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44 ALCANCES Y LIMITACIONES DE LA I RRIGACIÓN EN EL ESTADO DE MÉXICO, 1900-1930 Gabriela Medina González 1 Diana Birrichaga Gardida 2 Durante el Porfiriato en diversos sectores de la sociedad mexicana existía gran preocupación por el atraso de la agricultura en relación con el adelanto de las restantes ramas de la economía. En distintos medios, como diarios y revistas especializadas, se discutían las pésimas condiciones del sector agrícola y los escasos esfuerzos del gobierno para mejorarlas. 3 Hasta entonces los productos agrícolas que mayor desarrollo tuvieron fueron los de exportación, el algodón en la región de La Laguna, la caña de azúcar en Morelos, Veracruz y Puebla, el tabaco y el café en el Valle Nacional y el henequén en Yucatán, entre otros. Sin embargo, la agricultura en general no tuvo el crecimiento esperado, aún cuando ya se contaba con las vías de comunicación que ofrecían los ferrocarriles, que se construyeron para facilitar el transporte de los productos agrícolas. 4 En este sentido, uno de los objetivos del proyecto modernizador porfirista fue impulsar a la agricultura, a través de la irrigación. La Secretaría de Fomento elaboró distintos cuestionarios que pretendían conocer las condiciones del campo mexicano. Este proyecto fue continuado por los gobiernos posrevolucionarios hasta muy entrada la década de los treinta del siglo XIX, pues la Comisión Nacional de Irrigación hizo lo propio en marzo de 1930. En diversas circulares enviadas a los gobernadores estatales se pedía la información con la finalidad de conocer la situación de la agricultura en el país y buscar posibles soluciones al atraso de la misma. El presente artículo se basa en el análisis de los cuestionarios que respondieron jefes políticos y presidentes municipales dónde hacen un recuento de la situación agrícola en el Estado de México, sus alcances y limitaciones. 5 La investigación está divida en dos apartados: el primero trata sobre los cambios políticos que afectaron el dominio y la propiedad sobre las aguas federal, estatal y municipal. El segundo apartado presenta el análisis de las respuestas a los cuestionarios de 1901, 1911 y 1930 para presentar un panorama general de la situación de la irrigación en el Estado de México durante 30 años. La controversia entre aguas federales y estatales El 5 de junio de 1888 fue aprobada la primera Ley federal en la materia, misma que establecía como vías generales de comunicación, los lagos y ríos interiores si tenían el carácter de navegables, aún cuando en el territorio nacional, son pocos los ríos con estas características. Además consideraba que los lagos y ríos de cualquier clase y en toda su extensión, que sirvieran como límites de la república o de dos o más estados estaban bajo la vigilancia y policía del ejecutivo federal. Este 1 Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de México. 2 Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de México. 3 Abdiel Oñate Villareal, Banca y agricultura en México: La Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la agricultura, 1908-1926, El Colegio de México, México, 1984, Tesis de Doctorado en Historia, p. 62. 4 Las autoridades pensaron que la introducción del ferrocarril permitiría darle solución al problema del estancamiento agrícola. Sandra Kuntz, Ficker, "Los ferrocarriles", en Manuel Miño Grijalva (comp.), Historia General del Estado de México. República Restaurada y Porfiriato, El Colegio Mexiquense- Gobierno del Estado de México, Zinacantepec, 1998, t. 5, pp. 268-288. 5 Véase Gabriela Medina González, Los alcances de la irrigación en el Estado de México, 1900-1950, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, 2006, Tesis de Licenciatura en Historia.

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Boletín del Archivo Histórico del Agua

ALCANCES Y LIMITACIONES DE LA IRRIGACIÓN EN EL

ESTADO DE MÉXICO, 1900-1930

Gabriela Medina González1

Diana Birrichaga Gardida2

Durante el Porfiriato en diversos sectores de lasociedad mexicana existía gran preocupación porel atraso de la agricultura en relación con eladelanto de las restantes ramas de la economía.En distintos medios, como diarios y revistasespecializadas, se discutían las pésimas condicionesdel sector agrícola y los escasos esfuerzos delgobierno para mejorarlas.3 Hasta entonces losproductos agrícolas que mayor desarrollo tuvieronfueron los de exportación, el algodón en la regiónde La Laguna, la caña de azúcar en Morelos,Veracruz y Puebla, el tabaco y el café en el ValleNacional y el henequén en Yucatán, entre otros.Sin embargo, la agricultura en general no tuvo elcrecimiento esperado, aún cuando ya se contabacon las vías de comunicación que ofrecían losferrocarriles, que se construyeron para facilitar eltransporte de los productos agrícolas.4

En este sentido, uno de los objetivos del proyectomodernizador porfirista fue impulsar a la agricultura,a través de la irrigación. La Secretaría de Fomentoelaboró distintos cuestionarios que pretendían conocerlas condiciones del campo mexicano. Este proyectofue continuado por los gobiernos posrevolucionarios

hasta muy entrada la década de los treinta del sigloXIX, pues la Comisión Nacional de Irrigación hizo lopropio en marzo de 1930. En diversas circularesenviadas a los gobernadores estatales se pedía lainformación con la finalidad de conocer la situaciónde la agricultura en el país y buscar posibles solucionesal atraso de la misma.

El presente artículo se basa en el análisis de loscuestionarios que respondieron jefes políticos ypresidentes municipales dónde hacen un recuentode la situación agrícola en el Estado de México, susalcances y limitaciones.5 La investigación estádivida en dos apartados: el primero trata sobre loscambios políticos que afectaron el dominio y lapropiedad sobre las aguas federal, estatal ymunicipal. El segundo apartado presenta el análisisde las respuestas a los cuestionarios de 1901, 1911y 1930 para presentar un panorama general de lasituación de la irrigación en el Estado de Méxicodurante 30 años.

La controversia entre aguas federales yestatales

El 5 de junio de 1888 fue aprobada la primera Leyfederal en la materia, misma que establecía comovías generales de comunicación, los lagos y ríosinteriores si tenían el carácter de navegables, aúncuando en el territorio nacional, son pocos los ríoscon estas características. Además consideraba quelos lagos y ríos de cualquier clase y en toda suextensión, que sirvieran como límites de larepública o de dos o más estados estaban bajo lavigilancia y policía del ejecutivo federal. Este

1 Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma del Estadode México.2 Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma del Estadode México.3 Abdiel Oñate Villareal, Banca y agricultura en México: LaCaja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de laagricultura, 1908-1926, El Colegio de México, México, 1984,Tesis de Doctorado en Historia, p. 62.4 Las autoridades pensaron que la introducción del ferrocarrilpermitiría darle solución al problema del estancamientoagrícola. Sandra Kuntz, Ficker, "Los ferrocarriles", en ManuelMiño Grijalva (comp.), Historia General del Estado de México.República Restaurada y Porfiriato, El Colegio Mexiquense-Gobierno del Estado de México, Zinacantepec, 1998, t. 5, pp.268-288.

5 Véase Gabriela Medina González, Los alcances de la irrigaciónen el Estado de México, 1900-1950, Universidad Autónoma delEstado de México, Toluca, 2006, Tesis de Licenciatura enHistoria.

