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AL, IV Aigecirna 19 Febrero do iiiiS fL&Xi 71G raltar ORGANO DEFENSOR DE DIARIO LIBERAL IMDCPB1DIS1TC LOS INTERESES GENERALES DE LA REGIÓN Y DB L O S D E ESPANA EN AFRICA Gerente, Antonio R. S. Ometti & Dlreeior, Pedro L. Marhf Don Niceto, el troglodita Huelva y su provincia, protestan con- tra este hombre nefasto para la historia de España. Sus determinaciones, inspiradas por la traición, han sido la mayor ruina de E s - paña, pues ante su poder, ni los trenes cir culan, ni el servicio de transportes tiene coordinación, ni nada de lo más necesario a la vida nacional puede prosperar; pues él solo atiende a cuanto sea ayudar a los Imperios Centrales en sus fines de arrui- narnos sin lucha. Ni el mal recibimiento de sus compa- ñeros en sus reuniones, ni la protesta de toda España, ni cuanto Huelva dice con- tra él, son razones suficientes en su raspo- sa epidermis para que se marche a su casa Le es preciso, servir a Alemania, ser su esclavo en contra de la Patria española, y se agarra cual pulpo mezclero donde sus traiciones pueden tener éxito. [Qué vergüenza para España consentir esto! Mientras subsista será tiempo perdido el que se gaste enviando Notas a Alemania, a fin de que respete nuestra soberanía. D?- Anrelio Forran Loinaz MEDICINA EN GENERAL E a fer medi lea de la infancia Coi saltai de 1 a 3 en Sanidad del Pu ;r to. Ayl3D8Me!ófouo n-° 25— Algoeiras DE LA EMBAJADA BRITÁNICA . Desmiotiendo una falsedad De la Embajada de Inglaterra hemos recibido la siguiente nota: «En el «Ideal Gallego» de la Coruña, del 17 de Enero último, con el título de «Otro Gibraltar», se reproduce en parte y se comenta un artículo publicado algunos días antes en un semanario de Vivero so- bre «El ferrocarril de la costa», o sea el de Gijón-Ferrol, tan deseado como necesario, en aquella comarca. En esos artículos se lanza al público la verdadera patraña de atribuir a manejos de Inglaterra la tardanza de la construc- ción de la citada vía férrea, y se afirma co- mo precedente, y con el testimonio del res- petable Sr. Fernandez Latorre (ya falleci- do) que la carretera de Barqueros a Vares no »3 construía en aqusl tiempo en que era director de Obras públicas, porque «no lo consentía la Embajada inglesa». . Aunque es bien conocido el origen de la fábula, y evidentes los fines persegui- dos con la publicación de tan absurdas y calumniosas imputaciones, esta Embajada de S. M. británica cree un deber el des- mentirla formalmente y lamentar que ta- les cosas puedan publicarse, por- regla ge- neral, impunemente. De todas suertes, el Gcbiberno de S. M. Regimiento de artillería desfilando ante el general Boisscudy Foto Información el Rey de Espina sabe muy bien a que ate hérse en esa y en otras cuestiones que a diario se pretenden explotar en contra de Inglaterra, sin que para ello exista el me- nor asomo de razón». ONS'JITAS DIARIAS : : 12 á ? Cf I» TIF3E l^-. - J 'J M S - 1STVJP.1Z. 1 = 5 = CADIZ Ciencia y estrategia aéreas Lar aviación ha realizado grandes pro- gresos durante la guerra. Algunos de ellos son resultado de laboriosos c íleulos jjrose- guidos en el silencio de los gabinetes. No cabe suda de que el problema de l a defensa de las ciudades contra las incursio nes nocturnas de las escuadrillas aéreas es de gran dificultad. Los pájaros alemanes emprenden su vuelo a la caida de la no- che, elevándose a 5.000 metros, antes de que la luna salga, «por obscura silentia», como decían los latinos, A esa altura, su- perior a la del «Mont Blauc», y protegidos por las tinieblas, es muy difícil apercibir- Be de su presencia y su paso solo se advier te por el ruido de sus motores, a veces tan apados que casi no se oye. Cuando, descubiertos los aviones, se advierte a la gente el peligro, por medio de las sirenas, el pitido de éstas suele ya coincidir con la caida de los primeros pro- yectiles. Claro es que inmediatamente, roínpen el fuego las baterías de defensa y salen los aeroplanos de persecución. Pero como los alemanes lo único que se propo- nen es causar destrozos, una vez que ajro- jan'los proyectiles, huyen precipitamenda- te, volviendo a perderse en las nubes del cielo. Contra estas barbarás incursiones, hay dos procedimiento*, que los críticos mili- sares franceses han denominado estrategia defensiva. Consiste la primera en buscar a los alemanes en sus ciudades del Rhin, bombardear sus campos de aviación 3' des- truir las bases de que parten para sus raids. Y consiste la segunda, como su nombre lo indica, cri prepararse conve- nientemente para impedir la llegada de los pájaros alemanes, Los ingleses han preconizado, que la protección más eficaz contra los zeppelines* gotas, albatos y demás aeronaves, consiste en el establecimiento de u n fuego de con- tención denso y continuo. Es 'evidente, que la defensa será tanto más.fuerte cuan- to las baterías antiaéreas sean más nume- rosas y cuanto que los emplazamientos de ellas esten mejor escogidos. Sin embargo, este fuego de contención producé princi- palmente un efecto de intimidación,según resulta de las experiencias inglesa, pero en realidad no tienen verdadera eficacia, por- que resulta muy difícil, sino imposible, rodear las poblaciones en circulo de lla- mas. Para conseguir esa eficacia, es preciso recurrir a la caza aérea de aparatos. Com- binados los dos medios pueden producir muchos mejores resultados. Así, pues, des- de que llega la noche, pueden las baterías romper un fuego continuo, y a l mismo tiempo, lanzarse los aviones de caza al cielo, evolucionando siempre dentro del círculo de fuego de batería. De este modo, cualquier avión que penetra en ese círculo, se encontará con otros aviones que ,inme- diatamente entablarán con él una lucha' cuya superioridad es indudable, y'en cam- bio los aviones de caza no se exponen a su blanco de las baterías, como sucedería, en el caso de que saliesen del círculo de Esta combinación es la única que pue- de producir resultados verdaderamente eficaces. Claro es que continuamente se están estuiiando medios nuevos y nada tendría de particular que el día menos pensado surgiese un nuevo Wells, un nue- vo Julio Yerne y descubriese, de plano, la solución del problema. Cosas mas difíciles se han visto en esta guerra, donde no pa- rece sino que todos los talentos del mundo se han puesto a contribución de las devas- taciones y de Las ruinas. La estrategia aérea es, por el momento, un problema sin solución. Pero mas difícil era la aviación estable y se solucionó satis- factoriamente, "de manera que no sería es- traño que también lo segundo se descu- briese. Conocida la causa, es fácil calcular el efecto y; en muchos casos, precaverse él. A evitar los perniciosos efectos de l a aviación alemana tiende ahora' Francia, cuyo alto mando, de acuerdo con acadé- micos de reconocida competencia, estudia los medios eficaces de evitar que los aero- planos alemanes destruyan ciudades abier- tas y causen la muerte a sus pacíficos ha- bitantes. Salvador MUÑOZ DB. PEDRO BODTHBLIER Consulta de 12 a 2 y de 7 a 9 Medicina general Enfermedades de garganta, nart{ —0— yoido —()— Plsza de la Cocttltución, 11.—Princi- pal, zquierda.=ALjECIRAS

