COMENTARIbS

AL

CODIGO CIVIL VENEZOLANO(REFOMÁO E 1896)

/i?JZ /IUW

TITULO PRELIMINAR

DE LAS LEYES Y SUS EFECTOS, Y DE LAS REGLAS ENERALESPARA U APLTCÁCIÓN

Art. 1? - La 1ey 110 esobligatoria antes de er promulgala.

La LEY en. Deiecho Civil es una regla dictadapor la autoridad competente para determinar el es-tado, lacapacidad, los derechosy.; las.4elacionespri-vadas de los ciudadanos entre sí. Ya la consideremosen su forma imperativa ó prohibitiva, ya se nos pre-senten la calidad depe.rrnisiva, la observancia de laley nopuede quedtr al arbitrio dé los asociados paraquienes ha sido creada. Se inkponecomo, mandato 6prohibición, y lo mismo como permiso,, porque de lafacultad que acuerda no es posible usar, sino en lamanera que establece. Si lo contrario fuera, dejaríade ser un precpto para todos, lex .est: communeprce-ceptum, y.se convertiría, en simple consejo • ó adver-tencia.

La obediencia á la ley es, pues, en principio obliga-

toria. Con el fin de Hsegnnu'sn cumplimiento seyale el ]~gisladol' de un medio eficaz que se 1JamasancióJl, 19.cual com~iste en la pena que amenaza alillfnwtol' de la ley, ó en la nulidad del acto eelebmdoti ojecutado con quebrantamiento de ella, ó en la res­pOllsabilidad que acarrea, la tl'li118gl'esión.

Pero, aunque la leyes perfecta desde quo ha sidoformada y se ha mandado á ejecutar ó ('nm~rlht 'noes racionalmente posible que obligue á nadiE,; mion­tms no sea conocida. ' Ese es e1objeto de proiJIul-

'fjuciúJI Ó pllulicución. Exigir obediencia de un pro-el'pto, antes de que llegue ó llegar álos que yan ú ser regidos por él, soria la rrw,Y(ll' deti~'al1í,u:". Por eso la disposición que analizamos est,llll1Jién de Derecho Constitucional, y la lml1ml1os end Hl'tÍ<.:ulo5711e la Constitución que dice así: "Laskyes lio estarán en obEel'YHIJCia, sino después de pu­blicmlas con la s01emnidad que se establezca,"

La solenmiJad ú que se contrae este artículo de laLl'Y lUllIhmental estálimita(h~ á In pnl~liraciónen In

(/({('(,/II Ojic/ul, fcgún el al'tículo 14 del Decreío Eje­Cl1ti\'O de 3111e diciembre de 1886, que reprodujootro igual cOlltelliüo en el de 11de octubre de 1872:;; La (/uceta Ojicüil creada por Decreto Ejecutivo,. lle 11 deoduDl'c de 1872continual'á .editándo¡,;e en." _~.~'H

.; la hllpl'entaNacional, y en elI?> se publlüarán las,; hoyes, L1ecreto:", resoluciones y todos los uocumen­,; tus l'xpec1ic1os y qUB se expidiel'enen e,iel'cieio de" jo;.; Poderes Nacionales."

" ,\ único. Los docmnentosá t¡uese refiere el ar­,; tít:'ulo ant8rio1' producirán sus efectos en l'elaciÓl1ú.; lo~ derechos y obligaciones de los' venezofanos, y

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tendrán autenticidad y igor, des1e que aparezcanla GACETA OFICIAL."

En algunasNaciones la pi'oinu1gación's un actoespecial y solemne por éI que el Jefe del Ejecutivopone la léy en cónocimientode los habitantes del teiri-tono. En ctras s exige aden s la publicación porbandos ó en los periódicos oficiales de las capitales deprovincia, departamento ó s€cción, para considerarlapuhlicada en las localidades.

La disposibión vénezolana es absoluta: basta quela ley aparezca én la Gaceta Oficial, editada en Cark-cas, para que la le r produzca sus efectos desde es díaen toda la Repb1iéa noó13.1especto de los vene-zolanos sino para todos los habitantes de la Nación.La fecha del vigor ie h ley seri'L por consiguiente, nola del día que se maide ci.npliÍ,. ii la' deI en: que1legu á coiocimieríto de los gobeinado, ino la fechr1e la Gdett en qüe se dé á la luz públibir, salvo elcaso én que la iby ó el acto piiblibado fijen us efectoPaI'a un tiempo ulteíiói Tid es1a regla establecidan su infiexible'intrpr6tación. Ciiandó el tbxto de l

ley se publica en variosíúmers de la (.hcett no seentiende prQmulgadahast el últimó núiiéro én quese terrnin la piiblicáción. Si por errore tipográficosha sido necesarid reproducir la - ley ei otra Gaceta,será entonces que e jugará publicada - . *

S quiso ordenai una ínn era gener,F y uniformede c'ontar el vigor de la ley en toda ' la ' República,rara evitar las dificultades que • en la práctica sobre-venían con: la publicación sucesiva, de las leyes endistintas localidades, donde muchas veces llegabantarde 6 : ll&gabau los- periódicos oficiales, órganbs

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del Gobierno de la República,' 6 se ocultaban parano euniphr]as nuevas disposiciones; y si recordamosque en Inglaterra no se.hace promulgación de ningúngénero, y que la ley, rige allá desde que 'la aprueba elParlamento, lo cual se infiere que lo safle inmediata-mente todo sdito británico, ha]laremos qúe nuestraregla'es:.aceptab1e,y:que la ficción, en. que se fundaes.necesaria para la buena marcha de . la administra-ción pública. . , .

Por lo demás, conviei adverti'r que , una ley espe-cial es la que debe .stableeer las disposicionés por lacuales' se. determina., cómo se promulgan. las,1ees ydesde ciímdoLse. supone:, que lan....llegado. á conociminto d los çiudadanos., El Código, 'Civil refirma elprincipio de que. la ley debe ser proinulda ptra qupueda obligar. ;Sería ajeno . , de su incumbencia pre.'tender dar reglas en.mterias que se extienden á todoslos actos legislativos y gubernativos. En...cuanto ,aICódigo mismo, el legislador la fijado , siempre1 el)tri.mino después del cual comienza,á reir, y.qiiehaestimado, suficiente paTa que puedan atiquirirlo y leerlo'los,haiitantes del territorio. ,... ,. ..,

La pronu1gaeión de la ley crea.,1a presunción legalque la, leyes.conocida, yno esaimisible ninguna

prueba en,. contiario, cualesquiera.que ,sean las cir-cunstancias excepeionales. del .aso. . .. ..

Art'. 2 0 La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplirniento., I. ., '1 ,.,. .. , . . :. -

:','Es un,principio fundamental de derecho, aun cuan-d 'se derivade una ficción, como acabamos e decir'la cual supone que todos conocen. la ley, desde que'ha:, sido promulgada; ficción necesaria, ... porque-sinella serían 'imposibles el. establecimiento, de las leyes

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1jjmas, el góÑerno de' la 'óciedad y las relacio-nes reíproca de los asdcidos. Está muy lejos deer una.'verdad real que todós los ciudadanos co-

l locen las leyes, antes bien el conocimiento de lasque foiman el Derecho Cis u particulai mente cons-tituye una ciencia, que poseen pocos ielativaunenteá la ,masa de los habitantes. Pero; la autoridadpúblia ,pone las leyes al alcance d los ciudada-nos, ,quienes pueden • ent'erarse de ellas or sí mis-filos,. ó por medio de los qie se dedican al estudio1e la legislacion y de la jnripiudencia

La disposición mencionada, se extiende á los me-iores, entredichos y demás incapaces, y en generalá todos, los que habitan el territorio, poseen bienesen él , 6 tratan y contratan obligaciones en la Ré-pública ó con sus habitantes, ó para , que sean eje-cutadas en ella. El principio Nemo iujgnorare

es, pues,. de aplicación general. ' La igno-rancia, falta, absoluta de conocimiento, y el. error,falsa noción. de una cosa, pueden conducirmismo. fin, el quebi'anta'miento de,.la' ley. Elqueno cumplió la ley, porque 'no la conocía, y,el,quela cumplió mal porque, no la conocía, bien,, se ha-llan en igual, caso.

La regla escrita aquí se aplica principalmente álos Códigos de, legislación civil, mercantil y. penal,así como á ros de'Procedimientos :Judiciales. ,Leyeshay en que 'e ordena expresamente la notificaciónú las personas comprendidas en sus preceptos, comoson algunas leyes militares y. otras simplementedministrativs, por lo que la omisión de esa ferina-

lidad puede excusarlas de haberlas infringido.

Este artículo no colide con eIart.íeulo 1.081 enel que se declara que el error de derecho produceJa nulidd del contrato según se determina allí,porque la presente disposición trata del cum ph m ieP-to de las leyes que establecen reglas 6 receptoobligatorios para todos, y aquel artículó se refier

hechos voluntarios creados ó prometidos pr laspartes, bajo la influencia de un error de aucquevicia el consentimiento, el cual debe ser librey per-fecto, para que pueda servir de elemento gnerá-dor de una convención. Para mayor expiicacióñ*de esta materia nos remitimos al artículo precitado

Ait 30 Las leyes no tieneii efecto retroactivo.

Los efectó de la ley e consideraii en cuantoál tiempo, y en cuanto al lugar en que se verificau.De los primeros ti'ta este artículo, de los segun-dos los ttulos 6?, 7?, 89, 9? y 17.

Es enteramente conforme á la rzón que la leyno produzca ningún efecto • antes de existir. fié-mos visto en el artículo 1? que n es obligatoriasino después de promulgada. DaHe efecto retroactivoá.ia ley -nos conduciría á echar por tierra esas vev

-'dades 'capitalesYEl princiioúe analizmos es tanbi'éi de inte.

rés so.iaL La sociedad eía incóncebible si ñncambio de legislación pudiese destruir ó alterar elestado de; las personas, los dei'echos y obligacionesexistentes, etc. La bbservancia de las leyes no seriría de nadt, y los Particulares quedarían á mer!

ced del legislador ó (le los jueces, que podrían ex'titiguiHo ó mudarlo todo por consideraciones deactualidad mts ó menos justificadas. La-seguridad

,..I

del ciudadano descansflen el¡;umplimiento dehsreglas establecidas, á las cúitles tiene el deber deajustar sus hechos ':l procederes. Así, la Consti~tución asientaentre1ns gál'm¡fíasindividualcs reco­nocidas al venezolano ésta: "Ni· sor juzgado portribunales úicomislones especiales sino por sus jue­ees naturales, y. 811 virtud de leyes dictadas. antes1"'1 delito ó acol:ónquc motil'e el juici·)."

Este artículo del CÓdigo concuerda además conel artíeulo 39 deja Constitución: "NinQ'unadisno-. C' L

sici6nlegislativa tendrá efecto I'etl'oactil'o,exceptomateria de pl'o('l'rlimiellto judicial y h!. queimpongnIIlfJlOI'¡JeIl((." El principio no es, sin ernbargo, deDerecho Constitucional sino Derecho Nodebe pl'o}¡ibil'seen absoluto al legislador dar á 1<-t

ley efeeto retl'owJivo, porque ll'1Y veces. q ueol 01'­

(len público y lasnecesidacles generales exigen quela 10}' obrchaeia lo pasado y corrijneImal descle

su origt'll pam eyitar los eft'ctos futuros, y porquela retroactiYidac1 de disposieiones qne se' extiendenú todos los ciudadanos no presentn los inC011YOnien­tes ni los. peligros que la retroactivic1ad en)a apli­cación judicial de la ley, rec1ucicla consiguientemen­te ñ hechos ó actos de un individuo.

