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aeca 95 Revista de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas Septiembre 2011 Granada 21 a 23 de septiembre de 2011 Nuevo modelo económico: Empresa, Mercados y Culturas XVI Congreso AECA Organizan: Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas

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Granada21 a 23 de septiembre de 2011

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Hotel M.A. Nazar esMaestro Montero, 1218004 GranadaTel.: 958 187 600www.hoteles-ma.es

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...........................................................................José Manuel AguayoLa transferencia tecnológica y deconocimientos. Una referencia a laUniversidad de Granada...........................................................................Enrique AslaLos nuevos retos contablesde las NIIF: un horizonte cercano...........................................................................Eduardo BuenoAnálisis crítico de la evolucióndel pensamiento económico desdeuna perspectiva socio-culturaly del mercado-empresa...........................................................................Leandro CañibanoValoración contable de accionesclasificadas como ‘Activosfinancieros disponibles para la venta’...........................................................................Daniel Carrasco/Dionisio Buendía/Andrés NavarroEl papel de la ContabilidadAnalítica en el Buen Gobiernode la Administración Municipal...........................................................................Fernando CasaniLa RSC en el nuevo modeloeconómico: ¿Valor para el accionistao valor compartido?...........................................................................Vicente CóndorCombinaciones de negociosy consolidación. Principales novedades...........................................................................Carlos Cubillo RodríguezLa reforma de la jurisdicción contable...........................................................................Bernabé EscobarLa responsabilidad social de lascajas de ahorros en tiempos de crisis...........................................................................José Luis GallizoEl valor añadido de la empresa en lasnegociaciones salariales: ¿un nuevo modelo?...........................................................................Juan Luis Gandía‘Es verdad, está en Internet…’.Transparencia y credibilidad de lainformación corporativa digital...........................................................................Domingo García/Teresa Mariño/Antonio DuréndezUtilidad del MAB como financiacióndel crecimiento económico de la empresa...........................................................................María Antonia García/Ana ZorioEl ‘gap’ de contenido del informe de auditoría...........................................................................Vicente GarcíaLa solvencia empresarial:un método para su diagnóstico...........................................................................Begoña Giner/Carmen VerónLos cambios en la informaciónconsolidada: del control a los estadosfinancieros separados

En este número…02

Las opiniones expresadas en las colaboraciones firmadas no se corresponden, necesariamente, con los puntos de vista de la Asociación.

La Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) promueve y contribuyeactivamente al desarrollo de estudios e investigaciones en el campo de las ciencias empresariales,con el fin de mejorar las técnicas de gestión y los niveles de información de la empresa.© Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas.

PUBL IC IDAD: Te l s . : 91 547 37 56 - 91 547 44 65 · i n f o@aeca .e sSi desea recibir más información sobre las actividadesde la Asociación o inscribirse como socio, póngase encontacto con AECA o visite nuestra web: www.aeca.es

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...........................................................................Blas Alberto GonzálezAproximación a la insolvencia comopresupuesto del concurso de acreedores...........................................................................José Antonio GonzaloAuditor y comité de auditoría:¿un nuevo marco de relaciones?...........................................................................Esteban HernándezLa revolución contablede comienzos del siglo XX...........................................................................Felipe HerranzEl valor razonable en un nuevomodelo económico...........................................................................Gregorio Labatut/Elisabeth BustosLa insolvencia empresarialen la microempresa española...........................................................................Joaquina Laffarga¿Puede la existencia de mujeresen la cúpula de las empresas mejorarel valor de las mismas?...........................................................................José Antonio LainezEfectos económicos de la noaplicabilidad del ‘método del contratocumplido’ en el reconocimiento de ingresospor prestaciones de servicios...........................................................................Manuel LarránPercepciones y opiniones de lacomunidad universitaria andaluzasobre la responsabilidad social...........................................................................Alejandro LarribaLa Cuenta de Resultados en el nuevomarco contable para las entidadessin fines lucrativos...........................................................................Jesús LizcanoApagar un fuego con gasolina [acerca delas relaciones entre inflación y tipos de interés]...........................................................................José Luis LizcanoGobierno, responsabilidad socialy transparencia: la InformaciónIntegrada de las empresas...........................................................................Isabel MartínezMorosidad y manipulacióndel resultado ¿mejor regulacióno una nueva cultura financiera?...........................................................................José Ignacio MartínezControl y transparenciadel sector público español...........................................................................Horacio Molina/Marta de Vicente/Jesús N. RamírezLos arrendamientos desde el puntode vista de los arrendadores...........................................................................José Mariano MonevaLa verificación de la informaciónsobre responsabilidad social

Vicente MontesinosEl sector público ante la reformadel modelo económico: nuevas perspectivaspara la colaboración público-privada y supresentación en cuentas...........................................................................Araceli MoraEl cambio en la normativa contableinternacional para los contratosde arrendamiento...........................................................................Enrique OrtegaCuentas anuales y ‘patent box’...........................................................................Manuel OrtegaInforme Integrado, formatos,XBRL y bases de datos públicas...........................................................................Enrique PinazoApuntes sobre la fasede resolución del proceso concursal...........................................................................Fernando Polo/Ana María GomisLa reclasificación del capital socialen las cooperativas. Un apunte sobresus efectos en la financiaciónde las cooperativas...........................................................................José Manuel Prado/Isabel María GarcíaEntorno cultural y transparencia informativa...........................................................................Begoña PrietoControl de gestión, informacióncontable y creación de valor:resultados controvertidos...........................................................................Enrique Ribas/Antonio ClapésEstancamiento, reformasy modelo económico...........................................................................Lázaro RodríguezEnseñando a emprender...........................................................................Alfonso A. Rojo‘Fair value’ o ‘Value first’...........................................................................Enrique RúaLas entidades sin fines lucrativos antela reforma contable: la nueva adaptaciónsectorial al Plan General de Contabilidad...........................................................................Ricardo J. Server/Sergio Marí/Natalia LajaraLa formación como factor de competitividaden cooperativas agroalimentarias...........................................................................Antonio JaraLa reestructuración del sistemafinanciero español: el riesgo de lo necesario...........................................................................Antonio M. LópezLa Auditoría de Contratos: aproximacióndesde una perspectiva internacional

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Asociación Españolade Contabilidady Administraciónde Empresas

DECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

Rafael Bergamín 16-B · 28043 MadridTels.: 91 547 44 65

91 559 12 2791 547 37 56

Fax: 91 541 34 [email protected] · www.aeca.es

Presidente de Honor de AECAJosé Barea Tejeiro

Director Gerente de AECAJosé Luis Lizcano Álvarez

Diseño y maquetaciónRumor Estudio GráficoTel. 91 633 68 56 · [email protected]

ImpresiónORMAGAv. Industria, 6-8 Nave 28 · Tel. 91 661 78 5828108 Alcobendas (Madrid)

Depósito Legal: M. 17107-1987ISSN: 1577-2403

Junta Directiva de AECA

PRESIDENTELeandro Cañibano CalvoVICEPRESIDENTE 1ºEduardo Bueno CamposVICEPRESIDENTE 2ºRafael Muñoz RamírezSECRETARIO GENERALJesús Lizcano ÁlvarezVICESECRETARIA GENERALLourdes Torres PradasTESOREROEnrique Campos PedrajaCONTADORJesús Peregrina BarranqueroBIBLIOTECARIOEsteban Hernández Esteve

VOCALESEnrique Asla GarcíaCarlos Cubillo RodríguezGermán de la Fuente EscamillaBegoña Giner InchaustiFelipe Herranz MartínDomingo García Pérez de LemaIsaac Jonás González DíezJoaquina Laffarga BrionesJosé Luis lópez CombarrosRafael López MeraMiguel Martín FernándezIsabel Martínez ConesaHoracio Molina SánchezAlfonso Osorio IturmendiBegoña Prieto MorenoEnrique Ribas MirangelsPedro Rivero TorreJosé Mª Valdecantos BengoecheaIgnacio Viota del Corte

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José Manuel Aguayo MoralUniversidad de Granada

La transferencia tecnológica y de conocimientos. Una referencia a la Universidad de Granada

Universidad y transferencia del conocimiento

Desde hace ya un tiempo, y de una forma mucho más decidida enlos últimos años, a la Universidad se le viene exigiendo, consolida-das sus clásicas actividades de docencia e investigación, una cla-ra participación en los procesos de innovación tecnológica. Acep-tada inequívocamente su consideración como uno de los más im-portantes centros generadores de conocimiento, se hace necesarioexplotar la experiencia científica alcanzada, aplicando y trasladan-do a su entorno, si no todo, gran parte del avance adquirido, deforma que se favorezca el progreso de los ciudadanos y el de-sarrollo económico.

La denominada tercera misión de la universidad, como agente detransferencia del conocimiento, la orienta hacia la innovación, elemprendimiento y la cooperación social (Bueno Campos, 2007).De esta manera, la universidad actúa como agente y espacio dina-mizador de los procesos de innovación en colaboración con otrosintegrantes del sistema ciencia-tecnología-sociedad: lleva a caboacciones generadoras de valor y de riqueza para los ciudadanos yotros agentes sociales, creando empresas basadas en el conoci-miento o facilitando la producción o comercialización de nuevosproductos, entre otras manifestaciones, y, por último, se compro-mete con el crecimiento económico y social de su entorno.

Así, en la LEY ORGÁNICA 4/2007, por la que se modifica la LeyOrgánica de Universidades, se destaca que el fomento de la inves-tigación, del desarrollo científico y de la innovación tecnológica enla universidad –Artículo 41, apartado 2. g)– tratará de asegurar la“vinculación entre la investigación universitaria y el sistema pro-ductivo como vía para articular la transferencia de los conocimien-tos generados y la presencia de la universidad en el proceso de in-novación del sistema productivo y de las empresas”.

En el caso concreto de la Universidad de Granada, en los estatutos–Artículo 182.1– se establece que uno de sus objetivos esencialeses “la investigación, fundamento de la docencia y un instrumentoprimordial para el desarrollo social a través de la transferencia desus resultados a la sociedad. A tal efecto, promoverá el desarrollode la investigación científica, técnica, humanística y artística, asícomo la formación de sus investigadoras e investigadores, aten-diendo tanto a la investigación básica como a la aplicada y al desa-rrollo experimental y la innovación”.

En este mismo sentido y con igual finalidad (que el tejido empre-sarial aplique el conocimiento generado), podemos encontrar refe-rencias en diferentes propuestas gubernamentales, entre las quepodríamos mencionar el Plan Nacional de Investigación Científica,Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011, la Estrategia Uni-versidad 2015, la Estrategia Estatal de Innovación (e2i), la Ley deEconomía Sostenible o la Ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia,la Tecnología y la Innovación.

De otra parte, en la Universidad de Granada se está desarrollandoen la actualidad el proyecto Campus BioTic Granada, orientado aconseguir la calificación de Campus de Excelencia Internacional.Aunque liderado por la Universidad, es un proyecto abierto y co-nectado con las empresas y la sociedad, es un ‘compromiso porun desarrollo compartido’. Se concibe como una agregación estra-tégica que promueve la colaboración no competitiva entre los inte-grantes.

El proyecto BioTic GRANADA se plasma en 8 puntos que son eva-luables y para los que se fijan un conjunto de indicadores especí-ficos de impacto esperado. Entre esos puntos se incluye el deno-minado Mejora científica y transferencia del conocimiento. Con elobjetivo de avanzar en la generación de una investigación excelen-te de reconocimiento internacional, se llevarán a cabo acciones pa-ra dotar y mejorar la actual I+D+i y su gestión, tanto en recursosmateriales como en equipo humano y estructura organizativa. Almismo tiempo se pretende fortalecer el papel de la Universidad co-mo agente activo del desarrollo económico y social, mejorando lavalorización y comercialización del conocimiento.

Así pues, tal y como se desprende de todo lo anterior, aunque enmuchas ocasiones la investigación científica sólo sea de aplicaciónmediata, no inmediata, siempre que sea posible parece obligadointentar transferir los resultados de la investigación realizada, co-mo una manera de colaborar, en última instancia, en el aumento dela riqueza y el bienestar de los ciudadanos. Mejorar el prestigio, laposición y el reconocimiento social de la institución universitariapasa en la actualidad por apoyar decididamente estos procesos, yasí lo demanda el conjunto de la sociedad y lo entienden tambiénlas autoridades gubernamentales y académicas. Las estrategias di-señadas para fomentar el desarrollo y la modernización de la uni-versidad española, así como los propios modelos de financiaciónaprobados, contemplan como principales ejes directores la bús-queda de la excelencia docente y científica, la proyección interna-cional de los centros españoles y la transferencia entre las empre-sas, entendidas en un sentido amplio, y las universidades. Paraconseguirlo, además, se tratan de crear y favorecer entornos cola-borativos en los que también se impliquen, junto a las propias en-tidades académicas y empresariales, otros organismos públicos yprivados de investigación, institutos, centros y parques científicosy tecnológicos.

Estructuras de dinamización, gestión y transferencia del conocimiento en la Universidad de Granada

La normativa vigente establece que los profesores universitarios, almargen de su régimen de vinculación con la institución, pueden ydeben compatibilizar su dedicación con la realización de trabajoscientíficos, técnicos o artísticos. Estas tareas se pueden llevar a ca-bo tanto individualmente como en el marco de grupos de investiga-ción, departamentos o institutos universitarios de investigación, ce-lebrándose para su desarrollo los contratos o convenios necesarioscon las entidades que procedan, tanto públicas como privadas.

La Universidad de Granada declara expresamente en sus Estatutos–aunque el Consejo de Gobierno aún no lo ha definido de una for-ma detallada– que fomentará la transferencia del conocimiento eimpulsará y prestará el apoyo necesario para la celebración de con-tratos de investigación o transferencia de resultados de la investi-gación. Existirá un registro de convenios y contratos de investiga-ción y la autorización necesaria para su formalización, siempre in-dividual y expresa para cada trabajo, será concedida por el Rector,previo informe de los Departamentos o Institutos Universitarios deInvestigación involucrados.

Para dar cumplimiento a todo lo indicado, la Universidad de Grana-da cuenta esencialmente con dos estructuras organizativas conso-lidadas, amén de otros órganos o servicios que también puedancolaborar de una manera puntual y complementaria. Estamos ha-ciendo referencia a la Oficina de Transferencia de Resultados deInvestigación (OTRI) y a la Fundación General Universidad de Gra-nada-Empresa (antes Fundación Empresa Universidad de Grana-da), integradas ambas en redes de ámbito nacional.

Estas dos unidades de gestión realizan, aunque con distinta inten-sidad, funciones relacionadas con la promoción y gestión de la I+Dy de la investigación en colaboración, servicios de asistencia técni-ca y consultoría, fomento y asistencia para la creación de empre-sas de base tecnológica y asesoramiento en materia e instrumen-tos de propiedad industrial e intelectual.

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Tomando en consideración las nociones anteriores, trataremos decuantificar el impacto de las distintas manifestaciones de la trans-ferencia de conocimiento de la comunidad universitaria al entornoempresarial, ofreciendo algunos datos, referidos básicamente alaño 2010, que evidencien la parte de la inversión que entidadesgranadinas y del resto de España, públicas y privadas, destinan asus proyectos de innovación tecnológica o de asistencia técnica,contando para ello con la colaboración de investigadores, gruposde investigación e institutos de la Universidad de Granada. En cual-quier caso, es de destacar que estas actividades han experimenta-do un incremento sostenido desde hace años, aunque bien es cier-to que con una cierta desaceleración de la tasa de crecimiento enlos últimos ejercicios.

Sin duda alguna, los más que significativos aumentos referidosson resultado de un conjunto variado de factores entre los que de-ben contemplarse, al menos, los siguientes: el cambio de estrate-gia en las empresas, implantando cada vez más prácticas orienta-das a la innovación tecnológica como forma de mejorar su compe-titividad; el desarrollo de las políticas, programas, instrumentos eincentivos para facilitar la transferencia de conocimiento; la efica-cia y eficiencia de los organismos de interfaz (OTRI y Fundación)en sus tareas de promoción, estímulo y fomento de la cooperaciónuniversidad-empresa y, sobre todo, el reconocimiento y dinamis-mo de un importante número de profesores, grupos de investiga-ción, departamentos e institutos universitarios.

Servicios de investigación, asesoría y asistencia técnica a empresas e instituciones

Una parte esencial de la actividad desarrollada por la OTRI y por laFundación pretende ofrecer apoyo técnico y orientaciones para laformalización y posterior seguimiento de los contratos de investi-gación, asesoría y asistencia técnica celebrados entre investigado-res y entidades externas. Así, intervienen de una manera activa enla búsqueda de colaboradores, en el necesario proceso de negocia-ción, prestando asesoramiento legal, elaborando los correspon-dientes documentos contractuales y en su posterior gestión eco-nómico-administrativa.

En el año 2010, en la Universidad de Granada se han formalizadoun total de 455 contratos y convenios de investigación y de aseso-ría técnica. En términos monetarios, el conjunto de dichos contra-tos ha supuesto un montante de 13.026.844 €. De lo anterior sedesprende que el volumen medio por contrato suscrito se ha ele-vado a 28.630 € (un 66% más que en el año 2001).

Considerando las estructuras organizativas de la Universidad deGranada autorizadas para la formalización de contratos, 275 acuer-dos –un 60% del total de contratos firmados durante el ejercicio–se han suscrito en la OTRI, frente a los 180 que se han realizadoen la Fundación.

Si se examina la magnitud importe contratado se comprueba, asi-mismo, que la OTRI ha computado un total de 7.455.150 € del to-tal de los ingresos generados durante el período, correspondiendoel resto, un 43%, a la Fundación.

Variando los criterios de categorización de la información, se ob-serva que, atendiendo a la modalidad del contrato, se firmó un ma-yor número de acuerdos de prestación de servicios frente a los deinvestigación, correspondiendo a los últimos la mayoría del mon-tante de ingresos, consecuencia de un volumen medio por contra-to superior.

En general, los contratos de prestación de servicios o de apoyotécnico se concretan en tareas de asesoramiento que buscan solu-ciones puntuales a problemas particulares de empresas o entida-des, por tanto con un objeto muy definido y con la necesidad deuna respuesta relativamente inmediata. Sin embargo, existen otroscontratos que abordan investigaciones en muchas ocasiones bási-cas, complejas y de largo plazo que exigen de un volumen de re-cursos superior.

Así, en 2010 se formalizaron 260 contratos de prestación de servi-cios, un 57% del total, a los que les correspondieron 3.721.945 €,sólo un 29% del conjunto contratado. De otra parte, los contratosde investigación suscritos fueron 195 (43% del global) por unacuantía de 9.304.899 € (71% del total).

Atendiendo a la naturaleza de los contratos suscritos, la gran ma-yoría corresponden a entidades privadas frente a las públicas, quede esta manera se constituyen en las unidades económicas quemás claramente optan por acudir a la Universidad de Granada pa-ra encontrar colaboradores que les acompañen o asesoren en susproyectos de mejora e innovación.

Otras formas de transferencia de conocimiento a la sociedad

Junto a las actuaciones de investigación, asesoría y asistencia téc-nica celebradas bajo contrato, deben contemplarse también, comootras manifestaciones de transferencia de conocimiento de la co-munidad universitaria al entorno económico-social, al menos, ladenominada investigación cooperativa y la creación y puesta enmarcha de empresas basadas en el conocimiento.

La investigación colaborativa aplicada tiene como objetivo funda-mental adquirir conocimientos útiles para generar nuevos produc-tos, procesos o servicios, o para mejorar sustancialmente los yaexistentes, y ello mediante la participación conjunta de la universi-dad y las empresas u otras entidades privadas.

La apuesta decidida por fomentar este tipo de acciones, tanto de laadministración central como autonómica, con diferentes instru-mentos, programas, convocatorias y ayudas que facilitan desdehace años una cuantía creciente de recursos, ha posibilitado que laUniversidad de Granada, con un importante grado de éxito, forma-lice múltiples acuerdos, figurando bien como entidad beneficiariadirecta de las ayudas o como subcontratada por terceros.

En virtud de los datos recogidos y publicados por la OTRI de la Uni-versidad de Granada (2010), el número de proyectos subvenciona-dos ha sido de 17, por un importe que ascendió a 4.078.750 €, con-siderando solamente la cuantía concedida a la Universidad y para laduración total del proyecto.

De otra parte, entre las acciones generadoras de valor realizadas enel ámbito universitario y relacionadas con el emprendimiento, aúnsiendo todavía un fenómeno reciente y no especialmente extendido,hay que contemplar, indudablemente, la promoción y creación deempresas universitarias basadas en el conocimiento, surgidas en elseno de los grupos de investigación a partir de sus líneas de traba-jo y proyectos ejecutados. Se trata de colaborar en el desarrolloeconómico y social, transformando en entidades activas y rentableslos avances alcanzados en el conocimiento. Constituye, por tanto,una de las maneras más claras y directas de transferir al entorno losresultados logrados en el proceso de investigación universitaria.

Este tipo de empresas frecuentemente basan su actividad en el de-sarrollo de un solo producto y, en muchas ocasiones, encuentrandificultades para conseguir los recursos financieros básicos parainiciar su actividad. Por contra, su orientación innovadora puedegenerar un gran valor añadido, precisan un importante porcentajede recursos humanos altamente cualificados y, una vez consolida-das, su crecimiento puede ser acelerado y su rentabilidad elevada.

En el caso particular de la Universidad de Granada, en el año 2010se han creado un total de 10 empresas basadas en el conocimien-to, afianzándose los importantes incrementos producidos en ejer-cicios anteriores. En los últimos cinco años se han constituido untotal de 53 empresas Spin-Off, de las que pervivían 50 de ellas a31 de diciembre de 2010.

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ReferenciasBueno Campos, E. (2007): “La Tercera Misión de la Universidad: el reto de

la Transferencia del conocimiento”. Revista madri+d. Monografía 19, oc-tubre, pp. 45-51. Madrid.

Decreto 231/2011, de 12 de julio, del Consejo de Gobierno de la Junta deAndalucía, por el que se aprueban los Estatutos de la Universidad deGranada (BOJA nº 114, de 28 de julio de 2011).

Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se modifica la Ley Orgánica6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades (BOE. de 13 de abril de2007).

Universidad de Granada: Campus CEIBioTic Granada: (http://biotic.ugr.es/pages/intro_campus).

Enrique AslaResponsable de Práctica Profesional de KPMG España

Los nuevos retos contables de las NIIF:un horizonte cercanoDurante los últimos meses ha tenido lugar la publicación definitivade un importante número de nuevas Normas Internacionales deInformación Financiera (NIIF) y de modificaciones a las ya existen-tes, cuyos impactos pudieran resultar muy significativos para lasempresas que vienen utilizando las NIIF en la elaboración de suscuentas anuales o estados financieros intermedios. Asimismo, nosencontramos ante importantes proyectos de cambios normativosque van a afectar al registro y valoración de transacciones queafectan a un importante número de sectores, como los correspon-dientes a la contabilidad de los contratos de arredramientos y el re-conocimiento de ingresos, o a sectores específicos como el asegu-rador, cuya publicación definitiva se ha visto demorada como con-secuencia de los comentarios recibidos, tanto por el IASB comopor el FASB. El periodo comprendido entre la fecha de la publica-ción de este artículo y el año 2015 se va a caracterizar por la mo-dificación de las normas que veníamos aplicando en la actualidad,que muchos vienen comparando, por su impacto y los numerososcambios introducidos, con el proceso de migración contable quetuvo lugar con motivo de la primera aplicación de las NIIF.

El presente artículo pretende resumir los cambios normativos a losque se deberán enfrentar en el corto o medio plazo nuestras em-presas, cuyo impacto en sus negocios debería ser objeto de segui-miento y evaluación por las distintas partes afectadas.

Consolidación

El IASB ha completado recientemente la primera fase de los pro-yectos de mejora que afectan a las normas relacionadas con laconsolidación de estados financieros y a los acuerdos conjuntoscon la publicación, el 12 de mayo de 2011, de la NIIF 10 Estadosfinancieros consolidados, la NIIF 11 Acuerdos conjuntos y la NIIF12 Información a revelar de participaciones en otras entidades. Lasegunda fase del proyecto de mejora se concentrará en las entida-des de inversión. En este sentido ha tenido lugar recientemente lapublicación de un proyecto de norma sobre la consolidación de lasentidades controladas por las entidades de inversión que se verásustituida por su valoración a valor razonable.

La NIIF 10 introduce un nuevo modelo único para determinar quéentidades participadas deben consolidarse, que deberá ser aplica-do en el análisis de la existencia o inexistencia de control sobre lasentidades participadas, incluidas las ‘entidades de propósito espe-cial’. El nuevo modelo incluye una serie de indicadores de controlsin que se contemple jerarquía alguna. De esta forma, la evaluaciónde la existencia o inexistencia de control exigirá un análisis de to-

dos los hechos y circunstancias y la aplicación del juicio profesio-nal.

La NIIF 11 revisa la contabilidad de los negocios conjuntos (ahorallamados ‘acuerdos conjuntos’). Como principal cambio cabe des-tacar la eliminación de la posibilidad de elegir entre el método dela participación y el de la consolidación proporcional, en la medidaen la que se prohíbe la aplicación de este último.

Finalmente, la NIIF 12 integra en una única norma los requisitos deinformación a revelar sobre dependientes, asociadas y acuerdosconjuntos, así como sobre las entidades de propósito especial noconsolidadas. En general, podríamos decir que esta nueva normaampliará, de forma significativa, las transacciones y la informaciónque deben ser objeto de desglose en comparación con los reque-rimientos exigidos por las normas vigentes.

Las nuevas normas resultaran aplicables a los periodos anualesque comiencen a partir del 1 de enero de 2013, siendo posible laaplicación anticipada de todas las normas anteriores en su conjun-to.

Valor razonable

En mayo de 2011, el IASB y el FASB (los Consejos) publicaron nue-vas normas reguladoras de los desgloses de información a revelary de los criterios que se deben aplicar en la determinación del va-lor razonable, con el objetivo de aplicar este concepto de una for-ma coherente. Los requisitos que se contemplan en la NIIF 13 Va-loración a valor razonable, completan un proyecto fruto del traba-jo conjunto de los Consejos que pretende la mejora de las NIIF ylos PCGA en EE.UU. y el logro de la deseada convergencia conta-ble. Esta norma, que debería aportar mayor coherencia en la deter-minación del valor razonable, entrará en vigor a partir del 1 de ene-ro de 2013, permitiéndose su aplicación anticipada.

La NIIF 13 desarrolla criterios comunes aplicables a la determina-ción del valor razonable, no siendo objeto de la norma el estable-cimiento de nuevos requisitos en los que se regulen en qué cir-cunstancias se debe utilizar el mencionado valor. La norma resul-ta, por lo tanto, aplicable en aquellos casos en los que otras NIIFpermitan o exijan el uso del valor razonable, ofreciendo un marcocomún en el que se contemplan los principales criterios e hipóte-sis que se deben considerar en su estimación. Es igualmente des-tacable la exigencia de un mayor nivel de desgloses, especialmen-te cuando la determinación del valor razonable se basa en datos noobservables.

De acuerdo con los criterios establecidos por la NIIF 13, en la va-loración a valor razonable seguirá siendo necesario aplicar el juicioprofesional cuando no se encuentren disponibles precios compa-rables en un mercado activo. La incorporación de elementos desubjetividad en el análisis estaría relacionada con las incertidum-bres inherentes al proceso de determinación del precio que se ob-tendría en una transacción hipotética, teniendo en cuenta los dis-tintos escenarios que se podrían considerar por los partícipes en elmercado.

Retribuciones a los empleados y presentación de estados financieros

En junio de 2011, el IASB publicó una serie de modificaciones a laNIC 19 Retribuciones a los empleados y la NIC 1 Presentación deestados financieros.

Retribuciones a los empleados

La norma modificada sobre retribuciones a los empleados es el re-sultado de un proceso extenso de deliberaciones contables sobreel tratamiento de las prestaciones post-empleo, cuya fecha de en-trada en vigor se encuentra establecida para los periodos anualesque comienzan a partir del 1 de enero de 2013, siendo posible suaplicación anticipada.

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Uno de los cambios significativos que se contempla en la normamodificada es la eliminación del método de la ‘banda de fluctua-ción’, que permitía diferir el reconocimiento de las ganancias y pér-didas actuariales. La nueva norma requiere el registro inmediato detodas las ganancias y pérdidas actuariales en otro resultado global.Es previsible que esta modificación normativa tenga un impactosignificativo en las entidades que aplican actualmente el método dela banda de fluctuación.

Asimismo, las modificaciones a la NIC 19 podrían igualmente afec-tar de forma significativa a entidades que no venían aplicando elmétodo de la banda de fluctuación al introducirse un nuevo enfo-que en el cálculo y presentación de los ingresos o gastos por inte-reses relacionados con los activos (pasivos) por prestaciones de-finidas. De acuerdo con los nuevos criterios contables, los mencio-nados componentes se calcularán por su importe neto mediante laaplicación del tipo de descuento utilizado para valorar la obligaciónpor prestaciones definidas. En consecuencia, las entidades no re-conocerán en pérdidas y ganancias, a partir de la entrada en vigorde la nueva norma, el retorno esperado a largo plazo en los activosafectos al plan, circunstancia que pudiera suponer una reducciónen el beneficio con respecto al que se hubiera registrado como re-sultado de la aplicación de la norma vigente.

La norma modificada pudiera tener otro tipo de implicacionesprácticas. A modo de ejemplo, el cumplimiento de las obligacionescontractuales asociadas a la financiación recibida se pudiera verafectado, teniendo en cuenta que la norma modificada supone unamodificación de la fecha en la que se reconocen los cambios en elactivo (pasivo) neto por prestaciones definidas.

Presentación de otro resultado global

Las modificaciones a la NIC 1 pretenden eliminar las diferenciasactualmente existentes entre las NIIF y los PCGA en EE.UU. relati-vas a la presentación de las partidas que integran el ‘otro resulta-do global’ y resultarán aplicables para los periodos anuales que co-miencen a partir del 1 de julio de 2012, permitiéndose su aplica-ción anticipada. Las modificaciones contemplan la agrupación se-parada en el resultado global de aquellas partidas que se reclasifi-carían eventualmente a resultados si se cumplieran determinadosrequisitos y confirman los criterios de presentación vigentes quepermiten la presentación de las partidas de otro resultado global ylas partidas de resultados como un único estado o como dos esta-dos consecutivos.

La nueva redacción de la norma no desarrolla qué partidas debenpresentarse en otro resultado o qué partidas deben reclasificarse aresultados ni el momento en el que debe producirse la reclasifica-ción.

Otros proyectos

El IASB y el FASB han aplazado la publicación de los cuatro proyec-tos ‘prioritarios’ que se mencionan a continuación, cuya fecha deemisión se encontraba prevista para el año 2011:

• Reconocimiento de ingresos ordinarios

• Instrumentos financieros

• Seguros

• Arrendamientos

Reconocimiento de ingresos ordinarios

Los Consejos acordaron en junio de 2011 someter a informaciónpública un nuevo borrador de norma en el que se incorporasenmuchas de las sugerencias recogidas en las cartas de comentariosrecibidas tanto por IASB como FASB y en las distintas reunionespresenciales mantenidas con los usuarios de la información finan-ciera. La publicación del borrador permitirá a las empresas, audi-tores, analistas y otras partes interesadas una nueva oportunidadde expresar sus comentarios sobre la propuesta normativa que

pretende dar una respuesta única a un área tan significativa de losestados financieros como es la relacionada con el reconocimientoy valoración de los ingresos procedentes de las actividades ordina-rias. La importancia del impacto del proyecto y de los cambios in-corporados al borrador inicial ha aconsejado la publicación de unnuevo borrador, con el fin de evitar consecuencias no deseadas. Lapublicación del nuevo proyecto de norma se espera tendrá lugardurante el tercer trimestre de 2011, contemplándose un plazo de120 días para enviar comentarios.

Instrumentos financieros

La fecha de entrada en vigor de las modificaciones que se han in-corporado a la NIC 39 ‘registro y valoración de instrumentos finan-cieros’ se ha visto sometida a nuevas incertidumbres como conse-cuencia de la reciente publicación en julio de 2011 de un borradorpor el que se propone retrasar la aplicación efectiva de la NIIF 9, lanueva norma que sustituirá a la NIC 39, a los periodos anuales quecomiencen a partir del 1 de enero de 2015. En este sentido, elEFRAG publicó en junio de 2011 un informe actualizado sobre elestado de aprobación de normas en el que se indicaba que era po-co probable que se aprobasen determinadas normas, incluidas laNIIF 9 y las modificaciones a la NIIF 7 Instrumentos financieros:Información a revelar, en el calendario de entrada en vigor pro-puesto por el IASB.

Proyectos sobre seguros y arrendamientos

El IASB ha continuado progresando en su proyecto sobre la conta-bilización de los contratos de seguros, habiendo adoptado variasdecisiones provisionales en las que se contemplan cambios al pro-yecto de norma publicado en julio de 2010. Todavía existen una se-rie de áreas que deben debatirse y se siguen manteniendo algunasdiferencias entre el IASB y el FASB. La publicación de un nuevoproyecto de norma se encuentra prevista para el cuarto trimestrede 2011 y la publicación de una norma final está prevista para laprimera mitad de 2012.

Con respecto al proyecto del IASB sobre arrendamientos, está pre-visto que se publique un nuevo proyecto de norma durante el ter-cer trimestre de 2011 y la publicación de la norma final para la pri-mera mitad de 2012. El borrador de norma inicialmente publicadoen agosto de 2010 recibió un número muy significativo de comen-tarios que en muchos casos han supuesto la modificación de loscriterios inicialmente propuestos por los Consejos.

Compensación de instrumentos financieros

En junio de 2011 el FASB decidió provisionalmente continuar per-mitiendo la compensación de derivados y garantías relacionadascuando el derecho o la intención de compensar es condicional, po-sición que pudiera afectar al resultado final de la convergencia enesta área. El IASB sigue respaldando el enfoque propuesto en elproyecto de norma en el que no se permite la presentación en tér-minos netos de los activos y pasivos financieros en aquellos casosen los que sólo exista un derecho condicional a compensar las dis-tintas posiciones mantenidas. Esta diferencia ha sido uno de losejemplos de conciliación entre NIIF y PCGA en EE.UU. que resulta-ban habituales cuando se comparaban estados financieros elabo-rados bajo dichas normas por las entidades bancarias y las entida-des de seguros. Si la decisión provisional del FASB se convierte enfinal, nos encontraríamos ante un problema que afectaría a la con-vergencia en esta área, por lo que los Consejos tienen previsto se-guir trabajando con el objetivo de lograr una decisión común. ElIASB prevé publicar una norma final sobre compensación de ins-trumentos financieros durante el tercer trimestre de 2011.

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Eduardo Bueno CamposCatedrático de Economía de la Empresa de la UAMVicepresidente 1º de AECA

Análisis crítico de la evolución del pensamiento económico desde unaperspectiva socio-cultural y delmercado-empresaEl lema del XVI Congreso AECA inspira el leiv motiv o el trasfondode este breve trabajo, el cual servirá de guía para ir construyendosu contenido nuclear y con el propósito de lanzar un mensaje amodo de rebato o utilizando un término de actualidad socio-políti-ca en estos días como manifiesto de ‘indignado’, desde ya algu-nos años, sobre lo que se viene entendiendo como economía y loque está sucediendo en el pensamiento económico y en el ejerci-cio del oficio de economista. Este contenido, de una parte, es unresumen del correspondiente al presentado en el Seminario deInvestigación impartido en el Departamento de Organización deEmpresas de la UAM en el pasado mes de junio y que continuaráen septiembre, bajo el título: Análisis crítico de la evolución delpensamiento económico desde la perspectiva de la Economía delas Organizaciones: De la Economía Política a la Política Económicay de la Filosofía Social a la Praxeología Mercantil (Loa y remem-branza a Alfred Marshall); contenidos que, de otra y además, se re-lacionan y encardinan con la sucesión de episodios que desde ladécada de los ochenta del siglo pasado hasta la década actual y se-gunda del siglo XXI, han protagonizado la ‘secuencia de burbujas’que han llevado al sistema económico, a los ciudadanos y a todala sociedad occidental a la lamentable situación de depresión so-cioeconómica actual que, como indica Stiglitz (2003), fueron final-mente los “felices 90” los que pusieron “la semilla de la destruc-ción” y los que provocaron la crisis financiera y bancaria en 2007y, consecuentemente, la actual crisis económica de efectos y reco-rrido aún pendientes de diagnóstico. Escenario que revela que, enel fondo, lo que está en crisis es la propia sociedad, su estructuray comportamiento, así como la política que la pretende dirigir, tal ycomo se irá argumentando y exponiendo a continuación.

Este análisis crítico surge cuando se hace una revisión básica so-bre el contenido, el objeto y su método de la disciplina económicao el para qué y por qué de la economía y de la función del econo-mista. Recorrido que parte de los orígenes de la disciplina, pasan-do por los clásicos, los neoclásicos, hasta llegar a la época actual.El resultado justifica, como ha sucedido con la publicación de otrostrabajos, el que hayan surgido señales de alarma en los últimosveinte años y cada vez más intensas en los más recientes, tal y co-mo se resume en las referencias de este trabajo. El resultado ate-rra, pues las dudas sobre lo que en este tiempo algunos agentessociales de influencia sistémica y reconocimiento mediático hanentendido por economía en relación con el pensamiento económi-co hasta hace algunas décadas (antes de la ‘secuencia de burbu-jas’) presentan diferencias considerables sobre el contenido, pro-grama de investigación, y su función y utilidad para la humanidado para la sociedad. Dichas dudas llevan a no saber si los plantea-mientos puestos en práctica por los actuales economistas y loscentros de formación y creación de lo que entienden por economíaresponden a una ciencia (en su concepción moderna), a un arte oa una técnica. En esta línea argumental se van a tener en cuenta al-gunas reflexiones y aportaciones que pueden conducir a entendersobre qué trata y para qué lo que se viene llamando hoy economíay, en su representación: ‘los mercados’ como expresión de perma-nente uso en estos tiempos.

• Revisando las definiciones de los clásicos como Adam Smith,(1776) Ricardo (1814), Mill, (1848) y Senior (1852) coincidentodos ellos, como exégetas de la función de la Economía Políti-ca, enmarcada en una filosofía social, en que su objetivo comociencia moral y social es, con sus matices, estudiar cómo secrea la riqueza en el proceso económico de una nación o de unasociedad, es decir, la producción y la distribución de la mismaentre los agentes participantes a tenor de sus aportaciones defactores productivos y su desempeño en dicho proceso.

• Con los neoclásicos, especialmente con la gran aportación deMarshall (1890), la economía se concibe como un estudio de lahumanidad en sus ocupaciones ordinarias de la vida y que estáprotagonizada no solo por el ‘hombre económico’, sino por el de‘negocios’, como dinamizador del sistema económico y con elfin poder conocer los requisitos materiales del bienestar social.

• Con Robbins (1932) se acuerda que la economía estudia el com-portamiento humano como una relación entre fines y medios es-casos con usos alternativos, lo que conduce a una ‘elección ra-cional’ por parte del sujeto económico.

• Por otra lado, con Buchaman (1979) se indica que los econo-mistas deberían concentrar su atención en la forma peculiar delcomportamiento o de la actividad humana en relación con lasinstituciones económicas o con el mercado dada la propensióna trocar y cambiar. Por ello, coloca la ‘teoría de los mercados’en el centro de la escena y no la de la asignación de los recur-sos.

• El autor anterior propone la expresión ‘mercados’ por la diversanaturaleza de ellos en el conocimiento económico surgido a par-tir de los setenta y de su globalización. En este sentido, segúnBueno (2004 y 2008), en la economía actual hay que hablar demercados dadas las tres esferas en que se estructura la actua-ción de aquella. Mercados que no son solamente de la esfera dela economía real, sino también de la esfera de la economía finan-ciera (normalmente referidos a ésta) o de la esfera de la econo-mía digital, lo que configura el complejo entramado de la econo-mía actual, en donde aspectos técnicos y soluciones tecnológi-cas predominan, con mayor o menor referencia a la realidad hu-mana y social.

• También hay que mencionar a Baumol (1991), quién denunciaque el sujeto del “teorema de la mano invisible” de la Riquezade las Naciones de Smith, es un hombre (mujer) de negocios,virtuoso a pesar de sí mismo. Conducta virtuosa que es más am-plia que la mera ‘eficiencia racional’, por lo que propone dispon-ga de tres atributos como: a) mantener la integridad en la cali-dad del producto (no adulteración y una publicidad fidedigna):b) buscar de forma voluntaria los objetivos de carácter social, esdecir, de responsabilidad y de compromiso medioambiental conla sociedad y c) impedir la discriminación social, sea cual sea larazón y evitar cualquier corrupción en el desempeño de su fun-ción empresarial. Es evidente que de lo recogido del pensamien-to económico y su correspondencia con lo que parece que es elcontenido y los efectos observados en la economía de nuestrotiempo y el papel de los mercados (en concreto los financieros)la brecha cognitiva es elevada.

• Como indican en su Manifiesto Askenazy et al. (2010) hay quedebatir el por qué hemos abandonado el enfoque de la economíapolítica para centrar el foco en la política económica, dada la evi-dencia de los efectos observados y el papel dominante de losmercados financieros. Hay que trazar un camino para regenerarel pensamiento perdido en estas últimas décadas con las ideaseconómicas venidas del Norte del otro lado del Atlántico, ema-nadas por un fundamentalismo y una ortodoxia neoliberal y dog-mática impropia de un conocimiento que debería responder a lasactuales perspectivas de la ciencia moderna pero que parece, ensentido contrario, que responde a una visión ultraconservadora,

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miópica y oportunista entre la praxis del arte y de la técnica.Nueva vía que también recomienda Morin (2011) para el futurode la humanidad. Como indican los autores citados, estos eco-nomistas tienen que asumir sus responsabilidades ante la socie-dad. La mayor parte de los ‘expertos’ que intervienen en el de-bate público lo hacen para justificar la actual sumisión a los mer-cados financieros y, en su nombre, a las agencias de rating o decalificación y en provocar el consumo con la permanente ‘des-calificación para la especulación’, como ejercicio de prácticamercantil o de puro mercadeo. Continuando con los autores delManifiesto la crisis bancaria y financiera ha hundido las dos hi-pótesis en las que se sustentaban dichas políticas, es decir, ‘laeficiencia de los mercados financieros y el peso económico ex-cesivo del Estado’. En consecuencia, todo esto demanda una re-cuperación y refundación de las bases del pensamiento econó-mico o de los conceptos y valores en los que se venía funda-mentando la economía y para lo que proponen veintidós medi-das para hacer frente a las diez evidencias económicas falsas.

• En esta argumentación insiste el colectivo de once intelectualesde diversa naturaleza disciplinar y generacional que integran laobra Reacciona (Sampedro et al., 2011), en la que se ofrecendiez razones para actuar frente a la actual crisis económica, po-lítica y social. La crítica parte de asumir una perspectiva biomi-mética, es decir, de contemplar a la sociedad como un organis-mo por lo que se justifica el enfoque del análisis propuesto, yaque “parece obvio que una enfermedad sistémica en un cuerpoenvejecido no puede ser tratado como un trastorno transitorio ypuntual de un órgano concreto”. Dicho de otro modo, es una fa-lacia hablar de crisis financiera únicamente, la crisis es del sis-tema de vida occidental. La reflexión lleva, en suma, a que real-mente no se vive en una economía de mercado, sino en una ‘so-ciedad de mercado’, en la que lo importante es mercadear y con-sumir, “todo es mercancía, todo tiene un precio en vez de consi-derar su valor”. De esta consideración se derivan dos problemascapitales que son el endeudamiento sistemático y la corrupcióngeneralizada por el ‘juego del mercado’ o de ‘los mercados’. Enconsecuencia, la duda que surge es si esto es economía o habríaque hablar de mercalogía; e, incluso, dado el soporte tecnológi-co de las transacciones mercadistas, tratar de mercatécnica. Yaveremos…

• Por último, hay que recordar que los aspectos socio culturales ylas relaciones entre el mercado y las empresas que actúan en élson causa y efecto en la evolución del pensamiento económico,es decir, de la construcción de lo que se venía entendiendo poreconomía como disciplina científica o área del conocimiento hu-mano gestada a partir del siglo XVIII, como se ha indicado másatrás. En esta línea argumental, hay que detenerse en las apor-taciones del destacado intelectual inglés Tony Judt (2011), falle-cido el pasado mes de agosto de 2010, que como legado póstu-mo a los ciudadanos comprometidos y para las futuras genera-ciones, aquellas son recogidas en su última obra Algo va mal. Ensus páginas critica el concepto de riqueza o de pobreza, ya queson conceptos relativos, como también indicara en su tiempoJohn Stuart Mill (1843 y 1848), junto a otros autores citados an-teriormente. Igualmente desmonta la existencia de la ‘elecciónracional’ en el comportamiento humano, así como la aceptacióndogmática de la ‘mano invisible’ del mercado o del ‘mercadoperfecto’, mostrando para su refutación datos evidentes sobrelas relaciones entre la desigualdad de la renta, la salud, la movi-lidad social y otros indicadores socioeconómicos a nivel interna-cional en donde las brechas entre países desarrollados y en de-sarrollo y junto a otros criterios comparativos geopolíticos sehan ido incrementando en las últimas décadas, en un mundo ca-da vez más complejo y desigual a pesar de la globalización. Esteautor, basándose en ideas de Keynes, defiende ‘falsa precisión’con que acusaban a aquél sus críticos economistas, para defen-der el papel necesario del Estado como ‘mano visible’ frente a la

falacia de la ‘hipótesis del mercado eficiente’. Con esto llega a laconclusión que después de lo sucedido hasta ahora, “los teóri-cos del mercado no lo saben todo y, en consecuencia, no sabenverdaderamente nada”.

Este conjunto de reflexiones, de rebatos y recomendaciones llevan,siguiendo a Judt, a exponer la cuestión ante la sinrazón descrita depensar en la posible redenominación de la disciplina que veníamosllamando economía. E indica que es un evidente malestar el eco-nomismo, ya que la economía de mercado ‘basada en contratos’no puede generar los procesos de creación de valor defendidos co-mo objeto de la disciplina hasta hace unas décadas. “Es decir, ¿có-mo podemos enmendar el haber educado a una generación obse-sionada con la búsqueda de la riqueza a toda costa e indiferente atantas otras cosas…? Pensar economísticamente, como lleva-mos haciendo treinta años, no es algo intrínseco a los seres huma-nos. Hubo un tiempo en que organizábamos nuestras vidas de otraforma”.

En definitiva, hay que abordar con fundamento científico o volver aconsiderar sobre qué trata la economía, para qué y para quién, pa-ra dilucidar o aclarar si estamos ante una ciencia, un arte o una téc-nica; posiblemente haya un poco de todo. Pero el pensamientoeconómico debe recuperar de dónde vino y para qué, y para quiénse concibió la disciplina llamada economía. No solo para los mer-cados y para algunos agentes dominantes en los mismos, que contécnicas y tecnologías logran imponer sus fines particulares dadasu ventaja informativa. Esta situación y objeto parece por lo indi-cado que no responde a lo que durante mucho tiempo y para bas-tantes creíamos que era la economía y el oficio de economista.

ReferenciasAskenazy, P. et al (2010): Manifeste d´economistes atterrés, Les liens qui

libèrent, Paris.Baumol, W.J. ; S.A. Batey Blackman (1991): Perfect Markets and Easy

Natural: Business ethics and the invisible hand, Birmingham University,Birmingham.

Bueno, E. (Dir.) (2004): El gobierno de la empresa. En busca de la trans-parencia y la confianza, Pirámide, Madrid, cap. 3

Bueno, E. (2008): “La sociedad del conocimiento: una realidad inacabada”,en Micheli et al. (Coords): Conocimiento e innovación: retos de la ges-tión empresarial, Plaza y Valdés, México.

Judt, T. (2011): Algo va mal, Taurus, Madrid.Morin, E. (2011): La vía: para el futuro de la humanidad, Paidós, Barcelo-

na.Sampedro, J.L. et al. (2011): Reacciona, Aguilar, Madrid.Stiglitz, J.E. (2003): Los felices 90. La semilla de la destrucción, Taurus,

Marid.

Leandro CañibanoCatedrático de la Universidad Autónoma de MadridPresidente de AECA

Valoración contable de accionesclasificadas como ‘Activos financierosdisponibles para la venta’Con motivo de la controversia existente entre Iberdrola y ACS du-rante el pasado ejercicio 2010, en el que la primera llegó a impug-nar judicialmente las Cuentas Anuales del ejercicio 2009 de la se-gunda, aunque posteriormente desistiera de ello en 2011, se sus-citó un cierto debate sobre un tema técnico que estimamos de in-terés: la valoración contable de acciones clasificadas como ‘Acti-vos financieros disponibles para la venta’. Sobre dicho tema, tanto

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el regulador internacional (NIC/NIIF/IFRIC) como el nacional (PGC)han venido estableciendo normas de obligada aplicación en susrespectivos ámbitos, a las que nos referimos a continuación, asícomo también a la política contable aplicada en sus cuentas anua-les consolidadas por algunas empresas que forman parte del se-lectivo IBEX 35, y a la nueva regulación contable internacional enciernes.

1. Normativa contable de aplicación

1.a) En el ámbito de la Unión EuropeaDe acuerdo con lo dispuesto en los Reglamentos del Consejo y elParlamento europeo, las sociedades cuyos valores cotizan enBolsas de Valores de la Unión Europea, deben aplicar obligatoria-mente las normas internacionales de contabilidad e información fi-nanciera para la preparación de sus cuentas anuales consolidadas.Pues bien, conforme establece la NIC 39: Instrumentos financie-ros: reconocimiento y valoración (2005), los activos financierosdesignados como disponibles para la venta, después de su reco-nocimiento inicial por su coste de adquisición, se valorarán por suvalor razonable, registrando las ganancias o pérdidas (potenciales)que dichos activos pudieran sufrir por cambios de valor, dentro delpatrimonio neto, en el epígrafe ‘Ajustes por cambios de valor’, has-ta tanto dichos activos sean vendidos o existan evidencias objeti-vas de que se han deteriorado; cuando esto último se produzca, loscambios de valor previamente registrados en el patrimonio neto setraspasarán a los resultados del ejercicio como pérdidas o ganan-cias de los correspondientes activos financieros.

Un descenso del valor razonable del activo financiero por debajo desu coste de adquisición no supone necesariamente una evidenciade deterioro de valor; para que objetivamente exista tal evidenciahabrá que considerar los cambios significativos que, con efectoadverso, hayan tenido lugar en el entorno tecnológico, de merca-do, económico o legal en el que opere el emisor de los títulos co-rrespondientes. Un descenso prolongado o significativo en el valorrazonable de una inversión en un instrumento de patrimonio pordebajo de su coste constituye una evidencia objetiva de deteriorode valor.

La literatura especializada se ha ocupado largamente de explicarque las NIC/NIIF, dado el amplio espectro de países al que van di-rigidas, no caben ser entendidas como reglas sino como princi-pios, lo que en ocasiones como la presente deja un cierto margena la interpretación. ¿Qué cabe entender por un descenso prolonga-do o significativo? ¿Sería conveniente el establecimiento de algu-nas pautas de orden temporal y valorativo para considerar que seha producido un deterioro de valor?

Por su parte, el International Financial Reporting InterpretationCommittee (IFRIC), cuyas normas de interpretación también tienencarácter obligatorio en el contexto europeo al que nos venimos re-firiendo, procedió a examinar el tema, dando cuenta de su análisisen su Newsletter IFRIC Update, primero en mayo de 2009 de ma-nera provisional (IFRIC 2009a) y posteriormente en julio de 2009confirmando su criterio anterior (IFRIC 2009b), concluyendo que:

(i) existe una gran diversidad entre las entidades sobre la inter-pretación práctica de los conceptos ‘significativo o prolonga-do’, y

(ii) en todo caso, se trata de un tema que requiere del juicio pro-fesional de cada entidad.

De acuerdo con lo anterior, el IFRIC no procedió a emitir norma deinterpretación alguna de carácter obligatorio sobre el significadode los términos ‘significativo’ o ‘prolongado’ a los que se refiere la

NIC 39, párrafo 61, quedando por tanto el tema a merced del crite-rio profesional de las entidades emisoras de las cuentas anualesconsolidadas, cuyas acciones cotizan en bolsas de valores de laUnión Europea.

Ante la evidencia de un deterioro prolongado y significativo del va-lor de los activos financieros disponibles para la venta, la entidadtenedora de los mismos deberá proceder a una evaluación de suvalor recuperable conforme establece la NIC 39, párrafo 59, proce-diendo a contabilizar un deterioro de valor contra los resultados delejercicio por la diferencia existente entre el valor contable en librosy el valor recuperable, cuando el primero de ambos valores seamayor que el segundo.

1.b) En EspañaDada la regulación contable existente en España para la prepara-ción de las cuentas anuales individuales de todas las empresas yde las cuentas anuales consolidadas correspondientes a socieda-des no cotizadas, el Plan General de Contabilidad contiene dispo-siciones sobre la valoración de los activos financieros disponiblespara la venta en su Norma de registro y valoración 9ª sobre Instru-mentos financieros, apartado 2.6., las cuales representan una sín-tesis de las contenidas en la NIC 39, a las que acabamos de hacerreferencia. De manera complementaria y, a los solos efectos de laregulación contable nacional, cuando en el epígrafe 2.6.3. de la re-ferida norma el PGC se refiere al deterioro de valor, establece cier-tas pautas de orden temporal y valorativo como son las siguientes:“En el caso de inversiones en instrumentos de patrimonio, la faltade recuperabilidad del valor en libros del activo, evidenciada porejemplo por un descenso prolongado o significativo de su valor ra-zonable. En todo caso, se presumirá que el instrumento se ha de-teriorado ante una caída de un año y medio y de un 40% en su co-tización, sin que se haya producido la recuperación de su valor”.Con posterioridad, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuen-tas, en su respuesta a una consulta formulada sobre este particu-lar, reitera la antedicha presunción, salvo existencia de prueba encontrario (ICAC 77/2009, p. 43).

Las mismas pautas de año y medio y caída del 40% en su cotiza-ción, son establecidas por el Banco de España para las cuentasanuales de las entidades financieras, en su Circular 4/2004, Norma29ª, en relación con la presumible existencia de un deterioro de va-lor de los activos financieros disponibles para la venta.

En suma, según la normativa del PGC que acabamos de exponer,ante la evidencia de un deterioro prolongado y significativo de losactivos financieros disponibles para la venta, la entidad tenedorade los mismos deberá proceder a una evaluación de su valor recu-perable, procediendo a contabilizar en sus cuentas anuales indivi-duales un deterioro de valor contra los resultados del ejercicio porla diferencia existente entre el valor contable en libros y el valor re-cuperable.

2. Política contable aplicada por empresas del IBEX 35para la valoración de sus participaciones en otrassociedades

Con el fin de observar la política contable aplicada para valorar suparticipación en el capital de otras sociedades, hemos analizadolas cuentas anuales consolidadas del ejercicio 2009 de las empre-sas que forman parte del selectivo IBEX 35 y algunas otras de im-portancia nacional. De la lectura de las correspondientes memoriasse infiere que existe una importante desigualdad sobre el grado derevelación de información de las políticas contables aplicadas, to-da vez que mientras que algunas sociedades revelan numerososdetalles, en otras muchas memorias dichos detalles son omitidos.

A partir de los datos disponibles, en la Tabla 1 presentamos la in-formación relativa a los activos financieros disponibles para la ven-ta, representados por participaciones en el capital de otras compa-

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ñías, de algunas de las empresas mencionadas (IBEX 35 y otras),correspondientes al ejercicio 2009.

Tabla 1Activos financieros disponibles para la venta (miles de euros)

Todas las anteriores empresas tienen participaciones en el capitalde otras sociedades, consideradas como activos financieros dispo-nibles para la venta, superando su coste de adquisición a su valorrazonable a 31 de diciembre de 2009. Todas ellas han reconocidolos correspondientes ajustes por cambios de valor en su patrimo-nio neto, sin considerar que dicha caída del valor suponga un de-terioro en términos contables que deba ser contabilizado en sus re-sultados del ejercicio 2009.

Dos de las empresas mencionadas en la Tabla, ACS y Bancaja, tie-nen participaciones en el capital de Iberdrola, habiendo aplicadoambas idéntica política contable, consistente en reconocer un ajus-te negativo de valor en el patrimonio neto, sin considerar que ellohaya significado deterioro de valor alguno que deba repercutir con-tablemente en los resultados del ejercicio, inclusive dándose la cir-cunstancia en el caso de Bancaja de que el período durante el quese viene produciendo la pérdida de valor es superior a 18 meses.

3. Nueva regulación internacional

El Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad aprobó ennoviembre de 2009 una inicial versión de la NIIF 9: Instrumentosfinancieros, para su entrada en vigor en 1 de enero de 2013. Dichanorma se encuentra todavía pendiente de homologación por partede la Unión Europea.

La NIIF 9 actualmente publicada es la primera fase de un proyectoen curso más amplio que contempla también otros temas tales co-mo deterioro de valor de los instrumentos financieros y contabili-dad de coberturas, los cuales se encuentran todavía pendientes desu publicación definitiva. En su momento vendrá a sustituir a la ac-tual NIC 39: Instrumentos financieros.

Según la antedicha NIIF 9 y, por lo que se refiere a la valoracióncontable de los instrumentos de patrimonio clasificados como‘Activos financieros disponibles para la venta’, después de su reco-nocimiento inicial, se valorarán por su valor razonable, registrandolas ganancias o pérdidas que dichos instrumentos pudieran sufrirpor cambios de valor, dentro del patrimonio neto. En su reconoci-miento inicial, la entidad podrá realizar una elección irrevocable pa-ra presentar en ‘Otro resultado integral’1 (ED 2010/5) los cambiosposteriores que se produzcan en el valor razonable, lo que signifi-ca que dichos cambios no entrarán a formar parte del resultado ne-to (actual saldo de la cuenta de resultados del ejercicio), sino de lacategoría de resultados anteriormente mencionada, eliminándosecon ello la denominada práctica de reciclaje, en virtud de la cualciertos ajustes de valor inicialmente reconocidos directamente en

el patrimonio neto son posteriormente dados de baja para su inclu-sión entre los resultados del ejercicio.

Esta nueva orientación de la NIIF 9 se encuentra en consonanciacon el nuevo modelo de presentación de estados financieros quevendrá a complementar o sustituir en el futuro lo establecido porla NIC 1: Presentación de Estados Financieros. Dicho modelo su-pone una visión del resultado más global, que incluye junto al re-sultado neto otra categoría denominada ‘Otro resultado integral’,uno de cuyos componentes sería el representativo de los cambiosde valor de los activos financieros disponibles para la venta a losque nos venimos refiriendo. Este nuevo enfoque del resultado con-table, como ponen de manifiesto Giner y Pardo (2011), está dandolugar a un amplio debate sobre las posibles repercusiones que po-drían producirse al sustituir el resultado tradicional por el resulta-do global.

4. A modo de conclusión

Al producirse un descenso del valor razonable por debajo de sucoste de una inversión en un instrumento de patrimonio designa-da como disponible para la venta, y ante la ausencia de una inter-pretación expresa del significado de los términos ‘prolongado’ y‘significativo’ por parte del comité de interpretaciones (IFRIC) en elámbito de las NIC/NIIF, así como de la apelación por parte de dichocomité al juicio profesional de cada entidad que haya de aplicar lasnormas, consideramos que no resulta extraña en modo alguno lapolítica contable aplicada por las compañías españolas que formanparte del IBEX 35, consistente en reconocer el correspondienteajuste de valor como menor importe de su patrimonio neto, sinconsiderar que se haya producido un deterioro de valor que hubie-ra debido ser contabilizado en los resultados del ejercicio.

Por otra parte, dada la actual orientación de los reguladores conta-bles internacionales, dirigida a presentar un resultado integral oglobal que muestre junto al resultado tradicional ‘otro resultado in-tegral’, del que formarían parte, entre otras partidas, la resultantede los ajustes de valor de las inversiones de patrimonio disponi-bles para la venta, evitando el reciclaje entre patrimonio y resulta-dos, se está ratificando por parte del organismo emisor de las NIIFla política contable aplicada por las anteriormente mencionadassociedades cotizadas, que lo será por completo con la prevista pro-mulgación de las nuevas Normas Internacionales de InformaciónFinanciera en 2013.

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1 En inglés: ‘Other Comprehensive Income’ (OCI), que también ha sido traducido alespañol como ‘otro resultado global’.

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Daniel Carrasco DíazUniversidad de Málaga

Dionisio Buendía CarrilloUniversidad de Granada

Andrés Navarro GaleraUniversidad de Granada

El papel de la contabilidad analítica en el buen gobierno de laadministración municipalTras las pasadas elecciones en los gobiernos locales, algunos equi-pos de gobierno han recibido una herencia económico-financieracaracterizada por un elevado nivel de endeudamiento y de déficit,lo que, unido a la elevada demanda ciudadana de servicios públi-cos, implica la necesidad de medir y, sobre esa base, mejorar la efi-ciencia y la sostenibilidad de las políticas públicas locales, facilitan-do al mismo tiempo a la ciudadanía información económica clara ycomprensible sobre el destino de los recursos empleados.

Con ese cometido, resulta imprescindible plantearse algunas cues-tiones como las siguientes: 1) ¿es viable desde el punto de vista dela sostenibilidad en el tiempo mantener la cantidad y calidad de losservicios que se vienen prestando?; 2) ¿es posible reducir el con-sumo de recursos sin desatender las demandas ciudadanas?; 3)¿pueden prestarse los mismos servicios a los ciudadanos prescin-diendo de exigir contraprestaciones económicas y, al mismo tiem-po, sin poner en riesgo el mantenimiento de la capacidad produc-tiva?; 4) ¿son conscientes los ciudadanos del origen y del destinode los recursos manejados por los gobiernos locales?

En este marco, tanto los sistemas de contabilidad de costes comolos indicadores de gestión son, sin duda, dos de las herramientasimprescindibles para responder a tales interrogantes. La utilidadde la contabilidad analítica para el buen gobierno de las adminis-traciones públicas no es una novedad en la actualidad. Durante losúltimos años, a nivel nacional, instituciones como el Tribunal deCuentas, los Órganos de Control Externo de las comunidades au-tónomas y la Intervención General de la Administración del Estado,vienen reiterando en sus informes y pronunciamientos la necesi-dad de disponer de datos de costes de los servicios públicos pres-tados por las administraciones locales.

Paralelamente, a nivel internacional, los organismos normalizado-res con mayor reconocimiento hace más de veinte años que abo-gan inequívocamente por la utilidad de los cálculos de costes tan-to para usuarios internos –gestores, políticos y empleados públi-cos, entre otros– como para usuarios externos –órganos de con-trol y ciudadanos en general, etc.–. Entre estos organismos se en-cuentran la IFAC, el GASB norteamericano, la CICA canadiense, laNZSA de Nueva Zelanda, o la Audit Commision en el Reino Unido.

Sin embargo, pese a estas recomendaciones e iniciativas, hastaahora la implantación de modelos de cálculo de costes e indicado-res de gestión no ha sido una prioridad en el sector público local,pues de los más de 8.000 ayuntamientos que forman el territorionacional son excepciones aquéllos cuyo sistema contable generainformación de costes. No obstante, la complicada situación eco-nómica del país en general y de las administraciones locales enparticular ha puesto de manifiesto la necesidad de redefinir las po-líticas públicas en claves como mejora de la eficiencia de los ser-vicios públicos, medición de la sostenibilidad económico-financie-ra y fomento de la transparencia en el empleo de los recursos.

Bajo este convencimiento, el presente artículo pretende realizar al-gunas reflexiones sobre utilidad que los sistemas de cálculo de

costes y los indicadores de gestión pueden reportar en una coyun-tura económica como la actual, mediante la generación de infor-mación relevante y fiable que posibilite soportar una adecuada to-ma de decisiones en el marco de las prácticas de buen gobierno.

Comenzando por las tasas y los precios públicos, su normativa re-guladora exige que sean fijados en base a cálculos de costes ex-presivos del consumo de bienes y servicios necesario para la pres-tación de los respectivos servicios públicos que gravan.

Pero, independientemente de esta exigencia legal, el análisis de lasostenibilidad de los servicios locales no puede realizarse sin eladecuado estudio de los costes, por un lado, y de la capacidad delos usuarios de los servicios para financiar total o parcialmente losmismos, por otro. De acuerdo con ello, la contabilidad analítica seerige como un sistema de información imprescindible para cono-cer tanto los consumos de recursos –con un alcance que trascien-de sobradamente la órbita del presupuesto– como los márgenesde cobertura con los ingresos generados por tasas y precios públi-cos, así como los costes netos que el equipo de gobierno debe pre-ver su financiación con recursos genéricos.

Sobre esa base, los cálculos de costes generarían los datos nece-sarios para adoptar algunas decisiones de gobierno, tales como lamodificación de las ordenanzas fiscales de los ayuntamientos, laelección de una modalidad de gestión que permita reducir gastos–concesión administrativa, empresas mixtas, etc.–, la modifica-ción de los niveles de cantidad y/o calidad de los servicios presta-dos o la definición de medidas de austeridad en el gasto.

En segundo lugar, la actual precariedad financiera en los munici-pios aconseja cuantificar el consumo de recursos en los que losayuntamientos están incurriendo como consecuencia de la presta-ción de aquellos servicios denominados ‘impropios’. Se incluyenen este término aquellos servicios cuya competencia, en términoslegales, corresponde a otros niveles de gobierno –fundamental-mente gobierno central y gobiernos autonómicos–, aunque son losgobiernos locales quienes se están responsabilizando de su pres-tación. Buena parte de los servicios sociales y la educación sonclaros ejemplos de tales servicios.

En este caso, la pregunta clave es si los gobiernos locales están re-cibiendo la financiación suficiente y adecuada para atender talesservicios. Lógicamente, la respuesta a esta cuestión no puede res-ponderse sin conocer los costes totales derivados de la prestaciónde los referidos servicios impropios, para lo que resulta imprescin-dible disponer de modelos de contabilidad analítica que generensistemáticamente datos de coste, oportunamente desglosados, so-bre personal, gasto corriente o consumo de activos fijos de talesservicios impropios. Por tanto, la contabilidad analítica está llama-da a ser la base para negociar financiación con otros niveles de go-bierno, para difundir entre la ciudadanía el esfuerzo financiero rea-lizado por el gobierno local en estos servicios o para identificar larepercusión negativa de la prestación de los servicios impropiossobre la sostenibilidad de la prestación de servicios que los ayun-tamientos han de prestar por obligación legal.

En tercer lugar, como ya anticipábamos al comentar el caso de lastasas y los precios públicos, los déficits acumulados por algunosayuntamientos obligan a sus equipos de gobierno a mejorar la efi-ciencia, para lo que la elección de las modalidades de gestión másapropiadas en cada caso representa un elemento vital.

Esta elección, que requiere disponer de información económicabasada en el criterio del devengo y expresiva del consumo de re-cursos, no puede realizarse adecuadamente sino mediante el aná-lisis comparativo de los costes e ingresos generados por cada unade las alternativas –tanto de gestión directa como de gestión indi-recta–. Por tanto, una vez más, los cálculos de costes y los indica-dores de gestión están llamados a soportar la toma de decisionesen el ámbito de las políticas públicas locales, en la medida en quegeneran información de gran utilidad para medir: a) la suficiencia

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de los recursos generados para atender las prestaciones; b) soste-nibilidad en el tiempo de cada modalidad de prestación, que tras-ciende del estudio de la viabilidad financiera a corto plazo; y c)transparencia financiera hacia los ciudadanos.

Adicionalmente, en esta misma línea de análisis comparativos ba-sados en costes y en indicadores de gestión, la contabilidad analí-tica se erige como una herramienta fundamental para la implanta-ción efectiva del presupuesto por programas, cuya aplicación realexige, en base a datos con mucho mayor alcance que los elabora-dos en la órbita presupuestaria y financiera, disponer de informa-ción sobre consumo de recursos y generación de ingresos, indivi-dualmente para cada uno de los programas a estudiar para su se-lección en base a análisis coste-beneficio, entre otros.

En cuarto lugar, como ya hemos venido anticipando, tanto la con-tabilidad analítica como los indicadores de gestión posibilitan ge-nerar información clara y comprensible para los ciudadanos, per-mitiendo mejorar la transparencia y la rendición de cuentas. Inde-pendientemente de la utilidad de los datos de coste para la fijaciónde tasas y precios públicos, los costes unitarios de las prestacio-nes recibidas –en términos de usuarios, horas, unidades de obra yotras en función de la naturaleza de cada servicio–, unidos a los va-lores de los indicadores de eficacia y de eficiencia, proporcionan alciudadano información fácil de interpretar, tanto sobre el destinode los recursos manejados por el ayuntamiento como del rendi-miento obtenido por los mismos.

En este marco, tanto para usuarios y ciudadanos en general, comopara políticos y gestores, la evolución del referido rendimiento en-cuentra un poderoso aliado en el análisis comparativo de datos decoste y de indicadores de gestión, más conocido por Benchmar-king, que consiste en el contraste de los mencionados valores en-tre entidades que presten servicios similares y/o entre valores dediferentes periodos de tiempo, correspondientes a una misma en-tidad.

Con el objetivo de facilitar estos análisis de bechmarking, la Fede-ración Española de Municipios y Provincias ha emprendido una ini-ciativa mediante el impulso desde el año 2004 del proyecto deno-minado Implantación de un Sistema Integrado de Costes e Indi-cadores en la Administración Local (http://www.costes-indicado-res.com/), cuyos objetivos se han vertebrado en torno a la implan-tación de un sistema normalizado de costes e indicadores que con-tribuyan, entre otras cuestiones, a permitir la comparabilidad de lainformación sobre la gestión de determinados servicios generadapor los Ayuntamientos adheridos al proyecto. Además, como seña-la la propia IGAE (2004: 9) “la contabilidad analítica se configuracomo uno de los instrumentos que permite obtener informaciónútil para la toma de decisiones en el ámbito de la gestión de los re-cursos públicos. A efectos de la publicidad de la información decostes, es preciso indicar que no está condicionada por el mismogrado de confidencialidad, como sucede en el ámbito de las em-presas, que operan en un marco de competencia”.

Además, en esta misma línea de contribución a la mejora de latransparencia y de la rendición de cuentas, es indiscutible el papelvital de los modelos de contabilidad analítica y de los indicadoresde gestión para cumplimentar algunos apartados de las cuentasanuales.

La Orden EHA/1037/2010, de 13 de abril, por la que se aprueba elnuevo Plan General de Contabilidad Pública, destaca que la expe-riencia en la aplicación del PGCP de 1994, las exigencias crecien-tes para mejorar la información en el sector público y los principiosde eficacia y eficiencia en la utilización de los recursos públicos,han traído consigo la necesidad de incluir en las cuentas anualesuna información complementaria a la información financiera y pre-supuestaria que permita apoyar la adopción racional de decisiones.En este contexto, se han incluido por primera vez en los modelosde cuentas anuales información de costes por actividades y unosindicadores presupuestarios, financieros y de gestión, que amplí-

an los elementos de información para la mejora de la gestión pú-blica, entre los que destacan: a) resumen general de costes de laentidad; b) resumen de costes por actividad-actividades que impli-can la obtención de tasas y precios públicos; c) resumen relacio-nando costes e ingresos de actividades con ingresos finalistas; d)indicadores de eficacia; e) indicadores de eficiencia; f) indicadoresde economía; y g) indicadores de medios de producción.

Conclusiones

La utilidad de los cálculos de costes y de los indicadores de ges-tión para las prácticas de buen gobierno no representa ninguna no-vedad, sobre todo por la necesidad de implantar modelos de con-tabilidad analítica y de medir la eficiencia que desde hace algunosaños viene demandándose, tanto por las normas legales españolascomo por los pronunciamientos e informes de órganos de controly organismos reguladores.

Sin embargo, la precaria situación actual de los gobiernos localesaconseja diseñar políticas públicas bajo el prisma de la eficiencia,la sostenibilidad y la transparencia, para lo que resulta imprescin-dible la información generada por la contabilidad analítica y por lasbaterías de indicadores de gestión.

En este sentido, las reflexiones realizadas en este trabajo permitendeducir la utilidad de los datos de costes y de los valores de los in-dicadores para fijar unas adecuadas tasas y precios públicos acor-des con la actual coyuntura económica, definir políticas públicasdesde la sostenibilidad financiera de los servicios, adoptar decisio-nes sobre la viabilidad de continuar prestando servicios cuya com-petencia legal corresponde a otros niveles de gobierno, elegiraquellas modalidades de gestión con mejor rendimiento, y favore-cer la transparencia y la rendición de cuentas.

ReferenciasIntervención General de la Administración del Estado (2004): Principios

generales sobre contabilidad analítica de las administraciones públicas.Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid.

Ministerio de Economía y Hacienda (2010): Orden EHA/1037/2010, de 13de abril, por la que se aprueba el Plan General de Contabilidad Pública.BOE nº 102 de 28 de abril.

Fernando CasaniProfesor Titular de Organización de Empresas de la UniversidadAutónoma de Madrid

La RSC en el nuevo modelo económico:¿Valor para el accionista o valorcompartido?La crisis financiera que estalló en 2008 y que ha generado a partirde entonces una crisis económica global, ha puesto de manifiestolos problemas que el actual sistema económico capitalista tienepara adaptarse a la nueva realidad económica, caracterizada por elincremento de la competencia y la presión de los mercados, lo queobliga a las empresas a reducir costes y establecer barreras de en-trada que reducen los salarios, los empleos y la innovación en mu-chos sectores económicos. El comportamiento codicioso de los di-rectivos de las entidades financieras causantes de la crisis y la bús-queda del beneficio a corto plazo, sin tomar en consideración lasexternalidades generadas, han causado no solo una recesión eco-nómica mundial que afecta con mayor virulencia a unos países quea otros, sino también una crisis de legitimidad del propio sistemaeconómico capitalista. La desconfianza en los comportamientos

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empresariales supone también una pérdida de legitimidad para laspropias empresas.

En este contexto, las grandes corporaciones tienen la necesidad demostrar su utilidad para toda la sociedad, además de generar be-neficios para sus accionistas. El concepto de Responsabilidad So-cial Corporativa como compromiso voluntario de la empresa con elentorno en el que está inmersa aparece como uno de los principa-les instrumentos para reforzar la legitimidad de ésta y permitirleaparecer como una institución que se preocupa por el bien social,además de perseguir el beneficio o interés particular, que es la fun-ción que le asigna la economía de mercado. Sin embargo, la caídade las ventas y del beneficio de muchas de las empresas comoconsecuencia de la recesión económica también les obliga a cen-trarse en la mejora de sus resultados y a abandonar muchas de lasactividades que no son básicas para su negocio, entre las que sepueden encontrar algunos de los programas que se desarrollabanprecisamente bajo la etiqueta de la RSC. Se plantea así un ciertodebate, tanto en el ámbito empresarial como en el académico, so-bre la función de la responsabilidad social empresarial en la situa-ción económica actual y su influencia en la reestructuración delmodelo económico. En el fondo, lo que se discute es si el objetivofundamental de la empresa debe ser el beneficio a corto plazo (bot-tom line) y la RSC es un instrumento para conseguirlo (enfoqueshareholder) o, por el contrario, el objetivo de la empresa deber serla sostenibilidad a largo plazo (triple bottom line) mediante la crea-ción de valor compartido para los distintos grupos de interés (en-foque stakeholder). En este caso la RSC afectaría a la propia natu-raleza y estrategia de la empresa no como un instrumento para al-canzar un fin –el valor para el accionista– sino como el fin últimode la empresa: generar valor de forma sostenible para la gente, elplaneta y los accionistas.

