ALMACAL. Bda. de Canela. Destrucción del Patrimonio Histórico, Natural y Paisajístico en Ayamonte

ASOCIACION PARA LA PROTECCION DEL PATRIMONIO

HISTORICO Y PAISAJISTICO DE AYAMONTE Almacal

Monográfico nº 6

LA BARRIADA DE CANELA

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Actualizado en abril de 2007

6E. LA BARRIADA DE CANELA

PLANO DE SITUACIÓN de la Bda. de Canela, con sus diversos Bienes Culturales de interés Etnológico (unos destruidos y otros en muy mal estado de conservación). Explicación:

1. ----Patio “del Peninsular” (derribado para construir unifamiliares). 2. ----Patio “del España” (su almacén también ha sido derribado). 3. ----Patio “de Los Aliados” ya derribado (la X roja indica el nuevo trazado del

puente). 4. ---- “La Cañería” y su canales de riego. 5. ----Pozo y Caldera “del Ayamonte” (se destruyó la torre de la caldera). 6. ----Caldera “del Peninsular” (hecha escombros). 7. ----Ruinas del Cuartel de la Guardia Civil. 8. ----Ruinas de “La Carbonera”. 9. ----Algunas viviendas tradicionales de pescadores. 10. + Ermita de Ntra. Sra. del Carmen.

P. Puente sobre el Estero de Canela. Línea amarilla. Indica el trazado de la carretera que conecta el casco urbano

con la playa de Isla Canela y con la Barriada de Punta del Moral.

GRAFICO: Reproducción del croquis de la Bda. de Canela tal y como estaba entre los años 30 y 40.

6-1. “PRIMERO TE PONGO EN VALOR Y DESPUES TE DESTRUYO”

Art. 4 de la Ley 1/1991, de 3 de julio, de Patrimonio Histórico de Andalucía:

“Corresponde a los Ayuntamientos la misión de

realizar y dar a conocer el valor cultural de los bienes integrantes del Patrimonio Histórico Andaluz, que radiquen en su término municipal. Les corresponde así mismo adoptar, en caso de urgencia, las medidas cautelares necesarias para salvaguardar los bienes del Patrimonio Histórico Andaluz, cuyo interés se encontrare amenazado. Todo ello sin perjuicio de las funciones que específicamente se les encomiende mediante esta Ley o en virtud de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español”.

En las siguientes páginas vamos a dar otros ejemplos más (y ya son muchos los comentados), sobre el incumplimiento por parte del Ayuntamiento del citado Artículo 4 de la Ley de Patrimonio Histórico Andaluz. El pasado año 2000, nuestro Iltmo. Ayuntamiento en coordinación con la Consejería de la Presidencia, publicó el libro “ERASE UNA VEZ... UNA ISLA. (Repercusión Histórica y Tradición Oral en Canela y Punta del Moral)”. Felicitamos a Jose María Valcuende del Río y a los Técnicos Municipales que colaboraron en esta obra, por el gran trabajo realizado, y por aportarnos un mayor conocimiento sobre nuestra identidad cultural. IMAGEN (derecha): Portada del libro “ERASE UNA VEZ... UNA ISLA”. Lo triste del caso es que se encargue la elaboración del libro citado, con el objeto de recuperar nuestra memoria histórica, y a los dos años el mismo Alcalde promueva la destrucción física de gran parte de los bienes culturales recogidos en el mismo. Es primeramente un crimen cultural, además de una falta de respeto hacia las personas que con gran ilusión realizaron dicho trabajo, y hacia la misma Consejería de la Presidencia que colaboró para que saliese a la luz pública. Comprueben lo que en el PREFACIO de dicho libro afirma nuestro actual Alcalde, y compárese con las manifestaciones efectuadas hace algo más de un mes en la Radio Cadena Ser de Ayamonte, donde afirmaba en relación a las reformas del “Puente de Canela” y lo que queda de los almacenes de “Los Aliados”. Decía, entre otras cosas, que “en Ayamonte se derribará lo que haya que derribar, siempre que la ley lo permita...” En el apartado “CONCLUSIONES FINALES” nos referiremos, entre otras cosas, a este “empeño por derribar y al supuesto amparo legal”.

