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La adolescencia como riesgo y oportunidad ALFREDO OLIVA Universidad de Sevilla Resumen En este trabajo se comentan los hallazgos recientes en el campo de la neurobiología relacionados con compor- tamientos de riesgo de los adolescentes presentados en el artículo de Burunat. Aunque algunos procesos neurobio- lógicos pueden estar implicados en la mayor proclividad al consumo de drogas o al comportamiento antisocial durante la adolescencia, difícilmente podrían explicar por sí solos estas conductas. Estos descubrimientos relacio- nados con la maduración de las estructuras cerebrales, junto a las aportaciones de la genética de la conducta o de la psicología evolucionista del desarrollo, pueden ayudarnos a entender mejor el desarrollo adolescente y sus dife- rencias. Sin embargo, es preciso elaborar modelos de carácter sistémico que capaciten a los investigadores para formular y probar hipótesis sobre cómo interactúan los procesos biológicos, psicológicos y contextuales para influir sobre el desarrollo humano. Se exponen también algunas dudas suscitadas por las propuestas educativas sugeri- das por Burunat a partir de los procesos neurobiológicos descritos. Por último, la idea de que la adolescencia es un periodo crítico para el desarrollo es contemplada desde una perspectiva más psicosocial que biológica. Palabras clave: Adolescencia, conductas de riesgo, comportamiento antisocial, procesos neurobioló- gicos. Adolescence: Risks and opportunities Abstract Recent findings in the field of neurobiology related to adolescent risk behaviours put forth in Burunat’s paper are discussed. Although some neurobiological processes may be involved in the greater proclivity to drug consumption and antisocial behaviour during adolescence, they cannot explain by themselves these risk beha- viours. Indeed, these findings, related to the maturation of brain structures together with contributions from behavioural genetics and from evolutionary developmental psychology, can help increase our understanding of adolescent development and individual differences. But, it is necessary to develop systemic models that allow researchers to formulate and test hypotheses on the integration of biological, psychological, and contextual pro- cesses in order to explain human development. Some doubts raised by Burunat’s educational proposals based in these neurobiological processes are also examined. Finally, the notion of adolescence as a critical period in human development is discussed from a psychosocial rather than biological perspective. Keywords: Adolescence, risk behaviours, antisocial behaviour, neurobiologicalprocesses. Correspondencia con los autores: Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Psicología. Universidad de Sevilla. Avda. San Francisco Javier s/n. 41005 Sevilla. E-mail: [email protected] Original recibido: Octubre, 2003. Aceptado: Noviembre, 2003. © 2004 by Fundación Infancia y Aprendizaje, ISSN: 0210-3702 Infancia y Aprendizaje, 2004, 27 (1), 115-122

Adolescencia y Conducta Riesgo

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La adolescencia como riesgo yoportunidad

ALFREDO OLIVA

Universidad de Sevilla

ResumenEn este trabajo se comentan los hallazgos recientes en el campo de la neurobiologiacutea relacionados con compor-

tamientos de riesgo de los adolescentes presentados en el artiacuteculo de Burunat Aunque algunos procesos neurobio-loacutegicos pueden estar implicados en la mayor proclividad al consumo de drogas o al comportamiento antisocialdurante la adolescencia difiacutecilmente podriacutean explicar por siacute solos estas conductas Estos descubrimientos relacio-nados con la maduracioacuten de las estructuras cerebrales junto a las aportaciones de la geneacutetica de la conducta o dela psicologiacutea evolucionista del desarrollo pueden ayudarnos a entender mejor el desarrollo adolescente y sus dife-rencias Sin embargo es preciso elaborar modelos de caraacutecter sisteacutemico que capaciten a los investigadores paraformular y probar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos bioloacutegicos psicoloacutegicos y contextuales para influirsobre el desarrollo humano Se exponen tambieacuten algunas dudas suscitadas por las propuestas educativas sugeri-das por Burunat a partir de los procesos neurobioloacutegicos descritos Por uacuteltimo la idea de que la adolescencia esun periodo criacutetico para el desarrollo es contemplada desde una perspectiva maacutes psicosocial que bioloacutegicaPalabras clave Adolescencia conductas de riesgo comportamiento antisocial procesos neurobioloacute-gicos

Adolescence Risks and opportunities

AbstractRecent findings in the field of neurobiology related to adolescent risk behaviours put forth in Burunatrsquos

paper are discussed Although some neurobiological processes may be involved in the greater proclivity to drugconsumption and antisocial behaviour during adolescence they cannot explain by themselves these risk beha-viours Indeed these findings related to the maturation of brain structures together with contributions frombehavioural genetics and from evolutionary developmental psychology can help increase our understanding ofadolescent development and individual differences But it is necessary to develop systemic models that allowresearchers to formulate and test hypotheses on the integration of biological psychological and contextual pro-cesses in order to explain human development Some doubts raised by Burunatrsquos educational proposals based inthese neurobiological processes are also examined Finally the notion of adolescence as a critical period inhuman development is discussed from a psychosocial rather than biological perspectiveKeywordsAdolescence risk behaviours antisocial behaviour neurobiological processes

Correspondencia con los autores Departamento de Psicologiacutea Evolutiva y de la Educacioacuten Facultad de PsicologiacuteaUniversidad de Sevilla Avda San Francisco Javier sn 41005 Sevilla E-mail olivausesOriginal recibido Octubre 2003 Aceptado Noviembre 2003

copy 2004 by Fundacioacuten Infancia y Aprendizaje ISSN 0210-3702 Infancia y Aprendizaje 2004 27 (1) 115-122

Enfoques bioloacutegicos frente a la concepcioacuten ambientalista del desarrollo

Durante las uacuteltimas dos deacutecadas se ha venido acumulando una importantecantidad de resultados de investigaciones que han socavado de manera impor-tante los pilares de la concepcioacuten ambientalista del desarrollo humano haciendocada vez maacutes difiacutecil la posicioacuten de quienes consideran que el desarrollo y sus dife-rencias individuales se deben de forma exclusiva a factores contextuales El desa-fiacuteo a los postulados ambientalistas ha estado protagonizado por tres corrientes oenfoques teoacutericos que a pesar de sus diferencias tienen el denominador comuacutende destacar los factores bioloacutegicos que subyacen en el comportamiento humanoNos estamos refiriendo a la geneacutetica de la conducta la psicologiacutea evolucionista yla neurobiologiacutea que en algunas ocasiones se apoyan mutuamente para hacer unfrente comuacuten ante las concepciones mecanicistas De hecho aunque el artiacuteculodel profesor Burunat presenta unas interesantes aportaciones recientes de la neu-robiologiacutea a la explicacioacuten de algunos comportamientos de riesgo propios de laadolescencia tambieacuten hace referencia a algunos estudios del campo de la geneacuteti-ca de la conducta asiacute como al posible valor adaptativo que algunos de estos com-portamientos han podido tener desde un punto de vista evolucionista

Como se comenta en el artiacuteculo algunos investigadores han encontradoinfluencias geneacuteticas en muchas caracteriacutesticas psicoloacutegicas incluyendo la pre-disposicioacuten al juego o la adiccioacuten a ciertas drogas aunque esta influencia esmayor en el mantenimiento de la adiccioacuten que en su inicio que suele estar maacutesinfluido por factores sociales (Rowe Chassin Presson y Sherman 1996) Noobstante como concluye el meta-anaacutelisis realizado por McCartney Harris y Ber-nieri (1990) la herencia raramente consigue explicar maacutes del 50 de la varianzade alguacuten rasgo en una poblacioacuten determinada Ademaacutes resulta curioso que losestudios realizados en relacioacuten con el desarrollo adolescente encuentren iacutendicesde heredabilidad similares para unos aspectos comportamentales como el consu-mo de drogas y otros claramente bioloacutegicos como el desarrollo puberal (Rodgersy Bard 2003) lo que parece poner de manifiesto una estrecha interaccioacuten entreaspectos bioloacutegicos y psicoloacutegicos geneacuteticos y ambientales

El iacutendice de heredabilidad se calcula a partir de la similitud entre individuosque se diferencian en el grado de parentezco geneacutetico (pe gemelos univitelinosfrente a bivitelinos) y nos indica la proporcioacuten de la varianza con respecto a lamedia poblacional de una caracteriacutestica fenotiacutepica que puede explicarse por fac-tores geneacuteticos Por lo tanto la heredabilidad es un estadiacutestico poblacional liga-do a una condiciones ambientales determinadas que no nos dice nada acerca delos determinantes de los rasgos de un sujeto concreto o sobre las diferenciasentre grupos hombres y mujeres blancos y de color etceacutetera (Gould 1996)Incluso en el supuesto altamente improbable de que el iacutendice de heredabilidadde alguna caracteriacutestica psicoloacutegica fuese del 100 tampoco podriacuteamos descar-tar la posibilidad de influencia a factores contextuales Pensemos en el caso deuna muestra de nintildeos que hubiesen crecido en unos contextos experimentales decrianza muy empobrecidos y exactamente iguales La heredabilidad de su CIseriacutea del 100 ya que todos habriacutean crecido en medios ideacutenticos y la diferenciasindividuales en CI obedeceriacutean exclusivamente a factores geneacuteticos Sin embar-go en ninguacuten caso es posible negar la influencia ambiental ya que la inteligen-cia de estos nintildeos seriacutea muy superior de haber disfrutado de contextos de crianzasmaacutes estimulantes Como han expuesto Collins Maccoby Steinberg Hethering-ton y Bornstein (2000) uno de los problemas de los estudios de la geneacutetica de laconducta es que los iacutendices de heredabilidad suelen estar algo inflados como con-secuencia de la homogeneidad ambiental de los sujetos que componen las mues-tras estudiadas En cualquier caso quizaacute las aportaciones maacutes interesantes de la

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geneacutetica de la conducta sean aquellas referidas al estudio de los contextos dedesarrollo Asiacute algunos conceptos como las correlaciones e interacciones entreherencia y ambiente o la diferencia entre el medio compartido y el no comparti-do han arrojado mucha luz a la hora de entender el desarrollo y sus diferenciasindividuales (Oliva 1997)

Otro enfoque que ha defendido un cierto determinismo bioloacutegico es el repre-sentado por disciplinas como la etologiacutea (Eibl- Eibesfeldt 1989) la sociobiolo-giacutea (Hamilton 1964 Wilson 1975) la psicologiacutea evolucionista (Buss 1995Cosmides y Tooby 1987) o maacutes recientemente la psicologiacutea evolucionista deldesarrollo (Hernaacutendez-Blasi Bering y Bjoklund 2003) La geneacutetica de la con-ducta y la psicologiacutea evolucionista pueden considerarse enfoques complementa-rios ya que mientras que el primero se centra en el estudio de las diferenciasindividuales el segundo analiza las similitudes comportamentales al margen delas diferencias culturales entre todos los miembros de una especie o de especiescercanas No obstante la psicologiacutea evolucionista tampoco defiende un determi-nismo geneacutetico a ultranza asiacute uno de los objetivos de la psicologiacutea evolucionistadel desarrollo es proporcionar un modelo sobre como interactuacutean los genes y elambiente a la hora de generar comportamientos adaptativos

Por uacuteltimo los estudios realizados en el campo de la neurobiologiacutea supondriacute-an el tercer elemento de este frente biologicista que cuestiona los planteamientosde corte ambientalista El profesor Burunat presenta en su artiacuteculo dos de lasaportaciones recientes de mayor intereacutes en este campo y que pueden ayudarnos acomprender mejor algunos comportamientos tiacutepicos de la adolescencia y quegeneran una gran alarma y preocupacioacuten social como son el consumo de drogasy el comportamiento antisocial

En realidad los tres enfoques comentados se complementan y necesitanmutuamente Por una parte y en relacioacuten con las conductas de riesgo la psicolo-giacutea evolucionista nos explicariacutea las razones que justifican que a lo largo de la filo-geacutenesis estos comportamientos hayan sido seleccionados Asiacute se apunta a que laasuncioacuten de riesgos favoreceriacutea la salida del adolescente del grupo familiar eli-minando el peligro de endogamia y llevando a un inicio precoz de la actividadsexual y reproductiva Otros autores (Steinberg y Belsky 1996 Wilson y Daly1993) han apuntado ventajas adaptativas adicionales para el varoacuten adolescentetanto referidas al proceso de seleccioacuten natural ndashlos sujetos con una mayor dispo-sicioacuten a afrontar peligros tendriacutean maacutes posibilidades de sobrevivirndash como a laseleccioacuten sexual ndashestos individuos resultariacutean parejas sexuales maacutes atractivas ytendriacutean por tanto maacutes posibilidades de reproducirse y transmitir sus genesndashEvidentemente esta tendencia de algunos sujetos a afrontar situaciones arriesga-das debe ser transmitida geneacuteticamente para que los procesos de seleccioacuten natu-ral y sexual puedan operar y aquiacute entrariacutea en escena la geneacutetica de la conductaPor uacuteltimo es evidente que los genes no actuacutean directamente sobre el comporta-miento y la neurobiologiacutea tendriacutea la responsabilidad de aportar informacioacutensobre el sustrato bioloacutegico que favorece esos comportamientos como podriacutean serlos cambios en los sistemas cerebrales del placer o recompensa durante la adoles-cencia