Los distintos enfoques de la RSC

La etiqueta de la responsabilidad social de la empresa engloba as-pectos muy diversos de la realidad empresarial: desde las conside-raciones éticas de sus actuaciones hasta cuestiones muy concre-tas de su gestión. Así, se están consolidando distintas disciplinasy campos de actuación en los que cada una de ellas tiene que vercon un aspecto concreto de la idea general de la RSC. Por ejemplo,aparecen con esta denominación los temas relacionados con lasostenibilidad medioambiental, la marca y reputación de la empre-sa, la transparencia y el reporting con las memorias de RSC, unmodelo de gestión con la ISO 26000, las inversiones socialmenteresponsables, la estrategia y el gobierno de la empresa, los obser-vatorios de instituciones sin ánimo de lucro y las políticas públicasa partir de los documentos de la ONU, la OCDE, etc. Sin embargo,para estudiar los distintos enfoques nos vamos a centrar en su re-lación con el objetivo final de la empresa en el sistema económicode mercado: la consecución del beneficio. Desde esta perspectiva,podríamos distinguir tres concepciones diferentes: la filantrópica,la RSC instrumental y la RSC avanzada (Casani y Lizcano, 2008).

La empresa filantrópica parte de la concepción de que el objetivofundamental de su actividad es la maximización del beneficio y quesu responsabilidad se centra en el ámbito económico. Sin embar-go, también considera que debe devolver a la sociedad algo de loque se ha recibido de ésta en forma de aportaciones económicas adeterminadas causas que le parecen buenas para la comunidad. Esla propia empresa la que elige los fines sociales a los que va a de-dicar su dinero, de la manera y en la cuantía que ella misma esti-ma conveniente. Asume de esta manera un cierto compromiso so-cial voluntario.

La RSC instrumental refleja el modelo actual de empresa cuyo ob-jetivo final es la creación del máximo valor para el accionista (en-

foque shareholder), sujeta a la restricción de los intereses del res-to de los stakeholders que son considerados como un instrumen-to para la consecución del beneficio. La legislación mercantil de lamayoría de los países desarrollados, y en concreto del nuestro,protege los intereses de los propietarios de forma que le otorga elgobierno de la empresa y les reconoce su derecho a gestionarla ensu propio interés; sin embargo, para alcanzar sus objetivos, tienenque considerar la actuación del resto de los grupos de interés, entanto en cuanto pueden influir sobre sus resultados. Así, bajo laetiqueta de ‘responsabilidad social’ que han adoptado de forma vo-luntaria un gran número de empresas, se han ido desarrollando losdistintos elementos que comenzaron como una política transversalde gestión de riesgos y de imagen corporativa y que están adqui-riendo cada vez una mayor importancia estratégica en el seno delas grandes organizaciones.

La RSC avanzada (AECA, 2007) se corresponde con el modelo deempresa pluralista en la que el objetivo final de la misma es la crea-ción de valor para el conjunto de los stakeholders y el reparto delvalor creado se hace en función de las aportaciones realizadas porcada uno de ellos, sin que exista una prevalencia de los propieta-rios e inversores sobre los demás, como ocurre en el enfoque sha-reholder de creación de valor para el accionista.

¿Valor para el accionista o valor compartido?

En una época de dificultades económicas como la que se está vi-viendo en los últimos años y cuyo origen se identifica con la crisisfinanciera ocasionada por la conducta irresponsable de los ele-mentos más dinámicos del sistema financiero, adquiere una mayorimportancia el tema de la responsabilidad social que deben asumirlas empresas en sus comportamientos. Desde la consideración dela empresa filantrópica, en un momento de caída de los beneficiosempresariales, la responsabilidad social puede ser considerada co-mo un elemento de gasto superfluo que la empresa debe eliminarpara concentrarse en su actividad fundamental: la producción y co-mercialización de bienes y servicios para el mercado de forma efi-ciente. Dentro de una política de austeridad empresarial, esta polí-tica vería reducidos sus presupuestos al no ser considerada unaactividad fundamental del núcleo de negocio. Sin embargo, Marwaet al. (2011) muestran la evidencia de que la RSC no solo no estáperdiendo importancia en esta época de recesión económica sinoque incluso está acaparando una mayor atención por parte de losacadémicos y de las empresas. Desde la perspectiva instrumental,la RSC se está consolidando como una herramienta de gestión es-tratégica capaz de mejorar los resultados empresariales en un mo-mento de incertidumbre y de cuestionamiento de la legitimidadempresarial.

No obstante, la novedad fundamental son las diversas aportacio-nes que incitan a dar un paso más hacia la RSC avanzada. Desdeel planteamiento de la necesidad de reformar el sistema capitalistapara que recoja de forma más adecuada los nuevos valores socia-les, “algunas compañías han llegado a considerar su política deRSC como el núcleo central de su modelo de negocio y del corres-pondiente patrón de actividades, alejándose de cualquieras otrasconsideraciones de carácter periférico, sean publicitarias o filan-trópicas” (González Hernández, 2011: 23). Ellis (2010) define co-mo los nuevos pioneros a aquellos empresarios capaces de desa-rrollar empresas de éxito a partir de su compromiso social. Estosempresarios forman parte de un movimiento global (social mega-trend) cada vez más importante en los países desarrollados, basa-do en valores como la ética, la responsabilidad y la convicción dela necesidad del desarrollo sostenible como pilar básico del creci-miento, la innovación y la creación de valor. Bill Gates, el mayor fi-lántropo del mundo, planteó en el Foro de Davos de 2008 la nece-sidad de dar un paso más y establecer lo que llamó el ‘capitalismocreativo’ en el que gobiernos, empresas y organizaciones sin áni-mo de lucro trabajen de forma conjunta para estirar las fuerzas delmercado de forma que más gente pueda generar beneficios o al-

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canzar reconocimiento haciendo un trabajo que reduzca las desi-gualdades en el mundo.

Porter y Krammer, que comenzaron relacionando la filantropía conla búsqueda de la ventaja competitiva (2002) y posteriormentedestacaron el carácter estratégico de la RSC (2006) plantean, en unartículo que ha tenido una gran repercusión, la necesidad de rein-ventar el capitalismo a través del principio del ‘valor compartido’(2011), que implica que las empresas deben buscar la creación devalor económico al mismo tiempo que crean valor social, resol-viendo las necesidades y desafíos sociales. Se trata de redefinir lamisión de la empresa para combinar en sus actuaciones su interésparticular con el interés general de la colectividad, de forma que segenere un valor compartido y no se persiga solo el beneficio em-presarial. Para conseguirlo los autores proponen centrarse en tresaspectos:

• En primer lugar, en la necesidad de replantear productos y mer-cados para satisfacer necesidades no solo económicas, sinotambién sociales. Especialmente entre las capas menos favore-cidas de la población las necesidades son muy numerosas y, portanto, las oportunidades de negocio para poder satisfacerlas yobtener beneficios. En muchos casos, esto implica establecerrelaciones con gobiernos y entidades no lucrativas, de maneraque el concepto de valor compartido permite difuminar las dife-rencias existentes entre empresas mercantiles y organizacionessin ánimo de lucro.

• En segundo lugar, mediante la redefinición de la cadena de valorpara mejorar su productividad, si se abordan los problemas so-ciales para evitar externalidades negativas para la empresa, sepueden conseguir ahorros de coste a través de nuevas formasmás ecológicas y eficientes de organizar la actividad.

• Por último, favoreciendo el desarrollo de clusters locales. Laconcentración geográfica de empresas, proveedores industrialesy de servicios, infraestructuras logísticas e instituciones acadé-micas y de investigación juega un papel muy importante en lacreación local de riqueza y en el desarrollo de una región, al mis-mo tiempo que ofrece un entorno muy eficiente para las grandesempresas que los impulsan.

Conclusión

En estos tiempos de crisis económica y de un cierto cuestiona-miento de la legitimidad del sistema están apareciendo voces que,a partir del cambio de valores que se está produciendo en la socie-dad, abogan por un modelo de empresa diferente, en el que la res-ponsabilidad social no sea un mero instrumento para alcanzar unmayor beneficio, sino que implique una transformación del funcio-namiento del propio sistema económico. El concepto de valorcompartido propuesto por el profesor Porter, de la Universidad deHarvard, supone una fórmula para reinventar el capitalismo, refor-mulando el objetivo fundamental de la empresa, que puede permi-tir alcanzar una nueva era de innovación y crecimiento económicoa través de la satisfacción de las necesidades de la sociedad.

ReferenciasAECA (2007): Gobierno y Responsabilidad Social de la Empresa. Documen-

tos AECA, Madrid.Casani, F.; Lizcano, J.L. (2008). Estrategia y responsabilidad social: El ca-

so de la Caja de Ahorros de Navarra. XIII Encuentro AECA, Aveiro,Portugal, 25-26 septiembre.

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Vicente Cóndor LópezCatedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Zaragoza

Combinaciones de negocios yconsolidación. Principales novedades

Principales novedades en la consolidación

El 24 de septiembre de 2010 se publicó el RD 1159/2010, por elque se aprueban las Normas para la Formulación de Cuentas Anua-les Consolidadas (NOFCAC) y se modifica el Plan General de Con-tabilidad de 2007 y el Plan General de Contabilidad de Pymes; sondos por tanto las novedades, las propias NOFCAC y la primera re-forma del PGC de 2007.

Los cinco artículos, seis disposiciones transitorias, una derogato-ria y tres finales del RD, recogen un importante número de cues-tiones de las que destacaré la que considero mas relevante desdeel punto de vista que nos ocupa, que aunque no es propiamenteconsecuencia de las modificaciones del RD, ya que estaba conte-nida en el PGC de 2007, se ve refrendada. Me refiero a la NRV 19ªsobre Combinaciones de negocios, cuya modificación es conse-cuencia de la adopción por la UE de la nueva NIIF`3 (UE 2009).

No podemos entrar, por la extensión prevista para este artículo, enel análisis de todos los cambios producidos; sin embargo, sí queme parece importante destacar cómo la consolidación toma unacarta de naturaleza diferente a la que ha tenido tradicionalmente enEspaña. La consolidación se ha entendido y se ha enseñado en lasuniversidades de una forma aislada, como algo ajeno a la proble-mática general de las combinaciones empresariales, es decir, delas diferentes formas de organización de los negocios. La aproba-ción del PGC 2007 rompe con este planteamiento, estableciendo elenfoque de priorizar el fondo económico de las operaciones sobresu forma jurídica y, por primera vez en España, se establece quedesde el punto de vista de la imagen que debe dar una operaciónde combinación de negocios, es irrelevante que se estructure entorno a una fusión, escisión o mediante la toma de participacionesde control. Si se trata de una adquisición de un negocio a tercerosy se establece un determinado método de valoración, en este casoel llamado ‘método de adquisición’, se aplica ya sea en cuentas in-dividuales o consolidadas, si estamos hablando de una operaciónque tiene el mismo trasfondo económico. El nuevo PGC estableceesta filosofía y la aprobación de las nuevas normas de consolida-ción lo refrenda.

En absoluto son novedad las operaciones de reorganización corpo-rativa y de los negocios mediante las diferentes formulas de con-centración, pero sí es cierto que en el nuevo modelo económicoque se va configurando, estas operaciones han cobrado todavíamás importancia; baste recordar el fuerte proceso de concentra-ción que se está produciendo en el sector financiero español, es-pecialmente en el subsector de cajas. Contar con una normativa

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contable que trascienda de la forma utilizada para la concentración,independientemente de que el proceso genere la desaparición deentidades previamente existentes (fusiones) o por el contrario apa-rezcan nuevas (escisiones) o permanezcan las entidades objeto decombinación (adquisición de participaciones de control) no debe-ría dar lugar a una imagen ni a un valor diferente del negocio; es-to no es sino una consecuencia de la aplicación del concepto deprioridad del fondo económico de la operación sobre la forma o elvehículo utilizado. En mi opinión, esta es la principal modificacióndel modelo contable en relación a las Combinaciones de negocios.Aunque también es cierto que, en ocasiones, el exceso de regula-ción normativa, en el sentido de querer abarcar una multiplicidadde casos concretos, puede llevar a hacer inaplicable el conceptoanterior recogido en el marco conceptual.

Además de este cambio en el enfoque conceptual, si nos ceñimosal ámbito estricto de la consolidación, los principales cambiosafectan a un importante abanico de temas, entre los que puedendestacarse los siguientes:

1. Concepto de grupo, obligación de consolidar y perímetrode consolidación.

2. Eliminación patrimonial.3. Puesta en equivalencia e integración proporcional.4. Conversión de Cuentas Anuales en moneda extranjera.5. Impuesto sobre Beneficios.6. Cuentas Anuales Consolidadas.

La extensión prevista para este breve artículo necesariamente obli-ga a focalizar el objeto de la misma. Por su importancia me centra-ré en el concepto de grupo.

El concepto de Grupo

La normativa española sobre consolidación ha experimentado unaevolución importante que ha llevado de la utilización de unos crite-rios basados en aspectos puramente formales a una regulación ba-sada en aspectos sustantivos; así, la Ley 62/2003, en su artículo106, introducía la gran novedad de los llamados ‘Grupos de coor-dinación’, aquellos en los que entre las sociedades implicadas enel grupo no hay relaciones de control, sino que la cohesión vienepor la existencia de personas físicas o jurídicas que son los que ge-neren en el grupo la existencia de unidad de decisión.

Sin embargo, la nota de consolidación del ICAC de 2008 y el actualRD suprimen los grupos de coordinación de la formulación decuentas consolidadas, aunque se mantiene la definición de grupode unidad de decisión en el PGC (NECA 13ª), a efectos de propor-cionar información relativa a dichos grupos en sede de cuentas in-dividuales, así como para el tratamiento de determinadas operacio-nes intersocietarias.

No desaparecen, por tanto, los grupos de coordinación de nuestraregulación contable, pero sí de la consolidación, o al menos esoparece.

El RD 1159/2010 parte de la definición de Grupo contenida en laLey 16/2007, pero reforzando de forma especial el concepto decontrol, haciendo énfasis en su efectividad. De hecho, en la intro-ducción a las nuevas NOFCAC se dice que “La idea de control deuna sociedad por otra es el aspecto clave para identificar la rela-ción dominante-dependiente y, en consecuencia, la obligación deconsolidar, pudiendo llegarse a dicha conclusión aunque el controlsea pasivo, es decir, ante la mera posibilidad de su ejercicio, sinque éste resulte efectivo. Adicionalmente, como desarrollo del ar-tículo 42 del Código de Comercio, se precisa que el control se pue-da ejercer sin participación, configurándose a partir de esta conclu-

sión una nueva tipología de sociedades dependientes, las denomi-nadas ‘entidades de propósito especial’, para cuya identificaciónuno de los aspectos más relevantes a considerar será la participa-ción del grupo en los riesgos y beneficios de la entidad”. (RD1159/2010, introducción, p. 81046).

Entidades de Propósito Especial

El apartado 2 del artículo 3 de las NOFCAC añade a las situacionesdescritas en el apartado 1 como indicadoras de existencia de con-trol (mayoría de votos, nombramiento de administradores, etc.),una serie de consideraciones relativas a circunstancias de las cua-les se puede derivar el control por parte de una sociedad, aúncuando ésta posea la mitad o menos de los derechos de voto, in-cluso cuando apenas posea o no posea participación alguna en elcapital de otras sociedades o empresas, o cuando no se haya ex-plicitado el poder de dirección, como en el caso de las denomina-das entidades de propósito especial.

Para valorar si dichas entidades forman parte del grupo se toma-rán en consideración, entre otros elementos, la participación delgrupo en los riesgos y beneficios de la entidad, así como su capa-cidad para participar en las decisiones de explotación y financierasde la misma.

Quizá el párrafo más llamativo de este apartado es el último: “Siuna vez analizadas las citadas circunstancias existen dudas sobrela existencia de control sobre este tipo de entidades, éstas deberánser incluidas en las cuentas anuales consolidadas”.

Queda clara la intención del regulador de que no quede fuera de lascuentas consolidadas del grupo ningún activo o pasivo que estébajo el control de la sociedad dominante.

Sin embargo, este planteamiento abre zonas de sombra que pue-den generar dudas en la delimitación del grupo. A este respecto, elprofesor Alvarez Melcón (2010) escribía recientemente: “Es preci-so destacar que el control puede producirse de múltiples maneras:financieras, tecnológicas, personales, comerciales, etc. De ahí ladificultad en plasmar en una disposición legal la multitud de situa-ciones que pueden darse mediante contratos y acuerdos. Las nor-mas contables identifican ciertas situaciones y una serie de pre-sunciones que ayudan a esclarecer e identificar el control a efectosde delimitar el grupo, pero evidentemente existen otras muchas si-tuaciones que se escapan a la delimitación existente en la actualnormativa contable; en gran parte esta situación se debe a que elgrupo no está contemplado como figura jurídica ni en España nifuera de ella y no consideramos que esta situación vaya a cambiaren un futuro cercano”.

Seguramente vamos a vivir una etapa de consultas al ICAC en tor-no a esta cuestión, sin ir mas lejos, en el BOICAC 83 del ICAC(2010), la consulta 1 dice textualmente:

“Sobre la clasificación como empresas del grupo a los efectos delartículo 42 del Código de Comercio de tres sociedades participadasal cien por cien por familiares próximos, que comparten los mis-mos administradores, pero que no están participadas entre ellas”.

La duda que se plantea es si, como consecuencia de la existenciade administradores comunes, puede deducirse que alguna de lassociedades del grupo tiene el control sobre otra u otras.

En la respuesta a la consulta, el ICAC hace referencia a la nueva ti-pología de sociedades dependientes, las denominadas ‘entidadesde propósito especial’, recordando las referencia de la norma alcontrol sin participación aunque acaba diciendo “Si las sociedadesdescritas no están vinculadas por una relación de control de unasobre otra…, no tendrán la calificación de empresas del grupo, deacuerdo con el artículo 42 del Código de Comercio”.

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Así pues, no habría obligación de consolidar en una situación co-mo la descrita. Sin embargo, no es difícil imaginar situaciones gri-ses en las que se susciten dudas sobre la existencia de control.

Conclusiones

Una de las principales novedades del PGC de 2007 fue la incorpo-ración de normas de valoración relativas a las Combinaciones denegocios a nuestro modelo contable. Hasta entonces, los intentoshabidos para regular desde el punto de vista contable este tipo deoperaciones habían sido infructuosos. Se trataba de una importan-te debilidad, puesto que estas operaciones son numerosas e im-portantes en la economía actual. La NRV 19ª del PGC, que tambiénse modifica en el Real Decreto 1159/2010, siguiendo la senda delas NIIF’3, plantea un tratamiento contable similar en términos va-lorativos para las diferentes modalidades de Combinaciones de ne-gocios, entre las que se encuentra la vinculación por mecanismosque generan la aparición de los Grupos de sociedades y, conse-cuentemente, de las Cuentas Consolidadas. La aprobación de lasnuevas NOFCAC cierra este círculo planteando las respuestas con-tables a la problemática de la consolidación, a partir de los crite-rios establecidos para la valoración de las Combinaciones de nego-cios, cualquiera que sea la forma que las ampare. En mi opinión,este es uno de los aspectos más destacables de las nuevasNOFCAC, puesto que los criterios establecidos se ciñen en sus pro-puestas a un planteamiento coherente con los criterios de valora-ción aplicables a cualquier Combinación de negocios.

Junto con este planteamiento, que da coherencia a la problemáti-ca de la consolidación, en el contexto de las operaciones de Com-binaciones de Negocios, otro aspecto a destacar, junto con otrosno comentados, es el énfasis en el concepto de control para deter-minar la existencia del grupo de sociedades. Si bien debe haberuna sociedad que ejerza el control sobre otra para que aparezca laobligación de consolidar, el amplio planteamiento relativo a las de-nominadas Entidades de Propósito Especial, sobre las que se pue-de ejercer el control aún en el caso de no existir participación, abrepuertas a la consideración de situaciones que se aproximan al con-cepto de Grupo de Coordinación, o de ‘unidad de decisión’ en tér-minos del PGC.

ReferenciasAlvarez Melcón, S (2010). Evolución histórica del concepto de grupo en

las normas de consolidación españolas. III Jornada de consolidación deASEPUC. UNED, Madrid.

Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (2010): BOICAC nº 83,septiembre 2010.

Real Decreto 1159/2010, de 17 de septiembre, por el que se aprueban lasNormas para la Formulación de Cuentas Anuales Consolidadas y se mo-difica el Plan general de Contabilidad aprobado por el Real Decreto1514/2007, de 16 de noviembre y el Plan General de Contabilidad de pe-queñas y Medianas Empresas aprobado por el real Decreto 1515/2007,de 16 de noviembre.

Unión Europea (UE) (2009). Reglamento CE nº 495/2009 de la Comisiónde 3 de junio de 2009, que modifica el Reglamento CE nº 1126/2008, porel que se adoptan determinada Normas Internacionales de Contabilidadde conformidad con el Reglamento CE nº 1606/2020 del ParlamentoEuropeo y del Consejo, en lo relativo a la Norma Internacional de Infor-mación Financiera nº 3. DOUE L 149 12/6/2009.

Carlos Cubillo RodríguezLetrado del Tribunal de Cuentas

La reforma de la jurisdicción contable

Introducción

La Jurisdicción Contable a través de la que se articula la función deenjuiciamiento de las conductas de los gestores de caudales oefectos públicos por el Tribunal de Cuentas se contempla en el ar-

tículo 136, apartado segundo, de la constitución Española, se re-gula fundamentalmente en la Ley Orgánica 2/1982, de doce de ma-yo, del Tribunal de Cuentas, y en la Ley 7/1988, de cinco de abril,de Funcionamiento del mismo, y ha sido reconocida como una au-téntica potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en una am-plia jurisprudencia, tanto del Tribunal Constitucional como delTribunal Supremo.

En el momento presente concurren una serie de circunstancias queaconsejan una reflexión sobre cuál ha sido el balance de estostreinta años de Jurisdicción Contable, así como sobre la conve-niencia de su reforma.

Lo primero que salta a la vista es que la Jurisdicción del Tribunalde Cuentas está sujeta a una normativa que lleva en vigor entre 20y 30 años, ajena por tanto a las importantes modificaciones que sehan producido en nuestro derecho público (Ley General Presu-puestaria, Ley General de Subvenciones, Ley de Contratos delSector Público...) y en particular en materia procesal (Ley regula-dora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, Ley de Enjui-ciamiento Civil, Ley del Jurado, normas de adaptación de la Admi-nistración de Justicia a las nuevas tecnologías…).

Por otra parte, la experiencia de estos años permite apreciar cuá-les han sido los principales problemas en la interpretación y apli-cación de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas y de su Ley deFuncionamiento, en materia de Jurisdicción Contable, lo que a suvez permite extraer también conclusiones de lege ferenda.

Finalmente, no debe olvidarse que nos hallamos inmersos en un ci-clo de reforma procesal general de la normativa española, por loque el momento resulta especialmente adecuado para plantearseposibles modificaciones legislativas para la Jurisdicción del Tribu-nal de Cuentas.

Si a todo ello unimos que en el momento presente se halla pen-diente de determinación la composición de un nuevo Pleno delTribunal de Cuentas, llegaremos a la conclusión de que estamos enfechas idóneas para reflexionar sobre posibles modificaciones le-gislativas que mejorarían la eficacia de dicha Institución.

Algunos de los aspectos que se tratarán en el presente artículo losencontrará el lector más desarrollados en el volumen sobre laReforma de la Justicia editado en el año 2010 por la Real Academiade Jurisprudencia y Legislación.

Los elementos subjetivos de los juicios de responsabilidad contable

La Doctrina clásica distingue entre elementos subjetivos imparcia-les (los órganos que intervienen en el proceso) y parciales (las par-tes procesales).

Por lo que se refiere a los primeros, una reforma legislativa tendríaque incorporar nuevas soluciones respecto de los siguientes pro-blemas:

- La cuestión de las garantías de independencia e inamovilidad delos órganos de la Jurisdicción Contable.

- La cuestión de las posibles distorsiones derivadas de la doblecondición de los Consejeros de la Sección de Enjuiciamiento co-mo miembros del Pleno y órganos de enjuiciamiento contable.

- La cuestión del papel de los Órganos de Control Externo de lasComunidades Autónomas en la exigencia de las responsabilida-des contables.

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- La cuestión de la endogamia procesal que se produce comoconsecuencia de que miembros de la Sección de Enjuiciamientoque actúan como órganos jurisdiccionales de primera instanciapuedan formar parte también de la Sala de Justicia del Tribunalde Cuentas.

- La excesiva laxitud con que se regula el perfil profesional exigi-ble a los delegados instructores en el artículo 26 de la Ley Orgá-nica del Tribunal de Cuentas.

En cuanto a los elementos subjetivos parciales de los juicios deresponsabilidad contable, es necesario tratar tres aspectos: capa-cidad, legitimación y postulación.

En materia de capacidad procesal resultaría de gran utilidad algu-na norma sobre el tratamiento que debe darse a comunidades debienes, herencias yacentes, y en general a patrimonios separadossin personalidad jurídica propia.

Por lo que se refiere a la legitimación activa, que la legislación pro-cesal contable reconoce a las administraciones y entidades delsector público, al Ministerio Fiscal y a los actores públicos, seríanrecomendables las modificaciones siguientes:

- Superación del angosto y anticuado alcance del ‘sector público’aportado por el artículo 4 de la Ley Orgánica del Tribunal deCuentas, y sustitución del mismo por el que deriva de los nue-vos aires que han traído las más recientes normas sobre orga-nización y funcionamiento de la Administraciones, sobre régi-men financiero de éstas y también las que regulan los órganosde Control Externo de las Comunidades Autónomas de más re-ciente creación.

- El papel del Ministerio Fiscal en los juicios de responsabilidadcontable debería aclararse en dos cuestiones:

· Posición del Ministerio público como inductor del inicio deunas actuaciones o como ejercitante de la acción de respon-sabilidad contable, especialmente cuando los hechos investi-gados derivan de un informe de fiscalización.

· Posición procesal del Ministerio Público en los procesos enlos que ni formula demanda ni se adhiere total o parcialmen-te a la planteada por otro legitimado activo.

- Mejora técnica de la regulación de la acción pública en dos sen-tidos:

· Suavización de los rigurosos requisitos de admisión actual-mente recogidos en el artículo 56 de la Ley de Funcionamientodel Tribunal de Cuentas, haciéndolos más afines a las exigen-cias del principio pro actione recogido en el artículo 24 de laConstitución española.

· Respuesta procesal dura, más allá de la mera condena en cos-tas, para los supuestos de mala fe o ejercicio fraudulento dela acción.

En lo que a la legitimación pasiva se refiere, conviene recordar quela normativa la atribuye a los presuntos responsables contables, asus causahabientes y a cuantos se consideraren perjudicados porel proceso.

Sería recomendable de lege ferenda una regulación que permitierasuperar los puntos más confusos de la vigente, que se concretanen los siguientes aspectos:

- La cuestión del extraneus o colaborador necesario en los hechosgeneradores de la responsabilidad contable, pero en quien noconcurre la condición de gestor de caudales o efectos públicos.

- El litisconsorcio pasivo necesario en unos procesos en los que,frecuentemente, se enjuicia una cadena de gestión y en los quehay que armonizar el carácter solidario de la responsabilidadcontable con las exigencias de justicia material insoslayables.

- La posible legitimación pasiva en estos procesos de las Admi-nistraciones y entidades del Sector Público, al menos cuandoson perceptoras de ayudas de otras administraciones.

- La posición jurídica de los causahabientes del presunto respon-sable como legitimados pasivos en estos procesos.

Para terminar con este epígrafe, dos breves apuntes sobre la pos-tulación en los juicios de responsabilidad contable. El primero pa-ra recomendar de lege ferenda la supresión de la excéntrica viabi-lidad de que las entidades locales puedan ser representadas y de-fendidas ante la Jurisdicción Contable por la Abogacía del Estado.El segundo apunte, para sugerir la desaparición de la posibilidad deautodefensa que se reconoce en determinados casos a los presun-tos responsables contables y que la experiencia del foro ha venidodesacreditando por devenir en una inferioridad de armas procesa-les para el interesado que debilita sus oportunidades de defensa.

Los elementos objetivos de los juicios de responsabilidad contable

La pretensión de responsabilidad contable de la que conoce laJurisdicción del Tribunal de Cuentas consiste en la exigencia deuna indemnización a quien, por su conducta ilegal y dolosa o gra-vemente negligente, hubiere provocado daños en los fondos públi-cos por la irregular gestión de los mismos. Esta pretensión, que sedefine en los artículos 38 de la ley Orgánica del Tribunal de Cuentasy 49 de la Ley de Funcionamiento del mismo, así como la resisten-cia a ella, constituyen los elementos objetivos de los procesos con-tenciosos de los que conoce el Tribunal de Cuentas a través de suJurisdicción.

Con carácter general puede avanzarse la idea de que en lo relativoa los requisitos de la responsabilidad contable que se deducen delos preceptos que se acaban de aludir, una legislación de nuevo cu-ño debería plantearse completar su definición con alguno de loselementos aportados por la Sala de Justicia contable en su inter-pretación y aplicación cotidiana de los antes mencionados artícu-los de la vigente normativa sobre responsabilidad contable.

En particular, sería conveniente traducir al derecho positivo el cri-terio jurisprudencial amplio que permite identificar ‘norma conta-ble o presupuestaria’ con norma reguladora de la actividad econó-mico-financiera del Sector Público.

También ha venido demostrando la práctica forense en estos añosla necesidad de suavizar el actual vínculo que asocia a la respon-sabilidad contable con la rendición de cuentas y, así, configurar aeste tipo de responsabilidad, definitivamente, más que como unaresponsabilidad de contables al estilo francés, como una respon-sabilidad de gestores.

Sin embargo, tal vez el mayor reto que debiera afrontarse en unaeventual modificación normativa del actual régimen jurídico de losrequisitos de la responsabilidad contable es el de regular la exigen-cia de la misma con cargo a patrimonios sin personalidad jurídica,o a patrimonios de personas físicas vinculadas a ese tipo de uni-dades económicas, o con cargo a los bienes y derechos de los ad-ministradores o socios de las personas jurídicas que incurren eneste tipo de responsabilidad. Podría seguirse para ello el modelode la moderna normativa sobre urbanismo o subvenciones.

Otro punto importante a considerar de lege ferenda es el de la gra-duación de la responsabilidad, que debería tratarse desde la pers-pectiva de aportar criterios a tener en cuenta para valorar la negli-gencia y la incidencia de la conducta enjuiciada en el daño, supe-rando el vigente sistema de distinguir entre responsables directos

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UNESA. Edificio Cuzco IV · Paseo de la Castellana 141, planta 12 · 28046 Madrid · Tel. 91 567 48 [email protected] · www.unesa.es

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y subsidiarios, y de aplicar causas de exención y moderación im-propias de un tipo de responsabilidad que no es sancionatoria si-no reparatoria.

También se precisaría una actualización del régimen jurídico apli-cable a la prescripción de la responsabilidad contable, tanto en lorelativo a los plazos como en lo que se refiere a las causas de in-terrupción de los mismos, a la vista de la reciente Jurisprudenciadel Tribunal Supremo sobre relevancia jurídica del conocimientoformal por parte del interesado del acto interruptivo.

Finalmente, no se puede olvidar la necesidad de que la normativareguladora de la Jurisdicción Contable deba estar en sintonía conel sistema procesal común, evitándose así distorsiones que a ve-ces pueden llegar a ser jurídicamente relevantes a la vista del ca-rácter supletorio que, para los procesos de responsabilidad conta-ble, tienen la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, laLey de Enjuiciamiento Civil y la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Los elementos formales de los juicios de responsabilidad contable

La Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas y su Ley de Funcionamien-to permiten distinguir:

a) Pretensiones de responsabilidad contable por alcance o malver-sación. El Tribunal de Cuentas tiene competencia exclusiva pa-ra conocer y resolver en este tipo de pretensiones a través deun procedimiento de reintegro por alcance.

b) Pretensiones de responsabilidad contable diferentes de las de-rivadas de alcance o malversación. Pueden conocerse y resol-verse por el Tribunal de Cuentas a través de un juicio de cuen-tas, pero también por las administraciones públicas a través deun expediente administrativo, pero en este último caso elTribunal de Cuentas puede avocar el asunto y, además, a travésde su Sala de Justicia conocerá de los recursos interpuestoscontra las resoluciones que se dicten en los expedientes admi-nistrativos anteriormente aludidos.

La regulación del juicio de cuentas y la del procedimiento de rein-tegro por alcance son diferentes, pero en ambos supuestos hayuna fase previa de instrucción administrativa, cabe apelación antela Sala de Justicia del Tribunal de Cuentas y, en los casos legal-mente previstos, casación y revisión ante el Tribunal Supremo.

Este esquema procesal resulta demasiado complejo y afecta nega-tivamente a la celeridad y eficacia de la justicia Contable, porqueplantea problemas tanto en lo que se refiere a las fuentes de incoa-ción de los juicios como a la fase instructora de los mismos, asícomo en lo relativo a la rigidez con la que impera en estos proce-sos el ‘principio dispositivo’, que hace a las partes dueñas del pro-ceso y limita las facultades del juzgador para perfilar el objeto delmismo.

De lege ferenda sería recomendable un cauce formal único paraatender todas las posibles pretensiones de responsabilidad conta-ble, caracterizado por su agilidad, su adecuación al perfil técnicoespecializado de dichas pretensiones y su correcto encaje en el or-denamiento procesal general.

Para ello, habría que empezar por aclarar y mejorar el funciona-miento de las fuentes de nutrición de la Jurisdicción Contable a lasque se aludió con anterioridad y, luego, articular un procedimientosencillo.

Las actuaciones podrían empezar con una fase administrativa, tra-mitada por las administraciones, por órganos autonómicos decontrol externo o por órganos del propio Tribunal de Cuentas, al

estilo del procedimiento previsto para los expedientes de respon-sabilidad contable en el Real Decreto 700/1988, de 1 de julio. Estoes, con una instrucción administrativa y una posterior resolución,administrativa también, por órgano diferente del instructor, desdeluego. En esta primera fase podrían adoptarse las medidas caute-lares que hoy se prevén en el artículo 47.1 de la Ley de Funciona-miento del Tribunal de Cuentas.

Contra las resoluciones condenatorias o absolutorias dictadas enel procedimiento administrativo de responsabilidad contable cabríarecurso ante un órgano colegiado de la Jurisdicción Contable, quese tramitaría como un procedimiento contencioso-administrativoen primera o única instancia, de manera que en esta fase procesal,de naturaleza plenamente jurisdiccional, pudiera desarrollarse eljuicio plenario.

Se trataría, por tanto, aunque con diversos matices, de generalizarel sistema hoy recogido en el artículo 41.2 de la Ley Orgánica2/1982, de 12 de mayo. Todo ello sin olvidar las competencias fi-nales del Tribunal Supremo en garantía del principio de Unidad deJurisdicción.

Se conseguiría de esta forma dotar a la Jurisdicción Contable de uncauce formal sencillo y adaptado a la naturaleza de las pretensio-nes de que conoce. Un proceso, además, que podría simplificarseaún más permitiendo casos de tramitación abreviada por razón dela cuantía.

En todo caso, a la vista de la experiencia de estos años, sería reco-mendable evitar en el futuro regulaciones basadas en una excesivaconfianza en la remisión a otras normas o en la supletoriedad delas mismas.

El desafío como siempre está en buscar el difícil punto de equili-brio entre celeridad y agilidad procesal, por una parte, y respeto alas garantías del proceso por otra, armonizando a la vez la relevan-cia del interés público afectado por la forma de gestionar el patri-monio común de los ciudadanos con el respeto a los derechos ma-teriales y formales de las personas contra las que se dirija la acciónde responsabilidad contable.

Bernabé Escobar PérezUniversidad de Sevilla

La responsabilidad social de las cajasde ahorros en tiempos de crisis

Introducción

Al generalizarse la conciencia de que la empresa debe tener uncomportamiento socialmente responsable (Argandoña, 1998), laResponsabilidad Social Corporativa (RSC) ha recibido una aten-ción creciente en todos los ámbitos, destacando el sector financie-ro (González y Jiménez, 2008). Dentro de éste, las cajas de ahorros(CCAA) son un objeto de estudio interesante porque: (1) su activi-dad representaba más de la mitad del sistema financiero en España(Maravall et al., 2009); (2) a pesar de la crisis, obtuvieron en 2008un beneficio atribuido de 6.829 millones de euros (m€)1; (3) suscaracterísticas distintivas las convirtieron en las entidades finan-cieras con un mayor arraigo social (Cals, 2005).

Ahora bien, la crisis actual nos brinda la oportunidad de compro-bar el alcance real del compromiso de las CCAA con respecto a laRSC, ya que su comportamiento evidenciará si siguen realmente

1 Página web de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA):http://www.cajasdeahorros.es

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comprometidas, o bien utilizan la RSC para legitimarse frente a susstakeholders (DiMaggio y Powell, 1991).

Para conseguirlo, hemos analizado la información económico-fi-nanciera de las CCAA que operan en España desde 2003 a 2009,obtenida de la página web de la CECA. En concreto, las variablesanalizadas han sido la Dotación a la Obra Social como indicador deRSC, el Resultado del Ejercicio y el Ratio Obra Social/Resultado delEjercicio, como magnitud relativa para facilitar comparaciones.

El compromiso social de las cajas de ahorros españolas

El origen de las CCAA se remonta a los Montes de Piedad del sigloXVIII. Las primeras se fundaron apenas finalizada la Guerra de laIndependencia, para paliar la mala situación de la sociedad espa-ñola. Su principal objetivo era dirigir el ahorro popular hacia la in-versión y realizar una labor social en su ámbito territorial. En laépoca liberal se consolidaron al recibir el encargo de promocionarel ahorro de las clases industriales.

Posteriormente se fueron convirtiendo en auténticas institucionesfinancieras y empezaron a ofrecer a sus clientes una completa ga-ma de servicios. Siendo fundaciones privadas de interés público,su actividad principal ha sido la recepción de depósitos de terceroscon el fin de prestarlos o colocarlos en inversiones financieras (Ba-llarín, 1991).

Asimismo, por su finalidad social, aunque actúan según criteriosde mercado, han revertido un importante porcentaje de sus bene-ficios a la sociedad. Así, el artículo 11 de la Ley 13/1985, de 25 demayo, de Entidades de Depósito señala que las CCAA debían des-tinar a reservas o fondos de previsión no imputables a riesgos es-pecíficos, como mínimo un 50% de sus excedentes de libre dispo-sición, lo que les permitía aplicar recursos también para satisfacerdistintas demandas sociales (protección del medio ambiente, acti-vidades culturales, asistencia social y sanitaria, conservación delpatrimonio, educación e investigación y programas de integración)a través de la denominada Obra Social (OS).

Por consiguiente, la dotación de recursos voluntaria y periódica-mente a su OS para fomentar el desarrollo y el progreso de sus co-

munidades de origen les ha permitido conseguir puestos de lide-razgo en sus zonas geográficas (Cals, 2005).

Según la CECA (2009), la OS se resumía en 45 CCAA, 24.637 su-cursales, 131.933 empleados y 128,67 millones de beneficiariosen 2007.

Resultados

Los resultados (Tabla 1) indican que durante el período 2003-09,todas las CCAA han obtenido resultados positivos, con la excep-ción de la Caja Castilla-La Mancha y Cajasur, tras ser intervenidaspor el Banco de España. Salvo estas últimas y Caja España y CajaDuero en 2009, todas han realizado dotaciones a la OS en estosaños. El resto del resultado se ha destinado siempre a reservas,menos en la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que destinó unaparte a ‘Otros Fines’ en 2008 y 2009.

El resultado total medio de las CCAA obtenido durante el períodoha sido de 5.701,58 m€. Por su parte, la dotación promedio total ala OS alcanzó 1.419,92 m€, lo que supone, también por términomedio, que las CCAA han destinado un 26,92% de sus beneficiosa su OS.

Con respecto a la evolución de las tres magnitudes, hemos de se-ñalar que durante el período:

(1) Los beneficios totales de las CCAA han pasado de 3.738,82 m€

en 2003 a 3.058,36 en 2009, lo que supone una disminucióndel 18,2%, aunque llegaron a alcanzar los 10.946,94 m€ en2007, un 292,79% más que en 2003, casi el triple.

(2) La dotación total a la OS de las CCAA durante el período pasóde 1.035,75 m€ en 2003 a 1.945,80 en 2007, quedándose en1.103,35 m€ para el ejercicio 2009.

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Tabla 1Datos globales del Resultado y de la Obra Social de las Cajas de Ahorros Españolas

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de CECA

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(3) El ratio OS/Bº, calculado como el cociente entre la dotación a laOS y el resultado obtenido por las CCAA, partió de un prome-dio del 27,70% en 2003. Posteriormente descendió hasta lle-gar al 17,77% en 2007, aunque se recuperó hasta el 27,81%en 2008 y ha alcanzado un máximo del 36,08% en 2009.

Lógicamente, la casuística es muy diversa, por lo que en la Tabla 2presentamos las CCAA que más han destacado por su dotación ala OS en los ejercicios analizados, bien por ser las que más dotan,bien por ser las que menos lo hacen.

También es preciso señalar que existen entidades que han mante-nido un porcentaje constante de dotación a la OS, como el 30% deBBK.

Como puede observarse en la Tabla 1, hasta 2008 las CCAA máspequeñas han solido destinar un porcentaje mayor a OS, destacan-do particularmente 2007, año en el que las CCAA obtuvieron el ma-yor resultado de su historia, donde se produjo la mayor diferencia,más de 10 puntos porcentuales a favor de las CCAA pequeñas.

Asimismo, se aprecia una diferencia sustancial entre las dos CCAAde mayor tamaño. En concreto, La Caixa ha dotado a OS en el pe-ríodo analizado significativamente más que Caja Madrid, 8.385,10m€ frente a 5.776,24 m€, siendo sus porcentajes medios de dota-ción con respecto al beneficio, del 33,71% y 21,44%, respectiva-mente, es decir, más del 12% a favor de La Caixa.

Por último, en la única fusión entre CCAA producida en el períodoanalizado, la nueva caja fusionada, Cajasol, ha seguido la pauta deEl Monte en cuanto a los porcentajes de dotación a la OS, más re-ducidos que los de Caja San Fernando.

Consideraciones finales

Los 9.877,60 m€ destinados a OS por las CCAA en el período2003-09 justifican su reconocimiento como organizaciones funda-mentales en RSC en España. Ahora bien, un análisis pormenoriza-do de la respuesta de las CCAA a la crisis evidencia algunas cues-tiones de interés.

En primer lugar, es preciso señalar que salvo Caja Badajoz en 2006,ninguna ha dotado el 50% máximo que permitía la Ley 13/1985.Por término medio han dotado aproximadamente la mitad, un26,88%, situándose entre el 17,77% en 2007, ejercicio en el quelas CCAA obtuvieron su mayor beneficio a nivel agregado,10.946,94 m€ y el 36,08% en 2009, año con tan sólo 3.058,36 m€

de beneficio, el menor del período analizado. A raíz de esto, pare-ce que en términos globales existe una relación entre el aumen-to/disminución de los beneficios y una mayor/menor dotación a laOS, aunque en términos relativos, teniendo en cuenta la evolucióndel Ratio OS/Bº, la relación sería de carácter inverso.

Esta circunstancia admitiría dos explicaciones. La primera es quelas CCAA, conscientes de lo excepcional del abultado resultado de2007, se hubieran resistido a aumentar sustancialmente la dota-ción a su OS debido a sus consecuencias futuras. Así, una dota-ción sólo un poco mayor a la OS con un resultado bastante mayor,provocó una caída del porcentaje medio de dotación al 17,77%. Lasegunda se basa en que las CCAA, ante las noticias sobre la inmi-nencia de la crisis y conociendo los datos provenientes de EstadosUnidos, hubieran optado por anticipar los efectos de ésta dotandouna mayor cantidad de reservas en detrimento de la OS.

Desde nuestro punto de vista, el comportamiento asociado a la pri-mera explicación podría considerarse prudente, ya que hubiera po-dido ser irresponsable acometer proyectos que no pudieran culmi-narse por falta de financiación cuando el beneficio y la dotación ala OS volviesen a niveles más normales. Sin embargo, la actuaciónacorde con la segunda explicación no sería muy responsable, yaque el fortalecimiento extra de los fondos propios que se obtendríapor esta vía sería bastante reducido en una coyuntura de menoresbeneficios, mientras que sería mucho lo que se dañaría la reputa-ción de las CCAA, al reducir la OS precisamente en tiempos de cri-sis en los que se acentúan muchas de las necesidades sociales quese pretenden cubrir con ella.

Gráfico 1Evolución del Resultado y la Dotación a Obra Social

de las CCAA: 2003-09

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de CECA

Gráfico 2Evolución del Ratio OS/Bº de las CCAA: 2003-09

Tabla 2Cajas de Ahorros Españolas que destacan por su dotación

a la Obra Social

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En segundo lugar, inmersas en plena crisis, puede afirmarse que elcomportamiento de las CCAA en 2008 y 2009 ha seguido siendobastante responsable socialmente, si atendemos no sólo al mon-tante de la dotación a la OS sino, sobre todo, al porcentaje que re-presenta sobre el resultado. En concreto, aunque la evolución delas dotaciones a la OS muestra una importante caída en númerosabsolutos hasta llegar a los 1.103,35 m€, consecuencia lógica dela importante disminución de los resultados, el crecimiento sus-tancial del ratio OS/Bº en 2008 hasta el 27,81% y, sobre todo, has-ta el 36,08% en 2009, ha permitido mitigar bastante dicha dismi-nución.

El hecho de que se mantenga la dotación a OS en términos abso-lutos por encima de los 1.100 m€, podría explicarse, por un lado,por la propia inercia de la OS, ya que las inversiones iniciadas enaños anteriores es necesario seguir financiándolas, bien para con-cluirlas, bien para mantenerlas en funcionamiento, ya que suponencompromisos adquiridos con los diferentes grupos de interés. Sinembargo, a la vista de los datos es justo destacar que esta circuns-tancia se produce básicamente por la actuación de La Caixa, queha destinado 500 y 425 m€ a su OS en 2008 y 2009, lo que supu-so un 42,68% y un 43,67% de sus beneficios, respectivamente, ymás de un tercio del total dotado por el conjunto de CCAA españo-las. Por su parte, Caja Madrid, aunque en 2008 dobló el porcenta-je que destinó en 2007 a su OS, dotó 187,47 y 80 m€, un 20,87%y un 22,24% de sus beneficios, lo que la sitúa a más de 20 puntosporcentuales de diferencia de La Caixa. A raíz de ello, en principiono parece que exista ninguna relación clara entre el tamaño de lasCCAA y su comportamiento respecto a la RSC.

En consecuencia, hemos constatado que la RSC no ha sido la pri-mera víctima de la crisis financiera en el caso de las CCAA. Másbien se observa un comportamiento que asemeja a un mecanismode compensación en el que se ha manejado el ratio OS/Bº para quela dotación a la OS en términos absolutos ni se dispare ni se reduz-ca drásticamente.

Para finalizar, habrá que seguir atentos el comportamiento de lasfusiones y las transformaciones de las CCAA, ya que lo normal esque éstas afecten en mayor medida a las más pequeñas, que sonlas que en términos relativos han venido destinando tradicional-mente más recursos a la OS, probablemente por encontrarse máscomprometidas con su entorno, en función de la teoría del mayorapego a la tierra.

ReferenciasArgandoña, B. (2007): “La Responsabilidad Social de la Empresa a la luz

de la Ética”. Contabilidad y Dirección, 27-37.

Ballarín, E. (1991): “El Proceso de Dirección en las Cajas de Ahorros”,Papeles de Economía Española, 47, 25-36.

Cals, J. (2005): Historia Reciente, Estrategia Competitiva y Gobierno. Ariel.Barcelona.

CECA (2009): Responsabilidad Social Corporativa de las Cajas de Ahorro.http://www.cajasdeahorros.es/web_RSC_2008/index.html.

DiMaggio, P.J.; Powell W.W. (1991): The New Institutionalism in Organi-zational Analysis, The University of Chicago Press, Chicago.

González, L.; Jiménez, M. (2008): Una Aproximación a la Sostenibilidaddesde las Entidades Financieras. Ed. Confederación Española de Cajas deAhorros. Madrid.

Ley 13/1985, de 25 de mayo, de Coeficientes de Inversión, RecursosPropios y Obligaciones de Información de los Intermediarios Financieros(BOE nº 127/1985, de 28 de mayo de 1985).

Maravall, F.; Glavan, S.; AFI (2009): Eficiencia y Concentración delSistema Bancario. Ed. FUNCAS. Madrid.

José Luis Gallizo LarrazCatedrático de Economía Financiera y Contabilidad de laUniversidadde Lleida

El valor añadido de la empresa en lasnegociaciones salariales: ¿un nuevomodelo?

El objetivo: ligar salarios y productividad

En lo que va de 2011 no han cesado los debates sobre la conve-niencia de llevar adelante una reforma laboral que, entre otros ele-mentos de referencia, contemple la ligazón de salarios y producti-vidad, a la vez de su progresiva desvinculación de los índices de in-flación.

Desde hace tiempo, en ciertos países como Alemania, las empre-sas centran los aumentos salariales en la mejora de la productivi-dad como exigencia necesaria de competitividad de los mercados.En otros países como España, las modificaciones salariales se hanbasado en las alteraciones del IPC con escasa dependencia de losresultados de las empresas.

En opinión de muchos expertos este es uno de los elementos queexige una reforma urgente y no se comprende que durante tantosaños la negociación colectiva se haya centrado en ligar salarios alIPC, sin apenas otro tipo de referencias. Este es un modelo que pu-do ser asumible en tiempos de bonanza, pero ahora, con crisiseconómica conduce a muchas empresas a situaciones de dificul-tad y en algunos casos, llega incluso a provocar la quiebra de unadeterminada actividad productiva.

En el presente debate los medios de comunicación han generadocierta confusión en lo que debe entenderse por productividad de laempresa como referencia salarial. En unos casos se toman comotal los beneficios; en otros, el valor de la producción por emplea-do, y en otros, los rendimientos cualitativos por trabajador. Ennuestra opinión, la situación de España es la de un sistema produc-tivo situado en un mercado abierto de alta competencia, que exigela aproximación de las retribuciones al valor añadido que genera laactividad empresarial. Probablemente es este el concepto al que sequiere hacer referencia cuando se habla de productividad en elcontexto de negociaciones salariales.

El valor añadido generado por la empresa puede ser una referencia en las negociaciones salariales

Desde la óptica de la contabilidad, el valor añadido significa la ga-nancia neta proveniente de las operaciones de la empresa, que unavez generada ha de compartirse según los intereses de los gruposparticipantes en su obtención. De esta manera, el valor añadidobruto se obtiene como diferencia entre el valor de la producción(P) y las adquisiciones exteriores (C); el importe así obtenido esasignado como suma de las remuneraciones del trabajo (S), delcapital propio en forma de dividendos (D), del capital ajeno en for-ma de intereses (I), de los tributos (T) y de la propia empresa co-mo autofinanciación (R+A).

P - C = VA = S + I + T + D + R+A

Bajo esta concepción, la firma pretende incrementar el valor añadi-do total en la confianza de que ello beneficiará al conjunto de losparticipes. En particular, si se quiere establecer una ligazón de sa-larios y productividad, será fácil vincular parte de las retribucionesa la tasa de variación de valor añadido. De este modo, si se hanconseguido incrementos en el valor añadido, los empleados recibi-rán mejoras en sus nóminas; si, por el contrario, no crece dichovalor, no experimentarán aumento alguno.

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Establecer tal vinculación entre valor generado y rentas del trabajosupondría un claro incentivo para los trabajadores, consiguiendoque se implicasen activamente en la mejora de la eficiencia de laempresa y favorecería la cooperación entre el trabajo y la gerencia.En este contexto se comprende lo que acaba de pedir el candidatosocialista para las próximas elecciones al plantear un “acuerdo so-bre las rentas para moderar los salarios y moderar los beneficios”;posiblemente se quiere referir a un reparto equilibrado del valorañadido. Pensemos que lo contrario sería una visión unívoca depérdidas y ganancias, que centra su atención en maximizar el be-neficio y preservar la remuneración de los accionistas, estimulan-do la reducción de costes, que incluiría la reducción de plantillas,lo cual tiene un penoso efecto en época de crisis que se traduce enel aumento del desempleo.

En las circunstancias económicas actuales, lo que se pretende alintentar ligar salarios y productividad y su desvinculación del IPCes facilitar la continuidad de las empresas. No se trata tanto de in-tentar implantar un nuevo sistema de justicia retributiva, sino dehacer más sensibles las subidas salariales a los resultados econó-micos de la empresa.

Un modelo basado en la creación de valor económico

Entre los rasgos distintivos de una medida de referencia en las ne-gociaciones salariales como es el valor añadido podemos citar lassiguientes:

• El valor añadido es una cifra cuya disponibilidad es inmediatapara los agentes interesados, pudiéndose obtener con facilidadde la contabilidad de las empresas.

• Es una cifra menos manipulable que la del beneficio por encon-trarse en el tramo alto de la cuenta de pérdidas y ganancias, esdecir, donde se acumula la generación de valor.

• El uso del valor añadido no contradice una hipotética referenciaa la productividad, puesto que las diferencias de valor añadidoentre empresas suponen diferencias en productividad totalcuando los precios de venta de los bienes producidos se formanen mercados competitivos.

• Junto a lo anterior hay un requisito imprescindible que exigiríasu aplicación, y es que esta medida requeriría un sistema detransparencia de las cuentas de las empresas que asegurasen lacredibilidad de la información.

Finalmente, hay que recordar que el concepto de valor añadido co-necta la productividad a nivel nacional con el nivel micro de la em-presa. Es decir, los esfuerzos realizados en el ámbito de la empre-sa para crear valor se reflejan, a nivel macroeconómico, en la pro-ducción agregada de bienes y servicios finales o producto interiorbruto (PIB). En este sentido, si admitimos que el aumento de lossueldos es uno de los condicionantes que provocan aumentos deprecios y, por tanto, generan inflación, habría que entender que lassubidas salariales realizadas en empresas que han conseguido in-crementar el valor añadido y en esa proporción, no contribuyen acrear tensiones inflacionistas.

Reflexión final: para crecer hay que lograr desvincularsalarios de la inflación

En la primera mitad de agosto de 2011 el FMI mantiene el estadode alerta económica para España. En un informe de supervisión, elorganismo concluye que la recuperación gradual de la economíaespañola no es suficiente para rebajar la ‘inaceptable’ tasa de de-sempleo del 20,9%, por lo que insta a desvincular los salarios dela inflación y a aplicar una menor compensación por desempleo.

Teniendo en cuenta lo anterior y pese a las dificultades de eliminarla vinculación de los sueldos a la evolución de los precios, no pue-de negarse que se trata de una medida urgente y necesaria para lamejora de la competitividad. Ello no quiere decir que la implanta-ción de cláusulas referidas a la productividad sea una novedad ennuestro país. A diferencia de lo que ocurre en los acuerdos nacio-nales, la perspectiva de la negociación individual en cada empresano ha pasado por alto las ventajas de una retribución ligada a algu-na medida de resultado económico de la firma. De hecho, las cláu-sulas de productividad están, junto a otras, cada vez más presen-tes en la negociación colectiva de cada empresa, que alcanza prác-ticamente a la mitad de los convenios colectivos. Por tanto, si sequiere abandonar progresivamente las referencias de los sueldosal IPC y su sustitución por modelos asociados al valor económicogenerado o productividad, el mejor camino es la descentralizaciónde las negociaciones sobre condiciones retributivas, esto es, dejarque sea el ámbito de las empresas el que determine los acuerdoscolectivos con vistas a permitir la competitividad y, por tanto, lacontinuidad de las empresas.

Juan Luis Gandía CabedoUniversidad de ValenciaDirector del Portal de Investigación y Conocimiento en Contabilidad y Administración de Empresas (PICCA)

‘Es verdad, está en Internet…’.Transparencia y credibilidad de lainformación corporativa digitalRecuerdo en mi adolescencia discusiones sobre temas de actuali-dad en las que, para refrendar o dar mayor credibilidad a las opi-niones que vertía alguno de los intervinientes, añadía al final de suargumento la frase ‘es verdad, lo han dicho en la tele’. Idénticos ar-gumentos se utilizaron y se utilizan en referencia a los otros dosmedios de comunicación tradicionales, prensa y radio. A partir deldesarrollo de Internet en la segunda mitad de la década de los no-venta, paulatina y exponencialmente, las personas accedemos a lainfinidad de recursos digitales para obtener, compartir y difundirinformación. Sin duda, nuestros jóvenes de hoy en día y los no tanjóvenes también utilizan la frase de reafirmación en sus argumen-tos, sólo que ahora el enunciado es ‘está en Internet’.

Valga esta primera reflexión para centrar el tema que me ocupa eneste artículo, a saber, cuán transparente es una organización en elentorno digital, qué significa ello, y hasta qué punto es creíble lainformación que sobre ella circula. Empezaré primero por referir-me a la transparencia, y más adelante abordaré el tema de la cre-dibilidad.

¿Qué es la transparencia corporativa?

Tal vez el término transparencia, junto al de globalización, sea unode los conceptos más recurrentes en las dos últimas décadas en laliteratura sobre economía, finanzas, política, gestión pública o elmundo empresarial. En principio, la transparencia de una entidadu organización está relacionada con la información veraz que estadifunda de forma simétrica, equitativa y oportuna, para que cual-quier tercero interesado pueda formarse una opinión fundada y to-mar decisiones en base a ella. Pero la transparencia no sólo vienedeterminada por el flujo informativo originado desde la organiza-ción, también resulta relevante la obtención de información desde

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otros ámbitos, sean o no controlados por la propia entidad. En loreferente al mundo empresarial, y en especial al de las grandescorporaciones, coincidimos con Bushman et al. (2004), al conside-rar que la ‘transparencia corporativa’ es la amplia y pública dispo-nibilidad de información sobre una empresa que puede ser obteni-da desde fuera de la compañía. Ello supone que cualquier tercerointeresado pueda acceder a ‘toda’ la información sobre una com-pañía a través de distintos canales, con o sin coste económico.

De acuerdo con Bushman et al. (2004), el mecanismo informativoque condiciona la transparencia puede clasificarse en tres catego-rías: i) el reporting corporativo; ii) la obtención privada de informa-ción; y, iii) el canal por el que se difunde la información. De estastres categorías, el canal informativo ha cobrado especial relevanciadesde el inicio del siglo XXI, al producirse una difusión extensiva,rápida y barata de la información corporativa que reciben los agen-tes económicos interesados a través de los diferentes medios decomunicación, tanto tradicionales (prensa, radio, televisión) comoespecialmente los digitales (web 1.0, web 2.0), amplificando conello los efectos económicos de dicha información (Gandía, 2005).

En este sentido, Spaul (1997) ya puso de manifiesto las ventajaspara el diálogo corporativo de la utilización de la tecnología y enespecial de Internet, aunque el uso de la página web como princi-pal medio digital para difundir, fundamentalmente, información fi-nanciera (Gandía, 2001), ha evolucionado durante la segunda mi-tad de la primera década de este siglo. Esta evolución ha supues-to, por una parte, una extensión en el tipo de información que di-funden las compañías ofreciendo, además de la financiera, la rela-cionada con el gobierno corporativo, la responsabilidad social, lade tipo comercial o la estratégica y, por otra parte, un uso intensi-vo de nuevas herramientas digitales que han modificado las ‘reglasdel juego’ de la comunicación corporativa.

Canales de comunicación digital y control de la información corporativa

Los acontecimientos políticos acaecidos en el norte de África yOriente Medio, o los documentos secretos revelados masivamentea través de Wikileaks, entre otros ejemplos, han puesto de mani-fiesto la importancia y el papel que los canales de comunicación di-gital tienen como mecanismo para impulsar la toma de decisionesy la actitud de las personas. Este planteamiento también puedetrasladarse al ámbito de la transparencia corporativa, ya que unacompañía no sólo debe conocer los diferentes canales que existen,sino ser especialmente consciente de qué capacidad tiene paracontrolar las informaciones que en ellos circulan. Por tanto, lasempresas deben orientar sus estrategias de comunicación, asu-miendo que, con independencia de la tecnología o la aplicación uti-lizada en el canal digital, lo relevante es conocer el nivel de controlsobre la información corporativa que se tiene y actuar en conse-cuencia. De hecho, uno de los efectos directos de la socializaciónde Internet y el desarrollo de la Web 2.0 ha sido la pérdida paula-tina por la empresa del control informativo en el medio digital. Enla actualidad, los terceros interesados en el devenir de una organi-zación, no sólo navegan por internet para obtener información,además la comparten, la intercambian, se asocian en grupos de in-terés y, a su vez, generan contenidos aportando sus propios pun-tos de vista, datos, documentos y análisis.

De hecho, uno de los grandes recelos por parte de las compañíaspara no introducirse en el mundo de las redes sociales, además delpropio desconocimiento del medio que cada una pueda tener, es lapérdida de control en las informaciones que sobre la empresa sepuedan verter en ellas. Entre los canales de comunicación digital

que sí pueden controlar las compañías se encuentran, entre otros,el sitio web corporativo, las notas y comunicados de prensa, losBlogs y Foros de la propia empresa o de empleados autorizados ylas herramientas específicas que utilice en su nombre en la web 2.0(Facebook, Twitter, Youtube, etc.). A través de estos recursos decomunicación digitales, la empresa puede controlar la informaciónque difunde y puede limitar la participación de terceros, en espe-cial cuando ésta pueda dañar su reputación.

El verdadero problema surge cuando estos mismos recursos sonutilizados por terceros que se encuentran fuera del control directoo inmediato de la compañía. Negar la evidencia o ignorarla no re-suelve el problema, por lo que la organización debe tener presen-cia en todos los recursos digitales posibles para detectar riesgos,minimizar daños a la imagen de la compañía y generar un clima deconfianza sustentado en la transparencia informativa. Más aún, de-be aprovechar el conocimiento de esa realidad para mejorar susprocesos, los productos que fabrica o los servicios que presta. Elentorno digital amplifica la retroalimentación, tanto cuantitativa co-mo cualitativamente, permitiendo acceder a las opiniones que so-bre la compañía tengan centenares, miles o millones de personas,algo impensable hace poco más de cinco años.

Credibilidad de la información corporativa digital

Tal y como se ha definido la transparencia corporativa, existe unaimportante característica asociada a ella y que a su vez la determi-na. Nos referimos a la credibilidad. De poco sirve que haya un vo-lumen ingente de información sobre una organización y que exis-tan múltiples plataformas y estrategias para que sea accesible o seintercambie, si dicha información no es creíble para los terceros. A pesar de la aparente simplicidad de este razonamiento, el con-cepto de credibilidad es complejo y difícil de estructurar. Y ello,porque la credibilidad es una percepción más que una medida ob-jetiva de la calidad de una información o de la fuente que la gene-ra. En otras palabras, la credibilidad no es una propiedad de la in-formación en sí misma o del medio que la origina, es una caracte-rística que ha de ser juzgada por quien recibe la información (Sun-dar, 1998). En este sentido, si la información difundida es ambiguao no verificable, muy probablemente sea percibida como poco creí-ble (Rosenthal, 1971).

Sin embargo, y a pesar de la importancia de la verificabilidad, en elámbito de los canales digitales de información se ha constatadoque los usuarios no suelen emplear mucho tiempo en comprobarla veracidad de las informaciones que consultan y, sin embargo,suelen darles un alto nivel de credibilidad, igual o superior al de laprensa escrita, la radio o la televisión (Flanagin y Metzger, 2007).Incluso en el ámbito de la información corporativa digital, los es-tudios indican que los usuarios suelen percibir como menos creí-bles aquellas informaciones obtenidas de canales que de formaevidente se orienten a persuadirles para que tomen determinadasdecisiones, en especial, las de índole comercial (O’Keefe, 2002).

Para evaluar la credibilidad en el contexto digital, hay que descom-poner este concepto en, al menos, tres niveles (Flanagin y Metzger,2007); el primero afectaría a la credibilidad de la información omensaje en sí mismo, teniendo en cuenta su calidad, su fiabilidad,su actualidad, y el lenguaje con el que se expresa; el segundo sevincula con la usabilidad del recurso digital utilizado, en especial,con la capacidad de interacción e integración que tiene con otrasherramientas digitales; por último, en tercer lugar, resulta determi-nante la reputación de la organización o el responsable que parti-cipa en el canal de comunicación digital. Además, también convie-ne matizar que aunque la credibilidad es una percepción individual,está también condicionada por sentimientos de pertenencia grupa-les o por ideas preconcebidas (Fogg, 2003), y también resultarándeterminantes factores como la motivación y capacidad del indivi-

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duo para indagar y profundizar en los contenidos digitales, su gra-do de experiencia en la utilización del recurso, su nivel de aprendi-zaje o su nivel educativo.

Del importante flujo de información corporativa digital existente enla actualidad hay informaciones, como la financiera o la de gobier-no corporativo, que están sometidas a regulación y poseen meca-nismos de verificación estandarizados, lo que aumenta la probabi-lidad de que sean percibidas como creíbles, en especial si la infor-mación se ha obtenido de canales digitales controlados por laspropias entidades o por los organismos que las supervisan. Pero,como se ha dicho anteriormente, existen múltiples canales que es-capan al control de la entidad o de los organismos reguladores, enlos que circulan informaciones que pueden influir en las decisionesde los agentes económicos y que no cuentan con mecanismos deverificación fiables, aunque no por ello se perciban como creíbles,al menos por una parte de la población. Mientras tanto, seamos unpoco más escépticos y cotejemos las informaciones, aunque esténen Internet.

Después de lo dicho, y en respuesta a mi pregunta inicial, conside-ro que existe una tendencia generalizada a dar credibilidad per sea buena parte de la información presente en el entorno digital.Desde el punto de vista de las empresas, éstas no deben menos-preciar o sobrevalorar este hecho a la hora de decidir su papel endicho entorno. Deben establecer estrategias para potenciar sutransparencia y aumentar su credibilidad, aunque con ello tenganque dar “malas noticias”. Su reputación corporativa está en juegoy, en consecuencia, sus posibilidades de supervivencia y creci-miento futuro. Desde el punto de vista de los terceros interesadosen el negocio, el uso de herramientas de comunicación de la web2.0, y en los próximos años de la web semántica, todavía incre-mentará más el flujo informativo, tanto el que controlarán como elque no controlarán las compañías, lo que debería presionar paraque fuesen más transparentes y creíbles. Profundizar en los facto-res sociales, culturales y cognitivos, y mejorar la competencia y lashabilidades de los usuarios digitales, sin duda, también influiríapositivamente. Para la consecución de estos objetivos resultarádeterminante el establecimiento de procedimientos estandarizadosque verifiquen los contenidos digitalizados y los doten de fiabili-dad.

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Domingo García Pérez de LemaUniversidad Politécnica de Cartagena

Teresa MariñoEscuela de Negocios de Novacaixagalicia

Antonio DuréndezUniversidad Politécnica de Cartagena

Utilidad del MAB como financiación del crecimiento económico de la empresaEl MAB nace en marzo de 2008. Este mercado ofrece a las compa-ñías de menor capitalización la posibilidad de cotizar en un merca-do bursátil y, de este modo, obtener la financiación necesaria parasu crecimiento sin necesidad de acudir a recursos ajenos. El desa-rrollo del MAB puede ser el catalizador de la reestructuración em-presarial española, imprescindible para cambiar el patrón de creci-miento de nuestra economía, ya que facilitaría a las empresas quepretendan cotizar en dicho mercado la profesionalización de su es-tructura directiva junto con un incremento de la productividad, tan-to del trabajo como del capital. En la actualidad hay quince empre-sas cotizando, número no muy elevado pero con expectativas deincrementarse en el corto plazo.

Entre las ventajas que ofrece este mercado están:

• Obtener un nivel de notoriedad, prestigio e imagen de marca decara a clientes, proveedores y financiadores parecido al primermercado bursátil.

• Ofrecer liquidez de cara a los accionistas y facilitar la salida depequeños accionistas de empresas familiares tras los relevosgeneracionales, sin tener que lanzar OPAs que obliguen a com-prar o vender.

• Proporcionar a inversores nuevas oportunidades de inversión,diversificación de sus carteras e inversión en economía real.

• Profesionalizar los órganos de dirección de la empresa, así co-mo la mejora de la productividad y rentabilidad de la misma.

• Obtener una valoración objetiva de la compañía, al tener un pre-cio de mercado.

• Someter la empresa a un régimen de transparencia en sus ac-tuaciones y sus estados financieros.

• Flexibilizar los requisitos administrativos y reducir los costes pa-ra auspiciar la salida a Bolsa de este tipo de compañías más pe-queñas.

El nacimiento de este nuevo mercado bursátil ha creado dos nue-vas figuras que hasta ahora no existían en el mercado de valoresespañol: el Asesor Registrado y el Proveedor de Liquidez.

El Asesor Registrado ofrece a la empresa una serie de servicios es-pecializados, valorando la idoneidad de las empresas interesadasen incorporarse al MAB y asesorándolas en el cumplimiento de lasobligaciones que les corresponden, así como en la elaboración ypresentación de la información financiera y empresarial requeridapara poder participar en el mercado. Dentro de los principales co-metidos de un Asesor Registrado están:

• Comprobar que la compañía cumple con los requisitos que exi-ge la regulación mediante el estudio de idoneidad de la empresaque pretende captar los recursos en el mercado, la adaptaciónde la misma a los requisitos exigidos por el MAB.

• Coordinar todo el proceso de admisión.

• Revisar toda la información presentada en el momento de la in-corporación y su seguimiento exhaustivo mientras permanezca

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en el mercado, mediante el análisis del cumplimiento del plan denegocios.

• Asesorar sobre hechos que pudiesen afectar al cumplimiento delas obligaciones de la compañía con el MAB.

• Trasladar al MAB los potenciales incumplimientos de informa-ción relevante.

Para contribuir al óptimo funcionamiento del MAB se crea la figu-ra del creador de mercado o Proveedor de Liquidez, que con su ac-tuación de especialista y por cuenta propia garantiza la liquidez delos valores de la sociedad emisora. La empresa cotizada en el MABdeberá firmar un contrato de liquidez con una entidad de crédito oempresa de servicios de inversión con objeto de acreditar la liqui-dez de las transacciones, conseguir una suficiente frecuencia decotización y reducir las variaciones en el precio cuya causa no se-an las propias del mercado.

Este mercado obviamente no tendrá la liquidez del mercado bursá-til. El riesgo real de no poder cubrir ventas en descubierto y ejecu-tar operaciones intradía es alto. Si algún inversor tiene la tentaciónde vender en corto para recomprar después o vender en descubier-to, la escasez de valores para préstamo o recompra hará que hayaventas vencidas por plazos más largos.

Para llevar a cabo el estudio empírico se entrevistó a los CEOs de837 empresas españolas mediante un cuestionario que determina-se la potencialidad del MAB en España. Los resultados se han ana-lizado para determinar si existe conocimiento e intención de salir alMAB, conocer los motivos que favorecen la salida, saber qué ba-rreras limitan la salida y determinar la cultura financiera, así comolos sistemas de control de gestión.

Los resultados obtenidos en este trabajo son relevantes. En con-creto, a la economía española y a las empresas, la entrada en elMAB les puede proporcionar innumerables ventajas como: (1)Acceso a la mejor fuente de capital para el desarrollo y diversifica-ción de nuevos proyectos empresariales; (2) Obtención de una va-loración objetiva de mercado de las empresas, lo que permite unamejor definición de estrategias de ‘creación de valor’; (3) Obten-ción de liquidez para las acciones de las empresas, lo que permitefacilitar los procesos de sucesión, reestructuración de la estructu-ra de propiedad, etc.; (4) Ampliación de la base accionarial actualcon efectos positivos en la imagen de la empresa.

En el tejido empresarial de España existe un escaso grado de co-nocimiento del MAB; tan solo el 39,3% de las empresas encuesta-das manifiestan conocer el MAB. Por otra parte, un 3% de las em-presas señalan que de cara a los dos próximos años están consi-derando al MAB como una alternativa financiera en sus estrategiasde expansión. A medio-largo plazo (más de dos años) este porcen-taje se incrementa hasta alcanzar el 8,7%. Sin embargo, si los in-centivos públicos fueran más favorables se pone de manifiesto unmayor interés. El 25% de las empresas que manifestaron que nopreveían salir al MAB considerarían esta opción de financiación silos incentivos públicos fueran más atractivos para ellas.

Para aplicar políticas que favorezcan el desarrollo del MAB es ne-cesario conocer en profundidad cuáles son los factores que favo-recen o limitan su desarrollo. En este sentido, los motivos más im-portantes que llevarían a las empresas españolas a cotizar en elMAB serían, por este orden: (1) Como fuente de financiación delcrecimiento de la empresa; (2) Para asegurar la supervivencia delnegocio; (3) Como medio para diversificar el riesgo y (4) Superarposibles restricciones de acceso a la financiación bancaria.

En cuanto a las principales barreras o inconvenientes que las em-presas encuentran al valorar la posibilidad de cotizar en el MABson: (1) La pérdida del control de la sociedad; (2) La turbulencia

de los mercados bursátiles y (3) La resistencia al cambio de lospropietarios.

Una vez realizado el estudio empírico sobre la potencialidad de sa-lida al MAB por parte de las empresas encuestadas, en este apar-tado se pretende elaborar una serie de propuestas que ayuden a fa-vorecer el desarrollo del MAB en España. Para desarrollar las pro-puestas de actuación utilizamos una metodología mixta. (1) Tipocuantitativo: qué acciones consideran las empresas más relevantespara favorecer la salida al MAB (información obtenida de la en-cuesta realizada a las empresas); y (2) Tipo cualitativo: informa-ción obtenida a través de la realización de un panel de expertos, lle-vado a cabo en julio de 2010.

Las acciones más relevantes que las empresas encuestadas consi-deran para favorecer su salida al MAB son: (1) Incentivos fiscalespara las empresas; (2) Incentivos fiscales para los inversores; y (3)Ayudas financieras para salir al MAB. Contrariamente, las accionesmenos relevantes son: (1) Eliminar los límites de los derechos devoto de acciones, y (2) Potenciar grupos de inversores especializa-dos en valores de empresas tipo MAB.

