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1 AUTORA: SUNDARI AMALIA ALQUIMIA ESPIRITUAL -LA EPOPEYA DE LA TRANSFORMACIÓN-

ALQUIMIA ESPIRITUAL

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Guía espiritual

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Page 1: ALQUIMIA ESPIRITUAL

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AUTORA: SUNDARI AMALIA

ALQUIMIA ESPIRITUAL

-LA EPOPEYA DE LA TRANSFORMACIÓN-

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ACLARACIÓN Y DEDICATORIA:

Con amor y respeto, dedico este trabajo y mi trayectoria vocacional al Maestro

Vicente Beltrán Anglada, cuya obra y enseñanzas han sido una de mis principales

referencias y me han servido de guía certera. La claridad y precisión de su

lenguaje, junto con la lucidez de su pulsación, revelan la calidez de su alma y me

han hecho sentir siempre su proximidad. No podría concebir una guía más veraz

que la que surge de una asociación de estas características, porque lo que él

transmite es mucho más que información meramente intelectual. Él ofrece la

enseñanza desde el corazón, y yo he podido recibirle desde el corazón. GRACIAS,

Vicente Beltrán Anglada.

Sundari Amalia.

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LA TRANSFORMACIÓN DESDE EL CORAZÓN

La mayoría de nosotr@s estaríamos de acuerdo en afirmar que vivimos en un

mundo que en la actualidad está sufriendo una profunda metamorfosis. Más allá de

las terribles apariencias de lo que está sucediendo, muchas personas están

despertando a la verdad de que nuestro planeta, nuestro Universo, nosotr@s

mism@s y todo lo creado, es mucho más que el aspecto material que los humanos

percibimos. Estamos empezando a reconocer que toda vida o toda manifestación de

la Vida surge de una Fuente común, tiene un mismo Origen y que cada una de las

partes que compone esta insondable creación es una expresión más de esa misma

Verdad, única en sí misma y enriquecedora de la Totalidad. Cada vez más personas

estamos empezando a darnos cuenta de que la apariencia de nuestra realidad

esconde mucho más de lo que hasta ahora habíamos percibido, muchísimo más de

lo que nos han querido hacer creer que había. La vida es mucho más profunda y

misteriosa, estimulante y enriquecedora de lo que nos hemos creído que era.

Much@s de nosotr@s hemos estado o estamos aún perdid@s en la búsqueda de

nuestra identidad social, o cuanto menos en la búsqueda de la compresión de la

consciencia social. Sin embargo, esta búsqueda que nos ha cobrado tanta vida,

tanta energía y tanto tiempo no acaba de fructificar del todo y a la mayoría de

nosotr@s nos deja en mayor o menor grado insatisfech@s. Parece que esta

experiencia infértil, que está arrojando a las estadísticas muchos casos de

depresión y enfermedad, está pidiendo ser revisada. Parece también que todo

apunta a que necesitamos cambiar el objeto de la búsqueda y empezar a participar

de forma consciente y voluntaria en el proceso de la transformación, en el proceso

de la búsqueda de nuestra propia identidad, que no es otra cosa que nuestra

identidad espiritual, aquella que nos permite descubrir el propósito de ser y nos

permite reconocer que todo, absolutamente todo, tiene un propósito.

Si bien en cierta forma esta búsqueda de nuestra identidad social nos ha servido

y ha tenido su razón de ser, también es cierto que nos ha dejado suspendidos en la

parcialidad y en la desazón. Pero creo que puedo afirmar sin equivocarme, que de

un tiempo a esta parte se está produciendo una llamada colectiva al despertar, un

tirón de la consciencia que nos impele a una nueva búsqueda, la búsqueda de la

Consciencia Solar, que se manifiesta como el reconocimiento de la propia Divinidad

y se traduce en términos más asequibles como la consciencia del corazón. Es a

través de esta consciencia que buscamos la definición experiencial de nuestra

relación con la Divinidad y que podemos realizar la comprensión de lo abstracto. Es

a través de esta consciencia que podemos comprender de manera práctica que “yo

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estoy en el centro de aquello que creo (de crear) y soy absolutamente responsable

de ello”. Y por eso se vuelve absolutamente urgente y necesario participar

activamente en el propio descubrimiento, en el conocimiento del propio ser y de la

vida a través de esa revelación prioritaria, para posibilitar a su vez el

descubrimiento y la realización de aquello que está más allá de lo evidente y

aparente, de aquello que nos ha parecido insondable por ser invisible a los ojos

mundanos.

En realidad, en esta época tan crítica y difícil, se precisa que cada vez más

personas despertemos a este concepto que redefine el Universo y todo lo creado

como Energético y Sagrado. Todo a nuestro alrededor -también la materia- se

origina y está constituid@ por una Energía Divina. Al haber vivido por tanto tiempo

ignorando esta verdad y desconectad@s de esta Fuente propia y Sagrada, nos

hemos condenado a vivir en un doloroso mundo de dificultades regido por la

inseguridad y el temor que nos han llevado a creer en la necesidad de nutrirnos

mediante el dominio de l@s un@s sobre l@s otr@s. En un mundo de estas

características las personas que han ascendido al poder son aquellas que mejor han

sabido ejercer el abuso de poder y la extorsión; sin embargo, bajo esta concepción

de las cosas, las personas devoran el mundo, lo destruyen sin escrúpulos, lo

reducen a escombros.

Pero a pesar de que este panorama aparenta ser desolador, se nos presenta

como una oportunidad de cambio radical. Ya no podremos seguir adelante si no nos

liberamos de ese falso concepto de poder, de la falsa necesidad de permanecer

enfrentad@s l@s un@s contra l@s otr@s, tampoco tendremos oportunidad

individual si no nos liberamos de nuestro propio hábito -aun cuando sea sutil- de

controlar a los demás. La única solución pasa por cultivar una reconexión personal

–individual- con la Fuente propia interna, con nuestra Divinidad, que nos

proporciona el suministro de energía divina que en realidad es nuestra, de cada

un@ de nosotr@s. Esta Fuente interna pacífica y propia que mana de nuestro

corazón, nos suministra toda la energía necesaria y atrae hacia nosotr@s todos los

recursos para nuestra propia realización y por ende para la transformación del

mundo.

Se trata de propiciar una reconexión mística personal, que nos devuelva el poder

genuino, basado en el amor, en la paz, en la entrega, en el respeto, en la belleza,

en la bondad y en el equilibrio. Una nueva concepción de la vida humana que

amplía nuestra visión y nos revela la verdad de nuestro Yo Superior.

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A esta aspiración -que el mundo está empezando a compartir masivamente- de

despertar a la verdad propia y entregarse a la Divinidad interior, se puede llegar

por muchos caminos, el camino para cada ser es único e individual. Sin embargo,

cualquier disciplina o método genuino compartirá necesariamente ciertas premisas.

Cualquier camino hacia el despertar espiritual tiene que pasar necesariamente

por la revelación de todos los aspectos de la sombra. Ahora más que nunca los

aspectos oscuros del ser humano, tanto del ser individual como de la humanidad

como grupo, están emergiendo a la superficie para ser examinados e iluminados,

para ser reconocidos y abrazados desde el amor y la aceptación, y ya no más desde

la vieja y conocida energía del juicio, la culpabilidad y la condena. Esto señala una

relevante diferencia a tener muy en cuenta, que nos permitirá descubrir y

trascender nuestras limitaciones y aspectos oscuros, nuestros engaños, en lugar de

necesitar seguir negándolos y justificándolos.

Dadas las circunstancias cósmicas actuales (las conjunciones astronómicas que

corresponden al momento del ciclo evolutivo de nuestro universo) en la actualidad

estamos experimentando constantemente poderosas irradiaciones aceleradas de

energía de altísima frecuencia que provienen del Centro Galáctico. Toda esta

actividad cósmica está estrechamente relacionada con el despertar espiritual que

está sufriendo la humanidad. Para el planeta y para la humanidad son momentos

de profunda crisis y cambio profundo. En este trance no estamos sol@s ni

desamparad@s. Estamos siendo asistid@s, por supuesto, desde las Esferas

Superiores por la Jerarquía Espiritual. Estas poderosas oleadas energéticas causan

un aumento de la intensidad del proceso de limpieza y purificación, poniendo de

manifiesto los aspectos que precisan atención.

Estamos siendo llamad@s a penetrar en cotas nuevas y superiores de

consciencia. A nivel individual se nos pide un cambio de rumbo, la rendición a

nuestro guía interno en el corazón; se nos pide que nuestro ser espiritual tome el

control que por su parte quiere seguir ejerciendo nuestro ego o personalidad

humana que se rige por los valores ilusorios del mundo material. Se nos propone la

fusión del alma con nuestro Yo Superior, la fusión del alma individual con el alma

espiritual. Es imprescindible (nadie se escapa de eso) realizar una limpieza

emocional profunda. Esto nos aboca a un proceso difícil y por lo general doloroso en

el que las resistencias propias determinarán que este periodo sea más o menos

corto o largo, antes de que podamos experimentar lo que es propiamente la fase de

liberación, momento en el cual las cosas empiezan a cambiar para nosotr@s y todo

empieza a fluir. Las dificultades sólo nos indican que no estamos libres de la

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sombra, los problemas son retos y oportunidades de visión. Nuestro sendero de

ascensión es necesariamente un camino de purificación. Se requiere impecabilidad

en cada pensamiento, en cada sentimiento, en cada intención, en cada expresión y

en cada acción de nuestra vida. Y para ello hay que hacer un profundo y persistente

trabajo de revisión. Mas es importante vivir este proceso bajo el concepto liberador

de que la meta es el camino mismo, y viceversa, el camino es la meta. Los

sistemas de apoyo irán cambiando para nosotr@s a medida que nos vayamos

limpiando. La rendición nos conectará con el verdadero apoyo basado en el amor,

en la solidaridad, en el compartir. Descubriremos que ese apoyo y el suministro de

los recursos en verdad inagotables surgen de nuestro interior. En este proceso

iremos soltando nuestras dependencias y descubriremos que nuestras necesidades

genuinas van a ser satisfechas sin esfuerzo.

En este punto evolutivo se nos sugiere que abracemos nuestra sabiduría. En

nuestro interior tenemos todo lo que necesitamos, todas las herramientas y la

fuente del conocimiento directo: la intuición. Si la escuchamos, ella nos guía y nos

indica cómo proceder. Nuestra naturaleza es en verdad Divina y esta herencia está

codificada en nuestro ADN. Sin embargo para activar nuestros códigos y

mantenerlos activos necesitamos evitar las interferencias y las distracciones tales

como nuestras identificaciones, adicciones y malos hábitos físicos, emocionales y

mentales. Los pretextos de las identificaciones y también de las adicciones, pueden

ser no sólo cosas reales, sino también cosas ficticias (fantasías, quimeras y falsos

conceptos sobre un@ mism@), no sólo físicas, sino también de naturaleza

emocional, mental e incluso energética. No somos nuestras identificaciones, esto es

algo muy importante que necesitamos comprender; cuando descubrimos y

reconocemos nuestras dependencias, adicciones y distracciones, y nos esforzamos

en soltarlas en un acto valiente de confianza, nuestra guía interna empieza a actuar

para nosotr@s. Entonces aparecen nuevos recursos. Una puerta se abre, y luego

otra, y otra. Nos anclamos en una nueva frecuencia de Luz y somos bendecidos por

la Gracia Divina con todo aquello que requerimos para fomentar nuestra ascensión

y la ascensión de la humanidad toda, para cumplir con nuestra misión espiritual.

El principio del cambio pasa necesariamente por que empecemos a observarnos

atentamente a nivel individual. Se trata de que entre en acción la entidad que

Ramtha llama “El Observador en el punto cero”, el observador silencioso, la

Presencia en el Corazón, que no juzga, pero percibe. Entonces el principio del

cambio pasa por la experiencia de “la serena expectación”1, pasa por la experiencia

1 Expresión de Vicente Beltrán Anglada.

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de observar nuestros propios procesos mentales, si estos están o no condicionados.

Por observar cómo reaccionamos a las situaciones. Cómo son nuestras actitudes,

nuestras reacciones, nuestras emociones. Pasa por indagar profundamente en

nuestra naturaleza emocional para conocerla y desde la aceptación transformarla,

con la intención de no contribuir a seguir creando una realidad profundamente

demente y distorsionada como la que hemos creado. El principio del cambio pasa

en definitiva por aceptar el reto personal de un profundo compromiso individual

para con nosotr@s mism@s y para con la vida toda, compromiso que podemos

amplificar en sentido geométrico si nos adherimos conscientemente a este

movimiento humano y planetario -pero de carácter cósmico- que está teniendo

lugar en los tiempos actuales.

Más allá de la carga de nuestro propio pasado o de nuestras vidas anteriores,

hallamos que la dinámica de nuestros antepasados, ya sean sus logros o triunfos o

bien sus dificultades, fracasos, opresiones y falta de visión, ejercen una influencia

mucho mayor de lo que sospechamos. Nuestra energía, si no se utiliza de manera

consciente, tiende a ser dependiente de esas dinámicas heredadas.

La armonía natural de la Vida (en todos sus aspectos y estratos) ha sido

perturbada por nosotros, los seres humanos, a causa de nuestra mente. Hemos

pretendido someter la naturaleza desde la idea imposible de la trascendencia del

poder mental desconectado de la aspiración espiritual y del uso disciplinado y

respetuoso de las energías. Deshacer este camino es posible y es posible hacerlo

rápido, sólo si apelamos al uso correcto de las energías espirituales, desde el amor,

el respeto y sobre todo, desde el perdón. Suscribo una idea de Eckhart Tolle que

afirma que la mente no puede encontrar la solución porque es parte intrínseca del

problema. Mas yo quiero añadir a esta afirmación mi matiz personal que interpreta

que la afirmación se refiere a la mente egoica o racional -manas inferior.

La infelicidad y el desasosiego provienen de una falsa identificación de nuestro

ser con una realidad que sólo existe en nuestra mente. No es malo sostener una

fantasía, lo nocivo es identificarse con ella y confundirla con la realidad. La meta es

el camino mismo: para rendirse a eso se requiere mucho coraje y una dosis

importante de entrega o rendición.

No somos otra cosa más que la posibilidad de experiencia de vida que nos ha sido

brindada para descubrir, validar y expandir los valores del Amor Universal, que -

como no- pulsan en nuestro corazón individual. Sólo el amor hace de nuestra suma

pequeñez el sentido de la participación. A la dimensión del amor, espacio infinito sin

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tiempo dentro del corazón, se accede desde la mente superior –manas superior- el

ser puro.

En algún sitio leí que hay un único camino, es el camino hacia el centro del ser.

Hay muchas maneras distintas de decir lo mismo. En definitiva, el camino hacia el

centro del ser, es el camino del corazón, el camino de la aceptación que nos lleva

hacia nosotr@s mism@s, que nos permite estar presentes en el aquí y el ahora. Es

la búsqueda de la consciencia solar, la que se remite a nuestra Divinidad y la

define. Pero cuando hablo del camino del corazón, no hablo para nada en sentido

metafórico, sino en un sentido completamente real. Es necesario actuar desde el

corazón, y encaminarnos hacia aquello que vibra en nosotr@s venciendo los

temores. La vida, sin duda ninguna, nos responderá.

Tenemos integrada la idea de que la única redención es el martirio y el dolor.

Tenemos el sentido de culpa pegajosamente adherido a nuestras estructuras. Sin

embargo la redención sólo llegará desde la liberación de ese sentimiento de

culpabilidad y a través de la búsqueda de la comprensión de la experiencia, del

descubrimiento del error que ha causado distorsión, pues el verdadero

conocimiento sólo puede llegar así, ganado por la experiencia, para que el error no

sea repetido. Buscar el castigo como idea de redención nos aleja de la verdadera

redención que sólo llegará después de conocer la causa (la responsabilidad propia)

dentro de nosotr@s mism@s, aceptándola e integrándola para poderla liberar desde

la intención.

El Maestro explica que el dolor es sólo un síntoma del error, un efecto de la

enfermedad del pensamiento. Para que se produzca la sanación la causa debe

reconocerse dentro, pero tan importante como eso es reconocer el propósito de la

experiencia y del error.

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EL SER HUMANO Y NUESTROS VEHÍCULOS DE MANIFESTACIÓN

Cada un@ de nosotr@s somos un ser único e irrepetible por nuestras

características y único responsable del inmenso, complejo y perfecto sistema que

es, no sólo nuestro cuerpo físico, sino el conjunto del organismo que incluye todos

nuestros cuerpos de manifestación, además de las circunstancias en las que estos

se desarrollan. Sólo el maravilloso universo que es nuestro cuerpo físico humano

contiene billones de células vivas, y cada una de las células constituye una galaxia

en sí misma, constituida a su vez por innumerables átomos, separados entre ellos

enormes distancias, mucho espacio vacío que constituye una dimensión

imperceptible a los sentidos corrientes. Cada un@ de nosotr@s es el único ser

pensador soberano de la inmensidad de nuestro propio reino, y cada uno de

nuestros pensamientos y creencias, así como cada una de nuestras emociones y

sentimientos tiene influencia directa en cada una de nuestras células, en cada uno

de nuestros órganos y partes que constituyen la totalidad de nuestro organismo,

mucho más allá de nuestro ser puramente físico. Nuestro organismo y las

circunstancias en las que se desarrolla nuestra vida, son la pantalla de proyección

de nuestra consciencia. Nadie más que nosotr@s mism@s, es responsable de

cuanto acontece en nuestro cuerpo y en nuestra vida.

En consonancia con la estructura septenaria de nuestro Universo, el ser humano

tiene también una constitución septenaria. Esto singifica que tenemos siete cuerpos

de manifestación y cada uno de ellos está regido por un chakra correspondiente.

Cada uno de estos cuerpos de manifestación está a su vez subdividido en siete

planos. Lo que esotéricamente se denomina el cuaternario inferior, hace referencia

al conjunto de los cuatro vehículos de manifestación que posibilitan la experiencia

humana, de denso a sutil son: cuerpo físico (cuerpo material), cuerpo etérico

(plantilla energética), cuerpo emocional (constituido por materia emocional) y

cuerpo mental inferior (formado por materia mental). Lo que se denomina la Tríada

Superior hace referencia al conjunto de los tres vehículos superiores: Mental

Superior, al plano Búdico (del Corazón) y por último al plano Átmico (Plano

Espiritual); de arriba abajo: Atma, Buddhi y Manas.

No nos detendremos ahora en explicar cada uno de los cuerpos porque nos

alejaríamos del propósito del libro. Sin embargo destacaremos alguna información

importante que nos ayude a comprender posteriores reflexiones. Respecto al

cuerpo etérico -llamado también doble etérico por ser un duplicado etérico exacto

del cuerpo físico- cabe señalar que es el primer cuerpo sutil del ser humano, es

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prácticamente un cuerpo intramaterial (casi no se extiende más allá del cuerpo

físico) está formado por materia etérica y constituye la plantilla energética que

vitaliza el cuerpo físico, formada por la vasta red de canales por los que circula la

energía vital o prana. De la misma forma que la sangre circula por las venas, la

energía electromagnetica del cuerpo circula por los nervios, cuya contraparte es el

sistema de nadis o canales de acupuntura por los que circula el prana o energía

vital. De la forma y la constitución del doble etérico dependen la forma y el estado

del cuerpo físico. El cuerpo etérico es el patrón para el físico y es receptivo a las

ondulaciones de los pensamientos y sentimientos que emanan desde los cuerpos

emocional y mental. La transformación del cuerpo físico se realiza mediante la

transformación del cuerpo etérico, que a su vez es susceptible a la calidad de las

energías emocional y mental.

Cuando trabajamos de forma activa y consciente para purificar la mente,

empezamos a generar una serie de compuestos moleculares de enorme sutilidad

que repercuten sobre el cuarto éter. El oxígeno y el hidrógeno que componen los

átomos de la energía emocional se purifican, volviéndose éstos más magnéticos y

radiactivos. Estos compuestos moleculares que repercuten en el éter acaban por

penetrar en nuestro cuerpo físico sutilizándolo, de forma que nos volvemos más

receptiv@s a las influencias de las energías superiores2.

Si bien, refiriéndonos a nuestros cuerpos de manifestación, el objetivo de la

aspiración espiritual es la integración de los mismos, el triple cuerpo sutil inferior de

una persona corriente (vehículos etérico, emocional y mental) se caracteriza porque

éstos están claramente definidos por una frontera o “anillo no se pasa” que los

delimita. Con visión aural podríamos observar como a medida que van cambiando

las emociones y los pensamientos, las estructuras de cada cuerpo se mueven como

unidades, pero no pierden su delimitación. Sin embargo, a medida que el ser

avanza en su trabajo espiritual y se purifica, esta delimitación se va sutilizando,

hasta el punto de desaparecer, de forma que cada cuerpo se funde con el otro.

Cuando esto sucede a la persona le es fácil penetrar con su intención en el fondo de

cualquiera de los compuestos moleculares de cualquiera de los cuerpos. Es la

evolución de la consciencia la que trae como consecuencia la evolución de sus

vehículos de manifestación y posibilita la integración de los mismos. Al desaparecer

la delimitación de cada uno de los cuerpos sutiles, éstos se vuelven más receptivos

los unos respecto de los otros y se armonizan, formando un acorde armónico que

2 El contenido informativo de este párrafo y el siguiente está extraido de las enseñanzas de Vicente

Beltrán Anglada: “El Control de los Vehículos Inferiores”, conferencia 5 de Noviembre de 1984.

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finalmente resuena con la nota esencial del ser.

Concibo el trabajo espiritual con un enfoque y una naturaleza distinta a la que

muchas escuelas y corrientes propugnan. No se trata de ejercer el control mental

desde la mente racional; tampoco se trata de ejercer un rígido control sobre el

cuerpo físico ni someterlo a rígidas y estrictas disciplinas. Ni mucho menos se trata

de llegar a controlar las emociones con el fin de suprimirlas, pues como bien dice

Vicente Beltrán Anglada, las mismas son consubstanciales a la vida y si las

suprimiésemos dejaríamos nuestro cuerpo emocional como una esponja seca a

merced de influencias quien sabe de qué naturaleza. Más bien se trata de crear una

estructura emocional capaz de contactar y sostener el cuerpo búdico. Se trata de

trabajar y prepararse para responder eficazmente a la evolución de los tiempos. Se

trata de practicar la observación atenta y sostenida de las propias pulsaciones, de

los propios pensamientos, emociones y reacciones que tenermos frente a las

circunstancias y acontecimientos de la vida, disociándonos de los mismos. Se trata,

por utilizar nuevamente una acertada expresión del autor tantas veces citado, de

“aprehender el sentido de la vida afrontando serenamente, pero con indomable

energía, el presente inmediato.”3 El trabajo espiritual empieza, desde mi punto de

vista, cuando nos proponemos aprender el arte de la presencia. Si estamos

presentes estamos serenamente expectantes, y con la práctica, cuando todo lo

supérfluo pierde el foco, la atención percibe lo esencial. El pensamiento puede

llegar a ralentizarse, la verborrea del pensamiento racional llega a detenerse y la

mente abstracta percibe la certeza.

El ser humano, cuya intrépida e insaciable mente ha investigado, explorado,

conquistado, construido, destruido, explotado y divulgado lo impensable, es, en la

mayor parte de los casos, un gran desconocido para sí mismo, se ha olvidado de

que el Todo reside dentro de sí. Hemos buscado incansablemente, fuera de

nosotr@s, pero, ¿cuánt@s de nosotr@s, por ejemplo, nos hemos ocupado en

conocer y comprender a fondo nuestras propias emociones?, o por poner otro

ejemplo, ¿nos hemos preguntado de qué forma se establece el intercambio de

energía – información – consciencia dentro de nuestro propio ser y fuera de él, en

nuestras relaciones y en la relaciones que hay entre todas las cosas?

Todos los contenidos de nuestro cuerpo mental, ya sean estos conocidos o

desconocidos para nosotr@s, tienen su correspondencia en el plano emocional, y

así mismo, su correspondencia en el cuerpo etérico y en el cuerpo físico. Las

funciones del organismo, absolutamente todas ellas, no pueden explicarse como

3 Del libro “Estructuración Dévica de las Formas”. V. B. A.

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funciones puramente físicas, puesto que dependen del dirigente de la información al

que llamamos la consciencia.

Considerando este concepto de consciencia, que no se refiere únicamente a la

consciencia de la psicología, la consciencia subyace detrás todas las cosas. Todo es

consciencia, todo es mente. La consciencia no depende de la existencia del cuerpo.

La salud o la enfermedad, la armonía o la desarmonía de nuestro cuerpo, y de

nuestra vida y circunstancias, existen en el ámbito de la mente, en su energía,

absolutamente maleable y dúctil, de la cual cada un@ de nosotr@s es propietari@;

nadie la moldea por nosotr@s, a no ser que nosotr@s cedamos ese poder por no

reconocerlo como propio. Todo ser humano, llegado un momento determinado de

su evolución, tiene que descubrir que fue creado “a imagen y semejanza”, y ello

quiere decir que somos cocreadores, que compartimos el Poder de la Divinidad a la

escala que por nuestra evolución nos corresponde; en definitiva, que no somos

títeres, y que podemos elegir cómo utilizamos y aplicamos nuestro poder. Somos

portadores del maravilloso regalo de la Vida, de la Vida consciente, de la Vida

Creativa.

El camino del conocimiento recorre necesariamente el camino de la

fragmentación, de la separación y de las consiguientes infelicidad y enfermedad,

que impelen al ser humano incompleto a la búsqueda de las causas de su propia

condición, imprimiéndole un deseo creciente de retornar al origen, una creciente

necesidad de integración, de comprensión de la globalidad, de sanación y

finalmente, de unificación. No hay otra posibilidad para la experiencia que conduce

a la realización. El ser humano tiene que vivir y comprender la dualidad, porque sin

experimentar los extremos, nunca podrá alcanzar el punto medio que existe en

todas las cosas y las armoniza. El camino de la curación transita de la dualidad o

polaridad, a la reconciliación de los opuestos, equilibrio y unidad; esto se realiza en

el corazón, el centro del ser. En nuestra consciencia residen latentes todos los

principios del ser. Para realizarnos tendremos necesariamente que comprender que,

a causa de la necesidad de un sistema de valores que nos atan a la dualidad, la

mente del ser humano excluye sistemáticamente, necesita decir "no" para

reafirmarse en los valores que escoge para sí, pero con esa negación, no hace otra

cosa que velar aquel principio que ha negado pero que sigue estando latente en su

interior.

¿Dónde y cómo puede realizar el ser humano el proceso de la integración? Para

responder necesitamos referirnos al vergel del corazón. El corazón es el punto

central de la encrucijada entre la línea de la experiencia humana (tiempo lineal) -

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eje horizontal de la vida del ser- y la línea atemporal de la evolución, origen divino,

destino, inspiración y aspiración espiritual –eje vertical de la existencia del ser-. A

esta integración completada, que no es otra cosa que la liberación de la experiencia

humana limitada, se refiere el misterio de la crucifixión al que se aluden las

tradiciones cristianas.

Mientras el ser se proyecta sólo horizontalmente, vive a merced de sus creencias

y de sus impulsos emocionales, y no es capaz de percibir los condicionantes de su

personalidad. Cuando el ser empieza a proyectarse verticalmente comienza la

verdadera aventura de vivir, llega la inspiración que fluye a nuestra mente

abstracta desde el Corazón de la Divinidad vía nuestro propio corazón; esa

inspiración que no es otra cosa que la revelación de las posibilidades certeras,

incluyentes y elevadas de vida y experiencia, la revelación de ciertos pensamientos

extraordinarios e iluminados que posibilitan esa experiencia. Viciente Beltrán

Anglada señala, aproximadamente con estas palabras, que la inspiración es el

esfuerzo del Ángel Solar mediante el cual la energía abstracta es transmitida al

pensamiento concreto4.

Hablaremos incansablemente de los caminos del corazón, de la experiencia de

pulsar desde el corazón, desde el suave, silencioso, pero elocuente corazón. Desde

allí trataremos de desvelar los maravillosos misterios de la experiencia consciente,

esa que conecta, conjuga y armoniza los aspectos de la mente con los sentimientos

y anhelos profundos del alma, esa que nos permite vivir desde la Presencia y nos

permite sentir el gozo de nuestro propósito de ser y de vivir.

Escuchar el suave mensaje del corazón y responder activamente a él, sirve para

crear una vida que pulsa y se sostiene en nuevas y más elevadas esferas de

pensamiento y acción. Esta forma de participación activa crea nuevas corrientes de

vida mucho más incluyentes, que abren caminos nuevos, ricos en posibilidades,

satisfactorios, gratificantes y reveladores de la propia verdad.

4 “El pensamiento Abstracto” Conferencia de V. B. A. en Barcelona, 19 de Mayo de 1983.

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LA MENTE, MANAS O PRINCIPIO MANÁSICO

Al principio de nuestros orígenes, surgimos de la Unidad del Gran Ser al que

llamamos Divinidad. Fuimos lanzados a la actividad de ser con la misión de

expandir Su Consciencia con el propósito latente de regresar nuevamente a la

Unidad enriqueciéndola con los infinitos matices de la experiencia humana. El largo,

insondable, periodo de tiempo transcurrido desde que surgimos como almas

individuales, dedicado a la construcción de nuestros vehículos –cuerpos- de

manifestación, para posibilitar la adquisición de la consciencia egoica o consciencia

individual, se denomina involución. El periodo, también incognoscible desde nuestra

perspectiva humana, que transcurre a partir del momento en el que el alma

individual aduiere la consciencia egoica y progresa hacia la consciencia espiritual,

se denomina evolución.

En terminología esotérica manas se refiere a la mente. El principio

individualizante de la vida evolutiva que distingue al ser humano del animal al

conferirle la capacidad de pensar. La mente se divide en manas inferior y manas

superior.

Manas inferior se refiere a la mente inferior, la mente egoica o racional cuya

funcionalidad es la mente cocreta, y guarda estrecha relación con el alma animal.

Es el factor que ha posibilitado el salto evolutivo del reino animal al reino humano

otorgando el sentido de individualidad. Por esta razón es el fundamento de la

identidad humana –el yo o ego- que confiere al individuo el sentimiento de

percibirse separado. La mente inferior es predominante aún en la mayoría de los

seres humanos. No alcanza a comprender la unidad, es secuencial, no percibe por

analogía sino por comparación y retiene al ser en una experiencia egoísta que

aspira a gratificar los sentidos.

Manas superior se le denomina a la mente superior. Es el aspecto más elevado y

sublime de la mente humana, que aún en la mayoría permanece en estado latente

y raramente se manifiesta. Su funcionalidad es la mente abstracta, capaz de captar

la unidad subyacente. A manas superior se le denomina también Cuerpo Causal. Es

la identidad imperecedera del ser humano como tal, el principio inmortal en el que

atesora las experiencias más elevadas y los frutos espirituales de sus logros, así

como los átomos permanentes dentro de los cuales están custodiados los

arquetipos de cada uno de los vehículos inferiores del ser: físico, emocional y

mental. Cada uno de los arquetipos, relativos a cada uno de los cuerpos, son, por

decirlo de alguna forma, el modelo perfecto de lo que llegará a ser cada cuerpo a su

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debido tiempo, es el reflejo de la Divinidad manifestándose en cada uno de estos

tres aspectos humanos inferiores. Si no existiese ese arquetipo base, encerrado en

cada átomo permanente, no dispondríamos del poder aglutinante e incluyente,

capaz de atraer los compuestos moleculares específios que posibilitan la

constitución de cada uno de los cuerpos.

Manas superior es la parte elevada del ser humano que le permite a través de la

experiencia individual reconocer su identidad espiritual y remontarse a lo Divino

que hay en él, accesando al plano búdico -plano del corazón- Buddhi o Alma

Espiritual. Cuando el ser empieza a iluminarse por el manas superior, va

adquiriendo gradualmente la visión del “ojo interno” y se despierta el sentido de la

intuición. El propósito práctico de la aspiración espiritual es la integración de los

tres cuerpos mediante el ejercicio sostenido de la serena expectación. La serena

expectación en sí misma es una espada de luz mediante la cual podemos atravesar

los cuerpos para penetrar finalmente en el cuerpo causal. Esta espada de luz, capaz

de penetrar sin dañar, es lo que se denomina Antakarana, el Puente del Arco Iris

que comunica los vehículos del ser. Cuando la espada de la serena expectación ha

penetrado en el núcleo del átomo permanente mental y ha podido leer –interpretar-

perfectamente el arquetipo mental, entonces se produce de forma natural la

invasión de la fuerza búdica y el ser es imbuido por el silencio creador. (QUE ASÍ

SEA). Cuando hablamos del arquetipo del cuerpo mental, estamos hablando del

arquetipo que nos es necesario revelar para llegar a establecer contacto con el

plano búdico.

Si bien el ser humano evoluciona desde la mente precaria -la mente racional

incipiente, que despierta la semiconsciencia, proporciona el sentido de ser y

constituye el ego- hacia el despertar de la mente superior, hasta alcanzar la

consciencia espiritual, esta progresiva expansión de la consciencia no se produce en

transiciones repentinas sino de manera gradual. Cuando se produce el despertar

espiritual, el ser inteligente transita periodos más o menos largos en los que manas

inferior y manas superior se disputan la supremacía. Durante largos periodos de

tiempo la mente racional ha identificado al ser a través de las cosas que se

derivaban del exterior. Pero llega un momento en la evolución de la consciencia

humana que aun cuando estas cosas externas puedan ser refinadas, profundas,

coherentes o apasionantes, no alcanzan a proporcionar la plenitud del ser. Es el

momento del despertar espiritual, del tirón evolutivo de la cosnciencia que

despierta en el ser el recuerdo de la Unidad que lo constituye. El ser necesita

inspirarse dentro de sí.