AL, IV raltar

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AL, IV Aigecirna 19 Febrero do i i i i S f L & X i 71G

raltar O R G A N O D E F E N S O R D E

DIARIO LIBERAL IMDCPB1DIS1TC L O S I N T E R E S E S G E N E R A L E S D E L A R E G I Ó N Y D B L O S D E E S P A N A E N A F R I C A

Gerente, Antonio R. S. Ometti & Dlreeior, Pedro L. Marhf

Don Niceto, el troglodita H u e l v a y su p r o v i n c i a , protestan con­

tra este hombre nefasto para l a histor ia de España.

Sus determinaciones, inspiradas por la traición, han sido la mayor r u i n a de E s ­paña, pues ante su poder, n i los trenes c ir c u l a n , n i e l servicio de transportes tiene coordinación, n i nada de lo más necesario a l a v ida nacional puede prosperar; pues él solo atiende a cuanto sea ayudar a los Imperios Centrales en sus fines de a r r u i ­narnos s in l u c h a .

N i e l m a l rec ibimiento de sus compa­ñeros en sus reuniones, n i l a protesta de toda España, n i cuanto H u e l v a dice con­tra él, son razones suficientes en su raspo­sa epidermis para que se marche a su casa

Le es preciso, servir a A l e m a n i a , ser su esclavo en contra de l a P a t r i a española, y se agarra c u a l pulpo mezclero donde sus traiciones pueden tener éxito.

[Qué vergüenza para España consentir esto!

Mientras subsista será tiempo perdido el que se gaste enviando Notas a A l e m a n i a , a fin de que respete nuestra soberanía.

D?- Anrelio Forran Loinaz MEDICINA E N G E N E R A L

E a fer medi lea de la infancia

Coi saltai de 1 a 3 en Sanidad del Pu ;r

to. Ayl3D8Me!ófouo n-° 2 5 — A l g o e i r a s

D E L A E M B A J A D A BRITÁNICA .

Desmiotiendo una falsedad De l a E m b a j a d a de Inglaterra hemos

recibido l a siguiente nota: «En e l «Ideal Gallego» de l a Coruña,

del 17 de Enero último, con el título de «Otro Gibraltar», se reproduce en parte y se comenta u n artículo publ icado algunos días antes en u n semanario de V i v e r o so­bre «El ferrocarr i l de l a costa», o sea el de Gijón-Ferrol, tan deseado como necesario, en aque l la comarca.

E n esos artículos se lanza a l público l a verdadera patraña de a t r i b u i r a manejos de Ing laterra l a tardanza de l a construc­ción de l a c i tada vía férrea, y se a f i rma co­m o precedente, y con el testimonio del res­petable Sr . Fernandez Latorre (ya fa l l e c i ­do) que l a carretera de Barqueros a Vares no »3 construía en a q u s l t iempo en que era director de Obras públicas, porque «no lo consentía l a E m b a j a d a inglesa».

. A u n q u e es bien conocido e l origen de l a fábula, y evidentes los fines persegui­dos con l a publicación de tan absurdas y calumniosas imputaciones , esta E m b a j a d a de S. M . británica cree u n deber e l des­m e n t i r l a formalmente y lamentar que t a ­les cosas puedan publicarse, por- regla ge­nera l , impunemente .

De todas suertes, el Gcbiberno de S. M .

Regimiento de artillería desfilando ante el general Boisscudy Foto Información

e l Rey de E s p i n a sabe m u y bien a que ate hérse en esa y en otras cuestiones que a diar io se pretenden explotar en contra de Inglaterra, s in que para el lo exista e l me­nor asomo de razón».

ONS'JITAS DIARIAS : :

EÉ 12 á ? Cf I» TIF3E

l ^ - . - J ' J M S - 1STVJP.1Z. 1 = 5 = C A D I Z

Ciencia y estrategia aéreas Lar aviación h a realizado grandes pro­

gresos durante l a guerra. Algunos de ellos son resultado de laboriosos c íleulos jjrose-guidos en el silencio de los gabinetes.

No cabe suda de que e l problema de l a defensa de las ciudades contra las incurs io nes nocturnas de las escuadri l las aéreas es de gran d i f i c u l t a d . Los pájaros alemanes emprenden su vuelo a l a caida de l a no­che, elevándose a 5.000 metros, antes de que l a l u n a salga, «por obscura silentia», como decían los lat inos , A esa a l t u r a , su ­perior a l a del «Mont Blauc», y protegidos por las t in ieb las , es m u y difícil aperc ib i r -Be de su presencia y su paso solo se advier te por el ru ido de sus motores, a veces tan apados que casi no se oye .