El precepto del CódigoCidl obliga á los jueces,á quienes nO 8S lL:íto aplicnr la ley sino respectode los hechos ó actos efectuados después de la pro­mulgación de ella: nuestra ley constitucional res­tringe las facultades dél legislador que carece así cdepoder para obrar sobre lo pasado, fuera de los casosantedichos. No debemos deja1' de advertir que en ma­terinde proccdimiento judicialno haypropiamente1'6~

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troactividad, atento á que la ley adjetiva posterior res•peta siempre los actos de sustanciación verificadosconforme á la ley antigua, y sólo dispone en rea-lidaci para los actos ulteriores. El deber de inpo-ner menor pena tampoco es en, rigor de principiosuna excepción del de no retroactividad, pues la leynueva que minora el castigo hace implícitamenteremisión parcial de la pena infligida ó que debeinfligirse á los' culpados, según la ley antigua. -

Es indudable' que debe regirse por la ley. antiguael hecho jurídico, realizado mientras ella estabavi-gente, y que asimismo ha de regirse por la ley nuevael hecho que se reaIizó después de la prdmulgación deésta. Peró, ls eféctbs .: coisecuenias de un hechojurídico 110 se producen todo inmediatamente;antesbien iorlo comúr deellós resiil-tan, üdo hó eisteya; la le 'b{jo cü»ó'imperioiiació el' acto de que' prócedéil; y; como'no hay enverdad, ni puede' hab, una líi qie sefaie hastadonde llega e 1 doinimo d la 1ley ntigua y dohdecomienza l de l 1e3 nua, suige'dntonces elconflicto paia el juez en(tIado de inteipietailas y

• '« / 1 r .aplicarlas. ' ' ' • •• .•Xveces el le.gislador; . resuelve de antemano 1adifi-

c.'nitad,. ordenando .ciertasdisposiciones que se llamantransitorias cQnel ohjtode allanar el pasode unalegis1aiónáot•i'a,. por ejemplo la contenida en unes-ti:o rtículo 1968. Regularrnente gurda silencio, enese .punto,.y toca ai Juez decidir. E.s 1ógico reputarla-ley nueya mejér.. que la antigua; piíesto que se hadietado ipara re.fóriñarli, tambié'ü ó 'raeioiial •reeique la sociedad gana con que se ponga prontamente.

•sigor. 'Ma leT ñÚvar) tiéhe 'irremisiblernenteqt 1 lirir infereses •particulares'nacidosal calor de laley títigua. Si la aiitofldad judiiaI'á'quiencdmpetel deber de aplicarlwlQs aflata todos; seríat.imposible

en la. práctica la reforma de ninguna ley existente.Fuerza es,. pues, que el :magistradd sepa distinguireiitresos intereses .hay. unos que se apoyan mera-mente en más ó menos pro-bables, más ó menos legítimos; otros que eiDxLdderechos cid quiridos.

Lós de:1a.tprimera clase no merecieron el l:esp,etodel legislador, desçle el :J11ptflÇntq en que,ictó otraley paramodificarl9s ó extinguirlos: .j, spieda4 noha podido tampoco fundar , nadaep ellos, porque noexistían sinp ei estdo. e esperanza, y ,eI juez %flO

tenía,pO,r la rnismarazón el: deber de, acatarlos,íaunque1 ey,io eshuberatrrio con los intereses que. se,derivap de, derechos- :j; ' ''1 -..! •i'I'. '.

adquiridos,. que. el 'iegislador , mismo, :P,9 g1,a ge-neral, y salvo, 1excepciones, eseciaIísims, () nb, iuni debe destruir .ni alteraró mudar sin.quebi'an-- . ............ 1 - , , , ,., - -

tar sis propias, 9bli.gapiois,y, , ociedd • stá ,comprometida' á ,,rnantenerlos íntego.s, porqu? de s

to de, tales derechos dependep la est-ab,ilidad , lbeneficmos de las mst]tucmones cniles

u.í .( '1 •

Y he aquí r.gar en ciei:to; .molo inallepara el juez, que se encuentre-en piesn ., de .l-eyes

-4e distintas épocas

.igenque sólo representan aspirci-

.ciones ó esperanzas.. de derechos;se rigen por laley

- lo -

nueva, aunque vengan de tiempos anteriores. ícesque hay. derechos adquiridos , siempre que de1)hec10jurídico or•iginario,.han . resultado ventajas ójbeuecios que: han1 entrado á hacer parte de nuestropatri-mon io,. lcs cualespodemos trasmitir.á ot.r'as personasy que na'die.puede'. arrebatarnos sin incurrir enexp-liación. Las esperanzas de derécho carecen deresacondiciones, no las podemos contar ientre1nuestrosbienes, ni trasmitir á otros, no son nada en sus-tancia.

Algunos ejemplos pueden• servi rno para . patentizaresa diferéncia. Bajo el-imperio de la ley atual, quellama á'heredar ab -intestato- á1obriho'cdn ; pref-iencia' al rim liermano, - failécióJuan ü » es elde cujas. Sobreviñe desuésotra ler'q.ue digua1derecho á iribos 'larientes: iiÍngun podrá preten-d el' prim' hernianoen 1aherencia' deYJiian, querecayó legalmente en el sobrino, quien tenía der-chos adqurklos en la sucesióñ dicha, cuando se re--formó el ordeii' d'sueder;y es'ihpcible aóidrefcto retroactivó á li ostridr. '-Supohgnios-ahora e Juari hace 'testaméhtd; 'ohfórn á'la ley'

1 í . í 1 1 1 í r 1. ',vigente que no ha - comprendido a;los hermanos -y: Ii i '' - !.,. . . . ., 1sobrinos entre los , herederos legitimarios, y,en eseconcepto, rio teñieído ii üofí6d, nribrhe-iedrd'á j{ extraño ó reharte la: h.nineia- iY le-gados: niñana 1 sohrvieneotra- ley, que dá igualcarácter 'á' los pientes reeitadós, y Juai ri-íuefedjiéd'e'6miilgda a ley.":Es ¿ltro qu iii

iñstitüi'd ni lós 1 'iegatarios püederi1rcIrnr lV h'eten'cih n iintó pei'jiidi4ueáIós 'her-niins sobinos' ldeP ttád or para-- eiitonce legiti-

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manos, porque cuando qrnpezó á régir la ley nueva-nó tenían los favorecidos en el testamento sino laesperan de ser heredero.s ó legatarios, speranzaque desap ció poi , la ley posterior, como pudodesvanecerse por ,l revoeatoria del testamento.

Si el, caso. ocurriese con una donación sería inapli-ble 'la ley nueva, .que; .veibo -y gracia, hiciese in-capaz de reeibir.al donatario que antes era.capazpor-la ley antigua, ó preceptuase otros requisitosesenciales para. celebrar el acto, etc El donatario-que' aceptó tendría entonces derechos adquiridos; por-que, ádiferencia del testamento, la donación es irre-vocable, y- por-virtud de ella el donaute se desprendeactualmente de la COSa donada en'faor -del do-iatario, artículo i.O29.-- Por manera, quees de esen-cia in -los ciereclios:adquiri(los prove.nii •de hechosjurídicos irrvoeables, - Como los contratoséte, piiessi los- intereses alegados se drivan -de aetos rev-cables como el testaiento, lds-efecths subsiguientes•no son sino -esperanas (le (7(')eChO hasta que -lamuerte 'del testadordos cÓivieite en iri'evocables,.siacaeCe durante el régimen de lh lev en :qjl'e las es-peranzns nacieron. , -

En ocasiones sucede, no obstante, ue la léy nuevahace revocable un hecho ó acto 'qu-era irévoca-ble pdr la ley en cuyo tiempo fue creadó. Puedeasignársele' entonces efrcto retiocetieo 'la le pos-terior En Francia y otros paíe donde este prin-cipio no es de Derecho Constituéional, la jurispru-dencia de los tribunales se ha deéidido i:oi la afir-mativa nootros tendríamos que i.egárselo, porque.el legislador venezolanó nó puede darle tclo re-

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troactico á las leyes, y son nulas las disposicionesen que lo hiciere contraviniendo el precepto cons-titucional precitado.

Distinta ha. sido la práctica legislativa que se haobservado algunas veces. El artículo 1.450 del Có-digo Civil de 1867 declaró que todos los censosson redimibles, y ordenó expresamente que esa dis-posición se aplicase aun áiós cen.sos existentes, que-dando de este modo sujetos á la ley nueva los quepor las antiguas leyes espafiolas -pudieron ser y efec-tivamente se establecieron como iredimibles. Casossemejantes de retroactividad se ecuentran en losartículos 1.786 siguientes del Código mencionado,que con el rubro de disposiciones transitorias dictónuevas, reglas sobre el-registro de actos y docurnen-tos, otorgados autos bajo el régimen de otras leyes,y coumiuó á los interesados con la peiia.de ineficaciade los títul9s referidos en cuanto áterceros, si nose erifleaba. el registro dentro do dos años á contardo la. pub'.ieación de aquel Código, todo cualprueba que el legislador e ve obligado en. ciertascircunstancias: á obrar sobre lo pasado para que enlo futuro sean completos los beneficios que debeproducir la ley reformada.:

Iuteresa2advert.ir que los beneficios y ventajas qitese deben únicamente á la ley, y que son por su nati-raleza principales y secesicos, no los podemos considq-rar como pautes integrantes de nuestro patrimonio,y portanto pueden ser modificados . y aun suprimidosen cualquier tiempo por la ley misma. El legisladorpuede, por ejemplo, eliminai el usufructo conçedidoal padre eu los bienes del hijo; y eesará de,aerech,

-13-~lO ~úlo pal'ael padre que no gozaba todavía de él,"ino también para el que seencontrabanctualmentedl ejercicio del usufructo, aunque deberán reputar­.,8 bien adquiridos los frutos ya devengados. Laley nueva puede hacer que .cesen ócambien ciertas"ervidumbres legales, y el fundo no tiene. acción para:a l'ontinuación del goce que pOSeÍ8,alegando que se.' t1a efecto retrO(wtl:VO á la disposición. La ley puede

1'01' estos motivos suprünir en absoluto algunos de­rechos existentes, hnto en 10 pasado (~omo en 10 fu­tUl'O, eegún se ha visto con IH abolición de la escla-­,-itud, las prestaciones feudales y otros semejantes:lo úllicoque en esos casos puedeexigirse al legisla­dor es que acuerde por equidad una indemnización Alos que pierden la posesión de que gozaban.

No así cuando el beneficio de la ley.esúnico y rlefi­,!iUeo, verbo y gracia, el derecho de propiedad ó usu­frücto, concedido al descubridor de una mina: una,1isposición legislativa posterior no podría mudarnidestmir los efectos de la concesión anterior.

De acuerdo con las reglas expuestas, van~os áTeGo­lT9r brevemente las principales le}e.s en que puedehacerse la aplicación del principio referido.