Page 16: ALQUIMIA ESPIRITUAL

16

Si bien la mente concreta hace esencialmente referencia al mundo de los

pensamientos, la mente abstracta hace referencia al mundo de las ideas. Las ideas

sólo pueden penetrar en la mente del ser, y pueden ser explicadas o transmitidas,

si el pensamiento concreto las deja pasar. La mente racional, pensamiento

concreto, manas inferior, ha tenido y aún tiene mucha preponderancia, actividad y

fuerza en el ser humano. Esta condición constituye en sí misma un reto para la

expansión espiritual, pues la mente humana carga con un enorme bagaje de

pensamientos concretos al respecto de todos los aspectos de la vida, y a causa de

esto tenemos una gran tendencia a intelectualizar por medio de estos pensamientos

e ideas preconcebidas. En cuanto al propósito de calibrar estas dos mentes para

posibilitar la penetración en el Cuerpo Causal, podríamos afirmar que se trata de

aprender a abstraer lo concreto, a la vez que aprendemos a concretar lo abstracto,

práctica esta última que se refiere a la cantidad de pensamientos que generamos

para expresar una idea abstracta cuando ésta surge.

Se trata así mismo de dejar de pensar por inducción, que es como pensamos la

mayoría de las veces, para no sólo aprender a pensar por nosotr@s mismos, sino

también para aprender a usar la mente abstracta que es, al cabo, la que nos va a

permitir silenciar los pensamientos; si bien podríamos también expresarlo al revés:

para abstraer el pensamiento concreto, no hay otra manera que aprendiendo a

silenciar la mente, puesto que la consciencia abstracta se aloja en el espacio

intermolecular de la energía mental, en el espacio vacío que hay entre los átomos

de la energía del cuerpo mental.

Page 17: ALQUIMIA ESPIRITUAL

17

LA CONFIANZA Y EL CAMINO DEL CORAZÓN

En estos tiempos que corren, estamos siendo convocad@s a la iniciación del

Cuarto Portal Ígneo en nuestro corazón. El órgano físico de nuestro corazón tiene

una importancia relevante en nuestra vida, pero el corazón es muchísimo más que

un órgano físico y lo cierto es que por mucho tiempo ha sido, para la mayoría de

nosotr@s, el gran desconocido.

Sin embargo, esto ya no podrá seguir siendo así, se impone ahora para nuestra

humanidad la necesidad ineludible de aprender a pulsar desde el corazón, y

aprender a sustituir la vieja energía del temor por la energía de la confianza en

nuestro ser más elevado. Esta confianza surge del corazón y define para cada un@

de nosotr@s la certeza de ser y formar parte de la Unidad.

El corazón es el primer órgano que se forma cuando se forma el feto y el último

que se para cuando el organismo fallece. El órgano físico del corazón está situado

exactamente en el centro del organismo y su centro energético -llamado en

sánscrito Anahata- es el generador central de todo el sistema energético del ser

humano. Es el sol de nuestro propio sistema personal en correspondencia con los

soles de los sistemas mayores que incluyen el nuestro.

Al Centro del Corazón se le ha llamado esotéricamente Sol de Soles por la razón

de que es ultrasensible y no sólo vibra en respuesta a las emociones propias sino

que reverbera de forma notablemente más fuerte que todos los demás centros

energéticos del cuerpo, transmitiendo sus señales a través de cuerdas invisibles

como extensiones de los nervios, al interior del sistema sutil del ser. Es así mismo a

través del corazón, que el ser puede captar pulsaciones y hechos aparentemente

ocultos e incluso hechos ocurridos a distancias lejanas ya sea en tiempo o en

espacio, ya sea que hayan ocurrido hacia delante o hacia atrás en el tiempo, esto

se realiza mediante el sutil sentido de la intuición y es lo que se ha llamado

popularmente tener “una corazonada”.

En el interior del corazón humano reside El Ángel Solar; cada ser humano tiene

su propio Ángel Solar o Yo Superior que es el guía supremo de sus destinos

kármicos y el mediador entre el ser humano y el Espíritu de Unidad. La práctica del

Agni Yoga es la rendición a este guía interno que es nuestro Ángel Solar, es nuestra

guía dentro del Corazón que habla solamente el lenguaje del Amor, con una voz tan

suave que es casi silenciosa, y cuya energía se reconoce porque está

Page 18: ALQUIMIA ESPIRITUAL

18

completamente libre de presiones y de juicios, y por lo tanto nos libera de una

manera natural de los temores y de la culpabilidad.

Es únicamente en el ámbito del corazón que se nos revela o se nos revelará el

Propósito y el Plan Divino que se oculta en la estructura del mundo físico para cada

un@ de nosotr@s. Es imprescindible saber y recordar que es la vibración de la

confianza la que permite que se produzcan para nosotr@s las sincronicidades. Y es

nuestro Ángel Solar quien nos alienta a mantenernos centrad@s en nuestro interior

en cada momento y circunstancia; nuestro Ángel Solar es el precursor de nuestra

consciencia solar.

Es en el ámbito del Chakra del Corazón que podemos realizar la comprensión

profunda del sentido de nuestra experiencia de vida y en particular de cada una de

nuestras vivencias, así como de la perfecta cronología de las mismas. Esta

comprensión realizada como un profundo ejercicio de confianza, nos traerá las

oportunidades y pondrá en funcionamiento para nosotr@s lo que Kuthumi llama el

Reloj Divino dentro del corazón5, nuestro dispositivo personal para la sincronicidad

y liberación del tiempo lineal. El objetivo de ajustar nuestro propósito humano a

este Reloj Divino Interno es lo que nos permitirá percibir la Belleza del Corazón

reflejada en toda circunstancia y situación de la vida para posibilitar así la

transformación y el cambio humano y planetario de paradigma.

“Reiterarme en esta intención y en esta necesidad tanto como se requiera, para ir

descubriendo las verdades y secretos de nuestras posibilidades de dulcificación de

la vida, para que se pueda gestar en cada ser la realidad de su liberación, es mi

propósito. Expresar la Verdad Universal que pulsa en la única forma de concluir

nuestro proceso, que sin embargo deviene para cada ser abanico de infinitas

posibilidades, es remitirse a la necesidad de transitar los senderos del corazón; es

ésta la práctica del Agni Yoga, el Yoga del Corazón.

Cuando el ser humano ha llegado a un cierto punto de integración espiritual, la

semilla de Luz, latente en el Corazón de su ser, germina, y su capacidad de

captación y receptividad se incrementa hasta el grado de devenir perfecta guía y

guión de su propósito personal que se funde con el Propósito Superior de un Plan

Incluyente, constituyendo ésta la Síntesis del Yoga al que nos referimos.

5 He tomado prestada esta idea del Reloj Divino de una canalización del Maestro kuthumi a través de

Michelle Eloff: CUARTO PORTAL DE FUEGO

Page 19: ALQUIMIA ESPIRITUAL

19

La Verdad, sea cual sea su forma de expresión, es incluyente y libre por

naturaleza. Los dogmas excluyen. Cualquier sistema de creencias o religión que

aísle a sus fieles en comunidades separadas y no promulgue la unión, se aleja de la

Verdad. Tal es el criterio a considerar por aquellas personas que, motivadas por

una necesidad interna, buscan orientación espiritual. Aun cuando no sea

descartable una guía, hay que tener siempre en cuenta, que el camino espiritual es

interno, experiencial y único para cada ser humano, en todo caso es siempre un

camino de amor. La práctica del Agni Yoga no necesita escuelas. Es una disposición

que surge de manera natural como respuesta a la llamada interna espiritual, y se

desarrolla gradualmente como una habilidad propia de la consciencia, conduciendo

a cada ser por su propio y único sendero de crecimiento.

Penetrar en ese espacio extenso, cálido e incluyente que constituye nuestro

Centro Cardíaco nos permitirá interpretar acertadamente las cosas, mensajes

ocultos, sutiles, verbales y no verbales, así como todo tipo de consignas que pulsan

en todas las expresiones de la vida.”6 Se trata de aprender a confiar en nuestro

sentido de la intuición, que se va despertando gradualmente a medida que nos

aproximamos a nuestra verdad personal.

Agni Yoga -o el arte de la presencia- se convierte en la práctica de la lucidez de

pensamiento y acción. La práctica de flirtear con el Eterno Amante dentro de un@

mism@, ese que posibilita que la vida esté llena de sentido y significado, ese que se

revela como nuestro redentor. Agni Yoga es la práctica de encender el Fuego del

Poder Divino en el interior, ese fuego de sabiduría que nos permite acertar y

aprobar la experiencia, ese fuego que respalda nuestras decisiones y nos impele a

la acción certera.

La consciencia de la gran y mayor obra de arte realizable, que es la propia vida,

se presenta y permanece en el ser en forma de una inspiración que nos conduce a

una experiencia sutil y a la vez extraordinaria. De la misma forma que la Divinidad

en el ser, inmanente en todas las expresiones de la Creación, no es perceptible a

los ojos mundanos, pero sin embargo es.

El aspecto o virtud preponderante del chakra del corazón es el Amor. El Amor es

mucho más que una emoción, es un aspecto del que mucho se habla, pero que

pocas veces se comprende en profundidad, con frecuencia el amor humano se

6 Los últimos párrafos señalados entre comillas están extraídos de un capítulo del libro de la misma autora

titulado: “GESTACIÓN DE AMOR -Ensayo Cabalístico de Misticismo Poético-”, año 2006.

Page 20: ALQUIMIA ESPIRITUAL

20

confunde con la dependencia emocional. El Amor es una Virtud Universal, es la

energía cohesiva y unificadora de la vida que en todos los planos de la existencia

mantiene las cosas en su justo lugar. Es un aspecto completamente imprescindible

en la Creación toda y se le debe otorgar la relevancia que realmente tiene. La vida

necesita del Amor, en el más amplio sentido, tanto como el cuerpo físico necesita el

aire que respira. Una vida sin Amor es una vida sin sentido ni significado. Pero

ahora, especialmente en estos tiempos, tanto el ser individual como el colectivo de

la humanidad, requerim@s despertar a la consciencia del Amor, a ese Amor

Universal e incondicional que pulsa en nuestro interior. Es urgente comprender que

es la energía del Amor la que nos va a permitir realizar el tan necesario proceso de

transmutación, la reconexión y la sanación de nuestros seres, de nuestra

humanidad y de nuestro planeta. Es la energía del Amor la que nos va a permitir

trascender el potencial de la realidad física y crear una nueva realidad, esa que está

llamando por doquier a nuestros corazones en todos los lugares del planeta.

Se requiere la observación atenta –serena expectación- y la mirada puesta en el

corazón y en los pensamientos y sentimientos positivos, manteniendo la intención

sostenida de no identificarnos con los pensamientos y sentimientos negativos y

destructivos, ni con los temores que todavía no han sido resueltos. Estos se pueden

observar cuando surgen, no vale reprimirlos, pero será útil observarlos con la

consciencia de que son pasajeros, y de que no nos identifican realmente y ya no les

queremos otorgar más poder.

Importa sumamente cada uno de los esfuerzos individuales, cada una de

nuestras aportaciones de amor y confianza, porque cada un@ de nosotr@s

constituimos un campo de energía, un campo generador de fuerza iónica que

repercute en el campo iónico de todo el planeta. Si nuestra energía es positiva,

amorosa y constructiva nuestro campo energético personal es un potente

generador natural de aniones, iones negativos, los iones de la salud y el bienestar.

Así contribuimos a sostener y facilitar el proceso de sanación del planeta y de la

humanidad, posibilitando la armonía y la liberación. De lo contrario nuestro campo

energético se convierte en un generador de malas vibraciones, cationes o iones

positivos, los que producen estrés, cansancio y enfermedad, en ese caso no sólo

viviremos las nefastas consecuencias en nuestro propio ser y circunstancias, sino

que estaremos imposibilitando el cambio y la sanación, reforzando la confusión, la

discordia, la distorsión, la densidad y el dolor.

Page 21: ALQUIMIA ESPIRITUAL

21

LA MENTE VACÍA

-Surgir cada día renovad@s-

Retomamos la idea nuclear del libro: el camino del corazón como respuesta a la

llamada de la Nueva Era, la Era de Acuario. Está surgiendo con tremenda fuerza

una necesidad en cierta manera nueva: la necesidad de vaciar la mente, de detener

la mente racional para darle supremacía al corazón, al espíritu, permitiendo así que

la mente se convierta en un intrumento del ser en lugar de constituir su

dominadora.

La disciplina del Angi Yoga es la práctica de desprenderse gradualmente del

pensamiento teórico, de la filosofía, de las explicaciones elocuentes de la mente

racional, para dejar paso a la experiencia directa, para permitir la conexión que nos

trae el conocimiento a través de la revelación. Es el acto sostenido de la presencia.

En el acto de ver aquello que se está mirando y oír aquello que se está escuchando

no es necesaria la interpretación. Eso es presencia.

Angi Yoga elimina las preguntas en el sentido de que las trasciende, desde la

certeza de que la vida misma es la respuesta. Hacer preguntas y buscar respuestas

responde a la necesidad de construir un fundamento de “seguridades”7. Es el

camino ineludible de discernir para discriminar por el cual el ser se aproxima al

conocimiento de sí mismo. Hemos estado haciendo esto durante mucho tiempo y

para ello hemos vivido anclad@s en la mente racional.

La idea de vaciar la mente necesita ser comprendida. No se refiere en primera

instancia al propósito de detener el pensamiento, lo cual no es una práctica fácil, y

en todo caso sí una habilidad que puede adquirirse como consecuencia natural de

practicar otras estrategias previas que nos posibiliten la elección de vivir desde el

corazón.

La idea de vaciar la mente se refiere inicialmente a la idea de discernir que yo no

soy mis pensamientos, ni tampoco las sensaciones o emociones que estos provocan

en mí. Mi mente piensa, pero yo no me identifico con mis pensamientos, yo no soy

mi mente, soy algo mayor que eso. Si yo no soy mis pensamientos, yo puedo

observar mis pensamientos. Desde el momento que yo decido hacer esto estoy

poniendo la mente al servicio de algo mayor, evitando así que sea la mente racional

7 Una idea extraida de las enseñanzas de V. B. Anglada.

Page 22: ALQUIMIA ESPIRITUAL

22

la que me domine. Vicente Beltrán Anglada8 distingue entre pensamiento negativo,

en el sentido de pasivo y pensamiento positivo, en el sentido de activo. El

pensamiento positivo –activo- monopoliza la mente y al ser. El pensamiento

negativo –pasivo- conduce a la intuición. Se trata de rendición, rendirse al Espíritu,

al Yo Superior. La idea es volverse asequible al plano búdico, el plano del corazón.

Para ser asequibles al plano búdico y adquirir la facultad de ser positiv@s –activ@s-

en el estrato espiritual, necesitamos volvernos negativ@s en el plano del mental

inferior donde se genera el pensamiento racional. Pero la pregunta es ¿cómo lo

conseguimos? La clave es la observación atenta, lo que Vicente Beltrán Anglada

llama serena expectación. Observar atentamente, pero no sólo lo exterior, sino lo

interior, el propio pensamiento. Observar el pensamiento nos permite advertir,

advertir lo que está sucediendo, lo que nos está sucediendo. La práctica sostenida

de la observación conduce a la intrepidez, nos entrena para captar los signos y

despertar el sentido de la participación activa; activa en el espíritu, mas liberada de

la presión del mundo.

Es fácil distinguir cuándo actuamos desde la presencia, porque el corazón nunca

presiona, sin embargo la mente racional sí. Cuando actuamos desde el corazón

todo fluye naturalmente por afinidad.

Mientras permanecemos sujet@s al pensamiento estamos bajo el control de la

mente racional, en este estado de ser subyugad@s, necesitamos buscar. Damos

supremacía a la pregunta en lugar de fluir en el aquí y el ahora y esto nos lleva a

buscar las respuestas que creemos que más nos identifican en dogmas, disciplinas,

religiones y prácticas de todo tipo. El camino del corazón nos libera gradualmente

de esto para que lo que nos identifique realmente pueda ser el Espíritu, la Presencia

en nosotr@s. La práctica del Angi Yoga es una disciplina sin disciplinas, nos

propone la estrategia de la observación atenta como medio para disolver los

problemas, para fluir con la vida y hacer frente a los retos que ésta nos presenta.

La práctica de la observación atenta implica silencio y nos permite permanecer

directamente relacionad@s, conectad@s, con el propósito de la Divinidad. Volvemos

a la idea de la rendición, pero ahora la llevamos más lejos. Es algo más que

practicar el pensamiento negativo, es practicar la no reacción o lo que es lo mismo,

es permitir que la acción surja del sentimiento profundo de integridad, de

mismísimo centro de la consciencia, que le permite al ser pulsar libre de todos los

condicionantes que antes le limitaban. En este estado de ser la propia intención se

8 “El control del pensamiento” Conferencia de Vicente Beltrán Anglada imparida en Barcelona el 28 de

Junio de 1984.

Page 23: ALQUIMIA ESPIRITUAL

23

sumerge completamente en la Intención de la propia Divinidad y se ha producido la

disolución del ego.

Recordemos nuevamente que la práctica de vaciar la mente necesita hacerse

extensiva al ámbito de los sentimientos y emociones. Se trata de la misma idea de

no identificación para llegar finalmente a trascender los sentimientos y emociones

negativ@s que nos limitan y retienen en una versión nociva o destructiva de la

realidad. Observamos nuestras emociones y sentimientos, están ahí, l@s tenemos,

l@s aceptamos, pero no nos identificamos con ell@s, no somos ell@s. Esta es la

práctica de dar supremacía a la Presencia, que está en un estrato por encima de

nuestros aspectos humanos.

Page 24: ALQUIMIA ESPIRITUAL

24

SED ESPIRITUAL

¿Qué es la sed espiritual? Es el afán humano de responder a la llamada del tirón

evolutivo que conduce a toda la Creación a la expansión de la consciencia. En

términos terrenales y actuales, esta sed espiritual es algo más que un afán de

responder a esta llamada. La sed espiritual es actualmente la expresión de una

necesidad que se está revelando vital en la consciencia humana, una auténtica

necesidad de liberación. ¿Por qué? cabría preguntarse.

Hemos estado viviendo por mucho tiempo en un sistema alienante basado en la

extorsión de los que tienen sobre los que no tienen. Un sistema fundamentado en

valores falsos, en la mentira, en el miedo, en la culpabilidad y todo tipo de

distorsión. Hemos sido sumamente dependientes del temor y por ende nos hemos

vuelto casi autómatas dependientes del medio. Pero los falsos cimientos no

resisten, no pueden sostener indefinidamente estructura alguna, tarde o temprano

aquello que está mal fundamentado se desmorona. Estamos presenciando el declive

absoluto de un sistema falso, que tod@s hemos contribuido a perpetuar a causa de

nuestros errores de concepto. Pues para la mayoría de nosotr@s esto era lo

conocido, lo que nos ha formado, y tenemos muy arraigadas en nuestras

estructuras básicas ciertas ideas destructivas, basadas en la competitividad, en la

ostentación, en el juicio, en la culpabilidad e incluso en el martirio y el dolor como

concepto de redención.

Pero el ser humano ha sufrido ya tanto en sus propias carnes... Demasiados

seres humanos han experimentado cruelmente cómo el vampiro energético que en

realidad es el sistema, les ha succionado silenciosamente los auténticos valores

humanos hasta dejarlos vacíos, hasta convertirlos en víctimas de una vacuidad

causada por el consumismo compulsivo, deseo de posesión material, ostentación y

un hedonismo mal comprendido como meta última, pretextos que han constituido

las verdaderas drogas del sistema.

Pero ¿qué sentido puede tener todo esto? Contrariamente a lo que pueda

parecer, todo, incluso el mayor sinsentido aparente, tiene su sentido. Para

nosotr@s -seres humanos asistentes a esta escuela terrenal de experimentación-

esta posibilidad de experiencia de vida nos ha sido brindada para descubrir por

nosotr@s mism@s los valores del amor universal, validarlos en el propio corazón y

expandirlos. ¡Oh sí! Produce mucho júbilo sentir esta certeza en el interior. Éste es

el verdadero sentido y objetivo de nuestra experiencia individual y colectiva.

Page 25: ALQUIMIA ESPIRITUAL

25

Buscar en los escombros de la vida humana los residuos de los valores

auténticos, ha llegado a ser para much@s de nosotr@s una experiencia cotidiana.

Pero quien busca encuentra. Y aquello que en un momento de dificultad, baja forma

o depresión, aparenta ser solamente un residuo, resulta que en realidad es una

semilla, una semilla que conserva todo su poder de renacimiento.

Pero volvamos con otra pregunta. Vale, hemos buscado desesperadamente en los

escombros. Hemos hallado el “residuo” de algún valor humano auténtico; la

pregunta que surge es ¿cómo podemos conseguir que germine? Se podrían

mencionar muchas cosas aquí, posibles estrategias a seguir. De entrada yo

señalaría una cosa importante: Intrepidez versus conformismo. El conformismo se

mueve en lo conocido y perpetúa lo que le ha sido dado. La intrepidez va más allá

de lo conocido penetrándolo profundamente y atravesándolo. Abre caminos nuevos

y distintos, y recrea, crea e innova. Ésta es una de las condiciones fundamentales

para descubrir que los residuos eran mucho más que residuos, eran semillas, y por

supuesto, para descubrir que hay muchas, muchísimas e incontables semillas. El

apoyo de un profundo deseo de sinceridad conduce al autoconocimiento, es el

mínimo calor humano que necesita cualquiera de estas semillas para germinar.

Porque los seres humanos tenemos una tremenda necesidad de encontrarnos a

nosotr@s mism@s, tenemos una tremenda necesidad de volvernos responsables.

Tenemos una tremenda (urgente, diría yo) necesidad de descubrir nuestr@

Maestr@ Intern@. De dar, recibir, realizar y poner en práctica. De armonizar

nuestras vidas. De descubrir y validar nuestros intereses legítimos (derechos) y

desactivar y descartar los intereses ilegítimos (extorsión y abuso). Much@s de

nosotr@s vamos en búsqueda de aquel método que nos pueda redimir y que

contemple la trascendencia del alma. Mas en realidad, con frecuencia nos

olvidamos de algo verdaderamente importante: aquello que está a nuestra

disposición es suficiente para encontrarnos a nosotr@s mism@s. Tod@s tenemos

un profundo deseo de sanación. Tenemos este profundo deseo porque es una

necesidad profunda, individual y colectiva. Es imprescindible confiar. Está todo

bien, aunque aparente estar mal. No es fácil. Y no para tod@s es igual, ya lo

sabemos. Sin embargo, sí que hay algo común en tod@s nosotr@s. Un corazón. Un

corazón en el que pulsa el Amor, el Poder personal y la Sabiduría de la Intuición. En

el corazón guardamos las semillas de la compasión y de la aceptación. Estas

semillas son nuestro mayor tesoro. Brindémosle a nuestro propio corazón el calor

que necesita para que estas semillas germinen. Éste es el verdadero camino de la

redención: permitir que la experiencia de la vida sea como es, con sus sinsentidos,

dolores, momentos vacíos y fragilidades, aceptando la naturaleza transitoria de

Page 26: ALQUIMIA ESPIRITUAL

26

estos estados que son los que finalmente nos permiten distinguir lo que

verdaderamente permanece. Un paso más allá de estas experiencias difíciles y en

muchos casos dolorosas, pulsa el sentido de las mismas: el aprendizaje personal,

nuestra evolución espiritual. Las experiencias son efímeras, pasajeras, temporales,

pero nos dejan en el alma la impronta del aprendizaje que encierran.

Hemos perdido el sentido de la participación de “Algo” –Algo en cuanto que

indescriptible- mucho mayor que nosotr@s mism@s, nos hemos desconectado del

Todo y de nuestro propósito divino y a causa de esa desconexión nos hemos vuelto

dependientes de lo inmediato, hemos perdido de vista la trascendencia de lo

esencial. Pero ahora, nuestra verdad nos llama de nuevo a la consciencia, en

much@s de nosotr@s se está despertando la sed espiritual y ya no podemos seguir

adelante sin saciar nuestra sed.

Page 27: ALQUIMIA ESPIRITUAL

27

¿QUÉ NOS ALEJA DEL SENTIDO DE UNIDAD?

Por definición la Unidad lo contiene todo. Puesto que la Unidad lo contiene todo,

la Unidad no necesita valorar, no necesita juzgar, todo lo abarca, y todos los

aspectos de la existencia están realizados en ella. Puesto que no necesita valorar

porque lo abarca todo, La Unidad es el Todo y la Nada, es decir, la condición de

abarcarlo todo implica necesariamente la condición de no necesitar nada, la Unidad

todo lo tiene, y no tiene nada (aunque ello nos plantee de un dilema dialéctico).

Pero vayamos a la clave del asunto, la Unidad no evalúa y no distingue, no necesita

hacerlo porque es Aceptación Realizada.

Sin embargo el ser humano -aun cuando surge de la Unidad- como ser escindido

de la Unidad y sometido a la consciencia dual del ego que ha posibilitado su

individualidad, ha necesitado irremediablemente regirse por una escala de valores,

ha necesitado valorar. El bien y el mal, que en sí mismos son inexistentes,

constituyen una polaridad consecuencia de la necesidad de evaluación. Siempre, en

cualquier caso, el bien y el mal son dos aspectos relativos que tienen que

integrarse en la unidad del ser.

El ser humano, para evolucionar, se precipita de la Unidad a la polaridad; esto se

relata en El Génesis como “la caída del ser humano”. Como consecuencia de su

caída vive sometido a una consciencia polar, camina entre elementos opuestos

hasta que en su evolución aprende a integrar las partes y a asumir que forman

parte del Todo para regresar a la Unidad. La duda aparece como una consecuencia

de la necesidad de elección, pero es a su vez la causa que divide los

complementarios en elementos opuestos. La duda y la elección acarrean

culpabilidad.

En nuestro largo proceso de aprendizaje, cada elección nos identifica, nos ayuda

en nuestro objetivo de realizarnos. Pero su la vez, con cada elección rechazamos un

polo y lo descartamos, aunque en realidad no lo anulamos, es sólo que no lo

admitimos en nuestra identidad. Este aspecto rechazado de la existencia es lo que

constituye lo que Jung denominó nuestra sombra.

La sombra es lo contrario de aquello que la psicología denomina la consciencia,

y la consciencia (en el sentido psicológico del término) es la suma de todos aquellos

aspectos de un@ mism@ de los que la persona tiene conocimiento. Esta zona

oscura que constituye nuestra sombra, esta parte humana de nosotr@s que

también es nosotr@s pero que no se ha iluminado por la luz del conocimiento, con

Page 28: ALQUIMIA ESPIRITUAL

28

frecuencia nos resulta mala y amenazadora; pero sólo es “mala” en sí misma

mientras permanece oculta, velada a nuestra consciencia, razón por la cual tiene

poder sobre nosotr@s. En el momento en que una zona oscura se ilumina, deja de

resultar amenazante y constrictora. Mientras la sombra es sombra, nos angustia,

nos induce a temer y rechazar aquello del exterior que la refleja; mientras la

sombra permanece en nosotr@s, nuestra aparente integridad es simulación, ficción.

Todo aquello que rechazamos del mundo exterior es un reflejo de nuestros aspectos

reprimidos. Todo aquello que mantenemos reprimido, que constituye nuestra

sombra, nos mantiene incompletos, y es, originariamente, la verdadera causa de

nuestras enfermedades, problemas y dificultades.

La autoimposición de un código de conducta para obrar el bien y redimirnos de la

culpa sólo conduce a una evasión de la verdadera responsabilidad para con

nosotr@s mism@s de descubrir nuestra sombra, para poder vivir en la integridad;

un código de conducta autoimpuesto conlleva la falta de sinceridad. Pero nuestro

verdadero objetivo es conquistar la integridad.

La observación atenta y la contemplación son los medios a través de los cuales

las sombras pueden irse iluminando. El ser humano desea el poder para cambiar

las cosas, aspira a la sabiduría y a la iluminación, pero lo único que realmente

precisa para conseguirlo es practicar el sencillo y simple acto de la contemplación

de las cosas y observar qué relación tiene con ellas.

Cuando a partir de la práctica de la contemplación y de la observación las zonas

oscuras de nuestro interior se iluminan, sintonizamos con el sentido mágico de las

cosas. Se hace la luz en nosotr@s, avanzamos en el conocimiento y reconocemos

que todo está bien como está. Finalmente podemos entender que aquella parte

oscura que tenía poder sobre nosotr@s ha resultado ser, solamente, el motor para

la transformación y la realización personal. Es importante aprender a contemplar

sin juzgar, practicando la serenidad del espíritu, puesto que cada una de las

valoraciones que hacemos nos ata al mundo de las formas en el que seguimos

percibiendo desde sensación de estar separad@s. La aceptación es el sentido

incluyente del corazón, que nos permite ser, que no juzga, que no se escandaliza,

que no sentencia. Aquello que sentenciamos en los demás, nos proporciona una

pista fiable de aquello que mantenemos reprimido en nuestro interior. Creemos que

necesitamos redimir al mundo, porque percibimos el mundo como imperfecto;

mientras nos aferramos a esta ilusión seguimos sin entender que lo

verdaderamente imperfecto es nuestra forma de mirar, que no nos permite ver la

totalidad y la perfección que ella encierra. La Creación es perfecta Totalidad, infinita

en sus posibilidades. Es el filtro de nuestra percepción lo que describe un aspecto

Page 29: ALQUIMIA ESPIRITUAL

29

determinado, conformando una realidad para nosotr@s. Lo verdaderamente

importante es el compromiso con un@ mism@, la forma práctica de implicación es

única para cada un@ de nosotr@s, hay infinitos caminos, porque no hay dos

individuos iguales en el mundo.

Cuando los opuestos hallan su equilibrio, entonces se complementan. Hay en

todo, siempre, un punto medio entre los extremos, y por eso mismo, hay en todas

las conductas un punto medio que se denomina ecuanimidad. Para llegar a la

ecuanimidad, al equilibrio, es del todo imprescindible transitar por el conflicto, por

la línea de tensión que se mantiene entre los extremos. Para hallar el punto medio

es imprescindible conocer a fondo ambos extremos. Esta es la condición de la

dualidad, que desde el punto medio se puede trascender. El equilibrio, la unidad, se

realiza en el centro del ser. El centro del ser es el corazón.

“Cuando el ser humano encuentra su propia ley en sí mismo, ésta lo desvincula

de todas las demás. La ley más íntima de cada persona es la obligación de

encontrar y realizar su verdadero centro, es decir, unificarse con todo lo que es.”9

Cuando la persona lo reconoce de esta forma, entiende que no hay más autoridad

que la propia, entonces, nada ni nadie están por encima de su voluntad y empieza

a fluir y a participar de la Voluntad Divina.

El poderoso instrumento para la unificación de los opuestos es el Amor. El Amor

es la fuerza cohesiva del Universo. Cuando el Amor fluye a través de nosotr@s, la

sanación comienza. Para ello, basta con descubrir que nuestra sombra oprimía

nuestro corazón. Cuando descorremos el velo de la opresión para permitir que el

poderoso centro del Amor en nosotr@s funcione, el Amor se expande desde nuestro

interior y lo abarca todo, porque el Amor no tiene fronteras.

9 Del libro “La enfermedad como camino” de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke

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30

ABRAZANDO LA SOMBRA

Ya hemos señalado más arriba que cualquier camino hacia el despertar espiritual

tiene que pasar necesariamente por la revelación de todos los aspectos de la

sombra: los aspectos oscuros y distorsionados del ser individual y colectivo que

tanto rechazo suscitan y que por tanto tiempo hemos estado evitando ver y

mostrar por miedo al juicio y a la condena.

La elección de empezar a pulsar desde el corazón despliega para nuestro ser

unos parámetros nuevos y diferentes de observarción, puesto que la energía del

corazón nada tiene que ver con el juicio, la condena y el castigo. En lugar de ello, la

energía amorosa del corazón nos abraza desde la aceptación, y de una forma nueva

y diferente nos permite mirar hacia dentro, superando nuestro temor al rechazo,

para observar con honestidad y verdadero deseo de desvelar los propios aspectos

distorsionados de la conducta humana, que han formado parte de nuestra condición

y que pese a todo lo feos que nos parezcan, han tenido su razón de ser. El corazón

nos permite observar, aceptar y abrazar desde la aceptación todos esos aspectos.

Nos permite indagar en ellos y comprender a qué causa se remontan, permitiendo

este proceso volvernos más completos, por cuanto nos lleva al conocimiento

profundo de nuestra naturaleza y a la revelación de nuestra verdad.

Sé que en la evolución humana -aunque muy lenta ha sido y nos haya agotado

verdaderamente- hay una fuerza que nos impulsa al perfeccionamiento. A causa de

la energía del viejo paradigma fundamentado en la mente racional, a su vez regida

por la dualidad y el juicio, esa misma aspiración al perfeccionamiento se ha

convertido en un pretexto de engaño. Tod@s hemos querido ser mejores de lo que

éramos, y de forma inconsciente hemos abusado del recurso de vivir en una

fantasía sobre nosotr@s mism@s, a la vez que esa misma fantasía nos ha impedido

poder observar hacia fuera para ver la verdad desnuda de los hechos y de la vida

en general, generando así un continuo de fantasías que se han convertido en los

falsos cimientos de la existencia humana y que nos ha ido desconectando de

nosotr@s mism@s y de la vida. Sin embargo, en los últimos tiempos, las cosas

están cambiando muy deprisa. Estamos en pleno proceso de crisis profunda y

transformación, y podemos afirmar sin lugar a dudas que hemos entrado ya en la

era del corazón. Éste no es únicamente un cambio planetario, es mucho más que

eso, es la derivación de un proceso cósmico, un ciclo evolutivo que situa nuestro

Sistema Solar en conjunción con los soles de otros sistemas mayores que a efectos

prácticos está aumentando la frecuencia vibratoria de todo nuestro Sistema Solar y

por lo tanto de nuestro planeta. Estamos siendo bombardeados con fotones de

altísima frecuencia; por decirlo de una forma coloquial, hay una nueva luz, y a

Page 31: ALQUIMIA ESPIRITUAL

31

consecuencia de ello todo lo que antes permanecía oculto está emergiendo a la

superficie.

