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Foto: La República Norte AÑO 12 N.º 129 MAYO de 2011 AÑO 12 N.º 129 MAYO de 2011

AGUA Y RIEGO

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Revista agarria de CEPES

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AÑO 12 N.º 129MAYO de 2011AÑO 12 N.º 129MAYO de 2011

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2 LA REVISTA AGRARIA / 129

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Empleo rural: población ocupada y pobrezaSi bien la importancia relativa del sector agropecuario en elproducto bruto interno (PBI) nacional ha venido cayendo en lasúltimas décadas (de 14.2% en 1950 a 7.5% en 2010) —y, conello, también en la atención de los gobiernos—, dicho sectorcontinua siendo el mayor generador de empleos en el país,pues acoge al 26.2% de la PEA ocupada1 (PEAO) en 2009, valedecir, unos 3.8 millones de personas. Más aun: en las zonasrurales, su importancia como fuente de ingresos bordea el73.9% de la PEAO (ver gráfico).

Según el último documento sobre indicadores de empleo eingresos del INEI, el ratio empleo sobre población en edad detrabajar (PET2) en el ámbito rural fue de 82.3%, tasa superiora la registrada en las áreas urbanas (66.9%); es decir, decada 10 personas consideradas aptas para trabajar, 8.2 seencuentran realizando alguna actividad. Pero, a pesar de esteaparente bienestar, la incidencia de la pobreza alcanza el60.3% en el área rural. Esta aparente distorsión nos obliga areflexionar sobre la calidad y sostenibilidad de dicho empleo,pues no estaría garantizando los ingresos suficientes paraque un hogar pueda acceder a una canasta básica de bienesy servicios, ni la continuidad del mismo. Un perfil de la PEAocupada rural nos brindará una mejor idea de lo que estápasando en el sector.

Primero, el nivel de instrucción en el área rural es bastantebajo, y esto disminuye la probabilidad de tener un comporta-miento más empresarial y/o de acceder a puestos mejor re-munerados. El 60% de la población rural solo tiene nivel pri-mario, y lo más grave es que la tendencia a largo plazo semantendría, pues el porcentaje de niños y jóvenes (de 14 a 24años) que deberían dedicar la mayor parte de su tiempo a laeducación está formando parte de la fuerza laboral que regis-tra un 68% en el ámbito rural.

Segundo, la vulnerabilidad del área rural es alta, pues soloel 23% tiene un ingreso «asegurado» (ver cuadro siguiente).La mayoría de empleos rurales están bajo la categoría de«cuenta propia» (72%), que incluye a los trabajadores inde-pendientes3 y a los trabajadores familiares no remunerados.Los ingresos de aquellos que trabajan «por cuenta propia»dependen no solo de su esfuerzo, sino de factores ajenoscomo el clima, los conflictos sociales, las fluctuaciones de lademanda interna y externa, entre otros. Más preocupante aunes que de ese 23% asalariado, solo una cuarta parte cuentacon un contrato, lo cual deja a unas 661 mil personas sinestabilidad laboral.

Por último, los niveles de subempleo son alarmantes: el69% de personas está subempleada por ingresos, lo cualquiere decir que estas personas laboran 35 o más horas a lasemana, pero su ingreso mensual no llega al nivel del míni-mo vital, equivalente a S/.600.

En resumen, si bien casi el 74% de la PEA rural se encuen-tra ocupada, las condiciones en las que accede al empleosiguen siendo desventajosas: sin estabilidad laboral, consalarios bajos, etc. La lucha frontal contra la pobreza que em-prenda el nuevo gobierno debe empezar por corregir estoserrores y asegurar un empleo de calidad a los miles de pobla-dores rurales que continúan en situación de pobreza.

Fuente: ENAHO. INEI.

Fuente: ENAHO-2009.

Notas1 PEA ocupada: población económicamente activa que se encuentra tra-bajando.2 Para el caso del Perú, la edad mínima en que una persona se consideraapta para ejercer funciones productivas es 14 años.3 Persona que explota su propio negocio, pero que no cuenta con trabaja-dores remunerados a su cargo.

Perú rural. Distribución de la PEA ocupada según actividad, 2009Total = 4.17 millones

Perú. Perfil de la PEA ocupada según ámbito geográficoIndicador Urbano Rural

Ratio de empleo - población( PEA ocupada/ PET)

De 14 a 24 años 47% 68%

Nivel académico

A lo más, primaria 18% 60%

Secundaria 44% 34%

Superior 38% 6%

Categoría de ocupación

Empleador/patrono 6% 5%

Asalariado 55% 23%

Trabajador independiente 32% 42%

Trabajador familiar no remunerado 7% 31%

Nivel de empleo

Empleo adecuado 53% 23%

Subempleada 47% 77%

Por horas 11% 8%

Por ingresos 36% 69%

Tipo de contrato(PEA asalariada)

Con contrato 56% 26%

Sin contrato 42% 73%

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contenidocontenido

editorial

En pocos días, los ciudadanos del Perú tendremos que volver a las ánforaspara elegir entre los dos candidatos que alcanzaron la mayor votación en laprimera vuelta electoral. La campaña en los medios de comunicación y las

actitudes y declaraciones de las autoridades gubernamentales se han encargadode introducir elementos que generan inquietudes, antes que tranquilidad, entre loselectores.

Enfrentados ahora a la necesidad de escoger entre los dos aspirantes, espreciso hacer un esfuerzo que nos permita elegir a quien pueda atender los reclamosde los agricultores y campesinos del país.

En ese sentido, no puede pasarse por alto la defensa que hizo la señoraKeiko Fujimori del gobierno de su padre: lo llamó «el mejor presidente de nuestrahistoria». Si de historia se trata, recordemos que su elección, en 1990, respondióa la promesa de atender al agro (proyectando la imagen de un candidato en tractor,ex rector de la Universidad Nacional Agraria). La esperanza pronto se esfumó conuna política que, lejos de favorecer a la gran cantidad de pequeños agricultores,minifundistas y comunidades, privilegió a las grandes inversiones.

Tras derogar la Ley de reforma agraria, se dio paso a la liberalización completade la propiedad agraria, se cerró el Banco Agrario, se cancelaron la investigacióny la extensión agraria; con la nueva Constitución, se relativizó la prioridad deldesarrollo agrario y se eliminó el régimen de protección de las comunidadescampesinas. El nuevo proceso de concentración de tierras se hizo, precisamente,al amparo de las normas aprobadas en esos años. El boom minero, que ahoraafecta a numerosas comunidades campesinas, y los incentivos para la explotaciónde hidrocarburos tuvieron también su impulso inicial con Fujimori, desconociendolos derechos a la consulta y la participación. Para los agricultores pobres y lascomunidades, las políticas asistencialistas y clientelistas fueron la única respuesta.

El periodo de Fujimori significó también el desconocimiento de otros derechos.Las organizaciones agrarias y los gremios soportaron esos años, en que todointento de organización independiente era mal visto. El surgimiento y la posteriorconsolidación de la Convención Nacional del Agro (Conveagro) es, en parte,respuesta a esa situación de postración.

Por ello, debemos destacar la actitud del candidato de Gana Perú, OllantaHumala, quien en días pasados se comprometió con los miembros de Conveagroa aumentar la participación de Agrobanco en el mercado financiero y a la inyecciónde S/.700 millones para generar líneas de crédito por S/.3,500 millones. Díasdespués, el 20 de mayo, el señor Humala suscribió el compromiso de la agendaagraria del quinquenio, que promueve la Junta Nacional de Usuarios de Riego.Tras criticar la importación de alimentos, el candidato se refirió en esa ocasión ala política de aranceles desarrollada en los últimos tiempos, que pone en desventajaa los productores agrarios nacionales.

