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Adviento Velar—Preparar—Testimoniar - Alegrar Esquema de celebración en torno a la Corona de Adviento CICLO B

Adviento Ciclo B

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Liturgia

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Page 1: Adviento Ciclo B

Adviento Velar—Preparar—Testimoniar - Alegrar

Esquema de celebración en torno a la Corona de Adviento

CICLO B

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Subsidio preparado por el

Dpto. de Piedad Popular y Santuarios.

Vicaría Episcopal de Pastoral Litúrgica, a partir de libro

“Adviento y Navidad para la familia cristiana”, de la

Serie Liturgia y Laicado, Nº 3, elaborado por la

Comisión Nacional de Liturgia de la

provincia eclesiástica de Costa Rica. 2001.

Ilustrado con mosaicos de las iglesias de San Pedro de

Montes de Oca y La Dolorosa en San José.

Arquidiócesis de San José.

Año del Señor 2014.

Page 3: Adviento Ciclo B

Esquema de celebración en torno a la Corona de Adviento

CICLO B

La celebración está organizada para realizarla alrededor de la mesa,

a la hora del almuerzo o de la cena del domingo correspondiente,

aunque también podría realizarse en la cena del sábado anterior o

en otro momento oportuno, la misma es propicio realizarla en fa-

milia o al abrigo de las personas más cercanas.

Se prepara con anterioridad una guirnalda o corona que nos sirve

para contar los domingos del Adviento. Consiste en un aro de ma-

dera, cerámica, metal o cualquier otro material, el cual se forra de

follaje del campo, preferiblemente ciprés por el sentido tan navide-

ño que tiene en Costa Rica, y cuyo color simboliza la esperanza. El

aro sirve para sostener cuatro velas, tres de ellas moradas y una

rosada, que marcan los domingos. Esta es la indicación básica, pero

no intenta ser freno para la creatividad de los fieles.

Se insiste, sí, en el color de las velas para guardar coherencia entre

lo que se vive en la liturgia de la Iglesia con las devociones de reli-

giosidad popular del hogar. El orden para encender las velas es, se-

gún el color litúrgico de los domingos de Adviento: morada, mora-

da, rosada, morada.

La primera reunión y el encender la primera vela constituyen la

bendición de la guirnalda.

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Primer Domingo

¡Velemos!

Para iniciar la celebración quien preside (P) invita a todos (T) a

hacer la señal de la cruz:

P/ En el nombre del Padre...

T/ Amén

Y con estas o semejantes palabras saluda a los presentes

P/ Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpa-

ra para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En

esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para espe-

rarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos

envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

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Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más

clara, la paz más profunda y la alegría verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!

¡Ven, Señor Jesús!

T/ Amén

Luego, la persona que haya sido elegida para iluminar la guirnalda

enciende una candela morada, mientras todos hacen un silencio me-

ditativo. El que preside concluye el rito diciendo:

¡Aleluya, aleluya!

¡Manifiéstanos, Señor,

tu misericordia y danos tu salvación!

Los presentes responden

Aleluya, aleluya.

De inmediato el que preside dice:

Hoy el Señor nos pide estar alertas

porque no conocemos el momento.

Escuchemos esa palabra y sintamos en el

corazón el deseo de que el Señor venga a

liberarnos de nuestras oscuridades.

Luego, el que esté más capacitado para hacerlo,

procede a leer el evangelio del día.

De la Buena Noticia de Jesucristo según san Marcos

13, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que

un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de

sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad enton-

ces, pues no sabéis cuando vendrá el dueño de la casa, si al atarde-

cer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que

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venga inesperadamente y os encuentre dormidos.

Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

Palabra del Señor.

Preces

Las preces que se proponen están redactadas para que

después de los puntos suspensivos, la familia o el grupo que

se reúne la complete con una petición.