Texto anterior: PREFACIO DEL LIBRO “ERASE UNA VEZ...UNA ISLA”. Destacamos en subrayado amarillo lo que hoy entendemos como unas palabras cargadas de cinismo, a la luz de las destrucciones que en los tres años siguientes se han hecho por parte del mismo Ayuntamiento en la Bda. de Canela.

... Pero aún hay más. También José María Valcuende del Río (Antropólogo), presentó una ponencia en las V JORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE, celebradas en noviembre del año 2000, y publicadas al año siguiente. Su título y contenido no tienen desperdicio: “PATRIMONIO CULTURAL Y MEDIO AMBIENTE: UNA REFLEXION DESDE EL CASO DE AYAMONTE”. A continuación lo reproducimos íntegramente, dada su importancia y coincidencia con nuestros planteamientos sobre esta temática. Incluimos otro PREFACIO más, rubricado por el Sr. Alcalde.

A la derecha, Portada del libro de las V JORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE . Incluimos esta ponencia de José María Valcuende, porque ahonda en la importancia del Patrimonio Etnológico, y porque además ya avisaba hace cuatro años de la importancia de la conservación física de los bienes de este tipo en la Bda. de Canela, y que nuestro Alcalde (y a pesar de su compromiso en dicho Prefacio) no ha tenido en cuenta, destruyendo gran parte de los patios tradicionales.

Afirma el Sr. Valcuende en la página 118, en relación a estos patios de Canela:

Lo terrible del párrafo anterior es comprobar como en el año 2000 aún estaban dichos patios sin destruir, cosa que se ha producido entre el período 2002-2003.

Pero reproduzcamos la ponencia completa:

Reproducción de la página 7 del libro V JORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE 2001.

Reproducción de la página 105 de las V JORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE, 2001.

Reproducción de la página 107 de las VJORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE, 2001.










Reproducción de la Página 117 de las V JORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE, 2001.

Reproducción de la página 118 de las V JORNADAS DE HISTORIA DE AYAMONTE, 2001





6-2. EL PATIO DEL PENINSULAR...YA NO ES.

IMAGENES: Escaneadas del referido libro, nos ilustran del aspecto que tenía hasta antes de ser derribado. A la izquierda, bomba de agua en el desaparecido patio. Vamos a reproducir un extracto del libro que da nombre a este capítulo, para apreciar desde el mismo, el gran interés etnológico de este tipo de edificaciones que se vienen destruyendo:

“...Este tipo de construcción se fue sustituyendo por otras edificaciones, en las que se utilizan materiales como el adobe y ladrillo, nos referimos fundamentalmente a los almacenes y patios que se construyeron en la barriada de Canela y en la barriada de Punta del Moral, así como a algunas viviendas de carácter individual.”

“... La mayoría de estos almacenes, en el caso de la Punta del Moral, han

ido desapareciendo. A medida que se deja de trabajar en los galeones, los almacenes comienzan a ser destruidos en algunos casos y en otros casos fueron compartimentados. Una compartimentación que dará lugar a muchas de las viviendas actuales. Donde mejor se conservan este tipo de edificaciones es en el caso de Barriada de Canela, nos referimos a los allí denominados “patios”.

“Uno de los patios más interesantes lo constituye el Peninsular, conocido anteriormente como la fábrica de fritos. Edificio con una forma singular en comparación al resto de los patios, hecho que es debido a su anterior uso como fábrica de conservas.”

“Este “patio” tiene una estructura cuadrangular, organizándose en torno a

un patio central, enlosetado con baldosas de barro, y abierto por uno de los laterales...”.