Cuando , descubiertos los aviones, se advierte a l a gente e l pel igro , por medio de las sirenas, el p i t ido de éstas suele y a co inc id ir con l a ca ida de los primeros pro­yectiles. Claro es que inmedia tamente , roínpen e l fuego las baterías de defensa y salen los aeroplanos de persecución. Pero como los alemanes lo único que se propo­nen es causar destrozos, u n a vez que a jro -jan ' los proyectiles, huyen prec ip i tamenda-

te, vo lv iendo a perderse en las nubes del cielo.

Contra estas barbarás incursiones, hay dos procedimiento*, que los críticos m i l i -sares franceses han denominado estrategia defensiva. Consiste l a pr imera en buscar a los alemanes en sus ciudades del R h i n , bombardear sus campos de aviación 3' des­t r u i r las bases de que parten para sus raids. Y consiste l a segunda, como su nombre lo i n d i c a , cri prepararse conve­nientemente para i m p e d i r l a l legada de los pájaros alemanes,

Los ingleses han preconizado, que l a protección más eficaz contra los zeppelines* gotas, albatos y demás aeronaves, consiste en el establecimiento de u n fuego de con­tención denso y cont inuo . E s 'evidente, que l a defensa será tanto más.fuerte cuan ­to las baterías antiaéreas sean más nume­rosas y cuanto que los emplazamientos de ellas esten mejor escogidos. S i n embargo, este fuego de contención producé p r i n c i ­palmente u n efecto de intimidación,según resulta de las experiencias inglesa, pero en rea l idad no tienen verdadera eficacia, por­que resulta m u y difícil, sino impos ib le , rodear las poblaciones en c i r cu lo de l l a ­mas.

P a r a conseguir esa eficacia, es preciso recurr ir a l a caza aérea de aparatos. C o m ­binados los dos medios pueden producir muchos mejores resultados. Así, pues, des­de que l lega l a noche, pueden las baterías romper u n fuego cont inuo , y a l mismo t iempo, lanzarse los aviones de caza a l cielo, evolucionando siempre dentro de l círculo de fuego de batería. De este modo, cualquier avión que penetra en ese círculo, se encontará con otros aviones que , i n m e -diatamente entablarán con él u n a l u c h a ' cuya super ior idad es indudab le , y ' en cam­bio los aviones de caza no se exponen a su blanco de las baterías, como sucedería, en e l caso de que saliesen del círculo de

E s t a combinación es l a única que pue­de produc ir resultados verdaderamente eficaces. Claro es que cont inuamente se están estui iando medios nuevos y nada tendría de p a r t i c u l a r que el día menos pensado surgiese u n nuevo W e l l s , u n nue­vo J u l i o Yerne y descubriese, de p lano , l a solución del prob lema. Cosas mas difíciles se han visto en esta guerra , donde no p a ­rece sino que todos los talentos del mundo se h a n puesto a contribución de las devas­taciones y de Las ru inas .

L a estrategia aérea es, por e l momento , u n problema s in solución. Pero mas difícil era l a aviación estable y se solucionó satis­factoriamente, "de manera que no sería es-traño que también lo segundo se descu­briese. Conocida l a causa, es fácil ca l cu lar e l efecto y ; en muchos casos, precaverse dé él.

A evitar los perniciosos efectos de l a aviación alemana tiende a h o r a ' F r a n c i a , cuyo alto mando , de acuerdo con acadé­micos de reconocida competencia, estudia los medios eficaces de evitar que los aero­planos alemanes destruyan ciudades abier­tas y causen l a muerte a sus pacíficos h a ­bitantes.

Salvador MUÑOZ

DB. PEDRO BODTHBLIER Consulta de 12 a 2 y de 7 a 9

Medicina general

Enfermedades de garganta, nart{

— 0 — yoido —()— P l s z a de la Cocttltución, 11.—Princi­

pal, zquierda.=ALjECIRAS

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Alemania contra España

(POR TELÉGRAFO) U N A R T I C U L O D E L «TIMES»

Londres , 1 5 . — E l «Times»dice , refirién dos3 a La reclamación española sobre los torpedeamientos lo siguiente:

L a t i n t a de l a Nota d i r i g i d a por el ( h i ­bierno español a A l e m a n i a protestando centra el saqueo y destrucción del «Giral­da» , no se h a secado aún, porque debe con t inuar húmeda para ocuparse del caso del «Ceferino».

E l «Giralda» hace e l 56 navio español h u n d i d o por los alemanes.

L a s pérdidas inf l ig idas a l a flota comer c ia l , española por el «aliento alemán» son de algo más que u n navio por semana, .y representa en e l tonelaje destruido 190.000 toneladas de más 52 buques españoles.

E l Gobierno español protestó- en cada uno de esos 56 casos, y jamás «su amiga» se dignó dar satisfacciones a España*.

Por regí» general A l e m a n i a se l i m i t a s implemente a acusar recibo de las pro­testas o a una respuesta evasiva hecha ver-balmente por embajador alemán en M a ­d r i d .

U n a sola vez eontestó más extensamen­te, y fué cuando e l «Patricio» se hundió por e l ataque de u n submarino alemán, y entonces el Gobierno alemán dio su p a l a ­bra de honor de que e l ultraje no se repe­tiría nunca , pero esa pa labra de honor, pa ra proteger a l comercio de cabotaje espa­ñol, vale tanto como los juramentos de A l e m a n i a para protejer a Bélgica.

Los capitanes de los submarinos cont i ­núan hundiendo buques españoles, y el Gobierno español redactará m u y pronto u n a Nota para B e r l i n , puesto que y a debe ser maestro en ese arte.

Se creía que l a Nota del «Giralda» se­r i a más enérgica que las anteriores, pero nadie en M a d r i d parece haber creído que A l e m a n i a no h a y a hecho otra cosa que e l acuse de recibo de costumbre.

