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PRIMERA INFANCIA Cómo construir en el Jardín `escenarios´ alfabetizadores El ambiente que envuelve al niño, sobre todo en su paso por el Jardín, puede incidir -y mucho- en su proceso de aprendizaje. La estética de ese espacio físico, los materiales que allí se encuentran y su disposición en el lugar, los “habitantes” (niños y educadores) y las actividades que por allí se suceden, pueden combinarse armoniosamente generando un entorno estimulante y al mismo tiempo seguro y de contención para los pequeños. Cuando esto ocurre, la educación integral se concreta, y con ella, la alfabetización cultural y el desarrollo personal y social de los niños que ese ambiente alcanza. Y ocurre, en gran medida, cuando estos “escenarios” son planificados intencionalmente por los educadores. De allí la necesidad e importancia de instalar el tema como un eje central en la práctica y formación docente. Razón del proyecto “El ambiente alfabetizador. Una experiencia de trabajo inter-institucional”, que laFundación Navarro Viola impulsa junto con la especialista Rosa Violante. El desarrollo de esta propuesta, que nació este año en Bella Vista (provincia de Corrientes), comprende encuentros presenciales a cargo de Violante y con la participación del equipo de la Fundación, bibliografía específica, visitas de campo y asesoría, que apuntan a promover un trabajo interinstitucional entre profesores y

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PRIMERA INFANCIACómo construir en el Jardín `escenarios´ alfabetizadores

El ambiente que envuelve al niño, sobre todo en su paso por el Jardín, puede incidir -y mucho- en su proceso de aprendizaje. La estética de ese espacio físico, los materiales que allí se encuentran y su disposición en el lugar, los “habitantes” (niños y educadores) y las actividades que por allí se suceden, pueden combinarse armoniosamente generando un entorno estimulante y al mismo tiempo seguro y de contención para los pequeños. Cuando esto ocurre, la educación integral se concreta, y con ella, la alfabetización cultural y el desarrollo personal y social de los niños que ese ambiente alcanza. Y ocurre, en gran medida, cuando estos “escenarios” son planificados intencionalmente por los educadores. De allí la necesidad e importancia de instalar el tema como un eje central en la práctica y formación docente. Razón del proyecto “El ambiente alfabetizador. Una experiencia de trabajo inter-institucional”, que laFundación Navarro Viola impulsa junto con la especialista Rosa Violante.

El desarrollo de esta propuesta, que nació este año en Bella Vista (provincia de Corrientes), comprende encuentros presenciales a cargo de Violante y con la participación del equipo de la Fundación, bibliografía específica, visitas de campo y asesoría, que apuntan a promover un trabajo interinstitucional entre profesores y estudiantes del Instituto de Formación Docente local y el equipo del Jardín Maternal “Sagrado Corazón de Jesús”, para fortalecer el armado de estos ambientes alfabetizadores en las distintas salas.

Violante explica en esta entrevista en qué consisten y cómo se arman estos espacios “alfabetizadores” que promueve el proyecto. Habla sobre el rol del educador como “observador atento” y sus posibles formas de enseñar interactuando en estos “escenarios”. También aporta ejemplos de “ambientes” para bebés, niños de 1 a 2, y de 3 a 5 años, entre otras pistas didácticas. 

FNV: -¿A qué hace referencia el concepto de “ambiente alfabetizador”? 

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Rosa Violante: -Cuando hablamos de ambiente hacemos referencia a algo más que el espacio físico. Tal como afirman diferentes autores, entre ellos (Iglesias) Forneiro, por ambiente se entiende el espacio físico y todo el conjunto de relaciones que se generan al habitarlo. Otros autores proponen hablar de “habitar” el aula en lugar de ocuparla. En este sentido estamos pensando en el ambiente como un espacio habitado. Cuando pensamos en el ambiente alfabetizador hacemos referencia a que el ambiente enseña, alfabetiza, entendiendo alfabetización en sentido amplio. Significa que el ambiente se constituye, como diría (Franco) Frabboni, en el primer abecedario. En este sentido hay que planificar, diseñar los espacios, construir escenarios para enseñar a jugar, a explorar, a contemplar, a dramatizar, a descubrir posibilidades motoras, entre otros desafíos interesantes para proponerles a los niños pequeños. 

