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Manos para más paz y menos guerra: Un paso más para el camino pacificador, un arma menos, una venganza enterrada, un conflicto superado, un resentimiento olvidado. Que el anhelo de todos los hijos de la paz se vea un poco más estimulado y colmado. Manos para más hospitalidad y menos rechazo: Soluciones para los inmigrantes que sean liberadoras y respetuosas. No más muertes en pateras o cayucos. Alguna familia más acogida e integrada. No más actitudes xenófobas o intolerantes. Manos para más solidaridad y menos injusticias : Que la globalización alcance un proyecto más de desarrollo, un niño más apadrinado y rescatado de la miseria o la prostitución y la calle. MANOS PARA DAR MÁS VIDA EN ADVIENTO Manos para la ternura y menos prepotencia: Menos crispación en nuestra relaciones. Más silencio y menos ruidos. Más caricias y menos arañazos. Más ecología y menos contaminación. Mas feminismo y menos machismo, es decir, más respeto y cultivo de la vida, menos agresiones y opresiones: más misericordia y menos dureza de corazón. Manos para más fe y menos vacío: Fe en si mismo, en los grandes ideales y valores. Menos desencanto y pesimismo. Más alegría y menos tristeza. Más hondura y menos vaciedad. Más Jesús para nuestras vidas. Adviento es confianza Un año más, el Adviento nos anuncia que Dios se dispone a encarnarse en su Hijo y plantar su tienda entre nosotros. Esta vez son tiempos difíciles, propensos al desánimo y al recelo, pero la próxima visita del Emmanuel nos deja un mensaje inequívoco: hasta las dificultades aparentemente insalvables del presente pueden superarse si asentamos nuestra vida sobre la roca firme de la solidaridad, la entrega y la donación. El Dios de entrañas misericordiosas viene para quedarse y hacerse amor compasivo en el hermano que más nos necesita. Éste es hoy, en medio de una realidad que nos desborda y acosa, el único signo digno de confianza para el corazón humano. ¡Ojalá sepamos descubrirlo y cultivarlo durante las próximas cuatro semanas! La Navidad es un tiempo extraño: nos miramos los unos a los otros con una lejanía algo menor que de costumbre. Nos sentimos invitados a compartir la alegría en medio de la incertidumbre de una crisis. La breve luz de una estrella, perdida en el cielo, parece capaz de guiar a unos sabios. El Dios de la pobreza se encarna en la sencillez de un pesebre, mientras que el dios de la riqueza, al que rendimos culto con la misma devoción, lo hace bajo la fría luz de los escaparates. La familia de Belén, a la que negamos posada aquel día, encuentra ahora un sitio simbólico, al menosentre pastorcillos de plástico y polvorones, al cómodo arrullo de la calefacción. Vivir la Navidad es también una disposición de ánimo: significa permanecer muy atentos a los signos de esperanza, a cualquier atisbo de luz que alumbre nuestras tinieblas personales. Desde la oscuridad de nuestra vida, exactamente como los Magos de Oriente, también nosotros estamos invitados a seguir la estrella. No es fácil. Hacen falta cualidades de astrónomo. Pero merece la pena intentarlo. Ofrecemos aquí algunas pistas. En primer lugar, es preciso sentir nuestra propia oscuridad y reconocerla. Sólo el que se sabe necesitado de la luz de Dios puede ponerse en camino de búsqueda. El que cree tenerla ya metida en un cofre y asegurada bajo llave no necesita a Dios: se basta a sí mismo. Así pues, para empezar, es obligado llevar consigo cierta actitud de búsqueda. Segundo: miremos a lo lejos. Pobre del que cree que la bombilla de su casa es la estrella que busca, porque se estará perdiendo la inmensidad de todo el universo. Para encontrar la estrella, miremos fuera de nosotros mismos, más allá de nuestro ombligo, más allá de nuestra ventana, más allá de nuestros prejuicios. Tercero: seamos optimistas. Hay quien no busca porque tiene ya la convicción desalentada de que nada nuevo va a encontrar. No sea incrédulo; pegue el ojo al telescopio y escrute atentamente la noche. Busque especialmente cerca de los sinsentidos y las desolaciones, porque son lugares pródigos en estrellas. Y sea optimista: cualquier astrónomo conoce el impresionante tamaño de una estrella, aunque nos parezca sólo un pequeño punto luminoso en la oscuridad del cielo. Lo grande y lo pequeño son términos muy relativos. No hay nada grande para un universo y no hay nada pequeño para un Dios. Cuarto: seamos perseverantes. Cuando encuentre la estrella, sígala sin dudarlo. El trayecto puede llevar meses, años o quizá una parte importante de su vida. Muchas veces parecerá un camino inútil, porque, a cada paso que andamos en su búsqueda, la estrella se alejará de nosotros otro tanto y mientras más anhelamos su luz, más distante se nos antojará. Pero, si aprendemos a poner la mirada en el horizonte de una estrella, podremos atravesar con esperanza hasta el desierto más inhóspito. Para eso sirven las estrellas: para alentarnos a caminar. Y quinto: una vez que la estrella le muestre el camino, aprenda, como los Magos, a dejarse impresionar por el misterio, a adorar en silencio, a reconocer que hay enigmas tan grandes que enmudecen el alma. Cuando esto ocurra, no diga nada: cállese y contemple. Y ofrezca luego, como los Magos, lo mejor que, honestamente, guarde en su corazón. (Juan V. Fernández de la Gala) VAYAMOS EN POS DE LA ESTRELLA: UN PEQUEÑO MANUAL DE ASTRONOMÍA