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ordenamiento legal fue objeto de grandes críticaspor lo ambiguo de su texto, ya que la ley de 1888establecía la jurisdicción más no la propiedadfederal de las aguas, es decir, el gobierno federal"contaba exclusivamente con funciones de vigilanciay policía pero carecía de derechos de propiedad, ypor tanto, de facultades para traspasarlos o cederlosa otros".6

Por su parte, algunas entidades federativasemitieron decretos estatales sobre aguas, ejemploclaro de ello fue Jalisco (1895), Estado de México(1896) y Michoacán (1906). Para el caso del Estadode México, el 12 de octubre de 1896 la Legislaturadel estado determinó que el gobernador estabafacultado para conceder el aprovechamiento de lasaguas pertenecientes al estado, en riego y energíatanto a particulares como a compañías. Asimismo,el decreto estableció que las aguas del estado eranlas "de los ríos y arroyos de corriente constante,que atraviesen su territorio y nazcan en él y que nosean navegables o flotables, o sirvan de límites a larepública o al estado en los términos que prescribela ley general de 5 de junio de 1888".7 Esta iniciativatuvo la intención de lograr el control de los recursoshidráulicos para el gobierno estatal, así comorestarles injerencia a los ayuntamientos y aún alpropio gobierno federal en el manejo de eserecurso.8

Ahora bien, la Ley de 5 de junio de 1888 y eldecreto estatal de 1896, dieron origen a diversassolicitudes, bastante polémicas por cierto, deconcesiones de las aguas locales, que en la mayoríade las ocasiones estaban administradas por losayuntamientos. Cabe señalar que en la entidad

mexiquense los ayuntamientos habían consolidadoel control de las aguas en sus jurisdiccionesmediante reglamentaciones particulares del usoentre los regantes. Así, en 1901 Ernesto F. Aytonpresentó al gobierno estatal el reclamo sobre lasaguas de los manantiales y pozos artesianos deChimalhuacan. Empero, Pedro Delgado, síndicode ese ayuntamiento, informó al gobernador delEstado de México que de acuerdo a sus registrosesas aguas eran de propiedad privada y nopertenecían al estado. Bajo ese argumento el síndicoalegaba que le correspondía al ayuntamiento elderecho a gravar el uso del agua de los manantiales,tal como lo había venido haciendo desde muchosaños en favor de los fondos municipales.9

Las aguas habían estado dentro de la esfera de losgobiernos locales, las asociaciones de regantes y lospropietarios. La injerencia estatal derivo en otro tipode controversias sobre las aguas. Algunos regantesbuscaron la intervención de las autoridades federalespara aclarar derechos y dirimir conflictos por el agua.Un ejemplo, en 1898 el señor Hugo Dorner solicitó ala Secretaría de Fomento la concesión de las aguasdel manantial "Almoloyita" en Tenango para utilizarcomo fuerza hidráulica y como agua potable. Elsecretario le informó que las aguas no eran depropiedad federal por lo que no se le podía otorgarla concesión. En abril de 1900 el ayuntamiento deTenango, con apoyo del gobierno del Estado deMéxico, acordó poner a remate la tercera parte delas mencionadas aguas, mismas que le fueronarrendadas a William Mackenzie por 50 años.Dorner manifestó su inconformidad, por losprocedimientos del gobierno del Estado de México,y declaró que las aguas a que se refiere nacían dentrode la Laguna de Lerma, ya declarada de jurisdicciónfederal, por lo cual el gobierno estatal no podía alegarque las aguas eran de propiedad particular.10 Ladisputa se prolongó en los años siguientes con elargumento de no existir claridad en las atribucionesde cada orden de gobierno respecto al agua.

Ahora bien, las numerosas peticiones de concesiónde aguas permiten dimensionar el entramado derelaciones que se formaban en torno al recurso.

6 José Trinidad Lanz Cárdenas, Legislación de aguas en México(Estudio histórico-legislativo de 1521-1981), Consejo Editorialdel Gobierno del Estado de Tabasco, México, 1982, t. I, p. 359;José Herrera y Lasso, Apuntes sobre irrigación. Notas sobresu organización económica en el extranjero y en el país, IMTA-CIESAS, México, 1994, pp. 132-133.7 Gobierno del Estado de México, Colección de Decretosexpedidos por el Décimosexto Congreso Constitucional y por elEjecutivo del Estado Libre y Soberano de México en el periodoocurrido de 1895 al 2 de marzo de 1897, Imprenta del Gobiernoen la Escuela de Artes y Oficios, Toluca, 1897, t. XXIV, p. 483.8 Gloria Camacho Pichardo, "Proyectos hidráulicos en laslagunas del Alto Lerma (1880-1942)", en Blanca Esthela SuárezCórtez (coord.), Historia de los usos del agua en México.Oligarquías, empresas y ayuntamientos (1840-1940), CIESAS-CNA-IMTA, México, 1998. pp. 288-262.

9 Archivo Histórico del Estado de México, Fondo Fomento, SerieAguas, vol. 2, exp. 3, 35 fs., 1901 (en adelante se citará AHEM/FF/SA/ Vol. 2/ Exp. 3/ 35 fs./ 1901).10 Archivo Histórico del Agua (en adelante AHA), AprovechamientosSuperficiales, c. 4622, exp. 61566.

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Veamos un ejemplo, en 1904 Enrique J. Cervantes,en representación de Jesús Ramos, dueño de unaextensión de terreno ubicado sobre la montañaIxtlacihuatl, solicitó a la Secretaría de Agriculturay Fomento (SAyF) la concesión y aprovechamientode las aguas que nacían en sus terrenos y formabandespués los ríos Ayoloco, Zoquitzingo, Amecameca,Tenango, Temamatla y San Juan de Dios, que vana desaguar al lago de Xochimilco. La cantidad deagua solicitada fue de 1 253 litros por segundo,para destinarlos al riego y producción de fuerzamotriz.11 Sin embargo, los vecinos del pueblo deIxtlacosacan, notificaron a la Secretaría deAgricultura y Fomento que se oponían a lasolicitud, argumentando que su pueblo teníaderechos legales al uso y aprovechamiento de lasmencionadas aguas desde tiempo inmemorial.12 Porsu parte, el síndico del ayuntamiento del municipiode Temamatla, en representación del pueblo delmismo nombre, también notificó a la SAyF, que seoponía a la solicitud de uso y aprovechamiento de lasaguas, presentada por Ramos.13 En sí, estas aguaseran reclamadas por un particular, el vecindario deun pueblo y un ayuntamiento. Lo anterior nos da laidea, por una parte, de que las autoridades respectivasdesconocían quién usaba los recursos y cómo losusaban y, por otra, de que quienes usaban el recursoignoraban a que autoridad tenían que dirigir sussolicitudes o reclamos porque no sabían que instanciadecidía sobre asuntos de aguas.