Hoy vamos a pedir por:

Por todos los que sirven a las personas enfermas en los

hospitales, casas de habitación y centros de asistencia, para

que Dios…

Por quienes se encuentran en tránsito de muerte y por

quienes les acompañan, para que Dios…

Por aquellas personas que investigan y trabajan buscando

mejoras sociales y ecológicas, para que Dios…

Atentos a la llegada del Señor que se acerca dirigimos nuestro

corazón al Padre y digamos: Padre nuestro...

Gracias Dios, que eres cuál padre y madre bondadosos, porque nos

nutres con los frutos de la tierra.

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Page 7: Adviento Ciclo B

Segundo Domingo

¡Preparemos!

Para iniciar la celebración quien preside (P) invita a todos (T) a ha-

cer la señal de la cruz:

P/ En el nombre del Padre...

T/ Amén

Y con estas o semejantes palabras saluda a los presentes

Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros,

como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está

rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra

carne...

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Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes,

para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro cora-

zón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!

T/ Amén

Luego, la persona que haya sido elegida para iluminar la guirnalda

procede encender dos velas moradas, mientras todos hacen un

silencio meditativo. El que preside concluye el rito diciendo:

¡Aleluya, aleluya!

Preparen el camino del Señor,

allanen sus senderos.

todos los hombres verán la Salvación de Dios.

Los presentes responden

Aleluya, aleluya.

De inmediato el que preside dice:

Hoy se nos dice que tenemos que cambiar de vida para esperar así,

la venida del Señor. Escuchemos esa palabra y pongámosla en prác-

tica.

Luego, el que esté más capacitado para hacerlo,

procede a leer de evangelio del día.

De la Buena Noticia de Jesucristo según san Marcos 1,1-18

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.

Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de

ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto:

“Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.”» Juan bautiza-

ba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se

bautizaran, para que se les perdonasen sus pecados, y él los bautiza-

ba en el Jordán.

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Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la

cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.

Y proclamaba:

-«Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco

agacharme para desatarlo las sandalias. Yo os he bautizado con

agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»

Palabra del Señor.

Preces

Las preces que se proponen están redactadas para que

después de los puntos suspensivos, la familia o el grupo que

se reúne la complete con una petición.

Hoy vamos a pedir por:

Por las y los educadores, para que Dios…

Por los catequistas y evangelizadores, para que Dios…

Por todas las personas que practican algún deporte, para que

Dios…

Atentos a la llegada del Señor que se acerca dirijamos nuestro

corazón al Padre

y digamos: Padre nuestro...

Gracias Señor, por el trabajo de las personas que cultivan la tierra y

las aguas, pues permite que tengamos estos alimentos en nuestra

mesa.

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Tercer Domingo

¡Testimoniemos!

Para iniciar la celebración quien preside (P) invita a todos (T) a ha-

cer la señal de la cruz:

P/ En el nombre del Padre…

T/ Amén

Y con estas o semejantes palabras saluda a los presentes

En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus cami-

nos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se en-

galana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero! Juan Bautista no es

la luz, sino el que nos anuncia la luz. Cuando encendemos estas tres

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velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que bri-

lles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos

en tu luz, caliéntanos en tu amor

T/ Amén

Luego, la persona que haya sido elegida para iluminar la guirnalda

procede a encender dos velas moradas y una rosada mientras todos

hacen un silencio meditativo. El que preside concluye el rito dicien-

do:

¡Aleluya, aleluya!

El espíritu del Señor está sobre mí,

él me envió a evangelizar a los pobres.

Los presentes responden

Aleluya, aleluya.

De inmediato el que preside dice:

Hoy el Señor nos da señales para

reconocer en Él al Mesías. El Señor ha sido

anunciado por un gran profeta. Juan

disminuye, Cristo crece.

Luego, el que esté más capacitado para hacerlo,

procede a leer el evangelio del día.

De la Buena Noticia de Jesucristo según san Juan

1, 6-8. 19-28

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:

Éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por

él todos vinieran a la fe.

No era él la luz, sino testigo de la luz.

Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde

Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:

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- «¿Tú quién eres?»