Leyes relatic(ls al estado de las personas. No· pl.1ede

;legarseque el estado, es decir, la posición que la pf:r­-:onaocupa enla ..sociedad civil,. constituye una pro­piedad para ella, provista de acciones civiles destina­

c1as á pl'otegerla ... Es p01'tantollnderec7w oetquiJ'ido

de quo la persona no puede ser pl'ivad<t por una leynueva. En consecuencia, 1ft nac¡;onalidad, hli natmyt­

lizaGÍón, la ciur1adrt11íáse rigen por la ley que existíacüando se alcanzaron: elmalril1lnnio, la filiacióll le(¡í-

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lima, el r'econoci,niento de los hijos ñatuales, la einancipación, la tuteia, la adopción,etc., por lá 1ey deltiempo en que se celebraron ó se obtuviéron Sipreceptos sancionados posteriormente imponen otrosrequisitos para efectuar alguno de aquellos actos, suobservancia será únieaniente obligatoria par los quese verifiquen en el porvenir, ! sin poder alcanzar á losque se verificaron bajo el imperiode 1 otras disposicio-hes.

En cuanto á las que confieren podei sbbe otrapersonas 6 sobre los bienes de ellas rigen inmediátamente aun respecto de las que estban sometidas al'poder eresado poi las leyes anteriores Imagine-mos como antes decimos que la jr cuite al padieviudo la adininistraeióu de los bienes del hijd menróá lamadre el derecho de patria potstd. El padrey la madre pirden desde luego lo oderes énunéia-dos, aun cuando estuvierh Cii possióii de ll6s pori ley antigua. Los autb'ies ecptúan el casó delmarido S qu je'ila adiñitraéin de lbs'biies'dél:iñuj€r pórMectó de la sociedad onyugal, ué'se

• .ÍtT '4deriva de convencion expresa o (le la ley. '

Leyes relativas ci la capacida.dcle las peronas. Etas leyes tienen 6hiai irnediatanent' sobra elindividuo, ya aumnten, ya disrhinuyan su cdpacidad,esto es, su aptitud paia ejeici los deiechos que poisu estado le coucsponden Son leyes de protecciony u1ngino puede ngai a la ley el poder de piotegera los ciudadanos son ademas, leyes de interes gene-raL 1 La aplicación de]a.ley nueva no cocacon41principio de no retroactividad, el 4 cual exige unica-mente que sean respetados los actos anteriors efec-

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tuados durante la ley antigua, y de que hayan resul··tado derechos adquirido8 para el ciudadano ó paraterceros.

Hiunaley fijase hoy la mayoridad á los 25 años,volverían á ser menoreslosqut) hubiesen eumplidoveintiuno y no hubieran llegado á la edad sobredicha;'pero, los actos y contratos celebrados cuando eranmaYOres según la ley antigua, serían válidos. DeSU8rte que h, capacidad jurídica no es para la perso­11aun derecho culquirido. Si, por el ~:ontrario, la leynueva adelantase la mayoridad, fijándola á los diez yocho aflos, los menores actuales se harían desde luegomayores, sin que por eso fnesen válidos los actos ycoritratos que sin forrnalidacl alguna habían celebrad?,cuando la; leylosreputaba incapaces; Lo mismo po­ddéllllOSdecir Je la mujer casada, el entredicllo,elinhabilitado, cuya capacidad óillcapftcidada1teras~la ley.

LeycS'relativ(ls d losbl"el1cs. En geTleral todas lasleyes que se refieren álos bienes 1l1ueblesé inmueble;;;.Yá sus clasificaciones, á la p1'opi8.c1aJ, a,} tlsufnlCto,ú las servidumbres y demás derechos l'ealesestable-'cidos por el hecho del hombre, ú la nmnera de tras­mitir éstos Y aquélla, están sometidos al principio deno i'etroactividad, salvo lo dicho sobre los derechosque nacen de la ley únicamente.

Ln, ¡'olic1ezc1e los contratos, SIlS efect(j~;\·;Sl(. resoluciól1,

)'escisión, rel'ocaciór¿ Ó nulidad en cuanto dete1'lllinonderechos sobre bienes muebles ó irimuebles,se go­bier nan por las leyes vigentes en la época en qneaquellos se hicieron. . Il1fi~rese 'lue las partes tuvie­ron presentes para obligal.se las disposiciones de la

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ley et•iial, y ' seiía ntiario laazón petende

- -, - ,aplicar una ley postenor, que no'conocmn, a los pac-tos ó estipulaciones que celebraron y á las c'one-cueuias que de ellas resultan. . Si ]a ley nuev esta-blece otras causas de';res1ución ó d nülidd, 6 ssupime alguna de las que antes exitíai; i "prhibepefos que anteriormente perniit-ía., etc., esa r@1ano aleanzan 't los actos ya celbrados ó efeetudbLos intereses qe de ellos' eiñanarob son derécitos idquiridos, que las leyes ulteriore n ue(1en en mane-ra alguna mudar.

Considéranse. adquiridos, los derec.hos , que nacen delos contratos no sólo cuando existen de mo(iO cieito,.sino tarnbiéncuaudo se encuentran aún ei estado.deíeveutuajes. en el sentido de que;dependen de hechoscondiciones,, cuyo cumplimiento se diaprev]stol.. Por1

eso, el efecto de la cou(1tcón res oiuton-a explícita óimplícita se juzga py la 1ey que regí eu)a( épocadel contrato, aunque el l.ieqho que , forme ). la condiciónse realice después. , ' Agreguemos .que deben contarsetambién entr los dei'echo referidos, los ..que .emanandel hecho del hombre, .'sienpre qué, suautor no pueda,por sü-únicaí voluntad alterar, destruir1 6 revocar. susefectos jirídico'y d allí que • se,reputeii ,dere.chosadquiridos los que pro:iene.n . çle los cpntratos, cuasi—,contratos 1 de7itos,. y.. euas,i-delito.s, y asimismo las cn-.secueiicias ,quç, resItan çl haberse. somitido 1 par-tes -.voluntarjpJe isppsieiones iegale,s, i cpequivale, á haberse obligado. por,.pac-to expreso. . Asísucede conlps qe. se casan,n capitulae9nes1tr1i,-.rnoni,ales, que aceptan 1 s9ced ,d conyugai est1ep,da p01' la ley; ó los que conti'a€n matrirhouio con unaS

-17 -7:uda que tiene bienes propios, 6 de sus hijos de una:1illOn anterior, que aceptan las r9sponsabilidades~'onsiguientes legales, y no podrían invocar para sal­yarse de ellas las reglas de una ley posterior, quemodificase 3,quellos preceptos.

Leyes relativas á la prueba de las obli:gacione.s. Rí­gese también por la ley que est;:"ba en observanciaCUándo se contrajo la obligación. Concíbese muybien que las partes al contratar tuvieron en cuentaeuáles eran por la ley los medios de prnebaque po·díal1 emplear para acreditar la existencia de' sus res­pectivos derechos, y en ese concepto les fué dadohasta descuidar precauciones y formalidades que noeran indispensables. Sujetadas después á otros me­dios probatorios equivaldría á ponerlas en la imposi­bilidad de reclamar lo que les pertenece, ó dificul­tades por lo menos la justificación de sus derechos,y en ese sentido se dice con razón que poseen derechosadquiridos en cuanto á la prueba anteriormente exi­gida.

Por ejem}Jlo: Pablo da hoy en préstamo á interés lacantidad de 1.000 bolívares, y se conforma 00n que elcontrato y la entrega del dinero los presencien dos testi7gas, en la inteligencia de quela ley no r~quiere la prue­ba escrita sino cuando la obligación excede de 2.000 ho­lívaJ·es. Si una reforma ulterior de esa ley declaraseinadmisible la prueba por testigos de 500 bolívares enadelante, Pablo conserval'Ía su del'echo dé probarcon testigos aquella obligación, porque de otro modola ley llueva lo dejada sin prueba, y podría hac8rleperder unaacl'eeneia legítima. Si, vice versa, la ley

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- 18- .1.

nueva, permitiera la pruebade testigos hastabolísare', opinan a]guno autore que ;flO podría justifiear L ..por ese 'medio una obligaci5nexcedente d&.2.000, contraíd't antes de la ley, para no conceder alque preten(la sr acreedor, lerechos que la ley n&acordaba eii la, época, que supone haber nacido laobligacióii ielmada. Pero, 'otros creen, on 'fiiin-dada razón, que el acreedor 1tiene adqüirido el derecho de valérse bara la'piueba de, su erédito; de 'lbs'medios que permitía la ley ati'gua,'porqiie ha débid'ontar 'con: éllos para juti'ficailos; y que por el cón-

trario el deudoi no adquieie ninguno en ese punto,dado qué no pudo nfi'ar parhlibertarse del cumpiimiento de la obligacion ontiaida en la imposibili-dad de plobai1% begun la ley entonces existente Esaiefleion del deudoi no podia 1ai nacimiento sino auna esperanza sospechosa de dol'o, y por consiui'eñtnmgun principio juiidico se opone a que el acreedorhaga uso e los me dios proliatoi jos que coeden uiay otra ley.

.Leyeselativas, í la forma , cie, 1 los actos. Apiícasela'ley.que ( estaba yigente cuando se .fpa.1i,óelacoó contiato. Se expresa eta regla con la frase latinaTempus regit; actum 'Los otorgants no .podí ob-servar otra, ley. sino la que se hallaba en vigor, yer'ese punto,tienen también, un de'çeclzo adquirido. , La.regla dicha braza tanto los actos entre vivos de quese derivan derechos ciertos, persoualesó ( reales, ,conolos testamentos, de 105 que antes e. la muert deltestador no resultan sino esperanzas de.. de,rechos.Aquí se tra:ta, simplemente de la regularidad. ó d , lassolemnidades de la forma extefna del acto, presein--

-~-diendo de lo que éste contenga, así corno de la capa­cidad de los otorgantes, de si son ó nó válidos, efica­ces, revocables ó irrevocables las estipulaciones ó dis­posiciones del acto, etc., lo cual corresponde á otroorden de cosas ó ideas. Si se faltóá las formalida­

des prescritas por la ley como esenciales, el acto seránulo aun cuando por otra ley posterior se hubieranabolido aquellas solemt~idadescomo ülútiles.

