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EL AKELARRE Las brujas o sorginak son genios muy arraigados en el folklore vasco. El mundo de la brujería vasca se remonta a épocas muy remotas; algunas mujeres se dedicaban a la recolección de hierbas y frutos silvestres para utilizarlos con diversos usos curativos; ejercían también de magas, adivinas y curanderas. Por su gran conocimiento de las plantas, podían utilizarlas para producir el efecto contrario al deseado, provocando la muerte de manera inexplicable para entonces, creyéndose que el fallecimiento había sido causado por algún hechizo. Con la llegada y asentamiento del cristianismo, se rechazó socialmente a las brujas, siendo proscritas, perseguidas y ejecutadas. Sobre la realidad de lo que ocurría en estas reuniones de brujas, algunos estudiosos en el tema afirman que son fantasías de inquisidores y jueces, fruto de mentes desquiciadas y malévolas que tergiversaban los hechos de ciertas fiestas nocturnas, cuyo único mal consistía en dejarse llevar por los efectos del alcohol. Como consecuencia de estos juicios, sabemos que a principios del siglo XVII, concretamente en el juicio que la Inquisición celebró en Logroño, varios brujos y brujas fueron condenados a muerte. El akelarre, o reunión de brujas, era presidido por un “satánico” macho cabrío. Este acto se efectuaba preferentemente entre la medianoche y elcanto del gallo. Las brujas asistían, viajando generalmente por los aires, a lomos de animales, convirtiéndose otras en los propios animales. Tras la presentación de los neófitos y las neófitas y la confesión pública de brujas, pasaban a una

Akelarre

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EL AKELARRE

Las brujas o sorginak son genios muy arraigados en el folklore vasco. El mundo de la brujería vasca se remonta a épocas muy remotas; algunas mujeres se dedicaban a la recolección de hierbas y frutos silvestres para utilizarlos con diversos usos curativos; ejercían también de magas, adivinas y curanderas. Por su gran conocimiento de las plantas, podían utilizarlas para producir el efecto contrario al deseado, provocando la muerte de manera inexplicable para entonces, creyéndose que el fallecimiento había sido causado por algún hechizo. Con la llegada y asentamiento del cristianismo, se rechazó socialmente a las brujas, siendo proscritas, perseguidas y ejecutadas. Sobre la realidad de lo que ocurría en estas reuniones de brujas, algunos estudiosos en el tema afirman que son fantasías de inquisidores y jueces, fruto de mentes desquiciadas y malévolas que tergiversaban los hechos de ciertas fiestas nocturnas, cuyo único mal consistía en dejarse llevar por los efectos del alcohol. Como consecuencia de estos juicios, sabemos que a principios del siglo XVII, concretamente en el juicio que la Inquisición celebró en Logroño, varios brujos y brujas fueron condenados a muerte.

El akelarre, o reunión de brujas, era presidido por un “satánico” macho cabrío. Este acto se efectuaba preferentemente entre la medianoche y elcanto del gallo. Las brujas asistían, viajando generalmente por los aires, a lomos de animales, convirtiéndose otras en los propios animales. Tras la presentación de los neófitos y las neófitas y la confesión pública de brujas, pasaban a una orgía en la que brujos y brujas danzaban a la luz de las hogueras, al son del txistu y el tamboril, no faltando nunca el alcohol ni los alucinógenos; el akelarre concluía al alba, entre un gran estrépito.