El control del gobierno federal sobre los recursoshídricos se inserta en una visión pesimista de lascondiciones geográficas del país que carecía de unrégimen de lluvias óptimo para la agricultura, erapreciso avanzar en la irrigación.14

La irrigación en el Estado de México: diagnóstico

En 1889 el Estado de México albergaba un pocomás de 800 mil habitantes en un territorio deaproximadamente dos millones de hectáreas. Lapoblación esencialmente rural, se concentraba en

nueve ciudades y 596 pueblos.15 En los últimos añosdel siglo XIX y primeros del siglo XX la poblacióncomenzó a concentrarse en los incipientes centrosurbanos, atraída por la expansión de la construcciónprivada y pública, de los servicios domésticos, dela ampliación del comercio y de los servicios públicosy del trabajo asalariado. En los cuadros 1 y 2podemos apreciar el movimiento de la población enel Estado de México de 1900 a 1950. Las cifrasmuestran una baja demográfica en los decenios de1900 a 1910 y de 1910 a 1920. En 1910, fueron losdistritos de Jilotepec, e Ixtlahuaca, los quepresentaron un retroceso de un 24 % y un 22 %respectivamente. En 1920, la caída más fuerte seobserva en los distritos de Temascaltepec,Tenancingo, Tenango, Valle de Bravo y Chalco. Elretroceso observado en 1920, tal vez sea consecuenciadel movimiento revolucionario. Posteriormente sepresenta un proceso de recuperación en la décadade 1930 -excepto del distrito de Cuautitlán-. Estarecuperación muy probablemente se deba a laspolíticas económicas encaminadas a fomentar laindustrialización en el territorio estatal durante losgobiernos de Riva Palacio, Filiberto Gómez yWenceslao Labra (cuadros 1 y 2).

11 AHA, Aprovechamientos Superficiales, c. 777, exp. 11268.12 AHA, Aprovechamientos Superficiales, c. 609, exp. 8807.13 AHA, Aprovechamientos Superficiales, c. 777, exp. 11268.14 Luis Aboites Aguilar, "Optimismo nacional: geografía,ingeniería hidráulica y política en México (1926-1976)", enBrígida von Mentz (coord.), Identidades, Estado nacional yglobalidad México, siglos XIX y XX, CIESAS, México, 2000,p. 102.

15 Fernando Rosenzweig, "La formación y el desarrollo del Estadode México (1821-1940)", en Fernando Rosenzweig, et. al. (coord.),Breve Historia del Estado de México, El Colegio Mexiquense-Gobierno del Estado de México, México, 1987, p. 201.

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Cuadro 1Población absoluta de los distritos del Estado de México de 1900 a 1950

Fuente: Para el año de 1900 véase Gobierno del Estado de México, Memoria presentada al Congreso del Estado de México por JoséVicente Villada, 1897-1901, Gobierno del Estado, Toluca, Estado de México, 1904, pp. 129-130. Para 1910 véase Manuel MiñoGrijalva y Martha Vera Bolaños, Estadísticas para la historia de la población del Estado de México, 1826-1910, El Colegio Mexiquense-Consejo Estatal de Población, Toluca, pp. 940-942. Para los años 1930,1940 y 1950, véase Quinto censo de población: Estado deMéxico, Secretaría de Economía Nacional, México, 1930, pp. 11-12; Sexto censo de población 1940: Estado de México, Secretaría deEconomía Nacional, México, 1943, pp. 23-28 y Séptimo censo general de población: Estado de México, Secretaría de EconomíaNacional, México, 1953, pp. 200-212.

Cuadro 2Población relativa en los distritos del Estado de México de 1900 a 1950

60 12298 83076 368131 48776 66869 31540 94676 46445 95579 32681 383122 607234 560125 08063 06342 236

1' 424 410

Distrito 1900 1910 1920 1930 1940 1950CuautitlánChalcoEl OroIxtlahuacaJilotepecLermaOtumbaSultepecTemascaltepecTenancingoTenangoTexcocoTolucaTlalnepantlaV. de BravoZumpangoTotales

33 28369 989

97 06872 50346 74936 09465 62549 00166 25372 38859 279

128 66962 17449 80130 264

936 140

71 93065 97975 21948 09247 46235 15566 80449 05472 26477 32556 547150 41460 30251 20326 972

1'105 136

33 78154 65067 43678 04652 41847 13533 84761 21026 51449 99356 81054 784147 43556 44134 16028 724923 381

28 43664 56764 35689 42258 01648 20634 43366 65133 61057 62663 37662 361167 97964 25042 23831 965977 492

46 39879 65670 745104 80465 93565 06837 98070 30444 66268 29670 29472 025191 46980 85149 11338 434

1 156,034

180,63141,2

135,458105,74148,27113,44116,5193,73

119,73112,42206,8397,21

377,26126,62139,55

Distrito 1900 1910 1920 1930 1940 1950CuautitlánChalcoEl OroIxtlahuacaJilotepecLermaOtumbaSultepecTemascaltepecTenancingoTenangoTexcocoTolucaTlalnepantlaV. de BravoZumpango

33 28369 989

97 06872 50346 74936 09465 62549 00166 25372 38859 279128 66962 17449 80130 264

100,52102,77

77,4966,33101,5297,398101,79100,1109,07106,8295,39116,997,0

102,8189,12

101,570,1

121,672,3100,899,893,354,175,578,592,4114,690,868,694,9

85,4392,25

92,1280,01

103,1195,39

101,5668,5986,9787,55

105,1949,93

270,1784,81

105,62

139,4113,81

108,090,94139,18105,22107,1291,14103,0897,1121,562,83308,098,61127,0

Fuente: Para el año de 1900, Gobierno, Memoria, pp. 129-130. Para 1910, Miño y Bolaños, Estadística, pp. 940-942. Para los años1930,1940 y 1950 INEGI, 5º, 6º y 7º Censos de población, México, pp. 11-12, 23-28 y 200-212, respectivamente.

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A finales del siglo XIX en la entidad se practicabauna agricultura tradicional, basada en el riego detemporal, en la que la presencia, abundancia oescasez de agua condicionaba el desarrollo de dichaactividad. El gobierno de Porfirio Díaz intentóresolver el problema del lento crecimiento agrícola,por lo que decidió invertir a nivel nacional en lairrigación, sin dejar de lado la educación de losagricultores, que era otra más de las políticasagrícolas. En el Estado de México como en el restode los estados, el principal obstáculo para llevar acabo el proyecto de irrigar cada vez mayoresextensiones de tierra, con miras a elevar laproducción agrícola, era el desconocimiento de losrecursos hidrológicos con que contaba el territorionacional. Lo anterior trató de resolverse al poneren circulación varios cuestionarios que fueronenviados a los gobernadores de los estados para queinformaran sobre el estado que guardaba laagricultura y el riego en su localidad. Éstos,llegaron a los presidentes municipales, porque eranellos, junto con los productores agrícolas, los núcleos

y las comunidades que aprovechaban el agua bajodiferentes modalidades, los que tenían conocimiento- la gran mayoría de ese conocimiento era empírico -sobre la mejor forma de usar el agua. Sabían comoconstruir una presa con piedras y céspedes, comotrazar un canal siguiendo el curso del agua, comolimpiar y conservar las acequias y las tomas de aguay sobre todo como regar. Cabe mencionar quealgunos de estos cuestionarios fueron contestadospor ingenieros mexicanos como fue en 1911.

