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F Agustín García Galvo Una conversación de Braulio Llamero no SanJosé Rodrígu:e?... del bibliófilo Martínez Llorca Me dio a la vez

Agustín García Galvo - Editorial Lucina...nunca, pero es a condición de no ser García Calvo ni nadie real. En esas condiciones Yo no muero nunca, ésa es la verdad. - En todo caso,

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Agustín García GalvoUna conversación de Braulio Llamero

no San JoséRodrígu:e?...

del bibliófilo

Martínez LlorcaMe dio a la vez

i&

C¡- ta

Editorial

Una conversación de Braulio Llamero

Agustín García Caluo

Edilesa: Todo por los libros.

Vicente Pastor

Maxtor: La pasión del bibliófilo.

Maximiano San losé Rodríguez

Jugarse Iavida en cada palabra.

lesús Feruero

Es imposible clasificat a Unamuno.

E duardo P a s cual M ezq uit a

Pasión por los detalles.

Luis Marigómez

Me dio alavez los libros y la noche

Ricardo Martín ez Llorca

3

5

L3

23

3L

37

43

475T

Edita:

Gremio de Editores de

Castilla y León.

Directora:

Charo Ruano.

Jefe de Redacción:

Juan Antonio Hernández.

Colaboradores:Braulio Llamero

Ana Encinas

Antonio Oliveira

Clara Cassani

Fotografías:

Almeida

Braulio Llamero

Cassani

Realiza

GLOBALIA Artes Gráficas

Depósito Legal: S. 1249-200INotícias

Quedo coz,t Agustírc GarcíaCaluo (Zamora, 7926) un día muycaluroso de uerano. El filólogo,poeta, escritor, pensador, Iingüista,traductor y mil cosas mrís, no duer-me siesta. Así que me cita a las cua-tro y media de la tarde. No ha sidofácíl concertar el encuentro. Viueentre dos ciudades. La prirnera,Madrid; donde múltip les quehacereslo mantier¿en felizmente atrapado.La otra, su Zamora natal, donde,con los suyos, r;ehabilitó urc uiejo eimponente caserón familiar, enpleno casco histórico, a dos pasos delcastillo y la catedral. Por fin bemoslogrado ballar urc fin de semafta enque ambos, él y el erctreuistado4podemos charlar. ¿Entreuisla o con-uersación? Más bien lo segundo, leaduierto al comenzar. Por una uez,me parece, dada la enjundia del per-sonaje, quizá sea má5 propio que elperiodista quede en segundo plano ysea el lector quien, erc Ia medida delo posible, hable con é1. Los perio-dístas, ya se sabe, hacen siempre lasmismas preguntas. EI lector en cam-bío, uaya usted a saber por dóndepuede salir.

Cuando llego a la casa, puntual,w un minuto antes, ni urc minutodespués, él arcda por su babitación.Urc cuarto muy amplio, casi sinmuebles, con uentanales que dan aun silencioso y asiluestrado jardíninteríor. Su mesa de trabajo no estal. Es uno de esos tableros de cua-tro céntimos, apoyado en dos caba-lletes, que todos bemos tenido algu-rca uez basta que hemos podidocomprar una mesa. Ahí tiene unauieja máquina de escribir en la queestá teclearcdo. Al lado, sobre otramesa o tablero -yd no me fijé- hayuna segunda máquina, que tíenecolocado urc papel corc algo escrito,sin un solo tacbón, con u?? margen

LOS LIBROS EN CASTILLA Y LEÓN

recto, limpísimo, que no mejora elmejor ordenador. En otra pared,una estantería pequeña y sin llenar,corc libros, parece, de aluuiórc, deesos que te llegan sirt ruás, sinpedirlos. Y hay un par de sof,ís ercóngulo, con una mesa baja, desalón, ante la que se sienta con ellector. Está en bañador -uno delaño Ia polka-, en alpargatas y conla camisa abierta -solo una- casi dep6r erc par. Mierctras charlamos,aprouecha el recreo al que le obligami interrupción para encender unpunto.