Leyes. relatims al procec1i;niento y e;jeeueión. La leyaplicable es 11, existente en el momento en que sesustancia ó ejecuta. Son medios que el legisladorproporciollaá las pal'tespara que hagan valer susderechos ante los tribunales, y puede vRriarlos y mo­dificados cada vez· que 10 crea conveniente para labuena ,administración de justicia. Los interesadosno pueden sostenerquehabíanadqllirido el derechode emplear el procedimiento ó las vías deejecucióllque e~tahan vigentes cuando celebraron sus contra­tos: tal pretensión conduciríaá despojar los Poderest>1Íblicos del ejercicio de sus facultades soberanas, almismoliempo que á romper la unidad de la legisla­ción aqjetiva del país, puesto que sería necesario sus­tancia:r Ulfas causaspor leyes de una época, y otras

P71' .leyesAetiempo distinto.Ya·hemos dicho. que las llwwasreglas de procedi­

miento en nada pueden alterar los actos de sustan­ciaciónó ejecución practicados antes de la publica·CiÓ11 dela ley reformada, la cual no tiene por esto enrealidactefeeto retroautivo, en ra zó11· de que Siel~lpl'ehade aplicarse álos actos posterio;,'es del juicio. Cuandoleemos en la Constitución que las leyesc1e. procedi­miento tienen efecto retroactivo lo que debemos eu-

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- .20 -

tender es que las partes no adquieren derecho paraexigir que el juicio civil ó criminal siga sustaniáii-dose con arreglo á las leyes que . etaban vientecuando se inició, porque el legislador puede mudaren todo tiempo la tramitación establocid, y debemos'presumir que la muda con el designio de niejorarla.Supongamos que la ley manda sustanciar en juici,verbal las demandas cuya cuantía no pase de 1.000bolívares: las de ese valor que se habían propuestopor escrito y que se hallan en curso, continuarán porel procedimiento verbal, sin que por eso se anulenls actos ya ejecutados. Supoiiganios que seestable--ce ahotael jwc'o P01 jmados nata lo cnmmal lascausas pndientes someterán al íñevo prócedi-miento en el estado en que e enu'tren. La sus'tanciación de la causa, las formalidades simplementordenatorias del juicio y' cualesquiea otras diligéncias de admii'iistración ó policía debén siémpre its-'truirse conforme á i ler vigente - en el momento eque se efectuan los actos pioc€sales

Leyes orgónicas yjuriscliccioniles 'd lo trib'J,i1

funciona;ios. En esta materia prevalece . tmbén'la ley vigente. , Incumbe en todo tiempol l:gis1aYdor la facultad de cambiarla organizción y"compe-tencia de los encargados de admiiiistrar justicia ó i-m1partir á los asociados los' beneficios' de las 'leies: lepeiteuece del mismo modo la de aumetitar, disminui:róélih-iiiiar lÉis atribucibnes que á 'los representautesde 1é autoridad han sido seflaladas: crear, 'uuevasiju-risdicciii€s ó suprimir las establecidas; y en sumaracordar reursos ordinarios ó extráordiiiarios' que an,-tes no existíai, ó'negar los que se habían permitido:

4 L --

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por otras leyes, ó someteros á diferentes trámitespar incoarlos ó sustanciarlos. En ninguno de estoscasos las partes pretender que tienen derechosadquin:dos ser ó protegidos por los trímna­les ó funcionarios consttuidos según la organizaciói .que existía cuando nació la acción ó el Jelto, ni quedeben admitírseles los recursos que las leyes preceden­t8S les acordaba~1, aun cuando hubier comenzado eljuicio y los recursos dichos estuviesen ya propuestos~con tal que no estén decididos, ni tampoco que debennegarse á alguBo de los interesados los que las nU\­

vas leyes conCedel), porque no eran conocidos en laépoca del contrato, y P01' tanto el acreedor no los tuvoen cuenta.

Tales puntos son absolutamente de orden públco,como los do mero procedimiento y ejecución, y nomudan lo pasado, porque se contren á los actos fu­turos.

Leyes 1'elatiws d las sucesiones. No hay derechosadquiridos hasta que se abre la sucesión por lamuerte de la persona de quien procede. Entre tanto,sólo existe la espeanza de h0 eear. La ley vigenteentonces es, p,ues, la única aplcáble pUT determi­nar la capacdad de disponer ó recibir, el orden de succ­(le, la le.rítila, la cuota disponibe, la t'nstitucón de'heredero, los legados, la aceptación y repudiacón de ~leencia, laparticiúJ, la colacón, etc. Muerto el deCljUS, los herederos y legataros se hacen propieta­rios irevocables de sus respecivas porciones heredi­tarias, sin que ninguna disposición legislativa uleri0lpueda alcanzaros. La ley nueva no obr sino s0bre lassucesiones 10 abiertas, testamentaras ó ao-intestato.

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La ley del tiempo en que se abrió la sucesión, rigebambién la reducción de las disposiciones tesfamenta··rías y de las donaciones entre vivos, porqi.1e á elladebe atenderse para estimar la cuota disponible.Si Ésta era de un tercio dt; los bienes cuando se hizo

la donación, por lo que la liberalidad otorgada cabíaen el límite legal, y después la ley ha bajado la cuotapredicha al quinto, de lo que resulta que á la muer­te del donante la donación excede de la porción refe­l'ida, se reduce la liberalidad conforme á la ley nueva,.que es la que gobierna la sucesión en el momento deabl'Írse. El donatario no puede quejarse de que seaCL18rdaefecto Tetroactiro á una ley poste,rior en per­juicio de una donación precedente irrevocable, por­que toda donación está sujeta á la condición re'iolu­tori(t de que no exceda de la porción disponible altiempo de la apertura de la sucesión, y el legisladorpuede aumentar ó disminuir la le,qítinw, y las reglasque dicta son aplicables á las sucesiones no abiertas.

Asimismo, la donación que pudo ser· impugnada porin oficiosa COIl motivo de que excedía de la por~ióndisponible cuando se formalizó, puede hacerse luegofirme, si la ley aumentó la cuota disponible antes deabrirse, la sucesión, y la donación no menoscaba en­tonces la legítima~

Leyes rplativas ti la prescripción yd ht caducidad.Sea liberatoria, sea adquisitq'v(t, la prescripción CU111­

plidaproduce derechos adquiTülos. Mientt'as no estévencida, la ley nueva puede establecer otros ó mayo­res requisitos para prescribir, y tiene efecto sobre lasprescripciones comenzadas, de las cuales no han na~cido sino esperanzas de del'echos. Lo mismo procede

_.23-en eU}lnto á la caducidad de aceion,es ó derecho.~.Bin embargo de ser ese el principia jurídico., lluestro

. 1 Qr-:q "{'¡'lldad' ql'e la· ~ 1''''''''8:'''1'1'0'.-.........."-", ...,.~ "''-1 .•..-, _ , "', •..t,.1I.C ,,,,< J1:--, "-i.", r

eorrer antes de la publica~• ~ '1 1 .n # -'~ .•• ., -'~.", ~

.c1Ónae~ l;Ol11g0 se par las leyes baJO cuyo lmpe~comenzaron, sin perjuicio de aprovechar el t.iem~exigido por la legislación actual para cumplirse.

Es posible que una ley nueva haga prescriptiblesbienes, derechos á accianes que antes el'an impres­eriptibles, ó vice versa. La ley rnencionada se obse1'­

desde su promulgación, pero deberán respetarseprescripcianes cumplidas anla época en que rigie­

ran las leyes anteriores, y las prescripciones no pel'''­mitidasnntes secollínl'án desde que se pongan en vi­gor las leyes Duevas.

Leyes penales. Todas las de ese género tienen en-cuanto ú lo fa vOl'able e,t'ecto retl'oactt"l'o por razón de

lnnnanidadj ll?{lu.ctll it(lt¡'., , (·Ct/IS(t. .Hemos hablado an­tes del pl'ecer~t~"~;<ilsÜtllcioi1arqueasí 10 eleclara, re­firiéndose ú In, PC11(t menor. .MAs explícito es el ar­tícnlo-ll del Códígo Penal en el que se establ.ece queel f,t'eeto retroactil'o de Ja ley énesa materia seextien­deit cnanta ravorezcaalreo de un deUtoó falta, aun­que el1 publÍ\~árse las leyes nuevd,shnbiese ya senten­cia ejecntoriada,y el clllpadoestuviese cumpliendo:su condena. Estas san las únicas leyes que mudanradicalmente 10 pasado,. destruyen losaetos consuma­,dos bajo el imperio de leyes anteriores y llegan hastaquebrantar sin consideración alguna el sello de lacosa juzgada. Pero si la ley declaracl'iminal ó culpa­bleun hecho que antes no lo era, impone penas queno existían ó agrava las establecidas, no será de

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gún modo aplicable ít los asos, anteriores á su pro-mulgación, porque según. lbs tratadistas de Derechopenal . ls/ulla pccna sine lege.

Leyes de policía y de cardeter adminzstrativo. Sonigualmente. de efecto retroactivo, en el concepto deque el legislador puede siempre dictar disposicio-

es de esa especie, permitiendo, restringiendo ó pro..bibieno los hechos de lOS ciudadanos, dentro delradio de las constitucionales, lo mismo queen asuntos de impuestos,.y contribuciones píbTicasy otras medidas de interés general, tocante lascuales no .,se puede alegar .que existen derechos ad-

quiridos para no obseivarlas. Entre esas leyes secuentan las que determinan el tiempo, modos y re-,quisitos que, deben cumplirse para obtener las con-cesiones que por preceptos especiales se dan ó pro-meten en materias de grados, títulos, montepíos,jubilaciones y otras gracias, favores,ó beneficios, quedependen de . la exclusiva . voluntad del legislador yqie éste puede someter : i • nuevas reglas mientiasn, hayan sido . otorgadas. ./ Leyes intepretataas. ecosideapçpmo_par.te.s.

js leyes interpretadas, perpno pueden. aplicarsebara arnilar ó -invalidar, los:, actós efe'ctuados antes1 J. interpretaión, aunque parezcan cont.ririos ála inteligencia fijada posteriormente, v en ese sen-tido es evidente, que no tienen efecto retroactivo.

Resumiendo lo e*plicado aquí podernos cncluir:19 que la rtroactividad de la lev cnsiste en obrarsobre lo pasado y rriudar derechos ú obligacioneslegal mehte cieadas; . ' on siguien temente las cdise'-euencias que de unos ó de otros se derivan; y 29 que

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Art. 4~) La renuncia de las leyes en general no surtelefecto. 'l'alllpoco pnerlenrennncim'se ni relajarse, por -con-JI

yenios púticnlares, las leyes en cuya observanciaestért ini\teresados el ül'(len público 6 las huenas costnmures. '

Renuncün' es hacer dejación voluntaria de un dere­cbo ó beneficio que poseemos ó podemos poseer. Larenuncia.de lús leyes 8n general equivale ápl'ivarnosnosotl'osmismos, de antemano y sin ninguw' '(lll­sideracion, de la protección que ellas nos acu~dan,

que noestmnos en aptitncl de apreciar sino en loscasos p~úticnlares. La sociedad no podíit consentir

ese(~esapl'~pio indeferl1iillado, 8inp01181'Se en con­tradicción con sus más asenciales instifuciones,y sinreconocer en los ciudadanos la facultad de delogar lasleyes.

Esta p'l'l.hibición no se con trae á las leyes espe­ciúles que establecen los derechos y lasobligadonesde las partes, quieneS pueden conven,~ionalmentereglar, modificar y extinguir éstas 6 aquéllos, en­tonces lo njnsfadoen.el contrato es la leycle laspintes, artículo 1.097. Espermitido 11, cualquiera pe1'­;:lona capaz de obligarse renunciar el beuC'ficio quele cOllcedeul1a Jisposición .legal, de t\(~llerdocolllaregla: invito benefieiwJt non d({tlll', pcrodespués quelo ha adquirido, porql1e>yüseencnentra el] supa­himonio, y es enajenablecol1lo las COS~lS qne C')n1­

pquenaquél',a1'tíeulos 921 yL830.

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Erécenpa .. úti1. explicar que las leyes énircuyabservancia est4 interesado el orden público UQSQn

en Derecho Civil las- que se refieren simplementeá la paz ó á la seguridad política de la Nación. Elorden público significa en las leyes de este Códigoel interés general de la sociedad, que sirve de garan-tíaá los derechos de ls particulares y á sus relaciqnesrecíproca. No se puede, por ejemplo, renunciar elderecho de testar, de donar, de heredar, de prescribir,así corno tampoco las garantías individuales recono-cidas por la Constitución; porque, aunque talesdérechos perteneceiral ciudadano, son en verdadinstituciones sociales que impoita a la RepúblicaconserVar íntegras en iiteiés común de los.asocia-.......................................dos, á quiénes prohibd la ley que los renuncien prapreservarlos contra un error del n6mento, contrael apremio de la necesidad propia, la extorsión deun acreedor 6 el dolo de terceros inteiesados en eldespojo.