En el viejo sistema de valores, ya obsoleto y decadente, basado en el juicio, la

condena y la culpabilidad, la hipocresía y la mentira han sido el traje de riguroso

uniforme de los mandatarios, a la vez que dos ejes de rotación para el sistema, dos

antecedentes de la sombra con los cuales nos hemos uniformado todos a pesar de

que para la mayoría el ropaje luciese deslucido.

La mentira consistió en manipular y distorsionar algunas verdades fundamentales

del ser humano y de su historia. Nos mostraron un mundo y un paradigma falso en

el que el deber, el tener y el consumir estaban por encima del ser; nos

acostumbramos a vivir en el engaño, dejando incluso de cuestionarnos no sólo los

aspectos profundos de la existencia, sino muchos aspectos importantes de

nosotr@s mism@s, de nuestra forma de vida y de nuestras relaciones. La vida dejó

de ser una experiencia de vida y pasó a ser una experiencia de muerte

inconsciente.

Mas ¿de qué forma podemos volver a nuestra experiencia real de vida? ¿cuál

sería, para cada un@ de nosotr@s, esa experiencia real? Nuestra experiencia de

vida, lo mismo a nivel individual como a nivel colectivo, está directamente

relacionada con la revelación de aquellos aspectos que más nos cuesta aceptar, por

eso, cuanto más conscientes sean las experiencias, más facilitamos nuestro propio

crecimiento. Por eso también, cuando percibimos cosas que no nos gustan en otras

personas, en realidad sucede que esos aspectos que los demás reflejan para

nosotr@s, están ahí para mostrarnos algo de nosotr@s mism@s que necesitamos

aceptar e integrar para que se produzca la sanación y la trascendencia.

Rendirse y aceptar equivale a abrazar los aspectos oscuros del ser humano,

individual y colectivo, como parte constituyente que son de la experiencia humana.

En nuestras condiciones humanas la perfección no existe. La perfección es sólo un

arquetipo hacia el que se dirige la evolución de la raza y la expansión de nuestra

consciencia. La perfección de la Creación incluye, abraza y acepta la imperfección

consubstancial de la experiencia terrenal y humana. Podemos ser íntegr@s, pero no

perfect@s. Sólo cuando abrazamos la sombra estamos en disposición de mejorar

como personas hasta alcanzar la integridad. Y para llegar a abrazar la sombra

necesitamos practicar la serena expectación, la observación atenta.

Page 32: ALQUIMIA ESPIRITUAL

32

SOMOS CREATIV@S Y CREADOR@S

-Ley de Atracción-

A toda acción y concreción en el plano físico le precede un pensamiento, con

frecuencia detrás de un pensamiento se oculta una creencia. Las creencias son

aquellas consideraciones -a priori ajenas a nosotr@s- a propósito de la vida, que a

lo largo de nuestras experiencias, hemos ido incorporando a nuestra valoración de

las cosas y que han determinado nuestra posición en relación a ellas. Las creencias

no son convicciones, no tienen porque ser experiencias, puesto que son

valoraciones y como tales nos condicionan, algunas veces de forma positiva, otras

veces de forma negativa. Una creencia nos puede conducir a la experiencia,

acertada o no y a la confirmación o a la rescisión; otras veces puede que nos aleje

de la posibilidad de la experiencia, que es la única forma posible de llegar a la

realización del yo. La creencia no es fe, porque fe es convicción, fe es

reconocimiento, y sólo se puede reconocer aquello que se conocía con anterioridad.

Las creencias constituyen la formación del ego. El ego es, estrictamente, una

creación de la mente humana que refleja nuestro sistema de valores y que

condiciona nuestra vida. El ego nos condena por lo que somos, y nos encapsula

dentro de sus propios parámetros y creencias.

La Vida es creación y cambio constante. Nuestra naturaleza humana tiene un

origen divino, es divina y es creativa desde el momento en que tenemos un corazón

y una mente. Mas es preciso comprender bien la ley de atracción: En la ejecución

de cualquier plan creativo se conjugan dos factores fundamentales, por un lado la

proyección mental del pensamiento cargado con la fuerza y por el otro el poder de

la emoción o del deseo. Es el impulso mental validado y fortalecido por un impulso

sensible de carácter emocional, algo así como el combustible de la idea mental. La

ley de atracción es la ley que gobierna la fuerza magnética y ese principio de

coherencia que construye las formas que posibilitan la manifestación creativa, así

como la estabilidad que permite la persistencia de las formas en su ciclo de

existencia. Somos seres creativos, estamos creando constantemente, ya sea de

forma consciente o inconsciente. Es importante tener esto en cuenta. Nuestra

mente no es toda autoconsciente (todavía no), muchas veces, muchas más de las

que pensamos rige nuestro subconsciente. Pero eso no nos resta responsabilidad en

lo que hemos creado o estamos creando. La comprensión de la ley de atracción

implica la consciencia sobre el uso correcto de la materia y de los recursos

materiales. Implica comprender que la sagrada función de la materia es constituir

un medio de expresión y un campo de acción para la Divinidad Interior. Se trata de

Page 33: ALQUIMIA ESPIRITUAL

33

la aspiración a la pureza del propósito del alma y de que ésta se libere de la

servidumbre de la materia. Logrando así una vida equilibrada basada en las

correctas relaciones entre las personas y entre las personas y los recursos. A través

de la correcta orientación, a través del uso correcto de los recursos y de la energía

espiritual, a través de las correctas relaciones, nuestra existencia se llenará de luz y

será el alma iluminada la que nos guiará. En pocas palabras, nos hace falta la

aspiración superior para conseguir que nuestros procesos humanos de

substanciación creen realidades armonizadas.

Retomando una idea de la que hablábamos con anteriroridad, se trata de que

aprendamos a crear desde la consciencia para posibilitar y favorecer el cambio

evolutivo que está ya aconteciendo y llamando a la puerta de cada consciencia

individual. Se trata de tomar consciencia de los distintos estratos de nuestro ser

para permitir a nuestra observadora silenciosa que pueda realizar justamente su

función: la de observar con atención. Se trata de que ella pueda observar nuestros

procesos mentales condicionados, nuestras creencias, para que una parte elevada

de nosotr@s pueda mantenerse al margen de ellos, para que podamos tomar

consciencia de que no somos nuestros procesos mentales, de que tampoco somos

nuestras emociones. Se trata de que dejemos de identificarnos con nuestras

máscaras y empecemos a posibilitar nuestra Verdadera Identidad Divina y

Multidimensional. Se trata de aceptar y de asumir de una vez para siempre que

somos cien por cien responsables de nuestras creaciones y corresponsables de todo

lo que percibimos. Esto sólo lo podremos hacer cuando desplacemos el centro de

nuestra pulsación desde la mente racional que nos ha estado rigiendo hasta ahora,

al corazón, lugar de la presencia y aliado de la mente superior. La mente racional

no podrá nunca percibir la totalidad. Fragmenta, segrega, disgrega, para poder

analizar por medio del contraste e identificarse por medio de las creencias. Tiende a

enjuiciar y a condenar. El corazón es completamente distinto, el corazón percibe,

posibilita la experiencia directa. No juzga, no condena, simplemente acepta. Es el

corazón el verdadero creador holístico de la vida y el dador de las oportunidades

que la posibilitan. Es nuestro centro solar, es nuestra síntesis.

Page 34: ALQUIMIA ESPIRITUAL

34

CONSCIENCIA Y SUBCONSCIENCIA

Necesitamos hacer una distinción entre lo que es consciencia y lo que es

autoconsciencia. Podemos afirmar que en la Creación todo es conciencia y energía,

la energía es el potencial que subyace al servicio de la consciencia. Si consideramos

el término consciencia en su acepción más ámplia, será necesario señalar que la

Consciencia no siempre es autoconsciente. La psicología denomina consciencia a

todos aquellos aspectos, causas y procesos de la vida de los cuales el ser tiene

conocimiento. La subconsciencia sería la suma de aspectos y causas que actúan en

la vida del ser de las cuales éste no tiene conocimiento, es decir la subconsciencia

la constituyen aquellas partes o causas que no se han iluminado con la luz de la

consciencia. Pero yo haría incluso una distinción entre el concepto psicológico de

consciencia y lo que yo denomino autoconsciencia; en cierto modo se pueden

considerar términos sinónimos, sin embargo podríamos decir que el término

autoconciencia enfatiza el reconocimiento de una causa última, una Causa Superior

o Divina que subyace detrás de todo lo creado, de todos los procesos de la vida y

por lo tanto de todos los procesos conscientes del ser. Es decir, la consciencia en

términos de psicología, no implica necesariamente la aceptación de la Divinidad o

de esta Causa subyacente a la que yo llamo Consciencia (con mayúsculas)

considerada en su sentido más amplio.

Pero después de esta aclaración previa vamos a retomar la idea del apartado

anterior aunque nos reiteremos un poco. Verdaderamente somos creadores, pero

es importantísimo tener en cuenta que salvo algunas excepciones de personas que

han alcanzado ya cierto grado de conscinecia, una buena parte del tiempo nuestro

proceso creativo no se produce en la mente consciente sino en el estrato profundo

de la mente subconsciente. Ya se ha mencionado que el hecho de que esto sea así,

no nos redime en absoluto de la responsabilidad de nuestras creaciones, puesto

que la Ley de Causa y Efecto (Ley del Karma) nunca cesa en su actividad. Aceptar

que las cosas son de esta forma, nos predispone a mantenernos alertas para

realizar un trabajo de revisión, limpieza y refinamiento de nuestro ser y de todos

los aspectos de nuestra vida. El esfuerzo sostenido de perfeccionamiento personal

realizado en la mente consciente va incorporando a nuestro subconsciente

información de carácter constructivo en un proceso que ilumina gradualmente

nuestras partes inconscientes. Una buena disposición de ánimo y una actitud

mental positiva son indispensables en cualquier proceso de sanación, de

crecimiento, de creación positiva y expansión de la consciencia. En un momento

determinado se torna imprescindible el dominio del pensamiento así como el

Page 35: ALQUIMIA ESPIRITUAL

35

dominio de los impulsos emocionales, no desde la represión, sino desde el

reconocimiento de que el subconsciente actúa por instinto en respuesta a nuestros

impulsos emocionales básicos, que suelen permanecer sujetos a una gama muy

estrecha y limitada del espectro disponible de percepción, determinado y

condicionado por creencias implantadas o adquiridas. Pero estos impulsos se

pueden liberalizar y reeducar positivamente reconociendo que nuestro espectro de

percepción se inscribe en un espectro infinito de frecuencias que no halla limitación.

Creer es crear, como diría Santiago Pando. Creer en una realidad escasamente

limitada a nuestros cinco sentidos es mantenerse recreando esa realidad opresiva

que nos han querido hacer creer que la vida es. Creamos nuestra realidad en base

a la información que recibimos, y recibimos la información en base a lo que

creemos sobre la realidad. Nuestro subconsciente está al servicio de un sistema que

ha creado una realidad distorsionada y que para nada es fruto del azar, una versión

de las cosas completamente manipulada en la que nos han hecho creer para que

continuemos siedo manipulables.

Mientras no somos autoconscientes otras mentes crean por nosotr@s. Cuando

llegamos a serlo la creación propia adopta automáticamente un carácter positivo,

constructivo y mucho más expansivo y lleno de posibilidades, es entonces cuando

empieza nuestro verdadero proceso de creación.

Page 36: ALQUIMIA ESPIRITUAL

36

DOS ENTIDADES ESOTÉRICAS EN EL SER HUMANO10

Me parece interesante y necesario también, hacer alusión aquí a dos entidades

esotéricas, surgidas de la consciencia del ser, una en oposición a la otra, que

ilustran de manera muy gráfica lo que vulgarmente llamamos la lucha interna entre

el bien y el mal. Vicente Beltrán Anglada afirma que la iniciación es el paso en la

consciencia del ser que transita del Guardián del Umbral al Ángel de la Presencia.

Ambas firguras son entidades energéticas creadas individualmente por la

consciencia del ser, a merced de su grado evolutivo.

El Guardián del Umbral es una entidad energética elemental, creada por el ser

por la acumulación de poder psíquico inferior en su aura etérica a través del tiempo

y que se convierte en un peso específico que impide al alma elevarse y levitar, es

decir, ascender hacia las alturas espirituales. Esta entidad personaliza para el ser

los apegos, defectos y vicios que limitan la expresión humana de su alma.

El Ángel de la Presencia es la otra entidad energética, de naturaleza más sublime,

creada también por el ser a través del tiempo, por la acumulación de los poderes

psíquicos superiores adquiridos a partir de sus cualidades, sentimientos elevados y

acciones más nobles. Es el mensajero del Yo Espiritual.

Llega el momento evolutivo en la vida individual del ser humano, que por

inspiración hace su aparición en escena el Ángel Solar o Yo Superior. Esto sucede

cuando existe una buena adecualción de valores y cualidades. Entonces, esta

Potestad Superior que es la Divinidad individual humana se revela al corazón

individual y bajo su influencia la personalidad se decanta hacia el lado del Ángel de

la Presencia. En este momento el Guardián del Umbral empieza a perder fuerza y

se van eliminando del aura del ser las lavas energéticas y egregores adheridos a

ella; las fuerzas psíquicas superiores se robustecen, y el ser renace con una nueva

cualidad en su vida.

Puede suceder que el ser renuncie a la iniciación y vuelva a descender a la

cualidad energética del mundo profano de lo material, el mundo de las tentaciones,

acarreando así un nuevo karma que cargará sobre sus hombros.

10

Una parte de la información ofrecida es una síntesis extraida de las enseñanzas de Vicente Beltrán

Anglada. Particularmente, V. B. Anglada hace una alusión específica de estas entidades en una

conferencia ofrecida por él en Barcelona el 14 de Julio de 1979, titulada La energía, el pensamiento y la

forma. Las conferencias de V. B. Anglada, así como muchos de sus libros, están disponibles para el

público de forma gratuita en el siguiente enlace: www.asociacionvicentebeltrananglada.org

Page 37: ALQUIMIA ESPIRITUAL

37

Estas dos figuras esotéricas que adquieren cualidad de entidades en la

consciencia individual del ser, ilustran claramente la experiencia de dualidad por la

que transita el alma en evolución antes de experimentar la iluminación o

cristificación. Estas entidades no son otra cosa que la expresión de la consciencia

dual de nuestra naturaleza humana. El Guardián del Umbral es la figura

personificada de nuestro demonio interior, de nuestro ángel caído (nuestro

representante personal del diablo) que preserva nuestro ascenso a los cielos. Por su

parte El Ángel de la Presencia es la parte sublime de nuestra consciencia que nos

invita al ascenso. Es el servidor de nuestro Yo Superior, la parte de nuestra

consciencia humana que nos vincula a nuestra Divinidad Esencial. En el proceso de

la involución humana, la figura del Guardián del Umbral adquiere fuerza y es

atraído a la experiencia del ser a través del hemisferio izquierdo del cerebro que

rige la mente concreta del ser. El Ángel de la Presencia permanece en estado

latente ejerciendo su influencia ocultamente hasta que llegado a un cierto punto de

concretización, el alma individual puede empezar su camino evolutivo, el camino

del ascenso. Esta entidad de la consciencia es atraída a la experiencia a través del

hemisferio derecho del cerebro humano, el que rige la mente abstracta, ésta es la

que está conectada con el corazón, con el Ángel Solar que reside en él y que

guarda perfecta sincronía con el Inefable Corazón de la Divinidad.

La corriente continua de Energía Vital que emana del la Divinidad Creadora se

expresa (lo mismo que nuestro corazón humano sólo que en un grado infinitamente

mayor de grandeza) en movimientos de dilatación y contracción. Diástole y sístole

respectivamente. El movimiento de diástole impulsa el descenso de la Energía Vital

Divina desde el Corazón de la Divinidad a través de la cadena jerárquica de los

soles hasta llegar al sol individual del ser humano que es su corazón. Además de

ser el movimiento que impulsa la involución, el descenso, es el movimiento que

transmite esa Energía Vital que nutre la vida toda. El movimiento de sístole es el

flujo o corriente que sustenta el retorno de la Energía a su fuente, al Corazón de la

Divinidad, posibilitando el ascenso y la evolución del alma a niveles más altos de

consciencia.

El propósito de la experiencia humana es la expansión y el florecimiento de la

consciencia Divina expresándose a través de las consciencias individuales. Para que

se produzca esta expansión de la consciencia, ésta necesita haber descendido a las

profundas densidades de la materia en las cuales las virtudes de la Unidad se

pierden completamente de vista temporalmente y sólo se percibe por

contraposición la dualidad y la separación; en este largo periodo involutivo las

Page 38: ALQUIMIA ESPIRITUAL

38

Cualidades Divinas se desvirtúan gradualmente y se tornan imperceptibles casi por

completo para la consciencia, al haber quedado el alma aprisionada en las densas

vibraciones de la materia. Pero por Ley Universal toda creación retorna a su origen,

pues lleva la impronta energética de su esencia. Expresado en palabras llanas, no

podemos ascender al Cielo si antes no hemos descendido a las profundidades de la

experiencia terrena, lo que vulgarmente conocemos por el infierno, con sus

peligros, oscurecimientos y desvirtuaciones de la vida y del ser.

Mas hay un hilo vital oculto para l@s profan@s que mantiene siempre conectada

a la criatura a Su Divinidad Creadora. Este hilo o corriente dorada conecta los

corazones interiormente entre sí preservando para cada sol o corazón de cada

sistema inferior y de cada alma individual una medida cualitativa de la Grandeza

del Sol Central, de manera que esta medida cualitativa de grandeza, preservada en

cada corazón, mantiene un pulso simultáneo de Vida Unitaria. Es en el nivel del

corazón que somos Un@ con la Vida toda. Es en el nivel del corazón que podemos

vivir la experiencia de la conexión. Y es a través de la experiencia del corazón y no

a través de la experiencia del intelecto, que el ser humano experimenta el

crecimiento interior y el ascenso y expansión de su consciencia individual.

Page 39: ALQUIMIA ESPIRITUAL

39

EL SENDERO DE RETORNO11

Hemos divagado por la vida durante eones, naciendo una y otra vez, adict@s a

una dependencia, inmovilizad@s por el yugo de la ignorancia. Pero la vida está

destinada a volver del lugar de donde procede, y en una de esas vidas nuestras, en

un momento determinado, se produce un punto de inflexión; esto sucede cuando

del interior surge un intensísimo deseo de comprender, una ferviente necesidad del

conocimiento de aquello que ha de remitirnos a la verdad individual, nuestra verdad

personal que no es sino una nota más que armoniza y enriquece la Verdad

Universal.

Esa intensa necesidad de entendimiento se convierte en una amonestación que no

se puede eludir, de manera que los errores de percepción que se cometen durante

la búsqueda nos devuelven –a veces dolorosa y violentamente- a la verdad. Y la

necesidad de verdad y honestidad se convierte en una prioridad. Y en esa prioridad

se percibe una belleza sin parangón. Esa profunda y exquisita belleza que se

percibe va alimentando y llenando nuestra vida de un renovado y creciente sentido

de plenitud. En ese creciente sentido crece el fervor. Se llama Sendero de Retorno,

y a medida que avanzamos por él la llamada es cada vez más dulce, la certeza del

cumplimiento es el sello del compromiso y el exquisito descubrimiento de una

promesa que es nuestro legado.

En ese proceso inicialmente difícil, la expansión de nuestra conciencia desarrolla

un sentido agudo de la prudencia, pues el ser ha llegado a descubrir la tremenda

prepotencia de la soberbia humana y el cortante y amenazador filo de la misma.

Entonces la satisfacción por el logro propio se conjuga equilibradamente con la

humildad, y de esa conjunción crece el verdadero amor por la vida, y se comprende

que para cada un@ de nosotr@s el máximo exponente de la vida es un@ mism@,

pues sólo en lo más profundo de un@ mism@ reside Dios Diosa Todo lo que es. Y el

ser aprende a estimarse y a comprender la justa medida del amor propio. Ha

aprendido a creer en sí mism@, a pesar de que l@s demás puedan no haber creído

en él; ha alcanzado la verdadera fe.

En este punto hemos aprendido a vencer los temores, y la valentía del ser ya no

actúa por temeridad, sino desde la conciencia de una infalible protección que sólo la

11

Este capítulo está transcripto íntegramente del libro “EL DIAMANTE DE LO FEMENINO, Expansión

de conciencia y crecimiento espiritual” de la misma autora.

Page 40: ALQUIMIA ESPIRITUAL

40

propia verdad puede brindar. Los actos que emprende el ser son entonces

vibrantes, cargados de sentido y riesgo, pero certeros.

Cuando el ser ha llegado a este punto dispone ya de las herramientas de luz que

necesita para precipitar su retorno, y entonces se abandona a la vida, dulcemente,

preparad@ y dispuest@ para dejar atrás el dolor. El pasado se ha transformado en

luz por el profundo conocimiento que se ha adquirido de él, y la luz ya no hiere,

pues se ha tamizado del dulce sentido del máximo propósito.

Page 41: ALQUIMIA ESPIRITUAL

41

EL PODER DE LA PALABRA12

Las palabras (lo mismo las palabras pensadas como las verbalizadas) son un

instrumento de poder. Con las palabras expresamos nuestro poder creativo y

fertilizamos los éteres con la fuerza de la precipitación a la materia, con las

palabras lo revelamos todo y mediante las palabras cualquier cosa es susceptible de

ser revelada o de sernos revelada. Las palabras son semillas que tienen fuerza

generativa, y por eso yo escojo ser impecable con las palabras.

Yo Soy impecable con las palabras

La palabra impecable (im-pecable) quiere decir “no pecable” “que no peca” “sin

pecado”. Más allá de la distorsión o de la manipulación que puedan haber hecho las

religiones del sentido de la palabra pecar, yo interpreto que pecar es arremeter

contra la vida en cualquier sentido posible, hacer o pensar cualquier cosa que vaya

en contra de la vida; da lo mismo si es contra la propia vida, contra la del prójimo o

contra la vida de cualquier ser vivo. Cuando yo soy impecable, asumo la

responsabilidad de mis actos con reflexión y penetración pero sin juicio, condena ni

culpabilidad. Pecar o no pecar deja de ser una cuestión de moral o de dogma y

pasa a ser una cuestión de responsabilidad.

En el libro “Un curso de milagros” hay una idea muy sencilla y profunda que dice

que cuando abrigamos resentimiento nos olvidamos de quien somos, no estamos

conscientes de nuestra verdadera identidad. Es nuestro ego quien gobierna nuestra

mente y mientras esto es así, nuestro espíritu no puede gobernar. En realidad

cuando entramos en conflicto con alguien se dispara en nosotr@s el resorte de la

visión negativa de nosotr@s mism@s, la cual siempre se remonta a un pasado

lejano y socava nuestro sentido de ser felices y complet@s.

El rechazo hacia mi misma (hacia el sí mism@) es el principio donde se

fundamenta el pecado, esta idea me parece fundamental, porque en el amor y la

aceptación no hay pecado posible. El rechazo de l@s demás es un reflejo del

autorechazo. Rechazar a l@s otr@s es rechazarme a mí misma.

Si escojo la impecabilidad en mis palabras y mis pensamientos, el veneno

emocional acabará por desaparecer de mi vida y de mi persona. La impecabilidad

me proporciona inmunidad frente a posibles ataques, pues la mente sólo es fértil a

12

Alguna de estas ideas sobre la impecabilidad con las palabras las expresa el autor Miguel Ruiz en su

libro de sabiduría tolteca “Los cuatro acuerdos”.

Page 42: ALQUIMIA ESPIRITUAL

42

la negatividad cuando no es impecable. Cuando es impecable sólo es fértil a las

expresiones del Amor.

Por eso yo acuerdo conmigo misma ser impecable con mis palabras, porque las

semillas de la impecabilidad crecen en nuestra mente y generan frutos de Amor y

abundancia, que en poco tiempo van remplazando el miedo, la angustia y el

sinsentido. Para llegar a ser impecable con mis palabras y mis pensamientos, yo

me observo, sin ningún tipo de presión ni juicio, pero rectifico cuando por descuido

emito distorsión de algún tipo, cancelando desde la intención todas las emisiones

distorsionadas.

Page 43: ALQUIMIA ESPIRITUAL

43

NO EXISTE LA CULPA13

Quisiera gritar bien alto a los cuatro vientos: ¡No existe la culpa! ¡Que el ser

humano consiga desprenderse de ese lastre que arrastra en sus sentimientos!

Abogo completamente por la inocencia del ser humano, toda la confusión del

mundo no es más que una artimaña artificiosa producto de la mente caída, que

persigue embaucar con el engaño. Es imprescindible llegar a comprender esto, y

desde el corazón sentir cálidamente la certeza del perdón.

El corazón que sabe de la certeza de la inocencia, reproduce para sí mismo y para

su prójimo aquel espacio y circunstancias en las que el ser humano puede

realmente desarrollar, vivir y sentir su verdad. Finalmente, su verdad humana es la

inocencia, y todo lo que no sea inocencia es producto de la confusión, que

ciertamente, puede llegar a ser muy grande. Que se produzca un cambio en las

apreciaciones del ser humano -no sólo en las propias, sino también en las ajenas-

depende de nosotr@s, pues aquello que apercibimos deviene finalmente la realidad,

en aquello se transforma nuestra realidad maleable. La desconfianza hacia un@

mism@ se proyecta hacia los demás, y eso crea una respuesta. Y dentro de ese

marco es difícil que el ser humano pueda experimentar felicidad y pueda demostrar

su verdad. La confusión se extiende de manera fácil y rápida, y desde un foco que

proyecta culpabilidad las circunstancias se enrarecen y las mentes se intoxican.

En el momento que se conoce y se comprende el funcionamiento de estas cosas,

se puede erradicar con facilidad esta tendencia si perseveramos en una postura de

firmeza y en nuestro verdadero deseo de bienestar y prosperidad para nuestro

prójimo y para nosotr@s mism@s. Una vez hemos conseguido formular nuestro

mejor deseo, ese deseo de prosperidad y justicia que custodiamos en lo profundo

del corazón, no nos resultará tan difícil ejercitarnos en la observancia de nuestras

propias tendencias de pensamiento y sentimiento, para reconducirlas y liberarlas de

las proyecciones de la culpabilidad. No se trata de no ver o de eludir los análisis de

las tendencias del ser, sino permanecer en la profunda comprensión y certeza de

que las desviaciones son producto de la confusión. Necesitamos sustituir el

concepto de culpabilidad por el concepto de responsabilidad.

Aun cuando cometemos acciones erradas y perjudiciales, en el ser humano

permanece una inocencia no reconocida, y es el desconocimiento de esto, junto con

la ignorancia al respecto de otros aspectos de la vida, lo que lleva al ser humano a

13

Este capítulo ha sido extraído íntegramente del libro de la misma autora titulado: “GESTACIÓN DE

AMOR -Ensayo Cabalístico de Misticismo Poético-”.

Page 44: ALQUIMIA ESPIRITUAL

44

cometer y perpetuar los errores de percepción, los errores de acción y las

injusticias.

Insisto en este mensaje que quiere transmitir que depende de nosotr@s mism@s,

de cada un@ de nosotr@s, que se erradique de nuestros cuerpos y sistemas el

yugo de la culpa. Pues es éste el peor de los sentimientos humanos, motor y

causante de todas las desgracias de la humanidad.

Si el ser humano es culpable (lo cierto es que nacemos con ese sentimiento

hábilmente enmarañado en nuestros registros) entonces llegamos a este mundo

condicionad@s y predispuest@s a demostrar nuestra culpa, y tendremos que caer

las veces que haga falta en aquellas paranzas que nos permitan argumentarla. Hay

una sola manera de escapar de esta trampa, de empezar a desatarse de sus

maliciosas e intrincadas redes, y esta única manera es repudiando el sentimiento

de culpa, posicionándonose firmemente en la afirmación contraria desde un deseo

voluntario, profundo y consciente: el ser humano es inocente, el ser humano es

inocente, el ser humano es inocente, y precisa recuperar completamente esta

verdad, para dejar abierto de una vez para siempre el portal de su liberación, que

está llamando a gritos al ser para que lo atraviese en estos tiempos que corren.

Page 45: ALQUIMIA ESPIRITUAL

45

ATENCIÓN E INTENCIÓN

Mantener la atención sostenida en aquello que realmente es importante para

nosotr@s es lo que posibilita que llegue a manifestarse. Es algo así como “si tengo

la intención de crearlo debo mantener enfocada mi atención en ello”. Cuanta menos

dispersión haya en nuestra mente, es decir, si conseguimos mantenernos

enfocad@s desde el corazón en aquella meta importante para nosotr@s, tendremos

muchas más posibilidades de lograr nuestro objetivo que si pretendemos hacer

sonar muchas flautas a la vez; demasiadas cosas a la vez es imposible hacerlas

bien. Cuando andamos detrás de un proyecto, una meta, un objetivo, es normal

que aparezcan dudas y temores, no obstante es importante decidirse a no tomarlos

en consideración, es una cuestión de valentía y de fe en un@ mism@ no

identificarse con ellos. La actitud personal es también fundamental. Es preciso

disciplinar nuestro pensamiento y nuestro discurso, no sólo el interno, sino el que

mantenemos con l@s demás, de forma que lleguemos a ser capaces de sostener

silenciosamente aquello que realmente nos interesa para no dispersar la energía;

se trata de dejarlo reposar el tiempo necesario, de hablar de ello sólo lo justo, y

siempre en un tono respetuoso y constructivo. Es así mismo imprescindible velar

por la calidad de nuestros sentimientos, rechazando la crítica, el juicio, la

negatividad, el desánimo, la pereza o cualquier otra actitud negativa. Pero no desde

la represión, sino desde el amor de la aceptación. Están ahí, los veo, los distingo,

pero yo los voy a transformar porque deseo gratificar la vida.

Todas estas tácticas nos servirán para ahorrar la energía y utilizarla sólo de

manera eficiente.

La palabra atención significa “sin tensión”: “a-tención”. El significado de la propia

palabra ya sugiere lo que representa vivir una vida atenta. La palabra intención, por

su parte, significa “en tensión” y yo diría que más concretamente significa “tensión

en”. Es decir, la intención es la acción de mantener la tensión justa y necesaria en

un punto u objetivo determinado, ni más ni menos.

Ambas cosas necesitan estar bien conjugadas en la vida para favorecer la

creación.

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46

INTELIGENCIA DIVINA

-La disciplina del Agni Yoga-

Yo Soy el principio del cambio alrededor de mí. Mas no me olvido nunca de que

formo parte de una Totalidad gobernada por una Inteligencia Divina. Esa

Inteligencia Divina es la que establece el lugar exacto de cada cosa y ser creado, es

la que permite que mi ser, mi organismo, mis células, mis ciclos, etc. funcionen sin

necesidad de que yo interfiera. Por eso me resulta fácil comprender que existe esa

Inteligencia Divina, porque ella me dirige y la vida pulsa en mí sin necesidad de que

yo me esfuerce. Entonces, me parece inteligente y apropiado sintonizarme cada día

voluntariamente a esa Inteligencia Divina que en verdad me rige. Y todos los días

decreto cuando me levanto: Yo me reconecto voluntariamente a la Inteligencia

Divina Universal, para que en el día de hoy sea Ella quien actúe para mí sin que mi

ego interfiera. Yo Soy la Inteligencia Universal.

Agni Yoga -la disciplina del corazón- suscribe el principio que se conoce

esotéricamente como Ley de Economía Universal. La ley de Economía Universal se

basa en que la Creación toda se fundamenta en la sinergia, principio según el cual

las causas se suman para producir un efecto mayor a la sumatoria de los efectos de

las causas individuales. La naturaleza también se basa en esta ley que se podría

mencionar, sin ningún sentido peyorativo, como la Ley del mínimo esfuerzo. La

evolución o plasmación siempre busca el camino de menor resistencia. Es una

opción inteligente observar cuáles son las premisas humanas necesarias para

aplicar esta ley de economía en nuestras vidas.

Si conseguimos asentarnos sobre los pilares fundamentales del Agni Yoga,

estamos aplicando la Ley de Economía Universal. Estos pilares fundamentales son:

Amor Visión Aceptación Responsabilidad Compasión Perdón

Gratitud. Una cosa nos lleva de manera natural a la otra, y a la otra,

instruyéndonos para vivir en el aquí y el ahora.

Cuando no aceptamos algo, sea lo que sea, sea una persona, una situación, una

característica personal, etc. en un grado u otro nos mantenemos en contra de...

Cuando estamos en contra de cualquier cosa en realidad estamos en oposición al

Universo, bloqueamos el flujo de la energía, somos una barrera para ella. Aceptar

implica responsabilidad. Si algo no nos gusta lo podemos cambiar. Pero siempre

desde dentro, siempre desde la aceptación, asumiendo que lo que percibimos es

una creación propia. Asumiendo también que podemos y necesitamos practicar el

Page 47: ALQUIMIA ESPIRITUAL

47

acto del perdón cada vez que percibimos algo que no nos gusta, que nos lastima,

que degrada la vida de una manera u otra.

Nuestra propia vida es nuestra mayor obra creativa. Eckhart Tolle dice algo así

como que todo esfuerzo creativo nace de un lugar de paz. Toda obra creativa, digo

yo, es el fruto de un esfuerzo creativo. Y añado que una obra de calidad y que

consiga perdurar en el tiempo, se me antoja que pueda ser una obra gestada en un

lugar completamente pacífico. Para que nuestra mayor obra creativa, nuestra

propia vida, sea de la mayor calidad posible, tiene que empezar por gestarse en un

lugar de paz. Si hay paz hay obra, si hay obra hay paz. Aquí no hay expectativas.