He llegado con dos ejemplares,a modo de parapeto, de sus dosúltimas obras, ambas en IaEditorial Lucína, su editorial:<<IJno o dos en 23 sitios y más>> y<<Resistfo de Recuerdos>>. En

verso el primero. En prosa el otro,al que en portada se dlda de con-tranovela. Y, sin más, empiezo porhablarle de amigos que leen suscosas y ante los que he sostenidoalgunas veces que lo que más llegaaIa gente y lo que puede quedardentro de veínte o treinta años,suponiendo que para entonces aúnse lea algo, vari a ser esos vefsosque quizá el autor haga un pocopor pasatiempo, mientras otrasobras a las que dedica infinitamen-te más energía y talento, quizálle-guen y queden menos. Ante locual, dice él:

- Lo que es cierto en todo esoes que desde tiempos inmemoria-les he mantenido una diferencia degéneros. Casi no me reconozco enlos ratos y maneras en que me

stín GarcíaCalvo

dedico a eso que se llama Poesía, con un nombre bastante prostituido; o

cuando, poi oiru parte, estoy metido en negocios de gramática o de teoría

del ritmJ, .o-o "l

tatado que estoy ahora terminando; luego otros que

dedico a cuestiones de Lógica y de Política , ttatando de llevar el ataque

contfa la Realidad tanto pof lavta delaL6gica contla la Física como por

Iavia delaPoliticamás directa. Son dedicaciones tan diversas que' como

te digo, me cuesta reconocer que todo venga del mismo sitio' Además'

.o-Jno creo en el Autor, tanto en lo uno como en lo otro, lo que haya de

bueno, de útil panla gente (sea la gente corriente, sea la gente especial-

mente apasiottudu por problemas), será lo que no ha salido'propiamente

de mi como persona, sino má, bien lo que se me ha escapado., tanto en el

caso de fabtiar unas canciones o unos soliloquios, como en el caso de lle-

vat a cabo unos fazonamientos sobre cualquier cosa. Lo bueno es Io que

se le escapa a uno, a pesar de su persona. Suelo decir, cuando recito ver-

sos por uúí, q.r. los qrre suenen bien, esos no son míos; los malos' en cam-

bio, son míos.- Er,

"r" sentido, suele decirse de la creación que lo más auténtico,

aquello en lo que el lector se va a reconocer' es aquello que nos sale del

cotaz6n, de los sentimientos' por €lsale del cerebro, del razonamiento,compartin Y ahí es adonde aPuntabatrabajos más dutos, más fuertes delos más difíciles de compartir o comprender para el lecton

- Bueno, la distinción que haces está muy bien. Yo la corregiría en un

sentido. Por un lado está lo qn. no es personal, lo que es común' Y ahí lo

mismo entra lo que nos queda de nz6n común, de sentido común, y aque-

llo que es sentimiento o añonnza en contra de la Realidad impuesta. Eso

es 1o común. Frente a ello está 1o personal, que es vna carga que, ni en lapoesía asíllamada, ni en Ciencia, ni en ninguna otra forma, puede dar

mucho nuevo o rompedor o descubridor. Esa es la contfaposición. Y en

ese ten con ten andamos, a través de uno haciéndose las cosas y también

en contra de uno, con lo que a uno le queda de bueno o de común'- Leyendo su último libro publicado, <,uno o dos en 23 sitios y más>>,

.ob*" todo lo que es la primer a parte, iunto al soliloquio central, donde

nos encontru--o, "

G^riíaCalro en distintos lugares de la geografía del

pais,laimpresión final que me ha dado es que es muy triste, que se refle-

xiona constantemente sobte la veiez y la muerte.- La ruptura no es entre García Calvo dentro de si mismo, en dos

mitades; la ruptura del soliloquio es siempre frente a uno' que es la per-

,onu ,"á1, y ot.o, que no es la persona real sino justamente- lo que queda

de común, que viene de otro sitio: eso de Yo cuando no es Nadie, Yo que

., Crrulqrriera. Eso se contrapone a la persona con su nombre propio; y el

diálogo, el soliloquio y el monólogo implican esa escisión en dos a la que

alude" también ei tít,-,lo de esa colección. Está uno luchando contra si

mismo, Y en esa lucha de uno contfa si mismo es donde pueden surgir

cosas como ésas y otras.- Ya, pero q.r-i"to decit que a mi me ha chocado encontrar avnGarcía