Desde el punto de vista de los expertos, el equipo de trabajo orga-nizó una reunión con expertos con el objetivo de establecer pro-puestas de actuación para favorecer la salida al MAB. De este pa-nel se extrajeron tres propuestas de actuación:

1. Difusión del MAB. La difusión es clave para que este mercadose desarrolle en el corto y medio plazo. Las acciones de actua-ción propuestas son:

- Analizar la potencialidad del mercado.

- Segmentar el mercado en empresas jóvenes y maduras; seha observado que las empresas jóvenes tienen barreras dife-rentes a las empresas maduras y les resulta más accesible laentrada en el MAB.

- Organizar presentaciones a cluster.

- Montar foros de trabajo con empresas potenciales.

- Mantener reuniones con los accionistas principales de em-presas potenciales para explicar el mercado financiero y lasbondades del MAB.

- Redactar manuales explicativos del MAB.

- Difundir los casos de éxito de las empresas que actualmenteestán cotizando en el mercado.

- Analizar qué han hecho otros mercados y sus puntos clavesde éxito.

2. Incentivos fiscales a empresas e inversores. Los incentivosayudan a perfilar las fases iniciales de estudio para salir al MABy así poder considerar el MAB como medio de financiar la ex-pansión de la empresa, por lo que, si se mantienen los incenti-vos, la atención de la empresa sobre este mercado es mayor.

3. Creación de información financiera de empresas MAB. Actual-mente no existe cobertura o es mínima sobre las empresas co-tizando en este mercado. Este aspecto sería muy positivo, yaque familiariza a los inversores con el mercado y les permite unseguimiento fácil. Para que exista una cobertura es necesariopotenciar un mayor incremento de las empresas que salen almercado ya que, de existir una mínima masa crítica, el merca-

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do sería interesante tanto para inversores como para los pro-pios analistas.

María Antonia García BenauAna Zorio GrimaUniversidad de Valencia

El ‘gap de contenido’ del informe de auditoría1

Introducción: el contenido del informe de auditoría

El principio del siglo XXI está siendo una etapa de grandes cam-bios en la auditoría. La aprobación de la Ley 12/2010 de Auditoríade Cuentas (LAC) ha incorporado en la legislación española medi-das de mejora de la credibilidad de la información financiera y haincrementado la confianza de los mercados en la auditoría.

En este artículo vamos a referirnos al informe de auditoría comodocumento que comunica a los usuarios el resultado de la audito-ría. El artículo 2 de la LAC recoge la nueva configuración del con-tenido mínimo del informe y la Resolución del ICAC de 21/12/2010aborda cuestiones concretas en línea con lo propuesto en las nor-mas internacionales de auditoría de la IFAC.

Sin embargo, a pesar de los avances que esto supone, existe undebate tanto en el ámbito nacional como internacional, que estácuestionando el verdadero valor que el informe de auditoría tienepara los usuarios. Las razones del mismo deben situarse en unmundo global en el que los negocios se vuelven mucho más com-plejos y se hace necesario revelar información financiera de altacalidad. Ello plantea la necesidad de generar nueva información,más relevante y fiable, que permita tomar decisiones en un entor-no en el que la incertidumbre se reduzca lo máximo posible. La au-ditoría juega un papel muy importante para alcanzar estos objeti-vos, tanto en lo que corresponde a su puesta en práctica como enlo relativo a la comunicación que debe hacerse a los usuarios a tra-vés del informe.

Debido a que los usuarios reclaman una mayor relevancia y utili-dad de dichos informes, algunos organismos internacionales, en-tre los que destacan la Unión Europea, la International Federationof Accountants (IFAC) y el estadounidense Public Company Ac-counting Oversight Board (PCAOB), están emitiendo documentosque resaltan la necesidad de modificar el contenido de los informesde auditoría, a la vista de los vacíos detectados en su contenido.

El debate del contenido informativo de los informes de auditoría esespecialmente interesante si lo situamos, por ejemplo, en el con-texto de la auditoría de las Empresas de Interés Público2 (EIP).Estas empresas comparten con el resto de empresas auditadas elmismo modelo y contenido del informe de auditoría, si bien el or-denamiento jurídico comienza a introducir medidas especiales quesalvaguarden su interés público y el papel que juegan en el mante-nimiento de los mercados. En este marco, resulta curioso observarel desinterés existente en unos informes totalmente estandarizadosque no suelen satisfacer ni a los usuarios expertos ni a los inexper-

tos (aunque a ambos por razones diferentes) y que además cho-can con la necesidad de los auditores de adaptarse a un modelo enel que el margen para la creatividad es prácticamente nulo.

En el ámbito internacional se están llevando a cabo una serie de re-flexiones y de decisiones que afectarán de manera significativa alos profesionales de la auditoría. Se reclama toda una infraestruc-tura que sustente un modelo de información financiera de calidada nivel global (Humphrey et al, 2009). El objetivo de estas páginases reflexionar sobre los cambios que se avecinan en el informe deauditoría y su importancia de cara a mejorar la comunicación au-ditor-usuario.

En los momentos en los que escribimos este artículo (Julio 2011)está pendiente de publicar el Reglamento de la LAC en España.¿Cubrirá el desarrollo reglamentario las lagunas detectadas en elinforme? En nuestra opinión, el desarrollo reglamentario no va aabordar el vacío existente, aunque estamos seguros que posterior-mente se llevará a cabo el trabajo necesario que permita subsanar-lo realizando propuestas al respecto, en línea con lo que actual-mente ocurre en otras instituciones de otros países.

El valor del informe de auditoría para los usuarios

La literatura nacional e internacional muestra muchos artículos entorno al papel que los usuarios otorgan al informe del auditor, cen-trándose en su contenido informativo y en su capacidad de trans-mitir el mensaje que contiene.

Desde hace tiempo (García Benau y Humphrey, 1992) el contenidodel informe se ha identificado como una de las causas que provo-caban el denominado gap de expectativas, por lo que en los últi-mos tiempos ha habido avances importantes, especialmente encuanto a la delimitación de su alcance y de la responsabilidad delauditor y de la dirección de la empresa. No obstante, recientemen-te se están escuchando voces que reclaman un esfuerzo adicionalque ajuste el informe de auditoría al entorno global en el que se en-vuelven los negocios. Este debate, aunque ha saltado de nuevo enel año 2011, ha estado presente desde hace más de 20 años, cuan-do se señalaba que la brevedad del informe y la terminología hanllevado a “vincular al mismo con la existencia de una crisis de co-municación entre la profesión auditora y los beneficiarios del ser-vicio” (Ruiz Barbadillo, 1998, p.131).

Debido a que el informe de auditoría es el vehículo de comunica-ción entre la profesión de auditoría y los usuarios y que, tal y co-mo hemos comentado, existe un problema de comunicación, ob-servamos que dicho problema puede ser uno de los aspectos másrelevantes de la existencia de una brecha en las expectativas de laauditoría.

El gap de expectativas en la auditoría se entiende como la diferen-cia que existe entre lo que los usuarios esperan del trabajo del au-ditor y la percepción que de su trabajo tienen los auditores (VéaseHumphrey, 1991). Los auditores han venido justificando este gapen el desconocimiento que los usuarios tienen del trabajo del au-ditor y de la función de una auditoría. Esto hace que el informe deauditoría sea un instrumento en manos de los auditores para for-mar unas expectativas razonables de lo que los usuarios puedenesperar del servicio.

Es en este contexto en el que entendemos que se enmarcan nues-tras reflexiones con el deseo de que los auditores (con o sin nor-mas que les obliguen) cierren el gap de comunicación existente, através de la incorporación de más contenido al informe de audito-ría. Ahora bien, cuando el auditor emite una opinión, debe teneruna seguridad razonable de que los estados financieros en su con-junto están libres de incorrecciones significativas. Para ello obtie-ne evidencia suficiente y adecuada, y opina teniendo en cuenta silas incorrecciones no corregidas son significativas individualmen-te o de forma agregada (Véase Eilifsen et alt., 2010). Consecuente-

1 Trabajo que se enmarca en el proyecto de investigación de la Universidad deValencia (UV-AE-10-24161).

2 La LAC ha limitado en su disposición adicional novena las entidades que se con-siderarán EIP como sigue: a) Las entidades con títulos cotizados, las entidadesde crédito y las empresas de seguros; b) Las entidades que se determinen regla-mentariamente según la naturaleza de su actividad, su tamaño o su número deempleados; y c) Los grupos de sociedades en los que se integren las entidadesanteriores.

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mente con el objetivo de que los estados financieros satisfagan lasnecesidades de información de diferentes usuarios, el auditor de-be evaluar si los estados financieros contienen la información ne-cesaria que permite a los usuarios entender la situación financierade la entidad, sus resultados y los flujos de efectivo. Concreta-mente, deberá evaluar si las políticas contables seleccionadas yaplicadas son coherentes con el marco de información financieraaplicable y si son adecuadas, así como si las estimaciones conta-bles realizadas por la dirección son razonables.

Acciones a debate, en el ámbito internacional, paraestrechar el ‘gap de contenido’ del informe de auditoría

En los momentos actuales existe un movimiento internacional queestá reclamando cambios en profundidad en el contenido de los in-formes de auditoría.

La Comisión Europea en el Libro Verde Política de Auditoría. Lec-ciones de la crisis (2010) señala la necesidad de que se “defina conclaridad el tipo de informe que el auditor debe facilitar a las partesinteresadas el marco de su opinión y de sus hallazgos”. Por su par-te, el Intenational Auditing and Assurance Standards Board(IAASB)3, ha lanzado en mayo de 2011 una consulta pública entrelos stakeholders, denominada Enhancing the value of auditor re-porting: exploring options for Change para conocer la utilidad delinforme de auditoría y “explorar posibles opciones para mejorar lacalidad, la relevancia y valor del informe de auditoría” (IFAC 2011,p.5). La consulta tiene por objeto investigar posibles opciones pa-ra estrechar el ‘information gap’, mejorando la comunicación y elvalor del informe. Y por último, hemos de referirnos al Public Com-pany Accounting Oversight Board (PCAOB)4, que lanzó una consul-ta pública y nos ha ofrecido en Junio de 2011 el documento Con-cept release on Possible Revisions to PCAOB Standards related toreports on audit financial statements and related amendments toPCAOB standards. El documento analiza iniciativas de mejora so-bre el contenido y de la forma del informe de auditoría.

¿Cuáles son los cambios en el informe de auditoría que se estánconsiderando? Pasamos a comentar las propuestas más relevan-tes contenidas en los documentos antes referidos.

• Presentación formal del informeLas tendencias internacionales abogan por introducir en el infor-me los siguientes párrafos: introductorio, alcance, párrafo expli-cativo y párrafo de opinión. El IAASB considera que, ya que elpárrafo de opinión es el punto central del informe, debería pre-sentarse en un lugar distinto al habitual. Su propuesta es que sesitúe al principio del informe en lugar de al final, como se hacehoy generalmente. Con ello se pretende dotar al informe de ma-yor relevancia para los inversores y usuarios.

• Mejorar aspectos lingüísticos de la redacción del informe de auditoríaMuchos usuarios consideran que el lenguaje utilizado en los in-formes provee consistencia, comparabilidad y claridad al infor-me de auditoría. No obstante, las propuestas analizadas plante-an reducir la ambigüedad de este lenguaje estandarizado y alta-mente tecnificado (piénsese, por ejemplo, en los términos ‘segu-ridad razonable’, ‘materialidad’ o ‘presentación fiel’). Un cambioen dicha nomenclatura para aproximarla al usuario medio podríaconseguir que el informe dejase de ser un documento simbólico

y se convirtiera en un auténtico vehículo de comunicación entreauditor y usuario.

• Mejorar la explicación de las responsabilidades de la direccióny del auditor en el propio informe

Los documentos analizados proponen que se incorpore una ma-yor explicación de la responsabilidad del auditor ante la informa-ción financiera publicada y la responsabilidad de la dirección ensu preparación. Se señala también la conveniencia de que se in-dique la responsabilidad del auditor ante la detección del fraude,como, por ejemplo, se hace hoy en día en el Reino Unido.

• Pronunciarse sobre otra información contenida en las cuentasanuales

El hecho de que el auditor no se pronuncie sobre otra informa-ción distinta a la de las cuentas anuales está creando confusiónentre los lectores, especialmente en lo relativo a la definición desu responsabilidad. Los pronunciamientos estudiados conside-ran que el auditor debe analizar también esa otra informaciónpara poder valorar su consistencia con la información contenidaen las cuentas anuales. Evidentemente, si se planteara la inclu-sión de esta información, se provocaría un cambio en la redac-ción del párrafo de alcance. Este hecho enlaza con los denomi-nados encargos de aseguramiento que, a la vista de las propues-tas de estos organismos pueden jugar un papel relevante en es-te campo (Véase García Benau et alt., 2010).

• Inclusión de párrafos suplementarios que ayuden a entender la formación de la opinión del auditor

Se propone incluir párrafos que ayuden a entender la formaciónde la opinión del auditor, con el objetivo de dotar de mayortransparencia al trabajo del auditor de cara a los usuarios. Elnuevo modelo podría incluir un informe narrativo suplementarioque mostrara las visiones del auditor respecto a temas impor-tantes; por ejemplo, sobre el riesgo de auditoría definido, losprocedimientos de auditoría y sus resultados y la independenciadel auditor. Igualmente, debería contener pronunciamientos res-pecto a la calidad de la información financiera, abordando temascontables complejos, como estimaciones y juicios aplicados porla dirección a los estados financieros (conservadurismo o políti-cas agresivas), políticas y prácticas contables, así como aspec-tos relacionados con transacciones sofisticadas (léase, porejemplo, close calls).

• Mayor utilización de párrafos adicionales.

Se propone expandir el uso de los párrafos de énfasis en todoslos informes de auditoría, buscando enfatizar aquellas cuestio-nes importantes para entender las cuentas anuales. También de-bería darse información adicional sobre la auditoría (áreas deriesgo, juicios del auditor, nivel de materialidad aplicada, entreotras cuestiones). No deben incluirse cuestiones no reveladaspor la compañía.

Para terminar

En estas líneas hemos querido llamar la atención sobre la necesidadde adecuar el contenido del informe de auditoría al entorno econó-mico actual, un entorno complejo en el que es necesario tomar me-didas para reducir los problemas de comunicación entre los audito-res y los usuarios. Los principales organismos internacionales apun-tan cuestiones concretas sobre las que se debería incidir. Nos refe-rimos a la terminología empleada y a aspectos sobre responsabili-dad, contenido, uso más extenso de los párrafos de énfasis y unamayor explicación de la formación de la opinión del auditor.

No obstante, a pesar de los muchos aspectos positivos que dichoscambios provocarían si se introdujeran, no podemos olvidar quetambién tendríamos que lidiar con algunos problemas nuevos quecualquier reflexión sobre lo propuesto nos trae a nuestra cabeza.Nos referimos especialmente al hecho de que una menor estanda-rización del informe de auditoría va a requerir esfuerzos adiciona-

3 El IAASB es un subórgano independiente de la IFAC cuyo objetivo es servir al in-terés público mediante el establecimiento de normas de alta calidad en el planode la auditoría (Puede consultarse, Loft et al. 2006).

4 El PCAOB es una corporación sin ánimo de lucro que fue creada a partir de la leySarbanes-Oxley Act de 2002, para supervisar las auditorías realizadas enEstados Unidos.

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les por el auditor, que pueden llevar a aumentar el coste de la au-ditoría. Además, si el trabajo del auditor se ampliase a la informa-ción no financiera, ello supondría abordar también la casuística delos encargos de aseguramiento. Sin duda, ello produciría un retra-so en la presentación del informe y abriría el debate sobre la esca-sa competencia que actualmente existe en dichos encargos, con locual previsiblemente la situación oligopolística del mercado de au-ditoría se consolidaría.

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Vicente García MartínUniversidad de Málaga

La solvencia empresarial: un método para su diagnósticoA finales de los años 80 iniciamos el desarrollo de un modelo pa-ra el análisis y la predicción de la insolvencia, que trataremos desintetizar a lo largo de este trabajo.

La metodología que proponemos para conocer la situación finan-ciera es perceptible desde dos ópticas: estática y dinámica. La pri-mera se fundamenta en una adecuación singular del balance de si-tuación; la segunda se apoya principalmente en los recursos gene-rados, de los que nos ocuparemos con posterioridad.

Para su desarrollo se propone, en primer lugar, una clasificaciónde las rúbricas de activo, de pasivo y de patrimonio neto, segúncuatro categorías principales. Para activos: Activos líquidos, Activocomercial (P)1, Activo de ciclo largo (NP)2 y Activo no cíclico (P).

Y para los pasivos y patrimonio neto: Deudas financieras de cortoplazo (NP), Pasivo comercial (P), Deudas financieras de largo pla-zo (NP) y Fondos propios (P).

P: magnitudes permanentes

NP: magnitudes no permanentes

Gráfico 1Representación de la situación patrimonial

Activo Patrimonio neto y pasivo––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––1.1 Activos líquidos (AL) 2.1 Pasivo a corto no comercial (PNCO)

1.2 Activo comercial (ACo) 2.2 Pasivo comercial (PCo)

1.3 Activo de ciclo largo (ACL) 2.3 Deuda financiera a largo plazo (DLP)

1.4 Activo no cíclico (ANC) 2.4 Patrimonio Neto (PN)––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––Fuente: Elaboración propia

1. La estructura de activo

1.1 Activos líquidos (AL)

Esta magnitud viene conformada, como sabemos, por la disponi-bilidad de medios líquidos en caja, en entidades financieras, y ade-más incluimos aquellos activos financieros de fácil realización, pe-ro que no están vinculados a la actividad propia de la empresa. Eneste caso nos referimos a inversiones financieras –bonos y accio-nes con cotización oficial, entre otros– que en cualquier momentopuedan ser liquidados con facilidad a voluntad de la empresa tene-dora.

1.2 Activo comercial (ACo) (P)

Se identifica con las deudas comerciales que se derivan de la acti-vidad ordinaria de la empresa, tales como cuentas a cobrar, clien-tes, así como también incorporamos las existencias, etc. La carac-terística de esta rúbrica se concreta en la inmovilización de recur-sos financieros con carácter permanente: al mismo tiempo que seestá cobrando, están entrando nuevas cuentas a cobrar y nuevasexistencias, lo que conforma una determinada inmovilización per-manente de recursos, que se incrementarán o no con respecto aejercicios anteriores, dependiendo ello de las condiciones de co-bros y de las rotaciones de las existencias.

1.3 Activo de ciclo largo (ACL) (NP)

Cabe apuntar a aquellos activos sujetos a amortización técnica.Estos inmovilizados, al estar condicionados por su depreciación,tienden a disminuir, recuperando paulatinamente la inversión. Eneste caso, la inmovilización financiera que requieren estos activosvan año a año disminuyendo su valor, pero paralelamente vamosrecuperando su importe también año a año.

1.4 Activo no cíclico (ANC) (P)

Conformado por inmovilizado tales como terrenos, edificios, cons-trucciones y cualesquiera otros activos no necesariamente sujetosa una amortización técnica, o al menos su recuperación por estavía no está muy definida. En este caso los activos correspondien-tes implican una inmovilización permanente, al menos en un largoperiodo de tiempo, presumiblemente muy superior a los inmovili-zados referenciados en el apartado 1.3.

2. La estructura del pasivo y del patrimonio neto

2.1 Pasivo a corto no comercial (PCNC) (NP)

Esta rúbrica hace referencia a las deudas financieras a corto plazo ypor las correspondientes reclasificaciones de deudas financieras delargo plazo a corto plazo. Cabe la posibilidad de que esta deuda fi-nanciera reste de la tesorería, en cuyo caso no aparecería directa-

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1 P: hace referencia que esos activos y pasivos que tienden a ser permanentes.

2 NP: no permanentes.

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mente en el balance, conformándonos la liquidez neta de la empre-sa. No obstante, somos partidarios de que se explicite en balance,en cuyo caso se expresa en el referenciado pasivo a corto plazo.

2.2 Pasivo comercial. (PCo) (P)

Este pasivo se ocupa de recoger aquellas magnitudes comercialeso corrientes que surgen como consecuencia de la adquisición defactores productivos fraccionables necesarios para la actividadeconómica de la empresa. Son deudas comerciales tales comoproveedores, hacienda pública, seguridad social acreedora, etc.,que suelen tener todas las empresas al no pagar esos gastos alcontado, sino que suelen atenderlo con una cadencia temporalconvenida con sus proveedores y acreedores, principalmente. Portanto, esta rúbrica se convierte en una financiación permanente: almismo tiempo que están pagando factores productivos, se retomasu endeudamiento de manera continua, lo que justifica la perma-nencia de la financiación.

Es sintomático cómo en las grandes superficies se produce una fi-nanciación permanente por esta vía, muy superior a los importesde los activos comerciales, caracterizado este fenómeno financie-ro por el rápido periodo de cobro frente al lento periodo de pago,principalmente a proveedores.

2.3 Deuda financiera a largo plazo (DFLP) (NP)

También denominada pasivo a largo plazo, nos define el endeuda-miento financiero que tiene la empresa con entidades bancariaspor préstamos recibidos y también, según los casos, por emisio-nes de obligaciones y/o bonos para financiar principalmente los in-movilizados. Como sabemos, esta rúbrica tiende a su extinciónpaulatinamente a lo largo de un determinado periodo de tiempo.No obstante, según qué circunstancias, podrán retomar el corres-pondiente endeudamiento financiero en función de los objetivosque se persigan.

2.4 Patrimonio Neto (PN) (P)

Esta rúbrica contable viene conformada, a juicio del Plan Generalde Contabilidad 2007, de una parte, por los recursos propios o fon-dos propios y de otra parte por las subvenciones, donaciones y le-gados recibidos; recogiendo en los fondos propios una diversidadde cuentas que discierne el contenido de aquél.

Esta rúbrica, pues, la consideramos como financiación permanente.

3. Análisis de la solvencia

Una vez conocidas las rúbricas del balance, tratamos a continua-ción de efectuar el análisis correspondiente que se deriva de lasanteriores magnitudes apuntadas. Para ello venimos discriminan-do el problema de la solvencia desde una óptica estática y dinámi-ca.

La estática se ocupa de conocer el carácter solvente o insolventede la empresa, tomando como referencia la situación patrimonialen un determinado momento. Las magnitudes contables que laconforman son representativas de fondos o existencias –ya activaso pasivas– en un momento determinado, principalmente en el co-rrespondiente fin del ejercicio económico.

La dinámica nos orienta sobre la probable evolución –flujos– dedeterminadas magnitudes contables en un referenciado periodo detiempo, y en qué medida el flujo de recursos que genera la empre-sa puede neutralizar o no una situación patrimonial o estática nosolvente.

3.1. Análisis estático

Procedemos a la comparación de los activos de largo plazo con loscorrespondientes pasivos de largo plazo y el patrimonio neto.

ACL>DLP (1)

ACL< DLP (2)

La ecuación (1) nos indica que ACL –activo de ciclo largo– es ma-yor que la deuda financiera, presumiendo que la amortización téc-nica que se deriva de ACL puede ser utilizada para atender paulati-namente el endeudamiento financiero que vaya venciendo; todoello en función de la temporalidad de cada una de esas magnitu-des.

Por su parte (2) detecta obviamente una situación opuesta, lo quejustifica que presumiblemente la tesorería generada por la empre-sa, procedente de la amortización técnica, no será suficiente paraatender la amortización financiera que se deriva del correspondien-te endeudamiento.

ANC> PN (3)

ANC< PN (4)

La relación (3) nos indica desde una óptica estática que el patrimo-nio neto (permanente) no es suficiente para financiar los inmovili-zados no sujetos –grosso modo– a depreciación técnica, lo quedenota una situación financiera no recomendable, salvo que la em-presa esté generando suficientes recursos para neutralizar ese po-sible desequilibrio. Finalmente (4) denota estabilidad financiera enestas magnitudes contables. Hasta aquí hemos apuntado superfi-cialmente la posible génesis de la solvencia generada en el largoplazo.

Nos centramos ahora en el corto plazo para a analizar la génesis dela solvencia en esta circunstancia. Entonces aparecen dos tipos derelaciones: de una parte, la tesorería (como componente de activo)y la deuda financiera a corto plazo (como componente de pasivo);y de otra, la relación entre activo comercial con el pasivo comercial.

En el primer caso lo conveniente es que la empresa genere tesore-ría suficiente para ir atendiendo los gastos corrientes y la posibledeuda financiera. Pero es importante observar lo que venimos de-nominando Necesidades de Financiación (NF), que surgen por ladiferencia de los activos comerciales (ACo) menos los pasivos co-merciales (PCo).

ACo- PCo = Necesidades de Financiación (NF) (5)

De este modo, si el activo comercial es mayor que el pasivo comer-cial, ello implica necesidades de fondos de carácter permanente y,en la medida que estas rúbricas vayan creciendo, es obvio pensarque la diferencia entre ellas se acentuará más, haciéndose necesa-rio prever los correspondientes fondos propios para alcanzar la es-tabilidad financiera en el corto plazo.

Pero puede suceder –y es frecuente en algunos sectores empresa-riales– que el importe de los activos comerciales sea menor que elde los pasivos comerciales: se cobra antes que se paga. En este ca-so los pasivos comerciales colaboran a la financiación no solo delactivo comercial, sino que también pueden estar financiando otrosactivos no corrientes, dado que el pasivo comercial, en condicio-nes normales, tiende a mantenerse e inclusive a crecer, en funcióndel propio crecimiento de la empresa.

3.2. Análisis dinámico

Hasta aquí nos hemos ocupado del estudio de la solvencia desdeuna óptica estática; pero ahora queremos adentrarnos en una vi-sión dinámica que, a nuestro entender, puede resultar más opera-tiva para el conocimiento del problema.

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Los focos causales que pueden motivar la solvencia se concretan,desde esta óptica, en las siguientes magnitudes:

a) Recursos Generados (RG) conformado por:Beneficio + Gastos que no implican pagos - Ingresos que no im-plican cobros3; o también por la diferencia de ingresos corrien-tes que impliquen cobros menos gastos corrientes que impli-quen pagos.

b) La amortización anual de la deuda financiera, si la empresa harecurrido a este tipo de financiación, la representamos por αα.

c) Otro factor a tener en cuenta es el posible dividendo (d) que laempresa se vea obligada a distribuir.

d) Así mismo, hay que tener presente el importe del Impuesto so-bre Beneficios, que omitimos en estas expresiones en aras dela claridad.

e) Por último, las Necesidades de Financiación (NF) pueden apor-tar fondos o necesitar fondos, cuya representación queda reco-gida en esta expresión:

NF = (ACo-PCo)

e.1) Aporta fondos cuando el ACo es menor que el PCo:

ACo<PCo

Ello significa que el pasivo comercial, al ser mayor que el acti-vo comercial, está financiando a éste; y el resto de PCo está fi-nanciando otras partidas del activo.

No debemos olvidar que esta magnitud –PCo– tiende a ser per-manente, de donde se deduce que NF (-) aporta fondos.

En esta hipótesis las Necesidades de Financiación es probableque sean superiores a los Recursos Generados, dado el prota-gonismo que asumen. La expresión representativa de esta feno-menología queda representada en (6):

RG+ NF> (αα + dividendos a distribuir) (6)

e.2) Necesita fondos cuando el ACo es mayor que el PCo:

ACo>PCo

En esta hipótesis, esa diferencia debe ser financiada vía recursosgenerados si la empresa no dispone de otra financiación ad hoc.

Las alternativas son las siguientes:

RG > (NF+ αα + dividendos a distribuir) (7) solvencia

RG< (NF + αα + dividendos a distribuir) (8) expectativas de insolvencia

En esta opción (8) es obvio que no se pueden repartir dividendos,pero puede ser solvente si:

RG> NF+ αα (9)

Entrarían en la dinámica de la insolvencia si:

RG< NF+ αα (10)

En esta circunstancias (10) se produce una situación financiera ne-gativa, que puede solucionarse transitoriamente si refinancia sudeuda financiera en espera de cambiar esa situación negativa. Peropara ello se requiere que las entidades bancarias lo asuman, o sesanee la situación mediante ampliación de capital social, entreotras.

ReferenciasGarcía Martín, V. (1990): “La solvencia empresarial: Criterios básicos pa-

ra su adecuada determinación”. Actualidad Financiera, 13.García Martín , V.; Fernández Gámez, M.A. (1992): Solvencia y Rentabili-

dad de la Empresa Española. Instituto de estudios Económicos. Madrid.García Martín , V.; Callejón Gil, A.M. (2000): La falacia de los ratios con-

vencionales: Una alternativa teórico-empírica. Decisiones financieras yfracaso empresarial. AECA.

Begoña GinerUniversidad de Valencia

Carmen VerónUniversidad Nacional de Rosario

Los cambios en la informaciónconsolidada: del control a los estadosfinancieros separados 1

Introducción

El International Accounting Standards Board (IASB) emitió en ma-yo de 2011 tres nuevas Normas Internacionales de InformaciónFinanciera (NIIF); la NIIF 10: Estados Financieros Consolidados, laNIIF 11: Acuerdos Conjuntos y la NIIF 12: Información a Revelarsobre Participaciones en Otras Entidades. Así mismo, modificó dosNormas Internacionales de Contabilidad (NIC), no solo en su con-tenido sino en la propia denominación; se trata de la NIC 27:Estados Financieros Separados, y la NIC 28: Inversiones en Aso-ciadas y Negocios Conjuntos. Con este nuevo paquete normativo,que entrará en vigor en enero de 2013, se pretende mejorar lacomparabilidad y la transparencia de la información para los inver-sores2. Debe tenerse en cuenta que se trata de la primera fase deuna reforma más profunda, ya que queda pendiente la regulaciónde las inversiones por parte de las entidades inversoras; se esperaque a lo largo de este mismo año se emita un borrador al respec-to. En este trabajo esbozamos los principales cambios introduci-dos en las nuevas normas, a la vez que proporcionamos una visiónintegral de las modificaciones y analizamos el porqué de las mis-mas.

Estados Financieros Consolidados y el concepto de Control (NIIF 10)

Tal y como ha manifestado el propio IASB, la NIIF 10 es el resulta-do de un proceso que se inició en junio de 2003 mediante un pro-yecto que surgió a raíz de la diversidad en las prácticas de conso-lidación generadas a partir de la definición del control; en otras pa-labras, la definición existente no permitía una interpretación con-sistente de las normas de consolidación, por lo que se considerónecesario una revisión global de las mismas. En concreto, se ob-servaban inconsistencias entre las nociones de control, y por tan-to la obligación de consolidar, según la NIC 27: Estados Financie-ros Consolidados y Separados y la Interpretación SIC12: Consoli-dación de Entidades de Cometido Específico. Por otra parte, la cri-sis financiera iniciada en el año 2007 evidenció que aunque losfundamentos de las prácticas existentes no estaban errados, sí de-bían ser mejoradas las normas, a fin de evitar algunas prácticas

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3 Nota: omitimos los gastos e ingresos extraordinarios por su carácter aperiódicoso no regular.

1 El trabajo forma parte del proyecto de investigación ECO2008-06238-C02-01, fi-nanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y fondos FEDER

2 En el trabajo nos referimos a las normas modificadas y a las derogadas como si yahubieran sido sustituidas, aunque como se ha dicho aún están en vigor.

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inapropiadas. Además, la crisis puso de manifiesto la necesidad desuministrar a los usuarios mejor información. Así, en el párrafoBC4 de las Bases para las Conclusiones de la NIIF 10 se señala quela crisis evidenció una falta de transparencia sobre los riesgos aque estaban expuestos los inversores de una entidad como conse-cuencia de los vehículos fuera de balance (los vehículos de tituli-zación), incluidos los constituidos o patrocinados por la entidad.Estos aspectos han llevado a la modificación de la NIC 27 y la eli-minación de la SIC 12 mediante la emisión de la NIIF 10, y a la pu-blicación de la NIIF 12, a la que nos referimos más adelante.

La NIC 27 requería la consolidación de las entidades que se encon-trasen bajo el control de otra entidad, denominada controladora, deacuerdo con la definición de control contenida en los párrafos 4 y13. Se presumía la existencia de control cuando, directa o indirec-tamente, a través de sus subsidiarias, la controladora posea másde la mitad del poder de voto de otra entidad, o cuando posea lamitad o menos del poder de voto pero disponga del poder sobremás de la mitad de los derechos de voto a través de acuerdos conotros inversores, para dirigir las políticas financieras y de opera-ción de la entidad, para nombrar o revocar la mayoría de los miem-bros del órgano de administración u órgano de gobierno equiva-lente, o para emitir la mayoría de los votos en las reuniones del ór-gano de administración u órgano de gobierno.

Por su parte, la SIC 12 establecía en el párrafo 10 las circunstan-cias para que una entidad consolidase una entidad de cometido es-pecífico (ECE). En concreto se mencionaban las siguientes circuns-tancias como ejemplo de situaciones en las que hay control: las ac-tividades de la ECE han sido llevadas a cabo en nombre de la enti-dad que consolida y se han desarrollado de acuerdo a sus necesi-dades; la entidad que consolida tiene el poder de decisión necesa-rio para obtener la mayoría de los beneficios u otras ventajas deri-vadas de las actividades de la ECE, la entidad tiene en esencia losderechos para obtener la mayoría de los beneficios de la ECE, y enesencia retiene para sí la mayoría de los riesgos inherentes a lapropiedad o residuales relativos a la ECE o a sus activos.

La aplicación de la NIC 27 y la SIC 12 ha generado divergencias enla práctica de la consolidación como consecuencia de: a) la propiadefinición de control, dado el énfasis en el poder sobre las políti-cas financieras y operativas del ente en la NIC 27, frente a los ries-gos y recompensas en la SIC 12, y b) la falta de guía sobre la exis-tencia de control cuando no se tiene la mayoría de los derechos devoto, así como sobre la contabilización de las relaciones de agen-cia, lo que ha hecho que similares relaciones entre entidades ha-yan sido contabilizadas de modo distinto.

Para evitar esta diversidad, en lugar de introducir reglas precisas(bright lines), la NIIF 10 propone un único modelo de consolida-ción que incluye a las ECE a partir de un concepto de control am-plio. Así, en su párrafo 6 enuncia que un inversor controla una par-ticipada cuando está expuesto –o tiene derecho– a rendimientosvariables procedentes de su implicación en la participada y tiene lacapacidad de influir en esos rendimientos a través de su poder so-bre ésta. Además, en el párrafo 7 establece los elementos que de-ben concurrir para que exista el control: a) poder sobre la partici-pada, b) exposición o derecho a rendimientos variables proceden-tes de su implicación en la participada, y c) capacidad de utilizar supoder sobre la participada para influir sobre el importe de los ren-dimientos del inversor. De esta forma, la NIIF 10 establece un úni-co modelo de consolidación para todo tipo de entidades, suminis-trando en su Apéndice B una Guía de Aplicación para evaluar laexistencia del control, la existencia de actividades relevantes, losderechos que otorgan poder a un inversor sobre una participada,la vinculación entre poder y rendimiento y la relación con otraspartes y el control de activos especificados.

Participantes en acuerdos conjuntos (NIIF 11)

La NIC 31: Participaciones en Negocios Conjuntos ha sido critica-da por ofrecer una variedad de soluciones contables ante situacio-nes económicamente similares, lo que ha dificultado la comparabi-lidad de la información de los negocios conjuntos, y en ese afánpor mejorar la calidad de la información, el IASB ha publicado laNIIF 11: Acuerdos Conjuntos, y eliminado la NIC 31. Los dos as-pectos que han generado la diversidad contable son el hecho deque la estructura contractual del negocio conjunto (operaciones,activos o entidades controladas conjuntamente) definía su formade contabilización y que, además, en el caso de existir una entidad,se dejaba la opción de aplicar la puesta en equivalencia o la inte-gración proporcional. Como consecuencia se han generado situa-ciones de partícipes con similares derechos y obligaciones que, sinembargo, han contabilizado sus participaciones en forma diferentey viceversa.

La NIIF 11 tiene por objeto establecer criterios de reconocimientoy medición para las entidades que tengan participaciones en acuer-dos que son controlados conjuntamente (acuerdos conjuntos) ycuyas características son: a) las partes están obligadas por unacuerdo contractual y b) el acuerdo contractual otorga a dos o másde esas partes control conjunto sobre el acuerdo (párrafo 5). Lanorma clasifica los acuerdos conjuntos a partir de los derechos yobligaciones de las partes que surgen del acuerdo (párrafos 14 a16). De esta forma, cuando varias entidades controlan conjunta-mente los activos y pasivos (derechos y obligaciones) del acuerdoconjunto se denomina ‘operación conjunta’ y las partes intervinien-tes son operadores conjuntos. Sin embargo, cuando las entidadescontrolan conjuntamente los activos netos del acuerdo, se denomi-na ‘negocio conjunto’ y las partes intervinientes son partícipes. Eneste último caso se requiere que los activos y pasivos relacionadoscon el acuerdo se mantengan en un vehículo separado3, y es éste,y no las partes, quien tiene derecho a los activos y obligacionescon respecto a los pasivos relacionados con el acuerdo.

Así, a partir de esta clasificación de los acuerdos conjuntos, la NIIF11 indica que los operadores conjuntos reconocerán en relacióncon su participación sus activos, pasivos, ingresos de actividadesordinarias y gastos, incluidos su participación en los activos y pa-sivos mantenidos conjuntamente y los ingresos generados y losgastos incurridos conjuntamente. Mientras que un partícipe de unnegocio conjunto reconocerá su participación como una inversióny la contabilizará utilizando el método de la participación o puestaen equivalencia, establecido en la NIC 28: Inversiones en Asocia-das y Negocios Conjuntos. El Apéndice B de la NIIF 11 presentauna Guía de Aplicación para facilitar el juicio profesional en lo querespecta a los acuerdos conjuntos, el control conjunto, los tipos deacuerdos conjuntos, la estructura del acuerdo conjunto, la formalegal del vehículo separado y los estados financieros de las partesdel acuerdo.

Información a revelar sobre participaciones en otras entidades (NIIF 12)

Como ya se ha señalado, la crisis financiera global que se inició en2007 puso de relieve la necesidad de proporcionar más informa-ción sobre los riesgos a los que están expuestas las entidades; enespecial ante la existencia de ECEs, hoy denominadas entidadesestructuradas. Por otra parte, en el proceso de elaboración de lasNIIF 10 y 11, el IASB concluyó que era conveniente establecer uncuerpo integrado y consistente de requerimientos de información,que afectase por igual a las participaciones en cualesquiera otrasentidades (subsidiarias, acuerdos conjuntos, asociadas y entida-des estructuradas no consolidadas). De esta forma, se decantó por

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3 Es una estructura financiera identificable de forma separada que incluye entidadeslegalmente separadas o entidades reconocidas por estatuto, independientementede si estas entidades tiene personalidad legal (Apéndice A: Definiciones de térmi-nos, NIIF 11).

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la emisión de una norma que tuviera dicho alcance y en paralelo alas otras dos NIIFs emitió la NIIF 12: Información a revelar sobreparticipaciones en otras entidades.

Aunque no es el momento de entrar en los detalles concretos so-bre los requerimientos informativos, sí consideramos convenientereferirnos a algunos aspectos generales contenidos en esta nuevanorma. Así, el objetivo de la NIIF 12, enunciado en su párrafo 1, esrequerir a una entidad que revele información que permita a losusuarios de los estados financieros evaluar la naturaleza de susparticipaciones en otras entidades y los riesgos asociados con és-tas, y los efectos de estas participaciones en su situación financie-ra, rendimiento financiero y flujos de efectivo. Las participacionessobre las que se debe suministrar información son las que poseala entidad en subsidiarias, acuerdos conjuntos (operaciones o ne-gocios), asociadas o entidades estructuradas no consolidadas. Eneste sentido, deberá informar sobre los juicios y supuestos signi-ficativos realizados para determinar la existencia de control en lostérminos de la NIIF 10, de control conjunto o influencia significati-va y el tipo de acuerdo conjunto cuando se haya estructurado a tra-vés de un vehículo separado (párrafo7).

Como se puede observar, esta norma es transversal a las normasreferidas a los criterios de reconocimiento y medición de participa-

ciones en entidades que otorgan control, control conjunto, influen-cia significativa o en entidades estructuradas no consolidadas. Laconsecuencia directa de esta nueva estructura normativa es quelas normas de referencia no cuentan con párrafos referidos a laInformación a revelar a terceros.

La modificación de las NIC 27 y 28

Antes de concluir este trabajo consideramos oportuno referirnos alos cambios en las NIC 27 y 28, que son consecuencia directa dela emisión de las NIIF 10 y 11. Hasta la emisión de las nuevas NIIFdichas normas se referían a: Estados Financieros Consolidados ySeparados e Inversiones en Asociadas, respectivamente. A partirde enero de 2013 estas NICs se refieren a Estados FinancierosSeparados e Inversiones en Asociadas y Negocios Conjuntos.

Según se indica en el párrafo 2 de la NIC 27 (modificada) esta nor-ma se aplica a la contabilidad de las inversiones en subsidiaras, ne-gocios conjuntos y asociadas en el caso de que una entidad optepor presentar estados financieros separados, o esté obligada a ellopor las regulaciones locales. De esta forma, los estados financie-

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Cuadro 1Resumen de la interacción de las NIIF 10, 11, 12 y NIC 28

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ros separados son los presentados por un inversor con control enuna subsidiaria, control conjunto en un negocio conjunto o influen-cia significativa en una asociada, en los que las inversiones se con-tabilizan al costo de acuerdo con la NIIF 9 (valor razonable). Si bienla norma no exige que estos estados acompañen a los estadosconsolidados.

Como ya decía la versión anterior de la NIC 27, los estados finan-cieros de una entidad que no tenga subsidiarias, asociadas o par-ticipaciones en negocios conjuntos, no son estados financieros se-parados, pero la nueva redacción matiza que tampoco lo son aqué-llos en los cuales se aplica el método de la participación. Los esta-dos separados es un tema controvertido en Latinoamérica, puesvarias legislaciones locales no consideran los estados financierosconsolidados como información principal sino como informacióncomplementaria, y las normas contables locales aplican el métodode la participación en los estados financieros individuales. Esta si-tuación hace que en los términos de la NIC 1 no se esté adoptan-do integralmente las NIIF, pues se debería aplicar costo o valor ra-zonable.

Respecto a la NIC 28, con la modificación se ha extendido su al-cance a las entidades que sean inversores con control conjunto deuna participada; de esta forma, el método de la participación se hade utilizar para la contabilización de inversiones en asociadas y ne-gocios conjuntos en los términos de la NIIF 11. Ello supone uncambio importante, pues la NIC 31 dejaba libertad para emplear es-te método y el proporcional.

Reflexiones finales

La reforma llevada a cabo por el IASB, lejos de ser una ruptura conla situación preexistente, ha pretendido mejorar la información,partiendo de las normas existentes. El objetivo último es facilitar lacomparabilidad de la información de las entidades y aumentar latransparencia de la misma, a fin de mejorar las decisiones de losusuarios. Para ello ha planteado el concepto de control desde unaperspectiva estrictamente económica, huyendo de reglas precisas,y ha definido el control conjunto al margen de la forma contractualen la que el mismo se establece. Respecto al método de consoli-dación, en consistencia con el marco conceptual, ha optado poreliminar la integración proporcional e imponer el de la participa-ción para las asociadas y negocios conjuntos.

En el cuadro resumen de la página anterior se presentan de formaesquemática la interacción de las normas analizadas en este trabajo.

Blas Alberto González NavarroMagistrado. Especialista CGPJ Asuntos Mercantiles

Aproximación a la insolvencia comopresupuesto del concurso de acreedoresDesde la perspectiva de la administración de la empresa y, por su-puesto, el reflejo contable de la situación de la compañía, la detec-ción del presupuesto objetivo de una situación concursal se revelacomo algo de enorme importancia. La inexistencia en España de unauténtico y propio Derecho Pre-Concursal, incluyendo en este con-cepto los tradicionales sistemas de alarma temprana conocidos enotros ordenamientos de nuestro entorno (singularmente el francés),convierte al conocimiento certero de dicho presupuesto objetivo enun extremo nuclear en la gestión y control que todo administradorsocial ha de mantener sobre la sociedad, pues, no en vano, su pro-pia responsabilidad está en juego: solamente con un adecuado ma-

nejo del concepto jurídico –que no económico– de insolvencia seráposible cumplir con el mandato legal de solicitar la declaración delconcurso en el plazo de dos meses que prevé el artículo 5 de la LCy con ello evitar que el concurso sea declarado culpable por retrasoen la solicitud y el administrador, además de inhabilitado, sea con-denado a pagar el déficit con su propio patrimonio.

El presupuesto objetivo del concurso es una cuestión previa a cual-quier disquisición sobre las características y funcionamiento de unproceso concursal, y constituye además un problema de política le-gislativa de primer orden, pues equivale a determinar en la prácticalos criterios conservativos o liquidativos de las empresas en crisis:hay que encontrar el equilibrio entre la necesidad de anticipar elconcurso y evitar que cuando éste se plantea ya sea ineficaz por au-sencia o insuficiencia de la masa activa, y la necesidad de impedirque las acciones ejecutivas universales solapen el ejercicio de lasacciones individuales y ocupen un espacio que no es el suyo.

La Ley Concursal (LC) española de 2003 optó por un único y co-mún presupuesto objetivo, la insolvencia del deudor: con ello, el ar-tículo 2 de la LC se inscribe claramente dentro del modelo alemán,es decir, la exigencia de una situación de fondo, un estado de insol-vencia que vaya más allá de la mera existencia de hechos externosde impago. Así se aprecia en el artículo 14, que permite declarar elconcurso voluntario si concurren los hechos externos del artículo2/4 “u otros que acrediten la insolvencia alegada por el deudor”,mostrando así cómo lo que importa es la segunda y no los prime-ros; o en el artículo 18/2, que en la misma línea conceptual permi-te al deudor oponerse a la declaración cuando se den ciertos he-chos externos de falta de pago pero aun así no existe insolvencia.

Sin embargo, y como acertadamente señaló la Profesora PulgarEzquerra, la delimitación conceptual de lo que constituye la insol-vencia no pivotó sobre si se escoge un sistema u otro, sino mayor-mente sobre si ese concepto debía girar en torno a la impuntuali-dad o a la imposibilidad de cumplir el deudor sus obligaciones.

En efecto, si observamos el trámite parlamentario de la reforma,veremos que, si inicialmente la insolvencia era aquella situación enla que el deudor no puede cumplir sus obligaciones, posteriormen-te se añadió al artículo 2/2 que está en estado de insolvencia eldeudor que no puede cumplir regular y puntualmente sus obliga-ciones exigibles: señalar que para que el deudor sea insolvente esnecesario que esté en una situación en la que no puede pagar re-gularmente sus obligaciones exigibles, suponía una precisiónaceptable del concepto original, pero no ocurría lo mismo con lapuntualidad, pues ello introducía un cambio sustancial y muy sig-nificativo a la hora de elegir un criterio de determinación de empre-sas en crisis. Exigir la puntualidad en el pago al definir la insolven-cia suponía que el deudor era insolvente, no ya cuando no puedepagar regularmente sus obligaciones, sino cuando no puede ha-cerlo con puntualidad, cuando vencen sus obligaciones de pago,por un problema de liquidez, anticipándose así de modo muy no-table el momento de la apertura del concurso, fuera necesario ofuera voluntario, lo que no tenía un fundamento de política legisla-tiva demasiado sólido: la impuntualidad no es más que, precisa-mente, un hecho externo, un indicio de que algo falla en la empre-sa y de que es preciso intervenir, pero no necesariamente median-te un proceso concursal.

Ante las críticas doctrinales que ello mereció, el texto legal volviófinalmente al origen, señalando el artículo 2/2 que “se encuentra enestado de insolvencia el deudor que no puede cumplir regularmen-te sus obligaciones exigibles”, eliminándose la distorsionadora re-ferencia a la impuntualidad: el insolvente es quien no puede pagar,no quien puede pagar aunque con retraso. Y además, como ve-mos, se obvia cualquier referencia a la causa de esa imposibilidadde pago, se elimina la mención al desbalance, a una situación deactivo inferior al pasivo, que era el criterio tradicionalmente em-pleado por nuestro Tribunal Supremo y que ya es insuficiente, pues

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un deudor con un pasivo superior a su activo puede seguir pagan-do sus obligaciones si acude a buenas fuentes de crédito, y undeudor con un activo superior al pasivo puede encontrarse con quela liquidez de ese activo es muy dificultosa o diferida a un gran pla-zo, determinando ello la imposibilidad de cumplir con sus obliga-ciones.

No obstante, y así lo recuerda la misma Exposición de Motivos, lainsolvencia actual opera de modo distinto según el concurso seavoluntario o necesario. En el primer caso, en el que es el deudorquien pide su declaración de concurso, la insolvencia opera a mo-do de cláusula general, sin que el legislador tase sus manifestacio-nes externas; en el segundo, por el contrario, la LC sí tasa los he-chos que manifiestan esa imposibilidad de pago que permiten alacreedor pedir el concurso, comprobándose luego la insolvenciasubyacente.

Dice el artículo 2/4:

“Si la solicitud de declaración de concurso la presenta unacreedor, deberá fundarla en título por el cual se haya des-pachado ejecución o apremio sin que del embargo resulta-sen bienes libres bastantes para el pago, o en la existenciade alguno de los siguientes hechos:

1.º El sobreseimiento general en el pago corriente de lasobligaciones del deudor.

2.º La existencia de embargos por ejecuciones pendientesque afecten de una manera general al patrimonio del deudor.

3.º El alzamiento o la liquidación apresurada o ruinosa desus bienes por el deudor.

4.º El incumplimiento generalizado de obligaciones de algu-na de las clases siguientes:

Las de pago de obligaciones tributarias exigibles durante lostres meses anteriores a la solicitud de concurso;

Las de pago de cuotas de la Seguridad Social, y demás con-ceptos de recaudación conjunta durante el mismo período;

Las de pago de salarios e indemnizaciones y demás retribu-ciones derivadas de las relaciones de trabajo correspondien-tes a las tres últimas mensualidades.”

La consideración del artículo 2.4 como un número clausus es la te-sis generalmente admitida en la doctrina [Angel Rojo, Comentariode la Ley Concursal, Thomson Civitas, pags. 180 y 426; BercovitzRodríguez-Cano, Comentarios a la Ley Concursal, Tomo 1, pg. 39,Ed. Tecnos; Edorta Herrera Cuevas, Manual de la Reforma Concur-sal, pg. 45, Ed. Europea de Derecho); Sanchez-Calero Guilarte, Co-mentarios a la Legislación Concursal, Tomo 1, pg. 123, Ed. Lex No-va; o Fernandez Ballesteros, Algunas cuestiones sobre la aperturadel concurso, Cuadernos de Derecho Judicial, CGPJ, XVIII, 2003,pg. 639], aduciéndose como fundamento de la solución que final-mente ha prevalecido en el texto definitivo la necesidad de armoni-zar el reconocimiento a los acreedores de un ámbito de legitima-ción amplio para solicitar el concurso de sus deudores con la con-veniencia de conjurar los riesgos que un ejercicio abusivo de tal fa-cultad puede comportar....; especialmente a la luz de la experienciaacumulada en la práctica forense desarrollada al amparo de la le-gislación concursal precedente. No obstante, particularmente mealineo con aquellos que, asumiendo la decisión del legislador, cla-ramente expresada en la exposición de Motivos de la LC, alertandel riesgo igualmente existente de que, con este criterio, se consa-gren determinadas situaciones de insolvencia real, en las que la si-tuación económica de fondo del deudor común, impidiendo de su-yo cumplir todas las obligaciones puntual y regularmente con supatrimonio actual, no llegue a expresarse cabalmente por medio deninguno de los hechos reveladores del artículo 2.4 de la LC.

Sea como fuere, la LC, superando gran parte de los problemas queofrecía la regulación anterior para los casos de quiebras y suspen-siones, ha establecido, tanto para el concurso voluntario como pa-ra el necesario, un sistema de comprobación a priori, aunque en elcaso de concurso voluntario se trata de un trámite ineludible,mientras en el concurso necesario sólo es eventual.

En el caso de la solicitud del deudor, la comprobación de si existeo no una auténtica situación de insolvencia actual o inminente seconvierte en un trámite necesario, según se ve en el artículo 14,pues sólo si concurren algunos de los supuestos previstos en elartículo 2/4 u otro que acredite la insolvencia que alega el deudorcabe declarar el concurso. Así se decidió en el Congreso, añadien-do una función judicial de comprobación que no tenía anteceden-tes en el Derecho derogado ni en Anteproyectos ni Proyectos: lasolicitud del deudor, por tanto, deja de tener carácter confesorio. Eldeudor ya no tiene una suerte de derecho a quebrar, sino un dere-cho a que se declare su concurso si procede, como señala JuanaPulgar, aunque es preciso reconocer la fuerza del artículo 316/1 dela LEC, al partir el mismo deudor de un hecho que le es enteramen-te perjudicial, que impedirán en la práctica denegaciones de con-cursos voluntarios prescindiendo de las manifestaciones del prin-cipal afectado. Los acreedores, por su parte, a pesar de la legitima-ción que les venía otorgando el TS en la quiebra, ya no tienen de-recho de audiencia previa sino, a lo sumo, el derecho a recurrir elauto de declaración.

En el caso del concurso necesario, por el contrario, no se exige alacreedor en la fase de apertura que demuestre la insolvencia, sinosólo que acredite la concurrencia de algunos de los supuestos delartículo 2/4, ya expuestos, de modo que la declaración del concur-so acontecerá cuando, admitida la solicitud y dado traslado al deu-dor, éste no se oponga u, opuesto a la declaración, su oposiciónsea desestimada por los cauces que establecen los artículos 18 a20 de la LC. La audiencia al deudor acalla las dudas tradicional-mente planteadas sobre la ausencia de este trámite en la LEC de1881 respecto a la declaración de quiebra, aunque plantea igual-mente si con ello se está equilibrando el derecho del deudor a de-fenderse y acreditar que no existe insolvencia, con el derecho delos acreedores a no alertar al deudor y hacer que éste ‘prepare’ supatrimonio de cara a una ejecución universal. El problema, en todocaso, se subsanaría haciendo uso de las medidas cautelares del ar-tículo 17, aunque no faltan voces en la doctrina que postulan uncambio de orientación, exigiendo una comprobación del presu-puesto objetivo en el concurso necesario no eventual, como esahora, sino obligatoria.

Es por tanto el deudor el que, invirtiéndose la carga de la prueba,deba demostrar que, aun concurriendo hechos externos de falta depago, no existe insolvencia. Y son los acreedores, por el contrario,los que asumen el riesgo de que su solicitud, tras la oposición deldeudor, sea desestimada, pues se concede entonces al deudor elderecho, no ya a obtener una condena en costas de los contrarios,sino a exigir una indemnización por daños y perjuicios causados,si bien esta posibilidad ha sido muy moderada, como era de espe-rar, por los Tribunales.

Resta finalizar esta aproximación al presupuesto objetivo aludien-do a la reforma de la LC, actualmente en fase parlamentaria, queante los problemas de operatividad del sistema que acabo de des-cribir (en los que no entro por evidente falta de espacio), proponeuna modificación de calado en lo que hace al concurso necesario:con arreglo al nuevo artículo 15, cuando la solicitud hubiera sidopresentada por un acreedor y se fundara en un embargo o en unainvestigación de patrimonio infructuosos o que hubiera dado lugara una declaración administrativa o judicial de insolvencia, el Juez

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dictará auto de declaración de concurso el primer día hábil siguien-te sin más trámite. Si se trata de un hecho diferente, se continúacon el sistema actual de admisión a trámite y eventual oposicióndel deudor.

José Antonio Gonzalo Angulo1

Catedrático de la Universidad de Alcalá Presidente del ICAC

Auditor y Comité de Auditoría: ¿un nuevo marco de relaciones?

Introducción: El Libro Verde de 2010

La Comisión Europea lanzó en el otoño de 2010 una consulta ge-neral (el Libro Verde) dirigida a pulsar la opinión sobre una posiblereforma de la regulación de la auditoría en la Unión Europea. Conella, en la que se trataba de delinear un nuevo marco jurídico quepreservara la efectividad de la labor de interés público de los audi-tores para generar confianza en la información financiera empresa-rial, a la vez que se evitaran los efectos no deseados de la elevadaconcentración del mercado europeo en cuatro grandes firmas, in-cluyendo las eventuales consecuencias de la desaparición de algu-na de ellas (véase Comisión Europea, 2010).

La abundancia y disparidad de las respuestas recibidas, acordecon el ambicioso alcance del proyecto, junto con la importancia delos intereses que se han querido poner en juego, hará que muyprobablemente se tenga que limitar la dimensión de la reforma quese lleve a cabo en los próximos años, cuyas líneas generales po-dría publicar la Comisión Europea en otoño de 2011.

Además, y por lo que se refiere a la auditoría de entidades cotiza-das, la discusión se ha centrado en problemas tales como la pre-servación de la independencia, la concentración del mercado en lascuatro grandes firmas y el refuerzo de la obligación de los audito-res de alertar a los supervisores cuando sean conscientes de fallosimportantes en las empresas auditadas. Además, la polémica entorno al Libro Verde ha hecho incidir en las posibilidades que tie-nen los comités de auditoría de ayudar en la consecución de losanteriores objetivos, de manera que la posible reforma de la audi-toría en las cotizadas parece que tiene que contar con una colabo-ración esencial de estos comités.

Aunque relacionar calidad de la auditoría (y, por ende, de la infor-mación financiera) y comités de auditoría no es nada nuevo, nun-ca antes se había hecho tanto hincapié en que las actuaciones delos comités son esenciales para emprender con éxito una reformaen el mundo de la auditoría.

El resto de este breve artículo se desarrolla de la siguiente mane-ra: en primer lugar, se discuten las nuevas funciones del comité deauditoría respecto al auditor, para más tarde dilucidar la viabilidadde las mismas y sus condiciones. Al final se concluye que asegu-rando la idoneidad de los miembros del comité, en cuanto a sucomposición y formación, y modificando la forma de su nombra-miento, para que sean directamente los propietarios quienes losnombren y reciban su rendición de cuentas, se puede lograr un co-mité de auditoría eficaz para cumplir los nuevos cometidos pro-puestos, que van en la línea de suponer un contrapeso a la actua-ción de la dirección ejecutiva de la entidad.

Un nuevo Comité de Auditoría

En las propuestas recientes y especialmente en el Informe del Par-lamento Europeo sobre el Libro Verde, presentado y defendido porel parlamentario español Antonio Masip y votado favorablementepor todo el Comité de Asuntos Legales, se cita frecuentemente alcomité de auditoría como clave para la reforma de la actuación delauditor en entidades cotizadas. Este Informe será votado en el ple-no del Parlamento Europeo próximamente (Parlamento Europeo,2011).

La idea central de dicho Informe es que el debate sobre el cambiodel papel del auditor debe ir de la mano del reforzamiento de la ac-tuación del comité de auditoría, que hasta el momento –en opiniónde los parlamentarios europeos– se ha manifestado poco eficaz.

En este sentido, se hacen propuestas a las instituciones de laUnión para que el comité actúe en el nombramiento del auditor, ensu actuación dentro de la empresa auditada y en la preservación desu independencia mientras dure el contrato de auditoría.

Por lo que se refiere al nombramiento del auditor, se propone quesea el comité de auditoría quien haga la propuesta a la asambleade socios, no el consejo de administración. También se propone larealización de concursos públicos periódicamente, que seríanplanteados, llevados y resueltos por el comité. En las propuestasse ha citado con frecuencia la posibilidad de implantar coauditorí-as obligatorias, con el ánimo de ayudar a solventar a la vez los pro-blemas de independencia, procurar la continuidad de la actuaciónen el tiempo y conjurar los efectos de la eventual desaparición dealguna de las cuatro Grandes.

Por lo que se refiere a la actuación del auditor, el documento delParlamento Europeo aboga por que el comité de auditoría contro-le de cerca la labor del auditor, sirviendo además de puente entrela auditoría interna y la externa, cuyo dialogo y cooperación debepromover, considerando que estas dos funciones deberían estardelimitadas (¿quizá incompatibilizadas?) en la ley.

Además, el citado comité debería determinar qué tipo de auditoríaprecisa la entidad, lo que se podría traducir en las condiciones dela licitación y en los detalles de la adjudicación posterior. Estas mi-siones se completarían haciendo que el comité de auditoría velarapor la eficacia y calidad de la actuación llevada a cabo por el audi-tor actuante.

En este sentido, podría pensarse, cuando la entidad es una empre-sa cotizada, en que los auditores hicieran informes de detalle parael comité o los propietarios de la entidad auditada con explicacio-nes adicionales sobre los principales problemas encontrados en laauditoría, los límites de importancia relativa o materialidad utiliza-dos y los principales riesgos que afectan, y la forma en que se ges-tionan dichos riesgos.

Por último, en lo que respecta a preservar la independencia del au-ditor, el Informe del Parlamento Europeo defiende como responsa-bilidad del comité de auditoría tomar las medidas para asegurar laindependencia del auditor, en particular cuando presta tambiénservicios distintos a la auditoría de cuentas. Como complemento,en el Informe se invita a la Comisión Europea a valorar la posibili-dad de limitar los honorarios por este tipo de servicios.

Es preciso indicar que en la modificación de la Ley de Auditoría deCuentas aprobada mediante la Ley 12/2010, de 30 de junio, se con-templa ya la obligación de que el comité de auditoría, en las em-presas cotizadas españolas, habiendo recibido previamente unacomunicación del auditor sobre sus relaciones con la entidad au-ditada, emita anualmente un informe al consejo de administraciónen el que exprese una opinión sobre la independencia de dicho au-ditor, pronunciándose además sobre la prestación por éste de ser-vicios diferentes a la auditoría.

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1 Agradezco los constructivos comentarios recibidos de Cándido Gutiérrez y EnriqueRubio, subdirectores generales del ICAC, que han servido para mejorar el conteni-do. Los errores que pudieran quedar son de mi entera responsabilidad.

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Además de estas nuevas tareas del comité de auditoría, que tienenrelación con el auditor, el Informe del Parlamento Europeo citaotras dos más de orden general, pero muy importantes, como son:

a) La aprobación del modelo de evaluación de riesgos de la enti-dad, que se refiere en especial a las entidades financieras, y seconstruye sobre las decisiones de aceptación y gestión de di-chos riesgos tomadas por el consejo de administración, a par-tir de cuyo modelo es posible la actuación del control interno yde la auditoría externa.

b) La elaboración de un informe anual del comité de auditoría, queprobablemente formaría parte del informe de gobierno corpora-tivo, donde daría cuenta de su actuación en el ejercicio, en cum-plimiento de las misiones asignadas en relación a la supervisióndel control interno, a la elaboración de los estados financieros,a las actuaciones relativas al auditor externo y a las acciones in-formativas de cara a los accionistas de la entidad.

Reflexiones sobre viabilidad de las propuestas

En el seno del cambio propiciado por este Informe del ParlamentoEuropeo, que recoge en mayor o menor medida un estado de opi-nión generalizado sobre las relaciones entre auditor y comité deauditoría, cabe preguntarse si es oportuno añadir al comité este ti-po de obligaciones –cuando no hay evidencia concluyente de la efi-cacia de su actuación en el pasado– o bien se podría pensar que setrata de una ‘huida hacia adelante’ consistente en potenciar a unórgano que hoy es débil con la esperanza de que pueda reaccionarfavorablemente y resuelva los problemas a los que no se encuen-tra solución por el momento.

En este sentido, lo que parece claro es que las nuevas responsabi-lidades requieren también un cambio profundo en la propia con-cepción, designación y funcionamiento del comité de auditoría, pa-ra salvar algunas de sus limitaciones más patentes como son lafalta de especialización y la posible falta de independencia de susmiembros a la hora de cumplir su misión.

La falta de especialización también es abordada por el más que ci-tado Informe del Parlamento Europeo, que propone un comité deauditoría en el que al menos la mitad de los miembros cuenten conexperiencia relevante en contabilidad y auditoría. No obstante, seríaconveniente introducir algún otro requerimiento, como que la ma-yoría de los miembros y, en todo caso, el presidente, fuera indepen-diente. Aún más, aunque esto no conste en la propuesta que se co-menta, para evitar influencias de la dirección de la sociedad, podríarequerirse que ningún consejero ejecutivo formara parte del comitéde auditoría, o que de figurar en él fuera como miembro sin voto.

A este respecto es necesario mencionar, aunque solo sea para re-marcar la distancia que nuestra legislación debería recorrer paraalcanzar una cierta correspondencia con la propuesta anterior, quela citada modificación de 2010 de la Ley de Auditoría impone enEspaña, en el momento actual, que al menos la mitad de los miem-bros del comité de auditoría sean no ejecutivos, y también que almenos uno de ellos sea independiente y tenga conocimientos decontabilidad o auditoría.

Los estudios empíricos son bastante unánimes al señalar que lasposibilidades de manipulación de la información financiera se re-ducen significativamente en la medida que hay expertos financie-ros (profesionales contables o financieros retirados, exauditores,exanalistas financieros, etc.) en los comités de auditoría (DeFondet al., 2005)

La segunda condición que se ha puesto ut supra, para asegurar laeficacia de las nuevas propuestas sobre el comité de auditoría, serefiere a la posible falta de independencia por causa del procedi-miento de designación de los miembros del mismo. En definitiva,aunque opere un comité de nombramientos como los que se usan

en las entidades cotizadas, la designación como consejeros de losfuturos miembros del comité pasaría por la conformidad de los de-más consejeros, incluidos los ejecutivos, lo que resta mucha vali-dez al intento de dotarle de la máxima independencia respecto aellos.

Por esa razón, y aunque esta solución no esté tampoco explícita-mente contemplada en ninguno de los textos examinados, seríamuy conveniente diseñar un procedimiento de designación por elcual la propia asamblea de accionistas nombrase directamente alos miembros del comité de auditoría, y que el nombramiento fue-ra para cumplir las funciones asignadas al mismo, lo que supon-dría seguramente que tuvieran que dar cuenta (por ejemplo a tra-vés del citado informe del comité) de su actuación a la propia jun-ta, que a su vez debería aprobar el documento donde se contuvie-ran los resultados de su actuación.

Posiblemente la solución descrita en el párrafo anterior sea muyambiciosa, pero aunque se decidiese implantar en parte, lo queproduciría es una situación en la que el comité de auditoría se pa-recería más a un consejo de supervisión (o vigilancia) que a unapéndice del consejo de administración, que es su descripción ac-tual.

En tal tesitura, estaríamos hablando de una organización societariaemparentada con el modelo dual centroeuropeo (Zabaleta, 2010)con un consejo ejecutivo y un consejo supervisor –también deno-minado de vigilancia–, nombrados como tales por los propietarios,donde dicho supervisor tiene una misión bien definida respecto alcontrol interno de la entidad, a la emisión de sus estados financie-ros y a las relaciones con el auditor. En tal caso, las propuestasexistentes de comunicación directa con los accionistas y propieta-rios serían naturales para el comité de auditoría, puesto que de losmismos ha recibido su nombramiento, y a ellos debe informar desus actividades.

El modelo dual, no obstante, tiene también limitaciones que se handetectado en la práctica actual, en especial su posible dependenciade los órganos ejecutivos, la falta de conocimientos de sus miem-bros, los problemas de conflicto de intereses con el consejo de ad-ministración y la inexistencia de un régimen de responsabilidad es-pecífico de sus miembros.

Conclusión

Según se acaba de discutir, la exigencia de nuevas tareas a cum-plir por el comité de auditoría respecto del auditor puede deveniren un deseo muy difícil de cumplir si no se reforman antes, y encierta profundidad, las premisas sobre las que se basa el nombra-miento y la composición del propio comité, con el fin de que cons-tituya el auténtico contrapeso de control hacia la dirección ejecuti-va de la entidad.

En particular, las nuevas funciones que respecto al auditor se hanpropuesto para el comité de auditoría implican una total autonomíarespecto a su nombramiento y una amplia responsabilidad conrespecto a su actuación, lo que implica también garantizar que ensu periodo de contrato el auditor nombrado mantenga la indepen-dencia esencial que da garantía de eficacia y otorga confianza a suinforme.

Con el fin de lograr que el comité estuviese compuesto por las per-sonas idóneas, la designación debería recaer en miembros que nofuesen ejecutivos, ni tuvieran otro tipo de dependencia con la enti-dad, y en todo caso el presidente debería ser una persona indepen-diente. Además, la exigencia de que al menos la mitad de losmiembros tuvieran conocimientos de contabilidad y auditoría es

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esencial para dotar a este órgano de la especialización requeridacon el fin de formular sus juicios e informes.

Con el fin de conseguir la independencia por parte del comité, elnombramiento del mismo debería hacerse directamente por partede los accionistas o propietarios, siendo estos los destinatarios desus informes con la rendición de cuentas de su actuación. De esamanera, dicha actuación podría suponer el contrapeso y controlque se van buscando sobre la dirección ejecutiva de la entidad.

Con lo anterior, probablemente se esté apelando a un modelo muyemparentado con la organización dual del gobierno de las entida-des, donde la actuación del consejo ejecutivo tiene como adecua-do contrapeso el control por parte de un consejo supervisor o devigilancia, que no sería otra cosa que la evolución final del comitéde auditoría de las organizaciones que siguen un modelo monistade gobierno.

ReferenciasComisión Europea (2010): Libro verde. Política de auditoría: lecciones de

la crisis. COM(2010) 561 final. Documento de Consulta emitido el 13 deoctubre de 2010. Disponible en [http://ec.europa.eu/internal_market/consultations/2010/green_paper_audit_en.htm] (Acceso el 1 de agostode 2011).

DeFond, M.L.; R.N. Hann; X. Hu (2005): “Does the market value financialexpertise on audit committee of boards of directors?”. Journal ofAccounting Research 43 (2): 153-194.

Parlamento Europeo (2011): Committee on Legal Affairs. Report on auditpolicy: lessons from the crisis. (2011/2037(INI)) de 30 de mayo de2011. Rapporteur: Antonio Masip. Disponible en [http://www.accoun-tant.nl/readfile.aspx?ContentID=68016&ObjectID=925113&Type=1&File=0000035880_JURI_Report_on_Audit_Policy%20Lessons_from_the_crisis_110530.pdf] (Acceso el 1 de agosto de 2011).

Zabaleta Díaz, M. (2010): “Buen gobierno y sistema dual de administra-ción: El debate en torno al consejo de vigilancia alemán”, en Estudios deDerecho Mercantil: En memoria del Profesor Aníbal Sánchez Andrés,coordinado por J.C. Sáez García de Albizu, F. Oleo Banet y A. MartínezFlórez (Madrid: 2010, Aranzadi Civitas, pp. 563-594).

Esteban Hernández EstevePresidente de la Comisión de Historia de la Contabilidad de AECA

La revolución contable de comienzos del siglo XXComo es bien sabido, a comienzos del siglo XX, como consecuen-cia en parte de los problemas derivados de la Primera GuerraMundial de 1914-1918, se desarrolló una verdadera revolución enel pensamiento contable, cuyos rasgos fundamentales fueron, enmi opinión, los siguientes:

1. La contabilidad fue presentada como parte de una discipli-na más amplia en la que se encajaba la contabilidad, un en-caje que no podía dejar de considerarse cuando se estudia-ba la contabilidad, pues complementaba su naturaleza.

2. Se reforzó el papel de la contabilidad como instrumento dedirección y control.

3. Se enfatizó, en este sentido, que la determinación de los be-neficios era la meta más relevante que debían proponerselos registros contables. Por ello, la contabilidad tenía queser diseñada para servir, fundamentalmente, este objetivo.Según sus formuladores, este planteamiento constituía unavisión dinámica de la actividad contable, que contrastabacon las ideas patrimonialistas, de carácter estático, que ha-bían regido hasta entonces.

Los dos países que protagonizaron el lanzamiento de las nuevasideas fueron Italia y Alemania. El pionero de las mismas en Italiafue Fabio Besta. Su obra magna La Ragioneria (Besta, 1891-1916)jugó un papel principal en el surgimiento de las nuevas ideas.Propuso el nacimiento de una amplia ciencia, la EconomiaAziendale, cuyos objetivos centrales eran el estudio y la explicaciónde la gestion operativa, de la organización y del control contable detoda clase de Aziende. Es importante observar que en este contex-to se entiende por Azienda cualquier clase de unidad económica,es decir, tanto las unidades económicas de producción –o sea, lasempresas, ejemplo más corriente de ellas– como las unidades eco-nómicas de consumo, ejemplarizadas por las familias. Esta es unanoción que no se ha acabado de comprender bien por los círculoscontables de otros países. Por otra parte, Besta, al contrario que enel caso de las teorías personalistas de Cerboni y de Rossi, mantie-ne una teoría materialista de las cuentas, en la que se distingue cla-ramente el propietario del administrador (Mattessich, 2008, p. 25).Dieter Schneider comenta, por su parte, que Besta fue uno de losprimeros autores en establecer una relación entre la contabilidad yla teoría económica (Schneider, 1981, p. 397, nota de pie de pági-na).

De cualquier forma, el verdadero formulador de las nuevas ideasen Italia fue Gino Zappa, un antiguo díscípulo de Besta. En 1926,con ocasión del comienzo del año académico en Ca’ Foscari, laUniversidad de Venecia, pronunció su célebre conferenciaTendenze Nuove negli Studi di Ragioneria. Este discurso constitu-yó realmente el manifiesto fundacional de la Economia Aziendale,esto es, la versión italiana del concepto de la contabilidad comoparte de un todo unitario más amplio y extenso (Zappa, 1927).

Para Zappa la cuestión más importante que tenía que atender lacontabilidad era la determinación del beneficio, es decir, averiguarcuánto había ganado o perdido la empresa durante el ejercicio con-table. Como Mattessich explica, en el pensamiento de Zappa la de-terminación del beneficio es el fundamento y la razón de ser de to-do el proceso contable, y especialmente de la teoría de la contabi-lidad y de la formulación del balance y del estado de pérdidas y ga-nancias. (Mattessich, 2008, pp. 87 s.). De este modo, Zappa subra-ya la relevancia del estado de pérdidas y ganancias y de los aspec-tos dinámicos de la contabilidad. Exactamente lo mismo que en lateoría dinámica de la contabilidad había dicho ya Schmalenbach en1919, el balance era en el pensamiento contable de Zappa el ins-trumento por excelencia para determinar los resultados. Otra face-ta de Zappa en su forma de entender la Economia Aziendale era elhecho de que en su sistema de determinación contable de los be-neficios se consideraban simplemente las Aziende dedicadas a laproducción de bienes y servicios, es decir, sólo las incluidas entrelas unidades económicas de producción. Esto sin perjuicio de quemás tarde escribiera un libro dedicado especialmente a las Aziendeintegradas en el grupo de unidades económicas de consumo, bajoel título: L’Economia delle Aziende di Consumo, libro que fue publi-cado después de su muerte (Zappa, 1962).

Por lo que se refiere a la contribución alemana a la Revolución con-table, de acuerdo con las explicaciones del Handwörterbuch derBetriebswirtschaft, en la primera mitad del siglo XX se formularonen Alemania tres diferentes cuerpos de teoría al respecto: el plan-teamiento empírico-realista de Schmalenbach, la propuesta teóricade Fritz Schmidt’s y Wilhelm Rieger’s y la teoría ético-normativa deHeinrich Nicklisch’s (Wöhe, 1974 pp. 713 ss.).