Hemos subrayado algunos párrafos porque son especialmente indicativos, y para eludir una de las dos grandes excusas populistas que se suelen poner para agredir y destruir nuestros bienes identitarios: EL ESTADO DE RUINA (la otra es LA DEMANDA DE VIVIENDAS SOCIALES).

Vayamos por partes. Ante la primera excusa decir que si en 1998 se consideraba que era precisamente en la Bda. de Canela donde mejor se conservaban estos patios tradicionales (léase párrafo anterior sombreado en amarillo), tres años después no vale decir que se podía destruir porque estaba en estado de ruina. Y aun

en el caso de los Bienes Culturales que se encuentren en dicha situación extrema, lo primero que hay que hacer para evitarlo es tener una adecuada política de conservación. ¿Para que sirve entonces gastar recursos humanos y económicos en promocionar nuestros Bienes Culturales, si al mismo tiempo se están dejando deteriorar e incluso se practica la destrucción de los mismos?. Como bien afirman los expertos en Patrimonio Histórico, lo primero es la conservación física de los bienes, pues solo el conocimiento palpable de éstos nos dará una experiencia comprensiva e integral de su significado y valor. Reivindicamos un política cultural sobre los valores culturales ruinosos, encaminada a la RESTAURACION. Y decimos restauración y no rehabilitación, porque es en su espíritu artístico donde radica la eficacia de dicha política. Catalogar y mimar cuanta memoria histórica subsista, consiguiendo que sea el desarrollo urbanístico quien se integre y adapte sobre el territorio, eludiendo invadir y destruir aquellos valores y entornos de interés histórico o natural, que constituyen nuestro más valioso patrimonio colectivo.

No se pueden aplicar tan contrarias varas de medir. Cómo entender que mientras que se rehace el Pilar de La Villa, donde ya no quedaba ningún resquicio, (colocándose a su lado alardeantes placas conmemorativas), a la vez se destruyen emblemas irrepetibles de nuestra cultura local...

IMÁGENES DE LA PAGINA: ¿Dónde ha quedado la puesta en valor del singular Patio del Peninsular?. A finales de octubre de 2003, esta es la imagen que tiene: una promoción más de viviendas, carentes de singularidad y extrañas para el

entorno. La otra imagen muestra la permanencia hoy día de un estilo de vida singular: mariscadores “escogiendo las coquinas”. Ante la segunda objeción populista de que se justifica por la creación de viviendas sociales, decir que es la misma torpeza política que abundaba en tiempos de la dictadura, cuando se dinamitaba un castillo para construir encima un destartalado Parador (pudiéndose conseguir la permanencia de ambas cosas, a la vez que se hubiesen acrecentado y favorecido ambos patrimonios de interés colectivo, en pacífica coexistencia). Con el Patio del Peninsular se podía haber optado por una postura más inteligente e integral, consistente en la rehabilitación (restauración) del mismo, habilitándolo para viviendas de alquiler de baja cuota, teniendo en cuenta las circunstancias sociales de sus demandantes. Además hay que tener en cuenta el contexto social, cultural y laboral de las personas que demandan viviendas en la Bda. de Canela, muchos de ellos todavía trabajadores marineros (especialmente coquineros) que precisan de unas condiciones en sus viviendas que les faciliten sus labores rudimentarias y artesanales (patios donde escoger el marisco, cuartillos donde guardar sus rastros, motores, redes, etc.). Las viviendas unifamiliares intrusas, especialmente las que sustituyen al Patio del Peninsular, no facilitan para nada este ciclo vital tradicional, y lo más grave es que encima destruye de forma irrecuperable un bien identitario único. Otra solución para satisfacer la necesidad social de viviendas en la Bda. de Canela, sería incentivar la rehabilitación de aquellas viviendas individuales, que actualmente se encuentran en mal estado o en ruina, además de favorecer la autoconstrucción con las pertinentes ayudas oficiales, siempre y cuando se construya y rehabilite dentro de los parámetros arquitectónicos propios del lugar.