Los hallazgos en el campo de la neurobiologiacutea relacionados con los diferentesritmos de maduracioacuten de los sistemas cerebrales de la recompensa y la inhibicioacutennos ayudan a entender mejor los comportamientos arriesgados e impulsivos deladolescente y estaacuten en la liacutenea de algunos mecanismos psicoloacutegicos que han sidopropuestos como explicaciones de los mismos Quizaacute una de las primeras aporta-ciones psicoloacutegicas fueran los trabajos de David Elkind (1967) sobre la inmadu-rez cognitiva o egocentrismo propio de la adolescencia Concretamente el con-

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cepto de faacutebula personal referido a la tendencia del adolescente a considerarseinvulnerable y pensar que su vida y sus experiencias personales son uacutenicas y no serigen por las reglas que gobiernan la vida de las demaacutes personas ha sido frecuen-temente propuesto como explicacioacuten de la temeridad del adolescente Esta faacutebulapersonal estaacute relacionada con las limitaciones del adolescente para el uso de unrazonamiento probabiliacutestico que le llevaraacute a un caacutelculo erroacuteneo de los riesgos(Arnett 1992) y a una mayor implicacioacuten en conductas arriesgadas (Ball 1995Greene Krcmar Walters Rubin y Hale 2000) No obstante frente a aquellosautores que consideran que algunas limitaciones cognitivas afectan a la toma dedecisiones previas a la asuncioacuten de riesgos Gardner (1993) plantea que el hechode que los joacutevenes asuman maacutes riesgos no seriacutea fruto de un razonamiento defi-ciente Por el contrario se tratariacutea de una eleccioacuten racional y con mucho sentidoya que para los adolescentes el futuro es maacutes incierto que para los adultos ydemorar la gratificacioacuten inmediata en aras de unas ganancias venideras inciertasseriacutea maacutes irracional Hay que destacar que el anaacutelisis de Gardner tambieacuten nosayuda a comprender las diferencias individuales ya que la implicacioacuten en con-ductas de riesgo seriacutea mayor entre aquellos adolescentes con unas expectativas defuturo maacutes inciertas y pesimistas

Otros investigadores han considerado que las conductas de riesgo estariacuteanmaacutes relacionadas con un rasgo de la personalidad como es la buacutesqueda de sensa-ciones entendida como una dimensioacuten de la personalidad caracterizada por lanecesidad de sensaciones y experiencias novedosas y el deseo de asumir algunosriesgos fiacutesicos y sociales por motivo de dichas experiencias (Bradley y Wildman2002 Greene et al 2000 Jessor 1998 Zuckerman 1990) Michel Apter (1992)presenta una interesante propuesta explicativa que combina la buacutesqueda de sen-saciones con los factores cognitivos Asiacute para Apter el hecho de que las situacio-nes arriesgadas o peligrosas sean experimentadas por unas personas como excita-cioacuten ndashy las busquenndash y por otras como ansiedad ndashy las evitenndash dependeraacute en granmedida de hasta que punto la persona que se encuentra en zona de peligro expe-rimenta lo que eacutel denomina el marco protector es decir la sensacioacuten de estar asalvo de sufrir alguacuten dantildeo En ocasiones es posible que este marco protector seafalso ya que la persona puede hacer una erroacutenea evaluacioacuten de la situacioacuten y sen-tirse protegida cuando en realidad no lo estaacute algo que seguacuten Apter seriacutea maacutesusual entre adolescentes especialmente debido a su menor experiencia en estassituaciones

Conductas de riesgo durante la adolescencia valor adaptativo y ventajasevolutivas

El profesor Burunat hace referencia al hecho de que a pesar de las ventajasadaptativas que las conductas de riesgo han podido tener en otras etapas de lafilogeacutenesis en el mundo actual tendriacutean un valor desadaptativo Sin embargo apesar de que un primer anaacutelisis puede darnos esa impresioacuten otro maacutes detalladonos llevaraacute a conclusiones bien distintas Asiacute nos atrevemos a afirmar que latoma de riesgos conlleva claras ventajas desde el punto de vista evolutivo y porlo tanto existiriacutean razones para su mantenimiento sin tener que recurrir a expli-caciones de caraacutecter evolucionista La conceptualizacioacuten de Erikson de la adoles-cencia como una etapa de moratoria psicosocial en la que la experimentacioacutencon ideas y conductas es un requisito para el logro de la identidad y de la autono-miacutea personal apuntariacutea en esta direccioacuten Frente a la concepcioacuten de la asuncioacutende riesgos como un problema especialmente durante la adolescencia tendriacutea-mos que admitir la idea del riesgo como una oportunidad para el desarrollo y elcrecimiento personal (Lightfoot 1997) Para Jessor (1998) las conductas pro-

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blemaacuteticas del adolescente funcionariacutean como indicadores de la transicioacuten a unestado maacutes maduro Para apoyar esta idea no faltan los estudios longitudinalesque encuentran que conductas de riesgo como el consumo moderado de drogasdurante la adolescencia estaacuten relacionadas con un mejor ajuste psicoloacutegico en laadultez temprana (Baumrind 1987 Shedler y Block 1990) Es posible que unaactitud adolescente conservadora y de evitacioacuten de riesgos esteacute asociada a unamenor incidencia de algunos problemas comportamentales y de salud sinembargo tambieacuten es bastante probable que esa actitud tan precavida conlleveun desarrollo deficitario en algunas aacutereas como el logro de la identidad personalla creatividad la iniciativa personal la tolerancia ante el estreacutes o las estrategiasde afrontamiento

Se hace alusioacuten en el artiacuteculo a los liacutemites o controles que la mayoriacutea de lassociedades tratan de imponer a muchas de estas conductas de riesgo Sin dudaestamos ante un aspecto que merece la pena comentar ya que puede dar pie auna interesante reflexioacuten acerca de la legitimidad del Estado para controlar lavida de los ciudadanos La consideracioacuten de las conductas de riesgo de la juven-tud como una amenaza social y el consiguiente etiquetado de este segmento deedad como una poblacioacuten ldquopeligrosardquo ha servido para justificar intervenciones yteacutecnicas de control cada vez maacutes sofisticadas Kelly (2000) sentildeala algunas de lasutilizadas por el gobierno australiano aunque tambieacuten por otras democraciasliberales como seriacutean el uso generalizado de caacutemaras de viacutedeo en espacios puacutebli-cos ndashcalles escuelas o centros de ociondash la introduccioacuten de leyes locales o estatalesque regulan el periodo en que los joacutevenes pueden estar fuera de casa la coloca-cioacuten de chip a joacutevenes delincuentes o la regulacioacuten de los lugares en los que losjoacutevenes pueden reunirse en sus ratos de ocio Es probable que quienes trabajamosen el estudio de la adolescencia estemos contribuyendo a la estigmatizacioacuten deeste grupo de edad generando un prejuicio negativo que justifique la adopcioacutende medidas de control Hay que tener en cuenta que la mayor parte de investiga-ciones e intervenciones sobre adolescentes estaacuten centradas en el estudio la pre-vencioacuten o el tratamiento de problemas relacionados con las conductas de riesgoy son muy escasos los que se ocupan del desarrollo positivo durante la adolescen-cia o juventud y de las experiencias que lo promueven (Larson 2000 Rich2003)

No obstante tal vez tenga maacutes sentido considerar que nos encontramos conuna cierta ambivalencia respecto al control social de estos comportamientos yaque si bien los liacutemites son evidentes tambieacuten podemos afirmar que existe unacultura relacionada con la importancia de tener nuevas experiencias asumir ries-gos y afrontar nuevos retos Y aunque podriacutea pensarse que se trata de una nuevatendencia que encuentra su reflejo en la publicidad el cine o la literatura actualla cultura del heacuteroe tiene su origen en la antiguumledad y quizaacute sea el protagonistade La Odisea Ulises uno de los primeros personajes que pueda ser consideradoun heacuteroe que busca aventuras asume riesgos explora sufre crisis de identidad yencuentra libertad y autonomiacutea En general las novelas de viajes o las road moviessuelen presentarnos un personaje que debe hacer frente a experiencias variadas ysituaciones peligrosas en un proceso de maduracioacuten y desarrollo personal

Neurobiologiacutea y conducta antisocial

Volviendo a la neurobiologiacutea tenemos que decir que si bien la hipoacutetesis acer-ca de la influencia de los circuitos motivacional e inhibitorio sobre algunas con-ductas de riesgo guarda cierta sintoniacutea con las psicoloacutegicas la utilizacioacuten de lateoriacutea de los marcadores somaacuteticos para fundamentar el comportamiento antiso-cial nos parece maacutes arriesgada Los trabajos de Damasio ofrecen una excelente

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explicacioacuten neurobioloacutegica de coacutemo estados emocionales de los que no siempresomos conscientes influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas espe-cialmente en aquellas que tienen que ver con la esfera social y personal Sinembargo tratar de explicar la conducta moral o antisocial mediante la teoriacutea delos marcadores somaacuteticos nos parece un cierto reduccionismo poco sostenible sitenemos en cuenta los datos que nos ofrece la abundante investigacioacuten sobre laconducta delictiva

Por un lado merece la pena resaltar que el comportamiento antisocial es unfenoacutemeno heterogeacuteneo que puede adoptar muchas manifestaciones con diferen-tes factores de riesgo asociados a cada una de ellas Aunque no entraremos enmuchos detalles al menos habriacutea que diferenciar entre una actividad delictivalimitada a la adolescencia que es la maacutes frecuente seguacuten los datos disponiblesque indican un lento aumento de las actividades antisociales y delitos a partir delos 10 antildeos con una culminacioacuten de la incidencia en torno a los 20 antildeos y unbrusco descenso posterior y otra que se iniciariacutea antes seriacutea maacutes persistente ycasi exclusivamente masculina (Elliot 1994 Moffit Caspi Dickson Silva yStanton 1996) Mientras que en el tipo maacutes persistente tienen maacutes peso factoresindividuales como la hiperactividad (Taylor Chadwik Heptinstall y Dancka-erts 1996) en la delincuencia limitada a la adolescencia habriacutea una mayorinfluencia de factores sociales (Rutter et al 1998) En teacuterminos generales pode-mos decir que los numerosos estudios centrados en el comportamiento antisocialde joacutevenes y adolescentes nos han proporcionado una enorme cantidad de datosacerca de los factores de riesgo implicados complicaciones en el parto influen-cias hormonales hiperactividad impulsividad y falta de control escasa empatiacuteadeficiencias cognitivas bajo nivel de desarrollo del razonamiento moral agresi-vidad conflictos familiares estilos parentales coercitivos o negligentes depre-sioacuten y rechazo materno malos tratos en la infancia problemas de rendimiento yconducta en la escuela relaciones con iguales desviados exposicioacuten a la violenciaen televisioacuten etc (veacutease Rutter et al 1998) Sin embargo hoy diacutea existe un granconsenso entre investigadores en otorgar una mayor validez a la hora de explicarel comportamiento antisocial a los modelos explicativos multicausales en losque factores bioloacutegicos psicoloacutegicos familiares y sociales se combinan paragenerar el comportamiento antisocial Lo que resulta de mayor intereacutes es descri-bir los complejos procesos y mecanismos mediante los que la interaccioacuten dealgunos de estos factores de riesgo definen trayectorias evolutivas (Brenan HallBor Najman y Williams 2003 Dodge y Pettit 2003 Rutter 2003 )

En este contexto epistemoloacutegico es razonable pensar que los fundamentosbioloacutegicos presentados en relacioacuten con la teoriacutea de los marcadores somaacuteticosesteacuten relacionados con algunos de los factores de riesgo antes mencionados comola falta de empatiacutea o la impulsividad y por lo tanto influyan influir en la geacutenesisdel comportamiento antisocial especialmente en los casos maacutes graves y no limi-tados a la adolescencia En cambio las actividades antisociales maacutes tiacutepicas de losadolescentes pueden considerarse como un sub-tipo de conductas de riesgo ypor lo tanto verse afectadas por los desfases en los ritmos de maduracioacuten de loscircuitos cerebrales descritos por Chambers Taylor y Potenza (2003) No obs-tante estos procesos neurobioloacutegicos seriacutean un factor maacutes a incluir en un modelosisteacutemico que recogeriacutea factores de riesgo bioloacutegicos psicoloacutegicos y socialesentre los que se estableceraacuten relaciones y procesos complejos que habriacutea queestudiar en profundidad Como han sugerido recientemente Granger y Kivlig-han (2003) la proacutexima fase en la investigacioacuten evolutiva necesita ir maacutes allaacute de lamera descripcioacuten y elaborar teoriacuteas que capaciten a los investigadores para espe-