Calvo tanconsciente de su vejez y de los años que pasan' Supongo que ten-

día a creer, como lectot, q.r" ii h"bíu un combate que estaba ganado por el

lógico o el poeta desde hacía bas-.tantes años era ese de la edad Y delpaso del tiempo, por así decirlo. Yocreía, en cierto sentido, que GarciaCalvo había logtado de algunamanera preservarse inmune a lossentimientos de veiez...

- Eso, formulado así, no Puedeser. Uno de los dos, o de Por lomenos dos, de los que andanjugando en el interior de lo queentendemos por uno, uno, al quese puede llamar por ese nombre deGarcía Calvo, ese es real y Portanto mortal, porque 7a realidaáestá fabricada sobre la muerte. Esees real, mortal. Y frente a eso está1o que te decía de Yo que no soynadie, Yo que es cualquiera. Esdecir, cuando me sale hablar, nocomo un personaje histórico, mor-tal, real, sino como Yo que no esnadie, como Yo que es cualquiera.Y la lucha se establece precisamen-te ahí. Yo, desde luego, no muefonunca, pero es a condición de noser García Calvo ni nadie real. Enesas condiciones Yo no mueronunca, ésa es la verdad.

- En todo caso, este últimolibro es del Agustín García Calvoque canta. Porque yo tengo laimpresión de que lo que quierehacer, más que poesía en si misma,son canciones, textos que suenencomo música en quien las Iea Y sipuede ser en quien las recite. Eseautor que canta me Parece muydiferente al de <<Registro deRecuerdos>, el libro anterior, cali-

LOS LIBROS EN CASTILLA Y LEÓN

el de la evocación.

ustín García Calvo

ficado por usted como <<Contra-novela>>. A mi no me ha parecidoni novela, ni contranovela, nimemotias, ni antimemorias, sinoalgo muy personal que recuerda aesos'dietarios que ahora y anteshan cultivado algunos autores.Solo que los suyos vienen a ser,creo, algo así como un diario delalma. ¿Qué quiso hacer o qué lesalió?

- Primero vuelvo un pocosobre la música. Conviene aclararque, por supuesto, slempfe que mesale hacer eso que se llama Poesíapor mal nombre (por mal nombre,en cuanto sometido a la Litera-tura), yo 1o entiendo como unapalabra viva, que por lo tantosuena. Estoy en contra de la poesíaescrita, de la poesía reducida aLiteratua. Pero eso para mi se hadado siempre en dos subgénerosdiferentes, uno es el soliloquio, queno está destinado propiamente acantarse; y otro son las canciones,de las que he ido fabricando, se mehan ido fabricando muchas quealgunos de los amigos también hancanrado, como Chicho SánchezFerlosio o Amancio Prada. Se esta-blece dentro de eso que puede 11a-marse lírica esta diferencia entresoliloquio, destinado a la recita-ción, sonando desde luego de esamanera que es el juego con el tiem-po, esencial en Ia poesía, y por otrolado, la canción, destinada a can-tarse, se cante o no, y desde luego,quedando fuera de eso la Poesíaliterutia, que no me interesa y de lacual trato de librarme. Eso respec-to a las sugestiones de relaciónentre el verso con la música.Pasando a 10 otro, el <Registro deRecuerdos>> no sé si es propiamen-te contranovela, pero desde luegoes contrabiografia. Está en contrade 1o que se vende como memo-rias, como autobiografía) tambiéncomo biografías de otros, en lascuales parece como si se tratara deque quedara constancia del entereal, se le describiera, y se le des-cribiera como sometido al tíemporcal, al de los años, al de la época,de sus circunstancias históricas,sociales y demás. Eso es lo habi-