Londres , 15 .— Dice «The Bimes»: : L a destrucción del «Ceferino» const i tu­

ye por s i sola, u n a contestación suficiente­mente demostrativa de que A l e m a n i a con­tinuará tratando a los españoles como con tinúa tratando a los débiles, o sea con arrogancia.

E s a nación valerosa, siempre orgullosa de su pasado, se ] ind igna con justa razón por los ultrajes y los insultos que se l a i n ^ fr igen en tan gran número, pero los espa­ñoles están d iv id idos sobre e l modo en que conviene proceder frente a esos i n s u l ­tos.

Unos quienjn reparaciones y garantías para e l porvenir , y quieren apoyar su pe­tición en l a amenaza de romper las re la ­ciones.

E l conde de Romanones deseaba y a , cuando l a destrucción del «San Fulgencio» enviar nota enérgica a Berlín, pero fué obligado a d o r m i r .

E l bloque reformista, republicano y so­c ia l i s ta está de acuerdo-con el omde de Romauones, pero el señor Dato y los con­servadores sólo le apoyan con t imidez , mientras que M a u r a , los clericales y los periódicos mi l i tares protestan contra se­mejantes medidas, encontrando excusas en las hazañas de los submarinos y d iscut ien­do con ca lma en que casos los alemanes pueden destruir los buques de cabotaje es­pañoles.

Natura lmente , esas gentes t i emblan ante l a idea de enfilarle¡una Nota rigurosa; pero los ministros y sus amigos políticos tienen otras razones para proceder ante semejantes medidas.

A l e m a n i a p o d r i r ceder ante l a proteBta enérgica, como lo hizo ante l a firme pro­testa ríe l a República A r g e n t i n a . Eso sería satisfactorio para España, pero "enfadoso para u n Gobierno en vísperas de elecciones, puesto que el conde de Romanones demos­traría que tenía razón y que los que le de­rr ibaron estaban equivocados.

Por otra parte, a lemania podría con­testar insolemnemente y en ninguno de esos casos el Gobierno podría presentaras ante su país bajo favorables auspicios.

A s i es, pues, m u y probable que el G o ­bierno cont inuara temblando ante el águi­l a a lemana, has ta que esté seguro de que los aliados l a h a n cortado las garras.

FÍ<;URA"S S ÍI>EAS R O S A , L A D E L A S P U P I L A S N E G R A S

H e andado ante los vetustos edificios de u n a c i u d a d que atesora su encanto de c i u d a d coquetona, con las bellezas magas de sus edificios que parecen reyes, y con sus m u r a l l a s que parecen gigantes cabal le ­ros que durante l a noche, y en s i lencio , esquivan epopeyas y agrandan los miste ­r i os .

L a s calles me han visto pasar y se h a n cal lado. L a s farolas que en to­das las calles y todas las ciudades son es­trel las, h a n parpadeado una luz tenue que de cada pórtico h a hecho una sombra y de cada sombra u n danzarín...

H e paseado m i tristeza de Quijote s in Dulcinea-, y en m i paseo nostálgico no he encontrado nadie que] me diese consuelo; n i ningún encanto que me seduciese. C u a n do el coracón de u n poeta que ama mucho l l o r a ; solo unas pup i las profundas, negras y alucinantes pueden abordar l a triste­za y convert ir la en canción-

M i s pasos h a n sido precipitados: Todas las noches suenan los tacones i n ­

solentes de m i s viejas botas, con e l seco r i tmo de u n fantasma caballero que ansia y busca ojos que hab len de amores o boca de mujer que a l besar suspenda en e l espa­cio la extraña fuerza de las a lmas . . .

Soy u n poeta del que se r i e n los c h i q u i líos provincianos con esa du l zura sensacio­n a l que podrían tener a l ver regresar de l a Bohemia a cualquier estrafalario norhe ciego...

E s t a noche hace e l frió de u n inv ierno - que amenaza a los pobres como u n c r i m i ­

n a l . L a s visagras de tanto balcón s i n flo­resta, se han ajustados herméticamente. L a s punt iagudas piadras del pav imento , se dejan besar por las sacudidas de u n a

-br isa serrana que aterra. A l ánimo de una puerta hay u n h o m ­

bre que paree» enfermo busca el calor p a ­ra- e l cuerpo y a l i v i o para e l a l m a . . .

Me he rendido de caminar s in encon­trar ese algo tan desconocido que me hace andar por todas las calles de todas las c i u ­dades, y que no me detiene nunca .

Por mis melenas h a n caido gotas frías de u n sudor que es l a nieve de l a l m i . Tras las ventanas no he podido buscar nada porque todo era silencio y oscur idad . . . .

» Miré a l cielo para recibir )>esisde l a \un \ que son besos puros de novia que no miente, y el c W o estaba encrespad! en una reata de nubes somlirías...

E n u n í b i s i l i c a cayeron tr s golpes que l legaban m u y lejos y que sonaban con una música larga y fina y empujando l i puerta de u n café busqué otro m u n d o donde espe rar algo o encontrar consuelo.

Sabed que en aquél café alegre y m a ­drugador sirvióme u n pa l ia t ivo corporal , una Teina, que juguetea con el amor con una ingenuidad enorme, y que quizá el amor sepa a lguna vez juguetear con e l l a .

Uno» veladores cubiertos por hombres que buscan apetitos de bestia y que no encuen tran goce del espíritu jamás. B r r e a n , be­ban y se engañan ellos misinos , con e l flir­teo galante de una mujer que tiene cora­zón, pero que sabe el arte de escamotear sentimientos y de distraer a bobos... .

Y o me quedé solo en u n velador c i r c u ­lar . Bebí un vaso de leche. . .

Fumé u n c igarr i l l o y m re a l techo pa ­ra distraerme de aquel ambiente.

E n t r e tantos ojos que m i r a b a n m i extra ña si lueta, bullíeron unas p u p i l a s negras m u y negras que decían no se que raras le ­yendas de amor . . .