Es simplemente pulsar en el presente. Es simplemente “el poder del ahora”. El

camino se convierte en la meta y la meta es el camino mismo.

Cuando nos rendimos al corazón –a la guía espiritual de nuestro corazón-

conseguimos mucho más de lo que nuestra capacidad humana nos hubiera

permitido. No es el ego el que triunfa en los grandes logros, sino el espíritu. Todos

los caminos que recorremos nos llevan al corazón, si esa es la intención y el

pensamiento que sostenemos.

La práctica del Agni Yoga es la práctica sostenida de la “serena expectación”

(para utilizar una vez más las tan acertadas palabras de Vicente Beltrán Anglada) o

de la observación consciente y atenta desde la presencia. A través de la serena

expectación establecemos contacto con el yo. El yo humano alineado con el Yo

Divino o Yo Superior. La mente superior queda fusionada con el Plano Búdico (la

dimensión etérica del corazón); es el estado del ser inspirado, eternamente

presente en el aquí y el ahora; el sentido de la intuición despierto. Agni Yoga enfoca

la intención de la mente del ser a un nivel superior de observación profunda o

serena expectación, sintonizándola de manera consciente con la Frecuencia de la

Mente Universal. Fruto de esta práctica sostenida, llega el momento en que la

persona deja de tener voluntad individual, y de forma completamente natural se

produce la rendición y la entrega; el ser ha rendido su voluntad a la Voluntad

Cósmica; ya no se equivoca porque ya no es el ego quien decide. Ya no se pelea, su

mente humana ya no presiona; ya no duda. Porque en la Presencia del aquí y el

ahora el karma no existe, ho hay karma. Las circunstancias y los eventos fluyen en

perfecta sincronía estableciendo de forma fluida el camino por el que trasita el ser,

no hay consecuencias kármicas.

Está bien saber y comprender que finalmente las cosas suceden así para el ser.

Puesto que puede llegar un momento en la evolución personal en el que sintamos

Page 48: ALQUIMIA ESPIRITUAL

48

que ya no nos toca decidir. Los anhelos profundos del ser siguen ahí, reflejando

nuestra la misión interna; pero es la vida la que se encarga de dirigirnos, el ego ha

perdido vigencia.

El significado de Agni Yoga es Yoga de Fuego o Yoga de síntesis. Agni Yoga o

Yoga de síntesis es la experiencia de hallar el punto medio exacto en el centro,

donde se produce el equilibrio de las tensiones de los extremos. Es la síntesis de

todas las posibilidades, el equilibrio entre ellas.

La práctica inmediatamente anterior a la práctica del Agni Yoga es la práctica

mental del discernimiento y la discriminación. La discriminación separa los

elementos delimitando el campo de percepción. Después el discernimiento elige.

Discriminación y discernimiento van casi juntos. A copia de experiencia la práctica

se sutiliza y se produce una síntesis. Al término de revelarse la realidad o la verdad

que se está buscando se despiertan el sentido de la intuición y surge la práctica del

Agni Yoga.

Cuando el ser ha practicado los suficientes esfuerzos de lógica correcta e

impersonal a lo largo de sus encarnaciones y experiencias de vida, se despierta la

intuición; todo se desenvuelve y surge a su debido tiempo para el ser.

Vicente Beltrán Anglada dice “cuando el tiempo es cero y el es espacio es infinito

se produce la liberación”. La única posibilidad humana de experimentar el tiempo

cero está en la práctica de la presencia, de la completa rendición al presente, en

este acto de entrega todo espacio pierde su acotamiento, no hay presiones de

ningún tipo, y la extensión espacial para la experiencia de ser es infinita.

Agni Yoga, la práctica de pulsar desde el corazón, es para nuestras vidas la

validación de la Energía Crística, la energía de unificación que disuelve todas las

polaridades en la unidad, que trasciende todas las conclusiones de la mente

racional humana, la cual nos ha permitido vivir la experiencia de la dualidad con el

objetivo del crecimiento espiritual y la expansión de la consciencia.

Practicar Agni Yoga es vivir la vida de forma inteligente. La inteligencia es el

equilibrio entre el corazón y la mente, la síntesis entre los aspectos del Amor y la

Razón. La conjunción perfecta entre el Centro Coronario, sede de la voluntad

perfecta de acción o inteligencia perfecta de síntesis –Inteligencia Divina- y el

Centro Anahata, Corazón, sede de la Sabiduría Divina.

Page 49: ALQUIMIA ESPIRITUAL

49

SOBRE LA SERENA EXPECTACIÓN Y LA OBSERVACIÓN ATENTA

Quizás necesitemos hacer una distinción entre lo que es la serena expectación y

lo que es la observación atenta. La práctica de la serena expectación implica

serenidad. Mantener siempre la serenidad emocional es una práctica difícil. Cuando

las circunstancias se ponen difíciles, se disparan los resortes emocionales, y no es

tan fácil mantener la serenidad emocional. En estas circunstancias quizá no

podamos hablar de serena expectación, sin embargo, la práctica de la observación

atenta puede seguirse manteniendo, porque siempre hay un estrato superior en el

que nos podemos posicionar para observar, y en ese estrato sí que hay una parte

de nosotr@s que se mantiene serena. Quizás sea una cuestión de práctica, pero la

observación atenta es una proposición quizás más realista que la propuesta de la

serena expectación, si observamos esta última en su sentido literal.

Observarse sin juicio pero sin egaño es una necesidad vital que tiene un enorme

poder redentor. Es importante observarse sin juzgarse y sin echar más leña al

fuego de la consternación, pero tan importante como eso es sostener una actitud

de veracidad, es decir, puede que sea fácil que se disparen densas emociones en

nosotros en los momentos en los que las dificultades de vida nos atañen

directamente, pero si las podemos observar con veracidad, situándonos en un

estrato por encima de ellas, entonces hemos creado ya una disociación entre las

emociones densas y nuestro ser real. En momentos de dificultad, es muy fácil que

se dispare de forma automática el resorte de la vieja y pegajosa asociación entre la

observación de nuestras reacciones emocionales de baja densidad y actitudes

distorsionadas, y el juicio y consiguiente sentimiento de culpabilidad. Esto es así

porque las emociones de baja densidad nos arrastran –literalmente- más abajo a

una densidad cada vez mayor; y es así también porque la inercia de esta práctica

social e históricamente masiva de juicio/condena está cobrando una fuerza mayor

en estos tiempos de crisis profunda. Hay una gran cantidad de personas que han

sucumbido a la manipulación emocional y se encuentran en la actualidad sumidas

en la confusión de los profundos lodos emocionales del ser humano; todo esto tiene

mucha fuerza y tira de nosotr@s con facilidad.

Si conseguimos observar esas emociones en nosotros y refrescar la consciencia

de que deseamos trascenderlas, hemos dado un paso de gigante en nuestra

trayectoria. Esta práctica de la observación atenta es la antesala de la serena

expectación. Una cosa nos conduce de la mano a la otra.

Page 50: ALQUIMIA ESPIRITUAL

50

Cuando estamos en estos trances difíciles, y sucumbimos momentáneamente a

estas reacciones “descontroladas” de nuestras emociones, si las hemos podido

observar ya podemos afirmar de forma práctica y consecuente que no somos las

emociones ni tampoco los pesamientos asociados a ellas. Pero además, lo mejor y

más útil de todo es hacer entrega, voluntaria y consciente, de esas limitaciones a

La Divinidad, al Espíritu Santo, o a nuestro Yo Superior, buscando la fórmula que

mejor le vaya a cada un@. El ser humano, a razón de las limitaciones

consubstanciales a la condición humana, no puede alcanzar por sí solo a dominar

sus limitaciones y condicionantes emocionales, sólo nos será posible hacer esto en

virtud de nuestra relación consciente con la Divinidad, sostiniendo la práctica activa

de la cominicación con Ella.

Page 51: ALQUIMIA ESPIRITUAL

51

TODO SE AJUSTA A UNAS LEYES

Todo se ajusta a unas leyes, todo, sin excepción. Todo el Universo, todo lo

creado, visible e invisible, se rige y se ajusta a unas leyes universales, algunas de

ellas son inmutables. Estas leyes inmutables, conocidas como los siete principios

del hermetismo, se encuentran recopiladas en un documento llamado Kybalion,

redactado a principios del s. XX por tres personalidades anónimas, aunque la

autoría del mismo se atribuye a Hermes Trismegisto –El tres veces grande-. En él

se postulan y se describen los Siete Principios Universales que lo rigen todo. En él

se reseña que, a la persona que llega a integrar la verdad que contienen estas

Leyes se le abren todas las Puertas a las Realidades Superiores, es decir, que

integrar estas verdades es la clave para trascender la experiencia en el plano

material y acceder así a la multidimensionalidad. Este Tratado metafísico y su

contenido ha sido considerado por las escuelas de misterios y diversas corrientes

espirituales en occidente en el correr de los tiempos como el fundamento metafísico

por excelencia. Estas leyes o principios son las siguientes:

- Ley de Mentalismo: todo es mente, el universo es mental.

- Ley de Correspondencia: como arriba es abajo y como abajo es arriba.

- Ley de Vibración: nada es inmóvil, todo se mueve, todo vibra. Todo, incluso

la materia que a simple vista parece estática e inmóvil es energía en

vibración constante. Sólo hay grados de densidad o de sutilidad y grados de

frecuencia vibratoria en función del grado de densidad o sutilidad de la

materia.

- Ley de Polaridad: todo tiene su polaridad, dos polos, su par de opuestos. Los

opuestos o antagónicos son idénticos en naturaleza pero distintos en grado

de manifestación. Los extremos se tocan. Todas las verdades son medias

verdades y todas las paradojas pueden reconciliarse.

- Ley del Ritmo: Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y

retroceso, todo asciende y desciende en un movimiento incesante. Todo se

ajusta a un movimiento pendular, la medida del movimiento hacia la

derecha, es la medida del movimiento hacia la izquierda. El ritmo es la ley

de compensación. El ser humano debe reconocer su propio ritmo y aprender

a respetarlo.

- Ley de Causa y Efecto: se la conoce también por la Ley del Karma. Tiene

mucha relación con la ley anterior. Toda causa tiene su efecto, y todo efecto

tiene su causa. Nada sucede por casualidad, lo que llamamos azar es sólo la

consecuencia de esta ley no reconocida que actúa en todos los planos de

Page 52: ALQUIMIA ESPIRITUAL

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causalidad. A cada acción le corresponde una acción opuesta de igual

magnitud.

- Ley de Generación: Es la ley de polaridad que posibilita que la generación se

manifieste en todos los planos. Todo tiene su principio masculino, o Yang y

su principio femenino o Yin, que unidos producen la generación.

Muchos seres humanos son capaces de reconocer que existen unas leyes que

rigen la naturaleza de las cosas, y sin embargo, no son capaces de plantearse que

son esas mismas leyes las que rigen sus vidas. Nada de lo que nos sucede está

sujeto al azar, nada sucede por casualidad, todo responde a determinadas causas,

seamos conscientes de ellas o no. Formamos parte de la Naturaleza y del Universo

y es un acto de ignorancia y prepotencia pensar que lo que nos sucede es producto

de la casualidad o de la fatalidad.

Por la importancia de conocer estas leyes, ofrezco algunas reflexiones sobre el

Aspecto Séptuple del Principio o Ley Universal:14

Principio de Mentalismo

El Principio de Mentalismo es el primero de los Siete Principios Universales de la

Creación. “Todo es Mente; el universo es mental”. “El Principio fue el verbo”

(Génesis). El Principio de Mentalismo es una Ley invariable que no falla jamás. Los

pensamientos son cosas en un estado primigenio, materia en un estado potencial.

El Principio de Mentalismo actúa cargado por el Principio de Generación: El Amor.

Las cosas se convierten en sucesos, lo que pensamos se manifiesta. Cada mente

por sí misma es sustentadora de esta Ley, representante de la Mente del Todo.

Cada un@ de nosotr@s es el generador de aquello que nos sucede. Aquello que

pensamos y decretamos, que surge de nuestra convicción, es aquello que sucede.

Cada condición y situación de nuestra vida es la encarnación de una creencia que

tenemos, ya sea en la consciencia o en la subconsciencia, que produce su igual en

el exterior, en el mundo visible de la materia. Las verdaderas creencias son las que

se ven manifestadas. Somos creadores puesto que fuimos cread@s a Imagen y

Semejanza de La Divinidad. Dios crea los universos en Su Mente. Nosotr@s

creamos nuestro mundo con nuestra mente. San Pablo dijo: “Somos transformados

por la renovación de nuestras mentes”.

14

Lo que sigue en el resto del capítulo está tomado de un libro anterior de la misma autora: “Maestr@s

del Despertar”.

Page 53: ALQUIMIA ESPIRITUAL

53

La oración es la expresión del pensamiento más puro y alto que se pueda pensar.

Orar es polarizar la mente en el grado más altamente positivo. Las vibraciones de

Sonido y Luz que elevamos cuando oramos, transforman en perfecto y bello las

condiciones oscuras que nos rodean. La Voluntad de Dios para toda vida es el bien,

la salud, la paz, el bienestar, la prosperidad, la felicidad, en definitiva todo lo bueno

que Él ha Creado.

La mente humana contiene y sostiene una acumulación de oposiciones,

convicciones o conceptos errados, contrarios a la Verdad Experiencial, y en conflicto

con los Principios Básicos de la Creación; éstos contaminan y condicionan

negativamente nuestra existencia y nuestra circunstancia, produciendo los

sufrimientos que aquejan al ser humano. Felizmente nada de eso se ajusta a la

Verdad Última del Ser, y por lo tanto existe la manera de borrar todas la creencias

falsas y sustituirlas por las creencias correctas, las convicciones adquiridas por la

experiencia. Esto puede hacerse cuando el ser humano adquiere conciencia de esta

Verdad: la verdad del conocimiento que se adquiere por la experiencia. El Gran

Maestro Metafísico Jesucristo dijo: “Conoced la Verdad y ella os hará libres”.

La Verdad Suprema es La Armonía Perfecta –El Equilibrio-, La Belleza, La Bondad,

La Justicia, La Libertad, La Salud –perfecta expresión de La Vida-, La Dicha. Todo lo

opuesto es apariencia, contrario a la Ley Suprema de la armonía perfecta, luego, es

mentira.

Este Principio, postulado en la antigüedad, que afirma que todo es mente, halla

en la actualidad científica, de la mano del científico, biólogo, investigador y escritor

Rupert Sheldrake, no sólo una explicación muy aproximativa y gráfica de esta

verdad, sino también, demostraciones experimentales, propuestas y realizadas por

él. Rupert Sheldrake ha dado más dimensión y resonancia al concepto científico de

los campos mórficos y morfogenéticos. Éstos son estructuras inmateriales no

perceptibles empíricamente, que sin embargo R.Sheldrake se propone demostrar y

definir en la medida de lo posible.

Los campos mórficos son campos existentes en algún lugar “invisible” de la

existencia, que sostienen patrones y sus espacios en base a unas estructuras de

orden que se van formando en el transcurso del tiempo, a partir de información

acumulativa, susceptible de transformación. Estos campos mórficos no existen sólo

para los organismos vivos –éstos serían los morfogenéticos- sino también para

todos los cuerpos materiales y expresiones de la vida en este plano de la materia.

Los campos mórficos son los que dirigen y ordenan la acción de los Elementales

de la naturaleza, dando lugar a la formación de las cosas. Pero así mismo, estos

campos determinan la tendencia inteligente que archiva la serie de acontecimientos

que suceden, hallando su expresión en este plano de existencia, influyendo así en

Page 54: ALQUIMIA ESPIRITUAL

54

las sucesiones futuras. Es decir, existe una causación formativa que pone énfasis

en que la memoria es inherente a la naturaleza.

La resonancia mórfica define que el pasado se hace presente en los campos

mórficos por propagación, siendo el hábito de la repetición imprescindible para que

este proceso se manifieste, puesto que estos campos poseen memoria acumulativa,

así mismo susceptible de transformación.

En los años 20, un grupo de biólogos propuso el concepto de campos

morfogenéticos para explicar los patrones de crecimiento y formación de los

organismos, pero se pensó que este campo se desvanecía cuando el organismo

moría. Sin embargo, Rupert Sheldrake sostiene que los campos mórficos incluyen

los morfogenéticos y que éstos no desaparecen cuando el organismo muere sino

que permanecen en la naturaleza evolucionando y modificándose.

A mi modo de entender, existe una total y directa relación entre la existencia

“invisible” de estos campos, como la plasmación de la principal característica

mental del Universo, con el poder de las proyecciones mentales de la vida, que

cuando deviene autoconsciente dirige voluntariamente la formación de los patrones

mórficos y morfogenéticos.

Principio de Correspondencia

“Como arriba es abajo; como abajo es arriba”. Toda acción y toda condición

tienen su analogía en todos los demás planos de existencia, sólo que a medida que

la vida consciente asciende por los planos, los poderes y los potenciales de las

experiencias se multiplican. La humanidad vive, en su gran mayoría en la

“conciencia material”, existimos entre planos viviendo y aprendiendo las

condiciones del plano mental, para desarrollar la “conciencia espiritual”. Este

Principio permite, a partir de la observación de aquello que está a nuestro alcance y

de las leyes que lo rigen, alcanzar la conciencia de las Verdades Superiores, pues

las Leyes Universales, Principios y Aspectos que conforman y sostienen la Creación

Toda, son inmutables, y rigen en todos los planos de existencia por igual. Por el

Principio de Correspondencia el ser transita de lo conocido a lo desconocido.

Principio de Vibración

“Nada está inmóvil; todo está en movimiento; todo vibra”. Todo, hasta aquello

que guarda una apariencia de total solidez, está constituido por átomos y moléculas

en vibración constante; y aun en la materia sólida, la distancia o espacio vacío que

hay entre los átomos y moléculas es inmenso. La rata vibratoria de los cuerpos, es

Page 55: ALQUIMIA ESPIRITUAL

55

decir, la frecuencia a la que vibran los átomos y moléculas que los constituyen, es

lo que determina su densidad. A mayor densidad de los cuerpos, más lenta es la

rata vibratoria de éstos. A mayor sutileza, más alta es la frecuencia de la vibración

de los mismos, de manera que aquellos cuerpos que tienen una alta frecuencia de

vibración se tornan invisibles a nuestros ojos; tal es la verdad que mantiene fuera

de nuestra visión a l@s Maestr@s Espirituales que sólo se manifiestan visibles en el

campo energético de aquellos seres que por su propia vibración están preparad@s

para soportar vibraciones tan elevadas.

También los pensamientos emiten vibración, los pensamientos positivos vibran a

una frecuencia elevada, sus colores son brillantes, claros y luminosos, y las formas

geométricas que crean son bellísimas. Por el contrario, los pensamientos negativos

vibran lentamente, son densos, sus formas son grotescas y sus colores opacos,

cuanto más negativos, tanto más sombríos son y más bajo es el tono de su sonido.

El pensamiento positivo que surge de la mente polarizada en un plano positivo, no

puede ser dominado por una vibración baja, a menos que haya algún concepto o

idea intoxicante “agarrada” al individuo. Jesús dijo: “el dios de este mundo viene a

mí y no encuentra nada en mí para asirse”.

Todo, incluso lo que es materia en su estructura básica, está siempre en

movimiento circular, girando sus electrones en torno a algo mayor. Sosteniendo

siempre un esquema similar al de los planetas girando alrededor del sol. Éste es el

patrón universal para todo lo material.

Los estados de ánimo o estados emocionales son estados vibracionales que se

emiten y lanzan al espacio generando color y sonido. Los estados mentales son

lanzados al exterior del cuerpo que los crea y entran resonancia con los cuerpos

afines, afectando de determinada manera, en bien o en mal, los cuerpos de otros

seres, estimulando así en positivo o negativo sus estados emocionales y mentales.

Principio de Polaridad

“Todo es dual. Todo contiene dos polos. Los opuestos son idénticos en naturaleza,

pero diferentes en grado. Los extremos se tocan. Todas la paradojas pueden

reconciliarse.”

Este Principio Hermético encierra la verdad de que todas las cosas manifestadas

tienen dos aspectos, dos polos, son un par de opuestos con innumerables grados

entre ambos extremos. La Ley de Polaridad explica que lo que existe entre cosas

diametralmente opuestas es solamente cuestión de grados y afirma que todo par

de opuestos puede reconciliarse mediante la comprensión y aplicación de esta Ley.

Siguiendo las líneas de polaridad se puede transmutar un estado mental en otro.

Page 56: ALQUIMIA ESPIRITUAL

56

Las cosas diferentes no pueden transmutarse unas a otras, pero sí las cosas de la

misma naturaleza, cuya potencialidad de transmutación reside en la posibilidad de

ser repolarizadas y finalmente equilibradas, aplicando una transformación gradual a

las mismas.

Espíritu y materia son polos de la misma cosa, ambos extremos responden a la

Paternidad y Maternidad de nuestro ser, y los indeterminados planos que median

entre ellos responden a un estado gradual de dichas expresiones.

Podemos cambiar a voluntad la polaridad de nuestros propios estados mentales,

e influir en los estados de nuestro prójimo, elevando nuestra vibración interior; de

esta forma dejaremos de ser esclavos de las energías densas. Reconocer e integrar

el Concepto Inmaculado es aprender a vivir pasando por alto los defectos que

hayamos visto en los demás, a sabiendas de que la verdad del prójimo, así como la

verdad propia, es el Yo Superior, el Yo Soy, cuya expresión es perfección, belleza y

vida eterna.

Ley del Ritmo

“Todo fluye y refluye, todo tiene sus periodos de avance y de retroceso, todo

asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo, la medida de su

movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la

izquierda; el ritmo es la compensación.”

En todo se manifiesta una oscilación media, un flujo y reflujo que determina que

todo aquello que va, vuelve. En este sentido esta Ley está relacionada con la Ley de

Causa y Efecto, así mismo mantiene una estrecha relación con la Ley de Polaridad,

en el sentido de que la oscilación de las cosas se produce primero hacia un polo y

después hacia el otro, determinándose un ritmo. Hay un avance y un retroceso, una

elevación y una caída. Esta Ley rige para todo: soles, mundos, mentes, energía,

espíritu, materia... Sin embargo, rara vez se produce la oscilación entre los

extremos más alejados.

En el Plano Espiritual siempre hay una emanación seguida de una absorción.

Emanamos de Dios, descendemos a la conciencia material, y tras nuestra

experiencia somos absorbidos nuevamente a la Conciencia Espiritual; esto puede

producirse mediante la muerte física, mientras seguimos encadenados por nuestra

condición a la rueda de muerte / reencarnación, o bien mediante la Ascensión que

sucede cuando el ser ha integrado plenamente sus vehículos de manifestación,

estado en el que el ser ha trascendido la muerte que reconoce como

verdaderamente inexistente. Este ciclo es para nosotr@s nuestro Gran Ritmo. Es la

Respiración y la Aspiración de Brahma. El Árbol de la Vida de los cabalistas es una

Page 57: ALQUIMIA ESPIRITUAL

57

representación muy clara y gráfica de este principio. Este principio es inmutable, se

cumple siempre. Pero conociéndolo se puede aprender a controlarlo, se puede

aprender a eludir sus efectos hasta un cierto grado. Podemos aprender a

polarizarnos en el punto donde deseamos permanecer y de esta forma elevarnos

por encima de la oscilación pendular. Todo ser que ha adquirido un cierto grado de

dominio sobre sí mism@, ejecuta este arte hasta cierto punto. Simplificando

podríamos decir que existen dos planos en la manifestación de los fenómenos

mentales, uno superior y otro inferior. Cuando el ser se eleva en conciencia al Plano

Superior, escapa a la oscilación pendular, esto llega a producirse cuando el ser

conocedor de este Principio, lo ha practicado de forma voluntaria y consciente lo

suficiente como para haber aprendido a polarizarse a sí mism@ en el polo requerido

y por el procedimiento de rehusar o negarse a participar en la oscilación retrógrada,

permanece lo más próximo posible a su centro.

Ley de Causa y Efecto

“Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo

a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay

muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.”

A esta Ley se le ha llamado también Ley del Karma. La mente es un motor. Las

vibraciones emitidas tanto por los pensamientos que genera nuestra mente, como

por nuestras acciones, regresan a nosotr@s por la línea de este Principio,

trayéndonos el fruto de lo sembrado. Existe la causalidad, pero no la casualidad; se

le llama casualidad a la causalidad ignorada.

El Planeta Tierra, que junto con la humanidad constituye un todo, soporta una

enorme cantidad de deudas kármicas que expresa y desahoga en forma de

cataclismos y todo tipo de fenómenos naturales, compensando a marchas forzadas

los tremendos desequilibrios generados por el ser humano.

Mientras el ser permanece generando karma, la reencarnación constituye para él

una condición a la que está sujet@, siendo ésta la única explicación lógica a las

aparentes injusticias a las que se ve sometid@, él individualmente y la humanidad

colectivamente. Todo ser humano es el único causante de sus propias condiciones,

tanto de su infortunio como de su fortuna y bienestar. Las emanaciones de su

mente rigen su destino y sus circunstancias. El ser humano, hasta que no llega a un

determinado nivel de conciencia que le permite reconocer el funcionamiento de ésta

y de las otras Leyes, busca siempre a quién culpar y a quién hacer responsable de

su condición, e incapaz por el momento de comprender el porqué de sus

Page 58: ALQUIMIA ESPIRITUAL

58

circunstancias, se flagela y se tortura mentalmente, creándose sentimientos de

culpabilidad.

Esta Ley, estrechamente vinculada a la Ley de Polaridad y a la Ley del Ritmo, se

trasciende cuando el ser por voluntad y dominio consigue repolarizar su mente en

un estado de conducta intachable, de forma que los efectos que generan sus causas

o conductas son efectos de Amor, redundando así su existencia en beneficio de la

Vida Toda.

Principio de Generación

“La generación existe por doquier. Todo tiene su principio masculino y femenino;

la generación se manifiesta en todos los planos”.

Como los demás, este Principio está siempre en acción en todos los ámbitos de la

existencia y en todos los aspectos de la Creación. El Principio de Generación es la

Acción de la Causa Universal del Aspecto del Amor. Nada podría existir sin el

Principio de Generación, sin una causa masculina y una causa femenina, sin un

padre y una madre o bien un aspecto masculino y otro femenino. Este Principio es

la confirmación y aplicación de la Ley de Polaridad al servicio de la Creación.

A lo que determina el género en el plano de la vida fisiobiológica y orgánica se le

llama sexo. El ser humano ha buscado reconocer la esencia del Amor, contenido en

el Principio de Generación, a través de su sexualidad.

Generar significa crear, concebir, producir...

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59

INDEPENDENCIA EMOCIONAL NO ES AUTOSUFICIENCIA

Muchos de nosotr@s, cuando llegamos a adult@s, nos exigimos una apariencia

de autosuficiencia que para nada se corresponde con la realidad de nuestras

posibilidades humanas personales. Se nos ha entrenado para aparentar que

estamos bien, que no tenemos problemas, que somos dur@s y resistentes, y que

no es bueno mostrar nuestra vulnerabilidad. Se nos ha entrenado para servir a un

propósito que la mayoría de las veces no es verdaderamente el nuestro, sin que

nos podamos permitir apenas mostrar desfallecimiento. Nos acostumbramos a vivir

ocultando nuestra debilidad, nuestra vulnerabilidad, nuestro temor y también la

soledad que produce necesariamente esta exigencia tirana que adoptamos como

nuestra. En mayor o menor grado, a tod@s nos ha afectado esta exigencia

distorsionada de las cosas. Creemos, ya sea de forma consciente o inconsciente,

que si mostramos nuestra fragilidad y debilidades seremos rechazad@s, o bien que

abusarán de nosotr@s y nos dañarán, cuando en realidad, al hacer esto

empequeñecemos más, nos debilitamos y nos volvemos más vulnerables. Mientras

seguimos sin enfrentarnos cara a cara a esa condición humana y mantenemos una

apariencia de autosuficiencia que solapa nuestras carencias, debilidades y

necesidades, permanecemos inconscientes de nuestros límites, nuestro poder

personal no crece todo lo que podría y en realidad permanecemos verdaderamente

dependientes emocionalmente, a pesar de que nos pueda parecer lo contrario. Sin

embargo, cuando el crecimiento y el propio deso de superación se asientan en la

consciencia de nuestro verdadero estado y en la aceptación de nuestros límites

personales, entonces nuestros valores humanos se fundamentan bien y nuestro

potencial puede empezar a crecer, no desde la prepotencia, sino desde el

agradecimiento. El reconocimiento de la propia vulnerabilidad lleva asociado el

sentido del respeto hacia el resto de la vida, y un sentimiento humano de

solidaridad y lo que es más importante, un sentido constructivo de superación.

Cuando nos rendimos y descubrimos la inutilidad de seguir escondiendo nuestra

fragilidad al mundo, nuestra fortaleza empieza a multiplicarse, porque

interiormente hemos abierto las compuertas francas a la energía desde el

reconocimiento de nuestras necesidades humanas y de nuestra fragilidad. Eso nos

fortalece, verdaderamente, y nos catapulta a descubrir nuestro mejor potencial. La

independencia emocional no puede sino fundamentarse en el reconocimiento de

nuestra condición humana que nos predispone a desarrollar el potencial divino

latente en nuestro interior. Si ya nos creemos Dios, y no estamos respetando la

vida, algo se ha fundamentado mal en nosotros, en ese caso nuestra prepotencia

antes o después se cobrará su precio. El reconocimiento de nuestra fragilidad

Page 60: ALQUIMIA ESPIRITUAL

60

tampoco significa que debamos permanecer siempre acomodados en la víctima y

lamentándonos todo el tiempo de nuestra condición; eso sería malograr los

recursos humanos y persistir en la postura cómoda de que los demás vengan a

hacer por nosotr@s lo que a nosotr@s nos corresponde, en tal caso estaríamos

tiranizando la vida y ahí también se estaría expresando una medida de la

prepotencia humana. El reconocimiento de nuestra fragilidad nos permite tomar

consciencia de los propios límites humanos y desde esa consciencia podemos

predisponernos a superarlos. Formamos parte de un Todo y necesitamos reconocer

nuestra necesidad de ser asistid@s por él. Somos interdependientes y en la

aceptación de esa condición intrínseca a la vida subyace nuestro crecimiento y la

conquista de nuestra independencia emocional.

Page 61: ALQUIMIA ESPIRITUAL

61

TODO TIENE UN PROPÓSITO

Todo tiene un propósito, también nuestra vida y cada uno de los sucesos y

experiencias de la misma, todo sin excepción. Hay un Orden Superior y un Ritmo

Perfecto que rigen la vida en todos sus aspectos. También nuestra vida personal

está regida y dirigida ocultamente por este Orden, Ritmo y Sentido Superiores.

Todo lo que nos sucede en la vida tiene sentido, a pesar de que muchas veces no lo

sepamos ver.

También los problemas, las dificultades, las enfermedades, el dolor e incluso la

negatividad que ello genera, tienen su propósito. Cualquier dificultad del tipo que

sea, contiene un mensaje de alerta, en términos generales nos está indicando que

no hay claridad en nuestro propósito, que hay elementos ocultos actuando a la

sombra de nuestro subconsciente.

Los fracasos parciales (y digo parciales porque todo fracaso representa un cierto

logro interior cuando se transita el camino hacia la verdad) indican que estamos en

el camino de la búsqueda trabajando desde el plano mental. Desde esta perspectiva

no es útil, a mediano o largo plazo, querer dirigir nuestra vida mediante una serie

forzada de objetivos, esto es lo que nos han enseñado a hacer y lo que hemos

estado haciendo por mucho tiempo: vivir bajo el control de la mente racional, la

cual dispone y se considera capaz de dilucidar dónde está la solución o por lo

menos se siente segura de encontrarla planificándolo todo en función de unos

objetivos que suelen estar desconectados del propósito del alma. De nada sirve ya,

y cada vez servirá menos, seguir forzando las cosas desde el control de la mente

racional. En lugar de eso, en base a la gran colección de ficultades, fracasos y

frustraciones que arrastramos, podemos empezar a reconocer que ella ya no tiene

el control, aunque se lo crea. Nuestra guía está verdaderamente en nuestro

corazón y nuestro verdadero propósito es rendirnos a esta guía interior cuyo

objetivo es descubrir al ser y fundirse con este Orden Superior. Esta percepción de

las cosas señala una diferencia sustancial en la perspectiva. Nos obliga a rendirnos

a una Fuerza Mayor que todo lo dirige y lo gobierna y de La que formamos parte.

Nos invita a tomar consciencia de nuestra posición jerárquica. A comprender que en

la aceptación de nuestra pequeñez reside nuestra grandeza, y que nuestra

grandeza se despliega para nosotr@s si somos capaces de invocar a esas Fuerzas

Superiores que nos preceden, mas no de una forma egoísta.

El más necesario de nuestros propósitos ahora es el de desenmascarar

completamente la sombra. Limpiar completamente nuestras intenciones de

Page 62: ALQUIMIA ESPIRITUAL

62

rencores, rencillas, todo tipo de sentimientos negativos o de deseos e intenciones

solapadas. Toda dificultad personal indica que este trabajo no está terminado, nos

lo revelan en especial la negatividad, los estados de ánimo decaídos y el

sufrimiento. Sin embargo esos estados negativos o dificultades pueden ser un

motor para la personalidad psicológica en busca de la veracidad.

Dado el grado de evolución humana alcanzado por much@s de nosotr@s, esta

necesidad de veracidad se ha vuelto urgente e irrevocable. El más necesario de

nuestros propósitos individuales es el de sostener la intención de limpiarnos

completamente, de llegar a ser íntegr@s, si lo que deseamos realmente es crear

una realidad pacífica y harmonizada con la Vida.