Po.i buenas costumbres entendemos las reglas .tra-dicionalmente establecidas conforme ,á,1adecencia,iahonestidadyla moral. La ley no considera ficazla obligación estipulada de andar desnudo, de pros-tituirse 6 coiromperse, de quebrantar preceptos lega-,les determinados, ni admite .taiñpoco la renunciaa priori d aciones .6 derechos creados con un finmoral. .. ,. .

Art. 5? 'Las leyes no pueden ser derogadas sino porotras ,leyes; y no vale alegar contra su observancia eldesuso, iii la costumbre ó práctica en contrario, , por antiguos y. universales que seiu.

"Las leyes se derogan'con las mismas formalida

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des establecidas para ancionarIas"; dice la Cons-titución. La palabra s'ancionar sé toma allí en elsentido de'-forn'iar.

La derdgatoria de la ley puede ser etpresa, cuandoasí lo declara el lgisladr, ú t(í(.ita cuando resulta delestablecimiento de disosi ci ones legislativas contra-rias, aunque. al dic.tarlas se hayaómitido mencionarla ley anterior.

Mas, en este caso deben tenerse siempre, presen- ,tes estasdosyeglas: 1 , que una ley especial no se1 eputa nunca abiogada i mphcitainen te por una' legcneial, 2 que cuando ui 1eyl1 sIdo dogadaCII SUS diSpDsici'Ofles PlilIciPales por una ley posterior,la derogataria se extiende í las disposicibues secun-darias de la ley anterioi,aunqiie nada se haya dichoSol)re ÓSO, consideriudol consecuencias de las otras.'

Tsaiiios iídistiuñneifte en cstelldfio los verbosal//o(/'Ir y (1e)o/ar, cbVigual sigtifica'dó, no obstinteque los Romanos les atril5uíí diveiscepciones,como se -ve do aquel aforismo : De.rojatu leji, din

7eIia1i ¿t po; abro qatur 1eji, ,iui- . pi'ors tollitur.La deroatoria indicaba: parte,r la.. abrogación todo.

j ( uo ó la costmibre eíi contrario, ni el desusopor largo que sea son poderosos í destruir la ley

-jj; qúe existe y puede er invocada por las pai'tesnientras ño sea derogada. Los usos locale.s.corn-'pletan í veées las disposiciones legales, como sucede1co el:- artículo 588. En .el Código de Comercio lascostimbres meicanti1es suplen ,tambiéu el silenciode la ley. ,, - 3

- En tesis generaL puedsostener.se, que todas las,leyes están siempre vigentes, en cuanto es verdad

•ØE - - E

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que los hechos, actos, derechos ':y obligaciones ide'los ciudadanos existen, se.deterrninan y extinguenconforme 6. los preceptos' legales bajo'cuyo imperio'nacieron. Las leyes derogadas viven ( en lo, pasado,lo (ua1 es una consecuencia innegable.del principiocontenido en" el artículo 3?.: de que lasleyes nuevas,no miran sin k lo futúro. . '. ' '. . ;..,

Art. 6? La autoridad de la ley se extieide '6. todoslos lla.I)itanteÑ (le la Rep6.blica, inclusos los extranjeios.

Este pieepto esta foimulado de una Maieia absoluta El Codigo Ctvil frances prefino' eii su ai-tículo 3?g est redacción : "Las leyes de"ólicíasegundad obligan a todos los que habitan el te'rito-no" El Codigo italiano,agtego en su aitícnlo 11 lasleyes, penales, í lo dicho por el francéS, y el Códigoespañol, de 1889 dijo:. "Las ,leyes penales, las depolicía y las de seguridad pública bligari todoslos que abit . 1territQrio español". , '

El concepto adoptado: en nuestro . Código esjuií-dicamnte' más cabal, poque comprende las 'leyes deordn' públieo, las' que atañen áJas buenas costum-bres -las'penales,las de poli'cíay seguridad, yenghral todas'kla leyes .imperativas, perrni.syas, ypróhibitivs que forrnan la. 'legislación de la Repú.blia; sin admitir en este 'punto'dírnite aIguno. 'Lapálabra 1ej}'se tórn'á 'aquí. en, i acépción más Jata,y in1 üde lós' drets, : rdei-iza, actos y dis-picidies aiitoiidades ednpeteites, qué tienenfuerza de ley, sin distinguir la calidad de lo'habitah-te sh ' iiioñales ' ó extranjeros. domici1iadosó no

'fíiéiis' óínoieS. ' Debem'dsconsiderar incluidas en el preéepto de este artículo

las leyes relativas á los actos del estado civil, al poderdel marido, de los padres y de los tutores, las queimponen la obHgaci6n de alimentos, prohiben lapoligamia, la esclavitud, los mayorasgos, etc.

Al mismo tiempo el texto de la ley venezolana es '"m.ás conforme con el principio de la soberanía nacio­

nal. Si las Naciones permiten en señaladas circuns- /tancins que una ley extranjera se cumpla en el tenito-rio propio es P01' con',eniencia ó por cortesía, camitasfjcJitiulI/, y renunciando en cierto mojo uan, parte desu sol).{'l'HnÍa, ante la cual no existe en rigor ladifercilcia de estututo.'; neados por la. doctl'iua .delD('l e(,ho intl'l'1lacional pl'iyado.· La fuerza l'xtratel'l'i­torial de la ley extranjera no es debidn sino al con­sentimiento ('xprcso (lel. legislador, que autoriza laapli('al'ián de elb, y que puede negarselo cuando ú

J¡i(,ll tenga, {¡ 1Í los Tratados públicos por loscunles"e ohligue la. Xaciún Ú pl'rmitir su aplicación,· de¡[('ul'nlo l'Ol1las dodl'illas sobrl'llicllas, Aun e11esos

('aso" lus jl1i'l'US(ldll'll apli(,:tl'la ley ll(wio wl, cuando

1Jnl)ic~l' dwla ~ohrC' la (~ual tlebe 13('1' la disposiciónlegal nxtL'all.iC'l'a aplil'ablv, ('¡ cuando l>stase 8ncon­tral'l' ('11 oposi('i(Yll l'Oll alguniL ley de orden púlJlicodl'l país, <1011l1ese· pl'L'temlu la aplicación de la leyextra njera,

La regla lle Derecho común ('s, pues, la que establecenuestro Código en este artículo, Las excepcionesque respecto de ('sto l)l'incipio admite nuestra legis­lación deben ser estrictamente interpretadas, parano herir lasobel'anÍa de la República.

Las únicas personas que están exentas de lajuris­dicción nacional son los Soberanos ó Jefes de Nacio-

30 -

nes amigas, que se hallen accidentalmente en el terri-tório, los Embajadores y agentes diplomáticos ex-tranjeros y las demás que por el Derecho público.gozan del privilegio de inviolabilidad. Los Cónsulesy otros funcionarios extranjeros, residentes ó tran-seúntes, están- sometidos á las leyes comunes.

Art. 7? Las leyes concernientes al estado y capacidadole las personas obligan 't los venezolanos, aunque residanó tengan domicilio en país extranjero.

Examinarnos en el artículo 3 los efectos de la.ley en cuanto al tiempo; vamos á apreciarlos ahoracon respecto al lugar.

El hombre, sujeto activo y pasivo del derecho, estásometido á las leyes bajo la triple relación de supersona, sus bienes y sus actos. De aquí los 'tresestatutos conocidos en el Derecho internacional pri-vado, y que sirven para, resolver el conflicto de las.leyes privadas de Naciones distintas. Primitiva-mente, la palabra estatuto se aplicó á las leyes ycostumbres municipales de una provincia ó ciudad,para distinguirlos del Derecho común, y los autoresantiguos la emplean cuando tratan de la colisiónentre leyes ó costumbres de diferentes regiones deun mismo Estado. De allí pasó como voz técnicaá la colisión de leyes naeinales y extranjeras

Estatuto personal es el conjunto de leyes que deter-minan el estado, la capacidad,' las relaciones de fami-lia, los derechos y.los deberes civ,iles d la persona.,con abstracción de los bienes.

Estatuto real el conjunto de leyes relativas á láscosas, su naturaleza, sus divisiones y condiciones,

-31 --su trasmisibilidad y enajenación, los derechos yobli­gacionesQuese establecen sobre las cosaS ó con'-- -

ocasión de ellas, servidumbres, privilegios, hipotecas,ete.

})statuto de forma de 70S actos. Explicaremos en elarticulo 9~ cuúl es éste, y b diferencia que hay entrela forma e,rtríll.'~eca y la forma intrínseca de ell08.

No existe est((tllto mi.rto en el sentido de que puedanreputarse reunidos en algún caso el estatuto lJeJ'sol/al

y el (8t((tuto rea7, Gomo pretenden algunos autores.'rollas las leyes de fondo se refieren ú las personas y¿í las cosas, poro llúmallse especia.lmente 7eyes peJ'­sO/lit/es las CIue tienen por objeto prillL'jpalé Ínme­diatolas personas, y 7e.l/Csr!'aTes las que se contraendiredallll'ntc ú las cosas. Varios publieistas dicenI'S/l/tlltO 1II¡,rto elque tiene por objeto lafol'lna delosnrto~, ¡·l <,ual es en 'tonlaa un tercet' estatuto, distintotIc los otros tIos,

Hechazan hoy algunos jurisconsultos por defi­cienk la tcorÍado los ('stl/tlltos, Ú ][¡ que se acusade no expresar con precisión y claridad la. diferencia(le las leyes antedichas: ,la usaremos, sin ombargo,ya porque con la explicación que dejamos .hecha,

nospal'cce bastante esa teorÍll, para aplicar los prin­cipios legales, ya pOl'queestá aceptada generalmente,y hasta ahora 110 ha sido reemplazada con otra fór­mula ó doctrinn, más exact~. Son á las veces de

complicada solución las dificultltd,:s que se presen­tan para distinguir si una leyes {le estatuto personaló de estatuto real, como que las personas ylascosasson objetos. del derecllo,y en todos los actos civilespuede tratarse directaó in.directamente de unas y

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otras. Nuestro criterio.en tal 1citcunstancia no debeser, sino investigar si la leyse . veneamina intrínseca-mente 4 . calificareLesta eloy capacidad de la perso-na, á la protección, seguiidad ó ejercicio de sus dere-chos propios, ó si el objeto esencial de la ley. es laadquisiciónó disposición de los bienes . de. Uere,chosrelativos •á ellos: ..En el .prine caso procederemoscon acierto, couiderando personal la .ley en cuestión,y llamaremos real la que se ei'uentre euel segundocaso. . -

Este artíulo,-así como el artículo 17, tiene porobjeto determinar el estit ato personal, cuya ex tensiónhemos indicado ya. A. este estatuto pertenecen ,lasleyes relativas í las condiciones de la persona, (1Uelos.iomanos comprendían bajo'el iiombre de eshi(lo,status: la libertiu.l, la nacionalidad y la familia., Eigulmentjie se teheteii L la cd id i qTei itidivíduo es capaz para ejercer derechos y contraer obli-gaciones, y t la e:-lad en que puede celebuir , inatt'i-monio á los iniiedimentó's de tste y las formalida-