Como se mencionó al principio del texto, para larealización de este artículo se localizaron yanalizaron tres cuestionarios (1901, 1911 y 1930).Para el año de 1901 se contó con 75 cuestionariosrespondidos de un total de 119, diez años después,en 1911, sólo 71. Finalmente, el último grupolocalizado de estos instrumentos de consulta quees el de 1930 con un total de 94 cédulas contestadas.Ver cuadro 3, en el que se muestra la cantidad decuestionarios contestados por distrito.

Cuadro 3Número de cuestionarios contestados por distrito en 1901,1911 y 1930

Distrito 1901 1911 1930CuautitlánChalcoEl OroIxtlahuacaJilotepecLermaOtumbaSultepecTemascaltepecTenancingoTenango del ValleTexcocoTolucaTlalnepantlaValle de BravoZumpangoTotal

814570153827968175

6942444431709644

71

51135635535109748594

Fuente: Elaboración propia de acuerdo con las respuestas al cuestionario anexo a la circular No. 23 de 17 de octubre de 1901.AHEM, Fondo Fomento, Serie Aguas, caja 2, exp. 20, 89fs., 1901

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Cuestionario de 1901

Las preguntas del cuestionario de 1901 se enfocarona la cantidad sembrada de cada producto enterrenos de riego, también indagaban acerca de lacantidad de riegos aplicados a cada semilla y laduración de éstos.16 De acuerdo con las preguntasy las respuestas emitidas, se puede deducir que loscultivos de riego en la entidad estudiada eranprincipalmente maíz y trigo, aunque también semencionan cebada, frijol, haba, alverjón, caña deazúcar, jitomate, tomate, chile y café, pero en menorcantidad como complemento de la dieta de laspersonas. Los lugares donde se cultivaba con auxiliodel riego en 1901, se representaron en el mapa 1.Es necesario mencionar que la cantidad de labores

de riego era mínima por la poca envergadura delas obras hidráulicas que en ese entonces existían,suponemos que por ese hecho no se mencionan enlos cuestionarios. De los 16 distritos, se observa quesólo cuatro de ellos no cultivaban con riego -Chalco,Lerma, Otumba y Tenango del Valle- pero esto esmás bien resultado de la ausencia de los cuestionariosrespectivos, que de la carencia de cultivos de riego.17

Los 12 restantes - Cuautitlán, El Oro, Ixtlahuaca,Jilotepec, Sultepec, Temascaltepec, Tenancingo,Texcoco, Tlalnepantla, Toluca, Valle de Bravo yZumpango-, de los que si se tienen las respuestasutilizaban el riego para el cultivo del maíz, trigo,cebada, haba, alverjón, caña de azúcar, jitomate,tomate, chile y café.

16 "Circular No. 27 del 17 de octubre de 1901", en AHEM, FondoFomento, Serie Aguas, vol. 2, exp.20, 1901, 89 fs.17 Baste mencionar la gran tradición agrícola del distrito deChalco, que desde la época colonial hasta mediados del sigloXIX con la introducción de nuevas semillas en las siembras, laobsesión por lo abonos y la introducción de nuevos implementosagrícolas, y un total de 30 haciendas y 15 ranchos se encargaban

de organizar la producción de esta rica zona cerealera.Alejandro Tortolero Villaseñor, "Los usos del agua en la regiónde Chalco 1893-1913: del antiguo régimen a la gran hidráulica",en Alejandro Tortolero Villaseñor (coord.), Tierra, agua ybosques: Historia y medio ambiente en el México central,CEMCA-Instituto Mora-Potrerillos Editores-Universidad deGuadalajara, México, 1996, pp. 231; Enrique Florescano,Precios del maíz y crisis agrícolas en México 1708-1810, Ed.ERA, México, 1986, pp. 106-108.

Mapa 1Cultivos de riego en el Estado de México, 1901

Fuente: Elaboración propia de acuerdo con las respuestas al cuestionario anexo a la circular No. 23 del 14 de octubre de 1901.AHEM, Fondo Fomento, Serie Aguas, caja 2, exp. 20, 1901, fs. 89.

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pieza, e incluso fanega, etcétera. Lo que si se puedemencionar es que según las respuestas, el costo delos cultivos de maíz era mayor a los de trigo;mientras que el valor de las cosechas de maíz eramenor a las del trigo, aunque el maíz como semillatenía un rendimiento más alto que las semillas detrigo y cebada, ya que rendía hasta un 150 %.

No existe una pregunta específica relacionada conlas obras hidráulicas realizadas hasta este año porlo que se podría decir que en los años anteriores a1910 e incluso hasta 1921, las obras de regadío quese ejecutaron en el territorio estatal y que regabanmenos de 50 hectáreas, debían considerarse comofruto de la iniciativa privada, ya que el gobiernofederal no intervino en su construcción, su papelconsistió en otorgar la concesión requerida para eluso del líquido, cuando las aguas que se tratabande usar para riego eran consideradas de propiedadfederal.19

En el cuadro 4 se observan algunas obras construidasen el territorio estatal de 1900 a 1921 de las cualesse tenía registro en la Comisión Nacional deIrrigación (CNI) realizadas en su mayoría por"desconocidos".

En lo que respecta a la cantidad de riegos que cadauno de estos cultivos recibía, ésta fue variabledependiendo del distrito y municipio en cuestión.La mayoría de las respuestas concuerda en que elmaíz recibía riego sólo en época de sequía o parapreparar la tierra antes de su cultivo, el trigo recibíade dos a cuatro riegos y en algunas ocasiones hastasiete, a la cebada por su parte le tocaban de tres acinco riegos.18

Otras preguntas del cuestionario, se orientaron aconocer el tipo de arado empleado en la siembra.En la mayoría de los casos las respuestas apuntarona que se utilizaba el arado de madera con espiga defierro, pocos eran los que utilizaban el arado hechocompletamente de fierro e incluso algunos seguíanutilizando la coa. Sólo en uno de los municipios -Toluca- se registra que utilizaban máquinas parasembrar, aunque no se indica exactamente en queparte.

Las interrogantes finales de este cuestionarioversaron sobre el costo de las siembras, el valor delos productos obtenidos y el rendimiento de cadasemilla que son difíciles de comparar debido a lamultitud de unidades de medida empleadas:hectolitro, kilogramo, carga, hectárea, cosecha,

18 Rocío Castañeda González señala para el caso del trigo queuno de los principales factores que inciden en el rendimientodel trigo, así como de la calidad de los granos producidos es laatención a los diferentes requerimientos de agua de la plantaen las distintas etapas de su crecimiento. Véase RocíoCastañeda González, Las aguas de Atlixco. Estado, haciendas,fábricas y pueblos, 1880-1920, CIESAS-CNA-AHA-El Colegiode México, México, 2005, p. 60.

19 Como en el caso de los vecinos de Jilotepec, que en 1903,construyeron una presa con el fin de mejorar la agricultura,para tal efecto formaron una sociedad anónima, conformada ensu mayoría por pequeños agricultores (400 accionistas). La mesadirectiva compró los terrenos que se iban a ocupar paraalmacenar el agua y consiguió la autorización del gobierno delEstado y de la Secretaría de Fomento para construir la presa.La obra se emprendió con dinero colectivo de las ventas de agua.