Todos ellos defienden la concepción de la contabilidad como uneficaz instrumento de gestión directiva que forma parte de unaciencia más amplia, la Betriebswirtschaftslehre, esto es, laEconomía de la Empresa, una ciencia que muestra algunas simili-tudes con la Economia Aziendale italiana. Eugen Schmalenbach escon toda seguridad el alemán que hizo la contribución más impor-tante e innovadora al desarrollo de la economía de la empresa detodo este período. Hizo significativas contribuciones a la contabili-

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dad de costes (Schmalenbach, 1925), como explica MarcellSchweitzer al decir que fue el fundador de esta disciplina en elmundo de habla alemana (Schweitzer, 1992). Asimismo, fueronmuy relevantes sus contribuciones a la organización contable. Eneste campo, confeccionó el primer Kontenrahmen completo, o sea,el primer cuadro de cuentas. Su primera edición fue publicada en1927 (Schmalenbach, 1927), mientras la segunda, algo ampliada,se publicó en 1929.

Schmalenbach basó todas sus teorías para la construcción de laeconomía de la empresa en el Wirtschaftlichkeitsstreben, es decir,el afán de lucro de las empresas. Esta idea le llevó a su aportaciónmás conocida e importante, la relativa al balance dinámico. A esterespecto, hizo la distinción entre el balance estático, o sea, el ba-lance tradicional, y el balance dinámico, es decir, la cuenta de re-sultados, que en esencia no es más que un estado de pérdidas yganancias adaptado a su nueva función. El primero expresa la si-tuación patrimonial de la firma. El segundo muestra el beneficioobtenido en ejercicio contable.

La primera edición de su obra apareció en 1919 con el título“Grundlagen dynamischer Bilanzlehre” (Fundamentos del balancedinámico), en forma de artículo publicado en la Zeitschrift fürHandelswissenschaftliche Forschung, o sea, “Revista de investiga-ción en Ciencias Comerciales”, año XIII, y tenía sólo 96 páginas. Lasegunda edición fue publicada en la misma revista al año siguien-te, 1920, con prácticamente la misma extensión, 92 páginas. Latercera ya constituyó una volumen separado, considerablementeaumentado, con una extensión de más de 290 páginas. Fue publi-cada con el mismo título el año 1925 en Leipzig, por la editorial G.A. Gloeckner. La cuarta edición recibió el título definitivo,Dynamische Bilanz, y fue asimismo notablemente ampliada en re-lación con la anterior, constituyendo un libro de más de 380 pági-nas, publicado asimismo en Leipzig por G. A. Gloeckner en 1926.Estas sucesivas ediciones en tan corto espacio de tiempo, así co-mo el destacado y consecutivo aumento de la extensión de la obraexperimentado por las dos últimas ediciones hablan bien a las cla-ras de la expectación y buena acogida que el trabajo de EugenSchmalenbach encontró inmediatamente en los círculos académi-cos de la contabilidad y la economía de la empresa alemanes.

Teniendo en cuenta que el objetivo principal de la empresa es ob-tener beneficios, Schmalenbach creyó que la cuestión más impor-tante al final del ejercicio era la determinación de los resultadosanuales. De acuerdo con esta idea, no debía prestarse tanta aten-ción al volumen y a la estructura del patrimonio de la empresa,mostrados por el balance estático, cuanto a los cambios que losresultados habían experimentado durante el año. Tal planteamien-to era completamente nuevo. El método que proponía para com-probar la marcha de la empresa era el de comparar los cambios ex-perimentados durante una serie de años sucesivos para identificardónde, cómo y por qué se habían producido, a fin de poder tomarlas medidas oportunas. A estos efectos consideraba tres posiblesmotivos de cambio:

1. Cambio en el volumen de actividad y de producción.

2. Cambio en el margen unitario de beneficio.

3. Cambio en el grado de utilización de los recursos fijos.

En el contexto de su preocupación por la rentabilidad de las em-presas, no es extraño que en 1922, momento en el que precisa-mente la gran inflación alemana comenzaba a tomar caracteresalarmante, Schmalenbach publicara su libro Goldmarkbilanz(Balance oro) (Schmalenbach, 1922).

La idea que guiaba a Schmalenbach era la de que el afán de lucroestaba presente en todas las magnitudes que identificaba comofundamentales en la actuación de la empresa, es decir, los benefi-cios, los gastos, el rendimiento, los bienes y servicios aportados,y el producto obtenido. Esta idea es todavía válida hoy. Sin embar-

go, la empresa no es sólo un agregado de magnitudes y bienes decapital. Es también un lugar donde las personas desarrollan su ac-tividad. No reconocer tal hecho fue una carencia en el planteamien-to de Schmalenbach.

La teoría ético-normativa de Heinrich Niklisch antes mencionadavino a remediar esta carencia. De acuerdo con esta teoría, la eco-nomía de la empresa tiene que tomar también en consideración laactuación de las demás unidades económicas que ejercen su acti-vidad en la misma comunidad e interactúan con la compañía obje-to de estudio. Esta comunidad podría ser considerada, tal vez, co-mo una “gran familia” (Nicklisch, 1920). Según la opinión deMattessich, Nicklisch piensa que “los hombres de negocios debe-rían optimizar la eficiencia y el rendimiento en busca del beneficiogeneral de la sociedad, en lugar de querer, en primer lugar, maxi-mizar el provecho en el beneficio individual de las empresas o per-sonas (Mattessich, 1992, p. 939). Dieter Schneider era escépticoen relación con la posibilidad real de semejante planteamiento.Este escepticismo le llevo a decir: “El camino del infierno está pa-vimentado de buenas intenciones” (Dieter Schneider, 1981, p.144).

Otra idea en esta misma dirección fue la presentada por WilhelmRieger. Afirmó que la economía de la empresa era una disciplinareferida a la actividad privada y en este sentido subrayó la impor-tancia de la rentabilidad, es decir, de la búsqueda de lucro por par-te de la empresa y sus propietarios. Esta búsqueda pertenecía, ló-gicamente, por naturaleza, a la esfera privada (Rieger, 1928). Encualquier caso, hay que destacar que la concepción de Rieger acer-ca de la empresa y su comportamiento era también bastante idea-lista y se correspondía más bien poco con la realidad. Asimismo,tal hecho fue puesto de manifiesto por Schneider, que a pesar deello reconoció que algunos elementos del pensamiento de Riegereran vigentes todavía hoy (Dieter Schneider, 1981, p. 148).

Por su parte, Fritz Schmidt, según Richard Mattessich, fue uno deestos grandes iluminados de la contabilidad. Efectuó una labor pio-nera en el campo del coste histórico o valoración por el valor deadquisición. (Schmidt, 1921, 1923). Al cabo de seis décadas dehaberlas manifestado, estas ideas encontraron, por fin, ampliaaceptación (Mattessich, 1984, p. 490).

Mientras las nuevas concepciones se forjaban e iban tomandocuerpo en Italia y Alemania, el pensamiento contable de Francia,que había ejercido una gran influencia en Europa durante todo elsiglo anterior, estaba pasando a ocupar un lugar secundario. Susteorías contistas y personalistas, de gran predicamento en ese si-glo, habían sido reemplazadas en el propio país por ideas neocon-tistas y positivistas. Jean Dumarchey (1914, 1925) fue posible-mente el autor más significado durante la época que nos ocupa,seguido de René Delaporte (1926, 1930, 1936).

Por lo que respecta al mundo anglosajón, no parece que nunca sehubiera mostrado muy interesado por las discusiones teóricas. Decarácter pragmático, en esta época se interesó más bien por cues-tiones prácticas, como la formulación de principios contables, lapresentación de la información financiera y la auditoría, que prác-ticamente fue inventada por los ingleses. Este tipo de intereses cul-minó finalmente en los Estados Unidos con la formulación del pa-radigma de utilidad. De hecho, como Eldon Hendricksen comenta,esta nueva orientación había estado germinando allí desde la deca-da de los 30, es decir, desde los años de la Gran Depresión. El des-arrollo del paradigma de utilidad llevó aparejada la modificación delos fines de la contabilidad, en el sentido de que la información su-ministrada por la misma no tenía que servir solamente a los ges-tores de la empresa o a los acreedores, sino también –e incluso,

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sobre todo– a los accionistas e inversores (Hendricksen, 1970, p.67). El concepto llegó a su pleno desarrollo en los años 60. En es-te desarrollo jugó un papel principal la American AccountingAssociation, que en 1966 definió la contabilidad como “el procesode identificación, evaluación y comunicación de información eco-nómica al objeto de permitir a los usuarios de la información jui-cios y decisiones documentados” (1966, p. 1). El acento se hacíarecaer ahora en la comunicación, queriendo significar, desde lue-go, la comunicación con los usuarios de la información, es decir,los inversores y los accionistas. Poco antes de esta definición,Louis Goldberg había dicho: “No resulta una exageración decir queel problema de la comunicación es el problema central de la con-tabilidad” (Goldberg, 1964, p. 348). Pero de la comunicación alconstructivismo sólo hay un paso. Pues, como Johnson definió, lacomunicación es “el proceso de construir significado a través delintercambio de símbolos” (Johnson, 1977, p. 5). En fin, un proce-so atrayente y muy revelador, pero que, por desgracia, cae fueradel campo en el que estamos trabajando ahora.

* * *

Sea como fuere, lo cierto es que la nuevas ideas italianas y alema-nas sobre la naturaleza y el propósito fundamental de la contabili-dad tardaron un tiempo desusado en ser conocidas y adoptadas enEspaña. Seguramente contribuyó a ello la tardanza con que lasciencias económicas y la contabilidad fueron incorporadas a lasenseñanzas universitarias en nuestro país. En efecto, hasta laOrden Ministerial del 17 de septiembre de 1943 no se creó enMadrid la primera Facultad de Ciencias Políticas y Económicas enEspaña, en cuyo progama se incluyó la contabilidad, a título másbien simbólico, con dos horas a la semana. De hecho, los estudioscontables no fueron incorporados plenamente a la Universidadhasta el Decreto de 1972, por el cual las Escuelas de Comercio ofi-ciales fueron suprimidas e integradas en las Facultades deEconomía como Escuelas Universitarias.

Lo cierto es que las Escuelas de Comercio realizaron una gran la-bor en la formación práctica de magníficos expertos en contabili-dad y en otras materias comerciales, pero no mostraron ambicio-nes científicas. No tenían ningún contacto con la Universidad y sucuerpo docente se nutría de forma endógena de los propios gra-duados. Los profesores de contabilidad escribieron en el siglo XIXy primera mitad del XX numerosos textos, algunos de los cualespodían calificarse de excelentes desde un punto de vista técnico,pero que, en general, no reunían unos requisitos mínimos de for-mulación científica ni se preocupaban de cuestiones teóricas. Porotra parte, estos libros no tenían gran difusión. Los profesores losescribían para sus alumnos, publicándolos incluso por su cuentaen algunas ocasiones, y en buena parte de los casos no rebasabanlas fronteras de ese círculo de alumnos. Casi todos los profesoresque se sentían capaces escribían su propio libro de texto, de ven-ta segura entre sus alumnos, como forma de incrementar la esca-sa remuneración que su ocupación docente les proporcionaba.Esto puede explicar la escasa originalidad del pensamiento conta-ble español y su falta de incorporación a las corrientes teóricas dela contabilidad de su tiempo. Esto no quiere decir, por supuesto,que en casi todos los textos no se encontrasen invocaciones cons-tantes a la ciencia y a la teoría contables.

Aquí no nos podremos ocupar de este tema, pues solamente hare-mos referencia, y aun muy breve, a la incorporación de la nuevasideas de la Revolución contable de comienzos del siglo XX a lostextos españoles. Pero hay excelentes trabajos que describen elpensamiento contable español durante los últimos siglos, comoson el de Vicente Montesinos Julve: Formación histórica, corrien-tes doctrinales y programa de investigación de la Contabilidad, de1978, y , desde una perspectiva algo más específica, el de Jorge

Tua Pereda: Evolución del concepto de Contabilidad a través de susdefiniciones, publicado en 1988. También puede consultarse mi ar-tículo conjunto con Daniel Carrasco Díaz y Richard Mattessich:Accounting publications and research in Spain: first half of the 20thcentury, publicado en 2004, así como el referido explícitamente alos autores de la contabilidad de costes: 20th century publicationson cost accounting by Spanish authors previous to the Standar-dization Act (1900-1978), publicado el año 2009 en colaboracióncon Daniel Carrasco Díaz, María Jesús Morales Caparrós y DanielSánchez Toledano.

Centrándonos ahora en el tema que nos ocupa, haremos menciónde algunos autores contables españoles que, si bien, no llegaron acaptar el significado y alcance de la nuevas ideas, merecen ser ci-tados, pues introdujeron ciertos elementos de modernidad en losplanteamientos tradicionales.

Ya en 1917, Luis Ruiz Soler, en su Tratado elemental teórico-prác-tico de Contabilidad general dio muestras de conocer los plantea-mientos de Besta al enunciar que la contabilidad jugaba un papelprincipal en la gestión y el control económico y administrativo delas empresas. Fue el primer autor español en hacer esta asevera-ción. Adoptó asimismo el término de ‘situación hacendal’ para re-ferirse a la marcha de la empresa.

El libro de Antonio Sacristán y Zavala, Teorías de contabilidad ge-neral y de administración privada, publicado en Madrid en 1918,ofrece una novedad absoluta y bienvenida en los textos españolesde contabilidad: una bibliografía comprendiendo 157 publicationescontables: 29 francesas, de las cuales 8 eran libros de EugéneLéautey y 5 de A. Demonceaux; 13 italianos y 1 belga. El resto eranespañoles. Entre los italianos estaba incluida La Ragioneria de Bes-ta. Sin embargo, la bibliografía tiene graves defectos: en ningún ca-so se indica el lugar de publicación ni, en muchos casos, el año dela misma. Los nombres de los autores se muestran incompletos y,a menudo, equivocados. Por otra parte, la lectura del libro da la im-presión de que la bibliografía no supone necesariamente que lasobras citadas hayan sido consultadas, ni siquiera vistas.

Luis Ballesteros Marín-Baldo publicó su Tratado completo de con-tabilidad. Obra escrita para consulta del comercio, de la banca y dela industria en 1924. A pesar de que había sido profesor de laHochhandelsschule (Escuela superior de comercio) de Pforzheim,en Alemania, dicho autor pertenecía a la escuela contista y, en sulibro, no hace ninguna referencia a las nuevas ideas italianas ni ale-manas. Los únicos italianos que cita son Giuseppe Cerboni y Gio-vanni Rossi. Cita sólo un autor de habla alemana, pero lo hace mal.Se trata de Karl Peter Kheil, al que él, simplemente, llama Klein. Sinembargo, introduce una novedad: usa notas de pie de página concierta asiduidad. Ciertamente, las notas son defectuosas, incom-pletas y equivocadas muchas veces. Pero, como tal novedad en laliteratura contable española, debe ser bienvenida.

Juan Fernández Casas publicó en 1926 un librito titulado Generali-dades y Prolegómenos de Contabilidad Industrial. Usa, asimismo,notas de pie de página y su planteamiento supone un desplaza-miento desde la cuenta, como noción central de la contabilidad vi-gente hasta entonces en España, hacia el concepto de ‘capital’.Para él, la “empresa era el centro económico de organización de lariqueza”. Su libro es, además, interesante por sus explicacionessobre las distintas teorías de las cuentas.

Los autores que siguieron a los cuatro indicados continuaron tra-tando de estas materias, pero no hicieron ningún avance significa-tivo. Muchos de ellos conocieron, sin duda, los planteamientosbestianos, pero no los incorporaron a su esquema contable.

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El primer autor español que incorporó en su planteamiento y susenseñanzas contables las ideas de Besta y, sobre todo, de Zappa,fue Emigdio Rodríguez Pita, a quien yo tuve la fortuna de tener co-mo profesor en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Barce-lona. Lo hizo ya en sus libros de texto Curso de contabilidad gene-ral, publicado en 1945 y Contabilidad y organización de empresas,publicado en 1947. En ambos libros se adoptan plenamente lasnuevas ideas italianas, pero son libros de texto sin ningún aparatoerudito de citas ni bibliografía. Su obra magna está constituida porsu último libro, Ciencia de la Contabilidad: técnica, práctica y orga-nización, publicado en 1956, al que asoció a su hijo, José M. Ro-dríguez Flórez de Quiñones, licenciado en Derecho, que, sin em-bargo, no parece que tomara una parte muy activa en la composi-ción de la obra. Este es, verdaderamente, el primer texto de conta-bilidad publicado en España que, aparte de mostrar un conoci-miento amplio del autor de los movimientos y tendencias del pen-samiento contable que se producían en el extranjero, cumple losmás exigentes requisitos formales de cita, bibliografía y erudicióncorrientes en los países de nuestro entorno. Sin embargo, la obraes escasamente conocida. Ello puede ser debido a que cuando sepublicó, Emigdio Rodríguez Pita se acababa de jubilar o estaba apunto de hacerlo, con lo cual le faltaba su círculo natural de lecto-res, segmentado como dicho círculo estaba, según se ha comen-tado. Su sucesor tenía, naturalmente, sus propios textos.

En su libro de 1947 Rodríguez Pita definió la contabilidad como laciencia que estudiaba las leyes del equilibrio patrimonial produci-do por los actos administrativos. Esta definición fue mantenida ensu libro Ciencia de la Contabilidad: técnica, práctica y organización(Rodríguez Pita, 1956, p. 36). Pero, mientras en su libro anteriorafirmaba que la administración y la contabilidad eran ciencias pa-ralelas, con múltiples interacciones, sí, pero con una perfecta se-paración de funciones (Rodríguez Pita, 1947, p. 11), en su últimolibro, ya acepta las doctrinas de Zappa y basa sus explicaciones enla idea de que la contabilidad formaba parte de una ciencia conjun-ta, llamada economia aziendale, que estaba compuesta por tresdisciplinas: administración, organización y contabilidad. SegúnZappa, ésta era “la ciencia que estudia las condiciones de existen-cia y las manifestaciones de la vida de las haciendas”. AñadíaRodríguez Pita que esta ciencia era también considerada por losautores alemanes, que la llamaban ‘economía de la empresa’, a lacual consideraban, asimismo, compuesta por las tres disciplinasindicadas. Se lamentaba, sin embargo, de que los alemanes sola-mente hubieran incluido las empresas en el estudio de la cienciaconjunta, dejando fuera las unidades económicas de consumo, co-mo hacían los italianos. Como fuente y apoyo de sus ideas Rodrí-guez Pita cita a los italianos Giannessi, Zappa, Ceccherelli y Sapo-rano, así como a los alemanes German Obst, Schmalenbach, Rost,Schönitz, Nicklisch, Schär y Werner (Rodríguez Pita, 1956, p. 13).

Rodríguez Pita trata asimismo en su obra de 1947 de los equili-brios estático y dinámico, ofreciendo un ejemplo de balance diná-mico que, sin embargo, no tiene nada que ver con el presentadopor Eugen Schmalenbach. Para Rodríguez Pita el balance dinámi-co resulta del estudio del movimiento de las cuentas que se quie-re analizar a través del tiempo, mediante cuya extrapolación podráformarse el analista una idea de los valores que podrán alcanzar enel futuro (Rodríguez Pita, 1947, p. 207). Como ilustración, presen-ta un gráfico referido a una cuenta, abarcando ocho períodos con-tables y que muestra tres curvas: movimiento total, movimiento re-lativo y dinamismo (Idem, p. 214). No especifica la fórmula parahallar las cifras del dinamismo, aunque anuncia que será más ex-plícito al respecto en una próxima obra. Pero parece que abando-nó el proyecto, pues en su libro de 1956 no aborda la cuestión. Encualquier caso, podría ser que las ideas de Schmalenbach fueranlas que hubieran despertado su interés por la cuestión del dinamis-mo.

Por lo que respecta a las cuestiones formales, no incluye propia-mente una bibliografía al final de su libro Ciencia de la Contabili-

dad: técnica, práctica y organización, pero bajo este epígrafe inclu-ye los nombres de varios autores citados en el texto o en las notasde pie de página. No son todos, evidentemente, porque en su librose citan multitud de autores, pero sí son los más importantes. Lalista engloba un total de 95 autores, clasificados de la siguiente for-ma: 37 italianos, 17 anglosajones, 15 alemanes, 11 franceses, 7 la-tinoamericanos, 1 portugués y 7 españoles. Entre los españoles in-cluye a José María Fernández Pirla, de quien inmediatamente ha-blaremos, aunque todavía no había publicado la obra que le hizo fa-moso. Aparte de ello, proporciona una relación de nueve obras decontabilidad con bibliografías, que recomienda a quien quiera am-pliar la información que él proporciona. Finalmente, ofrece una lis-ta de las mejores revistas de contabilidad del mundo. Entre ellas in-cluye tres revistas italianas, cinco norteamericanas, una canadien-se y una australiana. Por lo que respecta al aparato de citas, ya seha indicado que es abundantísimo, y presentado con el rigor másdepurado, lo mismo que las referencias bibliográficas.

En 1957 se publicó el libro que acabó de introducir en España losmovimientos doctrinales surgidos en Italia y en Alemania. El librofue escrito por José María Fernández Pirla, bajo el título de Un en-sayo sobre teoría económica de la contabilidad. Veamos el porquéde esta publicación. Por Ley de 17 de julio de 1953 la Facultad deCiencias Políticas y Económicas de Madrid había cambiado sunombre por el de Facultad de Ciencias Políticas, Económicas yComerciales, con la creación de un nueva sección de Economía dela Empresa. José María Fernández Pirla ganó en 1955 la Cátedra deEconomía de la Empresa, en la que estaba incluida la contabilidad,convirtiéndose en el primer catedrático de la especialidad en laUniversidad de Madrid. Su libro representó un paso importante enla historia del pensamiento contable en España, constituyendo unaauténtica novedad. El autor era plenamente consciente de ello y loexplica en la Introducción, diciendo que su propósito no ha sido elde escribir un libro de texto sobre contabilidad, sino el de presen-tar un nueva forma de estudiar y enseñar la contabilidad. Continúadiciendo que con toda la modestia el mundo debe señalar que haenfocado el estudio de la contabilidad desde una perspectiva quenunca había sido conocida hasta entonces en la literatura contableespañola (Fernández Pirla, 1957, p. XII).

En el capítulo IX expone las diferentes formas de entender la conta-bilidad, comentando que en esos momentos había dos concepcio-nes principales, las dos italianas, ya que consideraba la escuela ita-liana como la más refinada y precisa de su tiempo desde un puntode vista metodológico. La primera concepción era la formulada porFabio Besta y la segunda por Gino Zappa. Besta consideraba que lamateria a estudiar por la contabilidad era el patrimonio y su estruc-tura, mientras Zappa y sus discípulos pensaban que el beneficioconstituía el núcleo de estudio de la contabilidad (Idem, p. 86).

Fernández Pirla dedica una sección de este capítulo a explicar ca-da una de las concepciones a partir de lo indicado en el Corso dicomputisteria e Ragioneria, de Ugo Benedetti, publicado en 1955,y de los Elementi di Ragioneria, de Pietro Onida, publicado en1944. Explica también, como una derivación de la concepción deBesta, el pensamiento de Vincenzo Masi (1954). Masi piensa queel principal objetivo de la contabilidad es el estudio del patrimonio,dividiendo la exposición de la contabilidad en tres partes: la conta-bilidad como la ciencia del patrimonio; la estática patrimonial; y ladinámica patrimonial (Fernández Pirla, p. 95).

A continuación, Fernández Pirla hace referencia a la doctrina ale-mana. Comenta que mientras los italianos llegaron a sus conclu-siones a partir de una perspectiva puramente contable, los alema-nes lo hicieron partiendo de un punto de vista microeconómico, es

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decir, desde la Betriebswirtschaftslehre, o sea, la Economìa de laEmpresa. Se basa a este respecto en la traducciones al español delas obras de Erich Schneider: Einführung in die Grundfragen desindustriellen Rechnungswesens (Introducción a las cuestionesfundamentales de la contabilidad industrial), publicada en su ver-sión original en 1939, y Theorie der Produktion (Teoría de la pro-ducción), publicada asimismo en alemán en 1934. Fernández Pirlaexplica que en el pensamiento alemán existían dos conceptos dis-tintos de la contabilidad. Para una parte de los autores, el principalobjetivo de la contabilidad era la determinación del valor de la em-presa. Consiguientemente, el problema principal al que se enfren-taba la contabilidad era la valoración de los elementos que compo-nen la empresa. Por el contrario, para Schmalenbach y sus segui-dores el objeto de la contabilidad era la determinación del benefi-cio (Idem, p. 95 s.).

En las páginas 121 a 126, Fernández Pirla expone con algún deta-lle el pensamiento de Schmalenbach, así como la ventajas e incon-venientes de la teoría del balance dinámico. El principal inconve-niente que ve en esta teoría es que no impide la aparición de reser-vas ocultas. La teoría orgánica o dualista del balance, apoyada en-tre otros por Fritz Schmidt, intenta corregir esta deficiencia, com-binando los dos propósitos de la contabilidad, es decir, la determi-nación de los resultados reales y la determinación de la auténticasituación de la empresa (Fernández Pirla, 1957, pp. 126-128).

El libro no presenta ninguna bibliografía, pero en el curso de todoel texto hay un número conveniente de notas de pie de página, queforman un aparato crítico y erudito adecuado. En la página 15 dela obra se cita el libro de Rodríguez Pita Curso de contabilidad ge-neral, publicado en 1945, en relación con la definición de contabi-lidad. Sin embargo, parece que Fernández Pirla desconocía la obraCiencia de la Contabilidad: técnica, práctica y organización, publi-cada tan sólo un año antes que la suya.

Como ya se ha indicado, el libro de Fernández Pirla es una obra im-portante, cuya aportación fundamental es la de haber integrado ensu exposición las nuevas concepciones contables de Schmalen-bach en Alemania y de Besta y Zappa en Italia. Una novedad cola-teral, pero importante, fue la integración de la contabilidad en laeconomía de la empresa por primera vez en España, tal como lodemandaba la cátedra que había obtenido dos años antes.

Sea como fuere, estos dos profesores, Emigdio Rodríguez Pita yJosé María Fernández Pirla fueron los autores que consiguieronque en sólo dos años se completara la integración de nuestro paísen el concierto de naciones que conocían y habían adoptado lasnuevas ideas y concepciones de la contabilidad aparecidas treintao treinta y cinco años antes.

ReferenciasAmerican Accounting Association (1966): A Statement of Basic Accoun-

ting, Evanston, Illinois.Ballesteros Marín-Baldo, Luis (1924): Tratado completo de contabilidad.

Obra escrita para consulta del comercio, de la banca y de la industria,Barcelona: Librería Bosch.

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Felipe Herranz MartínProfesor de la Universidad Autónoma de Madrid Coordinador del Foro AECA de Instrumentos Financieros

El valor razonable en un nuevo modelo económicoSiempre controvertido, el valor razonable ha formado y sigue for-mando parte de todos los debates importantes que se han abiertoantes de la crisis financiera, en la propia crisis y en el diseño deunas posibles reglas apropiadas para un futuro modelo económi-co globalizado y sostenible.

En estos debates, con defensores y detractores más o menos be-ligerantes, se percibe que el significado del valor razonable –sim-plificadamente el valor de mercado– generalmente se interpretacorrectamente, aunque a veces se olvida que el valor razonable,conceptualmente, puede determinarse desde los puntos de vistade la entrada o de la salida de los activos o pasivos1, siendo la nor-ma contable aplicable la que define el método de cálculo a utilizar.Casi con generalidad, las normas contables más relevantes vienenestableciendo el método de salida, si bien, cuando al cálculo delvalor razonable de salida de un activo se le añaden los gastos de latransacción, se convierte en la práctica en el cálculo de entrada.Con este matiz, puede calificarse de aceptable el entendimiento ge-neralizado del significado del valor razonable.

Sin embargo, frecuentemente se trata del valor razonable partien-do de algunos supuestos aparentes que no siempre responden a la

realidad. En las breves líneas que siguen se tratará de examinar al-guna de estas posibles imprecisiones.

¿Es completamente nuevo el valor razonable en las normas contables?

En muchas ocasiones, al hablar del valor razonable se da a enten-der que se trata de una valoración previamente inexistente en lacontabilidad, cuando esto no es así.2

En efecto, el valor razonable de lo entregado o recibido se ha usa-do y se usa con escasas excepciones para valorar, respectivamen-te, el activo o pasivo que surge de una operación económica o fi-nanciera. También se ha venido utilizando el valor razonable en lavaloración de activos, en los casos de adquisiciones conjuntas conuna misma contraprestación. Adicionalmente, valoraciones igualeso muy similares al valor razonable (valor de mercado, valor recu-perable, valor en uso, etc.) se han venido utilizando para determi-nar el posible deterioro de los activos.

Por lo tanto, la única novedad aparecida en las nuevas normas–importantísima, eso sí– se refiere a la posible utilización del valorrazonable para mediciones subsiguientes de un activo o pasivo a lahora de emitir los estados financieros de las empresas, dando lu-gar a aumentos o disminuciones de activos o pasivos, exista o nodeterioro.

¿Se ha generalizado el uso del valor razonable?

Otro error frecuente relacionado con el valor razonable es el de su-poner que se ha generalizado su uso obligatorio en las nuevas nor-mas contables, cuando ello no es así. La realidad es que existenimportantes partidas del balance en las que las normas contablesno permiten el uso del valor razonable. Las existencias y la mayo-ría de los pasivos constituyen ejemplos elocuentes.

Asimismo, cuando se permite el uso del valor razonable, frecuen-temente se hace de forma opcional, es decir, se puede utilizar o noel valor razonable a decisión de la propia empresa que presentasus estados financieros. En las normas IFRS podemos encontrarun ejemplo de lo antedicho con el inmovilizado material.

Adicionalmente, en ocasiones la norma contable exige o permite eluso del valor razonable, pero con la indicación expresa de que losefectos de los posibles cambios producidos por dicha valoraciónse apliquen de forma obligatoria u opcional a patrimonio neto, enlugar de imputarse en los resultados del ejercicio.

Por lo tanto, los casos en los que la norma exige el uso del valorrazonable y lo hace indicando que los efectos de los cambios de-ben aplicarse a resultados son escasos. Los derivados representanun buen ejemplo de tal uso. Sin embargo, incluso en este caso, sise trata de una operación de cobertura justificada y declarada aúnpodría evitarse en algunos casos la repercusión en resultados.

Puede verse que las principales normas contables vigentes estánmuy lejos de establecer un modelo único de valor razonable. Nosencontramos con modelos mixtos, lamentablemente complejos ycon demasiado margen para la discrecionalidad.

¿El único efecto del modelo mixto ha consistido en desplazar parcialmente el coste hacia el valorrazonable?

Si bien es cierto que el modelo mixto ha modificado ciertos trata-mientos contables para pasar de la valoración a coste a la de valorrazonable, no es menos cierto que al socaire de los cambios tam-bién se ha producido lo contrario: algunas partidas que previamen-

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1 El valor razonable de entrada de un activo es el importe que habría que pagar poradquirir otro activo igual al que estamos valorando. El valor razonable de salida deun activo es el importe neto que recibiríamos por la venta del activo que estamosvalorando. El valor razonable de entrada de un pasivo es el importe que recibiría-mos por incurrir en un pasivo igual al que estamos valorando. El valor razonablede salida de un pasivo es el importe que tendríamos que pagar para cancelar el pa-sivo que estamos valorando.

2 Ver a) Cairns, David(2006)'The Use of Fair Value in IFRS',Accounting in Europe,3:1,5-22

b) http://www.aeca.es/pub/refc/prestesis/Nota_144_Herranz_Garcia.pdf

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te disminuían su valor al serles de aplicación el deterioro, comoconsecuencia de valores de mercado inferiores al coste, se mantie-nen ahora a coste. Los instrumentos financieros asignables a lacartera de ‘mantenidos hasta el vencimiento’ representan un buenejemplo.

Es decir, el nuevo modelo mixto no se ha movido únicamente ha-cia el valor razonable sino que, en ocasiones, también lo ha hechoen el sentido contrario.

¿Qué ventajas y limitaciones tiene el modelo mixto?

Como ventajas puede señalarse que la utilización parcial del valorrazonable ha permitido el reflejo de los derivados en el balance desituación de las empresas. Asimismo, el valor razonable, cuandose utiliza con valores objetivos, refleja mejor la situación actual.Adicionalmente, el modelo mixto pretende adecuarse mejor a lagestión de las empresas, al permitir tratamientos alternativos ba-sados en la forma en la que la empresa gestiona determinados ac-tivos o pasivos.

No vamos a insistir más en las innegables ventajas del modelomixto al uso, por estar éstas reflejadas en las bases de conclusio-nes de las propias normas. Sin embargo, vamos a detenernos unpoco en los inconvenientes.

En primer lugar, cabe señalar que los tratamientos alternativos, elpeso de la intencionalidad, la posibilidad de aplicar o no una con-tabilidad de cobertura según sea o no declarada como tal una co-bertura existente, etc. podrían derivar en discrecionalidad, falta decomparabilidad, alisamiento de beneficios, etc., lo que, desde lue-go, representa un serio inconveniente del modelo mixto vigente.

Asimismo, decisiones o enfoques empresariales podrían estar in-fluidos por el tratamiento contable de las operaciones. En el extre-mo, podrían elegirse enfoques empresariales que permitieran unreflejo contable más favorable a corto plazo, aunque resultasenmenos apropiados para la empresa a largo plazo.

Adicionalmente, muchas de las complicaciones de los modelosmixtos posiblemente se han diseñado ante la dificultad de que losusuarios entiendan que el objetivo de información que prevaleceactualmente en las normas contables, da lugar a un resultado queno debe ser aplicado ‘miméticamente’ para el cálculo de bonus ydividendos. Otros muchos factores deben evaluarse para tomar es-tas decisiones.

Si no se resuelve este importante problema, por mucho que secompliquen las normas contables, no se podrán evitar casos comolos que se han observado en el entorno internacional con motivode la crisis financiera, cuando quebraron o necesitaron ayudas pú-blicas algunas empresas americanas que habían repartido recien-temente enormes bonus y dividendos.3

¿Tiene efectos procíclicos el valor razonable?

Al inicio de la crisis financiera, algunas grandes entidades financie-ras manifestaron su preocupación por el posible efecto procíclicodel valor razonable. Argumentaban que las fuertes bajadas de lascotizaciones de determinados valores producían importantes im-pactos negativos en sus resultados. A su vez, los resultados nega-tivos reducían sus ratios de requisitos de capital. Para recuperar elequilibrio tenían que vender activos, propiciando nuevas caídas delas cotizaciones de los mismos. En resumen, se trataría de un cír-culo vicioso poco recomendable.

Estos argumentos, que hizo suyos la UE, terminaron por vencer laresistencia del IASB, que emitió un cambio precipitado de la nor-mativa, permitiendo ciertas reclasificaciones para valorar a costedeterminados instrumentos financieros que habían sido clasifica-dos inicialmente en la cartera de negociación y, por lo tanto, esta-ban siendo medidos de acuerdo con su valor razonable4. Curiosa-mente, una de las condiciones de la reclasificación requería que laempresa hubiera podido optar por el coste amortizado cuando eli-gió el valor razonable para valorar una determinada partida. Es de-cir, no se trataba de cambiar el tratamiento de algo obligatorio, si-no de algo optativo. ¿Había cambiado la intencionalidad o la ges-tión de los instrumentos o simplemente no gustaba la informaciónque surgía de la aplicación de unas normas predeterminadas?

Sin embargo, estudios fiables posteriores han concluido en que nose puede confirmar que el valor razonable haya tenido un efectoprocíclico en la crisis.

Adicionalmente, habría que recordar que si tuvo algún efecto lanormativa contable, sería al modelo mixto vigente –muy alejado deun modelo de valor razonable– al que habría que atribuirle dicharesponsabilidad.

¿Tiene mayor incidencia el valor razonable en unentorno de crisis que en uno de crecimiento?

El modelo tradicional de coste ha estado siempre acompañado deleventual deterioro: el menor, coste o mercado. Por lo tanto, el po-sible efecto ‘diferenciador’ del valor razonable, conceptualmente,sólo puede referirse a las subidas del mercado, no a las bajadas.

Ello implica que el posible efecto procíclico del cambio de modelocontable, si existiese, solo influiría en entornos expansivos, no enlos recesivos. El problema, posiblemente, nace de querer utilizar elvalor razonable en las subidas de precios y cotizaciones y el costesin deterioro en las bajadas. Esta pretensión requeriría una flexibi-lidad de la norma difícilmente aceptable. ¿Se teme la volatilidad engeneral o solo la volatilidad negativa?

¿Qué papel puede jugar el valor razonable en un nuevomodelo económico?

Es todavía aventurado predecir las líneas generales que definiránun posible nuevo modelo económico. Sin embargo, parece que al-gunas bases deberán ser establecidas con decisión. Posiblementeuna de las principales bases de un nuevo modelo económico de-bería estar relacionada con la sostenibilidad medioambiental y lasalud –si es que son distintos– a medio y largo plazo, desarrollan-do procesos que permitan reducir, reutilizar o aprovechar residuos,que disminuyan los consumos energéticos, etc.

Otro elemento importante a introducir en un nuevo modelo econó-mico vendría dado por poner la economía financiera al servicio dela economía real y la burocracia de los estados al servicio de losciudadanos y los contribuyentes.

A su vez, la economía real debería basarse –dentro de un entornoglobalizado– en el desarrollo de procesos que permitan la produc-ción sostenible y la comercialización de productos y servicioscompetitivos con márgenes de intermediación adecuados, que nose basen en procesos piramidales propiciados por alta inflación o‘burbujas’ artificiales, como ha ocurrido lamentablemente con fre-cuencia en el pasado.

Ese posible nuevo modelo económico no podría alcanzar tales ob-jetivos y otros adicionales si no cuenta con los resortes apropia-dos. Entre ellos, podríamos mencionar en primer lugar la mejorade la educación, tanto desde el punto de vista técnico como de for-talecimiento de valores. Otro pilar fundamental debe venir dado

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3 Se han podido leer en prensa manifestaciones del propio Obama al respecto, lle-gando a mencionar la posible devolución de cantidades indebidamente percibidas.

4 http://www.aeca.es/faif/articulos/articulo_consejeros_dic08.pdf

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por el desarrollo tecnológico en todos los campos, siendo uno deellos sin duda el campo de los sistemas de gestión.5

Dentro de este entorno, la información en general y la informaciónfinanciera en particular deben jugar un papel fundamental. Se re-quieren métodos objetivos y preestablecidos para la medición y se-guimiento de las principales magnitudes representativas de la mar-cha de las empresas y de los estados, que los inversores y los ciu-dadanos en general deben conocer.

El valor razonable podría jugar un papel importante a tales efectos,siempre que se utilice con generalidad o, alternativamente, se apli-que en un modelo mixto diferente del actual: en lugar de usar o noel valor razonable en función de la intencionalidad de las empresas,se podría emplear en función de la objetividad de su cálculo. Es di-fícil defender la postura de que no se utilice el valor razonablecuando su cálculo puede hacerse con objetividad.

En todo caso, cualquier progreso en este campo debe estar acom-pañado también con la aplicación objetiva de las consecuenciasderivadas de la información obtenida, evitando disimulos o excep-ciones poco justificadas que a veces, lamentablemente, podemosencontrarnos.6

A veces, parece preocupar más lo que ‘la información dice que pa-sa’ que lo que ‘en realidad está pasando’, dando lugar a mayoresesfuerzos en cambiar o ‘disimular’ la información que en cambiarla situación, que sería lo deseable. Hay un ilusionante camino pordelante a recorrer para corregir una situación claramente mejora-ble.

Gregorio Labatut SererElisabeth Bustos ContellUniversidad de Valencia

La insolvencia empresarial en la microempresa españolaCon el estudio realizado pretendemos constatar la utilidad de la in-formación financiera ofrecida por el tipo de empresas que son ob-jeto de análisis para predecir acontecimientos futuros, en especialla posibilidad de que sufran procesos de degeneración financieraque la conduzcan al fracaso. Para alcanzar este fin llevaremos a ca-bo diversos análisis estadísticos sobre una muestra de datos finan-cieros de microempresas.

En primer lugar, estableceremos la definición de fracaso empresa-rial como variable dependiente y las variables explicativas utiliza-das en el estudio. A continuación confeccionaremos una base dedatos integrada por empresas cuyos registros cumplan las especi-ficaciones exigidas por los objetivos del trabajo, a las que aplicare-mos las técnicas de análisis y herramientas estadísticas. Por ulti-mo, expondremos las conclusiones más relevantes derivadas delestudio realizado.

Definición de fracaso empresarial

Se ha optado por una definición de fracaso que permita distinguircon claridad las empresas sanas de las que no lo son. De esta ma-nera, se ha equiparado el fracaso a la calificación jurídica de situa-ción concursal, según la Ley Concursal 22/2003, de modo que unaempresa se considerará fracasada si ha presentado un expedienteconcursal y sana en el caso contrario.

La selección de la muestra

En el proceso de selección y obtención de las diferentes muestrasde empresas se ha recurrido a la base de datos financieros SABI(Sistema de Análisis de Balances Ibéricos) de la empresa Informa,S.A., considerándose solamente firmas pertenecientes al segmen-to de las microempresas1 que desarrollan o han desarrollado su ac-tividad entre los años 2006 y septiembre de 2010.

Inicialmente contamos con 335 empresas, en las que se realizarondos filtrados. Uno para que la muestra guardase un número pro-porcional al índice de fracaso del sector en que operaban, y otropor el que se descartaron aquellas empresas de reciente creación(hasta tres años) y las que no contenían datos contables comple-tos de al menos cinco ejercicios anteriores a la fecha del fracaso.

Tras estos procesos de selección y filtrado, el numero de firmas seredujo a 83 empresas fracasadas, que son las que definitivamentese integrarán en la muestra de estimación.

Para poder aplicar ciertas herramientas estadísticas de clasifica-ción, se recurrió a la técnica del emparejamiento, consistente enasociar cada una de las empresas quebradas con una sana de lasmismas características elegida aleatoriamente entre aquellas de untamaño similar, medido en función del volumen de activo, y queoperase en el mismo sector económico establecido por el C.N.A.E.de 1993. También se exigió que existiese una correspondenciatemporal de sus estados contables con los ejercicios obtenidos pa-ra las empresas quebradas. Con este proceso se incorporaronotras 83 empresas, quedando la muestra de estimación finalmen-te compuesta por 166 empresas, la mitad sanas y la otra mitad fra-casadas.

A continuación se plasmaron las observaciones de los cinco añosprevios al momento del fracaso, ordenando los datos de forma quecomenzaran en un momento común, al margen del año exacto alque hacían referencia.

La selección de los ratios

Dado que nuestro objetivo es la predicción del fracaso empresarialincidiremos en aquellas variables que, en principio, informen sobrelos aspectos de la solvencia y rentabilidad de la firma, sin olvidarla influencia del endeudamiento. A estas categorías añadiremos lasde rotación y actividad.

La lista de los ratios separados por categorías la mostramos en latabla 2 (ver pág. siguiente).

Técnicas estadísticas

La técnica estadística que aplicaremos es el Análisis Discriminante.

Para llevar a cabo el análisis estadístico se ha recurrido al progra-ma SPSS 14.0.

ANÁLISIS ESTADISTICO UNIVARIANTE

Se ha realizado un análisis de los perfiles estadísticos de cada unade las distribuciones de datos correspondientes a los cinco ejerci-cios anteriores al momento del fracaso, comparando los principa-

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5 “El problema no es la globalización, sino como gestionarla, la obsolescencia de losmétodos de gestión”. Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía.

6 http://www.aeca.es/faif/articulos/consejeros_en11.pdf

1 Se han asumido los parámetros establecidos en la Recomendación de la Comisiónde las Comunidades Europeas de 6/5/2003, vigentes desde el 1 de enero de 2005:

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les estadísticos descriptivos que marcan el perfil de los dos gruposconsiderados, media, desviación típica y rango, así como la signi-ficatividad de las diferencias en cada grupo. A continuación, conobjeto de comprobar el grado de acercamiento a la normalidad delas distribuciones de datos, las someteremos al test de Kolmogo-rov-Smirnov. Seguiremos con la realización de unas pruebas paracomprobar la posible existencia de diferencias significativas entrelas medias de los dos grupos de empresas y, por último, contras-taremos la capacidad predictiva de cada una de las variables me-diante un test de clasificación dicotómica.

Dada la extensión de las pruebas, omitimos su desarrollo y nos li-mitamos a interpretar los resultados y exponer las conclusionesmás relevantes derivadas de las mismas.

Interpretación de los resultados

En una primera aproximación observamos que una parte conside-rable de los ratios presenta una notable capacidad discriminante,llegando un numeroso grupo de ellos a diferenciar correctamentelos dos grupos de empresas con más de un 70% de aciertos en laclasificación.

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Tabla 2Ratios analizados en el análisis empírico

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También se aprecia la correspondencia existente entre los altosporcentajes de aciertos en la clasificación del test dicotómico y losresultados obtenidos en el test de igualdad de medias, constatán-dose que cuanto mayor es la desigualdad de las medias, mayor esla capacidad de clasificación de la variable en cuestión.

Respecto a los ratios que han resultado más significativos por ha-ber mostrado la mayor capacidad discriminante dentro de cada ca-tegoría a lo largo de los ejercicios analizados, sobresale la variablede naturaleza mixta REN M4, que relaciona el resultado del ejerci-cio, un componente utilizado en los cálculos de rentabilidad, con elendeudamiento representado por pasivo total. El ratio muestra unacapacidad discriminante que va desde el 88,60% el primer añohasta prácticamente el 70% el quinto año previo al fracaso.

A conclusiones parecidas llegamos cuando analizamos el compor-tamiento predictivo del ratio SOLV LP2, que en su formulación in-corpora un factor de apalancamiento al relacionar el cash-flow tra-dicional antes de impuestos con el pasivo total. Este ratio pasa declasificar correctamente el 85,50% el primer año hasta práctica-mente un 70% el quinto año. Al igual que ocurre con el ratio ante-rior, los buenos porcentajes totales de clasificación se ensombre-cen cuando se consideran aisladamente los aciertos en empresassanas y fracasadas, observando que un numero elevado de empre-sas quebradas son clasificadas como sanas. En el cuarto año estavariable es la que presenta mayor poder discriminador, de lo quededucimos que cuatro años antes del fracaso ya se manifiestansus causas con cierta nitidez. La presencia de este regresor nosconfirma que las empresas quebradas se caracterizan por presen-tar una tendencia de elevadas tasas de endeudamiento unida a unainsuficiente capacidad para generar recursos con los que atenderlos intereses de las deudas, lo que acaba por asfixiarlas financiera-mente.

El ratio REN17, que relaciona el resultado antes de intereses e im-puestos con la suma del pasivo circulante y el volumen de carga fi-nanciera, presenta una elevada capacidad discriminante como re-sultado de lo comentado en el caso del ratio anterior. El numeradortiende a decrecer en las empresas con dificultades, mientras que eldenominador varía en sentido contrario por el peso cada vez mássignificativo de las cargas financieras, sobre todo en el corto pla-zo. Observamos cómo su capacidad discriminante va disminuyen-do progresivamente en los años 2º y 3º, y aunque en el 4º año pre-senta un ligero repunte, la tendencia general es decreciente. Enten-demos que la evolución de esta variable está en consonancia conla tendencia que muestra la deuda en las empresas con dificulta-des financieras, que además de ser superior a la de sus homólo-gas sanas, no es atendida puntualmente, lo que supone sus reite-radas negociaciones, con resultados a menudo poco ventajosospara la empresa por los aumentos de la carga financiera, sobre to-do en el corto plazo.

El ratio REN CF11, de la categoría de cash-flow, que relaciona estamagnitud con el activo total, se presenta como buen discriminan-te, pasando del 81,30% el primer año al 68,70% el quinto año.Muestra la escasa capacidad para generar recursos en relación asu inversión, lo que nos sugiere que en el caso de las empresasfracasadas, la presencia de volúmenes de activo poco adecuados alas necesidades cambiantes del mercado en el que operan y, encualquier caso, una rigidez en sus estructuras que dificulta su via-bilidad.

Centrándonos en los ratios que informan directamente de la renta-bilidad, destacamos el comportamiento de los ratios REN 14 yREN1, que representan dos concepciones de la rentabilidad econó-mica. Logran discriminar correctamente desde el 78,90% al68,10% el primero, para los cinco años considerados y de 77,70%al 63,90% el segundo. Son porcentajes objetivamente buenos,

aunque atendiendo a las expectativas que se habían depositado enellos, atendiendo a estudios previos, los calificamos de modestos.Su reducida capacidad de clasificación la atribuimos a la naturale-za del segmento de empresas que estamos analizando, caracteri-zadas todas ellas, sanas y fracasadas, por mostrar bajas tasas derentabilidad. Esta circunstancia económica está relacionada con laestrategia de numerosas empresas por mostrar resultados modes-tos con vistas a evitar lo máximo la carga fiscal derivada de los im-puestos sobre el beneficio empresarial.

Los ratios que informan sobre la rentabilidad financiera, concreta-mente REN3, presenta una modestísima capacidad discriminante,lo que corrobora la idea anteriormente apuntada de la baja rentabi-lidad como característica general del segmento empresarial anali-zado.

El ratio ACT3 de la categoría actividad, que relaciona los gastos fi-nancieros con el valor añadido, presenta un capacidad clasificato-ria del 63,90% el primer año, manteniéndose prácticamente cons-tante a lo largo de los ejercicios analizados. Es una variable que nodestaca por su capacidad de clasificación y no nos sorprende, yaque las magnitudes que lo forman nos revelan la realidad estructu-ral del segmento de empresas analizadas, elevadas tasa de endeu-damiento y, en general, poco valor añadido, al menos en términoscontables.

Conclusiones

Las conclusiones obtenidas están en la línea de lo que preveíamos.Las empresas fracasadas pertenecientes al segmento de las micro-empresas muestran escasa capacidad para generar recursos unidaa un excesivo nivel de endeudamiento, sobre todo en el corto pla-zo. También presentan unos volúmenes de inversión desacordescon la generación de recursos. La rentabilidad es baja, aunque es-te factor, considerado en su formulación estricta como financiera yeconómica, en el corto plazo no es decisivo para clasificar con pre-cisión los dos grupos de empresas, ya que las bajas tasas de ren-tabilidad son características globales de este segmento empresa-rial.

Referente a los ratios, se ha podido constatar que aquellos quemuestran mayores porcentajes de aciertos, son los que relacionanaspectos de la rentabilidad y la generación de recursos con el en-deudamiento, ya que informan de los rasgos más característicosde una situación de fracaso, configurándose como mejores dife-renciadores de las situaciones de futura insolvencia. Por otra par-te, resaltamos el comportamiento discreto de los ratios de solven-cia a corto plazo.

Se observa cómo la situación de deterioro empresarial se llega apercibir con nitidez a lo largo de los cinco años que constituyen laserie considerada, manifestándose de forma más pronunciadacuanto más cercano está el momento del fracaso, lo que nos per-mite afirmar que la situación de desequilibrio financiero es paten-te durante varios ejercicios. Se confirma que conforme nos aleja-mos del año del fracaso empresarial, el número de ratios con altopoder discriminante va disminuyendo, ya que son menos las áreas de la empresa que emiten señales de alerta de los desequili-brios.

Como conclusión final, podemos afirmar que las microempresasque fracasan presentan volúmenes de inversión incapaces de ge-nerar una adecuada cantidad de recursos con los que atender lascargas de un excesivo endeudamiento a corto plazo.

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Joaquina Laffarga BrionesUniversidad de Sevilla

¿Puede la existencia de mujeres en la cúpula de las empresas mejorar el valor de las mismas?

Situación general de las mujeres en los Consejos de Administración

La incorporación de las mujeres al mercado de trabajo ha sido pau-latina pero sin pausa, y en la actualidad ocupan cargos que hastael momento habían sido reservados para los hombres (política,universidad, judicatura…). Las mujeres han alcanzado niveles deformación y cualificación muy elevados, pero aún el hecho de per-tenecer a uno u otro sexo sigue condicionando las posibilidadesque tienen las personas de acceder a determinados puestos, fun-damentalmente a los puestos de toma de decisiones en las empre-sas en general y de la gran empresas en particular. La toma de de-cisiones en las empresas se realiza desde los Consejos de Admi-nistración de las empresas, así como desde la alta dirección de lasmismas. Judy Wacjman señala que los puestos directivos seniorsconstituyen el ámbito donde se genera y repone el poder y la auto-ridad, el lugar donde se toman las decisiones y se elaboran las nor-mas. Por todo ello, el acceso de las mujeres a estos ámbitos essímbolo y medida del cambio en las organizaciones:

• Si las mujeres solamente acceden a puestos de nivel medio, lasorganizaciones no cambian.

• Sólo cuando las mujeres alcanzan la cumbre se convierten en unreto y una amenaza para el poder masculino.

La dificultad de acceso de la mujer a puestos de alta responsabili-dad organizativa es distinto dependiendo del país en el que nos en-contremos. Incluso si nos situamos en países con niveles socioe-conómicos muy similares, como podrían ser los países europeos,se encuentran grandes diferencias en este porcentaje de presenciade mujeres en los consejos de administración, donde, para datosdel 2008, destaca Noruega con 44,2% de mujeres, Suecia con un26,9%, Finlandia con un 25%, Dinamarca con un 18,1%, ReinoUnido con un 11,5%, Bélgica con un 7%, España con un 6,6% oItalia con un 2,1% (Catalys, 2008). Independientemente de la ini-ciativa política que haya tenido cada país en el tratamiento de polí-ticas de paridad entre géneros y el tratamiento de la diversidad, seobserva que los países europeos con mayor nivel de mujeres ensus consejos son aquellos que forman parte del área escandinava,mientras que los países de más baja representación son los que seincluyen en el área mediterranea.

La situación en España aparece recogida en las tablas 1 y 2.

Como puede observarse en las tablas, en España, en lo referente alas empresas cotizadas, la presencia de mujeres se ha duplicado oincluso triplicado en el período 2004-2008, pero el porcentaje so-bre el total de consejeros sigue siendo muy bajo. Aunque es cier-to el aumento de mujeres, casi la mitad de los consejos en 2008no contaban con ninguna y la mayor parte de las empresas quecuentan con mujeres tienen solamente una. Esto quiere decir quela presencia de las mujeres es solamente testimonial, encontrán-dose de este modo aisladas en relación con sus compañeros hom-bres. Dos o más consejeras pueden incorporar con mayor facilidadsu forma de gestionar una organización. El tipo de consejeras quemás aumenta son las consejeras independientes.1 Este aumento,se ha producido sin duda por el incremento total de los consejeros

independientes, el cual ha venido motivado por la aparición del de-nominado ‘Código Conthe’ sobre Buen Gobierno Corporativo, en elque se aboga por el incremento de este tipo de consejeros/as co-mo garante de la buena gobernanza empresarial. Otra cuestión re-levante es que uno de los puntos más debatidos del mencionadocódigo es el relacionado con la diversidad en los Consejos deAdministración. Bajo el principio de ‘cumple o explica’, las empre-sas que no hayan conseguido en 2007 la diversidad recogida en suarticulado y, en concreto, la diversidad de género, deberán explicarel motivo, así como los esfuerzos para mejorarla. En este mismosentido se pronuncia el Art. 75 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, en elque se señala que las empresas que presenten cuentas de pérdi-das y ganancias no abreviada procurarán incluir en su Consejo deAdministración (CA) un número de mujeres que permita alcanzaruna presencia equilibrada de mujeres y hombres en el plazo deocho años. Evidentemente estas normas han dado un empujonci-to, aunque queda mucho para conseguir la deseada paridad. Cuan-do se realiza un análisis descriptivo se pone de manifiesto que lamedia de consejeras se haya muy distante de la media total y cuan-do se calcula la moda y la mediana son siempre nulas, lo que po-ne de manifiesto que la situación normal de las empresas españo-las que cotizan en bolsa es la ausencia de mujeres, tanto en losconsejos como en la alta dirección de las empresas.

Esta situación no se explica de una forma racional si tenemos encuenta una serie de realidades.

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Tabla 1Número mujeres en el Consejo de Administración

Tabla 2Situación Global de los Consejos de Administración

1 Los consejeros independientes son los que no tienen relación alguna con la em-presa, los dominicales los que representan al capital y los ejecutivos los que pro-vienen de la dirección de la empresa.

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Las mujeres representamos más del 50%, tanto de la poblacióncomo de la fuerza de trabajo y solo un 10% de los puestos direc-tivos.

Las mujeres venimos teniendo desde hace décadas mejores expe-dientes académicos que los hombres y el porcentaje de egresadasen todas la áreas del saber, salvo en las ingenierías, es superior alde egresados, y esta situación se viene produciendo desde hacetiempo. Todo ello lleva a pensar que en lo que ser refiere a forma-ción estamos equiparadas con los hombres.

Aunque se justifique por sí sola, el querer terminar con una discri-minación que existe desde hace mucho tiempo, incorporar conse-jeras independientes a los CA puede deberse también a razonespuramente competitivas y de negocio. En definitiva, las razonespor las que se consideran esenciales evitar los sesgos y prejuiciosde género, raza u otros, que pueden afectar negativamente a los re-sultados y la eficacia de las organizaciones se podrían resumir delsiguiente modo:

- Ahorro de costes y aprovechamiento del talento interno (tasasde rotación laboral más bajas, lo que favorece la curva de apren-dizaje; tasas de absentismo y de litigación más bajas).

- Atracción, retención y promoción del talento externo (si se ad-mite la diversidad y se gestiona adecuadamente).

- Crecimiento del negocio por mejor comprensión de los merca-dos (consumidores y proveedores), más creatividad e innova-ción, calidad de la resolución de problemas, refuerzo efectivo delliderazgo, creación de relaciones globales.

Por otra parte existen muchos estudios que ha puesto de manifies-to que:

- La igualdad entre los géneros potencia la productividad y esti-mula el crecimiento económico.

- La igualdad entre los sexos contribuirá al máximo aprovecha-miento de los recursos humanos disponibles en las empresas,así como a que se hagan efectivas las posibles ventajas de laexistencia de participación femenina en los equipos de direc-ción, además de comprobar que la combinación de las diferen-cias entre hombres y mujeres puede generar más poder que elque puede alcanzarse por separado.

- Las empresas cuya cúpula directiva esté compuesta por hom-bres y mujeres, que aporten diferentes habilidades, conocimien-tos y experiencias, promoverán más y mejor la creatividad y lainnovación empresarial.

Los resultados empíricos de los estudios muestran que los conse-jos con más mujeres toman un papel más activo en el estableci-miento de la estrategia corporativa y de criterios para medirla, asícomo en temas de auditoría y control. Asimismo, las compañíasque cuentan con tres o más mujeres en el consejo tienen más pro-babilidad de asegurar una comunicación efectiva entre la empresay sus grupos de interés, además de asumir más competencias enla mayoría de las funciones.

Además, la presencia femenina en los consejos es particularmenteimportante en aquellas organizaciones que tienen una alta cuota demujeres entre sus consumidores y empleados. Las mujeres debenestar en los consejos por una razón de orden muy práctico: sobreellas recae más del 50% de las decisiones de consumo. En el mis-mo sentido, se puede apuntar como argumento la fuerte influenciafemenina en las compras del consumidor, así como en el mercadolaboral.

Motivos de la escasa presencia femenina en los Consejos de Administración

Si las mujeres nos encontramos igual de preparadas que los hom-bres para las tareas de dirección de las empresas y la incorpora-ción de las mismas a estas tareas ofrece ventajas competitivas y

de creación de valor para las empresas ¿cuáles son los motivos dela escasa presencia femenina en las cúpulas directivas de las gran-des empresas?

A. Homogeneidad de los consejos

Tradicionalmente los CA han sido y siguen siendo, en muchos ca-sos, grupos homogéneos, formados principalmente por hombrescon perfiles similares en cuanto a edad, profesión, educación etc.,e incluso con la misma visión de los negocios. En sentido contra-rio, la sociedad en la que se encuentran ubicadas las empresas secaracteriza por su falta de homogeneidad. Hoy en día las empresasactúan en economías altamente competitivas y la gestión de lasmismas requiere de personas poseedoras de cualidades, habilida-des y capacidades para gestionar a las empresas en entornos com-plejos. Si los CA son los órganos de gobierno de una empresa yesta actúa en un entorno complejo, no parece descabellado pensarque la introducción de la diversidad en los mismos hará que estémejor representada la realidad.

B. Obstáculos en la trayectoria profesional de las mujeres

Principales obstáculos que las directivas encuentran en sus trayec-torias profesionales:

• Las largas jornadas laborales (al rivalizar con la dedicación fami-liar).

• La cultura de la empresa (redes informales de poder y normasno escritas) y la escasa presencia de la mujer española en pues-tos de dirección.

• Las cargas familiares y las dificultades para conciliar.

• La escasa sensibilidad de las empresas por la conciliación de lavida familiar y laboral, y la ausencia de políticas de conciliación.

C. ¿Falta de experiencia?

Se argumenta que hay pocas mujeres candidatas, que no hay mu-chas que posean la formación y la experiencia necesaria. La reali-dad es que la escasa presencia de mujeres en los puestos directi-vos se convierte en un círculo vicioso: como hay pocas mujeres,es poco probable que haya más mujeres (Gráfico 1). Lo anterior esresultado, en gran medida, de la escasez de modelos positivos de

Gráfico 1El círculo vicioso de la presencia minoritaria femenina

en consejos de administración y cúpulas directivas

Fuente: Castaño et al. (2009)

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mujeres triunfadoras en los puestos directivos de máximo nivel,que se retroalimenta en el siguiente círculo vicioso:

• Como hay pocas mujeres, las posibles candidatas no se decidena dar el paso, no se sienten cómodas y descartan colocarse enlos puestos de salida.

• Como hay pocas mujeres, las que se deciden a ascender se venobligadas a moverse en una cultura masculina que las rechaza,sometidas a un escrutinio intenso que puede desalentar a otrasmujeres.

• Como hay pocas mujeres, la cultura no cambia. Las chicas jóve-nes perciben esos problemas y no se deciden a incorporarse ala vía de la alta dirección, por la que, en otras condiciones, sesentirían atraídas.

A modo de conclusión

Las directivas hacen tanto o más que sus homólogos varones, entérminos de dedicación profesional y esfuerzo personal y familiar.

Pese a su alto grado de implicación, las directivas suelen obtenermenores recompensas.

El reconocimiento profesional no es el mismo:

• Menores niveles salariales y mayor percepción de discrimina-ción salarial.

• Existencia de barreras profesionales, personales (familiares) yculturales.

Las consecuencias:

• Merma el desarrollo profesional y dificultan el aprovechamientode la que se aprecia como su baza principal: el talento.

• Posible abandono profesional por parte de un grupo considera-ble de mujeres directivas, con las desventajas que, desde el pun-to de vista económico y social, supondría una menor diversidadde género en las empresas.

José Antonio Laínez GadeaCatedrático de la Universidad de Zaragoza

Efectos económicos de la noaplicabilidad del ‘método del contratocumplido’ en el reconocimiento deingresos por prestaciones de serviciosLas Normas de Adaptación del Plan a Empresas Constructoras,aprobadas por la Orden de 27 de enero de 1993, vigentes, en tan-to en cuanto no se opongan a los criterios recogidos en el nuevoPlan General de Contabilidad (PGC de 2007), señalan que de nocumplirse las condiciones para poder aplicar el ‘método del por-centaje de realización’, con base en el principio de prudencia, seutilizará el ‘método del contrato cumplido’ en el reconocimiento delos ingresos.

La NIC 18, relativa a ingresos, vigente en su redacción actual des-de 1995, en su párrafo 26, establece que cuando el resultado deuna transacción que implique la prestación de servicios no puedaser estimado de forma fiable, los ingresos correspondientes debenser reconocidos como tales, sólo en la cuantía en que los gastosreconocidos se consideren recuperables.

En la misma línea, la NIC 11, vigente, a su vez, desde 1995, queaborda el tratamiento contable de los contratos de construcción,en su párrafo 32, establece que cuando el desenlace de un contra-to de construcción no pueda ser estimado con suficiente fiabilidad:

a) los ingresos deben ser reconocidos en la cuenta de resultadossolo en la medida en que sea probable recuperar los costes in-curridos por causa del contrato; y

b) los costes del contrato deben ser reconocidos como gastos delejercicio en que se incurre en ellos.

El PGC de 2007 regula en su Norma de registro y valoración 14(NRV 14) el tratamiento de los ingresos por ventas y prestación deservicios. En relación a los ingresos provenientes de la prestaciónde servicios, establece que éstos se reconocerán cuando el resul-tado de la transacción pueda ser estimado con fiabilidad, conside-rando para ello el porcentaje de realización del servicio en la fechade cierre del ejercicio.

En el caso de que el resultado no pueda estimarse con fiabilidad,la NRV 14 omite cualquier mención al ‘método del contrato cum-plido’ y determina que los ingresos se reconozcan solo en la cuan-tía en que los gastos reconocidos se consideren recuperables.

Ahora bien, ¿cuándo se consideran recuperables los gastos? LaNRV 14 no lo precisa, pero de una interpretación lógica de ésta,podemos considerar, al margen de la corriente monetaria (cuandose cobran los ingresos)1, dos posibles momentos:

a) la aceptación del servicio prestado por parte del cliente, o

b) periódicamente, conforme se va ejecutando el servicio contra-tado.

Si se considera que los gastos reconocidos se recuperan a la fina-lización del servicio contratado, en ese momento final se deben re-conocer los ingresos correspondientes por la totalidad del servicioprestado. Mientras esto ocurre, los gastos incurridos en la presta-ción del servicio se deben registrar contablemente según el PGC de2007 como existencias de "prestación de servicios en curso”, noimputándose al resultado de cada ejercicio. Sólo en el periodo enel que se finaliza la prestación del mismo se debe reconocer el in-greso por su importe total y, en consecuencia, los gastos corres-pondientes y el resultado del contrato.

Si, por contra, se entiende que los gastos incurridos en cada ejer-cicio son los recuperables, puesto que se ha prestado parcialmen-te el servicio, en cada ejercicio se deberán reconocer ingresos poridéntico importe que los gastos incurridos en el mismo. Solo en elejercicio en que se finaliza la prestación del servicio se debe reco-nocer el resto de los ingresos hasta alcanzar el importe total con-tratado y, en consecuencia, el resultado correspondiente a dichocontrato.

El nuevo PGC de 2007 establece en su Disposición transitoria quin-ta que, con carácter general, las adaptaciones sectoriales en vigoren la fecha de publicación del mismo seguirán aplicándose en to-do aquello que no se oponga al nuevo PGC.

Ante la duda que surge respecto a si es contrario a lo previsto enel PGC de 2007 el tratamiento dado por la Adaptación sectorial alos ingresos procedentes de la prestación de servicios derivadosde contratos en los que el resultado del mismo no puede estimar-se con fiabilidad, el ICAC (Consulta 2, BOICAC 78/2009) se pro-nunció con contundencia a favor del tratamiento otorgado a éstosen el nuevo PGC: se reconocerán ingresos sólo en la cuantía enque los gastos ocasionados se consideren recuperables, conclu-yendo éste que en la normativa contable vigente no resulta aplica-

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1 Contraria al principio del devengo.

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ble el ‘método de contrato cumplido’ regulado en la mencionadaAdaptación sectorial.

El ‘método del contrato cumplido’, se basa, como es sobradamen-te conocido, en el reconocimiento de ingresos por prestación deservicios cuando los trabajos realizados por encargo se encuen-tren sustancialmente terminados, entregados al cliente o recepcio-nados por éste2.

En nuestra opinión, la interpretación del ICAC de que, al amparo dela NRV 14 del PGC de 2007, ‘no resulta aplicable el ‘método decontrato cumplido’, no invalida una imputación de ingresos y reco-nocimiento de los resultados similares a la que se deriva del ‘mé-todo del contrato cumplido’ en el supuesto de que el resultado delcontrato (ingresos, gastos, beneficios y grado de avance) no pue-da estimarse con fiabilidad. Según la NRV 14 del PGC de 2007, eneste caso se reconocerán ingresos sólo en la cuantía en que losgastos reconocidos se consideren recuperables.

En esta circunstancia, si se entiende que los gastos incurridos serecuperan a la finalización de la prestación o en el momento de laejecución completa del servicio contratado, en ese momento finalse deben reconocer los ingresos por la totalidad de la prestacióndel servicio y el consiguiente beneficio si lo hubiera. Durante losejercicios que dura la prestación del servicio los gastos incurridosen la realización del mismo se deben registrar contablemente se-gún el PGC de 2007 como existencias de ‘prestación de serviciosen curso’, no reconociéndose resultado alguno.

Este criterio de imputación produce unos efectos económicos si-milares a los que se obtendrían si se aplicase el ‘método del con-trato cumplido’, que reconoce los resultados del contrato al finaldel mismo. Por ello, si bien el ICAC entiende que no es admisible,la aplicación del criterio establecido en el nuevo PGC evidencia unatotal coincidencia a la hora de reconocer los resultados por uno uotro criterio.

Si, por contra, se entiende que los gastos incurridos se recuperana medida que se va prestando parcialmente el servicio, los ingre-sos por la prestación de éste se reconocerán por el mismo impor-te que los gastos incurridos en el ejercicio. En este caso, en cadaejercicio en que tiene lugar la ejecución del servicio se imputarán aresultados los gastos incurridos en dicho periodo y los ingresoscorrespondientes por la misma cuantía, por lo que se obtendrá unresultado nulo. Solo en el ejercicio en que se finaliza la prestacióndel servicio, es decir, cuando los trabajos realizados por encargose encuentren sustancialmente terminados, entregados al cliente orecepcionados por éste, se reconocerá el resto de los ingresoshasta alcanzar la cifra del importe total del contrato y, por diferen-cia con los gastos incurridos en este último ejercicio, se computa-rá el resultado correspondiente. El impacto, por tanto, en resulta-dos en este supuesto será también el mismo que se produce conla aplicación del ‘método del contrato cumplido’.

En consecuencia, a pesar de la interpretación que realiza el ICAC deque con el nuevo PGC las empresas prestadoras de servicios a lar-go plazo no pueden aplicar el ‘método de contrato cumplido’ cuan-do el resultado del contrato no pueda ser estimado con fiabilidad,el criterio establecido por éste de reconocer los ingresos “solo enla cuantía en que los gastos reconocidos se consideren recupera-bles” tiene el mismo impacto en los resultados y situación patri-monial de éstas empresas, durante el periodo de ejecución del ser-vicio, que si aplicasen el mencionado método.

Manuel Larrán JorgeCatedrático de la Universidad de Cádiz

Percepciones y opiniones de lacomunidad universitaria andaluza sobrela responsabilidad social 1

1. IntroducciónDesde un punto de vista global, se viene manifestando últimamen-te una preocupación creciente sobre el papel y los impactos o ex-ternalidades que las empresas provocan en su contexto social yambiental, plasmándose en una mayor presencia de la Responsa-bilidad Social Corporativa o empresarial en la literatura. No obstan-te, al menos desde un punto de vista científico o de investigación,esta preocupación ha sido bastante inferior en el ámbito del sectorpúblico (Ball y Grubnic, 2007; Ball y Bebbington, 2008) y, en con-creto, en el ámbito de la Educación Superior. El hecho de que lasuniversidades no hayan sido objeto de atención adecuada en las in-vestigaciones sobre responsabilidad social genera una necesidad yuna oportunidad no sólo por los impactos sociales y ambientalesque se derivan de cada una de las parcelas de la gestión universi-taria, sino también por el papel ejemplar que deben asumir en lasociedad y en la responsabilidad o riesgo que puedan tener al for-mar a profesionales con una alta formación técnica, exentos de va-lores sociales y sin una verdadera percepción del papel que han detener las empresas en el contexto actual y futuro.

En gran medida, el éxito futuro de la Responsabilidad Social Cor-porativa dependerá de la actitud de las futuras generaciones; ellasinfluirán en las relaciones entre empresa y sociedad, bien comociudadanos, clientes o directivos. Sobre este particular, las univer-sidades tienen un papel fundamental, tanto por el impacto que pu-diera tener la incorporación de la responsabilidad social en el dise-ño de su oferta formativa e investigadora como también por incor-porarla en su misión, visión y estrategia corporativa (Muijen,2004).

Todo lo anterior y en el marco de un proyecto sobre responsabili-dad social universitaria financiado por el Foro de Consejos Socialesde las universidades públicas andaluzas, nos llevó a realizar un es-tudio para conocer la opinión del personal docente e investigador(PDI), personal de administración y servicios (PAS) y alumnos delas universidades públicas andaluzas, a partir de un cuestionario,acerca de los siguientes aspectos relacionados con la responsabi-lidad social:

- El conocimiento sobre la responsabilidad social.

- Los factores que influyen en el desarrollo e implantación de laresponsabilidad social en el ámbito empresarial.

- La valoración de la información que sobre RSC publican las em-presas.

- La aplicabilidad de la RS al ámbito universitario y posibles bene-ficios que aportaría.

- La inclusión de la RS en la actividad docente e investigadora.

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2 Entendiéndose que este hecho se produce si los gastos previstos para la termina-ción de la obra o servicio no son significativos.

1 Este trabajo forma parte de los resultados de diferentes estudios llevados a cabodentro del proyecto Memorias de Responsabilidad Social de las UniversidadesAndaluzas financiado por el Foro de Consejos Sociales de las Universidades Públi-cas Andaluzas y que coordinan los profesores Larrán, M. de la Universidad deCádiz y López, A. de la Universidad de Granada.

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A diferencia de otros trabajos, el presente estudio analiza las per-cepciones y actitudes ante la Responsabilidad Social del profeso-rado, PAS y alumnos, con independencia del área de conocimien-to. A diferencia de la mayor parte de las investigaciones que se hancentrado en el ámbito de la empresa, asimismo, no se limita úni-camente al concepto de Responsabilidad Social Empresarial, sinoa su posible aplicabilidad al contexto universitario.

Las investigaciones existentes en el ámbito universitario se ciñencasi exclusivamente a trabajos dirigidos a evaluar las percepcionesy actitudes de los estudiantes y profesores universitarios ante laResponsabilidad Social (Hosmer, 1985; Arlow, 1991; Burton y He-garty, 1999; Ibrahim et al, 2006; Christensen et al., 2007; Lamsa etal., 2007; Albaum y Peterson, 2010; Kolodisky et al 2010, Adkins yRadtke, 2004; Jakobsen et al 2005, entre otros), a analizar la ofer-ta formativa sobre RSC en las universidades (Holdsworth et al.,2008; Buchan, Spellerberg y Blum, 2007; Ciurana y Filho, 2006;Davis et al., 2003; Holt, 2003; Henze, 2000; Muijen, 2004; entreotros) y estudios de casos basados en universidades concretasdonde existen estrategias claras y dirigidas a la responsabilidadsocial, fundamentalmente en la dimensión ambiental (Van Weenen,2000; Hill, 2004; De Keizer, 2004; Atakan y Eker, 2007; Ferrer-Balaset al., 2008; Hammond y Churchman, 2008; entre otros).