Insistimos una vez más en la necesidad de observarnos con verdadera atención e

intención. Si acaso la mente racional, calibrada desde el corazón, puede sernos útil

aún en este propósito. Y tan necesario como el trabajo de observación atenta es el

de invocar la ayuda de Maestr@s y Seres Angélicos.

Los tiempos actuales son más propicios que nunca para practicar la invocación de

manera correcta, esto es: liberada de condicionamientos serviles y de cualquier

residuo de intención egoísta. La mente humana está suficientemente despierta, sólo

nos falta abrir el corazón. Cuando el ser en su evolución consigue ascender

emergiendo de las aguas del deseo al fuego de la aspiración espiritual, las

invocaciones adquieren una fuerza inconmensurable. Las respuestas a sus

evocaciones allanarán su camino, le dotarán de recursos insospechados y se le

abrirán las puertas.

Bajo el influjo de la iluminación, cuando el alma ha conseguido liberarse de las

intenciones egoístas y ha despertado al discernimiento, todo se ha ordenado

milagrosamente y sólo la sincronía es la pauta. La velocidad de plasmación

progresa a un ritmo milagroso cuando el alma ha conseguido liberar todas las

resistencias. Es entonces cuando nuestro propósito personal se ha fundido con el

Propósito Superior.

Page 63: ALQUIMIA ESPIRITUAL

63

LA EXPERIENCIA PROFUNDA DE LA ACEPTACIÓN

Cuando he conseguido integrar que todo tiene un propósito, entonces puedo

aceptar que todo lo que sucede en la vida -en mi vida- es perfecto aun en su

apariencia de imperfección o de contratiempo. Puede que en nuestra obstinación (el

ego es muy obstinado) en el momento en que se nos presenta una situación que

nos contraría no sepamos ver dónde está la perfección. Pero justamente, la

superación propone hacer de la aceptación una práctica espiritual constante. A los

ojos de la aceptación, cuando hacemos una lectura retrospectiva atenta y positiva,

encontraremos sentido a todo lo sucedido, y sabremos comprender y aceptar la

lección que encerraba el problema o la aparente fatalidad vivida, cuyo objetivo

suele ser la toma de consciencia. Los problemas persisten hasta que aprendemos la

lección que estos encerraban y la integramos, después de eso desaparecen, pues

ya no tenemos nada que aprender de ellos. Cuando hacemos una lectura

retrospectiva de un capítulo difícil y problemático de nuestra vida, es

verdaderamente útil llegar a comprender cuál era el propósito del problema que se

nos presentó, sin embargo, aun en el caso de que el intelecto no alcance a

distinguir cuál era tal propósito, si somos capaces de sostener la disposición de

ánimo positiva de la aceptación –una práctica que se consuma en el corazón- el

aprendizaje se realizará en las esferas internas y nuestro avance y mejoría personal

estarán garantizadas.

No obstante, es importante puntualizar una cosa que podría ser motivo de

confusión: La aceptación y la resignación no son la misma cosa. Existe un punto de

equilibrio en el que se concilian la aceptación por lo sucedido y la capacidad de

acción para cambiar y mejorar las circunstancias y las situaciones. La aceptación no

es parálisis, no es pasividad necesariamente. Sin embargo, sólo el corazón sabe

con certeza cuándo la aceptación requiere acción y cuándo requiere “pasividad”,

quietud, simplemente observación. Cuando no podemos actuar para cambiar una

situación determinada, sólo la aceptación tiene el poder para transformarla. Pero

incluso, cuando sí está en nuestras manos cambiar algo, las oportunidades fluirán

muchísimo mejor desde la aceptación de la circunstancia que se quiere cambiar que

si nos seguimos resistiendo a la situación dada, porque toda actitud de resistencia o

de enfrentamiento se nos lleva una enorme cantidad de energía y limita nuestra

capacidad de visión y percepción; es una actitud que nos mantiene a la defensiva

y/o a la ofensiva y refuerza nuestro sentimiento de víctima, así como el sentimiento

de “estar separad@s de”. Con eso no quiero decir que no haya cosas o condiciones

que verdaderamente no sean admisibles (como por ejemplo cualquier situación que

Page 64: ALQUIMIA ESPIRITUAL

64

nos degrade) esas cosas inadmisibles son, justamente, las que hay que cambiar

prioritariamente; pero para ello primero necesitaremos aceptar que pese a la

apariencia contraria, somos nosotr@s mism@s quienes hemos creado todo cuanto

percibimos en nuestra vida. Con este enfoque, volvemos nuevamente a la profunda

cuestión de la aceptación y de lo que implica. La profunda experiencia de la

aceptación sólo puede producierse cuando admitimos que aquello que percibimos

reflejado fuera y formando parte de nuestras circunstancias externas, es nuestra

responsabilidad directa, lo hemos creado nosotr@s, ya sea que la causa pueda

hallarse en la vida actual, ya sea que la causa de esa creación provenga de

nuestras acciones de vidas anteriores. En todo caso siempre está actuando la Ley

de Causa y Efecto, conocida como la Ley del Karma. Todo efecto tiene su causa y

toda causa produce un efecto, si la causa es harmonizada y pacífica, el efecto será

positivo, constructivo y alentador, si la causa es una acción distorsionada, el efecto

será distorsionante, destructivo y más o menos doloroso.

Aquello que percibimos no es algo ajeno a nosotr@s, sino que forma parte de

nosotros. Sólo si somos capaces de admitir esto en nuestro corazón, somos capaces

de aceptar la situación, y es entonces cuando estamos en disposición de

transformarla. Para poder incidir con éxito en el exterior y cambiar una

circunstancia que afecta a nuestra vida de manera definitiva, hay que hacer

primero un cambio en el interior, siempre desde la aceptación de que aquella

circunstancia que no nos gusta está reflejando algo que reside en nuestro interior.

Si previamente no hemos realizado este trabajo interno, puede que en el momento

consigamos cambiar la circunstancia en cuestión, pero lo más probable es que la

vida nos la vuelva a traer de nuevo bajo otro escenario. Pelearse compulsivamente

con la vida no es precisamente la fuerza que la transforma, por el contrario, suele

representar una fuga que nos aleja más y más de la presencia y nos deja vací@s de

sentido.

La plena aceptación de nosotr@s mism@s -la cual tiene absolutamente que ver

con amarse a un@ mism@ incondicionalmente- es la única disposición de ánimo

que nos capacita para cambiar y mejorar. Para perfeccionar nuestros pensamientos

y transformar nuestras emociones negativas en emociones positivas, lo primero

que tiene que suceder es aceptar que se tienen esas emociones. Desde la

aceptación somos capaces de observarnos sin juicio ni condena, con una disposición

compasiva y mirar de frente nuestras emociones negativas y bajas pasiones. Si no

las aceptamos, las solapamos o las reprimimos, esas emociones adquieren fuerza

Page 65: ALQUIMIA ESPIRITUAL

65

en nuestro interior y se van apoderando de nuestra soberanía, se convierten en el

monstruo de la negación.

Cuando nos amamos a nosotr@s mism@s desde la plena aceptación de lo que

somos (lo cual no quiere decir que nos lo tengamos que consentir todo) nos resulta

mucho más fácil aceptar al prójimo, aceptar a las personas tal como son. La medida

de la dificultad para aceptar una determinada conducta en alguien, nos indica un

cierto grado de falta de amor propio y falta de aceptación propia.

La parte inmadura en nosotr@s, la que necesita apoyo, cuidados, guía y amor, es

nuestro niñ@ interior. Cuando hablo de amarse a un@ mism@ me refiero a la

necesidad común en la mayoría de nosotr@s de atender, amar y reeducar a

nuestr@ niñ@ interior, observándol@ silenciosamente y atendiéndol@ desde la

firmeza cuando lo necesita, mostrándole sus aciertos, pero también sus errores de

percepción, apoyándol@ y alentándol@ a seguir, de la misma forma que cualquier

persona adulta y capacitada haría con su hij@, siempre desde la firmeza, la

veracidad y el amor, nunca desde el juicio y la condena. Este propósito sólo puede

cumplirse desde la Presencia, es decir, con la energía del corazón. Estamos mucho

más carentes de lo que admitimos, somos aún tremendamente inmadur@s,

estamos sólo en el ABC de la aspiración espiritual, hay demasiada inmadurez

emocional, demasiada confusión. Pero nadie puede coger las riendas por nosotr@s,

no podemos seguir esperando que alguien venga a rescatarnos emocionalmente. La

firmeza y el potencial para realizar este trabajo de rescate emocional están en el

corazón. No se puede eludir este paso en el propósito del crecimiento espiritual.

Alguien dentro de nosotr@s tiene que sostener de forma consciente la Llama de

nuestra realización, la certeza del logro. Ese alguien en nuestro interior es el Ángel

de la Presencia, quien siempre está en contacto directo e inmediato con nuestro Yo

Superior (la Divinidad en nosotr@s). Es ésta la parte más elevada de nuestra

personalidad humana, y la única capacitada para amar y amarnos

incondicionalmente, porque es la única que puede penetrar en el espacio atemporal

de la dimensión del Corazón. Es importante tener esto en consideración para no

malinterpretar el propósito de amarnos incondicionalmente.

Page 66: ALQUIMIA ESPIRITUAL

66

EFECTO ESPEJO

Vamos a dedicar este apartado a una idea que ya se ha expresado desde

distintos ángulos, pero que por la relevancia que tiene el conocimiento de la misma

para el crecimiento y la expansión de la consciencia, será útil reseñarla de manera

especial. Vamos a referirnos nuevamente a la Ley de Polaridad que describe que

todo es dual y contiene dos polos, continúa afirmando que los opuestos son

idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado, que los extremos se tocan, y por

último, que todas las paradojas pueden reconciliarse. El conocimiento, comprensión

y aceptación de este principio puede ayudarnos muchísimo a observar, a

observarnos y a obtener información sobre nosotr@s mism@s, que es de lo que

realmente se trata. En virtud de esta Ley de Polaridad, todo cuanto vemos reflejado

fuera es un reflejo de algo que tenemos dentro, esto siempre es así, no hay

excepciones. La realidad, los comportamientos y conductas que observamos en l@s

demás, y especialmente, el efecto emocional que estas conductas producen en

nosotr@s, son un reflejo de algo propio, y un claro indicativo o pista de por dónde

van los tiros. Cuando sabemos esto podemos utilizar el ejercicio de la observación y

la reflexión para profundizar en el propio conocimiento. Nos será muy útil

considerar que aquello que más nos irrita, aquello que más rechazo nos suscita, es

justamente algo que tenemos que revisar atentamente.

Detengámonos en en un punto del postulado de esta ley: “Los opuestos son

idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado.” Me parece importantísimo

considerar esta idea en profundidad para llegar a comprender el ejemplo de una

manifestación común en la conducta humana de esta ley de polaridad. Sucede con

frecuencia en las relaciones –ya sea que seamos conscientes o no- que

encontramos en las conductas de nuestro prójimo, y especialmente en las

relaciones con nuestr@s allegad@s, el reverso de nuestra propia moneda. La

víctima y el verdugo son dos roles opuestos de idéntica naturaleza, con grados de

manifestación distantes. Lo podríamos explicar con el ejemplo de una persona que

recibe un trato vejatorio por parte de otra (no importa si se trata de un caso más

grave o evidente o si se trata de una de las muchas situaciones que pasan

desapercibidas). La persona que se halla en la situación de la víctima tiene dentro

de sí ese un desequilibrio de la misma naturaleza que la persona que la agrede o

victimiza. El punto de equilibrio entre estas conductas opuestas sería el de las

relaciones correctas y respetuosas; cuando hay distorsión en las conductas –algo

del todo frecuente- el desequilibrio de una hacia el polo negativo (inseguridad,

carencia de autoestima) se refleja en el desequilibrio de la otra hacia el polo

Page 67: ALQUIMIA ESPIRITUAL

67

positivo (prepotencia, abuso). Cuando hay un desequilibrio en la conducta, los roles

son susceptibles de intercambiarse con facilidad; una persona que es víctima vive

resentida, y es muy fácil que en un momento determinado ese resentimiento

arremeta contra alguien. El caso contrario también es posible: una persona que

tiende a ser agresora y prepotente expresa un desequilibrio que en un momento

determinado la puede colocar en la situación de ser victimizada. En todo caso se

cumple el efecto espejo: aquello que nos encontramos en el exterior es un reflejo

de algo que pulsa en nuestro interior.

Vayamos a otro ejemplo distinto: Hay una frase popular que dice “Dime de qué

presumes y te diré de qué careces”. El significado de este dicho bien se puede

equiparar a las frecuentes reacciones de rechazo ideológico que los seres humanos

experimentamos frente a las conductas ajenas. Podríamos darle la vuelta al dicho y

decir: “Dime lo que criticas y te diré lo que tienes que revisar”. Aquello que más

rechazo nos suscita (ya lo hemos dicho más arriba, pero lo repetimos) es

significativo, nos está señalando directamente algo de nuestro propio

comportamiento, algo que está en nuestro interior y que nos negamos a ver.

El efecto espejo no devuelve siempre el reflejo literal. Algunas veces puede que

sí, que el reflejo nos esté indicando idéntico comportamiento entre el reflejo y lo

reflejado. Otras veces el efecto espejo nos muestra el reverso de nuestra moneda,

en este caso el comportamiento reflejado y el reflejo son antagónicos, pero de

naturaleza idéntica. Cualquiera que sea la situación, el efecto espejo indica siempre

que lo que vemos proyectado en el exterior es un reflejo de algo que pulsa en

nuestro interior. Cuando sabemos esto y lo aceptamos, la observación se convierte

en una magnífica guía.

Page 68: ALQUIMIA ESPIRITUAL

68

CONFUSIÓN DE PROPÓSITOS

Era o es realmente muy necesario el descubrimiento de nuestra capacidad

creadora así como el conocimiento del funcionamiento de nuestro proceso creador,

capacidad intrínseca del ser humano que hemos estado utilizando todo el tiempo

sin dominarlo. Es realmente fundamental conocer y dominar el proceso creativo

para que el proceso creativo no nos domine a nosotr@s. Tan importante como este

descubrimiento es supervisar y analizar profundamente nuestro propósito de vida y

nuestras intenciones, a lo sumo cuando hemos alcanzado ya cierto grado de

consciencia, puesto que cada vez será más catastrófico seguir alterando el orden de

importancia en nuestros objetivos. Cuando queremos que suceda algo que no pasa,

o queremos que se manifieste algo que no se materializa, podemos empezar a

pensar que la vida nos está protegiendo o bien que nos etá indicando que ha

habido y hay en nosotr@s confusión de propósitos.

Si ponemos por delante de nuestro objetivo de integridad y limpieza personal -

que debiera ser fundamental para empezar a crear en armonía- el objetivo de crear

abundancia material o plasmar algo de carácter material, y este objetivo se

materializa, muy pronto volveremos a manifestar la distorsión en nuestra vida y la

inarmonía hallará rápidamente su cauce para surgir y hacerse visible.

Me parece importante señalar esto en este libro, en virtud de la corriente

pseudoespiritual que se ha puesto tan de moda en el mundo, que pretende

fomentar o potenciar el poder mental. En mi opinión el principal problema que

tenermos las personas y la humanidad en términos generales, es la propia mente,

pues ésta ha estado dominada por la mente racional desconectada del corazón.

Confundimos el ser con la mente, y el ego existe en función de esta confusión. Creo

sinceramente que dadas las características de nuestra sociedad racional, el poder

mental, la mayoría de las veces, nos aleja del ser esencial. Muchas propuestas

terapéuticas o de crecimiento personal ponen énfasis en fomentar justamente este

aspecto del ser que más desequilibrio ha causado. Y creo también sinceramente,

que el dominio ulterior iluminado de nuestro proceso creativo no pasa por la

aplicación mecánica del conocimiento del mismo.

Los dominadores del mundo (la clase dominante que está detrás de los políticos

manipulando y distorsionando la realidad para su beneficio material) han llegado

muy lejos, justamente porque conocían el mecanismo del proceso creativo y el

poder de la mente; pero es obvio que estaban desconectados del corazón, y cuando

digo desconectados del corazón quiero decir desconectados de la Presencia, la

Page 69: ALQUIMIA ESPIRITUAL

69

Divina Presencia, el Espíritu vivo en el corazón. El propósito del verdadero

progreso, aquel que va en la línea del crecimiento espiritual, es la iluminación

gradual que se encamina a la iluminación completa del ser. La iluminación gradual

es el descubrimiento progresivo de aquellas partes de la consciencia que aún no

son autoconsciencia, a las que llamanos inconsciente o subconsciente. Este

propósito prioritario es, desde mi punto de vista, el trabajo previo a cualquier

proceso creativo armonizado. Porque si hasta ahora ha estado funcionando –

relativamente- este poder creativo de la mente desconectado del corazón, ahora ya

no funcionará más, puesto que el paradigma energético, frecuencial y evolutivo ha

cambiado, está ascendiendo –aumentando- la frecuencia de nuestra energía

planetaria y humana, y las consecuencias son por un lado que la sombra, el

subconsciente, emerge a la superficie plasmando su creación distorsionada, y por el

otro que se acelera la temporalidad de la Ley del Karma. Esta es la razón por la que

nos encontramos inexorablemente con la realidad desnuda de nuestras creaciones,

y mientras sigamos desconectados de la Presencia, esto no cambiará, es más, las

dificultades continuarán aumentando. Todo ello forma parte de nuestro propio y

también colectivo proceso de crecimiento ¿Cómo se explica si no, el afán

infructuoso de mejorar nuestra situación personal que en muchos casos no parece

avanzar?

No estoy afirmando que no sea fundamental conocer nuestros mecanismos

metales para aprender a dominarlos, creo sinceramente que esto es muy necesario.

Sin embargo, creo también que deberíamos preguntarnos qué es más fundamental,

si conseguir que nuestro poder mental sea capaz de generar súbitamente los éxitos

a los que aspira la personalidad y la abundancia material que todo el mundo desea

y merece, o ser capaces de descubrir aquellas pautas mentales y partes

subconscientes causantes de nuestra distorsión y de la distorsión colectiva. ¿Qué es

más importante, seguir enfocados en la mente y fomentar el poder mental o

aprender progressivamente a parar el discurso incansable de la mente para dejarle

espacio a la Presencia?

Eckhart Tolle dice algo así como que la mente no tiene la solución porque es

parte intrínseca del problema. Me parece una afirmación magistral. No nos damos

cuenta de que el énfasis que se pone en el poder de la mente en toda esta corriente

pseudoespiritual que está tan de moda, continúa siendo una trampa del ego. Ahora

justamente, lo que está sucediendo en el mundo nos indica que es el momento de

trascender el ego. Sólo así cambiaremos el paradigma personal y favoreceremos el

cambio colectivo. Se me ocurre una reflexión que nos puede ayudar a comprender

un poco mejor lo que quiero decir: Pongamos el ejemplo de alguien que desea

materializar una casa como una de sus aspiraciones prioritarias. Para conseguirlo

Page 70: ALQUIMIA ESPIRITUAL

70

utiliza técnicas de visualización, afirmaciónes, decretos, etc. en definitiva utiliza el

poder de la mente. Pero resulta que después de largo tiempo de perseguir este

objetivo tan anhelado, éste no se materializa. La pregunta clave es ¿por qué? ¿qué

es lo que está sucediendo?

Cuando esperamos ansiosamente algo que no llega, es porque no estamos en

sintonía con el propósito del alma. Nos estamos resistiendo a una realidad regida

por una fuerza más inteligente y más poderosa que nosotr@s. Pueden estar

sucediendo muchas cosas, entre ellas puede que eso que no conseguimos

materializar encierre para nosotr@s una protección al servicio del verdadero

propósito del alma. Cuando las técnicas de visualización y los esfuerzos de

materialización no funcionan, es el momento de revisar atentamente nuestro

propósito y nuestra petición. Con frecuencia, esta manera de enfocarse queriendo

forzar la realidad trae implícita una queja sutil. La persona no está conforme con lo

que ya tiene, siente la carencia. Aunque sea de una forma silenciada la persona se

queja interiormente de no tener aquello que cree que necesita. Este mecanismo

alimenta el ego, porque el ego crea la sensación de tener la razón utilizando

constantemente la queja y si hay queja hay resentimiento. El resentimiento

alimenta nuestra falsa identidad que es el ego. Esta parte interna, resentida, que se

identifica con la carencia, puede que sea la que esté creando la realidad de esta

persona imaginaria, en última instancia puede que sea lo que esté dificultando que

la abundancia aflore a su vida de forma natural. Pero hay una razón más profunda

aún que podría ser aceptada sin requerir siquiera este tipo de reflexiones; se refiere

a la aceptación humilde de que hay un Orden Superior e Inteligente que se ajusta

al propio karma, que atrae las situaciones justas, los eventos y las circunstancias

precisas a la persona. Porque en la vida del ser humano continúa habiendo un

propósito implícito de expansión de la consciencia, de crecimiento y regreso al

Origen, cuyo Centro está dentro del ser y no fuera. El propósito del karma del ser

es el de despertar gradualmente la sensibilidad del ser hacia la vida, en su sentido

más amplio e incluyente, alcanzado cierto punto en nuestra evolución personal, la

vida nos traerá aquellas cosas y circunstancias que cumplan con este propósito, sin

que haya ya necesidad de carencias y sufrimientos.

La reflexión más destacable al respecto de este tipo de situaciones como la del

ejemplo u otras muchas que reflejen dificultades de plasmación, es que enfocarse

en el poder mental sin haber integrado antes la idea de que no crearemos nada que

no corresponda, es caer una vez más en la prepotencia, uno de los principales

“pecados” del ser humano. En mi caso particular, en respuesta a una petición

Page 71: ALQUIMIA ESPIRITUAL

71

profunda y sostenida que expresa que no quiero nada que no tenga que ser para

mí, estoy convencida de que no conseguiré crear nada que no corresponda y

gracias a Dios que es así.

Más importante que dominar el proceso creativo para crear abundancia material

es el propósito de desarticular el ego. Dejar de identificarme con el dolor. Confiar

en que hay una Inteligencia Divina que vela por mí mientras yo estoy aún en el

proceso crítico del crecimiento interior. Y consciente de mis limitaciones humanas,

yo le pido a mi Presencia que vele por mí para que mis creaciones se armonicen y

pueda llegar a manifestarse aquello que mi corazón anhela. Que vele por mí para

que no me falten los mínimos necesarios para seguir viviendo dignamente. Que

vele por mí y me conduzca a aquellas posibilidades de subsistencia económica

dignas, que no degraden mi persona ni la vida en general. Le pido a mi Presencia

que me sostenga desde el Amor, para que el miedo a la carencia y la dependencia

del miedo no se apoderen de mí. Le pido a la Presencia que haga de mí un

instrumento de su Paz y de su Armonía. Este és en mi opinión el enfoque correcto y

el verdadero sentido de la oración. Cuando llegamos a ser totalmente la Presencia,

ya no necesitamos la oración, porque nuestra vida toda y todas sus expresiones, ha

llegado a ser por sí sola una aclamación viva y espontánea de gratitud.

Por supuesto que la Creación es abundancia y no carencia, y no pretendo en

ningún momento hacer apología de la carencia o de cualquier estado carencial del

tipo que sea. Sin embargo, creo que cualquier estado carencial es el reflejo del ego,

es el indicativo de que hay aspectos internos por resolver. Huelga decir que si no

tenemos satisfechas nuestras necesidades básicas seguiremos identificándonos con

la carencia, persistirá el dolor en nuestra vida y lo más seguro es que, aun cuando

no lo deseemos, seguiremos emitiendo negatividad.

Page 72: ALQUIMIA ESPIRITUAL

72

EL POTENCIAL DE LA VERDAD

Para empezar a perfilar la idea a la que quiero llegar, primero será necesario

responder a qué verdad nos estamos refiriendo. Hay una Verdad Última que

engloba todas las verdades, esa Verdad Última óbviamente no se puede describir,

pero podemos decir de Ella que es el impulso que subyace detrás de cualquier

proceso comprometido con el destino evolutivo de la vida y del ser. Sin embargo,

cuando hablamos de verdad en este contexto, nos referimos a una verdad más

asequible: a la veracidad de ser, al aprendizaje de desmantelar las ficciones, de

descubrir gradualmente los encubrimientos, falseamientos y engaños que suelen

ser consubstanciales a la experiencia egoica y que, antes o después, será necesario

trascender.

Para iniciarnos en el proceso de descubrir el propio ser y todos sus aspectos, es

necesario primero plantearnos la intención de comprometernos con la propia

verdad, esta intención es un deseo que nace de dentro y suele indicar que estamos

preparad@s y madur@s para sostener el impacto que nos pueda causar la visión

del descubrimiento de ciertas facetas de nuestra personalidad.

Comprometerse con la propia verdad no se refiere sólo a no mentir, porque el

engaño, el falseamiento o el encubrimiento de la verdad implican mecanismos

mucho más sutiles que la tosca mentira. La mente es muy hábil y sutil, estamos

tan habituad@s a nuestras máscaras y subterfugios, que las confundimos con la

realidad del ser, y tan apegad@s a nuestras dependencias emocionales y

costumbres, que desarrollamos unos mecanismos de conducta que nos permiten

creer en la necesidad de mantener las cosas tal y como están y creemos que son.

En estas circunstancias tan comunes en nuestra condición humana, pasamos por

alto, no sólo los estados de ánimo que nos indican que algo no funciona bien en

nuestra realidad, sino muchas veces incluso, sufrimos una y otra vez las

consecuencias, más o menos graves, de los desajustes y errores de nuestra vida

sin hacer la lectura profunda del mensaje que la situación nos transmite,

provocando así que tales consecuencias sean cada vez mayores y más graves. Pero

a copia de sufrimiento, a tod@s nos llega, antes o después, el momento de

despertar a ese deseo de veracidad. Lo cierto es que somos muy lent@s porque

estamos muy acostumbrad@s y apegad@s al sufrimiento y al viejo paradigma, pero

esto no va a impedir que la vida cumpla finalmente con su propósito y su plan de

evolución.

Page 73: ALQUIMIA ESPIRITUAL

73

El compromiso con la propia verdad es un proceso que no suele ser rápido, pero

que se va acelerando a medida que avanzamos por la senda del descubrimiento de

nuestro propio ser. La herramienta imprescindible es la observación atenta de todo

cuanto conforma nuestra vida. Hacia el interior, la observación atenta de los

pensamientos, sentimientos, emociones, reacciones, hábitos, temores, resistencias,

rechazos, etc. Hacia el exterior, la observación atenta y expectante de las

conductas, de las circunstancias, escenarios, relaciones, oportunidades, etc. Lo

cierto es que cada descubrimiento sobre nosotr@s mism@s es una compuerta que

nos permite acceder a una realidad mayor, más incluyente, más expansiva. No

obstante, se requiere valor para transitar por la línea que describe la intención de

descubrir la propia verdad; no sólo por el sufrimiento que nos causa desmantelar

nuestras propias ficciones, sino también por el temor que nos suscita lo

desconocido y la sensación de vacío que nos deja el derrumbamiento de aquellos

fundamentos, que aunque eran falsos o parcialmente falsos, nos servían en cierto

modo y sobre todo, nos eran conocidos. En este camino de compromiso, lleno de

obstáculos, soledades y dolores, suele suceder que los engaños se van sutilizando a

medida que avanzamos, pero la vida misma se encarga de forma implacable de

disparar los resortes que nos obligarán a ver la realidad al desnudo y reestructurar

nuestro ser, nuestra vida y circunstancias, a esa nueva verdad descubierta. Aunque

inicialmente las consecuencias puedan parecer crueles, este es el precio que

necesitamos pagar para alcanzar una vida de plenitud. Porque cualquier vida que

desee vivirse en plenitud tiene que estar necesariamente exenta de engaño. Las

fantasías y ficciones son fantasías y ficciones, podrán proporcionar temporalmente

una falsa felicidad o bienestar, podrán ejercer temporalmente una cierta función de

protección, pero en realidad nos estarán impidiendo la plenitud, el contacto pleno

de todo nuestro ser con la vida, nos estarán impidiendo la presencia.

Es interesante y necesario observar cuántas y repetidas veces buscamos la causa

de nuestros sucesos e incidentes en el exterior, creyendo firmemente que se

encuentra allí. Estamos poco o nada acostumbrad@s a buscar con veracidad, lo

cual implica reconocer que la causa de todo lo que nos pasa siempre es interna.

Cuando buscamos la causa externa somos víctimas del sutil mecanismo del ego

de huida de la verdad. Nos hace falta asumir completamente que somos creadores

de nuestra realidad, que nada de lo que nos sucede se escapa a esta condición

universal. Que aquello que pensamos y sentimos se materializa y que por lo tanto

cobra suma importancia el foco de nuestros pensamientos, aquello que pensamos y

sentimos al respecto de lo que vemos y oímos. Se trata por lo tanto de participar

activamente en el descubrimiento de la propia verdad, en el descubrimiento y el

conocimiento del sí mism@.

Page 74: ALQUIMIA ESPIRITUAL

74

Finalmente, a través de las múltiples secuencias de nuestras pulsaciones

energéticas, de la infinidad de pensamientos y sentimientos emitidos, hemos

creado y creamos la realidad en la que vivimos, pero es una realidad que se puede

transformar por el proceso de la creación cosnciente. Cuando nos convertimos en

aliad@s de la veracidad, en un cierto punto de este camino de compromiso, el ser

puede alcanzar la integridad. El engaño ha llegado a devanecerse para el ser.

Entonces avanzar ya no implica descubrir engaño, sino simplemente conquistar una

verdad mayor. El ser se ha convertido en su propio conquistador y la intrepidez es

el estímulo mismo. Cada nuevo descubrimiento es la conquista de una dimensión

nueva y más elevada de ser. Esto no tiene final. Cada verdad conquistada nos abre

una nueva puerta, revela para nuestra vida un potencial mayor. No hay límite en la

belleza y amplitud de lo que podemos descubrir, pero lo cierto es que nuestro poder

de realización se incrementa con cada revelación.

Page 75: ALQUIMIA ESPIRITUAL

75

EL APEGO Y LAS EXPECTATIVAS

Me hago eco de una idea metafórica de Paul Ferrini que me parece muy buena y

apropiada para ilustrar lo que sigue: no se puede poner el carro delante del caballo,

porque de nada sirve. Tendemos a pensar -y aunque no sea de manera consciente

con frecuencia sostenemos esta idea de manera inconsciente- que si nos sucede tal

o cual cosa seremos felices, estaremos bien, nuestros problemas se solucionarán...

En realidad es exactamente al revés. Si somos capaces, por lo menos eso, de

comprender que la única posibilidad de vida está en el presente, que de lo que se

trata es de aprender a vivir en el aquí y el ahora porque esta es nuestra única

oportunidad real de sentir dicha, entonces es cuando podemos llegar a las cosas

que anhelamos, pues es así que despejamos el camino que nos las traerán o nos

llevarán a ellas. Pero si no fuera así, si aquello que deseamos no llega, no nos

importará, pues hemos adoptado la aceptación como nuestra disposición de ánimo.

En ese caso somos capaces de vivir liberad@s de las expectativas.

Es una regla de oro de la aspiración espiritual, predisponernos a realizar el

trabajo de liberarnos de las expectativas. Y digo predisponernos a realizar el

trabajo, porque no basta con hacerse una proposición de carácter intelectual para

conseguirlo. Hay que sentir profundamente esa necesidad y tomar consciencia de

que es algo que lleva su tiempo, como cualquier otra propuesta que requiera

doblegar el ego a la voluntad del espíritu. El ego se resiste a ceder y se aferra a la

parte inmadura de nuestra personalidad infantil para imponer su supremacía. Pero

lo cierto es que la liberación de las expectativas es una necesidad de primer orden

para vivir en el presente y para permitirnos la opción de la felicidad. No obstante,

liberarnos de las expectativas no significa liberarnos de los deseos o anhelos,

porque la energía emocional del ser, que se expresa mediante deseos y

sentimientos, es nuestro combustible. Entonces, liberarse de las expectativas no es

reprimir un deseo. El deseo en sí no es ni bueno ni malo, es simplemente ese

estímulo o motor necesario para ir hacia delante. Liberarse de las expectativas es

proyectar ese deseo sin apego ninguno a la respuesta que obtendremos de la vida,

es decir, con la consciencia de que la Inteligencia Divina sabe cuál es el momento

para que nuestro anhelo se cumpla o no se cumpla. Porque hay un Orden Perfecto

que lo regula todo, y no es exactamente la personalidad humana ni su intelecto la

que sabe qué, cómo y cuándo llegará lo que realmente necesitamos, sino la

Divinidad en nosotr@s, que se rige por ese Orden Perfecto que gobierna todas las

cosas. Liberarse de las expectativas es pues rendirse voluntariamente a ese Orden

Perfecto que tiene Poder por sí mismo, al que nos vamos sintonizando a medida

Page 76: ALQUIMIA ESPIRITUAL

76

que aprendemos a pulsar desde el corazón. Al aproximarnos a este objetivo nos

vamos liberando poco a poco de las batallas internas. Nuestra vida se suaviza a

medida que nuestras resistencias se van disolviendo. La energía está disponible

para nosotr@s, es inagotable, pero se rige por unas leyes imponderables, esas

leyes no son manipulables.

Cuanto mayores son las expectativas, mayor es el grado de tensión al que nos

autosometemos. Este estado de tensión dificulta el flujo de sentimientos y

sensaciones, codiciona nuestra percepción y en consecuencia nos resta libertad.

Nuestra experiencia se halla debilitada en estas condiciones.