E r a n pup i las ino lv idables de u n a m u ­ñeca que le l l a m a b a n Rosa, que tenía las manos de l i r i o y los pechos dulces como los panales de m i e l .

Oí su r isa y comprendí que era r i s i ta de camarero que busca y engaña a l c l iente . Miré fijamente en esos ojos, y e l la s i n co­nocer que yo era poeta, me miró con l a as­tuc ia de u n a pecadora que siente con el ru ido del dinero.

M i cansancio aumentó, sus pupi las de diosa, eran las pupi las que yo basqué t a n ­tas noches de invierno-

Hablamos u n rato. Y o le confesé m i condición de caballero aun a guisa de r i d i culo , entre gentes que n i saben de corazo­nes, n i sienten sus sonrisas n i sus despre­cios. . .

Rosa, esa l i n l a camarera , que debió nacer para re ina , dio con e l fulgor de sus pupi las en el a l m a . Abandoné e l café y le prometí u n recuerdo, que b ien puede ser un í tristeza del poeta que sueña y sueña por sus pup i las negras que las encuentra en u n café entre e l reir cana l la de borra­chos y pecadoras.

Bonifacio G A R C I A . M a d r i d Febrero 1918. .

D E A L E M A N I A

Mwlmlento huelguista i i

Sobre l a extensión y e l alcance de las huelgas no cabe todavía juzgar de f in i t i va ­mente, conforme a l a «Albeiter-polítik» de Bremen e l número de obreros en huelga a rraiz del arresto de D i h m a n n subía en Berlín a 800.000. Y a solo por l a c a n t i d a d las últimas huelgas rebasan en i m p o r t a n ­cia a las que las precedieron en los do i úl ­t imos años. Pero, lo mas signif icativo a consignar aquí no es el número sino l a ac­t i t u d , e l estado de ánimo de los huelguis ­tas. E n los barrios extremos de Berlín se hizo frente no solo a l a policía, sino a las fuerzas de l a guarnición. E n H a m b u r g o las masas, s in esperar a que l a policía, co­mo de costumbre, las provocara batieron a l a policía en ret i rada. Fué necesario e l envió de u n par de regimientos para d o m i ­narlas .

Y en Sajonia a u n nadie sabe lo que o w r i ó ; mientras de las otras ' ciudades pr inc ipales se h a tenido u n a información más o menos detal lada (a veces l legada has ta Suiza b u r l a n d o el control de l a censura) de L e i p z i g , e l centro i n d u s t r i a l de Sajonia cuyas fuerzas obreras h a n sido siempre s in las de l a H a l l e las radicales del Imper io , y donde L iebknecht cuenta con más p a r t i ­darios, nadie ha podido obtener noticias concertadas. L o que hace suponer que allí pasó algo cuya crónica, n i a u n convenien­temente adulterada por l a agencia YVo l f f , le convenia las autoridades d ivu lgar .

E l Gob lerno h a terminado con e l m o ­vimiento, acudiendo a u n a v io lenta repre. sión. Que e l procedimiento es poco sabio lo demuestra l a posición adoptada por l a prensa burguesa frente a las medidas g u ­

bernamentales. Periódicos como l a «Gaceta de Francfort» y «Las últimas Noticias» de M u n i c h c r i t i can severamente l a política represiva. L a burguesía a lemana comien ­za a sentirse incrédula de l «patriotismo incondicional» de las clases trabaja doras . .

Arrestado D i h m a n n , acaso el «leader» capacitado para l a dirección de u n m o v i ­miento revolucionario entre todos los de l a oposición a l emana , con los eme se h a ­y a n d i s t inguido en l a agitación enviado ; —como otras veces—al frente, las huelgas h a n visto su fin. Pero a través del t iempo acaso no sea imposible que devengan e l prólogo a l a h i s tor ia de l a revolución a le ­mana. S i n excedernos en opt imismos so­ciológicos, aún no percibiéndola cercanas nosotros no podemos menos de recordar hoy lo que Rosa L u x e m b u r g , antes de ser encarcelada, nos decía una vez en Berlín, en 1916: «A ningún pueblo cabe suponerle para siempre esclavo y condenarlo por meras divagaciones teóricas y raciales a l a impotenc ia para hacer frente a l ejercicio in justo de l a fuerza es u n a i n f a m i a mayor aún que l a guerra». Y Rosa L u x e m b u r g , entonces casi sola entre los suyos, me ase­guraba que e l la todavía tenía esperanza en l a masa obrera del pueblo alemán.

A D E L A Y O .

Z u r i c h : Febrero

De, las próximas elecciones E n nuestro est imado colega «Diario de

Cádiz» llegado anoche, leemos una intere­sante información, referente a l acto de l a proclamación de candidatos que se verificó el pasado domingo en l a cap i ta l de l a pro­v i n c i a y reproducimos algunos párrafos, a continuación:

; «Tanto en el salón donde h a de cele­brarse l a J u n t a como en los pasi l los se for m a n animados corros donde con más o me­nos viveza se suceden los comentarios.

Se comentaba que el revuelo político se propague a Algeciras donde este- año no habrá artículo 29.

A l entrar en el salón don José L u i s de Torres lo rodeo u n grupo de caracterizados políticos de d is t intas procedencias.

E l señor Rodríguez P inero recuerda cuando en 1913 calificó en plena sesión de l a J u n t a del Censo, de acto de j u s t i c i a l a proclamación de Torres por el ar t i cu lo 29.

N o solo no h a n var iado las cosas—de­cía el batal lador político—sino que Pepe L u i s ha acrecentado cada d i a más su pres­t ig io . E s u n candidato popular y mis a m i ­gos, a pesar de encontrarse en campo d i a -metralmente opuesto, no lo utilizarán, y s i hay l u c h a no votarán en contra de T o ­rres.

E n otro corr i l l o decía jov ia lmente don L u i s J . Gómez: «El ar t i cu lo 29 de A lgeo i -ras viene y a a ser algo t r a d i c i o n a l . Dos ve­ces pude yo i n t e r r u m p i r l o y no lo hice».