Cuadro 4Presas derivadoras y tomas directas en el Estado de México, para riego de no menos de 50

hectáreas registradas en la Secretaría de Recursos Hidráulicos, hasta 1921

TERMINADASEN

No. NOMBRE MUNICIPIO FINALIDAD CORRIENTE VOLUMEN HA.REGADAS

CONSTRUCTOR

CONSTRUIDAS POR OTRAS DEPENDENCIAS GUBERNAMENTALES, PARTICULARES O DESCONOCIDOS

1

2

3

Taxtó

Taxhingo

Chapala

Polotitlán

Aculco

Aculco

Riego-Abasto

Riego-Abasto

Riego-Abasto

R.Arroyozarco

R. Fondo

R. Fondo

6 594

1 069

2 262

1 244

237

284

1900

1901

1921

Desc.

Desc.

Desc.

Fuente: "Compendio de las presas de la República Mexicana para riego de no más de 50 hectáreas, registradas en la ComisiónNacional de Irrigación hasta 1973", en AHA, Consultivo Técnico, c. 166, exp. 1976, ff. 29-30.

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Las obras hidráulicas registradas en el cuadro 4 seutilizaban para riego de no menos de 50 hectáreas,las de menor extensión no están registradas en él,lo que hace suponer que a pesar de la difusión quese realizó de 1905 a 1910 para la construcción deobras de irrigación, al inicio de la revolución poco ocasi nada se había llevado a cabo por los gobiernosdel estado. O bien que el gobierno del estadodesconocía la existencia de las obras ya construidas.

En el cuestionario de 1901 sólo hay dos preguntasrelacionadas con el riego, por lo que éste podríaconsiderarse como el primer intento del gobiernofederal por conocer más la riqueza agrícola ehidráulica de los estados, porque en las preguntasse encuentra reflejado el esfuerzo por parte de lasautoridades para conocer y sistematizar lainformación relacionada con la actividad agrícolade la entidad.

Cuestionario de 1911

En 1911 la SAyF, expidió una circular, en la quesolicitaba datos relativos a los recursos hidráulicosque había en cada uno de los estados. Como elobjetivo del gobierno federal era tratar deaumentar la producción agrícola por medio deobras de riego de terrenos, este documento lo hizollegar a los gobernadores de los Estados, así comoa los ingenieros mexicanos y extranjeros residentesen el país.20 Las autoridades necesitaban conocercon qué recursos contaba cada estado para así

realizar las gestiones necesarias encaminadas aldesarrollo de la irrigación. Muchos de losgobernantes se mostraron optimistas por lasiniciativas emprendidas por el gobierno federalpara resolver el problema del estancamientoagrícola.

Para dicha circular se anexaba un cuestionario enel que se solicitaba información sobre cuestionesde riego. Las primeras diez preguntas de un totalde 20, se referían a la existencia de ríos y arroyosque pasaran por los municipios y que ademásllevaran agua todo el año; los lugares apropiadospara construir presas y si había tierras irrigadaspor el agua de esos ríos o arroyos.

A estas preguntas los presidentes municipales deldistrito de Cuautitlán indicaron que los ríos quepasan por los ocho municipios son los llamados:Cuautitlán, Hondo, La Compañía y Temamatla oSan Juan de Dios, y los arroyos; Chautonco, Reyes,Santa María Fincoe, San Sebastián, La Cueva, LaGarita y Aclocila; sólo en el municipio de Cuautitlánse notificó la existencia de lugares apropiados parahacer presas en el río del mismo nombre y queademás éstas resultaban muy indispensables. Enlos municipios restantes sólo se mencionó que nohabía lugares para establecer presas en los ríos,pero que si se podrían construir en las cañadas pordonde pasaban los arroyos. En cuanto a laexistencia de tierras que se beneficiaran de esasaguas, la mayoría de las respuestas coincidía enque sólo los terrenos ubicados en las inmediacionesde los ríos y arroyos eran utilizados para enlamaro regar.

Por ejemplo, el jefe político del distrito de Chalcoindicó que los ríos que corrían por jurisdicción eranlos denominados La Compañía, Temamatla o SanJuan de Dios y el de Tlalmanalco; así como losarroyos Atzingo, Mexicapa, Tizapa y los que bajabanpor los cerros de las haciendas de Zoquiapan,Acuautla, Jesús María, Acozac y también de loscerros de los pueblos de Ayotla y Tlapizahua.Informaban que los lugares apropiados paraconstruir presas eran algunas cañadas por dondepasaban los ríos y arroyos, aunque la mayoría de lasrespuestas coincidieron en que los terrenos erandemasiado porosos lo que impedía la construcciónde presas. Principalmente las haciendas deZoquiapan, Buenavista, Santa Bárbara, Jesús Maríay Acozac, eran las que utilizaban el agua parairrigación y enlame de terrenos.

20 La circular dirigida a los ingenieros comenzaba así: "Deseosoel gobierno de impulsar por cuantos medios sean posibles, lostrabajos que tiendan a aumentar la productividad de laagricultura nacional, se propone favorecer y estimular laconstrucción de obras de riego de terrenos, a fin de conseguirlotiene el proyecto de crear un servicio técnico que consagre sutiempo y atención al estudio de los recursos naturales que elpaís ofrece y de las obras con que estos recursos se podránaprovechar, pero el estudio completo de la hilología no puededar resultados prácticos sino a largo plazo y como los intereseseconómicos y políticos de la República, reclaman una accióninmediata que revele sus efectos por obras materiales más bienque por estudios teóricos ha surgido el pensamiento de solicitarel concurso y la colaboración patriótica de los ingenieros queconocen la diversas regiones del país y que al ejercer su profesión,hayan descubierto la existencia de aguas que se puedanaprovechar, de las tierras que con ellas se puedan regar…""Circular expedida por la Secretaría de Agricultura y Fomentoen 1911, solicitando datos relativos a los recursos de los estadoscon el fin de aumentar la producción agrícola por medio de obrasde riego", en AHEM/FF/ SA/vol.4/exp.5/244 fs./1911

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La jefatura de Sultepec por su parte mencionaba alos ríos Los Remedios, Texcaltitlán, San Agustín,García y Huayatenes, Alacrán, Santiago y Ayotuzco,los arroyos; Ahuacatitlán, El Salto, Jaltepec, AguaFría, Pachuquilla, Las Tinajas, Las Peñas, LosPericones y las Artesas. Las respuestas reflejabanun desconocimiento sobre la existencia de lugaresapropiados para la construcción de presas porqueno conocían las condiciones en que debíanestablecerse. Se indicó que sí había lugares quedisponían de esas aguas para utilizarlas en riego,pero no se mencionaba cuáles eran estos sitios.

Por Temascaltepec, cruzaban los ríos El Vado,Santiago, Pingaracho, Bejucos, La Concha, Rincón,Ixtapan, San Juan y San Felipe, arroyos; LosTejocotes, El Sauz y El Tepozan; en relación a loslugares apropiados para la construcción de presas,se indicó que existían varios, pero que con lascrecidas, ninguna presa sería capaz de contener elagua. Se ignoraba si había lugares que utilizaranel agua para el riego de labores.