LOS LIBROS EN CASTILLA Y LEÓN

tual. Y este <<Registro de Recuer-dos> se lanzé decididamente con-tra eso, pfacticando ese otro arteque es el de la evocación. Es decir,no registrar sucesos, hechos realesde la historia; sino volver a hacervivir, para mi mismo y para losdemás, los recuerdos que de mi tedigo, de manera que ya esosrecuerdos estén aquí, no sean deun pasado más o menos hístórico,sino que estén aquí vivos. A eso esa lo que aludo con 7a palabra evo-cación. Y en ese sentido desdeluego está en contra delabiografíay, en general, de la narrativa usual.Lo uno y lo otro se refieren a unapugna en la que a veces me hemetido entre dos maneras dememoría. La una es la memoriahistórica, fotográfica; la que redu-ce al tiempo real los sucesos. Y hayotra memoria viva que consiste eneso, en que estén viviendo ahora,independientemente de las fechasdel tiempo real. Es como cuandouno tiene los trances de amor. Hayunamanera de amor sometido, queestá sometido al tiempo real y quecuenta sus fechas y que úata depracticar la constancia o la fídelidad de uno al otro, cosas por elestílo, Y hay un amor que no sesabe, un amor que está ahora sin-tiéndose; y ése da lo mismo queesté sucediendo ahora. en este día.en esta hora, o que sea una remi-niscencia de algo, que pasó, talvez,nunca se sabrá, pero que en todocaso está volviendo a vivir ahon.

- En su transitar por todos losgéneros, o por muchos géneros,una de las cosas que al lector más leasombra, sobre todo por la formaen que lo aborda y el esfuerzo quele dedica, son las traducciones.Traducciones que en realidad hayque poner enffe interrogantes por-

que al final uno llega la conclusiónde que son también creacionespuras y duras. Estoy pensandoahora mismo, por eiemplo, en <<LaIJiada>>,que me asombró por el tre-mendo esfuerzo que se adivina yque se deia entrever en el prólogo.

¿Por qué dedicar tanta energ;a aalgo que parece tan secundariocomo una traducción?

- Se trata sobre todo de versio-nes rítmicas de obras en verso.Aunque he hecho versiones de losDiálogos socrátícos dé Platón, de

Jenofonte y algunas otras cosas.Pero han sido sobre todo versionesen verso de obras en ritmo de grie-go antíguo, latín, inglés, en algunaotra lengua. Y sí, aparentementeuna cosa como <<La llíada>>, que alcabo de los años parece que lagente ha ido haciéndose agotar enestas mezquinas existencias de laEditorial que nos traemos y que vaa salir ahota, con correcciones, enuna segunda edición, parece queencierra o supone un gran esfuer-zo.Pero hay que decir que eso nopuede concebirse como un trabajo.

<<Es un gozo volver a hacer ahablar a aquellos pocos de losmuertos que de alguna manera siguen vivos y a los que merece lapena intentat quJse sigan oyendo pot encima de las diferencias-

éntre los idiomas.}Jiy un gr^n gózo en esa labor. No podríahaberme tfuado los años que mé he tirado, ni con Homero,

ni con Lucrecio... porque entre los muertos pasa como entre losüvosn la mayotía no merece la penat>.

ustín García Calvo

<<Yo como personaje con este nombre propio,contra el que siempre estoy y contra todo lo que representa,como tal personaie estoy todo lo contento que se puede estar

en esta época. En cuanto a Mi de verdad, en cuanto a Yo que nosoy nadie, ese vive en una época indeterminada por supuesto>>.