Con base en lo dicho, y sin que signifique un cheque en blanco, LRA nopuede sino expresar su apoyo al candidato Ollanta Humala. Junto con esteapoyo estaremos vigilantes, si accede al gobierno, del cumplimiento de suspromesas.

Elecciones en la recta final:Gana Perú es la mejor opción para el agro

LICENCIA CREATIVE COMMONSAlgunos derechos reservados

Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar pública-mente esta obra bajo las condiciones siguientes:- Debe reconocer los créditos de la obra- Debe ser usada solo para propósitos no comerciales- No se puede alterar, transformar o generar una obra

derivada a partir de esta obra

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Restauración de andenesMitigando los efectos delcambio climático

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TransgénicosMitos y verdades

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AsociatividadEl desafío de la agriculturafamiliar15

La subasta de tierrasen OlmosCongresistas electos sepronuncian

Publicación del Centro Peruano de Estudios Sociales

Av. Salaverry 818, Jesús María, Lima 11/ PerúTelf. (511) 4336610 / Fax (511) 4331744

Email: [email protected]: www.larevistaagraria.org

Directora fundadoraBertha Consiglieri

DirectorFernando Eguren

Comité editorialJavier Alvarado, Laureano del Castillo,

David Gonzales, Fanny Jiménez,Juan Rheineck, Beatriz Salazar,

Renato Salazar

Corrección/DiagramaciónAntonio Luya / José Rodríguez

Distribución gratuita con La República

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«Otra forma de lograr mejoresrendimientos es a través de la ro-tación de cultivos, policultivos, cul-tivos de cobertura y el uso del con-trol biológico para regular, efecti-vamente, las poblaciones de insec-tos y malezas que están siendoelegidas como blanco por la indus-tria de la biotecnología.»

Transgénicos: rompiendo el mito de laalta productividad

A poco más de dos meses de terminar su mandato, el gobierno aprista publicó —el pasado15 de abril— el D.S. 003-2011-AG, que permite el ingreso de organismos vivos modificados

agropecuarios o forestales y/o sus productos derivados. No han tardado en aparecerdenuncias que vinculan a funcionarios y asesores con las empresas comercializadoras de

este tipo de semillas. Hasta el mismo Rafael Quevedo tuvo que renunciar a su cargo deministro de Agricultura, al ser involucrado con una empresa importadora.

Con el argumento de garantizar la seguri-dad alimentaria de sus habitantes, desdemediados de los noventa se inició unaagresiva campaña, en varios países delmundo, para impulsar la siembra de culti-vos transgénicos, que, se afirmaba, ase-guran mayores rendimientos. Más dequince años después, varios estudioscoinciden en que esa promocionada pro-ductividad no es más que un mito.

En el ámbito internacional existe la fi-gura legal del principio precautorio, se-gún el cual, si hubiera argumentos cientí-ficos razonables para creer que un proce-so o producto nuevo puede no ser segu-ro, este no debe ser introducido hasta quese cuente con evidencia convincente deque los riesgos son pequeños y estáncompensados por sus beneficios. Supo-ne tener una respuesta para, al menos,estas dos interrogantes: ¿cuál es el obje-tivo del proceso que se quiere implemen-tar? y ¿cuál es la manera menos perjudi-cial (para el ambiente) de lograrlo?

Para la primera pregunta, en el caso delos transgénicos, la respuesta más recu-rrente de quienes defienden su ingresoes la necesidad de incrementar los rendi-mientos en la producción de los cultivos.Y, si ese es el objetivo, ¿es la promociónde la siembra de este tipo de semillas lamanera menos perjudicial para lograrlo?

Alta productividad:¿mito o realidad?

Un informe realizado en EE.UU. en 20091

—que analiza 24 estudios científicos—concluye que el uso de semillas modifica-das genéticamente no ha producido nin-gún aumento de rendimientos en la soya—que es, de lejos, el cultivo transgénicocon mayor área sembrada en el mundo—,y solo en el caso del maíz BT (maíz resis-tente al ataque de varios insectos) se re-

gistran aumentos, pero en mucho menorproporción que los que pueden conseguir-se con el uso de prácticas de manejo con-vencionales. Es decir, la expectativa enor-me que se ha generado por el uso de semi-llas genéticamente modificadas ha queda-do grande frente a los modestos resulta-dos que en la práctica se han obtenido.

Según Josefina Oldani —ingenieraagrónoma de la empresa argentina comer-cializadora de semillas, PLA S.A.—, a pe-sar de que el objetivo final de la siembrade transgénicos sea siempre lograr mayorrendimiento, no están mejorados directa-mente en este sentido. Es decir, si se siem-bran dos cultivos —uno transgénico y elotro no— uno al lado del otro y no sepresentaran plagas, el rendimiento segu-ramente sería el mismo en la mayoría delos casos. El potencial de rendimiento lo

La enorme expectativa generada por el uso de semillas genéticamente modificadas ha quedadogrande frente a los modestos resultados que, en la práctica, se están obteniendo.

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da la mejora genética y la creación de hí-bridos; con condiciones ambientalesapropiadas y un correcto manejo del cul-tivo (riego, fertilización, control de plagas)se puede alcanzar o no ese potencial, seao no transgénico ese cultivo.

El objetivo que argumenta el gobiernopara permitir el ingreso de semilla trans-génica —lograr mayor productividad enlos cultivos— deja de tener sentido envista de los resultados prácticos. El es-fuerzo para alcanzar mayores rendimien-tos debe concentrarse en buscar alterna-tivas que no causen daños colaterales.

Buscando otras opcionesEn el Perú, a través del INIA, se ha tra-

bajado, por ejemplo, en el desarrollo devariedades de maíz híbrido, como el INIA611, de alta calidad proteica, que ha de-mostrado rendimientos de hasta 16 tone-ladas por hectárea, ubicándose por enci-ma del promedio nacional de maíz amarilloduro, que es de 3 toneladas por hectárea,y superando a los que se obtienen en re-giones como Lima e Ica, que registran ren-dimientos de 8.7 y 8.5 t/ha, respectiva-mente. Esta variedad demostró, además,su capacidad para resistir el ataque de pla-gas y enfermedades, así como de adap-tarse en diferentes lugares de la costa.Entonces, ¿por qué no invertir recursosen la promoción e investigación de estetipo de híbridos, en lugar de promover elingreso de semillas que ponen en riesgola biodiversidad del país?

Varios especialistas coinciden en afirmarque los métodos de aplicación de pocosinsumos, como los utilizados en la produc-ción de cultivos orgánicos, pueden mejo-rar los rendimientos de manera significati-va. Dichos métodos tienen la ventaja deestar basados en el conocimiento de losagricultores —aunque muchas veces seencuentren influenciados por la presiónque ejercen las casas comerciales para queadquieran insumos agrícolas costosos—y, por lo tanto, son más accesibles a losagricultores pobres, en comparación contecnologías más caras, que con frecuenciano han ayudado en el pasado.

El ingeniero Abelardo Calderón —jefedel Laboratorio de Fisiología Vegetal de laUniversidad Agraria La Molina— señala,por ejemplo, que se debe capacitar a losagricultores en el uso de abonos orgáni-cos. «La planta se enferma cuando hay undesbalance en su nutrición. Pero si hay un

balance entre las proteínas que produce ylas proteínas que degrada, la producciónserá uniforme. Esa es una forma, también,de mejorar sus rendimientos».