Lo cierto es que es prácticamente imposible de repente cambiar los hábitos de

pensamiento, sentimiento y acción. No es suficiente con formular mentalmente la

intención de liberarnos de las expectativas, a lo sumo cuando estamos en un

proceso vital, para quedar completamente liberad@s de ellas. Lo más probable es

que cayéramos en el engaño si afirmáramos que estamos libres de las mismas. Sin

embargo, nos será más fácil comprender y aceptar la siguiente proposición mental:

Es importante aprender a liberarse de las expectativas porque no poseemos todavía

la habilidad de crear exactamente aquello que deseamos en cosnciencia, ni

tampoco sabemos si aquello que deseamos es adecuado para nuestro perfecto

progreso. Por lo tanto, es muy posible que aquello que deseamos que se manifieste

en la ejecución de un proyecto o de cierta aspiración no llegue, o tarde mucho más

en llegar de lo previsto, o incluso es posible que cuando llegue no nos satisfaga

como habíamos creído que lo haría. Quizá no nos podemos liberar completamente

de las expectativas pero nos podemos aproximar a ello reconociendo que la

realidad no depende de nuestro anhelo solamente. Reconocemos que hay un Orden

Perfecto que rige las cosas y en ese reconocimiento aceptamos intelectualmente

que puede que las cosas no sucedan cómo y cuándo nos gustaría.

Desde mi punto de vista los dos únicos problemas reales son el apego y las

expectativas. Concuerdo con la idea que expresa que “la iluminación es la

capacidad de vivir con la realidad tal cual es ésta”15. Estamos mucho más apegados

a las cosas, personas, hábitos y fantasías de lo que sopechamos. Puede que

algunos de nuestros apegos sean adicciones. Puede que algunas de estas

adicciones sean muy evidentes y por ello nos resulte fácil tomar consciencia de las

mismas, sin embargo, sobre todo en lo que se refiere a los apegos emocionales o

adicciones a nuestras fantasía y sueños, puede que no sean tan evidentes, en ese

15

“El abrazo que lleva al amor” por Laura Rincón Gallardo, Tulku Tarthang

Page 77: ALQUIMIA ESPIRITUAL

77

caso son más peligrosos, por cuanto no los hemos descubierto aún como

adicciones.

Los apegos y máxime las adicciones, nos condicionan enormemente. Mucho más

cuando estos apegos o adicciones son de carácter ideológico. Puede resultar mucho

más caústica una adicción de carácter ideológico que una ludopatía, o la adicción a

un alimento determinado, entre otras cosas por lo que ya se ha señalado antes:

una ludopatía es una adicción visible, la adicción a una fantasía no es visible.

No existen tales cosas como los problemas. Un reto cualquiera se convierte en

problema en función de nuestro sentimiento y disposición hacia el mismo. Son los

apegos y las expectativas lo que determinan que un imponderable de la vida sea

sentido y experimentado como un problema. Lo que habitualmente representa un

problema no es el imponderable en sí, sino nuestro anhelo de liberarnos de él.

Nunca las cosas se presentan sin una significación o un sentido (ya sea visible u

oculto). Con frecuencia cuando surge una dificultad la vivimos con ansiedad e

inmediatamente proyectamos el deseo compulsivo de liberarnos de ella. Nos

olvidamos de que cada reto encierra una lección de aprendizaje perfectamente

ajustada a nuestra necesidad espiritual. Es un gran paso hacia delante reconocer

que este mecanismo responde a ese Orden Perfecto al que ya hemos aludido antes.

La idea de que “la iluminación es la capacidad de vivir con la realidad tal cual es

ésta” se da por lo general de bruces con nuestra concepción occidental de las

cosas. Por lo general esta proposición se calificaría de conformismo. Los

occidentales (hablando en términos generales) pecamos de prepotencia. Está muy

bien que hayamos expandido nuestra consciencia al punto de haber llegado a

reconocer que somos creadores de la realidad; esto en sí mismo nos brinda la

oportunidad de responsabilizarnos de la totalidad de nuestra vida. Lo que desde mi

punto de vista ya no es tan favorable es esa tendencia pseudoespiritual que se ha

puesto muy de moda que se encarga de fomentar y de explotar el poder de la

mente para crear la realidad deseada. El “si quieres puedes” es susceptible de

arrastrar una gran carga de prepotencia. Más arriba hemos mencionado la ley de

atracción, hemos dedicado un capítulo a ella. La ley de atracción es la ley que

gobierna la fuerza magnética y ese principio de coherencia que construye las

formas que posibilitan la manifestación creativa, así como la estabilidad que

permite la persistencia de las formas en su ciclo de existencia. El gran reto es

lograr la correcta comprensión de esta ley y el uso correcto de la materia y de los

recursos materiales. La sagrada función de la materia es constituir un medio de

expresión y un campo de acción para la Divinidad Interior. Se trata de la aspiración

Page 78: ALQUIMIA ESPIRITUAL

78

a la pureza del propósito del alma y de que ésta se libere de la servidumbre de la

materia. Logrando así una vida equilibrada basada en las correctas relaciones entre

las personas y entre las personas y los recursos. La correcta comprensión de la ley

de atracción trasciende el deseo de triunfo material o logro personal. Supedita el

poder mental a las aspiraciones del corazón. Ese es el aspecto que con frecuencia

se pasa por alto en muchas propuestas terapéuticas y de crecimiento personal.

Es importante no confundir las metas con las expectativas. No proyectar

expectativas no significa que no podamos proponernos metas, éstas son

necesarias. Con frecuencia solemos sobrecargar nuestras metas con asociaciones

muchas veces inconscientes tales como prestigio, reconocimiento, ganancia, dinero,

etc. El reto consiste precisamente en proponerse metas liberadas de

condicionamientos serviles y de cualquier residuo de intención egoísta. La mente

humana está suficientemente despierta, sólo nos falta abrir el corazón. Los fracasos

parciales (y digo parciales porque todo fracaso representa un cierto logro interior

cuando se transita el camino hacia la verdad) indican que estamos en el camino de

la búsqueda trabajando desde el plano mental. Puede que éxito o fracaso sean

conceptos mucho más relativos de lo que parecen.

El ego personal es nuestro verdadero opresor. Nos aprisiona en los aspectos

aparentes de la vida material, en sus múltiples y engañosos aspectos. El poder de

la supremacía del ego está profundamente anclado en el subconsciente. Si la vida

nos esclaviza es sólo porque él nos esclaviza. No hay culpables, la única

responsabilidad es nuestra. El ego domina al ser con sus impulsos temerarios, con

sus caprichos e impulsos fundamentados en la inmadurez emocional. Nos arresta

en la comisaría de nuestras necesidades insatisfechas y nos somete a una voluntad

ajena bajo el pretexto de una falsa promesa de aceptación. Pero esto que suena

terrorífico está condenado a llegar su fin antes o después, aunque el proceso haya

resultado largo e inevitablemente doloroso.

La conquista de la libertad personal es una cuestión de responsabilidad. No tiene

nada que ver con poseer, no tiene nada que ver con disponer de muchos recursos

materiales. Sólo tiene que ver con ser. Ser -en ese estado de aspiración sincera a la

propia libertad- nos sintoniza con los recursos disponibles. Vida es Abundancia.

Vida es Plenitud. Vida es Consonancia, Sintonía, Amor. Disponemos de muchas

herramientas, las más válidas no son las más costosas, en mi opinión. Están ahí,

disponibles, asequibles para tod@s.

Page 79: ALQUIMIA ESPIRITUAL

79

¿CON QUÉ ME IDENTIFICO?

Para abordar la idea que quiero transmitir aquí necesito recurrir nuevamente a la

afirmación de que para crear desde la consciencia se precisa la observación atenta.

Esto equivale a decir en cierta forma que para crear desde la consciencia es

imprescindible el conocimiento de un@ mism@. Es interesante y útil observar que

nuestro ser pulsa, se desenvuelve y se desarrolla simultáneamente en diferentes

estratos, planos o dimensiones de existencia. Por ejemplo, es útil observar que

mientras estoy hablando con otra persona, hay alguien por encima de mí capaz de

observar y percatarse de la situación global. Yo no soy solamente la persona que

está aquí escribiendo; hay alguien más que conforma mi ser que es capaz de

observar a la persona que está aquí escribiendo (que soy yo o por lo menos una

faceta más de mi misma). ¡Guau! Mientras realizo el acto de escribir que implica

coordinar, ordenar y expresar el pensamiento, hay alguien capaz de observarme

todo el tiempo. ¿Esa debo ser realmente yo? ¿O no? ¿O quizás todos mis yos somos

realmente yo?... Esto parece un galimatías, pero yo diría que hay más. Sé que hay

aún un aspecto más elevado de mi misma que transciende esa parte de mí capaz

de observarme mientras estoy escribiendo. Esa parte de mí no se inmuta. Esa parte

permanece, esa parte, simplemente, es una con todo. Es inmanente pero a la vez

trascendente. Esa es la parte inefable de mí misma que recurre al alma (a mi alma)

para aglutinar en mí los dos aspectos fundamentales de la creación: la materia y el

espíritu. Lo trascendente o externo, único e individual y lo inmanente o interno y

propósito creador.

Nuestro aspecto humano está constituido por muchas partes o aspectos

diferentes del ser. Somos materia, somos emoción, somos pensamiento, somos

espíritu. Tenemos también un ego y nuestro ego tiene muchísimas máscaras o

disfraces. Somos consciencia, subconsciencia y supraconsciencia. En fin ¿cuál de

esos aspectos es realmente yo?

Pero mi propósito aquí es venirme un poco más acá de estos conceptos filosóficos

para suscitar la reflexión sobre una situación mucho más cotidiana. He intentado

explicar, no sin propósito, que nuestro ser se desenvuelve en diferentes estratos de

ser. Y ahora la pregunta sería ¿cuál de esas partes de mí es la relevante? A esta

pregunta yo respondería que no hay una parte más relevante que las demás, sino

que aquella parte de mí con la que me identifico es la que toma relevancia en ese

momento. Si yo estoy viviendo un proceso doloroso y me identifico con el dolor,

entonces sufro; soy una víctima de la situación, mi ego domina mis planos

emocional y mental. Si viene alguien a mí con una provocación irritante, pueden

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80

pasar dos cosas: una que me identifique con la propuesta de conflicto y por lo tanto

escoja ser protagonista del mismo. La otra es que decida no identificarme con la

propuesta, en cuyo caso estoy más allá de mi propia mente, más allá de mi ego, y

no estoy dividida por mi mente, simplemente soy, libre y sin condicionamientos.

Poner en práctica estas observaciones nos explica que la suma de todos y cada uno

de nuestros aspectos constituye esa totalidad que somos y que es mayor que la

suma de las partes. Si nos identificamos con las partes o con otras personas o

sucesos externos, nos alejamos de nuestra identidad, nos hemos separado de la

totalidad y hemos elegido vivir fragmentad@s. En realidad estamos haciendo esto -

que dicho así pareciera una tontería- todo el tiempo. Cada vez que nos

identificamos con algo, le damos fuerza, le damos vida y lo estamos perpetuando.

Vale la pena planteárselo. Nuestra identidad esencial, nuestra Presencia, no

necesita de las identificaciones. La necesidad de identificación es una condición del

ego, de la personalidad. Saber esto nos puede ayudar mucho en nuestro proceso de

crecimiento. Cuando estamos familiarizad@s con la práctica de la observación y nos

vemos a nosotr@s mism@s con mucha facilidad, nos será fácil comprender que no

somos las emociones que las cosas, personas y sucesos nos suscitan. Aun cuando

estemos experimentando una emoción intensa del tipo que sea, estemos viviendo

una situación de dificultad, o incluso situación de éxito o prosperidad, habrá algo de

nosotr@s que será capaz de sostener la consciencia de la Esencia Imperturbable.

Toda situación es pasajera y mutable en el mundo de la forma, sin embargo en el

núcleo de toda experiencia está la Consciencia, el Corazón, la Causa Última.

Page 81: ALQUIMIA ESPIRITUAL

81

EL DOMINIO DE LA ENERGÍA

Lo primero de todo tendríamos que preguntarnos ¿Qué es la energía? La energía

es la causa que subyace detrás de toda expresión visible o invisible, capaz de

transformarla y generar trabajo, movimiento, cambio, etc. La energía obece al

pensamiento -Ramtha diría que es la eterna servidora de la consciencia- y esta

asociación es la responsable de la substanciación, concentración de la substancia,

materialización. Entiéndase que esta definición quiera trascender la definición

meramente física del concepto de energía. La energía –en su más amplia acepción-

es un bien común, universal e ilimitado que no tiene dueño, sino que pertenece a

tod@s por igual, cuyo dominio sólo puede estar en función del grado evolutivo de

consciencia del ser. Al término energía se le atribuyen sinónimos como: fuerza,

vigor, eficacia, poder, etc. Aplicado al ámbito de lo personal se le describe como

fuerza de voluntad, entereza de carácter, etc. En resumen, la energía es esa causa

infinita, insondable que subyace detrás de toda expresión, que lo vivifica todo y que

está ahí disponible para la creación y para el uso de la vida toda.

Sin embargo, esto que parece tan evidente, en realidad no lo es, pues la energía,

aquello que nos pertenece por derecho propio y que constituye nuestra naturaleza,

nos ha sido arrebatada y nos está siendo arrebatada constantemente, hasta que

alcanzamos a reivindicar nuestro propio poder y derecho sobre ella, y aprendemos

a preservarla. Los poderes fácticos han negado la existencia de la energía libre por

un mero fin lucrativo de dominio y control. Utilizo aquí el término energía libre en

su acepción más amplia, refiriéndome a dos aspectos distintos que en realidad van

muy unidos. La energía en realidad es libre. Por eso -refiriéndome al primer

aspecto- contrariamente a lo que se nos ha hecho creer, cada un@ de nosotr@s

tiene su propia fuente de energía en su interior, cada un@ de nosotr@s es un ser

completo en sí mism@ que para potenciar, expresar, expandir y usar la energía

libremente sin restricciones y hacer un buen uso de la misma, necesita primero de

todo conocer esa verdad. En realidad nadie necesita controlar o dominar a nadie

para subsistir, desarrollarse y progresar. Sin embargo, a causa del egoísmo y de la

ambición, los seres que controlan ocultamente el sistema y el mundo, han estado

robando la energía de los seres humanos valiéndose de la mentira y de la

manipulación. El segundo aspecto se refiere a los recursos energéticos para

mantener el mundo en movimiento, en este sentido, el término energía libre alude

a aquellos recursos energéticos libres, disponibles, gratuitos, y que por supuesto,

existen. Nos han educado en base a una serie de de dogmas limitados y limitadores

que nos presentan la información relativa a todos los aspectos de la vida,

Page 82: ALQUIMIA ESPIRITUAL

82

completamente manipulada. Este plan oscuro de control, que lleva centurias

funcionando, ha creado un ciudadano promedio con un sistema de creencias

limitado al que se le puede seguir oprimiendo y extorsionando mediante

desinformación, intimidación, amenaza, temor, en parte gracias a su propia pereza

para madurar, crecer y asumir su responsabilidad, y en parte gracias a su

ignorancia.

Mas a pesar de todo este panorama aparentemente desolador un cambio no sólo

es verdaderamente posible, sino que se está produciendo. Este cambio pasa

necesariamente por darle supremacía a nuestra consciencia espiritual (tanto

individual como colectiva) para elevar nuestro espíritu, activar la transformación

personal y contribuir así a transformar el mundo derrocando el viejo paradigma

basado en el control la extorsión y la manipulación. Un nuevo mundo está

surgiendo basado en el amor, el respeto, las correctas relaciones y el poder

genuino. Las individualidades necesitan unirse en grupos afines para incrementar

su poder y potenciar al máximo la energía de la transformación. Hay que partir de

la base de que somos seres completos, de que todo nuestro potencial está en

nuestro interior y que es sólo desde la integridad que podemos unirnos a nuestro

prójimo de una manera arSundari; cuando somos capaces de realizar y sentir esto

en nuestro fuero interno, fluyen hacia nosotr@s de forma automática aquellas

personas y propuestas que nos complementan y que posibilitan que llevemos a

cabo nuestra función; nos hemos aliado con la energía, la energía es nuestra

aliada.

Hay que aceptar también nuestra responsabilidad en la creación del mundo, es

este un factor imprescindible. Porque aunque hemos sido manipulados a nivel

mental y energético, no hemos perdido nuestro poder creador, y la realidad en la

que vivimos es fruto directo de nuestra creación, aunque ésta sea una creación

inconsciente en la mayoría de los casos. Por eso es necesario aceptar, por un lado,

que necesitamos expandir nuestra consciencia y por el otro, que necesitamos

mucha limpieza a nivel personal; es imprescindible esforzarse mucho en este

sentido. Se trata de retomar el poder y reestablecer el dominio de nuestra propia

energía. Hay algunos sistemas metafísicos muy eficaces de limpieza, el uso de la

Llama Violeta de transmutación y la técnica hawaiana del Ho´oponopono son los

dos más poderosos que yo conozco. Pero hay una premisa esencial para empezar a

transitar este camino: un profundo deseo de veracidad, lo cual implica: liberar el

egoísmo y aceptar el estandarte del amor, en resumen, hacerse el propósito de

aprender a vivir desde el corazón.

Page 83: ALQUIMIA ESPIRITUAL

83

CURSO INTENSIVO DE HONESTIDAD

Aunque repitamos más de lo mismo, no lo repetiremos nunca lo bastante.

Estamos asistiendo a un parto cósmico de luz que alumbrará un cambio radical en

el paradigma de la consciencia humana. Los fantasmas personales a los que hemos

estado alimentando con ahínco, afloran con fuerza para mostrarnos la naturaleza

del ego de forma clara y contundente; el propósito de este trance es la limpieza, el

discernimiento y la veracidad. Sin Embargo, es difícil, molesto y hasta muy

doloroso. La resistencia -reacción totalmente previsible de la inercia del ego- sólo

acarrea más dolor y más dificultad.

Esto que está sucediendo es algo así como una enseñanza que se presenta

acelerada. Un cursillo intensivo que nos puede permitir acceder a nuestra verdad

que por lo general, poco o nada tiene que ver con la realidad creada por nosotr@s.

La tozudez de nada sirve. Es sensato y aconsejable comprender por lo menos el

mecanismo: cada dificultad, problema o reto nos está indicando algo de nosotros

mismos que necesitamos revisar. A veces –las más de las veces- las dificultades

están indicando un simple problema de aceptación. El ego se reafirma en una

versión de las cosas completamente parcial y tendenciosa. Al ego no le interesa la

aceptación, porque cuando se produce la aceptación, el ego empieza a desinflarse.

Desde la aceptación empezamos a observarnos sin presiones, ni juicios, ni

condenas. Desde la aceptación -actitud que no es otra cosa que una disposición del

amor- nos capacitamos para ver con claridad, pues nos predisponemos a ello. Esta

simple pero poderosa disposición, es el paso previo a cualquier descubrimiento

revelador a cerca de nosotr@s mism@s.

Otra cosa importante ocurre desde la aceptación, desde la aceptación podemos

rendirnos. Si nos rendimos dejamos de oponer resistencia. Cuando dejamos de

oponer resistencia afirmamos con todo nuestro ser que hay un Orden Superior e

Inteligente que lo rige todo, del cual podemos participar desde el corazón; entonces

el agradecimiento surge solo. En definitiva, sobre este mecanismo hay una lectura

que a simple vista podría parecer simplista por lo sencilla que es, pero sin embargo

es profunda: Si fuéramos capaces de sostener emocionalmente activa siempre esta

idea: la idea de que hay un Orden Superior e Inteligente que lo rige todo, ya no nos

haría falta preocuparnos por nada, la vida nos traería lo mejor en cada momento.

Las resistencias bloquean este flujo perfecto, las resistencias son el reflejo de

nuestra falta de aceptación, de nuestro temor. Son la señal inequívoca de que

vivimos desde el ego y no permitimos que la supremacía del espíritu se manifieste.

Si nos falta aceptación no podemos agradecer, pues no percibimos la totalidad y la

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perfección, sino la parcialidad y la carencia. Es un pez que se muerde la cola: Si

percibimos parcialidad y carencia no podemos agradecer, si no podemos agradecer,

percibimos parcialidad y carencia. Pero resulta, que si hastiad@s, cansad@s de

tanta dificultad, decidimos cambiar este paradigma, descubrimos que este mismo

mecanismo funciona en positivo: cuando agradecemos, percibimos la totalidad y la

perfección, aunque sólo sea en ese preciso instante. Cuando percibimos la totalidad

y la perfección, entonces agradecemos de una forma natural. Para percibir la

totalidad y la perfección hay que haber llegado previamente a la aceptación

intelectual de esta idea: hay un Orden Superior e Inteligente que lo rige todo y que,

si así lo queremos, nos hace partícipes conscientes de esa experiencia significativa.

Nuestra participación activa en este propósito es velar por la sostenibilidad

emocional de esta idea intelectual en nuestra mente. Procurar que este

pensamiento vuelva una y otra vez desechando de nuestros mecanismos mentales

las ideas, consignas y disposiciones que lo niegan.

La idea de que un parto es siempre doloroso puede ser revisable y tiene mucho

que ver con lo que hemos señalado más arriba. Mientras persisten las resistencias

persiste el dolor, que por acumulación se puede ir intensificando. Si somos capaces

de rendirnos, el dolor cede o por lo menos cede el sufrimiento asociado a él. Pero

también la aceptación del dolor como algo transitorio nos ayuda mucho a seguir

hacia delante. Identificarse con el dolor es una maniobra más de la resistencia del

ego. Aceptarlo bajo la idea de que sólo es un estado transitorio que cumple con la

función de estarnos indicando algo, nos ayuda a rendirnos. Observarlo

disociándonos de él, es decir sin identificarnos con él, tiene el poder de empezar a

disolverlo. La aceptación nos posibilita salirnos del rol de la víctima. Cuando no hay

víctimas no hay culpables, cuando no hay culpables no hay víctimas.

Esto nos conduce de forma natural a otra disposición que es la piedra angular de

todo este proceso de limpieza: El Perdón. Si no hay víctimas ni culpables ¿Qué

sucede con toda la distorsión patológica que se percibe en el mundo? Desde una

nueva posición que nada tiene que ver con la culpabilidad, que nada tiene que ver

con el victimismo, que todo tiene que ver con la aceptación, estamos ya en

disposición de aceptar nuestra responsabilidad en la realidad distorsionada que

hemos creado. En el momento que podemos aceptar la responsabilidad por lo

creado, podemos pedir perdón. Cuando somos capaces de pedir perdón ya estamos

perdonando. Vuelvo hacer mención aquí de la sencilla y profunda técnica de

sanación hawaiana que se conoce como Ho´oponopono que se basa en pedir

perdón cada vez que percibimos distorsión. Algo tan sencillo y tan simple, cuyo

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efecto es insospechadamente profundo y poderoso, nos habla y atestigua la

simplicidad de la sabiduría ancestral que por lo general brota de los corazones

puros y sencillos. En definitiva se nos está proponiendo un camino de corazón que

parte de un sincero sentimiento de responsabilidad hacia la compasión. La vida

propia se transforma, dejamos de vivir en la condena y empezamos a vivir en la

compasión, el fundamento del amor humano.

De todos los agravios que la vida nos hace somos responsables en última

instancia. Pero quizás haya llegado el momento de afirmar con todo nuestro ser

que ya no tenemos necesidad de que la vida nos siga agraviando en sentido

ninguno, porque si permitimos que la vida nos agravie seguimos teniendo pretextos

para el victimismo. En realidad podemos decir que si permitimos que la vida nos

agravie, somos nosotr@s quienes estamos agraviando a la vida, no nos llevemos a

engaño.

En lugar de eso hay que predisponerse a la Gracia. Es también una disposición de

ánimo permitir que la vida nos agracie. Es cambiar la tan bien conocida energía del

victimismo por la decisión de experimentar, desde la veracidad, la fascinante

aventura de vivir. Sólo es verdad para mí aquello que comprendo en profundidad,

reconozco como mío y resuena dentro de mí, reververando y enriqueciendo la vida

y posibilitando la expansión de la consciencia.

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HUIR O PERMANECER EN MÍ

Sucede que tenemos una tendencia a la ignorancia. Tenemos tendencia a

ingnorarnos a nosotr@s mim@s y por ende ignoramos en un grado elevado nuestra

realidad intrínseca y extrínseca. Vivimos sumidos en un estado de desconexión que

tiende a disminuir nuestra consciencia. Elegimos formas de vida alienantes,

limitadas y a la vez limitantes. Acostumbramos a movernos en parcelas reducidas,

desarrollando zonas de comodidad en las que los movimientos son previsibles,

ignorando nuestro centro y muchas de nuestras partes y por lo tanto negando la

totalidad y favoreciendo el aislamiento, la separación, el vacío existencial. Hacemos

esto -aunque sea de forma inconsciente- en parte para protegernos, y en parte por

egoísmo. En este estado de cosas no hay claridad, es imposible que la haya.

Una gran parte de nuestro tiempo vivimos ocupándonos de los conceptos o ideas

sobre las cosas que hacemos o pasan, en lugar de ocuparnos de las cosas en sí

mismas. Huímos sistemáticamente del presente y permanecemos desconectad@s

de la realidad. Cuando no hay equilibrio entre el ser y la consciencia las cosas no

fluyen para nosotr@s y experimentamos “problemas”. Sin embargo, cuando somos

capaces de entrar en contacto directo con las características y los efectos de la

situación, damos con la clave que nos brinda el conocimiento y la consciencia de lo

efímero de la misma, en contraposición despertamos a la consciencia de la Esencia

que permanece. La mayor parte del tiempo colocamos el eje de la existencia fuera

de nosotr@s, en lo externo, lo cual es un imposible, un completo sinsentido. El

centro sólo puede estar dentro. En cualquier cosa o situación, el centro está dentro,

en el interior de la situación, nunca fuera. También en nuestra propia vida, el

centro, Origen, Destino y sentido de nuestra vida está dentro, nunca fuera. La

mayor parte del tiempo solemos centrar la atención en cosas, personas y estímulos

externos a nosotr@s, buscando nuestra identidad en eso. Esta práctica deja un

permanente sentimiento de vacío, frustración y sinsentido.

Refiriéndome a una gran mayoría, vivimos o bien sumidos en una resignación

destructiva acomodados en un sufrimiento conocido, o si no vivimos sumidos en un

estado constante de anhelo de un “suceso mágico” que nos rescate, de anhelo de

algo que “está por suceder” que nos reporte dicha y nos agasaje. Este estado -para

algun@s permanente- de estar anhelando “eso” tan ilusorio e inconsistente, nos

mantiene consecuentemente encarcelados en un sentimiento perpétuo de

frustración. A medida que las frustraciones se van acumulando en nuestra mente /

ser y coleccionamos dolores y sufrimientos, la mente insiste cada vez más en ir en

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pos de su quimera. Hemos caído en la Rueda de la Mala Fortuna y vivimos en un

estado de huída constante generando con ello una retención de aquello que no se

puede detener: nuestra energía creativa. El resultado es que esa energía que no

fluye hacia su dirección natural, se vuelve destructiva, aunque en última instancia,

la finalidad ulterior de esa destrucción sea la de desarticular esa mente egoica en la

que hemos estado viviendo por tanto tiempo. Somos víctimas de una gran

confusión, de un engaño colectivo que está llevando al planeta y a la humanidad al

colapso destructivo. Seguimos persiguiendo quimeras y produciendo más y más

espejismos que nos causen algún grado de fascinación y cierta gratificación de los

sentidos. Pero lo cierto es que este mecanismo cada vez funciona peor, al punto de

que muchos seres humanos han perdido el sentido y ya no sienten motivación por

nada, sosteniendo para sí y para su prójimo un estado mortífero, un castigo

permanente y destructivo que arremete contra la vida toda. Un estado de no vida

que nos densifica, nos oscurece, nos enquilosa, abortaga nuestros sentidos y

termina por bloquearnos y bloquearlo todo.

Estos estados de confusión con los que estamos tan familiarizados,

necesariamente se oponen a los estados de la plenitud de la consciencia.

Emborronan nuestra visión natural de continuidad y nos desconectan del nuestro

sentido de unidad y totalidad. ¿Pero cómo podemos hacerlo si cuando nos

concentramos en tratar desesperadamente de cambiar una situación, por lo general

ganamos en estrés y perdemos aún más la claridad de visión?

Intentar conocerme a mí misma, comprenderme y aceptarme, es una causa

continua de experimentarme atentamente a mí misma en relación al mundo, de

forma que se vaya aclarando y sanando esa relación en un proceso en el que el fin

y el medio, el camino y la meta, son la misma cosa. No hay final ni principio, sólo

continuidad.

Atención sostenida y observación de mí misma, de cuál es mi foco, de mis

propios procesos mentales y sensaciones, a la vez que me mantengo atenta de lo

que sucede a mi alrededor, es la actitud de la llave mágica. Se trata de observar en

la medida de lo posible sin entrar en valoraciones ni juicios, desde la consciencia de

que toda medida de lo bueno contiene una medida de lo malo y viceversa. De que

las dicotomías existen finalmente para equilibrarse, que sin esas dicotomías no

existiría creación, y que sin embargo la finalidad esencial es trascender esas

dicotomías, hallar ese punto de equilibrio donde reside la Esencia. La Presencia es

vivir en ese Ser Esencial que es inmutable, que no se identifica con ninguna de sus

Page 88: ALQUIMIA ESPIRITUAL

88

características y sin embargo las contiene todas. El Ser Esencial no se identifica ni

con lo bueno ni con lo malo, porque ya experimentó todos esos estados y los

trascendió.

Ese Ser Esencial vive en nuestro interior y siempre estuvo ahí. Su mensajero es

nuestro Ángel de la Presencia. Ese Ser Esencial, nuestro Ángel Solar o Yo Superior,

vive en el sagrario secreto de nuestro corazón, esa zona de Puro Amor dentro de

nostr@s mism@s sin espacio y sin tiempo en la que se produce la experiencia de la

aceptación, la aceptación de todos los aspectos, tanto los que nos parecen

agradables como los que nos parecen desagradables.

El ego no puede aceptar. La energía preponderante del ego, atinente a esta

realidad terrenal distorsionada a la que nos hemos acostumbrado, tiene su propia

inercia que nos impide la clara visión de la naturaleza de la realidad. Despertar a un

interés genuino de autoconocimiento suscita temor por la razón de lo que

representa enfrentarse a la inercia de la mente egoica, que por otro lado es la

fuerza preponderante que mueve el vasto sistema de valores que hemos conocido,

la compleja maquinaria de este despiadado mundo. Se requiere valentía, decisión y

perseverancia, pero cuando la llamada surge es casi imposible desoírla.

Atender a la llamada del Espíritu con decisión y entrega no es tarea fácil. La

primera dificultad es vencer la inercia de las interpretaciones egoicas. Éstas no nos

permiten observar con atención y sin juicio; los tirones del ego nos retienen en

interpretaciones tendenciosas de los sucesos, de las personas con las que nos

relacionamos y de nuestros propios estados. La estrategia es mantenernos alerta a

esta dificultad y perseverar en la intención de observar la dificultad misma con

libertad y claridad haciendo distinción siempre que nos sea posible de la naturaleza

de las interpretaciones. Al principio nos desalentará muchas veces nuestra aparente

incapacidad de mantener una visión clara. Sin embargo iremos aprendiendo a

distinguir la gran diferencia entre las energías del ego y las energías del espíritu,

mente racional (instrumento del ego) y corazón (ámbito del espíritu). El corazón no

juzga, ni valora, ni puntúa. Sólo siente y capta desde la aceptación enseñándonos a

abrazar aquello que es afín a nuestra naturaleza. La mente egoica nos juzga, nos

culpabiliza y se empeña en sostener que aquello es bueno y nos conviene, y lo otro

es malo y hay que rechazarlo. La mente egoica cree en un sitema de premios y

castigos. El corazón simplemente comprende, acepta y elige desde la claridad sin

discursos.

El ego sale una y otra vez en defensa de su autoimagen. Se identifica con mucha

facilidad con las creaciones de su mente con sus logros y también con sus fracasos.

Page 89: ALQUIMIA ESPIRITUAL

89

El corazón no necesita identificarse, simplemente es, su percepción es directa, sin

filtros ni interpretaciones.

El corazón simplemente nos permite conectar sin más con la experiencia que nos

ofrece cada situación, sabedor de que esa es la única realidad que nos mantiene

presentes. El corazón nos predispone a vivir en un estado de meditación activa, que

no es otra cosa que mantenernos atent@s a la vida, a nuestra vida en especial, y a

nuestros estados. En ese espacio del estar atent@s y permanecer en el presente

que se circunscribe en el corazón hay un portal dimensional. Estar atent@s y pulsar

desde el corazón es simplemente un estado de ser que abre gradualmente ese

portal a una dimensión más elevada y refinada de existencia. El ego no nos permite

acceder a ese espacio. El ego a lo sumo creará fantasías de logro y liberación, y

podemos distinguirlas porque el sentimiento de triunfo del ego se halla empañado

de una cierta vanidad y siempre va acompañad@ de un sentimiento más o menos

sutil de ser diferentes, mejores y más avanzad@s que l@s demás. Los logros del

espíritu son avances sin más. El corazón no se apega a ellos, de la misma forma

que no se apega a los fracasos. Los logros del espíritu están en la línea de una

expansión continua, de un avanzar sin otra finalidad que la de ser, sin otra finalidad

que la de participar.

El ego es desconfiado y temeroso por naturaleza pues se fudamenta en rangos

que fomentan la separación. Desde ese sentimiento de estar separad@s, el ego

necesita asegurarse de poseer, así cree que asegura su supervivencia y preserva su

rango. La experiencia del corazón es completamente diferente, el corazón es

confiado por naturaleza. El corazón alberga la cualidad universal de la confianza

como algo intrínseco a la naturaleza de la Creación. Pues el corazón es para cada

ser el espacio personal, intrapersonal y extrapersonal de la unicidad. En el corazón

no hay separación, por lo tanto no hay desconfianza. La confianza del corazón no

está fundamentada en los logros de la experiencia personal, sino en el aspecto del

Amor Supremo que subyace en todo. A medida que aprendemos a pulsar desde el

corazón la confianza se va afianzando en nosotr@s y creamos de forma espontánea

una atmósfera propicia que nos facilita la percepción consciente, gozosa y

participativa. Frescura y apertura nos permiten el acceso a lo novedoso en una

experiencia que constanta una y otra vez que lo novedoso sólo se refiere a un

grado mayor de consciencia de la Esencia Inmanente.