No hemos encontrado trabajos que estudien las actitudes y per-cepciones ante la Responsabilidad Social y su aplicación a la ges-tión universitaria. De ahí la novedad e interés del presente estudio.

A continuación se desarrollarán de forma resumida los principalesaspectos del trabajo en lo que a metodología, muestra y conclusio-nes se refiere.2

2. Metodología

Con el fin de cumplir con los objetivos de la investigación, se hadesarrollado un estudio de carácter cuantitativo, a través del pro-cedimiento de encuestas.

Las actitudes hacia la RSC se miden mediante 13 items en una es-cala Likert de 5 puntos (1 muy en desacuerdo, 5 muy de acuerdo).En cuanto a la actitud hacia la RSU se miden a través de 16 ítems,en una escala de Likert de 5 puntos (1 muy en desacuerdo, 5 muyde acuerdo).

Los cuestionarios fueron sometidos a la valoración de expertos ytestados a través de una muestra piloto.

El envío de los mismos se realizó por correo electrónico al total delpersonal docente e investigador (PDI), personal de administracióny servicios (PAS) y alumnos de las 9 universidades públicas anda-luzas. La recogida de datos se efectuó durante los meses de mayoy junio de 2010. Los datos han sido tratados con el programa es-tadístico R.

3. Perfil de la muestra

3.1 Personal docente e investigador

El total de cuestionarios válidos ha sido de 834, que suponen unerror muestral de un ±3.3% para un nivel de confianza del 95% yel caso más desfavorable (p=q=0,5).

3.2 Personal de administración y servicios

El total de cuestionarios válidos ha sido de 919, que suponen unerror muestral de un ±3.05% para un nivel de confianza del 95% yel caso más desfavorable (p=q=0,5).

3.3 Alumnos

El total de cuestionarios válidos ha sido de 1596, que suponen unerror muestral de un ±2.44% para un nivel de confianza del 95% yel caso más desfavorable (p=q=0,5).

4. Conclusiones

Conocimiento y percepción de la Responsabilidad Social Corpo-rativa (RSC)

De los tres colectivos estudiados, son los profesores (73%) losque en mayor medida han oído hablar de la responsabilidad social,seguidos del PAS (64%) y de los alumnos (58%).

Respecto a la información proporcionada por las empresas sobrela RSC, los tres colectivos coinciden en que ésta es insuficiente.

Tabla 1Información emitida por las empresas sobre RSC

También existe coincidencia en cuanto a las razones por las cualeslas empresas realizan acciones de Responsabilidad Social, consi-derando que la sensibilidad que muestran las empresas por lasprácticas socialmente responsables obedece, principalmente, auna cuestión de imagen. Las razones percibidas están más cercade la generación de beneficios.

En la siguiente tabla se resumen las cinco primeras razones paralos tres colectivos.

Tabla 2Razones para aplicar la RSC

Aplicación de la responsabilidad social a la gestión universitaria

Los tres colectivos analizados consideran que no sólo es un con-cepto aplicable a la universidad, sino necesario también.

Respecto a la cuestión planteada sobre si creen que su universidadincorpora la Responsabilidad Social en su gestión, existen clarasdiferencias, siendo los alumnos quienes menos se pronuncian so-bre esta cuestión.

Un dato a tener en cuenta por las universidades es la escasa per-cepción que tienen, tanto PDI, PAS y alumnos sobre la informaciónque las mismas transmiten sobre la aplicación de la Responsabili-dad Social en su gestión, siendo muy alto el porcentaje de encues-tados que no se pronuncian sobre esta cuestión.

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2 Una versión más completa del estudio puede consultarse en Larrán, López yMárquez (2010).

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Tabla 3Aplicación RS a la gestión universitaria

Formación e Investigación en Responsabilidad Social

La mayoría del profesorado y alumnos se muestran partidarios deque la comunidad universitaria reciba formación en Respon-sabilidad Social, siendo menor el interés mostrado por el personalde administración y servicios.

Tabla 4Formación en RS

Tanto el profesorado como el alumnado muestran interés en incor-porar una asignatura de Responsabilidad Social en la carga curri-cular del alumno, siendo ligeramente superior este interés en elPDI (71%) que en los alumnos (58%).

Un alto porcentaje de alumnos (73%) consideran importante abor-dar temas de Responsabilidad Social en las asignaturas que cur-san y en la misma medida afirman que la formación recibida lesservirá para percibir que la toma de decisiones empresariales estáimpregnada de connotaciones morales y éticas.

La mitad de los profesores afirman que en sus asignaturas abor-dan temas de responsabilidad Social, mientras el 34% de los alum-nos manifiestan haber recibido nociones de Responsabilidad So-cial en las materias cursadas.

Respecto a las investigaciones realizadas en este campo, el 17%del PDI afirma llevarlas a cabo, considerando que en sus investiga-ciones sí tienen en cuenta criterios de RS.

La mayoría no se pronuncia sobre la existencia de materias de in-vestigación que pudieran ser consideradas ‘irresponsables social-mente’; aquellos que se pronuncian en este sentido las sitúan enel campo de la genética y armamento. En cuanto a la existencia deinvestigaciones ‘socialmente responsables’, se consideran asocia-das principalmente a materias de carácter social y medioambien-tal.

La mayoría de los alumnos desconocen las investigaciones lleva-das a cabo por los profesores de su Facultad o Centro, así comosi en dichas investigaciones se tienen en cuenta criterios deResponsabilidad Social, considerando necesario que los recursosdestinados a la investigación se asignen teniendo en cuenta crite-rios de RS.

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Alejandro Larriba Díaz-ZoritaCatedrático de Universidad Presidente de la Comisión de Entidades Sin Fines Lucrativos de AECA

La Cuenta de Resultados en el nuevomarco contable para las entidades sinfines lucrativos

Introducción

En los últimos días del pasado mes de julio, el Instituto de Conta-bilidad y Auditoría de Cuentas publicó en su página web el Pro-yecto de Real Decreto por el que se aprueban las normas de adap-tación del Plan General de Contabilidad a las entidades sin fines lu-crativos y el modelo de plan de actuación de las fundaciones decompetencia estatal, disposición llamada a regular, una vez seaaprobada, la contabilidad de estas entidades que tienen una indu-

dable importancia económica en el mundo actual, tal como hemostenido oportunidad de comentar con anterioridad en varias ocasio-nes1.

Aunque en dicho Proyecto solo se contemplan aquellos aspectossingulares que afectan a las Entidades Sin Fines Lucrativos (ESFL),remitiéndose al Plan General de Contabilidad (PGC), para facilitarla aplicación del resto de transacciones, el Instituto de Contabilidady Auditoría de Cuentas aprobará, mediante Resolución, textos re-fundidos para entidades sin fines lucrativos y para entidades sin fi-nes lucrativos de pequeña dimensión, refundiendo respectivamen-te las normas del Real Decreto con las del PGC, o con las del Plande Contabilidad de las Pequeñas y Medianas Empresas.

Una vez aprobado el Real Decreto, sus normas –aunque tengan ca-pacidad técnica para ser utilizadas por todas las ESFL–, solo seránobligatorias para aquellas clases y categorías concretas de entida-des cuya aplicación venga impuesta por su propia regulación.Inicialmente, y sin perjuicio de que otras disposiciones puedan ex-tender su obligación a otras ESFL, estas normas solo afectarán alas fundaciones de competencia estatal y a las asociaciones decla-radas de utilidad pública.

Necesidad de un tratamiento contable diferenciado para las entidades sin fines lucrativos

Aunque la razón inmediata del tratamiento contable que ahora sepropone se justifique en la disposición final tercera de la Ley50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones, que atribuye alGobierno la facultad de adaptar las normas del Plan General deContabilidad a estas entidades, en nuestro país existen anteceden-tes algo más remotos sobre las peculiaridades contables de lasESFL y sobre la necesidad de dotar de un tratamiento contable di-ferenciado a estas entidades.

En primer lugar citaremos lo que en 2003 se decía en la página 12del Documento sobre Contabilidad de las Entidades sin FinesLucrativos de AECA2: «La contabilidad, como instrumento de se-guimiento y control de la actividad de ambas clases de entidades[lucrativas y no lucrativas], … no puede aplicarse de forma indis-criminada en todas ellas, del mismo modo y con los mismos prin-cipios y normas, ya que el objetivo de la información contable a ob-tener y formular no es el mismo, dadas las características y finali-dades económicas que presentan unas y otras».

«…, para las entidades sin ánimo de lucro, la finalidad más impor-tante que debe atender su contabilidad no consiste en cuantificarel resultado económico obtenido, por ser éste ajeno a su finalidad,sino reflejar la financiación conseguida en un período económico yel empleo que se ha realizado de la misma en la consecución desus finalidades programadas, así como reflejar que la entidad seencuentra en condiciones de responder de todos los compromisosque haya asumido, bien sean estos de carácter económico o de ca-rácter social.»

La idea anterior fue recogida en el denominado Libro Blanco de lacontabilidad en España 3 en sus páginas 337 y 338, indicando que

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1 Necesidad social de información contable de las Entidades No Lucrativas. Ponen-cias y Comunicaciones de la I Jornada de contabilidad de Entidades No Lucrativas.Departamento de Contabilidad y Economía Financiera de la Universidad de Sevillay ASEPUC. Sevilla 8 y 9 de abril de 2005.

Responsabilidad y transparencia de las entidades sin fines lucrativos (ESFL).Revista AECA nº 87. Septiembre 2009.

2 Contabilidad de las Entidades sin fines Lucrativos. Antiguo Documento nº 23 de laSerie de Principios Contables de AECA. Madrid 2003.

3 Informe sobre la situación actual de la contabilidad en España y líneas básicas pa-ra abordar su reforma (Libro Blanco para la reforma de la contabilidad en España).Ministerio de Economía y Hacienda. Madrid 2002.

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«…como puede deducirse de su propia denominación, la caracte-rística más importante de estas entidades es precisamente su au-sencia de ánimo de lucro, por lo tanto, la finalidad primordial de sucontabilidad no será la de registrar correctamente los resultadoseconómicos obtenidos con su actividad –beneficios o pérdidas ensu acepción más tradicional–, tal como sucede con las empresaslucrativas, sino la de recoger y explicar las variaciones que sufra supatrimonio como garantía para su estabilidad, los compromisosasumidos y la cobertura estimada para su cumplimiento y, funda-mentalmente, los logros propuestos alcanzados y el grado de rea-lización en el ejercicio de las actividades sociales emprendidas.»

«…, la contabilidad deberá registrar y estar en condiciones de pro-porcionar información organizada sobre las variaciones acaecidasen su patrimonio, indicando sus causas y consecuencias; sobre loscompromisos asumidos, señalando sus razones y forma previstade cumplirlos, y una amplia información sobre las actividades rea-lizadas por la entidad en el transcurso del ejercicio, comparandolas acciones propuestas con las metas alcanzadas, indicando sutranscendencia y utilidad social, así como el grado de realizaciónactual que presenten las acciones iniciadas pendientes de termina-ción.»

Finalmente, también en dos de los Documentos emitidos por laComisión de Entidades Sin Fines Lucrativos4, se señalaba que laspautas rectoras a seguir en la contabilidad de estas entidades –sincaer en el absurdo de una total y radical diferenciación respecto delmodelo contable general para las entidades lucrativas, que tendríamuy poco sentido–, teniendo en cuenta sus características esen-ciales, requieren un tratamiento contable singular y especializadoque contemple sus peculiaridades más singulares. En este sentido,en las páginas 10 y 11 del Documento nº 2 citado, se realizabantres interesantes preguntas, a las que entendemos quiere contes-tar la regulación contable propuesta:

• «¿Es suficiente elaborar los mismos estados contables que pre-sentan las entidades lucrativas?

• ¿Es necesario introducir determinados cambios de denomina-ción, estructura o criterios en los estados de las entidades lucra-tivas y completarlos con información específica destinada a sususuarios y en especial a los órganos supervisores de las ESFL?

• ¿Es preciso abordar estados contables concretos y distintos alos de las entidades lucrativas?»

Respondiendo a la primera pregunta, y así lo asume el Proyectocontable para ESFL, parece claro que no es suficiente para mos-trar la imagen fiel de las ESFL formular la misma informacióncontable que la que se emite para el resto de entidades, lo cual nosintroduce en la contestación a la segunda pregunta, dado que sí

que será necesario introducir cambios en los estados financie-ros tradicionales, y complementarlos con información específi-ca de estas entidades. Finalmente, la respuesta a la tercera pre-gunta parece clara, y así lo asume el Proyecto, estableciendo que,sobre la base de los estados definidos como tradicionales, se for-mulen algunos otros estados contables concretos y distintos alos de las demás entidades.

En concreto, los estados contables que propone el Documento nº2 de la Comisión de ESFL de AECA, son los siguientes:

a) Balance de situación.

b) Cuenta de variaciones patrimoniales.

c) Memoria económica.

d) Estado de flujos de tesorería.

e) Memoria de actividades.

f) Previsión de actividades.

Comparando dichos documentos con los previstos en el Proyectode Real Decreto, vemos que, con la excepción de la previsión deactividades, todos ellos han sido incorporados: el balance de situa-ción con el nombre de balance, la cuenta de variaciones patrimo-niales, como ‘cuenta de resultados’, y la memoria que comprende,la memoria económica con toda extensión, el estado de flujos detesorería bajo el nombre de información sobre los flujos de efecti-vo y, resumidamente, la memoria de actividades dentro del aparta-do actividad de la entidad.

Actividades lucrativas versus actividades no lucrativas

Nuestras leyes, cuando se refieren a las operaciones que puedenrealizar las ESFL, admiten la posibilidad de que, junto con las típi-cas propias de su actividad (que tienen el carácter de no lucrativaso de no mercantiles), desarrollen otras con carácter lucrativo omercantil.5

Las dudas que suscita la distinción entre actividades u operacionesdiferentes, y que dio origen a varios debates dentro de la Comisiónque elaboró este Proyecto de Real Decreto, entendemos que secentran en los siguientes puntos:

1º ¿Pueden distinguirse ambas clases de actividad? Entendemosque es extremadamente difícil, ya que las operaciones concre-tas bajo las que se manifiesta la actividad –compras, ventas,pagos, cobros, producción, consumo, permutas, etc.–, son lasmismas para las operaciones propias (o de interés general),que para las operaciones mercantiles.

2º La intencionalidad de las entidades al realizar sus operaciones,¿sería la misma en los dos supuestos? Parece evidente queno. Si la entidad pretende obtener ganancias, beneficios o ex-cedentes, las operaciones serían mercantiles; en caso contra-rio, cuando no se pudiera apreciar dicha intencionalidad, lasoperaciones serían propias.

3º ¿No es mejor diferenciar entre entidades con finalidad lucrati-va y entidades sin finalidad lucrativa, que entre operaciones lu-crativas y operaciones no lucrativas? Este camino nos lleva ala conclusión de que no existen operaciones lucrativas o no lu-crativas, sino entidades con finalidad de lucro o entidades sinfinalidad de lucro. Aunque obviamente no es el caso que con-templan nuestras leyes, también debemos considerar que los

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4 Marco conceptual de la información financiera para Entidades sin fines Lucrativosy Los estados contables de las Entidades sin Fines Lucrativos. Documentos 1 y 2de la Comisión de Entidades Sin Fines Lucrativos. Documentos AECA. Madrid 2008y 2010.

5 En este sentido:

• La Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de Fundaciones y de Incentivos Fiscales ala Participación Privada en Actividades de Interés General, contempla en variosde sus artículos la coexistencia de actividades de interés general, junto con acti-vidades mercantiles. Por ejemplo, en el punto V de su Exposición de Motivos, in-dica textualmente que “Merecen destacarse, además, dos aspectos que incidensobre la actividad de las fundaciones: el primero es la posibilidad de que ejerzandirecta o indirectamente actividades mercantiles o industriales…”.

• La Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones, también prevé que las en-tidades sin fines de lucro puedan realizar, junto con las actividades propias, otrasde carácter mercantil.

• El artículo 26 del Real Decreto 1337/2005, de 11 de noviembre, por el que seaprueba el Reglamento de fundaciones de competencia estatal, establece que elplan de actuaciones contendrá información identificativa de cada una de las ac-tividades propias y de las actividades mercantiles que realice la entidad.

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conceptos que aparecen en las leyes no son eternamente in-amovibles, por muy básicos que nos parezcan, ya que una vi-sión diferente sobre determinadas cuestiones en momentosposteriores, conduce a que dichas leyes se modifiquen paramejor adaptarse a la realidad que pretenden regular.6

Suele argüirse que la principal finalidad para distinguir entre ope-raciones mercantiles y no mercantiles realizadas por las ESFL es decarácter fiscal, buscando gravar el rendimiento obtenido medianteellas, ya que, de otro modo, existiría una injusta ventaja competiti-va cuando las mismas operaciones las realizaran entidades con fi-nes lucrativos y sin fines lucrativos, dado el distinto tratamientofiscal previsto para ambas entidades. Lo cual, aunque nos pareceuna razón de bastante peso, creemos que admite otras matizacio-nes.

En primer lugar, en las entidades con finalidades lucrativas existeel denominado capital propiedad, indicativo de que estas entidadespertenecen a determinadas personas concretas que tienen la cate-goría de dueños; pero esto no es así en las ESFL, en las que no haycapital propiedad, y sobre las que nadie distinto de la sociedad ensu conjunto puede atribuirse su propiedad.

En segundo lugar, las entidades lucrativas, con su actividad y ope-raciones persiguen obtener beneficios –es decir, ganar dinero–,para su posterior distribución fundamentalmente entre el capitalpropiedad; las ESFL, que no se orientan a realizar beneficios tradu-cidos en ganar dinero, si por cualquier razón llegaran a obtenerlos,no podrían bajo ninguna circunstancia distribuirlos o atribuirlos aninguna persona en su propio beneficio, es decir, que nadie podríaapropiarse de ellos, los cuales en su totalidad deberán aplicarse afinanciar las actividades de la ESFL que los logre.

En resumen, entendemos que antes de imponer un control previode operaciones bastante dificultoso para las ESFL, hubiera sidopreferible tomar el camino mucho más fácil y, sobre todo, másoperativo, de poner el acento en controlar que los beneficios o ex-cedentes que eventualmente llegaran a surgir, en ningún caso pu-dieran ser objeto de reparto o apropiación por personas concretas.Para ello se debería revisar férreamente el funcionamiento de lasESFL, vigilando especialmente que los excedentes o beneficios ob-tenidos no pudieran ser distribuidos, y reprimiendo con toda dure-za las desviaciones de las entidades respecto de este proceder.Creemos que este es el camino que, por su simplicidad, deberíaser adoptado en el futuro.

La Cuenta de Resultados

Parece de sentido común, dado que en las ESFL la obtención debeneficios económicos es una meta ajena a su objetivo, que la tra-dicional Cuenta de Pérdidas y Ganancias no se tome como el me-jor indicador de su eficacia, dado además que si los beneficios sellegaran a obtener, por no ser distribuibles, no existiría riesgo dedescapitalización.

Estando la noción de resultado tradicional fuera de sus motivacio-nes, las ESFL, a diferencia de las entidades lucrativas, deberán serjuzgadas en función de las actividades realizadas durante el ejerci-cio y de lo que se espere de ellas en ejercicios posteriores. Bajo es-

ta perspectiva, la formulación de una Cuenta de Pérdidas y Ganan-cias tradicional no solo carece de sentido, sino que además sirvede poco para enjuiciar la gestión desarrollada por la entidad a quecorresponda.

A nuestro juicio, la mayor novedad dentro del marco contable pre-visto para las ESFL es la formulación del estado anual que, deno-minado por AECA Cuenta de variaciones patrimoniales, recibe aho-ra el nombre convencional de Cuenta de resultados 7. En todo ca-so, dicha cuenta abandona la estructura tradicional orientada a re-velar lo ganado o perdido durante un período, para mostrar el in-cremento o reducción del neto patrimonial de un ejercicio a otro.

Al final de este trabajo incluimos un esquema comparativo entre laCuenta de Pérdidas y Ganancias del Plan General de Contabilidad yla Cuenta de Resultados prevista para las ESFL, dentro del quepuede observarse que el contenido tradicional de la primera cuen-ta ha sido sustituido por un estado que muestra, tal como se indi-ca en la Introducción al Proyecto, el resultado total de la entidad,derivado de los aumentos y disminuciones del patrimonio neto ori-ginados durante el ejercicio.

También podemos ver que la estructura de presentación de laCuenta de Resultados, organizada según las diferentes fuentes delas variaciones patrimoniales, es la siguiente:

A) Excedente del ejercicio, con el siguiente desglose:

• Un Resultado de explotación, formado por el conjunto de in-gresos y gastos corrientes producidos dentro del ejerciciocomo consecuencia de las actividades de la entidad.

• Un Resultado financiero, recogiendo los ingresos y gastosde esta naturaleza imputables al ejercicio.

• Un Resultado antes de impuestos, obtenido de la suma delos dos resultados anteriores, del que se detraerá, en su ca-so, el Impuesto sobre beneficios.

• Finalmente, la Variación del patrimonio neto reconocida co-mo excedente del ejercicio resumiendo los conceptos ante-riores, y cuyo importe guarda cierta equivalencia con el sal-do tradicional de Pérdidas y Ganancias. En todo caso, en es-ta magnitud, de singular relevancia jurídica, se apoya la tri-butación de las rentas no exentas, así como el cálculo deldestino de rentas e ingresos.

B) Ingresos y gastos imputados directamente al patrimonio ne-to, separando los imputados en el ejercicio de sus reclasifica-ciones, y distinguiendo, junto con sus correspondientes efec-tos impositivos, los activos financieros disponibles para suventa, las operaciones de cobertura de flujos de efectivo, y lassubvenciones, donaciones y legados recibidos.

C) Ajustes por cambios de criterio, facilitando su contabilización.

D) Ajustes por errores, para facilitar su contabilización.

E) Variaciones en la dotación fundacional o fondo social, deri-vadas de aumentos o disminuciones en la misma, incluso losoriginados por aplicación del excedente del ejercicio.

H) Otras variaciones, en previsión de que pudieran existir otrasmodificaciones del patrimonio neto además de las específica-mente identificadas.

I) Resultado total, variación en el patrimonio neto en el ejer-cicio, condensado la variación producida en una sola cifra.Dicho importe, agregado a la cifra del patrimonio neto a prin-cipio del ejercicio, nos reflejará al patrimonio neto existente alfinal del mismo.

En el supuesto de que la entidad realice operaciones mercantiles,el importe derivado de las ventas y otros ingresos que recojan las

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6 En este sentido, hace cincuenta años no podía pensarse, según la regulación ma-trimonial que contemplaba nuestro Código Civil, que fuera posible contraerlo entrepersonas del mismo sexo, tal como sucede en la actualidad.

7 Entendemos que este nombre se debe a condicionantes legales de denominación,difíciles de sortear. Por ejemplo, la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundacio-nes, y la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de asocia-ción, que dispone que los documentos que integran las cuentas anuales de estasentidades son el Balance, la Cuenta de Resultados y la Memoria.

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mismas, se incluirá con la denominación de Ventas y otros ingre-sos ordinarios de la actividad mercantil, junto con los demás con-ceptos que dan lugar al Resultado de explotación.

Conclusiones

Para nosotros, la formulación de un Plan de Contabilidad pensadodirectamente para las ESFL es la principal conclusión. Este hecho,unido a que su aprobación se producirá mediante un Real Decreto–es decir, una disposición con el mismo rango legal que la del PlanGeneral de Contabilidad–, nos sitúa ante su gran importancia.

Por este motivo, referirnos a este nuevo Plan Contable para lasESFL como si se tratara simplemente de una adaptación del PGC alas ESFL no deja de ser en cierto modo engañoso, pese a que ha-ya sido la forma de engarzar dicho nuevo Plan dentro del conjun-to de la planificación contable en España. Teniendo el mismo ran-

go que el PGC, sus normas pueden contradecir lo dispuesto en él,siendo posible –como de hecho ocurre– diferir de alguna de lasdisposiciones del PGC cuya aplicabilidad no sea clara para estasentidades.

Esperamos que, aunque no haya podido cambiarse la dicotomíaque contemplan nuestras leyes de operaciones propias/operacio-nes mercantiles –o si se quiere entre operaciones lucrativas y nolucrativas–, por la distinción mucho más clara para nosotros, en-tre entidades lucrativas y entidades no lucrativas, que dicha distin-ción se imponga con el tiempo.

Finalmente, la articulación de un nuevo estado anual, que presen-ta de forma sintética las variaciones del patrimonio neto de un ejer-cicio a otro, y que facilita apreciar la actividad desarrollada por lasESFL, nos parece la novedad más importante que se ha incorpora-do a la nueva regulación contable de estas entidades.

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Anexo. Cuadro sintético comparativo

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Jesús Lizcano ÁlvarezCatedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid

Apagar un fuego con gasolina[Acerca de las relaciones entre inflación y tipos de interés]

Introducción

En estos últimos tiempos, y debido a la importante crisis económi-ca y financiera que estamos padeciendo a escala mundial, se ha ve-nido criticando desde algunos foros y segmentos sociales a loseconomistas, atribuyéndosenos una cierta dosis de responsabili-dad en esta situación, en base a una supuesta incapacidad parapredecir y prevenir la propia crisis, así como para tomar decisio-nes útiles y operativas que pudieran solucionarla.

Aunque los economistas no seamos responsables de la crisis, escierto que habríamos de ser en alguna medida sensibles a estasopiniones y de paso reconocer que el rol de la profesión de econo-mista está actualmente algo alicaído, y que además se han queda-do obsoletos –y por tanto sean cuestionables a la vez que revisa-bles– algunos de los postulados de la Economía que venimos dan-do como buenos desde hace décadas. Y nos referimos a la Econo-mía como cuerpo teórico o conjunto de principios y postulados,más que al propio funcionamiento del sistema económico o a lapolítica economía imperante. (En inglés, como es sabido, se utili-zan dos términos distintos: Economics para los postulados y con-cepciones teóricas de la Economía, y Economy para la realidadpráctica y el funcionamiento cotidiano de la propia Economía; nosreferimos al primero).

En este contexto, nos vamos a permitir cuestionar algunos de lospostulados básicos de la ortodoxia económica imperante a nivelgeneral. Sabido es que, según esta ortodoxia, la subida de los ti-pos de interés es una lógica consecuencia de la existencia de infla-ción; pues bien, algunos economistas menos ortodoxos nos atre-vemos a pensar, por el contrario, que la inflación puede ser en mu-chos casos una consecuencia de la subida de los tipos de interés,hipótesis ésta que viene a cuestionar la política que ha venido si-guiendo tradicionalmente, por ejemplo, el Banco Central Europeo,para combatir la inflación, su casi única preocupación, dicho seade paso; esta institución parece que se olvida de sus otros rolesfundamentales, como velar por el crecimiento económico (preocu-pación fundamental, por ejemplo, para la Reserva Federal nortea-mericana), o la estabilidad del Sistema financiero europeo, otor-gando, por ejemplo, credibilidad y garantías a la deuda soberanade los países europeos, para así tratar de evitar esa volátil y a me-nudo sangrante prima de riesgo de algunos de ellos.

Quizá sea éste un buen momento para reabrir un debate al respec-to, ya que no ha de constituir así un dogma de fe el hecho de quela inflación haya de ir necesariamente acompañada por una conse-cuente subida de tipos de interés para combatirla, receta que nonos parece por tanto válida en absoluto, sobre todo en determina-das condiciones, y quizá pueda ser peor el remedio que la enfer-medad o, en otras palabras, es posible que subir los tipos de inte-rés para combatir la inflación suponga intentar apagar un fuegocon gasolina.

Esta crisis actual puede suponer así una buena oportunidad para elcambio, y quizá resulte necesario hoy más que nunca un despertaren el terreno económico y el replanteamiento –partiendo casi decero– de una parte de la ancestral ortodoxia económica, comba-tiendo de esta forma al peor de los enemigos: la inercia en los plan-

teamientos y en la apreciación de la realidad. Dados los importan-tes y continuados cambios de la realidad económica en el contex-to tecnológico y globalizado actual, y dada la enorme prevalenciaque ha adquirido en los últimos lustros la Economía financiera,mucho más volátil e imprevisible que la Economía real, parece cla-ro que no resultan ya válidas muchas de las hipótesis y recetaseconómicas tradicionales.

A nivel general, hemos de señalar, por otra parte, que no somosdemasiado creyentes en la política monetaria como herramientafundamental de la política macroeconómica, por su carácter dema-siado generalista, poco refinado y, en definitiva, entrópico o desor-denado, careciendo de medidas particulares y ajustadas al origende cada uno de los distintos problemas que puedan afectar a unaeconomía. Junto a los epítetos –nada cariñosos– de burda y algoholgazana que puedan haberle dedicado a esta política monetariaalgunos economistas críticos, podríamos añadir el de inductora deun cierto fatalismo, ya que, por ser menos tangible y cercana alciudadano y a los problemas económicos cotidianos, se la sueleconsiderar como algo que no hay más remedio que creer, y quehan de asumir, sin derecho de réplica, los distintos agentes y deci-sores económicos.

Para concretar algo más nuestra posición sobre el tema de los ti-pos de interés, hemos de señalar que la propia subida de los tipos,esto es, del precio del dinero, es, ya por sí misma, una medida cla-ramente inflacionista, puesto que supone un aumento del preciodel activo que más universalmente utilizan o consumen los ciuda-danos, como es el dinero; y aumentando el precio de la utilizacióno el alquiler del dinero se les está restando poder adquisitivo.Ahora bien, ocurre que esta subida de precios no se considera enla ortodoxia económica ni se computa en los índices convenciona-les de inflación, tales como el Índice de Precios al Consumo (IPC),si bien la subida de este coste por alquilar el dinero es algo queafecta de forma importante al bolsillo del ciudadano.

No hay que olvidar que los intereses o costes financieros de lospréstamos hipotecarios, por ejemplo, representan para muchaspersonas y familias un coste mayor que el de la alimentación, o eldel vestido, o el del ocio, o el del transporte, sobre todo en los pri-meros años de los préstamos hipotecarios de las viviendas, en losque la mayor parte de los pagos para estos préstamos son preci-samente intereses por el alquiler del dinero. Imaginemos lo queocurriría si se replantease la ortodoxia económica imperante y losprincipios convencionales para el cálculo del IPC, y la inflación seviese afectada directamente por la subida de los tipos de interés.

Por otra parte, la subida de los tipos de interés no hace sino minarlos procesos económicos; todos las unidades o sectores microe-conómicos se ven perjudicados y, por ende, el sistema macroeco-nómico global o agregado. Aparte del citado efecto en las unidadesfamiliares, la subida del precio del dinero supone unos mayorescostes en las cuentas de resultados de las empresas, que muchossectores maduros y con escasos márgenes netos tenderán tarde otemprano a repercutir estos mayores costes en los precios de susproductos (un efecto inflacionista más), o bien les hará ser másrestrictivos en la adquisición de otros inputs, lo que podrá suponeruna restricción en la oferta inmediata, o bien en su producción fu-tura, si pasan a desechar posibles proyectos de inversión por sualto coste financiero; y sabemos que la restricción de la oferta noes precisamente la mejor medida para combatir la inflación, sinotodo lo contrario.

Por su parte, el Estado y demás entidades del sector público resul-tan igualmente perjudicados por la subida de tipos, ya que veránaumentados sus gastos financieros, magnitud ésta muy importan-te, dado el alto nivel de endeudamiento de las distintas Administra-ciones Públicas. Este aumento del gasto público incrementará eldéficit y originará además un mayor endeudamiento y unos mayo-res gastos financieros futuros, o bien hará necesaria una subidaequilibradora de los impuestos; de cualquier modo, ello originará

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también tarde o temprano una pérdida de poder adquisitivo al ciu-dadano.

Una subida de tipos, en resumen, perjudica claramente el procesoeconómico global; es como echar tierra en el engranaje de la ma-quinaria económica. En otras palabras, resolver el problema de lainflación mediante la subida de los tipos de interés nos parece al-go similar a resolver el problema de un ruido intranquilizador (in-flación) que pueda tener un coche (el sistema económico) median-te la simple solución de pasar a utilizarlo solamente a una veloci-dad muy baja, con lo cual se dejará de oír el ruido.

A nivel de objetivos, por otra parte, la política monetaria ha de sereminentemente neutral respecto a la economía real. Para ello de-bería tender en lo posible a que los tipos reales sean cero, esto es,que no supongan lastres ni restricciones para el eficaz funciona-miento de la maquinaria de la economía real. Las subidas de tipos,en vez de combatir la inflación, no hacen sino impulsar tanto a ni-vel nacional como internacional los movimientos de capitales y lasinversiones puramente financieras, la mayor parte de ellas a cortoplazo (pocos días e incluso horas) y con un carácter especulativo,y por tanto ficticio y volátil, justamente lo contrario de lo que ne-cesita la economía: inversiones reales y a largo plazo.

Por otra parte, las razones fundamentales que se argumentan endefensa de una subida de los mismos para luchar contra la infla-ción son básicamente dos:

a) Combatir el alto aumento del consumo interno en una econo-mía. Nos parece absurdo abordar este problema castigando conuna subida del precio del dinero a todos los agentes económi-cos, sean sectores empresariales, consumidores, entidades pú-blicas, etc., cuando es sabido que la inflación puede ser muydispar entre los distintos productos, así como entre las diferen-tes zonas geográficas de un país.

b) Una segunda razón que se argumenta en defensa de la subidade los tipos de interés es la defensa en los mercados de divisasde la cotización de la moneda propia (el euro en el caso denuestra Unión Europea), lo cual no tiene ningún tipo de funda-mento en la práctica, sobre todo si comprobamos estadística-mente que los aumentos de los tipos de interés por parte delBanco Central Europeo no han servido en su momento para su-bir correlativamente la cotización del euro.

En resumen, creemos que la política monetaria, en general, y enconcreto la subida de los tipos de interés, no constituye la mejorsolución para combatir la inflación y resolver los problemas de laeconomía real, sino todo lo contrario. Y en este contexto, nos te-memos que las subidas de tipos de interés que pudiera plantearseen un futuro el Banco Central Europeo para combatir la inflación noservirían realmente para tal fin, y sí podrían en cambio agravar laya muy maltrecha situación económica de la mayor parte de lospaíses europeos y la crítica situación de endeudamiento de los ciu-dadanos, de las empresas, y de los Gobiernos e instituciones pú-blicas en su conjunto.

José Luis LizcanoDirector Gerente y Coordinador de la Comisión RSC de AECA

Gobierno, responsabilidad social y transparencia: la InformaciónIntegrada de las empresasEn unos momentos críticos como los actuales, en los que los sis-temas de gobierno e información de las empresas se muestran ine-ficaces, es imprescindible plantearse continuamente la necesidadde revisar no solo determinados procedimientos y procesos, sinotambién algunos principios esenciales de funcionamiento.

En el discurso dirigido a los participantes en la reunión del Inter-national Integrated Reporting Committee (IIRC) del 13 de mayo de2011 en Nueva York, su Alteza Real el Príncipe de Wales1, recono-cía la necesidad de redefinir la información corporativa con el finde poder dar respuesta a las nuevas circunstancias del entorno,crisis financiera incluida, y ofrecer una visión más completa de unarealidad empresarial cada día más compleja desde las perspectivaseconómica, social y ambiental. En este sentido, se demanda unainformación clara y concisa sobre diferentes aspectos de impor-tancia estratégica, además de los puramente financieros, y con unmayor grado de accesibilidad que permita su fácil utilización porlos usuarios y una aplicación en todos los sectores de actividad.

Con motivo de la citada reunión del IIRC, distintos expertos se re-firieron a aspectos importantes de la encrucijada en la que se en-cuentra el reporting corporativo en la actualidad, algunos de loscuales se destacan seguidamente: Nelmara Arbex, de Global Re-porting Initiative (GRI) se pregunta sobre cómo el reporting corpo-rativo puede ayudar al desarrollo sostenible y si la idea de moneti-zar todo lo relacionado con el comportamiento empresarial no pue-de resultar algo peligroso e innecesario. Alan Knight, de Accounta-bility y miembro del Working Group de IIRC, destaca la importan-cia del diálogo entre los departamentos financiero y de sostenibili-dad de las empresas con el objetivo de acelerar la integración en laestrategia de aspectos no financieros cruciales. Robert Massie, deFSG Social Impact Advisors, hace hincapié en la necesidad de im-plicar a los distintos grupos de interés en el desarrollo de la infor-mación integrada de las empresas, así como en el valor de recono-cer a un mismo nivel los conceptos de cooperación y competenciaen el seno de las organizaciones. Por último, David Phillips, dePwC, se manifiesta optimista ante el devenir de la información in-tegrada corporativa por la propia exigencia de la crisis económicay por la implicación en el fenómeno de grandes compañías y líde-res empresariales2.

“El actual sistema de información corporativa está en riesgo y atra-viesa por un momento crítico en todo el mundo. Si no acometemosuna profunda reforma puede llevar a la toma de decisiones equivo-cadas”. Esta es una de las principales conclusiones del estudio “Lainformación corporativa del mañana: un sistema en riesgo”3 elabo-rado por PwC y el Chartered Institute of Management Accountants(CIMA), junto con el think thank Tomorrows Company. El informeconsidera que si no se modifica la manera en que las empresas in-forman a sus stakeholders, “invertiremos capitales de forma equi-vocada, tomaremos decisiones empresariales poco efectivas y lasociedad será incapaz de entender el importante papel que debedesempeñar la comunidad empresarial para cumplir los grandesretos del siglo XXI”.

El informe, elaborado por PwC, con la opinión de 118 organizacio-nes de 22 países, analiza el profundo cambio que ha experimenta-do en las últimas décadas el entorno empresarial y de los negociosen aspectos sumamente relevantes como los siguientes:

• Los activos no financieros y los intangibles han ganado peso enel crecimiento de las compañías. Si en 1985 el 68% del valor delas compañías cotizadas en el S&P500 se correspondía con acti-vos tangibles, en 2009 esta cifra había descendido ya al 19%.

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1 Ver en www.theiirc.org.

2 Estas y otras opiniones pueden ser consultadas en YouTube de IIRC enwww.theiirc.org.

3 El estudio y la nota de prensa del mismo pueden consultarse en www.pwc.com.

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• Un gran número de compañías han apostado por nuevas formasde creación de valor mucho más colaborativas –mediante aso-ciaciones con proveedores, competidores…–, más allá de la for-ma tradicional de hacer negocios, como respuesta al incremen-to de la competencia y a los retos de la globalización.

• Las nuevas tecnologías han impactado frontalmente en todoslos aspectos de la vida de las compañías y, especialmente, en lacapacidad de poner de manera instantánea y a disposición de to-do el mundo información sobre sus actividades.

• El nuevo contexto económico ha surgido a raíz de tres crisis: lacrisis financiera mundial, la del cambio climático y la crisis de lasobreexplotación de los recursos, lo que significa que hemosutilizado más recursos naturales de los que la tierra es capaz degenerar. Según la ONU, en el año 2050 la población mundial sehabrá incrementado en más de 2.000 millones de habitantes,hasta alcanzar los 9.000 millones. La preocupación por el entor-no ha cambiado la forma de hacer negocios y las empresas de-ben aprender a hacer más con menos.

Estos extraordinarios cambios en el entorno empresarial no se hanvisto acompañados de una transformación adecuada del reportingcorporativo. Las épocas de crisis casi siempre han ido acompañadasde nuevas normativas y de nuevas obligaciones de información pa-ra las compañías. Sin embargo, estos cambios han convertido nues-tro actual sistema en más complejo y regulado que nunca, pero nohan afectado a su estructura, que sigue anclada en el pasado.

Según el estudio de PwC, los principales problemas en la manerade informar de las empresas a sus grupos de interés pueden agru-parse en cuatro grandes áreas:

• Un puzzle sin hacer. El actual sistema de reporting es como unpuzzle sin hacer, repleto de controles, de normas y obligacionesde una complejidad tal que ha perdido toda coherencia. Es unsistema formado por compartimentos estancos.

• Falta de una visión común. La calidad de la información corpo-rativa depende en la gran mayoría de los casos de la visión quecada compañía –o cada stakeholder– tiene de su utilidad. Algu-nas empresas la usan como una herramienta de marketing,otras la ven como una forma de cumplir con la legalidad e, in-cluso, de reforzar las decisiones de la dirección. Los inversores,por su parte, quieren información que les permita estimar la evo-lución futura de la compañía, mientras que otros grupos de in-terés buscan aspectos distintos de la empresa.

• Capacitación y falta de conocimiento. El actual nivel de comple-jidad y de cambio que ha sufrido el mundo de los negocios tam-bién requiere nuevas capacidades para poder entenderlo.Muchos de los que integran el sistema –directivos, inversores,reguladores, etc.– adolecen de la formación y el conocimientonecesarios de la propia normativa contable –sumamente espe-cializada– y de áreas como la información no financiera, el capi-tal intelectual, la gestión de riesgos, el talento, las emisiones decarbono… Como consecuencia, mucha de esta información,simplemente, se ignora.

• Mira hacia el pasado y no hacia el futuro. Existe una necesidadde mirar hacia el futuro y de crear un sistema que nos ayude aadelantar lo que nos espera en lugar de seguir informando delpasado.

Finalmente, el estudio dibuja algunos ejes sobre los que se debe-ría construir el reporting corporativo del mañana:

• Centrada en un conjunto de información que muestre la creaciónde valor en el largo plazo, así como los riesgos asociados. La in-formación interna que maneja el directivo debe estar alineadacon la información que se da al exterior.

• Un reporting con información relevante y accesible en el tiempo,que incentive a las empresas a comunicar lo que realmente esimportante para su presente y para su evolución futura.

• Un sistema que ayude a la toma de decisiones de los inversoresy accionistas, muestre la capacidad de las empresas de crear va-lor de forma sostenible y les permita la comparación con otrascompañías. Además, un sistema que reconozca la importanciade aquellos que tienen la responsabilidad de supervisar y revisarsu fiabilidad.

• Incentivar el cambio y la innovación a partir de la colaboración yla confianza en el sistema y en todos los actores que lo integran.

• Mayor equilibrio entre los juicios, las opiniones y el mero cum-plimiento, mediante la creación de un sistema que incentive a lasempresas y a los profesionales a dar a conocer su visión, másque a cumplir con requerimientos legales.

De cara al futuro, el informe describe una hoja de ruta que debeguiarnos a ese nuevo modelo de reporting corporativo y que inclu-ye una serie de preguntas que deberían hacerse los actuales orga-nismos supervisores: ¿Cuál es el objetivo de la información corpo-rativa?, ¿Es el propio sistema un obstáculo en sí para su modifica-ción?, ¿Existe un organismo con capacidad para supervisarlo to-do?

Por otra parte, en un estudio reciente llevado a cabo por los profe-sores Eccles y Serafim de la Universidad de Harvard 4, el primerode ellos a su vez autor de la obra de referencia One Report.Integrated Reporting for a Sustainable Strategy 5, se analiza el es-tado de la información integrada en 23 países, asociándolo a uncambio en el comportamiento de las compañías y de los inverso-res y a su mayor preocupación por contribuir a un desarrollo mássostenible. En colaboración con Sustainable Asset Managemnet(SAM) se analizaron los informes de 2.255 compañías con el fin deconocer en qué medida indicadores clave de comportamiento (KeyPerformance Indicators) y otro tipo de información narrada de ca-rácter social y ambiental se integraba periódicamente con la pre-sentación de la información financiera. Basándose en el análisisrealizado, se propone una clasificación de países en cuatro catego-rías, según las compañías presentan información integrada y losinversores tienen en cuenta la información no financiera (social yambiental) para la toma de decisiones de inversión: 1) PaísesSostenibles. 2) Países No Sostenibles. 3) Países con compañíassostenibles. 4) Países con inversores sostenibles.

En su estudio, los profesores Eccles y Serafim destacan tambiénque “el Integrated Reporting es algo más que un documento; estambién una manera de emplear la Web de las compañías para re-portar una información más integrada y detallada, proporcionandoa su vez herramientas de análisis útiles para los accionistas y de-más partes interesadas. Internet puede ser utilizado para aumentarel grado de diálogo y compromiso con todos los grupos de interés,haciendo de los informes integrados una forma eficaz no solo deescuchar (listening) sino fundamentalmente de hablar (talking)”.

Las compañías Natura, Novo Nordisk y Phillips están reconocidascomo líderes en información integrada, habiendo publicado sus in-

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4 Ver enlace http://hbswk.hbs.edu/item/6716.html

5 R.G. Eccles y M.P. Krzus (2010). One Report. Integrated Reporting for a Sustai-nable Strategy. John Wiley & Sons, Inc. Hoboken, New Jersey, USA.

6 Los informes integrados de BBVA y AECA se encuentran disponibles enwww.bbva.com y www.aeca.es

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formes integrados con datos financieros y no financieros (Am-bientales, Sociales y de Gobierno Corporativo-ESG), al menos du-rante los tres últimos ejercicios. Aproximadamente 270 organiza-ciones informantes con la guía GRI-G3 autodeclaran haber presen-tado su información corporativa de forma integrada. A partir del 1de marzo de 2010 las 450 compañías que cotizan en el Johannes-burg Stock Exchange deben registrar sus informes integrados oexplicar por qué no lo hacen. En España, BBVA y AECA han toma-do la iniciativa en este campo, publicando sus informes integradoscorrespondientes al ejercicio 2010, sumándose así a las nuevastendencias sobre transparencia informativa 6.

Sin duda, nos encontramos en una encrucijada social y económi-ca que exige a las empresas en particular y al resto de organizacio-nes en general, un mayor grado de compromiso para alcanzar loantes posible un desarrollo sostenible, sobre la base de una infor-mación corporativa integrada, estratégica, completa, relevante, en-tendible, manejable, comparable y veraz. El objetivo no es otro queaumentar la eficiencia y la confianza en el sistema que permita su-perar las carencias actuales y prevenir problemas futuros.

Con esta breve aportación se ha perseguido destacar algunos delos interrogantes existentes en la actualidad sobre la informaciónempresarial, apuntando, a su vez, algunas propuestas y experien-cias. No obstante, el debate ha de ir acompañado de la acción, lacual permita contrastar los resultados de aplicar las nuevas pro-puestas y corregir, en su caso, las desviaciones y efectos no desea-dos que pudieran producirse. Este enfoque aplicado es el que guíala propuesta de AECA en relación con un campo de tanta proyec-ción como el de la Información Integrada.

Isabel Martínez ConesaProfesora Titular de la Universidad de Murcia

Morosidad y manipulación del resultado¿mejor regulación o una nueva culturafinanciera?La actual crisis financiera nos ha permitido vivir experiencias a me-nudo duras, pero siempre aleccionadoras sobre el comportamien-to de los mercados y las empresas. Uno de los aspectos de la re-gulación financiera internacional que resulta evidente mejorar es elreconocimiento de los riesgos bancarios y la calidad del capital re-gulatorio; mejor regulación junto a la implantación de mejores sis-temas de supervisión, tanto prudencial como la disciplina del mer-cado, forman parte de un nuevo modelo (Basilea III) que apuestapor la transparencia de la información, y es ahí donde los conta-bles tenemos mucho que decir.

Se argumenta que la propensión del sistema financiero a exagerarlos ciclos económicos1 se ha visto exacerbada por la propia regu-lación financiera y contable, que mediante mecanismos como lavaloración a precios de mercado o las provisiones por deteriorotradicionales ha tendido a relajar los requisitos regulatorios en lostiempos buenos y a endurecerlos en los tiempos malos. Debido aque los créditos representan una parte muy importante del balan-ce de los bancos, resulta necesario indagar cómo la provisión pormorosidad puede haber contribuido a la crisis y cómo, a su vez, eluso de ésta para alisar resultados se relaciona con la calidad de lainformación financiera.

En este sentido, el Foro de Estabilidad Financiera (Financial Stabi-lity Forum, 2009) llama la atención a los reguladores contables pa-

ra explorar soluciones a la dotación para créditos fallidos distintaen la basada en pérdidas realizadas por su indeseable efecto pro-cíclico.

En Europa, la información contable de los bancos está adaptada alas normas internacionales de información financiera desde 2005.Abundante literatura evidencia mejoras en la calidad de la informa-ción financiera con la adopción de las Normas Internacionales deInformación Financiera (IFRS) en empresas no financieras cotiza-das, especialmente en aquellos países donde el enforcement esfuerte; a pesar del interés científico, son escasas las investigacio-nes realizadas en el sector bancario debido a que se trata de unsector altamente regulado por lo que, a menudo, los estadosmiembros introducen ruidos normativos propios de la idiosincra-sia del sistema financiero de cada país que reflejan los objetivosprioritarios del supervisor relacionados con la protección del capi-tal y reconocimiento de los riesgos, pese a los esfuerzos unifica-dores mundiales (Comité de supervisión bancaria de Basilea) y delmercado único financiero europeo (Unión Europea).

Otra dificultad proviene de que determinadas peculiaridades de laregulación de requisitos de capital exigidos en el coeficiente de sol-vencia (TIER I y TIER II) pueden tener efectos directos sobre el re-sultado y los flujos de caja reales, por lo que el estudio del alisa-miento debiera también controlar el efecto de gestión del capitalregulatorio a través de la provisión por morosidad.

La existencia de objetivos encontrados en cuanto a lo que es un re-sultado de calidad para los contables, para el supervisor bancarioy para los propios analistas bursátiles nos lleva a preguntarnos so-bre el concepto de calidad de la información financiera de los ban-cos: ¿para quién? Coincidimos con Barth y Landsman (2010)cuando sugieren la importancia de discutir cómo ambos objetivosse compaginan en los bancos y cómo contribuyen a la crisis finan-ciera a través de sus efectos sobre la prociclicidad y la efectividadde la disciplina de mercado.

La calidad del resultado se puede definir como el grado en que losresultados de una empresa reflejan la posición económica y de-sempeño real de ésta (Barth et al., 2008). La calidad del resultadoes sinónimo de calidad de información financiera, es decir, se re-conoce que una información financiera de calidad implica o condu-ce a un resultado de calidad. Por el contrario, la gestión del resul-tado se relaciona con la teoría de la agencia y la red contractual porla que los directivos alteran los informes financieros, a fin de ofre-cer una imagen acorde con los intereses sobre los resultados eco-nómicos o cuando tratan de influir en los contratos que dependende las cifras contables obtenidas.

La gestión del resultado ha sido empleada como medida de no ca-lidad en gran cantidad de estudios presentes en la literatura conta-ble desde el modelo original de Jones (1991); hasta otros mas de-sarrollados como Dechow et al. (1995); Kasznik (1999) o Kothariet al., (2005), y muchos otros trabajos posteriores que aplicandoalguna de estas metodologías introducen nuevos cuestiones de in-vestigación en su relación con la calidad de la auditoría, las carac-terísticas empresariales o el gobierno corporativo.

Son abundantes los trabajos que evidencian la mejora de calidadtras la adopción de las IFRS, pero existen otros que no encuentrantal relación. Se argumenta que la adopción de normas de calidadno implica necesariamente una reducción en la gestión del resulta-do, especialmente aquellos desarrollados en países donde el enfor-cement es débil o mercados de escasa protección del inversor. Porello, la consideración del entorno institucional es especialmenteimportante en el sector bancario, ya que el alisamiento del resulta-

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1 Conocida desde hace años como el mecanismo del ‘acelerador financiero’: agrava-miento de la situación financiera en épocas de recesión por el incremento de la do-tación a la provisión para préstamos fallidos y/o la obligación a incrementar el ca-pital por parte de los reguladores. O bien, la expansión del crédito o disminuciónde las dotaciones en épocas de bonanza.

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do varía entre países, dependiendo de variables como la proteccióndel inversor, la revelación, regulación, supervisión, estructura fi-nanciera o desarrollo financiero (Fonseca y González, 2008).

Centraremos el debate en la gestión del resultado vía dotaciones ala provisión para préstamos fallidos (Loan Loss Provisión) por elinterés derivado de la reforma propuesta por el IASB de la IAS 39,en base a la sustitución de un modelo de deterioro de pérdidas in-curridas por uno basado en pérdidas esperadas; asimismo, por laevidencia de Shaffer (2010) del mayor impacto de la dotación a laprovisión por morosidad en los ratios de capital que el provocadopor la aplicación de la contabilidad al valor razonable de las inver-siones en la reciente crisis financiera.

A consecuencia de que los directivos de los bancos tienen cierta li-bertad a la hora de determinar las dotaciones a la provisión paracréditos fallidos, de acuerdo con la Teoría de la Agencia, esta dis-crecionalidad puede ser utilizada para obtener beneficios privadosmanipulando el resultado. De aquí se deriva la posible utilizaciónde este devengo de carácter discrecional para alisar el resultado,en especial cuando se trate de la estimación de pérdidas futurasesperadas sobre operaciones actuales no fallidas.

Sin embargo, en el sector bancario parecen alinearse intereses delsupervisor bancario, de los directivos de los bancos e incluso delos inversores en mercados de capitales más proclives a resulta-dos alisados frente al concepto contable de calidad que no es con-sistente con el alisamiento. Son muchas y variadas las razones porlas que los directivos de los bancos encuentran motivación en ges-tionar el resultado y capital regulatorio; en general, son incentivosregulatorios y de mercado (Bhat, 1996). Los gerentes de los ban-cos pretenden reducir la variabilidad del resultado, pues ella essímbolo de riesgo y se refleja en precios de las acciones, tambiénmás volátiles, que influyen en las decisiones de los inversores. Setrata de que los resultados se encuentren entre los límites estable-cidos y, una vez conseguido, se pretende aumentar el nivel de re-sultados para incrementar la remuneración del directivo (Hea-ly,1985). Otros trabajos sugieren que el mantenimiento del nivel dedividendos estimula el carácter discrecional por parte de los direc-tivos (Greenwalt y Sinkey,1988), o aumentar el resultado futuro pa-ra reducir el posible despido del director (Kanagaretman et al.,2003).

La hipótesis de partida es que los bancos establecen unos objeti-vos en cuanto a niveles de resultado neto y capital regulatorio quesatisfacen a los inversores y el organismo regulador, y el mecanis-mo de provisiones genérico y específico ofrece el marco discrecio-nal oportuno para gestionarlos.

La profunda crisis financiera desde el segundo semestre de 2007implica gestión financiera y elección contable bajo un entorno derestricción crediticia y nos ha permitido evidenciar si en los ban-cos españoles durante épocas de expansión se han incrementadolas dotaciones de provisiones para préstamos fallidos, disminu-yendo durante la crisis financiera y ofreciendo así un comporta-miento anticíclico diferencial respecto al resto de bancos euro-peos. Las dotaciones realizadas en tiempos de bonanza serviríande colchón para la cobertura de las pérdidas de créditos en épocasde recesión. De hecho, al inicio de la crisis financiera se argumen-tó que la fortaleza de las entidades de depósito españolas frente asus homólogos europeos podría ser atribuida al carácter anticícli-co de la provisión genérica española propuesta por la Circular delBanco de España (CBE 4/2004, Anejo IX).

La actual reforma de la norma internacional 39 plantea la conside-ración de un modelo de estimación de dotación a la provisión pa-

ra préstamos fallidos desde un modelo de pérdidas realizadas aotro basado en pérdidas esperadas que es denominado por el IASB(2009) aproximación durante del ciclo o concretamente ‘provisióndinámica’. España ha tenido un sistema de provisiones dinámicas,estadísticas o anticíclicas desde Julio del año 2000. Con la entradaen vigor en España de las IFRS a través de la CBE 4/2004 se mo-dificó el sistema de provisiones para préstamos fallidos español deCBE 4/1991, pero se mantuvo la filosofía. No obstante, en el deba-te sobre la reforma de la IAS 39, se ha cuestionado la aproxima-ción española al no usar la información estadística para predecirlas pérdidas de crédito futuras. La aproximación actual se basa enpérdidas históricas para determinar las estimaciones de dotacio-nes a la provisión. Esto no cumple con los propósitos de informa-ción financiera propuestos por el IASB.

La provisión genérica2, tal y como se define en el anejo IX de la CBE4/2004 tiene dos componentes:

1. Montante estimado de las pérdidas inherentes a los préstamosconcedidos durante el ejercicio (αΔC t).

2. El efecto del ciclo económico en las pérdidas por morosidad es-pecíficas: es la diferencia entre el riesgo sobre la base de los da-tos históricos (β) y la morosidad aflorada durante el ejercicio.De esta forma, en época de crisis como la actual, este segundocomponente es negativo.

Dotación genérica = αΔC t + (β C t - dotación especifica t)

En definitiva, α representa el riesgo en un ciclo neutro y β el his-tórico del banco en seis grupos de riesgo definidos en el anejo IX.Hemos de tener en cuenta que la provisión genérica no tiene míni-mo, pero si máximo: 1,25 del primer componente (αΔC t) fijado porel supervisor bancario para evitar que en épocas de expansióncrezca indefinidamente produciendo unos ratios de cobertura inne-cesariamente altos (Saurina, 2009 p.15). La cuestión es si efecti-vamente la dotación a la provisión genérica responde a un modeloestadístico predeterminado o es el nivel de resultados premanipu-lados el que condiciona su nivel.

La evidencia científica soporta la tesis de alisamiento del resultadoa través de dotación a la provisión por morosidad, aunque hay re-sultados contradictorios y las metodologías son diversas. Gran nú-mero de investigaciones en bancos estadounidenses han encontra-do una relación positiva entre la dotación y el resultado antes deimpuestos y dotaciones por morosidad, evidenciando alisamientodel resultado. Desde los pioneros Ma (1988) y Greenwalt y Sinkey(1988) se ha desarrollado un modelo de estimación de los compo-nentes no discrecionales explicativos del riesgo de crédito y, portanto, de la cuantía de la dotación a la provisión por morosidad, in-corporando más y más variables que tienen que ver con el riesgode morosidad. Aunque más reducidas, otras investigaciones nohan encontrado evidencia de alisamiento.

Sin embargo, si la cuestión es si además de alisar existe un com-portamiento procíclico, encontramos que Fonseca y González,2008 y Bushman y Williams, 2009 demuestran que la dotación a laprovisión por morosidad se incrementa cuando llegan las recesio-nes económicas, evidenciando un comportamiento procíclico; loque origina que en fases de recesión se agrave la situación econó-mica y se acentúe el resultado negativo de las entidades de depó-sito. Alali y Jaggi (2010) demuestran en bancos estadounidenses

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2 La dotación genérica a realizar en cada ejercicio será igual a (i) la suma del resul-tado de multiplicar la variación en el periodo del importe de los préstamos de ca-da clase de riesgo por el parámetro α que les corresponda, más la diferencia en-tre (ii) el importe total de las operaciones incluidas en cada una de las clases deriesgo al final del período (Ct) por su correspondiente parámetro β‚ menos (iii) elimporte de la dotación neta para cobertura específica global realizada en el perio-do. Los parámetros α y β tienen en cuenta la pérdida inherente histórica y los ajus-tes para adaptarlos a las circunstancias económicas actuales (Anejo XI CBE4/2004).

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que durante el periodo de crisis 2007-2008 se ha incrementado elalisamiento del resultado a través de la dotación a la provisión pormorosidad.

En entidades de depósito españolas, Anandarajan et al. (2003) enel periodo 1986-1995 y Pérez et al. (2008) en el periodo 1986-2002, evidencian alisamiento del resultados. Sin embargo, Pérez etal. (2008), durante el periodo 1986-2002, no encuentran diferenciasignificativa en la magnitud de alisamiento entre periodos de ex-pansión y recesión para el caso español; sin embargo, su periodomuestral limita significativamente el analizar este aspecto.

Hemos analizado si los bancos y cajas españoles alisan el resulta-do en el periodo 2005-2009, examinando si la actual provisión di-námica del BdE tiene realmente un efecto anticíclico que permitereducir el impacto de la dotación para insolvencias en tiempos decrisis 3. Los resultados muestran que el poder explicativo del mo-delo explicativo del riesgo de insolvencia es alto y sus hallazgosson coherentes con los de la literatura previa. Se confirma que lasentidades de depósito españolas alisan el resultado a través de ladotación a la provisión por morosidad en el periodo 2005-2009.Ello indica que los gerentes de las entidades incrementan el gastoesperado por insolvencias cuando el resultado es alto y lo dismi-nuyen cuando éste es bajo. Además, implica que los criterios delanejo IX de la CBE 4/2004 no son los utilizados en la práctica en ladotación a la provisión por morosidad, ya que no encontramosasociación con el incremento de las operaciones de crédito duran-te el ejercicio ni con el saldo de la provisión en el ejercicio anterior,ni por el nivel de riesgo del banco; depende básicamente de los ni-veles de resultado premanipulados con el objetivo de reducir la vo-latilidad del resultado para transmitir estabilidad a los inversores.

Encontramos evidencia significativa de que durante el periodo decrisis financiera los gerentes incrementan la dotación para créditosfallidos más que proporcionalmente, por lo que el alisamiento esasimétrico, representando un esfuerzo muy superior en tiempos decrisis, coherente con el incremento efectivo de la morosidad. No-sotros sugerimos varios factores que explican estos hallazgos.

Aunque la provisión genérica española tenga carácter anticíclico,como la estimación del deterioro de la cartera de activos financie-ros es calculada en base a los niveles de riesgo históricos, y a loque se añade el efecto de dos crisis simultáneas, financiera e in-mobiliaria, ha originado que no se dotaran las suficientes dotacio-nes en periodos de bonanza para afrontar un riesgo de crédito tanelevado. De ahí que en el periodo de crisis se incremente la dota-ción a la provisión por morosidad en mayor medida. Así mismo, eltecho establecido para la provisión genérica en 1,25 de los activosponderados por riesgo, también reduce su capacidad.

En segundo lugar, el comportamiento actual de los gerentes esconservador, y una vez que los grandes bancos españoles han re-montado su resultado, tienden a hacer una cobertura de las pérdi-das por morosidad para transmitir fiabilidad sobre su solvencia.

En tercer lugar, en tiempos de crisis se contrae la concesión de loscréditos y los préstamos que se conceden son de mayor calidad,lo que sugiere una disminución de la dotación a la provisión pormorosidad. Por ello, la variable ‘incremento en el total de présta-mos’ resulta ser no significativa en el modelo, al no guardar cohe-rencia con la obtención de mayores dotaciones en tiempos de cri-sis, por la mayor preponderancia en esta época de la provisión es-pecífica. Aunque básicamente la no relación entre la dotación a laprovisión por morosidad y el incremento en el total de préstamosentendemos que puede deberse a que la provisión por morosidadgenérica en la práctica se dota no en función del volumen de cré-

ditos concedidos, sino en función del nivel de resultados al final delaño.

En definitiva, la provisión dinámica española con carácter anticícli-co pone de manifiesto una serie de limitaciones para el IASB; sureconocimiento temprano de las pérdidas de crédito no usa la in-formación estadística para predecir las pérdidas de crédito futuro,sino que se basa en información histórica. Además esta provisión,pese a que puede ayudar a mitigar la prociclicidad, evidenciamosque no consigue mitigarla por completo, al basarse simplementeen un alisamiento aceptado y reconocido, sin que otros criteriosentren en más debate que la pura literatura del Anejo IX.

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3 Martínez, I; Arnau, C; Palacios, y M Soto., 2011: Efecto de la crisis financiera en elalisamiento del resultado a través de las provisiones por morosidad. Factores ex-plicativos tras la reforma normativa CBE 4/2004. XVI Congreso de AECA. Granada.2011.

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José Ignacio Martínez ChuriaqueCatedrático de UniversidadPresidente del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas

Control y transparencia del sectorpúblico españolEl Convenio del Consejo de Europa sobre el Acceso a los Docu-mentos Públicos, de junio de 2009, entre sus considerandos des-taca la importancia de la transparencia de las autoridades públicasen una sociedad democrática y pluralista o la declaración de quetodos los documentos públicos son en principio públicos y sola-mente pueden ser retenidos para proteger otros derechos e intere-ses legítimos. Además, el ejercicio del derecho de acceso a los do-cumentos públicos:

i) proporciona una fuente de información para el público;

ii) ayuda al público a formarse una opinión sobre el estado de lasociedad y sobre las autoridades públicas;

iii) fomenta la integridad, la eficacia, la eficiencia y la responsabi-lidad de autoridades públicas, ayudando así a que se afirme sulegitimidad.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 29 de julio el Antepro-yecto de Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.El adelantamiento del fin de la actual legislatura impide su tramita-ción parlamentaria y añade un elemento más al desordenado pro-ceso de modernización de la administración pública española.

El objetivo que se persigue es regular el derecho de acceso de losciudadanos a la información pública. Este nuevo derecho se con-vierte en un poderoso mecanismo que promueve y refuerza latransparencia en la actuación administrativa. Quedan obligadas afacilitar la información, ‘elaborada o adquirida’, utilizando diferen-tes canales (oficinas de atención presencial o telefónica, puntos deacceso electrónico, etc.) los gobiernos, nacional o autonómicos,las entidades que integran la Administración del Estado, de las Co-munidades Autónomas y de los municipios (así como sus entida-des de derecho público dependientes), así como otros organis-mos, entre los que se encuentran el Tribunal de Cuentas y las ins-tituciones autonómicas análogas (Organismos de Control Externou OCEX).

La información a facilitar es toda aquella que ‘sea solicitada conmayor frecuencia’. Y citadas expresamente aparecen, entre otras:la información económica y estadística, la relación de las subven-ciones públicas concedidas, con indicación de su importe y bene-ficiario; la relación de convenios que se celebren con otras Admi-nistraciones públicas y sujetos privados; la relación de los contra-tos adjudicados, con identificación del importe, objeto del contra-to, procedimiento seguido, adjudicatario y plazo de ejecución; larelación de informes, estudios o trabajos de investigación realiza-dos con indicación del objeto; la persona o entidad responsable delencargo y el coste; la relación de las subvenciones públicas conce-didas, con indicación de su importe y beneficiario; los datos obje-tivos y fiables que permitan la investigación, la evaluación, la com-paración y el análisis del funcionamiento y la calidad de los servi-cios públicos, así como de la incidencia social de las políticas pú-blicas, etc.

Pues bien, cuando en la próxima legislatura el Parlamento apruebeuna Ley de Transparencia, deberá tener en cuenta que el problemapendiente de la democracia española, en este ámbito, no es solo el

de acceso a la información económica de las entidades públicas,sino que además ésta debe ser creíble, fiable. Es decir, que no haytransparencia en el sentido moderno del término, sin la opinión deun órgano de control externo sobre la actuación económico finan-ciera de las entidades que integran el sector público. Es el informede una Entidad de Fiscalización Superior (EFS) u OCEX (Tribunal deCuentas y órganos autonómicos equivalentes) el que ofrece unaseguridad razonable de que las cuentas y demás documentacióncontable representan adecuadamente la situación de la entidad yde que su actividad se ha realizado sometiéndose al principio de le-galidad.

En economía de mercado no se acepta que una gran corporación ola matriz de un grupo de sociedades afirmen que son transparen-tes porque su página digital corporativa permita al inversor el ac-ceso a las cuentas anuales preparadas por los administradores.Con independencia de que puedan acreditar que sus servicios decontrol interno y auditoría interna están correctamente implanta-dos y que se basan en las mejores prácticas, si sus cuentas anua-les no se someten al criterio de un auditor externo e independien-te éstas no son creíbles por los agentes que operan en los merca-dos. Los tres anillos del control son los mecanismos con los quese han dotado las organizaciones privadas modernas para garanti-zar una correcta protección y salvaguarda de sus bienes y dere-chos, reducir los problemas de corrupción y producir una informa-ción económica que sirva para enjuiciar la actuación de sus órga-nos de dirección con una relativa rapidez. Si los tres objetivos sesuponen satisfactoriamente alcanzados por las entidades de nego-cio, la pregunta que surge es si su traslación a las entidades delsector público produciría similares resultados o mejoraría la situa-ción actual de éstas.

La respuesta no es nada fácil. La opinión del auditor privado exter-no e independiente posee una redacción estándar, fácilmente com-prensible. Es solicitada por los socios, incluso por mandato legal,como medio de defensa de sus intereses y de los de terceros, po-see una autoridad y un papel aceptados por los agentes afectadosque facilita las relaciones con el regulador del mercado financiero,con el sistema crediticio, etc. El informe de regularidad de una EFS(auditoría financiera y cumplimiento de legalidad) es complejo e in-terpretable por un reducido número de expertos; no se envía direc-tamente a los propietarios de los entes públicos –los ciudadanos–,sino a sus representantes en el parlamento, donde los grupos queen él operan algunas veces reducen su utilidad a un elemento másde la contienda partidista, llegando a cuestionar, si es necesario, laindependencia del órgano por razones de nombramiento y de per-manencia en el cargo; la información sobre incumplimientos de le-galidad no conduce a una exigencia de responsabilidades (no pe-nales) que impida sus sistemática reproducción; la propuesta demedidas de mejora de gestión no posee un marco de seguimiento;etc. Sin duda, una actuación parlamentaria diferente, centrada enanalizar y evaluar las medidas tomadas por el ente fiscalizado, so-bre los incumplimientos y deficiencias que figuran en el informe defiscalización mejoraría la situación actual.

Ahora bien, una primera medida fácil de considerar requiere uncambio en la cultura política imperante. El debate parlamentariopor excelencia es el que conduce a la aprobación del presupuesto,porque él fija el conjunto de recursos disponibles por el poder eje-cutivo para alcanzar sus fines. Es sabido que el informe de regula-ridad del OCEX no se realiza sobre ese presupuesto aprobado, si-no sobre la liquidación del mismo, documentos anexos y las cuen-tas anuales. El informe ayuda a comprender lo que los responsa-bles del ente han hecho y debería considerarse un elemento másen el juicio que merece su actuación y la base de exigencia de res-ponsabilidades correspondientes (políticas, administrativas; nopenales), pero su debate se realiza en un momento político que,

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generalmente, no goza de relevancia parlamentaria y social. La vi-sibilidad de la opinión del Tribunal de Cuentas y del resto de OCEXes muy baja por este motivo.

El gran problema del control externo de las entidades públicas es-tá relacionado con la falta de proporcionalidad existente entre losrecursos de las EFS y la dimensión del sector público. Éste está in-tegrado por tres administraciones (central, autonómica y local).Cada una de las cuáles consta de tres subsectores:

i) El Administrativo, que incluye además de la Cuenta de la Admi-nistración de la que se trate a los organismos autónomos.

ii) El empresarial, que incluye a las sociedades mercantiles públi-cas. Adquieren ésta condición cuando se posee más del 50%del capital (administraciones central y autonómicas) o el 100%del mismo (administración local).

iii) El fundacional, que incluye a las fundaciones públicas (sic) y alas asociaciones y entidades no lucrativas.

A este sencillo esquema habría que incorporar un amplio abanicode instituciones, como son las universidades públicas o las man-comunidades, etc., y de entes instrumentales: empresas municipa-les con capital mayoritario público; sociedades mercantiles y fun-daciones con capital público 100% o mayoritario, pero que el entefiscalizado no posee una participación mayoritaria (entidades mix-tas), las agencias y los observatorios (dotados de personalidad ju-rídica), fundaciones ‘privadas’ con dotación pública, etc.

Son 20.000 entidades aproximadamente las que conforman el sec-tor público español. Cifra suficientemente significativa de un pro-blema que no se tendría que haber generado y que se explica porlo que se ha denominado la ‘huída del derecho administrativo’, (noaplicación de las normas de contratación públicas en contratos deadjudicación de obras, bienes o servicios; contratación de emplea-dos públicos, sin respetar los principios de igualdad, mérito y ca-pacidad; política de retribución de trabajadores públicos, sobre to-do en las sociedades públicas; etc.) y la ‘huída de la contabilidadnacional’ (entes instrumentales creados para evitar que computenel déficit o el endeudamiento).

Evidentemente, la mayor parte del gasto público, el correspondien-te a la administraciones central y autonómicas, sí está sometido aunos controles similares a los que rigen en las organizaciones mo-dernas: control y auditoría internos, realizados por los diferentesservicios de intervención, y fiscalización externa realizada por elTribunal de Cuentas y sus equivalentes órganos autonómicos. Lasfirmas privadas de auditoría colaboran unas veces por mandato le-gal, caso de las sociedades mercantiles públicas, y otras medianteconvenios cuando la insuficiencia de medios públicos así lo haaconsejado. Es cierto que sigue existiendo un problema residualimportante: algunas entidades que se financian con fondos públi-cos y que son ‘poderes adjudicadores’ según la doctrina de laUnión Europea, pueden quedar fuera del presupuesto del ente fis-calizado (fundaciones y asociaciones junto a otros entes instru-mentales).

No se puede afirmar lo mismo respecto de la administración local.Pese a que entre los ciudadanos existe la creencia generalizada deque las cuentas de los ayuntamientos están sometidas a controlexterno, lo cierto es que los datos reales son espectaculares: nollegan al 2% los municipios españoles que presentan sus cuentasauditadas y no alcanza el 5% de los entes municipales (sociedades,fundaciones, mancomunidades, consorcios, etc.) los que han pre-sentado sus cuentas verificadas externamente.

El mecanismo de control clásico en los ayuntamientos descansa enla actuación de los interventores cuyo modus operandi se ha mo-

dificado radicalmente. Hay factores que condicionan negativamen-te el ejercicio de la función de control interno en una entidad local.Por un lado, la dependencia excesiva de los interventores de losórganos gestores (provisión de puestos de trabajo, retribución, ré-gimen disciplinario, etc.), eludiendo los mecanismos que teníanque haber reforzado su independencia. Por otro lado, existe unproblema no resuelto correctamente, como es la falta de segrega-ción de funciones. El interventor en algunos casos practica una do-ble actuación, como gestor y como fiscalizador, y en los ayunta-mientos de menos de 5.000 habitantes, la figura que existe es ladel secretario-interventor, cargos que son incompatibles entre sí,desde el punto de vista del control.

Además, hay que considerar el radical cambio de las tareas de laintervención municipal. De un control preventivo, caracterizadopor una fiscalización previa total, se ha pasado a una intervenciónlimitada (control interno) que si bien agiliza la fiscalización de la le-galidad en la ejecución presupuestaria, implica que no se puedeafirmar que todos los actos están sometidos a intervención. Porello, es necesario el control ex-post, el control financiero que figu-ra en la normativa, que exige la aplicación de procedimientos deauditoría interna (escasamente implantado en la práctica y conabundantes ejemplos de colaboración de firmas de auditoría).

Esta situación real de los ayuntamientos abre el debate sobre si de-bería instaurarse con carácter general un control externo. Es decir,si el mismo ayudaría a mejorar la transparencia del sector públicolocal introduciendo elementos de eficacia en la gestión pública yuna mejor lucha contra el fraude. Las opiniones no son coinciden-tes ni la voluntad política tampoco. Solo se invoca la necesidad deauditoría cuando ha habido un cambio de color político. Pero talnecesidad no se incorpora a una norma de derecho positivo, bienuna ley municipal o una ley de auditoría pública. Existen en nues-tro entorno modelos diferentes. La adopción de cualquiera de ellosparece mejor solución que nuestra actual indignación con las insu-ficiencias de control de los fondos públicos gestionados por lashaciendas locales.