'das para efectuarlo, lit valid, iiulidad 6 indisolii-bilidad ¿ll ' vínculo, los dereclios y Óbliga(ione qdel matrimonio 'provienen, la patria potestad, la td-tela, la adopción, l eínaneipción, l int6idicci6itotal ó parciil,-hi cacidadde adquirir por donaióñó por herencia, la de testar, doiar, enajenar y otiaseinejants. . .. -

El estatuto personal e funda jurídicamente ennactonalidctd y filosóficamente en que la persona civiles indivisible, orio la persona física. Sería .contra-io á la razón y áJa conveniencia pública que el hom-bre pudiese cambiar de estado,. cambiando .. de país;

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que en una Nación fuese capaz yen otra incapaz Para'el ejercicio de los derechos, inherentes ásu indivi-dualidad E, o equivalclua a poseer ' listrntas r)elso-nas civiles El estatuto expiesado puede cainbiai1con la nacionalidad en las Nctciones aonde pd'ia na-turalización en país extranjero e pierde la coiidició ji1

de nacional de unphís y se adquiéi' h d'ótr6. 'LaConstitución de Venezuli n'o iecÓ'noce ]a' pé1#,di,hila suspensión de la naeionali'1d venezolaína. 'éi'-i1iij

gún caso, y poi consiguiente losden cambiar u 'estatilto persono1,' sal v ló.presciitó 'el artículo 19. '. '

Si una persoña se encuentra' excepcionalmente r-vestida de dos nacioiialidades cbnforme 1a Cóutjtucione.sde dospkísés'distintos, : la 1.y de la Ntcióiien que. seeícuentre dterri'iinaiá cuál e él e't/titb'»ero)H1, que' ha 'de a€rii3uírsele.p'aa 'el' atÓ qii Uébh'efectuarse eh aqudL teiritorid.' oou e íi. 't í

Puede hallitrse ''en J el "so dilil D u 'jnque bib'ieidb' naido eü iiii iaís deadi's 'extrhji'os, teiga derech á lanaionalidiíd'por ñaiiiñéútóque le acuerda ,la Co,n,stitución dese•país, y.á la ia-cionalidad de sus padres, gúuJa. Constitución del.Pís d sos. En el coiiflicto de las dos nacionali-,.dades, po enientes uut de1 ,u It y otia delSaflyunus, la peisona epie'ada puede sei consideia-da nacional, en, éada: in o d aquellos paíes ' cuand se

'fl!'li '''•1 'L! 'Iencuentre en él, rqiié nitíguha Niici'óii está obli gada- . ' '' -' . ;' i f U'i.'a reconocer en su territorio el Imperio de una ley ex--q-- 4r'r-' 'W'T/) 2tranjera, que colide con laspya propia. Pero, si 'esaT','t'' •j r',- , JIj' (;jf'f4jjÇ 'persona se encuentra, en un pais,. que no es ni unoit . '1 •.t r'j ) 1: "i'j Ot l í'•i'

1 ff0' .' 4 ' 1'JcL

ni otro'dé id ieferidos,naeionalidadpoi la cual haya . o.ptad ú óte, deacuerdo con los derechos que le co'responden, y con-foime a las leyes del pa cuya naclonalld2d hapretendido o pietend 1

Si la peisona supuesta no pudiese rnvocarmugunanacionalidad, porque. haba :naci do en un país que noconcede á los hijos de extranjeros .la;nacionalidadpor nacimiento, á la vezqué. sus:padres liahíaIl.Der-(lifio su nacionalidad propia sin açlquirir otraalg.uha,el estatuto personal se regirá por la ley del domicilio,atento á que.nadie puede carecer de estatuto personal,siquiera no tenga ,patria, racippali.dad ó ciudadaníaen ,elmundo. Y la misma regla debería obser'arseen.eT caso antes indicado: de que, pudiendoescogerentre dos naionalidades seha1lar en un tercer país,y no quisiere ó se encontrare: intelectualmente' inpo-sibilitado (le optar por alguna, dadoque no'constaseque estaba en posesión de una., nacionalidad;determi-nada, poi actps expresos ó por .tácito.con sentimiento.

La nacionalidad fija el stttópei.sonal en 1s paí-seque tin'en una sola legisleiÓií ii1 bpar tdossus nacionales,oino'Fiancia, Italia, Venuela, etcEnel ciso Lontiai1onve pata deteirninarlo la leydel domicilio corno suced en la Giah Bretaña y"enlos Esta1os Unidos, donde cada una d las secioiiesque compnen la Nación posee léyes ci rj.ies internaspiopias Ai se explica porque algunos pubhcitasingleses y arneucanos 1 efieien el estatto peisonal eüla gneraliclad d los casos al doniciIiy noá ;l isa-

ionalidad.Consecuentes con el precepto legal que analizamos

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diremos, pues, que si, por ejemplo, un venezolano deveinte años de edad se. encontrase en un país etran-jero donde fuese esa la exigida para sr mayor, nece-sitana sm embargo cumpht los veintiun anos quee\]ge la les' venezolana pata dejai de set rneno Sien tal pais no sc ieconoe el estatuto pe sonal del etran .jero, el acto lebrado podrá si 'álid allá, perden Venezuela se reputará inficd.

Lo que exponemos sobre las personas natarales sentiende taiibién dé laspersouas ñwraies Ómrí(i1eas.La capacidad de ellñs se ha d•aprecia.r porlas leyesdel país en qu&han sido organizadas; peto el ejerci-do de los deichos que esas leyes les confieren estánecesariamente sometido á las leyes.del país,. dondequieran hacerlos valer. De lo que se sigue que elSt((t p ( fo personal de las entidades jurídicas no acoin-

paña pIenaineiiteá éstas çn cualquier otro país, comoc.oii las pe.Isona naturales acontece. Aquéllas nodeben su e\lstencvi sino a una hcciou (le lt le , mientras que éstas existen por í ininias, .y no dbeii la'le sino el ieeonociinient 10 ola ieglamentacion desusderechos. upengamos que una compañía anónimavenezolana, cue para existit jurídicamente no nece-sita entre nosotros de acto legislativo ni gubernativoespecial, pretenda ejercer derechos ó contraer bliaciones en un país donde tal autrizaeión sea menes-ter; aunque u personalidad deba ser reconocidaallíen coiifoimidad con los principios del Der€icho iliter-nacional privado., tendrá 4ue observar las formaIidades que allí se prescriben para el ejercicio de los de-rechos mencionados. .

Del propio modo procederiamos ei kTenezuela,si,

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ver1)O y gracia, estando prohibido por nuestras leyes(1ue ciertas corporaciones re1igioas adquieran bienesraíces, pretendiese una institución extranjera de ésaespecie adquirirlos en territorio venezolano, por-queen el país de su oIigen no existe üingun prohi-bioon en tal sentido Debeiiamos oponeile la leyprohibitia enezolana, que impide elejercic'o de esederecho en la República.

Cosa parecida sucede con algunos derechos jerte-necientes á las personas naturales en el desempeñode un cargo civil. La patria potestad, la tutela,, elpoder marital, etc., se rigen por el estatuto personal,pero ni el véuezolano en otro país, ni el extranjeroen Venezuela, pueden pretender que se les permita enel ejercicio de esos poderes una facultad que las leyesdel lugar prohiben. Demos el caso que un Venezo-lano pretenda que la autoridad imponga una penacorreccional á un hijo desobédiente: si allí no se-permite tal coirección no podrá reélainarla, aunqueen Venezuela sea un derecho popio de la potestadpaterna. Ni podrá un marido extranjero pedir laprisión de su mujer, porque la ley de su paíslo auto-rice para reclamar esa medida.

Terminaremos este comentario diciendo que losestatutos no pueden renunciarse, ni pueden los inte-resados fijar á su antojo el que quieran observar,porque son instituciones de orden público.

Art. 8? Los bienes nnel)1es 6 inmuebles situados en Venezuela, aunque estén poseídos por extranjeros, se regiránpor las leyes venezolanas.

He aquí el estatuto real. Cualquiera que sea el lu-- .---

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gar en que se encuentren, el nacional y el extranjero,detiófüfa de la República, están obligados. á ob-servar las leyes venezolanas en todo lo relatio aLdo-minio, posesión y demás derechos reales sobre bienessituados en Venezuela. Fúndase radicaliñen te esteestatuto en el principio de a soberanía naciona].Todo lo que se halla cii el territorio está bajo la ju-risdicción del soberano, al cual corresponde el ré-gimen tle la propiedad, con -exclusión de . todo podeiextraño. Los extranjeros no pueden invocar las le-yes de su país para adquirir ó disponer de bienessituados en Venezuela. poique menoscabarían las fa-cultades soberanas de la Nación para dictar leyes ciiesa materia, y podrían al mismo tiempo alterar elsistema político y económico establecido.

De la observancia de esas leyes nadie está 1ibr,siquiera sea una persona exenta de la j urisdicci6iinacional. Si un embajador, el Jefe ó soberano de utipaís mugo, umi Estado extranjero cualquiera preteude adquirir 6 transferir bienes sitwulos cii Venezuela,tell(lrú. que someterse t las leye. venezolanas ciitodc lo que se refiere ú- ellas y lo prol:)io para ejercerderechos reales sobre los mismos. Su1 embargo deiue la casa del representante diplomútieo de una Po-teiPia extranjera se reputa parte del territorio deésta, según ci Derecho píiblico exterior, y por eso esinvjolabl ; el edificio depnde de la ley nacional,aunque sea propiedad de la Potencia dicha, pues laficción de la e!te)1ifOJí(I/i(7a(i 110 iiesvid. ú.a en maneraalguna las reglas del Derecho civil y sólo tiene iorObjeto asegurar la inviolabilidad del personal de laem bajada 6 legación, sus amehi vos, papeles, etc., á

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fin de que los agentes diplomáticos extranjeros pire-dan cumplir su encargo con absoluta garantía.

En virtud de .este precepto, el extrarjero propieta-rio ó poseedor de bienes en Venezuela no podráestablecer sobre ellos cargas, servidumbres, gFaváme-nes, hipotecas, etc., contrarias á la ley venezolana,so pretexto de que son conformes á la ley extranje-ra de que el otorgante depende, ni someterlos á ma-yorazgos ni fideicomisos no permitidos por jiuestrósCódigos. 'Esos bienes pueden ser embargados, rema-tados y ejecutados judicialmente, y están sujetostambién á expropiación por causa de utilidad públi -ca y á impuestos y contribuciones, como si fuesen po-seídos por venezolanos. De modo que al morir elpropietario extrnjeeo, su herencia en cuanto á. isbienes situados en Venezuela, se regla por la ley ve-nezolana. Caso de conflicto entre ésta y la ley delpaís del propietario prevalecerá la ley de la situa-ción de los bienes, para determinar el orden de suce-der, el derecho de los legitimarios, la cuota disponi--ble, etc., advirtiendo que para fijar la porción dichaen cuanto al extranjero, que dispone á titulo gratúitode bienes situados en Venezuela, se tienen solamenteenconsideración los que posee aquí, como si ellos nada,más formaran el patrimonio de la sucesión.