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cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

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Enfoques bioloacutegicos frente a la concepcioacuten ambientalista del desarrollo

Durante las uacuteltimas dos deacutecadas se ha venido acumulando una importantecantidad de resultados de investigaciones que han socavado de manera impor-tante los pilares de la concepcioacuten ambientalista del desarrollo humano haciendocada vez maacutes difiacutecil la posicioacuten de quienes consideran que el desarrollo y sus dife-rencias individuales se deben de forma exclusiva a factores contextuales El desa-fiacuteo a los postulados ambientalistas ha estado protagonizado por tres corrientes oenfoques teoacutericos que a pesar de sus diferencias tienen el denominador comuacutende destacar los factores bioloacutegicos que subyacen en el comportamiento humanoNos estamos refiriendo a la geneacutetica de la conducta la psicologiacutea evolucionista yla neurobiologiacutea que en algunas ocasiones se apoyan mutuamente para hacer unfrente comuacuten ante las concepciones mecanicistas De hecho aunque el artiacuteculodel profesor Burunat presenta unas interesantes aportaciones recientes de la neu-robiologiacutea a la explicacioacuten de algunos comportamientos de riesgo propios de laadolescencia tambieacuten hace referencia a algunos estudios del campo de la geneacuteti-ca de la conducta asiacute como al posible valor adaptativo que algunos de estos com-portamientos han podido tener desde un punto de vista evolucionista

Como se comenta en el artiacuteculo algunos investigadores han encontradoinfluencias geneacuteticas en muchas caracteriacutesticas psicoloacutegicas incluyendo la pre-disposicioacuten al juego o la adiccioacuten a ciertas drogas aunque esta influencia esmayor en el mantenimiento de la adiccioacuten que en su inicio que suele estar maacutesinfluido por factores sociales (Rowe Chassin Presson y Sherman 1996) Noobstante como concluye el meta-anaacutelisis realizado por McCartney Harris y Ber-nieri (1990) la herencia raramente consigue explicar maacutes del 50 de la varianzade alguacuten rasgo en una poblacioacuten determinada Ademaacutes resulta curioso que losestudios realizados en relacioacuten con el desarrollo adolescente encuentren iacutendicesde heredabilidad similares para unos aspectos comportamentales como el consu-mo de drogas y otros claramente bioloacutegicos como el desarrollo puberal (Rodgersy Bard 2003) lo que parece poner de manifiesto una estrecha interaccioacuten entreaspectos bioloacutegicos y psicoloacutegicos geneacuteticos y ambientales

El iacutendice de heredabilidad se calcula a partir de la similitud entre individuosque se diferencian en el grado de parentezco geneacutetico (pe gemelos univitelinosfrente a bivitelinos) y nos indica la proporcioacuten de la varianza con respecto a lamedia poblacional de una caracteriacutestica fenotiacutepica que puede explicarse por fac-tores geneacuteticos Por lo tanto la heredabilidad es un estadiacutestico poblacional liga-do a una condiciones ambientales determinadas que no nos dice nada acerca delos determinantes de los rasgos de un sujeto concreto o sobre las diferenciasentre grupos hombres y mujeres blancos y de color etceacutetera (Gould 1996)Incluso en el supuesto altamente improbable de que el iacutendice de heredabilidadde alguna caracteriacutestica psicoloacutegica fuese del 100 tampoco podriacuteamos descar-tar la posibilidad de influencia a factores contextuales Pensemos en el caso deuna muestra de nintildeos que hubiesen crecido en unos contextos experimentales decrianza muy empobrecidos y exactamente iguales La heredabilidad de su CIseriacutea del 100 ya que todos habriacutean crecido en medios ideacutenticos y la diferenciasindividuales en CI obedeceriacutean exclusivamente a factores geneacuteticos Sin embar-go en ninguacuten caso es posible negar la influencia ambiental ya que la inteligen-cia de estos nintildeos seriacutea muy superior de haber disfrutado de contextos de crianzasmaacutes estimulantes Como han expuesto Collins Maccoby Steinberg Hethering-ton y Bornstein (2000) uno de los problemas de los estudios de la geneacutetica de laconducta es que los iacutendices de heredabilidad suelen estar algo inflados como con-secuencia de la homogeneidad ambiental de los sujetos que componen las mues-tras estudiadas En cualquier caso quizaacute las aportaciones maacutes interesantes de la

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geneacutetica de la conducta sean aquellas referidas al estudio de los contextos dedesarrollo Asiacute algunos conceptos como las correlaciones e interacciones entreherencia y ambiente o la diferencia entre el medio compartido y el no comparti-do han arrojado mucha luz a la hora de entender el desarrollo y sus diferenciasindividuales (Oliva 1997)

Otro enfoque que ha defendido un cierto determinismo bioloacutegico es el repre-sentado por disciplinas como la etologiacutea (Eibl- Eibesfeldt 1989) la sociobiolo-giacutea (Hamilton 1964 Wilson 1975) la psicologiacutea evolucionista (Buss 1995Cosmides y Tooby 1987) o maacutes recientemente la psicologiacutea evolucionista deldesarrollo (Hernaacutendez-Blasi Bering y Bjoklund 2003) La geneacutetica de la con-ducta y la psicologiacutea evolucionista pueden considerarse enfoques complementa-rios ya que mientras que el primero se centra en el estudio de las diferenciasindividuales el segundo analiza las similitudes comportamentales al margen delas diferencias culturales entre todos los miembros de una especie o de especiescercanas No obstante la psicologiacutea evolucionista tampoco defiende un determi-nismo geneacutetico a ultranza asiacute uno de los objetivos de la psicologiacutea evolucionistadel desarrollo es proporcionar un modelo sobre como interactuacutean los genes y elambiente a la hora de generar comportamientos adaptativos

Por uacuteltimo los estudios realizados en el campo de la neurobiologiacutea supondriacute-an el tercer elemento de este frente biologicista que cuestiona los planteamientosde corte ambientalista El profesor Burunat presenta en su artiacuteculo dos de lasaportaciones recientes de mayor intereacutes en este campo y que pueden ayudarnos acomprender mejor algunos comportamientos tiacutepicos de la adolescencia y quegeneran una gran alarma y preocupacioacuten social como son el consumo de drogasy el comportamiento antisocial

En realidad los tres enfoques comentados se complementan y necesitanmutuamente Por una parte y en relacioacuten con las conductas de riesgo la psicolo-giacutea evolucionista nos explicariacutea las razones que justifican que a lo largo de la filo-geacutenesis estos comportamientos hayan sido seleccionados Asiacute se apunta a que laasuncioacuten de riesgos favoreceriacutea la salida del adolescente del grupo familiar eli-minando el peligro de endogamia y llevando a un inicio precoz de la actividadsexual y reproductiva Otros autores (Steinberg y Belsky 1996 Wilson y Daly1993) han apuntado ventajas adaptativas adicionales para el varoacuten adolescentetanto referidas al proceso de seleccioacuten natural ndashlos sujetos con una mayor dispo-sicioacuten a afrontar peligros tendriacutean maacutes posibilidades de sobrevivirndash como a laseleccioacuten sexual ndashestos individuos resultariacutean parejas sexuales maacutes atractivas ytendriacutean por tanto maacutes posibilidades de reproducirse y transmitir sus genesndashEvidentemente esta tendencia de algunos sujetos a afrontar situaciones arriesga-das debe ser transmitida geneacuteticamente para que los procesos de seleccioacuten natu-ral y sexual puedan operar y aquiacute entrariacutea en escena la geneacutetica de la conductaPor uacuteltimo es evidente que los genes no actuacutean directamente sobre el comporta-miento y la neurobiologiacutea tendriacutea la responsabilidad de aportar informacioacutensobre el sustrato bioloacutegico que favorece esos comportamientos como podriacutean serlos cambios en los sistemas cerebrales del placer o recompensa durante la adoles-cencia

Los hallazgos en el campo de la neurobiologiacutea relacionados con los diferentesritmos de maduracioacuten de los sistemas cerebrales de la recompensa y la inhibicioacutennos ayudan a entender mejor los comportamientos arriesgados e impulsivos deladolescente y estaacuten en la liacutenea de algunos mecanismos psicoloacutegicos que han sidopropuestos como explicaciones de los mismos Quizaacute una de las primeras aporta-ciones psicoloacutegicas fueran los trabajos de David Elkind (1967) sobre la inmadu-rez cognitiva o egocentrismo propio de la adolescencia Concretamente el con-

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cepto de faacutebula personal referido a la tendencia del adolescente a considerarseinvulnerable y pensar que su vida y sus experiencias personales son uacutenicas y no serigen por las reglas que gobiernan la vida de las demaacutes personas ha sido frecuen-temente propuesto como explicacioacuten de la temeridad del adolescente Esta faacutebulapersonal estaacute relacionada con las limitaciones del adolescente para el uso de unrazonamiento probabiliacutestico que le llevaraacute a un caacutelculo erroacuteneo de los riesgos(Arnett 1992) y a una mayor implicacioacuten en conductas arriesgadas (Ball 1995Greene Krcmar Walters Rubin y Hale 2000) No obstante frente a aquellosautores que consideran que algunas limitaciones cognitivas afectan a la toma dedecisiones previas a la asuncioacuten de riesgos Gardner (1993) plantea que el hechode que los joacutevenes asuman maacutes riesgos no seriacutea fruto de un razonamiento defi-ciente Por el contrario se tratariacutea de una eleccioacuten racional y con mucho sentidoya que para los adolescentes el futuro es maacutes incierto que para los adultos ydemorar la gratificacioacuten inmediata en aras de unas ganancias venideras inciertasseriacutea maacutes irracional Hay que destacar que el anaacutelisis de Gardner tambieacuten nosayuda a comprender las diferencias individuales ya que la implicacioacuten en con-ductas de riesgo seriacutea mayor entre aquellos adolescentes con unas expectativas defuturo maacutes inciertas y pesimistas

Otros investigadores han considerado que las conductas de riesgo estariacuteanmaacutes relacionadas con un rasgo de la personalidad como es la buacutesqueda de sensa-ciones entendida como una dimensioacuten de la personalidad caracterizada por lanecesidad de sensaciones y experiencias novedosas y el deseo de asumir algunosriesgos fiacutesicos y sociales por motivo de dichas experiencias (Bradley y Wildman2002 Greene et al 2000 Jessor 1998 Zuckerman 1990) Michel Apter (1992)presenta una interesante propuesta explicativa que combina la buacutesqueda de sen-saciones con los factores cognitivos Asiacute para Apter el hecho de que las situacio-nes arriesgadas o peligrosas sean experimentadas por unas personas como excita-cioacuten ndashy las busquenndash y por otras como ansiedad ndashy las evitenndash dependeraacute en granmedida de hasta que punto la persona que se encuentra en zona de peligro expe-rimenta lo que eacutel denomina el marco protector es decir la sensacioacuten de estar asalvo de sufrir alguacuten dantildeo En ocasiones es posible que este marco protector seafalso ya que la persona puede hacer una erroacutenea evaluacioacuten de la situacioacuten y sen-tirse protegida cuando en realidad no lo estaacute algo que seguacuten Apter seriacutea maacutesusual entre adolescentes especialmente debido a su menor experiencia en estassituaciones

Conductas de riesgo durante la adolescencia valor adaptativo y ventajasevolutivas

El profesor Burunat hace referencia al hecho de que a pesar de las ventajasadaptativas que las conductas de riesgo han podido tener en otras etapas de lafilogeacutenesis en el mundo actual tendriacutean un valor desadaptativo Sin embargo apesar de que un primer anaacutelisis puede darnos esa impresioacuten otro maacutes detalladonos llevaraacute a conclusiones bien distintas Asiacute nos atrevemos a afirmar que latoma de riesgos conlleva claras ventajas desde el punto de vista evolutivo y porlo tanto existiriacutean razones para su mantenimiento sin tener que recurrir a expli-caciones de caraacutecter evolucionista La conceptualizacioacuten de Erikson de la adoles-cencia como una etapa de moratoria psicosocial en la que la experimentacioacutencon ideas y conductas es un requisito para el logro de la identidad y de la autono-miacutea personal apuntariacutea en esta direccioacuten Frente a la concepcioacuten de la asuncioacutende riesgos como un problema especialmente durante la adolescencia tendriacutea-mos que admitir la idea del riesgo como una oportunidad para el desarrollo y elcrecimiento personal (Lightfoot 1997) Para Jessor (1998) las conductas pro-

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blemaacuteticas del adolescente funcionariacutean como indicadores de la transicioacuten a unestado maacutes maduro Para apoyar esta idea no faltan los estudios longitudinalesque encuentran que conductas de riesgo como el consumo moderado de drogasdurante la adolescencia estaacuten relacionadas con un mejor ajuste psicoloacutegico en laadultez temprana (Baumrind 1987 Shedler y Block 1990) Es posible que unaactitud adolescente conservadora y de evitacioacuten de riesgos esteacute asociada a unamenor incidencia de algunos problemas comportamentales y de salud sinembargo tambieacuten es bastante probable que esa actitud tan precavida conlleveun desarrollo deficitario en algunas aacutereas como el logro de la identidad personalla creatividad la iniciativa personal la tolerancia ante el estreacutes o las estrategiasde afrontamiento