Otra forma de lograr mejores rendimien-tos se da a través de la rotación de culti-vos, policultivos, cultivos de cobertura(plantas que se siembran para cubrir elsuelo) y el uso del control biológico pararegular, efectivamente, las poblaciones deinsectos y malezas que están siendo ele-gidas como blanco por la industria de labiotecnología. Una desventaja en el usode semilla transgénica es que promueveel monocultivo —se siembran extensasáreas de un solo cultivo, para garantizarque se obtenga la rentabilidad esperada—,y bajo esas condiciones será más difícilpara los agricultores utilizar métodos al-ternativos.

Según el informe anual 2009 delISAAA2, hasta el año 2009, la superficieocupada por cultivos transgénicos era de134 millones de hectáreas: 2.7% de un to-tal de 4,900 millones de hectáreas de tie-rras agrícolas en todo el mundo. En Euro-pa, la superficie de tierras agrícolas dedi-cadas a los cultivos transgénicos se re-dujo en un 23% entre 2008 y 2010. Hoypor hoy, más del 60% de la población deeste continente está en contra de la siem-bra de este tipo de cultivos3.

En la recta final de la campaña electo-ral, los candidatos a la presidencia se hanpronunciado al respecto. Durante su pre-sentación en la Convención Nacional delAgro (Conveagro), el candidato Ollanta

Humala calificó la autorización del ingre-so de estas semillas como una «depen-dencia peligrosa que beneficia a cincograndes transnacionales», y manifestó sufranca oposición a la norma. Por su parte,la candidata Keiko Fujimori planteó unamoratoria de tres años para prohibir lostransgénicos en el Perú, como medida parapreservar la biodiversidad nacional hastaconocer los verdaderos efectos de estetipo de cultivos.

Así las cosas, que el gobierno de Gar-cía haya autorizado el ingreso de estassemillas entre gallos y medianoche, ycuando ya está de salida, resulta, por lomenos, sospechoso. El pedido de mora-toria hecho por diversos especialistas—ingenieros, abogados, dirigentes agra-rios, médicos, gastrónomos, etc.—, y porel mismo sindicato del INIA, se sustentaen lo poco que conocemos de los efectosde la siembra de esta semilla y en el hechode que, como se ha señalado líneas arri-ba, no es la solución al problema de bajaproductividad para los agricultores, ni mu-cho menos garantiza la seguridad alimen-taria en el país.

Notas1 Failure to yield: Evaluating the performanceof genetically engineered crops. Doug Gurian-Sherman. EE.UU., 2009.2 Servicio Internacional para la Adquisición deAplicaciones AgroBiotecnológicas (ISAAA, porsus siglas en inglés). EE.UU.3 ¿Quién se beneficia con los cultivos transgéni-cos? Una industria fundada en mitos. Amigos dela Tierra Internacional. Holanda, 2011.

El uso de semillas transgénicas puede afectar seriamente la biodiversidad del país; de allí la fuerteoposición a la norma.

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El Inventario Nacional de Andenes reali-zado en 1996 por el Instituto Nacional deRecursos Naturales (Inrena) señala queen el Perú existen 256,945 hectáreas deandenes. Esta cifra aumenta a casi un mi-llón si se incluyen los llamados «andenespopulares» o terrazas de tierra1. Quinceaños después, un nuevo proyecto —fi-nanciado por el BID y ejecutado por Agro-rural— busca realizar un inventario na-cional que permita saber el número y es-tado real de los andenes; la ejecución deun proyecto piloto de recuperación de 60hectáreas de andenes en la comunidad deMatucana, en la sierra de Lima, y la for-mulación de un proyecto grande que per-mita la recuperación de por lo menos me-dio millón de hectáreas de andenes. Tareanada fácil, si tenemos en cuenta que elcosto de recuperar una hectárea ha sidoestimado en US$3 mil.

Abelardo Rodríguez2, economista de re-cursos naturales, señala que los agricul-tores en los sistemas de andenería enfren-tan decisiones en el manejo de suelo yagua, en la selección de cultivos, en lasprácticas agrícolas y en el acceso al mer-cado. En ese sentido, la recuperación desistemas de andenería tiene un enormepotencial para reducir la pobreza rural y lamigración a las ciudades. El rol de las co-munidades campesinas es esencial parala recuperación de los sistemas de ande-nería, debido a la naturaleza sistémica delos andenes. Las parcelas dentro de unsistema de andenería están interconecta-das a través de la distribución de agua ycanales de drenaje. Si un andén no semantiene y colapsa, contribuye al dete-rioro de andenes más abajo. Si un agricul-

Recuperación de andenes:una alternativa para

mitigar el cambio climáticoLos andenes constituyen el sistema de ingeniería hidráulica

que permitió a los antiguos pobladores enfrentar losproblemas de escasez de agua, erosión de suelos y presencia

de heladas, así como la posibilidad de ampliar zonasagrícolas. Sin embargo, a pesar de su importancia para losmedios de vida de los campesinos en la sierra —en donde

prevalecen elevados niveles de extrema pobreza—, es muypoco lo que se ha hecho para conservarlos.

tor aplica un agroquímico, esto puede afec-tar la certificación de productos orgáni-cos en las parcelas de otros agricultoresen el mismo sistema de andenería.

Adaptándose al cambio climáticoLas labores agrícolas en el imperio Inca

estaban altamente organizadas, lo que per-mitió la producción de excedentes alimen-tarios para enfrentar periodos de baja pro-ducción debido a factores climáticos. Hoyen día, todos los especialistas coinciden enafirmar que el Perú es uno de los países másvulnerables al cambio climático, por lo queresulta imprescindible demostrar los bene-ficios de acciones colectivas en la conser-vación de suelo y agua, que garanticen laproducción agrícola. El énfasis del proyec-to piloto que ejecuta Agrorural, desde me-diados de marzo, prioriza la implementación

de un sistema de riego tecnificado —poraspersión o goteo— en los andenes queserán recuperados. «Nos interesa el manejodel recurso hídrico», señala Leoncio Rodrí-guez, responsable del proyecto.

Si bien los andenes constituyen parteimportante de la forma de producción deagricultores en la sierra, la pregunta quepersiste es qué tan rentable resulta inver-tir en su recuperación y, finalmente, quégarantiza que, una vez recuperados, lascomunidades puedan mantenerlos. Si loscampesinos no obtienen mayor rentabili-dad con los andenes, preferirán abando-nar el trabajo grupal que se requiere parahacerlos producir. En este sentido, esesencial involucrar a las propias comuni-dades campesinas, tanto en el diseñocomo en la ejecución y seguimiento delos proyectos de reconstrucción de an-denes. Para ello, se necesita de una estra-tegia integral que incluya no solo al co-munero, sino también a su entorno.

Así, el proyecto piloto en la comuni-dad de Matucana contempla actividadesque tienen que ver con la formación decadenas productivas que fomenten lasiembra y comercialización de productosrentables y competitivos. Con ello se ase-gura la alimentación de las familias de loscomuneros y, a la vez, se generan ingre-sos a la economía familiar.

Este proyecto contempla una inversiónde US$280 mil en infraestructura de riego,para garantizar el traslado de agua desdela parte alta de la cuenca; de esta manera,90 campesinos comuneros podrán reali-zar los riegos en el momento oportuno.

Construcción del andén

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Incluye, además, un componente impor-tante de capacitación y asistencia técnicaen la producción y certificación de pro-ductos. Los comuneros aportarán la manode obra no calificada a través de los nú-cleos ejecutores. Es fundamental, también,el compromiso en inversión por parte delgobierno local y el regional.