En este punto nuestra legislación no da lugarduda. La capacidad de adquirir por herencia perte-nece seguramente al estatuto personal; el derecho quese puede' adquirir en los bienes héreditarios al esta-'tuto real. Supongamos que un extranjero es incapaz.ó indigno de heredar por la ley de su nación, no po-drá ser heredero en Venezuela: supongamos que por

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aquella ley está Í":.1erade los grados en que se permitela sucesión ab-intestato, y por la nuestr8, es herede­ro, deberán l'econocérsele los derechos hereditariosque concede nuestra ley. Allá se trata de calificarlapersolla misma" acá se trata de la distribución delos bienes entre las personas que son llamadas por laley. Vice versa, si la ley venezolana no ac1n1Íte lasucesiól1 infestada en el gradó que l(j,ley extranjerala establece, el ext1'alljel'O no heredará en la Repú­blica, por esp respecto; poro, si por nuestl'::t leyes in­capaz ó indigno de heredar el que nolo es por la leyextl'anjm'a, deberemos' atelwl'ÚOS Ú lnley wleionalsiempre que let incapacid:ul ó indignidad proceda deuna disposición (le ol'(1eu público, porque ninguna leyextranjera puecle prevaleeel' sohr8 el inte1'és generaldel1iaís. '

°,'111'1'0 n en la práctica otros casOs como éste, quono pueden 1'e801\'(,l'S(;sino con el concurso del estatuto

pPl'sollol y' el cstr¡tllto )'('(11; por eje]})[>10,el usufructolegal y];¡s hipotecas (da \'0 l' <1elos ineapaces.

El I/wfi'/lcto sobre los bienes tld hijo se gobiernapor el estatuto pel'sonal tlel pa(he en cuanto deter­mina la patlü potestad y los r1ereehos que de ésta sederhTan; pero la obligación qUe pesa sobre los hijosen eso selltido tiene quereglarse por el estatuto real.De suerte, que si 103 bienes se hallan situadost'n unpaís donde llU su rec~ouoce el .usufl'Ueto legal, el juezterritorial puede negarleaeción al padre para recla­ma1'10s frutos de aquéllos; ysi allí está permitido elüsuft'ucto, mientras que el padre nC) goza de ese dere­Dho por lit ley de su origen, el juez expresado puede

. negarle tanlbiél1 JU,lac(;ión álos frutos.

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Igual cosa sucede con las hipotecas que la ley cons-tituye en seguridad del menor, el entredicho y la mu-jer casada. Necesítase que estén de acuerdo la leydel estatuto personal del menor ó incapaz que les daderecho á la hipoteca y la ley del lugar de los bienesque admite en tales casos aquel gravamen en resguar-do de las personas reféridas. Milita la misma reglacon el réginze dotal. -.

El artículo que estudiamos sólo mencionaba éu elCódigo anteiior los bienes inmuebles, pero es induda-ble que los bienes muebles se gobiernan igualmentepor el estatuto real, pues unos y otros son cosas, res,y por tanto es muy racional la reforma que en estadisposición se ha hecho igualando para los efectoste ella los bienes muebles é inmuebles.

El Código civil francés no quiso dar una reglaprecisa sobre los bines muebles, porque respecto deestos se conocen diferentes sistemas en el Derechointernacional privado y ha dejado á los Tratados pú-blicos y á la Jurisprudencia la tarea de resolver elpunto. Nuestro Código había incurrido en igualomisión. En ese estado era menester hacer una dife-rencia muy trasceudeiital para la aplicación de la ley.Los biefles muebles pueeu considerarse individual ócolectivamente. Cuando se trata de una ó varias co-sas en particular, todas las legislaciones están deacuerdo én juzgarlas subordinadas á la ley del lugar,en que se encuentran situadas. Así, la posesión, laadquisición, los eotratos, los privilegios, la ejecuciónjudicial y en suma todos los derechos establecidos, enfavor de los propietarios y de térceros sobre las cosasnebles antedichas, se rigen indispensablemente por

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la ley mencionada. Los muebles, por ejemplo, queun extranjero poseer en una casa alquilada están su-jetos al privilegio que la ley local, concede, y pue s nser rematados para el pago de los alquileres, comi losde cualquier ciudadano.

Pero, la doctrina no es uniforme en las leyes inter-nacionales cuando las cosas muebles se considerancomo una uziversalidad, lo cual acaece en las suce-siones. Los Códigos y la Jurisprudencia preconizanu distintas Naciones tres sistemas diversos, con más

ó menós apoyo de los antores: uno que acepta laley del domicilio del propietario, lex domicilii; otroque admite la ley del lugar en que están situados losmuebles, lex rei sita, y otro finalmente que se fundaen la ley de la Nación del propietario, lex oriyin.is.En todos se trata del estatuto real, aunque haya di-vergencia acerca del país, á cuyas leyes reales se so-meten los bienes muebles predichos.

En sentir de niuchos publicistas, es e,rrónea la opi-iiión de los que han creído que en materia de suce-siones testamentarias ó intestadas debe regir el esta-tato personal para los bienes muebles, basados enque la herencia representa la [)eIsona del finado, quelas cosas muebles se consideran adheridas al poseedor,por lo que han de cleterminaise con relación á la leynacional del difunto. No cabe duda que el estado ycapacidad del (le CPJS deben apreciarse por su estatu-to personal, pero los bienes de cualquiera naturalezaque sean tienen para su régimen leyes distintas delas relativas á las personas.

De los tres sistemas enunciados, el primero es elseguido eii Fraticia, Inglaterra y los Estados Unidos

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en la generalidad de los casos resueltos por los tribu-nales, conforme á la regla: Mohilia sequuntur perso-nain, la cual supone que los muebles se hallan dondeest( el propietario y se rigen por las leyes reales de sudomicilio. Este era también el nuestro por el artícu-lo que antes contenía nuestro Código, según liemosdicho.

El Código italiano se ha desprendido de esa doc-trina, y ordena teiniinanteinente que para los bienesmuebles se observe la ley de la nación del propieta-rio, lef orajins, y el . Código español de 1889 ha san-cioiiado el mismo precepto, y, á mayor abundamiento,ambas legislaciones declaran que ias sucesiones legí-timas y testamentarias, lo mismo en lo que se refiereal orden de suceder corno ít la entidad de los dere-chos hereditatios y la validez intrínseca de lasdisposiciones, se regulan por las leyes de la Nacióná. que pertenezca la persona de cuya herencia se trata,cualesquiera que sean, los bienes y el país en que seencuentren. Este sistema envuelve una abdicaciónde la soberanía, sobre todo en materia de inmuebles,porque éstos hacen parte del suelo nacional ó estíLnadheridos á él, y admitir tocante á ellos las' leyeshereditarias exranjeras, que son leyes reales, es reco-nocer dentro del territorio propio el imperio de unapotestad extraña, en contradicción con el principioque los Códigos civiles italiaño y español aceptande que los bienes inmuebles se rigen por las leyesdel país en que ttn situados, quien quiera quesea el poseedor.

sistema tiene una' impot'taute ventaja, y esla de establecer la indivisibilidad de Ja sucesión, que

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se determina por una sola ley, mientras que. ls otro&dos exigirán en ocasiones la aplicación de leyes diver-sas, puesto que e} lugar del domicilio y el de lasituación de los inmuebles y los de estos mismospueden ser diferentes, y fuerza será entonces reputardividida la herencia en distintas sucesiones.

Algunos Códigos de los Cantones suizos, el de Ba-viera. y el de Luisiana han adoptado el sistema dela situación de los bienes, lex rei sitas que es hoyel nuestro, sin distinción de muebles ó inmuebles,y que es sin duda la regla. que. está llamada á triunfaren las legislaciones modet nas, corno sostienen eminen-tes jurisconsultos.

En el conflicto de disposiciones legales de dos paí-ses, uno de los cuales reclama la ley del domicilioy otro la del lugar de la situación, prevalecerá éstaen el caso de estar situados los bieiies en jurisdiccióndel paÍs que sotiene esa iey ; mas si estuviesen situa-dos en otro país distinto. omo cuando se tratasede un conflicto entre la ley del (lomicilio y la delorige, sería preciso pasar por lo que ese país resol-viera, en razón del derecho que cada Nación poseepiia (leei(iir soberanamente sobre las cosas que seencuentran siquiera sea de r{tnsito en su territorio.

E i el caso de (lesherencia, la Nació ti en cuyo teiri-tono se hallan los bienes mortuorios, muebles ó in-muebles, tiene el derecho (le hacerlos suyos, porviltUd de la soberanía. Tal es la opinión de nota-bles publicistas para quienes el punto jurídico no esde sucesión sino de propiedal territorial, de dominioeminente. Siempre que conste que no hay herederospor la ley que rija la suceión, prevalecerá el derecho

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de la Nacióji donde están situados los bienes, aunquela herencia se hubiera regido por la del domicilioó la del origen. -

Art. 9? La forma extrínseca (le los actos entre vivosy de última voluntad se rige por las leyes del país endonde se hacen; pero los venezolanos, así como los ex-tranjeros domiciliados en Venezuela, podrán seguir las dis-posiciones (le las leyes venezolanas, en cuanto á la mismaforma extrínseca cuando el acto sea otorgado ante lempleado competente de la República en el lugar delotorgamiento.

En todo caso la ley (le Venezuela, que haya establecidocomo necesaria una forma especial, deberá ser cumplida.

Locus regit actun. La ley del lugar, como la leydel tiempo, rige el acto, es decir, la forma del acto.La formas de los actos son intr'ínseas ó extrínsecas.

Las primeras se refieren al estatuto personal ó alestatuto real, según tengan en mira el estado y lacapacidad de las partes, ó la naturaleza de los bienes,su disponibilidad, los requisitos esenciales para lavalidez del acto, las consecuencias que de él se deri-van, etc., las segundas se contran á lo exterior delacto, á su estructura como instrumento, á la maneralegal de celebrarlo ó efectuarlo.

Es útil recordar que en un acto ó contrato puedenencontrarse tres especies (le elementos, que concurrená su creación jurídica: 19 los de forma extrínseca,y son, por ejemplo, el escrito en que consta el acto,el carácter y competencia del funcionario que lo pre-sencia ó autoriza, las coiidicioues materiales del do-cumento, las firmas de las partes, y en general lasformalidades que la ley nQ ha prescrito comi solem-

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nidades esenciales para la validez del acto: 2? losde forma intrínseca, verbo y gracia, el registro cuandola ley lo exige bajo pena de nulidad, las formalidadesnecesarias para el perfeccionamiento del acto, comola aceptación y la notificación en las donaciones, elreconocimiento de las firmas en los testamentos pri-vados, las que son menester para que un incapazpueda adquirir ú obligarse, etc.: 3? los relativos á lacausa ó á la materia del contrato, que bien puedenllamarse elementos de fondo, com la rz6n deter-minante de la obligación, la cosa y el precio y otrascircunstancias esenciales.

Cuando la ley dice aquí acto nó se concreta álos documentos, instrumentos ó escrituras etc. Actosignifica también en el lenguaje de las leyes hecho'Jurídiro, es decir, un hecho de que pueden nacerderechos y obligaciones, y es natural que se reglenen cuanto á su manera de ser externa por. la lebel. Si, verbo y gracia, la ley del lugar en que seefectuó un negocio civil ó comercial no requería quese formalizase por escrito, la forma verbal será laque corresponde á su validez, y no podrá ser im-pugnado de nulidad en otro país porque allí se exijaen casos iguales la formalidad de la escritura.