Se hace alusioacuten en el artiacuteculo a los liacutemites o controles que la mayoriacutea de lassociedades tratan de imponer a muchas de estas conductas de riesgo Sin dudaestamos ante un aspecto que merece la pena comentar ya que puede dar pie auna interesante reflexioacuten acerca de la legitimidad del Estado para controlar lavida de los ciudadanos La consideracioacuten de las conductas de riesgo de la juven-tud como una amenaza social y el consiguiente etiquetado de este segmento deedad como una poblacioacuten ldquopeligrosardquo ha servido para justificar intervenciones yteacutecnicas de control cada vez maacutes sofisticadas Kelly (2000) sentildeala algunas de lasutilizadas por el gobierno australiano aunque tambieacuten por otras democraciasliberales como seriacutean el uso generalizado de caacutemaras de viacutedeo en espacios puacutebli-cos ndashcalles escuelas o centros de ociondash la introduccioacuten de leyes locales o estatalesque regulan el periodo en que los joacutevenes pueden estar fuera de casa la coloca-cioacuten de chip a joacutevenes delincuentes o la regulacioacuten de los lugares en los que losjoacutevenes pueden reunirse en sus ratos de ocio Es probable que quienes trabajamosen el estudio de la adolescencia estemos contribuyendo a la estigmatizacioacuten deeste grupo de edad generando un prejuicio negativo que justifique la adopcioacutende medidas de control Hay que tener en cuenta que la mayor parte de investiga-ciones e intervenciones sobre adolescentes estaacuten centradas en el estudio la pre-vencioacuten o el tratamiento de problemas relacionados con las conductas de riesgoy son muy escasos los que se ocupan del desarrollo positivo durante la adolescen-cia o juventud y de las experiencias que lo promueven (Larson 2000 Rich2003)

No obstante tal vez tenga maacutes sentido considerar que nos encontramos conuna cierta ambivalencia respecto al control social de estos comportamientos yaque si bien los liacutemites son evidentes tambieacuten podemos afirmar que existe unacultura relacionada con la importancia de tener nuevas experiencias asumir ries-gos y afrontar nuevos retos Y aunque podriacutea pensarse que se trata de una nuevatendencia que encuentra su reflejo en la publicidad el cine o la literatura actualla cultura del heacuteroe tiene su origen en la antiguumledad y quizaacute sea el protagonistade La Odisea Ulises uno de los primeros personajes que pueda ser consideradoun heacuteroe que busca aventuras asume riesgos explora sufre crisis de identidad yencuentra libertad y autonomiacutea En general las novelas de viajes o las road moviessuelen presentarnos un personaje que debe hacer frente a experiencias variadas ysituaciones peligrosas en un proceso de maduracioacuten y desarrollo personal

Neurobiologiacutea y conducta antisocial

Volviendo a la neurobiologiacutea tenemos que decir que si bien la hipoacutetesis acer-ca de la influencia de los circuitos motivacional e inhibitorio sobre algunas con-ductas de riesgo guarda cierta sintoniacutea con las psicoloacutegicas la utilizacioacuten de lateoriacutea de los marcadores somaacuteticos para fundamentar el comportamiento antiso-cial nos parece maacutes arriesgada Los trabajos de Damasio ofrecen una excelente

119La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

explicacioacuten neurobioloacutegica de coacutemo estados emocionales de los que no siempresomos conscientes influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas espe-cialmente en aquellas que tienen que ver con la esfera social y personal Sinembargo tratar de explicar la conducta moral o antisocial mediante la teoriacutea delos marcadores somaacuteticos nos parece un cierto reduccionismo poco sostenible sitenemos en cuenta los datos que nos ofrece la abundante investigacioacuten sobre laconducta delictiva

Por un lado merece la pena resaltar que el comportamiento antisocial es unfenoacutemeno heterogeacuteneo que puede adoptar muchas manifestaciones con diferen-tes factores de riesgo asociados a cada una de ellas Aunque no entraremos enmuchos detalles al menos habriacutea que diferenciar entre una actividad delictivalimitada a la adolescencia que es la maacutes frecuente seguacuten los datos disponiblesque indican un lento aumento de las actividades antisociales y delitos a partir delos 10 antildeos con una culminacioacuten de la incidencia en torno a los 20 antildeos y unbrusco descenso posterior y otra que se iniciariacutea antes seriacutea maacutes persistente ycasi exclusivamente masculina (Elliot 1994 Moffit Caspi Dickson Silva yStanton 1996) Mientras que en el tipo maacutes persistente tienen maacutes peso factoresindividuales como la hiperactividad (Taylor Chadwik Heptinstall y Dancka-erts 1996) en la delincuencia limitada a la adolescencia habriacutea una mayorinfluencia de factores sociales (Rutter et al 1998) En teacuterminos generales pode-mos decir que los numerosos estudios centrados en el comportamiento antisocialde joacutevenes y adolescentes nos han proporcionado una enorme cantidad de datosacerca de los factores de riesgo implicados complicaciones en el parto influen-cias hormonales hiperactividad impulsividad y falta de control escasa empatiacuteadeficiencias cognitivas bajo nivel de desarrollo del razonamiento moral agresi-vidad conflictos familiares estilos parentales coercitivos o negligentes depre-sioacuten y rechazo materno malos tratos en la infancia problemas de rendimiento yconducta en la escuela relaciones con iguales desviados exposicioacuten a la violenciaen televisioacuten etc (veacutease Rutter et al 1998) Sin embargo hoy diacutea existe un granconsenso entre investigadores en otorgar una mayor validez a la hora de explicarel comportamiento antisocial a los modelos explicativos multicausales en losque factores bioloacutegicos psicoloacutegicos familiares y sociales se combinan paragenerar el comportamiento antisocial Lo que resulta de mayor intereacutes es descri-bir los complejos procesos y mecanismos mediante los que la interaccioacuten dealgunos de estos factores de riesgo definen trayectorias evolutivas (Brenan HallBor Najman y Williams 2003 Dodge y Pettit 2003 Rutter 2003 )

En este contexto epistemoloacutegico es razonable pensar que los fundamentosbioloacutegicos presentados en relacioacuten con la teoriacutea de los marcadores somaacuteticosesteacuten relacionados con algunos de los factores de riesgo antes mencionados comola falta de empatiacutea o la impulsividad y por lo tanto influyan influir en la geacutenesisdel comportamiento antisocial especialmente en los casos maacutes graves y no limi-tados a la adolescencia En cambio las actividades antisociales maacutes tiacutepicas de losadolescentes pueden considerarse como un sub-tipo de conductas de riesgo ypor lo tanto verse afectadas por los desfases en los ritmos de maduracioacuten de loscircuitos cerebrales descritos por Chambers Taylor y Potenza (2003) No obs-tante estos procesos neurobioloacutegicos seriacutean un factor maacutes a incluir en un modelosisteacutemico que recogeriacutea factores de riesgo bioloacutegicos psicoloacutegicos y socialesentre los que se estableceraacuten relaciones y procesos complejos que habriacutea queestudiar en profundidad Como han sugerido recientemente Granger y Kivlig-han (2003) la proacutexima fase en la investigacioacuten evolutiva necesita ir maacutes allaacute de lamera descripcioacuten y elaborar teoriacuteas que capaciten a los investigadores para espe-

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cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

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geneacutetica de la conducta sean aquellas referidas al estudio de los contextos dedesarrollo Asiacute algunos conceptos como las correlaciones e interacciones entreherencia y ambiente o la diferencia entre el medio compartido y el no comparti-do han arrojado mucha luz a la hora de entender el desarrollo y sus diferenciasindividuales (Oliva 1997)

Otro enfoque que ha defendido un cierto determinismo bioloacutegico es el repre-sentado por disciplinas como la etologiacutea (Eibl- Eibesfeldt 1989) la sociobiolo-giacutea (Hamilton 1964 Wilson 1975) la psicologiacutea evolucionista (Buss 1995Cosmides y Tooby 1987) o maacutes recientemente la psicologiacutea evolucionista deldesarrollo (Hernaacutendez-Blasi Bering y Bjoklund 2003) La geneacutetica de la con-ducta y la psicologiacutea evolucionista pueden considerarse enfoques complementa-rios ya que mientras que el primero se centra en el estudio de las diferenciasindividuales el segundo analiza las similitudes comportamentales al margen delas diferencias culturales entre todos los miembros de una especie o de especiescercanas No obstante la psicologiacutea evolucionista tampoco defiende un determi-nismo geneacutetico a ultranza asiacute uno de los objetivos de la psicologiacutea evolucionistadel desarrollo es proporcionar un modelo sobre como interactuacutean los genes y elambiente a la hora de generar comportamientos adaptativos

Por uacuteltimo los estudios realizados en el campo de la neurobiologiacutea supondriacute-an el tercer elemento de este frente biologicista que cuestiona los planteamientosde corte ambientalista El profesor Burunat presenta en su artiacuteculo dos de lasaportaciones recientes de mayor intereacutes en este campo y que pueden ayudarnos acomprender mejor algunos comportamientos tiacutepicos de la adolescencia y quegeneran una gran alarma y preocupacioacuten social como son el consumo de drogasy el comportamiento antisocial

En realidad los tres enfoques comentados se complementan y necesitanmutuamente Por una parte y en relacioacuten con las conductas de riesgo la psicolo-giacutea evolucionista nos explicariacutea las razones que justifican que a lo largo de la filo-geacutenesis estos comportamientos hayan sido seleccionados Asiacute se apunta a que laasuncioacuten de riesgos favoreceriacutea la salida del adolescente del grupo familiar eli-minando el peligro de endogamia y llevando a un inicio precoz de la actividadsexual y reproductiva Otros autores (Steinberg y Belsky 1996 Wilson y Daly1993) han apuntado ventajas adaptativas adicionales para el varoacuten adolescentetanto referidas al proceso de seleccioacuten natural ndashlos sujetos con una mayor dispo-sicioacuten a afrontar peligros tendriacutean maacutes posibilidades de sobrevivirndash como a laseleccioacuten sexual ndashestos individuos resultariacutean parejas sexuales maacutes atractivas ytendriacutean por tanto maacutes posibilidades de reproducirse y transmitir sus genesndashEvidentemente esta tendencia de algunos sujetos a afrontar situaciones arriesga-das debe ser transmitida geneacuteticamente para que los procesos de seleccioacuten natu-ral y sexual puedan operar y aquiacute entrariacutea en escena la geneacutetica de la conductaPor uacuteltimo es evidente que los genes no actuacutean directamente sobre el comporta-miento y la neurobiologiacutea tendriacutea la responsabilidad de aportar informacioacutensobre el sustrato bioloacutegico que favorece esos comportamientos como podriacutean serlos cambios en los sistemas cerebrales del placer o recompensa durante la adoles-cencia

Los hallazgos en el campo de la neurobiologiacutea relacionados con los diferentesritmos de maduracioacuten de los sistemas cerebrales de la recompensa y la inhibicioacutennos ayudan a entender mejor los comportamientos arriesgados e impulsivos deladolescente y estaacuten en la liacutenea de algunos mecanismos psicoloacutegicos que han sidopropuestos como explicaciones de los mismos Quizaacute una de las primeras aporta-ciones psicoloacutegicas fueran los trabajos de David Elkind (1967) sobre la inmadu-rez cognitiva o egocentrismo propio de la adolescencia Concretamente el con-

117La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

cepto de faacutebula personal referido a la tendencia del adolescente a considerarseinvulnerable y pensar que su vida y sus experiencias personales son uacutenicas y no serigen por las reglas que gobiernan la vida de las demaacutes personas ha sido frecuen-temente propuesto como explicacioacuten de la temeridad del adolescente Esta faacutebulapersonal estaacute relacionada con las limitaciones del adolescente para el uso de unrazonamiento probabiliacutestico que le llevaraacute a un caacutelculo erroacuteneo de los riesgos(Arnett 1992) y a una mayor implicacioacuten en conductas arriesgadas (Ball 1995Greene Krcmar Walters Rubin y Hale 2000) No obstante frente a aquellosautores que consideran que algunas limitaciones cognitivas afectan a la toma dedecisiones previas a la asuncioacuten de riesgos Gardner (1993) plantea que el hechode que los joacutevenes asuman maacutes riesgos no seriacutea fruto de un razonamiento defi-ciente Por el contrario se tratariacutea de una eleccioacuten racional y con mucho sentidoya que para los adolescentes el futuro es maacutes incierto que para los adultos ydemorar la gratificacioacuten inmediata en aras de unas ganancias venideras inciertasseriacutea maacutes irracional Hay que destacar que el anaacutelisis de Gardner tambieacuten nosayuda a comprender las diferencias individuales ya que la implicacioacuten en con-ductas de riesgo seriacutea mayor entre aquellos adolescentes con unas expectativas defuturo maacutes inciertas y pesimistas