Así por ejemplo, siguiendo la lógica deque todos los andenes están relacionadoscon un camino inca que servía para el tras-lado de los productos que se cosechaban,el municipio de Matucana se ha compro-metido en la rehabilitación de los caminosy la construcción de la infraestructura ne-cesaria, como almacenes para la seleccióny certificación de los productos. Sin em-bargo, la sostenibilidad de esta recupera-ción no pasa solo por el hecho de que loscampesinos se integren al mercado.

Para Abelardo Rodríguez, el turismopuede jugar un rol importante en la mejo-ra de los estándares de vida de los habi-tantes altoandinos si se promueve la rein-versión local; para ello, es necesario rea-lizar mejoras también en infraestructuralocal: agua potable y alcantarillado, vivien-da, electrificación, hospitales, limpieza yseguridad, entre otros servicios. Asimis-mo, los beneficios a los habitantes loca-les podrían incrementarse si se promueveel consumo de productos alimenticios lo-cales para fortalecer los enlaces económi-cos entre los turistas y los comuneros.

El proyecto, aprobado por el BID, tieneun costo inicial de US$1 millón 325 mil

como fondo no reembolsable. Los resul-tados de esta primera etapa permitirán unanueva inversión de US$100 millones, delos cuales US$80 millones serán entrega-dos como donación y el Estado deberáaportar US$20 millones. La condición parael acceso a estos recursos es que puedanservir de apalanque para obtener recur-sos de los gobiernos regionales hasta porel 50% de lo que se necesite invertir encada región. Así, con estos US$100 millo-

nes se pretende obtener US$500 mi-llones, producto de este apalanca-miento; situación complicada si te-nemos en cuenta las particularida-des de cada gobierno regional.

Las culturas en la costa y en lasierra del Perú, así como en el alti-plano Titicaca, se adaptaron a cam-bios climáticos, contrayendo o ex-pandiendo sus fronteras agrícolas.Ahora bien, si los cambios que pre-dicen los climatólogos apuntanhacia menos lluvia, con variacionesdel clima todavía más extremas ycon posibles calentamientos, losandenes continuarán siendo unsistema de conservación de sueloy agua por excelencia en medio am-bientes semiáridos.

La productividad por unidad deagua en los sistemas de andeneríase podría incrementar con irrigación

Estructura final del andén

por goteo de bajo costo, sin sacrificar losprincipios del manejo tradicional. «Si a laeficiencia técnica se le agrega la eficien-cia de los andeneros organizados, paraenlazar con mercados de exportación, secrearían incentivos económicos fuertespara que los campesinos permanezcan ensus comunidades», señala AbelardoGutiérrez.

En suma, la recuperación de sistemasde andenería es una alternativa de mitiga-ción al cambio climático y la desertifica-ción, con potencial para el alivio de lapobreza rural y la preservación del legadoambiental y cultural de las comunidadescampesinas.

Notas1 Efraín Gonzales Olarte y Carolina Trivelli. An-denes y desarrollo sustentable. IEP, 1999.2 Abelardo Rodríguez es coautor del libro: Desa-rrollo y perspectivas de los sistemas de andene-rías en los andes centrales del Perú. 2009.

La restauración de andenes es una alternativa para mitigar los efectos negativos del cambio clima-tico, sobre todo en comunidades campesinas pobres.

Los esquemas han sido tomados de la publica-ción «Agricultura de laderas a través de ande-nes, Perú». Javier Blossiers Pinedo, Ing. Agr.,Sistemas de Riego no Convencional; CarmenDeza Pineda, Ing. Forestal, Ecología Botánica;Bárbara León Huaco, Ing. Industrial, Tecnolo-gías Apropiadas al Ámbito Rural; Ricardo Sa-mané Mera, Ing. Agr., Conservación de Suelosy Aguas. TECNIDES (http://www.rlc.fao.org/es/tierra/pdf/capta/siste5.pdf).

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La subasta de tierras en Olmos en el debate:opinan los congresistas electos

¿Cuál es su opinión sobre la próxima su-basta de las 38 mil hectáreas del proyectoOlmos?

Considero que, si existe voluntad de diá-logo, se podrían modificar algunas cláusu-las. El diseño actual contempla 30 lotes demil hectáreas, 10 de 500 y 4 de 250. Mi pro-puesta es que el área máxima sea de 100 hec-táreas —pudiendo, incluso, haber lotes de50—, lo que permite facilitar la asociatividadde empresarios de la clase media peruana. Sino tenemos una visión de largo plazo paraque nuestro empresariado se desarrolle, todala vida vamos a depender de la economía ydel empresariado extranjero.

¿Es viable esa modificación?Sí es viable, porque el diseño del pro-

yecto está ahora a nivel de planos; no hay,físicamente, nada construido. Como estáen planos, se puede ampliar, modificar oreducir el diseño; lo que se necesita es unadecisión política que permita estos cam-bios. No hay que olvidar que las tierras deOlmos serán las más fértiles del Perú y, enconsecuencia, su productividad será altí-sima. Si reivindicamos conceptos como losde asociatividad y trabajo conjunto, po-dríamos, incluso, apostar a lotes de diezhectáreas, porque así facilitamos que sejunten diez personas de clase media y com-pren un lote de cien hectáreas.

¿Qué respuesta ha recibido su solicitudde reducción del tamaño de los lotes?

Oficialmente, no he recibido ningunarespuesta. A través de los medios he escu-chado que el presidente regional ha solici-tado a la comisión de ventas que estudie la

posibilidad de reducir el área. Pero yo creoque cuando uno es autoridad y tiene com-promiso con su pueblo, lo que tiene quehacer es tomar decisiones, sobre todo conuna óptica de largo plazo.

¿Cómo toma usted el argumento de quie-nes se oponen a cualquier cambio en Ol-mos, de que esta obra creará cuarenta milempleos?

En efecto, se proyectan cuarenta milpuestos de trabajo. Yo, con esa lógica y talcomo está planteada la subasta, lo quepuedo decir es que Olmos, como proyec-to, se convertiría en un galpón único decuarenta mil obreros lambayecanos.

¿Le parece justo que se convierta en ungalpón de obreros?

No me parece justo que después deochenta años de lucha de varias genera-ciones de lambayecanos permitamos queOlmos se convierta en un galpón de obre-ros. Si dejamos las bases como están, esoes lo que va a suceder: un solo postor com-prará uno o varios lotes disponibles y con-vertirá a los lambayecanos en obreros deestas grandes corporaciones internaciona-les. En cambio, si promovemos la modifi-cación en el tamaño de lotes, les daríamosa los lambayecanos la opción de conver-tirse en propietarios.

Varias voces en Lambayeque vienen soli-citando la postergación de la subasta. ¿Esoayudaría a tener reglas de juego favora-bles para los pequeños y medianos agri-cultores lambayecanos?

Hay una razón muy importante que per-

La fecha de la subasta de las38 mil hectáreas delproyecto Olmos, en eldepartamento deLambayeque, ha sidoreprogramada: ya no será elpróximo 24 de junio, sinouna semana después, el 3 dejulio. Algunos aseguran quela postergación podríaalcanzar a un mes; pero, másallá de la fecha en quefinalmente se adjudicarán,preocupa el hecho de que nohaya modificacionessustanciales en la dimensiónde los lotes —30 lotes de milhectáreas; 10 de 500; 8 de250; 2 de 260, y uno de 287, aun valor de US$4,250 porhectárea—, que eviten quelas tierras de este viejoanhelo lambayecanoterminen en manos de unpuñado de grandesinversionistas. A falta de unpronunciamiento de lasociedad civil lambayecana,acerca del destino de lairrigación de Olmos, LaRevista Agraria entrevistó atres de los cinco congresistaselectos por la regiónLambayeque, para conocersu opinión sobre la forma enque se viene realizando lasubasta de las 38 milhectáreas del proyecto.