Page 90: ALQUIMIA ESPIRITUAL

90

¿POR QUÉ HUIMOS?

Huimos a causa del miedo, esta afirmación es la síntesis causal de cualquiera de

los matices o aspectos de nuestro reflejo inconsciente de huida. Nos volvemos

adict@s a múltiples objetos de huida de la realidad a causa de una impronta

traumática de separación que se remonta a nuestros orígenes de la experiencia

individual humana en los que la chispa de nuestra alma fue escindida de la Llama

de la Unidad. Ese reflejo condicionado de huida, que en el fondo refleja una huida

de nosotr@s mism@s, se expresa como una reacción de miedo a múltiples facetas

de la experiencia terrenal, miedos irracionales a situaciones, personas y cosas;

muchas de las veces miedo a lo desconocido, temores que se remontan de forma

inconsciente a un temor a la muerte, ese temor ancestral a revivir la escisión, la

separación. Me atrevo a afirmar que arrastramos un trauma ancestral y

subconsciente de abandono que enturbió para nosotr@s en mayor o menos grado

la visión del aspecto del amor. Lo contrario del amor es el miedo, no cabe duda. Los

temores, en su mayor medida subconscientes, sean del tipo que sean, son el reflejo

de nuestra falta de amor, del grado de la negación a despecho que en un nivel

profundo de nuestra alma hemos hecho del mismo. La experiencia consciente de

recuperar el amor en nuestro corazón nos rescata del temor. Porque ese

reencuentro con el propio amor sólo puede realizarse dentro. Es necesario liberar

esa “necesidad” que tiene el ego de querer llenar los espacios vacíos de nuestra

existencia humana con cosas, sucesos o personas para seguir huyendo de la

experiencia de encontrarnos con nosotr@s mism@s y con el verdadero sentido de

nuestra vida, que no es otro que renacer interiormente en la experiencia del amor.

El reencuentro consciente con nuestra alma profunda es una experiencia evolutiva

que hemos ido haciendo de forma gradual, pero que ahora se presenta para

much@s como una necesidad imperiosa, como el requisito imprescindible para

ingresar en este nuevo mundo que renace y ser capaces de sostener y catalizar la

nueva energía emergente de alta frecuencia vibratoria que caracteriza la próxima

etapa de la experiencia humana.

La verborrea de nuestra mente racional es el síntoma más representativo de

nuestro reflejo de huida. Lo mismo que en nuestros orígenes posibilitó la

individualización de nuestra alma y que nos ha permitido evolucionar, es lo que se

presenta en este momento de la evolución como la mayor causa de dificultad en

nuestra experiencia de ser. La mayor parte del tiempo la racionalización de la

experiencia nos aleja del sentir, de la experiencia directa; por no mencionar la

tendencia destructiva del pensamiento, reflejo de nuestros resentimientos. Cuando

Page 91: ALQUIMIA ESPIRITUAL

91

el pensamiento se nos desboca, cosa que sucede con frecuencia, es muy fácil que

nos arrastre torrente abajo hasta el punto de perdernos en el adebacle de la densa

dimensión de las emociones destructivas. En algún lugar leí que “renacer es el

proceso de soltar las energías negativas y permitir que el amor ocupe su lugar”,

algo fácil de expresar y comprender, pero difícil de de poner en práctica.

Se presenta como una necesidad cada vez más urgente el afrontar este periodo

de prueba, limpieza profunda y tranmutación para liberar todo lo que no esté en

completa armonía con nuestra Esencia Divina. Pero esto, por lo general, no es una

tarea fácil, sino todo lo contrario. Rehuimos esta experiencia por temor al

sufrimiento sin darnos cuenta de que esa es la forma de seguir sufriendo.

Page 92: ALQUIMIA ESPIRITUAL

92

CONSCIENCIA Y EXPANSIÓN DE CONSCIENCIA

Habitualmente nuestra consciencia se encuentra limitada y controlada por

nuestros hábitos mentales, emocionales y de comportamiento, restringiendo y

acotando las posibilidades de vida a parcelas muy reducidas de expresión. Pero ese

acotamiento que le ponemos a la consciencia es una experiencia de carácter

absolutamente personal y para nada refleja la ilimitada e inabordable naturaleza de

la consciencia. La consciencia subyace como una característica de vida y expresión

ilimitada en todo lo creado. Está ahí disponible conteniendo el potencial de todo lo

creado y todo lo “por crear” para capacitar a la energía de su poder.

Los seres humanos, creados a imagen y semejanza de Nuestros Progenitores

Divinos, custodiamos en nuestro interior el potencial latente de la Integración a la

Consciencia Pura, mas estamos en fase de desarrollo evolutivo y nuestra divina

característica de autoconsciencia se despliega hacia delante en grados o niveles de

consciencia. Sin embargo, el hecho de que nuestra capacidad sólo alcance para

manifestar niveles aún muy limitados de consciencia, no condiciona para nada el

potencial de la consciencia en sí.

La autoconciencia o consciencia de la identidad propia se define en base a esa

capacidad observadora que permanece inalterable aun cuando el foco cambie, que

de hecho lo hace constantemente. Es el observador-a imperturbable y silencios@

en el corazón, que está detrás del drama de la incesante transformación de un@

mism@ y de las circunstancias de la vida.

Dada nuestra condición de creador@s de la realidad, la realidad se manifiesta

para nosotr@s en base a nuestras formas pensamiento, reflejo de nuestro grado de

consciencia. Las formas pensamiento de nuestra mente racional con mucha

frecuencia son caóticas e inarSundaris y generan caos e inarmonía; las formas

pensamiento de los pensamientos nobles -a lo sumo los pensamientos puros que

surgen de la mente abstracta- son formas geométricas puras, armonizadas, de gran

belleza y vívidos colores que enriquecen la vida, son pensamientos expansivos que

superan cualquier limitación y allanan la senda de la vida, no sólo de la propia.

Cuando hemos alcanzado el punto de sentir con fuerza la necesidad de liberación,

estamos ya en disposión de contribuir voluntaria e intencionadamente a liberar

nuestra consciencia personal de las acotaciones a las que está sometida. Es una

elección libre que responde a la llamada del Espíritu, a la que dificilmente nos

podemos resitir, en virtud de las consecuencias cada vez más insoportables de las

resistencias (aunque realmente parece que somos huesos duros de roer).

Page 93: ALQUIMIA ESPIRITUAL

93

Esta decisión implica ciertos ejercicios que se inauguran con el ejercicio

primordial de observar con atención nuestro ser en todos sus estratos:

pensamientos, emociones, estados de ánimo, comportamiento, uso de la palabra,

etc. Señalaría una premisa esencial para hacer este trabajo de observación atenta:

obsevar desde la consciencia de la transitoriedad de los aspectos terrenales: Todas

las condiciones de la personalidad son estados transitorios y efímeros. Nada que no

sea lo Esencial permanece en nuestra condición de vida terrenal. Esta consideración

nos ayuda muchísimo a desapegarnos a nuestros estados y condiciones propias, y

nos transmite un sentimiento de liberación cuando se trata de estados dolorosos,

difíciles o desagradables. El desapego es también un ejercicio necesario, porque

nuestros apegos a determinadas pautas de comportamiento, nuestros apegos

emocionales, nuestros apegos a ciertos conocimientos, a los recuerdos, etc. son

parámetros limitantes de nuestra consciencia.

La mente racional es la responsable número uno de la limitación de nuestra

consciencia. Ella es la identidad del ego y la comentadora incesante que ahoga la

voz de nuestr@ observador-a silencios@. Su discurso es verborrea pura. Esta

mente racional, causante de nuestra experiencia de separación, no puede concebir

la unidad y la fragmenta de manera automática para poderla analizar. Está

constantemente comentando, etiquetando, juzgando y condenando. Es ella la que

nos impide la experiencia directa y dificulta nuestro sentir y apercibir. Ella ha

tenido, durante tiempo indefinido de nuestra evolución, total protagonismo en

nuestra experiencia de vida terrenal; una fuerza aplastante que ha estado y aún

está interfiriendo en nuestra vida en forma de esa voz a través de la cual vivimos y

experimentamos la vida y nuestras relaciones, interfiriendo en nuestras

experiencias en todo momento. Es un filtro para nuestra experiencia, pero además

es un filtro tendencioso. Es muy interesante observar de qué drástica manera esta

mente racional condiciona nuestras relaciones con sus juicios y prejuicios

proyectándolos todo el tiempo sobre nuestro prójimo.

Si vamos trabajando el hábito de observarnos atentamente, podremos llegar a

distinguir fácilmente en la propia experiencia cuándo conseguimos tener

experiencias conscientes. La experiencia consciente -la presencia- es esa

experiencia directa que se establece desde el corazón y conecta la mente abstracta.

Es la experiencia de captar, apercibir y sentir –intuir- sin necesidad ninguna de

interpretaciones. Esta es la experiencia natural de nuestro ser esencial. Dada la

imperiosa necesidad actual de fomentar esta experiencia, podemos otorgarle el

Page 94: ALQUIMIA ESPIRITUAL

94

carácter de una disciplina de vida que ya existe como tal y se llama Yoga de Sítesis

o Agni Yoga: La experiencia de pulsar desde el corazón. L@s bebés y l@s niñ@s la

practican todo el tiempo antes de que su ego empieze a desarrollarse y adquiera

gradualmente protagonismo.

A copia de largos interminables periodos de tiempo de esta experiencia de vivir

en la mente racional, que ha estado reteniendo, acontando y limitando nuestra

consciencia, nos hemos insensibilizado. Hemos perdido la consciencia de Unidad y

de pertenecer a ella, se ha marchitado nuestro sentido de la compasión. Hemos

olvidado en gran medida la experiencia del amor, del amor al prójimo, del amor a

nosotr@s mismos y del amor a la vida en general. Entonces vivimos calificando

constantemente las cosas de buenas y malas, juzgando a las personas,

etiquetándolas muchas veces negativamente. Cuando juzgamos a alguien

negativamente, en realidad es dramático lo que hacemos, puesto que nos

insensibilizamos respecto a la persona y no estamos percibiendo la humanidad en

ella sino que estamos utilizando una equiqueta mental que creemos que la

identifica. De esa forma, en virtud de la no separación real que hay entre las

personas, también nos identificamos a nosotr@s mism@s de forma inconsciente

con esa misma etiqueta o con ese algo negativo. A la vez sucede que cuando nos

identificamos con algo, no dejamos espacio entre lo que percibimos y lo que

pesamos al respecto de ese algo y nosotr@s mism@s, y nos convertimos en eso.

Este es el mecanismo destructivo de nuestra manera habitual de funcionar desde la

mente racional. Este hábito está llamando a ser desahuciado ahora de nuestra

experiencia humana. La conscienica clama por su liberación.

Page 95: ALQUIMIA ESPIRITUAL

95

ESTRATEGIA Y VISIÓN GLOBAL

Yo plantearía una pregunta fundamental para estos tiempos que corren ¿Cómo

me tengo que posicionar yo para posibilitar el cambio de paradigma al nivel de mi

propia individualidad y a nivel grupal? Pienso sinceramente, que en la respuestra

acertada de esta cuestión se encuentra la clave del éxito, sin duda ninguna. La

respuesta a esta pregunta tiene, por supuesto, unos parámetros generales

susceptibles de adaptarse a cualquier caso personal, pero cada un@ deberá luego

elaborar su respuesta particular fundamentada en esos parámetros generales que

son los que abren la puerta.

Me hago eco de una idea expresada en el reportaje de Santiago Pando titulado

“Creer es Crear”. En un momento dado en él se dice que “es imposible lograr un

cambio de paradigma desde el mismo lugar que fue creado”. Hay que salirse fuera

de la vieja e inservible visión de las cosas y cambiar de posición. El viejo paradigma

se fundamentó en la mente racional. El nuevo paradigma se fundamenta en el

Amor, en el corazón.

El viejo paradigma, fundamentado en la razón, la mente racional, siempre al

servicio del ego, es un sistema de creencias dual y cerrado que fundamenta sus

discursos en el juicio. El juicio es la herramienta más poderosa del razonamiento. El

juicio conlleva condena y mantiene la vigencia de la separatividad: tú en oposición

a mí, yo en oposición a ti. El juicio se opone a la presencia, necesariamente, porque

nos impide sentir.

El nuevo paradigma nos invita a posicionarnos en el corazón. Ésta es

sencillamente la respuesta. La respuesta es el amor. La respuesta es que cualquier

cosa que queramos lograr en esta energía emergente, necesitará estar

fundamentada en el amor. El amor no nos percibe separad@s o enfrentad@s. Nos

percibe junt@s y por lo tanto nos sugiere que incluso aquell@s que más oposición

nos han ofrecido, que más dificultades nos han causado, en verdad nos están

brindando las más valiosas oportunidades de cambio. El amor es la energía que

posibilita la Presencia, el estar presentes en el aquí y el ahora en el eterno fluir,

promoviendo visión activa de continuidad, la cual confiere sentido de unidad y de

totalidad. La presencia en el eterno fluir es una Verdad Universal que nos conecta

con la verdad personal, el ser sucediendo ahora.

Page 96: ALQUIMIA ESPIRITUAL

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Se trate del asunto que se trate que queramos resolver o cambiar, si nos

cocentramos en tratar desesperadamente de cambiar dicha situación, lo más

probable sea que generemos más estrés y perdamos la claridad de percepción y el

sentido de continuidad y visión global. Antes que nada, para no dejarnos arrastrar

por la vieja energía cuando estamos en proceso de revisión o de cambio, será

necesario invocar el poder del amor. Anclarnos en el corazón, reconectarnos con él.

Pero esto que parece tan sencillo puede que no lo sea tanto, pues la inercia de la

vieja energía nos arrastra a volver a las viejas interpretaciones. Caemos fácilmente

en el rol de la víctima, pues hemos estado muy familiarizados con ella, éramos ella

percibiendo un sistema opresor y un mundo oprimido.

Cuando se lucha por cualquier cambio es necesario hacer un esfuerzo creativo y

visualizar el cambio como algo ya realizado. Esa es la verdadera fe. Fe en nuestra

propia capacidad de cambio a merced de nuestra enorme capacidad creativa. Pero

ante todo es necesario revisar honestamente las premisas de ese cambio, para que

guarden sintonía con una verdad fundamental: el bien individual es también el bien

común. No prevalecerán los objetivos egoístas.

Page 97: ALQUIMIA ESPIRITUAL

97

EL NUEVO PARADIGMA Y LA SANACIÓN

¿Qué es el nuevo paradigma? ¿Qué nos sucede? ¿Qué nos está llamando?

Intentaremos responder a estas preguntas con orden y coherencia. Volvemos una

vez más a una cuestión que ya hemos mencionado en diversas ocasiones y sobre la

cual podemos hallar multitud de referencias de muy diversas fuentes informativas,

todas ellas hablando de una misma cosa, indistintamente de la diversidad de

términos y métodos a los que se suscribe.

El nuevo paradigma al que nos referimos tant@s de nosotr@s desde tan diversos

focos, es esta nueva forma de vida emergente que está surgiendo de manera

ostensible y poniendo completamente patas arriba el sistema de vida que hasta

ahora hemos conocido y sus fundamentos. Este nuevo ejemplo colectivo de vida

emergente se fundamenta en el amor y la compasión y desahucia los viejos

métodos basados en la imposición, el abuso, la distorsión y la extorsión.

Much@s de nosotr@s, quienes hemos sido llamad@s trabajadores de la luz,

hemos llegado a un punto crítico de cambio en el que se nos reta a clausurar un

viejo sistema de creencias para inaugurar una nueva etapa de ser. Estamos, un@s

más otr@s menos, al término de un proceso evolutivo, finalizando una etapa de

nuestra evolución individual y colectiva para promover una nueva forma de vida

para nuestra humanidad. Cada un@ de nosotr@s a nivel individual, está en el

proceso de alinearse con su Ser Superior, la Divinidad dentro de cada un@ que es

independiente del tiempo y del espacio, que no conoce limitación humana. Es esa

condición esencial del ser humano que siempre ha estado ahí, pero de la que nos

habíamos olvidado, casi por completo, durante mucho tiempo. Es un despertar

individual que ahora se produce de forma masiva como nunca antes se haya visto

entre los seres humanos.

En este proceso que funciona solo y por sí mismo, cada ser individual, antes o

después, encuentra sus propias dificultades y se enfrenta a sus propios retos. Este

trance genera cuanto menos incomodidad, cuando no dolor y sufrimiento a quienes

se resisten a él. De forma paralela, también el proceso despierta necesariamente

entre los seres humanos un profundo sentimiento de solidaridad como nunca antes

se había visto. Hemos visto surgir y florecer por doquier miles de técnicas diversas

de sanación y crecimiento espiritual. Much@s de nosotr@s nos sentimos llamad@s

a transmitir, a ayudar a nuestros semejantes en su proceso presonal de admitir en

su ser a su Ser Superior, así como nosotr@s mism@s estamos en ese mismo trance

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98

de compromiso. Aun cuando el propio proceso no se haya completado, much@s de

nosotr@s estamos ya capacitad@s por la propia experiencia para asistir a otras

personas en esto, ya sea que lo hagamos de forma profesional o de cualquier otra

forma.

Se precisa hacer una distinción entre lo que es ser un facilitador o facilitadora de

una determinada técnica y lo que es ser sanadora o sanador: Mientras que para

impartir conocimientos de una técnica de sanación o aplicar cualquier terapia de las

múltiples terapias existentes sólo se precisa dominar la técnica en cuestión, para

ser sanadora se precisa algo más. La persona sanadora ha avanzado en su propio

proceso lo suficiente para haber conectado a un nivel profundo con su propia luz

interior. Está consciente de su propio proceso y no es el ego quien la guía, sino su

Divina Presencia o Yo Superior. Esta persona, que apela incesantemente a su Divina

Presencia, ha generado para sí ese espacio energético benéfico y conciliador de

elevada frecuencia, y es por eso que lo puede ofrecer. Ese espacio energético de

Amor y conciliación, en el cual la persona sanadora tiene su ser, contiene la

frecuencia energética de las soluciones a los retos y problemas que plantea la vida.

Es por eso que la persona sanadora puede llevar al campo energético de su

paciente esa frecuencia energética de sanación.

La persona verdaderamente sanadora no trata nunca de aleccionar, simplemente

transmite una vibración de comprensión, paz interior y seguridad. Ella sabe que el

verdadero proceso sanador se produce cuando somos capaces de dirigirnos a

nuestras partes oscuras con esa vibración sostenida y pacífica de compasión y

comprensión. Lo sabe porque lo ha experimentado consigo misma, y por ello lo

puede enseñar y transmitir. Sabe que sólo en un espacio de cordialidad se produce

la transmisión y sabe también que la clave energética de todo proceso de sanación

es la aceptación como el preámbulo indispensable del perdón y que esa misma

clave constituye el fundamento del nuevo paradigma de relaciones humanas.

La persona verdaderamente terapeuta ha realizado para sí el proceso de

distanciarse de la historia, conservando sin embargo la consciencia de que ella

misma es creadora de la historia. Ya no se siente parte del problema, es por eso

que las soluciones están disponibles para ella y sabe que cuando asiste a otras

personas en realidad está continuando su propio proceso de sanción.

En realidad para que se produzca la sanación es imprescindible responsabilizarse

de todo cuanto nos ha sucedido en la vida, de los problemas, de las dificultades y

Page 99: ALQUIMIA ESPIRITUAL

99

de las heridas que nos han causado personas o situaciones, sin importar la

magnitud de las mismas; es necesario cubrirlas con la luz amorosa de la propia

consciencia. Es en realidad la habilidad de la autosanación lo que nos otorga el

derecho de consciencia para sanar al prójimo, o mejor dicho, para ayudar a las

personas a sanarse a sí mismas y nos convierte en potenciales sanador@s o

terapeutas. Cada vez se precisa más ayuda, más transmisión, más apoyo y claridad

para que cada un@ sepa enfocar su propio proceso de manera correcta. Pero

también, cada vez habrá más personas capacitadas para compartir desde el

corazón.

Page 100: ALQUIMIA ESPIRITUAL

100

LA FE

Antes de empezar a leer, intenta responderte las preguntas ¿qué es la fe?

¿tienes fe? ¿hacia dónde diriges tu fe?

El diccionario ofrece unas cuantas descripciones de la palabra fe. La primera

descripción que me encuentro en el Diccionario Ideológico de J. Casares de la

Real Academia Española es: “Creencia basada en el testimonio ajeno”.

Las religiones, mayoritariamente las occidentales, se han apoderado de este

término imprimiéndo en él una parcial y tendenciosa interpretación, alejándonos

de esta forma de la interpretación y aplicación más creativa, profunda y

comprometida del verdadero, amplio y constructivo significado de la palabra fe.

Muchas de las religiones, más interesadas en el abuso de poder de unos pocos

sobre un@s much@s que en el verdadero crecimiento espiritual de sus fieles,

han dogmatizado la fe y han desviado la atención de los seres humanos hacia

una confianza ciega en un poder que se situaba fuera del ser, creando para tal

fin un concepto de dios distante, enjuiciador y condenador, al cual

supuestamente se llegaba temiéndolo más que amándolo.

Antes de continuar con la esencia de lo que quiero transmitir, a mí me

gustaría redefinir el término y alcanzar a describir lo que yo entiendo por fe. La

fe es algo más que una creencia ciega. Yo creo que el sentimiento humano de la

fe nace de un recuerdo aún inconsciente de la condición primigenia de Ser en la

Unidad. Por eso es que puede decirse en cierta forma que la fe es ciega, pero

sólo hasta que deja de serlo. Antes de que ningún dogma se apodere del

término, la fe es la certeza de la existencia de “algo” mucho mayor que un@

mism@, algo de lo cual provenimos y hacia lo que nos dirigimos, e incluso

aspiramos, aun cuando sea de forma no reconocida. Cuando el ser evoluciona a

un cierto grado, esa aspiración se vuelve consciente. Es comprensible en cierta

medida que nos hayamos forjado un concepto de Dios como algo fuera de

nosotr@s mism@s, por cuanto la Totalidad es un concepto prácticamente

insondable en nuestra condición humana. Sin embargo, la idea de una divinidad

inalcanzable es mayoritariamente el fruto del dogma religioso que no nos ha

hablado nunca claramente de la esencia de nuestra verdadera naturaleza

humana.

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101

Lo que llamamos Dios es la Totalidad Inefable de todo lo Creado, la Unidad, El

Todo mucho mayor que la suma de las partes, pero que deposita su esencia en

cada una de ellas. Los seres humanos no somos, cuantitativamente hablando, la

Tolalidad a la cual aspiramos o hacia la que nos dirigimos, sin embargo, esa

Totalidad forma parte de nosotr@s, en un sentido cualitativo sí somos esa

misma Unidad, la Divinidad es nuestra misma esencia. Esencialmente somos la

Divinidad, la Unidad, el Amor y todas las Virtudes Divinas. Depositar la fe fuera

de un@ mism@, y sólo fuera de un@ mism@, es un error de percepción que

nos limita y frena. La Divinidad sólo puede descubrirse dentro. En el propio

sentimiento, en la propia aspiración, en el descubrimiento y la aceptación de

todos y cada uno de nuestros aspectos humanos. En la revelación de la propia

consciencia. Entonces en esa misma medida que se ha reconocido dentro del

propio ser, puede reconocerse fuera, en nuestro prójimo.

Cuando somos capaces de reconocer y aceptar que somos esencialmente la

Divinidad, nuestra fe y devoción a esa Totalidad a la que aspiramos y

reverenciamos adquiere necesariamente una dimensión nueva: se convierte en

la fe en nosotr@s mism@s, en el propio proceso espiritual. Esto nos conduce al

único camino real de llegar a Dios: el camino que transita el autoconocimiento y

el compromiso con un@ mism@, con la propia Divinidad interior. El camino

hacia la propia Cristificación. En mi opinión, ésta es la interpretación correcta de

la frase de jesús expresada en el Evangelio de Juan (4, 16): “Yo soy el Camino,

la verdad y la Vida. Nadie podrá ir al Padre si no es a través de mí.” La

consciencia de nuestra parcialidad y de nuestra limitación humana nos permite

no sólo observar el ejemplo de Quienes nos han precedido, sino también invocar

Su Ayuda y Su Guía, éste es el sentido de la oración, y ésta es la invitación que

Jesús nos hace como el mejor de los recursos para no sucumbir a la dificultad.

Pero ante todo hay que velar por la conciencia de la comunión íntima con la

Divinidad, que sólo puede producirse en el recogimiento de la Presencia, esto es

ser y estar en el devenir ininterrumpido de la consciencia, el acto de estar en el

aquí y el ahora. Ser sin engaños, subterfugios ni disfraces, distinguiendo la

realidad de la fantasía.

Este es el verdadero reto de la fe: el camino hacia un@ mism@; entonces el

camino y la meta se convierten en la misma cosa, la impaciencia se va

disolviendo por sí sola.

La fe en un@ mism@ no se refiere a la fe ciega en el ego. Se refiere a la fe en

el Yo Espiritual. Se refiere a la fe en las cualidades propias del Amor Divino, que

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102

son las que verdaderamente nos permiten descubrirnos desde la aceptación, sin

juicio ni condena. Se refiere a la certeza de la Presencia en el corazón. La

Presencia que constituye nuestra Guía, que nos posibilita el sentimiento que

precede a la experiencia de ser un@ con Todo, y por lo tanto posibilita la

experiencia misma.

No hablamos de la fe en el poder personal desconectado del corazón. Eso

sería ambición, expectativa y presión sobre la realidad; algo a lo que hemos

estado muy acostumbrad@s que se confunde con la propia meta con mucha

facilidad y se asocia con triumfo personal: es la voz del juicio exterior que se

apodera de la voz propia y se expresa en pensamientos del tipo: “debería”,

“tengo que hacer esto”, “tengo que conseguir aquello”, “tengo mucha prisa”,

etc. Eso es darle supremacía a la mente inferior regida por el Plexo Solar sin la

necesaria conexión con el chakra que le sigue: Corazón, Anahata. Es un hábito

demasiado arraigado en tod@s nosotr@s que no tiene nada que ver con la

aceptación y el reconocimiento del flujo natural y sabio de la vida que trae todo

a su debido tiempo, sino más bien constituye una huida de la realidad, un

constante fugarse del presente que se traduce en esa tensión interna tan

conocida por tod@s en nuestra experiencia humana, tensión creciente que

finalmente puede llegar a resultar insoportable y a estallar en forma de todo

tipo de conflictos.

La fe positiva confía en “la calmada fuerza del conocimiento dentro de un@

mism@ que está fuera del tiempo y del espacio”16. Confía en el poder del amor

dentro de un@ mism@. El poder personal entonces se transforma en el poder

Divino en el interior. La fe entonces deja de ser ciega y se convierte en el

calmante espiritual del propio proceso de vida y aprendizaje. Fe es la certeza de

la integridad a la cual llegaremos, la propia integridad humana que nos

permitirá ingresar en la Unidad. Fe es la alegría de la conciliación con el camino

propio, único para cada un@; la conciliación al punto de que ya no hay meta,

más que el camino mismo. Ésta es la alquímia de la transformación. Llegar a la

comprensión profunda de esta verdad nos libera de la carga y de la ansiedad

que produce arrastrarla. La fe en la Jerarquía de Luz, la fe en Dios y la fe en

un@ mism@ se funden en un solo sentimiento, en la certeza de ser.

16

Esta maravillosa frase ligeramente adaptada ha sido tomada de un mensaje de Jeshua tranmitido por

canalización a través de Pamela Kribe y traducido por Sandra Gusella, titualdo: “Trampas en el camino

para llegar a ser un sanador”. Disponible en el siguiente enlace: http://jeshua.net/esp/

Page 103: ALQUIMIA ESPIRITUAL

103

CONCILIAR LOS ASPECTOS PARA CONECTAR CON EL CORAZÓN

Bajo este título el capítulo podría dar mucho de sí. Pero antes de extendernos

demasiado intentaré señalar el aspecto fundamental de esta idea para luego

poder enriquecerla con los matices. La primera pregunta que surge es ¿qué

aspectos hay que conciliar? La respuesta genérica a la pregunta es que hay que

conciliar las polaridades masculina y femenina. Aspectos masculinos y aspectos

femeninos de la existencia del ser deben conciliarse en el interior. Los aspectos

del genéro femenino, y la mujer como la máxima representante de los mismos,

han permanecido sometidos y degradados durante mucho tiempo en nuestras

sociedades y culturas. En esta Nueva Era de Acuario recién inaugurada, se nos

brinda la posibilidad de experimentar el retorno a la Tierra Prometida (se refiere

a la humanidad transmutada y al planeta Tierra purificado) a la liberación de la

vida, mediante el necesario renacimiento de los aspectos del género femenino.

Hombre y mujer están destinados en un futuro próximo a actuar en equilibrio y

perfecta armonía, esta será la consecuencia directa del equilibrio de las

polaridades de la vida en el ser individual y colectivo.

Después de esta respuesta tan genérica surge una nueva pregunta ¿para

conectar con el corazón, qué aspectos del ser hay que unificar o conciliar? La

respuesta a bocajarro sería que hay que unificar los dos aspectos de la mente

humana. La mente humana es dual, tiene dos aspectos, uno concreto y otro

abstracto, polaridades masculina y femenina respectivamente; es necesario

unificar estos aspectos para trascender del plano mental al plano búdico, la

dimensión del corazón, cuyo excelso sentido es la intuición. El tercer plano o la

tercera dimensión del ser septenario que somos es el plano de la mente; la

dimensión de la mente se rige por el Plexo Solar, el tercer chakra, el asiento de

la consciencia. El cuarto plano es el Plano Búdico, la dimensión del corazón, este

plano del ser se rige por el cuarto chakra, Anahata, el Sol Central del ser, el

punto medio, el eje de su existencia. Estos dos aspectos de la mente humana,

perfectamente reconocidos por la ciencia y regidos por los hemisferios izquierdo

y derecho del cerebro, la mente concreta y la mente abstracta, polaridades

masculina y femenina de la mente, tienen que conciliarse. Y esta conciliación de

la que hablamos en términos generales, implica la aceptación y la conciliación

de todos los aspectos del ser.

Lo cierto es que urge esta conciliación en el interior de cada un@ de

nosotr@s. La Diosa tiene que renacer en nuestro interior, despertar de su

Page 104: ALQUIMIA ESPIRITUAL

104

sometimiento al dominio del dios macho. Así como el aspecto abstracto de la

mente humana está surgiendo y equilibrando el aspecto hasta ahora dominador

de la mente racional, los aspectos femeninos de la vida en la existencia humana

también están experimentando un resurgimiento. Todos los aspectos femeninos

de nuestro ser como mujeres exigen de nosotras su reconocimiento; por su

parte los hombres están empezando a despertar a sus propios aspectos

femeninos y a brindar reconocimiento y la debida atención a esos aspectos

dentro de sí mismos, así como el reconocimiento a las mujeres que les ha sido

negado por tanto tiempo.

En términos generales, hemos heredado la inercia de una relación entre

hombres y mujeres muy desequilibrada. “Cómo fue, la vivencia y relación entre

nuestros padres, y la vivencia y la relación de cada uno de ellos con nosotr@s;

qué modelos de relación observamos en nuestro entorno infantil, determinó en

casi todos los casos cómo nosotr@s establecimos después nuestras relaciones

entre nuestras condiciones de género y el género complementario. En la medida

que se reestablece la armonía entre los aspectos de género en nosotr@s, en la

medida en que se sanan las relaciones entre los hombres y las mujeres,

nuestr@ niñ@ interior –nuestro ser prístino- se reestablece también.

El Padre, la figura del Padre constitutiva del aspecto masculino del yo, es

sobre todo representativa de la autoridad, del sustento social, de la aprobación,

del fundamento que representa el mundo exterior, de nuestras circunstancias

materiales, de cómo éste nos acoge, nos nutre, nos acepta y nos sustenta. Una

relación saludable con el masculino interior determina una desenvoltura óptima

con el exterior, así como una relación nutritiva y equilibrada con los hombres; y

en las mujeres con su pareja en particular.

La figura de la Madre, el femenino interior, es representativa de los aspectos

internos del ser, de sus capacidades de introspección, de la entrega, de la

desenvoltura emocional y sentimental, de nuestra creatividad y de nuestra

capacidad receptiva. El femenino interior es nuestro santuario. Es el recipiente

de nuestras emociones, el espacio en el que se concibe nuestra expansión. Es la

representación de nuestra tolerancia y permisión. Es esa parte de nosotr@s,

que aun cuando haya quedado relegada a un espacio remoto, ha venido

custodiando, para el ser individual y para el conjunto de la humanidad y su

evolución, la joya del Amor.”

Page 105: ALQUIMIA ESPIRITUAL

105

“La falta de confianza en lo externo, se relaciona directamente con una falta

de apoyo que no se recibió de la figura paterna, y esa carencia está a su vez

directamente relacionada con nuestra rabia, con las capas de ira que se han ido

adhiriendo a nuestro cuerpo emocional.

En un sentido más amplio, esa falta de confianza se relaciona con la

desvirtuación que ha sufrido la evolución aparente del sistema global en el que

una gran parte del mundo se desenvuelve, sistema que ha obliterado los

aspectos del género femenino; la deshumanización del mundo, y su crudeza y

crueldad, está directa y estrechamente relacionada con la desconexión de La

Divinidad, con el Padre, Dios, Quien está representado en el ser individual por el

aspecto masculino interno del yo; el mundo ha llegado a estar controlado por

los hombres, pero estos hombres han transmitido a su descendencia la

desconexión.