Otros investigadores han considerado que las conductas de riesgo estariacuteanmaacutes relacionadas con un rasgo de la personalidad como es la buacutesqueda de sensa-ciones entendida como una dimensioacuten de la personalidad caracterizada por lanecesidad de sensaciones y experiencias novedosas y el deseo de asumir algunosriesgos fiacutesicos y sociales por motivo de dichas experiencias (Bradley y Wildman2002 Greene et al 2000 Jessor 1998 Zuckerman 1990) Michel Apter (1992)presenta una interesante propuesta explicativa que combina la buacutesqueda de sen-saciones con los factores cognitivos Asiacute para Apter el hecho de que las situacio-nes arriesgadas o peligrosas sean experimentadas por unas personas como excita-cioacuten ndashy las busquenndash y por otras como ansiedad ndashy las evitenndash dependeraacute en granmedida de hasta que punto la persona que se encuentra en zona de peligro expe-rimenta lo que eacutel denomina el marco protector es decir la sensacioacuten de estar asalvo de sufrir alguacuten dantildeo En ocasiones es posible que este marco protector seafalso ya que la persona puede hacer una erroacutenea evaluacioacuten de la situacioacuten y sen-tirse protegida cuando en realidad no lo estaacute algo que seguacuten Apter seriacutea maacutesusual entre adolescentes especialmente debido a su menor experiencia en estassituaciones

Conductas de riesgo durante la adolescencia valor adaptativo y ventajasevolutivas

El profesor Burunat hace referencia al hecho de que a pesar de las ventajasadaptativas que las conductas de riesgo han podido tener en otras etapas de lafilogeacutenesis en el mundo actual tendriacutean un valor desadaptativo Sin embargo apesar de que un primer anaacutelisis puede darnos esa impresioacuten otro maacutes detalladonos llevaraacute a conclusiones bien distintas Asiacute nos atrevemos a afirmar que latoma de riesgos conlleva claras ventajas desde el punto de vista evolutivo y porlo tanto existiriacutean razones para su mantenimiento sin tener que recurrir a expli-caciones de caraacutecter evolucionista La conceptualizacioacuten de Erikson de la adoles-cencia como una etapa de moratoria psicosocial en la que la experimentacioacutencon ideas y conductas es un requisito para el logro de la identidad y de la autono-miacutea personal apuntariacutea en esta direccioacuten Frente a la concepcioacuten de la asuncioacutende riesgos como un problema especialmente durante la adolescencia tendriacutea-mos que admitir la idea del riesgo como una oportunidad para el desarrollo y elcrecimiento personal (Lightfoot 1997) Para Jessor (1998) las conductas pro-

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blemaacuteticas del adolescente funcionariacutean como indicadores de la transicioacuten a unestado maacutes maduro Para apoyar esta idea no faltan los estudios longitudinalesque encuentran que conductas de riesgo como el consumo moderado de drogasdurante la adolescencia estaacuten relacionadas con un mejor ajuste psicoloacutegico en laadultez temprana (Baumrind 1987 Shedler y Block 1990) Es posible que unaactitud adolescente conservadora y de evitacioacuten de riesgos esteacute asociada a unamenor incidencia de algunos problemas comportamentales y de salud sinembargo tambieacuten es bastante probable que esa actitud tan precavida conlleveun desarrollo deficitario en algunas aacutereas como el logro de la identidad personalla creatividad la iniciativa personal la tolerancia ante el estreacutes o las estrategiasde afrontamiento

Se hace alusioacuten en el artiacuteculo a los liacutemites o controles que la mayoriacutea de lassociedades tratan de imponer a muchas de estas conductas de riesgo Sin dudaestamos ante un aspecto que merece la pena comentar ya que puede dar pie auna interesante reflexioacuten acerca de la legitimidad del Estado para controlar lavida de los ciudadanos La consideracioacuten de las conductas de riesgo de la juven-tud como una amenaza social y el consiguiente etiquetado de este segmento deedad como una poblacioacuten ldquopeligrosardquo ha servido para justificar intervenciones yteacutecnicas de control cada vez maacutes sofisticadas Kelly (2000) sentildeala algunas de lasutilizadas por el gobierno australiano aunque tambieacuten por otras democraciasliberales como seriacutean el uso generalizado de caacutemaras de viacutedeo en espacios puacutebli-cos ndashcalles escuelas o centros de ociondash la introduccioacuten de leyes locales o estatalesque regulan el periodo en que los joacutevenes pueden estar fuera de casa la coloca-cioacuten de chip a joacutevenes delincuentes o la regulacioacuten de los lugares en los que losjoacutevenes pueden reunirse en sus ratos de ocio Es probable que quienes trabajamosen el estudio de la adolescencia estemos contribuyendo a la estigmatizacioacuten deeste grupo de edad generando un prejuicio negativo que justifique la adopcioacutende medidas de control Hay que tener en cuenta que la mayor parte de investiga-ciones e intervenciones sobre adolescentes estaacuten centradas en el estudio la pre-vencioacuten o el tratamiento de problemas relacionados con las conductas de riesgoy son muy escasos los que se ocupan del desarrollo positivo durante la adolescen-cia o juventud y de las experiencias que lo promueven (Larson 2000 Rich2003)

No obstante tal vez tenga maacutes sentido considerar que nos encontramos conuna cierta ambivalencia respecto al control social de estos comportamientos yaque si bien los liacutemites son evidentes tambieacuten podemos afirmar que existe unacultura relacionada con la importancia de tener nuevas experiencias asumir ries-gos y afrontar nuevos retos Y aunque podriacutea pensarse que se trata de una nuevatendencia que encuentra su reflejo en la publicidad el cine o la literatura actualla cultura del heacuteroe tiene su origen en la antiguumledad y quizaacute sea el protagonistade La Odisea Ulises uno de los primeros personajes que pueda ser consideradoun heacuteroe que busca aventuras asume riesgos explora sufre crisis de identidad yencuentra libertad y autonomiacutea En general las novelas de viajes o las road moviessuelen presentarnos un personaje que debe hacer frente a experiencias variadas ysituaciones peligrosas en un proceso de maduracioacuten y desarrollo personal

Neurobiologiacutea y conducta antisocial

Volviendo a la neurobiologiacutea tenemos que decir que si bien la hipoacutetesis acer-ca de la influencia de los circuitos motivacional e inhibitorio sobre algunas con-ductas de riesgo guarda cierta sintoniacutea con las psicoloacutegicas la utilizacioacuten de lateoriacutea de los marcadores somaacuteticos para fundamentar el comportamiento antiso-cial nos parece maacutes arriesgada Los trabajos de Damasio ofrecen una excelente

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explicacioacuten neurobioloacutegica de coacutemo estados emocionales de los que no siempresomos conscientes influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas espe-cialmente en aquellas que tienen que ver con la esfera social y personal Sinembargo tratar de explicar la conducta moral o antisocial mediante la teoriacutea delos marcadores somaacuteticos nos parece un cierto reduccionismo poco sostenible sitenemos en cuenta los datos que nos ofrece la abundante investigacioacuten sobre laconducta delictiva

Por un lado merece la pena resaltar que el comportamiento antisocial es unfenoacutemeno heterogeacuteneo que puede adoptar muchas manifestaciones con diferen-tes factores de riesgo asociados a cada una de ellas Aunque no entraremos enmuchos detalles al menos habriacutea que diferenciar entre una actividad delictivalimitada a la adolescencia que es la maacutes frecuente seguacuten los datos disponiblesque indican un lento aumento de las actividades antisociales y delitos a partir delos 10 antildeos con una culminacioacuten de la incidencia en torno a los 20 antildeos y unbrusco descenso posterior y otra que se iniciariacutea antes seriacutea maacutes persistente ycasi exclusivamente masculina (Elliot 1994 Moffit Caspi Dickson Silva yStanton 1996) Mientras que en el tipo maacutes persistente tienen maacutes peso factoresindividuales como la hiperactividad (Taylor Chadwik Heptinstall y Dancka-erts 1996) en la delincuencia limitada a la adolescencia habriacutea una mayorinfluencia de factores sociales (Rutter et al 1998) En teacuterminos generales pode-mos decir que los numerosos estudios centrados en el comportamiento antisocialde joacutevenes y adolescentes nos han proporcionado una enorme cantidad de datosacerca de los factores de riesgo implicados complicaciones en el parto influen-cias hormonales hiperactividad impulsividad y falta de control escasa empatiacuteadeficiencias cognitivas bajo nivel de desarrollo del razonamiento moral agresi-vidad conflictos familiares estilos parentales coercitivos o negligentes depre-sioacuten y rechazo materno malos tratos en la infancia problemas de rendimiento yconducta en la escuela relaciones con iguales desviados exposicioacuten a la violenciaen televisioacuten etc (veacutease Rutter et al 1998) Sin embargo hoy diacutea existe un granconsenso entre investigadores en otorgar una mayor validez a la hora de explicarel comportamiento antisocial a los modelos explicativos multicausales en losque factores bioloacutegicos psicoloacutegicos familiares y sociales se combinan paragenerar el comportamiento antisocial Lo que resulta de mayor intereacutes es descri-bir los complejos procesos y mecanismos mediante los que la interaccioacuten dealgunos de estos factores de riesgo definen trayectorias evolutivas (Brenan HallBor Najman y Williams 2003 Dodge y Pettit 2003 Rutter 2003 )

En este contexto epistemoloacutegico es razonable pensar que los fundamentosbioloacutegicos presentados en relacioacuten con la teoriacutea de los marcadores somaacuteticosesteacuten relacionados con algunos de los factores de riesgo antes mencionados comola falta de empatiacutea o la impulsividad y por lo tanto influyan influir en la geacutenesisdel comportamiento antisocial especialmente en los casos maacutes graves y no limi-tados a la adolescencia En cambio las actividades antisociales maacutes tiacutepicas de losadolescentes pueden considerarse como un sub-tipo de conductas de riesgo ypor lo tanto verse afectadas por los desfases en los ritmos de maduracioacuten de loscircuitos cerebrales descritos por Chambers Taylor y Potenza (2003) No obs-tante estos procesos neurobioloacutegicos seriacutean un factor maacutes a incluir en un modelosisteacutemico que recogeriacutea factores de riesgo bioloacutegicos psicoloacutegicos y socialesentre los que se estableceraacuten relaciones y procesos complejos que habriacutea queestudiar en profundidad Como han sugerido recientemente Granger y Kivlig-han (2003) la proacutexima fase en la investigacioacuten evolutiva necesita ir maacutes allaacute de lamera descripcioacuten y elaborar teoriacuteas que capaciten a los investigadores para espe-

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cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

121La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

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cepto de faacutebula personal referido a la tendencia del adolescente a considerarseinvulnerable y pensar que su vida y sus experiencias personales son uacutenicas y no serigen por las reglas que gobiernan la vida de las demaacutes personas ha sido frecuen-temente propuesto como explicacioacuten de la temeridad del adolescente Esta faacutebulapersonal estaacute relacionada con las limitaciones del adolescente para el uso de unrazonamiento probabiliacutestico que le llevaraacute a un caacutelculo erroacuteneo de los riesgos(Arnett 1992) y a una mayor implicacioacuten en conductas arriesgadas (Ball 1995Greene Krcmar Walters Rubin y Hale 2000) No obstante frente a aquellosautores que consideran que algunas limitaciones cognitivas afectan a la toma dedecisiones previas a la asuncioacuten de riesgos Gardner (1993) plantea que el hechode que los joacutevenes asuman maacutes riesgos no seriacutea fruto de un razonamiento defi-ciente Por el contrario se tratariacutea de una eleccioacuten racional y con mucho sentidoya que para los adolescentes el futuro es maacutes incierto que para los adultos ydemorar la gratificacioacuten inmediata en aras de unas ganancias venideras inciertasseriacutea maacutes irracional Hay que destacar que el anaacutelisis de Gardner tambieacuten nosayuda a comprender las diferencias individuales ya que la implicacioacuten en con-ductas de riesgo seriacutea mayor entre aquellos adolescentes con unas expectativas defuturo maacutes inciertas y pesimistas