Virgilio Acuña Peralta: Solidaridad Nacional

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mite la postergación de la subasta, y es elhecho de que las obras de desvío o trasva-se de las aguas no están concluidas. Esaobra debió terminarse en junio de 2010, pero—un año después— siguen pendientes deejecutarse como dos kilómetros, y podríahaber una demora de uno o dos años. Tene-mos el tiempo suficiente para revisar, redefi-nir y hacer nuevos planteamientos, porquela lotización está solo en planos, y en esenivel todavía se pueden hacer cambios. Elbeneficio de este proyecto debe ser, básica-mente, para los lambayecanos, que lo hanesperado por más de ochenta años.

¿Cuál es su expectativa personal de aquí ala fecha de subasta de las tierras de Ol-mos?

Espero que la postergación de esa fe-cha ayude a que el presidente regional re-flexione y tome la decisión de que estastierras se promuevan para la comunidadlambayecana, dándole además facilidadespara obtener financiamiento mediante lasdistintas líneas de crédito que existen en elmercado. De esta manera, esas tierras se-rán accesibles para las pequeñas y media-nas empresas lambayecanas.

¿Cuál es su opinión sobre la próxima su-basta de las 38 mil hectáreas del proyec-to Olmos?

El diseño inicial de Olmos se hizo so-bre una base de proyección social y debeneficio al sector rural. Han transcurri-do más de ochenta años desde enton-ces, y hoy nos encontramos con que sepretenderían vender las tierras del pro-yecto en lotes de mil hectáreas, aunquela presión de los trabajadores estaría ha-

ciendo posible que esenúmero se reduzca a 50hectáreas. De todos mo-dos, esa disposiciónafecta principalmente alas personas que deseeninvertir en Olmos y queno podrán hacerlo por-que supone una inver-sión de US$200 mil comomonto inicial para lacompra de 50 hectáreasde terreno.

Más allá de que los lotes tengan una di-mensión de mil o de 50 hectáreas, ¿quié-nes accederán a ellos?

Aquellos que tienen una gran capa-cidad económica y que en términos depoder estarían en una situación similara la de los antiguos gamonales: los fa-mosos hacendados que tenían accesoa la tierra. Poner la tierra en unas cuan-tas manos significa retornar a ese pa-sado.

Martín Rivas Texeira: Gana Perú

El tan esperado proyecto Olmos por finse concreta. Desafortunadamente no

serán los lambayecanos quienessembrarán estas tierras.

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10 LA REVISTA AGRARIA / 129

¿Se refiere usted a volver a la época de loslatifundios?

Sí, mi opinión es que con Olmos volve-remos a la época de los latifundios. Se quie-re retomar el gamonalismo, que ya habíaquedado relegado en la historia, cuandoeste proyecto estaba destinado a peque-ños agricultores que tendrían que generaruna fuente productiva de trabajo sobre labase, evidentemente, de rangos pequeñosde adquisición de tierras.¿En qué situación quedarán los poblado-res?

Se convertirán en obreros, en jornale-ros, a quienes se les paga un jornal y aquienes, por ser el agro una actividad detemporadas, no se les asegura ni estabili-dad económica ni estabilidad social ni be-neficios. Todo eso nos indica que no hayuna participación equitativa ni racionalbasada en la generación de empleo, la fuen-te de producción y la redistribución de lariqueza económica que va a generar la pro-ducción de estas tierras.

¿Qué propone para que la participación delos agricultores en Olmos sea equitativa?

Yo creo que procede hacer una revisióninmediata de las reglas de la subasta. Hayque defender la necesidad de atender a unsector de la población que quiere partici-par del beneficio económico de este pro-yecto, que —no está de más decirlo— setrabajó y se ejecutó con una intención:generar crecimiento y desarrollo sosteni-ble para un sector y para una determinadaregión. Mi propuesta es que se reduzca eltamaño de los lotes a 5 o 10 hectáreas. Dejarque se subasten 50 o mil hectáreas, afectaal que menos tiene.

Sin embargo, quienes promueven la ventade estas tierras aseguran cuarenta milempleos directos para los lambayecanos.¿Esto no es suficiente?

Yo lo veo como una cuestión utópica,porque se han ofrecido cuarenta mil em-pleos directos y 200 mil indirectos. Ignorocómo lo van a hacer. Necesariamente, va atener que haber migración. La poblacióneconómicamente activa de Lambayeque noalcanza.

¿Cuál es su expectativa personal de aquí ala fecha de subasta de las tierras de Ol-mos?

Ahora estamos en una etapa electoral,en la que cada quien va a tener una opi-

Las declaraciones de la mayoría de los nuevos congresistas de laregión Lambayeque coinciden en un punto: reducir las dimen-siones de los lotes en oferta, para permitir que pequeños y me-dianos agricultores accedan a estas valiosas tierras. La fecha dela adjudicación de los lotes ha sido postergada, pero si ello no vaacompañado de una reducción del tamaño de estos, poco se ha-brá avanzado en satisfacer las expectativas de la población lam-bayecana, como afirman sus representantes elegidos.

Nota. LRA deja constancia de que intentó en varias oportunidades obtener la opiniónde los otros dos congresistas electos por Lambayeque: Yehude Simon y Javier Velás-quez. Ambos se excusaron, argumentado falta de tiempo.

nión. Pero pienso que es necesario sentar-nos a conversar, pues se trata de un pro-yecto de envergadura que tiene que vercon el crecimiento de la región.

¿Le parece justa la forma como se subas-tarán las 38 mil hectáreas del proyectoOlmos?

No me parece justa. Por eso, nuestraagrupación política ha pedido reevaluar lasubasta, para que los pobladores de Lam-bayeque se sientan partícipes de esta graninversión que se ha hecho.

¿En qué consistiría la reevaluación?En que se disponga de un porcentaje de las

tierras en lotes menores, para que puedan seradquiridas por agricultores o inversionistasde Olmos o de la región Lambayeque.

Se ha prometido la creación de cuarentamil empleos para los lambayecanos. ¿Eseso posible?

En mi opinión, serán cien mil puestos detrabajo, tomando en cuenta que habrá de 2a 3 trabajadores por cada una de las 38 milhectáreas de Olmos. Además de generarfuentes de trabajo directo, Olmos posibili-

tará el flujo laboral de algunos otros distri-tos y regiones vecinas.

¿Olmos está en condiciones de acoger aesa gran cantidad de migrantes?

Solo si los pobladores que vienen de lasregiones vecinas, para la época de siem-bra, trabajan y se van. Eso se ve en Ica,donde hay un flujo de trabajadores que nonecesariamente viven allí. En cualquiercaso, para tener un flujo adecuado de tra-bajadores es impostergable contar con unhospital y puestos de salud en Olmos.

¿Existe la posibilidad de que Olmos re-produzca algunas características del pro-yecto Chavimochic, donde han surgidoasentamientos pobres, insalubres, con es-casez de servicios y algunos problemas dedelincuencia?

No, porque en Olmos habrá una migra-ción transitoria. Una verdadera migracióninterna supone asentarse y vivir en unnuevo lugar. Además, en Olmos tienes lossitios muy cerca.