Es también un gozo volver ahacethablat a aquellos pocos de losmuertos que de alguna manerasiguen vivos y a los que merece lapena intentar que se sigan oyendopor encima de las diferencias entrelos idiomas. Hay un gran gozo enesa labor. Y por supuesto. si no. nolohabúa hecho. No podría haber-me tirado los años que me he tira-do, n i con Homero, n i conLucrecio, ni con ninguna de esasversiones rítmicas. Lo uno va conlo otro. Es eso. Es, en contra de ladiv ís ión entre id iomas, in tentarhacer vivir en otra lengua aquelloque uno reconoce como vivo. Esasobras que invitan a hacer una ver-sión, especialmente una versión rít-mica. Pocas, porque entre losmuertos pasa como entre los vivos:Ia mayotia no merece la pena, sonidiotas en el sentido etimológico;pefo uno encuentfa a veces cosascomo ésas, que le parece que estánvivas y entonces, pues, bueno, sededica gozosamente a esa largalabor de intentar hacedas vivir enotra lengua.

- Pero, insisto. En su versiónde <,La lliada>>, y se explica muybien en el prólogo, hay un intento,que a mi me parece titánico inte-lectualmente hablando, no ya detraducir una obra lo más fielmenteposible, sino de intentar conseguirque el lector, más que leer, oiga Iahistoria, tal y como la debieron deoír los griegos para los que la com-puso Homero en aquellos tiemposen que laliteratura era oral, y solose escribía, con preferencia enverso, para que alguien memoriza-ra la historia y se la contara o can-tafa a omos.

- Esos prolegómenos a los quealudes iban también en contra delo que suele hacerse con lasHistorias de la Literafura y 7aCríticaLiteraria. Se trataba de pre-

LOS LIBROS EN CASTILLA Y LEÓN

sentar de una manera radicalmentecontra lo acostumbrado tanfo a<<La Iliadu como el supuesto autory su relación con la tradición'popu-lar. Sí, eso supongo que marchaaceptablemente bien. Esa <<contra>>que intentaba en los prolegóme-nos. Hay que decir que la cosa esun poco más compleja. Antes deHomero, era una tradición ese tipode poesía oral, anónima, que yotanto aprecio y que busco portodas partes. Me dediqué a haceruna imitación de la poesía anóni-ma, tradicional, popular en unacolección que se llama ,rRamo deRomances y Bd.adas>>, que saquéhace unos años, en un atrevimientode imitar al oueblo. Y eso sucedía

1 r rantes de Homero. <<La l)íadar>,,rLaOdiseo son ya registros escritosde esa tradición. Con eso hay quecontar; o sea, ya ha pasado por laLiteratura: es el comienzo de nues'tra Literatura. Y entonces el empe-ño era sobre todo que por lomenos los lectores en esoañol reci-bieran una impresión semejante ala.que supongo que recibirían losgriegos de una época ya relativa-mente tardía, digamos delsiglo IIIantes de Cristo, que recogía ya demuchos siglos atrás este registroescrito de 1o que había sido entiempos poesía oral y tradicional.

- De todas fotmas, este tipo deesfuerzos suyos no están solo en<<Lallíad,a>>. Lo he puesto de ejem-plo, pero Ia obra de Lucrecio tam-bién es ..finan, por así decido.

¿Por qué esa tendencia a recupe-rar esas obras de antañ.o, en versoademás? ¿Qué les ve?

- Ya te he dicho. Son de lospocos mueftos vivos. Es dect¡ el<<De rerum natufa>> efectivamentehace mucho tiempo que era tam-bién otro de mis amores. La dlfi-cultad en el caso de Lucrecio era,en primer lugar, conseguir unaedición del propio testo" Taftnoque estuviera lo menos plagadaposible por los errores de la tras-misión escrita, de Ias copias sucesi-vas, de las distintas ediciones. Yentonces tuve que dedicarme, enesta otra edición, que es bilingüe,en primer lugar a intentar hacer defilólogo, en el sentido más estricto,y conseguir un testo, no voy a decirque fuera el original de Lucrecio,sino el menos plagado con erroresreconocibles de la tradiciónmanuscrita y de la tradiciónimpresa. Esa labor iba alternandocon la de la versión rítmica, dehacer vívir una obra, que es física,científica, pero hacerla vivir tam-bién para oídos de gentes de nues-tra lengua. Y las enormes dificulta-des de 1o uno y de lo otro, laFilológica y la de la versión poética.pues, como te decía antes, son difi-cultades que están acompañadaspor un gran placer que sirve parahacer olvidar todos los trabaios.

