosas muebles por su carácter representativo) siempre que fueran nominativos o a la orden.

Las partes ideales de la cosas en condominio por cada uno de los condóminos contra todos los demás.

Si una cosa ha perecido en parte o en todo, se pueden reivindicar sus restos o accesorios, siempre que se determine de un modo cierto lo que se quiere reivindicar, y, siempre que el derecho que se ejercite a través de la reivindicación, continúe sobre dichos restos o accesorios.

Universalidad de cosas (como un rebaño o una biblioteca). Aquí parece que el Código se aparta del principio general ya que no se trataría de cosa particulares. Sin embargo, de la nota del artículo 2764 surge que se reivindican las unidades que componen la universalidad de cosas y respecto de cada una de ellas deberán reunirse los requisitos necesarios para reivindicar, de modo tal que la acción podrá prosperar respecto de algunos elementos integrantes del conjunto y no respecto de otros.

Para que una demanda de reivindicación obtenga resultados satisfactorios debe reunir los siguientes requisitos:

  El derecho de poseer en el reivindicante,

debiendo referirse tanto al supuesto de dominio como al de los demás derechos reales susceptibles de posesión o de cuasi posesión, con la reserva de las servidumbres activas.

La pérdida de la posesión en la persona que la entabla.

La posesión actual en le reivindicado. En cuanto al objeto, que sea una cosa en el

sentido técnico de la expresión y que ella revista las calidades de actual (no futura) y susceptible de posesión.

Siendo el derecho real absoluto, en principio el alcance de la acción reivindicatoria seria amplio y no habría límites a la posibilidad de persecución por parte de su titular, la que podría ejercer contra cualquiera que tuviera la cosa en su poder.

Sin embargo, hay que distinguir entre cosas muebles o inmuebles, porque respecto de las cosas muebles entra a jugar el sistema que preside el articulo 2412, el cual convierte en propietario al poseedor de buena fe, otorgándole el poder de repeler la acción reivindicatoria del propietario cuando hubiere adquirido la cosa a titulo oneroso.

Esto es así porque, entre privar de la cosa al verdadero dueño o a su poseedor de buena fe pero que no desembolso nada para conseguirla, la ley le da preferencia al verdadero dueño.

Por lo tanto la acción va a proceder cuando no se cumplan los requisitos del 2412 (cosa no robada o perdida o buena fe del adquirente) o cuando la adquisición sea a titulo gratuito.

Antes de la reforma de la Ley 17.711: El principio rector era el nemo pluis iuris (articulo 3270): Nadie puede transmitir a otro sobre un objeto, un derecho mejor o mas extenso que el que gozaba; y nadie puede adquirir sobre un objeto un derecho mejor y mas extenso que el que tenia aquel de quien lo adquiere.

Luego de la reforma de la Ley 17.711: Surge el nuevo artículo 1051, protegiendo al tercero adquirente de buena fe y a titulo oneroso.

El Código enumera diferentes casos: 

1_Por Despojo: Contra el poseedor que obtuvo el inmueble por despojo contra el reivindicante, haya sido con o sin violencia.2_Enajenante de Mala Fe: Contra ala actual poseedor de buena fe, que obtuvo la cosa en virtud de un titulo oneroso de un enajenante de mala fe (o de un sucesor obligado a restituirle la cosa al reivindicante). Sin embargo este articulo choca con el nuevo artículo 1051, ya que se considera prácticamente derogada, porque norma posterior deroga a la anterior.3_Por acto nulo o anulado: Contra el actual poseedor aunque sea de buena fe, que obtuvo la cosa en virtud de un acto nulo o anulado.4_Por titulo gratuito: Cuando el actual poseedor de buena fe obtuvo la cosa por titulo gratuito.5_Una cuestión que se presenta, es qué ocurre si tanto el adquirente como el enajenante son de buena fe y a titulo oneroso. Para resolver este interrogante surgieron diversas posturas:

Concepción Clásica: Considera que es valida la reivindicación aplicando el principio nemo plus iuris. Por lo tanto cuando medie transmisión a titulo oneroso de un inmueble por parte de un enajenante de buena fe a un adquirente también de buena fe, si el primero carecía de títulos perfectos, el último no esta cubierto de la acción reivindicatoria del verdadero propietario.