¿Cuál es su opinión sobre la suspensiónde la subasta de las tierras de Olmos?

Todo se puede hacer, pero con acuerdode las partes. Mi opinión es que no se pue-de tomar una decisión precipitada en es-tos momentos.

¿Cuál es su expectativa sobre el proyectoOlmos?

Estoy convencido de que va a ser elboom agroexportador para el crecimientode Lambayeque, que va a generar muchísi-mos puestos de trabajo, yo calculo unoscien mil directos, y esto va a provocar unareactivación multisectorial.

Alejandro AguinagaRecuenco: Fuerza 2011

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Artículo elaborado en el marco del Proyecto “Capacitando comunidades para el ejerci-cio de sus derechos sobre los recursos naturales en Huancavelica”, con el apoyo deHEIFER PERÚ.

Las denuncias y soluciones propuestaspara estos conflictos parecen sacadas deun libreto común: la actividad minera, con-taminante; la prepotencia de las empresasmineras, que inician sus actividades sinrespetar los derechos de las comunidades;el Estado, que pretende solucionar a des-tiempo el conflicto y se parcializa a favorde la empresa minera; la instalación de unamesa de diálogo; la firma de un acta, parael cese de hostilidades; fotos de por me-dio; y listo: conflicto solucionado. ¿Solu-cionado?

Las autoridades solo salen al frente unavez que el caos aparece, y buscan deses-peradamente la firma de un acta como sali-da al problema. No hay ningún trabajo deprevención para evitar los conflictos. Lasuscripción de un papel no es la solución,pero las autoridades insisten en ello.

La minería es una actividad económicaimportante para el país, pero es necesarioque opere cumpliendo reglas que incluyanel respeto de los derechos de las poblacio-nes que se encuentran en su área de in-fluencia, sean comunidades, pequeñosagricultores o habitantes de los pueblos.

Sin embargo, en una muestra más de fal-ta de visión y voluntad para evitar estetipo de problemas, el gobierno aprobó el12 de mayo el D.S 23-2011-EM, Reglamen-to del derecho a la consulta para activida-des mineroenergéticas, contraviniendo loestipulado por el Convenio 169 de la OIT,que establece que cualquier medida admi-nistrativa o legislativa que afecte a los pue-blos indígenas debe ser consultada. Pues-to que el reglamentó no se consultó, esilegal y, por tanto, nulo ipso jure.

Nos preguntamos, entonces, por la res-ponsabilidad del Estado frente a los con-flictos sociales. ¿Acaso es proponer e im-pulsar medidas que vulneren derechos depoblaciones menos favorecidas, como elreglamento recientemente aprobado? Larespuesta es no. Su deber es proponer yejecutar políticas públicas que, con unamirada al futuro, garanticen que los dere-chos de todos los actores —empresas ycomunidades— sean respetados por igual.Ello supone decisión, programas concre-tos, procedimientos, asignación de respon-sabilidades y medidas que garanticen el

ejercicio pleno y sin restricciones de dere-chos por igual.

Respetar el derecho de las comunida-des a ser consultadas sobre decisiones delEstado que afecten sus derechos —espe-cialmente los concernientes al aprovecha-miento de los recursos naturales que seencuentran en sus tierras o cercanos aellas— es medular si se quiere una solu-ción real a los conflictos que surgen porsu explotación.

En este contexto, y estando cerca la elec-ción de un nuevo presidente de la Repú-blica, es necesario recordar que fue el go-

bierno de Alberto Fujimori el que diseñólas políticas que favorecen —en desme-dro de las comunidades— a las empresasmineras hasta el día de hoy. Pero ¿cuálesson las propuestas de los candidatos paraevitar que continúen estos conflictos?Fujimori pretende repetir lo hecho por supadre en los noventa, mientras que Huma-la plantea respetar los derechos de las co-munidades.

En Huancavelica se firmó, el 4 de mayo,una nueva acta y la instalación de unamesa de diálogo. El libreto común de losconflictos no debe continuar.

Al toro por las astas: urge unasolución efectiva a los conflictospor el uso de recursos naturalesEn los últimos días de abril, un nuevo conflicto estalló: los

pobladores y las comunidades de los distritos de Secclla y Lircay(Angaraes, Huancavelica) se manifestaron en contra de la

presencia de la minera Pampamali, que opera en la zona desdehace años, contaminando las aguas de los ríos Sicra y Atuna y

sin haber presentado su proyecto de impacto ambiental.Fo

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Los mercados agropecuariosMejorar el abastecimiento de alimentos y mejorar las condiciones en que productores y

consumidores interactúan en el mercado merece una política clara e integral. Si bienexisten normas al respecto, la comercialización y la formación de precios no están

funcionando bien en los extremos de la cadena agroalimentaria.

Como se observa en el cuadro 1, más de lamitad del gasto total de alimentos de losperuanos está en manos de mercados oli-gopólicos, es decir, controlados por un re-ducido número de empresas (trigo y hari-nas; leche, aceite y aves) o con tendenciasa formar cárteles de concertación de pre-cios (azúcar y arroz). Si bien este gastopuede diferir según las regiones (en la sie-rra, el gasto en harinas es mayor, por ejem-plo), la tendencia es que el consumo seoriente a los productos procesados: estosrepresentan aproximadamente el 40% delgasto total a nivel nacional.

El segundo rubro, en orden de impor-

tancia en el gasto, es alimentos frescos ysin procesar, que representa 26% en la cos-ta, 32% en la selva y 40% en la sierra. Adiferencia del grupo anterior, estos produc-tos están en los tradicionales circuitos decomercialización (productor-acopiador-mayorista-minorista), su oferta es variaday se caracterizan por la estacionalidad dela producción. La dieta serrana está con-centrada en los alimentos frescos que pro-duce: tubérculos, granos y menestras, endonde concentra su mayor gasto, pero tam-bién alerta sobre las deficiencias del pro-ceso de comercialización en la región y elbajo acceso a servicios públicos clave,

como vías de comunicación, que hace queen determinada época del año algunos pro-ductos suban de precio e incrementen elgasto.

Los mercados de productosagropecuarios

Parte importante de los precios señala-dos está condicionada por los mercados,espacios y relaciones comerciales en losque se accede, escogen, venden y com-pran estos productos. En general, los mer-cados mayoristas son los agentes relevan-tes, pues abastecen a las grandes ciuda-des, que concentran a la mayor parte deconsumidores, y enlazan la oferta de lasprincipales zonas productoras con las re-des minoristas. Pero en términos de forma-ción de precios, es en el segmento mino-rista donde se forma parte importante delprecio que se paga en ciudades como Lima.Un estudio realizado por Cepes para Pro-saamer1 indica que, en el caso de la papa,el 29% del precio lo forman los minoristas,porcentaje que es 31% en el caso del polloy 44% en el del arroz.

Cuadro 1. Principales gastos en alimentos, según región y tipo

Tipo Rubros Costa Sierra Selva Nacional

Frescos/ sin procesar Tubérculos, granos y menestras 10.5% 26.3% 14.3% 17.4%

Hortalizas y frutas 15.1% 13.6% 17.5% 15.1%

Procesados Trigo y derivados 12.0% 17.3% 10.9% 14.1%

Arroz, azúcar, leche, aceite 24.0% 26.1% 25.1% 25.1%

Aves, huevos 12.5% 10.4% 12.2% 11.9%

Fuente: GRADE, Shock de precios y vulnerabilidad alimentaria de los hogares peruanos, 2007.