- ¿Sabe? Leyendo algunas desus obras a veces he pensado quea usted lo que le hubiera gustadoes haber nacido en otra época,acaso en tiempos socráticos omeior pre-socráticos.

- No, no hay nada de eso. Yo,como personal'e con este nombrepropio, contra el que siempre estoyy contra todo lo que repfesenta,como tal personaje, estoy todo locontento que se puede estar con

<<En general los autores que trepan, que se hacen un nombfenacional, internacional, lo que sea; simplemente son los vendidos:

se venden los vendidos. "Se venden los vendidost' es un armaeconómica muy elemental y cuando uno se niega tozudamentea venderse demasiado, a no vendefse del todo, la consecuencia

con que el Poder le paga es que entonces se va a vender poco suobra y se va a divulgar poco)>.

ustín García Calvo

esta época. No puedo decir que meha ido mal ni nada por el estilo, Ydesde luego añorat el vivir en otraépoca es un absurdo, Porque lasotras épocas están en ésta. Las offasépocas no son más que historías,historias que en ésta se nos presen-

tanhasta por los medios, los máxi-mos medios de educación, como laTelevisión y así. Estoy aquí, en elpresente, y no ha Itgar a intentaruno, siendo uno, real, AgustínGarcia Calvo, colocarse en otraépoca; es un absurdo elemental' En

cuanto a Mi de verdad, en cuanto aYo que no soy nadie, ése üve en unaépoca indetermínada, por supuesto.En ese Yo me desentiendo comPle-tamente de todas mis circustancias"históricas y sociales, y estoy en cual-quier sitío, en cualquier éPoca'

- Sostengo, y no creo estar soloen eso, que la obta de AgustínGarcia Calvo está bastante minus-valorada. Se le conoce Poco. Quizápor ser demasiada obra, demasiadovariopinta, por no ser siempre fácilde asimilar. En alguna Parte he

creído leet que usted culPaba, enparte, de ese cierto ostracismo, a su

conocida decisión de no salir Potninguna circustancia en televisión,el gan altavoz de nuestro tiemPo.Ignoro si será por eso' Pefo meparece que el tiemPo acabaráhaciendo iusticia a su obra, Ya que

hoy, en el presente, no se le acabade hacer. ¿ComParte de algunaforma esta imPresión?

- A mi el tiemPo de la Posteri-dad no me imPorta nada' En cuan-to a la costataciórt ínmediata que

haces, es así. Se Puede hablar desa-pasionadamente de una gran

minusvalorización o un muy escaso

conocimiento; es así. Y de eso suelodecir que tengo la culPa Yo mismo,a medias. Es decir, que tenemos la

ca o lo que sea, Porque eso eraentregarme a hacer lo que Ya estabahecho, que era lo que no deseaba'Lo que deseaba, Por el contrario,efa rompef con otras condicionesreales, por el razonamiento' Porpoesía, con lo que fuera. Y Para eso,ro prr.d. uno entfegarse a la dir'rrl-gurt1nni a la industria de los libros'De manera que, bastante a concien-cia de lo que hacía, me negué no

solo a aparecer en la TV, a lo que

me sigo negando cada año algunasveces; sino también a entrar muyparcamente, como en esta ocasión,en la publicación en otros mediosmenos poderosos, menos dañinos'Es un ten con ten diffcil, Porquetampoco he decidido nunca una

actitud de anacoreta, de retirarme

del todo de la Cultura, lo cual sería

imposible. Es la actitud de seguirhaiiendo cosas, Presentándolas,pero sin meterme del todo en el

mundo cultural que odio desde lo

más profundo. De manera que ése

es el motivo que Puede, de manera

muy simple, referirse a la venta. En

general, los autores que trepan' que

se hacen un nombre nacional, inter-

nacional, lo que sea; simPlementeson los vendidos: se venden los ven-

didos. <Se venden los vendidos>> es

un axioma económico muY elemen-

ta! y cuando uno se niega toztda-mente a venderse demasiado, a no

venderse del todo, la consecuenciacon que el Poder le Paga es que

entonces se va a vender Poco su

obra y se va a divulgar Poco. Es tan

lógicay nafirral que haY que contarcon ella y no merece la Pena men-cionada.