Formación auditores privados

Horacio Molina SánchezMarta de Vicente LamaJesús N. Ramírez SobrinoProfesores de ETEA (Centro adscrito a la Universidad de Córdoba)

Los arrendamientos desde el punto de vista de los arrendadores

Introducción

La reforma del tratamiento contable de los arrendamientos en laregulación internacional está siendo un proceso que no está resul-tando sencillo. Tras el inicio del proceso en 2006, con la recepcióndel tema en la agenda de modificaciones de la Norma Internacionalde Contabilidad (NIC) nº 17 (Arrendamientos) se ha incorporado a

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la agenda de convergencia entre la regulación del Financial Ac-counting Standard Board (FASB) y del International AccountingStandards Board (IASB).

El Borrador que ha sido objeto de análisis hasta la fecha fue emiti-do en agosto de 2010 (ED/2010/9) y se fundamenta en las res-puestas recibidas a un Preliminary Views publicado en marzo de2009. El Borrador aborda el tratamiento de los arrendamientosdesde la perspectiva de los arrendatarios y de los arrendadores,siendo sus objetivos fundamentales: aflorar la deuda que asumenlos arrendatarios cuando firman contratos no revocables de arren-damiento; así como simplificar la doble clasificación vigente en laactual NIC 17, entre arrendamientos operativos y financieros, cla-sificación que ofrece a las empresas la oportunidad de estructurarlas operaciones con el objetivo de conseguir determinados efectos,más allá del fondo real de la operación. El impacto de la activaciónde los arrendamientos operativos y, por consiguiente, del recono-cimiento de las deudas en las compañías cotizadas españolas pa-ra el ejercicio 2005, implica una infravaloración de los primeros enun 7,8% y de un 11,03% en los segundos (Barral, Gómez y Molina,2006).

En nuestra opinión, la reforma propuesta supone considerar queya no es necesario que la transferencia de riesgos y ventajas abar-que toda la vida del activo (por ejemplo, se incorporarán activoscontrolados mediante arrendamientos cuyo plazo alcance una par-te no relevante de su vida útil), aunque sí debe suponer la transfe-rencia de todos los riesgos y ventajas asociados al activo. Por es-te motivo, quedan excluidos del alcance de la norma los contratosen los que el arrendatario se compromete a pagar, como precio delarrendamiento, un precio fijo o el precio de mercado del output ge-nerado por el activo ya que, en ese caso, es el arrendador el quemantiene todos los riesgos y ventajas derivados del activo (IASB,2010: párrafo B4.c). Este cambio supone una evolución del con-cepto de activo, considerándolo como un conjunto de servicios fu-turos que pueden ser transferidos. La contrapartida implica reco-nocer un pasivo por el compromiso derivado del contrato firmado,siempre que sea irrevocable, dado que el IASB entiende que es unaobligación actual, derivada de un suceso pasado cuya cancelaciónimplicará el sacrificio de flujos de caja futuros. El valor de este pa-sivo era conocido por los analistas, pues las normas internaciona-les de contabilidad vigentes exigen revelar en la Memoria los com-promisos derivados de los contratos de arrendamiento irrevoca-bles.

La razón de ser de este cambio en la regulación parece sustentar-se en la importancia de que los arrendatarios reconozcan estos pa-sivos en sus estados de posición financiera. De hecho, una de lascuestiones planteadas en el Preliminary Views era la convenienciade circunscribir la reforma solo al tratamiento de los arrendatarioso implicar también a la contabilización de los arrendadores. La so-lución final ha sido abordar ambas partes de la transacción, lo queimplica tener en cuenta la relación de esta norma con otras comoson la de inversiones inmobiliarias (NIC 40) y la de ingresos (NIC18), que también está siendo objeto de reforma.

Pues bien, la reforma propuesta y sujeta a comentarios durante lasegunda mitad de 2010 proponía un tratamiento diferente para losarrendatarios y para los arrendadores. Básicamente, en el caso delos arrendatarios, consistía en el reconocimiento de un activo y unpasivo por el valor actual de las cuotas a pagar; mientras que en elcaso de los arrendadores se planteaban dos modelos diferentes:uno que lo considera un contrato ejecutorio (performance obliga-

tion approach), si no se transfieren todos los riesgos y ventajas, yotro que lo considera como baja de activo (derecognition appro-ach), coherente con el tratamiento de los arrendatarios, si se hu-biese producido la transferencia de riesgos y ventajas con el con-trato de arrendamiento. En definitiva, un lío conceptual monumen-tal.

Tras las respuestas recibidas a esa propuesta y tras las deliberacio-nes en una intensa agenda de trabajo del IASB y el FASB a lo largode 2011, en la última reunión conjunta han consensuado un únicotratamiento para los arrendadores, dejando un enfoque concep-tualmente consistente con el abordado para los arrendatarios; esdecir, considerarlo como una baja de activo. Este breve artículopresenta los argumentos presentados hasta llegar a esta soluciónque está interrelacionada con el concepto de ingresos y que puedeafectar a las soluciones aportadas por otras normas como la NIC40 sobre inversiones inmobiliarias.

El doble tratamiento propuesto para los arrendadores

El Borrador de la norma de Arrendamientos (IASB, 2010) prevédos posibles modelos de gestión del activo arrendado y, consi-guientemente, dos tratamientos contables diferentes. La distinciónse fundamenta conceptualmente en la transferencia de riesgos yventajas del activo desde el arrendador al arrendatario. Si los ries-gos son transferidos, el arrendador debería emplear el modelo debaja del activo (derecognition approach), mientras que si los ries-gos y ventajas no son completamente transferidos debe emplear-se el modelo de obligación de ejecución (performance obligationapproach). En el modelo de obligación de ejecución, las obligacio-nes sustanciales del arrendador no culminan con la puesta a dis-posición del activo al arrendatario, por lo que no procedería el re-conocimiento del resultado de dicha transferencia hasta que no sefuese efectuando dicha transferencia, mientras que en el modelode baja del activo, la transferencia de riesgos y ventajas implicaríael reconocimiento del resultado por parte del arrendador.

Por lo tanto, en el modelo de baja del activo, el arrendador daría debaja el activo subyacente por la proporción de los servicios trans-feridos al arrendatario, reconociendo una cuenta a cobrar por el va-lor actual de los cobros a recibir; la diferencia entre ambos impor-tes sería el resultado de la transferencia del derecho de uso del ac-tivo arrendado. Asimismo, se reclasificaría la parte proporcionaldel activo subyacente que mantiene el arrendador (activo residual)a una cuenta diferenciada del resto de activos que se controlan ac-tualmente (IASB, 2010: párrafo 46), dado que éste no se controla-rá hasta el término del contrato. Por su parte, en el modelo de obli-gación de ejecución, el arrendador mantendría el activo subyacen-te en su estado de posición financiera y reconocería una cuenta acobrar por el valor actual de los cobros futuros y, ya que no ha sa-tisfecho completamente su obligación con la puesta a disposicióndel activo, un ajuste por periodificación de pasivo a largo plazo(obligación de ejecución) por los servicios contratados y no pres-tados.

Dado que el principio que subyace en la propuesta de norma sobrearrendamientos es similar a la regulación de la actual NIC 17, la re-forma planteada no supone un gran avance sobre la contabilizaciónde los arrendadores, como algunos comentaristas al Borrador hanhecho notar. El modelo de baja del activo es equivalente al trata-miento de los arrendadores en el caso de arrendamientos financie-ros, mientras que el de obligación de ejecución presenta unos re-sultados similares en la cuenta de pérdidas y ganancias a losarrendamientos operativos, si bien en el estado de posición finan-ciera implica reconocer dos veces el activo (como activo subya-cente y como cuenta a cobrar), motivo por lo que ha sido cuestio-nado en algunas cartas de comentario, para lo cual se ha propues-to que se presente en el estado de posición financiera el efecto ne-

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to entre la cuenta a cobrar y el ajuste por periodificación de pasivo(IASB/FASB, 2011b: párrafo 35-36).

Valoración inicial y posterior de los arrendadores

La valoración inicial y posterior presenta sus particularidades encada uno de los modelos.

El modelo de obligación de ejecución supone el reconocimiento deuna cuenta a cobrar que inicialmente se valora por el valor actualde los cobros futuros, descontados al tipo de interés que carga elarrendador en este tipo de operaciones más el importe de los cos-tes iniciales y, por otra parte, el reconocimiento de un ajuste porperiodificación de pasivo. Al cierre del ejercicio, se incorpora a lacuenta a cobrar el interés devengado en el periodo utilizando uncriterio financiero (coste amortizado) y se transfiere el ajuste porperiodificación con abono a ingresos siguiendo el patrón de gene-ración de ingresos del activo subyacente, en caso de que se pudie-ra determinar de forma fiable, o de forma lineal en caso contrario.

El modelo de baja del activo admite dos variantes en función deltratamiento del activo subyacente. Por un lado, el modelo de bajacompleta del activo, en el cual se da de baja el activo subyacentecomo tal y se reconoce un derecho a percibir el activo residual trasel contrato. Al valorar el activo residual por su valor razonable sereconocerían no sólo las ganancias de la porción de activo subya-cente arrendado, sino también las de la parte residual, lo que im-plica a juicio del Consejo del IASB un adelantamiento en el recono-cimiento de los resultados. Supongamos un activo con una vida de50 años que es alquilado por 3 años, en este modelo se reconoce-rían las ganancias por la diferencia entre el valor contable del de-recho de uso durante 3 años y el valor actual de los cobros futu-ros pactados durante ese periodo más la diferencia entre el valorresidual a valor contable y el valor residual a valor razonable.

Por otro, está el modelo de baja parcial del activo, según el cual seda de baja la parte del activo subyacente arrendado, lo que es másconsistente con el modelo de derecho de uso prescrito para losarrendatarios (IASB, 2010: BC101). La proporción de baja del acti-vo subyacente se obtiene relacionando el valor actual de los cobrosfuturos con el valor razonable del activo subyacente. El Borrador sedecantó por el modelo de baja parcial, dejando el valor del activoresidual congelado. Esta posición generó un voto particular de unode los miembros del Consejo que consideraba que el activo resi-dual debería incrementar su valor a lo largo del contrato, pues dis-minuye la rentabilidad del arrendador durante el contrato (quizásestá pensando en los arrendamientos de bienes inmuebles) y pro-picia la recogida de beneficios concentrada tras el contrato (IASB,2010: AV11).

El desenlace: la baja del activo

En julio de 2011, el Consejo del IASB ha tomado la decisión de in-corporar un solo modelo de contabilización del arrendamiento porparte de los arrendadores en el nuevo Borrador de Arrendamientosque se volverá a emitir en el último trimestre de 2011 (IAS/FASB:2011a).

Según reconoce el propio personal del IASB (IASB/FASB, 2011b:párrafo 12), el modelo de baja del activo es preferido por un 64%de las cartas de comentario recibidas al Borrador de Norma frentea un 9% que preferirían el modelo de obligación de ejecución; elresto, un 27%, preferiría mantener el tratamiento contable actualprevisto en la vigente NIC 17. Las cartas procedentes de países queaplican IFRS se decantan especialmente por el modelo de baja delactivo, mientras que en el ámbito de los USGAAP se decantan enigual medida por el actual modelo de la NIC 17 (45% de cartas pro-cedentes del entorno USGAAP que por el modelo de baja del acti-vo (43% de las cartas).

Esta decisión establece un tratamiento simétrico de los contratosde arrendamiento por parte de arrendatarios y arrendadores, sibien no tienen por qué coincidir los límites para reconocer unadeuda con los existentes para reconocer un ingreso y el derechocorrespondiente (IAS/FASB, 2011b: párrafo 33); sin embargo, en elcaso de los contratos de arrendamiento los Consejos han entendi-do que se presenta esa simetría, dado que se produce la transfe-rencia de riesgos y ventajas en un caso y en otro.

El modelo que actualmente se está estudiando proponer se ha de-nominado ‘de cuenta a cobrar y activo residual’ (receivable and re-sidual approach). La principal novedad respecto al modelo de bajadel activo se encuentra en que el activo residual incrementa su va-lor a lo largo del contrato, utilizando el tipo de interés empleado pa-ra actualizar los cobros, dado que se trata como un activo financie-ro: el derecho a recuperar el uso de un activo (IASB/FASB, 2011b:párrafo 49b). La alternativa que se estudió fue medir el activo resi-dual por el valor razonable, tal y como se contempla en la contabi-lización de los arrendamientos financieros bajo la NIC 17 pero,aunque ofrecería una mejor información para los usuarios, rompe-ría con la lógica de que esa parte del activo subyacente no ha sidovendida. De facto, implicaría decantarse por el modelo de bajacompleta del activo que ya había sido rechazado por ambos orga-nismos (IASB/FASB, 2011b: párrafos 47-48). El cálculo del valorresidual es una cuestión relevante en determinados arrendamien-tos en los que su importe es significativo ya que, en función de có-mo se determine, se estarán adelantando o posponiendo los bene-ficios, por lo que parece razonable la coherencia en su estimacióncon el proyecto de norma sobre ingresos.

Implicaciones en la norma de inversiones inmobiliarias

Dada la importancia que tiene el valor residual en las cuestiones devaloración, éste se vuelve un tema más significativo en los arren-damientos de activos de larga duración, entre los que se encuen-tran los arrendamientos de inmuebles. Estos activos objeto dearrendamiento son regulados en la NIC 40, donde se permite la va-loración posterior a coste menos amortización o a valor razonable,si bien este último criterio es el preferido por los analistas del sec-tor (IASB, 2010: BC56). En la misma línea, la decisión provisionaldel FASB (2011), en su proyecto de norma sobre inversiones in-mobiliarias, es medirlos a valor razonable.

Las inversiones inmobiliarias son activos arrendados con ciertasparticularidades, siendo quizás la más significativa que son activosde larga duración que a menudo se aprecian (IASB/FASB, 2011b:párrafo 18.a y 23) y este es un factor que se considera en el mo-delo de negocio de estos arrendamientos. El valor razonable de lainversión inmobiliaria es un mejor indicador del valor residual(IASB/FASB, 2011b: párrafo 24; IASB/FASB, 2010: par 11.b).

Por otra parte, el importe de la renta es utilizada en los modelos devaloración de las inversiones inmobiliarias por parte de los usua-rios (IASB/FASB, 2011b: párrafo 24; IASB/FASB, 2010: párra-fo11.a). Los analistas obtienen el Net Assets Value utilizando lasrentas descontadas del Net Operating Income. Esta información noaparecería tal cual en el modelo de baja del activo, ya que lo susti-tuiría por el ingreso financiero de la cuenta a cobrar y el resultadoque surgiría en el momento de la puesta a disposición del activo alarrendatario.

Algunos preparadores han argumentado que el modelo de cuentaa cobrar y valor residual es difícil de aplicar en las inversiones in-mobiliarias por su carácter divisible (por ejemplo, centros comer-

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ciales, en los que sería preciso asignar los espacios comunes a ca-da uno de los contratos) (IASB/FASB, 2011b: párrafo 18.c y 23);sin embargo, al valorar los inmuebles se determina un valor pormetro construido. Los metros construidos incluyen la parte pro-porcional de las zonas comunes del inmueble y los porcentajes departicipación en el conjunto inmobiliario, por lo que tal asignaciónno debería ser una dificultad (IASB/FASB, 2011b: párrafo 94).

Adicionalmente, el modelo es de difícil aplicación, debido a que esfrecuente que los activos inmobiliarios sean arrendados múltiplesveces y a múltiples arrendatarios a lo largo de su vida útil(IASB/FASB, 2011b: párrafo 18.b).

Los defensores del único tratamiento con independencia del tipode bien arrendado subrayan que existe un componente financieroen el establecimiento del precio de los contratos de arrendamientoinmobiliarios consistente en la recuperación de la inversión a lolargo de su vida más la rentabilidad exigida (IASB/FASB, 2011b:párrafo 20).

La especialidad de este tipo de activos ha llevado a excluirlos delámbito de aplicación de esta norma, siempre y cuando se valorenpor el modelo de valor razonable, dado que la información queofrecen los estados financieros con ese modelo se considera másútil que la que reflejaría el modelo propuesto para los arrendamien-tos. La exigencia del modelo de valor razonable a las inversionesinmobiliarias para excluirlas del ámbito de la norma de arrenda-mientos se justifica en la preferencia de los analistas inmobiliarios(usuarios) por el conocimiento del valor razonable de estas inver-siones; sin embargo abrirá más la brecha entre el modelo de cos-te y el modelo de valor razonable en la NIC 40 lo cual, en nuestraopinión, debería llevar a eliminar tal opción contable o a aplicar loscriterios de arrendamientos a todos los tipos de bienes, o muchomejor, ambas posibilidades.

Conclusión

La reforma de arrendamientos supone un cambio sustancial en sutratamiento, lo que ha generado un intenso debate en torno a lamisma, especialmente, por su repercusión en los estados de posi-ción financiera de los arrendatarios. La evolución del proyecto hallevado al IASB y al FASB a proponer un nuevo Borrador de normaque se presentará en el último trimestre del año 2011 para que seasometido al proceso de audiencia pública y recepción de comenta-rios. Entre los cambios más relevantes que se esperan se encuen-tra el tratamiento del arrendamiento por los arrendadores, pasan-do de un doble modelo (baja del activo y obligación de ejecución)a un único modelo de cuenta a cobrar y activo residual, muy pró-ximo al modelo de baja de activo propuesto en el Borrador de2010.

La coherencia conceptual entre el tratamiento de los arrendamien-tos por los arrendadores y la norma de ingresos es uno de los re-tos con los que se enfrenta la norma; la otra es buscar la coordi-nación con la norma sobre inversiones inmobiliarias, que no dejande ser una especialidad de activos arrendados. Por eso no es deextrañar que la cuestión de la aplicación general de los criteriosdesarrollados para cualquier arrendamiento aparezca con cierta re-gularidad (reunión de enero de 2010 y de julio de 2011). Sin em-bargo, la reforma de la norma de arrendamientos ya genera sufi-ciente polémica como para introducir el debate con las compañíasinmobiliarias.

ReferenciasBarral, A., Gómez, I, Molina, H. (2006), “Impacto de la propuesta de re-

forma internacional sobre arrendamientos”, Revista AECA 76, pp. 31-38.

FASB (2011), Investment Properties Summary of Decisions ReachedMeeting 6 June 2011. Disponible en: http://www.fasb.org/jsp/FASB/FASBContent_C /ProjectUpdatePage&cid=1176156713837.

IASB (1997), “International Accounting Standard 17, Leases”. InternationalFinancial Reporting Standards 2006, pp. 969-996. Ed. IASB, Londres.

IASB (2009), Preliminary Views. Leases. DP/2009/1. March. Ed. IASB, Lon-dres. Disponible en: http://www.ifrs.org/Current+Projects/IASB+Projects/Leases/DPMar09/DP.htm.

IASB (2010), Exposure Draft. Leases. ED/2010/09. August. Ed. IASB,Londres. Disponible en: http://www.ifrs.org/Current+Projects/IASB+Projects/Leases/ed10/Ed.htm.

IASB/FASB (2010) Agenda Paper 9D. Lessor Accounting-InvestmentProperties. Meeting 13 January 2010. Ed. IASB, Londres. Disponible en:http://www.ifrs.org/Current+Projects/IASB+Projects/Leases/Meeting+Summaries+and+Observer+Notes/IASB+FASB+January+2010.htm.

IASB/FASB (2011a) Meeting Summary. Meeting 18 July 2011. Ed. IASB,Londres. Disponible en: http://www.ifrs.org/Current+Projects/IASB+Projects/Leases/Meeting+Summaries+and+Observer+Notes/IASB+July+2011.htm.

IASB/FASB (2011b) “Agenda Paper 5G. Lessor Accounting” Meeting 18July 2011. Ed. IASB, Londres. Disponible en: http://www.ifrs.org/Current+Projects/IASB+Projects/Leases/Meeting+Summaries+and+Observer+Notes/IASB+July+2011.htm.

José Mariano MonevaCatedrático de la Universidad de ZaragozaCoordinador de la Comisión de RSC de AECA

La verificación de la información sobre responsabilidad social

Relevancia y credibilidad de la información sobre responsabilidad social

El inicio del siglo XXII ha venido acompañado por el progresivo in-cremento en la publicación de informes que reflejan el desempeñoen materia de responsabilidad social de las organizaciones (RSO).El desarrollo de estos informes se ha realizado fundamentalmentesiguiendo la Guía para la elaboración de informes de sostenibilidadde la Global Reporting Initiative (GRI) de 2006, denominada G3,actualmente en periodo de revisión. Es destacable la fuerte implan-tación de estos documentos en España, lo que le sitúa en un lugarprivilegiado a nivel mundial. A este hecho han contribuido diversasiniciativas de reporting de responsabilidad social, como el cuadrocentral de indicadores de RSC promovido por AECA1.

Los informes de sostenibilidad o de Responsabilidad Social Corpo-rativa se caracterizan por suministrar indicadores sobre el impac-to económico, social y medioambiental de la organización, lo quese conoce como enfoque triple bottom line. En consecuencia, la in-formación está orientada a reflejar el comportamiento con relacióna la sostenibilidad, para lo que se debe adoptar una estructura degestión socialmente responsable que dé soporte a los indicadoresdivulgados.

De esta forma, los destinatarios de los informes pueden adoptardecisiones basadas en criterios de sostenibilidad, mas allá de lostradicionales enfoques financieros. En cualquier caso, la implanta-ción de índices de sostenibilidad, tales como Dow JonesSustainability Indexes (DJSI), FTSE4GOOD y su versión española

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1 Véase el documento nº 7 de la Comisión de Responsabilidad Social Corporativa deAECA titulado “Normalización de la información sobre responsabilidad social cor-porativa”.

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FTSE4GOOD IBEX, refleja la existencia de inversores que deman-dan información sobre el desempeño de sostenibilidad.

Consecuentemente, parece relevante proporcionar credibilidad alos grupos de interés (o stakeholders) mediante mecanismos derevisión de los informes de RSC, de la misma forma que la audito-ría de las cuentas anuales aporta credibilidad a los usuarios de lainformación financiera.

En este sentido se pronuncia el Marco Conceptual de la RSC deAECA, al considerar que transparencia y verificabilidad son princi-pios necesarios para lograr un adecuado nivel de credibilidad so-bre la gestión socialmente responsable de la organización.

Mecanismos de verificación de la información sobre responsabilidad social

La GRI ha promovido desde las primeras guías (la de 2000 y la de2002) la necesidad de proporcionar credibilidad de los informes alos grupos de interés a los que va destinado. En este sentido, laGRI apostó por la necesidad de que los informes de sostenibilidadsean revisados por personas externas a la organización con expe-riencia en la materia y en los procedimientos de verificación.Siguiendo la propuesta de la GRI y el Marco Conceptual de la RSCde AECA, las principales cualidades de esta verificación deberíanser:

• Revisión sistemática, documentada, basada en comprobacionesy con procedimientos definidos.

• Evaluación sobre si el informe proporciona una imagen razona-ble y equilibrada del desempeño social o de sostenibilidad.

• Lograr una conclusión sobre la memoria imparcial e indepen-diente.

• Existencia de una declaración pública del verificador con unaopinión o un conjunto de conclusiones, así como la relaciónexistente con el responsable de elaborar la memoria.

Para alcanzar estas cualidades la GRI apuesta por el denominadoaseguramiento (assurance) de informes. Este es un servicio relati-vamente nuevo en el ámbito de la sostenibilidad, que puede defi-nirse como la “provisión de un nivel de confianza o certidumbrepor un proveedor independiente a un grupo de interés en relacióncon una materia, o la información suministrada por dicha materia”.El nivel de confianza proporcionado por el aseguramiento puedeser razonable o limitado, y éstos pueden aplicarse a diferentes par-tes de un mismo encargo. Así, este servicio se diferencia de la au-ditoría tradicional en que ésta eleva el grado de confianza a un ni-vel alto y, además, que se aplica a la totalidad del encargo, que sonlos estados financieros.

Actualmente, bajo la denominación de ‘aseguramiento’ se estándesarrollando dos tipos de servicios, basados en estándares dife-rentes. De un lado, el que sigue el estándar AA1000AS, emitido en2003 y revisada en 2008 por la institución especializada en temasde sostenibilidad AccountAbility, con un enfoque orientado a deter-minar la materialidad de la información para los grupos de interés,que constituyen el eje de la revisión. La norma AA1000AS se apli-ca fundamentalmente por expertos en el ámbito del desarrollo sos-tenible en las organizaciones.

De otro lado, la metodología propuesta por la ‘norma paraguas’ so-bre aseguramiento de información ISAE 3000 emitida por elInternational Auditing and Assurance Standards Board (IAASB),con el fin de proporcionar un nivel de confianza sobre los datoscontenidos en determinados documentos emitidos por las empre-sas. Esta norma se aplica por las firmas de auditoría y, dada su ge-neralidad, se han elaborado guías específicas en algunos paísessobre los aspectos relativos a la revisión de los informes de soste-

nibilidad. Entre estas destaca la emitida en 2008 por el Instituto deCensores Jurados de Cuentas de España (ICJCE). Asimismo, des-de la Federación Europea de Auditores (FEE) se ha promovido laparticipación de los auditores en la tarea del aseguramiento, así co-mo en la revisión de la norma ISAE3000, que se desarrolla actual-mente con el fin, entre otros, de introducir los elementos propiosde la información de sostenibilidad.

En la práctica, ambos enfoques conviven en muchos casos, y asíse observa cómo en los principales informes de revisión se reco-ge la aplicación conjunta de la AA1000AS y de la ISAE 3000 paraformar la opinión del experto. Un trabajo de KPMG y Accountabilityde 2008 pone de manifiesto la compatibilidad y complementarie-dad de ambas normas de aseguramiento para el ámbito de la revi-sión de los informes sobre responsabilidad social.

También es destacable la existencia de otros servicios que llevan acabo una revisión de los informes de sostenibilidad, como la deno-minada ‘validación’. El objetivo principal de ésta no es proporcio-nar niveles de aseguramiento sobre los indicadores suministrados,sino determinar que los mismos son coincidentes con los de unanorma de información, como puede ser el caso de la Guía GRI, enla que puede ser útil para determinar el nivel de aplicación alcan-zado (A+, B+ ó C+), lo que también se puede determinar dentro delencargo de aseguramiento.

En la actualidad, la verificación de informes de sostenibilidad o deRSC está bastante extendida en España, ligada a la gran produc-ción de memorias de este tipo. Así, una gran parte de las compa-ñías del IBEX 35 incluye un informe de un experto sobre la revisiónde dichos informes. Sin embargo, se mantiene un cierto descono-cimiento sobre los diferentes servicios de verificación existentes.

El debate actual de la verificación de la informaciónsobre responsabilidad social

La debida aclaración de los fines y límites de cada servicio es fun-damental, tanto para la organización que reporta, como para el re-ceptor de la misma. Así, la Comisión de Responsabilidad SocialCorporativa de AECA se encuentra en la fase final de elaboraciónde un Borrador de Documento2, entre cuyas finalidades se encuen-tra la explicación de los servicios ligados a la revisión de informesde RSC.

Los grupos de interés deben conocer con una elevada fidelidad quérepresenta el informe final de opinión del experto y el trabajo lleva-do a cabo por este, para que puedan realizar una adecuada evalua-ción del desempeño en sostenibilidad de la organización. Por suparte, las entidades informantes deben conocer, previamente a lacontratación del servicio, los procedimientos que se van a aplicary el alcance de los mismos, así como las competencias que debeexigir a los expertos que van a desarrollar la revisión del informe.

Este hecho se hace cada vez más importante en la medida en queexiste una tendencia a exigir la publicación de informes de este ti-po. Algunos países como Francia, Dinamarca y Suecia obligan adeterminadas empresas a divulgar información social y medioam-biental. En el artículo 39.3 de la Ley de Economía Sostenible demarzo de 2011 se contempla que “En el caso de sociedades anó-nimas de más de 1.000 asalariados, este informe anual de Respon-sabilidad Social Empresarial será objeto de comunicación al Con-sejo Estatal de Responsabilidad Social Empresarial que permita

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2 El borrador de documento “Verificación de informes sobre responsabilidad socialcorporativa” está siendo elaborado por José Mariano Moneva y José María Páez.Algunas de las reflexiones incluidas en este artículo están extraídas del texto delborrador presentado al grupo de trabajo.

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efectuar un adecuado seguimiento sobre el grado de implantaciónde las políticas de Responsabilidad Social Empresarial en las gran-des empresas españolas”

En este contexto, debe destacarse que en los últimos meses se hainiciado un importante debate a nivel internacional sobre el desa-rrollo de la denominada información corporativa integrada, lanza-da por el International Integrated Reporting Committee y sobre laque AECA está liderando un proyecto en España. El objetivo de es-ta iniciativa es reflejar en un único documento público el conteni-do de los estados financieros y de la información social y me-dioambiental, considerando los vínculos entre el desempeño finan-ciero y de sostenibilidad, así como con el gobierno corporativo. Laevolución de este proyecto puede producir importantes cambiosen los modelos de información y tener fuertes implicaciones sobreel contexto de la revisión de la información pública, especialmentesobre los procedimientos de la auditoría financiera tradicional y suvinculación con el aseguramiento.

ReferenciasAccountAbility (2008), AA1000 Assurance Standard (AA1000AS), London.

AccountAbility & KPMG Sustainability, The Netherlands (2005),Assurance Standards Briefing. AA 1000 Assurance Standard & ISAE3000, Accountability y KPMG The Netherlands, London/Amsterdam.

Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas(2004), Marco Conceptual de la Responsabilidad Social Corporativa,Documento sobre Responsabilidad Social Corporativa nº 1, AECA,Madrid.

Fédération des Experts Comptables Européenes (2002), FEE DiscussionPaper: Providing Assurance on Sustainability Reports, FEE, Bruselas.

Global Reporting Initiative (2002 y 2006), Sustainability ReportingGuidelines, GRI, Amsterdam. www.globalreporting.org.

International Auditing and Assurance Standards Board (2004),International Standard on Assurance Engagements (ISAE) 3000 RevisedAssurance Engagements Other Than Audits or Reviews of HistoricalFinancial Information, International Federation of Accountants (IFAC),New York.

Moneva, J.M. (2006), “Mecanismos de verificación de la información so-bre responsabilidad social corporativa”, Papeles de Economía Española,108, pp. 75-90.

Vicente Montesinos JulveCatedrático de la Universidad de ValenciaPresidente de la Comisión del Sector Público de AECA

El sector público ante la reforma delmodelo económico: nuevas perspectivaspara la colaboración público-privada y su presentación en cuentas

La colaboración público-privada en el marco del buen gobierno y la nueva gestión pública

En las circunstancias económicas actuales, y con vistas a atenderadecuadamente las necesidades de los ciudadanos, resulta impor-tante separar los aspectos relativos a la provisión, la producción yla financiación de los bienes y los servicios públicos. A las admi-nistraciones públicas les cabe en cualquier caso la responsabilidadrelativa a la provisión de esos bienes y servicios, pero por la pro-pia complejidad y volumen de las obras y servicios públicos, les re-sulta imposible producir de forma directa los bienes y prestar losservicios, con lo que precisan de la colaboración del sector priva-do de la economía para la financiación, ejecución y explotación delas importantes inversiones requeridas. Por ello, las entidades pú-

blicas pasan, de desempeñar el papel de operadores directos al deorganizadores, reguladores y fiscalizadores, en tanto que las em-presas privadas encuentran una posibilidad de negocio importantey atractiva.

Desde el punto de vista técnico, la colaboración público-privada(CPP) permite a las administraciones abordar proyectos comple-jos, en los que el operador privado asume gradualmente más fun-ciones, ya que en muchos casos no sólo es responsable de entre-gar los activos, sino que también se encarga de la gestión y correc-to funcionamiento del proyecto. La entidad pública se centra esen-cialmente en definir y vigilar el cumplimiento de los objetivos, lacalidad de los servicios y la política de precios. En cuanto a los as-pectos económico-financieros, existe gran diversidad de escena-rios en materia de reparto de riesgos entre el socio público y el pri-vado, que derivan de las condiciones negociadas en cada caso; lafinanciación viene garantizada en parte por el sector privado, aun-que finalmente suelen pagar las entidades públicas, pero en plazosde pago más prolongados que los característicos de la contrata-ción tradicional.

La CPP alivia, pues, las dificultades presupuestarias de las admi-nistraciones públicas, derivadas de los criterios restrictivos encuanto al déficit y la deuda, con fechas de pago más próximas a lafecha de uso e importes de la deuda que en ocasiones quedan fue-ra de balance; permite a las administraciones beneficiarse de losconocimientos técnicos del sector privado y facilita la integraciónde todas las fases de un proyecto, incluso su explotación; tambiénhace posible una distribución adecuada de los riesgos (construc-ción, demanda, disponibilidad), de manera que los asuma la parteque mejor los pueda afrontar y gestionar. No obstante, existen des-ventajas y riesgos adicionales para las administraciones públicasderivados del recurso a la CPP, como la pérdida de control públicosobre la gestión, el coste de financiación más elevado, la no trans-ferencia total de riesgos y la inflexibilidad a largo plazo de estasfórmulas de cooperación.

Colaboración público-privada y pacto de estabilidad

En el escenario de la Unión Europea, las inversiones en infraestruc-turas y la estabilidad presupuestaria deben coexistir, de maneraque se logre el equilibrio, ciertamente difícil, entre la austeridadpredicada por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (Amsterdam,1997) y las fuertes inversiones requeridas por las políticas de in-novación, competitividad e infraestructuras, propias de la sociedaddel conocimiento. Así, las exigencias de mantener un déficit infe-rior al 3% del PIB de los países y una deuda que no supere el 60%,se han convertido en preocupación para todos los ciudadanos y lasentidades públicas en Europa. La crisis de los últimos años ha ale-jado a los países europeos de esas metas, que sin embargo se con-sideran necesarias e irrenunciables para asegurar la estabilidad fi-nanciera y monetaria de la eurozona. Las soluciones al equilibrioentre la necesidad de infraestructuras y unos recursos públicos es-casos han de venir: a) del ahorro y la buena gestión o de la percep-ción de ayudas o transferencias, con el problema derivado de suinsuficiencia y el largo plazo requerido; b) de la inversión privada,con los problemas que plantea su rentabilidad y la distribución deriesgos; y c) del recurso al endeudamiento, con los problemas de-rivados de la generación de déficit y el exceso de deuda. La Conta-bilidad nos ha de mostrar en cada caso con fidelidad si estas fór-mulas generan o no cargas a corto, medio y largo plazos, si biencon frecuencia se ha abusado de ‘fórmulas imaginativas’ que hanmostrado una apariencia de financiación obtenida sin generar dé-ficit, pero que en la mayor parte de las ocasiones han resultado serfórmulas ‘creativas’ que alejaban la información de la imagen fiel,ya que finalmente las cargas financieras tenían que ser asumidaspor las administraciones públicas, sin que los estados contablesreflejasen correcta y claramente esa realidad.

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El marco general de la estabilidad presupuestaria en España se es-tablece en la Ley General de Estabilidad Presupuestaria de 2001,posteriormente reformada en los términos recogidos en el RD le-gislativo de 2007, año en el que también se publica el reglamentode aplicación de la normativa presupuestaria a las entidades loca-les. El incumplimiento del objetivo de estabilidad conlleva la elabo-ración de un plan económico-financiero que sirva de cauce para re-tornar a la situación de equilibrio.

Los ámbitos de la información financiera de las entidades públicas. Contabilidad Pública y Contabilidad Nacional

La información económico-financiera de las entidades públicas seestructura en torno a tres modelos o ejes normativos: La normati-va empresarial, aplicable a las empresas públicas, las normas deContabilidad Pública y la información estadística agregada en tér-minos de Contabilidad Nacional. La normativa internacional paralas empresas emana del IASB (NIC/NIIF), y en el ámbito normativoespañol se recoge en el PGC de 2007; la Contabilidad Pública se ri-ge por las normas de la IFAC (NICSP) en el ámbito internacional ypor el PGCP en marco español; finalmente, la Contabilidad Nacio-nal se desarrolla de acuerdo con los principios y normas del SEC95. Además de estos tres marcos normativos, las entidades públi-cas elaboran y presentan información presupuestaria, de acuerdocon las normas de aplicación.

La coexistencia de esta diversidad de modelos o marcos normati-vos en el ámbito de la información contable pública es origen, co-mo cabía esperar, de no poca confusión terminológica y dificultauna adecuada lectura e interpretación de los datos. Es por ello queparece necesario aproximar y armonizar las magnitudes sobre lasque se informa y la terminología empleada, presentando en cual-quier caso una conciliación entre las diferentes magnitudes pre-sentadas, de manera que se eviten situaciones confusas y aparen-tes contradicciones que debiliten la confiabilidad pública de la in-formación presentada. Así, parece necesario mostrar explícitamen-te los ajustes entre el resultado presupuestario y la capacidad o ne-cesidad de financiación representativa del superávit o déficit de lascuentas nacionales; lo mismo podemos decir del concepto de aho-rro, cuya diversidad de cuantificaciones según se apliquen normaspresupuestarias, de contabilidad financiera pública o de contabili-dad nacional, ofrece otro ejemplo de confusión poco deseable, porno hablar de pasivos no imputados a presupuesto por falta de cré-dito y situaciones similares, que deben mostrarse claramente ex-plicadas y debidamente conciliadas en los estados financieros delas entidades públicas.

En el ámbito de la CPP, esta diversidad de tratamientos y presen-tación de la información ha obstruido considerablemente la trans-parencia de las operaciones, en tanto en cuanto el objetivo funda-mental del recurso a este tipo de fórmulas cooperativas, implican-do a la iniciativa privada en la gestión pública, ha sido en muchasocasiones no tanto la mejora de esa gestión como la manera dehuir de cifras de deuda y déficit públicos demasiado abultados.Este objetivo ha permitido que en ocasiones se buscase no ya elefectivo alivio de las cuentas públicas, sino la apariencia de descar-go del gasto público, aun cuando a medio o largo plazo acabasesoportando el presupuesto público la carga derivada de la produc-ción de infraestructuras o la prestación de servicios públicos.

Implicaciones de la colaboración público-privada para el control de las cuentas y la gestión de las entidades públicas

La falta de claridad informativa en la presentación de los efectos yconsecuencias de la CPP en las cuentas de las entidades públicasexige nuevos planteamientos en cuanto al control de las cuentas deestas entidades y a la evaluación del impacto que los contratos de

CPP van a tener en la gestión y, muy especialmente, en la sosteni-bilidad financiera del sector público.

En efecto, el control de la CPP por parte de los profesionales de laauditoría y la intervención en el sector público plantea nuevos re-tos específicos en materia de análisis de: a) el cumplimiento de lanormativa legal; b) la adecuada contabilización de las operacionescon vista a la presentación de la imagen fiel de la situación econó-mico-financiera; c) la adecuación a los principios de una buenagestión financiera; y d) la verificación del cumplimiento de los ob-jetivos asignados a los centros gestores.

Cada uno de esos cuatro aspectos exige un replanteamiento de losprincipios y pautas tradicionales, para tomar en consideración elmarco normativo internacional, definir y evaluar de forma correctay completa los riesgos y su distribución entre administración yoperadores; la imputación y afloramiento de estas operaciones enpresupuestos, que probablemente deberán evolucionar hacia unospresupuestos de devengo, en línea con la contabilidad financiera ylas cuentas nacionales, con lo que ello conlleva de presentaciónclara y completa en cuentas del total endeudamiento y compromi-sos futuros; el cumplimento de los objetivos fijados y el manteni-miento y mejora de la calidad de los servicios públicos, etc.

Hacia una mayor transparencia a través de la regulación de información, la completadivulgación y el control público de las cuentas

En el marco de las reflexiones anteriores, se vislumbra que, en de-finitiva, el aumento de la productividad de nuestra economía y elcambio de modelo productivo exigen nuevas y potentes inversio-nes en obras públicas; al propio tiempo, el cumplimiento de los ob-jetivos de déficit y endeudamiento requieren en ocasiones un ‘adel-gazamiento’ importante de nuestro sector público y una nivelaciónde sus cuentas; finalmente, los ciudadanos no desean perder co-tas de bienestar y derechos sociales trabajosamente conseguidosa lo largo de años de laboriosas reformas. El escenario parece muycomplejo –por no decir de imposible solución– y los mercadosconsideran alta o muy alta la dificultad de conseguirlo, lo que setraduce en pesimismo y mayores dificultades financieras.

En esta situación, lo primero que necesitan nuestras economías esasumir la situación con realismo, a partir de una información sufi-cientemente transparente, que permita evaluaciones fundamenta-das y sustentadas en realidades objetivas. Es cierto que las expec-tativas –y, por ende, las estimaciones– no pueden encontrarse au-sentes de la información financiera y presupuestaria, pero no esmenos cierto que la información hasta la fecha no se ha caracteri-zado por la claridad y la adecuada difusión de todos los datos re-levantes. Más bien da la impresión de que esa información es unelemento bastante opaco, a cuyo conocimiento y análisis tienenacceso un grupo restringido de expertos y entidades, pongamospor ejemplo las agencias de rating, que de cuando en cuando apa-recen con rebajas en las evaluaciones que sorprenden y revuelvena los mercados, como si de repente se abriese una caja de pando-ra cuyo contenido manejan y conocen solo unos pocos privilegia-dos.

Por todo ello, y dado que la CPP se muestra como una soluciónposible e inevitable para una salida equilibrada de la crisis y undesarrollo equilibrado de las economías, resulta fundamental latransparencia informativa. Esta transparencia, en un tema tan com-plejo y diverso como la CPP, no puede conseguirse sin un marcoregulatorio adecuado y sin unos mecanismos de control y supervi-sión eficientes en manos de las administraciones públicas. Hayque recordar que las entidades públicas pasan, como se ha dicho,

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de desempeñar el papel de operadores directos al de organizado-res, reguladores y fiscalizadores. Y la realidad es que la normativacontable y financiera de este tipo de operaciones está insuficiente-mente desarrollada y exige urgentemente una atención superior.

En el seno de la Comisión de Contabilidad y Administración delSector Público de AECA se ha percibido así esta necesidad y, en lamedida de nuestras posibilidades, hemos creído conveniente tratarde realizar alguna aportación en la clarificación del panorama deltratamiento de la información referente a las distintas fórmulas deCPP, con lo que esperamos que un Documento sobre este temapueda ver la luz en un plazo razonable.

Araceli Mora EnguídanosUniversidad de Valencia

El cambio en la normativa contableinternacional para los contratos de arrendamiento

Introducción

La norma internacional que hace referencia a los contratos dearrendamientos, la NIC 17, está en vigor desde 1982, aunque conposteriores modificaciones y revisiones, y es sustancialmente si-milar a la normativa estadounidense del FASB. Las característicasde la NIC 17 fueron incorporadas en el PGC de 1990, y ya lo esta-ba en los Principios Contables de AECA con anterioridad a esa fe-cha. Básicamente supuso dar prioridad al reflejo de la realidad eco-nómica sobre la formal o jurídica de aquellas operaciones que eran‘compras en sustancia’ de activos, con una forma de financiaciónformalmente distinta, pero económicamente muy similar al endeu-damiento tradicional. Se planteó entonces la existencia de dos ti-pos de contratos de arrendamiento, el financiero y el operativo. Elarrendamiento financiero da lugar al reconocimiento del bien en elactivo y de la deuda en el pasivo por el equivalente al valor razona-ble del bien o valor actual de pagos mínimos de arrendamiento sies menor, excluyendo pagos contingentes e incluyendo las opcio-nes de compra si se van a ejercitar. Los arrendamientos operativosquedan fuera del balance y las cuotas se reconocen como gastosdel ejercicio. Para el arrendador, la contabilidad es prácticamentesimétrica a la del arrendatario, reconociéndose la baja del bienarrendado en el financiero (aunque difiriendo beneficios), un acti-vo financiero en el balance en el caso del arrendamiento financie-ro, y reconociéndose ingresos en la cuenta de resultados por lascuotas en el caso de los operativos. Para distinguir entre ambos ti-pos de arrendamiento se establecen una serie de indicadores y laintervención del ‘juicio profesional’ es evidente en los casos ‘fron-terizos’.

En aquel momento se coincidió mayoritariamente en el acierto dela capitalización de determinados activos y en el reconocimiento deuna deuda como algo relevante para la toma de decisiones, tal ycomo contrastan empíricamente investigaciones de la época.

Sin embargo, tras muchos años de aplicación de la norma, comen-zó un proyecto conjunto entre el FASB y el IASB para cambiar es-ta normativa. Ambas Juntas formaron el grupo de trabajo en 2006,y en 2008 anunciaron su intención de promulgar una nueva normade arrendamientos en 2011. En marzo de 2009 publicaron un do-cumento de discusión con un periodo de comentaros hasta julio de2009. En agosto de 2010 se publicó el borrador de norma, con unperiodo de comentarios hasta diciembre de 2010. A partir de esemomento, entre febrero de 2011 y julio de 2011, ha habido un pro-ceso de redeliberaciones que no ha culminado todavía, con la in-

tención de volver a emitir un ‘segundo borrador’ en el último tri-mestre de 2011. De esa forma se pospone la fecha inicial previstade emisión de la Norma (segundo trimestre de 2011) a 2012. El ca-so es que este proceso de cambio normativo ha dado lugar a unareacción de los distintos agentes económicos que pocas normashan provocado hasta la fecha. El objetivo de este artículo es pre-sentar escuetamente los cambios que se plantean, incluyendo lasrecientes redeliberaciones, que son bastante radicales desde elpunto de vista teórico y práctico, indicando los argumentos a favory en contra y reflexionando sobre las potenciales ventajas e incon-venientes. Vamos a centrarnos únicamente en algunos de los as-pectos más controvertidos relacionados fundamentalmente con:

• la definición de contrato de arrendamiento, • el modelo contable planteado, • el alcance de la norma, • la valoración de los activos y pasivos,

dejando otros, no menos importantes y también controvertidos,como el descuento, los cambios en las estimaciones, las operacio-nes de venta con arrendamiento posterior (lease and lease back),la presentación o la información a revelar, entre otros.

Trataremos todos estos temas teniendo en cuenta la evolución ylos cambios de los distintos documentos que se han hecho públi-cos, desde el papel de discusión inicial hasta las últimas redelibe-raciones, aún no concluidas, fechadas en julio de 2011.

El papel de discusión

En marzo de 2009 las Juntas publicaron un documento de discu-sión con periodo de comentarios hasta julio 2009 en el que, bási-camente y de forma resumida, se plantea como objetivo principalel de establecer un único tratamiento contable para todos los con-tratos de arrendamiento, que consistiría en el reconocimiento deactivos y pasivos en el balance del arrendatario para todos ellos.Aunque en el documento de discusión se plantean tratamientos al-ternativos en determinados detalles, indicando la preferencia decada una de las Juntas (IASB y FASB), las bases esenciales del do-cumento son compartidas por ambos organismos y se pueden re-sumir en las características generales siguientes:

• Para el arrendatario:a) Todos los contratos de arrendamiento dan lugar a activos y pa-

sivos.b) El valor inicial del activo es el coste, que se calcula como el va-

lor actual de los futuros flujos que sean más probables, inde-pendientemente de la duración formal del contrato. Si existenopciones de renovación, de compra o pagos contingentes, ha-bría que considerar qué sería lo más probable que se ejerciesey considerar las cuotas futuras previstas como valor del activo.Los cambios en estimaciones podrían tener planteamientos al-ternativos.

c) El valor inicial de la deuda coincidiría con la del activo, incluyen-do, por tanto, opciones de renovación, compra y pagos contin-gentes en función de las intenciones y de las estimaciones de lagerencia. La valoración posterior sería la de un pasivo financie-ro a coste amortizado

d) Se plantea la preferencia de considerar el activo como un intan-gible ‘derecho de uso’.

• Para el arrendador:El papel de discusión no desarrolla la propuesta, aunque sí seesbozan distintas posibilidades, algunas de las cuales se des-cartan desde el inicio, quedando con más apoyo las basadas endos modelos, el performance obligation model y el derecogni-tion model parcial o total, aunque indicando que se desarrolla-rán tras un proceso de reflexión posterior a la emisión del do-cumento.

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En el documento no se expresan las motivaciones concretas paraplantear este cambio, si bien queda implícito, y así lo expresan lasJuntas, que la motivación se basa en las críticas recibidas funda-mentalmente por las dificultades y arbitrariedades que supone lafrontera entre ambos tipos de arrendamientos. Se argumenta ade-más que la actual normativa ha llevado a revelar información con-fusa y no comparable para los usuarios, ya que operaciones eco-nómicas muy similares podrían reconocerse de forma totalmentedistinta al arbitrio de los gerentes. Esto en muchos casos ha per-mitido lo que se ha denominado un ‘abuso’ de la norma mediantela estructuración de contratos por parte de la gerencia de algunasempresas. Asimismo, se declara la existencia de comportamientosabusivos en determinadas operaciones de financiación encubier-tas, como ventas con arrendamiento posterior, con el fin de eludirel impacto sobre la estructura de endeudamiento de la empresa ycon el consiguiente perjuicio para los usuarios de la información.

La reacción a este documento durante los pocos meses de plazopara comentarios fue la recepción de más de 300 cartas por partedel IASB. Si bien la mayoría eran de preparadores y contrarias alplanteamiento en general, otras muchas plantean, aunque con re-servas en su mayoría, su acuerdo con el modelo de activar un de-recho de uso para todos los contratos de arrendamiento. Así, porejemplo, la carta del EFRAG, habiendo recibido a su vez muchoscomentarios de grupos de interés europeos, muestra una cierta‘simpatía’ por la existencia de un modelo único para todos los con-tratos, aunque indicando también la división de opiniones de losmiembros del TEG, y que muchos de ellos consideran que los in-convenientes superan a las ventajas (algo que queda más patenteen la carta comentario al borrador posterior).

El hecho es que buena parte de las cartas, en mayor o menor me-dida, plantean dudas o serias cautelas en determinados aspectos,de los que destacamos los siguientes:

1) Es necesario trabajar en la contabilidad del arrendador para te-ner la imagen completa.

2) La línea divisoria entre arrendamientos y servicios es la quequeda ahora difusa.

3) No queda claro que las opciones y los pagos contingentes, taly como se plantea su valoración, cumplan la definición de deu-da del marco conceptual. Además en algunos casos la subjeti-vidad o dificultad en el cálculo de las estimaciones puede mi-nar la fiabilidad y /o la comparabilidad.

4) Reconocer en el balance los contratos de corto plazo o de ac-tivos ajenos a la actividad principal puede suponer un coste ex-cesivo.

5) No se ve una razón conceptual para excluir los activos intangi-bles del alcance de la norma.

El Borrador

El IASB emite un borrador de norma en Agosto de 2010 con un pe-riodo de comentarios que finaliza en Diciembre de 2010. En dichoBorrador del IASB se ratifican en líneas generales las propuestasdel documento de trabajo con respecto a la contabilidad del arren-datario. Asimismo, se desarrolla el modelo del arrendador. Semantiene la definición del contrato de arrendamiento que hay en laNIC 17 y se excluyen del alcance de la norma entre otros, los acti-vos intangibles, las propiedades de inversión que sigue la IAS 40,y los contratos de arrendamiento que son ‘compras en sustancia’,y que serían una gran parte de los que se clasifican como arrenda-mientos financieros en la NIC 17. Se permite al arrendatario la ex-clusión de los contratos de arrendamiento a corto plazo (menos de12 meses), mientras que al arrendador se le permite no descontar-los (pero no excluirlos).

En cuanto a la contabilidad del arrendatario, cabe destacar comodiferencia fundamental con el papel de discusión la no inclusión de

las opciones de compra en la valoración inicial del activo (y de ladeuda), dándole así un tratamiento distinto al de las opciones derenovación, que sí se incluyen. A modo de ejemplo, se plantea queun contrato de arrendamiento de 15 años se contabilice igual queuno de 10 con opción de renovar otros 5 siempre que se conside-re que la probabilidad de que se renueve es mayor que la de queno se renueve (en base al criterio de la gerencia). Sin embargo, enun contrato de 10 años con opción de compra, salvo que el preciosea marginal, dicha opción no se reconoce hasta que se ejercite.

La contabilidad del arrendador contempla dos modelos, es decir, síconsidera la existencia de dos tipos de contratos de arrendamien-to en función de la transferencia o no de los riesgos y beneficios.Si estos se transfieren sustancialmente al arrendatario se debe uti-lizar el modelo de derecognition, mientras que si se mantienensustancialmente los riesgos y beneficios del bien se debe utilizar elmodelo de performance obligation. Básicamente, el modelo de de-recognition supone dar de baja la parte del activo que se transfie-re al arrendatario para reconocer después un crédito por el valoractual de las cuotas de arrendamiento. Dichas cuota incluyen co-bros contingentes y opciones de renovación, siempre que se pue-dan estimar con fiabilidad. Esto implica que el crédito reconocidono tiene por qué coincidir con la deuda del arrendatario (que dis-pone de más información). El valor que queda en balance es el va-lor residual del bien, que queda congelado hasta finalizar el contra-to. Por otra parte, el modelo de perfomance obligation supone lano transferencia sustancial de riesgos y beneficios. Esto implicaque el activo material queda en el balance del arrendador, y el re-conocimiento del crédito por el valor actual de las cuotas tiene co-mo contrapartida el reconocimiento de una deuda de arrendamien-to (perfomance obligation) que se va amortizando con abono a in-gresos a lo largo de la vida (prevista) del contrato.

Los comentarios al borrador

Cabe destacar que las reacciones a este borrador se incrementanen número y en contenido con respecto al documento de discusiónanterior. El IASB recibe más de 700 cartas, siendo la mayoría deellas en mayor o menor medida de carácter negativo. Si bien, lasmás numerosas y negativas son de preparadores, destacando fun-damentalmente las del sector de arrendamientos, es decir, la de losarrendadores, pero cuyas críticas van dirigidas fundamentalmentea la contabilidad del arrendatario.

Los argumentos que se esgrimen a favor del modelo son en gene-ral el de evitar el abuso de la noma y favorecer la comparabilidad.La diferencia entre contratos de arrendamiento es difusa y en mu-chos casos difícil de justificar. El modelo permite reflejar un com-ponente financiero por la utilización de un activo en la empresa pa-ra el que no se ha realizado un desembolso inicial, independiente-mente de las características formales de los contratos.

Las críticas al modelo se centran en las ya mencionadas relaciona-das con la definición de contrato de arrendamiento y la diferenciacon los de servicios, la dudosa calificación de deuda de opcionesde renovación y pagos contingente (con el agravante de que no seentienden diferencias entre el tratamiento de opciones de renova-ción y de compra), el alcance de la norma y la dudosa fiabilidad(por las dificultades prácticas) de las estimaciones de cuotas futu-ras (contingentes o de renovación).

Se añade a las anteriores de manera más significativa el efecto quela propuesta puede tener en la cuenta de resultados. Se plantea queel tratamiento como activo y pasivo de un contrato ‘operativo’ tie-ne un impacto en la cuenta de pérdidas y ganancias no lineal, que,según determinados preparadores, no se ajusta al modelo de ne-

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gocio de muchas empresas, con el consiguiente efecto negativo enla relevancia de la información. Así, por ejemplo, un contrato decuotas constantes de arrendamiento supone actualmente un gastoanual constante. Sin embargo, con la propuesta actual, la suma dela amortización del activo intangible (generalmente lineal) y de losintereses decrecientes de la deuda implicaría un patrón de gastodecreciente en los resultados. Se argumenta en este caso que elobjetivo del contrato de arrendamiento operativo no está en mu-chos casos relacionado con una operación de financiación de acti-vos, sino que está más relacionado con la contratación de un ser-vicio.

Queremos destacar también que desde el punto de vista del activo,la relevancia del valor atribuido al activo resultante no está clara.La inclusión de dichos activos podría desvirtuar el cálculo de losratios de rentabilidad y de solvencia. ¿Es posible que los analistasprefieran hacer sus propios cálculos con toda la información sobrelos contratos que aparece en la memoria en lugar de que los hagala gerencia?

De la contabilidad del arrendador se critica fundamentalmente:

1. No es consistente mantener un modelo único para el arrendata-rio y un modelo dual para el arrendador.

2. No es consistente con el borrador de Norma de Ingresos.

3. Se incrementa artificialmente el volumen de activos y pasivosen el balance en el modelo de performance obligation.

Las redeliberaciones posteriores

Debido a la fuerte reacción negativa causada por el borrador y a laspresiones recibidas, las juntas se plantean redeliberaciones que sevan haciendo públicas entre febrero de 2011 y hasta el momentoactual. Se realizan mesas redondas y consultas y, en el caso deEuropa, se organizan, junto con el EFRAG y los organismos regu-ladores nacionales, distintas actividades para recibir el feedback delos interesados en reuniones de carácter público.

Si bien en todo momento el IASB mantiene como base ‘indiscuti-ble’ el modelo de derecho de uso y se ratifica en la exclusión de losactivos intangibles, sí se plantean una serie de redeliberaciones so-bre determinados aspectos controvertidos, de los que comenta-mos algunos destacados.

1) Definición de contrato de arrendamientoSe plantea una definición de contrato de arrendamiento que po-tencialmente sería algo más restrictiva que la actual NIC 17, demanera que quedarían excluidos algunos (pocos) contratos quebajo la NIC 17 son arrendamientos operativos. Esta definiciónestaría basada en qué se entiende por ‘activo específico’ y quése entiende por ‘control del activo’. Se considera que un activoespecífico debe basarse en la capacidad física y económica dereemplazarlo. Es decir, si un activo puede reemplazarse por par-te del arrendador, y de hecho lo hace, sin coste significativo, en-tonces no es un contrato de arrendamiento. A título de ejemplo,si la empresa tiene la posibilidad de utilizar un coche en funciónde un contrato con la empresa propietaria, pero esta últimapuede ofrecerle cada día algún coche de su flota con las carac-terísticas pactadas, pero tiene la capacidad de reemplazarlocuando lo considere conveniente sin coste significativo, enton-ces es un contrato de servicios y ningún activo figura en el ba-lance del arrendatario, sino que figura en el del arrendador (in-movilizado material). Si, por ejemplo, el contrato ofrece el usode un avión cuyo diseño, características, ubicación, etc.. hacenpoco probable que el arrendador pueda reemplazarlo libremen-

te sin coste significativo, entonces es un contrato de arrenda-miento.

2) El alcance de la normaSe mantiene la exclusión de los activos intangibles y de lascompras/ventas en sustancia. Sin embargo, se plantea la elabo-ración de una guía para distinguir un contrato de arrendamien-to que implica una compra/venta en sustancia, y que estaría enel alcance de la NIC 18, y un contrato de arrendamiento en el al-cance de la presente norma. Además, se plantea permitir la ex-clusión de los arrendamientos a corto plazo, tanto para arren-datarios como para arrendadores (el borrador sólo lo permite alos arrendatarios).

3) Opciones y rentas contingentesTambién en las redeliberaciones se plantea un mismo trata-miento para las opciones de compra y las de renovación. A di-ferencia de lo que plantea el borrador, la consideración de la in-tencionalidad de la gerencia de ejercitar esa opción no es la ba-se para el reconocimiento de esas cuotas posteriores como va-lor del activo y de la deuda en el momento inicial. Dicho reco-nociendo se hará exclusivamente si existe un incentivo econó-mico significativo para ejercer la opción. Dicho incentivo econó-mico se valorará teniendo en cuenta las características del con-trato, las del activo y las de la propia empresa, y no las del mer-cado. En cuanto a los pagos contingentes, en las redeliberaciones seplantea que sólo aquellos que dependan de un índice y que pue-dan ser estimados con fiabilidad deben formar parte del valor,así como aquellos que sean cuotas fijas ‘en sustancia’. A títulode ejemplo, este podría ser el caso de los contratos de arrenda-miento en los que el pago de las cuotas son contingentes en sutotalidad –por ejemplo un porcentaje de las ventas–, pero exis-ten pocas dudas de que hay un volumen de ventas mínimo quees ciertamente probable que se produzca, lo cual sería en sus-tancia un pago fijo.

4) El modelo para el arrendatario: Tipos de arrendamientosEn un principio, el IASB se planteó en las redeliberaciones laposibilidad de que existiesen dos tipos de arrendamiento: el fi-nanciero y el no financiero. Ambos darían igualmente lugar alreconocimiento de un derecho de uso y de una deuda en el ini-cio del contrato. La diferencia estaría en el patrón de reconoci-miento de gastos en la cuenta de resultados y en la valoraciónposterior del activo y el pasivo. Se plantea que en el caso de unarrendamiento no financiero el patrón de reconocimiento en elresultado podría hacerse lineal (equivalente, por tanto, al deloperativo) en base a reconocer una amortización creciente quecompense el valor decreciente del componente financiero de ladeuda. Este planteamiento lo descartó sin embargo el IASB enlas últimas redeliberaciones por no tener un fundamento con-ceptual para cambiar el concepto de amortización, y se vuelvede nuevo a un modelo único para todos los arrendamientos.

5) El modelo para el arrendadorUno de los cambios más significativos para la contabilidad delarrendador que se plantea en la redeliberaciones con respectoal borrador es la de considerar un modelo único receivable andresidual approach en vez de un modelo dual, que se plantea enel borrador. Según este modelo, el arrendador daría de baja unaparte del valor neto contable del activo y dejaría en el balanceun valor residual. Vendería pues el derecho de uso y, teniendoen cuenta el valor del activo residual, podría obtenerse un be-neficio en la venta que se reconocería como tal en el momentoinicial sólo si estuviese razonablemente asegurado. De no serasí, el valor residual sería la diferencia entre el valor del crédito(valor actual de los cobros) y el valor contable del activo antesde la firma del contrato, reconociéndose un beneficio sólo si elvalor del crédito es mayor que dicho valor neto contable.

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En definitiva, se prevé que el actual borrador de norma va a sufrircambios significativos en función de las redeliberaciones plantea-das. Si bien el IASB no ha tomado todavía una postura definitiva, síparece que tienen previsto reeditar un segundo borrador en el últi-mo trimestre de 2011, que se verá sometido a otro periodo de co-mentarios. Lo cierto es que el proyecto ha sido extraordinariamen-te controvertido desde el principio, y que el proceso de reuniones yredeliberaciones del último año demuestra que, si bien las propues-tas pueden solucionar algunos problemas de la actual norma, nodejan de suponer la aparición de otros. Queremos destacar que nocreemos que se elimine la capacidad de estructurar contratos.Donde existen fronteras existe posibilidad de estructurar. Además,dicha estructuración no debe asimilarse necesariamente a manipu-lación con connotaciones negativas. En determinados casos es po-sible que la gerencia estructure los contratos con el fin de reflejaruna realidad de su modelo de negocio que se ajuste a la imagen fiel.La contrastación de los efectos de la implementación nos permitiráanalizar si las ventajas superan los inconvenientes o viceversa.

Todos los documentos sobre el proceso de emisión de las norma, co-mentarios, reuniones, grupos de trabajo, deliberaciones etc…, puedenencontrase en las páginas web del IASB (www.iasb.org) y del EFRAG(www.efrag.org).

Enrique OrtegaPresidente de la Comisión de Principios Contables de AECASocio de Gómez-Acebo & Pombo Abogados

Cuentas anuales y ‘patent box’En la actualidad, uno de los incentivos económicos mas significa-tivos que se recogen en el Impuesto sobre Sociedades es el deri-vado de la generación y explotación de determinados activos intan-gibles. En concreto, se incentiva mediante deducciones significati-vas en la cuota del citado impuesto el desarrollo de actividades deInvestigación y Desarrollo, e incluso la denominada innovación.Adicionalmente, y posiblemente para potenciar esta actividad, seincorporó un nuevo incentivo que genera una menor carga impo-sitiva sobre los ingresos derivados de la cesión de uso de determi-nados activos intangibles creados por una entidad. El presente tra-bajo se centra en el análisis de los elementos contables que em-plea la normativa tributaria para establecer este último incentivo.

Para estructurar el trabajo, hay que señalar que la norma tributariapermite reducir, a efectos del impuesto, el 50% de los ingresos queperciba la entidad con ocasión de la cesión de uso de determina-dos activos intangibles creados por la entidad, situándose un lími-te a la aplicación del incentivo cuando los ingresos superen 6 ve-ces el valor del activo (coste). La norma descansa en una serie deconceptos económico-contables, por lo que es necesario analizardesde esa perspectiva lo siguiente:

• Tipos de activos sobre los que se incardina el incentivofiscal.

• Identificación de un activo en contabilidad; creador delactivo intangible.

• Registro contable: coste del activo y vida económica.• Ingresos percibidos por la cesión de uso.

Tipos de activos sobre los que se incardina el incentivo

La norma es clara y establece qué activos intangibles se conside-ran aptos para la aplicación del incentivo y son: las patentes, dibu-jos o modelos, planos, fórmulas o procedimientos secretos, dere-chos sobre informaciones relativas a experiencias industriales, co-merciales o científicas, know how. Con objeto de limitar lo más cla-ramente posible la aplicación de este régimen, se indica que no sonobjeto de incentivo las marcas, obras literarias, artísticas o cientí-

ficas, películas cinematográficas, derechos personales suscepti-bles de cesión, como los derechos de imagen, programas informá-ticos, equipos industriales, comerciales o científicos, así comotampoco cualquier otro derecho o activo distinto de los señaladoscomo susceptibles de generar ingresos ‘reducidos’.

Identificación de un activo en contabilidad; creador del activo intangible

El Código de Comercio, en su artículo 36, define el concepto de ac-tivo como “Bienes, derechos y otros recursos controlados econó-micamente por la empresa, resultantes de sucesos pasados, de losque es probable que la empresa obtenga beneficios económicos enel futuro.”

Conceptuado un activo, le sigue la tarea de su identificación, cir-cunstancia que, cuando se trata de activos intangibles, la normacontable exige ciertos aspectos específicos a considerar. En efec-to, el Plan General de Contabilidad, aprobado por Real Decreto1514/2007, de 16 de noviembre, (PGC), regula en su Norma deRegistro y Valoración (NRV) 5ª Inmovilizado intangible, que “parael reconocimiento inicial de un inmovilizado de naturaleza intangi-ble, es preciso que, además de cumplir la definición de activo y loscriterios de registro o reconocimiento contable contenidos en elMarco Conceptual de la Contabilidad, cumpla el criterio de identifi-cabilidad”.

El citado criterio de identificabilidad implica que el inmovilizadocumpla alguno de los dos requisitos siguientes:

a) Sea separable, esto es, susceptible de ser separado de la em-presa y vendido, cedido, entregado para su explotación, arren-dado o intercambiado.

b) Surja de derechos legales o contractuales, con independenciade que tales derechos sean transferibles o separables de la em-presa o de otros derechos u obligaciones.

En ningún caso se reconocerán como inmovilizados intangibles losgastos ocasionados con motivo del establecimiento, las marcas,cabeceras de periódicos o revistas, los sellos o denominacioneseditoriales, las listas de clientes u otras partidas similares, que sehayan generado internamente.

Lo anterior pone de manifiesto que, existiendo activos intangiblesdesde una perspectiva económica, puede que no sean objeto de re-gistro en el activo del balance de la compañía que los posee. Estose debe a la prohibición que la norma transcrita impone (..estable-cimiento, las marcas, cabeceras de periódicos o revistas, los selloso denominaciones editoriales, las listas de clientes u otras partidassimilares, que se hayan generado internamente), así como en de-terminados casos estos activos intangibles pueden no ser objetode registro al no cumplir con el requisito de identificabilidad. Porultimo, un aspecto adicional que puede hacer que un activo intan-gible no se recoja como tal será su importancia relativa para el con-junto de la empresa. En cualquier caso, la norma fiscal no pareceexigir el registro del activo, aunque sí su existencia.

Llegados a este punto, y bajo la configuración del activo intangible,se exige para aplicar el incentivo indicado que la empresa sea crea-dora del activo; entendemos que esto exige que la labor de gene-ración del activo deba ser acometida por la empresa, por lo que nocabe la adquisición del activo, lo que de forma inmediata exige quela empresa lleve a cabo un proceso en el que asuma todos los ries-gos y ventajas o beneficios inherentes a la generación del activo.Es por ello que nos encontramos para la generación de este acti-vo, de forma general, ante actividades de investigación y desarro-

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llo tal y como se regulan en el PGC, para las que la NRV 6ª aparta-do a) indica:

« a) Investigación y desarrollo. Los gastos de investigación serángastos del ejercicio en que se realicen. No obstante, podrán acti-varse como inmovilizado intangible desde el momento en quecumplan las siguientes condiciones:

- Estar específicamente individualizados por proyectos y su cos-te claramente establecido para que pueda ser distribuido en eltiempo.

- Tener motivos fundados del éxito técnico y de la rentabilidadeconómico-comercial del proyecto o proyectos de que se trate.

Los gastos de investigación que figuren en el activo deberán amor-tizarse durante su vida útil, y siempre dentro del plazo de cincoaños; en el caso en que existan dudas razonables sobre el éxitotécnico o la rentabilidad económico-comercial del proyecto, losimportes registrados en el activovdeberán imputarse directamentea pérdidas del ejercicio.

Los gastos de desarrollo, cuando se cumplan las condiciones in-dicadas para la activación de los gastos de investigación, se reco-nocerán en el activo y deberán amortizarse durante su vida útil,que, en principio, se presume, salvo prueba en contrario, que noes superior a cinco años; en el caso en que existan dudas razona-bles sobre el éxito técnico o la rentabilidad económico-comercialdel proyecto, los importes registrados en el activo deberán impu-tarse directamente a pérdidas del ejercicio».

Dichos procesos pueden realizarse a través de medios internos opropios de la empresa o se podrían encargar a terceros, siempreque la empresa asuma los riesgos del proyecto encargado. La nor-ma anterior complementada con la Resolución de 21 enero de1992 del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC)por la que se dictan normas de valoración del inmovilizado inma-terial, (que entendemos vigente con el nuevo PGC en base a lo in-dicado en la Disposición transitoria 1 del Real Decreto 1514/2007de 16 de noviembre) permite calificar el activo intangible creadodesde su perspectiva contable.

Registro contable: coste y vida económica

Una vez identificado el activo intangible generado internamente porla empresa, surge la necesidad de valorarlo, para lo que el PGC, ensu Marco conceptual, concretamente en su apartado 6º Criterios devaloración, indica que el coste de producción, de un activo “(…)incluye el precio de adquisición de las materias primas y otras ma-terias consumibles, el de los factores de producción directamenteimputables al activo, y la fracción que razonablemente correspon-da de los costes de producción indirectamente relacionados con elactivo, en la medida en que se refieran al periodo de producción,construcción o fabricación, se basen en el nivel de utilización de lacapacidad normal de trabajo de los medios de producción y seannecesarios para la puesta del activo en condiciones operativas”.

Dicha norma se concreta para los activos del inmovilizado y, portanto, para intangibles, en la NRV 2ª donde se indica que “El costede producción de los elementos del inmovilizado material fabrica-dos o construidos por la propia empresa se obtendrá añadiendo alprecio de adquisición de las materias primas y otras materias con-sumibles, los demás costes directamente imputables a dichosbienes.”

También se añadirá la parte que razonablemente corresponda delos costes indirectamente imputables a los bienes de que se trateen la medida en que tales costes correspondan al periodo de fabri-cación o construcción y sean necesarios para la puesta del activoen condiciones operativas. En cualquier caso, serán aplicables loscriterios generales establecidos para determinar el coste de lasexistencias.

Este proceder, complementado con la Resolución del ICAC de 21de enero de 1992 anteriormente citada, y la Resolución de 9 demayo de 2000, que establece los criterios para la determinación delcoste de producción, permite determinar el coste de un activo ge-nerado internamente; para ello deberán considerarse los costes in-curridos –tanto los directos como los indirectos– que puedan im-putarse al activo generado bajo un criterio razonable, y teniendopresente la limitación de que en ningún caso los gastos generalesde administración o dirección de empresa formarían parte del cos-te de producción del activo.

Por último, hay que señalar que, en un proceso de Investigación,normalmente se exige la necesaria concurrencia de proyectos conun objetivo único, de forma que sólo uno de aquéllos, en general,alcanzará el éxito. Teniendo presente lo anterior, el coste del activointangible obtenido o generado por la empresa debería cuantificar-se por la suma del coste incurrido en el proyecto exitoso, así co-mo el del resto interrelacionado en el mismo objetivo, ya que sinincurrir en ellos no podría obtenerse el activo final. En este senti-do ya se expresaba la Resolución del ICAC de 21 de enero de 1992,que en su norma segunda 3 indicaba “Para los gastos de investi-gación, la apreciación de la rentabilidad económico-comercial y deléxito técnico de los mismos, se realizará genéricamente para cadaconjunto de actividades de investigación interrelacionadas por laexistencia de un objetivo común”.

Cuantificado el activo en las cuentas anuales, resta por analizar suvida económica, para lo cual hay que considerar:

• Si se trata de un logro de la Investigación, los costes incurridospara ello, si se activan (ya que el PGC lo establece como una op-ción) se amortizarían en un plazo máximo de 5 años.

• Si se califican como desarrollo, se trata de un activo que la nor-ma contable obliga a activarlo. Ahora bien, no se traspasa comomayor valor del desarrollo el importe incurrido en la investiga-ción y se debe amortizar en el plazo en que genere ingresos, sibien la norma contable prevé un plazo de 5 años máximo, salvoque se pruebe otro mayor.

En caso de que en el proceso de Investigación y desarrollo se ob-tenga un activo concreto, se atenderá a las circunstancias especí-ficas del activo para poder delimitar el período de vida económica,aspecto este que descansa en la naturaleza técnica del activo.

Ingresos percibidos por la cesión de uso

Finalmente, una vez obtenido el activo, para conseguir el incentivofiscal es necesario ceder su uso. Este aspecto no parece presentaren principio ningún aspecto controvertido; sin embargo, es nece-sario tener en consideración que su cesión no debe implicar nun-ca la transmisión del activo. En efecto, la normativa contable esta-blece que cuando la cesión (arrendamiento, en la terminología delPGC) permite evidenciar que se han transmitido todos los riesgosy ventajas inherentes al activo, debe considerarse la transmisióndel activo de acuerdo con lo preceptuado en la NRV 8ª del PGC.Dicha norma, para facilitar su aplicación, establece una serie depresunciones donde podría apreciarse la traslación de riesgos yventajas del activo, si bien se admite prueba en contrario: en con-creto se indica:

a. Contratos de arrendamiento en los que la propiedad del activose transfiere, o de sus condiciones se deduzca que se va atransferir, al arrendatario al finalizar el plazo del arrendamiento.

b. Contratos en los que el plazo del arrendamiento coincida o cu-bra la mayor parte de la vida económica del activo, y siempreque de las condiciones pactadas se desprenda la racionalidadeconómica del mantenimiento de la cesión de uso.

