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NATURALEZA DEL HOMBRE; ¿SER EGOÍSTA? Una pequeña mirada desde el pensamiento de Adam Smith y su Teoría de los Sentimientos MoralesMiyan Bradley Cordero Ramírez 2062124 La pregunta por la esencia de la naturaleza humana ha hecho parte del mismo hombre desde inicios de la tradición filosófica. En el pensamiento occidental moderno occidental y en la evolución de las ciencias sociales –sobre todo en la economía– se ha interpuesto al hombre como un ser racional, una racionalidad donde deriva un egoísmo natural ¿Es el hombre un ser egoísta por naturaleza? ¿Rige su forma bajo su propio yo y su racionalidad bajo sus propios intereses? Adam Smith, a quien le han atribuido ser de los primeros teóricos que postulo al hombre egoísta en el pensamiento económico, irónicamente fue uno de los principales contradictores hacia esta postura. Si se observa a la teoría económica, sus interpretaciones del ser humano parten del sentido del “hombre racional”, maximizador de beneficios, minimizador de costos; se entiende al hombre como un “agente” que vela por sus propios intereses. Las conjugaciones de éste con la sociedad son netamente interés propio y de carácter utilitario; mas, el equilibrio de una sociedad prospera se da por la conveniencia del sostén social que fomenta el mismo propio interés. La interpretación que se ha dado al pensamiento de Adam Smith (más específicamente con “La Riqueza de las Naciones”) ha sido fundamental para la evolución de la concepción anteriormente dicha. Pero, ¿es lo que Adam Smith quiso exponer en sus obras? ¿Acaso será que la “Teoría de los Sentimientos Morales” es irrelevante a la hora de interpretar el pensamiento de Smith? Son preguntas de compleja envergadura pero al revisar la misma “Teoría de los Sentimientos Morales” se podrá hacer algún acercamiento. En esta obra, Adam Smith contrapone de cierto modo, la base del “hombre egoísta por naturaleza”. Inicia el texto con: Por mas egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en su naturaleza que lo hacen interesante

ADAM SMITH RELATORIA SENTIMIENTOS MORALES

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NATURALEZA DEL HOMBRE; ¿SER EGOÍSTA?Una pequeña mirada desde el pensamiento de Adam Smith y su “Teoría de los

Sentimientos Morales”

Miyan Bradley Cordero Ramírez2062124

La pregunta por la esencia de la naturaleza humana ha hecho parte del mismo hombre desde inicios de la tradición filosófica. En el pensamiento occidental moderno occidental y en la evolución de las ciencias sociales –sobre todo en la economía– se ha interpuesto al hombre como un ser racional, una racionalidad donde deriva un egoísmo natural ¿Es el hombre un ser egoísta por naturaleza? ¿Rige su forma bajo su propio yo y su racionalidad bajo sus propios intereses? Adam Smith, a quien le han atribuido ser de los primeros teóricos que postulo al hombre egoísta en el pensamiento económico, irónicamente fue uno de los principales contradictores hacia esta postura. Si se observa a la teoría económica, sus interpretaciones del ser humano parten del sentido del “hombre racional”, maximizador de beneficios, minimizador de costos; se entiende al hombre como un “agente” que vela por sus propios intereses. Las conjugaciones de éste con la sociedad son netamente interés propio y de carácter utilitario; mas, el equilibrio de una sociedad prospera se da por la conveniencia del sostén social que fomenta el mismo propio interés. La interpretación que se ha dado al pensamiento de Adam Smith (más específicamente con “La Riqueza de las Naciones”) ha sido fundamental para la evolución de la concepción anteriormente dicha. Pero, ¿es lo que Adam Smith quiso exponer en sus obras? ¿Acaso será que la “Teoría de los Sentimientos Morales” es irrelevante a la hora de interpretar el pensamiento de Smith? Son preguntas de compleja envergadura pero al revisar la misma “Teoría de los Sentimientos Morales” se podrá hacer algún acercamiento.

En esta obra, Adam Smith contrapone de cierto modo, la base del “hombre egoísta por naturaleza”. Inicia el texto con: “Por mas egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en su naturaleza que lo hacen interesante en la suerte de los otros de tal modo, que la felicidad de estos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer de presenciarla” (P.29 TdlSM1). Pone en tela de juicio las interpretaciones del egoísmo; los individuos tienen cierta conducta frente a la sociedad –más que por amor propio o por racionalidad- por la tendencia de los sentimientos: y estos son predeterminados por la “simpatía”. Podemos tener simpatía con la sociedad, con los actos de ésta y sus “personajes”, sentir compasión y condolencia, alegría y cordialidad frente a otras personas, que no se rigen precisamente por propio interés y/o egoísmo.

Cuando se afirma que “el hombre se ve impulsado a refugiarse en la sociedad, no por ningún amor por sus semejantes, sino porque (…) es incapaz de subsistir holgadamente y al abrigo de todo peligro” (P.116 TdlSM). “La sociedad se convierte en una necesidad para él, y cuando propenda al sostén y bienestar sociales, es considerado como cosa que remotamente fomenta su propio interés” (P.117 TdlSM). Se está diciendo que la simpatía “proviene de una índole tan opuestas de estos personajes”, es decir, del interés propio. Al contrario de esto, argumenta Smith que “la simpatía no puede en modo alguno ser egoísta”. Cuando se simpatiza, sea por alguna circunstancia que logre

1 “TdlSM” hace alusión a; “Adam Smith. Teoria de los Sentimientos Morales”. Fondo De Cultura Económica. Mexico, D F. 2004.

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cambiar el imaginario en los sentimientos, el ponerse en la situación del otro no tiene un carácter causal en “mi”, sino con la persona con quien se simpatiza; “Mi aflicción, pues, es enteramente por tu causa, y en absoluto por la mía. Por lo tanto, no es en nada egoísta” (P.109 TdlSM)

Del mismo modo, Smith observó que el sentido de los juicios de reglas de una sociedad no parte de la razón, sino de los sentimientos inmediatos, es decir, el sentimiento como sentido de aprobación. Si se dice que la razón mismas de las personas puede lograr una sociedad prospera, se admite que estos mismos actúan hacia la sociedad según su inmediato sentido y sensación; teniendo este tipo de sentimientos un carácter de los correcto, lo virtuoso y de los malo, lo vicioso, que en ultima estancia, es el “sentido moral” inmutable que tiene cada ser humano. De ahí que, según Smith (y su obra de “Teoría de los Sentimientos Morales”) no se pueda contextualizar al hombre solamente como un ser egoísta.