Decían otros que para nada constituyo u n secreto lo que ocurre. Se trata de u n ac to exclusivamente personal s i n relación a l ­guna con l a política puesto que el único grupo que en Algeciras , no tiene organiza­ciones es e l núcleo de don Santiago A l b a , quien ha dispuesto que Torres, retrase u n a semana l a posesión del acta que tiene ga­nada en buena l i d .

— L a m e n t o — d e e i a en u n grupo don José L u i s de Torres—que no me dejen l i ­bre e l campo no por mí sino por las mo­lestias que produce a l d i s t r i to s i n finali­dad práctica para nadie, u n a parod ia de elecciones».

L o probable es que m i contr incante , para el que tengo grandes afectos y todo género de respetos y consideraciones, con-

Page 3: AL, IV raltar

sidera c u m p l i d a su misión u n a vez que haya imped ido hoy m i proclamación.

N o prestaba crédito a rumores c i r c u l a ­dos en a lguna población, sobre que deter­minados elementos, a quienes nadie h a concedido beligerancia, hubieran recibido instrucciones para promover determinados sucesos, lo c u a l carecía de f inal idad y no alteraría l a expresión de l a vo luntad del d is tr i to .

Pero por sí acaso me doy por notificado de lo que tales rumores entrañan y me preparo con serenidad de ánimo a hacer frente a cualquier incidente aislado.

Verán ustedes=terrninó dic iendo—co­mo no pagará en el distr i to de Algeciras otra cosa que darme l a satisíacción'de pro­longar ocho días mas m i estancia entre aquellos amigos que. tanto y tan inmerec i dómenteme dist inguen, más que con apo yo político, con afecto de convecinos, s i n preocuparme de m i filiación, que es lo que menos les importa».

Anoche, reunió nuestro f u t u r o d i p u t a ­do, en l a Sa la C a p i t u l a r , a numerosos a m i gos políticos, pronunciando ante ellos, u n •brillante discurso, en e l que, con acertada expresión de conceptos hizo suc inta re la ­

ción de cuanto es y representa l a lucha electoral del próximo domingo.

Interpretando fielmente e l pensar uná­nime del d is t r i to , consideró que el acto rea lizado por los que han entorpecido l a pro­clamación por el ar t i cu lo 29, es reflejo de una animadversión personal is ima y age na por completo a todo problema político, y a que e l señor A l b a , carece en absoluto de fuerzas políticas, en el d is tr i to de A l g e c i ­ras, y tiende con su inop inada ingerencia solo a produc ir una inútil y necia moles-t¡i , a l cuerpo electoral.

E n euaoto a los absurdos rumores pro . paladog por ciertas gentes, anunciando es­cándalos y violencias, e l señor Torres en­tiende que son pura fantasía, recomendan­do a todos sus amigos l a mayor templanza ante esas improbables provocaciones para usar en último trance de l a energía que dan' l a razón y el derecho, contra e l atro­pello y l a baratería.

P o r nuestra parte, volvemos a recomen­dar a todos los electoras del Dis tr i to , la efi­caz fórmula, de hacer responsables 4e to­da bravuconada o desplante de matones a lqui lados , a los inductores o inspiradores que, t i r a n l a p iedra y esconden la m i tío.

I n t o r m i o i t i i a D; n u e s t r o aerViOio Teefónfoo.teegráfioo y Radiográfico

NOTICIAS COR TESAN Y3

Las elecciones

E n los coatí os políticos, tod s los coméntanos se refiesen a los diversos incidentes olcctorales,

E n el Congreso, se han recibi­do ya diez actas.

Se habló ayer de un acuerdo entro los libérale-* para formar un Gabineto do c m ientracion, entrando a formar pacto del mi-nistOiio 03 Sres. A ba y Vi l la -nueva, yendo a la presidencia del Congroso. Romanónos,

Dato, apoyaria esta situación. Se reunió la J a n ' a del Conso

de la Coruüa, proclamando va­rios candidatos y sin qno fuora aplicado el articulo 29

U n rogiona'.ista se retira de la lucha.

Jubilación

H a sido firmada la jubiíaei n del Piesidento de la Audioncia de Córdoba, don JOBO Tello.

Accidente

A.1 ontrar en el Asilo de las Trinitarias el automóvil qu con dúcia a £. M. la Reina Victoria, uno* tablones que cubrían un po zo, FO hundieron, atascando la parto trasera del auto,

L a Reina, dcscoudió dol coche con gran serenidad, rosultando ilesa por fortuna.

Do l a Victoria, ropartió comi­das a los pobres asilados, que le tributaion una gran ovación.

Cuando el regio automóvil pa raba on la Guindalera, un indi­viduo ¡levando un rollo do papo-tes on la mano, intentó avalan-zarse al auto, pero fué dotenido rápidamcn fe, por los circunstan tes,

D i j o llamarse Francisco Varo-la, asegurando que intentaba ha cer entregi de un mom^rial.

VtSi'a palatina

L )s compañeros da S M. el Rey, oo promoción dol arma de I n f m e r f a ostuviero i ay._r a cumpamontarle y exp es \x su gratitud por el retrato que los ha dedicado.

D o n Alfonso conversó con e los o r.üoamente, recordando quo o n c e compañeros, de la mis ma prona ción fallecieron en F i li pinas y Afiica

Después los acompañó para ir a cumplim n'.ar a d ¡ñi Cris­tina.

Los cornisi onados, la besaron la rasilo y al llegar el turno a V>. M . ol Rey. la Reina Madre, se sorprendió por q io se había apercibido de su presencia.

E l Monarca, exclamó: —Señora; 'a ofrezco mis ros-

petos en unióa do mis co o paño-ios y quo soy uno como ellos.

Doña C istina, lo abrazó efusi­vamente.

PRO-VINCI S -

Se agra a Soriano Valencia.—Se ha empeorado

Rodrigo Soriano, a consecuen­cia do habérsele infeccionado la heiída.

Se ha celebrado consulta de medíce 8

Una do las heridas, le deja al descubierto la carótida.