adviento 2013 en A3 - parroquiasanfranciscosj.com · La Navidad es un tiempo extraño: nos miramos los unos a los otros con una lejanía algo menor que de costumbre. Nos sentimos

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Page 1: adviento 2013 en A3 - parroquiasanfranciscosj.com · La Navidad es un tiempo extraño: nos miramos los unos a los otros con una lejanía algo menor que de costumbre. Nos sentimos

Manos para más paz y menos guerra: Un paso más para el camino pacificador, un arma menos, una venganza enterrada, un conflicto superado, un resentimiento olvidado. Que el anhelo de todos los hijos de la paz se vea un poco más estimulado y colmado.

Manos para más hospital idad y menos rechazo: Soluciones para los inmigrantes que sean liberadoras y respetuosas. No más muertes en pateras o cayucos. Alguna familia más acogida e integrada. No más actitudes xenófobas o intolerantes.

Manos para más solidaridad y menos injust icias: Que la globalización alcance un proyecto más de desarrollo, un niño más apadrinado y rescatado de la miseria o la prostitución y la calle.

MANOS PARA DAR MÁS VIDA EN ADVIENTO

Manos para la ternura y menos prepotencia: Menos crispación en nuestra relaciones. Más silencio y menos ruidos. Más caricias y menos arañazos. Más ecología y menos contaminación. Mas feminismo y menos machismo, es decir, más respeto y cultivo de la vida, menos agresiones y opresiones: más misericordia y menos dureza de corazón.

Manos para más fe y menos vacío: Fe en si mismo, en los grandes ideales y valores. Menos desencanto y pesimismo. Más alegría y menos tristeza. Más hondura y menos vaciedad. Más Jesús para nuestras vidas.

Adviento es confianza Un año más, el Adviento nos anuncia que Dios se dispone a encarnarse en su Hijo

y plantar su tienda entre nosotros. Esta vez son tiempos difíciles, propensos al desánimo y al recelo, pero la próxima visita del Emmanuel nos deja un mensaje inequívoco: hasta las dificultades aparentemente insalvables del presente

pueden superarse si asentamos nuestra vida sobre la roca firme de la solidaridad, la entrega y la donación.

El Dios de entrañas misericordiosas viene para quedarse y hacerse amor compasivo en el hermano que más nos necesita. Éste es hoy, en medio de una realidad que

nos desborda y acosa, el único signo digno de confianza para el corazón humano. ¡Ojalá sepamos descubrirlo y cultivarlo durante las próximas cuatro

semanas!