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En las zonas urbanas hay un importanteavance de los supermercados en la cadenade abastecimiento, cuya oferta incluye,además de productos transformados, pro-ductos sin procesar. Por otro lado, si bienaún tenues, las ferias ecológicas aparecencomo una opción interesante para unir pro-ductores especializados con consumido-res exigentes; lo peculiar de este esquemaes que acorta las cadenas de comercializa-ción, pero se limita a algunos productos ypocas ciudades.

En las zonas rurales, si bien se repite enalgunos casos y productos el esquemaanterior —sin supermercados ni ferias es-pecializadas—, existen también las feriaslocales, espacios tradicionales y a vecesancestrales de intercambio donde los pro-ductores son, al mismo tiempo, consumi-dores.

Finalmente, compradores institucionalescomo el Estado, exportadoras y agroindus-trias, completan el abanico de los merca-dos agropecuarios. Estos compran gran-des volúmenes de producción y tienen unrol preponderante en la formación de pre-cios; además, norman el proceso (estable-cen calidades, envases, volúmenes, etc.).En los casos de exportación de café, cacaoy banano, tienen relevancia las certifica-ciones de denominación de origen, orgá-nico y/o comercio justo, que elevan el pre-cio final del producto al consumidor, ga-rantizando un mejor precio para el produc-tor. Esto no se hace necesariamente exten-sivo al resto de exportación y no se da enel caso agroindustrial orientado al merca-do interno, donde molinos y desmotado-ras suelen tener posición de dominio so-

Cuadro 2. Normas e iniciativas de mercados agropecuarios (últimos veinte años)

Fuente: web del Congreso de la República. Elaboración: Cepes.

Norma/situación

04652/2010-CR(En Comisión)

04623/2010-CR(En Comisión)

03639/2009-CRPromulgado2681 Promulgado26569 y 27001Promulgadas

Nombre

Ley marco de promoción y desarrollo para los mer-cados de abastos del Perú

Promoción y desarrollo de los mercados populares

Fomento y promoción del desarrollo de mercadoscampesinosLey del sistema de alimentos: mercados mayoristasLey de privatización de los mercados públicos

Periodo

2006-2011

2006-2011

2006-2011

2001-20061995-2000

Descripción

Propone establecer el marco legal que facilite la promoción, desarrollo, formali-zación y consolidación de los mercados de abastos, a fin de mejorar la calidadde los servicios que prestan en beneficio de los consumidores, e incrementar elempleo sostenible que generan y su rentabilidadPromueve y desarrolla los mercados populares, entendiendo como talesal mercado local, abierto o cerrado, que se encuentra dividido en puestos o módulos,permanente o no, en el que expenden prioritariamente productos alimenticios y sedesarrollan, complementariamente, actividades de servicios; y modifica los artículos2 y 9 de la Ley 28976, Ley marco de licencia de funcionamientoPropone Ley de fomento y promoción del desarrollo de los mercados campesi-nos, como una contribución a la seguridad alimentaria de las familias peruanasPropuesta de Ley del Sistema de Mercados Mayoristas de AlimentosOrdena la privatización de los mercados públicos: los locales o centros autoriza-dos por la autoridad competente para realizar toda clase de operaciones comer-ciales mayoristas y/o minoristas de cualquier clase de los municipios provincia-les o distritales de la República

bre los productores e imponen sus condi-ciones.

Un laberinto de leyesEl pasado 11 de abril, el Congreso pro-

mulgó la Ley de mercados campesinos, quepromueve las ferias tradicionales con laparticipación asociada de los productores.Con tal fin, se involucra a las instanciaslocales para que, conforme a su ámbito (dis-trito, provincia, región), organicen los es-pacios que acerquen los productores a losconsumidores. Si bien se trata de un findeseable, no necesariamente es la soluciónal complejo proceso de comercialización yformación de precios, pues, por un lado,no se considera que los productores nosiempre tienen productos todo el año como

«Parte importante de los precios estácondicionada por los mercados, es-pacios y relaciones comerciales enlos que se accede, escogen, ven-den y compran estos productos. Engeneral, los mercados mayoristasson los agentes relevantes, puesabastecen a las grandes ciudades,que concentran a la mayor parte deconsumidores, y enlazan la ofertade las principales zonas productorascon las redes minoristas».

para organizar ferias semanales, y, por otro,existen mercados que son más relevantes—como los mercados mayoristas, lasagroindustriales, las desmotadoras—, don-de también se tiene que trabajar.

El cuadro 2 detalla algunas de las princi-pales normas y proyectos referidos a la co-mercialización y mercados de productosagropecuarios. Se aprecia que las más re-cientes están relacionadas con los merca-dos campesinos (tres iniciativas y el pro-yecto en mención). El gobierno de Toledodejó como herencia la norma de mercadosmayoristas y, hace quince años, el gobier-no de Fujimori promovió la privatización delos mercados municipales. En la práctica,estas normas no han sido aún implementa-das; mientras tanto, otros procesos, comolos supermercados, ya han cambiado partede los sistemas de abastecimiento de ali-mentos en las principales ciudades.

En tanto, en Lima se avecina la moderni-zación del comercio mayorista con la próxi-ma apertura del mercado Santa Anita. Deberecordarse que ya en 2003 se había pro-mulgado la Ley del sistema de mercadosmayoristas, definiendo el comercio mayo-rista de alimentos como un servicio públi-co. La norma establecía un plazo máximode cinco años para establecer estos mo-dernos mercados en las principales ciuda-des del país, y brindaba un conjunto deprocedimientos para que los gobiernosprovinciales comenzaran el proceso.

Nota1 Desarrollo de la metodología de encuestas demárgenes y canales de comercio y su implemen-tación en siete cadenas productivas agropecua-rias, Lima, 2010.

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Transiciones Post extracti-vismo y alternativas al ex-tractivismo en el Perú. RedPeruana por una Globaliza-ción con Equidad (RedGE) yCentro Latinoamericano deEcología Social (Claes).Lima, 2011.Las crisis del cambio climático,la crisis alimentaria y la crisisenergética evidencian serias limi-taciones del modelo de desarro-llo extractivista, basado en la so-breexplotación de los recursosnaturales. Un conjunto de exper-

tos reflexionan sobre las alterna-tivas al extractivismo en el Perú.Desde el enfoque de las transi-ciones, nos proponen pasar delmodelo extractivista depredadorhacia un extractivismo sensato,como primer paso para enrum-barnos a un escenario post ex-tractivista. Una propuesta innova-dora, que surge desde la reflexióncrítica de América Latina.

El derecho a la consulta pre-via, libre e informada de lospueblos indígenas. La situa-ción de Bolivia, Colombia,

ionespublicacionespublicacionespublicacionespublicacionespublicaciones

AgriculturaMediante R.M. 0150 -2011-AG (20 abr.)se aprueba el nuevo Manual de Opera-ciones del Programa de Compensacio-nes para la Competitividad.

A través del D.S. 004 -2011-AG (27 abr.)se aprueba el Reglamento de InocuidadAgroalimentaria.

AmbienteA través del D.S. 007-2011-MINAM (11may.) se modifica el Reglamento de laLey de Áreas Naturales Protegidas, apro-bado por D.S. 038-2001-AG, en lo referi-do a los contratos de administración.

Economía y FinanzasA través de la R.Vicem. 009-2011-EF/15.01(21 abr.) se dispone publicar los preciosCIF de referencia para la aplicación delderecho variable adicional o rebaja aran-celaria a que se refiere el D.S. 115 -2001-EF a las importaciones de maíz, azúcar,arroz y leche entera en polvo.