Para el distrito de Tenancingo, sólo se registrabanlas respuestas de la municipalidad de Tenancingo,mismas que indicaron que los ríos de San Pedro ySanta Ana y los arroyos Atotonilco, San Martín,Mazatla y Barranquilla de Santa Teresa, eran losque atravesaban la municipalidad; que si existíanlugares para la construcción de presas; sin embargo,en algunos de ellos, en temporada de lluvias crecíaexcesivamente las corrientes que ninguna presasería capaz de contenerlas. Además que siutilizaban las aguas para riego y enlame deterrenos.

Para la jurisdicción de Tenango del Valle, el jefepolítico mencionó a los ríos Zictepec y Agua Grande,arroyos; Los Cedros y el Salto, Chimalhuacan y LaAgüita los que cruzan su territorio; que sólo en lascañadas por donde pasaban los arroyos se podríanconstruir presas porque los terrenos son depropiedad privada, y por último que no existíantierras que se beneficiaran del riego.

La de Tlalnepantla, registraba a los ríos deTlalnepantla, Huixquilucan, Grande de SanIldefonso y Atizapan, los arroyos; el Hondón delObraje, Jalatlaco, El Picacho, Azotmetza, SanFrancisco, Santa Cruz Ayotusco, Bonancho, LosTachos, Santa Ana, Shido, Navarrete, San Antonio,San Juan, Cóporo, Presa y Cuesta. Asimismo, quelos lugares apropiados para construir presas serían

Por su parte, el jefe político de El Oro mencionó quelos principales ríos que atravesaban su territorioeran los de Lerma y El Salto, y los arroyos; Sirio,Tultenango o El Oro, Hóndiga, Pathé, Camposanto,Arco, Detiñá, Tixmadeje, Chiquito, Guadalupe, Boctóy la Tinaja; los lugares apropiados para las presasse encontraban en el cauce del río Lerma, la cañadadel Capulín, en el de El Salto, en el barrio deAtotonilco y en el punto llamado Macoti. No reportanterrenos que se beneficiaban de esas aguas, peromencionaron que con la construcción de un depósitoen las inmediaciones del rancho Pueblo Nuevo, sepodrían enlamar todos los terrenos del noresteincluyendo las haciendas de Tultenango y Venta delAire.

Asimismo, en el distrito de Ixtlahuaca sólo semencionaba el río Lerma y el arroyo del Junco, comolas corrientes que cruzaban una de sus cincomunicipalidades, la de Ixtlahuaca; asimismo, indicóque no existían lugares apropiados para construirpresas y que el agua de estas corrientes no seaprovechaba en ningún lugar del distrito. Lajefatura política de Jilotepec informaba que por ellacorrían los ríos de San Juan, Macavaca y Ladera,los arroyos; las Perillas, Barranca de los Baños,Chiquito, Docuay, Colorado, Tucurai, Agua Benditay dos más sin nombre. Se mencionaron comolugares apropiados para construir presas, a Aculco,la hacienda El Álamo y en otros puntos de los quetampoco mencionaban el nombre. Indicaronademás que cerca de la Laguna de Huapangoexistían terrenos a los que se podía llevar el aguapara riego y enlame de labores.

Para el distrito de Lerma los ríos a los que aludía laprimera pregunta son Lerma, Solano, Mayorazo yArroyo Zarco, los arroyos, Peralta, Chilipicas, Coco,Telocotlán y San Sebastián. En relación a las presasse indicó que se podrían construir en los ríos Solanoy Mayorazgo, en el municipio de Otzolotepec. Porotra parte, las aguas se utilizaban para riego sólo enArroyo Zarco, también en la municipalidad deOtzolotepec.

Otumba no reportó ningún río y sólo los arroyos ElPapalote, Barranca del Muerto y otros dos sinnombre, como las corrientes que pasaban por dichodistrito. De la misma forma que los distritos deIxtlahuaca y Chalco, Otumba no reportaba laexistencia de lugares apropiados para construirpresas y que por lo mismo no había tierras que sebeneficiaran con riego.

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las cañadas por donde pasaban los ríos y arroyos,pero que serían muy costosas por la inaccesibilidaddel terreno. Ahora bien si se pudieran construir sepodrían enlamar y regar terrenos que no disfrutabande este beneficio.

Para el distrito de Toluca las respuestas fueron: losríos Verdiguel, Lerma, La Compañía y El Molino,los arroyos; Barranca Seca, San Miguel, San Diego,La Gavia, Temoaya y Calicato. Sólo Villa Victoria yZinacantepec informaron de la existencia de presas,pero no registraron el uso dado a sus aguas.

Los ríos y arroyos que atravesaban el territorio deValle de Bravo eran: El Salitre, Tilos y San Gaspar,para los primeros y, El Calvario, San Juan, SanSimón, Agua Amarilla, El Gamo, El Chilar, AguaZanca, El Salto del Molino, Peña Larga y el CerroGuate, de las preguntas restantes no se registrandatos. Por último, Zumpango, registraba los ríos Ojode Agua, Salado, Amatlaco y el Canal del Desagüe,no se registra arroyo alguno y tampoco reporta nadasobre las preguntas relativas a la construcción depresas y al uso del agua en riego.

Después del análisis de las primeras diez preguntaspodemos deducir que al no informarle al encuestado,a cerca de qué caudales debían ser considerados ríosy cuáles como arroyos -no se proporcionabancaracterísticas-, algunas de las respuestas seutilizaron indistintamente para nombrar tanto ríoscomo arroyos. Cabe destacar que este cuestionariofue emitido casi un año después de la ley de aguasdel 13 de diciembre de 1910, que en su textodeclaraban como aguas de jurisdicción federal: "lasde los mares territoriales, las de los esteros, lagos ylagunas que comunican con el mar; las de los ríos,lagos y cauces en general y otras corrientes cuyoslechos en su totalidad o en parte sirvan de límitesentre los estados o territorios o países vecinos, ycuando se extiendan o pasen de un estado a otro; lasde los afluentes directos o indirectos de estascorrientes; las de los lagos y lagunas que comuniquecon los ríos y lagos ya mencionados; las de los ríos,lagunas y cauces en general situados en el distrito yterritorios federales", lo anterior hace suponer quela circular tenía una doble intención, por un lado,conocer los posibles beneficios a la agricultura conla construcción de obras de irrigación y por otro sabercon qué recursos hídricos contaba cada municipiopara después federalizar sus aguas, si es que aún nohabían sido federalizadas, sin importar si estas aguaspertenecían a corrientes perennes o temporales.

Las preguntas que nos hacen inferir lo anterior eranlas relacionadas a la presencia en los municipios deríos que transportan agua todo el año, así como loslitros por segundo que llevaban en cada época delaño. Así como también la pregunta sobre laexistencia de arroyos que se formaban sólo entiempos de lluvias y de qué río o ríos eran afluentes.Por último, si las aguas de estos arroyos se utilizabanpara regar terrenos. La razón de las dos últimaspreguntas no queda clara porque se refiere a lashaciendas que se hallaban en las municipalidades,el nombre y dirección de los dueños. Quizá se deba ala necesidad de conocer a quien pertenecía lapropiedad particular del agua.