--En este marco es en el que haYque situar por tanto el hecho de quepublique en un sello ProPio, Lucina,en vez de en otras editoriales que

seguramente sipificatían meior dis'tribución, más publicidad...

- Sí, en los años en que estuveen París precisamente fue cuandome decidí aintentar eso de la publi-

cación, porque estaba lejos del sitiodonde se publicaba; íntenté conunas cuantas editoriales, que no esque me fuera esPecialmente mal'pero era muy complicado, Y Por esoio-u-ot la decisión, en el 79, dehacerlo de esta manera tan directaytan attesafla,de ir sacando los librosen Lucina, en esta editorial más omenos fantástica, para simplificarlos támítes. Y desde luego con laconsecuencia evidente de que noíbamos a disfrutar nunca de Iosbeneficios de distribución ni depromoción que a las grandes edito-riales les corresponden, de los que

disponen.- Ahora mismo, ¿en qué anda

trabaiando Agustín Garcia Calvo?- Una de las cosas que estoy

haciendo es intentar rematar el<<Tratado de Rítmica y Prosodia, Yde Métrica y Versificacióru> que dealguna manera ha sido la obra detoda mi vida. Por lo menos desdemis22 años, cuando le dediqué miTesis Doctoral.La obl¿ de toda mivida pero, claro, ya ves que ha idoquedando parzaúás hasta comPle-tarse, porquehabía otras más ter-minables, como estas 50 ó 60 que

he sacado entretanto. Y ahoraestoy dando en rematar esto, queserá un tocho tremebundo, deunas dos mil páginas, nzón Potlaque estoy recabando alguna as'udapara conseguir que se llegue apublícar. Por mi Parte, estoY dán-dolo por terminado. Es un recorri-do a las cuestiones de la relaciónenffe la lengua, la prosodia, Y lasArtes del verso y la métrica, que

LOS LIBROS EN CASTILLA Y LEéN

ustín García Calvo

arranca desde luego delaprácticamás conocida pata mi, en griegoantiguo, enlatín, en español, etc. Yluego una parte que pretende sermás general y referirse a las artespoéticas y su relación con la proso-dia de las lenguas. Esto es lo queestoy terminando. He terminadotambién y supongo que saldráantes pofque ya está impreso deltodo, un libro que se llama <<ES.Ensayo de Línguística Prehistóri-ca>r, donde he tratado de dejartambién agrupados, más o menosordenadamente, los descubrimien-tos acerca de las lenguas, especial-mente las lenguas de nuestra fami-lia, con una visión que, en lugar deser histórica, fuera en cierto senti-do contra-histórica, tal como eltítulo díce. Y eso 1o voy alternandocon estas otras labores de ordenmás o menos poético, a las quesiempre les dejo el camino abierto,en la medida qrre pueáo, porqueuno es un gran estorbo para eso dela poesía. Con ésas ando. También,con los diálogos que llevo ya unaño publicando en el diario <<LaRazón>>, miércoles tras miérco1es,donde ensayo este género de diálo-gos entre gente que, siendo diálo-gos entre gente corriente, sinembargo, no digan solamente idio-teces, sino que, como se puedesuponer entre cualesquiera gentesmedianamente sanas o mediana-mente rotas, puedan decir algomás de verdad. En esto ando ahoray en algunas otras obrillas que

LOS LIBROS EN CASTILLA Y LEÓN

podría seguir enumerando, pero,vamos, ¿para qué?