Otros investigadores han considerado que las conductas de riesgo estariacuteanmaacutes relacionadas con un rasgo de la personalidad como es la buacutesqueda de sensa-ciones entendida como una dimensioacuten de la personalidad caracterizada por lanecesidad de sensaciones y experiencias novedosas y el deseo de asumir algunosriesgos fiacutesicos y sociales por motivo de dichas experiencias (Bradley y Wildman2002 Greene et al 2000 Jessor 1998 Zuckerman 1990) Michel Apter (1992)presenta una interesante propuesta explicativa que combina la buacutesqueda de sen-saciones con los factores cognitivos Asiacute para Apter el hecho de que las situacio-nes arriesgadas o peligrosas sean experimentadas por unas personas como excita-cioacuten ndashy las busquenndash y por otras como ansiedad ndashy las evitenndash dependeraacute en granmedida de hasta que punto la persona que se encuentra en zona de peligro expe-rimenta lo que eacutel denomina el marco protector es decir la sensacioacuten de estar asalvo de sufrir alguacuten dantildeo En ocasiones es posible que este marco protector seafalso ya que la persona puede hacer una erroacutenea evaluacioacuten de la situacioacuten y sen-tirse protegida cuando en realidad no lo estaacute algo que seguacuten Apter seriacutea maacutesusual entre adolescentes especialmente debido a su menor experiencia en estassituaciones

Conductas de riesgo durante la adolescencia valor adaptativo y ventajasevolutivas

El profesor Burunat hace referencia al hecho de que a pesar de las ventajasadaptativas que las conductas de riesgo han podido tener en otras etapas de lafilogeacutenesis en el mundo actual tendriacutean un valor desadaptativo Sin embargo apesar de que un primer anaacutelisis puede darnos esa impresioacuten otro maacutes detalladonos llevaraacute a conclusiones bien distintas Asiacute nos atrevemos a afirmar que latoma de riesgos conlleva claras ventajas desde el punto de vista evolutivo y porlo tanto existiriacutean razones para su mantenimiento sin tener que recurrir a expli-caciones de caraacutecter evolucionista La conceptualizacioacuten de Erikson de la adoles-cencia como una etapa de moratoria psicosocial en la que la experimentacioacutencon ideas y conductas es un requisito para el logro de la identidad y de la autono-miacutea personal apuntariacutea en esta direccioacuten Frente a la concepcioacuten de la asuncioacutende riesgos como un problema especialmente durante la adolescencia tendriacutea-mos que admitir la idea del riesgo como una oportunidad para el desarrollo y elcrecimiento personal (Lightfoot 1997) Para Jessor (1998) las conductas pro-

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blemaacuteticas del adolescente funcionariacutean como indicadores de la transicioacuten a unestado maacutes maduro Para apoyar esta idea no faltan los estudios longitudinalesque encuentran que conductas de riesgo como el consumo moderado de drogasdurante la adolescencia estaacuten relacionadas con un mejor ajuste psicoloacutegico en laadultez temprana (Baumrind 1987 Shedler y Block 1990) Es posible que unaactitud adolescente conservadora y de evitacioacuten de riesgos esteacute asociada a unamenor incidencia de algunos problemas comportamentales y de salud sinembargo tambieacuten es bastante probable que esa actitud tan precavida conlleveun desarrollo deficitario en algunas aacutereas como el logro de la identidad personalla creatividad la iniciativa personal la tolerancia ante el estreacutes o las estrategiasde afrontamiento

Se hace alusioacuten en el artiacuteculo a los liacutemites o controles que la mayoriacutea de lassociedades tratan de imponer a muchas de estas conductas de riesgo Sin dudaestamos ante un aspecto que merece la pena comentar ya que puede dar pie auna interesante reflexioacuten acerca de la legitimidad del Estado para controlar lavida de los ciudadanos La consideracioacuten de las conductas de riesgo de la juven-tud como una amenaza social y el consiguiente etiquetado de este segmento deedad como una poblacioacuten ldquopeligrosardquo ha servido para justificar intervenciones yteacutecnicas de control cada vez maacutes sofisticadas Kelly (2000) sentildeala algunas de lasutilizadas por el gobierno australiano aunque tambieacuten por otras democraciasliberales como seriacutean el uso generalizado de caacutemaras de viacutedeo en espacios puacutebli-cos ndashcalles escuelas o centros de ociondash la introduccioacuten de leyes locales o estatalesque regulan el periodo en que los joacutevenes pueden estar fuera de casa la coloca-cioacuten de chip a joacutevenes delincuentes o la regulacioacuten de los lugares en los que losjoacutevenes pueden reunirse en sus ratos de ocio Es probable que quienes trabajamosen el estudio de la adolescencia estemos contribuyendo a la estigmatizacioacuten deeste grupo de edad generando un prejuicio negativo que justifique la adopcioacutende medidas de control Hay que tener en cuenta que la mayor parte de investiga-ciones e intervenciones sobre adolescentes estaacuten centradas en el estudio la pre-vencioacuten o el tratamiento de problemas relacionados con las conductas de riesgoy son muy escasos los que se ocupan del desarrollo positivo durante la adolescen-cia o juventud y de las experiencias que lo promueven (Larson 2000 Rich2003)

No obstante tal vez tenga maacutes sentido considerar que nos encontramos conuna cierta ambivalencia respecto al control social de estos comportamientos yaque si bien los liacutemites son evidentes tambieacuten podemos afirmar que existe unacultura relacionada con la importancia de tener nuevas experiencias asumir ries-gos y afrontar nuevos retos Y aunque podriacutea pensarse que se trata de una nuevatendencia que encuentra su reflejo en la publicidad el cine o la literatura actualla cultura del heacuteroe tiene su origen en la antiguumledad y quizaacute sea el protagonistade La Odisea Ulises uno de los primeros personajes que pueda ser consideradoun heacuteroe que busca aventuras asume riesgos explora sufre crisis de identidad yencuentra libertad y autonomiacutea En general las novelas de viajes o las road moviessuelen presentarnos un personaje que debe hacer frente a experiencias variadas ysituaciones peligrosas en un proceso de maduracioacuten y desarrollo personal

Neurobiologiacutea y conducta antisocial

Volviendo a la neurobiologiacutea tenemos que decir que si bien la hipoacutetesis acer-ca de la influencia de los circuitos motivacional e inhibitorio sobre algunas con-ductas de riesgo guarda cierta sintoniacutea con las psicoloacutegicas la utilizacioacuten de lateoriacutea de los marcadores somaacuteticos para fundamentar el comportamiento antiso-cial nos parece maacutes arriesgada Los trabajos de Damasio ofrecen una excelente

119La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

explicacioacuten neurobioloacutegica de coacutemo estados emocionales de los que no siempresomos conscientes influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas espe-cialmente en aquellas que tienen que ver con la esfera social y personal Sinembargo tratar de explicar la conducta moral o antisocial mediante la teoriacutea delos marcadores somaacuteticos nos parece un cierto reduccionismo poco sostenible sitenemos en cuenta los datos que nos ofrece la abundante investigacioacuten sobre laconducta delictiva

Por un lado merece la pena resaltar que el comportamiento antisocial es unfenoacutemeno heterogeacuteneo que puede adoptar muchas manifestaciones con diferen-tes factores de riesgo asociados a cada una de ellas Aunque no entraremos enmuchos detalles al menos habriacutea que diferenciar entre una actividad delictivalimitada a la adolescencia que es la maacutes frecuente seguacuten los datos disponiblesque indican un lento aumento de las actividades antisociales y delitos a partir delos 10 antildeos con una culminacioacuten de la incidencia en torno a los 20 antildeos y unbrusco descenso posterior y otra que se iniciariacutea antes seriacutea maacutes persistente ycasi exclusivamente masculina (Elliot 1994 Moffit Caspi Dickson Silva yStanton 1996) Mientras que en el tipo maacutes persistente tienen maacutes peso factoresindividuales como la hiperactividad (Taylor Chadwik Heptinstall y Dancka-erts 1996) en la delincuencia limitada a la adolescencia habriacutea una mayorinfluencia de factores sociales (Rutter et al 1998) En teacuterminos generales pode-mos decir que los numerosos estudios centrados en el comportamiento antisocialde joacutevenes y adolescentes nos han proporcionado una enorme cantidad de datosacerca de los factores de riesgo implicados complicaciones en el parto influen-cias hormonales hiperactividad impulsividad y falta de control escasa empatiacuteadeficiencias cognitivas bajo nivel de desarrollo del razonamiento moral agresi-vidad conflictos familiares estilos parentales coercitivos o negligentes depre-sioacuten y rechazo materno malos tratos en la infancia problemas de rendimiento yconducta en la escuela relaciones con iguales desviados exposicioacuten a la violenciaen televisioacuten etc (veacutease Rutter et al 1998) Sin embargo hoy diacutea existe un granconsenso entre investigadores en otorgar una mayor validez a la hora de explicarel comportamiento antisocial a los modelos explicativos multicausales en losque factores bioloacutegicos psicoloacutegicos familiares y sociales se combinan paragenerar el comportamiento antisocial Lo que resulta de mayor intereacutes es descri-bir los complejos procesos y mecanismos mediante los que la interaccioacuten dealgunos de estos factores de riesgo definen trayectorias evolutivas (Brenan HallBor Najman y Williams 2003 Dodge y Pettit 2003 Rutter 2003 )

En este contexto epistemoloacutegico es razonable pensar que los fundamentosbioloacutegicos presentados en relacioacuten con la teoriacutea de los marcadores somaacuteticosesteacuten relacionados con algunos de los factores de riesgo antes mencionados comola falta de empatiacutea o la impulsividad y por lo tanto influyan influir en la geacutenesisdel comportamiento antisocial especialmente en los casos maacutes graves y no limi-tados a la adolescencia En cambio las actividades antisociales maacutes tiacutepicas de losadolescentes pueden considerarse como un sub-tipo de conductas de riesgo ypor lo tanto verse afectadas por los desfases en los ritmos de maduracioacuten de loscircuitos cerebrales descritos por Chambers Taylor y Potenza (2003) No obs-tante estos procesos neurobioloacutegicos seriacutean un factor maacutes a incluir en un modelosisteacutemico que recogeriacutea factores de riesgo bioloacutegicos psicoloacutegicos y socialesentre los que se estableceraacuten relaciones y procesos complejos que habriacutea queestudiar en profundidad Como han sugerido recientemente Granger y Kivlig-han (2003) la proacutexima fase en la investigacioacuten evolutiva necesita ir maacutes allaacute de lamera descripcioacuten y elaborar teoriacuteas que capaciten a los investigadores para espe-

Infancia y Aprendizaje2004 27 (1) pp 115-122120

cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

121La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

ReferenciasAPTER M J 1992 The dangerous edge the psychology of excitement Nueva York The Free PressARNETT J (1992) Reckless behavior in adolescence A developmental perspective Developmental Review 12 339-373 BALL S A (1995) The validity of an alternative five factor measure of personality in cocaine abusers Psychological Assessment 7

148-154BAUMRIND D (1987) A developmental perspective on adolescent risk-taking behavior in contemporary America En W

Damon (Ed) New directions for child development Adolescent health and social behavior 37 (pp 93-126) San Francisco Jossey-Bass

BRADLEY G amp WILDMAN K (2002) Psychosocial predictors of emerging adultsrsquo risk and reckless behaviors Journal of Youth andAdolescence 31 253-265

BRENNAN P A HALL J BOR W NAJMAN J M amp WILLIAMS G (2003) Integrating biological and social processes in rela-tion to early-onset persistent agression in boys and girls Developmental Psychology 39 309-323

BUSS D M (1995) Evolutionary Psychology Psychological Inquiry 6 1-30CHAMBERS R TAYLOR J amp POTENZA M (2003) Developmental Neurocircuitry of Motivation in Adolescence A Critical

Period of Addiction Vulnerability American Journal of Psychiatry 160 1041-1052COLLINS W A MACCOBY E E STEINBERG L HETHERINGTON E M amp BORNSTEIN M H (2000) Contemporary research on

parenting The case for nature and nurture American Psychologist 53 218-232COSMIDES L amp TOOBY J (1987) From evolution to behavior Evolutionary psychology as the missing link En J Dupre (Ed)

The latest on the best Essays on evolution and optimality (pp 277-306) Cambridge MA MIT PressDODGE K A amp PETTIT G S (2003) A biopsychosocial model of the development of chronic conduct problems in adolescence

Developmental Psychology 39 349-371EIBL-EIBESFELDT I (1989) Human Ethology Nueva York Aldine de GruyterELKIND D (1967) Egocentrism in adolescence Child Development 38 1025-1034ELLIOTT D S (1994) ldquoSerious Violent Offenders Onset Developmental Course and Termination-The American Society of Cri-

minology 1993 Presidential Addressrdquo Criminology 32 1-21GARDNER W (1993) A life-span rational-choice theory of risk-taking En N Bell amp R W Bell (Eds) Adolescent risk taking (pp

66-83) Newbury Park SageGOULD S J (1996) The mismeasure of man Nueva York Norton amp CompanyGRANGER D A amp KIVLIGHAN K T (2003) Integrating Biological Behavioral and Social Levels of Analysis in Early Child