Los venezolanos tienen la facultad de observar laforma extrínseca, prevenida por las leyes venezola-nas, cuando acuden para el otcrgamiento de un actoen el extranjero al Cónsul de la República, y eesa circunstancia bastará que sea venezolano unode los otorgantes para que el acto sea valedero enVenezuela. Este favor se lo otorga igualmente lareforma hecha en este artículo al extranjero domici-

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liado en Venezuela, que se encuentra accidentalmentefuera del país, considerando que puede ser para lapersona expresada más fácil cumplir las leyes venezolanas que las extranjeras, que probablemente noconoce. El acto será asimismo válido otorgado con-forme á los requisitos ordenados por la ley del lugar yante las autoridades que sean competentes allí, perola ley venezolaua puede exigir una forma espeialpara la validez del acto, y entonces es obligatoriapara los otorgantes cualesquiera que eau. La for-malidad se convierte en tal caso en una solemnidadin trÍn se ca.

Si, p01» ejemplo, uii venezolano, 6 u1n extranjerodomiciliado en Venezuela, ha otorgado en Franciaun testaiiiento o1ó[J) »(I» ro, que nuestra ley no reconoce;si ha contraído matrimonio meramente eclesiásticoen un país donde es esa la forma de su celebraciónel testamento y el matrimonio son perfectamenteválidos en Venezuela, y producen todos sus efectosciviles. Mas, si ha otorgado una donación, celebra-do capitulaciones ni atri mon iales, constituido hipote-ca de bienes situados en territorio venezolano, etc»,en forma privada, esos actos no son eficaces aquí,aunque en el país donde se hicieron no se exijanmás requisitos, porque nuestras leyes imponen elregistro de la escritura en el lugar de la situacióndel inmueble, como solemnidad esencial.

Los derechos y obligacione que manan de loscontratos se rigen universalmente por la ley dellugar en que los contratos fueron celebrados, lex locicon tractus. Así lo imponen la conveniencia recíprocade las partes, y el deber que tienen las Naciones de

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hacer iespetar los compromisos pri vados de sus ciu-dadanos con los de los otros países. Pero, la ley.expri'sada iio se. sobrepone. n,i ít las que componenel rJd(IIllfo perso)iai de los contratantes, ni á las quse relieren á los bienes situados en otro lugar, que

rige el e4atato real. La capacidad de los contratan-tes se estima l'or su ley pisomtl, y el modo de ad-quirir ó trasmitir bienes muebles ó inmuebles p01

la lev territorial. Los ilererl,'m Jw)sO/wl"S nacidosde las obliaeiones de dai, hacer 6 no hacer soii losque se rean púr la le del logar precita1o. APYa5Ceste Iriii c i piO CII la racional presuncióii de que loseont i'atan les la iiovíau y que á ella, han queridosoiiietcrse cHa ti 1 se b1 igar Hl.

Igual es el pri Ii cil >i ( t eiii te á los cai.i con

iii lI/i? 1/luN! (lui!!ON. 1 t lut luni es la única quepuetb' dut etiti i tun las ol digaciones civiles que de esosllerlioS se del1V ii, si cuI'liere la neesida'l de re-dama r su cii ¡np! iii i ien tu eh ot ¡0

\u ol lstaiI le, est a regla tiene Varias excepciones:1? •uaiuTo el. coiit ¡ato dci e e uuijd i rse en otto país:

ciltulices debe ¡11 fei'irse, p01 el cotitiatio, quelas liirtes t uvie 111 la iiitenci6ii de rei i la couveii-

e lebrada 1 or la lev del lugar de la ej ceución? ciiaiido el cou trato es opuesto á las leyes de

orhi i niblicu y las buen as costumbres en el lugardonde se exige su cuinpliiiiiento : 3? en cuanto álas exeepeiuiies dilatorias que puedan oponerse á laaccion resultante del contrato, respecto de las cuales'se atenderá siempre á la ley del lugar, en que sepide el cumplimiento de la obligación : 4? en elcaso de qu dos extranjeros hayan contratado en

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un país, donde estaban ambos de tránsito, es pre-sumible que tuvieron presente la ley del domiciliodel obligado; y 5 cuando el acto ó contrato se hacelebrado en país extranJero, con el único fin deeludir dolosamente la ley del domicilio de algunade las partes.

En materia de reslución, (le rescisión por lesión úotros vicios, de revocación y nulidad, de indeinniza-ciones por daños y perjuicios, se siguen las de la leyloci contractas, y lo propio en cuanto á. los interesesestipulados ó acordados por la ley. Los medios depago y extinción de la obligación se deciden, en gene-ral, por la ley del lugar donde es exigible el pago. Lanovación por la del en ciue se efectuó, porque cou ellase sustituyó la obligarión primitiva. La sub ogaciópor la del lugar donde se hace valer. Las excepeione

perentorias deben en opinión general (le los autoresresolverse por la ley del lugar del contrato. iRespec-to (le la prescripción liberatoria existen diversos pare-ceres, pero la doctrina más acreditada es la de quedebe rcgirse por la ley del domicilio del deudor dondese le exije el pago. La prescripción adquisitiva por

la ley rei sita.Agregaremos que un acto puede ser válido por ra-

zófl(le su forma extrínseca perfecta., iio haber nadaque objetarle por su forma intrínseca y ser nulos lospactos que contenga por estar en oposición con lasleyes del estatuto personal ó real, con las relativas álas obligaciones ó ls de orden público.

Haremos por último mención de que los actos deprocedihiiento, ejecución y competencia se rigen porla ley del lugar en que • se radica el juicio, lex fon.

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Los tratadistas distinguen las reglas concernientes á- la sustanciación y á la sentencia en dos clases: lasordenatorias que se refieren al procedimiento propia-mente dicho, y siguen la ley expresada, y las ¿lecisórias,entre las enales se cuenta la admisibilidad de los me-(lios de prueba, que se gobiernan por la del lugar delcontrato, loci coñtractus, porque son parte en realidadde los derechos que aquél ha conferido á los contra-tantes. -

El principio locus reIit actum se aplica también álos actos de comercio: la fuerza probatoria de loslibros de comercio y otros documentos mercantiles,por la del lugar donde han sido llevados aquéllos óformalizado éstos, si es el mismo en que se efectuóel hecho litigado. Cuando son diferentes prevalecela del lugar del contrato, y en cuanto á la época ymanera de su presentación en juicio la lexfori, por-que se trata entonces de una formalidad de simpleprocedimiento.

Art. 10. Los lapsos de años ó meses se contarán (lesdeel día siguiente al ¿le la fecha del acto que da lugar alla l)So, y concluirán el día de fecha igual á la del acto, delaflo 6 mes que correspon(la Iara completar el número dellapso.

El lapso que, según la regla anterior, debiera cinnplittseen uii día (le que carezca el mes, •se entenderá vencido elultimo (le SC mes.

Los lapsos de días ú horas s contarán desde el día úhora siguiente á los en que se ha verificado el acto que dalugar al lapso.

Los (lías se entenderán de veinticuatro horas, las cualesterminarán á las doce de la noche.

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Cuando, segiiii l; l&y, dela distinguirseei día de la no-che, aquél se entiende desde que nace hasta que se pone elsol.

Etas misniasreglas Son aplicables á la coniputación ¿lelas fchas y lapsos que se señalan en las obligaciones ydemás actos, cuando las partes que cuellos intervengan nopacten ó declareti otra cosa.

Las reglas establecidas en este artículo sdn útilespara evitar multitud de difiertitades' que se piesentanen lospaísesdonde la ley las ha omitido, y la Juris-prudencia se ha visto obligada á su plidas en sucesi-vas decisiones.

Si el 2 de octubie de este año se otorga un documento eií que el deudor se comptoriiete á pagar unacantidad determinada de (linero dentro de dos mesesde plao, se entenderá vencido éste el 2 de diciembresiguiente : si se fijaron ds años, el 2 de octubre delsegundo año próximo venidero: si el 30 de noviem-bre se estipula el término de tres meses vencerá el28 'de febrero que sigue, por ser el último día de esemes.

En el término ó plazo no se incluye nunca el día enque enpieza á coirer: el día eñ qüe expira perteneceal plazo, de suerte que si se trata dé una obligación,étano es exigible sino el siguiente día, porque elúltimo corresponde todo al deudor. Lo mismo su-cede con el lapso qu tiene el acreedor para impedirla prescripción.

IJn lapso de horas es distinto de un lapso de días,aunque aquellas equivalgan á un número determina-do de éstos. Cuando la ley concede, verbo y gracia, se-ten tidJs horas, para efectuar el examen de las cosas

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trasportadas, da menos que cuando acuerda el equi-valente de tres (lías. Las iiorasse empiezan á contardesde la siguiente al recibo y concluyen al completar-se el número sobredicho. Las cosas fueroii entrega-das el,luues L las diez de la mañana., el término expi-va el jueves í' la misma hora en que han tracuriidbtre veces veinticuatro lioris, igual setentidós. Si lalev acordare tres (lías, eqnivaleites ( ese número dehoras, el plazo aealiar' el jc'es las 12 de la noche,que oncluyc el último día, daría catorce hoias

El día natural se cuenta de las 12 (le la noche á las1 2 de la noche, como lo alvierte ahora el artículo.(uent.a veinticuatro horas y es menor que el día as-/,o,o)mico. El día artificial 6 ciii! es el que se estimapor el t Ielnl)o queel sol esti en el liorizóiite, y es va-viable seúii las latitudes y las estaciones del año.1aiísinia vez se toma en las leves como niedida 6 uni-dad de t ieWl)O.

1s IaItes pueleii alterar, por eldusulas especialesen-las obligaciones que contratan, la eOnhl)Utaci ') fl delis fechas y lapsos por los cuales deban regirse aqué-1hs. Les es permitido fijar el punto de partida ó ehel que se repute finido un término de meses, días yhoras. Puedeii declarar que el día art,ticwl ó eoil secalcularíL pOi un meridiano determinado, etc. Cuan-dO nada han est.i piilado SOl)re 'sas circunstanciasquedan sujetas £ lo queen este arTículo se preeeptia.

Art. 11. El idioma legal es el castellano. Las oficinasPúblicas no podrán usar otro en sus actos ; y los libros (leCuenta- (le los conierciantes, banqueros, negociantes, empre-

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sanos y dennís industriales deben llevarse en e mismoi(liOlfltL.

La disposición de este artículo no anula los actos 6documentos otorgados', fueia de las oficinas públicas,por personas particulares en idioma extranjero, docu-inentos ó aptos que deberán ser traducidos al caste-llaio, por int&prete jurado, para obrar civilmente.

Los libros de comercio, así eprno la corresponden-cia mercantil, no pueden hacer prueba en juicio, sihan sido llevados cii lengua extranjera. Este artícu-lo extiende el precepto á los libros de cuentas de losempresarios é industria]es, aun cuando no sean co-merciantes.

Art. 12. Las disposiciones contelli(las en los Códigos yleyes nacionales espcciales se aplicarán con preferencialas (le este Código en las materias á que ellas se contraigan.

De modo que el Código de Comercio, el Código deHacienda, las leyes de minas, tierras baldías, etc., seaplican con preferencia en los casos especiales, que áesas materias corresponden. No comprende esa es-pecialidad la Constitución de la República, cuyospreceptos prevalecen sobre todas las leyes generalesy particulares en los puntos que ella resuelve.

Hallándose, pues, en colisión el Código Civil conotro Código ó con alguna ley especial, debe observar-se la disposición especial. aun cuando no se haya de-clarado la colisión por la autoridad competente.Respecto de la Constitución es indudable que 110 senecesita la declaratoria de colisión, según su artículo16, cuando la ley es contraria á los derechos indivi-dual es garantizados á los venezolaiio.