El plazo del arrendamiento es el periodo no revocable para elcual el arrendatario ha contratado el arrendamiento del activo,

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junto con cualquier periodo adicional en el que éste tenga dere-cho a continuar con el arrendamiento, con o sin pago adicional,siempre que al inicio del arrendamiento se tenga la certeza ra-zonable de que el arrendatario ejercitará tal opción.

c. En aquellos casos en los que, al comienzo del arrendamiento, elvalor actual de los pagos mínimos acordados por el arrenda-miento suponga la práctica totalidad del valor razonable del ac-tivo arrendado.

d. Cuando las especiales características de los activos objeto delarrendamiento hacen que su utilidad quede restringida al arren-datario.

e. El arrendatario puede cancelar el contrato de arrendamiento ylas pérdidas sufridas por el arrendador a causa de tal cancela-ción fueran asumidas por el arrendatario.

f. Los resultados derivados de las fluctuaciones en el valor razo-nable del importe residual recaen sobre el arrendatario.

g. El arrendatario tiene la posibilidad de prorrogar el arrendamien-to durante un segundo periodo, con unos pagos por arrenda-miento que sean sustancialmente inferiores a los habituales delmercado.

De acuerdo con lo anterior, si el activo generado finalmente es ce-dido en uso de forma que se transmiten los riesgos y ventajas sus-tanciales inherentes al activo, el activo se da de baja del balance, loque produciría que el activo quedara fuera del incentivo fiscal indi-cado.

Conclusión

Desde hace tiempo, la doctrina y la normativa contable tratan deavanzar en la incorporación a cuentas anuales de los activos intan-gibles generados por las empresas, dada la importancia económi-ca que tienen en una economía moderna. El sistema contable tra-dicional pone numerosas limitaciones, de forma que cuando la em-presa genera sus propios intangibles, solo en determinadas oca-siones se permite su registro como activo. Pues bien, si la norma-tiva fiscal, con la potencia que la caracteriza, establece una serie deincentivos sobre determinados intangibles, y estos deben estar ca-lificados como activos de acuerdo con la norma contable, este as-pecto puede coadyuvar a que las empresas identifiquen procesosde generación de ciertos activos intangibles que al estar incentiva-dos permitirán su afloramiento en las cuentas anuales de formamás específica.

Manuel OrtegaJefe de la Central de Balances del Banco de EspañaPresidente del Comité Europeo de Centrales de Balances

Informe Integrado, formatos, XBRL y bases de datos públicas

La contabilidad es importante, pero no todo está en ella

Hay otras informaciones de interés, de difícil acceso. La Centralde Balances del Banco de España y sus homólogas europeas, quecrean y mantienen bases de datos con información de empresasno financieras para conocer cuál es la situación de los negociosempresariales, requieren de información para distintos fines: aná-lisis empresarial, valoración del riesgo de crédito, análisis macro-económico, análisis de estabilidad financiera, elaboración de esta-dísticas, otros. Si bien en todos los casos la información básica pa-ra el seguimiento del sector es la contenida en la contabilidad delas empresas, una parte sustancial de sus estudios requiere de da-tos adicionales imprescindibles que, bien se solicitan en contactosdirectos, bien se extraen de memorias y de otra información (no-

tas de prensa, presentaciones a inversores, etc.). El coste de lacaptura de los datos es elevado y sujeto a errores, especialmenteel que no cumple con la lógica aritmética implícita en la partida do-ble, sobre todo porque la información no siempre está debidamen-te normalizada.

IR, una oportunidad para la normalización. La puesta en marchade proyectos IR (integrated reporting), en especial el coordinadopor el IIRC (International Integrated Reporting Committee) abreuna ventana de oportunidad para que la información necesaria,singularmente la que no tiene carácter contable aunque tambiénesta, sea más fácilmente incorporada a nuestras bases de datos. ElIII Grupo de Trabajo del ECCBSO desde 2010 monitoriza los desa-rrollos en materia de IR que se hacen en los países representadosen el grupo y, en lo posible, influye en los trabajos en curso, paraque la información corporativa, contable y no contable, sea públi-ca y fácilmente accesible para todos los usuarios1. Por su parte, laCentral de Balances española colabora en el mantenimiento de losmodelos y taxonomías oficiales para el depósito de cuentas anua-les y participa en los grupos de trabajo y estudios de AECA en losque se promueve el uso de estándares.

El fracaso de la contabilidad: ¿alguien está contento con la información disponible?

Aunque son muchas las virtudes que se reconocen a la contabili-dad, algo se habrá hecho mal cuando nadie parece estar contentocon sus resultados. Y no solo las empresas no financieras, que de-ben afrontar la creación de –lo que ellas consideran son– ingentescantidades de información, en ocasiones redundantes: para losmercados, para los acreedores y financiadores, para las adminis-traciones públicas, entre otros. También los usuarios de la infor-mación muestran su descontento con los datos que reciben de lassociedades no financieras. Los intereses de los diferentes usuariosno siempre son coincidentes, lo que dificulta el establecimiento deun marco regulador integrado en el ámbito internacional. La pre-sión de los inversores está llevando a que los reguladores conta-bles paulatinamente se decanten por sistemas contables de predic-ción, abandonando los sistemas contables de control, los ahoraexistentes, y no solo en la normalización de las cuentas consolida-das, sino también en las individuales2. Con ello, se está priorizan-do la información contable que es base para el estudio de los in-versores sobre la situación futura de la empresa, en detrimento delas necesidades de otros usuarios (empleados, prestamistas, esta-dísticos, entre otros) también interesados en conocer la situaciónactual y pasado de la empresa.

a. Carencias para conocer el pasado y hacer comparaciones entreempresas y países

Sería injusto decir que las normas IFRS dificultan este objetivo, oal menos que lo hagan en mayor medida que los estándares nacio-nales. Por ejemplo, que los balances empresariales recojan la va-loración más próxima al mercado, en aplicación de la normativaIFRS, es una ventaja para los estadísticos que los utilizan comocontraste en la elaboración de las cuentas financieras de la econo-mía. Pero existen algunos límites en las normas actuales (tanto lasIFRS como las normas nacionales):

• El IASB no desea elaborar formatos contables unificados, lo quedificulta el acceso a datos de múltiples empresas de forma ma-

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1 Los lectores interesados pueden conocer más detalles sobre los trabajos delComité Europeo y de sus grupos de trabajo en la dirección www.eccbso.org.

2 Véase El papel de los modelos contables de predicción. Especial referencia a lasNIC’s. Tua Pereda, Jorge (2009)

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siva (los que precisan los estadísticos, por ejemplo) y la fácilcomparación entre empresas y países (lo que conviene a todoslos usuarios). Algunos aducen que la imagen fiel de una empre-sa no puede encorsetarse en un modelo preestablecido. Siendoparcialmente cierto, también lo es que la inexistencia de mode-los estándar dificulta si no impide la comparación; habrá quebuscar un equilibrio entre ambas necesidades. El esfuerzo queestá haciendo la Fundación del IASB para desarrollar una taxo-nomía XBRL que se emplee en los mercados bursátiles reduciráen parte el alcance de este problema.

• En ausencia de un regulador internacional que defina modelos,están siendo las firmas auditoras las que suplen este papel: ac-tualmente son más fácilmente comparables los informes anua-les de, por ejemplo, un grupo chino y otro alemán auditados porla misma firma, que los de dos empresas alemanas con distintoauditor de cuentas.

• El IASB no ha querido elaborar normas sobre aquellos elemen-tos informativos que considera no entran en su ámbito regula-dor (ellos determinan cuál es su perímetro de actuación). Es elcaso de los datos sobre empleo, por ejemplo.

• Las normas contables nacionales europeas, aunque están ajus-tadas a una Directiva común, crean sin embargo modelos de es-tados contables que no permiten la comparación entre países,en el caso de las cuentas individuales. En el de los grupos em-presariales cotizados, aunque todos están sujetos a las mismasnormas (IFRS), sin embargo solo la CNMV española ha desarro-llado formatos estándar para su depósito en la comisión de va-lores; el resto de bolsas europeas no han elaborado modelos mí-nimos de información, lo que hace difícil la captura de estos da-tos y su comparación entre países. El ESMA y su antecesor,CESR, han centrado sus esfuerzos en facilitar el acceso telemá-tico a los datos, pero no la descarga electrónica inteligente (conXBRL, por ejemplo), salvo el caso de España, que es una isla eneste importante desarrollo, aún pendiente.

• Los datos de las sociedades no financieras se reciben con unademora excesiva: las cuentas anuales suelen estar disponiblesen los registros administrativos (Registros Mercantiles, en el ca-so de España) con una demora de 9-10 meses. La normativamercantil, que fue redactada entre 1885 y 1951, parece no haberdescontado la existencia de los ordenadores e Internet. Lascuentas trimestrales de las sociedades cotizadas han desapare-cido, en la práctica, desde que se traspuso la Directiva de Trans-parencia; para los trimestres I y III se limita a una descripción delos resultados empresariales (no de las partidas que los forman)y las principales rúbricas del balance; las cuentas semestrales deestas empresas, únicas con formato obligatorio, ofrecen la infor-mación con un desfase reducido, aunque muy por encima delque se aplica a las entidades financieras.

• El foco normalizador se ha centrado en los inversores; por ello,la información de los flujos de tesorería se ha convertido en elcentro del modelo contable y de la información que se suminis-tra a los mercados, en detrimento de otros usuarios.

b. Carencias para conocer el futuro de las empresas

Como se ha dicho en el epígrafe previo, las necesidades de infor-mación predictiva de los inversores están guiando los desarrollosnormativos del IASB. Sin embargo, tampoco ellos –los inversores–han dispuesto de la información necesaria (o no han sabido encon-trarla en la maraña de datos ofrecidos) para evitar algunos fiascos(Enron, Parmalat, Lehman....). El proyecto liderado por el IIRC de-fine en su misión el conjunto de informaciones de carácter no con-table que se necesitan integrar con los informen financieros actua-les para afrontar el difícil reto de satisfacer las necesidades de losinversores de largo plazo. No las repetiré aquí. A cambio destaca-

ré algunos aspectos preocupantes de la información que actual-mente se está suministrando:

• Referido al entorno europeo, tal como se ha expuesto:

- Todavía no existe un formato estándar que permita la carga di-recta de estados contables completos para la comparación deempresas. Solo la CNMV española ha elaborado esta utilidad,gracias al uso de XBRL.

- Incluso en este caso, la información estandarizada y fácilmen-te accesible (la que se remite en la taxonomía XBRL IPP, de in-formación pública periódica), es limitada. Valga como ejemploque la carga en base de datos que realiza anualmente la Cen-tral de Balances sobre la información por género, para el ejer-cicio 2010, de los miembros del consejo de administración delas 135 sociedades no financieras cotizadas (que no está nor-malizado en la IPP), ha conllevado la lectura individualizada delos listados de miembros del consejo de esas sociedades enlos informes de buen gobierno. Así, la localización y cargaposterior de simplemente 4 datos por grupo (consejeros eje-cutivos y resto, distinguiendo entre hombres y mujeres) re-quiere anualmente el trabajo de una persona durante 2 sema-nas completas; y la posibilidad de que se cometa algún error.

- La información trimestral estandarizada (esto es, bajo un for-mato y/o en soporte XBRL) ha desaparecido.

• La comparación entre las cuentas suministradas al mercado porempresas que utilizan la normativa IFRS y las normas america-nas (US GAAP) es extremadamente compleja y costosa. Pruebade ello es que la SEC americana por el momento no acepta lapresentación de cuentas XBRL con la taxonomía IFRS, sino so-lo con la taxonomía US GAAP3. Frente a los 2.700 elementos deinformación que contiene la primera, la taxonomía XBRL del USGAAP pasa de los 15.000. La diferencia surge del distinto enfo-que de ambos marcos regulatorios y, por derivación, de sus ta-xonomías (basada en principios contables, la de la IFRS, y ennormas específicas, la US GAAP). El ECCBSO, que analiza el im-pacto de la valoración fair value en los grupos europeos, está in-tentando obtener datos comparados para las empresas america-nas. Por ahora está afrontando el reto de localizar los 6 elemen-tos que precisa entre las 15.000 etiquetas XBRL disponibles.

• La comparación entre empresas se dificulta enormemente con laexistencia de opciones, como la presentación de la cuenta de re-sultados por naturaleza o función.

Diagnóstico: ‘usted sufre de inflación informativa’

En el momento en el que los estadísticos europeos se enfrentan auna intensa presión para disminuir sus demandas de informacióny reducir la carga informativa que recae sobre las empresas, y enel que la revisión de la IV Directiva contable está poniendo inclusoen duda la obligación de depósito de cuentas de las microsocieda-des4, resulta paradójico ver que los informes anuales de los gruposcotizados y de las grandes empresas experimentan un incrementoen detalles no siempre necesarios. Algunas consideraciones:

• El proceso global de desregulación y de presión para reducir lacarga informativa debería revertirse en el caso de los grupos y

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3 La página http://sec.gov/info/edgar/edgartaxonomies.shtml facilita la lista de taxo-nomías XBRL aceptadas por el servicio Edgard online, de la SEC americana. El planinicial de la SEC era admitir desde junio de 2011 la presentación electrónica decuentas IFRS en formato XBRL (con la taxonomía de la Fundación IASB), lo quepor el momento no es posible (más información en http://www.sec.gov/rules/final/2009/33-9002.pdf).

4 Normalmente se habla de microempresa, lo que resulta equívoco en algunos paí-ses, que incluyen en esa denominación los negocios de los empresarios autóno-mos. Por ello prefiero hablar de las obligaciones de información de las microsocie-dades que, por ser de tipo capitalista (anónimas y limitadas), deben ‘pagar’ con latransparencia de sus cuentas el beneficio de limitar la responsabilidad de sus so-cios al capital invertido. Quien no quiera esa carga, que se constituya como socie-dad personalista, con responsabilidad ilimitada, por tanto.

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empresas cotizados y en los no cotizados, pero con forma de so-ciedad anónima y límitada, en razón de su tamaño.

• El IASB es un regulador singular, que elabora normas, pero notiene por qué hacerlas cumplir, lo que favorece la inflación denormas y elementos sobre los que hay que informar.

• La existencia de formatos obligatorios en ocasiones son percibi-dos como un beneficio por las entidades informantes que conellos conocen qué información deben facilitar, ni más, ni menos.En caso contrario, se favorecen posiciones preventivas (dar demás, ‘por si acaso’). Efectivamente, el estudio que ha desarrolla-do la Fundación IASB en colaboración con grupos cotizados enla SEC que presentan cuentas bajo IFRS ha propiciado que algu-nos de ellos, a partir de ahora, se vayan a plantear reducir deta-lles que venían facilitando por desconocimiento: algunos ele-mentos no requeridos por las IFRS, se habían incorporado a su-gerencia de los consultores externos que colaboran en la elabo-ración de las cuentas (‘¿por qué estamos reportando esto almercado?’).

• Modelos únicos, que identifiquen las obligaciones contables ins-critas en normas contables únicas, necesitan de cambios regu-latorios nacionales, para que el derecho sustantivo (el mercantil,entre otros) se sintonice. Lo que ya se ha hecho en el ámbito delos grupos cotizados deberá afrontarse en algún momento en elde las cuentas individuales.

Dar menos para dar más. Ventanilla única y ‘one report’

El proyecto de Integrated Reporting, que va a crear un documentoúnico con toda la información relevante, representa una ventana deoportunidad para resolver buena parte de los problemas descritos.Seleccionar los elementos sustanciales de las taxonomías XBRLactualmente existentes (un subconjunto de la IFRS y de la USGAAP, y de la RSC desarrollada por AECA, por ejemplo) sería elpunto de partida. Pero quizás se podría ir un poco más allá:

• La idea del Integrated Reporting debe plasmarse en un modeloy una taxonomía XBRL integrada.

• Ésta debe crearse con dos niveles de información: un núcleo conlos indicadores más relevantes, y otro de detalles adicionales.

• De nada sirve la regulación sin la obligación del uso de las nor-mas y la posterior publicación de los informes en un registro pú-blico. ¿Por qué no solicitar entonces que la taxonomía IR en elfuturo?:

- En su parte nuclear, sea de uso obligatorio por todos los gru-pos cotizados.

- Pero también por las muy grandes empresas individuales ygrupos multinacionales no cotizados (con más de 1.000 em-pleados, por ejemplo).

- Y que los informes sean depositados en un único registro pú-blico (ventanilla única).

• La existencia de bases de datos públicas con informes IR seríala garantía de que los beneficios de la transparencia alcanzarána todos los usuarios de la información.

• Además, se podría aprovechar la normativa IR para mejorar al-gunos aspectos de la información contable actual:

- Garantizar la disponibilidad de información de la cuenta de re-sultados por naturaleza, para todas las empresas y grupos.

- Información intermedia: diferenciar dentro de la taxonomíanuclear qué elementos de información deben reportarseanualmente y cuáles semestral, trimestral y mensualmente.

Las sociedades capitalistas (anónimas y limitadas) están obligadasa dar suficiente información, en contrapartida por la limitación desus socios en la asunción de pérdidas. Las entidades financierasfacilitan a los organismos reguladores desde hace muchos años

información muy detallada, con periodicidad anual, trimestral,mensual y diaria; los sistemas informáticos actuales lo permiten.

Por ello, cabe al menos preguntarse sobre qué tipos de sociedadesno financieras deberían ver aumentados sus requerimientos infor-mativos, a la vista de la importancia que tienen en nuestras econo-mías.

Enrique Pinazo TobesMagistrado especialista en Mercantil

Apuntes sobre la fase de resolución del proceso concursal

I. Convenio

El convenio se manifiesta como el medio negociado de solucióndel problema que plantea la insolvencia.

A) Propuesta anticipada de convenio

1. Forma de la propuesta

La propuesta escrita tiene que ir acompañada de adhesiones deacreedores de cualquier clase que superen la quinta parte del pasi-vo presentado por el deudor. Cuando la propuesta se presente conla propia solicitud de concurso bastará con adhesiones que supe-ren la décima parte del mismo pasivo. Debe incluir un plan de pa-gos y un plan de viabilidad cuando se cuente con los recursos quegenere la continuidad de la actividad para cumplir el convenio.

2. Contenido

La propuesta anticipada se rige por las normas de propuesta ordi-naria, art. 100. Su principal ventaja se sitúa en la posibilidad deampliar el plazo de cinco años de espera y quita a más del 50% sincriterio excepcional, sin que la empresa tenga especial trascenden-cia para la economía.

3. Legitimación y prohibiciones

El derecho a formular propuesta anticipada solo asiste a los deu-dores que no incurran en las prohibiciones del art.105.1, (condenapor sentencia firme por delitos contra el patrimonio, contra el or-den socioeconómico, falsedad documental, contra la HaciendaPublica, la Seguridad Social o contra los derechos de los trabaja-dores), y haber incumplido en alguno de los tres últimos ejerciciosen la obligación del depósito de las cuentas anuales.

4. Informe de evaluación

Se emite en el plazo de 10 días. El informe no debe examinar la le-galidad de la propuesta; se trata de evaluar la posibilidad de cum-plir el plan de pagos y el de viabilidad. Cuando sea favorable, el juezno puede dejar sin efecto la admisión de la propuesta. Cuando seadesfavorable o con reservas, el juez, ‘podrá’, dejar sin efecto la ad-misión de la propuesta.

5. Adhesiones

Es la declaración de voluntad de un acreedor realizada por escritoo de forma oral, con constancia escrita y bajo fe pública, al margende una junta, por la que se acepta una propuesta de convenio. Solopuede revocarse cuando la clase o cuantía del crédito expresada enla adhesión resultase modificada.

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6. Aprobación judicial del convenioLas adhesiones deben alcanzar el porcentaje exigido –la mitad delpasivo ordinario del concurso– salvo excepción (art. 124.2 LC).Cumplido el deber de verificación, se proclama el resultado y se abreel plazo de 10 días para formular oposición. No formulada oposición,el juez dicta sentencia aprobando el convenio, salvo que concurracausa legal para rechazarlo de oficio. Cuando no se alcanza el por-centaje para la aprobación del convenio, el concursado puede optarpor mantener en la fase de convenio la propuesta anticipada.

B) Propuesta de convenio en la fase ordinaria

1. Forma de la propuesta ordinaria, prácticamente idéntica a la an-ticipada. Existe una nueva modalidad: Tramitación escrita delconvenio. Sus características son:

Aparece el voto en contra, trasladable el convenio anticipado, en lasituación expresamente prevista en el articulo 124. El auto queacuerde la tramitación escrita del convenio señalará la fecha límitepara la presentación de adhesiones o de votos en contra (noventadías contados desde la fecha del auto. En la reforma, dos meses).Acordada la tramitación escrita, sólo se podrán presentar propues-tas de convenio conforme al apartado segundo del artículo 113hasta los sesenta días anteriores al vencimiento del plazo previstoen la regla anterior (Proyecto, 1 mes). Finalizado el plazo de pre-sentación de adhesiones, el juez verificará si la propuesta de con-venio presentado alcanza la mayoría exigida y proclamará el resul-tado. Si la mayoría resultase obtenida, el juez, en los cinco días si-guientes al vencimiento del plazo de oposición a la aprobación delconvenio (apartado 1 art. 128) dictará sentencia aprobatoria, salvoque se haya formulado oposición al convenio o éste sea rechazadode oficio por el juez.

2. Contenido art. 100No puede alterar la cuantía y clase de los créditos reconocidos. Seprohíbe la cesión de bienes en pago o para pago y los convenios deliquidación. No se admiten propuestas condicionadas, salvo acu-mulación (concursos conexos). No se admiten convenios con reba-ja superior a la mitad del importe de cada crédito, ni espera supe-rior a 5 años, salvo para empresas de especial trascendencia parala economía. La propuesta puede tener contenido alternativo y de-be contener quitas o esperas. Se admite la conversión de créditosen acciones y determinadas formas de reestructuración societaria.

3. LegitimaciónLas prohibiciones del art. 105 no son aplicables. La propuesta deldeudor no necesita contar con apoyo alguno, y puede proceder deacreedores ordinarios y privilegiados que superen una quinta par-te del total del pasivo.

4. Informe de evaluaciónLa finalidad de este documento es meramente informativa. Las ad-hesiones solo serán validas cuando se presenten después de po-nerse de manifiesto.

5. AdhesionesDeben presentarse desde que se pone de manifiesto el escrito deevaluación, hasta el momento de cierre de la lista de asistentes ala junta de acreedores. La adhesión tiene el valor de concurrenciaa la junta y se computara a efectos de quórum, salvo acreedoresprivilegiados. A efectos de voto se computan las adhesiones de losacreedores ordinarios y privilegiados que no asistan a la junta.

6. Junta de Acreedores No es un órgano del concurso. Es necesaria la presencia de más dela mitad del pasivo ordinario. La junta será presidida por el juez,quien excepcionalmente puede designar a uno de los administrado-

res concursales. El concursado y cada uno de los miembros de laadministración concursal tiene el deber de asistir e informar. La lis-ta de acreedores se confecciona antes del comienzo de la reunión. Elacta de la junta documenta lo acaecido en ella. Cuando la propuestaprocede del deudor y es aceptada, se perfecciona el convenio, pen-diente solo para ser eficaz de aprobación judicial. En determinadasocasiones, las mayorías deben combinarse con las exigidas en ca-sos especiales por el art. 125. Para la aceptación del convenio, co-mo regla general se requiere la mitad del pasivo ordinario. Cuandola propuesta consista en una espera que no supere los tres años, oen el pago inmediato con quita inferior al 20%, será suficiente quevote a favor una porción del pasivo superior a la que vote en contra.No tienen derecho a voto los acreedores subordinados, ni los adqui-rentes inter vivos de créditos después de la declaración de concur-so, salvo adquisición universal o realización forzosa. La Reformacontempla aquí excepción para entidades financieras.

7. Aprobación judicial del convenioEl juez no puede hacer un juicio de merito sobre el fondo del con-venio. El art. 131 señala los aspectos que se someten al control deljuez. El juez dictará Auto concediendo un mes para que se subsa-nen los defectos apreciados en las adhesiones. art. 131.2. A laSentencia que apruebe el convenio se le dará la publicidad previs-ta en los artículos 23 y 24 de la LC.

C) Oposición a la aprobación del convenio

Se formulará en plazo de 10 días desde la conclusión de la junta, odesde la verificación judicial de las adhesiones, en caso de conve-nio anticipado o tramitación escrita. Puede fundarse en el conteni-do del convenio, forma de las adhesiones, en que éstas o los vo-tos decisivos se emitan por quien no es titular del crédito, u obte-nido por maniobras que afecten a la paridad de trato, o que el cum-plimiento del convenio sea objetivamente inviable, en defectos deconstitución o celebración de la junta o sobre la tramitación escri-ta. La oposición se tramita de acuerdo con las normas del inciden-te concursal. El juez puede adoptar medidas cautelares, entre ellas,iniciar el cumplimiento del convenio. La sentencia aprobará o re-chazará el convenio, sin modificarlo, pudiendo fijar su correcta in-terpretación. También podrá convocar nueva junta o tramitaciónescrita. La reforma contempla la posibilidad de exigir caución, da-ños y perjuicios al impugnante del convenio.

D) Eficacia del convenio

La eficacia nace desde que se dicta sentencia aprobando el conve-nio, sin esperar a su firmeza. Cesan los administradores concursa-les y finalizan los efectos del concurso. Vincula al deudor y a todoslos acreedores ordinarios y subordinados. Los acreedores privile-giados quedan vinculados si votan a favor o manifiestan su volun-tad de someterse al convenio, incluso después de su aprobación(art. 134.4). El convenio puede establecer limitaciones a las facul-tades de administración y disposición.

E) Cumplimiento del convenio

La declaración de cumplimiento ha de realizarse por el juez a soli-citud del deudor; puede solicitarse antes de que haya sido declara-do incumplido. La acción de incumplimiento caduca a los dos me-ses de haberse anunciado por ultima vez el auto de declaración decumplimiento. El incumplimiento determina la rescisión del conve-nio y la desaparición de sus efectos. El cumplimiento permite quepueda darse por concluido el concurso.

II. Liquidación

Para el legislador del año 2003, es siempre una solución subsidia-ria, que opera cuando no se alcanza o se frustra la de convenio. Sinembargo, en la práctica es la forma mas frecuente de conclusióndel concurso. Aquí se trata de convertir en metálico el patrimonio

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del concursado y de pagar con su importe a los acreedores. A di-ferencia del convenio, no produce efectos novatorios y no quedaextinguida la deuda.

• Liquidación anticipada

Regulada por el artículo 142 bis. Da lugar a la apertura de la li-quidación sin necesidad de esperar a la conclusión de la fase co-mún. Actualmente solo puede pedirla el deudor, dando trasladoa la administración concursal, que puede proponer modificacio-nes. Es un plan de liquidación, y debe cumplir las exigencias delartículo 148. 3 y 4.

• Acceso ordinario a la liquidación

Puede pedirse por el deudor en cualquier momento, salvo queestuviese admitida propuesta de convenio (art. 114.2). El deudorimpone facultativamente la liquidación (artículo 142.1.1º).Liquidación obligatoria, solo en el caso del 142.3, durante la vi-gencia del convenio, cuando conste la imposibilidad de cumplir-lo. Liquidación solicitada por acreedores (142.1.4º), solo en ca-so de convenio (proyecto 142.1.3º). La reforma del 2011 incor-pora mejoras sustanciales en este punto, especialmente para elprocedimiento abreviado, posibilitando también (142.1.3º), quese inste la liquidación por la administración concursal.

• Efectos de la apertura de la liquidación

Suspensión de las facultades de administración y disposicióndel concursado. Extinción del derecho a alimentos en caso depersona física. Cese de los administradores o liquidadores de lasociedad. Disolución de la persona jurídica. Apertura de la sec-ción de calificación. Vencimiento anticipado de los créditos con-cúrsales y conversión en dinero de todas las deudas.

• De las operaciones de liquidación

Plan de liquidación. Flexibilidad. Habilitación venta directa.

Reglas supletorias en la liquidación, Articulo 149. Se establececomo principio general el de enajenación unitaria de la empresa,salvo que en interés del concurso se estime más conveniente laenajenación individualizada. Siendo de aplicación supletoria lasnormas de la LEC

• Control de la liquidación. Art. 152. Más exhaustiva en la reforma,con previsión especifica para la conclusión del concurso de es-te modo (152.2 y 3).

• La liquidación, cuando se incumpla o se conozca la imposibili-dad de cumplir el convenio.

Rige en el art. 162 la presunción de legitimidad de los pagos rea-lizados en cumplimiento parcial de convenio. Pagos ilegítimosson los realizados en fraude, contravención al convenio o altera-ción de la igualdad de trato. Están legitimados para ejercitar laacción revocatoria y de reintegración por los pagos ilegítimosrealizados la administración concursal y, subsidiariamente, losacreedores. Los pagos parciales validos serán retenidos comopagos a cuenta por los acreedores y los que consiguieran cobrartoda la deuda conservaran lo recibido.

• En la reforma del año 2011 destacan las especialidades previs-tas para el procedimiento abreviado con solicitud de concurso,incluyendo plan de liquidación y la posibilidad de comenzar elinicio del cumplimiento del convenio o de las operaciones de li-quidación, adoptando las cautelas necesarias, cuando las im-pugnaciones no superen el 20%, poniendo fin a la fase común.En todo caso, el eje de la reforma del procedimiento concursaldebe situarse en su simplificación, modernización y agilización,evitando retrasar en el tiempo la solución de la insolvencia, re-duciendo los perjuicios que su demora genera al concursado y asus acreedores.

Fernando Polo GarridoAna María Gomis PérezCentro de Investigación en Gestión de Empresas (CEGEA). Universitat Politècnica de València

La reclasificación del capital social en las cooperativas. Un apunte sobre sus efectos en la financiación de las cooperativasCon el objeto de armonizar nuestro marco normativo contable a lanueva normativa contable europea que adopta las Normas Interna-cionales de Información Financiera, se ha producido en Españauna reforma de la legislación mercantil, que ha modificado nuestralegislación básica. Este proceso de reforma se inicio con la apro-bación de la Ley 62/2003, de 30 de diciembre, de medidas fiscales,administrativas y del orden social, que supuso la incorporación delas Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) a losefectos exclusivos de las cuentas anuales consolidadas. Tras estaLey se aprobó la Ley 16/2007, de 4 de julio, de reforma y adapta-ción de la legislación mercantil en materia contable para su armo-nización internacional con base en la nueva normativa de la UniónEuropea, que modifico el Código de Comercio, el Texto Refundidode la Ley de Sociedades Anónimas y la Ley de Sociedades de Res-ponsabilidad Limitada, aunque también se modifican otras legisla-ciones a través de las Disposiciones Adicionales.

Finalmente, el uno de enero de 2008 entraron en vigor los dos nue-vos Planes contables. Por un lado, el Plan General Contable 2007(BOE 20/11/2007) y, por otro, el Plan General Contable Pymes(BOE 21/11/2007).

A raíz de la NIC 32, que establece los criterios para presentar losinstrumentos financieros como pasivos o patrimonio neto y de suinterpretación IFRIC 2, que desarrolla en qué casos puede conside-rarse a las acciones o instrumentos similares emitidos por las coo-perativas como capital contable y en qué circunstancias estos ins-trumentos deben clasificarse como pasivos, el capital social de lascooperativas pasaría a reclasificarse de pasivo.

En el propio preámbulo de la Ley 16/2007 se advertía que: “la con-vergencia del Derecho mercantil contable interno con las normasinternacionales, originará un cambio fundamental en la calificacióneconómico-contable de algunos instrumentos financieros utiliza-dos por las empresas españolas para obtener los recursos necesa-rios para el desempeño de su actividad. En particular, determina-das acciones rescatables y acciones o participaciones sin voto”.

Posteriormente, el actual Plan General Contable (PGC), en líneacon el contenido de la NIC 32, establece en su norma de valoración9º, apartado 3º que los instrumentos emitidos se clasificarán comopasivos financieros1: “siempre que de acuerdo con su realidad eco-nómica supongan para la empresa una obligación contractual, di-recta o indirecta, de entregar efectivo u otro activo financiero, o deintercambiar activos o pasivos financieros con terceros en condi-ciones potencialmente desfavorables, tal como un instrumento fi-nanciero que prevea su recompra obligatoria por parte del emisor,o que otorgue al tenedor el derecho a exigir al emisor su rescateen una fecha y por un importe determinado o determinable, o a re-cibir una remuneración predeterminada. siempre que haya benefi-

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1 Bien en su totalidad, bien en una de sus partes, cuando se traten de instrumentosfinancieros compuestos.

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cios distribuibles. En particular, determinadas acciones rescatablesy acciones o participaciones sin voto”.

Esta reclasificación supone que las aportaciones de los socios yotros partícipes que no otorguen a la cooperativa el derecho incon-dicional a rehusar su reembolso, deben calificarse como pasivo fi-nanciero. Lo que supondría para las cooperativas una reducción desu patrimonio neto (contable) y a la vez un aumento de su pasivo.Esta reclasificación puede ocasionar problemas a las cooperativas,no solamente a la hora de acceder a la financiación, sino tambiénrespecto de la financiación otorgada por los proveedores, en su re-lación con sus clientes actuales o potenciales, en su relación consus actuales socios o personas interesadas en ser socios, porcuanto que la información sobre la situación patrimonial de la coo-perativa se ve afectada.

Conscientes de los posibles impactos que estos cambios iban aocasionar ya en 2007 en la propia Ley de Reforma y Adaptación dela Legislación Mercantil en Materia Contable se modificó la LeyEstatal de Cooperativas, introduciendo la posibilidad de un nuevorégimen de aportaciones al capital social que retengan su clasifica-ción como patrimonio neto, como más adelante se incidirá.

Por otra parte, en el Real Decreto por el que se aprobó el PlanGeneral de Contabilidad, en su disposición transitoria quinta, apar-tado 4, se establece que hasta 31 de diciembre de 2009 podrán se-guir aplicándose los criterios por los que se establece la delimita-ción entre fondos propios y fondos ajenos en las normas sobre losaspectos contables de las sociedades cooperativas, aprobadas porOrden del Ministerio de Economía 3614/2003.

Una vez transcurrido el plazo, y ante la ausencia de los cambios ne-cesarios en gran parte de la legislación autonómica para que el ca-pital social pueda incluirse en los fondos propios, se modifico através del Real Decreto 2003/2009, de 23 de diciembre, el aparta-do 4 de la disposición transitoria quinta del Real Decreto1514/2007, de 16 de noviembre, de tal forma que se ampliase deforma excepcional y por un periodo de un año más (hasta31/12/2010) la vigencia de los criterios por los que se establece ladelimitación entre fondos propios y fondos ajenos.

La reforma contable en relación a las cooperativas tiene su puntofinal en la Orden EHA/3360/2010, de 21 de diciembre, por la quese aprueban las normas sobre los aspectos contables de las socie-dades cooperativas. Estas normas han sido elaboradas sobre labase de un documento elaborado por un grupo de expertos que hadesarrollado su trabajo en el Instituto de Contabilidad y Auditoríade Cuentas.

La finalidad de estas normas es que las sociedades cooperativaspuedan tener a su disposición unas normas contables que les per-mitan seguir suministrando información financiera en el marco delPlan General de Contabilidad y el Plan General de Contabilidad dePequeñas y Medianas empresas, en concordancia con las NormasInternacionales de Información Financiera adoptadas por la UniónEuropea, pero sin abandonar gran parte de la regulación especialaprobada en el año 2003.

Estas normas establecen en su norma primera que “el capital so-cial de una sociedad cooperativa, tal y como aparece definido en laley, está constituido por las aportaciones obligatorias y voluntariasefectuadas con ese fin, tanto de carácter dinerario como no dine-rario, ya sea en el momento de su constitución o en otro posterior,bien por la incorporación de nuevos socios o bien como conse-cuencia de posteriores acuerdos de aumento de capital o aporta-ciones voluntarias, y se corresponde con el capital suscrito deacuerdo con la ley. Tendrán la consideración de fondos propios lasaportaciones al capital social cuyo reembolso en caso de baja pue-

da ser rehusado incondicionalmente por el Consejo Rector o laAsamblea General, según establezcan la ley aplicable y los estatu-tos sociales de la cooperativa, siempre que no obliguen a la socie-dad cooperativa a pagar una remuneración obligatoria al socio oparticipes y el retorno sea discrecional”.

Estos nuevos criterios contables han motivado las modificacionesde las leyes de cooperativas con objeto de introducir un nuevo ré-gimen de aportaciones al capital social que retenga la clasificacióncomo patrimonio neto.

Las principales modificaciones que introducen las leyes de coope-rativas consisten en la introducción de aportaciones cuyo reembol-so en caso de baja pueda ser rehusado incondicionalmente por elConsejo Rector. Este derecho a rehusar puede ser sobre la totali-dad del capital social o parcial, es decir, sobre una parte del capi-tal social; así, los estatutos podrán prever que cuando en un ejer-cicio económico el importe de la devolución de las aportacionessupere el porcentaje de capital social que en ellos se establezca, losnuevos reembolsos estén condicionados al acuerdo favorable delConsejo Rector. Complementariamente, los estatutos podrán pre-ver que las aportaciones al capital social de los nuevos socios queentren en una cooperativa deberán preferentemente efectuarse me-diante la adquisición de las aportaciones cuyo reembolso hubiesesido solicitado por baja de sus titulares y la cooperativa haya rehu-sado su reembolso. Esta adquisición se producirá por orden de an-tigüedad de las solicitudes de reembolso de este tipo de aportacio-nes y, en caso de solicitudes de igual fecha, la adquisición se dis-tribuirá en proporción al importe de las aportaciones.

En estos momentos las cooperativas se encuentran ante la deci-sión de modificar sus estatutos, introduciendo aportaciones cuyoreembolso puede ser rehusado incondicionalmente por la coopera-tiva, o bien mantener el régimen tradicional del capital social.

Puesto que la modificación legal ha venido motivada por la nuevanormativa contable y en ningún caso ha sido un cambio demanda-do por el sector, es de esperar que las cooperativas tomen su de-cisión sobre la base de los efectos que perciban en el acceso a lafinanciación y coste de la misma.

En el acceso a la financiación juegan un papel primordial las deno-minadas tecnologías de crédito. Berger y Udell (2006) definen tec-nología de crédito como una única combinación de fuentes de in-formación primarias, procedimientos y políticas de examen, selec-ción y financiación, estructura del contrato de préstamo y meca-nismos y estrategias de supervisión.

Udell (2004) establece que son seis las diferentes tecnologías decrédito que utilizan las entidades financieras para conceder finan-ciación. Estas herramientas serían: crédito basado en los estadosfinancieros, crédito relacional, préstamos a microempresas concalificación del crédito, crédito basado en los activos, factoring ycrédito comercial.

Aunque el acceso a la financiación depende de un conjunto de fac-tores (Berger y Udell, 2006), el papel de las tecnologías de créditoes fundamental. A este respecto las distintas tecnologías se hanclasificado en dos grandes categorías: por un lado, la banca basa-da en transacciones, que está basada fundamentalmente en la in-formación hard, y por otro lado en la banca relacional, basada fun-damentalmente en la información soft, obtenida del contacto direc-to y continuado con el prestatario y que es difícil de procesar ytransmitir.

En cambio, la información hard, como la información contable delprestatario, o la información contable del obligado en el caso delfactoring, la información cuantitativa sobre el valor como colateralde los activos, etc. es más fácilmente procesable y transmisible.

Por lo tanto, entre otros factores, el tipo de tecnología de créditoque aplique la entidad de crédito será una variable determinante del

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efecto que pueda tener la reclasificación del capital social en lascooperativas.

Por otra parte, a nadie se le escapa la coincidencia del cambio con-table con la aguda crisis financiera que estamos sufriendo, que de-riva, sin duda alguna, en una situación de grave racionamiento decrédito que puede cuestionar la oportunidad del cambio contable.

En este contexto, estamos viviendo una reestructuración del siste-ma financiero, con especial incidencia en las Cajas de Ahorro. Estareestructuración se está llevando a cabo a través de fusiones y ad-quisiciones, así como del novedoso Sistema Institucional de Pro-tección (SIP), también conocido como fusiones frías.

Estos procesos de concentración pueden tener efecto en el accesoa la financiación. Según Casasola-Martínez y Cardone-Riportella(2009) la evidencia empírica demuestra que en mercados dondelas entidades financieras entran2 en procesos de fusiones o de ad-quisiciones, la oferta de crédito para las pequeñas y medianas em-presas disminuye, debido a que a las entidades financieras de ma-yor tamaño les resulta más costoso operar con pequeñas y media-nas empresas porque los gastos que esto supone (como gastos deestudio, seguimiento, análisis de riesgo, entre otros), superan larentabilidad que pueden obtener.

ReferenciasBerger, A.; Udell, G.F. (2006): “A more complete framework for financing

of small and medium enterprises”, Journal of Banking & Finance 30, pp.2945-2966.

Cassola Martínez, M.J.; Cardone-Riportella, C. (2009): “Too important tofail ¿Favorecen las relaciones bancarias a la situación crediticia de laspymes españolas?”, Universia Business Review, cuarto trimestre 2009,pp- 12-29.

Udell G.F. (2004): “El crédito a las pyme: delimitación en una perspectivaglobal”, Papeles de Economía Española, nº 101, pp.80-98.

José Manuel Prado LorenzoCatedrático de la Universidad de Salamanca

Isabel María García SánchezProfesora Titular de la Universidad de Salamanca

Entorno cultural y transparencia informativa

Introducción

Frente a la propuesta neoclásica de Friedman de que la única res-ponsabilidad de las empresas es incrementar sus beneficios den-tro del cumplimiento de los principios legales y éticos, la teoría delos stakeholders defiende que la satisfacción exclusiva de los inte-rés de los accionistas es una decisión a corto plazo, ya que paraasegurar su éxito y supervivencia, las compañías deben satisfacerlas necesidades de otros grupos de interés. Prueba de ello es lacreciente concienciación ciudadana con los problemas medioam-bientales y las diferencias sociales.

Ello ha generado en las empresas la necesidad de desarrollar unproceso de transparencia orientado a mostrar a la sociedad en ge-neral y a grupos de interés específicos distintos a los accionistasla idoneidad de su comportamiento. El documento marco de esteproceso es el informe anual de Responsabilidad Social Corporativao memoria de sostenibilidad.

Los estudios longitudinales sobre la divulgación de informaciónsocial corporativa indican un incremento paulatino del número deempresas que la realizan y del contenido de la información que

emiten. Asimismo, han identificado como factores explicativos detales prácticas informativas las propias características empresaria-les, determinados factores internos y, en menor medida, los facto-res institucionales generales que definen el contexto donde las em-presas se interrelacionan con sus stakeholders, ya que los gruposde interés locales tienen diferentes expectativas sobre el compor-tamiento empresarial, como consecuencia de las diferentes condi-ciones del entorno o sistema cultural.

Distintas dimensiones del sistema cultural como equidad de géne-ro, colectivismo institucional u orientación humanística reflejan di-ferencias importantes en la dimensión social de la RSC (Bassin,2006), así como en temas medioambientales (Barkemeyer, 2007),debido a que los grupos de interés de países con distinto sistemacultural perciben de manera muy diversa la prevalencia que estosaspectos pueden tener respecto al económico.

En general, los estudios previos, centrados en países concretos, sehan enfrentado a importantes limitaciones en la comparación delos factores culturales entre países, siendo necesario superarlasmediante análisis comparativos de empresas ubicadas en ámbitosgeográficamente dispersos (Aguilera et al., 2007). La razón es quelas actitudes hacia la Responsabilidad Social Corporativa difierensignificativamente entre países (Jamali y Mirshak, 2006).

El presente trabajo representa un avance de resultados de una in-vestigación más amplia en la que, partiendo de la teoría de los sta-keholders, se ha intentado observar la influencia que el sistemacultural tiene en la relevancia de la información contenida en lasmemorias de sostenibilidad.

Para analizar la influencia de dicho parámetro se ha evaluado laadecuación del contenido del informe a las recomendaciones delas guías del Global Reporting Initiative (GRI), entendidas comoestándares reconocidos internacionalmente, pero con un nivel deadopción e impacto limitados (Chen y Bouvain, 2008).

Teoria de los ‘stakeholders’ y prácticas sobreinformación en materia de responsabilidad socialcorporativa

Las memorias de sostenibilidad o informes sobre ResponsabilidadSocial Corporativa (RSC) pueden conceptuarse como la descrip-ción cualitativa y/o cuantitativa, mediante la exposición de hechos,datos o motivos, del resultado empresarial desde la triple perspec-tiva económica, social y medioambiental (AECA, 2010). Su finali-dad debería ser incrementar la transparencia, la democracia de losgrupos de interés y el comportamiento empresarial sostenible(Hess, 2008).

La emisión de información sobre RSC encuentra su fundamento endiferentes teorías procedentes tanto de la Política Económica co-mo de la legitimidad y la de los stakeholders (Gray et al., 1995).Ambos paradigmas defienden que las organizaciones deben crearriqueza para todos los partícipes o stakeholders, en contra del mo-delo financiero tradicional basado en la creación de valor única-mente para el agente principal o accionista. En concreto, planteanla existencia de un contrato entre la empresa y la sociedad, en elque se permite a las compañías el consumo de recursos naturalesy la utilización de mano de obra para que a cambio produzcan bie-nes y servicios y generen residuos de forma sostenible. Dicha au-torización conlleva la exigencia de crear riqueza para todos los par-tícipes o grupos de interés (Mathews, 1993).

En este sentido, la sociedad debe conocer el impacto económico,social y medioambiental de la actuación empresarial con el fin demantener la cesión de recursos o sancionar las actuaciones inade-

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2 Las cooperativas son en su inmensa mayoría pymes.

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cuadas, revocando el apoyo otorgado (Hess, 2008). Para garanti-zar el conocimiento del comportamiento de las empresas es nece-sario ampliar el concepto de transparencia corporativa a los ámbi-tos social y medioambiental del comportamiento empresarial, de-bido a que la información facilitada por los estados financieros noes suficiente, (Gray et al., 1987), a la vez, que se considera comousuarios a todos aquellos individuos o grupos con ‘derecho a co-nocer’.

La base teórica común de la economía política supone asumir quela información contable en sentido amplio es un documento social,político y económico orientado a construir, mantener y legitimartanto acuerdos como instituciones e ideologías ante un colectivoplural de usuarios. Las diferencias entre la teorías de la legitimidady de los stakeholders residen básicamente en la amplitud del con-cepto ‘colectivo plural de usuarios’.

Estos planteamientos permiten definir una nueva imagen de em-presa que, mediante la producción de bienes y servicios, desea sa-tisfacer las necesidades de los diferentes grupos que la integran yde los cuales depende para su supervivencia (Rodríguez Fernán-dez, 2003). Sin embargo, los grupos de interés locales tienen dife-rentes expectativas en relación con el comportamiento empresarialcomo consecuencia de las distintas condiciones culturales que im-plican diferentes valores, normas y prácticas.

La cultura puede definirse como una programación colectiva de lamente, altamente invisible e inconsciente y difícil de cambiar(Hofstede, 1983), que afecta a los valores básicos de los ciudada-nos al igual que a los valores empresariales, teniendo un importan-te impacto en la ética de los procesos de toma de decisiones.

El impacto del aspecto cultural del macro-contexto suele ser anali-zado mediante las dimensiones propuestas por distintos autores,pero especialmente por Hofstede (2001). Estas dimensiones hansido utilizadas para valorar los parámetros de RSC o ética empre-sarial existentes en una sociedad.

Las características culturales propuestas por Hofstede para evi-denciar similitudes y discrepancias entre países se concretan encuatro: individualismo versus colectivismo; masculinidad versusfeminidad; tolerancia versus aversión a la incertidumbre y distan-cia jerárquica o nivel de jerarquía existente. Más recientemente, seha propuesto una quinta dimensión, orientación hacia el largo ver-sus corto plazo, si bien su cuantificación sólo se ha realizado paradeterminados países asiáticos (Hofstede and Hofstede (2005).

Cabe esperar que las empresas ubicadas en sociedades con gran-des valores de colectivismo, feminismo y tolerancia a la incerti-dumbre muestren mayores compromisos con la sostenibilidad.Estas prácticas promoverán una mayor transparencia en relacióncon su comportamiento y se traducirán en la emisión de informa-ción relevante sobre RSC. Por el contrario, se espera la relación in-versa para la dimensión cultural de distancia jerárquica.

Población, variables y metodología

Para poder evaluar la influencia del sistema cultural en la informa-ción, se seleccionó como población objeto de estudio las 2000 em-presas que el índice Forbes identifica como de mayor tamaño a ni-vel internacional. De ellas, se eliminaron las entidades pertenecien-tes a los sectores financiero y de seguros, debido a las diferenciassignificativas que existen en la valoración de su patrimonio, su es-tructura corporativa y su sistema de información.

El periodo de análisis seleccionado comprende los ejercicios 2004a 2010. La elección del año 2004 se fundamenta en el incrementoque la adopción del estándar GRI tiene a partir de ese ejercicio.

La muestra final de empresas analizadas ha estado integrada por7.322 observaciones con un volumen medio anual de 1.046 obser-vaciones y una reducida dispersión. La mayor aportación la realizaEstados Unidos con el 43,6% de las unidades, seguido de la UniónEuropea con el 29,2% y Japón con el 17,7%.

Las observaciones recogidas se agrupan en 23 de los sectores deactividad establecidos en el índice Forbes. Sus valores van desdelas 123 empresas de Aerospace & Defense (1,7%) hasta las 627 deUtilities (8,6%)

En la práctica, casi la totalidad de los estudios previos han cons-truido la variable dependiente, representativa de las prácticas di-vulgativas sobre sostenibilidad, mediante la técnica de análisis delcontenido informativo de los informes de responsabilidad socialcorporativa. La medición se realiza utilizando unidades de análisis,tales como el número de páginas, el número de frases o el núme-ro de palabras.

Para superar la subjetividad del responsable de elaborar la infor-mación, los informes de Responsabilidad Social Corporativa nor-malmente se han clasificado atendiendo al grado en que la infor-mación divulgada se adecua al formato y contenido del modeloGRI.

Partiendo de las características de la información, se establece quela variable dependiente (GRI) puede tomar valores comprendidosentre 0 y 3. Valor 0 lo tomarán las compañías que emiten informa-ción sostenible no estandarizada y valores 1, 2 y 3 las empresasque elaboran la memoria RSC de acuerdo a las guías GRI en susdistintos niveles de aplicación C (principiante), B (intermedia) y A(experta).

Como variables independientes, se han utilizado los valores deter-minados para cada una de las cuatro dimensiones culturales pro-puestas por Hofstede disponibles en la web Geert Hofstede™ Cul-tural Dimensions, reflejadas en forma de variables dummy: colec-tivismo, feminismo, tolerancia a la incertidumbre y distancia jerár-quica.

Además, se ha definido una variable numérica, ‘Cultura’, que tomavalores entre 0 y 4, generada a partir de la suma de las cuatro dum-mies previamente identificadas. Si bien, empíricamente ninguno delos países presenta las cuatro orientaciones y, en este sentido, lavariable solo toma tres valores.

Asimismo, con el fin de evitar resultados sesgados, se introduje-ron otras variables de control representativas del tamaño empresa-rial, la rentabilidad económica, las oportunidades de crecimiento yel sector de actividad, denominadas ‘Tamaño’ (logaritmo del totalde activos), ‘Rentabilidad’ (ratio rentabilidad del activo, ROA),‘Mtb’ (ratio valor de mercado entre valor contable del patrimonioempresarial), ‘Sector’ y ‘Year’ (año analizado).

El modelo econométrico propuesto para evaluar la incidencia delsistema cultural se fundamentó en técnicas para datos de panel yla técnica de análisis se basó en una regresión Tobit. En concreto,el modelo de análisis estimado fue el siguiente:

Resultados y conclusiones

La inclusión conjunta en el modelo global de la variable ‘Cultura’,representativa de la agregación de las cuatro variables del sistemacultural de cada país, tiene un efecto positivo y significativo. En laFigura 1 puede observase gráficamente las diferencias en las prác-ticas sobre transparencia corporativa entre empresas ubicadas en

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sociedades más orientadas a la RSC frente a aquellas menos pro-picias.

Si dicha variable se desglosa en variables dummies, los resultadosindican que su comportamiento es dispar; mientras ‘Colectivismo’y ‘Feminismo’ tienen un impacto positivo y significativo en la pro-babilidad de que la información sobre RSC divulgada sea más re-levante, el impacto de las variables ‘Tolerancia a la incertidumbre’y ‘Distancia jerárquica’, aunque positivo, no es relevante desde elpunto de vista estadístico. Las diferencias observadas para las dosprimeras dimensiones se representan gráficamente en la Figura 2.

En relación con las variables de control, las representativas del ta-maño, la rentabilidad empresarial y las oportunidades de creci-miento tienen un efecto positivo en la variable dependiente, si bieneste efecto es significativo desde el punto de vista estadístico sólopara las dos primeras.

Las variables sectoriales tienen también un efecto positivo, si bieneste sólo es relevante para once de los veintitrés sectores analiza-dos, especialmente los relacionados con bienes de inversión.

Los resultados permiten afirmar que las empresas ubicadas en paí-ses con un sistema cultural colectivista y feminista, cuyas socieda-des se caracterizan por la búsqueda del bienestar social común,muestran un mayor énfasis en temas sociales y medio-ambienta-les y divulgan memorias de sostenibilidad con información más re-levante y comparable.

Asimismo, las empresas que operan en países con sistemas cultu-rales similares adoptan comportamientos homogéneos en la emi-sión de información sobre RSC. Ello es debido tanto a la identidadexistente en los valores, normas y prácticas de los directivos de lascompañías como a la necesidad que comparten de satisfacer lasmismas necesidades de sus grupos de interés.

ReferenciasAECA, 2010. Normalización de la información sobre responsabilidad social

Corporativa, Comisión de Responsabilidad Social Corporativa, Docu-mento nº 7.

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Figura 1Impacto de la Orientación cultural hacia la RSC en la Transparencia Corporativa

Figura 2Impacto de las dimensiones culturales Colectivismo y Feminidad en la Transparencia Corporativa

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Begoña PrietoCatedrática de E.U. de la Universidad de Burgos

Control de gestión, información contable y creación de valor: resultados controvertidos

¿Para qué el control de gestión?

En sintonía con la ya clásica reflexión de Hayek sobre la dependen-cia del rendimiento de una organización de la ubicación del poderde decisión al lado del conocimiento relevante, los sistemas decontrol de gestión han propiciado esta concurrencia –poder de de-cisión y conocimiento– al tiempo que impulsan mecanismos paraejercer el control sobre la actuación de las personas a las que seles han asignado esos derechos de decisión, convirtiéndose así enel proceso según el cual los directivos pueden influir sobre el com-portamiento de otros individuos de la organización, de modo quesus actos produzcan mejores resultados y permitan implantar suestrategia.

El control de gestión, a través de herramientas como los clásicossistemas de indicadores de rendimiento u otras mas recientes, co-nocidas como modelos de capital intelectual, instrumentaliza, porun lado y en doble dirección, la asignación de derechos de decisióna los individuos con el conocimiento relevante, así como la trans-ferencia de éste a los que poseen la capacidad de decisión –asu-miendo así su papel de gestión para los niveles inferiores– y, porotro, posibilita el control del comportamiento del individuo en el

que concurren capacidades de decisión y conocimiento –asumien-do su papel de control para los niveles superiores–. Adicional-mente, vinculados a sistemas de incentivos, se convierten en im-portantes mecanismos de motivación de la conducta.

La implantación de estos sistemas de indicadores de rendimientoy/o modelos de capital intelectual permite visualizar la tendencia enla adquisición de conocimiento, los resultados del aprendizaje y losesfuerzos realizados, en aras de la consecución de sus objetivos.

El potencial de estas herramientas encuentra su plena justificaciónen un entorno como el actual en el que el conocimiento, sustratofundamental en la creación de valor, parece presentarse como unrecurso clave en la generación de riqueza empresarial.

Control de Gestión y creación de valor, una relación controvertida

Una creciente y relevante literatura actual se centra en el análisis delas posibles relaciones que existen entre el nivel de implantaciónde estos sistemas de control de gestión y la creación de valor em-presarial. La contrastación de la utilidad real de estos sistemas deinformación en la generación de riqueza empresarial se hace nece-saria para justificar la notable inversión de recursos que supone suimplantación y seguimiento, la cual ha de obedecer a razones deeconomicidad. Los resultados de diferentes estudios empíricosmuestran evidencia de que las empresas con mayores niveles deimplantación de estos sistemas de información presentan mejoresíndices en determinados indicadores representativos de la creaciónde valor y peores en otros, pudiéndose explicar estos resultados enfunción de su pertenencia o no a determinados sectores.

Resultados obtenidos desde la observación

En un reciente estudio1 realizado entre las empresas castellano-leonesas de más de 25 trabajadores, de acuerdo con el registro dela base de datos SABI, abordamos la búsqueda de relaciones entrela utilización de indicadores de rendimiento, organizados al uso yestilo propuesto por los modelos de capital intelectual más habi-tuales –capital humano, estructural y relacional– y la creación devalor, en sintonía con el interés mostrado en estudios previos.

La observación se realizó mediante un doble dominio: cuestionarioinicial y análisis económico-financiero comparativo (cuentas anua-les obtenidas de SABI) entre los diferentes grupos de empresas ex-traídos de la muestra, posteriormente.

El uso del cuestionario dio acceso al conocimiento de cuáles sonen realidad, con independencia de las aportaciones teóricas, los in-dicadores que sí resultan de utilidad para gestionar y controlar elrendimiento en las organizaciones. Igualmente, permitió la agrupa-ción de las empresas en función de su nivel de implantación de es-tos sistemas de control de gestión, resultando diferentes gruposde empresas, en función de la intensidad en su utilización. En unaprimera clasificación se obtuvieron tres grupos: comprometidas,desconfiadas y escépticas, pasando a continuación a establecerúnicamente dos niveles.

En lo que se refiere al análisis económico-financiero, además de in-cluir en el estudio las medidas de creación de valor tradicionalmen-te consideradas, se introdujo el VAIC (Value Added IntellectualCoefficient), así como sus componentes, lo que resultó novedosoen el ámbito español.

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1 “Estado Actual de los Modelos de Capital Intelectual y su impacto en la creación devalor en empresas de Castilla y León” en Revista de Investigación Económica ySocial de Castilla y León, Volumen: 13, pp. 1-205.

“Análisis exploratorio de la implantación y uso de los sistemas de información so-bre el capital intelectual en empresas castellano leonesas: evidencia empírica e ide-as para la reflexión” en Revista Española de Financiación y Contabilidad. Volumen39, págs. 65-104

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Mediante contraste no paramétrico para muestras independientesde Kruskal-Wallis se observaron diferencias significativas entre lasempresas comprometidas, desconfiadas y escépticas respecto a laProductividad y al ROA. Fueron las empresas escépticas las quemostraron mayores niveles en relación con estos indicadores,mientras que las comprometidas se sitúan en último lugar encuanto a Productividad, y en un lugar intermedio cuando se anali-za el ROA. Este comportamiento, sorprendente en apariencia, re-confirma trabajos previos descritos por Osborn y Hunt, hace yamás de tres décadas, quienes afirman que cuanto más complejo esel entorno y los márgenes estrechos, más debe ajustar la organi-zación su estructura interna y sus procesos para mantenerse o in-crementar su eficiencia. Determinados sectores competitivos yglobales están desenvolviéndose en unos entornos en donde losmárgenes se han reducido drásticamente y la obtención de infor-mación rápida y fiable es imprescindible para la acertada toma dedecisiones. Esta apremiante necesidad ha conducido a estas em-presas a implantar sistemas de control de gestión que visualicentodos aquellos aspectos que de una u otra manera puedan tener suefecto inmediato en las cifras de resultados, respondiendo al triplepapel comentado anteriormente. Parece reiterarse que las empre-sas más rentables y productivas se permiten un comportamientoescéptico o desconfiado respecto a la utilización de estos sistemasde control de gestión.

En lo que se refiere al contraste que permitió enfrentar dos mues-tras independientes –empresas que sí miden y gestionan indicado-res de rendimiento en mayor medida (grupo I) y empresas que nolo hacen (grupo II)– y su relación con variables dependientes refe-ridas a la creación de valor, los resultados confirmaron que las em-presas con mayores niveles de implantación de indicadores de ren-dimiento, en cualesquiera de sus componentes referidos a capitalhumano, estructural y relacional, obtuvieron mejores índices en lacreación de valor medido en nuestro caso a través del Crecimientoen Ventas, del Crecimiento en Valor Añadido, y del Valor Agregadodel Coeficiente Intelectual.

Nuestro trabajo también arroja evidencia, de forma complementa-ria, de la posición que ocupan en relación con determinados indi-cadores de creación de valor, aquellas empresas que no miden sucapital intelectual (grupo II). La lectura del apartado de resultadospone de manifiesto relaciones estadísticamente significativas y po-sitivas entre este grupo II de empresas e indicadores de rentabili-dad y productividad.

Así, por ejemplo, se observa cómo posiciones avanzadas de cier-tas variables independientes, como las referidas a capital relacio-nal, no parecen estar asociadas a mejores cifras de ROA y rentabi-lidad financiera, aún cuando sí han tenido su reflejo en las varia-bles de Crecimiento en Ventas y Crecimiento en Valor Añadido.

Además, estos resultados se muestran acordes a los obtenidos enel contraste no paramétrico mencionado en primer lugar, cuyosrangos promedio resultaron mayores para empresas escépticashacia la modelización del Capital Intelectual en relación a la Pro-ductividad y al ROA. En este tipo de empresas, en las que los sis-temas de control formal son inexistentes, puede que se estén em-pleando sistemas informales donde concurran conocimiento y de-rechos de decisión, sin que requiera un sistema de evaluación es-tablecido. Se trata de evidencia que, si bien no contradice la verifi-cación anteriormente obtenida sugiere, sin embargo, un análisismás profundo objeto de futuras investigaciones, en donde puedaobservarse para una mayor muestra de empresas cómo se com-portan dichas variables de rentabilidad para compañías con dife-rente nivel de compromiso respecto al funcionamiento de sistemasde control de gestión.

Enrique Ribas MiràngelsCatedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona

Antonio Clapés DonadeuUniversidad Autónoma de Barcelona

Estancamiento, reformas y modelo económico

Antecedentes

En España los principales efectos de la gran recesión (cierre delcrédito a las empresas –en especial a las pymes– caída de la acti-vidad junto a la destrucción de empleo) se han visto agravados porno haber seguido el modelo de la Unión Europea. En efecto, en lu-gar de estimular la demanda de inversión (infraestructuras e intan-gibles) y las exportaciones, se optó por la demanda de consumo(sector inmobiliario y turismo).

En el modelo económico de la UE, la estrategia de crecimiento sefundamenta en potenciar la demanda de inversión y la demandaexterior, moderando el crecimiento de la demanda de consumo.España eligió el modelo anglosajón en lugar del europeo.

Esta deriva era conocida desde hace tiempo. Y cuando en 2007 lle-ga la crisis internacional, este proceso, cuyo punto clave fue el ti-po de interés real negativo, dio lugar a una doble crisis en España:la externa (sistema financiero internacional) y la interna (modelono europeo).

Cinco son los aspectos relevantes, en palabras del Profesor Gámir,de la crisis de la economía en España:

• Es intensiva en paro: 20% de la población activa.

• Es intensiva en crisis inmobiliaria.

• Es intensiva en ajustes de déficit exterior y en inflaciónrelativa.

• Puede terminar siendo intensiva en ajuste financiero.

• Es intensiva en déficit público: 7% del PIB en 2011.

Situación actual de la economía

La característica esencial de la situación de la economía en USA yen la UE hoy es la de estancamiento. Como resultado de las políti-cas anticrisis adoptadas, la economía ha caído en un círculo infer-nal del cual resultará difícil salir sin medidas excepcionales.

El estancamiento es la consecuencia de unas determinadas políti-cas y al tiempo la causa de la falta de crecimiento de la actividadeconómica.

Veamos con algún detalle esa contradicción, que puede llevar auna depresión mayor de la economía:

• Un exceso de deuda, privada y pública, que no cae,

• una tasa de ahorro que sigue siendo baja, y

• unas entidades financieras que padecen sequía del crédito

han conducido, a pesar de las medidas adoptadas, a un estanca-miento de la economía, tanto en USA como en la UE.

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2 “The influence of human and structural capital indicators on value creation”, enJournal of Intellectual Capital. Volumen 11, nº 3, pp. 348- 367.

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Y ese estancamiento de la economía es la causa de que no mejo-ren a corto plazo los tres parámetros citados. Nos hallamos en uncírculo infernal.

Estancamiento económico: círculo infernal

Reformas y modelo económico

¿Cual es la estrategia factible para salir de este círculo infernal? Unamedida extraordinaria, excepcional (una sola vez) podría ser unapropuesta de salida pragmática con resultados a corto plazo (aun-que muy injusta socialmente): transferir recursos desde los acre-edores a los deudores mediante quitas soportables para aquéllosen el valor de la deuda. Otra solución menos rápida con relevan-tes costes sociales sería aceptar una inflación anual en torno al 5%.

Una caída importante de la deuda, acompañada de las reformasque siguen, facilitaría una recuperación de la economía y del em-pleo a corto plazo. Esas medidas consisten en una combinación ra-zonable de reformas, sacrificios y transparencia. Todo ello para re-componer, a medio plazo, el tejido productivo y sentar las basespara aprovechar un futuro proceso de crecimiento. Las principalesreformas serían:

• La del mercado de trabajo.

• La del sector financiero.

• La del gasto público.

Reformar de verdad el mercado de trabajo introduciendo una nue-va figura contractual común para las nuevas contrataciones con uncoste de despido inferior al del contrato indefinido actual, aumen-taría la creación de empleo y reduciría la volatilidad del mercado la-boral, evitando la intensiva destrucción de empleo asociada a lasrecesiones.

Acelerar la reforma del sector financiero para conseguir recuperarsu solvencia y normalizar la llegada de crédito a las pymes y a lasfamilias, sin las dificultades actuales. En este sentido, la asignaciónde recursos a las pymes que desarrollen actividades intensivas eninnovación y exportaciones, contribuirá al crecimiento de la econo-mía y a la creación de empleo.

La reforma del gasto público ha de reducir el componente estruc-tural del déficit público, que es muy elevado y es la causa de la im-portante subida de la deuda pública. Las reformas, siempre impo-pulares por exigir sacrificios, harán sostenibles las finanzas públi-cas en el futuro. De esta forma sería posible un aumento a medioplazo de las inversiones en infraestructuras para dinamizar la acti-vidad económica.

La transparencia en la información económica y financiera es re-quisito fundamental para salir de la crisis. La UE ha planteado lanecesidad de una Unión Presupuestaria. Este paso, muy importan-te, haría más eficiente el gasto público, más sostenibles las finan-zas de la Unión y estabilizaría los mercados.

Exceso de deuda,que no cae

Estancamientoeconómico (limita la

devolución de loscréditos)

Tasa de ahorro,que sigue baja

Entidades financierascon sequía de crédito

Mirando hacia la Mitteleuropa, ésta podría ser una buena referen-cia para reformas en España en ámbitos estratégicos como la Uni-versidad, la formación profesional, la pequeña y mediana industria,la energía, la relación coste del factor trabajo/productividad, etc.

Adicionalmente, la recuperación de las empresas está íntimamen-te asociada a la internacionalización por parte de sus responsablesde los valores digamos calvinistas: competencia, esfuerzo, auste-ridad, calidad, rigor, ética. Incorporando a su estrategia estas ven-tajas competitivas, las empresas, aún con ajustes por reestructu-raciones, podrán recuperar su valor y seguir creciendo. Especial-mente, asignando recursos a nuevas actividades intensivas en in-novación y exportaciones.

En conclusión, tales reformas son la vía eficiente para la recupera-ción de la economía y constituyen el fundamento de la creación devalor asociado al nuevo modelo.

Lázaro Rodríguez ArizaUniversidad de Granada

Enseñando a emprender

¿Para qué el control de gestión?

Durante la primera década del siglo XXI hemos presenciado unaserie de cambios que están poniendo a prueba los modelos econó-micos, revelando a los gobiernos la importancia de desarrollar eimplementar diversas políticas y mecanismos que coadyuven a in-crementar sustancialmente la productividad y competitividad. Salirde la crisis, conseguir un crecimiento económico adecuado, man-tener unas tasas de bienestar social satisfactorias, depende de lamarcha de la economía real, y ésta, en última instancia, de la cali-dad y cantidad de iniciativas empresariales que se emprendan. Esnecesario instaurar en España una verdadera cultura emprendedo-ra, abordar políticas a corto plazo que favorezcan el autoempleo yla creación de empresas -líneas específicas de financiación, meca-nismos alternativos como las sociedades de capital riesgo o busi-ness angels, incentivos fiscales y en las cargas sociales, ventani-llas únicas, etc.- y una correcta planificación y coordinación de laspolíticas correspondientes, emprendidas desde las respectivas ins-tituciones, incluidas las educativas.

Probablemente hemos asistido a uno de los procesos más frus-trantes por los que ha pasado la universidad española a lo largo desu historia con nuestro singular proceso de incorporación al espa-cio Europeo de Educación Superior. Es lamentable que los vaive-nes políticos y la incapacidad de nuestros gobernantes de definiruna política educativa a largo plazo, con un pacto de estado que deestabilidad y coherencia al sistema, haga que nos encontremos enuna situación como la actual, de la que, sin duda, surgirán nuevoscambios, esperemos que por una vez pactados y consensuados,que permitan alcanzar los mínimos niveles de calidad exigible alsistema educativo español, por el bien del futuro de las próximasgeneraciones y de la competitividad de este país. En cualquier ca-so, la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior(EEES) en las universidades españolas debería suponer una seriede cambios. Uno de los más significativos se deriva de tomar co-mo eje vertebrador de las enseñanzas el desarrollo de competen-cias, tanto genéricas como específicas.

Entre las competencias destacan las que se dirigen a fomentar eldesarrollo del espíritu emprendedor. En las nuevas titulaciones re-lacionadas con la administración y gestión de empresas, se haconsiderado fundamental una mayor vinculación y un contactomás directo con el mundo empresarial y de las organizaciones yuna potenciación del espíritu emprendedor. La necesidad de crearempresas y apostar por el autoempleo ha ido calando en nuestrasociedad en los últimos años. También es cierto que, desde distin-

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tas administraciones e instituciones, se han llevado a cabo iniciati-vas tendentes a favorecer el emprendimiento, sin bien notablemen-te inconexas y carentes de toda planificación a un cierto plazo.

Recientemente, en la búsqueda para mejorar la comprensión delfenómeno emprendedor, la investigación se ha centrado en diver-sos factores exógenos y cognitivos que influencian la decisión delindividuo sobre la puesta en marcha de una empresa (Baum et al.,2007; Katz y Shepherd, 2003). Temas como el conocimiento, lashabilidades y las actitudes requeridas en la formación de empren-dedores gozan de una creciente atención entre académicos, inves-tigadores y agendas políticas (OECD, 2010). Sin embargo, aún per-siste la conocida discusión en torno a que “los emprendedores na-cen, no se hacen” y un escepticismo sobre la eficacia de la educa-ción en la mejora de la actividad emprendedora, su consecuenteéxito y la dificultad para emular algunos comportamientos relacio-nados (Rae y Carswell, 2001).

Si bien es cierto que la delimitación y éxito del fenómeno empren-dedor depende una serie de factores, se considera que la educa-ción es uno de los más relevantes (Dickson et al., 2008; Neck yGreene, 2011); lo cual pudiera explicar por qué diversos países hanintegrado iniciativas y programas dirigidos a sensibilizar e impul-sar la creación de nuevas empresas y el espíritu emprendedor, par-ticularmente en instituciones de educación superior (Fayolle et al.,2006; Liñan, 2004), y que exista un debate en relación a la incor-poración de la educación en emprendimiento obligatoria en distin-titos niveles educativos (Allen et al., 2010)

La educación superior puede transmitir know-how sobre empren-dimiento (Henry et al., 2005). Los estudiantes pueden aprendermétodos para generar ideas de negocio básicas (por ejemplo, téc-nicas de creatividad) y para confirmar que una nueva idea es valio-sa (por ejemplo, a través de un análisis de mercado). Tales cono-cimientos pueden llevar a un aumento de oportunidades y a la ge-neración de unas ideas más innovadoras en un mismo contexto(Shepherd y DeTienne, 2005). La enseñanza de la competencia delemprendimiento puede hacer que los estudiantes perciban suspropias ideas empresariales como más factibles (Krueger et al,2000; Zhao et al, 2005). Por otra parte, la importancia otorgada aesta competencia muestra el modo en el que, desde el ámbito uni-versitario, se considera el autoempleo como una alternativa legíti-ma. Para el desarrollo de la competencia del emprendimiento seproponen distintos tipos de métodos (Kolb, 1976; Randolph yPosner, 1979), siendo los modos activos, en los que los estudian-tes adquieren los conocimientos a través de experimentación acti-va (por ejemplo, a través de la elaboración y simulación de planesde negocios), los que tienen un mayor respaldo.

Shane (2003) argumenta que el desempeño empresarial está de-terminado por la forma en que los emprendedores manejan de for-ma efectiva las actividades relacionadas con el proceso emprende-dor. En la etapa inicial de este proceso, se ha sugerido que distin-tos factores contextuales y cognitivos influencian la habilidad delas personas para identificar los nuevos fines-medios, necesariospara el descubrimiento de las oportunidades (Mitchell et al, 2007).Entre las características no psicológicas que influyen en la tenden-cia de las personas a explotar las oportunidades se encuentra laeducación y la experiencia, que afectan el valor esperado del resul-tado de la explotación de la oportunidad.

A partir de argumentos microeconómicos, la Teoría del CapitalHumano estudia las decisiones que los individuos toman respectoa su futuro profesional y su elección entre el emprendimiento y elauto-empleo (Becker, 1964). Específicamente, se refiere a la jerar-quía de habilidades y conocimiento con distintos grado de transfe-ribilidad (Castanias y Helfat, 1992). El capital humano adquirido seobtendrá a lo largo de la vida, a través de la educación formal, in-formal y la experiencia acumulada (Giménez, 2006).

En la literatura, la evidencia empírica relaciona diversos contextos,particularmente la educación, lo que apoya la visión de que el ca-

pital humano esta positivamente asociado con resultados favora-bles tales como mayores sueldos, productividad y, consecuente-mente, crecimiento económico (Van der Sluis et al., 2005; 2008).Si el capital humano es adquirido a través del aprendizaje y la ex-periencia, los teóricos cognitivos sugieren que se podría influen-ciar en el modo de pensar de los individuos (Ucbasaran et al.,2008).

En esencia, la educación en emprendimiento busca transmitir a losestudiantes el conocimiento, habilidades y motivación provenien-tes de una variedad de disciplinas (Peltier y Scovotti, 2010) que au-menten la posibilidad del éxito en la creación de empresas bajo unavariedad de contextos (Allen et al., 2010). Se ha sugerido que lasuniversidades cuentan con las plataformas adecuadas sobre lasque la educación en emprendimiento puede tomar lugar (Peltier yScovotti, 2010). A pesar del interés mostrado en las agendas polí-ticas, se considera que la investigación en relación a los efectos dela educación en emprendimiento aún se encuentra en una fase ini-cial (Gorman et al., 1997), enfrentando problemas metodológicos,conceptuales y contextuales (Matlay, 2006) que requieren de unaadecuada atención por parte de los académicos. Aunque las di-mensiones cognitivas del emprendimiento y los emprendedoresreciben una creciente atención (Baron, 2008; Krueger, 2009), aúnpermanecen escasamente exploradas, en especial dentro del mar-co de la Teoría del Capital Humano.