Concepción Taxativa: Considera que la enumeración que realiza el Código respecto de los casos en que procede la acción reivindicatoria es taxativa, por lo que fuera de los supuestos enumerados la reivindicación no procede.

Concepción a Contrario: Procede la reivindicación en el caso de que medie una adquisición a titulo oneroso y de buena fe, pero de un enajenante de mal fe. A contrario sensu si media una adquisición a titulo oneroso por un adquirente de buena fe de un enajenante también de buena fe, la reivindicación no es procedente.También es procedente la reivindicatoria, si media transmisión a titulo gratuito de un enajenante de buena fe a un adquirente de buena fe. A contrario sensu, si media una adquisición a titulo oneroso por un adquirente de buena fe, la reivindicación no es procedente.Estos casos interpretados a contrario arriban a la misma conclusión: la reivindicación no procede en caso de transmisión a titulo oneroso de un enajenante de buena fe a un adquirente también de buena fe, contra este último.

La prueba en la reivindicación se reduce a dos extremos: a demostrar el derecho de poseer en el actor y la posesión que ejerce actualmente el reivindicado. El reivindicante tiene que demostrar que a el le compete el jus possidendi y al demandado el jus possessionis.

Pueden concebirse en derecho tres supuestos para la prueba dentro de la acción reivindicatoria:

 

1_ Que ninguna d las parte presente títulos: Esta situación es favorable al reivindicado. Aquí la posesión sirve de defensa al demandado. Este no tiene nada que probar, ya que el adversario lo reconoce como poseedor, y, si el reivindicante, que intenta cambiar la situación de derecho creada, no presenta elementos jurídicos suficientes, el poseedor se queda con el inmueble poseído.

2_ Casos en que presenta titulo una de las partes:  El reivindicante: Si el titulo del reivindicante que probase su

derecho a poseer l cosa fuese posterior a la posesión que tiene el demandado, aunque este no presente titulo alguno, no es suficiente par fundar la demanda. Pero si el reivindicante presenta títulos de propiedad anteriores a la posesión del demandado, el pleito esta ganado para el ya que tiene un titulo completo con su derecho de poseer anterior.

  El reivindicado: Si este presenta titulo y a falta de presentación

de la contraria, debe ser preferido cualquiera sea el valor de los mismos y siempre que se encuentre en posesión de la cosa.

3_Casos en que cada parte sostiene su titulo: Se pueden presentar diferentes casos:a)Que los títulos emanen de la misma persona: La solución es que el que ha entrado en posesión primero adquiere el derecho real de dominio. Para este tipo de relaciones jurídicas la prioridad es lo que se tiene en cuenta: el primero en el tiempo cuando la condiciones son iguales, tiene un derecho mejor y más fuerte. Si ambas partes presentan títulos de propiedad dados por una misma persona, el primero que ha sido puesto en posesión se reputa dueño.

b)Que los títulos emanen de personas diferentes: En este caso, es necesario examinar cual de los antecesores tenia mejor derecho, ya que si el transmitente tenia mejor derecho, a lo tendrá el sucesor. Por lo tanto, debe hacerse un análisis de los títulos del reivindicante y reivindicado. Si luego de practicado el examen de los títulos de los antecesores, no se puede llegar a la conclusión de cuál ostentaba un mejor titulo y por aplicación del principio in pari causa melior est condictio possidentis, triunfa el poseedor actual, es decir, el reivindicado (es importante recordar que en todos los casos de acción reivindicatoria el demandado puede oponer excepción de prescripción adquisitiva debiendo reunirse en el juicio la prueba de los extremos exigidos para su consumación).

c)Situación del Estado cuando demanda por reivindicación: Quien demanda por acción reivindicatoria debe probar si titulo o su mejor titulo de poseer El titulo del Estado, reposa en la ley y por lo tanto nada tiene que probar. Es el demandado, quien debe demostrar que el bien salió del dominio originario del Estado mediante enajenación o se ha cumplido en su favor la prescripción adquisitiva. La C.S.J.N ha establecido que esto no es contrario a la igualdad de partes.