FNV: -¿Qué elementos componen este ambiente? 

R. V.: -Los elementos que lo componen son: los diferentes materiales, los modos en los que se distribuyen y presentan, el diseño estético de su construcción, los educadores y niños que interactúan entre ellos y con los materiales. De este modo se construye un escenario para enseñar... y según lo que se quiera enseñar se arman escenarios diversos. 

FNV: -¿Qué propiedades adoptan estos “escenarios” cuando lo transitan bebés, niños de 1 a 2 años, y de 3 a 5 años? 

R. V.: -Según las posibilidades de aprendizaje que tienen los niños de diferentes edades se diseñan los escenarios apropiados para cada uno de ellos. Solo a modo de ejemplo podemos pensar en escenarios con objetos cotidianos diversos en canastos para los bebes, luego al año presentar objetos diversos y diferentes contenedores para meterlos y sacarlos, al mismo tiempo que iniciarlos en la presentación de bloques para la construcción, livianos y de tamaño mediano, para que los puedan manipular; y por último, en las salas de 3 a 5 años, ofrecer todo tipo de materiales de construcción de encastre, para apilar, de pequeño y gran tamaño. Estos serían ejemplos de escenarios para los juegos de exploración y construcción con objetos, mostrando las diferencias posibles según las edades. 

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FNV: -¿Cuándo podríamos decir que el ambiente resulta alfabetizador? 

R. V.: -El ambiente resulta alfabetizador cuando el docente planifica su diseño. El trabajo sobre la construcción del ambiente incluye la consideración de aspectos que no se agotan en la presencia de objetos y materiales, en el diseño del ambiente físico, ha de construirse un ambiente que resulte seguro, contenedor, donde los niños se sientan resguardados, cuidados, reconocidos, escuchados, que al mismo tiempo ofrezca desafíos y seguridad. 

Un escenario con imágenes de artistas para apreciar a la altura de los niños, mesas con rodillos y pintura para explorar las posibilidades de las herramientas y los materiales para producir imágenes invita a crear, apreciar, pintar, explorar. 

La disponibilidad de telas que arman espacios secretos, objetos cotidianos, muñecos para vestir y darles de comer promueven las acciones dramáticas sin necesidad de explicar verbalmente lo que se espera que los niños realicen. La propuesta de los juegos heurísticos de exploración, juegos de construcción, de dramatización, necesitan de escenarios que inviten, convoquen, desafíen a la participación e interés por parte de los niños. 

FNV: -¿De qué forma impacta este ambiente en la crianza, la salud y la educación de los niños pequeños? 

R. V.: -En tanto se constituyen en los lugares en los que los niños habitan cotidianamente contribuyen a que puedan disfrutar de ambientes estéticos permitiendo el desarrollo de la sensibilidad, como así también, por ejemplo, favorecer el aprendizaje de actitudes saludables y autónomas contando con piletas para lavarse las manos a una altura adecuada, cercanas a la vista de los educadores y con todos los elementos necesarios para un adecuado lavado de manos. El recorrer pasillos donde se encuentren, a la altura de los niños, reproducciones de artistas para la contemplación, entre otras propuestas diversas al alcance de los niños promueve los diferentes aprendizajes ofreciéndose así la escuela infantil (en todos sus diversos formatos) como un contexto de vida enriquecedor. 

FNV: -¿El juego está siempre latente en estos espacios? 

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R. V.: -Depende, si son escenarios para jugar por supuesto, así encontramos escenarios para juegos del “como si”, dramáticos; para juegos de construcción; para juegos tradicionales; de mesa; para juegos motores. En cambio si se presentan escenarios para leer y escuchar cuentos, para apreciar imágenes, para pintar, estos son escenarios alfabetizadores pero no promueven el juego dado que las actividades que se desarrollan con algunos materiales no siempre son lúdicas. 