Energía y MinasEl D.S. 020-2011-EM (27 abr.) declara deinterés nacional y social la construcciónde veinte centrales hidroeléctricas en lacuenca del río Marañón.

Por D.S. 023-2011-EM (12 may.) seaprueba el Reglamento del Procedimien-to para la Aplicación del Derecho de Con-sulta a los Pueblos Indígenas para lasActividades Mineroenergéticas.

A través del D.S. 024 -2011-EM (13 may.)se modifica el Reglamento para la Co-mercialización de Biocombustibles.

Autoridad Nacional del AguaLa R.Jef. 196-2011-ANA (20 abr.) decla-ra la terminación del proceso de imple-mentación de la Autoridad Administrati-va del Agua Cháparra-Chincha (CódigoII).

La R.Jef. 272-2011-ANA (17 may.) pro-rroga la reserva de recursos hídricos afavor de los proyectos especiales Chavi-mochic y Chinecas.

Visite: www.larevistaagraria.org

Normas legales Normas legales Normas legales Normas legalesPCMMediante el D.S. 044-2011-PCM (17may.) se establecen medidas para cul-minar las transferencias de competen-cias y funciones a los gobiernos regio-nales y locales.

Poder LegislativoLey 29678 (26 abr.). Establece medidaspara viabilizar el régimen de las empre-sas agrarias azucareras.

Ley 29683 (13 may.). Ley del acto co-operativo.

SunarpMediante la Resolución 126-2011-SUNARP/SN (11 may.) se aprueba laDirectiva que regula la calificación delos actos de saneamiento de posesio-nes informales ubicados en propie-dad de comunidades campesinas, deacuerdo con lo dispuesto en la Ley29320 y en el D.S. 004-2009-VIVIEN-DA.

Ecuador y Perú. Fundación para el Debido ProcesoLegal (DPLF), Oxfam. Lima, 2011.Muestra los rasgos fundamentales de la situación del derechoa la consulta previa en los países, su contenido y alcance, surealidad y la necesidad urgente de contar con mecanismos paraque los pueblos indígenas y tribales no solo sean partícipes delas decisiones que afectan sus derechos, sino también de suprogreso como propietarios reales y —en muchas ocasiones—ancestrales de las tierras donde habitan. El texto puede serdescargado en http://es.oxfamamerica.org/wp-content/uploads/2011/04/INFORME_DERECHO_CONSULTA_2011.pdf

Manual de elecciones co-munales. Castillo Castañe-da, Pedro. Heifer. Lima,2011.Este manual constituye un es-fuerzo de Heifer Perú y tienecomo objetivo facilitar el procesode elecciones en las comunida-des campesinas del país. El do-cumento pone énfasis en cuatrotemas: la actualización del pa-drón comunal, la elección delcomité electoral, la convocatoriaa elecciones y la inscripción re-gistral de la directiva comunal.Presenta, también, modelos dedocumentos que considera imprescindibles para la realizacióndel proceso eleccionario y que se encuentran en relación direc-ta con los cuatro temas mencionados.

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MAYO de 2011 15

Asociatividad: el gran retode la agricultura familiar

En números recientes de LRA hemos resal-tado experiencias exitosas de asociacionesde pequeños agricultores, que muestran laviabilidad de la agricultura familiar y cues-tionan la interesada tesis de que la agricul-tura a gran escala es la única viable; entreellas: la de las cooperativas cafetaleras(LRA 103), la de la Central de PequeñosProductores Organizados del Valle de Je-quetepeque (Ceprovaje) (LRA 119), la de laCentral de Productores Multisectoriales deCabana (Ascempromul) en Puno (LRA 128)y la de la Central de Pequeños Producto-res de Banano Orgánico (Cepibo) del vallede Chira en Sullana (LRA 124).

Pero también hay casos de fracaso. ¿Quétienen en común los que tuvieron éxito?

Los expertos, las mismas organizacionesy otras entidades involucradas coincidenen que el factor determinante para el éxitoasociativo es vencer la desconfianza en-tre los propios productores y la de estoshacia los compradores. Federico Tenorio—de la ONG Cedepas Norte— afirma queesto depende, en gran parte, de la capaci-dad de la organización para balancear losintereses colectivos y los privados y acep-tar que los miembros que producen más ycon mejor calidad reciban mayores benefi-cios. También es necesario prevenir quelos compradores incumplan los contratos,así como sancionar a los asociados que nocumplen con sus compromisos.

La profesionalización de la gestión esotro factor determinante. Por ejemplo, enun estudio auspiciado por la organizaciónVeterinarios Sin Fronteras (VSF), sobre elimpacto del comercio justo en organizacio-nes bananeras, se resalta que la Asocia-ción de Productores de Banano Orgánicode Samán (Appbosa) es un referente encrecimiento organizativo, y que incluso haayudado a otras organizaciones a mejorarsus sistemas de contabilidad y administra-ción. Según otro estudio, sobre factoresde éxito en empresas asociativas —apoya-do por la Alianza Interaprendizaje Perú—,para las organizaciones cafetaleras Coclay Cepicafé, dicho factor ha sido esencial.En el mismo sentido se expresan los aso-ciados a Ascempromul, en Puno. Para Da-vid Gonzales —investigador de Cepes—,la profesionalización es necesaria en losdistintos momentos del proceso producti-vo total, que incluye la producción propia-mente dicha, la administración y la comer-cialización. El pequeño agricultorindividual normalmente se dedica a la pro-ducción y no incursiona en labores parale-

las, como gestión de nuevos mercados ycontratos. «Vender bien es algo muy dis-tinto a producir; implica manejar muchainformación, contactos, conocimiento delmercado y de los proveedores», precisa.

El valor agregado del producto es otrofactor. Es más factible la asociatividad entorno a productos de exportación, como elcafé, que exigen alcanzar volúmenes y ni-veles de calidad que son difíciles de lograrindividualmente, por lo que existe un in-centivo para que el agricultor se asocie. Esdiferente en los casos de mercados masi-vos y sin mayor valor agregado, como lapapa o el arroz.

El apoyo externo, por lo menos al inicio,también es importante. Por ejemplo, la aso-ciatividad en muchas cooperativas cafeta-leras fue impulsada por la cooperación in-

Nota. Para mayor información sobre las expe-riencias de asociatividad en el agro, visite

www.larevistaagraria.info/exito_asociatividad

ternacional o por oportunidades como elingreso al mercado de comercio justo. Cabedestacar que el mejor incentivo para aso-ciarse no necesariamente es económico;en muchos casos, es tan o más importantela capacitación y asesoría técnica y de ges-tión empresarial.

No menos importante es la disposiciónque muestren los directivos y asociados apasar de modelos repetitivos a aquellos in-novadores que impliquen tener una visiónde largo plazo, capacidad de evaluar estra-tégicamente la conveniencia de determina-dos mercados, clientes o proveedores, y ladisposición de asumir sacrificios inicialesen la perspectiva de éxitos posteriores.

En síntesis, la confianza entre los agen-tes económicos; la aceptación de quequien mejor produce debe beneficiarse más;la separación de funciones —producción,administración, comercialización— y sumanejo profesional; el apoyo externo ini-cial; la capacitación técnica y en gestión, yla visión de mediano y largo plazo, son to-dos factores que contribuyen al éxito eco-nómico e institucional de las asociacionesde la agricultura familiar.

«El mejor incentivo para asociarseno necesariamente es económico;en muchos casos lo es la capaci-tación y asesoría técnica.»

La Central de Productores de Banano Orgánico (Cepibo), en Piura, es un buen ejemplo de que laagricultura familar es viable.

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