- Ha tocado todos los géneros,salvo, quizá, yo no lo acabo de vet,la novela y los cuentos. Aunque hapublicado cosas que ponen contra-novela o cuentos, relatos, a mi nome lo acaban de parecer, en su con-cepción al menos más usual. ¿Quizáporque Gat{n Calvo, se me ocurre,nunca ha üsto la realidad más quecomo otra forma de ficción?

-Huy motivaciones más ester-rcas. La novela es lo único que sevende en grande, en Literatura.Eso ya bastapanecharme un pocoatrás. Me he dejado atraer por lode los cuentos y he sacado, qué seyo, bastantes: <<Eso y ella>, <Quécoños>>, <<Locuras>>, <<17 casos>>,<<Entre sus faldas>... En fin, unacolección. En el prólogo de algunode ellos lo esplico:Hay una especiede repulsión por mi parre a ̂ dop-tar el papel del narrador, aunquesea mediante el truco de colocarsebajo uno de los personajes o detrásde uno de los personajes. Entoncesel resultado es que esos cuentos,casi todos, carecen de un narradory consisten en un diálogo costanteentre los personajes, de modo queellos, hablando entre si, digan todo1o que hay que decir de los aconte-cimientos. Eso es lo más que me heacercado al género narrativo.

- ¿Con qué Agustín GarcíaCalvo se quedará más la gente?

¿El filólogo, el poeta, el pensadot,el <<traductor>>...?

- A la gente un poco corrientepropiamente dícha, es evidenteque 1o que más le puede llegar sonlas cosas del tipo de las canciones yde las otras poesías. Y también estaforma de diálogo que son los cuen-tos. Las demás cosas son sobretodo para gente que tiene pasionesespeciales por los misterios de laslengua, por los misterios de la rea-lidad... Yo pienso que a cualquierale apasionan en cierta medidatodas estas cuestiones. Palz mi laprueba constante es la tertulia polí-tica del Ateneo de Madrid en laque particípo desde hace muchotiempo, donde todas estas cuestio-nes se tratan miércoles tras miérco-

les, siempre lo mismo y nunca lomismo. Pero para una esposiciónmás técnica, un poco necesaria-mente en jerga, como en cualquie-ra de esas otras obras que he saca-do, para leer todo eso, hace faltatener una pasión especial. De todasformas no renuncio del todo a ouecualquíera pueda leer cosas queparecen muy especiales, como el<<Razón Común>>, donde traté dehacer vivir y comentar los restosdel libro de Heráclito. Yo supongoque a cualquiera que no se ponga aleérselo como si fircra algo escolar,cultural, sino que abra y se dejeaffastrar por el misterio de un frag-mento o de otro, le puede llegar.Pero, en fin, la gente es así y sobretodo entre la gente, ya sabes, hayestas dos cosas contradictorias,como antes te 1o he dicho de unomismo: hay la mayotía, que sonidiotas, porque el Poder, elRégimen, lo necesita, y luego hayaquello en que cada uno no es cadauno, sino que sigue vivo, tiene algode pueblo, y solo ese puede sentiresa pasíón del descubrimiento dela falsedad de Ia rcalidad en cual-quier riranera que se le presente.

Ahí lo dejamos. Como podía-mos haberlo deiado más allá o másacá.Las conversaciones no se termi-nan. Se cortan cuando acaba eItiempo y ya está. Habrá ocasíón,se supone, de proseguir. AgustínGarcia Calvo, tras dejarse haceralgunas fotografías, me acompañahasta la salida. Pasamos junto a unahabitación atestada de papeles ylibros, tras un montón de los cualesse ve a alguíen trabajar. Es la edito-iaJ,Ia sede de <<Lucina>>. Esa habi-tación y una única persona traba-jando en su interior. <<Ahí es dondenos hartamos a ganat dinero>>, diceriendo el hijo de Agustín que la dirige y que en ese momento pasa juntoa nosotros. Afuera, pleno verano, lacalle es un horno y uno, lahogazade pan.

" Las palabns en cu$iva respetan lagtafia qtse emplea y defíende García Caivo ensus escritos e incluso al hablat, desterrando eluso de la x, eliminando la n cuando va antesde la s, etc.