Es ahora el tiempo de la sanación. Muchos seres humanos en la actualidad

anhelan intensamente encontrar su complemento, tod@s estamos necesitados

de sanación y compleción. Tod@s añoramos el amor.

Necesitamos sanar nuestra relación con el Padre, para apoyar a la Madre, al

aspecto interno en nosotr@s desde una estructura externa amable, amorosa

respetuosa y considerada con la diversidad de la vida. Necesitamos reconocer la

verdadera naturaleza sanadora de la mujer, de la Diosa, de los aspectos

femeninos de la existencia, tan profunda e imprescindible como su

complemento.”

“¿Cuándo y cómo recupera la alegría nuestr@ niñ@ interior? El estado de

nuestr@ niñ@ interior está directamente vinculado al estado de la relación entre

nuestro Masculino interior y nuestro Femenino interior, Padre y Madre, Diosa y

Dios; reflejad@s en el exterior en las figuras del padre, de la madre, del

hombre y de la mujer.”17

Unidad y separación. Estos son los conceptos claves y básicos que subyacen

detrás de toda polaridad. La unidad se produce en el equilibrio, en el punto

medio entre los extremos. La polaridad es la característica fundamental de

nuestra concepción del mundo, de este mundo nuestro que ha constituido por

milenios, a través del paso de las civilizaciones, el escenario de aprendizaje de

la humanidad. La dualidad es la concepción característica del ego humano, que

17

Todos los párrafos entre comillas han sido tomados del libro “EL DIAMANTE DE LO FEMENINO,

Expansión de consciencia y crecimiento espiritual” de la misma autora. No siguen necesariamente el

mismo orden y se han modificado ligeramente.

Page 106: ALQUIMIA ESPIRITUAL

106

se opone a la Unidad. La Unidad lo contiene todo en sí misma, todas las

polaridades realizadas, equilibradas, todas sin excepción. La Unidad, La

Consciencia Cósmica, La Divinidad Creadora, no necesita evolucionar, puesto

que lo contiene todo, es El Todo, ese aspecto esencial está en reposo

permanente, no tiene límites, ni está sometida al tiempo ni al espacio. Este

concepto de Unidad es un concepto al que aspiramos, pero que hoy por hoy se

escapa a nuestras posibilidades de percepción. La humanidad, sin embargo, sí

necesita evolucionar, y para evolucionar, precisa necesariamente de la

polaridad, de la división, de la escisión. La consciencia del ego es incapaz de

ejercer la percepción simultánea. En su evolución, el ser puede llegar a intuir la

Unidad y puede aspirar a ella –lo cual constituye el estímulo de su evolución-

pero el ego no puede captarla. Precisa escindir cada aspecto de la existencia en

dos polos, a fin de poderlos contemplar, de poderlos percibir y de poderlos

experimentar sucesivamente para así poder ir incorporándolos en su consciencia

como experiencias realizadas. Para ello el ego necesita la simulación del tiempo,

y esta necesidad le conduce a creer en una ilusión, puesto que le presenta su

evolución como el producto de sus procesos, de sus elecciones y decisiones, y

no percibe que sólo está ejecutando un modelo que ha existido siempre.

En su proceso evolutivo, el ser humano, después de haber separado todos los

aspectos de la existencia en contrapuestos, tiene que comprender que por

naturaleza todo, incluso él, tiende al equilibrio, y que los opuestos no son

aspectos antagónicos, sino complementarios, que se pueden templar, equilibrar,

para ser completos. Esta es la clave del asunto que aquí tratamos, y la razón

que nos impulsa a buscar esos aspectos que han permanecido irrealizados en

nosotr@s por haberlos mantenido reprimidos.

La serena expectación es una práctica del aspecto femenino de la existencia,

mediante la cual el ser sublima sus sentidos para entrar y permanecer en un

estado de receptividad, de profunda observación, sin interferencias de la

personalidad, sin sus juicios ni condenas.

Page 107: ALQUIMIA ESPIRITUAL

107

LA NIÑA INTERIOR18

Es importante insistir una vez más en el sentido profundo de este momento

tan crítico de cambio que la humanidad está viviendo, junto con el planeta

Tierra; cambio que halla su reflejo y expresión en cada ser individual.

Hay una única forma de sobrellevar lo más airosamente posible una crisis de

estas características, y es a través del conocimiento y de la comprensión.

Primero hay que recurrir al conocimiento, y luego viene la comprensión. Con la

comprensión no es que esté todo resuelto, ni muchísimo menos, pero sin la

comprensión se pierde todo en la confusión. El conocimiento de lo que sucede a

un nivel más global abre una compuerta hacia nuestro propio interior, nos

ayuda tremendamente en el acto de la comprensión.

En un libro anterior incluí un capítulo breve de cosmología para explicar

sintéticamente el momento evolutivo de nuestro planeta y de nuestro sistema

solar. No es imprescindible reproducirlo aquí, bastará con reseñar que estamos

sumergidos en una Banda Fotónica, procedente del Centro Galáctico y que este

evento cósmico se repite con una frecuencia de 26.000 años,

aproximadamente. Este Cinturón de Fotones transporta energía e información

de altísima frecuencia que llega de otros niveles dimensionales A medida que

vamos penetrando más profundamente en esta Banda Fotónica precisamos ir

integrando niveles cada vez más profundos de energía. Ésta es la causa cósmica

que se corresponde con nuestro momento evolutivo, pero que a su vez exige un

determinado nivel de conciencia y propugna una limpieza profundísima, que

debe realizarse. La necesidad de limpieza se hace evidente en todas las señales

de desequilibrio que surgen por doquier alrededor del mundo, muchos son los

aspectos que nos lo explican claramente todos los días. Esto exige,

consecuentemente, una limpieza profunda de la conciencia y del alma

individual, pues el proceso representa al fin, la reconexión del ser humano con

la esencia de su alma, y la conexión sólo podrá establecerse cuando no quede

traza alguna de residuo de oscuridad; la intención debe ser clara, pura, al cien

por cien. Se precipita en cada un@ de nosotr@s este requerimiento, y aunque

no sea fácil, la decisión consciente y personal de fluir con la invitación del

momento abre cada vez más las puertas de nuestra liberación, es nuestra

salida, por otra parte, la prometedora y tan esperada salida de la densidad.

18

Nuevamente, este capítulo está transcripto íntegramente del libro “EL DIAMANTE DE LO

FEMENINO, Expansión de conciencia y crecimiento espiritual” de la misma autora.

Page 108: ALQUIMIA ESPIRITUAL

108

Lo que quiero destacar en este capítulo, es de qué manera vive este cambio

nuestr@ niñ@ interior, este proceso de transformación, profundísimo y

acelerado, que se está produciendo en cada un@ de nosotr@s, puesto que si

esta parte nuestra, tan bella y vulnerable, es capaz de comprender y se siente

protegida por la elevación de nuestra conciencia, resultará todo mucho más

fácil. La niña interior tiene que aprender a confiar en lo nuevo.

Este tirón ascendente de nuestro momento evolutivo, esta ascensión de la

frecuencia energética, infiere, naturalmente, cambios en la conciencia. Estos

cambios evolutivos, que estamos experimentando en este proceso colectivo,

impugnan nuestro proceso individual, lo remueven, esta remoción hace resurgir,

necesariamente, viejos patrones energéticos, aquellos que no se han

desactivado del todo, con el fin de que los podamos definitivamente desactivar,

desde la voluntad y la resolución consciente. Cuando afloran los viejos patrones,

afloran unas consecuencias temporales a manera de crisis, tanto físicas como

emocionales, crisis que pueden resultar muy intensas. En este estado de cosas,

la niña interior puede llegar a sentirse duramente amenazada, cuanto menos

confundida, temerosa e indefensa.

Una palabra clave en todo este proceso es la transmutación. Transmutación:

equivale a desactivar completamente lo viejo para que pueda entrar lo nuevo.

Lo nuevo llega para transformarnos y para que podamos transformar la

realidad. Estamos siendo irradiad@s desde un nivel de conciencia muy superior

para que podamos realizar el salto cuántico, cuántico en el sentido de que todas

y cada una de las partes, las más pequeñísimas partes que nos constituyen,

están viviendo la transformación. Muchos retos se nos plantean. Nuestro cuerpo

emocional se está removiendo a un nivel muy profundo, nuestro sistema

inmunológico tiene mucho trabajo extra que realizar. Nuestro sistema nervioso

se está reforzando para soportar cada vez frecuencias más elevadas de energía.

Nuestro ADN se está recodificando y se están activando nuevas fibras de

acuerdo a nuestra progresiva ascensión espiritual. Cuanto, cuanto jaleo...

Cuando aparece la confusión, florece la angustia y se intensifica el dolor, es la

niña que sufre; la niña está pidiendo salvación, sanación, reconciliación,

atención, aquella que antes no se le brindó. Pero ya no valdrá acallar la voz de

su angustia con chucherías, con subterfugios que la despisten, pues en este

caso la exigencia de sus necesidades profundas se intensificará, las crisis se

agudizarán hasta lo insoportable. Lo que hacía la niña frente a la desatención

Page 109: ALQUIMIA ESPIRITUAL

109

era huir, o patalear, en definitiva, recurrir a recursos infantiles de

comportamiento; pero esto ya no nos va a servir más. Necesariamente

tendremos que escucharla, atenderla, comprender sus comportamientos y sus

necesidades, aprender a amarla, calmarla, sanarla en el mismo nivel en el que

se le causó la herida.

Es así mismo muy desaconsejable persistir en el hábito de la culpabilidad.

Culparla y castigarla, cuando descubrimos sus comportamientos infantiles, no

nos liberará de los mismos. Más bien todo lo contrario, la culpabilidad es el

sentimiento que retiene a l@s niñ@s en sus malos hábitos, en sus conductas

inmaduras.

Dejar que la niña se exprese es recurrir a nuestra autenticidad. Si la niña

encuentra su espacio, aprenderá a expresarse sin temor, nos explicará

exactamente lo que le pasa, nos conectará de una forma fluida con nuestra

intuición. Si nos proponemos satisfacer las necesidades reales de la niña desde

la firmeza, aprendiendo a no ceder a las exigencias de su inmadurez,

aceleraremos mucho el proceso de su sanación, de nuestra sanación.

¿Qué podemos ofrecerle, además de mucha comunicación? Lo que l@s niñ@s

necesitan: contacto con la Tierra, con las fuerzas naturales, baños de mar,

juego, tiempo libre, aire puro, alimentos sanos, amor, coherencia en el

comportamiento, transparencia... Que pueda caminar descalza, para que nos

podamos arraigar, para que se active nuestra energía desde los pies y nos

podamos así mismo descargar de la electricidad estática. Que nuestra

conciencia pueda establecer conexión con el planeta y se propicie la sintonía con

su proceso de ascensión (que en realidad es el nuestro propio).

Cuando surgen sentimientos negativos, no nos servirá de nada juzgar desde

la severidad. Estos sentimientos suelen expresar necesidades insatisfechas.

Habrá que comprender, por supuesto, comprender con detalle, pero habrá que

propiciar unas circunstancias favorables para satisfacer esas necesidades.

Reprimirlas, desde un falso sentimiento de madurez, tampoco nos servirá,

volverán a surgir, se volverán cada vez más exigentes, y persistir en la omisión

de las mismas sólo acarreará más dolor, más confusión, más desequilibrio.

Otra cosa que la niña necesita -si es que no se ha realizado aún- es el

reconocimiento de sus dones, de sus preferencias, de sus tendencias. Ofrecerle

Page 110: ALQUIMIA ESPIRITUAL

110

a la niña el espacio para que se realice y se recree en ellas, equivale a

recalificar la energía de nuestros arquetipos internos, aquellos que nos

estructuran. Esto es algo completamente necesario para que se nutra el

espíritu, para que nuestro caminar encuentre su sentido placentero y positivo.

En general, si escuchamos a nuestr@ niñ@ interior sentiremos la urgencia del

alma que clama por su liberación. Esa misma necesidad urgente se constituirá

en nuestra guía y nuestras herramientas de trabajo, reflejará nuestras verdades

profundas. Aquello que ya no sirve deberá ser abandonado, nada bueno

sacaremos de retenerlo. Lo auténtico tomará sentido, lo falso resultará

evidente. En la quietud, la introspección y la contemplación se gestará cada

nuevo paso. Todo adquirirá un sentido superior y unificado.

Page 111: ALQUIMIA ESPIRITUAL

111

¿QUÉ ES LO QUE ESTOY SINTIENDO?19

La desazón ¿qué me transmite?...

Cuando la desazón persiste durante un día y otro y otro, y no la escuchamos,

no somos capaces de tirar de ella para averiguar a qué sentimiento nos lleva,

hasta dónde nos conduce, se va produciendo un decaimiento en el ánimo que

puede desembocar en una depresión, un mal demasiado común y frecuente en

estos días. La depresión es el resultado del autoengaño sostenido y de haber

mantenido reprimidas nuestras emociones durante un tiempo excesivo. Por otro

lado, mantener reprimidas las emociones durante un tiempo excesivo equivale a

un acotamiento significativo de nuestro campo de acción, de nuestros

movimientos y acciones, puesto que las emociones son el estímulo de la acción.

No actuamos, el apocamiento se va apoderando de nosotr@s, crece el temor. Si

no actuamos, atoramos también las respuestas que llegan del exterior, van

disminuyendo los estímulos. Hemos caído en un círculo vicioso del que parece

difícil salir. La depresión es pues un cúmulo de energía no gestionada de la cual

hemos ignorado, no sólo el origen, sino la calidad y la potencia de la emoción en

sí misma. Al haber provocado un estancamiento de la energía, ésta se ha ido

densificando en nuestro interior, deteriorando nuestro estado de salud física,

anímica y mental.

No pretendemos tratar aquí la depresión, pero tal vez sí prevenirla, o

reflexionar sobre lo que nos sucede. La cuestión tiene mucho que ver con el

enfrentarnos o no enfrentarnos a nuestra parte oscura, la sombra, aquello que

no hemos iluminado con el conocimiento. Aquellas emociones, y las

convicciones detrás de las mismas, que hemos mantenido reprimidas en el

subconsciente, ya sea por temor o prejuicio. Sombra es oscuridad, ignorancia.

Luz es conocimiento, autoconsciencia. El conocimiento equivale a liberación, y

aunque la mayor de las veces haya que tirar del dolor para extraer el

conocimiento, no hay más salida real que la de conocerse a un@ mism@.

Cualquier otra estrategia puede representar un avance parcial, una salida

temporal de un problema determinado, pero éste volverá a aparecer si no se ha

llegado a comprender su causa.

19

También este capítulo está transcripto prácticamente íntegro del libro “EL DIAMANTE DE LO

FEMENINO, Expansión de conciencia y crecimiento espiritual” de la misma autora; sólo el último

párrafo ha sido modificado.

Page 112: ALQUIMIA ESPIRITUAL

112

Con demasiada frecuencia acudimos a métodos o terapias que persiguen el

objetivo de la iluminación, de la sanación, potenciando un crecimiento

energético o lumínico en nuestro ser. Existe un interés muy real y creciente de

sanación y liberación. El ser humano está ya fatigado, exhausto, en muchos

casos, al límite de sus posibilidades de resistencia. Sin embargo, me parece

imprescindible enfocarse con precisión. Por mucho que nos expongamos a un

foco de luz externo, nuestro interior no se iluminará. Para que se ilumine

nuestro interior –sólo en él están las respuestas- tenemos que sumergirnos en

nuestra sombra. Penetrar en ella, aceptando que existe nuestra parte oscura

aprendiendo a sobreponernos al dolor, admitiendo que en la vida del ser

humano hay autoengaño, consecuencia de los muchos errores de percepción

heredados y propios. Sólo se puede iluminar el interior desde el corazón, que es

nuestro propio sol. Si trabajamos de una manera activa y real en este sentido,

otro tipo de terapias complementarias nos pueden ayudar, pero nunca podrán

sustituir el poder y la eficacia de ir hacia adentro ejercitando la serena

expectación.

El propósito de conquistarse, ir hacia adentro, hasta el fondo del fondo,

implica flirtear con la sombra. Imprescindible liberarse del juicio. La sombra no

es ni buena ni mala, simplemente, es ignorancia. Es destructiva mientras sigue

siendo sombra. Sin embargo, encierra un potencial ilimitado cuyo mecanismo se

disparará a medida que la sombra se ilumina, se reconvierte en luz. Es el

verdadero camino que nos conduce a nuestro propio poder, el nuestro, el

genuino, el más poderoso de todos (valga tanta redundancia)...

En definitiva, cuando empezamos a tirar de la desazón, la razón genuina es

desear saber qué es lo que sentimos, cuál es la naturaleza del sentimiento, cuál

es su causa profunda. Hasta dónde nos quiere remitir y hacia dónde nos quiere

impulsar.

Es desaconsejable desoír los avisos anímicos que nos están sugiriendo bucear

dentro de nosotr@s mism@s. De otra forma el monstruo de la negación seguirá

devorándonos hasta que ya no quede nada de nuestra energía vital.

Page 113: ALQUIMIA ESPIRITUAL

113

FLUIDEZ Y ADAPTABILIDAD

Hemos mencionado más arriba que hay una Inteligencia Divina que dispone

las cosas para cada un@ de nosotr@s de manera individual. Hemos mencionado

también que cada una de las situaciones de la vida encierra un propósito. El

hecho de que haya una Inteligencia Divina actuando siempre, no implica que no

tengamos la absoluta responsabilidad por lo que nos llega, sino sólo que dicha

Inteligencia ordena de manera perfecta para cada ser los efectos de las causas

establecidas por nosotr@s a merced de nuestras elecciones y acciones. Lo

importante de todo esto es cómo y de qué manera lo vivimos, cómo nos

posicionamos nosotr@s frente a este flujo de la vida que tiene fuerza propia y

fluye solo.

La gran mayoría de nosotr@s estamos muy condicionad@s por ciertos

conceptos sociales predeterminados en nuestras mentes. Sostenemos una

asociación interna preestablecida entre la lucha y el éxito: “para triunfar es

necesario luchar”, así lo concebimos. Sin embargo y aunque aparentemente

parezca una paradoja, el logro espiritual, la conquista de la plenitud, que atrae

a nuestra vida el perfecto fluir, no se consigue mediante la lucha, sino mediante

la rendición. No hablamos de indiferencia sino de enfrentar serenamente lo que

a cada momento nos llega. Mediante la serena expectación de lo que nos

sucede, posibilitamos la participación del yo en todo momento y en toda

situación, sin evasivas, sin que sea imprescindible la intelectualización. Es la

presencia lo que nos permite mantenernos en “estado fluídico de

adaptabilidad”20, o a la inversa, si nos mantenemos en “estado fluídico de

adaptabilidad” estamos presentes.

Quizás sea fácil poner esto en práctica cuando las cosas nos van bien. Es

cuando surgen problemas cuando la cosa se vuelve difícil. Los estadios que nos

conducen a un determinado objetivo no pueden estar constituidos por metas

rígidas e inamovibles, la vida es cambiante y cada situación requiere una

respuesta nueva. Aquí es cuando sigue siendo necesario practicar la serena

expectación, la atención abierta, ésta que implica mantenerse en estado fluídico

de adaptabilidad. Entonces la intención resolutiva se hace carne en cada una de

nuestras experiencias de vida, estamos canalizando a nuestro Yo Superior y

desaparecen los problemas sociales. Se trata de una experiencia sostenida de

renovación constante que tiene como consecuencia la espiritualización de

nuestra vida, acciones y aspiraciones.

20

Max Heindel.

Page 114: ALQUIMIA ESPIRITUAL

114

ACTIVIDAD DE SERVICIO

-Erigir un Altar en la Consciencia-

El verdadero sentido de la vida está en la entrega, en aquello que podemos

aportar a nuestro prójimo y al mundo para mejorar la vida. La máxima entrega

que puede hacerse a la Vida es la propia vida, pero voy a intentar explicar a lo

que me refiero para no suscitar malas interpretaciones -algo que ya ha sucedido

con anterioridad. Cuando yo hablo de entregar la propia vida me refiero a

entregarnos a la Vida desde la Presencia. El arte de generar presencia o la

práctica de pulsar y vivir desde el corazón es lo que yo llamo entregarse a la

vida. Está claro que éste es un largo y arduo camino, un proceso consciente

para recuperar lo que en la casi totalidad de los casos hemos perdido en el

transcurso de nuestra educación y formación como seres sociales; pues lo cierto

es que nacemos con un elevado nivel de presencia que el estilo de vida al que

estamos sometidos nos arrebata. Sin embargo, no se puede afirmar que ese

nivel de presencia que tenemos en nuestro estado natal esté respaldado por la

autoconciencia. De lo que se trata es de aprender a generar presencia desde la

autoconsciencia. En este punto surge necesariamente una pregunta ¿Cómo nos

encaminamos a ello?

Hasta este punto incluido, la finalidad del libro y de todas sus partes es

justamente la de ofrecer información y proporcionar herramientas de

transformación que puedan posibilitar este propósito. Generar presencia y

entregarse a la vida son la misma cosa. “Actividad de servicio” describe de una

manera un tanto más específica aquello que una forma más distendida o

genérica yo llamaría entregarse a la vida. Servir activamente se refiere a hacer

el bien deliberadamente, o a hacer el bien desde la consciencia. Llegamos ahora

a un punto crucial: para hacer el bien hay que estar bien, es necesario,

imprescindible, sentirse bien. Si no estamos bien, no podemos hacer el bien, es

imposible, pues a un nivel inconsciente estaremos generando distorsión aun

cuando nuestro propósito sea servir y ayudar.

Es por eso muy importante considerar que la mejor actividad de servicio es

aquella actividad afín a nuestra naturaleza, a nuestra vocación del alma, aquella

que podemos realizar desde la alegría y la entrega, porque resulta nutritiva y

constructiva, no sólo para l@s demás, sino también para nosotr@s mism@s. La

máxima actividad de servicio es encaminar nuestras vidas de manera práctica

para llegar a realizar en nuestra propia vida lo que es nuestra actividad

vocacional. Encaminarse hacia esto es responder a nuestra llamada profunda

Page 115: ALQUIMIA ESPIRITUAL

115

del alma que guarda perfecta sintonía con El Proposito y el Plan de la Divinidad.

Si es cierto que para realizar el servicio de nuestra actividad vocacional

necesitamos estar bien, es cierto también que cuando realizamos el servicio de

nuestra actividad vocacional nos sentimos bien.

Sentimos desdicha, infelicidad y una enorme sensación de vacío porque no

contemplamos esta necesidad prioritaria de la vida como tal. El mayor de los

problemas del mundo es el egoísmo del ser humano, pero es una enorme

evidencia, que esto ha degenerado hasta producir el tremendo desequilibrio que

el planeta, el mundo entero y el ser humano individual sufrimos o hemos sufrido

en nuestras propias carnes. Ya no podemos seguir viviendo de manera egoísta,

pero yo diría más todavía, no podemos seguir viviendo en la inconsciencia.

Entrega y consciencia se convierten en la misma cosa. Por eso es importante y

urgente para cada un@ de nosotr@s iniciar nuestra transformación espiritual. Mi

propia actividad de servicio se refiere a realizar mi propia transformación y

proporcionar ayuda y herramientas para posibilitar esta transformación en mi

prójimo. Porque yo he llegado a comprender de manera consciente que mi

prójimo y yo somos Un@ con el Todo. Y he sido capaz de interpretar de forma

práctica ese amor profundo por la vida y por todos los seres, esa llamada que

no se puede eludir de ninguna manera. No hay marcha atrás en el camino de la

transformación. Responder desde la presencia a nuestra llamada profunda del

alma es erigir un Altar en la Consciencia y ésta es nuestra verdadera actividad

de servicio.

Page 116: ALQUIMIA ESPIRITUAL

116

PRIORIDADES PRÁCTICAS

A modo de síntesis me gustaría presentar aquí algunos objetivos prioritarios

en este proceso consciente de transformación espiritual. Quizás el primero de

ellos sea el de definir la proposición o intención prioritaria personal. ¿Cuál es la

intención prioritaria en nuestra vida? ¿cuál debería ser para cualquier persona

comprometida con su propia transformación espiritual? Yo respondería a la

segunda pregunta de forma contundente con la siguiente respuesta: la

integridad, si es que ésta no se ha conquistado todavía.

Este opbjetivo prioritario nos lleva a una segunda proposición: veracidad en

las interpretaciones. Esto implica la importante necesidad de superar la

tendencia a buscar las causas fuera y aceptar de una forma práctica y verídica

que las causas están dentro, siempre están dentro. En pocas palabras, implica

asumir la responsabilidad y el propósito sotenido de descubrir el autoengaño.

En la siguiente proposición podríamos señalar la necesidad de superar la

dependencia que tenemos del temor y la necesidad de relativizar la dependencia

que tenemos del medio. Tod@s hemos sido en mayor o menor grado

dependientes del miedo, hasta el punto de que éste ha condicionado nuestras

vidas y en muchos casos aún las condiciona. El temor cierra nuestros corazones,

nos reduce y aprisiona, mas es imprescindible trascender el temor para seguir

avanzando, esto sólo se consigue llendo hacia delante a pesar del miedo y

atravesando el miedo, haciendo entrega de esta aparente limitación al Espíritu

Santo (o a la Divinidad en nosotr@s) en una invocación consciente, para no

intoxicar nuestro propósito.

La dependencia emocional que tenemos del medio guarda una estrecha

relación con el condicionante del miedo. Todos somos dependientes en una

medida u otra del medio, pero es muy necesario calibrar esa dependencia y

relativizarla. La conciencia de la necesidad que tod@s tenemos l@s un@s de

l@s otr@s no implica que debamos vivir atemorizados y sometidos por el temor.

La interdependencia no tiene porque ser dependencia emocional, ni mucho

menos sometimiento.

La cuarta proposición consiste en aprender a pedir ayuda desde la aceptación

de los propios límites. Nos referimos a la petición de ayuda en dos planos

distintos: en el plano horizontal, es importante la petición de ayuda humana

cuando la requerimos, si es que nos es posible pedirla. Pero más importante es

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aún proyectar la petición de ayuda en el plano vertical: esto hace referencia

directa a la comunicación Espiritual con la Jerarquía de Luz que tanta falta hace

y tan poco se practica. Es imprescindible pedir ayuda y guía a nuestr@s

Maestr@s, Guías y Ángeles. Invocación, petición y oración son sumamente

importantes y necesarias.

Seguiría diciendo que es muy necesario también, a nivel individual y colectivo,

reforzar el sentido de la participación y de la colaboración. Cuando las

intenciones personales y las fuerzas y recursos personales se suman, los efectos

se multiplican geométricamente. Es muy importante y alentador tener esto en

consideración, pues formamos parte de un Todo y todas las partes son

importantes.

La gran mayoría de nosotr@s tenemos una asignatura pendiente: aprender a

compartir. A gran escala este aprendizaje implicará la justa distribución de los

recursos y el uso correcto de los mismos.

Por último yo señalaría el propósito prioritario del libro: El Amor y la apertura

del Corazón. Ésta es la necesidad práctica de la humanidad actual. Este

objetivo, a mi modo de ver urgente, los engloba todos. Este objetivo se refiere a

la necesidad prioritaria de conectar con el propio corazón de forma consciente y

voluntaria. El corazón es nuestro foco solar, nuestro núcleo, nuestro centro de

vida y única puerta dimensional en la que se juntan el Origen y el Destino. Así

mismo, en el nivel del corazón somos Un@, lo cual implica que no podemos

llegar a conocernos íntegramente si no penetramos en el corazón de nuestro

prójimo, Vicente Beltrán Anglada añadiría “con las debidas reservas

psicológicas” lo que quiere decir que no es necesario abrazar emocionalmente

cualquier pulsación ajena. Nos estamos refiriendo a ver a las personas más allá

de las apariencias, a mantenernos conscientes de las personas y de la vida, de

la misma forma que es absolutamente imprescindible confiar en el propio

proceso y abandonarse a la aspiración espiritual sin juicios ni culpabilidades.

Esta es la condición de la vida que nos preserva del egoísmo. Esto es

verdaderamente lo que llena la vida de sentido.

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EPÍLOGO

Entrego con amor el dolor ancestral y profundo sufrido por mi historia de

mujer. Lo entrego a la vida e invierto toda su fuerza, la perseverancia, la

paciencia, el amor y la fe, a la causa justa de la resolución. Ahora. Lo entrego

ahora que el fruto ya está maduro y ya se puede recoger. Ahora me entrego y

entrego con devoción y sentido de la justicia la certeza pulsante y viva de la

resolución que yo soy. Esa resolución que nada tiene que ver con la venganza,

pero sí con la justicia. Esa resolución que es reconciliación. Energía de

equilibrio, sanción, reconocimiento, amor profundo, necesidad satisfecha,

solidaridad, integridad y cooperación. Resolución que es, también, homenaje y

bienvenida a las mujeres de la tierra que lo hemos entregado todo con esa

capacidad infinita de entrega, propia de nuestro maravilloso e imprescindible

aspecto femenino; que es también homenaje al hombre nuevo, capaz de

abrazar a la Diosa dentro de él. La resolución que alza una voz dulce, firme y

profunda de alabanza a la Diosa que nos ha sostenido en su consciencia.

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ALQUIMISTA DEL ESPÍRITU

Yo Soy la cavidad profunda de la vida.

La caverna primigenia de mi vientre.

Misterioso y oscuro secreto de paciencia.

Alquimista del espíritu.

Yo Soy la cavidad profunda de la vida

en la que se depositó la semilla fértil

la semilla del hombre que me repudió

para que yo la gestara con amor de madre.

Yo misma Soy el fruto de la semilla

esa que nos contiene a ambos

esa que conoce las leyes en su lenguaje básico

esa que germina siempre.

Yo Soy la fuerza que siempre renace

que no puede ser reprimida eternamente

que surge con más ímpetu después de cada negación.

Pues Yo misma Soy la vida creativa.

Yo Soy la matriz de tus anhelos,

el océano de tus oportunidades,

la casa familiar a la que llegaste

que te da el reconocimiento de tu nombre.

He esperado con la entereza de la casi eternidad,

por los siglos de los siglos a que tú me vieses.

Y ahora reto tu mirada con mis ojos de mujer:

Estoy aquí, siempre estuve aquí, y Soy tu otro yo.

Yo Soy la alegría del encuentro,

la oración de reconocimiento y gratitud.

He custodiado para ambos la certeza

sobreponiéndome a todo deseo de venganza.

He saciado mi sed incesantemente

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en el manantial inagotable del perdón

mientras calladamente me alimentaba

de las migajas de tu voracidad.

Yo Soy la fusión de las dos mitades

que constituyen un solo corazón.

Y Soy el Infinito que lo atraviesa

Celebrando el triunfo de la alianza.

YO SOY

Sundari Amalia, Junio del 2009

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ÍNDICE DE CAPÍTULOS

- LA TRANSFORMACIÓN DESDE EL CORAZÓN, p. 3

- EL SER HUMANO Y NUESTROS VEHÍCULOS DE MANIFESTACIÓN, p. 9

- LA MENTE, MANAS O PRINCIPIO MANÁSICO, p. 14

- LA CONFIANZA Y EL CAMINO DEL CORAZÓN, p. 17

- LA MENTE VACÍA -Surgir cada día renovad@s- p. 21

- SED ESPIRITUAL, p. 24

- ¿QUÉ NOS ALEJA DEL SENTIDO DE UNIDAD? p. 27

- ABRAZANDO LA SOMBRA, p. 30

- SOMOS CREATIV@S Y CREADOR@S -Ley de Atracción- p. 32

- CONSCIENCIA Y SUBCONSCIENCIA, p. 34

- DOS ENTIDADES ESOTÉRICAS EN EL SER HUMANO, p. 36

- EL SENDERO DE RETORNO, p. 39

- EL PODER DE LA PALABRA, p. 41

- NO EXISTE LA CULPA, 43

- ATENCIÓN E INTENCIÓN, p. 45

- INTELIGENCIA DIVINA -La disciplina del Agni Yoga- p. 46

- SOBRE LA SERENA EXPECTACIÓN Y LA OBSERVACIÓN ATENTA, p. 49

- TODO SE AJUSTA A UNAS LEYES, p. 51

- INDEPENDENCIA EMOCIONAL NO ES AUTOSUFICIENCIA, p. 59

- TODO TIENE UN PROPÓSITO, p. 61

- LA EXPERIENCIA PROFUNDA DE LA ACEPTACIÓN, p. 63

- EFECTO ESPEJO, p. 66

- CONFUSIÓN DE PROPÓSITOS, p. 68

- EL POTENCIAL DE LA VERDAD, p. 72

- EL APEGO Y LAS EXPECTATIVAS, p. 75

- ¿CON QUÉ ME IDENTIFICO? p. 79

- EL DOMINIO DE LA ENERGÍA, p. 81

- CURSO INTENSIVO DE HONESTIDAD, p. 83

- HUIR O PERMANECER EN MÍ, p. 86

- ¿POR QUÉ HUIMOS? p. 90

- CONSCIENCIA Y EXPANSIÓN DE CONSCIENCIA, p. 92

- ESTRATEGIA Y VISIÓN GLOBAL, p. 95

- EL NUEVO PARADIGMA Y LA SANACIÓN, p. 97

- LA FE, p. 100

- CONCILIAR LOS ASPECTOS PARA CONECTAR CON EL CORAZÓN, p. 103

- LA NIÑA INTERIOR, p. 107

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- ¿QUÉ ES LO QUE ESTOY SINTIENDO? p. 111

- FLUIDEZ Y ADAPTABILIDAD, p. 113

- ACTIVIDAD DE SERVICIO -Erigir un Altar en la Consciencia- p. 114

- PRIORIDADES PRÁCTICAS, p. 116

- EPÍLOGO, p. 118

- ALQUIMISTA DEL ESPÍRITU, p. 119

Este libro fue debidamente registrado en el registro de la propiedad intelectual de

Girona con el siguiente número de solicitud: GI-0391-2009.