Él confesó sin reservas:

- «Yo no soy el Mesías.»

Le preguntaron:

- «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»

El dijo:

- «No lo soy.»

- «¿Eres tú el Profeta?»

Respondió:

- «No.»

Y le dijeron:

- «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos

han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»

Él contestó:

- «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Se-ñor”,

como dijo el profeta Isaías.»

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:

- «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni

el Profeta?»

Juan les respondió:

- «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no co-

nocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar

la correa de la sandalia.»

Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba

Juan bautizando.

Palabra del Señor.

Preces

Las preces que se proponen están redactadas para que

después de los puntos suspensivos la familia o el grupo que

se reúne la complete

Hoy vamos a pedir por:

Por las religiosas, religiosos y ministros de la Iglesia que dan

testimonio de Cristo en medio de las dificultades, para que

Dios…

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Page 13: Adviento Ciclo B

Por las madres y padres de familia, para que Dios…

Por todas las personas que siembran las semillas de la bondad,

verdad y belleza en todo el orbe, para que Dios…

Atentos a la llegada del Señor que se acerca dirijamos nuestro

corazón al Padre

y digamos: Padre nuestro...

Gracias único y eterno Dios, por quienes han preparado con cariño

y ternura estos alimentos que vamos a degustar.

Cuarto Domingo

¡Alegrémonos!

Para iniciar la celebración quien preside (P) invita a todos (T) a ha-

cer la señal de la cruz:

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P/ En el nombre del Padre...

T/ Amén

Y con estas o semejantes palabras saluda a los presentes

P/ Una vez más nos reunimos, atendiendo al anuncio de la llegada

de Dios nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta

del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en Belén y en cada uno

de nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador

reuniéndonos en torno a esta corona.

T/ Amén

Luego, la persona que haya sido elegida para iluminar la guirnalda procede a encender las cuatro velas mientras todos hacen un

silencio meditativo. El que preside concluye el rito diciendo:

¡Aleluya, aleluya!

La Virgen concebirá

Y dará a luz un hijo a quien pondrá por

nombre Emmanuel, Dios con nosotros

Los presentes responden

Aleluya, aleluya.

De inmediato el que preside dice:

Se nos narra como fue la encarnación de Jesús. Escuchemos esa pa-

labra y sintamos en el corazón el deseo de que el Señor venga a

nuestro corazón como lo hizo en María.

Luego, el que esté más capacitado para

hacerlo, procede a leer el evangelio del día.

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De la Buena Noticia de Jesucristo según san Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad

de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre

llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:

- «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era

aquél.

El ángel le dijo:

- «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Con-

cebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre

Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le

dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob pa-

ra siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel:

- «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»

El ángel le contestó:

- «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te

cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llama-

rá Hijo de Dios.

Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebi-

do un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque

para Dios nada hay imposible.»

María contestó:

- «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»

Y la dejó el ángel.

Palabra del Señor.

Preces

Las preces que se proponen están redactadas para que

después de los puntos suspensivos, la familia o el grupo que

se reúne la complete con una petición.

Hoy vamos a pedir por:

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Page 16: Adviento Ciclo B

L a t e r n u ra d e

l a N a v i d a d l a

d e s c u b r i m o s

al ver a san José

y a santa María

re c o s t a d o e n e l p o r t a l

Por las niñas y niños, sin distingo de nacionalidad, credo, etnia

ni procedencia familiar, para que Dios…

Por quienes atraviesan el dolor de la guerra, para que Dios…

Por quienes han convertido el odio, la venganza y el egoísmo

como su modo de vida, para que Dios…

Atentos a la llegada del Señor que se acerca dirijamos nuestro

corazón al Padre

y digamos: Padre nuestro...

Gracias Señor, por darnos en Jesús, María y José, ejemplo de

sencillez y confianza en tu divina providencia, asiste con tu benevo-lencia y nuestra solidaridad a quienes les falta el alimento y el abrigo

en estos momentos.