En cuanto a la investigación, en los últimos años, los aspectos re-lacionados con la educación en emprendimiento constituyen un te-ma que ha sido ampliamente estudiado (Mwasalwiba,2010;Pittaway y Cope, 2007); en especial, el análisis de la influencia quepudieran tener las universidades sobre la actividad y comporta-miento emprendedor, a través de sus programas de formación(Béchard y Grégoire, 2005; Urbano y Toledano, 2008). Reciente-mente, la investigación ha incorporado enfoques más cognitivos yconductuales provenientes de los modelos de intención emprende-dora (Krueger y Brazeal, 1994; Shapero y Sokol, 2002) y de laTeoría del Comportamiento Planeado (Ajzen y Fishbein, 1980;Ajzen, 1991) para ampliar la comprensión sobre el impacto de laformación en el espíritu emprendedor en las percepciones acercade la creación de empresas entre los individuos (Mwasalwiba,2010).

Se han llevado a cabo numerosos estudios bajo el marco de losmodelos de intención emprendedora (Krueger y Brazeal, 1994;Krueger y Carsrud, 2000) y la Teoría del Comportamiento Planeado(Ajzen y Fishbein, 1980). Generalmente, estos estudios evalúan elimpacto de los cursos y programas de formación emprendedorasobre el grado de atracción y la viabilidad de la creación empresa-rial en aspectos relacionados con el comportamiento emprendedory la actividad empresarial. Sin embargo, existe una ambivalenciaen la determinación del grado de influencia, existiendo estudiosque han encontrado un impacto positivo (Fayolle et al., 2006),otros que encuentran efectos negativos (Oosterbeek et al., 2010),mientras que algunos estudios encuentran que sólo alguno de es-tos aspectos tiene efectos positivos (Guerrero et al., 2008). En es-te contexto, a pesar de que el cuerpo de literatura sigue creciendo,el análisis de los efectos de la formación en el espíritu emprende-dor permanece aún poco desarrollado (Graevenitz et al., 2010).Los efectos emanados de la educación en emprendimiento aún noson concluyentes, lo cual abre oportunidades de investigación.

Queda mucho camino por recorrer y muchas cosas pendientes dehacer. Las principales dificultades que encuentran los emprende-dores a la hora de poner en marcha sus ideas, básicamente el ex-ceso de trabas burocráticas y las dificultades de acceso a la finan-ciación, están por resolver. La orientación de la docencia y la inves-tigación universitaria al mundo empresarial, y en general de todoel sistema educativo, sigue siendo la gran asignatura pendiente,

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con la enorme laguna de una formación profesional siempre pen-diente de adecuación a las necesidades reales de las empresas.

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Alfonso A. Rojo RamírezCatedrático de Economía financiera y Contabilidad de la Universidad de Almería

‘Fair value’ o ‘Value first’

Valor, precio y mercado

En múltiples ocasiones, impartiendo algún seminario o conferen-cia sobre valoración de empresas, los asistentes me han pregunta-do o se han pronunciado sobre la subjetividad del valor. Habitual-mente señalan que el modelo de descuento de flujos de efectivo otesorería (MDFT) permite llegar a valores muy diversos segúnquien sea el valorador e, incluso, el fin último que guía a éste.

Siempre tienen razón. El valor es subjetivo, en tanto que revela lautilidad que reporta un bien para el sujeto que valora, por sí o a tra-vés de un experto y, por tanto, existen tantos valores como indivi-duos. Tal es así que el mercado se justifica en la medida que esosindividuos van a él para negociar su valor y terminan fijando unprecio de transacción para cada bien.

De aquí se deriva que el mercado es el lugar donde se fijan los pre-cios, nunca valores, y consecuentemente, valor y precio son doscosas bien distintas que coinciden sólo en raras ocasiones: porejemplo, cuando dos hermanos se ponen de acuerdo, contratan aun valorador, y se disponen aceptar que el valor fijado por el exper-to será el precio de transmisión del bien objeto de valoración. Entales circunstancias el mercado es sumamente estrecho, ya que

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sólo dos sujetos están interesados en el bien y están dispuestos atransigir para llegar a la fijación del precio. Igual puede ocurrir encircunstancias en que es el juez el que fuerza a dos o más indivi-duos a aceptar como precio de transacción el valor fijado por unexperto (perito).

Pero volvamos a la subjetividad del valor y a los asistentes al se-minario. A menudo concluyen que dada la subjetividad del valor esmejor recurrir al mercado. El argumento es bastante simple: si dis-ponemos de muchos sujetos interesados en el bien; si los indivi-duos están suficientemente informados de las características dedicho bien; si éste es ciertamente homogéneo y hay bastante de élcomo para satisfacer a todos los sujetos, el juego de mercado per-mite fijar un precio objetivo medio que sería coincidente con el va-lor, ya que los individuos, comportándose como sujetos económi-cos racionales, están descontando los flujos de efectivo esperadosde dicho bien al momento presente, según su coste de oportuni-dad o rentabilidad mínima.

Observemos los cinco elementos básicos que el argumento contie-ne:

1) Existen muchos sujetos interesados en el bien, tanto por el la-do de la oferta como de la demanda, lo que significa que noexisten individuos con mayor control que otros sobre los bie-nes, por ejemplo, porque existe cierto monopolio del bien, puesen caso contrario tendríamos disimetrías de negociación.

2) Los individuos interesados están bien informados sobre las ca-racterísticas del bien, lo que implica que no se requieren cono-cimientos muy especializados, ya que si no, afloran los costesde información. Además, la información es entendible, sencillay directa, de manera que todos pueden entenderla.

3) El bien es homogéneo, lo que significa que sus características,al margen de quien lo produzca, sirven para satisfacer las nece-sidades de cualquiera de los individuos.

4) Existen suficientes bienes para satisfacer a todos los indivi-duos, significando con ello que no sólo hay muchos bienes, si-no que estos son susceptibles de negociarse en cualquier can-tidad, pues en caso contrario los sujetos podrían no estar encondiciones de satisfacer íntegramente sus apetencias del bien.

5) Los individuos se comportan como sujetos económicos racio-nales, es decir, no se dejan arrastrar por circunstancias ajenasa sus necesidades, de acuerdo con sus propias apreciacionesde riesgo-rentabilidad. Esto significa que las modas, los rumo-res y, en general, aspectos socio-sicológicos no siempre fácilesde apreciar, no afectan a sus decisiones, ya que disponen de su-ficiente información como para despreciarlas y tienen garanti-zado el bien en calidad y cantidad.

Evidentemente, no es necesario argumentar excesivamente paraver que, en general:

a) Existen sujetos que controlan en mayor medida que otros losbienes que se envían al mercado, particularmente a través delsistema de intermediación y de la información manejada.

b) Los individuos no siempre están suficientemente informadosen términos relativos, entre otras cosas por el grado de sofisti-cación que los bienes adquieren y por la información sesgada ofiltrada que les llega.

c) Cada vez los individuos son más diferenciadores, con lo que re-sulta más difícil satisfacer su necesidad con un bien genérico.

d) La escasez es una cualidad propia de la naturaleza que generatensiones que se agudizan cuando el bien no puede ser particio-nado para que todos los individuos puedan acceder a él en igua-les condiciones y sin tener en cuenta su renta.

e) El individuo es racional, pero sobre todo es social y, por tanto,difícilmente escapa de aspectos al comportamiento de la masa,máxime si fallan los aspectos previos, fundamentalmente la in-formación directa y sencilla.

En este contexto es común oír cómo se habla de ‘valor de merca-do’ (market value) para referirse al precio que se paga en un mer-cado cualquiera por un bien y, de ‘valor razonable o justo’ (fair va-lue) para referirse al valor promedio de ese mercado o valor exis-tente en el momento de llevar a cabo la transacción que origina elprecio. Particularmente, la conjunción de ambos como ‘valor justode mercado’ (fair market value) es probablemente el término másutilizado siendo equivalente ‘más o menos’, según quién haga re-ferencia al mismo, al valor razonable manejado en contabilidad.

Resulta un tanto penoso observar cómo utilizamos inadecuada-mente los nombres de las cosas, sobre todo porque, o resulta unafalta de precisión de los profesionales a la hora de transmitir losconceptos, o es una forma torticera de usarlos con fines inadecua-dos.

El ‘valor justo de mercado’ (en adelante, FMV)

Posiblemente el concepto más extendido actualmente de FMV seael precio por el que un bien se vendería en un mercado abierto ycompetitivo, entre un comprador (máximo a pagar) y un vendedor(mínimo a recibir) que son independientes y cada uno busca supropio interés, conocen suficientemente el bien objeto de transac-ción y los hechos que llevan a la operación, así como los derechosy obligaciones que se derivan o son inherentes al mismo, todo ellosin estar obligados a realizar la operación. Como se observa, la de-finición se refiere a precios y no a valores y, además, esta constre-ñida por los condicionantes del mercado a los que se ha hecho re-ferencia en el apartado previo.

En economía existen dos formas reconocidas de calcular el valor:la teoría marxista y clásica, y la teoría neoclásica capitalista. Lasprimeras argumentan que el valor económico de un bien o serviciopara un usuario es el agregado monetario de los factores necesa-rios para producirlo, incluido, en su caso (teoría clásica), el costede oportunidad. La segunda señala que el valor económico es lautilidad que reporta un bien a su usuario y considera que la utili-dad es un concepto subjetivo, que en economía debe ser medidoen función de los flujos de efectivo esperados de dicho bien a lolargo de su vida útil.

La diferencia sustancial entre unas teorías y la otra está, sustan-cialmente, en el concepto de ‘valor en uso’ que se deriva de la ac-titud de los individuos hacia el bien que se valora: la teoría marxis-ta lo excluye, la clásica lo malinterpreta y la neoclásica lo toma enconsideración.

En cualquier caso, el valor sin ser observable de forma inmediatatiene que ver con la formación de los precios, que son el resultadode una negociación entre partes. El precio es la conclusión inme-diata, el valor es el resultado de la observación de los bienes, suscualidades y efectos pero, debido a esta falta de visibilidad inme-diata, se ha convertido en el problema más generalizado de la vidaeconómica, tal como señala Stigler (1965, pág. 22), de aquí que sehaya preferido concentrarse en los precios (Canonne, J. y MacDo-nald, R. J. 2004, pág. 116).

El valor existe, pero no el FMV, ya que el mercado sólo sirve paraformar precios si se dan las condiciones adecuadas que hemos co-mentado. Podemos hablar correctamente de ‘precios de mercado’e, incluso de ‘precios fuera de mercado’ si éste es excesivamenteestrecho, pero no podemos hacer lo mismo para el valor, ya que és-

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te es intrínseco a cada sujeto y a lo máximo que podemos aspirares a estimar un valor promedio representativo del conjunto de indi-viduos. Así, podemos decir, y esta es la función del valorador obje-tivo, que una empresa dedicada al alquiler de una vivienda de 120m2 adquirida a primeros del año 2003 tiene un valor objetivo pro-medio1 según la teoría neoclásica (la que hoy es más seguida) de205.301,10 € a dicha fecha, si: a) tiene un contrato de alquiler por10 años; b) cobra una renta promedio de 24.000€ anuales; c) al fi-nal del período de arrendamiento el valor promedio esperado es de200.000 € con unos gastos promedio de rehabilitación de 50.000 €

y; d) la rentabilidad mínima promedio exigida por el inversor o pro-pietario, según su riesgo, es del 10% (ver tabla 1).

Algunos valoradores se echarían la mano a la cabeza si, como ocu-rría a comienzos de 2007, el m2 se vendiera a 2.500 €, ya que, elFMV sería para ellos de 300.000 €, un 46% más del valor asigna-do, sin caer en la cuenta que:

a) Ese ‘precio/valor’ sólo tiene sentido si, efectivamente, se vendeen ese momento y los precios están vigentes (se dice que es unprecio potencial de salida).

b) El precio potencial de salida está influido por componentes so-ciales (lo que se ha dado en llamar ‘burbuja’) que hacen que losprecios fluctúen considerablemente fuera del valor económicopromedio.

c) El precio se aproximaría al valor si –y solo si– se dan las cir-cunstancias de mercado enumeradas al comienzo, que sabe-mos que raramente se dan.

Parece natural y lógico que exista correlación entre el valor y elprecio, al igual que lo es que no exista coincidencia entre ambos.¿Cómo se justifica entonces que uno y otro se alejen tanto en oca-siones? Y si es así, ¿a cuál debemos dar prioridad en la regulacióny la toma de decisiones políticas?

Sin duda, el valor es más estable que el FMV, es decir, que los pre-cios, pues está exento de componentes socio-sicológicos y librede los costes asociados a la falta de mercado eficiente. He podidocomprobar a lo largo de mis intervenciones en distintos foros queesto que acabo de afirmar no se entiende bien y trataré de explicar-lo un poco.

Lo primero que se hace necesario tener en cuenta es cómo se for-ma el valor mediante la teoría neoclásica, cuya expresión me per-mito reproducir a continuación, a sabiendas de que estas ecuacio-nes suelen retraer al lector:

[1]

y donde los significados de las diferentes variables figuran en la ta-bla 1.

Es interesante observar que la ecuación [1] tiene tres variables ocomponentes de valor, que son sus responsables: los flujos deefectivo promedio (FT) esperados; el valor residual promedio(VRn) esperado y el coste de oportunidad o rentabilidad mínimapromedio (k) esperada. Indudablemente, la comprensión de estaexpresión y sus componentes requiere de ciertos conocimientosbásicos que pueden ser encontrados en los libros al uso.

Normalmente, en épocas de euforia o bonanza el precio de losbienes se eleva considerablemente y los defensores del FMV tratande justificarlo diciendo que el inversor o propietario descuenta losexcelentes FT y un mejor VRn. Si aun así el valor no se ajusta enuna proporción razonable, señalan que existen elementos no tan-

gibles cuyo valor no figura reflejado en los datos contables que sir-ven de guía en la valoración.

Contrariamente, la justificación de un precio más bajo se sueleachacar a unas menores o pésimas expectativas de los FT y unVRn anormalmente reducido. Si aun así no se es capaz de justifi-car la lejanía entre valor y precio se habla, por ejemplo, del castigode los mercados, la gran volatilidad de la economía o las políticasde los ineptos políticos.

En el primer caso podemos decir que los defensores del FMV fuer-zan al alza el valor para justificar al mercado. Igualmente, sabedo-res de la necesidad de cierta proximidad entre valor y precio, en elsegundo caso fuerzan a la baja al valor.

Sin duda, los FT y el VRn son dos elementos que afectan al valor yéste varía con las circunstancias de la economía. Sería poco realis-ta considerar que las empresas inmobiliarias, por ejemplo, no hanreducido su valor debido a una caída significativa, incluso especta-cular, de sus FT. No hay nada más que ver que muchas de ellassimplemente han desaparecido. Pero el valor también depende dela rentabilidad mínima y pocos de los defensores del FMV tratan dejustificar las diferencias de valor por el riesgo asociado que se in-corpora a la misma.

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Tabla 1Valor asignado a la nave industrial

Tabla 2Tipo medio de interés de la deuda y variación del PIB

en el período 1992-2007

1 Obviamos por simplicidad otros datos.

Fuente: elaboración propia a partir del INE y Tesoro púbico

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El riesgo en la valoración no tiene casi nada que ver con la situa-ción económica general, ya que afecta a todos por igual, y está in-cluido en lo que se denomina ‘tasa libre de riesgo’, que no es otracosa que el tipo de interés de la deuda del estado, que parece es-tar correlacionada (negativamente) con la evolución del PIB, al serun instrumento de la política económica (Ver tabla 2). Lo más ha-bitual es que si el comportamiento de los gestores de la políticamonetaria y de los bancos centrales es heterodoxo se eleve cuan-do la economía está muy activa y se reduzca cuando se encuentramás estancada. De ahí la correlación negativa entre la variación delPIB y los tipos de interés.

El riesgo depende, ante todo, del tipo de actividad y de cómo y conqué medios se lleva ésta a cabo, lo que hace que sus FT sean máso menos volátiles y con ellos su VRn, debiendo ser corregidos porello.

La técnica más común para incorporar el riesgo es la denominada‘de tasa’, es decir, corregir la tasa de actualización o rentabilidadmínima exigida a la inversión (k). Esta tasa, para la mayor parte delas empresas, (quizás excluyendo las cotizadas) se forma por elagregado de tres componentes (AECA, 2005, pág. 38):

= + + [2]

Donde: i es la tasa libre de riesgo que recoge el riesgo general dela economía; PM es una prima de riesgo que asume el inversor di-versificado que actúa en mercados que tienden a cumplir las con-diciones descritas en el apartado inicial para garantizar, entre otrascircunstancias, la liquidez a su inversión; Pe es la prima que añadeun inversor no diversificado que arriesga sus recursos en aquelloque mejor sabe hacer y que, por tanto, no se comporta como uninversor diversificado.

Volvamos al caso del ejemplo de la empresa dedicada al alquiler dela vivienda. Admitamos que la prima de mercado promedio acep-tada es del 4,5% (Garrido, J. y García, D. J., 2010, pág. 27) y elpropietario no estima prima específica alguna. En estas circunstan-cias, tomando como i la resultante de las obligaciones emitidas porel estado (Tabla 2), k será la cifra que figura en la tabla 3 para losaños 2002-2010.

Resulta cuando menos sorpresivo observar que el valor a partir delperíodo 2007 se eleva considerablemente en términos corrientes.Ello es debido a la caída de la tasa de descuento (rentabilidad mí-nima) y la actualización de la cuota de alquiler (24.000 €) según latasa de inflación. Si ésta no se toma en consideración, el valor re-sultante es el que figura en términos constantes. De otra manera,el valor no se modifica sustancialmente por la situación económi-ca si el inversor es puramente financiero. Los cambios de valor, siexisten, están más asociados a la prima de riesgo específica delinversor empresario.

Precisamente este inversor ajusta su prima de riesgo en función delas circunstancias del entorno. De esta manera, cuando las cir-cunstancias económicas son favorables espera mayor remunera-ción, al igual que el resto de los individuos suelen hacer, e incre-menta su prima de riesgo. Por el contrario, en situaciones de con-tracción él también contrae sus expectativas de remuneración y re-duce su prima de riesgo.

La tabla 4 muestra ahora el valor de la empresa tomando en con-sideración la prima de riesgo específica (Pe) del empresario.

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Tabla 3Valores de la empresa de alquiler para cada año en función de k y tomando en consideración el IPC. Sin prima específica

(*) Fuente: INE y cálculos propios. Base 2006.

($) Aplicando la expresión de la tabla 1.

Tabla 4Valores de la empresa de alquiler para cada año en función de k y tomando en consideración el IPC. Con prima específica

(*) Fuente: INE y cálculos propios. Base 2006.

($) Aplicando la expresión de la tabla 1.

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Indudablemente el valor se reduce al ser la tasa mayor. ¿Qué suce-de si consideramos que en el ejercicio 2008, debido a la recesión,la empresa se ve obligada a reducir la cuota de alquiler de 24.000a 18.000 € para mantener el cliente? Automáticamente el gestoracepta que tendrá que reducir su rentabilidad (k). Si, por ejemplo,su prima de riesgo era de 3,6 ésta pasara, digamos a 1,8 equili-brando el valor.

¿Qué ha ocurrido, sin embargo, en el mercado? Podemos imagi-nar diferentes hipótesis, todas ellas posibles. Ciertamente el valordel m2 de la vivienda ha caído, pongamos que un 20% y, por tan-to, según el defensor del FMV, la empresa valdría ahora sólo240.000€, con lo cual habría perdido un 20% de su valor que, ca-so de llevarlo a la cuenta de resultados, sería un estrago, máximecuando la empresa sigue operando a un menor nivel. Podemosimaginar todavía la persistencia de la crisis y que el valor del m2 si-gue cayendo hasta situarse en 1.500 €, lo que supondría un valorpotencial de la empresa por FMV de sólo 180.000 €, con lo que lapérdida sería ahora de 120.000 €. El FMV se ha reducido un 40%(¡un desastre!), pero todo o casi todo sigue funcionando de igualmanera, ya que el empresario sigue trabajando igual que antes pe-ro con una rentabilidad menor. Se ha ajustado a las circunstancias.La capacidad de prestar su servicio sigue siendo la misma, un edi-ficio de 120 m2 disponible para quien lo desee a las condiciones demercado (precios de alquiler) actual. El valor intrínseco apenas sise ha modificado, pues la utilidad que reporta el bien es sustancial-mente la misma mientras cumpla el fin para el que está destinado,su uso en la actividad.

Llevemos este enfoque a las empresas cotizadas en el IBEX. Tome-mos, por ejemplo, cinco de ellas, las que figuran en la tabla 5.

Los defensores del FMV sugieren que el valor promedio de estasempresas se ha reducido según se ve en la fila de pérdida. ¿Es po-sible creer que los FT de estas empresas, su actividad, se han per-judicado de tal manera que ha caído su valor por ello? Evidente-mente no. El valor de estas empresas sigue siendo en marzo de2009 similar al que tenían en noviembre de 2007 y lo es ahora enseptiembre de 2011. Sin embargo, algo ha ocurrido. El inversor fi-nanciero o especulativo teme que si tiene que realizar su inversiónno alcance la rentabilidad esperada o incluso su rentabilidad seanegativa. Eso puede ocurrir, pero no debería afectar a la economíareal.

Solo queda hacernos una pregunta, ¿Qué debe primar, el valoreconómico o el FMV? ¿El valor o los precios? La respuesta está enla prioridad que demos al mercado (financiero) sobre la economíareal (mercado de bienes y servicios) y la solución sólo puede venirde la regulación política.

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Enrique Rúa Alonso de CorralesProfesor del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad CEU San Pablo

Las entidades sin fines lucrativos ante la reforma contable: la nuevaadaptación sectorial al Plan General de Contabilidad

La información económico financiera en las entidades sin fines lucrativos

Las entidades sin fines lucrativos (ESFL) y por ende las fundacio-nes y asociaciones desarrollan un papel muy importante en nues-tra sociedad, ofreciendo bienes y servicios de interés general, rea-lizando en muchas ocasiones actividades complementarias o sus-titutivas a las Administraciones Públicas.

Los fines que persiguen, los beneficiarios de sus actuaciones dis-tintos a los aportantes de financiación, un régimen fiscal especial,las subvenciones y donaciones que reciben tanto de organismospúblicos como privados, que constituyen la fuente principal de in-gresos y, por tanto, una vía importante de financiación, son razo-nes de peso para que deban reportar una información económicofinanciera adecuada, y seguramente más exigente en algunos as-pectos que las sociedades mercantiles. Pero sin duda las ESFL sonlas primeras interesadas en ofrecer una información que ofrezcamayor transparencia, para que la sociedad conozca la verdaderadimensión de las actividades que realizan y sus proyectos.

Pero, pese al razonamiento anterior, el desarrollo de la contabilidadde las ESFL en España no ha sido quizás el más adecuado1. Proba-blemente el problema viene de origen, es decir, cuando el legisla-dor decidió acertadamente obligar a la rendición de cuentas a es-

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Tabla 5Cotizaciones de algunas empresas del IBEX35 período 1/11/2007 y 2/03/2009

1 En este sentido, es muy valorable que una entidad como AECA haya creado unacomisión de estudio sobre la contabilidad de estas entidades, comisión que pu-blicó (junio 2008) su primer documento Marco conceptual de la información fi-nanciera para entidades sin fines lucrativos y un segundo documento Los estadoscontables de las entidades sin fines lucrativos (septiembre 2010) y tiene en ela-boración nuevos trabajos, tales como normativa contable propia del sector, indi-cadores de eficiencia y eficacia, etc. Igualmente, cabe destacar a organismos co-mo la Asociación Española de Fundaciones (AEF), que agrupa a la mayor parte delas fundaciones de nuestro país para la defensa de los intereses de las mismas,que juegan un papel primordial en el desarrollo normativo de estas entidades.

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tas entidades, cometió el error de tomar el modelo contable de lasentidades mercantiles y aplicarlo a entidades que no lo son. Ello haprovocado que al entenderse ‘insuficiente’ la información económi-co-financiera del modelo empresarial la normativa sustantiva defundaciones y asociaciones ha querido recargar la información quedeben presentar, y lo que es peor, utilizando determinada termino-logía no adaptada al lenguaje contable2.

Todo ello no ha supuesto un aumento de transparencia en la infor-mación de estas entidades, sino una acumulación de información,en algunas ocasiones inconexa, de gran complicación en su elabo-ración y de poca utilidad para sus usuarios.

En el año 1998 se aprobó el Real Decreto 776/1998, por el que seaprueban las normas de adaptación del Plan General de Contabili-dad a las entidades sin fines lucrativos (PGC-98 adaptado ESFL),adaptación sectorial al Plan General de Contabilidad de 1990; sinembargo, en el momento de realizarse la citada adaptación secto-rial, tampoco se tuvo en cuenta la fisonomía de estas entidades, esdecir, se limitó a incluir algunas normas específicas, pero se man-tuvo la obligatoriedad de determinada información contempladapara sociedades mercantiles que carece de toda utilidad para unafundación o asociación, como puede ser el cuadro de financiacióno la cuenta de resultados analítica, o el al menos discutible forma-to y objetivo de la cuenta de pérdidas y ganancias, mientras queotra información a incluir que sí hubiera necesitado un mayor de-sarrollo y estudio, como el caso del destino obligatorio de rentas eingresos que deben realizar a sus fines sociales, o sobre el efecti-vo cumplimiento de objetivos, no se tuvo suficientemente en cuen-ta o ni siquiera llegó a desarrollarse.

La repercusión de la reforma contable del año 2007

La nueva perspectiva en el panorama contable en España tras laaprobación de los nuevos planes contables, el Real Decreto1514/2007 por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad(PGC 2007) y el Real Decreto 1515/2007 por el que se aprueba elPGC para pequeñas y medianas empresas (PGC Pymes 2007),adaptados a la normativa internacional, de aplicación obligatoria apartir del año 2008, han supuesto un cambio importante en el ám-bito contable para todas las entidades en España, y por supuestopara ESFL.

Uno de los principales cambios es la formulación y presentaciónde cinco estados contables para entidades mercantiles, ya que alos ya existentes habría que añadirle el Estado de Cambios en elPatrimonio Neto y el Estado de Tesorería o Cash-Flow. Dada esta

importante modificación, cabría preguntarse si ello era trasladablea entidades no mercantiles y, por tanto, cuales serían los estadoscontables que tanto fundaciones como asociaciones debían elabo-rar a partir del ejercicio 20083.

El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) trató deaclarar diversas cuestiones a través de la Consulta nº 1 publicadaen el Boletín Oficial del Instituto de Contabilidad y Auditoría deCuentas (Boicac) nº 73, de marzo de 20084, y la Consulta nº 4,Boicac Nº 765, de diciembre de 2008, donde estableció, entre otrascuestiones, cuáles eran los estados contables obligatorios para lasentidades que venían aplicando el PGC-98 adaptado a ESFL6 y losformatos de los mismos.

Dado lo establecido en la nueva normativa contable y en las cita-das consultas, las entidades sin fines lucrativos podrán seguir apli-cando la citada adaptación siempre y cuando no se oponga a lanueva normativa. Sin embargo, la realidad es que en la práctica elPGC-98 adaptado ESFL queda como norma subsidiaria, ya que enmuchos de sus aspectos no se corresponde a lo determinado en lanueva normativa contable, por lo que en consecuencia, las ESFLdeberán aplicar el PGC 2007 y únicamente en aquellos aspectos noregulados en el mismo podría seguir aplicándose su adaptaciónsectorial7; de cualquier forma, este proceso no era tan sencillo ensu aplicación, dado que siempre existe la premisa de la ‘no oposi-ción’ a la nueva normativa.

En referencia a los formatos de los estados contables, el ICAC es-tablece en la consulta de diciembre de 2008 que las ESFL debenajustar balance y cuenta de resultados a los nuevos formatos in-cluidos en la tercera parte del PGC 2007, proponiendo unos mode-los, incluyendo las partidas específicas existentes en el PGC-98adaptado ESFL cuando fuera preciso. Sin embargo, la consulta noestablece nada acerca de la memoria. En este sentido, sería lógicopreguntarse si la memoria será la establecida en en el PGC-98adaptado ESFL y no la recogida en el nuevo PGC 2007, preguntade difícil respuesta. La memoria conceptualmente es un documen-to que completa, amplía y comenta el balance y la cuenta de resul-tados, luego en lógica, si éstos adquieren los nuevos formatos delPGC 2007, difícilmente podría hacerse una memoria no teniendoen cuenta los criterios del PGC 2007. Pero, por otra parte, en lamemoria de las fundaciones debe incluirse información adicionalen base a lo establecido en su legislación sustantiva, algo que yaocurría con la que aparece en el PGC-98 adaptado ESFL, pero queno debemos olvidar está en parte obsoleta, ya que dicha adapta-ción de 1998 se hizo en función de lo establecido en la Ley 30/1994de fundaciones, y no con la actual legislación fundacional, proble-ma que además debiera subsanarse.

En definitiva, la nueva perspectiva en el panorama contable ante laaprobación de los nuevos planes contables y la incertidumbre so-bre la posibilidad de que exista o no un plan contable adaptado alas ESFL y si realmente el sector necesita una adaptación sectorialsimilar a la existente, así como la aplicación de una normativa in-ternacional pensada para sociedades mercantiles y no para entida-des sin fines lucrativas, no hacían un panorama demasiado hala-güeño.

Las nuevas Normas de adaptación del Plan General de Contabilidad a las ESFL para el ejercicio 2012

Ante la situación descrita, un importante paso en la contabilidad delas ESFL ha sido el dado por parte del ICAC cuando en diciembrede 2010 creó un grupo de trabajo para la elaboración de unas nor-mas de adaptación del PGC a las ESFL. Fruto del trabajo realizadoen el citado grupo se ha publicado el Proyecto de Real Decreto por

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2 En este sentido valga como ejemplo el denominado ‘destino obligatorio de rentase ingresos’ a través del cual las ESFL deben poner de manifiesto que cumplen consu misión. Sin embargo, el legislador incluye conceptos para el cálculo de la cuan-tía que debe destinarse, así como para la comprobación de su cumplimiento, queson complejos de encuadrar en las cuentas anuales.

3 No debemos olvidar que las obligaciones contables de estas entidades vienen im-puestas por su legislación sustantiva y no por el Código de Comercio, por lo queno les afecta en principio de una forma directa la reforma habida en España en el2007.

4 Sobre la aplicación del PGC 2007, por parte de una entidad no lucrativa, sujetahasta el momento a las normas de adaptación del Plan General de Contabilidadpara entidades sin fines lucrativos.

5 Sobre los modelos de balance y cuenta de resultados de las entidades sin fineslucrativos que apliquen las normas de adaptación del Plan General deContabilidad, aprobadas por el Real Decreto 776/1998, de 30 de abril.

6 En el caso concreto de fundaciones de carácter estatal y asociaciones de utilidadpública a las que era de aplicación el PGC-98 adaptado ESFL.

7 Por ejemplo, en relación al tratamiento contable que debe otorgarse al PatrimonioHistórico, la nueva normativa no regula nada al respecto y, en consecuencia, po-dremos seguir aplicando la Norma 6ª Patrimonio Histórico de la 5ª parte del PGC-98 adaptado ESFL.

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el que se aprueban las normas de adaptación del Plan General deContabilidad a las entidades sin fines lucrativos y el modelo de plande actuación de las fundaciones de competencia estatal (Julio2011), que una vez se realicen los trámites legales correspondien-tes, se convertirán en unas normas de adaptación para el sector delas ESFL de aplicación a partir de los ejercicios iniciados en el año2012.

Tal y como se especifica en el ahora proyecto, dicha adaptación es-tá justificada por las características diferenciales del sujeto conta-ble al que va dirigida, dado que las entidades sin fines lucrativostienen como objetivo, no la obtención de un lucro comercial, sinoperseguir fines de interés general en beneficio de la generalidad8.

Sin duda, son entidades que se caracterizan, al margen de las ac-tividades económicas que realicen, por la ausencia de lucro, si selas compara con otros operadores económicos que intervienen enel mercado con el objetivo de rentabilizar su inversión.

Es, por tanto, muy importante tener en cuenta que la ausencia delucro está en la entidad y no en las actividades que realiza; por ello,aunque en algunas ocasiones dichas actividades generen un lucroeconómico, en ningún caso será objeto de reparto entre sus socioso partícipes, sino que financiarán otras actuaciones que finalmen-te repercutirán en la sociedad en general. Es por ello que los apor-tantes de fondos a estas entidades no esperan ningún rendimientodirecto en dicha aportación.

Dentro del marco conceptual ha sido necesario redefinir determi-nados conceptos de forma más acorde a las ESFL y que ademásdiera lugar al correcto desarrollo ulterior de una normativa especí-fica, destacando el propio concepto de activo, dado que con algu-nos de ellos no se busca un rendimiento económico, y habría quehablar de potencial de servicio a la comunidad, al no generar flujosde efectivo.

En la parte relativa a las normas de registro y valoración, el proyec-to de la futura norma ha desarrollado normas específicas, al mar-gen de que sigan siendo de aplicación las recogidas en la normacontable general9. Por ello, cuestiones como inmovilizados o exis-tencias no generadores de flujos de efectivo, elementos que for-men parte del patrimonio histórico, créditos y débitos generadospor la actividad propia, así como determinados gastos o ingresosfruto de la operativa específica de estas entidades y, por supuesto,las subvenciones, donaciones y aportaciones a la dotación funda-cional o fondo social10 han sido objeto de desarrollo.

Pero, sin duda, el cambio más relevante ha sido la nueva configu-ración de la cuenta de resultados en donde se ha modificado el for-mato mercantil tradicional. El cálculo de un resultado, entendidodesde la perspectiva de una entidad mercantil, no tiene utilidad enlas ESFL, ya que su objetivo no es la maximización del mismo y,por tanto, los gastos en que incurren en el desarrollo de sus acti-vidades, así como los ingresos obtenidos para su financiación, aefectos contables no son más que variaciones de su patrimonio. Espor ello que no parece oportuna la elaboración de una cuenta depérdidas y ganancias entendida como tal, ya que la imagen fiel quedeben mostrar sus cuentas anuales, en particular, su cuenta de re-sultados, debe incidir en la presentación de los recursos obtenidosen un periodo y su empleo o destino en la consecución de los di-ferentes fines, con el objetivo de que la información suministradasea comprensible y útil para los aportantes, beneficiarios y otrosinteresados.

En el proyecto se ha incluido un modelo de cuenta de resultadosdonde se incluyen todas las variaciones patrimoniales habidas enel periodo, estado que muestra los aumentos y disminuciones delpatrimonio neto originados en el ejercicio, como expresión del re-sultado total de la entidad, por diferencia entre las aportaciones ydisminuciones de la dotación fundacional o fondo social, y de losingresos y gastos, tanto de los contabilizados formando parte delexcedente del ejercicio como de los incluidos directamente en elpatrimonio neto a la espera de su posterior reclasificación al exce-dente11. Dicho estado contable sería la suma del estado total decambios en el patrimonio neto y la cuenta de pérdidas y ganan-cias12.

Con este estado contable la principal ventaja es que, conservandotoda la información necesaria, no se muestra directamente un re-sultado de la entidad sino una variación del patrimonio y, por tan-to, no podrá tomarse como indicador de rendimiento de la entidad.

Otro documento contable que ha tenido un desarrollo importante yque, sin duda, será de gran utilidad es la memoria, que además dehaber incluido la información necesaria para el correcto desarrollodel balance y cuenta de resultados, incluye la información que seexige por la legislación sustantiva que regulan estas entidades, so-bre todo la relativa a las fundaciones13; la homogeneización será,sin duda, un paso muy importante en la información que suminis-tran estas entidades.

Por otra parte, no debemos olvidar que un número muy importan-te de ESFL son de pequeño tamaño y, por tanto, el cumplimientode las obligaciones contables y la formulación de cuentas anualesles supone un esfuerzo considerable. Es por ello que entendemosuna ventaja indudable, en aras de facilitar la aplicación de la normacontable, que se amplíe la relación de criterios simplificados apli-cable a las microentidades14, así como se cree un modelo simplifi-cado de memoria que reduce significativamente la información aelaborar.

En definitiva, dichas normas supondrán sin duda un paso impor-tante de homogeneización y adaptación de la normativa contable alas entidades sin fines lucrativos, que a partir del ejercicio 2012tendrán una adaptación sectorial como referencia, lo que sin dudafinalmente repercutirá en una información más adecuada de estasentidades y, por ende, en su transparencia.

ReferenciasAECA. Marco conceptual de la información financiera para entidades sin fi-

nes lucrativos”. Documento nº 1 de la Comisión de entidades sin fineslucrativos. Junio 2008.

AECA. Los estados contables de las entidades sin fines lucrativos.Documento nº 2 de la Comisión de entidades sin fines lucrativos.Septiembre 2010.

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8 Entre los que pueden citarse los de asistencia social, cívicos, educativos, cultura-les, científicos, deportivos, sanitarios, de cooperación para el desarrollo, de de-fensa del medio ambiente o de fomento de la economía o de la investigación, depromoción del voluntariado o cualesquiera otros de naturaleza análoga.

9 Hay que tener en cuenta que estas entidades deberán aplicar el PGC 2007 o elPGC Pymes 2007 en función de su tamaño, además de la futura adaptación sec-torial.

10 Tanto desde el punto de vista del aportante como de la entidad receptora.

11 Completan el resultado total los ajustes que sea preciso contabilizar en las reser-vas fruto de los errores y cambios de criterio.

12 Por ello, dentro de dicho estado se sigue manteniendo el concepto de excedenteque tan importante es para otros cálculos como la liquidación del impuesto sobresociedades o el destino de rentas e ingresos.

13 Nos referimos a la información sobre actividades, plan de actuación, inventariosde bienes, información relativa al destino de rentas.

14 En operaciones de cesión de uso sin contraprestación, préstamos concedidos atipo de interés cero o por debajo del interés de mercado, ayudas plurianuales ysubvenciones, donaciones y legados de servicios y activos no monetarios.

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Ricardo J. Server Izquierdo1

Catedrático de la Universidad Politécnica de ValenciaPresidente de la Comisión de Contabilidad de Cooperativas de AECA

Sergio Marí Vidal2

Universidad Politécnica de Valencia

Natalia Lajara Camilleri3

Universidad Politécnica de Valencia

La formación como factor de competitividad en las cooperativasagroalimentarias

Introducción y objetivos

Resulta innegable la importancia que hoy en día tiene la formaciónde los recursos humanos en el éxito de una organización. Actual-mente, esta relevancia se ve acrecentada por la situación de crisiseconómica que hace de la formación uno de los elementos clavepara paliar en lo posible los efectos económico-sociales que esteescenario ha generado.

Desde su definición y creación, la preocupación por la formación yeducación ha constituido un elemento diferenciador de las coope-rativas frente al resto de sociedades empresariales, puesto queadelantaron a las posteriores exigencias legales que, mucho tiem-po después, se dictarían en cuanto a formación laboral para el tra-bajador. No en vano, en los siete postulados de los Pioneros deRochdale ya se hacía referencia expresa a la educación, menciónque sigue presente hoy en día en los principios cooperativos de laAlianza Cooperativa Internacional, ACI, de 1995:

• Adhesión voluntaria y abierta.

• Gestión democrática por parte de los asociados.

• Participación económica de los asociados.

• Autonomía e independencia.

• Educación, formación e información.

• Cooperación entre cooperativas.

• Interés por la comunidad.

Y no sólo difieren en este aspecto del resto de formas jurídicas, si-no también en los beneficiarios de las acciones formativas, puestoque las cooperativas tienen como objetivo no sólo la formación desus socios, sino que también encaminan sus acciones tanto a la di-vulgación en materia de cooperativismo como a la mejora de suentorno socio-económico y ambiental.

Desde distintos foros se ha llamado la atención sobre la formacióncomo fuente de mejora, tanto de la competitividad como de la pro-ductividad en las organizaciones. En este sentido, en 2010 se rea-lizó desde el Centro de Investigación en Gestión de Empresas(CEGEA) de la Universitat Politècnica de València, a instancias dela Dirección General de Empresas Agroalimentarias y DesarrolloRural de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, elEstudio comparativo de la competitividad del cooperativismo agra-rio de la Comunidad Valenciana (Server et al, 2010 y Lajara-Cami-lleri et al, 2011). En el mismo se establecen cinco pilares básicospara su mejora: dimensión, diversificación, orientación al mercado,internacionalización y formación.

Una de las conclusiones del estudio es que la formación constitu-ye el pilar básico que debe acometerse para el éxito del proceso dereestructuración necesario en el cooperativismo, siendo la herra-mienta que permite alcanzar los objetivos fijados en los demás fac-tores de competitividad. No cabe duda de que cada vez son másnecesarios profesionales suficientemente formados en sus áreas,que conozcan no sólo las mejores técnicas de gestión, producción,comercialización, etc. sino que a su vez sean conscientes de las es-pecificidades del sector cooperativo.

Es por esta razón por la que resulta aconsejable y necesario eva-luar el nivel de formación actual que existe en el sector cooperati-vo agrario y detectar las necesidades que los profesionales relacio-nados con el mismo desde distintos ámbitos consideran adecua-das para un mejor cumplimiento de sus funciones.

En el caso concreto de las cooperativas, la formación de los sociostiene una importancia mayor si cabe, debido a la democracia par-ticipativa que rige su funcionamiento (Rodríguez y Mozas, 2003).Es decir, que para mejorar la gestión de la cooperativa es impor-tante que también los socios dispongan de la formación necesariapara poder tomar decisiones.

Y es en este contexto en el que nos planteamos el estudio de lasnecesidades de formación de las cooperativas agrarias, en concre-to en el ámbito de la Comunidad Valenciana (Server et al, 2011),aunque podría ser extrapolable con las debidas cautelas al restodel territorio español.

Metodología

La herramienta utilizada en esta investigación es la metodologíaDelphi, que creemos especialmente útil en un caso como este, enel que se trata de armonizar posturas entre las partes implicadasen lo que respecta a las necesidades formativas para personal ysocios de cooperativas agrarias valencianas. Es decir, se trata deque la oferta de cursos responda a las necesidades reales de lascooperativas, puestas de manifiesto por los propios receptores dela misma, así como por expertos tanto del campo académico, co-mo de los órganos de representación de las cooperativas y de laAdministración Pública.

Así pues, la opinión del grupo de expertos, procesada mediante latécnica Delphi, permitirá aunar las diferentes perspectivas de todoslos participantes, con perfiles distintos, sobre la materia en cues-tión. Cada experto consultado debe pronunciarse sobre las necesi-dades de formación que a su juicio mantienen distintos colectivosrelacionados con las cooperativas (Consejos Rectores, Personaltrabajador, socios y familiares). El grupo de expertos está formadopor miembros de Entidades representativas de las cooperativasagrarias en la Comunidad Valenciana, de la Conselleria de Agricul-tura, Pesca y Alimentación, de Centros de formación y/o Universi-dades, y de personal y socios de cooperativas.

El cuestionario se remitió vía correo electrónico a todos los exper-tos debido a la rapidez y comodidad que supone, tanto a la hora decumplimentarlo como en el envío en sí. Las respuestas se han re-cibido tanto en correo electrónico como vía fax. En la primera ron-da los expertos contaron con un plazo de 15 días para contestar, sibien algunas respuestas se demoraron hasta un mes y en la segun-da ronda el plazo se redujo a 7 días, aunque no se recibieron todoslos cuestionarios hasta 12 días después.

Para el tratamiento y análisis estadístico de la información se hautilizado tanto el programa Excel de Microsoft Office como el SPSSv16.

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1 Centro de Investigación en Gestión de Empresas (CEGEA), Departamento deEconomía y Ciencias Sociales, Universitat Politècnica de València. Camino deVera s/n, 46071 Valencia. [email protected].

2 [email protected].

3 [email protected].

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Resultados del estudio. Primera ronda

En la primera ronda existe un elevado consenso en las respuestasde los expertos, alcanzándose el acuerdo en 5 de las 17 preguntasformuladas. En 8 de ellas los ítems sin consenso no alcanzan aconformar el 25% del total de la pregunta y tan sólo existen trespreguntas en las que parece existir una fuerte controversia, ya queno se alcanza el consenso en más del 75% de las cuestiones plan-teadas en las preguntas.

Los temas que suscitan mayores divergencias entre los expertosen la primera ronda son, por orden:

• Interés de la formación cooperativa para el colectivo de socios.

• Importancia de la formación para el Consejo Rector.

• Interés de la formación en gestión empresarial para elcolectivo de socios.

En el otro extremo se encuentran los temas en los que se ha alcan-zado el consenso, por lo que se marcarán como tales en el cues-tionario de la segunda ronda, no siendo pues necesario que los ex-pertos reconsideren su primera respuesta. Las preguntas en estecaso hacen referencia a:

• Valoración de la importancia de mayor formación para los diferentes miembros de una cooperativa.

• Valoración de la formación en diferentes áreas para el Responsable de calidad.

• Valoración de la formación en diferentes áreas para el Jefe de almacén.

• Valoración de la formación en diferentes áreas para el Técnico agronómico.

• Valoración de la formación en diferentes áreas para el Técnico de bodega.

Resultados del estudio. Segunda ronda

Los resultados obtenidos en el primer bloque del cuestionario, re-lativo a la formación actual de los miembros de las cooperativas,se muestran a continuación.

Los miembros que se estima que están mejor formados en lascooperativas actualmente son los técnicos agronómicos, los res-ponsables de calidad y los directores/gerentes. En el otro extremose sitúan tanto el Presidente como el Consejo Rector, que obtienenambos puntuaciones por debajo del nivel medio, con calificaciónde poco adecuado.

A partir de aquí, se busca determinar aquellos colectivos que cuen-tan con mayores necesidades formativas actualmente, a fin de po-der establecer acciones focalizadas en ellos.

En este caso todas las categorías obtienen puntuaciones superio-res a 3, es decir, a juicio de los expertos es evidente que la forma-ción es importante en cualquiera de los puestos de trabajo y car-gos de una cooperativa. Son los miembros con mayor responsabi-lidad aquellos que han recibido puntuaciones más elevadas, Direc-tor/Gerente, Presidente y Consejo Rector. Sin embarg,o tanto el Je-fe de almacén como el Responsable de suministros obtienen pun-tuaciones más bajas, situando sus necesidades de formación enImportante (3), frente al resto de cargos que han obtenido 4.

En relación con los aspectos que pueden resultar de interés en laformación de los socios de base de las cooperativas, encontramos

que tanto la formación cooperativa como la técnica agronómicaobtienen valores cercanos a 4 (bastante interesante), mientras quelas propuestas relativas a gestión empresarial son calificadas conun 2,77 en promedio, por lo que se encuentran entre poco intere-santes e interesantes.

El segundo bloque de preguntas del cuestionario profundiza en lasmaterias que pueden resultar de interés para cada uno de losmiembros o colectivos de una cooperativa.

Los resultados obtenidos tanto para el Presidente como para elConsejo Rector son similares. En ambos casos encabezan la listaen cuanto a importancia en las materias evaluadas los ‘Procesosde integración e intercooperación’, seguidos de ‘Planificación es-tratégica’. A continuación, en el caso del Presidente aparecen ha-bilidades directivas como ‘Dirección eficaz de reuniones’, ‘Motiva-ción y liderazgo’ y ‘Comunicación no verbal’, mientras que en elConsejo Rector se valora como más importantes las materias deíndole económico-financiera, comercial, operativa, etc.

En el caso de la formación del Director/Gerente, la valoración dadapor los expertos ha establecido un orden de importancia distinto,situando en primer lugar las materias de tipo económico-financie-ro, a continuación la planificación estratégica y habilidades directi-vas, relegando a una posición intermedia los cursos relacionadoscon procesos de integración e intercooperación. Por último, hayque señalar la elevada valoración que otorgan los expertos a la ma-yoría de las cuestiones planteadas, siendo la mediana en 8 de los12 ítems de 5 (Muy importante).

En relación a los responsables de suministros, comercial y de ca-lidad en las cooperativas, es la formación específica la que ha ob-tenido puntuaciones más elevadas por parte de los expertos.‘Planificación y gestión de compras’ para el responsable de sumi-nistros, la ‘Fidelización y atención al cliente’ o ‘Investigación demercados’ para el responsable comercial, y los ‘sistemas de cali-dad’ y la ‘certificación de calidad’ para el responsable de calidad.

En el caso del responsable financiero, al menos la mitad de los ex-pertos consideran muy importante mejorar la formación en ‘Ges-tión de tesorería’, ‘Contabilidad’, ‘Financiación’, ‘Análisis de inver-siones’ y ‘Técnicas de gestión de costes’. En cambio, los ‘Idiomas’son considerados menos necesarios por los expertos y valoradoscomo importantes.

Conclusiones

La formación es el instrumento que, junto a la dimensión, la diver-sificación, la orientación al mercado y la internacionalización, con-tribuye a mejorar la competitividad de las organizaciones empresa-riales, especialmente en cooperativas, cuyas especificidades departicipación democrática inciden en la gestión global de las mis-mas.

En este trabajo se ha realizado una consulta a expertos mediante elmétodo Delphi, a fin de detectar las necesidades formativas de losdistintos miembros de las cooperativas agrarias de la ComunidadValenciana y obtener información que sirva de base para la mejorade su formación y así mismo constituya una guía a la hora de se-leccionar y priorizar la formación ofertada a los distintos colectivosque las componen.

Una primera conclusión que se desprende es la concienciación queexiste acerca de la importancia de la formación en el ámbito coo-perativo, y ello en base tanto al rápido consenso alcanzado por losexpertos en este tema como por la elevada valoración que le hanotorgado en sus respuestas. Ya en la primera ronda se obtuvo elconsenso en la opinión de los expertos para todas las preguntas

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relacionadas con la importancia de la formación, y además conasignación de puntuaciones iguales o superiores a 4, siendo 5 lamáxima puntuación que podían otorgar.

En relación a las necesidades de formación, aquellos puestos quellevan inherente una mayor responsabilidad son los que obtienenpuntuaciones más elevadas.

Entrando ya en los aspectos concretos de formación que puedenresultar de interés, las conclusiones son bien diferentes en funcióndel colectivo de la cooperativa al que nos estemos refiriendo. Así,por ejemplo, en la formación destinada a socios, los expertos otor-gan mayor importancia tanto a la de índole cooperativo como a larelacionada con la técnica agronómica, relegando las materias re-lativas a gestión empresarial a posiciones de poco interesantes-in-teresantes.

En el caso del Presidente y del Consejo Rector, encabezan el lista-do de áreas en cuanto a importancia los procesos de integración eintercooperación, así como la planificación estratégica. Claramentese pone de manifiesto la importancia que los expertos le dan a es-tos dos colectivos en la consecución y fomento de los procesos deconcentración empresarial. El éxito o fracaso de estos procesosdepende en gran medida de lo proclives o reacios que sean tantolos Presidentes como los Consejos Rectores.

No obstante, los expertos también conceden importancia a la for-mación del Consejo Rector en materias de índole económico-finan-ciera, comercial y operativa. Entendemos que para una mejor ca-pacidad en la toma de decisiones.

Para el Director/Gerente, los expertos opinan que su formación de-be orientarse en primer lugar hacia aspectos de carácter económi-co-financiero, planificación estratégica y de habilidades directivas,concediendo menos importancia a la formación en procesos de in-tegración e intercooperación.

Los responsables de las distintas secciones de las cooperativasdeberán reforzar principalmente las áreas generales de sus compe-tencias: económica-financiera, planificación y gestión de compras,etc. Además de valorar muy positivamente los cursos de habilida-des directivas y de informática (a nivel usuario).

Finalmente, para los técnicos agronómicos, de almazara y de bo-dega, se destaca la necesidad de su formación en aquellas mate-rias relacionadas con su desempeño profesional.

ReferenciasAlianza Cooperativa Internacional (1995). Declaración sobre identidad co-

operativa. En Congreso Alianza Cooperativa Internacional, Manchester,1995.

Lajara-Camilleri, N.; Marí-Vidal, S.; Server, R.J. (2011). El cooperativis-mo agroalimentario de la comunidad valenciana. Análisis de su dimen-sión como factor de competitividad. En 3rd International Research Con-ference on Social Economy of CIRIEC. The social economy, prop of anew model of sustainable economic development. Valladolid.

Rodríguez, J.; Mozas, A. (2003). “La formación de los recursos humanosde las cooperativas agrarias y la nueva economía: un estudio empírico”.Boletín Económico de ICE nº2776.

Server, R.J.; Marí-Vidal, S.; Lajara-Camilleri, N. (2011). Estudio compa-rativo de la competitividad del cooperativismo agrario de la ComunidadValenciana en 2011: Evaluación de sus necesidades formativas. Informeelaborado para la Dirección General de Empresas Agroalimentarias yDesarrollo Rural de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentaciónde la Generalitat Valenciana.

Server, R.J.; Marí-Vidal, S.; Lajara-Camilleri, N. (2010). Estudio de lacompetitividad de las cooperativas agrarias de la Comunidad Valenciana.Informe elaborado para la Dirección General de Empresas Agroalimenta-rias y Desarrollo Rural de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimen-tación de la Generalitat Valenciana.

Antonio Jara AndréuPresidente de CajaGranada

La reestructuración del sistemafinanciero español: el riesgo de lonecesarioLa profunda crisis económica en que nos hallamos instalados ha-ce ya algunos años está propiciando, entre otros importantes cam-bios estructurales, una reordenación acelerada de nuestro sistemafinanciero, con especial incidencia en el sector de las Cajas de Aho-rros. Se trata de una reestructuración cualitativa, sin precedenteshistóricos comparables, ni en dimensión ni en profundidad, com-pulsivamente acelerada en el tiempo, prácticamente sin debate so-cial y practicada en un marco jurídico fragmentario y escasamentesistemático. Constatada la intensidad y la dimensión de la crisis,pocas dudas caben sobre la necesidad y la urgencia de la reforma,pero tampoco sería prudente ignorar algunos de los riesgos que,como suele ocurrir en todos los procesos de cambio estructural, laacompañan.

Las Cajas, entidades centenarias que a lo largo de su historia hanido evolucionando y creciendo hasta constituir más de la mitad delsistema financiero español, parecen haberse convertido, de pron-to, en la variable independiente de las distintas propuestas de re-formas, supuestamente orientadas a la superación de la crisis y alapaciguamiento de la voracidad incontrolada de los mercados fi-nancieros. El modelo de las Cajas que, según doctrina comúnmen-te aceptada, se había demostrado históricamente válido y exitoso,ha resultado para muchos el principal imputado en la causa gene-ral contra los desmanes del sistema financiero, uno de los agentesmás nocivos, cuando no el único, en la generación de la crisis in-mobiliaria, víctima de una ‘perversa politización’ y, a la postre, unmodelo ininteligible para los mercados. Los otrora pregonados va-lores de lucha contra la exclusión financiera, cercanía al cliente, só-lida implantación territorial, preferencia por familias y pymes y fir-me compromiso de retorno social de los beneficios se han esfuma-do estrepitosa y espectacularmente, dejando al descubierto unasestructuras financieras dominadas por la incontinencia, carentesde racionalidad económico-financiera, sin mezcla de bien alguno ycapaces, por sí solas, de ofrecer razón suficiente de la crisis.

En poco más de año y medio, cuatro Reales Decretos-Leyes hanalterado radicalmente el marco jurídico de referencia para las Cajasde Ahorros. Primero fue el RDL 9/2009, de 26 de junio, sobre rees-tructuración bancaria y reforzamiento de los recursos propios delas entidades de crédito. No había transcurrido un año, cuando elRDL 6/2010, de 9 de abril, de medidas para el impulso de la recu-peración económica y el empleo, entendió necesario abordar algu-nas reformas en el marco regulador del sector financiero, encami-nadas a acelerar la reestructuración entonces incipiente. Tres me-ses después, ante la manifiesta insuficiencia de las reformas par-ciales, se hizo necesario encarar con mayor amplitud cuestionesrelativas al gobierno y al régimen jurídico general de las Cajas deAhorros, una reforma de la legislación básica que abordó el RDL11/2010, de 9 de julio, de órganos de gobierno y otros aspectosdel régimen jurídico de las cajas de ahorros, y que vino a modifi-car la Ley básica 13/1985, de 2 de agosto, de órganos rectores delas cajas de ahorros. No acabaron aquí los cambios del marco ju-rídico, puesto que, apenas iniciado el presente año, el legisladorestatal dictó una cuarta disposición legislativa, el RDL 2/2011, de18 de febrero, para el reforzamiento del sistema financiero, con elobjetivo de fortalecer la solvencia de las entidades financieras.

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De manera que primero fue el tiempo de las integraciones, despuéstocó ajustar y sanear para, finalmente, encarar perentorias y durasexigencias de capitalización. Quizá convenga retener, en todo caso,dos aspectos de singular relieve para calibrar la auténtica dimen-sión de los riesgos, potenciales o actuales, que se corren en estasituación. De una parte, se ha de subrayar que el Real Decreto-Ley11/2010, de 9 de julio, incorpora una profunda revisión del mode-lo fundacional al que históricamente se habían venido ajustandolas Cajas de Ahorros en nuestro país, abriendo el abanico de posi-bilidades a nuevas formas institucionales. Básicamente, suponeque, en primera instancia, pueden continuar actuando en el tráficofinanciero como lo han venido haciendo hasta el momento. En se-gundo lugar, que pueden optar por desarrollar su actividad comoentidades de crédito a través de un banco, al que aporten todo sunegocio financiero, bien mediante la constitución directa de dichobanco o a través del que sea utilizado como entidad central de unSIP. En tercer lugar, que pueden transformarse en fundaciones decarácter especial, traspasando todo su patrimonio afecto a la acti-vidad financiera a otra entidad de crédito –un banco–, centrando suactividad fundacional en la atención y desarrollo de su obra bené-fico-social, siguiendo así el modelo italiano diseñado por la cono-cida Ley Amato. Y, de otra, no es cuestión menor anotar la palma-ria y perversa inadecuación entre el exigente calendario de capita-lización de las entidades, impuesto por el Real Decreto-Ley 2/2011,de 18 de febrero, y los sucesivos episodios de castigo a la deudapública de algunos países de la zona euro, con las consiguientesconvulsiones en los mercados financieros.

Quizá la continuidad y el mantenimiento de las estructuras de go-bernanza y gestión de las Cajas han podido resultar, en determina-dos casos, disfuncionales y retardatarias, pero en la misma medi-da en que se deben reconocer los excesos del sector en el pasadoreciente, sobre todo en orden a eludir el riesgo moral, ha de reco-nocerse, con carácter general, su agilidad y eficacia ante las exi-gencias y los requerimientos de la restructuración. El sector em-prendió una reestructuración global, que se ha plasmado en doceprocesos de integración (siete fusiones o adquisiciones y cincoSIP), que ha reducido el número de Cajas de Ahorros de 45 a 18entidades. Proceso que todavía no ha terminado, pues hay entida-des en negociación que podrían reducir aún más el número de en-tidades. Estos procesos de concentración, junto con la necesidadde mejorar la eficiencia por parte de las entidades, ha llevado a ungran ajuste en la capacidad instalada del sector, con recortes deentre el 10% y el 25% en el número de oficinas y de entre el 12%y el 18% en las plantillas.

La aprobación del Real Decreto-Ley 2/2011, el pasado 18 de febre-ro, abrió, como se ha dejado dicho, una nueva fase en el procesode reestructuración. Esta norma introdujo un nuevo coeficiente decapital del 8% ó 10% según los casos contemplados, y establecíade plazo el 30 de septiembre de 2011 como fecha límite para el cie-rre de sus estrategias de recapitalización. Trece entidades no alcan-zaban las cifras requeridas (cuatro bancos y nueve Cajas). En fun-ción de las estrategias elegidas por las entidades, pueden estable-cerse tres grupos:

• Los bancos, que han optado a su capitalización, bien por susmatrices o por instrumentos computables como capital;

• Cuatro entidades que han elegido como estrategia la salida aBolsa o la captación de capital privado, como es el caso de Ban-kia y Banca Cívica, ya en Bolsa, y BMN y Liberbank, que están encurso;

• El resto de entidades, que planteó como primera opción ser ca-pitalizadas por el FROB.

Así las cosas, y con plena conciencia de las incertidumbres quenos acosan, no es posible obviar las grandes cuestiones pendien-

tes: ¿Seremos capaces entre todos, mercados, reguladores, go-biernos y administradores, de adaptar las viejas estructuras de lasCajas a las nuevas exigencias de la economía? ¿Será posible man-tener un modelo acreditado en el duro campo de batalla contra laexclusión financiera? ¿Tendrá éxito el modelo en su resistencia alacoso financiero de otros operadores? ¿Seremos capaces, todos,de corregir viejos errores y superar las permanentes tentacionesde desbordar el campo históricamente atribuido al modelo y en elque éste ha acreditado solvencia y buenas prácticas? ¿Serán lasCajas capaces de hacer lo que tienen que hacer, conjurando losriesgos que indudablemente corren al hacerlo?

Nuestro sistema financiero, y con él el sector de las Cajas de Aho-rros, están compelidos a reflexionar con rigor y responsabilidadsobre su papel dentro de nuestro modelo económico y sobre lasconcretas necesidades actuales de nuestra economía. Sólo a partirde esa reflexión será posible establecer la posición social e institu-cional que a cada uno corresponde. No hacerlo resulta impruden-te, implicaría una indecente delegación en el juego de los merca-dos y podría acabar condenando a la desaparición un modelo fi-nanciero que, hay que recordarlo, conecta perfecta y claramentecon nuestro modelo económico constitucional.

Antonio M. López HernándezPresidente de la Cámara de Cuentas de Andalucía

La Auditoría de Contratos: aproximacióndesde una perspectiva internacionalEn la mayoría de los países desarrollados, la normativa presupues-taria del sector público establece una serie de principios de funcio-namiento de la gestión económico-financiera que afectan a los di-ferentes niveles de gobierno. Con el objetivo de prestar un serviciode calidad a los ciudadanos, estos principios exigen que los distin-tos sujetos que integran el sector público adecuen sus actuacionesal cumplimiento de la eficiencia en la utilización de los recursos pú-blicos, en un marco de objetividad y transparencia en su actividadadministrativa.

En un proceso general de adquisición de bienes y servicios, el ór-gano de la Administración Pública responsable de contratarlos tie-ne la necesidad de efectuar un análisis que soporte su decisión,que persigue garantizar que el precio y calidad obtenidos sea el re-sultado de la interacción de los principios que deben presidir unaadecuada administración de los recursos públicos. Y ello resultarazonablemente posible cuando los bienes y servicios demanda-dos se encuentran disponibles en un mercado donde exista com-petencia, siendo factible promover la publicidad y la concurrenciade los oferentes. Ahora bien, no siempre esto es posible, comoocurre en el ámbito de las adquisiciones públicas de defensa, endonde el mercado, por condicionantes del producto o por razonesde seguridad, no responde en todos los casos a los supuestoscompetitivos. Es por ello que los departamentos de defensa reali-zan frecuentemente sus adquisiciones a través de contratos nocompetitivos, que son adjudicados mediante procedimientos basa-dos en procesos de negociación con una o varias empresas.

En el procedimiento negociado, la fijación del precio aplicable alcontrato resulta de un proceso caracterizado, inicialmente, por laobtención de información en los contactos con las empresas, se-guido de la evaluación de las ofertas presentadas y la negociacióncon las empresas hasta la elección de una de ellas, para concluircon la consecución de un acuerdo con la seleccionada para la fija-ción del precio del contrato. Este precio generalmente se determi-na por la suma de los costes necesarios para su ejecución más unmargen de beneficio (Garrett, 2008).

En este contexto, con el fin de suplir a los mecanismos de merca-do y generar información suficiente y fiable que permita soportar

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las aprobaciones de gasto, surgen un conjunto de técnicas, talescomo análisis de precios, análisis de costes, auditorías de ofertas,auditorías de sistemas y procedimientos, así como auditorías decostes incurridos, que podemos agrupar bajo el término ‘Audito-rías de Contratos’ (Aguado y Huerta, 2005 ), que desarrollan pro-cedimientos y análisis alternativos que permiten determinar la ra-zonabilidad de las ofertas presentadas por las empresas, así comolos costes incurridos en la ejecución de los contratos (Murphy,2009).

En el plano internacional, son los países anglosajones, sobre todoEstados Unidos (EEUU) y Reino Unido, los que más experienciatienen en el terreno del análisis de costes y precios y de la audito-ría de contratos en la contratación pública, muy especialmente enlas adquisiciones de material de defensa. No obstante, otros paíseseuropeos pertenecientes a la NATO, como es el caso de Francia oEspaña, han desarrollado procedimientos y análisis alternativosconsistentes en técnicas de evaluación de costes y precios de loscontratos. La distinta fuerza o influencia de las grandes empresasde la industria de la defensa y el volumen económico del gasto endefensa en el marco económico de cada uno de estos países handado lugar a distintos desarrollos de las auditorías de costes y pre-cios (Aguado et al., 2010). Teniendo en cuenta las limitaciones deespacio de este trabajo, repasaremos de forma somera las princi-pales características del modelo de auditoría de contratos de lospaíses mencionados.

EEUU cuenta con dos organismos claves en la ejecución de la au-ditoría de contratos y en la elaboración e interpretación de las nor-mas de coste con arreglo a las cuales los contratos son sometidosa procesos de auditoría: Defense Contract Audit Agency (DCAA) yCost Accounting Standards Board (CASB). Para la aplicación efec-tiva del modelo de control de costes y precios de los contratos dedefensa, el CASB impone a los contratistas y subcontratistas delDepartamento de Defensa una serie de obligaciones, entre la quese encuentran: a) el cumplimiento de las Cost Accounting Stan-dards (CAS) en el cálculo y formación de sus costes; b) la sujecióna una cláusula contractual que faculta a la DCAA para auditar loscostes calculados y utilizados en la determinación y fijación delprecio de sus ofertas o contratos; y c) el establecimiento de unacuerdo sobre el ajuste del precio de un contrato, con interesescuando los contratistas no cumplen con las CAS o se detectan fa-llos en la consistencia de las prácticas declaradas, derivándose deestas situaciones un incremento de costes para los contratos delgobierno.

Entre las principales funciones de la DCAA, como órgano auditor,se encuentran la de revisar los criterios y prácticas de contabilidadde costes de los contratistas, para asegurar que están de acuerdocon las CAS y evaluar las propuestas de ajustes de precios de loscontratistas que son requeridos bajo las normas y regulaciones delCASB. Sobre la base de estas revisiones, los auditores de la DCAAasesoran y aconsejan al órgano de contratación –en su calidad depersonas autorizadas por el gobierno para negociar, administrar yperfeccionar contratos– acerca de la razonabilidad de los costesestimados en la valoración de los nuevos contratos, así como so-bre la conformidad de los costes que han sido incurridos en la eje-cución de los contratos del gobierno y que han sido tomados co-mo base para la fijación de los precios de los contratos (DCAA,2004).

En el caso del Reino Unido (UK), El sistema de auditoría de contra-tos establecido por el Ministerio de Defensa Británico (MoD) se ba-sa en dos instrumentos: (1) el Acuerdo entre el gobierno y laConfederación de la Industria Británica (CBI), conocido como The1968 Agreement, y (2) la política denominada No Accepted PriceNo Contract. The 1968 Agreement contiene tres elementos claves:a) la fórmula del beneficio (The Profit Formula), que determina larentabilidad que deberían obtener los contratistas en los contratosno competitivos; b) el principio de igualdad de información (Equa-lity of Information) entre las dos partes contratantes, donde cada

una revela datos que son importantes para acordar un precio jus-to y razonable; y c) la auditoría del coste de los contratos (Post-Costing), mediante la cual, una vez finalizado el contrato, se puededeterminar el coste actual de los incurridos en la ejecución del con-trato, siempre y cuando existiese una igualdad de información enel momento de la fijación de precios. También contribuye y ayudaa informar sobre futuros precios a través de las lecciones aprendi-das (Review Board for Government Contracts –RBGC–, 2010).

Los principales factores de coste admisibles en la fijación de pre-cios de los contratos incluidos dentro del ámbito de aplicación delNo Accepted Price No Contract están establecidos en las Govern-ment Accounting Conventions. Estas normas son tomadas en con-sideración por el órgano auditor del MoD para evaluar la informa-ción contable declarada por el contratista en The Questionnaire onMethod of Allocatión of Costs, y su finalidad es asegurar que hayuniformidad en el método de cálculo de costes y del capital em-pleado en los contratos no competitivos, todo ello de acuerdo conla fórmula básica del beneficio.

La auditoría de contratos se aplica en UK, con carácter general, ysalvo las excepciones establecidas legalmente, a aquellos contra-tos no competitivos de importe superior a un millón de libras. Noobstante, el derecho del MoD al ejercicio de la auditoría de contra-tos sobre las empresas requiere que tal facultad se recoja expresa-mente en el contrato entre la administración y el contratista.

Por lo que se refiere a Francia, los contratos públicos relacionadosespecíficamente con las necesidades de la defensa nacional sonobjeto de regulación por disposiciones especiales que permitenutilizar mecanismos de adjudicación que no exigen publicidad niconcurrencia, como por ejemplo, el Decreto 200-16, de 7 de ene-ro de 2004, sobre ciertos contratos públicos de defensa y la Guíade aplicación de 9 de julio de 2004, concerniente a determinadascompras públicas realizadas por necesidades de la defensa.

En las adquisiciones públicas de la defensa, el principal protago-nismo en la contratación administrativa corresponde a la DirectionGénérale de l’Armement (DGA), siendo de su competencia el con-trol de costes de los contratos públicos. Dicho control es ejercidopor el Service d’Enquête de Coûts de l’Armement (SECAR) de laDGA y su fundamento jurídico procede de las disposiciones delCode des Marchés Publics (CMP) de 2006.

El sistema legal establecido en Francia para la evaluación del cos-te de los contratos públicos, incluidos los de defensa, descansa endos pilares: el artículo 54 de la Loi de Finances pour 1963 y el ar-tículo 125 del CMP. Dicha normativa se aplica con carácter generala toda la Administración Pública francesa.

Para el efectivo ejercicio del control del coste de los contratos dedefensa es necesario que conste expresamente en el contrato unacláusula en virtud de la cual los suministradores se someten a loscontroles definidos por la normativa relativa al régimen de los ma-teriales de guerra, armas y munición. El ámbito de aplicación delos controles de costes y precios en los contratos de defensa secircunscribe a los contratos con precio provisional.

Teniendo en cuenta la naturaleza de las prestaciones a realizar y elsector de las empresas que intervienen, existen otras disposicio-nes que regulan de forma más particular y extensa las obligacio-nes contables de las empresas que contratan con el ministerio dedefensa francés. En cualquier caso, en un contrato de armamentoson tres los elementos que se combinan para la determinación delprecio: los elementos de base de orden técnico específicos de ca-da contrato, las tasas horarias sintéticas y los elementos contablesde valoración de cada empresa, establecidos por el SECAR.

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Finalmente, nos referiremos brevemente al caso español, cuyo mo-delo de auditoría de contratos ha recibido una mayor atención enla literatura nacional (ver Gómez, 2006; Aguado y Huerta, 2006 yAguado et al., 2010, entre otros). La normativa reguladora de la au-ditoría de contratos en nuestro país se concentra en dos disposi-ciones: Orden Ministerial 238/1998, de 15 de octubre, sobre la pre-sentación y auditoría de ofertas y normas sobre cálculo de costesen ciertos contratos del Ministerio de Defensa (MINISDEF) que seadjudiquen por el procedimiento negociado (NODECOS) y la Ins-trucción 128/2007 del Secretario de Estado de Defensa, sobre losprocedimientos para la prestación de los servicios de análisis decostes y precios en el ámbito del MINISDEF.

La auditoría de contratos se aplica a aquellos contratos de sumi-nistros de fabricación, de consultoría y asistencia y de los de ser-vicios que se adjudiquen por el procedimiento negociado sin publi-cidad, y cuyo presupuesto sea igual o superior a 901.518,16 € y,opcionalmente, a los de presupuesto inferior a dicho importe. Y elórgano encargado de efectuar el análisis de costes y precios de lasempresas suministradoras o que participen en programas de de-fensa es el Grupo de Evaluación de Costes, situado orgánicamentebajo la dependencia de la Dirección General de Asuntos Económi-cos del MINISDEF.

Una reflexión final nos permite poner de manifiesto la necesidad deavanzar en la armonización de las prácticas auditoras empleadaspor los diversos países. Es cierto que la pertenencia a organismosdefensivos internacionales comunes, como la NATO, contribuyen ala convergencia de estas prácticas. Sin embargo, una mayor pro-fundización en la dinámica armonizadora permitirá aumentar latransparencia de los procesos de adquisiciones de sistemas de ar-

mas y de los programas de cooperación de armamento que a nivelinternacional se realizan entre los países y las empresas del sectorde defensa. Ello contribuiría, además, a generar un marco de refe-rencia estable para las empresas en sus relaciones contractualescon los departamentos de defensa para la fijación de los precios.

ReferenciasAguado, J.; Huerta, J.A. (2006): “La contribución de la auditoría de con-

tratos en las adquisiciones de bienes y servicios específicos para la de-fensa”. Auditoría Pública, 36: 71-82.

Aguado, J., López. A.M.; Vera, S. (2010): “La auditoría de costes precioscomo instrumento de racionalización del gasto público de defensa enEspaña”. Revista de Contabilidad, 13 (2): 211-238.

Defense Contract Audit Agency (2004): Contract Audit Manual. Washing-ton: Department of Defense USA.

Garrett, G. (2008): Cost estimating and contract pricing. Tools, techniquesand best practices. Chicago: Wolters Kluwer.

Gómez, J.C. (2006): “Marco conceptual de la auditoría de costes y pre-cios”. Auditoría Pública, 38: 35-49.

Ministère de la Défense (2010): Contrôle des coûts a posteriori. Le portailachats du Ministère de la Défense. http://www.ixarm.com/Controle-des-couts-a-posteriori.

Ministry of Defence UK (2009): Pricing-Post Costing, http://www.aof.mod.uk/aofcontent/tactical/toolkit/content/topics/postcost.htm.

Murphy, E. (2009), Guide to contract pricing. Cost and price analysis forcontractors, subcontractors and government agencies, 5th edition.Vienna, Virginia: Management Concepts, Inc.

Review Board for Government Contracts (2010): Report on The 2010 Ge-neral Review of The Profit Formula for Non-Competitive GovernmentContracts. February 2010. http://www.mod.uk/DefenceInternet/AboutDefence/CorporatePublications/FinanceandProcurementPublications/ReviewBoardGovContracts/2010ProfitFormulaNcGovernmentContracts.htm.

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