FNV: -Teniendo en cuenta tanto las relaciones que generan estos “escenarios” como los contenidos que por ellos circulan, ¿podrían considerarse también como espacios plenos para la comunicación? 

R. V.: -Por supuesto. 

FNV: -¿Qué rol tiene el docente en el despliegue de un “ambiente alfabetizador”? 

R. V.: -Fundamentalmente, y luego de diseñar y poner a disposición el ambiente alfabetizador, ha de ser, observador atento. Observar, en el caso del trabajo con niños pequeños, es una forma de enseñar, dado que permite al docente intervenir, actuar según resulte adecuado teniendo en cuenta el accionar de los niños. También, según sean los escenarios, las formas de interactuar y de enseñar varían: el docente realizará acciones conjuntas con los niños, planteará problemas en la acción, compartirá expresiones mutuas de afecto, ofrecerá disponibilidad corporal, alcanzará un material que contribuya a concluir algo que está en proceso. Estas son posibles formas de enseñar, interactuando en los escenarios diversos. 

FNV: -¿Qué aspectos sugiere priorizar a la hora de diseñar estos espacios? ¿Y al momento de evaluarlos?, ¿por dónde empezar? 

R. V.: -Los aspectos que sugiero priorizar y que serían los mismos a tener en cuenta para evaluar podrían ser: que propongan desafíos y materiales diversos según los diferentes contenidos que se quieran enseñar; que cumplan con criterios estéticos; que resulten seguros, amables, cálidos; que promuevan la autonomía de los niños; que recuperen formatos hogareños; que se presenten, según los lugares, varios en forma simultánea

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contribuyendo a la multitarea; que inviten a jugar, a explorar, a leer, a mirar, a descubrir, a emocionarse, a aprender y por esto que inviten a “querer quedarse... porque la escuela, el Jardín, la sala es un buen lugar para crecer”. 

FNV: -¿Se establece algún vínculo entre el ambiente alfabetizador y otros entornos del niño, por ejemplo, los propios de su contexto familiar? 

R. V.: -Ambos ambientes pueden ofrecerse como oportunidades alfabetizadoras y a su vez resultan complementarios por las particularidades que cada uno tiene. 

FNV: -Haciendo un breve recorrido por estos primeros meses de trabajo en Bella Vista: ¿qué oportunidades y desafíos encuentra en el marco del proyecto? 

R. V.: -Las oportunidades son infinitas especialmente por el compromiso de los participantes en la construcción de estos escenarios, y el mayor desafío es que puedan continuar en la misma línea de trabajo luego del desarrollo del proyecto, es decir que todos los participantes logren apropiarse de los fundamentos y criterios a través de los cuales se piensa en la construcción conjunta de un buen ambiente alfabetizador. 

FNV: -En su opinión, ¿cuál es el valor agregado de la articulación entre el nivel inicial y el superior, en este caso el Jardín maternal y el IFD? 

R. V.: -El nivel superior comprometido en el proyecto, forma docentes para el nivel inicial, entonces durante el desarrollo del proyecto promovemos sumar espacios para una formación docente centrada en las prácticas que contribuye a la construcción de conocimientos prácticos profesionales contando con teoría para fundamentar, diseñar, evaluar y tomar decisiones bien informadas. Por otra parte se valoran saberes diversos complementarios que se reúnen y suman para el diseño de materiales y escenarios. 

El trabajo conjunto es potenciador, amplía, amplifica tanto las construcciones, logros, hallazgos, producciones como así también las posibilidades de resolver dudas y problemas. 

La participación de las estudiantes del profesorado es maravillosa

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por el aporte actual que ofrecen y reciben y porque serán los futuros docentes que estarán (ojalá) trabajando en estas instituciones lo que permitirá dar continuidad al desarrollo del proyecto y a su vez replicarlo en otras instituciones. 

En tanto los profesores coordinadores de los grupos, desde su rol, construyen entre los participantes de las diferentes instituciones acuerdos, ganas de hacer, saberes específicos, encuadres de trabajo que posibilitan logros muy interesantes y que finalmente redundan en una mejor educación para los niños pequeños. 

AGOSTO 2012