La Navidad es un tiempo extraño: nos miramos los unos a los otros con una lejanía algo menor que de costumbre. Nos sentimos invitados a compartir la alegría en medio de la incertidumbre de una crisis. La breve luz de una estrella, perdida en el cielo, parece capaz de guiar a unos sabios. El Dios de la pobreza se encarna en la sencillez de un pesebre, mientras que el dios de la riqueza, al que rendimos culto con la misma devoción, lo hace bajo la fría luz de los escaparates. La familia de Belén, a la que negamos posada aquel día, encuentra ahora un sitio ─simbólico, al menos─ entre pastorcillos de plástico y polvorones, al cómodo arrullo de la calefacción. Vivir la Navidad es también una disposición de ánimo: significa permanecer muy atentos a los signos de esperanza, a cualquier atisbo de luz que alumbre nuestras tinieblas personales. Desde la oscuridad de nuestra vida, exactamente como los Magos de Oriente, también nosotros estamos invitados a seguir la estrella. No es fácil. Hacen falta cualidades de astrónomo. Pero merece la pena intentarlo. Ofrecemos aquí algunas pistas. En primer lugar, es preciso sentir nuestra propia oscuridad y reconocerla. Sólo  el  que  se  sabe   necesitado   de   la   luz   de   Dios   puede   ponerse   en   camino   de   búsqueda.   El   que   cree  tenerla   ya   metida   en   un   cofre   y   asegurada   bajo   llave   no   necesita   a   Dios:   se   basta   a   sí  mismo. Así pues, para empezar, es obligado llevar consigo cierta actitud de búsqueda. Segundo: miremos a lo lejos. Pobre del que cree que la bombilla de su casa es la estrella que busca, porque se estará perdiendo la inmensidad de todo el universo. Para encontrar la estrella, miremos fuera de nosotros mismos, más allá de nuestro ombligo, más allá de nuestra ventana, más allá de nuestros prejuicios. Tercero: seamos optimistas. Hay quien no busca porque tiene ya la convicción desalentada de que nada nuevo va a encontrar. No sea incrédulo; pegue el ojo al telescopio y escrute atentamente la noche. Busque especialmente cerca de los sinsentidos y las desolaciones, porque son lugares pródigos en estrellas. Y sea optimista: cualquier astrónomo conoce el impresionante tamaño de una estrella, aunque nos parezca sólo un pequeño punto luminoso en la oscuridad del cielo. Lo grande y lo pequeño son términos muy relativos. No hay nada grande para un universo y no hay nada pequeño para un Dios. Cuarto: seamos perseverantes. Cuando encuentre la estrella, sígala sin dudarlo. El trayecto puede llevar meses, años o quizá una parte importante de su vida. Muchas veces parecerá un camino inútil, porque, a cada paso que andamos en su búsqueda, la estrella se alejará de nosotros otro tanto y mientras más anhelamos su luz, más distante se nos antojará. Pero, si aprendemos a poner la mirada en el horizonte de una estrella, podremos atravesar con esperanza hasta el desierto más inhóspito. Para eso sirven las estrellas: para alentarnos a caminar. Y quinto: una vez que la estrella le muestre el camino, aprenda, como los Magos, a dejarse impresionar por el misterio, a adorar en silencio, a reconocer que hay enigmas tan grandes que enmudecen el alma. Cuando esto ocurra, no diga nada: cállese y contemple. Y ofrezca luego, como los Magos, lo mejor que, honestamente, guarde en su corazón. (Juan V. Fernández de la Gala)

VAYAMOS EN POS DE LA ESTRELLA: UN PEQUEÑO MANUAL DE ASTRONOMÍA

Page 2: adviento 2013 en A3 - parroquiasanfranciscosj.com · La Navidad es un tiempo extraño: nos miramos los unos a los otros con una lejanía algo menor que de costumbre. Nos sentimos

Él viene en su Palabra, en su Espíritu que nos da la fe, en los sacramentos de la Iglesia, en las luchas y alegrías de la vida, en cada uno de nuestros hermanos, sobre todo, en los más pobres y sufridos.

PARROQUIA SAN FRANCISCO El Puerto de Santa María, Asidonia-Jerez. Iglesia: C/S. Francisco, nº 27 Tlf.956.850961 Centro parroquial:C/ Los Toreros, nº 2

Diciembre

2013 Nº 42

Queridos feligreses y amigos: Este boletín llega a vosotros en adviento, tiempo de ilusión y esperanza, tiempo de renovación de nuestra fe y de sentirnos salvados por el anuncio de la navidad. Este tiempo de gracia nos llevará hasta el nacimiento del Señor que se queda con nosotros, que se hizo hombre para darnos la plenitud de la salvación. De este motivo nace la alegría a “pesar de todo” … En mi nombre, de mis compañeros jesuitas y todos los pastoralitas parroquiales, ¡!BUEN ADVIENTO, FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2014!!. P. Antonio Olmo sj. P. José Alberto Heredero sj.