Si se compara el cuestionario de 1901 con el de 1911,las diferencias que se observan son, en primerlugar, la cantidad de preguntas sobre irrigación oriego, que son 17 para el de 1911 y sólo dos para elde 1901, además de que este último solicitabainformación sobre la existencia de pozos, a quéprofundidad se encontraban y si el agua extraídade ellos se utilizaba para riego, posiblemente conmiras a utilizar las aguas subterráneas en lairrigación. No quedaron fuera las preguntas sobrela cantidad de hectáreas que se regaban, con quétipo de agua se regaban, así como los cultivos conmayor rendimiento, que básicamente eran losmismos que los de 1900, lo que se puede observaren la gráfica 1.

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En la constitución de 1917, se estableció elpredominio del interés público por encima de losderechos de los particulares. El artículo 27 establecióla propiedad originaria de la nación sobre el suelo,el subsuelo y las aguas, lo que había sido del soberanoespañol pasaba a formar parte de la soberanía de lanación desde el momento de la independencia, no setrataba de eliminar la propiedad privada, la naciónpodía establecer en todo tiempo la propiedadprivada, según las modalidades que dictara el interéspúblico.22 Después de la revolución y con elincremento de las solicitudes para riego, el gobiernofederal creó en 1921 la Dirección General deIrrigación, organismo dependiente de la SAyF. Esteorganismo se encargaría del estudio de proyectos,la construcción y la operación de obras de riego. Eneste tiempo tampoco se llevaron a cabo obras de

El movimiento revolucionario trastocó la vida delos agricultores. La revolución mexicana consistió,por lo menos, en tres revoluciones, la número unofue la agraria, la del movimiento de los pequeñospueblos encabezados por caudillos militares, cuyoobjetivo era la restauración de los derechos de lascomunidades sobres sus tierras, bosques y aguas.La número dos fue la revolución nacional,centralizadora y modernizante, su propósito fueel de crear un Estado nacional moderno, capaz defijarse metas de beneficio colectivo mientraspromovía la propiedad privada y la última fue lade la clase proletaria, su meta era el control delas fábricas y la expulsión de los capitalistasnacionales y extranjeros. Los triunfadorestrataron de reorganizar el país a través de laconstitución de 1917. 21

21 John Hart, El México revolucionario, Alianza EditorialMexicana, México, 1997, pp. 9-10.

22 Luis Aboites Aguilar, El agua de la nación. Una historiapolítica de México (1888-1946), CIESAS, México, 1998, p. 89;Herrera y Lasso, Apuntes, pp. 141-143.

Fuente: Elaboración propia de acuerdo con las respuestas a la circular de 1911. AHEM, Fondo Fomento, Serie Aguas, caja 4, exp.5, 1911, Fs. 244

GRÁFICA 1Cultivos de Riego en el Estado de México, 1911

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almacenamiento, quizás por la etapa de reconstrucciónque vivía el país.

Paulatinamente fueron cambiando los proyectosgubernamentales y por consiguiente la leyes en tornoal agua como fue el caso de la Ley de Irrigación de1926, que declaró de utilidad pública el agua y losterrenos necesarios para la irrigación de laspropiedades agrícolas privadas, cualesquiera fueransu extensión y cultivo, siempre que fueransusceptibles de aprovechar aguas de jurisdicciónfederal. Asimismo, en su artículo 3° estableció quepara promover y construir obras de irrigación enla República, era necesario crear un órganoadministrativo denominado CNI, la que se encargóde facilitar la construcción de obras hidráulicasgrandes y pequeñas, con el único fin de irrigar ycultivar mayores extensiones de tierra que eran detemporal o de secano, para no exponerse a perderlas cosechas por lo aleatorio de las lluvias. La CNI,trató de beneficiar con riego aquellos terrenos áridosy despoblados que para su utilización agrícolareclamaban la ejecución de obras hidráulicas de granmagnitud. El gobierno federal centró su atención enlos grandes sistemas de riego restando importanciaa otros problemas de riego distribuidos en todo elterritorio nacional y que quizás con menoresesfuerzos y obras de menor magnitud hubieranpresentado considerables beneficios a la agricultura.

En el texto de Del agua municipal al agua nacional,Luis Aboites señala que fue notable la incapacidado debilidad de la federación para imponer lapropiedad nacional del agua a todo lo largo y lo anchodel país. Contra las ideas que postulan la existenciade un poderoso Estado posrevolucionario,encabezado por un presidente de la repúblicaprácticamente omnímodo, los documentos delmencionado texto muestran que los ayuntamientos,expresando los intereses de una gran diversidad degrupos sociales y políticos, mostraron gran resistenciaa la consolidación de la nación como propietariaoriginaria de las aguas del territorio nacional. Aloponerse a la federación, los pueblos y ayuntamientossimplemente expresaban su interés por preservarel estado de las cosas, es decir que el agua continuarabajo control o dominio de las instituciones políticasy de los grupos locales. Una de las armas predilectasde los ayuntamientos era simplemente negar lainformación solicitada por los funcionarios federales,quienes dependían de las autoridades locales parasubsanar lo que a veces ignoraban sobre losasuntos del agua en determinadas áreas del

territorio. En este caso, la debilidad federal seexpresaba en la falta de personal, de conocimientosy de recursos pecuniarios para atender los distintosrequerimientos de inspección y regulación queimponía la legislación.23

Aunque la nacionalización de las corrientes,condujo al reemplazo del ayuntamiento en supapel de gestor del agua por los nuevos órganoscreados por el gobierno, la reacción de lasautoridades locales era variable, es importantemencionar que en ningún momento los gruposlocales o los ayuntamientos se opusieron a que elpoder público controlara las aguas.24 La tensióntenía lugar en el ámbito estatal, entre distintasinstancias gubernamentales como se explico en elprimer apartado de este texto.

Cuestionario de 1930

El cuestionario de 1930 fue el más prodigo en datos,pues de un total de 43 preguntas, 22 estuvieronenfocadas al asunto del riego. Al parecer elpropósito primordial de este instrumento fue contaren tiempo oportuno con la información de las obrasque podrían realizarse y de esta manera incluirlasen el presupuesto estatal de 1931. Las primeras desus preguntas versaron sobre la suficiencia o no,de la cantidad de los productos agrícolas que secosechaban, si no eran suficientes se debía explicara que se atribuía la escasez. La mayoría de lascédulas registra que la carestía se debía a la faltade lluvias y por consiguiente a la falta de agua,también se registran otras causas como las heladaso el agotamiento de la tierra e incluso el exceso dehumedad como es el caso de Juchitepec, municipiode Chalco y el de El Oro, este último registró queen los terrenos cercanos al río Lerma las cosechasse perdían por el exceso de humedad, por lascrecientes del río. También se seguía cuestionandosobre aguas subterráneas, en un intento deaprovecharlas (después de estudios de la CNI), paraorganizar sistemas de riego en lugares que carecíande precipitaciones abundantes o de corrientessuperficiales. En ese mismo cuestionario, se

23 Luis Aboites Aguilar y Valeria Estrada Tena (comps.), Delagua municipal al agua nacional. Materiales para una historiade los municipios en México 1901-1945, CIESAS-CNA-AHA-El Colegio de México, México, 2004, p. 12.24 Aboites y Estrada (comps.), Del agua municipal, p. 22.