IMAGEN: La nueva urbanización “Patio del Peninsular”, en su fase de construcción vista desde los restos del Cuartel (Primero “te pongo en valor”, luego “te destruyo”, y finalmente “te conmemoro”. Este es el proceso de gestión municipal por el que pasan muchos bienes culturales y lugares de interés).

6-3. EL PATIO DE LOS ALIADOS, LA CAÑERIA Y EL PATIO DEL ESPAÑA.

Los almacenes de “Los Aliados” también han desaparecido del mapa. Estos, que han servido desde su creación como almacenes y viviendas de los pescadores y mariscadores de la zona, y que estuvieron ocupados en gran parte por los mismos, fueron obligados a desalojarlos para su derribo, ya que era necesario al parecer para ampliar el puente sobre el estero, a fin de dar fluidez al tráfico que se genera con el desarrollo de Isla Canela y Punta del Moral. “Los Aliados” antes de su derribo.

Se justificaba además diciendo desde el propio Ayuntamiento que el estado ruinoso de dichos almacenes, obligaba a su demolición. Ahora se acuerdan que esas personas vivían y guardaban utensilios de pesca en locales ruinosos, cuando en más de tres décadas nadie se planteó su rehabilitación completa, dejándolos en el más absoluto olvido. Incluso algún anciano ocupante de uno de sus compartimentos ha tenido que sufrir acoso y gran inquietud ante tan rápido y fulminante derribo, sin contar con la situación de otros inquilinos. Además de estas repercusiones sociales, no hemos oído a nadie defender la permanencia de dichos almacenes por razones de interés cultural. No vamos a repetir aquí

lo argumentado para la defensa del Patio del Peninsular, ya que las circunstancias son las mismas. ¿Alguien planteó la posibilidad de que la ampliación del puente se realice por su margen oeste, evitando así la destrucción de dichos almacenes?. Para la objeción del estado ruinoso y contra el ornato público, decir lo mismo que apuntábamos al principio: Restauración de los Bienes Culturales. En este caso se hubiesen mejorado esas precarias viviendas, contribuyendo

en esa importante función social. “La Cañería” junto a los patios de “Los Aliados”. También llamamos la atención sobre el estado de la llamada “Cañería” y sus canales de riego, que junto a “Los Aliados”, conforman un núcleo de gran interés etnográfico. Respecto al “Patio del España”, apuntar que también ha sido mutilado al derribarse su almacén, según nos han contado “por razones de salubridad” (?).

6-4. LAS CALDERAS Y POZOS.

En la página 77 del libro ERASE UNA VEZ...UNA ISLA, podemos leer:

“...Si la vivienda es una parte fundamental del patrimonio etnológico, no menos importantes son otro tipo de construcciones que nos ayudan a comprender, en buena medida, las formas de vida de los habitantes de la Isla: las construcciones relacionadas con el trabajo, con el abastecimiento de la población, con la canalización del agua... Entre éstas destacan las instalaciones que durante mucho tiempo fueron necesarias para el cuidado de las artes de pesca. Una buena muestra de ellas son los tinteros y calderas destinadas para el mantenimiento de las redes. De estas calderas sólo se conserva en la actualidad una instalación en desuso en la Barriada de Canela. Los tinteros y calderas existentes en Punta del Moral han desaparecido recientemente...”

Esta fotografía de la izquierda (arriba) fue tomada a finales del año 2003. Si la comparamos con la de la derecha, que aparece en el libro citado inicialmente, y que data de 1998, veremos la degradación que ha sufrido este bien etnológico en tan solo cinco años.

La caldera que se encuentra junto al Cuartel de la Guardia Civil (izquierda), sufre también un estado de abandono absoluto.

6-5. OTROS BIENES DE INTERES OLVIDADOS EN BDA DE CANELA.