H a n sido detenidos doi indivi­dúes que facilitaron Jas señas del agresor. A la cárcel

Zaragoza.—Ha sido traslada­do en concepto do preso, al hos­pital ol maquinista Hornán ez,

responsable de la reciente catas trere ferroviaria.

Este individuo, se neg iba a abandonar su domicilio, alegan­do que estaba herido. Notas catalanas

Barcelona.— E l Sr. Ventosa está siendo muy visitado por nu morosas comí-iones.

Ayor marchó a Tarragona, vi sitándole una comisión de vini cultores de Villafranca¡dol Pana déí, para pedirlo quo so active ol tratado do exportación de vi ­nos para Francia e importación do azufres italianos.

Tedi s los candidatos de Tarra goaa han publicado una hoja protestando do la propaganda oficial que hace el Ministro de Ha iion la ea favor de los candi­datos regio jalistas.

P o r la n)cho, marchó el señor Ventosa a Madrid.

So c rje quo en esta semana sa rá la vaneado el estado do guerra en B reo.'ona-

A media mañana se suprimie­ron las precauciones que se ha­bían adoptado ante el temor do la huoiga general.

Definí ti vamonte, se considera • alejado el temor de un paro g j neral.

t X T a A N G S R O

E i avispero Roso Petn g ado^=So ha suicidado

K a ! o di no". B o r n í , — b a reanudado el

estado do guerra entre Rusia y Alo • ania.

Aus 'ria , inhibo su íntervon-c ón en esta sjgunda fase dol conflicto.

Petrogrado - Se ha desarro la do un tiemendo cjmbato entre maximaliütn y cosacos.

Hay más do 3.000 uiuerLos y hoi idos.

Los cos.ic s, marchan sobre Petn g ado.

Es pos blo quo ol J a p m intor-v o r g i ou la guerra.

L mdre.).= Esta mañana los Canmdionsos efectuaron un raid contra las trincheras enemigas corea do. Lons, regresando sin tonor baja. B anbardoo onemigo en el lío Souch z.

Palí-t. =* Efccluamos raid al Noir e'to y Esto do Roims cap turar do a'gunos prisioneros Gran act vidad recíproca por parte de la árti'lería en Cham­pagne. 'Nu-atrás ba'orías enfila­ron y desfilaron Una poderosa concentración de tropas onemi-gas al Sud do Doumoire.

L a Agencia Router sabo que el ministro Holandés rn Berlín ontregó a Alomania e[ día 12 un aviso de un mes do que Inglate­rra tomará. represalias por el asunto d i ci pitan Scholtzo y-el t'iuionto Woolacy. Aún no so ha rocibido contestación.

Paiíi. Dur nte toda la no che continuó muy activa la l u ­cha de artillo! ía particularmente

en el sector de Rutte de Mesnil. E l día 13 capturamos en este sector 177 prisioneros. Violento bombardeo durante la noche en la derecha del Mosa y el Woevre. fin la noche del 12 nuestras ae­ronaves arrojaron 4 500, k i l o ­gramos do esplosivo sobre las es­taciones ferroviarias de Jhion-vilie, Conflaas, Quety, Sablone y Chamblay cr usando incendios y espiosio^cs en las dos últimas.

Jcrma!om =Homos avanzado nuestra línea en un fondo de dos millas y en un frente do seis mi-lias atravós de la aldea Mukh-mas y el Noroeste de Jerusa-lem.

Londres,—Ocupamos Mtarika on ol valle Lujond* el día 3. E l área al O.sie de Lújenda ha si ­do limpiado de! enemigo.

Coponhaguo.=Un telegrama de Bor.in dice quo han llegado a Alemania represontantes de los gobíeruos Austríaco, Húnga ro, Búlgaro y Turco para discu tir cen el gobierno alemán la cuestión de los vivero».

E n la mañana del 16 un sub­marino alemán rompió ol fuego contra Dover a las 12 10, conti­nuando 3 o 4 minutos.

Las batorias de tiorrajabrió ol fu "'go y entonces el enemigo ce­só de disparar, después de haber bocho 30 disp iros.

Las victimas son una criatura muerta, tres hombros, una mu­jer y tres criaturitas heridos.

Los daños a la propiedad son muy ligeros.

Heroplanoa navalos ofectuaroa un raid sobro el depósito do Z i -ydwvge arroj indo muchas bom­bas y observando un inconlio.

Tadas las máquinas regresa­ron en salvo.

U n aparato alemán aterrizó intacto dotrás de las líaotsing'o tas, siondo sus ocupa ites hechos prisioneros.

D u r a n t o l a noche arroj iraoi müchrvs bombas sobre los aparta deros ce Menin y la estación fe­rroviaria, como también sobre los aeródromos y acuartelamien tos.

N o t i c i a s B U E N V I A J E

H a n marchado para Tánger B. A.. II. e l Pr inc ipe Alfonso Henr iques de Braganza , Duque de Oporto y su bel la esposa.

Deseamos a los regios viajeros, u n feliz viaje.

E N H O R A B U E N A Hemos sido favorecidos con u n a m u y

galante invitación, para asistir a l a boda de l a E x c m a . tita. Esther J . L e v y , con e l E x c m o . tir. D . Moses J . L e v y , ambos con­trayentes, de l a m u y d i s t i n g u i d a f a m i l i a de los señores L e v y , de G i b r a l t a r .

L a ceremonia n u p c i a l , se celebrará en l a Sinagoga «Shaaré Tikva» de L i sboa e l día 8 A d a r 5678 (20 de Febrero de 1918).

Agradecidísimos por l a fina atención, hacemos presentes nuestros votos por l a eterna f e l i c idad de los jóvenes esposos y de sus m u y estimados parientes.

Típ. do C. Gamboa.