Development Progress Problems and Prospects Child Development 74 1058-1063 GREENE K KRCMAR M WALTERS L H RUBIN D L amp HALE J L (2000) Targeting adolescent risk-taking behaviors The

contributions of egocentrism and sensation seeking Journal of Adolescence 23 439-461 HAMILTON W D (1964) The genetical evolution of social behaviour I and II Journal of Theoretical Biology 7 1-16 17-62HERNAacuteNDEZ-BLASI C BERING J M amp BJOKLUND D F (2003) Psicologiacutea Evolucionista del Desarrollo contemplando la onto-

geacutenesis humana desde los ojos del evolucionismo Infancia y Aprendizaje 26 267-285JESSOR R (1998) New perspectives in adolescent risk behavior Cambridge Cambridge University PressKELLY P (2000) The dangerousness of youth-at-risk The possibilities of surveillance and intervention in uncertain times Jour-

nal of Adolescence 23 463-470LARSON R (2000) Toward a Psychology of positive youth development American Psychologist 55 170-183LIGHTFOOT C (1997) The culture of adolescent risk-taking Nueva York The Guilford PressMCCARTNEY K HARRIS M J amp BERNIERI F (1990) Growing up and growing apart A developmental meta-analysis of twin

studies Psychological Bulletin 107 226-237MOFFIT T CASPI A DICKSON SILVA P amp STANTON W (1996) Childhood-onset versus adolescent-onset antisocial conduct

problems in males Natural history from ages 3 to 18 Development and Psychopathology 8 399-424OLIVA A (1997) La controversia entre herencia y ambiente Aportaciones de la geneacutetica de la conducta Apuntes de Psicologiacutea 51

21-35RICH G J (2003) The positive psychology of youth and adolescence Journal of Youth and Adolescence 32 1-3RODGERS J L amp BARD D E (2003) Behavior genetics and adolescent development A review of recent literature En G R

Adams amp M D Berzonsky (Eds) Blackwell Handbook of Adolescence (pp 3-24) Oxford BlackwellROWE D C CHASSIN L PRESSON C amp SHERMAN S J (1996) Parental smoking and the epidemic spread of cigarette smo-

king Journal of Applied Social Psychology 26 437-454RUTTER M (2003) Commentary Causal processes leading to antisocial behavior Developmental Psychology 39 372-378RUTTER M GILLER H amp HAGELL A (1998) Antisocial Behavior By Young People Cambridge Cambridge University Press SHEDLER J amp BLOCK J (1990) Adolescent drug use and psychological health A longitudinal study American Psychologist 45

612-630STEINBERG L amp BELSKY J (1996) An evolutionary perspective on psychopathology in adolescence En D Cicchetti amp S Toth

(Eds) Rochester Symposium on Developmental Psychopathology Vol 7 Adolescence Opportunities and challenges (pp 93-124) Roches-ter NY University of Rochester Press

TAYLOR E CHADWIK O HEPTINSTALL E amp DANCKAERTS M (1996) Hyperactivity and Conduct Problems as Risk Factors forAdolescent Development Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 35 1213-1226

WILSON E O (1975) Sociobiology The New Synthesis Cambridge MA Harvard University PressWILSON M amp DALY M (1993) Lethal confrontational violence among young men En N Bell amp R Bell (Eds) Adolescent Risk

Taking (pp 84-106) Newberry Park CA SageZUCKERMAN M (1990) The Psychophysiology of Sensation Seeking Journal of Personality 58 313ndash345

Infancia y Aprendizaje2004 27 (1) pp 115-122122

blemaacuteticas del adolescente funcionariacutean como indicadores de la transicioacuten a unestado maacutes maduro Para apoyar esta idea no faltan los estudios longitudinalesque encuentran que conductas de riesgo como el consumo moderado de drogasdurante la adolescencia estaacuten relacionadas con un mejor ajuste psicoloacutegico en laadultez temprana (Baumrind 1987 Shedler y Block 1990) Es posible que unaactitud adolescente conservadora y de evitacioacuten de riesgos esteacute asociada a unamenor incidencia de algunos problemas comportamentales y de salud sinembargo tambieacuten es bastante probable que esa actitud tan precavida conlleveun desarrollo deficitario en algunas aacutereas como el logro de la identidad personalla creatividad la iniciativa personal la tolerancia ante el estreacutes o las estrategiasde afrontamiento

Se hace alusioacuten en el artiacuteculo a los liacutemites o controles que la mayoriacutea de lassociedades tratan de imponer a muchas de estas conductas de riesgo Sin dudaestamos ante un aspecto que merece la pena comentar ya que puede dar pie auna interesante reflexioacuten acerca de la legitimidad del Estado para controlar lavida de los ciudadanos La consideracioacuten de las conductas de riesgo de la juven-tud como una amenaza social y el consiguiente etiquetado de este segmento deedad como una poblacioacuten ldquopeligrosardquo ha servido para justificar intervenciones yteacutecnicas de control cada vez maacutes sofisticadas Kelly (2000) sentildeala algunas de lasutilizadas por el gobierno australiano aunque tambieacuten por otras democraciasliberales como seriacutean el uso generalizado de caacutemaras de viacutedeo en espacios puacutebli-cos ndashcalles escuelas o centros de ociondash la introduccioacuten de leyes locales o estatalesque regulan el periodo en que los joacutevenes pueden estar fuera de casa la coloca-cioacuten de chip a joacutevenes delincuentes o la regulacioacuten de los lugares en los que losjoacutevenes pueden reunirse en sus ratos de ocio Es probable que quienes trabajamosen el estudio de la adolescencia estemos contribuyendo a la estigmatizacioacuten deeste grupo de edad generando un prejuicio negativo que justifique la adopcioacutende medidas de control Hay que tener en cuenta que la mayor parte de investiga-ciones e intervenciones sobre adolescentes estaacuten centradas en el estudio la pre-vencioacuten o el tratamiento de problemas relacionados con las conductas de riesgoy son muy escasos los que se ocupan del desarrollo positivo durante la adolescen-cia o juventud y de las experiencias que lo promueven (Larson 2000 Rich2003)

No obstante tal vez tenga maacutes sentido considerar que nos encontramos conuna cierta ambivalencia respecto al control social de estos comportamientos yaque si bien los liacutemites son evidentes tambieacuten podemos afirmar que existe unacultura relacionada con la importancia de tener nuevas experiencias asumir ries-gos y afrontar nuevos retos Y aunque podriacutea pensarse que se trata de una nuevatendencia que encuentra su reflejo en la publicidad el cine o la literatura actualla cultura del heacuteroe tiene su origen en la antiguumledad y quizaacute sea el protagonistade La Odisea Ulises uno de los primeros personajes que pueda ser consideradoun heacuteroe que busca aventuras asume riesgos explora sufre crisis de identidad yencuentra libertad y autonomiacutea En general las novelas de viajes o las road moviessuelen presentarnos un personaje que debe hacer frente a experiencias variadas ysituaciones peligrosas en un proceso de maduracioacuten y desarrollo personal

Neurobiologiacutea y conducta antisocial

Volviendo a la neurobiologiacutea tenemos que decir que si bien la hipoacutetesis acer-ca de la influencia de los circuitos motivacional e inhibitorio sobre algunas con-ductas de riesgo guarda cierta sintoniacutea con las psicoloacutegicas la utilizacioacuten de lateoriacutea de los marcadores somaacuteticos para fundamentar el comportamiento antiso-cial nos parece maacutes arriesgada Los trabajos de Damasio ofrecen una excelente

119La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

explicacioacuten neurobioloacutegica de coacutemo estados emocionales de los que no siempresomos conscientes influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas espe-cialmente en aquellas que tienen que ver con la esfera social y personal Sinembargo tratar de explicar la conducta moral o antisocial mediante la teoriacutea delos marcadores somaacuteticos nos parece un cierto reduccionismo poco sostenible sitenemos en cuenta los datos que nos ofrece la abundante investigacioacuten sobre laconducta delictiva

Por un lado merece la pena resaltar que el comportamiento antisocial es unfenoacutemeno heterogeacuteneo que puede adoptar muchas manifestaciones con diferen-tes factores de riesgo asociados a cada una de ellas Aunque no entraremos enmuchos detalles al menos habriacutea que diferenciar entre una actividad delictivalimitada a la adolescencia que es la maacutes frecuente seguacuten los datos disponiblesque indican un lento aumento de las actividades antisociales y delitos a partir delos 10 antildeos con una culminacioacuten de la incidencia en torno a los 20 antildeos y unbrusco descenso posterior y otra que se iniciariacutea antes seriacutea maacutes persistente ycasi exclusivamente masculina (Elliot 1994 Moffit Caspi Dickson Silva yStanton 1996) Mientras que en el tipo maacutes persistente tienen maacutes peso factoresindividuales como la hiperactividad (Taylor Chadwik Heptinstall y Dancka-erts 1996) en la delincuencia limitada a la adolescencia habriacutea una mayorinfluencia de factores sociales (Rutter et al 1998) En teacuterminos generales pode-mos decir que los numerosos estudios centrados en el comportamiento antisocialde joacutevenes y adolescentes nos han proporcionado una enorme cantidad de datosacerca de los factores de riesgo implicados complicaciones en el parto influen-cias hormonales hiperactividad impulsividad y falta de control escasa empatiacuteadeficiencias cognitivas bajo nivel de desarrollo del razonamiento moral agresi-vidad conflictos familiares estilos parentales coercitivos o negligentes depre-sioacuten y rechazo materno malos tratos en la infancia problemas de rendimiento yconducta en la escuela relaciones con iguales desviados exposicioacuten a la violenciaen televisioacuten etc (veacutease Rutter et al 1998) Sin embargo hoy diacutea existe un granconsenso entre investigadores en otorgar una mayor validez a la hora de explicarel comportamiento antisocial a los modelos explicativos multicausales en losque factores bioloacutegicos psicoloacutegicos familiares y sociales se combinan paragenerar el comportamiento antisocial Lo que resulta de mayor intereacutes es descri-bir los complejos procesos y mecanismos mediante los que la interaccioacuten dealgunos de estos factores de riesgo definen trayectorias evolutivas (Brenan HallBor Najman y Williams 2003 Dodge y Pettit 2003 Rutter 2003 )

En este contexto epistemoloacutegico es razonable pensar que los fundamentosbioloacutegicos presentados en relacioacuten con la teoriacutea de los marcadores somaacuteticosesteacuten relacionados con algunos de los factores de riesgo antes mencionados comola falta de empatiacutea o la impulsividad y por lo tanto influyan influir en la geacutenesisdel comportamiento antisocial especialmente en los casos maacutes graves y no limi-tados a la adolescencia En cambio las actividades antisociales maacutes tiacutepicas de losadolescentes pueden considerarse como un sub-tipo de conductas de riesgo ypor lo tanto verse afectadas por los desfases en los ritmos de maduracioacuten de loscircuitos cerebrales descritos por Chambers Taylor y Potenza (2003) No obs-tante estos procesos neurobioloacutegicos seriacutean un factor maacutes a incluir en un modelosisteacutemico que recogeriacutea factores de riesgo bioloacutegicos psicoloacutegicos y socialesentre los que se estableceraacuten relaciones y procesos complejos que habriacutea queestudiar en profundidad Como han sugerido recientemente Granger y Kivlig-han (2003) la proacutexima fase en la investigacioacuten evolutiva necesita ir maacutes allaacute de lamera descripcioacuten y elaborar teoriacuteas que capaciten a los investigadores para espe-

Infancia y Aprendizaje2004 27 (1) pp 115-122120

cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

121La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

ReferenciasAPTER M J 1992 The dangerous edge the psychology of excitement Nueva York The Free PressARNETT J (1992) Reckless behavior in adolescence A developmental perspective Developmental Review 12 339-373 BALL S A (1995) The validity of an alternative five factor measure of personality in cocaine abusers Psychological Assessment 7

148-154BAUMRIND D (1987) A developmental perspective on adolescent risk-taking behavior in contemporary America En W

Damon (Ed) New directions for child development Adolescent health and social behavior 37 (pp 93-126) San Francisco Jossey-Bass

BRADLEY G amp WILDMAN K (2002) Psychosocial predictors of emerging adultsrsquo risk and reckless behaviors Journal of Youth andAdolescence 31 253-265

BRENNAN P A HALL J BOR W NAJMAN J M amp WILLIAMS G (2003) Integrating biological and social processes in rela-tion to early-onset persistent agression in boys and girls Developmental Psychology 39 309-323

BUSS D M (1995) Evolutionary Psychology Psychological Inquiry 6 1-30CHAMBERS R TAYLOR J amp POTENZA M (2003) Developmental Neurocircuitry of Motivation in Adolescence A Critical

Period of Addiction Vulnerability American Journal of Psychiatry 160 1041-1052COLLINS W A MACCOBY E E STEINBERG L HETHERINGTON E M amp BORNSTEIN M H (2000) Contemporary research on

parenting The case for nature and nurture American Psychologist 53 218-232COSMIDES L amp TOOBY J (1987) From evolution to behavior Evolutionary psychology as the missing link En J Dupre (Ed)