El conocido como Cuartel de la Guardia Civil, ya ni vigila ni es vigilado. Produce una sensación extraña y deprimente moverse entre sus ruinas destechadas, pero con sus paredes todavía levantadas y sus numerosos huecos de ventanas, a través de los cuales resulta chocante apreciar como se va levantando el “Nuevo Ayamonte”. El poco ingenio y falta de sensibilidad cultural de nuestros gestores municipales, permiten la instalación de un Módulo Sociocultural, cuyo diseño arquitectónico se repite en todas las barriadas de Ayamonte, como si hubiesen salido de una fotocopiadora, o fuesen fruto de un experimente de clonación urbanística. La homogeneización es el enemigo principal de la singularidad cultural. ¿No se podría haber rehabilitado (restaurado) el viejo Cuartel y destinarlo a esa función de Módulo Sociocultural?. Se da además la paradoja de que se encuentra a tan sólo unos treinta metros del nuevo.

Tomada desde la Caldera próxima, las paredes del Cuartel resisten al abandono y el paso del tiempo

El nuevo Módulo Sociocultural. Su positiva función social y cultural hubiese tenido un mejor escenario, por ejemplo, dentro del viejo Cuartel rehabilitado.

Imagen tomada desde el interior de las ruinas del Cuartel de la Guardia Civil en Canela. Al fondo, elocuentes imágenes: El Puente Internacional sobre el Guadiana, el “rascacielos” del Edificio “Puerta de España” y la Parroquia de Las Angustias.

Las viviendas tradicionales (imagen de arriba) marineras de la Barriada de Canela son cada vez más escasas, y en la mayoría de los casos se encuentran muy transformadas o retocadas, en lo que se refiere a su configuración estética exterior. Mientras que los restos de “La Carbonera” (imagen en mitad de la página) duermen placidamente al otro lado del estero, solitaria, al otro extremo sur la Ermita de Ntra. Sra. del Carmen (tercera fotografía de la página) que para guinda del desastre total, puede ser convertida en la poco espiritual función de ser centro de una rotonda. A fecha de hoy, la transformación que han sufrido los arenales que la circundaban es brutal…

19-11-06. Manifestación de vecinos de la Barriada a las puertas de la Ermita del Carmen, en señal de protesta por la brutal especulación urbanística que sufre este para muchos sagrado lugar y su entorno.

6-6. “Y COLORIN COLORADO... ESTA ISLA SE ESTA ACABANDO”

Lamentamos ponerle un fin tan triste al cuento de “ERASE UNA VEZ...UNA ISLA”, pero en este caso la historia la escriben personajes políticos empeñados en dramatizarla. Al paso que vamos, las Barriadas de Canela y Punta del Moral (también la de Pozo del Camino) acabarán siendo invadidas y absorbidas por completo por el estilo urbanístico del Salón de Santa Gadea, es decir, sufren un proceso acelerado de pérdida de identidad, debido a la homogeneización arquitectónica... Recomendamos la lectura del libro al principio referido, y que quitando el cínico PREFACIO del Sr. Alcalde, todo su contenido enriquece nuestra memoria histórica. Animamos a los habitantes de la isla para que defiendan los testimonios físicos que aún permanecen, y la singularidad de su sabor marinero, ya algo menos salado. Desde aquí, también queremos hacer una mención al Campo de Canela, cuya tradición rural ha venido siendo castigada por diversos motivos. Primero fueron las reivindicaciones de “LUZ PA CANELA”, cuando las viviendas rurales carecían de este servicio fundamental. Después llegó el desarrollo urbanístico y turístico de Isla Canela, que acosa despiadadamente unos derechos históricos sobre usos tradicionales y patrimonio rural, de una gente que ha sabido a través de varias generaciones extraer a duras penas frutos a la tierra, ataviados con mucho de ingenio y resignación, y con poca ayuda oficial. De Punta del Moral, sólo esperamos que la explosión turística que experimenta, no disuelva su singularidad marinera y se conserven los escasos bienes culturales identitarios que les quedan. También queremos mencionar al Mausoleo Romano de la Carretera de la Punta del Moral, que por cierto, ha venido sufriendo actos vandálicos, sin que se dieran mucha prisa por arreglarlo.

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