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encontró que eran pocos los municipios que hastaesa fecha, contaban con obras de almacenamiento

de aguas destinadas a la agricultura, lo que sepuede observar en el cuadro 5

Cuadro 5Municipios que contaban con presas de almacenamiento en 1931

Caldero de 300 metrosde largo por 7 de alturaToma de agua de 40 metrosde largo por 8 de alturaPresa San Pedro de 60 metrosde largo por 9 de alturaPresa de 12 metros de alturaPresa de 10 metros de alturaPresa

Presa de 20 metrosde largo por 3 de altoPresa de 34 metros de largo por5.52 metros de alturaPresa Ximojay de 300 metros delargo por 7 de alturaPresa de Taximay de 1500metros de largo por 8 de alturaPresa de 10 metros de largopor 5 de altoPresa de 8 metros de largo por8 de altoPresa de 300 metros de largopor 8 de alturaPresa de 250 metros de largopor 6 de alturaPresa de 400 metros de largopor 6.5 de alturaPresa Chalchihuara

Presa

Presa

Presa

Presa Bocanegra de 1 000metros de largo por 8 de altura

Distrito Municipio Obra-Dimensiones Capacidad

El Oro

Ixtlahuaca

Jilotepec

Tenancingo

Tlalnepantla

Zumpango

Temascalcingo

El Oro

Atlacomulco

San BartoloMorelos

San Felipe delProgresoJilotepec

Villa del Carbón

Coatepec Harinas

Villa Guerrero

Tenancingo

Ecatepec de Morelos

Zumpango

8,000,000metros cúbicos

8,500,000metros cúbicos

1,200,000metros cúbicos

20,000,000metros cúbicos

300,000metros cúbicos

Fuente: "Respuestas al cuestionario anexo a la circular de 1930", en AHEM, Fondo Fomento, Serie Aguas, vol. 12, exp. 31, 1930,370 fs.

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Según se observa en el cuadro 5, las obrashidráulicas construidas en la entidad hasta 1931,son pocas y no se pueden comparar con los grandesproyectos de irrigación emprendidos en el norte delpaís, consistían prácticamente de un conjunto depequeñas obras que los agricultores construían parasu propio beneficio bordos, represas, canales,acequias, caños rústicos y diques. Lo que tal vezpueda explicarse porque en el territorio estatal noexisten ríos de grandes caudales que hicieranposible la construcción de grandes obras hidráulicascomo las del país.

… la mitad occidental del Estado es casi íntegramentede temporal y, no obstante, en la faja que se destacaen el norte, con dirección sureste nororeste, se tieneuna cuenca hidrográfica modesta, que va hacia elrío Tula; de ella aprovecha poco el Estado, segúnlos muestran los municipios de Jilotepec, Polotitlány Villa del Carbón. En la faja central con igualdirección y hacia el medio del Estado, se tiene lacuenca del Lerma y, no obstante, sólo se marcanaprovechando algo de riego Temascalcingo,Ixtlahuaca, Jiquipilco, Lerma, Ocoyoacac,Otzolotepec y Xonacatlán. En la faja sur delEstado, con dirección contraria, noroeste,suroeste, se tiene parte de la cuenca del Balsas ysólo aprovechan algo Donato Guerra y Valle deBravo, por un lado y Almoloya de Alquisiras,Coatepec, Tenancingo, Villa Guerrero, Malinalco yZumpahuacán, por el otro".25

El asunto primordial de este cuestionario era saberqué proyectos u obras hidráulicas podrían ejecutarseen cada uno de los estados. En el Estado de Méxicose registraron 60 proyectos, de los cuales sólo el deJilotepec tuvo importancia para la CNI, mientrasque para el estado de Guanajuato se tomaban comoimportantes cuatro de un total de 12 que sepresentaron. Lo anterior hace pensar que se le restóimportancia a las obras hidráulicas del territoriomexiquense, quizás por la corta magnitud, capacidady beneficios que se obtendrían de las mismas. Alrespecto se decía que de aprobarse las obras deirrigación:

En el río Coscomate del municipio de Jilotepec,Estado de México, se conseguirían almacenar

15.000,000 metros cúbicos y aprovechando lasaguas de las barrancas que corren a inmediacionesde la cabecera de Ajapusco, se lograría almacenar2.000,000 metros cúbicos.26

El interés por esta obra quedo inscrita en la políticapública de apoyar la gran irrigación. Sin embrago,el análisis de los cuestionarios arroja el pocointerés en explotar las la gran zona de temporalen el Estado de México, pues esta actividad sehallaba en manos principalmente de comunidadescampesinas ejidales, comunales o de pequeñapropiedad. En 1951 un informe técnico señalabaque la entidad poseía un número considerable demanantiales; la mayoría de pequeños caudales queservían sólo para el consumo doméstico y pocasveces eran utilizados para regar tierras, aunqueen áreas limitadas, individuales o de pocospropietarios. Los ingenieros insistían que ese datono debía ser ignorado en un futuro programa deirrigación.27

Conclusiones

La ley de aguas de 1910 acotó las concesiones a laesfera del gobierno federal. Después de la revoluciónse fortaleció el marco regulatorio sobre los recursoshídricos del país, pues permitió imponer una nuevavisión sobre los recursos hídricos del país. El artículo27 de la constitución de 1917, que impuso una nuevaforma de propiedad sobre los recursos productivos -en particular la tierra y el agua-, sometió a lasprincipales corrientes fluviales a la jurisdicciónfederal al declararlas propiedad de la nación, graciasa ello la federación, recuperó la propiedad y eldominio directo tal como lo habían ejercido losmonarcas españoles. Pero de hecho la propiedad delagua, -en varios puntos del territorio estatal ynacional hasta muy entrado el siglo XX-, siguiósiendo manejado por los ayuntamientos a veces anombre propio y a veces a nombre del pueblo ovecindario.

25 Alfonso Fabila y Fabila Gilberto, México, Ensayosocioeconómico del Estado, Talleres Gráficos de la Nación,México, 1951, p. 69

26 "Resumen de las contestaciones dadas hasta la fecha, porlos CC gobernadores de los estados y territorios a la circularnúm. 15 de la Comisión Nacional de Irrigación", en Irrigaciónen México, t. II, núm. 1, noviembre 1930, pp. 173.27 Fabila y Fabila, México, pp. 39-41.

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Por otra parte, en cuanto a la tan esperada soluciónpara el atraso de la agricultura -la irrigación-, lalimitante se observa en las obras hidráulicasconstruidas en el área de estudio que en nada secomparan con las enormes y costosas, construidasen la parte norte del país, resultado tal vez de lamisma situación geográfica del Estado de México -

terrenos bastantes accidentados, ausencia de ríoscaudalosos y proximidad de tierras irrigables- delo que se puede concluir que los resultados no fueronlos esperados, pero destaca que prevaleció lapequeña irrigación y el uso de aguas subterráneasdebido a la gran cantidad de manantiales queexistían el Estado de México.

"Trabajos de inspección en el Canal Zanja del Gobierno", 1922, Jilotepec, Estado de México, AHA, Aprovechamientos Superficiales,c. 351, exp. 7242.