The latest on the best Essays on evolution and optimality (pp 277-306) Cambridge MA MIT PressDODGE K A amp PETTIT G S (2003) A biopsychosocial model of the development of chronic conduct problems in adolescence

Developmental Psychology 39 349-371EIBL-EIBESFELDT I (1989) Human Ethology Nueva York Aldine de GruyterELKIND D (1967) Egocentrism in adolescence Child Development 38 1025-1034ELLIOTT D S (1994) ldquoSerious Violent Offenders Onset Developmental Course and Termination-The American Society of Cri-

minology 1993 Presidential Addressrdquo Criminology 32 1-21GARDNER W (1993) A life-span rational-choice theory of risk-taking En N Bell amp R W Bell (Eds) Adolescent risk taking (pp

66-83) Newbury Park SageGOULD S J (1996) The mismeasure of man Nueva York Norton amp CompanyGRANGER D A amp KIVLIGHAN K T (2003) Integrating Biological Behavioral and Social Levels of Analysis in Early Child

Development Progress Problems and Prospects Child Development 74 1058-1063 GREENE K KRCMAR M WALTERS L H RUBIN D L amp HALE J L (2000) Targeting adolescent risk-taking behaviors The

contributions of egocentrism and sensation seeking Journal of Adolescence 23 439-461 HAMILTON W D (1964) The genetical evolution of social behaviour I and II Journal of Theoretical Biology 7 1-16 17-62HERNAacuteNDEZ-BLASI C BERING J M amp BJOKLUND D F (2003) Psicologiacutea Evolucionista del Desarrollo contemplando la onto-

geacutenesis humana desde los ojos del evolucionismo Infancia y Aprendizaje 26 267-285JESSOR R (1998) New perspectives in adolescent risk behavior Cambridge Cambridge University PressKELLY P (2000) The dangerousness of youth-at-risk The possibilities of surveillance and intervention in uncertain times Jour-

nal of Adolescence 23 463-470LARSON R (2000) Toward a Psychology of positive youth development American Psychologist 55 170-183LIGHTFOOT C (1997) The culture of adolescent risk-taking Nueva York The Guilford PressMCCARTNEY K HARRIS M J amp BERNIERI F (1990) Growing up and growing apart A developmental meta-analysis of twin

studies Psychological Bulletin 107 226-237MOFFIT T CASPI A DICKSON SILVA P amp STANTON W (1996) Childhood-onset versus adolescent-onset antisocial conduct

problems in males Natural history from ages 3 to 18 Development and Psychopathology 8 399-424OLIVA A (1997) La controversia entre herencia y ambiente Aportaciones de la geneacutetica de la conducta Apuntes de Psicologiacutea 51

21-35RICH G J (2003) The positive psychology of youth and adolescence Journal of Youth and Adolescence 32 1-3RODGERS J L amp BARD D E (2003) Behavior genetics and adolescent development A review of recent literature En G R

Adams amp M D Berzonsky (Eds) Blackwell Handbook of Adolescence (pp 3-24) Oxford BlackwellROWE D C CHASSIN L PRESSON C amp SHERMAN S J (1996) Parental smoking and the epidemic spread of cigarette smo-

king Journal of Applied Social Psychology 26 437-454RUTTER M (2003) Commentary Causal processes leading to antisocial behavior Developmental Psychology 39 372-378RUTTER M GILLER H amp HAGELL A (1998) Antisocial Behavior By Young People Cambridge Cambridge University Press SHEDLER J amp BLOCK J (1990) Adolescent drug use and psychological health A longitudinal study American Psychologist 45

612-630STEINBERG L amp BELSKY J (1996) An evolutionary perspective on psychopathology in adolescence En D Cicchetti amp S Toth

(Eds) Rochester Symposium on Developmental Psychopathology Vol 7 Adolescence Opportunities and challenges (pp 93-124) Roches-ter NY University of Rochester Press

TAYLOR E CHADWIK O HEPTINSTALL E amp DANCKAERTS M (1996) Hyperactivity and Conduct Problems as Risk Factors forAdolescent Development Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 35 1213-1226

WILSON E O (1975) Sociobiology The New Synthesis Cambridge MA Harvard University PressWILSON M amp DALY M (1993) Lethal confrontational violence among young men En N Bell amp R Bell (Eds) Adolescent Risk

Taking (pp 84-106) Newberry Park CA SageZUCKERMAN M (1990) The Psychophysiology of Sensation Seeking Journal of Personality 58 313ndash345

Infancia y Aprendizaje2004 27 (1) pp 115-122122

explicacioacuten neurobioloacutegica de coacutemo estados emocionales de los que no siempresomos conscientes influyen en muchas de nuestras decisiones cotidianas espe-cialmente en aquellas que tienen que ver con la esfera social y personal Sinembargo tratar de explicar la conducta moral o antisocial mediante la teoriacutea delos marcadores somaacuteticos nos parece un cierto reduccionismo poco sostenible sitenemos en cuenta los datos que nos ofrece la abundante investigacioacuten sobre laconducta delictiva

Por un lado merece la pena resaltar que el comportamiento antisocial es unfenoacutemeno heterogeacuteneo que puede adoptar muchas manifestaciones con diferen-tes factores de riesgo asociados a cada una de ellas Aunque no entraremos enmuchos detalles al menos habriacutea que diferenciar entre una actividad delictivalimitada a la adolescencia que es la maacutes frecuente seguacuten los datos disponiblesque indican un lento aumento de las actividades antisociales y delitos a partir delos 10 antildeos con una culminacioacuten de la incidencia en torno a los 20 antildeos y unbrusco descenso posterior y otra que se iniciariacutea antes seriacutea maacutes persistente ycasi exclusivamente masculina (Elliot 1994 Moffit Caspi Dickson Silva yStanton 1996) Mientras que en el tipo maacutes persistente tienen maacutes peso factoresindividuales como la hiperactividad (Taylor Chadwik Heptinstall y Dancka-erts 1996) en la delincuencia limitada a la adolescencia habriacutea una mayorinfluencia de factores sociales (Rutter et al 1998) En teacuterminos generales pode-mos decir que los numerosos estudios centrados en el comportamiento antisocialde joacutevenes y adolescentes nos han proporcionado una enorme cantidad de datosacerca de los factores de riesgo implicados complicaciones en el parto influen-cias hormonales hiperactividad impulsividad y falta de control escasa empatiacuteadeficiencias cognitivas bajo nivel de desarrollo del razonamiento moral agresi-vidad conflictos familiares estilos parentales coercitivos o negligentes depre-sioacuten y rechazo materno malos tratos en la infancia problemas de rendimiento yconducta en la escuela relaciones con iguales desviados exposicioacuten a la violenciaen televisioacuten etc (veacutease Rutter et al 1998) Sin embargo hoy diacutea existe un granconsenso entre investigadores en otorgar una mayor validez a la hora de explicarel comportamiento antisocial a los modelos explicativos multicausales en losque factores bioloacutegicos psicoloacutegicos familiares y sociales se combinan paragenerar el comportamiento antisocial Lo que resulta de mayor intereacutes es descri-bir los complejos procesos y mecanismos mediante los que la interaccioacuten dealgunos de estos factores de riesgo definen trayectorias evolutivas (Brenan HallBor Najman y Williams 2003 Dodge y Pettit 2003 Rutter 2003 )

En este contexto epistemoloacutegico es razonable pensar que los fundamentosbioloacutegicos presentados en relacioacuten con la teoriacutea de los marcadores somaacuteticosesteacuten relacionados con algunos de los factores de riesgo antes mencionados comola falta de empatiacutea o la impulsividad y por lo tanto influyan influir en la geacutenesisdel comportamiento antisocial especialmente en los casos maacutes graves y no limi-tados a la adolescencia En cambio las actividades antisociales maacutes tiacutepicas de losadolescentes pueden considerarse como un sub-tipo de conductas de riesgo ypor lo tanto verse afectadas por los desfases en los ritmos de maduracioacuten de loscircuitos cerebrales descritos por Chambers Taylor y Potenza (2003) No obs-tante estos procesos neurobioloacutegicos seriacutean un factor maacutes a incluir en un modelosisteacutemico que recogeriacutea factores de riesgo bioloacutegicos psicoloacutegicos y socialesentre los que se estableceraacuten relaciones y procesos complejos que habriacutea queestudiar en profundidad Como han sugerido recientemente Granger y Kivlig-han (2003) la proacutexima fase en la investigacioacuten evolutiva necesita ir maacutes allaacute de lamera descripcioacuten y elaborar teoriacuteas que capaciten a los investigadores para espe-

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cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

121La adolescencia como riesgo y oportunidad A Oliva

ReferenciasAPTER M J 1992 The dangerous edge the psychology of excitement Nueva York The Free PressARNETT J (1992) Reckless behavior in adolescence A developmental perspective Developmental Review 12 339-373 BALL S A (1995) The validity of an alternative five factor measure of personality in cocaine abusers Psychological Assessment 7

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Infancia y Aprendizaje2004 27 (1) pp 115-122122

cificar probar y refinar hipoacutetesis sobre coacutemo interactuacutean los procesos fisioloacutegi-cos conductuales y contextuales para influir sobre el desarrollo

La adolescencia como periodo criacutetico

Un hallazgo interesante del estudio de Chambers et al (2003) es el referido ala especial sensibilidad que durante la adolescencia tienen los circuitos neurobio-loacutegicos relacionados con los sistemas de recompensa que pueden hacer quedeterminadas experiencias como el consumo de drogas tengan unos efectos per-sistentes que faciliten la adiccioacuten Se trata de un dato llamativo que debe sertenido en cuenta sin embargo creemos que se requiere maacutes investigacioacuten queaclare muchas de las cuestiones que este hallazgo suscita referidas al tipo de sus-tancias o cantidades que pueden provocar esos efectos persistentes en el cerebroy a sus consecuencias a largo plazo sobre el desarrollo y el comportamiento Tam-bieacuten cabe preguntarse si esas consecuencias persistentes podriacutean derivarse tam-bieacuten de otro tipo de experiencias novedosas y estimulantes relacionadas con elsistema dopamineacutergico y no soacutelo del consumo de drogas o del juego patoloacutegicoEstamos de acuerdo con la idea de que la adolescencia es un periodo criacutetico o sen-sible pero no soacutelo porque algunas de las experiencias que chicos y chicas tienenpuedan influir sobre su desarrollo neurobioloacutegico sino porque durante estosantildeos el adolescente debe afrontar una serie de retos y tareas y asumir unos com-promisos que le ayudaraacuten a construir su identidad personal y a iniciar una deter-minada trayectoria evolutiva Todas sus experiencias durante estos antildeos van atener unos efectos duraderos aunque no necesariamente irreversibles sobre sudesarrollo futuro

Por uacuteltimo nos gustariacutea referirnos a las propuestas educativas que se formu-lan al final de artiacuteculo Sin duda resulta elogiable que el conocimiento del sus-trato neurobioloacutegico del comportamiento adolescente se utilice para elaborarprogramas educativos aunque en este caso creemos que las propuestas esboza-das ademaacutes de resultar cuestionables necesitariacutean una mayor concrecioacuten y fun-damentacioacuten Asiacute la estrategia docente sugerida para la adquisicioacuten de las nor-mas eacuteticas basada en la asociacioacuten entre evento emocioacuten y respuesta visceralademaacutes de mostrarse muy imprecisa se situacutea en la orilla opuesta de los plantea-mientos actuales sobre el fomento del desarrollo moral que siguen una liacuteneaconstructivista o socio-cultural Por otro lado hay que decir que existe suficienteapoyo empiacuterico a la importancia de las relaciones interpersonales para el desarro-llo y ajuste del adolescente especialmente para el desarrollo socio-moral y queresulta difiacutecil concebir un programa de intervencioacuten que prescinda de este aspec-to Tal vez y como sugiere el profesor Burunat estas relaciones contribuyan a lamaduracioacuten maacutes temprana del loacutebulo prefrontal sin embargo y mientras no sedemuestre esa hipoteacutetica influencia hay razones suficientes como el desarrollode la empatiacutea de la habilidad de adopcioacuten de perspectivas o del razonamientomoral para que el fomento y la atencioacuten a las relaciones interpersonales formenparte de toda propuesta de educacioacuten en valores Ademaacutes como ya hemos tenidoocasioacuten de comentar la asuncioacuten de ciertos riesgos por el adolescente tiene unaclara funcioacuten evolutiva pues le permite explorar con menos cortapisas que a losadultos y asiacute desarrollar su identidad su creatividad y su iniciativa personal Lasdesventajas para el desarrollo personal derivadas de la supresioacuten de este periodode moratoria psicosocial mediante una maduracioacuten neurobioloacutegica aceleradapodriacutean superar a los beneficios que supondriacutea la desaparicioacuten de algunas con-ductas de riesgo

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Infancia y Aprendizaje2004 27 (1) pp 115-122122

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612-630STEINBERG L amp BELSKY J (1996) An evolutionary perspective on psychopathology in adolescence En D Cicchetti amp S Toth

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