Día 30 Noviembre: Retiro parroquial de Adviento de 10,30 a 13,30. “Acogida nuevo tiempo” Día 3: San Francisco Javier sj. Misas 9,30 y 18,30 (Día P. Guerrero sj.) Día 6: Primer Viernes de Mes, Apostolado Oración Día 7: 20,00h Rosario //20,30h Misa vespertina de la Inmaculada

Día 8: Solemnidad de la Inmaculada. (Misas 9,30 / 10,30 / 11,30 / 12,30). Día 13: Viernes 18,00h Celebración Penitencial; 18,30h Eucaristía Día 14: Convivencia entre parroquias Jesuitas de Torre Blanca (Sevilla) y El Puerto. Día 14: Bendición Belenes Parroquiales (Capilla Barrio 19,00) (Jardín Parroquia 21.00) Día 15: 14,00h Almuerzo fraternal de Navidad en restaurante (reservas despacho parroquial)

Día 21: Cáritas Parroquial “II Caravana Solidaria” Campaña de Navidad de todos los Jóvenes de espiritualidad ignaciana, recorriendo las calles de la ciudad. Día 21: 21,00 Zambombá Parroquial en el Centro Parroquial (C/ los Toreros) Día 22: Misa de 11,30h (niños) Scouts parroquia, presentación “Luz de Belén” Día 23: 17.30 Merienda navideña para los agentes de pastoral y grupos parroquiales.

Realizar en la vida concreta y diaria los valores cristianos a los que Cristo me llama. 1. Valores en mi vida en la sociedad actual 2. Tabla de valores cristianos: “Reino de verdad y de vida”

“Reino de santidad y de gracia” “Reino de justica, de amor y de paz” Textos:

Verdad: * La verdad os hará libres (Jn 8,32) Vida: * En Él había vida, y esa vida era la luz del hombre (Jn 1,4)

Hay que saber esperar a Dios. Hay que saber buscar a Dios. Hay que saber descubrir a Dios .Y mira que hay muchos que se cansan de esperar, porque la vida se ha puesto muy dura y los poderosos siempre aplastan al pueblo. Y hay muchos que no saben buscar a Dios día a día, en el trabajo, en casa, en la calle, en la lucha por los derechos de todos, en la oración, en la fiesta alegre de los hermanos unidos, e incluso más allá de la muerte. Hay muchos que no saben descubrir al Dios que se esconde en el Niño de Belén, en la lucha de la vida y en los hermanos más pobres.

Adviento es un tiempo muy bueno para aprender a esperar a Dios, para aprender a buscar a Dios, para aprender a descubrir a Dios.

Ha llegado el Adviento. Luego llegará la Navidad. Dios está llegando siempre. Abramos los ojos de la fe, abramos los brazos de la esperanza, abramos el corazón del amor. En ese Dios que siempre viene, os abraza vuestro hermano. Pedro Casaldáliga

Dia 24, Martes 18.30 “Misa de Navidad” Capilla del Barrio 19.00 “Misa del Pollo” para niños y familias 24.00 “Misa del Gallo” cantada Coral Portuense Día 25, Natividad del Señor Misas 9,30 // 10,30 // 11,30 // Solemne 12,30 Día 28, Sábado: Vísperas de la Sagrada Familia 20,30 Misa Pastoral matrimonial y familiar Día 29, Domingo: Fiesta Sagrada Familia Misas 9,30 // 10,30 // 11,30 // Solemne 12,30

Día 31, Martes: Eucaristía de fin de Año 20,30 Eucaristía de Acción de Gracias Oración TEDEUM por el año que termina Día 1, Miércoles : Santa María madre de Dios Fiesta jesuítica: Imposición del Nombre de Jesús Misas 9,30 // 10,30 // 11,30 // Solemne 12,30 Día 6, Lunes: Epifanía del Señor Misas 9,30 // 10,30 // 11,30 // 12,30 Eucaristía Solemne con presencia de los Reyes Magos, para niños y familias. Día 13, Domingo: Fiesta del Bautismo del Señor Termina el ciclo litúrgico de la Navidad