Page 4: AL, IV raltar

NOTAS UTILES GOBERNADOR MILITAN DEL CAMPO DE GIURALTAR

Ex-rao. Sr. D . José V i l ' a ba R i -quelme

JEFE DE ESTADO MAYOR D . Luis León A p a r a l ' gui Horas de des >acho, d : 11 a 13

Calle de Nicolás S 'merñn JUZGADO ' NSTRUCCION

Jucz:ü Mariano R o d nO P d g n e u x Audiencia, d i 10 a 1 - fonso X [ .

A CNTWÍtEV l'O

A l c a ' d e : .]). Bmil io . Mori l la Salinas Secr-tario; D M .nuel Pérez I'ctinto

Ofici a, o-, 10 =. i3 JUZGADO .MUNICIPAL

J u ' z : D . Jo e V i d d t a Secret rio; O- Cristóbal G ó m e z Despicho de 10 1 3 - lfonso X I i CURA P\RROC© t).' Cayetano G u e r r a Melendéz

Archivo parroquial, de 14 a 17 ,ADUANA

nspector: D-Juan Or- 'cñez Qá eres > c m ni trador:f>. Salvador G i l ( on ór.-}®-:é S ¿macana

ÜANCO DE ESrAÑA Director: D . Enrique Ortiz Cast.iño Secretare, p . Rafael V i g ñ e g ' a G a r c h de 1 s Bayonas CajerorD. Emilio Fernández Suarez Horas de oficina,de 10 a i4>"agasta

J U N T A DÉ OBRAS DEL PUERTO

Ingeniero: D . C a s t c R"< dripuez del Valle. Presidente: D . Juan Forera*.

Oficina, de 10 a 17 C ^ l e López CAMARA DE' COMERCIO

Presidente; D . José J j a n a ' s R o u - a . Secretario: D . Juan Pérez A r r ct\ Ófi:ina de 13 a 15 Nicolás Salmerón

COMPAÑIA A. TABACOS Jefe del Resguardo: D . José de A r miñan y Pérez, Teniente C o r o n e ! dé Infantería; Jefe de la 7ona de H u e r cal-Overa — Oficina de 11 a 13 y de 16 a 19 Cánovas del Castillo 2 r

ADMINISTRACION Jefe: D Francisco Rojas . Oficina de 11 a 1 4 — A l f o n s o X I 23

COBREOS Administrador: D . 'Antonio Solís.

©ertificados y valores declarados,de 8 a 8 3o de I3 a 14 y de . 1 a 22. Domingos de 13 a I 4 y 2 1 a 22. Giro postal, de 11 a I2 y de 15 a

17 Domingo *,de 11 a-12. A;>ir i d o y i s t i , d ' 8 a 8--.41Í, 15 a 1 7 y I 9 - 3 0 a JO 30. Paquetes posiales. de ]5 a 17=D^> mingos, de ' 8 a 8 45 Caja de a h o r r o - , de 15 a I 7 . — D o ­mingos, de 11 a 12. Reclamaciones , de l f i a 19

TELEGRAFOS S ^ i v x i o permanente; cal'e R o c h a , REGISTRO DE LA PROPIEDAD R - g i s t r a d o r ; O. Francisco V a z q cz R >sa'es =r)esoach r >, de l o a 16

Cal le Rafael de M ro NOTARÍAS

L i c e n c i a d o : D José J i m e ez l'rie o Cánovas del astillo

L c d o . D Manuel Bedrnnr y d : L a i r a z R e g i n o Martinez

D e s p a c h o , de l o a 17 •SECCION DR POLICIA GUBERNATIVA DEL

CAMPO DE GIIÍRALTAR J e f d o n J o s é G . Q u i / 1. Inspección de V g i l . m c i a — S e r v i c i o peiiririnen c — C a l l e San i imo 3. I spectores: on L u i s San J u a n y

clon M a i i a o O r e n s - . SERVICIO DE VAPORES CON G1BRALTAR Sal id is de A l g e c i r a s : 5'5o, 9 '©o , II '45 2 2 c ó ' o o y 7'30 ¡Salidas de Gibra . tar : 5*40, 8'oo, l o 1 3 0 , 2 l oo, 5,oo y 6'45

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conocer sus tan notables aparatos p r r a la contención > curación do t da tlase de hernias r n hombres , mujeres y niños, hace saber: q-n: n i r p r e -sent nte auxili r de dicha casa r s a r á en A l g e c i r a s 3- en el M o t e l . Térmi-rus sólo y únicam nte el (lia 24 del corriente mes, donde de­mostrará a tedos cuantos quebrados se le presenten q u s e r.btic;ne T1ÍV:O ii stantáneo, contenció , ,abso!uta y curación de las h e r r h s , m^üiante es-tos

retos, qvie no llevan t i i tntes , pieles ni gua-neci . los de ninguna ch.se y q r no molestan ni harén bultos,amoldánd ss al cuerpo c o m o un guaiUe.

H e r n i a d o s , - n o dejéis pues de visitar a dicho represent ;nte para poder apr ciar las inmensas ven ajas d ^ e stos apar; tos, que on indiscutib'em n te lo mejor q u ^ (xiste y s>e conoce, bello i .'e^l d- la o r i o p e d a y (1 rcnie -dio ; n có y v e r l a d de vues 'ros graves m a l s, siendo mu his 'mos los rv,é-d ce s que entusiastamente los n comiendan a sus. clientes, como muchos son tamb én los méui os que para sus propi,- s hernias con ¡;r..n S a t i s f a c ­ción los usan.

Nadie debe comprar bragueros ni ve daj< s el" clase alguna sin ar.l s v pr imero los de esta acreditada C a a 1 • rr'rnf. t e n i f r d o muy p i e (nte q-i - su representante es t i ra en / Igecir; s e el H o t e l T é mii us s- lo y i n i camente dicho dia 24 d 1 corriente. N o t a : D i c h o i c p e f c ntanie estará en Cádiz el dia z6 en el H o t e l I oreto , donde asimismo podrán v i ­sitarle los que lo de een, desde las nueve de la mañana hasta 'a-, dos *!e la tarde solamente.

Tal leres y despacho; en Barcelona Unión, núm. 13.

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A Ö E N C I A :

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